ANALES DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA EN EL ALTO ARAGÓN (1808-1814)
ANALES DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA EN EL ALTO ARAGÓN (1808-1814)
RAMÓN GUIRAO LARRAÑAGA
Con la colaboración de Luis Sorando Muzás
INSTITUTO DE ESTUDIOS ALTOARAGONESES Depularilan
Ficha catalográfica Guirao Larrañaga, Ramón
Anales de la uuerra de la Independencia española en el Alto Aragón (1808-1814) / Ramón Guirao Larranaga, con la colaboraciOn cae Luis sorando MucAs. — guesca Ins1;luites dli ktudiac Altoaragoneses, 2008 477 p. il. ; 30 cm Bibliografía p. 463-472 ISBN 978-84-8127-197-3. — DL Z-2.115/08 1. Huesca (Provincia) — Historia, Guerra de la Independencia, 1808-1814. I. Título 946.022.2 "1808/14"
© Ramón Guirao Larrañaga © De la presente edición, Instituto de Estudios Altoaragoneses 1' edición, 2008 Coordinación editorial: Teresa Sas Corrección: Ana Bescós Cubierta: Fabricación de pólvora, de Francisco de Goya (Palacio de la Zarzuela, Patrimonio Nacional)
Instituto de Estudios Altoaragoneses (Diputación de Huesca) C/ Parque, 10. 22002 Huesca — tel.: 974 294 120 — fax: 974 294 122 www.iea.es — iea@iea.es
ISBN: 978-84-8127-197-3 Depósito legal: Z-2.115/08 Preimpresión: Ebro Composición, S. L. Imprime: ISAC Artes Gráficas, 5. L.
A todos los altoaragoneses y altoaragonesas, con el deseo de darles a conocer algo más de la historia pequeña de su entrañable tierra y de lo sucedido en ella hace ahora doscientos años. A mi esposa, Marisa, a María Luisa, su madre, y a mi hija Juncal, altoaragonesas las tres. A mi madre, Gloria, y a mis hermanos Maite (Irún), Sari e Iñaki, Agustín e Inés (Vitoria), lavi y Estela (Barbastro), y a sus familias. A mi padre, Agustín, ya fallecido. A mis amigos Benito, Miguel Montoro y Santos Santolaria, de Huesca; Augusto Allué, Pedro luanín, Mariano Marcén y Ángel Mesado, de faca; Miguel Ángel Millón, de Vinarós, y Julio Ducons, Luis Sorando y los Voluntarios de Aragón de Zaragoza, por compartir conmigo el interés y la afición por nuestra historia.
AGRADECIMIENTOS Por orden alfabético, a Enrique Badía, encargado del Archivo de Pedro María Ric en Fonz; a Jesús Paraíso, archivero del Municipal de Barbastro; a las hermanas María y Elena Rivas, lo mismo del Histórico Provincial de Huesca la primera y del Municipal de Zaragoza la segunda; a José Antonio Rivero, auxiliar que fue del Archivo Municipal de Jaca; a María Jesús Torreblanca, archivera del Municipal de Huesca, y a todos los empleados y empleadas de estos archivos por las atenciones y facilidades dadas durante los años de investigación y consulta de documentos para este trabajo. Justo es dar las gracias también a Pilar Alcalde, Ana Bescós y Teresa Sas, por su paciencia y ayuda en la corrección del trabajo y por sus sugerencias, y a mis amigos Mariano Marcén, Ángel Mesado, Miguel Ángel Milián y Luis Sorando, y a Antonio Berenguer Galindo, autor del trabajo Fraga en la guerra de la Independencia, por autorizarme a disponer de sus investigaciones. Para finalizar, mi gratitud al Instituto de Estudios Altoaragoneses y a su director, Fernando Alvira, y a la Diputación de Huesca, especialmente a su presidente, Antonio Cosculluela, por aceptar mi propuesta de editar este trabajo en el bicentenario de la guerra de la Independencia española y darme todo tipo de facilidades para ello.
PRÓLOGO
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ERCA del lugar de Fago, en las proximidades de Ansó, la cueva de los Gabachos mantiene
la memoria viva de una terrible acción de represalia ejercida por la partida guerrillera de
Andrés Ochotorena, delincuente navarro de Zabalza reconvertido en guerrillero, sobre un
nutrido grupo de prisioneros de un destacamento del ejército imperial, ocurrida el 23 de mayo de
1809. El pormenor del suceso pude conocerlo en el libro de Ramón Guirao y Luis Sorando El Alto Aragón en la guerra de la Independencia, VII Premio de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza, editado por la Institución Fernando el Católico. En las comunidades del Pirineo occidental, aquella no solo era una información transmitida de generación en generación por tradición oral, pues vino a demostrarse científicamente cuando los restos óseos de un numeroso grupo humano encontrados en dicha cueva fueron estudiados a fines de los años ochenta por el antropólogo José Ignacio Lorenzo. Recientemente, con ocasión de una visita efectuada a Echo a propósito de impartir una conferencia sobre la guerra de la Independencia, los comparecientes, en el tiempo del coloquio, hablaban del incendio de su villa a manos del general Musnier, el 28 de agosto de 1809, como si hubiese ocurrido la semana anterior. Los casi doscientos años transcurridos no han empañado la memoria, en buena parte porque nunca antes desde la noche de los tiempos los vecinos de la otra parte de la raya pirenaica habían sido otra cosa que eso, vecinos cordiales con los que se practicaban activas relaciones comerciales por el puerto del Palo y se intercambiaban pastos para los ganados. Siendo la historia la memoria del género humano, gracias a su cultivo estamos en condiciones de conocer mejor nuestro pasado, y al hacerlo conjuntamente nos enfrentamos con el ejercicio de la conmemoración, circunstanciada siempre por factores cronológicos, de singular virtualidad en cuanto respecta a la española guerra de la Independencia, que los franceses llamaron guerra de España y los ingleses guerra peninsular. Ramón Guirao Larrañaga es un estudioso de la historia, a la que ha hecho objeto de intensa actividad no profesional porque pertenece a la selecta nómina de médicos seducidos por los encantos de Clío, la musa de la historia, a la que la Antigüedad clásica representaba portando un rollo escrito o guardando un cofre con pergaminos y libros. Fruto de tal seducción son la veintena de libros y trabajos, siempre vinculados con el Alto Aragón, que, escritos individualmente o en colaboración con Luis Sorando, jalonan su amplia bibliografía. Con la importante base de partida que representa el estudio que fue merecedor del VII Premio de la Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza, al que me refería al principio, Ramón Guirao (ahora con la colaboración de Luis Sorando) ha llevado a cabo una ampliación enorme de su estudio, con nuevas fuentes documentales, partiendo de la generosa aportación de los altoaragoneses en la defensa de Zaragoza en los aciagos momentos en los que el viejo reino y su caput regni habían pasado a ser objetivos esenciales en los planes imperiales de Napoleón.
PRÓLOGO
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Guillermo Fatás, en su «Presentación» como director de la Institución Fernando el Católico al citado libro de 1995, afirmaba: «los sucesos de la guerra de la independencia en las tierras oscenses, en el Alto Aragón, a partir de ahora y por causa de estas páginas iluminados con la claridad que introduce esta primera crónica sistemática como nunca antes lo habían estado en lo que concierne a la famosa contienda». Trece años después, los Anales que el lector tiene en sus manos, obra del empeño y de la afición de Ramón Guirao, amplían sensiblemente el campo de la crónica e intensifican la luz que permite incrementar la claridad para conocer mejor los sucesos que conmocionaron a Aragón y a los aragoneses entre 1808 y 1814, hace ahora doscientos años. La memoria obliga. José Antonio Armillas Vicente Comisario del Bicentenario de tos Sitios
INTRODUCCIÓN
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SPAÑA firma con Francia el 27 de octubre de 1807 el Tratado de Fontainebleau, por el que se compromete a ayudarle en la conquista de Portugal a cambio de recibir una parte de su territorio. En los artículos adicionales se acuerda la entrada en España de un ejército fran-
cés para ocupar Portugal unido a tropas españolas y al mando de Junot. Napoleón olvida pronto el
tratado y encamina su nueva estrategia a intentar colocar en el trono de España a uno de sus hermanos, aprovechándose para ello de las serias desavenencias existentes entre Carlos IV y su hijo Fernando. So pretexto de reforzar al ejército de Portugal, penetra el general Dupont en España en noviembre de 1807 y sitúa su cuartel general en Valladolid. En enero de 1808 es Moncey quien cruza el Bidasoa y se asienta entre Vitoria y Burgos; en febrero, Darmagnac traspasa la frontera por Roncesvalles y ocupa Pamplona, y Duhesme entra por la Junquera y llega a Barcelona.
TIEMPOS DIFÍCILES, DE MARZO A MAYO DE 1808 El 19 de marzo de 1808, en Aranjuez, abdica el rey Carlos en su hijo Fernando; en Zaragoza y en todo Aragón, al igual que en Madrid y el resto de España, se viven tiempos difíciles, en los que se detectan indicios de cambio económico y social en medio de un enrarecido ambiente político originado por la presencia en la nación de tropas francesas, por el progresivo rechazo popular hacia el favorito del rey, Godoy y por la abdicación y renuncia a la corona de Carlos IV. Como consecuencia, la situación es complicada; el 22 de marzo se produce una revuelta estudiantil en Zaragoza, conocida como la del Retrato, en la que tras una asamblea tumultuosa los estudiantes encierran en un cuarto a los profesores y se llevan de una de las paredes de la Universidad un retrato de Godoy, lo colocan en un palo a modo de bandera y salen con él hasta el Coso, donde hacen una hoguera en la que, después de escupir y patear el retrato, lo queman. Los estudiantes serán castigados por el rector y, algunos de ellos, los más exaltados, encarcelados. En la revuelta participan, entre otros, Matías Calvo, uno de los que serán llevados presos a la Aljafería, Javier Mina y Miguel Sarasa.' Y mientras esto sucede en Zaragoza, en Madrid el día 23 hace su entrada Murat, y posteriormente la hará el nuevo rey, Fernando VII. Poco después sus padres son trasladados a Bayona, en Francia, por orden del emperador francés Napoleón. Este ir y venir de soldados napoleónicos por el territorio nacional preocupa a los ciudadanos españoles, por lo que se publica un decreto que pide tranquilidad a la población y trata de justificar los
Matías Calvo era de Leciñena, donde nació el 24 de febrero de 1792; Javier Mina era navarro, y Miguel Sarasa, altoara' gonés de Embún, A todos ellos se les verá más adelante peleando en el Alto Aragón contra los invasores franceses. Para conocer en detalle esta revuelta puede verse Mareen Letosa, luan José, El manuscrito de Matías Calvo: memorias de un monegrino durante la guerra de la Independencia, Zaragoza, Mira, 2000.
INTRODUCCIÓN
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movimientos franceses. Este decreto es recibido en Huesca el 24 de marzo por Antonio Clavería,' gobernador militar y político de la ciudad y su corregimiento, quien inmediatamente dispone su publicación para que llegue a noticia de todos «para su tranquilidad y sosiego». Días después, recibe Clavería otra real orden en la que se le comunica que se ha encarcelado a Godoy y se ha resuelto desagraviar a todos los que hayan padecido por su causa. Clavería manda circular esa orden y posteriormente recibe, al igual que las autoridades de la Universidad Literaria, instrucciones para realizar «el acto de levantar los pendones por mí y en mi real nombre y ejecutar las demás ceremonias que en semejantes casos se han acostumbrado». Mientras, el rey Fernando, que aún cree en la amistad de Napoleón, decide acudir a petición de este a Bayona para reunirse con él, dejando en Madrid una Junta de Gobierno presidida por su tío el infante Antonio Pascual y habiendo enviado una carta a toda la nación que Clavería publica en Huesca el 28 de abril.' Llegado a Bayona, Fernando mantendrá con su padre, con Napoleón como testigo, una vergonzosa reunión en la que Carlos reprende a su hijo y le exige la devolución de la corona.
EL 2 DE MAYO DE 1808 EN MADRID
En Madrid, mientras tanto, el vecindario, que ha visto cómo la familia real abandona la corte y observa cómo cada vez entran más franceses en España, se solivianta y el día 2 de mayo se produce una insurrección que se extiende por toda la capital y es reprimida a sangre y fuego por los franceses. En el parque de artillería de Monteleón varios oficiales españoles, entre ellos los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, y el teniente oscense Mariano Ricafort,4 se aprestan a la defensa y comienzan a armar al pueblo, pero los imperiales, tras arduos combates, consiguen ocupar el parque, y Daoiz y Velarde, entre otros muchos, mueren en su defensa; no así Ricafort, que consigue escapar y se dirige hacia Extremadura. Testigo directo de estos hechos es otro altoaragonés, José Mor de Fuentes,' que vive en Madrid por aquel tiempo y que en vista del cariz que toman los acontecimientos decide abandonarla y marchar a Zaragoza. En tanto, en Bayona, las noticias sobre los acontecimientos de Madrid son aprovechadas por Napoleón y comunicadas en una reunión a Fernando y a su padre; Carlos IV culpa a su hijo de los sucesos de Madrid y Napoleón, amenazante, consigue que Fernando abdique en favor de su padre. El día 6
Antonio Clavería Portu, nacido en San Sebastián, estudió en el Colegio de Artillería y fue subteniente de ese cuerpo en 1778 y coronel en 1804. Desde el 26 de enero de 1805 era gobernador militar y político de Huesca. Al comenzar los problemas politicos en 1808 hizo publicar todas las órdenes que recibía, aunque fuesen contradictorias, sin tomar partido, lo que le valió las sospechas de afrancesamiento. Archivo Municipal de Huesca, actas y documentos de 1808 (en adelante AMI-1/AD): Cartas de Clavería, gobernador de Huesca, recibidas y publicadas en marzo y abril. Archivo Histórico Provincial de Huesca, Documentos de la Universidad Sertoriana (en adelante AHPH/DUS); caja 224, Correspondencia. Mariano Ricafort Palacín nace en Huesca en 1776 y es bautizado en la catedral. A los 17 años ingresa en el Ejército y lucha a las órdenes del barbastrense general Ricardos en la campaña contra la Convención francesa (1792-1793): teniente en 1804. Huido de Madrid tras el 2 de mayo, se traslada a Badajoz, donde es nombrado capitán y organiza el batallón de tiradores de dicha ciudad. Como teniente coronel continúa sirviendo a la ¡unta de Extremadura y es nombrado vocal de su Tribunal Militar Ejecutivo. En 1812 Wellington le nombra gobernador militar de Badajoz y como tal organiza nuevos cuerpos armados, entre los que destaca la Legión Extremeña, de la que es nombrado coronel. Archivo General Militar de Segovia (en adelante AGMS), Hojas de servicios y documentos varios (en adelante AGMS/FISD). 5 Nace en Monzón el 11 de junio de 1762, hijo de Francisco Mor y Benita Pano, aunque cambiará su segundo apellido por el de Fuentes. Estudia en la Universidad de Zaragoza, luego en Toulouse y en el Real Seminario de Vergara, en Guipúzcoa. En 1789 es cadete del Regimiento de América y entra en la Academia Militar de Matemáticas de Barcelona para posteriormente acceder al Cuerpo de Ingenieros de la Armada. Iniciada la guerra de la Independencia, su vida transcurre entre Madrid, Zaragoza, Monzón, Valencia y Cartagena y, acabada aquella, entre Monzón, Zaragoza y Madrid. Más adelante, y dedicado a la literatura y al periodismo, vivirá en París y Barcelona. Finalmente muere en Monzón a los 88 años de edad el 3 de diciembre de 1848. Mor de Fuentes, José, Bosquejillo de su vida, Madrid, Atlas (col. «Cisneros»), 1943, y Cáseda Teresa, Jesús, Vida y obra de José Mor de Fuentes, Monzón, CEHIMO (col. «Tolous»), 1994; según este autor, algunos de los hechos y circunstancias que refiere Mor de Fuentes en su Bosquejillo conviene ponerlos en entredicho.
INTRODUCCIÓN
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fosé Bonaparte, por Francois-Pascal-Sirnon Gérard. (imagen cedida por Biblioteca Nacional de España)
Carlos IV firma un tratado con Napoleón por el que le otorga todos los derechos sobre la Corona española y este, dos días después, escribe a su hermano José, entonces rey de Nápoles, comunicándole que «la Nación, por medio del Consejo Superior de Castilla, me pide un rey; es a vos a quien destino esa corona». La traición ha sido consumada, España invadida, su familia real apresada en Bayona, el pueblo de Madrid violentamente reprimido y un rey intruso está camino del trono español.
EL ALTO ARAGÓN EN EL PERÍODO 1808-1814 La Novísima Recopilación de Leyes, promulgada por Carlos IV, reconocía para Aragón el titulo
de reino, pese a que desde el punto de vista jurídico-administrativo era solo una provincia y en 1808 estaba dividido en trece corregimientos o partidos: Zaragoza, Alcañiz, Da roca, Barbastro, Teruel, Calatayud, Huesca, Benabarre, Cinco Villas, Jaca, Tarazona y Albarracín, conociéndose como Alto Aragón u orilla izquierda el territorio situado entre el Ebro y los Pirineos, correspondiente a los partidos de Barbastro, Benabarre, Cinco Villas,6 Huesca, Jaca y parte del de Zaragoza. Se trataba, pues, de un territorio mucho más extenso que el actual, reducido tan solo a la provincia de Huesca; las principales ciudades y los más importantes pueblos del Alto Aragón de hoy estaban repartidos entonces en dichos corregimientos. En el de Huesca, que tenía a Huesca como capital y población
6 Para conocer lo sucedido en esta contienda en Cinco Villas puede verse Guirao Larrañaga. Ramón, Las Cinco Villas de Aragón durante la guerra de la Independencia española, Anales (1808-1814), Zaragoza, Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza, 2007 (XXII Premio Los Sitios de Zaragoza).
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más importante, había 149 pueblos y lugares, entre ellos Ayerbe, Bolea, Sariñena, Riglos, Rasal, Casbas, Arguis, Robres, Tardienta y Gurrea de Gállego. En el de Jaca, formado por 198 pueblos, la única población importante era Jaca, capital del corregimiento y con una impresionante ciudadela; pertenecían a él Canfranc, Biescas, Broto, Sabiñánigo, Javierrelatre, Santa Cilia, Torla y Sallent de Gállego. En el de Barbastro, que limitaba al norte con Francia se contaban 158 pueblos y lugares, de los cuales los más destacados eran su capital, Barbastro, Monzón, con su imponente castillo, Tamarite de Litera, Estada, Abiego, Mediano, Villanueva de Sigena, Fonz, Alcolea de Cinca, Boltaña, Bielsa, Plan y Vio. En el de Benabarre, del que Benasque y su castillo constituían el punto más importante, aunque la capital era Benabarre, existían 189 pueblos y lugares, entre ellos Campo, Castejón de Sos, Graus, Laspuña y Tolva. Otros pueblos y ciudades hoy altoaragoneses, como Concilio, Ardisa, Ansó, Echo, Salinas de laca, Berdún y Javierregay, correspondían al corregimiento de Cinco Villas, y los de Alcubierre, Lanaja, Lalueza, Peñalba, Candasnos y Fraga, al de Zaragoza, donde estaba la capital del reino y otros lugares importantes como Villanueva de Gállego y Zuera en la ruta que conducía a Francia, Leciñena en el camino que llevaba a Barbastro y Mequinenza, con una fortaleza de gran valor estratégico, en el de Cataluña. En esta época, la mayor parte de los caminos que atravesaban el país eran carreteros, exceptuando los de montaña, que eran de herradura y estaban en mal estado; por muchos de ellos solo podían transitar caballerías. Las rutas más importantes eran las de Zaragoza a laca por Zuera, Gurrea de Gállego y Ayerbe; la de Zaragoza a Madrid por Calatayud, y las de Zaragoza a Lérida por Candasnos y Fraga y por Alcubierre y Monzón, lo que, según el historiador francés Jean Sarramon, justificaba que «la villa de Monzón, con sus 3000 almas, representase a inicios del siglo xix un punto estratégico de primera importancia»! Con respecto al carácter de aquellos aragoneses en general y de los altoaragoneses en particular, sirvan de ejemplo las opiniones, tanto de autores españoles como franceses, que exponemos a continuación. Entre los españoles, Madoz dice del altoaragonés que «es en su mayoría bullicioso y soberbio algún tanto, sin embargo, en la montaña y aun en Ribagorza y parte de la Litera son algo más humildes. En lo general son fuertes y laboriosos, aficionados a las diversiones y las romerías», y más adelante afirma que son «tan sencillos como honrados, tan francos como desinteresados y profesan un ciego respeto a las leyes a pesar de que los que se dedican al contrabando son impávidos para cometer los asesinatos más horrorosos. Son cautos, serenos y muy tenaces, conservando sus primitivas costumbres, sobre todo los de Ansó». Rodríguez Solís los describe como «hombres de mediana estatura, fornidos, infatigables, fuertes, de color sano y agradable presencia. En cuanto a su carácter, son bulliciosos y un tanto altivos hasta frisar en lo soberbio, pero francos, ingenuos, alegres, laboriosos, enemigos de la traición y capaces de toda acción heroica. Esta virilidad indomable constituye el fondo del carácter altoaragonés».' De entre los franceses, D'Hautpoul explica que «son robustos, vigorosos, bravos y crueles; no salen jamás sin estar armados con fusiles o puñales, y no soportan a los extranjeros, de los que desconfían muchísimo». Joseph-Henri Réveillé-Parise, cirujano del 115° regimiento de línea, que estu-
Sarramon, Jean, La suerte de las guarniciones abandonadas en el antiguo reino de Aragón por los ejércitos franceses en retirada (78134814), Zaragoza. 1994 (VI Premio Los Sitios de Zaragoza): 206. Rodriguez Solfs, Enrique, Los guerrilleros de 1808: historia popular de la guerra de la Independencia, Madrid, Imp. de Fernando Cao y Domingo de Val, 1887, 2 tomos: 1/7°, 14. Madoz, Pascual. Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid, s, n., 1845-1850, 16 vois. led. facs, de los correspondientes a Zaragoza, S
Huesca y Teruel. Valladolid. DGA I Ámbito, 1985).
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yo en Aragón, opina que «el aragonés tiene una fisonomía bien pronunciada y trazos bastante regulares. Su cuerpo es musculoso y capaz de soportar largo tiempo las fatigas y privaciones. Acostumbrado a una vida casi salvaje, en las montañas y los Pirineos, donde se dedica al contrabando, no tiene esa apatía, esa pesadumbre ante las contrariedades. Su voz es áspera; un pelo rudo y negro cubre su piel morena por el sol. Su juicio es Limpio y sano, las consecuencias que él saca son siempre de una justicia que extraña a los menos clarividentes. Pero lo que distingue sobre todo a los aragoneses es su cerrazón y su inflexible coraje, que ni las desgracias, ni los reveses, ni las desdichas de toda clase pueden doblegar. Cualesquiera que sean las circunstancias adversas en las que se encuentre, la fortuna le sonríe siempre. Su imaginación es fuerte, susceptible de entusiasmarse rápidamente y concebir y ejecutar grandes empresas. Al mismo tiempo es prudente y delicado, y aunque le sea difícil a un extranjero ganar su amistad, es muy ventajoso el conseguirla».'
Archives Historiques de la Guerre du Service Historique de l'État Major de l'Armée (en adelante AFIGI: C5/47, O'Hautpoul al ministro de la Guerra, 3 de mayo de 1809. Réveille-Parise, loseph-Henri, Relation médicale du siége de Saragosse en 1808 et 1809 ou Tableau des maladies qui ont regné, á cette époque, dans la ville et dans les camas de l'Armée frangaise, París, Imp. de Didot leune, 1816: 14-16.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA (MAYO DE 1808 - FEBRERO DE 1809)
EL LEVANTAMIENTO (FINALES DE MAYO — PRIMEROS DE JUNIO DE 1808) EL LEVANTAMIENTO EN ZARAGOZA, CAPITAL DEL REINO DE ARAGÓN
T
RAS los sucesos de Madrid, España entera se levanta y se organizan juntas en las provincias para preparar la defensa. A Zaragoza llegan las noticias el 24 de mayo; los vecinos, exalta-
dos, se rebelan y exigen al capitán general Jorge Juan Guillelmi") que los organice y arme,
pero este dimite de su cargo y al día siguiente el pueblo ofrece la capitanía general de Aragón a José Palafox," que tras algunas indecisiones acepta el cargo que le proponen. De la situación en Zaragoza nos da su particular visión José Mor de Fuentes, que ha llegado a la
capital aragonesa procedente de Madrid y según el cual los zaragozanos habían ofrecido inicialmente el mando del levantamiento a Antonio Cornel Ferraz,u al conde de Sástago y a otros, y finalmente a él mismo, aunque Mor había renunciado a ello pues, aunque «estaba pronto a sacrificarse por la causa nacional, le constaba de ciencia cierta haber ido varios mozos de la clase media en busca de Palafox»." Elegido Palafox, convoca una asamblea el 27 de mayo en la que se crean dos juntas, una para el arreglo y formación de tercios y compañías de voluntarios" y otra para los asuntos militares, de la que es nombrado presidente el ya citado altoaragonés Cornel. Asimismo establece un plan de defensa del Pirineo, manda que se constituyan juntas de gobierno en cada corregimiento a las que se envían órdenes con el fin de iniciar el levantamiento en todo el reino de Aragón y ordena celebrar el 9 de junio unas Cortes o Asamblea Provincial compuesta por los comisionados o procuradores de las ciudades que según el último estado tenían voto, los reverendos obispos de las Diócesis más próximas a Zaragoza, abades y priores de la nobleza. Asistirán, por parte altoaragonesa, además del obispo de Huesca, Joaquín Sánchez Cutanda," el abad de Montearagón
'° Jorge luan Guillelmi Andrada nace en Sevilla en 1734. Teniente coronel de artillería y profesor de Matemáticas en Segovia, en 1797 es nombrado presidente de la Audiencia de Zaragoza y capitán general de Aragón. Cuando la sublevación del 2 de mayo, da un bando aconsejando calma y prudencia pero acusado de afrancesado, es arrestado en el castillo de la Aljaferia, de donde es trasladado al de Monzón. Vuelto a traer a la Aljafería, permanece en ella encerrado hasta su muerte en marzo de 1809. Su cadáver queda depositado en la iglesia de San Martín de la Aljafería. "
José Rebolledo de Palafox y Melci, nacido el 28 de octubre de 1775, comienza su carrera militar como guardia de corps
en mayo de 1792 y en junio de 1808 alcanza el rango de mariscal de campo. 12 Nacido en Benasque en 1745, coronel en 1790 y mariscal de campo en 1793. Gobernador de Lérida, Mallorca, Valencia y Cataluña entre 1795 y 1799, es designado este mismo año secretario de Estado y del Despacho Universal de la Guerra, e
interinamente del de Marina y su Dirección General, que desempeña hasta 1801, año en que marcha de cuartel a Zaragoza, en cuya defensa participa durante el primer sitio. AGMS/H5D de Antonio Cornel. 13
Mor de Fuentes: 42-45.
I° Estas compañías eran de 100 hombres cada una. debiendo alistarse en principio solo los mozos de 16 a 40 años solteros o viudos sin hijos. 15
Nacido en Rubielos de Mora en 1745, en 1797 toma posesión de la sede episcopal de Huesca.
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LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: El ALTO ARAGÓN Y LOS Al TOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
y el conde de Torresecas;" por el estado de nobles, Alejandro Naya Ferrer, barón de Alcalá, y Joaquín María Palacios; por el estado de hijosdalgo de Huesca, Antonio Soldevilla, y por el de Barbastro Francisco Romeo, y como representantes de ciudades de voto en Cortes, por Jaca Francisco de Paula Pequera y por Fraga Domingo Arquer de la Torre." Estas Cortes declararán el estado de guerra en todo el reino de Aragón y acordarán nombrar una Junta Suprema compuesta por seis miembros con José Palafox como presidente. De los seis miembros electos, tres son altoaragoneses: el obispo de Huesca, Antonio Cornel y Pedro María Ric." Según el Libro de gestis de Barbastro," las órdenes de Palafox fueron «obedecidas en todo el Reino, creándose en cada corregimiento una Junta particular que entendiese en el alistamiento de tropas, armamento, pertrechos y subsistencias y en mantener el buen orden y tranquilidad de los pueblos y en la que se depositó la confianza pública y toda la autoridad necesaria para tomar las providencias que estimasen convenientes». Para organizar el levantamiento queda encargado en Huesca Felipe Perena Casayús; en Fraga, el teniente retirado Raimundo Fitzgerald; en Jaca, Jerónimo Rocatallada para la defensa de Echo y Ansó y Francisco García Marín para la de Canfranc; en Barbastro, el corregidor Andrés Santolaria para la capital del corregimiento, para Monzón el gobernador del castillo Rafael Ansoategui y para el cantón de Bielsa Joaquín Fernández; en Benabarre, el alcalde Manuel Moreno de la Cuesta y el marqués de Villora, gobernador del castillo de Benasque. De estas juntas y de los tercios y compañías que de inmediato se organizan se hablará a continuación con detalle.
EL LEVANTAMIENTO EN EL NORTE DEL CORREGIMIENTO DE ZARAGOZA Al producirse el levantamiento se esperaba que la represión sobre Zaragoza llegase en forma de tenaza, procedente de Pamplona por la izquierda y desde Barcelona por la derecha; por ello adquiere una gran importancia en la estrategia defensiva ideada por Palafox el apoyar el levantamiento de Lérida y Tortosa, cuya resistencia supondría un obstáculo para las esperadas columnas de castigo procedentes de Cataluña. El castillo de Mequinenza y la vecina ciudad de Fraga, ambos en la misma raya de Cataluña y pertenecientes en la época al corregimiento de Zaragoza, se convertirían así en el centro de operaciones de ese sector. Al igual que en otros lugares, en Fraga se recibe la proclama de Palafox acompañada de órdenes para organizar el levantamiento y constituir una Junta de Gobierno.20 Inmediatamente se publica un bando exhortando según la proclama a los mozos de 16 a 40 años, solteros o viudos sin hijos,
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Mariano Villalpando y Sanjuán será ayudante de Palafox y participará en los dos sitios.
Casamayor Ceballos, Faustino, Años políticos e históricos de las cosas particulares ocurridas en la imperial y augusta ciudad de Zaragoza (1772-1832), Biblioteca Universitaria de Zaragoza, 49 tomos. Los meses relativos a los Sitios de Zaragoza fueron editados en 1908 con el título Los Sitios de Zaragoza. Diario de Casamayor: 9 de junio. Pedro María Ric y Montserrat nació en Fonz el 24 de septiembre de 1776, hijo de Miguel Esteban Ric y Pueyo de Urriens, barón de Valdeolivos, y Ana María de Montserrat y Ustariz. En la Universidad Sertoriana de Huesca estudió Humanidades; llegó a ser profesor y posteriormente rector de dicha Universidad. Doctor en ambos Derechos, viajó por Italia en 1784. Caballero de la Orden de Carlos III y alcalde del Crimen de la Real Audiencia de Aragón en 1795, camarero secreto honorario de capa y espada de Pío VI en 1796, gobernador de la Sala del Crimen en 1801 y académico de la Real de San Luis de Bellas Artes de Zaragoza y de la de Buenas Letras de Barcelona en 1802, casó con María de la Consolación de Azlor y Villavicencio, condesa de Bureta, y ambos se distinguieron en los Sitios de Zaragoza por su valor y abnegación, como luego veremos. Para conocer más aspectos de la vida de Ric puede consultarse la obra de Mariano Pano y Ruata La condesa de 8ureta, doña María de la Consolación Azlor y Villavicencio, y el regente don Pedro María Ric y Montserrat: episodios y documentos de los Sitios de Zaragoza, Zaragoza, 1908 y 1947, 2 vols. 18
ig Archivo Municipal de Barbastro len adelante AMB): Libro de gestis, memoria breve de algunos sucesos de esta ciudad desde el año de 1808 hasta el de 1814 (en adelante AMB/LG): n° 4. 20
Que el día 29 queda formada por cuatro eclesiásticos miembros del Capítulo Parroquia! de San Pedro y cuatro individuos del Estado Noble: Miguel Aymerich, Medardo Cabrera, Vicente Monfort y Antonio junqueras.
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Mapa de Aragón en el que se recogen los distintos corregimientos aragoneses. (Archivo Municipal de Zaragoza, Fondo Palafox)
a alistarse voluntariamente en las compañías que se van a organizar, convocándose además y sin excusa a quienes ya habían servido anteriormente en el Ejército. Los miembros de la junta inicial son los que predicando con el ejemplo se ponen en el sombrero la escarapela roja, y ya el 30 de mayo se enrolan muchos de ellos junto a dos eclesiásticos, Joaquín Vera y Ramón Rubio, y algunos jóvenes como Braulio Mainar. Para mandar a los alistados es designado provisionalmente el teniente de caballería retirado Raimundo Fitzgerald y se comisiona a varios notables para la distribución de la soldada a los mozos. Fitzgerald delega en Domingo María Barrafón la instrucción de la tropa en el ejercicio de las armas y muchos lo aclaman como su jefe. Apenas terminado el alistamiento, se recibe el 5 de junio en Fraga un oficio de la Junta de Lérida en el que se informa de que desde Cataluña y Madrid vienen hacia Aragón varias columnas francesas; siendo Lérida punto clave para el enemigo, se solicita que salgan hacia allí cuantos puedan con armas y municiones para intentar impedir la entrada de los imperiales. Esta noticia, unida a las que continuamente se reciben sobre la traición y conducta de los franceses, hace crecer la indignación popular, que se traduce en alborotos a imitación de lo sucedido en Zaragoza y en otros lugares; ese mismo día es asesinado a puñaladas frente al portal de su casa Nicolás Catalán, escribano del juzgado fragatino y secretario del Pósito de Granos, cuando regresaba a su domicilio tras haber acompañado a su mesón a unos comerciantes franceses que fueron hechos presos. Al día siguiente, atendiendo la petición de la Junta de Lérida, salen de Fraga los mozos alistados, lo que vuelve a exacerbar los ánimos de los fragatinos, que irrumpen en las casas de los franceses residentes en Fraga y en las de los que suponían los habían ocultado, prenden a los que encuentran, incluidas sus mujeres, aun siendo estas naturales de Fraga, y los maltratan a golpes, además de registrar y
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saquear casas y conventos. Durante los incidentes, tres hombres arrastran desde el hospital, donde estaba ingresado, hasta la plaza, al francés Juan Fur, que residía en Fraga desde hacía cincuenta años, y le prenden fuego sobre una hoguera hasta que queda «hecho carbón en lo exterior». La Junta de Fraga, temerosa de nuevos atentados, emite un bando y a iniciativa propia embarga todos los bienes de los franceses residentes hasta que se disponga lo conveniente. El día 7 se presentan en Fraga algunos soldados de artillería y guardias españolas que huyen desde Barcelona, ocupada por los franceses, hacia Zaragoza y, en tanto, los voluntarios que habían salido en dirección a Lérida, llegados a Alcarrás, son avisados de que ya no son necesarios en esa capital por haber sido derrotados los franceses en el Bruch, y regresan a Fraga, donde su Junta ha dispuesto que se alerte a los pueblos cercanos a fin de que sus alistados estén prontos a acudir a Fraga al menor aviso de Lérida. De todo esto informa Reales el 9 de junio a Palafox, quien le recomienda que se asesore «en los letrados de su satisfacción» en tanto se nombra un alcalde mayor. Tres días después Barrafón solicita permiso para trasladarse a Zaragoza por habérsele nombrado teniente del
Tercio de Zaragoza, pero Reales pone reparos y le deniega la autorización solicitan-
do a Palafox que le conmute su plaza por otra igual en las compañías de Fraga." Ese mismo día 12, en Candasnos, donde se ha organizado una compañía, se preparan para salir al mando de su alcalde, Miguel Allué, hacia Zaragoza, pero, al haber en el pueblo varios franceses detenidos, los mozos se niegan a salir sin que aquellos vayan delante." A Mequinenza, que «tiene una mediana fortaleza», escribe la Junta de Fraga y el 7 de junio el gobernador del castillo, Pedro Navarro, ofrece a Palafox su persona y la fortaleza que, «aunque se halla enteramente desmantelada de cañones, fusiles, pólvora y de todo pertrecho de guerra, con todo es muy apreciable por su situación tan ventajosa, ya porque el Ebro y Segre le sirven de barrera y contrafosos ya porque por dichos ríos es fácil de proveerse de todo lo necesario». Posteriormente explica el gobernador que el castillo domina la villa, en la que hay dos barcas, una para el paso del Ebro y la otra para el del Segre, y que la fortaleza se encuentra en buen estado, pues todos los años acude un ingeniero para estudiar las reparaciones necesarias." En tanto, en Tárrega (Lérida), el regimiento de infantería Extremadura recibe la petición de Palafox para acudir en auxilio de Zaragoza. Su jefe, el altoaragonés Domingo Larripa,z4 responde que al día siguiente saldrá hacia Zaragoza y que desde Fraga enviará un estado con su fuerza exacta; Palafox ordena a los alcaldes de Bujaraloz, Candasnos y Osera que faciliten su marcha.25
EL LEVANTAMIENTO EN HUESCA Y SU CORREGIMIENTO A finales de mayo, el gobernador de Huesca, Antonio Clavería recibe dos proclamas de Palafox, que reparte por la ciudad y su corregimiento,26 y órdenes de la Junta Superior de Aragón; siguiendo
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Archivo Municipal de Fraga (en adelante AMF): caja 137-1, actas del 29 de mayo y del 5 al 27 de junio, y caja 1098-13.
Archivo Municipal de Zaragoza len adelante AMZ), fondos del Archivo de Palafox (en adelante AMT/AP): caja 8155, legs. 8.1/23, 8.1/35 y 8.1/46. José Reales a Palafox, Fraga, 5, 9 y 12 de junio de 1808. Berenguer Galindo, Antonio. Fraga en la guerra de la Independencia, Huesca, Amics de Fraga, 2003: 36-37. 22
AMZ/AP: caja 8168, leg. 16.3/36, Alcalde de Candasnos a Palafox, 12 de junio de 1808.
AMZ/AP: caja 8168, leg. 16.3/17, Alcalde de Mequinenza a Palafox, 5; caja 8156, leg. 8.2/7, Gobernador de Mequinenza a Palafox, 7, y caja 8181, leg. 22.8/16, Gobernador de Mequinenza a Palafox, 13 de junio de 1808. 24 Larripa había nacido en la villa altoaragonesa de Echo en 1748. «hijo legítimo de Agustín Larripa y María Agustina Laplaza y fue padrino Francisco Javier Blasquiz, todos de dicha villa». AGMS/HSD de Domingo Larripa.
Alcaide lbieca, Agustín, Historia de los dos sitios que pusieron a Zaragoza en 1808 y 1809 las tropas de Napoleón, Madrid, Imprenta de D. M. de Burgos, 1830-1831, 2 tomos: 1, 43 y 97.
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AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/34, Clavería a Meneses, Huesca, 5 de junio de 1808.
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estas, Clavería y el alcalde mayor y corregidor interino, Mariano Lobera," realizan el día 31 una sesión en el Ayuntamiento en la que participan diferentes personalidades oscenses, como los señores Asensio y Palacios, del Claustro de la Universidad Sertoriana." Terminada la reunión y tras discutir los pormenores del levantamiento, Clavería remite tres oficios a Palafox comentándole sus dudas sobre de dónde sacar los recursos para el mantenimiento de los tercios de voluntarios, la forma de organizarlos y armarlos, la talla y otros requisitos para ser admitido y cómo elegir a los oficiales que deben mandarlos. Palafox, a vuelta de correo y desde su cuartel general de Zaragoza, contesta diciendo que «todos los fondos públicos y contribuciones del Reino se han de destinar, por ahora con preferencia, al pago del ejército», y a estos se añadirán los donativos particulares;" respecto a la talla, señala que es indiferente, ya que «el valor que alientan todos los aragoneses no está sujeto a esa proporción». Asimismo, dispone Palafox que se lleven a Huesca las armas y municiones necesarias, acabando su misiva indicando que ha nombrado como comandante en jefe de los tercios de Huesca a Felipe Perena Casayús,'° militar experimentado y persona con estudios universitarios, licenciado en Leyes y maestro en Artes, y que una vez que conozca el número voluntarios destinará los oficiales precisos, debiendo haber en cada compañía al menos dos de ellos de clase noble y elegidos por el alcalde y Perena." Efectivamente, a últimos de mayo Palafox había solicitado a Perena que se encontraba retirado en su casa de Ortilla, que acudiera a Zaragoza para entrevistarse con él con el fin de organizar el levantamiento en Huesca. Mantenida la entrevista, Palafox nombra al oscense comandante de los tercios de Huesca que debe levantar, dándole amplios poderes para organizar a los voluntarios y un documento acreditativo de su nombramiento." El 3 de junio en sesión celebrada por el Cabildo de Huesca, el deán Lorenzo López Andreu, que unos días antes, el 30 de mayo, ha recibido instrucciones para nombrar dos miembros del Cabildo que acompañen al obispo Sánchez Cutanda a las Cortes que se han de celebrar en Zaragoza, designa a los señores maestrescuela y doctoral, y propone que, pareciendo «indispensable que esta Santa Iglesia dé una prueba del interés que toma en la defensa de una causa tan justa», se ofrezcan a Palafox 400 000 reales en metálico, «que se tomarán de los fondos de Sacristía y Fábrica por iguales partes», y de los cuales Palafox ordena que se entreguen 100 000 a Juan Azlor, tesorero provincial de Huesca, y el resto quede a disposición de Perena para los primeros gastos de los tercios." Siguiendo las indicaciones recibidas de Palafox para la captación de recursos, Clavería escribe el 3 de junio al Claustro de la Universidad de Huesca remitiéndole la carta de Palafox y manifestándole que los recursos públicos de que dispone «son por desgracia de corta consideración» y que, conociendo «que tiene caudal considerable en metálico en sus arcas», espera que ponga todo el dinero que pueda en manos del depositario, Azlor, quien le dará el correspondiente recibo. Al día
27 Mariano Lobera y Larrán ha sido alcalde mayor de Huesca desde 1800 a 1807, año en que es nombrado consejero honorario del crimen de la Audiencia de Aragón. /S
AHPH/DUS: caja 60. leg. 5, Bastardelos del Claustro. f. 1. AHPH/DUS: caja 224, Correspondencia.
'`) Nacido en Huesca en 1764. Para conocer su biografia puede consultarse Guirao Larrañaga, Ramón, Don Felipe Perena y Casayús, Huesca, Ayuntamiento, 1999 (4" Premio Durán Gudioll. AHPH/DUS: caja 60, leg. 5, Bastardelos del Claustro, f. 1, y caja 224, Correspondencia. AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/297, Palafox a las autoridades de Huesca, Zaragoza, 1 de junio de 1808. 52
«En consideración a los conocimientos militares y demás circunstancias que adornan al teniente coronel Felipe Perena, le
he confiado el alistamiento general y arreglo de cuantas compañías se puedan formar en esa ciudad y demás pueblos de su Corregimiento, confiriéndole al respecto cuantas facultades sean necesarias, pues conviene al bien de la patria no retardar ni un solo instante tan importante servicio». AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/340, Decreto de Palafox, Zaragoza. 1 de junio de 1808. " Archivo de la Catedral de Huesca len adelante ACH), Libro de resoluciones desde el año de 1804 hasta el de 1810 (en adelante ACH/LR): actas del 30 de mayo y del 3 y el 16 de junio de 1808.
Felipe Perena. Retrato anónimo. (Museo de Huesca)
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siguiente, se reúne el Claustro haciendo presente el maestrescuela que, aunque hay fondos disponibles, se debe atender a la reparación de la iglesia de Ayerbe y de los edificios que la Universidad tiene en Bierge y Torres de Montes, y que en Tesorería no va a entrar cantidad alguna de momento ya que se ha paralizado la actividad universitaria. Sin embargo, ofrece 100 000 reales de vellón en efectivo, poniendo a disposición de Palafox «hasta el último maravedí de las alhajas y caudales de la Universidad y hasta el valor de la última piedra del edificio», propuesta que, tras ser discutida, es aprobada por el Claustro» El 5 de junio, excitados algunos oscenses por las noticias que llegan, por los comentarios de los viajeros sobre las traiciones de algunas autoridades en varios lugares de España y sobre todo por ciertas acusaciones de afrancesamiento que pesan sobre Clavería, se amotinan y, exaltados, asaltan su casa, arrasan enseres y documentos y ponen fin a su vida." Perena, recién llegado a Huesca para comenzar la recluta de los voluntarios, se entera de la muerte de Clavería y de que la indisciplina y el desorden que la agitación popular producen dificultan el alistamiento, por lo que da las órdenes oportunas y poco a poco la tranquilidad vuelve a reinar en Huesca. El día 8, Perena, que al haber recibido informes de que los franceses amenazan Lérida se está preparando para salir hacia esta capital con 400 hombres, escribe a Palafox dándole cuenta de la muerte de Clavería." Ese mismo día, el alcalde Lobera recibe un oficio de la villa de Luna fechado el día anterior en el que le comunican que han llegado avisos de que los franceses se hallan ya en las orillas del Ebro hacia Tudela y Ágreda y se disponen a entrar en Aragón, por lo que piden ayuda. Lobera se reúne con Perena, quien, preparando su marcha a Lérida, le manifiesta que de ninguna manera puede dirigirse hacia la villa de Luna. Lobera intenta reunir hombres pero se da cuenta de que aunque consiga hacerlo ninguno podrá salir de Huesca dado que no existen municiones ni armas por lo que oficia a Palafox pidiéndole que le remita estos pertrechos lo antes posible, ya que con ellos se armarán todos los casados hábiles, y se podrá aprovechar y sacar partido de ese «ardor marcial que ha formado ya carácter en el corazón de los aragoneses», evitando además que se frustre «tan generosa animosidad por falta de estos precisos pertrechos». Solicita además el alcalde que se le envíen oficiales de línea «que dirijan estas gentes con acierto», pues, aunque los que se han de designar se porten con valor y patriotismo, «bastante harán por ahora de saber para sí y aplicarse para después mandar a otros»." Finalmente, Perena no marchará a Lérida ni podrá ir a Luna, pues Palafox, en vista del estado del pueblo, considera que es mejor que permanezca en Huesca «procurando su tranquilidad y el completo desempeño del alistamiento militar», confiando en que el patriotismo y el celo de Perena tranquilizarán los ánimos «de esos naturales, procurando particularmente el pronto arreglo de compañías, pues es lo que más interesa al bien de la patria»."
AHPH/DUS: caja 224, Correspondencia, Universidad de Huesca a Clavería. Huesca, 4 de junio, y caja 60, leg. 5, Bastardelos del Claustro, Consejo del Claustro Universitario, Huesca, 4 de junio de 1808. 33 Años después, en 1814, María Jesús Zaldúa, viuda de Clavería, envía desde Madrid una carta al Ayuntamiento oscense en la que se queja del trato que se dio a su marido durante los acontecimientos de 1808: «No habrá individuo acaso en esa
ciudad que ignore lo ocurrido en ella el 6 de junio de 1808 en que por un acaloramiento del pueblo perdí a mi difunto esposo el coronel gobernador don Antonio Clavería. A VV. SS. particularmente debe constar esta cruel catástrofe y la quema de la casa en que vivíamos, en la que consumieron las llamas todos los papeles de mi esposo» y, tras solicitar para arreglar su viudedad un certificado de lo sucedido, termina diciendo: «A ese pueblo debo todas las infinitas desgracias que hasta el día he padecido, pues deba yo en adelante a los individuos de él que lo representan, algún descanso en mi vejez, que tal vez me la proporcionarán con la certificación indicada». AMH/AD de 1814. " Decía Perena: «Luego que salí de esa ciudad para esta, me hallé con un propio que me comunicaba lo obrado por el populacho contra el gobernador Antonio Clavería, que se reduce a haberse amotinado frente a su casa, saqueándola e incendiando sus muebles y sin embargo de que dicho gobernador procuró la huida, lo cogieron en una casa inmediata donde le quitaron la vida». AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/298, Perena a Palafox, Huesca, 8 de junio de 1808. AMZJAP; caja 8222, leg. 46.1/73, Lobera a Palafox. Huesca, 8 de junio de 1808. AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/299, Palafox a Perena. Zaragoza, 8 de junio de 1808.
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LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
EL LEVANTAMIENTO EN JACA Y SU CORREGIMIENTO La pequeña, en esta época, ciudad de Jaca era la capital de la cuenca superior del río Aragón, el cual nace cerca del puerto de Somport, frontera entre España y Francia. Se trataba pues de una posición estratégica importante susceptible de asegurar la comunicación entre Suchet, al oeste de los Pirineos, y Soult, en Cataluña. A comienzos del siglo xix la población estaba rodeada de murallas almenadas flanqueadas de torres cuadradas y con puertas bien protegidas, y junto a ella se alzaba una ciudadela pentagonal fortificada llamada castillo de San Pedro, cuyos orígenes se remontan al reinado de Felipe II, a finales del xvi, El levantamiento de Jaca sigue en pocos días al de Zaragoza y el 29 de mayo el pueblo se concentra frente a la ciudadela solicitando que se permita el acceso a sus almacenes de armas. En la mañana del día 30 logran los jaqueses apoderarse de la fortaleza, que estaba al cargo del teniente de rey Patricio Kindelán (como gobernador interino en ausencia del titular, el mariscal de campo Juan O'Neille," gobernador propietario) por ser el oficial de mayor graduación. Dado que Kindelán no era del agrado de muchos y en vista de que los vecinos manifestaron cierta desconfianza hacia él y los componentes de la plana mayor, se vio el Ayuntamiento obligado a ponerse al frente del pueblo para dirigirlo y a colocar al mando del castillo a un individuo honrado del mismo Ayuntamiento. Pero el Ayuntamiento sabe que ni ellos ni los paisanos están capacitados para la menor defensa, por lo que urge el envío de una guarnición y un jefe competente y, a media tarde, estando reunidos los regidores Domingo Francisco Fernández, José Jiménez de Cenarbe, Juan Aísa, Manuel Ripa, Joaquín Benisia, Juan Azcón, Francisco de Paula Pequera, Mariano Sánchez y el secretario Elías Joaquín de Ciria, se recibe el edicto impreso en Zaragoza el día 27 en el que Palafox hace varias prevenciones y se acuerda darle el debido cumplimiento.° Como se ha dicho, una de las mayores preocupaciones del general Palafox tras asumir el mando del levantamiento en Aragón es asegurar la defensa de los importantes pasos y valles pirenaicos, y sobre todo de Jaca, pues esta villa con su ciudadela defiende a Zaragoza de una invasión francesa a través de los Pirineos.°' Con este fin, el 29 de mayo, mientras los jaqueses intentan ocupar la ciudadela, sale de Zaragoza en dirección a Jaca, comisionado por Palafox, el capitán de artillería Ignacio López Pascual» con la orden de proceder a la organización militar del levantamiento y de la defensa de tan importante plaza estratégica, que en esos momentos cuenta con solo un pequeño destacamento de artilleros de la compañía de Zaragoza como guarnición. López se presenta en Jaca vestido con levita y sombrero redondo, a la moda francesa, y el pueblo lo toma por afrancesado. Se pone en contacto con Kindelán, con quien mantiene conversaciones reservadas, lo que, interpretado como una conspiración godoísta, pues Kindelán es también sospechoso de ser partidario de Godoy, está a punto de poner en peligro la vida de ambos, ya que los ciudadanos exaltados sacan a López de las Casas Consistoriales, donde estaba tratando con el Ayuntamiento, y lo
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Hijo de Félix O'Neille, que en 1784 fue capitán general de Aragón, en 1786 es capitán y discípulo de la Escuela de Mate-
máticas. Mariscal de campo en 1803, es designado gobernador titular de jaca en junio de 1808, cargo que no puede ocupar por encontrarse al producirse el levantamiento en Valencia. "°
AMZ/AP: caja 8168, leg. 16-3/2, Ayuntamiento de faca a Palafox, 31 de mayo de 1808, y Garcia Marin, Fernando, Memorias para la historia militar de la guerra de lo revolución española que tuvo principio en el año de 1808 y finalizó en el de 1814, Madrid, Imp. de Miguel de Burgos, 1817: 26.
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Gómez de Arteche, Guerra de la Independencia: historia militar de España de 1808 a 1814. Madrid. Imprenta del Crédito Comercial a cargo de don D. Chaulie e Imprenta y Litografia del Depósito de la Guerra, 1868-1903, 14 vols. Ireed. de los
vols. i, XII, xiii y xiv, Valencia, SIMTAC, 2000-20061:1, apéndice 12. " Nació en Zaragoza en febrero de 1776 de familia infanzona originaria de Quinto de Ebro. Hombre fino por su afición a las letras, retirado en 1804 del servicio, es llamado por Palafox. Tras el primer sitio asciende a coronel y, enviado a Madrid a tratar con la Junta Central los auxilios necesarios y no pudiendo regresar a Zaragoza, es designado comandante de artillería de Tortosa hasta que Blake lo nombra ayudante general de artillería del Ejército de Valencia y Aragón. Llega al cargo de brigadier. Muere soltero en Cádiz en octubre de 1810.
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conducen a la ciudadela con la intención de arrojarlo al foso. Por fortuna, en esos momentos llega Fernando García Marín,4' persona de prestigio en la ciudad, quien a duras penas logra arrancar a López de manos de la turba, a la que consigue persuadir de que es un fiel español que viene comisionado por Palafox para arreglar lo necesario y abastecer de víveres y demás artículos precisos a la ciudadela. Sosegados los ánimos y bajo la supervisión de López y García Marín, se procede al alistamiento en la ciudad y en su corregimiento, convocándose igualmente a los oficiales, sargentos y cabos retirados para que instruyan a los reclutas. El comandante de rentas Vicente Martínez y su teniente Antonio Andrés, con los oficiales antiguos, presentan una lista de sus dependientes para disciplinar al paisanaje. En el reclutamiento colabora el teniente coronel José María Crespo, siendo encargado el teniente de artillería Francisco Camporredondo" de organizar este cuerpo. Asimismo, Jerónimo Rocatallada" es comisionado para realizar el alistamiento en los vecinos valles de Echo y Ansó. Kindelán se traslada a Zaragoza, siguiendo las órdenes de Palafox que López llevaba consigo, y este al caer la noche también regresa a Zaragoza con una carta para el general Palafox del Ayuntamiento de Jaca." Al igual que en Huesca, Fraga y otras capitales de corregimiento, se recibe en Jaca la circular de Palafox en la que se anuncia la reunión de Cortes y se encarga al Ayuntamiento que designe un caballero regidor «dotado de la instrucción, celo y patriotismo que se requieren» a fin de que concurra el 9 de junio en Zaragoza a las Cortes anunciadas. El día 2, reunidos en las Casas Consistoriales Domingo Francisco Fernández, abogado de los Reales Consejos, corregidor interino y alcalde mayor de Jaca y su corregimiento; los regidores perpetuos de la misma José Jiménez de Cenarbe, Juan Aísa, Joaquín Benisia, Manuel Ripa, Francisco de Paula Pequera y Juan Azcón, y el síndico procurador general Mariano Sánchez, en presencia del notario Elías Joaquín Ciria, firman un poder especial para que el capitular Francisco de Paula Pequera acuda como representante de Jaca a las Cortes de Zaragoza «para tratar y resolver cuanto se ofrezca y deba proponerse en utilidad común y bien de la patria».47 Rápidamente comienza a organizarse la plaza de Jaca y el día 6 de junio Francisco Camporredondo, nombrado comandante de artillería, manda organizar una brigada de acémilas." Dos días después es nombrado gobernador militar y político José Tinoco," y al día siguiente se designa teniente de rey a Manuel Forcada, sargento mayor a José García y capitán de llaves a José Rodríguez.5°
Fernando García Marin había nacido en Corera (Logroño) hacia 1760. pero su tío y homónimo el cura de tongas, se lo llevó a jaca para proceder a su educación. Allí conoció a doña Juana Calvo y Guillén, hija del notario real de Jaca losé Bernardo Calvo, con la que casó en 1779. Pronto entró en el Ejército; en 1794 era capitán y participó en la guerra contra la Convención francesa. Años después sustituiría en la notaría a su suegro y sería uno de los fundadores de la Real Sociedad Económica de jaca. Su afición a las letras darla como resultado el que publicase en 1817 yen 1824 dos obritas dedicadas a los Sitios de Zaragoza citadas en la bibliografía de este libro: Memorias para la historia militar de la guerra de la revolución española que tuvo principio en el año de 1808 y finalizó en el de 1814 y una Fe de erratas y correcciones al estilo, lenguaje, contradicciones y equivocaciones de la obra histórica de los dos memorables sitios de Zaragoza. En 1826 traspasó su notaría de laca a Lorenzo Maria de Torres. " Llevaba sirviendo doce años en el Real Cuerpo de Artillería. Comenzó su carrera de cadete en el Real Alcázar de Segovia. Con fecha 1 de junio de 1808 fue nombrado por Palafox comandante de artillería de la plaza de jaca. AMZ/AP: caja 8150. leg. 5.16/8, 17 de septiembre de 1808, 45 Natural de Echo y veterano de la guerra contra la Convención francesa de 1792.
" AMZ/AP: caja 8168. leg. 16-3/2, Ayuntamiento de jaca a Palafox, 31 de mayo de 1808. Alcalde, Historia: 1, 23. García Marín, Fe de erratas: 11-12. AHPH, Protocolos notariales len adelante AHPH/PN): notario Elías Joaquín Ciria de Jaca, prot. n° 7347, 2 de junio de 1808. "
AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.16/11, Camporredondo a Palafox. jaca, 25 de septiembre de 1808.
"
José Tinoco, capitán retirado, vivía en Alagón. El 3 de junio de 1808 es nombrado comandante del Tercio de Alagón, pero
al día siguiente y con motivo de los incidentes de jaca, Palafox le nombra gobernador interino de la plaza de laca y su corregimiento, cargo del que toma posesión el día 8. Terminado el sitio de Zaragoza, es nombrado coronel. AMZ/AP: caja 12. leg. 10-2, y Archivo Municipal de Jaca len adelante AMI): caja 359, leg. 6.3, Cuaderno de órdenes len adelante AMI/C01, 8 de junio de 1808. '`) AMZ/AP: caja 8, leg. 7-2, y AMJ/CO: 9 de junio de 1808.
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IIVANTAMIC NTO Y DLI LNSA: El Al TO ARAGÓN Y {OS ALIOARAGONLSLS OURAN1l- FOS 511105 01 ZARAGOZA
Mientras, van llegando numerosos voluntarios a los puntos de alistamiento designados en Jaca, donde se les toma la filiación y distribuye en compañías. Algunos de los comprendidos en el alistamiento presentan sus alegaciones para ser excluidos por presentar alguna enfermedad o tara y son reconocidos por los facultativos de la plaza: Pedro Barat, cirujano de la ciudadela; José Barrio, médico, y Félix Giral, cirujano mayor del hospital militar de la plaza, y José Bajed, maestro cirujano de Jaca, quienes confirman o no las alegaciones. Para armar a estos voluntarios se había enviado a Zaragoza a primeros de junio a Mariano Pardo, vecino de Jaca, con 17 acémilas para que las trajera cargadas de fusiles, pero el arriero, tras permanecer unos días en la capital, no consigue que le entreguen las armas." El 20 de este mes de junio están ya completadas las nueve compañías del Tercio de jaca y dos días más tarde el consistorio jaqués propone para oficiales al capitán general de Aragón, por indicación del gobernador militar de la plaza, a «los sujetos más distinguidos y a propósito»;" resultan elegidos como capitanes Antonio Andrés y Pedro Ena; como tenientes, José Torres, Luis Tinoco Terrero (hijo del gobernador de Jaca), Tomás Nolibos, José María Fernández, Mariano Ciria, Mariano Sánchez, Domingo José Fernández, Inocencio Salías y Prudencio Estaún, y como subtenientes Manuel Berbiela, Ramón Pérez Hecho, José Nolibos, Bonifacio Illarregui, Baltasar Blazer, Ramón Larraz, Esteban Orós, Fernando Antonio Marión, losé Monárriz, Ramón Soler, Felipe Jiménez, José Latas, Sebastián Cañamero, Antonio Belfo, José Arcada, José Navarro, Joaquín Biota, Antonio Lagarda, Matías Frutos y Pedro Martínez." Además de este tercio, y dependiendo de la autoridad de Jaca, se organizan otras fuerzas como las de Agustín Poblador, secretario del boquete de Torla, que arregla en ese punto una compañía cuyo mando confiere a Melchor de Santamaría, o las del valle de Tena, donde se organizan varias compañías a cuyo frente se coloca José María de Medina Verdes y Cabañas, el cual acababa de ser designado por Palafox comandante militar de dicho valle. Otra compañía queda formada en el valle de Broto bajo el mando de Pedro Laguna y Jaime Gallán, este último nombrado comandante de los paisanos de ese valle."
EL LEVANTAMIENTO EN EL CORREGIMIENTO DE CINCO VILLAS En este estratégico corregimiento también se reciben las órdenes enviadas por Palafox; de inmediato se constituye una Junta General con sede en Sos, donde tiene instalada su residencia el corregidor gobernador Pessino, quien según las órdenes de Palafox ha de reunir un tercio." Pero debe de desplegar un escaso celo en su cumplimiento porque, acusado de colaboracionismo, es retirado del mando poco después. Como se ha dicho, el comisionado Ignacio López había llegado a Jaca con órdenes para Jerónimo Rocatallada para organizar la defensa de Ansó y Echo." En este último, Pedro Antón Juánez, contrabandista y experto conocedor de las veredas y pasos pirenaicos, había levantado ya una partida de voluntarios en mayo de 1808 para iniciar la lucha de guerrillas contra los napoleónicos,57
Si AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/14, Zaragoza, 11 de junio de 1808. 52 Según el Concejo, estos oficiales fueron nombrados «de la clase de paisanos de los caballeros de este pueblo». AMI: caja 359, Ayuntamiento de laca a inspector de Infantería, 14 de noviembre de 1808. 53 AMJ: caja 358, leg. 17, y DPFZ: Jaca, 15 de junio de 1808. 54 AMZ/AP: caja 24 y caja 12, leg. 10-2.
En él deberían haberse integrado las compañías de Tauste y los voluntarios que iban a reunir en Echo primero Jerónimo Rocatallada y después Domingo Brun, pero el tercio no pudo ser organizado.
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56 AMZ/AP: caja 6, leg. 5-1-3, y caja 12, leg. 10-2, y Alcaide: Historia, i, 23. 57 Sarramon, Jean, Napoléon et les Pyrénées. Les chasseurs des montagnes et la couverture de la frontiére (1808-1814), Selgues, Le Lézard, 1992: 15,
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por lo que puede considerársele el primer guerrillero aragonés contra el imperio francés de Napoleón. Rocatallada, cumpliendo las órdenes, sale desde Jaca con armas y 25 000 reales de vellón que ha tomado de la aduana de Canfranc para el mantenimiento de la tropa" y consigue reunir hasta catorce compañías en esos dos valles. La intensa relación que desde antiguo existe entre los ganaderos de uno y otro lado de la frontera hace enfrentarse a Rocatallada a difíciles situaciones, tales como la que se le plantea cuando tiene que decidir qué hacer con 60 u 80 franceses que todos los años acuden a Echo y Ansó de mayo a julio para trabajar el queso de los ganados," o cuando le preguntan qué hay que hacer con los ganados aragoneses que pastan más allá de la frontera por falta de pastos a este lado.6° Para saber a qué atenerse en esas circunstancias, las justicias de esos valles acuden a él y, «deseando el acierto», suplica a Palafox que le indique si deben volver a Francia por los puntos de Navarra.6' Para solucionar la cuestión de los ganados y a propuesta del síndico de Ansó, Estanislao Berbiel, Rocatallada dispone que se adelanten hacia la frontera los ganados y sitúa avanzadas de vigilancia en Linza y Acherito, con descubiertas en Petrechema y Petraficha, considerando que desde esos puntos podrían observar los movimientos franceses y, dado el aviso, disponer de tiempo para retirar los ganados a lugar seguro.61
EL LEVANTAMIENTO EN BARBASTRO Y SU CORREGIMIENTO El corregimiento de Barbastro en esta época es muy extenso, por lo que Palafox decide organizar su levantamiento por sectores enviando para ello órdenes al corregidor barbastrense, Andrés Santolaria, y al gobernador del castillo de Monzón, Rafael Anzoátegui» y llamando a Zaragoza al comandante del cantón de Bielsa, Joaquín Fernández, para darle instrucciones. Por esta razón, se estudia el levantamiento de este corregimiento dividido en varias partes: Barbastro; Bielsa y Plan; valles de la Solana, Vio y Gistaín; Monzón, Binaced, Binéfar y Fonz, finalizando con Tamarite y Albelda. La Junta de Barbastro64 convoca a los jóvenes de la ciudad y del corregimiento para que acudan a alistarse y el obispo, Agustín,65 emite desde Castejón del Puente una proclama en la que entre otras cosas dice que las «terribles circunstancias en que se ve inmersa la Nación hacen necesario oponer una resistencia vigorosa y unirse a la causa común, acometiendo con denuedo al enemigo y persiguiéndolo hasta sus últimos reductos para conseguir su completa derrota».66 Alentados por sus autoridades y excitados por las palabras de su obispo, acuden a Barbastro, y van organizándose
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AMj: Documentos de 1808.
sº AMZ/AP: caja 14, Rocatallada a Palafox, Echo, 12 de julio de 1808. 60
AMZ/AP: caja 15.
61 AMZ/AP: caja 8165, leg. 14-2/12, Rocatallada a Palafox, Echo, 12 de julio de 1808. 62
AMZ/AP: caja 15, Berbiel a Palafox, Ansó, 2 de julio de 1808.
65 Rafael Ansoategui Barrol, nacido en Pasajes (Guipúzcoa) en 1745 de familia hidalga, ingresa como cadete en 1763. Capi-
tán en 1785. toma parte en la guerra contra la Convención yen 1797 es designado gobernador de Benasque y al año siguiente de Monzón. Brigadier en 1815. vuelve a ser gobernador de Monzón entre 1817 y 1819. Retirado a Zaragoza en 1822, muere en ella en enero de 1827. AGMS/H5D de Rafael Ansoategui. " La Junta de Barbastro estaba constituida por los miembros del Ayuntamiento, cuatro canónigos, el cura principal, dos racioneros, los superiores religiosos, cuatro caballeros nobles. dos abogados, dos comerciantes y dos labradores, siendo algunos de ellos Andrés Santolaria, corregidor; Joaquín Aznar, canónigo doctoral; Baltasar Sánchez; Joaquín Andreu, capitán; fray Gaspar Bellestar, de capuchinos; Juan Antonio Otto; Joaquín Torrente, diputado; Manuel Palacin; Pedro Viu; losé Costa Canales; Joaquín Altaoja; Tomás Lolumo, sindico, y Cristóbal Grau. AMB/LG, n° 4. " Agustín Abbad y Lasierra, nacido en Estadilla el 19 de abril de 1745, después de cursar Filosofía en la Universidad de Zaragoza abraza la orden benedictina. Nombrado obispo de Barbastro en 1790, reorganiza el Cabildo y funda en 1802 la biblioteca episcopal. Por causa de su mala salud pasará a Alicante, donde fallece en 1813. Es sepultado en Ribarroja. López Novoa, Saturnino, Historia de la muy noble y muy leal ciudad de 8arbastro y descripción geográfico-histórica de su diócesis, Barcelona, Pablo Riera, 1861, 2 vols.; reed. Tacs., Barbastro, Sociedad Mercantil y Artesana, 1981: 1, 220-224. 66 Archivo del Servicio Histórico Militar de Madrid, sección Guerra de la Independencia len adelante ASHM): Edicto de
Agustín, obispo de Barbastro, Colección Documental del Fraile, XLIII, 193.
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en compañías: la primera está formada totalmente el 1 de junio y su mando es encomendado a Joaquín Andreu Claver, oficial de infantería retirado.b7 Pronto surgen los primeros problemas, sobre todo por la falta de oficiales veteranos como Andreu, por lo que el corregidor de Barbastro escribe a Palafox comentándole que precisa algunos oficiales militares, fusiles, municiones y dinero, y, tras recordarle que la villa de Monzón con su fortaleza pertenece al corregimiento de Barbastro, le pregunta algunos pormenores sobre el reclutamiento y si debe detenerse a los franceses que hay en el corregimiento o dejar que se retiren a su país. Palafox le responde diciendo que no puede enviar oficiales veteranos, pues los que hay o están en los tercios de Zaragoza o de comisión, pero que ha escrito al gobernador del castillo de Monzón para que le envíe al capitán graduado de teniente coronel José Sangenís, comandante de una de las compañías de paisanos de Monzón," «y cuando lo pida, le mandaremos armas». A la espera de Sangenís, Andreu sigue encargado de organizar las compañías. Al día siguiente, Santolaria escribe nuevamente a Palafox indicándole que en Barbastro no hay problemas y que ha enviado ya a Pedro Arnillash9 con gente forzada a la frontera a causa de las noticias amenazadoras que continuamente llegan de allí." Como ya se ha dicho, a primeros de junio hay amenaza de invasión francesa por la zona de Lérida, que en Barbastro se confirma por avisos del gobernador de Monzón y del alcalde de Plan, y al igual que en Huesca Perena se preparaba para salir con ayuda a esa zona, Santolaria hace lo mismo en Barbastro y envía a Lérida algunas compañías de alistados, y escribe el día 10 al comandante de artillería de Zaragoza rogándole que le remita el armamento necesario y municiones para los 4000 hombres alistados ya en Barbastro. Al día siguiente llega Sangenís a Barbastro y unos días después se recibe en el Ayuntamiento una carta orden de Palafox en la que le confirma como comandante del 1" tercio de voluntarios de dicha ciudad y comisionado para la organización de todas las compañías del corregimiento, con el encargo expreso de poner en estado de defensa la frontera utilizando todos sus conocimientos militares. Viendo los ciudadanos de Barbastro que el corregidor y la Junta de Gobierno habían levantado y organizado las compañías pero tardaban demasiado en salir a combatir a los franceses, impacientes por esa tardanza inician personalmente las hostilidades contra todos aquellos a los que suponen, con razón o sin ella, ser agentes o cómplices de los planes de Bonaparte. Y así, la mañana del día 13 de junio los barbastrenses, siguiendo el ejemplo de los capitalinos, comienzan a sublevarse contra los franceses domiciliados en Barbastro, a los que hacen presos y conducen a las Reales Cárceles sin que los alguaciles y sus auxiliares ni los canónigos puedan conseguir que se detengan, aunque sí evitar mayores excesos. Ante estos hechos, la Junta de Barbastro toma las providencias que cree convenientes para enfrentarse a los amotinados y logra mantener la tranquilidad. Mientras, Sangenís, que ha aceptado el encargo de Palafox, informa a este con fecha 15 de junio de que ya tiene formadas en Barbastro ocho compañías, pero que solo dispone de 200 fusiles, con los que va a armar a otros tantos hombres a fin
Mayorazgo del señor de Ligüerre y Mipanas, carlán de Dile', caballero maestrante y capitán retirado, casado con su sobrina Carmen de Dufourq-Salinis y de Molina, tercera marquesa de Ballestar. AMZ/AP: caja 8161, leg. 12.12, Relación confidencial que el capitón de infantería retirado D. Joaquín Andreu y Claver manifiesta al Excmo. Sr Capitán general D. José Palafox, con 67
otros documentos en que apoya sus servicios para que en su vista se sirva librarle la certificación a que lo considere acreedor. "
losé Sangenís Torres nace en Albelda en 1764. Como teniente participa en la expedición de América en 1785. Combate
durante la guerra contra la Convención en los puertos de Plan y Bieisa y en 1795 asciende a capitán y es agregado al Estado Mayor de Monzón. Estudia Matemáticas y casa con Pilar Langlés Comenge, natural de Barbastro; muerta esta, lo hace por segunda vez, con Petronila Mata, natural de Pomar de Cinca y viuda de Lorenzo Navarro, hacendado de Estadilla de quien hereda todos los bienes, lo que explica que la conocida como casa de Sangenís en Estadilla ostente en su fachada los blasones de los Navarro. AMZ/AP: caja 67, leg. sin, hoja de servicios de José de Sangenís, y Broto Aparicio, Santiago, «Albelda: la Villa Blanca y sus familias nobles», Diario del Altoaragón l«Cuadernos Altoaragoneses»), 1 de marzo de 1998. 69 Al que luego veremos como organizador de una compañia de gendarmes afrancesados en Barbastro. 7D AMZ/AP: caja 8223, legs. 46.5/25 y 46.5/40, Santolaria a Palafox, Barbastro, 3 y 6, y caja 14, Palafox a la Junta de Barbastro, Zaragoza, 5 de junio de 1808.
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de hacerlos subir inmediatamente a ocupar y defender las posiciones de más fácil acceso de la frontera. Palafox le contesta nombrándole comandante del cantón de Plan y ordenándole trasladarse con las ocho compañías ya formadas al Pirineo.' Antes de partir, Sangenís, con sus tropas y oficiales y acompañado por José Espluga," canónigo de la catedral de Barbastro, sube hasta el santuario del Pueyo con objeto de ofrecer una plegaria y ponerse bajo el amparo de la Virgen. En aquel santuario está una de las dos banderas compuestas por la ciudad para el Batallón de Cazadores Voluntarios de Barbastro en 1794, y el capellán, con los permisos necesarios, toma dicha bandera y la conduce hasta la plaza de la Casa Consistorial, donde tras una emotiva arenga la entrega a las compañías. Antes de partir, Sangenís delega en Andreu la comandancia militar del partido con la misión de «alistar y formar su juventud en Tercios» y le nombra jefe de las tropas del partido que estaban de guarnición en la ciudad, donde llega a formar con los voluntarios de la ciudad y los del corregimiento cuarenta y cinco compañías, de las que veinte son enviadas prontamente a Sangenís como refuerzo." Respecto a Bielsa, Palafox llama a Zaragoza al comandante de ese cantón, Joaquín Fernández, con el que se entrevista el 4 de junio y al que da órdenes para levantar compañías en los pueblos de Alquézar, Estadilla, Radiquero, Boltaña y Graus, de los corregimientos de Barbastro y Benabarre. Fernández al día siguiente retorna a Bielsa y a su paso por Barbastro mantiene una conversación con su corregidor, quien le informa de que el puerto de Plan, vecino al de Bielsa, está de momento sin gente y es imprescindible garantizar su defensa, por lo que Fernández asume de manera interina su mando y defensa hasta que Palafox nombre a otro para ese mando, lo que hará poco después designando a Sangenís, como se acaba de decir. Para atender al pago y manutención de sus soldados, Fernández procura recoger fondos en los pueblos que Palafox le ha asignado para levantar compañías, solicitando ayuda asimismo al monasterio de Casbas y al sobrarbense de San Victorián. Llegado a Alquézar y para transportar las municiones y pertrechos, Fernández alquila varios mulos a Sebastián Linés, del pueblo de Naval, y aprovecha su estancia en esa villa para organizar dos compañías, a las que poco después se unen otras dos que ha formado en Graus y Sobrarbe, y con todas ellas se dirige a ocupar los puntos de Bielsa y Plan," desde donde continúa organizando compañías. Llega a reglar siete en la zona de Graus, una en Boltaña, dos en Alquézar, una en Estadilla, otra en Radiquero al mando del capitán Joaquín Ayerbe Castillón" y otra en Adahuesca," cuyo Ayuntamiento se compromete a mantener durante las actuales circunstancias a todos sus voluntarios sin dispendio alguno de la Real Hacienda; asimismo, los canónigos de Roda de Isábena" entregan dinero para el mantenimiento de cuatro compañías. Pero todos esos fondos no son suficientes según Fernández, por lo que escribe a Palafox desde Aínsa el 15 de junio dándole cuenta de las últimas novedades e indicándole que sería conveniente que solicitara a los obispos de Barbastro y Huesca que le entregaran el caudal sobrante de sus obispados."
AMZ/AP: caja 8223, legs. 46.5/58 y 46.5/59, Santolaria a Palafox y al comandante de Artillería, Barbastro, 10, y leg. 46.5/92, Santolaria a Palafox, Barbastro, 17; caja 8154, leg. 7-2/270, Sangenís a Palafox, Barbastro, 15; caja 8165, leg. 14.2/132, Palafox a Sangenis, Zaragoza, 12, y caja 12, leg. 10-2, Palafox a Sangenís, Zaragoza. 20 de junio de 1808. 72
Espluga habla sido vicario del Arrabal y fiscal general de la Curia en 1805 y, llegado a Zaragoza durante los Sitios con
los tercios de Barbastro, una vez ocupada la ciudad seria nombrado deán por los franceses. "
AMB/IG, n, 4. AMZ/AP: Relación confidencial de Andreu.
" AMZ/AP: caja 12, leg. 10-1, Palafox a Fernández, Zaragoza, 4 de junio; caja 24 y caja 8151, leg. 6.2/222, Fernández a Palafox, Alquézar, 9 de junio de 1808. " Infanzón y noble, nació en Radiquero en 1786. Licenciado en Filosofía y Teología, era vicepresidente del Colegio de Teología establecido en el Mayor de San Vicente de Huesca. Fue nombrado por la Junta de Barbastro jefe de una de las compañías de dicho partido, «la que realizó con los filiados de su pueblo y demás inmediatos». AGMS/HSD de Joaquin Ayerbe y AMZ/AP: caja 8156, legs. 8.21160 y 8.2/193, Solicitud de Joaquín Ayerbe. AMZ/AP: caja 6, leg. 5-1-3; caja 8, leg. 7-2; caja 12, leg. 10-1, y caja 14. " De lo que se quejará la Junta de Benabarre a Palafox, al entender que Roda pertenece a su corregimiento. 78 AMZ/AP: caja 13151, leg. 6-2/223, Fernández a Palafox, Aínsa, 12 de junio de 1808.
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A los valles de la Solana, Vio y Gistaín llegan también las órdenes remitidas desde Barbastro. En
ellos, durante la guerra contra la Convención francesa en 1793, sus naturales guardaron por sí solos los boquetes de sus puertos fronterizos con Francia. Por eso escriben a Palafox diciéndole la Junta de la Solana que sus pueblos, junto a los del valle de Vio, están próximos al puerto de Góriz, adonde llevan a pastar sus ganados durante el verano y en el que hay tres pasos, conocidos como Brecha de Rolando, Mondarruego y Añisclo, que, aunque de penoso tránsito y apenas utilizados por contrabandistas, se hallan abandonados e indefensos y por ellos pueden los franceses introducirse desde Pineta, con el consiguiente riesgo de que roben los ganados y extorsionen a los naturales de los referidos valles y pueblos. Indica la Junta que para mandar a los alistados se podría nombrar un único comandante con ascendiente y autoridad sobre ellos y propone para ese cargo a Miguel Otín, abogado de los Reales Consejos, natural de dicho valle de la Solana y vecino de Huesca. Palafox le contesta diciéndole que acuda al gobernador de la plaza de Jaca, quien ya tiene las órdenes correspondientes para la defensa." Por su parte, la Junta del valle de Vio manifiesta a Palafox que «en todos tiempos y ocasiones desde su voluntaria agregación a esta corona» habían procurado dar pruebas de su lealtad derramando la sangre en defensa de los derechos de su rey y que en las actuales circunstancias «no puede por menos manifestar su constante fidelidad» y, sabedora de que tropas regulares no podrían permanecer en las elevadas montañas pirenaicas por el clima extremo, se compromete a guardar nuevamente los tres boquetes sin más gravamen que las municiones necesarias, habiendo enviado ya el 3 de junio voluntarios para guarnecerlos por haberse observado algún movimiento de soldados franceses. Palafox contesta reconociendo el privilegio de permanecer en el valle y se les remiten los cartuchos de bala y la pólvora necesarios; así, bajo el mando de Rafael Buerba, alcalde y comandante militar del valle, se organizan varias compañías que suben a vigilar los pasos de Góriz, desde donde controlan además los movimientos franceses en los puertos de Torla y Bielsa.8° Finalmente, la Junta del valle de Gistaín se reúne el día 7 y, al igual que sus vecinos y sabedores de que sus pueblos dominan los pasos de Plan, Claravida, Cabalera, la Pez y los Caballos, creen que, ante la necesidad de guardar dichos pasos, en lugar de bajar sus alistados a Barbastro es mejor que se queden en sus pueblos al mando de un oficial competente. Además, y dado que muchos de los comprendidos en el llamamiento son pastores y están ocupados en la custodia de los ganados en el Pirineo, pueden, al tiempo que realizan su trabajo, vigilar los pasos. Terminada la reunión, remiten a Palafox un oficio comunicándole sus conclusiones y este atiende sus demandas enviando a Plan a Sangenís con las compañías de Barbastro,8' aunque, según parece, las autoridades del valle de Gistaín disminuyen el número real de mozos que están en condiciones de hacer el servicio." En esta época, para ir de Zaragoza a Lérida evitando la inmensidad de los Monegros era necesario pasar por Alcubierre y Monzón, de cuyo castillo era gobernador Rafael Ansoategui, el cual,
AMZ/AP: caja 8168, leg. 16.3/16, Junta de La Solana a Palafox, Castellar de la Solana, 5 de junio de 1808. Junta constituida por Anselmo Capalbo, justicia y juez ordinario del valle; Gregorio Puyal, Domingo Viñuales y Antonio Lascorz, alcalde y regidores de Lavelilla, lánovas y Lacort, y Tricas, de la Ribera de Fiscal. 78
AMZ/AP: cajas 16, 22, y 8155, leg. 8.1/22, Pedro Sanz y mosén fosé Sierra, cura de Fanlo de lo junta de Vio a Palafox, Fanlo, 5 de junio de 1808 " AMZ/AP: caja 8155, leg. 8.1/30, Junta de Gistaln a Palafox, Gistaln, 7 de junio de 1808. Esta Junta estaba formada por Joaquín Bielsa, alcalde de Gistaín; Agustín Bielsa, de Plan; Antonio Falceto, de Sin; Mariano Rins, de San Juan; José de Mur, regidor del lugar de Serveto; Pedro Sirre, de Señés, y Mariano Bielsa, de Saravillo. 82
Como denuncia Manuel Lavilla desde Badain el 9 de junio acusando a las justicias de Plan, San Juan, Gistaín, Serveto,
Señés, Sin y Saravillo de mentir tras recibir una orden en que se les manda dar cuenta del número exacto de individuos aptos para tomar las armas, ya que se ponen de acuerdo para no declarar más que 100 mozos para las armas, cuando en realidad hay unos 300. Por ello cree Lavilla que los designados al servicio de las armas se amotinarán y para evitarlo sugiere realizar un nuevo alistamiento en el valle de Gistaín bajo la supervisión de un oficial honrado que además castigue a las justicias por ocultar la verdad, pues, de lo contrario, en otros valles y lugares se reproducirán las mismas situaciones. AMZ/AP: caja 8168, leg. 16.3/25, Lavilla al presidente del Consejo de Aragón, Badaín, 9 de junio de 1808.
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iniciado el levantamiento aragonés, recibe las órdenes de Palafox para la defensa de la fortaleza y la formación de compañías. Ansoategui había solicitado la plaza de teniente de rey de Pamplona, lo que le había sido concedido por Murat, y con fecha 15 de mayo es designado para sustituirle en Monzón el coronel agregado al Estado Mayor de Pamplona Felipe de Serna. Ansoategui recibe el 20 de mayo su nombramiento y el 24 escribe a Palafox comunicándole estas circunstancias y solicitándole pasaporte para trasladarse a Pamplona." Una semana después entrega el mando interino de Monzón, hasta la llegada de Serna, al sargento mayor Salvador Campos, quien en esa misma fecha escribe a Palafox dos oficios, informándole en uno de ellos del material de guerra existente en la fortaleza de Monzón y quejándose en el otro de que la Junta de Defensa que se está organizando no le ha ofrecido ningún puesto en el Ayuntamiento montisonense," a lo que replica este en otro oficio a Palafox diciendo que entendió debla seguir ejerciendo sus funciones políticas, dejando las militares a Campos. Las circunstancias del momento en Monzón son delicadas pues, por una parte, estando próxima la cosecha no hay brazos para la siega, ya que Campos ha ordenado que se alisten tanto solteros como casados (a pesar de las órdenes de alistar solo los solteros y viudos sin hijos), y, por otra, el nombramiento de Campos, que tiene el grado de capitán, como gobernador interino disgusta a la junta por existir dos tenientes coroneles en la plaza. Pese a todo, los montisonenses corren a alistarse alentados por las autoridades municipales, que también animan a sus familiares a enrolarse, y así lo hacen dos hermanos del presidente de la Junta." Campos escribe un nuevo oficio a Palafox explicándole las razones por las que se encuentra mandando la plaza de Monzón y solicitándole que, como Felipe Serna, el designado nuevo gobernador, es mal visto en Monzón, le mantenga a él mismo ignorando a Ansoategui, que es quien realmente debe ocupar el puesto. Palafox recibe este oficio con una nota en la que Campos apunta sus méritos, que son «veinticuatro años de servicio, diez de ellos de sargento mayor; estuvo en las campañas de Francia, Ceuta y Portugal; haber perdido a su hermano en la guerra de Francia y ser paisano y condiscípulo de 11, E.». Pero Palafox tiene otros planes y ordena a Ansoategui, que todavía permanece en Monzón a pesar de haberle llegado el nombramiento de teniente de rey de Pamplona y de haber entregado el mando interino a Campos, que suspenda su marcha, ya que se perdería un buen oficial que además se vería obligado a servir al francés, que rechace las órdenes de Murat y permanezca en la villa mediocinqueña, aunque continuando de momento Campos como gobernador interino." Por estos días de primeros de junio, y enviado por el general Palafox, llega a Monzón su ayudante Pío Ambrós" para colaborar en el alistamiento y organización de las compañías con Campos, con el que mantiene una entrevista y quien le informa de que ya tiene dos compañías en Monzón, está ultimando tres más en los pueblos y se halla en esos momentos montando la artillería. En la reunión deciden organizar tres compañías más y que se inicie la instrucción de los voluntarios por cinco oficiales del Ejército; respecto a la artillería, ponen en batería cuatro cañones y dos obuses y, dado que ninguno es experto en el ramo, solicitan a Palafox que les envíe artilleros. De todo esto informa Campos a Palafox, y termina su carta diciendo: «Para socorrer esta gente me voy a ver en apuros; el pueblo está pobre y los ricos flojos». Las nuevas compañías organizadas están constituidas por gente de Binéfar,
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' AMZ/AP: caja 8222, leg. 46.1/5 y 46.1/3, Ansoategui a Palafox, Monzón, 20 y 24 de mayo de 1808.
as AMZ/AP: caja 8222, legs. 46.1/54 y 46.1/55, Campos a Palafox. Monzón, 31 de mayo y 46.1/67, sin firma, Monzón, 3 de junio de 1808. Componían la Junta y Ayuntamiento de Monzón Joaquín José Pano, alcalde primero y presidente; Juan Valonga, regidor primero; Vicente Pano, regidor tercero; José Gambau, regidor cuartor, y Joaquín Cáncer, síndico. "
AMZ/AP: caja 8168, leg. 16.3/12, Ayuntamiento y Junta de Monzón a Palafox, Monzón, 3 de junio de 1808. AMZ/AP: caja 8222, legs. 46.1/56 y 46.1/69, Campos a Palafox, Monzón, 3 y 10 de junio, y legs. 46.1/4 y 46.1/5. Ansoa-
tegui a Palafox, Monzón, 3 y 20 de junio de 1808. 87
Natural de Albarracín (Teruel) y en la época ayudante mayor de la plaza de Zaragoza. Participará en ambos sitios y
alcanzará el grado de teniente coronel. Gascón, Domingo, La provincia de Teruel en la guerra de la Independencia, Madrid. Imp. de la Sucesora de M. Minuesa de los Ríos, 1908: 22.
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que forma una bajo las órdenes de Ángel Ruata, de Binaced, que preparan dos compañías," y gente de Fonz, encuadrada en una compañía mandada por Joaquín Alberto Moner.89 En esta villa de Fonz, como en otras muchas localidades altoaragonesas, el pueblo se echa a la calle para organizar la defensa y el levantamiento,90 pero debe de haber algún problema durante la organización de las compañías, pues un anónimo remitido al Ayuntamiento foncero da a entender que el alcalde y algunos vecinos villa son remisos a obedecer las órdenes de Palafox y tienen un comportamiento algo tibio.9' El 2 de junio los Ayuntamientos de Tamarite de Litera y Albelda escriben a Palafox exponiendo que han recibido con la mayor satisfacción la orden de alistamiento, a la que darán debido cumplimiento, pero advierten que si se presentan todos los alistados en Barbastro no podrán acomodarse en esa ciudad y menos instruirse en el manejo de las armas por no haber allí número suficiente de oficiales veteranos para su enseñanza, a lo que habría que añadir el hecho de que, al haberse iniciado ya los trabajos de la siega, «sería mucho el perjuicio de los vecinos», pudiendo recibir dicha instrucción en Tamarite por hallarse en ella retirado el teniente Melchor Lasierra, dos sargentos y algunos soldados veteranos, lo que permitiría a los alistados compaginar la instrucción militar con las labores del campo." Finalmente, y a pesar de todos los problemas, formadas y arregladas las compañías del corregimiento de Barbastro de la manera que acabamos de explicar, pronto parten hacia sus destinos, como se va a ver a continuación.
EL LEVANTAMIENTO EN BENABARRE Y SU CORREGIMIENTO En Benabarre, su alcalde, Manuel Moreno de la Cuesta, ayudado por el Ayuntamiento y la Junta de Gobierno," inicia el alistamiento en todo el corregimiento, teniendo los voluntarios dos pun-
88 Las dos primeras compañías de Monzón tenían la siguiente oficialidad: la 1', capitán Antonio Pinzano Nogués. teniente
primero losé María Panzano, teniente segundo Agustín Solanas y subteniente Francisco Naraco; la 2", capitán Francisco Zazurca, teniente primero Manuel Pano, teniente segundo Eduardo Ozcoydi y subteniente Francisco Pano, Respecto a las de Binaced, la 1' estaba Formada por voluntarios de esa villa, siendo su capitán José Escaned, tenientes primeros Mariano Castro y Ramón Serrat, tenientes segundos Francisco Miralves y Manuel Rivera; la r, compuesta por voluntarios de Binaced, Valcarca y Ripoll, tenía por capitán a Francisco Castel, tenientes primeros Francisco Serra y Vicente Codera y tenientes segundos Joaquín Castro y Manuel Fortón. AMZ/AP: caja 43, caja 6, leg. 5-1-4, y caja 8222. legs. 46.1/57 y 46.1/67, Campos a Palafox, Monzón, 1 y 3 de junio de 1808. Español Muzás, Ignacio, Monografía o historia: hechos, vicisitudes y datos de Binaced, Zaragoza, Imp. del Heraldo. 1930. 135. 89 ARF: caja 71, leg. 1, Pasaporte expedido por Joaquín Alberto Moner, capitán de la compañia de valerosos aragoneses de la villa de Fonz, Fonz, 1 de julio de 1808. g° ARF: caja 74, leg. 2. Memorial sobre Fonz; Ayuntamiento y cura párroco de Fonz al comisario general de Cruzada, fechado en Barbastro el 14 de noviembre de 1814 y firmado por Vicente Pano, párroco; Joaquín Gill, alcalde; Miguel Latorre, regi-
dor, Tomás Fuentes, síndico, y Antón Zarroca y losé Zaydín. regidores. En este memorial se relatan gran parte de los sucesos ocurridos en Fonz al Inicio de la guerra, su toma e incendio por los franceses en septiembre de 1809, la posterior llegada de la epidemia y las pérdidas económicas que se produjeron como consecuencia del abandono de los campos por la muerte de tantos vecinos. Se adjunta una relación del párroco de todos los fallecidos tanto por la guerra como la epidemia. Este memorial puede verse en Guirao Larrañaga. Ramón, «Memorial sobre lo sucedido en Fonz durante la guerra de la Independencia», Cuadernos CEHIMO, 27 (2000). 91 Anónimo que es el siguiente: «Con orden del capitán general, el alcalde de la villa de Fonz no hace ir a los mozos que
están en dicha villa. Se le pegará fuego a la casa, al pajar, a la torre, a la casa de la villa, a la fiscala y a Corzán y a Cosin y a Gili y Altabás y al cuervo negro. Estos todos son traidores a la religión. Miráis / 1234567 I La Argolla». AMZ/AP: caja 5, leg. 13.4. Fue remitido al Ayuntamiento de Fonz después de que varios oficiales de una compañía de la villa, entre ellos un tal Vicente Gili y el hijo del alcalde primero, desertaran y, a pesar de las órdenes de confiscación de bienes a los desertores. estos aún se burlaban de los padres que tenían hijos en el servicio activo. AMZ/AP: caja 8168, legs. 16.3/7, Ayuntamientos de Tamarite de Litera y Albelda a Palafox, 2 de junio de 1808. El de Tamarite estaba constituido por Pedro Carpl, alcalde; Francisco Mota, síndico, y Manuel Valonga y José Arprén, regidores. El de
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Albelda, por Juan Miravete, alcalde; Francisco Colet, síndico, y Vicente Navas y Francisco Casas, regidores. 93
AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/63, Junto de Benabarre a Palafox. Benabarre, 17 de junio de 1808. La Junta la formaban los
regidores Francisco Aguirre, José Sangenís, loaquín Macarulla. Nicolás Antonio Avilés, Manuel Jiménez de Bagués. Mariano
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tos de reunión, la mayoría en la villa de Benabarre y los demás en Benasque. Cumpliendo las órdenes, Moreno, con la colaboración de dos cabos retirados, comienza a formar las compañías y el 10 de junio ya tiene organizadas dos de ellas, que han comenzado a ser instruidas por veteranos. Pero este alistamiento no está exento de dificultades, por una parte porque las principales familias benabarrenses se han trasladado a otros pueblos y, por otra, por la actitud de parte del consistorio, que, según un oficio de Mariano Bretón, teniente del resguardo y ayudante mayor de las compañías que se van a formar en Benabarre, dificulta el alistamiento. Conocedor de esos problemas, Santolaria, corregidor de Barbastro, opina que la situación exige una pronta actuación para que se cumplan las órdenes ya que en ese corregimiento se hallan los puertos de Benasque y otros pasos de Francia, siendo preciso que se cubran de inmediato; Palafox oficia días después al alcalde de Benabarre ordenándole cumplir lo mandado." El 13 de junio es nombrado comandante de armas de Benabarre, con el encargo de seguir el alistamiento, Ramón Garcés, al que no se puede proveer de armas para los alistados, por lo que se le aconseja que procure reunirlas en los pueblos. Unos días después, los oficiales retirados encargados de instruir las compañías informan de que tienen ya ultimadas dos de ellas con los respectivos ofíciales nombrados, aunque por la falta de fusiles y municiones no han podido subir a cubrir los puertos fronterizos con Francia." Sabedora la Junta de Benabarre de que en Arén se guardaban bastantes fusiles sobrantes de la guerra contra la Convención francesa, envía un oficio a su alcalde, Manuel Escala, para que, una vez armadas las dos compañías de Arén y lugares agregados, entregue los sobrantes al comisionado Antonio Gascón para armar a los mozos ya instruidos en el manejo de las armas en Benabarre; pero, alborotados algunos vecinos de Arén, impiden que se lleven las armas. La Junta benabarrense, para evitar que este comportamiento pueda ser imitado por otros pueblos, comunica lo sucedido a Zaragoza, quejándose asimismo de que el cabildo de la catedral de Roda ha entregado todo el dinero que tenía al comandante de Bielsa, cuando debía haber acudido al arreglo de las compañías y a la defensa de los puertos del corregimiento de Benabarre. Por su parte, el alcalde de Arén, apoyado por los regidores Agustín Rourer y Manuel Coroneles, el síndico Benito Boet y el secretario Victoriano Berges, escribe también a Palafox dando su versión sobre el asunto de los fusiles y manifestando que para evitar fatales consecuencias, dada la alteración del pueblo, se había negado a la entrega de las armas por haber pedido las restantes los vecinos de Arén que por su edad no estaban comprendidos en el alistamiento pero querían participar en la defensa, decisión del alcalde que es aprobada por Palafox.9b De esta manera y a pesar de los problemas, queda organizado en Benabarre un tercio de seis compañías: dos del mismo Benabarre, mandadas por Marcos Antonio Zaydín y Antonio Castillón, una en Tolva, otra en Peralta de la Sal, al mando de Francisco Zaydín y que permanece todo el verano en el puerto de Benasque, y otras dos en Arén.97
lover Naya, Antonio Cossials, losé Antonio Cambra y Vicente Ferrer; el cura párroco, José Ferrer; el presidente del Capítulo eclesiástico, Manuel Avilés Clavario; el superior de agustinos descalzos, fray Bartolomé de la Regla; el prior de dominicos, fray Joaquín Lezcano; el rector de las Escuelas Pías, Mariano Agustín de Santo Tomás de Aquino, y el secretario, Manuel Pallas Torrente. El citado regidor José Sangenís no tiene relación con el comandante de los tercios de Barbastro. "
AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/40, Santolaria a Palafox, Barbastro, 6, y leg. 46.5/39, Palafox al alcalde de Benabarre, Zara-
goza, 11; caja 2, leg. 2-9, y caja 11, leg. 9, Moreno a Palafox, 10 de junio de 1808. ARF: caja 73, leg. 2, Ric a la Junta Superior de Aragón, Reus, 22 de agosto de 1809. " AMZ/AP: caja 14, Palafox a Garcés, 13, y caja 8223, leg. 46.5/64, Informe sobre las compañías de Benabarre, Benabarre, 17 de junio de 1808. 96
AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/63, Junta de Benabarre a Palafox, Benabarre. 17 de junio, y caja 8155, leg. 8.1/56, Ayun-
tamiento de Aren a Palafox, Arén, 17 de junio de 1808. AMZ/AP: caja s/n. leg. 7-4-1, caja 15 y caja 24. En este tercio se alistará Antonio Laplana Burrell, nacido en Puy de Cinca en abril de 1791 y estudiante en la Universidad Sertoriana de Huesca.
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En Benasque, el levantamiento en la villa es organizado por su alcalde, Francisco Cornel, mientras la defensa del castillo queda encomendada a su gobernador, el marqués de Villora, auxiliado por José Ferraz y Marcial Doz, quienes arman a 150 paisanos con fusiles y algunas escopetas y cubren los puntos de la frontera, dejando igual número, aunque casi desarmado, para defender la villa y el castillo. Para intentar solucionar los problemas de falta de armas y recursos, el alcalde celebra una Junta el 9 de junio a la que acude el marqués de Villora y donde se acuerda escribir a Palafox exponiéndole entre otros asuntos que, no debiéndose exponer la defensa de Benasque y su castillo, se han de enviar fondos para pagar a la gente necesaria; que se exima del alistamiento a los pastores y que los alistados, «hechos al país y conociendo los pasos y sendas de todo el terreno», hagan el servicio en esa zona defendiendo sus puertos. Con esta misma intención de mantener a los alistados cerca de sus hogares, Juan Colomes, en nombre del Ayuntamiento de Santaliestra, Aguilar y Perarrúa, escribe también a Palafox, diciéndole que los jóvenes alistados de esos pueblos podrían, «como prácticos en el terreno», desempeñar mejor allí su trabajo. El día 13, el marqués de Villora, viendo que su ayudante, «aunque trabaja mucho y con celo no puede bastar para todo», solicita que se le envíen dos oficiales retirados desde Benabarre, pidiendo además artilleros. De esta manera quedan formadas tres compañías con los voluntarios de Benasque y pueblos aledaños. Los benasqueses son instruidos por Eustaquio Viand, ayudante mayor del castillo, a quien eligen como sargento mayor, y los de los pueblos por el cabo de Ronda Pedro José Ayainz, que había recibido estos días orden de dejar el valle para marchar a otro destino pero, deseando los voluntarios benasqueses que fuera su comandante, y enterados de su traslado, «clamaron todos por él», por lo que el alcalde se comprometió a retenerlo hasta que Palafox autorizara su permanencia en Benasque, lo que hizo poco después."
