De-Social Fanzine nº1

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A !! R T X E A EXTR E AnZIn nUEVO f

DE-SOcIAL

Nº 1 noviem

bre/diciem

bre 13

ObJETIVO InDIScRETO Apuntes satíricos de la sociología cofrade gAfAS gRADUADAS Versos desde la taberna ELEcTROLEnTES Miserias humanas en twitter LA LUpA DEScREIDA Hoy los yonkis


SUMARIO 9 4

Rincón gafapasta 20

IMAGEN DE TEMPORADA

OBJETIVO INDISCRETO

Decálogo de cómo ligar con una moderna

LA mirada torcida 14 Un minuto. Una vía de escape

10 LENTES DE AUMENTO

Lo que te gusta, no te hace único

18 electrolentes

Miserias humanas en twitter

19 LA LUPA DESCREIDA

Hoy: Los Yonkis

VICHAR 22


EDITORIAL

N

o recordamos la fecha exacta pero aquel día ocupa un lugar muy importante en nuestro calendario mental. Es un momento tan especial como pocos, poquísimos, contados días. Y esto ha seguido así desde que empezamos a darle forma a lo que hoy es un sueño hecho realidad. El primer número De-Social fanzine está impreso y listo para ser devorado. Os invitamos a experimentar la sensación de pasear en este confortable carro de combate, que es independiente como pocos, anecdótico, divulgativo y escrito en un lenguaje accesible y ameno, que no vulgar. De-Social debe mucho a muchas personas que están colaborando de manera altruista y todas con algo en común: alientan la reflexión y promueven el espíritu crítico. Con un montón de gente apoyando hemos jugado fuerte, tanto que, en ocasiones, María (nuestra diseñadora) ha demostrado ser una extraordinaria fondista al ser capaz de aguantar hasta el final, desde un principio muy negro hasta lo que hoy es De-Social. De-Social es pionero porque se edita, se imprime y sale a la calle bajo la filosofía del mecenazgo (‘crowdfunding’). Porque pocos medios destinan todo lo recaudado a su distribución de manera gratuita: 875 euros y 60 mecenas que creen en otro estilo de hacer crítica social. Estos gestos (tan sociales en el sentido literal del término) hay que ponerlos en valor y son los que, al mismo tiempo, nos animan a pensar en que podremos sacar más número gracias a vuestro apoyo.

ciones cotidianas: Lentes de aumento para tener una visión más nítida de la realidad social, Lentes críticas para la Mirada torcida hacia la chulería y el recochineo del cretino de turno que ofende además de pisotear, Lentes para usarlas de Objetivo indiscreto y no callarnos ante las injusticias y corruptelas, e incluso unas Electrolentes muy modernas que también son todoterreno. Hemos creado lo que esperamos sea vuestro pequeño rincón Gafapasta. Como la buena pasta, en De-Social nos gustan las gafas al dente. De-Social aspira a estar en todas partes. Por eso, cuando termines de leerlo, no lo tires. Vuelve a depositarlo en otro espacio para que más personas puedan disfrutar de él. Y si os gusta, esperamos seguir contando con vuestras aportaciones para imprimir un segundo número con más y más letras. Estaremos en papel y por las redes sociales abiertos las 24 horas del día para quien quiera colaborar y aportarle continuidad a este nuestro-vuestro fanzine. Termino. De-Social quiere ser vuestro fanzine disfrutón de compañía, en un mix de agitador social aderezado y mucho de anécdotas, sátira y humor. Este primer número incluye a una ‘abuela terrorista’, habla de ‘los yonkis’ y de ‘cómo ligar con una moderna’, de la ‘sociología pública’ y de las ‘miserias humanas en twitter’. Nos introduce en el mundo de los ‘cofrades jartibles’ y visitamos a ‘Gonzalo’ en su taberna de la calle Relator. Todo ello aderezado con buena música que no es otra que el rockanrol. Que os aproveche, ‘The KKK took my baby away’, The Ramones.

El que escribe acostumbra a llevar puestas unas gafas que le permiten disfrutar de un día a día más agradable. De-Social también incorpora diferentes tipos y modelos de gafas para acercaros con una mirada diferente a situa-

Luis Navarro Ardoy

De-social nº 1 noviembre/diciembre 2013 - Publicación bimestral Dirección: Luis Navarro Ardoy Colaboración: César Romero, Clara Puente, Jorge Molina, Manuel Pérez Yruela, Víctor Sánchez, D&M, Carlos Bruquetas, Manu Portillo, Marta Turiño, Santiago Fernández, Pilar López, Ángela Lora, Pablo Cousinou, Jaime del Hoyo, Oleopapa, Daniel Salado Diseño y maquetación: María Sabater Fotografías: Antonio Pérez Impresión: Módulo Gráfico


ObJETIVO InDIScRETO DECÁLOGO DE CóMO LIGAR CON UNA MODERNA César Romero, el Funcionario Rockero / Ilustración Clara Puente

1. ¿Te gusta el sushi? Pues claro que sí. A toda moderna que se precie le encanta las comidas que contengan una sh juntas. No lo dudes chaval, invítala a un japo. Éxito asegurado. 2. La estética es importante, tú lo sabes. Por ese motivo, aunque te guste correr a media mañana, estés más cómodo con tus pantaloncitos Adidas, o simplemente no sabías que ponerte, nunca te presentes en chándal a ninguna cita. Si cometes el error, no esperes una futura llamada por su parte. Hay cuestiones insalvables. 3. Aunque dicen que los extremos se atraen, si quieres entablar un inicio de algo con una moderna, no la lleves a un concierto de Siempre Así o La Polla Record. En estos casos hay que apostar sobre seguro. Algo neutral. Un concierto de jazz, por ejemplo. Te aburrirás como un condenado, pero a cambio ella va a creer por una buena temporada que eres un tío de lo más cool. 4. A ti lo que te gusta es el cine de autor, y si es subtitulado, mejor. Las americanadas no las soportas y te producen arcadas las pelis de acción. Una moderna en todas sus variables considera básica esta cualidad. Así que vais al cine a ver cualquier película con título raro y director de nombre impronunciable. Una vez terminéis el visionado de la película y se inicie un ameno debate entre tú y ella, no temas.

