Revista ECO Ciencia & Naturaleza

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w w w. c i e n c i a y n a t u r a l e z a . c o m . a r REVISTA Nº 7 | 2008 | AÑO 5 | $ 5,90

Conociendo al

Urutaú Pintando el ambiente Fotografía de Paisajes

Fly Fishing

Atado de mosca para el Dorado

Historia de la Navegación

Cambio Climático

Un compromiso moral

La Conservación del Águila Coronada, Curiosidades sobre las Orquídeas, ECOCIENCIA & NATURALEZA Nº 7 | 2008 Arquitectura y Sustentabilidad, Residuos Sólidos, La Eternidad de los Átomos


ÁGUILA CORONADA: GUARDIANA DEL MONTE

“Alta en el cielo un águila guerrera, audaz se eleva en vuelo triunfal, azul un ala del color del cielo, azul un ala del color del mar. El ala es paño, el águila es bandera. Es la bandera de la patria mía.” (Extracto de la Canción Aurora). Descripción: Alcanza una envergadura de 1,80 m y un peso de 3,5 kg. Se caracteriza por poseer largas plumas en la zona posterior de su cabeza formando una suerte de corona. Su coloración es uniforme y de un tono gris aplomado. La cola es negra con una ancha banda blanca en su parte media. Los juveniles presentan el dorso pardo y el vientre claro con pintas oscuras, coloración que cambia gradualmente durante su desarrollo. Alimentación: Consume mamíferos de mediano tamaño como peludos, pichis, comadrejas y zorrinos; también reptiles como lagartos, tortugas y especialmente gran cantidad de víboras. Si bien es una excelente cazadora, aprovecha con frecuencia la carroña. Reproducción: El periodo reproductivo es entre Octubre y Febrero. Para anidar prefiere los árboles de mayor porte. En ellos construye una plataforma con ramas entrecruzadas y muchas veces apoyada sobre los nidos de cotorras (Miopsitta monacha). Su postura es de un único huevo y el pichón permanece en el nido durante 60 días aproximadamente. Distribución en Argentina: Habita en el norte y centro del país en bosques xerófilos, sabanas y palmares. También podemos encontrarla en Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, siendo una especie exclusiva de Sudamérica. Problemática: - Modificación de los ambientes naturales por desmonte y quemas para aumentar los terrenos de cultivo - Persecución y caza furtiva - Envenenamiento con cebos tóxicos - Electrocución con tendidos eléctricos - Comercio ilegal Estos factores sumados a la baja tasa reproductiva del Águila Coronada hacen de ésta una especie muy vulnerable.

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Juvenil Adulto

Distribución en Argentina

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EL ÁGULA CORONADA: NOS AYUDA A CONSERVAR

Una especie amenazada que protege a toda la flora y fauna de su región. El Águila Coronada (Harpyhaliaetus coronatus) es una de las aves rapaces más grandes y representativas de Argentina. Se distribuye en gran parte de nuestro territorio pero su estado de conservación es delicado. Su postura erguida y su mirada penetrante reflejan una imagen de entereza y fortaleza. Estas características que sólo un águila puede presentar, llamaron la atención del hombre desde tiempos remotos. Las antiguas culturas americanas veían en el águila la representación de la fuerza espiritual o la consideraban mensajera divina por volar en el cielo y hallarse más cerca del sol. También fue utilizada en estandartes para simbolizar poderío y supremacía por ser tan emblemática como el león. Entre algunos ejemplos locales, de la utilización del águila como símbolo, encontramos la actual bandera de la ciudad de Buenos Aires –escudo de armas presentado por Juan de Garay en 1580- y la canción Aurora –recitada por miles de alumnos en las escuelas primarias- cuyas estrofas hacen referencia a un águila como metáfora de la bandera patria. El Águila Coronada es sin dudas un emblema viviente y paradójicamente es una especie que requiere ser protegida por hallarse es peligro de extinción. Podemos considerar a esta ave como un importante bastión para la gestión ambiental. Es lo que conocemos comúnmente como “especie carismática”, o sea una especie de gran valor estético, cultural y biológico. Al protegerla estamos logrando conservar paralelamente a toda la flora y la fauna de su región. La lista de Especies Amenazadas de la IUCN (Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza) la cataloga como una especie “EN PELIGRO”. En Argentina se encuentra protegida por la Ley Nacional Nº 22.421/81 y su Decreto Reglamentario Nº 666/97, prohibiendo su captura, transporte y comercio. Sin embargo, cada provincia cuenta con sus propias leyes de protección. Si bien el comercio ilegal no es su mayor amenaza, la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre) la incluye en el segundo apéndice, CITES II. Como medidas de protección específicas podemos mencionar la declaración Nº 341/04 que la designa Monumento Natural del Departamento de Lavalle, provincia de Mendoza.

protección y conservación La Dirección de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, vela por la protección y conservación del Águila Coronada y otras especies como el Tatú Carreta, el Loro Hablador y la Boa Curiyú. A través de la investigación y proyectos sustentables asegura para el futuro la existencia de estas valiosas especies en su ambiente natural. Por otro lado, numerosos científicos y ONGs trabajan activamente en el estudio y protección del águila con variados frentes de acción. Sin dudas, la conservación de las especies se logra a través del trabajo interdisciplinario y solidario, siendo muy útil en algunos casos, desarrollar estrategias que orienten a las personas involucradas sobre cómo actuar conjuntamente. Para conocer el verdadero estado del Águila Coronada es necesario actualizar su distribución e identificar sus principales amenazas. Si usted tiene información de sitios donde se encuentra, por favor comuníquese con: Dirección de Fauna Nación: fyfsinspec@medioambiente.gov.ar/ Tel.: (011) 4348-8560 Gestión Águilas Crestadas (Fundación de Historia Natural Félix de Azara): grupo-coronada@yahoo.com.ar/ Tel.: (011) 4905-1100 (int. 1228) Idea: Gustavo Porini y Hernán ibáñez Contenidos: Marcelo Cavicchia, Agustín Quaglia, Julián Baigorria, Verónica Gil Suárez, Facundo Barbar y Carlos Fernández Balboa / Revisión: Daniel Forcelli / Fotos: Pablo Canevari, Marcelo Canevari, Ramón Casares, Soledad Albanese, Martín de la Peña y Marcelo Cavicchia.

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El Urutaú Textos y Fotos: Martín R. de la Peña, Víctor Merlino y Francisco Junkers

Un grupo de ornitólogos nos presenta al Urutaú, una extraña ave de comportamiento y canto muy singular que ha alimentado la imaginación del hombre de campo argentino, derivando en un sin números de leyendas, poesías y coplas. En esta ocasión, en un trabajo digno de admiración por su compromiso con las aves y la naturaleza, los autores han realizado el seguimiento día a día del crecimiento y comportamiento de un pichón desde su estadío de huevo. Un documento único, nunca antes difundido. (N. de R.).

Urutaú con su pichón de 14 días.

Ficha descriptiva URUTAÚ COMÚN. Nyctibius griseus Otros nombres comunes: Bacuí. Cacuí. Cacuy. Guaimí-cué. Guaimingué. La vieja. Pacuí. Turay. Urutaú. Urutauguá. Vieja. Largo: 33-38 cm. Descripción Coloración general grisácea manchado y estriado de negro, con canela en el pecho y en las cubiertas alares. Garganta blanquecina. Alas pardo grisáceas con manchitas ocráceas en la lámina externa de las primarias. Borde anterior de las alas, negro. Cola con bandas pardas y grises. pag. 10

Comportamiento Se posa en el extremo de ramas verticales. Por su plumaje críptico es difícil de ver. Anda solitario. El canto es una potente sucesión de 5 a 8 lastimeras notas, Juoooo..juo..juo..ju..ju..jur con una marcada modulación de frecuencia descendente. Se alimenta de insectos (escarabajos, coleópteros, chicharras, hormigas voladoras, termites, polillas, mariposas). Nido Deposita el huevo sobre troncos secos o postes. Huevos Pone 1 huevo blanquecino opaco con

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pecas y manchitas grisáceas purpúreas y algunas pardas. Medidas : 38,7 x 27,6 mm. Hábitat Sabanas, montes, capueras, orillas de selvas, palmares. Distribución geográfica Nyctibius griseus griseus desde el norte del país hasta Catamarca, Santiago del Estero, San Luis, centro de Santa Fe y norte de Entre Ríos. Identificación en el campo Pardo grisáceo con manchas y estrías negras en el pecho. Negro en el borde de las alas. Alas y cola largos.


LOCALIZACIÓN DE UN NIDO El 5 de diciembre de 2007 en Jacinto Arauz, Dpto. Las Colonias, Santa Fe, se localizó un nido en un poste de alambrado, en el monte. El monte estaba conformado por árboles bajos y de mediano porte, principalmente Algarrobos (Prosopis alba), Ñandubay (Prosopis affinis), Aromos (Acacia caven), Aromo negro (Acacia atramentaria), Tala (Celtis sp.). Era explotado con ganadería. El poste tenía la superficie irregular, con un hueco de 1 a 2 cm de diámetro x 5 cm de largo y 5 cm de profundidad. El huevo estaba ubicado en forma transversal en la parte más angosta del hueco. Por lo tanto una parte quedaba sin tocar el poste. El adulto que incubaba no cubría totalmente al huevo. El 13 nació el pichón. Tenía todo el cuerpo cubierto de plumón blanquecino. Patas grisáceas. Pico negro. Ojos amarillentos. (Similar a la descripción de Saibene 1987 y fotografías de Schmidt 1948). A los 14 días de edad el pichón está con la misma postura del adulto. La cabeza hacia arriba, con el lomo adosado a la parte ventral del que lo cuida. Plumaje blanquecino, notándose el raquis oscuro de las plumas, lo que le da un aspecto jaspeado. Se notan bastante largas las vainas de las plumas alares. Los ojos cerrados o entreabiertos. Se puede parar una persona al lado, a pocos centímetros sin que se inmuten. A los 20 días se notan las plumas de cobertura del ala, oscuras. De noche los ojos están abiertos. A los 25 días tiene las cubiertas alares oscuras. La cola de 3,4-4 cm. Dorsalmente más gris. Mástiles oscuros. Plumas de las cejas ligeramente elevadas. Primarias oscuras. El adulto más vivaracho. Ubicado al lado. Entreabre los ojos. A los 26 días el pichón queda solo. Todas las noches a la misma hora (20:40) cuando comenzaba a oscurecer un adulto alimentaba al pichón. El pichón aletea cuando ve al adulto.

Adulto cuidando el huevo.

Detalle del nido en un poste de alambrado.

Adulto cuidando al pichón de 4 días.

Pichón de 14 días.

Adulto y pichón de 20 días.

Detalle de la cabeza del pichón a los 20 días.

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Martín de la Peña observando muy de cerca al adulto con el pichón de 14 días.

A los 30 días el pichón entreabre los ojos cuando se le acercan.

Se buscó en un radio de 100 metros a los adultos, varias veces pero no se los pudo localizar. A los 30 días mueve la cabeza levemente al aproximarnos. Ojos entreabiertos. Amarillos. Plumaje como adulto pero más claro. Cola de unos 7 cm. A los 39 días color claro. Cola de 10 cm. Dos líneas oscuras por debajo del pico. Algunas manchas en el pecho. A los 41 días se cambió a una varilla a 2 m del poste. Al día siguiente voló a un árbol seco a 12 m del nido. A los 43 días de edad abandonó el lugar y no se lo pudo localizar.

A los 42 días el pichón vuela hacia un árbol seco.

Detalle de la garra en la punta de una rama.

