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Voices From The Neighborhood
Message from Our Youth
Op-ed by Peter Lubembela with Aingkhu Ashemu
On Sunday February 20th at 1:30 pm in Montbello, student leaders and young adults got together to discuss and reflect on the state of youth leadership in the Denver Community and how we can affect positive change in our communities and our people. Our message is this:
To our elders, community leaders, business owners, parents, and mentors, as young people our head is bloody but unbowed. Resolute in our pursuit of a better, brighter, and more inclusive community than ones we grew up in, we incessantly answer the call to show up when needed. Driven by youthful energy and passion, we race past our limits, empty, on a road that often feels like it refuses to fill us up, support us, or guide us. Despite showing up, our voices are not heard on the proper platforms that let us arrive at our desired destination of change. We are frequently burning out doing passion work because we do not have the tools or financial support to sustain our work. These barren conditions hinder our ability to organize largely and effectively in our communities.
We need spaces for coalition building and community empowerment for youth of color. Two of the biggest challenges we face is not having productive problem-solving outlets or proper compensation for our work. The symptoms of those two challenges are that youth are hyper-focused on surviving. This fixation on surviving, living from stipend to stipend, hinders youth from developing the skills that are necessary to thrive through their advocacy work. This struggle deprives youth of hope and of the belief we can make our communities better.
James Baldwin once said, “I love America more than any other country in the world and, exactly for this reason, I insist on the right to criticize her perpetually.” Our love for our community and youth requires that as young leaders, we demand action and initiatives to ensure our kids are thriving.
We are excited for the future and married to the hope that our future will be better. Our meeting of active leaders in the community to brainstorm solutions was extremely motivating and inspirational. People of the Community, we must be intentional about making sure young people have a part in producing our community instead of solely being products of it. We need a plan for our community that has space for young people to contribute, along with a plan on how they can.
Sadly, as a group we have come to realize that change will most likely happen within the next two generations, not in our lifetime. The work we do now will lay a proper and complete foundation for the next generations. We have accepted the responsibility of educating ourselves to ensure the upcoming generations won’t face the same issues we have faced.
Our greatest gift we have in our community is that everyone has individual rage they are willing to strategically utilize to help our community and that is such a beautiful thing. Despite being historically underserved, our community is the embodiment of love and resilience. Time after time, we have seen community members come back to their communities with knowledge and passion. We are grounded in the reality that we are family. As big brothers and sisters, we are motivated to be greater than the disorganization that we saw in our childhood. Even today, in our community we see leaders arguing on social media and putting each other down. We, young leaders, commit to selflessly showing up to intentionally propel the movement forward. It’s important we adopt the African principle of Ubuntu; “I am because we are”. We can’t keep comparing survival and success based on white Eurocentric ideas and principles. We need to start unlearning and decolonizing how we view the world around us to truly reimagine our freedom and liberation with a focus on community.
There is no clear solution to addressing the issue of burnout and exploitation, but we can start by consistently showing up for the youth in all endeavors, not solely the ones where their presence helps the adult leader. We need more activities that provide youth with a productive conduit for their energies. Lastly, we ask that leaders commit to not taking advantage of our passion and willingness to help. This means paying for your youth. Growing up in a low economic standard community, we don’t need to have everything to be happy, we just need love, guidance, and economic opportunities to better ourselves.Y
Editor’s note: Peter Lubem Editor’s note: Peter Lubem-bela is a graduate of Mont bela is a graduate of Mont-bello High School and of bello High School and of Howard University. He cur Howard University. He cur-rently lives in Washington, D.C. rently lives in Washington, D.C. where he is a staff assistant to where he is a staff assistant to Senator John Hickenlooper. Senator John Hickenlooper. He comes home to Montbello He comes home to Montbello as often as he can where he as often as he can where he continues to advocate for his continues to advocate for his community and his ideals. community and his ideals. Mensaje de Nuestra Juventud
Por Peter Lubembela con Aingkhu Ashemu Traducido por Marta Welch
El domingo, 20 de febrero a la 1:30 pm en Montbello, líderes estudiantiles y adultos jóvenes se reunieron para discutir y reflexionar sobre el estado del liderazgo juvenil en la Comunidad de Denver y cómo podemos generar un cambio positivo en nuestras comunidades y nuestra gente. Nuestro mensaje es este:
Para nuestros mayores, líderes comunitarios, dueños de negocios, padres y mentores, como jóvenes nuestra cabeza
está ensangrentada pero erguida. Resueltos en nuestra búsqueda de una comunidad mejor, más brillante y más inclusiva que aquellas en las que crecimos, respondemos incesantemente a la llamada para aparecer cuando sea necesario. Impulsados por la energía y la pasión juveniles, superamos nuestros límites, vacíos, en un camino que a menudo parece que se niega a llenarnos, apoyarnos o guiarnos. A pesar de aparecer, nuestras voces no se escuchan en las plataformas adecuadas que nos permiten llegar a nuestro destino de cambio deseado. Con frecuencia nos agotamos haciendo un trabajo apasionado porque no tenemos las herramientas o el apoyo financiero para sostener nuestro trabajo. Estas condiciones estériles dificultan nuestra capacidad de organizarnos en gran medida y de manera efectiva en nuestras comunidades.