Lo más probable es que no te hayas enterado un pijo de qué iba la película, pero tú te has construido una imagen de tío interesante e intelectual y no vas a joderlo todo con un simple “no me he enterao de ná”. No. Tú vas a acudir al bello arte de la retórica y vas a adornar tus comentarios con generalidades tipo “qué profundidad tenían los personajes, ¿verdad?”, o “el ritmo de la peli ha sido muy intenso”. Apréndete de memoria frases como estas y no te aventures a divagar sobre el séptimo arte. 5. A todas las chicas, y las modernas no son la excepción que confirma la regla, les encantan los tíos deportistas. Mola mucho que salgas a correr todos los días, a dar unas brazadas a la piscina, o que te guste hacer remo en el río. Da igual, es de vital importancia que ejercites tu cuerpo en alguna actividad física que vaya más allá del levantamiento de botellín. ¿Qué hacer en caso de que caiga la fatal pregunta? Si realmente eres un tipo amante del deporte y el aire puro, no hay ningún problema. Si, por el contrario, lo más cerca que te encuentras de la actividad deportiva es cuando cambias de canal con el mando a distancia, recurre al viejo truco de la lesión de rodilla que tuviste cuando eras un adolescente aguerrido y vigoroso. Quedas bien y cierras cualquier posibilidad de que vuelva a plantearte referencia alguna a tu evidente falta de interés por el ejercicio físico.


6. No vayas a cometer la enorme torpeza de comentar cualquier frivolidad que hayas visto en algún programa telebasura como “Sálvame” o “La Noria”. Ese error de principiante te costará muy caro. Ninguna moderna va a querer enrollarse contigo si te delatas mencionando el nombre del hijo de Paquirrín o el de la última novia de Pipi Estrada. Tocado y hundido; ya te vale. 7. Momento cumbre: llega la hora de la pasión y la lujuria. Aquí, como en tantas otras facetas de la vida, los tópicos funcionan. Una moderna no va a ser una excepción, y aunque insista una y otra vez y proclame a los cuatro vientos que el tamaño no importa, siento decirte amiguito, que miente. El tamaño importa y mucho. Por lo que, si no das la medida adecuada, o te aplicas con otras artes amatorias, o pon en marcha la cuenta atrás del cronómetro porque tu tiempo se ha agotado. 8. La moderna, por naturaleza, se siente atraída por los tipos que se salen de la norma, los misteriosos, los de mirada distraída. Es bueno, en este sentido, que cuando te pregunte ¿adónde vas? Tú respondas de manera indefinida con un “no sé”, “tal vez por allí”, “a lo mejó”… Aunque vayas a comprar el pan. Convierte todo acto mundano de tu día a día en una interrogante sin respuesta. Ese rollito de bohemio vividor sin rumbo las vuelve locas. 9. ¿Entera o media? Parece una nimiedad, pero no sé porque extraña razón, una tía, sea moderna o no, nunca desayuna una tostada entera. Es como si al tomarse una tostada entera se fuera a elevar a la décima potencia su masa corporal y la acercará a convertirse en cuestión de segundos en la réplica femenina de Falete (tengo ciertas dudas con este símil). Así que pa desayuná, no te

adelantes pidiendo dos enteras; entera de lo que sea y media de aceite y tomate, que dicen que es mu sano. 10. Para terminar, y teniendo en cuenta que estas recomendaciones no hay que seguir en el sentido ordinal dispuesto, puede ocurrir que estéis en un bar con musiquita, que empiece a sonar alguna melodía de moda del todo conocida; la del coreano, por ejemplo. Pues tú, como el que no quiere la cosa, te armas de valor y empiezas a bailar imitando los movimientos del susodicho – sí, lo del caballo también- . Esta osadía no creas que va a ser interpretada por la moderna como un acto de imbecilidad absoluta. No, qué va. Por el contrario, se va a rendir, cual gacelilla al león, ante esta evidente muestra de desparpajo y espontaneidad. La has clavao, chavá. Robert Palmer. Simply Irresistible 5


APUNTES SATÍRICOS DE LA SOCIOLOGÍA COfRADE Jorge Molina

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n señaladas fechas de oración y rezo colectivo en todas las calles y tabernas de la capital andaluza, es placer y honor seleccionar temas vinculados a la sociología cofrade. Retrato ácido, sin mala uva, de personajes de la eterna Sevilla.

Los anti Semana Santa Muy fuera de cacho están los componentes de un reducidísimo colectivo sevillano. Se trata de personas incapaces de enfocar sus entendederas a lo es verdad relevante de la Semana Santa local. Que es el altísimo valor estético y artístico de la cosa. Por el contrario, les oirá o leerá en publicaciones con muy poca sevillanía, referencias chocarreras sobre aspectos de la Semana Santa del todo secundarios. Y si el Evangelio se empeña en subrayarlos como esenciales es, simplemente, porque en Galilea no había Semana Santa. Ni pregoneros que la explicaran a esos palestinos. Así han acabado... Que no exista ni una sola persona del sexo femenino al frente de los colectivos llamados hermandades es, sin duda, una crítica farisaica (podría decirse que hasta corintia), por completo insignificante frente al colosal hito cultural del paso racheado, o la elección del color del exorno floral, o el estreno de una sinfonía callejera, vulgo marcha. Esos personajes también se escandalizan porque las mentadas hermandades sigan la doctrina del Papa, la autoridad más enterada de lo que Cristo dijo, dejó de decir o incluso no dijo (así que hubo que interpretarlo). Por ejemplo, el Papado aclaró el asunto de si los ho-

mosexuales pueden ser socios de pleno derecho del club. La respuesta es no. Pues nada, no dejan los anti Semana Santa de enarbolar y criticar el asunto de la exclusión gay, como si ser católico fuera obligatorio. Y mira que, en realidad, la muy tolerante Sevilla transige. Es conocido –también en voz baja– el no menor número de hermanos homosexuales con principalísimo papel en la Semana Santa. Lo que no se puede admitir, y ahí hay que estar de acuerdo con la vara de medir hispalense (La ( Escala de Lo Sevillano) Sevillano es que le des la mano y te cojan el brazo. Una cosa es permitir, contradiciendo al Papa como sólo Sevilla sabe hacerlo, que los homosexuales sean miembros (con perdón) casi de pleno derecho del colectivo católico, y otra que hagan gala de ello (de su tendencia sexual). Un ejemplo al azar, por completo inventado: imaginen que dos gays, modistos de alto prestigio nacional, hacen la ropa a unas imágenes religiosas. Es correcto. Vestir imágenes siempre ha sido cosa femenina o paredaña a ella, cabecean asintiendo los chamanes de La Escala de Lo Sevillano. Lo inconcebible sería –otra ocurrencia a vuelapluma– que ambos se casaran públicamente. Aunque lo permitiese la legislación de un tan imaginario como enloquecido país.


Los cofrades jartibles

Los ensayos de las bandas de Semana Santa

Se trata de simpáticos e inofensivos activistas de los aspectos secundarios de la Semana Santa: las procesiones y sus preparativos. En especial los preparativos. El desfile para ellos sabe a pura melancolía.

