CANTO DE TUCO Diego Contreras Vela Verano, 2012 La cabalgata de la luna tornase en un bálsamo de miseria corre, corre llevando las tristes notas del canto de un tuco. Desgracia.
En la sierra todos lo odian. lo apedrean y espantan. Chu...chu...ave de mal agüero. Eudocio, el triste patriarca viudo carga la carabina y... buuuuuummmm truena una potente descarga... Plumas revolotean como hojas en otoño. Los niños rezan en silencio, las mujeres se persignan y se arrepienten de ocultos adulterios.
El patriarca sale de la estancia con soberbia en busca del trofeo. Llega al pie del árbol... y una sorpresa espantosa termina por enloquecerlo: Desnuda Inerte con una rosa escarlata en su blanco pecho cubierta de pólvora yace María,
la sacrificada esposa que un día gris de enero, del que nunca más quiso recordar, había desaparecido de su vida. Llanto, dolor hay en la estancia. El odiado canto del tuco, Se ha convertido en tragedia.
El alba raya en el dorado horizonte, Salud, compadre. Sírvase un llonque