60 Años de Pedro Páramo

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Años de Pedro Páramo

La Razón Especiales

Sábado 14 Domingo 15.03.2015

Vine a Comala

porque me dijeron que acá vivía mi padre

EL 19 DE MARZO DE 1955 se publicó Pedro Páramo, la novela que Jorge Luis Borges calificó como “una de las más importantes de las literaturas de lengua hispánica, y aun de la literatura”. A su autor le bastó esta obra para ser admirado por Salvador Elizondo, Carlos Fuentes, Günter Grass, Gabriel García Márquez, Elías Canetti... La Fundación Juan Rulfo y la editorial RM preparan un libro analítico de este texto a 60 años de su aparición; mientras tanto, La Razón presenta trabajos que abordan la fábula, que ha sido traducida a más de 50 idiomas, desde la visión de Víctor Jiménez, Roberto García Bonilla, Gerardo de la Concha y Carlos Olivares Baró.

Sólo yo entiendo lo lejos que está el cielo de nosotros; pero conozco cómo acortar las veredas. Todo consiste en morir, Dios mediante, cuando uno quiera y no cuando Él lo disponga. O, si tú quieres, forzarlo a disponer antes de tiempo”

Ilustración>Francisco Lagos>La Razón


60 Años de Pedro Páramo Traducido a chino, coreano, alemán...

“En el mundo

se discute quién es quién en las letras mexicanas”

La novela de 1955 se encuentra entre los 100 libros más importantes de la literatura universal, según el Instituto Nobel; un diario alemán lo cataloga como uno de los imprescindibles del siglo XX; la Fundación Juan Rulfo prepara un libro de ensayos

Críticos

extranjeros

Entre los escritores de habla no hispana que alabaron la obra de Juan Rulfo se encuentran: Günter Grass Lengua: Alemana

Elias Canetti

Lengua: Alemana

Tahar Ben Jelloun

Lengua: Francés

Susan Sontag

Lengua: Inglesa

Kenzaburo Oe

Lengua: Japonesa

Urs Widmer

Lengua: Suiza

Gao Xingjian

Lengua: China

Jean Franco

Lengua: Inglesa

LUIS BUÑUEL deseaba llevar al cine una adaptación de la novela de 1955; sin embargo, Rulfo ya había cedido los derechos al director Carlos Velo.

V

Por Anabel Clemente Trejo > anabel.clemete@razon.mx

íctor Jiménez es el presidente de la Fundación Juan Rulfo, encargada de velar por el legado del autor de Pedro Páramo. Jiménez es el encargado de cuidar y verificar que lo que se dice del escritor sea verídico. Además de cumplir su tarea institucional es un apasionado de las letras rulfianas: su personaje favorito de Pedro Páramo —“si me obliga a pensarlo”, dice— es Susana San Juan, “la única persona que no sucumbió al dominio de Pedro Páramo”. El lunes pasado recibió a La Razón en su oficina llena de fotografías y libros de Juan Rulfo; en ese ambiente explica qué se prepara para festejar los 60 años de la obra y cómo nace la novela mexicana que se encuentra entre los cien libros más importantes de la literatura universal, de acuerdo con una encuesta del Instituto Nobel de Suecia. Pedro Páramo es una novela imprescindible entre los mexicanos, pero muchos no conocieron la primera edición, ¿además de la historia, qué había de especial en la impresión de 1955? Tenía tres ilustraciones de Ricardo Martínez. En la camisa había dos hombres dándose un abrazo y al fondo un maguey, después, al inicio con el primer fragmento, dos arrieros, y al final los dos perros. Por eso, para la edición que sacamos este año conseguimos el dibujo original de los perros, solicitamos la autorización a los herederos de Ricardo Martínez y entonces la utilizamos para la portada; curiosamente de los tres dibujos, ése es el que más éxito tuvo, se utilizó también en la primera traducción en hebreo y en alguna edición antigua del Fondo de Cultura Económica. ¿Qué más prepara la Fundación para conmemorar los 60 años? Esa edición con la ilustración de Ricardo Martínez también la tiene Porrúa, que participa con un ejemplar al que le agrega una leyenda de que se suma a la celebración de los 60 años. Pidieron un tiraje especial de 10 mil ejemplares, si no recuerdo mal. Además, hemos invitado a una docena de estudiosos, no solamente mexicanos, también a extranjeros, a colaborar con un ensayo, para un libro de RM (editorial que tiene los derechos de publicación) en co-

Le voy a confiar un secreto. Mi abuelo, el general, decía que no se llamaba Borges, que su nombre verdadero era otro, secreto. Sospecho que se llamaba Pedro Páramo. Yo entonces soy una reedición de lo que usted escribió sobre los de Comala” Jorge Luis Borges Escritor argentino

VÍCTOR JIMÉNEZ en entrevista con La Razón muestra el fragmento de Pedro Páramo publicado en 1954 en Letras Patrias.

edición con la Fundación, para mediados de año; el título tentativo es Pedro Páramo a 60 años, en el cual cada autor reflexione qué significa que una novela como Pedro Páramo alcance sus 60 años, la única condición es que tenga un enfoque original. Invitarán a extranjeros porque el libro es internacional, se publica en muchos países, ¿cuántas traducciones existen? Hay más de 50 traducciones. En japonés se ha impreso muchas veces desde 1992. Hay algunas ediciones curiosas en coreano, hebreo, griego, chino; está en las lenguas más extrañas: en letón; en Malayalam, de la India; en gaélico, que es una lengua nativa de irlanda antes de que llegaran los ingleses... Hay una edición noruega de 2004, que es de la colección Biblioteca del Mundo.

