6 minute read
Destinos
LAGUNITA • DESTINOS
Bariloche íntimo y personal
Advertisement
La aldea que se transformó en destino soñado puede resultar abrumadora si se comparte con sus dos millones de visitantes anuales. Para disfrutarla como un rey, lo ideal es consultar a los expertos en planificar vacaciones inolvidables
Por Cecilia Torres Fotos: Cortesía
Agradecimientos: gmmg media - joseame Hay muchas formas de conocer la belleza infnita y salvaje de San Carlos de Bariloche, la famosa ciudad ubicada a los pies de los Andes en la Patagonia Argentina, pero dejarse guiar por conocedores de la zona, que son capaces de hacer vivir una experiencia turística y gastronómica inolvidable, es lo máximo.
Guillermo Kaswalder, comunicador social de la UCAB, nacido en Buenos Aires, y el chef barilochense Daniel Micalizzi, especializado en comida regional, ofrecen un servicio de turismo personalizado mediante el que están atentos a los gustos y expectativas del viajero, al extremo de que pueden adelantarse a satisfacer deseos y necesidades, planifcar actividades y ofrecer contactos, asesoramiento y servicios. Ambos regentan Citizen Kane Lodge, hotel boutique situado a seis cuadras del Centro Cívico. Se trata de un lugar para sentirlo como propio, comer rico y vivir aventuras.
La ciudad está ubicada en el Parque Nacional Nahuel Huapi, al año recibe dos millones de turistas y es el segundo destino de esquí en el mundo y el más grande de América del Sur. El
Congreso Nacional argentino nombró en 2012 a Bariloche Capital Nacional del Turismo de
Aventura.
Una curiosidad
Los visitantes siempre preguntan por la leyenda del monstruo del lago Nahuel Huapi, mellizo del que aparece en el lago Ness de Escocia. Le llaman Nahuelito y los lugareños siempre están atentos
No para cualquiera
Guillermo y Daniel se confesan enamorados de Bariloche. “Es precioso, es el centro neurálgico para visitar sitios periféricos. Tenemos un aeropuerto internacional, por lo que no hace falta que pases por Buenos Aires para llegar. Villa La Angostura, por ejemplo, es el centro de los hoteles de lujo, incluso tiene hospedajes living chateau, en los cuales desaparecen las barreras tradicionales para convertirse en lugares muy familiares”.
En esta zona hay un gran circuito de turismo con muchos accidentes orográfcos. En pocos kilómetros encuentras el desierto, la estepa patagónica llana, picos con nieve, el bosque andino y, de inmediato, una especie de cañón con formaciones rocosas talladas por la naturaleza a orillas del río Limay.
Desde el centro se puede ir al Cerro Bayo, al bosque de arrayanes cuyas especies botánicas son únicas. Allí está la cabaña que inspiró a Disney para su película Bambi. Ofrece velerismo o esquí y está a hora y media de la ciudad. En Bariloche comienza la ruta de los siete lagos hasta San Martín de los Andes, un pueblo muy bonito, donde se practica andinismo y senderismo.
Los guías, que conocen a entrenadores e instructores deportivos, pueden organizar una excursión de todo el día para cabalgar por el desierto, hacer rafting y, para cerrar, saborear un delicioso asado criollo. Daniel relata que en esa zona se refugió Butch Cassidy -el del galardo-
LAGUNITA • DESTINOS
nado flme de 1969- mientras estuvo prófugo de la justicia de Estados Unidos.
En Villa La Angostura, por ejemplo, se puede disfrutar de los paisajes más exuberantes y de una tranquilidad apropiada hasta para la reina Máxima de Holanda, que veranea todos los años allí. Se trata de una de las mejores playas para practicar en verano kayak, windsurf o natación.
Desde las cumbres puede verse Chile, y es que el parque nacional que rodea el lago Nahuel Huapi es un hito geográfco. En Villa Angostura, a 29 km de la frontera, se cruza hacia el vecino país en catamarán y un tramo por tierra.
Uno de los mayores atractivos de la zona es el Cerro Tronador, único glaciar negro que se formó sobre un volcán. Debe su nombre al rugido que emite cuando se desmorona. Sobre sus laderas está el refugio de Agostino Rocca, situado a 1.432 msnm. Desde allí el paisaje es imponente. Se practica trekking, senderismo, excursionismo y hasta clases de escalada en hielo. En Cerro López se puede hacer trekking vertical, siempre bajo la guía de un profesional.
