Catequista
constructor de la paz
27-30 Noviembre
Cuernavaca, Morelos
Cuaderno de trabajo
Contenido Presentación
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Programa: Martes 27 de Noviembre. Miércoles 28 de Noviembre. Jueves 29 de Noviembre. Viernes 30 de Noviembre.
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Liturgia: Martes Eucaristía de apertura.
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Miércoles Oración por la mañana. Eucaristía. Oración por la tarde. Jueves Oración por la mañana. Eucaristía. Hora Santa.
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Viernes Oración por la mañana. Eucaristía de Clausura.
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Conferencias: Megatendencias de la sociedad hoy y los retos para el catequista en la construcción de la paz.
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Lic. Benjamín Manzano
Formación personal del catequista: armonía interior, espiritual e histórico-social. Lic. Jorge Luis Camey
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Ser Catequista de la comunidad.
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Pbro. Hermilio Cárdenas
Los catequistas: sembradores de paz en medio de su pueblo.
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Pbro. Francisco Merlos A.
Desarrollo social del catequista: Formas de construcción de paz y experiencia de trabajo sobre la construcción de la paz. 111 Hna. Ángela Casas y Pbro. Ángel Arias, CEPS.
Dinámicas: Dinámica para el trabajo en grupos.
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Mapa Distribución equipos de trabajo.
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Preguntas para el trabajo en grupos.
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Himno del Encuentro.
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PRESENTACIÓN A ti Catequista un abrazo de bienvenida. Catequistas venidos de gran parte de nuestra bella República Mexicana ¡sean bienvenidos¡ Bienvenidos a participar del II Encuentro Nacional de Catequistas en este año 2012; año de grandes acontecimientos que miran directamente a nuestra tarea, como catequistas educadores en la fe. Cuernavaca, la Ciudad de la eterna primavera, nos recibe con sus ores y su calurosa hospitalidad para brindarnos esta magníca oportunidad de encontrarnos; hemos llegado de todos los rincones, enriquecidos de valores culturales de nuestro País, con la alegría de poder compartir nuestra fe y nuestra vida. Nos encontraremos compartiendo un objetivo que juntos alcanzaremos y luego continuaremos en nuestras provincias, diócesis y parroquias, se trata de: “Animar al catequista, discípulo misionero de Jesucristo, para que participando en la misión continental permanente y en la renovación de las estructuras eclesiales, sea protagonista en la construcción de la paz”. Y teniendo como lema: “Catequistas discípulos misioneros, constructores de la paz”. Serán, sin duda, unos días únicos porque es un espacio no tan ordinario de poder convivir, compartir, reexionar y enriquecernos con la presencia tan rica y multicultural de cada catequista del amplio territorio nacional.
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Nuestro agradecimiento a la diócesis de Cuernavaca, en la persona del Excmo. Sr. Obispo Mons. Alfonso Cortés Contreras y al equipo de la Dimensión de Catequesis de la diócesis (Dimpac), encabezados por el Pbro. Tomás Toral, coordinadores de la logística con todo lo que ello implica; a todos los sacerdotes, catequistas, familias, organizaciones y personas que han hecho posible con su apoyo la realización de este gran acontecimiento catequístico nacional. Agradecimiento también al equipo de la Dimensión Nacional de Catequesis (Dinpac), y al equipo de provinciales, que han dado su mejor esfuerzo y en quiénes ha recaído la responsabilidad de llevar adelante el programa del Encuentro. Y nalmente, mi agradecimiento especial a cada catequista participante, para que pueda sacar provecho de este Encuentro y llevar esta semilla de la paz, para esparcirla por toda nuestra patria y seamos desde nuestro terreno, constructores y sembradores de paz. ¡María Reina de la Paz, ruega por nosotros!
Mons. José Antonio Fernández Hurtado Obispo de Tuxtepex Oax. Responsable de la Dimensión Nacional de Pastoral Catequética
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Programa
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Liturgia
EUCARISTÍA DE APERTURA Martes 27 de Noviembre del 2012
Monición de entrada: Estamos celebrando los 50 años del inicio del Concilio Ecuménico Vaticano II, que en la constitución Gaudium et Spes declaró: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”. Y en el contexto de esta alegre conmemoración, con los Obispos de nuestra Iglesia en México (Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna, n 108), reconocemos con dolor que “es muy claro que el ambiente de violencia e inseguridad en que vivimos denota una pérdida del sentido de Dios que lleva al desprecio de la vida del hombre…”. En esta celebración de apertura del II Encuentro Nacional de Catequistas hacemos presente el sueño del Vaticano II con estas palabras: “El Concilio… pretende hacer un ardiente llamamiento a los cristianos para que con el auxilio de Cristo, autor de la paz, cooperen con todos los hombres a cimentar la paz en la justicia y el amor y a aportar los medios de la paz” (GS 77). Al calor de esta esperanza del Concilio, comencemos esta Eucaristía identicándonos con nuestro lema: “Discípulos misioneros, constructores de la Paz”, haciendo nuestras las palabras del Episcopado mexicano: “Somos un pueblo que ama la vida, un pueblo hospitalario, fraterno y solidario. Sin embargo, también tenemos anti-valores y actitudes negativas, entre ellas la violencia” (Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna, n 82). Iniciamos con fe y esperanza nuestra celebración Eucarística, hondeando las banderas de este II Encuentro y entonando juntos el canto.
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Procesión y canto de entrada Rito penitencial: Nos sentimos pecadores necesitados de la misericordia de Dios y la reconciliación de hermanos, por eso en este acto penitencial responderemos después de cada aclamación: Perdón Señor perdón. 1. En esta tarde Señor, te pedimos perdón por nuestro miedo frente a la ola de violencia que nos oprime, y por nuestra actitud pasiva que denota falta de conanza en tí. Perdón Señor, perdón. 2. Por nuestro silencio e indiferencia hacia las victimas de la violencia y nuestro antitestimonio. Perdón Señor perdón. 3. Perdón Señor, porque la paz es nuestra preocupación pero no nuestro quehacer en la vida diaria, ni en la pastoral nuestra opción. Perdón Señor perdón. Sacerdote: Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve ala vida eterna. Canto: Himno de Gloria.
Oración colecta. Monición a la entronización de la Biblia: “Lámpara es tu palabra para mis pies, luz en mi sendero” (Sal 119 v 105), con estas palabras del salmista, recibamos hermanos la Sagrada Escritura que es fuente de vida para la Iglesia, especialmente para la catequesis. Y que en este II Encuentro Nacional de Catequistas ocupe la centralidad que le corresponde como libro de la revelación y luz en nuestras vidas.
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Procesión y canto con la Biblia Monición: La Palabra que a continuación escucharemos, nos advierte el deseo divino de que todos tengamos paz. El profeta Isaías así lo anunció al Pueblo, san Pablo nos enseña a no separarnos del amor de Cristo que nos fortalece y produce paz, a pesar de cualquier tribulación. Y el evangelista san Juan resalta el saludo de Paz insistentemente, como una prenda de resurrección de Aquel que anunció el profeta: “su nombre es Príncipe de la Paz.” Escuchemos con atención.
Primera Lectura: Isaías 9,1-5 El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en tierra de sombras una luz les ha brillado. Has multiplicado su júbilo, has aumentado su alegría; se alegran en tu presencia con la alegría de la cosecha, como se regocijan los que se reparten un botín. Porque, como hiciste el día de Madián, has roto el yugo que pesaba sobre ellos, la vara que castigaba sus espaldas, el látigo del opresor que los hería. Arden devorados por el fuego la bota del guerrero prepotente y su manto empapado de sangre. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Sobre sus hombros descansa el poder, y su nombre es: “Consejero prudente, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de la paz”. Palabra de Dios. Salmo: 121 (120) Cantado: “El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.”
Segunda Lectura: Romanos 8,31-39. Hermanos, ¿Qué más podemos añadir? Si Dios está con nosotros, ¿Quién esta-
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rá contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, antes bien lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿Cómo no va a darnos gratuitamente todas las demás cosas juntamente con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios, si Dios es el que salva? ¿Quién será el que condene, si Cristo Jesús ha muerto, más aún ha resucitado y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros? ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? Ya lo dice la Escritura: “Por tu causa estamos expuestos a la muerte cada día: nos consideran como ovejas destinadas al matadero”. Pero Dios, que nos ama, hará que salgamos victoriosos de todas estas pruebas. Porque estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni otras fuerzas sobrenaturales, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes de cualquier clase, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni cualquier otra creatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios.
Evangelio: Juan 20,19-23. Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: la paz esté con ustedes. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: la paz esté con ustedes. Como me envió el Padre, así también yo los envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les serán perdonados; y a quienes se los retengan, les quedarán retenidos. Palabra del Señor.
Homilía. Profesión de fe. 16
Oración universal: Elevemos nuestras necesidades al Señor conando en su acción providente y amorosa que no nos abandona y digamos después de cada petición: Te rogamos, óyenos. 1. Por todos los que formamos la Iglesia, para que seamos en el mundo fermento y testimonio de paz entre todos los hombres y naciones. Oremos al Señor… 2. Por los pastores de la Iglesia para que a la luz del Concilio Vaticano II, sepan guiar, promover y acompañar a sus comunidades cristianas por el camino de la justicia, el amor y la paz. Oremos al Señor… 3. Por todos los catequistas laicos y laicas, los religiosos y sacerdotes, para que a través del ministerio catequístico eduquemos en la paz y contribuyamos en la transformación de la realidad social tan violenta que nos acosa. Oremos al Señor… 4. Por los gobernantes para que velen por la seguridad de todos los ciudadanos y sepan ejercer el poder como un servicio, lo hagan con sabiduría, y buscando siempre el bien común. Oremos al Señor… 5. Por todas las víctimas de la violencia: niños, mujeres y jóvenes, para que encuentren en la justicia, el amor y el perdón, la paz que les fue arrebatada y reciban consuelo en sus familias, amistades y en la Iglesia. Oremos al Señor… 6. Por los difuntos, especialmente aquellos que en vida fueron catequistas, también por quienes han muerto siendo victimas de la violencia y por aquellos que iniciaron el Concilio Vaticano II nos dejaron legado para la Iglesia, y que ya han sido llamados a participar del descanso eterno. Oremos al Señor… Presentación de dones (ofrendas llevadas al altar con traje típico de cada provincia)
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Pan y vino: Con estas especies del pan y del vino, queremos ofrendar nuestro esfuerzo en el trabajo y el fruto del mismo. Recíbelos Señor y transfórmalos en tu Cuerpo y Sangre alimento de salvación. Documentos Conciliares: A cincuenta años de haber iniciado el Concilio Ecuménico Vaticano II que renovó a la Iglesia y ha incidido en la transformación de la sociedad, presentamos al Señor, cada uno de los documentos conciliares, no sólo como ofrenda de gratitud, sino también de petición esperando de Él su luz y fuerza para seguir implementándolo en nuestra vida personal y comunitaria como contribución a la construcción de la paz que tanto anhelaba el Papa Juan XXIII cuando lo convocó. Canto (ofertorio) Canto (Cordero) Comunión (cantos) Poscomunión: Recitar juntos el “Pronunciamiento” y en cada estrofa como estribillo “No hay camino para la paz, la paz es el camino” (Mahatma Gandhi).
NOS PRONUNCIAMOS POR LA PAZ “Por amor a Sion no callaré, por amor a Jerusalén no descansaré, hasta que su liberación resplandezca como luz y su salvación brille como antorcha” (Is 62,1). “No hay camino para la paz, la paz es el camino” Los responsables de la catequesis en las Diócesis de nuestra patria, reunidos en Asamblea Nacional, a los catequistas que llevan la buena nueva a nuestras comunidades, a los hombres y mujeres que creen en un futuro de cambio con dignidad. “No hay camino para la paz, la paz es el camino”
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CREEMOS que una Nueva Evangelización es posible: Si pasamos de una catequesis que sólo propone verdades doctrinales, normas morales y prácticas religiosas, a una catequesis que dialoga con un lenguaje inculturado, que dé sentido a la vida de nuestros pueblos. Si pasamos de una catequesis que ve al catequista como agente único, a una catequesis que comparte con la familia, la comunidad y sus pastores, la responsabilidad de transmitir la fe. Si pasamos de una catequesis sólo sacramental y desencarnada de la realidad, a una catequesis misionera, que inicia a la fe e integra a la comunidad con fuerte compromiso social. “No hay camino para la paz, la paz es el camino” COMPARTIMOS a lo largo de todo nuestro país una realidad que nos duele: El ver los rostros de tantos niños, jóvenes, adultos y ancianos agelados por la inseguridad, violencia y la muerte de sus padres, hermanos, esposos e hijos. El constatar la pobreza en la que están sumergidas muchas familias al no poder llevar a sus casas lo necesario para una vida digna y un sano desarrollo de sus integrantes; situaciones que en algunos casos los han orillado a la emigración y a caer en prácticas contrarias a su fe. El contemplar a nuestra Patria que “llora como Raquel por sus hijos” (cfr. Jer 31,15) al ver que las instituciones están siendo incapaces de responder a esta realidad. “No hay camino para la paz, la paz es el camino” CELEBRAMOS el misterio de Cristo que nos ilumina como príncipe de paz en: Su pasión; que se hace presente en los hombres y mujeres que están siendo condenados por esta situación social. Su muerte; que se hace presente en quienes han sido víctimas y se les ha arrebatado la vida por la violencia. Su resurrección; que se hace presente en todos aquellos que a pesar de la situación que viven se mantienen rmes en su fe y esperanza trabajando por construir una sociedad justa y fraterna. “No hay camino para la paz, la paz es el camino”
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COLABORAREMOS como Iglesia que intercede por sus hijos: Para que este México valiente, rme, decidido, que no ha muerto, México que cree, que espera, que vive, levante su ánimo porque Dios camina con nosotros. Para que proclamemos el amor que Dios nos tiene y que nadie puede arrebatarnos, ni la violencia, ni el miedo, ni la muerte…pero Dios, que nos ama, hará que salgamos victoriosos de todas estas pruebas (cf. Romanos 8,35) (Cfr. Rom 8,35). Para que descubramos los caminos que nos llevan a la paz (Cfr. Lc.20,41-42) y no sigan nuestros ojos cerrados, indiferentes y ajenos al sufrimiento de nuestros hermanos. “No hay camino para la paz, la paz es el camino” “HACIA LA MISIÓN PERMANENTE, CON UNA CATEQUESIS DIFERENTE” María, Reina de la Paz, ruega por nosotros. “No hay camino para la paz, la paz es el camino” Bendición, despedida, canto de salida.
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II Encuentro Nacional de Catequistas Miércoles 28 de Noviembre 2012 (mañana)
UNA VERDADERA PAZ, ES POSIBLE. 1. Monición inicial: Buenos días hermanos y hermanas catequistas. Dios nos ha convocado a este encuentro para llenar nuestro corazón con la esperanza de la paz. Nuestro encuentro mismo quiere ser un mensaje de paz a nuestro pueblo; y quiere ser una súplica al Señor: ¡Haznos, Padre, discípulos misioneros constructores de la paz! Nos encontramos como gran familia catequística de nuestra Iglesia Mexicana, unidos en Cristo Jesús, nuestro maestro, que nos guía, nos protege, que nos enseña y nos envía a luchar por un mundo mejor. Nos disponemos a dejar entrar al corazón la Palabra de Dios, que vivica y fortalece nuestros anhelos de paz.
2. Canto: Soñadores de paz. Soñadores de paz, hacedores de paz, constructores de paz. ( 2) Cristianos de un nuevo tiempo, donde todos debemos luchar, Si uno sueña alguna cosa por la paz, entonces debe arriesgar. Hay que buscar, hay que anunciar, hay que invitar, Hay que llevar el pan y la paz. Soñadores de paz, hacedores de paz, constructores de paz (2) Cristianos de un nuevo tiempo… Hermanos catequistas de México, somos cristianos de un tiempo nuevo, y queremos ser soñadores de la paz. Estamos dispuestos a arriesgar. Pero ¿Qué vamos a arriesgar si queremos invitar a la paz, si queremos llevar el pan y la paz a nuestro pueblo? ¿Cuál es la paz que tenemos que buscar y que anunciar?
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Los Catequistas podemos ser constructores de la paz, hacedores de una verdadera paz. Una paz verdadera sí es posible en nuestra Patria, herida por “una situación de violencia que se agrava día con día, e invade toda nuestra geografía de inseguridad y de muerte (cfr. Que en Cristo nuestra paz… n 1 y 2). Una paz verdadera sí es posible porque no caminamos solos, ni abandonados a nuestras solas fuerzas: El Emmanuel, Dios-con-nosotros, anunciado por Isaías a José (Mt. 1, 20-25), que nació en Belén del vientre virginal de María, camina nuestra historia humana. Él se ha hecho compañero de camino, tal como los ángeles lo anunciaron a los Pastores el día de su nacimiento; alabando a Dios ellos anunciaron: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que gozan de su amor”. (Lc. 2, 14) 3. Lectura del texto bíblico: Lucas, 2, 8-15 Un momento de silencio En un momento de silencio, desde el fondo del corazón agradecemos a Dios su amor generoso: Él nos ha enviado a su propio Hijo, quien es el camino de la paz entre los seres humanos. Invitación a la gratitud Como aquella luz que envolvió a los pastores en los campos de Belén, en esta larga noche de dolor por la violencia, la inseguridad y tantas muertes de hermanos nuestros, la esperanza que viene de Dios ilumina nuestros corazones, mientras en este encuentro nacional resuena en favor de los que sufre, el mismo mensaje de paz a los Pastores: ¡“No teman, pues les anuncio una gran alegría… Les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor…”! También nosotros, hermanos catequistas de México, decimos con los pastores: “Vamos a Belén a ver eso que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado”.
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Al inicio de esta segunda jornada de reexión, de oración y compartimiento, queremos que todo lo que hagamos sea una alabanza a Dios: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que gozan de su amor.” Que todo lo hagamos como un testimonio comprometido con la paz en México.
4. Nos comprometemos para que la paz sea posible. Queremos comprometernos más decididamente en la construcción de una paz que signique: Prosperidad, salud corporal, salvación, tal como la Sagrada Escritura la entiende. Una paz que está expresada en el Shalom arameo, y que sugiere la recuperación de la felicidad del hombre, anterior al pecado: armonía con Dios, consigo mismo, con los demás y con la naturaleza. Como el Papa Juan XXIII lo dijera, “La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta elmente el orden establecido por Dios”. En efecto, Jesús mismo, de acuerdo al evangelio de Juan, en su discurso de despedida nos ha dejado la tarea de buscar la paz en su persona y en su Buena Nueva: “Les dejo la paz, mi paz les doy. Una paz que el mundo no les puede dar. No se inquieten ni tengan miedo”. Jn. 14,27. En nuestro ministerio catequístico vamos detrás de Jesús, sembrando la Buena Nueva, semilla de la paz verdadera. Por eso no tengamos miedo de vivir en medio del mundo, como constructores de la paz. Él nos ha elegido como sus discípulos, para anunciar la buena nueva en el corazón de nuestros hermanos, de los hogares, de las comunidades.
