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8M: Movistar Deportes estrena “Todas para una”

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Movistar Deportes presenta el especial ‘Todas para una’, en el que a través de historias de tres deportistas peruanas destacadas se abordará evolución de la presencia femenina en el deporte así como los retos para lograr una verdadera equidad.

En el marco del Mes de la Mujer, Movistar Deportes estrenará el programa especial “Todas Para Una”, que mostrará los testimonios de tres deportistas y su camino para desarrollarse profesionalmente, así como los retos y la evolución de la presencia femenina en estas disciplinas. La futbolista y goleadora de Alianza Lima, Adriana Lúcar; la surfista y subcampeona mundial ISA de Longboard, María Fernanda Reyes; y la nadadora artística y subcampeona bolivariana, Sandy Quiroz; son las protagonistas de este programa especial.

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“En Movistar apostamos por la diversidad e impulsamos que todas las personas puedan desarrollarse en todos los campos sin distinción. En el caso del deporte, “Todas para Una” busca dar a conocer las historias de destacadas deportistas nacionales, que son un ejemplo e inspiración para que tanto niñas como jóvenes desarrollen su pasión por el deporte sin restricciones”, comenta Ximena Gil, Jefa de Sostenibilidad de Movistar

En este especial se abordará la evolución de la presencia femenina en el deporte, los avances logrados en cuestiones de equidad en el deporte nacional así como los retos aún pendientes para que las niñas y jóvenes desarrollen su pasión por el deporte en igualdad de condiciones.

Durante más de 20 años, Movistar Perú continúa con su compromiso y apoyo al deporte peruano, en especial el deporte femenino a través de disciplinas como el vóley, futbol, natación, surf, entre otras.

Samsung Galaxy S23 5G

Es habitual buscar tus mejores ángulos cuando te tomas un selfie con tu smartphone. Pero no solo se limita a nuestros retratos: tomar fotos de la comida se ha convertido en un hábito común, especialmente si compartes tu rutina diaria en las redes sociales. Y bajo la lente del Galaxy S23 5G*, cualquier plato tendrá un aspecto impresionante.

Los dispositivos Samsung Galaxy ya ofrecen una opción de cámara nativa para registrar todo tipo de comida: basta con ir a la aplicación de cámara, elegir la opción “Más” y luego “Food”. En este modo, puedes capturar los detalles de un buen plato en un restaurante elegante; un bonito helado durante un día soleado; las burbujas en el vaso de un refresco; o esa hamburguesa de lujo en la merienda.

A continuación, conoce algunos consejos sorprendentes para sacar el máximo partido a las cámaras de la línea Galaxy S23 5G para fotografiar alimentos.

Ajusta el enfoque para captar los detalles

El modo Food de Galaxy S23 5G cuenta con ajuste automático del enfoque en cuanto acercas la cámara a lo que vas a fotografiar. Pero lo mejor es jugar con esta función, aumentando o disminuyendo el zoom para ajustar la riqueza de detalles de la comida. Puedes dejar el objeto colocado de lado y, al difuminarse el fondo, la comida o bebida destacará aún más en la foto.

Te darás cuenta: cada restaurante, bar o cafetería suele ofrecer su propia iluminación, que difícilmente es igual en todos estos ambientes. Un restaurante más íntimo, por ejemplo, prioriza un ambiente más oscuro y reservado, mientras que una cadena de comida rápida puede tener luces más intensas.

Y si estás en un lugar con poca o escasa iluminación, aprovecha la función Nightography1 del Galaxy S23 5G para capturar detalles y nitidez independientemente de la luz.

A la hora de tomar fotos, amplía tus horizontes y utiliza la lente de 200 MP de Galaxy S23 Ultra 5G para capturar más de un elemento a la vez, como vasos de bebida junto a un bonito plato de pasta en tu restaurante italiano favorito.

Disfruta De Una Escapada A Los Destinos M S Inspiradores Del Per

El portafolio de hoteles y trenes Belmond en Perú recorre los mejores escenarios de las ciudades de Lima, Cusco y Arequipa para revivir el legendario arte de viajar. Sus experiencias buscan inspirar al viajero y capturar la autenticidad de cada lugar.

En Lima:

Miraflores Park, ubicado en el malecón del distrito miraflorino, es un espacio para disfrutar de un día de verano en la piscina del rooftop acompañado de cócteles re- frescantes y contemplar el mejor atardecer de Lima. La mixología, a cargo de la reconocida bartender Fiorella Larrea, es una experiencia que eleva todos los sentidos durante la visita al restaurante Tragaluz.

