PEREIRA, JUNIO DE 2015
PUBLICACIÓN COMERCIAL / VOCACIÓN PROFESIONAL PAG PEREIRA, JUNIO DE 2015
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IDENTIFICACIÓN DEL PERFIL VOCACIONAL
En busca de la vocación profesional El trabajo es una actividad ineludible e inevitable para la inmensa mayoría de seres humanos. A causa del coste que supone vivir en el sistema capitalista, millones de personas dedican un mínimo de 8 horas al día a ocupaciones que les permiten recibir una remuneración a final de mes. Sin embargo, muy pocas disfrutan desempeñando su labor, y son escasas las que creen que su trabajo tiene sentido (más allá del puramente económico). Dedicamos tantas horas, meses y años al trabajo que inevitablemente se convierte en una parte muy importante de nuestras vidas. De ahí que para lograr un bienestar verdadero y sostenible vivir una vida plena desde la autenticidad, sea fundamental desempeñar una función profesional que esté en coherencia con nuestros valores y necesidades reales.
DECISIONES PROPIAS
Hay personas que, desde muy jóvenes, tienen claro a qué se quieren dedicar. Sin embargo, la mayoría no suele tener tan definida su vocación profesional. Bajo esta premisa, muchos se dejan arrastrar por el condicionamiento sociocultural recibido, que les lleva a ocupar puestos de trabajo en función de la seguridad y prestigio que les proporcionan. Y pese a ser conscientes de que realizan una labor mecánica, carente de sentido, optan por seguir “fichando” cada lunes en la oficina. Hay muchos factores que se interponen entre un ser humano y su vocación profesional. El miedo, la inseguridad y la desconfianza son los más destacables. Todo cambio conlleva un cierto grado de incertidumbre, que tiende a potenciar
Apostar por nuestra vocación implica ejercer una función que aporte valor añadido a la sociedad en coherencia con lo que somos, lo que repercute directamente sobre nuestro bienestar emocional.
nuestro arraigado sentido de autoconservación. Pero esta actitud nos conduce irremediablemente a la inmovilidad y al estancamiento. Así, mientras nuestro potencial permanece encerrado bajo llave, la rueda sigue girando, el tiempo va pasando y parece que nunca es el momento adecuado para apostar por nosotros mismos. Sin embargo, nunca es tarde para romper este círculo vicioso. Y es que realizar un cambio de orientación profesional no implica saltar al vacío ni deshacerse de las responsabilidades adquiridas. Se trata de tomar conscientemente las riendas de nuestra vida, dejando a un lado la siempre tentadora “comodidad”. No en vano, descubrir nuestra vocación pasa por averiguar quienes somos, qué nos entusiasma, nos ilusiona y nos hace vibrar. Para lograrlo, se requiere honestidad, cora-
Las orientaciones básicas de la personalidad descritas en la teoría de orientación vocacional y elección profesional del psicólogo John L. Holland, representan un conjunto de tipos de personalidad del ser humano. En su teoría Holland, sostuvo que “la elección de una vocación es una expresión de la personalidad” y que el factor de las seis tipologías (investigador, realista, convencional, artista, social y emprendedor) podría ser utilizado para describir personas y ambientes de trabajo. Por lo general una persona solo se ve reflejada en dos o la sumo de tres patrones dominantes que son los más relevantes de cara a la orientación profesional. Un ejercicio interesante sería quedarnos con las cinco actividades de esos patrones dominantes que más nos motiven y nos hagan disfrutar. Actividades que durante nuestra vida hemos exteriorizado y buscado por voluntad propia y sin coacciones en nuestro tiempo de ocio.
je y compromiso con uno mismo. Al fin y al cabo, la vocación es el resultado de sumar afición, habilidad y sensación de sentido, que nace de la pregunta “¿Qué quiero aportar al mundo?”
TRABAJO POR QUE ME GUSTA
Una vez hallada nuestra vocación, llega el momento de confiar en nosotros mismos. Tras “entrenar” nuestros talentos innatos mediante la formación, el autoconocimiento y desarrollo personal, estamos preparados para la puesta en práctica. El objetivo consiste en dar lo mejor de nosotros mismos a través del ejercicio de una profesión verdaderamente útil, que genere riqueza real para la sociedad. Y eso pasa por tener la gratificante oportunidad de poder contribuir, de un modo u otro, a mejorar la vida de los demás. Paradójicamente, el contexto de crisis económica en el que vivimos nos brinda la mejor oportunidad para reinventarnos. Este escenario nos invita a redefinir nuestros valores, nuestras necesidades y nuestras creencias, que en muchas ocasiones nos limitan. En este marco podemos convertirnos en la oferta que demanda el mercado, profesionalizando nuestros conocimientos, habilidades y talentos. De este modo podemos alinear nuestro trabajo con lo que somos, encontrando un sano equilibrio entre nuestra vida personal y profesional. Es nuestra oportunidad de realizarnos como profesionales, siendo medios al servicio de los demás. Y nos lleva a redefinir nuestro concepto de éxito, pues no hay mayor triunfo que amar lo que haces y hacer lo que amas.