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Leyendas En el noroeste se lo conoce como Cacuy. En la región guaranítica como Urutaú. Turay (en quichua quiere decir “hermano”). En Cuentos y leyendas populares de la Argentina, de Berta Elena Vidal de Battini, están : El Cacuy Eran dos hermanos huérfanos, un varón y una mujer, que vivían solos en el campo. Caco, que era el nombre familiar del muchacho, cuidaba su majadita de cabras, buscaba miel y juntaba algarroba u otras frutas silvestres. Con esto tenían suficiente para vivir. La niña cuidaba la casa y preparaba la comida. Los dos hermanos eran de condición opuesta. Él era generoso, ella mezquina. La niña nunca había sentido cariño por su hermano, y este desapego se fue convirtiendo en provocación. Amasaba el pan y preparaba la comida para ella sola. Cuando el hermano regresaba después de todo un día de andanzas y fatigas no tenía nada para comer. Él llevaba la vida dura y triste con resignación, pero ella inventaba pretextos para herirlo y hacerlo sufrir. Tomó el hábito de mortificarlo y no disimulaba su satisfacción cuando lo conseguía. El hermano trató por todos los medios de cambiar el carácter y los sentimientos de la hermana, pero no lo consiguió. Agotada su paciencia, amargado y aturdido, resolvió darle un castigo tan grande como su crueldad. Un día le pidió que le ayudara a sacar, de un árbol alto, la miel de un enjambre que acababa de descubrir. Ella aceptó. Cruzaron el bosque y treparon a un árbol gigantesco. Cuando llegaron a la copa, se cubrieron la cabeza para

evitar el ataque de las abejas. La niña se sentó en una horqueta y esperó las órdenes del hermano que debía dirigir la faena. El muchacho fingió abrirse paso entre el ramaje hacia el enjambre, pero comenzó a bajar, y al bajar fue cortando uno a uno todos los gajos del tronco. ¡Sabrás, ahora, lo que es tener hambre!- le gritó desde abajo- ¡Ahí te quedarás hasta el resto de tu vida! La niña se desembolzó y vio el tronco despejado y altísimo. Imposible era bajar por él. Largarse, era estrellarse en el suelo. Rompió a llorar y le pidió al hermano que la bajara. Le prometió ser buena, atender sus obligaciones y ayudarlo. Pero él no se ablandó, echó a correr y la dejó abandonada. En su desesperación, la muchacha comenzó a llamarlo por su nombre y lo llamó hasta que se apagó la voz en su garganta. -¡Caco, huy!...¡Caco,huy!... ¡Cacuy!....¡Cacuy! Su grito de horror y de arrepentimiento se fue haciendo cada vez más lastimero y desesperado, pero nadie podía oírlo, su hermano estaba ya muy lejos, y hasta a gran distancia del lugar, no se encontraba una sola habitación humana. Sobre aquel castigo, cayó otro castigo superior; la hermana cruel se transformó en ave y echó a volar en busca de su hermano. Desde entonces, cuando llega

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la noche, apegada al tronco de los árboles, con la cabeza tendida hacia la altura, los ojos cerrados y en rara actitud de espera, llama angustiada al hermano que nunca volverá : ¡Cacuy!.....¡Cacuy!........ Los lugareños de los cerros y las selvas del norte se estremecen al oír el grito del ave nocturna, solitaria y huraña, y cuentan su historia a los hijos dándoles así una lección ejemplar. El Urutaú Había una vez una joven tan amiga de divertirse, que todo lo olvidaba por una hora de entretenimiento. Un día, mientras bailaba en una gran fiesta de la comarca, le avisaron que la madre estaba muy enferma y mandaba por ella. La muchacha se sobresaltó con la noticia, pero, como estaba acostumbrada a no privarse de ninguna diversión, el gusto pudo más que su deber de hija, y quedó hasta el fin. Cuando volvió a su casa, la madre había muerto. La muchacha la lloró sin consuelo. La Providencia castigó su culpa convirtiéndola en el urutaú, ave de aspecto raro y siniestro que huye de toda presencia y vaga solitaria. En la oscuridad de la noche, y en el silencio de la selva, llora y llorará con un grito extraño y lastimero hasta el fin de los siglos. pag. 13


Leyendas

Leyendas del Urutaú En el Diccionario Folklórico argentino, de Félix Coluccio está la siguiente leyenda :

Leyenda del NE argentino. Próximo al río Uruguay vivía Ñeambiú , joven guaraní, hija de un aguerrido y valiente cacique. En su corazón florecía el amor de Cuimaé, guerrero tupí, prisionero de su padre. Negado el asentimiento del cacique y de su esposa para unirse a su elegido, huyó a los bosques del Iguazú, donde lloraba silenciosamente su frustrado amor. Pronto fueron a buscarla los indios y las indias de la tribu y a rogarle el retorno al hogar. Nada pudieron las súplicas. Impasible escuchaba sus anhelos. Nada decía, y retornaba sin que pudieran evitarlo, a la espesura de la selva donde reinaba Caá Porá, monstruo horroroso que hacía desgraciado al que osaba solamente mirarle. Un día, para conmover su corazón que ya parecía de piedra, le anunciaron la muerte de sus padres. Ni una lágrima derramaron sus ojos. Por fin el hechicero de la tribu, Aguará-Payé, dijo con voz pausada : ¡Cuimbaé ha muerto! La selva toda pareció estremecerse con los lamentos de Ñeambiú que a poco fue transformándose en pájaro : el Urutaú. Los que estaban cerca transformáronse en sauces. Y sobre sus ramas desnudas de hojas llora y llora eternamente el Urutaú su perdido amor. José Cruz Rolla en su libro Ñandé ipikuera retá, relata una leyenda del noreste argentino:

Se trata de una joven india convertida en pájaro, cuyo grito, en la soledad de la noche, es una tristísima súplica de amor. Urú, hija de un poderoso cacique, se anamoró de Kiyá, gallardo mozo perteneciente a una tribu enemiga. Enterados los padres de Urú, se opusieron al matrimonio, por tratarse de un enemigo del pueblo y pensando que con el tiempo ella lo olvidaría. Pero una tarde Urú desapareció, y tan grande fue la angustia del cacique, que todo el pueblo se puso en movimiento para hallar a la joven. Llegaron hasta la casa de Kiyá, y se encontraron con que el mozo nada sabía de la suerte de Urú. Pero al fin dieron con ella. Y si grande fue la pena que produjo su desaparición, más fue el dolor que experimentaron al verla. Con la mirada perdida, no escuchaba ni las súplicas, ni el llanto, ni las amenazas. Para ella todo era lo mismo, y con indiferente actitud se volvió a la espesura. Llamaron a los médicos de las tribus vecinas y le administraron toda clase de medicamentos, sin ningún resultado. Vinieron los caciques, y cada uno contaba de las alegrías, de las penas de su tribu, le hablaron de los pájaros que ella más quería, de los hermanos, de los padres, y ella miraba con indiferencia, sin responder. Y como último recurso, el más viejo de la tribu le dijo : “Kiyá murió ahogado”. Un terrible y desgarrador alarido se escuchó en la selva. Y al volverse todos para ver a Urú, no la hallaron. Esta vez había desaparecido sin dejar rastro. Desde entonces la niña, convertida en Urutaú, golpea con su llamado la noche, buscando a su amado, quien para ir a su encuentro se zambullo en las aguas.

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del Urutaú Sánchez Labrador, en Peces y aves del Paraguay natural, dice : “el canto y voz lúgubre de estas aves espanta, porque varias veces por la noche levantan su voz triste. Se oye desde lejos. Hasta que yo supe de donde salían aquellas voces, estuve con algún cuidado, recelándome no fuesen de los pérfidos indios Paraguas, que contrahacen los cantos de varias aves, para sorprender a la gente y dar con mayor seguridad el golpe”.

Según Lehmann Nitsche, tiene otra leyenda : Una muchacha es engañada por el Sol. Abandonada a su suerte, se sube a un árbol para seguirlo en su carrera. Allí es transformada en ave, llorando de desesperación en la noche cuando el Sol se oculta en el horizonte. Versos de Guido Spano :

¡Llora, llora, urutaú en las ramas del yatay! Ya no existe el Paraguay Donde nací como tú... ¡Llora, llora, urutaú!

Coplas populares de Norte :

De los montes de Santiago a los cerros de Jujuy, me quejo como el crespín y lloro como el kakuy.

Soy como el urutaú que canta mirando al cielo; porque no puedo encontrar la prienda de mi consuelo.

Mañana me voy pa ’ Salta y a la puna de Jujuy, suspirando por los campos, los ojos como kakuy.

Agradecimientos Al señor Juan Raspo y a su señora, propietarios del campo. Bibliografía Battini, B. E. Vidal de. 1960. Cuentos y leyendas populares de la Argentina. Selección para niños. Buenos Aires. Coluccio, F. 1981. Diccionario folklórico argentino. Buenos Aires. Saibene, C.A. 1987. Observaciones sobre la conducta reproductiva del Urutaú y la Mosqueta amarilla en el Parque Nacional Iguazú. N. Aves 14 : 14-16. Schmidt, Hans. 1948. Die vögel Südamerikas. Pag. 219-222. Buenos Aires. ECOCIENCIA & NATURALEZA

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Arquitectura y Sustentabilidad

Una condición de hecho Como hemos expresado en el artículo introductorio de bioarquitectura (ECOciencia y Naturaleza Nº 6), sabemos en una primera instancia que el campo a intervenir está en una particular condición, caracterizado por la confluencia de múltiples hechos poco felices, que desencadenaron en el acontecer histórico y que definen su particular realidad. El deterioro del medio ambiente se presenta ante los ojos de todos, mostrando su frágil estado. A pesar de los intentos de preservación por parte de distintos organismos, nuestro planeta debe soportar los embates de actitudes que atentan contra el desarrollo sustentable de la civilización amenazándolo seriamente. Muchos emprendimientos destinados al mejoramiento de los recursos económicos son parte de estas actitudes de manera inconsciente, lo cual es sumamente peligroso, pero lo son aún peor, aquellos realizados conscientemente del daño ambiental que producen. Estatus y bienestar El concepto de bienestar ha ido mutando de una manera errática con el desarrollo de la sociedad. La arquitectura representa mucho más que la necesidad de tener un lugar confortable donde vivir, trabajar, comerciar, distendernos, etc.; mas bien hoy, se manifiesta como pag. 16

un símbolo de estatus social. El ahorro energético, el aprovechamiento del sol, o de la fuerza eólica como recursos sustentables, no responden adecuadamente al modelo de estatus imperante, y sí en cambio parece responder el disponer de un costoso sistema de climatización que pueda mantener todas las habitaciones de la casa por encima de la temperatura adecuada en invierno y por debajo en verano (aunque no se utilicen). En otro sentido pero igual dirección, muchos tienen la idea de que ahorro es equivalente a la privación y por el contrario, el consumo y derroche con el buen vivir, el prestigio y el éxito. La publicidad de productos de consumo masivo colabora con esta infeliz relación. Es que bajo las nuevas realidades del marketing y dentro de la sociedad de consumo, éste debe ser incentivado para que el engranaje siga funcionando. Es sumamente difícil de concebir que las compañías de suministro energético no estén interesadas en nuevas tecnologías de ahorro energético, o que los fabricantes de sistemas de climatización no promulguen nuevos sistemas alternativos que sustituyan su tecnología de gran consumo. Los gobiernos, conscientes del problema del derroche energético, son los que deberían ser los primeros en impulsar la investigación y generación de nuevas normativas en este sentido. Así como

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Antigua construcción egipcia.

también, difundir e incentivar conocimientos y estrategias sobre sustentabilidad, en general, pero más aún entre arquitectos y constructores. De tal modo, el medio ambiente exige de todos un compromiso en pos de su conservación. Las condiciones naturales se están sometiendo a un acelerado y desmedido proceso de explotación que está modificando profundamente el paisaje. Ante ello, el accionar desde el nuevo sentido humanizador del entorno debe ser consciente y comprometido, trascendiendo los limites del gesto y promoviendo una toma de conciencia desde las manifestaciones arquitectónicas y de las forma de apropiación de las mismas. Esto aportaría la consolidación de actitudes respetuosas frente a la forma de vivir, formando fuertes lazos con la región donde se encuentre implantada, corriendo el centro de gravedad de las descontextualizadas manifestaciones globalizantes que poco aportan a la conservación del paisaje regional. De aquí surge la primer convicción: ser conscientes de esta realidad y asumirla como eventual, en lugar desestimarlas. Con ello se desiste del principio de imposición y se prefiere en su lugar la operación estratégica como modo de incentivar la transformación retomando lo positivo del medio como fuerza impulsora.


Texto: Romero Osella, Guillermo Horacio Arq. rogarquitectura@gmail.com Tel: +54 342 4810963 Cel: +549 342 155 417700 Santa Fe-Argentina

Edificio público de la ciudad de Santa Fe presenta una enorme cantidad de sistemas de climatización con alto consumo energético.