Por su aspecto pueden asemejarse a bandas pandilleras, en feliz descripción de Sting sobre sus alumnos cuando era profesor de conservatorio. Pero esos chicos de rapado mohicano, cejas depiladas de forma entrecortada, piercings en los labios y cigarrillo en la oreja, conforman lo mejor de la juventud sevillana, según los pregoneros de La Escala de Lo Sevillano cuando son vísperas de la Semana Santa. Cuando ya finalizó, esos mismos portavoces los califican de botelloneros a los que la Policía no reprime nunca lo suficiente, ni sufren castigo lo bastante severo. Se suelen organizar en grupos musicales, eligiendo para ello entre los dos instrumentos asequibles por técnica solfeística: cornetas o tambores.

Al viajero no habituado le resultará excitante, y no debe pues perderse, el tropezar con algún grupo de cofrades, llamados cariñosamente capillitas. Debe buscarlos, no en las capillas que aparentemente les dan nombre, ni siquiera en iglesias, conventos y hasta basílicas menores que salpimentan la ciudad. No. Se concentran en los aledaños: bares, incienso-pubs, incienso-tabernas y freidurías (locales para comprar pescado que ahí mismo fríen y que, por algún misterio, no abren a la hora de almorzar). Después de Semana Santa, los capillitas siguen siendo reconocibles. Tienen llavero con una cara de Virgen o de Jesucristo; una marcha religiosa en los móviles; nunca dicen escultura o estatua, sino talla o imagen para referirse a las esculturas o estatuas; los costaleros usan ropa con cuello holgado, que deje ver mientras perdura la cicatriz de llevar el paso; y, cuando visten traje, la chaqueta siempre les va grande. Este último punto está siendo objeto de una tesis para hallar explicación. O no, que ya sabemos cómo son las tesis de Letras. Los capillitas, no se preocupe, no limitan sus conciliábulos a las previas a Semana Santa. Puede verlos en cualquier época del año en sus acalorados debates sin fin. En los bares, claro. Eso de los congresos teológicos a palo seco... como que no encaja en La Escala de Lo Sevillano.

Los hay que, consumados maestros, dominan ambos aparatos. El resultado musical, apreciable en su apogeo durante Semana Santa, es de cristiana caridad no calificarlo. Pero hay que admitir una virtud: el empeño. Le ponen un empeño... Porque pasan todo el año en los llamados técnicamente ‘ensayos’. Sólo añadiremos que a los vecinos con la fortuna de que les toque cerca la práctica no paran de remitir cartas al director del periódico. Piden al alcalde que ponga fin a esta injusticia. Que todo barrio sevillano tiene derecho a disfrutar de ese Pedazo de Arte Cofrade sin que se restrinja a un solo sitio: el solar de enfrente del abajo firmante. El viajero puede contemplar este espectáculo tan etnográfico saliendo extramuros. Para orientarse sobre el lugar exacto, bastará con preguntar en cualquier bar de los que exhiben una foto a gran formato, o bien un azulejo, de Virgen con lágrimas y corona de tamaño quizás pelín excesivo.

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EL TERCER BRAzO Santiago Fernández Reviejo / Ilustración Víctor Sánchez Cidoncha

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e lo que aquí se trata no es del tercer hombre ni del tercer mundo ni mucho menos del tercer Reich o de la llegada de la tercera república. Tampoco se trata del tercer poder en una hipotética división de poderes y ni siquiera de un hat trick, que es como se denomina en el argot futbolístico al tercer gol que anota un mismo jugador. Nada de eso. De lo que aquí se trata, lisa y llanamente, es del tercer brazo, la extremidad superior añadida de la que se sirvió faltrica para lograr algunas proezas muy comentadas. De cómo consiguió Faltrica ese tercer brazo poco sabemos. Sólo conocemos que algo tuvo que ver un cirujano al que visitó un día en un callejón escondido de Hanoi, Vietnam, y que ese tercer brazo se encajaba perfectamente en su tronco, como si hubiera estado allí toda la vida, igual que las otros dos extremedidades superiores que le eran propias desde su nacimiento, como a cualquier ser humano provisto de dos brazos, dos piernas, un tronco y una cabeza, que de todo hay. Y de la misma manera que ese apéndice se encajaba, se desencajaba. Se lo ponía y se lo quitaba como quien se calza unos guantes. Así

que cuando lo necesitaba, Faltrica tenía tres brazos y cuando no, se quedaba con los dos de siempre. Gracias al tercer brazo, Faltrica consiguió, por ejemplo, batir el récord de escritura en las modalidades de a máquina y a mano, categoría A-4, con 50 folios rellenados en menos de cinco minutos, hasta entonces la marca universal que ostentaba un egipcio muy hábil, como todo su pueblo, en el oficio de escribir desde

los remotos tiempos de los jeroglíficos. Y también cosechó algunos triunfos en el boxeo, donde no querían dejarlo competir, aunque no pudieron impedirlo puesto que a nadie se le había ocurrido poner una ley que prohibiera boxear con tres brazos. Era una maravilla ver cómo sus ganchos y directos de derecha, izquierda y rematados con la extrema izquierda (o con la extrema derecha, según donde colocara el apéndice) tumbaban a sus adversarios uno tras otro, desplomados en la lona sin poder hacer nada para detener tal avalancha de golpes… Esto es sólo un pequeño extracto de ‘Los viajes de faltrica’, un libro que dará la vuelta al mundo, como su protagonista, cuando vea la luz, si eso algún día ocurre. Podremos conocer entonces todas las correrías de este intrépido personaje de uno al otro confín.


imágen de temporada Texto Manuel Pérez Yruela / Ilustración Víctor Sánchez Cidoncha

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spero que no haya que llegar a tanto, pero algo de razón hay en el enfado de esta pensionista que trata de llamar la atención de los jóvenes con un gesto exagerado que debe interpretarse más como una forma chocante de sacudir sus conciencias que como una amenaza real que una pensionista tan simpática nunca utilizaría. Nada del bienestar que hoy tenemos (estado del bienestar), aunque esté mermado por la crisis, ni ha llovido del cielo ni nos lo han regalado. Se lo debemos

al esfuerzo, sacrifico y tesón, a veces heroico, de muchos que pelearon por alcanzarlo. Pero éste, como todos los bienes de este mundo, es frágil (Martha C. Nussbaum en su libro La fragilidad del bien). Corresponde a los jóvenes, aunque no sólo a ellos, tomar conciencia de esta fragilidad para continuar apuntalando y acrecentando la herencia recibida. Como no lo hagan, no me extrañaría que sus abuelas les dieran un tirón de orejas y además va a ser peor para ellos.


lentes de aumento LO QUE TE GUSTA, NO TE HACE ÚNICO D&M

“Si soy poeta o actor no es para escribir o declamar poesía, sino para vivirlas”. Antonin Artaud

A

lo largo de vuestra vida seguro que habéis tenido numerosas discusiones con distintos amigos sobre los “gustos”. Muy características son las que se producen por los gustos artísticos, por ejemplo, con grupos de música: en la adolescencia he participado en discusiones en las que nos “partíamos la cara” por defender cuestiones tales como si Pearl Jam era mejor o peor que Nirvana. No hace mucho presencié una discusión muy acalorada entre dos adultos, muy adultos, en la que cada uno defendía la superioridad de su artista fetiche de jazz: estoy seguro que en otra época esa discusión hubiese terminado en un duelo al despuntar el alba en el barrio de Santa Cruz1.

