Desde la cima del Cerro Pelón se puede apreciar una hermosa panorámica del pueblo y de las montañas que lo rodean, y que culminan en la espesura de las Minas.
M
ientras el sol sale a primeras horas de la ma ñana tras la capilla de María Auxiliadora, en
la colina más alta del horizonte, las verdes montañas se iluminan y los tejados muestran su rojos centenarios. A lo lejos, se aprecia el recorrido de un enorme río enmarcado por la copa de los más frondosos árboles, mientras que al final, donde la vista se pierde, la Cordillera de la Costa muestra sus imponentes cimas. Tantas cosas pueden admirarse con una caminata de tan solo 15 minutos que lleva a la mayor altura de los alrededores de Aroa, un pequeño pueblo, cuyo tamaño no concuerda con el número de sus encantos.
Aroa se encuentra en el centro de un gran valle en el que han aparecido numerosas poblaciones con el correr de los años. El pueblo apareció algunos siglos atrás a orillas del río Aroa, en cuyas cabeceras se encontraban grandes cantidades de cobre. Fue así como Aroa vivió una enorme prosperidad desde el momento de su aparición: en él estuvieron la primera planta eléctrica del país, el primer ferrocarril y el primer teleférico. Hoy todos aquellos avances no
tas y casas con fachadas largas de grandes puertas de
parecen más que anécdotas y el pueblo parece
madera y ventanas voladas. Muchas de estas casas
olvidado en el verdor de los campos yaracuyanos.
son verdaderamente icónicas para sus habitantes,
Pocos vestigios quedan de la antigua grandeza del
como la casa de Miguel Thomas, un hermoso caserón
pueblo: sus plazas,, luna enorme manga de coleo, el
de dos plantas, en cuya fachada se puede leer la fecha
hospital viejo, y por su puesto los vestigios de las
de su edificación: 1921. La mayoría de los habitantes
antiguas minas de cobre.
de Aroa la consideran la casa más antigua del pueblo,
Sin embargo, el olvido que condenó
al pueblo
sin conocer que algunas otras provienen incluso del
permitió también que se conservara buena parte de su
siglo anterior. Se ubica en un solar privilegiado, justo
patrimonio, llegando hasta nuestros días como una
frente a la Plaza Bolivar, donde se levantan otras
retícula atravesada por empinadas calles y avenidas,
casas de gran importancia monumental para el pueblo
algunas de ellas empedradas como antaño, aceras al-
y la mayor iglesia de la zona. El conjunto monumen -
La capilla María Auxiliadora está en la cima de un pequeño cerro que lleva su nombre. Desde él se tiene una de las mejores vistas de Aroa.
tal conserva, entre otras edificaciones, la Iglesia de
las casas los domingos, donde abundan los plátanos,
San Miguel Arcángel, la Biblioteca Pública Josefa
bananas, aguacates, ajíes y pimentones, además de
Marín de Narváez, con una colección bibliográfica de
una muy variada y colorida gama de productos
5.000 títulos y 14.500 ejemplares ; y la maravillosa
agrícolas.
casa de la familia Morr, una hermosa construcción de
Sí se pasea por las calles que rodean la
finales del siglo XIX, con ventanas voladas y
emblemática Plaza Sucre, no solo se descubrirán las
hermosas cornisas. Numerosos son los comercios que
coloridas fachadas de la población, sino también los
se han abierto en las angostas calles de este pueblo. Se
vestigios de la peor inundación sufrida por sus
pueden encontrar desde pequeños restaurantes y una
habitantes: la del año 2011, donde el río Aroa tapó con
panadería, hasta zapaterías y tiendas de ropa. Sin
agua y sedimentos la mayor parte del pueblo.
embargo, quizás lo más llamativo son las pequeñas
Cerca de esta plaza Sucre se encuentra el ascenso
ventas de vegetales que se instalan en los frentes de
a uno de los puntos de mayor interés del pueblo. Se
trata del Cerro Pelón, cuyo ascenso se puede hacer en carro por una corta pero empinada carretera, con curvas muy pronunciadas y precipicios profundos,
que sin embargo solo toma 10 minutos en recorrerse en carro, y 15 caminando. En la cima se encuentra un pequeño caserío de agricultores, un conjunto de antenas parabólicas y una hermosa cruz desde la que se divisa la totalidad del centro poblado, y algunas poblaciones de los alrededores. Con todo esto, la mayor atracción del cerro es la impactante vista de las estrellas, gracias a la casi inexistente iluminación
El cerro Pelón es otra de las cimas que rodean al pueblo de Aroa. Desde él se domina buena parte del valle y se puede admirar el pueblo durante la noche.
en las montañas circundantes. En el extremo opuesto del pueblo se encuentra otra
Con todo esto, el mayor reclamo del antiguo
cima de gran importancia para el pueblo. Es otro camino
pueblo de Aroa se encuentra en el hogar de sus
bastante empinado, pero con mucha mas sombra, por el
antiguas riquezas: el cobre. Es así como el Parque
cual se asciende hasta la capilla María Auxiliadora. Esta
Bolivariano Minas de Aroa se ha convertido en el
pequeña iglesia ubicada en una cima desde la que se
mayor atractivo de la zona, y en el icono de sus
domina todo el casco urbano de Aroa, recibe cada año el
habitantes.
15 de septiembre una oleada de peregrinos que llegan
Las Minas de Aroa fueron descubiertas durante el
para realizar una misa de acción de gracias. Un poco más
período colonial, en el año 1605 por Alonso Sánchez
abajo se observa una cruz metálica que recuerda el
de Oviedo. Fueron conocidas durante este período
fervor religioso de los yaracuyanos.
como Minas de Cocorote. En 1811 son heredadas por
el Libertador Simón Bolívar, quien las arrienda a una compañía inglesa en el año 1824, misma compañía que se encargará de las minas hasta bien entrado el siglo XX, y de quienes procede el conocido Cementerio de Los Ingleses. El acceso a estas antiguas minas, se encuentra al finalizar la manga de coleo, desde donde se da inicio a un camino asfaltado que recorre el frondoso bosque de galería del río Aroa. El sendero lleva hasta las antiguas plantas donde se trataba el mineral, y a las nuevas ruinas de las plantas de tratamiento de aguas, seriamente daña-
La capilla María Auxiliadora está en la cima de un pequeño cerro que lleva su nombre. Desde él se tiene una de las mejores vistas de Aroa.
das por las inundaciones de 2011. También se ha imposibilitado el acceso a las últimas ruinas y petroglifos que se encuentran en las zonas más altas del área protegida. Sin embargo, es imposible hacer desaparecer el encanto de este lugar que lleva las mismas características del pueblo al que dio tanta riqueza, y que igualmente casi desaparece en el olvido al empezar su decadencia. Olvido que ha permitido la conservación de buena parte de su patrimonio histórico, y que dificulta la visita a todos los enclaves de importancia en apenas un fin de semana. Este es Aroa, el último secreto de la Sierra Yaracuyana.
Datos útiles Cómo llegar Por la Autopista Valencia Puerto Cabello, seguir hasta Morón y desde allí a San Felipe. Cerca de la entrada de esta ciudad se encuentra el inicio de la cerretera San Felipe – Marín, angosta, con muchas curvas, y que lleva hasta Aroa. Dónde hospedarse Las opciones de hospedaje son escasas en Aroa. Las pocas opciones que hay se encuentran en Yumare y en fincas cercanas al pueblo.