Energía de vida En muchos sentidos vivir es sinónimo de energía y en un edificio ésto se transforma en un continuo fluir. En todo momento una construcción está intercambiando energía a través de todos sus elementos constitutivos. Las trasferencias se facilitan a través de distintos materiales y fluidos, sobre todo el aire. Los muros, ventanas y techumbre participan en gran medida como “puentes térmicos” donde se intercambia energía, todo el tiempo, desde el exterior al interior y viceversa, dependiendo de la variación temperatura. Si acondicionamos los ambientes con artefactos que disminuyan la temperatura en verano y la suban en invierno, es de suma relevancia que estos espacios estén debidamente aislados para que la energía que ocupamos para mejorar el confort térmico no se escape por los “puentes térmicos”, aumentando así la eficiencia de la construcción en términos de consumo energético. Mucha de la energía que consumimos lo hacemos en el sector comercial público residencial, que es donde se encuentran la mayor parte de las edificaciones, ya sea para habitación, oficinas, educación, deportes, y comercio, más los consumos propios de la ciudad como lo son su agua y su alumbrado. Éstas poseen una eficiencia aproximada que apenas supera el 30%; de tal manera que tenemos más de un 60% de la energía consumida, que por distintas razones no se canalizan en pos del confort buscado. Lo paradigmático, es que muchas de estas condiciones de eficiencia son controlables. ECOCIENCIA & NATURALEZA

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Destaquemos cuatro razones preponderantes que marcan un camino hacia la relación de eficiencia entre el consumo de energía y la contaminación emitida al medioambiente en cuanto a las construcciones: 1) Los límites físicos reales a la eficiencia de algunas transformaciones (de origen termodinámico, termoeléctrico, lumínicas, etc.). 2) Factores tecnológicos y normativos en las construcciones. 3) Factores culturales trascendentes que inciden en el gasto energético y consecuentes emisiones. 4) De diseño, que hacen que nuestras construcciones sean ineficientes en cuanto al consumo de energía. Respecto los dos primeros ya se conocen los límites de las posibilidades y las soluciones. Los dos últimos, nos indican en una primera mirada, que son modificables y controlables absolutamente. De tal forma que la arquitectura que se desarrolla hoy, adolece de un pensamiento energético integral que contemple el uso eficiente de la energía y la sustentabilidad a largo plazo. Esto nos marca que es sustancial la importancia de crear edificaciones más eficientes que permitan un ahorro de energía y su rol fundamental para mantener un medio ambiente libre de contaminación. “El menor consumo de energía se traduce en un menor deterioro del medio ambiente”. El ahorro y la racionalización del consumo energético es uno de los desafíos a desarrollar en las construcciones actuales, sin que ello signifique una disminución del nivel de confort requerido. ¿La tecnología nos puede ayudar? pag. 17


Arquitectura Arquitectura Inteligente Una de las preguntas que genera mayor ambigüedad en cuanto a términos generales se refiere es ¿Qué es ser inteligente? Seguramente podrán conjeturarse un gran número de variadas postulaciones al hecho de cómo cada uno comprende la vida. Ahora bien, para las edificaciones esto se reduce potencialmente ya que resulta de aquellas construcciones que poseen un nivel considerable de automatismos que controlan aspectos referidos al confort, funcionalidad, utilidad, seguridad, acondicionamiento, iluminación, etc. Estas construcciones se nutren de tecnologías altamente desarrolladas dentro de un entorno de control electrónico y gestión administrativa informatizada que permite manejar las ponderaciones de los ambientes mediante programas especialmente diseñados a estos fines. Estos sistemas comenzaron a desarrollarse a fines de la década de los 60 orientados a mejorar las condiciones generales de habitabilidad y seguridad en la industria química y farmacéutica. Con el veloz desarrollo de la tecnología informática y electrónica, esto no tardó en aplicarse a las construcciones civiles sobre todo en estos últimos tiempos. Comercios, edificios públicos y viviendas comenzaron a aprovechar sus ventajas, mediante censores se pueden monitorear gran cantidad de variables: la temperatura y humedad de distintos ambientes, presencia de personas en los mismos, cantidad de iluminación imperante, variaciones de temperatura sobre la piel del edificio, niveles de ventilación, detección de principios de incendio y muchas variables más, para así poder controlar con mayor eficiencia los equipos de acondicionamiento de aire contemplando la presencia de personas usando ese ambiente, la iluminación disponible en los espacios de trabajo, además de un sin fin de posibilidades de cruzar la información de distintas situaciones. Muchos de estos sistemas aplicados a las construcciones están orientados a mejorar el confort y rendimiento del ambiente, lo cual es muy bueno si se lo relaciona con la pag. 18

Vivienda con diseño y tecnología de eficiencia energética.

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Sustentabilidad racionalidad del uso de la energía que el edificio consume. Muchas de estas bondades se desvanecen cuando estas edificaciones no son inteligentes en su diseño, solamente son “cajas” en su gran mayoría vidriadas que necesitan grandes cantidades de energía para su acondicionamiento para poder lograr niveles aceptables de confort en su interior. No contemplan su orientación para la implantación, tampoco los ciclos de los solsticios, ni las pérdidas de energía a través de sus cerramientos, además de tener la necesidad de estar siempre “enchufados y conectados” a la red para poder funcionar ya que no utilizan ningún sistema de generación de energía sustentable. De tal manera, parece ser que no son los más respetuosos del medio ambiente, al menos aquellos que no poseen un diseño integral en tal sentido. A un nivel más domestico, es donde aparecen términos como Domótica e Inmótica, todos en el mismo sentido.

Escuela con diseño y tecnología de eficiencia energética.

Domótica La expresión domótica proviene de la unión de domus, que significa casa en latín y robótica, de robota, que significa esclavo o sirviente en checo, y la expresión Inmótica de la unión de inmueble y robótica. Se trata del sistema que permite controlar al conjunto de instalaciones que operan en una vivienda. Su finalidad es integrarlas de manera de automatizar, controlar y optimizarlas. Pueden ser controlados por redes informáticas interiores o exteriores, donde se puede administrar precisamente y de acuerdo a un programa de eficiencia manipulando parámetros como los siguientes: gestión y ahorro energético, climatización, control de iluminación, automatismo de persianas, parasoles, puertas y portones, de riego de parquisados, gestión de todo tipo de alarmas, sistemas de video vigilancia, control de accesos y presencia, control de sistemas de generación de energía sustentable solar, eólica, etc. Estas tecnologías se encuentran en un potencial nivel de desarrollo, motorizados por el importante descenso en los costos de fabricación de productos ECOCIENCIA & NATURALEZA

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electrónicos e informáticos de control, dando lugar a un incremento significativo de las opciones disponibles, surgiendo nuevos proveedores que se abren al hacia el mercado hogareño, lo que permite su implementación en casas y edificios, no solo de lujo sino ya de un segmento medio. Se presentan con una gran ayuda al momento de mejorar la eficiencia energética de una vivienda. Supongamos que nos olvidamos una luz prendida en un ambiente, podemos programar el sistema que si no detecta movimiento en ella durante unos minutos la apague automáticamente, igualmente con el sistema de acondicionamiento de aire. Mediante un censor de luz crepuscular combinando con un censor de temperatura sobre los muros que estén asoleados podemos programar el sistema para que extienda toldos mecánicos y proyecten sombra sobre ellos de tal manera que no tengan mayor captación solar y no aporten esa temperatura al interior de la vivienda en temporada de verano. Evidentemente este tipo de soluciones, de responder a distintos estímulos dentro de un entorno altamente tecnificado, nos acercan a optimizar funcionalidades en una vivienda. Su principal ventaja es que permiten incorporar y administrar sistemas de generación de energía sustentable y el control de emisiones contaminantes, tan necesario para que las edificaciones no continúen agotando los recursos energéticos y deteriorando el planeta. Arquitectura Bioclimática La lanzada suba de los combustibles fósiles, el agotamiento de recursos energéticos, la inminente llegada del calentamiento global, más una suma de factores propios del desarrollo global fueron temas que empezaron a dar las condiciones para que se experimentara a nivel mundial un afán por recuperar algo de la sabiduría de épocas pasadas, a fin de emplearla para realizar trabajos con poco consumo energético, como por ejemplo la calefacción o la ventilación en los edificios. Este interés en recobrar conocimientos ancestrales junto con

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Arquitectura

Sustentabilidad

la intensa investigación científica emprendida para esos mismos fines, dio origen a un movimiento importante en la historia de la arquitectura del fin del siglo XX. Esta aparente nueva arquitectura recibió en su momento diferentes nombres: solar, autosuficiente, ecológica, ecodiseño, bioclimática, o bioarquitectura. En todas estas “arquitecturas” se privilegian esencialmente objetivos como: el bienestar del usuario, el ahorro de energía, minima contaminación y la integración del entorno. La arquitectura bioclimática no es un “estilo” más, sino un enfoque del diseño que pretende reconciliar la actividad transformadora del hombre con la vigencia de los controles que la naturaleza impone para su propia conservación. Así, la arquitectura bioclimática no debe ser tomada como un movimiento o una de las muchas modas que animan el contexto cultural de la arquitectura, porque la buena arquitectura siempre ha sido bioclimática. Su espíritu se nutre en la acción de proyectar o construir considerando la interacción de los elementos que intervienen en la transferencia de energía de una construcción con los agentes meteorológicos y el entorno inmediato, a fin de que sea ésta misma la que regule los intercambios de materia y energía con el medio ambiente, y propicie las condiciones que determinan la sensación de bienestar del ser humano. Su principal vía de desarrollo es el diseño, de forma tal de aprovechar el clima y las condiciones del entorno con el fin de conseguir una situación de confort térmico en su interior. Si bien juega exclusivamente con el diseño y los elementos arquitectónicos, sin necesidad de utilizar sistemas mecánicos complejos, no implica que no se pueda compatibilizar con éstos. Se puede decir que gran parte de la arquitectura tradicional funciona según los principios bioclimáticos. En los tiempos en que las posibilidades de climatización artificial eran escasas o muy costosas es donde se encuentra algún nivel de desarrollo de bioclimatización. De acuerdo con esto, se trata de utilizar materiales propios del ecosistema, o

Ejemplo de ECOBOX Fundación Metrópoli. Alcobendas, Madrid, España. http://www.fundacion-metropoli.org Diseñado por el arquitecto Ángel de Diego, el edificio dispuesto en tres niveles se compone de grandes espacios diáfanos y multifuncionales dispuestos todos en torno a un atrio central de tres plantas de altura que articula las piezas del programa. En la planta de acceso desde la calle - nivel 1 - se ubican talleres dedicados a la investigación urbanística e incubación de ideas. En el nivel 0, con acceso directo desde la parcela, el espacio es unitario y se destina al concepto de arte y territorio. Por último, en el nivel 2 se sitúan espacios más privados y de menor escala también destinados a la investigación y gestión. El edificio posee un contra-piso realizado con piedra volcánica para mejorar la transferencia térmica y esta integralmente recorrido por tubos que transportan un fluido especial, los cuales tienen la función de transferir la temperatura, por todo el edificio, el sistema de transferencia es automatizado según el ocupamiento del edificio, sino lo direcciona a los intercambiadores de calor que se encuentran en la azotea para hacer funcionar los aclimatadores y acumuladores de energía térmica. Posee un sistema de doble piel o fachada ventilada que permite controlar la transferencia térmica interior-exterior. En los aventanamientos se colocaron sistemas de protección solar automatizados (lamas) de tal manera de controlar la luz y radiación solar incidente en el interior del edificio. Se dispuso un sistema de captación de energía solar mediante paneles solares que también cumple la función de tamizar la luz solar que penetra al interior. El edificio de la Fundación Metrópoli se ha concebido con carácter experimental integrando dos criterios fundamentales: la creación de un lugar para la innovación, la creatividad y el compromiso bioclimático. El diseño del edificio se plantea mediante criterios arquitectónicos, instalaciones bioclimáticas y sistemas constructivos que fomentan el ahorro y la eficiencia energética. El objetivo era crear un edificio experimental, que apostara claramente por la innovación y la sensibilidad en materia de sostenibilidad energética, siempre bajo pautas de construcción sana.