En ocasiones resulta muy duro sufrir los “malos” gustos de los demás y con frecuencia la “intolerancia estética” genera batallas verbales tan violentas como las discusiones políticas. Es lo que provoca que, como decía el aristócrata francés del siglo XVII Francois de la Rochefoucault, “nuestro amor propio sufra con mayor impaciencia la condena de nuestros gustos que la de nuestras opiniones”. Este tipo de discusiones suelen generar disgustos entre amigos o familiares que por un momento se convierten en enemigos estéticos. Quizás, para sublimar estas pulsiones, es por lo que han surgido dichos como que no hay que discutir de gustos y colores. De este modo, se pone de manifiesto una actitud que no por común deja de ser curiosa: la defensa de una manifestación estética se convierte en numerosas ocasiones en la defensa de nuestra esencia; en

algo que nos define íntimamente, como si fuese una postura ética. Sin embargo, y sin intentar menospreciar la experiencia íntima de cada persona, la sociología permite ver este fenómeno desde otra perspectiva. Desde esta disciplina se pone de manifiesto que el gusto, más allá de la experiencia individual, se construye, se “produce” socialmente. Por tanto, aquello que nos mueve a elegir o descartar algo porque nos gusta o no está configurado (no determinado) por numerosos factores: la ideología, la propia posición económica, el contexto social e histórico, etc. Podríamos decir, acercándonos de manera simplificada a las teorías del sociólogo Pierre Bourdieu, que nuestra posición social, dentro de la cual desarrollamos nuestras relaciones y experiencias, genera esquemas, modos de interpretar el mundo, que son los que a su vez estructuran nuestras preferencias y elecciones. Esto explicaría las diferencias entre las distintas clases sociales a la hora de elegir qué escuchar, qué ver ó incluso qué comer o cómo vestirse. Otros factores importantes para la definición del gusto tienen que ver con la propia evolución del arte en la sociedad. Por ejemplo, la relación público-artista, tan fundamental en la construcción del gusto, es otra cuestión que también se transforma. El sociólogo Norbert Elias en una de sus obras analiza la tragedia de Mozart. El que es considerado actualmente como el mayor ejemplo de talento innato, fue enterrado en una fosa común a los 35 años de edad, sintiéndose, a la luz de sus últimos escritos, como un fracasado integral. Uno de los principales motivos de este sentir es que no había conquistado al público de Viena. Mozart fue un precursor de la concepción actual de creador: el artista libre que vende el producto de su talento, es decir, su obra, en

1. En un lugar situado en el Barrio de Santa Cruz, cerca de la actual Plaza de los Venerables, se situaba una plazuela en la que se celebraban los duelos a muerte en la Sevilla del siglo XVII.


Como afirma Bourdieu, esta concepción de artista “se ha ido inventando poco a poco, con la idea del artista puro, sin más fines que el arte, indiferente de las sanciones del mercado, al reconocimiento oficial, al éxito (…) donde el fracaso económico podía asociarse a una forma de éxito o, en cualquier caso, no parecer indefectiblemente como un fracaso irremediable”. En la actualidad podemos apreciar de hecho cómo las sanciones positivas del mercado pueden ser incluso negativas para la emergencia de ciertos campos literarios o artísticos: el best-seller no es automáticamente reconocido como obra legítima y el éxito comercial puede tener incluso valor de condena entre otros colegas creadores. La relación público-artista está unida a la concepción de arte en cada época, y ambas cosas se constituyen en un elemento importante para entender la dialéctica de lo que se considera como buen gusto o no. Por tanto, en nuestros gustos influyen muchos factores y no todos son individuales. De este modo, cuando nos enfrentemos en una discusión sobre un libro, una película, un artista, etc. sigamos defendiendo nuestros gustos con pasión. No podría ser de otra manera: está en juego una porción de lo que somos. Pero cuando estemos a punto de batirnos en duelo también tengamos presente una cosa: lo que nos gusta, no nos hace únicos.

Referencias:

un mercado libre de arte sin tener que ser subvencionado por ninguna corte. Esta forma de entender su actividad chocó de frente con las estructuras cortesanas de la Viena del siglo XVIII. Como consecuencia, Mozart no encontró el modo de estrenar sus obras y murió arruinado: se convirtió en un genio sin público.

Bourdieu, Pierre

(1979). La distinción. Taurus. Buenos Aires. (1994). Razones Prácticas. Anagrama. Barcelona.

Elias, Norbert

(1991). Mozart. Sociología de un genio. Península. Barcelona.

Django Reinhardt & Stéphane Grappelli. Minor Swing

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SOCIOLOGÍA PÚBLICA Carlos Bruquetas Callejo

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a larga tradición de la sociología pública fue relanzada en 2003 por Michel Burawoy (Burawoy, 2005)(1), tal vez en la estela de Pierre Bourdieu (2002)(2). La expresión más sencilla del qué y para qué de la Sociología Pública se puede encontrar en una reciente entrevista: “A los sociólogos les falta experiencia a la hora de trabajar e influir en la esfera pública, pero los economistas, en cambio, saben hacerlo muy bien. Desde la Segunda Guerra Mundial, pero sobre todo desde los años 70, se han convertido en la profesión dominante. (...) Tenemos que construir una sociedad civil global que haga frente al funcionamiento de los mercados, y es realmente difícil. Los movimientos que hay están fragmentados. En mi opinión, los sociólogos no deberíamos estar sólo estudiando lo que pasa, sino construyendo una comunidad global que conecte lo que está pasando.” (El Mundo, 22-102011). Esta sociología activa en lo público tendría, según el autor, que traducir el saber sociológico para poder devolverlo a la esfera pública:

“Llevamos un siglo construyendo conocimiento profesional, convirtiendo el sentido común en ciencia. Por ello, estamos más que preparados para embarcarnos en una retraducción sistemática de nuestra disciplina, esto es, devolver el conocimiento a sus inspiradores haciendo públicas las cuestiones referentes a problemas privados y así regenerar la fibra moral de la sociología”. Distingue el autor entre cuatro clases de sociología (profesional, práctica, crítica y pública), que deben complementarse. La sociología profesional es instrumental y se dirige a un público restringido. La sociología práctica busca un público amplio, pero se reclama instrumental. La sociología pública no es instrumental, sino reflexiva, y se dirige (a diferencia de la sociología crítica) a una audiencia no académica. Igualmente distingue entre dos géneros de sociología pública. Por un lado, estaría la tradicional (publicar en páginas de opinión de los periódicos) y, por otro lado, la orgánica (trabajar en conexión con movimientos sociales).


