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Bendiciones Supremas y Divinas de Swami* Sai Shravanam

BENDICIONES SUPREMAS Y DIVINAS DE SWAMI*

Sai Shravanam

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Mientras servíamos a Bhagavan y seguramente me expulsarían. Me quedé en Sundaram, un día cometí callado con los labios fuertemente cerrados. involuntariamente una extraña Mira, nuestro Señor es tan compasivo y aberración. Soy una persona que omnisciente. Miró a uno de los encargados le da hambre muy temprano en la mañana. de la oficina y dijo: “Estos muchachos no

Necesito comer algo. Ese día, Swami no han comido desde la mañana. Denles salió a desayunar. Qué habría pasado frutas y jugo a diario; trabajan muy duro”. A ... estábamos esperando y esperando; partir del día siguiente, había frutas y jugos el tiempo corría. Era casi la hora del para nosotros en abundancia. Déjenme almuerzo. Se sirvió almuerzo para todos decirles con toda mi convicción que Swami los estudiantes e invitados. Nos habíamos simplemente mira dentro de tu corazón. saltado el desayuno. Mis ojos estaban Eso es todo lo que le importa. Esta fue ennegrecidos. Fue entonces cuando llegó una anécdota que quería compartir con la bandeja de frutas de Swami. Yo estaba todos ustedes. ¡Él lo sabe todo! Incluso las a cargo de la cocina. No pude soportar cosas casuales que no esperamos que Él un momento más porque me sentía muy note, Swami lo sabe todo. mareado. Entonces lo que hice fue que Swami visita mi Casa y mi Estudio tomé del plato de Swami, dos fresas y Mi padre era un funcionario de la me las metí en la boca. ¿Saben cuál fue Organización Sri Sathya Sai Seva. En ese mi sentimiento en el momento? Swami a momento, era el presidente del estado menudo dices que Tú y yo somos uno. de Tamil Nadu. Swami lo llamó. Vio a mi ¿Qué pasa si yo como o Swami come? Me padre y, señalándome, preguntó: “Intha convencí a mí mismo diciendo que Swami Paiyan Yaaru” (¿Quién es este niño?). Mi sin duda sería feliz si yo comiera, porque padre me miró y dijo: “Swami, es un chico

Swami no querría que tuviera hambre. Pero del Grupo de Bhajans”. ¡Ni siquiera dijo no me atreví a hacerlo delante de nadie. En que sera su hijo! A su vez, Swami me miró silencio, en la cocina, tomé un par de frutas y preguntó señalando a mi padre, “Idhu del plato reservado para Swami y me las Yaaru” (¿quién es él?). Dije: “Swami, el metí en la boca. Otro hermano que estaba presidente del estado”. Swami miró a uno sirviendo conmigo llegó y yo mantuve la de los invitados y dijo: “Idhu father and boca cerrada sin moverla. No me di cuenta son, seva La Irkaanga, Adhunaalasollalai” de que Swami estaba llegando, pasando (ellos son padre e hijo, están haciendo por la cocina hacia la puerta del ascensor. servicio y por lo tanto no lo dijeron). Hubo

Swami se volvió rápidamente hacia mí y una expresión dulce e inolvidable en la dijo: “Sappitacha” (¿Comiste?). Mi boca cara de Swami. estaba llena de frutas. No abrí la boca para Swami preguntaba sobre el salario de los responder. Si abría la boca, todo se saldría muchachos que estaban haciendo servicio