NAPOLEÓN ANTE EL LEVANTAMIENTO: PRIMERAS MEDIDAS
Tras los sucesos del 2 de mayo y los levantamientos en las distintas ciudades y provincias, Napoleón se da cuenta de que la situación no es la que él había pensado y de que los departamentos franceses fronterizos con España pueden verse en una difícil situación si los españoles atraviesan la frontera y llevan la lucha al interior de Francia. Desde finales de mayo los vecinos de esos departamentos viven en continuo estado de alerta, pues las noticias no cesan de llegar, procedentes tanto de Aragón como de Cataluña, traídas y llevadas por comerciantes franceses y viajeros que retornan a Francia o por pastores que pasan de un lado a otro de la frontera. Una de las primeras informaciones que llegan a oídos de Napoleón es la transmitida por el herrero de Urdos (pequeña localidad pirenaica del valle de Aspe, al otro lado del puerto de Somport, en la ruta de Pau a Zaragoza), que con fecha 29 comunica al prefecto de Pau que se ha producido un levantamiento en Zaragoza y se ha armado al pueblo. Esta noticia se ve confirmada dos días después por avisos de franceses residentes en el Alto Aragón, que anuncian que Huesca y ciudades importantes como Barbastro y Jaca se unen al movimiento insurgente, por lo que el prefecto de Tarbes traslada esos avisos a Berthier, jefe del Estado Mayor de Napoleón, y solicita el envío de tropas a Aragón. En junio la tensión va en aumento en el Alto Aragón y se produce un primer incidente en territorio francés cuando, viniendo de Benasque y al atravesar la frontera, una partida de aragoneses ataca l'Hospice de Luchon." Napoleón no puede dejar de pensar en otras posibles violaciones del territorio nacional, por lo que es el momento de examinar sobre el mapa la larga frontera pirenaica y buscar los medios para
AMZ/AP: caja 8155, leg. 8.1/38, Francisco Camela Palafox, Benasque, 9, y leg. 8.1/55, Ayuntamiento de Santaliestra a Palafox, Santaliestra, 17; caja 8222, leg. 46.1/71, Marqués de Villora a Palafox, Benasque, 13 de junio de 1808, y caja 2, leg. 2-9-1. 99 Sa rramon, Napoleón: 11. 98
I EVANTAMIENTO Y DEFENSA: Et ALTO ARAGÓN Y LOS AL TOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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ponerla a salvo de amenazas tomando medidas rápidas y concretas, aunque está convencido de que los aragoneses no son un peligro importante, sino que se trata de escaramuzas aisladas o golpes de mano realizados por montañeses agitados por la situación. El tiempo le demostrará su error. Pero, por si acaso, Napoleón toma sus medidas y nada más tener conocimiento de los primeros sucesos en Aragón refuerza la guarnición de Pamplona con objeto de preparar un ataque contra Zaragoza designando como jefe de las fuerzas que han de operar sobre esa capital al general Lefebvre-Desnoéttes; nombra comandante de los Altos Pirineos al general Ritay,'°° al que encarga reunir en Tarbes a la Gendarmería, las compañías de reserva de la 103 División Militar y 300 hombres del 2° Regimiento de la Legión Portuguesa, que acaban de llegar a esa ciudad, y adjudica al comandante Lomet'°' la dirección de los Bajos Pirineos y la constitución en Pau de una columna similar con el primer regimiento portugués. Estas dos columnas, la de Ritay desde Tarbes y la de Lomet desde Pau, inician el 9 de junio reconocimientos en los valles que llevan a Aragón. Ritay, a la cabeza de un centenar de sus hombres, ejecuta una primera descubierta desde Gavarnie por encima de Broto franqueando las montañas todavía nevadas, que era preciso bajar «dejándose deslizar sobre el trasero». Al día siguiente Napoleón ordena al general Lamartilliére desplazarse a Pau con la Guardia Nacional y los prefectos de los departamentos fronterizos reciben orden de formar en cada uno de ellos un batallón de Guardia Nacional: el de los Altos Pirineos se pone a disposición del brigadier Ritay y el de los Bajos Pirineos aporta a Lomet una fuerza equivalente. Finalmente, los portugueses, que frecuentemente pactaban con los españoles. son llevados a segunda línea.'°' El día 12, una nueva orden destinada a Ritay dispone que traslade su cuartel general y lo establezca entre Tarbes y Gavarnie, manteniendo constantemente un destacamento en los puertos franqueables para obtener noticias de la situación en el Alto Aragón. Instrucciones similares fueron dadas a Lomet, quien, fijando su base en Oloron, inicia reconocimientos por los valles de Ansó y Canfranc, aunque poco después se establece en Bedous, donde estará mejor situado para vigilar el Alto Aragón. En este tiempo Ritay pierde una parte de sus portugueses, entre los cuales la deserción es tal que es preciso enviar los que quedan a Tarbes; el único incidente en estos parajes, donde tradicionalmente se han mantenido de antiguo relaciones de amistad entre los montañeses de ambas vertientes pirenaicas, es la entrada a Francia de un grupo de aragoneses venidos de Sallent por el Portalet, que crean alarma en Gabas y Laruns, aunque todo termina con una confraternización entre vecinos habituados a convivir. Sin embargo, es suficiente la presencia de un solo exaltado para alterar esas relaciones, como sucedió en Echo, refugio habitual de contrabandistas, donde uno de ellos, Pedro Antón Juánez, como antes se ha dicho, levantó una compañía. Sin embargo, la proximidad de las columnas de Ritay y de Lomet, a pesar de su poca consistencia incitó a los españoles a destacar desde Zaragoza un contingente de tropas en dirección al Alto Aragón.'°'
'°° Barón Jean-Marie Ritay (1761-1819), nacido y muerto en el Alto Garona, general de brigada en 1805, empleado en la 10' División Militar en 1807. '°' Barón Antoine-Francois Lomet (1759-1826), nacido en Chateau-Thierry, capitán en 1792, jefe de brigada en 1795, ingeniero jefe de puentes y calzadas, subjefe de Estado Mayor en 1804, muere en París en 1826. 107
Bonaparte, Napoleón, Correspondance de Napoléon
publiée par ordre de l'Empereur Napoléon 111, París, 1858-1870,
32 vols. (en adelante, Correspondance i): n'° 14061 y 14081, Napoleón a Berthier, 4 y 10: xvn-293, n" 14084, 11, y xvir304, n" 14092, 14 de junio de 1808. Archivo Departamental (en adelante AD) de los Pirineos Orientales: decreto prefectoral del 18 de junio. Sarramon, Napoléon: 13-14 y 22. 1°3 Bonaparte, Napoleón, Correspondance 1:
léon: 14-16.
n" 14087, Napoleón a Berthier, 12 de junio de 1808, y Sarramon, Napo-
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LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
El 14 Ritay es destinado a los Pirineos Orientales, pasando la dirección de su columna inicialmente al brigadier Viala y a finales de mes al general Wouillemont,'" con la misión de observar los puertos y pasos que daban acceso a Baréges desde Aragón. El 18 llega lamartilliere a Pau a la cabeza de su columna; Napoleón tienen in mente, a pesar de que en el decreto de reclutamiento se garantizaba a los guardias que no servirían más que en territorio francés, utilizar este contingente de Guardia Nacional en territorio español. En cuanto al departamento del Ariége, queda bajo las órdenes del general Mique1,1 °5 que tiene a su disposición la compañía de reserva local, así como varias brigadas de Gendarmería. A finales de este mes de junio, el prefecto del departamento de los Altos Pirineos, inquieto ante la insurrección que se extiende por los altos valles aragoneses y las noticias alarmantes que de allí le llegan, como la del asesinato del gobernador de Huesca, Clavería, toma la iniciativa de censar a todos los propietarios de escopetas de caza. Por su parte, el de Toulouse, advirtiendo movimientos insurreccionales por la zona de Benasque y Arán, reclama tropas de línea, temiendo por Luchon y Saint-Béat al pensar que los insurgentes españoles son capaces de venir a incendiar la gran estación termal y volver ese mismo día a su punto de origen.m6 A primeros de julio el ataque de una partida aragonesa en el puerto de la Pez consigue arrebatar a los franceses 400 ovejas. No obstante, Napoleón no parece estar muy preocupado por la situación, y su estado de ánimo se refleja en una carta 1°7 a su hermano José en la que minimiza el peligro: si los rebeldes son dueños de Jaca y otros puntos de los valles aragoneses, en la vertiente francesa se encuentran columnas móviles dispuestas a intervenir, y es suficiente esperar la caída de Zaragoza para penetrar en esos valles en ambos sentidos y atrapar en medio a los rebeldes. Esta visión del emperador es un planteamiento demasiado simple de la situación, como tendrá ocasión de comprobar, porque las tropas francesas fracasarán en su primer intento de tomar Zaragoza y la insurrección en los valles y en la tierra baja es ya tan importante que tras cinco años de lucha serán los franceses incapaces de domeñar el espíritu español y tendrá que abandonar España el rey que quiso imponer.
Armand Nicolás, barón de Wouillemont (1753-1846), nacido en Arsonval (Aube) y muerto en Bar-sur-Aube, general en 1800, manda la 10' División Militar en 1807 y una brigada de la División de Reserva de los Pirineos en 1812. Es barón del Imperio en 1813 y comandante del departamento de los Altos Pirineos en junio de 1815. les Barón Pierre Miguel (1762-1819), nacido y muerto en Béziers, general de brigada en 1803 y barón en 1811. 1°6 Sarramon, Napoleon: 15-16. 101 Bonaparte, Napoleón, Correspondance t: xvii-390, n" 14196, Nota para el rey de España, 14 de julio de 1808.
PRIMER SITIO DE ZARAGOZA (15 DE JUNIO — 1,1 DE AGOSTO DE 1808)
LA CAPITAL ARAGONESA L 4 de junio, Napoleón ordena a Lefebvre que desde Pamplona se ponga en marcha hacia Zaragoza con el fin de ocuparla, lo que este inicia de inmediato con una poderosa columna y, aunque en su camino intentan detenerlo las fuerzas regulares españolas enviadas por Palafox al mando de su hermano Luis, marqués de Lazán y Cañizar y mariscal de campo,'" apoyadas por miles de paisanos, Lefebvre las vence en Tudela el 7 y en Mallén el 13. Enterado Palafox de esta derrota, lejos de desanimarse decide salir al encuentro de los franceses, con los que se enfrenta el día 14 en Alagón y es derrotado una vez más, por lo que se ve obligado a refugiarse en Zaragoza. En esta acción participan los Dragones del Rey, al mando de los cuales está el altoaragonés Francisco Ferraz Cornel,'" quien en mayo de 1808 se encontraba en Madrid ejerciendo como secretario de la Inspección General de Caballería, de donde se había fugado para dirigirse a Zaragoza a reunirse con aquel regimiento de dragones, del que toma el mando por enfermedad de su coronel efectivo. A las diez de la mañana del día 15, la vanguardia de Lefebvre ataca a los defensores del puente de América, en Casablanca, mandados por el militar altoaragonés Alonso Escobedo,"° que ante la superioridad numérica francesa se retiran a Zaragoza seguidos de cerca por Lefebvre, que desea entrar tras ellos, pero a las mismas puertas de la ciudad salen a su encuentro un gran número de zaragozanos que le hacen frente en la conocida como batalla de las Eras del Rey. Dada la sorprendente resistencia, el francés decide mantenerse casi inactivo en espera de refuerzos, y así comienzan los preparativos del que va a ser el primer sitio de Zaragoza. Ante la presencia de Lefebvre, Palafox, que no cree posible defensa alguna, marcha a Belchite, donde piensa organizar un ejército con el que enfrentarse con garantías a los franceses. En esta salida acompaña a Palafox, mandando un destacamento de dragones del rey, Francisco Ferraz, ya ascendido a sargento mayor, que se había distinguido en la acción de las Eras."' Una vez en Belchite, a Palafox se le une su hermano Francisco12 y ambos se dirigen a Calatayud para reunirse con el barón de
1°9 Nacido en Zaragoza el 3 de julio de 1772. 1°9 Nace en Benasque en 1776 y lucha en la guerra contra la Convención francesa. En 1799 ingresa en los Guardias de Coros.
Capitán agregado a los Dragones de la Reina en 1800, participa en la campaña de Portugal en 1801. AGMS/HSD de Francisco Ferraz. "° Alonso Escobedo procedía de Embún y en 1808 tenla 60 años, llevando 39 de servicio, los 14 últimos en el Regimiento América como capitán. Habla participado en el bloqueo de Gibraltar, en el de Menorca y en la campaña del Rosellón. 111 AGMS/HSD de Francisco Ferraz.
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Nacido en Zaragoza en 1774. era el tercero de los hermanos Palafox y fue conocido como el Desgraciado, o Paco Vaina,
debido a su poco acierto y torpeza en el desempeño de cuantas misiones se le encomendaban.
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IVANTAMITNTO Y DEFENSA. EL ATTO ARAGÓN Y LOS AllOARAGONESE S DURANTE LOS SITIOS DF ZARAGOZA
Warsage,"' jefe de las fuerzas allí reunidas, y entre todos atacar la retaguardia francesa interrumpiendo las comunicaciones de los sitiadores con Navarra. Pero en Zaragoza, Bustamante, a quien Palafox ha dejado al mando y otros oficiales están dispuestos a resistir y con ellos el pueblo y las tropas que se han refugiado en la plaza, donde habían comenzado a levantarse algunas obras defensivas bajo la dirección del altoaragonés Antonio Sangenís,'" quien había llegado a Zaragoza el 12 de junio, tres días antes del comienzo del sitio, desde Alcalá de Henares, para organizar el Cuerpo de Ingenieros en la ciudad formando compañías de Gastadores y dirigiendo las obras de defensa. También había llegado por estos días a la capital el montisonense Mor de Fuentes, al que habíamos dejado saliendo de Madrid camino de Zaragoza; al llegar allí encontró los ánimos exaltados y, según él mismo refiere, se encargó de calentarlos aún más."' Alejado Palafox, Lefebvre envía un pliego a la ciudad intimando a su rendición, pliego que es remitido al capitán general a Belchite, quien el 18 manda a la ciudad a su hermano Luis para coordinar la defensa y escribe su contestación al pliego del francés rechazando el requerimiento de rendición, contestación que es llevada la mañana del 20 por su ayudante de campo, el teniente coronel altoaragonés Manuel Ena.'" Pero los planes de Palafox para atacar la retaguardia francesa e interrumpir sus comunicaciones se frustran, pues los imperiales le sorprenden en Épila el 24, acción en la que tiene señalada participación, una vez más, Francisco Ferraz con sus Dragones del Rey, lo que le hace merecer los elogios de Warsage.'" Dos días después se reúne en Zaragoza la Junta de Defensa, que por una parte elige algunas personas de prestigio en la ciudad para que la auxilien en sus tareas, entre ellas dos altoaragoneses, los barbastrenses Francisco Cocón'" y Felipe
I" José de l'Hotellerie Fernández de Heredia, barón de Warsage, de padre belga, nace en Calatayud y es capitán de Reales Guardias Wallonas en 1808. Palafox le nombra jefe de su Estado Mayor. Muere al acudir al Arrabal zaragozano para organizar su defensa el 18 de febrero de 1809. ASMA: Cuadro de Honor de la Guerra de la independencia. "4 Antonio Sangenís Torres, nacido en Albelda (Huesca) el 12 de julio de 1767 y hermano de José, el comandante de los tercios de Barbastro. Teniente del Regimiento del Príncipe en 1789 y ayudante de ingenieros en 1790. De 1792 a 1793 estuvo encargado de reparar los fuertes y baterías de la cornisa cantábrica y, tras participar en la guerra contra la Convención francesa, asciende a capitán en 1794. En 1804 es destinado a la Real Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares como profesor de Fortificación, y al año siguiente alcanza el grado de sargento mayor de brigada y teniente coronel de ingenieros. Iniciado el alzamiento, la mayoría de oficiales y cadetes de la academia escapan de Alcalá de Henares; un grupo se dirige a Valencia y otro, en el que se encuentra Sangenís, a Zaragoza, El 15 de junio Sangenís es detenido por los paisanos y llevado a la cárcel acusado de reconocer las puertas y ronda de la ciudad (lo que efectivamente hacía por haber sido encargado de las fortificaciones y trabajos de defensa). Puesto en libertad por orden de Calvo de Rozas al dia siguiente, se incorpora a la Junta de Defensa y a la de Fortificación y, ascendido a coronel el 1 de agosto, comienza a organizar el batallón de zapadores.
15 Mor de Fuentes: 42. 11 " Manuel Antonio Ena y Gallego, natural de la villa altoaragonesa de Ayerbe, donde nace en 1770, socio e individuo de número de la Sociedad Aragonesa, de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, caballero de la Orden de Calatrava, de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y de justicia en la Orden de San Juan. Sirvió en la Real Armada desde la clase de guardiamarina en 1786 hasta la de teniente de navío en 1804. Participó con la Marina en diferentes acciones y expediciones y fue maestro y profesor de Matemáticas. Sabiendo italiano y entendiendo francés, en mayo de 1808, estaba de bandera en Zaragoza; pasó a prestar sus servicios en el Ejército de Aragón, que se organizaba al mando de Palafox. El 29 de mayo recogió 100 000 reales de vellón de los religiosos de San Juan para comprar el armamento necesario para la formación de tercios. AGMS/HSD de Manuel Ena. Sobrino de Manuel de Ena fue lacobo de Ena y Villava, nacido en 1806 en Huesca, siendo su padre Mariano de Ena y Gállego, regidor de la ciudad de esa ciudad; su abuelo materno, Miguel de Villava, regente jubilado de la Audiencia de Huesca, y su tío abuelo, Luis de Villava, coronel de artillería y mariscal de campo, venido desde Murcia con una división para ayudar a Zaragoza, quien será nombrado por Palafox comandante de artillería durante el segundo sitio. El 13 de octubre de 1808 se solicita a Palafox que admita a Jacobo, que esos momentos tiene 2 años de edad, como cadete del Regimiento de Granaderos de Fernando VII. sin sueldo ni antigüedad, hasta que cumpla la edad prevenida en las Reales Ordenanzas, lo que es concedido tres días después, siendo posiblemente el cadete más joven de los Sitios de Zaragoza. AMZ/AP: caja 8179, leg. 22,1/14.
1 " AGMS/HSD de Francisco Ferraz. 18 Francisco de Borja Cocón y Azcón nace en Barbastro en 1751. Ministro del Crimen de la Audiencia de Aragón, casa en 1807 en Fraga con María Manuela Melchora Barrafón, hermana de Domingo María. Académico de San Luis de Zaragoza, es decano de la Audiencia de Aragón en 1808 cuando el levantamiento. Retirado en febrero de 1811, permanecerá en Zaragoza, donde morirá en enero de 1825.
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José Palafox y Melci. Grabado de Rafael Esteve Vilella. (Imagen cedida por Biblioteca Nacional de España) Sanclemente,19 y por otra acuerda que los oficiales, soldados y voluntarios alistados presten solemne juramento en la plazuela del Carmen comprometiéndose a defender sus ideales, juramento que es tomado por el sargento mayor del Regimiento de Infantería de Extremadura, al mando del altoaragonés Larripa.'" En tanto, Palafox, sabedor de que Zaragoza ha logrado resistir, vuelve sobre sus pasos y entra en la capital el 1 de julio; mientras, en el campo francés, Lefebvre recibe los refuerzos que esperaba, mandados por el general Verdier, quien por su mayor antigüedad asume el mando y el 2 de julio dirige un gran asalto contra Zaragoza, pero los defensores logran rechazarlo en todos los puntos y los imperiales se ven forzados a iniciar un asedio en regla, estableciendo baterías alrededor de la ciudad y efectuando trabajos de minas, trincheras y aproches. El día 17 el altoaragonés Manuel Ena, ayudante de Palafox, hacia las once de la mañana se presenta en la puerta de Sancho tras ser
119 Felipe Antonio Sanclemente Romeu, nacido en Barbastro en 1758, desde muy joven comienza a trabajar como dependiente en un comercio de su ciudad natal ubicado en la plaza del Mercado, en el que permanece hasta 1787, cuando se traslada a Zaragoza. En la capital aragonesa pronto se da a conocer por su Ilustración, su rectitud, caballerosidad y especiales aptitudes en asuntos bancarios, a los que comienza a dedicarse con éxito. En esas cualidades se fijan sus vecinos zaragozanos para elegirle como persona idónea para ocupar un puesto en el Consejo Municipal, desde donde se sigue significando por su nobleza. Designado asesor de la junta que para la defensa de la sitiada ciudad se constituye, pone a disposición de ella sus abundantes recursos económicos y su persona, no limitándose a labores burocráticas, sino que sus ansias de combatir a los invasores le empujan a tomar parte activa en aquella desigual contienda. 110
Alcalde, Historia: 1, 107-108.
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LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
avisado de que un destacamento enemigo quería pasarse al bando español; creyendo con fundamento que podría ser una estratagema para sorprender a la batería, manda que cada uno ocupe su puesto y que los artilleros se preparen con las mechas en la mano al pie de sus cañones. Trepando por el foso del reducto, se presenta ante los franceses y, tras conferenciar con ellos un corto rato, decide hacerlos prisioneros y presentarlos al general.12 ' Ante las perspectivas de una larga resistencia, Palafox, con el fin de intentar socorrer a la sitiada capital, reclama auxilios del exterior, los cuales deben concentrarse junto a todas las tropas disponibles en Pina de Ebro, situado en la orilla izquierda del río, orilla por la que intentarán penetrar en Zaragoza por hallarse la derecha totalmente cercada por los franceses. Y mientras todo esto sucede en la capital aragonesa, en el resto de Aragón hay una intensa actividad para intentar ayudar con hombres y recursos a la sitiada Zaragoza. Veamos cuál fue esa actividad en los corregimientos del Alto Aragón.
FRAGA Y LA IZQUIERDA DE ZARAGOZA El 16 de junio, Pedro Navarro, gobernador del castillo de Mequinenza, vuelve a escribir al general Palafox ampliándole detalles sobre la fortaleza, que carece de todo pertrecho de guerra por haberlo embarcado todo para Tortosa hace algunos años.'" Como luego veremos, este castillo no caerá en poder de los franceses hasta dos años después. El 19, José Reales, miembro de la Junta de Fraga, escribe a Palafox quejándose de la confusión que existe en asuntos que atañen al gobierno municipal y al cumplimiento de las órdenes que llegan de Zaragoza, ya que parte de la Junta se había desentendido de sus obligaciones aduciendo que Palafox no había aprobado su constitución. Reales que se define a sí mismo como «un pobre labrador sin instrucción, de adelantada edad y sin luces», se siente incapaz de desempeñar su cargo que pone a disposición de Palafox y del gobernador de Lérida. El 27, mientras algunos individuos de la Junta están reuniendo carros y caballerías para el traslado de la artillería y bombas que traen de Lérida a Zaragoza, un grupo de alborotados fragatinos, acompañados por otros forasteros, roban algunos muebles de las casas de los franceses y hacen una hoguera en la plaza Mayor, a la que echan a un francés, que muere carbonizado. Ante estos hechos, las autoridades organizan rondas de paisanos armados y se consigue la tranquilidad y buen orden en la ciudad.'" Dada la escasez de armas, el Ayuntamiento pide a Tortosa fusiles para los alistados y el joven infanzón Domingo María Barrafón, siguiendo órdenes del gobernador de Lérida, prepara un plan de defensa de la ciudad y de la ribera del Cinca. Mientras las rondas mantienen el orden, algunos militares veteranos licenciados se preparan para enseñar a los reclutas y, dado que no se dispone de caudales para atender los gastos que originan las compañías, acuerda la Junta recaudar dinero por las casas, requisar los granos de los comerciantes foráneos y retener todos los caudales posibles de la Administración Pública.'24 Para ponerse al frente de las dos compañías organizadas en Fraga, el gobernador de Lérida remite la relación de los oficiales que ha nombrado,'" pero esa propuesta no gusta a la mayoría de los alistados, que exigen ser ellos mismos los que elijan sus mandos y aclaman como su jefe al presbítero Ramón Rubio, que desde el púlpito ha contribuido a exaltar el patriotismo frente a los franceses. El presbítero pide la presencia de un escribano para que deje constancia de la aclamación que le brindan los mozos, a los que con autoridad ordena disolverse pacíficamente. El 31 de julio la
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AMZ/AP: caja 8176, leg. 20.11/9. Casamayor: 17 de julio.
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AMZ/AP: caja 22, Navarra a Palafox, Mequinenza, 16 de junio de 1808.
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AMZ/AP: caja 8155, leg. 8.1/58, Reales a Palafox, Fraga, 19, y leg. 8.1/68, Junta de Fraga a Palafox, 30 de junio de 1808.
12" AMF: caja 137-1. bando del 29
de junio y acta del 7 de julio de 1808. Berenguer: 50.
1 " Para la 1' compañía, capitán Domingo María Barrafón, teniente Braulio Mainar y subteniente Martín Villanova, y para
la 2'. capitán Salvador Arquer. teniente Joaquín Satorres y subteniente Joaquín Cabrera.
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Junta de Fraga, de acuerdo con el obispo de la diócesis, Jerónimo María Torres, y el gobernador de Lérida, acepta, presionada por los mozos, el nombramiento de mosén Rubio como comandante de las dos compañías de Fraga.'" En tanto, el alcalde de Castejón de Monegros, Joaquín Guilleuma, informa a las autoridades de la capital de las cantidades o artículos que algunos vecinos de esa villa deben a súbditos franceses, y el de Candasnos, Miguel Allué, reclama municiones para poder hacer frente a los desertores escapados de Zaragoza (que continuamente pasan por el pueblo sin poder ser detenidos en Candasnos por carecerse de pólvora y balas) y para los 130 voluntarios que iban a reunirse, siguiendo órdenes del gobernador de Lérida, con los de Fraga, Mequinenza, La Granja, Torrente y Peñalba en un monte próximo.'" El 1 de agosto llega a Fraga, procedente de Lérida y con destino a Zaragoza, un convoy consistente en dos obuses, dos morteros y dos piezas de a 24, varios carros con balas de cañón, harina, aceite, vino y aguardiente, escoltado por dos compañías de miqueletes. Esta columna, unida a las dos compañías de Fraga ya pertrechadas, mandada la primera por Rubio y la segunda por Fitzgerald, marcha hacia Pina de Ebro, donde se está reuniendo para ayudar a Zaragoza una columna de tropas y convoyes de provisiones que llevan, en caballerías, carros y 200 zurrones que han fabricado los artesanos de la ciudad para ese fin, los víveres y pertrechos que la Junta local ha recogido en Fraga y pueblos aledaños. Poco después, el corregidor Arquer ordena sacar de la cárcel a los acusados del asesinato del francés Fur con la intención de aplacar los ánimos de los exaltados que amenazan con asaltar la cárcel y asesinar al resto de los presos franceses y por las noches apedrean las casas del presidente del Ayuntamiento y las de los miembros de la Junta, quienes, atemorizados, no se atreven a asistir a las reuniones por lo que escriben con fecha 5 de agosto al gobernador de Lérida, José Casimiro Lavalle, comunicándole esta situación y solicitándole que envíe un destacamento armado para garantizar el orden y terminar con los disturbios. Cuatro días después responde Lavalle diciendo que enviará alguna tropa y adjunta un bando para que se fije en la plaza pública, con lo que estima que la situación ha de poder corregirse; sin embargo, o los regidores no confiaron o se precipitaron los acontecimientos, pues ese mismo día 9 se decide constituir una nueva Junta de Gobierno, aunque finalmente el 13 llega la fuerza enviada por el gobernador de Lérida, compuesta por un destacamento del regimiento de voluntarios de Cataluña al mando del capitán Casiniello.'"
SITUACIÓN EN HUESCA El corregidor de Huesca, Mariano Lobera, ansioso por recibir noticias de lo que sucede en la ya sitiada capital aragonesa, envía repetidos oficios solicitando información y órdenes; así, el 17 de junio dice a Palafox que está anhelando recibir noticias de las acciones de Mallen, Alagón e inmediaciones de «esa nuestra amada capital», y le suplica que le envíe órdenes. El 23 oficia al marqués de Lazán informándole de que reina en Huesca la mayor tranquilidad pública, y unos días después, el 1 de julio, vuelve a oficiar a Lazán y, tras expresarle que está deseando la completa victoria de las armas aragonesas, la cual confía que se consiga «por el visible amparo que continuamente nos dispensa nuestra divina soberana patrona, María Santísima del Pilar», le ruega que le informe del resultado de la acción «que desde esta ciudad se ve claramente haber principiado como a media
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AME: caja 137-1, acta del 13 de julio de 1808. Berenguer: 40.
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AMZ/AP: caja 8155, leg. 8.1/69, Guilleuma, alcalde de Castejón de Monegros, a Palafax, 30 de junio, y leg. 8.1/84, Allué,
alcalde de Candasnos, a Palafox, 17 de julio de 1808. 121 AMF: caja 1098-13, Liquidación de las Cuentas de Propios, y caja 137-1, Actas Municipales. Berenguer: 40-42 y 50-53.
Huguet Miró. Ramón, Efemérides de la guerra de Independencia en Cataluña, Lérida, Imp. de 1. Miró, 1915: 237.
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noche, y mucho más viva desde la madrugada, que Dios y María Santísima quieran sea la decisiva contra esa infame y cruel gavilla de franceses». El 3 escribe a un amigo suyo de Zaragoza comentándole que las noticias que le mandó «han llenado a toda esta ciudad del mayor júbilo» y que hasta el amanecer estuvieron los oscenses «en puertas, ventanas y calles con tan extremada alegría que unas veces se daban los parabienes y otras prorrumpían en las expresiones más tiernas de ¡Viva María Santísima del Pilar y San Lorenzo, Viva nuestro Fernando, Viva nuestro general y Viva España!». Añade Lobera que le escriba detallándole todo lo que suceda, pues, «como jefe del pueblo, todos me vienen a preguntar y quisiera satisfacer a todos». Ese mismo día envía otra misiva a Lazán refiriéndole que ha recibido noticias de la valerosa defensa de los zaragozanos y de la mortandad tan horrible que se ha hecho en ella.'" En tanto, Perena, encargado por Palafox del levantamiento en Huesca, continúa colaborando con las autoridades en mantener la calma y el orden alterados por los últimos acontecimientos, como se ha comentado anteriormente, lo que finalmente consigue. Da parte de todo ello a Palafox",y, siguiendo con las órdenes, organiza la recluta de voluntarios, siendo de los primeros en apuntarse los de Banariés, entre ellos Hermenegildo Cebrián Omiste, de 16 años de edad, que queda incorporado en la 8'3 compañía del 1" tercio."' Centenares de voluntarios van llegando a la ciudad y son acomodados en cuarteles, conventos, universidad y colegios mayores, Hasta reunirse en pocos días cerca de 3000 hombres, que son distribuidos en tercios bajo el nombre de Voluntarios de Huesca, de los cuales en breve están organizados los dos primeros y el 26 de junio el tercero está prácticamente ultimado.12 Uno de los problemas con que se encuentra Perena es el habitual de la falta de mandos veteranos, que le obliga a nombrar oficiales bisoños para el mando de sus compañías «por carecer de sujetos de instrucción de quien echar mano». Por ello aprovecha todas las oportunidades que se le presentan para conseguir expertos oficiales; así, el 1 de julio, enterado de que se encuentra en Huesca de paso para Zaragoza Francisco Betrán, sargento primero del 3" Batallón de Reales Guardias Españolas, conocido en la capital aragonesa por haberse criado en ella y tenido «por sujeto de las apreciadas prendas que pueden adornar a un buen militar de 31 años de servicio», se entrevista con él y le entrega interinamente el mando de una compañía solicitándole que permanezca a sus órdenes para la instrucción de los voluntarios. Cree Perena que, con la incorporación de Betrán, la ayuda de «algunos otros oficiales que ya tengo en los Tercios a quienes adornan las mismas cualidades» y los que Palafox «se digne nombrar al mismo efecto», podrá lisonjearse de «dar buena instrucción y disciplina a la tropa». Por ello informa de estas incidencias a Palafox y le suplica que apruebe el nombramiento de Betrán, rogándole además que «se digne tener presente la necesidad que tiene de armas para la tropa de su mando». Palafox le contesta lamentando no poder atender de momen-
129 AMZ/AP: caja 8222, legs. 46.1/74 a 46.1/80, Lobera a Palafox, a tazón y a su amigo Luis, Huesca, 17, 19 y 23 de junio y 1 y 3 de julio de 1808.
11° «Aun después del atentado ocurrido con el difunto gobernador, continuaban sobresaltados los ánimos de los habitan-
tes de esta ciudad, pero a beneficio del celo y eficacia tanto del alcalde mayor como mía, hemos podido limpiar aquella nube y tengo la satisfacción de anunciar a V. E. que todo está con la mayor tranquilidad». AMZ/AP: caja 8165, leg. 14-2/6, Perena a Palafox, Huesca, 18 de junio de 1808, "1 Nace en Banariés en 1792 de familia noble, hijo de Mariano Cebrián Bentué, alcalde y propietario del castillo de Torresecas, y de Vicenta Omiste Cosculluela, natural de Banastás. En 1814 Palafox certificará que participó en el primer sitio desde dentro y en el segundo con Perena. AGMS/HSD de Hermenegildo Cebrián. 12 Pero no a todos les parece que las cosas se están haciendo con la rapidez suficiente, como refleja un anónimo remitido a Palafox que entre otras cosas y literalmente dice: «os comandantes de el Corregimiento de Huesca y Barbastro vaian con más actividad en recoger la gente de su Corregimiento, pues estos no han recogido aún 2000 por decirles que estén quietos en sus lugares, y esto viene mui mal para los que han ido ya, pues me han dicho ha mi muchos de los que están guardando algunos puntos que se pasarán a Francia si luego no recogen toda la gente de estos dos Corregimientos, y tengo por cierto que si la cosa se maneja vien y estamos vien unidos, no tenemos que temer a Francia». AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.13/3, Anónimo, Huesca, 19 de junio de 1808.
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to sus peticiones y diciéndole que no es posible por ahora destinar oficiales para que pasen a Huesca, sintiendo el no poder remitir los fusiles que son tan necesarios para armar los tercios, ya que en sus almacenes no existen sobrantes. Finalmente le sigue animando, a pesar de las numerosas dificultades, a completar la formación de los tercios.'" Los dos primeros tercios son destinados a primeros de julio a guarnecer los puntos avanzados del Pirineo, donde se les unirá poco después el tercero."4 Ante la escasez de recursos para mantenerlos, Perena dirige una comunicación a los alcaldes de los pueblos del corregimiento informándoles de que ha sido encargado de la organización de los tercios de Huesca con «facultades de exigir caudales para su subsistencia, de los fondos, establecimientos y depósitos que me parezcan convenientes», y tras explicarles que los fondos que ha conseguido hasta el momento son insuficientes, les solicita donativos voluntarios «antes de proceder a valerme de nuevos recursos».'" Entre los primeros fondos recogidos para «ocurrir a suministrar las compañías de estos Tercios», estaban los entregados por la Universidad al depositario de caudales de Huesca, habiéndose comprometido aquella a hacer todos los esfuerzos precisos para aportar más fondos, lo que recuerda al rector oscense, Agustín Alcaide, secretario de la Junta de Hacienda de Zaragoza, con la siguiente misiva: «En consideración al ofrecimiento que V. S. se sirvió hacer a favor de la causa pública y de multiplicarse cada día más y más los gastos en el mantenimiento de las tropas creadas y reunidas con lo demás necesario para la defensa de la patria, se espera de la bondad de V. S. proporcione con su entrega el aumento de los fondos destinados a tan interesante objeto». El rector lo asume y actúa en consecuencia.16 El día 11 escribe Perena una nueva misiva a Palafox en la que, tras anunciarle satisfecho la completa organización de los tercios de Huesca y su corregimiento, le recuerda que por falta de oficiales veteranos están mandadas muchas compañías «por los de la clase de paisanos nuevamente creados». Debido a esto, según Perena, las compañías que están en el Pirineo «no pueden dar un paso sin que se les ofrezca una dificultad y la falta de táctica militar no les da lugar a que sus operaciones sean tan acertadas como los mismos desearían y la falta de un comandante inmediato les obliga a consultar con el exponente cualquier ocurrencia con considerable atraso del servicio por la mucha distancia». Por ello, cree que es indispensable un jefe «que recorriendo la línea sin cesar esté a la vista de estos bisoños para que disipando los obstáculos que se les presenten sean sus tareas con aprovechamiento». Perena utiliza la ocasión para exponer a Palafox «el buen celo con que ha desempeñado la comisión de organización de los Tercios», indicándole que los conocimientos que posee del Pirineo al haber luchado en esa zona contra los franceses en la guerra contra la Convención francesa, en la que mereció «por su eficacia la confianza y aprecio del general a cuyas órdenes estaba empleado», le hacen acreedor a desempeñar el mando de dichos tercios «con el acierto que apetece», por lo que solicita su ascenso a coronel y permiso para defender con sus tercios los puntos de Canfranc, Sallent, Panticosa, Torla, Linás y Biescas. Pide además que se le asignen como ayudantes los tenientes Juan Domec Lera y Juan Francisco Santolaria, y que este sea además su secretario personal por concurrir en él «las circunstancias esenciales al desempeño de los muchos particulares que como comandante del Cantón están a mi cargo», habiendo ofrecido Santolaria «servir su destino sin sueldo alguno durante las actuales circunstancias».'"
11 ' AMZ/AP: caja 8154, legs. 7-2/300 y 7-2/301, Perena a Palafox, Huesca, 4; Palafox a Perena, Zaragoza, 7 de julio de 1808. 14 Entre los voluntarios de estos tercios están la mayoría de los sirvientes de la catedral oscense, que, como manifiesta el
deán en el acta del Cabildo del 10 de junio, «han tomado las armas y se han ido a Jaca». ACH/LR. 135 Mayor Bici, Ramón, El general oscense don Felipe Perena Casayús, Estudio Biográfico,
Huesca, 1911: 15.
136 AHPH/DUS; caja 224, Correspondencia, Perena a Castillón, maestrescuela de la Universidad, Huesca, 30 de junio, y Alcai-
de, de la /unta de Hacienda de Zaragoza al rector de Huesca, Zaragoza. 9 de julio de 1808. 157
AMZ/AP: caja 8157, leg. 9-3/79, lista de oficiales que componen el Primer Tercio de Huesca, 18 de junio, y caja 8154, leg,
7-2/302, Perena a Palafox, Huesca, 11 de julio de 1808. Domec habla nacido en Agüero en 1778. Soldado en 1798, era primer capitán y sargento primero del Regimiento de Extremadura, encontrándose retirado en Huesca.
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Ese mismo día 11 se celebra Junta de Sitiada del hospital de Nuestra Señora de la Esperanza de Huesca y a ella acuden el provisor, los señores Ara y Diago y el secretario Villanova; se acuerda el horario en «que desde Santa Cruz de mayo a Santa Cruz de septiembre puedan los parientes de los enfermos y amigos entrar a visitarlos, sin que puedan entrarles cosa alguna de comer ni beber sin noticia de las hermanas de la Caridad» y que «las visitas del médico y cirujano se hagan a hora determinada»; finalmente, se «vieron y aprobaron las cuentas que presentó el prior Nogués, con sola la providencia de que se tenga presente la partida de compra de turrones de Natividad para dicho año»."8 Un día después, Perena envía otra larga carta a Palafox, en la que incluye los nombres de los oficiales que mandan las compañías y le da parte de los fondos y arbitrios de que dispone o piensa disponer para el mantenimiento de las tropas, señalándole las nuevas ofertas económicas que ha tenido de la Universidad y del Cabildo y comentándole que ha enviado cartas a diversas entidades y particulares para que hagan donativos, aunque hasta el día son pocos los que se han hecho, no siendo suficientes para cubrir el haber mensual de las tropas levantadas, por lo que le pregunta si los productos de Reales Rentas deben también entrar en la caja establecida. Asimismo se queja de que los tercios oscenses destinados en la frontera pirenaica carecen de todo, «y si de cuenta de la Real Hacienda se le proporcionase pan y vituallas para los ranchos, el soldado estaría mejor». Insiste además en la necesidad de municiones y sobre todo de fusiles, pues «las escopetas con que están armadas algunas de las compañías, aunque se han compuesto lo mejor que ha sido posible, siempre son armas de poca satisfacción para una defensa», y en la de disponer de cuadernos de táctica para que las compañías se instruyan en el arte militar. Y siendo necesario nombrar un apoderado general «que entienda inmediatamente con los Tercios para las remesas de dinero a los puntos a donde se hallen», ha designado para ese cargo a Rafael de Gregorio, administrador de Correos, que reúne las circunstancias «de carácter, haberes e instrucción» y quien «servirá a este destino sin sueldo alguno en obsequio del rey y de la patria», habiendo admitido también la oferta de Juan Azlor, depositario de los caudales, para servir este empleo asimismo sin sueldo ni gratificación alguna, aunque solicitando a cambio que, «no habiéndole quedado ningún criado, permaneciese a su inmediación su hijo Mariano», lo que le ha concedido. Continúa Perena solicitando instrucciones respecto a la paga y otros aspectos de los oficiales, cirujanos y capellanes de los mismos, siendo preciso, respecto a estos últimos, que el vicario general castrense habilite a los ya nombrados para «ejercer sus funciones con todas las facultades que de derecho disfrutan». En cuanto a las infinitas solicitudes de exención de servicio que le han presentado hijos de viuda, otros de casa estante y algunos que, tratándose de dos o tres hermanos, los padres desean se les libere alguno para seguir las operaciones de sus casas, las ha denegado de momento todas al no tener instrucciones sobre el particular, pero, siendo tan grandes muchas de las necesidades que le han hecho presentes «que de no acceder a ellas se originaría la ruina de muchas familias», ha desechado únicamente a los endebles y afeminados y aquellos cuyos defectos personales les hacían inútiles, defectos conocidos y comprobados por los cuatro cirujanos de esta ciudad. También, Perena expresa su idea de introducir panfletos y espías en Francia para «adquirir noticias positivas de cuanto se trate por aquel gobierno contra nosotros y de explorar el modo de pensar de los pueblos de las inmediaciones de nuestro cordón», y le dice que dispone de un buen maestro de tambores que está dispuesto a enseñar los toques de ordenanza a varios muchachos oscenses deseosos de incorporarse a los tercios, por lo que le pide algunos tambores. Respecto a la situación en Huesca,
' AHPH, Documentos de la Diputación Provincial, apartado Hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, sign. 4652, Libro de resoluciones de la Sitiada del Hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, 1802-1836 (en adelante AHPH/LRS): Sitiada del 11 de julio de 1808. La Junta de Sitiada era el órgano de gobierno y dirección de los hospitales; la componían el obispo, un canónigo y dos regidores, que alternaban todos los años, y a su cargo estaba el buen orden y funcionamiento del establecimiento,
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Perena expone a Palafox el estado del pueblo diciendo que «no debe comprenderse en el número de los tranquilos», siendo el celo de Perena y el de los comandantes de las guardias y patrullas que rondan incesantemente lo que contiene a «un corto número de revoltosos», algunos de ellos autores del atentado cometido contra el gobernador la noche del 5 de junio, hombres que, «persuadidos que aquel atentado mereció la aprobación de Palafox, siguen dispuestos a continuar sus perversidades», como públicamente lo han manifestado, tan pronto como las compañías salgan a la frontera. Perena se queja de la indolencia del alcalde, que en lugar de castigarlos «procura contentarlos y atraerlos a su voluntad con ejemplos de amistad y disimulos»; por ello considera indispensable corregir este desorden, que ha llegado hasta el caso de presentarse por dos o tres noches consecutivas ante la prevención de Guardia Cívica intentando apoderarse de las armas, aunque la vigilancia del centinela y el desvelo de la guardia contuvieron e hicieron retroceder a estos hombres a los que se les permite ir armados con trabucos, pistolas y cuchillos alborotando la ciudad. Por los partes que le han dado los comandantes de las guardias, conoce Perena a «todos los inquietadores del sosiego que esta ciudad gozaría si a ellos se les separara y castigase», lo que no ha ejecutado todavía hasta ponerlo en conocimiento de Palafox y obtener su permiso. Por todo lo anterior, solicita a este que redacte un enérgico bando prohibiendo el uso de armas a los paisanos ajenos al servicio, bajo la amenaza de severas penas.'" Palafox responde dos días después comunicando a Perena que ha recibido de manos de su ayudante Juan Domec el estado general de las compañías formadas y organizadas por él en Huesca y la relación de los oficiales, aprobando con satisfacción sus clases, fuerza y destinos. Aprueba también el que los 120 hombres que se hallan en Jaca agregados a la artillería compongan la 10a compañía del 3er Tercio de Huesca. Se da también Palafox por enterado de los donativos para la subsistencia de las tropas que Perena ha recogido, no dudando de que continuará buscando arbitrios que basten para el pago total mensual de los tercios; dispone que se entreguen a Domec tres cuadernos de táctica para la primera instrucción de la tropa y, respecto a las solicitudes de exención de servicio, indica a Perena que tenga consideración a los hijos de viuda únicos, a los de casa estante y puerta abierta y a los padres ancianos que teniendo tres o cuatro hijos en el servicio de las armas piden se les libre uno para atender al manejo de las haciendas y cuidado de sus casas, pero sin proceder con ligereza ni dar margen a que bajo estos pretextos «se licencien indebidamente los infinitos que solicitarían estas exenciones». Finaliza su carta señalando a Perena que, aunque comprende lo útil que podría ser su presencia en la frontera, no cree conveniente el verificarlo en esos momentos.'" Los problemas económicos son constantes y atañen a todas las instituciones, y así, Miguel Bara, secretario del Ayuntamiento de Bierge, donde se han alistado 63 mozos que hasta el momento se han mantenido con los fondos del pueblo, al terminarse estos escribe al procurador Miguel López para que represente al Ayuntamiento de Bierge ante «los señores de la signatura o a quienes perciben los frutos de este para que en lo tocante a la Universidad se dignen conceder 300 libras jaquesas para el socorro de dichos alistados». El procurador remite esta carta a la Universidad y esta le contesta diciendo: «La Universidad, haciendo el mayor esfuerzo que le ha sido posible, ha depositado por vía de donativo gracioso en la caja de ejército 5000 duros para ocurrir a las necesidades actuales. Ningún pueblo tiene obligación de mantener a sus alistados hasta presentarlos en la cabeza del corregimiento y cuando en Bierge se quejaron de la regla, no hallándose con medios para su socorro, pida a esa caja, donde hallarán el depósito de la Universidad».14'
I" AMZ/AP: caja 8179, leg. 22.2/12, y caja 8154, leg. 7-2/303, Particulares que hace presentes el teniente coronel Perena, comisionado para la organización de los tercios de Huesca y su Corregimiento, Huesca, 12 de julio de 1808. 140
AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/339, Palafox a Perena, Zaragoza, 14 de julio de 1808.
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AHPH/DUS: caja 199, leg. 1, Documentos de las Actas de Hacienda, Ayuntamiento de Bierge al procurador López, Bier-
ge, 11, y Universidad de Huesca al procurador López, Huesca, 18 de julio de 1808.
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LIVANIAMIINIO I DI FI N1A II Al [O Al2NGliN 1 105 Al UARA3ONISI 1)11RANIl in\ ',Huy, nI LAKAGutA
El 16 de julio, Perena manifiesta al Ayuntamiento la necesidad de crear una Junta de Gobierno Local para atender los asuntos en esas circunstancias excepcionales y al día siguiente escribe nuevamente al Cabildo de la catedral pidiendo algún dinero del fondo del subsidio para las urgencias del día. El Cabildo accede concediendo 13 000 reales de vellón del subsidio y también lo hace el Ayuntamiento acordando la creación de la Junta, la cual queda organizada el 18 de julio"' y se auxilia de inmediato a Perena en la intendencia y mantenimiento de los tercios, los cuales, siguiendo las órdenes de Palafox, que quiere evitar que desde Francia lleguen refuerzos o socorros para las tropas francesas que desde el 15 de junio sitian Zaragoza, permanecen en la frontera pirenaica incomodando a los franceses, atacando sus comunicaciones y vigilando y protegiendo los pasos de posibles entradas de tropas o material de ayuda para los sitiadores de la capital aragonesa."' Perena, estando las cosas más tranquilas en Huesca con la creación de la Junta, marcha al Pirineo a inspeccionar a sus tercios y a su paso por Jaca el Ayuntamiento de esa ciudad quiere nombrarle gobernador de la plaza y su castillo, lo que rechaza cortésmente)" Poco después, con parte del 1e' tercio y con el fin de acudir en socorro de Zaragoza, vuelve a Huesca, donde, satisfecho por la ayuda del Cabildo, le envía una carta de agradecimiento aprovechando la misiva para pedir información sobre los fondos existentes de los legados catedralicios con miras a solicitar un nuevo donativo, a lo que responde el Cabildo aceptando las muestras de gratitud de Perena y encargando al doctoral que compruebe las existencias en dichos fondos y vea si se puede sacar algo más. Asimismo, Perena envía a Palafox un estado general de la fuerza organizada en el corregimiento con las listas de oficiales."' Aprovecha su estancia en Huesca para seguir recogiendo caudales para sus tropas, ya que además del Cabildo y la Universidad fueron muchas las instituciones y par-
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actas del 17 y el 29 de julio. AMH/AD de 1808: acta del 18 de julio. Formaban parte de la Junta como individuos
natos Mariano Lobera, como alcalde mayor y corregidor interino del pueblo y corregimiento; Felipe Perena, en calidad de comandante general de armas de la ciudad. y losé Bueno, síndico procurador general. Como vocales, por el Ayuntamiento, Vicente Diago, caballero regidor; por el Cabildo, el señor Andriani, canónigo; por las iglesias parroquiales, Vicente Abellán, capellán mayor; por las comunidades religiosas, el padre Rais, rector de los agustinos descalzos; por los caballeros ciudadanos, el doctor José Latre; por los labradores, Vicente Ponzán, y por los comerciantes, Manuel Guillén. Como colaboradores estaban Tomás Ram, Vicente Pueyo, Manuel Esmir, Mariano Ena y Francisco Domenech, caballeros regidores, y Mariano Lacueva y Lucas Malo, diputados del Común.
143 De estos tercios, entre el 12 y el 20 de julio el primero tiene sus compañías repartidas en Jaca, Blescas, Torla y Sallent de Gallego; el segundo, bajo el mando directo de Perena y del ayudante mayor Juan Francisco Santolaria, en Santa Cilia, jaca y Sallent, y el tercero, en Torla, Bolea y Huesca, siendo la fuerza total de estos tres tercios de 3085 hombres (4 capitanes, 6 tenientes, 53 subtenientes. 119 sargentos, 4 tambores, 256 cabos y 2706 soldados). AMZ/AP: caja 8157, leg. 9-3/131, Perena a Palafox, Huesca, 12; caja 5, leg. 4-4-1; caja 7. leg. 6-1-5; caja 2, leg. 4 y caja 9 (signatura antigua; en adelante, sign. ant.), Partes de situación de los tercios de Huesca, 18 y 20 de julio de 1808. Capellán del 1" tercio era Hilarlo Frago, racionero de San Lorenzo, y del 2° el de la misma dignidad, Domingo Gardeta. Frago, que era doctor y miembro de la Universidad, comunicó a esta su nombramiento como capellán y, «atendidos los servicios que tiene hechos en esta escuela y lo que ha practicado en otras ocasiones», le suplica que se le conceda algún dinero «para acudir a los gastos que se le han de ofrecer», a lo que accede la Universidad por ser «la causa tan justa, ser individuo del Claustro y haberse ocupado diferentes veces en la enseñanza en esta escuela sin estipendio alguno». AHPH/DUS: caja 60. leg. 5. Bastardelos del Claustro, f. 3r-v, 16 de julio de 1808.
l" Mayor, El general oscense don Felipe Perena Casayús: 16. I" ACH/LR: 29 de julio de 1808. AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/304, Perena a Palafox, Huesca, 20 de julio de 1808. En las listas constan los siguientes: 1" tercio, comandante Felipe Perena, ayudante Juan Domec, capellán Hilario Frago, cirujano Benito Domec; 1' compañía: capitán Manuel de Dios, subtenientes Mariano García y Mariano Latre; 2": subtenientes Mariano Fallan y Manuel López; 3": subtenientes Manuel Aysa y Vicente Castillón; 4°: subtenientes Julián Gardeta y Manuel Tierra; 5'; subtenientes José Lasauca y Dionisio González; 6°: subtenientes Leoncio Ladrón y Francisco Escuer; 7'; teniente Pedro Perena, subtenientes Gregorio Pascual y Felipe Pascual; 8°: subtenientes Antonio Val y Vicente Benedet: 9°: subtenientes lose Lasierra y Atanasio iimenez; 10'; Capitán Pablo Pérez, subtenientes Bernardo Lacasa y Felipe Valles. 2° tercio, comandante Felipe Perena; ayudante luan Francisco Santolaria; capellán Domingo Gardeta; 1' compañia: subtenientes José Acebillo. Manuel Sesé y Antonio Salazar; 2'; teniente Antonio Cabrero, subteniente Manuel Porta; 3°: subtenientes Félix Quevedo y Vicente Nogués; 4'; teniente Miguel Otín, subtenientes Jorge Santolaria y Lorenzo Satué; V: subtenientes José Sanz y Vicente Lobera; 6°: teniente Vicente Lasheras y subteniente Manuel Escuer; 7°: subtenientes Joaquín Lacuela y Mariano Valles; V: subtenientes Valentin Sacristán y Alejandro lartiga; 9": subtenientes Ambrosio Vara y Sebastián Patiño; 10°: subtenientes Gaspar de Misa y Simón García. AMZ/AP: caja 8157, legs. 9-3/79, 80, 129, 130 y 132.
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ticulares que acudieron a sus solicitudes de colaboración económica en la organización de los tercios, entre ellos los agustinos descalzos de Huesca, que, reunidos en capítulo el día 3 de agosto por su rector fray Tomás Rais de Jesús y sabedores de la actitud de los franceses «atropellando y profanando templos y vasos sagrados, robando estos y demás alhajas dedicadas al divino culto y aun pisando sin terror las sagradas formas, degollando a muchos inocentes sin venerar los eclesiásticos y cometiendo toda especie de delito que puede pensarse», desean colaborar en la manutención de las tropas levantadas en Huesca y su corregimiento y no teniendo otros recursos deciden vender un bajo ubicado en el Coso, que es adquirido por Vicenta Aguirre, vecina de Huesca, por 162 libras jaquesas «en moneda metálica sonante».146
JACA, CANFRANC, ECHO Y ANSÓ Entrevista franco-española en Canfranc (15-18 de junio de 1808)
Una vez organizado el Tercio de Jaca, y al saberse que por el valle de Aspe vienen tropas francesas para atravesar el Somport y tomar Jaca, salen de Huesca hacia Biescas, enviadas por Perena, tres compañías del i ' Tercio de Huesca, mientras que Fernando García Marín, nombrado por Palafox comandante del cantón de Canfranc, lo hace con la 1a compañía del Tercio de Jaca y dos del 1u de Huesca hacia ese importante punto estratégico para encargarse del mando de varios contingentes de paisanos armados de los lugares cercanos que allí se reunían para su defensa y que son instruidos por García Marín «en el manejo de las armas y trabajos de la guerra». En Canfranc, el 17 de junio García Marín recibe una carta del comandante de Pau en la que le solicita una entrevista en el Somport, que el de Jaca acepta ante la oportunidad que esa cita le ofrece para hacer un reconocimiento más exacto de la parte opuesta del Pirineo, de la situación de las fábricas de hierro de Urdos de las que se surtían los franceses y de la colocación de sus destacamentos y avanzadas, y para sondear sobre sus proyectos y verdaderas intenciones. Horas antes del momento del encuentro, García Marín envía un oficial de confianza para que, con el pretexto de entregar una carta al francés y fijar las condiciones de la reunión, se informe de la situación de la fábrica de Urdos, de los obstáculos que presenta su acceso y del modo de superarlos. Antes de amanecer coloca García Marín sus tropas en los parajes previamente establecidos sin que puedan ser advertidas por las avanzadas enemigas y ocupa con igual disimulo las alturas, pero el oficial enviado con la carta para el comandante francés es detenido en la avanzada de Peyranera y solo puede reconocer parcialmente algo del terreno intermedio. El 18 se reúnen los dos jefes en Somport; después de los cumplidos políticos de rigor, hace el francés al español varias proposiciones y solicitudes inadmisibles, entre ellas la de que no se impida pastar en aquellos puertos a los ganados de los pueblos franceses vecinos que tienen derecho o costumbre de hacerlo y que por ambas partes se retiren las tropas a distancia de la frontera, para que quede neutral la zona intermedia. Estas y otras pretensiones son desestimadas por García Marín quien da inmediatamente cuenta de lo ocurrido a Tinoco, gobernador de Jaca, que elogia su conducta y la entereza con que se ha comportado e informa de ello a Palafox.'"
Situación en Jaca
En ese mismo oficio del 19, Tinoco comenta al capitán general que los grandes gastos que tiene diariamente para el socorro de los alistados le han obligado a recurrir al monasterio de San Juan de
AHPH/PN: notario Vicente Oliván, de Huesca. 3 de agosto de 1808, prot. n" 2071, ff. 85v-87, Testificante de los religiosos
del colegio de agustinos descalzos de Huesca. 147 AMVAP: caja 8222, leg. 46.1/93, Tinaco a Palafox, Jaca, 19 de junio de 1808, y caja 1, legs. 1.3.2 y 9.5. Certificado de méritos de García Marín, borrador o' 417, Madrid, 1 de diciembre de 1817. García Marin, Memorias: 26-36.
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la Peña, a las monjas benitas, a la Casa de Misericordia y al administrador de Canfranc, Antonio Puig, para conseguir tan solo unos pocos fondos de la Casa de Misericordia, por lo que espera del capitán general que le ayude. Termina la carta diciendo que el administrador de la Real Gracia del Excusado y Noveno, Vicente González, le ha ofrecido cierta cantidad de trigo para suministro del ejército que ha aceptado. Unos días más tarde, Tinaco remite a Palafox tres oficios que le han enviado los comandantes de Canfranc, Echo y Torla informándole de las intenciones de los franceses, que según parece pretenden atacar los puestos de Canfranc y Sallent, teniendo ocupadas con tropas de línea las alturas del puerto de Torla. En consecuencia, dispone reforzar algunos puntos en cuanto le sea posible. El 26 de junio se reconoce como comandante del Tercio de Jaca a Pedro Ena, como ayudante mayor a Mariano Ciria y como comisario de guerra a Vicente Gorraiz, y Tinoco recomienda al teniente Camporredondo, por «su talento y servicios militares, actividad y buen desempeño en todos los asuntos que están a su cargo», para que sea ascendido a capitán, y al subteniente Félix Íñigo para teniente. Además, ante la desesperante falta de caudales, Tinoco insiste ante a Palafox.'" Mediado julio, de las compañías del Tercio de Jaca la primera está en Canfranc, dos con Rocatallada en Echo y Ansó;'" media acompaña al comandante de rentas Vicente Martínez, que al frente de 50 de sus hombres y junto a 400 soldados del Tercio de Huesca al mando de Manuel de Dios y cuatro cañones ha sido destinado a cubrir los pasos de Sallent y el fuerte de Santa Elena. Las restantes permanecen en Jaca haciéndose cargo de la defensa de la ciudad y su ciudadela bajo la dirección del comandante de artillería Francisco Camporredondo. El 22 es puesto al mando de la ciudadela de Jaca Agustín Caminero, auxiliado, dados sus conocimientos y relaciones, por el doctoral de la catedral jaquesa Ignacio Blanco Herbás, y tres días después sale hacia Santa Cilia Ramón Soler con la la compañía del Tercio de Huesca, y hacia Zaragoza, una vez reparado el camino de Bernués y después de una serie de desavenencias surgidas entre Tinoco y Camporredondo, un destacamento formado por una sección de artillería con dos cañones de campaña mandada por Prudencio Estaún y Antonio Belío, municiones y otros pertrechos y más de 300 hombres con José Nolibos, Sebastián Cañamero y Ramón Larraz a la cabeza, todo el grupo a las órdenes del capitán José Sierra y con orden de encontrarse en Zuera el día 1 de agosto con el oscense Perena. El convoy llega el 30 de julio a Sarsa, donde se detiene para arreglar un carro que conduce uno de los cañones. Al tener vagas noticias de estar interceptado el camino de Zuera, decide Sierra esperar órdenes.'" El 2 de agosto sale de jaca un nuevo convoy de artillería hacia Zaragoza, al mando del teniente Antonino Gómez, escoltado por la 6a compañía de Jaca y parte de la 2d, quedando el resto de las compañías, cuyo sargento mayor es el capitán José Antonio García, y su ayudante el teniente Mariano Ciria, repartidas entre Jaca, Canfranc y Sallent. El día 8 llegan a Jaca varios prisioneros polacos traídos de la villa de Sos, que son encerrados en la ciudadela, donde ya hay algunos presos portugueses, y unos días después Camporredondo solicita oficialmente su ascenso a un grado superior, ascenso que ya había recomendado Tinoco a Palafox el 26 de junio anterior."'
1 " AMI/CO: 26 de junio de 1808. AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.16/2, Tinoco a Palafox. Jaca, 26; caja 8222, legs. 46.1/91 a 46.1/95, Palafox a Tinoco y Tinoco a Palafox, Zaragoza, 26, y jaca 19, 23 y 30 de Junio y 7 de julio de 1808. 149 Valles que, como se ha dicho, pertenecían administrativamente en la época al corregimiento de Cinco Villas,
"° El capitán José Sierra se había fugado de Pamplona el 10 de julio; desde Zuera Intentó entrar en Zaragoza, pero no pudo y marchó a laca. El destacamento estaba compuesto por 62 hombres del Real Cuerpo de Artillería, 16 del de Zapadores, 103 de la 3° compañía del Tercio de Jaca y 102 de la 9'; 22 de la del Tercio de Huesca, 17 de la partida de Polituara, 12 dependientes de Rentas, 9 voluntarios de Aragón, un portugués y un paisano de Zaragoza. AMI/CO: 25 y 26 de julio y caja 358, leg. 13, «Estado de las tropas que van custodiando la artillería y demás efectos que hoy, día de la fecha, han salido para la de Zaragoza», Jaca, 26 de julio de 1808. AMZ/AP: caja 1, leg. 1-3-2, y caja 10, leg. 7-7-1 (sign. ant.); caja 8162, leg. 12.1/58, Informe de Caminero sobre Blanco, Zaragoza, 15 de junio de 1816; caja 8150, leg. 5.16/3 y 5,16/4, Camporredondo a Palofox, jaca, 20, y leg. 5.16/35, Sierra a Palafox. Sarsa, 30 de julio de 1808. AMI; caja 358, leg. 13, Primer Tercio de Jaca. AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.16/5, Camporredondo a Palafox, laca, 14 de agosto de 1808. 151
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Aprehensión de contrabando en la aduana de Canfranc (16 de julio de 1808) El 16 de julio Vicente Martínez, comandante del resguardo de Jaca, por orden de Tinoco, practica un registro en la aduana de Canfranc, cuyo administrador es Antonio Puig de Samper, del que se sospecha que tiene escondida una cantidad de dinero que piensa llevar a Francia y varios fardos de diferentes géneros que han sido transportados por contrabandistas hasta Santa Cristina y de allí hasta la aduana. Martínez marcha a Canfranc acompañado del teniente del resguardo Ramón Martón, del escribano real Carlos de Ottín y de los dependientes. Encontrado el dinero y verificado que los fardos eran de origen francés, se conduce todo a Jaca, donde queda arrestado el administrador y embargados sus bienes. A primeros de agosto Tinoco envía a Palafox la sumaria formada contra el administrador de la aduana de Canfranc y le plantea «proceder a la venta de una porción de géneros de los aprehendidos a los franceses y depositados en esta ciudadela» para atender a los numerosos gastos del alistamiento. Aprovecha además Tinoco para realizar algunos cambios entre sus ayudantes y, así, nombra comisario de guerra interino al contralor del hospital, Eugenio Echandi, que sustituye al hasta entonces comisario Vicente Gorraiz, que es nombrado administrador de la Renta del Tabaco en Jaca, contador de Expolios de la Mitra de la diócesis y encargado de las Rentas del Excusado y Noveno del Partido.'"
Acciones de García Marín en la frontera (29 de junio y 15 de agosto de 1808) Los franceses habían dado órdenes de recoger los ganados que tenían en la vertiente española a raíz de la negativa del comandante de Canfranc, García Marín, a que pastaran allí libremente. Este, informado de esas órdenes, planea apoderarse de algunos de esos rebaños antes de que se internen más, para lo cual dispone que en la noche del 29 de junio el retén de la venta de San Antón, compuesto por 150 hombres, se sitúe cubriendo las alturas que dominan el Camino Real. Al amanecer, cruzando la frontera, se expulsa a la avanzada francesa de Peyranera y en menos de media hora se apoderan García Marín y sus hombres de varios rebaños de ganado lanar y caballar y hacen prisioneros a sus pastores. Los franceses intentan su recuperación, pero no lo consiguen y el ganado es enviado a Jaca con varias arrobas de lana cogidas también. Exasperados los imperiales con este golpe, hacen varias tentativas infructuosas para resarcirse. Para estar informado de los movimientos enemigos, García Marín se sirve de dos confidentes españoles y uno francés de Oloron y de un sistema de escuchas que cada día se introducen en Francia para vigilar los movimientos enemigos. Al no haber recibido todavía graduación militar superior, García Marín escribe el 30 de julio a Palafox para quejarse de ello alegando que «el uniforme y el distintivo de grado imponen a estas tropas»; Palafox le responde nombrándole teniente coronel. Días después, informado por sus espías de que los franceses, «para celebrar el cumpleaños del tirano», han resuelto atacar y destruir el 15 de agosto una batería situada en la Espelunca, García Marín, que había reforzado de antemano sus puestos avanzados y doblado la fuerza del puerto del Pino, que cubría la carretera de Francia a kilómetro y medio del Somport, decide actuar y antes de amanecer se sitúa con 400 hombres en el llano de Santa Cristina para proteger la carretera, cubriéndose con el barranco que lo atraviesa, y embosca a otros 100 a resguardo de las ruinas de la venta del mismo nombre. Además dispone que una partida de soldados escogidos y hábiles escaladores pase por detrás del Tobazo, para caer a retaguardia del enemigo. Desde el punto de la mañana García Marín vigila a los franceses y, llegados estos al Somport, se inicia un fuego mantenido con viveza contra ellos, permaneciendo firmes los imperiales en una ventajosa posición, de la que es difícil desalojarlos; finalmente se ordena a los 100 hombres emboscados y a los que se habían situado a
AMZ/AP: caja 8168, leg. 16-3/70, ()tan a Tinoco, Canfranc, 16 y 17 de julio, y caja 8222, leg. 46-1 /98, Tinoco a Palafox, Jaca, 10 de agosto de 1808,
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retaguardia que salgan y ataquen, lo que sorprende a los napoleónicos, que se repliegan sobre su centro para ser atacados poco después de frente por García Marín. Los franceses, desordenadamente, huyen hacia el bosque de Peyranera, de donde son desalojados y perseguidos hasta Urdos. En la acción destaca el soldado Juan Pérez, natural de Escó.'"
Echo y Ansó. Rocatallada (agosto de 1808) A pesar de disponer de la ayuda de las dos compañías del Tercio de Jaca enviadas a Echo y Ansó, según parece, Rocatallada no accede a los requerimientos que desde Sos se le hacen para que envíe hombres o ayuda, con el pretexto de que existe peligro en la frontera (lo cual no es del todo falso), por lo que no tardan en aparecer acusaciones de afrancesamiento contra él, siendo de las primeras la de mosén Barnecha, párroco de Ruesta. Poco después es Palafox quien recibe otro comunicado, esta vez anónimo, acusando a Rocatallada y al gobernador de Jaca de cobardía, lo que obliga al capitán general a escribir a Tinoco, gobernador de Jaca (a pesar de estar acusado también en uno de los anónimos), manifestándole su confianza y diciendo que, por ser de suma importancia, haga «una información secreta de la conducta de Jerónimo Rocatallada y adherentes en Echo», y que una vez concluida se la remita.'" Por los informes de Tinoco o por otras razones será sustituido poco después Rocatallada por Domingo Brun, alias Chandón, que, curiosamente y como después veremos, sí resultó ser un verdadero y cruel afrancesado.'"
BARBASTRO Y SU CORREGIMIENTO
Las compañías de Barbastro en Plan y Bielsa (18 de junio — 13 de julio de 1808) Como se ha dicho, el 20 de junio Palafox había escrito a José Sangenís nombrándole comandante del cantón de Plan y ordenándole trasladarse allí con las compañías ya formadas en Barbastro, pero, poco antes de recibir esa carta Sangenís, noticioso de que tropas francesas se estaban preparando con el fin de cruzar la frontera pirenaica, ya había subido a Bielsa para cubrir y defender esa frontera con las ocho compañías que tenía formadas, a las que se unieron numerosos paisanos. Como resulta ser una falsa alarma, el día 18 se manda a los paisanos volver a sus lugares de origen y queda en la frontera solamente Sangenís con sus compañías,"6 que durante su estancia en el Piri-
AMZ/AP: Certificado de méritos de García Marín y caja s/n, leg. 11.1. Gaceta de Zaragoza (en adelante GZ) del 20 de septiembre de 1808. García Marín, Memorias: 36-45. 154
AMZ/AP: caja 8222, leg. 46-1/96, Palafox a Tinoco, Zaragoza, 1 de agosto de 1808.
El anónimo contra Rocatallada y Tinoco dice: «El gobernador de jaca y el comandante de Hecho, entre los dos se han compuesto para dejar desamparado el punto de Castejón en la hora que el enemigo se acercaba y este comandante de Hecho se ha retirado con considerable perjuicio de la Nación española al castillo de Jaca con 800 ó 1000 hombres, cuando este comandante debiera haber favorecido y socorrido la necesidad de V. E. sitiado y desconsolado en Zaragoza. El modo de pensar de este comandante es muy sospechoso, díganlo los soldados y paisanos de la villa de Ansó». A pesar de estas acusaciones y de haberlo cesado en el mando, Palafox en diciembre de 1815 expediría un certificado a favor de Rocatallada, el cual realizaba desde Francia labores informativas para el general aragonés, con quien le llegó a unir cierta amistad. AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/107, Cura de Ruesta, al gobernador de Sos; caja 8150, leg. 5.13/8, Denuncia contra Rocatallada y el gobernador de Jaca; caja 8162, leg. 12-22/4, Certificado de Palafox en favor de Rocatallada, cuartel general de Calatayud 25 de diciembre de 1815. Domingo Brun era un infanzón de Echo; en 1793, capitán de una de las compañías creadas en Aragón y Navarra para combatir en la campaña del Rosellón; en 1795, comisionado para perseguir a los asaltantes del monasterio de Sigena; en 1808, capitán de la 3' compañia de Echo y Ansó, y en agosto de 1809 se pasó al bando imperial. 155
156 Archivo de San Isidoro de León len adelante ASIL): E23/13, Sangenís al Excmo. Señor capitán general de Aragón. Borrador de la correspondencia, Bielsa, 26 de junio de 1808. De estas compañías, la 3' estaba mandada por el teniente Ignacio Pano, natural de Coscojuela de Fantova, donde nació en 1789, que era estudiante al inicio de las hostilidades; la 4°, por el capitán Ramón Luis Aineto, noble, natural y vecino de Barbastro «con casa raíz» y al que se destina a cubrir el puerto de Plan para vigilar los movimientos franceses; la 5°, por Joaquín Blanc, y la de Radiquero, como ya hemos dicho, por Joaquín Ayerbe Castillón, la cual ese mismo día fue destinada al puerto de Bielsa, donde permanecería hasta el 15 de octubre.
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neo tiene numerosos problemas con Fernández, jefe del cantón de Bielsa, que se relaciona con contrabandistas franceses y que a toda costa intenta mantener al de Albelda alejado presentándole continuamente su nombramiento de comandante de ese cantón, dado por Palafox. Fernández, para evitar que Sangenís envíe tropas de su confianza, organiza nuevas compañías en Sobrarbe más apropiadas a sus intereses, pues Fernández en Bielsa es delegado de Real Hacienda, habilitado, jefe y proveedor, y para obligar a Sangenís a retirarse de Bielsa utiliza todos los ardides imaginables, como hacer escasear los víveres para que los soldados estén descontentos, lo que obliga a Sangenís finalmente a trasladarse con sus compañías al valle de Plan, sobre el que también pretende mandar Fernández, aunque a eso ya no está dispuesto el de Albelda. En Plan Sangenís visita el puerto y observa sus posibilidades defensivas, pensando en regresar pronto a Barbastro para concluir la organización de las compañías, la cual sigue realizándose por Andreu, ayudado por el capitán Mariano Zerulla. A fines de junio, viendo Sangenís que le sobran tropas, dispone que se retire a Fonz con su compañía y la gente que tiene de Estada su capitán Joaquín Alberto Moner; asimismo, algunos de los soldados de las compañías destinadas en el Pirineo, o sus familiares, viendo que pasa el tiempo, que no hay peligro inminente y que sus haciendas y familias están desamparadas le solicitan licencia para incorporarse a sus trabajos. Tras varios requerimientos, Sangenís consigue que Fernández le informe de que dispone de nueve compañías, aunque aquel piensa que no es cierto, pues según sus informes tiene solo cuatro: una de Boltaña, que se formó en Barbastro, otra de Graus, otra de Estadilla y otra de Alquézar. Sangenís dispone de once, cuya fuerza sería más que suficiente para la defensa del cantón de Plan si todos los soldados estuviesen armados, pero, como solo lo están la mitad y la mayor parte de las armas son inútiles, el comandante de Plan dice que tiene «un Cuerpo numeroso en la apariencia y débil en la realidad». Sangenís piensa que conviene adoptar una unidad de acción ya que existen múltiples encargados de ese trabajo, lo que produce frecuentes conflictos al pasar los soldados del distrito de un comandante al de otro cuando les interesa, como ocurre con los de Adahuesca, que, al tener su alcalde intereses comunes con Fernández, se incorporan al cantón de Bielsa, que no les pertenece. O como lo sucedido con la compañía de Estadilla, de la que Fernández retira los oficiales y soldados que no son de su confianza para sustituirlos por hombres fieles a él. Para paliar la escasez de alimento y no pudiendo permanecer con la incertidumbre de si llegarán o no recursos de Barbastro, con el fin de disponer de pan para los próximos días Sangenís envía al capitán Aineto para que en San Victorián, o donde lo encuentre, recoja algo de trigo. Mientras, se producen algunas escaramuzas en la frontera, y así, el día 3 de julio, el comandante de la avanzada del puesto del hospital se introduce en el valle francés de Loron por el puerto de la Pez; al descubrir un rebaño pastando, se aproxima a él y, después de hacer huir a los pastores que lo custodiaban, lo recoge y lo lleva a Plan. Cuatro días más tarde un contingente francés toma posiciones en el puerto de la Pez y empieza a descender hacia las avanzadas españolas. Advertido el capitán Pablo Ferraz, que se hallaba en el destacamento del hospital con su compañía, se dirige contra ellos al tiempo que avisa a Sangenís, quien ordena tocar generala y con todas las tropas a su mando sube a ocupar las posiciones que tenían previamente asignadas. Los franceses, ante las maniobras de los de Barbastro, optan por retirarse sin plantear batalla y a la caída de la tarde todos regresan a sus respectivos acantonamientos. Al día siguiente, 8, se produce una pequeña refriega en las alturas del puerto al tirotearse las avanzadas altoaragonesas con un destacamento francés al que ahuyentan y persiguen. El 13, tropas francesas vuelven a ocupar las alturas de los puertos con la intención de hacer un reconocimiento general. Enterado Sangenís, se traslada a reforzar los puestos avanzados de la línea y se inicia un
AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/95, Pano a Palafox, Zaragoza, 12 de septiembre; caja 8181. leg. 22.8/88, Aineto a Palafox, Zaragoza, 30 de agosto de 1808, y Solicitudes de Joaquín Ayerbe.
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LEVANIAMIENIO Y «TENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DT ZARAGOZA
prolongado tiroteo entre ambas fuerzas; al fin se retiran los napoleónicos a la cumbre del puerto, desde donde, mostrando una bandera blanca, piden parlamentar, a lo que accede Sangenís. Los imperiales le exigen que les devuelva el ganado que se les había cogido días antes con la excusa de que era necesario ese acto de justicia para la tranquilidad de ambas fronteras. Sangenís les contesta diciendo que no está en su mano condescender a sus deseos porque eso depende de sus superiores, con lo que da por terminada la conferencia y se retiran todos a sus primitivas posiciones.'" Durante su estancia en Plan, Sangenís elabora un plan de defensa de la frontera del corregimiento en el que hace una detallada descripción orográfica, señala los puntos principales a defender, las tropas de primera línea precisas para cada punto, las que debe haber en reserva, sus lugares de acantonamiento y las obras precisas para albergarlas. De este plan remite a Palafox una copia el 12 de julio." Por estos días se comienza a organizar un hospital; Sangenís mantiene conversaciones con el médico, el cirujano y el boticario del valle para que atiendan el hospital sin paga alguna por el momento, advirtiéndoles que, una vez pasada la situación de crisis, podrán reclamar sus honorarios ante quien corresponda.'"
Incidentes en Tamarite y Naval (7-30 de julio de 1808) En esta situación de guerra y de falta de una autoridad clara por la descoordinación y poco entendimiento de los encargados de la defensa de la frontera, eran frecuentes los actos de indisciplina y los incidentes como el producido en Tamarite entre unos soldados juerguistas y Benito Valonga, encargado de la seguridad pública local. La noche del 6 de julio, estando Valonga de vigilancia con una patrulla compuesta por seis de los solteros alistados y Pascual Latorre, uno de los alguaciles del juzgado, sorprende a José Lavilla, vecino del pueblo (al que en numerosas ocasiones había llamado la atención por su escandaloso comportamiento) que, con Jerónimo Amelia, José Oset, Francisco Naval, José Tajada y Vicente Laplana, soldados retirados, está alborotando el pueblo. Valonga, apuntándoles con su escopeta, les manda callar y tras un forcejeo consigue reducir a Lavilla, que es conducido a la cárcel.'" En Naval también se producen alborotos por algunos voluntarios de la compañía de esa villa, en la que en cumplimiento de las órdenes dadas por Palafox se procede al alistamiento de los mozos, los cuales se presentan al corregidor de Barbastro. Este les ordena regresar y permanecer en Naval aprendiendo el ejercicio militar hasta nueva orden, y manda que sean retribuidos, mientras estén en esa situación, con media peseta diaria, lo que así se ejecuta hasta el 17 de junio, día en que Sangenís ordena que esté preparada la gente con sus armas, pues va a pasar de inmediato a recogerlos
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E23/13, Sangenfs al Excmo., y E23/14, Sangenfs a la Junta de Gobierno de la ciudad de Barbastro. Borrador de la correspondencia. Plan y Bielsa, 15 de junio — 26 julio de 1808. Para conocer todo lo sucedido en el Pirineo durante la estan-
cia de los tercios, puede verse Guirao Larrañaga, Ramón, Don José Sangenfs y don Juan Pedrosa, Documentos para la historia de los tercios de Barbastro y su partido en la guerra de la Independencia española (mayo de 1808 — mayo de 1810), Zaragoza, Comuniter, 2004 (XVI Premio Los Sitios de Zaragoza). "S ASIL: E23/70, Plan de defensa que ha establecido en el puerto de Plan del Corregimiento de Barbastro D. losé de Sangenfs, o cuyo cargo ha tenido a bien poner su defensa el Excmo. Sr. José Pala fox y Melci, gobernador y capitón general del Reino de Aragón. Puede verse este plan de defensa en Gulrao Larrañaga, Ramón, y Luis Sorando Muzás, «Proyecto de defensa del puerto de Plan durante la guerra de la Independencia (1808)». Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, 3 (1997). I" El cirujano de Plan, Justo Franco, escribirá a Sangenís explicándole que al llegar las compañías de Barbastro se encargó de atender a los enfermos, lo que seguía haciendo con el mayor interés, aunque eso le privaba de realizar consultas y visitas en los pueblos de alrededor como habitualmente hacía, lo que mermaba su ganancia. Por ello solicita que se le contribuya con algún dinero extra. Igualmente, Esteban Otro, boticario de Gistau, expone que contribuye con las medicinas que precisan los soldados destinados en Plan sin que se le haya abonado dinero alguno y, como no tiene obligación de darlas si no se le pagan los atrasos para poder reponer su botica, suplica que se le pague lo debido. AMB: Beneficencia y Asistencia Social (2,4.7. caja 3), Representación del cirujano de Plan, 9 de agosto, y Representación del boticario de Gistau, 25 de agosto. ASIL: E23/14, Sangenfs ala Junta, Plan. 25 de agosto de 1808. ibc> AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/109, Pedro Carpi, alcalde, y José Viu, secretario de Tamarite, a Palafox, 26 de julio de 1808.
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el capitán Pedro Arnillas con el fin de subir a la frontera, previniendo que se les pague por aquel día una peseta. Los alborotadores exigen al alcalde, Rudesindo Abizanda, que se les abone esa peseta desde el día que se habían presentado en Barbastro, amenazándolo con arrastrarle hasta la villa como si fuera un asesino para matarlo y quemarlo, por lo que el alcalde se ve obligado a abonarles lo que exigen.'" Como consecuencia de estos sucesos y alborotos, la compañía de Naval, que debía subir a relevar a la de Arnillas, que ha de marchar a Barbastro, no lo hace, por lo que esta se ve obligada a retrasar un día su partida.'"
La situación en Monzón, Binaced, Binéfar y Fonz (15 de junio — 30 de julio de 1808) En tanto, en Monzón, una vez arregladas las compañías y ante la amenaza francesa a Lérida ya comentada y a la que acuden de Fraga, Barbastro y otros lugares, dos compañías montisonenses salen también el 17 de junio hacia aquella capital catalana al mando de Antonio Pinzano Nogués.'" Tres días después, Ansoategui, anterior gobernador del castillo de Monzón, que quiere recuperar y mantener su puesto, se queja de estar inactivo por continuar Campos como interino y pide a Palafox que le reponga en su empleo de gobernador. Dos días después regresan las compañías que fueron a Lérida; mientras, en Monzón aún no ha comenzado el segundo empadronamiento que debe hacer el alcalde, lo que enfada a Campos, quien opina que se ha de dar a Ambrós toda la autoridad porque el alcalde entorpece el empadronamiento por fines particulares. Campos, que recela del alcalde monzones, escribe a Palafox haciéndole partícipe de sus opiniones y añadiendo una pequeña diatriba contra el alcalde. Campos, con el fin de reunir más gente en Monzón, manda al nuevo capitán de la 75 compañía del 2' Tercio de Barbastro, formada en su mayoría por gente de Binaced, Francisco Fortón, que le remita algunos hombres, a lo que este contesta el 25 de junio respondiéndole que no puede hacerlo por tener órdenes de Sangenís de no desprenderse de ningún hombre sino al contrario, intentar completar la compañía con nuevos voluntarios. En breve, las dos compañías de Monzón que han regresado de Lérida son llamadas para acudir en ayuda de Zaragoza, adonde marchan al mando de Pinzano escoltando dos obuses y un carro con municiones y donde entran el 1 de julio.'" El día 5, desde Fonz, Antonio Ric, regidor de la villa, debe trasladarse a Monzón y Villanueva de Sigena para realizar algunas gestiones, teniendo que ser escoltado por dos soldados de la compañía de Fonz.165 Dado que las autoridades locales se ven obligadas a echar mano de todos los recursos, incluso los de la iglesia, para proveer a los voluntarios, el obispo de Lérida se queja de los alcaldes
AMB: 2.1.5.1, Solicitudes de exención, año 1808, Alcalde y regidores de Naval al corregidor de Barbastro, Naval, 30 de julio de 1808. 162 ASIL: E23/14, Sangenis a la Junta,
Plan, 27 de julio de 1808.
1 " Natural de Monzón, entra a servir como cadete en el Regimiento de la Princesa en 1795 y asciende a subteniente en
1796. Tras ser destinado a México en 1800, regresa a España y, encontrándose en Monzón con licencia, se apunta al levantamiento, designado capitán de la 1, compañía de Monzón el 1 de junio de 1808 por Pío Ambrós. AMZ/AP: caja 8151, leg. 6.2/174, Relación de méritos y servicios de Antonio Pinzano de Nogués, Zaragoza, 14 de noviembre de 1808. 1" Estas dos compañías son destinadas por orden de Lazán como refuerzo a la puerta del Portillo y allí permanecen has-
ta el 5, cuando son enviadas a la puerta de Santa Engracia. Dos días después son agregadas al Regimiento de Extremadura con sus correspondientes oficiales. El 10, Pinzano es nombrado capitán de la 1° Compañía de Guardias Wallonas y el 12 se le manda ir a la torre de Esmir, donde será hecho prisionero. AMZ/AP: caja 8151, leg. 6.2/174, Relación de méritos y servicios de Antonio Pinzano; caja 8165, leg. 14.2/8, Francisco Fortón, capitán de la compañía de Binaced, al gobernador interino de Monzón, Binaced, 25; caja 8222, leg. 46.1/50, Ansoategui a Palafox, Monzón, 20, y leg. 46.1/58, Campos a Palafox, Monzón, 22 de junio, y caja 8152, legs. 6.3/255 y 256, Disposición de Palafox sobre las compañías de Monzón, Zaragoza, 7 de Julio de 1808. 165 A estos soldados su capitán, Moner, les entrega el siguiente pasaporte: «Por cuanto Antonio Ric tiene que pasar a la villa de Monzón y Real Monasterio de Sigena y necesita del correspondiente auxilio, concedo libre y seguro pasaporte a mis
fusileros José Rocafort y José Raluy para que le acompañen. Por tanto pido a las justicias y Gobiernos Militares, no les pongan estorbo en sus viajes por convenir así al Real Servicio». ARF: Fonz, 1 de julio de 1808.
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de Binaced, Binéfar y Lagunarrota (pertenecientes al corregimiento de Barbastro pero a la diócesis de Lérida), de los que dice que se han apoderado de una porción de granos y de otra de aceite, por lo que suplica que ordene, en la forma que estime más oportuna, que restituyan los expresados pueblos «los frutos y efectos que se han tomado y que ninguno se atreva a echar mano de ellos».'66 Al igual que en Barbastro, en Monzón a primeros de julio los ánimos populares se soliviantan contra los franceses, por lo que para su protección Campos los detiene y encarcela, con lo que se calman los ánimos de los vecinos. Y si los ciudadanos franceses de Monzón tienen miedo de los españoles, las monjas del monasterio de Sigena también están temerosas, pero estas de la proximidad de las tropas imperiales, de las que han oído contar numerosas barbaridades, por lo que sor María Francisca Ric, priora, sor Rosa Manuel de Benavides, superiora, y sor Josefa de Egual deciden escribir a Palafox, al que, tras comentarle que se encuentran en «un desierto sin recurso ni auxilio ninguno para la seguridad de sus personas y de los intereses de la casa y que tal vez la opinión de ser rico pueda atraer con preferencia a ellas la conocida codicia de los enemigos», le solicitan su ayuda y consejo antes de «desamparar esta casa y trasladarse a algún paraje que se tenga por más seguro».'" Por esos mismos días se presentan en Binaced Francisco Fantoba y Rafael Navarro, tenientes de los tercios con licencia para descansar durante un tiempo en su pueblo natal, lo que el alcalde, Manuel Fortón comunica a Palafox para que conozca su paradero en caso de ser preciso movilizarlos nuevamente, aprovechando la carta para informarle de que numerosos alistados con sus oficiales se hallan en el pueblo aprendiendo la instrucción sin armas por no disponer de ellas.'" Mientras, las disputas entre Campos y Ansoategui continúan, y para terminar con ellas Palafox restituye a este último en su cargo de gobernador militar de la plaza de Monzón y comunica dicho restablecimiento al Ayuntamiento y a Campos, quien escribe disgustado a Palafox comentándole que, ya que ha tenido a bien dar dicho empleo a Ansoategui, a él «le dé su licencia para pasar a esa ciudad y en sus puertas, montes o donde V. E. quiera, derramar mi sangre o hacer más méritos hasta que V. E. me halle acreedor a alguna gracia». Unos días después, Campos desaparece de Monzón y Ansoategui, que precisa darle una serie de órdenes importantes, envía a su domicilio al ayudante de la plaza quien es informado de que ha marchado a Barbastro. Ansoategui, teniendo informes vagos de que había ido a Zaragoza, informa a Palafox de la ausencia del sargento mayor y le pide instrucciones al respecto.'" El que sí se encuentra en Zaragoza es Mor de Fuentes, que participa en su defensa desde el principio habiendo preparado un plan de operaciones que llevó a Palafox. Mor además idea un sistema de vigilancia desde atalayas, por lo que Palafox, agradecido por su idea, le nombra jefe de la atalaya de la Torre Nueva, desde donde puede observar los movimientos de las tropas francesas a la perfección, observatorio que abandona a primeros de julio para salir de la capital aragonesa e ir a reconocer el estado la frontera, y así, el 11, sale de Zaragoza «con dos señoras que iban a Huesca en un carrito cubierto».' 70 El 20 de julio llega a Monzón el teniente de artillería Martín Garcés acompañado de un sargento y un artillero conduciendo varios efectos de artillería, y ese mismo día salen para Zaragoza los
thi> AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/75, Obispo de Lérida a Palafox, Lérida, 23 de junio de 1808. '67 AMZ/AP: caja 8222, leg. 46.1/59, Campos a Palafox, Monzón, 2, y caja 8145, leg. 1.13/4, Religiosas de Sigena a Palafox, Villanueva de Sigena, 2 de julio de 1808. 148 AMZ/AP: caja 8168, leg. 16.3/53, Manuel Fortón, alcalde de Binaced, a Palafox, Binaced, 5 de julio de 1808. 169 AMZ/AP: caja 8222, leg. 46.1/12. Palafox a Ansoategui, Zaragoza, 4: leg. 46.1/60, Campos a Palafox, Monzón, 8, y leg. 46.1/6, Ansoategui a Palafox, Monzón, 13 de julio de 1808. 170 Mor de Fuentes: 49 y 50. Tras viajar por el Pirineo. Mor baja a Monzón, donde inspecciona su castillo y descansa unos
días en su casa. Allí se entera de la caída de la capital aragonesa, por lo que no al no poder regresar a ella marcha a Madrid. Entre Madrid, Monzón, Cartagena y Valencia pasará el resto de la guerra.
Retrato de José Mor de Fuentes. (Ayuntamiento de Monzón, depósito del Museo de Zaragoza)
nuevos alistados de Monzón para incorporarse a sus respectivas compañías. Durante el camino, en Peralta de Alcofea se unen a unos voluntarios barbastrenses que con el mismo fin se dirigen a la capital y al llegar a Leciñena se encuentran con varios desertores de Zaragoza, que les informan del peligro que hay en continuar, ya que los franceses ocupan toda esa zona. Ante eso los reclutas dan la vuelta y regresan a sus lugares de origen. Los montisonenses llegan a su villa el día 25 y son arrestados por el gobernador y llevados detenidos al castillo hasta aclarar el asunto.''' El 28 la Junta de Monzón dice que las compañías que han ido a Zaragoza con la artillería y aún permanecen allí se consideran necesarias para las guardias y defensa de la plaza y su castillo, donde además se encuentran presos varios franceses, y al ser vecinos de la misma tendrán más interés en defender sus propios hogares de la amenaza enemiga y los propios lugareños verán con mejores ojos que sean sus convecinos los que les defiendan en lugar de los alistados de otros pueblos. Sugiere la Junta que para reemplazar esas compañías en Zaragoza se envíen las de Binéfar, Binaced y Fonz, que están descansadas porque aún no han hecho ningún servicio, siendo además todos sus soldados «de una bella talla, valor y esfuerzo».""
171 AMZ/AP: caja 8222, leg. 46.1/7 y 46.1/9, Ansoategui a Palafox, Monzón, 23 y 26 de julio de 1808. AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/112, Junta de Monzón o Palafox, Monzón, 28 de julio de 1808. Con fecha 29 de julio las dos compañías de Monzón, ya integradas en el Regimiento de Extremadura, estaban destinadas, al mando de su nuevo comandante, Francisco Zazurca, en la Puerta del Sol, donde permanecerán hasta el final del primer sitio. Al terminar este, quedan de su fuerza 156 soldados con 74 fusiles y 20 picas. AMZ/AP: caja 8147, leg. 3.3/66, Noticia de los cuerpos y compañías que hay en este cuartel general y cuarteles donde se hallan, Zaragoza, 29 de julio, y leg. 3.3/74, Parte de situación del Ejército de Aragón en Zaragoza, 11 de agosto de 1808. Alcaide Ibieca, Agustín, Suplemento a la Historia de los dos sitios que pusieron a Zaragoza en los años de 1808 y 1809 las tropas de Napoleón, Madrid, Imprenta de D. M. de Burgos, 1831: 66-67, «Noticia de la fuerza...».
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LIVANTAMIENTO Y DEFENSA. El Al 10 ARAGÓN Y LOS Al TOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DL ZARAGOZA
Parte de las compañías de Barbastro se preparan para ir a Zaragoza (julio-agosto de 1808) En Barbastro, la formación de compañías, como la de Alcolea de Cinca mandada por Manuel Pitarque Samitier, infanzón de esta villa, sigue progresando bajo la dirección de Andreu y Zerulla.'" Por esos días, dos comisionados de Lérida llegan a Barbastro para estudiar la situación de Zaragoza y las medidas a adoptar para ayudarla, ya que si es tomada la ruina se extenderá por todo el reino. La Junta de Barbastro comunica a los leridanos que está terminando de preparar un convoy y que Andreu, quien ha contribuido «particularmente con cuantiosas cantidades», está reuniendo un tercio con algunas de las compañías, y ante la urgencia se ha decidido que salgan inmediatamente las ya reunidas del corregimiento, a las que se deben añadir las de Tamarite para marchar a Pina a juntarse con otras de Huesca y Benabarre bajo las órdenes de Luis Terán, y entre todos intentar levantar el sitio."° El 23 de julio Sangenís recibe un oficio de Andreu en el que le comunica estos planes y le solicita el envio de cinco compañías para unirse a las que van a acudir a Zaragoza, instándole asimismo el secretario barbastrense Pedro Loscertales'” a que lo haga con la mayor rapidez, lo que efectúa Sangenís con eficiencia y, una vez se han marchado las compañías, reestructura la defensa de su cantón ordenando a las de Fonz y Calasanz que se hallan en sus localidades que suban de inmediato al puerto, pues con ellas y las que le quedan cree que habrá tropa suficiente para resistir un ataque francés, aunque si este es importante deberían subir en su ayuda las que queden en Barbastro.'" Unos días después, el 27 la Junta de Barbastro oficia a Perena, que está en Huesca y se dispone a salir hacia Zaragoza, y a Ansoategui, para comunicarles sus intenciones y solicitarles un oficial para mandar el tercio que va a escoltar el convoy. Perena recomienda a Campos, al que autoriza Ansoategui; para sustituirle en sus funciones de sargento mayor se designa a Alejandro San Juan. Campos ve así cumplido su deseo, expresado días antes, de que le dieran un puesto cerca de Zaragoza. Finalmente, reunidas las catorce compañías que van a acudir en auxilio de Zaragoza, las cinco enviadas por Sangenís entre las que se cuentan la de Arnillas y la de Aineto, las tres de Tamarite, la de San Esteban de Litera, la de Castillón y cuatro de Barbastro, se ponen a las órdenes de Campos, quien dejando la mitad en Barbastro al frente del resto sale hacia Leciñena el 30 de julio y al día siguiente llega a Alcubierre, donde se detiene a esperar refuerzos.'" En tanto, en la frontera, Sangenís ve dificultada su intención de traer compañías de relevo a su cantón para sustituir a las que marcharon a Zaragoza, porque Fernández, comandante de Bielsa, se ha apropiado de las de Boltaña y Radiquero formadas en Barbastro y de la de Adahuesca, aunque la incorporación de esta ha sido voluntaria; de las armas, gentes y justicias del Sobrarbe, de los de la zona de La Fueva del corregimiento de Benabarre y de los de la aldea de Salinas de Sin del valle de Plan, disponiendo además de las de Estadilla, Graus y Alquézar, las cuales, según dice, se las ha asignado el propio Palafox, aunque este, en oficio del 4 de junio, le había autori-
111 AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/190, Pitarque a Palafox. Zaragoza, 12 de diciembre de 1808. 174 AMZ/AP: Relación confidencial de Andreu. ASIL: E23/14, Sangenfs a la Junta, Plan, 3 de agosto de 1808.
'" Pedro Loscertales había nacido en Barbastro hacia 1750 y era «conocido por sus talentos» y por ser «persona de aventajadas dotes y vastos conocimientos, cuanto de laboriosidad Incansable y adornada del más ardiente celo y patriotismo». López Novoa: u, 97. 116 ASIL: E23/14, Sangenis ala junta, Plan, 25 y 27 de julio de 1808. 177 AMZ/AP: caja 8222, leg. 46.1/60, Campos a Palafox, Monzón, 8 de julio de 1808. ASIL: [23/14, Sangerds a la Junta, Plan, 25, 27 y 29 de julio de 1808. La junta de Tamarite había dirigido a Sangenís una representación acompañada de una orden
de Palafox en que este mandaba que las compañías formadas en esa villa se empleasen en la defensa de la frontera de Plan, por lo que le suplica obedezca esa orden, Sangenís, viendo justa la petición y no pudiendo negarse a dar el debido cumplimiento a órdenes superiores, manda que dichas compañías acudan a Plan, pero finalmente la junta de Barbastro decidirá que las compañías de Tamarite acompañen al convoy a Zaragoza.
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zado solo a la formación de compañías en el valle de Puértolas, el Sobrarbe y las villas de Estadilla, Alquézar y Gratis, pero no de la comandancia y defensa del puerto de Bielsa, que se ha atribuido ilegítimamente, habiéndose encargado la asunción del mando de la frontera a Sangenís, por lo que este acusa a Fernández de ejercer un mando para el que no está autorizado. Por ello, el 11 de agosto la Junta comisiona a Sangenís para intimar a Fernández a que se atenga a lo que aquel disponga para la defensa de la frontera y manda a este que reconozca como jefe a Sangenis y obedezca cuanto le mande.178
LA CAPITAL ARAGONESA, LEVANTAMIENTO DEL SITIO (14 DE AGOSTO DE 1808) El 4 de agosto y tras un intenso bombardeo lanzan los franceses un nuevo asalto a Zaragoza, consiguiendo penetrar por varios puntos y ocupar calles y lugares estratégicos. A pesar de la resistencia popular que todavía se registra, Zaragoza puede considerarse perdida; los franceses han logrado llegar al Coso y sus tropas de reserva continúan entrando en la ciudad. El ánimo de los zaragozanos decae y muchos de ellos, asustados, se dirigen al puente de Piedra intentando llegar al Arrabal antes de que quede cerrada aquella última salida que les queda. Zaragoza sufre uno de sus peores momentos y Palafox, dejando encargado de la defensa de la ciudad al coronel Antonio Torres, abandona nuevamente la plaza y se dirige a Pina en busca de los socorros que allí se están reuniendo. Sin embargo, quedan focos de resistencia en la ciudad que ponen difícil el avance francés, y esto va reanimando poco a poco el valor de los zaragozanos, que comienzan a instalar cañones en las calles y a construir barricadas, empeñando continuamente combates cuerpo a cuerpo con los imperiales, lo que tiene su premio al caer la noche, pues estos, sorprendidos por la resistencia, se ven imposibilitados para seguir avanzando. En tanto, Palafox, llegado al atardecer a Osera, escucha desde allí el intenso cañoneo procedente de Zaragoza, que da a entender que la ciudad resiste todavía, por lo que decide enviar en su auxilio las tropas que están en Pina, que son en esos momentos el Y' Batallón de Reales Guardias Españolas, dos compañías de miqueletes de lérida,"9 las partidas de Osera, voluntarios de Fraga, algunos dispersos y una batería de seis cañones, esperándose la llegada del batallón ligero Voluntarios de Aragón, que ha desembarcado mediado julio en la costa tarraconense procedente de Baleares, de un batallón suizo que se hallaba en Osera, de las tropas de Perena, que vienen de Huesca, y de las de Campos, que lo hacen de Barbastro. Ultimados los planes, Palafox envía a su hermano, el marqués de Lazán, con el 38' Batallón de Guardias Españolas para que entre en Zaragoza a toda costa, marchando él con el resto de las fuerzas a Villamayor en espera de los refuerzos. Mientras, Lefebvre toma el mando del ejército sitiador francés por haber sido herido días antes Verdier y envía un ultimátum a Antonio Torres invitándole a rendirse, pues de lo contrario reducirá la ciudad a cenizas. Antes de contestar, Torres pregunta a la oficialidad, y esta, por boca de Antonio Sangenís opta por la resistencia: «Hay recursos; el mayor don de la guerra es ganar tiempo y a todo trance deberemos perecer entre las ruinas». Son las premonitorias palabras de ese bravo militar altoaragonés, que poco después morirá heroicamente en la defensa de la capital aragonesa durante su segundo sitio y que es hermano de José Sangenís, al que hemos dejado defendiendo la frontera pirenaica.180
I78
AMZ/AP: caja 8156, Ieg. 8.2/95, Rano a Palafox, Zaragoza, 12 de septiembre de 1808. ASIL: E23/14. Sangenis a la Junta,
Plan, 3, 5. 6, 8 y 14, y [23/13: Sangenís al Excmo., Plan, 20 y 29 de agosto de 1808.
179 Desde el día de la constitución de la Junta en Lérida se formaron dos tercios de miqueletes, siendo el comandante del primero Juan Baget, a quien veremos en febrero acudir en ayuda de Zaragoza y pelear posteriormente en el Alto Aragón. Huguet: 181-183 y 198. 180 Alcaide, Historia:1, 226, 230-232, y Suplemento: 190-191. AMZ/AP: caja 8146, leg. 2.1/1. Resumen de los servicios del mar-
qués de tazón.
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LEVANIAMIENIO Y DEI ENSA: E1. ALIO ARAGÓN Y LOS ALIOARAGONESLS DURANtE 105 51H05 DI ZARAGOZA
El día 6, Verdier, que permanece convaleciente en el campamento francés, recibe un despacho fechado en Madrid el 28 de julio en el que se anuncia la derrota de Dupont en Bailén y la decisión del rey José de evacuar la capital de España, y se le ordena que se disponga a levantar el sitio. Lefebvre, que se encontraba intentando desalojar a Palafox de Villamayor, aunque sin éxito, solicita refuerzos a Verdier, quien por toda respuesta le envía el despacho que acaba de recibir de Madrid. Lefebvre suspende sus operaciones contra Palafox y regresa ante Zaragoza, donde el 7 recibe un segundo despacho en el que se le reitera la orden de levantar el sitio en caso de no conquistar la ciudad en breve. Mientras, Perena, una vez terminados los preparativos, con parte del ler Tercio de Huesca, se pone en marcha hacia Zuera, donde acampa para esperar al destacamento que con artillería viene de Jaca al mando del capitán Sierra. Una vez reunidas las fuerzas, se encaminan hacia Villamayor, donde ya ha llegado el batallón de voluntarios de Aragón al mando de su comandante, Luis Amat, y su segundo, Pedro Villacampaun (este, como buen aragonés, durante su estancia en Mallorca, enterado de la situación en Zaragoza, había pedido a sus superiores que le autorizaran a marchar a defender la capital aragonesa, aunque «sea en la clase de soldado si en la de oficial no se le permite», pero aquellos le calmaron comunicándole que pronto tendría ocasión de ayudar a su patria chica, pues el batallón ha sido destinado a la Península), y finalmente Campos, con parte de las compañías de su tercio barbastrense. En Villamayor recibe Perena el día 5 de agosto órdenes de Amat para trasladarse a Villanueva de Gállego con sus tropas (900 hombres y dos cañones de a 4 con los artilleros y municiones correspondientes) con el fin de desalojar de sus posiciones a los franceses. Llegado a Villanueva dos días después, un ayudante indica a Perena que debe ir a Zaragoza con su gente, ya que en la capital hace mucha falta la tropa; Perena le dice que no obedece sino a Amat o a Palafox, a quien envía un oficio comunicándole lo sucedido y poniendo a su disposición sus tropas y dos compañías de Barbastro que la tarde anterior ha mandado colocarse en San Mateo de Gállego, al otro lado del río.'" El día 7 Villacampa deja su batallón para incorporarse al t« Tercio de Huesca con el cargo de sargento mayor, y el resto de las compañías de Barbastro, entre las que se encuentran la de Chalamera y la de Selgua, llegan a Villamayor junto con el convoy de socorro, consistente en 100 carros y 600 caballerías cargadas de víveres y municiones. Con la llegada de estos refuerzos y las tropas que
ya estaban en Villamayor se reúne un pequeño ejército y, mientras Perena y sus hombres desalojan a los franceses de San Gregorio y Juslibol,'83 Palafox, con Campos, el resto de compañías de Barbastro y el convoy de provisiones y municiones avanza directamente hacia Zaragoza, donde entra
181 Pedro Villacampa nace en Laguarta (Huesca) en 1774. En 1793 se incorpora al Ejército como voluntario. Participa en la guerra contra la Convención francesa. En 1799 asciende a subteniente y en 1800 es graduado de teniente. En 1803 pasa de guarnición a Zaragoza; en 1804, a Barcelona, y a Denia después, y en febrero de 1805 se embarca con su batallón para las Islas de Mallorca y Menorca, donde es ascendido a segundo ayudante y donde permanecerá hasta julio de 1808, cuando regresa a la península. Para conocer en detalle su biografia puede verse Guirao Larrariaga, Ramón, Don Pedro Villacampa Maza de Lizana, héroe serrablés de la guerra de la Independencia española, Zaragoza, Comuniter, 2005. Cuatro hermanos de Pedro lucharán también contra los imperiales en la guerra de la Independencia; dos de ellos morirán en los combates en Aragón, y los otros dos, losé y Joaquín, sobrevivirán y. tras la contienda, continuarán sirviendo en el Ejército. AGMS/HSD de Pedro Villacampa, IMG4/B.1-8.2. 182 Entre los barbastrenses que participan en las acciones que se dieron en Villamayor contra Lefebvre destacan Ignacio
Pano, destinado a ocupar las alturas cercanas para observar a los franceses participando en el ataque que contra ellos se dio, y Ramón Luis Aineto, que con 200 hombres sale de descubierta y pone en fuga a un destacamento francés. Poco después, Pano y Aineto entrarán en Zaragoza; el primero de ellos guarnecerá varios boquetes en San Ildefonso y Convalecientes e impedirá a los franceses el paso y saqueo; el segundo defenderá las posiciones de las casas del conde de Sástago, Tesorería, Lisa y Caselles con 100 hombres de su compañia. AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/95, Pano a Palafox, Zaragoza, 12 de septiembre; caja 8181, leg. 22.8/88. Aineto a Palafox, Zaragoza, 16 de noviembre, y caja 8154, leg. 7.2/305, Perena a Palafox, Villanueva de Gállego, 7 de agosto de 1808. Priego López, Juan, La guerra de la Independencia (1808-1814), Madrid, Servicio Histórico Militar / San Martín, 1972-2006, 8 vols.: II, 297-298. 181 De Juslibol Perena se desplaza a la Torre de Escuer, desde donde rechaza continuamente los ataques enemigos; defen-
derá ese puesto hasta el 14 de agosto, día en que los franceses levantan el sitio. AMZ/AP: caja 8147, leg. 3.3/74, Parte de situación del Ejército de Aragón en Zaragoza, 11 de agosto de 1808.
Retrato de Pedro Villacampa Maza de tizona realizado por Fernando Miranda. (Imagen cedida por Biblioteca Nacional de España)
el 9 por la mañana y es recibido «con júbilo indecible por los zaragozanos que a una voz aclamaban a la ciudad de Barbastro como a su única libertadora», pues efectivamente a la llegada del convoy y de las fuerzas militares que lo acompañan se debe principalmente el que puedan seguir resistiendo hasta el día 13 de agosto, en que por fin los franceses levantan el asedio y se retiran. Ese mismo día 13, Lefebvre recibe un tercer despacho fechado el 10 en Burgos en el que se le comunica que losé ha evacuado Madrid y se le ordena levantar de inmediato el sitio de Zaragoza y replegarse sobre Tudela y de allí a Milagro, detrás del río Aragón, para cubrir el flanco izquierdo del ejército francés, que se retira más allá del Ebro.'"