En la primera línea aparecen trabajos como el de Pierre Bourdieu (Cortafuegos, Cortafuegos 2, Intervenciones), donde dice pretender al menos con sus intervenciones “romper con la apariencia de unanimidad que constituye lo esencial de la fuerza simbólica del discurso dominante.” (Bourdieu, 1998: 9) (3). Dice Burawoy que el propio término sólo cobra pleno sentido en la situación americana, pues “en otros países, es la esencia de la sociología, para nosotros no es sino una parte, y más bien pequeña, de nuestra disciplina. (...) Cuando viajo a Sudáfrica a hablar sobre la sociología pública —y esto ocurriría en muchos países del mundo— mis audiencias me miran desconcertados. ¡Qué podría ser sino la sociología, un compromiso con diversos públicos sobre diferentes cuestiones públicas!”.

Referencias: (1) Burawoy, Michael (2005). Por una sociología pública. Política Y Sociedad, 42(1), 197-225. Sociólogo británico que da clases en Berkley y actual presidente de la ISA (International Sociological Association). [Su primera investigación de renombre es “Manufacturing consent”, de 1979 (1989) El consentimiento en la producción. Los cambios del proceso productivo en el capitalismo monopolista. Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) (reseña: http://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/ viewFile/POSO9090220123A/30619)]. (2) “Me expongo a contrariar a aquellos que, al elegir las virtuosas facilidades de encerrarse en su torre de marfil, ven en la intervención fuera de la esfera académica una peligrosa falta de la famosa neutralidad axiológica, erróneamente identificada con la objetividad científica […] Cueste lo que cueste, hay que hacer que las conquistas de la ciencia entren en el debate público, del que están trágicamente ausentes.” Pierre Bourdieu (2004): Intervenciones, 1961-2001: ciencia social y acción política. Hondarribia, Hiru/ La Habana, Ciencias Sociales (3) Bourdieu, Pierre (1998). Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasión neoliberal. Anagrama. Barcelona.

Dr. Macaroni Brass Band. Cantaloupe Island

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mirada torcida UN MINUTO. UNA VÍA DE ESCAPE Marta Turiño Rueda

Son las 16.50 de un día cualquiera. Afuera, el sol del Mediterráneo nos ha dado la oportunidad de disfrutar de una agradable mañana de enero. La gente va y viene, los planes, la familia, la búsqueda de un trabajo mejor (un trabajo), el poco tiempo que queda para mí, las críticas, la incertidumbre. Y así se nos ha escapado un mes de las manos, sin pensarlo, en este nuevo año que antes de llegar ya se había convertido en la esperanza de muchos. Pero parémonos por un momento a pensar. ¿De qué sirve la esperanza de un futuro mejor? ¿Qué nos aporta desear un mañana si aún no hemos saboreado los minutos que nos ofrece el hoy? Hay mucho por lo que disfrutar ahí fuera, por lo que saltar, gritar, correr, soñar. Démonos la oportunidad de vivir cada instante, de exprimir nuestros momentos, disfrutando de los detalles que, al final de cada día, son los que van a dibujar nuestra sonrisa de mañana. Tratemos de escapar de la nube gris que impera sobre todos nosotros desde hace ya un tiempo y vivamos nuestro particular día soleado. Nos lo merecemos, ¿por qué no? Y al final, nosotros mismos seremos dueños de nuestro futuro, protagonistas de nuestra vida. Moby y Amaral. Escapar

SÁLVESE QUIEN PUEDA Y MIENTRAS PUEDA Pilar López García

La crisis ha creado un lenguaje visual, casi táctil, de tal forma que con sólo mirarnos descubrimos que la cosa no anda bien. Si algo bueno ha producido, porque a algo hay que agarrarse, es una especie de solidaridad, de entendimiento que casi había desaparecido en esta sociedad

cambiante, compleja y extremadamente insolidaria en la que vivimos. Se han creado redes comunitarias que dan lugar a una nueva cohesión social que se aleja cada vez más del Estado. Y frente a esta nueva realidad, el escenario social irrumpe mientras la clase política sufre un deterioro constante debido a sus corruptelas internas y a su falta de reacción ante los problemas sociales. La pregunta que cabría hacerse es quién nos defiende. Quién nos protege de esta indefensión cuando cada mañana nos levantamos pensando en la reclamación que vamos a interponer, en el papeleo que hay que realizar para solicitar esto o lo otro, en el problema de vivir en paro o en ver cómo las cosas se van desmoronando mientras intentamos salvarnos y sobrevivir. Hasta ahora las urnas nos han permitido el cambio cada cuatro años, pero ahora nos preguntamos por qué han de legitimar a un partido político actuar a sus anchas durante ese periodo, qué armas legales y sociales nos quedan ante lo injusto y lo perverso del sistema. La interacción natural entre el Estado y la sociedad civil se está desmoronando. El proceso de retroalimentación ya no es algo positivo, no hay intercambio sino imposición y, ante este proceso de alejamiento, nacen grupúsculos sociales para atender necesidades primarias, un hecho que no es sino un desencadenamiento lento del “sálvese quien pueda y mientras pueda”. Pino Daniele. Il planeta delle parole


gafas graduadas Gonzalo Molina: versos desde la taberna Ángela Lora / Fotografía: Pablo Cousinou

Tabernero ilustrado: poeta, actor, amante de la música y el cine, noctámbulo de las madrugadas sevillanas de los 70, cuando Silvio, Paco Lira y tantos otros.

Leo conforme vivo”, sentencia Gonzalo Molina, regente de la taberna del mismo nombre que abre sus puertas desde hace más de un siglo en la calle Relator, en el centro más bohemio de Sevilla. Para dar fe de ello, Gonzalo recibe al visitante en horas de poco bullicio libro en mano, ensimismado en la lectura detrás de la barra centenaria. En esta ocasión es ‘Brooklyn Follies’, regalo del poeta Juan Cuevas. Gonzalo, que en realidad se llama Manuel pero gusta que le llamen como su padre.