allí: “¿Cuánto estás ganando? ¿Cuánto estás ganando?” Yo era la tercera persona en la fila. Tenía miedo de que Swami me preguntara pues yo no tenía ni un centavo, ni tenía trabajo. Mi estudio de música apenas se estaba poniendo en marcha. Mi mente estaba reflexionando sobre qué decirle a Swami. Todo el mundo decía salarios altos en respuesta a la pregunta de Swami. Cuando se me ocurrió responder, solo estaba mirando a Swami. Swami me preguntó, “Nee Enna Panra”? (¿Qué haces?) Dije: “Swami, Neenga Solli Recording Studio Pannindrukein” (con Tu guía, estoy haciendo un estudio de grabación). ¿“Na Sonnena”? (¿Te lo dije?). Me asusté y me dije: “Dios mío, ¿esto está comenzando de nuevo”? ¡Dije, “Swami Neenga Sonnele”! (¡Swami, me lo dijiste!). No olvidaré la mirada que Swami me dio que me sugirió “Ten fe”. Sabes que incluso en ese momento en el que Swami dice “Na Sonnena” (¿Te lo dije?), tu mente no debe vacilar. Debes decir: “Sí, Swami, estoy siguiendo Tus instrucciones”. Sentí que estaba martillando fe en mí. Una voz dentro de mí decía: “Esta fe es por alguna otra razón, no solo por mi música”. Swami me preguntó dónde está mi casa y le dije, ¡Adyar! Entonces, de repente, Swami dijo: “Dile a tu Amma, que voy a casa”. En poco tiempo, el compasivo Señor vino a nuestra casa. Estábamos preparando la casa para Su llegada y Mi estudio ni siquiera estaba completo. Había una rampa que hicimos hasta el estudio; la casa estaba en la planta baja. Construimos el primer piso solo para el estudio. Nuestra casa tenía unos 650 pies cuadrados. El primer piso lo ampliamos un poco más e hicimos el estudio. Cuando Swami llegó a casa, su primera pregunta desde el cobertizo del automóvil fue: “¿Business Enga”? (¿Dónde haces negocios?). Dije:

Swami en la casa del autor.

“Swami Maadila” (Swami, allá arriba). Y luego Swami subió directamente al piso de arriba. No entró a nuestra casa y subió la rampa muy silenciosamente. ¿Me preguntó, “Ramp Edhukku”? (¿Para qué sirve la rampa?). Le dije: “Swami, es muy difícil llevar instrumentos en una escalera para los artistas, no pude poner un ascensor; así que puse una rampa”. Sabes que Swami es muy claro en Sus respuestas, rápidamente dijo: “¡Ramp Enakku! (La rampa es para mí). Decidí hace muchos años que vendría y esta rampa es para que Yo pueda subir”. ¡Mira, qué bonito es! Creemos que estamos haciendo algo por nuestra necesidad. Diseñé esa rampa para que la gente pudiera traer instrumentos. Ni una sola vez pensé que Swami tenía que venir a mi estudio. Entró al estudio y estaba muy feliz. Dijo: “La música es un lenguaje universal. Lleva la música a todo el mundo, la música no tiene fronteras ni límites”. ¡Y Swami hizo una declaración, “Ammava Nalla Pathuko”! (¡cuida bien de tu madre!). Luego miró a mi madre y dijo: “Amma, studio Mela, Veedu Keezha, Avana Koopta Odaneyvandruvan” (el estudio está arriba, tú estás abajo, tu hijo está ahí para ayudarte). Simplemente llama a tu hijo y él vendrá inmediatamente a cuidar de tí. ¿Qué más quieres”? Fue un