La asociación de clubes noruegos del libro le pidió al Instituto Nobel de Suecia que elaborara una encuesta en todo el mundo para determinar las cien obras importantes de la literatura universal, y entre ellas está Pedro Páramo. En español sólo aparecen Rulfo, García Márquez, Cervantes y García Lorca. Además es uno de los más vendidos, ¿no? Tanto en RM como en Cátedra, cada año se imprime y se traduce más que el anterior. RM reimprime esta novela más o menos cada mes, a veces cinco mil, seis mil, siete mil ejemplares, no sólo en México sino en América del Sur, en Colombia, Argentina, Chile, España. En 2009, Cátedra —con mil títulos en su catálogo— creó la colección Mil Letras, con sólo 20 títulos, los más vendidos, los best seller, con puros clásicos:

Jane Austen, Pio Baroja, Charles Bauldelaire, Gustavo Adolfo Becker, Calderón de la Barca, Fiodor Dostoievski, Gustave Flaubert, Federico García Lorca, Goethe, Juan Ramón Jiménez, Franz Kafka, Antonio Machado, Miguel Muria, Edgar Allan Poe, Ernesto Sábato, William Shakespeare, Miguel de Unamuno, Lope de Vega y Juan Rulfo. Digamos que es un autor no sólo con enorme prestigio, sino con algo raro en la literatura mexicana, tiene muchísimos lectores. Y estando entre los clásicos, ¿qué piensan de Pedro Páramo en el extranjero? Hicimos un libro que ya tiene su segunda edición —y pensamos en una tercera—, que se llama Juan Rulfo otras miradas, tiene una serie de autores que hablan sobre la obra de Rulfo, y todos son extran-


II/ III

La Razón | Sábado 14 Domingo 15.03.2015

Por debajo de sus modismos regionales, de la anécdota directa y penetrante, aparece el propósito de asentar el relato en una base minuciosamente construida y en la que poco o nada se deje al azar... testimonia ejemplarmente esa actitud” Mario Benedetti Escritor uruguayo

Cuando Rulfo me cuenta el origen de Comala me dice que aquel era su pueblo, del que se marchó, y que cuando volvió estaba deshabitado y que de aquella calle surgieron fantasmas. Me sonaba a magia. Para él era pura realidad” Juan Carlos Onetti Escritor uruguayo

Advertimos que todos los pobladores de Comala, el pueblo de Pedro Páramo, están muertos, el estremecimiento es semejante, en el lector que adora a Buda, Confucio, Cristo, Alá, o es un agnóstico” Mario Vargas Llosa Escritor peruano

En el Pedro Páramo donde es imposible establecer de un modo definitivo dónde está la línea de demarcación entre los muertos y los vivos, las precisiones son todavía más quiméricas, nadie puede saber en realidad cuánto duran los años de la muerte”

Rulfo estaba haciendo y diciendo algo distinto y tan simple como esto: la creación literaria pertenece al mundo plurívoco de la poesía. No se la puede juzgar con el criterio unívoco de la lógica. En la lógica, los hechos tienen un sólo sentido. En la poética, tienen muchos”

Gabriel García Márquez Escritor Colombiano

Carlos Fuentes Escritor mexicano

Fotos>Alvaro Paulin>La Razón

leyendas. También un libro que sería interesante retomar es de un gran estudioso, doctor por el Colegio de México, Jorge Zepeda, y habla de lo que ocurrió con la novela durante los nueve años posteriores a su publicación. Es muy importante para entender cuál es el debate literario cuando aparece Pedro Páramo.

TRADUCCIONES de Pedro Páramo en la oficina de Víctor Jiménez.

VÍCTOR JIMÉNEZ

OCUPACIÓN:

Presidente de la Fundación Juan Rulfo

PROFESIÓN:

Arquitecto y escritor

jeros, quienes dicen que es una obra que sienten suya, aunque sean árabes, chinos, japoneses, porque así es la literatura: Rulfo, como los autores clásicos, habla de un único tema: el ser humano. Otro ejemplo es que el único audiolibro que tenemos de Pedro Páramo está grabado en Suiza, en lengua alemana, por Urs Widmer. El semanario alemán Die Zeit publicó en el año 99, como era el fin del siglo, una serie (durante las 52 semanas de año), que se llamó Mi libro del Siglo. Le pidió a autores de todos los idiomas que le dijeran cuál era para ellos el libro más importante escrito en el siglo XX, sin importar el idioma; sólo hubo una obra mexicana en toda la serie: Pedro Páramo, y el que la propuso fue Urs Widmer, quien decía: “Pedro páramo es un libro que he leído por lo menos

150 Hojas componían el manuscrito original de Pedro Páramo

cuatro veces, y que a pesar de ello no llego a ‘comprender’, tiene un misterio que me conmueve de manera extraordinaria y que aún no he logrado descifrar por completo”.

derroteros. Digamos que había, yo creo, en la crítica de Chumacero, sin que él fuera muy consciente, una nostalgia por el modelo literario del siglo XIX; sin embargo Carlos Fuentes en 1955, escribe una reseña en una Además, desde que apareció Pedro publicación francesa en la que elogia por Páramo, grandes plumas reconocie- todo lo alto a Pedro Páramo, porque él sí es ron la importancia de esta novela en su un lector familiarizado con lo más reciente obra... Claro. En una entrevista Gabriel Gar- que está publicándose en el mundo. cía Márquez había dicho algo muy curioso: Se dicen muchas cosas sobre la obra de “es para mí si no la mejor, si no la más larga, Rulfo, pero algunas de ellas son tonterías. si no la más importante, sí la más bella de las Decían que Chumacero, que Arreola, lo novelas que se han escrito jamás en lengua ayudaron a conseguir el resultado de Pedro castellana. Yo nunca le pregunto a un escri- Páramo; una de las visiones más delirantes tor por qué no escribe más, pero en el caso era la de Arreola, apoyado para consolidar de Rulfo soy mucho más cuidadoso. Si yo su mentira en dos personas: Antonio Alahubiera escrito Pedro Páramo no me pre- torre y el recientemente fallecido Vicente ocuparía ni volvería a escribir nunca en mi Leñero, porque yo creo que nunca le pervida”... Borges, que además no le gustaba la donaron a Rulfo que fuese autor de la obra novela, dice que es una de las novelas más literaria más importante escrita en México, importantes escritas en cualquier idioma. y según algunos en América Latina, del siNo estamos hablando de pequeños autores. glo XX. El año pasado publicamos Pedro Páramo 1954, en el cual aparecen de forma ¿Algún escritor que habló mal de facsimilar las tres revistas de ese año, en Pedro Páramo? Yo creo que no son tan las que Rulfo publicó adelantos: en Letras tontos como para hablar mal de Pedro Pá- patrias, en Universidad de México y en una ramo. Es famoso el caso de Chumacero, es particular que se llamaba Dintel. Además se muy conocida su primera crítica y lo que reproducen siete fragmentos tomados del uno puede deducir es que es un mecanuscrito original, que lector acostumbrado a las noveconserva la señora Rulfo, y las del siglo XIX, al corte clásico tres ensayos, de Jorge Zepede la novelística decimonónica, da, de Alberto Vital, y uno de LA EDITORIAL RM vigente en las primeras décadas un servidor, que he trabajado tiene los derechos de del siglo XX, de una linealidad por 15 años, en el cual analiPedro Páramo, pero cronológica sencilla, sin comexiste otro editor que zo el impacto que tuvieron tiene la posibilidad de estas revistas, así como las plicaciones estructurales. Pero imprimirlo, Cátedra, los lectores muy avezados de leyendas que han circulado. que circula en todo el la generación de Rulfo habían La intención de esta publimundo, sobre todo en leído a Joyce y a otros autores los países donde se es- cación fue poner ante el leccomplejos, se dan cuenta de que tudia el español como tor los elementos para que la literatura está tomando otros juzguen la veracidad de las lengua extranjera.