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Reexionemos en silencio con las siguientes preguntas: a) ¿Qué me quita la paz? b) ¿Soy constructor de la paz? c) En el ambiente que me rodea, ¿Qué tanto promuevo la Paz? d) ¿De qué manera me comprometo a construir la paz? 5. Somos catequistas hacedores de paz; por eso HACEMOS PROPIAS las palabras de nuestros OBISPOS: (CEM, que en Cristo nuestra paz… n 199) Lector 1: “Si queremos responder al mal con la fuerza del bien, tenemos que educarnos para la paz… sacar desde dentro, desde nuestra mente y desde nuestro corazón, pensamientos y sentimientos de paz… lenguaje y gestos de paz.” Asamblea 1: “Nos comprometemos a: Crear y difundir pensamientos de Paz que nos permitan ir más allá de las emociones y reacciones primarias que generalmente son agresivas y violentas; para ello se necesita pensar bien y ser personas con una ética, valores y virtudes humanas orientadas al compartir”. Lector 2: “Para superar la violencia es necesario introducir una estructura racional en el corazón de nuestras actitudes”. Asamblea 2: “Nos comprometemos a promover el evangelio de la paz, mediante todos los recursos a nuestro alcance, incluyendo las nuevas tecnologías y las redes sociales, motivando con creatividad para que la sinrazón de la violencia, de la venganza, sea sustituida por la lógica de la paz. La represalia, siendo menos grave que la venganza, no es la solución para la superación de los problemas”. Lector 3: “Nos comprometemos a sumarnos a los esfuerzos que muchos hacen para ofrecer una alternativa cultural diversa a la que ha originado la crisis de inseguridad y violencia que vivimos: el individualismo, la competencia, la exclusión.
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Asamblea 3 “Nos comprometemos a Crear círculos de reexión a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, para repensar el actual orden social, político, y económico y difundir de manera creativa sus principios de reexión, sus criterios de juicio y sus orientaciones para la acción”. María, Reina de la Paz, Ruega por nosotros.
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EUCARISTÍA Miércoles 28 de Noviembre del 2012
Monición de entrada: Buenas tardes, reunidos en Jesucristo Unigénito del Padre, y movidos por el Espíritu Santo, agradeceremos con esta Eucaristía, el regalo que hace 20 años el Dios Uno y Trino, entregara a Su familia: “El Catecismo de la Iglesia Católica,” para profundizar nuestra fe, como ahora nos lo indica el Papa Benedicto XVI en la “Porta Fidei,” y sobretodo tener claridad sobre las verdades doctrinales que hemos de testimoniar como cristianos. Puestos de pie y sintiéndonos Iglesia, comencemos nuestra celebración entonando juntos y con alegría el canto. Canto. Rito introductorio Canto: (Kirie) Monición Primera lectura: San Pablo en la primera lectura nos exhorta a vivir la bondad, la humildad, el amor y la paz de Cristo; a sacar de nuestra vida todo lo que espiritualmente nos destruye y tratarnos unos a otros como verdaderos hermanos. Escuchemos. De la Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3, 12-17). Hermanos: puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a él y les ha dado su amor, sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro, como el
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Señor los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión. Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos. Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales, y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo. Palabra de Dios. Salmo Responsorial Del salmo 150 R. Alabemos al Señor con alegría. Alabemos al Señor en su templo, alabémoslo en su augusto rmamento. Alabémoslo por sus obras magnicas, alabémoslo por su inmensa grandeza. R Alabémoslo tocando trompetas, alabémoslo con arpas y cítaras. Alabémoslo con tambores y danzas, alabémoslo con cuerdas y autas. R Alabémoslo con platillos sonoros, alabémoslo con platillos vibrantes. Que todo ser viviente alabe al Señor. R
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Monición Evangelio (antes del Aleluya) En sintonía con la primera lectura, san Lucas, toma el tema del amor a los enemigos: “amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian”. En este bello pasaje encontramos el fundamento de la ética cristiana: ser como Dios quien se ha revelado a nosotros en Jesús, lleno de gracia y misericordia. Aclamación antes del Evangelio R. Aleluya, aleluya. Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. R. Aleluya. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6,27-38. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a los que los maldicen y oren por los que los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; por que si aman solo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien solo a los que les hacen el bien, ¿qué tienen de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselos después. Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
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No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan serán medidos". Palabra del señor.
Homilía Oración universal de los eles: Unidos a Jesucristo, Príncipe de la Paz, dirijámonos al Padre misericordioso para presentarle nuestras necesidades y suplicarle su auxilio. Contestaremos a cada petición: “Danos Señor tu paz” 1.Por el Santo Padre, por todos los obispos, presbíteros y diáconos, pastores de la Iglesia que fundó Cristo, para que sean ellos mismos testimonio vivo de paz en medio del pueblo y sus comunidades. Oremos 2. Por los países que están en guerra, para que la necesidad de la paz resuene en el corazón de sus dirigentes, y busquen por encima de todo el bien común sin violencia. Oremos 3. Por todos los miembros de la Iglesia especialmente los que nos encontramos aquí reunidos, para que iluminados por el Catecismo de la Iglesia Católica, crezcamos en la fe y así, seamos constructores de la paz, con nuestro testimonio luchando siempre por la justicia y el perdón. Oremos 4. Por nuestro país y todos los que han sido victimas de la violencia e inseguridad, para que Dios sea su consuelo y quien toque el corazón de quienes generan la violencia y ellos se dejen tocar por Él y experimenten una verdadera conversión. Oremos
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5. Por quienes sufren a causa del hambre, la enfermedad y la migración, para que el rostro de Dios providente se reeje en nosotros al extenderles nuestra ayuda generosa y consuelo. Oremos. 6. Por todos los difuntos, especialmente por aquellos que en vida se esforzaron por promover y construir la paz con su testimonio de vida, que el Señor justo juez los tenga gozando de su presencia. Oremos.
Ofrendas: Pan y vino: Con el pan y con el vino, te entregamos Señor nuestras vidas, para que así como estas especies serán transformadas en Cuerpo y Sangre de Cristo, la vida violenta de nuestros pueblos sea transformada en paz y armonía. Catecismo de la Iglesia: Recibe nuestra acción de gracias por el Catecismo de la Iglesia Católica, que hace 20 años nos regalaste. Y presentemos también el deseo de seguir dejándonos iluminar por éstas verdades contenidas en él, para el mejoramiento de nuestras vidas y nuestra práctica catequística. Catecismos varios: Estos catecismos, instrumento de apoyo en la acción catequística de las comunidades parroquiales, son inspirados por la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio, y de manera muy especial por el Catecismo de la Iglesia Católica, recibe Señor con esta ofrenda a todos los catequetas y catequistas de México, así como a los catecúmenos y demás destinatarios de nuestro servicio pastoral, y bendícenos a todos para continuar construyendo tu Reino. Canto (ofertorio) Canto (Santo) Canto (Cordero) Cantos (Comunión)
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Oración antes de la bendición: ORACIÓN POR LA PAZ Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz, mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren, da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan, toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén. Bendición Canto de salida.
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II Encuentro Nacional de Catequistas Miércoles 28 de Noviembre del 2012 (tarde)
SEÑOR HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ. Hermanos y hermanas oremos la PAZ uniendo nuestra voz, nuestra mente y voluntad para decirle sí al SEÑOR DE LA PAZ. TODOS DECIMOS: Señor, me pides que sea instrumento de tu paz, pero me violento sin razón y
sin piedad ante mi más cercano prójimo. Quiero que todas las naciones hagan pactos y tratados por la paz, mien-
tras que yo vivo sin tregua en la guerra del odio, y del rencor. Y aun así me indigno oh Señor, te lo coneso con aquellos de quien nunca
sabremos ni su nombre, ni su historia y que van dejando a nuestros muertos en las plazas, en las calles, o en el campo bajo las sombras de la noche como todos los cobardes. Oh Señor, de todo corazón te digo que si quieres elegirme para ser instru-
mento de tu Paz, aquí estoy aceptando tu llamado. Reconozco que soy frágil para vivir la paz. Sin embargo pongo mi fe sólo en ti oh Señor y otórgame por tu innita bondad el don de la conversión para que pueda ser un instrumento y constructor de unidad a ejemplo de San Francisco de Asís el Apóstol de la Paz. (Breve momento de silencio) Hermanos Cantemos ahora nuestros deseos de ser un instrumento de paz. CANTO: “HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ”.
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- Hermanos y hermanas que estamos aquí en este Segundo Encuentro de Catequistas de todo nuestro País leamos con nuestro corazón este maravilloso testimonio de San Francisco de Asís cuando se sintió llamado a la conversión apostólica de trabajar en la misión por la paz. Conversión apostólica a la misión de paz - Lector: Hacía más de dos años que vivía en solitario esta forma de vida cuando un día en la festividad de San Matías… mientras se leía el evangelio que narra cómo el Señor había enviado a sus discípulos a predicar, Francisco tuvo una iluminación. Le pidió -al sacerdote-, una vez más que le explicara el sentido de aquella lectura evangélica, y la recibió como si se tratara de su propio envío en misión. Francisco dijo: «Esto es lo que yo quiero, esto es lo que yo busco, esto es lo que en lo más íntimo del corazón anhelo poner en práctica.» Inmediatamente, abandona todo, se viste con una túnica en forma de cruz, y empieza a predicar la penitencia y a anunciar la paz. Como podemos ver para Francisco, el anuncio de paz está directa y esencialmente vinculado al envío en misión evangélica y a la predicación de la penitencia. Los discípulos de Francisco no pueden desvincular el anuncio de paz de su contexto y de su contenido evangélico y bíblico... La paz que Francisco anuncia en seguimiento de Cristo y de los apóstoles, es la paz mesiánica. Esta se identica con la Buena Noticia del Reino de Dios. Es, ante todo, un don, fruto del Espíritu. Expresa la reconciliación que Dios brinda al hombre, la mirada misericordiosa de Dios que «da su corazón» al hombre, la nueva alianza o relación de Dios con los hombres. Al mismo tiempo, esta paz es exigencia de conversión y de reconciliación de los hombres entre ellos y con toda la creación, una llamada a unas relaciones nuevas entre el hombre y las demás criaturas. Francisco es predicador de paz porque es predicador del Evangelio de Jesucristo. Escuchando la lectura del evangelio, conrmada por 33
el sacerdote, Francisco comprendió que ésa era su misión, como ésa había sido la misión de los apóstoles. Y esto fue para él como un grito de liberación: por n sabía ya qué era lo que el Señor esperaba de él. En toda predicación que hacía, antes de proponer la palabra de Dios a los presentes, les deseaba la paz, diciéndoles: "El Señor os dé la paz". Anunciaba devotísimamente y siempre esta paz a los hombres y mujeres, a los que encontraba y a quienes le buscaban. Francisco mismo conrma este hecho en su Testamento: «El Señor me reveló que dijésemos este saludo: "El Señor te dé la paz"» (Test 23), y en la Regla: «En toda casa en que entren digan primero: "Paz a esta casa"» (2 R 2,13). - Este deseo de paz, surgido del corazón de un hombre que hacía tres años que se había convertido al Señor y que vivía desde entonces sólo para Él, no engañó a nadie. «Debido a ello, muchos que rechazaban la paz y la salvación, con la ayuda de Dios, abrazaron la paz de todo corazón y se convirtieron en hijos de la paz y en émulos de la salvación eterna» (Tomado de “Vida primera de San Francisco” de Tomás Celano 1200-1270) Nótese bien lo que dice el texto. Por una parte, se pasa del rechazo al abrazo de la paz «con la ayuda de Dios», por otra, la paz y la salvación están íntimamente unidas, como exponía el profeta Isaías: «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia la salvación, que dice a Sión: "Ya reina tu Dios"» (Is 52,7). Cuando Francisco envía a sus primeros hermanos a predicar, les confía la misión de anunciar y vivir la paz: «Marchad, carísimos, de dos en dos por las diversas partes de la tierra, anunciando a los hombres la paz y la penitencia para remisión de los pecados. Y permaneced pacientes en la tribulación, seguros, porque el Señor cumplirá su designio y su promesa. A los que os pregunten, responded con humildad; bendecid a los que os persigan; dad gracias a los que os injurien y calumnien,
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pues por esto se nos prepara un reino eterno». ¿Dónde puede encontrarse un mensaje de paz más incisivo, un programa de paz más franciscano? - Esta misión de paz y de penitencia es la que aprobó el papa Inocencio III, cuando dijo a la primera fraternidad: «Id con el Señor, hermanos, y, según Él se digne inspiraros, predicad a todos la penitencia». - Hermanos y hermanas catequistas roguemos a Dios nuestro Padre que nos de la capacidad para comprender como Francisco de Asís que trabajar por la paz no es una opción personal, ni trabajo de unos cuantos, ni propiedad de corazones pacistas. Asamblea: “Ilumina oh Señor nuestra mente y abre nuestro corazón para asumir en nuestra vida diaria el trabajo por La Paz como don de Dios y tarea imprescindible a nuestro ser de bautizado: “Dichosos los que procuran la paz, pues Dios los llamará hijos suyos” (Mt 5,9). Amén. Si el tiempo ajusta se volverá a cantar: Hazme un instrumento de tu paz.
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II Encuentro Nacional de Catequistas Jueves 29 de Noviembre del 2012 (mañana)
CRISTIANOS Y CATEQUISTAS CONSTRUCTORES DE PAZ Hermano, hermana catequista, tú y yo, somos enviados a dar frutos de paz, somos portadores y constructores de la paz, somos elegidos y tenemos esa gran encomienda y estamos comprometidos a llevarla; no dejemos a un lado esta gran misión. Hagamos un momento de oración-meditación y pidámosle a nuestro Señor nos enseñe a llevar siempre la paz. Lector: Los discípulos de Jesucristo no podemos olvidar la nalidad de la misión que nos ha sido conada: «los he destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca» (Jn. 15,14). El fruto que permanece es todo lo que sembramos, en nombre de Cristo, en el espíritu de las personas: el amor, el conocimiento; el gesto capaz de tocar el corazón; la palabra que abre el alma a la alegría del Señor.77 La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio. Lectura del Evangelista San Juan 15,14: “Ustedes son mis amigos, si cumplen lo que les mando”. Dejamos un momento de silencio, meditando la Palabra del Señor. Canto: Señor yo quiero servirte. Señor yo quiero servirte Y quiero vivir tu evangelio 36
Yo quiero serte el hasta la muerte Y ser testigo alegre de tu amor Yo no los llamare servidores Si cumplen todos mis mandatos Serán para siempre mis amigos Y no tendré secretos con ustedes. Ustedes no me han elegido Fui yo quien se jo en ustedes Pues quiero que produzcan mucho fruto Y ese fruto permanezca para siempre. Acuérdense de aquello que les dije Que el siervo no es mayor que su patrón A mí siempre me han perseguido Y a ustedes los perseguirán Lector: La misión apostólica que el Señor nos ha conado comienza con el anuncio de la paz: «cuando entren a una casa, digan primero: paz a esta casa» (Lc 10,5-6). Este saludo, que tiene su origen en el «Shalom» de los judíos, tiene un signicado muy profundo que no tiene su fuerza en la ausencia de conictos sino en la presencia de Dios con nosotros, augurio y bendición, deseo de armonía, de integridad, de realización, de unidad y bienestar. Este saludo, conservado en la liturgia, implica asumir el compromiso de recorrer el camino que lleva a la restauración de la armonía en las relaciones entre los hombres y con Dios. En este camino se asocia el perdón que pedimos a Dios con el que damos a los hermanos (Cf. Mt 6,12).
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Lectura del Evangelista San Lucas 10, 5-6: “En la casa que entren, digan como saludo: ¡Paz a esta casa!; si ahí vive un hombre de paz, recibirá esta paz que ustedes le traen; pero si no la merece, la bendición volverá a ustedes”. Meditamos la Palabra del Señor en un momento de silencio Canto: Mi paz Mi paz te doy a ti Es la paz que el mundo no da Es la paz que el mundo no entiende Para ti, recíbela Mi paz te doy a ti Mi amor te doy a ti Es amor que el mundo no da Es amor que el mundo no entiende Para ti, recíbelo Mi amor te doy a ti Lector: Esta misión, por la que nos apropiamos el deseo del Padre de construir el Reino y de anunciar la Buena Nueva a los pobres y a todos los que sufren, exige de nosotros una mirada inocente que nos permita desenmascarar la obra del mal, denunciar con valentía las situaciones de pecado, evidenciar las estructuras de muerte, de violencia y de injusticia, con la consigna de vencer el mal con la fuerza del bien (Cf. Rom 12,21). Nos exige además un estilo de vida pobre, siguiendo a Jesús pobre (Cf. Lc 6, 20; 9, 58) y anunciar el Evangelio de la paz sin bolsa ni alforja, sin poner la conanza en el dinero ni en el poder de este mundo (Cf. Lc 10,4ss). La Iglesia, sacramento de reconciliación y de paz, desea que los discípulos y misioneros de Cristo sean también, ahí donde se encuentren, «constructores de paz». 38
Terminemos esta reexión con un párrafo del número 542 del Documento de Aparecida Todos: La paz es un bien preciado pero precario que debemos cuidar, educar y promover todos en nuestro Continente. Lector: Como sabemos, la paz no se reduce a la ausencia de guerras ni a la exclusión de armas nucleares en nuestro espacio común, logros ya signicativos, sino a la generación de una cultura de paz que sea fruto de un desarrollo sustentable, equitativo y respetuoso de la creación. Todos: Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz. Que como catequistas misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Lector: Buscar la Paz es enfrentar conjuntamente los ataques del narcotráco y consumo de drogas, del terrorismo y de las muchas formas de violencia que hoy imperan en nuestra sociedad. Todos: Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz. Que como catequistas misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Lector: La Iglesia, sacramento de reconciliación y de paz, desea que los discípulos y misioneros de Cristo sean también, ahí donde se encuentren, constructores de paz entre los pueblos y naciones de nuestro Continente. Todos: Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz. Que como catequistas misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna.
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Lector: La Iglesia está llamada a ser una escuela permanente de verdad y justicia, de perdón y reconciliación para construir una paz auténtica. Todos: Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz. Que como catequistas misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernen. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Amén.
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EUCARISTÍA Jueves 29 de Noviembre del 2012 Monición de entrada. Reunidos en torno al altar nos disponemos a celebrar nuestra fe, sobretodo en los inicios de este año dedicado a profundizarla. La comunidad cristiana está integrada por hombres que reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el Padre. En esta comunidad ha nacido y crecido nuestra vocación y misión de catequistas que nos hace partícipes y colaboradores de la gran misión de Cristo, ser signos de paz en medio de la violencia, luz en medio de la oscuridad, valientes profetas que anunciando y denunciando construyan y lleven la salvación a todo el mundo y a todos los hombres. Agradecidos por esta dignación de su amor participamos activamente en esta Eucaristía. Canto.