Imágenes del ECOBOX

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bien importados a él, pero siempre y cuando no desborde su equilibrio, así como el uso de energías pasivas, renovables o autogeneradas. Las civilizaciones antiguas usaron este método de diseño para mejorar su hábitat. Los egipcios y los turcos construían viviendas con los muros de ladrillos de un espesor superior a los 45 cm, no porque tuvieran techumbres pesadas que soportar, todo lo contrario las cubiertas eran relativamente livianas; lo hacían para aprovechar la inercia termina que le confiere tener mucha masa en los muros. De acuerdo con su clima el muro se calentaba lentamente durante el asoleamiento del día sin aportar calor al interior y liberaba paulatinamente ese calor retenido hacia el interior por la noche cuando baja la temperatura exterior considerablemente. De esta misma manera podemos encontrar un sin fin de sabios ejemplos constructivos que analizados en su esencia nos aportan un valioso caudal de magnificas resoluciones. Todo esto no se trata de una mirada retrospectiva al pasado sino una acción estratégica que rescata los valores constructivos para desarrollarlos bajo la tecnología más avanzada. Sabiendo la posición de una construcción (latitud y longitud) puedo determinar el ángulo con el cual el sol va a incidir en verano sobre el muro norte de la misma. Generando un alero que proyecte sombra justo hasta el pie del muro, evito que se caliente por radiación solar en verano, logrando una considerable disminución de la temperatura que aporta el muro al interior de la construcción y durante el solsticio de invierno va ser calentado por el sol, ya

que su ángulo de incidencia es mucho menor respecto a la misma edificación. Con la utilización de tecnologías de representación virtual podemos probar cómo funciona el modelo y corregirlo hasta lograr la eficiencia requerida, antes de construirla realmente. Hay varias razones para recuperar la arquitectura bioclimática, recuperando viejas técnicas y adoptando nuevas. Actualmente, la energía es escasa y su producción lleva aparejada muchos problemas. Por ejemplo, la electricidad, esa energía aparentemente limpia que llega a casa, no lo es tanto en su origen: en un gran porcentaje se produce quemando combustibles (petróleo, carbón, gas natural), con la consiguiente liberación de gases, como el dióxido de carbono, que provocan el temido y muy hablado efecto invernadero que está recalentando el planeta, o los óxidos de nitrógeno, que producen la lluvia ácida, que está acabando con los bosques; y otro importante porcentaje se produce en las centrales nucleares, con el conocido problema de los residuos radiactivos. Una construcción bioclimática reduce la energía consumida y, por tanto, colabora de forma importante en la reducción de los problemas ecológicos que se derivan de ello. La búsqueda se plantea a partir de conseguir una mayor armonía con la naturaleza de forma tal que la construcción se integra, utiliza el entorno y el clima para resolver sus necesidades. La ecología y la condición de desarrollo sustentable comienzan a cobrar dimensión en favor (o muchas veces a pesar) de variadas estrategias que se proponen desde diversos organismos internacionales, las distintas esferas

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del Estado y privados, que en forma fragmentaria hacen a este impostergable desafío. Desde la arquitectura, salvo puntuales oportunidades, no se acompañó con un proceso consciente y estratégico. Sometida, o a la par de otras disciplinas, se presenta desarticulada en sus diversas escalas y actuaciones, pese a que tiene su reconocimiento en la finalidad de generar calidad de vida. Consciente de ello manifiesto que las condiciones plantean la necesidad de un trabajo interdisciplinario, dentro del cual la arquitectura tendría un espacio para nada despreciable. Es en ésto, que veo la arquitectura bioclimática como posibilitante y estimulante en sus dimensiones funcional y simbólica; acercando al hombre a su medio ambiente y brindado al ser humano una dimensión optima de su hábitat.

Arquitectura marroquí con paneles solares.

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Revolviendo (Revisando Dr. Carlos A. Martín Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC, CONICET-UNL), Güemes 3450, 3000, Santa Fe. TE: 0342 4511594 (1055), E-mail: cmartin@ceride.gov.ar

Los residuos sólidos se han transformado en un problema ambiental de impacto, aunque recién en los últimos años se ha comenzado a darle real importancia en nuestro país. Por ello, el tema está ahora en la agenda pública de gobiernos y sociedad, ocupando espacios en la prensa, en las ONGs y en la población en general. “Revolviendo los residuos” encontraremos no sólo basura, sino también el reflejo de nuestra sociedad y nuestras conductas. Entonces, a través de este artículo intentaremos abordar algunas cuestiones, técnicas o no, que nos permitan conocer y reflexionar sobre la situación, y el protagonismo y responsabilidad que cada estamento de la comunidad tiene asignado. Residuos e Impactos Ambientales Los residuos sólidos (RS) tienen impactos negativos sobre la salud y el ambiente, agravados cuando no existe una gestión adecuada de los mismos. Algunos de estos impactos se aprecian por simple inspección, como la afectación de la calidad de las aguas subterráneas y superficiales, la proliferación de vectores y las enfermedades asociadas a ellos como la leptospirosis, etc. Existen, sin embargo, otros impactos que no se detectan tan claramente, de carácter “difuso”, pero que acarrean importantes costos a la sociedad. Tal es el caso de los incidentes en las rutas provocados por el humo proveniente de la quema de basurales, el uso de residuos para la alimentación de animales que luego se consumen clandestinamente, y los graves accidentes producto de la presencia de personas en los basurales, la mayoría de las veces niños, y la operación de maquinaria pesada como camiones y topadores. Entonces, los costos económicos y sociales de los residuos son mucho más altos de lo que se piensa, y éstos recaen inevitablemente sobre el conjunto de la sociedad. Sociedad Tecnológica y Generación de Residuos En la base y origen de la problemática de los RS debemos ubicar a la generación de los mismos, dominada ésta por los patrones de consumo. Cuando hablamos de residuos nos estamos refiriendo a algo destinado al abandono, inservible para los objetivos que fue concebido; ahora bien, ¿quién y cómo determina que algo es inservible? En algunos casos la pregunta es de respuesta más o menos unívoca, como en el caso de los residuos pag. 22

de comidas, pero en otros casos (en la mayoría) la determinación de utilidad es absolutamente subjetiva, pesando en la misma nuestra forma de vida y de relaciones socioeconómicas. Lo que para unos debe reemplazarse, para otros tiene aún posibilidades de uso. Sin hacer apreciaciones de tipo ideológico, la sociedad tecnológica y capitalista se basa en el incremento del consumo de bienes y servicios, allí radica su eje funcional; constantemente se están diseñando bienes de mayor tecnología y aparentes nuevas prestaciones, por lo cual en poco tiempo sentimos que debemos cambiar y descartar lo “viejo” por inútil; el caso actual más demostrativo de esto son los teléfonos celulares, como hace poco tiempo fueron las computadoras personales. Cada día vivimos, o creemos que vivimos, mejor, pero uno de los costos que debemos asumir es el aumento imparable del uso de recursos naturales y de la generación de residuos como efectos negativos de nuestra “prosperidad”. Los Tipos de Residuos Los RS pueden clasificarse en base a su origen, encontrando dos grandes tipos: los RS domiciliarios (RSD) y los residuos industriales y de actividades económicas. Estos últimos, a su vez, pueden dividirse en dos grandes grupos: los residuos peligrosos (por ejemplo solventes, combustibles, materiales contaminados, residuos patológicos), los cuales deben recibir un tratamiento especial, y los RS compatibles con RSD (por ejemplo residuos de las oficinas y comedores de las fábricas). Pero esta clasificación es relativa, ya que los residuos domiciliarios pueden contener elementos considerados

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peligrosos como solventes, baterías y medicamentos. Esta aparente contradicción se explica teniendo en cuenta que el control sobre los residuos peligrosos industriales es relativamente sencillo frente a lo que significa poder legislar y controlar a millones de generadores de residuos domiciliarios. Ciertamente, en sociedades más desarrolladas también los componentes peligrosos generados en los domicilios como las pilas tienen una recolección y tratamiento especial, aunque con unos costos elevados, lo que nos demuestra cuánto nos queda por recorrer y cuánta relevancia tienen las conductas sociales. Una clasificación de los residuos de mucha difusión y utilización es la que los divide en “secos y húmedos” u “orgánicos e inorgánicos”. Rigurosamente hablando, los residuos secos a veces contienen humedad (papeles, cartones), y los inorgánicos incluyen muchos materiales químicamente orgánicos (PET, plásticos en general, maderas, cueros), pero esta clasificación es la más útil a la hora de poder establecer diferencias que sean claramente apreciables por el conjunto. En realidad, cuando hablamos de residuos húmedos u orgánicos nos referimos a materiales que fácil y rápidamente se descomponen, representando la porción conocida como putrescible. Sin entrar en mayores detalles, la porción putrescible de los residuos domiciliarios es la de mayor impacto ambiental negativo, ya que es la que produce olores, atrae a los vectores, genera líquidos lixiviados, etc. La Gestión de los Residuos ¿Qué hacer con los residuos? es la pregunta más común que nos viene a la mente luego de leer los párrafos anterio-


o) los Residuos Sólidos Preparación de un terreno para el relleno sanitario.

Reciclado.

res. Al respecto, en términos técnicos, la solución para minimizar el impacto negativo de los residuos no existe de manera única, sino que siempre resulta de una adecuada combinación de alternativas, y por eso hablamos de gestión de los residuos y no sólo de tratamiento. Si nos referimos a las alternativas de tratamiento desde el punto de vista de la ingeniería, podemos aprovechar los valores residuales de los residuos mediante la recuperación de materiales (reciclado), las transformaciones biológicas (compostaje, degradación anaeróbica), las transformaciones térmicas (incineración, gasificación y pirólisis), todas ellas combinadas con la disposición final de los excedentes en forma controlada en rellenos sanitarios. Todas estas posibilidades, a las cuales nos referiremos en detalle en próximos artículos, requieren la participación responsable y permanente de toda la sociedad, principalmente para disminuir la cantidad de residuos generados y clasificar los mismos según su origen. Sin este compromiso de la comunidad, ninguna a alternativa de gestión logrará resultados importantes. En orden de prioridad, una tarea inmediata es la regularización de los sitios de disposición final, cerrando y remediando los basurales a cielo abierto, e instalando rellenos sanitarios controlados estrictamente. Las prácticas de depositar los residuos en cavas, bañados y zonas marginales deben considerarse inaceptables. A la par, las tareas de concientización y participación ciudadana, mediante la instrumentación de programas de reducción, reciclado y compostaje, deberían conducir a la disminución progresiva y permanente de los residuos excedentes; pero debe entenderse que estos procesos llevan tiempo y trabajo, de manera que no deberíamos demorar en comenzar la tarea.

Clasificación de residuos.

Ribera del río San Javier, a la altura de Cayastá, con residuos domiciliarios esparcidos denotando una conducta inapropiada.

Los Recolectores Informales Un punto especial que merece una reflexión final es la existencia de miles de familias que obtienen sustento en el aprovechamiento de ciertos materiales de la basura. Es tarea del Estado, pero también de la sociedad, dignificar esas prácticas en la medida que no puedan ser sustituidas por trabajo formal. No existe gestión de los residuos que pueda omitir este elemento, para lo cual se deben instrumentar programas especiales que incluyan medidas de saneamiento de las condiciones de trabajo, formalización en cooperativas o asociaciones, instalación de plantas de separación seguras e higiénicas, erradicación del trabajo infantil. En resumen, se trata de incorporar a estos amplios sectores marginados a un circuito formal, con un tratamiento interdisciplinario que incluya además la capacitación, la escolarización, el acceso al cuidado de la salud, y todos aquellos derechos establecidos en nuestra Constitución, y que toda sociedad que se precie de justa debe garantizar. ECOCIENCIA & NATURALEZA

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y g l n F i h s i F La sección de hoy esta dedicada a un aspecto fundamental en la pesca de simulación: La creación de nuestros propios señuelos. Atar una mosca puede obedecer a motivos económicos, artísticos, terapéuticos o todos ellos a la vez. En efecto, la primera inversión que constituye el equipo inicial de atado, se paga con creces al momento de hacer la evaluación económica de lo que cuesta reemplazar las moscas mordidas o perdidas en una buena jornada de pesca, multiplicadas por los años que esta práctica nos permite. Asimismo, el contacto con el sedal, las plumas, los hilos, sintéticos, las pequeñas herramientas de artesanos, proyectan a más de uno en los delirios del diseño, desarrollando tal pasión y perfección en el atado que con el tiempo son capaces de transformarlo en arte. En cuanto a su rol terapéutico, lo recomiendo especialmente tanto para los hiperactivos (que seguramente atarán una mosca en 10 minutos) como para los obsesivos, que podrán tomarse días en el armado paso a paso de cada segmento de la simulación. Sin más palabras, les propongo disfrutar de las imágenes y texto producidas en una clínica de atado de mi querido amigo Hugo Cuello, con quien hemos compartido más que simples jornadas de pesca, desde las claras aguas de montaña de nuestros lagos sureños, hasta las turbias correntadas del invaluable Paraná. Quien intente la pesca con mosca aprenderá a apreciar la satisfacción de haber engañado al escamado con una simulación atada con sus propias manos.

