![](https://assets.isu.pub/document-structure/230313003947-0c8b012e073b5a004f304ebcd1e24a9a/v1/96620080b80cc7bf4996e2b39645216b.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
3 minute read
Un viñedo proyecta vino con raíz comodorense
from Edición impresa
Viñedos Felidor, en Kilómetro 16, es el proyecto vitivinícola más avanzado de la ciudad petrolera. De vender vinos on line a trabajar la tierra y sembrar uvas propias. Trabajan para producir el primer vino de autor comodorense. Los detalles de un proyecto que crece sin prisas ni pausas.
Vimos que en Comodoro sí se podía plantar”. Kathia Fernández, productora vitivinícola local rompió así con la primera regla. Y desde el proyecto de vender vinos patagónicos on line en un espacio exclusivo, desarrolló junto a su familia un viñedo que proyecta producir en corto plazo, un producto genuino “de los kilómetros”.
Advertisement
“Hicimos un estudio de suelo y salió apto que podía hacerse este proyecto por lo que empezamos a capacitarnos y a aprender. Primero trajimos doscientas plantas y justo coincidió con la época de la pandemia”, recordó sobre las dificultades iniciales; las rutas cerradas y el transporte difícil.
“El día que plantamos había un viento terrible, fue un domingo de Día de la Madre con la gente sin poder reunirse. Plantamos solos con mi familia y parecía que había que buscar soluciones constantemente”. Las uvas traídas de Mendoza se adaptaron rápidamente al clima y una segunda compra, en este caso, desde El Maitén, con seiscientas plantas debieron reponerse dentro del proceso de búsqueda.
“Este año mandamos a pedir Pinot Noir para poder reponer. Estamos generando para sacar clones y seguramente este año podremos hacerlo. También consultamos para poder acompañar a otros producto- res mediante la cesión o la venta de las semillas. Todo tiene un registro y un seguimiento pero apuntamos a compartir nuestra experiencia”, indicó Fernández en diálogo con “Dos de Radio” (LU4).
Vino comodorense
El vino comodorense está en proceso. Es una siguiente instancia en la que además de la búsqueda del sabor y del equilibrio más delgado, se debe cumplir con las normativas en otro nivel de exigencia. “Hay que tener registrado el nombre del vino, es un trámite que tarda dos años. Hicimos los papeles en el Instituto Nacional de Vitivinicultura; el viñedo está inscripto y comenzamos con la marca para oficializarlo al momento en que tengamos el vino para su comercialización”.
El nombre, resguardado hasta su futura presentación, tiene que ver con los orígenes mismos de la ciudad y con romper el mito de sequía y aridez que caracteriza éste tipo de suelo comodorense. “Todos queremos ser catadores”, bromea confiando en la potencialidad del producto hecho y desarrollado en Kilómetro 18.
“Hicimos el primer taller de vitivinicultura; con muchos interesados, gente que llevó plantas y están igual comenzando la actividad, experimentando el tipo de uva a utilizar” explicó. “Con el viento se le puede buscar la vuelta, con “espalderas” que se pueden crear; alambre más bajo y con más espacio que les permita sos- tenerse mejor. Quizás los viñedos en Mendoza son diferentes, más altos y con hilera de tres alambres y nosotros debemos tomar otros recaudos para contenerlos un poco más”.
Interés en la producción
Kathia explicó que la producción de vino ha generado un particular interés en la zona. “Queremos que esto crezca; nosotros tenemos algo chico pero donde se sume más gente se le puede dar otro valor a lo que es la ciudad. Y se le puede hacer otro tipo de recorrido. Comodoro tiene que sumar cosas nuevas. Todo se puede lograr, en principio nos decían que estábamos locos porque los viñedos no se iban a dar. Era cuestión de probar y demostrar que sí se puede producir. Estudiamos, trabajamos y pusimos el esfuerzo. Es buenísimo que otra gente se sume”. “Queremos arrancar con la bodega –agregó- y mejorar lo que tenemos pensando en hacer degustaciones de vino y de otros productos. Estamos en las redes sociales, Instagram y Facebook donde vamos contando las novedades que van surgiendo”, indicó.
![](https://assets.isu.pub/document-structure/230313003947-0c8b012e073b5a004f304ebcd1e24a9a/v1/b7193a7187dc62045f41e0fc206d107b.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
![](https://assets.isu.pub/document-structure/230313003947-0c8b012e073b5a004f304ebcd1e24a9a/v1/11c5b9aeafc1804fb521f9c7264d7d27.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
Una producción en familia, con hijas involucradas y mucho de manos a la obra permitirá hacer posible el primer vino “made in Comodoro” y multiplicar el efecto entre quienes muestran su interés por producir y emprender. “Cuando salga la marca y tengamos el vino será lo mejor de todo”, reconoció. Los viñedos en el sur del Chubut no resultan un imposible sino un hecho concreto inclusive con un efecto multiplicador. La planta demanda alrededor de tres años para poder llegar a un vino con potencial y a partir de ésta instancia, es que se estima que no menos de un año de podría producir la primera vendimia.
lista de Buqué
El viñedo Felidor cuenta con las especies Pinot Grigio, Chardonnay y Sauvignon Blanc y propone un sello distintivo en materia de sabores clásicos matizados con el rigor del frío y el clima ventoso. Verde puro en medio de una geografía gris, arcillosa. La diferencia está en la planificación, el asesoramiento, la inversión, las horas transcurridas en el terreno y el sueño cada vez más cercano, de contar con un vino distinto a todos.#