La taberna resiste el paso de los años. Apuntalada para evitar el derrumbe, es lugar de peregrinación para aquellos que buscan las codornices y alitas de pollo fritas, el vino de naranja y la cerveza al instante y bien servida. Para acompañar la buena mesa, la mirada puede entretenerse en las innumerables fotos que hablan desde sus paredes, junto a los poemas, los carteles de cine, de música de ayer y de hoy, el piano, la estantería con libros que se van con quien los quiera… Este recinto de encuentros es un reflejo del mundo interior de su dueño. “Aquí he vivido intensamente: he perdido, he ganado, he soñado, me he enamorado”, cuenta Gonzalo. Hoy es un día especial para Gonzalo. A sus

flamantes 60 años se ‘independiza’. Divorciado y con tres hijos, ha vivido con uno de ellos durante los últimos años. Ahora se muda a un apartamento situado justo frente al bar. “No me decidía. Lo he ido montando poquito a poco, a mi gusto”, comenta. No se arrepiente de nada. “Yo creo que he encontrado mi lugar en el mundo. Aquí estoy a gusto, no me puedo quejar de lo que me ha pasado, lo bueno y lo malo”, revela, “aunque de lo malo sí me quejo, pero lo acepto”, dice sonriente. Además, comparte que en una taberna “se ven y aprenden cosas que en un trabajo normal es imposible”, y continúa: “Aunque pueda errar alguna vez, con los años uno adivina si el que entra por la puerta va a meter la pata o no, si es culto, educado, si tiene guasa… Y cuanto más viejo, más acierto”. Lamenta que “la mayoría de las tabernas de Sevilla están desapareciendo, a pesar del encanto que tienen”. Respecto a las nuevas tendencias culinarias opina con sorna. “Como dice un amigo mío, al salir de uno de esos bares uno tiene que preguntarse… Bueno, y a comer ¿dónde vamos ahora?”.

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La música también tiene lugar preferente en la taberna y en la vida de su dueño. Ahora escucha Radio 3 y los domingos no se pierde el especial de Jazz. Están también los cantautores como Pablo Guerrero, Ismael Serrano y Alfonso del Valle. Pero Gonzalo se presta a todo, e igual vemos una foto de los músicos de Silvio –a quien conoció en casa de Paco Lira y se dejaba caer por la taberna--que un cartel de Los Sentíos o el videoclip que ‘Las Muñecas de la calle Feria’ grabaron en parte en el local.

Cuida mucho Gonzalo de que la taberna mantenga su “aire familiar”. “La inmensa mayoría de los clientes me conocen y se conocen entre ellos. Aquí encuentran su ‘calorcito’ escritores, pintores, músicos, actores, vecinos del barrio, viejos amigos… Hablamos el mismo idioma”, señala.

Conciertos, recitales y ‘bookcrossing’ Eso explica que con frecuencia se hayan organizado en la taberna conciertos, lecturas, recitales de poesía… aunque de forma casi espontánea, sin anunciarlo, para que sea “más íntimo”. Antonio Machado observa cuanto pasa en la taberna desde el retrato que cuelga sobre la estantería repleta de libros, todos disponibles en una esquina del local para quien quiera llevárselos. Aquí se practica ‘bookcrossing’ desde hace décadas. El poeta sevillano es para Gonzalo el primero en la lista de un sinfín de lecturas. “Luego están León Felipe, Miguel Hernández…, pero Machado es el único que leo y nunca me cansa”, afirma. La lectura es materia indispensable en la vida de Gonzalo. Comenzó como afición durante los estudios de Arte Dramático y no la ha abandonado. Lee narrativa, sobre todo, pero también poesía y ensayos. De todo y en cual-

Gonzalo se muestra escéptico con el futuro de la taberna pero, asegura, mientras pueda, permanecerá. En la familia, “no hay interés por el negocio”, lamenta. Se atreve a confesar que le gustaría que “siguiera tal y como está”, aunque ya no fuera suya. “Pero que yo pasará por aquí y la viera abierta”, dice con una mirada que es un deseo lanzado al futuro. quier momento. “Leo conforme vivo. Lo mismo me da leer a Dostoievski que a Paul Auster”, asegura. De esta pasión por las letras dan fe los libros de poemas que ha escrito, como ‘Alas rotas’ o ‘Poemas desde una taberna’. Sigue escribiendo, pero sin disciplina, de una manera espontánea, pues cree que “escribir es manera de vivir”. Según cuentan quienes le han visto en faena “recita como nadie”.

Son muchos los deseos que la habitan. Sobre todo en Navidad, cuando las paredes del local se llenan de cartas a los Reyes Magos que escriben los clientes esperando que Gonzalo haga de ‘cartero surreal’. Esta tradición empezó hace 15 años y todavía sigue. Pero, ¿qué le pide a Gonzalo a sus Majestades de Oriente? “Que me traigan muchos barriles de cerveza para poderlos vender y salud para tirar adelante. Yo creo que me veréis todavía por aquí muchos años”, contesta divertido.


A MANSALVA Elisa Llorca / Ilustración Víctor Sánchez Cidoncha Palpita mi vientre en tu reivindicación vertical, la manifestación comienza en la boca de la loba buscando sede en mi ombligo interior.

Te siento aunque no estés; soy capaz de amar a un desconocido, de no saber quién eres si te quiero...

Si las manos ya huelen a pescado es la mansalva adulterada, el sexo compungido de los ratos sólo míos en los que no sé a quién amo y ni me importa porque el corazón es grande y todos me seducen en mi trópico de cáncer.

No me duele romperme en trozos de espejo: la sopa de gaviota, el pan de media noche, la sal de tu bandera en mi mano aliada: si entraste quedaste dentro.

cigarros cuadrúpedos acuden en tropel a la esquina de tu boca que saliva a primera hora, siempre te pusieron los filtros amarillentos, las manos atadas al cuerpo y la cama deshecha. Siempre te puso mi desnudo cuando me volvía sombra, cuando desaparecía de tu vista, cuando tan sólo alcanzabas a imaginarlo debajo de las faldas rojas. ya no comparto mis duchas, ni mis secretos, me alimento del lubricante de tus ideas, un orgasmo entre tiempos.

Sí, el humo de los pitillos es excitante si el bar está lleno pero consigo no verlos, si el licor se me resbala sin quererlo por las comisuras de mi sexo.