Mosca Atado de

Dorado para Textos: Hugo Cuello Fotos: E&N

Jorge Rico

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Uno de los aspectos más atractivos de la pesca con mosca es la elaboración o fabricación de los artificiales que luego se usaran en la pesca misma. Desde antaño, los materiales para el montaje fueron muy diversos y derivados de fibras naturales; luego, desde la incorporación de los materiales artificiales, las posibilidades de combinación en colores, formas y aptitudes de los modelos en el agua se potenciaron al extremo. Los atados pudieron adecuarse a la imitación de alevinos, insectos, crustáceos, etc. llegando a ser copias fieles de los modelos, o bien sin imitar algo especifico, surgieron construcciones cuyo objetivo es la mera “irritación” de peces para producir su interés. Capitulo aparte merece el atado de moscas para salmón que catapultaron las técnicas de atado y selección de los materiales a un nivel complejo y perfeccionista. En nuestra zona, perteneciente al sistema del río Paraná, la elaboración de moscas también merece un capitulo propio, pues las diversas especies ícticas requieren técnicas y modelos específicos, de acuerdo a su alimento. Hay probadas experiencias en atado de moscas para la pesca de variadas especies de nuestro litoral fluvial. Así dorados, chafalotes, dientudo, san pedros, mojarras, sábalos y carpas, entre otras, son las acostumbradas entre los pescadores locales. Para el atado de una mosca se requieren algunas herramientas que facilitan la tarea: morsa, porta bobinas, alicates, tijeras, entre algunas otras más especificas que se podrán adquirir en los comercios especializados.

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y g l n F i h s i F Para Dorado la selección del anzuelo es de vital importancia, siempre deberá ser de buena calidad, de acero bronceado o inoxidable. A-El primer paso es el posicionamiento del anzuelo en la morsa, y para el modelo que mostramos hoy la disposición de un mechón de pelos naturales rígidos darán silueta y longitud, y evitarán que se enreden los posteriores materiales en el anzuelo. B-Posteriormente, se disponen hebras de materiales sintéticos con la capacidad de reflejar la luz y dar brillo al modelo, cualidad muy importante que le conferirá a la mosca la capacidad de atracción en el agua. C-Seguidamente con plumas naturales, dos a cada lado, se forma la cabeza del alevino, y las agallas. D-Finalmente se colocan los ojos y un mechón de lana oscura para terminar el lomo del modelo. Cada uno de los pasos son terminados con pegamento instantáneo para dar solidez y fijación a los distintos materiales. La combinación de materiales y colores varía según el modelo a imitar, y queda librado a la mera imaginación y ocurrencia del atador, posibilidad que agrega gracia a esta actividad y nos hace “pescar” en nuestras propias casas.

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Notas

y curiosidades

Orquídeas sobre las

Textos: Ing. Agr. Alberto LÓPEZ CALDERÓN. Fotos: Claudio Berli.

¿Qué son las orquídeas? Las orquidáceas constituyen la familia de plantas con flores más numerosa del planeta. Así, se estima que existen en la actualidad unas 35.000 especies conocidas, muchas extinguidas o en vías de extinción; probablemente todavía muchas por conocer. Por su complejidad floral, por sus relaciones con los agentes polinizadores, y por su relación simbiótica con los hongos micorrizas, son consideradas la culminación de la evolución floral del reino vegetal. Mitad planta y mitad mujer, la orquídea se convierte en el imaginario colectivo, e incluso en el literario de finales del siglo XIX, en una “maravillosa criatura”, que inspira a escritores como Maupassant o Zola, “una embriaguez o una tentación mórbida que nunca está muy alejada del amor”. ¿Dónde y cómo crecen? Crecen en los más diversos hábitats: hay orquídeas terrestres o semiterrestres; sobre rocas; subterráneas que sólo ven la luz del sol cuando florecen; epífitas; especies con flores del tamaño de una cabeza de alfiler, o con cañas florales de 2,5 metros de altura; y hay una especie del Asia que llega a pesar una tonelada y a producir 10.000 flores por temporada. En cuanto a dónde crecen, en síntesis, las orquídeas sólo están ausentes en las regiones polares y en los desiertos más áridos de la tierra; son particularmente abundantes en las regiones tropicales. ¿Dónde hay orquídeas en la Argentina? Hay unas 300 especies nativas o naturalizadas que crecen en la selva misionera, en la selva de las Yungas, en los montes de Chaco, Formosa, Corrientes y Santa Fe. Las especies de hábitos terrestres se encuentran en las provincias mencionadas, pag. 38

Atraen como las sirenas, son mortales como el veneno, admirablemente raras, irritantes, pavorosas.

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Guy de Maupassant

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Oncidium bifolium, nombre vulgar: patito o bailarina. (Autóctona).

en lugares pantanosos de la provincia de Buenos Aires, y en la meseta patagónica. Si no fuera por una especie descubierta recientemente en Nueva Zelandia, las Gavileas de Tierra del Fuego serían las orquídeas más australes del mundo. ¿Qué significa la palabra orquídea? La palabra orquídea deriva del griego orchis, que significa testículo, en referencia a la protuberancia de un órgano de reserva que tienen la gran mayoría de las plantas de esta familia, el llamado pseudobulbo, que cumple una función esencial, como es la de almacenar nutrientes. El nombre de orchis lo aplicó por primera vez en el siglo III antes de Cristo el griego Teofrasto, al referirse a ese grupo de plantas cuyas raíces se empleaban en la farmacopea en Grecia y en el Asia Menor. En América, inscripciones aztecas hablan de la Vanilla, la cual pertenece a al familia de las orquídeas, y de su uso para aromatizar sus bebidas hechas a base de cacao. En el siglo XIX, europeos como Cattley, Skinner y otros llevaron y difundieron las primeras orquídeas de colección desde América Latina. ¿Qué distingue a una orquídea de cualquier otra planta del reino vegetal? La caracterización de las orquídeas es muy complicada. Hay 5 características básicas de las orquídeas que pueden encontrarse individualmente en otras familias de plantas, pero sólo se dan juntas en el caso de los representantes de esta familia: Las flores de las orquídeas son bilateralmente simétricas. Las flores están formadas por 3 sépalos, 2 pétalos y 1 “labio” o labelo (Figura 1). Presentan una “columna” en sus flores, en la cual se sueldan los órganos reproductivos masculinos (polinias) y los femeninos (superficie estigmática). Los granos de polen (células sexuales masculinas) están agrupados en masas pegajosas llamadas polinias, en número de 2, 4 u 8. Las semillas son muy pequeñas y contienen sólo embriones inmaduros sin material nutricional. En el medio natural, las semillas sólo pueden germinar con la ayuda de hongos simbióticos (micorrizas). ECOCIENCIA & NATURALEZA

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Sus raíces tienen 3 funciones: (a) anclaje, (b) absorción de agua y nutrientes, y (c) resistencia a condiciones de humedad. El rizoma es el nombre que recibe el tallo de las orquídeas; por su parte, los pseudobulbos son órganos de reserva, que presentan diferentes formas según las especies, y en algunas no se presentan. Sus flores son HERMAFRODITAS, es decir, los 2 sexos en la misma flor. El labelo (Figura 1) actúa como “pista de aterrizaje” para los agentes polinizadores (insectos y aves), los cuales son atraídos por el aroma. Según el género, una orquídea tarda entre 5 a 10 años o más para florecer, desde que nace, pero en los híbridos y plantas de meristema, el lapso anterior puede reducirse.

Figura 1. Flor típica de una orquídea (CATTLEYA) con sus partes principales. ¿Cómo viven y se alimentan? Las orquídeas, y otras plantas, se han adaptado en su evolución, a vivir adheridas a los troncos y las ramas de los árboles; así, las plantas que viven sobre otras plantas, se llaman epífitas. Es importante remarcar que las orquídeas no “parasitan” a los árboles. Simplemente viven y crecen donde pueden encontrar apoyo y nutrientes, pero estos últimos no los toma del árbol que la “hospeda”, sino que provienen de la descomposición de la corteza del árbol, de los detritos o restos en descomposición de otras plantas, y de las partículas suspendidas en el aire. Las orquídeas toman la luz del sol para hacer la fotosíntesis, y “fabrican” sus nutrientes a partir de estos elementos, del agua de lluvia y del dióxido de carbono, como el resto de las plantas llamadas “verdes”. Son las plantas superiores de más antigua aparición en la tierra (65 millones de años según algunas investigaciones) pero, sin embargo, se las considera las más evolucionadas. Han debido ser, pag. 39


y son, muy “astutas” para adaptarse, reproducirse, recoger agua y alimentarse, ya que tuvieron que ocupar el único lugar en la vegetación que les dejaron otras plantas (las ramas superiores de los árboles) en los momentos de grandes cambios en la Tierra. Por su parte, las orquídeas terrestres han hecho pensar que podrían ser plantas muy antiguas, que aparecieron de hábitos terrestres, pero la fuerte competencia que sufrieron en los ambientes tropicales y subtropicales, donde se encuentran 2/3 de sus especies, las “obligó” a “subirse” a los árboles, que es donde hoy habitan. ¿Cómo se reproducen? Aunque tienen flores hermafroditas, su conformación y disposición hace que sea muy difícil el “contacto sexual” entre los dos órganos. Para que se dé la comunicación entre ambos sexos, recurren a la colaboración de agentes polinizadores (insectos, aves) que, atraídos por ciertos perfumes, se meten dentro de las flores, cargan su cuerpo con granos de polen y al salir los dejan adheridos al órgano femenino de esa u otras flores. Es tal la “astucia” de estas plantas para asegurar su reproducción que en el género Ophrys, de hábitos terrestres, el centro de sus flores, por su forma y su color, se asemeja a la forma y color del insecto polinizador, con lo cual se asegura la atracción de éste. Hay una especie que durante la floración expele un aroma igual al de las hormonas de la hembra del insecto que la poliniza, con lo cual, el hecho de visitar esa flor se vuelve una “atracción fatal” para tal insecto. Dada esta dificultad para autofecundarse, las orquídeas producen millones de células sexuales femeninas, con el fin de aumentar las chances de fecundación, teniendo en cuenta que debe ser visitada por algún insecto o ave, y que además al cual se le hayan pegado las células sexuales masculinas en su cuerpo; en fin, una circunstancia de muy escasas probabilidades. Debido a la gran cantidad de células sexuales femeninas que producen, éstas son muy pequeñitas y tienen poco espacio para las reservas alimenticias que necesitará el futuro embrión de la planta. “…sus flores son básicamente órganos pag. 40

de reproducción, y el Creador ha querido ponerlas tan espléndidamente a la vista como contraste frente a los seres humanos, incluso estas atractivas flores esconden en sus más íntimos rincones las artes sexuales del engaño”… “…la relación entre orquídeas e insectos es fascinante, y éstas han puesto a prueba muchas “tácticas” para facilitar la polinización...”. ¿Cómo hacen los embriones para nacer y vivir? A través de otra muestra de “astucia” de estas plantas: en sus raíces, más precisamente en la punta de las mismas, se aloja un complejo de hongos que reciben el nombre de micorrizas, los cuales elaboran una serie de sustancias que nutren los embriones de las orquídeas hasta que estos logran nacer y generar sus primeras hojas verdes, lo cual les permite “destetarse” y vivir por si mismos. ¿Es posible cultivarlas fuera de su hábitat? Las orquídeas pueden cultivarse fuera de su hábitat específico, como lo hacen los coleccionistas y aficionados, si se reproducen en el lugar elegido las condiciones ambientales que estas requieren. Así pueden crecer y florecer en jardines, patios, galerías, balcones, interior de una casa, en árboles, si se les brindan esas condiciones de ambiente. Estos aspectos se verán en una próxima entrega de ECO. Los orquideófilos experimentados expresan que cultivar orquídeas es “cultivar raíces”. En general, cultivar orquídeas es relativamente fácil, pero es un pasatiempo para gente “no impaciente”. ¿Cómo llegaron a ser plantas de colección? La “historia oficial” de las orquídeas, o sea su reconocimiento público mundial, se inició en 1818 por pura casualidad. En esa época, la Inglaterra victoriana y colonial contaba con exploradores y funcionarios de haciendas y plantaciones en las más diversas regiones del planeta. Un explorador inglés llamado Swainson, quien recolectaba musgos y líquenes

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Miltassia “Afrodita” (hibrido).

