La opci贸n preferencial por los pobres Materiales sobre el 5潞 Objetivo del Plan Diocesano de Evangelizaci贸n (curso 2006-2007)
Vitoria-Gasteiz 2008
Documentos y Materiales: 1. Entre todos, paz para todos. Guztioz artean, bakea guztion alde. 2. Programación de las Delegaciones y Secretariados Diocesanos. 3. Guía Diocesana 2000. 4. La Formación del Laicado. Proyecto marco Diocesano. 5. Plan Diocesano de Evangelización 2002-2007. 6. Hacia una fe más personalizada. Materiales sobre el 1er Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización (curso 2002-2003). 7. Guía Diocesana 2004. 8. La misión de los laicos. Materiales sobre el 2º Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización. 9. Pacificación y Reconciliación en el País Vasco. Encuentro diocesano de presbíteros. 10. Renovar nuestras comunidades cristianas. Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria. 11. Una Iglesia diocesana más comunitaria. 12. Evangelizar hoy. Una invitación a la reflexión y al diálogo en grupo a partir de la Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria “Evangelizar en tiempos de increencia” (Pascua 1994). 13. Guía Diocesana 2007. 14. Un anuncio significativo del Evangelio. Materiales sobre el 4º Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización (2002-2007). 15. Construir la paz. Materiales sobre el 6º Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización (2002-2007).
Edita: Obispado de Vitoria Imprime: Iru Artes Gráficas Maquetación: Natalia Fernández
1. Presentación En el año 2002, último trimestre, se inició la puesta en práctica del Plan Diocesano de Evangelización 2002-2007 (PDE). Durante estos cinco años, la diócesis de Vitoria ha reforzado e incrementado su identidad cristiana y su actividad pastoral bajo la guía de los Objetivos y las acciones de este Plan. El curso 2006-2007 estuvo especialmente dedicado al objetivo 5ª: Hacer realidad en nuestras comunidades cristiana, por fidelidad al evangelio, la opción preferencial por los pobres. El contenido de este objetivo no es ninguna novedad para la vida y quehacer creyentes. Sin embargo, la realidad de los pobres es compleja y cambia constantemente sus perfiles. Estas circunstancias obligan a una permanente renovación a la hora de aplicar las claves evangélicas y pastorales, así como la presencia e inserción eclesial en dicha realidad. En consecuencia, es necesario que la Iglesia diocesana y los creyentes desarrollen y sostengan las actitudes adecuadas ante la exigencia evangélica y eclesial por los pobres, y ante la evolución y las modificaciones de la realidad de los pobres. Es la manera de responder con coherencia a la vida cristiana y eclesial que encamina su ser y su quehacer “a la luz del evangelio de la experiencia humana” (GS 46). Este Objetivo se constituyó como transversal al PDE; es decir, debía estar presente y especialmente activo a lo largo del quinquenio de vigencia del Plan. Además, fue Objetivo específico a lo largo del último curso y motivó el desarrollo de materiales, actividades y convocatorias. Se presentan ahora, en primer lugar, aquellos que se desarrollaron en el ámbito diocesano. Relación de actividades, materiales y convocatorias, de ámbito diocesano, realizados en el curso pastoral 2006-2007 en torno al Objetivo 5º del PDE. Septiembre 2006 1.– Carta Pastoral del Obispo de Vitoria con motivo del inicio del Curso Pastoral 2006-2007, “Cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40). La opción preferencial por los pobres, Septiembre 2006. 3
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Octubre 2006 2.– Jornadas Pastorales en el inicio del curso 2006-2007 (3-5 de Octubre 2006), con las siguientes intervenciones: – Una opción de siempre y actualizada, por Luis Antonio Preciado, Director del Secretariado Social Diocesano de Vitoria; – Opción por los pobres y sacramentalidad salvífica de la Iglesia diocesana, por Javier Vitoria, profesor del IDTP de Bilbao; – La opción por los pobres no es opcional para la comunidad cristiana, por Fernando Gonzalo-Bilbao, Vicario General de la diócesis de Vitoria. Noviembre 2006 3.– La Hoja Diocesana nº 11 (Noviembre 2006) dedica parte de sus páginas a actividades y a instancias diocesanas dedicadas a la realidad de los pobres (Obra Social de la Parroquia de Ntra. Sra. de los Desamparados, Hospitalidad de Ntra. Sra. de Lourdes, Asociación Hogar Alavés, Asociación Juana Jugan, y Parroquia del Sagrado Corazón de Luanda (Angola) atendida por misioneros diocesanos), y referencias a materiales y convocatorias diocesanas sobre el tema. 4.– Charla Jesús y la mujer (Palacio Europa de Vitoria, 7 de noviembre 2006) por José Antonio Pagola. 5.– Materiales: “Siempre tendréis pobres con vosotros”. Una invitación a la reflexión personal y el diálogo en grupo a partir de la Carta Pastoral, “Los pobres: una interpelación a la Iglesia”. Adviento 2006 6.– Encuentro de Espiritualidad, moderado por Fermín Satrústegui, Él viene con los pobres – Behartsuengan datorkigu (Seminario Diocesano, tarde del 2 de diciembre 2006). 7.– Materiales1: Busca la paz y corre tras ella. Dos cuadernillos en torno a los ejes: 1. La paz, nuestro objetivo, 2. Reconciliar, y 3. Orar por la paz.
1 Estos
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materiales están ya publicados en el folleto nº 15 de la colección diocesana Documentos y Materiales, Construir la paz, Vitoria 2007, páginas 97-156.
1. Presentación
Cuaresma 2007 8.– Materiales y Convocatorias de la Campaña Cuaresma 2007. Carpeta titulada Jesusi jarraitu, behartsuei zerbitzatu – Seguir a Jesús, optar por los pobres, con los siguientes elementos: A) Materiales: 1. Cartel y Tarjeta de Oración (ed. bilingüe) 2. Cinco trípticos (ed. Bilingüe) con los textos bíblicos de cada domingo y una reflexión desde la perspectiva de la opción por los pobres. 3. Escuchando a los pobres: cinco testimonios desde situaciones de pobreza. 4. Materiales para la reflexión y el compromiso con temas para Encuentros cuaresmales o reuniones de grupo en relación con la opción por los pobres. 5. Sugerencias para una lectura creyente de la Palabra de Dios. Cuaderno con materiales para tres Encuentros de Escucha de la Palabra: La parábola del buen samaritano, Zaqueo y El joven rico. 6. Material de Catequesis para niños/as. Seguir Jesús, optar por los pobres. Solidarios con los pobres (Edición en castellano y en euskera). B) Convocatorias: 1. Convocatoria del Encuentro de Espiritualidad sobre el tema: Zoaz Behartsuengana, Ebanjelioarekiko Leialtasungatik – Ir a los pobres por fidelidad al Evangelio, moderado por Xosé Xulio Rodríguez, en el Seminario Diocesano, en la tarde del 24 de febrero 2007. 2. Convocatoria Solasean 07: Charla coloquio con Adolfo Chércoles, sobre Mirando al margen – Ertzera begiratuz, Testimonios desde la marginación (2 de marzo 2007 en el Centro Cívico Hegoalde). 3. Convocatoria de mesas redondas para los días 7 y 14 de marzo 2007: 1. Escuchando a los pobres: los rostros de la pobreza. 2. Ante la pobreza: Manos solidarias. 9. Encuentro diocesano de Oración por la Paz Seguir a Jesús, construir la paz / Jesusi jarraitu, bakea eraiki. (23 de marzo de 2007). 10. Encuentro Diocesano en la Plaza de la Provincia (sábado 31 de marzo 2007): CAMINOS SOLIDARIOS CONTRA LA POBREZA. Con ventanas abiertas hacia algunas realidades de pobreza y marginación por medio en diversos stands. 5
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Este folleto recoge dos documentos y dos materiales en torno al tema eclesial y pastoral de La opción preferencial por los pobres. Incluye la Carta Pastoral del Obispo de la diócesis al inicio del Curso Pastoral, y la conferencia del Vicario General de la diócesis en las Jornadas Pastorales de inicio del curso. Con el fin de estimular la toma de conciencia y de afianzar la opción evangélica y preferencial por los pobres, se ofrece un conjunto de Materiales para la reflexión y el Compromiso, la oración y la celebración. Finalmente, se reproduce el Instrumento de Evaluación que lleva varios años ayudando a revisar y renovar la opción preferencial por los pobres entre creyentes y comunidades. Son ya varios lo números de la colección diocesana Documentos y Materiales dedicados al PDE y su puesta en práctica. Así se da fe de lo mucho que ha estimulado y producido el PDE en la diócesis. Hay que recordar que estos folletos contienen de modo parcial lo desarrollado con motivo del PDE. Contienen sólo una parte de lo realizado en el ámbito diocesano. No constatan las innumerables actividades protagonizadas por los diversos colectivos y comunidades de la diócesis. Estos folletos son, también, una puerta abierta para que sus contenidos sirvan de referencia y de oportunidad para continuar y renovar la reflexión y la celebración en torno a unos objetivos eclesiales y pastorales que forman parte de un PDE porque cada uno de ellos es un elemento esencial y constante de la vida y del quehacer creyentes.
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2. La opción preferencial por los pobres "Cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis" (Mt 25, 40)
Carta Pastoral del Obispo de Vitoria con motivo del Inicio del Curso Pastoral 2006-07
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2. La opción preferencial por los pobres
Queridos hermanos y hermanas de la Diócesis de Vitoria: Al comenzar el año pastoral 2006-07, elevemos oraciones de alabanza a Dios Padre y de acción de gracias por su amor de misericordia a los seres humanos. La Iglesia de Dios renueva su confianza en nuestro Señor Jesucristo, que derrama su gracia generosamente sobre ella. E invoca la presencia del Espíritu Santo, que la santifica y la llena de vida. Damos comienzo a un nuevo año pastoral que es tiempo de gracia y de salvación. La Iglesia de Vitoria se dispone a la escucha de la Palabra de Dios en la Biblia y en el devenir diario. Y cada fiel a Jesucristo es invitado a profundizar el conocimiento del Señor y a colaborar en la construcción del Reino de Dios en esta sociedad. Varios trabajos se nos presentan en el horizonte del año 2006-07. El de la paz y la reconciliación en nuestra sociedad es extremadamente importante y a él dedicamos nuestra atención, oraciones, compromisos y colaboración. Nuestra Iglesia de Vitoria siente la urgente necesidad de trabajar por las vocaciones al sacerdocio, así como a las formas de vida consagrada y al compromiso laical. Y la familia, la juventud, la cultura y la comunicación social son otros ámbitos de nuestra preocupación y de nuestra acción corresponsable. Siguiendo el Plan Diocesano de Evangelización, os propongo trabajar, con especial dedicación, la opción preferencial por los pobres. A ello dedicaremos las parroquias, los arciprestazgos, las comunidades y asociaciones, trabajos, reflexiones, oraciones y compromisos concretos. Para orientar nuestras acciones, os presento esta Carta Pastoral centrada en dicho objetivo.
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
I.- Introducción. 1. Decía Juan Pablo II que la opción o amor preferencial por los pobres "es una opción o una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia. Se refiere a la vida de cada cristiano, en cuanto imitador de la vida de Cristo, pero se aplica igualmente a nuestras responsabilidades sociales y, consiguientemente, a nuestro modo de vivir y a las decisiones que se deben tomar coherentemente sobre la propiedad y el uso de los bienes" (SRS 42; también CA 11). El Plan Diocesano de Evangelización, en su conjunto, se elaboró y se aprobó con el fin de ayudar a renovar la vida cristiana en la diócesis. Sus objetivos (corresponsabilidad eclesial, fe personalizada, misión de los laicos, iglesia diocesana más comunitaria, anuncio significativo, opción por los pobres y trabajo por la paz) responden a núcleos esenciales y constitutivos del ser y quehacer creyentes. El elegido para una más intensa puesta en práctica durante este curso pastoral 2006-2007 dice: Hacer realidad en nuestras comunidades cristianas, por fidelidad al Evangelio, la opción preferencial por los pobres. 2. Este objetivo y el dedicado a participar activamente en la construcción de la paz, han estado presentes y activos a lo largo del desarrollo de los demás objetivos del Plan. Son los objetivos transversales a todo el Plan. La opción por los pobres no es solamente un cometido eminentemente práctico y operativo, sino que además es un objetivo que pone en evidencia la madurez cristiana y eclesial que van alcanzando los demás. La intensidad o la timidez con que vivamos y practiquemos esta opción evangélica por los pobres es la mejor evidencia de la medida de la personalización de la fe, así como de la acogida por parte del laicado y de toda la iglesia diocesana de la misión que les es propia. El servicio de caridad a pobres y necesitados es también una forma eminente de anuncio significativo del Evangelio. Simultáneamente, la Iglesia se edifica comunitariamente en la medida en que es comunidad de pobres y con los pobres; y en la opción por ellos se contribuye evangélicamente a la construcción de la paz. Por último, la llamada que desde los pobres nos hace Cristo debe ser acogida eclesialmente como un ejercicio de corresponsabilidad. 10
2. La opción preferencial por los pobres II. Los pobres y la Palabra de Dios
3. Jesucristo encomendó a los apóstoles y discípulos la continuidad en el tiempo y en la historia del anuncio de su revelación salvífica que consiste, junto a verdades que creer, actividades a practicar. Fieles a la misión que hoy se nos sigue encomendando, vamos a dedicar esfuerzos apostólicos y pastorales a revitalizar una clara decisión por los más pequeños, por aquellos con los que el Señor se hermanó y se identificó.
II.- Los pobres y la Palabra de Dios. 4. Con frecuencia nos hacemos preguntas sobre el significado preciso y las implicaciones eclesiales que tiene la expresión "opción preferencial por los pobres", o cada uno de sus términos. No es ahora el momento de realizar una exhaustiva exposición sobre esta expresión que, en estos años, ha conocido un amplio desarrollo en la reflexión y en la práctica de creyentes y comunidades. La sociología y, sobre todo, la teología la han explicado y desarrollado con amplitud y profundidad. Sin embargo, la Palabra de Dios sigue siendo nuestra constante y principal fuente para la reflexión y para la inspiración del quehacer creyente y eclesial. El Antiguo Testamento refleja con fidelidad la experiencia religiosa del pueblo elegido; una experiencia que transcurre por la constatación de que Yahvé "el Dios de nuestros padres", es especialmente sensible a la situación vital de los pobres, los débiles, los necesitados, las víctimas, etc. Así ocurrió desde que liberó a los israelitas de la esclavitud que sufrían en Egipto, y los condujo a la tierra prometida (Cf. Ex 13, 17-14, 21). Eran esclavos y oprimidos, y Dios los liberó "al oír el gemido de los hijos de Israel" (Ex 6, 5). 5. La vida de los israelitas piadosos, conscientes de lo que Dios ha realizado con ellos, transcurre en constante referencia a la misericordia y compasión (Cf. Jer 33, 11; Salmos 106 y 107) que manifiesta -y es- el Dios en el que creen y confían. "Si el pobre grita a mi, yo lo escucharé porque soy misericordioso" (Ex 22, 27). Estas acciones y estas cualidades de Dios son las que sostienen y orientan las actitudes y la conducta de los fieles. Las pautas y reglas de comportamiento moral se justifican porque provienen de un Dios que principalmente vela por los más desfavorecidos. "No oprimirás, ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No vejarás a viuda y huérfano" (Ex 22, 20-21).
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La opción preferencial por los pobres
Tratando de imitar los sentimientos y las acciones de Dios, el pueblo de Israel elaboró, con gran originalidad para aquella época, leyes como las del Año Sabático (Cf. Ex 23, 10-23; Lev 25, 2-7) y el Año Jubilar ((Lev 25, 8-18) destinadas a favorecer a los más desfavorecidos, "para que coman los pobres de tu pueblo" (Ex 23, 11), o bien, "con el fin de que no haya ningún pobre junto a ti" (Dt 15, 4). 6. Los profetas eran los "portavoces de Dios". Elegidos, inspirados y enviados por Él, discernían la vida y los acontecimientos de su tiempo desde los criterios y la voluntad de Dios. Con frecuencia, se veían obligados a clamar que la voluntad de Dios no se cumplía, pues se vejaba, se oprimía o se maltrataba a los pobres, a los pequeños o a los indefensos. En otras ocasiones, su mensaje consistía en recordar que Yahvé se complace en los pobres y en los pequeños; que los débiles y los desposeídos, las víctimas y 'los que nunca cuentan' son los preferidos de sus entrañas de misericordia. En suma, que los 'caminos de Dios' son la misericordia y la compasión, la justicia y el derecho, el perdón y la conversión del corazón. Y que los destinatarios del apasionado amor de Dios son, en especial, el huérfano y la viuda, el forastero y el emigrante, el pobre y el afligido... cualquiera que pasa necesidad o sufre cualquier injusticia. Profetas como Amós, Ezequiel, Isaías o Jeremías desvelan las injusticias y las violencias que se ceban en los más frágiles de la sociedad, a la vez que les transmiten, de parte de Dios, con emoción y ternura, palabras de consuelo y esperanza (Cf. Salmos 9, 12; 10, 14-18; 12, 6; 41, 2; 72, 12-14). Los profetas no son indiferentes. Miran la vida y la sociedad desde los ojos limpios y penetrantes de Dios. Descubren que tras el aparente progreso y bienestar se esconden situaciones de violencia y de maldad (Cf. Job 24, 1-3; Is 3, 1-24). A riesgo de su propia vida, ponen nombre concreto a los responsables (Cf. Ex 34, 1-6; Am 4, 1; 2Sam 12), y describen el rostro personal de las víctimas. 7. En el fondo, están denunciando y rechazando una idolatría. En lugar de adorar, en espíritu y en verdad, al Dios verdadero, "el que los sacó de Egipto", se adoran ideas falsas de Dios (Cf. Is 5, 20-25; Jer 7, 1-11), a veces interesadas, alimentadas por un culto superficial y vacío. Por el contrario, el verdadero Dios quiere un pueblo y una humanidad fraternos (Cf Salmo 82, 3-4; Is 1, 17), con un corazón de carne, como el del mismo Dios, donde abunden la compasión y la misericordia, para que no se repita lo que ocurrió en Egipto (Cf. Dt 24, 18. 22).
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2. La opción preferencial por los pobres III. Jesucristo y los pobres
Estos versos del Libro de Judith sintetizan la verdad de un Dios calificado, al igual que en el Magnificat de María (Cf. Lc 1, 46-55), como "el Dios de los humildes": "No está en el número tu fuerza, ni en los valientes tu poder, sino que eres el Dios de los humildes, defensor de los pequeños, apoyo de los débiles, refugio de los desvalidos, salvador de los desesperados" (Jd 9, 11).
III.- Jesucristo y los pobres. 8. "Cuando Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios, se dirige a los pobres como los primeros que deben escuchar este anuncio como una buena noticia. Ellos son los primeros destinatarios y beneficiarios del reino de Dios. Toda la actuación de Jesús parte de esta convicción: El Espíritu del Señor está sobre mi y me ha ungido para que de la Buena Noticia a los pobres (Lc 4, 18)" (PII 18). Jesús vivió con una actitud de clara cercanía, servicio y defensa de los pobres y necesitados, marginados y discriminados; se acerca, se hermana con ellos e, incluso, se identifica con estos hombres y mujeres a quienes faltan los bienes materiales, sociales y morales suficientes para vivir una vida según su condición de hijos de Dios: cuanto hicisteis a uno de estos hermanos mios más pequeños -hambrientos, sedientos, forasteros, desnudos, enfermos, encarcelados...- a mi me lo hicisteis (Cf. Mt 25, 31-46). Y según este texto del evangelio de San Mateo, el comportamiento con estos "hermanos míos más pequeños" es el factor que determina la condena o la salvación delante de Dios. Jesús se acerca a ellos movido por la compasión y la misericordia, y porque ellos son los receptores de la revelación de Dios "que has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños" (Mt 11, 25). Jesús fue coherente con su misión de "anunciar la Buena Noticia a los pobres" (Lc 4, 18). Su estilo de vida sencillo y pobre, sus constantes acogidas y su sintonía con los necesitados y excluidos son también, para nosotros junto a sus palabras, revelación divina a creer y comportamiento salvífico a imitar. Identificado hasta el extremo con los abandonados, Él mismo se verá pobre y abandonado, privado de todo, excluido, condenado y ejecutado. En su Resurrección, Él y nosotros encontramos la respuesta del Padre que exalta a los sencillos y derriba a los poderosos (Cf. Lc 1, 52). 13
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La opción preferencial por los pobres
9. Sus gestos y palabras más sentidas y afectuosas las tuvo con los necesitados y los excluidos; las más fuertes y duras con quienes, de alguna manera, con sus actitudes personales o sus actuaciones sociales o religiosas, promovían y mantenían situaciones de inhumanidad. Las Bienaventuranzas (Cf. Lc 6, 20-23; Mt 5, 1-12), las parábolas del Buen Samaritano (Cf. Lc 10, 29-37) o del Hijo Pródigo (Cf. Lc 15, 11-32), el Padrenuestro (Cf. Lc 11, 2-4; Mt 6, 9-15), así como todo el programa evangélico del Reino de Dios (Cf. Mt caps. 5 a 7, 13, y 19 a 23), no son únicamente orientaciones morales, son el modo como Dios en Cristo se nos manifiesta y nos confiesa sus anhelos de una humanidad fraterna y reconciliada en su Hijo amado.
IV.- Los pobres y la vida de la Iglesia. 10. La nitidez y amplitud con que la Palabra de Dios se manifiesta respecto a los pobres, ha orientado siempre la vida de la comunidad eclesial. En los tiempos fundacionales de la Iglesia, los miembros de la primitiva comunidad de Jerusalén "no tenían sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo lo tenían en común. (...) No había entre ellos ningún necesitado" (Act. 4, 32-35). Para dar continuidad y estabilidad a este fundamento de comunión eclesial, los Apóstoles decidieron elegir a siete varones para realizar esa labor de distribución de bienes entre los necesitados (Cf. Act. 6, 1-7). Desde entonces, la Iglesia considera que este servicio es constitutivo de su ser y su actuar, igual que la predicación del Evangelio y la celebración litúrgica. "Por eso la acción caritativa de la Iglesia constituye, junto con el servicio de la Palabra y la celebración de la Eucaristía, uno de los tres grandes capítulos de la acción de la Iglesia" (RNCC 66). 11. Nos corresponde a nosotros, como creyentes y miembros de la Iglesia de Cristo, actualizar en las circunstancias de nuestra época, este principio de la comunión eclesial para que, en la familia humana, "nadie sufra por falta de lo necesario" (DEA 25) y, sobre todo, para que a través de la acción de la comunidad se haga presente en nuestro mundo el Dios de Jesucristo "que viene a anunciar la Buena Noticia a los Pobres" y, a la vez, para "saberlo descubrir en el rostro de aquellos en quienes El mismo ha querido identificarse" (NMI 49). Para esta tarea o servicio de la fe cristiana, contamos con referencias y ayudas que hemos de aprovechar. Tenemos, en primer lugar, una extensa experiencia evangélica de atención a los necesitados. Con mentalidades diversas, propias de cada época, comunidades, iglesias locales, congregaciones, asociaciones y particulares han venido ejerciendo el mandato evangélico de amar eficazmente al prójimo, 14
2. La opción preferencial por los pobres V. Los ámbitos de la “opción por los pobres”
uniendo oración y caridad, meditación del evangelio y ayuda al necesitado, eucaristía y servicio a los pobres. Entre nosotros abundan testimonios de instituciones diocesanas y locales, pasadas y presentes, con preocupaciones y actividades cuyo principal objetivo era remediar necesidades y, al mismo tiempo, testimoniar la fuerza del Evangelio y del amor de Dios mediante la acción por los pobres. Cada comunidad, cada parroquia, cada asociación, etc. ha de guardar, y si es el caso recuperar, la memoria de su preocupación por los pobres y desfavorecidos. Una memoria viva que sea, además de recuerdo, estímulo para intensificar, a la altura de estos tiempos, los compromisos de caridad evangélica. Todos los creyentes estamos llamados, en virtud de la vocación del Espíritu de Jesús, a impulsar una sociedad más fraterna, más conforme a los anhelos y deseos de Dios respecto a la familia eclesial y a la gran familia humana. 12. Junto a esta experiencia y sabiduría práctica de la caridad ejercida, en ocasiones poco conocida, disponemos de otra fuente de riqueza. Consiste en la incesante contemplación y reflexión sobre la caridad, la justicia y sobre el lugar de los pobres en la Iglesia y en los planes de Dios. Por citar los más recientes, disponemos de extraordinarios puntos de referencia y de orientación en el Magisterio social de Juan Pablo II y en la Carta Encíclica de Benedicto XVI. No nos faltan aportaciones de la Conferencia Episcopal Española y de las Cartas colectivas que hemos firmado los Obispos de estas diócesis, así como de otros colectivos eclesiales especialmente implicados y dedicados a la caridad. Atendiendo a todo ello, os ofrezco unas pistas para vuestra reflexión, personal y en grupos, que ¡ojalá! estimulen y orienten una intensa puesta en práctica del objetivo 5º del Plan Diocesano de Evangelización.