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SI TE CALLAS POR UN MOMENTO Si te callas por un momento La gota agota que colma el sumidero El lápiz que dibuja la mujer La lista del quehacer abanderando tu templo El clamor de las avenidas Los documentos caídos al suelo Separar los labios

El cigarro que se consume al otro lado El teléfono Pasar página Llegar a alcanzar el otro extremo de la cama El clamor de las avenidas en la trastienda Se vuelve Calmo oleaje bajo el influjo de lunas de colores


Electrolentes MISERIAS HUMANAS EN TWITTER

LA UNIVERSIDAD: MAL EJEMPLO DE INSTITUCIÓN INNOVADORA

Jaime del Hoyo Pérez

Manu Portillo

Ya sabemos del uso perverso de twitter por los que se dedican a insultar e intentar hacer daño sin más, pero la observación de esta red social (muy útil empleada con sentido común), permite también detectar algunos comportamientos delatores de otras miserias humanas: Bochornoso afán de exhibicionismo, peloteo a los poderosos, baboseo en general... Si uno discurre sobre este fenómeno llega a la conclusión de que este patio de vecinos virtual es un medio de comunicación adecuado para privilegiados sin ataduras familiares, económicas o laborales que pueden realmente expresar con absoluta libertad su opinión. En cuanto a los demás (la inmensa mayoría) han de ser al menos conscientes de lo fácil que se quedan con el culo al aire y la vergüenza ajena que dan cuando elogian a su jefe, cuentan una chorrada que no viene a cuento, se refieren a lugares comunes o remiten FF pelotilleros.

Las nuevas tecnologías han roto con lo establecido para dar lugar a un universo virtual del que todavía no conocemos todo lo que nos puede dar. Están para que las explotemos y nos ofrecen un mundo amplio de posibilidades. La Universidad ha captado este discurso a medias. Su discurso para la empleabilidad posterior al estudio gira en torno al emprendimiento y el autoempleo. Buscarse la vida, hacer la guerra por tu cuenta para hacerte con un sitio es casi la única forma que nos presentan de empleo. Términos como los de innovación, agilidad, sinergia o flexibilidad son comunes cada vez que se nos hablan de opciones laborales reales pero, sin embargo, ¿se nos educa para ello en la Universidad? ¿La universidad es un ejemplo de institución innovadora y ágil donde se fomenta la sinergia? Según mi experiencia, para nada.

Paul Mockapetris (creador del Domain Name System para nombrar dominios de internet) manifestaba recientemente en una entrevista que “gracias a las redes sociales asistimos a la mayor exhibición de egos que ha conocido la humanidad”. Afortunadamente, Mockapetris vaticinaba una segunda revolución de las redes sociales basada, esta vez sí, en su utilidad.

América. Sister golden hair

La tecnología aparece de pasada en nuestros planes de estudios y muy ajustado a nuestra carrera; la innovación brilla por su ausencia; la sinergia es mucho más que tener la suerte de conocer a un estudiante de otra carrera por el pasillo... Formación muy básica, integral, se deja de lado en esta universidad. Nos piden que seamos innovadores y demos nuevas respuestas, cuando sólo observamos que se nos enseña aplicando una y otra vez las antiguas soluciones. La Universidad, desde su camino de tierra, quizás ya no cierra los ojos para no ver la autopista de su lado generadora de corrientes inmensas de formación, comunicación y empleabilidad que aportan las nuevas tecnologías, pero sigue en su camino de tierra, sin ser partícipe de esa corriente. elBicho. Letras


LA LUPA DESCREIDA Hoy: Los Yonkis Reportaje de investigación by Olepapa

E

l último yonqui fue avistado a finales de los 90. Se llamaba Cristóbal y hoy es cobaya de la industria farmacéutica. Cotiza como autónomo. Cristóbal confirma la extinción de la especie. Nos revela que los yonquis del Pumarejo son actores contratados por el Ayuntamiento, en concreto, por el área de Cultura, Educación, Deportes y Turismo. “Lo hacen por los chiquillos, para que no se metan en la droga”, descubre. Cristóbal afirma que son licenciados de Arte Dramático en paro. Algunos han hecho carrera, como Julián Villagrán, que comenzó como figurante en la plaza, de secundario. “Yo era de los que escuchaba en cuclillas a los que estaban sentados en el banco. Hoy puedo decir que fueron mis maestros. A los meses conseguí que me mandaran por litronas, pero lo dejé por problemas en la espalda”, comenta Villagrán agarrado al Goya. La crisis de los yonquis comenzó con la entrada del euro. No consiguieron adaptarse. Los veinte duritos desaparecieron y tardaron años en aprender las conversiones. “Era dramático verles por la calle con calculadora. Algunos pedían cinco céntimos y cuando hacían el cambio… era para echarse a llorar”, se emociona Cristóbal. Hoy nadie a la pregunta de ¿cuánto cuesta? responde un total de 20, 30 o 40 ‘púas’. Preguntar a un chaval de 20 años qué es el caballo ofrece resultados sorprendentes. Es muy difícil encontrar a alguien en un supermercado forzando inocentemente los candados de las botellas de whisky. El Alamillo está desaprovechado, sólo hay padres y niños en bici. Son minoría los que salen entrevistados en televisión y reclaman libertad para los presos. Ningún grupo bueno les compone canciones. Volvamos al Pumarejo. Cristóbal reta (para comprobar la veracidad de sus afirmaciones) a meterle los dedos en la boca a cualquiera de los

presentes a las diez de la mañana. Aparentemente no tienen dientes, pero Cristóbal insiste en que se trata de una prótesis invisible que paga el alcalde. En este presupuesto se incluye el atrezo, como los chándales. Son de los buenos y les cosen el logotipo de Raebok para disimular. Nos acercamos a uno con corte de pelo a lo mohicano. Desde lejos percibe las intenciones y avisa con reconocible voz rota de yonqui. Para intimidar, rompe una litrona vacía, pero por el culo, no por el cuello. Se ha descubierto. Justo cuando Cristóbal le está abriendo la boca al farsante para este reportaje llegan dos policías locales en moto con la clarísima intención de que el montaje permanezca oculto. Las cámaras de la plaza nos han delatado. Un habitual me interroga ¿qué tengo que ver con el Cristóbal ijoputamierda? Así es conocido en la plaza. Seguro que le han estudiado en las clases de pre-yonqui. Puede que volvamos a contar con la colaboración de Cristóbal cuando salga de la cárcel para los próximos reportajes de esta serie sobre Las cosas que no existen entre las que se encuentran temáticas tan apasionantes como los hombres que echan drogas en los vasos de tubo, Rochelambert, las mujeres que saben de fútbol, el apio, el Cubanito de la Alfalfa, los indies, las chicas fáciles, los restaurantes de cinco tenedores, la justicia editorial, los cuartos oscuros, el sueldo Nescafé para toda la vida, Albania o Perry, el de ‘Esto lo va a hacer Perry’.