Pseudobulbos de especies de Cyrtopodium, (terrestre).


en Sudamérica para un horticultor y jardinero de Inglaterra llamado William CATTLEY, usaba los pseudobulbos y las hojas de las orquídeas salvajes que crecían en la selva del Amazonas para acondicionar mejor esos envíos que hacía a Inglaterra, sin saber en realidad que estaba por despertar la fascinación del mundo “civilizado” de Europa por esta generosa familia de plantas. En Inglaterra, Cattley plantó los pseudobulbos, que en unos años florecieron en unas flores color lavanda o púrpura (la “historia” no lo ha registrado con precisión), y como no sabía de qué planta se trataba, se las envió a un renombrado botánico, John LINDLEY, quien clasificó a esa planta como perteneciente a la familia de las orquidáceas. Lindley, en homenaje al obsequio y aporte de Cattley, clasificó a la orquídea mencionada y la denominó CATTLEYA. En conclusión, el hallazgo de Cattley en la selva amazónica desató un delirio mundial por las orquídeas, no sólo por la magia de sus flores, sino porque esta belleza, a diferencia de la belleza igual o mayor de otras familias de plantas florales, llama la atención que se logre “sin nada”, viviendo, se diría, “del aire”.

Dendrobium phalaenopsis.

Oncidium jonessianum (autóctona)

Raíces de Catasetum fimbriatum, nombre vulgar: “Casco Romano” ECOCIENCIA & NATURALEZA

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¿Cómo fue que la manía por coleccionarlas las puso al borde de su extinción? El furor desatado en Europa a fines del siglo XIX por coleccionar orquídeas hizo que, para satisfacer las demandas de los potenciales clientes que estaban dispuestos a pagar altos precios por las mismas, un gran número de recolectores fueran enviados por las empresas y particulares a “buscar” (depredar) orquídeas en lugares remotos, sobre todo de América Latina; estos “buscadores” sufrieron enfermedades, privaciones, y muchos perdieron la vida en sus intentos. El comienzo del siglo XX, por suerte para las orquídeas, barrió con todos los excesos del siglo XIX. Así, “los exorbitantes precios (se han llegado a pagar hasta 6.000 libras esterlinas) por un ejemplar único de una especie que provenía de lugares en los que se la consideraba desaparecida, la recolección de decenas de miles de ejemplares de una misma especie para agotar la fuente y conseguir así la “exclusiva”, los pag. 41


testamentos dementes que imponían la destrucción de las colecciones para arrebatar a las generaciones venideras el placer de gozar con estas maravillas, los primeros híbridos que alcanzaban cotizaciones increíbles… Todo ello, tal vez provisto de una cierta fascinación romántica, es solo un recuerdo consignado en los libros de una relación que, con otras formas, quizás aún esté viva... Los éxitos de la investigación científica en la reproducción (en el siglo XIX con los primeros híbridos, y en la actualidad con la reproducción por meristemas), la siembra y el cultivo de estas plantas han transformado la locura de un coleccionismo exasperado, reservado a círculos de privilegiados, en el placer de una afición que todos pueden disfrutar” (FANFANI Alberto, Guía de Orquídeas, Editorial Grijalbo, Barcelona, 1988). Más aún, el costado muy positivo de la pasión por cultivar y coleccionar orquídeas es que esto ha permitido conservar plantas ya extinguidas o a punto de extinguirse en su hábitat natural, o cuyos hábitats están desapareciendo a causa de los desmontes para usos agropecuarios o urbanos. ¿Fueron conocidas por la ciencia a partir de esos hallazgos? Las orquídeas no son plantas europeas, sino de regiones tropicales. No obstante son conocidas y utilizadas por el el Viejo Mundo desde la antigüedad, cuando se les adjudicaban propiedades afrodisíacas y potenciadoras de la fertilidad humana. Desde las afirmaciones de Teofrasto (un discípulo de Aristóteles) y de Dioscórides, las orquídeas fueron más conocidas, pasando al menú afrodisíaco de Europa; hacia la Edad Media, escritos de Plinio El Viejo hacen referencia a las propiedades medicinales de las orquídeas como vigorizantes y afrodisíacas. En Asia, Confucio, tenía orquídeas vivas en su habitación, y escribió un poema elogiando su fragancia. El primer libro sobre el cultivo de las orquídeas, con una minuciosa descripción de las especies conocidas hasta el momento, se escribió en chino, alrededor del año 1000 D.C. ¿Se trabaja científicamente con estas

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plantas en nuestro país? En nuestro país, trabajos recientes de investigadores de la Universidad Nacional de Misiones, elaborado a partir de entrevistas con comunidades guaraníes de la selva misionera, dan cuenta que, para ellos, hay especies de orquídeas con propiedades medicinales de diverso tipo; otras que sirven de alimento a algunas especies propias de la fauna misionera, pero por sobre todo, algunas orquídeas nativas tienen para los guaraníes un alto valor mitológico, por cuanto creen que las plantas epífitas como las orquídeas encarnan al “espíritu del viento” o “yvytû-ja”, el que se enoja cuando hay hechos de depredación de las orquídeas, expresándose a través de fuertes vientos y tormentas. Las Orquídeas, ¿están amenazadas de extinción? Desde mediados del siglo XIX, sobre todo América Latina, que es muy rica en especies de orquídeas, era objeto de depredación sin límites para adornar colecciones y jardines de toda Europa. Desde que se generó el primer híbrido de orquídea realizado por el hombre (a mediados del siglo XIX), se llevan registrados hasta el momento más de 150.000 híbridos, en un registro que lleva la Royal Horticultural Society de Londres. Los híbridos y, más recientemente, las orquídeas obtenidas por meristema, han disminuido la presión de la sociedad sobre estas plantas, ya que son la familia preferida para adornar los jardines y otros ambientes de los ricos del mundo. En su hábitat natural, las orquídeas están consideradas por el CITES (vigente a nivel mundial desde 1975) como “amenazadas” y “en peligro”.

Pleurothallis riograndensis, (micro-orquídia autóctona)

Microrrizas en raíces de Brassarola perrinii.

Por bibliografía de consulta ingresar a www.cienciaynaturaleza.com.ar Agradecimientos El Autor desea agradecer a su esposa Silvia por su asistencia en la elaboración de este artículo, así como también a Marta CALVET, Horacio BALLEJOS, Fernando SAAVEDRA, Miguel PELOSSI, Francisco GASTALDI y Alberto BERUTTI (integrantes de la Comisión Directiva de la Asociación Orquideófila de Santa Fe), por los valiosos comentarios y correcciones.

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Oncidium jonessianum (autóctona)


ASOCIACIÓN ORQUIDEÓFILA de SANTA FE Es una organización sin fines de lucro, fundada en Santa Fe el 3 de Marzo del 2005, y cuyos objetivos son: 1) Divulgar todo lo relacionado con el cultivo de las orquídeas y su conservación. 2) Estudiar, reconocer, cultivar y fomentar las especies botánicas en general. 3) Organizar conferencias, reuniones, charlas, talleres, exposiciones y cursos referidos a todo lo relacionado con las orquídeas. 4) Organizar viajes a exposiciones, viveros, fiestas, desmontes y/o cualquier otra actividad o evento municipal, provincial, nacional o internacional. 5) Intercambiar ideas, información, plantas y experiencias; apoyar gestiones de entidades similares en todo el país. 6) Realizar y/o comprar videos, fotografías, CD y/o cualquier otro material que pasará a ingresar el patrimonio de la Biblioteca de la Asociación. 7) Coordinar con organismos e instituciones municipales, provinciales, nacionales e internacionales, públicos o privados, la organización de charlas, conferencias, exposiciones. 8) Intervenir en toda actividad tendiente a la conservación y protección de la flora orquideófila nativa, tanto en el ámbito de la provincia como del país. 9) Asesorar a los organismos públicos como los privados, tanto municipales, provinciales o nacionales, sobre la flora nativa o autóctona, y la orquideófila en especial. 10) Fomentar, apoyar y colaborar con entidades similares en todo el país. Contacto: lopezcal@hotmail.com (Ing. Agr. Alberto López-Calderón).

Híbrido interespecífico del género Zygosepalum.

Del Autor El autor es Ingeniero Agrónomo, Especialista en Gestión Ambiental de la Universidad Nacional del Litoral. Es Profesor Titular de las “Cátedras de Tecnología, Ambiente y Sociedad”, y “Economía Ambiental” de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, UNL. El autor es además miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Orquideófila de Santa Fe.

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La fotografía de paisajes es una de las disciplinas más activamente practicadas por todos los amantes de la fotografía. No importa si son profesionales o aficionados. Prácticamente el cien por cien de las personas alguna vez han empuñado una cámara y se han parado delante de una majestuosa montaña, una idílica playa o una apacible pradera y han tratado de perpetuar ese momento a través de la fotografía. Aunque parezca sencilla esta especialidad dentro de la fotografía de naturaleza, tiene sus secretos. No todas las fotos salen como las estábamos viendo o como las visualizamos en nuestra mente y muchas son las decepciones cuando imprimimos las mismas o las miramos en la computadora. No es tan fácil como parece, el secreto está en que hay que aprender a mirar el paisaje e interpretar la luz reflejada por los elementos que estén en nuestro cuadro. De todos los elementos que concurren para que la imagen de un paisaje se convierta en una fotografía especial, es la luz, su calidad y color la que tiene una mayor importancia determinante. La luz adquiere categoría de mágica en los dos extremos opuestos del día, inundando el paisaje con alargadas sombras que contrastan con fugaces y cálidas formas. Es en los crepúsculos y amaneceres cuando la luz del sol recorre una distancia más grande a través de la atmósfera terrestre. En ese recorrido, los haces de luz se encuentran con un mayor número de moléculas de aire, lo cual produce una atenuación selectiva de las componentes violeta y el azul. Como resultado, la luz del sol se convierte en ese cálido matiz naranja que tantas imágenes de atardeceres con el sol como protagonista del encuadre hemos visto. En esos instantes, es precisamente en la dirección opuesta al sol donde se consigue la mejor luz, ya que ésta se refleja en el paisaje dándole especial color y relieve, creando texturas en rocas y árboles que no se observan en ningún otro momento del día. Afrontar la fotografía con ciertas garantías de éxito supone invertir una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en hacer localizaciones. La búsqueda de encuadres es parte de la clave de una buena imagen. Una vez localizado el encuadre, debe determinarse cuál o cuáles serán las mejores horas de luz para acudir con el equipo fotográfico y la óptica u ópticas idóneas para la toma. Dado el corto periodo de duración de esta luz mágica, hace que el fotógrafo de paisajes sea el más madrugador de todos los especialistas de las distintas variantes de la naturaleza. Debe conocer a fondo los horarios de salida y sentido del sol. A lo que hay que sumarle una pre-producción antes de llegar caminando hasta el lugar, en el caso de los trekkers, portear la mochila con el equipo de campamento, a lo cual hay que sumarle el pesado equipo fotográfico y el tedioso trípode. Se debe calcular estar por lo menos 45 minutos antes de la salida del sol, para buscar el punto preciso de encuadre (es ideal hacerlo días previos con buena luz), instalar el equipo e ir trabajando con los distintos momentos de luces.