¿Cómo fue ese debate literario? Lo que hace Jorge Zepeda es plantear cuál era la discusión literaria desde los años 30 o 40. En el contexto posrevolucionario existe en México una discusión sobre si el arte debe tener una expresión nacional o cosmopolita, como si fueran antagónicas; se pensaba que si se era nacional, se excluía todo lo extranjero; y los que preferían tener una expresión extranjerizante se acercaban a las vanguardias extranjeras y eso excluía lo nacional. Ese debate existía, y toda obra era pasada a la báscula con esa regla. Entonces hubo nacionalistas que tildaban de extranjerizante a Rulfo, en particular a Pedro Páramo, porque su estructura estaba muy cercana a las vanguardias internacionales; no eran ciegos, se dieron cuenta de que era una obra con una gran influencia. Y por otro lado, la gente que quería borrar de su mente la existencia de México, encontraba que era una novela demasiado vinculada a lo propio. El hecho es que hoy en día Pedro Páramo le gusta en el extranjero por mexicana y porque además les parece propia. Y para usted ¿qué significa Pedro Páramo? Es curioso que siendo una obra que resume las vanguardias literarias vigentes hasta la primera mitad del siglo XX, pueda hacer una síntesis muy especial, que es la que lograron otros en otras disciplinas, como Diego Rivera, que hace una pintura profundamente nacionalista, pero empapada de las vanguardias. Lo están haciendo arquitectos, Juan O’Gorman, que combina las últimas ideas de la arquitectura de vanguardia, pero con un nacionalismo porque pone cactus en las casas. Y también la música, alguien como Silvestre Revueltas, profundamente nacionalista y actual al mismo tiempo. Entonces para los autores mexicanos es una obra que sienten propia pero en el extranjero también. La imagen de Rulfo en el mundo es muy importante para establecer jerarquías, o sea, quién es quién en las letras mexicanas; no se discute adentro del país, se discute en el mundo. Para mí esta es la dimensión de Rulfo, una universal.


60 Años de Pedro Páramo

Pedro Páramo a Sesenta Años El creador

La novela que cumple seis décadas es obra de un escritor que a pesar de ser celebrado en el mundo, se definía como un aficionado:

1917

NACE EL 16 DE MAYO de Apulco, Jalisco; fue registrado en la ciudad de Sayula (lugar con culto a los muertos), pero vivió en el pueblo de San Gabriel.

1923

SU PADRE MUERE ASESINADO; cuatro años después, en 1927, fallece su madre. Debido a lo anterior, es inscrito en un internado de la ciudad de Guadalajara.

1930

INICIA SU INTERÉS por la fotografía. Gana un concurso fotográfico en el periódico Excelsior con los “parajes” que conoce en su recorrido por la República Mexicana.

1934

INGRESA A LA UNIVERSIDAD de Guadalajara; sin embargo, tras una huelgua se va a la Ciudad de México a un seminario. Debido a la falta de relación entre la Iglesia y el Estado, los estudios en el seminario no eran válidos oficialmente, por lo que entra de oyente a clases de la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM.

1930-1940

REALIZA SUS PRIMEROS trabajos literarios con lo aprendido como oyente en la UNAM; se convierte en un experto en historia, geografía y antropología. Rulfo comienza a reflejar, a traves de textos y fotografías, la mexicanidad. En 1945 publica sus primeros cuentos en la revista América: Nos han dado la tierra y Diles que no me maten. Luego publica en Guadalajara, con Juan Jose Arreola como editor.

1946- 1952

COMIENZA A trabajar con la empresa Goodrich-Euzkadi como agente viajero, esto impulsa su trabajo fotográfico. Recorre la República, encontrando a través de éstos viajes la razón para escribir sus cuentos, reunidos en El llano en llamas. Porteriormente, es agente de inmigración de la Secretaria de Gobernación, por lo que se traslada al sur del país, estudia las circunstacias, las etnias y escribe textos basados en los ambientes que encontraba.

1948

DESPUÉS de comenzar años atrás una relación amorosa con Clara Aparicio. Juan Rulfo se casa con ella.

1952

OBTIENE UNA beca por parte del Centro Mexicano de Escritores. Este hecho impulsó más adelante, en 1953, su libro El llano en llamas; en este trabajo incorpora siete cuentos publicados anteriormente en la revista América, más ocho nuevos, en los cuales se refleja un realismo mágico a tráves de encuentros y desencuentos ocurridos en la vida del campo.

