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Los negocios en la era Bezos
NEGOCIOS EN LA ERA DE BEZOS
LOS ÁNGELES. En “Amazon Unbound: Jeff Bezos and the Invention of a Global Empire” (Simon & Schuster 2021), Brad Stone, el editor ejecutivo del tema de tecnología global de BLOOMBERG NEWS en los Estados Unidos, ha tratado de relatar el crecimiento global de Amazon, relatando el proceso de desarrollo tecnológico, el diseño de infraestructuras digitales (que no incluyen el uso de criptomonedas) y estructuración de empleos en centros de distribución automatizados de productos en el mundo, así como la diversificación de inversiones, incluyendo la compra del influyente periódico WASHINGTON POST, para manejar la distribución de productos de consumo, incluyendo aparatos tecnológicos innovadores y adictivos como el Kindle Fire y Alexa, para crear y promover películas, y aún para establecer un proyecto de exploración espacial por medio del cual el empresario Jeff Bezos está siendo lanzado a la estratosfera mientras Amazon sigue creando billonarias ganancias año con año. Hay tres lecciones que un empresario puede sacar al leer “Amazon Unbound”.
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1. Primero, Bezos empezó en el negocio de vender por la internet sin tener una visión concreta de la empresa global y billonaria que iba a resultar. Este punto fue inicialmente recalcado por Stone en su primer libro sobre Bezos: “The Everything Store: Jeff Bezos and the Age of Amazon” (Little, Brown and Company 2013). Cuando este primer libro fue escrito, Stone pudo entrevistar a Bezos sobre la creación de Amazon.com (cuyo nombre Stone cuenta fue Relentless.com entre otros) y su establecimiento en los años 90 en la ciudad de Seattle, estado de Washington, a la par de su esposa McKenzie Scott, actual filántropa y novelista, quien al divorciarse de Bezos en el 2019 llegó a retener un 4 por ciento de las acciones de Amazon.com y actualmente tiene un total estimado de riqueza de más de 50 billones de dólares, lo cual la hace la mujer más rica en todo el mundo. Bezos, cuya riqueza la revista FORTUNE la estima a más de 200 billones, no quiso ser entrevistado para “Amazon Unbound”.
Edgardo Quintanilla
ABOGADO DE LEY MIGRATORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN SHERMAN OAKS, CALIFORNIA
2.
Segundo, Bezos llegó a crecer en el negocio de vender por la internet (y a invertir en diversas empresas, como estudios de cine y television, en infraestructuras de camiones, aviones, uso de bodegas para almacenamiento y distribución de productos) al ir primero atrayendo individuos con credenciales académicas y experiencia en tecnologías digitales y de distribución de productos para el consumidor en los Estados Unidos, luego empezó a moldear y remoldear una serie de internas castas empresariales desiguales, al estilo de una pirámide orgánica (estructurada como un pulpo), desde un grupo pequeño muy intelectual alrededor de Bezos en el ápice llegando a la base de supervisores que implementaron el teje-y-maneje de las ventas de Amazon, mientras al mismo tiempo el “sistema amazónico” de Bezos iba rechazando a líderes de la empresa que ya no le convenían al haberse convertido en gente de liderazgo problemático de cara a la sociedad estadunidense, como lo ilustra la historia de Roy Price, quien levantó en alto el negocio de Amazon para películas y series televisivas, pero que fue sacado de Amazon por conducta abusiva y homofóbica. Amazon ha sido criticada por crear y mantener una cultura demandante de maltrato y abuso de sus empleados. Tercero, la riqueza material obtenida por Bezos y toda la casta empresarial asociada a Amazon como resultado del “sistema amazónico” ha tenido un impacto revolucionario en la cultura empresarial de cómo hacer negocio en el mundo, asimismo el gran incremento del transporte comercial de millones de productos ha impactado negativamente el medio ambiente del planeta y las vidas de la gente que ha laborado y laboran para dicha empresa.
3.
Stone relata al final de “Amazon Unbound” la forma cómo Bezos ha empezando a donar millones a organizaciones medioambientalistas para ayudar a entender y tratar de resolver durante la pandemia del COVID-19 las consecuencias negativas del éxito comercial de Amazon al planeta y en las vidas de sus trabajadores. Lo peor que puede ocurrir cuando se mete una nueva tecnología a un nuevo lugar del planeta es no sopesar y considerar las consecuencias ambientales de dicha tecnología. Es probable que Stone escriba un futuro tercer libro sobre Bezos al respecto de la desintegración de este imperio global privado.