V.- Los ámbitos de la "opción por los pobres". 13. En las Constataciones que acompañan a la formulación del Objetivo 5º del Plan Diocesano de Evangelización se dice: "Inmersos en una sociedad que llamamos 'del bienestar' nos cuesta percibir que no todos llegan a participar de él, pues además de que existen entre nosotros amplias bolsas de pobreza, muchos otros pueblos de la tierra están excluídos del progreso". Es cierto. Si conseguimos superar la inercia de ver sólo aquello que coincide con nuestros gustos y expectativas, percibimos cómo la pobreza crece de forma alarmante en nuestro mundo y también dentro de nuestras sociedades. Las diversas 15
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La opción preferencial por los pobres
ciencias y, de forma más inmediata, los modernos medios de comunicación de masas ponen a la vista de todos la dimensión mundial de la pobreza: "inmensas muchedumbres de hambrientos, mendigos, sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor. No se puede olvidar la existencia de esa realidad. Ignorarlo sería parecernos al 'rico epulón', que fingía no conocer al mendigo Lázaro, postrado a su puerta (cf. Lc 16, 19-31)" (SRS 42). Pero, por desgracia, los pobres no sólo aumentan en los llamados países no desarrollados. También lo hacen entre nosotros, en el interior de las sociedades ricas y desarrolladas. "En los países occidentales existe la pobreza múltiple de los grupos marginados, de los ancianos y enfermos, de las víctimas del consumismo, y más aún la de tantos prófugos y emigrados" (CA 57). Siguen siendo tristemente reales la palabras de Jesús, "siempre tendréis pobres entre vosotros" (Mt 26, 11). Y las previsiones indican que la pobreza tiende a aumentar tanto en las zonas del mundo donde parece que es endémica, como al interior de las sociedades y países desarrollados. Nuestra mirada, desde el Evangelio, ha de saber detectar de modo especial aquellas situaciones de pobreza, miseria y necesidad humana más indetectables por los medios de análisis habituales. "Hay también otros sectores de pobres, de hombres y mujeres olvidados y marginados. Pensamos, sobre todo, en esos pobres anónimos, de 'rostro indefinido', que caminan junto a nosotros, pero que viven desde una situación de pobreza y necesidad. Son los que no cuentan apenas para nadie. Personas solas, que no son reconocidas, respetadas y queridas personalmente en ningún grupo humano. Hombres y mujeres que no participan nunca en nada importante. Gentes a las que nadie escucha" (PII, 13). 14. La realidad de los pobres tiene múltiples causas: personales, históricas, estructurales, etc. En consecuencia, se debe afrontar desde múltiples perspectivas e instancias, sin descuidar ninguna y sin dejarnos vencer, ni desanimar por su complejidad y extensión. En su reciente Carta Encíclica, Dios es amor, el Papa Benedicto XVI recuerda que "el amor al prójimo enraizado en el amor de Dios es, ante todo, una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial" (DEA 20). Y más adelante añade, "en consecuencia, el amor necesita también una organización, como presupuesto para un servicio comunitario ordinario" (DEA 25). La parte 2ª de esta Encíclica es una encendida y bien fundamentada exhortación a que, como Iglesia, o sea como "familia de Dios en el mundo" (DEA 25), y en coherencia con el amor revelado y recibido de Dios en Cristo, incrementemos las obras y actividades del "servicio de caridad" (cf. DEA 19, 30 a 39) de forma organizada y estable. La Carta
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2. La opción preferencial por los pobres VI. El estilo de la “opción preferencial por los pobres”
añade que además de las dos formas de acción caritativa (o sea, la personal que es más inmediata e incluso espontánea, y la eclesial o comunitaria de carácter más estable, programada, organizada y en colaboración con otras instituciones similares), hay que considerar la caridad social o pública, que también corresponde a los laicos ya que, "Como ciudadanos del Estado, están llamados a participar en primera persona en la vida pública (...) La misión de los fieles es, por tanto, configurar rectamente la vida social, respetando su legítima autonomía y cooperando con los otros ciudadanos según las respectivas competencias y bajo su propia responsabilidad. Aunque las manifestaciones de la caridad eclesial nunca pueden confundirse con la actividad del Estado, sigue siendo verdad que la caridad debe animar toda la existencia de los fieles laicos y, por tanto, su actividad política, vivida como caridad social"(DEA, 29b). Sin pretender resolver en su totalidad una situación que nos excede, trataremos de actuar en la medida de nuestras posibilidades, y aunque hemos de considerar el problema en su totalidad, hemos de proceder de forma parcial y local. No olvidemos que detrás de las grandes cifras están personas concretas a las que sí podemos considerar nuestro prójimo con rostro concreto y necesidades específicas. Que la magnitud de la pobreza no sea nunca excusa, ni nos oculte las posibilidades concretas que, aunque pequeñas, son igualmente reales.
VI.- El estilo de la "opción preferencial por los pobres". 15. Tan importante como responder a las preguntas sobre qué hacer y a quién, es acertar en el modo, en el cómo hacer aquello que nos corresponde. Hay distintas maneras de realizar las mismas o similares actividades, y aunque la finalidad sea coincidente, identificamos y valoramos la actividad por el estilo, por la manera concreta de hacer las mismas cosas. El estilo es el conjunto de rasgos que distinguen y caracterizan una obra y a quien la realiza. En nuestro caso, hemos de dejarnos orientar por el estilo evangélico, es decir, por aquellos rasgos peculiares que identifican las acciones de los seguidores de Jesús. Cada creyente, cada comunidad o grupo eclesial ha de sentirse libre y creativo en su compromiso y dedicación a los pobres; a la vez, como creyentes, hemos de manifestar aquellos rasgos que identifiquen nuestro quehacer como una opción netamente evangélica por los pobres. Veamos algunos rasgos y criterios del estilo evangélico que debe caracterizar la puesta en práctica de este objetivo del Plan Diocesano de Evangelización. 17
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
• Adoptar la mirada correcta. 16. El fenómeno de los pobres y el problema de la pobreza pueden ser considerado desde múltiples puntos de vista. Admite diversos tipos de mirada. Sin embargo, no todos responden al punto de vista adecuado. "Será necesario abandonar una mentalidad que considera a los pobres -personas y pueblos- como un fardo o como molestos e inoportunos, ávidos de consumir lo que otros han producido" (CA, 28). El punto de vista adecuado a adoptar y promover, es el evangélico, el que imita a Jesús: "El carácter privilegiado de los pobres no se debe a sus méritos, a sus virtudes, ni siquiera a su mayor capacidad para acoger el mensaje de Jesús. La pobreza, por si misma, no le hace a nadie mejor. La única razón es que son pobres y abandonados, y Dios, Padre de todos, no puede reinar entre los hombres sino haciendo justicia a los que nadie hace (Sal 72, 12-14; 146, 7-10)" (PII, 18). Por otra parte, el modo de afrontar la realidad de los pobres y de activar la opción por ellos es un indicativo de autenticidad de la fe y, también, en consecuencia camino privilegiado de la conversión a Dios y al modo como Él contempla la realidad de los hombres y, particularmente, de los pobres. Así expresa San Pablo esta nota del estilo evangélico: "No os amoldéis al mundo éste, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cual es la voluntad de Dios" (Rom 12, 2).
• Sin otra motivación que el amor al prójimo necesitado. 17. En general, se entiende por pobreza la carencia de cualquier tipo de bien, material o no, necesario para una vida digna, a la altura de nuestra condición de hijos de Dios; en un sentido más propio y estricto, se entiende la carencia de bienes y condiciones materiales, ya que esta carencia suele ser el origen de las demás. El servicio evangélico en favor de los pobres se fija, ante todo, en las personas y en su necesidad concreta. Es importante tener siempre presente este criterio, pues fácilmente ocurre que el servicio a los pobres y los pobres mismos, se ven situados al servicio de otras causas y proyectos. No es digno, y mucho menos evangélico, instrumentalizar a los pobres y sus carencias en aras de otros fines. También sucede que determinados colectivos o situaciones se ponen 'de actualidad', y reciben así una atención mediáticamente focalizada, en detrimento de otros colectivos y situaciones que así pasan artificialmente desapercibidos. El estilo evangélico nos remite a la parábola del Buen Samaritano (Cf. Lc 10, 2937). El despojado y golpeado es una víctima anónima, necesitada de ayuda urgente, a 18
2. La opción preferencial por los pobres VI. El estilo de la “opción preferencial por los pobres”
la que no prestan atención ni el sacerdote ni el levita. Solamente un samaritano, un forastero que iba de camino, sintió compasión, paró, se acercó, le curó y cuidó de él.
• La caridad es gratuita. 18. Las personas sentimos la necesidad de recibir algún tipo de reconocimiento cuando realizamos alguna buena acción. Sin embargo, el amor de Dios que Cristo nos revela y transmite es tan grande y gratuito que es capaz de "poner a Dios en contra de si mismo, su amor contra su justicia" (DEA, 10). La caridad orienta la opción preferencial por los pobres por los cauces de la generosidad y la solidaridad gratuitas: no espera nada a cambio. No actúa movida por la respuesta a recibir: por el agradecimiento, el reconocimiento, ni siquiera espera la conversión del otro. Benedicto XVI afirma que, incluso, "la caridad no ha de ser un medio de lo que hoy se considera proselitismo" (DEA, 31). Es cierto. Ni la caridad, ni la opción por lo pobres son recursos publicitarios o de propaganda. Aunque no se les puede negar su natural carácter testimonial, no pueden estar movidos por un interés de captar admiración o adeptos ni entre los destinatarios de la acción, ni entre quienes la observan desde fuera. El estilo evangélico se caracteriza por la gratuidad hasta el extremo. La parábola del Hijo Pródigo (Cf Lc 15, 11-32) muestra que el amor y la capacidad de acogida del Padre respecto al hijo pródigo, "que estaba perdido, y ha sido hallado", se llevan mal con la mentalidad calculadora y comparativa del otro hijo.
• Con humildad y sin humillar. 19. Afortunadamente, somos refractarios a una práctica de la caridad que destile paternalismo, superioridad o autosuficiencia respecto al necesitado. El estilo evangélico rechaza cualquier posición de superioridad ante el otro, y promueve un modo de servir humilde. "Quien es capaz de ayudar reconoce que, precisamente de este modo, también él es ayudado; el poder ayudar no es mérito suyo, ni motivo de orgullo. Esto es gracia" (DEA, 35). No actuamos desde nosotros mismos, sino porque del Señor hemos recibido este don. No buscamos, pues, nuestro éxito, ni nuestro beneficio. Simplemente tratamos de practicar la fe que actúa por la caridad (Cf. Gal 5, 6). Estamos convencidos que la pobreza o cualquier tipo de necesidad no merman la dignidad personal, ni la condición de hijo de Dios. Al contrario, estos hombres
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
y mujeres y sus situaciones son una llamada de atención para que la dignidad y la filiación divina no sean meros títulos formales sino que se correspondan con verdaderas posibilidades y condiciones para una vida digna.
• Los pobres son el test de la verdad y sinceridad de nuestra fe. 20. La interpelación que brota desde los pobres es un desafío al conjunto de nuestra vida cristiana, personal y eclesial. Con lucidez San Pablo afirma que "ahora tenemos la fe, la esperanza y la caridad; y de todas ellas la mayor es la caridad" (1Cor 13, 13). A la luz de este principio, la caridad es la piedra de toque que revela la verdad y hondura de nuestra fe y nuestra esperanza. Los medios y recursos que dedicamos a la práctica de la caridad y a los pobres, la intensidad y el estilo de nuestra preocupación por ellos actúan de auténtico test para revelar la calidad de la fe y la esperanza. El estilo evangélico nos coloca ante la verdadera confesión de fe. La fe y la esperanza no se miden por la abundancia o la rotundidad de las afirmaciones, sino por la intensidad de la caridad.
• Con un estilo de vida adecuado. 21. La vida cristiana admite en su seno múltiples opciones y formas de vida. La vocación cristiana llama a cada creyente a desarrollar el seguimiento de Jesús conforme a modos de vida diferentes: la vida conyugal y familiar, la vida consagrada, el ministerio... Todas ellas coinciden en ser formas de vida en torno a un elemento común a todas ellas. Son diversas modulaciones de una misma vocación: vivir la vida desde el amor de Dios y practicarlo, testimoniarlo y contagiarlo a través de la propia vida. El amor de Dios unifica las múltiples formas de vida cristiana, e impulsa a todas ellas a desarrollarse según la caridad, el amor, como estilo de vida. La forma como gestionamos nuestros bienes, los hábitos de consumo, lo que ganamos y lo que gastamos, etc., son hechos que ponen de manifiesto si nuestra fe es algo coherente, o una mera excusa vacía. Los hábitos de nuestra vida son una proclamación y un anuncio de las creencias y convicciones que de verdad mueven nuestra vida. De ahí la importancia que tiene la ejemplaridad de nuestro estilo de vida. El estilo evangélico nos encamina hacia un estilo de vida, en primer lugar, digno y suficiente, empapado de generosidad y solidaridad hacia los demás, en especial hacia los pobres y necesitados.
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2. La opción preferencial por los pobres VI. El estilo de la “opción preferencial por los pobres”
• Con una espiritualidad adecuada. 22. No resulta sencillo acoger e interiorizar evangélicamente el desafío que significa la opción preferencial por los pobres. En el interior de una cultura del bienestar que promociona con profusión modelos de realización personal basados en el éxito, en la abundancia de bienes y servicios, en la estabilidad emocional del 'sentirse a gusto', etc., resultan duras de asimilar estas frases de los apóstoles San Pablo y Santiago: - "Conocéis bien la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual siendo rico, por vosotros, se hizo pobre para que os enriquezcáis con su pobreza" (2Cor 8, 9). - "...nos presentamos en todo como ministros de Dios (...), como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque (en Cristo) todo lo poseemos" (2Cor 6, 4.10). - "¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo para hacerlos ricos según la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman?" (St 2, 5). El objetivo del Plan Diocesano de Evangelización es, así, una oportunidad de la gracia para que, personal y eclesialmente, vaya calando en nosotros la verdad de Dios y la sabiduría que nos transmiten estos apóstoles. A la luz de estas palabras, seguro que sentimos que nos queda un largo recorrido en el afán por conformarnos a Cristo. Para ver la realidad de la vida y, en especial, la realidad de los pobres hemos de mantener abiertas la mente y el corazón a la acción del Espíritu de Jesús que "os lo enseñará todo, y os recordará lo que yo os he dicho" (Jn 14, 26), y "os guiará hasta la verdad completa" (Jn 16, 13). 23. No debemos cegarnos por los espejismos de la eficacia y el activismo, ni por la decepción y el derrotismo ante la magnitud del problema y la pequeñez de nuestra acción. Somos, no lo olvidemos, instrumentos del Señor; no trabajamos para nosotros. Haremos con humildad, nos exhorta Benedicto XVI, lo que es posible y, con humildad, confiaremos el resto al señor que nos envía: "Quien gobierna el mundo es Dios, no nosotros. Nosotros le ofrecemos nuestro servicio sólo en lo que podemos y hasta que Él nos de fuerzas. Sin embargo, hacer todo lo que está en nuestras manos con las capacidades que tenemos, es la tarea que mantiene activo al siervo bueno de Jesucristo: 'Nos apremia el amor de Cristo' (2Cor 5, 14)" (DEA, 35). 24. Para el recorrido que tenemos por delante contamos con la ayuda del Espíritu de Cristo que ya se manifiesta en medio de nosotros. Un camino de aprendizaje cristiano consiste en reconocer entre nosotros los pobres, con los que Cristo se
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La opción preferencial por los pobres
identifica, y descubrir, también entre nosotros, verdaderos 'maestros de la caridad'. Son hombres y mujeres, creyentes, que entre nosotros o más allá de nuestras fronteras, realizan para los demás, especialmente para los más pobres, ese servicio de amor que Cristo quiso realizaran sus discípulos. Están en la calle y en el campo, dentro y fuera de las Iglesias, en hospitales y residencias, con niños y con mayores, en aulas y en prisiones, aquí y en territorios de misiones, etc. Aprendamos de ellos, imitémosles. Llevar una vida cristiana, con la caridad y la opción por los pobres como forma de vida, se aprende sobre todo en contacto real con los más necesitados y con quienes a ellos se dedican desde la llamada de Jesús. Así se hace, quizá modestamente, el reinado de Dios entre nosotros, y se anuncia significativamente la Buena Noticia de Jesús. La familiaridad con Cristo, la oración personal y comunitaria, la participación activa y frecuente en la Eucaristía..., constituyen lugares y momentos donde recibir de forma habitual la fuerza de Cristo, la ayuda definitiva que necesitamos para avanzar en su seguimiento y, en consecuencia, en la opción, cristiana y diocesana, por los pobres. Son las condiciones que permiten "a quien ha bebido en el manantial del amor de Dios convertirse a si mismo en un manantial 'del que manarán torrentes de agua viva' (Jn 7, 38)" (DEA, 42).
VII.- Conclusión. 25. El seguimiento de Jesús y la colaboración en su proyecto pasa necesariamente por la realidad de los pobres. La opción por los que Cristo optó, es la irrenunciable opción de quienes acogen a Jesús y su Buena Noticia. Una fe personalizada (objetivo 1º), vivida y madurada en la comunidad eclesial (objetivo 3º) conducen a una vida de fe, esperanza y caridad que se expresa en opciones concretas por los pobres y por la paz (objetivos 5º y 6º). Al igual que los demás, el objetivo de este curso es una oportunidad de la gracia para seguir construyendo nuestra fe personal en Cristo y verificarla en la dedicación por los pobres. Nos acompañan dinámicas y realizaciones de actividad caritativa sólidamente arraigadas entre nosotros: en instituciones eclesiales atendidas por congregaciones y comunidades, en organizaciones de identidad netamente diocesana, en colectivos y ONGs de inspiración católica y cristiana, en actividades repartidas por zonas y parroquias de la diócesis... Son cauces a alimentar y a reactivar mediante la puesta en práctica de este objetivo del Plan Diocesano de Evangelización. 22
2. La opción preferencial por los pobres VII. Conclusión
En los primeros días de Octubre se celebran, como ya es costumbre, las Jornadas de Inicio del Curso Pastoral. Las charlas están dedicadas al tema del Objetivo 5º. En ellas encontraremos fundamentos y referencias, motivos y reflexiones que nos animen en la andadura de este curso. 26. Encomendamos nuestro trabajo pastoral al Espíritu de Jesús, pidiéndole que nos ayude, como en su día lo hizo a los apóstoles, a realizar nuestro objetivo con ilusión y entrega. Y confiamos en María. Por su sencillez y humildad, ella captó mejor que nadie que Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, "exhalta a los humildes y colma de bienes a los hambrientos" (Cf. Magnificat en Lc 1, 46-55). † Miguel Asurmendi Obispo de Vitoria Vitoria-Gasteiz, 24 de septiembre 2006 Fiesta de Ntra. Sra. de la Merced
Referencias bibliográficas: 1.- Documentos citados: CA
Juan Pablo II, Carta Encíclica Centesimus annus (1991)
DEA
Benedicto XVI, Carta Encíclica Dios es amor (2006)
GS
Concilio Vaticano II, Constitución Pastoral Gaudium et spes (1965)
NMI
Juan Pablo II, Carta Apostólica Novo millennio ineunte (2001)
PII
Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria, Los pobres, una interpelación a la Iglesia (Cuaresma 1981)
RNCC Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria, Renovar nuestras comunidades cristianas (Cuaresma-Pascua, 2005) SRS
Juan Pablo II, Carta Encíclica, Sollicitudo rei socialis (1988)
2.- Textos de la Conferencia Episcopal Española sobre temas de caridad y pobres en la vida de la Iglesia. - La caridad de Cristo nos apremia (2004) - La caridad en la vida de la Iglesia (1994) - La Iglesia y los pobres (1994) 23
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3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana Fernando Gonzalo-Bilbao Vicario General de la Diócesis de Vitoria
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3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 0. Introducción
0. Introducción A lo largo del curso que ahora comenzamos vamos a destacar especialmente uno de los Objetivos del Plan Diocesano de Evangelización; concretamente el que hace referencia a la opción preferencial por los pobres. Y dentro del ciclo de charlas que ahora estamos desarrollando, ésta que a mí me corresponde presentar trata sencillamente de ofrecer algunas pistas para el desarrollo práctico de este Objetivo: “Hacer realidad en nuestras comunidades cristianas, por fidelidad al Evangelio, la opción preferencial por los pobres” ( PDE Objetivo 5º). Ya el mismo título de esta charla: La opción por los pobres no es ‘opcional’ para la comunidad cristiana, puede entenderse, aunque a primera vista no lo parezca, como una simple versión del significado de ese Objetivo del PDE. En la frase con que titulamos esta charla se afirma sencillamente que la opción por los pobres no es una más entre otras que se puedan elegir para vivir cristianamente. Se quiere expresar que el compromiso con los pobres es decisivo y esencial en la condición propia de los seguidores de Jesús, y por ello es una opción que en modo alguno puede ser “opcional”. Eso mismo es lo que, con otras palabras, se expresa en el Objetivo del PDE al relacionar la opción preferencial por los pobres con la fidelidad al Evangelio en nuestras comunidades cristianas. De tal modo que se afirma que una comunidad que no realiza la opción por los pobres no vive la fidelidad al Evangelio que es esencial en una auténtica comunidad cristiana. Esas dos expresiones, el título de esta charla y el enunciado del Objetivo del PDE, nos invitan a profundizar más en su significado. En el contenido de ambas se pretende manifestar que la opción por los pobres no puede ser asumida como un compromiso externo de la comunidad, sino como una seña de identidad propia y esencial de la auténtica comunidad cristiana. Y es que la opción por los pobres no es una obligación moral de los cristianos en respuesta a una determinada situación social de pobreza o exclusión. Es mucho más, es una referencia ineludible en el modo cristiano de vivir en cualquier contexto humano, en todo momento y lugar. Más adelante detallaremos esto mejor, al tratar de desentrañar el significado o contenido propio de lo que es la opción por los pobres.
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Volviendo a la formulación del Objetivo en el PDE, se habla en él de “Hacer realidad en nuestras comunidades la opción por los pobres”. Y es que siempre resulta más fácil hablar de la opción por los pobres que vivirla. Pero la opción por los pobres no es una declaración de intenciones; es ante todo una forma de vivir. En la actualidad hablamos con bastante frecuencia de los pobres; ello es sin duda signo de una preocupación por ellos, pero en muchos casos la realidad de los pobres queda como al margen, por no decir que está ausente, de las experiencias de vida de la mayoría de los cristianos y de la existencia cotidiana de bastantes de nuestras comunidades. La preocupación por la pobreza que expresan frecuentemente nuestras palabras sólo se traduce en muchos casos en una especie de delegación que depositamos en algunos miembros de la comunidad o en organizaciones, a las que ofrecemos ayudas económicas para el servicio de los pobres o la lucha contra la pobreza. De ahí a hacer realidad la opción por los pobres en nuestras comunidades hay un camino a recorrer. A lo largo de la exposición de esta charla trataré de desarrollar los siguientes puntos. • En primer lugar intentaré dar respuesta a la pregunta sobre las razones o motivos por los que la opción preferencial por los pobres es una seña de identidad propia esencial de las comunidades cristianas. • Después procuraré ayudar a comprender el contenido o significado fundamental de la opción por los pobres para la vida de los cristianos y de la comunidad eclesial. • Más adelante ofreceré algunas pistas para hacer realidad en nuestras comunidades esta opción, • y finalmente informaré sobre algunos proyectos y servicios concretos que se promoverán especialmente este año para impulsar el desarrollo del 5º Objetivo del PDE. Pero antes de entrar más a fondo en el tema, me parece oportuna una precisión sobre el significado de las dos palabras que más voy a repetir a lo largo de esta charla: los pobres. ¿Quiénes son los pobres? ¿A quienes nos referimos cuando hablamos de la opción por los pobres? La pregunta es oportuna porque estamos acostumbrados a utilizar esa palabra en diversos sentidos y con distintos significados.
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3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 0. Introducción
En contestación a esta pregunta ofrezco las respuestas de dos jesuitas que han reflexionado, escrito y vivido la opción por los pobres y nos hablan desde su experiencia en dos contextos sociales notablemente diferentes entre sí: Peter J. Henriot, cuyo trabajo se ha desarrollado fundamentalmente en EE.UU. aunque en la actualidad está viviendo en un país africano, dice que: Los pobres son los desfavorecidos económicamente, los privados materialmente, que sufren en consecuencia impotencia, explotación y opresión. Ser pobre es sufrir hambre, carecer de una vivienda decente, de ropa y de oportunidades adecuadas de educación y sanidad, estar sin empleo, al margen de la sociedad, sentirse excluido de decisiones que nos afectan, controlado por fuerzas ajenas, incapaz de afrontar los problemas de la existencia diaria, sufrir discriminación. Jon Sobrino, quien es de sobra conocido por su largo compromiso en Centro América, hablando de la opción por los pobres dice concretamente: Los pobres de los que se habla en la opción, son antes que nada y en directo aquellos seres humanos para quienes el hecho básico de sobrevivir es una dura carga, para quienes dominar la vida a sus más elementales niveles de alimentación, salud, vivienda, etc., es una ardua tarea y la tarea cotidiana que emprenden en medio de una radical incertidumbre, impotencia e inseguridad. En lenguaje actual, “pobres” son en primer lugar los socio-económicamente pobres… Los pobres por los que hay que hacer la opción se definen, por tanto, en relación a algo sumamente negativo: la ardua dificultad de dominar la vida en lo más elemental de ella. Quizás en lugares industrializados la pobreza pueda ser descrita en relación a lo positivo, en relación a un bienestar no alcanzado todavía, pero que se piensa posible y probablemente alcanzable. Pobreza apunta a lo positivo que se piensa poder conseguir. Pobres son los que todavía no han alcanzado el bienestar. No se niega que haya otros significados de pobreza, importantes y necesarios para la realización plena de la vida cristiana; pero se afirma que, cuando se habla de opción por los pobres, se habla de estos pobres. Además Jon Sobrino apostilla: El añadir “preferencial” a la opción por los pobres -añadidura que tiene sentido en la pastoral- no deja de ser una ironía en la humanidad actual en la que dos terceras partes o más de ella son ese tipo de pobres. Ambas respuestas son notablemente coincidentes y nos ayudan a ver que aunque hoy hablamos de la existencia de muchas formas de pobreza es preciso aún distinguir a “los pobres” de otros “necesitados” para no despojar a aquellos hasta de su propio nombre. 29
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
1. Razones o motivos que hacen de la opción por los pobres algo esencial en la vida de las comunidades cristianas. Toda la Historia de la Salvación, que podemos recorrer a través del tejido de la tradición judeo-cristiana, está marcada por la opción por los pobres: la identificación con sus sufrimientos y la solidaridad con sus luchas. El Antiguo Testamento muestra reiteradamente la solicitud de Yavhé por los pobres y débiles. La vida y enseñanzas de Jesús manifiestan abiertamente el plan de Dios para los pobres. El mismo Jesús recomienda a sus discípulos la pobreza al hacerlos partícipes de su misión. La Iglesia primitiva se distingue por el compartir solidario con los pobres en las comunidades donde se vive la experiencia de salvación. Es en esos datos de la Historia de Salvación donde descubrimos y entresacamos los motivos fundamentales que llaman a la comunidad cristiana a hacer realidad la opción por los pobres como rasgo esencial de su identidad.
1.1 Primera razón: Porque nuestro Dios es misericordioso. A lo largo de toda la historia bíblica, Dios se va revelando como Alguien que está siempre a favor de los que sufren, los maltratados, los pobres. El libro de Judit lo resume muy bien: “Tú eres el Dios de los humildes, el defensor de los pequeños, apoyo de los débiles, refugio de los desvalidos, salvador de los desesperados” (Jdt 9,12). Dios no sólo hace una opción por los pobres, sino que a través de ella se muestra como Dios. Si desaparecieran de la Escritura los pasajes sobre esa opción quedaría una imagen desleída y muy distinta de la realidad de Dios. La opción por los pobres concreta el “amor” de Dios como justicia que sale en favor del oprimido y como ternura que se deja afectar por el sufrimiento causado al débil, pequeño e indefenso. Vemos cómo Dios está próximo y cercano a los pobres porque están excluidos de los beneficios de una creación que El entregó para todos; reconocemos que la pobreza es contraria al plan de Dios. Aquí descubrimos ya un motivo fundamental: Los cristianos optamos por los pobres porque Dios opta por ellos, porque El es bueno y misericordioso. Creer en Dios significa optar por el pobre.
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3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 1. Razones o motivos que hacen de la opción por los pobres algo esencial en la vida de las comunidades cristianas
1.2 Segunda razón: Porque seguimos a Jesús Seguir a Jesucristo significa sentirse llamado a llevar una Buena Noticia a los pobres, pues el mismo Jesús afirma que ha sido enviado a “anunciar a los pobres una Buena Noticia” (Lc 4, 18). La misión de Cristo consiste en anunciar la buena noticia del reino de Dios a los pobres. Al servicio de esa buena noticia Jesús pone signos que la muestran como verdad. Estos son signos de que el reino se acerca a los pobres. Son signos benéficos que salvan de necesidades concretas a los débiles y despreciados. Ante esas necesidades, Jesús reacciona con misericordia y hace de ella algo central en su vida y su misión. La cercanía de Jesús a los pobres, está hecha de gestos concretos de apoyo, acogida personal, defensa, curación, escucha, perdón, rehabilitación, integración a la convivencia. Con su actuar, Jesús va revelando a los pobres un “nuevo rostro de Dios”. Les hace palpable la ternura y el cariño de Dios. Con su vida y servicio, Jesús es el signo de que Dios no los abandona, está a su lado. Defender al débil es un rasgo fundamental de Jesús: defender siempre a los que viven agobiados por el peso de la vida, de la enfermedad, de la miseria, de la soledad, los que están desamparados, los que no pueden valerse a sí mismos. Con ese modo de actuar, Jesús quiere defender a los oprimidos y esa opción explica el destino o la suerte de Jesús, la persecución de los poderosos que se convirtió en el clima de su vida hasta su muerte en la cruz1. El Evangelio cambia radicalmente nuestra manera de mirar a los pobres y, por tanto, nuestra manera de entender la sociedad actual. Los pobres, los que conforman el sector excluido de la sociedad, ellos son precisamente “la memoria viviente de Jesús”. “La Iglesia descubre en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y doliente” (Lumen gentium, n. 8). Cristo nos habla hoy desde esa situación de pobreza y sufrimiento; desde ellos, Cristo nos interpela, nos invita al amor comprometido. Desde esos pobres, nos llama a la conversión, cuestiona nuestra manera de vivir la fe, rompe nuestra tranquilidad y nos urge al servicio y al compromiso. La cuestión de fondo es sencillamente cómo vivir nuestra cercanía a Jesús hoy, a Jesús presente en los pobres. Al acercarnos a los pobres nos acercamos a Jesús. Alejarse de los pobres es apartarse de Jesús.
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Cfr. José Antonio Pagola, El compromiso cristiano ante los pobres, San Sebastián, Ed. Idatz, 1997.
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La opción preferencial por los pobres
Juan Pablo II preparando a la Iglesia ante el cambio de milenio decía: “Recordando que Jesús ha venido a evangelizar a los pobres, ¿cómo no subrayar con más decisión la opción preferencial por los pobres y marginados?” (TMA n.51). Tenemos aquí una razón o motivo fundamental para identificar la opción por pobres como seña esencial de identidad de los cristianos, los que seguimos a Jesús. La opción por los pobres se convierte en una necesidad para los que desean estar con Jesús en el trabajo del Reino de Dios. Se elige seguir a Jesucristo, que es pobre, que está con los pobres y que lleva la justicia a los pobres.
1.3 Tercera razón: Porque anunciamos hoy la presencia del Reino En su núcleo esencial, el compromiso evangelizador de la comunidad cristiana consiste en sentirse llamada a ser Buena Noticia para los pobres, siguiendo los pasos de Jesús. Cuando se opta por los pobres, como Jesús, acontece el reinado de Dios. Para la vida cristiana es necesario hoy proseguir la opción de Jesús por los pobres y hacerlo con el mismo espíritu de Jesús. La buena noticia del Reino tiene que hacerse buena realidad, no sólo anuncio verbal de esperanza, sino práctica concreta de la justicia y la caridad. Por ahí va el compromiso cristiano. Hacerse presente allí donde la vida aparece más deteriorada, y, desde ese servicio al pobre, humillado y desvalido, anunciar a todos que Dios es amigo de la vida y la dignidad humana, de la felicidad y la salvación de todo ser humano. Esto es necesario y fructífero para la misma Iglesia. La opción por los pobres es lo que hace hoy a la comunidad eclesial verdaderamente cristiana y por ello verdadera Iglesia de Jesucristo, y la hace crecer en el mundo. El reto de saber estar en el mundo sin ser del mundo, que Jesús pidió para sus discípulos, se realiza adecuadamente cuando la Iglesia y cada una de sus comunidades cristianas están realmente en el mundo, pero en el mundo de los pobres, y en ellos se encarna. La opción por los pobres va mucho más allá, por tanto, de una opción pastoral. Si la comunidad cristiana se introduce de verdad en la dinámica de esa opción, los pobres se convierten en una gran riqueza para su ser y estar en el mundo y para su hacer en el mundo. Eso lo podemos percibir mejor en la medida en que se va haciendo real en cada comunidad cristiana. Los pobres llevan a la comunidad cristiana a las implicaciones más hondas del Evangelio. La condición de los pobres (sin llegar a caer en romanticismos) puede abrir a la comunidad cristiana de manera única a la experiencia del Evangelio, el acercamiento a los pobres evangeliza a la Iglesia 32
3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 2. ¿Qué significa o qué implica la opción por los pobres?
En nuestro contexto histórico en el que de hecho existen los pobres, y éste es un hecho tanto local como mundial, los pobres nos evangelizan porque: - saben que están en necesidad de salvación y liberación - conocen su dependencia de Dios, de los poderosos y su mutua interdependencia - depositan su seguridad en las personas, no en las cosas - esperan más de la colaboración que de la competencia - saben distinguir con realismo entre necesidad y lujo - están más dispuestos a arriesgar lo que sea porque tienen poco que perder - ven mejor el sentido práctico del Evangelio como buena nueva. Aquí tenemos una nueva razón o motivo para la opción por los pobres. Ellos son hoy, al igual que en tiempos de Jesús, destinatarios y signo de la autenticidad del anuncio evangélico de la llegada del Reino. Y ese anuncio constituye la vocación propia y la identidad más profunda de la Iglesia; de cada cristiano y de toda la comunidad.
2. ¿Qué significa o qué implica la opción por los pobres? Acudo en primer lugar, en busca de respuesta, a la Encíclica Sollicitudo rei socialis en la que se dice que: “Esta es una opción o forma especial de primacía en el ejercicio del amor cristiano del que da testimonio toda la tradición de la Iglesia. Afecta la vida de todo cristiano en cuanto trata de imitar la vida de Cristo, pero se aplica igualmente a nuestras responsabilidades sociales y por tanto a nuestra manera de vivir y a las decisiones que deben tomarse respecto de la propiedad y uso de los bienes” (SRS 42). En esas palabras subrayo algunos aspectos: afecta a la vida de todo cristiano, lo que significa que es esencial y no es opcional en la vida cristiana. Y la afecta en cuanto seguimiento de Cristo (en expresión del texto en cuanto trata de imitar la vida de Cristo) en el estilo personal de vida, pero también en las responsabilidades sociales y las relaciones económicas. La dimensión social y pública de la vida cristiana, el compromiso por la justicia y la transformación social quedan ya reflejados en esas palabras entre los contenidos de la opción por los pobres.
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
2.1 Situarse en una nueva perspectiva La opción por los pobres implica aprender a ver la realidad con los ojos de los pobres, percibir la situación social desde su punto de vista. Esto es, hacer un esfuerzo por apreciar la perspectiva en la que los pobres ven los acontecimientos individuales y sociales, las actitudes personales y colectivas, las decisiones económicas y políticas públicas o privadas. (Esto no significa que esa perspectiva sea la única verdadera, pero sí que es digna de tenerla en cuenta). Jon Sobrino profundiza en este punto: “La opción por los pobres afirma en primer lugar que la verdad de la realidad de nuestra historia se transparenta más desde los pobres, que desde ellos se llega a conocer lo que es nuestro mundo. Desde los pobres se ve mejor el mundo como es, no se aprisiona su verdad. La opción por los pobres es, pues, antes que nada, una opción por la verdad de la historia, por ver la realidad de este mundo tal cual es. Optar por los pobres significa encarnarse en un conflicto. Es una verdadera opción que lleva a quien la hace a encarnarse en el conflicto de la historia y exige de él disponibilidad a mantenerse en él y fortaleza para asumir las consecuencias. Afirmar que de los pobres es el reino y que quienes optan por ellos entran en el reino es la forma de aceptar que en la historia hay un sentido último en contra de muchas apariencias. La opción por los pobres es, pues, antes que nada, una opción con la que se confronta todo ser humano por el mero hecho de serlo; es una forma de ver la realidad, reaccionar ante ella, encarnarse en ella y vivir con sentido como ser humano”. La Iglesia y los cristianos queremos mirar a los pobres con la mirada de Dios, que se nos ha manifestado en Jesús, y tratamos de hacer nuestros sus mismos sentimientos y actuaciones respecto de ellos. Hoy existen nuevas formas de desigualdad, pobreza e insolidaridad. En relación a ellas ha de definirse la posición de los cristianos y de las comunidades eclesiales en su lucha en favor de los pobres. El conocimiento de la realidad actual de la pobreza y de las causas que la originan se hace condición necesaria para responder eficazmente al reto que los pobres plantean a nuestra voluntad de amarlos y servirlos. Situados en esta nueva perspectiva podemos asegurar que la opción preferencial por los pobres no afecta sólo al modo como la Iglesia se relaciona con ellos sino a cómo se relaciona con la sociedad y sus estructuras en general.
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3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 2. ¿Qué significa o qué implica la opción por los pobres?
2.2 Usar la misericordia En contradicción con el modelo social vigente que tiende a organizar la convivencia sin entrar en contacto con los pobres ni dejarse afectar por ellos, la opción por los pobres entraña estar en solidaridad real con ellos, colaborar con sus esfuerzos, acompañarlos en sus luchas. Y esto requiere: escuchar, esperar pacientemente, aprender en silencio para poder hacer nuestras sus preocupaciones y temores, sus esperanzas y proyectos. Optar por los pobres no es darles cosas sino entregar la propia vida, compartir el destino de los pobres. La opción por los pobres trata de convertirlos en sujetos de su rehabilitación social y protagonistas de una cultura alternativa. El objetivo de la opción es la humanización de los pobres antes que la misma superación de la pobreza. El compromiso cristiano significa siempre defensa de las personas concretas: buscar siempre el bien de la persona, defender sus derechos y su dignidad. Es la misericordia la que nos mueve a actuar de una forma responsable y comprometida, sin perder nunca la esperanza, a reaccionar y comprometerse liberándonos de esquemas y mecanismos deshumanizadores. Las instituciones y los servicios sociales pueden cubrir un tipo de necesidades materiales, pero no pueden ofrecer la amistad, la escucha, la comprensión, el cariño, la ternura que toda persona necesita. El compromiso cristiano está llamando hoy a introducir misericordia en esta sociedad, “poner corazón” en los engranajes de la vida moderna. Recojo nuevamente palabras de Jon Sobrino que, evocando la parábola evangélica del buen samaritano, afirma que: “Todo ser humano se encuentra con un herido en el camino y ante él sólo hay dos reacciones posibles: o pasar de largo e ignorarlo o acercarse a él, curarle y llevarle a lugar seguro. Esto último es el contenido de la opción por los pobres. Lo que interesa recalcar es la ultimidad de la reacción hacia el pobre. Opción por los pobres es, entonces, reaccionar radicalmente a la miseria y reaccionar por la única razón de que ésta se ha hecho presente ante uno. Es una forma primaria de reaccionar ante la realidad”. Ante esa parábola evangélica no podemos caer hoy en la tentación de hacer un análisis de las actitudes que se dan ante los pobres tratando fríamente de identificar a quienes actúan como el sacerdote o el levita, o como el mismo samaritano, y de este modo evadirnos de la llamada al compromiso personal que proponen las palabras de Jesús: “Ve y haz tú lo mismo”.
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La opción preferencial por los pobres
2.3 Trabajar por la justicia La opción por los pobres implica la acción por la justicia y la participación en la transformación del mundo; esto es “constitutivo de la predicación del Evangelio” (Sínodo 1971). La opción por los pobres conlleva “tomar partido” en una situación de conflicto, para trabajar por la transformación de la sociedad hacia una mayor justicia, sanando las divisiones sociales por medio de un auténtico cambio estructural. Toda la organización de la sociedad, la cultura, la economía y la política deben estar al servicio de la dignidad y los derechos humanos. Y, en consecuencia, la opción por los pobres no debe ser entendida como algo ajeno a la obligación que tienen las personas, los grupos sociales y las instituciones públicas y privadas, de promover relaciones de justicia auténticamente humanas. La injusticia, en sus diversas formas tanto individuales como sociales, es muy frecuentemente la causa de la pobreza. Transformar las situaciones de injusticia e instaurar un orden de justicia solidaria es el camino necesario para eliminar la pobreza y crear formas de convivencia más conformes con la dignidad humana. Hoy la pobreza, considerada desde el punto de vista social no es un hecho inevitable. El problema en la actualidad no es de medios, sino de objetivos o de voluntad: querer o no querer. Los principales obstáculos para erradicar la pobreza ya no son técnicos, sino políticos y éticos. Por eso, la pobreza que se tolera en medio de la abundancia de recursos es una grave injusticia social. La comunidad cristiana en esta opción se hace solidaria con los pobres en su lucha por llevar a la sociedad a una mayor justicia, se compromete en un cambio estructural y no sólo en el alivio del sufrimiento de los pobres. Luchar por la justicia supone para la Iglesia en general y para cada uno de los cristianos en particular una exigencia fundamental y una opción preferencial en favor de los pobres y de los oprimidos. Cuantos creemos en Dios y en la Buena Noticia de Jesucristo no podemos dar la espalda a la amarga realidad de la pobreza. Está en juego la dignidad de la persona humana. Impulsar un orden social más justo, además de corregir los efectos deshumanizadores de las injusticias de toda clase, y favorecer formas de relación más conformes con la fraternidad humana y cristiana., son objetivos implicados en la opción por los pobres, y que, por consiguiente, han de ser asumidos por los cristianos y por las comunidades e instituciones eclesiales.
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3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 3. Pistas para hacer realidad en nuestras comunidades la opción por los pobres
3. Pistas para hacer realidad en nuestras comunidades la opción por los pobres Juan Pablo II, en el año 2000, llamaba a todos los cristianos a “una nueva imaginación de la caridad”. Hemos de tener imaginación y creatividad para encontrar vías para concretar esta opción de modo que sirvan a los pobres y transformen la sociedad, implicando a todos los cristianos y no sólo a unos pocos. Para empezar es importante analizar lo que se hace, cómo se hace y las perspectivas de nuestras acciones. Debemos conjugar la pluralidad de las acciones y la comunión de todos los sujetos, individuales y colectivos, que las realizan. Los diversos carismas suscitados en la comunidad al servicio de los pobres, adquieren su pleno sentido cuando son percibidos como fruto del Espíritu que Jesús envió a su Iglesia, a fin de que ésta realizara su misión. Tales carismas han de ser reconocidos y estimulados por la comunidad cristiana; son una riqueza eclesial y deben ser valorados como tal. La Iglesia de nuestro tiempo, siguiendo las huellas de Cristo, necesita adquirir una conciencia más honda y concreta de la necesidad de dar testimonio de la misericordia de Dios en toda su misión. Solamente en esa Iglesia-misericordia puede revelarse el amor gratuito de Dios, que se ofrece y se entrega a quienes no tienen nada más que su pobreza. Sólo una Iglesia que se acerca a los pobres y a los oprimidos, se pone a su lado y de su lado, lucha y trabaja por su liberación, por su dignidad y por su bienestar, puede dar un testimonio coherente y convincente del mensaje evangélico. Se trata de un deber de toda la comunidad, y no solamente de unos pocos especializados en este ministerio (Cfr. Conferencia Episcopal Española, La Iglesia y los pobres).
3.1 Hacer sitio a los pobres La opción por los pobres comienza por “hacer sitio” en nuestra vida, en nuestras preocupaciones, en nuestro tiempo, en nuestra acción pastoral a los que no tienen sitio en esta sociedad. La opción por los pobres debe ser hecha, en primer lugar, con espíritu de cercanía hacia ellos; es un superar barreras y de ese modo devolver la dignidad perdida de los pobres. Esa cercanía debe hacerse como empobrecimiento y abajamiento. Ernest Bloch subraya “la tendencia hacia abajo” de Jesús de la que habla san Pablo: “no hizo alarde de categoría de Dios, se despojó de su rango y pasó por uno de tantos”.
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Cercanía y empobrecimiento generan ya fraternidad. El compromiso cristiano va creciendo en nosotros cuando comenzamos a interesamos más por los débiles, cuando en nuestro corazón hay una tendencia a acercamos a los que están abajo, en último lugar, cuando sentimos predilección por los débiles y nos ponemos de su lado de forma concreta y comprometida. Este hacer sitio a los pobres requiere cultivar particularmente la dimensión afectiva de la opción por los pobres. Despertar una sensibilidad favorable, controlar las reacciones y sentimientos espontáneos ante manifestaciones de pobreza, activar la compasión (el sentir con) con el pobre. Según Peter J. Henriot en ese itinerario de aproximación interior a los pobres nos puede ayudar el reconocimiento de la propia debilidad como experiencia análoga de la pobreza, el reflexionar sobre las experiencias personales de debilidad, la percepción de los propios límites, incapacidades y dependencias nos ayudará a empatizar mejor con la situación de los pobres. En todo caso es importante llegar a personalizar nuestra experiencia con los pobres en la comunidad cristiana, ponerles rostro y nombre concretos, llegar a conocerlos como personas no como datos de una estadística. Ello nos ayudará a escuchar desde ellos la Palabra de Dios, y a introducir a los pobres en la oración y en nuestro compromiso de vida. Este contacto real hace que la experiencia adquiera una función política, que los pobres concretos que conocemos muevan el impulso del compromiso transformador de la sociedad. Para hacer posible una cercanía real a los pobres hemos de simplificar nuestro estilo de vida. (“Poneos al nivel de la gente sencilla”, Rom 12,16) Optar por los pobres es optar por un estilo de vida más sencillo, menos opresivo y reconocer la interrelación entre el consumismo de unos y el sufrimiento de los otros. En nuestra sociedad de consumo hay una desviación social a bienes de consumo dejando sin atención necesidades básicas. En este punto no está de más recordar que la pobreza evangélica no consiste en un mero desapego interior de las riquezas que se siguen poseyendo, sino en el desprendimiento real necesario para compartirlas con los necesitados. El que vive una verdadera «pobreza espiritual» no puede seguir disfrutando despreocupadamente de sus cosas, junto a hermanos pobres y abandonados. Las comunidades e instituciones de la Iglesia, los mismos cristianos personalmente, deberíamos dar un testimonio contracultural de sencillez en esta sociedad de consumo. Seleccionar con responsabilidad la adquisición de productos de consumo y servicios. Moderar con austeridad el uso de algunos bienes, elegir inversiones 38
3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 3. Pistas para hacer realidad en nuestras comunidades la opción por los pobres
socialmente responsables. Adoptar una postura negativa ante empresas e instituciones que oprimen a los pobres. Pueden ser signos de una experiencia liberadora que rompe la progresión consumista que va de hacer de lo superfluo algo conveniente, de lo conveniente algo necesario y de lo necesario algo indispensable. Optar por la sencillez pone a prueba nuestra imaginación y creatividad. Para la comunidad cristiana estar junto a los pobres, no es sólo compartir sus aspiraciones y buscar solución a las situaciones injustas, sino también anunciarles la Buena Noticia de Jesucristo que tienen derecho a escuchar como nosotros. Hemos de reconocerles e identificarles verdaderos hermanos nuestros, antes que como objeto de ayuda y atención social. Necesitamos adoptar una postura pastoral preferente con los más necesitados, creyendo más en su capacidad de escucha del Evangelio. Si sabemos acoger a esos hombres y mujeres, podremos escuchar de una manera nueva el Evangelio de Jesús. Nuestras comunidades pueden ser evangelizadas por estos pobres. Anunciar el evangelio a los pobres no es bendecir toda su conducta; también ellos han de escuchar la llamada a la conversión cristiana para entrar liberados en el Reino. Un pobre no debería sentirse extraño en la Iglesia de Jesús. Debería percibir que tiene un lugar en nuestras comunidades cristianas. Para ello no basta la acogida personal a cada uno. El ambiente, el lenguaje, los grupos cristianos no deberían resultar inaccesibles a los pobres. En nuestros grupos y comunidades cristianas deberían participar, con sencillez, tantos hombres y mujeres que apenas pueden participar en la dinámica de la sociedad. Hemos de preguntarnos qué pasos debemos dar y qué cambios debemos realizar en nuestras comunidades para que los pobres puedan recuperar su rostro, su palabra y su dignidad cristiana entre nosotros (Cfr. Carta pastoral, Los pobres una interpelación a la Iglesia).
3.2 Encauzar una solidaridad efectiva Es justo reconocer la acción de tantos cristianos y cristianas que, individualmente y de manera anónima, actúan empujados por el amor al prójimo de muchas maneras y en diferentes circunstancias, prestando su ayuda material, compartiendo sus medios económicos, su tiempo disponible, sus cualidades y sus habilidades, y, sobre todo, su corazón, su atención, su bondad y su amistad con los pobres. Pero para vivir y trabajar de forma solidaria y permanente con los pobres es aconsejable participar de algún modo en organizaciones o iniciativas comunitarias, unirse a otros cristianos para acometer compromisos mayores y mejores, en cuan39
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to que son realizados comunitariamente, pues el Señor garantiza su presencia allí donde dos o más se reúnen en su nombre para cualquier asunto; ¡cuánto más cuando se reúnen para el servicio de los pobres! El Padre Arrupe recomendaba practicar “el diezmo del tiempo” en el servicio a los pobres. Ahí puede radicar un extraordinario potencial de nuestras comunidades cristianas, un potencial que ha de encauzarse y acompañarse en las diversas iniciativas de voluntariado promovidas por las comunidades. Voluntario cristiano es toda persona que, inspirándose en la fe y movida por su amor solidario a los desvalidos de la sociedad, se compromete a destinar su tiempo libre, en asociación con otras personas, a prestar un servicio gratuito en algún campo de marginación o pobreza. El voluntario no da cosas, se da a sí mismo. En su vida hay un tiempo en el que esa persona se determina a actuar solamente en favor de los demás. Es un “tiempo para los otros”, un tiempo consagrado al servicio de los débiles, un tiempo comprometido en la transformación de la sociedad, un tiempo de denuncia práctica y profética de la sociedad moderna. El voluntario escucha en su corazón la invitación de Jesús: “Gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10,8). Es un gesto que invita a una “cultura alternativa”. “El voluntario es portador de una cultura de la gratuidad y la solidaridad, en medio de nuestra sociedad competitiva, interesada y pragmática, hedonista, insolidaria e individualista. Los voluntarios sociales, por no tener otra motivación en su trabajo más que el respeto y el amor a sus semejantes, suponen un grito profético en favor de la fraternidad y la solidaridad, testificando día a día que la última palabra no debe tenerla el intercambio ni la contraprestación, sino el reconocimiento del otro y sus necesidades” (CEPS 1994 n. 85). El voluntario cristiano que actúa inspirado por la fe, acompañado por la comunidad cristiana, puede llevar a cabo ese compromiso no sólo en instituciones y asociaciones propias de la Iglesia, sino también en otras de naturaleza no eclesial. Pero, en todo caso, la decisión de comprometerse no es asumida por motivos ideológicos o intereses políticos, sino por coherencia con las exigencias de la fe. Así se va suscitando la vocación cristiana a introducir el Reino de Dios y su justicia en la sociedad actual. En el compromiso del voluntariado no basta la buena voluntad. Es necesaria una preparación adecuada y una formación permanente, este es un servicio que tienen derecho a esperar de la comunidad cristiana. Los voluntarios con su capacidad 40
3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 3. Pistas para hacer realidad en nuestras comunidades la opción por los pobres
de análisis para descubrir las situaciones de insolidaridad y de injusticia, y con su compromiso y su entusiasmo en favor de los más desvalidos, pueden ser una gran fuerza que mueva y que conmueva al resto de la comunidad cristiana.
3.3 Animar y acompañar el compromiso transformador La opción por los pobres, como ya hemos señalado, consiste en trabajar por la justicia, salir al paso de las estructuras y actitudes que generan y perpetúan la pobreza. Dar pasos encaminados a cambios estructurales para mejorar la vida de los pobres. Trabajar por una economía que dé importancia a la gente, una política de participación, una cultura de respeto a todos. Podríamos preguntarnos, qué significan unas comunidades cristianas que no cuestionan las contradicciones injustas existentes en la sociedad, sino que pasivamente las reflejan y reproducen. Deberíamos agudizar nuestra sensibilidad cristiana para descubrir en que medida, engullidos por el ambiente dominante, practicamos un ideal de vida al margen del evangelio. No podemos caer en la dinámica propia de los poderosos de esta sociedad, que nos distancia del mundo real de los pobres. Hemos de distanciarnos cada vez más de compromisos ambiguos, oportunismos o privilegios en los que perdemos libertad evangélica (Cfr. Carta pastoral Los pobres una interpelación a la Iglesia). La lucha por la justicia nos afecta a todos en cuanto comunidad eclesial y a cada uno también como cristianos, y en particular a los laicos especialmente llamados por su vocación bautismal a su compromiso en el mundo y en la sociedad, a trabajar por transformar la sociedad en la justicia, desde la profesión, la familia, la educación, la política... No existe ningún campo ni actividad alguna en la que el cristiano no pueda y deba incorporarse para luchar a favor de la justicia siempre que se trate de medios compatibles con el Evangelio: sindicatos y partidos políticos, asociaciones de vecinos, y asociaciones en pro de los derechos humanos, la paz, la ecología, etc.; y tantas y tantas formas más de colaborar con todos aquellos que luchan por un mundo mejor y una sociedad más justa y solidaria. La comunidad cristiana estimulará la presencia activa de los cristianos en la construcción de una sociedad más justa y solidaria en todos los campos de la vida social y la participación en organizaciones no gubernamentales, grupos vecinales, movimientos, asociaciones, sindicatos y partidos políticos. La comunidad cristiana con la ayuda de ciertos servicios eclesiales, movimientos apostólicos y otras institu41
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ciones y asociaciones ha de acompañar el compromiso de quienes se implican activamente en esas mediaciones para vivir sus compromisos en la vida pública. La formación y acompañamiento para la educación en la solidaridad y la promoción de la justicia es una necesidad urgente. En este campo la atención a las personas debe tener prioridad y está unida estrechamente a la maduración en la fe personal. La motivación sobrenatural del creyente tiene que asegurar la identidad propia del cristiano que se sitúa ante los pobres con la “mirada” de quien comparte el amor compasivo que Dios siente hacia ellos.
4. Al servicio de este Objetivo del PDE Concluiré ofreciendo información de algunos proyectos y servicios concretos que se promoverán especialmente este año para impulsar el desarrollo del 5º Objetivo del PDE. • Instrumento de evaluación Como hemos dicho antes, para empezar es importante analizar lo que se hace y cómo se hace en nuestras comunidades. Podemos servirnos del Instrumento de evaluación para los comunidades cristianas en Hacer efectiva la opción preferencial por los pobres y marginados como exigencia de autenticidad evangélica elaborado en el Consejo Pastoral Diocesano en 1994. • Los pobres una interpelación a la Iglesia Esta Carta pastoral conjunta de 1981, mantiene una permanente actualidad. Acompañada de unos cuestionarios para la reflexión personal y/o el diálogo en grupos puede ayudar a las comunidades cristianas en la reflexión y el compromiso. • Los pobres en la comunidad Estos materiales facilitan una síntesis o extracto de la Carta pastoral precedente, que acompañados de textos de la Escritura, otros documentos seleccionados y un cuestionario de trabajo son útiles para una reflexión personal o en grupo realizable en un tiempo breve.
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3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana 4. Al servicio de este Objetivo del PDE
• Cuadernos de Cristianisme i Justicia En relación con diversos aspectos de la opción por los pobres pueden ofrecer interés algunos cuadernos publicados por Cristianisme i Justicia, entre otros: - La casa de la luna. Vivir en la calle. Arrels Fundació. - Noticias de Dios: pequeñas historias de solidaridad. CiJ. - Escuchar lo que dicen los pobres a la Iglesia. José María Castillo. - Un orden económico justo. Javier Vitoria. - Voluntariado. Dimensiones políticas. Enrique Falcón. - Voluntarios (discípulos y ciudadanos). P. Coduras. - Pobreza y exclusión social. J. García-Nieto. • Folletos de Alboan Igualmente recomendamos los siguientes folletos editados por Alboan: - Hacia una cultura de la solidaridad. José María Mardones. - Solidaridad internacional desde los ciudadanos. Rafael Diaz Salazar. - Dimensión personal de la solidaridad. Michael Czerny. - Hacia una ética de la solidaridad. Xavier Etxebarria. • Signos comunitarios Invitaremos a las comunidades y grupos eclesiales a realizar algún signo expresivo de su compromiso comunitario con los pobres. Puede ser una oportunidad de sensibilización para la propia comunidad al mismo tiempo que respuesta a un reto o necesidad concreta ante alguna forma de pobreza. Las propias comunidades cristianas podrán seleccionar el ámbito eclesial en el que proyectar y realizar esta acción (grupo o comunidad, parroquia, colegio, unidad pastoral, arciprestazgo, zona...). • Campaña cuaresmal Se proyecta el planteamiento de una campaña cuaresmal diocesana en torno a algún aspecto transformador de la austeridad personal y comunitaria en solidaridad con los pobres.
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La opción preferencial por los pobres
• Mesa de coordinación de grupos y organizaciones En busca de un mayor conocimiento y mejor coordinación de las diversas iniciativas y proyectos de servicio a los pobres promovidos en la diócesis por las distintas comunidades y organizaciones se piensa en convocar una mesa en que todos puedan exponer y compartir sus realizaciones y necesidades. • Una lectura del Evangelio desde los pobres Existe el proyecto de ofrecer algunas páginas de los evangelios acompañadas de los subsidios correspondientes para compartir en grupo una lectura desde los pobres.
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Seguir a Jesús, optar por los pobres Jesusi jarraitu, behartsuei zerbitzatu
4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios. B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25,40)
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios
A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios. Guiones para la preparación y animación de los Encuentros. • EL BUEN SAMARITANO (Lc 10, 25-37) • ZAQUEO (Lc 19, 1-10) • EL JOVEN RICO (Mt 19, 16-22)
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Oración
Otoitza
Seguir a Jesús,
Jesusi jarraitu,
optar por los pobres
behartsuei zerbitzatu
Señor Jesús, enséñame a optar por los pobres porque optar por ellos es seguirte.
Jesus Jauna, behartsuen alde egin nahi dut Zuri hobeto jarraitzeko.
Ayúdame a vivir como tú, a acercarme a su situación, a prestar atención a sus llamadas. Quiero hacer míos sus problemas, descubrir la vida desde su mirada, trabajar por un mundo más humano. Ayúdame a reconocer a los pobres como hermanos, a compartir con ellos lo que tengo, a tenderles mis manos solidarias. Quiero acompañarles en su sufrimiento, reclamar junto a ellos la justicia. mantener viva su esperanza. Ayúdame siempre Señor a recordar que tú dijiste: “Os aseguro que lo que hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Señor Jesús, enséñame a optar por los pobres porque optar por ellos es encontrarte a Ti.
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Zure antzera bizi nahi dut, eta behartsuen ondoan egon, txiroen minak sentitzeko, baztertuen arazoak neureganatzeko, bizitza euren begiz ikusteko, mundua gizakoiagoa bihurtzeko. Lagun egidazu behartsuak senidetzat onartzen, daukadana eurokin partekatzen, nire eskuak lagunkiro eskaintzen. Nekeetan lagundu nahi diet, eurokin batera justizia eskatu, eta itxaropena bizirik iraunarazi. Jauna, gogorarazi iezadazu beti Zeuk esandakoa: “Nire seniderik txikien hauetako edozeini egin zeniotena, neuri egin zenidaten”. Jesus Jauna, behartsuen alde egin nahi dut, haiengan Zu aurkituko zaitudalako.
4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios
EL BUEN SAMARITANO (Encuentro de escucha de la Palabra de Dios)
0. Introducción. Preparación para la oración a. Acogida al grupo. Invitación. Nos preparamos para hacer oración, ya que la oración nos permite descubrir en el rostro de los pobres la presencia sufriente de Jesús. Preparamos nuestro interior para acoger la Palabra de Dios, que nos habla a través de este texto del Evangelio de Lucas, y nos invita a cambiar nuestra identidad y nuestro modo de situarnos ante el hermano. Hacemos unos momentos de silencio. b. Canto: Al reunirnos en nombre del Señor...
1. Proclamación de la Palabra. Lc 10, 25-37 1.a. Se proclama en voz alta el texto, con una lectura pausada:
“En esto se levantó un jurista y le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? El le dijo: ¿Qué está escrito en la Ley?¿Cómo es eso que recitas? El jurista contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo”. El le dijo: Bien contestado. Haz eso y tendrás vida. Pero el otro, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Jesús le contestó: “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y lo asaltaron unos bandidos, lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto. Coincidió que bajaba un sacerdote por aquel camino. Al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 49
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de viaje, llegó a donde estaba el hombre y, al verlo, sintió misericordia, se acercó a él y le vendó las heridas, echándoles aceite y vino. Luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente tomó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta”. ¿Qué te parece? ¿Cuál de estos tres se hizo prójimo del que cayó en manos de los bandidos? El letrado contestó: El que tuvo misericordia de él. Jesús le dijo: Pues anda, haz tu lo mismo”. 1.b. Respondemos con un canto: Tu Palabra me da vida, confío en Ti Señor Tu Palabra es eterna, en ella esperaré. Dichoso el que con vida intachable, camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón Tu palabra....
2. Explicación del texto Esta parábola pretende darnos una enseñanza. Quiere ayudarnos a descubrir quién es nuestro prójimo y explicarnos la manera cristiana de comportarnos con él. Para llegar a descubrir la realidad de nuestro prójimo, y ser capaces de ver en él a Jesús que sufre, es necesaria una vida de oración, una vida acostumbrada a ver la realidad con los ojos de Dios, tal como El ve a las personas, sobre todo a las más necesitadas. 2.1 Jericó.- Esta ciudad estaba situada en zona fronteriza. Esto implicaba mucho comercio entre diversos países y amplias vías de comunicación. Era una ciudad cosmopolita y secularizada. 2.2 Los bandidos.- Por aquella vía pasaban peregrinos de camino hacia Jerusalen, la ciudad santa, y numerosas caravanas comerciales. Todo esto favorecía la presencia de bandas de ladrones que asaltaban a los peregrinos y a las caravanas. El asalto que se describe en el texto es de gran dureza: “...lo asaltaron, lo desnudaron, lo molieron a palos, y se marcharon dejándolo medio muerto”.
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios
2.3 El Sacerdote.- En aquel pueblo el sacerdote no lo era por opción, sino por haber nacido en la familia de Aarón. Su función se reducía a servir en el Templo de Jerusalén 15 días al año, y asistir a las solemnes funciones del culto. Impartían bendiciones, docencia y consejo. Para todo esto se requería un elevado grado de pureza exterior. Antes de oficiar no podían haber tocado nada impuro, ni sangre, ni en contacto con enfermos ni muertos. Esto no era nada fácil. Debían lavarse continuamente y lavar todo lo que les rodeaba. El sacerdote “al ver al herido, dio un rodeo y pasó de largo”. Es decir lo vió con sus ojos, lo rodeó; es decir, lo vió totalmente, pero lo abandona y se marcha. No era mala persona, pero tenía conciencia de que si lo tocaba quedaba impuro y no podría oficiar el culto. Para él, los preceptos externos de la Ley son más importantes que la práctica del amor y de la misericordia. 2.4 El Levita.- Tampoco era por opción, sino por nacimiento. Eran ayudantes en los oficios religiosos, y, al igual que los sacerdotes, deben guardar la pureza externa. El también se da cuenta de la situación y opta por abandonarle. Podemos suponer que tanto el sacerdote como el levita eran buenas personas, pero valoraban más el cumplimiento externo de la Ley. 2.5 El Samaritano.- Era habitante de la provincia de Samaría, situada entre Galilea y Judea. Eran considerados por los judíos como gente baja y poco religiosa. Su religión era una mezcla de judaísmo y religiones orientales. Tenían contacto con culturas extrañas al judaísmo, lo que aumentaba el desprecio que los de Judea tenían hacia ellos. (Recordar a la Samaritana, tan valorada por Jesús que se sienta a conversar con ella). El también ve al hombre, pero su actitud es de misericordia. Se dice que “se le conmueven las entrañas” que en lenguaje bíblico es lo que siente una madre cuando da a luz a su hijo. En el A.Testamento también se utiliza esta expresión cuando se habla del amor de Dios ante el sufrimiento de las criaturas. No sólo siente lástima ante el dolor, sino que añade su acción a favor del hombre que sufre. No entrega al hombre cosas extraordinarias, solamente le ayuda con lo que tiene, no con lo que quisiera tener, con aceite y vino que tendría para el camino, y con su propia cabalgadura. A veces para ayudar a los necesitados nos gustaría hacerlo con cosas que no tenemos: más dinero, más tiempo, más medios... Esto paraliza nuestro camino hacia la solidaridad.
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Le ayuda con su propia persona: “se acerca a su lado”, le aplica él mismo los remedios, le sube en el caballo, lo cuida en la posada... entrega un dinero que equivale a dos días de trabajo, no le deja desprotegido, se arriesga en una deuda a su vuelta... No piensa en medios extraordinarios, ni en resolverle la vida, simplemente le da lo que tiene para aliviar su sufrimiento. En definitiva : siente misericordia ante el sufrimiento y la necesidad, le da algo de lo suyo, se da a sí mismo, para remediar su pobreza. 2.5 El hombre herido.- No se dice nada especial de él, simplemente se nos dice que era un hombre, un hombre cualquiera. Pero sí se describen con detalle las acciones de los bandidos: lo desnudaron, lo molieron a palos, le dejaron medio muerto. Todos estos detalles nos hacen recordar la pasión del propio Jesús, “He aquí el hombre”, y lo maltratan hasta dejarlo medio muerto. Este hombre, maltratado por los bandidos, representa el sufrimiento de cualquier hombre maltratado por la opresión y por la injusticia, representa a todos los pobres sufrientes al borde del camino. En el Evangelio de Lucas, se nos señalan los lugares donde nos podemos encontrar con Cristo vivo entre nosotros: sale a nuestro encuentro en la Eucaristía, como se ve en el Camino de Emaús, y en los pobres y los que sufren, como vemos en este texto. Los dos encuentros se dan en el camino, en el camino del seguimiento de Jesús. Ambos son los momentos privilegiados en los que Jesús se presenta en el camino de nuestra vida
3. Entonces ¿quién es mi prójimo? El doctor de la Ley que pregunta a Jesús quiere una respuesta clara y seguramente compleja. Quiere saber lo que tiene que hacer en cada caso, cuales son sus obligaciones, porque en la Ley todas las obligaciones estaban claramente determinadas. Prójimo significa “próximo” el que está cercano a mí, y parece que si el necesitado no está cercano no tengo obligación para con él. Esto se aplica a los samaritanos. Esto se aplica también a nuestra situación. ¿Sólo es prójimo el cercano? Los que están lejanos a mi entorno, ¿a qué me obligan? ¿Qué obligaciones tenemos con los inmigrantes? ¿Y con los pobres que no conozco? Nosotros también queremos respuestas claras y concretas. Nos preocupa saber quién es el prójimo, y qué tengo que hacer en concreto.
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios
Pero la pregunta del Doctor de la Ley, Jesús se la devuelve, y le plantea otra distinta: “¿Quién se comportó como prójimo?” El Doctor se pone a sí mismo como centro, y Jesús cambia el centro de la situación y señala al hombre herido como centro, ¿quién fue prójimo para él? La respuesta está clara: el que tuvo compasión de él. Tener compasión es ser tocado en lo más profundo, en las entrañas del ser. Es la convulsión que se produce cuando se toma conciencia de la existencia del otro y de su situación de necesidad. El reto que se nos plantea es “abrir los ojos para ver” y dejarnos invadir por la compasión. La sociedad en general hace invisibles a ciertas personas que no son interesantes, no tienen voz ni rostro, los inmigrantes que no tienen papeles no pueden ser vistos, deben pasar desapercibidos. ¿Nos atrevemos a ver a nuestros pobres y a conmovernos con su situación? Pero no basta con dejarse conmover. Eso nos llevaría sencillamente a la lástima por el otro. Pero el Samaritano da un paso más, se conmueve y llega a la acción. La compasión le lleva a una situación que no había previsto, altera sus planes y afecta a las cosas que posee. Si nos dejamos conmover no sabremos las consecuencias. Jesús no nos plantea quién es nuestro prójimo, sino quién se hace prójimo del necesitado. Y al decir “Vete y haz tu lo mismo” nos invita a construir algo que no existe, mirar hacia el futuro y cambiar nuestra sociedad. La invitación es hacer prójimos de los diferentes, de los lejanos, de los que no conozco. Del hombre herido no se dice su situación, ni su familia, ni su procedencia, ni su cultura, si era bueno o malo, solo se nos comunica que está herido, necesitado, abandonado... Es una llamada a “amar al prójimo como a mí mismo”, como a parte de mí mismo... y hacerlo es ponerme en camino de seguir a Jesús. Jesús no nos ofrece una respuesta sencilla. No nos da recetas ni leyes. Nos incita a cambiar nuestro modo de pensar y de ver la realidad, y actuar sobre ella. No nos dice “Vete y aprende lo que has oido”, ni tampoco “Explica a la gente lo que yo te he enseñado”. Jesús nos habla de acción: “Vete y haz tu lo mismo”. El evangelio no se lee sólo para conocer a Jesús, se estudia para seguir a Cristo mejor. ¿Cómo puedo hacerme prójimo? ¿Cómo puedo descubrir que Dios está allí en el hombre herido y apaleado?
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
4. Meditación personal Dejamos un tiempo de reflexión personal sobre el texto y posteriormente recitamos el Salmo 146: ¡Aleluya! Alaba alma mía al Señor Alabaré al Señor mientras viva, tocaré para mi Dios, mientras exista. Dichoso el que se apoya en el Dios de Jacob, y pone su esperanza en el Señor su Dios, que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto contiene; el Dios que mantiene por siempre su fidelidad. El hace justicia a los oprimidos, y da pan a los hambrientos. El Señor da libertad a los cautivos, el Señor abre los ojos a los ciegos, el Señor levanta a los humillados, el Señor ama a los justos. El Señor protege al emigrante, sostiene a la viuda y al huérfano, pero trastorna el camino de los malvados. ¡El Señor reina por siempre, tu Dios, Sión, por todas las edades! ¡Aleluya!
5. Pistas para la reflexión en grupo Se trata de descubrir el mensaje del texto para nuestra situación personal, comunitaria, social... Comentamos en pequeños grupos qué nos dice a cada uno. 5.1 ¿Nos comportamos a veces como el sacerdote o el levita? ¿Por qué lo hacemos? 5.2 ¿Podrías contar alguna experiencia personal en la que te hayas sentido tocado por la compasión, como el samaritano? 5.3 Aunque en teoría sabemos que todos los hombres y mujeres son nuestros prójimos, ¿de qué personas te cuesta más “hacerte prójimo”? ¿Cómo superas esa situación?
6. Puesta en común Invitamos a que alguien de cada grupo exprese lo que más les ha llamado la atención, de lo que han comentado entre todos.
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios
7. Oración personal espontánea La lectura de la Palabra y nuestra reflexión sobre ella, nos lleva a llevarla a la vida, a comprometernos con el evangelio, y a expresar nuestra actitud en forma de petición, de alabanza, de perdón, de acción de gracias. Invitamos a que todo el que quiera exprese en voz alta su oración espontánea y respondemos entre todos: Te lo pedimos Señor, Te alabamos Señor, Perdónanos Señor, Te damos gracias
8. Oración y canto de despedida Ayúdanos Señor a cambiar nuestra mirada. Ayúdanos, Señor, a descubrir la vida desde tus ojos, a verla con tu mirada. Convierte nuestro corazón al Evangelio, para que sepamos abrirnos a los otros, con la esperanza activa de tu Reino. Abre nuestros ojos, para que no nos desviemos del camino, pretendiendo encontrarte donde no estás. Descúbrenos, Señor, tu presencia viva entre los pobres. Que te reconozcamos en el desnudo, en el preso, en el emigrante y en el enfermo, y en tantos otros en quienes nos sales al encuentro. Despierta nuestra mirada, como la del “buen samaritano”, para ver al otro y acercarnos, para compartir lo que somos y tenemos, para dar todo por el hermano. CANTO Te damos gracias Señor, de todo corazón Te damos gracias Señor, cantamos para Ti.
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios
ZAQUEO (Encuentro de escucha de la Palabra de Dios)
0. Introducción. Preparación para la oración y escucha de la Palabra. a. Acogida del grupo. Invitación. Nos preparamos para orar poniéndonos a la escucha de la Palabra de Dios. Hacemos silencio en nuestro interior, nos despojamos de los ruidos y preocupaciones que nos inquietan. Abrimos nuestro espíritu para acoger la Palabra de Dios que nos habla, a través del Evangelio según San Lucas, y nos llama a situarnos de un modo nuevo ante los pobres. Interiorizar en nosotros la experiencia de Zaqueo puede ayudarnos a encontrar junto a Jesús los caminos de justicia y solidaridad con los pobres que traen “la salvación a esta casa”. Hacemos un momento de silencio. b. Cantamos juntos el versículo del Salmo Salmo 18 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. • La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante • Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.
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La opción preferencial por los pobres
• La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. • Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón. Señor, roca mía, redentor mío.
1. Proclamación de la Palabra. Lc 19, 1-10 1. a.- Uno de los asistentes proclama pausadamente y en voz alta la lectura del texto:
“Entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Y había allí un hombre, llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y muy rico, el cual trataba de ver quién era Jesús, pero no podía por causa de la multitud, ya que él era pequeño de estatura. Y echó a correr hacia delante y se subió a un sicómoro para ver a Jesús, pues tenía que pasar por allí. Cuando llegó Jesús a aquel sitio, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja deprisa; porque conviene que hoy me quede en tu casa. Bajó deprisa, y lo recibió en su casa muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, comentando que había ido a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo se levantó y dijo al Señor: Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces más. Entonces le dijo Jesús: Hoy ha llegado la salvación a esta casa; pues también éste es hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. 1.b.- CANTO Al escuchar la Palabra de Dios preparamos el camino para que Él venga a nuestra vida. Vamos a expresarlo cantando. Aunque solemos entonar este canto especialmente en tiempo de Adviento, su contenido se refiere a toda la vida cristiana como preparación de la presencia del Señor entre nosotros. La letra de las estrofas expresa hoy para nosotros la actualización de la experiencia vivida por Zaqueo en su encuentro con Jesús.
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Vamos a preparar el camino del Señor. Vamos a construir la ciudad de nuestro Dios. Vendrá el Señor con la aurora, Él brillará en la mañana, pregonará la verdad. Vendrá el Señor con su fuerza, Él romperá las cadenas, Él nos dará la libertad.
Él estará a nuestro lado, Él guiará nuestros pasos, Él nos dará la salvación. Nos limpiará del pecado, ya no seremos esclavos, Él nos dará la libertad. Visitará nuestras casas, nos llenará de esperanza, Él nos dará la salvación. Compartirá nuestros cantos, todos seremos hermanos, Él nos dará la libertad.
2. Explicación del texto Lucas, al igual que Mateo y Marcos, recoge en su evangelio lo “difícil que es a un rico entrar en el Reino de los Cielos”. Además, junto a las Bienaventuranzas: “Bienaventurados los pobres… bienaventurados los que tienen hambre…” recoge unas advertencias tajantes: “¡ay de vosotros los ricos!… ¡ay de vosotros los que estáis hartos!”. El evangelio de Lucas presenta la situación del hombre rico apegado a unos bienes que la muerte cercana le hará perder inútilmente (Lc 12, 16-21); proclama la necesidad de renunciar a todo lo que se posee para adquirir un tesoro inagotable en el cielo (Lc 12, 33-34); relata la condena del rico que menospreció a Lázaro (Lc 16, 1931);…Y este mismo evangelio también nos presenta la aventura espiritual de aquel hombre de quien todo hacía presagiar que estaba bajo las condenas pronunciadas, pero es, sin embargo, objeto de la misericordia y de la salvación de Jesús. El tercer evangelio, reconocido como el de la misericordia, es el manifiesto de la gracia otorgada a todos los que están desprovistos de ella: pobres, ciegos, oprimidos… Pero también los ricos, los que han hecho su fortuna con el dinero injusto, responsables de la desgracia de los miserables tienen necesidad de la misericordia; son los que más la necesitan para encontrar el camino de la salvación: “lo que es imposible a los hombres es posible para Dios”. Así se nos ofrece la sorprendente historia de Zaqueo, quien parece el más alejado de la salvación se convierte por su misma situación en objeto de la cercanía de Jesús que ha venido a “buscar y salvar lo que estaba perdido”. 59
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Jesús entra en Jericó. De nuevo vemos a Jesús caminando, el pueblo le rodea, al parecer camina en una caravana de peregrinos que se dirigen a Jerusalén. Antes de entrar en la ciudad el ruido de los caminantes atrae el interés de un ciego que pide limosna junto al camino, a gritos llama la atención de Jesús y es conducido hasta él, obtiene la curación de su ceguera y se une con alegría a los que siguen a Jesús. Jericó es donde Jesús emprende la última etapa de su subida a Jerusalén, es como la puerta de la ciudad en la que le aguarda la consumación de una vida de la que proviene la salvación. Jericó era una ciudad aduanera, exportadora de bálsamo, lindante con la provincia de Arabia. Allí en Jericó, ciudad sobre la que pesaba una antigua maldición (Jos 6,26), en casa del Jefe de los publicanos, que es rico, se manifiesta el encuentro entre la gracia salvadora de Dios y la buena voluntad acogedora de un hombre: Zaqueo. Zaqueo. En Jericó hay una gran aglomeración. Un hombre de estatura pequeña, al que nadie hace sitio, se abre paso entre la multitud. Echa a correr delante de la gente. Trepa a un sicomoro que se halla junto al camino. Se llama Zaqueo (“Dios se ha acordado” = Zacarías). El Hombre era jefe de publicanos. Tiene arrendados los impuestos de la aduana y del mercado y los recauda por medio de ayudantes. En su calidad de publicano, Zaqueo era, para los judios, pecador; como rico que era, presentaba también un “caso difícil” para entrar en el Reino. En este hombre, que aparentemente sólo vive para las riquezas, arde el deseo de ver a Jesús. Como el ciego en las afueras de la ciudad, tiene que superar el obstáculo de la multitud que acompaña a Jesús. El ciego grita, el publicano trepa a un árbol. Zaqueo no se cuida de su aparente dignidad, subido al árbol no teme el ridículo ni las miradas burlonas y hostíles de los que le conocen. Entrar en contacto con Jesús es lo que más le importa. Hoy se encuentra con Jesús, que promete la buena nueva a los pobres y a los indigentes, y que obtiene resultados allí donde humanamente no se esperaba (5,26). Jesús. Jesús conoce los corazones, conoce también el deseo de Zaqueo. Mientras Jesús le mira hacia arriba, el publicano es llamado por su nombre. Ahora se cumple en él lo que este nombre significa: Dios se acuerda de él y se compadece. Jesús realiza la acción de Dios anunciada por el profeta: “Yo mismo, en persona, iré a buscar a mis ovejas y la reuniré” (Ez 34,11). Todo acontece con rapidez -deprisa como se repite por dos veces en la lectura-: el encuentro, la autoinvitación de Jesús en su casa, la sorpresa, la hospitalidad en torno a la mesa, las murmuraciones y comentarios de los demás...
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Los judíos piadosos no se sientan a la mesa con publicanos y pecadores (Lc 15,2). Todos se escandalizan y murmuran. Jesús pasa por encima de incomprensiones y murmuraciones para cumplir el plan de Dios ya lo advirtió: “Bienaventurado aquel que no se escandaliza de mí”(Lc 7,23). No es la primera ocasión en que comentan escandalizados la actitud de Jesús, ya lo habían hecho antes en casa de Leví, cuando Jesús responde a sus críticas con fina ironía: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan” (Lc 5,31-32). La conversión de Zaqueo. Es sorprendente. No conocemos como se desarrolla la conversación durante la comida. No sabemos lo que Jesús le dice; tal vez lo mismo que a aquel joven rico: “vende lo que tienes, repártelo entre los pobres y tendrás un tesoro en el cielo” (Lc 18,22), o aquella invitación: “Buscad el Reino de Dios y su justicia, y se os dará todo lo demás” (Lc 12,31). Zaqueo se pone en pie, para resaltar más la importancia de lo que va a decir, y expresa públicamente su compromiso de justicia y de caridad. Entregará la mitad de sus bienes a los pobres. Además, aunque no consta si ha perjudicado a alguien con extorsión que era el pecado de los publicanos, expresa su voluntad de cumplir radicalmente las prescripciones de la ley. Devolverá el cuádruplo de lo adquirido injustamente, cosa que la ley establece para un solo caso (Ex 21,37), en vez de restituir un 20% más del valor que se ha apropiado como es la norma general de la ley de Israel (Lev 5,20-26). Hoy ha llegado la salvación a la casa de Zaqueo. Al publicano no se le reconocía ya que era hijo de Abraham, pero su fe y su acogida de Jesús los acreditan como tal. Él ha escuchado la llamada a la salvación en su encuentro con Jesús y pone en práctica lo que exige la ley e incluso más. Lo que se ha expresado en las parábolas relativas al amor a los pecadores, se efectúa realmente en la vida de Jesús, el salvador de los que estaban perdidos. En este relato de la conversión de Zaqueo están reunidas todas las palabras y conceptos preferidos del Evangelio de los pobres: hoy, salvación, perdido, pequeño, pecador, acogida, prisa, alegría…
3. La conversión: encontrarse con Jesús cambia la vida. La experiencia de Zaqueo se repite, a su manera, en cada cristiano: el encuentro con Jesús cambia radicalmente nuestra vida en un deseo de conversión. La conversión tiene dos dimensiones fundamentales: la búsqueda y la confianza. 61
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“El que busca encuentra” Es preciso buscar, desear el encuentro -como el ciego de Jericó o como Zaqueopara acabar siendo encontrados por Jesús. Los motivos que impulsan la busca pueden ser diversos: la necesidad; la insatisfacción; el deseo de cambio; la búsqueda de sentido, de plenitud, de felicidad… Para vivir un auténtico encuentro con Jesús es preciso abrirle espacio en nuestra vida: estar dispuesto a acogerle, a dejarse guiar por él y renovarse profundamente. Es necesario confrontar con humildad la propia vida con la de Jesús, dejarse iluminar por ella, entrar en su perspectiva, verse desde su mirada penetrante y amorosa. Zaqueo quería ver a Jesús y Jesús quería entrar en casa de Zaqueo. Y Zaqueo abrió a Jesús las puertas de su casa. Recibir a alguien en nuestra propia casa no es algo superficial ya que supone mostrar y compartir buena parte de lo que somos, nuestra manera de vivir. Es un signo de amistad y de reconocimiento, de aprecio y de confianza a quien recibimos. La confianza es necesaria pues, al abrir nuestra casa a otros, exponemos una parte fundamental de nuestra manera de ser y de vivir, lo que sin duda entraña arriesgarse o descubrirse ante ellos.
Confiar y arriesgar Cambiar radicalmente de estilo de vida es una apuesta arriesgada, difícil de asumir en un compromiso público. Zaqueo se atrevió a confiar en Jesús y para él llega la salvación, la conversión a un estilo de vida nuevo por la justicia y la solidaridad. La conversión es una opción radical de vivir en presencia de Dios, vueltos hacia él, dejándonos conducir por su Espíritu, como el mismo Jesús. Esto es “dejar a Dios ser Dios”, no limitar ni acotar su espacio de influencia en nuestra vida. El Evangelio de Jesús no es como un remiendo en un manto viejo, es vino nuevo para odres nuevos. Para abrirse a él, en sincera conversión, no bastan pequeños retoques o simples adaptaciones en nuestra vida. No se trata de acomodar la llamada de Dios a nuestros planes o proyectos sino de dejarnos transformar o renovar a fondo por ella. El rico de Jericó descubre en Jesús ese Reino en el que los últimos son los primeros. Zaqueo encuentra que seguir a Jesús es optar por los pobres. Jesús nos recuerda que no tenemos derecho a guardar nuestros bienes para nosotros mientras haya pobres, porque todo es don de Dios y el Padre nos llama a compartirlo de modo que todos tengamos un sitio digno en la mesa común de la creación. 62
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4. Meditación personal Dejamos un tiempo para la reflexión personal sobre el texto y posteriormente rezamos juntos el Salmo 30 Mi boca contará tu salvación, Señor • Que bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles, y concedes a los que a ti se acogen a la vista de todos. • En tu presencia los escondes de las conjuras humanas los acoges en tu casa frente a las lenguas que murmuran. • Yo decía en mi ansiedad: “Me has arrojado de tu vista”; pero tú escuchaste mi voz suplicante cuando yo te gritaba. • Bendito el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia. Amad al Señor, fieles suyos, el Señor guarda a sus leales.
5. Pistas para la reflexión personal y en grupo - Necesitamos transformar desde dentro nuestros valores y nuestros criterios de convivencia social. Hemos de tratar, como Jesús, de superar los prejuicios, acercarnos a todos rompiendo barreras, eliminar exclusiones, marginaciones y condenas. Debemos aprender a poner a los últimos los primeros, al estilo de Jesús, a hacernos pequeños, a no ser servidos sino servir… e identificar en los pobres la presencia sacramental de Jesús en medio de nosotros. - Hemos de revisar los indicadores o pruebas de nuestra preocupación por la justicia y los pobres. 63
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Debemos revisar lo que tenemos, lo que necesitamos, lo que usamos, lo que gastamos... (¿Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir? ¿Nos creamos necesidades innecesarias o somos austeros?) Teniendo presentes las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hech 20,35), hemos de preguntarnos ¿qué parte de nuestros bienes estamos dispuesto a dar a los pobres? ¿qué nos pasaría si lo hiciésemos? ¿en qué cambiaría nuestra vida? Podemos examinar cómo trabajamos por una sociedad más justa. ¿Tratamos de eludir impuestos y obligaciones sociales? ¿Apostamos en nuestras opciones políticas por proyectos sociales justos y en beneficio de los pobres? ¿Qué aportamos concretamente en nuestras relaciones laborales, en nuestros compromisos familiares, profesionales y cívicos, para la transformación de la sociedad? - Tratamos, ahora, de descubrir el mensaje del texto evangélico para nosotros, teniendo presente nuestra situación personal, comunitaria y social. Podemos preguntarnos, para poner después en común algo de nuestra reflexión: 5.1 ¿Tenemos realmente deseos de ver a Jesús, como Zaqueo? ¿Por qué sentimos necesidad de encontrarnos con Él? 5.2 ¿Estamos dispuestos a abrir nuestra casa para que Jesús entre en ella? Nuestra economía y bienestar ¿son espacios abiertos al evangelio o reservados sólo para nosotros? 5.3 ¿Cómo sientes la llamada del evangelio de Jesús en relación con los bienes que posees y disfrutas? 5.4 En relación con los pobres ¿a qué compromisos te sientes llamado hoy por Jesús? ¿cómo puedes ponerlos en práctica?
6. Puesta en común Tras un momento de reflexión, se proclama de nuevo en voz alta la lectura del pasaje evangélico, y después invitamos a los miembros del grupo a poner en común con libertad lo que han encontrado en la escucha de la Palabra de Dios.
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7. Oración personal espontánea La escucha de la Palabra nos mueve a dar una respuesta, a entrar en diálogo con Dios que nos ha hablado en ella. Por eso, en forma de oración espontánea, cada uno puede expresar su respuesta: en forma de súplica o de alabanza, de petición de perdón o de acción de gracias, de compromiso,… Y todo el grupo se une respondiendo: Te alabamos, Señor, y te damos gracias.
8. Oración y canto de despedida Todos juntos rezamos la oración Seguir a Jesús, optar por los pobres CANTO: Te damos gracias Señor, de todo corazón. Te damos gracias Señor, cantamos para Ti.
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EL JOVEN RICO (Encuentro de escucha de la Palabra de Dios)
1 - Introducción – Preparación para la oración Saludo Ambientación La lectura orante de la Palabra de Dios, especialmente del Evangelio, debe comenzarse avivando nuestra fe en la Palabra. Por ejemplo, leyendo de la carta a los Hebreos: La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta la división entre alma y espíritu, articulaciones y médulas, y discierne sentimientos y pensamientos del corazón. (Hebreos 4, 12-13) O recalcando lo que creen los Padres de la Iglesia: que comulgamos cuando le recibimos a través de la boca en la eucaristía, y también cuando le recibimos a través de los ojos u oídos en la Escritura.
Canto: Tuve hambre Tú me dijiste Señor que en mi camino iré encontrando hambrientos de mi pan que habrá sedientos que vengan a mi fuente enfermos tristes de frío y soledad. Tú me dijiste que sufres en el pobre, que estás desnudo, no tienes libertad que en el anciano que espera tú me esperas y en ese niño de hambre morirás. 67
Aquí me tienes Señor yo quiero amarte amando al pobre y a aquel que sufre más tuyo es mi pan y el agua de mi fuente ven a mi casa y amor encontrarás. En el camino hay siempre un hombre herido que necesita mi ayuda y amistad. no mil discursos que hablen de justicia no mil palabras que el viento llevará. En el camino Jesús me está mirando y en tu mirada hay pena y soledad quiero entregarte mi alma y mi alegría toda mi vida en ofrenda de hermandad.
2 – Lectura del texto: Mt 19, 16-22 (Lectura en voz alta; muy pausada. Quizá puede ser leída por tres personas)
“En esto se le acercó uno y le dijo: Maestro, ¿Qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. ¿Cuáles?, le dice él. Y Jesús dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Dícele el joven: Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego, sígueme. Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes”.
3 – Comentario que apoye la meditación personal El relato del joven rico clarifica en qué consiste el ser rico y el ser pobre; la mentalidad del rico y la mentalidad del pobre.
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a – Fijamos la atención en el joven (mentalidad del rico) En un primer momento, y durante el silencio, contemplamos al joven cuando emprende el camino desde su casa hasta Jesús. Tratamos de entrar en su estado de ánimo. Es un hombre, humanamente hablando, modélico. Según la ley, y según lo que dice San Pablo de sí mismo antes de su conversión, irreprochable. Además, el joven siente ciertas inquietudes sanas. Es bueno, pero no está satisfecho con su vida. Pero… es rico. Tiene muchas cosas que le atan; le impiden volar. Las palabras del joven revelan la manera típica de pensar del rico. ¿Qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna? El joven, el rico, está convencido de que todo tiene un precio; que todo se puede comprar. Sea con dinero, o con esfuerzos, o con méritos adquiridos. Todo se cuantifica y se cosifica y se despersonaliza. Para el joven, para el de mentalidad rica, la vida eterna es algo que se parece bastante a la billetera que se lleva en el bolsillo. Es algo que una vez poseído, es mío por derecho propio; y definitivamente mío. También lo bueno se convierte en algo. Sin personalidad. Es curioso cuánto nos hemos empeñado los hombres a lo largo de la historia, y hasta hoy mismo, en despersonalizar lo bueno y en personalizar lo malo. Lo religioso se ha convertido en una relación fría con unas cuantas cosas, como ritos, o mandamientos. La buena religiosidad consistiría en una observancia y cumplimiento de esas cosas. Sin embargo, al hablar del mal, multiplicamos los nombres propios: Demonio, Diablo, Satanás… Al final, el joven rico se va entristecido, porque tenía muchos bienes. Es de pena. Contemplemos al joven, también en silencio, regresando a su casa. Probablemente ni cena ni duerme. ¿No se le ocurrirá volver a Jesús al día siguiente para pedirle el milagro de ser liberado de las ataduras de sus riquezas ya que él se ve incapaz de ello? (Unos momentos de silencio y compartir lo que nos sugiere la Palabra)
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b – Fijamos la atención en Jesús (mentalidad del pobre) Con tanta delicadeza como firmeza trata de corregir los modos de hablar y de pensar del joven rico: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. O sea, la palabra bueno del joven se escribe con minúscula; la palabra Bueno de Jesús se escribe con mayúscula. El Bueno no es algo; es Alguien. Con mayúscula también. También intenta Jesús corregir la idea que el joven tiene de eso que llama vida eterna: Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. El joven piensa que él puede poseer la vida a base de méritos. Él se siente más grande que la vida. Jesús le dice que no; que la cosa funciona al revés. Que es la Vida, también con mayúscula, la que le ha de poseer a él: Si quieres entrar en la Vida. La Vida es mucho más grande que él. Si quieres ser perfecto, le dice Jesús al joven. O sea, si quieres conseguir tu plenitud; si quieres liberarte de todo lo que ata y esclaviza tu vida; si quieres volar como pájaro libre de su jaula; si quieres conocer eso que llama san Pablo, la gloriosa libertad de los hijos de Dios (Rm 8, 21). Y cuando el joven se aleja, triste, Jesús le sigue mirando, triste también. Y exclamará ante sus discípulos: es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos. (Silencio mientras meditamos y compartimos)
4 – Oración personal espontánea (en forma de alabanza o súplica o intercesión o canto)
5 – Conclusión Padre Nuestro (de pie y manos unidas)
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios
Canto de despedida: Maestro, te seguiré Maestro, te seguiré, A donde quiera que vayas (bis) Te seguiré. 1 - Sígueme amigo, anda y vende lo que tienes Y lo das al que es mendigo Tú tendrás un tesoro en el cielo, ¡Ven y sígueme! 2 - Sígueme amigo, que la mies es abundante Y pocos los decididos, Mi salario será Vida Eterna, ¡Ven y sígueme!
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40)
B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40)
PRESENTACIÓN Dentro de las diferentes propuestas de profundización en el tema ofrecemos estos “Materiales para la reflexión y el compromiso”. Se trata de tres guiones: 1. “La pobreza, una realidad con muchas caras” (VER) 2. “Pobres, los preferidos de Dios” (JUZGAR) 3. “Los pobres, una opción para vivir nuestra fe en plenitud” (ACTUAR) Estos guiones pueden servir: • para grupos que deseen realizar un trabajo personal previo - de lectura, profundización... - para compartirlo después en tres reuniones. • para tres convocatorias abiertas - parroquiales, comunitarias - donde un animador puede valerse de estos materiales para presentar el tema y moderar un diálogo posterior. Proponemos iniciar cada sesión con el texto de la Oración: “Seguir a Jesús, optar por los pobres”.
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40)
“Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40) 1ª SESIÓN LA POBREZA, UNA REALIDAD CON MUCHAS CARAS Existen hoy día una serie de prejuicios conceptuales que impiden llegar a un consenso global sobre lo que quiere decir pobreza: 1. Pobreza es la carencia de bienes materiales para el desarrollo de la vida humana. Es la interpretación más materialista, una visión economicista sobre la pobreza: “pobre es quien no tiene dinero”. 2. Pobreza es la falta de opciones o ausencia de abanico de posibilidades entre las que elegir: v. gr. no poder determinar si queremos emigrar o no, o sembrar un tipo de semilla u otro... 3. Pobreza es la privación de dignidad del ser humano. Aquello que le hace esclavo, coarta su libertad y le impide un desarrollo coherente. 4. Pobreza es un proceso de exclusión. Margina sistemáticamente. Incorpora la vulnerabilidad: cuanto más pobre, más vulnerable y por tanto, más capacidad de ser pobre. 5. El consenso más generalizado está en la siguiente definición: “Pobreza es la falta de elementos básicos para la vida íntegra del ser humano, como son salud, recursos, educación, cultura, desarrollo del ocio, vida social...” La pobreza no es “tener poco”. La pobreza es el conjunto de barreras que hacen indigna la vida humana y en esencia es consecuencia de las relaciones injustas entre grupos humanos. Hace unos años, la pobreza era considerada como resultado de la escasez. La sociedad estaba poco desarrollada, se carecía de servicios, infraestructuras, medios de producción. Se tenía la idea de que había pobres porque no había bienes suficientes para todos. Se pensaba que el desarrollo de la sociedad iría eliminando poco a poco la pobreza. 75
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La opción preferencial por los pobres
Sin embargo, no ha sido así. El proceso que se ha promovido no ha estado orientado a resolver los problemas de todos. Al contrario, el desarrollo actual va logrando un nivel de vida cada vez mejor para unos sectores, pero a costa de excluir y marginar a otra parte de la población. En este contexto, la pobreza no es fruto de la escasez. En la sociedad moderna hay medios sobrados para satisfacer las necesidades de todos. Si se comparte, hay para todos. La pobreza actual es el resultado de un determinado tipo de desarrollo. Se acepta como algo normal e inevitable que el desarrollo y el bienestar de un sector de la población traiga consigo la exclusión de otro sector.
1. POBREZA EN EL MUNDO El 80% de las personas del planeta viven en Países en Vías de Desarrollo. En estos países, la pobreza es de proporciones nacionales. La mayoría de sus pobladores son pobres, sobre todo aquellos que pertenecen a grupos más vulnerables – minorías étnicas, mujeres etc...- La pobreza más apremiante en estos casos es la material. Los países del Sur transfieren más fondos a los del Norte de los que reciben, tanto a nivel de capitales financieros como a nivel de recursos humanos cualificados (fuga de cerebros). Las relaciones comerciales que se establecen entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo son desiguales. Los países en vías de desarrollo han de afrontar el pago de una deuda externa inmoral. En el interior estos países existe una injusta distribución de la riqueza. Su situación se ve agravada por problemas medioambientales y por la sobrepoblación. La pobreza no solo afecta a quienes viven en ella. Toda la sociedad queda afectada porque la comunidad se ve privada de las energías creativas y las potenciales de las personas empobrecidas La resolución de la pobreza a escala mundial exige, entre otras cosas: • Un nuevo orden mundial, con un sistema de gobierno internacional que garantice la seguridad mundial; que establezca unas nuevas reglas de juego entre los países del Norte y del Sur; que genere políticas de ayuda al desarrollo eficientes. • La democratización de los recursos de los países (redistribución de riquezas) • Profundos cambios personales...
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2. POBREZA EN LAS SOCIEDADES “DESARROLLADAS” La expresión ‘pobre’ se refiere a aquellas personas, familias y grupos cuyos recursos materiales, culturales y sociales son tan limitados que les excluyen del mínimo nivel de vida aceptable en los estados miembros en los que viven. Según criterio establecido en la Unión Europea, más economicista, se dice que una persona es pobre cuando no supera la mitad de la renta familiar neta media de cada país. a) Pobreza de mantenimiento incluye las dificultades para cubrir - con los ingresos disponibles - los gastos necesarios para hacer frente a las necesidades de los hogares. Las problemáticas de mantenimiento hacen referencia, más que a situaciones reales, a situaciones de riesgo. Se diferencian 2 tipos de situaciones: 1) las de riesgo de pobreza grave, caracterizada por una disponibilidad de ingresos económicos insuficientes para hacer frente a las necesidades básicas, particularmente las relacionadas con los gastos de alimentación, vivienda, vestido y calzado y 2) las situaciones de riesgo de ausencia de bienestar, que se relaciona con la insuficiencia de ingresos para mantener los niveles mínimos de bienestar y comodidad, más allá de la mera cobertura de las necesidades básicas. El indicador de riesgo de pobreza de mantenimiento en la Comunidad Autónoma de Euskadi (CAE) se sitúa en el año 2005 en un 3,5%, afectando a más de 73.000 personas. b) Pobreza de acumulación. Implica una vivencia directa de la pobreza. Refleja unas condiciones de vida situadas claramente por debajo de los mínimos aceptables en nuestra sociedad. Se relaciona en lo fundamental con la incapacidad de un hogar para conseguir acceder a los bienes de consumo duraderos necesarios para mantener un nivel de vida mínimamente adecuado. Se asocia en lo fundamental a unas condiciones precarias en el acceso a una vivienda de suficiente calidad y en carencias generalizadas en términos de instalaciones y equipamiento de viviendas. El indicador de riesgo de pobreza de acumulación se sitúa en el año 2005 en Euskadi en un 2,2%. Considerando conjuntamente las distintas carencias objeto de análisis, comprobamos (Datos del II Plan Vasco de Inserción 2007-2009 - Gobierno Vasco) que son 45.000 los hogares vascos que se ven afectados por alguna de las situaciones de riesgo consideradas. Esto supone un impacto de las problemáticas de pobreza, en 77
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cualquiera de sus formas y dimensiones, en un 6,2% de los hogares de nuestra Comunidad Autónoma. Los individuos afectados, un total de 110.000 personas, representan un 5,2% de la población total. • La pobreza afecta a las personas que viven en hogares monoparentales o unipersonales en mayor medida que a las personas que viven en hogares biparentales. • A los hogares encabezados por una mujer. • A aquellos encabezados por menores de 35 años. • A menor nivel de estudios de la persona principal mayor riesgo de pobreza. • La pobreza se asocia, también con claridad, al desempleo. • También afecta en mayor medida a los hogares encabezados por inmigrantes procedentes de países no pertenecientes a la UE. • La presencia de menores en el hogar se asocia también con una mayor tasa de pobreza. Según la encuesta de Pobreza de 2004 en la comarca de Gasteiz que incluye: Llanada alavesa, Montaña Alavesa, Valles Alaveses y Rioja Alavesa (unos 259.000 habitantes), la pobreza es inferior al conjunto de la CAE y afectaría a unas 10.000 personas (la mayoría residentes en el municipio de Vitoria-Gasteiz).
3. EN NUESTRO ENTORNO MÁS CERCANO, “UN CORAZÓN QUE VE”. Es importante conocer mejor el mundo de los pobres, y las condiciones de necesidad y marginación en las que viven. Sólo así podemos tomar conciencia clara de quienes son, y descubrir el rostro sufrido de estos hombres y mujeres que, con frecuencia, caminan por las calles junto a nosotros, pero de los que vivimos tan alejados. • En torno al paro El paro pone en marcha un proceso de degradación y empobrecimiento progresivo. Los primeros en notarse son los efectos económicos: renuncia al nivel de vida anterior, falta de medios para los gastos familiares ordinarios (vestido, alimentos, vivienda...), dependencia del subsidio de paro, de la ayuda de las instituciones, de los familiares... Al mismo tiempo, se comienzan a advertir otras consecuencias: deterioro de las relaciones entre los esposos, conflictos entre padres e hijos, tentación del alcohol, evasión en el juego, depresiones, frustración, falta de autoestima y de estímulo para vivir. 78
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• En torno a la familia Con frecuencia, la familia actual, en lugar de ser un hogar acogedor, se convierte en factor negativo y desintegrador. La crisis familiar se concreta en abandono de la pareja, malos tratos a la mujer o a los hijos, falta de organización familiar, despreocupación por los hijos. Se trata de una pobreza creciente: mujeres abandonadas sin medios para subsistir con sus hijos; niños sin hogar acogedor y sin experiencia de amor paternal; adolescentes hundidos en el fracaso escolar; jóvenes inadaptados, de familias conflictivas e inestables, con riesgo de caer en la delincuencia, droga, alcohol. • En torno a las dependencias Las diferentes dependencias van creando otro sector creciente de pobres: alcohólicos, drogadictos, adictos al juego. Se trata de un tipo de marginado abocado casi siempre a una degradación progresiva: enfermedad, SIDA, deterioro psíquico, soledad, prostitución, incomunicación, autodestrucción. • En torno a la vejez La vejez es, con frecuencia, otro factor de marginación y sufrimiento. Junto al deterioro físico y psíquico propio de la edad, se produce muchas veces aislamiento, falta de afecto de los seres queridos, incapacidad para defender sus derechos. Son muchas las personas mayores recluidas en su propio hogar o en residencias, que van viviendo los últimos años de su vida hundidas en la depresión, la soledad o la desesperanza. • Los pobres de “rostro indefinido” Junto a “los pobres de siempre”, vagabundos, sin techo, desarraigados, sin vinculación familiar, con graves deterioros psíquicos, camino de una progresiva autodestrucción, la sociedad moderna genera otro tipo de pobres con rostro indefinido. Personas solas, no queridas por nadie; gentes depresivas a las que todo el mundo rehuye; esposos y esposas traicionados o abandonados por el cónyuge; personas mentalmente débiles; pobres vergonzantes; gentes solitarias sin entorno familiar. • En torno a la inmigración La inmigración suele ser un foco importante de riesgo de exclusión social. La situación jurídica irregular en muchos casos, junto con los escasos recursos económicos o los problemas de acceso a la vivienda y de integración social, convierte a esta población en objeto de atención en el análisis de la pobreza. Las mujeres proceden principalmente de América y una importante proporción se dedica al trabajo en economías sumergidas como el trabajo doméstico y cuidado de ancianos.
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• La feminización de la pobreza Se entiende como la creciente presencia de las mujeres entre las personas pobres. Son ellas las que sufren mayor tasa de paro, mayor nivel de inestabilidad laboral, menores sueldos y mayor presencia en el empleo sumergido. Todo ello puede situarlas en situaciones de riesgo de exclusión: sin ingresos mínimos y sin estabilidad ni derechos laborales para el futuro. La educación en general y el analfabetismo en particular, adquiere extrema importancia para el análisis de la pobreza, y lo cierto es que son las mujeres las que tienen mayor tasa y representan casi el 72% entre las personas analfabetas de nuestra ciudad en el 2001.
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CUESTIONARIO 1. ¿A cuantas personas de este colectivo, y que atraviesen estas situaciones conoces? • MUJERES: Sin trabajo o en economía sumergida; con sueldos bajos; separada y con hijos a su cargo; “atada” a casa y las labores del hogar; sin cultura ni posibilidades de promoción; maltratada física o psicológicamente... • ANCIANOS: en situación de soledad, o con deterioros físicos, o con pensiones bajas o con sentido de inutilidad... • INMIGRANTES: en situación ilegal, con dificultades derivadas del desconocimiento del idioma, problemas de alojamiento, desempleados o explotados laboralmente... • NIÑOS: Con fracaso escolar, o maltratados por los padres, o con familias desestructuradas, o que sufren acoso escolar físico o psicológico... • JÓVENES: Inadaptados, con dificultad para acceder a una vivienda, o en situaciones de soledad, o con dificultades de acceso a un trabajo, o adictos a la tecnología, al juego... • PERSONAS CON DISCAPACIDAD: Conoces personas con alguna discapacidad física, enfermedad crónica, enfermos psíquicos...; personas con obstáculos para acceder a la educación y la formación profesional; personas que encuentran obstáculos para acceder al trabajo, o al ocio... • DESARRAIGADOS: TRANSEÚNTES, MENDIGOS, INADAPATADOS, ALCOHÓLICOS: ¿conoces en tu barrio personas que viven en esta situación? • PARADOS: Dependientes de ayudas sociales, obligados a un nivel de vida por debajo de lo necesario para una vida digna 2. ¿Qué relación has tenido con estas personas? ¿te ha afectado su situación a ti, a tu familia o a tu comunidad? ¿De qué forma? 3. ¿Cuáles son las posibles causas de las situaciones que conoces? 4. ¿Qué consecuencias tiene para quienes las viven?
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“Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40) 2ª SESIÓN LOS POBRES, LOS PREFERIDOS DE DIOS Si, como hemos dicho en la sesión anterior, vemos la pobreza con el corazón y miramos desde la fe en Jesucristo, entonces nos acercamos a la pobreza de una forma determinada: sin excusas, comprometida, sensibilizada... Vamos a recordar tres elementos básicos en la fe cristiana a través de la Buena Noticia que Jesús nos dejó en el evangelio y, desde su lectura y reflexión, sacaremos nuestras propias interpelaciones.
1. CREER EN DIOS SIGNIFICA TRABAJAR CON EL POBRE A lo largo de toda la historia bíblica, Dios se va revelando como Alguien que está siempre a favor de los que sufren, los maltratados, los pobres. El libro de Judit, lo resume bien: “Tú eres el Dios de los humildes, el defensor de los pequeños, apoyo de los débiles, refugio de los desvalidos, salvador de los desesperados” (Jdt 9, 12). Por eso, cuando Jesús anuncia la llegada de un Dios que quiere reinar entre los hombres, se dirige a los pobres como los primeros que han de escuchar este anuncio como buena noticia: “El Espíritu del Señor está sobre mí y me ha ungido para que dé una Buena Noticia a los pobres” (Lc 4, 18). Según Jesús, el Reino de Dios es bueno para los pobres, para hombres y mujeres que viven en necesidad. Se trata, según la tradición bíblica, de los indigentes, los indefensos, las víctimas de los poderosos, personas incapaces de defender sus derechos frente a los abusos de los fuertes, gentes a las que nadie hace justicia, para las que no hay sitio en la sociedad ni en el corazón de las personas. Pero, ¿por qué el Reino es Buena Noticia para los pobres y no para los ricos? ¿Es que Dios no es neutral? ¿Son los pobres mejores que los demás para merecer el Reino antes que nadie y para tener un trato especial de parte de Jesús? El carácter 83
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privilegiado de los pobres no se deber a sus méritos, ni siquiera a su mayor capacidad para acoger el mensaje de Jesús. La pobreza, por sí misma, no le hace mejor a nadie. La única razón es que son pobres y están abandonados, y Dios, Padre de todos, no puede reinar en la humanidad sino haciendo justicia precisamente a estos hombres y mujeres a los que nadie hace (Sal 72, 12-14; Sal 146, 7-10). Los pobres son hombres y mujeres necesitados de amor y de justicia. Por eso, es bueno para ellos que se imponga en la sociedad el Reino de Dios y su justicia. Si de verdad reina Dios entre los hombres, en esa misma medida, ya los poderosos no reinarán sobre los débiles, los ricos no explotarán a los pobres, los varones no abusarán de las mujeres, el Primer Mundo no oprimirá a los pueblos pobres de la Tierra. Por otra parte, si reina de verdad Dios y reina su amor y su justicia, ya no reinarán el dinero, el lucro, el propio bienestar, como “señores absolutos”. Ya lo dijo Jesús: “No se puede servir al mismo tiempo a Dios y al dinero”(Lc 16, 13). Allí donde se esté trabajando en la línea del Reino de Dios y su justicia, allí habrá siempre buenas noticias para los pobres, aquello será bueno para los pobres. Y, viceversa, allí donde los pobres no noten nada bueno, donde no perciban ninguna buena noticia para ellos, allí sigue ausente el Reino de Dios. Si nuestra vida está al servicio del Reino de Dios, esa vida será algo bueno para los pobres. Pero si nuestra vida no es percibida como algo bueno por los necesitados, los abandonados, los que sufren soledad y marginación, nos tendremos que preguntar al servicio de qué Dios estamos trabajando. 1.1 El pobre, memoria viviente de Cristo El Evangelio cambia radicalmente nuestra manera de mirar a los pobres y, por tanto, nuestra manera de entender la sociedad actual. Los pobres, los que conforman el sector excluido de la sociedad, ellos son precisamente “la memoria viviente de Jesús”. “La Iglesia descubre en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y doliente” (L G. 8). Esta manera de mirar al pobre viene exigida por el mismo Jesús, que se identifica para siempre con los pequeños, los que tienen hambre, los que están desnudos, los enfermos, los encarcelados. “En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40). Pablo VI llega a decir que son “sacramento de Cristo, no ciertamente idéntico a la realidad eucarística, pero sí en perfecta correspondencia con ella”.
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Esto significa que no hemos de buscar a Cristo sólo en los sacramentos o en las páginas del Evangelio. Los pobres son un “lugar cristológico”. A Cristo se le encuentra hoy en el sector excluido. Cristo nos habla hoy desde esa situación de pobreza y sufrimiento; desde ellos, Cristo nos interpela, nos invita al amor comprometido. Desde esos pobres, nos llama a la conversión, desenmascara nuestro cristianismo, cuestiona nuestra manera de vivir la fe y el culto, rompe nuestros esquemas y nuestra tranquilidad y nos urge al servicio y al compromiso. Difícilmente nacerá en nosotros un auténtico compromiso si no es escuchando esta llamada de Cristo desde los mismos pobres. Las preguntas que hemos de hacemos son graves: si no estoy en comunión con los pobres, los indefensos, los abandonados de esta sociedad, ¿por qué caminos comulgo con Cristo? Si no miro con amor a los pobres, si no los defiendo, si no estoy cerca de ellos, ¿a qué Jesucristo miro con amor, a qué Jesucristo defiendo, a qué Jesucristo sigo? Si, de alguna forma, mi vida no es compromiso a favor de los pobres, ¿cómo entiendo y vivo mi compromiso cristiano? 1.2 Seguir a Jesucristo es llevar la Buena Noticia al desvalido Seguir a Jesucristo significa sentirse llamado a llevar una Buena Noticia a los pobres, pues el mismo Jesús afirma que ha sido enviado a “anunciar a los pobres una Buena Noticia” (Lc 4, 18). En esto consiste, en su núcleo esencial, el compromiso evangelizador: en sentirse llamado a ser Buena Noticia para los pobres, siguiendo los pasos de Jesús. Por eso, es importante recordar cómo se sitúa Jesús ante ellos. • Hacer sitio Jesús es alguien que “hace sitio” en su propia vida al dolor, a la soledad, a la impotencia de los que no tienen sitio en la sociedad. Este es un dato fundamental: Jesús, antes de proporcionar ayuda, se acerca, hace sitio al pobre, a la prostituta, al enfermo, al enajenado, al leproso... es decir, a todos aquellos que viven en el mundo, sin que el mundo sea para ellos un hogar. Este es el primer dato: Jesús se acerca a aquellos a los que se les cierran todas las puertas, los que no saben a dónde recurrir, los que se topan día tras día con las barreras que les levantan los poderosos. El compromiso cristiano comienza por “hacer sitio” en nuestra vida, en nuestras preocupaciones, en nuestro tiempo, en nuestra acción pastoral a los que no tienen sitio en esta sociedad.
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• Defender al débil Es otro rasgo fundamental de Jesús: defender siempre a los débiles, los que viven agobiados por el peso de la vida, del olvido, de la enfermedad, de la miseria, de la soledad. Los que están desamparados. Los que no. pueden valerse a sí mismas. Nosotros hablamos de “pobres”, pero Jesús habla muchas veces de “los pequeños”, los que no tienen poder ni fuerza para defenderse, los que no son “grandes” en nada. La actuación de Jesús es conocida: rompe barreras sociales, se sienta a la mesa con los marginados, toca a los leprosos, crea comunicación, rehabilita, recuerda a todos la dignidad de cada hombre y de cada mujer. Este es otro dato fundamental. Los exégetas y estudiosos resumen así la actuación de Jesús: Ch. Dodd habla del “inédito interés de Jesús por lo perdido”; Ernest Bloch recuerda “la tendencia hacia abajo” de Jesús; Leonardo Boff destaca que Jesús se dirige preferentemente a “los nohombres”; Manuel Fraijó habla de la predilección de Jesús por lo débil, por el que no es capaz de valerse por sí mismo. El compromiso cristiano va creciendo en nosotros cuando comenzamos a interesarnos más por los débiles, cuando en nuestro corazón hay una tendencia a acercamos a los que están abajo, en último lugar, cuando sentimos predilección por los débiles y nos ponemos de su lado de forma concreta y comprometida. • Salvar lo perdido Es otro rasgo de Jesús. Casi una obsesión. Jesús habla en sus parábolas de la oveja perdida; del hijo pródigo, de la moneda extraviada. Es el lema de su vida: El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido (Lc 19, 10). Este es el dato: dentro de la sociedad israelita, Jesús se hace presente allí donde la vida aparece más amenazada y deteriorada. El se siente enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mt 15,24), es decir, los excluidos, los últimos, los perdidos, los que la sociedad de Israel ha ido dejando fuera. La gente abandonada, traicionada por sus dirigentes: “Al ver a la gente, sintió compasión de ella porque estaban cansados y agotados, como ovejas sin pastor” (Mt 9, 38). Jesús entiende que así ha de ser también la actuación de sus discípulos: “Dirigíos a las ovejas perdidas de Israel” (Mt 10,6). Jesús se pone al servicio de toda la sociedad (los ricos y los pobres, los santos y los pecadores), pero comienza a partir de los últimos. Esta es la manera cristiana de situarse en la sociedad. Estar junto a los últimos, acercarse a los que se están perdiendo, defender y elevar las vidas que se están echando a perder.
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Esta cercanía de Jesús a “los perdidos” está hecha de gestos concretos de apoyo, acogida personal, defensa, curación, escucha, perdón, rehabilitación, integración a la convivencia. Con su actuar, Jesús les va revelando un “nuevo rostro de Dios”. Les hace palpable la ternura y el cariño de Dios. Sus gestos encarnan y hacen realidad el amor del Padre hacia esos seres, los más perdidos y desvalidos. Así lo han percibido los leprosos excluidos de la convivencia, los enfermos psíquicos, los mendigos de Jerusalén, las viudas desvalidas, los samaritanos discriminados como extranjeros, los desamparados por la ley, los pecadores excluidos del templo, las gentes agobiadas por la vida, los niños, los pequeños. Dice Marcelino Legido que “le han reconocido como la mano amorosa del Padre extendida hacia ellos”. Con su vida y servicio, Jesús es el signo de que Dios no los abandona. Por ahí va el compromiso cristiano. Hacerse presente allí donde la vida aparece más deteriorada y malograda, y, desde ese servicio al hombre humillado, desvalido, pobre y enfermo, anunciar a todos que Dios es amigo de la vida, de la dicha, de la salvación de todo ser humano.
2.- TEXTOS BÍBLICOS - Mateo 19,16-24
- Mateo 25, 31-46
- 2ª Corintios 9,6-9
- Lucas 4,14-21
- Lucas 10, 29-37
- Hechos 4,32-35
- Santiago 2,1-9
- 1ª Jn 4
CUESTIONARIO 1. ¿De qué manera eres cómplice de las situaciones de pobreza? 2. El encuentro con el rostro de los pobres y el Dios de los pobres ¿a qué te llaman?, ¿a qué te mueven?, ¿qué han despertado en ti? 3. ¿Qué actitudes te corresponde, como cristiano/a, llevar a la práctica? 4 ¿Y en nuestra comunidad cristiana, qué actitudes debemos reforzar o llevar a la práctica?
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“Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40) 3ª SESIÓN LOS POBRES: UNA OPCIÓN PARA VIVIR NUESTRA FE EN PLENITUD ¿Cómo seguir a Jesucristo y ser Buena Noticia para los pobres de hoy? ¿Cuál puede ser nuestra actitud y nuestro compromiso ante la pobreza y la marginación en la sociedad contemporánea? Sabemos que no se trata de presentar recetas de cocina. Es bastante más complejo porque nos exige acercamos desde lo personal, desde lo comunitario, desde lo estructural, combinando la acción con la sensibilización, mezclando el corto con el largo plazo, uniendo actitudes y talantes con compromisos y con acciones concretas. Debemos reflexionar este pensamiento: “para cambiar la sociedad hay que cambiar primero sus dioses”.
1. ALGUNOS RETOS QUE ILUMINEN MÁS TARDE NUESTRO JUICIO Y NUESTRA ACTUACIÓN 1.1. Mantener un esfuerzo permanente por leer con honestidad la realidad y, además, leerla desde los que peor lo pasan. Está claro que todo sistema tiende a legitimarse y perpetuarse. Estamos tan acostumbrados a escuchar, por ejemplo: “España crece y mejora, va bien”, “hay gente con mala suerte”, “los extranjeros nos quitan puestos de trabajo”. Son normales, en esta sociedad, los salarios millonarios, los fichajes desproporcionados e insultantes de los futbolistas, las ganancias de los bancos, el que no te concedan un crédito porque no tienes dinero, siempre ha habido pobres, decimos, incluso malinterpretamos la palabra de Jesús: “a los pobres los tendréis siempre entre vosotros”... La vida se ve diferente no sólo dependiendo del cristal con que se mira, sino del sufrimiento que le acompaña.
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La realidad, la calle, la escuela, el barrio... es el ámbito donde Dios se manifiesta y la realidad es el enclave donde los más pobres viven sus tragedias cotidianas. Es preciso la contemplación y el silencio, para, en una sociedad del ruido y de las prisas, escuchar el clamor de los que sufren. Nos sorprenderemos descubriendo el rostro de Cristo en cada rostro de los que sufren, y descubriendo en el rostro de Jesús crucificado todos los rostros, los gemidos, las impotencias y las injusticias del mundo. Nuestra mirada tiene que ser universal. Nuestra actuación será local, en nuestra pequeña realidad, pero la mirada ha de extenderse a la globalidad del planeta y con esa atención especial a las personas y pueblos que peor lo pasan. Educar nuestro mirar la realidad nos debe llevar a percibir también los pequeños brotes de utopía y esperanza, de presencia de Dios, que se alumbran en el día a día de nuestras parroquias, barrios y ciudades. 1.2. Colocar a los pobres en el centro de la historia de salvación, trabajando por construir una Iglesia pobre y de los pobres y no sólo una Iglesia que trabaja para los pobres. En la persona de los pobres hay una presencia especial de Dios que impone a la Iglesia una opción preferencial por ellos. Mediante esa opción, se testimonia el estilo del amor de Dios y se siembran todavía en la historia aquellas semillas del Reino de Dios que Jesús mismo dejó en su vida terrena atendiendo a cuantos recurrían a Él para toda clase de necesidades espirituales y materiales. Para que haya historia de salvación, es necesario escuchar la palabra de Dios y responder a ella. Y en ese sentido, Dios también nos habla y de una manera preferente a través de los pobres. Las grandes opciones se juegan muchas veces en lo concreto, y las actitudes y las maneras, los medios, siempre responden a las opciones de fondo, a las miradas profundas. Por lo tanto, antes de andar buscando recetas concretas, hemos de interiorizar una opción que iluminará de una manera especial todas nuestras acciones. Desde nuestro ser cristiano, la opción por los pobres nos aporta de entrada un proyecto global de sociedad y de Iglesia, nos plantea una manera determinada de acercamos a la realidad y también nos ayuda a concretar en medios la “imaginación de la caridad”. 1.3. Ser capaces de generar contraexpertos que cuestionen el sistema único. Es preciso intervenir allí donde se crean las maneras de pensar, sentir y actuar: los amigos, la familia, los medios de comunicación, política, sindicatos, enseñanza, arte, asociaciones... Es verdad que no es fácil elegir los lugares, pero hemos de caminar para encontrarlos. 90
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Es posible cambiar la orientación de la historia desde la justicia, el respeto a las diferencias, la libertad y la fraternidad. Es imprescindible la formación porque la sociedad es compleja, la economía es compleja y los mecanismos que generan pobreza y exclusión también lo son. Tenemos que ser capaces de leer lo económico y lo social también desde la fe. No puede ser que sólo haya un destino para los inempleables, para los que no tienen formación, para los que ni siquiera son. Es imprescindible poder desenmascarar y denunciar los dioses que manejan la lógica de nuestra sociedad y que acallan el llanto de los pobres. 1.4. Trabajar por construir una sociedad accesible para todos. Lo podremos hacer si creamos o nos unimos a iniciativas capaces, por ejemplo, de generar pequeñas redes sociales solidarias; si fomentamos experiencias de solidaridad respecto a la formación, al empleo, al reparto del trabajo, al trabajo socialmente útil, a las empresas sociales, a un nuevo concepto del trabajo no como prestación a cambio de un salario sino como posibilidad humana, a los bienes compartidos; si nos comprometemos por un salario justo y digno para todos, por el empleo de los inempleables... En estas acciones han de participar activamente los implicados para construir su propia historia y llevar a cabo el milagro de su inserción no como meros receptores de ayudas. En nuestro entorno y trabajo concretos, hemos de ser exquisitos en nuestras relaciones laborales, procurando la dignidad de las personas, de los trabajadores; hemos de educar en los derechos y también en los deberes. 1.5. Apostar desde lo estructural y desde lo concreto por un crecimiento sostenible para nuestros pueblos y ciudades. Es tarea que también nos corresponde. Tanto el trabajar en el diseño de nuestro urbanismo, al servicio de las personas y en concreto de los niños, de los abuelos, hasta el apostar por experiencias personales, familiares, comunitarias de reciclaje, de consumo responsable de las energías y del agua, etc... Así como conocer los trabajos que se llevan entre Gobiernos, las Cumbres... donde se está jugando el futuro del Planeta. 1. 6. Caminar comprometidos en la erradicación de la pobreza y la exclusión. El compromiso por la justicia es una opción inherente al ser cristiano y eso nos compromete a trabajar contra la pobreza y contra las causas que la generan. La verdadera solidaridad supone el ceder una parte de lo nuestro, para que todos podamos disfrutar; supone el ir muriendo día a día para generar vida en los demás; supone ir prescindiendo de lo que no es esencial para vivir; supone com91
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partir bienes y derechos aunque nos parezca que han sido legítimamente conseguidos (reparto del trabajo, salarios ciudadanos...); supone denunciar los abusos, las injusticias, interpelarnos... y eso es realmente incómodo en esta sociedad que estamos construyendo. Estamos hablando del conjugar el dar peces con el enseñar a pescar, con el enseñar a comercializar los peces y con el denunciar a los que abusan a la hora de poner los precios y a los que se aprovechan del trabajo de otras personas para lograr beneficios... 1.7. Apostar por la participación social y política, recuperando lo político como generador de bien común. Es muy importante el componente estructural de nuestro compromiso en lo económico. El futuro de todos, pero también el de los más pobres, se programa en Parlamentos, en Ayuntamientos, en Instituciones. Allí se deciden los salarios, las pensiones, las jornadas..., se diseña el urbanismo, se planifican los lugares de ocio, se proponen ayudas, exenciones, se decide si subvencionar el cambio de coche o aumentar la nómina de las rentas mínimas de inserción. Todo lo que tiene que ver con la participación es de todos, la participación es libertad y autonomía solidaria; luego va contra este sistema que olvida a las personas y a su dignidad. 1.8. Frente a la idolatría del dinero, la pobreza evangélica. Empeñarnos con sencillez en fomentar cambios en los estilos personales y comunitarios de vida. Se nos pide cambiar la cultura de la saciedad por la cultura de la solidaridad. Tarea ardua y difícil porque los desequilibrios siempre tienen que ver con la idolatría del dinero. Existe una actitud profundamente cristiana, la primera que Dios asumió al encarnarse en nuestra historia: desde las afueras de Belén a las afueras de Jerusalén junto a las personas, especialmente los pobres, sencillos y pequeños. Una actitud que nos ofrece una referencia desconcertante y renovadora para afrontar este problema: la pobreza evangélica. Encierra una gran energía liberadora, nos hace libres frente a la codicia y, al ponemos del lado de los pobres, nos empuja a empeñamos contra los imperativos del dios dinero, contra el egoísmo y contra el progreso cuando produce marginación y esclaviza. Este carácter teologal de la pobreza elegida por amor al evangelio y a los pobres conduce a una gran radicalidad a la hora de respetar la dignidad inalienable del ser humano. Todos somos Hijos de Dios y los bienes han sido creados para el disfrute de toda la creación. Potenciando lo gratuito, la austeridad, la donación, la compañía, el estar, lo lúdico... rompiendo cuantas veces podamos con el dios dinero que todo lo compra y todo lo puede, menos el amor y la gratuidad solidaria. 92
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1.9. Recuperar el valor de los gestos, de lo pequeño, del talante, de las maneras, de lo simbólico... tanto para concienciar, como para experimentar, como para denunciar. Campañas, celebraciones, acompañamientos personales, comunitarios, ayuno solidario, resistir a la seducción de las marcas, vivir algún mes con el salario mínimo, romper la cadena del consumismo, apoyo a acciones solidarias, acogida al extranjero, boicots solidarios, objeción fiscal, etc., son pequeños anuncios. Pensar calladamente en los demás contiene más caridad y más fraternidad que mil palabras seudoamables. Porque requieren imaginación y un poquito de locura, porque nos ponemos en la piel del otro, porque tenemos que estar convencidos de que el mundo se cambia desde lo pequeño. 1.10. Aportar esperanza no como una estrategia sino como actitud. Apasionados por la VIDA. La realidad descrita no es la única realidad. Entre tanto análisis lúcido y duro, tenemos que ser capaces de descubrir pequeños signos de cambio creativamente positivo. Es incuestionable que se está acrecentando en la calle la conciencia de la solidaridad, aunque sea confundidos en la maraña de la multitud de formas de hacerla realidad... Va madurando la fe de muchos cristianos y no cristianos que caminan con paso humilde, pero claro, comprometidos en construir una sociedad diferente. Es preciso recuperar la esperanza y vivir la experiencia de una existencia individual y comunitaria orientada hacia la construcción del Reino. Sólo los pobres y misericordiosos van a ser capaces de preparar la aparición de un nuevo orden social. El sufrimiento y la vida silenciada de nuestros pueblos, comarcas y barrios, de nuestros abuelos y chavales, de transeúntes y de tantos inmigrantes en pos de una mínima dignidad pueden hacerse audible y ser generador de esperanza. El futuro se da como gracia a quienes conocen por experiencia qué es eso de gritar y gemir por el bien de los hermanos. 1.11. Participar desde nuestros lugares concretos en el necesario fortalecimiento moral de la sociedad. Participar activamente en la construcción de una necesaria ética de mínimos desde la ética de máximos que marca la fidelidad al Evangelio. Apostar con sencillez, sin creemos los mejores ni deslegitimar al que no piensa como nosotros, por una ética que reflexiona, de consenso, en la que seamos capaces de encontrar la esencia de lo que nos une a todos frente a lo particular que nos separa, donde prime el bien común por encima del bien individual. 1.12. Apostar por una educación en valores liberadores. Si queremos cambiar los dioses, si los valores están en crisis, si las formas de hacerlos realidad también lo están, hemos de potenciar el respeto, la educación, la libertad, la capacidad crítica, 93
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la tolerancia, la convivencia... Hemos de ser capaces de proponer experiencias concretas, maneras de cómo hacerlas posibles. 1.13. Hacer de nuestros espacios, zonas liberadoras. Sitios, microclimas donde respirar, donde operen unos valores alternativos a un sistema dominado por el dios dinero. Hablamos de proyectos, comunidades, colegios, parroquias y hablamos del compartir, de lo lúdico, de los regalos hechos, de las bolsas comunes, de las bolsas de solidaridad, de lo reciclado, de lo construido con nuestras manos, de las puertas abiertas, del puchero dispuesto... 1.14. Colaborar, desde el protagonismo de los más pobres, en nuevas maneras de encarnar la solidaridad. El significado ético de la solidaridad arranca de la condición social y responsable del ser humano. Todos somos responsables de la vida de los otros. Porque las necesidades de los pobres preceden a las de los ricos y acomodados. Porque la libertad de los dominados precede a la de los poderosos. Porque la participación de los grupos excluidos y marginados precede a la preservación del orden que los excluye: comercio justo, economías alternativas, empresas sociales... 1.15. Defender como elemento fundamental de discernimiento y frente a la mentalidad científico-técnica, la dignidad de las personas. Volver a descubrir la dignidad inviolable de la persona es hoy una tarea indispensable para la sociedad y, sin duda, para la Iglesia. Esta dignidad radica para los creyentes en la convicción de que el ser humano ha sido creado a imagen de Dios, como nos dice el Génesis (1, 27). Nada puede justificar la desigualdad ni en lo económico ni en lo social y cultural. Todos decimos con demasiada frecuencia que, en lo económico, nada puede ser de otra manera. ¿No será también que ya no quedan reservas en los corazones para apostar por otras decisiones si no vienen avaladas por la técnica? No se pretende poner a la ciencia bajo sospecha, pero tampoco se puede divinizarla. ¿Todo lo que hoy es posible, es deseable para el crecimiento de las personas y sociedades? La ciencia y la técnica desconectadas de una ética al servicio de la persona llegan a ser destructoras. 1.16. Activarlo todo con humildad, reconociéndonos pecadores. Sabiendo que a nosotros también nos pueden más de lo estrictamente necesario el dinero, el poder y el prestigio. Sabiendo que a veces también nosotros utilizamos a los pobres, los manejamos según nuestros intereses. Que tomamos el nombre de Dios en vano. Que somos paternalistas en vez de proponemos generar procesos que hagan a las personas libres, respetando procesos, también los nuestros, sabiéndonos en camino. 94
4. Materiales para la reflexión y el compromiso B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40)
Combinar la crítica con el perdón, entendiendo que a veces lo mejor es enemigo de lo bueno. Sabiendo que a veces nos podemos sorprender anunciándonos a nosotros mismos y no a Jesús muerto y resucitado. Sabiéndonos, también, responsables de la injusticia establecida, pero sin hundimos en la desesperanza y culpabilidad paralizante. Poniendo la Historia en manos de Dios Padre, del que solamente somos instrumentos, agraciados y libres, para hacerla más justa y feliz para todos, según su voluntad y su proyecto.
2. ALGUNAS PISTAS PARA EL COMPROMISO La reflexión y oración que hemos venido haciendo durante este tiempo de Cuaresma nos ha traído hasta este punto. Es un momento decisivo, hay de tratar de concretar: qué es lo que voy a hacer, a qué compromisos vamos a responder para seguir a Jesús optando por los pobres. Las acciones que puedo y podemos llevar adelante pueden ser variadas, incluso unas no tienen por qué excluir a las otras, se pueden incluir. Sugerimos algunas: A nivel personal • Austeridad de vida para una mayor solidaridad. En qué voy a ser más austero y cómo lo voy a concretar. • Ofrecer una parte de mi tiempo a través del voluntariado y/o del compromiso transformador. A nivel de cada comunidad parroquial. A nivel arciprestal o de unidad pastoral. Ofrecemos, a continuación, algunas pistas con el fin de que puedan ayudar a concretar los diferentes compromisos. Son simplemente propuestas que pretenden facilitar el aterrizaje, tanto personal como comunitariamente, para que nuestra opción por los pobres sea efectiva.
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
2.1. – A nivel personal 2.1.1. Una austeridad que se decide, afecta, reflexiona y ora. • Limitar o eliminar ciertos hábitos de consumo. Hacer una experiencia de limitar y de cuestionar ciertos hábitos. Por ejemplo salir con frecuencia, a tomar café; salir con cierta frecuencia de cena; el consumo como algo habitual para relajarse, para regalarse, para no deprimirse; adquirir más de lo necesario para el hogar... ¿En que me puede afectar?
REVISTAS (Ejemplo) CENAS, SALIR
AUSTERIDAD
VIAJES
MUSICA, LIBROS
ROPA
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LO QUE CONSUMO
CUÁL ES MI OBJETIVO
DESTINO DE LO AHORRADO
CÓMO LO EVALÚO
Una revista especializada por semana y una al mes
Leerlas en las Proyecto de educación bibliotecas o Salas de una ONGD. Cuota de Lectura de los trimestral. C. Cívicos
Trimestralmen te, ¿cuánto he compartido?
4. Materiales para la reflexión y el compromiso B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40)
• Tratar de vivir lo más ajustado posible (sin tener en cuenta las hipotecas o los transportes al trabajo...) al salario mínimo interprofesional (567,9 euros mensuales) durante un tiempo (cada uno se lo señala, se revisa y puede tener continuidad); o fijar u porcentaje del presupuesto mensual para compartirlo (el 0,7%, el 1%...) EN QUÉ GASTO
CUÁL ES MI OBJETIVO
DESTINO DE LO AHORRADO
CÓMO LO EVALÚO
ALIMENTACION
AJUSTE PRESUPUESTO
TFNO. MOVIL
AGUA, LUZ, GAS
COCHE
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Medios que pueden ayudar a desarrollar estas acciones: • Un espacio grupal (puede ser algo propuesto en un grupo que funciona, o se puede crear un grupo de personas que se proponen esta acción) Sostener una apuesta de este tipo sin ayuda es difícil el mantenerla, estamos poco educados. • Encuentro con la trabajadora social donde se dialoga sobre la atención primaria que realiza (normalmente no estamos enterados de las ayudas que se ofrecen a personas que viven cerca de nosotros, de su estado de vida etc..). • Apuntar los gastos, repasarlos y reflexionar sobre ello mensualmente o semanalmente. • Salir a comprar con la lista de compras hecha y pensada en casa. • Abrirse regularmente a consumos alternativos: comercio justo... • Crear una red de grupos que tratan de configurar este nuevo estilo de vida. • Buscar espacios de comunicación de la experiencia que se vive: a nivel personal, en la parroquia... • Evaluar y celebrar la experiencia después de un tiempo y plantearse la continuidad para ir configurando un estilo de vida austero para compartir. • Decidir personalmente y/o en grupo el destino que se ha de dar con el fruto de la austeridad.
2.1.2. El tiempo de ayuda y que me ayuda Vivimos con la sensación de estar sometidos a una gran presión: el trabajo, las labores domésticas y familiares, los compromisos en la parroquia y en otros lugares... Parece que necesitamos “tiempo para nosotr@s”. Muchos entendemos que esto es necesario pero ¿en qué convertimos finalmente este tiempo? Parte de este tiempo que nos queda sin trabajos y deberes puede ser un tiempo bien empleado para los demás. Si lo encuentro, lo descubro, lo comparto, tal vez descubra que es un tiempo de ayuda y que me ayuda.
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40)
A QUÉ LO MI OBJETIVO DESTINO DEL DEDICO/CUÁNTO TIEMPO AL SALIR DE TRABAJAR
CÓMO LO EVALÚO
(Ej.) Labores casa 1 h. y media (Ej.) Ver la tele (2 h.)
TIEMPO
SÁBADOS
DOMINGOS
VACACIONES
Mira las realidad de la pobreza que has descubierto. Recoge lo vivido en el Ver y Juzgar. Lee el grupo de asociaciones y colectivos que tratan de optar por los pobres, concreta qué acciones te vas a proponer personalmente para asumir estos compromiso y prográmalas 99
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
2.2. A nivel Parroquial A discernir en el Consejo Pastoral Parroquial, entre las personas que participan más activamente en la campaña.... ¿Cómo ir consiguiendo una comunidad cristiana cada vez más en clave samaritana? Una propuesta que suponga una novedad sobre lo que ya se hace o un relanzamiento y potenciación de campos ya abiertos. • Sensibilización a la comunidad. • Acercamiento a las personas que sufren en el barrio. • Creación de un espacio de acogida y encuentro (cuidar la inclusión ¿cómo hacer sentir a la gente que sufre en el barrio la cercanía de la comunidad cristiana y su lugar dentro de ella?). • ¿Cómo organizarse para ver a las personas que sufren? “ser visualizadores de náufragos” y salir a su encuentro. • Poder plantear esto en todos los lugares del ámbito de la parroquia no solo en Cáritas o en los grupos de Misiones, hemos de insertarlo dentro de: la catequesis, la liturgia, los grupos de adultos, jóvenes etc...
2.3. A nivel de la unidad pastoral o arciprestazgo Se pueden promover algunas acciones en este ámbito que difícilmente se pueden realizar a nivel parroquial. Por ejemplo el piso de acogida para emigrantes que tienen en la Unidad pastoral Santa María de Olárizu. Todas las parroquias no tienen un piso disponible, tampoco pueden contar con un número suficiente de personas que lo acompañen ni contar con los recursos económicos suficientes para sostenerlo.
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4. Materiales para la reflexión y el compromiso B) “Conmigo lo hicistéis” (Mt. 25, 40)
BIBLIOGRAFÍA Materiales sobre pobreza del Arciprestazgo Noroeste de Vitoria Gasteiz La realidad del mundo del Plan de Formación de Acción Católica General de Adultos (www.acga.es)
RECURSOS RECOMENDADOS Cáritas Diocesana de Vitoria: www.caritasvitoria.org Misiones Diocesanas Vascas: www.misioak.org Campaña Pobreza Cero: www.pobrezacero.org FIARE (Banca Ética): www.proyectofiare.org Campaña Ropa Limpia – Setem: www.ropalimpia.org, www.setem.org Realidad de personas sin hogar: www.viviendadigna.org Página sobre voluntariado: www.boluntarioak.org Agencia de las Asociaciones y Voluntariado de Vitoria Gasteiz: www.vitoria-gasteiz.org/erdu Cuadernos Cristianismo y Justicia: www.fespinal.com
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo 5º del Plan Diocesano de Evangelización
“Hacer realidad en nuestras Comunidades Cristianas, por fidelidad al Evangelio, la opción preferencial por los pobres”
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Recogiendo el testigo del mismo Jesús, que declaró su misión mesiánica apoyándose en las palabras del profeta Isaías (Lc. 4, 17-21 y 7, 21-23), la Iglesia debe acreditar la autenticidad de su seguimiento al Maestro viviendo y haciendo efectivo su mensaje de liberación como una opción preferencial por los pobres. Por eso, su grado de sensibilidad y de preocupación activa por los desposeídos es una prueba que verifica el nivel de su fidelidad evangélica. Al comenzar la reflexión se puede hacer esta pregunta: ¿la opción por los pobres y marginados es «personalmente» y en nuestra «comunidad» un compromiso que se prolonga en todos los actos de nuestra vida cotidiana?, o ¿es sólo un apéndice o una declaración de principios? El compromiso exige algo más que una reflexión y contestación a unas preguntas, conlleva clarificar y, muchas veces modificar conceptos, juicios, actitudes, motivaciones, valores y opciones individuales y comunitarias, en un proceso hacia la Justicia Social y la Caridad. Se presenta este documento que pretende ser un instrumento que sirva a las comunidades cristianas de «indicador» de su compromiso con los pobres y marginados, pudiendo ser utilizado en la reflexión individual o comunitaria. Aunque se reconoce que un cuestionario no puede reflejar y expresar toda la fuerza, profundidad y dinamismo que conlleva nuestro deber. Va dirigido a los Consejos Pastorales, los grupos parroquiales de acción caritativa, familias religiosas, movimientos apostólicos, grupos cristianos, organismos diocesanos1. Si bien se considera que el compromiso con los más desfavorecidos no obliga sólo a estas «comunidades» sino que toda la dinámica de la Pastoral debe de estar imbuida de la Caridad. En el documento se hace un recorrido por las tres acciones básicas que debe de realizar toda comunidad cristiana:
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Cfr. Las comunidades eclesiales, familias religiosas, movimientos apostólicos, grupos cristianos, organismos diocesanos... quedan englobados en el término «comunidad» para simplificar la redacción.
5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Introducción
-La profética. -El servicio de la caridad. -La litúrgica. Se ha elaborado en seis capítulos para facilitar un guión que ayude a la reflexión y a la elaboración «ordenada» de conclusiones, y posterior planificación y programación de la acción. Los capítulos son los siguientes: 1.- Conocimiento y análisis de la realidad. 2.- Servicio profético. 3.- Servicio de la caridad. 4.- Comunicación cristiana de bienes. 5.- Servicio litúrgico. 6.- Resumen de evaluación global. Como línea metodológica del trabajo sugerimos: - La entrega del documento a los miembros de las comunidades, con la suficiente antelación para que puedan realizar su reflexión individual previa a la puesta en común y rogándoles lleven sus notas escritas para facilitar la aportación oral y que ésta sea ordenada. - Al comenzar la puesta en común, elegir moderador y secretario. - Como elementos que puedan ayudar a hacer una reflexión evangélica, aportamos, después de cada capítulo, unas citas bíblicas y citas de la Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria: “Los Pobres: una interpelación a la Iglesia”. Cuaresma, 1981. Proponemos también citas del documento de reflexión de la Comisión Episcopal de Pastoral Social “La Iglesia y los pobres” (1994). - Dada la extensión del documento, la puesta en común puede ser realizada en varias sesiones.
