Un inmenso edificio de palabras: Fernando del Paso

Page 1

FRANCISCO HINOJOSA IMPUNIDAD

CARLOS VELÁZQUEZ

LA ESTÚPIDA MODA DE LAS BATAS BLANCAS

N Ú M . 1 2 6

S Á B A D O

JESÚS RAMÍREZ-BERMÚDEZ

SOBRE LA ENFERMEDAD DEL PODER

0 2 . 1 2 . 1 7

El Cultural [ S u p l e m e n t o d e La Razón ]

FERNANDO DEL PASO “UN INMENSO EDIFICIO DE PALABRAS” UN ESCRITOR PARADIGMÁTICO CARMEN VILLORO

UN CLÁSICO INNOVADOR HÉCTOR IVÁN GONZÁLEZ

Arte digital> Zeus G.M. > La Razón

Corona Capital 2017

DELIRIO POR LOS FESTIVALES WENCESLAO BRUCIAGA

EC126.indd 3

30/11/17 20:40


02

E l Cultural S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

El pasado 16 de octubre tuvo lugar la ceremonia de inauguración de la Cátedra de Arte, Poética y Literatura Fernando del Paso, instaurada por la Universidad de Guadalajara y concebida no sólo como un homenaje al autor, sino también con el propósito de fomentar el estudio interdisciplinario de las formas expresivas que la Cátedra invoca desde su nombre original. Fernando del Paso escribió y dio lectura en esa ocasión al texto que hoy comparte con los lectores de El Cultural, donde recorre algunos sucesos definitivos en su destino de escritor y que publicamos con gratitud a este maestro de las letras mexicanas.

“U N IN M ENSO EDI FICIO DE PA L A BR A S” Inau guración de la Cátedra que lleva su nombre FERNANDO DEL PASO

B

artleby. Qué coincidencia, tantos días de pensar en Bartleby y me llega un artículo sobre este personaje de Herman Melville, el escritor norteamericano creador de Moby Dick. Bartleby fue el personaje de una novela corta, era un empleado que a toda orden que le daba su jefe le respondía: “I would rather not do it” —preferiría no hacerlo. Y es que aparte de la gran satisfacción que me dio cuando me dijeron que se creaba esta Cátedra a mi nombre, cuando me pidieron que dijera unas palabras el día de su creación, estuve a punto de responder: “preferiría no hacerlo”, pero ya que estoy aquí, lo haré. No me queda más remedio. Hablar de la propia obra sin elogiarla es un ejercicio de modestia. Voy pues a ejercitarme dándole unos tips a quienes hablen de ella. Cuando me preguntan ¿cómo comenzó a escribir? les digo: con la mano izquierda. Pero me llamaban tanto la atención en la escuela que acabé por hacerlo con la derecha, y la mano izquierda, en venganza, comenzó a dibujar. Cada domingo esperaba yo con impaciencia

que mi padre estuviese de humor para leerme los “monitos”: Pancho y Ramona, Tarzán, Cuquita la mecanógrafa, etc., etc. y eso me hizo aprender a leer rápidamente, de manera que yo entré directamente a la escuela a segundo grado de primaria. Viendo mi entusiasmo mis padres me obsequiaron un ejemplar de las Las mil y una noches que tenía más de trescientas páginas, a pesar de ser una edición censurada: sin adulterios ni sodomías, pero bastaban las historias de Aladino, de Alí Babá y otros cuantos para crear un mundo de fantasías interminable. Un poco más adelante comencé a leer a los autores clásicos para mi época como eran Julio Verne, Salgari, Walter Scott y los fabulistas Esopo y Samaniego, ya para entonces, y con estas lecturas, me convertí en un asiduo lector infantil. Mi padre no tenía dinero para comprarme los veinte tomos de El tesoro de la juventud, pero me los prestó una prima, tomo por tomo, de modo que me vi obligado a leerlos todos, uno por uno, de la primera a la última página.

DIRECTORIO

El Cultural [ S u p l e m e n t o d e La Razón ]

Twitter: @ElCulturalRazon

Roberto Diego Ortega Director @sanquintin_plus

Delia Juárez G. Editora

Facebook: @ElCulturalLaRazon

CONSEJO EDITORIAL

Carmen Boullosa • Ana Clavel • Guillermo Fadanelli • Francisco Hinojosa • Fernando Iwasaki • Mónica Lavín • Eduardo Antonio Parra • Bruno H. Piché • Alberto Ruy Sánchez • Carlos Velázquez Director General ›Rubén Cortés Fernández Subdirector General ›Adrian Castillo Coordinador de diseño ›Carlos Mora Diseño ›Iolani Ferráez Contáctenos: Conmutador: 5260-6001. Publicidad: 5250-0078. Suscripciones: 5250-0109. Para llamadas del interior: 01-800-8366-868. Diario La Razón de México. Nueva época, Año de publicación 9

EC126.indd 4

30/11/17 20:36


Fuente > www.udg.mx

E l C u lt u ra l S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

El deporte de mi adolescencia fue el beisbol, pero su práctica me dejaba suficiente tiempo para leer. ¿Ven ustedes por qué preferiría no hablar el día de hoy? No sé qué decir y me siento cohibido al pensar en un público tan selecto frente al que tengo más o menos que desvestirme para contarles sobre mi vocación. José Trigo, como lo dice la última página del libro, no es nada ni nadie, es sólo un inmenso edificio de palabras del cual yo fui el único arquitecto y el único albañil, el mismo que fue colocando cada palabra, como se coloca cada ladrillo hasta acabar una complicada construcción monumental. En aquélla época ya había yo conocido a un escritor colombiano llamado Antonio Montaña, ya fallecido hace dos años, esto me hace recordar a Juan de Dios Peza, que cuando supo de la muerte de Ramón López Velarde escribió desde Nueva York: “Qué triste será la tarde cuando a México regrese sin ver a López Velarde”. Yo podría decir: “Qué triste será la mañana cuando a Bogotá regrese sin ver a Antonio Montaña”. Antonio era amigo del hispanomexicano José de la Colina y entre los dos se encargaron de ser mis guías en ese abigarrado mundo que es la literatura. Comencé a leer a William Faulkner, a James Joyce, a Julian Green y a muchísimos otros autores que me llenaron la mente de felicidad y fantasías. Me puse entonces a escribir: tenía yo veinte años. Leí también un libro del autor inglés Ciryl Connolly: La tumba sin sosiego. Connolly era un crítico de literatura británico que tenía una columna semanal en un periódico inglés que firmaba con el pseudónimo de Palinurus. En La tumba sin sosiego nos dice que se han publicado demasiados libros, que cada autor debería proponerse escribir una obra maestra. Como no existe una receta para hacer una obra maestra, yo, convencido de los argumentos de Connolly, hice un libro muy gordo, acumulando palabras españolas y también algo de náhuatl. Mi admiración por el México prehispánico tiene que ver naturalmente con el hecho de ser

EC126.indd 5

03

Inauguración de la Cátedra de Arte, Poética y Literatura Fernando del Paso, en el Paraninfo de la UDG.

“YO NO SOY PALINURO. TOMÉ ESTE NOMBRE DEL PSEUDÓNIMO DE CIRYL CONNOLLY. PALINURO DE MÉXICO ES UNA AUTOBIOGRAFÍA DE MENTIRAS CONJUGADA EN VARIOS TIEMPOS VERBALES: EL QUE FUI, EL QUE NO FUI, EL QUE PUDE HABER SIDO.” sobrino nieto de Francisco del Paso y Troncoso, el hombre que inauguró el monumento a Cuauhtémoc del Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, con un discurso en lengua azteca. José Trigo es más que nada un libro con andamiajes prestados. Unos andamiajes se dieron por generación espontánea. Otros yo los añadí. Así, Luciano el líder es un Quetzalcóatl y Miguel Ángel, el Tezcatlipoca que lo expulsa del paraíso que hasta entonces era el escenario de la novela, La Cristiada. Está llena de alusiones bíblicas y en principio de cuentas aquél escenario está basado en la topografia mágica de esa parte de la Ciudad de México: el puente de Nonoalco se erige entre la tierra y el cielo: muy al oeste nos encontramos con las calles que tienen nombres de mares, como mar de Mármara, mar Mediterráneo y mar Rojo, siguen las calles que tienen nombre de árboles y vegetales, luego el puente y después del puente las calles que tienen nombre astronómicos como Marte, Venus, Sol, Luna, etc. O sea, el mar, la tierra y el cielo. Y esto no es invento mío. Tampoco lo que llamo “campamentos” que eran pueblos diminutos hechos con furgones y vagones abandonados, y hechos casa por ferrocarrileros viejos y jubilados. En la novela de José Trigo hay un Campamento Este y Campamento Oeste donde se realiza la acción. Yo no soy Palinuro. Tomé este nombre del pseudónimo de Ciryl Connolly. Palinuro de México es una autobiografía de mentiras conjugada en varios tiempos verbales: el que fui, el que no fui, el que pude haber sido, el que yo creí que era y el que los demás querían que