Swami en el estudio del autor. sentimiento muy agradable para nuestra familia escuchar esas palabras. Fue como si todos los ángeles se unieran. Swami está allí celebrando tu estudio y te dice: “Mira, tu trabajo está en el primer piso. Tu casa está abajo. Tus padres están abajo”. Y luego Swami dijo, “Saapadu Kondu Va” (traed comida). Lo habíamos arreglado todo abajo. Rápidamente, llevamos todo al primer piso. Yo mismo vendré a buscarte En la habitación contigua a mi estudio, Swami estaba comiendo. ¿Y luego Swami me preguntó, “Enna Yosikkara”? (¿Qué estás pensando?). Le dije: “Swami, estás haciendo Ati Rudra Maha Yajna. Tantos Yagas, Yajnas están sucediendo. Si voy a un templo, si voy a un templo de Siva, si voy a un templo de Vishnu, sea cual sea el templo al que vaya, sólo “Sai Ram” está en mi lengua y en mi corazón. Pensaba, si tomo un boleto de autobús de 300 rupias y voy a Puttaparthi, veré a Dios mismo. Swami, ¡está allí! ¿Por qué debería ir a cualquier templo? ¿Por qué debería ir al Yaga, Yajna?” Sabes lo que dijo Swami: “No necesitas llamar a Rama, Krishna, Allah, Jesús, Buda, Mahavira, Sai Baba Kooda Vendam (ni siquiera llames a Sai Baba)”. Swami dijo: “Cumple con tu deber correctamente y cuida a tus padres, Yo mismo vendré a buscarte, no necesitas venir a buscarme”. Fue muy sorprendente, una perspectiva muy diferente. Vio una foto y me pidió que la recogiera para mostrársela. Era la foto del matrimonio de mi hermana. Dijo que, me veía bien con un traje. Luego miró a mi madre y dijo: “Amma Paiyannku Kalyanam Pannidu (Amma, casa a tu hijo). Yo pensaba que no tenía salario y era joven. No estaba interesado en casarme. Tantas cosas en mi cabeza. ¿Qué hacer? Swami nos convenció amorosamente y le dijo a mi madre: “Amma, Maattu Ponnu Varuva, Nalla Saapadu Utividuva” (tu nuera vendrá y te dará de comer). Mi madre dijo: “Swami, si viene mi nuera, la cuidaré como a una hija. Le daré de comer”. Sabes lo que dijo Swami: “Amma, mira que tu hijo está instalado ahora ... el estudio ha comenzado. Tus dos hijas están asentadas. Descansa. Piensa en Swami. Tu nuera se hará cargo de la familia. Nalla Saapadu Utividuvaanga (ella te dará comida)”. Y Swami hizo el gesto de alimentarse, usando Sus manos ... así. Todo parecía celestial. Todo estuvo genial. Por las divinas bendiciones de Swami, todo se arregló. El estudio comenzó. Comenzó el trabajo. Voy a casarme. Y entonces vendrá la nuera. Una bonita nuera que cuidará de mi madre. Todo se veía tan lindo, espléndido y hermoso. Entonces, ¿qué hay de mis años de darle cartas a Swami donde solicitaba tocar Tabla en Puttaparthi? Swami responde a mi oración Una vez estuve en Puttaparthi pero luego regresé a Chennai. En solo un día, recibí una llamada telefónica de uno de los hermanos, un estudiante Sai, que sirvió en el Yajur Mandir de Swami. Me llamó y me dijo: “Swami estaba preguntando por ti hoy. ¿Estás aquí en Puttaparthi”? Dije:

“No, acabo de volver a Chennai”. Pensé que había perdido la oportunidad por un pelo. Inmediatamente tomé el autobús de la tarde y llegué a Prashanti a la mañana siguiente. Me informaron, “Swami quiere que toques Tabla en el Mandir”. Sin ser estudiante, ni ser parte del Grupo Bhajan, ¡Swami me permitiría tocar! Era grandioso. Inocentemente, corrí al Mandir y me presente a los chicos del Grupo de Bhajans. Les dije: “Swami me ha pedido que toque Tabla”. Muy cortésmente me dieron la respuesta: “Señor, Swami se lo ha dicho. Pero nosotros no tenemos esas instrucciones. Por favor, vaya y espera afuera”. Estaba muy confundido. Swami me ha enviado un mensaje y quiere que toque Tabla. Ellos están diciendo que no han recibido instrucciones. Sucedió que esa sesión de Bhajans, estuve sentado afuera. Mi fe estaba temblando. ¿Qué estába pasando? Al día siguiente por la mañana, fui llamado por el Grupo de Bhajans. Me senté dentro del Mandir por primera vez. Cuando Swami vino a la sesión de bhajans, me presentó a todos y me dijo: “El chico de Madrás”. Toqué la Tabla. Mientras tocaba, Swami le preguntó a Sai Surendranath, “¿Eppadi Vasikkaran?” (¿cómo está tocando?). Sabes, así es como comencé a tocar Tabla durante bhajans en el Mandir de Prasanthi. No fue solo para satisfacerme que Swami me dio la oportunidad de tocar Tabla en Su Divina Presencia, ni fue porque escribí tantas cartas. Swami me dio esta oportunidad para permitirme comenzar a interactuar con Él y así hacerme más y más fuerte. Cada vez que iba a Puttaparthi, Swami me hablaba. Swami me preguntaba, “Hey Tabla, Eppo Vandha” (¿cuándo viniste?). A veces, me llamaba “Chico órgano de Tabla”. La Immensa Compasión de Swami Solía escribir en fichas de papel que guardaba en mi camisa para que Swami las tomara. Cuando tocaba Tabla, no podía dárselas a Swami. Pero si Swami veía la ficha en el bolsillo de mi camisa y me la pedía, entonces con una mano podría dársela. Luego, en diciembre, justo antes de Navidad, tuve un desliz. Había escrito: “Swami, no le has dado una entrevista a nuestra familia. ¿Podrías darnos una entrevista familiar”? Durante los bhajans de la mañana, yo era el único tocando Tabla. En el momento en que Swami vio la ficha, la pidió. Swami la vio y asintió con la cabeza. Y luego, después del Arati, Swami me llamó y me dijo: “New Year Ku Amma Aishinduva. Amma Appa Oda Va”(Ven en Año Nuevo con tus padres y te llamaré y hablaré contigo). Todo fue glorioso. Salí al stand de STD. Llamé a mi madre y le dije: “Amma, para el Año Nuevo, vamos a venir”. Y Swami también me dijo, “Christmasku Irundhutu Po” (espera la Navidad y luego vete). Esperé la Navidad. Después de Navidad, me fui a Chennai y preparé mi coche para llevar a mis padres. Justo el día antes de la mañana de Año Nuevo, estaba grabando arriba a un eminente cantante clásico en mi estudio. La grabación estaba en curso cuando mi madre me llamó y me dijo: “¿Puedes bajar”? Cuando bajé, la cocina estaba llena de chutney de coco en las paredes. Ella dijo: “Estaba tratando de moler en la batidora, la tapa se me salió de la mano; hay chutney de coco por todos lados, ayúdame a limpiarlo”. Le dije: “Amma, estoy en una grabación. ¿Cómo puedo limpiar ahora? Pero Swami me dio instrucciones de cuidar a mi madre. Entonces subí y le dije al artista, “Dame diez minutos, ayudaré a mi mamá y vendré”. Limpié y regresé. A la hora del almuerzo, cuando