LOS CAZADORES DE MONTAÑA FRANCESES (6 DE AGOSTO DE 1808)
Los acontecimientos de junio de 1808 y las noticias de reuniones de insurgentes en los altos valles de Cataluña y Aragón siembran inquietud en el Alto Garona, particularmente en Bagnéres-
1" AMB/LG, n" 6. AMZ/AP: caja 7, leg. 6.1.5 (sign, ant.l; caja 8, leg. 7.3; caja 9, caja 22 y caja 8146, leg. 2.1/1, Resumen de los servicios del marqués de Lazan. Casamayor: 11 de agosto. Priego: ii, 297-301. Torcal describe así este evento: «Los pueblos todos de Aragón contribuyeron con sus recursos y víveres al sostenimiento de la ciudad sitiada. Sobresale entre todos por su patriotismo, desinterés y largueza la comarca de Barbastro, a la que con toda justicia y verdad puede aplicarse el calificativo de Libertadora de Zaragoza, a la vista de los grandes socorros tanto en hombres como en viveres con que acudió en auxilio de los sitiados». Torcal, Norberto, Historia popular de los Sitios de Zaragoza, Zaragoza, Imp. La Editorial, 1908: 155.
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LEVANTAMIENTO Y DEFENSA; EL ALTO ARAGÓN 'Y LOS AL1OARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
de-Luchon, adonde la Guardia Nacional tiene que acudir a vigilar el balneario. Aunque se trataba de conservar la buena relación ancestral con los valles españoles, la inquietud ganaba terreno bajo la presión de los catalanes de Talarn y de los aragoneses de Graus, inflamados por las noticias de los éxitos iniciales contra los invasores. Para evitar que la secular amistad entre vecinos se deteriore, se hacen esfuerzos y se mantienen algunas reuniones como la de los alcaldes de Benasque y Luchon para intentar seguir en buena armonía. El alcalde de Saint-Béat, sospechoso ante los militares porque vive de sus tratos comerciales con España, donde tiene parte de su fortuna, se deshace vanamente en propósitos tranquilizadores. En realidad, la tensión crece y no tardará en traducirse en hechos, y así, procedente de Benasque y violando la frontera, una banda de aragoneses se establece en L'Hospice de Luchon y, lo que es más inquietante, los habitantes de Melles acusan a los aragoneses de haber masacrado a una treintena de sus jóvenes convecinos que trabajaban en España y regresaban por San Juan. Para controlar la situación en la frontera, y ante la escasez de tropas imperiales para cubrirla, se levantan algunas unidades prefectorales en el Alto Garona, como las cinco compañías de la Guardia Nacional de elite que formaban parte de la P cohorte, al mando del jefe de batallón Puisalis.'S5 Estas unidades no son suficientes para cubrir la frontera, que en general sigue desguarnecida, por lo que Napoleón ordena la movilización en los departamentos fronterizos con España y la organización de batallones de cazadores de montaña para defender los Pirineos por decreto de 6 de agosto de 1808. Estos cazadores de montaña, como luego veremos, tendrán un importante papel en la guerra en el Alto Aragón al constituir el núcleo de las guarniciones de jaca y Benasque.'"
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Joseph Puisalis nace en el Alto Garona en 1771. Soldado en 1786, capitán en 1804 y retirado a la reserva por herida en
1806, es llamado a la Guardia Nacional de elite del Alto Garona en enero de 1807 y es jefe de la 1' cohorte en febrero. En julio de 1808, siendo jefe de batallón y comandante de Tudela. es puesto al mando del contingente de la Guardia Nacional que se escalonó a lo largo del camino entre Tafaila y Tudela. Será herido en Roncal el 23 de mayo de 1809. I" Sarramon, Napoléon: 25-27, 56-57 y 156.
PERÍODO ENTRE AMBOS SITIOS DE ZARAGOZA (14 DE AGOSTO — 21 DE DICIEMBRE 1808)
SITUACIÓN DEL 14 AL 31 DE AGOSTO DE 1808
Se reúne en Tudela un ejército español en el que se forman los tercios de Huesca (segunda quincena de agosto de 1808)
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j A batalla de Bailén, con la derrota de Dupont, cambia por completo los planes napoleónicos en España, pues los franceses se repliegan hacia el norte y abandonan Madrid el 1 de agosto. Es un momento oportuno para obligar a José Bonaparte a cruzar los Pirineos y regre-
sar a Francia. Las juntas Provinciales de Defensa aceptan un mando único y constituyen una Junta Central Suprema bajo la dirección de Floridablanca. Moncey, con todas las tropas que han salido de Madrid, se sitúa en la margen izquierda del Ebro entre Logroño y Tudela dispuesto a mantener allí su resistencia; Bessiéres lo hace entre Burgos y Briviesca, y Lefebvre, que ha levantado definitivamente el sitio de Zaragoza, marcha a Navarra detrás del río Aragón, entre Milagro y Caparroso. Levantado el campo, Palafox ordena preparar una columna (en la que se incluyen seiscientos voluntarios del l er Tercio de Huesca con Perena y Villacampa a su cabeza) con seis piezas de artillería de campaña y varios tercios de paisanos, al mando todos ellos de su hermano, el marqués de Lazan. Dos días antes había enviado a Paniza a su ayudante el ayerbense Manuel Ena con pliegos para los generales Saint-March'" y Montijo,'" que vienen al mando de las tropas enviadas por la Junta de Valencia y a quienes sigue O'Neille con otra división, los cuales, acompañados por Ena, se dirigen a Zaragoza para reunirse con Palafox, tras mandar sus tropas hacia Tudela para, unidas a las aragonesas de Lazan, formar un ejército combinado valenciano-aragonés que Palafox pone bajo el mando de Montijo, quien invita al general Blake, comandante del Ejército de Galicia, a operar concertadamente con él para cortar la retirada francesa.'" En tanto [lega este, Montijo decide actuar solo y sale de Tudela la mañana del 27 de agosto al frente de parte del ejército en dirección a Alfaro, para intentar desbordar las posiciones francesas de Milagro, aunque la expedición resulta un fracaso, pues es rechazado y obligado a retroceder. En la acción de los campos de Alfaro se distingue el altoaragonés Francisco Ferraz, quien con un solo escuadrón logra rescatar la artillería de
18' Felipe Saint-March nace en Bélgica en 1726. Solicita su ingreso en el Regimiento de Reales Guardias Wallonas en 1776, en el que sirve y alcanza el grado de capitán. Pasa a Valencia al inicio de las hostilidades con los franceses.
1" Eugenio Eulalio Palafox Portocarrero, conde de Teba, duque de Peñaranda de Duero y conde de Montijo y de Baños, nace en Madrid. en 1773 donde se encuentra en 1808 y desde donde mantiene contactos con losé Palafox, del que era primo y quien le comisiona para traer refuerzos a Zaragoza, En septiembre de 1808 regresará a Madrid para intervenir en política. Muere en la capital de España en 1834.
I" A las órdenes de Blake combatía el montisonense Antonio Pilón Espejo, cadete en 1768 y alférez en 1775. Participa en la expedición a Argel y lucha contra los ingleses. En 1809 asciende a brigadier y sufre la ocupación de Ferrol en 1810. Entre 1817 y 1823 desempeña diversos cargos en la corte. AGMS/HSD de Antonio Pilón.
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la vanguardia que había caído en poder de los franceses, y en la defensa del puente de Tudela destacan los voluntarios del 1er Tercio de Huesca, mandados por Villacampa. De Tudela, Montijo se retira a Borja y, ante el fracaso de este y la delicada situación creada, Palafox ordena regresar a las tropas.'" Antes de retirarse de Tudela, Perena, que el día 10 de agosto ha sido ascendido a coronel, pendiente siempre de sus hombres y acordándose de los que están en el Pirineo, escribe una sentida carta a Palafox en la que se queja de que las compañías de sus tercios que están todavía en la frontera pirenaica no se han terminado aún de instruir por no haber tenido tiempo para hacerlo, y están unas con más gente de la que prescribe el reglamento y otras con menos. Piensa que si no se instruyen enseguida pasará el tiempo y la tropa seguirá siendo bisoña y por lo tanto inútil para pelear, por lo que, para evitarlo, solicita a Palafox que le autorice a marchar al Pirineo para ver a sus soldados y organizar su preparación, instando a este a que destine a los tercios de Huesca por lo menos un oficial veterano por compañía. Igualmente reclama dos sargentos mayores para atender los asuntos militares y logísticos de los tercios, trabajo que con anterioridad realizaba él mismo con sus ayudantes, y algún habilitado que se encargue de los asuntos económicos. Perena continúa su carta comentando que ha recibido aviso de la Junta de Huesca comunicándole por una parte que prácticamente no quedan recursos para la manutención de los tercios y por otra que está pendiente el conceder licencia a varios individuos que aún están en filas, por lo que debe acudir sin tardanza a Huesca para resolver todos estos temas. Finaliza diciendo que su deseo es disponer de tropa útil para poder «con satisfacción ponerme al frente del enemigo», pero que su situación actual en el Ejército la considera «de poco fruto mandando 600 soldados bisoños con 300 armas inútiles», soldados que con instrucción y bien armados «en las acciones que puedan ofrecerse no se distinguirán en nada de los de línea», e insiste en que la agregación a los tercios de oficiales veteranos y su incorporación a las compañías es lo que puede poner en orden y en estado de servicio útil a los 2000 voluntarios de Huesca y su corregimiento.'91
Recogida de suministros para Zaragoza y proclamación de Fernando VII en Huesca (15-27 de agosto de 1808) En Huesca, que ha vivido intensamente el primer sitio de Zaragoza ayudando militarmente a su defensa con el envío de tropas y auxiliando a sus defensores con gran cantidad de víveres y otros efectos, el día 6 se habían realizado por orden del obispo de Huesca tres días de rogativas en la catedral para pedir el levantamiento del asedio, con el Santo Cristo de los Milagros descubierto dos días y el domingo intermedio con el Señor expuesto,'" y tras la liberación de la capital aragonesa se celebran diversos actos de agradecimiento. Palafox había encargado al capitán Luis Gil pasar a Huesca y «los demás pueblos del tránsito e inmediaciones» para recoger en ellos todas las cantidades de dinero que pudiera para atender a los gastos del ejército que, después de haber defendido
l " AGMS/HSO de Francisco Ferraz. Archivero Municipal de Tudela (en adelante AMT), «Relación de los principales sucesos ocurridos en Tudela desde el principio de la guerra de Bonaparte hasta la expulsión de los franceses de España», en Estudios de la Guerra de la Independencia, II Congreso Histórico Internacional de la Guerra de la Independencia y su Época, celebrado en Zaragoza en 1958, vol. in, Zaragoza, IFC, 1965-1967, 3 vols.: 297. AMZ/AP: Resumen de los servicios del marqués de tazón y caja 8145, leg. 1-5/. Libro de órdenes comunicadas a los cuerpos y tropas que guarnecían la ciudad de Zaragoza durante los dos sitios. Comprende desde el junio de 1808 hasta el 10 de enero de 1809 (en adelante AMZ/AP/1.0): 31 de agosto. Arredondo, Agustín. Conducta militar y política o Historia de! Tercer Batallón de Reales Guardias Españolas desde e! 1 de junio de 1808 hasta el 2 de marzo de 1809, escrita por el brigadier don Agustín Arredondo, capitán del mismo Real Cuerpo y primer teniente que fue de dicho tercer batallón, año de 1814, manuscrito conservado en el Archivo del Servicio Histórico Militar, sección Guerra de la Independencia, y publicado en la Revista de Historia Militar, 76, 77 y 78 11994 y 19951, editada por dicho servicio. Alcaide, Historia: I, 265. Casamayor: 22 de agosto. Gaceta de Madrid (en adelante GM), suplemento del 26 de agosto de 1808. Priego: II, 410. 191
AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/306, Perena a Palafox, Tudela, 29 de agosto de 1808.
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ACH/LR: acta del 6 de agosto de 1808.
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Zaragoza, persigue a los franceses. El día 22 Gil está en Huesca, donde entrega sus órdenes al alcalde mayor, Mariano Lobera, indicándole que debe remitir 100 000 reales de vellón al intendente Lorenzo Calvo y recabar, con la lista que le adjunta de sujetos y entidades oscenses, todo el dinero que se pueda, dejando claro que «si algún sujeto no cumpliere con el donativo o préstamo que le quepa o de algún modo entorpeciere las diligencias, lo dirigirá a la Capitanía General y ocupará sus bienes sin remisión ni excepción de clases ni personas por convenir así al Real Servicio». Dejado el encargo al alcalde, Gil sale ese día para Barbastro con el mismo objetivo. Entre las entidades a las que se debe solicitar algún dinero está la Universidad, a la que el alcalde Lobera insta a que entregue «a la brevedad más posible cuantos caudales tenga y deba tener» y los ponga en poder de Vicente Gorría, depositario nombrado al efecto.'" No solo se demandan fondos para el ejército, sino que además, para atender las necesidades actuales y en previsión de un nuevo asedio francés en el futuro, se piden nuevamente suministros a Huesca, que entre agosto y septiembre socorre a Zaragoza con numerosos envíos de harina, trigo, judías, arroz y otros productos.'" Para solicitar esta ayuda se presenta en Huesca ante Lobera Juan Ramón Pérez, con credenciales de la Junta Superior de Abastos de Zaragoza, con el fin de comprar cuanto trigo le sea posible en Huesca y su corregimiento y llevarlo molido a los almacenes zaragozanos para el surtido y abasto de la ciudad en el caso de un segundo sitio. Del trigo que compró Pérez, una cantidad se transformó en harina en los molinos del Gallego y en los de Sangarrén, y otra se envió para su molienda a Zaragoza; parte de esta última fue transportada en «siete carros del lugar de Apiés que luego no pudieron ya salir de Zaragoza por haberle ya cogido el segundo sitio».1" Finalmente, y dada la cantidad de heridos que hay en el hospital de Zaragoza, Juan Bonal'96 solicita a la Sitiada del de Huesca que «le envíe al hermano Subías interinamente para el Hospital de Zaragoza, atendidas las circunstancias de este por los muchos heridos de resulta de la presente guerra».'" Mediado agosto se había recibido en el Ayuntamiento y la Universidad de Huesca una carta en la que se ordenaba celebrar la proclamación de Fernando Vil como nuevo monarca, y en sesión del 21 se acuerda fijar como fecha para los actos de la proclamación el día 27, sábado, a las nueve de la mañana, «previniéndose al público que se ejecutará a pie». Se colocan al efecto tres tablados: el primero en la plaza del Mercado, el segundo en la Cruz del Coso y el tercero en la plaza de la Seo, junto a las puertas consistoriales del Ayuntamiento. Asimismo, se lleva en procesión el real pendón por las calles y plazas de la Asunción, San Pedro, Correría, Mercado, San Lorenzo, Santa Clara, Población, San Francisco, Coso y plaza Nueva hasta la de la Seo y Casas de la Ciudad, en cuyo balcón se colocará, y se hace saber por bando que, «considerando el Ayuntamiento no poder, por la premura de tiempo, hacerse el convite personal con las formalidades de estilo, se promete de la conocida fidelidad de los Cuerpos, ciudadanos, militares y personas de distinción de esta ciudad se servirán disimular esta falta de obsequio y concurrirán gustosos dicho día a las Casas de la Ciudad
193 AHPH/DUS: caja 199, Ieg. 1, Documentos de las Actas de Hacienda, Oficio de Luis Gil al alcalde de Huesca y de este al maestrescuela de la Universidad.
1 " AMH/AD de 1809: doc. n° 2206, Razón de los efectos y su importe con que la Junta de Gobierno de esta ciudad de Huesca socorrió a la de Zaragoza en el tiempo que se hallaba sitiada por las tropas francesas, 195 AMZ/AP: caja 8176, leg. 20.11/3, Lobera al Ayuntamiento de Huesca, Ronda, 30 de septiembre de 1810. Mariano Lobera, que habla sido alcalde mayor de Huesca, en esta época era ministro honorario de la Audiencia de Aragón y ejercía como juez de primera instancia en la ciudad andaluza de Ronda, adonde marchó tras la ocupación de Huesca por los franceses en febrero de 1809 y desde donde envió este oficio. 196
luan Bonal Cortada, nacido en Santa Cecilia de Terradas (Gerona) en 1769, estudió en la Universidad Sertoriana de Hues-
ca y luego en la de Zaragoza. Ordenado sacerdote. fundó junto con la madre Rafols la Congregación de las Hermanas de la Caridad para asistencia a pobres y enfermos, hermanas que llegaron al hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza en 1805 y al siguiente año se establecieron en el de Nuestra Señora de la Esperanza de Huesca. 197
AHPH/LRS: 23 de agosto de 1808.
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a los tres cuartos para las nueve, a fin de acompañarle en un acto de tanto regocijo». Igualmente se resuelve que todo el recorrido establecido sea adornado y que por él no transiten coches ni carros ese día desde las ocho de la mañana hasta finalizada la función, que durante esta no se disparen «voladores ni alguna función de pólvora» y que en las noches de los días 27 al 29 haya iluminación general en toda la ciudad y repique de campanas. Asimismo se nombra reyes de armas para la proclamación a Joaquín Barón, escribano, y Ramón Martínez, prior, a quienes se les dará «el uniforme con las Armas Reales al pecho en la forma acostumbrada», y a cuatro caballeros ciudadanos, José Escuer, José Latre, Juan Gómez y Antonio Aísa, para que pasen el citado día 27 a las ocho y media a buscar al señor decano y le acompañen hasta las Salas Consistoriales, donde se hallará todo «el Ayuntamiento, ciudadanos, militares y demás personas de distinción», a fin de hacer la entrega del pendón para la proclamación del rey Fernando, cuyo retrato se colocará y permanecerá los tres días en el balcón de la Casa Consistorial con su correspondiente dosel, custodiado por individuos del Ayuntamiento, que alternarán por horas en los tres referidos días, y con una partida de tropa con su oficial, que estará de guardia, Los actos debieron de resultar según lo previsto, pues en el acta de la sesión municipal del 30 de agosto se dice que se cumplió con la proclamación como se mandó, «colocándose el Pendón en el balcón de la ciudad y el retrato de S. M. bajo dosel con las guardias que se acordaron, celebrándose después de todo lo referido en la Santa Iglesia Catedral una fiesta solemne en acción de gracias y al día siguiente un Oficio de Difuntos a que se asistió por este Ayuntamiento, acordándose se anote todo para memoria de lo que se ha practicado y se dé cuenta a la superioridad». Por su parte, la Universidad acordó iluminar su fachada las tres tardes y que se cantara una misa solemne por el señor cancelario; unos días después el Claustro escribe a Pedro Fernando Tavira, del Supremo Consejo de Castilla, informándole de que el día de la proclamación hicieron «las más fieles demostraciones de su amor, lealtad y júbilo, celebrándose en su iglesia misa solemne con Te Deum, iluminación por tres noches, con lo demás que se ha practicado en semejantes ocasiones».'"
Situación en faca y la frontera (17-25 de agosto de 1808) Para la vigilancia de la frontera pirenaica entre Saint-Jean-Pied-de-Port y los Altos Pirineos, las autoridades imperiales pueden contar únicamente con algunas unidades prefectorales al mando del comandante Lomet, un destacamento de Gendarmería y 300 soldados portugueses del 1" regimiento que parten para Grenoble a primeros de agosto. Informados de la debilitación del Cuerpo de Lomet por la marcha de los portugueses, los insurgentes de los altos valles aragoneses se revelan por algunos lugares contra los puestos franceses, como el de Orbaiceta, en Navarra, lugar de gran importancia estratégica por existir en él una fundición y fábrica de bombas para artillería, fáciles de hacer allí gracias al carbón que se obtiene de la madera del país, pero difíciles de transportar hasta su destino en Pamplona, Zaragoza o Jaca. Días después es el puesto avanzado de Gabas, en el valle de Ossau, el objetivo de un amago ofensivo de los vecinos de Sallent para facilitar el que otros tomen un rebaño de 4000 corderos y algunos centenares de caballos y vacas, ganado que es rápidamente recuperado por los defensores del puesto, a los que se unen vecinos del valle. El 17 de agosto, Lomet, desde su cuartel general de Urdos, informa de que la presencia de bases españolas al fondo de cada valle le obliga a mantener puestos avanzados para evitar incursiones, pillaje de los pueblos o robo de los
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AHPH/DU5: cala 224, Correspondencia, Tavira a la Universidad de Huesca, Madrid, 11 de agosto, y Universidad a ravi-
ra, Huesca, 11 de septiembre de 1808; caja 60, kg, 5, Bastardelos del Claustro, f. 4r-v, Consejo del Claustro del 28 de agosto de 1808. AMH/AD de 1808: actas del 21 y el 30 de agosto.
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ganados que los pastores tienen la imprudencia de llevar más allá de la frontera; asimismo denuncia el paso de ciertos propietarios que conducen sus animales a España por caminos escondidos para venderlos allí sin pasar por la aduana y se queja finalmente de no poder confiar en el Batallón de la Guardia Nacional de los Bajos Pirineos, reclutado entre padres de familia sacados a la fuerza de sus hogares e inclinados por ello a desertar para volver a sus casas, donde les esperan los trabajos habituales del campo. Lomet se fía mucho más de las gentes del país, más interesadas en proteger sus bienes. En cuanto a las fuerzas que guardan el departamento de los Altos Pirineos, al mando de Wouillemont, ascienden a algo más de 1000 combatientes, entre ellos otros tres centenares de portugueses, que el 12 de ese mismo mes partirán también hacia Grenoble, además de una compañía de cazadores vascos y 300 Guardias Nacionales de la Legión de Lamartilliére que estaban provisionalmente en Bagnéres-de-Luchon encargados de la seguridad de Murat, que se encontraba allí haciendo una cura para recuperarse de las fatigas y emociones que le habían producido su estancia en Madrid y su frustración por no haber accedido al trono de España, que se había dado a josé.199 Por lo que se refiere a Jaca, por estos días se encuentran allí de guarnición el tercio de su nombre y algunas compañías de los de Huesca, y el 25 de agosto a las cinco de la tarde se manda formar al frente de sus cuarteles las compañías del de Jaca con todos sus oficiales para leerles las ordenanzas y nombrar en cada compañía un cabo de cuartel. Reunido el tercio, se ordena que de ese día en adelante se pase lista en todas las compañías a las diez de la mañana, revista a la que no debe faltar individuo alguno. Todos se mantendrán en sus cuarteles hasta después de la orden, debiendo los sargentos y cabos responsabilizarse del cumplimiento de esta orden, y a las ocho de la noche se pasará lista por segunda vez; a partir de esa hora no podrá salir ninguno de la plaza hasta la mañana siguiente después del ejercicio. Por todo ello, los sargentos y cabos tendrán un pie de lista de su compañía con las notas al margen de los destinos de cada soldado y llevarán cuenta de las altas y bajas al sargento mayor.'"
Llegan las noticias del levantamiento del sitio de Zaragoza a Plan y Bielsa (19 de agosto de 1808) Sangenís no tuvo conocimiento del levantamiento del sitio de Zaragoza hasta días después, por las lógicas demoras del correo; llegada esa buena nueva, los oficiales y soldados que guarnecen la frontera la reciben con la más viva alegría; al día siguiente se celebra en el cantón una solemne misa cantada con tedeum y salvas en acción de gracias, y después se reúnen el clero, los oficiales y las personas notables de la zona para participar en un banquete. El 19 de agosto Sangenís escribe a Palafox poniéndole al corriente de los sucesos en la frontera y el 23 le remite unos estadillos en los que informa del destino actual de las compañías y de la organización definitiva de los tercios.201 El 28 se ponen en marcha hacia Zaragoza varias compañías del 3°' Tercio, la 3', de Mariano Zerulla, la 7a, de Martín de Lucas, y la 8d, de Juan Antonio Torrente; la 2d, de Matías Caraelsol, y la 6d, de Joaquín Otto, lo harán en cuanto haya fuerzas para relevarlas. Con estas compañías baja
AHG: C8/140, 11 y 12. Lomet a Berthier, 9. y Lomet a Clarke, 17 de agosto de 1808. Sarramon, Napoléon: 62 y 67-69. 2°° AMJ/CO: Orden de Tinaco del 25 de agosto de 1808. xcn ASIL: E23/ 1 3, Sangenis al Excmo., Plan, 23 de agosto de 1808. y E 23: Plan de los tercios y compañías organizados en el Corregimiento de Barbastro en virtud de orden del excelentísimo señor gobernador y capitán general del Reino de Aragón, junio de 1808. El destino de las compañías era el siguiente: en Zaragoza, la 1', 4', 5", 10° del 1" tercio; la 1", 2°, 4', V, 6', 7", 8" y 10' del 2°; la 1", 2", 4' y 8' del 3"; la 1', 2° y 3' compañias de Tamarite y la de Binéfar; en los puertos de Plan, la 2°, 3°, 6°, 7", 8' y 9' del 20 ; en la frontera, la 3' y 9° del 2°; la 3" y 6' del 3°; en Barbastro, la 5°, 7° y 9' del 3°; en Bielsa, la 10" del 3" y la de Radiquero; en Plan, la del valle. La organización completa de los tercios de Barbastro puede verse en Guirao. Don José Sangenis.
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también a la capital el capellán Francisco Lolumo202 y al día siguiente llegan a Plan las de Camporrells y Zaidín con el fin de sustituir a las que habían salido el día anterior para Zaragoza. Estas compañías traen como único armamento 30 escopetas cada una, y de ellas la mitad inútiles, por lo que Sangenís se queja a Palafox ya que han salido para Zaragoza unas compañías bien armadas y preparadas y han llegado en su lugar otras mal armadas y sin disciplinar."'
Los altoaragoneses en Zaragoza (segunda quincena de agosto de 1808) En Zaragoza, tras la marcha de los franceses, permanecen entre otros los voluntarios de las compañías de los tercios de Barbastro, las cuales son revistadas junto a la batería de San Lázaro por el inspector Raimundo Andrés.204 El 18, Campos, comandante del Tercio de Barbastro, escribe a este inspector dándole cuenta de los oficiales que todavía están bajo su mando y de las propuestas para cubrir las vacantes del 11r tercio, rogándole que le aconseje respecto a los sujetos que le parezcan más preparados para el desempeño de dichos empleos,'" El 23 es nombrado el altoaragonés Pedro María Ric regente de la Real Audiencia de Aragón por haber sido llevado preso a laca el día anterior el hasta entonces regente José Villa. El nombramiento de Ric iba con todos los pronunciamientos favorables por «su patriotismo, celo y conocimientos» y por los importantes servicios desempeñados «en bien de la patria, en las últimas críticas circunstancias», y de este nombramiento dará Ric noticias en carta a su padre añadiendo que han dado la plaza de supernumerario al hijo del regente Villava y al maestrescuela del Claustro de la Universidad Sertoriana al que ofrece su nuevo destino «acreditando el respeto y gratitud que conservo a la educación y condecoraciones con que V. S. tuvo la bondad de prepararme para este destino».206 El 25, Miguel Torres Solanot, comandante de la compañía suelta de Alcubierre, desde el cuartel de Jesús en Zaragoza, donde se halla acuartelado con sus hombres,"' envía una relación de los individuos de su compañía que se hallan con excepción, advirtiendo que hay algunos «que hacen no menor falta en su casa» que los citados en la relación, lo que confirma y aumenta unos días después con otros alistados que «aunque no están incluidos en el número de excepcionados no dejan de alegar motivos muy dignos de atención».2°8
202 ASIL: E23/13, Sangenís al Excmo., Plan, 28 de agosto de 1808. Ese mismo día las autoridades y vecinos de Sarsa de Surta escriben a la Junta de Barbastro recordándole que por orden de la misma «se han empleado los vecinos de dicho pueblo por
más de quince días en hacer palos para la Real Armada, y esto en el tiempo tan oportuno como preciso para la recolección de sus mieses, abandonando sus precisas tareas por desempeñar el encargo hecho»; por ello, dado que ahora se les exige entregar el trigo del Real Pósito y pagar la Real Contribución, y hallándose muchos de esos vecinos «imposibilitados a uno y otro», suplican a la junta les recompense por los «trabajos y perjuicios que dicho pueblo ha tolerado en un tiempo tan precioso». AMB: 2.1.5.1, Solicitudes de exención, año 1808, Ayuntamiento y vecinos de Sarta de Surta a la Junta, 28 de agosto de 1808. 205 ASIL: E23/13, Sangenls al Excmo., Plan, 29 de agosto de 1808. 20
AMZIAP: caja 2, leg. 2.9.1.
2°5 AMZIAP: caja 8154. leg. 7-2/288, Campos a Raimundo Andrés, Cuartel de jesús, Zaragoza, 18 de agosto de 1808. Desde
primeros de agosto está acuartelado en Zaragoza el Tercio de Barbastro en el convento de jesús; retirados los franceses, quedan en Zaragoza de este tercio 1112 soldados con 650 fusiles y 220 picas. AMZIAP: caja $147, leg. 3.3/74, Parte de situación del Ejército de Aragón en Zaragoza, 11 de agosto de 1808. Alcaide, Suplemento: 66-67. AHPH/DUS: caja 224, Correspondencia, Ric al Claustro de la Universidad, Zaragoza, 24 de agosto de 1808. ARE: caja 72, leg. 7, Documentos y cartas. Según Casarnayor (25 de agosto), Manuel de Villava y Heredia era colegial de San Vicente de Huesca e hijo del regente jubilado de la misma. 202 AMZ/AP: caja 8147, leg. 3.3/74, Parte de situación del Ejército de Aragón, Zaragoza, 11 de agosto de 1808. La oficialidad de esta compañía suelta de Alcubierre, nombrada por Miguel Torres Solanot por orden del teniente coronel Salvador Cam-
pos, es la siguiente: teniente primero Fernando Ariño, teniente segundo Manuel Gabarre y subteniente Benito Laguna. AMZ/AP: caja 8179, leg. 22.2/2, Oficialidad de la compañia suelta de Alcubierre, Zaragoza, 21 de septiembre de 1808. 208 La relación es la siguiente: Vicente Pomar, hijo único, casa abierta y paga contribución; Domingo Callén, único, de padre sexagenario; José Arruego es cabeza de casa abierta, paga contribución y es pupilo con dos hermanos de menor edad; Matías Pueyo, heredero único; Joaquín Ezquerra, dueño de casa abierta; Esteban Torres paga contribución y tiene otras excepciones;
Pedro Marfa Ric. óleo de fray Manuel Bayeu. (Foto: Fernando Alvira Limpio)
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Casa Barones de Valdeolivos, en Fonz, donde nació y murió Pedro María Ric. (Foto cedida por Enrique Radia)
El 27 pasa revista de comisario el Tercio de Barbastro a las cuatro de la tarde, y al día siguiente a las diez lo hace el de Huesca, debiéndose reunir este a la hora citada en la plaza de jesús. Este mismo día se destinan entre otros las dos compañías de Benabarre y 100 hombres del Tercio de Huesca para diferentes trabajos; deben presentarse a las cinco de la mañana en la Universidad, donde está ubicado el parque de ingenieros.209 En tanto, Palafox, con los franceses lejos, desea aprovechar el tiempo e invoca por medio de proclamas a toda la juventud aragonesa para que acuda a Zaragoza. De las compañías de Barbastro que quedan aún en el Pirineo, unas bajan a Zaragoza y otras permanecen todavía en la frontera;''° convencido Palafox de que harán mejor servicio juntas en batallones que separadas en compañías independientes, las reorganiza, y parte de ellas pasan a formar el llamado batallón de Barbastro, mientras otras, como las de Tamarite, Alcubierre, Binéfar, Binaced y alguna de Huesca, se reúnen en un cuerpo que se llamará de la Reunión de Osera; 2" otras son reclamadas por las autoridades municipales de sus respectivas localidades, como le sucede a la 5a, en la
Pedro Gracieta es viudo y su madre de más de 60 años; Antonio Cisterna es de casa abierta y paga contribución; luan Coscojuela es de padres sexagenarios; Vicente Bazán, aunque tiene un hermano capellán, es él quien asiste a su madre por ser viuda; Joaquín y León Lasierra, que son dos hermanos en la compañía; José Murillo, Vicente Frontiñán, Carlos Soto, Antonio Gazol, Cándido Alcubierre, Antonio Bailo, Antonio Casterad, Antonio Lacambra, Antonio Lansaque, Antonio Condón. Ramón Gavín, José Claver, Cristóbal Laguna, José Tierz, Juan Lacasa y Martín Urraca tienen un hermano sirviendo en el Real Servicio len esta compañía o en otro cuerpo); Juan Pérez, Francisco Murillo, Miguel Liando, Antonio Suñer Solanas, Manuel Langlada, Melchor Alfonso, luan Lansaque, Pascual Lalana y Mariano Anzano son hijos únicos de viuda. Los siguientes, aunque no están incluidos en el número de excepcionados, no dejan de alegar motivos muy dignos de atención: Antonio Alcubierre, único varón con tres hermanas; Mariano Capuz, heredero universal de los bienes de su difunta madre; Antonio Ainoza, hijo de viudo a quien asiste; Calixto Ramón, único de mayor edad con cinco hermanas solteras y padre de avanzada edad y achacoso; Ramón de Ramón; Jacobo Pisa; Miguel Pérez hace notable falta para la subsistencia de su casa; Tomás Gracieta hace notable falta en su casa; Antonio Lasala mantiene a sus padres y familia; Antonio Gavín y Joaquín Alvira. AMZ/AP: caja 8151, leg. 6.2/21, Lista de los individuos de la compañía suelta de Alcubierre que se hallan con las excepciones que por orden de 24 de agosto se mandó tomar y son como lo demuestra en la forma siguiente, Zaragoza, 31 de agosto de 1808. 209 AMZ/AP/LO: 26, 27 y 28 de agosto. Unos días después se ordena a las dos compañías de Benabarre que se reintegren en
sus cuerpos. AMZ/AP/LO: 1 de septiembre de 1808. 21° AMB/LG, n" 7. 21 AMZ/AP/LO: 1 y 3 de septiembre. Este batallón saldrá para Cataluña el 8 de octubre con la división de Lazán.
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que militan los de Selgua, los cuales reciben orden de regresar al pueblo, ya que, cuando se alistaron, «inmediatamente aprendieron el ejercicio de las armas y, abandonando las labores, siega y trilla con grave perjuicio de estos vecinos y quedando muchas casas de tres pares de mulas sin criado alguno, fueron de los primeros que subieron al puerto, en donde permanecieron un mes y medio; y por aproximarse el tiempo de la sementera, son precisos todos los brazos para esa labor».212 El día 30 hay alarma en Zaragoza por la llegada de un correo de Benasque con el aviso de haberse acercado por aquel puerto algunos enemigos."'
SEPTIEMBRE DE 1808 Perena en Zaragoza Como se acaba de decir, Perena desde Tudela había solicitado permiso para marchar al Pirineo a reunirse con los tercios que allí tenía; se desconoce la respuesta de Palafox a esa demanda, pero parece ser que no fue aceptada pues iniciado septiembre Perena se encuentra en Zaragoza, en el campamento de Horca de Ganaderos, desde donde remite a Palafox una relación con diversas características de los oficiales de su 1 °' tercio,'" y unos días después desde San Gregorio envía un oficio al inspector general de Infantería en el que le manifiesta la fuerza presente con que se halla en ese destino y las armas con que está guarnecida la tropa.215 En carta posterior indica a Palafox las vacantes de tenientes y subtenientes de su tercio, que es preciso proveer con «personas de conducta, valor y aplicación», proponiendo las que cree adecuadas para cubrirlas?" y adjuntando además una relación de individuos del 2° batallón de voluntarios de Aragón y del 1" tercio de voluntarios de Zaragoza que desea se incorporen desde sus cuerpos al 1" Tercio de Huesca, relaciones que tres días después son aprobadas por Palafox."' Movimientos de los ejércitos españoles Palafox, tras la marcha de los franceses y creyendo encontrarse ante la ocasión propicia para echarlos definitivamente de España, escribe a los generales Cuesta y González Llamas, jefes respectivamente del Ejército de Castilla y del de Valencia, y a Arias Mon y Velarde, gobernador interino del
212 AMZ/AP: caja 8155, leg. 8.1/92, Ayuntamiento de Selgua a Palafox, Selgua, 21 de agosto de 1808. Firman la solicitud
Antonio Fajarnés, alcalde; Antonio Albert y Esteban Ferrer, regidores; José Serra, síndico y losé Bizcarra y Joaquín Ferrer, diputados. 2"
Casamayor: 30 de agosto.
214 AMZ/AP: caja 8157, leg. 9-3/82, Relación de los jefes y oficiales que componen el Primer Tercio de Huesca y que son de la
clase de veteranos, Campamento de Horca de Ganaderos, 5 de septiembre de 1808. 214 AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/308, Perena al inspector general de infantería, Horca de Ganaderos, 9 de septiembre de 1808. Es posible que, dado su espíritu emprendedor, Perena se trasladara algunos dios a Huesca o incluso al Pirineo para dar ánimos a sus hombres y regresara después a su destino. 716 AMZ/AP: caja 8157, leg. 9-3/133, Vacantes de tenientes y subtenientes del Primer Tercio de Huesca. Según este documento se nombra para teniente de la 2' compañía a Ramón Jimeno, de la 3° a Jerónimo Luzón, de la 5' a Ramón Sebastián y
de la 9' a Antonio jover, todos ellos sargentos primeros del 2° Batallón de Voluntarios de Aragón. Para subteniente de la 1°, a Mariano Lartiga; de la 6°, a Simón Pardos, y de la 7' a Ángel Blázquez, sargentos segundos todos del 1°' Batallón de Voluntarios de Aragón. Para subteniente de la 5' compañia. a Mariano Burillo, sargento primero del 1' Tercio de Voluntarios de Zaragoza, y para la 9' a Rafael Cortés, sargento segundo del 2° Batallón de Voluntarios de Aragón. 217 AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/311 y 7-2/312, órdenes de Palafox a Perena, Zaragoza, 15 de septiembre de 1808, y caja 8157,
leg. 9-3182, Relación que manifiesta los individuos que deben pasar al Primer Tercio de Voluntarios de Huesca si merece la aprobación del Excmo. Sr. gobernador y capitón general del Ejército y Reino de Aragón. con expresión de sus clases, nombres y cuerpos donde sirven, y que es la siguiente: para sargento primero, Joaquín Borgoñón, sargento segundo del 2° de Voluntarios de Aragón, Valentin Millán, Ambrosio Martínez, Francisco Aranda, Juan Torres, Pedro Hernández y Bernardo Julián, cabos primeros del 2" de Voluntarios de Aragón, y Miguel Górriz, sargento de la 8° compañía del 1°' Tercio de Voluntarios de Zaragoza: para cabo primero, luan Escartin, Lorenzo Fatás y Matías Sala, soldados del 2° de Voluntarios de Aragón, y para tambor, Esteban Vives y Santiago Deza, tambores del 2° de Voluntarios de Aragón.
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Consejo, comunicándoles su plan de establecer en Zaragoza el cuartel general del Centro y reunir allí un ejército español para evitar que Navarra, la Rioja, Castilla y Aragón caigan otra vez en manos de los franceses, y les solicita que envíen tropas. El día 5 de septiembre se celebra en Madrid un consejo de guerra en el que se acuerda apoyar a Palafox e iniciar las operaciones. El 1 5, Palafox dispone que salga O'Neille hacia Cinco Villas al mando de una división en la que nuevamente forman los voluntarios del 1°' Tercio de Huesca con Perena y Villacam pa (que el 20 de septiembre recibirá el grado de teniente coronel) y el 29 es Saint-March el que sale con la División de Valencia y otras fuerzas, y con el benasqués Francisco Ferraz, ya teniente coronel, quedando Palafox en la capital preparado para salir con otra división a ocupar el centro del ejército." O'Neille llega a Ejea,'" y de ahí Perena con sus voluntarios se traslada a Sos,10 donde queda acampado y desde donde a finales de septiembre envía cartas a Palafox y al inspector Raimundo Andrés con una relación de vacantes en el 1' Tercio de Huesca y solicitando certificados y nuevos destinos para algunos de sus oficiales.'"
Proclamación de Fernando Vll en Ayerbe (5 de septiembre de 1808) El 5 de septiembre se realiza la proclamación de Fernando VII en la villa de Ayerbe, «estimulada del generoso amor y acendrada fidelidad al soberano con que el señor marqués, su señor temporal, está añadiendo nuevos timbres a la esclarecida fama de sus mayores», y para ello se erige la víspera un magnífico altar en la fachada de las Casas Consistoriales, en el que se coloca la imagen de la Virgen del Pilar y un retrato del rey adornado con colgaduras de damascos carmesíes que «pendían con acertada compostura y lucimiento a favor de una copiosa iluminación». Levantado asimismo un tablado cubierto con vistosas alfombras y tapicerías, a las cinco de la tarde del día 5 salió el regidor primero, que hacía veces de alférez mayor, llevando el estandarte real con «lucidísima comitiva» formada por el Ayuntamiento, el Capítulo eclesiástico, la comunidad de dominicos y lo más granado del pueblo, precedidos de una compañía de lanceros, aumentando la alegría pública «las repetidas descargas de la compañía urbana, el repique y bandeo de las campanas y la armonía de la música». Llegados al tablado, sube a él el regidor y acompañado de los alcaldes efectúa la proclamación, a la que corresponde un innumerable gentío con vivas y aclamaciones. Concluida la función, regresa toda la comitiva a la Casa de la Villa, donde se sirve un refresco y se termina el día con tiros, cohetes y general iluminación por la noche. Al día siguiente se hace una solemne fiesta en acción de gracias a Nuestra Señora del Pilar con fuegos y novillada."'
Jerónimo Torres, gobernador de Huesca. Problemas para la recogida de fondos para los tercios El 4 de septiembre Palafox nombra gobernador militar y jefe político interino de Huesca y su partido a jerónimo Torres Gimeno, enviando ese mismo día al corregidor oscense la siguiente carta: «En
113 AGMS/HSD de Francisco Ferraz. AMZ/AP/LO: 27 y 29 de septiembre. Alcaide. Historia:
13. Casamayor: 29 de septiem-
bre. GZ del 1 de octubre de 1808. 2'9 En Ejea se encontraba el Batallón de Suizos de Aragón, organizado por el barbastrense Pablo Casamayor, que se había distinguido en el primer sitio y había sido agraciado con los escudos de distinción de defensor de Zaragoza y con el nombramiento de capitán de este batallón. AGMS/HSD de Pablo Casamayor. 220 En Sos se une al Tercio de Huesca uno de sus capitanes, Pedro Mendiet, que había solicitado pasaporte para incorpo-
rarse a su cuerpo. AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/112, Zaragoza, a 28 de septiembre de 1808. 72t AMZ/AP: caja 8157, leg. 9-3/124, Perena a Paldfox, Sos, 25, y caja 8154, leg. 7-2/308,
Perena al inspector de infantería,
Sos, 27 de septiembre de 1808. Esta relación es la siguiente: para capitán de la 6', Pedro Perena, teniente de la 7'; para teniente de la 4°, Rafael Cortés, subteniente de la 9'; para teniente de la 8', Antonio joyer, subteniente del 2° de Voluntarios de Aragón; para teniente de la 9", Mariano Farfán, subteniente de la 2'; para teniente de la 10', Simón Pardos, subteniente de la 6", y para subteniente de la 10', Paulino Domec, sargento del 1°' Tercio de Aragoneses. 222 GZ del 20 de septiembre de 1808.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALIOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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esta fecha dirijo al coronel don Jerónimo Torres el oficio siguiente: Satisfecho de los conocimientos, circunstancias y méritos que adornan a V. S., he venido en conferirle a nombre de nuestro señor soberano, don Fernando VII, el gobierno militar y político de la ciudad y corregimiento de Huesca, en cuyo destino y en las actuales circunstancias se necesita un sujeto del conocido patriotismo y servicios militares que concurren en V. S. Espero pues que, sin dilación alguna, pase V. S. a encargarse de aquel mando y gobierno, en la inteligencia que prevengo lo conveniente con esta fecha al corregidor y Ayuntamiento de la expresada ciudad de Huesca y de quedar en ejecutarlo así, espero el debido aviso». Jerónimo Torres torna posesión de su cargo el 15 de septiembre ante el Real Acuerdo, pero no quiere abandonar Zaragoza en esos momentos, por lo que su cargo queda en comisión.223 A finales de septiembre, Juan Azior es comisionado para recoger las donaciones de camisas para los soldados de Huesca, y el 27 se acuerda realizar una contribución especial para la manutención de los tercios que guardan el Pirineo, en la que deben participar todos los corregimientos comarcales. El Ayuntamiento oscense, que aún no ha acabado de cobrar la contribución ordinaria, no está de acuerdo y escribe al gobernador explicando la situación de penuria que atraviesan Huesca y su corregimiento, afirmando que «los pueblos han manifestado el mayor ardor y entusiasmo por el amor del rey y de la patria para rechazar al tirano que quería oprimirlos», que se han presentado sin distinción todos los capaces a tomar las armas, han sufrido privaciones, subidas de precios de comestibles en un año de sequía y falta de cosechas «sin que nadie haya chistado», antes bien, todos a una, en el tiempo de la cosecha, se han esforzado en ofrecer lo mismo que necesitaban para su propia subsistencia y han aprontado en esta ciudad, como donativo voluntario, más de 400 cahíces de trigo y otros granos, y en esos momentos están contribuyendo con camisas y otras especies, al mismo tiempo que se ven «en los mayores apuros para afrontar la contribución ordinaria e importes de la sal y bulas». Cree el Ayuntamiento que al ser tan conveniente el mantener el entusiasmo popular «tal vez sería más útil procurar sacar de los pueblos el partido posible por los medios voluntarios en lugar de acudir a los forzados, ya que todos gritan: ¡Las contribuciones y todo lo que damos es para que nos defiendan de nuestros enemigos!». Por otra parte, los pueblos ya en esta época se ven reducidos a la mayor miseria y «apenas se encontrará uno que otro vecino que hecha la sementera, pueda comer con su cosecha, por lo que en tales circunstancias, la exacción de las raciones, además de menguar el espíritu patriótico, será imposible, aun cuando se eche mano de los más rigurosos apremios, ya que apenas habrá pueblo en que se encuentre entre todos sus vecinos metálico equivalente al cupo de sus raciones». En estas circunstancias, piensa el Concejo que, por urgente que sea la manutención de las tropas, lo es más el «conservar la opinión de los pueblos y el no exponerlos a la desesperación». No obstante, el Ayuntamiento se muestra dispuesto a proceder al reparto del cupo de raciones que se le ha detallado, pero desconfía de que pueda cobrarlo, por lo que, para que no quede amenazada la manutención de los tercios, piensa que tal vez sería mejor disminuir el número de soldados en ellos sin que pierdan la fuerza. Por estas fechas, Perena y el Ayuntamiento de Huesca son reprendidos por el Cabildo de la catedral por haber exigido al colector eclesiástico de Almudévar 60 cahíces de trigo de la décima para el sustento de la tropa sin consultar previamente con el deán, y este escribe a la Junta de Huesca para que no se vuelva a repetir ese hecho y se siga siempre el conducto reglamentario. 224
223
AMH/AD de 1808: doc. n" 4292, Palafox al corregidor de Huesca, Zaragoza, 4, y Certificación de Francisco del Castillo,
Zaragoza, 16 de septiembre de 1808. Torres había nacido en La Muela (Zaragoza) en 1760, En mayo de 1808 era jefe del Resguardo de Rentas del reino de Aragón. Ascendido a coronel, fue nombrado comandante del 2° Tercio de Fusileros de Aragón, en el que era capitán el oscense Mariano Rocha, con el que participó en el primer sitio. En el segundo fue hecho prisionero y trasladado a Francia, y a su regreso solicitó ocupar su cargo de corregidor de Huesca, aunque no podría hacerlo, pues murió el 5 de febrero de 1815. Plou Gascón, Miguel, Antonio y Gerónima de Torres Gimeno en los Sitios de Zaragoza (1808-1809), Zaragoza, 1991 IV Premio Los Sitios de Zaragoza): 49 y 99-103. 224 AMH/AD de 1808: doc. n" 3237, Ayuntamiento de Huesca al gobernador,
agosto de 1808.
Huesca, 8 de octubre. ACH/LR: acta del 12 de
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Los tercios de Barbastro. Situación en Plan y Bielsa Luis Gil, que había llegado a Barbastro procedente de Huesca, comisionado por Palafox para recoger fondos en esos dos corregimientos, se pone en contacto con Sangenís para reorganizar la defensa de la frontera tras el levantamiento del asedio y se decide poner sobre las armas la compañía de Plan, la cual, con la de Mariano Allué y las tres que hay de guarnición en Plan, debe vigilar esa parte de la frontera. Habiendo llegado a conocimiento de Sangenís la existencia de señales de rebeldía en algunos oficiales y tropas de Bielsa, escribe al capitán de la compañía de Boltaña, Javier Puértolas, encargándole que esté pendiente de todo lo que ocurra en Bielsa. Para alojar las compañías que de momento están acuarteladas en los lugares de Gistaín y de la Comuna (Señés, Sin, Tella y Serveto), se comienza a construir doce barracones en el sitio llamado Los Macarons. A primeros de septiembre el corregidor de Barbastro comisiona a Sangenís para trasladarse a Bielsa con el fin de asumir el mando de las tropas de ese valle y encargarse de su defensa; llegado allí, se encuentra con la desagradable sorpresa de que no existen apenas provisiones de boca para la tropa ya que Fernández acapara la mayor parte de ellas para sus negocios personales.ns Regresado a Plan, recibe otro despacho por el que se le ordena prender a Fernández y trasladarlo a Barbastro. Sangenís de inmediato se pone en marcha con la compañía de José Queraltó y pernocta en Salinas. Al amanecer del día siguiente marcha hacia Bielsa y, tras diversas vicisitudes y entrevistas con algunos de los oficiales de Fernández, consigue que estos y sus soldados acaten sus órdenes, mientras Fernández sale de Bielsa acompañado de tres de sus hombres, que lo abandonan poco después e informan a Sangenis del lugar en que se esconde. Este manda un destacamento que trae preso a Fernández, el cual es conducido a Barbastro con una fuerte escolta. Tras la detención de Fernández, Sangenís se instala en Bielsa para organizar el cantón y despacha a sus pueblos siete compañías quedándose con otras siete, lo que juzga suficiente para la defensa. El 21 escribe una amarga carta comentando que muchos soldados han comenzado a cometer desórdenes y a desertar, como los de la compañía de Graus y los de la de Lorenzo Avellana con su teniente Esteban Abad a la cabeza.176
La situación en Benabarre y Benasque En el corregimiento de Benabarre desde el inicio del sitio de Zaragoza había habido poca actividad, destacando únicamente la marcha de alguna de las compañías allí organizadas a Zaragoza, y con fecha 1 de septiembre el marqués de Villora, gobernador del castillo de Benasque, escribe a Palafox comentándole que para ese día o el siguiente espera la llegada del comandante del corregimiento, Ramón Garcés, el cual con las compañías ya formadas va a organizar un regimiento que tomará el nombre de Tiradores de Ribagorza. Continúa Villora su carta informando de que hay noticias vagas de que los franceses están preparando alguna incursión por esa zona, por lo que ha alertado a la gente y ha hecho construir algunos parapetos y fortificaciones, aunque para garantizar mínimamente la defensa cree indispensables media docena de obuses, algunos artilleros y una compañía de tropa veterana y termina su misiva preguntando si cuando llegue Garcés ha de «quedar comandante de las armas de esta plaza» o se debe ceñir solo al mando del castillo «sin embargo de tener mayor graduación que dicho señor». Adjunta Villora a su carta un memorial de Eustaquio
225 Una queja a este respecto llegó a Palafox de la Junta de Estadilla, la cual entregó a sus alistados dinero para su mantenimiento pero Fernández se apropió de él y no les pagó ni alimentó, por lo que algunos regresaron a Estadilla explicando
que además les obligaba a comprar el pan y demás víveres (peores y más caros) en sus almacenes, y les habian cambiado los jefes. Por ello, dicha Junta, formada por Vicente Chacón, José Ferrando, Matías Alfaro, Lorenzo Abad, Antonio de Cistué, Francisco Montes, Joaquín Gómez, Lorenzo Navarro, Diego Bello, Antonio Bellostas, Antonio Gil, losé Lafita y el secretario Dionisio Abad, solicita que la compañía se destine «al punto que sea de su superior agrado bajo la dirección de los jefes nombrados por este Ayuntamiento y si ser puede, a uno de los inmediatos de Plan o Benasque». AMZ/AP: caja 8168, lel 16.3/76, Junta de Estadffla a Palajox. 31 de agosto. 176
ASIL; E23/13 y E23/14, Sangenís al Excmo. y a la Junto, Bielsa y Plan, 4-21 de septiembre de 1808.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: El Al TO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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Viand, ayudante mayor del castillo, solicitando que se le conceda el despacho de sargento mayor de las compañías de Benasque y que su hijo venga a incorporarse a ellas para ayudarle en sus numerosas obligaciones. Palafox contesta a vuelta de correo a Villora diciéndole que se mantenga en su cargo ya que Garcés debe de estar bajo sus órdenes, pero este, a pesar de las indicaciones de Palafox, asume el mando de Benasque dejando a Villora como gobernador del castillo, por lo que este escribe nuevamente a Palafox el 19 para aclarar el asunto y adjunta el memorial de José Mora, natural de Eriste, teniente de la P compañía de Benasque, quien por razones familiares suplica a Palafox que le exima del servicio en ella y lo deje agregado a la de cazadores que acaba de formarse para la defensa de los puertos."' Mientras esto sucede en el corregimiento de Benabarre, al otro lado de la frontera, en los Cantones de Luchon y Saint-Béat, del departamento francés del Alto Garona, las dos compañías de cazadores de montaña de ese departamento quedan ya organizadas el 22 de septiembre en Luchon tras la selección entre los numerosos reclutas presentados. Este aflujo de reclutas tan numeroso se debe, según proceso verbal dirigido por el subprefecto de Saint-Gaudens en presencia del ayudante de campo del general, el capitán Wouillemont-Dascours,228 a los acontecimientos de España, donde están refugiados para no ser reclutados y de donde se ven obligados a huir. Dada la escasez de tropa militar y las iniciativas cada vez más atrevidas de benasqueses y araneses, se van sucediendo hechos que, aunque de poca importancia, siembran el temor entre sus habitantes. Poco después se aumentan las compañías del batallón de cazadores a cinco, tranquilizando la presencia de este cuerpo los ánimos de los vecinos de los pueblos fronterizos.'" El 30 de septiembre se forma el 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Alto Garona, que será enviado el 14 de mayo del año siguiente a Luchon, donde permanecerá varios meses al mando del comandante Pointis."°
Los altoaragoneses en Zaragoza El día 1, Ignacio Pano, teniente de la 3° compañía del
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Tercio de Barbastro, suplica a Palafox
que le conceda el despacho de capitán de esa compañía, y el barón de Warsage le devuelve la petición ordenándole que haga dicha solicitud «por el conducto de su jefe como está mandado»."' Al día siguiente, Campos envía una lista de los oficiales de Barbastro que desean retirarse a sus casas, donde dicen que hacen mucha falta, y a la mayoría de ellos se les concede pasaporte.'" El 5, necesitándose suministrar grandes cantidades de cebada para la caballería del ejército, se solicita ese género, entre otros, a la priora del convento de Sigena, «por la parte que tiene en el diezmo de la villa de Bujaraloz», y por la tarde llegan más soldados de las compañías de los tercios de Barbastro
222
AMZ/AP: caja 15; caja 2, leg. 2.9/1 (sign. ant.), Villora a Palafox; caja 8151, leg. 6.2/20, Memorial de Viand, Benasque, 1; caja 8222, leg. 46.1/72, Villora a Palafox, Benasque, 19, y caja 8156, leg. 8.2/93, Memorial de Mora, Benasque, 18 de septiembre de 1808. 228 Louis Wouillemont-Dascours, nacido en Arsonval (Aube) en 1774, sobrino del general Armand Wouillemont, capitán de Granaderos en 1799, jefe de batallón del 55° de línea en 1813. 229 Sarramon, Napoléon: 57- 60. 2" Bernad Saint-lean de Pointis nace en 1775 en Miramont, Alto Garona. Oficial del regimiento d'Armagnac en 1792, emi-
gra a España y se incorpora al batallón monárquico de emigrados Legión Real de los Pirineos en 1794 y del de Borbón en 1796. Capitán en 1803, vuelve al Ejército francés en 1808. 131 AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/95, Pano a Palafox, Zaragoza, 12 de septiembre de 1808. 237 AMZ/AP: AMZ/AP: caja 8151, legs. 6-2/15, 6-2/16 y 6-2/ 17, Campos a Palafox, noticia de los oficiales que desean retirarse a sus casas, Zaragoza, 2 y 7 de septiembre de 1808. Estos eran Joaquín Sampériz, teniente de la 3° compañia de Barbas-
tro, José Aineto y Joaquín Albano, subtenientes de la 4', Joaquín Torrente, subteniente de la 5', Antonio Cregenzán, teniente de la 7', y Esteban Salas, teniente de la 9"; el capitán José Cabrera, el teniente Florencio Subías y el subteniente Simón Cabrero, de la 1° de Tamarite; el teniente José Piniés y el subteniente José Carpi de la 2', y el subteniente Lorenzo Salcedo de la 3'; los tenientes Juan Mozárabe y Joaquín Corzán y el subteniente Joaquín Ruata, de Binéfar, y el capitán Martin Pantano de la de Ballobar.
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procedentes de los puertos pirenaicos,'" que el 12 son destinados a cubrir el puente de Piedra y la puerta del Ángel. El 13, Antonio Junqueras, infanzón de Fraga y teniente de sus compañías, teniendo noticia de que sus dos hermanas menores y huérfanas recurrieron el día 30 de julio al gobernador de Lérida a fin de que fuera eximido del servicio de las armas para atender los asuntos de su casa por no haber nadie que los atendiera, solicita que, habiendo mejorado la situación en Zaragoza, libre ya de enemigos, se le autorice regresar a su casa y se le dé la licencia absoluta, lo que concede Palafox sin fuero ni graduación militar por ser oficial nombrado desde la clase de paisano.2i4 Para cubrir la baja de Junqueras, el capitán Ramón Rubio propone a los subtenientes de la misma compañía Salvador Miralles y Joaquín Cabrera.'" El 20 Campos informa a Palafox de que desea seguir su carrera con tranquilidad y, sabiendo que el clima de Jaca es bueno para su delicada salud y que el teniente de rey de dicha plaza está preso, le suplica dicho cargo de manera interina, a lo que Palafox accede.'" El 25 pasan revista de comisario las compañías de Benabarre y el 26 se ordena a la de Tamarite, Castillonroy y Baldellou que no haga otro servicio más que el de trabajos en la plaza. Al día siguiente, el Tercio de Barbastro envía 400 hombres armados a cubrir el puesto de San Lamberto, quedando el resto de su fuerza destinado a los trabajos de la plaza.'" El 30 se celebran en la iglesia parroquial de la Seo las exequias y honores por el alma del barón de Sangarrén, muerto en Alcalá del Obispo; su cadáver es llevado al panteón de su baronía en Sangarrén y al funeral asisten toda la nobleza y los principales sujetos de la ciudad.'"
OCTUBRE DE 1808 Los oscenses en Sangüesa. Acción de Olaz (15-30 de octubre de 1808) Palafox había ordenado a las fuerzas que tenía en Cinco Villas adelantar sus posiciones, y O'Neille dispone el día 15 que 1500 hombres del Tercio de Huesca salgan como vanguardia de la división hacia Sangüesa,'" donde Perena aprovecha el tiempo para reorganizarse enviando desde esta villa navarra dos relaciones, una de vacantes de tenencias y subtenencias del 2° tercio y otra de oficiales para quienes solicita sus despachos.'" El 22, los oscenses mantienen a raya a los franceses,
233 Alcaide, Historia: u, 6. Casamayor: 4 y 5 de septiembre. Lambed, Dom. A., «Recueil des lettres et communications officielles reques par le Chapitre Métropolitain de Saragosse durant les années 1808-1809», en Publicaciones del Congreso His-
tórico Internacional de la Guerra de la Independencia y su Época (1807-1815), celebrado en Zaragoza durante los días 14 a 20 de octubre de 1908, vol. II, Zaragoza, Tip. de Mariano de Salas, 1909, 5 vols.: 204, carta n° 33. 134 AMZ/AP: caja 8151, leg. 6.2/24, Junqueras a Palafox, Zaragoza, 13 de septiembre de 1808. 235 AMZ/AP: caja 8151, leg. 6.2/24, Rubio a Palafox, Zaragoza, 20 de septiembre de 1808. 236 AMZ/AP: LO, 12 de septiembre, y caja 8222, leg. 46.1/61, Campos a Palafox, Zaragoza, 20 de septiembre. Biblioteca de
la Diputación Provincial de Zaragoza: Actas de la Sitiada, 18 de septiembre. Casamayor: 20 de septiembre. 232 AMZ/AP/LO: 23, 25, 26 y 27 de septiembre. Por estos días la compañía de Monzón integrada en el Regimiento de Extre-
madura tiene como capitán a José María Pinzano, como tenientes a Agustín Solanas, Manuel Pano y Eduardo Ozcolqui, y como subtenientes a Francisco Narciso Tella e Hilarión Pano; la compañía suelta de Alcubierre tiene por capitán a Miguel Torres Solanot, por teniente primero a Fernando Ariño, por teniente segundo a Manuel Gabarre y por subteniente a Benito Laguna. AMZ/AP: caja 8179, leg. 22.2/2, Composición de las compañías de Tauste, Monzón y Alcubierre. 2313 Fabián de Altarriba y Calasanz, conde de Robres, barón de Sangarrén, Senés, Sesa y Coscullano. señor de Arascués, Bal-
dellou, Zardán y coronel de los Reales Ejércitos, nacido en Zaragoza. Alcaide, Historia: I, 8-9. Casamayor: 30 de septiembre. GZ del 1 de octubre. 239 AMZJAP: 8145/1.9-3, Memorial del general don Francisco Butrón, Ceuta, 1 de marzo de 1814, f. 5r-v.
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La propuesta para cubrir las vacantes es la siguiente: para capitán de la 1° compañía del 2° tercio, el ayudante mayor graduado de capitán luan Domec; para teniente de la 7° compañía del 1" tercio, que resulta vacante por ascenso de Pedro Perena, Ángel Blanque, subteniente de la misma, que lleva dieciséis años y seis meses de servicio; para teniente de la 8' compañía
del 1" tercio, Mariano Lartiga, subteniente de la 1' compañía del mismo, que lleva diecisiete años y seis meses de servicio;
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: H ALTO ARAGÓN Y LOS ALIOARAGONESES DURANTE 1.0S SITIOS Df ZARAGOZA
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que han amagado una ofensiva, y dos días después destacan por su valor cuando estos atacan las posiciones españolas en Aibar y O'Neille ordena a parte de sus tropas, entre las que se encuentran los altoaragoneses de Perena, que avancen para sostener el ataque francés, lo que consiguen durante tres horas hasta que al final se ven obligados por la superioridad de los enemigos a replegarse sobre Aibar. Reunidas nuevamente las fuerzas, O'Neille, a las tres de la tarde, decide atacar a los franceses; para ello envía por Leache al comandante de Voluntarios de Aragón, Pedro Gasea, y al sargento mayor del Tercio de Huesca, Villacampa, con 400 hombres, y a las alturas de Olaz, a Perena con el resto de los voluntarios de Aragón y de Huesca sostenidos por los demás cuerpos, entre ellos los Dragones del Rey de Francisco Ferraz. Tras cuatro horas de combate y vivo tiroteo, los franceses son derrotados y obligados a retirarse a Monreal abandonando sus primitivas posiciones en Nardués. Los voluntarios de Huesca de Perena y Villacampa y los dragones de Ferraz aparecen citados en el parte de guerra que publicó la Gaceta de Zaragoza. Tras la acción, O'Neille pide a las autoridades de Jaca espoletas para granadas, estopines para obuses y otros pertrechos de guerra, y Perena, en su nombre y en el de sus oficiales y soldados, solicita a Palafox cambiar el nombre de Tercio de Huesca por el de Batallón Ligero de Huesca, con los beneficios y privilegios inherentes a los batallones del ejército regular, con lo que tendrán «la satisfacción de gozar de aquel privilegio que V. E. ha empezado a conceder». Viendo Palafox el valor de los oscenses, concede lo pedido y ordena que se organice un segundo batallón con las restantes tropas del corregimiento de Huesca, bajo el pie, orden y reglamento de los batallones ligeros, siendo su coronel Felipe Perena y quedando Villacampa al mando del primer batallón."' Durante la estancia del Tercio de Huesca en Sangüesa se realiza una averiguación contra Vicente Lasheras Orás, teniente de la 6d compañía, al existir una queja de los oficiales de los tercios. En esta averiguación actúa como fiscal el sargento mayor Pedro Villacampa y como secretario el ayudante Domec. Según parece, esos oficiales habían entregado una queja a Perena, que este traslada a Villacampa, en la que se manifiestan agraviados al conocer que Lasheras ha sido nombrado capitán de la citada compañía. El capitán Francisco Paúl, el teniente Carlos Warnbiteli y el subteniente Ángel Blanque Firman un oficio en su nombre y en el del resto de los oficiales donde dicen que Lasheras había estado años antes preso en Ceuta por haber robado un par de hebillas de plata cuando se hallaba de guarnición con su batallón en Cádiz.242
Situación en Huesca El día 30 de septiembre y por orden de la Junta Central había salido de Zaragoza, para auxiliar a las tropas del Ejército de Cataluña, la 2' división de la vanguardia del Ejército de Aragón, fuerte de más de 6000 hombres de infantería y mandada por Luis Palafox, marqués de Lazán, quien dejaría
para subteniente de la 6' compañia del 1" tercio, puesto que resulta vacante por ascenso de Simón Pardos, Joaquín Borgoñón, sargento primero de la 8° compañia del mismo, que lleva siete años de servicio, y para subteniente de bandera del 1" tercio, cargo que resulta vacante por pase a compañía de Pascual del Castillo, Pedro Hernández, sargento primero de la 2' compañía, que lleva siete años de servicio. Los oficiales para los que se solicita su despacho son: del 1'' tercio, el capitán José Boned y los subtenientes Manuel López, Mariano Ximénez, Vicente Beneded y 1-1. Zebrián; del 2°, el teniente Antonio Cabrero y los subtenientes Antonio Salazar, Miguel Castiella, Vicente Nogués, Manuel Aínsa, Vicente Lobera, Joaquín Lacueba, Mariano Vallés, Francisco Pascual, Sebastián Patiño y Simón García; del 3°, el capitán Francisco Beltrán, el teniente José Garcés y los subtenientes Felipe Valles. losé Lasierra, Manuel Porta, Manuel Sesé, Faustino Claver, Joaquín Garcés y Valentín Oliván. AMZ/AP: caja 8157, legs. 9-3/139, 9-3/140 y 9-3/141, Perena a Palafox, Sangüesa, 14 y 18 de octubre de 1808. 241
AGMS/HSD de Francisco Ferraz. AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/321, Perena a Palafox, Aibar, 27 de octubre de 1808; caja 2, leg. 2.8.3 (sign. ant.1, y caja 7, leg. 6.1.5 (sign. ant.). Alcalde, Historia; a, 21-22. GG del 25 noviembre de 1808. Gaceta Extra-
ordinaria de Zaragoza (en adelante GEZ) del 27 de octubre de 1808, Parte de la acción de Olaz, Sangüesa, 24 de octubre de 1808. La fecha de concesión del cambio de denominación del Tercio de Huesca es el 8 de noviembre. 242 Lasheras había solicitado el 28 de septiembre que se le aprobara el nombramiento de capitán que le hizo en agosto el gobernador de jaca. AMZ/AP: caja 8177. leg. 21.4/1, y caja 8157, legs. 9.3/135 y 9,3/136, Zaragoza, 28 de septiembre y 2 de octubre de 1808.
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poco después la capital aragonesa con su Estado Mayor.243 Con el fin de vestir a estos hombres, se había enviado un oficio a las justicias, ayuntamientos y curas de los corregimientos de Huesca y Barbastro para que exhortasen a los vecinos de sus pueblos a contribuir cada uno con las camisas que pudiese, y para hacerse cargo de las donaciones envía el marqués a su ayudante el teniente Salvador Villava a Huesca, con una nota para sus autoridades en la que expresa que los vecinos «harán un servicio el más señalado, contribuyendo cuanto permitan sus facultades con cualesquiera otras prendas de vestuario, calzado o con dinero y en general con cuanto pueda ser útil a la tropa, pues interesa el honor del mismo Reino el que sus soldados se presenten en el de Cataluña con toda la decencia posible». Una vez en Huesca, el 16 de octubre Villava se pone en contacto con las autoridades, les enseña la carta de Lazán y les informa del «deplorable estado de la tropa de su mando» y de la urgente necesidad de camisas y otros géneros.'" Jerónimo Castillón,'" maestrescuela de la Universidad, a la que también solicita ayuda Villava, contesta que ya no dispone casi de fondos, por lo que, «agotadas sus fuerzas, solo tiene que añadir el doble sentimiento de no poder socorrer al ejército que pasa a Cataluña ni poder dar más pruebas prácticas por este medio a su celo, amor y patriotismo». El 17 se reúne el Consejo de la Universidad, en el que participan el vicerrector Miguel López y los doctores Mateo Ara, fray José Gil, Ramón Laplana, Anselmo Malo, José María Puig, Vicente Diago, Leonardo Beyán, Joaquín Mayner y el maestro fray José Bonilla. El vicerrector manifiesta que han tomado las armas en la defensa de la patria muchos de los que estaban siguiendo la carrera literaria, entre ellos algunos doctores y catedráticos, y «que han de hacer falta para la enseñanza en el presente curso», por lo que para arreglar el plan y método que deba observarse este año, atendidas las circunstancias, se convoca a los tres catedráticos más antiguos de cada facultad, acordándose además la apertura del curso el día siguiente en la forma acostumbrada.'" El 19, se reúne la Sitiada del hospital de Huesca, en la que participan Diago y el obispo, además del secretario Villanova. En ella se leen sendas cartas de los curas de Broto y Fragen comunicando que han recogido como limosna para el hospital lana, mixtura y judías y varias fanegas de trigo; la Junta de Sitiada agradece las limosnas y solicita a los curas que «reduzcan a dinero esas limosnas» para eliminar los gastos que los portes ocasionarían. También se da cuenta en esta Junta de que «muchas estancias de los soldados enfermos en el Hospital están sin cobrar; que de la cárcel envían algunos presos por quienes tampoco pagan y lo mismo sucede con los franceses paisanos que están arrestados en el Colegio de San Bernardo», y se acuerda estudiar medidas para evitar esa falta de pagos.247
laca: actividad del tercio. Ataque de García Marín a Urdos El 1 de octubre se ordena que las compañías del Tercio de Jaca deben pasar revista de comisario el día 6 de cada mes;24" el 19 Palafox pone en conocimiento de Tinoco el nombramiento de Campos
245 Alcaide, Historia: 1, 8-9. Casamayor: 30 de septiembre. GZ del 1 de octubre. 244 AHPH/DUS: caja 224. Correspondencia,
Marqués de Lazán a los señores de justicia, Ayuntamiento y curas párrocos o
vicarios de los pueblos de los Corregimientos de Huesca y Barbastro, Pina, 10 de octubre, y Salvador de Villava, edecán de Lazón al rector y Claustro de la Universidad de Huesca, Huesca, 16 de octubre de 1808. jerónimo Castillón Salas nace en Punzan° en 1755. Doctor en Derecho Canónico por la Universidad de Huesca en 1779, provisor, vicario general y sacristán mayor de la Curia de Monzón, oposita en 1789 a la canonjía penitenciaria de Lérida y
245
durante doce años es vicario general de esa diócesis catalana. Dignidad maestrescuela de la iglesia de Huesca y cancelario de la Universidad de la misma, será diputado propietario por el partido de Huesca en las Cortes ordinarias de Cádiz. Gran Enciclopedia Aragonesa (en adelante GEA). 246
AHPH/DUS: caja 224, Correspondencia, Contestación del rector y Claustro de la Universidad de Huesca a Salvador de
Villava, edecán de tazón, Huesca, 17 de octubre. y caja 59, leg. 3. Actas de Maestrecolla del 17 de octubre de 1808. AMH/AD de 1821: Nueva instancia a las Cortes del obispo. Ayuntamiento, Cabildo Eclesiástico y Universidad Literaria de la ciudad de Huesca, Madrid. Imprenta que fue de Fuentenebro, año de 1812: 5, nota 15. 247 AHPH/LRS: 19 de octubre de 1808.
2 " AMI/CO: 1 de octubre de 1808.
I LVANI Af1/411F.NIO Y DI F 1NSA. FI Al YO ARAGÓN Y 105 Al TOMIAtiONKIS DIJKANIE I OS 911105 DI /AFIAGO/ A
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como teniente de rey interino de jaca,'" y el 22, debido a los abusos que cometen los oficiales de los tercios de Huesca y Jaca concediendo permisos, se ordena que no se autorice ninguna licencia sin que el gobernador o el comandante del tercio rubriquen su concesión. Ese mismo día se manda a los comandantes de todas las compañías del Tercio de Jaca que insistan a sus hombres en que cuando estén de guardia no se separen de su puesto hasta ser relevados. Días después, el 28, y para intentar evitar algunas faltas observadas en las compañías de Jaca, en las que no se cumple apenas nada de lo que manda la ordenanza del Ejército y el régimen militar, se ordena que los días de misa, un cuarto de hora antes del último toque, se presente cada oficial en su compañía para formar la tropa y conducirla a la iglesia en formación de columna. Al día siguiente se ordena que a las dos de la tarde se hallen formadas en cuadro al frente de sus cuarteles todas las compañías de los Tercios de Huesca y Jaca existentes en la plaza, incluida la de Alagón, para leerles un bando de Palafox.25° Mientras, en la zona de Canfranc, García Marin prepara una nueva incursión en el valle de Aspe, en Francia, teniendo como objetivo la importante fábrica de hierro colado existente en las inmediaciones de Urdos, de cuyos productos se proveía el ejército francés, que mantenía en dicha localidad y en pueblos cercanos un crecido número de tropas y cubría la fábrica con la avanzada de Peyranera, Una vez planificada la acción, García Marín divide sus tropas en dos grupos, uno de apoyo y otro de ataque, y les manda ocupar por la noche los pasos y alturas próximas al camino real francés."' Él mismo se sitúa en la cima del Somport con el grupo de ataque, con el que al amanecer desciende a territorio francés y sorprende a la guardia de la fábrica, que la desampara echando a correr, a excepción de cuatro o seis soldados, que son hechos prisioneros junto a una señora, la mujer del director de la misma. Ocupada la fábrica, es demolida y se destruyen las máquinas y utensilios; luego se queman todos los edificios y cinco grandes almacenes, después de haber recogido los útiles y efectos transportables de más importancia y muchos quintales de hierro y cobre para el servicio de la maestranza de artillería. Al poco, reforzados los franceses, atacan a los aragoneses, pero son contenidos y rechazados después de un combate de algunas horas; mientras, los prisioneros y efectos ocupados se ponen en salvo, aunque se considera conveniente dar libertad a la prisionera y, para que regrese a su pueblo con seguridad, ordena García Marín que sea escoltada por una partida al mando de un oficial hasta cierta distancia. Posteriormente, ese mismo día, sabedor de que la venta de Peyranera, que cubría el camino real y la entrada de Francia, es un punto muy ventajoso para las incursiones de los imperiales, García Marín la ataca y desaloja al destacamento apostado en ella. En estas incursiones se distingue el teniente
2" AMZ/AP: caja 8222, leg. 46-1/103. Palafox a Tinoco, Zaragoza, 19 octubre de 1808. No hay constancia de que Campos ocupara el cargo de manera efectiva, pues en el segundo sitio de Zaragoza lo veremos defendiendo la ciudad. '5° AMJ/CO: 22, 28 y 29 de octubre de 1808. Por estos días de octubre se encuentran entre otros prisioneros en la ciudadela de jaca el mayor general Latté, traído preso junto a un oficial polaco (AMZ/AP: caja 8222, leg. 46-1/100, Tinoco a Palafox, laca, 24 de septiembre de 1808), un teniente coronel, un capitán, algunos soldados trasladados desde Zaragoza y otros venidos de varios puntos y en distintos días, todos ellos de nacionalidad francesa, y además una partida de polacos que se trajo desde Sos. A los tres oficiales franceses se les socorre con 10 reales de vellón por día a cada uno para su plato, y la servidumbre, cama y demás gastos indispensables (AMI: caja 358, leg. 13, Estado que manifiesta los presos de varias clases que existen en la plaza de Jaca hoy día de la fecha con expresión de sus clases, destinos de donde han venido, a los cuales se les socorre a proporción de quién es cada uno y del caudal que hay en esta plaza, y caja 359, leg. 7, Notas con los nombres de los portugueses presos en la ciudadela y de los socorros que se dan a los 41 polacos que se trajeron de Sos. Ciudadela de San Pedro de Jaca, 2 de octubre de 1808). También ha estado en la ciudadela un general francés que ha sido hecho preso en su camino hacia Zaragoza (GZ del 1 de octubre de 1808). Tiempo después, y debido a que muchos de los oficiales españoles, cuando dan de comer a los franceses, «se detienen una o dos horas conversando con ellos», se manda que se limiten a darles la comida y regresar a su guardia IAMI/CO: 28 de diciembre de 1808). 251 Por un decreto imperial de 21 de julio se había ordenado construir un camino desde París a Zaragoza por Pau y Oloron,
estando ahora trabajando los franceses en los caminos y sendas que llevaban al puerto de Somport para que pudieran pasar solo caballerías de carga y con respecto a estas noticias decía la Gaceta: «los patriotas agradecerán la laboriosidad francesa y quizás piensen algún día en levantar un padrón que diga: Por aquí huyeron los franceses después de haber construido este camino». GZ del 5, GM del 11 y GG del 8 de noviembre de 1808: Noticia fechada en Jaca el 30 de octubre de 1808.
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VAN1AMIE NI( Y DI 11 NSA 1I Al II) ARAWN Y LOS Al IOARAGONI SI S DURANII
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Domingo José Fernández, comandante de la 7a compañía del Tercio de Jaca. Como represalia a estas acciones, el comandante francés Lomet ataca y arrasa el 27 de octubre el refugio de los altoaragoneses en la venta del hospital de Santa Cristina, lo que motiva su abandono definitivo. Al llegar el invierno, las tropas de García Marín, una vez impracticables los pasos fronterizos por la nieve, se retiran a Jaca para descansar, para trasladarse posteriormente a Zaragoza, como veremos más adelante."'
Situación en Fraga y Alcubierre (finales de octubre de 7808) El 22 de octubre toma posesión del cargo el nuevo corregidor de Fraga, Joaquín Fernández Company, y, al abandonar el cargo el gobernador saliente, Castel 2" pide a los regidores el abono de los gastos que supuso la manutención de la tropa enviada por el gobernador de Lérida y que certifiquen en acta el correcto desempeño de sus funciones «por haber restablecido la tranquilidad pública». Tres días después se recibe una orden de Lazán desde Lérida en la que este exige al nuevo corregidor que le remita diariamente y hasta nuevo aviso 3500 raciones de pan."' En tanto, en la villa de Alcubierre desde hacía dos meses se encontraban algunos soldados y un teniente con el objeto de detener a los desertores que pasaban por el camino de Barbastro a Zaragoza, debiéndolos mantener su Ayuntamiento con todo socorro, «además de tener que enviar a Zaragoza todas las raciones con que se le manda contribuir», por lo que el Concejo no dispone ya de fondos ni recursos para poder dar el socorro diario en lo sucesivo al destacamento citado, siendo además muy problemática la permanencia de esta fuerza en el pueblo, pues causa tanto escándalo que «han estado ya los vecinos para alborotarse al ver las insolencias que hace dicha tropa con las mujeres y el poco respeto que tiene a la justicia». Por todo ello el alcalde escribe a Palafox suplicándole que mande trasladar el destacamento a otro pueblo de esa ruta donde puedan hacer el mismo servicio y asistirles con el socorro diario."'
Los altoaragoneses en Zaragoza El 1 de octubre se celebran en la iglesia de Santa María Magdalena de Zaragoza las honras por el altoaragonés Joaquín de Cistué Puyuelo,256 muerto en su lugar de nacimiento, Estadilla, el 8 del mes anterior; al día siguiente, las compañías de Benabarre son destinadas a cubrir la puerta del Ángel con 1 oficial, 1 sargento, 2 cabos y 30 soldados, relevando a los de Barbastro. Debido a la falta de obreros y personal especializado en Zaragoza para «ocurrir a tanto trabajo como en ella se proporciona», y sabiendo que en varios cuerpos de la guarnición hay muchos soldados que podrían ser muy útiles, Manuel Cónsul había pasado el mes anterior un oficio para que estos se le presentaran con el fin de ser incorporados a las diferentes compañías de obreros. Algunos altoaragoneses, por ser artesanos o profesionales carpinteros, albañiles o trabajadores de profesión, solicitan su traslado unos a las compañías del batallón de gastadores y otros a la de operarios de la Real Maestranza de Artillería para continuar en ellas el servicio.'"
232 AHG: C8/18 y X112, Lomet a Berthier, 4 de noviembre. DPFZ: Certificación de Marín sobre el teniente Fernández, jaca, 11 de septiembre. GZ del 1, GM del 8 y GG del 11 de noviembre de 1808. García Marín, Memorias: 44-48. Serrano Montalvo,
Antonio, «La defensa de Canfranc en 1808», Argensola, 19 (1954), pp. 201-216. 253 El 18 de agosto el gobernador de Lérida habla designado como corregidor interino de Fraga al abogado de los Reales
Consejos Joaquín Castel, natural de Benabarre. AME: caja 137-1, Actas Municipales. 2" AME: caja 137-1, actas del 22 y el 25 de octubre de 1808. Berenguer: 42 y 44. 255 AMZ/AP: caja 8168, leg. 16.3/81, Joaquín Ramón, alcalde de Alcubierre a Palafox, 31 de octubre de 1808. 256 Noble de Aragón, barón de la Torre de Arias, regidor de Nobles de Zaragoza y de la Real Casa de Misericordia. 251 Al batallón de gastadores pasan del Tercio de Barbastro, de la 7' compañía, Agustín Lavilla y Nolasco Caballero; de la
3', Ildefonso Garcés y José de Nogueras, y de la de Monzón, José Senau. A las compañías de maestranza y para el taller de herrería pasa Braullo Campos, de la compañia de Bolea del Tercio de Huesca. AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.16/38, Manuel Cónsul al inspector de infantería, Zaragoza, 7 de septiembre; legs. 5.16/37 y 5.16/41, Informes sobre obreros, Zaragoza, 3 y 27 de octubre de 1808, y IQ, 2 de octubre de 1808. Casamayor: 1 de octubre.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: El. ALTO ARAGON Y LOS ALEOARAGONES[S DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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El día 6 Campos, al que se ha concedido el empleo de teniente de rey de Jaca, escribe a Palafox agradeciéndole la concesión y le solicita, tras hacer una exposición de sus méritos, que le otorgue el grado de coronel. Unos días después pide pasaporte para ir a Villamayor, Perdiguera, Leciñena y algún otro lugar a practicar algunas diligencias especiales, y a su vuelta a solicita el escudo de defensor de Zaragoza, el cual le es concedido.258 El 25 llega a Zaragoza desde Benasque Antonio Cornel, que tras el levantamiento del sitio había acudido a esa su villa natal a descansar y ahora se dirige a Aranjuez para ocupar el cargo de secretario de Estado y del Despacho Universal de la Guerra que le había otorgado la Junta Central un mes antes. Habiéndose presentado a Palafox, comen juntos y el benasqués recibe los parabienes de la tropa y oficialidad."' A finales de este mes, cubiertos los pasos pirenaicos por la nieve y sin posibilidad de que se produzcan incursiones o ataques franceses, Sangenís y sus tropas se retiran de la frontera marchando unos a Barbastro y Zaragoza para reunirse con el resto de las compañías de los tercios y reorganizarse; otros solicitan licencia para bajar a sus respectivas localidades, en las que son imprescindibles los hombres para la sementera, ya que la mayoría son labradores que dependen del producto de su patrimonio y hacen tanta falta en sus casas que apenas puede hacerse la siembra por falta de brazos. Además, estando estos soldados en sus casas, que quedan tan cercanas a la frontera, puede contarse con ellos en caso de alarma. Las licencias son autorizadas por el comandante general interino Joaquín Alberto Moner a cambio de que renuncien a favor del Erario Público al prest que se les adeuda o cedan parte de sus sueldos para los fondos del Ejército.m
NOVIEMBRE DE 1808 Situación en Huesca
Habiendo ordenado Palafox el 26 de octubre realizar un nuevo alistamiento en Huesca, 26' para cumplir lo mandado el Ayuntamiento oscense acuerda avisar por bando a los comprendidos en el edicto a fin de que acudan sin falta «por sí o por medio de sus padres, amos o deudos a alistarse con los apercibimientos que correspondan, para poder resolver lo que convenga y proceda según se manda en la citada orden» y el alcalde hace presente una orden del Consejo de Castilla por la que se manda celebrar en todo el reino el establecimiento de la Junta Central Suprema y General de Gobierno con tres noches de iluminación y repique de campanas. Se acuerda realizarlo el domingo, lunes y martes vinientes. El 27 se reciben en Huesca unos oficios del gobernador y comisario de guerra de Jaca y del comandante de Biescas, Manuel de Dios, pidiendo el socorro para las raciones de la tropa existente en esos lugares y, finalizando el mes, José Zatornil, subteniente del 1cr batallón de voluntarios de Aragón, pasa con un pequeño destacamento por algunos pueblos ordenando a «las justicias, dueños temporales, perceptores de diezmos, arrendadores de primicias y todo vecino pudiente» que entreguen los granos, harinas, ganados, menestras y demás provisiones que no necesiten para sus casas y familias y que se disponga su transporte a Zaragoza facilitando al efecto carros, caballerías y conductores, «todo sin excusa
511 AMZ/AP: caja 8222, leg. 46.1/62, Campos a Palafox, Zaragoza, 6 de octubre; leg. 46.1/63, Palafox a Raimundo Andrés,
Zaragoza, 7 de octubre, y leg. 46.1/65, Campos a Palafox, Zaragoza, 21 de noviembre de 1808. 259 Casamayor: 25 de octubre. 26° De estas peticiones y de la respuesta de Moner se conservan media docena en el ARF: caja 74, leg. 2, Expediente de las
cuentas del mes de septiembre desde el 17 que llegó D. fosé de Sangenfs en adelante. Bielsa. 1808. 261
Por estos días llegaron a Huesca el general Aréizaga y su ayudante Mina. El guipuzcoano Aréizaga estaba retirado y resi-
día en Goizueta (Navarra), mientras que Javier Mina era navarro y había estudiado en Pamplona, donde entabló amistad con Aréizaga, quien se constituye en su protector. Iniciado 1808, se traslada Mina a estudiar a Zaragoza y a primeros de otoño Aréizaga le pide que vaya a reunirse con él en Goizueta. Ambos se trasladan a finales de octubre a Sangüesa, donde conocen y hablan con Perena. Desde Huesca Aréizaga y Mina marchan a Zaragoza, donde queda este mientras aquel va a entrevistarse con Castaños. Luis Guzmán, Martín, Mina el Mozo, héroe de Navarra, Bilbao, Espasa-Calpe, 1932: 8-40.
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ni la más mínima dilación, para asegurar la subsistencia de la capital y del numeroso Cuerpo de tropas que la guarnecen y en que estriba su defensa así como la de todo el Reino y la de sus individuos». Unos días después es el teniente Alonso Otero, con otro destacamento, el que pasa con una comisión similar.262
Cambios en el Tercio de laca El 14 de noviembre Tinoco es nombrado coronel y, no pudiendo compaginar sus tareas de gobernador con las de instrucción y organización del tercio, de las que se ha hecho cargo por no ser el comandante interino Pedro Ena un hombre capaz, solicita la venida de un oficial competente para asumir el mando del tercio. Para ello se designa a José Garcés de Marcilla, barón de Andilla, permaneciendo como comandante hasta su llegada Ena, lo que no gusta al sargento mayor, José Antonio García, ayudante de la ciudadela, que cree ser él quien debe asumir el mando hasta que se presente el barón de Andilla. Ante estas pretensiones, Ena escribe a Palafox exponiéndole que al ser el único capitán fue nombrado comandante interino del Tercio de Jaca por Tinoco, por lo que cree que las demandas de García son absurdas, y solicita se le conceda a él en propiedad la comandancia del tercio, aunque el ahora inspector de Infantería, Manuel de Peñas, indica que no ha lugar lo pedido al estar ya conferida la comandancia del tercio al barón de Andilla.263 El día 12 realiza todo el servicio de guardias y retén el Tercio de Huesca, y al día siguiente lo hace el de Jaca, alternando de esta forma en lo sucesivo hasta otra disposición, advirtiéndose a los que estén de servicio que observen la más exacta vigilancia y que los centinelas den con sumo cuidado la contraseña en voz alta y de uno a otro cada cuarto de hora. Este día 13 se manda que en adelante se toque llamada a las cuatro y cuarto de la tarde, debiendo formar las compañías para pasar lista, hecho lo cual tocará el tambor la oración y, después de tocada, formará cada compañía un círculo para rezar el rosario, y una vez concluido se retirarán a sus cuarteles. El día 30 sale de Jaca Prudencio Estaún con 25 hombres para Tiermas y unos días después marcha a Sarsa un destacamento de 50 hombres. Por estas fechas se dan nuevas normas para la vigilancia de Jaca.'"
La batalla de Tudela (23 de noviembre de 1808) Entre el 1 y el 17 de octubre habían llegado a Tudela los generales González Llamas y Villava, con sus divisiones, y Castaños, que va a hacerse cargo del Ejército del Centro, en el que se han de agru-
262 AMH/AD de 1808: actas del 4 y el 27 de noviembre. 26 '
El barón de Andilla habla nacido en Alcañiz en 1764. Caballero de Malta, se halló en el sitio y defensa de Orán y parti-
cipó en la campaña del Rosellón en 1793. AMI: caja 8156, Ieg. 8.2/183, Pedro de Ena a Palafox, laca, 7, y Manuel de Peñas a Palafox, Zaragoza, 14 de diciembre. AMZ/AP: caja 8222, legs. 46-1/104 y 46-1/105, Tinoco a Manuel de Peñas, Jaca, 20 de noviembre, y Tinoco a Palafox, laca, 7 de diciembre de 1808, 2"
La plana mayor del Tercio de Jaca está constituida en esta época por Pedro Ena, capitán de la 6' compañía, como coman-
dante interino, José Antonio García como sargento mayor y Mariano Ciria como ayudante interino, siendo la oficialidad de las compañías la siguiente: 1'. teniente José Torres y subtenientes Manuel Berbiela y Ramón Pérez; 2', teniente Luis Tinoco y subtenientes Bonifacio Illarregui y Ramón Soler; 3", subteniente Ramón Larraz; 4', teniente José María Fernández y subtenientes Esteban Orós y Fernando Marín; 5', teniente y capitán de llaves de la plaza, José Rodríguez, y subtenientes José Monárriz. Felipe Jimeno y losé Latas; 6°, capitán y comandante del tercio Pedro Ena, teniente Mariano Sánchez y subtenientes Sebastián Cañamero y Antonio Belio; 7', teniente Domingo José Fernández y subtenientes losé Arada y José Navarro; 8', capitán Manuel Diez y teniente losé Nolivos; 9°, teniente Prudencio Estaún y subtenientes Matías Frutos y Pedro Martínez; 10", subteniente Mariano Lope. AMJ: caja 358, legs. 13 y 15, Copia de Reales Despachos, y CO: 2 de septiembre, 1 de octubre, 9, 11, 13, 29 y 30 de noviembre y 3 de diciembre. AMZ/AP: caja 8222, leg. 46-1/99. Tinoco a Palafox, laca. 6 de septiembre, y caja 8150, leg. 5.8/12, Primer Tercio de Jaca. Estado que manifiesta la fuerza con que se halla este cuerpo con expresión de nombres y fechas de sus despachos, de los oficiales que lo componen, como también el importe de haberes de pagas y pres1 de tropa en cada mes, Jaca, 16 de septiembre. DPFZ: José María Fernández a Palafox, Zaragoza, 4, y Domingo José Fernández a Palafox, Zaragoza, 18 de octubre de 1808.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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par los de Andalucía, Valencia, ambas Castillas y Extremadura, juntamente con un cuerpo auxiliar inglés, pero Castaños encuentra solo en Tudela a los de Castilla, Valencia y Aragón. Conocedores de estos movimientos, los franceses comienzan a tomar posiciones en el interior de Navarra, mientras Napoleón, que en vista de la situación ha decidido ocuparse personalmente de la campaña, ordena la concentración de numerosas tropas sobre el río Bidasoa, en la frontera con España, y cruzando el 8 de noviembre el Bidasoa por Irún se presenta ese mismo día ante su hermano José en Vitoria y entra en Burgos el día 11. El 19 ordena al mariscal Lannes que con tropas de elite recién venidas de Francia se una a Moncey para dirigirse contra la línea de Zaragoza a Tudela que defienden Castaños y Palafox, a quienes se enfrenta el 23 de noviembre. Ese día, iniciado el ataque, O'Neille ordena al altoaragonés Francisco Ferraz salir con un escuadrón de sus dragones y el 1" de voluntarios de Aragón para echar a las avanzadas del enemigo de las embocaduras de las calles tudelanas, a las que obligan a retirarse poco a poco, con lo que se consigue que el ejército pueda formar sus líneas de batalla. En esos momentos, Palafox marcha a Zaragoza, consecuente con su idea inquebrantable de que era en Zaragoza «donde se lograría escarmentar a los franceses», dejando en Tudela a su segundo, O'Neille, al mando del Ejército de Aragón. Castaños dice al ayudante de Palafox: «¿Que se va a Zaragoza el señor Palafox? ¡Pues dígale usted que este es su ejército y puede llevarse cuantos ordenanzas quiera; que si él se va, yo me quedaré y que lleve buen viaje!». De este modo, Castaños se ve solo para enfrentarse a Lannes y, tras horas de combate y después de una resistencia honorable, toda la línea española se repliega en desorden sobre el camino de Zaragoza. En la batalla, por la mañana, la división de Fiballer, donde forman los voluntarios de Huesca, se destina a las alturas de Cabezo Malla, pero antes de que pueda tomar posiciones en él es ocupado por el 117° francés y, como la posición es clave, Castaños ordena un contraataque que sostienen los voluntarios de Huesca por el flanco izquierdo. Fiballer consigue expulsar de sus posiciones a los franceses, que se retiran con grandes pérdidas, aunque ya por la tarde los imperiales vuelven a atacar y ocupan Cabezo Malla expulsando a los españoles, que son dispersados y cargados por la caballería francesa. Francisco Ferraz también participa activamente en estos combates al mando de sus dragones; por la tarde manda la caballería del ala derecha y logra salvar una parte de la infantería. Tras la derrota, Castaños se dirige hacia Borja y a Zaragoza las divisiones de Saint-March, FibaIler y Villava, con parte de las de Roca y Villariezo. La consecuencia más inmediata de esta derrota es el segundo asedio de la ciudad de Zaragoza, donde se refugian estas divisiones. El mariscal Lannes, resentido tras la batalla de unas dolencias antiguas, cede interinamente el mando a Moncey, ordenándole perseguir sin tregua a los derrotados españoles, entre ellos Perena, que, eludiendo la persecución, llega al atardecer del 26 a la capital aragonesa y tiene la satisfacción de ver reunido allí el resto de su batallón y que sus hombres todavía conservan sus fusiles.265
2" AGMS/HSD de Francisco Ferraz. AMI: Relación, 299. AMZ/LA: Actas Municipales de 1808, 28 de noviembre. ASHM: Colección Documental del Fraile, XXXVI, 32, Manifiesto del general Castaños a la junta Suprema Central Gubernativa del Reino, 33-34. 43-44 y 55-60. Alcaide, Historia: a, 20-29 y 304-315, nota 2, Parte oficial de lo batalla de Tudela de O'Neille,
Illueca, 24 de noviembre. Balagny, commandant breveté, Campagne de l'Empereur Napoléon en Espagne. 1808-1809. París / Nancy, Berger-Levrault, 1902: 1, 88, y II, 291-297, 299-304 y 551-553. Calama Rosellón, Argimiro, La guerra de la Independencia en Soria, La Rioja, Navarra, La Batalla de Tudela: 23-X1-1808, Madrid, Ministerio de Defensa, 1996: 188. Casamayor: 17 de octubre y 2, 4 y 6 de noviembre. GG del 8 de noviembre de 1808. Gómez de Arteche: Iu, 350 y 354-360. Priego: iii, 61-62 y 115-134. Sañudo: 93-99. Entre las bajas oscenses se contó la de Manuel AYsa, herido gravemente por un casco de metralla, el cual suplica a Palafox que para su restablecimiento le dé licencia para pasar a Huesca. AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/171, Zaragoza, 29 de noviembre de 1808. En Calatayud Castaños recibe una real orden del ministro de la Guerra, el benasqués Antonio Cornel, por la que las divisiones de O'Neille y Saint-March quedan agregadas a su Ejército del Centro, orden que resulta ya tardía.
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DICIEMBRE DE 1808
Mequinenza y Fraga Tras la desgraciada batalla de Tudela, entre los que regresan a Zaragoza se encuentra el general Aréizaga. Presentados nuevamente los franceses ante la ciudad y siendo urgente procurar refuerzos que desde el exterior auxilien a los sitiados, Palafox da órdenes al respecto y manda a su hermano Francisco que, ayudado por Aréizaga, reclute en las poblaciones ribereñas del Ebro cuanta gente pueda. Con este objetivo, Aréizaga y sus oficiales, Javier Mina entre estos, a finales de diciembre llegan a Mequinenza, donde Francisco quiere organizar, con el auxilio de Valencia y Cataluña, una división que desde Fraga, por Monzón y Leciñena, venga a caer sobre la retaguardia enemiga en la ribera izquierda. Aréizaga recibe el encargo de organizar la infantería de esta nueva división y es ayudado por Mina, que, cumpliendo su misión, tan pronto anda por los Monegros y la sierra de Alcubierre como por Lérida o Huesca. Paulatinamente las necesidades de las tropas españolas van en aumento y en consecuencia las exigencias se hacen cada vez mayores; así, Fraga debe encargarse del aprovisionamiento del castillo de Mequinenza, a lo que se resiste el Ayuntamiento por entender que sobrepasa sus obligaciones y escapa a sus posibilidades, ya que las arcas están vacías. Por estos días de finales de diciembre, el comerciante Cortadellas tiene dificultades para exportar sus granos por Mequinenza al haberse embargado los barcos, por lo que manda que se vendan los granos de Zaidín y Osso o que sean llevados a Lérida por vía terrestre, guardándose la mínima cantidad posible de grano en Ontiñena, aunque a los pocos días rectifica y manda que se lleve a Monzón, ya que enviarlo hacia Cataluña podía exaltar más los ánimos.'66
Jaca: situación de su tercio. Llegada de los Tiradores de Doyle y del barón de Andilla A pesar de todos los esfuerzos de los jefes y oficiales, la situación logística del Tercio de jaca, que tiene sus seis primeras compañías en Jaca y las cuatro restantes en Canfranc, deja mucho que desear respecto a percepción de haberes, vestuario, armamento y alojamiento, y así, de las 500 camas que hay en la ciudadela, la mayor parte las ocupan los artilleros y los tercios de Huesca, quedando solo para los de jaca 200, por lo que la mayoría duermen en el suelo. Por ello se escribe al regidor jaques Manuel de Inca'67 «para que se sirva tomar la providencia que halle por conveniente a fin de remediar tan urgente necesidad». En cuanto a vestuario, el tercio no ha recibido prenda alguna, ignorándose el uniforme que ha de usar el oficial que se lo quiera hacer, y estando los soldados «todos en cueros», pues la mayor parte son de casa pobre y algunos van «en cuerpo de camisa», y todos en general, como no tienen más que la ropa puesta, «se llenan de miseria por falta de mudas de ropa limpia», ya que ni de sus casas se la traen ni a ellos se les puede permitir el ir a mudarse a causa de lo distantes que están. En lo que atañe al armamento, únicamente hay unos 500 fusiles, no todos útiles, por lo que no se puede completar la instrucción, y no hay canana o cartuchera alguna, lo que obliga a llevar las municiones en el bolsillo, de modo que por una parte se inutilizan muchas de ellas y por otra el soldado se expone a que se le incendien. Finalmente, el tercio tiene solamente una caja de guerra, «que toca un joven que se vino de los voluntarios de Tarragona» desde Pamplona, y el día que este enferma o se le rompe el parche, «queda este Cuerpo a la sordina». Al no haber llegado todavía persona alguna para ocuparse de la comandancia del tercio, como lo había solicitado anteriormente, Tinoco reclama un oficial de cualidades competentes, pues él no puede atender el gobierno y organizar a la vez la instrucción de la tropa, y el día 11 el sargento mayor
2" AMF: caja 137-1, acta del 31 de diciembre de 1808. Berenguer: 44-45 y 55. Luis Guzmán: 42 y 44-46. Manuel de Inca Yupanqui nació en Cuzco, del linaje de los antiguos incas. Venido a España se educó en el Seminario de Nobles de Madrid y fue nombrado comisario de guerra e Intendente Interino del Ejército de Aragón en septiembre de 1808; al mes siguiente pasó como ministro de la Real Hacienda a laca, donde fue designado regidor. 161
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del tercio, José Antonio García, ahora comandante interino en lugar de Ena, escribe nuevamente al inspector solicitando reconozca al tercio, le dé numeración en los regimientos de nueva creación y lo provea de oficiales, armas y uniformes. Mediado el mes e intentando paliar las deficiencias del Terdo de Jaca se comienzan a enviar oficiales cualificados, como Pío Ambrós, que nombrado capitán primero del batallón de Jaca solicita pasaporte para salir de Zaragoza e incorporarse a ese batallón.'" El 28 de noviembre anterior había dado Palafox orden a Domingo Brun, apodado Chandón, para que con los patriotas de Echo colaborara con un comisionado enviado por él a Jaca a destruir la importante fábrica navarra de bombas de Orbaiceta antes de que los franceses pudieran apoderarse de ella. Chandón se había excusado diciendo que no tenía más de 30 hombres, por lo que el comisionado escribe a Palafox explicándole la mala actitud y disposición de Brun y la conveniencia de enviar un batallón como refuerzo a la guarnición de Jaca, que solo cuenta con su tercio y hay rumores de movimientos franceses en esa parte de la frontera."' Para atender la petición de su comisionado, Palafox decide enviar a Jaca al recién creado batallón ligero de Tiradores de Doyle, organizado el 1 de diciembre por el general inglés Charles William Doylem con la fusión de varias compañías de voluntarios navarros y aragoneses. El batallón, vestido y armado al modo inglés a expensas de Doyle, recibe su nombre y se pone al mando del teniente coronel Juan O'Ryan y Maimó.21 Ordenada su marcha, el batallón parte el 14 hacia Jaca, adonde llega el 18; siendo el camino sumamente duro «por la desnudez y los excesivos fríos», un elevado número de soldados enfermos quedan rezagados en el camino. El 20 llegan el barón de Andilla, nombrado comandante del Tercio de Jaca, y el comandante del batallón de Doyle, y al día siguiente el nuevo jefe del tercio escribe a Palafox comentándole la desnudez y falta de armamento de los hombres y diciéndole que ha dado comienzo a su reorganización, para lo cual ha optado por darles el nombre más sencillo de Batallón de Leales de Jaca, «con las armas de esta ciudad, en virtud de ser todos de la patria», a lo que accede Palafox autorizando además a poner las armas de Jaca en sus banderas.'" Debido al frío, el
268 AMI: caja 359, Documentos sueltos, Sargento mayor de Jaca a Manuel de Inca, Jaca, 14 de noviembre, y Sargento mayor de Jaca al inspector, laca, 4 y 11 de diciembre de 1808. AMZJAP; caja 8222, Ieg. 46-1/105, Tinaco a Palafox, paca, 7; caja 8150, leg. 5.8/12, Estado que manifiesta la fuerza con que se halla el Primer Tercio de Jaca, Jaca, 16, y caja 8156, leg. 8.2/205,
Ambrós a Palafox, Jaca, 17 de diciembre de 1808. A Pío Ambrós lo habíamos visto en junio de 1808 en Monzón organizando el levantamiento junto a Campos. 289 AMZ/AP: caja 1, Ieg. 1.3.3. Casamayor: 14 de diciembre. 27° Nace en 1770 y en 1808 es enviado a España en 1808 con las misiones de poner de acuerdo a los Líderes españoles entre si, ayudar a la formación de los ejércitos españoles y coordinar la ayuda inglesa. Tras desembarcar en La Coruña marcha a
Madrid y después a Zaragoza, adonde llega el 10 de septiembre. Es nombrado por Palafox mariscal de campo del Ejército español, distinción que Doyle agradece ofreciendo su sueldo y emolumentos de ese grado para alivio de los zaragozanos. En 1810 se encuentra en Alicante; en 1811 es hecho teniente general en Cataluña yen diciembre de ese año defiende la idea de un único uniforme para la infantería, Terminada la guerra, regresa a Inglaterra. Luego se traslada a París, donde muere en 1842. Pl
Natural de Palma de Mallorca. AHPH/PN: notario Camilo Torres Tapia de Jaca, prot. n° 7443, ff. 4-7v, Testamento de Juan O'Ryan y Maimó, 20 de febrero de 1809. El resto de la plana mayor lo formaban Andrés Eguaguirre y Miguel Eraso como comandantes agregados, Manuel Solano (a quien después encontraremos como jefe de una importante partida) como sargento mayor, el capitán Cándido Mesa como ayudante mayor, José Guironer como ayudante segundo y Joaquín Elizondo como subteniente de bandera. AMZ/AP: caja 8150. leg. 5,8/48, Tiradores de Doyle, Zaragoza, 12 de diciembre de 1808. 272 AMJ/CO: 19 y 20; caja 359, Documentos sueltos, 21, y caja 358, leg. 13, Relación de los oficiales que componen este cuerpo hoy día de la fecha, Jaca, 21 de diciembre de 1808. Las cuatro compañías restantes estaban en Canfranc, siendo la plana
mayor y la oficialidad de las seis primeras la siguiente: comandante barón de Andina, sargento mayor José García, ayudante mayor Antonio Alba, ayudante segundo Mariano García y abanderado Francisco Marín; 1' compañía, capitán primero Luis Llamas, capitán segundo José Antonio Nolivos, tenientes Juan Francisco Vivanco y José Torres, subtenientes Fernando de Soto y José Ramón García; 2', capitán primero Alberto Soler, capitán segundo Francisco Cabrera, tenientes Domingo Fernández y Ramón Soler, subtenientes losé Monarriz y Bonifacio Illarregui; 3', capitán primero Andrés Pérez, capitán segundo Mariano Palacio, tenientes Prudencio Estaún y Matías Frutos, subtenientes Luis Hernández y Ramón Larraz; 4', capitán primero Manuel Díez y Marín, capitán segundo Manuel Lavara, tenientes Andrés Bustamante y José María Fernández, subtenientes Antonio Martínez y José Letos. 5'; capitán 1" Luis Tinaco, capitán 2° José Rodriguez, tenientes José Rodríguez y Pedro Martínez, subtenientes Evaristo Gan y Felipe Jimeno; 6', capitán primero Pedro Ena, capitán segundo Vicente Cazar, teniente Mariano Sánchez, subtenientes Cosme Miranda y Antonio Bello.