fuese. En ese libro reuní todas mis experiencias juveniles, mis deseos y mis frustraciones. Pero, insisto, yo no soy Palinuro. Por último, Noticias del Imperio es quizás, de toda mi obra la más vulnerable. Un crítico avezado, o un psicólogo que conozca nuestra historia bien puede decir que la Carlota de mi novela no se parece a la Carlota histórica. Y quizás podría tener razón. Pero desde ahora quiero decir que eso no me importaría: yo me enamoré del personaje real desde que comencé a documentarme y me porté con ella como un macho: la violé varias veces cuando era una adolescente y ya vieja y loca, mamé de sus pechos. Sentí por ella una gran ternura —también por Maximiliano— y descubrí que ambos habían sido embaucados en una aventura que los iba a perder para siempre. También Benito Juárez cayó en la trampa, pero él salió indemne. Dije que hubiera preferido no hablar el día de hoy. Pero ya lo hice y sólo me resta expresar mi agradecimiento profundo a la institución y las personas participantes en la creación de ésta Cátedra. Muchas gracias queridas amigas Patricia Rosas, Carmen Villoro, Anayanci Fregoso y Luz Elena Martínez Rocha. Muchas gracias a ti, Héctor Iván, por tu presencia y por inaugurar la Cátedra que tiene orgullosamente mi nombre. Y muchas gracias a todos aquellos que llevarán adelante su existencia y sobre todo muchas gracias a la institución que la ha creado: la Universidad —mi universidad— de Guadalajara y su rector general Izcóatl Tonatiuh Bravo Padilla.

30/11/17 20:36


04

E l Cultural S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

Narradora y poeta radicada en Guadalajara, Carmen Villoro asumió el cargo de directora de la Cátedra Fernando del Paso. Como tal, manifestó su intención de “difundir la obra de Del Paso, profundizar los temas humanísticos que su arte hace visible y fomentar la lectura y escritura de nuevas generaciones”. Además, en este texto que presentó durante la inauguración de la Cátedra, apunta la calidad ejemplar de “uno de los escritores más sólidos de la lengua española”, quien nos confirma en cada una de sus páginas “que la literatura es un gozo y nos otorga la libertad”.

U N ESCR I TOR PA R A DIGM ÁT ICO CARMEN VILLORO

T

Un joven mexicano ha trabajado siete años con su primer libro, y ello ha resultado en la novela tal vez más notable que se haya escrito jamás en América Latina. El hombre se llama Fernando del Paso, y el libro, José Trigo. A la luz de sus posteriores novelas la crítica confirmó que aquellas palabras no eran una exageración. Cada una de sus novelas ha sido recibida con los mayores elogios de la crítica

En sus libros y en sus creaciones artísticas, Fernando del Paso nos deja ver algunas de sus pasiones, pero no pueden abarcar la dimensión de sus intereses. Por ello, dice:

Fuente > www.udg.mx

ener en Guadalajara a un escritor de la talla de Fernando del Paso, y contar con él como miembro de la comunidad universitaria, es un privilegio. Una cátedra que lleva su nombre, pero que además cuenta con su presencia es una iniciativa que promoverá en los estudiantes universitarios la pasión por la literatura y su relación con las artes y las humanidades. Fernando del Paso es un escritor paradigmático y, en todos los sentidos, ejemplar. Con sus tres novelas mayores, José Trigo (1966), Palinuro de México (1977) y Noticias del Imperio (1987), este autor construye un escenario en el que se puede conocer nuestro país, México, y episodios importantísimos de su historia, con una profundidad y detalle inigualables y con la fuerza expresiva que les otorga el conocimiento erudito de los hechos y el dominio preciso y precioso del lenguaje. Su estilo literario lo convierte en uno de los escritores más sólidos de la lengua española. No olvidemos las palabras que pronunció Artur Lundkvist, poeta y miembro de la Academia Sueca, a propósito de la publicación de su primera novela, José Trigo, en 1966:

Carmen Villoro, directora de la Cátedra, en la ceremonia de inauguración.

CARMEN VILLORO (Ciudad de México, 1958) es poeta, narradora y autora de libros para niños. Sus obras más recientes son: País de sombra y fuego (2010), Espiga antes del viento (2011) y La algarabía de la palabra escrita (2012).Ha colaborado en diversas revistas, periódicos y suplementos culturales del país.

“LA CÁTEDRA FERNANDO DEL PASO PRETENDE, ADEMÁS DE CUSTODIAR Y DIFUNDIR LA OBRA DE TAN INSIGNE ESCRITOR, CONTAGIAR A LOS ALUMNOS DE ESTA PASIÓN QUE EL AUTOR HA SABIDO TRANSMITIRNOS CON SU TRABAJO.”

EC126.indd 6

nacional e internacional y, por lo mismo, ha recibido premios de gran prestigio; con José Trigo, el Premio Xavier Villaurrutia 1966; con Palinuro de México, el Premio Médicis 1986, y con Noticias del Imperio, el Premio Mazatlán de Literatura 1987. Una encuesta realizada en el año 2004 entre escritores, académicos y críticos literarios, coloca a Noticias del Imperio como la mejor novela mexicana publicada en los últimos treinta años. Fernando del Paso es un ejemplar destacado de esa especie superior: el Homo ludens. El hombre que juega es aquel que ha integrado los dones del pensamiento, el afecto y la imaginación para crear una realidad interna rica que se despliega en la obra de arte. El psicoanalista inglés, Donald D. Winnicott describe la creatividad como la capacidad de “colorear el mundo”. Eso es lo que hace Fernando del Paso en todas las esferas de su vida. Y es que toda la obra de Fernando del Paso, su escritura y su pintura, el dibujo y su gusto por las ciencias y la historia, son una celebración por la vida y una victoria sobre la muerte. Cada una de las obras de Fernando del Paso, ya sean sus novelas históricas José Trigo, Palinuro de México o Noticias del Imperio; su novela policiaca Linda 67; su ensayo Viaje alrededor del Quijote o su obra de teatro La muerte se va a Granada; ya se trate de sus pinturas o sus dibujos, sus poemas o sus ilustraciones para niños, lo que él produce tiene una combinación de inteligencia e imaginación.

Lo que quizá no es tan evidente, lo que quizá no revelan mis escritos es una curiosidad infinita e insaciable por todas las cosas. Podría, pienso, calificarla como una curiosidad de pretensiones renacentistas: me hubiera gustado ser físico, matemático, paleontólogo, astrónomo, espeleólogo. No hay una rama, una disciplina de la ciencia, a la cual no hubiera podido yo darle todo mi corazón con tal que alumbrara mi espíritu y le permitiera acercarse a los misterios de la vida y de nuestro universo. Si el escritor tuvo que renunciar al estudio de la ciencia y conformarse con “la sola magia de sus nombres y su poder evocador de fantasías y milagros”, su trabajo creador se ha nutrido de la incontable riqueza del mundo en su totalidad. ¿Cómo no considerar a Fernando del Paso como un ejemplo de vida y de escritura a seguir por los jóvenes de nuestra universidad? La Cátedra Fernando del Paso pretende, además de custodiar y difundir la obra de tan insigne escritor, contagiar a los alumnos de esta pasión que el autor ha sabido transmitirnos con su trabajo. Parece decirnos, en cada página, que la literatura es un gozo y nos otorga la libertad de la creatividad y el pensamiento. Cuidaremos en nuestra cátedra el legado valioso de uno de los nuestros, Fernando del Paso, y cuidaremos en ello el futuro de nuestras letras, esas que aún no existen, las de ustedes, jóvenes apasionados que hoy nos acompañan. El escritor Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito pero también de otros libros escribió alguna vez: “Si quieres construir un barco, no ordenes a los hombres ir por madera ni distribuyas entre ellos los distintos trabajos. Es preferible que les enseñes el anhelo por la Inmensidad del mar.” Gracias, Fernando del Paso, por contagiarnos de entusiasmo.

30/11/17 20:36


E l C u lt u ra l S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

05

Foto > Especial

Para enriquecer la nueva celebración y la Cátedra de Fernando del Paso, el crítico Héctor Iván González regresa en este ensayo a las tres estaciones fundamentales de una obra narrativa consumada como pocas en su ambición monumental, su erudición enciclopédica, más el torrente poético y verbal que la distingue y significa en la vanguardia de su tiempo; pero también desde la vocación de un escritor que incorpora su herencia clásica y su temple “renacentista”.

Fernando del Paso.

