Nicolás Díaz

LAGUNITA • RETRATO

Carlos Sánchez

“Rectitud, constancia y disciplina”

Ha tenido una extensa carrera en el mundo hípico que sobrepasa los 30 años. Sus inicios fueron en la escuela de equitación del ejército donde formó parte también de los jinetes que representaban al equipo ecuestre en los concursos nacionales programados por la Federación Ecuestre de Venezuela. Actualmente sigue ejerciendo como profesor de equitación

Texto y foto: Anabella Capiello

¿Cómo nace su vinculación con el deporte ecuestre?

—Esta parte de mi vida la vamos a dividir en dos fases, la primera se refiere a mi infancia cuando aprendí a montar caballos en la hacienda de mi tío, recorriendo y arreando ganado cuando se hacían los trabajos de campo; esta etapa la tomé como un deporte, llegando a ser un coleador categoría “B”. La segunda, cuando ingresé a la academia Militar de Venezuela para estudiar la carrera como futuro oficial del ejército, encontré que unos de los deportes que se practicaban era la equitación de salto y adiestramiento. Motivado por la pasión del coleo hice un gran cambio y empecé a practicar la equitación de salto ecuestre como cadete de la Academia Militar de Venezuela, así nació mi pasión por los caballos y la equitación de salto ecuestre.

“Mi familia ha sido un gran apoyo en esta vocación, pues siempre ha estado presente”

¿Su familia lo acompaña en su afición por los caballos?

—Toda la vida mi familia me ha acompañado en esta afición, sobre todo cuando mi señora montaba y competía también. Después nacieron mis dos hijos y pasaron a formar parte, junto a ella, del equipo de apoyo que me acompañaba a todas las competencias que asistía a nivel nacional.

Seguramente hay muchas personas que les gustaría incursionar en este mundo pero no lo hacen por miedo ¿Cómo los animaría usted a subirse en un caballo?

—Esa es la parte más difícil de este deporte porque el miedo es libre y muy personal. He visto personas con mucho talento para montar caballo y practicar este deporte, pero el miedo los domina de tal forma que no se percatan del talento natural que tienen. Las veces que he vivido esta situación trato de animar a estas personas, dándoles a conocer el don natural que tienen para montar a caballo, que deben aprender a dominar y controlar los nervios y el miedo que no los deja disfrutar este deporte. También les comento que con la práctica y la constancia aprendemos a controlarlo y a dominarlo”.

¿De qué manera es su técnica para entrenar, para enseñar y para mejorar el rendimiento de un caballo?

—Mi técnica para alcanzar todos estos puntos es muy larga, pero no complicada. La voy a tratar de resumir en las siguientes etapas: Hablaremos de un caballo que ya está manso, que acepta el peso del jinete, que acepta el filete en su boca y ya entiende las diferentes ayudas. Primera fase: Desarrollo del ritmo, desarrollo de la soltura, desarrollo del contacto, desarrollo de la impulsión. Segunda fase: Desarrollo muscular del caballo, desarrollo del balance del caballo, desarrollo del equilibrio del caballo, ejercicios de conducción y obediencia. Tercera fase: Ejercicios de iniciación al salto, ejercicios gimnásticos de desarrollo, ejercicios de desarrollo pulmonar, ejercicios gimnásticos combinados con saltos. Cuarta fase: Ejercicios de saltos aislados, ejercicios de saltos compuestos, ejercicios de saltos correlacionados, ejercicios de saltos con altura y espesor. Quinta fase: La participación en concurso fuera de su club para que conozcan sitos y obstáculos nuevos.

¿Hay algún jinete que haya influido en su formación?

—Son varios jinetes los que influyeron en mi formación, entre ellos: Cap. de caballería (Hungría) Jorge Abadi, Tecnel de caballería (Chile) Don Guillermo Aranda, Cnel. de caballería (Chile) Mario Piraino Valenzuela, Profesor (Francia) Jean o”Orgeix, Cnel. (Irlanda) Gerry Mullins.

A título personal ¿qué es lo más satisfactorio de este deporte?

—Cuando ves y sientes cómo un caballo o un jinete evoluciona de tal forma que empieza a dar los frutos del trabajo, la constancia y la disciplina en las diferentes competencias a nivel nacional o internacional, la satisfacción del deber cumplido.

¿Cómo consigue llegar a Lagunita Country Club como Pro del Centro Ecuestre?

—Yo tengo tiempo trabajando en el club como profesor y trabajé con el Head Pro anterior, el Pro Jorge Machado; quien por razones de salud tuvo que viajar al exterior. Durante su ausencia le hice la suplencia y fue en donde empecé a conocer las diferentes funciones y responsabilidades de un Head Pro. Pasado un tiempo, y todavía realizando la suplencia, la Sra. Elizabeth Valencia, amazona y quien era parte de la Junta Directiva del momento, me ofreció el cargo motivado a que el Sr. Machado, finalmente, había renunciado. En vista de que era un trabajo que ya venía realizando, acepté su oferta y aquí estamos trabajando por desarrollar más de este deporte en el club.

Su día a día en el club ¿cómo es?

—Es muy activo porque además de dar clases a los alumnos que tengo, debo entrenar a los caballos bajo mi responsabilidad, supervisar el mantenimiento de las diferentes áreas de instrucción, supervisar el funcionamiento de la escuela, apoyar a los entrenamientos con el equipo y personal que necesitan. Tengo que cumplir con una serie de responsabilidades para que el centro ecuestre funcione a cabalidad.

Si tuviera que dedicarse a otra disciplina ¿cuál sería?

—Me dedicaría al fútbol, desde niño siempre jugué. Nunca he sido bueno en esta disciplina, pero es un deporte que me gusta mucho por su actividad, por su trabajo en equipo y por sus estrategias para lograr un gol.

Tres palabras que lo identifiquen.

—Rectitud, constancia y disciplina.

¿Algo que le hubiese gustado que le preguntara?

—Sí: ¿cómo me siento trabajando en el club? Me siento muy bien y con un buen espíritu de cuerpo con la institución que representa el club.