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comandante de Doyle solicita ponchos para abrigar a la tropa, y ante la demanda de un comisionado de Palafox de hombres para ayudarle a destruir la fábrica de bombas de Orbaiceta, O'Ryan le manifiesta que no puede proporcionárselos pues no quiere enojar más a sus cansados, enfermos y contrariados soldados. Al parecer, el principal motivo de enfado entre sus hombres es que O'Ryan ha hecho fusilar en el camino a uno de sus voluntarios sin darle tiempo a confesarse. Sea por este motivo o por su negativa a auxiliar al comisionado, O'Ryan será enseguida encarcelado en la ciudadela y apartado del mando.'"
Los altoaragoneses en Zaragoza (el 20 Batallón Ligero de Huesca, el de Pardos de Barbastro y el Ligero de Torrero) Mientras en Alagón Moncey y Ney preparan las operaciones de sitio, este recibe una orden terminante de Napoleón para salir tras Castaños, orden que obedece de inmediato dejando a Moncey en Alagón, desde donde envía partidas de reconocimiento a los alrededores de Zaragoza. Ante la presencia de estas partidas, Palafox convoca una junta de generales, a la que asiste Perena, y se toman diversas medidas, entre ellas cubrir el puente de América con el batallón de voluntarios de Huesca y otros cuerpos. Moncey, que tras la marcha de Ney no tiene fuerzas suficientes para iniciar un sitio en regla, se queda en Alagón para esperar refuerzos, lo que aprovecha Palafox para organizar la defensa, secundado por los tenientes generales Butler y O'Neille"A y asistido por el mariscal de campo Luis Villava como comandante de artillería y el coronel altoaragonés Antonio Sangenís del Cuerpo de Ingenieros. El día 5 de diciembre, al correr la voz de que una poderosa división francesa va a entrar en España a través de los valles de Arán y Benasque, Palafox comisiona al comandante del resguardo, Martínez, para que se informe y tome las disposiciones oportunas, dando el capitán general una proclama a los habitantes de la frontera del Pirineo, «defensores de las montañas del norte de Aragón», en la que les invita a participar de la gloria de los defensores de Zaragoza haciendo frente a esos franceses."' Encerradas en la capital las tropas, que esperan un inminente ataque francés, se solicita ayuda a todos los pueblos vecinos, y desde Poleñino se colabora con envíos de suministros de alimentos y gra no.276 Tras el combate de Olaz, Palafox había autorizado que el Tercio de Huesca 277 pasara a llamarse le' Batallón Ligero de Huesca, quedando bajo el mando efectivo de Villacampa, batallón que el día 13 se sitúa en Torrero y desde allí hace un reconocimiento de la línea situada frente a la Aljafería y que se prolongaba más allá de los Tejares, destruyendo dos campamentos franceses a pesar de la resistencia. Dos días después Villacampa sale con sus voluntarios de Huesca para hacer otro reconocimiento, esta vez hasta Casetas, en el camino de Alagón, punto ocupado por los napoleónicos y tres días más tarde desaloja a unas avanzadas imperiales de los olivares inmediatos a Casablanca y Torrero,27"
7" AMZ/AP: caja 16 y caja 1, leg, 1.3.3 (sign, ant.), Informe a Palafox, Jaca, 18 de diciembre de 1808 y Relación individual. 27 O'Neille morirá, como consecuencia de las heridas recibidas en la defensa de Zaragoza durante su segundo sitio, el 24
de febrero de 1809. cuatro días después de rendida la plaza. 215
Alcaide, Historia: u, 35-36 y 40-41. Ese mismo día 5 muere en Zaragoza al altoaragonés Pedro Cornel Ferraz, vocal de la Junta de Hacienda de Zaragoza, administrador general de Rentas del Reino de Aragón, tesorero de Bulas, caballero de la Orden
de Carlos III, miembro de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. Al día siguiente se oficia su funeral en la Iglesia de la Santa Cruz, con asistencia de muchas autoridades. Casamayor, 8 de diciembre, y GEA. 276 AHPH, Archivo familiar de Torres Solanot len adelante AHPH/AFTS): F-7/19. 2" Cuya plana mayor en esta fecha estaba formada por el coronel Felipe Perena, el sargento mayor Pedro Villacampa, el ayudante primero jerónimo Luzón, el ayudante segundo Rafael Cortés, el abanderado Joaquín Vicente, el capellán Hilarlo Fraga, el cirujano Benito Domec y el tambor mayor Juan Morte. AMZ/AP: caja 5. leg. 4,4,1 (sign. ant.), Por estos días tam-
bién consta como capitán de este batallón el turolense Sixto Aquavera. 375 AGMS/1-15D de Pedro Villacampa.
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Con Villacampa al mando del 1° de Huesca, Palafox, ante la inminencia del segundo sitio, envía a Perena a Huesca para organizar un segundo batallón con las restantes tropas del corregimiento, y al primogénito del marqués de Ayerbe y a Juan Pedrosa 2" a Barbastro para reunir y coordinar los auxilios de ese corregimiento para la capital, debiendo organizar además allí Pedrosa un batallón del que sería comandante y que llevaría el nombre de su antiguo y extinto batallón, Pardos de Ara-
gón (que también sería conocido como Pardos de Barbastro),28° con los restos de las compañías de ese corregimiento aún existentes en los puertos de Bielsa y Plan y algunos nuevos reclutas de Barbastro, Mequinenza y Benabarre."' El día 13 salen de Zaragoza Perena hacia Huesca y Pedrosa hacia Barbastro para organizar sus batallones, los cuales, una vez formados, y según los planes de Palafox, se deberían unir a fray Teobaldo Rodríguez, 2"2 que en la sierra de Alcubierre y siguiendo sus órdenes estaba reuniendo los soldados y pequeños destacamentos españoles que tras la derrota de Tudela y el avance francés hacia Zaragoza habían quedado aislados fuera de la ciudad y dispersos por los corregimientos de la orilla izquierda del Ebro, para con todos ellos formar un ejército auxiliar o columna volante que quedaría al mando de Perena, con el fin de intentar ayudar a Zaragoza desde el exterior. Llegado a Barbastro, Pedrosa contacta con Andreu, a quien, tras haber colaborado con Sangenís en la organización de los tercios de Barbastro, se le ha concedido el retiro; sin embargo, tras la derrota de Tudela y el comienzo del segundo asedio, se ofrece a Palafox, quien lo destina a instancias de la Junta de Barbastro como comandante militar a ese corregimiento.2"3 Auxiliado por Andreu, Pedrosa reúne a los pocos voluntarios que aún permanecen en la ciudad, hace bajar a las compañías que cubren los puertos de Bielsa y Plan, realiza un nuevo alistamiento y, llevado de un excesivo celo, envía dos oficiales al vecino corregimiento de Benabarre para aumentar el número de voluntarios, pero ante las quejas del comandante de armas de ese corregimiento, Ramón Garcés, que como antes se ha dicho está planeando a su vez la formación de un batallón con el nombre de Tiradores de Ribagorza, tiene que desistir de ello.2B4 Por su parte, Perena, en Huesca,'" comienza a dar los primeros pasos para organizar el 2" batallón ligero, pero en esta ocasión no tiene tanta facilidad para formarlo como la tuvo al inicio de la guerra, pues muchos oscenses se hallan ya peleando en Zaragoza o vigilando el Pirineo, los pueblos
22" López Novoa: i, 378. Pedrosa, casado con una barbastrense, en junio de 1808 habla sido autorizado por Palafox para reclutar mozos de diez pueblos situados entre Tudela y Zaragoza y formar un batallón con el nombre de Pardos de Aragón, con el cual participa en la defensa de Zaragoza durante su primer sitio. El batallón es disuelto a finales de octubre de ese mismo año, aunque poco después Pedrosa se hace cargo de los restos, a los que reúne en una sola compañía, con la que participa en la desgraciada jornada de Tudela del 23 de noviembre de 1808. y se refugia en Zaragoza, donde Palafox le envía a organizar un nuevo batallón en Barbastro. Guirao, Don José Sangenfs. 28C La denominación de pardos no se debía, como algunos creen, al color de sus uniformes, ya que carecieron de cualquier clase de equipo y llevaban tan solo escarapelas rojas corno distintivo. Al parecer, el término pardo hacia referencia a un paisano no instruido militarmente, en contraposición con los blanquillos o soldados del ejército regular.
Casasnovas Sanz, Manuel, «Barbastrenses que más se distinguieron en los Sitios de Zaragoza», en Publicaciones del Congreso Histórico Internacional de la Guerra de la Independencia y su Época (1807-1815): y, 146. Pano: u, 20. '82 ASIL: E25/1; E25/7; E23/9 y E23/27. Teobaldo era un fraile cisterciense natural de Madrid que se encontraba como lector
del colegio de Alcalá de Henares a finales de mayo de 1808, cuando el abad de ese colegio recibe una nota en la que se exige la sumisión al nuevo régimen napoleónico. Fray Teobaldo se niega a aceptar y marcha a Zaragoza, donde conoce a Palafox, quien le destina a inspeccionar las obras de defensa. 283 El retiro se le habla dado a Andreu sin él solicitarlo, ya que en octubre de 1808 su anciano padre, «lleno de ajes y temien-
do quedarse solo en su decrepitud», pues su otro hijo estaba también incorporado en el servicio, había pedido a Palafox por mediación de su tío, el conde de Sobradlel, el retiro de Joaquín, que le fue concedido. AMZ/AP: Relación confidencial de Andreu. 2" AMZ/AP: caja 18, Ramón Gorcés a Palafox, Benabarre, 16 de diciembre de 1808. 285 En Huesca se encontraba desde el día 4 de este mes de diciembre la Diputación de Navarra, que había abandonando
Pamplona para instalarse sucesivamente en Agreda, Tarazona y Tudela y, al ocupar los franceses esta ciudad el 23 de noviembre anterior, se trasladó finalmente a Huesca bajo la presidencia del abad del monasterio de la Oliva, Pascual Belio. Gil Novales, Alberto, «Huesca decimonónica, 1808-1874», en Carlos Laliena Corbera (coord.), Huesca: historia de una ciudad, Huesca, Ayuntamiento, 1990: 334.
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IIVANIAMIINIO Y DI ikNSA FI ATTO ARAGÓN Y 105 Al IOARAGONLSTS DURANTE I OS 511105 0k ZARAGO/A
están exhaustos tras medio año de ayudas en víveres y caudales a la causa de Zaragoza y el armamento disponible es insuficiente; no obstante, se le ofrecen de inmediato algunos voluntarios para iniciar la organización, como Miguel Lapiedra, de Huerrios, 286 y con el fin de recaudar fondos Perena oficia conjuntamente con el alcalde de Huesca, Lobera, a la Junta de Hacienda de la Universidad para que entregue al depositario Azlor la cantidad de 100 000 reales de vellón en metálico para ayudar a costear el prest a las tropas que están reuniendo."' Pero la celeridad de los acontecimientos es tal que, cuando el 21 de diciembre se presentan los franceses de nuevo ante Zaragoza al mando del mariscal Moncey, ni Perena ni Pedrosa han podido completar todavía la formación de sus batallones, aunque, como veremos a continuación, no tardarán en cumplir su misión. En tanto, en Zaragoza José Sangenísm es nombrado comandante del Batallón Ligero de Torrero, organizado oficialmente el 1 diciembre con 1009 plazas y con la base del antiguo batallón de Barbastro, teniendo como segundo a Domingo Gelabert. El batallón de Torrero al día siguiente es destinado al cuartel de Jesús y, entre otros, son nombrados segundos capitanes Martín Lucas Arcaine, 289 Ramón Foncillas, Mariano Zerulla, Ramón Luis Aineto,"° Martín Carasol y Mariano Castillón, y subteniente Juan Pina. Durante este mes de diciembre el batallón de Torrero hará servicios en la puerta del Ángel, en el puesto de Casablanca y en las alturas de la Bernardona, con destacamentos para cubrir guardias y servicios en la puerta de Santa Engracia, parque de artillería, San Juan de los Panetes, Palacio Viejo, Casas de la Ciudad y otros. Por otra parte, dado que de los muchos enfermos que hay en el cuartel algunos han hecho venir a sus padres para asistirles y como las ocupaciones que estos dejan en sus casas y los gastos que su ausencia y la enfermedad les ocasionan no les permiten permanecer con ellos hasta su total curación, Sangenís solicita que se les dé licencia para que vayan a restablecerse en sus casas «con menos gasto y penuria de las familias y mayor consuelo y asistencia de los enfermos». Poco después, el teniente del batallón Antonio Fernández, enterado de que se halla vacante el empleo de ayudante en la plaza de Jaca, suplica se le conceda."'
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Según el memorial presentado por Lapiedra, «hallándose estudiando Moral en el Real Monasterio de Montearagón en el
que obtenía el cargo de secretario de Cámara del muy ilustre señor Abad de dicho Real Monasterio y hallarse tonsurado, ocurrieron las novedades de la invasión de los franceses» y se alistó en los tercios de Huesca, en los que Perena le confirió una plaza de sargento. AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/214. Terminada la guerra, Lapiedra ejercerá la carrera eclesiástica como presbítero y prior de San Cosme de Guara en Huesca. 287
AHPH/DUS: caja 224, Correspondencia, Perena y Lobera a la Universidad. Huesca, 26 de diciembre de 1808.
288 Sangenís en Zaragoza estaba dedicado a reorganizar las compañías que Palafox había reunido terminado el sitio en el
llamado Batallón de Barbastro, concediendo y firmando despachos de mando a muchos oficiales de ellas, como a Joaquín Ayerbe Castillón, capitán de uno de los tercios destinados a Bielsa que, deseando seguir en el Ejército, fue destinado al batallón de pardos de Pedrosa y a atender las numerosas peticiones de toda índole que le solicitaban muchos ciudadanos del corregimiento de Barbastro reclamando para ellos mismos o para sus hijos la licencia del Ejército, aunque otros deseaban quedarse en Zaragoza, como Mariano Marín, mancebo cirujano alistado en la 8' del 1" Tercio de Barbastro que ejerció su cargo de practicante de cirugía en el hospital militar de San Juan de Plan, por lo que suplicó se le concediera un cargo similar en la capital aragonesa para quedar libre del ejercicio de las armas, ya que en la misma compañía está alistado un hermano suyo; sin embargo, otros fueron licenciados, como por ejemplo José Escudero, Felipe Laiglesia, Manuel Frontons, Antonio Castel y José Salas. AMB: 2.1.5.1, Solicitudes de exención, año 1808. AMZ/AP: Solicitudes de Joaquín Ayerbe; caja 8154, legs. 7-2/274, 275 y 276, Licencias concedidas por Sangenfs, y legs. 7-2/277 y 281, Despachos de concesión de mando otorgados por Sangenfs; caja 8156, leg. 8.2/134, Marin a Palafox, Zaragoza, 18 de octubre, y caja 8151, leg. 6.1/66, Batallón Ligero de Torrero: Indice de las órdenes recibidas en el mes anterior, Zaragoza, 1 de diciembre de 1808. 289 Nacido en Barbastro, estudió en su seminario conciliar y luego en la Universidad de Zaragoza; alcanzó los grados de bachiller en Leyes y bachiller y doctor en Cánones entre 1803 y 1806. Elegido teniente de la 7° del 1" Tercio de Barbastro el 4 de junio, enseguida ascendió a capitán. AGMS/HSD de Martín Lucas. 7" Capitán de la 4' del 1" Tercio de Barbastro, el 30 de agosto, y tras manifestar que se encuentra enfermo y «con la salud
quebrantada y teniendo que recoger algunos reales y dejar arregladas las cosas de su casa para poder continuar el servicio», había solicitado permiso para trasladarse a Barbastro, donde recibe el nombramiento de capitán de la 1' compañía a petición «de los curas, Ayuntamientos y mozos» de Salas Altas y Bajas. AMZ/AP: caja 8181, leg. 22.8/88, Aineto a Palafox, Zaragoza, 30 de agosto y 16 de noviembre de 1808. 791
AMZ/AP: caja 8179, leg. 22.2/6; caja 8147, leg. 3.3/2; caja 8151, leg. 6.1/67, Sangenfs a Manuel de Peñas, Zaragoza, 14
de diciembre, y caja 8156, leg. 8.2/203, Fernández a Palafox, Zaragoza, 17 de diciembre de 1808.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: El ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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Por otra parte, en esta reorganización que se hace en Zaragoza de compañías y batallones buscan acomodo oficiales sobrantes sin cargo. Así, solicitan su pase al Cuerpo de Caballeros Infanzones del Reino el capitán de Barbastro José Andreu,'" el subteniente Manuel Paúl y el soldado Antonio Sampériz, y los oscenses Agustín Latre y Teodoro Ladrón de Cegama y Claver, que desean sentar plaza en ese mismo batallón, escriben al Ayuntamiento de Huesca para que les certifique que son vecinos de Huesca de la clase de nobles, condición necesaria para formar parte de ese cuerpo. Al Real Cuerpo de Artillería pide su agregación el belsetano Lobera, teniente del cantón de Bielsa. Al ligero del Carmen, los tenientes José Sanchón, José Arnal y Juan Moncasi; al de Voluntarios de Aragón, el sargento Agapito López; al 2° ligero de Zaragoza, el teniente Pedro Nogués y los capitanes Pedro Arnillas, Mariano Bretón y Martín Panzano; a este último, capitán de la compañía de Ballobar, Chalamera y Ontiñena, Palafox le nombra segundo capitán. Con el mismo fin de obtener un cargo en los nuevos batallones, Manuel Pitarque, capitán de una de las compañías de Barbastro, que al haberse transformado el Tercio de Barbastro en Batallón Ligero de Torrero y haberse concedido ya las plazas de oficiales, ha quedado sin colocación alguna, suplica se le conceda una plaza de teniente que se halla vacante en el regimiento de Leales Zaragozanos, lo que Palafox le concede. También Pablo Heredia, capitán de la compañía de Graus, que se halla en Zaragoza sin destino alguno, solicita pasaporte para incorporarse a su compañía, lo que le es concedido.'" Los altoaragoneses desean participar no solo en el aspecto militar, sino también en el humanitario, como dos frailes de Tamarite, fray Manuel de Santa Bárbara y fray Cayetano de San Miguel, que mediado el mes escriben a Palafox solicitando trabajar en hospitales zaragozanos para atender a los enfermos y a los heridos que se puedan producir. Palafox, el día 20, pasa esta instancia a los comisionados de hospitales para que en su vista expongan lo que tengan por conveniente, y el barón de Purroy, regidor del Hospital General de Zaragoza, unos días después emite un informe favorable a la incorporación de los dos carmelitas al trabajo hospitalario diciendo que son sumamente necesarios, por la mucha falta que hay, en el de Misericordia.'"
La columna móvil de Wouillemont Como se acaba de decir, después de la marcha de Ney tras Castaños, Moncey se retira a Alagón, desde donde solicita ayuda a Napoleón, y este ordena prepararse para este fin a la división de Musnier, que se encuentra en Calatayud, y al V Cuerpo de Ejército de Mortier, duque de Treviso, que acaba de cruzar la frontera franco-española por Irún y marcha en dirección a Pamplona, para acudir en ayuda de Moncey en cuando estén listos, mandando además que una columna móvil se desplace desde Francia a Jaca con el fin de ocuparla, proteger la espalda a Moncey y tener el camino abierto a través de los Pirineos para enviar material y víveres al ejército francés, que va a poner sitio nuevamente a Zaragoza, por el puerto de Somport. Esta columna, de efímera existencia puesto que tres meses después será extinguida en la confusión más extrema, fue puesta al mando del
192 José Andreu Claven hermano de Joaquín, en junio de 1808 fue nombrado capitán de la 4" del 1" Tercio de 8arbastro.
Rendida Zaragoza, se fugó a Valencia. Llegó a coronel y murió soltero en Zaragoza en 1855. 2" AMH/AD de 1808: documento del 9 de diciembre. AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/224,
Lobera a Palafox, Zaragoza, 28 de diciembre de 1808; caja 8151, leg. 6.1/66 y 68, Batallón Ligero de Torrero: índice de las órdenes recibidas en todo el mes anterior del inspector general, 1 de diciembre de 1808 y 1 de enero de 1809; caja 8156, leg. 8.2/167, y caja 8165, leg. 14.2/150, Panzano a Palafox, Zaragoza, 21 de noviembre de 1808 y 16 de diciembre de 1814; caja 8156, leg. 8.2/190, Pitarque a Palafox, Zaragoza, 12 de diciembre, y leg. 8.2/177, Pablo de Heredia al inspector de infantería, Zaragoza, 3 de diciembre de 1808. 2" La carta de los frailes dice: «Excmo. Sr., dos religiosos carmelitas descalzos sacerdotes, con el permiso de su prelado,
movidos de celo y patriotismo por nuestra religión, por nuestro rey y amada patria y deseando ser útiles a la Nación en circunstancias tan críticas, recibirán suma complacencia y satisfacción si V. les favorece destinándolos a los hospitales para socorrer a sus más caros compatriotas en sus enfermedades, ya con el auxilio de los santos sacramentos ya en otros ministerios personales o en aquello que V. juzgase conveniente». AMZ/AP: caja 8156, leg. 8.2/188. Tamarite, 10 de diciembre de 1808.
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I I VANIAMIENIO Y DEI ENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS Al TOARAGONESES DURANTE 1.05 SITIOS DE ZARAGOZA
general Wouillemont y organizada a finales de noviembre de 1808, cuando con la llegada del invierno y la caída de las primeras nieves, que cerraban el tránsito por los puertos, las tropas departamentales en la frontera pirenaica estaban inactivas. Y como, según las órdenes de Napoleón, «todo efectivo excedente debía acudir a las necesidades de otro lugar», el emperador, ordena que se reúnan los cazadores de montaña de los Bajos y Altos Pirineos y los del Ariége.2" A primeros de diciembre comienzan a reunirse en Pau las unidades que van a constituir la columna, y el día 4 llega el Batallón de Cazadores de Montaña de los Altos Pirineos, recientemente organizado,296 salido de Tarbes con el comandante Montesquiou y el capitán Castelbajac297 como ayudante mayor a su cabeza, mientras que el del Ariége, mandado por el general Latour, le sigue una semana más tarde, aunque con numerosas bajas por deserción en sus filas al conocer los hombres que su destino era España.'" Una vez formada, la columna debía marchar sobre Jaca con vistas a someter la región y abrir una comunicación con las tropas que iban a volver a sitiar Zaragoza, pero al no poder llevar artillería ni carros por Somport y Canfranc debido a la nieve y no tener acceso a Jaca por ese lado, Wouillemont, aconsejado por Lomet, decide tomar esa plaza del revés, es decir, remontando el río Aragón, aunque esa solución presentaba el inconveniente de alargar el camino y obligar a pasar por todos los valles que descendían del Pirineo, que sería preciso, por tanto, registrar a medida del avance. Decidido, pues, el camino, Wouillemont sale a mitad de diciembre yendo por Saint-Jean-Pied-de-Port a Roncesvalles y con la idea de descender por el valle del Irati hasta su confluencia con el Aragón para remontar enseguida este con destino a Jaca. Pero el gobernador de Navarra le ordena acercarse a Pamplona, pues Junot, del que depende ese sector, ha retirado la mayor parte de sus fuerzas para dirigirlas contra Zaragoza para emprender el segundo sitio.299
2" Bonaparte, Napoleón, Correspondance t: xvm-45 y 62, n' 14454 y 14475, Napoleón a Berthier, 8 y 16 de noviembre de 1808. 2"
Constituido en Arreau el 7 de septiembre con ocho compañías, las cuatro primeras con hombres de la Guardia Nacio-
nal y las otras cuatro con prófugos del departamento, tenía una media de insumisos (prófugos o desertores) superior a la del resto del país, pues ofrecía zonas propicias para esconderse. Sarramon, Napoléon: 63. 292 Franlois Joseph de Montesquiou habla nacido en Gers en 1757 y era coronel de caballería. Castelbajac, en 1809, casará con la nieta del conde de Cabarrús, ministro español del rey José. 298 AHG: C8/18,
Wouillemont a Berthier, 1 y 2; AD del Ariége: R3, Lomet a Berthier, 3 de diciembre de 1808.
299 Sarramon, Napoleon: 82-83.
SEGUNDO SITIO DE ZARAGOZA (21 DE DICIEMBRE DE 1808 — 20 DE FEBRERO DE 1809) PARTICIPACIÓN DE LOS ALTOARAGONESES EN LA DEFENSA INTRAMUROS
E
L 19 de diciembre, Moncey recibe en Alagón a Mortier y, reunidas sus tropas, emprenden la marcha sobre Zaragoza. Llegan a la vista de la ciudad el día 20 y reparten sus divisiones para formalizar el sitio, ocupando la división de Grandjean el monte Torrero, en el que se
encontraba el ter batallón de Huesca, que debe retirarse al Arrabal, y a las ocho de la mañana
del día 21 de diciembre de 1808 la artillería francesa inicia el cañoneo de la ciudad, comenzando así el segundo sitio de Zaragoza. De inmediato una división francesa al mando de Gazan se dirige contra el Arrabal zaragozano, en el que se encuentran los altoaragoneses José Sangenís, con el batallón de Torrero, y Villacannpa, con el de Huesca. Este recibe orden de destacarse a las alturas de San Gregorio y, advertido de que por su espalda vienen tropas francesas superiores en número, manda cortar la acequia en el soto de Mezquita para inundar los campos y al grueso de su batallón le ordena replegarse por el camino de Barcelona, conteniendo en lo posible a los imperiales para dar tiempo a que lleguen refuerzos. Al mediodía se divisan nuevas tropas francesas que intentan un ataque definitivo contra el Arrabal y, después de numerosos combates en los que participan activamente los de Huesca, a las cinco de la tarde se retiran ambos contendientes."° En esta acción destaca el capitán de Voluntarios de Huesca Pedro Perena, sobrino de Felipe y oscense como él,"' y el «lucido y bravo batallón de los jóvenes y bisoños estudiantes de Huesca que hizo prodigios de valor y cuya intrepidez y marcial ardimiento fue a la par de los más veteranos guerreros». 302 El día de Navidad salen los voluntarios de Huesca al mando de Villacampa hacia el soto de Mezquita y las inmediaciones de Juslibol; consiguen desalojar de sus puestos avanzados a los napoleónicos y apoderarse de dos cañones, aunque finalmente deben replegarse hacia Zaragoza."' El último día del año, sábado, y con el fin de efectuar un reconocimiento, sale una columna de Zaragoza en la que forma nuevamente el batallón de voluntarios de Huesca a las órdenes de Villacampa, y este manda que se adelante un destacamento para batir la derecha de la Aljafería. Pero, observando que las avanzadas de los franceses se refuerzan, determina distribuir el batallón de Huesca por varios puntos; los oscenses consiguen desalojar de sus posiciones a los imperiales, que
'°() Alcaide, Historia: u , 28, 46 y 48-56. El parte de esta acción, fue publicado en la GZ del 24 de diciembre de 1808. 101 Pedro Perena en julio de 1808 se había alistado en los tercios organizados por su tío. Fue designado teniente de la 7'
compañía y ascendido en septiembre a capitán segundo de la 6' y en diciembre a capitán primero. 302 AMH/AD de 1821: Nueva instancia a las Cortes, 5. nota 15. En este batallón militaba Braulio Foz Burges. nacido en 1791 en Fórnoles lTeruel), conocido por su obra Vida de Pedro Saputo, natural de Almudévor, escrita en 1844. Foz habla estudiado Humanidades y estaba en Huesca ampliando dichos estudios en 1808, siendo uno de los numerosos universitarios aseen-
ses que se pusieron a las órdenes de Felipe Perena. 903
Alcalde, Historia: r, 67.
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LEVAN I AMIIN [O Y DEI ENSA: f I Al TO ARAGÓN Y LOS ALIOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
se retiran hasta la Almozara, donde, reforzados por tropas de refresco, cargan contra los de Huesca, que se sostienen en sus puestos hasta que la superioridad de los franceses, que han preparado algunas piezas de artillería, obliga a Villacampa a retirarse hasta la batería de la puerta de Sancho, donde recibe orden de retirarse a la plaza del Portillo. Villacampa, en el parte que da de esta acción, recomienda «a los oficiales y soldados del batallón que con tanto valor, intrepidez y bizarría se portaron en las dos acciones», en particular al primer capitán Pedro Mendieta 3" y al segundo Antonio Morera, y entre los soldados a Manuel Avellanas, Ramón Juan, Francisco Palús, Pedro Pérez segundo, Leandro Mené y Clemente Francisco, «que se distinguieron cuando se desalojó al enemigo de la acequia de Almozara». Las bajas oscenses son el segundo capitán Antonio Morera y el teniente Joaquín Borgoñón, heridos; el segundo capitán José Sierra y el subteniente Paulino Domec, contusos; 1 sargento, 1 cabo y 2 voluntarios muertos, y 2 sargentos, 4 cabos y 30 voluntarios heridos. Al día siguiente, Palafox, como premio al valor de los participantes, entre los que también está el capitán oscense Pedro Perena, herido levemente en los combates, concede una cinta encarnada para que la lleven en el pecho todos los que se encontraban en la acción.}°' El día 2 de enero un destacamento sale de Zaragoza hacia el vado del Gállego para cruzarlo y hostigar a las guerrillas francesas que por allí había, apoyando esta acción el l er batallón de Huesca, que se coloca en la torre del Arzobispo. Unos días después, el 10, es relevada la tropa que guarnece el convento de San losé por otras fuerzas, entre las que se encuentran el batallón de Huesca, que toma posiciones a la derecha del convento, y los suizos del barbastrense Casamayor,}" que lo hacen a la izquierda. Tras varios intentos de ocupar el fuerte la noche de ese día 10, las baterías francesas inician al día siguiente un bombardeo tan intenso que a los pocos minutos todos los muros caen derribados y los defensores quedan al descubierto, hasta que finalmente, no pudiendo resistir más el fuego, Renovales, comandante del puesto, ordena abandonarlo.>" Villacampa, que ha sido ascendido a coronel,'" es destinado con su batallón de Huesca a defender el convento de Santa Mónica, en el cual ordena realizar tareas de fortificación, construir para-
304 Nacido en Aguaron (Zaragoza), comienza su carrera militar en 1796 como cadete del 2° Batallón Ligero de Voluntarios
de Aragón, donde alcanza el grado de subteniente en 1800 y el de teniente en 1804. Con este empleo llega a Zaragoza al terminar el primer sitio; es ascendido a capitán y destinado a la 3° compañía del Tercio de Huesca, con el que participa en la salida del 31 de diciembre. 103 Los oficiales y suboficiales de H uesca que participaron en esta acción eran: plana mayor, comandante accidental Pedro Villacampa, primer ayudante el segundo capitán Gerónimo Luzón y segundo ayudante el teniente Rafael Cortés; primeros
capitanes, Macario Iguera, Rafael de Arcas, Pedro Perena. Francisco Paúl y Pedro Mendieta; segundos capitanes, Pedro Cazcarra, José Sierra, Ramón Jimeno, Ventura Sopena y Antonio Morera; tenientes, Pascual del Castillo, Mariano Jiménez, Manuel Porta y Joaquín Borgoñón; subtenientes, Pedro Hernández, Paulino Domec, Vicente Benedé, Antonio Salazar, Vicente Nogués, Benito Oliva y Juan Torres; sargentos primeros, Joaquín Basa, luan Pérez, Ambrosio Martínez, Ramón Benedicto, José Barraca, Miguel Górriz y Antonio Posadas; sargentos segundos, Mateo Artieda, Vicente Lacambra, Demetrio Lacambra, Custodio Avellanas, Narciso Capella, Francisco Regalas, Valentín Marañón, Simón Benedi. losé Alamán, Matías Salas, Mariano Abad, Tomás Borderas, Tomás Martínez, Lucas Tierra, Martín Visuales, Diego Gratal, Manuel Balaguer, Lorenzo Fatás, Manuel Losmozos, Sebastián Leda, Manuel Calatayud, Miguel Betrán, Manuel Alamán y Nicolás Cabrero. AMZ/AP: caja 8147, leg. 3.3/60, Butrón a Palafox, Zaragoza, 31 de diciembre de 1808, caja 8157, legs. 9.3/142 y 9.31143, Villacampa a Butrón, Zaragoza, 1 de enero de 1809. Alcaide, Historia: u, 69-71. 105 Pablo Tomás Casamayor nace en Barbastro en 1777 y marcha muy joven a Zaragoza. Iniciado el levantamiento, Palafox
le encarga el mando de una compañía de suizos y extranjeros que toma el nombre de Cazadores Extranjeros de Casamayor, con la que participa en la batalla de Alagán yen la de las Eras, en la que resulta herido. El 4 de agosto destaca en las acciones de la Magdalena, donde toma un cañón formando su tropa desde la puerta Quemada hasta la casa de Tarazana. En la mañana del 5 ataca a los bonapartistas que ocupan el convento de San Francisco y resulta ligeramente herido de nuevo en esta operación. Por sus servicios en este primer sitio se le conceden los escudos de distinción de defensor de Zaragoza. En el segundo sitio se distingue al mando de su regimiento. que ahora se llama Suizos de Aragón, además de en la defensa de San José (por la que es ascendido a coronel), en las acciones del 2 y el 19 de enero de la torre del Arzobispo y Lapuyade y en la del 23 contra las baterías francesas frente a la puerta del Carmen. En febrero, el 8 desaloja al enemigo del convento de San Lázaro y el 16 es herido otra vez y queda prisionero de guerra. AGMS/HSD de Pablo Casamayor. Casasnovas: 125-135. }°/ Alcaide, Historia: u, 81, 89-91, 94-97. 1°8 AGMS/HSD de Pedro Villacampa.
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Convento de Santa Mónica, en Zaragoza. (Foto: Fernando Alvira lizano)
petos, aspillerar los muros interiores y preparar la defensa. La noche del 26 al 27 los franceses ocupan el molino de aceite de Goicoechea, posición inmejorable para batir y atacar el convento, y los soldados imperiales se aprestan en sus trincheras para el asalto. La primera columna francesa, mandada por el comandante Stahl, se lanza sobre la brecha practicada en un muro que cerca un terreno contiguo al convento, pero los oscenses, que dominan la zona desde las terrazas altas del edificio, los reciben con descargas cerradas de fusil. Sorprendidos por tal granizada de balas, y tras perder en breve tiempo un gran número de hombres, los franceses se retiran a sus trincheras. Corno es más que probable que estos ataques se repitan, se manda a un destacamento del batallón de guardias españolas que se halla cerca de la puerta Quemada que pase a reforzar el puesto de Santa Mónica, contra el que los enemigos inician de nuevo su fuego artillero con una intensa lluvia de metralla y granadas que se abate sobre la terraza alta del convento, de modo que la batería francesa número 13 consigue abrir una nueva brecha en los muros más grande y más accesible, no pudiendo ser contestado dicho ataque por carecer los defensores de artillería. El 28 por la noche, Villacampa y sus hombres se ven obligados a refugiarse en los claustros. Amparados en la oscuridad, los cazadores franceses avanzan hacia la brecha y escalan las ruinas. Los de Huesca, ante la imposibilidad de defenderse en el jardín, escaso de parapetos, y ante el intenso fuego francés, se retiran a los pisos interiores y desde allí arrojan gran cantidad de piedras y granadas sobre los imperiales, que han quedado abajo. Los soldados de Napoleón no saben qué hacer; dudan y se quedan parados, y en ese momento una parte de los oscenses baja al jardín y a la bayoneta les acomete furiosamente. El combate cuerpo a cuerpo es terrible, 60 voluntarios de Huesca caen muertos, pero al final se logra expulsar a los imperiales fuera del convento. En la madrugada
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LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: Cl At O ARAGÓN Y LOS AL FOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
1. Molino de aceite. 2. Calle de Pabostre. 3. Puerta del molino. 4. Corral. 5. Eras de San Agustín. 6. Calle de la Diezma. 7. Corral de Santa Mónica.
8. Jardín de Santa Mónica. 9. Convento de Santa Mónica. 10. Calle de Palomar. 11. Iglesia de Santa Mónica. 12. Parapetos de cajones. 13. Corral. 14. San Agustín.
A y B. Brechas realizadas por la batería n° 9. C, D. E y F. Brechas realizadas por las baterías n°' 9 y 11.
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Plano de Santa Mónica. (Dibujo del autor) del 29 los franceses redoblan su fuego de un modo extraordinario y mientras se espera el asalto caen dos bombas seguidas sobre las obras que sostienen el arco de la puerta, único paraje de comunicación con la ciudad. Emboscados en las casas de la calle del Pabostre, que bordean el convento, los imperiales atacan nuevamente sin éxito el parapeto defendido por los soldados de Villacampa en el claustro de Santa Mónica. Convencido Lannes de que la única forma de apoderarse del convento es su total destrucción, ordena que la artillería de batir, los morteros y los obuses no paren de bombardear hasta asolar totalmente el edificio. La orden del general francés es cumplida a rajatabla: durante seis horas, sin descanso, permanece la artillería bombardeando las posiciones españolas. Villacampa manda a sus hombres tapar las brechas y boquetes producidos por el bombardeo con tablas, sacos de lana y cajones de fusiles llenos de tierra y piedras. Con todos estos materiales forman un improvisado parapeto tras el que se resguardan los oscenses. Los zapadores franceses y polacos de la Legión del Vístula, animados por el derrumbe del edificio, atacan fieramente. Protegidos por el parapeto y desde las ventanas, los de Huesca disparan a bocajarro sobre el enemigo, el cual se ve forzado a huir una vez más, dejando sobre el terreno gran cantidad de bajas. Por dos veces más son rechazados los franceses y, al no ver ya ninguna posibilidad de tomarlo, se deciden a minarlo, pero problemas técnicos de desniveles impiden que la mina se pueda llevar a cabo, por lo que vuelven a iniciar un feroz bombardeo sobre las ya ruinas de Santa Mónica. Los defensores siguen aguantando el bombardeo refugiándose donde pueden y por fin, el día 30, al no poder mantenerse por más tiempo en el jardín, vuelven a tomar posiciones en el claustro. El tercer piso del convento, prácticamente sin muros que lo sostengan, cae sobre el segundo, y este sobre el primero, el cual, no pudiendo soportar todo el peso del edificio, cae sobre el claustro, en donde se hallan la mayor parte de los aseen-
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE EDS SITIOS DE ZARAGOZA
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ses, que perecen aplastados, al igual que la tercera parte del destacamento de guardias españolas que había acudido de refuerzo. Los sobrevivientes intentan desenterrar y sacar a sus compañeros, pero los franceses que se acercan se lo impiden. Aún algunos voluntarios se ocultan tras los restos de las escaleras tiroteando y arrojando granadas, pero nuevas tropas francesas entran en el edificio y sorprenden a los escasos defensores entre dos fuegos, lo que, unido a que Villacampa se encuentra herido, obliga a los supervivientes a escapar del convento a través de un agujero abierto en una pared del claustro alto; por esa pequeña abertura logran salir unos pocos hombres, entre ellos Pedro Perena, que transportan a Villacampa. El resto jura morir antes que rendirse y perece peleando heroicamente. El convento de Santa Mónica fue para los oscenses una enorme tumba y una de las mayores gestas y ejemplos de valor y heroísmo realizados por los hijos de Huesca. 309 Villacampa, herido y magullado, es trasladado a casa de su gran amigo Matías Torres, comandante del Regimiento de Fieles Zaragozanos, y allí, mientras convalece de sus lesiones, recibe su despacho de brigadier concedido por Palafox con fecha 30 de enero; restablecido en pocos días, pasará al Arrabal hasta la rendición de la plaza. 51° Conocedores de los aprietos de Villacampa en Santa Mónica, muchos de los defensores de Zaragoza habían acudido a prestar su ayuda, entre ellos el jaqués mosén Manuel Cajal de Benavides, regente de la Seo y beneficiado del Pilar, que, puesto a la cabeza de los vecinos armados de su parroquia, viene a las mónicas a pesar del fuego francés y rompiendo tabiques colabora en su defensa y ayuda a escapar por los agujeros hechos a los altoaragoneses supervivientes.'" Como se ha dicho, al iniciarse el segundo sitio se encontraba en el Arrabal losé Sangenís con el Batallón Ligero de Torrero, parte del cual es destinado al convento de los trinitarias. Durante este sitio, José Sangenís, al frente de su batallón, combatirá en San Agustín y en las mónicas, en el molino de aceite y en el reducto del Pilar sobre el puente del Huerva, donde también se encontraba el defensor de Canfranc Fernando García Marín. Conociendo los franceses su importancia estratégica, no perdonan medio alguno para conseguirlo, y enfilan contra el reducto cuatro baterías que lo baten por todos sus costados hasta que en un asalto final es ocupado la noche del 15 de enero. Días después, el 25, el batallón de Torrero con Sangenís a su frente se distingue en la defensa de la huerta de Santa Clara y del Jardín Botánico, cuando los franceses intentan entrar en la ciudad por ese punto y, amparados en la oscuridad, se introducen dentro de la huerta de Santa Engracia, anexa al jardín, pero son rechazados. El 4 de febrero, poco antes de la rendición de Zaragoza, quedan únicamente en activo 188 soldados de los más de 1000 que tenía inicialmente el Batallón Ligero de Torrero, es decir, durante este segundo sitio la mayoría de los barbastrenses de este batallón perecieron por la epidemia o en los combates contra las tropas napoleónicas.312
309 Alcaide, Historia: a, 145-159. Casamayor: 26-30 de enero. Torcal: 257-260. Entre las bajas estaba el capitán Pedro Mendieta, que, ascendido ya a coronel, muere en las brechas de este convento el 29 de enero de 1809. 31° AGMS documentos de Pedro Villacampa, DV.IMG3/7.k y 7.m. Matías Torres era coronel de Infantería y posteriormente
seria ayudante general de la División de Aragón. que Villacampa organizará en el Bajo Aragón. 311 Gil Domingo, Agustín, El clero en los Sitios de Zaragoza, Zaragoza, Asociación Cultural Los Sitios de Zaragoza, 1991 (VI
Premio Los Sitios de Zaragoza): 50-51.
312 AMZ/AP: caja 8145. leg. 1.2, Defensa heroica del reducto de! Pilar, enero de 1809 (anónimo), LO y hoja de servicios de losé Sangenís. Alcaide, Suplemento: «Estado de la fuerza efectiva y disponible de todas armas de la guarnición de la plaza de Zaragoza en 1° de enero y en 4 de febrero de 1809» y «Estado de los principales puntos de defensa en el segundo sitio y de los comandantes y cuerpos que ha podido averiguarse estuvieron en ellos». Casamayor: 25 de enero. Entre los supervivientes estaba el capitán barbastrense losé Costa Pano, que se alista en los tercios de Barbastro en junio de 1808 acreditando saber leer, escribir, aritmética y dibujo natural. El 5 de junio es elegido teniente primero de la 4' del 1" Tercio, con la que marcha al valle de Plan. Venido al auxilio de Zaragoza en julio, se halla en las acciones de Villamayor, vados del Gállego, casas del Coso y puerta del Portillo, Se incorpora al Batallón Ligero de Torrero cuando este es organizado. AGMS/NSD de losé Costa y Pano.
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IIVANIAKIIINlü Y PU NISA II AJO ARAGON I OS Al IOARAGONI.SIS DLIRANr1 10', %MOS (11 /APAGO/A
LA AYUDA ALTOARAGONESA EXTRAMUROS Ya se ha dicho cómo Palafox había ordenado a fray Teobaldo trasladarse a la sierra de Alcubierre para reunir y recoger los pequeños destacamentos españoles que la llegada de las primeras avanzadas francesas a las proximidades de Zaragoza había dejado aislados fuera de la ciudad y dispersos por los corregimientos de la orilla izquierda del Ebro, así como a los soldados que escapaban de los campos de prisioneros franceses e intentaban regresar a sus tierras o a sus unidades de origen a través de amplios rodeos para evitar a las tropas napoleónicas, como sucedió con cuatro soldados valencianos que se presentaron al capitán al mando del puesto de Robres, Francisco Castillón, diciendo que habían escapado de Navarra y pretendían llegar a Valencia,'" y con todos ellos, unidos a [os batallones que estaban organizando Pedrosa en Barbastro y Perena en Huesca, formar un ejército auxiliar o columna volante que quedaría al mando de este último, para intentar socorrer a Zaragoza desde el exterior en el más que probable caso de que los franceses llegaran a cercarla de nuevo, lo cual, como se acaba de decir, se produce el día 21 de diciembre. Ante el sitio francés, Teobaldo prepara las operaciones estableciendo una disciplinada organización militar: los pueblos altoaragoneses asentados en el borde nororiental de la sierra de Alcubierre, Lanaja, Robres, Senés y Torralba, forman el centro de la línea; la Hoya de Sariñena constituye la retaguardia y la vía de comunicación con los corregimientos de Barbastro y Lérida; al sur de la sierra de Alcubierre, en el santuario de Nuestra Señora de Magallón, en las alturas de Leciñena y al nivel de Perdiguera se sitúa la vanguardia, y por fin, Alcubierre es el cuartel general de fray Teobaldo, desde donde se coordinan todas las actividades, mientras que Felipe Perena tiene inicialmente su área de influencia en Huesca hasta que por Tardienta se extiende hacia el sur de Alcubierre y se hace cargo de las vanguardias de Leciñena y Perdiguera en la tercera semana de enero de 1809, y posteriormente de todo el ejército auxiliar. Durante aproximadamente un mes, y como ahora veremos, Alcubierre y Leciñena serán el centro de las esperanzas zaragozanas y el nudo de comunicaciones más importante del norte de Aragón. Una vez iniciadas las hostilidades, desde Zaragoza se solicitan auxilios a Huesca y otras ciudades y pueblos, y Teobaldo desde Alcubierre escribe a los alcaldes de la zona pidiendo ayuda e informa de sus planes a Perena, que se encuentra en Huesca intentando organizar el 2° batallón ligero, aunque en esta ocasión no tiene tanta facilidad como la tuvo al inicio de la guerra, pues muchos oscenses se encuentran ya peleando en Zaragoza o vigilando el Pirineo, los pueblos están exhaustos tras medio año de ayudas en víveres y caudales a la causa de Zaragoza y el armamento disponible es claramente insuficiente, Una de las primeras medidas de Perena en Huesca es la de dar orden de acudir a las compañías que hay en Jaca."4 Perena, desde Huesca, responde el 24 a Teobaldo dándole cuenta de lo que está haciendo y de que han llegado ya dos compañías, esperando pronto las restantes que vienen de Plan, Bielsa y Benasque, aunque sin armas, y deseando, una vez reunidas y armadas estas, ponerse a su frente y dirigirse al lugar más conveniente para «el más pronto auxilio de la capital»; sin embargo, el problema de la falta de armas y municiones en Huesca es importante, «pues todas las escopetas que se recogieron al tiempo del alistamiento quedaron en Jaca y Zaragoza por inútiles», por lo que Perena oficia al gobernador de Jaca para que remita las armas que le sea posible, mientras que el alcal-
ASIL: E23/95, Castillón a Teobaldo, Robres, 4 de enero de 1809. Francisco Castillón Esteban nace en Torres del Obispo, en la conocida como Caso Naval, en 1786. Estando estudiando en Zaragoza le sorprende el levantamiento y se incorpora como
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voluntario en el Tercio de Tarazona, con el que participa en el combate de Alagón. El 9 de junio es ascendido a teniente y pasa al Tercio de Benabarre, con el que defiende Zaragoza en su primer sitio; en esta unidad asciende a capitán pocos días después, el 22 de junio, y en diciembre de 1808 pasa al batallón de Pardos de Aragón que está organizando Pedrosa y con el que marcha a Leciñena. AGMS/H5D de Francisco Castillón. 114 MIL: E 23/36 y E23/37, Teobaldo a las justicias de Robres, Senés, Torralba, Tardienta, Torres, Barbués, Almuniente y Grañern y otra igual a las de Farlete, 'tinaja, Sariñena, Lalueza y Poleñino, Alcubierre, 21 de diciembre, y [23/38, Teobaldo a Pereno, Alcublerre, 22 de diciembre de 1808,
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de de Huesca hace la misma petición a Lérida. Durante su estancia en Huesca, Perena sitúa soldados desde la capital hasta Zuera, para observar los movimientos enemigos, pero ese mismo día la división francesa de Gazan toma posiciones en la margen izquierda del Ebro cerrando el camino a Zuera y ocupa el puente sobre el Gállego, con lo que queda cerrado el tráfico rodado por el norte de Zaragoza. En tanto, Teobaldo envía a Lanaja un destacamento a las órdenes de Juan Meneses, un militar profesional, y siguiendo las órdenes de Palafox continúa dedicado a reunir las pocas tropas dispersas en los corregimientos de la orilla izquierda del Ebro, montañas y zona del río Cinca, y a armar paisanos para evitar los avances franceses y auxiliar Zaragoza. Efectivamente, aunque los soldados veteranos son la tropa más valiosa, Teobaldo tiene que acudir, al igual que Perena, al reclutamiento de paisanos, y las constantes órdenes de movilización general para todos los hombres entre 16 y 40 años tienen un efecto desigual, siendo más obedecidas en la comarca de los Monegros y en los corregimientos de Huesca y Barbastro." 5 El día de Navidad se acercan las primeras tropas francesas por los montes de Leciñena y Teobaldo escribe a la Junta de Barbastro comunicando el cerco francés a Leciñena y rogando que cuanto antes se pongan en camino las tropas que estén arregladas."6 Recibida esta carta en Barbastro por Pedrosa, que está intentando acelerar la preparación del batallón de pardos, ante la desesperada solicitud de ayuda decide salir de inmediato con sus voluntarios, a pesar de que todavía están sin terminar de instruir y mal armados. Teobaldo piensa que no va a haber tiempo, pues cuando vengan las compañías de Barbastro los franceses habrán podido tomar ya los pasos de la sierra y en las llanuras del norte de los Monegros no habrá quien les retenga; por eso envía dos circulares urgentes en tono amenazante a los pueblos de la zona, exigiendo la incorporación inmediata de los hombres disponibles a su cuartel de Alcubierre. Los primeros en acudir son los de Robres, Senés de Alcubierre, Torralba, Tardienta, Barbués, Torres, Almuniente y Grañén, a los que pocos días después se unen los de Farlete, Lanaja, Lalueza, 5ariñena y Poleñino."7 El 26, Perena permanece todavía en Huesca reuniendo gente para su batallón mientras espera las tan precisas armas y municiones que ha solicitado a Jaca además de cuatro cañones de a 8 que ha pedido previamente el alcalde de Huesca; para mantener informado de todo esto a Teobaldo, le envía una carta en la que le manifiesta que tiene en Almudévar, Zuera y San Mateo algunas partidas para que observen los movimientos del enemigo y que cree conveniente que el batallón de pardas que viene como refuerzo, mandado por Pedrosa, vaya directo a Alcubierre en lugar de pasar por Huesca como tenía previsto. Al día siguiente, a instancias de Perena y dado que el gobernador de Jaca no parece en condiciones de remitir armas y municiones, sale hacia Lérida y Tarragona un miembro de la Junta de Huesca para intentar conseguirlas, escribiendo de nuevo a Teobaldo para mantenerle al día y expresarle sus deseos de conocerlo personalmente, ya que hasta el momento toda su relación había sido epistolar, no habiendo tenido aún la ocasión de verse y entrevistarse cara a cara, aunque la oportunidad no iba a tardar en llegar."$ Perena, durante su estancia en Huesca, se reúne con el alcalde mayor, Mariano Lobera, y juntos, para atender las demandas de socorro de Palafox, reclaman al pueblo y al Cabildo nuevas ayudas. Este se reúne el día 28 para estudiar esta petición de auxilio y responde que el único recurso que les queda es el trigo embargado en Almudévar, del que pueden tomar lo que necesiten para las raciones.39
115 AMZ/AP: caja 13, leg. 8.1 (sign. ant.). Informe de Pedro María Ric sobre fray Teobaldo. MIL: [23/28, Comisión del 28 de noviembre; [23/43, Perena a Teobaldo, Huesca, 24 de diciembre de 1808, y [23/131.
516 MIL: E23/51. Teobaldo a la Junta de Barbastro, Alcubierre, 25 de diciembre de 1808. "7 MIL: E23/46 y [23/47, Teobaldo a los alcaldes del flanco izquierdo y derecho, Alcubierre, 25 de diciembre de 1808. 39 MIL: E23/53, [23/58, E23/59 y E23/159,4, Perena a Teobaldo, Huesca, 26 y 27 de diciembre de 1808. 39 ACH/LR: acta del 28 de diciembre de 1808.
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El gobernador de Jaca remite a Perena una carta explicándole que no puede ayudarle porque está escaso de armas; tiene enferma gran parte de la tropa y no dispone de caballerías para enviar municiones, lo que enfada a Perena, que, indignado, escribe a Teobaldo para decirle que no cree que no haya en Jaca armas disponibles, máxime estando enferma la tropa, y que es absurdo pensar que no tengan caballerías bastantes para cargar una docena de cajones de cartuchos, sin los cuales y sin las armas piensa Perena que no puede hacer nada, pues el salir de Huesca con 300 ó 400 hombres sin armar y desnudos «es gastar sin provecho».>" El 1 de enero de 1809, ya anochecido, llega a Leciñena el batallón de los Pardos de Aragón con sus compañías a medio organizar. Teobaldo manifiesta su satisfacción por la llegada de este contingente barbastrense, que se instala en el santuario de Nuestra Señora de Magallón, en Leciñena, donde al día siguiente se le une el subteniente Juan García de las Bayonas con medio centenar de soldados del 4" Tercio de Aragoneses, que, al haber quedado cerrada la comunicación con la capital tras el ataque francés del 21 de diciembre, ha quedado aislado.' Teobaldo el 3 escribe a Perena y le informa de que ha distribuido sus hombres entre el santuario, Lanaja, Robres y Alcubierre, habiendo ordenado además construir fosos y trincheras en los caminos de acceso y enviado a lo alto de la sierra a 100 hombres, 322 en tanto que Perena, que por fin tiene buenas noticias de Jaca, de donde parece que va a llegar ayuda, con el fin de dirigir las operaciones que permitan romper el cerco del Arrabal zaragozano se pone en camino el 5 hacia Alcubierre, donde conoce por fin a Teobaldo, y se acerca después a Leciñena para hablar con Pedrosa de las acciones a seguir. Una vez en el santuario, es informado de que los franceses están pidiendo raciones en Almudévar, Huesca y otros lugares, y como en Gurrea de Gállego hay muchísima harina preparada para enviar a Zaragoza y corre el riesgo de caer en manos francesas, se dirige a Tardienta para reconocer la sierra. La carencia de raciones provoca que los hombres estén tan incómodos que algunos tratan de desertar, por lo que, según Pedrosa, es preciso «que se remitan víveres con la mayor abundancia, pues de otro modo no es fácil contener unas gentes que no tienen ideas militares ni disciplinadas», víveres que Teobaldo trata de obtener de cualquier parte, aunque con pocos resultados, como se desprende de la carta que desde Sariñena le remite Carlos Garcés informándole de la imposibilidad de reunir las raciones solicitadas, porque desde el mes de octubre anterior «el pueblo ha entregado 250 raciones diarias para el sostenimiento de Zaragoza y ha quedado exhausto».m El 6, día de Reyes, Perena, ya de regreso a Huesca, expone a Palafox la situación de las fuerzas que ha reunido con Teobaldo y el plan de ataque que han ideado para intentar liberar Zaragoza, para el cual considera necesario que en el momento de la acción y como maniobra de distracción salga de la capital un número considerable de caballería. 324 Cree Perena, en contra de la opinión de Palafox, que piensa en San Gregorio como el punto más adecuado para el ataque, que este se debe realizar por Villamayor, pues por el otro punto es imposible estando el Gállego de por medio.
ASIL: E231159.3 y E23/61, Perena a Teobaldo, Huesca. el primero sin fecha y el segundo del 28 de diciembre de 1808. 321
AMZ/AP: caja 11. leg, 9 (sign. ant.), hoja de servicios de Juan García de las Rayonas (quien llegará a ser ayudante del
batallón de los Pardos de Aragón). La distribución hecha por Teobaldo consistía en 500 infantes bien armados y 20 ¡Metes, al mando todos ellos de Pedrosa, en el santuario de Magallón, 400 en Lanaja con avanzadas en San Caprasio, 200 en Robres y 600 en Alcubierre. ASIL: [23/86, Teobaldo a Perena, Alcubierre, 3 de enero de 1809. 322
"' ASIL: E231102, Perena a Teobaldo, santuario; [23/105, Pedrosa a Teobaldo, santuario de Magallán, y [23/103, Garcds o Teobaldo, Sariñena. 5 de enero de 1809.
12` Palafox desconocía la situación real de Teobaldo y Perena, y creyendo que estos en la noche del 5 podrían realizar un ataque coordinado con una salida de los defensores, ordenó formar al batallón de Huesca en el paseo de Santa Engracia. «y así los demás Cuerpos, los que estuvieron sobre las armas. En la Torre Nueva cebaron fuegos artificiales, y por la parte del Arrabal otros: dando a entender que había en esto alguna inteligencia con los auxiliares»; pero pasó la noche sin que hubiese novedad alguna. Alcaide, Historia: a, 86.
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Santuario de Magallón, en Leciñena. (Foto: Fernando AIvira Lizano)
Termina Perena la misiva indicando que deja encargado a Teobaldo el comunicarle el día y hora «para la unión y mejor acierto».'" Todos los jefes, cuando necesitan víveres, recurren a Teobaldo, como hace Pedro Cudós, comandante del destacamento de Lanaja, quien le remite un oficio quejándose de las autoridades de esa villa, o Pedrosa, que le informa sobre la situación de la avanzada de Perdiguera diciendo que «no puede suministrarle aquel pueblo la ración de pan y menestra». Esta escasez de alimentos lleva a que algunos soldados hambrientos cometan hurtos en los pueblos donde están destinados; así, un vecino de Robres a quien han robado ganado los soldados se queja a su alcalde, Ramón Pisa, quien lo pone en conocimiento de Teobaldo. Por todo ello, Teobaldo ordena recoger como sea víveres para alimentar a sus hombres, y recibe desde Robres, enviadas por el capitán Francisco Castillón, unas cargas de besugo que transportaba un soldado llegado de Navarra; desde Castejón de Monegros, una punta de ganado que había tenido que irse a buscar lejos de la villa, pues estaba pastando en el monte, y desde Barbastro varias decenas de reses, habichuelas, cebada y paja.126 Con el fin de reclutar más voluntarios y conseguir nuevos socorros para llevar a cabo el ataque definitivo que libere Zaragoza, Perena y Teobaldo escriben pasquines y proclamas que remiten a los
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AMZ/AP: caja 8154, leg. 7-2/335, Perena a Palafox, Huesca, 6 de enero de 1809.
ASIL: [23/111, Pedrosa a Teobaldo, santuario de Magallón. 6; [23/113, Cudós a Teobaldo, Lanaja, 7, diciéndole que las autoridades de Lanaja cumplen muy mal con las raciones ya que nunca las entregan completas, por lo que se ha convertido «en perseguidor continuo de todos los concejales, de forma que mi oficio es de impertinente sargento»; al día siguiente 526
(E23/122), Teobaldo entrega a Cudós un oficio ordenando a los ganaderos de Lanaja suministrar la carne que precisan sus tropas, bajo multa de 200 reales; E23/112, Pedrosa a Teobaldo, santuario de Magallón, 7; [23/132, alcalde de Robres a Teabaldo, Robres, 9; E23/107, Castillón a Teobaldo, Robres, 6; [23/108, Guilleuma a Teobaldo, Castejón de Monegros, 6, y E23/116, Loscertales a Teobaldo, Barbastro, 7 de enero de 1809.
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11-VANTAMINTO Y Dm NSA: L I A110 ARAGÓN Y 11.05 ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS Dl ZARAGOZA
pueblos indicando a las autoridades locales que dispongan que todos los soldados y hombres útiles que se encuentren en sus respectivos pueblos se presenten inmediatamente en Alcubierre, punto de reunión general." Durante su estancia en Huesca, y mientras espera la llegada de más de un centenar de hombres armados, dos cañones con sus municiones correspondientes y 100 escopetas que por fin envía el gobernador de Jaca, Perena entrega una de sus proclamas al obispo oscense para que dé su conformidad y permita que sea leida en las iglesias de Huesca y colocada en las fachadas de la ciudad. Asimismo, aprovechando la festividad de los Reyes Magos, envía a Teobaldo un pequeño obsequio consistente en papel y tabaco, acompañado de una carta en la que le da cuenta de todo lo anterior."a La misión principal del ejército auxiliar era, en palabras de Perena, «obrar de acuerdo con la guarnición de Zaragoza sosteniendo acciones y ataques parciales en sus inmediaciones» y mantener la comunicación por la izquierda del Ebro llamando la atención del enemigo «de modo que pudiese verificarse alguna salida de la plaza y romper la circunvalación». Efectivamente, este ejército, que ocupa toda la sierra de Alcubierre desde Castejón de Valdejasa hasta Leciñena, realiza emboscadas contra los grupos de franceses que penetran en su territorio intentando reunir provisiones para sus compañeros. El día 8 el alcalde de Almudévar recibe una misiva del general francés Gazan, comandante del ejército francés de la izquierda del río Ebro, ordenándole que envíe todos los días el pan y las subsistencias que se llevan por esa villa a la de Villanueva. Los suministros solicitados consisten en 600 cabezas de ganado menor y, si hubiere ganado vacuno, 10 cabezas menores por cada una mayor, además de 50 cahíces de trigo y otro tanto de cebada, de todo lo cual se dará el correspondiente recibo. Cazan amenaza al alcalde con enviar tropas, si no se proporciona lo pedido, para que a discreción tomen del pueblo y sus montes cuanto encuentren. El alcalde informa a Perena y este no quiere permitir el avituallamiento francés, por lo que para evitarlo acude en su ayuda. Ese mismo día Pedrosa recibe las municiones enviadas por Perena y escribe a Teobaldo dándole parte de ese hecho y explicándole que cree que Perena las ha enviado al santuario por querer reunir en ese punto todas las fuerzas y suministros. Pregunta a Teobaldo cuántas municiones necesita, con el fin de remitírselas, y a continuación le informa de lo hablado con Perena sobre el punto donde deberían concentrarse las tropas para socorrer Zaragoza. Sobre el plan de ataque a Zaragoza, «Dice muy bien Perena en cuanto a preferir la entrada por Villamayor». Pedrosa finaliza su extensa misiva diciendo que ese mismo día ha enviado dos carros a Tardienta para buscar raciones de pan, ya que el alcalde de dicho pueblo le había dicho que era mejor conducirlas allí que a Alcubierre."9 El ejército auxiliar está mal armado, según ponen de manifiesto las reiteradas quejas de Perena y Teobaldo,"° y por ello este envía a la junta de Lérida un oficio pidiendo ayuda para Zaragoza y adjuntando copia de una exaltada carta fechada el 4 de enero en la que Palafox le pide que acuda cuanto antes en auxilio de Zaragoza. La Junta acuerda entregarle todas las armas posibles, reservándose solo 35 para las guardias del castillo, pero no lograrán entregarlas a tiempo."' En tanto, Perena, mientras por una parte opera en el límite oriental de la sierra para dificultar el abastecimiento Francés en el valle medio del Gállego, por otra intenta concluir la formación de
" MIL: [23/118, Proclama de Perena y Teobaldo. Alcubierre, 7 de enero de 1809. )28 MIL: E23/115. Perena a Teobaldo, Huesca, 7 de enero de 1809.
"' MIL: E23/125. Gozan al alcaide de Perdiguero, Villanueva, y 123/126, Pedrosa a Teobaldo, Leciñena, 8 de enero de 1809. "3 MIL: E23/13, Estado de fuerzas del 9 de enero de 1809. En él se detalla el armamento de varias compañías, como la de Mariano Allué. formada por 178 hombres, de los que 96 están provistos de escopetas, 4 de fusiles y 32 de lanzas; la de Ains.a. con 130 hombres, de los que 40 llevan picas, 16 escopetas útiles y 8 inútiles, o la del barbastrense Joaquín Ayerbe, fuerte de 205 hombres armados 75 con escopetas, 40 con fusiles y 64 con picas. 1" Huguet: 18, «Carta de Palafox a Teobaldo y remitida por este a la junta de Lérida», conservada en el Archivo Municipal de Lérida.
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las compañías de su segundo ligero, para el que ha solicitado nuevamente armas y municiones a Jaca, a Cinco Villas e incluso a la sitiada Zaragoza, de lo que informa a Palafox manifestándole que todos los voluntarios que tiene reunidos en Huesca y su corregimiento están dispuestos a sacrificarse con él, aunque «esos deseos no podrán llevarse a efecto» por no poder contar más que con 150 armas que a duras penas ha podido recoger, ya que el gobernador de laca solo le ha enviado
100 malas carabinas y dos cañones, los cuales, con una escolta del batallón de laca, salen de Huesca el día 10. Avisados los franceses, envían una columna desde Almudévar hacia Gurrea de Gállego con el objeto de interceptarlos, pero Perena, informado de ello, manda 200 hombres a Almudévar con el fin de hacer frente al enemigo en el caso de que este intente hacer alguna correría por aquella parte y modifica el itinerario del convoy por Sangarrén, donde debería pernoctar y esperar las indicaciones del Teobaldo, al que escribe dándole de todo esto parte cumplida. Le adjunta además una copia de los oficios de los alcaldes de Zuera y Almudévar, señalando la requisitoria de víveres en esos pueblos ordenada por los franceses y añadiendo que el obispo y las autoridades oscenses no están muy de acuerdo en publicar la proclama que habían entregado el día 7."2 Deseando acelerar la organización del 2° batallón, Perena se presenta en el Ayuntamiento oscense, con su título de brigadier obtenido el día anterior bajo el brazo, entrega la orden de Palafox para el nuevo alistamiento de mozos y convoca a estos a reunirse frente al Ayuntamiento al mediodía siguiente, con el fin de salir en la madrugada del día 13 con destino a Alcubierre. Algunos de estos mozos convocados por Perena van llegando al lugar de reunión, pero no acuden todos, a pesar de ser reclamados en tres o cuatro ocasiones, pues algunos se oponen al alistamiento y en tan críticas circunstancias intentan retrasarlo, aunque finalmente en la madrugada del 13 las compañías que se han podido completar del 2° batallón de Huesca salen hacia la sierra de Alcubierre, adonde llegan al anochecer, acompañadas de algunos voluntarios de Jaca, pues, a pesar de las quejas sobre el gobernador de jaca, este había ordenado salir desde esta plaza el 10 de enero para Sarsa a José Rodríguez con varias decenas de hombres y seguir hasta Huesca para integrarse en las fuerzas de Perena.'" Nada más llegar a su destino, Perena recibe un oficio de Pedrosa en el que le da parte de la situación en el santuario"' y, habiendo ideado un código de señales basado en el lanzamiento de cohetes"' para comunicarse con la plaza sitiada, Perena y Teobaldo escriben a Palafox explicándole dicho código con el fin de intentar coordinar en una fecha próxima un ataque contra los enemigos, simultaneado con una salida de los asediados, esperando de esa manera lograr romper el cerco. Asimismo le advierten que del número de hogueras que observe por la noche no infiera el número de hombres, sino solo que están allí haciendo todos los esfuerzos posibles para ayudar a la
AMZ/AP: caja 8154. leg. 7-2/336, Perena a Palafox, Huesca, 9, y caja 7, leg. 6.1.5 (sign. ant.l. Perena y Teobaldo a Palafox, 10 de enero de 1809. ASIL: E23/129, [23/130 y [23/136. Perena a Teobaldo. Huesca. 9 y 11 de enero de 1809. 333 Por estos incidentes, luan Domec, comandante interino de armas de Huesca y comisionado de Perena, oficiará el 15 de
enero al alcalde de Huesca, Mariano Lobera, ordenándole que a la mayor brevedad posible le envíe «certificación circunstanciada de lo acaecido en los tres o cuatro actos de reunión, expresando con individualidad los sujetos que se distinguieron propasándose más allá de lo que debían, y manifestándole el estilo y expresiones que profirieron contra la autoridad», y le Facilite el nombre de dos sujetos «a lo menos» de los que presenciaron los actos y fueron testigos de lo ocurrido. AMH/AD de 1809: actas del 11 y el 17 de enero. AMVCCI: 10 y 17 de enero de 1809. 3" ASIL: [23/144,
Pedrosa a Perena, santuario de Magallón, 13 de enero de 1809.
333 Este código era el siguiente: «Nos parece regular que para que las señales sean menos complicadas, las que haga V. E.
sean sin racimos, sino cohetes seguidos. En esta forma, al toque de la retreta y hasta las nueve tirarán algunos cohetes que indican prevención de aviso. Desde las diez esperamos otros cohetes hasta las once y estos manifiestan que ataca la plaza pero con el intervalo de un día. Es decir, que la señal de hoy declara el ataque para después de mañana, que es un día de intermedio, el que absolutamente necesitamos para tomar nuestras posiciones (...1. Como después de la noche de las señales pedimos un día de hueco, podría suceder que el enemigo nos atacase en ese mismo día, en tal caso siempre esa plaza debe estar alerta y salir al ruido de nuestros cañonazos para que no se malogre la acción y nos veamos en la necesidad de retirada. La hora del ataque, sin necesidad de nueva señal, será la del amanecer». AM7JAP: caja 8154, leg. 7-2/337, Perena
y Teobaldo a Palafax. Alcubierre. 13 de enero de 1809.
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I EVANIAMIENIO Y DEFENSA: El ALZO ARAGÓN Y TOS Al IOARAGONEST S DURANTE 105 SITIOS DE ZARAGOZA
ciudad sitiada, y que debe estar alerta para que no se malogre la acción. Perena sigue teniendo claro que el ataque ha de ser al amanecer por Villamayor, aunque se amagará un asalto por Zuera. 76 Asimismo, Perena y Teobaldo escriben a Francisco Palafox, que se encuentra en Tortosa, diciéndole: «Apuran los enemigos a Zaragoza de un modo que infunde recelo; la plaza hace continuas señales con cohetes para pedirnos socorro. Es un dolor oír el continuo bombardeo y ataques del enemigo y no poder volar al socorro de la afligida Zaragoza, que no presenta ya sino un montón de ruinas a nuestro modo de pensar... Armas y municiones faltan; no brazos ni valor»."' A partir de este momento Perena asume totalmente el mando del ejército auxiliar. El incesante aumento de tropas en la sierra de Alcubierre supone una pesada carga para los pueblos aledaños, que apenas pueden mantener a los distintos destacamentos, estando la mayor concentración de tropas con Perena en el santuario de Nuestra Señora de Magallón en Leciñena, donde los 107 soldados que se contabilizaban el 2 de enero se han transformado en 1644 once días después, por lo que Perena solicita al Ayuntamiento de Sariñena que haga efectivo el depósito de una cantidad de dinero que les había prometido «para que podamos nosotros recurrir a él, o parte, en un caso de necesidad», y escribe a Teobaldo reclamando recursos y víveres: «no hay lugar para comer y la cosa pinta bien. En breve nos veremos; en el entretanto, víveres, víveres, víveres que no nos falten»."6 Perena, a través de ágiles y fieles correos, mantiene una fluida relación con sus subalternos y colaboradores, estén en Sigena, Zaragoza, Huesca o Lanaja, y recibe precisamente de este último lugar un ofrecimiento para cubrir con hombres del pueblo los puestos que hasta el momento ocupaba una compañía de voluntarios, lo que acepta encantado739 y la noche del 17 salen varios oficios de Zaragoza firmados por Palafox: dos de su puño y letra, con fechas 16 y 17 y dirigidos a Perena en el santuario de Magallón, y otro, fechado el 16, para Teobaldo en Alcubierre, éste escrito de mano del duque de Villahermosa pero con nota final del capitán general, incitándoles a acudir lo antes posible en auxilio de la capital. Pero estos oficios, por diversas vicisitudes, no llegan a su destino hasta el 19. Recibidos y leídos los oficios, Perena los remite a Teobaldo informándole de que han llegado con varios días de retraso y añadiendo una nota en la que le dice que esa misma tarde o al día siguiente le llegarán los fusiles, y que en cuanto los reciba mande la mitad y un tambor al capitán Mariano Lartiga, comandante de los voluntarios de Huesca que están en Tardienta y que está escribiendo a Doyle, aunque cree que sus auxilios le llegarán tarde. Además de las enviadas por Perena, también recibe noticias Teobaldo de las tropas que hay preparadas en Monzón y Barbastro, y de las compañías que acaban de llegar a Poleñino, mientras Perena, desde el santuario, hace esfuerzos por aumentar el número de hombres, ordenando que acudan todos los vecinos de Villamayor que se hallan dispersos por los pueblos aledaños y, para aumentar sus escasas tropas a caballo, que hagan lo mismo una porción de caballería que se encuentra en Almudévar y dos partidas de jinetes dispersos que están en la otra parte del río."° Por estos días, Perena y Teobaldo reciben un curioso refuerzo consistente en medio centenar de frailes de los diversos conventos de Huesca, comandados por el franciscano fray Pedro Leal, de los cuales y según un oficio del alcalde de Huesca, que entrega en propia mano el padre Leal, podrán disponer en los destinos que se estimen más convenientes. El alcalde termina el oficio rogando a Perena y Teobaldo que le comuniquen si todos, con la expresión de cada comunidad, han llegado a sus destinos, para participarlo así a sus respectivos prelados."'
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AMZ/AP: caja 8154, ieg. 7-2/337, Perena y Teobaldo a Palafox, Alcubierre, 13 de enero de 1809.
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Pano: 279.
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AS1L: 123/159.5, Pereno o Teobaldo, santuario de Magallón, 17 de enero de 1809.
339 ASIL• 123/148, 123/159.2 y 123/159.7, Perena a Teobaldo, santuario de Magallón, 15 y 16 de enero de 1809. 114 A511: 123/161, Pastora Teobaldo, Monzón; 123/162, Bastida a Teobaldo, Barbastro, y 123/159.8, Perena a Teobaldo, santuario de Magallón, 19 de enero de 1809.
ASH.: 123/154, Lobera a Perena y Teobaldo, Huesca. 18 de enero de 1809.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: El ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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El día 20 Perena escribe desde el santuario un dramático oficio al alcalde mayor de Huesca solicitando víveres y provisiones, y ese mismo día Teobaldo en Alcubierre recibe un oficio de Castejón
de Monegros y otro de la Junta Central Suprema anunciando la pronta llegada de tropas y noticias de que la Junta de Lérida, atendiendo la petición de Perena para que se mandaran a Teobaldo en Alcubierre todos los fusiles y municiones posibles, envía cuantos fusiles y municiones tiene y ordena salir una columna de la división de Lazán al mando del ayudante de campo de Palafox, el general José White y MacCragh, que estaba en Fraga."' Efectivamente, desde primeros de enero White, con el fin de colaborar con Perena y Teobaldo, se encontraba en Fraga reuniendo armas y gente mientras esperaba la llegada de las partidas enviadas por la Junta de Lérida, aunque al parecer, y según informes de José Fernández Company, alcalde de Fraga, a Perena, White no pensaba reunirse con este, sino dirigirse al puente de Osera. Fernández se queja además de que la larga estancia de White en la villa «causa muchos perjuicios a la población; sus fondos empeñados en más de 5000 duros; los vecinos sin poder anticipar raciones porque aún se les deben las de la División del excelentísimo señor de Lazán; e incomodados de ver su larga estancia sabiendo la urgencia del socorro de la capital», y finaliza solicitando a Perena que le mande marchar inmediatamente y que le prevenga de que le ha dado órdenes a él para que no le suministre recursos ni raciones. Poco después, Fernández Company niega 1000 duros a un ayudante de campo de White, a quien reprende también por continuar acuartelado en Fraga en lugar de dirigirse al socorro de Zaragoza, comentándole de buenas maneras que, como dijo a Perena, los fondos públicos están empeñados porque Fraga ya paga raciones a sus paisanos armados, contribuye con hombres a Mequinenza y todavía se le adeudan las raciones suministradas a la división del marqués de Lazán. Ante la altanera insistencia del militar, el alcalde le dice que, a su juicio, no tiene facultad ni orden para pedir lo que pide, y que, en todo caso, la tropa que lleva consigo es tan reducida, 71 hombres, que no cree necesario tanto dinero como exige."' En tanto, el general francés Gazan envía una columna contra Perdiguera, adonde llega al anochecer; iniciado el tiroteo y al oír los disparos, Perena prepara las tropas de Leciñena para acudir en ayuda de los de Perdiguera, pero al llegar a sus proximidades el oscense se da cuenta de que el enemigo ha ocupado ya el pueblo, y piensa que lo más prudente es no atacar, pues en breve abandonarán el pueblo los franceses y no podrán formarse una idea de la fuerza aragonesa, con lo que se ejecutará con más acierto y seguridad el proyecto de socorro a Zaragoza. Por ello, Perena ordena retirarse a su gente, pero una partida no recibe a tiempo el aviso, ataca a los franceses y consigue desalojarlos al rato de Perdiguera. Al día siguiente, Perena indica a Teobaldo que los paisanos de Lanaja, Alcubierre y otros pueblos deberán de reunirse cerca de Villamayor a las doce de la noche del día que se establezca previamente. Se muestra impacientísimo por la falta de señales de Zaragoza y resuelto a atacar sin esperar ya más, y propone comprar un par de cargas de aguardiente para el día del ataque."` Palafox había firmado un plan de operaciones señalando el 21 como fecha del ataque combinado para liberar Zaragoza y los detalles de este. La noche del 18 salen de Zaragoza dos barcas con fusiles rumbo a Pina, pero una de ellas es detenida por los franceses; la otra, en la que iba José Palomino, el mejor agente de Palafox para misiones difíciles, escapa con la orden de ataque pero, por esta y otras razones, las cartas no llegan a Perena hasta las tres de la tarde del 21, día en que Palafox había planeado llevar a cabo la acción conjunta, con lo que todo el proyecto se viene abajo.
ASIL: E23/164, Perena a Lobera, santuario de Magallón; E23/166, Guilleuma a Teobaldo, Castejón de Monegros, y E23/167, Junta Suprema a Teobaldo, 20 de enero de 1809. Huguet: 28-30. ASIL: E23/141, Company, alcalde de Fraga, a Perena. Fraga, 12 de enero. AMF: caja 137-1, acta del 23 de enero de 1809. 14 ASIL: 123/170.
Perena a Teobaldo, santuario de Magallón, 21 de enero de 1809,
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VANILAMIEN I ü Y DERNSA: EL AL 10 ARAGÓN Y 105 Al TOARAGONtSES DURANTE 105 SITIOS DE ZARAGOZA
Pero Perena decide reorganizarlo todo para atacar dos días después; para ello, sabedor por el alcalde de Zuera de que los imperiales han evacuado esa villa replegándose a Villanueva de Gállego, dispone su inmediata ocupación por las tropas que guarnecen los puntos de Tardienta, Almudévar, Alcalá de Gurrea y Las Pedrosas, con la idea de que estas tropas, el día que se realice el ataque por Villamayor, puedan efectuar otro de distracción desde Zuera. Convoca a todos los paisanos útiles de Robres, Torralba y demás pueblos vecinos, y ordena a Teobaldo que haga lo mismo con los de Alcubierre, Lanaja, Farlete, Monegrillo y los que estaban reunidos en Pina. El plan de Perena era utilizar a todos estos paisanos para llamar la atención de los franceses, mientras él con sus hombres ataca por Villamayor y Zuera. Perena, que siempre cuenta con Teobaldo, le escribe una carta informándole de todos estos pormenores y anunciándole la pronta llegada de 1700 cabezas de ganado de Benabarre con 700 hombres y la del «marquesito» de Ayerbe con 400)" Ultimados sus nuevos planes, Perena logra acordar la nueva fecha del ataque con Palafox y distribuye las fuerzas en dos grandes grupos, el principal entre Perdiguera y Leciñena, dispuesto a avanzar por Villamayor, y el secundario, compuesto solo por el 2' Batallón Ligero de Huesca y mandado por él mismo, en Zuera. Teobaldo, siguiendo las órdenes de Perena, el día 22 se desplaza desde Alcubierre al santuario de Magallón, donde recibe un oficio de losé Lacasa, comandante de las tropas de Poleñino, en el que le notifica que ha llegado a ese lugar un destacamento de 300 hombres para ponerse bajo su mando. Teobaldo ordena que pasen esas tropas recién venidas al santuario de Magallón a la mayor brevedad.'" Gazan, advertido de la presencia de Perena en Zuera, envía contra el de Huesca una columna, mientras el mariscal Lannes, que ha llegado a Zaragoza para hacerse cargo de la difícil situación del V Ejército francés, decidido a acabar con Perena y Teobaldo, ordena a Mortier que con la división de Suchet acuda a marchas forzadas desde Calatayud para desbaratar la resistencia aragonesa de Perdiguera y Leciñena."' Estas tropas llegan al día siguiente, 23, día elegido por Perena para realizar las operaciones y en el que en el santuario de Magallón hay un gran movimiento de tropas y continuos despachos de órdenes y oficios. El oficial encargado del punto de Alcubierre, José Arta', comunica a Teobaldo que han llegado otros 300 hombres del corregimiento de Benabarre, aunque sin armas, y el fraile dispone que vengan al santuario de Magallón. A su vez, Perena, en carta que también firma Teobaldo, solicita a los hombres que han quedado de retén en el puesto de Alcubierre que pidan 30 carros a Lanaja y Robres, que traigan víveres, paja, cebada y 20 mulas, y que los vecinos de Poleñino hagan guardias y hogueras y traigan sogas abundantes en los carros. A pesar de todo esto, ya por malentendidos entre los jefes españoles, ya por el deficiente armamento o preparación de las tropas, ya por el refuerzo francés, se decide aplazar la operación sobre Zaragoza y el 24 Perena, que ha vuelto a Leciñena tras dejar parte de sus hombres en Zuera, siguiendo órdenes de Palafox, que desea reunir tropas en Pina, envía instrucciones a Teobaldo para que marche inmediatamente con la gente disponible a este pueblo, donde debe esperar nuevas instrucciones."' Pero los acontecimientos se precipitan y los planes otra vez se ven frustrados, pues en la madrugada de ese mismo día 24 Mortier, al frente de la división de Suchet, reforzada con tropas de la de Gazan, se pone en movimiento y pasa por Villamayor, al tiempo que otra columna se dirige contra el destacamento que Perena ha dejado en Zuera. Teobaldo y Perena, sorprendidos, intentan defen-
145 ASVI: [23/175, Perena a Teobaldo, santuario de Magallón, 21 de enero de 1809.
'44 AMZ/AP: caja 27, kg. 19.3 (sign. ant.1, y caja 8157. leg. 9-3/145, Palafox a Perena, Zaragoza, 1 de febrero de 1809. ASIL: [23/180, Bando de Teobaldo, Alcubierre, y E23/182, ¿acaso a Teobaldo, Poleñino, 22 de enero de 1809. "1 El 29 de diciembre anterior, junot habla llegado frente a Zaragoza con órdenes de reemplazar a Moncey en el mando del III Cuerpo, encargado de los trabajos de sitio. En las mismas órdenes se encomendaba al mariscal Mortier proteger tales trabajos en la dirección de Calatayud, hacia donde salió la noche del 31 de diciembre con la división de Suchet. Priego: in, 305-306. '" ASIL• [23/184, Arta! a Teobaldo, Alcubierre, 23; E23/186, Perena y Teobaldo a sus subordinados de Alcubierre, 23, y [23/189, Oficio de Perena, santuario de Magallón, 24 de enero de 1809.
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Bandera de los Pardos de Aragón. (Dibujo del autor)
derse en Perdiguera, pero tras perder algunos hombres se retiran a Leciñena perseguidos por los imperiales, que se presentan en orden de batalla en el llano que media entre Perdiguera y Leciñena, dominado por el santuario de la virgen de Magallón, donde se encuentra el cuartel general aragonés. Poco antes de las doce del mediodía comienza el asalto al santuario, conocido por los lugareños como batalla del llano, pero los esfuerzos por detener el avance son inútiles y tras hora y media de fuego logran los franceses ocupar el santuario y dispersar completamente a los hombres de Perena y Teobaldo. Los franceses toman dos cañones y varias banderas, una de ellas la del batallón de los Pardos de Aragón.349 Simultáneamente, la columna francesa enviada a Zuera y mandada por Gasquet ataca de madrugada al batallón que Perena había dejado allí y que estaba al mando del comandante Prudencio Ruiz de Castañeda, quien manda formar las tropas para rechazar al enemigo. Al rato de combate, superados por el mayor número de fuerzas francesas, los oscenses se retiran a Nuestra Señora del Salz y de allí, una vez reunida la tropa, a Almudévar."° El día siguiente, el 25, incendian los franceses el santuario y envían destacamentos hacia Huesca, Sariñena y Pina, al tiempo que Pedrosa con los restos de sus fuerzas se retira hacia Poleñino, donde se reorganiza y continúa viaje a Sobrarbe para refugiarse amparado por sus montañas y prepararse a combatir contra los franceses en la línea del Cinca y el Noguera Ribagorzana"' mientras Perena y Teobaldo quedan en la zona de la sierra de Alcubierre y Monegros intentando rehacer sus fuerzas. Según
349 Marcén, El manuscrito: 62 y 67. La bandera del batallón de pardos tomada en Leciñena fue llevada a París y en 1823 devuelta a España. Hoy se conserva en el Museo del Ejército en Madrid.
'5° MIL: E23/190, Arrieta a Perena, Gurrea de Gallego, 24 de enero de 1809. 75 ' Entre los oficiales barbastrenses que formaban parte de los Pardos de Aragón de Pedrosa estaban Joaquín Ayerbe Casti-
llón, Nicolás Irulegui y Juan Loscertales, estos dos últimos de la compañía de Zaidin; tras la derrota de Leciñena, todos ellos son destinados con los mismos grados a la 3' compañía del batallón de Daroca IAMB: Solicitudes de exención, 2.1.5.11.
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II VAN IAMII N II )ruIIINSA.Ik Al lo ARAGÓN I OS Al I OARAGONI- SES DURAN
105 SI I PL 15 1)1 tARAGO/A
Marcén, Teobaldo y Perena ven desvanecerse su sueño de que las fuerzas españolas encerradas en la sitiada capital, con una ligera ayuda exterior, puedan recuperarse y rechazar a los franceses Ebro arriba, al igual que ven esfumarse su sueño de organizar un poderoso ejército auxiliar dado el bisoño y desarmado batallón que Perena ha traído de Huesca y el llegado de Barbastro con Pedrosa, ya que los acontecimientos se suceden vertiginosamente en el teatro de operaciones. Las constantes llegadas de víveres son insuficientes para alimentar a unas tropas que aumentan sin cesar a costa de reclutamientos de paisanos desorientados; no hay mandos militares suficientes para cohesionar los numerosos efectivos y el armamento y la instrucción son precarios. Además, los jefes del ejército auxiliar tienen problemas con el correo, especialmente con la Capitanía General de Zaragoza, lo que origina graves descoordinaciones entre Perena y Palafox. Al comienzo de la semana del 16 al 22 de enero, un ataque combinado por la margen izquierda hubiera tenido posibilidades de éxito, pues el V Cuerpo francés, encargado de sitiar el Arrabal, estaba bajo de efectivos y de moral, sufriendo graves deficiencias en sus abastecimientos, debidas en parte al bloqueo de las tropas auxiliares. La entrada del ejército auxiliar en Zaragoza hubiera supuesto varios miles de reclutas de refresco para la guarnición zaragozana y la liberación del cerco norte, dejando abierta la comunicación con Huesca y Lérida.'" Pero las cosas no suceden así y con la derrota de Perena y Teobaldo en Leciñena Zaragoza queda completamente sola sin que nadie pueda ya socorrerla, como señala Teobaldo en el parte que de estas acciones envía a Francisco Palafox: «400 hombres escasos de tropa de línea y 20 caballos no podían darnos éxito feliz [...]. igualmente fuimos atacados en Zuera por 3000 hombres y hubo igual desgracia [...]. De esta operación fatal resulta que Zaragoza se hallará en total agonía».'" Alcaide Ibieca abunda en ese sentido diciendo que todos los esfuerzos de Perena, Gayán y algunos otros quedaron desvanecidos como el humo, y aunque podían rehacerse era de suponer que no conseguirían las mayores ventajas.'"
INTENTO DE AYUDA A ZARAGOZA DEL MARQUÉS DE LAZÁN DESDE FRAGA (FEBRERO DE 1809) Fray Teobaldo, tras la derrota de Leciñena, organiza la defensa de la sierra de Alcubierre con los hombres que puede reunir para evitar el paso de las tropas francesas hacia Lérida y escribe a su Junta dando parte de lo sucedido en Leciñena y solicitando refuerzos y municiones. La defensa de la sierra es importante para evitar el avance francés hacia esa capital catalana, por lo que dicha Junta resuelve que de inmediato salga a marchas forzadas con 200 hombres el coronel Juan Baget,'" al que entrega armas y cartuchos, y ordena que se prepare otro contingente de tropas para marchar poco después, comunicando estas medidas a Joaquín Agustín, jefe del destacamento de Alcubierre, para que este las trasmita a Perena y Teobaldo y actúen en consecuencia, advirtiéndole que Baget con sus hombres irá por el camino de Fraga."6 En Fraga, a primeros de enero se había celebrado una sesión extraordinaria del Ayuntamiento en la que el corregidor Fernández proponía nombrar cuatro alcaldes de barrio para vigilar y rondar día y noche y sofocar cualquier intento de alterar la tranquilidad pública, ya que se han vuelto a repetir los alborotos de meses anteriores con motivo de las falsas noticias que anunciaban la rendición de Zaragoza. Los regidores acuerdan establecer una Guardia de Tranquilidad compuesta de los vecinos más honrados; los cargos de alcalde de barrio recaen en José Satorres Jover, Manuel
"2 Marcén Letosa, Juan José, la batalla del llano de Leciñena, inédito. 153 ASIL: E24/163. 35'
Alcaide, Historia: u, 125.
luan Baget y Pamies, escribano leridano a quien la Junta de esa ciudad nombra comandante de su 1" Tercio de Migueletes. Huguet: 181-266.
'"
16 ASIL: E23/191, Junta de LOrida a Perena y Teobaldo, Lérida, 26 de enero de 1809.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES MANEE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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Bollich, Felipe Vilar y Joaquín Cabrera Mañes. Días después, cuando el corregidor de Fraga aconseja buscar fondos para ocurrir a las urgencias que puedan darse, los regidores acuerdan representar a Francisco Palafox la necesidad que tienen de fondos con el fin de acudir al pago de los débitos ya contraídos y, en su defecto, solicitan permiso para acuñar la plata de la iglesia, excepto la indispensable para los Santos Oficios, obligándose a su reintegro posterior."' El 28 de enero, procedente de Tortosa, llega Francisco Palafox a Mequinenza, donde recibe la noticia de la derrota de Perena y Teobaldo en Leciñena."' En Mequinenza se encontraban, además del Batallón de Cazadores de Alcañiz, un destacamento de artillería con dos cañones venido de Tortosa, algunas partidas de tropa, voluntarios y somatenes de Lérida que habían venido por Zaidín, todos ellos al mando de White, que ha fortificado la villa,3S9 mientras Francisco Palafox, sabedor de que Teobaldo está reorganizando la defensa en la sierra de Alcubierre, le comunica el envío de algunos refuerzos, municiones y dinero, incluyendo en la carta una proclama para Perena.340 El 3 de febrero, Baget, ya llegado a Alcubierre, pide a la Junta de Lérida paño pardo y lienzo para pantalones, camisas y zapatos para sus voluntarios.361 Por otra parte, comprendiendo la urgente necesidad de auxiliar a Zaragoza, una junta de generales reunida en Tarragona ordena a Luis Palafox, marqués de Lazán, que acuda en su auxilio con la división de su mando, la cual, perteneciente al Ejército de Aragón, es la que vimos marchar poco antes de iniciarse el segundo sitio de Zaragoza hacia Lérida con objeto de completar su formación, y que, tras cooperar en diciembre en el levantamiento del sitio de Gerona, 362 pasa luego a Tarragona, desde donde el día 7 de febrero sale hacia Zaragoza para llegar el 12 a Fraga y juntarse allí con las tropas que está reuniendo en Mequinenza su hermano Francisco."' Informado Lannes de esta reunión de fuerzas, indica a Junot que asuma temporalmente el mando del cerco mientras él marcha dispuesto a terminar con la amenaza de los hermanos Palafox.'" Así, la mañana del 13 sale Lannes hacia Mequinenza pero, advertido en Villafranca de que los españoles vienen por el camino de Barbastro y no por la ribera del Ebro como él esperaba, retrocede a Villamayor, mientras, desde Fraga, Lazán marcha por Ontiñena a Sariñena, adonde llega el 16. Allí encuentra a la división de Perena, que consta en su mayor parte de paisanos y que este y Teobaldo
337 AME: caja 137-1, actas de 4 y 7 de enero y 29 de marzo de 1809. Berenguer: 45-46 y 56. 758 Francisco escribiría a su hermano José: «soldados dispersos, oficiales que huyen, robos de los mismos soldados que han
tirado los fusiles, insubordinación total es el estado actual de estos puntos y del resto de Aragón. La gente que viene está desarmada, sin disciplina, orden ni medios de costumbre, no hay oficialidad, no hay recursos». Pano: i, 279, Francisco a fosé Palafox, 30 de enero de 1809. 339 AMZ/AP: caja 12, leg. 10.2, Memorial de José White. Huguet: 13, 15, 38 y 49. 38° ASIL: E23/192, Francisco Palafox a Teobaldo, Mequinenza, 31 de enero de 1809. 361 Huguet: 40. 362 En la defensa de Gerona, entre otros, participaron dos altoaragoneses: Francisco Satué del Cos y Francisco Satué Oliván.
Satué del Cos había nacido en Huesca en 1771 y se encontraba en Gerona formando parte del 2" Tercio de Vich. Ascendido a capitán, en octubre fue nombrado ayudante de campo de Álvarez de Castro, comandante general de Gerona. y al capitular la ciudad el 11 de diciembre de 1809 fue hecho prisionero y trasladado a Perpiñán. Graduado de teniente coronel, fue puesto en libertad tras pasar por varias prisiones francesas en 1813, y regresó a España en 1814. Agregado al Estado Mayor de Barcelona en 1815. publicó al año siguiente el Manifiesto de cuanto sucedió al Excelentísimo. Sr. teniente general don Mariano Álvarez de Castro, gobernador de la plaza de Gerona, desde que quedó prisionero en ella hasta su fallecimiento en el castillo de San Fernando de Figueras. Fue gobernador del castillo de Monjulc en 1826 y luego de la Aljaferia desde mayo de 1843 hasta su muerte en Zaragoza en octubre del mismo año. Respecto a Satué Oliván. era natural de Fanlo, donde nació en 1784. En 1799 ingresó como soldado en el 1^ de Voluntarios de Aragón. Cadete en 1803, ascendió a subteniente en 1805 y pasó al regimiento de Valencia y luego al de Campomayor. Hizo la campaña de Portugal y en junio de 1808 se hallaba en la defensa del puente de Alcolea. Ascendido a teniente, se incorporó a la defensa de Gerona y recibió el grado de capitán en octubre de 1809. En 1815 era teniente coronel del Regimiento de Veteranos de la Patria. Retirado de las armas, fue nombrado en 1830 administrador de Rentas de la puerta de Segovia en Madrid, ciudad donde falleció en 1855. AGMS/HSD de Francisco Satué del Cos y Francisco Satué Oliván, 3" AMZ/AP: Resumen de los servicios del marqués de Lazán. 3" Belmas J., Journeaux des siéges faits ou soutenus par les franqais de 1807 a 1814, dans la Péninsule, rédigés d'aprés les
ordres du gouvernement, sur les documents existant aux archives de la guerre et au dépót des fortifications, París. Firmin Dldot, 1836, 2 tomos: u, 406 y 407, Lannes a Junot, 12 de febrero de 1809.
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han podido reunir tras la batalla del llano, pues la dispersión del ejército auxiliar no ha sido completa y algunas unidades han seguido operando por la sierra, unidades que poco a poco son reagrupadas por Perena. En Sariñena se entera Lazán de que la capital está en los últimos apuros, que el número de franceses es mayor que el supuesto y que estos, noticiosos de su venida, lo están esperando en los llanos de Leciñena y Villamayor, por donde tiene que pasar forzosamente. Así que, dándose cuenta que es absolutamente imposible atacar sin exponerse a una derrota completa con las fuerzas que tiene, y sabedor de que los franceses han tomado el Arrabal de Zaragoza el día 18 y que ya no quedan esperanzas a la ciudad, decide retirarse el día 21 por Berbegal,'" Monzón y Albalate hacia Fraga, adonde llega el 25, conociendo en el camino la rendición de Zaragoza.366 Marchado Lazán, una columna francesa entra en Sariñena, tira algunos cañonazos y dispara unos tiros para alejar a los soldados dispersos españoles que se retiran y se juntan no lejos de la villa con los que habían acampado en Albalatillo. El 23 de febrero la columna imperial se retira de Sariñena y se ven grandes humaredas en La Cartuja, Lanaja y Alcubierre, lugares por donde pasan los franceses, y cuyos habitantes, desesperados por su presencia, tachan a las tropas españolas de cobardes, pues durante la noche se hubiera podido hacer un serio escarmiento a los napoleónicos, porque muchos de ellos «estaban borrachos y la mayor parte dispersos robando».'"
CAPITULACIÓN DE ZARAGOZA (20 DE FEBRERO DE 1809)
Retornando a Zaragoza en los días de mediados de febrero, vemos cómo la situación de sus defensores se ha deteriorado por efecto del bombardeo, las epidemias y la carencia de alimentos,'" y el día 18 lanzan los franceses un gran ataque sobre el Arrabal. Viendo ya perdida la ciudad, Palafox, seriamente enfermo, envía una misiva a Lannes proponiéndole una tregua, que es rechazada, aunque ofrece un perdón general para los habitantes de Zaragoza si la ciudad se rinde.'" Dada su enfermedad, Palafox ha delegado el mando en una junta presidida por el regente de la Audiencia, Pedro María Ric, de la que forman parte otros altoaragoneses como él, entre ellos el cheso Miguel Marraco, beneficiado del Pilar, y el barbastrense Felipe Sanclemente."° Esta, ante la insostenible situación de la capital, que no puede esperar ya ningún auxilio inmediato, con los
'65 Con el fin de alimentar a sus tropas, Lazán desde Berbegal envía orden al alcalde de Sangarrén para que le lleve toda la harina que había almacenada en ese puebla. AMZ/AP: caja 8176, leg. 20.11/3, tobera al Ayuntamiento de Huesca, Ronda, 30 de septiembre de 1810. AMZ/AP: Resumen de los servicios del marqués de tazón.
167 Huguet: 56. '6' Según una nota conservada en el AMZ/AP: caja 8157, leg. 9-3/126, con el titulo Estado de los enfermos de este cuerpo que han sido revistados en los Hospitales que a continuación se expresan en el dla de la fecha y firmada por Casimiro Francisco
Barreneche, el día 14 de febrero la situación y número de los voluntarios de Huesca enfermos o heridos era la siguiente: «Hospital Real de Misericordia. 9 cabos y soldados enfermos. »Hospital de Sangre de San Ildefonso, 14 cabos y soldados heridos, »Hospital Provisional en casa del Canónigo Guimer, 4 sargentos, 3 tambores y 192 cabos y soldados enfermos, además han sido asistidos mientras la revista otros 6 cabos y soldados. »Hospital Provisional en casa del Deán, 1 sargento, 1 tambor y 78 cabos y soldados, habiendo salido a pasear 10 cabos y soldados y siendo asistidos en el momento de la revista 3 cabos y soldados. »En casas particulares existen once cabos y soldados. »Nota: los dos Hospitales Provisionales de este Cuerpo están bajo el mismo pie que los anteriormente revistados, lo que es decir que hay necesidad de camas, vasijas, medicinas, etc.». ' Alcaide, Historia: u, 219-220; en estas páginas pueden verse las condiciones de la capitulación de Zaragoza. 570 A quien hemos visto en junio ser elegido colaborador de la junta de Defensa de Zaragoza. Se ha distinguido en la mañana del 4 de agosto en la defensa de la puerta de Santa Engracia y por la tarde en el Coso, donde recibe una gravísima heri-
da en la pierna izquierda y otra menos grave en la derecha, por lo que queda inválido y debe servirse de muletas para poder caminar. Rendida la capital, pasa a Cádiz y después a Alicante, sin volver a Zaragoza hasta tiempo después, cuando ya los franceses la han abandonado definitivamente, y allí es nombrado administrador general de Aduanas y Rentas de Aragón. Durante su larga convalecencia se dedica a cultivar la literatura; publica una obra poética llamada Edificio formado por la
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recursos defensivos agotados, y en vista de que el hambre y las epidemias hacen estragos (fallecían entre 600 y 700 personas diarias), decide rendirse y entregar la ciudad. La capitulación se firma en la tarde del día 20."' En cuanto a Lazán y Perena, a los que habíamos dejado en Fraga el día 25 de febrero, sabedores ya de la capitulación de Zaragoza el 4 de marzo, el primero se retira a Tortosa,"' mientras que el segundo lo hace hacia Monzón con la intención de defender la villa y su castillo, y allí recibe un oficio remitido por el general francés Mortier en el que le ofrece cuantas recompensas quiera si se retira a su casa. El bravo altoaragonés declina amablemente la invitación y Baget, el escribano leridano, se traslada a Cataluña, donde luchará contra los imperiales hasta septiembre, cuando volverá, como luego veremos, al Alto Aragón para colaborar en la defensa del Cinca, Abandonada Fraga por las tropas españolas, vuelve la intranquilidad, que se convierte pronto en terror ante la proximidad de los franceses, y los regidores se apresuran a quemar los documentos que demuestran «las operaciones de fidelidad y patriotismo que tanto distinguían a los españoles y ofendían a los franceses para evitar sus rigores». Hecho esto, la mayoría de los ediles huye de Fraga siguiendo los pasos del propio corregidor, que ha marchado con el ejército llevándose consigo los escasos reales del arca de propios."'