U N CLÁSICO INNOVA DOR HÉCTOR IVÁN GONZÁLEZ

F

ue en una tertulia literaria donde me orillaron a plantearme la escritura de este ensayo, si hubiera sido en una tasca de Madrid diría que “me tiraron de la lengua” para escribirlo; pero no, fue en la Ciudad de México, sin embargo siento que realmente “me tiraron de la lengua” al punto de casi no poder resistir más. En medio de una discusión a la manera de las discusiones que se suscitan en Palinuro de México (1977) me vi en la necesidad —no por primera vez— de poner por escrito qué representa en nuestros días una obra como la de Fernando del Paso (Ciudad de México, 1935). Compuesta por tres novelas catedralicias y un divertimento: José Trigo (1966), Palinuro de México y Noticias del Imperio (1987) y, posteriormente, Linda/67. Historia de un crimen (1995) —además de otras obras ensayísticas, históricas y poéticas que no abordaré en este momento— este autor ha constituido un magno mural por el que se puede conocer a México y su historia a fondo. Coetáneo de una generación de escritores que aspiraban a emular las vanguardias

EC126.indd 7

europeas, la muerte de la trama a lo nouveau roman, la experimentación con temas que escandalizaran a la burguesía o bien el uso de la memoria como un elemento que recreara las formas más avanzadas del roman (novela) o la nouvelle (noveleta), estos autores preponderaban el culteranismo más radical sin importar que hubiese una falta de comprensión por parte del lector promedio o que estas mismas ambiciones abrieran un vacío infranqueable para el lector avezado pero que repentinamente no estaba al corriente de este puñado de teorías. Paralelamente a estos escritores —la célebre Generación de Medio Siglo— fue que Fernando del Paso compartió los primeros años de escritura, a la vez que era alumno y amigo de Juan Rulfo, un autor que ya había entregado al público sus dos obras ineludibles.

LA MODIFICACIÓN DE JOSÉ TRIGO Fernando del Paso también se vio enfrascado en estas vanguardias —¿cómo no hacerlo?— y

30/11/17 20:36


06

E l Cultural S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

desde su primera novela, José Trigo, ambicionaba incurrir en estas directrices intelectuales. Influido por los ambientes que presentaban obras como las de Mariano Azuela o de Juan Rulfo, Del Paso creó en José Trigo a un personaje árido, robusto, imaginario e imaginado, cuyo carácter agreste se percibe en el propio lenguaje de la obra. Asimismo, cercano a las teorías y novelas del grupo que conformaban los franceses Marguerite Duras, Claude Simon y Michel Butor, Fernando del Paso introdujo en la estructura de su primera novela una concepción que trataba tanto la forma como el fondo; pues aunque parezca verdad de Perogrullo, la forma o la técnica eran aspectos que no tenían una presencia tan preponderante o no la habían tenido a tal punto como entonces la empezaban a tener. De entrada, la constitución de los capítulos de José Trigo dan la impresión de ser escalonados, tal como se trata en la pirámide de Nonoalco Tlatelolco, ya que aquélla está constituida en dos partes y en cada una de éstas se encuentra un capítulo que se corresponde con un capítulo espejo. De tal suerte que es una cara de la pirámide que sube, un puente, como parte intermedia, y una cara que desciende. La presencia del tren que llegaba a la estación de Tlatelolco es el punto de partida para darle presencia a un personaje que está compuesto por muchos personajes con voz y nombre: José Trigo tiene el rostro que ha sido formado por la multitud. Es un hombre que pudo ser otros hombres, a decir verdad es un personaje que responde por mucho a las exigencias del nouveau roman, ya que aspira a ser un protagonista que sea más parte del lenguaje, de la experimentación, que de una historia lineal o testimonial: dos de los enemigos de esta escuela francesa. Otro elemento de la narrativa con que el nouveau roman intentaba romper era la acción o la anécdota detallada. Podemos pensar en La modificación (1957) de Michel Butor, donde el personaje hace un viaje a Italia con el objetivo de encontrarse con su amante para finalmente vivir con ella y poner final así a un idilio de mucho tiempo; sin embargo, el personaje de Butor no habla con nadie, no emprende ninguna acción y se limita a meditar sobre su futuro. En el desenlace, el protagonista prefiere regresar a París y se rehúsa a formalizar su aventura amorosa pues sabe que habría una “modificación” que mataría la base de la pareja, el temor de ser descubiertos. Así que, en absoluto silencio, regresa a París para continuar esa flama furtiva y excitante durante el tiempo que le sea posible. Aquí podemos ver que Butor rompe con la peripecia y se niega a establecer una estructura de inicio-nudo-desenlace, más bien prefiere optar por un desenlace que no desenlace nada: un círculo perfecto, tal como sucede en José Trigo. No tomar en cuenta el carácter conceptual en gran parte de las novelas de Del Paso es un error. Tratar de que en José Trigo haya un héroe es absurdo como lo sería no notar ni justipreciar cada detalle de esta obra. Las voces de las mujeres, de los ferrocarrileros, de los niños y del indio que ahí aparecen forman parte de uno de los pilares que sostienen a la novela. Nos podría hacer pensar en un John

EC126.indd 8

Primera edición ón en Siglo XXI, 1966. 6.

Dos Passos (1896-1970), quien supo atrapar en su Manhattan Transfer las voces, los ritmos, las cadencias y los tonos que representaban el espíritu de la ciudad. Por su parte, ahí tiene lugar, por primera vez, la inventiva que después causará una fuerte impresión en los lectores de sus siguientes novelas, pues Del Paso crea una geografía repleta de nombres santos: Meseta de Cristo Rey, Acantilado de la Divina Providencia, Despeñadero de Jesús Nazareno, etcétera. Con cada uno de estos nombres, impuestos por el ejército cristero, se trataba de hacer una fortaleza para avasallar a “los enemigos del Señor”. Una vez más, la lectura simple y llana de esta obra sería un despropósito, pues el lenguaje tiene un papel protagónico. La influencia de estos detalles no quedará en tierra infértil, pero aún es prematuro abordar el tema.

A CUARENTA AÑOS DE PALINURO DE MÉXICO El segundo proyecto de Del Paso aborda una apuesta más amplia: sus capítulos son mucho mayores, su proyecto convoca de la misma manera el juego lingüístico, la historia de aventuras al puro estilo del siglo XIX, la poesía en prosa, donde las imágenes, los tropos, los monólogos interiores, los flujos de conciencia o la conciencia en flujo (stream of consciousness), los ejercicios de retórica, tienen un lugar central. Sin embargo, en este proyecto hay un nuevo ingrediente, la introducción de elementos clásicos que en su libro anterior, José Trigo, no había. Desde el título se sabe que aquí habrá la adopción de algo que los académicos llaman el hipotexto, un texto clásico que sirva como base a la concepción y a la estructura de la nueva obra; es como dibujar en un papel albanene sobrepuesto en un dibujo previamente elegido. Como proyecto es igualmente arriesgado e incluso puede serlo más aún, pues el sugerir al lector contemporáneo que un libro puede al mismo tiempo traer a cuento algunos pasajes de un texto clásico es una responsabilidad y un reto. Obras como La muerte de Virgilio (1958)

de Herman Broch, Ulises (1922) de James Joyce o Doctor Faustus (1947) de Thomas Mann son ejemplos considerables de lo que menciono. De tal suerte que Del Paso introduce este ingrediente al nombrar a Palinuro, piloto de La Eneida de Virgilio que es abandonado por la tripulación. Por su parte, los espectros de Joyce también son convocados, pues en este libro se intenta dar lugar a lo que en José Trigo sólo se asoma: la historia de amor de dos jóvenes. En el caso de su primera novela, Dulce Nombre y Guadalupe serán los amantes condenados al fracaso, en Palinuro de México, el personaje epónimo y su prima Estefanía. Sin embargo, en ésta los personajes correrán mejor suerte durante un largo trecho del libro, habrán de compartir las duras y las maduras, se enredarán en situaciones eróticas y hasta un tanto obscenas que hacen pensar irremediablemente en el humor de Joyce y su capacidad de picardía tan escandalosa para conciencias como las de Paul Claudel o Virginia Woolf. También las cantinas, la vida en aquella extinta Ciudad de México y en la Facultad de Medicina y el lenguaje tabernario tendrán un papel en la historia. En Palinuro de México no hay una trama, tal como no la hay en Ulises de Joyce, sin embargo existe la posibilidad de leer todos los capítulos en un orden diferente, casi como si fueran pasajes independientes. El lector sentirá que a cada página la fuerte personalidad del narrador se impone constantemente. La historia de la medicina, el mundo de las agencias de publicidad, la vida cotidiana, los personajes históricos o literarios y la enumeración de distintos elementos se van acumulando como cuando se lee a un enciclopedista, a un estudioso infatigable, a un investigador de todos y cada uno de los elementos de la vida. Por otra parte, esta novela despliega una realidad mexicana muy distinta de aquella que algunos novelistas quisieran ver, donde el pasado prehispánico estaría vigente. En la obra de Del Paso este mito no está incluido; es un hecho que la vida del hombre del siglo XX en México tiene una relación con ese pasado, pero no es tan preponderante como creen los turistas. Es una realidad que para el mundo que representa Del Paso la modernidad ofrecía tantas experiencias, tantas situaciones que influyen en su devenir y que lo acercan a las problemáticas del año de 1968 en los distintos países donde hubo protestas estudiantiles como India, Francia o Estados Unidos. A su vez, el lenguaje se conforma de distintas maneras, las frases son cada vez más complejas, mas no abstrusas o difusas; se trata de una obra donde el español estaría expuesto a una plasticidad que se encuentra en muy pocas novelas de todo el siglo XX. No necesita recurrir a sintaxis de otros idiomas a la manera

“EN PALINURO DE MÉXICO NO HAY UNA TRAMA, TAL COMO NO LA HAY EN ULISES DE JOYCE, SIN EMBARGO EXISTE LA POSIBILIDAD DE LEER TODOS LOS CAPÍTULOS EN UN ORDEN DIFERENTE, CASI COMO SI FUERAN PASAJES INDEPENDIENTES.”