Ritos introductorios. Monición a las lecturas. La Palabra de Dios que vamos a escuchar es para nosotros motivo de esperanza y de gozo porque ante la maldad y el pecado se nos anuncia el triunfo de Cristo y de los que son de Cristo sobre el mal, haciendo presente en este mundo su Reino de vida, de amor, de justicia y de paz para que se terminen las situaciones de violencia y de inseguridad. Escuchemos.
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Primera Lectura Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 18,1-2.21-23; 19,1-3. 9. Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo. Su poder era inmenso y con resplandor iluminó la tierra. Gritó con voz potente y dijo: “ha caído ya la gran Babilonia y ha quedado convertida en morada de demonios, en guarida de toda clase de espíritus impuros, en escondrijo de aves inmundas y repugnantes”. Otro ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una rueda de molino y la arrojó al mar, diciendo: “Con esta misma violencia será arrojada Babilonia, la gran ciudad, y desaparecerá para siempre. Ya no se volverán a escuchar en ti ni cantos, ni citaras, ni autas, ni trompetas. Ya no habrá jamás en ti artesanos de ningún ocio, ni se escuchará más el ruido de la piedra de molino; ya no brillarán en ti las luces de las lámparas, ni volverá a escucharse en ti el bullicio de las bodas. Esto sucederá porque tus comerciantes llegaron a dominar la tierra y tú con tus brujerías, sedujiste a todas las naciones”. Después de esto oí algo así como una inmensa multitud que cantaba en el cielo: “¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque sus sentencias son legítimas y justas. Él ha condenado a la gran prostituta, que corrompía a la tierra con su fornicación y le ha pedido cuentas de la sangre de sus siervos”. Y por segunda vez todos cantaron: “¡Aleluya! El humo del incendio de la gran ciudad se eleva por los siglos de los siglos”. Entonces un ángel me dijo: “Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.” Palabra de Dios.
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Salmo responsorial (Sal 99). R. Dichosos los invitados al banquete del Señor. Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R. Dichosos los invitados al banquete del Señor. Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R. Dichosos los invitados al banquete del Señor. Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo. R. Dichosos los invitados al banquete del Señor. Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su delidad nunca se acaba. R. Dichosos los invitados al banquete del Señor. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. Aleluya, aleluya. Lectura del santo Evangelio según san Lucas: 21,20-28. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejercito, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en 43
Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a ala ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito. ¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al lo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado. Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearan. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten las cabeza, porque se acerca la hora de su liberación”. Palabra del Señor.
Homilía. Oración de los eles: Celebrante: Oremos, hermanos, por las necesidades de la Iglesia, del mundo y encomendemos especialmente este “Año de la fe”, respondiendo después de cada petición: Creemos Señor, pero aumenta nuestra fe. 1. Por el santo padre, el papa Benedicto XVI y todos los pastores de la Iglesia, para que eles a Jesucristo sepan guiar a las comunidades encomendadas, por caminos de justicia y santidad, sobre todo en este “Año de la fe”. Oremos.
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2. Por todos los que formamos la Iglesia, para que en este año profundicemos nuestra fe, la vivamos con mayor testimonio, la contagiemos a los no creyentes, y la defendamos de los ataques del enemigo. Oremos. 3. Por los gobernantes, responsables de velar por el bien común y por la paz social, para que les conceda la sabiduría para trabajar por una vida digna para todas las personas en todos los ambientes y desde los distintos niveles de gobierno. Oremos. 4. Por todos los catequistas de México para que actuando en delidad a nuestra fe cristiana, nos comprometamos cada vez más en la construcción de la paz desde las familias y pequeñas comunidades para lograr un ambiente armónico, seguro y sano en nuestra patria. Oremos. 5. Por todos los no creyentes y por los enemigos de la fe cristiana católica, para que el Señor les ilumine, toque su corazón y ellos abriéndose a Él, lo conozcan, lo acepten y lo amen. Oremos. 6. Por todos los que sufren a causa de la enfermedad, el hambre, la cárcel y persecución, para que encuentren manos generosas, entre ellas las nuestras, y puedan experimentar el amor de Dios que no los abandona, y pronto se transforme su realidad. Oremos. Monición ofrendas: Junto con el pan y el vino, materia del Sacricio Eucarístico, frutos del trabajo del hombre, ofrecemos Señor estos signos: · Bandera blanca: Signo de la paz que queremos reine pronto en nuestra patria. · Panes: Signo de la unidad y el esfuerzo compartido en bien de la catequesis en nuestras provincias. 45
· Paloma: Signo del amor y la paz entre Dios y el hombre y la fraternidad entre los hombres. · Logo del Año de la Fe y Porta Fidei: Recibe padre amoroso “la carta Porta Fidei” de sus Su Santidad Benedicto XVI, con esta ofrenda nos comprometemos a profundizar y promover nuestra fe cristiana en razón de nuestro bautismo y desde nuestro ministerio catequístico. También te pedimos la luz de tu Santo Espíritu para que así sea, sobretodo en este “Año de la fe”. Canto: Liturgia eucarística. Monición de salida. Alegres por haber celebrado esta Eucaristía, los catequistas, nos sentimos enviados a colaborar como Iglesia comprometida en el mundo, especialmente con los más necesitados de nuestra entrega solidaria, justa y fraterna. Para hacer visible este compromiso compartiremos la ofrenda de esta Eucaristía.
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II Encuentro Nacional de Catequistas Jueves 29 de Noviembre del 2012
HORA SANTA POR LA PAZ MONICIÓN: Nos hemos reunido en este Encuentro Nacional, Catequistas de todo México, porque al escuchar el llamado de Jesús, hemos sentido la urgencia de ser heraldos del Evangelio en nuestras Familias, en nuestras Comunidades, en nuestras Diócesis, en nuestra Nación en una palabra “en toda la Iglesia; sabemos que sólo a las plantas de Jesús Eucaristía es donde nutrimos este gran deseo. Él ha querido permanecer y seguir presente con nosotros a través de los siglos y de manera especial en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía; desde donde sigue haciendo resonar aquellas palabras… “Yo, estaré con ustedes todos los días hasta el n del mundo”… Ahora dispongamos nuestro corazón para encontrarnos con Jesús príncipe de la paz y démosle un lugar para que podamos sentir esa paz que sólo Él puede darnos y que es precisamente la que el mundo necesita… EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Canto. Guía: Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar R: En el cielo, en la tierra y en todo lugar Guía: Creemos, Padre, que tu nos has dado un corazón capaz de amar, sensible al dolor de nuestros semejantes. Este corazón que nos entregaste, nos impulsa a venir ante tu Hijo Jesús para que ilumine nuestros pensamientos, sentimientos y palabras para hablar con su mismo lenguaje de paz. Padre Santo, creemos que Tú has enviado al mundo al Príncipe de la Paz, Jesucristo presente y vivo en la Eucaristía.
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Padre Nuestro - Ave María - Gloria *Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar R: En el Cielo, en la tierra y en todo lugar Canto. Guía: Creemos, Jesucristo, Hijo amado del Padre, en tu Palabra que nos llama a la conversión, para que en ella encontremos la paz interior. Creemos que tú eres la vid y nosotros los sarmientos y que debemos estar plenamente unidos a ti para poder dar frutos, para que nuestra vida no sea estéril. Te contemplamos presente y vivo en la Eucaristía. Padre Nuestro - Ave María - Gloria *Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar R: En el cielo, en la tierra y en todo lugar Canto. Guía: Creemos en ti Espíritu Santo. Fuerza renovadora de la faz de la tierra que nos haces descubrir la presencia de Jesús en la Eucaristía. Llénanos con el fuego de tu amor para que seamos promotores de paz. Que amemos lo que es noble, justo y recto. Enséñanos el camino para vivir en la verdad que proclama Jesucristo presente y vivo en la Eucaristía Padre Nuestro - Ave María - Gloria *Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar R: En el cielo, en la tierra y en todo lugar
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Canto. Breve silencio de Adoración personal (música de fondo) Guía: La Eucaristía es Sacramento de paz. En ella somos perdonados y santicados y Jesús mismo nos hace testigos de la compasión de Dios por la humanidad. Aquí tiene su fuente el servicio de la caridad para con el prójimo, que nos mueve a amar, en Dios y con Dios. La persona de Jesús, en el Santísimo Sacramento, es una Buena Noticia de vida que nos proporciona la verdadera paz, es decir, la alegría excepcional. Él, nada tiene que ver con la violencia o con la muerte que imperan en el mundo, por que es Dios de vivos, es Él el Dios de la Vida. Canto. OREMOS TODOS Guía: Ahora, todos juntos a una misma voz, pidamos a Dios nos conceda la verdadera paz que necesitamos y que necesita nuestro mundo. Oración para pedir la paz Dios mío, enséñame el secreto de una paz estable y sólida; enséñame a ordenar armoniosamente mi vida interior, de manera que asegure el predominio de la voluntad y de la razón sobre todos mis sentimientos, sobre todos mis actos, y enséñame, a someter mi voluntad a la tuya. Enséñame a permanecer unido a Ti, enraizado en la caridad, de manera que conserve un equilibrio humilde y tranquilo. En los sufrimientos del cuerpo y en los sinsabores del alma, enséñame a decir piadosamente el Amén liberador. En las tentaciones que turban y envilecen, concé49
deme poner mi alma en Ti; en las contradicciones, en las palabras agrias e injuriosas, concédeme que guarde la paciencia, la serenidad y el silencio. Concédeme que no tema las dicultades, las contradicciones, las luchas; que no me queje, que no murmure, y que a toda pena, a todo fastidio, mezcle un poco de tu amor. Que no me exaspere ante la violencia y brusquedad de los hombres y que soporte con ecuanimidad el mal humor y la cólera. Que en el silencio y en la esperanza adquiera esa fortaleza, ese temple de alma, que permanezca sin perturbación, Señor, en tu paz. Amén. Breve silencio de Adoración personal (música de fondo) Canto. Reexionemos desde la Palabra de Dios: Lector.
San Juan 14, 27
“Les dejo la paz, les doy mi paz, la paz que yo les doy no es como la que da el mundo. ¡Que no haya en ustedes ni angustia, ni miedo!” Guía: El secreto del apostolado es el amor, pues éste es la única fuerza capaz de cambiar el corazón del hombre y de la humanidad entera. Es el valioso aporte que tienen que ofrecer en los esfuerzos por superar la violencia, porque «la paz es también fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede realizar" y aceptar la paz que Cristo nos ofrece es decirle “Creo en Ti”.
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Ahora en silencio, descubramos lo que hay en nuestro corazón ¿Qué impide que a tu corazón llegue la paz que Cristo nos ofrece? ¿Cuáles son tus miedos, tus angustias, tus inseguridades? ¿Cuál es la paz que como catequista deseas…? Breve silencio de reexión personal (música de fondo) Canto Supliquemos el perdón de Dios. Guía: Tenemos la certeza que Dios siempre escucha nuestras oraciones, que vuelve su rostro hacia nuestras miserias, ve nuestras opresiones y esclavitudes, acudamos a Él para que con mano poderosa y brazo fuerte, nos de su sabiduría y fuerza, para que vivamos una auténtica conversión; en este momento en que nuestra patria sufre la violencia que se ejerce sobre la dignidad de las personas y que clama al cielo el don de la justicia y de la paz. Después de cada suplica respondemos cantando: Perdón, oh Dios mío. Perdón e indulgencia. Perdón y clemencia. Perdón y piedad. Hombres: Porque hemos permitido que la violencia se incremente en nuestra patria. Por el miedo y la inseguridad en que viven los niños, los adolescentes, los jóvenes, las familias y las comunidades de México. Mujeres: Por la violencia que se vive dentro de las familias, por nuestras omisiones y por acostumbrarnos a vivir en un mundo violento. . Por todos los signos de violencia, que van acabando poco a poco con la vida comunitaria.
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Hombres: Por nuestra indiferencia al dolor de las víctimas, por la sangre de los niños abortados, por la sangre de las mujeres asesinadas. Mujeres: Por los que han sido ejecutados con crueldad y frialdad inhumana. Por la pérdida de la vida social, la convivencia armónica y pacíca. Canto. Guía: Proclamemos en la presencia real de Jesucristo, Príncipe de la paz, en comunión con toda la Iglesia que peregrina en México, e invoquemos a nuestro Padre bueno y misericordioso, para que se digne darnos la paz, diciendo a cada una de nuestras peticiones: R. Dios de Amor, concede la paz y la reconciliación a nuestros pueblos. Lector: Que quienes participamos y experimentemos al Señor en este Santo Sacramento de vida eterna, haga brotar en nosotros la fuente de la paz, que nos hace instrumentos tuyos de pacicación y fraternidad. Lector: Para todos nuestros gobernantes, escuchen y respondan a las peticiones de los ciudadanos por la paz y la justicia. Lector: Ponemos en tu corazón de Padre a todos los jóvenes de todas las partes del mundo, para que crezcan en valores, y busquen la paz que Dios ofrece al mundo. Lector: Padre de Bondad, conviértenos en mensajeros del Evangelio, Buena Noticia de Salvación, para que sean muchos los que se vean libres del odio, la violencia y la opresión. Lector: Dios de bondad te rogamos por todos los cristianos y todas las personas de buena voluntad, para que nunca pierdan la esperanza en la posibilidad de la 52
paz y que encuentren en tu Iglesia, consuelo, acogida, escucha y verdadera fraternidad. Lector: Dios de Amor, nos encomendamos a tu corazón todos los que participamos en este II Encuentro Nacional de Catequistas, para que esta experiencia de fe, nos impulse a ser verdaderamente y valientes discípulos misioneros, constructores de la paz. Canto. Guía: Concluyamos este momento de adoración y unamos nuestra voces en el deseo de Cristo, “Mi paz os dejo, mi paz os doy” diciendo: Señor Jesús, Tu eres nuestra Paz. Mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernen. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén. Bendición Oración Conclusiva Sacerdote: Nos diste Señor, el pan del cielo. R. Que contiene en sí todo deleite.
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Sacerdote: Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amén. Bendición con el Santísimo Sacramento Aclamaciones: Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre. Bendijo sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito. Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Canto nal.
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II Encuentro Nacional de Catequistas Viernes 30 de Noviembre 2012 (mañana)
LA PAZ, TAREA DE TODOS A la meditación bíblica de esta mañana, casi al concluir el Segundo Encuentro Nacional de Catequistas, llega a nuestro corazón el agua reconfortante de tres manantiales de vida: El hecho Guadalupano, la voz de los Obispos del mundo en El Vaticano II, y el mensaje de nuestros pastores en su exhortación pastoral “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida” a) Al pueblo de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, herido por la guerra de conquista, MARÍA DE GUADALUPE trajo el mensaje de vida. Así lo dice el relato guadalupano: “A los diez años de conquistada la ciudad de México, yacen en tierra la echa y el escudo, por donde quiera están rendidos los habitantes de lago y del monte.…” Y en ese contexto de destrucción de la vida azteca, resonó la voz de la ternura divina, en las Palabras de María de Guadalupe: “¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de su alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?”. b) Los Obispos de la Iglesia Universal en el concilio Concilio Vaticano II, de cuyo inicio estamos celebrando 50 años, lanzaron al mundo su voz en favor de la paz, diciéndonos en la Constitución Gaudium et Spes (n 78): “todos los cristianos quedan vivamente invitados para que, obrando la verdad en la caridad (Ef. 4, 15), se unan con todos los hombres auténticamente pacícos para implorar e instaurar la paz… (Porque) “Cristo, príncipe de la paz, ha reconciliado con Dios a todos los hombres por medio de su cruz, reconstituyendo en un solo pueblo y en un solo cuerpo la unidad del género humano, ha dado muerte al odio en sus propia carne y, después del triunfo de su resurrección, ha infundido el Espíritu de amor en el corazón de los hombres.” 55
c) Los Obispos de nuestra Iglesia en México, después de llamarnos a formarnos y a comprometernos para ser constructores de paz, hacen un llamamiento a los distintos sectores de la sociedad y de la Iglesia. A nosotros, en el n. 252 de su exhortación, nos llaman así: “Urge que todos los discípulos misioneros de Jesucristo, en la riqueza de carismas, ministerios y vocaciones, asumamos unidos los grandes desafíos que la inseguridad y violencia ponen a la misión de la Iglesia. La evangelización está frente al gran desafío de mostrar a Cristo, quien nos dejó el don y tarea de la paz… La Iglesia debe responder a su vocación de ser signo de comunión. La evangelización tiene que transformar desde la raíz a las personas para que sean fermento de paz en el mundo.” LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO: (Lc 22, 24-30) Jesús acaba de celebrar la cena de pascua con sus discípulos en la que anuncia su pasión y muerte. Jesús quiere que entendamos su entrega total como el máximo servicio a la humanidad. Es entonces que Lucas pone las palabras de Jesús que acabamos de escuchar en este texto bíblico. Espera que sus discípulos lleguen a ser “servidores” como Él lo es, no al estilo de los que oprimen y dominan en la sociedad. El servicio al estilo de Jesús que es capaz de explicar su máximo testimonio diciendo “yo estoy entre ustedes como el que sirve”, nos exhorta: “Entre ustedes, el más importante sea como el menor, y el que manda como el que sirve”. El servicio nos brinda la oportunidad de darnos a los demás sin reservas; Quien se dona ofrece una parte de sí, crea unidad, comunión. La paz es el don que Jesucristo ofrece a quien vive en su servicio. Jesucristo mismo nos enseña cómo hacerlo. Sólo el servicio generoso a imitación de Jesucristo nuestro maestro nos lleva a la comunión sincera. El encuentro cercano hacia el hermano, sirviéndole con amor nos da la pauta para hacernos constructores de paz. 56
Debemos fomentar la unidad y comunión, en nuestra familia, en nuestra comunidad eclesial, entre nuestros hermanos con quienes compartimos nuestro ministerio. De esta manera, podemos ser fermento de la paz en el ambiente de nuestra sociedad. Desde este encuentro queremos comprometernos a responder juntos al llamamiento divino del servicio al estilo de Jesús que nos lleve a la paz verdadera. CONCLUIMOS NUESTRA REFLEXIÓN: (signo: entrega de la luz) Cuando ejercemos la violencia se obscurece nuestra propia vida, se nublan los sentimientos y emociones de los que nos rodean. Herimos y decepcionamos a nuestro prójimo. Hermanos, no podemos vivir en la oscuridad si queremos construir la paz, no podemos guiar a otros hacia la unidad, si nosotros no vivimos la paz con nosotros mismos, con nuestros hermanos, con nuestros pastores y compañeros catequistas. Hermanos catequistas, encendamos la luz de nuestra fe en Dios que nos ama, en Cristo que nuestra paz, y en el Espíritu Santicador. Mantengamos encendida la esperanza en la intercesión de santa María de Guadalupe, Reina de la paz; y avivemos la luz de la caridad, fortalecidos con el testimonio de los santos y santas de nuestra Iglesia que iluminan nuestros pasos hacia la PAZ. Hermanos catequistas: ¡pensemos la paz, soñemos la paz, oremos por la paz, vivamos la paz y vayamos volvamos a nuestras comunidades a llevar a otros la luz de la paz¡ ASÍ SEA. Todos cantamos nuestra conanza en Nuestra Señora de Guadalupe Reina de la paz.