bajé, la cocina estaba llena de aceite en el suelo. Le pregunté: “Amma, ¿qué está pasando?” Ella dijo: “No sé, lo estaba sosteniendo, estaba tratando de hacer Appalam (Papad), el paquete se me cayó de las manos. ¿Puedes ayudarme a limpiarlo? y luego lo limpié de nuevo. A las 6 de la tarde, mi madre estaba hablando de manera muy incoherente. Ella no estaba hablando correctamente. Y le pregunté, “Amma, ¿qué pasó, por qué te ves así?” Y cuando me sonrió, era un rostro muy distorsionado. Inmediatamente llamé a uno de los médicos devotos de Sai. Mira, la familia Sai es la familia más grande que podemos tener en nuestras vidas en este nacimiento. La cantidad de conexiones que Swami nos da, el amor con el que los devotos Sai vienen a servirnos, incluso cuando no podemos pagarles. Puede que seas millonario, pero que la gente venga con entera disposición, solo en la familia Sai sucede. Todos debemos estar muy agradecidos con Bhagavan por ser Sus devotos. Uno de los médicos vino y dijo: “Tenemos que hacer un escáner cerebral”. Fuimos por un escáner cerebral. Hubo mucha conmoción y luego dijeron que se debía hacer una resonancia magnética de contraste. Después de eso, hubo más conmoción. Traté de llamar a mi padre, pero mi padre no contestó. El médico no me dijo qué era. Dijo: “Estamos encontrando una lesión en el cerebro. Podría ser tuberculosis”. Mi padre llamó más tarde en la noche. Le dije: “Appa, tienes que venir. Amma no se encuentra bien”. Mi padre estaba en Erode, asistiendo a una conferencia de jóvenes. Querían ponerle una inyección a mi madre. Ella se negó y dijo: “Sin que Swami me lo diga, no tomaré ni una sola medicina. Llévame a Puttaparthi”. Con toda nuestra fe, mi padre y yo llevamos a mi madre a Puttaparthi. Ella estaba en el asiento trasero, en el regazo de mi padre. Pero el espejo retrovisor estaba frente a mi madre. Conducía muy rápido. Llegamos a Puttaparthi la noche de Año Nuevo. Después del Discurso de la tarde, Swami no me vio ni tomó mi carta, aunque yo estaba sentado en una posición prominente. Regresé a nuestra habitación y le dije a mi padre que no podía informar a Swami sobre mi madre. Media hora después del Darshan vespertino, fui llamado al Yajur Mandir. Estaba desesperado por contarle a Swami el estado de salud de mi madre. Me llamó adentro y lo primero que dijo fue: “Edhukku Ivlo fasta car Otara” (¿por qué conduces el auto tan rápido?). Dije: “Swami, Amma no está bien. Le he traído, tiene un problema en el cerebro”. Swami dijo: “Conduce despacio. Tu madre no se encuentra bien. ¿Qué pasa si algo malo sucede conduciendo rápido? Todos ustedes sufrirán. Estaba sentado en el coche y venía con todos ustedes para asegurarme de que llegaran a Puttaparthi a salvo”. Mire la Karuna (compasión) de Swami. Pensamos que queremos decirle algo a Swami, pero Swami viene y nos dice todo. Entonces Swami dijo: “¡Neeyum Appavum Saapadla”! (¡tú y tu padre no han comido!). Swami envió comida para mí y para mi padre y nos pidió que comiéramos primero. Swami me dijo: “Vendré y veré a Amma; llévala al hospital”. Swami envió a su propio conductor a nuestra habitación para llevar a mi madre al hospital. La trasladaron al hospital en Puttaparthi para pasar la noche. A mi madre le diagnosticaron cáncer de cerebro. Fue operada en el Hospital White Field. Hubo momentos de omnipresencia de Swami durante ese período. Según las instrucciones de Swami, la cuidamos solo en casa. Un día, de repente comenzó a temblar y temblar violentamente. No