DESTINO DE ALGUNOS ALTOARAGONESES CAÍDA ZARAGOZA Acabamos de ver la actuación de numerosos altoaragoneses en la defensa de Zaragoza durante sus dos memorables sitios. Algunos de ellos murieron en la lucha; otros, una vez firmada la capitulación, escaparon, y otros fueron conducidos presos a Francia. Por otra parte, en la epopeya de la defensa de la capital aragonesa, además de los que se han citado en las páginas anteriores, otros muchos altoaragoneses se distinguieron en la lucha, la mayor parte de ellos héroes anónimos, aunque, afortunadamente, de algunos se han recuperado noticias. Del destino de aquellos y de lo que se sabe de estos se da a continuación breve reseña."4
experiencia y un opúsculo satírico en prosa contra el intendente de Zaragoza Lorenzo Calvo de Rozas titulado Caso moral y ejemplar ocurrido en Madrid en el siglo pasado entre un comerciante calvo y otro cojo, Considerado uno de los héroes de los Sitios, tiene hoy en día una calle dedicada en Zaragoza. Gálvez y Bambrila en su colección de láminas sobre los Sitios dibujan a 5anclemente batiéndose el 4 de agosto en la batería de Santa Engracia. Casasnovas; 120-125. En octubre de 1811 el Consejo de Regencia, «hallándose muy imbuido de los muchos servicios que en las actuales circunstancias ha contraído don Felipe Sanclemente y Romeu, natural de Barbastro, vecino de Zaragoza e individuo de las dos juntas supremas de Aragón, se ha servido decir a esa junta que 5. A. desea premiar debidamente los méritos singularisimos de este patriota, acreedor al amparo y gratitud de la Nación y que espera S. A. que la misma Junta le proponga en algún destino efectivo análogo a sus circunstancias». ADPZ: Actas de la Junta Superior de Aragón (en adelante ADPZJAJ5A), de la que luego se hablará. "7 Palafox, tras la capitulación, se debate entre la vida y la muerte; una vez mejorado de sus dolencias, es llevado preso a Bayona y posteriormente al castillo de Vincennes, donde permanecerá hasta diciembre de 1813. De los 32000 soldados que había al comenzar el sitio solo pueden salir desfilando unos 8000 y quedan escondidos dentro de la ciudad y sus barrios otros 4000, muchos de los cuales serán capturados. El resto de la guarnición está herida o enferma en los hospitales o fallece. Según los registros del censo zaragozano, 53873 civiles murieron durante el asedio. La guarnición superviviente, que al igual que Palafox no jura fidelidad al rey José I, es considerada prisionera y trasladada a Francia; durante el trayecto muchos de esos soldados son fusilados, aunque otros muchos consiguen escapar. A Lazán le acompaña entre otros el general Aréizaga, quien desde Tortosa parte a Sevilla para reunirse con la ¡unta Central, debiendo marchar Mina, que acompaña a su jefe y amigo, a Goizueta, en Navarra, con cartas o mensajes para la familia de este con la idea de regresar luego a esperarle otra vez a Tortosa. Luis Guzmán: 48-49. "3 AME: caja 1098-13. Berenguer: 46.
374 Respecto a los altoaragoneses que caída Zaragoza pelearon fuera del Alto Aragón o de los que hechos presos permanecieron en esa situación durante toda la guerra, hacemos un breve resumen de su trayectoria durante la contienda y tras ella, y en este capítulo termina su biografía. Del resto, es decir, de aquellos que continuaron la lucha en el Alto Aragón, se seguirán sus vicisitudes a lo largo de este trabajo, y al final, en un apéndice, se dirá lo que fue de ellos tras la contienda. Las reseñas cuya fuente no se cita han sido extraídas de Gil Novales, Alberto, Diccionario biográfico aragonés, 1808-1833, Huesca, lEA («Colección de Estudios Altoaragoneses», 52), 2005, y Lafoz Rabaza, Herminio, Diccionario biográfico de la guerra de la Independencia en Aragón, Zaragoza, Comuniter, 2005.
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I EVANIAMIENIO Y DEFENSA. El ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DF ZARAGOZA
JOAQUÍN ABARCA BLANQUE nace en Huesca en 1788 y es bautizado en la catedral. Estudia Filosofía y se gradúa de doctor en Derecho civil y canónico en la Universidad Sertoriana. Se traslada luego a Madrid a estudiar jurisprudencia y regresa a su ciudad natal, donde ejerce de abogado y logra una cátedra de Derecho civil. Colabora en la defensa de Zaragoza y es hecho prisionero y encarcelado en la Aljafería. Terminada la guerra, es canónigo doctoral en la catedral de Tarazona y, en 1822, obispo de Tarazona, aunque por sus opiniones antiliberales tiene que emigrar a Francia, donde permanece hasta el regreso de Fernando VII. Es designado obispo de León en 1824 y luego consejero de Estado. A principios de 1833 apoya el movimiento carlista y escribe una pastoral contra la política de Fernando VII, que nombra como su sucesora a Isabel II. Ordenado su arresto y proceso, se crea un conflicto diplomático con la Santa Sede y Abarca envía un escrito a todos los obispos españoles incitando a la rebeldía y una carta personal al rey en la que alega que es un contrafuero la sucesión de las mujeres en la Corona de Aragón. En 1836 Abarca pasa a ser cabeza de la Iglesia en el territorio dominado por los carlistas. Muere desterrado en Italia en 1844.3" MIGUEL ALCEGA, natural de Barbastro, donde nace en 1795, es cadete en 1800. Toma parte en la expedición de Portugal y, en julio de 1808, siendo subteniente de voluntarios de Valencia, viene con las divisiones levantinas a Zaragoza y participa en el segundo sitio. Tras la capitulación continúa luchando y asciende a capitán en septiembre de 1813. Muere en Vizcaya en mayo de 1835. ANTONIO ARTETA MONTESEGURO, profesor de la Universidad de Huesca, es canónigo en Zaragoza cuando los franceses la ocupan y allí permane ejerciendo su sacerdocio. Se halla predicando en la Seo en marzo de 1810, cuando es detenido y llevado a Huesca, donde queda preso. JOAQUÍN AYERBE CASTILLÓN, tras participar en la defensa de Zaragoza extramuros y en el ataque de Nuestra Señora de Magallón, incorporado al batallón de pardos, concurre a las acciones de Sariñena, Alcubierre y Lanaja, y permanece con dicho batallón hasta octubre de 1809, año en que pasa al 2° Batallón Ligero de Huesca."6 SEBASTIÁN BLANC comienza a servir en junio de 1808 en el rr Tercio de Barbastro como sargento primero y enseguida es ascendiendo a subteniente. Participa en la defensa de la frontera y luego en la de Zaragoza con el batallón de Torrero hasta la rendición de la ciudad. Hecho prisionero, logra fugarse y pasa a servir a las órdenes de Francisco Palafox y luego a las de Mendizábal, quien le destina al 2° Batallón de Tiradores de Cantabria, donde asciende a teniente en mayo de 1810."7 JOSÉ BUESA, nacido en Huesca, reside en Zaragoza trabajando como archivero de la Dirección General de Reales Loterías cuando estalla el alzamiento. El 15 de junio está en el cuartel de caballería y el 2 de julio y el 4 de agosto colabora en la defensa de la puerta de Santa Engracia y la torre del Pino, y es condecorado con el escudo de honor. Incorporado al batallón de voluntarios de Huesca, destaca en la salida del 31 de diciembre. Durante el segundo asedio participa en la defensa del Coso, por lo que es condecorado nuevamente, esta vez con el escudo de distinción pensionado. LORENZO FRANCISCO CABRERA PURROY, nacido en 1784 en Tamarite de Litera, militar de profesión, con el grado de teniente primero se incorpora a la P compañía de su villa natal, de los tercios de Barbastro. Posteriormente pasa al regimiento de nueva creación Reunión de Osera y poco después al de Granaderos Aragoneses de Fernando VII, con el que participa en el segundo sitio en las acciones de la Magdalena, el convento de los trinitarios y el Portillo. Capitulada Zaragoza, es hecho prisionero pero logra fugarse y combate en María de Huerva y Belchite. En octubre de 1811 se encuentra en Valencia y en mayo de 1812 asciende a ayudante mayor. Con la División de Morillo del IV Ejército
115 GEA. "6 AGMS/HSD de Joaquín Ayerbe. AM2/AP: caja 8162, leg. 12.1157.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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español se encuentra en Vitoria, San Marcial y las operaciones subsiguientes en el interior de Francia a finales de 1813."8 PABLO CABRERO COSCUELUELA nace en Clamosa (partido de Graus) y en 1808 se alista en el Tercio de
Bielsa con el grado de teniente primero; asciende luego a ayudante mayor y en 1809 a capitán segundo. Pasa a la 6° compañía del Tercio de Huesca, es nombrado ayudante del batallón ligero Voluntarios de Daroca y, en 1810, al mando de la 4° compañía de este batallón, participa en la acción de Beceite, la toma de Alcañiz y la defensa del Pueyo, y resulta herido en Caspe. Terminada la guerra, en 1816 es teniente coronel del regimiento Infante Don Carlos y en septiembre de 1846, siendo coronel y diputado a Cortes por Madrid, muere en Pamplona mientras está de viaje."9 Mosén MANUEL CAIAL BENAVIDES, al que hemos visto ayudando a Villacampa en Santa Mónica en enero de 1809, nace en Jaca en 1779 y es ordenado presbítero en 1803. Cuando el levantamiento se encuentra en Zaragoza como regente de la parroquia de la Seo y, «llevado de su ardiente celo de contribuir a la defensa de la patria y de sacrificar su vida en beneficio de la humanidad doliente», atiende en el Hospital General y otros centros a los soldados heridos o enfermos, a los que presta asistencia espiritual en el primer asedio, y en el segundo, «movido de igual celo y sin que le detuviese un punto el temor de la epidemia que devoraba a toda clase de personas», colabora con los hospitales militares de su parroquia, proporcionando, además de apoyo religioso, «todo género de socorros y utensilios». No son solo estos servicios, propios de su condición, los que realiza mosén Cajal, sino que al frente de sus parroquianos, a los que arma y municiona, participa en la acción del 31 de diciembre; en la ya dicha defensa de Santa Mónica y en la del molino de aceite, y por orden de Palafox, desempeña el oficio de vigía, dando partes frecuentes de día y de noche. Rendida la plaza, procura socorrer en cuanto le es posible a los prisioneros españoles que llegan o son conducidos a Zaragoza.'8° PABLO CASAMAYOR, barbastrense, resulta herido por la explosión de una granada en el Coso, tras
lo cual queda prisionero y es conducido a Francia, aunque se fuga desde Irún el 9 de marzo y llega a Valdepeñas. Ascendido a brigadier y destinado al batallón de Doyle,'" con el que se halla en María y Belchite, pasa de guarnición a Mequinenza hasta el 1 de mayo de 1810, en que marcha al Ejército de Cataluña. Hecho nuevamente prisionero en Tortosa en enero de 1811, es trasladado a Francia, de donde regresa en 1814 para ser agregado al regimiento suizo de Kayser.3" HERMENEGILDO CEBRIÁN OMISTE, natural de Banariés y subteniente del ter Tercio de Huesca, participa en la defensa de Zaragoza y pelea en Navarra en el período entresitios y luego en el segundo asedio a las órdenes del comandante de Voluntarios de Huesca Mariano Lartiga. Asciende a teniente un poco antes de la caída de Zaragoza y tras esta es hecho prisionero y llevado a Francia, pero escapa en el camino y se reúne de nuevo con las tropas de Perena,", JosÉ CISTUÉ, licenciado por la Universidad de Huesca, era el hijo menor de José Cistué Coll, barón de la Menglana, señor de las casas solariegas de Estadilla, Fonz y Monzón y consejero del rey. Ofrecido voluntariamente a servir a sus expensas, es nombrado subteniente del 1" Tercio de Zaragoza por Palafox y ascendido a teniente del 2° Ligero de Zaragoza. Participa en ambos sitios, de los que sale ileso y con el empleo de capitán y el grado de teniente coronel. Fallece víctima del cólera morbo en 1855.
378 AGMS/HSD de Lorenzo Cabrera. 379 AGMS/HSD de Pablo Cabrero. 38° ADPZ: Despachos de Cámara, caja s/n, año 1814, y Gil Domingo: 50-51. 3"
Esta unidad de Tiradores de Doyle, a la que se incorporarán Casamayor y otros altoaragoneses, como se irá diciendo, es
de nueva creación, organizada en Tortosa en abril de 1809. otra vez por Doyle y con la misma denominación que la original, que quedará disuelta tras la caída de Jaca en marzo de ese año de 1809. AGMS/HSD de Pablo Casamayor y Casasnovas: 125-135. "3 Con fecha 28 de diciembre de 1814 Palafox certificará que Cebrián participó en el primer sitio desde dentro y en el segundo con Perena en Magallón. AGMS/HSD de Hermenegildo Cebrián. 3
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VANTAMII NIO Y Dri FNSA FI ATTO ARAGÓN Y 105 ALIOARAGONESFS DURANTE 105 SITIOS DE ZARAGOZA
Luis MARIA CISTUÉ, hermano mayor del anterior y poseedor de título de barón de la Menglana, nace en 1788 en Madrid y se doctora en ambos Derechos en Huesca. Nombrado teniente del 1" Tercio de Zaragoza en julio, es ascendido a capitán y nombrado ayudante de campo de Francisco Palafox. En el segundo sitio queda agregado al Estado Mayor y colabora en la defensa del Coso y la Magdalena, donde resulta herido gravemente, lo que le vale el ascenso a teniente coronel. Enfermo, herido y prisionero, logra fugarse y llegar a su casa de Fonz para recuperarse de sus heridas. A ANTONIO CORNEL FERRAZ lo habíamos dejado a finales de octubre de 1808 en Zaragoza camino de Aranjuez, adonde se dirigía para tomar posesión de su cargo de secretario de Estado y de la Guerra, que le había sido dado por la Junta Central el mes anterior y que ejerce en Sevilla hasta que aquella es disuelta en febrero de 1810 para establecerse la primera Regencia del Reino en Cádiz. Cornel queda en situación de cuartel en Mallorca y al finalizar la guerra se traslada a Valencia, donde fallece en 1821.784 FRANCISCO JAVIER CORNEL FERRAZ nace en Benasque en 1765. Hidalgo, ingresa en Guardias de Corps en 1786. Capitán de Voluntarios de Aragón en 1798 y sargento mayor en 1803, es coronel en 1808 y brigadier en 1809. Acabada la guerra, es nombrado jefe militar de Valladolid en 1815 y luego gobernador de Sagunto hasta 1820. Muere en Valencia en 1830. FRANCISCO CORZÁN, nacido en Binéfar hacia 1750, es soldado de Voluntarios de Aragón en 1777 y llega a ayudante primero en 1802. Capitán de Voluntarios del Estado en abril de 1808, en junio pasa como comandante al regimiento de Cataluña. Hecho prisionero en el segundo sitio, queda en la ciudad por estar enfermo y una vez curado se fuga y pasa agregado al regimiento de Almansa, en el que alcanza el grado de coronel. Brigadier en 1811, es hecho prisionero de nuevo en Figueras en mayo de ese mismo año."' JosÉ COSTA PANO, oficial de los tercios de Barbastro e incorporado luego al batallón de Torrero, es hecho preso tras la caída de Zaragoza pero logra huir en Caparroso (Navarra). Incorporado al ejército en Tortosa, asciende a capitán distinguiéndose en María y Belchite. Formando parte del nuevo batallón de Doyle, pasa a finales de 1809 al del Infante Don Carlos, luchando en 1810 en Valencia, donde el general Caro le nombra comandante de las milicias de Mislata, Cuarte y Manises. Marcha a Tarragona por mar en junio de 1811 y de regreso en Valencia es destinado con su batallón a Sagunto, donde cae prisionero al rendirse la plaza el 26 de octubre y es conducido a Nimes (Francia). Consigue escaparse de esta ciudad en junio de 1812, pero es capturado de nuevo y llevado a Landau, de donde se vuelve a fugar en octubre y, otra vez preso, es vuelto a encerrar en esa plaza y luego trasladado a Flandes, donde permanece hasta su regreso en 1814."6 ANTONIO CRESPO DOMÍNGUEZ nace en Barbastro en 1788, es cadete en 1808 y capitán en 1809. Herido en el segundo sitio, es hecho preso pero logra huir. Participa en 1810 en Almazán, Torralba, Ariza, Calatayud, Soria, Tudela y Aranda de Duero. Sargento mayor en 1813 y comandante en 1815, en 1818 es agregado como sargento mayor al Batallón de Cazadores de Barbastro, siendo en 1823 segundo comandante de la Milicia Nacional de Manresa yen 1824 jefe de la Caja de Reemplazos de Cataluña."' JosÉ DUASO LATRE, nacido en Campo en 1775, es racionero del Pilar en 1795 y presbítero en 1799. Beneficiado del Portillo en 1800, tras estudiar Economía política y Matemáticas, Filosofía y Jurisprudencia, se doctora en Cánones en 1801. Catedrático de Matemáticas en 1802, es capellán de honor del rey en 1804. Se encuentra en Zaragoza durante los sitios y, tomada esta, se niega a reconocer a José y marcha a Sevilla, donde es nombrado vicario general del Ejército Reunido de Castilla, Asturias y Galicia y después del de Andalucía. Diputado por Aragón a las Cortes de Cádiz en
1A4 AGMS/HSD de Antonio Cornel. AGMS/HSD de Francisco Corzán. "6 AGMS/HSD de !osé Costa y Casasnovas: 136-142. 3N7
AGMSJI-ISD de Antonio Crespo.
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mayo de 1810 y en 1813, es director de la Gaceta de Madrid en 1823 y, aunque absolutista, protege a muchos liberales durante la Guerra Realista, entre ellos a Goya, quien le hizo un gran retrato. En 1847 es teniente vicario castrense y auditor general del Ejército y la Armada. En la Real Academia de la Lengua Española es tesorero y bibliotecario y se distingue por su contribución al Diccionario con gran número de voces aragonesas. Muere en Madrid en mayo de 1849.'" MANUEL ENA GÁLLEGO, tras participar en ambos sitios, se une al ejército español como coronel del Regimiento de Fieles Zaragozanos y pelea en Alcañiz, Villafranca del Penedés, Esparraguera, Manresa y Margalef. En 1812, en Utiel manda el 2° Regimiento de la Princesa y luego se incorpora al bloqueo de Tortosa.389 Terminada la guerra, es gobernador militar y político de Alcañiz entre 1814 y 1820, además de académico de San Luis y caballero de la Orden de Calatrava. ALONSO ESCOBEDO, al que hemos visto al inicio del primer sitio defender el puente de América, se distingue tras esta acción al mando del Ser Tercio de Aragoneses en la defensa del colegio del Carmen y el hospital de Convalecientes. Una vez retirados los franceses, sale hacia Cataluña con la división de Lazan y, desde Gerona, en enero de 1809 solicita el retiro y se instala en Embún, su lugar de nacimiento.'" VALENTÍN FERRAZ BARRAU, nacido en Casa Barrau de Anciles, en el valle de Benasque, en 1793, a los 15 años entra como cadete en los Dragones del Rey y llega a Zaragoza cuando estaba amenazada de su segundo sitio. Se distingue en la defensa del Arrabal. Hecho prisionero, logra fugarse e incorporarse a su regimiento y, ascendido a alférez, lucha con él en Cataluña y Valencia."'
Retrato de Valentin Ferraz, por Bernardo Blanco Pérez, (Imagen cedida por Biblioteca Nacional de España)
5" GEA: voz Vicente de la Fuente. 389 AGMS/HSD de Manuel Ena y AMZ/AP: caja 8176, leg. 20.11/9.
3" Alcaide, Suplemento: 107. 391 AGMS/HSD de Valentin Ferraz.
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LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
FRANCISCO FERRAZ CORNEL, benasqués al que habíamos dejado en Tudela protegiendo la retirada de la infantería con sus dragones y refugiándose tras la derrota en Zaragoza, donde permanece hasta que sale de ella por orden de Palafox para comisiones del Real Servicio. Empleado de fiscal en el Supremo Consejo de la Guerra, asciende a coronel en julio de 1809. Ayudante general de Estado Mayor, en junio de 1810 se halla en Cádiz y participa en la batalla de Chiclana. Brigadier en junio de 1811, permanece en el Estado Mayor General hasta octubre, cuando que es designado jefe de la división del IV Ejército, con la que participa en Bornos y en la expedición de socorro a Tarifa. En 1812 pelea en Churriana, Campillo, Mora, Guadalete y Algeciras. Pasa a Cataluña en 1813 incluido en el III Ejército en persecución de Suchet, que se retira de Valencia, y participa en el bloqueo de Tarragona. En 1814 hace la campaña de Francia.'" JosÉ FERRAZ CORNEL, nacido en Benasque en 1797, al iniciarse la guerra marcha a Zaragoza, donde entra como cadete en los Dragones del Rey, al mando de su hermano Francisco, donde es designado portaguión. Participa en el segundo sitio y, hecho prisionero, logra fugarse y se refugia en la sierra de Alcubierre donde sufre penalidades múltiples, de las que hace mención en una carta que escribe a su hermano mayor, residente en Benasque. Marchado a Valencia, donde se está reorganizando su cuerpo, en octubre es nombrado teniente de los Dragones del Rey, con los que pelea en 1810 en la Chana, Ulldecona y Vinaroz.'93
TOMÁS FINESTRA nace en Huesca en 1784. En 1808 se alista como voluntario y es nombrado subteniente. Se halla en el segundo sitio de Zaragoza y en el de Valencia; es hecho prisionero en los dos y consigue fugarse ambas veces. En septiembre de 1809 se incorpora al Ejército de Cataluña y en mayo de 1811 cae otra vez preso en Los Alfaques, aunque es liberado por un destacamento de dragones del rey. A finales de ese año participa en la acción del paso del Turia. Capitán en 1813, es secretario de la Capitanía General de Aragón en 1814. Muere dos años después en Zaragoza. MOSÉN PEDRO MANUEL GARCÉS, nacido en Albelda y cura de San Gil en Zaragoza, forma parte de la
camarilla de Palafox y es uno de los que más influjo tiene sobre este.'" JosÉ GARCÍA, nacido en Monzón, ejerce de cirujano en Sariñena y, al quedar aislada la capital aragonesa, marcha a ella para ofrecer sus servicios. Participa en ambos sitios. MOSÉN NICOLÁS GARCÍA, sacerdote nacido en Monzón y hermano del anterior, en junio de 1808 reside en Zaragoza siendo párroco de San Lorenzo. Desde el primer momento es voluntario en la r compañía de Sas y toma parte en todos los combates del primer sitio, especialmente en los del Portillo. Condecorado con el escudo de defensor, es vocal de la Junta de Defensa en el día de la capitulación. Después de treinta años como párroco, fallece en 1828.3" FERNANDO GARCÍA MARÍN, al que hemos visto de comandante del cantón de Canfranc, baja a Zaragoza y, defendiendo el reducto del Pilar, recibe dos heridas de fusil y una fuerte contusión de un casco de granada. Es hecho prisionero, pero al parecer consigue escapar, pues se tienen noticias que lo localizan en Manresa en mayo de 1813.396 ANTONIO IBARZ FAURE, montisonense de familia noble que a los 17 años es nombrado cabo primero de las compañías de Monzón, hace en ellas el servicio de su clase y es herido gravemente en el
392
AGMS/HSD de Francisco Ferraz.
395 Ferraz Turmo, José, y losé Ferraz Peneles, «Biografía del excelentísimo señor don José Ferraz y Cornel», en Publicaciones del Congreso Histórico Internacional de la Guerra de la independencia y su Época (1807-1815): v, 87-94. 394 Sala Valdés y García Salas, Mario de la, Obelisco histórico en honor de los heroicos defensores de Zaragoza (1808-1809), Zaragoza, M. Salas, 1908: 360. "5 Gil Domingo: 43. 396 AHPH/PN: notario Gregorio Pérez García, de Jaca, Testificante de Juana Calvo, esposa de Fernando García Marín y Solano, 8 de mayo de 1813, prot. n" 7426, f. 262. AMZ/AP: caja 1, leg. 9.5, Certificado de méritos de Fernando García Marín.
LEVANTAMIENTO Y DEFENSA: EL ALTO ARAGÓN Y LOS ALTOARAGONESES DURANTE LOS SITIOS DE ZARAGOZA
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primer sitio. Adscrito al batallón de Doyle, permanece en Zaragoza recuperándose de sus heridas y logra evitar ser hecho prisionero cuando cae la plaza y se incorpora a su unidad, con la que lo veremos pelear en Mequinenza y otros lugares."' MOSÉN RAMÓN LA CADENA, natural de las montañas de Jaca, es presbítero y beneficiado del Cabil-
do del Pilar. En 1815 redacta una Relación de los Sitios de Zaragoza. ANTONIO LA OLIVA CLARACO,
natural de Jaca, al iniciarse el levantamiento se halla en Zaragoza y
participa en su defensa. Posteriormente se incorpora al batallón de la Canal de Berdún de Sarasa, en el que es nombrado capitán y con el que lucha en Bernués, San Juan de la Peña, Troncedo, Sieso, Campodarbe, Tamarite y Arén.'96 Tomás LÓPEZ, nacido en Martes en 1753, estudia Medicina y, siendo mayordomo del colegio de San Cosme y San Damián de Huesca, en 1793 dirige una junta en la que se analiza y aprueba el proyecto de montepío para viudas y huérfanos de médicos. En 1808 se encuentra ejerciendo su profesión en el Hospital de Gracia, de Zaragoza. Se distingue en el socorro a los enfermos durante el bombardeo del 4 de agosto, en que dicho centro es destruido por las bombas francesas. Catedrático de la Facultad de Medicina y profesor de Cirugía, es autor de un interesante trabajo titulado De la fisiología de la voz y del habla. Nombrado socio nato de número de la Real Academia de Medicina de Aragón, muere en Zaragoza en 1831.399 MARTÍN LUCAS ARCAINE, tras participar en ambos sitios de Zaragoza, es hecho prisionero pero esca-
pa y se une nuevamente al ejército español. Teniente coronel graduado, en 1809 interviene en Alcañiz, María y Belchite; en 1810, en Sigüenza, Borja, Tarazona y la Fuensanta; en 1811, en Checa. Trasladado al batallón de cazadores de Palafox, lo hace en Villafranca y Mosqueruela y es recomendado por su valor por el general Bassecourt. En 1812, en Pozondón, Villalba y Utiel; en 1813, en Cherta, Amposta y el bloqueo de Tortosa hasta su evacuación por los franceses a primeros de 1814. Manda algún tiempo la columna de granaderos y cazadores de la 4" división. MIGUEL MIR GONZÁLEZ nace en Fraga en 1781. Iniciadas las hostilidades, se incorpora al Cuerpo de
Ingenieros y desde junio de 1808 a enero de 1809 se halla como teniente en una compañía de zapadores del Ejército de Aragón. Combate en Mallen, donde es herido de bala de fusil, en Villafeliche, en el puente de Lodosa, donde resulta nuevamente herido de bala de fusil, en Tudela, ciudad en la que recibe otra herida, esta vez de sable, y en todo el segundo sitio de Zaragoza, en el que, nombrado aposentador general del I Ejército, participa en la salida del 31 de diciembre y defiende el reducto de San José, donde recibe una nueva herida por un casco de granada, Santa Engracia y el Jardín Botánico. Hecho prisionero, se fuga y se presenta en Tortosa. Capitán en marzo de 1809, continúa en el Cuerpo de Ingenieros y lucha en Alcañiz, María y Belchite; recibe varias heridas y es hecho otra vez prisionero. Tras permanecer tres meses en los hospitales franceses, se fuga y marcha a Cataluña. En 1810 dirige, como capitán, la compañía de zapadores de la 2" Sección de Caballería y Combate en Vich y Margalef, y al año siguiente, durante el sitio de Tarragona, en el fuerte del Olivo, encargado de la comandancia de ingenieros. Resulta herido en ambos pies en el asalto del 29 de mayo. Ya en 1812, pelea en Arenys de Mar, Banyoles, Olot y Ripoll, y es ascendido a sargento mayor. En 1814, al mando del batallón de San Fernando, participa en una expedición a Francia.400 ALEJANDRO OLIVÁN, nacido en Asso de Sobremonte en 1796, estudia en los escolapios de Jaca y cur-
sa después dos años en un colegio de Francia. Regresado a España, lucha como voluntario en ambos
597 AGMS/HSD de Antonio Ibarz. 398 AGMS/H5D de Antonio La Oliva. 399 GEA.
AGMS/HSD de Miguel Mir.
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sitios de Zaragoza y llega al grado de alférez. Posteriormente ingresa en el Colegio Militar de San Fernando, de donde sale en 1812 con el grado de teniente de artillería."' IGNACIO PANO SESSÉ, teniente de la 3a compañía del I er Tercio de Barbastro, baja del Pirineo al socorro de Zaragoza y participa en los dos sitios. Caída Zaragoza, continúa la lucha en la división catalana de Sarsfield, del que será secretario personal. MARTÍN PANZANO, natural de Boltaña, va a Zaragoza con los tercios de Barbastro. Durante el segundo sitio sirve como capitán en el 40 Tercio de Zaragoza y se distingue en la huerta de Santa Engracia y el tozal de San Miguel, donde es hecho prisionero aunque consigue fugarse e incorporarse al Ejército de Aragón, con el que lucha en María para unirse después al reorganizado batallón de Doyle, con el que se halla en 1810 en el ataque de los campos de Fraga. En abril pasa al cuartel general de Cataluña, donde es nombrado fiscal de la Comisión Militar de Infidentes, cargo que ejerce en Villafranca del Penedés y su corregimiento, donde permanece hasta agosto de 1811, cuando es incorporado como teniente coronel al regimiento de Ribagorza al mando de Sarasa. Con él permanece en el Alto Aragón hasta finales de abril de 1812, año en que por asuntos del Real Servicio se desplaza al cuartel general de Cataluña. En Vich, en agosto se le encarga de manera interina la comandancia de las armas de esa villa y su corregimiento, aunque un mes después retorna a Boltaña debido a su deteriorada salud y allí es atendido por Juan Coli, médico titular de la villa, y Florián Baquer, de la de Aínsa.402 ANTONIO PINZANO NOGUÉS, capitán de las compañías de Monzón y luego incorporado a la la Compañía de Guardias Wallonas, es hecho prisionero en el primer sitio y llevado a Francia. Logra escapar e incorporarse al batallón ligero de Tiradores de Doyle, con el que defenderá Mequinenza.40' JosÉ PUIG, de familia infanzona, nace en Tamarite y comienza su profesión militar en los Guardias de Corps en 1774. Como coronel del Regimiento de Dragones de Numancia en ausencia de su titular Miguel Valcárcel, pelea en Zaragoza durante su segundo sitio y es ascendido a brigadier en 1809.4°4 Mosén PEDRO MANUEL DE LA Riva, nace en Naval hacia 1767. Instruido en latín, cursa Filosofía en la Universidad de Zaragoza, recibe el grado de bachiller y estudia Teología. En sus Testimoniales se afirma que «es y ha sido adicto al rey y que lo ha dado a entender en el tiempo de la guerra contra la invasión de Napoleón»."' FRANCISCO ROCHA CARRERA nace en 1776 en Monzón, donde el contacto con los ingenieros militares del castillo le abre una perspectiva científica del arte de la construcción, por lo que su padre lo envía a Zaragoza. Tras ser encargado para diseñar y dirigir las obras del acueducto y la fuente pública de Longares, marcha a estudiar Arquitectura en la Real Academia de San Fernando de Madrid. En 1798, siendo ya arquitecto, es nombrado director de la sala de arquitectura de la Real Academia de San Luis, en la que imparte clases de Aritmética, Geometría y Matemáticas. Ese mismo año realiza los planos para una nueva iglesia parroquial en Ballobar. Académico y director de Arquitectura en Zaragoza, es elegido miembro de la Junta de Sanidad y comisionado en el primer sitio para estudiar el emplazamiento de algunas baterías y realizar obras defensivas. Son famosos sus informes sobre las bóvedas
AGMS/H5D de Alejandro Oliván. 401 Estos certificarán que padece «de mucho tiempo atrás fuertes insultos de vómitos de sangre a resultas según parece y puede inferirse de su constitución física y síntomas que los acompañan, de haber sufrido alguna peligrosa caída o recibido golpes extraordinarios, de lo que podemos hacer y dar verdadera relación por haberle visitado desde el 8 de octubre del año pasado de 1812 hasta el día de la fecha», lo que autentifican los escribanos Puycercús, de Boltaña, y Lascorz, de Labuerda. AMZ/AP: caja 8165, leg. 14.2/150, Memorial de Martín Panano. 401
AMZ/AP: cala 8151, leg. 6.2/174, Relación de méritos y servicios de Antonio Pinzano.
°4 Sala: 257.
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4°5 Gil Domingo: 62. La revista Xi/oca. que publica el Centro de Estudios del liloca de Calamocha trae en el n° 5, de abril de 1990, una relación muy interesante de la guerra de la Independencia y de los Sitios de Zaragoza manuscrita por Pedro Manuel de la Riva, rector de Olalla, hallada en el archivo de esa parroquia.
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del Pilar, las acequias del Arrabal y Tamarite y las obras de la iglesia de Sariñena, pero su gran proyecto es la elaboración de los planos para la reforma del monasterio de Villanueva de Sigena. Fallece en febrero de 1809 en su casa de la calle Mayor de Zaragoza a consecuencia de la epidemia.40b JOSÉ SANGENÍS TORRES, tras la capitulación y disuelto el batallón de Torrero, es hecho prisionero y llevado a Francia, aunque logra fugarse y volver a la lucha.4°' JOSÉ SOBREVIA ALVARADO, nacido en Camporrells, se doctora en ambos Derechos por la Universidad
de Huesca, donde ocupa la cátedra de Digesto viejo. Tras permanecer algún tiempo en Madrid, va a Zaragoza como racionero de La Seo y ocupa una canonjía en el mismo templo. En 1793 se encarga del rectorado del seminario de San Valero y San Braulio, donde imparte Derecho canónico y Disciplina eclesiástica. A partir de 1800 es nombrado juez de pías causas y en 1801, siendo miembro de la Real Sociedad Económica Aragonesa, es designado censor hasta 1809, año en que se pierde su pista tras la caída de Zaragoza.408 MARIANO TORRENTE, nacido en Barbastro en 1792, está en Zaragoza durante los sitios y, tomada la
capital, permanece en ella al servicio de los franceses hasta 1811, cuando se pasa a la 6° división del ejército inglés, de la que por su conocimiento del francés y otros idiomas es nombrado secretario y poco después comisario de Guerra para proveer de víveres al ejército aliado. Terminada la guerra, es cónsul en los Estados Pontificios hasta 1822, año en que es trasladado al consulado de Liorna; en 1823 pasa a Londres y en 1824 a París. En 1833 es director de la Tesorería de Rentas de La Habana y en 1837 intendente de provincia. Vuelve a España en 1840 y en 1843 es elegido diputado a Cortes por Huesca. Al disolverse estas regresa a La Habana, donde, tras publicar varios libros, muere en 1856. PEDRO VILLACAMPA MAZA DE LIZANA fue visto por los franceses, asombrados por su valor, con tal consi-
deración que «el general Lannes, habiendo mandado cerrar las boticas de la ciudad, solo permitió abrir una de ellas para la enfermedad y heridas de Villacampa, sin que se quisiese recibir el precio de las medicinas». No obstante, cae prisionero y los franceses tratan de persuadirle para que se una a la causa de Napoleón, lo que el digno serrablés, que con fecha 9 de marzo ha sido ascendido a mariscal de campo, rehúsa de continuo, por lo que el 12 de ese mismo mes sale de Zaragoza en una cuerda de presos. A pesar de estar estrechamente vigilado, consigue comprar un pasaporte de paisano y, disfrazado hábilmente, logra evadirse en un carro y llegar a Tortosa, donde se presenta al nuevo capitán general de Aragón, Joaquín Blake, que se halla en esa ciudad catalana organizando el nuevo Ejército de Aragón y Cataluña, denominado 20 de la Derecha y nombra al altoaragonés vocal de una junta Militar que acaba de establecer. Le encarga en agosto de 1809 la organización de una división que constituirá el ala izquierda del nuevo Ejército de Aragón, al mando de la cual combatirá y se distinguirá en multitud de acciones en el Aragón de la derecha del Ebro, Valencia, Murcia y Castilla. Por sus méritos durante los sitios, Villacampa es declarado «benemérito de la patria en grado heroico y eminente» y años después, en 1814, hallándose Palafox con otros generales, entre los cuales está el altoaragonés, señalándole dice: «He aquí el honor y la gloria de Aragón, a quien no he podido hacer matar por los franceses a pesar de habérsele presentado en los mayores peligros».409
406 Alcaide, Historia: 1, 55. GEA: apéndice ti, 309. 407 AMZ/AP: hoja de servicios de losé de Sangenís. 408 GEA. 409 Entre los papeles hallados a Villacampa cuando se le abrió una causa en 1814, se encontró una carta de un general ita-
liano del mando del mariscal Suchet en que manifestaba al altoaragonés el estado desgraciado de la Nación y la imposibilidad de contrarrestar la fuerza del emperador, por lo que le ofrecía la posibilidad de someterse al rey José, ofreciéndole la protección del mariscal, en cuyo nombre le escribía, añadiendo que, si algunos otros oficiales querían oír los mismos ofrecimientos, les asegurase que todos hallarían al lado del mariscal igual asilo y protección. La contestación de Villacampa fue que «no veía tan perdida la causa de la Nación y que estaba resuelto a derramar su sangre por defenderla, por lo que no podía ni debía aceptar los ofrecimientos del mariscal». AGMS: Documentos de Pedro Villacampa, DV.IMG4/A.2-A.I, Extracto de la causa contra el teniente general de los Reales Ejércitos don Pedro Villacampa y hoja de servicios de Pedro Villacampa. Guirao, Don Pedro Villacampa.
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ID/AM/MIENTO Y OtO NSA - FI Al 10 ARARON Y !OS AITOARAGONI 51 5 OURANTI TOS 511105 DI. ZARAGOZA
JOSÉ VILLACAMPA PERIEL,
hermano del anterior, ingresa como voluntario distinguido en el 2° de
voluntarios de Aragón en 1799; es cadete al año siguiente y, tras participar en la guerra contra Portugal, en 1801 se licencia. En mayo de 1808 se encuentra en Zaragoza y es uno de los primeros en presentarse para el servicio activo. Teniente de la 9a del 7° tercio (después 1° Ligero de Zaragoza), con la que lucha en Alagón y durante todo el primer sitio, se distingue en la acción entre la torre de Lapuyade y el puente del Gállego, donde se apodera de dos cañones de batallón y hace ocho prisioneros. En el ataque del 4 de agosto defiende la huerta de Santa Engracia y es herido de bayoneta. Tras participar en Tudela se retira a Zaragoza, y pelea en el Arrabal, el Portillo y la Misericordia a pesar de haber sido herido de bala de fusil. Ascendido a capitán el 1 de febrero de 1809, es hecho prisionero en la capitulación, pero logra fugarse y pasa al Ejército Reunido de Aragón y Cataluña destinado al batallón de Daroca, con el que se halla en Beceite, Alcañiz, María y Belchite. Posteriormente, en 1810 lucha en Valls y en Margalef, donde recibe dos heridas y es nuevamente hecho preso. Lo llevan a Francia hasta que, canjeado por un comisario francés, es liberado en 1813 y llega a España el 28 de junio, a tiempo para participar en el bloqueo de Tortosa. Terminada la guerra es teniente coronel del 2° de voluntarios de Aragón y casa con la benasquesa Rita del Castillo, de la que tiene varios hijos.410 Muertos quedan Antonio Sangenís, como consecuencia de las graves heridas que sufre al ser alcanzado el 12 de enero por una bala de cañón,4" y Domingo Larripa, que fallece después de rendida la ciudad por las heridas recibidas en la defensa del reducto del Pilar. También mueren José Fañanás y su hijo Pascual, naturales de Lupiñén, ambos en el segundo sitio, y cuando su hermana y tía Josefa Fañanás, viuda de Demetrio Tolosana, se presenta en Lupiñén el día de San José de 1809, llegando de la Corte «después de muchos atropellamientos que padeció en el camino y mucha detención por causa del enemigo», al recibir la noticia de esas muertes cae «con un desmayo tal» que es preciso introducirla en la casa del alcalde, Mariano Oliva. Al volver en sí, «prorrumpió diciendo que nadie se desanimara, que el amado rey volvería a España con la voluntad de Dios», animando a todos los paisanos a que se pongan en defensa contra el enemigo, ofreciendo además a la Virgen del Pilar «una alhaja de mucha consideración, por la libertad de don Fernando VII y don José Palafox».4 I , Otros altoaragoneses, como Pedro María Ric, Felipe Perena, su sobrino Pedro, Juan Francisco Santolaria, Juan Domec, Francisco Castillón, etcétera, a los que se unirán otros muchos, seguirán peleando contra los franceses y manteniendo la resistencia en el Alto Aragón, como ahora se verá.
MOVIMIENTOS FRANCESES (19 DE NOVIEMBRE DE 1808 — 21 DE MARZO DE 1809) Habíamos dejado a Napoleón en Burgos, donde había llegado el 11 de noviembre y desde donde, tras ordenar el 19 a Lannes y Moncey marchar contra Castaños y Palafox, que se encuentran en Tudela, se traslada con su cuartel general a Aranda, donde recibe el 26 la noticia de la victoria de Tudela. Decide entonces marchar sobre Madrid llevando consigo el I Cuerpo de Ejército, su Guardia Imperial y la reserva de caballería. El 30 franquea el puerto de Somosierra y el 2 de diciembre
Hoja de servicios y documentos de José Villacampa y Periel pertenecientes a mi buen amigo don Alcides Villacampa. Como antes se ha dicho, su hermano Pedro utilizó siempre como segundo apellido el de Maza de Lizana en lugar del de Periel; de ahí la disparidad en los apellidos a pesar de tener los mismos progenitores.
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`11 Sangenís cayó muerto en la batería alta de Palafox o del molino de aceite. Actualmente en la calle Asalto de Zaragoza se conserva una placa en su memoria en la que se puede leer: «En este lugar, donde estuvo emplazada la bateria alta de Palafox, murió gloriosamente el 12 de enero de 1809 el coronel D. Antonio de Sangenís y Torres, comandante de ingenieros de los asedios de 1808 y 1809. Loor al héroe invicto, su espada y su ciencia brillaron como estrellas. La patria y la ciudad agradecidas le dedican esta memoria en el Centenario de los Sitios». 412
AMZ/AP: caja 8147, leg. 3.6/1.
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se presenta a la vista de Madrid, cuyas autoridades, sin ofrecer apenas resistencia, capitulan dos días después. Durante su estancia en Madrid, el emperador planea una campaña para expulsar a los ingleses y ocupar Portugal y Andalucía, y para ello reorganiza su ejército, reúne víveres y municiones, trae refuerzos y asegura sus comunicaciones con Francia. Al tener informaciones que le hacen sospechar una ofensiva inglesa con el propósito de cortar sus comunicaciones con la frontera, abandona Madrid para dirigirse contra los británicos, que se retiran hacia Galicia perseguidos por las tropas francesas con Napoleón al frente. Pero en el camino de Benavente a Astorga un correo entrega una carta al emperador en la que se le anuncia que Austria se está rearmando y organizando un ejército con el fin de atacar a las fuerzas francesas y sus aliados europeos. La amenaza austriaca hace que Napoleón no se aleje demasiado y, tras permanecer unos días en Astorga, regresa por Benavente a Valladolid confiando la persecución de los británicos al mariscal Soult, apoyado por el también mariscal Ney. La noche del 6 de enero llega a Valladolid, donde permanece un tiempo, pues, aunque preocupado por las noticias de Austria, la situación político-militar española no le parece todavía consolidada, por lo que decide dirigir desde allí las operaciones militares y reorganizar su ejército en España dotándole de una buena vía de comunicaciones. Mediado enero y satisfecho de la marcha de sus asuntos en España, se prepara para regresar a Francia, redactando antes una serie de instrucciones militares, políticas y administrativas para su hermano José y los mariscales y generales que van a permanecer en la Península. En esta época, todas las fuerzas destinadas a operar en España ya han llegado y se sitúan a retaguardia numerosos refuerzos procedentes de unidades de depósito. Napoleón distribuye esos refuerzos en los distintos cuerpos de ejército y crea una serie de gobiernos militares a cuyo frente pone a generales de división o de brigada que disponen de pequeñas guarniciones encargadas de garantizar la seguridad de los convoyes y correos. Una vez hecho esto, sale de Valladolid el 17 de enero hacia Burgos, desde donde, tras descansar unas horas, prosigue viaje hacia Bayona, adonde llega el 19. A su regreso, el emperador no ignora las dificultades que tendrá su ejército en España, pues a pesar de los últimos éxitos militares aún queda mucho por hacer, ya que hasta ese momento solo es dueño de la mitad norte de la Península, quedando por conquistar Portugal, Andalucía. Extremadura y Levante. El plan de operaciones dejado por Napoleón consistía en que Soult, tras expulsar a los británicos de Galicia, invadiera Portugal por el norte apoyado por Lapisse desde Salamanca, permaneciendo Ney en Galicia para pacificar el país y cubrir la retaguardia de Soult. Cuando este llegara a Lisboa, el mariscal Víctor marcharía a Extremadura para tomar Mérida. Ocupada Lisboa, Soult apoyaría a Víctor para iniciar la conquista de Andalucía.'" En tanto, y respecto a la columna de Wouillemont, que iba camino de Pamplona, el Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége, que marchaba en cabeza, llega a esa capital el 29 de diciembre seguido por el de los Altos Pirineos, aunque con una deserción considerable. En Pamplona, los cazadores de la columna de Wouillemont se reúnen con sus camaradas de los Bajos Pirineos,'" también llegados allí al mando de Lomet, y son destinados a diferentes lugares. Así, el día 13 de enero se envía a los del Ariége hacia Caparroso y Tafalla para proteger el paso por esa ruta de los convoyes que van al sitio de Zaragoza, lo que produce otra gran deserción: solo 60 llegan a Caparroso. El 16, los 250 hombres que quedan del batallón de los Altos Pirineos, al mando ahora del capitán Castelbajac, ya que su jefe Montesquiou se encuentra herido por haberse caído del caballo, son enviados a Sangüesa con el capitán Uny, ayuda de campo del gobernador de Navarra, Bisson, al frente. Pero,
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Bonaparte, Napoleón, Correspondance r. xviii. Priego: ni, 135. 156, 171-173 y 281-291. El 1." Batallón de Cazadores de Montaña de los Bajos Pirineos, al que en la mayoría de los partes de situación se le deno-
mina de Guardias Nacionales de los Bajos Pirineos, debido a su origen tenía sus posiciones en la desembocadura de los valles C8/18, Cornet a Berthier, 3 de diciembre, y que daban a Aragón y Navarra, es decir, en Gabas, Urdas, Lescun y Licq. C8/358 a 410, Partes de situaciones.
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una vez en Sangüesa, la mayor parte de ellos deserta ante la aparición de una banda de insurgentes con los cuales no intercambian más que unos tiros. En relación con el 20 de los Bajos Pirineos, sus tres últimas compañías, al mando de Lomet, que acaba de ser destinado al Estado Mayor de Bayona, marchan al valle navarro de Salazar, donde la insurrección está en auge, para luego establecerse en Orbaiceta y Roncesvalles y asegurar la comunicación con Pamplona. Las otras siete compañías de este batallón van a primeros de febrero con Wouillemont hacia Sangüesa camino de Jaca, pero en el trayecto son interceptados por las guerrillas. En Sangüesa se les unen los restos del batallón de los Altos Pirineos y 20 gendarmes, y, dada la presencia de partidas guerrilleras en la ruta hasta Jaca, deciden permanecer en la villa navarra esforzándose en cubrir los alrededores enviando pequeños contingentes a los puentes de Cáseda y Lumbier sobre el río Aragón para evitar que los crucen, por una parte, los guerrilleros que incomodan las rutas de comunicación entre Pamplona y Jaca o Zaragoza y, por otra, los desertores que intentan llegar a la frontera y pasar a Francia. El 3 de febrero realiza Wouillemont con éxito un golpe de mano contra una partida que ocupa el monasterio de Leire, y posteriormente se aventura a enviar un destacamento remontando el curso del Aragón, que se presenta bajo los cañones de Jaca, aunque esta tentativa resulta vana pues los altoaragoneses no están dispuestos a someterse como se esperaba. Desde Sangüesa, Wouillemont, dado el acoso de las guerrillas y la imposibilidad de llegar a Jaca, retorna nuevamente a Pamplona, desde donde el 21 de marzo regresa a Francia con los restos de su columna sin haber conseguido su objetivo."'
41 ' AHG: C8/24, Wouillemont a Clarke, 24 de marzo de 1809, Informe sobre la expedición en España con los Cazadores de Montaña en 1808 y 1809. Sarramon, NapoWon: 50, 78-79 y 82-83.
DERROTA Y OCUPACIÓN [11
INICIO DE LA OCUPACIÓN DEL ALTO ARAGÓN (FEBRERO-ABRIL DE 1809)
Lannes intenta la rendición pacífica de laca, Benasque, Monzón y Mequinenza (primeros de marzo de 1809)
R
ENDIDA Zaragoza, cabeza de la rebelión aragonesa, el 21 de febrero de 1809, el mariscal Lannes hace su entrada triunfal en la ciudad el domingo 5 de marzo como representante del rey José y a su llegada sale a recibirle la Junta Suprema de Aragón presidida por el
altoaragonés Pedro María Ric, por enfermedad de Palafox. Entran todos al templo del Pilar, donde se oficia una misa, tras la cual la Junta acompaña al mariscal al Palacio Arzobispal y ofrece un banquete en su honor. Con estos actos comienza la administración francesa de Aragón. Frente a los dos cuerpos de ejército con que cuenta Lannes, el III de Junot y el V de Mortier, las fuerzas españolas en Aragón consisten tan solo en la división de Lazán y el batallón de Huesca de Perena, situados entre Sariñena y Monzón; el batallón de pardos, a las órdenes de Pedrosa, en el Sobrarbe, donde se ha refugiado tras la derrota de Leciñena; los batallones de voluntarios de Jaca y tiradores de Doyle en Jaca, un batallón que está organizando Miguel Sarasa (del que ahora se hablará) en la Canal de Berdún y el batallón de cazadores de Alcañiz en Caspe y Mequinenza, junto a una pequeña partida del Regimiento de Fieles Zaragozanos. Todas estas unidades son de formación reciente y su mando es ejercido, en representación de su hermano, por Francisco Palafox, si bien la división de Lazán está supeditada al Ejército de Cataluña, mandado por Reding. Así, Lannes se halla en condiciones idóneas para proceder a la conquista del resto de Aragón. No obstante, menospreciando el valor de sus adversarios, y antes de enviar sus columnas contra ellos, buscando explotar el colapso de la resistencia aragonesa, Lannes realiza un intento de lograr sin lucha la rendición de las cuatro plazas fuertes (Jaca, Benasque, Monzón y Mequinenza) existentes en la región, considerándolas incluidas en la capitulación de Zaragoza. Para ello, y por mediación del recién nombrado gobernador francés de Zaragoza, el general Laval, ordena a Ric que mande a los gobernadores de esas plazas que se presenten como prisioneros de guerra."' Ric da cuenta de esta pretensión a la Junta Suprema de Aragón, proponiendo, de acuerdo con el general Saint-March, no obedecer, ya que nada se ha tratado de las plazas en la capitulación de Zaragoza. La Junta no está de acuerdo con la propuesta de Ric y Saint-March, aduciendo que, «no reconociendo los franceses otra razón que la fuerza, no serviría la reclamación sino para irritarlos más contra ellos, teniendo al fin que cumplir aquella orden tan injusta como inesperada», por lo que, ante el temor a la reacción del mariscal francés, finalmente se accede a expedir dichas órdenes,
"6 Archives Nationales Franlaises, Asuntos de España (en adelante ANF): AFtv.1622.11. Lannes a Napoleón, 26 de febrero de
1809.
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aunque Ric, para que hiciesen menos fuerza, tiene la precaución de hacerlas firmar solo por Miguel Dolz, el secretario, que era un mercader sin representación alguna y desconocido de los gobernadores, e intenta retardar su ejecución todo lo posible. Habiendo indicado Lannes que los pliegos de órdenes se remitiesen con propios, Ric retiene a estos con el pretexto de que no hay dinero para enviarlos. Pero, al fin, llega una orden terminante y tan precisa que no hay más remedio que enviar los pliegos. Entonces Ric, «para mirar por el bien del Reino e impedir las injustas ideas del enemigo», recurre a su mujer, la condesa de Bureta, 417 a quien encarga hablar con los propios y pedirles que digan a los gobernadores que no obedezcan a lo que se les manda, sino que antes bien se defiendan como lo había hecho Zaragoza. Poco después, el general jefe de Estado Mayor francés pregunta a Ric por el resultado de la orden y este le contesta que ni los gobernadores han respondido ni los propios han regresado, no siendo de esperar que tuviese efecto lo mandado porque aquellos eran responsables de sus plazas y nada tenían que ver con la Junta ni con la capitulación de Zaragoza. Ante esto, el general francés manda que sea Palafox, a pesar de su enfermedad, el que firme la orden, cumplido lo cual, pocos días después Laval manda que se envíen a los gobernadores de las plazas las nuevas órdenes firmadas por Palafox, escritas en letra española y encabezadas «Del Real Servicio», con una hoja en su interior de tamaño cuarto, firmada por el enfermo capitán general y fechada en el cuartel general de Zaragoza el 4 de marzo de 1809, en la que se dice: «La ciudad se ha rendido; toda España está en poder de las tropas francesas, no hay esperanza ya de socorro. Le mando en consecuencia que rinda la villa de su cargo al mariscal Lannes, duque de Montebello, a quien ya ha sido entregada la capital aragonesa» .418 El gobernador de Monzón, Rafael Ansoategui,419 no llega a recibir este escrito, pues, como después veremos, abandona temeroso su puesto y queda el valiente Perena al cargo de la plaza y su castillo, pese a lo cual será ocupada el 9 de marzo por los franceses. El de Mequinenza, Luis Veyán,4" y el de Benasque, el marqués de Villora, rechazan el contenido de la orden y sus plazas tardan algún tiempo en ser ocupadas. En cuanto a Jaca, su gobernador, Tinoco, rechaza igualmente la orden y envía su respuesta, fechada en Jaca el 9 de marzo. Esta llega a Zaragoza cuatro días después (tal era el tiempo usual entonces) y, como Palafox ya está camino de su prisión en Francia (a pesar de que Lannes había dado palabra de honor a Ric de ponerlo en libertad, cuando este pretendía que uno de los artículos de la capitulación de Zaragoza fuese la facultad de trasladarse Palafox adonde se le acomodase con toda su plana mayor), Ric abre la carta de Tinoco en la que este dice que Palafox «debía estar mal informado sin duda de la situación de la Nación cuando le mandaba entregar aquella plaza, que él faltaría a su obligación si obedeciese a un general
417 Ric había casado en Zaragoza con María de la Consolación Azlor de Aragón y Villavicencio, nacida en Gerona en 1775 de familia ilustre. Esta, en 1787, al morir su padre, que era virrey de Navarra, se trasladó a Zaragoza, donde contrajo matrimonio con Juan Crisóstomo López Fernández de Heredia, conde de Bureta, que murió tempranamente. A los esponsales de Ric con la condesa viuda asistieron el general Palafox, primo de la novia, toda la nobleza y los ministros del Tribunal, «haciéndose mucho sarao» tras la ceremonia y por la noche fuegos y «carretillas de cuerda». Casamayor: 12 de noviembre. Para conocer más detalles sobre la vida de la condesa puede consultarse la obra dicha de Mariano de Pano y Ruata. 416
ARF: caja 74, leg. 2, Ric a Amat, Valencia, 1 de octubre de 1809.
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Ansoategui no debía de sentirse demasiado inclinado a pelear, estando además quejoso por no cobrar regularmente su
sueldo, como había manifestado a Palafox en un oficio fechado el 3 de septiembre en el que decía que «se encuentra apurado económicamente ya que desde hace tres meses la tesorería no le ha abonado su corto sueldo, por lo que se ha visto obligado a irse deshaciendo de algunos muebles de su propiedad y que por varias diligencias que ha hecho, parece ser que aquella tesorería no tiene conocimiento de ello, por lo que le solícita que dé al señor intendente la orden para poner corriente su haber pagándole los atrasos que se le deben y que se le ponga en nómina para continuar cobrando su sueldo en lo sucesivo». AMZ/AP: caja 8222, leg. 46.1/11, Ansoategui a Palafox. Monzón, 3 de septiembre de 1808. 426
Luis Veyán Aparicio, nacido en Quito hacia 1776, en mayo de 1808 era capitán de ingenieros y se encontraba en Zara-
goza, donde luchó en el primer sitio. A primeros de 1809 fue nombrado gobernador interino de Mequinenza en sustitución de White. AMZ/AP: Memorial de fosé White. Gil Novales, Diccionario.
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prisionero cuyas facultades habían espirado y que remitía la orden al excelentísimo señor don Francisco de Palafox, general representante, para que le ordenase lo que debía hacer, concluyendo la carta Tinoco con palabras de atención, respeto y deseos de complacer a Palafox en cuanto no comprometiese su honor y obligación». Ric vuelve a cerrar el pliego después de mostrarlo a la Junta y con su acuerdo lo pasa a Laval, que les exige que acrediten el cumplimiento de las órdenes. Informado Lannes, no quiere cesar en su empeño y, pese a que sus soldados han partido ya hacia Mequinenza y Jaca para lograr su conquista por la fuerza, vuelve a preparar una nueva comisión a dichas plazas (al parecer habían renunciado de momento a Benasque), en un último intento de lograr su entrega. En esta tercera ocasión no envía órdenes escritas, sino a individuos de la Junta!'" A Mequinenza parten en una calesa y acompañados por dos gendarmes el arcediano Pedro Atanasio Pardo Arce y Manuel Irañeta, obrero de la parroquia de San Pablo, y pocos días después regresan con la contestación del gobernador Veyán en la que claramente expresa su deseo de «perder la vida conforme a los ejemplares que advirtió de patriotismo en Zaragoza».421 Para ir a Jaca son designados el padre fray José de la Consolación423 y Gregorio Sánchez, individuos de la Junta Suprema de Aragón y diputados de la misma, pero, debido a la salud del primero, su salida se demora algunos días, de manera que por fin parten el 20 o el 21, acompañados de dos mozos de espuelas y dos gendarmes. Al llegar a Ayerbe el 24 tienen noticias de que Jaca se ha rendido ya el 22, como luego diremos; pese a ello, continúan su viaje y llegan a la ciudad pirenaica el 25. Al parecer, el padre Consolación abrigaba el plan de, lejos de invitar a la rendición, incitar a Jaca a proseguir la rebelión, pero ahora veía frustrado su plan y regresaba a Zaragoza soportando dudas sobre su patriotismo. Ante la negativa de los gobernadores de las plazas aragonesas a entregarse, los franceses, aprovechando su superioridad militar, reinician sus operaciones de conquista en los primeros días de marzo de 1809, operaciones que finalmente deciden la situación y que a continuación estudiaremos.
Ocupación de Huesca (4 de febrero de 1809) En enero de 1809, en la ciudad de Huesca, pendiente de las noticias que vienen de la sitiada Zaragoza, la vida transcurre con relativa normalidad. El día 3, con la asistencia de los señores Ara y Diago, el provisor y el secretario, se reúne la Sitiada del Hospital, en la que se tratan temas referentes a la botica, que está regida por un religioso. Unos días después, el 24, se junta nueva Sitiada con la asistencia de los mismos señores, acompañados esta vez por el obispo, y en ella se comisiona a Diago para que con la hermana Teresa y el médico vean si «pueden separarse cómodamente los sarnosos de los demás y si pueden ponerse en la sala de los tísicos, supuesto que parece que esta no se ha usado todavía».424 El 4 de febrero una columna francesa de la división de Suchet, compuesta por 600 hombres, que manda el general Mortier, llega a Huesca y la ocupa sin resistencia. Los oscenses, al tener noticias de la proximidad de los imperiales, abandonan en su mayor parte la plaza, unos para dirigirse con sus familiares a los pueblos cercanos y otros para unirse a los voluntarios que operan en los Pirineos o refugiarse en Lérida o Mequinenza, todavía en manos españolas. Así lo hizo
421
Ric en la citada carta a Amat dice que tiempo después de abandonar Zaragoza se enteró de que los franceses habían
obligado a la Junta a enviar dos individuos suyos a Jaca y otros dos a Mequinenza para persuadir la rendición, y que cuando eso sucedió había dejado de ser presidente de la Junta y marchado a Fonz, su villa natal. ARF: caja 74, leg. 2. 422
Pano: 320.
423 José Ibáñez García, fray losé de la Consolación, nace en Villafeliche en 1769. Sacerdote agustino recoleto, recibe los hábitos en el convento del Portillo de Zaragoza en 1788. Distinguido en ambos sitios, fue Intimo colaborador y consejero de Palafox, siendo nombrado por éste miembro de la Junta Gubernativa, 424
AHPH/LRS: 3 y 24 de enero de 1809.
DERROTA Y OCUPACION
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un fraile carmelita colegial teólogo, quien un día, al regresar de decir misa en una finca próxima a la ciudad, es sorprendido por un soldado francés de caballería que le exige el dinero que lleva. El carmelita niega tajantemente que lleve dinero, lo que provoca una discusión y una violenta reacción del soldado francés, quien dispara contra el fraile aunque sin herirlo. Este se abalanza contra el militar galo, al que arrebata el sable, la tercerola y el caballo, y huye inmediatamente a Mequinenza, donde entrega todo a Francisco Palafox.'" Huesca, bajo dominio francés, se verá obligada a realizar nuevamente sacrificios y esfuerzos económicos, esta vez dirigidos a mantener los gastos del ejército napoleónico. El Ayuntamiento, con el alcalde Lobera al frente, no ofrece ninguna resistencia y se presta a colaborar intentando atenuar en lo posible la represión, como hizo, por ejemplo, al entregar de los almacenes de la ciudad una porción de harina como para 8000 ó 10 000 raciones «para contentar al enemigo que violentaba a ello».416 El 4 de marzo Manuel Esmir es elegido alcalde mayor en sustitución de Mariano Lobera. Permanece en el cargo hasta el 13 del mismo mes, y ese mismo día se presenta en el Ayuntamiento un informe del Colegio de Médicos oscense que ha sido requerido previamente para opinar sobre el tipo de enfermedades de que vienen contagiados los que han estado en Zaragoza durante sus sitios. En ese informe, que el Ayuntamiento manda publicar por bando, se ordena que «los vecinos de las casas donde hubiera enfermos de esta clase no viertan a las calles inmundicias algunas de vómitos, orinas ni excrementos, y generalmente, ningún otro vierta por las ventanas aguas ni inmundicias algunas bajo la pena de 60 reales de vellón que se exigirán irremisiblemente al que lo contraviniere». Se acuerda además que no se acojan enfermos forasteros, antes bien se les obligue a salir después de haber pernoctado una sola noche, y que al vecino que se demuestre que ha protegido u ocultado alguno por más tiempo se le exija la misma pena. Además, el Ayuntamiento comunica sus inquietudes al hospital por medio de Diago, quien refiere en junta de Sitiada que el Concejo, «habiendo oído a los médicos de esta ciudad, había determinado para evitar un contagio con los que vienen enfermos de Zaragoza que se pongan en sala separada». La Sitiada acepta la sugerencia y acuerda que dichos enfermos se coloquen «en la sala de San Antonio, habilitándose inmediatamente si no lo está». Asimismo se acuerda que se envíe de propio «al mozo de la mula» para solicitar a los boticarios de Sangarrén y Almudévar toda la quina de la que puedan disponer, con la promesa de devolverla en cuanto llegue la solicitada previamente a Navarra. Unos días después se reciben dos oficios enviados desde Villamayor por el jefe del destacamento francés allí acantonado en los que se ordena el envío de 600 raciones de pan y 15 sacos de harina para la tropa. El 12 llegan otros dos oficios del mismo jefe, el primero de ellos acusando recibo de lo solicitado previamente y el segundo pidiendo raciones de vaca y carnero, amenazando con enviar sus tropas a buscarlas «con el riesgo que eso traería consigo para la población». En vista de las amenazas, el Ayuntamiento pide dos cabezas de ganado a Cuarte y otras dos a Chimillas, acordando que se abonarán con la liquidación final de gastos. El 20, el comandante francés de Ayerbe envía al Concejo oscense un oficio en el que ordena desarmar a los vecinos de la ciudad que tengan armas, ya que, si antes del 24 no se han cumplido sus órdenes, se desplazará hasta Huesca para castigar con todo rigor a los desobedientes. El día 21 es nombrado alcalde Vicente Diago y al siguiente día se recogen todas las armas siguiendo las órdenes mencionadas.4"
4" Pascual, Pedro, Curas y frailes guerrilleros en la guerra de la Independencia. Zaragoza, IFC, 2000: 83. 426 AMH/AD de 1809: acta del 4 de febrero. AMZ/AP: caja 8176, leg. 20.11 / 3, Lobera al Ayuntamiento de Huesca, Ronda, 30 de septiembre de 1810. Añade Lobera en este Informe que, dado que marchó de Huesca, ignora qué sucedió con la harina que había almacenada «en los castillos de Arboré, Artasona y otros que con seguridad se la llevaría el enemigo que amenazaba con la fuerza la destrucción y pena de la vida si no se les llevaba». AHPH/LRS: 10 de marzo de 1809. AMH/AD de 1809: actas de 4, 6, 12 y 21 de marzo.
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Toma de Jaca (21 de marzo de 1809) La conquista de Jaca era, según Napoleón, primordial para lograr establecer una rápida comunicación entre Francia y el Ebro central. Por ello, como ya hemos visto previamente, se habían realizado durante los Sitios de Zaragoza varios intentos fallidos de aproximarse a ella, como el de Wouillemont, pero ahora, tras la toma de Zaragoza, es urgente ocupar dicha plaza y su ciudadela. Primeramente, y como se ha dicho, se intenta su ocupación mediante el envío a su gobernador, Tinoco, de dos intimaciones sucesivas, la primera firmada por la Junta y la segunda por Palafox, pero en ambas ocasiones se muestra aquél inflexible en su determinación de defender la plaza, siguiendo el ejemplo de Zaragoza y confiado en los baluartes, murallas y fosos de su ciudadela, que se halla en perfecto estado, lo mismo que el recinto de la ciudad, recompuesto y artillado en las torres por donde la ciudadela no tiene fuego. La digna respuesta de Tinoco a la segunda intimación es firmada en Jaca el 9 de marzo, aproximadamente el mismo día en que Lannes da orden al general Morlot para que, tan pronto como regresen los regimientos 5° ligero y 121° de línea de su división, que habían salido de Zaragoza escoltando un convoy hasta Bayona, se pongan en Pamplona a las órdenes de Fabré,`28 comandante en jefe de Estado Mayor de la división de Suchet, que con el 34° regimiento se halla en la zona de las Bárdenas, y le acompañe a ocupar Jaca. Esa orden se da el 13 de marzo, cuando el nuevo gobernador de Aragón, Junot, manda al general Harispe, jefe de Esta-
do Mayor del III Cuerpo,429 que siguiendo las instrucciones dejadas por Lannes envíe al general Morlot con su división desde Pamplona por Sangüesa a Jaca para iniciar su bloqueo, con el encargo de «dispersar las reuniones de paisanos que pudieran encontrarse en esa parte de Aragón» y desarmar toda la zona que recorra con el fin de proteger las comunicaciones con Francia y cambiar los alcaldes que tengan mala conducta renovando las comisiones de todos en nombre del rey José Napoleón.43° Además, Junot, conocedor de las excelentes defensas que Jaca puede ofrecer, ordena a Harispe que envíe un oficial de ingenieros para que se encargue de levantar un plano de la plaza y haga un informe sobre los medios necesarios para realizar el sitio. Finalmente, se pone en alerta el Ejército de Reserva de la frontera." Para hacer frente a esta amenaza cuenta la guarnición de Jaca con tan solo un destacamento de artillería y dos batallones ligeros de creación muy reciente: el de Tiradores de Doyle y el de Leales de Jaca. El batallón de Doyle, formado por algunos aragoneses pero sobre todo por navarros disgustados porque se les ha enviado a Jaca desde Zaragoza en vísperas de comenzar su segundo sitio, privándoseles así de participar en su defensa, tiene la mayor parte de su fuerza enferma por el frío y el tifus, enfermedad traída desde Zaragoza por alguno de ellos. Para colmo de males, su comandante, Juan O'Ryan, está arrestado y retirado del mando, al parecer por haber fusilado a uno de sus hombres, como antes se ha dicho. En cuanto al Batallón de Leales de Jaca, mandado por el barón de Andilla, cuenta con seis compañías en la ciudadela, siendo la casi totalidad de los hombres bisoños. Ya desde finales de enero, y ante la continua llegada de avisos y noticias que hacen pensar que Jaca puede ser atacada por los franceses (el 28 se supo la derrota de Perena y Teobaldo en Leciñena), el teniente de rey de la plaza, Salvador Campos,4" mantiene asiduas reuniones con el Ayuntamiento; así, se nombra oficialmente a Ignacio Blanco Hervás director de obreros y zapadores y ayudante del coronel de ingenieros Agustín Caminero, que queda confirmado al mando de la ciudadela. Poco después,
428
Gabriel Fabré, nacido en Morbihan en 1774, era ayudante general en 1800 y jefe de Estado Mayor de la división de
Suchet en 1807. En España en 1808, llegó a ser general de brigada del III Cuerpo en 1809. Muere en 1858.
4" Juan Isidoro Harispe nació en el País Vasco francés, en Saint-Étienne de Baigorri, en 1768. Por su dominio del vascuence y su conocimiento de las montañas fronterizas fue insustituible en la lucha contraguerrillera en el norte de España. General de brigada en 1807, peleó en Tudela, Zaragoza. Alcañiz, Tarragona y Sagunto. En 1810 fue ascendido a general de división. 4 " Documentos del Archivo Histórico Nacional de Madrid (en adelante AHNM): sección Estado, leg. 8612, exp. 381.
"' AHG: C8/22. Kellerman, órdenes e instrucciones, 26 de febrero de 1809. Sarramon, Napoléon: 81. 432
Campos, tras organizar los tercios de Barbastro, había sido destinado a Jaca. AMZ/AP: caja s/n, leg. 11.2.
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Campos y el Ayuntamiento planifican la defensa y, con el fin de intentar conseguir refuerzos, sale al encuentro de Lazán y de su hermano Francisco una comisión formada por el intendente Manuel de Inca y los señores Azcón y Laclaustra, los cuales logran alcanzarles en Fraga y Mequinenza pero, por más que les instan pidiendo 3000 hombres de tropas regladas, «suplicando por último siquiera 1000», no consiguen nada porque, según dijeron los Palafox, la tropa era necesaria para otros puntos.'" Así, sin haber logrado refuerzos y ante la inminencia de un ataque francés, el 13 de marzo se reúne la Junta jaquesa con el fin de intentar adoptar las medidas necesarias para la defensa. La sesión es presidida por José Jiménez de Cenarbe, corregidor interino, por indisposición del alcalde mayor, y Salvador Campos por enfermedad del gobernador Tinoco, ambos, alcalde mayor y gobernador, víctimas del tifus, que sigue extendiéndose por la ciudad. En la reunión se acuerda que, para evitar que los franceses puedan transportar carros y artillería desde Zaragoza, se corte el camino de Sarsa. Se establece un correo desde Jaca hasta Lérida, capital libre de franceses, pues Zaragoza y Pamplona están ocupadas, se despacha un propio al gobernador leridano para que diga a qué provincias puede dirigirse la correspondencia, se crea una junta de Sanidad y se dispone que la Guardia de Tranquilidad quede al servicio de la Junta."' El 15 de marzo se realiza una revista al Batallón de Leales de Jaca en la ciudadela4" y, ante rumores de que el comandante de Echo recoge las armas de ese valle para que sean entregadas al gobierno francés, se encarga a Caminero y a Pequera que «indaguen reservadamente» al respecto. Al día siguiente vuelve a reunirse la junta y se acuerda abrir los postigos de las puertas de las Monjas, del Estudio y de San Francisco a las seis de la mañana y cerrarse al hacerse de noche, lo cual ejecutará el comandante de la Guardia de Tranquilidad, siendo también obligación del mismo destinar un centinela al postigo de las Monjas y otro al de San Francisco mientras estén abiertos, quienes deberán recibir instrucciones de Inca respecto a la forma de actuar con los sujetos que intenten entrar y no presenten un aspecto sano. Por lo que concierne a la puerta de Santa Orosia, queda encargado el teniente de rey de hacer las advertencias necesarias. Finalmente se lee un oficio de Lazán por el que nombra intendente interino de Cinco Villas, Barbastro, Benabarre, Huesca y faca a Manuel de Inca."ó El día 20 hay nueva Junta, en la que se decide aumentar la fuerza de la Guardia de Tranquilidad, para lo que el cargo de comandante recae en Fermín Sánchez. Con respecto a los franceses encerrados, se dispone que se libere a los casados con española y a los que lleven diez años como mínimo residiendo en Jaca, pero no a los militares o a los que hubieran cometido algún delito. Por otra parte, se manda organizar en una o más compañías a los paisanos casados del valle del Serrablo que sean útiles para tomar las armas con la misión de cubrir algunos boquetes y desfiladeros desde su territorio a los corregimientos de Barbastro y Huesca, y que se envíe un oficio suplicando encarecidamente a Perena y Pedrosa, quienes se encuentran en Tamarite, que con la gente que puedan recoger acudan a guarnecer la plaza, la cual se halla en un estado de defensa deplorable. Queda encargado asimismo Salvador Campos de despachar con el mismo objeto cuantos oficios crea convenientes. Sin embargo, todas estas disposiciones resultan prácticamente inútiles, pues a partir de ese momento los acontecimientos se desarrollan con tal rapidez que la tarde de ese mismo día 20 los obreros que se encuentran cortando el camino de Zaragoza desde Sarsa a Jaca deben retirarse
43.3
Según Manuel de Inca, «habiéndome enviado a Mequinenza a pedir socorros de gente y metálico, no se dieron más que
9000 duros a Azcón y 2500 a mí. porque no se podían desmembrar hombres del Ejército». ARF: caja 74, leg. 2, Inca a taclaustra, carta sin fecha. 434
MI Actas Municipales de 1809, Acuerdo extraordinario del 13 de marzo. Fotocopias de las actas de la punta de laca
amablemente proporcionadas por Domingo Buesa. 435
Siendo su plana mayor: comandante, el barón de Andina; sargento mayor, José García; ayudante mayor, Antonio Alba;
ayudante segundo, Mariano Ciría; abanderado, Fernando Marín, y tambor mayor, Esteban Costa. Su fuerza era de algo más de 1000 hombres repartidos en seis compañías. AMI: caja 558, leg. 13, Ciudadela de jaca. 15 de marzo de 1809. 176 AMI: Actas Municipales de 1809,
Acuerdo extraordinario del 15 y Junta ordinaria del 16 de marzo.
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hacia Anzánigo, porque las avanzadas francesas ya han llegado a aquel punto y mandado a los lugareños de los alrededores reparar el camino bajo amenaza de pena de muerte. Ante la proximidad francesa, el teniente de rey envía nuevas y desesperadas órdenes a los lugares cercanos para que acudan a auxiliar a Jaca y sale de inmediato una partida de leales al mando del capitán Andrés Pérez para intentar retrasar el avance de los franceses, pero al anochecer estos se hallan ya en Anzánigo, por lo que otro destacamento sale con el barón de Andilla para reforzar a Pérez e impedir al enemigo tomar las alturas inmediatas. Caso de ser batidos, tienen orden de regresar a Jaca, donde quedan útiles tan solo 48 tiradores de Doyle y los centinelas del batallón de Jaca.4" A media mañana del 21 se presenta ante la Junta el maestro mayor de obras Antonio La Oliva explicando que él y sus obreros se han tenido que retirar de hacer los cortes defensivos en los que estaban trabajando por haberse quedado desprotegidos al haber sido batidos por los franceses los soldados del batallón de Jaca que habían salido contra ellos. Se han visto obligados a huir precipitadamente y no tienen más noticias del capitán Pérez y su destacamento,438 aunque saben que Andina y sus hombres se han atrincherado en Oroel, pero que apenas podrán detener a los enemigos durante algunos minutos. Ante tales noticias, los militares dicen que piensan defenderse hasta el extremo, pues confían en que van a acudir en ayuda de Jaca con sus fuerzas los lugares de Aísa, Borau, Aragüés, Fiscal, Serrablo y Broto y los voluntarios de la Canal de Berdún, a quienes está organizando Miguel Sarasa,"9 que, enterado de que Roncal había sido levantado en armas por Renovales,44° se había acercado al valle entrevistarse con este y elaborar entre ambos un plan para la defensa de la zona e interrumpir las comunicaciones francesas entre Jaca y Pamplona. Igualmente confían los de Jaca en que Perena y Pedrosa lleguen con sus respectivos batallones. Lamentablemente, ninguna de esas fuerzas llegará a tiempo, y ante lo contradictorio de los informes recibidos se acuerda que Inca y Laclaustra salgan inmediatamente para enterarse de la posición y fuerza del enemigo. A las tres y media de la tarde de ese mismo día 21 vuelve a reunirse la Junta, esta vez en la ciudadela por no poder los militares acudir a la ciudad, ya que está el enemigo a la vista, y el barón de Andilla, que ha conseguido regresar, explica cómo ha sido casi apresado y comunica la deserción de la mayor parte de sus soldados. Igualmente, Inca y Laclaustra informan de que se han visto sorprendidos por uno de los destacamentos franceses que perseguían al barón, y de que para salvarse y poder entrar en la ciudadela han fingido ser parlamentarios enseñando un pañuelo blanco, con lo que el oficial francés al mando del destacamento los ha respetado y les ha dicho que otro
4" AMI: Actas Municipales de 1809, /unta ordinaria del 20 de marzo. "8 Los pocos del batallón de Jaca que salieron a guardar los desfiladeros con Pérez y Andilla «a los primeros tiros del enemigo desertaron y se fueron a sus casas o a donde quisieron». ARF: Inca a Laclaustra, Madrid, 24 de mayo de 1814.
4" Miguel Mariano Ramón Francisco José Sarasa y Lobera nace en Embún en 1766. Casado con Rosa Azcón, natural de Fanlo, tendrá tres hijas: Benita, Teresa y Josefa. En 1793, participa en la guerra contra la Convención francesa. Acabada esta, estudia en la Universidad de Zaragoza yen marzo de 1808 participa en la revuelta estudiantil contra Godoy de la que antes hemos dado noticia. Según la Pastorada de los danzantes de Yebra de Basa en honor de Santa Orosia, y como recoge Enrique Satué en su Pirineo contado, era «un hombre de tanto peso / que pesa catorce arrobas / buen tocino de su peso». Rodríguez Solís añade que era «el hacendado más rico de Embún, mozo de alta estatura, gran corpulencia y aún más grandes bríos; muy respetado en el país por su gran corazón y muy querido por sus nobles prendas de carácter, su desinterés y su generosidad nunca desmentidas, siendo además el mejor jugador de pelota de toda la comarca, no habiendo en toda la Provincia quien le aventajase en el saque ni en la manera de volver una pelota». Al tener conocimiento del levantamiento abandona su hacienda y, al frente de algunos criados de la casa y varios mozos de Embún, se echa al monte y se dirige luego a Zaragoza para participar en su defensa, donde es herido durante el primer sitio. El 13 de junio es nombrado por Palafox comandante de infantería ligera y comisionado para, de acuerdo con la junta de jaca, levantar en armas un batallón ligero en la zona de la Canal de Berdún. AGMS/HSD de Miguel Sarasa. Guirao Larrañaga, Ramón, Guerrilleros y patriotas en el Alto Aragón (1808-1814), Huesca, Pirineo, 2000. Rodríguez Solfs: i/7', 14-21. Satué Oliván, Enrique, El Pirineo contado, Zaragoza, ed. del autor, 1995: 79. "° Mariano Renovales y Rebollar es un oficial vizcaíno al que hemos visto distinguirse en los Sitios de Zaragoza como comandante de los puestos de la puerta de Sancho y del reducto de San losé. Rendida Zaragoza, es hecho preso y trasladado a Francia, pero en el camino logra fugarse de la cuerda de presos y junto a otros oficiales llega al valle del Roncal, donde inicia en abril la organización de sus habitantes. Guirao Larrañaga, Ramón, El Alto Aragón durante la Guerra Realista (1821-1823), Huesca, Pirineo, 2001: 107, y Guerrilleros: 80.
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oficial se estaba preparando para ir a la plaza de parte de su general con un pliego de condiciones de rendición. Llegada la reunión a este punto, se disuelve la Junta por dar aviso el portero de que el pueblo se ha amotinado al ver venir a un parlamentario francés. Los vocales acuden a la plaza a restablecer el orden, mientras que los militares continúan en la ciudadela tranquilizando a los también exaltados soldados. La Junta ordena que el capitán Medina salga de la ciudadela para recibir al parlamentario, pero, en medio del caos y desorden general del momento, no se respetan los derechos del parlamentario; desde el baluarte de Santa Orosia de la ciudadela se le hace fuego con un cañón y desde la ciudad se le disparan otros tiros que obligan al capitán Medina a retirarse. Tras este incidente, los soldados amotinados parecen tranquilizarse y hacia las seis y media se toca llamada para reunir la tropa, pero tan solo se presentan 40 ó 50 hombres, pues sin contar a los enfermos, que permanecen en cama, faltan todos los del batallón de Jaca, muchos tiradores de Doyle y la mayor parte de los artilleros, ya que han forzado una portaza y, tanto por ella como descolgándose por las plazas bajas, «desertaron y nos dejaron imposibilitados de defensa».441 En este estado de cosas se convoca nueva Junta a las ocho de la tarde en la que, con el objetivo de salvar la plaza, «no habiendo ya otros defensores que la política, por haber desertado la tropa», se acuerda capitular, ya que no se tiene ninguna defensa y no se ha conseguido ayuda ni de Lazán ni de otros. En la madrugada del 22 salen hacia el campamento francés con la propuesta de rendición Andilla, Inca, Azcón y Laclaustra, y regresan a las seis de la mañana con la capitulación firmada por ambas partes; al mediodía entran los franceses en la plaza. La capitulación es la mejor «que en ocasión tan crítica pudo salvar los habitantes de su total ruina, pues de esperar el día y penetrar los enemigos nuestra situación, no la hubieran concedido tan ventajosa», por lo que la Junta acuerda que se dé las gracias a los comisionados por su eficacia y por deberles el Estado la conservación de «una ciudad y fuerte que debió tratar a discreción el enemigo, pues no había con qué hacerle la menor resistencia, siendo así que tantas veces se había suplicado al capitán general don José Palafox alguna compañía siquiera de tropa de línea y lo mismo a sus hermanos, don Francisco, representante de la Junta Suprema, y don Luis, marqués de Lazán, quienes nada concedieron», habiendo quedado Jaca abandonada «con los pocos mozos recién filiados y sin que en la presente guerra se le haya concedido siquiera una escuadra de tropa de línea, ni aun hayan querido acudir a socorrer la plaza los paisanos de los lugares y valles en que los señores militares habían manifestado anteriormente tener alguna confianza para su defensa». Esa misma tarde se celebra nueva Junta, en la que se decide que para efectuarse mejor el desarme del pueblo se fijen carteles y que los alcaldes de barrio avisen además por las casas; que, respecto a ser indispensables todo género de abastos para la guarnición francesa, los procure el intendente interino, y que Andilla, el canónigo Biescas y el regidor Benisia viajen a Zaragoza para cumplimentar al mariscal Lannes y hacerle presente «lo muy bien que se han portado y portan» las tropas de Fabré.44z
"1 AMI: Actas Municipales de 1809, Junta Extraordinaria del 21 de marzo. De esta fuga da fe en sus Memorias el después
célebre jefe guerrillero Francisco Espoz y Mina, entonces simple soldado en el batallón de Doyle, que dice que, no queriendo quedar prisioneros de guerra, huyen de la plaza y marchan a unirse a las guerrillas de Navarra. Espoz era un campesino navarro de ldocin que había llegado el 8 de enero a laca para alistarse en el Batallón de Tiradores de Doyle, en el que inició su instrucción militar aprendiendo el uso del fusil y haciendo guardias en la puerta y murallas de la ciudadela. Espoz y Mina, Francisco, Memorias, Madrid, Atlas, 1962. Iribarren. losé María, Espoz y Mina: el guerrillero, Madrid, Aguilar («Evocaciones y Memorias»), 1965: 59-60. De Espoz diría el capitán Lorenzo Jiménez en su Breve noticia del célebre partidario coronel don Francisco Espoz y Mina y de la valerosa división de voluntarios navarros que manda, publicada en Cádiz en 1811, que era «hombre de regular figura; un poco rubio, fornido, de 5 pies y 1 pulgada, pocas palabras, muy franco, enemigo de las mujeres, muy parco, de solas dos horas de sueño y de edad de 28 a 30 años. No usa bota ni botín, sino siempre zapatos». 442
AMI: Actas Municipales de 1809, juntas del 21 por la tarde, del 22 y del 23 de marzo, transcritas el 23. ARF: caja 74, leg. 2, Inca a tadaustra, Madrid, 24 de mayo de 1814. Las autoridades de Jaca debían de desconocer que Lannes ya no era gober-
nador de Aragón, aunque incluso ya había abandonado España, pues al ser sustituido por Junot salió de Zaragoza hacia Francia el 14 de marzo.
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En tanto, y desconociendo la rendición, Pedrosa, que viene a marchas forzadas con su batallón de pardos desde Arcusa, al llegar a Tolva recibe la noticia de la capitulación, por lo que permanece en esa villa, mientras Sarasa, que debía haber acudido con los voluntarios reunidos en la Canal de Berdún, tampoco llega a tiempo, pero pronto volveremos a verle convertido en la principal amenaza para los franceses en ese sector. El 25 de marzo llega a Jaca el carruaje escoltado por dos gendarmes en el que viajan fray José de la Consolación y Gregorio Sánchez con el mensaje que conmina a la plaza a la rendición a las tropas francesas, pero, dado que esta ya se había producido tres días antes, se limitan a entregar el pliego a la Junta y regresar a Zaragoza. Pese a ello casi todos los autores han culpado erróneamente al padre Consolación de la rendición de Jaca, achacándole la mala influencia que con su presencia ejerció sobre los defensores. Fabré, con arreglo a los poderes que traía para nombrar nuevas justicias, designa el 27 como alcalde mayor de Jaca y su corregimiento a Juan Azcón, y secretario al padre lector fray Valentín Lafuente, acompañados de una Junta provisional, y se realiza por los oficiales de Estado Mayor, Artillería, Ingenieros, Leales de Jaca y Tiradores de Doyle que quedan en la plaza el juramento de fidelidad y sumisión al rey losé.'" Al día siguiente, 28, el general Harispe, desde Zaragoza y siguiendo los consejos del coronel Rogniat, ordena al jefe de batallón de artillería, Roquefort, marchar a Jaca para tomar allí el mando del fuerte y de la plaza. Deberá encargarse de transportar a la ciudadela las piezas de artillería que había en la ciudad e instalarlas en los glacis frente al castillo y apuntando a la plaza para cubrirla. Asimismo se ordena al general Dedon que envíe una escuadra de artilleros. Roquefort sale enseguida hacia Jaca con el encargo añadido de remitir a Zaragoza lo más pronto posible un informe sobre la situación de aquella villa y un estado de los almacenes que en ella se encuentren; hacer prestar juramento a los habitantes y autoridades del país y vigilar el corregimiento, debiendo asimismo mantener una buena disciplina entre las tropas y estar atento a que el batallón del 5" ligero que lleva como apoyo a la guarnición esté acuartelado en el fuerte, donde tendrá siempre una guardia suficiente para evitar sorpresas. Ese mismo día 28 Fabré escribe a Harispe comunicándole que ha situado una compañía en Anzánigo y otra en Canfranc para restablecer la correspondencia con Francia por Oloron. Informa también que ha hecho prestar juramento a todas las autoridades, algunas de las cuales ha cambiado y otras ha confirmado, y que ya ha enviado copia del documento de la capitulación de la fortaleza junto con un estado del material de artillería, los almacenes de la ciudadela y el de la villa. Termina la carta diciendo que está orgulloso del desarme que se ha producido en la villa y del que se va a hacer en los 250 pueblos y lugares que de ella dependen.'" El 4 de abril obsequia la Junta a Fabré con 300 pesos y poco después abandona este la ciudad, dejando para su guarnición dos batallones del 121" de línea"' y, un par de semanas más tarde, se reúne la Junta provisional y acuerda que, «en atención a que parecen haber cesado ya los motivos por que fue creada esta dicha Junta, quede suspendida hasta nueva providencia; y que su Libro de Acuerdos y Resoluciones obre por ahora en poder del primer secretario para los fines que convengan y también todos los papeles anexos, archivándose sucesivamente uno y otro en la Casa Consistorial de esta propia ciudad»."6 El 18 de febrero de 1811, un consejo de guerra celebrado en Alicante juzgará a los culpables de la rendición de Jaca. Se condena a Campos, Camporredondo, Caminero y el barón de Andilla
443
AHNM: sección Estado, leg. 8612, exp. 414, Noticia de los señores oficiales que se hallan en la plaza de jaca hoy día de
la fecha para hacer el juramento de fidelidad a 5. M. C. don lose Napoleón I. 444
AHNM: sección Estado, leg. 8612. exp. 411: exp. 413, Carta de Fabré comandante de jaca, 28 de marzo, y exp. 329,
Memoria abreviada sobre la plaza de jaco. "5 Sarramon, Napoléon: 82. 446
AMI: Actas Municipales de 1809, Pinta Extraordinaria del 17 de abril.
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a ser degradados y pasados por las armas; al regidor Azcón, a ser fusilado por la espalda y confiscados sus bienes; al comisario Inca, a ser depuesto de su empleo y a ocho años de prisión en un castillo; al resto de la Junta, a seis años de destierro de Jaca y a la confiscación de sus bienes, sin derecho a empleo, pero sí a ser oídos cuando se presenten. A los regidores Pedro Pequera y Juan Aísa, a diez años de destierro de Jaca y confiscación; al canónigo Nolivos, a ocho años de destierro y confiscación. Otros castigos menores se imponen al capitán Casal, al subteniente Latas, al ayudante Mesa y al capitán Pérez, mientras que al obispo se le hace saber que su ausencia de Jaca era reprensible. Por otra parte, se recomienda especialmente a José Tinoco por lo mucho que injustamente ha padecido su honor y se declara buen patriota al capitán de Doyle Domingo Medina."' Años después, la Gaceta del Gobierno publica un artículo sobre la rendición de Jaca, que tacha de vil y cobarde!'" pero en realidad, y como hemos visto, la Junta de Jaca hizo todo lo posible por evitarla y sus defensores estaban dispuestos al sacrificio. Sin embargo, la escasez y mala preparación de la guarnición (muchos inexpertos y otros muchos enfermos), la lentitud de la marcha de Sarasa, Perena, Pedrosa y otras fuerzas, y sobre todo la negativa de los Palafox a facilitar tropa reglada fueron las causas de la caída de Jaca, que, sola y sin apenas recursos humanos, quedó abandonada a su suerte.
Ocupación de Barbastro y Monzón (8 y 9 de marzo de 1809) De Zaragoza sale en marzo de 1809 para proseguir la conquista de Aragón el general Mortier, jefe del V Cuerpo de Ejército francés, al mando de una gran columna formada por la división de Gazan y tres regimientos de caballería!'" Su misión consiste en ocupar Barbastro y Monzón, copar a Lazán en Fraga, sitiar Mequinenza y contactar hacia Lérida con el mariscal Saint-Cyr, encargado de la ocupación de Cataluña. Con tales objetivos parte la columna de Zaragoza y el 8 de marzo, en Pina, se divide en dos partes: la principal, con Mortier al frente, sigue su camino en dirección a Fraga, mientras que Girard, con su brigada y parte de la de Gazan, toma el camino de Barbastro por Castejón de Monegros, Sariñena y Peralta de Alcofea. Entre tanto, en el bando español se producen importantes cambios, ya que, como ha quedado dicho, tras conocer la rendición de Zaragoza, Lazán, con su división y el batallón de Perena, se retira desde Sariñena por Berbegal, Monzón y Albalate hasta Fraga, adonde llega el 25 de febrero con la esperanza de que Reding, general en jefe del ejército español de Cataluña, del cual depende Lazán, le autorice a permanecer allí cubriendo la línea del Cinca. Pero el mismo día 25 aquel ha sido totalmente derrotado en Valls y necesita reorganizar su maltrecho ejército, por lo que ordena a Lazán que se retire a Tortosa. Esta, y no el temor a los franceses, como maliciosamente han insinuado algunos autores, fue la causa de que el 5 de marzo se retirara Lazán del Cinca y entrara en Tortosa el 7 del mismo mes. En el Cinca queda así solamente el batallón de Huesca mandado por Perena e instalado en Monzón y una pequeña guarnición en Mequinenza a las órdenes de Luis Veyán, 45° compuesta por el 1 °' Batallón de Tiradores de Murcia, parte del regimiento suizo de Traxler y el batallón de la Reserva del General de Aragón, los dos primeros enviados por el gobernador de Lérida y el tercero dejado por Lazán, así como una partida del Regimiento de Fieles Zaragozanos.
"7 Azcón fue corregidor afrancesado de jaca y Camporredondo de Albarracín hasta que en junio de 1812 fue capturado y ejecutado por el altoaragonés Villacampa. Los demás condenados, según las memorias del marqués de Ayerbe, Fueron presos, excepto Andilla, que se pasó a los franceses, y «otro a quien mató el pueblo». "" Gaceta de la Regencia len adelante GR) del 22 de julio de 1813. "9 La división de Gazan consistía en los regimientos 21° y 28° de infantería ligera y 100° y 103° de línea, y la caballería estaba formada por el 10° de húsares el 21° de cazadores y otro que desconozco. " Aquí perdemos la pista de Veyán hasta 1815, cuando lo encontramos como coronel de ingenieros. En 1820 es jefe político de Zaragoza y entre 1821 y 1822 de Navarra; durante la I Guerra Carlista asciende a brigadier y es nombrado gobernador de Daroca. Luego se retira a Tamarite, donde muere en 1844. Gil Novales. Diccionario.
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Perena, llegado a Monzón, se encuentra solo ante la amenaza francesa, pues el gobernador Ansoategui ha abandonado el castillo, pero el de Huesca, que no se amilana fácilmente, a pesar de la mala situación defensiva del castillo y de la villa, con escasa artillería, sin artilleros ni municiones, casi sin víveres, con cerca de 3000 hombres entre los de su batallón y los de varias partidas de la región, aunque la mayoría de ellos bisoños y la mitad sin armas (lo que en esos momentos supone una carga y un estorbo), y consciente de que los franceses le atacarán esa misma tarde o al día siguiente, se dispone a defenderse y cumplir con su deber. Con ese objeto distribuye sus hombres por la villa y su castillo y envía continuas descubiertas, y el 7 de marzo un oficial de caballería de una de ellas le informa de que un gran número de franceses a las órdenes de Girard ha salido la noche anterior de Alcubierre y Robres, y ya a primera hora de la tarde están sus avanzadas en Berbegal y Peralta de Alcofea, por lo que Perena escribe a la Junta de Lérida informando de estos movimientos."" En tanto, el francés Girard llega el 8 a Berbegal, donde vuelve a dividir su fuerza en dos columnas. Una de ellas, al mando de Gazan, se dirige a ocupar Monzón e intenta en dos ocasiones cruzar el Cinca frente a la villa, pero es rechazada en ambas intentonas por el fuego de las fuerzas de Perena. La otra columna, dirigida por Girard, se encamina hacia Barbastro con la idea de vadear el Cinca por Fonz y sorprender así por la espalda a Perena y sus hombres en Monzón, pero el avispado militar oscense, advertido de la maniobra, opta por no plantear una batalla que de antemano y dada la superioridad numérica francesa está perdida, y abandona Monzón hacia Tamarite llevando consigo a una cincuentena de franceses que estaban presos en el castillo. Antes de salir, ordena inutilizar los cañones que aún quedan en la fortaleza, destruir el material de artillería y arrojar la pólvora al río.'" Ese mismo día el Ayuntamiento de Barbastro se reúne en Junta y, sabedor de la proximidad de los franceses y ante la total carencia de medios para la defensa, acuerda la entrega pacífica de la ciudad, tras lo que la mayor parte de los regidores, entre ellos el corregidor Andrés Santolaria, huyen hacia Lérida. Por ello, el regidor José Costa Canales y el regidor Juan Antonio Artal, únicos miembros del Concejo que quedaban, con siete personas principales, salen al encuentro de Girard para ofrecerle sus respetos y entregarle las llaves de la ciudad. Girard recibe con agrado la comisión y ese mismo día hace su entrada acompañado por parte de sus tropas.'" Al siguiente día, enterado de la retirada de Perena, Gazan cruza el Cinca frente a Monzón y toma posesión de la villa y su castillo sin ninguna resistencia; en la ex fortaleza templaria encuentra 10 000 libras de pólvora, 6000 balas y siete cañones. Mientras Gazan ocupa Monzón, Perena reorganiza sus tropas en Tamarite y ese mismo día 9 recibe la notificación de su ascenso a mariscal de campo, empleo que, como antes se ha dicho, también recibe ese día Pedro Villacampa. Durante su estancia en la villa literana, Perena reclama la medalla del primer sitio, de la que se considera merecedor dados sus servicios durante aquella epopeya, pero le es denegada por considerar la comisión encargada de otorgar esos premios que solo puede ser concedida a los defensores intramuros de la
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En ese oficio dice Perena: «No sé si esta tarde seré atacado, pero si no, lo harán mañana sin falta. Procuraré cumplir
con mi deber, pero la situación de este castillo, escaso de artillería, sin artilleros ni municiones, sin víveres y solo guarnecido por 1600 hombres bisoños, aunque armados, y 1200 sin armas, no me permitirá hacer una defensa como quisiera. Tenia intención de mandar a esa plaza la poca artillería que hay y alguna porción de pólvora, pero no sé si la venida del enemigo será tan precipitada que no me deje realizarla». Huguet: 69. 452
Alexander, Don W., Rod of )ron (French Counterinsurgency Policy in Aragon during the Peninsular War), Wilmington,
Delaware, Scholarly Resources Inc., 1985. 453
Este Ayuntamiento estaba compuesto por el corregidor Santolaria; los regidores Joaquín Andreu, Antonio Soldevilla,
Cristóbal Gracia, Francisco Romeo, Pedro Viu, Pedro Baselga y Ramón Bielsa; el depositario y diputado del Común losé Costa y Canales; el secretario Pedro Loscertales y el sindico Juan Antonio Artal. AMB: actas de 1809. Y, como dice el ya citado Libro de gestis de Barbastro, m> 9, «el caballero corregidor de esta ciudad, don Andrés Santolaria. que veia no podía oponerles resistencia alguna, y por otra parte estaba decidido a no sujetarse al dominio extranjero tomó el partido de ausentarse y trasmigrar a los países libres El Ayuntamiento, la junta de Gobierno y toda clase de personas hubieran querido imitar el ejemplo de la capital, pero la localidad de esta ciudad no ofrecía proporción alguna para resistir a los franceses». López Novoa: 1, 383.
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ciudad, y Perena no tenía esa condición por haber luchado fuera. Dolido por esas consideraciones semánticas y burocráticas, alega haber entrado y salido de la plaza varias veces y haber sido el primero en enviar auxilios y víveres a la ciudad sitiada, y añade que si permaneció en el exterior fue por orden expresa de Palafox. Días después del abandono de Monzón, Perena recibe un nuevo oficio francés, fechado el 25 de marzo y firmado por el general Pepin, en el que en vez de ofrecerle recompensas, como había hecho anteriormente Mortier, le amenaza con el más severo castigo como rebelde si no se retiran prontamente él y toda su gente a sus respectivos hogares. Perena no contesta a este oficio ni a otros dos más que posteriormente se le enviarán, a pesar de que en el último de ellos se le amenaza con confiscar todos sus bienes y apresar a su familia de no entregarse. Perena envía una carta a su padre para que con sus hijas y esposa deje el solar familiar y se refugie en el Pirineo. 454 Girard permanece en Barbastro tres días y nombra corregidor a Costa. De la entrada de los franceses en Barbastro y su nombramiento como corregidor diría años después este: «En el día 8 de marzo de 1809, hallándose el exponente, diputado del Común de dicha ciudad, entró en ella una División de tropas francesas al mando del excelentísimo señor general Girard, y por haber desamparado la ciudad su corregidor y demás individuos del Ayuntamiento, quedó el exponente ejerciendo su jurisdicción y como tal salió con siete vecinos más, que procuró de los más visibles del pueblo, que habían quedado a cumplimentar y recibir a dicho señor general y sus tropas, dispuso los correspondientes alojamientos, raciones y demás detalles que se le ordenaron, de que quedó sumamente agradecido y complacido dicho señor general por la puntualidad que todo estuvo a sus órdenes, por cuyo hecho se dignó nombrarme en corregidor interino de dicha ciudad y su Partido, y a sus compañeros en administradores de la misma, cuyo empleo obtuvo hasta el día 12 de junio de dicho año, habiéndolo desempeñado a la mayor satisfacción de cuantos señores generales estuvieron en dicho tiempo y del público, y cumplido con todos los detalles que le pidieron y que le encargaron, como todo fue y es público y notorio».4" Desde Barbastro, Girard con sus tropas y tras cruzar el Cinca de nuevo se une en Monzón con el resto de su columna, para juntos descender hacia Fraga creyendo que Lazán se encuentra aún allí con sus fuerzas, pero para entonces este se halla ya refugiado en Tortosa, como se ha dicho.
Los franceses en Tamarite (1 de abril de 1809) Ocupados Barbastro y Monzón, Tamarite se encuentra en una situación crítica y, a pesar de estar Perena en la villa, comprendiendo las autoridades tamaritanas «la necesidad de sujetarse a la ley del vencedor», envían una comisión al general Girard, que había fijado su residencia en Belver de Cinca, comisión de la que forma parte el canónigo de la colegial de Tamarite Francisco Raval, el cual hace de intérprete de cuanto dicen los franceses. El Sábado Santo, 1 de abril, los franceses entran en la villa literana, forman en pabellones la infantería en el paseo de la Arboleda, suben la caballería a la plaza y, tras recoger víveres, marchan a Albelda. 456
Los franceses en Fraga. Intento sobre Mequinenza (8 de marzo — 10 de abril de 1809) Entre tanto, Mortier llega a Fraga y la ocupa sin incidencias el 8 de marzo. En esa villa quedan como únicos componentes del Ayuntamiento el regidor Francisco Portolés, el diputado del Común Guillermo Foradada y el síndico Antonio Sudor, ya que el corregidor y la mayoría de los principales hacendados han huido. Los fragatinos que permanecen en sus casas se enfurecen por sospechar
454 AMZ/AP: caja 13, leg. 8.1 (sign. ant.). Belmas: II, 422. Mayor, El general oscense don Felipe Perena Casayús: 18. 455 AMB: Contribuciones, leg. n° 250, Reclamación de losé Costa Canales, 3 de julio de 1811. 456 Moner y Siscar, Joaquín Manuel de, Historia de la villa ciudad de ramarite desde tiempos remotos hasta nuestros días,
Ribagorza-Fonz, Estab. Tipog. de Cervuna, 1876. 370-371.
DERROTA Y OCUPACIÓN
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que el corregidor conocía con anterioridad la llegada de las tropas, pese a lo cual no se han previsto las raciones necesarias, por lo que la ciudad es saqueada por los soldados franceses, que arrasan cuanto encuentran en las casas desiertas y pretenden luego venderlo en la botiga de algún comerciante. Algunos vecinos aprovechan la confusión para saquear también ellos las casas de algunos huidos; es lo que sucede a Jaime Jorro, escribano real y secretario del Pósito de Granos desde agosto de 1808 en sustitución del asesinado Nicolás Catalán, cuya casa es arruinada, y toda la documentación que custodiaba, escrituras y piezas de autos en causas de las que era actuario, «arrebatadas y arrojadas a la calle y públicamente destrozadas».457 El día 13, el coronel francés de Fraga, alojado en casa del infanzón y abogado Antonio Barrafón Foix,458 envía un oficio a la Junta de Lérida ordenando que se le manden 600 cabezas de ganado, 200 sacos de trigo, 40 de cebada y muchos botos, y posteriormente manda buscar a los tres miembros del Ayuntamiento que quedan para que se reúnan con él en la iglesia de San Pedro con el fin de «prestar juramento de fidelidad y obediencia a la majestad de don José Napoleón I, rey de España y de las Indias». Allí, el escaso clero asistente realiza el mismo juramento. La orden, según el coronel, procede del general Portier, a cuyo alojamiento en casa de Petronila Pallas acude, cuando concluye la función en la iglesia, una comitiva de militares franceses, junto a los regidores y el clero, para «obsequio y cumplimiento»."9 Desde Fraga, donde tiene su cuartel general, el general Gazan remite el 16 de marzo una carta al gobernador de Lérida, José Casimiro Lavalle, intimando su rendición, la que este rechaza.46° Con el objetivo de contactar con Saint-Cyr y juntos, posteriormente, sitiar Lérida, Mortier envía al coronel Briche, quien pese a entrevistarse con Saint-Cyr no puede regresar a Fraga por haberle cortado la retirada los somatenes. Carente de nuevas instrucciones, pues el correo con órdenes ha sido interceptada"' permanece Mortier en Fraga prácticamente inactivo sin saber qué rumbo tomar y, como represalia por la huida de los principales hacendados fragatinos, a quienes inmediatamente se les han confiscado sus bienes, exige una contribución extraordinaria proporcional a los haberes de cada vecino, pero los regidores se quejan de la imposibilidad de llevar a cabo lo pedido, dada la situación económica del Ayuntamiento y de los vecinos que no han huido y han quedado en la villa. Por otra parte, aducen que el corregidor ha huido llevándose diferentes cantidades procedentes de diversos ramos y contribuciones impuestas por orden de Palafox pero, ante la insistencia y las amenazas del comandante, los regidores exigen a los encargados de las botigas de los comerciantes huidos que entreguen de inmediato el dinero existente en su poder, con la promesa de repartir luego el impuesto entre los vecinos que ahora no pueden contribuir. Lo recaudado sabe a poco a los franceses y dos días después el secretario municipal es compelido por el comandante a que le entregue más dinero y, si no lo encuentra, le ordena vender la plata, mazas, bujías y salvas de la Casa Consistorial. Después de discutir el asunto en sesión ordinaria, los regidores deciden responder que no pueden conseguir dinero y que, además, de los 127 duros recogidos de los comerciantes, parte han tenido que utilizarlos ya en la atención al ejército. Si encuentran algún platero que quiera quedarse con la plata, procurarán complacerle. Pero el apremio no cesa y, ante las amenazas del comandante, se acuerda imponer 2 reales de vellón diarios de contribución a los vendedores de vino y
451 Archivo Histórico Provincial de Zaragoza len adelante AHPZ): Pleitos civiles, caja 1270-71. Berenguer: 61.
458 Antonio Miguel Barrafón Foix era padre del infanzón Domingo Maria, que había sido jefe de las compañías levantadas en Fraga en 1808. Nacido en Fraga en 1744, estudia Derecho en Zaragoza, donde se licencia en 1768. Decano y presidente del Colegio de Abogados de Zaragoza, abogado de los Reales Consejos en Fraga, fue alcalde y regidor de la ciudad en varias ocasiones. Casó con Benita Fantoba y, muerta esta, contrajo nuevo matrimonio en 1786 con Francisca Viñals y Sudor, Probó su infanzonia en 1803 y otorgó testamento en 1805 dejando heredero a su hijo Domingo Maria. En febrero de 1811 los franceses le nombraron alcalde mayor interino de Fraga. GZ del 28 de febrero de 1811. Berenguer: 62. Huguet: 76. 46° GG del 14 de abril de 1809. 461 AHG: C81259, Mortier a Berthier, 2 de abril, y Clarke a Napoleón, 6 de abril de 1809.
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licores y entregarle además la multa de 60 duros impuesta a un buhonero de Zaidín que vende en Fraga chocolate, azúcar, arroz, sal y otros efectos «a más de duplicado precio del que corresponde y es justo, valiéndose de las actuales circunstancias y permanencia del ejército francés en la ciudad». 462 Con intención de tomar Mequinenza463 había salido Mortier de Fraga, pero lo decidido de su guarnición y la protección de la fortaleza impiden el inicio de un asedio y el 22 de marzo Francisco Palafox, que acaba de entregar en Tortosa el mando del ejército a su hermano Luis, llega nuevamente a Mequinenza a dar algunas disposiciones para la defensa del castillo. Permanece allí poco tiempo, pues el 29 ya se halla en Vinaroz, dispuesto a iniciar su viaje a Sevilla para unirse a la Junta Central Suprema. En cuanto a la actividad militar en los alrededores de Mequinenza, esta se limita a choques entre avanzadillas francesas y descubiertas de los defensores, ya que Mortier se contenta con permanecer acampado entre Belver de Cinca y Fraga para observar Mequinenza, permitiendo a sus tropas permanecer ociosas a lo largo del Cinca. Cuando finalmente recibe órdenes el día 10, estas son para emprender su retirada hacia Zaragoza y posteriormente abandonar Aragón. Mequinenza pudo resistir este primer embate gracias sobre todo a la generosidad de los habitantes de Fraga, que con grandes sacrificios socorrieron a las tropas de Lazán, auxiliaron Zaragoza y costearon en su mayor parte las obras de fortificación del castillo de Mequinenza, llegando incluso a solicitar al obispo de Lérida permiso para utilizar la plata labrada de la iglesia, ya que se habían agotado los fondos públicos y privados.464
AMF: caja 137-1, actas de 18, 20 y 29 de marzo de 1809. Berenguer: 63-64. En Mequinenza se encuentra Agustín Nogueras Pitarque, nacido en Alcolea de Cinca el 25 de julio de 1786 y nombrado teniente en junio de 1808 en Lérida, donde se halla al inicio de las hostilidades contra los franceses. Habiendo manifestado sus deseos de «contribuir con sus fuerzas a la defensa de Aragón», la junta leridana lo recomienda a Palafox para que le dé el destino conveniente, informando al capitán general de Aragón de «las prendas personales y singulares» que ha contraído con ella Nogueras. Tras participar en ambos sitios de Zaragoza, lo hace en la defensa de Mequinenza en marzo de 1809 y posteriormente en la toma del puente de Alforche en abril e, incorporado en el batallón de Doyle, en la batalla de Alcañiz y en las de María y Belchlte en junio. Después pasa a Cataluña, donde hará toda la guerra, En la I Guerra Carlista tendrá una actuación desgraciada al ser el responsable del fusilamiento de María Griñó, madre del general carlista Cabrera. AGMS/H5D de Agustín Nogueras. AMZ/AP: caja 8223, leg. 46.5/113, Pinto de Lérida a Palafox sobre Nogueras, Lérida, 3 de agosto de 1808. 663
464
AHG: C8/25, Mortier a 8erthier, 2, y Clarlee a Napoleón, 6 de abril de 1809. GG de mayo de 1809. Huguet: 72.
INTENTOS ALTOARAGONESES DE RECUPERAR EL TERRITORIO (ABRIL-MAYO DE 1809)
OPERACIONES EN EL CINCA El V Cuerpo de Ejército francés abandona Aragón (primeros de abril de 1809)
A
pesar de algunos contratiempos secundarios, al principio de abril la situación francesa en
Aragón parece buena, pues las tropas imperiales ocupan la mayoría del territorio. De todos los puestos fortificados, solo Mequinenza resiste todavía, pero no existe ninguna
fuerza regular que se oponga al control francés y los aragoneses parecen estar demasiado exhaus-
tos para organizar una resistencia popular contra los invasores."' El 2 de abril, ante la inminencia de una nueva guerra con Austria y la amenaza de una fuerza expedicionaria inglesa en la Península, Napoleón, creyendo que el reino de Aragón se halla pacificado, ante la necesidad de emplear sus tropas en las regiones más en peligro, dispone que el V Cuerpo se traslade a Burgos con el fin de estar dispuesto como reserva para el servicio contra los ejércitos austriacos o los angloespañoles."6 Al recibir esta orden, Mortier, como acabamos de ver, se hallaba con sus fuerzas repartidas entre Belver de Cinca y Fraga, y el día 10 levanta sus campamentos y cruza el Cinca por la barca de Monzón la madrugada del 11, tras haber asesinado a dos paisanos de esa villa, quemado la ermita de Santa Bárbara y San Antonio y requisado multitud de animales de carga y labor."' Desde Monzón, Mortier por el camino de Peralta de Alcofea marcha a Zaragoza, de donde sale definitivamente el 14 con su ejército hacia Castilla, dejando solo en Aragón con el III Cuerpo a Junot,468 quien considera la retirada como un terrible error y advierte que la salida del V Cuerpo reavivará el espíritu de resistencia en Aragón, el cual solo ha sido amortiguado, no extinguido. Predice incluso Junot que la posición francesa en Aragón se colapsará sin ayuda inmediata.469 En esos momentos se halla el III Cuerpo mermado de efectivos, ya que dos de sus regimientos, el 116°
465 Alexander: 5 y 6.
AHG: C8/25, Clarke a Junot, 1 de abril de 1809. Ornan, Charles, A History of the Peninsular War, Oxford, Clarendon Press, 1902-1930, 7 vols.: II, 412. La orden para la retirada fue emitida el 5 de abril de 1809.
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467 Sobre estos hechos dio la siguiente noticia ese mismo dia la Junta de Lérida: «Los monzoneses han pagado bien cara la
buena armonía que han procurado conservar a toda costa con los famosos discípulos de Caco. Como nuestras avanzadas en Tamarite incomodasen a los enemigos en términos de no dejarles tiempo para robar la iglesia, cuyas llaves habían pedido, después de frustrados tan viles designios, quemaron la ermita de Santa Bárbara y San Antonio y asesinaron a dos paisanos indefensos de dicha villa, ejecutando en ellos la atrocidad y barbarie de mutilar aquellas partes que la decencia y el recato ocultan al hombre mismo». Huguet: 108, Comunicado de la Junta de Lérida, Almenar, 10 de abril de 1809. 46A De esta evacuación da cuenta la GG de 1809: «El 10 de abril llegó un posta del Ejército francés que estaba en Belver con
orden de retirarse a Francia a marchas dobles y el 11 de madrugada desaparecieron de toda la ribera del río Cinca y castillo de Monzón, donde quemaron las cureñas y echaron abajo los cañones. Esta noticia la recibió un sujeto de Alcolea de boca de dos capitanes franceses que tuvo alojados». 469 AHG: C8/25, Junot a Clarke, 9 y 12 de abril de 1809.
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y el 117°, han marchado a Bayona, en Francia, escoltando un convoy de prisioneros, y parte del 121° se encuentra retenido en Jaca como guarnición, pese a que lunot lo ha reclamado en varias ocasiones. Con el fin de poder cubrir todo su territorio, este redistribuye las escasas fuerzas de que dispone, dejando la división de Musnier sobre Zaragoza y los accesos a los valles del Jalón y del Huerva, mientras que, de las dos brigadas de la división de Laval,"° la mandada por este se encuentra en la zona de Caspe y Alcañiz y la de Habert es enviada al Cinca. Con este fin, el 16 de abril, al mando de aproximadamente 2100 hombres de infantería, Habert cruza el Ebro por Caspe y atraviesa los Monegros haciendo noche en Peñalba y Candasnos, y el 17, tras unírsele 220 coraceros del 13° regimiento enviados desde Huesca para reforzarle, llega al mediodía a Fraga,"' villa que sus compatriotas han abandonado el día 10 y a la que han retornado algunos hacendados al amparo de las guerrillas que operan en la zona oriental del Alto Aragón. El Ayuntamiento fragatino ha recuperado los pertrechos que los imperiales habían dejado tras su partida y ordena que los vecinos que tengan carros de los abandonados por cualquiera de los ejércitos (francés o español) y «que no sean suyos» los devuelvan para venderlos «a beneficio del público», mandando asimismo que se venda el estiércol que se ha extraído del cuartel. Al saber el párroco de la Granja de Escarpe que Habert y sus tropas están en Fraga, envía para indagar su número y movimientos a tres hombres, los cuales pasan como buenamente pueden el río y se dirigen a Torrente y aún más allá hasta divisar a los enemigos apostados en las inmediaciones de los capuchinos y el puente de Fraga. Al día siguiente, los vecinos de Aytona pasan a la otra parte del río y hunden la barca en el agua para evitar su uso por los franceses. Después de descansar en Fraga, los franceses cruzan el Cinca por el puente en la mañana del 18 hacia Belver, camino de Monzón, adonde llegan ese mismo día y, sin aguardar unos carruajes que había pedido, Habert, dejando dos compañías del 2° del Vístula como guarnición, con el resto de sus fuerzas vuelve a cruzar el Cinca por la barca e instala su cuartel general en Barbastro con el fin de evitar desde allí la posible penetración en Aragón de columnas procedentes de Lérida."' La ciudad de Barbastro habría sido un destino posiblemente agradable en tiempo de paz, pero es peligroso en tiempo de guerra, a causa de su situación en medio de un verdadero laberinto de canales de riego, olivares, viñas y otros cultivos cercados por pequeñas tapias y separados por senderos o callejuelas tortuosas. Habert, aunque de probado valor en campañas en campo abierto, no es idóneo para este tipo de operaciones menores. Ha querido organizar él mismo todos los puestos de Barbastro, aunque sus disposiciones dejan mucho que desear, pues complica el servicio con una serie de minuciosos detalles que cansaban a los soldados sin mejorar su seguridad, por lo que prácticamente todas las noches alguno de los centinelas es hecho preso o desarmado por invisibles enemigos, con lo que la moral de la tropa va disminuyendo. Para intentar recuperarla, arresta y fusila con gran pompa y ceremonia, delante del obispo y del corregidor, a un pobre diablo que uno de los centinelas cree reconocer corno su agresor. Una de las dos compañías del 2° del Vístula dejadas por Habert en Monzón está al mando del capitán Solnicki, y la otra al del capitán Brandt, quienes asumen respectivamente las funciones de
47° Durante los Sitios de Zaragoza esta división era mandada por Grandgeand y se componía de las brigadas Habert y Laval,
pero el 27 de marzo tomó el mando Habert, al que el 5 de abril sustituyó Laval, 471 AHG: C8/358, Parte de situación del Cuerpo, 21 abril de 1809.
477 AMF: caja 137-1, acta del 15 de abril de 1809 y siguientes. Berenguer: 64-65. GG, suplemento del 15 de mayo de 1809, Arquer. regidor de Fraga, al gobernador de Lérida, 17 de abril de 1809. Huguet: 116-117. Según Sarramon, la razón de instalarse los fran-
ceses en Barbastro y no en el castillo de Monzón era la gran frecuencia con que quedaban aislados los ocupantes de dicho castillo con ocasión de las grandes crecidas del Cinca. Sarramon, La suerte: 207. Las fuerzas con que cuenta Habert son unos 3000 hombres de infantería repartidos entre cuatro batallones del 14° de línea y dos del 2° del Vístula, y como caballería una parte del 13" de coraceros. Además puede disponer de los dos batallones del 121° que ha dejado Fabré en laca. a los que hay que añadir un destacamento de Ingenieros, una bateria de artillería, el 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége y 400 hombres de la Guardia Nacional, que llegarían de Francia el 9 de mayo a las órdenes del comandante Lomet. Sarramon, Napoléon: 96.
DI FIROIA
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comandante y ayudante mayor de la plaza. Solnicki, nada más ocupar el castillo, manda a los montisonenses transportar víveres a la fortaleza para diez días y organiza cuidadosamente rondas de patrullas que recorren continuamente los olivares, los cuales forman una especie de bosque alrededor de la villa. En el castillo queda un pequeño arsenal, ya que el material que en él existía no ha sido totalmente destruido por Perena antes de su abandono: allí se encuentran una decena de cañones a los que solamente se les han roto las cureñas, algunas balas en buen uso y gran cantidad de pólvora que ha sido arrojada a una cisterna. Una de las primeras actuaciones de Solnicki es poner el castillo en condiciones de resistir un ataque o sitio, para lo que ordena a uno de los oficiales y algunos soldados que han servido en el sitio de Zaragoza como auxiliares artilleros que, con maderas de armazón y otros restos de material, reparen las cureñas y recojan del agua de la cisterna toda la pólvora posible y la pongan a secar. Así, en breve se dispone de una artillería que, aunque no se puede mover más que con grandes precauciones y no es muy efectiva, sí tiene poder disuasorio sobre los españoles. Con esa tranquilidad, los polacos se encuentran cómodos en Monzón, pues en esa época, salvo las guardias, no tienen mucho que hacer, por lo que consideran esa villa un paraíso en comparación con los destinos que han tenido anteriormente, disponiendo de víveres abundantes y de calidad. El bienestar era tal que, desde entonces, cuando querían manifestar su satisfacción por algo o se encontraban bien instalados, los soldados polacos solían decir: «¡Esto es Monzón!»."'
Pedrosa en Tolva. Problemas con el corregidor de Benabarre (primeros de abril de 1809) El corregidor del partido de Benabarre, según parece, no mantiene buenas relaciones con algunos de los alcaldes, entre ellos Antonio Silvestre, de la Torre de Baró, Miguel Diéguez, de Viacamp y Litera, y Manuel Franco, de Castigaleu, los cuales se consideran «atropellados contra toda razón y justicia con palabras y obras» por él, sobre todo desde que a finales de marzo publicara un bando pidiéndoles que presentaran en Benabarre, en el plazo de veinticuatro horas, una determinada cantidad de ganado y granos «para cumplir con ellos la oferta que hicieron los señores de la !unta de dicha villa a los franceses en Calasanz, sin consentimiento ni aun noticia de los pueblos del Corregimiento». Sabiendo estos alcaldes que Pedrosa está en Tolva (donde como se ha dicho, ha quedado acampado con el batallón de pardos al enterarse de la rendición de Jaca), pasan a pedirle su opinión y le enseñan el bando, manifestándole que los repartos del corregidor son muy parciales, ya que a otros pueblos, como Arén y Montañana, no les ha pedido nada, y que creen que tiene «sus particulares convenciones o tratados con el francés». Pedrosa les manda que no entreguen «cosa alguna por ser para los franceses» y que envíen un emisario al corregidor de Benabarre para comunicarle lo dicho. Pero este, haciendo caso omiso, ordena a los alcaldes que conduzcan «los ganados y granos a Benabarre por fuera del camino regular extraviándose por Luzás y las Sagarras», y les dice que si Pedrosa se apodera de ellos lo pagarán caro, lo que parece que lleva a efecto, pues, marchado este, el corregidor encarcela a los dichos alcaldes de Viacamp, Castigaleu y Torre de Baró por no entregar los ganados que había pedido para los franceses.474
Planes de Blake y Ric, rebelión en el Cinca Medio y expulsión de los franceses de Monzón (finales de abril y primeros de mayo de 1809) En tanto, el nuevo capitán general de Aragón, Joaquín Blake, que se halla en Tortosa organizando por una parte las partidas de guerrilla y por otra reorganizando el nuevo Ejército de Aragón y Cataluña, enterado de tan importante disminución de efectivos franceses en Aragón, comprende que se halla ante una oportunidad única para recuperar el territorio perdido y ordena al
473 Brandt, general, Souvenirs d'un officier polonais. Scénes de la vie militaire en Espagne et en Russie (1808-1812), Paris, Librairie des Deux Empires, 2002 (reed. Tacs. de la obra original publicada en 18681: 51-54 y 57-59.
074 ASIL: E23/210, Oficio de los alcaldes de la Litera a Perena, 30 de abril de 1809.
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gobernador de Lérida, Lavalle, que llame la atención de los franceses en el Cinca Medio, con el fin de distraerles hacia allí el mayor número posible de tropas, mientras él sale de Tortosa con su ejército para ocupar Alcañiz. Para desarrollar este operativo cuenta Lavalle en el sector del Cinca con el 2° de Huesca, de Perena; el ter Tercio de Miqueletes de Lérida (2° de Cataluña), al mando del leridano Baget;475 los somatenes aragoneses y catalanes que está reuniendo fray Teobaldo en Albelda por orden del general Coupigny para cubrir la plaza de Lérida y los casi 200 voluntarios que ha juntado Ric en Fonz, donde se están instruyendo en la disciplina militar a las órdenes del teniente coronel Luis María de Cistué, barón de la Menglana,476 y desde donde realizan guardias y somatenes para defender los vados del Cinca por esa parte.4" Ric, que como antes se ha dicho había llegado poco después de la caída de Zaragoza a Fonz con su esposa, la condesa de Bureta, en esta villa, además de organizar a los voluntarios confecciona un plan para defenderse de los franceses que remite a Lazán y en el que entre otras cosas habla sobre el servicio que entiende deben hacer todos los pueblos para «ofender al enemigo de varias maneras».478 Estas fuerzas, en caso de necesidad, serían engrosadas con tropas de la guarnición de Lérida, ciudad a la que Perena y Baget se desplazan para acordar con su gobernador un plan de acción, conforme al cual el inicio de la rebelión se producirá aprovechando la primera ocasión. La oportunidad se presenta poco después, cuando los franceses exigen una fuerte contribución al cantón de Tamarite. El alcalde de esta localidad, Pedro Carpi, procede a repartirla entre los pueblos de su jurisdicción e impone a Alcampell la de 1000 cántaros de vino, que su alcalde, Francisco Sorigüé, dice no poder aprontar por ser excesivo. Los franceses amenazan con tratar al pueblo con el mayor rigor si no se entrega lo pedido, por lo que Sorigüé, obligado por las circunstancias, cede, aunque ordena a los arrieros transportar el vino a paso lento y «en hora cómoda» para que pueda ser interceptado por los miqueletes de Lérida, como así sucede. Por el contrario, otro de los alcaldes del cantón, el de Albelda, asesorado por Teoba Ido, se niega en redondo a pagar su parte de la contribución, por lo que Habert envía contra dicha villa desde Barbastro una columna de castigo formada por 700 hombres. Avisados de la proximidad de esta columna, Perena con parte de su batallón, Baget, un pequeño destacamento de artillería a las órdenes del comandante Francisco Costa y algunos otros se reúnen en el antiguo castillo de Tamarite (que en la época se había transformado en la ermita de San Nicolás), donde colocan una pieza de artillería de montaña y logran sorprender y derrotar allí, finalizando abril, a la columna francesa, que logra regresar a Barbastro.479
"' Como antes se ha dicho, en enero de 1809 y tras la derrota de Leciñena, Teobaldo habla solicitado refuerzos a la (unta de Lérida y esta le había enviado el día 26 al coronel Baget al mando de un destacamento de miqueletes. 474 Hijo mayor y asimismo con el título de barón de la Menglana, lo habíamos dejado tras la capitulación de Zaragoza recuperándose de sus enfermedades en su casa de Fonz. 477 ASHM: Acciones victoriosas del Cinca, Fondo Blake, caja 2/7, año 1809, Partes de guerra del coronel luan Baget (ff. 520, Fonz, 25 de mayo) y del teniente coronel Teobaldo Rodríguez (ff. 23-42, Monzón, 26 de mayo) al gobernador de Lérida José Casimiro de Lavalle y de este a! general Joaquín Blake (ff. 2-5 y 21-22, Lérida, 28 y 29 de mayo) sobre las acciones militares libradas en las riberas del Cinco los días 16, 17, 18 y70 de mayo de 1809, lavalle a Blake. DPFZ: Informe del marqués de Lazdn sobre Pedro M° Ríc, Cádiz, 16 de octubre de 1812. Según Pano: II, 31, el plan de Ric era que los alcaldes, ayuntamientos y párrocos de los pueblos impidieran en la medida de lo posible las marchas y contra-
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marchas de los franceses; que cortaran los puentes y barcas e inundaran los campos, siempre que estuvieran próximos; que hicieran fosos y estacadas y todo género de obstáculos a las marchas del enemigo; que formaran parapetos y trincheras para que los somatenes puedan esperarlos y hacer caer grandes piedras sobre los franceses desde las alturas; que los pueblos cerraran todas las entradas y salidas, menos una, que quedaría bien fortificada; que hubiera la vigilancia necesaria para dar aviso a los pueblos cercanos y con toda urgencia trasmitirlos a las autoridades, y que se organizaran somatenes en todas partes, se eligieran personas idóneas para mandarlos y que al toque de campana se pusieran sobre las armas. Asimismo, los corregidores y juntas debían tener establecido un plan de señales para entenderse mutuamente y los pueblos habían de negar o impedir el suministro de raciones y dinero, retirar los carros y caballerías antes de que llegara el enemigo y no obedecer órdenes que procedieran de pueblos ocupados. ASHM: Acciones, Baget a Lavalle. Según Huguet, entre los que se encontraban en Tamarite estaban los capitanes Rocamora (apodado Currunculll y Morancho (alias Baella), a los que más adelante volveremos a ver peleando con los franceses,
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los cuales el día 19 sacaron 68 individuos de las cárceles de aquel corregimiento y se los llevaron a las de Lérida. Huguet:
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Quedan en Monzón nuevamente las dos compañías del Vístula, donde el capitán polaco Brandt continúa dedicado a atender los asuntos propios del servicio, los cuales le llevan un día a entrevistarse con el alcalde de la localidad, gran aficionado a la música como él, a quien encuentra tocando la guitarra y cantando con su familia «algunas seguidillas». El alcalde le pregunta si sabe tocar ese instrumento, a lo que Brandt contesta afirmativamente y comenta que en Polonia es usual aprender a tocarlo en las escuelas y, tomando en sus manos la guitarra, comienza a interpretar melodías de su lejano país, con gran satisfacción del alcalde y sus dos hijas, quienes le ruegan al despedirse que vaya a visitarlos con frecuencia. Sin embargo, estas amistosas relaciones terminan de una manera trágica, pues un día alguien llama a casa del alcalde y, cuando este abre la ventana para responder, es muerto por un disparo a bocajarro, sin que llegue a conocerse ni el porqué ni el autor del crimen. Unos acusan a un contrabandista que debía de tener alguna cuenta pendiente con él y otros sostienen que el motivo del asesinato es que se le considera afrancesado por su amistad con Brandt."° Poco después, una columna francesa compuesta por un batallón de infantería y 50 jinetes se dirige a Tamarite, donde se encuentran algunos somatenes españoles a los que los tamaritanos ruegan que se oculten, lo que hacen entre dos colinas próximas, la de San Antón y la de Santa Teresa. Una comisión formada por algunos regidores, personas principales y superiores de las comunidades religiosas, temiendo las consecuencias de una resistencia violenta, sale a entrevistarse con los franceses, con los que se encuentra cerca del punto llamado de Gasio. El coronel francés dice en castellano: «Encargo a ustedes que ningún paisano se meta con mis soldados, porque estoy decidido a hacer un escarmiento, pues me consta que se han alzado con punzas, alabardas y otras tonterías que no pueden conducir a otra cosa que a perjudicar sus personas e intereses». A esto responden los de Tamarite que no son ellos sino los miqueletes los que vienen en son de guerra a la villa. Unidos a la comisión, los franceses entran en la villa y, al llegar a la esquina de las casas llamadas de las capellanías y también de la colegial, un paisano, Manuel Bonet, advierte gritando a los de la comisión que no sigan adelante porque van a hacer una descarga los miqueletes, lo que efectivamente sucede, pero los franceses, desplegándose en guerrilla hacia la parte del Calvario, San Antón y Santa Bárbara, expulsan a los miqueletes y marchan posteriormente a Barbastro."' Por esos días, Perena y Baget se aproximan a Monzón y, el 1 de mayo, al toque de somatén dado por las campanas de las iglesias de todos los pueblos de la comarca, se comienzan a preparar los voluntarios de Tamarite, Fonz, Estadilla, Albelda, Binéfar, etcétera, para acudir a cubrir la orilla del Cinca, operación que realizan a la perfección."' Apercibidos del empeoramiento de la situación, los polacos abandonan la villa de Monzón y se refugian en el castillo, desde donde disparan una tanda de cañonazos con los que logran sorprender y alejar por unos días a los españoles, que, sin embargo, pronto reaparecen en mayor número. Esto, unido a la muerte del alcalde, la posterior salida del síndico y el secretario, la desaparición de algunos habitantes acomodados y el hecho de que pese a ser el 6 día de mercado ningún campesino acude a la villa, viéndose sus calles casi desiertas de hombres y con tan solo algunas mujeres y niños, hace comprender a los polacos el inminente peligro que les acecha. Y no se equivocan, pues esa misma mañana reciben orden de Habert de
118. Moner: 375. Gómez de Arteche da la fecha del 10 de mayo. aunque creo que es cierta la del 21 de abril, que es la que consta en la hoja de servicios de Perena. 48° Brandt: 51-55. Brandt refiere una salida nocturna de sus hombres para sorprender en las montañas cercanas a las tro-
pas de Perena, aproximadamente en estos mismos días. ¿Se tratará de este mismo combate de Tamarite? 4" Moner: 372-373.
"? En Estadilla hablan sido organizadas por el presbitero Mateo Belloch cuatro compañías de somatenes, mandadas por Belloch, Antonio Gil. losé Pérez y Francisco Bellostas. ASHM: Acciones, Baget a tanate y este a Blake, El alcalde de Binéfar había manifestado a la junta de Lérida que tenía interceptadas las comunicaciones por tropas y gente del pais y que «de ningún modo surtiría a los franceses ni vendería nada que les pueda favorecer». Huguet: 123.
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evacuar Monzón. Iniciada la evacuación, la vanguardia que escolta a los enfermos y bagajes es atacada y dispersada hacia el río; Brandt, que con sus hombres permanece todavía en el castillo, realiza desde allí una descarga con la artillería, que esta vez no asusta a nadie, por lo que abandona la fortaleza con sus hombres, que al atravesar las calles de la villa son tiroteados y atacados por los montisonenses. A duras penas consiguen abandonar la población y ganar la ribera del Cinca a través de los olivares. En la orilla del río, Brandt mantiene sus posiciones, cubriendo el paso del resto del destacamento con la barca; cuando va a embarcar en el último viaje, falla en el salto y cae a las frías aguas, de las que es rescatado por sus hombres. Finalmente, tras una larga y penosa marcha, llegan ya de noche a Barbastro, donde encuentran a su guarnición sobre las armas y muy preocupada por sus compañeros." El ataque en el interior de Monzón contra los polacos ha sido perpetrado por un numeroso grupo de vecinos envalentonado por la cercanía de las tropas de Baget que, armados con cuchillos, palos y tan solo siete escopetas, no dudan en atacar a los napoleónicos,484 alentados por el administrador de Correos Andrés Rodríguez y el clérigo Lorenzo Barber, racionero de la colegial de Monzón,"' quien en junio de 1808 ha participado en la organización de las compañías levantadas para la defensa de la villa de Monzón y pueblos comarcanos. Expulsados los napoleónicos, Barber libera a su padre, que con el resto de su familia ha sido detenido y encarcelado en el castillo al ocupar la plaza los franceses. Tras esta acción, y aprovechando la fama y la aureola de líder que le ha dado, junto a algunos montisonenses más forma una pequeña partida con la que se echa al campo decidido a luchar contra los imperiales, como luego se verá.486 Poco después, el ex comandante de Monzón Solnicki llama a Brandt para pedirle que redacte un informe sobre lo sucedido el día anterior, solicitándole que haga antes un pequeño borrador de ello. Brandt así lo hace y entrega lo pedido a Solnicki, quien tras leerlo le comenta que ha olvidado muchos aspectos esenciales. Le dicta numerosas adicciones y correcciones que dan a la escaramuza las proporciones de una lucha heroica, en la que Solnicki se atribuye todo el honor, y dice: «He aquí, amigo mío, cómo se debe hacer un buen informe» 48' Al anochecer del 6 de mayo, Baget, tras situar parte de la tropa cubriendo la orilla del río, sale de Tamarite con 200 hombres del le( Tercio de Lérida, 100 del r Ligero de Huesca, los somatenes del teniente coronel Carlos Verdiel y una reata de mulas que ha tomado en San Esteban de Litera «para aparentar un Cuerpo de caballería». Tras caminar sin descanso durante toda la noche, llega a las tres de la madrugada del 7 a las inmediaciones de Monzón, ignorante de la retirada francesa, y distribuye su tropa en tres partes: una en las alturas de la Alegría, otra en las del Palomar y la restante en el centro, por el camino real. Envía una avanzada al interior de la villa, la cual descubre que los enemigos, como hemos visto, se han retirado a Barbastro sin haber tenido tiempo en su huida ni siquie-
4") Brandt; 54-56.
4" ASHM: Acciones, Lavalle a Blake. GG de 1809: Parte del gobernador de la plaza de Lérida, Lavalle, al excelentísimo señor Antonio Come!, Lérida, 22 de mayo de 1809. Hay un conocido episodio en el cual, al atravesar la población los enemigos sin dejar de combatir con los vecinos de Monzón, uno de estos, el criado de casa Zazurca, gritó en la plaza Mayor: «¡Maldición! ¿Cuándo llegará la hora de matar gabachos?». Y blandiendo un puñal tuvo el valor de adentrarse entre las filas francesas y herir a varios soldados, lo que le costó la vida pero confundió al enemigo y envalentonó aún más el ánimo de los vecinos. Este episodio suele ser citado por otros autores como ocurrido el 17 de mayo, pero en nuestra opinión debió de suceder realmente en este día 6 de mayo. 4"5 En la época habla en Monzón 12 racioneros, 8 en la iglesia colegial de Santa María del Romeral y 4 en la de San luan Bautista. Fueron tan numerosos los clérigos y religiosos que abandonaron sus residencias para marchar a combatir a los franceses que por decreto de 1 de mayo de 1809 el rey losé ordenó que los clérigos ausentes de sus destinos volviesen en un plazo de veinte días; de lo contrario perderían sus prebendas y serían confiscados sus bienes. 4"6 AMB: sección Defensa y Ejército, justicia Local, Acción guerrillera del clérigo racionero de Santa María, don Lorenzo Barber, natural de Monzón, durante la guerra de la Independencia. Sobre este personaje escribe también Buesa Conde, Domingo, «El clérigo que se hizo guerrillero», Diario del Altoaragón, 19 de marzo de 2000.
4" Brandt: 56.
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ra de cortar la sirga de la barca."' Dada la importancia de evitar que los franceses vuelvan a cruzar el Cinca, operación que en ese sector tan solo pueden realizar por el puente de Fraga o por las barcas de sirga de Monzón y Pomar, destaca Lavalle para defender aquel estratégico puente a 500 hombres de la guarnición de Lérida, entre ellos los granaderos del Regimiento de Línea de Granada, y dispone que los pasos de barca de Monzón y Pomar sean cubiertos por los somatenes de Teobaldo y las tropas de Perena y Baget. Estos, convencidos de que Habert no tardará en querer vengar su derrota, mantienen una reunión con Ric en su casa de Fonz en la que eligen de común acuerdo a Teobaldo como jefe de todos ellos y discuten y comentan los medios para continuar la guerra.489 Al poco, reciben una nota que confirma sus temores, pues les advierte que Habert, siguiendo órdenes de junot, se encuentra finalizando sus preparativos para salir de Barbastro con tropas, cruzar el Cinca, ocupar Monzón como castigo a su rebelión del día 6 y expulsarles de la zona. El remitente de esa nota es Joaquín Andreu, quien en noviembre del año anterior y, como se ha dicho, era comandante militar del corregimiento barbastrense. Desde ese puesto colabora durante el segundo sitio de Zaragoza con Perena, Pedrosa y Teobaldo en el auxilio de la capital, contribuyendo personalmente con cantidades considerables en grano, dinero (40000 reales en una vez y 80 000 en otra) y otros efectos. Rendida la capital, Andreu se encuentra en Barbastro, de donde es regidor, y, «agotados casi del todo los recursos del Partido de Barbastro y no pudiendo en modo alguno proporcionar armas ni efectos para las compañías que habían quedado en la ciudad del Vero», pone estas compañías a disposición de Francisco Palafox, que las distribuye y amalgama en los cuerpos aragoneses que ante la ofensiva francesa se concentran en las montañas y a la izquierda del Cinca. Tomado Barbastro, el 8 de marzo de 1809 Andreu escapa y se sitúa en la zona de Hoz de Barbastro, Naval y Salinas. A pesar de que la zona ya se halla dominada por los franceses, sigue desde allí ejerciendo las funciones de su empleo y espiando continuamente a estos, de cuyos movimientos y fuerzas mantiene informados a Perena, Teobaldo, Baget, Ric y otros que en aquellos momentos pelean contra los napoleónicos en las orillas del Cinca; estos avisos son de gran utilidad, como luego veremos y certificará Teobaldo. Para espiar a los enemigos, Andreu tiene varios confidentes que paga de su bolsillo. Averiguado esto por los franceses, hacen preso a su anciano padre, quien por orden de Blake ha regresado a Barbastro «desde un pueblo de su Señorío a donde se había retirado con su familia luego que vio inmediata la catástrofe de la capital», y lo conducen preso primero al castillo de la Aljafería y luego a la ciudadela de Pamplona, para presionar a Andreu a dejar las armas y someterse al rey José, amenazando con ajusticiarlo si no se entrega. Pero los imperiales no son los únicos que acosan a Andreu, ya que algunos vocales de la Junta afrancesada de Barbastro también lo persiguen por remitir a Teobaldo los víveres «que aquellos derivaban a nuestros enemigos». Es tan fuerte la persecución de los de Barbastro que Teobaldo tiene que acudir en su ayuda con 400 hombres «para libertarle de la vejación y hacer ver a los mencionados individuos de la Junta de Barbastro con vivas persuasiones cuánto distaban del honor y virtud sus procederes». Sin embargo, lejos de acobardarse con las amenazas, continúa con sus labores de información, contribuyendo al éxito de las acciones de Monzón y otras «por los medios que estuvieron en mi arbitrio».49°
Acción del Cinca (8-20 de mayo de 1809) Para intentar frustrar los planes de Habert, lo primero que hacen Teobaldo, Perena y Baget es enviar el siguiente escrito a los franceses de Barbastro, intimándoles a la rendición, o en caso
481 ASHM: Acciones,
Baget a Lavalle.
49 AMZ/AP: caja 13, leg. 8.1 (sign. ant.)• Pano: u, 16-17. 49° AMZ/AP: Relación confidencial de Andreu.
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contrario, a atenerse a las consecuencias: «Franceses: Extraña mucho que os atreváis a mentir con tanto descaro a nuestra vista. Vuestros ejércitos en Alemania están derrotados; los rusos y prusianos os han acometido; los mismos paisanos franceses están descontentos con Napoleón y auxilian a nuestros oficiales, que llegan todos los días a nuestros ejércitos bendiciendo la generosidad de muchos franceses que conocen la perfidia, tiranía e injusticia de vuestro emperador. No, no somos todos unos ni lo seremos mientras no venga nuestro legitimo rey y abandonéis la injusticia. Sed verdaderos; nuestros ejércitos están brillantes; La Romana os ha tomado regimientos enteros y vuestro Ejército de Galicia ya no existe; Cuesta"' triunfó últimamente de vosotros; Vigo, Coruña, Santander, ya son de Fernando séptimo. Supuesto esperáis a derramar en Barbastro la última gota de sangre, aguardad, que os damos palabra de ir a visitaros».'" Tras enviar este texto, y siguiendo las órdenes de Lavalle, sale el día 8 Perena de Fonz hacia Monzón con su batallón y parte del 1er Tercio de Lérida, quedando Baget con Teobaldo, Ric y el resto de las tropas en aquella villa y sus alrededores. Con el fin de evitar sorpresas y observar los movimientos de los franceses de Barbastro, se establece una línea defensiva en las márgenes del Cinca. Para reforzar a Baget se espera en los próximos días la llegada a Fonz del r Tercio de Miqueletes de Lérida (16° de Cataluña), con su sargento mayor, Manuel González, al frente, pues Lavalle le ha ordenado a tal fin trasladarse desde Balaguer, pero cuando ya está en camino es reclamado por Perena a Monzón en su refuerzo."'" Además, Perena envía algunos destacamentos hacia Fraga por la ribera del Cinca y en Albalate se sitúa un destacamento del Regimiento de Granada al mando del capitán Ramón de Orós, enviado desde Lérida por Lavalle, junto a algunos hombres del l er Tercio de Lérida. Asimismo se ordena inutilizar todas las barcas del Cinca para entorpecer las operaciones de los franceses.'" En tanto, Habert, a quien acaban de unirse como refuerzo cuatro compañías de elite (dos de granaderos y dos de voltigeurs) del 121° de línea"' mandadas por el jefe de batallón Thouvenot, prepara en Barbastro su plan de ataque y castigo sobre Monzón dividiendo su fuerza en tres grupos: el primero, a las órdenes de Thouvenot y compuesto por unos 80 coraceros del 13° regimiento y diez compañías de elite de los regimientos 14° y 121° franceses y 2° del Vístula, cruzaría el Cinca por Alcolea para atacar Monzón al revés; el segundo grupo, formado por el resto del 2° del Vístula, pasaría a continuación para atacar por el sur, mientras que Habert, con 180 coraceros y el resto del 14° de línea retrocedería desde Alcolea hasta la barca de Monzón para pasar por allí, atacar de frente y rematar la victoria.'" Pero los acontecimientos se desarrollarán de forma bien distinta. Siguiendo el plan, sale Habert con sus hombres hacia Alcolea por los montes de Sigena y llega el 14 por la tarde a esta villa, «tras haber soportado una fuerte tormenta, que convertía en torrentes
a los menores arroyos, donde cuadrúpedos y bípedos resbalaban», y son alojados, al menos los polacos del 2° del Vístula, en su monasterio, «cuyos vinos gozaban de gran reputación, aunque des-
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Cuesta y La Romana eran afamados generales del Ejército español.
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ASIL: E24/101, Papel que se presentó en Barbastro antes de las gloriosas victorias del Cinca que subsiguieron, como consta al excelentísimo señor Joaquín Blake y firmado por el coronel Felipe Perena, el coronel Teobaldo Rodríguez y el coronel Juan Baget.
4" ASHM: Acciones, Baget a Lavalle. En los informes de Baget se nota cierto encono contra este 3' Tercio de Lérida, al que acusa constantemente de cobardía y desobediencia. Estas acusaciones contrastan con la opinión que de ese tercio tiene Teobaldo, que en sus partes afirma tener un buen comportamiento. ¿Existían rencillas personales o envidias entre el 1" tercio, mandado por Baget, y el 3^? De esta disparidad de opiniones dará cuenta el gobernador de Lérida, Lavalle, informando de ellas a Blake, aunque finalmente, quizá influido por Baget, acusará, como luego se verá, de «morosidad» a dicho 3°' tercio.
4" ASHM: Acciones, Teobaldo a Lavalle. " Este pertenecía a la 3° División del Ejército, mandada por Augereau, y en los últimos días de abril se hallaban sus batallones 1° y 2° en laca y sus cercanías y el 3° y el 4° en Tudela y sus proximidades, sumando entre todos 113 oficiales y 2150 suboficiales y soldados. 4
496 Parte de Habert, amablemente facilitado en su momento por el doctor Sarramon, desgraciadamente ya fallecido.
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AUDI. EA Plano de la acción del Cinca. (Dibujo del autor)
graciadamente, las tropas del V Cuerpo habían pasado ya por él, por lo que sus afamadas bodegas no eran en esos momentos más que un recuerdo legendario». Al día siguiente, el 15, reemprenden la marcha y llegan a Alcolea, pero un destacamento del Regimiento de Granada se les presenta en batalla en la otra orilla, bien preparado para disputarles el paso del río, por lo que Habert abandona la idea de cruzar el Cinca por esa parte y se dirige a la mañana siguiente a Pomar, donde espera poder realizar el cruce en mejores condiciones, ya que dispone allí de la ventaja del terreno, que permite el paso de artillería. Llega allí a primeras horas de la tarde del 16 y, viendo que la sirga de la barca está estropeada, ordena repararla, obligando para ello a arrojarse al agua a cuatro paisanos, que consiguen empalmarla rápidamente. Bajo la protección de la artillería, los napoleónicos instalan dos balsas capaces de transportar cada una de ellas media compañía, y en esos momentos el mayor de los barqueros, que miraba inquieto el cielo, despejado en Pomar pero con densos nubarrones en las montañas, advierte a Habert del peligro de vadear entonces el Cinca, pues este río sufre frecuentes e imprevisibles crecidas por las tormentas caídas en la sierra, así que lo más prudente es demorar el paso. Habert recompensa al barquero por su aviso con insultos y patadas, y ordena proseguir con el paso.4" Sobre las cinco de la tarde cruzan tres compañías de voltigeurs del 14° regimiento, que una vez en la orilla izquierda expulsan al pequeño destacamento español de Pueyo de Santa Cruz y se establecen en ese punto, mientras Perena, informado de la llegada de los imperiales a Pomar, ordena a González que con el 3cr Tercio de Lérida se adelante a Pueyo de Santa Cruz. Teobaldo y Perena salen tras él con el 2° de Huesca, pero al llegar González se encuentra con el pueblo ya ocupado por los franceses, por lo que ordena a sus hombres cargar contra ellos y logran empujarlos hasta cerca de
Brandt: 59-60.
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la barca y el soto próximo, en el que se emboscan algunos. Empieza entonces un tiroteo que dura hasta las seis de la tarde, cuando, al llegar Perena, destaca tres compañías de su batallón para que tomen la orilla mientras González ataca de frente, y se activa así un combate que se prolongará hasta cerca de las diez de la noche «sin que les arredrasen las granadas que disparaba un obús enemigo desde las alturas de Pomar, ni el fuego de su fusilería ventajosamente situada entre las acequias, siendo así que la orilla de nuestra línea tiene mala posición, porque en saliendo del soto hay una llanura de cascajal hasta el labio del río». A esa hora y procedente de las montañas comienza una tormenta «con agua y viento recio» que impide ver la otra orilla y supone un cese «relativo» del combate. Los españoles acampan en la altura de las eras y pajares de Pueyo de Santa Cruz, donde se quedan Teobaldo y González, mientras que Perena, pese a encontrarse indispuesto, parte a Monzón para tomar las debidas disposiciones ante el inminente ataque. A pesar de lo desapacible de la noche, el oficial José Jiménez Bagués, que permanece de avanzada, intenta en tres ocasiones cortar la sirga de la barca para evitar que el resto del destacamento napoleónico continúe cruzando el Cinca, «arrimándose a la misma guardia de caballería e infantería enemiga que estaba protegida del obús y buena posición». Al no conseguirlo, envía Teobaldo con el mismo fin a tres valientes paisanos a los que ofrece un gran premio, pero tampoco pueden lograrlo. Poco después, Teobaldo es avisado por Juan Domec, comandante interino del 20 ligero de Huesca por enfermedad de Perena, del «estado de agonía de un valiente soldado de Perena», así que el fraile soldado acude presto para cumplir «con sus obligaciones de sacerdote y de religioso».4" Esa misma tarde ha escrito urgentemente Teobaldo a Baget, que tras la salida de Habert de Barbastro ha aprovechado por orden de Lavalle para cruzar el Cinca y situarse en dicha ciudad «con objeto de llamar la atención del enemigo», para que regrese a Fonz, lo que realiza con tal celeridad que a la una de la noche ya se halla en esa villa con su vanguardia tras haber pasado el río por la parte que no cubre la barca «con el agua a pechos»; el resto de su tropa lo hace a las dos de la madrugada del 17, experimentando «los rigores del hambre, humedad y desnudez». Al amanecer de ese día regresa Perena de Monzón y junto a Teobaldo puede observar cómo los imperiales han reiniciado el paso del Cinca, la infantería por la barca y la caballería por el vado, protegidos por la artillería y la fusilería. En tal situación, dispone que todas sus tropas se replieguen a las alturas de la ermita de la Virgen de la Alegría de Monzón, conservando la formación de guerrillas para estorbar el avance de los enemigos, al tiempo que Teobaldo marcha a Fonz para pedir auxilio a Baget e informarle de su plan, que era situarse en las alturas del Palomar para asegurar la retirada en caso preciso, y batirse con los enemigos en dichas alturas y en las huertas de Monzón, «con cuya posición se cubría también el camino de Fonz y se daba lugar a que llamando la atención del enemigo al ataque del Palomar y las huertas, cuando la tropa de Baget llegase, pudiese batir a los enemigos con ventaja».499 Poco imaginaban Perena y Teobaldo que apenas se retirasen de la vista del enemigo tendría lugar un hecho imprevisto que vendría a modificar completamente el desarrollo de los acontecimientos. Efectivamente, como ya hemos visto, los imperiales tan pronto como amanece reinician el cruce del río, y en sucesivos viajes de las barcas pasan otras cinco compañías de elite de infantería (dos de voltigeurs del 2° del Vístula, otra de voltigeurs y dos de granaderos del 121°) y 40 coraceros por el vado con su capitán, Robichon, cuando ven cómo súbitamente y hallándose las barcas en la orilla derecha para cargar más tropas, crece el Cinca «tres pies en una hora» a causa de las lluvias caídas en las montañas durante la tarde y la noche anteriores hasta convertirse en una barrera infranqueable. El río lanza contra los que esperan embarcarse en la orilla troncos y piedras
Según informe de Teobaldo, Perena llevaba «tres días de calentura, principio de la grave enfermedad que sufre, y que en el día le tiene a las puertas del sepulcro con el mayor sentimiento de todos», informe obviamente algo exagerado. ASHM: Acciones, Teobaldo a Lovalle. Brandt: 60. Sarramon, Parte de Habert.
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699 ASHM: Acciones, Baget y Teobaldo a Lavalle y este a Blake.
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que arrastra con gran fuerza y que rompen las cuerdas de las barcas, las cuales son alejadas por la corriente a la deriva. Los soldados ya embarcados tienen el tiempo justo para saltar a tierra y no ser arrastrados con las barcas, y todos deben ganar rápidamente las alturas próximas, ya que las orillas se han inundado y en pocos minutos han quedado separados ambos destacamentos napoleónicos por lo que parece un inmenso lago. Intentando vadear el río mueren dos coraceros y tres caballos; Thouvenot se queda en Pomar sin poder pasar a dirigir su columna y las tropas que ya han cruzado tampoco pueden regresar. Los coraceros y las ocho compañías aisladas solo tienen dos posibilidades de salvarse: descender hasta Fraga e intentar pasar por el puente o subir a Monzón y cruzar por la barca. Habert piensa que esta última sería la mejor opción, pero en vano intenta hacerse entender por aquellos desde la otra orilla indicándoles la dirección que deben tomar, pues su potente voz se apaga por el ruido de la corriente del río, por lo que solicita a algunos soldados, buenos e intrépidos nadadores, que intenten cruzar a nado para trasmitir sus órdenes. La mayoría de ellos se niega, pero alguno se lanza al agua y muere ahogado antes de conseguir llegar a la mitad del río. Al fin, logra indicar a sus hombres que el comandante Richard, del 14°, tome el mando y siguiendo la ribera marche sobre Monzón para intentar regresar por la barca de esa villa. La vanguardia napoleónica consigue llegar a dicha barca pero se desespera al hallarla inutilizada. El resto de la columna atraviesa Monzón entrando por la puerta del Pueyo y sosteniendo algún tiroteo con los paisanos, y va al encuentro de los hombres de Perena, que les esperan en las inmediatas alturas del Palomar y huertas aledañas.5°° Mientras, Teobaldo llega a Fonz esa misma mañana y se reúne con Baget, a quien encuentra «aún más rendido que yo, y la tropa en toda la penuria del cansancio». Pero, superando «el valor de este jefe, el de sus oficiales y el ardor del soldado las necesidades de la naturaleza y elevándose sobre ellas», se ponen ambos inmediatamente en marcha con sus hombres hacia Monzón a eso de las ocho o las nueve de la mañana, momento en el que reciben un escrito urgente de Perena, traído por su ayudante mayor, el capitán graduado Ángel Blázquez, que les comunica «la agradable noticia de que la excesiva corriente del río había arrojado la barca y que inutilizada no podían embarcar los enemigos, por cuya causa era decididamente la victoria nuestra si había constancia». Con este convencimiento, se envían nuevas órdenes insistiendo en destruir las barcas para «cortar al enemigo los recursos de repasar el río» y prosiguen su camino. Por su parte, Habert, que se ha desplazado con sus tropas por la orilla derecha desde Pomar hasta la altura frente a Monzón, no logra cruzar el Cinca y, desesperado, intenta inútilmente buscar alguna manera de pasar y ayudar a los compatriotas que se hallan ante sus ojos, pero tan solo logra tirotearse inútilmente con los españoles de la otra orilla. Desconsolado, según testimonio de Brandt, se sienta bajo el arco de un antiguo puente en ruinas, y sus soldados pueden ver «a ese hombre tan enérgico y que no acostumbraba a tener excesos de sensibilidad, llorar a lágrima viva retorciéndose las manos y clamando continuamente por sus pobres Granaderos y sus bravos Voltigeurs».501 En tanto, Teobaldo y Baget, a medida que se acercan a Monzón, van escuchando el vivo tiroteo que los de Perena sostienen en las alturas del Palomar y en toda la huerta, tiroteo en el que cooperan «con el mayor valor y entusiasmo los esforzados paisanos de Monzón», pero, llegados a las inmediaciones de la llamada Cruz de Estadilla, observan que los imperiales han conseguido desalojar a Perena y a sus hombres y que estos «se habían dispersado y andaban en derrota». Baget incorpora
¶5° Brandt: 60. Sarramon, Porte de Habert. Según Habert, las fuerzas que cruzaron el Cinca fueron tres compañías de vol-
tigeurs del 14° de línea (12 oficiales y 321 soldados); dos de voltigeurs del 20 del Vistula (6 oficiales y 137 soldados) y dos de granaderos y una de voltigeurs del 121° de línea (7 oficiales y 159 soldados), En total, ocho compañías con 25 oficiales y 717 soldados, además de los 40 coraceros, y aunque el parte de Habert coincide con los de Teobaldo y Baget en que la crecida fue por la mañana, Brandt, testigo de la misma, la describe como si hubiese ocurrido en la tarde anterior, lo que parece sin duda un error. 5131 ASHM: Acciones, Baget y Teobaldo a Lavalle. Brandt: 61.
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a su tercio a muchos de esos oficiales y soldados y, tras municionarlos, divide su fuerza en cuatro partes: una toma la orilla del río, otra las alturas cercanas, otra la carretera y otra las alturas del Palomar. Inician así su ataque y logran, tras dos o tres descargas cerradas y una carga a la bayoneta, entrar en Monzón y forzar a los napoleónicos a refugiarse en la orilla del Cinca para ser protegidos por su artillería desde el otro lado. A eso de las tres de la tarde, el comandante Richard, habiendo perdido a un capitán de voltigeurs que fue apresado por los españoles junto a varios de sus hombres, y viendo que la barca sigue inutilizada a pesar de los esfuerzos de Habert, que ha intentado nueva e infructuosamente su reparación enviando desde su orilla a 12 expertos nadadores, los cuales no pueden cruzar el río porque sigue muy crecido, decide retirarse para intentar cruzarlo por otro punto, y lo hace en dos direcciones: un grupo de unos 60 soldados, dirigidos por el capitán Abdijon, van río arriba y capturan en su camino al sargento mayor del 1°` Tercio de Lérida, Manuel Pometa, mientras que el comandante Richard, con los 800 hombres restantes, marcha hacia el sur. Baget, en vista de estos movimientos, oficia a las justicias de las márgenes del Cinca y alarma a todos sus pueblos. Así, los enemigos que huyen hacia el norte por la orilla del Cinca llegan hasta la confluencia de este con el río Ésera, donde, tras ahogarse varios de ellos al intentar vadearlo inútilmente, se entrega el capitán Abdijon con sus hombres a las fuerzas de paisanos que junto a algunos soldados de Perena y del 3° de Lérida les van siguiendo. Queda así liberado el sargento mayor Pometa, con la consiguiente alegría de sus dos fieles ayudantes, que han acompañado a los paisanos en la persecución. En cuanto a los que huyen hacia el sur, Baget ordena a los miqueletes del Ser Tercio de Lérida, a los que ha hallado a su llegada dispersos por los montes, que se sitúen en la altura intermedia del castillo y la ermita de la Alegría, «posición muy dominante que no podía ser cortada ni ofendida», con el fin de cortarles el paso, pero estos se niegan y se ve obligado a amenazarles con hacer fuego contra ellos si no ocupan inmediatamente la citada posición, ante lo cual fingen obedecer, pero al abrigo de una cañada escapan hacia San Esteban de Litera y Binéfar, permitiendo a los imperiales marchar sin detenerse Cinca abajo, hacia la barca de Albalate.5°2 Al caer la tarde en Monzón, algunos oficiales y miqueletes del 3er tercio leridano regresan a reunirse con Baget, a quien Perena, que se retira a Tamarite para recuperarse, ya que lleva tres días enfermo, ha entregado el mando. Baget toma de inmediato sus disposiciones y ordena que 100 hombres de ese 3" tercio, con un capitán y dos subalternos, pasen a guarnecer el punto de la barca, que todavía sigue tiroteado desde la otra orilla, y que 300 soldados del batallón de Huesca al mando del capitán Pedro Perena salgan esa misma noche hacia el sur en persecución del enemigo sin dejarle descansar, lo que efectúan con toda exactitud hasta llegar a Alfántega, donde se detienen. Desde Pueyo de Santa Cruz, y aprovechando la cierta ventaja que tienen sobre sus perseguidores, siguen los napoleónicos hacia Albalate buscando la barca allí existente. En ese punto se halla, como ya se ha dicho, el capitán Ramón de Orós con una compañía de su Regimiento de Granada, y al ser sorprendido aún puede inutilizar la barca ordenando cortar su sirga, operación en la que muere el soldado voluntario que verifica el corte. La compañía española se retira hacia Fraga tras realizar algunos disparos sobre los enemigos, dada su evidente inferioridad de fuerzas. En este punto, inutilizada la barca y avisados de que el puente de Fraga se halla reforzado por efectivos del ejército de la guarnición de Lérida, decide Richard, tras descansar, dar media vuelta e intentar cruzar el río por el norte para pasar a Barbastro por la confluencia del Cinca con el Ésera. Mientras, en Monzón, al amanecer, uno de los dos subalternos del Ser Tercio de Lérida que Baget ha enviado a vigilar la barca le da parte de que la mayoría de sus soldados se han ido, alegando «que las balas hacían mucho daño en dicho sitio y que ni el capitán se había quedado», y solo se mantienen 7 hombres.
soz ASHM: Acciones, Bagel y Teobaldo a Lavalle len el parte de Baget queda claro su desprecio hacia el rebelde 3" tercio). Sarramon, Parte de Habert.
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Ante esto, Baget, acompañado de Domec, comandante de los de Huesca, baja a reconocer dicho punto, pero no encuentra ya allí ni a un solo soldado, por lo que envía a una partida de su batallón y a otra del 2° ligero de Huesca para su vigilancia."' Tras este asunto, Baget manda revisar todas las barcas, inutilizar las que puedan ser útiles y cortar todos los puentes y palancas del río5p4 y, conocedor de que Habert ha regresado a Barbastro y se ha apoderado de su barca, decide subir a destruirla con una partida de su batallón y un cañón de los conocidos como violentos,"' dirigido por el comandante de artillería Francisco Costa. Llegado a la orilla frente a Barbastro y viendo que los imperiales ocupan las alturas próximas de las Gesas y vigilan la barca con un fuerte destacamento, ordena disparar algunos cañonazos «a balarrasa», lo que obliga a estos a retirarse cambiando de posición. A continuación tira directamente contra la barca y, al no poder asegurar si se ha destruido o no, autoriza al soldado Manuel Sarvisé, del 2° Ligero de Huesca, a echarse al río, «que iba furioso», pasar a nado y cortar la sirga de la embarcación, lo que realiza «con el mayor riesgo de su vida», por lo cual merece «la mayor recomendación». Esa noche la pasan los de Baget en Fonz."{' Al marchar Baget a Fonz y Perena a Tamarite, queda en Monzón Teobaldo con el comandante Juan Domec, el ayudante mayor Ángel Blázquez y los capitanes Pedro Arizón y Pedro Perena, todos del 2° ligero de Huesca,"7 encargado de defender esa plaza y de perseguir a los enemigos de Albalate, «bien pesaroso de que en tan críticas circunstancias faltase un oficial del valor, celo, inteligencia, desinterés y patriotismo del coronel [Felipe] Perena». Esa misma tarde envía Teobaldo 100 hombres más como refuerzo al capitán Pedro Perena, que desde Alfántega observa a los napoleónicos; escribe al capitán Orós para que con todos los somatenes de Zaidín, Osso, Belver y demás pueblos se acerque a Belver y luego a Albalate; e igualmente escribe a Baget para que con sus hombres regrese a Monzón. El plan de Teobaldo es que, suponiendo que los enemigos vuelvan para atacar Monzón, él mismo y Baget los cercarán en el camino por la derecha, Oros por el sur y Pedro Perena por el norte, dejando el río a su izquierda como única salida. Avisado Baget del plan de Teobaldo, sale de Fonz con su batallón y el cañón y llega a Monzón en la tarde del 19. En esos momentos tiene aviso del capitán Perena, que sigue a los imperiales por retaguardia, de que estos, adivinando seguramente el plan de los españoles, se han puesto en movimiento esa mañana girando hacia Binaced, donde se hallan a mediodía, para seguir hasta Binéfar, población a la que llegan a las cuatro de la tarde y desde la que, tras descansar apenas media hora, reemprenden su camino hacia San Esteban de Litera. A las nueve de la noche reciben aviso del alcalde de San Esteban, Francisco Salas, de que los napoleónicos, tras pasar por allí, caminan sin descansar hacia Azanuy y Fonz, con lo que queda claro que Richard no desea chocar con las fuerzas españolas, que supone mayores, sino evitar a las mismas y buscar un vado o puente para incorporarse en Barbastro a las tropas de Habert o tomar el camino de las montañas. Conocedores de estas noticias, Teobaldo y Baget, con sus hombres «descalzos, desnudos, sin comer nada caliente en tres días ni más que escasa porción de vino, pan y aguardiente», salen de Monzón hacia Fonz a las once y media de la noche, con la determinación de «tomar el frente enemigo, burlar su marcha con la nuestra y obligarle a la batalla». Se envía orden a todos los pueblos de la ruta para que sus paisanos salgan a acosarles. Las fuerzas españolas marchan organizadas en tres divisiones: la primera o
50 ' ASHM: Acciones. Baget y Teobaldo a Lavalle y este a Blake. Sarramon, Parte de Habert.
5" El teniente Guillermo Morfi y el subteniente Manuel Peralta, del 1" Tercio de Lérida, destruyeron con algunos de sus miqueletes la barca de Mediano y la palanca de Puy de Cinca. ASHM: Acciones, Lavalle a Blake. 5°5 Este único cañón violento se hallaba con Baget en Tamarite al comenzar la rebelión, pero no vuelve a ser citado hasta este momento, por lo que no sabemos si participó en la toma de Monzón. 5" ASHM: Acciones, Baget y Teobaldo a Lavalle y este a Blake. 5" Esa misma tarde regresó González, jefe del 3" Tercio de Lérida, que había huido el día anterior.
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de vanguardia, al mando del capitán Juan Domec, comandante accidental del 2° Ligero de Huesca, acompañado de Baget; la segunda o del centro, con el capitán José Crehuet y el cañón, y la tercera o de retaguardia, a las órdenes del sargento mayor Manuel González, en la que va Teobaldo. Como reserva quedan Pedro Perena con una partida del 2° de Huesca y otra del 1er Tercio de Lérida con el teniente Rafael Monte, encargados de seguir detrás de los hombres de Habert.508 De este modo y con el mayor sigilo llegan a Fonz a las dos y media de la madrugada, e inmediatamente se celebra una junta de oficiales en casa de Ric, en la que Teobaldo muestra el siguiente ultimátum que piensa enviar a Richard tan pronto como este se acerque a la villa: «Los coroneles y jefes que están a vuestra vista os hacen saber vuestra crítica situación; 5000 hombres os atacan, el paisanaje está sobre las armas, las barcas del río inutilizadas, la División de Blake en movimiento sobre Aragón, el puente de Fraga roto y cercado por nuestra División y 1000 hombres de la plaza de Lérida en observación. Estáis destituidos de todo auxilio, pero el noble carácter español, deseoso de evitar la efusión de sangre, os hace ver que toda resistencia será inútil y que, si en el perentorio término de media hora no rendís las armas, experimentaréis los furores de la tropa española, y hecho, disfrutaréis de la benignidad que nos es característica, cual se ha verificado con el capitán de Voltigeurs y Abdijon y su tropa».509 A las nueve de la mañana del día 20, sábado de Pentecostés, llegan los imperiales a Fonz, seguidos a distancia por los hombres de Perena, y allí se encuentran con las fuerzas reunidas por Baget, Ric y Teobaldo, que les cortan el paso. El fraile les remite el escrito ya citado, pero el capitán Richard lo rechaza a tiros y ordena a sus hombres prepararse para el ataque. Viendo Baget que la intención de los enemigos es la de atacar por el centro, ordena colocar su único cañón en la era de la casa de Cistué. Iniciado el combate, los napoleónicos son recibidos a cañonazos y cargados inmediatamente tanto por la tropa como por el paisanaje, mujeres incluidas, y, tras un sangriento choque, rechazados y obligados a refugiarse en unos olivares existentes en la parte que mira al río. Reagrupados, intentan un nuevo asalto, pero los de Fonz se aperciben de ello y llevan el cañón bajo la ermita de San José; desde allí, «a metralla y balarrasa», obligan al enemigo a renunciar a sus intenciones de tomar la villa y se sitúan en un montecillo donde hacen un breve alto. Baget ordena entonces a sus tropas ponerse en movimiento para evitar que los imperiales escapen y, mientras las columnas de Juan Domec y Pedro Perena marchan a Estadilla, otra, apostada en la torre de Corzán, se dirige contra los napoleónicos por las alturas de un cerro. Estos, para evitar un nuevo choque, cambian su rumbo y van hacia Estadilla, ignorantes de que allí se encontrarán esperándoles las otras dos columnas. Al llegar a dicha localidad se produce un fuerte choque con los hombres de Baget, Domec y Pedro Perena, tras el cual los imperiales huyen perseguidos por los españoles con su cañón hasta la orilla del río Ésera, cerca de Estada. Allí, en la llamada barqueta del Ésera, una especie de islote existente en la confluencia con el Cinca, viéndose acosados y agotados, los 40 coraceros, al mando del capitán Robichon, se lanzan al río a lomos de sus caballos. Logran cruzarlo y ponerse a salvo 30 de ellos, mientras que los 10 restantes mueren ahogados en su tentativa; muchos infantes se arrojan igualmente al agua y son perseguidos y apresados por Baget, que incluso llega para ello a cruzar el río, mientras que los demás, sin apenas municiones y sin atreverse a vadear el río por la intensísima corriente que todavía trae, se entregan a los españoles, a los que en el último momento se han unido fuerzas regulares de la guarnición de Lérida venidas desde Fraga, entre las cuales se encuentran los granaderos del Regimiento de Granada. Una parte de la infantería, al parecer las dos compañías del 2° del Vístula, al ver llegar a los españoles con su cañón hasta la misma orilla, se separan
'08 ASHM; Acciones, Baget y Teobaldo a Lavalle. °9 Huguet: 156.
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del grueso de la columna para huir del río hacia las alturas «de la otra parte de Estadilla», pero allí son cercadas por los españoles y se ven obligadas a entregar sus armas. A las dos del mediodía la acción ha concluido y toda la columna imperial, a excepción de los 30 coraceros ya citados, ha resultado muerta o prisionera, habiendo sido apresados unos 25 oficiales y 600 soldados."° Ese mismo día se hace desfilar en Fonz5 " a los prisioneros bajo los balcones de la casa palacio de Ric, en cuyos salones se sirve una exquisita comida para los vencedores en tres mesas: una para oficiales, otra para sargentos y la tercera para 70 soldados a los que el mismísimo Ric atiende personalmente, mientras su mujer, su madre y sus hermanas cortan y cosen camisas para la tropa «empleando gustosamente cuanto lienzo tienen sin reservar ni un palmo para su uso personal». 5 ' 2 Los prisioneros franceses y polacos son conducidos a Tarragona y el día 26 atraviesan sus calles, «escoltados por aquellos mismos militares a quienes miraban con desprecio e injuriaban, pudiendo comprobar la generosidad de los jefes españoles, que únicamente quitan sus armas a los rendídos».") En esta acción se toma un guión de compañía con la figura de un águila que será depositado años después en la ermita de la virgen de la Alegría en Monzón, donde permanecerá hasta su incendio en 1936."' Días después de la victoria, Lavalle, gobernador de Lérida, envía el parte de la misma al general Blake e incluye los partes dados a su vez por Baget y Teobaldo, haciendo notar que encontraba contradicciones en ellos y «algún espíritu de parcialidad por parte de todos, que no deja distinguir el verdadero mérito, y que puede producir algún descontento si Su Majestad tuviese a bien distinguir esta acción con algunas gracias». Pero, a pesar de esas contradicciones, señala Lavalle que todos los cuerpos cumplieron completamente con su deber, a excepción del 3ur Tercio de Lérida, «que desde un principio fue moroso en el cumplimiento de mis órdenes cuando lo destaqué a Monzón desde Balaguer y que posteriormente, ya abandonaba los puntos que se le confiaba, ya huía vergonzosamente en los ataques». Lavalle concluye recomendando a los siguientes individuos: del 1°' Tercio de Lérida, al coronel Baget, «a quien se atribuye justamente, la victoria», al sargento mayor Manuel Pometa, «elogiado
AMZ/AP: caja 13, leg. 8.1. ANF: AFIv.1622.1I, Harispe a Clarke, 4 de junio de 1809. Archivo Parroquial de Fonz len adelante APFI: Libro parroquial, Noticias del 20 de mayo de 1809. ASHM: Acciones, Baget y Teobaldo a Lavalle y este a Blake. Sarramon, Parte de Habert. Suchet, Louis-Gabriel, duc d'Albufera, Memoires du marechal Suchet, duc d'Albufera, sur ses campagnes en Espagne, depuis 1808 jusqu'en 1814. Écrits par lui-méme, Paris, Anselin, Successeur de Magimel, 1834, 2 vols.: 1. 1315. Toreno, losé María Queipo de Llano Ruiz de Saravia, conde de, Historia del levantamiento de la guerra y de la revolución en España, Madrid, Tomás jordán, 1835-1837: viii, 89. Según el citado parte de Habert, sus bajas fueron la totalidad de los oficiales y soldados de las ocho compañías (tres del 14° de línea, dos del 2" del Vístula y tres del 121^ de linea). Respecto a las dos compañías del Vístula separadas de la columna, Habert en su parte comenta que corría el rumor de que habían logrado huir hacia Francia, pero que él mismo lo creía poco probable. Según Teobaldo (AMZ/AP: caja 12, leg. 10-2), «se hicieron prisioneros veinticinco oficiales, 700 Granaderos, veinte caballos y se tomó un águila, con mayor número de muertos y ahogados», y según la Gaceta de Tarragona fueron «600 prisioneros de sus mejores tropas y veinticuatro oficiales, adornados algunos de ellos con las condecoraciones de la Legión de Honor». "I APF: en el tomo 4° de Sepelios, f. 67, de este archivo hay una nota del párroco de Fonz Vicente Pano sobre los sucesos del 20 de mayo que dice: «En el día 20 de mayo de 1809 no se pudieron hacer las funciones de los dos entierros inmediatos por haber acaecido en este día una batalla entre las tropas francesas y españolas, que luego por la mañana se comenzó en esta villa y se terminó a las inmediaciones del Cinca. Tampoco se pudo bendecir la pila bautismal, habiendo ocurrido en este día la Vigilia de Pentecostés, ni se pudo hacerse función alguna de iglesia por la revolución tan extraordinaria que hubo en este pueblo, bien que a las dos de la tarde quedó ya todo pacífico y sosegado por entonces, porque se hicieron prisioneros más de 600 franceses, y los restantes, hasta 1100 se ahogaron en el Cinca, habiendo mostrado los vecinos de este pueblo su valor y desprecio por la vida por el rey, patria y religión». ARF: caja 72, leg. 7, Documentos de Pedro Marta Ric. De un articulo escrito por Ric y fechado en Cádiz el 12 de agosto de 1813, publicado en el número 794 del periódico El Redactor General. "3 Gaceta de Tarragona. 5" Sorando Muzás, Luis, Los trofeos tomados por los españoles a los franceses durante la guerra de la Independencia, Zara-
goza, ed. del autor, 1992: 25-26. Este trofeo era conocido como el pendón de Cantarero, pese a no tener ninguna relación con ese guerrillero.
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de todos por su valor y constancia», al capitán José Crehuet, al teniente Guillermo Morfi, al subteniente Manuel Peralta, a los distinguidos Carlos Messeguer, Matías Baget y Pedro Pedrol y al Granadero Manuel Moner, «que fue gravemente herido por defender un vado que los enemigos intentaron pasar»; del 2° Ligero de Huesca, a los capitanes Pedro Perena y Juan Domec, a los dos ayudantes, el capitán graduado Ángel Blázquez y Pedro Arizón, y al soldado Manuel Sarvisé; del Real Cuerpo de Artillería, al teniente y comandante Francisco Costa «por la prontitud en sus movimientos y dirección de los fuegos» y al sargento Blas Miguel, «que secundó a su comandante con el mayor esmero y acierto»; del Regimiento de Infantería de Granada, al capitán Ramón de Orós; de los somatenes, al barón de la Menglana, al presbítero Mateo Belloch y a los oficiales Antonio Gil, José Pérez y Francisco Bellostas por «su grande valor y constancia»; de los paisanos, a los ya conocidos montisonenses Andrés Rodríguez, administrador de Correos, y Lorenzo Barber, racionero, «por su intrepidez y valor». Añade que merece la mayor consideración la viuda María Cistué, la cual durante la acción ha asistido con sus criados a todos los oficiales y soldados, suministrándoles pan y vino, ha reunido además a algunos paisanos y soldados que andaban errantes por la villa y les ha remitido a los puntos donde se hallaba apostada la tropa. Por su parte, y además de a los ya citados, Baget recomienda a todos los oficiales y soldados de ter Tercio de Lérida, «pues llenaron su deber y en la clase de soldados no hubo ni un cobarde», su y entre ellos en especial al sargento Pedro Portolas y los soldados Joaquín Cubero y Pablo Fleta, «habiendo quedado el primero herido en la cara y en el brazo de unas cuchilladas y está muy de cuidado» (especifica Baget que se debe excluir de la recomendación al oficial Anastasio Corniá); a los somatenes de Lérida, Monzón, Estadilla, Estada, Peralta de la Sal, Calasanz, Olvena y «otros pueblos de esta ribera» y a sus comandantes el padre Salvador, de las Escuelas Pías, Vicente Clúa, capitán de llaves de Zaragoza, y el teniente coronel Carlos Verdiel. Finalmente nombra al alcalde de Fonz, «digno de la mayor recomendación por su celo infatigable», y al padre Teobaldo Rodríguez. Este recomienda «el particular mérito» del coronel Perena y de los oficiales del 2° Ligero de Huesca, y en general a los valerosos somatenes de la región, «con otros muchos de los que aún no he recibido noticias evidentes sin las que juzgo no deber elevarlo a la consideración de V. S., pues es indispensable en materia tan delicada la mayor exactitud», y añade en posdata: «He sabido que el presbítero Mateo Belloch se portó heroicamente en la función del 20 y las anteriores»,"5 Teobaldo, en un informe fechado tiempo después, el 29 de julio de 1810, reconoce la importancia de los avisos que les pasaba el ex comandante de Barbastro Joaquín Andreu diciendo: «actuando yo en el Cinca con el batallón del coronel D. Juan Baget y el de D. Felipe Perena y mandando las tropas de común acuerdo, nos facilitó D. Joaquín Andreu exactas y puntuales noticias de los movimientos del enemigo, su fuerza y posiciones, a cuyos avisos se debieron en mucha parte las victorias del 15 y 16 de mayo de 1809 y la gloriosa del 20, en la que no escapó uno de ellos que pasaron el Cinca»."6 Según Brandt, testigo directo de los hechos, el principal error de Habert fue el de perder varios días intentando el cruce del Cinca por diversos puntos, cuando lo que debería haber hecho era pasar el primer día con toda su fuerza a Monzón e instalarse allí, desde donde hubiese podido rechazar a todos los españoles, aun después de la crecida del Cinca. Los 2000 hombres restantes de
ASHM: Acciones, Teobaldo y8aget a Lavalle y este a Blaite. "6 Andreu pasa posteriormente a Reus a entrevistarse con Blake, quien lo envía en septiembre a las órdenes del general Aréizaga. Tras la caída de Lérida Intenta aproximarse al Gobierno y escribe a Pedro María Ric, quien le insta a dirigirse a Cádiz. Con ese destino se embarca en Torrevieja pero. «habiendo arribado a Cartagena sin haber podido vencer las corrientes del estrecho a causa de los temporales y extenuado de los continuados mareos y falto de recursos para emprender nuevas y quizás Infructuosas tentativas», decide regresar a Barbastro, donde encuentra su casa destruida y casi arruinado su patrimonio, aunque al mismo tiempo tiene la alegría de volver a ver a su amado padre. AMZ/AP: Relación confidencial de Andreu, Informe de reobaldo, 29 de julio de 1810.
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la división de Habert se replegaron a Barbastro y en la madrugada del día 21 de mayo abandonaron dicha localidad para dirigirse, «llenos de temor y de oprobio», a Pina. La Gaceta del Gobierno publicó una carta del gobernador de Lérida en la que daba cuenta pormenorizada de esta y anteriores acciones;517 asimismo, según un informe del Ayuntamiento y del cura párroco de Fonz, «en obsequio de la verdad y desahogo de la gratitud, debe decirse que los Voluntarios de Huesca y de Lérida y los vecinos de todos los pueblos comarcanos, apenas oyeron la campana del somatén acudieron al auxilio con un celo y valor que Fonz jamás olvidará»."
La Administración del rey losé en Aragón: Junot (marzo-mayo de 1809) El 14 de marzo el mariscal Lannes marcha a Francia y Junot, duque de Abrantes y jefe del III Cuerpo, queda como gobernador general de Aragón y comisario regio. José nombra intendente general del Ejército y Reino de Aragón al coronel de infantería Luis Menche (cargo que mantendrá hasta el 27 de abril de 1811, año en que pasará a ser comisario general de Aragón), que queda encargado
especialmente de las causas de guerra, justicia, policía y hacienda en Aragón, ya que en la España borbónica los intendentes son los representantes de los respectivos ministros de Madrid en cada provincia. Como Menche no puede tener la doble función de intendente y corregidor principal de Zaragoza, para este cargo es elegido el hasta entonces intendente en funciones Domínguez, quien, acomodándose fácilmente a las nuevas circunstancias, acepta el cargo e inmediatamente se pone a disposición del intruso. Menche, con el apoyo de Junot, intenta reforzar la autoridad política de José en Aragón y establecer una administración provincial que convierta ese reino en una base de operaciones para el III Cuerpo francés. Pero pronto empiezan las dificultades entre los funcionarios españoles al servicio de José y los administradores franceses, pues los objetivos de unos y otros raramente coinciden, ya que para aquellos lo primordial es regenerar la economía con el fin de conseguir los objetivos políticos y para estos lo primero son los objetivos militares. Un problema añadido es que los burócratas españoles dependen del rey José en Madrid y los franceses de Napoleón en París; además, las comunicaciones con Madrid son interrumpidas constantemente por las guerrillas, las cuales con frecuencia se apoderan de los correos que traen las órdenes de José. En consecuencia, ni en Aragón se reciben las órdenes de Madrid, ni en Madrid saben lo que pasa en Aragón, con lo que la administración civil está continuamente paralizada. El aislamiento es tan completo que Junot se queja de que Aragón parece estar «a miles de kilómetros de la capital», aunque aprovecha esa situación como una justificación para controlar personalmente Aragón y, como los desinformados y aislados burócratas aragoneses no pueden ni saben gobernar, es lógico que lo hagan sus oficiales para asegurar la administración de la provincia. En consecuencia, en marzo de 1809, ante el desorden existente, Junot pone a Aragón en estado de sitio y coloca a sus administradores militares franceses en los puestos clave de control de la administración político-militar aragonesa. José, desde Madrid, protesta por esa usurpación de su poder, pero Junot se defiende alegando que el III Cuerpo depende de los recursos aragoneses para su aprovisionamiento, por lo que deben ser los administradores franceses militares los que gobiernen la provincia, ya que de otro modo los funcionarios españoles, con su lentitud y descoordinación con Madrid, frustrarían todos los esfuerzos. Junot escribe a Napoleón para aclarar la situación, y le contesta en su nombre el ministro de la guerra, Clarke. Este, tras amonestarle por haber excedido su autoridad imponiendo la ley marcial en Aragón, le indica que debe reinar la armonía entre los burócratas de José y los oficiales militares franceses, puesto que están oponiéndose a un
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" GG de 1809: Parte del gobernador de la plaza de Lérida.
516 ARF: Memorial sobre Fonz.
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enemigo común, le recuerda que losé es la autoridad suprema de España y le señala sus obligaciones: pacificar Aragón, proteger a sus habitantes y sus propiedades, asegurar el bienestar de las tropas y garantizar el cumplimiento de las órdenes de José y, si surge la discordia, mostrar deferencia hacia los españoles. Pero, a pesar de estas órdenes, las disputas continúan y Clarke escribe a José diciéndole que los funcionarios españoles en Aragón han fracasado en su gestión. No obstante, antes de recibir esta carta, José ya ha decidido resolver el problema nombrando al general Suchet gobernador de Aragón en lugar de Junot.' 9
Suchet sustituye a junot en el mando del 111 Cuerpo de Ejército francés (20 de mayo de 1809) Retrasos en la correspondencia producen un vacío de seis semanas entre el nombramiento de Suchet y su toma de posesión. Finalmente recibe la confirmación de su cargo el 9 de mayo, llega a Zaragoza procedente de Valladolid el 18 y releva a Junot el 20. Suchet tiene una gran experiencia demostrada como oficial de Estado Mayor y como jefe de división. En 1808 casa con la sobrina de Julie Clary, esposa de José Bonaparte; esta nueva relación con la familia imperial y su sobresaliente carrera militar le hacen merecer el mando del III Cuerpo y la tarea de pacificar Aragón. De Suchet, el emperador Napoleón destaca, entre otras virtudes, «su espíritu justo, conciliante y administrativo, su tacto militar y su bravura», y se demostrará que es una elección acertada, pues no cabe duda de que llegará a ser el más capaz de todos los gobernadores militares franceses. Tras haber mandado una división del V Cuerpo durante el sitio de Zaragoza, en abril se encuentra con ella en Valladolid. Acaba de cumplir 39 años y es un hábil estratega con excelentes dotes de mando; trae consigo a Zaragoza un batallón del 64° de línea y una compañía de voltigeurs del 40° de línea que conservará a su lado como reserva de confianza, pues se trata de hombres disciplinados y curtidos. La misión que se le ha encomendado es difícil, pues el III Cuerpo, que ha llevado el peso del asedio de Zaragoza, tiene a sus soldados cansados y se encuentra bajo de efectivos y de moral. Este cuerpo es una unidad muy heterogénea formada por algunos regimientos veteranos (14° y 44° de línea y un batallón del 5° ligero) y otros bisoños de nueva creación (114°, 115°, 116°, 117 y 121° de línea) auxiliados por caballería (13° de coraceros y 4° de húsares) y tropas polacas de la Legión del Vístula (1°, 2° y 3° de Infantería y un escuadrón de lanceros). Además dispone de artillería (1° de artillería a pie con solo 20 piezas de artillería de campaña) y del Cuerpo de Ingenieros (9° de zapadores)."°
Victoria de Blake en Alcañiz: la orilla izquierda libre de franceses. Planes de Suchet (20-30 de mayo de 1809) La llegada de Suchet a Zaragoza se produce en un momento delicado para los intereses franceses, ya que el nuevo ejército del general Blake, salido de Tortosa, acaba de forzar a la división de Laval a replegarse de Alcañiz a Samper e Híjar, y Habert, como ya hemos visto, ha sido seriamente castigado en el Cinca. Estas malas noticias llegan a Junot en Zaragoza el 20 de mayo, justo cuando está traspasando el mando del III Cuerpo a Suchet, quien comprende la gravedad de su situación y valora sus escasas posibilidades: concentrar todas sus fuerzas en Zaragoza, permitiendo así a Blake alzar a todo Aragón en rebelión a gran escala, o avanzar sobre el general español, derrotarlo y después eliminar las guerrillas altoaragonesas. No teniendo tiempo para esperar refuerzos, y consciente de que hace falta una acción drástica inmediata para restablecer la posición francesa en
"9 AHG: C8/25, Junot a Clarke, 12, 21 y 25 de abril; C8/26, Clarke a /unot, 5 de mayo; C8/28, Carlee a José, 12 de junio, y 08/31, intendente General del Ejército, Dennié a José, 1 de septiembre de 1809. Bonaparte, losé: vi, 150-151, José a Napoleón, 6 de abril de 1809, y extractos de Alexander (47-571, Bayod, Priego y Suchet. 52° Alexander: 9. Martin, Emmanuel, La Gendarmerie Francaise en Espagne et en Portugal (Campagnes de 1807Ó 1814), París, C. Terana, 1898 (reed., París, Léautey, 1998): 336. Suchet: 1, 8-9.
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Louis-Gabriel Suchet. óleo de Jean-Baptiste Paulin Guérin. (Foto: Gérard Biot — Réunion des Musdes Nationaux, Francia)
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Aragón, Suchet ordena a Habert que abandone inmediatamente Barbastro, lo que este verifica en la madrugada del 21, pasando por Sariñena y Pina, para quedar en Villafranca y Fuentes de Ebro como fuerza de reserva. Antes de abandonar Barbastro, los franceses entran en Ripoll, próximo a Binaced, cuyo alcalde es Manuel Fortón. El pueblo es devastado, saqueado y destruido totalmente, de forma que sus moradores tienen que abandonarlo y las casas y edificios desaparecen para siempre; hoy en día solo existen los restos de la iglesia." Ese mismo día 21 Suchet sale de Zaragoza con todas sus fuerzas disponibles para unirse a Laval, rehacer esa división y marchar contra Blake. Pero el 23, en Alcañiz, Blake obtiene una gran victoria sobre ellos, en una batalla en la que participa Javier Mina, a quien hemos dejado en Tortosa, desde donde por Mequinenza y con el fin de realizar algunos encargos del general Aréizaga, ha marchado a primeros de abril a Goizueta. En su camino decide acercarse a Jaca, pero un poco antes de llegar a esta ciudad pirenaica es informado de su rendición y de que la mayor parte de los soldados que la guarnecían han huido a Navarra, entre estos su tío Francisco Espoz.'" Ante esta información, Mina abandona su idea de dirigirse a Jaca y entra directamente en Navarra hacia Goizueta; terminados sus encargos, regresa a Tortosa para reunirse de nuevo con Aréizaga y tras la batalla de Alcañiz retorna con nuevos encargos a Navarra."' Como consecuencia de la derrota de Alcañiz se repliega Suchet hacia Zaragoza, donde ordena la reunión de todos sus hombres a fin de intentar frenar a Blake, y, siguiendo esas órdenes, el 28 de mayo el destacamento francés de Huesca se retira a Zaragoza, quedando así toda la orilla izquierda, salvo Jaca y el Arrabal de Zaragoza, libre de invasores, lo que aprovechan las fuerzas reunidas en el Cinca por Perena, Baget y fray Teobaldo para adelantar sus posiciones hasta la sierra de Alcubierre, con el fin de entorpecer las comunicaciones de Suchet con Francia y acosar a los destacamentos que salen de Zaragoza en busca de víveres y suministros. Perena, que está convaleciendo en Lérida de su enfermedad, no puede acompañar en esta ocasión a sus tropas, por lo que se halla al mando de aquellas como comandante interino Juan Domec. Suchet sabe perfectamente que necesita algo más que una moral excelente para derrotar a Blake, sobre todo tropas, pues el III Cuerpo concentrado alrededor de Zaragoza, es superado en número por el ejército de Blake, que no deja de crecer. Los únicos refuerzos disponibles son los regimientos 116° y 117°, los cuales Jourdan había prometido que llegarían a mitad de junio, aunque este y José, que tienen centrada su atención en Wellington, no disponen de tropas ni de tiempo para dedicarse por completo al aprieto de Suchet y piensan que el refuerzo de aquellos dos regimientos será suficiente para que Suchet asegure la victoria sobre Blake, por lo que rechazan el resto de las peticiones de Suchet, a quien acusan además de «quejarse excesivamente».524 El razonamiento de José no es precisamente lógico, ya que en Alcañiz Suchet ha sido incapaz de derrotar al ejército de Blake con fuerzas más o menos similares y la llegada de los 3000 hombres de los regimientos 116° y 117° no compensaría de manera alguna la masiva incorporación de tropas de refuerzo que Blake ha recibido de Valencia, a las que hay que añadir el gran número de aragoneses que se están uniendo a las guerrillas y que va en aumento. Aunque Suchet tiene sus tropas preparando extensas fortificaciones alrededor de Zaragoza, no puede quedarse allí definitivamente, porque las guerrillas amenazan con rendirle por hambre en la capital, ya que los destacamentos encargados de la recolección de víveres no pueden operar en presencia de gran número de guerrilleros, y Suchet carece de hombres suficientes para mantener a Blake acorralado y echar a las guerrillas.
521 AHG: C8/27, Suchet a Jourdan, 18 de mayo de 1809. Español: 129. Suchet: 1, 16-17. 522 Francisco Espoz Ilundain Mina. que así eran sus apellidos, era tío tercero de Javier, proviniendo este parentesco de que
la abuela materna de Espoz era hermana del bisabuelo de Mina. Iribarren. Espoz y Mina: el guerrillero: 116, nota 2. 523 Luis Guzmán: 50. 52 y 66. 524 AHG: C8/28, Jourdan a Suchet, 10 de junio de 1809.
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La decisión de Blake de flanquear Zaragoza a distancia pone a Suchet en un dilema, pues por una parte no puede permitir a aquel colocarse a caballo de la línea de comunicaciones TudelaZaragoza, pero por otra duda en atacarle pues no quiere una repetición de lo de Alcañiz, especialmente con una población hostil en Zaragoza que podría explotar en la retaguardia de su derrotado III Cuerpo. Así pues, antes de afrontar un peligroso aislamiento en la capital aragonesa defendiendo un montón de ruinas que no tienen valor militar alguno, Suchet decide abandonar Zaragoza y empieza a evacuar hombres heridos y material a Tudela, lo que alerta a Madrid y a París, y así, el ministro francés de la Guerra, Clarke, horrorizado al saber lo que se propone Suchet, ordena al VII Cuerpo del general Gouvion Saint-Cyr, que se encuentra en Cataluña, que apoye sin reparos a Suchet, aunque, de hecho, aquel no puede hacer nada para ayudar al III Cuerpo. Por su parte, José contempla la posibilidad de reforzar a Suchet haciendo volver al V Cuerpo desde Madrid a Calatayud. Pero el que más se enfada es el emperador Napoleón, que se pone furioso cuando sabe de la situación de Suchet y reprende a su hermano José acusándole de negligencia en los asuntos del norte de España, zona a la que cataloga como «el teatro más crítico en las operaciones peninsulares», observando sensatamente que se encontrará en una posición muy crítica y delicada si Zaragoza es capturada y si José pierde Aragón.'" Pero el destino inmediato de Aragón será pronto decidido en las batallas de María de Huerva y Belchite, como luego se verá.
OPERACIONES EN LOS VALLES DEL ARAGÓN
Lomet, gobernador de Jaca (9 de mayo de 1809) Hemos visto cómo Jaca ha sido ocupada por una columna francesa al mando de labré el 22 de marzo anterior; casi inmediatamente abandona este dicha plaza, dejando allí para asegurar su posesión a los dos primeros batallones del 121° regimiento, pero Junot se apresura a exigir la restitución de esas unidades, que pertenecen a su III Cuerpo, al ministro Clarke, quien le responde el 2 de abril, el mismo día en que Napoleón ordena al V Cuerpo abandonar Aragón, anunciándole que va a enviar a Jaca al comandante Lomet con una columna de tropas prefectorales, a fin de sustituir al 121° y asumir el gobierno de la localidad. Lomet, procedente de Oloron, atraviesa el puerto de Somport los días 6 y 8 de mayo, cuando la nieve se lo permite, y el 9 se halla ya en Jaca con su columna formada por seis de las ocho compañías del 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége y cuatro compañías del 1° de los Bajos Pirineos, que deben situarse de manera que aseguren la comunicación entre el valle de Aspe y Jaca. A su llegada encuentran esta localidad en un estado de penuria extrema y sus alrededores agitados por la acción de los insurgentes, lo que provoca el aumento de la deserción. El único motivo de satisfacción para Lomet reside en la personalidad del jefe de batallón Banyuls,"° comandante de los cazadores de montaña del Ariége y único oficial con el que puede contar, pero, para colmo de su mala suerte, este se encuentra retenido en Zaragoza, adonde ha sido enviado con un destacamento para recoger el sueldo de la guarnición de Jaca.'"
525 AHG: C8/27, Suchet a Clarke, 25, y Suchet a Jourdan, 31 de mayo; C8/28, Suchet a Jourdan, 1, y Clarke a Suchet, 15 de Junio de 1809.
ANF: AFiv.1622.11, Suchet a Napoleón, 24 de mayo, y Suchet a Clarke, 1 de junio; AFiv.1618.11, Clarke a Napoleón, 12 y 15, y AFiv.1621.2, Clarke a Saint-Cyr, 17 de junio de 1809. Alexander: 14. Bonaparte, José: vi, 194-95, José a Napoleón, 16 de junio. Bonaparte, Napoleón, Correspondance 1: xviii, n° 15396, Napoleón a Clarke, 21 de junio de 1809. 526 José Banyuls, conde de Montferré, nacido en Perpiñán en marzo de 1764, cadete en 1778, jefe de batallón en 1806, manda el 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége en noviembre de 1808 y llega al grado de mayor en 1813.
El 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége había sido creado por decreto de 10 de octubre de 1808 con reclutas prófugos y comenzó a reunirse en Saint-Girons. Entre el 24 de enero y el 5 de febrero de 1809, ante noticias de que iban a reunirse con la columna de Lomet para ocupar Jaca a fin de abrir la comunicación entre el valle de Aspe y Zaragoza,
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Expedición y derrota de la columna de Puisalis en Ansó y Roncal (17-23 de mayo de 1809) Suchet trata de pacificar los valles de Ansó, Echo y Roncal, auxiliar a Jaca y mantener expedita la ruta de comunicación entre esta ciudad y Pamplona, ruta que, al igual que la ciudad de Jaca, se encuentra amenazada por partidas guerrilleras cada vez más numerosas y activas debido a la incorporación de soldados y oficiales dispersos fugados de Zaragoza. Al mando de estas partidas, que se refugian en los valles altos de la derecha del río Aragón, Roncal, Echo y Ansó, se encuentran Renovales y Sarasa. Deseando acabar con estos rebeldes y restablecer las comunicaciones, el gobernador francés de Navarra, el general D'Agoult,528 envía contra ellos al jefe de batallón Puisalis con solo 150 cazadores y granaderos de la Guardia Nacional"° y ocho húsares y cazadores a caballo, menospreciando la importancia real del levantamiento. El 17 de mayo sale Puisalis con sus hombres de Pamplona y ese mismo día llega a Sangüesa, donde permanece hasta el 20, cuando, tras ser relevado por la compañía de afrancesados de Chacón en la guarnición de la localidad,"° puede emprender su misión. Conforme al plan preestablecido, Puisalis divide sus escasas fuerzas en tres columnas de 50 hombres cada una, mandadas respectivamente por Puisalis, el capitán Cussol y el capitán Barbier, ayudante este último del general D'Agoult. La columna del centro, mandada por Puisalis, avanza por Navascués y, siguiendo por la sierra de Burgui, alcanza el valle del Esca y lo remonta hasta llegar a Roncal, donde se establece la tarde del 21 y enseguida busca impresionar a los habitantes con amenazas y demostraciones de fuerza. La noche siguiente se reúne con Puisalis la columna de la izquierda, al mando del capitán Cussol y el lugarteniente Rougé, que subiendo por el valle de Salazar ha llegado a Uztarroz y desde allí, por Isaba, ha bajado también a Roncal."' Renovales, que tiene noticia de estos movimientos, envía al valle de Ansó a dos de sus oficiales, Fermín Ornat y Juan Blas Gastón,"2 para encauzar los esfuerzos de sus vecinos, a los que se ha unido con sus hombres Miguel Sarasa, mientras en Roncal los paisanos armados y sus oficiales, entre los que destacan los hermanos Francisco y Sebastián Gambra y Gregorio Cruchaga,5" abandonan la población y se sitúan en las alturas estratégicas para observar a los franceses esperando el momento adecuado para caer sobre ellos."4 Dicho momento no tarda en presentarse, pues el capitán Bar-
muchos cazadores desertaron, de modo que el 14 de febrero en Oloron se contaba solo con 849 presentes de los 1272 iniciales y no llegaron a Jaca más que 597 (respecto al 1° de los Bajos Pirineos, que contaba con 560 cazadores en Oloron, no llegaron a Jaca más que 439. El paso de la frontera una vez más provocó una gran deserción, llegando incluso 52 ariegenses a desertar desde la misma Jaca con armas y pertrechos en compañía de sus suboficiales). El Batallón del Ariége tenia previsto su reenvío al general Miguel en cuanto pudiera ser relevado por el 20 de los Bajos Pirineos, que en esos momentos se hallaba en fase de reorganización tras su desastrosa campaña en Navarra a las órdenes de Wouillemont. De esta manera la guarnición de Jaca debería estar compuesta por los dos batallones de cazadores de montaña de los Bajos Pirineos. AHG: C8/25, Clarke a Pinot, 2, y Kellerman a Lomet, 9 de abril de 1809; C8/26, Lomet a Clorke, 20, 28 de mayo y 5 de junio, y Lomet a Suchet. 24 de mayo. Sarramon, Napoléon: 27, 52, 82 y 83. 528
Louis Annibal de Saint-Michel d'Agoult, nacido en los Bajos Alpes en 1747, es cadete en 1756, mariscal de campo en 1788,
comandante de Pamplona en marzo de 1808 y después de Navarra en marzo de 1809, reemplazado por Dufour en febrero de 1810 y de nuevo comandante de Pamplona, donde muere el 17 de septiembre de 1810. 529 En su mayor parte de las compañías de Guardias Nacionales del Alto Garona y de Gers, que formaban en la 1' cohorte de la legión. Sarramon, Napoléon: 72.
5 " Algunos autores han supuesto erróneamente que esta compañía de afrancesados formaba parte de la columna, pero no
lo hizo porque la mayoría de sus hombres se sublevaron y se negaron a entrar en el valle, y Junto a ellos una treintena de rusos que posteriormente se pasarían a Renovales. José Chacón era natural del valle de Echo y al inicio de la contienda se hallaba en Pamplona, desde donde con un destacamento de su Batallón Ligero de Tarragona se dirigió a Sos. A primeros de 1809 se pasó al bando francés y formó inicialmente una compañía de afrancesados en Pamplona, de la que sería capitán y que en 1810 se conoció como Voluntarios del Rey fosé o Miqueletes de Navarra. Más adelante, y con los prisioneros catalanes llevados a Pamplona que aceptaron al rey José, formó el Batallón de Voluntarios Catalanes, también conocidos como Chacones. Murió en Pamplona a consecuencia de las heridas recibidas en la batalla de Tiebas el 22 de agosto de 1812. "' Sarramon, Napoléon: 72. 5 " Rodríguez Solts: 1/7", 4. 535
Nacido en Urzainqui, valle del Roncal. Llegaría a ser lugarteniente de Espoz y Mina.
Gambra, Rafael, «Los orígenes de la guerra de Independencia en Navarra y el "proyecto secreto"», en Estudios de la Guerra de la Independencia: 1. 577-608.
DERROTA Y OCUPACIÓN
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bier, que ha seguido, a la cabeza de la tercera columna o de la derecha, el camino a lo largo de la ribera del río Aragón, llega el 21, pasando por Salvatierra de Escá, a Ansó, donde nada más llegar es atacado por los paisanos armados mandados por Ornat y Gastón, que aniquilan totalmente la columna y el propio Barbier resulta muerto. En la madrugada del 22, Puisalis, que espera a Barbier en Roncal desconociendo su muerte y extrañado por su tardanza, recibe una nota sin firmar que le anuncia su llegada y para auxiliarle y conducirle hasta Roncal Puisalis destaca sobre las cinco de la mañana a 20 de sus hombres con el subteniente Fraysse, que parten a su encuentro en dirección a Garde y caen en una emboscada tendida por los ansotanos. Solo Fraysse y 6 de sus soldados logran escapar; poco después de las siete de la mañana se presentan ante Puisalis, que se encuentra en una altura detrás de Roncal donde ha reunido a los 75 granaderos y cazadores de que dispone todavía, y le narran lo ocurrido. 5 " Pronto se enteran de que marchan contra ellos cerca de un millar de hombres del batallón de voluntarios aragoneses de Sarasa y, según parece, algunos tiradores de Doyle556 a los que se han unido multitud de paisanos armados para participar en la acción. Puisalis, ante el temor de ser desbordado por los flancos, decide a las ocho de la mañana salir e intentar alcanzar la frontera francesa, siguiendo la sierra de Santa Bárbara, por donde avanzan a duras penas acosados y tiroteados por los españoles. El mismo Puisalis cae herido al recibir dos balazos, uno en el codo y otro en la espalda; su caballo es abatido, por lo que es transportado a hombros por dos de sus hombres hasta que a las seis de la tarde, exhaustos, acorralados, sin municiones y estando la mitad de ellos heridos, se rinden ante las rocas de Undary a Gregorio Cruchaga.'" Solo un soldado, el cazador Larrieu, logra salvarse ocultándose en un árbol y de noche llega a la frontera; todos los demás, 5 oficiales y 73 hombres según unas fuentes, o 50 según otras, quedan presos. Algunos de ellos son desnudados y asesinados en el acto. El propio capitán Cussol es acuchillado y los restantes son enviados a Lérida escoltados por los hombres de Andrés Ochotorena, alias Buruchuri,"8 quien al llegar a Fago, cerca de Ansó, el día 23, degüella a la mayoría, entre ellos al teniente Rougé, el lugarteniente Alberton y el subteniente Fraysse, y arrojan a los restantes a una profunda sima."9 Puisalis, hecho prisionero por Cruchaga, corre mejor suerte, pues se le permite reponerse de sus heridas y, junto a 5 soldados capturados en la mañana del 22, cuando la exaltación del combate ya había pasado, se le conduce por Echo y el Alto Aragón hasta Belchite, cuartel general de Blake.54° Este acontecimiento siembra el pánico en los territorios fronterizos, ya que los insurgentes españoles pasan además ocasionalmente la frontera y se apoderan de varios centenares de cabezas de ganado por la zona de Saint-Engráce, lo que hace que Hédouville, comandante de la 11" División Militar, envíe a ese punto y también a Larrau algunos soldados de línea sacados de los depósitos de Bayona para calmar el ímpetu de los montañeses de Roncal, Echo y Ansó, reforzando además los puestos de Saint-JeanPied-de-Port, Roncesvalles y Orbaiceta con Guardias Nacionales sedentarios.541
5 " Sarramon, Napoléon: 73. 536 GG del 8 de agosto de 1809. Eran parte de aquellos tiradores de Doyle que, fugados de Jaca ante la llegada de los fran-
ceses. acudieron a estos valles para proseguir la lucha. '" AHG: C8/28, Lomet a Hedouville, 6 de junio de 1809. Barada, M. J., «Les Cohortes des Gardes Nationales mobiles du 10 et 11 Divisions Militaires», Carnet de la Sabretache, 389 119371. Gambra, Rafael. «El valle del Roncal en la guerra de la Independencia», Príncipe de Viana, 76-77 (19591, y Los orígenes. Gómez de Arteche: va, 25. Iribarren. Espoz y Mina- el guerrillero: 63. Sarramon, Napoléon: 72-74. Todavia una vieja copla recuerda esta acción: «Ciento cincuenta franceses / a Val de Roncal subieron / y en las peñas de Yinyari / con sus armas perecieron». 5" En junio de 1808 Ochotorena había formado una partida en Roncal que posteriormente se unió a las de Sarta y Sarasa.
En 1811 fue hecho prisionero y ahorcado a finales de agosto en Pamplona. 5" Hacia 1986, en la conocida como cueva de los Gabachos, en Fago, mi buen amigo Ángel Mesado, de Jaca, halló 13 esque-
letos desnudos, al parecer correspondientes a los desgraciados hombres de Puisalis. sao Puisalis será liberado el 18 de junio siguiente por las tropas de Suchet tras la victoria de Belchite. como luego se verá. 54 ' Sarramon, Napoléon: 74.
LOS FRANCESES REOCUPAN PARTE DEL ALTO ARAGÓN (JUNIO-DICIEMBRE DE 1809) SITUACIÓN EN EL ALTO ARAGÓN (JUNIO-JULIO DE 1809)
Teobaldo, Baget y Domec con sus tropas nuevamente en Alcubierre (primeros de junio de 1809)
A
finales de mayo, como acabamos de ver, queda casi toda la orilla izquierda del Ebro libre de franceses al ordenar Suchet la concentración de todas sus fuerzas en Zaragoza, ante la amenaza de Blake, que tras su victoria en Alcañiz se dirige a la capital aragonesa. Para
apoyar su acción sobre Zaragoza, ha ordenado que las fuerzas reunidas en el Cinca por Perena, que en esas fechas se encuentra en Lérida recuperándose de una indisposición, Baget y fray Teobaldo, adelanten sus posiciones hasta la sierra de Alcubierre con la misión de interrumpir las comunicaciones de Suchet con Francia, tanto por Jaca como por Navarra, e inquietar su retaguardia. Mientras, los recién liberados oscenses, que han nombrado nuevo alcalde a Mariano Ena en sustitución del afrancesado Tomás Ram, que lo era desde el 21 de abril, reciben el 31 de mayo dos órdenes del comandante de Aragón: por la primera se manda a todos los pueblos del corregimiento que en veinticuatro horas incorporen en sus compañías correspondientes a todos aquellos vecinos que ya deberían haberse agregado antes a los batallones ligeros 1D y 2° de Aragón; por la segunda, que la ciudad contribuya a la manutención de las tropas aragonesas. Al día siguiente, 1 de junio, se recibe una comunicación desde Alcubierre de Teobaldo y Baget solicitando vino y aguardiente para sus tropas, y el 6 otra desde el mismo lugar, por la que Baget y Juan Domec, comandante interino durante la ausencia de Perena, piden alpargatas para sus fuerzas, pero lamentablemente la ciudad carece de ellas y no puede suministrárselas. El que sí consigue enviarles víveres y otros artículos es Joaquín Andreu desde Barbastro, con lo que contribuye al buen éxito en las dos acciones que desde sus posiciones en la sierra de Alcubierre dan Teobaldo y Baget contra los franceses, una en el cerro de la Cruz y otra en las alturas de Huesca, impidiendo el paso de los socorros que enviaban los imperiales desde Jaca a Zaragoza. Para intentar cortar esas acciones el 7 de junio sale de Zaragoza una columna contra los de Alcubierre, pero al día siguiente regresa derrotada con solo tres cañones, y en los días posteriores las avanzadillas españolas de Teobaldo y Baget llegan hasta el puente del Gallego, a las mismas puertas de Zaragoza."'
Fracaso de la ofensiva de Blake y derrotas en María y Belchite (15 y 18 de junio de 1809) Sin embargo, Suchet, en lugar de retirarse como era su primitiva intención, decide enfrentarse nuevamente a Blake y, dejando a la caballería en el Burgo y parte de la infantería entre Torrero y
542 AMII/AD de 1809. AMZ/AP: Relación confidencial de Andreu. Casamayor: 7 de junio de 1809.
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el convento de Santa Fe, destaca a 1200 hombres a Muel al mando del general Fabré. El 13 de junio, mientras Blake se traslada con algunas fuerzas desde Cariñena a Longares y Muel, ocupadas por Fabré, el grueso del ejército español toma posiciones en Cadrete y Botorrita al mando del general Aréizaga, y con él se reúne nuevamente el guerrillero navarro Javier Mina, a quien habíamos dejado yendo a Navarra con encargos de aquel tras participar en la batalla de Alcañiz.543 Después de diversas acciones preliminares, el 15 de junio Suchet coloca a sus tropas en orden de batalla y consigue derrotar en María de Huerva a Blake, que inexplicablemente permite a un tercio de su ejército permanecer ocioso a unos pocos kilómetros de distancia del campo de batalla y falla también en la defensa de su flanco derecho; mientras la infantería española de la izquierda y el centro de la línea lucha bien, la derecha es barrida por una carga de los dos regimientos de caballería franceses. El general Habert se lanza al hueco y demuestra su destreza, con tres batallones de infantería que terminan de arrollar la línea española. En esta batalla de María participa de manera distinguida el altoaragonés de Monzón Juan Creagh Lacy, héroe de Bailén, quien la madrugada de ese día 15 ataca a los franceses que se hallan en Santa Fe y María. A pesar de resultar herido al recibir dos fuertes contusiones, no solo continúa en la acción, sino que reorganiza su cuerpo y sostiene a los enemigos hasta cerca de las cuatro de la tarde, hora en que se retira a Botorrita. Allí permanece el siguiente día 16 cubriendo la retaguardia del ejército, para marchar el 17 con sus tropas a Fuendetodos y de allí por Azuara y Letux a Belchite, donde se presenta al general en jefe.'" La decisión de Blake de arriesgar a sus desalentados reclutas en la batalla de Belchite tres días más tarde culmina sus errores operativos. Su ejército ha sido castigado gravemente y los hombres están desmoralizados, mientras el de Suchet, que ha recibido por fin los batallones 1160 y 117*, está lleno de vigor con la victoria. Los reclutas de Blake se dispersan al primer contacto, la derrota se transforma en una desbandada y los franceses capturan 3000 prisioneros, mientras pierden solo 240 hombres."' El mismo día de la batalla de María se recibe en Huesca una orden firmada días antes por Blake en la que había dispuesto un nuevo alistamiento para engrosar su ejército; los nuevos alistados debían presentarse en Zaragoza, cuya reconquista daba ya por segura."6 Asimismo llega esa orden a Barbastro, desde donde los alistados, conducidos por el secretario Loscertales, salen rumbo a Zaragoza, conforme a lo mandado, pero entre Castejón y Gelsa se encuentran con algunos disper-
Arélzaga habla sido ascendido a mariscal de campo por la junta Suprema y designado comandante en jefe de la División del Ejército de la Derecha, que hasta entonces había estado al cargo de Lazán; este habia pasado a ser el segundo de Blake, general en jefe de dicho ejército. Luis Guzmán: 52 y 66. " Nace en Monzón en febrero de 1765. Es cadete en 1775, teniente en 1788, capitán en 1794, sargento mayor en 1802 y coronel en 1805. Participa en la expedición a Menorca y el sitio de Gibraltar en 1782, y en el sitio de Ceuta en 1792. Pelea en la guerra contra la Convención francesa y en 1795 el general de su división, el también altoaragonés Antonio Cornel, le concede el mando del cuerpo de tiradores de ella. Participa en la campaña contra Portugal en 1801. El inicio de la guerra de la Independencia lo sorprende en Cádiz mandando el 3" batallón del regimiento de Zaragoza. con el que pelea en Bailén. Tras la batalla es comisionado para escoltar a los prisioneros franceses hasta Lebrija. Destinado como coronel al regimiento 3° de Granada (después llamado de Almería), pasa a Cataluña y es incorporado al ejército de Blake. Tras las derrotas de María y Belchite, Creagh se retira a Tortosa. Brigadier en marzo de 1810, en agosto es general de la 2' División del III Ejército. En 1811 se halla en Cuenca y Valencia. En abril de 1812 lucha en Baza y Zújar y en mayo pasa a Orihuela para reforzar la plaza de Alicante; en agosto pasa a Cádiz y en noviembre asciende a mariscal de campo. En Sevilla, en mayo de 1813 toma el mando de la 2' División de Infantería, con la que llega en julio a Pamplona, y se halla en la batalla del 10 de noviembre sobre Sare, en territorio francés, tras la que pasa al navarro valle del Baztán. Guirao Larrañaga, Ramón, «Un montisonense olvidado. El mariscal de campo D. luan Creahg y Lacy, vencedor en Bailén, héroe de la guerra de la Independencia española y capitán general del reino de Aragón», Cuadernos CEHIMO, 28 12001). 545
Brandt: 69. Gómez de Arteche: vi, 61-68 y 72-77. Ornan: u, 428. Suchet: I. 27-30 y 33. Ese día el Ayuntamiento recibe orden de Lazán, trasmitida por el capitán Ramón Sebastián, para que las justicias, ayun-
tamientos y demás vecinos de los pueblos «contribuyan celosos a que se verifique el reemplazo que para dicho edicto se exige del modo y forma que en él se expresa». AMI-I/AD de 1809: acta del 15 de junio.
DERROTA Y OCUPACIÓN
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sos que les dan noticia de la derrota y de la desbandada total del ejército, por lo que deciden regresar."' La derrota de Belchite enfada sobremanera a Lazán, que culpa de ella a las tropas que abandonaron cobardemente sus puestos y a la no llegada de los dispersos y nuevos alistados, por lo que para reunir un nuevo ejército envía una circular a todos los corregimientos. 5"8 En tanto, Aréizaga y Mina se trasladan a Lérida, donde el primero va a reorganizar un ejército. Una vez en la capital catalana, Mina explica a Aréizaga sus planes para organizar el levantamiento en Navarra y este le autoriza a organizar en esa provincia un cuerpo franco que se llamará Cor-
so Terrestre. Con el beneplácito de Aréizaga, Mina retorna a Navarra.'
Retirada de Baget y Teobaldo al Cinca. Perena en Santa fulana (junio de 1809) Durante las acciones anteriores los hombres de Baget y Teobaldo permanecen cerca del puente del Gallego sin poder cruzarlo, por hallarse cubriendo dicho punto parte del 121° regimiento, dejado en la ciudad por Suchet para defenderla durante su ausencia junto a algunas compañías de ingenieros mandadas por el coronel Haxo. Apenas tienen conocimiento de las derrotas de Blake se apresuran a retirarse a la línea del Cinca, desde donde Baget vuelve a marchar a Lérida con su tropa, mientras que Perena, ya restablecido, se sitúa en las alturas de Santa Eulalia la Mayor, al norte de Huesca, para incomodar desde tan ventajosa posición a los franceses de Huesca y Barbastro, «interceptándoles todas las raciones que les llevaban de los pueblos inmediatos animando el espíritu de los naturales, abatido ya por los papeles seductivos y amenazas del enemigo y evitando que les pasasen vino de aquellos lugares, únicos del Corregimiento que lo producen». Desde Santa Eulalia, Perena publica un bando ordenando la reunión de todos los mozos de 16 a 40 años, incluso los licenciados e inútiles, «con talla o sin ella». Este bando limita las excepciones a los cabezas de familia que cultivan haciendas por sí mismos, hijos únicos de viudas y padres sexagenarios o impedidos y «artistas de primera necesidad, como herreros, albaytanes, médicos y cirujanos». 550
Socorros de las autoridades de Poleñino a las tropas españolas (junio de 1809) Por el lugar de Poleñino, situado en la encrucijada de caminos que llevan a Huesca, Zaragoza y Lérida, pasan por esta época continuamente tropas a las que el alcalde socorre con raciones de pan, carne, vino y aceite para las personas, y cebada, paja o salvado para los animales, suministrando además a los que lo necesitan alpargatas, herraduras e incluso dinero en metálico. Se anota todo lo entregado en una interesante relación conservada en el archivo de la familia Solanot, la cual nos permite conocer algunas de las personas o partidas que pululaban por esa zona aragonesa durante el segundo sitio de Zaragoza, como las compañías de Ramón Pinces, Camarasa, Vicente el Garista, wallones, Berbegal, Roda, Palo, Abizanda, Avellanas, Bierge, Estadilla, Boltaña, Labuerda, Bielsa, 2° de voluntarios de Aragón, voluntarios del 2" Tercio de Huesca, Pardos de Barbastro, 2° Regimiento Ligero de Zaragoza, infantería de Saboya, Voluntarios de Castilla, batallón de Torrero, húsares de caballería y fusileros de Aragón, o durante los meses de mayo y junio, como el Tercio de
547 López Novoa: 1, 384. 548 En esa circular dice Lazán que el reino de Aragón es el único de España donde los franceses «no se hallan abatidos y confundidos», y afirma que «si los dispersos, en vez de marchar a sus casas hubieran acudido al punto de reunión que se les tenia señalado, y si los mozos de 16 a 40 años se hubiesen presentado con la prontitud que debían. hubieseis visto que antes de celebrar los franceses su victoria, se hubiera recobrado nuestra artillería y cuanto perdimos en la desgraciada acción de Belchite, quedando el Reino con toda la tranquilidad necesaria para recoger su cosecha», por lo que para recuperar dicha tranquilidad incluye siete artículos de obligado cumplimiento, en los que explica cómo deben las justicias y ayuntamientos remitir a los dispersos y mozos bajo pena de la vida y de ser declarados traidores. ARF, caja 72, leg. 1. 5" Luis Guzmán: 77.
55° ADPZ/AJSA: acta del 20 de agosto. AMH/AD de 1809. Huguet: 203.
pmoin y ucul'AuioN
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Lérida n° 16, Voluntarios de Huesca, la compañía de Carlos Verdiel, la de Manuel Ayerbe, Tiradores de Doyle, cazadores y Pardos de Barbastro."'
Suchet recupera Barbastro, Monzón y Huesca (23 de junio — 1 de julio de 1809) Suchet, tras su victoria de Belchite, ocupa Calanda, Alcañiz y Caspe, y el 23 de junio atraviesa el Ebro por ese último lugar; realiza al día siguiente un reconocimiento sobre Mequinenza, que sigue inconquistable, y cruzando el Cinca por Fraga pasa por Monzón y toma Barbastro, para después dirigirse a Huesca y luego a Zaragoza, donde hace su solemne entrada el 1 de julio."' A su paso por Barbastro deja Suchet un destacamento como guarnición, el cual permanecerá allí casi hasta el final de la guerra y establecerá su cuartel en el convento de la Merced por ser sus instalaciones cómodas y porque desde él se domina bien la ciudad y, a pesar de ser un edificio de construcción sólida, lo refuerzan con parapetos y obras de fortificación. También sitúan los franceses un retén permanente en la torre de la catedral, la cual desde dentro resulta fácil de defender y domina la parte de la ciudad que no alcanza el convento; además, la proximidad de ambos puntos permite comunicarse sin problemas. Finalmente, utilizan el Santo Hospital (civil) de San Julián y Santa Lucía como hospital militar. Se trata de una institución benéfica que existía desde muy antiguo para el socorro y auxilio de pobres enfermos, regido por una cofradía y mantenido por las rentas, por el producto de las corridas de toros y representaciones de comedias y fundamentalmente por la caridad pública. El edificio se encontraba a la entrada de la población distante como 300 pasos de sus primeras casas en el camino de Zaragoza, y se componía de una iglesia del siglo xvi y las dependencias hospitalarias, que constaban de «quadra para hombres, quadra para mujeres» y dependencias del servicio,'" pero como en todas las instituciones benéficas de la época su problema era el dinero, y ya el 30 de enero de ese año Joaquín Broto, prior de la cofradía encargada del hospital, remite una carta al Ayuntamiento de Barbastro poniendo de manifiesto la falta de recursos para atender a la gran cantidad de soldados que llegan heridos o enfermos"4 y que son atendidos en el hospital por, entre otros, los médicos Juan Planella, Andrés Sanz y un tal Abad, y los cirujanos Domingo Romeo y Felipe Laplana, siendo suministradas las medicinas por las boticas de Manuel Rivera, Joaquín Bardají y Joaquín Torrente. Todos ellos prestarán sus servicios a lo largo de toda la contienda."'
Situación en Jaca y sus cercanías (junio de 1809) Animados por el éxito de Renovales en Roncal contra la columna de Puisalis, son muchos los montañeses que toman las armas, y así Sarasa puede aumentar su partida hasta convertirla por fin en un batallón de infantería ligera al que llama Voluntarios de la Canal de Berdún y en el que milita también su hermano Antonio con el grado de teniente. 556 La presión sobre Jaca, en conse-
55 AHPH/AFTS: F-42/20, Relación que manifiesta las cantidades de efectos suministrados por la justicia y Ayuntamiento del pueblo de Poleñino, Corregimiento de Zaragoza, a las tropas españolas que dentro se contienen en el año de 1809. 532
GG del 5 de agosto de 1809. Suchet: 1, 36.
553
López Novoa: 1, 324-329 y 386-387. Madoz: tomo de Huesca, voz Barbastro.
Ssa Dicha carta dice que «en este mes de enero se han mantenido los soldados que se han presentado y para verificarlo ha sido preciso pedir prestado, y como en el día se presentan muchos, no será posible sostenerlos ni tampoco acomodarlos en camas, por carecer de ropas pues no tiene surtido para ello, y siendo cierto que se deben las estancias de algunos meses por ello». AMB: Beneficencia, leg. 96. 555
AMB: actas de 1809 a 1813.
Antonio Sarasa nace también en Embún en 1796. Durante la guerra de la Independencia participa con su batallón en todas las acciones que este da en 1809 y 1810 (puente de San Miguel de Jaca, fuentes de Sarsa, San luan de la Peña y Roncal, Campodarbe, Boltaña, Ayerbe y márgenes del Cinca), hasta que en diciembre de ese último año pasa al batallón de Daroca. Posteriormente participa en el sitio de Tarragona, sufre su asalto y manda durante él tres salidas de guerrilla. A su rendición es hecho prisionero y conducido a Francia, donde permanece en los depósitos de Soissons, Laon y Luneville. DPFZ: hoja de servicios de Antonio Sarasa. 556
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cuencia, aumenta considerablemente; llegan a escasear los alimentos y además Lomet ve disminuir sus fuerzas debido a las continuas deserciones, aunque a comienzos de junio recibe de Francia un pequeño respiro con la llegada de cinco compañías de cazadores de montaña de los Bajos Pirineos, lo que le permite realizar dos salidas con éxito que tienen como resultado el reavituallar sus almacenes para un mes, aunque en la del 10 de junio el destacamento enviado para recoger raciones choca en una posición difícil, en Larrés, con una avanzada de Sarasa que a pesar de la defensa heroica del capitán Roquemaurel,"' jefe de la compañía de carabineros del 1er batallón del Ariége, lo derrota y obliga a regresar a Jaca acosado por todas partes, teniendo en el camino de vuelta un centenar de muertos y una treintena de heridos, entre ellos tres oficiales que son fusilados en el acto. 558 El 15 de junio, dispuesto a someter Roncal y Ansó y a vengar a Puisalis, envía D'Agoult desde Pamplona una nueva columna a esos valles. Renovales, que por sus espías conoce los movimientos de los franceses, sitúa dos compañías de 200 hombres, una de roncaleses y otra de ansotanos, en el alto de Iso, sobre la Foz de Arbayún, esperando la llegada del enemigo, la cual se produce al día siguiente. Se entabla un duro combate en el que nuevamente vence Renovales y que deja sobre el terreno 43 franceses muertos; los restantes se retiran a Lumbier. El 23, Renovales, nombrado general jefe interino de los montes de Navarra y Aragón, lanza una proclama dando cuenta de su victoria e incitando a la rebelión. 559 A finales de mes, Lomet cifra la fuerza de las partidas que le acosan en 6000 hombres, frente a la suya, que, aunque teóricamente es de 1216,560 solo cuenta con 432 que sean útiles, pero nada entusiasmados por servir en España y que han perfeccionado el arte de la deserción huyendo en grupos de 20 a 40 hombres con bolsa y equipaje. A pesar de esto, su situación no habría sido desesperada si hubiera tenido suficientes raciones, ya que la ciudadela jaquesa era inexpugnable para las partidas guerrilleras. Sin embargo, la necesidad de recoger raciones obligaba a realizar peligrosas salidas, como la dicha del 10 de junio, por la proximidad de numerosas partidas, que además cruzan a Francia a través de los pasos de los Pirineos atacando y saqueando la frontera sin apenas resistencia. Como sus provisiones continúan disminuyendo, Lomet escribe una lacónica nota a Suchet en la que le dice: «Me mantendré firme hasta la extinción», 56 i Sin embargo, los éxitos conseguidos por Suchet, en particular las victorias de María y Belchite y la recuperación de Barbastro y Huesca, permiten a este tomar la iniciativa para auxiliar a Jaca e intentar levantar el cerco a que está sometida. Este mejoramiento de la situación es también notado por la guarnición de Jaca, la cual a comienzos de julio comienza a recibir convoyes de aprovisionamiento con víveres y municiones procedentes de Oloron, portados a lomo de mulas por Somport y Canfranc y escoltados por destacamentos de un batallón de marcha, mandado por el jefe Lapeyrollerie562 y organizado con compañías de los regimientos 114°, 115°, 116° y 117°. Pese a los
587 luan Bautista Roquemaurel, nacido en 1771 en el Ariége, cadete en 1782, brigadier en 1800, capitán de carabineros del 1' Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége en septiembre del mismo año, pasa en diciembre al 2° batallón, siendo considerado «oficial distinguido, bueno delante del enemigo, pero cuidadoso con sus intereses». Sarramon, Napoléon: 270, nota 11. 558 AHG: C8/28, Lomet a Clarke, 13 de junio, y tomet a Hédouville, 29 de junio. "8 Gambra, Los orígenes. 56° En la ciudadela, 50 artilleros, 32 dispersos y 354 cazadores del 1^ de los Bajos Pirineos; en la ciudad de jaca, 485 del 2° del Ariége, cuyo efectivo se había engrosado gracias a la vuelta de varios desertores, y por fin en el camino de Francia, en
Castiello y Canfranc, 295 cazadores del 2° de los Bajos Pirineos. A la pérdida persistente de hombres Lomet encontraba una explicación en el hecho de que se trataba en gran parte de vascos que no estaban dispuestos más que al pillaje y a transportar su botín a sus casas por la montaña, abandonando sus armas a los insurgentes, que sin duda los hubieran degollado. Sarramon, Napoiéon: 84. sbi Alexander: 21-23. 562
Octavien Lapeyrollerie, nacido en la Gironde en 1777, capitán en 1803, jefe de batallón del 105° de linea en 1807 y des-
pués del 117° en 1808, comandante de laca el 31 de octubre de 1809, se suicidará en febrero de 1810.
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continuos hostigamientos de que estos convoyes son víctimas, logran abastecer a Jaca de lo más elemental, y Lomet, cuyos efectivos han sido prácticamente doblados, se encuentra más contento, pues además, llegan a menudo hasta Jaca, en operaciones de limpieza del país, columnas procedentes de otros fugares de Aragón.'"
Ric en Benabarre. Acciones en Fonz (26 de junio — 5 de julio de 1809) Como consecuencia de la proximidad francesa a Fonz tras la marcha victoriosa de Suchet después de la derrota de Blake, Ric, no sintiéndose seguro y convencido de que los napoleónicos «no omitirían medio para atropellarle porque jamás ha querido ni quiere acceder a sus detestables máximas», se traslada a Benabarre el día 26 de junio, dejando encargado que le comuniquen allí «las órdenes para hacer lo que más cumpla al servicio del rey y de la patria, por los que piensa sacrificarse y sacrificarlo todo». Nada más llegar a Benabarre se presenta ante él el corregidor, Manuel Moreno, quien le manifiesta sus deseos de contribuir a la defensa y le comunica que ha ejecutado todas las órdenes recibidas, negándose constantemente a las que le enviaban los franceses desde Zaragoza y Jaca.'" Por otra parte, los movimentos de Suchet no encuentran apenas oposición por parte española, lo que hace que los paisanos de Fonz y Monzón se quejen de Teobaldo y Pedrosa, que desde Tolva acaba de bajar al Cinca con su batallón de pardos, por haber huido hacia el norte sin atreverse a combatir.'" Por ello, poco después Teobaldo idea un plan para sorprender a los franceses de la brigada Habert, dejada por Suchet en Barbastro para cubrir el sector del Cinca y recuperar su reputación. «No dirán ahora los paletos de Fonz que huimos», escribirá el buen fraile a Ric, cuyo plan consiste en que los paisanos de Fonz, Tamarite, Estadilla y Monzón, auxiliados por las escasas tropas existentes en estos dos últimos lugares, se dejen notar, cubran la línea y enciendan hogueras desde el Palomar de Monzón hasta el puente de Puy de Cinca, de manera que, vistas por los franceses de Barbastro, estos crean que pueden ser atacados por la zona del río, mientras que Teobaldo con los Pardos de Aragón de Pedrosa y parte del batallón de Huesca que, mandado por Juan Domec, ha sido enviado por Perena, les sorprenden por la espalda tras haber cruzado el río sin ser vistos desde Puy de Cinca. Para realizar su proyecto, Teobaldo encomienda por su prestigio a Ric la misión de conducir a los paisanos a la orilla y encender las hogueras, y este, desde Benabarre, remite la orden a su esposa, la condesa de Bureta, que aún sigue en Fonz, y a Nicolás Coll, comisionado para organizar [os somatenes en esa villa. Pero Ric no debe de ver las cosas tan fáciles como Teobaldo, pues en carta fechada en Benabarre dice el de Fonz: «El padre Teobaldo está muy creído de que se cumple esta orden, pero según me dice Miguel Laplana, no hay gente ni tales hogueras. Podías cuidar del cumplimiento, no sea que se desgracie la acción». Ese mismo día 3 comienzan los movimientos: Pedrosa con los pardos pasa de Graus a Puy de Cinca y, a la mañana siguiente, muy temprano y junto a dos compañías del batallón de Huesca, cruza el Cinca por dicho punto para quedar situado en Hoz
563 AHG: C8/28 y C8/31, Nédouville a Clarke, 19 de junio y 4 de septiembre de 1809. 5ó4 ADPZ/AISA: acta del 10 de julio de 1809. ARF: caja 73, ieg. 2. Ric a la Junta Superior de Aragón. Reus, 22 de agosto de 1809. 545 Una de estas quejas venía desde Pozán de Vero remitida «por un celoso del bien de la patria, sobre el abandono, malas disposiciones y cobardía de los comandantes el P. Teobaldo y Pedrosa, que por la enfermedad de Perena dirigen y coman-
dan las tropas acantonadas en las orillas del Cinca por la parte de Monzón, que atropellan los pueblos con excesos de raciones y que no pagan a los soldados aunque han tomado mucho dinero de la salina de Peralta, de Benabarre y de otras partes y que lejos de ayudar contra las invasiones de los franceses huyen hacia las sierras como sucedió el dia 3 de julio, que estando en Monzón con más de 2000 soldados, lo abandonaron vergonzosamente solo con enterarse de que venían 700 franceses por Fraga». Tras estudiar la denuncia, la junta, al hallar que esto no es cierto, resuelve informar a los generales para que ordenen lo conveniente a fin de evitar un daño mayor. ADPZ/AJSA: ms. 640, ff. 157r-v y 167.
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de Barbastro y Naval. Mientras, desde Benasque, otras dos compañías bajan en su auxilio y el resto de la fuerza queda defendiendo el puente. El ataque posiblemente se verifica el 5 y es un fracaso, ya que son dispersados por la cobardía de sus oficiales, «aunque Pedrosa, dicen que se portó bien». Al parecer, tienen la desgracia de tropezar con una columna francesa mandada por Pliegue, ayudante del Estado Mayor de Suchet, que desde Barbastro marcha a socorrer a la guarnición de Jaca, como ahora se dirá. En la desbandada, Teobaldo se dirige hacia Benabarre para reunirse con Ric, Pedrosa con su batallón se refugia en las montañas y los hombres del de Huesca se encaminan a Santa Eulalia, donde está Perena.'66
Suchet consolida su poder en Aragón (julio de 1809) El rey José había decidido dar a Suchet total autoridad sobre Aragón para sacar partido de los recursos del campo y asegurar el aprovisionamiento de sus tropas. El nombramiento llega a Suchet por medio del mariscal Jourdan, jefe del Estado Mayor josefino. Esta decisión anula la autoridad independiente de Menche; sin embargo, mientras Suchet sirva a José como jefe al mando de las fuerzas imperiales en España, el rey todavía mantendrá la autoridad suprema en Aragón.'67 Suchet, ya oficialmente gobernador general y comisario regio, tras su toma de posesión da una proclama sentando las bases de lo que será la dominación francesa en Aragón: «Por orden del emperador he venido a tomar el mando de su III Cuerpo. El rey de España y de las Indias, vuestro augusto soberano, me ha nombrado gobernador general de Aragón y me ha revestido de supremo poder». Y continúa: «A mi llegada he hallado en vuestro territorio un ejército enemigo que por los medios más violentos trataba de excitar una sublevación general. El pacífico habitante era arrancado por fuerza de sus labores; el hijo obligado a abandonar a su padre y los padres constreñidos a entregar a sus hijos so pena de muerte. Así ejercían los españoles la más tiránica crueldad contra los españoles mismos [...]. Mis tropas no impedirán que recojáis vuestras cosechas, ni embargarán vuestras poblaciones, sino que permanecerán en los campos prontas a protegeros y a asegurar vuestro reposo».'" Efectivamente, Suchet ha sido revestido de amplios poderes, con facultad para nombrar empleados, designar cargos y aprobar los reglamentos necesarios. Antes de su llegada, el control francés en Aragón se limitaba a Zaragoza y pueblos vecinos, pero tras su victoria sobre Blake consolida su posición, al someter, al menos de momento, la mayoría de las partidas. Asimismo, comienza a revitalizar la administración provincial, lo que mejora la situación social y política; los aragoneses retornan poco a poco a sus puestos de trabajo y parecen admitir la sumisión al poder francés. También paulatinamente los jóvenes abandonan las partidas y vuelven a sus hogares, y los alcaldes y corregidores, a los que se hace responsables de la tranquilidad, van aceptando la autoridad de Suchet. Este comienza a emitir decretos y leyes, y puede empezar a recaudar impuestos sin el peligro de los ataques guerrilleros.
Mariano Domínguez reclama contribuciones en su corregimiento (7 de julio de 1809) Con fecha 7 de julio el sosiense Mariano Domínguez, corregidor de Zaragoza y su partido, ordena a los alcaldes de Peñalba, Candasnos, Valfarta, Lalueza, Castejón y Pallaruelo de Monegros, entre otros, que reúnan para llevar a Zaragoza las cantidades de trigo, cebada, paja, aceite, aguardiente, vino, carbón, vacas, bueyes, carneros y leña establecidas para cada uno de ellos en un reglamento expedido por Suchet. Los más pudientes responderán de la entrega con sus personas y
566 ADPZ/AJSA: acta del 20 de agosto. ARF: caja 71, leg. 1,
Teobaldo a Ric, Graus. 3. y Puy de Cinca, 4 de julio de 1809.
Pano: u, 19-21. 567 AHG: C8/28, Jourdan a Suchet, 10 de junio de 1809. Gascón: 164-165. 5" AMZ/LA: Actas del Ayuntamiento de 1809.
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bienes, aunque se permite cambiar alguno de los artículos por dinero en metálico, según el precio de mercado. Asimismo se debe cobrar «la parte que corresponde a las encomiendas vacantes, a los conventos suprimidos, a las familias ausentes y a los jóvenes que se hallan con los insurgentes». Domínguez amenaza con tomar rigurosas medidas enviando las tropas a los pueblos que no hayan cumplido con la entrega en el plazo fijado, las cuales además serán mantenidas por los vecinos del pueblo al que hayan tenido necesidad de ir, que deberán pagar a cada soldado media peseta diaria, además de la ración correspondiente, hasta que se verifique la entrega.'"
Habert envía a Huesca fuerzas contra Perena y a laca a Plicque, que somete Roncal (8-28 de julio de 1809) Uno de los primeros objetivos de Suchet era auxiliar a Jaca, y para ello confecciona un plan según el cual Habert desde Barbastro debe enviar una columna al mando de Plicque a Jaca, para que, situada entre dicha plaza y Cinco Villas, coopere con D'Agoult, gobernador de Navarra, para eliminar los santuarios de las guerrillas en el valle de Roncal, mientras que el resto de sus fuerzas marcha a Huesca como refuerzo para su guarnición, que desea expulsar definitivamente de Santa Eulalia la Mayor a Perena, harta de sus correrías. La última de estas ha tenido lugar el 8 de julio, cuando un destacamento compuesto por 200 hombres, capitaneados por Pedro Perena y reforzados por otros 300 de los que al mando de Domec acaban de llegar del Cinca, ha sorprendido a una columna francesa de 800 infantes y 70 jinetes en Apiés, cerca de Huesca, y la ha obligado a una vergonzosa retirada hacia la capital altoaragonesaY° Advertido de la próxima llegada de las tropas de Habert, el día 10 de julio el comandante francés de Huesca ordena que inmediatamente se prepare el convento de Santo Domingo para su alojamiento y que se proporcione al mismo tiempo otro hospedaje para un maestro y dos oficiales de herrería en el Coso. Ese mismo día, por despacho del rey José del 6 anterior, es nombrado alcalde mayor primero de la ciudad el doctor Francisco de Paula Buisán, y alcalde mayor segundo el doctor Tomás Satué, ambos vecinos de esa ciudad."' Llegadas las tropas enviadas por Habert a Huesca, se reúnen con la guarnición de esa ciudad y, formando una columna de 2000 soldados de infantería, 200 jinetes y 4 cañones, salen el día 18 de la capital oscense en busca de Perena. Este, consciente de su inferioridad numérica, no ofrece batalla en el llano, donde puede cargar la caballería y maniobrar la artillería, sino que ordena a sus hombres concentrarse en las alturas que dominan el pueblo de Santa Eulalia y desde allí sostienen el fuego todo el día. Al caer la tarde, los franceses, viendo que no pueden romper la enconada resistencia
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ARF: caja 74, leg. 2.
'7° ADPZ/AISA: acta del 20 de agosto de 1809.
571 Francisco de Paula Buisán nace en 1780 en Huesca, en cuya Universidad Sertoriana se gradúa y doctora en Filosofía y Leyes. En 1807 es abogado en la Audiencia de Zaragoza. Participa en la guerra de la Independencia, donde alcanza el grado de coronel. Marcha a Francia y regresa en 1823 con el ejército francés del duque de Angulema. En 1825 es alcalde mayor de Siruela, en Badajoz, yen 1842 lo encontramos en Pau en la mayor miseria. Su nombramiento como alcalde primero de Huesca decía: «Don José Napoleón por la gracia de Dios rey de España y de las Indias y en su real nombre, nos, don Gabriel de Suchet, conde del Imperio, gran cordón de la legión de honor, caballero de la orden de la corona de hierro, gobernador del palacio imperial de Laken, comandante en jefe del III Cuerpo del Ejército de España, gobernador general de Aragón, etc., etc. En consideración a los buenos informes con que me hallo de la conducta, eficacia, celo y amor al servicio del rey con que está adornado el doctor don Francisco de Paula Buisán, vecino de la ciudad de Huesca, he tenido a bien nombrarle, como le nombro, alcalde mayor primero de dicha ciudad, con los honores, preeminencias y emolumentos acostumbrados, el que deberá servir durante mi voluntad con la puntualidad que corresponde, procurando por todos los medios la tranquilidad, bien del pueblo y de los intereses de 5. M. y dar cuenta exacta de cualquiera novedad contraria que ocurra, debiendo, en virtud de este nombramiento, congregar Ayuntamiento los que en la actualidad lo ejerzan yen él dar la jura y posesión en la forma acostumbrada al referido doctor don Francisco de Paula Buisán y remitir el correspondiente testimonio de ello a correo seguido. Para lo cual he mandado en nombre de S. M. C. expedir el presente, firmado de mi mano, sellado con mis armas y refrendado por el comisario general de Policía en esta Provincia. Dado en el Cuartel General de Zaragoza a seis de julio de 1809. Suchet. Mariano Domínguez». El nombramiento de Tomás Satué como alcalde segundo era exactamente igual. AMH/AD de 1809: acta del 10 de julio.
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de Perena y sus tropas, humillados nuevamente por el jefe altoaragonés, regresan cabizbajos a Huesca dejando avanzadas en Castilsabás y Sasa del Abadiado. Ofuscados por las derrotas, impotentes por no poder someter a Perena y sus bravos altoaragoneses, los franceses cometen todo tipo de desmanes y atropellos en los pueblos del corregimiento, «pero señaladamente en Huesca» y llegan incluso a llevarse presos a Zaragoza a numerosos ciudadanos acomodados con el fin de exigir rescate por ellos. Además, y con el fin de intentar someter por la amenaza y el chantaje a los oficiales y soldados de Perena, detienen a los padres y parientes de estos para obligarles a dejar el batallón, aunque todas estas medidas no surten efecto, pues los hombres permanecen fieles a su carismático jefe, Felipe Perena.572 Mientras, y para cumplir lo planeado por Suchet, Plicque parte hacia Jaca con 830 hombres, dos cañones y un rebaño de ovejas. Al salir de Barbastro se encuentra con Pedrosa y sus hombres, a los que pone en fuga como se ha dicho, y más adelante choca en Sarsamarcuello el 6 de julio con Sarasa, quien ha permanecido parte del mes de junio en zonas navarras próximas combatiendo con los imperiales, unas veces en solitario con su batallón, como en la incursión a Carcastillo y Murillo el Fruto, y otras unido a alguna partida, como en la acción de Navascués, en la que ha participado junto a la guerrilla de Francisco Sarto, el pastor de Ansó, y a las de los navarros Ochotorena y Glaría. Sarasa, al mando de 250 de sus hombres, intenta cortar el paso a la columna de Plicque, que se defiende a tiros; el tiroteo dura cinco horas, al cabo de las cuales Sarasa, tras conseguir apoderarse del rebaño de ovejas, se retira hacia Cinco Villas. Plicque sigue hacia Jaca, ciudad a la que llega el 7 y donde permanece tres días alimentándose a costa de las ya escasas reservas que ha logrado reunir Lomet, quien, aprovechando la presencia de Plicque y el haber recibido refuerzos desde Francia, con 800 de sus hombres hace una descubierta hacia Biescas, pero solo logra apoderarse de 20 quintales de trigo. En esta también decepcionante expedición, Lomet pierde 12 soldados y 2 mulas a cambio de poder llevar a Jaca tan exiguo botín, y no tiene todavía claro cómo podrá mantener a sus 1500 hombres cuando las nieves cierren los pasos montañosos. El 10, Plicque con todos sus hombres parte hacia Cinco Villas y poco después entra en el valle de Roncal con ocho compañías sin hallar resistencia alguna, pues Renovales decide que sus hombres permanezcan ocultos. Una vez en la villa de Roncal, emite una proclama forzando a los roncaleses a elegir entre la paz o la guerra y amenazando con que si escogen esa última arrasará totalmente el valle y matará a todos sus habitantes. Ante tales amenazas, los roncaleses optan, o fingen optar, por la sumisión, de modo que Plicque regresa a Cinco Villas y deja tan solo algún pequeño destacamento para mantener el orden.5"
La junta Superior de Aragón y la marcha de Perena a Biescas (23 de julio de 1809) Con el fin de gobernar el Aragón todavía no sometido por los franceses y coordinar los distintos frentes de resistencia se acababa de organizar en Teruel la llamada Junta Superior de Aragón,5T 4 a la que con fecha 20 de julio Perena escribe un oficio felicitándola por su instalación y a la que
572 GG de 1809: 171. 573 AHG: C8/29, Lomet a Clarke, 11 de julio. ANF: AFiv.1622.111, Plicque, carta a los roncaleses, 28 de julio. GG de diciembre de 1809: Sarasa a Azcón, Boltaña 16 de noviembre de 1809. Alexander: 24. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 103 y 110. "A La capitulación de Zaragoza había dejado a Aragón sin un mando efectivo, por lo que al tiempo que Blake se constituye
en capitán general del Ejército y Reino de Aragón, para entender de los asuntos políticos, militares y administrativos, se organiza el 30 de mayo de 1809 en Teruel, por orden de la junta Central, una llamada Junta Superior de Observación y Defensa de Aragón, con carácter análogo a las antiguas diputaciones del reino, conocida con el nombre de Junta Superior de Aragón y parte de Castilla (ya que a los corregimientos aragoneses libres de franceses, Albarracin, Teruel. Calatayud y Daroca, se sumaron la provincia de Guadalajara, el señorío de Molina y el marquesado de Moya, en Cuenca). El oscense Pablo Santafé y Solanot, abogado de los Reales Consejos, catedrático de Leyes de Huesca y colegial mayor del Real Colegio de Santiago, fue designado juez del Tribunal de Vigilancia y Seguridad Pública que inmediatamente creó esta junta. ADPZ/AISA: 1 y 6 de junio de 1809. Pano: ii, 74.
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expone su hoja de servicios con el fin de solicitarle que le recomiende al rey para que este le confirme su grado de brigadier."' La Junta responde a Perena aconsejándole que haga y remita un informe con sus méritos e historial, y ella «recomendará su digno nombre». A continuación le indica que comunique cuantas noticias reciba con relación al enemigo y sus movimientos, y particularmente las ocurrencias y resultados con la división de su mando. Siguiendo las indicaciones dadas, el 22 de julio Perena envía a la Junta desde Santa Eulalia su currículo y una carta en la que, después de poner en su conocimiento los detalles de las acciones del 8 y el 18 de julio contra los franceses de Huesca, explica cómo aún tiene sin armas a un tercio de los hombres que ha logrado reunir, habiendo armado a los restantes con las quitadas al enemigo y otros arbitrios, por lo que pide a la Junta 200 fusiles y vestuario si es posible, «pues influye mucho en el concepto del soldado». Igualmente reclama poderes para castigar la deserción, que ha degenerado en costumbre e impide que «haya buenos soldados». Finaliza su carta informando de que por orden del general Blake ha de dirigirse al valle de Tena con su batallón, pues parece que los franceses se preparan para ocupar la montaña y, por las noticias recibidas en ese sector, no existe una jefatura que coordine la defensa, con lo que «se desaprovecha el entusiasmo de sus habitantes». La carta es llevada en mano a la Junta por el capitán segundo Juan Francisco Santolaria, habilitado de Perena; una vez leída, acuerda la Junta dar alguna noticia en sus partes de aquellas gloriosas acciones, tener presente cuanto manifiesta para lo que pueda ayudársele sin perjuicio de las órdenes y disposiciones que tome el general en jefe y recomendar su «singularísimo mérito y servicios» a la Junta Central Suprema para que se digne confirmarle el grado de brigadier que «tan justamente se le confirió»."' Tras derrotar dos veces consecutivas a los franceses de Huesca, siguiendo las órdenes recibidas de Blake a través del marqués de Lazán, como había indicado en su oficio anterior a la Junta de Aragón, y sabiendo que no podría resistir un tercer ataque, el día 23 Perena se retira a Biescas, en el valle de Tena.577
Situación en el corregimiento de Benabarre, donde todavía se encuentra Ric (julio de 1809) Mientras lo anterior sucede en Huesca y Jaca, desde el corregimiento de Benabarre, a primeros de julio el gobernador del castillo de Benasque, el marqués de Villora, manda un oficio a la Junta de Aragón en el que, tras congratularse por su instalación, le manifiesta la triste situación en que se halla la fortaleza y la tropa que lo guarnece, desprovista de todo y «teniendo a su frente y a unos seis kilómetros de distancia al enemigo», y suplica que le envíen lo necesario y «de lo que abunda el Corregimiento de Benabarre, en que solo tiene jurisdicción el corregidor de aquella villa». El pueblo de Benasque envía asimismo una representación en apoyo del gobernador, y la Junta resuelve ordenar al corregidor de Benabarre que provea de todo lo necesario al gobernador de Benasque para mantener su tropa y la seguridad del castillo, autorizando al mismo tiempo a las autoridades benasquesas para que en caso de que no se obedezca lo mandado «echen mano en dicho Corregimiento de Benabarre de cuantos víveres y efectos necesiten». Además se previene a la Junta de
ADPZ/AISA: acta del 20 de julio de 1809. Perena ha sido nombrado brigadier por Palafox el 10 de enero de 1809 y dos meses después, el 9 de marzo, mariscal de campo, como antes se ha dicho. Curiosamente, Perena solicita a la junta confirmación del grado de brigadier, no el superior que realmente le corresponde de mariscal de campo. Es de suponer que primero deseaba tener confirmación del de menor grado, brigadier, para luego solicitar el siguiente. Como se ve en los sucesivos oficios que Perena remite a la Junta Superior de Aragón, reclama con insistencia que le confirmen dicho grado de brigadier, grado que junto al de mariscal de campo le será reconocido por el rey Fernando VII el 9 de agosto de 1814, después de acabada la guerra. AGMS/HSD de Felipe Perena.
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ADPZ/AJSA: acta del 20 de agosto de 1809.
De la salida de Perena hacia Biescas daba noticias la GG del 5 de agosto de 1809 diciendo: «se han levantado en armas los valles del Pirineo de Aragón, y como este noble movimiento, fomentado convenientemente, puede tener las consecuencias más ventajosas, el marqués de Lazan ha destinado al acreditado coronel Perena para que con parte de su División pase a aquellas montañas».
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Benabarre que informe vía Lérida de cuantas novedades ocurran y sean dignas de comunicarse, «excitándola a continuar con el patriotismo que manifiesta».", Recibida en Benabarre la orden que el marqués de Lazán ha expedido días antes para que le sean remitidos todos los mozos útiles de los corregimientos aragoneses para el reemplazo del ejército, la Junta benabarrense no hace nada y se excusa con poco sólidos pretextos, por lo que no logra Lazán que acuda mozo alguno del condado de Ribagorza al cuartel general de Tortosa. Así que, sabedor de que Ric sigue en Benabarre, le escribe para ver si puede hacer algo, y este, ayudado por fray Teobaldo, que desde la derrota en el Cinca se encuentra con él, convoca de inmediato a los dispersos y a los mozos que debían alistarse según el último llamamiento, aunque sin conseguir «todo el efecto que convenía y deseaban». La resistencia al alistamiento en Benabarre y a enviar su Junta «la buena porción de mozos que tenía» la atribuye Ric en primer lugar a la actuación de dos comandantes militares que «han fomentado la indolencia de sus moradores» y a que los mejores mozos fueron incorporados en el batallón de Pardos de Aragón, al mando de Pedrosa, y se disolvieron las compañías sueltas que se habían formado.579
Incidentes en Barbastro: detención de los canónigos de la catedral (27 de julio de 1809) El día 26 se realiza en la iglesia catedral de Barbastro una ceremonia religiosa para «agradecer al cielo» las victorias francesas en Alemania, a la que se obliga a asistir a todo el Cabildo de canónigos. El comandante francés Rouelless° ordena que se entone un Salvum fac regem nostru Josefum, lo que no puede conseguir porque el Cabildo opone resistencia. Esto motiva que, bajo la acusación de no haber invocado a Dios a favor del rey José, sean aprisionados la noche del día siguiente todos los canónigos que se hallaban en la ciudad, que son nueve, los cuales son levantados de sus camas y conducidos con escolta, sin permitirles un momento de descanso, de uno a otro calabozo por los pueblos del camino de Huesca a Zaragoza, en cuyo castillo de la Aljafería permanecen una noche para descansar. Desde allí son conducidos los cinco menos ancianos, a saber, Sebastián Bañolas, Matías Guiu, Ventura Garcés, Joaquín Allué y Joaquín Aznar, a la ciudadela de Pamplona, a quienes se les hace padecer en el camino muchas vejaciones personales, y «aun en algunos momentos temores de la muerte con que se les amenazó», Silvestre Pueyo, que enferma gravemente en el camino a Zaragoza, es llevado a su casa de Barbastro por hallarse casi agonizante, y los tres más ancianos, Manuel Fumanal, Jerónimo Aguilón y Manuel Bardaji, quedan presos en la Aljafería y regresan poco después a Barbastro. Los franceses pretendían amedrentar así a los barbastrenses, pero «salieron burladas sus esperanzas» porque, si los canónigos, antes de ser aprisionados, eran amantes de su rey y religión, «lo fueron en grado superior después e influyeron con su ejemplo, intereses e invenciones cuanto las circunstancias les han permitido»."'
Situación en Fraga (24-28 de julio de 1809) Mientras tanto, en Fraga, el decano Arquer, en uso de sus competencias como sustituto del corregidor, intenta eludir las órdenes que le llegan desde la Zaragoza ocupada, y cuando Suchet le reclama el pago de varias contribuciones pendientes Arquer alega la inexistencia de caudales apoyándose en una instancia que se ha remitido el 24 de julio al intendente Menche rogándole
" ADPZ/AJSA: actas del 14 y el 16 de julio de 1809. 579
ARF: caja 73. leg. 2, Ric a la junta Superior de Aragón, Reus, 22 de agosto de 1809. DPFZ: Informe del marqués de tazón.
58° En esta época, y al mando de Rouelle, hay en Barbastro como guarnición dos batallones del 116" de línea con 1230
soldados. 581 AMZ/AP: caja 8150. leg. 5.13/10.
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dispense a Fraga de los pagos que exige Suchet, porque los principales bienes de propios lel puente, los pastos, el mesón y la venta) no producen ningún beneficio; la contribución de 1808 se ha pagado al marqués de Lazán y las enfermedades y muertes que se están dando en Fraga, junto con la escasísima cosecha del año, impiden al vecindario pagar, al menos de momento. Menche responderá en septiembre: «no ha lugar y cúmplase lo mandado». A las exigencias de los franceses se suman las de las autoridades españolas que controlan todavía el territorio próximo, incluida la vecina ciudad de Lérida y Arquer intenta durante aquel verano, sin tropas en Fraga, resistirse también a estas últimas. El 28 de julio el obispo de la diócesis manda trasladar las alhajas de plata de la iglesia de San Pedro a Lérida para resguardarlas de los franceses, y resignadamente los fragatinos hacen entrega de ellas, no sin antes inventariarlas y pedirle al obispo un recibo de las mismas. Para aumentar sus pesares, el general Aréizaga desde Lérida les ordena que no pongan ninguna traba a la saca del grano recién cosechado de los pueblos de Aragón pertenecientes a la diócesis de Lérida y que correspondía llevar a Cataluña; sin embargo, los regidores intentan retener todo el grano posible, llegando a embargar el proveniente del abadiado de Alcolea, el del obispo y otros.'"
Nueva presión española sobre laca (finales de julio de 1809) Con la forzada y aparente, aunque no real, sumisión del valle de Roncal y la retirada de Perena a Biescas, Suchet asegura nuevamente el control de Huesca y Barbastro y parece haber logrado la casi total pacificación del Alto Aragón, pero no es así, ya que la situación en torno a Jaca vuelve a empeorar tan pronto como Plicque se traslada hacia Cinco Villas, pues a Renovales, retirado de Roncal, se le ha unido Sarasa, y ambos amenazan constantemente los caminos que desde Jaca llevan a Pamplona y Zaragoza. Sarasa, que tiene su base en San Juan de la Peña, ha obtenido el 19 un resonante éxito al lograr sorprender con 350 hombres a los 400 de la guarnición francesa de Sangüesa. Ansiosos de vengar este revés, los franceses envían un destacamento a Embún con intención de apresar a la familia de Sarasa, pero esta, advertida a tiempo, consigue huir, por lo que los napoleónicos incendian su casa y se apoderan de sus ganados. Apenas enterado el bravo altoaragonés, el 29 se presenta ante las mismísimas murallas de Jaca, de la que es corregidor su cuñado Juan Azcón, y logra recuperar parte de los ganados que le han sido robados, sin que puedan impedirlo las fuerzas francesas, que salen de la plaza y mantuvieron con ellos un tiroteo que se prolonga más de seis horas. Unos días después, el 3 de agosto, Sarasa mantiene una breve escaramuza con los franceses en el puente de San Miguel de faca.'" El fallo de Plicque en su ayuda a Jaca conduce a Suchet a replantearse la amenaza de la guerrilla en Aragón, calculando que debería emplear 8000 hombres durante dos semanas para limpiar la izquierda del Ebro de guerrillas, fuerza y tiempo de los que no dispone, pues teme que el ejército español en Valencia, que aunque derrotado en Belchite todavía cuenta con unos 20 000 hombres, se aproveche y avance en la orilla derecha. Un mes después de Belchite, Suchet se queja de los problemas que le causan las guerrillas altoaragonesas diciendo: «pocas horas después de haber sido ahuyentado el enemigo, reaparece, manteniendo pequeñas guerras sin resultado para nosotros, pero por el contrario de enorme ventaja para él, porque aumenta las esperanzas de los ciegos habitantes de las montañas del Alto Aragón». Está claro, pues, que Suchet debe pensar nuevamente en ocuparse seriamente de liberar Jaca de la presión guerrillera, que empeora día a día, pues al acoso de Sarasa desde San Juan de la Peña y de Renovales desde Roncal se van a unir desde Biescas Pedrosa y Perena, como ahora se dirá.'"
582 AMF: caja 137-1, actas del 22 y el 28 de julio y del 13 de septiembre de 1809. Berenguer: 68. 583
GG de 1809. Rodríguez Solis: I/7°, 15.
584 AHG: C8/29, Suchet a Jourdan, 17 de julio de 1809. ANF: AFN.1622.1ii, Suchet a Clarke, 17 de julio de 1809. Suchet: 1, 53.
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Puente de San Miguel de laca. (Foto: Fernando Alvira [izarlo)
AGOSTO DE 1809
Escaramuzas en la frontera (agosto de 1809) En el verano de 1809 se produce cierta calma en el Alto Aragón, tanto por el trabajo en el campo como por la ocupación progresiva del territorio por el 111 Cuerpo de Suchet y sus éxitos militares cada vez más numerosos, lo que eleva el ánimo de los franceses de la frontera.'" Pero esta no es del todo segura, pues ocasionalmente se producen ataques como el del 31 de agosto, en que un destacamento francés que pretende atravesar el boquete de Benasque es sorprendido por un grupo de benasqueses mandados por Pedro Berot, alias Miro, que se encuentra allí de guardia y empieza a tirotearles mientras manda aviso al pueblo, desde donde, conocida la intentona francesa, un numeroso grupo de paisanos y voluntarios acude al lugar, rechaza al destacamento enemigo y le obliga a retornar a Francia."6
Ric se traslada a Reus, donde a instancias de la Junta de Aragón emite un informe sobre las autoridades de Benabarre (9-28 de agosto de 1809) Con fecha 1 de agosto la Junta de Benabarre escribe a la de Aragón comunicándole que, a consecuencia de las órdenes recibidas para la cobranza de contribuciones y demás fondos públicos, el gobernador de Benasque pretende recaudar esas cantidades, por lo cual la Junta benabarrense no podrá socorrer a las tropas «que tiene inmediatas a las orillas del Cinca» y solicita que se prevenga a dicho gobernador para que deje de recoger contribuciones que no le corresponden. En tanto, Ric, que sigue siendo la segunda autoridad de Aragón, se encuentra incómodo en Benabarre, pues al estar alejado de los centros oficiales de gobierno no puede ejercer su cargo a satisfacción. Además,
585 Sarramon, Napoléon; 586 GG de 1809: n" 27.
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al ver la confusión y desbarajuste reinantes en la región y la falta alarmante de elementos para oponerse a los franceses, le parece Aragón abandonado por todos al enemigo como cosa imposible de defender. Así, estando Blake con sus escasas fuerzas en Cervera y los restos de la división de Lazán en Tortosa, desde donde se va a trasladar a Mequinenza, Ric tiene la temeraria idea de trasladarse a Sevilla para presentarse ante la junta Central Suprema, en la que es representante de Aragón Francisco Palafox, y exponerle la situación de los corregimientos aragoneses. Con esa idea sale Ric de Benabarre con su esposa el 9 de agosto y llega el 11 a Lérida, desde donde marcha a Reus a ofrecer sus servicios a Blake, quien, «bien informado por varios conductos de su patriotismo, talento y servicios, le recibió con particular distinción»."? Una de las prioridades de la junta de Aragón es averiguar la conducta de las personas que están al frente de los corregimientos aragoneses y, respecto a Manuel Moreno, de Benabarre, los informes de que dispone dicen que este, «aunque no carece de patriotismo», tiene tan poco interés en la causa que no se considera a propósito para continuar en su corregimiento, y a los individuos de su Ayuntamiento se les tiene por «demasiado adheridos a los intereses personales de sus familias y a la manipulación de caudales del Corregimiento». Todo esto lleva a la Junta a enviar allí un comisionado para sustituir a dicho corregidor y Ayuntamiento y, deseando asegurarse más de la conducta de aquellos, escribe a Ric para que informe con la «sinceridad y pureza propia de su carácter» lo que sepa de ellos. Ric, desde Reus, envía un amplio informe en el que entre otros asuntos emite su opinión respecto al estado actual de Aragón, diciendo que allí «todos los ramos públicos se gobiernan arbitrariamente y todo lo perteneciente a la Real Hacienda se halla en mayor desarreglo» a causa de que los pueblos creen haber cumplido su obligación con las raciones que han suministrado y porque, «en el trastorno general de las cosas», se consideran poco menos que exentos de toda contribución. Por eso es necesario nombrar algunos ministros de la Real Hacienda, de conocida honradez, inteligencia y expedición, para liquidar las cuentas con todos los pueblos y recaudar lo que se deba. Urge un sistema de administración, aunque sea provisional, porque de otro modo se perderán muchos caudales y no se podrán hacer los servicios que desea «la gente bien intencionada, que es la mayor parte», ya que afortunadamente los aragoneses, «por su acendrada fidelidad y honradez, apenas piensan más que en la guerra y son raros los delitos que se cometen». Finalmente da Ric su dictamen sobre la junta de Benabarre diciendo del corregidor que «es sujeto de buena intención, fiel a nuestro rey y patria, pero escaso de luces y con aquella flojedad correspondiente a su avanzada edad». En lo tocante a los regidores y demás individuos, Ric no cree que estén implicados en asuntos económicos ilícitos, ya que se hallan endeudados todos ellos en bastante cantidad por haber sufragado personalmente gran parte de las necesidades del Real Servicio, como cuando aprontaron 30 000 reales para los voluntarios de Huesca, que hubieron de tomarlos prestados de varios particulares porque el corregimiento carecía de fondos y llevaba ya entregados en diferentes artículos 1 200000 reales, «que es bastante cantidad para un país tan miserable como el condado de Ribagorza». En consecuencia entiende que no hay motivo para privar de su empleo al corregidor de Benabarre ni a ninguno de los individuos de su Ayuntamiento, porque no hay dudas de su fidelidad, Ric termina su misiva exponiendo la idea de establecer, mientras dure la contienda, comandantes militares en las cabezas de corregimiento para que «ejecuten todo lo concerniente a la guerra y auxilien lo tocante a justicia y hacienda», pudiendo colocarse en esos cargos a alguno de los muchos oficiales que han quedado sin destino. Además, afirma que el paisanaje prestaría buenos servicios si dispusiese de armas y municiones, ya que, siendo tan montañoso el terreno, «sería fácil causar al enemigo daños considerables sin distraer a la tropa de las grandes y gloriosas acciones que jus-
5" ADPI/AISA: acta del 13 de agosto. ARF: caja 73, leg. 2, Ric a la Junta Superior de Aragón. Reus, 22 de agosto de 1809.
DPFZ; Informe del marqués de cazón.
1)1 PIWIT A S OcUPACION
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tamente esperamos y nos convienen para limpiar el suelo patrio de los bandidos que lo pisan». Desde Reus, donde Ric se entrevista con Lazán el 28 de agosto para tomar datos acerca de las necesidades de la defensa de Aragón, sigue hasta Tortosa, en la que entra el 18 de septiembre, y continúa enseguida viaje hacia Valencia.'"
El corregidor de Fraga La actitud del corregidor de Fraga, Joaquín Fernández Company, había sido siempre de compromiso con la ciudad, pero tras su marcha ante la primera llegada de los franceses y el saqueo y exacciones de estos, la situación cambia y los regidores ya no confían en él, por lo que piden la supresión del cargo, pero el 7 de agosto Lazán desde Tortosa ordena restituir y mantener en su puesto a Fernández. El Ayuntamiento le advierte que esto puede crear problemas con los vecinos y entiende que no debe reponerlo, a lo que Lazán replica que confía en Fernández y que no observa peligro alguno de conmoción popular, por lo que no puede permitir que se extinga una jurisdicción establecida por el rey. Unos días después, algunas tropas españolas entran en Fraga, y con ellas el corregidor Fernández, que a los dos días preside la sesión municipal y en un encendido discurso recuerda primero su llegada a Fraga, sus propósitos de mejora para la ciudad y su voluntad de entendimiento cordial con los regidores y con los vecinos, aunque enseguida cambia el tono de su voz y recuerda el resentimiento que algunos han infundido en el pueblo desde su marcha ante la llegada de los franceses. Ahora reivindica su actuación ante los regidores, a quienes acusa de haberle calumniado haciendo creer al pueblo que se había llevado el dinero de propios y el producto del trigo de particulares que se le había confiado con intención de apropiárselo, y niega que sea cierto que sabía con antelación que los franceses iban a entrar en Fraga y que a pesar de ello no había hecho preparar las raciones oportunas. Añade que, además, el plan de huida ya lo había concertado previamente con los regidores por si llegaba el caso, en una táctica acordada que buscaba dejar a los franceses sin autoridades locales sobre las que ejercer presión ante los vecinos, y trae ahora a colación sus anteriores y significados servicios a la causa de Palafox. Posteriormente pasa a examinar la propuesta que el Ayuntamiento ha elevado a las autoridades españolas para la supresión del corregidor, ya que según los regidores han cesado las razones por las que se creó ese puesto antes de la guerra. Las mentiras vertidas en la representación a Lazán ofenden su honor. Él se llevó el dinero público, es cierto, pero no para aprovecharse de él como le acusan sino para protegerlo de los franceses; más adelante, les asegura que si persisten en su empeño de pedir la supresión del corregidor él sabrá defenderse, pero de momento les advierte sobre la conveniencia de trabajar todos unidos en beneficio del vecindario. Sin embargo, muy pronto su rencor le llevará a conseguir que un tribunal militar condene al decano Arquer y a algunos regidores, ejemplarizando con ello su poder sobre el Ayuntamiento. Arquer ha regresado de Zaragoza a Fraga durante la emigración del corregidor y de la mayoría de los regidores, y sus actuaciones como juez durante la primera estancia de los franceses y sus desobediencias al corregidor a su regreso son interpretadas como «sospechosas de colaboración con el enemigo». El 5 de octubre, ante la proximidad de los franceses, que ocuparán la villa dos días después, como luego se dirá, se interrumpen las actas del Ayuntamiento; alguien coserá más tarde, junto al acta de ese día, la sentencia contra Domingo Arquer de la Torre, fechada en Morella a 13 de febrero de 1810, por la cual el corregidor Fernández Company consigue que los responsables del Ayuntamiento sean condenados por no obedecer las órdenes del corregidor. La condena más severa
ARF: caja 73, leg. 2, Junta Superior de Aragón a Ric, Moya, 16, y Ric a la Junta Superior de Aragón, Reus, 22 de agosto de 1809. Pano: II, 28-30.
i PI P,1:1.1.1A
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11.)N
recae en Arquer, a quien se confina por un año en el castillo de Mequinenza y se inhabilita a perpetuidad para ejercer la jurisdicción.'"
Situación en Jaca (4-24 de agosto de 1809) Mientras, en Jaca a primeros de agosto, a pesar de la llegada de dos columnas de refuerzo desde Francia con un total de 1200 hombres, la situación sigue siendo delicada, pues tras la marcha de Pliegue, corno se ha dicho, Renovales y Sarasa se han unido a Perena, quien acaba de llegar a Biescas con su batallón de voluntarios de Huesca, al que allí se le ha juntado el de pardos mandado por Pedrosa. En Biescas, Perena recibe noticias de su viejo compañero de armas fray Teobaldo, que se encuentra con Ric en la zona de Benabarre y al que escribe el día 4 comentándole sus actividades por los valles de Broto y Tena e informándole de los movimientos de los franceses de Jaca y Huesca. Tras mandarle recuerdos para Baget, «si se acerca por ahí», termina con un «envíe usted noticias, y muchas, diarias, pues este valle, como es valle, no proporciona sino lágrimas».'" Al día siguiente Perena convoca en Biescas una reunión a la que acuden Sarasa y Renovales y en la que preparan una estrategia común para liberar Jaca. Conforme a lo convenido, Perena con sus hombres se desplaza hasta los alrededores de Canfranc y la noche del día siguiente ataca a su guarnición, la cual, ante el ímpetu de los altoaragoneses, se retira hacia Jaca abandonando tan importante puesto. La ocupación por Perena de Canfranc, punto de gran valor estratégico para mantener expeditas las comunicaciones con Francia a través del paso del Somport, hace que la reacción francesa desde Jaca sea inmediata, y la madrugada siguiente, la del 7, sale de la ciudadela con el objetivo de expulsar a Perena una columna mixta"' formada por 1 500 soldados a las órdenes del comandante Lapeyrollerie. Ante la superioridad numérica de los franceses, Perena abandona Canfranc y por el collado de Izas pasa al valle de Tena, en el curso superior del río Gallego, cuya población se ha mostrado particularmente enconada contra los franceses. Perseguido por las tropas imperiales, Perena con sus soldados llega a Sallent de Gallego, donde se hace fuerte con su batallón y el de pardos, que ha acudido en su ayuda, y después de mantener un vivo tiroteo con los franceses, resistir sus embates y sostener un duro combate durante varias horas en el que mueren, según fuentes francesas, 150 españoles y 20 franceses, entre ellos un subteniente del 1 1 7°, Perena se ve forzado a retirarse a Biescas. Llegado a Sallent, el comandante francés Lapeyrollerie acusa a las autoridades sallentinas de haber ayudado a Perena y ordena incendiar y saquear esa villa y otros seis pueblos más en los que sus hombres habían descubierto armas, lo que lleva a Lomet a declarar que «Sallent ha desaparecido».", Con el botín conseguido, 6000 ovejas y 200 vacas, Lapeyrollerie decide regresar a Jaca, donde entra el día 12 y, dado que Lomet necesita grano para alimentar al ganado y sal para conservarlo si se sacrifica, se queda con las vacas y envía las ovejas a Oloron, donde las cambia por zapatos. Respecto a los cazadores de montaña de los Bajos Pirineos y del Ariége, según Lomet, «han rivali-
399 AMF: cajas 1098-13 y 137-1, acta del / de agosto de 1809. Berenguer 68-72. 59° ASIL• [24/89, Perena a Teobaldo, Biescas, 4 de agosto de 1809.
" Reclutas de los regimientos 114°, 113°, 116° y 117° y cazadores de montaña del Ariége y Bajos Pirineos. 592 Según un acta de la Cofradía de Infanzones de Escarrilla, en julio de 1811 se reúnen los cofrades para decidir sobre la
supresión de la parte de la comida anual a causa «de la guerra que hace dos años estamos sufriendo y padeciendo y hallarnos imposibilitados todos los vecinos del pueblo a causa de haber sido incendiado todo el pueblo a excepción de nuestra santa iglesia por una División de enemigos franceses mandada por el cruel Buena Parte el día 8 de agosto del año pasado de 1809 y estos habérsenos arrebatado mucha porción de ganado y habrios de labor y cerriles». Gómez de Valenzuela, Felipe, Vivir en guerra. Notas sobre la vida cotidiana en Aragón durante la guerra de la Independencia (1808-1814), Zaragoza, Aq u a , 2003 (XIV Premio Los Sitios de Zaragoza): 127, nota 47.
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zado en ardor con los soldados de línea», lo que atestigua el cambio que se está produciendo en el ánimo de estas unidades prefectorales, que no han sido apenas apreciadas hasta entonces."' Ignorante de estos últimos hechos, Suchet desde Zaragoza escribe el día 10 a Clarke, ministro de la Guerra, indicándole que es necesario auxiliar a Jaca aumentando fuertemente su guarnición, a fin de que por sí misma pueda defenderse y cuidar de las comunicaciones con Francia sin necesidad de tener que estar acudiendo constantemente en su auxilio. Asimismo, el 18, desconocedor de la llegada a Jaca de 800 hombres de reemplazo procedentes de Francia, ordena al general Musnier que salga de Zaragoza hacia Jaca al mando de una fuerte columna, compuesta por 1800 infantes de un batallón del 50 ligero, otro del 64° y otro del 115° de línea, 250 jinetes, 2 piezas de artillería y 2 cañones de montaña, con una triple misión: conducir un convoy de suministros a Jaca, acabar con la base de Sarasa en San Juan de la Peña y colaborar con Pliegue en la ocupación de Echo y Roncal."' Musnier sigue el camino entonces usual para llegar a Jaca, por Villanueva, Zuera, Gurrea de Gallego, Marracos, Biscarrués y Ayerbe, y al llegar a esta última localidad, el día 23, choca con Sarasa, que al mando de 600 de sus hombres intenta cortarle el paso. La acción empieza a las cuatro de la tarde y prosigue hasta las diez de la noche. Sarasa persigue a Musnier, sin dejar de combatir, hasta llegar a la vista de Jaca y, si bien no logra detener a la columna francesa, sí le causa numerosas bajas. Esa misma noche entra la columna con su convoy en Jaca. Al día siguiente, los 30 componentes de la banda de música del 115° regimiento francés se dirigen a Jaca escoltados por 40 soldados del 121°, pero en Bernués son sorprendidos por los hombres de Sarasa, que tras matar a 7 apresan a todos los restantes. Estos son enviados a Lérida pero intentan sublevarse en el camino contra la pequeña escolta que les conduce y el oficial que la manda mata a todos menos a 8.595
Toma e incendio de San Juan de la Peña y ocupación de Embún (23-26 de agosto de 1809) Una vez en Jaca, Musnier, tomando como refuerzo dos compañías de cazadores del Ariége, sale el 25 con sus tropas de la ciudad y se dirige en tres columnas hacia el monasterio de San Juan de la Peña, lugar de difícil acceso natural y del que es abad Felipe Ferrer, 596 para desalojar de él a Sarasa, que lo ha puesto en estado de defensa y lo utiliza como base. Allí, valiéndose del conocimiento del terreno, se ha hecho fuerte con 500 hombres de su partida y 300 ansotanos que le ha enviado Renovales. Llegados los napoleónicos, se dividen en seis secciones y atacan a Sarasa procurando cercarlo, pero este con sus aragoneses resiste con gran valor y mantiene durante algunas horas a raya a los imperiales, a los que en un momento dado fuerza a refugiarse en el bosque vecino. Pero al fin, ante la manifiesta superioridad numérica, viendo que están a punto de ser rodeados totalmente y que no les quedan víveres ni apenas municiones, Sarasa y los suyos no pueden sostener el sitio que se prepara y abandonan sus posiciones."' Ocupado el monasterio, Musnier ordena prenderle fuego respetando únicamente la capilla abierta en la peña, donde se hallan
593 AHG: C8/29, Iomet a Clarke, 11, y C8/30, lomet a Clarke, 13 de agosto de 1809. Alexander: 24. Sarramon, Napoléon: 85. 594 AHG: C8/30, Suchet a Clarke, 8 de septiembre de 1809. Alexander: 24. Suchet: 1, 59. 595 GG de diciembre de 1809: Sarasa a Azcón. Boltaña, 16 de noviembre de 1809. Gómez de Arteche: vii, 26-27. Suchet: i, 59. 596 Felipe losé Ferrer y Racaj, autor de la primera historia de Ejea, nació en esta villa en 1749. Dedicado a la iglesia. en 1790
es nombrado enfermero mayor y visitador general en el monasterio benedictino de San Juan de la Peña. Ese mismo año publica su obra Idea de Exea y tres años después es nombrado cronista oficial de la villa. En 1799 es designado abad de San Juan de la Peña, en sustitución del jacetano Andrés Casaus; llega allí en 1800 y permanece hasta su destrucción por las tropas francesas en 1809. Gil Orrios, Asunción, «La Ejea de finales del siglo xviir y principios del siglo xix: visión general y fuentes documentales para su estudio», Suessetania, 19 (2000): 17, pp. 6-26. "7 GG de diciembre de 1809: Sarasa a Azcón,
Napoléon: 85.
Boltaña, 16 de noviembre de 1809. Rodríguez Solís: i/7°, 15-16. Sarramon,
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los antiguos sepulcros de 22 reyes de Aragón.'" Al día siguiente reemprende su marcha hasta Embún, localidad natal de Sarasa, defendida por 100 ansotanos, 100 chesos y 150 hombres del batallón de Huesca, destacados allí por Perena bajo las órdenes del teniente coronel Alonso Escobedo, quien como se ha dicho se había desplazado allí, de donde también era originario, desde Gerona una vez caída Zaragoza y tras obtener su retiro, pues veía poco. Después de un tiroteo se adueñan los franceses de la localidad y sus defensores se retiran al valle de Echo."9
Ocupación de los valles de Echo y Ansó (28-30 de agosto de 1809) La siguiente etapa de Musnier es hasta Echo, cuya defensa está dirigida nuevamente por Escobedo, al que ayuda Juan Rafael Marraco. El 28 de agosto, tras vencer una dura resistencia, logra el francés ocupar la villa incendiando sus dos terceras partes. Escobedo y Marraco, junto con sus esposas e hijos, serán asesinados poco después por un pequeño grupo de afrancesados dirigidos por Domingo Brun, excelente conocedor de toda esa comarca y a quien pronto volveremos a ver como capitán de la Compañía de Gendarmes de Jaca. Este Brun, junto a Clemente Lapetra, presbítero de Echo, y Jerónimo Rocatallada,5°0 ha estado en Tortosa a comienzos de ese mismo mes, a manera de espía, comprobando que el Ejército de Aragón, allí reunido por Blake, tenía entonces puesta toda su atención en socorrer Gerona, y que por lo tanto no podría acudir en auxilio de los valles de Roncal y Ansó. Con esta información regresan a Zaragoza y parten con la columna de Musnier, como guías.wl Al amanecer del 29, llega Musnier ante la última etapa de su expedición, la villa de Ansó, cuya defensa está encomendada a tan solo unos 50 jóvenes de la villa, mandados por Juan Blas Gastón y Fermín Ornat, que desde los montes inmediatos logran contenerlos durante cuatro horas. Los franceses, furiosos por tan denodada resistencia, penetran en la localidad tocando a degüello y, no hallando ningún defensor, ni a sus habitantes, que previamente han huido a los montes, se vengan en unos cuantos viejos e inválidos que han quedado en el pueblo imposibilitados para escapar y queman además doce casas. Los imperiales permanecen cuatro días en Ansó registrando los montes cercanos, en los que descubren los ornamentos y alhajas de la iglesia, así como ropas y muchos enseres y cosas de valor que los vecinos han intentado esconder, de manera que, cuando los ansotanos regresan para enterrar a las víctimas de la barbarie francesa, no pueden ni celebrar la misa por carecer de lo necesario para ello, situación que continúa hasta que a los pocos días llegan los ornamentos solicitados a Fago y a Embún. Al atardecer de ese mismo día reemprende la columna su avance hasta llegar a Garde con el objetivo de cortar la retirada a los rebeldes de Roncal, que han sido atacados por Pliegue, pero, lograda por este su capitulación al día siguiente, 30, Musnier se repliega a Jaca con el ganado y las armas que ha logrado tomar en su expedición. A su llegada cifra sus bajas en solo 8 muertos y 28 heridos, entre ellos el teniente Darnaud, del 2° del Ariége, alcanzado por un disparo delante de Echo; esta cifra contrasta fuertemente con la dada por las fuentes españolas, que cifran los caídos, ya solo en Ansó, en más de 100.6°2
596
Suchet: i, 60. Según la GM del 29 de septiembre de 1809, Suchet dio orden no solo de reparar el monumento, sino también de fundar una misa perpetua con su dotación correspondiente, «para manifestar la veneración debida a las instituciones consagradas por la religión y por el amor de los pueblos a sus soberanos».
599 AMZ/AP: caja 8146, leg. 2.5/3, Informe de Renovales sobre la toma por los franceses de los valles altos. 600 jerónimo Rocatallada, sustituido por Brun en la comandancia de las tropas de Echo y Ansó, acompañó a este a Tortosa
y regresó a Aragón pero no intervino en la represión de los valles ni en sus crímenes. Rocatallada había prestado juramento de sumisión a José y, como refiere Gómez de Valenzuela (117, nota 18), el 1 de julio de 1810 y por cuatro años (hasta el 30 de mayo de 1814), se arriendan por 43 891 libras jaquesas «los derechos, fundos y otras rentas del Abadiado, Cabildo y Real Casa de Montearagón» a Jerónimo Rocatallada, vecino de la villa de Echo, pudiendo el arrendatario cobrar todos los derechos y «aprovechar para sí el patrimonio del abadiado». "1 AMZ/AP: Informe de Renovales. GG de 1809 y 1810. Arco y Garay, Ricardo del, Aragón: geografía, historia, arte. Apéndice bibliográfico, Huesca, V. Campo, 1931: 288-289. Rodriguez Solfs: i/7", 13. 6°2 AMZ/AP: Informe de Renovoles.
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Conquista del valle de Roncal (27-30 de agosto de 1809) Como se acaba de ver, la expedición de Musnier está coordinada con la llevada a cabo por Pliegue para acabar con la rebelión que había estallado en el valle de Roncal. Con tal fin, este sale con su columna, fuerte de 3000 hombres, desde Cinco Villas, donde permanecía desde el mes anterior, y siguiendo la Canal de Berdún ataca el 27 Salvatierra de Escá; logra penetrar en dicha localidad sin hallar demasiada resistencia para al día siguiente atacar Burgui, que, ocupada, es saqueada e incendiada por completo. Renovales reúne las tropas dispersas y toma nuevas disposiciones para organizar una segunda línea entre Burgui y Roncal, que es atacada el 29, y tras horas de combate los defensores se repliegan hasta Urzainqui, más arriba de la villa de Roncal, mientras que los franceses entran en esta. Esa noche, noticioso Renovales de que por la derecha la columna de Musnier se halla ya en Garde, de que otra formada por cazadores de montaña de las guarniciones de Roncesvalles y Burguete por orden de D'Agoult se encuentra en Ochagavía amenazando su izquierda, y finalmente de que otra importante fuerza está reunida y preparada en Oloron para cruzar los Pirineos y atacarle por el norte, comprende que no puede proseguir la defensa y al amanecer del 30 comisiona a un vecino a fin de que se dirija al cuartel general de Plicque para estipular una capitulación. Hecho esto, ansotanos y roncaleses firman un tratado y juran fidelidad al rey José; se comprometen a entregar rehenes, pagar las contribuciones, desarmar los valles y enviar las armas a la fábrica de Orbaiceta. En cumplimiento de lo pactado, los alcaldes y regidores se hacen cargo de la pacificación, pero los defensores, a pesar de haberse comprometido a entregar las armas, salen con ellas, muchos de ellos a engrosar la partida de Mina, mientras que Renovales se retira a Lérida acompañado por 30 rusos a modo de guardia de honor y pronto se reúne en el Cinca con Sarasa y Perena, también retirados a ese sector tras su derrota en el norte.") Según Alexander, la expedición de Roncal tuvo éxito porque los franceses tenían suficientes tropas para cerrar las rutas de escape y habían planeado bien la operación desplegando dos columnas móviles, mandadas por Plicque y Musnier que sabían cuándo y dónde estaba avanzando la columna de cada uno. Por el contrario, los guerrilleros españoles de 1809 no eran tan hábiles como lo serían los años posteriores, y Renovales, que era un oficial profesional, estaba deseando pelear en combate regular, pero debía haber dispersado sus fuerzas para hacer frente a la superior táctica militar del enemigo, y el no hacerlo y enfrentarse en combates convencionales llevó a la derrota española. Estas operaciones en Roncal y algunos valles pirenaicos del Alto Aragón estuvieron marcadas por el terror y la brutalidad francesa. Como se ha visto, Lomet, Musnier y Plicque quemaron todos los pueblos que se resistieron y trataron a los altoaragoneses, que defendían su territorio, como a bandidos, no como a soldados, fusilando a menudo a los prisioneros, especialmente si eran clérigos. En la operación de Roncal, los franceses cumplieron lo dicho en la mencionada proclama del 28 de julio, en la que se forzaba a los roncaleses a elegir entre la paz o la guerra, amenazando con que si escogían esta última arrasarían totalmente el valle y matarían a todos sus habitantes. Los roncaleses eligieron la guerra y los franceses asolaron el valle con fuego y muerte.b04
Toma de Biescas y Broto: fin de las operaciones (finales de agosto de 1809) Como complemento y apoyo a las operaciones anteriores, Lomet había enviado desde Jaca un destacamento de 450 hombres a Berdún y a Lapeyrollerie con dos batallones, el de marcha y uno de los de cazadores del Ariége (este mandado por Roquemaurel), unos 1200 hombres en total, a Biescas, a fin de acabar con Perena y evitar que los rebeldes de Echo y Roncal se comunicaran con
603 AMZ/AP: caja 12, leg. 10.2, e Informe de Renovales. GG de 1809: 292. GM del 29 de septiembre de 1809. Rodríguez Solís:
in", 13. Sarramon, Nopoléon: 86. 6°4 Alexander: 25-26.
DI MIMA 'T 0(111'We/N
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Lérida por ese sector."' Una vez tomado Biescas, Lapeyrollerie sigue avanzando hasta ocupar Broto, mientras que Perena y Pedrosa con sus hombres se retiran hacia el Sobrarbe sin apenas oponer resistencia ante la clara superioridad enemiga. Esta expedición representa todo un éxito para Lomet, pues además de lograr su objetivo, salvo vino, que no producían esas montañas, consigue provisiones suficientes para 2000 hombres durante ocho meses, lo que supone el final definitivo de sus penurias. En el curso de estos movimientos y combates, el valor de los cazadores del Ariége del capitán Roquemaurel es notable, hasta el punto de que estos constituyen generalmente la cabeza de la columna y bastan para derrotar al enemigo. Cumplida su misión, Musnier regresa con sus hombres a Zaragoza, donde entrará el 9 de septiembre, mientras Plicque se queda en Roncal con dos batallones para asegurar la entrada de granos y ganado para la subsistencia de las tropas y garantizar que se cumpla lo pactado.606
Franceses en Almudévar (fines de agosto de 1809) Por estos días de finales de agosto un regimiento de húsares franceses se acantona en Almudévar a esperar la llegada de seis batallones de infantería y 400 soldados de caballería. Desde Almudévar, el día 28, el coronel de húsares pide al Ayuntamiento de Huesca que le prepare las correspondientes raciones de pan, vino y carne para los hombres de las tropas que van a venir, y las de cebada para sus caballos."'
SEPTIEMBRE DE 1809 Plicque escribe a las autoridades de Roncal, Ansó y Echo desde Cinco Villas Suchet, a primeros de septiembre, manda a Plicque que abandone Roncal y pase a Ejea, adonde llega el 11 de septiembre con órdenes de regresar a aquel valle navarro y a los de Echo y Ansó si sus naturales reniegan de las promesas dadas. Aunque el primer objetivo de Plicque es eliminar las actividades insurrectas en Cinco Villas, Suchet le autoriza a cooperar con D'Agoult si es necesario. Tras permanecer un día en Ejea, Plicque sale hacia Sos, desde donde el 14 escribe tres oficios iguales a los valles de Roncal, Ansó y Echo para darles a conocer los términos en los que Suchet quiere que se cumplan las condiciones que les han sido impuestas y hacerles saber que en caso de incumplimiento entrará de nuevo en esos valles, y entonces no tendrá clemencia. Mientras espera la respuesta a sus oficios, Plicque, al no fiarse del todo, comienza a tomar medidas «como si los tres valles estuvieran contra él», y prepara un plan de operaciones que empezarán, si es preciso iniciarlas, por el de Ansó. Solicita para ello 500 hombres a Jaca, adonde ya deben de haber regresado las tropas que han salido a Biescas y Broto y desde donde también le podría enviar Lomet dos pequeños obuses de montaña. Con estas disposiciones, el conocimiento que tiene del país y el plan de operaciones concebido, dice Plicque a Suchet que puede contar con que esos valles serán sometidos de manera duradera. Plicque permanece un tiempo en Cinco Villas y Suchet dirá de él que ha pacificado los valles y asegurado los pasos de los Pirineos, pero cuando este se retira en octubre las partidas se rearman y reanudan sus acciones contra las vías de comunicación navarras y aragonesas, de modo que Suchet vuelve a enviarle allí en noviembre con órdenes de actuar en Navarra y en los valles de Echo y Ansó con sus batallones, apoyados por 1200 soldados polacos que Buget le envía desde Tudela, y
605 AHG: C8/31,
tomet a Clarke, 13 de septiembre de 1809.
606 Sarramon, Napoléon: 85-86. Suchet: 1, 60. 607 AMH/AD de 1809: acta del 28 de agosto.
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dispersar las partidas allí organizadas. Sin embargo, esta operación no solo no consigue destruir las partidas, sino que incluso tiene como resultado la derrota de uno de los destacamentos de Plicque a manos de Javier Mina y Sarasa, como luego se dirá.6"
Nuevas operaciones en el Cinca contra Perena: acciones de Mediano y Troncedo. La partida de Domper (10-15 de septiembre de 1809) Suchet, con el valle de Roncal sometido, los de Echo y Ansó controlados por Plicque y Jaca por Lomet, tiene ya libre todo el cauce del río Aragón y el camino de Zaragoza a Jaca o, lo que es lo mismo, sus comunicaciones con Francia, por lo que puede pasar a ocuparse de las partidas que operan desde Jaca hasta el Noguera Ribagorzana. Queriendo darles el golpe de gracia, envía al general Habert contra ellas, el cual sitúa los regimientos 116° y 117" de línea, de su 3" división, entre Fraga y Monzón, sobre la línea del Cinca, y ordena salir contra Perena, que se encuentra en el Sobrarbe, al coronel Robert desde Aínsa, al frente de dos batallones del 117° de línea, y a Lapeyrollerie desde Jaca, adonde acaba de regresar precisamente de expulsar de Biescas a Perena. Este ha sido encargado por el gobernador de Lérida de la defensa de los puntos desde la palanca de Puy de Cinca a Mediano y, enterado de los movimientos enemigos, refuerza sus posiciones y al frente de 1100 hombres de los batallones de Huesca y de los pardos sale de Graus, donde deja a los enfermos y convalecientes, el 10 de septiembre, para llegar a las proximidades de Aínsa en la madrugada del 12. Ese mismo día, al anochecer, las avanzadas altoaragonesas interceptan un correo francés portador de un mensaje dirigido por Robert, comandante de las tropas francesas en Aínsa, a Habert, que se encontraba en Antillón con 1500 infantes y 300 jinetes, en el que le refiere sus planes para cruzar el Cinca y apresar a Perena. Sabedor este del plan, ordena destruir el puente de Mediano, inutilizar la barca de Ligüerri y regresar a la orilla izquierda del Cinca para concentrar sus tropas en Troncedo. A las cuatro de la mañana del 13, los franceses, en número de 4000 (pues en Graus a Robert se le ha unido ya Lapeyrollerie con sus cazadores de montaña), se ponen en movimiento desde Tierrantona e inician un formidable ataque por tres puntos. En Mediano tiene lugar el primer encuentro: el ala derecha de Perena rompe el fuego contra los franceses y, tras hora y media de lucha, los aragoneses se retiran a una altura situada a espaldas de Troncedo, donde, reunidas todas las fuerzas de Perena y Pedrosa, aguantan a los imperiales, hasta que no pueden sostenerse por más tiempo y se repliegan por el camino de Graus. El capitán Juan Domec se queda con 5 subalternos y 150 hombres, a los que se une poco después el capitán Pedro Perena con algunos otros oficiales y tropa, que logran sostener la retirada y permiten a Perena con el resto de voluntarios de Huesca y del batallón de pardos llegar sin más contratiempos a Juseu, cerca de Benabarre, donde descansan unos días y desde donde Perena da aviso de lo sucedido al general y al gobernador del castillo de Benasque, a los que envía copias del oficio interceptado a los franceses. Asimismo dispone que 200 hombres de su batallón pasen a Benabarre para guardar y proteger dicha villa y su castillo. Los franceses, que pensaban llegar a Graus a las diez de la mañana, no lo pueden hacer hasta las cinco de la tarde. En esta villa exigen una contribución de 1500 duros, 50 reses vacunas y gran número de lanar, que no se puede recoger por los grausinos, por lo que, tras tomar como rehenes a cuatro ciudadanos de alcurnia, salen de Graus el 14 al mediodía y, pasando el Cinca, duermen en El Grado, desde donde, dividiéndose en dos columnas, marchan el 15 unos a Barbastro y otros a Naval. Ese día, Perena llega a Calasanz y envía un parte a la Junta Superior de Aragón dando cuenta de estas
6" AHG: C8/32, Suchet a Clarke, 22 de octubre; C8/34, Suchet a Clarke, 30 de noviembre; C8/36, D'Agoult a Clarke, 19 de
diciembre de 1809, y C8/38, Suche( a Berthier, 4 de enero de 1810. AHNM: sección Estado, leg. 8612, exp. 464, Plicque a Suchet, Ejea, 11 de septiembre de 1809. ANF: AFiv.1622.111. Suchet a Clarke, 8 de septiembre, y AFiv.1621.2, Clarke a Napoleón, 3 de noviembre de 1809. iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 73. Rodríguez Solís: 1/7%16-17.
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acciones. Según parece, a los ojos de los franceses Perena aparecía como un jefe invencible e implacable, y no podían disimular el odio constante y el terror que le tenían, «de que es prueba lo acaecido con un soldado francés que no pudiendo escapar de caer en manos de los nuestros que le ofrecieron llevarlo prisionero a donde se hallaba su comandante, el referido Perena, que lo trataría muy bien y le haría mil propuestas ventajosas, se mató con su propio fusil».609 En esos días, y auspiciada por Perena, que a su vez depende del gobernador de Lérida, se forma una nueva partida llamada del valle de Sobrarbe, cuyo jefe es Miguel Domper, rico arriero de Eripol, auxiliado por su cuñado, José Paúl, y cuya misión es la de estorbar a los franceses en el sector del Cinca comprendido entre Aínsa y Barbastro. La primera acción que se conoce de la misma tiene lugar el 14 de septiembre, cuando 70 franceses, que con 300 reses bajan de Aínsa hacia Barbastro por la sierra de Arbe, son perseguidos por Domper hasta el río Savia, cerca de Samitier, donde son derrotados y pierden todo el ganado que escoltaban, algunas acémilas y cinco maletas con papeles.'"
Defensa de Estadilla, saqueo de Cofita e incendio de Fonz (16-23 de septiembre de 1809) Entre los días 16 y 18 de septiembre se reúnen en la zona del Cinca y el Noguera Ribagorzana, Sarasa, Perena, Baget y Renovales, este último venido de Lérida, adonde había marchado tras la ocupación de Roncal, y establecen las líneas maestras de defensa. Asimismo se nombra a Renovales comandante de todas las partidas reunidas.6" Terminada la reunión, este regresa a Lérida, donde informa del contenido de la reunión al general Aréizaga612 y, siguiendo los planes acordados, Baget marcha a Fonz y Perena hacia Azanuy y Estadilla, donde mantiene varios combates con los franceses, a los que rechaza continuamente, les toma ganado y trigo y les hace algunos prisioneros. Como no conviene permitir tal reunión de tropas cerca de las líneas francesas, Habert decide acabar de una vez por todas con las partidas que operan en el Cinca, y el día 22 envía contra ellas una poderosa columna que, saliendo de Barbastro,6" cruza el río por el vado de Estadilla y se dirige hacia Fonz en busca de Perena y Baget. La tarde de ese mismo día, una avanzadilla francesa compuesta por 8 soldados de caballería intenta vadear el Cinca por la Boquera cuando una avanzada de los voluntarios de Lérida de Baget les sorprende con una descarga; de inmediato aparecen unos 60 húsares franceses que cruzan el río llevando cada uno de ellos un voltigeur en la grupa y cargan contra los españoles, a los que arrollan sin dar lugar a que puedan ser auxiliados por un destacamento que había en la torre de Corzán, y matan a 14 soldados y entre 10 y 12 labradores que encuentran en las huertas de Cofita. En vista de ello, Baget, con un numeroso grupo de soldados, ataca a los franceses, que son obligados a volver a pasar el río, aunque la mañana siguiente, el 23, un regimiento de tropas polacas se presenta en Estadilla y, cruzando por el vado, desaloja al batallón de voluntarios de Huesca de Perena de sus posiciones. Poco después, reunidos los polacos con el coronel Robert, que marchaba con su 117° regimiento, 150 jinetes del 4° de húsares, los voltigeurs del 121° y alguna artillería que al mando de Habert ha pasado el Cinca cerca de Cofita, efectúan un ataque contra Fonz distribuidos en tres columnas: la primera de ellas toma la dirección de la cañada de San losé, junto al camino
6" ADPZ/AJSA: acta del 24 de septiembre de 1809,
Carta de Perena ala Junta Superior, Calasanz, 15 de septiembre de 1809.
Priego: iv, 177. 6t6 GG de 1809: 283-284. 611
Suchet: 1. 61.
611 Aréizaga, según encabezaba los documentos que expedía, se titulaba «comandante general de las márgenes y fronteras del Segre y Cinca, de la orilla izquierda del Ebro y de las montañas de Aragón y Navarra». Pano:11, 29. 613 En Barbastro estaban de guarnición, además de los gendarmes, el 1" y 3" batallón del 121° regimiento de línea con 1077 soldados, el 1176 con 1693 hombres y el 4° de húsares con 507 jinetes.
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de Estadilla; la segunda ocupa una ermita tras desalojar a ella a Baget, y la tercera se posiciona en el flanco entre esta ermita y la villa, mientras la caballería y la artillería atacan por la izquierda de la villa y cortan su retaguardia. Las fuerzas españolas consisten solo en 300 hombres armados del somatén de Baget, ya que Perena no ha podido llegar al pueblo tras haber sido desalojado de Estadilla, y la mayoría de los paisanos, a los que ha puesto en contra de Baget el alcalde de Fonz por cuestiones personales, huyen, excepto algunos, como Feliciano Ardanuy, el cortante, el pregonero y el hornero, «quienes se portaron muy bien». Tras sostener el fuego durante un buen rato, los franceses comienzan a rodear a los españoles, que se ven precisados a replegarse y retirarse, con pérdida de 60 soldados.6" Derrotados Perena y Baget en estas acciones, marchan a Lérida para reunirse con Renovales, mientras la mayor parte de los pocos habitantes de Fonz que quedan, tras la derrota española y sabedores de las muertes causadas el día anterior en Cofita, abandonan el pueblo, que es fácil presa de los franceses, quienes entran a sangre y fuego saqueándolo todo hasta saciar su codicia, «con tal furor que publicaron un boletín pintando esta jornada y el castigo que Fonz había sufrido por su constante adhesión al señor don Fernando VII, concluyendo con esta expresión: Fonz ya no existe». Son incendiados 26 pajares y 69 casas del lugar, la mayor parte de las cuales quedan reducidas a escombros y otras destrozadas en parte, de manera que da horror y espanto ver los incendios y estragos que causa la guerra en esta villa. Entre las casas incendiadas están la de Ric y la de la de la fiscala,615 que no se libra de la furia enemiga, a pesar de que en ella fueron atendidos los prisioneros franceses heridos en la acción de mayo anterior. Además los imperiales saquean y arrasan la iglesia, donde rompen todas las arcas, los altares, las puertas del archivo, destrozan la sacristía y los sagrarios y, no contentos con eso, descuartizan el cuerpo de san Vicente mártir tras romper la urna en que se guardaba incorrupto, se llevan todas las toallas de los altares y toda la ropa blanca de la iglesia y la sacristía, los vasos sagrados y demás alhajas de plata que encuentran y destrozan gran parte de las ropas de seda. Los ancianos e impedidos son los únicos que se quedan en el lugar, pensando que van a ser respetados, pero los franceses pasan a todos a cuchillo y así dan muerte a cerca de veinte feligreses, incluso a dos enfermos que se hallaban en el hospital, y queman a otro junto con su cama. Después de apoderarse de todas las mulas y bueyes que hay en la villa, los napoleónicos se retiran hacia Barbastro y, según declaraciones posteriores de Francisco Abad, vecino de Fonz y testigo presencial de los hechos, la villa hubiera desaparecido si los paisanos no se hubieran quedado cerca en la retirada y no se hubieran arrojado para apagar el fuego de las casas, lo que consiguieron a pesar de que los franceses les habían cortado el agua.616 Suchet felicita al general Habert por el modo en que ha dirigido la operación, al coronel Robert por su inteligencia en el planteamiento de la acción y a los regimientos 117° de línea y 4° de húsares por su valor y disciplina. Tras el combate de Fonz, con las partidas dispersas y sus jefes refugiados en Lérida y Mequinenza, la izquierda del Ebro está prácticamente sometida, lo que permite a Suchet establecer puestos fortificados seguros en el Cinca, ocupar Benabarre, Fraga y Monzón y preparar la sumisión de la villa y castillo de Benasque.6"
6" ARF: caja 71, leg. 1, Boget a Ric, sin fecha, y Pometa a Ric. Albatarrech. 9 de noviembre de 1809. APF: Informe del cura
párroco Vicente l'ano, 22 de septiembre de 1809. GM del 4 de noviembre de 1809. Gómez de Arteche: 6" María loseta Martínez de Pérez, viuda de losé Cistué, segundo barón de la Menglana. 616
ARF: Informe del cura párroco y Memorial sobre Fonz. GG de 1809: 314.
617 Suchet: 1, 61-62. La GM del 4 de noviembre de 1809 publicaba la orden del día de Suchet fechada en Zaragoza el 29 de
septiembre de 1809 en la que se decía: «Los vecinos del lugar de Fonz habían manifestado la más cobarde ferocidad, pero han quedado bien castigados, pues su pueblo ya no existe. Sirva este terrible ejemplo para enseñar a los habitantes que el crimen jamás queda impune, y vosotros, soldados, convenceros de que vuestra disciplina y obediencia os hacen muy superiores a esas tropas extraviadas que inspiran más bien lástima que temor, y que dejarán de ser, el día en que esos desgraciados aldeanos reconozcan su error y las bajas intenciones de sus jefes».
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En tanto, Pedro María Ric, al que habíamos dejado en Tortosa camino de Sevilla, llega a Valencia a finales de septiembre, donde es invitado a comer en casa del capitán general José Caro el día 24. En el curso de la comida se habla entre otros temas de Perena, Baget, fray Teobaldo y otros jefes militares que habían luchado o luchaban en Aragón, y dos días después escribe a su hermano Antonio una carta en la que le cuenta lo que se ha comentado en esa comida y le dice: "Escríbele a Perena que antes de ayer tuve el gusto de oír en la mesa del general los mayores elogios de su valor y honradez. Empezó en él la conversación, continuaron los muchos oficiales que allí había y yo no me descuidé de remachar bien el clavo como se merece, haciendo lo mismo respecto del amigo Baget y del Padre Teobaldo"." No se descuida Antonio Ric en dar a Perena la noticia ni este en agradecer por carta los buenos oficios de Pedro María, quien poco después sale de la capital levantina en dirección a Sevilla, donde piensa reunirse con la Regencia.619 En el camino es informado de los sucesos de Fonz del 23 de septiembre y del saqueo e incendio de las principales casas del lugar, entre ellas la suya.
Fray Teobaldo deja el Alto Aragón (fines de septiembre de 1809) Al partir Ric hacia Reus, nuestro viejo conocido Teobaldo, nombrado en la comida citada y que ha permanecido todo ese tiempo con aquel en Benabarre, marcha al Bajo Aragón y el 20 de octubre de 1809 se presenta ante la Junta Superior de Aragón en Rubielos de Mora para manifestarle el «estado deplorable de su salud a resultas de las fatigas en las dos campañas» y solicitarle el poder restablecerla en los baños de Villavieja de Nules. Pide una certificación de sus servicios y la Junta emite un informe en el que «reconoce en este monje las pruebas más convincentes de su desinterés, valor, patriotismo y amor a nuestro legítimo soberano y a la justa causa que defendemos», aprueba su conducta y le da la certificación que solicita y que acredita «sus heroicos esfuerzos en favor de la patria, y por ella la gratitud y reconocimiento de la misma». Poco después, la misma Junta, atendiendo al «carácter, celo, rectitud, probidad y conocimientos» de Teobaldo, lo elige para recoger y escoger caballos destinados a la división del brigadier altoaragonés Pedro Villacampa, y posteriormente lo nombra «comandante general de las Partidas de Guerrilla y Cuadrillas de Reunión de Paisanos» que estaba levantando dicha Junta con el objeto «de hostilizar e incomodar al enemigo y evitar sus continuos robos y saqueos como diariamente lo ejecuta»."° Al año siguiente, en julio se retirará Teobaldo nuevamente a descansar, esta vez al Real Monasterio de Valdigna, y, acabada la guerra, a León, donde será designado abad de la colegiata de San Isidoro y donde morirá años después. Fray Teobaldo fue persona meticulosa y ordenada que guardaba todos sus documentos o hacía copias de ellos y cuando se trasladó a León llevó consigo en varias cajas toda esa documentación, que se conserva hoy en día en el archivo de la colegiata antes citada y gracias a la cual hemos podido conocer en profundidad numerosas acciones de guerra sucedidas en nuestro Alto Aragón durante la guerra de la Independencia."'
OCTUBRE DE 1809 Ocupación de Fraga y Monzón (7-9 de octubre de 1809) Fraga, tras la expulsión de las partidas de Fonz y del Cinca, se ve nuevamente amenazada por los imperiales a primeros de octubre y, ante la proximidad del enemigo, el corregidor Fernández
618 Pano: 47-48. 619 Un año después, en septiembre de 1810, tras la disolución de la junta Central, la Regencia reunirá unas Cortes extraor-
dinarias en Cádiz para las que serán elegidos por Aragón trece diputados propietarios y cuatro suplentes, entre ellos Pedro María Ric, quien para ocupar su cargo se trasladará a Cádiz desde Sevilla y durante su permanencia en las Cortes intentará conseguir que Peñíscola sea un puerto de mar para Aragón con el fin primordial en aquellos momentos de proveerse con tranquilidad y comodidad de armas y otros auxilios precisos. GEA. Pano: u, 47-48. 62C ADPZ/AISA: actas del 27 de octubre y del 6 de noviembre de 1809. 621 AMZ/AP: caja 8161, leg. 12.12.
1.)11,1.9.01.A.
