ESTIRPE DE ÁGUILA La vida es como escalar una gran montaña En donde su fresca cumbre Está coronada con las riquezas más extrañas Con la que nosotros Ni siquiera hemos soñamos. Pero una clase de hombres La ve tan distante, A veces inalcanzable Que entra en pesimismo: “Para que gastar mis energías si nunca llegaré a la cima. Mejor me quedo aquí, en las faldas del valle donde el río da vida todos los años”. “Si quiero extender mis dominios no caminaré mucho y encontraré a mis manos lo que yo quiero”. Con supina soberbia espantan El espíritu de superación. Los que así piensan, son los pragmáticos conformistas Que desprecian oportunidades y van De tumbo en tumbo por la vida Navegando entre el optimismo y el pesimismo: La mediocridad, Acomodándose siempre a las circunstancias Para sacar sin escrúpulos el mejor provecho. ¿Tú; eres uno de ellos? Pero en este valle humano de seres disconformes, Existe otra clase de hombres Que no se conforman con lo que tienen Y se aventuran a explorar más arriba De la base de la montaña... y suben, suben más arriba de las faldas rugosas, y como nuevos conquistadores clavan sus marcas e instalan sus dominios, ven que tienen una mejor vista panorámica del valle, entonces se sienten los amos de las nuevas tierras tomadas afirmando un nuevo reino de vida, superando a los que viven en el llano, a los que ahora miran con desdén. Seducidos por el nuevo poder que han logrado Creen tenerlo todo a la mano y se lanzan A disputarle al águila el Gran Trono, Pero su vanidad les ciega y creen
Que de ellos es ahora el reino. Triunfo pírrico que se desvanece Con el vuelo más alto del águila. No saben que es el conformismo El que se apodero de ellos, aunque crean que lo tienen todo. Pero dentro de la cepa de hombres disconformes Existen aquellos que ven el mundo con curiosidad, Y como exploradores se aventuran a escalar día y noche las empinadas y resbalosas pendientes de la montaña imitando el vuelo del águila para superarlo. Nunca terminan de aprender porque la humildad es la savia que inyecta de energía sus vidas para aprender a conocer el mundo y los secretos de la montaña que se trueca en mágica ante sus intrépidos ojos. Esta raza de hombres sabe Que para poder superar el vuelo majestuoso del águila y ganar la cima donde está el premio de la prosperidad tiene que ser disciplinado en la lucha cotidiana para así resistir las adversidades, sobreponerse a las vacilaciones e ir adelante convencido del triunfo, convencido de que vale la pena vivir por un magno ideal, que ese ideal se construye: con cada ilusión nuestra con cada lágrima amarga con cada suspiro reparador con cada gota de sudor nuestro... en suma, con cada átomo de nuestro ser Para ser mejores, mucho mejores Que el osado vuelo del águila Que desde lo alto mira Imponente al mundo Y se siente su legítimo dueño. Proceded entonces como el águila Despercúdete de tus prejuicios y mira el mundo como si fuera tuyo: ¡Oh estirpe de águila! DIEGO CONTRERAS VELA VERANO 2014