J

Roberto García Bonilla* > uan Rulfo (1917-1986) estaba por cumplir treinta y ocho años cuando se publicó Pedro Páramo. Durante 1955 también apareció La Hojarasca, novela breve en la cual germinó el nombre y los horizontes de Macondo que llegarían a Cien años de soledad (1967) de Gabriel García Márquez. El íncipit “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había que recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo” es un homenaje al escritor jalisciense y alude a un pasaje climático en torno al cacique Pedro Páramo: “El padre Rentería se acordaría muchos años después de la noche en que la dureza de su cama lo tuvo despierto y después lo obligó a salir. Fue la noche en que murió Miguel Páramo”. El premio Nobel colombiano anotó que la novela de Rulfo le causaría una agitación que no había sufrido desde que leyó de Kafka: “El escrutinio a fondo de la obra de Rulfo me dio por fin el camino que buscaba para continuar mis libros”. Entre la publicación de Pedro Páramo y la muerte de Rulfo transcurrieron más de tres décadas que vieron crecer el prestigio del escritor; su novela y los cuentos reunidos en El Llano en llamas (1953) se llevaron a más de medio centenar de lenguas, y los tirajes en español se reprodujeron por cientos de miles. A los diecisiete años el escritor abrazó su libertad e inició su trabajo escritural. Había asimilado los conflictos de la fe y una espinosa disciplina formativa que se alimentó del confinamiento en el orfanatorio y en el seminario (1927-1934). Emergió su vocación y uno de sus gérmenes fue el asesinato de su padre cuando el futuro escritor contaba con seis años de edad. La crisis de la pérdida se acentuó, cuatro años, con la muerte de la madre. El niño sumergió y elaboró el duelo entre los libros de la casa materna de San Gabriel donde estaba la biblioteca de su abuelo y la del curato que se alojó ahí cuando las iglesias se cerraron durante la Cristiada. La transfiguración del duelo en trabajo creador fue pausada y rotunda. Un decenio transcurrió desde la publicación de su primer texto —“La vida no es muy seria en sus cosas”— y la aparición de Pedro Páramo (cuyos primeros imágenes y bosquejos surgieron en 1947). Ese lapso será muy fructífero en la escritura y también en su trabajo fotográfico —sobre arquitectura, paisajes y retratos— que alternaba con el alpinismo. Dejó un archivo de unos seis mil negativos. El ejercicio de la escritura y la fotografía fueron para Rulfo una afición: “Para mí el único oficio es el de vivir”. La gestación de Pedro Páramo tuvo un largo proceso; su autor recuerda: “Debido al fracaso de mi novela [El hijo del desaliento] escribí cuentos tratando de buscar una forma para Pedro Páramo a quien llevaba en la cabeza desde 1939”. Entre abril y mayo de 1954 inicia la escritura de Pedro Páramo; en cuatro meses reunió

1955

SE PUBLICA la novela Pedro Páramo . En esta obra se puede apreciar una parte de la historia de México, como lo que fue la Guerra Cristera o los restos de la Revolucion Méxicana, así como temas emocionales: la muerte y las tradiciones.

Historia de Comala

Una novela creada en partes hasta su edición final, sus personajes, su imaginario y las sentencias de los mismos personajes.

Adelantos

Juan Rulfo publicó fragmentos de su novela en tres publicaciones culturales:

Miguel Páramo

Dorotea

Fulgor Sedano Las Letras Patrias

Revista de divulgación literaria del Instituto Nacional de Bellas Artes Fecha: enero-marzo de 1954 Director: Andrés Henestrosa

Dintel

Revista cultural de iniciativa privada (antes llamada Hierbal) Fecha: Septiembre de 1954 Director: Carlos Ramos Gutiérrez

Padre Rentería

Damiana Cisneros

Tematica:

Universidad de México Revista de la UNAM Fecha: Junio 1954 Ejemplar 310

La frustración persigue a la comunidad en Comala. Los anhelos insatisfechos llevan a la desdicha exaltada que encubre el indecible drama

Pedro Páramao

Autor: Juan Rulfo Edición: 2015 Reediciones: más de 25 Traducciones: Más de 50 trescientas páginas, y “conforme pasaba a máquina el original destruía las hojas manuscritas”. El trabajo más arduo y más laborioso en el proceso escritural, sin duda, fue la decantación del manuscrito: corrección, supresiones, reescritura; sobre todo cambios al pasar de la denotación a la connotación del texto en su integración al discurso y las inflexiones de su conformación como un texto poético más que narrativo. En su estructuración sintáctica reside también la complejidad del texto y su comprensión inmediata, aunque ciertamente, como el propio escritor lo señaló, la dificultad es aparente porque a partir de la segunda lectura la compresión se revela naturalmente comprensible sin desaparecer su complejidad textual: ahí reside parte de su riqueza impregnada de cierta oscuridad que Rulfo aceptó ante Joseph Sommers, a quien revela de manera implícita sobre el sentido de la fragmentariedad connotativa (“Intenté

El llano en llamas y Pedro Páramo reflejan las circunstancias que a Juan Rulfo le tocó vivir, por ello se hace evidente el conocimiento que tenía del México de la primera mitad del siglo XX.

1956

La impunidad, el cacicazgo, la violencia, el abandono, la depauperación y la miseria del mundo rural, todo gira alrededor de un hombre que con sus acciones y recuerdo, condena a un pueblo completo. La frontera entre la vida y la muerte se desvanece hasta perderse; los vivos y los muertos conviven en un presente eternizado.

sugerir ciertos aspectos, no darlos”), que asimismo le permite transitar las fronteras espaciales y temporales (“porque los muertos no tienen tiempo ni espacio”) y así permitió la convivencia entre vivos y muertos, aunque lo cierto es que todos en el pueblo de Comala —que es el femenino de comal— están muertos, aunque el lector lo sabrá ya avanzada la lectura del texto. La desilusión es proporcional a las esperanzas y reminiscencias del paraíso perdido de Juan Preciado y de su madre Doloritas, así como el deseo del muchachito Pedro Páramo por la niña Susana; muchos años después la tiene cerca ya en estado demencial: loca y envejecida de manera prematura. Yace entre sueños. Era la pesadumbre de la vida en la frontera con la muerte que avistó el cacique. “Los viejos dormimos poco, casi nunca. A veces apenas si dormitamos; pero sin de-

INICIA UNA FACETA como guionista al lado deJuan José Arreola, realizando el guión de la película El despojo.

1957

COMIENZA LA DIFUSIÓN de la película Talpa, adaptación hecha por Alfredo B. Crevenna del cuento de Juan Rulfo.


IV/ V

La Razón | Sábado 14 Domingo 15.03.2015

Personajes de la historia

En la obra se da la tesis de que la Revolución y el caciquismo han matado al pueblo; sus protagonistas son:

Florencio

Miguel Páramo:

Pedro Páramo

Susana San Juan Bartolomé San Juan

Comala

La muerte sin absolución del pecado, los condena a una aflixión eterna. Los pobladores de Comala vivieron en un constante pecado y cuando decidieron arrepentirse fue demasiado tarde, pues su expiración los sorprendió, por lo tanto al morir, sus almas no encontraron ni el perdón ni la paz.