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Paisajes Pintando el ambiente Texto y fotos: Sergio Massaro. www.sergiomassaro.com.ar

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Equipo y técnicas El equipo básico para fotografiar paisajes es el siguiente: cámaras, preferiblemente manuales, que permitan exponer en posición B y con disparador con enganche para cable; cables disparadores robustos con bloqueo de exposición; objetivos angulares de 18 a 35 mm, estándar de 50 mm y tele corto tipo 75 a 100 mm, filtros, y trípode con nivel de burbuja para asegurar la horizontalidad. El uso del trípode nos proporcionará muchas ventajas como la posibilidad de mayor profundidad de campo, eliminación de movimientos, exposiciones largas, etc. De no contar con uno, usar una piedra, la mochila, un tronco o algún elemento firme que sostenga la cámara al momento de disparar. Para poder realizar fotografías a velocidades lentas ganando mayor profundidad de campo. El cable flexible empleado para accionar el disparador de la cámara, tiene la función de evitar las vibraciones que se producirían si pulsáramos directamente el botón del disparador de la cámara en largas exposiciones. Permite accionar el obturador de la cámara (mantenerlo abierto en la posición B) sin movimiento, en las cámaras mas modernas, viene en forma de control remoto, con conexión inalámbrica, de modo que el operador dispara sin tocar la cámara. En caso de no contar con cable disparador, puede trabajarse como alternativa con el timer de la cámara. Días nublados, días soleados. En días nublados la luz del sol llega a la Tierra filtrada por un fino velo de nubes que, sin oscurecer el paisaje, la difunde de manera uniforme, creando un agradable efecto de luz difusa que atenúa reflejos y suaviza las sombras. Las luces intensas y las sombras densas tienden a encontrarse en un punto en el que los detalles, antes escondidos tras los fuertes contrastes de un día soleado, empiezan a aparecer. Las nubes hacen de gigantesco reflector y eliminan las duras iluminaciones de un sol directo. Es el reino de los tonos medios, en el que desaparecen casi por completo los problemas de exposiciones extremas que la luz intensa del Sol provoca con pag. 46

frecuencia. Esta situación es ideal para fotografiar zonas con grandes contrastes como los interiores de los montes y bosques. En este ambiente en días soleados, tenemos una diferencia de luces muy grande entre el cielo y el interior del bosque cuya luz se ve reducida por el efecto del follaje de la vegetación, quedando una zona muy oscura y otra demasiado clara. Con la luz de un día nublado podemos balancear esta diferencia de luces y obtener resultados más armónicos. Con el trípode podremos tener abierto el obturador el tiempo necesario para sacar a la oscuridad la gama de colores que la falta de luz nos niega. Además, con un diafragma muy cerrado, obtendremos una gran profundidad de campo que nos asegura nitidez en toda la dimensión de la imagen. En días soleados las escenas de gran contraste que tienen grandes áreas oscuras y brillantes, la lectura general se ve afectada, necesitan lecturas selectivas. Acérquese y mida la luz sobre la parte clara excluyendo la parte oscura. Si tiene una cámara con medidor de iluminación, para tomar una lectura selectiva sólo debe centrar el área de sujeto importante en la zona de medición de iluminación. El brillo de playas blancas y nieve también puede hacer que la cámara tome fotografías demasiado oscuras (subexpuestas). Para adaptarse a esta situación, base la exposición en una lectura de medidor de vista de primer plano del sujeto o aumente la exposición un punto, ajustando el control de compensación en cámaras automáticas o abriendo la abertura del lente un punto en cámaras manuales. Al encuadrar un paisaje donde el cielo representa una parte significativa, debemos tener en cuenta que es mas brillante que la tierra y causara la toma ligeramente subexpuesta, oscura; la lectura de la exposición debemos realizarla excluyendo el cielo. Complicadas situaciones de exposición se dan, por ejemplo, en los contraluces, poniendo en apuros al fotómetro de nuestra cámara, que quiere dividirse entre la medición de las zonas en sombra y las iluminadas. Exponiendo para éstas

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últimas, el fotógrafo sacará el mejor partido de un contraluz aprovechando formas, objetos, relieves geográficos o cualquier otra cosa que haya elegido como motivo principal de su composición, pues el acusado contraste crea siluetas, realza el paisaje y da fuerza a la escena. Las cualidades reflectantes del agua dificultan las mediciones cuando refleja una sombra o el cielo de un azul intenso. El agua puede tener color negro azabache y tendremos que reducir la exposición en uno o dos diafragmas para conseguir que parezca real. La luz reflejada en el agua transforma un paisaje monótono en una impactante imagen. Para no perder fuerza del brillo contrastando con el agua conviene tomar la exposición sobre esta última.

Relámpagos Se suele trabajar con sensibilidad 100 ISO. La elección del diafragma y la velocidad de obturación dependerán de varios factores. La contaminación lumínica de ciudades o pueblos crea tonalidades poco naturales sobre todo en las nubes, acentuándose al aumentar los tiempos de exposición y también cuanto más abierto tengamos el diafragma. La visibilidad que tengamos hasta los rayos se reduce en algunos casos en los que


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la atmósfera no está suficientemente limpia y en estos casos deberemos utilizar diafragmas más abiertos. Por último, la distancia que nos separe de las descargas eléctricas también influirá en el diafragma a emplear. La precisión de los valores correctos de exposición va mejorando con la experiencia y necesitaremos ir afinándola con el tiempo. Si la tormenta está lejos (más de 2 Km), el diafragma más cerrado a utilizar será de f5.6, mientras que utilizaremos f8 o superiores cuanto más cerca estemos de los rayos.

la luz provoca en la superficie del agua, de las rocas o de las hojas de los árboles, cuando incide en ellas la luz intensa del sol. También es útil para reducir el efecto de las brumas invernales o las calimas veraniegas. Todo ello conduce a una intensificación de los colores naturales, siendo especialmente notorio en la saturación del azul del cielo, que provoca a su vez un mayor contraste con las nubes, a las que dota de relieve y dinamismo.

Noche Las imágenes de líneas de estrellas con un paisaje iluminado por la Luna resultan con un trayecto más corto, dependiendo de la luz lunar y del diafragma empleado. Sin embargo hay que cuidar la exposición para que no parezca totalmente de día o se sobreexpongan las claridades. También debemos saber que a diafragma más cerrado, menos estrellas aparecerán. Al cerrar el diafragma sólo las estrellas más brillantes impresionan la película y el efecto obtenido es menos espectacular. Por el contrario, diafragmas de f/1’4 ó f/2, por ejemplo, registran muchas estrellas, incluso las de brillo más débil. A simple vista también solemos ver muchas menos estrellas de lo que luego aparece en la imagen si la hemos tomado con un diafragma adecuado. Los tiempos de exposición son largos mayores a 15 minutos y dependerá de la luz que brinde la luna también. Para hacer primero planos de la luna, se necesita un teleobjetivo mayor a 400mm, para obtener algún detalle de su superficie, en este caso las exposiciones son más cortas.

Filtros de densidad neutra Estos filtros son de color gris y lo que hacen es bajar la intensidad de luz ambiente. La forma más común de uso es utilizarlos para obtener agua correosa o aterciopelada en una corriente de agua. Hay dos formas básicas de tratar el agua de una cascada. La primera es congelando su movimiento y tomar hasta las gotas que están suspendidas en el aire, esto se logra con velocidades altas superiores a 1/500. La otra es sacar el agua aterciopelada, por lo cual debemos trabajar con velocidades inferiores a 1/30. A veces cuando uno hace un trekking y se topa con la cascada a pleno medio día es difícil bajar la velocidad a esa condición, por lo tanto los filtros de densidad neutra, nos brindan esta posibilidad de poder bajar hasta 4 velocidades de la medida en ese momento.

Cambiar el clima Se dan situaciones en las que el uso de determinados filtros se hace aconsejable y casi ineludible. Su utilización ayudará a reflejar de una manera más fiel y precisa aquello que vemos a través del visor de la cámara. El filtro polarizador es el más usado en fotografía de Naturaleza y especialmente en la de paisajes. Su uso elimina los reflejos no deseados que pag. 48

El filtro degradado Consta de una mitad transparente unida a otra mitad oscurecida a través de una suave zona de transición entre ambas. Si la mitad oscurecida es de tono gris medio, el filtro se llama degradado neutro, pues no añade ningún color a la imagen y es el más apropiado en fotografía de paisajes. El propósito de este filtro es facilitar la toma de fotografías con un elevado contraste entre una zona oscura y una zona luminosa. Es el típico caso de una imagen con paisaje en sombra en la parte inferior y un cielo luminoso en la parte superior. Los filtros cálidos están destinados a corregir el efecto que la luz ultravioleta provoca en las películas, y que les lleva

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a adquirir un tono azulado en fotografías realizadas en sombra, en los días soleados. Esta dominante azul confiere un carácter frío a la fotografía, y para compensarla existen en el mercado estos filtros. Su denominación más conocida varía (81A, 81B, 81C), en función de la intensidad de su efecto. El 81A es el de efecto menos acusado, y se usa además con frecuencia como protección permanente de los objetivos frente a polvo, arañazos o golpes. Los más utilizados son los 81B y 81C, que añaden una ligera tonalidad anaranjada que contrarresta la citada dominante azul. Finalmente la composición es la disposición singular y ordenada de los elementos dentro del encuadre. Salvo la obligada exclusión de la imagen de todo aquello que pudiera distraer al observador, restar protagonismo al motivo principal o disminuir la fuerza de la escena, la composición es un concepto a la medida exclusiva del artista. Evolucionará con su experiencia en el campo, con su observación del paisaje y con sus vivencias personales en la Naturaleza, siendo la parte más creativa del trabajo del fotógrafo.

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Utilice Papel Ecológico. Reciclando 50 kg se Salva un Árbol.

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Sección de Vela

Historia de la Navegación Texto: Club Marinas Puerto Santa Fe

La navegación a vela ha tenido un importante papel en la historia de la humanidad. Este medio de desplazamiento es una de las aventuras más apasionantes que el hombre haya emprendido desde los tiempos y lugares más remotos. A través de la navegación el hombre se hizo a la mar en busca de nuevos horizontes, utilizando los materiales que la naturaleza les ofrecía, y así descubrió que su cuerpo se sostenía sobre un tronco, y de esa forma fue uniendo dos o más troncos para formar una balsa como transporte. Se dice que la primera embarcación propiamente dicha fue la canoa. Se construía ahuecando un tronco y como medio de impulso se usaban remos cortos. Después se recubrieron de tejidos impermeables. Pero el hombre, en su sed de descubrimiento y de continuar en la búsqueda de nuevos destinos, se dio cuenta de la posibilidad de utilizar el viento como propulsión, utilizando pieles de animales y materiales vegetales. Fue así que se construyeron las primeras velas.

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Los barcos egipcios más antiguos que se conocen estaban construidos sobre un armazón de madera y eran lo suficientemente grandes para albergar como mínimo a 20 remeros. Iban equipados con un solo mástil dotado de una vela rectangular y uno o dos grandes remos situados en popa que realizaban la función de timón

La historia cuenta que los egipcios fueron los primeros constructores de barcos de los que se tiene noticias. La primera fuente gráfica de estas naves data de alrededor del siglo XXX a .d. C. y lo más probable es que los barcos de esta clase llevaran utilizándose hace bastante tiempo. Se piensa que no sólo los utilizaban para navegar por el Nilo, sino que también se lanzaron al mar abierto, ya que existen indicios que señalan su presencia sobre los mares en pinturas murales de más de 3.000 años de antigüedad. Los barcos egipcios más antiguos que se conocen estaban construidos sobre un armazón de madera y eran lo suficientemente grandes para albergar como mínimo a 20 remeros. Iban equipados con un solo mástil dotado de una vela rectangular y uno o dos grandes remos situados en popa que realizaban la función de timón, siendo capaces de transportar varias cabezas de ganado o el peso equivalente en mercancías. Su particularidad estaba dada porque eran embarcaciones que carecían de quilla, hecho éste que se solucionaba de manera ingeniosa con una gran soga que recorría su largo, de proa a popa, la cual debidamente torsionada, en función de la carga o peso, evitaba la quebradura de la nave. En la proa, la popa y alrededor de la nave se colocaba un entramado de fibras o sogas, que obraba como refuerzo del casco. Como ancla, totalmente primitiva, se utilizaba una simple piedra, de tamaño suficiente, que pendía de un cabo. Otro pueblo de gran importancia en la historia de la navegación fueron los fenicios, reconocidos como muy buenos marinos, quienes no sólo construyeron barcos mercantes capaces de transportar cargas considerables, sino también buques de guerra mayores y más efectivos que cualquiera de los fabricados por sus contemporáneos, los egipcios y los egeos. El talento naviero de este pueblo se desarrolló a la par de su actividad comercial, pesquera y, en menor medida, guerrera. Los barcos fenicios estaban hechos de maderas resistentes, como el cedro, pino, encino y ciprés. Llegaron a tener barcos muy grandes, que también aprovechaban la fuerza del viento por ECOCIENCIA & NATURALEZA