30/11/17 20:37


E l C u lt u ra l S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

de un pastiche que lo único que logra es ensombrecer el español, una lengua que tiende a la especificación e incluso a lo enfático por su afán de claridad —como diría Daniel Sada. En sus descripciones no se trata de una retahíla o enumeración caótica sin ton ni son: al contrario, el lector se sentirá fascinado por la cantidad de recursos lingüísticos con los que cuenta Del Paso para plasmar un mural. En Palinuro de México ya es un novelista maduro, pero sobre todo se muestra como uno de los mejores prosistas que haya nacido en México. Para quienes el verso es considerado como el arte mayor del lenguaje, la prosa de Del Paso proporcionaría una experiencia inigualable ya que parece no perder por ningún momento su veta poética, un fuelle de donde sale una cantidad infatigable de metáforas, imágenes y símiles. No es exagerado afirmar que Del Paso logra una experiencia de la prosa muy aparte de su uso cotidiano. No se trata de llenar páginas para después jactarse de haber escrito un libro de grosor descomunal, pues la hondura de su prosa, la estructuración de las descripciones, las anécdotas y escenificaciones lindan con lo más ambicioso de un José Lezama Lima o un Alfonso Reyes. A veces se nos olvida que la importancia de autores consagrados como Cervantes o García Márquez estriba en gran medida en su estilo; Del Paso es uno de los más sólidos de la lengua y está entre ellos. Los hallazgos que consigue en el español, en México, sólo se podrán relacionar con una escritura clásica e innovadora debido a su tensión lingüística, su expresividad y capacidad imaginativa inigualables, por lo cual su escritura constituye un punto de referencia, una escritura clásica, pero innovadora.

TREINTA AÑOS DE NOTICIAS DEL IMPERIO En sentido estricto, Noticias del Imperio es la consecución de uno de los proyectos más ambiciosos que haya tenido la literatura en español. Por medio de una estructura que alterna los monólogos de Carlota de Habsburgo con fragmentos imaginativos que fingen ser históricos, debido a la investigación que las sustenta, la novela se erige como una catedral narrativa sólida y compacta. Retomando un aliento poético de gran vigor, Fernando del Paso da voz a Carlota, a Louis Bonaparte, a Maximiliano, a Juárez, a un hombre de letras de la época, al jardinero José Sedano y a una multitud que se aglomera en las páginas de esta obra, pero sobre todo, que constituye un coro de los hechos de aquella terrible intervención que sufrió México entre 1862 y 1867. Su aportación es tan destacable en el ámbito literario como en la historiografía, en lo lingüístico como en lo imaginativo, y su capacidad de investigación sólo es comparable con la entereza que se necesita para concluir un trabajo que se llevó a cabo durante diez años. A pesar de estar involucrado en el ambiente literario de la Generación de Medio Siglo, que descartaba cualquier tinte nacionalista y se negaba a ver que en todo, hasta en el nacionalismo, se pueden encontrar matices, Del Paso supo rehuir la ilusión de ser un cronista objetivo de una intervención nada justa y absolutamente contraria a los intereses de los

EC126.indd 9

07

“A VECES SE NOS OLVIDA QUE LA IMPORTANCIA DE AUTORES CONSAGRADOS COMO CERVANTES O GARCÍA MÁRQUEZ ESTRIBA EN GRAN MEDIDA EN SU ESTILO; DEL PASO ES UNO DE LOS MÁS SÓLIDOS DE LA LENGUA Y ESTÁ ENTRE ELLOS.”

Primera edición Primera en Joaquín Mo Mortiz, 1977.

Primera edición P en e Diana, 1987. 1

mexicanos. Así queda constancia en cada página de esta obra que aporta la mayor documentación posible acerca de los argumentos falaces de la alianza conservadora que, arguyendo deudas de México, intentó violar la soberanía de nuestro país. Asimismo, señala Del Paso que “los intelectuales y los políticos mexicanos, así los conservadores como los liberales, se pasaban la vida ofreciendo su país, o parte de él, a las potencias extranjeras” (Del Paso, Noticias del Imperio, Punto de lectura, México, 1987, p. 124). Pero no es para espantarse, no es un libelo que asuste a los nostálgicos de lo que pudo ser la victoria de aquella intervención, sino un trabajo llevado a conciencia, a una conciencia lúdica —como ha señalado Carmen Villoro—, poética y, sobre todo, de una imaginación inusitada. Con guiños a las novelas mayores del siglo XIX, como Los miserables o El Conde de Montecristo, el narrador despliega un caudal de recursos avasalladores como la dramatización, la descripción geográfica, la reminiscencia erudita y la prosa de altos vuelos. En esta ocasión, más cercano a las novelas de Hugo o Dumas que a las de Joyce o Proust, a pesar de que el monólogo es de cuño joyciano o proustiano. La profundidad de la prosa evoca las páginas más sólidas y mejor terminadas del romanticismo francés o de la épica rusa; la presencia de la aventura, la representación de la ambición despiadada o la exhibición de lo peor de la Europa racista-imperialista tiene lugar en estas páginas. Con un

proceso de escritura, fruto de una década de investigación, no nos podemos sorprender de que Noticias del Imperio también sea una obra maestra para los europeos, quienes la recibieron con sumo interés. Incluso, yo me preguntaría si un europeo habría de reunir tanta información y aun así no conformarse con crear simplemente un ensayo o un libro de historia, sino ambicionar, en cambio, una obra que mezclara la imaginación con la investigación. Podemos dejar de lado algunos datos para centrarnos en que cada capítulo “histórico”, a los cuales Del Paso describe como “una fantasía” (Del Paso, op. cit., p. 129), es una nueva apuesta narrativa que se compone de fiestas de disfraces donde se fraguan invasiones; una lotería en la que las piezas con que se aparta el animal en el cartoncillo es una zirconia, una gema, una perla o un diamante; la descripción de la victoria de la batalla de Puebla y la repercusión anímica que tuvo en los mexicanos que se sintieron capaces de derrotar al invasor; el relato de la impotencia que sufrió José Sedano al saber que Maximiliano quería hacer de su esposa su amante y, lo peor de todo, que ella también lo quería; así como los interminables delirios de una Carlota que fuera contemporánea de Napoleón El Pequeño pero también de Charles Lindbergh, o que fuera una de las mujeres más acaudaladas del planeta hasta la fecha de su muerte en enero de 1927. Todos y cada uno de estos elementos forman parte de esta cumbre de la literatura. No podemos dejar de lado el aspecto del trabajo de escritura infatigable que debió implicar una novela donde los demonios de Carlota pudieran lograr metáforas desmesuradas o mostrar lo más hondo del dolor al sentirse humillada por las innúmeras infidelidades de Maximiliano. Por su parte, Del Paso mantiene una sana distancia con la figura de Benito Juárez, aunque no regala un ápice a las urgencias de quienes quisieran ver en éste a una figura digna de escarnio. La frase “No mato al hombre, mato la idea” es puesta en contexto y todas y cada una de las acciones emprendidas por Juárez, como aquella de no rendirse porque la capital había caído, a pesar de que los invasores esgrimieran razones leguleyas para afirmar que así debía hacerse. Es difícil definir esta obra con unas cuantas ideas cuando uno sabe que de cada uno de sus numerosos aspectos se han emprendido tesis académicas. Finalmente, tengo la certidumbre de que acudir a Noticias del Imperio, así como a Palinuro de México y José Trigo, ofrecerá al lector una de las experiencias literarias cruciales de nuestra época ya que condensan lo mejor de la literatura de los siglos XIX y XX.

30/11/17 20:37


08

E l Cultural S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

Las opciones se multiplican y los festivales musicales en México —pese a las críticas de toda especie— aumentan su demanda, y desde luego el negocio. El público y las ofertas suelen ser muy diversos, contrastantes —también inconciliables— no sólo por los programas que cada evento ofrece, sino también por el despliegue de privilegios y prejuicios que al margen de la música refrendan el desprecio clasista de varias generaciones mexicanas.

Corona Capital 2017

DELIR IO POR LOS FESTI VA LES WENCESLAO BRUCIAGA LA PEREGRINACIÓN

V

arios amigos me confesaron que el Corona Capital ya no les entusiasma como antes, en parte por el cartel del 2017, no tan atractivo como años anteriores. Creo coincidir con eso, es decir, a pesar de la presencia de nombres que encumbraron el así llamado rock alternativo en su mejor momento, PJ Harvey, Green Day, Foo Fighters y algunos más recientes como Elbow o los Japandroids, el resto de los nombres sonaban a fermentados en la levedad del indie más forzado, a diferencia de otras ediciones en donde los pesos pesados te obligaban a tomar sádicas decisiones, Air o Pet Shop Boys, Warpaint o Grimes, The Libertines o Muse (desde luego gana Pete Doherty, ¿a quién puede gustarle Muse?). Bookean las bandas según algunas coyunturas, bandas con disco nuevo o en la gira de un nostálgico reencuentro.