LA PANDEMIA NOS
EMPUJÓ A UNA SITUACIÓN SUMAMENTE CRÍTICA”
POR MARIONA BELLOSO
Editora DYN
MARISOL GUZMÁN
COORDINADORA E INVESTIGADORA DEL INFORME DEL ESTADO DE LA REGIÓN
El Estado de la Región dio a conocer los resultados de su sexto Informe, en el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia de la mayoría de las naciones de Centroamérica. El reporte refleja una Centroamérica sumida en la peor crisis en décadas.
El desempeño reciente de la región y de República Dominicana muestra un panorama complejo con algunas mejoras muy puntuales, que sin embargo, son insuficientes para revertir los rezagos históricos y el deterioro de los últimos años en diversos ámbitos, especialmente en materia político–institucional. El Informe también destaca que, ante este panorama ya frágil y desfavorable, la llegada de la pandemia del COVID-19 indujo rápidos deterioros en los mercados laborales, y en el nivel de ingresos de la población, con consecuentes aumentos en el desempleo y la pobreza.
El Estado de la Región es un sistema de seguimiento y análisis del desarrollo humano sostenible en Centroamérica, que busca ayudar a las sociedades del Istmo a conocer mejor su realidad, con base en información rigurosa, actualizada, objetiva, relevante y completa. Derecho y Negocios habló con Marisol Guzmán, una de las investigadoras que participó en la elaboración del mismo. La versión extendida de esta entrevista está disponible en nuestro sitio web.
¿Cuál era la situación en la que estaba la región al momento de iniciar la pandemia?
Muchas tendencias previas a la pandemia implicaron estancamientos en materia de desarrollo humano sostenible. Ese es el context con el que entramos a enfrentar los efectos derivados de la pandemia.
¿Cuáles eran las razones de este estancamiento?
En temas ambientales veníamos con un aumento en la huella ecológica, nuestros hábitos de consumo en todos los países eran superiores a nuestra biocapacidad. Si bien hemos mejorado en algunos aspectos como cobertura forestal en algunos países, así como capacidad instalada de energías renobales, es cierto que los hábitos en general y la emisión de gases de efecto invernadero no tuvieron mejoras significativas. Incluso hay retrocesos importantes. En materia económica ya veníamos observando una desaceleración en el crecimiento en general y esto profundizó las brechas en el desempeño económico en gran parte de los países.
¿Cómo se encontraban estas brechas?
Para que tengamos una referencia, el PIB per cápita en Panamá es siete veces el de Nicaragua, cinco veces el de Honduras y entre tres y cuatro veces el de El Salvador y Guatemala. Hay brechas intrarregionales importantes, una pérdida de dinamismo en general y decrecimientos reales en el caso específico de Nicaragua y Belice. En general hay un crecimiento en términos reales bajo, inferior al 2 %, con sectores externos que
han reducido su importancia con relación al PIB, el dinamismo de las exportaciones venía cayendo, y al igual que en la tendencia mundial la Inversión Extranjera Directa ha perdido importancia en las economías regionales, habían caído los flujos de IED, y lo que se sostuvo un poco fueron las remesas familiares, principalmente en Guatemala, República Dominicana, El Salvador y Honduras.
¿Y la situación laboral?
Se venían acumulando debilidades estructurales muy importantes en los mercados de trabajo. La mayor parte de los países tiene una muy baja capacidad de multiplicar el empleo, de crear empleo, y las economías en general tenían estructuras que no están encadenadas al 100 % y eso limita la multiplicación, los encadenamientos productivos.
También había debilidad en la parte fiscal…
La mayoría de los países tienen cargas tributarias bajas, entre un 13 y 14 %, el que tiene la mayor carga es El Salvador, y la menor en Panamá, con 7 %. Los niveles de recaudación con respecto al PIB en todos los países son bastante bajos, hay altos niveles de endeudamiento y esto es fundamental también para entender cuáles eran las capacidades de los países para atender una emergencia sanitaria como la que estamos viviendo todavía.
¿Cuál era el panorama en la parte social?