Dolores Preciado

Eduviges Dyada

Juan Preciado

RELACIÓN

Paternidad Matrimonio

Abundio

jar de pensar. Eso es lo único que me queda por hacer.” Después añadió en voz alta: “No tarda ya. No tarda…” Y sus últimos pensamientos pronunciaba el nombre del único ser que, además de Miguel Páramo, había amado a lo largo de su vida de la Media Luna: el niño, más tarde dueño de un feudo, y el hombre aniquilado por la ausencia del único ideal en la vida; él invocaba lejos de su autoridad, cerca del sepulcro. La historia doméstica, social y afectiva del pueblo la compartió una comunidad de la que sabemos sólo por sus voces, ya fuera del tiempo, recuperadas por el narrador de la primera parte de la novela. Hablan las almas de un pueblo: Doña Dolores, Juan Preciado, Abundio Martínez, Eduviges Dyada —“quien obró contra la mano de Dios”—, por haberse suicidado; su hermana María intercedió por ella ante el cura; Dorotea —la Cuarraca—, Fulgor Sedano, el padre Rentería, Miguel Páramo, Susana San Juan: que simboliza la subversión y la libertad en un pueblo sojuzgado. Habrá personajes, de breve o fugaz aparición pero cuya impor-

1958

CONCLUYE LA BREVE novela El gallo de oro, que se publica hasta el año 1980.

Servidumbre Amistad Amorosa pasional

tancia es significativa como la madre de Susana San Juan y su padre —Bartolomé San Juan—; Florencio —la plenitud pasional de Susana San Juan—, Damiana Cisneros, el licenciado —Gerardo Trujillo—, el Tilcuate, Inés Villalpando, Justina —la nana de Susana San Juan—; Refugio —la mujer de Abundio Martínez—, o la pareja incestuosa: Donis y su hermana; Gamaliel Villalpando y su madre —doña Inés—; la madre de Susana San Juan; el padre del dueño de la Media Luna: Lucas Páramo, o el hermano del padre Rentería, asesinado por Miguel Páramo, quien también cometió el delito de estupro a Ana, sobrina del cura. Hay personajes desdichados; algunos, malogrados como Toribio Aldrete, quien es ahorcado para silenciar una deuda del cacique. Alguno chusco, como Inocencio Osorio, el Salta perico, quien trabajaba como “amansador” (en realidad “provocador” de los instintos sexuales de las mujeres) y recuerda a Lucas Lucatero en “Anacleto Morones”. Habrá otros de quienes sólo se sabe por su nombre y cuyo paradero de

1962

INGRESA en el Instituto Indigenista de México, institución en la que labora hasta su fallecimiento; se encarga de una edición para hacer visibles los lugares desconocidos de la República.

Pedro Páramo: Es el símbolo del caudillo

rural, el personaje brutal y dominante, el dueño de todo. Se ve a sí mismo como un joven romántico que sueña con casarse con Susana San Juan. Juan Preciado: El lector descubre Comala a partir de él. Llega a este pueblo en busca de su padre, sólo consigue su propia muerte en el pueblo de fantasmas. Dolores Preciado: Aparece como mujer que exige a su hijo la búsqueda de Pedro Páramo, y como una propietaria de tierras subordinada a los deseos del cacique. Padre Rentería: Es un cura con problemas morales que niega la absolución a los que no tienen dinero y perdona al hijo del cacique, porque es el dueño de Comala. Abundio: Es el mulero que conduce a Juan Preciado hasta Comala, es otro de los hijos ilegítimos de Pedro Páramo y quien lo mata. Susana San Juan: Es el amor frustrado de Pedro Páramo. Una mujer que aunque se casa con el cacique, no puede olvidar a su primer esposo, ni a su padre. Dorotea: Es una mujer obsesionada porque no podía tener hijos; además, es la que hace que ella sea la que “conseguía muchachas al difundo Miguelito Páramo”. Eduviges Dyada: Hacía el bien a todo el mundo, pero terminó suicidándose; cuando estaba viva fue la primera en descifrar la muerte de Miguel Páramo. Damiana Cisneros: Fue la criada de Pedro Páramo, quien se queda hasta el final con él, y quien anuncia el desenlace del protagonista. Miguel Páramo: Es el único hijo reconocido por el cacique, llega a la hacienda sin madre; su brutalidad y crueldad le llevan pronto a la muerte. Fulgor Sedano: Es el administrador de la hacienda, quien se esfuerza por enriquecer la Media Luna; y ejecuta las órdenes dictatoriales de su patrón. Florencio: Esposo asesinado de Susana San Juan. Bartolomé San Juan: Papá de Susana que abusa de ella. No le quiere dar su hija a Pedro y despues es asesinado. desconoce en un espació inasible y sin tiempo. Algunos muy incidentales y ambiguos como el de Rogelio. Aunque quienes preguntan por ellos ya están muertos, el diálogo, la conversación, la palabra les confiere una identidad que acredita toda pronunciación de la palabra. Se interrogan si acaso todavía vivirán: Filomeno, Dorotea, Melquiades, Prudencio el viejo y Sóstenes. Hay un personaje que atestigua con silencio omnisciente, que perdura entre las ráfagas de la memoria que deja instantáneas de su fertilidad y prodigalidad: Comala, el reino del cacique Pedro Páramo, a quien conocemos, sobre todo, de manera indirecta en la primera parte; a través de Dolores, Juan Preciado y Abundio, sabemos que estamos ante la maldad personificada: “un rencor vivo”. La frustración persigue a la comunidad en Comala. Los anhelos insatisfechos llevan a la desdicha exaltada que encubre el indecible drama. La desilusión rodea al fracaso y al quebranto de la pérdida. El aserto “nombre es destino” en Pedro Páramo ma-

1980

CON EL GALLO DE ORO aparecen sus guiones cinematográficos: El talismán, Paloma herida, La formula secreta, además del relato Un pedazo de noche, situado en un escenario urbano.