PERO TAMBIÉN POR LO COMPLICADO de la

entrada, que implica una larga caminata, aún cuando se tenga la suerte de estacionar el auto dentro de las instalaciones del Autódromo Hermanos Rodríguez o en alguna cuadra de la Ramos Millán, la colonia frente al autódromo, o saliendo de la estación del metro Ciudad Deportiva de la línea 9, donde apenas las puertas de los vagones se abren, los susurros de los vendedores empiezan a colarse entre el bullicio de la muchedumbre que desciende para empezar la peregrinación hacia la curva cuatro del autódromo, la meca de lo que para muchos es el mejor festival de música de México, o el más influyente: Te sobran, te faltan boletos, dicen ansiosos tratando de hacer contacto, fijar la mirada y hacerse de un posible comprador. El sábado 18 de noviembre me acerqué a uno por curiosidad, el señor grande y obeso con un chaleco azul eléctrico pareció respirar aliviado, esperando que fuera la primera carnada del día con quien se haría la cruz. Apenas Circa Waves debe estar saliendo al escenario Corona, el principal, deben ser las cuatro de la tarde y el revendedor ofrece los boletos a 700

EC126.indd 10

pesos, casi 60 por ciento abajo del precio normal en su primera etapa. Con el anuncio del cartel del Corona Capital también salen a la venta los boletos cuyos precios aumentan según la fecha se aproxima: en la fase 1, allá por el verano, la venta de abonos por los dos días era de 1,700 pesos; en la fase 2, el boleto por día era de 1,150 pesos y el abono de dos días 1,900 pesos, y así sucesivamente hasta llegar a la fase 6 días antes del evento, cuando el boleto por día costaba 1,950 pesos y el abono de dos días 2,900 pesos. Con esta tarifa, el precio del revendedor podría ser una ganga, si es que los boletos fueran derechos; un riesgo que se corre al comprar con los revendedores es que te den boletos hechizos, hay algunos consejos para detectarlos, como los sellos de agua o rayarlos con la uña, si la línea negra se marca es bueno, pero con todo no deja de ser un volado. El revendedor me dice que el negocio está de la chingada y que le urge que se vayan todas las entradas: Ha sido el peor Corona de todos, dice. Me siento mal por sacarle información sin comprarle nada. Los boletos de reventa van de los 700 y no rebasan, hasta donde pregunté, los mil pesos. También veo gente emulando los modelitos de Lana del Rey, M.I.A. y Beirut, alzando cartulinas donde ofrece boletos del Corona que les sobraron.

SI

MIS AMIGOS CREEN que es cansado caminar todo ese trayecto, aproximadamente media hora por el asfalto pavimentado para los autos de carreras, hacerlo con los pies engarruñados como de geisha con polio y con una botellita lastimándote los nudillos como una rebanadora de tocino es como caminar desde Copilco hasta la Basílica de Guadalupe de rodillas. Suelo esconder mis frasquitos de poppers en la punta de los zapatos. No es que sea una droga recreativa que explote mi experiencia musical como si de LSD se tratase (aunque, aquella vez que el Carlos Velázquez y yo jalamos del popper hasta machacarnos la masa encefálica con Primal Scream haciendo gala de su talento screamadélico, el popper me descubrió una nueva forma de disfrutar los

conciertos), pasa que me impuse un lujurioso ritual en el que a güevo debo tener sexo después de una serie de toquines intensos y bueno, en muchos sentidos los nitratos de anhilo me ponen como varias dosis de Viagra.

HASTA AHORA, no he tenido problemas

con el brutal cuerpo de granaderos que se impone a la entrada de los filtros de seguridad con todo y escudos, como si fuéramos contingentes dispuestos a romper cristales de tiendas de conveniencia. Espero no darles ideas con esta confesión. Los poppers no le hacen daño a nadie.

PRESUPUESTO MUSICAL Hay que llevar una buena cantidad de efectivo al Corona, sobre todo si eres alcohólico, como yo. Es un festival caro, las cervezas dobles cuestan cien pesos y este año los vasos no tenían impresos los nombres de las bandas y sus respectivos horarios como en ediciones pasadas. Tampoco vi a esas personas obsesionadas con coleccionar vasos hasta formar torres dignas de algún récord. Todos los precios rondan los cien y de ahí para arriba, incluyendo la comida de los food trucks. Vivir la experiencia Corona Capital con una saludable dosis de alcohol y sin el estómago vacío requiere una inversión de quinientos a mil pesos por día. No es que me queje y no tengo derecho a hacerlo. Fui privilegiado, entré gracias a mis colaboraciones con TimeOutMéxico y Vans y esto no es comercial o sí, y la verdad me vale madres, porque como buen joto a veces soy fashion victim y Vans es una marca que no me ha traicionado desde que era adolescente y me la jalaba pensando en skaters.

30/11/17 20:37


E l C u lt u ra l S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

¿Llegaste en metro? ¿No usas Uber? ¡Pero si esto no es el Vive Latino! Me dijo una chica alegre de verme (creo) en la carpa que concentra los artistas orientados a la electrónica pero indignada por mis anécdotas en el Sistema de Transporte Colectivo. En el escenario cantaba Lido, el músico noruego que hace una especie de hiphop-trap para adolescentes vírgenes. De hecho, lo que más sonó en esta carpa durante los dos días fue trap. La conocí en un Bahidorá, el festival neo hippe que se lleva a cabo en el parque de Las Estacas en Morelos alguna quincena de febrero y donde los asistentes usan coronas de flores y penachos cherokees, suelen acampar cerca de un lago, compran mucho pero no hacen orgías (yo una vez se la mamé a un tipo en un arbusto del Corona Capital mientras M.I.A hacía girar mandalas no muy lejos de esta carpa) y siempre me pide que la lleve a cantinas chacas, como si fueran un parque temático en medio del África Subsahariana. Me estoy mordiendo las uñas y los pellejitos por balconearla pero no, soy joto pero no chismoso y sí caballero. Como decía mi abuela, se dice el pecado, pero no el pecador. Es linda, con un look bien logrado, medio pin-up con vestidos a lo Courtney Love, los labios rojo sangre y una actitud de urgente exclusividad, dice que quiere ver a los artistas menos conocidos porque ella es más Nrmal, el festival de música ecléctica que empezó en Monterrey y ahora sucede en el Deportivo Lomas Altas de Constituyentes, más o menos sincronizado con la llegada de la primavera y que supuestamente propone un lineup alejado de lo comercial. Sus organizadores me comentaron en una entrevista que lo que suena en Nrmal será la sensación del Corona Capital de los próximos años, como sucedió con Grimes. Reconozco que los de Nrmal han traído bandas que amalgaman con mis gustos más clavados y radicales, musicalmente sí es un paraíso noise, como los Swans o Pshychic TV, pero no puedo con la cerveza que ahí venden, sabe más a perfume que quitar la sed. Será que mi paladar es muy guarro para las cervezas artesanales. Y la pose de buena parte de los asistentes suele desesperarme, prefieren invertir en outfits extravagantes, circenses, exóticos e incómodos, que en discos de Brian Jonestown Massacre o drogas; en el Nrmal del año pasado tuve que amenazar con mi puño cerrado a tres tipos barbones y labios con chispitas y uñas negras para que cerraran la puta boca y dejaran de hacer voeguin pues no me dejaban escuchar a Genesis P-Orridge, la gran transexual vocalista de Pshychic TV.

Foto > Especial

EL FESTIVAL DE LAS VANIDADES

Corona Capital 2017.

“LA POSE DE BUENA PARTE DE LOS ASISTENTES SUELE DESESPERARME, PREFIEREN INVERTIR EN OUTFITS EXTRAVAGANTES, CIRCENSES, EXÓTICOS E INCÓMODOS, QUE EN DISCOS DE BRIAN JONESTOWN MASSACRE O DROGAS.”

EC126.indd 11

Esto no es el Vive Latino, pinche naco. Me gritó uno de ellos después de la retirada y detrás de unas tres o cuatro hileras de personas. Un darki me sugirió que no les hiciera caso pero me habían arruinado la cercanía al escenario y me moví a encontrarme con grandes amigos cerca de la consola. Por lo visto hay una velada rivalidad entre el Vive Latino y el Corona Capital y el resto de los festivales que cada vez se multiplican con mayor facilidad en la Ciudad de México y sus alrededores, y que se hizo más evidente con los reclamos en redes sociales, en las que usuarios acusaron al Corona Capital de racista, pues en las fotos que registraban la actividad del festival en tiempo real sólo aparecían personas de piel blanca. De qué se quejan, si quieren ver prietos vayan al Vive Latino. Contestaban otros.

