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La importancia de las vitaminas

La avitaminosis puede llevar a diferentes padecimientos.

Las vitaminas son compuestos orgánicos esenciales, en pequeñas cantidades, para el metabolismo normal del organismo. Estas no pueden ser producidas por el cuerpo, excepto la vitamina D, que se produce al tomar sol, de preferencia temprano por la mañana, de 10 a 15 minutos, aunque su absorción depende de muchos factores, entre ellos, la edad.

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Todas ellas deben ser incorporadas a través de la alimentación, pero además de estar conscientes de su importancia, hay que conocer de manera específica para qué sirven, y no auto recetarlas a ciegas. Los desequilibrios en el suministro de vitaminas traen problemas a la salud. Por ejemplo, la deficiencia de vitamina A puede ocasionar diferentes fallas en el organismo. Esta vitamina es importante para el desarrollo óseo, para la absorción del colágeno y la salud de la piel, huesos, dientes y las uñas. También es necesaria para una visión saludable, que es lo que quizá la propiedad que todos conocemos más. Pero para poder determinar cuánta consumir, hay que conocer el requerimiento diario, y si hay deficiencias, saber incorporarla.

El complejo B también es importante, las vitaminas B1, B2, B5, B6, B9 y B12, son básicas para el buen funcionamiento del sistema nervioso y del sistema cardiovascular, al cual sirven para protegerlo. La vitamina C, por su parte, fortalece el sistema inmunológico y las defensas naturales del organismo, mientras que la vitamina D ayuda a metabolizar el calcio y el fósforo, y por ello, su absorción en el intestino y su depósito en huesos y dientes.

La vitamina E tiene un efecto antioxidante, y ayuda a proteger de ácidos grasos poliinsaturados, que al final son sustancias que pueden dañar la parte interior de nuestros vasos arteriales. Además, favorece la funcionalidad de los ojos y las células de sangre, y previene enfermedades cardiovasculares. La función más importante de la vitamina K está relacionada con el sistema de coagulación en la sangre.

De nuevo, no se trata de automedicarse. Se requiere conocer bien los síntomas para saber qué es lo que se necesita. Una mano que se “duerme” o movimientos musculares súbitos requieren un chequeo médico para poder determinar el tratamiento adecuado.

Por: Dr. Harold Trillos

MEDICINA GENERAL ENFOQUE EN MEDICINA CARDIOMETABÓLICA

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