GERENTE FINANCIERO: Javier Ignacio Ramírez Múnera GERENTE COMERCIAL: Luis Carlos Ramírez Múnera DIRECTORA COMERCIAL: Blanca Cielo Moreno Obando EJECUTIVOS: Gloria Belén Morales PERIODISTA: Luisa Fernanda Monsalve Rojas CREATIVOS: Paula López / Óscar Rendón DISEÑO EDITORIAL: Viviana María Hurtado Arias / Mauricio Jaramillo Trujillo JEFE DE PRODUCCION: Carlos Alberto Arenas Giraldo IMPRESIÓN: R.R. Editores Pereira / El Diario del Otún www.eldiario.com.co
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Elegir una carrera ¿vocación o salidas profesionales? De los estudiantes que comienzan una carrera universitaria, casi el 20 % acaba abandonando en los primeros años. Acertar en los estudios resulta clave para no caer en la frustración.
Culminar el bachillerato y dar el salto al mundo universitario, es tal vez una de las decisiones más difíciles a las que se enfrentan los estudiantes. Para la mayoría no es claro cuál va hacer su campo de acción profesional y mucho menos cuál es el indicado. El temor, la indecisión, la desorientación y la incertidumbre son sentimientos constates que se revelan a los estudiantes en el desarrollo de los últimos grados de bachillerato. Para un gran número de ellos es claro que desean y quieren seguir estudiando pero no saben qué y mucho menos en qué institución universitaria. La elección de una carrera profesional no es una tarea sencilla, esta no pude tomarse a la ligera y es tal vez una de las decisiones más trascendentales en la vida. Esta decisión será determinante en el desarrollo del futuro profesional y personal y, requerirá una inversión de tiempo, dinero, esfuerzo, dedicación, y constancia.
DESDE LA FAMILIA O INSTITUCIONES
Como explica Fernando Miralles, doctor especialista en Psicología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, el problema es que no todos los jóvenes han recibido una buena orientación. Y de ahí el fracaso de su posterior elección. Sin embargo, hay una serie de pasos que ayudan a establecer una buena orientación psicoeducativa. En primer lugar, debe conocerse el perfil de
DÓNDE ESTUDIAR
La elección de la institución donde desea estudiar debe considerar distintos aspectos. Su calidad no necesariamente tiene relación con la publicidad que genera o el número de programas que imparte. Se deben considerar atributos como el prestigio de la institución y sus planes de estudio, nivel académico de los docentes, acreditaciones y por cuantos años, disponibilidad de recursos de apoyo a la docencia y el vínculo con otras casas de estudio destacadas en el extranjero. Además, es importante tener en cuenta los beneficios estudiantiles que ofrece. En ese sentido, deben considerar i la institución cuenta con tutorías de apoyo al rendimiento académico, talleres de orientación vocacional, programas de nivelación de competencias o inducción para alumnos nuevos, y cursos de idiomas.
personalidad del alumno (ansiedad, afabilidad, tensión, capacidad de adaptación). En segundo lugar, según el profesor Miralles, hay que determinar el cociente intelectual y las puntuaciones en factores numéricos, verbales o espaciales, “para saber cuáles son los puntos fuertes del alumno y sus puntos débiles”. A continuación, el perfil socioprofesional del estudiante será útil para valorar qué carreras y profesiones le interesan más. Por último, una entrevista personal con el alumno acabará de definir los estudios que puede cursar, con lo que “su nivel de riesgo a no finalizar la carrera disminuirá significativamente”. Además, y como subraya Miralles, una de las acciones que no debería hacer jamás un padre es obligar o presionar a su hijo para que realice unos estudios universitarios específicos. “Los jóvenes estarán expuestos en todo momento en especial en los primeros años de la carrera a dejar los estudios, ya que no son los que ellos querían hacer”, afirma. La vocación es, por tanto, fundamental. En palabras del profesor, hay trabajos eminentemente vocacionales “a los que es muy difícil que el alumno renuncie”, como los de médico, enfermero, arquitecto, profesor, militar, policía, etc. Pero la actual inestabilidad laboral es un factor que no habría que obviar. “Si todas estas variables las estudiamos de una manera objetiva, podremos sacar conclusiones que ayudarán al alumno a elegir su mejor porvenir”, sentencia Miralles.
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Enlace, programa de permanencia estudiantil ◗ RODRIGO TABARES RUIZ Universidad Cooperativa de Colombia Al llegar a la universidad sabemos que son muchos los sueños, las metas y los ideales que tienen los jóvenes al empezar a estudiar un programa de educación superior; sueños que todo estudiante quiere ver hechos realidad porque le dan forma a su proyecto de vida. Las Instituciones de Educación Superior del país vienen implementando diferentes estrategias para disminuir la deserción de sus estudiantes, que sigue presentando altos índices en Colombia. La deserción universitaria en nuestro país se acerca al 48 %, es decir, que se retiran 48 estudiantes de cada 100 que ingresan a cursar un programa académico En el proceso formativo, no sólo la parte académica es fundamental para el desempeño del estudiante, el equilibrio emocional y la situación económica son factores que también influyen en la permanencia estudiantil, factores que en algunas ocasiones pueden truncar o aplazar dichos sueños. La Universidad Cooperativa de Colombia a través del programa de permanencia estudiantil Enlace ofrece apoyo y acompañamiento a los estudiantes mediante un conjunto de estrategias de tipo académico, psicosocial y financiero, a fin de que puedan culminar con éxito su proceso de formación profesional. La metodología que desarrolla el programa Enlace es participativa, flexible y de trabajo en red. Estos tres componentes son los ejes principales de la estrategia, porque el proyecto permite la articulación de cada uno de los programas académicos de la Universidad para el seguimiento y orientación permanente del estudiante según las necesidades de éste, e involucra a la familia, los profesores y personal
administrativo.