sabía lo que era. Llamé a los doctores. Los médicos vinieron y dijeron: “Esto es una convulsión. Tenemos que admitirla”. Pero Swami nos había dado instrucciones claras de mantenerla en casa. Así que mantuve a Amma en casa; no la moví. No comí hasta esa tarde. Aproximadamente a la 1.30-2.00 en punto, sonó mi teléfono. Uno de los muchachos que estaba de servicio sirviendo a Bhagavan en el Yajur Mandir dijeron, “Swami dijo, que usted no ha comido hasta ahora. Swami quiere que coma primero. Swami dijo que es solo temblores y no convulsiones. No se preocupe, Swami dijo que está a su lado. Él pidió que primero fuera a comer, que me devolviera la llamada y me diga que ha terminado su comida para que yo pueda informar a Swami de lo mismo”. Díganmelo ustedes, hermanos y hermanas. Estamos rodeados de familiares. Estamos rodeados de amigos. ¿Cuántas personas vienen y te preguntan si comiste en tus tiempos difíciles? ¿A cuántas personas les importa? Miren la Karuna (compasión) de Swami. Miren el amor de Swami. Estoy en Chennai. Swami está en Puttaparthi. No quería dejar a mi madre. Entonces, no tenía comida, porque tenía mucho miedo de dejarla. ¿Y si pasa algo cuando voy a comer? Swami envía un mensaje diciendo: “No te preocupes, estaré con Amma. Ve, come y regresa”. En el momento en que me lavé las manos, sonó mi teléfono, diciendo: “Swami ahora está feliz, ya comiste. No quiere que dejes de comer”. El Señor Omnipresente A veces, experimentamos la omnipresencia de Swami y vamos a Swami y le pedimos reconocimiento. Aquí, en mi caso, ignoraba el hecho de que Swami nos había estado cuidando cada minuto de nuestra vida, junto a nosotros. Y Swami viene y nos dice, vean que soy omnipresente. Un ejemplo más de la omnipresencia de Swami. Era el día de Sivarathri. Nunca me había perdido un Sivarathri en Sundaram. Esa mañana, mi madre estaba descansando; ella estaba durmiendo. Ella tomaba una alta dosis de medicamentos. En ese momento, mi madre había perdido todos los movimientos de sus miembros. Ella podía hablar un poco. Eso era todo. Ella no podía moverse. Su condición se estaba deteriorando lentamente. Quería traerle Prasadam de Sundaram. Entonces, fui a Sundaram y regresé con Prasadam. Mi madre me vio y dijo: “Oye, Swami se va. Dale agua”. Estaba pensando, mi madre está alucinando, naturalmente porque está en tratamiento del cerebro: quimioterapia, radiación. Dije: “Amma, acabo de regresar de Sundaram”. Y le puse Vibhuti... y un poco de Laddu en el labio. Luego me lo dijo muy claramente. Ella dijo: “No creas que estoy alucinando. Swami estaba sentado aquí junto a mi pierna. Me preguntó dónde estabas. Dije que no lo sabía”. No le había dicho a mi madre que iba a Sundaram. Ella estaba durmiendo. Ella dijo: “Ve”. Dije: “Amma, descansa”. Y luego ella tampoco dijo nada. Unos días después de esto, fui a Puttaparthi. Swami me vio y estaba tan enojado. Swami dijo: “Buddhi Ledu (¿no tienes sentido común?). ¿Por qué dejaste a tu madre y te fuiste a Sundaram?” Y mi madre dijo, Swami vino con una túnica de color amarillo. Aparentemente, ese Sivarathri, en Puttaparthi, Swami se vistió de amarillo. Incluso eso no lo sabía. Swami dijo: “Tuve que dejar todo, ir a tu casa y esperar con tu madre hasta que regresaras de Sundaram, y yo estaba sentado junto a su pierna”. Me derrumbé. Dije: “Swami, fui sólo para tomar Tu Prasadam...” Swami