Extremeduro. Correcaminos estate al loro

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RINCÓN GAFAPASTA Muerte al calvófobo!

El retorno del Mesías (Daniel Salado)

En el último “Congreso de calvofobia y sociedad” organizado por la ACO (Asociación de Calvos Orgullosos) se estipularon una serie de términos políticamente correctos. “Calvorota” fue aprobado por el comité ejecutivo. Algunos de los términos y expresiones que son rechazados por ofensivos son: Pelo cartón. Calvito. Exceso de frente. Se te ven las ideas. Muerte al calvófobo! (RM, enviado por correo electrónico dispuesto para quedar en la Alameda, 25-01-13). Relatos hiperbreves (Daniel Salado)

1. Maremoto: ¡Ola! Y adiós. 2. Milagro: “Esta es la sangre de mi sangre”, dijo levantando la bolsa. Y después ganó siete tours. 3. Desalojo: ¡Okupado! Uy, perdón 4. Las bolas del Villar: Golpeé con deseo. Sonaron dos fugaces ¡clac! e inmediatamente una de las bolas saltó el borde de la mesa y se acomodó en el escote de Teresa. Se armó el taco. 5. Novillos: Niño, qué te han puesto en mates este trimestre? Cero points, papá. 6. Alta política: Mariano, tenemos que hablar. ¿Sobre...? Sí.

• En verdad os digo que sólo el 8,33% de mis discípulos me traicionará.

• ¿Es verdad que hay una lista de traidores? • ¿Figura Judas en la lista? • Pedro, te advertí que para esto no convocases a la prensa. Manual de tolerancia Mis sentimientos están como mi corazón, a la izquierda; mi razón, como mi cerebro, al centro; mis odios y resentimientos en mi pequeña vesícula biliar, a la derecha (Abad Gómez, H. 1996, Manual de tolerancia, Medellín: Universidad de Antioquia. pp: 62). Queer En ese momento Allerton y Mary salieron después de consultarse entre sí en voz baja. Lee los miró en silencio: “Ahora actúo en un teatro vacío”, pensó. Pidió otro ron y tragó cuatro pastillas de bencedrina. Después fue a la cabecera de la mesa y fumó un porro. “Ahora deslumbraré a mi público”, pensó (Burroughs, W.S. 2002, Queer, Madrid: Compactos Anagrama. pp: 93).


Cuentas-cuentos Es posible que hayan leído o escuchado alguna vez que, desde hace diez años, 2.000 niños iraquíes mueren cada hora a causa del embargo británico y estadounidense contra ese país. Dejemos aquí de lado la cuestión de saber si ese embargo estaba o no justificado y detengámonos en la afirmación propia. Para ello usaremos simplemente la aritmética. Si cada hora mueren 2.000 niños, eso arroja un resultado –el cálculo es sencillo- de 17.520.000 niños por año, y ello desde hace una década. ¿Eso es posible en un país que cuenta con 20 millones de habitantes? (Baillargeon, N. 2007, Curso de Autodefensa Intelectual, Barcelona: Ares y Mares. pp: 86).

NO CALLARSE En la actualidad, es compartido que los medios de comunicación de masas (incluidos por supuesto los digitales) ejercen tal papel de influencia que se han convertido en nuevo ágora. Si también lo compartes, cualquier sociólogo o socióloga que tuviera la menor sensibilidad en cuanto ciudadano se debería sentir obligado a dejar oír su voz ahí. No porque la suya resulte particularmente imprescindible sino porque, de manera destacada en momentos como los que nos está tocando vivir, nadie debería permanecer callado respecto a los asuntos que a todos conciernen (SocioDato, adaptado de Manuel Cruz, “Los mal llamados filósofos mediáticos”). La frase del beso negro Lo que funciona en política es la alienación y la confrontación. Es decir, marcar las diferencias entre los partidos. Pero en la vida real lo que funcionan son las redes

sociales y la cooperación (El beso negro prefiere mantener el anonimato. Enviado por Viber, 08-02-13). mensajes en botellines Una amiga coruñesa común no sólo te manda recuerdos, sino que te pone por las nubes. Literalmente. Me quedo unos segundos sin reacción y le contesto que, después de haber hecho varios viajes contigo, estoy convencido que eres humano.

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VICHAR Diccionario Akal de la Homofobia Louis-George Tin (dir.). Ediciones Akal, 2012 PLATÓN Y UN ORNITORRINCO ENTRAN EN UN BAR: ENTENDER LA FILOSOFÍA A TRAVÉS DE LOS CHISTES Daniel Klein Thomas Cathcart. Paneta, 2008 S=EX2 LA CIENCIA DEL SEXO Pere Estupinya. Debate, 2013 LA HABITACIÓN OSCURA Isaac Rosa. Seix Barral, 2013

“The KKK took my baby away” Un mal día Joey Ramone fue abandonado por la única novia que tuvo en vida para casarse con su guitarrista, Johnny Ramone. Este acontecimiento inspiró esta canción que todo el mundo deberían escuchar para entender que, el hecho de que te levanten la novia, no es motivo para dejar de cantar ni de bailar; aunque no te hables durante 20 años con el guitarrista de tu banda y el público le haga tocar el bis de este tema una y otra vez. Y ya sabes, si te ves en esta situación, piensa en la súper población del planeta y márcate un baile. Dedicada a mi amigo Blas Quesada. El hombre que no entendía un día en la vida sin bailarse un rockanrol. Julio Rollán Medialdea

¿a quién debes tu amor por el rock? Hay discos que te reconcilian de lleno con el acervo rockero al que uno cree pertenecer; discos que te inundan de electricidad desde el mismo momento que presionas play y suena la primera melodía; discos, en definitiva, que con el paso del tiempo van mejorando

notablemente, como los buenos vinos. hermanos rockeros, no pierdan la oportunidad de vibrar y de meter unos buenos riff con sus guitarras al aire escuchando “La Vida Mata”, de los imprescindibles Enemigos. ¿A quién debes tu amor por el rock? Sin duda, es ésta una pregunta recurrente que muchos hijos del Rock´n´Roll, como diría el bueno de Miguel Ríos, nos hemos hecho alguna vez en nuestra vida. A todos se nos vendrá a la cabeza multitud de nombres y artistas, de canciones y LPs.... A mí, a bote pronto, siempre que me planteo o me plantean esta cuestión, me acuerdo de uno en particular: Jimi Hendrix.

César Romero, el funcionario rockero


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