Necesitamos espacios para la formación de coaliciones y el empoderamiento comunitario para jóvenes de color. Dos de los mayores desafíos que enfrentamos es no tener medios productivos para resolver problemas o una compensación adecuada por nuestro trabajo. Los síntomas de esos dos desafíos son que los jóvenes están muy concentrados en sobrevivir. Esta obsesión por sobrevivir, viviendo de estipendio en estipendio, impide que los jóvenes desarrollen las habilidades necesarias para prosperar a través de su trabajo de defensa. Esta lucha priva a los jóvenes de la esperanza y de la creencia de que podemos mejorar nuestras comunidades.
James Baldwin dijo una vez: “Amo a America más que a cualquier otro país del mundo y, exactamente por esta razón, insisto en el derecho a criticarla perpetuamente”. Nuestro amor por nuestra comunidad y la juventud requiere que, como jóvenes líderes, exijamos acción e iniciativas para garantizar que nuestros niños prosperen.
Estamos emocionados por el futuro y casados con la esperanza de que nuestro futuro sea mejor. Nuestra reunión de líderes activos en la comunidad para intercambiar ideas sobre soluciones fue extremadamente motivadora e inspiradora. Gente de la Comunidad, debemos ser intencionales para asegurarnos de que los jóvenes participen en la producción de nuestra comunidad en lugar de ser únicamente productos de ella. Necesitamos un plan para nuestra comunidad que tenga espacio para que los jóvenes contribuyan, junto con un plan sobre cómo pueden hacerlo.
Lamentablemente, como grupo nos hemos dado cuenta de que lo más probable es que el cambio suceda dentro de las próximas dos generaciones, no durante nuestra vida. El trabajo que hacemos ahora sentará una base adecuada y completa para las próximas generaciones. Hemos aceptado la responsabilidad de educarnos para asegurarnos de que las próximas generaciones no enfrenten los mismos problemas que nosotros hemos enfrentado.
Nuestro mayor regalo que tenemos en nuestra comunidad es que todos tienen una ira individual que están dispuestos a utilizar estratégicamente para ayudar a nuestra comunidad y eso es algo tan hermoso. A pesar de estar históricamente desatendida, nuestra comunidad es la encarnación del amor y la resiliencia. Una y otra vez, hemos visto a miembros de la comunidad regresar a sus comunidades con conocimiento y pasión. Estamos basados en la realidad de que somos una familia. Como hermanos y hermanas mayores, estamos motivados a ser más grandes que la desorganización que vimos en nuestra infancia. Incluso hoy, en nuestra comunidad vemos a líderes discutiendo en las redes sociales y menospreciándose unos a otros.
Nosotros, jóvenes líderes, nos comprometemos a presentarnos desinteresadamente para impulsar intencionalmente el movimiento hacia adelante. Es importante que adoptemos el principio africano de Ubuntu; “Yo soy porque nosotros somos”. No podemos seguir comparando supervivencia y éxito basados en ideas y principios eurocéntricos blancos. Necesitamos comenzar a desaprender y descolonizar cómo vemos el mundo que nos rodea para volver a imaginar verdaderamente nuestra libertad y liberación con un enfoque en la comunidad.