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MI VIRGEN RANCHERA A tí virgencita, mi Guadalupana, Hoy quiero ofrecerte un canto valiente, que México entero te brinda sonriente. Y quiero decirte, lo que tú ya sabes, que México te ama, que nunca esta triste, porque de nombrarte, el alma se inama. Tu nombre es arrullo, y el mundo lo sabe, Eres nuestro orgullo, mi México es tuyo, Tu guardas la llave. Que viva la Reina, de los mexicanos, la que con sus manos, sembró rosas bellas, y puso en el cielo, millares de estrellas. Yo se que en el cielo, escuchas mi canto, y sé que con celo, nos cubre tu manto, Virgencita chula, eres un encanto. Por patria nos diste, este lindo suelo, y lo bendijiste, porque era tu anhelo, tener un santuario, cerquita del cielo. Mi Virgen Ranchera, mi Virgen morena, eres nuestra dueña, México es tu tierra y Tú su bandera. Que viva la Reina de los mexicanos la que con sus manos sembró rosas bellas y puso en el cielo millares de estrellas.
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EUCARISTÍA DE CLAUSURA Viernes 30 de Noviembre de 2012
Monición de entrada La “Nueva Evangelización” es un anuncio gozoso, afectivo y efectivo de “paz para todos”. Y como catequistas discípulos misioneros constructores de paz, damos gracias a Dios por el reciente Sínodo de los obispos con el tema de la “Nueva Evangelización para la transmisión de la fe”. Y nos comprometemos a ser esos hombres y mujeres nuevos que asumen los paradigmas para una catequesis nueva que transforma la realidad social en expresión del Reino que Jesús vino a instaurar. Con la misma alegría que comenzamos este II Encuentro Nacional de Catequistas, dispongámonos a celebrar la Eucaristía que más que ser de clausura, es de envío a la misión. Canto.
Ritos introductorios. Monición a la liturgia de la Palabra Dios quiere la paz para su pueblo y se compromete con el para alcanzarla, y nos describe como será esa paz. A nosotros como su pueblo, nos corresponde pedir en la oración y construirla con la acción, pues a eso somos llamados y enviados. Así nos lo recuerda la Palabra de Dios que a continuación escucharemos.
Lectura del libro del Levítico 26,3-13. Si caminan según mis tradiciones y guardan mis normas poniéndolas en práctica, les enviaré las lluvias a su tiempo para que la tierra dé sus productos y los 59
árboles del campo sus frutos. El tiempo de trilla alcanzará hasta la vendimia y la vendimia durará hasta la siembra; comerán su pan hasta saciarse y vivirán seguros en su tierra. Yo estableceré la paz en su país y dormirán sin que nadie los moleste; haré desaparecer del país los animales feroces, y la espada no pasará por su tierra. Perseguirán a sus enemigos, que caerán ante ustedes a lo de espada. Cinco de ustedes perseguirán a cien de ellos, y cien de ustedes a diez mil de ellos: los enemigos caerán ante ustedes a lo de espada. Yo me inclinaré hacia ustedes y mi alianza con ustedes cobrará pleno vigor; tendrán familias numerosas y llegarán a ser un gran pueblo; todavía no habrán terminado de comer la cosecha añeja cuando tendrán que tirarla para dar cabida a la nueva. Tendré mi Morada entre ustedes y ya no los miraré mal. Me pasearé en medio de ustedes y seré Dios de ustedes mientras ustedes serán mi pueblo. Pues yo soy Yavé Dios de ustedes, que los saqué del país de Egipto para que no fueran más esclavos de ellos, y rompí el bastón de sus vigilantes para que salieran ustedes con la cabeza alta. Palabra de Dios
Salmo responsorial 85 (84) El Señor, dará la paz a su pueblo. Fuiste propicio, Señor, con tu tierra, cambiaste la suerte de Jacob; perdonaste la culpa de tu pueblo, lo absolviste de todos sus pecados; reprimiste toda tu indignación y aplacaste el ardor de tu enojo. R. El Señor, dará la paz a su pueblo. 60
¡Restáuranos, Dios, salvador nuestro; olvida tu aversión hacia nosotros! ¿Vas a estar enojado para siempre? ¿Mantendrás tu ira eternamente? ¿No volverás a darnos la vida, para que tu pueblo se alegre en ti? ¡Maniéstanos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación! R. El Señor, dará la paz a su pueblo. Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos, y para los que se convierten de corazón. R. El Señor, dará la paz a su pueblo. Su salvación está muy cerca de sus eles, y la Gloria habitará en nuestra tierra. El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. R. El Señor, dará la paz a su pueblo. El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R. El Señor, dará la paz a su pueblo. Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 4,4-9 Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica,
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acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús. En n, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes. Palabra de Dios Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya “En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: «El Reino de Dios está cerca de ustedes».
Evangelio según san Lucas 10,1-9 Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: «¡Que descienda la paz sobre esta casa!». Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario.
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No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: «El Reino de Dios está cerca de ustedes».
Homilía Profesión de fe Oración de los eles Presidente: Elevemos a Dios padre amoroso, las necesidades que laten y brotan de nuestro corazón, y juntos como su familia unámonos diciendo: Te rogamos, óyenos. 1. Por el Papa Benedicto XVI, los obispos, presbíteros y diáconos para que a ejemplo de Jesús nos guíen en la misión de ser discípulos y misioneros de la Nueva Evangelización. 2. Por los religiosos y religiosas para que encuentren en María, mensajera de la paz, un estimulo para imitar en su vida, la obediencia y el amor. 3. Por todos los eles laicos especialmente por los catequistas para que seamos verdaderos discípulos de Jesús y mensajeros de la Paz, como expresión de la Nueva Evangelización. 4. Por toda la Iglesia para que, con su testimonio de vida, transmita la fe, a todos los hermanos que viven al margen de la vida cristiana. 5. Para que este II Encuentro Nacional, sea para nosotros una experiencia de discípulos misioneros dispuestos a construir, desde la catequesis, un ambiente de paz en nuestras comunidades, a partir de los nuevos paradigmas que hemos asumido.
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6. Por todas las diócesis del País para que, impulsando la catequesis de manera responsable, seamos capaces de formar y educar en la fe a nuestros niños, adolescentes, jóvenes y adultos, para así conseguir un mundo de paz y amor. Ofrendas: Pan y vino: Junto con estas especies del pan y vino, ofrecemos al Señor nuestro tiempo y esfuerzos dedicados al trabajo de este II Encuentro nacional de catequistas. Y que así como serán transformados en Cuerpo y Sangre de Jesús, nuestros esfuerzos sean la semilla para la consecución de la paz que tanto necesitamos. Lonas de protagonistas de la Nueva Evangelización: Con el ofrecimiento de estas lonas, expresamos nuestra gratitud a quienes son personajes emblemáticos de la Nueva Evangelización, y nos comprometemos a ser como ellos; hombres y mujeres nuevos, instauradores del Reino con los aires renovadores del Espíritu de Jesús que hace nuevas todas las cosas. Ofrendas provinciales: Con este arcoíris de ofrendas de cada una de las Provincias de la Iglesia Mexicana, manifestamos nuestra alegría de ser mexicanos, y nuestra gratitud a Dios por este II Encuentro nacional de catequistas, y el agradecimiento también a la Diócesis de Cuernavaca que nos acogió cariñosa y generosamente, Dios bendiga a sus familias que hoy ponemos también en el altar. Canto. Liturgia eucarística.
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Conferencias
II Encuentro Nacional de Catequistas 27 de Noviembre del 2012 Megatendencias de la sociedad hoy y los retos para el catequista en la construcción de la paz Por: Lic. Benjamín Manzano
Introducción NOS PREGUNTAMOS ¿Pueden las ideologías y modas actuales afectar el proceso de evangelización y encuentro con la fe en los niños y adolescentes que hoy acuden a nuestra iglesia? La respuesta es un sí, lleno de desafíos. La reexión del catequista y de la iglesia misma, debe girar sobre la ecacia transformadora del proceso de evangelización y de la catequesis en la vida de las personas; sin embargo, esto no puede hacerse sin una conciencia clara de la realidad. ¿Qué ha llevado a miles de católicos a abandonar su fe, a vivirla a medias o incluso a vivir contrariamente a lo que dicen creer? Son innumerables los motivos que llevan a las personas a poner distancia con Dios y en este caso con el vehículo del encuentro: la iglesia. José Antonio Pagola en su libro “Creer, ¿para qué?”, ofrece una diagnóstico sincero y esperanzador de este fenómeno: la fe, muchas veces frágil por ser en la mayoría de los cristianos una fe infantil, choca como las olas ante la realidad de la vida, el mundo, el dolor y el devenir diario. Las malas experiencias en la vida familiar, las malas experiencias en la vida cristiana, la acidez del mundo moderno, la carrera sin n de la supervivencia materialista… existen tantas cosas que la Iglesia y el catequista debe considerar para que su acción evangelizadora pueda sortear estos nuevos y enormes retos, proporcionando al cristiano moderno, al niño, al adolescente y a 67
la familia, a ese Dios verdadero que se adentra en nuestro aquí y ahora para transformarlo en el espacio habitado por Él y que le da sentido a nuestra existencia.
Analfabetismo cultural, ético y religioso El problema actual del deterioro del conocimiento y vivencia de la fe no es exclusivo de esta dimensión de la persona; la transmisión de los valores que dan identidad cultural a una sociedad o comunidad también está en crisis. Las nuevas generaciones desconocen sus raíces y como bien armaba S.S. Juan Pablo II que “la perdida de las raíces y la cultura son la puerta a la perdida de la identidad”… sí, así de fuerte es este tema, un ejemplo es la misma Europa que olvidando sus raíces y cultura que hunden sus orígenes en la fe cristiana, han olvidado sus orígenes y por tanto su identidad. Pero esta crisis de analfabetismo, no solo es cultural, también es Ética, las nuevas generaciones por la tibieza de sus predecesores desconocen las implicaciones de una vida conforme a la recta conciencia… ¿Qué es el bien y qué es el mal? Parece que esta pregunta hoy carece de importancia, el relativismo imperante lleva a las personas a vivir una pseudo ética a criterio y voluntad personales, haciendo así de las relaciones humanas un caos de egoísmo y dolor… ¿podría estar exenta la vida religiosa de este fenómeno de analfabetismo? No, lamentablemente no; hijos y padres han olvidado el signicado de las más sencillas oraciones y dogmas de fe cristianos. La fe se impregna de falsas creencias, sincretismo y mitos. México que se caracteriza por ser un país eminentemente católico se debate en un peligroso analfabetismo religioso, caldo de cultivo para la pérdida de la fe, para el pragmatismo a ultranza disfrazado de “bienestar”, para la división disfrazada de “supuesta tolerancia” y a la tibieza disfrazada de “fe moderna”. La ignorancia de la fe incluye la reducción de Dios a una simple aspirina, a un remedio o a un solucionador de necesidades, esta ignorancia hace que la visión del mundo se haga fatalista y solitaria, Dios es tan pequeño ante todos los problemas y
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necesidades que tengo, Dios no me llena. La ignorancia de la fe, hace que los mismos padres se alejen de la vida sacramental y no puedan compartirla con sus hijos, así, la misma valoración de la evangelización y catequesis para muchas familias es un requisito que hay que sufrir para poder continuar con el prerrequisito social de ser “católico”
Nuevas Idolatrías En pleno siglo XXI, donde supone imperar el progreso y los avances tecnológicos, el ser humano involuciona a una fe primitiva cargada de idolatrías. El hambre de Dios asxiada por las espinas y abrojos del analfabetismo de la cultura, la ética y la fe; dejan surgir leves intentos de espiritualidad sustentados en una visión materialista de Dios y subordinado a los intereses y pasiones personales. Existen múltiples dioses que exigentes arrebatan la vida a sus eles; las nuevas tecnologías haciendo mención honoríca al celular, el dios del internet como un recurso invasivo en la vida íntima, el culto al cuerpo con una visión estética deforme de la belleza y de la corporeidad como vehículo del amor; otro dios bastante poderoso en nuestros días es el sexo, alejado del amor y la responsabilidad, llevando a los matrimonios a perder la novedad del amor entregado, rompiendo la inocencia de los niños y llevando a la depresión y la soledad a los jóvenes… así podríamos enumerar muchísimas idolatrías que alejan a los hijos de Dios del encuentro personal y amoroso, pero analizaremos con especial cuidado al dios del materialismo. El Materialismo: Desde antes de la revolución industrial el afán de tener como compulsión inaplazable que arroja a los hombres a una carrera sin n en la búsqueda del “dios material” que calme la “sed de tener”, de “ser alguien por tener algo”, es una corriente abarcante que llega a todos los niveles de los creyentes, minimizando su fe a la experiencia de la “supuesta supervivencia” de lo físico y lo material, olvidando por completo el alma y sus necesidades.
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Este materialismo reduce la fe a las necesidades de la existencia en la tierra, hace que el católico sólo se acerque al templo a pedirle a Dios por sus necesidades, reduciendo a Dios en un proveedor, no en un Padre ni en el Dios total que engloba toda la existencia. Las consecuencias del materialismo han afectado el carácter relacional del hijo de Dios, ya que en función de sus supuestas necesidades, “el otro” ósea “el prójimo” se convierte en un medio para el logro de los nes materiales, rompiendo así la dinámica del “ser comunidad y vivir en comunión”. Muestra de este materialismo a ultranza es la destrucción de familias por una herencia o por un negocio, la pérdida de una amistad cristiana por una diferencia o rencilla relacionada con el dinero, etc. Ha sido tan grave la visión del materialismo en la vida de los católicos, que muchos han caído en la visión perversa de creerse por encima de la bondad y providencia divinas; convirtiendo el don maravilloso de los hijos en una enorme carga económica, y por ello han privado de la luz del amor lial sus vidas. ¿Alguna vez pudo pensarse que la luz de un hijo como don y misterio fuese un estorbo para vivir la vida buena? Pues el materialismo se ha colado en los hogares cristianos aniquilando el amor a la vida humana y a la generosidad requerida en una paternidad a imagen y semejanza de Dios. Derivado de esta idolatría del materialismo se viene en cascada muchos problemas que aquejan la vida de los hogares cristianos, por ejemplo: Largas jornadas laborales de uno o de los dos padres de familia, exponiendo
a una soledad total a los hijos y dejándolos expuestos a una interminable serie de riesgos que les alejan de la vida de hijos de Dios. Hijos materializados que sólo ven a sus padres en función de la proveeduría
de sus necesidades o caprichos perdiéndose el don del agradecimiento y del cuidado del amor paterno – lial. 70
Materialización de la relación conyugal, acrecentando los conictos e intere-
ses de manera egoísta abriendo la puerta a la ruptura, considerando la autosuciencia nanciera como la libertad de acción y desvinculación del enorme compromiso que implica el sacramento del matrimonio. El abandono de los padres ancianos por no ser “útiles desde la perspectiva
económica”, agrediendo su dignidad de hijos de Dios y viviendo la ingratitud de los hijos que a estas alturas han olvidado todo lo que recibieron de sus padres.
Ateísmo práctico y positivismo Es raro encontrar un verdadero ateo u agnóstico en nuestro tiempo, ya que estos por naturaleza buscan las razones para sostener su postura desde una honestidad intelectual, bien lo profundiza José Antonio Pagola en su libro “Creer, ¿para que?”, donde enfatiza que los que ahora se llaman ateos o agnósticos en realidad son perezosos de la búsqueda de Dios, no son tan honestos porque no son capaces de sostener una idea desde la búsqueda de la verdad… Los supuestos ateos dicen no creer en DIOS, pero si tienen sus dioses a los cuales les rinden culto irracional: “el yo”, el sentimiento, la ciencia, la cultura, el arte, el Estado, el sexo, el dinero… no podrían negar las premisas de sus creencias, se aferran con una fe irracional, adorando sus ideas que se esfuman con el devenir de los días o con la nueva moda intelectual. No son ateos ni agnósticos honestos, son personas ojas, laxas, incapaces de comprometerse con la vida misma. Hoy tristemente podemos ver dentro de la iglesia católica cristianos bautizados que viven perfectamente como “ateos prácticos”; ¿qué signica esto? Que viven como si Dios no existiera, Dios es el perfecto ausente en su escala de valores, en su forma de vivir y educar a sus hijos, su visión moral se distorsiona y con ello la noción de pecado y arrepentimiento está muy lejos de su vida diaria. 71
Católicos con perl de ateos prácticos son hombres y mujeres pobres de experiencia de Dios destinados a morir culpando a Dios por no haber hecho mella en sus vidas teniéndolo todos los días junto a ellos. De estos hogares surgen millones de niños que no entienden por qué tienen que asistir a las aulas de una parroquia a conocer una fe de la cual es imposible comprender y vivir en su casa y su medio… estos católicos viven la fe cristiana como un requisito de la vida social, no como un experiencia que transforma sus vidas. Por otro lado en la era moderna, los ámbitos académicos y especialmente las escuelas públicas y privadas han caído en la trampa de un positivismo, solo lo evidente y lo comprobable es creíble, reduciendo los campos del conocimiento a lo “creíblemente evidente” y descartando realidades verdaderas por no poder comprenderlas. La fe cristiana hoy es cuestionada en sus dogmas, al grado que se han hecho leyes y posturas sociales ante el hecho de creer en una fe. El supuesto laicismo que en nuestro país no es otra cosa sino la negación y persecución cristiana, niega el derecho inalienable de todo ser humano a profesar y vivir una fe. El gravísimo error es que la fe y la razón no están peleadas, ya que la razón ayuda al conocimiento verdadero de la fe, una fe razonable, pero sin perder el carácter de fe, de espera en lo que no se puede ver o comprobar. Bastaría una breve reseña de las evidencias de la naturaleza de la creencia de fe humana en palabras de Santo Tomas de Aquino en la Suma Teológica… Dios es evidente a través de todas las cosas que nos muestran su existencia, se necesita sentido común para ver, que creer en Dios, creerle a Dios es lo más sensato y propio del ser humano. Los más grandes exponentes de la ciencia y del pensamiento se han encontrado con Dios, maravillados por la sencillez de Dios, comparten sus testimonios, bastan algunos ejemplos: G.K. Chesterton, Alexis Carrel, André Frossard, Sta. Edith Stein y el mismísimo Albert Einstein. 72
La realidad es que, si el cientíco y pensador fuese honesto en su búsqueda, acabaría por ponerse frente a frente ante la evidencia de Dios. Los niños de hoy han aprendido del positivismo de la escuela y de sus familias, que solo se debe creer lo razonable, pero la fe no es así, la fe es un salto al vacío donde esperan los brazos de Dios Padre.