ESTRATEGIAS
Acompañamiento académico: Actividades orientadas a favorecer el logro de los objetivos curriculares del estudiante, como tutorías académicas, talleres de refuerzo, talleres de lectura integral y talleres de métodos y hábitos de estudio. Acompañamiento psicosocial: Orientación emocional, cognitiva y social en función de atender las necesidades del estudiante en su proceso vocacional y profesional. Igualmente, se realizan actividades como: Jornada de inducción a estudiantes nuevos, jornada de inducción a padres de familia, talleres de adaptación a la vida universitaria y talleres de orientación vocacional.
Acompañamiento financiero: Orientación financiera para favorecer la permanencia en los diferentes programas académicos, por medio de organizaciones que ofrecen créditos o formas de apoyo a los estudiantes para el pago de la matrícula. Así mismo, la Universidad Cooperativa de Colombia les ofrece a los estudiantes estímulos por rendimiento académico sobresaliente, que consisten en descuentos en el valor de la matrícula del 70 % y 90 %; estímulos por rendimiento deportivo, que van desde el 20 % hasta el 100 % del valor del semestre, estímulos por representación en los cuerpos colegiados de la Universidad y estímulos al grupo familiar, es decir, descuento del 10 % para los hermanos, compañeros permanentes, padres e hijos del estudiante.
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Ama lo que haces, clave del éxito Hacer algo que no te satisface significa frustración e infelicidad, por lo que es importante que nos dediquemos a la profesión que realmente nos llena y nos satisface.
BUENA ACTITUD Tener una actitud positiva ante el trabajo nos ayudará a ser más felices. También hemos de saber que tanto el optimismo como el pesimismo son contagiosos y que nuestra actitud puede influir en crear un ambiente de trabajo en un sentido o en otro. Evitar el pesimismo y la negatividad. Intentar relacionarnos más con los compañeros y hacer amigos en el trabajo. Descubrir fórmulas para participar más y mejorar nuestro trabajo. Ofrecer nuestra colaboración a personas que la necesiten. Normalmente, antes de que alcancemos una edad para pensar con ciertas garantías, que es lo que queremos hacer con nuestro futuro laboral, tenemos que empezar a tomar decisiones sobre nuestros estudios o nuestra preparación para la que va a ser nuestra actividad profesional. Estas decisiones están influenciadas en muchas ocasiones por factores ajenos a nuestra voluntad y por un desconocimiento de la realidad laboral. Incluso en la universidad se obtiene poca información de cómo son los distintos tipos de trabajo a los que podemos optar. La primera pregunta que nos deberíamos plantear es: ¿qué es lo que realmente nos gustaría hacer? y luego ver hasta qué punto esto es factible. Contestar a la primera pregunta es complicado. Algunos autores opinan que podríamos decir que una persona ama realmente su trabajo cuando estuviese dispuesta a realizar éste sin tener una contraprestación económica, es como si nuestro hobby fuese también nuestro trabajo. Aunque esta reflexión requiere algunas matizaciones, ya que no es lo mismo tener afición a la fotografía que ser un fotógrafo profesional; o amar la música, que dedicarse a ésta profesionalmente. Esto se debe a que nuestra perspectiva cambia cuando algo pasa de ser una afición a convertirse en un trabajo y, por lo tanto, en un deber. Sí podemos decir que esa sería la ilusión de la mayoría de las personas. De hecho, poca gente puede trabajar en lo que realmente le gustaría, todo el mundo tiene que ganarse la vida y es difícil conseguir que te paguen por hacer lo que más te gusta. En la elección de un trabajo prima a veces más el dinero, el poder o el prestigio social que la vocación profesional. Muchas personas ambiciosas basan toda su orientación profesional únicamente en alcanzar estos objetivos. Pero la
ambición bien entendida debe consistir en que la consecución de estos objetivos sea una consecuencia del desarrollo de nuestra vocación y de los méritos por la implicación y aportación de nuestro trabajo. Si el trabajo que escogemos coincide con nuestra verdadera vocación, tendremos más probabilidades de poder disfrutar de él y, al poner más empeño e ilusión, también tendremos más posibilidades de tener éxito y de realizar un trabajo bien hecho.
Ofrecernos para trabajos en equipo. Involucrarnos en los objetivos de nuestra empresa. Por último, debemos dejar de mirar el reloj; el aburrimiento es uno de los enemigos más importantes para poder disfrutar con nuestro trabajo.