Se observaron algunas mejoras muy puntuales en cuanto a cobertura de acceso a agua e infraestructura de saneamiento, reducción de la mortalidad infantil, pero no hubo avances significativos en el acceso y logro educativo. La mayor parte de la población mejoró su acceso a educación primaria pero seguimos viendo rezagos importantísimos en preescolar y educación secundaria. Los niveles de conclusión de educación secundaria y terciaria son muy bajos. Eso es importante porque la mayoría de países aún se encuentra con bono demográfico y es precisamente ese bono demográfico el que tendría las capacidades de impulsar el crecimiento y el desarrollo económico en la mayor parte de los países. Si tenemos una población joven y sana pero no la logramos educar, esos rezagos se van a derramar en los mercados de trabajo, porque son las personas que están cercanas a entrar a su edad laboral y eso va a definir las capacidades estructurales de las economías de los países.
¿Y en la parte política?
Se reforzó en todos los países esta tendencia de erosión de la democracia. Identificamos una serie de factores erosionadores y son tendencias previas a la pandemia. Tenía la mayor parte de países persistentes y recurrentes irregularidades electorales, mayores debilidades en el Estado de derecho, injerencia del poder Ejecutivo en las demás áreas, retrocesos importantes en la libertad de prensa, toda esta acumulación de aspectos la acarreamos y con esto nos tocó enfrentar la pandemia.
¿Cómo está Centroamérica ahora en medio de la pandemia? Como decía usted, aún no se supera.
Así es. El área ambiental es la que se vio menos afectada, en materia económica hubo una gran afectación. Hicimos una serie de encuestas en todos los países y se observan cosas como que los habitantes sí consideran que la pandemia tuvo consecuencias graves en su país, 6 de cada 10 indican haber tenido dificultades económicas y reducción de sus ingresos necesarios para cubrir necesidades básicas. Tenemos una afectación directa a los sectores productivos, cuya profundidad ha dependido de las estructuras productivas. Lo que se reporta es que los más afectados son los sectores de servicios, y si nos vamos a ver las configuraciones de los países de Centroamérica, Panamá es el país que tiene el sector de servicios más grande con respecto al PIB. Países como Guatemala y Honduras tienen sectores de manufactura un poco más relevantes dentro de su estructura productiva, así como Nicaragua con la parte agrícola. No son afectaciones con los mismos niveles de profundidad en materia de actividad económica como lo sufrió el sector de servicios. Se afectó el sector de turismo, que es sumamente relevante para los países de la región, representa entre el 10 y el 15 % en economías como la salvadoreña, costarricense, nicaragüense y panameña, y puede llegar a niveles del 16 % en República Dominicana y un 35 % en Belice. Se proyecta una lenta recuperación en materia de producción, así como de empleo, sujeto a las capacidades que tengan los países de presionar este proceso de vacunación contra el COVID-19, la recuperación es contingente a las capacidades de vacunación y las proyecciones en materia de desempleo son muy poco optimistas, sobre todo para Belice y Costa Rica que son los países que tuvieron los mayores golpes en materia de empleo. De manera generalizada hay un impacto y una destrucción de empleos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) generó una proyección con horas equivalentes a partir de las jornadas perdidas y son más de 10 millones de empleos perdidos durante 2020. Todo esto se traduce en una afectación en el nivel de bienestar, una mayor incidencia de la pobreza. La contracción económica afectó el empleo, lo cual generó una caída de los ingresos en los hogares, y esto empujó a una parte de la población al estado de pobreza. Con excepción de Panamá, todos los países llegaron a superar el 20 % de población viviendo en condición de pobreza, y Guatemala, Honduras y Nicaragua pasaron el 50 %. La pobreza extrema rebasó el 10 % con excepción de Dominicana, Panamá y Costa Rica, y en general la distribución de los ingresos se hizo todavía más desigual, que es una tendencia que veníamos observando en algunos países previo a la pandemia. Todo este descontento también se puede traducir en una democracia altamente erosionada, pero también hay que mencionar que en cuanto al acceso a la información pública, democracia y política, hay bastantes limitaciones. Se ensayaron algunas políticas autoritarias en El Salvador, Guatemala y Panamá, con suspensiones en plazos de entrega de información, estados de emergencia que suspendían algunos derechos constitucionales como la libertad de expresión. Veníamos cultivando un contexto altamente vulnerable, y esta pandemia nos empujó a una situación sumamente crítica en prácticamente todas las áreas del desarrollo humano sostenible.