Dignidad humana e imagen de Dios. Es común en el lenguaje cultural, cientíco y social la noción de “derechos humanos universales” y la noción de que surgen de la valoración especial de la persona humana frente a todo lo existente. Dicha valoración la conocemos como “dignidad humana”; sin embargo, con el deterioro de la vida moral y ética, ha llevado en la postmodernidad a poner en duda la misma dignidad humana, subordinada a los intereses económicos, anti-vida y a intereses políticos globales. Este deterioro lo podemos ver traducido en la cultura de la muerte, de la cual su manifestación más importante es el aborto, junto con todas las políticas antinatalistas y de control poblacional. El deterioro del concepto de “Dignidad Humana” también se correlaciona con la expulsión de Dios de la vida, ya que la dignidad surge de la “imagen y semejanza” con Dios, del reconocimiento de las facultades superiores de la persona que nos acercan a nuestro creador. Al perderse la noción de dignidad humana, ahora podemos ver las grandes luchas por salvar el planeta, convirtiendo en depredador indeseable al ser humano, especialmente al “no nacido”, aquél que terminará la obra destructiva iniciada por nosotros. Es más políticamente correcto salvar una foca, un delfín o incluso un perro que evitar la muerte de un anciano o proteger el nacimiento de un niño, esto en la boca del literato ruso Dostoievski seria: “si Dios no existe, todo está permitido”.
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Desintegración familiar y la ruptura con el concepto de Dios Padre y Hermano Los datos duros son escalofriantes, la baja de la estadística de aprox. el 24% en la disminución del matrimonio en los jóvenes, la realidad de que aprox. el 30% de los matrimonios se desintegran antes de los 5 años, los índices de suicidio en niños, adolescentes y jóvenes, el aumento de los hogares monoparentales, la violencia intrafamiliar, entre otras muchas realidades dolorosas que viven hoy los niños que acuden a nuestras aulas parroquiales. ¿De qué manera inuye esto en el proceso evangelizador y catequético? La ruptura de la imagen paterna o materna biológica, hiere profundamente la identidad y la autoestima de la persona, la comprensión de la existencia de Dios como Padre se ve agotada ante la realidad familiar contraria al amor, al afecto, al cuidado, a la protección y supervivencia. Un niño intenta comprender la presencia de Dios en su vida de acuerdo a su madurez y etapa de desarrollo, en las primeras etapas de los 3 a los 11 años que engloban los primeros años de la formación catequética en nuestra iglesia, corresponden en gran medida a un aprendizaje por modelaje o experiencia de vida. El choque se da ante la necesidad de conocer y vivir la experiencia de Dios como Padre y como Hermano, cuando las raíces y orígenes de la vida de estos niños son fruto de familias desintegradas, de divorcios, de relaciones violentas y poco dignas. El agente pastoral deberá hacer grandes esfuerzos por entregar al Dios vivo a través de una experiencia sanadora de los propios orígenes, ofreciendo en ese Dios cercano al verdadero Padre y Madre, sanando las heridas de la vida en el encuentro amoroso. El agente pastoral debe ofrecer a estos niños la realidad de un Jesús Amigo, que se acerca a la vida como el acompañante de Emaús, para darle “sentido” a la vida y acercarnos a la experiencia de vivir el reino de Dios y su amor de Padre.
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La esperanza: Dejar a Dios ser Dios El más grande reto de la Iglesia y del agente de pastoral o catequista, es dejar a Dios ser Dios; permitirle hacer su obra, lejos de nuestros prejuicios y miedos ante esta avasallante realidad. ¿No era en tiempos de Jesucristo una época llena de sufrimiento y desesperanza? ¿No vivía el pueblo de Israel en constante lucha y prueba durante todo el antiguo testamento? ¿No es el mismo Dios en el que creemos y esperamos? ¿En qué ha cambiado? ¿Dónde perdió su fuerza, poder y vigencia? Los católicos, todos, pero especialmente los agentes de pastoral y catequistas, debemos ser honestos y auténticos, debemos salir de la tibieza con seguridad ante lo que creemos, esperamos y vivimos. La primera trampa de satanás ante estas ideologías y situaciones es hacernos perder la fe en el mensaje, en Dios mismo y en su vigencia en nuestras vidas. La nueva evangelización no parte de un nuevo evangelio, sino en la novedad de las formas, en renovar el ardor, pero siempre dejando a Dios ser Dios, conando plenamente en su presencia actual, creyendo en el Dios vivo, en ese que se levantó del sepulcro glorioso. La humanidad en medio de todos estos embates ideológicos, políticos y sociales clama por una espiritualidad verdadera. Las corrientes New Age y sus derivados son solo muestra de la enorme necesidad de encontrar a Dios, de vivir conforme a su mandato y de ser acogidos por El como niños en su regazo. El agente de pastoral y el catequista tienen la misma misión que hace 2000 años, compartir el mensaje de Cristo desde la experiencia: yo lo vi, yo lo sentí, el vino a mi vida. Es decir, los comunicadores de la fe debemos hablar con hechos, con la palabra y con la doctrina. Debemos movernos conforme a la realidad actual, dejar de soñar en como eran las cosas “en nuestros tiempos”, compartir con los niños, los adolescentes, los jóvenes y las familias de hoy, como se vive hoy, como se conoce hoy. La actualidad del mensaje cristiano depende no del contenido del mismo men-
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saje, este nunca cambia y es vigente (El reino de Dios, la paternidad de Dios y la vida cristiana en Jesús Amigo), en realidad la renovación se encuentra en los mensajeros, en nuestras vidas y en nuestra forma de compartir la fe.
Bibliograa de respaldo - Santiago Martinez S, Pensamiento Actual: esplendor y ocaso. Ed. Minos 2000 - S.S. Juan Pablo II, Memoria e identidad Ed. Planeta 2005 - G.K. Chesterton, Ortodoxia Ed. Porrua 2007 - José Antonio Pagola, Creer ¿Para qué? Ed. PPC 2009 - INEGI Estadistica de matrimonio y familia 2010
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II Encuentro Nacional de Catequistas 27-30 de Noviembre del 2012
Formación personal del catequista: Armonía interior, espiritual e histórico-social. Por: Lic. Jorge Luis Camey 1. Las dos partes del corazón: La Herida y el Pozo (Metáfora de las moscas y las abejas) Los dos rostros de nuestro corazón nos hacen situarnos y comportarnos con
nosotros mismos, con los otros, con el entorno y con Dios de maneras diferentes: como moscas o como abejas. Sabemos que las abejas son trabajadoras, extraen lo mejor de las ores y además producen la miel, grana alimento nutricional. Mientras que las moscas están en el estiércol, en lo más sucio. El peso de la herida Por no conocerla nos juega malas pasadas, nos lleva a comportamientos
que no entendemos y con los que nos hacemos daño y hacemos daño a los demás personas, y por otra parte, por no hacernos consciente de ella, por no habernos percatado de su existencia, esta enturbiando nuestro pozo y por tanto oscureciendo nuestras potencialidades. El peso de la herida o el peso de lo golpeado de las primeras experiencias no
necesariamente tienen que ser experiencias trágicas y que además todas las personas por sanas que sean y aunque hayan tenido una infancia positiva en términos generales lo llevan consigo.
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La necesidad fundamental de todo niño o niña es la de recibir reconocimien-
to de su persona y sobre todo el derecho a recibir amor incondicional de parte de sus padres o de parte de quienes hagan sus veces. Y si no cubrimos este derecho podemos salir profundamente heridos. Uno de los motivos de nuestras heridas es que se haya violentado nuestro
derecho fundamental de ser reconocidos como personas y de recibir amor incondicional mediante situaciones como estas o parecidas: ... Si nuestro embarazo no fue aceptado. ... Cuando no se esta de acuerdo con el sexo de quien nace. ... Cuando nos dan un amor condicionado: “te quiero si....” o “te quiero por” ... Se golpea este derecho cuando los padres no creen en la niña o no apuestan por el niño. ... Cuando se viven climas de zozobra. ... Cuando se dan tocamientos inadecuados o cuando se erotizan las caricias.. ... cuando se reciben castigos físicos. ... cuando de niños o niñas se perciben conictos matrimoniales. ... cuando se ejerce la comparación. ... cuando se sufre el abandono. ... cuando se dan situaciones de preferencia, indiferencia o sobreprotección. Para reexionar: ¿Cuál de esas posibles causas de heridas me resuenan como si fuese la mía? Al leer o escuchar alguna sentí que se me movía algo por dentro? ¿Me sentí triste o con cólera por alguna de ellas? ¿Cuál de otras causas añadiría yo como causantes de golpes en el corazón?
Nota: es importante descubrir esto, porque es justamente ir buscando satisfacer esta necesidad que no fue satisfecha en la niñez, la que me hace reaccionar desde esta carencia y me hace buscar – ya en esta etapa de la adultez o de la juventud- satisfacciones como si fuese aún pequeña.
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Principales agentes que contribuyen a la generación de heridas: § La madre § El padre § Los hermanos § Los familiares cercanos. Mediante: Actitudes, frases, exigencia de comportamientos superiores a su desarrollo, sensación de ser relegado al cuidado de varios miembros de la familia, ironías, burlas, chantajes y sobreprotección. Ambientes: Inhóspitos, económicamente precarios, insalubres, violentos o de guerra.
Miedos básicos: Las heridas ya mencionadas al producir sensación de indefensión en el niño o la niña y hace que surjan de ellos unos miedos básicos: a. A ser condenado b. A no ser querido c. A fracasar d. A la comparación e. A quedarse vacío f. A ser abandonado g. A sufrir h. A mostrase debil i. Al conicto
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Para la reexión: ¿Qué sentiste al conocer esto? ¿Qué inquietudes te surgen? ¿Sabía acaso los nombres técnicos de estas situaciones, sabía que me sucedía, cómo me ha afectado? ¿Qué repercusiones ha tenido todo esto en mí? ¿En mi familia? ¿Amistades? 1.1.Los Síntomas de la Herida Partamos de una gran pregunta para reconocer los síntomas de la Herida: ¿Cómo se sabe eso? ¿Cómo se reconoce la herida, si todo se ha dado a nivel del inconsciente y en los recuerdos infantiles? Pues bien la respuesta es que hay una serie de comportamientos que hacen que se maniesten. En síntesis, los miedos o la parte vulnerada se esconden en los mecanismos de defensa para protegerse, pero a pesar de esto, la herida se maniesta. ¡Los síntomas son elocuentes! ¿Cuáles son estos síntomas, esas cosas que nos delatan? Las compulsiones. Las reacciones desproporcionadas. La culpa malsana. La Baja estima. El patrón negativo de conducta. La compulsión: Es un mecanismo psicológico inconsciente y contra fóbico que brota de los miedos; es decir, la compulsión es un comportamiento contrario al miedo. Son actos repetitivos con los que se intenta escapar de los miedos, pero sin embargo, “son crónica de una muerte anunciada”: nalmente llegan al miedo que las originó. 80
Según el eneagrama, las compulsiones típicas que se asocian a los miedos son: 1. El perfecionista para evitar ser condenado 2. El extremadamente servicial para evitar el no ser querido 3. El que busca el éxito antes que nada por miedo al fracaso 4. El notoriamente diferente y su miedo a ser comparado. 5. El ser un acumulador intelectual por miedo al vacío. 6. El seguir la norma antes que nada por miedo al abandono 7. El buscar desmedidamente el placer – exponiéndose constantemente al sufrimiento. 8. El buscar el poder por miedo de mostrar fragilidad 9. El ser pacista enajenado por miedo al conicto. Para la reexión: ¿Cuál sería mi compulsión más signicativa? ¿Qué miedo está detrás de ella? ¿Me doy cuenta de que desespero a personas y de que aborto situaciones
por culpa de esta compulsión? Reacciones desproporcionadas: Las reacciones desproporcionadas son una especie de “hiper sensibilidad” que te hace ver la herida por todas partes, que hace que encuentres por todas partes datos que conrman tu sentimiento vulnerado de la infancia: “no me quieren, no soy importante, no me valoran, no creen en mi, me van a hacer daño, si no hago ´esto´ me abandonaran...” Se puede convertir en una cancioncita permanente. La reacción desproporcionada redimensiona la herida que viviste en la infancia. Estas reacciones son desproporcionadas con el estímulo presente, pero muy proporcionadas con lo que ocurrió antes. No hay proporción entre lo que “me hacen” en el momento presente y la reacción actual, pero si la hay entre el estímulo 81
presente y lo que aconteció en la infancia. Se caracteriza por ser una reacción muy fuerte, que se repite con frecuencia o que dura mucho tiempo. Para la reexión: ¿Qué reacciones mías me cuestan más comprender? ¿En qué siento que me fallo más a mi misma? ¿De que me acusan más las otras personas? ¿Cuál “cancioncita” voy repitiendo y encontrando constantemente datos
que me lo conrman? La culpa malsana: Es otro de los síntomas de nuestra parte vulnerada y se reere al remordimiento que lleva a la negación del auto perdón, y por tanto, incapacita para experimentar muchas veces la gratuidad del amor humano y, ya en el plano espiritual, la misericordia de Dios. Para la reexión: ¿Me siento con frecuencia mal conmigo mismo? ¿Me siento fracasado, incapaz de superar mis propios fallos? ¿Qué situaciones me hacen sentirme culpable? ¿Me condeno fácilmente por las cosas que hago? ¿Me juzgo por principio por las cosas malas que realizo?
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Baja estima: Todo este proceso vulnerado se maniesta de forma bastante explicita en una hoja de valoración de ti mismo que te impide conocerte, auto valorarte y autoevaluarte de forma objetiva, es decir, reconociendo tus capacidades y tus limites. Cuando vives mas desde tu parte golpeada tu estima es baja y por tanto te impide reconocer tus propias potencialidades para hacerlas crecer, te hace magnicar fragilidades imposibilitando que te comprometas con tu propio crecimiento, y a la vez te obstaculiza la posibilidad de percibir y valorar objetivamente a las demás personas Para la reexión: ¿Me siento constantemente mal conmigo mismo? ¿Me siento fácilmente atacado y guardo resentimiento? ¿Tengo miedo exagerado a equivocarme? Ante una situación, ¿me inclino, por principio a ver lo negativo? ¿Me cuesta decir NO? ¿Hago cosas para que me quieran? ¿Me condeno por conductas no siempre malas objetivamente? ¿Me sienten de ordinario agresiva? ¿Me sienta mal, me disgusta, me decepciona casi todo? ¿Me siento, muchas veces deprimido?
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EL ROSTRO POSITIVO Decíamos que nuestro corazón tenia dos caras. La vez anterior incursionamos en el lado oscuro, en la parte vulnerada, ahora vamos a retomar la parte lucida de nuestro ser. ¡ESE ROSTRO POSITIVO QUE POCO CONOCEMOS! Cuando se ha hecho un proceso que ha permitido reconocer y hacer un camino de curación de heridas, se ha logrado hacer consciente el proceso vulnerado se abre entonces la posibilidad de reconocer y hacer un camino de redención acogiendo y potenciando el pozo de la positividad.
Legado de Ignacio: Cuando nos invita a reconocer la acción del mal en nosotros, no para que nos quedemos en él sino para que justamente lo quitemos y le permitamos al bien – que existe y crece al interior de nuestra propia vida – manifestarse en nuestro modo de ser, de relacionarnos y de actuar...! El crecimiento personal es un compromiso que solo es posible si se nutre con el agua del propio pozo, el agua que nace del manantial interior.
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Tu manantial interior alimenta el pozo de tus cualidades, de tus potencialidades y hace que brote al exterior el rostro positivo de tu corazón. Ahora detengámonos en tus cualidades: Tengo cualidades y tal vez nunca he hecho una cosecha de lo positivo, pero ahora tengo oportunidad de detenerme un poco en ello. 1. ¿Cuáles son esas cualidades que más valoro en mi mismo? 2. ¿Cuáles son las que me dicen con mayor frecuencia aunque me cueste aceptarlas? 3. ¿Cuáles me hacen sentir gozo, gusto por tenerlas? 4. ¿Cuáles me han causado dicultades? Lo mas importante es conocer mis fuerzas internas personales que alimentan ese cúmulo de cualidades. 5. ¿Qué fuerzas mías nunca me abandonan sino que me han hecho salir de las situaciones difíciles? 6. ¿Qué es eso que me da más intimidad, más identidad, más sentido? EL MANANTIAL: Ahora te preguntas ¿qué es esa ocurrencia del manantial? Pues bien, tu manantial es todo aquello que hay en ti que es: inalterable, inagotable lo que te saca en los momentos mas difíciles lo que te da más intimidad
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Si entras a tu manantial encontrarás, además de tu máximo potencial, fundamentalmente otras dos realidades que seguramente pasan desapercibidas en lo ordinario de tu vida: la conciencia y el agua viva. En primer lugar, en el manantial que te identica encuentras una voz que es la voz de tu ser que está creciendo, una voz que te señala lo que te hace bien, lo que te ayuda a ser veraz, lo que te empuja a la integración, y a al vez te lleva a generar el bien , la integridad... Esto es tu conciencia. Por otra parte en ese manantial encuentras también un agua viva, que es la presencia actuante y transformante de Dios mismo en el fondo más intimo de ti. Este doble descubrimiento te hace tomar en serio tu vida y en tu propia vida está inscrito en lo más hondo de tu manantial algo que tiene que ver con la
Para reexionar: 1. ¿Qué produce en mí saber que en mi interior tengo toda la energía vital que me permite mi propia realización y el compromiso con la realidad? 2. Hasta ahora no tenía idea de que era “conciencia”. Pero ¿Me entusiasma conocer y dejar oír esa “voz de mi ser está creciendo”? 3. ¿Me da gusto escuchar lo que me dice lo más hondo mío? 86
4. ¿Lo he escuchado alguna vez? 5. ¿Se distinguir esa conciencia de un montón de normas y de prescripciones que me han sido impuestas? ¿Cómo las diferencio? 6. ¿Cómo me resuena eso de que Dios mismo está en el fondo más íntimo de mi mismo? 7. ¿He notado dentro de mí algo que tiene que ver con la preocupación por los demás, con el deseo de ser mejor, de ser más solidaria, más solidario? Las expresiones del Pozo: Probablemente ahora, al igual que lo hiciste cuándo hablamos del peso de la herida, te estarás preguntando: ¿Y como sabe uno eso? Pues también nos encontramos con unos síntomas, unos indicadores que dejan ver tu propio pozo, tu propio manantial, y sobre todo que hace que se te “note” que vives más desde este rostro de tu corazón. Para reexionar: 1. ¿Cómo reconozco con “tranquilidad” todo lo bueno que soy, mis cualidades? 2. ¿Cómo no uso mis defectos como coartadas para seguir con un patrón de conducta negativo? 3. ¿Cuánto aprendo de las demás personas? 4. ¿Cómo este aprendizaje me ha reportado nuevas posturas en mi vida? 5. Pongo también ejemplos de “aguante” con personas difíciles, pero que no me rebaja mi estima... 6. ¿En cuál de las “esquinas del cuadrilátero de la buena estima” me siento más fuerte? ¿En cuál más débil? 87
Cuando tus maneras de comportarte brotan de tu manantial, porque has aprendido a reconocer tu pozo y has aprendido a beber de él, tu estima personal comienza a manifestarse en actitudes explícitas contigo mismo y con los demás: trabajar o estudiar equilibradamente: Trabajar equilibradamente es tener
la capacidad de hacer un trabajo creativo (es decir, producir desde lo mas intimo de uno mismo, desde el sello de la originalidad, eso que señala de alguna manera que tu estás presente en ello). sabes descansar y a la vez tener la posibilidad de reponer las propias fuer-
zas mediante el adecuado descanso y los nutrientes necesarios en el ámbito físico, psíquico y espiritual. sabes como construir amor: Es tener la capacidad de establecer relaciones sanas, profundas,
sólidas y duraderas. Es tener sensibilidad ante las urgencias de los demás personas
especialmente las que más sufren, los desprotegidos, los más débiles, las más necesitadas. Es dialogar poniéndote en los zapatos del otro, en su óptica, poner-
se en el sitio donde vive esa otra persona, para mirar desde su perspectiva e intentar sentir lo que ella siente. Es ser capaz de permanecer en las relaciones aun en el conicto,
en la discrepancia. Se construye amor cuando se tiene la capacidad de comprometer-
se con la otra persona con todo lo que implica la metáfora de la construcción: Planear, limpiar, esperar, poner cosas nuevas, aceptar lo que no se cambia, embellecer, insistir. 88
AHORA BIEN CONSTRUIR AMOR:
SOLO SE PUEDE HACER CONTANDO CON LAS DEMÁS PERSONAS. SOLO SI ESTAS EN SINTONÍA CONTIGO Y EN SOLIDARIDAD PROFUNDA
CON OTRAS PERSONAS ESPECIALMENTE CON QUIENES NECESITAN MÁS.