En Cusco: Vive la comodidad y privacidad que Palacio Nazarenas ofrece. Disfruta de la única piscina temperada al aire libre en la ciudad, un momento de relajación con tratamientos a base de productos naturales en Hypnoze spa, de las bondades y aromas de las hierbas del jardín secreto durante la hora del té y de la rica historia en cada rincón de la propiedad.

Monasterio, una edificación del siglo XVI, mantiene viva la historia dorada de la ciudad de Cusco. Recibe a los viajeros para celebrar su encanto cultural con un delicioso desayuno para disfrutarlo junto al cedro más legendario de la ciudad, cócteles clásicos al estilo de la barra del renovado lobby bar o una exquisita cena en el restaurante Illariy bajo la luz de las velas.

Veronica Smink BBC News Mundo

Desde que estrenó a finales de 2022, el programa de inteligencia artificial ChatGPT no ha dejado de ser tema de conversación, tanto de quienes admiran este avance tecnológico como de quienes temen sus repercusiones.

Gran parte del debate se ha centrado en los usos que podría tener este chatbot inteligente, que es capaz de responder casi a cualquier pregunta de un usuario y de producir textos que parecen escritos por un humano.

¿La utilizarán los estudiantes para que les haga los deberes? ¿Y los dirigentes para que les escriba los discursos? ¿Podría incluso escribir este artículo que estás leyendo?

Además de la gran inquietud sobre si dejará este programa de inteligencia artificial (IA) sin trabajo a millones de personas que hoy realizan tareas que esta máquina puede realizar en cuestión de segundos, otra controversia tiene que ver con los derechos de autor.

ChatGPT utiliza información que obtiene principalmente de internet. Pero en general no cita las fuentes, llevando a acusaciones de plagio que ya han derivado en denuncias legales.

Pero detrás del ruido que ha generado esta innovación, y el avance que significa para las tecnologías que usan IA, se esconde otra polémica que es mucho menos conocida.

Tiene que ver con los cientos de miles de trabajadores, muchos de bajos ingresos, sin los cuales no existirían sistemas de IA como ChatGPT.

No hablamos de los programadores que diseñan los algoritmos, que suelen trabajar en lugares como Sillicon Valley y cobrar buenos sueldos.

Hablamos de la “fuerza laboral oculta”, como la llamó la asociación sin fines de lucro Partnership on AI (PAI), que agrupa a organizaciones académicas, de la sociedad civil, de los medios y de la propia industria involucrados con la IA.

¿Quiénes componen esta fuerza escondida? Personas subcontratadas por las grandes empresas tecnológicas, en general en países pobres en el hemisferio Sur, para “entrenar” a los sistemas de IA.

Etiquetadores

Estos hombres y mujeres realizan una tarea tediosa -y potencialmente dañina para la salud mental, como veremos más adelante- pero que es esencial para que funcionen programas como ChatGPT.

Consiste en etiquetar millones de datos e imágenes para enseñarle a la IA cómo actuar.

Tomemos como ejemplo el chatbot que está causando sensación.

Cuando le preguntas algo a ChatGPT, el programa usa unos 175.000 millones de “parámetros” o variables, para decidir qué responder.

Como ya mencionamos, este sistema de IA utiliza como fuente principal información que obtiene de internet. Pero ¿cómo distingue los contenidos? Gracias a estas referencias, que le son “enseñadas” por seres humanos.

“No hay nada inteligente de la inteligencia artificial. Tiene que aprender a medida que se le entrena”, explica a BBC Mundo Enrique García, cofundador y gerente de DignifAI, una empresa estadounidense basada en Colombia que se dedica a contratar a estos “anotadores de datos”.

Estos profesionales, más conocidos como “etiquetadores de datos” (data labelers, en inglés), identifican información, como textos, imágenes y videos, y le indican al programa qué es qué, para que la máquina pueda entender qué es cada cosa y aprender en qué contexto usarla.

En la industria tecnológica llaman a este tipo de tarea “enriquecimiento de datos”.

Pero, irónicamente, y a pesar de que se trata de un trabajo esencial para el desarrollo de la IA, los enriquecedores de datos conforman el eslabón más pobre en la cadena de producción de las grandes empresas tecnológicas.

Un hecho que fue reconocido por Partnership on AI.

“A pesar del papel fundamental que desempeñan estos profesionales de enriquecimiento de datos, un creciente cuerpo de investigación revela las condiciones laborales precarias que enfrentan estos trabajadores”, señaló el organismo.