A PESAR DE QUE EL VIVE LATINO es el primer festival de música de dimensiones masivas hecho en México, emulando algunas referencias internacionales como Coachella en Indio Valley, California, o Glastonbury en Inglaterra, a punto de llegar al vigésimo aniversario, su identidad de rock iberoamericano le ha generado una retorcida fama, la del festival de los del barrio, los banda y los cholos cumbiancheros. Ojalá les llueva champú y jabón a los del Vive, escribió una vez la chica pin-up. Los boletos para la edición 19 del Vive Latino del 2018 que se llevará a cabo los próximos 17 y 18 de marzo oscilan de los 1,100 pesos en la fase 1 a los 1,400 en la fase 4 y el abono por los dos días cuesta 2,050 pesos en todas las fases. En el cartel se encuentra un buen número de bandas en español, la Banda Bastón, Chicano Batman, Cartel de Santa, Fito Páez, Molotov, y también Queens of the Stone Age, Morrissey... Muchos no le perdonan que el Vive Latino incluya bandas sajonas como las estrellas del cartel, desplazando a todos los que cantan en español en una especie de acto de sumisión ante la colonización de las bandas que cantan en inglés. Por lo que entiendo la chica pin-up no sentía interés por nada de lo que sonaba en los cuatro escenarios del Corona. Estuvo conmigo buena parte de lo que quedaba del primer día del festival. Le propuse que me acompañara a Elbow, pero no estará atascado ¿verdad...? me cagan los empujones, como si fuera en el metro, me dijo. Pues ya te chingaste, si quieres

09

estar conmigo nos vamos hasta delante, porque me encanta hasta delante y me fascinan los empujones y sobre todo los arrimones. Para el registro de 85 mil asistentes por día, según datos oficiales de Ocesa, la compañía detrás del Corona Capital y el Vive Latino, Elbow estuvo prácticamente vacío. Lo sospeché, la música envolvente y psiquiátricamente introspectiva de la banda de Manchester no se presta a los escenarios al aire libre, aun así la experiencia fue perfecta. Está increíble, no los conocía eh, valió la pena perderme a The XX que ahora resulta que les gusta a los mismos mirreyes del EDC (Electric Daisy Carnival, un festival de música electrónica, franquicia del original de Las Vegas y en la que pinchan EDM mayormente), pero me recuerda los primeros Nrmal o Ceremonia, cuando no había mucha gente. Carajo. ¿Ya te enojaste? Sólo un poco, llevamos horas platicando de feminismo y acoso y la posible candidatura de Marichuy pero según tú, los festivales se devalúan cuando dejan de ofrecerte una sensación de elitismo. ¿Qué es lo que hace bueno a un festival: las bandas que logran reunir o qué tanta sensación de elitismo puedan generar en heterosexuales ansiosos de sentirse especiales? Aun a costa de su propia diversión. Yo disfruto de los conciertos con la misma lujuria que una orgía gay. Son mi vicio. Será que tengo por ahí un gen tan norteño, provinciano y ranchero, que los conciertos y festivales me siguen causando asombro como cuando vi a Café Tacuba en el Palacio Municipal de Torreón, o a los Caifanes y la Cuca en la Plaza de Toros. Nos quedamos a ver a PJ Harvey, estuvo de lujo, aunque ya no toca esas canciones bendecidas por la histeria de Steve Albini y las zapatillas de tacones altísimos. Quizás soy un frívolo pero el nuevo sonido activista de Pool Jeane no me convence del todo.

FOREVER YOUNG A pesar de que me perdí a Green Day porque estuve en la enfermería, pues una maldita migraña empezó a taladrarme la corteza orbitofrontal justo cuando Green Day empezó a cantar “Know Your Enemy”, un dolor tan fuerte que mandó el efecto de la tacha al esfínter. Con todo, el domingo la pasé mejor, bebiendo tragos y suspirando en el VIP de Vans antes de lanzarme a Phoenix con el Jesús Pacheco. Medio me asaltó la vergüenza de hacer el ridículo, un cuarentón gritando cuando Phoenix lanzó las primeras notas de “Lasso”. Pero luego pienso en la chica pin-up, no llega a los 28 pero los conciertos le producen cansancio. Noté que los treintones y cuarentones disfrutan la música con más devoción que los millenials desesperados por salvar al mundo, tratando de sentirse únicos mientras tanto. No me cansan los conciertos, así sean tsunamis de cabezazos o ultra exclusivos. Hasta ahora. C

30/11/17 20:37


10 LA N OTA NEGRA

E l Cultural S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

Por

FRANCISCO HINOJOSA

IMPUNIDAD

@panchohinojosah

¿Q

uién es más culpable: un feminicida o aquellos que justifican el crimen de una mujer? El cardenal emérito mexicano Juan Sandoval Íñiguez afirma que el aumento de feminicidios en México se debe a “la imprudencia de las mujeres”. Su discurso discriminatorio, machista y retrógrado ha dejado regadas muchas perlas: “Las desviaciones de algunas personas no deben servir para condenarlas, pero tampoco para presumirlas; que las mantengan más bien en secreto”; “las mujeres no deben andar provocando, por eso hay muchas violadas”; “los gays son una minoría que no me preocupa”. Por supuesto que se opone al aborto, al matrimonio y a la adopción de hijos entre personas del mismo sexo, al control natal, a la educación sexual. Su voto de pobreza se puede confirmar en el artículo que publicó la revista Quién sobre su lujosa mansión en Tlaquepaque. La Casa Alberiones, que estuvo bajo su encargo, le dio cobijo a varios curas pederastas. La residencia dista mucho de parecerse a la cárcel en la que debían estar encerrados estos pobres sacerdotes tocados por la “imprudencia” de niños y jóvenes que los provocaban. ¿Qué le habrá dicho a un asesino o un violador si de casualidad le hubieran confesado sus pecados? Tres avemarías, dos padrenuestros y absuelto. No se queda corto el ahora ex arzobispo

La Canción # 6

EL SEÑOR MOORE, BIBLIA EN MANO, MANTUVO RELACIONES CUANDO ÉL TENÍA 32 AÑOS CON UNA NIÑA DE CATORCE Y OTRAS OCHO MÁS, MENORES DE EDAD.

primado de México Norberto Rivera. Durante más de 22 años defendió y protegió a curas pederastas y hasta el momento ha logrado evadir la justicia. Según lo consigna Genaro Villamil en Proceso, en mayo de 1997, al terminar la misa en la Catedral, un periodista de La Jornada le preguntó acerca de las denuncias presentadas hacia el “dueño” de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, sobre su presunto abuso de niños y jóvenes. Se le adelantó en estrategia a Trump, cuyo contacto con la prensa se basa en su descalificación: ante una pregunta incómoda de un reportero, hay que acusarlo de vendido y corrupto: “Son totalmente falsas. Son inventos. ¡Y tú nos debes platicar cuánto te pagaron!”. Pues esos “inventos” que solapó el prelado, aunque tardaron muchos años, al fin fueron puestos en evidencia y el Papa Ratzinger, que conocía desde hace mucho las tropelías del patriarca, separó al fundador de los Legionarios de Cristo del sacerdocio y lo conminó a llevar “una vida de oración y penitencia”, en vez de ponerlo a la disposición de la justicia por los delitos cometidos (al morir dejó la insignificante cantidad de 20 mil millones de euros). Además, Rivera se convirtió de pronto en un sexólogo que intentó dar cátedra a los mexicanos acerca de las funciones del ano y de la vagina. Para no variar, Donald Trump le dio recientemente su respaldo a Roy Moore,

alias La Roca, como candidato ultraconservador al senado por Alabama, a pesar del repudio que causa entre muchos republicanos. El señor Moore, Biblia en mano, mantuvo relaciones cuando él tenía 32 años con una niña de catorce y otras ocho más, menores de edad, delitos por los cuales habría alcanzado al menos dos lustros de cárcel. Pero no pasó nada. “De poco valió que afloraran más casos y que se aventara su pasado como merodeador de menores en los centros comerciales” (Jan Martínez, El País). El presidente, también con un pasado oscuro en lo que se refiere al tema, prefiere darle el espaldarazo a este fundamentalista cristiano a que el escaño quede en manos de un opositor demócrata. Estos personajes quién sabe en dónde tienen sus cabezas y qué mundo ven frente a ellos. Están tan extraviados que quizás pronto se incorporen a The Flat Earth Society, pequeña organización que cree que la Tierra es plana y que el modelo planetario aceptado universalmente es una conspiración que ha durado ya muchos siglos. No leyeron a Copérnico y Galileo. Tampoco la Biblia y la Constitución de sus países. Y menos la Declaración de los Derechos Humanos. Están aún en las cavernas, pero son (o lo fueron) líderes políticos y religiosos que creen que la impunidad es un atributo del liderazgo.

Por ROGELIO GARZA @rogeliogarzap

Malcolm Young, rock puro y duro AL GRAN AC/DC le llega la rola final, que sea “Let There Be Rock”. Dos de los hermanos Young se fueron de este mundo en un mes. George Young, guitarrista de los Easybeats, compositor y productor (“Love Is In The Air”) que produjo siete discos esenciales de AC/DC, murió en octubre a los setenta años. En noviembre fue Malcolm Young, fundador del grupo señalado como “el mejor guitarrista rítmico del rock”, según Tom Morello de Rage Against the Machine y el músico-productor-periodista Tim Sommer. AC/DC es el grupo de rock por antonomasia. Su carrera es un boogie áspero, macizo y estruendoso sobre dos muertos (el vocalista Bon Scott falleció en 1980), una discografía de diecisiete discos y tres grabaciones en vivo, más de 110 millones de copias vendidas, y el clásico Back in Black de 1980, el disco rudo que “roza la perfección” y el segundo más vendido en la historia del rock. Desde 1973, Angus y Malcolm Young lograron sobreponerse

EC126.indd 12

a las adversidades, convertirse en una marca endiablada y empresa familiar millonaria, hasta toparse con la muerte del Hermano Malcolm a los sesenta y cuatro. El caradura forjó el sonido que los caracterizó por mantener en guardia un ritmazo descendiente del blues. Era el responsable de impulsar y estabilizar al grupo con sus poderosísimos riffs. Esos patrones que creaba en la guitarra daban sostén y movimiento a AC/DC; siempre atrás, la barredora de la banda, como un guardián del sonido entre los Marshalls. El requinto, la espectacularidad y el desorden, son irresponsabilidad del Hermano Angus, quien siempre pierde el control. A su lado, Malcolm fue coautor de todas las canciones y dínamo maligno del grupo que encabeza las listas favoritas de ventas, de éxitos y censores por “satánicos, suicidas, asesinos y terroristas”. Era el más canijo del grupo, el más gandalla y — después de Scott— el más pisto. El alcohol lo llevó a un retiro del que volvió sobrio

en los noventa, se mantuvo firme hasta el final. Perfeccionista de la técnica y el estilo, siempre tocó guitarras Gretsch —le hicieron su modelo en 95, la G6131MY— y nunca usó un pedal de efectos. Rock puro y duro. La última vez que tocó en vivo fue en 2010, en Bilbao, donde comenzó a mostrar síntomas. En 2014, cuando grababan Rock or Bust, al Hermano Malcolm le diagnosticaron demencia. Maltrecho, el grupo siguió sin él. Estudiante en la secundaria del rock durante los ochenta, AC/DC fue el soundtrack liberador que me jaló a escucharlos tres veces en vivo como un poseso. Siempre han sido endemoniadamente divertidos, la clase de maldad que te pone flojito después de la primera cerveza. El Diablo seductor en el hombro izquierdo: “Tú éntrale. Nomás tantito”. Y moles infernales. Basta escuchar el disco Highway to Hell de 1979 para estar de acuerdo: Malcolm Young era el mejor guitarrista de su calaña.

EN 2014, CUANDO GRABABAN ROCK OR BUST, AL HERMANO MALCOLM LE DIAGNOSTICARON DEMENCIA.

30/11/17 20:37


E l C u lt u ra l S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

L A E S T Ú P I D A M O D A D E L A S B ATA S B L A N C A S

EL CORRIDO DEL ETERNO RETORNO

11

Por

CARLOS VELÁZQUEZ

@charfornication

H

enry Miller odiaba a los médicos. Yo no los odio. Les temo. Uno de mis miedos más pronunciados es caer en las garras de un galeno. Apenas pisa uno el consultorio de cualquier doc empieza a correr el taxímetro médico. Una visita de siete minutos oscila entre los setecientos y los mil quinientos pesos. Enfermarse cuesta una fortuna. Pero entiendo a Miller. Detestaba a los médicos por, entre otras cosas, su rutilante pedantería. Esta mamonería es fácilmente comprobable. No existe nada más ridículo que un médico o estudiante de medicina con una bata de laboratorio fuera del hospital. Al practicante de la medicina ya no le basta ejercer en consultorios y hospitales una terminología que lo coloca siempre por encima de los mortales. Ahora ha hecho extensiva su superioridad moral al no despojarse de la bata de laboratorio las veinticuatro horas del día. ¿Será consciente esta clase del inmenso oso que hacen al salir a la calle con la bata puesta (hay incluso quien se deja el estetoscopio colgado al cuello como si fuera una medalla)? Esta maldita necesidad de enorgullecerse de la profesión ha impactado de manera negativa en el resto de la clase trabajadora. Entiendo que los médicos tienen un ego bastante difícil de controlar. Por ello están obcecados en demostrar su profesión a donde quiera que vayan. Sin embargo, han creado una modita repugnante que consiste en no quitarse el uniforme de trabajo no importa en qué labores.

EN OCASIONES VEO A PERSONAS CON BATAS DE LABORATORIO EN LAS GORDITAS. AL LLEVAR LA BATA A LAS GORDITAS CORREN EL RIESGO DE QUE LA INMACULADA BATA SE ENSUCIE DE SALSA.

Entonces tenemos a un ejército de uniformados por la ciudad: dependientes de Oxxo, mujeres con camisas polo con el logo de Telcel, empleados de maquiladoras. Cada uno es libre de vestirse como le dé la gana. Pero esta gente no se percata de que no sólo evidencia un severo problema de identidad, sino que además es la publicidad andante de las compañías que la emplean y que la explotan. Y todo por culpa de la maldita costumbre de los médicos de presumir que se dedican a la ciencia de la medicina. Es común ver a hombres y mujeres en un Oxxo comprando refrescos con la bata puesta a la hora de la comida. La inseguridad de estas personas es abismal. No pueden resistir la necesidad de hacerle ver al cajero o cajera que son seres superiores, tocados por una mano divina. Como si el empleado de Oxxo tuviera posibilidad alguna de competir con ellos. Pero lo sabemos, la medicina no reconoce jerarquías. La tarifa por sus servicios no distingue clases sociales. Te cobra lo mismo nazcas en cartolandia que en una colonia residencial. En ocasiones veo a personas con batas de laboratorio en las gorditas. Me parece el colmo de la presunción. Ni siquiera a la hora de alimentarse su ego descansa. Además es una tontería mayúscula. La bata es blanca porque simboliza la pureza del oficio. Es decir: la salud está lo más alejado de lo oscuro. Al llevar la bata a las gorditas corren el riesgo de que la inmaculada bata se ensucie de salsa. Pero al parecer es más loable y sacrificado inmolar la bata que quitársela antes de salir por las gorditas. No vaya a ser que

El sino del escorpión

el mundo no reconozca su sacrosanta labor. Y existen unos que van más allá. ¿Existe algo más ridículo que un médico con la bata puesta fuera del hospital? Sí. Un médico con la bata puesta fuera del hospital y con crocs. Es la cumbre de lo ridículo. Refleja a la perfección la pose de los médicos. Un estudio acaba de revelar que los crocs son perjudiciales para la salud. Pero a un médico no le importa la salud, ni la suya. Si así fuera investigaría lo que usa. Es lo mismo que cuando vas a consulta con un doctor que te ordena dieta y se ve que ha sobrepasado el nivel de obesidad 3. No importa que los crocs se vean horribles, que hagan daño a la salud. Mientras sea un símbolo de identidad dentro de los médicos basta. Porque parece ser que la bata por sí misma ha dejado de ser suficiente. Ahora es indispensable la combinación. Para mí el uso de estas dos chingaderas denota una falta de inteligencia mayúscula. Sé que es un prejuicio. Que generalizo y que muchos de estos médicos pueden ser buenos en su campo. Pero el origen de mi prejuicio se debe a que si yo estuviera en su lugar me miraría al espejo antes de salir al mundo. Y que eso bastaría para desistir de semejante aspecto. Cuando era niño había una moda entre los médicos que me cagaba. Las guayaberas. Al parecer el gremio reculó de su preferencia por la prenda yucateca porque también es portada por la clase política. Cómo extraño esos tiempos. Cuando los doctores se parecían a los políticos. No sé de qué se admiran si son igual de rateros. C

Por ALEJANDRO DE LA GARZA @Aladelagarza

El Colegio Nacional: de las redes a la acción EL ESCORPIÓN siguió las transmisiones del coloquio universitario “Los acosos a la civilización. De muro a muro”, a pesar del oportunismo de su título, revelador de cierta paranoia de los “civilizados” ante los “bárbaros”. En efecto, hay peligros políticos en acecho de las democracias occidentales (fundamentalismo, racismo, xenofobia, la derecha radical, neoliberalismo), y peligros planetarios mayores como el cambio climático (y su negación) o el riesgo nuclear. Pero de ahí a ver como peligros “la puesta en crisis de las élites y el poderío renovado de la turba”, tal como lo describió uno de los organizadores (goo.gl/ hRntzd), es darle un sesgo ideológico y clasista al encuentro. Para el alacrán, fue el rector de la UNAM, Enrique Graue, quien mejor lo explicó al señalar: “Nuestro verdadero muro está en la desigualdad. Un muro que no hemos podido derribar, que nos separa, nos divide y amenaza a la civi-

EC126.indd 13

lización, pues detrás de éste, hay una brecha inmensa de soledad, desesperanza, miseria e inequidad”. El artrópodo atendió también las discusiones sobre redes sociales, internet y democracia, donde la experta de la Universidad de Chicago, Zizi Papacharissi, habló sobre la huella digital (en Twitter) de fenómenos como la Primavera árabe en Egipto, Occupy Wall Street, Black Lives Matter y Make America Great Again (MAGA), y destacó cómo las redes sociales amplifican la voz y dan visibilidad a públicos subrepresentados, movimientos sociales y temas marginados. También hubo participantes mexicanos, pero el artrópodo ha notado la falta de estudios e investigaciones (o el acallamiento) del fenómeno político ligado a las redes sociales más importante vivido por nuestro país en años recientes: el movimiento #Yosoy132. Hay pocos libros sobre este impulso organizativo y

su influencia en la campaña electoral del 2012, y sobre cómo se logró un lugar en la agenda política mexicana. En las últimas semanas, otro fenómeno ha crecido en redes sociales, el del repudio al Colegio Nacional por su probada misoginia y su manejo discrecional de cuantiosos recursos públicos, como lo destacó el escorpión en su sino hace unos meses (ow.ly/rILB30gOQOE) y meritoriamente ha probado y difundido con documentos veraces el grupo de Chihuahua CiudadaníaxlaCultura. El tema es un escándalo, cuenta ya con una petición en change.org (goo. gl/4a7Ry1) y con mayor difusión en documentados artículos como el de Sabina Berman (ow.ly/rILB30gOQOE). Pero el reto es pasar de las redes sociales a la acción de consecuencias en la realidad, pues hasta la escritura de este sino, la élite de El Colegio Nacional (“puesta en crisis”), se empecina en una arrogante sordera. C

EL RETO ES PASAR DE LAS REDES SOCIALES A LA

ACCIÓN DE CONSECUENCIAS EN LA REALIDAD.

30/11/17 20:38


12

E l Cultural S Á B A D O 0 2 . 1 2 . 2 0 1 7

SOBRE LA ENFERMEDAD DEL PODER REDES NEURALES

E

l “síndrome de hybris” puede definirse como una embriaguez de poder. Este diagnóstico, más cercano a las reglas del juego del periodismo que a los criterios de la medicina clínica, es una herramienta interesante para aproximarse a la biografía política de innumerables líderes que, si bien disfrutan un buen estado general de salud, desarrollan una conducta atroz marcada por decisiones insensatas, con nula o mínima receptividad a la crítica. El cuadro suele suceder durante crisis sociales, cuando el líder se consolida en el poder ejecutivo, y las resistencias de otros actores políticos decrecen. David Owen, médico y diplomático inglés, nos informa en su libro En el poder y en la enfermedad (Siruela, 2009) que hybris (o hubris) es un término griego para referirse a un personaje poderoso, con exceso de orgullo y confianza en sí mismo, quien trata a los demás con insolencia y desprecio. Owen cita dos fuentes clásicas: el Fedro, de Platón, y La Retórica, de Aristóteles. Los traductores de Platón han equiparado a la hybris con un concepto latino, la “intemperancia”, es decir, una forma de gobierno basada en un influjo irrazonable del deseo de placer. Los narradores han observado en la política un gabinete de extravagancias históricas, solamente equiparable a los relatos de la clínica psiquiátrica. Siguiendo a Suetonio, Robert Graves nos cuenta que Calígula, cuando estaba al borde de la bancarrota, usó un procedimiento para ordeñar dinero a las élites romanas: la realización de subastas entre las grandes fiestas de la aristocracia. El Emperador ponía a la venta objetos de uso personal, y con un poco de extorsión, obtenía cantidades admirables de dinero. Su invención comercial más audaz, en la cual alcanza lo que se ha llamado “la pureza del mal”, es la inclusión de “objetos secretos” en la subasta: ante la intimidación del César, el público debía ofrecer cantidades absurdas de dinero por un regalo escondido en una caja o en un pañuelo, que rara vez ocultaba algo valioso como una joya, y generalmente guardaba más bien una parodia del valor, como un queso viejo, o algún objeto despreciable convertido en Arte al haber sido tocado por el emperador divino. ¿Se trata de un ancestro en las genealogías de esa forma de arte basado en el prestigio, el juego del mercado, y en la reificación de la autoría mediante una firma? ¿O hablamos de la excentricidad sintomática de la hybris? En su Historia mundial de la megalomanía, Pedro Arturo Aguirre interpreta a Calígula como un antihéroe existencialista, ya que “asume la locura como única reacción ante la verdad descarnada y encuentra

EC126.indd 14

Por

JESÚS RAMÍREZBERMÚDEZ

una cierta pureza en el mal, porque es el terreno donde el hombre es realmente humano, realmente animal, y realmente Dios.” Aunque este libro inicia con casos legendarios de hybris en la antigüedad grecorromana, es notable la cantidad de megalómanos del siglo XX incluidos en el recuento, tan extravagantes como Nerón o los grandes ebrios de poder: el libro se refiere a Hitler y el narcicismo como necrofilia, Franco y la exaltación de la mediocridad, o bien el caso haitiano de Papa Doc, médico y dictador que llevó el terrorismo de Estado a una convergencia literal y no metafórica con la hechicería vudú. Estos casos tienen en común una sincronización desafortunada entre la intemperancia del líder, y un culto a la personalidad, retroalimentado por el aparato estatal de propaganda y los anhelos mesiánicos de la sociedad. Todo culto a la personalidad, dice Aguirre, es una gran puesta en escena, una farsa: depende de gestos teatrales, fraudes mercadológicos, ficciones oficiales, exageraciones y encubrimientos, y en fin, un complicado juego psicosocial de simulaciones y disimulaciones, creado por el líder, sus mitógrafos, y la literatura colectiva de las masas. El síndrome de hybris es una oportunidad para estudiar los procesos de toma de decisión que complementa los conocimientos obtenidos a partir de la psicología social y las enfermedades neuropsiquiátricas. En los fenómenos catalogados médicamente como estados de psicosis, hay una pérdida del juicio de realidad, debido a fallas en la maquinaria neuropsicológica que sostiene los sistemas de evaluación de creencias. En la hybris sucede algo similar, pero el problema no es forzosamente una falla en el ensamble cerebral del líder (en algunos casos quizá sí), sino más bien, en la pérdida de las restricciones sociales que asociamos con el principio de realidad: los límites donde empiezan los derechos de los demás. Según Albert Camus, Calígula se pregunta “¿Y por qué no he de compararme a los dioses? Basta ser tan cruel como ellos.” Esta deificación narcisista es retroalimentada por amplios sectores sociales identificados con la omnipotencia del líder (y que obtienen beneficios con la identificación), y por el aparato de cultura oficial que valida y mitifica la singularidad del semidiós. La Historia mundial de la megalomanía ofrece un ejemplo inusual de esta propaganda grandilocuente: un par de flores llamadas oficialmente “kimjongilia” y “kimilsungia”, nombradas en honor de los dictadores norcoreanos que

LOS TRADUCTORES DE PLATÓN HAN EQUIPARADO A LA HYBRIS CON UN CONCEPTO LATINO, LA ‘INTEMPERANCIA’.”

anteceden a Kim Jong-un. Estas flores son altamente valoradas en el comercio, incluso en países como Inglaterra o Estados Unidos, considerados enemigos del régimen de Corea del Norte. Para entender mejor la embriaguez de poder, podemos identificar el extremo opuesto en la psicología de la toma de decisiones: me refiero a la phronesis o deliberación prudente. La phronesis es el ejercicio –de mediación y diálogo– mediante el cual los factores involucrados en la toma de decisiones se hacen explícitos y se ponderan en relación con los valores de un sujeto, una familia, una comunidad, una institución, una civilización. El eje de los valores –el eje axiológico– parece estar constituido por sentimientos y conceptos morales localizados en la bisagra de las necesidades propias y las ajenas. Los sentimientos morales, basados en la empatía, en la conciencia de sí y en la conciencia de los demás, son puestos en contraposición o en correspondencia con los deseos que impulsan la toma de decisiones. La racionalidad social de la decisión ética resulta de una ponderación cuidadosa entre los deseos propios y los derechos de los demás. Siguiendo a Hans Georg Gadamer, decimos que en la soledad de la decisión individual, o en la publicidad de los debates explícitos, la phronesis es el conjunto de mediaciones necesarias para realizar la “razonabilidad del saber práctico”. Un estilo dialógico de gobernar y tomar decisiones implica una capacidad para lo que Jürgen Habermas describe como ética del debate: una perspectiva donde el otro debe conceptualizarse como un fin en sí mismo, y no como un medio. La embriaguez de poder, el síndrome de hybris, podría definirse como una pérdida de la phronesis, de la deliberación prudente, de la ética del discurso; es un ejercicio de voluntad personal que ignora, oculta, distorsiona o enmascara la voluntad ajena para acomodarla a los caprichos de una toma de decisiones basada en el placer primitivo de la autosatisfacción o la destrucción ajena. Sin los recursos del diálogo, sin los reglamentos de una ética del discurso, asistimos a la formación del estilo autoritario de gobernar, que posterga de manera indefinida la autocrítica, y debilita la formación de procesos conscientes. En tiempos de malestar cultural, relativismo anticientífico y búsquedas mesiánicas, asistimos a la formación de nuevos cultos políticos a la personalidad, y nos preguntamos en qué momento llegará a la escena geopolítica un caso nuevo de embriaguez de poder.

30/11/17 20:41


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.