Para reexionar: 1. ¿Tengo un proyecto personal que reviso con frecuencia? 2. ¿Hago evaluaciones de mi trabajo? 3. ¿Vivo con estrés? 4. ¿Cómo me nutro y descanso en el ámbito corporal, psicológico y espiritual? 5. ¿Me doy cuenta que reparar mis fuerzas es un indicador de que amo la vida y que eso me capacita para ser más yo mismo? 6. ¿Soy capaz de construir amor? 7. ¿Tengo amistades profundas y duraderas? 8. ¿Tengo amistades entre gente necesitada? 9. ¿Tengo experiencia de convivir alguna vez con los problemas urgentes de las mayorías? 10. ¿Cómo esta mi capacidad de reír, de generar buen ambiente, de ser como un oasis para los demás? 11. ¿Se mantenerme en las relaciones a pesar de que haya conictos, dicultades, diferencias? 12. ¿Cuándo de verdad me he puesto en los zapatos de los demás? La conciencia solidaria: Otra de las expresiones o frutos del propio pozo, otro de los indicadores de la potencialidad del propio manantial es la conciencia solidaria.
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Ya decíamos que en el fondo de nuestro manantial encontramos el llamado profundo a la solidaridad. Esta solidaridad en cristiano, unica los dos hallazgos de la parte positiva: la voz de la conciencia y la presencia de Dios. Anteriormente nos detuvimos a reexionar sobre la conciencia como esa voz de mi manantial que me empujaba hacia el crecimiento personal. Pues bien el primer gran fruto de ese crecimiento es que emerja la conciencia, pero una conciencia solidaria. Al ser la conciencia una voz que brota desde tu manantial y te invita a tomar una opción fundamental de vivir, de crecer, se constituye en lo típico del ser humano Esto es lo que hemos presentado de forma metafórica al hablar del manantial y del agua: el agua es para saciar la sed, el manantial ofrece agua para cada persona pero sobretodo para dar de beber a quien tiene sed, para limpiar lo que estad sucio, para hacer orecer lo que esta seco. Conclusión: Todo Esto signica que, en el descubrimiento de tu manantial puedes palpar de una sola vez de manera simbólica, el contenido interpersonal y la responsabilidad histórica, no como algo ideológico sino como algo que esta en el corazón de tu misma identidad.
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II Encuentro Nacional de Catequistas 27 – 30 Noviembre del 2012
SER CATEQUISTA DE LA COMUNIDAD Por: Pbro. Hermilio Cárdenas González Introducción Ante todo muchas gracias por la invitación a compartir la vida y la causa común que es la catequesis. Es un don de Dios poder aportar algo a esta acción prioritaria de la Iglesia. Este tema que yo titulo “Ser catequista de la comunidad” se sitúa, por una parte, entre el tema de la familia, que es de importancia primordial para la humanidad y, por supuesto, para la comunidad cristiana; y por otra parte, la sociedad a la cual es enviada la Iglesia con la misión de evangelizar. El catequista ha sido llamado a una misión desde el seno de una familia con todas sus potencialidades y limitaciones para prestar un servicio, generalmente gratuito, a una comunidad como testigo “insustituible” de la fe y a través de ella se extiende a la sociedad misma. Sobre este punto trataremos de compartir nuestro estudio y reexión, acentuando la labor del grupo de catequistas pues el catequista forma parte de un grupo, y es una mediación que podríamos decir imprescindible. Somos herederos de una historia de eventos de este tipo a nivel nacional y sin duda el Espíritu nos lanzará hacia adelante y al futuro siempre promisorio de la catequesis. Hoy los escenarios son muy distintos de aquel Encuentro de catequistas del año 2000 en Guadalajara: “Nuevos catequistas para el tercer milenio”, estábamos abriendo los ojos a este nuevo siglo; ya llevamos 12 años de camino. Los escenarios de hoy se tiñen de secularismo, globalización, emigración, de crisis económica aún en los países ricos, ya no se diga en los nuestros, y por supuesto el agelo de la vio91
lencia y crimen organizados con todas las consecuencias que estamos sufriendo. Tal parece que “homo, homini lupus”, “el hombre es un lobo para el hombre” (Thomas Hobbes). Este Encuentro que estamos realizando ha centrado su atención de nuevo en la persona del catequista con el lema: “Discípulos misioneros constructores de la paz”. Siempre será provechoso volver sobre la propia identidad y misión del catequista. La identidad del catequista le viene dada, por una parte, de la tradición viva de la Iglesia; todo evangelizador se va adhiriendo a la multiplicidad de testigos que han proclamado el Evangelio de Jesús a lo largo de los siglos. Pero también el ser del catequista se va conformando por su inserción a la comunidad. Ningún catequista realiza su acción a título personal, sino que es el portavoz de la Iglesia, ya que transmite lo que la Iglesia cree, celebra y vive (cfr. EN 60). Esto conlleva una exigencia fuerte de pertenencia a la Iglesia, que se vive en una comunidad concreta, por eso solemos decir que el catequista es “catequista de la comunidad, ahí donde el Espíritu va suscitando carismas y servicios diferentes y entre ellos el de la catequesis. 1. CONVICCIONES 1ª. Ser catequista es una auténtica vocación que viene, en los laicos, de su mismo Bautismo, no es un alargamiento de la mano de los sacerdotes, ni tampoco para suplirlos en los espacios donde el sacerdote no puede llegar. Cierto que todo cristiano está llamado a dar testimonio de su fe; todo bautizado requiere de ir madurando la fe hasta convertirse en testigo, o quizá se madura mientras se es testigo. Tenemos la experiencia que, mientras estamos proclamando el mensaje, nosotros mismos profundizamos en él (cfr. DGC 231; 222), pero también es cierto que no todo cristiano es llamado a ser catequista.
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2ª. Hay una relación recíproca entre la comunidad que es origen, meta y lugar de toda catequesis y el catequista. Por una parte el catequista es enviado en nombre de Cristo por mediación de la comunidad, pero por otra, es cierto que una comunidad es tal según sus agentes evangelizadores, de los cuales los catequistas son un grupo muy signicativo. 3ª. La comunidad está llamada a ofrecer a los catequistas espacios y tiempos para la capacitación, acción, formación y evaluación. Se requiere de una auténtica “pastoral de los catequistas” (DGC 233). Cada comunidad tendrá que formar sus catequistas según sus necesidades y capacidades. 2. CATEQUESIS Y COMUNIDAD La catequesis y la comunidad siempre tendrán que ir juntas, como en los primeros siglos del catecumenado en que la meta de la catequesis era la inserción en la comunidad, y a su vez la comunidad con todos sus agentes era el espacio de acompañamiento en el proceso de fe de los que accedían a ser cristianos. La comunidad tiene una función “maternal” pues de ella recibimos la fe, ésta comunidad tiene su rostro y estructuras visibles en la parroquia, ahí donde el cristiano nace a la fe, conoce a Jesucristo, se alimenta con los sacramentos y se prepara para compartir su fe en la misión. La fe, entonces, nos llega a través de la comunidad, nadie se da la fe a sí mismo, como nadie se da la vida a sí mismo, sino que la recibe de la Iglesia que es “Mater et Magistra” (Madre y Maestra) que siempre engendra nuevo hijos a la fe y a la vida nueva a través del bautismo, los alimenta y los hace crecer con los demás sacramentos robusteciendo al cristiano en la fe inicial.
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La comunidad eclesial es la que guarda cuidadosamente a través de los siglos la memoria de las Palabras de Jesús y las transmite de generación en generación, como una madre que enseña a sus hijos a hablar y con ello a comunicarse. La Iglesia nuestra madre nos va enseñando el lenguaje de la fe y nos va introduciendo en el conocimiento y practica de la vida cristiana. La fe es vivida en la Iglesia, en ella nos sentimos seguros, queridos y aceptados, ahí tenemos todo lo que es bueno, todo lo que es motivo de seguridad y de consuelo y sobre todo tenemos la Palabra de Dios que nos es anunciada a través de sus agentes, pues su ser y razón de existir es para evangelizar (cfr. DA 246, EN 14). En síntesis “la comunidad auténtica (comunidad que avanza) es el mejor texto de catequesis” (DECAT, líneas comunes 1986,41). “la comunidad cristiana es en sí misma una catequesis viviente” (DGC 141), los subsidios para la catequesis tienen una función importante como puntos de referencia, son la memoria escrita de la experiencia de una comunidad para transmitir la fe, pero la experiencia de fe de la comunidad, su vida, es el mejor texto. El Evangelio es para ser visto. 3. LA CATEQUESIS INICIA Y EDUCA EN LA VIDA COMUNITARIA Aunque el cristiano nace en una comunidad de donde le viene la fe, es necesario “aprender a creer” y esto sucede en un ambiente comunitario. La catequesis tiene como una de sus tareas relevantes el capacitar al cristiano para vivir en comunidad (cfr. DGC 86), no basta con haber nacido en una familia cristiana, se requiere un aprendizaje para vivir los valores comunitarios. Ya en la vida cotidiana, el vivir en comunidad es todo un reto, sobre todo con las emigraciones que están trayendo un reacomodo en las sociedades. Por ejemplo, en las grandes ciudades se habla del “Homo urbanus”, “hombre urbano” desarraigado, con poco o nulo sentido de pertenencia o con nuevas formas tribales de relación. Se plantea fuertemente la cuestión ¿Cómo vivir juntos en armonía? Hay muchas dicultades para
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poder llevar una vida en paz por la estrechez de los espacios, por el querer llegar todos pronto a su destino, etc. La comunidad cristiana tiene a Jesús como su guía y tiene la misión de ofrecer espacios para aprender de Jesús el cómo vivir en comunidad. Jesús pide algunas actitudes básicas que la catequesis deberá fomentar: el espíritu de sencillez y humildad, la solicitud por los más débiles y pequeños, la atención preferente a los que se han alejado, la respetuosa corrección fraterna, la oración en común y el perdón mutuo (cfr. Mt 18), que se resume en la actitud de amor fraterno “Ámense unos a otros como yo los he amado” (Jn 13,34). Este aprendizaje no quiere decir eliminar la libertad ni suprimir las diferencias sino la búsqueda de la paz como “el arte de saber ponerse de acuerdo” (Paulo VI). La comunidad cristiana aprecia así una posibilidad de rehacer el tejido social, tan deteriorado en nuestra sociedad. La experiencia nos ha dicho que donde se han entablado relaciones religiosas desde Jesucristo se fortalece el entramado social y se llega a la paz tan ansiada en nuestros tiempos. 4. EL CATEQUISTA DE LA COMUNIDAD El catequista está llamado a vivir en comunidad. Ser catequista es un don, una vocación y gracias a Dios en las últimas décadas ha habido un gran orecimiento de cristianos que han recibido ése don y hoy son catequistas. En el instrumentum laboris No. 108 (instrumento de trabajo) para el Sínodo que acaba de pasar, se habla de que los catequistas “han dado una contribución singular e insustituible al anuncio del evangelio y a la transmisión de la fe, sobre todo en las Iglesias evangelizadas desde hace pocos siglos. La nueva evangelización exige un compromiso mayor, por tanto, para ellos como para la Iglesia en relación a ellos, según indican algunas respuestas (sobre los Lineamenta). Los catequistas son testigos directos, evangelizadores insustituibles, que representan la fuerza fundamental de las comunidades cris-
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tianas. Ellos necesitan que la Iglesia reexione con mayor relevancia sobre la tarea que desarrollan, dándoles mayor estabilidad, visibilidad ministerial y formación”. ¿Se podría reconocer e instituir el ministerio de catequista? El catequista, sobre todo como laico evangelizador, insustituible en éstos momentos, tiene una oportunidad que no puede dejar de lado, y tiene un carácter especial pues “ejerce la catequesis desde su inserción en el mundo compartiendo todo tipo de tareas con los demás hombres y mujeres, aportando a la transmisión del evangelio una sensibilidad y connotaciones especícas” (DGC 230). 5. EL PAPEL DEL GRUPO DE CATEQUISTAS Entendemos por grupo de catequistas a las personas convocadas para transmitir la fe. En casi todas las comunidades es un grupo fácilmente identicable, en algunas ocasiones hasta con uniforme, portan un Cristo en el pecho, tienen reuniones periódicas de planeación, acuerdos comunes, tiempos de esparcimientos, etc. No se trata de un simple grupo de trabajo, se puede decir que es como un ser vivo, que siente, piensa, espera, sufre, se enferma, y a veces lo vemos morir. 5.1 El grupo como ser vivo a) El grupo nace: cuando se van agrupando los miembros y se deciden establecer vínculos. El grupo de catequistas nace generalmente de una convocatoria individual o general del sacerdote de la comunidad, las vocaciones a la catequesis ya están en la comunidad, lo que hace falta es estimular su crecimiento. b) El grupo crece: No basta con haber nacido, el grupo está llamado a crecer no solamente en número, sino en personalidad grupal. c) El grupo madura: cuando los miembros se han conocido, aceptado,
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comprendido y realizan tareas de catequesis juntos pueden llegar a compenetrarse y madurar. d) El grupo entra en crisis: Es como la enfermedad que llega, si el grupo es sano y fuerte, la crisis será superada y el grupo avanzará; pero si esta débil puede llegar a la muerte misma. Tenemos que aceptar el desgaste. En nuestro tiempo el catequista sin duda está llamado en primer lugar a vivir la fraternidad con los compañeros de camino (que casi nunca se escogen), teniendo muy en cuenta que somos miembros los unos de los otros (cfr. Ef 4,25). El grupo de catequistas es un germen de vida eclesial con el testimonio de unión fraterna. El ser, el quehacer y la formación de los catequistas es parecido al proceso que todo cristiano tiene que seguir en el seguimiento de Jesús. El grupo de catequistas, por lo tanto, no es un grupo de élite o de expertos, pero si es un grupo importante y necesario (DGC 159). En el grupo se favorece el aprendizaje, trabajando para que cada miembro pueda llegar a ser promotor del crecimiento de los demás. Aún cuando haya confrontación y puntos de vista distintos, pueden venir nuevas oportunidades. Junto al papel del grupo como espacio pedagógico, eclesiológico y pastoral el grupo tiene una relevancia catequética como espacio de aprendizaje de la fe y punto de referencia para la educación ofreciendo auténticas experiencias religiosas. Aprender a creer es “creer juntos”. Dicultades en el grupo siempre las habrá: a veces la imposición de una persona en la coordinación hecha por el mismo sacerdote, en otras ocasiones la entrada de nuevos catequistas al grupo trae una crisis de reacomodo, el cambio del sacerdote a otra comunidad, la falta de responsabilidad llega a desesperar a los demás, etc. A pesar de las dicultades se ha visto que sin el grupo es muy difícil que haya catequistas y catequesis.
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5.2 El grupo como promotor de paz Los grupos de catequistas, ante la coyuntura de la violencia en nuestros pueblos, tendrán que ser considerados como espacios de formación y promoción de la paz. Tendremos que volver la mirada a Jesucristo que habla de paz como un saludo (Lc 24,36; Jn 20,21), Jesús la hace objeto de una de sus bienaventuranzas (Mt 5,9) y a lo largo de la historia de la Iglesia siempre se ha considerado como un ideal a lograr. Siendo la catequesis una educación ordenada y progresiva de la fe (cfr. DP 977) y el grupo un espacio de aprendizaje, tendremos que iniciar la educación para la paz desde el grupo mismo. ¿Qué signica esto? Primero que la paz no es simplemente la ausencia de guerra o el equilibrio de fuerzas sino el resultado de la justicia: La justicia y la paz se abrazan (Sal 85,11). Será necesario educarnos para la tolerancia, el respeto a la diversidad, y sobre todo el amor al prójimo que nos hace no devolver el mal por mal sino el vencer al mal a fuerza de bien (cfr. Rom 17,21). Una educación para la paz que viene desde el corazón.