No existe una solución clara para abordar el problema del agotamiento y la explotación, pero podemos comenzar por mostrarnos constantemente a los jóvenes en todos los esfuerzos, no solo en aquellos en los que su presencia ayuda al líder adulto. Necesitamos más actividades que proporcionen a los jóvenes un conducto productivo para sus energías. Por último, pedimos a los líderes que se comprometan a no aprovecharse de nuestra pasión y voluntad de ayudar. Esto significa pagar por su juventud. Al crecer en una comunidad de bajo nivel económico, no necesitamos tener todo para ser felices, solo necesitamos amor, orientación y oportunidades económicas para mejorar.Y
Nota del editor: Peter Lubem Nota del editor: Peter Lubem-bela se graduó de la Escuela bela se graduó de la Escuela Secundaria de Montbello High Secundaria de Montbello High School y de la Universidad de School y de la Universidad de Howard. Actualmente vive en Howard. Actualmente vive en Washington, D.C., donde es Washington, D.C., donde es asistente del personal del Se asistente del personal del Se-nador John Hickenlooper. nador John Hickenlooper. Viene a Montbello tan a me Viene a Montbello tan a me-nudo como puede, donde nudo como puede, donde continúa abogando por su continúa abogando por su comunidad y sus ideales. comunidad y sus ideales. Together We Feed
By Blanca Sliva, Montbello Mobile Food Pantry Coordinator
Food insecurity is a systemic, long-term issue in many communities due to the deprivation of other resources and is currently a problem facing many Montbello neighbors. Even as the effects of the pandemic are receding and the community is slowly recovering, many are continuing to need emergency food resources.
In response to the ongoing needs Montbello Organizing Committee, Struggle of Love Foundation, Children’s Farms in Action, Montbello Urban Farm, Monarch Montessori, Consumption Literacy Project, Academy 360, Parents for Parity, Colorado Changemakers Collectiva, Athletics and Beyond, and a host of home gardeners have come together to activate the Montbello FarmSchool Network to help mitigate food insecurity. With funding support from Healthy Food for Denver Kids, The Colorado Health Foundation, Food Bank of the Rockies, Colorado Blueprint to End Hunger, and others, these organizations and the initiatives they create ensure that people have access to sustainable food resources while empowering the Montbello community to
Continued from page 13 move forward. Yet, the needs cannot be met without the generous gift of time from those who volunteer their time to distribute emergency food. One of those stalwart volunteers is Maricela Malfavon. (Note: see other tributes to volunteers Victoria Scott-Haynes and Margaret Satchel in this issue)
Maricela has been living in the neighborhood since 2003 and has been a veteran volunteer with the Montbello Mobile Food Pantry for five years. Maricela was there when the food pantry was a walk-in service at United Church of Montbello for eleven years. As COVID-19 shut down the world food distribution was reduced to drive-thru only and the lines grew longer and more disruptive to traffic, other solutions had to be made. The mobile food pantry moved to Academy 360, then to Montbello High School Campus, and finally to the Montbello Recreation Center. The Food Bank of the Rockies, the hunger relief partner, increased the pounds of food to match the number of clients at each distribution. While new adjustments were made, Maricela and the volunteer network stayed solid.
“Being a volunteer, I get to work in the community, while I also receive food as a client of the program,” says Maricela. “My husband fractured his foot and had surgeries back-toback, and being the breadwinner, I began going to the food bank. Every week I attended, I got more familiar with the people there and was drawn to become a volunteer myself.” Food insecurity does not have eligibility requirements, and many circumstances may contribute to when a family needs access to food support. The resilience of the food pantry throughout the years has allowed it to be a place that people can go back to time and time again.
The Montbello Mobile Food Pantry also recognizes that each distribution is an opportunity for clients to receive access to tools and assistance that ultimately helps in their efforts to address the multiplicity of challenges that often accompany food insecurity. The Mobile Food Pantry has hosted partners like Denver Health, which administered COVID testing and vaccines; the Denver Preschool Program, which distributed information for financial assistance in early childhood education; and WeeCycle, which still provides diapers, formula, and other baby items for clients.
The Mobile Food Pantry has created its own web of resources made up of allies, volunteers, and community members. With the help of Maricela and other volunteers who continue to show up every first and third Thursday, we will collectively continue to address this ongoing need in the neighborhood. Interested in becoming a volunteer? Reach out to info@montbelloorganizing.org
CHOOSE A SCHOOL THAT WILL HELP YOUR CHILD GROW
DENVER PUBLIC SCHOOLS HAS A DIVERSE COLLECTION OF SCHOOLS INCLUDING TRADITIONAL PUBLIC SCHOOLS, PUBLIC NONPROFIT CHARTER SCHOOLS AND PUBLIC NONPROFIT INNOVATION SCHOOLS.
Juntos Nos Alimentamos
Por Blanca Sliva, Coordinadora de la Despensa Móvil de Alimentos de Montbello Traducido por Marta Welch
La inseguridad alimentaria es un problema sistémico, a largo plazo en muchas comunidades debido a la privación de otros recursos y actualmente es un problema que enfrentan muchos vecinos de Montbello. A pesar de que los efectos de la pandemia están retrocediendo y la comunidad se está recuperando lentamente, muchos continúan necesitando recursos alimentarios de emergencia.