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medio de velas rectangulares. La construcción más significativa de los fenicios fue el buque de manga ancha que utilizaba velas en vez de remos y proporcionaba un espacio para el cargamento mucho mayor que las galeras estrechas. Los barcos fenicios navegaron por el mar Mediterráneo y otros océanos hasta las islas Británicas (para comerciar con estaño), y tal vez también se dirigieron hacia el Sur, a lo largo de la costa de África. A los constructores de barcos fenicios se les reconoce haber desarrollado las galeras birremas y trirremas en las que los remos se colocaban en dos o tres órdenes respectivamente. El poderío naval de Grecia fue enorme hasta el siglo IV a. de C. Luego, Cartago y Roma emprendieron una larga lucha por el dominio del mar. Antes del comienzo de la era cristiana, los romanos habían triunfado y, durante mucho tiempo, dominaron las rutas marítimas mediterráneas. Los romanos desarrollaron muchas clases diferentes de barcos de guerra durante su largo período de dominación en el Mediterráneo, sobre todo galeras, las cuales utilizaban puentes para abordar los barcos enemigos y algunas llevaban artillería de Catapultas. Para el comercio, los romanos construyeron barcos de hasta 53 m de eslora y 14 m de manga. Se cree que construyeron barcos todavía mayores para transportar obeliscos de Egipto a Roma. Estos grandes barcos de carga se aparejaban con velas cuadras en tres palos. En el siglo IX los normandos o vikingos se convirtieron en el terror de los mares septentrionales. En sus embarcaciones, largas y estrechas, propulsadas con velas y remos, denominadas dracares, efectuaron incursiones en las costas del norte de Europa, las islas británicas y el Mediterráneo. Con el modelo más pequeño de estos barcos, que tenía 23,8 m de eslora, 5 m de manga y su proa simulaba un dragón, se internaron en el tormentoso Atlántico septentrional, colonizaron Islandia y Groenlandia, y arribaron a las costas norteamericanas. También fue utilizado por los diversos reyes escandinavos que invadieron las islas Británicas. Los sajones lo adoptapag. 53


ron, sobre todo durante el reinado de Alfredo el Grande, como defensa contra los invasores. Durante los siglos XV y XVI aparecieron muchos tipos de naves: carracas, carabelas, pinazas, saicas, galeones, etc. El uso de la brújula se generalizó y posibilitó los viajes cada vez más largos. Se construyeron buques de unas mil toneladas. La nave Santa María, que llevó a Colón y a sus cincuenta y dos hombres al Nuevo Mundo, medía treinta metros de eslora. Los buques mercantes y de guerra ingleses crecieron en número y tamaño durante los reinados de Enrique VIII e Isabel I. Las carracas, que españoles, portugueses y venecianos usaban para transportar mercancías, tenían a menudo cuarenta metros de eslora. Los barcos de guerra mayores de la época, dotados de cuatro mástiles, desplazaban mil quinientas toneladas. Los franceses sobresalieron en la arquitectura naval. Sus naves aventajaron en tonelaje y velocidad a las de otras naciones, sobre todo en los siglos XVII y XVIII. El tráfico oceánico creció en los siglos XVII y XVIII, cuando los ingleses, portugueses y holandeses intensificaron la búsqueda de productos orientales. Las naciones europeas crearon compañías comerciales rivales. La más famosa fue la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, fundada en 1600. Los barcos de carga solían ser más anchos y lentos que los de guerra, e iban menos armados. Al incrementarse el comercio con Oriente, se necesitaron naves más rápidas para el transporte de té, especias, café. Así nacieron los afamados clippers cuya temprana llegada a destino significaba pag. 54

Historia

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un mejor precio para la mercadería y un mejor negocio para la compañía que arribaba primero. Los tiempos empleados en la ruta del té eran hecho público, siendo para algunos historiadores, la competencia que dio origen al premio llamado Cinta Azul (Blue Riband) que se otorga en el yachting al primer velero en cruzar la línea de llegada. Para otros el galardón se originó posteriormente, en la competencia por realizar el menor tiempo en el cruce del océano Atlántico de las compañías que viajaban de Europa a Estados Unidos. Dos innovaciones revolucionaron el diseño de los barcos: la propulsión por vapor y la construcción con hierro. En 1860 los vapores de cascos metálicos ganaban rápidamente terreno a los veleros de madera. El casco de hierro: Ya en 1777 los constructores de naves habían probado los cascos de hierro. Se creyó que flotarían. Hubo quejas de sus efectos en la brújula, lo que era cierto, porque el hierro desviaba su aguja del verdadero norte. La dificultad se superó en la década de 1830 cuando los navegantes idearon la forma de corregir el error del compás. El vapor: Hacia fines de siglo XVIII el inventor escocés James Watt dominó la energía del vapor de agua. Uno de los primeros en utilizarla para mover una embarcación fue el francés Claude- Françoise Jouffroy d’Abbans, que construyó varios vapores antes de 1785. James Rumsey empleó en Estados Unidos, una bomba de vapor para impulsar un barco en el río Potomac (1787). Más o menos por entonces, John Fitch construía naves con ruedas de paletas movidas por vapor. Una transportó pasajeros por el río Delaware, entre Filadelfia y Trenton. Otro precursor fue el ingeniero escocés William Symington. Uno de sus vapores remolcó gabarras, en 1802, en el río Clyde (Escocia). El estadounidense Robert Fulton convirtió el barco de vapor en medio de transporte práctico y comercialmente rentable. Imaginó varios artefactos para mejorar las industrias e incluso un submarino. Robert Fulton y Robert Livingston, representantes de los Estados Unidos en Francia, construyeron el Clermont en Nueva York. Muchos hablaban burlonamente de la “locura de Fulton” y profetizaban que sería un fracaso, pero se equivocaron. El barco se botó en 1807, remontó el río Hudson hasta Albany (240 km) en treinta y dos horas. Estos “novedosos y eficaces” medios de propulsión fueron reemplazando a la vela en las embarcaciones de gran porte utilizadas para comercio y pasaje, y durante el siglo XX, los motores a explosión que utilizan combustible fósil destituyeron a los buques impulsados por el viento. Sin embargo, en nuestro presente siglo, los problemas con el petróleo están generando que se reconsidere la energía eólica como suplemento para la propulsión de grandes barcos de carga, y es posible comenzar a observar enormes buques que ahorran combustible con velas! Un regreso sumamente tecnificado al propio origen… ECOCIENCIA & NATURALEZA

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Rincón Literario

Dr. Raúl Bortolozzi Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC, UNL - CONICET) Güemes 3450, 3000, Santa Fe. Departamento de Ingeniería Química - Facultad de Ingeniería Química (FIQ - UNL) Santiago del Estero 2829, 3000, Santa Fe. Correo electrónico: rabor@santafe-conicet.gov.ar

Dos moléculas de oxígeno se encuentran en el aire y se establece el siguiente diálogo: - Hola, ¿cómo te va? ¿No la viste a fulana? No sé nada de ella desde hace mucho tiempo. - Mirá, sé que se unió con un carbono en una combustión y se fue a las capas altas de la atmósfera, con otras moléculas iguales. Ahora les echan la culpa del efecto invernadero, así que está muy deprimida. - ¿Y mengana? - Ella también se unió con un carbono, pero después los capturó un árbol y quedaron en la estructura celulósica de las ramas. Ahora está esperando, porque en cualquier momento los hacen papel. Y después podés llegar a tener cualquier destino. Por ahí caés en una biblioteca y la pasás mas o menos bien, pero si vas a parar a un diario, en una de esas te usan para hacer el fuego del asado. ¡Y no te digo si te hacen papel higiénico! - Y vos ¿qué tal? - Bien, bien, yo me muevo libremente por la atmósfera. Trato de mantenerme lejos de las máquinas térmicas, porque pasar por una cámara de combustión no es nada agradable. Primero te comprimen y te calientan, después te obligan a mezclarte con moléculas desconocidas,

algunas bastante pesadas, y te crean las condiciones para reaccionar… en fin, prefiero no pensar en eso. También trato de evitar que me respiren, porque nunca sabés cual va a ser tu destino final. - ¿Y zutana? - Mirá, sé que se unió con unos hidrógenos y se hicieron agua, aunque para eso tuvo que separarse de su compañero de siempre. Ahora que es agua, está en un ciclo que puede ser eterno: cae con la lluvia, se vuelve a evaporar y así sucesivamente. - ¿Y fulana bis? - ¡Uh! Esa siempre quiso diferenciarse de las demás. Fijate, se juntó con un átomo individual para formar una molécula triangular, que se fue muy arriba en la atmósfera. Trabaja en un grupo de seguridad: junto con sus compañeras tienen que frenar la radiación UV cuando ésta trata de llegar a la tierra. Pero tampoco está fácil la cosa. En algunos lugares son pocos y los UV pasan como si nada. Son un verdadero colador … - ¿Y mengana bis? - Mirá, esa hizo una sociedad con azufre e hidrógeno, y formaron un ácido bastante corrosivo y antipático. Creo que fue a parar a una batería, así que anda en auto de aquí para allá. Tendrá que estar allí hasta que se agote la batería.

- ¡Qué bárbaro, el tiempo va transcurriendo y cuántas cosas suceden en la vida de cada una! Fijate, yo ya no tengo memoria de mi origen. Sólo conservo vagos recuerdos de haber pasado por distintos puntos de la atmósfera; el viento y las corrientes me llevaron por muchos lugares del planeta. También estuve un tiempo disuelta en el agua de algún océano, formé parte de compuestos de los que, por suerte, alguna vez me desprendí… A veces también pienso en otros elementos, los metales por ejemplo, que yacen bajo tierra hasta que los descubren y los extraen con métodos nada suaves. Después aparecen en alguna estructura o en equipos que cuando se ponen obsoletos son desarmados, y otra vez al horno para reciclarlos y volver a aparecer en otro artefacto o dispositivo tecnológico. Y así hasta la eternidad … ¡Pensar que tengo un amigo que estaba en una fibra de uno de los gorros de Napoleón, que se quemó en el incendio del museo, y desde entonces anda deambulando por allí, añorando épocas pasadas de gloria y esplendor en las cuales fue testigo de grandes batallas y de acontecimientos notables, que quedaron grabados para siempre en la historia de la humanidad.

Estos diálogos imaginarios pueden multiplicarse infinitamente. Si uno piensa en la filosofía última de la frase de Lavoisier: “Nada se pierde, todo se transforma”, vemos que ésta le cae muy bien a los átomos. Nuestro planeta es un sistema “quasi” cerrado para el balance de materia. Salvo alguna nave espacial saliente o entrante, algún meteorito u otras acciones menores, no hay variaciones importantes de la masa terrestre. Los hombres, las plantas, los animales nacen, crecen, se reproducen y mueren; las cosas también se desgastan, se deterioran, se destruyen, pero los átomos que integran tanto la materia viva como los objetos inanimados permanecen, se reacomodan en nuevas moléculas y vuelven a aparecer en escena. Son casi eternos. La gran mayoría de ellos pasan de unas sustancias a otras en las reacciones químicas, o tienen simples cambios físicos. Sólo algunos de ellos, víctimas de la fisión/fusión nuclear o de reacciones muy especiales son finalmente cambiados en otros elementos, y así puede decirse que verdaderamente en esos casos singulares desaparece un átomo de la faz de la tierra. A través del tiempo, estos pequeños actores de la gran obra universal han logrado asegurarse su pasaporte a la “eternidad”, al menos en la escala temporal que el ser humano asocia con su mundo y con su propia existencia.

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Otoño

Por: Gladys Benz de Pertovt

Se queda el sol en las hojas y una sonrisa del día penetra por el ramaje saludándole a la vida.

El piso verde se muestra como alfombra entretejida y entre rojos y naranjas yacen figuras dormidas.

El viento quiere ayudar con soplos de suave brisa y desprende hoja por hija arrojándolas sin vida.

Un árbol de esos perennes observando quieto y mudo compadece a los que al cielo alzan sus brazos desnudos.

La tarde tiende sus ojos lánguidos y somnolientos quiere tirarse a dormir sobre las hojas del suelo.

Es otoño, brilla el ceibo sus rojas flores tendieron las corolas como gotas que chorrean hacia el suelo.

Poesía El sauce llora dolido nada le queda y es cierto que desnudo afrontará la llegada del invierno.

El ingá mientras airoso sacude su verde pelo invitando a los zorzales a refugiarse en su seno.

La noche tiende su manta pesada, de raso negro y entre la fronda se escuchan los últimos parloteos.

Poco a poco del espacio el silencio se hace dueño y en una esfera de agujas se va caminando el tiempo.

ECOCIENCIA & NATURALEZA

Nº 7 | 2008

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