Se han escrito miles de páginas para explicar la obra de Rulfo que llevó, aun, a una suerte de industria académica que ha glosado, analizado e interpretado Pedro Páramo nifiesta su trayectoria: hombre rudo, impasible e inclemente que acaba desmoronándose en “un montón de piedras”. El 19 de marzo de 1955 se termina de imprimir la novela Pedro Páramo (número 19 de la colección Letras Mexicanas del Fondo de Cultura Económica), con un tiraje de dos mil ejemplares y viñetas de Ricardo Martínez. José C. Vázquez y Alí Chumacero cuidaron la edición. Antes de nombrarse como se le conoce, el texto se llamó sucesivamente “Los desiertos de la Tierra”, “Una estrella junto a la Luna” y “Los murmullos”. Cinco meses después se publica el texto sobre Rulfo que más resonancia ha tenido en la crítica rulfiana. “Realidad y estilo de Juan Rulfo” de Carlos Blanco Aguinaga (Revista Mexicana de Literatura, número 1, septiembreoctubre de 1955). Este artículo junto con el texto de Carlos Fuentes publicado en el L’esprit des lettres (Rhone, noviembrediciembre, 1955) y la primera traducción de Pedro Páramo, al alemán por Mariana Frenk (Munich, Carl Hanser, 1958) son el punto de partida del la proyección internacional de Rulfo, cuya obra se ha llevado a alrededor de medio centenar de lenguas. Se han escrito miles de páginas para explicar la obra de Rulfo que llevó, aun, a una suerte de industria académica que ha glosado, analizado e interpretado Pedro Páramo; en suma, sintetiza las búsquedas de las vanguardias latinoamericanas. Su plurisignificación permite todo tipo de lecturas, desde las literarias hasta las históricas (se ha repetido, no sin cierto esquematismo, que cierra con broche de oro la literatura de la Revolución) hasta las míticas, antropológicas y formales estructuralistas. El filólogo Antonio Alatorre llegó a decir que una vez tuvo la idea que la novela se imprimiera como una colección de poemas, con tipografía como textos sueltos (La novela está dividida en 69 segmentos o apartados). La vigencia de Pedro Páramo hoy es plena: la impunidad, el cacicazgo, el poder omnímodo de élites; la violencia —que se ha tornado ante el mundo, un funesto rasgo de identidad—, del arrasamiento de tradiciones, el abandono, y la miseria del mundo rural son tan cotidianas en el México actual como en la ficción creada por Rulfo. Y los fantasmas vívidos de Comala parecen ser la imagen de una población que pasmada (como zombis o almas en pena) resiste con estoicismo y mansedumbre las decisiones de un poder que tiene nombres institucionales, empresariales e individuales. Y la figura de Juan Rulfo sobrevive impasible, ante el uso y la administración obtusa que ursufructúa su nombre; la difusión de su obra que realizan instituciones educativas, una fundación; aun, organizaciones políticas en busca de legitimización.

1986

DEBIDO a un problema de enfisema pulmonar, Juan Rulfo fallece en la Ciudad de México el 7 de enero. A partir de su muerte se realizan nuevas ediciones de sus obras.

ROBERTO GARCÍA BONILLA*

ESCRITOR e

investigador literario

Un tiempo suspendido: cronología de la vida y la obra de Juan Rulfo Año: 2009 Editorial: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes


Foto>Especial

60 Años de Pedro Páramo

GABRIEL GARCÍA Márquez (de der. a izq.), Jorge Edwards, Mario Vargas Llosa, José Donoso y Ricardo Muñoz Suay, en 1974, figuras destacadas de la literatura hispana.

El boom le debe mucho a Rulfo

El ánimo de la narrativa latinoamericana Esta obra, ejemplo de la disposición de una estilística que cambió el rumbo de la novela en español; se convierte en un espíritu presente en algunas novelas dadas a conocer en los años 60 y 70

1954 Fue el año en el que salieron los primeros fragmentos de la novela

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Son los libros más vendidos de la librería Gandhi, entre ellos está Pedro Páramo

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Lugar ocupa entre los libros más vendidos del FCE, superado por El llano en llamas y Los de Abajo

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Por Carlos Olivares Baró > carlos.olivares.baro@hotmail.com

eis décadas de la publicación de un texto concluyente: Pedro Páramo (FCE, 1955) de Juan Rulfo, presencia insoslayable. La resonancia pulsa cuando Abundio confiesa: “Pedro Páramo murió hace muchos años”. Preciado entra a los parajes del abandono, de la nada, de la ausencia. Eduviges es una profecía. Doloritas habla en las rinconeras del silencio: El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro. Pedro Páramo, un rencor vivo. Sin evocaciones no hay fábula. Rulfo explora la realidad desde los retumbos: memoria vidriosa. Tiempo, término, héroe y acción. Contextos temporales

elucidados desde gestos retrospectivos de Juan Preciado; atemporalidad de la disertación de los muertos: monólogo o diálogo en ondulación constante. Digresiones que dan cuenta de la vida de Pedro Páramo Viaje de Juan Preciado a Comala, días después de la muerte de su madre, Doloritas. Cual Telémaco en busca de su padre, el personaje-narrador va tropezando con los resortes que conforman el pasado, los cuales prefiguran acciones futuras. El destino visto en los resplandores de un imaginario en que la sutileza del lenguaje impone todas las configuraciones gestuales de los personajes. Memoria: habla que traza una subjetiva red de sentidos. “Quiso levantar su mano para aclarar la imagen; pero sus piernas la retuvieron como si fuera una piedra […] Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras” (Pedro Páramo, pp. 303-304, Edición Colección Archivos, 1992). Rulfo elabora secuencias de imágenes visuales que funcionan con valores simbólicos propios del cinematógrafo. Contrapunteos de vo-

Novelas coincidentes

La escritura rulfiana encaja con dos novelas, en cuanto a la violencia y la desolación de Pedro Páramo.

