Arte

LAGUNITA • ARTE

FILOMENA PETRUCCI

La esencia del color y la forma

La artista venezolana manifiesta sus más profundos sentimientos y emociones en un sinfín de tonalidades y trazos en obras que ha exhibido en distintas galerías nacionales e internacionales

Por Yolanda Manrique Fotografía: Cortesía

Oriunda de Acarigua, estado Portuguesa, el arte y la pintura la han acompañado desde su infancia. Se considera autodidacta pues para ella, se trataba de un inocente hobby, hasta que la necesidad de expresión la llevaron a compartir su trabajo y a descubrir que era más que un pasatiempo, era su vida toda y su verdadera vocación. El maestro Orlando Campos la impulsó a seguir sus experimentaciones y la búsqueda incesante de un estilo propio, de una permanente práctica de su esencia espiritual y el testimonio de amor que invoca en cada una de sus obras.

La evolución de su trabajo ha sido un acto de evolución permanente: “Siempre he tenido esa inquietud y esa pasión por pintar, por crear. Es como un fervor interno. Desde hace algunos años, muchas personas, incluso ajenas a mí, me insistían en que yo no podía ser una aficionada. Por eso, hace como cinco años, decidí asumir con formalidad el desempeño estético y llegué, para mi fortuna y gracias a Dios, al taller del profesor Campos, articulador, museólogo y filósofo, que se convirtió en mi mentor y, desde entonces, sigo evolucionando como persona y artista”.

En sus obras, el color y la forma se condicionan mutuamente, pues según sus palabras, van de la mano: “Cuando uno comienza, casi siempre lo hace con timidez, con miedo, con precaución. Como artista, uno está buscando su propio estilo, su propia forma de expresión, pero como seres humanos, siempre vamos evolucionando, mutando, cambiando a medida que creces. Estamos en permanente cambio. Yo estoy siempre experimentando, buscando nuevas líneas, colores, formas. Me gusta probar texturas, acabados, distintas armonías que pueden surgir de un trazo o de un tono. En mi obra no hay desorden, pero sí creo en la informalidad de la expresión y en lo que cada pincelada va diciendo”.

Filomena Petrucci es una artista con una enorme sensibilidad espiritual: “Yo considero que mi inspiración, mi habilidad y mi necesidad de expresión viene de las manos de Dios. Es un don que me fue otorgado y es gracias a esa fe y confianza que puedo afirmar que mis obras son elaboradas con una profunda vocación y espiritualidad”.

En palabras del maestro Orlando Campos, reconocido por su trabajo inspirado en la fe, la religión y la divinidad, Filomena Petrucci es una artista que posee el don de plasmar la emoción a través de sus piezas: “Es una apasionada del universo infinito variado y rico. Su pintura es soñar y recordar con las manos, con el pincel. No lo real inmediato sino su sentir. Una de las maneras para plasmar la emoción en un momento y circunstancias determinadas es a través del colorido y de las texturas que la artista imprime con su carácter personal y único”.