dijo: “No vengas a Mí dejando a tus padres. Cuida a tu madre”. Esta fue la segunda vez que Swami insistió en que, si cuidas de tus deberes y de tus padres, Swami vendrá a buscarte. Este fue otro ejemplo de la omnipresencia de Swami. Meses después, mi madre falleció. Tuvimos que aceptar su pérdida. Swami estuvo allí todo el tiempo brindándonos todo el apoyo como miembro de la familia. Swami nos respaldaba con mucho amor y preocupación. Él fue tan cariñoso con todos nosotros durante el período en que mi madre estaba muy enferma. Ninguno de los familiares me llamó y me preguntó si tenía comida. Nadie me preguntó si pasaba tiempo con mi madre. Pero Swami me cuidaba constantemente. Swami se aseguró de que yo tuviera ingresos, para que con esos ingresos pudiéramos comprar los medicamentos que necesitaba para ella. Por eso mantuvo el estudio arriba. ¿Qué le dijo Swami a mi madre? Dijo: “Amma, llama a Sai. Él vendrá. Descansa. La nuera te dará de comer”. Desde el día en que me casé, las manos de mi madre no funcionaron después de la operación cerebral. Mi esposa le daba comida todos los días con la mano. Swami lo sabía todo. En ese momento, no nos dimos cuenta de lo que estaba diciendo Swami. No sabes en qué contexto habla Swami. Solo se revelará más tarde. Justo después de hacer los ritos finales mientras bajaba las escaleras, mi padre estaba al teléfono. E iba a una esquina y hablaba. Se quedó con el teléfono y con una sonrisa ¿sabes lo que dijo? Dijo, uno de los funcionarios de Puttaparthi llamó y dijo: “Swami quiere transmitir que Amma lo ha alcanzado, y que el hijo está muy interesado y dirá que quiere venir a Puttaparthi. Pídele que descanse bien y venga después”. ¡Mira el Karuna de Swami! Su compasión y preocupación nunca cesaron. Quería correr a Puttaparthi para ver a Swami después de los ritos finales. Swami estaba preocupado por mí. ¡Quería que descansara y no tuviera prisa!

(Continuará en el próximo número… ) - De la charla de Samarpan sobre Sri Sai Shravanam en Brindavan, Whitefield, Bangalore. Sri Shravanam es un productor musical y técnico de sonido de renombre mundial. Es un ferviente devoto de Bhagavan.

Prema es el regalo especial que traigo, el medio especial a través del cual opera Mi gracia. Esa es Mi singularidad. Esa es la base de todos Mis actos. Se dice que Dios reside en cada ser. Si; Reside como Prema. Desprovisto de Prema, el mundo se convierte en un caldero de miseria. Prema es como agua para los peces. Mantengan un pez en un recipiente dorado, con gemas engastadas; luchará en una agonía mortal para volver a saltar al agua.

– Baba

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