Gran Sertón: Veredas

Año: 1956 Autor: João Guimarães Rosa Nacionalidad: Brasileño

Casas muertas Pedro Páramo

Año: 1955 Autor: Juan Rulfo Nacionalidad: Mexicano

Año: 1955 Autor: Miguel Otero Silva Nacionalidad: Venezolano

ces/rumores, los cuales cobran fuerza La trascendencia del autor de “Luvina” por las sombras contrastadas entre el radica, básicamente, en las puertas que sigilo y la muerte, entre la orfandad y la se abrieron, tras la aparición de Pedro Páproscripción. ramo, para el bosquejo y conformación Oralidad marcada por cadencias ale- de notorias libertades creativas: dispogóricas, fragmentadas y superpuestas, sición de una estilística que cambió el en elíptica retórica: “Le apreté sus manos rumbo de la novela latinoamericana. El en señal de que lo haría. Pues ella estaba boom le debe mucho a Rulfo: su obra se por morirse y yo en plan de prometerlo inserta en el arrojo y propuesta de Mario todo. ‘No dejes de ir a visitarlo —me re- Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Jucomendó—. Se llama de este y de este lio Cortázar, José Donoso, Carlos Fuenotro. Estoy segura de que le dará gusto tes, Augusto Roa Bastos y Guillermo Caconocerte.’ Entonces no pude hacer otra brera Infante. No tanto un predecesor, cosa sino decirle que así lo haría, y de sino un espíritu presente en las coordetanto decírselo se lo seguí diciendo aun nadas de algunas de las grandes novelas después de que a mis manos les costó dadas a conocer en los años 60 y 70 en trabajo zafarse de sus manos Hispanoamérica. No olvimuertas.” Primera y segunda dar los vasos comunicantes persona con un relator que de la escritura rulfiana con aflora con disimulado tono A LA EDICIÓN conme- Gran Sertón: Veredas (1956), de voz omnisciente (terce- morativa de Pedro Pá- del brasileño João Guira) en oscilante murmullo ramo se le cambiaron marães Rosa (1908–1967), los forros, con leyenda y con Casas muertas (1955) flaubertiano. Lugar común eso de que el especial de aniversario del venezolano Miguel Oteescritor originario de Apulco, y cuenta con un frag- ro Silva (1908–1985). Juan mento de la primera Jalisco, tuvo gran influencia reseña, hecha por Rulfo: presencia insoslaen el desarrollo del realismo Edmundo Valadés el 30 yable en la aventura de las mágico. Verdad de Perogrullo. de marzo de 1955. letras hispanoamericanas.


VI/ VII

La Razón | Sábado 14 Domingo 15.03.2015

Una historia que deslumbra

El poder y la ausencia

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Por Gerardo De la Concha > @ger_delaconcha

El padre ausente. La falta de madre constituye un insulto en México —“ese tipo no tiene madre”—, pero la ausencia del padre —incluso del peor de los padres— es una tragedia prácticamente innombrable

edro Páramo es una novela sombría, pero deslumbra como el Sol calcinante del desierto; es triste “como los tiempos”, pero su belleza literaria trasciende el tiempo de su historia, el medio rural donde se desenvuelve de manera peculiar, para ser una obra universal como las más grandes del siglo XX en todos los idiomas. He releído de nuevo sus páginas y otra vez surge en mí el entusiasmo que hace inevitable los elogios. A cualquier lector le pasa. En su momento, grandes escritores de distintos estilos se sintieron subyugados por la calidad artística de esta obra maestra: Gabriel García Márquez, Salvador Elizondo, Elías Canetti o Jorge Luis Borges. Pedro Páramo no envejece, como no le sucede a ninguna novela verdaderamente importante. Releí también hace poco, Hambre, de Knut Hamsun y me sucedió lo mismo, como si la hubiera leído por primera vez: ¡esta es una novela! En estas novelas amargas y bellas, está presente como trasfondo la dureza de la vida y de la historia, en Rulfo es el campo y en Hamsun es la ciudad. En ambos, su propia existencia transfigurada se vuelca a sus páginas. Si en Rulfo late aún la violencia de la Revolución con su carga de resentimiento y de muerte, en Hamsun la desigualdad citadina y la soledad en medio de la multitud opera como previsión de los desastres de la historia. Citar juntos a Rulfo y Hamsun no es gratuito. Rulfo expuso alguna vez que el escritor noruego, cantor de paisajes yermos —Hambre es una de sus excepciones, aunque para el personaje en la miseria la ciudad es tan agreste como un llano de hierba seca— fue una influencia decisiva para él cuando concibió Pedro Páramo. Hamsun narra la épica de los desadaptados, extraños en el mundo circundante, pero Rulfo fue más allá, al hacer del realismo un sueño (o una pesadilla), pues la búsqueda del padre, el vagabundeo de quien se siente extraño en la propia vida, se da entre los muertos. En un principio, Pedro Páramo se iba a titular Los murmullos, como una manera del autor de remarcar ese tipo de extrañeza del personaje al encontrarse en el mundo de los muertos. Se ha querido ver en esta novela una metáfora del caciquismo, una representación del abuso, de la injusticia histórica del campo mexicano. Pero la novela no

envejece —ni lo hará nunca— porque al margen del referente, su vuelo es más amplio. Su tema trata del poder en sí y de su ausencia, del creador que engendra y abandona y del viaje al mundo de los muertos —repitiendo su existencia en la eternidad— que sólo es posible en los sueños —o en el arte que los imita—. Sin la pose de los surrealistas, Pedro Páramo es una de las novelas más oníricas de la literatura mundial, pero en este sentido —el realismo vuelto sueño— que la hace tan singular. El padre ausente. La falta de madre constituye un insulto en México —“ese tipo no tiene madre”—, pero la ausencia del padre —incluso del peor de los padres— es una tragedia prácticamente innombrable. En este país caótico —salvo en los momentos en que ha prevalecido un orden, aunque sea un orden corrupto— hay una nostalgia muy grande por el poder, por la autoridad. Pero lo que Rulfo presintió por el trauma de la violencia revolucionaria fue la muerte de Dios

Se ha querido ver en esta novela una metáfora del caciquismo, una representación del abuso, de la injusticia histórica del campo mexicano. Pero la novela no envejece —ni lo hará nunca— porque al margen del referente, su vuelo es más amplio nietzscheana convertida en la muerte del Estado; ¿qué ley, qué justicia imperan en un mundo de muertos, donde la autoridad misma está muerta y sólo se escuchan murmullos, se entreven sombras y la “música tierna del pasado” endulza las almas

palpitantes? Grandes novelistas han lanzado a sus personajes a búsquedas inciertas, a retornos vitales, a encuentros imposibles. “Todos escogen su camino, todos se van”, dice Pedro Páramo en las páginas finales, antes de desmoronarse porque estaba hecho del material inerte de las piedras y era el símbolo del espacio yermo y pobre. De quien partió en su búsqueda, el hijo que recibió la encomienda de la madre agonizante no importa su nombre. El centro de la historia es Pedro Páramo, el padre ausente, el símbolo de la injusticia y del desmoronamiento. Juan Rulfo no sólo estaba preparado por los clásicos o los mejores de los contemporáneos, él mismo es la encarnación mexicana de la sabiduría literaria. A este libro, Pedro Páramo, hay que leerlo y releerlo.