Bajando el Tronador hay un lugar muy bello, el brazo Tristeza, que llega hasta la frontera. Al recorrer la zona hasta Puerto Blest se encuentra la estación Lago Frías, que sorprende por el color verde esmeralda de las aguas provenientes de los rápidos. Tras una caminata por la bahía hasta Puerto Cántaros, se llega a la cascada de los Cántaros. Al fnal del sendero está un alerce gigante de más de 1.500 años.
Para recordar
+ en Bariloche hay 25 fábricas de cervezas artesanales + los vinos patagónicos son especiales por la calidad de sus uvas malbec y pinot noir
El lujo en tres hoteles
Llao Llao Hotel & Resort Golf-Spa. 5 estrellas. Complejo de playa, campo de golf de 18 hoyos, piscina cubierta, sauna, gimnasio, spa. Ofrecen piragüismo, pesca, ciclismo de montaña. Charming Luxury Lodge & Private Spa. 4.5 estrellas. Piscina climatizada, dictan clases de esquí, se puedes montar a caballo, hacer piragüismo o ciclismo. Lirolay Suites, suites de lujo con bañeras de hidromasaje y chimeneas de piedra, balcón con vistas del lago y bosques cercanos.
Súper top
El glamping es un turismo alternativo con las comodidades de un hotel cinco estrellas, donde se reconecta con la naturaleza. En Bariloche es una escapada de lujo única, que permite practicar senderismo, ciclismo de montaña, rafting, piragüismo y hospedarse en un domo de techo acristalado que cuenta con todas las comodidades, jacuzzi, sauna, duvet con plumón. Lo máximo es dormirse viendo la Vía Láctea desde la cama.
En invierno es usual subir al Cerro Catedral, el principal centro de esquí y snowboard de Latinoamérica. También al Centro de Ski Nórdico, ideal para familias que dan sus primeros pasos en el deporte. Si no desea esquiar, puede dar un paseo en cuatriciclo con orugas por el bosque o caminar con raquetas. Un paseo en motos de esquí llega a Villa Arelauquen, complejo hotelero cinco estrellas. Como curiosidad, allí ofrecen un menú de quesos que termina con una fondue excelente y de postre fondue del chocolate regional.
En verano se puede volar en parapente desde el cerro Otto o practicar bungee. Si el viajero no es muy osado, puede divertirse con las motos acuáticas, padle board, kayac o pesca. Para los no deportistas hay muchísimas actividades, como las cabalgatas en Colonia Suiza, por ejemplo.
Gastronomía inolvidable
Daniel, que durante una década fue chef en la Embajada de Alemania, refere que la impronta más importante de Citizen Kane es la gastronomía. “Somos los mejores en servicios y nos aplicamos con lujo y dedicación a la alimentación de nuestros huéspedes”. -Argentina ha recibido italianos, españoles y judíos –recuerda-, y a la Patagonia llegaron alemanes, croatas, suizos, eslovenos y holandeses, por eso la comida es diferente. Aquí consumimos carnes de caza, ciervos, jabalíes, guanacos (un camélido), liebres. Hacemos cocinas de olla, todas las europeas tipo gulasch, escabeches, ahumados, fondue. La estrella es el cordero patagónico, con su sabor único, y en pescados, la trucha. Las cenas gourmet de varios pasos resultan una experiencia total en Citizen Kane. “Son cenas de autor hechas especialmente. Vinos especiales y cerveza casera. Panes rellenos recién hechos, variedad de empanaditas. Mientras transcurre la degustación, el chef habla de las especies patagónicas, todo servido sobre porcelana inglesa, con platería y cristalería fna. Comienza con aperitivos, una entrada caliente o fría, después los platos fuertes. De postre, salen al jardín a buscar frutas rojas para el yogur o degustan crême brûlée con dulce de leche casero al calor de la chimenea, mientras disfrutas de un cognac y de una conversación agradable”, cuenta el chef.
Los desayunos son abundantes, sanos, un plato salado y uno dulce, uno frío y uno caliente, croissant, café y té importados y el chocolate fabricado en la zona con cacao venezolano. Mención aparte para el método indígena de cocción denominado curanto, plato típico que utiliza piedras calientes, carbones o madera para cocinar bajo tierra cualquier tipo de carne.