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II Encuentro Nacional de Catequistas 27-30 de noviembre 2012
LOS CATEQUISTAS: SEMBRADORES DE PAZ EN MEDIO DE SU PUEBLO Por: Pbro. Francisco Merlos Arroyo 1. “Yo daré Paz a la tierra y dormirán sin que nadie los turbe; haré desaparecer del país las bestias feroces (los violentos?), y la espada no pasará por su tierra. Lev 26, 6. 2. “Mi Paz les dejo, mi Paz les doy; no la doy como la da el mundo. No se turbe su corazón ni se acobarde” Jn 14,27. 3. “ La Paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse, si no se respeta elmente el orden establecido por el Creador” (Juan XXIII. Pacem in terris” n. 1). 4. “Si el cristiano cree en la fecundidad de la Paz para llegar a la justicia, cree también que la justicia es condición indispensable para construir la Paz” (Medellín. Documento sobre la Paz. N. 16) 5. Tenemos que enfrentarnos decididamente a nuestros temores y preguntarnos honestamente la razón de nuestras cobardías. Pues los cristianos podemos dominar nuestros temores con una de las más altas virtudes conocidas por el ser humano: la audacia. Pero sobre todo, podemos dominarlos con la práctica continua y generosa del Amor. (Martin Luther King. Antídotos contra el miedo en La force d'aimer, p. 180)
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INTRODUCCIÓN. Una de las aspiraciones más profundas y naturales, y casi instintiva en el ser humano es la búsqueda de la Paz, de la armonía, del acuerdo, de la concordia, de la reconciliación. Y no sólo como medio de subsistencia para sobrevivir, sino sobre todo como condición imprescindible para realizar sus proyectos de vida en una razonable convivencia. Sin el preciado don de la Paz, prácticamente la vida se torna insufrible y estaría muy cercana a lo diabólico. Sin embargo, junto a ello existe también en cada uno el natural instinto de la agresividad, ante las amenazas reales, inventadas o imaginadas. Somos pacícos y agresivos a la vez. De allí que la Paz se viva como una experiencia marcada por la tensión entre la sana aspiración a la armonía y la tendencia malsana a la provocación agresiva. 1. CARICATURAS DE LA PAZ Antes de adentrarnos en la comprensión de la Paz, en su absoluta necesidad y en sus alcances dentro de la convivencia humana, es conveniente despejar el camino, eliminando algunas concepciones deformadas de la Paz, a n de no confundirla con algo que se le parece. * La simple ausencia de guerra o de conictos. * El dominio perverso de los fuertes sobre los débiles, los desvalidos, los indefensos y desprotegidos. * El resultado de componendas o de arreglos corruptos por debajo de la mesa * El equilibrio de fuerzas niveladas de quienes tiene poder y se consideran enemigos irreconciliables. Es la paz del miedo mutuo. * La situación de un terror, aparentemente pacíco, pero producto de 100
amenazas, de castigos y de sanciones. Es la paz del chamaco al que le gritan: “estate quieto, si no me la vas a pagar”. * Permitir que todo el mundo haga lo que le dé la gana para no complicarse la vida ni complicársela a nadie. Es la Paz de la tranquilidad en el caos. * Existe también la Paz, fruto de una sumisión, que se traduce en servilismo ciego para no entrar en conicto con quien tiene el poder. * Finalmente existe también la paz de los sepulcros, donde la vida se ha extinguido o eliminado, porque molesta a los señores de horca y cuchillo, a los caciques, los dictadores, los sátrapas, que se creen dueños absolutos de vida y haciendas. Todas estas formas de entender la Paz, y otras parecidas, hacen de ella una ridícula caricatura, que deforma la esencia y la belleza de la Paz entre humanos. 2. CAUSAS FRECUENTES QUE LESIONAN LA PAZ. a) Ante todo está el profundo desprecio a la persona humana como losofía y actitud de vida; un desprecio que induce a buscar un prestigio irracional de dominación del otro, queriendo sobresalir a costa de lo que sea, incluso pasando por el cadáver de los demás. b) El afán de competencia desleal, unida a la codicia de ganancia y de poder, que llevan a la defensa enfermiza de los propios intereses, aunque eso destruya lo mejor que hay en las personas con quienes se convive. c) La decadencia, la sustitución o el olvido de valores elementales, que son soporte imprescindible de la convivencia humana. Valores como la verdad que nos pone en un plano de igualdad, el respeto a los derechos de todos sin exclusión de nadie, la justicia como sabiduría en la relación, la compasión, 101
la acogida y el diálogo, como expresiones de calidad humana, reconoce la dignidad de las personas. d) La violencia en sus formas más depravadas: física, intelectual, sicológica, moral, institucional, que son causa de chantajes y autoritarismos, que humillan a los hijos e hijas de Dios. Unido a ello, están las violencias sociales que suelen generan peligrosos desequilibrios: La violencia institucional, la violencia de la protesta y la violencia de la represión. e) A nivel social y nacional lesiona la Paz la total ausencia y desinterés por el estado de derecho, que comprende la impartición equitativa de justicia, el respeto a los derechos de todos y la recta aplicación de la ley en tribunales imparciales, que han de velar por la integridad de todos los ciudadanos sin excepción. Esta paz con frecuencia es fruto de la represión, de la deshonestidad de quien administra la justicia o de quien puede comprarla con la mordida más suculenta. Son mecanismos perversos para que todos queden en Paz. f) Los conictos inevitables de todo tipo, a menudo no superados, que envenenan el alma de la gente. Tales conictos se instalan en la mente, en el corazón y en la relación humana, paralizando las mejores energías espirituales, y produciendo así amarguras, frustraciones, agresividades y desgastes innecesarios, como segura antesala de hernias, úlceras, infartos y embolias. g) También lesionan la Paz ciertas personalidades patológicas e insoportables, que se pueden describir como entrometidas, metiches, mal informadas, chismosas, mentirosas; almas rencorosas, vengativas e insufribles, cuya máxima ilusión en la vida, es meter el desorden, el caos y el enfrentamiento entre las personas, haciendo la vida imposible a los demás. Esta gente es enormemente creativa, pero al revés.
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3. MIRADAS SANAS SOBRE LA PAZ a) Es una necesidad vital y una aspiración que nace con el hombre mismo. Por eso es un derecho inherente a la persona, que se convierte en ley indispensable en toda convivencia humana. b) Por otro lado puede verse como desafío que convoca para poner en juego nuestros mejores talentos y recursos. Por eso se transforma en utopía aparentemente inalcanzable, sin embargo posible para las personas que la buscan con sinceridad y rectitud de corazón. c) Es tarea siempre inacabada, que se realiza con el esfuerzo constante, el y perseverante, cotidiano y callado, que nunca desiste de comenzar y recomenzar una y otra vez, consciente de que las personas convocadas a la Paz, no son máquinas sino seres dotados de capacidad para reaccionar y de una libertad acompañada de condicionamientos, que a menudo disminuyen su responsabilidad. d) Es una meta alcanzable de las personas, que la consiguen lúcida y creativamente, con decisión y audacia, con entrega generosa y con un alto espíritu de riesgo, capaz de enfrentar los múltiples obstáculos que se oponen a la auténtica Paz que merecemos. e) Es una fuerza que aproxima a los seres humanos para realizar sus grandes proyectos de vida. La Paz es un detonante que revela a las personas dos dimensiones complementarias e inseparables de su ser: la inmanencia solidaria de nuestro peregrinaje común en la historia, y la trascendencia que nos abre a las posibilidades ilimitadas de innitud, concedida por el Creador como simiente de inmortalidad. f) Finalmente hay que decirlo: la Paz es una realidad tremendamente frágil, 103
“un gran tesoro en vasijas de barro”, porque sigue y seguirá siendo una paz de rostro humano, que es tanto como decir, endeble, vulnerable, quebradiza y débil, como todo lo que brota del espíritu del hombre. 4. LOS ROSTROS DE LA PAZ Los rostros de la Paz son un reclamo para vivir la experiencia profunda de la reconciliación, no como un conformismo ingenuo, o una actitud de ridícula pasividad y de inmovilismo en la acción. Se trata más bien de un realismo que permite tomar la medida a las realidades que vivimos a n de nutrirnos de la inagotable sabiduría en ellas contenida. a) Comencemos por la Paz con uno mismo, esa que pide aceptación de la verdad del propio ser. Es la Paz de la autoestima serena, que permite la concordia con lo esencial de uno mismo. b) Está la Paz con los demás, la que exige respeto a la alteridad, a las legítimas diferencias, a la dignidad ajena y a los derechos irrenunciables. c) La Paz con la naturaleza, con el cosmos, con el mundo creado que posee numerosas fuentes de la vida, cuyo espacio vital se rige por leyes propias, y como tal es un aliado imprescindible del ser humano en su realización personal y social. d) Paz con los tiempos aciagos, peligrosos, violentos y contradictorios que nos han tocado en suerte. Estos tiempos nos exigen protagonismo, pues la historia es nuestro escenario, nuestra tarea, nuestra responsabilidad y la oportunidad irrepetible donde hay que dar lo mejor de nosotros mismo. El antagonismo, el escapismo, el absurdo, el inmovilismo y la actitud de simple espectador de la historia, no van con alguien que se considera artíce de la Paz.
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e) Paz con lo que no podemos cambiar, tan rápido y radical como quisiéramos, a causa de nuestra ineptitud, nuestra ignorancia y nuestra impaciencia. Junto a ello está la Paz con nuestros propios límites, impotencias y achaques. Todo lo cual nos hace reconciliarnos con nuestra condición de simples criaturas en el mundo. “Uno no es lo que quiere, sino lo que puede ser” ( Canción de José-José). f) Paz con los enemigos reales o imaginarios, con los que no piensan, ni sienten, ni actúan como nosotros quisiéramos. Algunos desearían que los demás fueran personas clonadas a nuestra imagen y semejanza. Esta Paz sólo se consigue si en el centro del corazón se instala una apertura generosa, capaz de tender puentes que desemboquen en un diálogo que no excluya a nadie. g) Paz con nuestra Iglesia que es al mismo tiempo santa y pecadora, justa e injusta, fraterna y desigual, misericordiosa e intolerante. Una Iglesia que duele en las bras más delicadas de nuestro ser, que no acaba de convencernos, porque mientras muchos en ella siguen con delidad probada las huellas de Jesús, otros se revisten de triunfalismo y de arrogancia, de prepotencia y de soberbia, de poder que humilla, de falsa sabiduría y de favoritismos, que prolongan el sufrimiento de Jesús en el hermano indefenso. h) La Paz con nuestros propios pecados, errores y desviaciones, que nos llevan a vivir la dolorosa experiencia de caminar de traición en traición. Esta Paz no es un fácil conformismo por haber violado nuestra alianza con Dios, sino la esperanza cierta de que “el Señor no nos trata según nuestros pecados, ni nos da lo que merecen nuestras culpas... porque El conoce el barro de que fuimos formados” (salmo 103). “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”, según palabra de Pablo.
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i) Paz con las cosas que poseemos, con los bienes materiales y nuestras pertenencias como algo necesario para vivir con dignidad. Ellas Pueden volvernos intranquilos y robarnos la Paz, cuando tienen la primacía sobre otros valores. Cuando esto ocurre nos volvemos personas sumisas. Habría que escuchar a Pablo que nos entrega la fórmula sabia cuando dice: “sé vivir en la abundancia y sé también pasar necesidad” y eso no me quita para nada la Paz interior. j) Paz con los pobres, los excluidos, los desechos de la sociedad consumista las víctimas de la violencia. Unos y otros son un reclamo vergonzoso a nuestros pecados de omisión, a nuestra falta de solidaridad y de sensibilidad, que no ha sabido crear una reconciliación ecaz con todos los que no tienen horizontes de futuro. k) Paz con Dios, que signica establecer un pacto radical con El, que llamamos conversión. Esta implica no atreverse a deformar la imagen de Dios, no sustituirlo con ídolos que pretenden desplazarlo, respetar el tipo de relaciones que El quiere establecer con nosotros, y sobre todo, asociarnos a su proyecto de salvación, como modestos colaboradores de su obra. CONCLUSIÓN: EL CAMINO PROFETICO DE LA PAZ Quiero terminar ofreciendo algunas propuestas del camino profético de la Paz propio del catequista. Supongo que situar la Paz en la catequesis nos dará la oportunidad de valorarla como una actitud muy liberadora en la vida de los que anuncian el Evangelio como catequistas. Los rostros de la Paz que hemos mencionado son urgente invitación para todo catequista. ¿Por qué la Paz como actitud liberadora? Sabemos que una actitud es la convicción profunda y la expresión visual de los valores en que creemos. Esos valores que dan rumbo, identidad y sentido profundo a nuestra vida. En las actitudes, como 106
encarnación visible de los valores que todos pueden observar, se descubre de inmediato la calidad de una persona. Igualmente en los contravalores que se adoptan como criterio de vida, se percibe la baja calidad de un ser humano. En este punto no hay neutralidad. 1. La Paz germina. Nace desde el interior de la persona, que orienta todo su ser hacia ella, descubriéndola como empresa digna de concentrar en ella las mejores energías espirituales. La Paz afecta las zonas más profundas del ser humano: su emotividad, su imaginación, su voluntad, su libertad, su sensibilidad, su racionalidad. La Paz se desea y se siente, se opta por ella y se razona, se busca con pasión como una meta deseable, se intuye, es seductora y capaz de dar un sentido pleno a la propia existencia. “Es la suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia”, decía Juan XXIII. 2. La Paz se irradia. La Paz genera lazos de solidaridad en los que creen en ella, los identica y los pone en pie de lucha cotidiana. Se persigue con todos los medios posibles e imposibles. Es un valor que se cultiva, se deende y se protege, incluso pagando el precio de la propia vida. La Paz se hace oferta, invitación y contagio recíproco, es corriente de ida y vuelta, donde todos se vuelven artíces de una causa común. Como valor fundamental que atañe a todos, tiene un papel insustituible y exige que cada cual haga su aporte a los demás. En el ámbito de la Paz no hay lugar para excluir nadie, ni como sujeto beneciario, ni menos como sujeto operante. 3. La Paz se construye proféticamente La corriente profética tiene una importancia relevante en la trama de la Historia de la salvación. El profeta es una gura sobresaliente tanto en el pueblo de Israel como en la vida de la Iglesia. No se podría entender la salvación sin la presencia de
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estos personajes singulares, que están ahí para ayudar a enderezar la historia cuando está torcida. Surgen de repente, sin agenda, cuando hay crisis o problemas que lastiman a la gente. Son por naturaleza liberadores. El pueblo los ve como una bendición, pues aprende de ellos la rectitud y la claridad en el camino del Señor. Reciben nombres diversos. Se dice de él que es un llamado, enviado, intermediario, centinela, boca de Yavé, hombre de Dios, el de las palabras eles, el que denuncia los ídolos, el valeroso, el que desenmascara las injusticias, el que tiene la fuerza de Dios, el poseído del Espíritu, el consolador del pueblo, el que va delante del Señor. Todo ello para señalar lo que espera de ellos la comunidad. Sus grandes fortalezas residen en la llamada, el Espíritu, la Palabra, la historia y la promesa. Son los grandes constitutivos de su identidad. Los profetas son hombres de muchos contrastes. Muy frágiles, pero a un tiempo tremendamente fuertes. Indefensos, pero luchadores que se apoyan en la mano poderosa del Señor. No tienen armas para amedrentar, pero son temidos por los poderosos a causa de su palabra. Son personas ordinarias salidas del pueblo, pero todos los miran como amigos de la trascendencia y enemigos de la vulgaridad. Suelen ser pobres, pero muchos buscan en ellos las riquezas de la vida. La vida entera del profeta tiene un solo objetivo: defender los derechos de Dios y los derechos del pueblo. Nada lo detiene frente a eso. Lo único que busca es que Dios y el pueblo vuelvan a reconciliarse para retomar juntos el camino. La vida se le va en defender a los perseguidos, a los débiles y a los pobres; ilumina a los confundidos, reconcilia a los enemigos y proclama los derechos de Dios unidos a los derechos de los hermanos. Tanto el profeta de ayer como el de hoy son amigos de la verdad, apóstoles de la esperanza y defensores de la dignidad humana. Su tarea suele ser complicada y difícil. Con frecuencia tiene miedo y se fatiga de ser “boca de Dios”. Pero su mayor convicción residirá en servir de puente entre Dios y el pueblo, no por gusto sino por vocación.
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Los catequistas de hoy se parecen mucho a los profetas de ayer, pues entregan la Buena Nueva de la reconciliación del mismo modo que lo hicieron ellos: con su presencia, con su palabra, con sus actitudes y con su compromiso de servicio constante a los hermanos. Quisiera ahora señalar algunas opciones o caminos que se pueden dar y que de hecho ya se están dando para ser constructores de Paz. Con esto quiero resaltar que la paz tiene raíces profundas en la vocación personal del catequista. ¿Cómo podrían construir la paz los catequistas? 1. Cultivar el respeto profundo a la dignidad humana de cada persona, como una forma de creer en Dios. 2. Promover los valores esenciales de la vida, no como una teoría que se aprende, sino como una experiencia cotidiana que exige lo mejor de nosotros mismos. 3. Hacer un aprendizaje de los derechos que cada persona tiene y que no pueden ser violados por nadie: derecho a la vida, a la opinión, a la decisión, a la participación, a la búsqueda de la verdad a su manera. 4. La vida del catequista es una realidad humana donde se viven toda clase de conictos que han de superarse con honestidad y sabiduría. El conicto es una experiencia diaria y necesaria en la vida de los seres humanos, porque les da la oportunidad de crecer como personas y demostrar la calidad de su Fe. 5. La vida del catequista es un espacio único donde se aprenden las exigencias sociales de la justicia como camino del amor fraterno, es decir, del amor que no busca principalmente la recompensa, sino sobre todo el bienestar de las personas amadas. Hay que aprender a gastarse gratuitamente por amor a los demás.
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6. Reconocer las diferencias como una llamada a la comunión donde las personas se sienten iguales y necesitadas mutuamente. Nos unimos a los demás no a pesar de que somos distintos, sino gracias a que somos diferentes. La diferencia es un hecho, la igualdad es un derecho inviolable. 7. Crear espacios de solidaridad como pilar de una convivencia humana donde todos se sientan tomados en cuenta. Cultivar la actitud humana o la virtud cristiana del diálogo en toda dirección, hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados... 8. Orar, suplicar, bendecir y celebrar la paz, por ser al mismo tiempo un esfuerzo cotidiano de los hombres y mujeres y un don inmerecido del Señor. Para un cristiano, para un catequista, la Paz nace del cielo, pero también brota de la tierra.
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II Encuentro Nacional de Catequistas 27-30 de Noviembre del 2012
Desarrollo social del catequista: formas de construcción de la paz. Por: Hna. Ángela Casas y P. Ángel Arias, de CEPS 1. Ver 1.1. Acercamiento a la realidad •Con la perspectiva, criterios y actitudes que se derivan de la Persona y el Mensaje de Jesucristo (Cf. Directorio de la Pastoral Social en México 12). •Con ojos y corazón de pastores: como intérpretes y condentes de los anhelos de muchas personas, especialmente de las más pobres y de las que sufren por causa de la violencia (Cf. Exh. Que en Cristo Nta. Paz México tenga vida digna 3). •Con la mirada cristiana de la realidad (Cf. CEM, EDUCAR PARA UNA NUEVA SOCIEDAD, Reexiones y orientaciones sobre la educación en México, 2012 Nos. 38-40). 1.2. La Violencia en México •México ocupa el lugar 135 de 158 países en el Índice de Paz Global 2012. Global Peace Index. •Violencia en México equivalente a un conicto bélico. Barómetro de Conictos 2010, Universidad de Heidelberg en Alemania. • 12 de las 50 ciudades más violentas del mundo se ubican en México de acuerdo a las tasas de homicidio más elevadas del mundo. Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A. C. 2012. 111
•21 ciudades del país son vulnerables a la violencia. Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, CNPDyPC. • México en 2011 se convirtió en el “más peligroso para ejercer el periodismo” en América. Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos. 1.3. Condiciones que contribuyen a la inseguridad y violencia (Cf. Exh. Que en Cristo nuestra Paz…27-98)
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1.4. Ruta y tipos de violencia.
