10 minute read

MATRIMONIO, testimonio del amor de

MATRIMONIO

Testificar el amor de Dios unos a otros

Advertisement

Enamorados de nuevo, y cerca de Dios

By Gloria Romero

Correspondent

El Encuentro Matrimonial es una organización mundial católica que provee herramientas para fortalecer el amor de la pareja y de la familia. Se desprende de él la creación de comunidades que se fortalecen entre si y enriquecen la vida espiritual de la parroquia.

La experiencia del Encuentro Matrimonial lleva a cabo un programa de mejoramiento para el desarrollo de habilidades en donde el esposo y la esposa aprenden a ser la mejor pareja que pueden ser. Su estructura consta de presentaciones de temas, seguidas de un tiempo privado entre marido y mujer, donde el dialogo forma parte muy importante del conocimiento de sí mismos como matrimonio a la luz de la Fe.

Enrique y Vanesa Zarate llegaron al Encuentro Matrimonial hace 8 años, en 2012, gracias a la invitación del párroco de su Iglesia; Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Madre de la Iglesia en Corpus Christi, y desde entonces han permanecido en el movimiento, involucrándose, cada día mas, e invitando a otras parejas a formar parte de él. El apoyo y las iniciativas del sacerdote son importantes, porque ayudan a ambos a mejorar su comunicación y a nutrir las relaciones en la comunidad parroquial.

Vanesa y Enrique tienen 21 años de casados y tres hijos; la mayor de 19 años y dos menores de 9 y 8 años de edad. Los dos pequeños crecieron desde bebes en esa comunidad de Ntra. Sra. de San Juan y su hija mayor llego de 10 años y se integro al grupo de jóvenes de la parroquia.

La pareja es muy activa y son líderes de su grupo de matrimonios, les gusta ir a las parroquias de la diócesis e invitar a la gente a vivir la experiencia del Encuentro Matrimonial porque para ellos fue muy fructífera. “Cuando participas de algo así y aprendes tanto, quieres que otros también lo vivan” dijo Vanesa. Enrique por su parte dice que él era católico dominguero y que a través del retiro, aprendió a conocer su religión y a participar más activamente en los Ministerios de la Iglesia.”Fue algo muy bonito porque acerqué a mis hijos a Dios; mi hija mayor, perteneció al ministerio de jóvenes y ahora forma parte de un grupo de Fe, en la Universidad de Texas A&M en Corpus Christi; a los chiquitos los tenemos en el catecismo. Todo esto se lo debo al Movimiento del

GLORIA ROMERO | FOR STC

Leticia y Enrique Zarate, motivados por sus experiencias en el Encuentro Matrimonial desde hace 8 años invitan a otros feligreses a participar de esa Luz de Dios que transformó su vida, para que se involucren en la vida de la Iglesia. Son feligreses de la Parroquia de Ntra. Sra. de San Juan de los Lagos Madre de la Iglesia, y comparten su ministerio con otras comunidades parroquiales.

Encuentro Matrimonial. Vanesa comentó:”Nosotros tenemos un antes y un después, porque sin ese simple retiro de parejas, nunca hubiéramos sabido lo que el Señor tena preparado para nosotros. Nos ha cambiado la vida. Me gustaba escuchar la Palabra, pero no me involucraba y mucho menos la entendía. Ahora, hemos aprendido a vivirla, y a crecer como pareja y como familia”. Mucho ayuda que a las seis semanas del primer Encuentro hay otro retiro de apoyo, que se llama “Espiral de Amor” en él se hace énfasis en el aspecto espiritual”.

Una de las maneras que tienen de vivir el evangelio es identificarse con los personajes del mismo.

“Yo me identifico con el hijo prodigo del Evangelio,

MATRIMONIO

Testificar el amor de Dios unos a otros

dijo Enrique, aquel que teniéndolo todo se va de su casa a experimentar la vida con lo que recibió de su Padre; así me paso a mí, andaba perdido lejos de Dios, y cuando regresamos a Su Casa, El hizo una fiesta y nos dio todo”. Vanesa por su parte se siente como la Samaritana del pozo de Jacob a quien Jesús le pidió agua…”Para mí es como si El me estuviera esperando para darme agua viva.”

Fue en ese primer retiro del Encuentro Matrimonial, que decidieron casarse por la Iglesia, porque sólo estaban casados por el civil. Ella quería una boda grande con muchos invitados, y no alcanzaban a reunir el dinero; él estaba concentrado en cumplir con los compromisos de trabajo los siete días de la semana. En el retiro, aprendieron que lo importante era el amor de él y ella, con Dios en el centro de sus vidas.

“Se aprenden nuevas formas para comunicarse con el corazón y aumenta la intimidad y la conexión” dijo Enrique y recordó que cambio su horario de trabajo a solo 40 horas por semana para darle tiempo a actividades de la Iglesia y a participar más de su familia. También piensa que esa es una de las dificultades mayores que tienen las parejas en este país, porque el trabajo las consume y ocasiona divorcios y separaciones. “Todos cometemos errores, todos tenemos altibajos pero vivimos con Dios, y buscamos conocernos más profundamente. Hemos sido muy bendecidos porque Dios nos llamo muy jóvenes” dijo Enrique.