En respuesta a las necesidades permanentes del Comité Organizador de Montbello, Struggle of Love Foundation (Fundación Lucha del Amor), las organizaciones de Children’s Farms in Action (Granjas Infantiles en Acción), Montbello Urban Farm (Granja Urbana de Montbello), Monarch Montessori, Consumption Literacy Project (Proyecto de Alfabetización de Consumo), Academy 360 (Academia 360), Parents for Parity (Padres por la Paridad), Colorado Changemakers Collectiva (Colectivo de Agentes de Cambio de Colorado), Athletics and Beyond (Atletismo y Más Allá), y una gran cantidad de jardineros domésticos se han unido para activar a Montbello Farm-School Network (La Red de Granjas y Escuelas de Montbello) para ayudar a mitigar la inseguridad alimentaria. Con el apoyo financiero de Healthy Food for Denver Kids (Comida Saludable para los Niños de Denver), The Colorado Health Foundation (La Fundación de Salud de Colorado), Food Bank of the Rockies (Banco de
Alimentos de las Montañas Rocosas), Colorado Blueprint to End Hunger (Plan de Colorado para Acabar con el Hambre) y otros, estas organizaciones y las iniciativas que crean, aseguran que las personas tengan acceso a recursos alimentarios sostenibles mientras empoderan a la comunidad de Montbello para salir adelante. Sin embargo, las necesidades no pueden satisfacerse sin la generosa donación de tiempo de aquellos que se ofrecen como voluntarios para distribuir alimentos de emergencia. Una de esas incondicionales voluntarias es Maricela Malfavon. (Nota: Vea a otros tributos sobre las voluntarias Victoria Scott-Haynes y Margaret Satchel en este número del MUSE.)
Maricela ha estado viviendo en el vecindario desde 2003 y ha sido voluntaria veterana en Montbello Mobile Food Pantry (Despensa Móvil de Alimentos de Montbello) durante cinco años. Maricela estuvo allí cuando la despensa de alimentos era un servicio sin cita previa en la Iglesia Unida de Montbello durante once años. A medida que COVID-19 cerró, la distribución mundial de alimentos se redujo a solo autoservicio y las líneas se hicieron más largas y más perjudiciales para el tráfico, se tuvieron que buscar otras soluciones. La despensa móvil de alimentos se trasladó a la Academy 360, luego al campus de Montbello High School (Escuela Secundaria) y finalmente al Montbello Recreation Center (Centro Recreativo de Montbello). El Food Bank of the Rockies (Banco de Alimentos de las Montañas Rocosas), el socio de alivio del hambre, aumentó las libras de alimentos para igualar la cantidad de clientes en cada distribución. Si bien se hicieron nuevos ajustes, Maricela y la red de voluntarios se mantuvieron sólidos.
“Siendo voluntaria, puedo trabajar en la comunidad, mientras que también recibo alimentos como cliente del programa”, dice Maricela. “Mi esposo se fracturó el pie y tuvo cirugías consecutivas, y siendo el sostén de la familia, comencé a ir al banco de alimentos. Cada semana que asistí, me familiaricé más con la gente de allí y me sentí atraída a convertirme en voluntaria”.
La inseguridad alimentaria no tiene requisitos de elegibilidad, y muchas circunstancias pueden contribuir a que una familia necesite acceso al apoyo alimentario. La resiliencia de la despensa de alimentos a lo largo de los años ha permitido que sea un lugar al que las personas pueden volver una y otra vez.
La Despensa Móvil de Alimentos de Montbello también reconoce que cada distribución es una oportunidad para que los clientes reciban acceso a herramientas y asistencia que, en última instancia, los ayuda en sus esfuerzos por abordar la multiplicidad de desafíos que a menudo acompañan a la inseguridad alimentaria. La Despensa Móvil de Alimentos ha recibido socios como Denver Health, que administró pruebas y vacunas de COVID; el Programa Preescolar de Denver, que distribuyó información para asistencia financiera en la educación de la primera infancia; y WeeCycle, que aún proporciona pañales, fórmula y otros artículos para bebés a sus clientes.
La Despensa Móvil de Alimentos ha creado su propia red de recursos formada por aliados, voluntarios y miembros de la comunidad. Con la ayuda de Maricela y otros voluntarios que continúan apareciendo cada primer y tercer jueves, continuaremos colectivamente abordando esta necesidad continua en el vecindario. ¿Interesado en ser voluntario? Conéctese con info@montbelloorganizing.org.Y