“Esto podría ser el resultado de esfuerzos por ocultar la dependencia de la IA de esta gran fuerza laboral al celebrar las ganancias de eficiencia logradas por esta tecnología. Fuera de la vista también está fuera de la mente”, denunció la coalición, a la que también forma parte OpenAI, la empresa que creó el ChatGPT.

Menos de US$2 la hora

Una investigación de la revista TIME reveló que muchos de los etiquetadores de datos que fueron subcontratados por OpenAI para entrenar a su ChatGPT recibieron sueldos de entre US$1,32 y US$2 la hora.

Según el reportaje del periodista Billy Perrigo, la compañía tecnológica, que cuenta entre sus principales inversores a Microsoft, tercerizó el trabajo de enriquecimiento de datos a través de una empresa de outsourcing llamada Sama, basada en San Francisco, que contrató a trabajadores en Kenia para realizar ese proyecto.

A través de un comunicado, un vocero de OpenAI señaló que esta empresa era la responsable de administrar los sueldos y las condiciones laborales de los etiquetadores contratados para trabajar en el programa ChatGPT.

“Nuestra misión es garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad, y trabajamos arduamente para construir sistemas de IA seguros y útiles que limiten el sesgo y el contenido dañino”, dijo el portavoz.

Sama, que también contrata a etiquetadores en otros países de bajos ingresos como Uganda e India para clientes como Google y Meta (dueña de Facebook), se promociona como una “IA ética” y asegura haber sacado a más de 50.000 personas de la pobreza.

Sin embargo, Martha Dark, directora de la organización activista británica Foxglove, cuya meta es “hacerle frente a los gigantes tecnológicos y a los gobiernos, por un futuro en el que la tecnología sea usada para beneficiar a todos, no solo a los ricos y poderosos”, le dijo a BBC Mundo que las grandes empresas tecnológicas usan el outsourcing para pagarle a estos trabajadores mucho menos de lo que corresponde.

Gerente General: Eduardo Torres Carrasco

“Todas estas compañías son empresas multimillonarias y es francamente inadecuado que le estén pagando 2 dólares la hora a las personas que hacen posible que estas plataformas existan”, señaló.

Pero para Enrique García, de DignifAI, la polémica sobre los sueldos “es un tema de perspectiva”.

En Europa y Estados Unidos se puede entender que ganar eso sea poco, observa, pero en otros países puede representar un buen sueldo.

“Mucha gente critica a nuestra industria por el tema de la paga, pero en DignifAI nuestro piso salarial es de US$2,30 la hora, y eso representa 1,8 veces el sueldo mínimo de Colombia”, señala.

“Si el proyecto es más complejo y requiere de anotadores que sean expertos, por ejemplo, arquitectos o médicos, la paga puede subir hasta 25 dólares la hora”, detalla.

Aunque reconoce que hay algunas empresas que pagan por debajo del sueldo mínimo, considera injusto poner la lupa solo sobre este sector.

“Hay dinámicas de outsourcing en muchas industrias, no solo esta, así que tampoco es justo etiquetarnos a nosotros como los ‘digital sweatshops´ (talleres clandestinos digitales)”, dice.

Impacto social García también resalta que hay varias empresas del sector, como la suya, que son de impacto social y tienen como objetivo “aumentar la productividad y dignidad de las personas”.

De hecho, el lema de DignifAI, que cuenta con el apoyo de varios organismos de ayuda, es: “Outsourcing dignity through artificial intelligence” (“Tercerizando dignidad a través de la inteligencia artificial”)

La empresa está basada en Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, y tiene como misión darle trabajo a los migrantes venezolanos que cruzan hacia el país vecino y también a los colombianos desplazados internamente.

“Muchos de ellos antes de trabajar con nosotros estaban ganando 4 o 5 dólares al día. Para esta población vulnerable que no tiene opciones de mercados laborales ganar 1,8 el sueldo mínimo colombiano es bastante atractivo”, afirma.

Ingrid, una venezolana de 42 años que llegó a Colombia a finales de 2018, da cuenta de ello.

La licenciada en Educación, quien prefirió no dar su apellido, le contó a BBC Mundo que no ha podido ejercer la docencia, como hacía en su país de origen, porque aún no ha logrado convalidar su título, y dijo que trabajar como anotadora para DignifAI le permitió ganarse la vida y además formarse en otra profesión.

“Se trabaja cuatro horas al día y he podido dedicar el tiempo restante a realizar un curso de diseño gráfico”, contó, sobre su próximo proyecto laboral.

Editor Locales: Luis Najarro/ Deportes: Gustavo Barboza

Corrección: Alfonso Lainez

Espectáculos: Lucy Novoa / Diseño Gráfico: Joaquín Linares

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