1.5. Identicar las causas. URBANOS •Crecimiento desordenado. •Hacinamiento y precariedad. •Concentración de población en condiciones de desigualdad.
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SOCIALES •Modicación de la estructura y organización de las familias. •La violencia intrafamiliar y de género. CULTURALES •Vulnerabilidad, exclusión y criminalización de los jóvenes. •Pérdida de valor por la educación formal como mecanismo de ascenso social. •Cultura de la ilegalidad. •Efecto migratorio. •Consumismo. 2. Juzgar-iluminar 2.1. La Iglesia pretende conocer y comprender el mundo en que vivimos (GS 4) •La cuestión social ha tomado una dimensión mundial (Cf. Populorum Progressio 3). •Una rápida mutación realizada con frecuencia bajo el signo del desorden, y la misma conciencia agudizada de las antinomias existentes hoy en el mundo, engendran o aumentan contradicciones y desequilibrios (Cfr. GS 8, 9,). •Alimenta la mutua desconanza y la hostilidad, los conictos y las desgracias, de los que el hombre es, a la vez, causa y víctima (ibid. 8). •La violencia es una realidad compleja y multidimensional, que toca distintos ámbitos de la vida, en los que debemos descubrir los factores que contribuyen a su existencia y sobre los que se debe intervenir, para prevenirla, atenuar sus efectos y atender a las personas más vulnerables (Cf. Exh. Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna 27-97). •Convendría abordar la compleja realidad de la violencia que se vive en México desde un enfoque de salud pública . El esfuerzo para erradicarla ha de ser multidimensional, con acción colectiva y respuesta integral (Cf. Exh. Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna 99-101). 114
2.2. Discernir en comunión eclesial: •Considerar como base: la Vocación y dignidad del ser humano en sociedad (Cf. GS 12). •Para que los cristianos podamos inuir en las transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales necesarias para que los hombres y mujeres, de hoy y de mañana vivamos con la dignidad que nos es propia (Cf. Directorio de la Pastoral Social en México 10). •Recurriendo a las ciencias sociales y a las ciencias de la educación para que se puedan descubrir las CAUSAS (Cf. Directorio de la Pastoral Social en México 11). •Identicando los desafíos para promover con la caridad en la verdad, el auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad (Cf. Exh. Que en Cristo Nta. Paz México tenga vida digna 7). 2.3. Concepto integral de Paz •“Jesús es nuestra paz” (Ef 2,14). •“El desarrollo es el nuevo nombre de la paz” ( Cf. Pablo VI, Populorum Progressio 76). •“La paz entre todos los pueblos ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad (Cf. Pacem in Terris 167). •La paz es fruto de la justicia (Cf. Pablo VI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1972).
• «cuando entren a una casa, digan primero: paz a esta casa» (Lc10,5-6). Este saludo, que tiene su origen en el «shalom» de los judíos, tiene un signicado muy profundo que no tiene su fuerza en la ausencia de conictos sino en la presencia de Dios con nosotros, augurio y bendición, deseo de armonía, de integridad, de realización, de unidad y bienestar (Cf. Exh. Que en Cristo Nta. Paz, México tenga vida digna 158). •“El desarrollo económico, social y político necesita, si quiere ser auténticamente humano, dar espacio al principio de gratuidad como expresión de fraternidad” (Cf. Exh. Que en Cristo Nta. Paz, México tenga vida digna 184).
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•La paz, la justicia y el cuidado de la tierra sólo pueden crecer juntas y la amenaza a una de ellas se reeja en las otras: "El libro de la naturaleza es uno e indivisible no, sólo el medio ambiente sino también la vida, la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, en una palabra, el desarrollo humano integral “(Cf. Caritas in veritate, 51). 2.4. Retos para la Iglesia en México Hacia adentro: 1. Articulación: vinculación, contexto común, creación de la red, fortalecimiento. 2. Visión de proceso de largo plazo. 3. Integralidad. 4. Fortalecimiento de capacidades. 5. Respuesta a la crisis humanitaria con prevención. 6. Acción sin daño. Hacia afuera: 1. Apertura al diálogo y colaboración con otros actores. 2. Posicionar temas estratégicos en la agenda pública del país. 3. Ser testigo de la esperanza en la sociedad. 4. Plataforma social y política. Ejes para la articulación: 1. Intervención en la Crisis humanitaria 2. Democracia y ciudadanía 3. Desarrollo integral 116
3. Actuar: Construcci贸n de Paz 3.1. 驴D贸nde?: Niveles
3.2. Acciones por nivel:
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3.3. ¿Cuándo?: momentos y niveles
3.4. Educación para la paz. (Cf. Exh. Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna 189-256). Catequista, facilitador de experiencias signicativas para la paz (Cf. Evangelii Nundiandi, 18). Educar, signica dotar al individuo de la autonomía suciente para que puede razonar y decidir con toda libertad; proporcionar los criterios que nos permiten defender nuestras diferencias y divergencias sin violencia, "fomentar la capacidad de apreciar el valor de la libertad y las aptitudes que permitan responder a sus retos. Preparar a los ciudadanos para que sepan manejar situaciones difíciles e inciertas y para la responsabilidad individual; reconociendo el valor del compromiso cívico, de la asociación con los demás para resolver problemas y trabajar por una comunidad 118
justa, pacíca y democrática" (UNESCO, 1995), el derecho y la necesidad de alcanzar una autorrealización personal no ha de ser ni un obstáculo ni una incompatibilidad con la necesidad de formarnos como ciudadanos responsables y con conciencia pública” (1). Cuatro ejes de la educación para la paz (1): 1. Aprender a conocer, esto es, adquirir los instrumentos de la comprensión. 2. Aprender a hacer, para poder actuar sobre el entorno. 3. Aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas. 4. Aprender a ser, progresión esencial que participa de los tres aprendizajes anteriores. Tarea educativa: • Formación de las conciencias y a la interioridad. “Educar en la verdad y en la libertad para promover la paz. Que los valores sean reconocidos e interiorizados al grado que se conviertan en ideales que orienten la vida…Sólo con una educación de este tipo es posible el distinguir el bien del mal y hacer una opción para vencer al mal a fuerza de bien (Cf. CEM, EDUCAR PARA UNA NUEVA SOCIEDAD, Reexiones y orientaciones sobre la educación en México, 2012 No. 62). Educar para el cuidado y la ternura (1). 1) DEL ARTICULO: FISAS Vicen, EDUCAR PARA UNA CULTURA DE PAZ, http://www.educacionenvalores.org/Educar-para-una-cultura-de-paz.html, recuperado el 19 de septiembre de 2012.
• Formación cívica Aprender a transformar los conictos (2) Educar para la mediación y el intercambio (2) Educación que nos ayude a hacernos adultos y responsables, a ser libres, nosotros mismos, a superar la cultura de la queja y del victimismo (2).
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• Educación al bien común: Una educación pro-social y para la convivencia (2). Educación para la comprensión de los mecanismos de dominación y sumisión no sólo los estructurales, sino también los subliminales (2). • Reconocer el papel fundamental de la familia - Los padres “ser reconocidos como los primeros y principales educadores de sus hijos”…, por lo que el primer apoyo que debe brindar la sociedad en su conjunto y las instituciones del Estado en particular, es favorecer la estabilidad de la misma familia, en orden al acompañamiento de la vida por los mismos que la comunican (Cf. CEM, EDUCAR PARA UNA NUEVA SOCIEDAD, Reexiones y orientaciones sobre la educación en México, 2012 No. 63). - Nutrir para la vida: La práctica del Nutrir es la cultura practicada por las mujeres en la crianza y el cuidado de las criaturas, tienen en cuenta las necesidades del mañana, y el sostenimiento de la vida ha estado siempre por encima de las ideologías, de ahí que el proyecto de cultura de paz pase por colocar la vida en el centro de la cultura. La práctica del nutrir es "sostenible" desde hace siglos, … "si los hombres dedicaran más tiempo con los niños y aprendieran nuevos instrumentos de escucha y relación, se pondría en marcha un proceso que ayudaría a reducir los comportamientos violentos y equilibraría la balanza entre temas culturales de paz y agresión" (2). - Gestión de conictos: La familia es, o puede ser, una auténtica universidad de gestión de conictos si sabemos actuar con un mínimo de inteligencia y humanidad. Es ahí, y también en la escuela y en otros espacios de socialización, donde hay numerosas oportunidades para aprender a manejar los utensilios de la cultura de paz. 2) DEL ARTICULO: FISAS Vicen, EDUCAR PARA UNA CULTURA DE PAZ, http://www.educacionenvalores.org/Educar-para-una-cultura-de-paz.html, recuperado el 19 de septiembre de 2012
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3.5 Propiciar que los medios de comunicación sean medios y no nes (CEM, EDUCAR PARA UNA NUEVA SOCIEDAD, Reexiones y orientaciones sobre la educación en México, 2012, No. 66)
• Las redes sociales son un excelente medio para democratizar el conocimiento, se difunda y comparta, poniéndolo al alcance de un sector signicativo de la población. • El Papa Benedicto XVI ha hecho un llamado a hacer uso de todos los medios de comunicación, principalmente del internet y las redes sociales como herramientas para dar a conocer el Evangelio, desarrollando así un vínculo pastoral y de comunión que responde a los signos de los tiempos. • Cuanto más se participa en el espacio público digital, creado por las llamadas redes sociales, se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo. • Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios signica no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perl digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio. (Cf. Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2011) Evangelizar este continente: •Generar en las redes contenidos bellos, buenos, verdaderos: LA BUENA NUEVA. •La red no es panacea, no es una moda, es una lógica social que transforma la vida de las personas, forma comunidad interactuando. •Se piensa la realidad en la lógica de lo social, socializar la vida (mandar una foto, compartir su sentir…). 121
•La intención es apropiarse del mensaje en el mundo físico: transformando la realidad con las acciones. •Se necesitan personas dedicadas a ello: informarse, formar la conciencia, para evangelizar. •¿Cómo hacer para que cada parroquia se convierta en un nodo digital? A partir de Temas, de Causas, para sumar y actuar. (Cf. HIDALGO Jorge Mto., DIÁLOGOS SOCIALES, Redes sociales y construcción de la Paz, 2011, www.livestream.com/caritastv) En un grupo de 100 personas conectadas: 1 creará contenidos -- 10 interactuarán en línea -- 89 verán los contenidos –
Temas para socializar en redes: Paz, Dignidad humana, Articulación Pastoral, Acompañamiento a víctimas, Prevención de Violencias, Justicia social, Defensa de los Derechos Humanos, Ciudadanía, Solidaridad, Educación, Ética, Bien Común, Incidencia Política, Democracia, Desarrollo sustentable, Economía Solidaria, Comercio justo, Consumo responsable, Cuidado de la creación, Salud integral, Pastoral indígena, Redes Sociale, Trabajo laboral. Puede consultarse otra fuente: http://www.ceps-caritasmexico.org/cepscaritas/encuentro-pastoral-social-2012/1887-encuentro-nacional-de-pastoral-social-caritas2012-dia-miercoles.html.
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Dinรกmicas
Dinámica para el trabajo en grupos
Ubica detrás de tu gafete el nombre del personaje que te fue asignado.
En tu folleto esta el mapa con la ubicación del lugar asignado a tu personaje o pregunta a las edecanes en que zona está ubicado.
Intégrate al equipo de tu personaje y busca a los que traen el mismo color de cordón.
¡Listo! A trabajar en equipo.
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TRABAJO EN GRUPOS Reunidos por grupos, según el color, responder a las siguientes preguntas. Los moderadores y secretarios de las mesas de trabajo, harán la síntesis para entregarla al responsable Diocesano.
Miércoles 28 de Noviembre TEMA: FORMACIÓN PERSONAL DEL CATEQUISTA: ARMONÍA INTERIOR, ESPIRITUAL E HISTÓRICO-SOCIAL. ROJOS 1. ¿Tengo un proyecto personal que reviso con frecuencia? ¿Cuál es mi experiencia? 2. ¿Cómo me nutro y descanso en el ámbito corporal, psicológico y espiritual? 3. ¿Cómo construir la paz desde mi ser personal, desde mi manantial? AZULES 1. ¿Soy capaz de construir amor? ¿De qué manera? 2. ¿Se convivir con los problemas urgentes de las mayorías? ¿Cuál ha sido mi experiencia? 3. ¿Cómo construir la paz desde mi ser personal, desde mi manantial? AMARILLOS 1. ¿Sé mantenerme en las relaciones a pesar de que haya conictos, dicultades, diferencias? ¿Qué me anima? 127
2. ¿Qué produce en mí, saber que en mi interior tengo toda la energía vital que me permite mi propia realización y el compromiso con la realidad? 3. ¿Cómo construir la paz desde mi ser personal, desde mi manantial? VERDES 4. Al descubrir lo que es la conciencia ¿Me entusiasma conocer y dejar oír esa “voz de mi ser que está creciendo”? 5. ¿Cómo podemos despertar la conciencia solidaria y cuáles serían los frutos? 6. ¿Cómo construir la paz desde mi ser personal, desde mi manantial?
Jueves 29 de Noviembre (mañana) TEMA: SER CATEQUISTAS EN COMUNIDAD ROJOS: Desde la comunidad. Si el catequista nace en la comunidad ¿Qué criterios seguir para la
detección, promoción y selección a n de que sea un catequista para la nueva evangelización hoy? AZULES: Desde la comunidad. Si el catequista crece y se desarrolla en la comunidad ¿Qué tipo de
comunidad o modelo de Iglesia está pidiendo hoy nuestro tiempo y qué tipo de catequista para ésta comunidad? (Poner dos características) 128
AMARILLOS: Desde la persona del catequista. Si el catequista nace en una comunidad ¿Cómo tiene que responder al
llamado de Dios a través de la comunidad? VERDES: Desde la persona del catequista. Si el catequista crece y se desarrolla en la comunidad ¿Cuáles son las
exigencias pedidas a un catequista venido de una familia y enviado a la Iglesia y al mundo? ¿Cómo prepararse para ubicarse, pensar, hablar y actuar según Jesucristo frente a los criterios del mundo?
Jueves 29 de Noviembre (Tarde) TEMA: LOS CATEQUISTAS: SEMBRADORES DE PAZ EN MEDIO DE SU PUEBLO ROJOS: 1. Señala las características que debe tener el profeta de hoy. 2. Leer en el tema el apartado: ¿Cómo podrían construir la paz los catequistas? Toma los números 1 y 2, y señala medios concretos para lograrlo) AZULES: 1. Señala las características que debe tener el profeta de hoy. 2. Leer en el tema el apartado: ¿Cómo podrían construir la paz los catequistas? Toma los números 3 y 4, y señala medios concretos para lograrlo).
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AMARILLOS: 1. Señala las características que debe tener el profeta de hoy. 2. Leer en el tema el apartado: ¿Cómo podrían construir la paz los catequistas? Toma los números 5 y 6, y señala medios concretos para lograrlo) VERDES: 1. Señala las características que debe tener el profeta de hoy. 2. Leer en el tema el apartado: ¿Cómo podrían construir la paz los catequistas? Toma los números 7 y 8, y señala medios concretos para lograrlo)
Viernes 30 de Noviembre COMPROMISO FINAL. 1) ¿Qué exigencias hemos descubierto en este Encuentro para llevar a cabo la tarea de ser Constructor de Paz? 2) ¿Qué actitudes en mí, deben hablar de paz? 3) ¿Qué valores debemos vivir para que esto suceda? 4) ¿Qué nos urge hacer a partir de este Encuentro?
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Mis notas:
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EL KERIGMA La Iniciación Cristiana
La Integración a la Comunidad Eclesial La Misión en la Iglesia y en el Mundo Pedidos: Tel:(55) 55 77 00 52 e-mail: libreriadinpac@hotmail.com 135
Próximos Eventos CURSO-TALLER DE FORMADORES DE CATEQUISTAS Casa Juan Pablo II, San Juan de los Lagos, Jal.
4 al 6 junio
3 1 20
29 al 31
enero
CURSO-TALLER DEL PROCESO NACIONAL DE CATEQUESIS CON ADULTOS Casa Juan Pablo II, San Juan de los Lagos, Jal.
DIPLOMADO EN CATEQUÉTICA Universidad Ponticia de México México, D.F.
8 de julio al 2 de agosto
26 al 29
ASAMBLEA NACIONAL DE CATEQUESIS
noviembre
Casa Juan Pablo II, San Juan de los Lagos, Jal.
Inscripciones: Habana 148, Col. Tepeyac Insurgentes Del.Gustavo A. Madero 07020 Mexico, D.F. Tel: (55) 55 77 00 52 Fax: (55) 55 77 63 73 www.dinpac.org.mx e-mail: dinpac@hotmail.com
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Himno del Encuentro Nacional de Catequistas 2012
CATEQUISTAS PROMOTORES DE LA PAZ AUTOR: Ricardo Enrique Fernández Loaeza Diócesis de Cuernavaca
Nuestro lema es el de Cristo Viene en Juan 7, 16 “la doctrina que enseñamos no es 427 nuestra, Sino de Aquel que nos envía con Amor” ¡Sí! ¡Enviados con Amor!
Catequistas promotores de la Paz, Con la fuerza que el Espíritu nos da, Ayudemos a los hombres a creer, 4 En Jesús para su Cuerpo así formar. Dirijamos nuevos discípulos Educándoles en la fe Unidos al esfuerzo de la Iglesia El mensaje de Cristo hay que enseñar. ¡Sí! ¿Siempre enseñar?
4-5
Enseñemos a todos el mundo Los misterios de Cristo Salvador Ardemos en deseos de anunciarlo Y su Nombre siempre Gloricar ¡Sí! ¡Siempre Gloricar!
Catequistas promotores… Somos llamados a la enseñanza De Cristo nuestro Salvador Aceptemos perder todas las cosas A cambio de Cristo encontrar. ¡Sí! ¿A Cristo encontrar!
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426
Catequistas promotores…
NOTA: Los números son referencias del Catecismo
Catequistas promotores…
de la Iglesia Católica
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Catequistas promotores… Transmitamos a los creyentes La riqueza de la Oración El camino para hallar a Jesucristo Es un tesoro, ¡El arma de la paz! ¡Sí! ¡El arma de la paz!
Catequistas promotores… Conduzcamos a las naciones A comulgar con Cristo Redentor Unidos al Amor del Padre Eterno Y el Santo Espíritu ¡Viva la Trinidad! ¡Sí! ¡Viva la Trinidad!
Catequistas promotores…
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Aテ前 DE 2012 LA FE 2013