El pertenecer al movimiento del Encuentro Matrimonial les ha abierto otros horizontes para llegar y participar con diferentes comunidades, como ACTS en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro; en retiros de La Sagrada Familia y de San Antonio en Robstown; en San Felipe con un grupo de oración cada martes; y otras muchas parroquias donde hay concentración de hispanos. Son líderes en su pequeña comunidad. pero buscan integrarse a otros ministerios, principalmente al de los jóvenes.

En su casa llevan una rutina de oración, donde Cristo está siempre presente. Cuando hay alguien del grupo con alguna necesidad rezan por ellos el rosario: un misterio en español y otro en ingles, porque los niños se sienten más cómodos hablando con Jesús en ingles y ellos a su vez, alcanzan esa cercanía con Dios, en español, de manera que toda oración o lectura es bilingüe. Otra de sus costumbres es que nadie sale de la casa sin dar y recibir la bendición y despedirse con un; - vaya con Dios- o- God bless you-Al tomar los alimentos, una oración de gratitud; y muchas otras pequeñas muestras de su amor integrado a la vida cristiana.

Para Leticia y Enrique desde que se iniciaron en el movimiento del Encuentro Matrimonial no solo la vida les cambio positivamente sino que nació en ellos un nuevo enamoramiento y hambre de Dios por conocerlo y amarlo.

In love again, and close to God

By Gloria Romero

Correspondent

Marriage Encounter, a worldwide Catholic organization, provides tools that couples can use to strengthen their love for each other and their family, thereby supporting communities and deepening the parish’s spiritual life.

The Marriage Encounter experience provides an enrichment program for skills development that teaches how a husband and wife learn to be the best couple they can be. The program offers thematic presentations, followed by a private time between husband and wife, where dialogue is vital to knowing themselves as a couple in the light of Faith.

Married for 21 years, Enrique and Vanesa Zarate, parishioners at Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos, Madre de la Iglesia, attended a Marriage Encounter eight years ago at the invitation of their parish priest. They have remained in the program, inviting other couples to live the experience, and become part of this worthwhile program.

The Zarate’s have three children; the oldest is 19 years old, and the two little ones, are 9 and 8 years old. The whole family is now involved in parish life. The couple themselves now lead a marriage group. They like to go to other parishes in the diocese and invite people to live the Marriage Encounter experience.

“When you participate in something like this and learn so much, you want others to experience it as well,” Vanesa explained.

Enrique says that he was a Sunday Catholic and that through the retreat, he learned more about his religion and how to be active in the Church’s ministries. “What I learned through Marriage Encounter was that I was able to help my children get closer to God. My eldest daughter participated in youth ministry, and now she belongs to a faith group at Texas A&M University-Corpus Christi. We have younger ones in religious education, and I owe all of this to the Marriage Encounter movement.”

“We have a before and after experience because, without that simple couples retreat, we would never have known what the Lord had in store for us. It has changed our lives,” Vanesa said. “Before, I liked listening to the Word, but I didn’t get involved, much less live it. Now, we have learned to live it, and to

In love again, and close to God

MARRIAGE

Witnessing God’s love to one another

grow as a couple and as a family.”

Six weeks after the first Encounter retreat, another retreat provides support for the couples. It is called “Spiral of Love.” This retreat offers an emphasis on the spiritual aspect of marriage.

“One of the ways they teach us to live the Gospel is to identify with the characters. I identify myself with the prodigal son of the Gospel,” Enrique said. “The one who, having everything, leaves his home to experience life with what he received from his father,” he said. “This is what happened to me. I was lost and far from God. After the retreat, we’ve returned to our Father’s house, and I feel like God has invited us to a ‘celebration.’ He has given us everything.” Vanesa identifies with the Samaritan woman from Jacob’s well to whom Jesus asked for water. “For me, it is as if He is waiting for me––to give me living water.”

After the Marriage Encounter, they decided to marry in the Church. When they first married, it was a civil ceremony. Vanesa had wanted a large wedding with many guests, but they could not raise the money. Enrique was focused on meeting work commitments seven days a week. The retreat taught them that the only thing that mattered was their love for each other and God at the center of their lives.

“We learned new ways to communicate with the heart. This augments intimacy,” said Enrique. He recalled that he changed his work schedule to 40 hours per week to give time to church activities and be present to his family. He believes that this is one of the most significant difficulties couples have because work consumes them and causes divorces and separations. “We all make mistakes, we all have ups and downs, but when we live with God, we seek to know each other more deeply. We have been very blessed because God called us very young,” Enrique said.

Belonging to the Marriage Encounter movement has opened other prospects for them to reach out and participate with different faith communities, such as ACTS in the parish of Nuestra Señora del Perpetuo Socorro in retreats of La Sagrada Familia at St. Anthony’s in Robstown. They also participate in prayer group every Tuesday at San Felipe and many other parishes where there is a concentration of Hispanics. They are leaders in their small community, but they seek to become more involved in different ministries and are especially interested in working with the youth.

At home, they have a prayer routine, inviting Christ to be present. When there is someone in the group in need, they pray the rosary for them. They pray a mystery in Spanish and another in English because their children feel more comfortable talking to Jesus in English. In turn, they reach that closeness with God, speaking in Spanish, so that all prayer or reading is bilingual. Another of their customs is that no one leaves the house without giving and receiving a blessing, such as, “Go with God” or “God bless you.” Prayer is always first before a meal in gratitude for what has been provided. Many other small observances of His love are integrated into their Christian life.

For Leticia and Enrique, their lives changed when they participated in the Marriage Encounter movement. Not only did their lives change for the better, but a desire to know and love God is flourishing.

This article is from: