D is f rut a l a
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AlcalĂ de Xivert
Entre el cielo y la tierra
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El municipio puede presumir de albergar dos de los iconos arquitectónicos de nuestra provincia: su excepcional campanario y el castillo califal
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l turismo cultural se ha convertido en una de las grandes bazas de la provincia de Castellón y, su desarrollo, en una de las grandes prioridades de la actual corporación provincial. Una estrategia que pasa por la puesta en valor de los tesoros arquitectónicos y patrimoniales que guardan nuestras comarcas y que no han ocupado el lugar que merecían durante siglos. Hoy visitamos un municipio que puede presumir de un legado que justifica cualquier visita y albergar dos de los iconos arquitectónicos de nuestra provincia: el campanario y el castillo califal de Alcalà de Xivert. Dos excepcionales construcciones que revelan un pasado glorioso y que deberían formar parte de cualquier itinerario guiado por la provincia. Precisamente, en los últimos años se ha realizado un importante esfuerzo para que el acceso turístico a ambas construcciones. Una inversión que ha contado con el beneplácito de miles de visitantes que han descubierto la majestuosidad de dos custodios de la historia castellonense.
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Un centinela silencioso Es imposible pasar por Alcalà de Xivert y no divisar la majestuosidad de su icono arquitectónico y emblemático centinela: la Torre-Campanario. Una espectacular construcción recuperado para los vecinos del municipio gracias a un importante proceso de restauración. Se trata de una torre exenta, de planta octogonal, con cuatro cuerpos separados por cordones perimetrales y un remate. Los tres primeros cuerpos se refuerzan en los ángulos por contrafuertes, y el cuarto, el de las campanas, sustituye los contrafuertes por columnas de capitel com5
puesto, y entre ellas se abren vanos, alargados y con arco de medio puntos, donde se alojan las campanas. El campanario, verdadero el símbolo de Alcalá de Xivert, se inició en 1.784 y se terminó en 1.803, según proyecto del arquitecto Juan Barceló. De titularidad plenamente municipal, la torre tiene una planta octogonal de 27 metros de perímetro, alcanzando una altura de 68 metros en la cumbre del campanario, siendo la torre más alta de la Comunidad Valenciana.
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Provincia Precisamente en el punto más elevado de su estructura es donde se encontraba la imagen de Sant Joan Baptista. Esta estatua del patrón de la población fue colocada en 1901 y está realizada en madera recubierta de plomo, materiales poco comunes en este tipo de remates escultóricos. Esta figura es obra del artista Juan Bosch. Se da la circunstancia que fue el acróbata José Puerto Llano la colocó en lo más alto del campanario. El Ayuntamiento de Alcalà de de Xivert, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana se pusieron manos a la obra en 2008 para frenar su evidente deterioro y, de forma conjunta, han destinado más de 600.000 euros a las mejoras realizadas en el monumento. Grietas, presencia de vegetación y faltantes de piezas de sillería hicieron necesaria la declaración de una obra de emergencia, dado el peligro de caída de piedras a la vía pública. Un riesgo ahora imposible tras la espectacular recuperación del edificio. Alcalà, castíllo califal Una de las joyas restauradas por parte de los arqueólogos y operarios provinciales es el conjunto fortificado de de Alcalà de Xivert, admirable síntesis de naturaleza, arquitectura defensiva medieval y caserío morisco. No se puede entender el excepcional estado actual de conservación del castillo xivertense sin hacer referencia a las obras de consolidación y restauración que la institución provincial viene realizando desde 1997.
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El impresionante conjunto fortificado se sitúa en la zona sudoeste de la Sierra de Irta, como un perfecto centinela de todo el territorio de Alcalà a Santa Magdalena. El espacio total que ocupa el recinto amurallado es de 13.000 m2, divididos en castillo, recinto fortificado, albacar y poblado. El castillo (hisn en árabe y castrum en los documentos cristianos) ocupa la parte más alta del conjunto y está cercado por una cinta muraria. Las referencias documentales al poblado morisco nos hablan de una población estable compuesta por casas, unas 300 personas, que convivieron bajo diferentes gobiernos hasta su expulsión en 1609. El albacar, en el territorio del Al-Andalus, era un recinto rodeado de muros cerca de los asentimientos fortificados. Su principal cometido era servir de refugio tanto a los campesinos como a sus animales. El del recinto de Xivert, con unos 850m2 de extensión, se sitúa cuatro metros más bajo que el recinto superior.. En 1319 el castillo pasaría a manos de la Orden de Montesa, heredera del Temple tras su violenta disolución. Todo el conjunto fortificado merece una pausa para su disfrute e investigación, pero por su importancia y estado de conservación hay que destacar el aljibe, construido por los templarios como compromiso en el pacto de rendición. Esta impresionante obra está integrada en el subsuelo, cerca de la entrada original, y se encuentra realizada en perfecta silleria. Otros de sus grandes atractivos son la Torre de Poniente y el Muro de la Alafia, donde se conserva una espectacular inscripción en letra arábiga. Todo un tesoro de la arquitectura islámica, realizado en estuco de cal, en el que pueden leerse los caracteres
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“Al-fatih Allah”. Es decir, “el que concede la victoria es Dios”. En la actualidad trabajan en el recinto una arqueóloga y seis operarios, quienes tienen buena parte de la culpa del notable incremento de visitas que ha experimentado en los últimos años. Nada menos que 9.600 personas han visitado esta emblemática fortaleza en el último año, según los registros provinciales. Una cifra récord que da buena muestra del interés por el patrimonio autóctono. Una de las actuaciones más celebradas por los visitantes es la recuperación de los aljibes templario e islámico, junto a la 8
restauración del espectacular patio de armas, verdadera joya arquitectónica de nuestro patrimonio. Y es que nadie duda que estamos ante uno de lo castillos mejor conservados de nuestra provincia y con unas posibilidades de explotación casi ilimitadas. Entre los objetivos que se marcan los responsables provinciales para los próximos meses se encuentra realizar una campaña de divulgación arqueológica, crear una página web o balizar una ruta senderista que incida en la importancia histórica de este privilegiado testigo de nuestra historia. ©Diputación de Castellón