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Citas de reflexión para la introducción CITAS BIBLICAS: Is.61,1 Lc. 4,18
Enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres. Enviado a anunciar la Buena los pobres.
CARTA PASTORAL: “LOS POBRES: UNA INTERPELACION A LA IGLESIA” Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria. Cuaresma, 1981. Introducción (1-3). DOCUMENTO DE LA COMISION EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL: «LA IGLESIA Y LOS POBRES» (1994) Motivos fundamentales de la opción por los pobres (17-28).
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo I: Conocimiento y Análisis de la realidad
CAPÍTULO I
CONOCIMIENTO Y ANÁLISIS DE LA REALIDAD Debemos aprender a «Ver» las situaciones de las personas que viven en pobreza y marginación (no deseada) con sus «propios ojos». Esto supone llegar a sensibilizamos y sentimos en comunión con ellos. ¿Quiénes son los pobres y marginados? «Aquellos que carecen de algún bien reconocido como tal y deseado: dinero, cultura, salud, afecto, reconocimiento personal, libertad, etc. y de los medios necesarios para conseguir estos bienes que les permitan alcanzar una vida digna del hombre». 1.1.- ¿Se conocen en nuestra comunidad los problemas concretos de pobreza y marginación existentes en nuestro barrio, pueblo...? - De forma genérica ........................................................................................... - De forma concreta............................................................................................ - Se desconocen................................................................................................... 1.2.- ¿Quién tiene en nuestra comunidad el conocimiento de la pobreza y marginación? - El sacerdote ..................................................................................................... - La persona responsable de Acogida y Atención Primaria de Cáritas ............. ............................................................................................................................ - El Consejo Pastoral.......................................................................................... - Toda la comunidad.......................................................................................... - Otros................................................................................................................ 1.3.- De los problemas de pobreza y marginación que se dan en nuestro entorno - ¿Qué problemas se conocen?............................................................................ 107
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
- ¿Cuáles son los más significativos?................................................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ - ¿Cuáles no se conocen?.................................................................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 1.4.- ¿En relación con qué problemas concretos de pobreza y marginación se ha facilitado el conocimiento por parte de la comunidad? ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ - ¿Con qué medios?
Realización de encuestas Mediante charlas sobre el tema Con debates, mesas redondas, etc. Reflexión en grupos En Asambleas Parroquiales Con campañas especiales - ¿Con qué finalidad?
Sensibilizar o concienciar Buscar colaboradores personales Iniciar un grupo de acción Recaudar fondos económicos Difundir campañas organizadas 1.5.- En relación con qué problemas de pobreza y marginación se ha realizado en la comunidad un análisis y profundización en sus causas ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 108
5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo I: Conocimiento y Análisis de la realidad
- ¿En qué ámbitos se ha realizado este trabajo?
En grupos de ....................................................................................... En el Consejo Pastoral En la Asamblea Parroquial - ¿Con qué medios?
Mediante documentación sobre el tema Con ayuda de especialistas en el tema Con revisión de vida en grupos Con charlas de profundización Con debates y mesas redondas Citas de reflexión para el conocimiento y análisis de la realidad CITAS BÍBLICAS Ex. 3,7 Ex. 3,10 Ap. 2,9 I Cor. 1, 26-31
He visto el dolor de mi pueblo. Yo te envío. Conozco tu tribulación y tu pobreza. Dios ha escogido lo débil del mundo.
CARTA PASTORAL: “LOS POBRES: UNA INTERPELACION A LA IGLESIA” (Cuaresma, 1981) Los pobres en nuestra sociedad (4-5) Descripción de los pobres (6-13) Raíces de la pobreza (14-16) DOCUMENTO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL: “LA IGLESIA Y LOS POBRES” (1994) Las situaciones de pobreza (3-6) La injusticia, como causa de la pobreza (29-44) Atención a las nuevas formas de pobreza (90-105)
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo II: Servicio profético
CAPÍTULO II
SERVICIO PROFÉTICO 2.1.- ¿Nuestra comunidad ha realizado alguna denuncia de las injusticias relacionadas con situaciones de pobreza o marginación? - ¿Sobre qué problemas? ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 2.1.1.- ¿Quién ha planteado Ia denuncia? - El grupo de ................................................................................................... - El sacerdote ................................................................................................... - El Consejo Pastoral ....................................................................................... - Gran parte de la comunidad ......................................................................... 2.1.2.- ¿Ante quién ha realizado la denuncia? - Ante la comunidad......................................................................................... - Ante la opinión pública ............................................................................... - Ante las autoridades ...................................................................................... 2.1.3.- ¿Cómo se ha realizado la denuncia? - En las celebraciones de la comunidad ........................................................... - A través de los medios de comunicación....................................................... - En recogida de adhesiones y firmas .............................................................. - En manifestación pública .............................................................................. - Mediante gestiones personales ....................................................................... 111
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
2.2.- ¿Se ha unido nuestra comunidad a acciones de denuncia promovidas por iniciativa de otros?
Sí No 2.2.1.- En caso afirmativo, ¿ante qué problemas o situaciones? ............................................................................................................................... 2.2.2.- ¿Qué grupos promueven la iniciativa?
Grupos u organizaciones eclesiales Organizaciones no gubernamentales Organizaciones sociales Organizaciones políticas 2.3.- ¿En qué procesos de catequesis o educación en la fe, desarrollados en la comunidad se plantean temas relacionados con el compromiso cristiano de servicio a los pobres y marginados? - En catequesis de infancia.................................................................................. - En catequesis de confirmación......................................................................... - En catequesis de adultos................................................................................... - En grupos de tiempo libre................................................................................ - En Pastoral de la Juventud............................................................................... 2.4.- ¿Qué temas se plantean en estos procesos de catequesis o educación en la fe relacionados con pobreza y marginación? ............................................................................................................................ - ¿Se plantean en continuidad? .......................................................................... ............................................................................................................................ - ¿Se plantean ocasionalmente? .......................................................................... ............................................................................................................................ 2.5.- ¿Se plantean en nuestra comunidad algunas catequesis ocasionales en relación con diferentes problemas de pobreza y marginación? 2.5.1 .- ¿En qué temas? .......................................................................................... ...............................................................................................................................
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo II: Servicio profético
2.5.2.- ¿Con qué ocasión? - En relación con una campaña general.............................................................. - Para poner en marcha una acción.................................................................... - Para iniciar un grupo ...................................................................................... - Ante una situación concreta............................................................................. - Acogiendo iniciativas de otros......................................................................... 2.6.- ¿A quiénes se ofrecieron esas catequesis? - A los grupos que siguen procesos catequéticos................................................ - A grupos comprometidos................................................................................ - A los interesados en sesión especial.................................................................. - A toda la comunidad........................................................................................ 2.7.- En las homilías de nuestra comunidad ¿se plantea el compromiso con pobres y marginados?
Habitualmente Frecuentemente Alguna vez Ante hechos o situaciones En jornadas o campañas Nunca 2.7.1.- Se plantea para:
Pedir ayuda económica Informar de problemas Comprometer Tranquilizar 2.8.- En el planteamiento de las homilías participan: - Los sacerdotes ................................................................................................. - Los grupos........................................................................................................ - Algunos laicos ................................................................................................. - El Consejo de Pastoral..................................................................................... - Los afectados por el tema................................................................................. - Se siguen guiones ya elaborados ...................................................................... 113
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
2.9.- El planteamiento de estas cuestiones en las homilías tiene como efecto: - Aportación económica........ ............................................................................ - Sensibilización de la comunidad... ................................................................... - Mayor compromiso personal........................................................................... - Irritación de algunos......................................................................................... - Controversia..................................................................................................... 2.10.- ¿Lo que se dice y lo que se hace en este tema de pobreza y marginación, está en coherencia? 2.10.1.- Con la actuación personal. SI .......................
NO .......................
- ¿Por qué?........................................................................................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 2.10.2.- En la actuación de la comunidad. SI .......................
NO .......................
- ¿Por qué?........................................................................................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo II: Servicio profético
Citas de reflexión para el servicio profético CITAS BÍBLICAS Lc. 1, 52
Derribó a los poderosos de sus tronos y ensalzó a los humildes Lc. 1, 53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió vacíos a los ricos Lc. 16, 13 No podéis servir a Dios y al dinero Sant. 4, 13-17 Advertencia a los ricos Sant. 5, 1-6 Advertencia a los ricos I Tim. 6, 17-19 El cristiano rico I Tim. 4, 1-5 Proclama la palabra e insiste a tiempo y a destiempo. CARTA PASTORAL: “LOS POBRES: UNA INTERPELACION A LA IGLESIA” (Cuaresma, 1981) Capítulo I Interpelación a la Iglesia Capítulo III Hacia una Iglesia evangelizadora de los pobres ( 25-27). - El anuncio del Reino de Dios en nuestra sociedad (25). - La denuncia de la injusticia (27). DOCUMENTO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL: “LA IGLESIA Y LOS POBRES” (1994) La Iglesia, a la escucha de los pobres (7-16). Denunciar la injusticia (51-44) Macroética (64-65)
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo III: Servicio de la caridad
CAPÍTULO III
SERVICIO DE LA CARIDAD 3.1.- ¿Qué servicios de acogida a pobres y marginados ofrece nuestra comunidad? ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 3.1.1.- ¿Quién realiza la acogida? - Asistente Social ................................................................................................ - Sacerdote ......................................................................................................... - Grupo de voluntarios de la comunidad ........................................................... 3.1.2.- Los responsables de la acogida están en relación con: - Asistente Social................................................................................................ - Sacerdote.......................................................................................................... - Grupo de.......................................................................................................... 3.2.- ¿Qué programas de apoyo, formación, promoción, integración, ofrece nuestra comunidad a los pobres y marginados? ............................................................ ............................................................................................................................ 3.2.1.- ¿Quién realiza el seguimiento de los programas? - Sacerdote………………………………………………………………………………………... - Asistente Social................................................................................................. - Sacerdote........................................................................................................... - Grupo de Cáritas.............................................................................................. - Otros grupos de................................................................................................ - Consejo de Pastoral.......................................................................................... 117
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
3.3.- ¿Qué grupos de acción y Servicio en relación con la pobreza y marginación existen en nuestra comunidad? ......................................................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 3.4.- ¿Qué miembros de la comunidad los integran? 3.4.1.- Grupo de: ................................................................................................... - Número de miembros...................................................................................... - Edad media de los miembros…......................................................................... - Distribución por sexos...................................................................................... ................ hombres ................ mujeres 3.4.2.- Grupo de: ................................................................................................... - Número de miembros...................................................................................... - Edad media de los miembros.. ......................................................................... - Distribución por sexos...................................................................................... ................ hombres ................ mujeres 3.4.3.- Grupo de: ................................................................................................... - Número de miembros...................................................................................... - Edad media de los miembros.. ......................................................................... - Distribución por sexos...................................................................................... ................ hombres ................ mujeres 3.4.4.- Grupo de: ................................................................................................... - Número de miembros...................................................................................... - Edad media de los miembros............................................................................ - Distribución por sexos...................................................................................... ................ hombres ................ mujeres 118
5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo III: Servicio de la caridad
3.4.5.- Grupo de: ................................................................................................... - Número de miembros...................................................................................... - Edad media de los miembros.......................................................................... - Distribución por sexos...................................................................................... ................ hombres ................ mujeres 3.5.- ¿Qué relación mantienen los diversos grupos? - Entre sí............................................................................................................. - Con la comunidad............................................................................................ - Otras comunidades........................................................................................... - A nivel diocesano............................................................................................. - Grupos civiles................................................................................................... (indicar si la relación es: organizada, habitual, ocasional, ninguna) 3.6.- ¿Qué coordinación se mantiene con las diferentes actividades pastorales que actúan directamente en la acción con pobres y marginados? - Organizada ...................................................................................................... - Habitual ........................................................................................................... - Ocasional ......................................................................................................... - Ninguna .......................................................................................................... 3.6.1.- ¿Con qué actividades pastorales? ................................................................ ............................................................................................................................... 3.7.- ¿Qué formación ha ofrecido la comunidad a los grupos de voluntarios que actúan en los programas de pobreza y marginación? ....................................... ............................................................................................................................... ............................................................................................................................ 3.7.1.- ¿En qué ámbito? ......................................................................................... ............................................................................................................................... 3.7.2.- ¿Con qué medios? ...................................................................................... ...............................................................................................................................
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
3.8.- ¿Qué apoyo de medios humanos y materiales se da a estas Pastorales y a los Organismos o Asociaciones que les apoyan? - Humanos.......................................................................................................... - Materiales.......................................................................................................... 3.9.- ¿Hay miembros de nuestra comunidad que participan a nivel de compromiso personal en otras actividades? 3.9.1.- En servicios a pobres y marginados. - En grupos eclesiales
Pocos Muchos - En grupos sociales
Pocos Muchos 3.9.2.- En grupos de compromiso socio-político para la promoción de la justicia en la vida pública. - Organizaciones sociales ................................................................................... - Políticas............................................................................................................ - Económicas. .................................................................................................... - Empresariales.................................................................................................... - Sindicales..........................................................................................................
Muchos Pocos Algunos Ninguno 3.10.- ¿Qué motivaciones espirituales inspiran las actitudes ante los pobres y marginados en los servicios y acciones de nuestra comunidad. - La compasión por los más desfavorecidos........................................................ - La solidaridad con los más débiles.................................................................... - La justicia social................................................................................................
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo III: Servicio de la caridad
- El remordimiento de conciencia....................................................................... - La radicalidad del evangelio.............................................................................. 3.11.- ¿Qué lugar ocupan los pobres y marginados en nuestra comunidad?
Son objeto de nuestra atención Son parte de nuestra comunidad Se encuentran al margen de ella Se encuentran alejados de ella Son ignorados por nosotros Son los preferidos de la comunidad Son incómodos para la comunidad 3.12.- ¿Cómo evangeliza nuestra comunidad a los pobres? ...................................... ............................................................................................................................ ¿Integramos a los pobres y marginados en grupos de actividades parroquiales? ............................................................................................................................ ¿En qué grupos? ................................................................................................. ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ¿En qué actividades? .......................................................................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ¿Qué cauces de responsabilidad les ofrecemos? ................................................. ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 3.13.- ¿Cómo evangelizan los pobres a nuestra comunidad? .................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Citas de reflexión para el servicio de la caridad CITAS BÍBLICAS Mt. 6, 1-4 Mt. 25, 31-40 Miq. 6, 8 Lc. 6, 20 Lc. 10, 29-37 Mc. 12, 43-44
La limosna Lo que hicisteis... Se te ha dicho hombre lo que es bueno Bienaventurados los pobres... El buen samaritano La limosna de la viuda
CARTA PASTORAL: “LOS POBRES: UNA INTERPELACION A LA IGLESIA” (Cuaresma, 1981) Capítulo III Hacia una Iglesia evangelizadora de los pobres - El anuncio de la salvación de los pobres (28). - Una Iglesia que promueva una sociedad más fraterna (29-31) - Educación de actitudes (33-34-35-37) - El servicio a los más pobres (36) Capítulo IV Conversión y compromiso (42-44-46) - El servicio de caridad (47). - Conversión personal (50-53) DOCUMENTO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL: “LA IGLESIA Y LOS POBRES” (1994) Los campos de acción caritativo-social (87-105) Criterios de actuación (106-119)
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5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo IV: Comunicación cristiana de bienes
CAPÍTULO IV
COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES 4.1.- ¿Se realiza entre los diversos grupos de la comunidad la comunicación cristiana de bienes? ¿Con qué grupos? .............................................................................................. ............................................................................................................................ ¿Cómo?............................................................................................................... ............................................................................................................................ 4.2.- ¿Se realiza entre nuestra comunidad y otras comunidades la comunicación cristiana de bienes? ¿Con qué comunidades? .................................................................................... ............................................................................................................................ ¿En qué forma? .................................................................................................. ............................................................................................................................ 4.3.- ¿Se realiza entre nuestra comunidad y otras asociaciones y organismos que trabajan en el campo de la pobreza y la marginación, la comunicación cristiana de bienes? ¿Con qué asociaciones u organismos? ............................................................... ............................................................................................................................ ¿En qué forma? .................................................................................................. ............................................................................................................................ 4.4.- ¿Coopera tu comunidad en la acción pastoral de las Iglesias del Tercer Mundo? - Con agentes. .................................................................................................... - Con recursos .................................................................................................... 123
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
4.5.- De las «Campañas» destinadas a la sensibilización y obtención de recursos materiales, en relación con los problemas de pobreza y marginación, ¿cuáles se realizan en nuestra comunidad? ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 4.6.- En estas «Campañas», la comunidad ¿en qué pone mayor interés? - Sensibilizar o concienciar ................................................................................ - Informar sobre el problema .............................................................................. - Realizar una colecta ......................................................................................... - Apoyar un grupo de trabajo ............................................................................ - Realizar rutinariamente una campaña más ...................................................... 4.7.- ¿Hay alguna iniciativa propia de la comunidad en la organización de las campañas? - En cuanto al tema de la campaña..................................................................... - En la forma de hacerla...................................................................................... 4.8.- ¿Aparte de estas «Campañas» puntuales ¿nuestra comunidad realiza alguna otra colecta especial en favor de los pobres y marginados? .............................. - ¿Cuáles? ............................................................................................................ ............................................................................................................................ 4.9.- ¿Nuestra comunidad tiene algún «proyecto» especial en relación con la pobreza y marginación?
SI
NO
- En caso afirmativo ¿Cuál es la aportación de nuestra comunidad? - La iniciativa ..................................................................................................... - Recursos económicos ....................................................................................... - Recursos personales ......................................................................................... - Recursos materiales .......................................................................................... - Organización ................................................................................................... - Asesoramiento.................................................................................................. 124
5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo IV: Comunicación cristiana de bienes
4.10.- ¿Aporta nuestra comunidad parte de sus recursos propios para ayudar a los problemas de pobreza y marginación? - ¿Qué porcentaje aporta? .................................................................................. - ¿A qué se destina? ............................................................................................ 4.11.- ¿Hay alguna colecta por iniciativa propia de nuestra comunidad?
SI
NO
- ¿A qué se destina? ........................................................................................... ............................................................................................................................ 4.12.- ¿Qué relación existe entre el total de colectas y los gastos totales de nuestra comunidad? ..................................................................................................... ............................................................................................................................ ............................................................................................................................ 4.13.- Las instalaciones con las que cuenta nuestra comunidad ¿cómo podrían calificarse?
Lujosas Acomodadas Austeras Pobres 4.14.- ¿Se da un uso adecuado? ¿Cómo se usan? ................................................................................................. ¿Para qué? .......................................................................................................... 4.15.- ¿Se abren las instalaciones a la acción con pobres y marginados?
SI
NO
4.16.- En caso afirmativo: - ¿A qué grupos o actividades? ........................................................................... ............................................................................................................................ 4.17.- En caso negativo: - ¿A qué grupos o actividades? ........................................................................... - ¿Qué excusas presentamos para no dejarlas? ................................................... ............................................................................................................................ 125
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
Citas de reflexión para la comunicación cristiana de bienes CITAS BÍBLICAS Mt. 25, 31-46 Lc. 12, 33 Rom. 12, 9-21 II Cor. 8, 7-15 II Cor. 6, 9-10 Hch. 2, 42-47 Hch. 4, 32-35 Hch. 11, 27-30
Venid benditos de mi Padre Vended vuestros bienes y dad limosna La caridad en la comunidad Motivos de generosidad Motivos de generosidad La primera comunidad La primera comunidad cristiana Ayuda a los hermanos de Judea
CARTA PASTORAL: “LOS POBRES: UNA INTERPELACION A LA IGLESIA” (Cuaresma, 1981) Capítulo III Hacia una Iglesia evangelizadora de los pobres - Una Iglesia que eduque en la solidaridad (32) Capítulo IV Conversión y compromiso (43-47) DOCUMENTO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL: “LA IGLESIA Y LOS POBRES” (1994) Compartir con el hombre nuestro hermano (126)
126
5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo V: Servicio Litúrgico
CAPÍTULO V
SERVICIO LITÚRGICO 5.1.- Las celebraciones de nuestra comunidad: - Son signo real de la solidaridad entre todos .................................................... - Dejan ver las diferencias existentes ................................................................. - No acogen a los pobres de entre nosotros ...................................................... - Marginan a los más desprotegidos ................................................................... - Nos evaden de la realidad ................................................................................ - Comprometen realmente a la comunidad ....................................................... 5.2.- El compromiso ante los problemas de pobreza y marginación ¿está presente en las celebraciones de nuestra comunidad? - Habitualmente ................................................................................................ - Frecuentemente ............................................................................................... - Ocasionalmente ............................................................................................... - Raras veces........................................................................................................ - Nunca .............................................................................................................. 5.3.- Ese compromiso se hace especialmente presente en nuestras celebraciones por medio de:
Los signos Las oraciones La homilía Las colectas Los participantes
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Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
5.4.- En nuestra comunidad ¿se realizan celebraciones especiales relacionadas con el compromiso cristiano con los pobres y marginados? - En los grupos ................................................................................................... - Abiertas a todos ............................................................................................... - Con otras comunidades ................................................................................... 5.4.1.- Habitualmente ............................................................................................ - Con eucaristías especiales ........................................................................... - En forma de vigilias..................................................................................... - En encuentros de oración............................................................................ - En diálogo y reflexión................................................................................. - En campañas................................................................................................ - Alguna vez................................................................................................... - Nunca..........................................................................................................
Citas de reflexión para el servicio litúrgico CITAS BÍBLICAS Mt. 11, 25 I Cor. 11, 17-22 Sant. 19-27 Sant. 2, 1-9 Sant. 2, 14-17
Has ocultado estas cosas a sabios y prudentes. La cena del Señor La verdadera devoción Respeto debido a los pobres La fe y las obras.
CARTA PASTORAL: “LOS POBRES: UNA INTERPELACION A LA IGLESIA” (Cuaresma, 1981) Capítulo II El Evangelio buena noticia para los pobres (18-24) Capítulo III Hacia una Iglesia evangelizadora de los pobres - Una Iglesia que se hace más pobre (38) Capítulo IV Conversión y compromiso (48 - 49) DOCUMENTO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL: “LA IGLESIA Y LOS POBRES” (1994) La espiritualidad cristiana y la pobreza (120-154) 128
5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo del Plan Diocesano de Evangelización Capítulo VI: Resumen de evaluación global
CAPÍTULO VI
RESUMEN DE EVALUACIÓN GLOBAL Se sugiere (una vez contestado el cuestionario) realizar un resumen de la evaluación global por capítulos que nos ayuden a realizar unas conclusiones. 1.- Conocimiento y análisis de la realidad. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 2.- Servicio Profético. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 3.- Servicio de Caridad. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 4.- Comunicación Cristiana de Bienes. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 5.- Servicio Litúrgico. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 129
Plan diocesano de Evangelización. Objetivo V:
La opción preferencial por los pobres
A fin de que este trabajo de reflexión, tenga un valor de proyección en nuestro compromiso con los pobres y marginados, nos preguntamos: Pasos a dar por la comunidad a la vista de esta evaluación, como compromiso para el futuro, en los capítulos de: 1.- Conocimiento y análisis de la realidad. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 2.- Servicio profético. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 3.- Servicio de Caridad. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 4.- Comunicación Cristiana de Bienes. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... 5.- Servicio litúrgico. ................................................................................................................................... ................................................................................................................................... ...................................................................................................................................
Citas de reflexión para resumen de evaluación CITAS BÍBLICAS I Cor. 13, 1-13 Himno a la Caridad I Jn. 3, 11-24 Guardar el mandamiento del amor 130
Indice 1. Presentación ........................................................................................................ 3 2. La opción preferencial por los pobres. Carta Pastoral del Obispo de Vitoria con motivo del Inicio del Curso Pastoral 2006-07...................................................... 7 3. La opción preferencial por los pobres no es “opcional” para la comunidad cristiana (F. Gonzalo-Bilbao).............................................................................. 25 4. Materiales para la reflexión y el compromiso ........................................................ 45 A) Encuentros de escucha de la Palabra de Dios........................................ 47 B) “Conmigo lo hicistéis”.............................................................................. 73 5. Instrumento de evaluación en relación con el Objetivo 5º del Plan Diocesano de Evangelización. “Hacer realidad en nuestras Comunidades Cristianas, por fidelidad al Evangelio, la opción preferencial por los pobres” .................................................................. 103
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