Ilustración>Francisco Lagos> La Razón

Es triste “como los tiempos”, pero su belleza literaria trasciende el tiempo de su historia; en Rulfo late aún la violencia de la Revolución con su carga de resentimiento y de muerte


l igual que Juan Preciado, busco Comala entre las páginas de tres revistas culturales mexicanas, de hace más de medio siglo. Estoy en Ciudad Universitaria, en busca del origen de Pedro Páramo. Desde el Museo de Arte Moderno se puede ver la bóveda hecha de enormes paredes de concreto, que resguarda Las Letras Patrias, Universidad de México y Dintel, las tres publicaciones de 1954, que marcan el inicio de las letras rulfianas en Pedro Páramo. Entré, y lo primero que vi fueron guardias que se movían de un lado a otro en silencio; buscaban y acomodaban libros, revistas, periódicos…, por su apuro no notaron mi presencia. “¿Te puedo ayudar?”, preguntó uno de los encargados detrás de mí. “Sí”, —respondí mientras acomodaba mis notas frente a él— “busco las revistas culturales publicadas hace seis décadas”. “Sube al segundo piso; ahí te las darán”, indicó el guardia. Había más seguridad de la que suponía y no era para menos, pues como lo dijo Carlos Fuentes, Rulfo hizo algo “distinto y tan simple como esto: la creación literaria pertenece al mundo plurívoco de la poesía”. Mientras ascendía al segundo nivel observé el interior de la bóveda: era colosal, con luz tenue que iluminaba millones de libros y documentos. Su aspecto me hizo recordar el cementerio de los libros olvidados que Carlos Ruiz Zafón describe en La sombra del viento: “Un laberinto de corredores y estanterías repletas de libros ascendía desde la base hasta la cúspide, dibujando una colmena tramada de túneles, escalinatas, plataformas y puentes que dejaba adivinar una gigantesca biblioteca de geometría imposible…”. “Tómalos con cuidado, ya están muy deteriorados. Incluso, a unos les faltan páginas”, dijo Ernesto —quien se encargó de sacar las revistas que le solicité de una parte de aquella cúpula a la que es imposible acceder sino trabajas para la institición— al entregarme los ejemplares. Me senté en la última mesa de la tercera fila frente al mostrador. Abrí la pasta gruesa y roja que protege las débiles páginas de Las Letras Patrias: Antonio Castro Leal, Alfonso Méndez Plancarte, Rafael Heliodoro, Emmanuel Carballo, textos de estos autores eran la antesala para presentar el trabajo de Juan Rulfo. “Fui a Tuxcacuexco porque me dijeron que allá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”. Así empieza la historia que Rulfo mostró en la primera edición de la revista cultural, en enero de 1954. Comala ni siquiera aparece. “Fragmento de la novela en preparación Una estrella junto a la luna”, se lee en letras pequeñas al final de la primera página. Folios más adelante se encuentran los halagos de Alí Chumacero a Rulfo. Decía que el autor de El llano en llamas no era un escritor improvisado: “ha descubierto —como una llaga, no como un

La bóveda que protege los primeros detalles de Comala

dueño del libro

Por Pamela Aguilar >

Sábado 14 Domingo 15.03.2015

Fotos>Cortesía del

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VIII

Años de Pedro Páramo

PRIMER FRAGMENTO publicado en Las Letras Patrias, enero-marzo 1954.

DIBUJO DE Julio Vidrio que acompaña el fragmento de Pedro Páramo de la revista Universidad de México, en 1954.

La Razón SUPLEMENTO ESPECIAL

FRAGMENTO incluido en la revista Universidad de México.

ejercicio literario— el trasfondo de los personajes que se confunden con hombres vivos”. Continué con Universidad de México; en la edición de junio aparece la segunda entrega de Pedro Páramo, pero ya no se titula Una estrella junto a la luna, sino Murmullos. En ésta, el autor ya deja ver los detalles de aquel pueblo fantasma:“Estoy acostada en la misma cama donde murió mi madre hace ya muchos años; sobre el mismo colchón; bajo la misma cobija de lana negra con la cual nos envolvíamos las dos para dormir. Entonces yo dormía a su lado, en un lugarcito que ella me ha-

»COORDINADORA Anabel Clemente Trejo »REDACTORA Pamela Aguilar

»DISEÑO Amaranta Ruiz »ILUSTRACIÓN Fracisco Lagos

cía debajo de sus brazos”, se trataba de Susana San Juan, aquella mujer del pueblo abandonado al que aún nombraba Tuxcacuexco, y quien narra cómo murió su madre. Este segundo relato fue adornado con un dibujo, al parecer de una mujer entre sábanas, de Julio Vidrio. Sobre la mesa me espera un cuadernillo, Dintel. Sus páginas son más gruesas y pequeñas que las de las dos revistas anteriores, caben perfectamente en mi mano. Fue en septiembre de 1954 cuando aparece el último adelanto de la novela de Rulfo; se trata de las últimas líneas de la obra halagada por grandes plumas.

»RETOQUE DIGITAL Luis de la Fuente »CORRECCIÓN Alfonso González Panzzi Carlos Olivares Baró

LOS DOCUMENTOS también se encuentran en el libro Pedro Páramo 1954, editado por RM y la Fundación Juan Rulfo, que fue presentado en la Feria del Libro del Palacio de Minería.

Comparé aquellos fragmentos con la historia que ahora cualquiera puede leer en una edición de RM, es la misma pero el pueblo llamado Tuxcacuexco se convirtió en Comala, y la novela ni se tituló Una estrella junto a la luna ni Murmullos es Pedro Páramo. Estos fragmentos se encuentran resguardados en la Hemeroteca Nacional. Las páginas en las que fueron plasmados ya están amarillentas y débiles, pareciese que con el roce de las manos pueden hacerse pedazos, no así el legado de uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX.

CONTÁCTENOS. Conmutador: 5260-6001. Publicidad: 5250-0078. Suscripciones: 52500109. Para llamadas del interior: 01-800-8366868. Diario La Razón de México. Nueva época, Año de publicación: 6


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