CIL il'ACH1N2
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abandona con las tropas españolas la villa, que también dejan los ganaderos. Estos llevan los rebaños con sus pastores a lugares seguros donde no puedan robárselos los franceses, quienes por segunda vez ocupan Fraga el 7 de octubre e instalan su campamento al otro lado del río, en la huerta contigua al convento de los capuchinos.622 Esta villa, como se ha dicho, tenía un puente de madera sobre el Cinca de gran importancia estratégica, pues permitía cruzar el río en todo tiempo y facilitaba las comunicaciones entre Mequinenza, Lérida y Zaragoza, por lo que Habert ordena reparar algunos desperfectos causados por acciones previas y fortificarlo realizando algunas obras de campaña en las alturas de la orilla izquierda que dominan la villa y el puente. Dos días después, el 9, Monzón es ocupado por Habert y su castillo tomado y guarnecido por tropas al mando del general Saint-Jacques, quien establece una cabeza de puente volante y construye una fortificación en la orilla izquierda del Cinca frente al castillo.6"
La partida del clérigo montisonense Lorenzo Barber Ocupada la villa montisonense, el clérigo Lorenzo Barber, tras enviar a su padre a Lérida con toda su familia, queda cerca de Monzón para luchar contra los ejércitos napoleónicos al mando de la partida que ha levantado y en la que militan 36 hombres de la villa de Osso de Cinca, intentando incomodar y hacer todo el daño posible a los imperiales en la comarca. Poco después, su padre, dejando a la familia en Lérida, regresa a Monzón y se suma a la partida. Barber está dispuesto siempre que puede a enfrentarse con sus enemigos, no permitiendo que la tropa de su mando haga daño alguno ni inquiete a los paisanos; toma las raciones necesarias en proporción a la tropa que manda, procede de manera pacífica con los pueblos y se conduce en los que entra con la mayor moderación sin gravarles con impuestos ni requisiciones, como dice en un informe el Ayuntamiento de Almudévar: «Don Lorenzo Barber, cuando estuvo por esta procedió según su conducta y hombría de bien, en este pueblo no se dio por ser oído ni hizo ningún exceso en cuanto a sus raciones ni en cuanto a su comisión según dio pruebas de llevarla para recoger los mozos del partido y dio sus recibos según su entrega de raciones»."4 Estando de observación en el santuario de San Elías, en las inmediaciones de Monzón, tiene una acción con los enemigos de la que sale gravemente herido y queda imposibilitado. Los de Valcarca, sabiendo «la gran persecución que el enemigo hacía a su persona», y a pesar de las continuas órdenes francesas para que le den cuenta de su paradero, con pena de la vida si no lo hacen o si le dan auxilio, lo llevan a curar a Lérida en un carro. En esta acción cae prisionero su padre, que es trasladado a Zaragoza y encarcelado.615
622 AMF: caja 1098-13, f. 33v. 621 Suchet: i, 60-64. 62" Finalizada la guerra de la Independencia, Barber solicita informes de sus acciones durante dicha contienda a algunos de
los ayuntamientos de la comarca de Monzón en los que actuó, para que le certifiquen todas sus acciones de guerra indicando «los servicios militares que les consten durante la actual guerra y conducta política que ha observado». Algunos de estos informes, en los que le alaban por sus muchos y distinguidos servicios en beneficio de la patria, «no perdonando diligencia ni momento, exponiendo la vida a todas horas» (Almudévar, Belver de Cinca, Binéfar, Blecua, Fonz, Fraga, Lérida, Osso de Cinca, Sieso, Torres de Montes y Valcarcal, se conservan en el Archivo Municipal de Barbastro y nos ayudan a conocer mejor al personaje y sus actividades. Así, según el informe de Fonz «desde el nueve en que el enemigo empezó a pisar este país, movido del celo y patriotismo que le animaba, Lorenzo Barber, después de haber sacado los franceses de la villa de Monzón, unido con los paisanos de dicha villa, se preparó armado con una porción de gente y se dedicó día y noche, olvidado del riesgo de su vida, de sus intereses y demás inconveniencias que se le ponían por delante incomodando al enemigo»: según el de Valcarca, «desde luego que los franceses entraron en Monzón levantó una partida de guerrilla que mandaba y con la que hacía sus expediciones contra el enemigo, incomodándole sobremanera, ya de un modo, ya de otro, ya persiguiendo a los que se extraviaban de aquella villa y fuera, ya interceptando pliegos al enemigo, por los que acarrearon sobre sí y sus padres un odio y persecución implacable».
6" Posteriormente, y recuperado de sus heridas, es encargado del mando de una partida de observación dependiente del gobernador de Lérida, con la que acosará a los franceses hasta la caída de esa plaza el 14 de mayo de 1810. AMB: Acción guerrillera.
RKOTA Y OCUPACIÓN
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Acción de Candasnos (15 de octubre de 1809) El 15 de octubre, Renovales desde Lérida efectúa una expedición contra un destacamento francés que estaba en Candasnos y, con el ter Tercio de Lérida y algunos miqueletes de Baget, sale por la tarde. A las diez de la noche, en el camino, se le incorporan dos centenares de soldados del nuevo Batallón de Tiradores de Doyle de la guarnición de Mequinenza.626 Cerca ya del enemigo, se distribuye la tropa de la siguiente manera: los Tiradores de Doyle, con su capitán, el altoaragonés de Monzón José Pinzano de Nogués, y una compañía del ler Tercio de Lérida, bajo el mando del capitán Antonio Comes, marchan por la izquierda con el objeto de ocupar el camino de Zaragoza. Por la derecha avanzan los hombres de Baget bajo las órdenes de su sargento mayor, Manuel Pometa, y una parte del ter Tercio de Lérida dirigida por su capitán, Francisco Oliver. Renovales se queda con el resto del 1° de Lérida, que está mandado por su comandante, Pablo Lago, con el fin de atacar por el centro. Una vez dispuestas las tropas se ordena el ataque contra los franceses, que tras varios choques se ven obligados a retirarse por el camino de Zaragoza, sin dar tiempo a que la columna de la izquierda tome posiciones, por lo que pueden escapar, aunque son perseguidos hasta Peñalba.6"
Traslado de la Junta de Benabarre a Puente de Montañana (5 de octubre de 1809) A finales de septiembre, la Junta de Benabarre protesta al recibir una Real Orden en la que se manda que las juntas de corregimiento «no dispongan de los caudales que deben entrar en tesorería, dejando su recaudación a las autoridades que corresponden», pues según ella supone un gran inconveniente para el socorro de las tropas, en cuya manutención ha gastado ya mucho dinero y ha empleado gran número de suministros, pero la Junta de Aragón, a través de su comisionado en ese corregimiento, el teniente coronel Joaquín Pueyo, le ordena que cumpla lo mandado y que se oficie al intendente para que nombre una persona «que suministre en el Corregimiento de Benabarre a las tropas cuanto necesiten y también para que recaude los caudales de la Real Hacienda». Unos días después, el 3 de octubre, ocupan los franceses la villa de Benabarre, por lo que su Junta se traslada a Puente de Montañana, adonde llega el 5 y desde donde escribe a la de Aragón para que le dirija allí las órdenes. Esta agradece a la de Benabarre su trabajo, aprueba su traslación a Montañana y le encarga que regrese a Benabarre tan pronto lo permitan las circunstancias. También escribe a la Junta de Aragón ese mismo día el teniente coronel Pueyo, manifestándole que ha decidido trasladarse a Tortosa y esperar allí las órdenes de la Junta y la ocasión de poder volver sin riesgo.628
Ataques de Sarasa a Lasieso, Ayerbe y Sos (17 y 29 de octubre y primeros de noviembre de 1809) Sarasa, tras ser expulsado del Cinca, regresa nuevamente con su partida a la Jacetania y el 17 de octubre, en Lasieso, lugar situado en un pequeño llano entre los ríos Guarga y Gállego, ataca con 74 de sus voluntarios a un destacamento francés de unos 200 hombres, al que obliga a retirar-
676 Como se ha dicho, Doyle, deseando dar nuevas pruebas de su interés hacia Aragón y España, disuelto el batallón de tiradores de su nombre tras la capitulación de Jaca en marzo de 1809, promueve en Tortosa la formación de uno nuevo otra vez con su nombre y a su costa, batallón que se crea en abril del mismo año sirviéndole como base el de la Reunión de Osera, el cual, organizado en Zaragoza el año anterior se halla desde octubre en Cataluña con Lazán. El nuevo batallón queda encuadrado dentro del nuevo ejército que Blake está formando en Tortosa, sale con este en mayo hacia Aragón y participa en la batalla de Alcañiz, pero no en la de María, por permanecer en Botorrita con la reserva de Aréizaga, Luego se retira a Cataluña, donde con el batallón de Huesca es incorporado a la División del Cinca con cuartel general en Lérida y queda encargado de guarnecer el castillo de Mequinenza. AMZ/AP: caja 24 (sign. ant.l y caja 8165, leg. 14,2/150, Memorial de Mar-
tín Panzona. Belmas: anexo 2. GM del 19 de julio de 1810. 517 GG del 30 de noviembre de 1809. 628
ADPZ/AJSA: actas de 14, 22 y 30 de octubre de 1809.
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se y refugiarse en Jaca. A fines del mismo mes, el 29, sorprende en las cercanías de Ayerbe a una columna francesa a la que también derrota y le arrebata 600 arrobas de sal, que son llevadas a Jaca, donde carecen de ese género, y cantidad de vino, aceite y leña. Después de esta acción, y aprovechando su proximidad a Ayerbe, solicita raciones a su alcalde para la manutención de sus fuerzas, que pasan de 1000 hombres armados, y este, mientras reúne lo pedido, consulta con el jefe francés más cercano, el cual le indica que le entregue las raciones requeridas pues él no cuenta con fuerzas suficientes para atacarle. Sarasa había nombrado gobernador interino de Sos a Javier Ibarra, a quien el 25 de octubre envía un oficio en el que le ordena escoger a sus lugartenientes en los otros pueblos y villas del corregimiento y mandar a todos los vecinos que suspendan «la obediencia a los tiranos y al rey intruso, y como consecuencia ningún pueblo les remitirá ni fornituras, ni trigo, ni dinero, ni carne, ni ninguna otra cosa en raciones o contribuciones», y a los jóvenes comprendidos entre los 16 y los 40 años, que se reúnan en sus batallones bajo pena de muerte, y que, si alguno no comparece, proceda «a detener a su padre, su madre o parientes más cercanos, los cuales no serán puestos en libertad hasta que el joven se presente». Además, el gobernador Ibarra debe publicar un bando «bajo toque de trompeta» para que todos los paisanos que posean armas las entreguen bajo pena de ser declarados «criminales del Estado» y recoger todos los fondos de dinero o plata existentes en la villa, introducirlos en cofres y enviarlos a Sarasa para «preservarlos de las garras del tirano». Como Sos está ocupado por los franceses y el gobernador no le ha podido enviar el dinero y la plata, Sarasa, enterado por sus confidentes de las maniobras del alcalde de Ayerbe, decide no asumir riesgos y en vez de volver a esta villa a por las raciones pedidas, temiendo que los franceses le tiendan una trampa, se dirige, para recuperar dichos fondos, a Sos, cuya guarnición, pensando que Sarasa está en Ayerbe, ha descuidado bastante la vigilancia, por lo que el de Embún se apodera con facilidad de la villa.629
Acciones de Roda, Merli, Calvera y Bonansa Como se ha visto, a finales de agosto de 1809 los franceses han intentado ya penetrar por los puertos pirenaicos con objeto de tomar la villa y fuerte de Benasque, punto estratégico que les permitiría tener una base en la zona oriental del Alto Aragón; sin embargo, son rechazados continuamente. Tras sus operaciones de septiembre en Mediano, Troncedo y Graus, Lapeyrollerie retorna a Jaca y, ya en octubre, ocupadas Fraga, Monzón y Benabarre, Lapeyrollerie y el comandante Deshorties,"° con 900 cazadores del 2" del Ariége y de los Bajos Pirineos, algunos hombres del 117° de línea y dos obuses, salen de Jaca con el fin de realizar operaciones de limpieza en la zona de Ribagorza con miras a la posterior ocupación de Benasque. Desde Benabarre los franceses marchan a Graus, adonde llegan el 17, y se internan por el valle del Isabena hasta Roda, donde al día siguiente se enfrentan a una partida de más de 1000 hombres de los valles inmediatos de Benasque, Arán y algunos de los voluntarios de Sarasa, que se esfuerza en defender la villa. Sin embargo, finalmente, un vigoroso ataque frontal de Lapeyrollerie, unido a un movimiento de Deshorties por la derecha y Gerard, jefe del destacamento del 117°, por la izquierda, y acompañado por los disparos de los obuses, vence la resistencia de los aragoneses, que se repliegan más allá de Campo, sobre el Ésera, perseguidos por los franceses y habiendo perdido una bandera que les tomó el subteniente Contaneau, del batallón del Ariége. Desde Campo, donde castiga a los responsables del «insulto
6" AMZ/AP: Documentos sueltos, Sarasa al gobernador de Sas. 25 de octubre de 1809. GG de diciembre de 1809: Sarasa a
Azcón, Boltaña, 16 de noviembre de 1809. GR de 1810. Rodríguez Solis: 1/7", 17-19. Según Suchet li. 279, nota al piel, en esta época un alcalde afrancesado fue públicamente ajusticiado en un pueblo por unos guerrilleros, dos de los cuales fueron apresados por los franceses y colgados en Pamplona. Sarasa publicó por este motivo un bando amenazando con vengarse en el gobernador de Navarra por la muerte de esos dos «hombres de bien que, con todo derecho y toda justicia», habían matado al alcalde.
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hecho a un hombre» que la Junta afrancesada de Benabarre ha enviado a aquella villa con una orden, Lapeyrollerie manda un destacamento de reconocimiento hacia Benasque, pero durante el camino, en Merli, valle de Lierp, tropieza con una partida aragonesa que lo derrota y le hace regresar a su punto de partida. Tras este incidente, escribe a las autoridades de Benasque para manifestarles el sentimiento de Suchet ante la hostilidad que muestran los habitantes de ese valle.6" El 19, Lapeyrollerie sale de Campo, encuentra a los guerrilleros en Calvera y los empuja más allá del lado de Bonansa, pero hacia las nueve de la noche, mientras su tropa vivaquea en un pequeño claro del bosque, se ve rodeado por ellos, a los que se han unido buen número de paisanos de Serraduy y Arén. Ante esto, toma la decisión de abrirse paso entre los enemigos y a las dos de la mañana del 20 ordena montar en silencio las armas y formar en columnas. Envía en vanguardia a Roquemaurel, el cual carga a la bayoneta a la cabeza de las compañías de elite contra los aragoneses, a los que sorprende, de modo que mata a muchos de ellos, rompe el cerco y permite que el resto de la columna dirigida por Lapeyrollerie regrese a Graus sin bajas.6" Desde Graus, Lapeyrollerie con sus hombres se traslada a descansar a Benabarre, desde donde envía una carta intimidatoria al marqués de Villora, gobernador de Benasque. Este, que dispone de siete compañías de voluntarios para la defensa del castillo, contesta rechazando las propuestas, por lo que Lapeyrollerie escribe al alcalde de Benasque advirtiéndole que, si no desarma a los paisanos que defienden el fuerte, llegará como enemigo y destruirá el pueblo. Finalmente, desde Benabarre y tras expulsar a las partidas aragonesas de la zona hacia Cataluña, Lapeyrollerie vuelve a Jaca, de donde ha sido nombrado comandante de armas con el grado de coronel en sustitución de Lomet, que se encuentra enfermo y va a regresar a Francia.6"
NOVIEMBRE Y DICIEMBRE DE 1809
Acción de Tiermas. Sarasa en Biescas (2-5 de noviembre de 1809) Habíamos dejado al jefe navarro Mina organizando el llamado Corso Terrestre, con el que actúa frecuentemente en la zona fronteriza de Navarra con Aragón, atacando las lineas de comunicación entre Zaragoza y Pamplona y amenazando la ruta de Zaragoza a Jaca, y al altoaragonés Sarasa en Sos, que con el botín recogido en esta villa y en la de Ayerbe, se dirige hacia Biescas. Pero, en el camino, el 2 de noviembre recibe una nota de Mina, que se encuentra en Tiermas, en la que le advierte que una columna francesa viene sobre él por la carretera de Sangüesa a Jaca, y le invita a participar en la acción. Sarasa acepta y desde Bailo le envía como ayuda dos cargas de municiones y un destacamento al mando de su segundo, el capitán Domingo Lobera, que marcha a Berdún, mientras Sarasa se retira con la sal y el resto de su tropa hacia javierrelatre. Desde Berdún, Lobera se adelanta al puente de Tiermas, donde se une con Mina, y al rato ven venir a la columna francesa, a la que, tras cuatro horas de combate, derrotan y persiguen hasta Sangüesa, villa que deciden no atacar por haberse quedado casi sin cartuchos, de modo que Lobera se acantona con sus hombres en Undués. Tres días después, Sarasa, que se encuentra ya en Biescas, recibe el nombramiento de coronel del Batallón de Tiradores de la Canal de Berdún, nombre oficial dado a su batallón, y
630 En julio de 1809, Banyuls, comandante del 2° Batallón del Ariége, es destinado a otro cuerpo y para reemplazarle se
designa como jefe de este batallón a Deshorties, aunque, mientras este viene, accede al cargo de manera provisional Roquemaurel, que ha desplegado un gran celo en la organización de ese 2" batallón y que se siente frustrado al ser relegado a simple comandante de carabineros. Francois Deshorties habla nacido en París en 1772, era soldado de la Guardia Nacional en 1789 y ayudante general jefe de batallón de Estado Mayor en 1793. Sarramon. Napollon: 52, 82-84. 6" GG de noviembre de 1809: lapeyrollerie a Valora, Benabarre, 22 de octubre. GM del 30 de noviembre de 1809.
632 AHG: C8/32. Suchet a Feltre, 30 de octubre de 1809. GG de 1809: 511-513. Sarramon, Napoléon: 87. Suchet: 1, 62-63 y 70. 6" GG de noviembre de 1809: lapeyrollerie a Villora. Benabarre, 22, y Villora o Lapeyrollerie, Benasque, 25 de octubre de
1809. Sarramon, Napoléon: 87.
DERROTA Y OCUPACIÓN
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desde allí escribe a Lomet, comandante de Jaca, una carta en la que le exige buen trato para los prisioneros y le asegura que nada tuvo que ver en la muerte de los músicos hechos prisioneros en Bernués. Durante su estancia en Biescas, se dedica a descansar y a reorganizar su regimiento con los nuevos voluntarios que van llegando procedentes de los pueblos vecinos.634
Acciones contra Sarasa en Bernués, Matidero, Campodarbe y Tella (13-20 de noviembre de 1809) Lapeyrollerie, una vez en Jaca, de donde, como ya se ha dicho, ha sido nombrado comandante de armas en sustitución de Lomet, marcha a primeros de noviembre a Zaragoza para recibir instrucciones de Suchet y regresa el 12 con órdenes de destruir la partida de Sarasa, trayéndose como refuerzo el primer batallón del 64° de línea."' Al día siguiente envía a Roquemaurel al frente de un destacamento formado por este batallón, cuatro compañías de elite de los cazadores de montaña del Ariége y de los Bajos Pirineos y cuatro de fusileros, contra Sarasa, nombrado, por el teniente general conde de La Bisbal, comandante de la izquierda de Aragón, con el título de «comandante general de los Montes Pirineos de Aragón», que desde Biescas se ha acercado con su regimiento a Jaca y a quien sorprenden en Bernués y rechazan hacia el este. Luego es perseguido por el valle de Ara hasta Matidero, donde se hace fuerte y de donde no puede ser desalojado. Una vez que Roquemaurel, desistiendo de su persecución, se aleja, Sarasa por Jánovas se traslada a Boltaña y se refugia allí, donde recibe una carta de Juan Azcón, su cuñado y corregidor afrancesado de Jaca, en la que le promete prebendas y recompensas para él y su familia si deja las armas y acepta una paz que teóricamente se había firmado. Sarasa le contesta el 16 de noviembre rechazando tajantemente sus propuestas.636 En tanto, Roquemaurel tras abandonar la persecución de Sarasa en Matidero, se pone en contacto con Wouillemont, que desde marzo y como antes se ha dicho está al cargo de la zona centro del Ejército de Reserva de la frontera, para que desde Francia le envíe refuerzos. Tras descansar unos días, vuelve a salir en busca del altoaragonés, al que encuentra el 18 en Campodarbe; lo derrota de nuevo y lo persigue a lo largo del día 20 contorneando el desfiladero de las Devotas. En el paso de Matalaire, frente a Tella, Sarasa planta cara a Roquemaurel defendiendo con sus hombres valientemente la posición, pero en vano, pues finalmente, ante la superioridad enemiga, se tiene que retirar."'
Ocupación de Plan y Benasque (21 y 74 de noviembre de 1809) El 21 de noviembre Roquemaurel entra sin resistencia en Plan, donde al día siguiente recibe los refuerzos solicitados a Wouillemont y que consisten en 300 cazadores de montaña de los Altos Pirineos, que llegan procedentes del valle del Aure y de Rioumajou marchando desde Aragnouet sobre Gistaín.638 Con ellos, Roquemaurel atraviesa el collado de Sahún y desemboca en el alto valle del Ésera. Sarasa, desde lejos, observa los movimientos franceses, pero no dispone ya de fuerzas suficientes para
634 AMZ/AP: caja 12, leg. 10.2. GG del 30 de noviembre y de diciembre de 1809: Sarasa a Azcón, Boltaña, 16 de noviembre
de 1809. Luis Guzmán: 95-96. 6" Unidad veterana que había sido dejada en Aragón por Mortier cuando este se fue con su V Cuerpo y al que se reunirá
nuevamente en 1810. Este primer batallón sustituye al de marcha llegado a Jaca con Lapeyrollerie en junio anterior y que queda disuelto, de modo que las compañías son enviadas a sus respectivos regimientos del III Cuerpo. 636 AHG: C8/33 y 34, Suchet a Feltre, 7 y 30 de noviembre de 1809. GM del 13 de enero de 1810. Guirao, Guerrilleros: 62-63.
GG de diciembre de 1809: Sarasa a Azcón, Boltaña, 16 de noviembre de 1809. Sarramon, Napoléon: 87. 637 GZ de 1810. Sarramon, Napoléon: 87.
658 Habíamos dejado a estos cazadores en Sangüesa, donde sufren una deserción tal que a su regreso a Tarbes en marzo de 1809 se contabilizan apenas 300. Este batallón de los Altos Pirineos será reconstituido en Bagnéres-de-Bigorre a finales de abril con su efectivo teórico y a las órdenes de Montesquiou, y durante su marcha a Plan, al franquear las montañas cubiertas de nieve, varios cazadores sufrirán congelaciones en sus extremidades inferiores. AD del Alto Garona: 4M2, Roquemaurel a Pointis, 26 de noviembre. AHG: C8/35, Suchet a Berthier, 25 de diciembre de 1809. Sarramon, Napoléon: 62 y 65.
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cubrir los accesos a Benasque, por lo que, ya sin obstáculos, Roquemaurel se presenta ante esta fortificada plaza fronteriza en las fuentes del río Ésera y al pie de la Maladeta el día 23 de noviembre. El Ayuntamiento de esta villa envía una delegación al encuentro de los franceses formada por los propietarios más ricos del lugar para agasajar a Roquemaurel y evitar el ataque y posterior destrucción y saqueo. Roquemaurel recibe a la delegación y utiliza a los emisarios benasqueses como rehenes. Anuncia que responderán con sus cabezas si sus hombres son atacados y acto seguido cerca la fortaleza y prepara su asalto haciendo recoger escalas, e intima después al gobernador a rendirse bajo pena de ser ahorcado junto a su guarnición. Esta no espera y huye saltando el muro del recinto, mientras que el gobernador, el marqués de Villora, a las seis de la tarde del día 24 se presenta en la puerta del castillo y promete fidelidad al rey José entregando la fortaleza con sus 9 cañones, 3 obuses y gran cantidad de armas y municiones. Las operaciones desde Jaca contra Benasque favorecen al departamento francés del Alto Garona y son combinadas con una diversión realizada por el jefe de batallón Suére, que a la cabeza de parte de sus Cazadores del Alto Garona penetró en el bajo valle de Arán.h"
Saget, hecho prisionero, llega a Zaragoza (4 de noviembre de 1809) La madrugada del 30 de octubre, en Torres de Segre, el leridano Baget y sus hombres son sorprendidos por una columna enviada por Habert y compuesta por el 4° de húsares y el primer batallón del 116° de línea que ha pasado el río Segre con el agua a la cintura. Baget, con 80 de los suyos, entre ellos dos capitanes, es hecho prisionero y trasladado a Zaragoza, adonde llega el 4 de noviembre. En la capital aragonesa, Baget, interrogado por Suchet, justifica sus acciones de guerra y, conocedor el francés de que en la acción del Cinca se había portado con humanidad con los prisioneros franceses, lo invita a comer en su mesa. Según la Gaceta afrancesada de Madrid, Baget antes de llegar a Zaragoza mantiene una conversación con Habert en la que este le pregunta sobre las cualidades que adornan a Perena, a lo que responde el leridano que «no se le conocía bajo otro nombre sino el de general de las doce fugas». La Gaceta termina con la siguiente sentencia: «Véase ahora el aprecio que se merece un hombre cuyo concepto es tal aun entre los suyos»."° Evidentemente, el ánimo de la publicación era ridiculizar a Perena poniendo en boca de Baget frases que este nunca diría.
Perena y Cantarero en Lérida (noviembre de 1809) En tanto, Perena, que se encuentra en Lérida, ve incrementada la fuerza de su batallón el 1 de noviembre por la fusión de los restos del de pardos, y durante su estancia en esa capital, aprovechando los días de relativa tranquilidad, dirige al presidente de la Junta de Aragón un escrito en el que, tras dar una sucinta relación de los motivos que le han obligado a retirarse a Lérida, le manifiesta que cree que los refuerzos de tropas del ejército de Blake que se esperan para rechazar al enemigo no tendrán subsistencias ni recursos, pues los franceses continuamente están robando y apo derándose de las cosechas y víveres almacenados en los pueblos aledaños. Perena termina su misiva comentando el desconsuelo y recelo con que usa el distintivo de brigadier que le concedió Palafox, de quien no ha conseguido la aprobación. Para que a Perena no le queden dudas respecto a la validez de su grado de brigadier, la Junta de Aragón acuerda contestarle comentándole el interés que tiene en sus ascensos y la resolución de recordar al rey la recomendación que hizo a su favor."' En Lérida, Perena tendría posiblemente la oportunidad de verse con Anselmo Alegre, Cantarero, apodo por el que se conoce a una familia monzonesa formada por tres hermanos: Anselmo, José y
639 AD del Alto Garona: 4M2, Roger, subprefecto de Saint-Gaudens, al prefecto, 25 de noviembre de 1809. AFIG: C8/35, Suchet a 8erthier, 25 de diciembre y 4 de enero, y Orden de Napoleón del 11 de enero, y C8/358, Parte de situación del III Cuerpo, segun-
da quincena de diciembre de 1809. Sarramon, Napollon: 62 y 87-89. Suchet 1, 70-71. Toreno: si, 113. GM del 29 de enero de 1810. GM del 7 y del 20 de diciembre de 1809. 641 ADPZ/AJSA: acta del 6 de noviembre de 1809, ms. 641, ff. 251v-252.
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Manuel. Anselmo, el mayor de ellos, es un antiguo contrabandista que diez años antes ha estado condenado en galeras, y «a quien el tribunal de la justicia criminal había hecho imprimir sobre sus espaldas la marca infamante digna de sus atroces crímenes».662 Apoyado por el gobernador leridano, forma una partida en la que militan sus dos hermanos y conforme al Reglamento de Partidas y Cuadrillas, aprobado por la Junta Central el 28 de diciembre de 1808, por el cual a todo contrabandista que en un plazo determinado se presente para servir en alguna cuadrilla ante cualquier juez militar o político de corregimiento o jefe del ejército se le perdonará el delito cometido contra las Reales Rentas. Organizada su partida, Cantarero a primeros de noviembre sorprende en la sierra de Alcubierre a un destacamento francés, del que apresa a una docena de soldados y toma varias acémilas, algunas cargadas de fusiles, y con su botín y prisioneros entra en Lérida el 19 de noviembre."' Desde su refugio de Lérida, Perena, que no sabe estar inactivo, realiza frecuentes salidas contra los franceses. Así, en la primera mitad de noviembre, en Calasanz, cerca de Peralta de la Sal, con 100 de sus hombres y los guerrilleros de la partida de Ramón Milans, que se encontraban en Balaguer, ataca a un destacamento francés al que coge 2000 cabezas de ganado. A su regreso recibe órdenes del capitán general de Cataluña para que con su batallón y el de pardos pase a cubrir el valle de Arán, pero, al ser nombrado comandante general del norte de Aragón por el gobernador de Lérida y a instancias de los pueblos del corregimiento de Benabarre, decide situarse con sus tropas en la capital de ese corregimiento hasta que, a primeros de diciembre, los franceses asaltan la población y lo expulsan, tras lo cual saquean esta villa y posteriormente la de Tolva."'
Los franceses en Monzón. Decreto de amnistía de Suchet (7-8 de noviembre de 1809) Con la zona relativamente tranquila, los franceses de Monzón645 comienzan a fortificar y reparar el castillo. Desde allí efectúan frecuentes salidas contra los pueblos aledaños, a los que roban el grano y las provisiones e imponen fuertes cupos de abastecimiento. Además, obligan a sus autoridades a nombrar diputados para que pasen a Monzón a prestar juramento al rey intruso y someten a sus vecinos a mil iniquidades, llegando a arrancar del seno de sus familias a muchos eclesiásticos y vecinos honrados, que por negarse a pagar los impuestos o prestar fidelidad a José son llevados prisioneros al castillo o a Francia.b" Asimismo, los jefes franceses intentan, unas veces por las buenas y otras por las malas, atraerse a la juventud aragonesa e impedir que esta colabore o forme parte de las guerrillas. Con este fin lanza Habert, comandante francés del castillo, una proclama dirigida a los vecinos de la villa de Monzón."?
"2 GZ del 29 de julio, del 12 de agosto y del 14 de octubre de 1810. 643 GG de 1809: 41.
"4 GG de 1809: 524. GR de 1810: 40. Guirao, Don Felipe Perena: 128. 645 Con fecha 1 de noviembre de 1809 en Monzón está el 121" de línea al mando de Avon y a finales de ese mes llegan des-
tacamentos del 115" y 117". 646 Como informa la GG de noviembre de 1809, «Los enemigos de Aragón se fortifican en Monzón; han construido algunas
obras exteriores y una batería frente de la barca del río. Han hecho también algunos acopios de víveres recogidos con las exorbitantes contribuciones de los pueblos del Cinca y para activar las obras de la villa obligan a los paisanos de sus aledaños a ir a trabajar en ellas sin recompensa alguna, antes bien, como si fuesen viles esclavos, los tratan con el mayor rigor». 641 La proclama es la siguiente: «Yo vengo a brindaros con palabras de paz y ofreceros la tranquilidad que reina en todo el
pais ocupado por las tropas francesas. Estáis engañados por algunos ambiciosos, por los cuales habéis sacrificado hasta ahora vuestra vida y vuestra hacienda; reconoced mejor vuestros intereses, someteos y os prometo en nombre de S. E. el general en jefe, gobernador de Aragón, seguridad y protección. Volved a vuestras casas con la mayor brevedad y no se os hará ningún daño en ellas, pero si a las veinticuatro horas de la fecha de la presente no habéis vuelto, ¡desdichados de vosotros!, vuestras propiedades y vuestras vidas están comprometidas; las unas serán confiscadas y vuestra existencia a cada paso expuesta. Vecinos de la villa de Monzón, volved bajo mi protección y os aseguro la más perfecta tranquilidad. Que el ejemplo de Fonz esté siempre en vuestra vista, y no atraigáis con más larga ausencia más largas desdichas. La misma seguridad se promete a todos los vecinos de la ribera del Cinca que se quedaren quietos en sus lugares y con la mayor satisfacción cumpliré mi palabra». GM de noviembre de 1809.
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Con el mismo objetivo, y aprovechando sus victorias de María y Belchite, Suchet ofrece una amnistía en uso de las facultades que le ha otorgado el rey José, y firma el 8 de noviembre un decreto publicado en la Gaceta y dirigido fundamentalmente a los jóvenes aragoneses que por su voluntad o a la fuerza han sido alistados en los ejércitos regulares o en las guerrillas y que desean volver a sus casas. Los que regresen deberán declarar su voluntad de someterse y «tendrán facultad de casarse y de ejercer libremente toda acción civil», mientras que los que no se acojan a ella serán declarados enemigos del Estado, sus nombres fijados en tablones y en la prensa como tales enemigos y sus bienes secuestrados, siendo sus padres responsables de su conducta. El decreto debía ser leído por los curas en las misas durante el ofertorio.648
Presión francesa sobre Tamarite y Binaced (17 y 21 de noviembre de 1809) De las malas actitudes y malos tratos franceses mencionados se queja con fecha 17 de noviembre el alcalde de Tamarite, Pedro Carpi, en un oficio a la Junta de Aragón en el que refiere que aquella villa se halla «violentamente sometida» al gobierno francés desde que el enemigo, tras pasar el Cinca, se estableció en Monzón 649 y los Ayuntamientos, para poder satisfacer las exigencias de las autoridades francesas, deben tomar medidas drásticas, como por ejemplo el de Binaced, que el 21 decide en Junta Municipal vender los campos y fincas propias del Común con el fin de conseguir el dinero solicitado por los franceses.6"
Sucesos en Huesca (9-14 de noviembre de 1809) En Huesca, el 9 de noviembre, Suchet, considerando que Jerónimo Castillón, hasta entonces maestrescuela de la catedral, estaba ausente de su destino desde el mes de enero último, y que, en vez de cumplir con lo mandado por el real decreto de 1 de mayo que obligaba a todos los funcionarios eclesiásticos a presentarse en el término de veinte días a servir sus empleos, se había pasado a los insurgentes, nombra en su lugar a José Bonilla, ex regular de la Orden de la Merced. Castillón es privado de todos sus empleos eclesiásticos, «cualesquiera que sean», y sus bienes quedan secuestrados.6" La noche de ese mismo día es tiroteada la guardia de la puerta de Santa Clara desde las casas de una calle próxima y un soldado francés resulta herido, de lo que informa el comandante militar, Juan Bautista Garnier, a sus superiores en Zaragoza. A vuelta de correo recibe un oficio firmado por el jefe del Estado Mayor en funciones Saint-Cyr Nugüer en nombre de Suchet en el que se dice que ese tiroteo, así como otras pequeñas agitaciones que se han producido en la ciudad
6" A este respecto, decía la Gaceta de Madrid: «Defender la independencia de la patria contra la agresión más infame que vieron los siglos, es entre los agentes de Napoleón uno de aquellos delitos atroces que merecen proscripción y confiscación de bienes. Conformándose con este principio, el general Suchet, que se titula gobernador de Aragón y comisario regio por el rey losé, ha expedido un decreto por el que se mandan secuestrar todos los bienes y pertenencias de algunos patriotas aragoneses, entre ellos: D. Martín Garay; D. Valentín Solanot; D. losé Obispo; D. Ignacio López; D. Vicente Lisa; D. Felipe Perena y D. Ramón Gayán». GM del 2 de enero de 1810. 649 ADPZ/AJSA: acta del 2 de diciembre de 1809.
"0 El acuerdo para la venta de esos bienes explicaba que, «Habiéndose juntado la Corporación Municipal a fin de la necesidad que padece este pueblo y la miseria y pobreza de sus vecinos y siendo imposible el poder cumplir con las cargas tan excesivas que se imponen para contribuir a las tropas con las raciones diarias, pago de contribución extraordinaria mensual y contribución ordinaria, carnes frescas, detall de Zaragoza, zapatos para la tropa, guarniciones, sueldo del gobernador de Jaca y otros suministros que cada día se piden para las tropas y que con el caudal de los vecinos más acomodados del pueblo no hay suficiente para cumplir los detalles y pagamentos que cada día se imponen. Por tanto y a fin de poder contribuir a dichos efectos para la tropa y a fin de aliviar a los vecinos de tan excesiva carga, viéndolos casi en extrema necesidad, se determina que se vendan los campos comunes, casas y demás fincas que hubieran propias del común, para cuyo fin se hace saber a los más pudientes del pueblo para que en vista de la necesidad y premura que padecen, pongan a continuación de este parecer su firma». Español: 133. 67 AHPH/DUS: caja 199, Ieg. 1, Documentos de las Actas de Hacienda.
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y sus alrededores, deben atribuirse a la proximidad de la partida de Sarasa, contra la cual ya ha salido una expedición al mando de Roquemaurel. Sin embargo, Suchet se indigna porque una ciudad como Huesca haya ofrecido «un ejemplo de esta naturaleza después de tantas pruebas de juicio y buena conducta como había dado» y de las atenciones y consideraciones que él mismo se complace en tener con ella, «pues siempre le ha evitado una numerosa guarnición». Amenaza con cambiar de sistema y sustituir con «el rigor a la indulgencia», y con enviar a Francia, en vista de lo sucedido, a algunos prisioneros de Huesca y su corregimiento que tiene en Zaragoza y que iba a poner en libertad en los próximos días. Manifiesta asimismo que por lo sucedido se halla muy desazonado con la ciudad de Huesca y «está premeditando el castigo que se le ha de imponer». Además ordena a Garnier que convoque a las autoridades civiles y religiosas y a los principales vecinos y les dé a entender que, si no entregan a los autores de los disparos y señalan a los perturbadores del orden, o si se produce el menor atentado, serán ellos responsables con sus personas y bienes. Se aconseja además al comandante de Huesca que castigue en lo posible «las casas de la calle donde salió el fuego para que sepan que jamás sufriremos impunemente excesos semejantes» y mande que al soldado que fue herido le sean entregados 200 francos por el Ayuntamiento de Huesca.6"
Actividades de Perena (mediados de diciembre de 1809) El 17 de diciembre un comisionado de Perena entrega un oficio de este a la Junta Superior de Aragón, que se encuentra en Rubielos de Mora, en el que hace presente que el ministro de Hacienda de Tortosa está dispuesto a entregarle el vestuario para su batallón pero, al no tener forros, ni durarán lo que deben ni menos darán el abrigo necesario; además, el coste del lienzo no lo puede pagar el batallón, que carece de fondos para lo más preciso y por ello ruega a la Junta se sirva mandar entregarle 2100 varas de lienzo, y a ser posible, extender la gracia para fabricar algunas camisas, servicio que obligaría al batallón a un eterno agradecimiento.6" La Junta contesta a Perena que, aunque deseosa de condescender con su solicitud, como tienen igual necesidad las tropas de la división de Villacampa,654 las de Lérida y las de San Mateo, carece de medios para socorrer tanta urgencia, por lo que acuerda dirigir orden al conde de la Florida para que disponga se le entreguen bajo su recibo las 2100 varas de lienzo necesarias para forro del vestuario de dicho batallón y que se le manifieste «el sentimiento que la ocupa por no poder socorrer como quisiera a dicho batallón al que lo hacen acreedor sus conocidos servicios». Cumpliendo lo prometido y dentro de sus posibilidades, la Junta remite a Perena camisas de lienzo y chaquetas para los hombres de Huesca y le comunica la pronta llegada de paño para botines.6" Al tiempo, Perena recibe un nuevo y curioso encargo de la Junta de Aragón, a la que Manuel Abad, canónigo de Barbastro ha comunicando que tiene escondidas 20 arrobas de plata y algunos
A su oficio acompaña el general francés un bando que se publica en Huesca el día 14 y en el que manda «Que ningún habitante de esta ciudad desde las seis horas de la noche en adelante, pueda salir por las calles sin llevar luz, y al que se
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ocupe, será hecho preso y castigado militarmente. Que cuando un centinela dé el quién vive a cualquier persona, deberá responder inmediatamente sin dar lugar a la tercera pregunta, que será haciendo fuego. Que de todo exceso o atentado que se corneta en cualquier calle serán responsables los vecinos de ella, sin dejar también de serlo los encargados de la tranquilidad del pueblo». AMH/AD de 1809: acta del 14 de noviembre. 653
ADPZ/AISA: acta del 17 de diciembre de 1809.
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Que desde la capitulación de Zaragoza hasta marzo de 1810 combatió en el Bajo Aragón; desde entonces hasta junio de
1811, en Aragón, Cuenca y Guadalajara; nuevamente en el Bajo Aragón de julio a agosto, yen Valencia, Alicante y Murcia hasta enero de 1812. De febrero a junio de 1812, otra vez en Aragón y Castilla: de julio a noviembre en Valencia, y en Aragón hasta marzo de 1813. En abril de este año ocupa Valencia y pasa luego al bloqueo de Tortosa, donde disuelve su división. Nombrado gobernador militar de Madrid, pasa a la capital de España. Se despide de sus tropas en Cherta. Para más información sobre Villacampa véase Guirao, Don Pedro Villacampa. 655
ADPZ/AiSA: acta del 9 de enero de 1810, Informe del presidente de la Junta de Aragón respecto al estado del vestuario
del batallón de Huesca.
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ornamentos preciosos procedentes de su iglesia para que no los roben los franceses y solicitado se le envíe alguna persona de confianza para hacerse cargo de ellos. La Junta le contesta al día siguiente diciendo que se ha acordado que, ocultando su nombre, se dé comisión y encargo especial al coronel Perena para que por sí o por sujeto de su confianza pase a ocupar dicha plata con el recibo correspondiente, que dejará a la persona encargada, y la haga conducir a San Carlos de la Rápita. Le dirige también oficio para el canónigo Ramón Lascorz a fin de que auxilie con sus noticias y conocimientos esta operación con la reserva y prudencia conveniente.'S6
Acciones en Lascuarre y Tamarite (14 y 24 de diciembre de 1809) El 12 de diciembre, Habert, enterado de que el coronel español Aguirre está reuniendo en Alfarrás, Lérida, una partida para marchar hacia Benabarre, decide impedir dicha reunión, para lo que ordena al jefe de batallón Bartelemi que con su 117" regimiento ataque el puesto atrincherado de Alfarrás. Llegado allí, Bartelemi manda a sus granaderos y tiradores cruzar el río Noguera, lo que hacen con el agua a la cintura. Cercan la posición y ponen en fuga a los españoles, de los que quedan 15 muertos y muchos heridos; el resto son perseguidos durante toda la siguiente jornada hasta más allá de Benabarre y alcanzados la noche del 14 en Lascuarre. A pesar de la copiosa lluvia que cae en esos momentos, los franceses acometen a los españoles «a paso de ataque» y, tras un enconado combate, 130 de estos resultan muertos en el campo, 3 oficiales y 43 soldados quedan prisioneros, son hechos pedazos 300 fusiles ingleses y arrojados al agua 10 cajones de cartuchos.':' El día 24, víspera de Navidad, los franceses desde Monzón realizan una nueva salida, esta vez contra Tamarite, de donde consiguen, tras dos días de lucha, desalojar a los aragoneses entrando a saco en la villa, cometiendo toda clase de tropelías y asesinando a tres paisanos indefensos: uno es el hermano lego Julián, de las Escuelas Pías, que queda muerto de un tiro que le disparan desde la esquina de la casa de Miranda, sita en la calle Mayor; otro es degollado en su propio lecho, y al último, jornalero anciano, por resistirse a entregar un borrico de su propiedad, le cortan la mano con que tiene asido al jumento y después lo matan atravesándole el vientre con una bayoneta en la calle.'" Para vengar estos hechos se reúnen varias pequeñas partidas de guerrilleros de Albelda, Tamarite y Alcampell, que atacan a los franceses que han quedado de retén en Tamarite, los cuales huyen a Monzón.
El beneficiado de Laguarres (diciembre de 1809) Por este tiempo, un destacamento galo entra en el pequeño pueblo de Laguarres, del corregimiento de Benabarre y cercano al río lsábena, en el que existe un antiguo castillo, con la idea de detener al beneficiado de la parroquia del pueblo, mosén Francisco Viñas,6" el cual meses antes se
656 ADPZ/AJSA: actas del 1 y el 2 de enero de 1810. Según una carta conservada en el AMZJAP (caja 8150, leg. 5.13/10), para
que «la plata de la iglesia no fuera presa de la rapacidad francesa salió comisionado el canónigo Ramón Lascorz, acompañado de Manuel Abad. también canónigo, a ocultarla al Pirineo, por cuya causa sufrieron la ocupación de sus rentas». Más adelante, Lascorz, Abad y otros barbastrenses abandonarán sus puestos y emigrarán a territorio no ocupado para no tener que someterse a los franceses; entre ellos Juan Navarro, canónigo; Francisco Javier de Falces, deán, que se encontraba enfermo en su casa natal: y José Ayllón, secretario del obispo Agustin Abbad y Lasierra, ausente desde junio de 1808. AHPZ: Bienes Nacionales. Carta de Juan Junqueras, 20 de marzo de 1810. 657 GM del 13 de enero de 1810. 658 GR de 1810: 40. 659 Mosén Viñas, iniciada la contienda contra los franceses. de manera inmediata comenzó a trabajar por Aragón y a pri-
meros de julio de 1808, viendo que en virtud de una cédula real el obispado de Lérida tenía muchos pueblos aragoneses bajo su jurisdicción y que siendo el encargado de su administración fray José Villar, un canónigo de la iglesia de Lérida, todas las rentas se recogían en esa capital beneficiando a Cataluña, pensó que dichas rentas, que ascendían a bastante cantidad, debían servir «para las urgencias del Reino de Aragón». que era quien las producia, por lo que escribió a Palafox advirtiéndole de esa circunstancia «por lo útil que puede ser si es que no hubiese llegado a su noticia». AMZ/AP: caja 8145, leg. 1.13/4, Cura de Laguarres a Patafox, Laguarres, 2 de julio de 1808.
DERROTA Y OCUPACION
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ha echado al monte para formar una partida con gentes del lugar, entre ellos el monaguillo y el sacristán. Enterado de la emboscada preparada por los enemigos, el beneficiado solicita ayuda a los vecinos de Laguarres, Abellán, Castarlenas, Torrelabad y Portaspasa, y todos juntos atacan a los imperiales, que no esperan tal sorpresa y que, viéndose rodeados, tienen que tirar sus armas al suelo y rendirse.6"
Roquemaurel persigue a Sarasa. Muerte de Lavilla (6-24 de diciembre de 1809) Después de la toma de Benasque, Roquemaurel, que no es hombre que pierda el tiempo explotando sus éxitos, se dedica a desarmar los valles de Gistaín y Bielsa, donde recoge 350 fusiles y captura además en este último lugar al jefe de partida Lavilla, que se había unido a Sarasa y al que fusila en el acto. Teniendo noticias de que Sarasa y el teniente coronel Diego de Talarn se encuentran reuniendo dispersos más al este, en la zona de Vilaller, en el Noguera Ribagorzana, con el fin de obstaculizar el aprovisionamiento de Benasque, Roquemaurel aprovecha que el batallón del 64° regimiento está todavía a su disposición, se pone a su frente y se dirige contra el de Embún el 6 de diciembre. Al siguiente día, pasando por Laspaúles recorre las alturas de Noales, donde mata a una treintena de desertores polacos que se habían unido a los insurgentes, bate a Sarasa, que le hace frente en Montanuy, y poco después toma la villa leridana de Vilaller, tras arrollar a los defensores parapetados tras la barricadas que han colocado en el puente y en las casas almenadas vecinas a él. El 8 alcanza nuevamente a Sarasa y Diego de Talarn en el reducto del convento de Baix, en el que hay un depósito de municiones que abandonan dejando en él todos los productos y pertrechos allí almacenados. Ambos huyen con sus hombres hacia Talarn, en Lérida, y Roquemaurel regresa victorioso a Benasque cargado con víveres para cuatro meses que transporta a lomos de mulas. Desde esa villa, donde deja una fuerte guarnición, vuelve a Jaca con el batallón del 64° y una delegación benasquesa formada por José Ferraz, Tomás Terraz, Ramón Cornel, Juan Luis de Brota, Marcial Doz, fosé Doz, Antonio Álvarez y José Juste, que quiere acercarse a Zaragoza para cumplimentar a Suchet, aunque debido a lo riguroso de la estación no puede hacerlo y pocos días después regresan los delegados a Benasque, esta vez escoltados por el ayudante de Estado Mayor comandante Pliegue, que se encontraba en jaca recién venido de Cinco Villas.sh' En tanto, Sarasa desde Lérida entra otra vez en el Alto Aragón para reunirse en el Sobrarbe con Perena e intentar reorganizar las tropas, para lo que hace un nuevo llamamiento en los corregimientos de Barbastro y Benabarre con el fin de reclutar voluntarios destinados a incorporarse a su batallón, aunque sin mucho éxito, a pesar de utilizar, según fuentes francesas, la violencia. El 24 de diciembre Sarasa se encuentra en Aínsa con Pliegue, que desde Benasque se dirige a Monzón al mando de un batallón del 114° de línea reforzado por un contingente de la guarnición de Jaca. Pliegue derrota a Sarasa, que se ve obligado a retornar nuevamente a Cataluña, mientras el francés regresa a Jaca, desde donde, tras recoger el batallón del 64°, marcha con este y el del 114° a Ejea. Suchet solicita la cruz para el bravo Roquemaurel, que ha dirigido estas victoriosas maniobras con tanto vigor, distinción que se le otorgará el 11 de enero de 1810.662
66° Rodríguez Solís: i/7", 22- 24. 661 AGMS/HSD de Miguel Sarasa. AHG: C8/ 37, Suche: a Clarke, 25 de diciembre de 1809. GZ de enero de 1810, Carta de los
diputados de la villa y valle de Benasque a Suchet, gobernador general del Reino de Aragón, Benasque, 22 de diciembre de 1809. Sarramon, Napoléon: 88-89. De Sarasa decía un nota fechada en Zaragoza el 17 de diciembre de 1809 y publicada por la gaceta josefina de Madrid del 18 de enero de 1810: «El ladrón Sarasa, tan cobarde, según dicen algunos mozos de su partida que le han abandonado, como grosero y empinado, tiene siempre el mayor cuidado de apartarse y tomar las de Villadiego cuando empieza el tiroteo. Ha sabido recoger mucha plata de las iglesias, la que dicen hace pasar a Francia; lo que es bastante prueba del proyecto que se le supone de abandonar una causa que no sirve y no ha servido más que por su interés personal, y de ponerse en salvo para disfrutar el producto de sus robos y rapiñas». 662
Alexander: 27. Bonaparte, losé: yo, 204-206. Sarramon, Napoléon: 89.
I) REtIll A T 011.11,ACIÓN
194
Situación en Benasque (finales de diciembre de 1809) Con fecha 31 de diciembre la guarnición de Benasque está formada por 208 cazadores de montaña del Ariége y 286 de los Bajos Pirineos, cuerpo cuyo efectivo restante queda en Jaca. A esta guarnición hay que añadir dos compañías que para servir como guías en la lucha antiguerrillera se han formado en Benasque con naturales de sus valles"' y que, siguiendo el ejemplo de su gobernador, el marqués de Viilora, colaboran con los franceses para asegurar tan estratégica plaza, aunque su existencia es casi efímera. La toma de Benasque va a modificar totalmente la estrategia del mando imperial con respecto a los Pirineos Centrales, porque dispone desde entonces de una base avanzada en territorio español desde donde está en condiciones de infiltrarse en el interior del Alto Aragón y tomar de revés el valle de Arán, de importancia considerable para la cobertura de la frontera francesa oriental.""
Suchet, gobernador interino de Navarra. Operaciones contra Mina (diciembre de 1809) Suchet, con la mayor parte de sus fuerzas en Teruel, y a pesar de la relativa tranquilidad existente en Aragón, está inquieto por la actividad de algunas partidas que pululan a retaguardia de las posiciones ocupadas por sus tropas, especialmente por Cinco Villas, donde mantiene un batallón en Ejea bajo las órdenes de Pliegue para vigilar la frontera navarro-aragonesa. De esas partidas, la más importante es la del mando de Javier Mina, a quien hemos dejado con el lugarteniente de Sarasa, Domingo Lobera, en Tiermas, y cuya eliminación requiere operaciones combinadas entre Suchet, gobernador de Aragón, y D'Agoult, de Navarra. Pero las relaciones entre los jefes franceses en España no eran habitualmente cordiales y cada uno se ocupaba de defender su territorio procurando expulsar las partidas al territorio del otro. Suchet, considerando que la partida de Javier Mina es problema de D'Agoult, no solo exige a este que la elimine, pues continuamente entra en Aragón, sino que además, aprovechando la llegada de la división de Loison a Navarra, reclama los destacamentos de su III Cuerpo que tiene en esa región en lugar de combinar esfuerzos y destruir a Mina, por lo que el gobernador navarro se ve impotente para conseguirlo él solo."' No satisfecho con los asuntos de Navarra, Napoleón el 17 de diciembre indica a Suchet que considere ese reino bajo sus órdenes, supervise allí la Administración imperial y envíe columnas móviles para acabar con Mina y pacificar la región. Para cumplir estas órdenes, Suchet encarga al general Harispe las operaciones en Navarra, y este planea atrapar a Mina en Sangüesa por medio de tres columnas convergentes: Harispe, con un batallón, que más tarde será reforzado con otros dos, avanzará desde Ejea hasta Sos; un destacamento de 400 polacos del 2° Regimiento del Vístula mandado por el coronel Esteko marchará en dirección noreste desde Tudela a lo largo del río Aragón hacia Sangüesa, y el ex gobernador de Navarra D'Agoult apoyará la operación enviando 180 hombres de infantería y 40 de caballería para evitar que Mina se retire hacia el Carrascal o Puente la Reina. Advierte D'Agoult a Harispe que deberá perseguir a la partida de Mina una vez que esta se haya dispersado; si no, la operación fallará. Este complicado plan, que supone tres columnas ampliamente separadas, finalmente fracasa, y el día 28 Napoleón reprende a Suchet por haber enviado fuerzas insuficientes a Navarra. Este responde con el despliegue de más tropas en su nueva área de responsabilidad y organiza una nueva operación contra Mina en Navarra."'
") AHG: C8/39, Suchet al mayor general, 4 de enero de 1810. b"
Sa rra mon, Napoléon: 53, 62, 127.
"' AHG: C8/36, Harispe a D'Agoult, 14 de diciembre de 1809. Alexander: 35. 666 AHG: C8/36, Berthier a Suche!, 28; C8/37, Suchet a Berthier, 31 de diciembre de 1809: C8/358, Parte de situación del III
Cuerpo, 1, y C8/38, D'Agoult a Clarke, 2 de enero de 1810. Bonaparte, Napoleón, Correspondance o: xx, n° 16059, Napoleón a Berthier, 17, y ni, n° 3862, Decisión, 21 de diciembre de 1809.
AÑO DE 1810: EL ALTO ARAGÓN, DOMINADO POR LOS FRANCESES
AFIANZAMIENTO DEL PODER FRANCÉS (ENERO-FEBRERO DE 1810) ENERO DE 1810 Situación general de los franceses en Aragón
A
mediados de enero el III Cuerpo de Ejército francés, que guarnece Aragón a las órdenes de Suchet, recibe importantes refuerzos que elevan sus efectivos a más de 23 000 hombres y le permiten ocupar con éxito el Aragón de la izquierda del Ebro, destrozar la resistencia
insurrecta y expulsar fuera del reino a las partidas, que en el verano de 1809 ascendían a cerca de
9000 guerrilleros. Este III Cuerpo se compone de tres divisiones de infantería, la brigada de caballería Boussard (4° de húsares y 13° de coraceros) y la artillería, ingenieros y tren correspondientes. De estas fuerzas, la división de Laval se halla escalonada entre Teruel y Daroca; la de Musnier, sobre la línea del Guadalope, desde Alcañiz a Caspe, y la de Habert sobre la del Cinca, desde Fraga y Monzón hasta Barbastro. Las plazas de Zaragoza, Jaca y Benasque se encuentran guarnecidas por pequeños destacamentos que suman en conjunto 3000 hombres. Tales fuerzas solo se enfrentan en los límites del territorio aragonés con algunas bandas que pululan por los valles altos pirenaicos y tres pequeños núcleos de tropas regulares españolas mandadas respectivamente por los brigadieres Perena, García Navarro y Villacampa, los cuales se hallan dispuestos del siguiente modo: el primero, sobre la línea del Noguera Ribagorzana y apoyado en las plazas de Lérida y Mequinenza; el segundo en la línea de Algas, protegiendo de cerca Tortosa, y el tercero en los confines de las actuales provincias de Teruel y Cuenca, no reuniendo entre todos más de 8000 combatientes. Esta situación permite a Suchet iniciar una administración regular, pudiendo cobrar los impuestos sin tener sus columnas hostigadas por los insurrectos que acosan a los destacamentos de escolta de recaudadores y matan a estos, y cumplir los decretos administrativos imperiales, mejorando de esta manera la situación social y política, por lo que los aragoneses retornan poco a poco a sus puestos de trabajo y parecen ir admitiendo la sumisión al poder francés. Pero, a pesar de todo esto y de haber logrado un éxito inicial notable, Suchet necesita continuar ejerciendo una vigilancia constante y desplegar fuerzas considerables para asegurar que el Alto Aragón no se alce en rebelión otra vez.667
Nuevas operaciones de Suchet contra Mina en Navarra (primeros de enero de 1810) Como se ha dicho, Suchet, intranquilo por la actividad de la partida de Mina, ha enviado a finales del año anterior una columna al mando del general Harispe, que fracasa en su intento, por lo que organiza una nueva operación con el objetivo de perseguir a la partida de Mina hasta su extinción. Para ello, a primeros de enero de 1810 ordena a Harispe permanecer en Navarra con dos batallones; 667
Alexander: 27-28. Priego: y, 82.
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AÑO DL 1810: El ALTO ARAGÓN, DOMINADO POR LOS FRANCESES
envía uno del 114° y dos centenares de coraceros del 13° hacia Sangüesa y manda el día 21 al comandante de laca, Lapeyrollerie, que destaque un destacamento de cazadores668 a Cinco Villas para evitar que las fuerzas navarras entren en el Alto Aragón. Lapeyrollerie, siguiendo estas órdenes, envía al comandante Deshorties con una columna de cazadores de montaña del Ariége y de los Bajos Pirineos hacia Berdún. Además, Suchet indica a las tropas de Buget que mantengan Lodosa y vigilen los pasos del Ebro, y finalmente redistribuye la división de Habert, formada por el 5° ligero, el 116° y el 117° de línea, a lo largo del Cinca para interceptar suministros desde Lérida, situando dos batallones en Aínsa y Mediano por si a pesar de todo Mina logra escapar, con órdenes de atacarle y evitar que cruce el Cinca llegado el caso. Los planes de Suchet se ven favorecidos enormemente por la llegada del cuerpo del general Reynier a Navarra, que toma posiciones para evitar que las partidas navarras escapen hacia el norte y el noreste de la provincia. Con estos planes pretende además Suchet demostrar el poder de una operación de barrido multicolumnar bien coordinada y ejecutada. Ante la presión de las columnas de Suchet y Reynier, la resistencia de las partidas navarras se resquebraja y estas se dispersan hacia Sangüesa y Cinco Villas, donde los batallones que Suchet ha colocado en Sos atrapan a los guerrilleros que huyen, matan a 21 de ellos y evitan todos los intentos de reagrupa miento con las maltrechas partidas altoaragonesas. Las fuerzas que Suchet ha dejado en el Cinca coronan el éxito capturando dos convoyes de munición que desde Lérida vienen destinados para aquellas guerrillas. Suchet ha aconsejado que, para impresionar a los campesinos navarros y aragoneses, Mina, una vez capturado, sea decapitado, sus oficiales colgados y sus soldados deportados. Pero el navarro, adelantándose nuevamente a los franceses, puede escapar y, cruzando el río Aragón por los puentes de Cáseda y Gallipienzo, marcha hacia Lérida para entrevistarse con su gobernador, García Conde, conseguir apoyo para reorganizar las partidas navarras y planificar nuevas operaciones en ese territorio, donde reaparecerá poco después. La expedición contra Mina, aunque infructuosa para atrapar a este, no resulta del todo baldía para Suchet, ya que los movimientos de tropas realizados y la llegada del general Reynier a Navarra con su división alejan momentáneamente el peligro que para el Alto Aragón supone la presencia de Mina en la frontera, aunque la expulsión del navarro no es una solución a largo plazo para la pacificación del territorio, 669
Suchet y Verges en Huesca (8-12 de enero de 1810) Con el fin de dirigir personalmente las operaciones contra Mina en Cinco Villas y Navarra llega Suchet a Huesca el 8 de enero y es recibido por el Cabildo y el Ayuntamiento, quienes no tienen más remedio que acatar la autoridad francesa. Unos días después, el 12, estando en sesión municipal, reciben los regidores de Huesca un aviso anunciando la próxima llegada del general Verges, jefe de las tropas francesas en Huesca y su corregimiento, y ordenando no terminar la reunión hasta su llegada, ya que quiere tratar con los regidores ciertos asuntos interesantes. Llegado Verges, acompañado del comisario de Guerra, se sienta bajo el solio y comienza a increpar a los ediles diciendo que, a pesar de las órdenes dadas al corregidor para el acopio de los artículos necesarios para la manutención de las tropas que había en Huesca y de las que próximamente iban a llegar, apenas había víveres en los almacenes para un día, según informes que le había pasado el comisario, y que tampoco se había tomado por parte del corregidor disposición alguna para aprontar el trigo pedi-
Con fecha 31 de diciembre de 1809 la fuerza del 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége, con base en laca, era de 261 hombres, y durante la diferentes acciones dadas durante todo el segundo semestre de 1809, tanto ellos como los del 2° de los Bajos Pirineos (aunque estos en un grado menor) destacados de la guarnición de Jaca, se distinguieron igual que las tropas veteranas. El resto del batallón estaba en Benasque. Sarramon, Napoléon: 53 y 89. 6" AFIG: C8/39, Suche: a 8erthier,
11: D'Agoult a Berthier, 14 de enero; C8/40, Suches a 8erthler, 24, y 30 de enero, y
C8/358, Parte de situación del 111 Cuerpo, 16 de enero y 1 de febrero de 1810. Luis Guzmán: 120. Sarramon, Napoléon: 159. Suchet: 1, 79-82, 84 y 101.
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do para la elaboración de 200 000 raciones de galleta, por lo que se había visto obligado a venir en persona para prevenir a todo el Concejo de que si inmediatamente no disponía el apronto efectivo de todo lo necesario para las tropas, la fabricación de las citadas raciones de galleta y lo demás pedido, usaría con rigor «de los derechos y leyes de conquista y procedería a su ejecución>. Oída la amenaza, contestan los concejales que nada les ha indicado el corregidor hasta ese mismo día, en que ha llegado una nota con lo que era necesario hacerse. Verges, aunque se hace cargo de lo expuesto por el Ayuntamiento, insiste en que los artículos pedidos deben aprontarse sin dilación ni excusa bajo la amenaza dicha, y advierte a los regidores que, si consideran que el corregidor no está en condiciones para desempeñar su empleo, puede él proponerles un sujeto «de integridad, actividad y celo» que le sustituya. Ante la amenaza, el Ayuntamiento determina que inmediatamente pasen José Pérez y el síndico Juan Gómez a casa del corregidor para preguntarle si está o no para seguir en el ejercicio y desempeño de su empleo, a lo que este responde que no, «por la indisposición y orden del médico para conservar la cama». Ante esta respuesta, el Ayuntamiento resuelve proponer como corregidor al doctor Francisco de Paula Buisán, a quien considera adecuado para desempeñar las funciones, lo que es aceptado por los franceses.6"
Sarasa reclama mozos para su batallón a la Junta del valle de Vio (9 de enero de 1810) En diciembre de 1809, mosén Escartín, cura del pueblo de Nerín, en el valle de Vio, había escrito a Sarasa en nombre de su Junta. Tras recordarle la autorización que dio Palafox durante el levantamiento para que permanecieran los mozos en sus valles, le señala que han guardado y defendido los tres boquetes del puerto de Góriz con el mayor esmero y vigilancia, observando los movimientos del enemigo por los de Torta y Bielsa, por lo que suplica que les autorice a seguir con esa misión sin salir del valle. Sarasa, al día siguiente, remite la solicitud de la Junta de Vio al general en jefe y, ya en enero, desde Boltaña, escribe a dicha Junta: «No hay razón para que este valle pierda sus privilegios, pero tampoco la hay para que por ellos la patria experimente perjuicios. Deseando pues compaginar uno y otro extremo, soy del parecer que por ahora se presenten todos los mozos y todas las armas a mi batallón, respecto a que unos y otras caerían en el día en manos del enemigo, pero en llegando el mes de mayo, si la Nación se halla más descargada que en el día de los franceses, deberán quedar los mozos de este valle en sus boquetes y en cuanto a las armas, entonces se verá lo más conforme, a cuyo fin reproducirán este escrito al comandante que se halle destacado en ese punto».6"
Situación en Jaca: formación de una compañía de gendarmes aragoneses Jaca y Benasque, desde su toma en marzo y noviembre de 1809 respectivamente, son preocupación constante del mando francés, que quiere mantenerlas a toda costa bien pertrechadas de
municiones, víveres y recursos humanos. Jaca, considerada la principal guarnición imperial en el Alto Aragón, sirve de base para operaciones dirigidas la mayor parte de las veces hacia el oeste, es decir, hacia los altos valles del Aragón y sus afluentes, así como a Cinco Villas, aunque sin relajar la vigilancia de la importante vía de comunicación entre Zaragoza y Oloron, espina dorsal del dispositivo de ocupación de Suchet. En esta época, su guarnición al mando de Lapeyrolterie está constituida por dos batallones de cazadores de montaña: el 2° de los Bajos Pirineos y el 2° del Ariége,6"
670 AMH/AD de 1810: acta del 12 de enero. Suchet: 1, 81. 671 AMZ/AP: caja 8155, leg. 8.1/117, Sarasa a la Junta de Vio, Boltaña, 9 de enero de 1810. 6" Ei batallón organizado con los guardias nacionales o 1° de cazadores de los Bajos Pirineos había sido llamado a Francia
en noviembre de 1809 y en las filas de los cazadores de montaña que estaban en laca la deserción había reaparecido habiendo con fecha 1° de enero de 1810 en la plaza 508 cazadores del 2° de los Bajos Pirineos y solo 268 del 2° del Ariége. AHG: C8/358, Parte de situación de la plaza de Jaca, 1 de enero de 1810.
AÑO DI- IR 10 fl ATTO ARAON, DOMINADO POR I OS I RANCI SI S
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estos al mando del comandante Deshorties, estando las compañías de elite de ambos batallones destacadas en Benasque. Cerca de Jaca, al oeste, otra base de unidades departamentales originarias de los Bajos Pirineos se halla en Roncesvalles para asegurar la importante fundición de Orbaiceta y el tránsito de los convoyes de aprovisionamiento, en particular de ganado, destinados a Pamplona a través de la conflictiva zona norte de Navarra; en territorio francés, de alguna manera en segunda línea, se estacionan los refuerzos de la misma procedencia establecidos en Saint-Jean-Pied-de-Port y Oloron, donde se encuentra el depósito de los cazadores de montaña de ese departamento.'" Al igual que en Barbastro, por estos días primeros del año comienza a organizarse en Jaca una compañía de gendarmes aragoneses, que se pone al mando del ya citado Domingo Brun, Chandón, el mismo afrancesado que en agosto del año anterior ha guiado a los franceses hasta Echo. Al parecer, Brun, que ha sido laureado por la Administración josefina con el título de caballero de la Cruz de España,'" ha prestado distintos servicios al frente de sus hombres a las tropas imperiales, aunque sin constituirse hasta entonces en un cuerpo armado concreto.'" Sobre las compañías de afrancesados diría Suchet al mayor general: «dos compañías están formadas en Benasque, y aseguran este valle, y otra se forma en Jaca y hace mucho bien».67"
Situación en Benasque La toma de Benasque por Roquemaurel permite a los franceses disponer de una base avanzada en el Pirineo central desde la que poder contener a los guerrilleros e impedir que hagan incursiones en el interior de Francia. La pequeña plaza fuerte de Benasque, de la que Roquemaurel es comandante de armas a título provisional, tiene a primeros de enero como guarnición destacamentos del 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége y del 2° de los Bajos Pirineos y Napoleón, considerando que estos están afectos a Jaca, y por eso precisamente, integrados en el III Cuerpo de Suchet, decide el 11 de enero (siempre llevado a infringir la legalidad que él mismo ha puesto en vigor cuando se trata de recuperar soldados y teniendo todavía la tentación de utilizar los batallones prefectorales más allá de la frontera) que las tropas de línea que había en Benasque sean relevadas por Wouillemont, comandante de los Pirineos Centrales, dejando una guarnición suficiente. En ejecución de esta orden, Wouillemont hace salir de Luchon un primer contingente de cazadores de montaña del 2° del Alto Garona, los cuales, conducidos por su ayuda de campo y sobrino, el capitán Dascours, pasan el puerto de Benasque y llegan a su destino el mismo día por senderos escabrosos a través de montañas consideradas como impracticables en esta estación. Para facilitar el paso de la columna, una veintena de paisanos equipados con picos han hecho escalones en el hielo en los lugares más delicados. Poco después, un segundo contingente de ese batallón hace lo mismo, seguido unos días después por un tercero. Wouillemont estima que, disponiendo de esta manera de 400 cazadores, el comandante de Benasque tendrá medios suficientes para realizar expediciones en dirección a Jaca, Vilaller y Esterri, puntos donde los españoles se muestran agresivos más a menudo. Cree Wouillemont igualmente que los trabajos en curso mejorarían las defensas de la plaza de Benasque construyendo un reducto sobre el mamelón más próximo al fuerte, al cual la uniría una caponera. El castillo sería de esa manera casi inexpugnable y, aunque dominado por
Sarramon, Napoléon: 89 y 155-158. °7• Al-IPH/PN: notario Gregorio Pérez García de Jaca, año 1811, prot. n° 425, f. 268.
A mediados de marzo de 1810 se formará otra compañia en Zaragoza con la misión de perseguir a las bandas de insurgentes; el uniforme proyectado constaba de chaqueta y calzón azul, chaleco blanco, cuello, vuelta y vivo encarnado y de Gendarmes, y es su jefe el barón de Andilla, que en botón dorado. En abril esta compañía aparece ya citada como 1809 Fue coronel del batallón de laca y uno de los firmantes de la capitulación de dicha plaza. Casamayor: 12, 13 y 14 de marzo de 1810. "f' AH& C8/39, Suchet al mayor general, 4 de enero de 1810. De las compañías de Benasque no he vuelto a encontrar noti175
cias en ningún documento posterior.
AÑO DE 1810: EL ALTO ARAGÓN, DOMINADO POR LOS FRANCESES
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todas partes, el riesgo no sería excesivo, salvo en el caso, poco probable sin embargo, de que el asaltante dispusiera de artillería de grueso calibre. El batallón del 64° de línea, cuya presencia ha contribuido a dar seguridad a la columna de Roquemaurel con ocasión de la toma de Benasque el otoño anterior, y que hemos visto a primeros de enero marchar con Pliegue hacia Cinco Villas, a finales de ese mes abandona ese corregimiento para incorporarse al V Cuerpo de Ejército en el centro de la Península, y los 300 cazadores de montaña de los Altos Pirineos que también han participado en el éxito de la operación regresan a su departamento. Además de las tropas prefectorales, Wouillemont dispone de las das compañías de 150 voluntarios benasqueses, los cuales, según este, «manifiestan un celo ostensible y parecen no desear más que la paz». La optimista visión de Wouillemont de la situación no es compartida por Suchet, que desconfía de los benasqueses y de los soldados de Wouillemont debido a su propensión a la deserción, por lo que decide que Roquemaurel permanezca hasta nueva orden en esa plaza con la Compañía de Carabineros del Ariége y solicita además que al menos una compañía de línea sea destinada a cada una de las plazas de Jaca y Benasque.57
JUNIO DE 1809 — FEBRERO DE 1810
La Administración del rey José en Aragón Cuando Suchet accede al cargo de gobernador de Aragón, en mayo de 1809, es instruido y puesto al día por Clarke, quien le define claramente el deber y la autoridad de un jefe militar subordinado a José, que ha de evitar conflictos administrativos entre militares y civiles mientras cumple con su obligación de proporcionar el sustento de sus tropas, reconociendo a José como superior militar y administrador soberano de España. En Aragón, las partidas están momentáneamente sometidas y la presencia del ejército de Suchet y la puesta en marcha por este de una Administración regular mejora la situación social y política. Solo en el Alto Aragón los restos de algunas partidas apoyadas desde Lérida y Mequinenza efectúan incursiones en la ribera del Cinca, pero las tropas francesas hacen inútiles estas tentativas y el general Habert, que ocupa Fraga, Monzón y Barbastro, garantiza la defensa de la frontera con Cataluña. Además, la guarnición de Jaca consigue a primeros de 1810 ocupar toda la parte izquierda del Alto Aragón, controlando la frontera con Navarra mientras la guarnición de Benasque vigila los altos valles pirenaicos. Paulatinamente, los jóvenes abandonan las partidas y vuelven a sus hogares, y los alcaldes y corregidores, a los que se hace responsables de la tranquilidad, van admitiendo la autoridad de Suchet, quien comienza a emitir decretos y leyes y puede empezar a recaudar impuestos sin el peligro de los ataques guerrilleros y el 9 de julio dirige una proclama a los aragoneses en la que anuncia su nombramiento como gobernador de Aragón."' Asimismo, intenta captar para la causa del rey José a los aragoneses ilustrados o notables, en cuyas manos quiere dejar la burocracia, que sería solo supervisada por los militares franceses, pero a pesar de esto la respuesta inicial es desoladora y Suchet confiesa: «no hay casi ninguno de ellos que quiera servirnos». Otra razón para el fracaso de constituir una Administración con funcionarios españoles es la incapacidad de las fuerzas armadas francesas para proteger la vida y propiedades de los funcionarios nativos que juran lealtad a
677 AHG: C8/35, Orden de Napoleón. 11 de enero y AD del Alto Garona: 4M22, Wouillemont a Berthier, 25, 28 y 30, y Suchet a Berthier, 30 de enero de 1810. AD del Ariége: 4R21, Parte de situación del 2° Batallón del Ariége, 15 de febrero de 1810. Sarramon, Napoléon: 69, 130-132. 678 En esta proclama dice además: «A mi llegada he hallado en vuestro territorio un ejército enemigo que por los medios más
violentos trataba de excitar una sublevación general. El pacífico habitante era arrancado por fuerza de sus labores; el hijo obligado a abandonar a su padre y los padres constreñidos a entregar a sus hijos so pena de muerte. Así ejercían los españoles la más tiránica crueldad contra los españoles mismos [...]. Mis tropas no impedirán que recojáis vuestras cosechas, ni embargarán vuestras poblaciones, sino que permanecerán en los campos prontas a protegeros y a asegurar vuestro reposo».
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AÑO Df Ixlo. FI Al TO ARAGÓN. DOMINADO POR LOS I RANCESI S
José, los cuales, al no ser las tropas capaces de guarnecer cada ciudad, están a merced de las guerrillas, que secuestran a muchos administradores al servicio francés que ejercen su trabajo en lugares sin ocupar militarmente. Suchet se queja de que la captura por los guerrilleros de estos empleados nativos de la Administración impide el progreso de esta y consecuentemente retrasa la pacificación de la provincia. Suchet ha sido revestido de amplios poderes con facultad para nombrar empleados y designar cargos y aprobar los reglamentos necesarios. Antes de su llegada, el control francés en Aragón se limitaba a Zaragoza y pueblos vecinos, pero tras su victoria sobre Blake en María de Huerva y Belchite consolida su posición en Aragón y comienza a revitalizar la Administración provincial, aprovechando estas victorias para conceder el decreto de amnistía ya dicho. La utilización de castigos intimidatorios por parte de Suchet complementa sus esfuerzos para obligar a las masas a aceptar la paz, pero la brutalidad de sus tropas socava su política, pues la caprichosa aplicación de la fuerza anima a la resistencia porque el pueblo no tiene nada que perder. Sus soldados demuestran ser tan inhumanos como cualquier otra tropa en la Península y las atrocidades que cometen en Sallent, Benasque, Fonz o Ansó, quemados o saqueados porque parte de la población ha ayudado a las guerrillas, amenazan con levantar a la provincia entera en rebelión. Pero, a pesar de todo esto, a finales de 1809 la Administración josefina no ha sido capaz de crear almacenes de grano para el III Cuerpo, y a principios de 1810 las reservas de alimentos son tan bajas que el depósito principal, Zaragoza, solo tiene grano para menos de una semana y nada de carne, pescado o vino. Suchet confiesa que Aragón no podría suministrar la cantidad mínima de provisiones necesarias para su III Cuerpo y aunque se han obtenido éxitos militares considerables y Aragón ha sido casi completamente ocupado, existiendo únicamente una resistencia activa a lo largo de las fronteras navarra y catalana, esos triunfos no se ven acompañados del éxito administrativo, pues la autoridad josefina en Aragón es endeble y se apoya en el poder de las fuerzas armadas francesas, capitaneadas por generales que no deben su lealtad a José sino a Napoleón, quien, descontento con los escasos logros económicos en Aragón de la Administración josefina, decide reemplazarla con su propia Administración imperial.'"
La Administración del emperador Napoleón en Aragón. El decreto del 8 de febrero de 1810: e! Segundo Gobierno Militar francés Efectivamente, Napoleón, ante la ineficacia de la Administración josefina, que «carece de energía y es nula en muchas provincias, lo que impide sacar partido de los recursos del país y los deja por el contrario en beneficio de los insurgentes», y los escasos avances de la guerra de España, la cual consume grandes recursos y soldados sin perspectivas de un final con éxito, pierde la paciencia con su hermano José, deroga en el norte de España la Administración real y, por decreto de 8 de febrero de 1810, establece unos objetivos que dan a los imperativos militares prioridad sobre los políticos. Prepara «la reunión de todos los países del lado de allá del Ebro a la Francia, formando con ellos cuatro gobiernos bajo el reparto siguiente: 1°, Cataluña; 2°, Aragón; 3°, Navarra y 4°, provincias de Vizcaya». Según el título II de ese decreto, el de Aragón recibe la denominación de Segundo Gobierno Militar, y para su mando se designa responsable a Suchet «con toda la autoridad militar y civil», el cual «nombrará toda clase de empleados, hará reglamentos, etc., etc.», debiendo seguir las órdenes del ministro francés de la Guerra, Clarke, y no del rey José, para todas las acciones civiles y militares en Aragón.
6"
Alexander: 47-57. Bayod: 62-89. Gómez de Arteche: vi. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 104-105. Grandmaison, Geoffroy
de (ed.). Correspondance du comte de La Forest, ambassadeur de France en Espagne, 1808-1813, París, Alphonse Picard et flls, 1905, 7 vols.: n" 6, 12 de abril; n° 19, 3 de julio de 1809, II, 184-185 y 314-315. Priego: iv. Rais, Mariano, y Luis Navarro, Historia de la provincia de Aragón. Orden de Predicadores, desde al año 1808 hasta el 1818, Zaragoza, 1819: 173-193. Rousseau, Frangois, La corriere du maréchal Suchet, duc d'Albufera: documents inédits, París, Firmin Diclot, 1898: 157-158. Suchet: 1, 50-51.
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La decisión del emperador de crear esos gobiernos militares simboliza la anexión de las provincias del noreste de España a Francia y divide y altera a los afrancesados. Los objetivos señalados en el decreto son cubrir los gastos del III Cuerpo, asegurando su mantenimiento, pacificar la provincia y, finalmente, anexionar la izquierda del Ebro a Francia. Para lograr todos estos objetivos en Aragón es primordial eliminar las partidas, pues si se esto consigue se pacificará el territorio y Suchet podrá recaudar los impuestos necesarios y sentar las bases administrativas necesarias para la futura anexión. Pero, aunque el primero se cumplirá con éxito y Suchet podrá mantener alimentados y pagados a sus soldados, el segundo, debido a la resistencia guerrillera de los aragoneses, no podrá ser cumplido, y la reforma administrativa fracasará, por lo que el objetivo último, la anexión del lado izquierdo de Aragón al Imperio francés, será inviable, pues no se puede convertir una zona de combate en un tranquilo departamento francés. Cuando Napoleón crea los gobiernos militares, en febrero de 1810, Aragón es la más pacificada y segura de las provincias ocupadas por los franceses. Todavía no es capaz de sustentar al ejército francés en una campaña de conquista pero, con tranquilidad continua, la Administración de Suchet podrá convertirla en una base ofensiva. Los franceses han conseguido este inicial éxito de pacificar Aragón porque el sitio y posterior ocupación de la capital del reino, Zaragoza, ha dejado desconcertados a los aragoneses, desconcierto que aumenta aún más con las derrotas españolas de Maria y Belchite. Además, las partidas aragonesas que siguen resistiendo en Aragón después de Belchite son inexpertas y están mal armadas y pertrechadas por encontrarse relativamente aisladas de las fuentes de suministro. Suchet dedica mucho tiempo y destina muchos hombres a la conquista y pacificación de Aragón, y una vez conseguida esta, aunque no totalmente, pues algunas pequeñas partidas aisladas se refugian en los valles altoaragoneses, puede iniciar su política de explotación de recursos y crear una Administración francesa eficiente que prepare su III Cuerpo para operaciones ofensivas contra otras zonas utilizando Aragón como base. La mayor preocupación de Suchet es el suministro de su ejército; la pobreza es mucha y la resistencia a la entrega de provisiones aún mayor, pero los corregidores, unas veces por adhesión y otras por amenazas, hacen verdaderos esfuerzos para conseguir víveres y subsistencias."°
EL ALTO ARAGÓN EN FEBRERO DE 1810 Renouvier, gobernador de Cinco Villas, a la Junta de Roncal (6 de febrero de 1810) El 6 de febrero, el jefe de batallón Renouvier,6" gobernador militar francés de Cinco Villas, remite desde Ejea a la Junta del valle de Roncal un oficio en el que solicita información sobre una supuesta reunión de Mina y Sarasa en aquel valle tras la primera y fallida acción contra el navarro en diciembre del año anterior. Reunida la Junta roncalesa, tres días después le contesta en una carta en la que dice que ignora todo lo relativo a esa pretendida reunión, y termina asegurando que el valle de Roncal mantiene la fidelidad prometida y puede asegurar su tranquilidad y repitiendo «con la mayor certeza que no ha tomado adhesión ni partido alguno de proyecto con dichos Mina y Sarasa, y que no sabe si estos tienen o no intención de reunirse en el valle».682
63° ANG: C8142, Berthier a Sachet, 18 y 22, y Berthier a Napoleón, 22 de febrero de 1810. ANF: AFiv.1623.2i, Champagny a
Napoleón, 7 de septiembre de 1810. Gaceta Extraordinaria de la Regencia de España (en adelante GER) del 2 y 9 de mayo de 1810. Artola, Miguel, Los afrancesados, Madrid. Alianza, 1989. Connelly, Owen, Napoleon's Satellite Kingdoms: Managing Conquered People, Nueva York, Free Press, 1965: 250-253. Grandmaison (ed.): rin 78, 18 de mayo de 1810. in. 387. Martín. Claude, José Napoleón 1, rey intruso de España, Madrid, Editora Nacional, 1969. b" José Renouvier, nacido en Hérault en marzo de 1769, voluntario en 1791, jefe de batallón en enero de 1806, pasa al 114°
de línea en 18081 era mayor del Ejército de Aragón en mayo de 1811 y coronel del 121° en noviembre de 1813. 682 GZ del 18 de febrero de 1810.
AÑO DF lato: II ALTO ARAGÓN, DOMINADO POR LOS FRANC[SFS
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Muerte de Lapeyrollerie, gobernador de Jaca: le sucede Renouvier (10 de febrero de 1810) El gobernador de Jaca, el jefe de batallón Lapeyrollerie, del 117° de línea, ha sido contagiado de un virus venéreo que ha intentado combatir con los medios más enérgicos pero sin éxito y que ha afectado ya a su cerebro, lo que le lleva a una «exaltación extrema». Este estado, así descrito por Suchet, le ha empujado a interrumpir toda actividad y a abstenerse de conducir, por ejemplo, la expedición que ha culminado la toma de Benasque. El 6 de febrero Lapeyrollerie emite la siguiente orden a todas las justicias de su corregimiento y del de Cinco Villas para que organicen batidas contra los guerrilleros y apresen a los jefes de partidas: «El gobernador de Jaca, informado por todas la justicias del Corregimiento y por las Cinco Villas, que los únicos que turban la tranquilidad pública son algunos jefes de asesinos que se intitulan comandantes, y cierto al mismo tiempo de que no están comisionados por ninguna autoridad, en tanto grado que las mismas tropas de línea españolas los desprecian, que arrancan por fuerza a los jóvenes, ahorcan a los padres y madres que ocultan a sus hijos y cometen toda suerte de excesos capaces de deshonrar el nombre español. Queriendo el gobierno poner fin a semejantes calamidades, manda a todas las justicias de ambos Corregimientos dispongan correrías, cual si fuese contra bestias feroces, contra todos los facinerosos que abajo se expresan y promete una gratificación de 1000 duros, pagadera de contado, por cada uno de los que se le condujeren. Los facinerosos cuya prisión se solicita son: Miguel Sarasa, escribano de Embún; Cantarero, escapado de galeras; Javier Mina, criado de Aréizaga, llamado el "Estudiante"; Domper, de Eripol; Francisco Sarto, pastor de Ansó; Sarasa, alias "mala alma", podador de olivos de Aibar». Será su última orden, pues cuatro días después, el 10, Lapeyrollerie se suicida: triste fin para un joven oficial, bravo y dinámico, que ha estado muy bien valorado por la actividad desplegada desde su llegada a ese sector de Jaca. Suchet designa para reemplazarle al jefe de batallón Renouvier, del 114° de línea, que ejerce como gobernador interino en Cinco Villas, aunque Deshorties, comandante del 2° Batallón de Cazadores de Montaña del Ariége, es más antiguo en grado, ya que en principio, a igualdad de grados, se tenía en más estima a un oficial de línea que a uno de las unidades prefectorales, aun siendo este más antiguo.683
Entrada del nuevo obispo, el padre Santander, en Huesca (18 de febrero de 1810) Tras la ocupación de Huesca por los franceses el año anterior, el buen obispo de Huesca Joaquín Sánchez Cutanda se refugia en Fañanás, donde muere poco después y es enterrado bajo el presbiterio de la catedral oscense. En su lugar, los canónigos eligen vicario capitular al deán Lorenzo López. A primeros de 1810, el padre Miguel Suárez de Santander, obispo auxiliar de Zaragoza, es nombrado por José, con el apoyo del general Lannes, obispo de Huesca y su diócesis, adonde llega el 18 de febrero. Ese día, Suchet, con su Estado Mayor, después de oír misa en la catedral, se dirige con el Cabildo a recibir al nuevo obispo, quien, montado en una mula ricamente enjaezada, se encuentra en la ermita de Nuestra Señora de Salas esperando al Ayuntamiento. Una vez llegado este, el obispo, escoltado por los regidores municipales, todos en caballos hermosamente adornados, se dirige hacia la ciudad; en el camino se incorporan al cortejo Suchet con sus edecanes y oficiales, 300 coraceros y otras tropas, para ya todos juntos entrar en Huesca. Saludados cortésmente y reunidos todos, se dirigen a la catedral entre las aclamaciones de los vecinos y el sonido de campanas e instrumentos militares. Mientras Suchet, acompañado de los generales Habert, Harispe y Boussart, con la tropa formada, sube hasta el Ayuntamiento y se asoma a su balcón, el obispo se apea en la puerta de San Francisco, donde el Cabildo entero y con terno completo le está esperando y desde donde, vistiendo el padre Santander los sagrados ornamentos de su rango, con mitra y
683 AHG: C8/42, Suchet a Berthier, 16 de febrero de 1810. GZ de 1810. Sarramon, Napoléon: 159.
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báculo, precedido de todo el clero, estandartes y cruces de las parroquias y seguido del Concejo con sus maceros y dependientes, se trasladan todos en procesión a la catedral. Las calles de Huesca están limpias, «las casas adornadas con variedad en sus balcones y ventanas; el día es claro y el concurso de gentes grande, formando todo un conjunto brillantísimo», Llegados al templo catedralicio y dichas las preces, bendice el obispo al pueblo con solemnidad y realiza un bello discurso. Concluida la función de la iglesia, se prepara un magnífico y abundante refresco para todos los principales de la ciudad, eclesiásticos y seculares, y el prelado come con los generales franceses. Al día siguiente se convoca a todos los párrocos de los lugares vecinos, a los que da el obispo una plática fervorosa y fraternal exhortándoles a predicar el Evangelio y mantener los pueblos en tranquilidad y en obediencia. Un día más tarde el padre Santander sale de Huesca, acompañado de los generales, hacia Zaragoza. El mismo día de la entrada del padre Santander, Suchet, aprovechando su estancia en Huesca manda, por orden de José, que las autoridades civiles oscenses lleven algún distintivo mientras se decide el uniforme que han de llevar: decreta que el corregidor y los regidores porten en las funciones públicas una faja de seda encarnada encima de la casaca. Unos días después el Ayuntamiento acuerda que del fondo de la contribución ordinaria se paguen al corregidor los 50 napoleones que de su cuenta adelantó para pagar al teniente coronel de coraceros Deronbinson, comandante de la plaza, por el tiempo que había ejercido en ella sus funciones. Cuando Suchet había estado en Huesca el 8 de enero anterior había anunciado el nombramiento como obispo de Suárez de Santander, a lo que se habían opuesto el Cabildo y el vicario, Lorenzo López, que hacía las veces de obispo interino desde la muerte de Sánchez Cutanda. Por ello, el vicario y un canónigo fueron encarcelados, aunque pronto cesó la resistencia, pues el Cabildo pensó que podía encontrar en fray Miguel a un protector frente a Suchet y así, cuando llega el nuevo obispo, Lorenzo López le ofrece sus respetos y obediencia.6" Durante la estancia de los franceses en Huesca son hechos prisioneros y encarcelados con la acusación de colaborar con los insurgentes gran número de ciudadanos oscenses. Además, los franceses saquean la ciudad y la despojan de sus principales tesoros, cuadros y obras de arte. A finales de este mes, Suchet regresa a Zaragoza, desde donde, como luego se dirá, partirá a la conquista de Valencia.
Cantarero sorprende a algunos afrancesados de Barbastro y Monzón (febrero de 1810) Por estos mismos días de primeros de 1810, y desde Lérida, ciudad elegida inicialmente como base de operaciones, el montisonense Anselmo Alegre, Cantarero, realiza correrías por las comarcas cercanas, dedicándose preferentemente a asustar y castigar a los españoles que se han puesto al servicio de losé. Así, da un susto de muerte al corregidor afrancesado de Barbastro, José Franco, al penetrar una noche oscura en su casa. Este José Franco, natural de La Almunia de Doña Godina y abogado de los Reales Consejos, es el primer corregidor propietario nombrado por los franceses, «hombre serio, prudente y de un carácter suave, que se comportó muy bien con toda clase de gentes y que hubiera sido ciertamente muy útil para la ciudad y Partido en cualquier tiempo y mucho más en aquellas circunstancias, pero sorprendido una noche en las casas de su habitación por la partida de Anselmo Alegre, con dificultad pudo escapar de sus manos». Aunque logra escapar de los guerrilleros, el corregidor es presa de tal pánico que dimite de su cargo y se refugia en Zaragoza. Continuando con su política contra los josefinos, el 22 de febrero por la tarde hace preso Cantarero a Juan Lartiga, empleado de la Administración francesa en Monzón, cuando estaba paseando
' AMI-1/AD de 1810: acta del 23 de febrero. GZ del 12 de marzo de 1810, Notas sobre la entrada del padre Santander en Huesca, En julio de 1810 el padre Santander será nombrado arzobispo de Sevilla y en su lugar se elegirá obispo de Huesca a Manuel Maria Trujillo y jurado. El 6 de marzo de 1811 Santander será designado gobernador del clero de Aragón.
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por las cercanías de dicha villa. Lartiga es conducido maniatado hasta Almunia de San Juan y desde allí hasta Azanuy, donde es retenido durante dos días. Luego es trasladado a Puente de Montañana, aunque se ignora la suerte que corrió posteriormente. Al día siguiente, Cantarero se apodera de 7 cahíces de cebada que desde Barbastro son conducidos a Caspe como suministro para el ejército francés y, siguiendo su costumbre, entrega a los transportistas españoles un recibo para que puedan justificarse ante las autoridades francesas.6"
Acciones de Perena en Tamarite y Monzón (febrero de 1810) Habert, al comenzar febrero, ordena consolidar y aumentar las fortificaciones del castillo de Monzón 666 y reparar y hacer defensas en el puente de Fraga. Mientras se está trabajando en este, un destacamento español salido de Mequinenza sorprende a los franceses, quienes, mandados por el coronel Rouelle, del 116° de línea, rechazan el ataque.6" Ante la disminución de fuerzas francesas en el Alto Aragón, ya que se han dirigido importantes destacamentos a Sangüesa para intentar batir a Mina, el gobernador de Lérida envía algunos tercios
Castillo de Monzón. (Foto: Fernando Alvira Lizano)
688 AMB/LG,
10. Bayod: 51 y 52.
686 De las mejoras en las fortificaciones y de las reparaciones efectuadas en los últimos meses de 1809 en el castillo de Mon-
zón realiza una memoria el capitán de ingenieros francés Dupont, el cual añade un informe sobre la villa montisonense. ASHM: Memoria sobre la posición militar de Monzón por el capitón de ingenieros Dupont. Zaragoza, 30 de enero de 1810. También en Oliveros de Castro, María Teresa, «Monzón y sus hijos en la guerra de la Independencia», en Estudios de la Gue-
rra de la Independencia: in, 108-110.
'a' Suchet: 1, 84.
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de Lérida a Alcampell, dos compañías del regimiento de Santa Fe a Albelda y la infantería de Perena, nombrado comandante de la vanguardia de la División del Cinca, a Tamarite,"" desde donde este, el día 3, envía a la Junta de Aragón un oficio notificándole su presencia en esa villa literana, dándole las gracias por los beneficios dispensados a su batallón, «que se promete atenderá en lo sucesivo sus solicitudes», y esperando órdenes para atacar a los de Monzón, «que se hallan llenos de temor». Añade que el ex gobernador de Benasque, el marqués de Villora, ha sido nombrado corregidor de Benabarre por los franceses,'" empleo del que no ha tomado posesión. A continuación, Perena comunica a la Junta que «el comerciante Arnillas de Barbastro ha levantado una compañía de miñones para obrar con los franceses contra nosotros, a quienes socorren con seis reales y dos raciones diarias». La Junta acuerda contestarle y enterarle de los socorros que últimamente se han dado a su batallón, consistentes en 500 camisas y 6000 reales de vellón."' Respecto a esa compañía de miñones a la que se refiere Perena, en enero de 1810 aceptó Suchet el ofrecimiento de Pedro Arnillas, rico comerciante de Barbastro cuya fortuna se elevaba a más de 2 000 000 de reales y antiguo capitán de sus tercios, para formar a sus expensas una compañía de
gendarmes en dicha localidad, que en palabras de Suchet, «si sirve como yo creo, dará más servicio que un batallón de línea en los numerosos desfiladeros de esta parte de Aragón», añadiendo que tenía, para garantizar su conducta, «su familia y su fortuna». Al parecer, la finalidad perseguida por Arnillas al realizar tal ofrecimiento era la de proteger y garantizar el comercio hispano-francés y consecuentemente sus propios intereses comercia les.691 El día 8 Perena es atacado en Tamarite por el coronel Rouelle al frente de una columna del 116° y 60 jinetes que han salido de Fraga. A las siete de la madrugada llegan los franceses ante Tamarite y Perena, advertido previamente, se sitúa detrás de la villa desplegando sus tropas por las colinas de Santa Bárbara y San Nicolás. Los franceses entran de inspección en el pueblo sin ofrecer batalla y comienzan a saquear las casas de la calle del Torrente y de los puestos del paseo del Hortaz hasta que son sorprendidos por un intenso tiroteo realizado por los hombres de Perena. Rehechos los napoleónicos, cargan por la derecha y las tres compañías de Huesca resisten sus ataques hasta cerca de las diez de la mañana, en que reforzadas, por tropas que vienen de Alcampell y de los Húsares del 2° Escuadrón de Caballería de Olivencia, mandado por su comandante, el teniente coronel Miguel de Cárdenas, llegado de Lérida, cargan contra los imperiales, los arrollan y los ponen en fuga. Al día siguiente los franceses entran de nuevo en Tamarite reforzados con tropas venidas de Monzón y comienzan a saquear la población una vez más, pero solo consiguen aumentar sus bajas, pues una repentina carga del l er batallón de la 1' Sección Ligera Catalana, que viene por el centro y la derecha apoyado por los de Huesca, que lo hacen por la izquierda, desaloja a los franceses de sus posiciones. Estos dejan el campo cubierto de cadáveres sin que pueda detener a los de Perena
6" Moner: 381. 6" El marqués de Villora morirá hacia 1812, según parece, asesinado por los guerrilleros. 6" ADPZ/AISA: acta del 10 de febrero de 1810. 6" AHG: C8/39, Suchet al mayor general, 11 de enero de 1810. De Arnillas y su compañía de gendarmes dice el Libro de gestis de Barbastro, n° 12: «Un vecino de este pueblo, pero no natural, hombre intrépido y de muy mala conducta, que ni era
español de corazón ni tampoco francés, sino un egoísta ambicioso que para saciar su ambición jamás había reparado en los medios, creyó favorable a sus ideas de hacerse más rico la turbulencia de los tiempos. Pensó que lo lograría fácilmente continuando el comercio con Francia que por entonces estaba enteramente interrumpido, pero para hacerlo más rentable y seguro discurrió valerse de la protección y fuerza de los conquistadores. Con este designio, reunió a algunos tan malvados como él y sedujo a otros pocos prometiéndoles percibir beneficios imaginarios y acompañado por todos se presentó en Zaragoza al general Suchet, a quien presentó el plan de levantar a sus expensas una compañía con el nombre de Gendarmes de Barbastro, de la que pedía le hiciese capitán. Suchet creyó que la idea era muy oportuna, así para seguir sus planes de conquista como para ganar algún partido entre los españoles, y le concedió la licencia para levantar la compañía nombrándolo capitán de la misma. Vuelto a la ciudad, pasó la bandera de enganche en las casas de su habitación, pero por más que se valió de la seducción y de la violencia, poniendo a algunos en la triste alternativa de morir o tomar partido, la compañía jamás se completó».
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el fuego de artillería que le hacen desde la altura del Calvario, posición que es pronto tomada por los de Huesca, lo cual obliga a los bonapartistas a retirarse a paso apresurado hasta el punto llamado Clotet de Olriols y de allí a protegerse bajo el cañón de la plaza de Monzón. El clero de Tamarite participa activamente en estos combates, siendo digno de elogio el presbítero Casimiro Maull, beneficiado de la iglesia colegial. El resultado de estas dos acciones de Tamarite es la pérdida por parte francesa de más de 200 hombres, entre muertos que quedaron en el campo, prisioneros de guerra y heridos que condujeron a Monzón. Entre las bajas, 2 capitanes, y uno de ellos, Jardier, hecho prisionero con toda su compañía. Por parte de Perena hubo 1 oficial y 1 soldado muertos del batallón de Huesca (el primero asesinado a bayonetazos después de rendido), 1 sargento y 8 soldados de los catalanes. Los españoles se apoderan de una cureña, fusiles y otros efectos abandonados, y el día 10 son enterrados en Tamarite más de 150 cadáveres franceses.69? Ese mismo día 10, Perena envía un escueto parte a la Junta de Aragón comunicando el resultado ventajoso de sus tropas en los dos ataques anteriores, al que acompaña copia del oficio que pasó al comandante de las tropas francesas en Monzón y su contestación, manifestando asimismo que su batallón ha recibido los 600 vestuarios, pero que ya tiene igual número sin vestir. Así, pide que el vestuario destinado al Regimiento de Fieles Zaragozanos que ha sido provisto en Tarragona se entregue a su batallón. La Junta, leídos los informes de Perena, acuerda darle las gracias expresándole lo satisfecha que está de sus soldados y diciéndole que del vestuario de Fieles Zaragozanos se han consignado ya 400 uniformes a su batallón, los cuales le llegarán procedentes de Tarragona a primeros de marzo. Con ellos, de estilo inglés y compuestos por casaca, calzón y chaleco azul, vestirá el jefe oscense a los nuevos soldados incorporados tras la fusión con los pardos, cada uno de los cuales recibirá asimismo una canana.69 ' Suchet, que por orden del rey José debe tomar Valencia, envía a Fraga al 121° de linea, al mando del general Verges, para relevar a la división de Habert, que debe marchar con él hacia Valencia, con lo que en esos momentos los franceses disponen de 5000 soldados en la zona. Enterado Perena de esa situación el día 17 de febrero por los espías que mantiene a su costa en Monzón, comunica las novedades al gobernador de Lérida, el cual para evitar algún ataque francés le ordena replegarse a la izquierda del Noguera Ribagorzana hasta que Habert marche a Valencia. Ese mismo día, 1200 soldados españoles salidos de Mequinenza atacan a la brigada Verges, acantonada en Fraga, pero Habert, al mando de sus fuerzas, sostiene el ataque y consigue batir a los españoles, que han de replegarse. En esta acción los españoles tienen 60 bajas entre muertos y heridos, uno de ellos el mayor Salino, de los Tiradores de Doyle, y dejan 50 prisioneros.694 Unos días después, Perena es informado de la salida de Habert con el grueso de sus fuerzas de Monzón camino de Valencia, y de que lleva consigo víveres y suministros de los que ha hecho acopio en aquella comarca, por lo que inmediatamente se prepara para atacar por sorpresa a la guarnición francesa que ha quedado en Monzón y apoderarse de las provisiones conservadas en los almacenes. El gobernador de Lérida no es partidario de los planes de Perena por considerar arriesgada la empresa, pero el oscense consigue convencerlo y obtiene finalmente su autorización. Perena entonces se reúne con Pedrosa, al que da instrucciones precisas, y en la madrugada del día 25 atacan las
GR del 6 de abril de 1810: Informe de Perena a la junta Superior de Aragón sobre la acción de Tamarite, 20 de febrero de 1810. GZ de 1810: 66 y 67. Gómez de Arteche: viii. Mayor, Fl general oscense don Felipe Perena Casayús: 21. Moner: 378 y 381-382. 6" ADPZ/AJSA: acta del 18 de febrero de 1810. El parte era el antes dicho, publicado en la GR del 6 de abril.
6" GZ de 1810: 67. Los fusiles de estos tiradores de Doyle prisioneros quedaron olvidados por los franceses en Granja de Escarpe y serán reclamados poco después, el 22 de marzo siguiente, al alcalde de este pueblo por el gobernador de Lérida García Conde. Huguet: 84.
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guerrillas de aquel la cabeza de puente que los franceses tienen sobre el Cinca, defendida por la compañía de granaderos del 2° batallón del 114° y otra del 121°, que tras pelear denodadamente son expulsadas por los de Perena, momento en el que entra el resto de la tropa en Monzón y ocupa toda la villa. Como resultado de la operación, 60 soldados franceses son hechos prisioneros y se toman 4500 cabezas de ganado lanar, 150 cargas de trigo, más de 300 raciones de pan y toda la carne, vino y aguardiente que hay en los almacenes. Con los víveres y municiones recogidos y los prisioneros tomados, Perena y sus hombres se retiran a sus primitivas posiciones de Tamarite y Albelda. Al tiempo regresan los franceses y ocupan Alcampell, y viendo que el Tercio de Lérida se retira al pueblo de la Sagarra, atacan a Perena en Tamarite con la artillería que han colocado en el Calvario. Desalojado Perena, entran en la villa una vez más para saquearla, aunque los de Huesca, apoyados por los tamaritanos, se reagrupan y contraatacan. De este modo se entabla un duro combate cuerpo a cuerpo en las mismas calles del pueblo, hasta que al fin huyen los franceses.695
Defaysse, nombrado gobernador de Benasque (febrero de 1810) El jefe de batallón Defaysse,6" joven oficial de brillantes servicios que recibió en Wagram una grave herida (una bala que le entró por la boca le destrozó parte de la cara, lo que le da un aspecto repugnante), es designado el 11 de febrero comandante de armas de Benasque, aunque hasta su llegada permanece como comandante interino Roquemaurel. Por esta época la guarnición de Benasque es respetable y los aragoneses raramente se aventuran a acercarse, por lo que, aprovechando esa circunstancia, el 16 de febrero Roquemaurel con parte de ésta marcha por Campo, Graus, Lascuarre y Puente de Montañana, punto este último donde ataca a Sarasa y a una partida catalana, a los que derrota y expulsa hacia Lérida.697
6" Por estos días, la Gaceta afrancesada de Zaragoza publica la siguiente enérgica diatriba contra los guerrilleros aragoneses: «No hay ceguera mayor como la de negarse a creer unos acaecimientos los más ciertos e incontestables. Este es el medio de que se han servido y aún ahora se sirven algunos desenfrenados fanáticos para mantenerse en la opinión de un pueblo supersticioso y crédulo, a quien extravían y hacen desgraciado. Semejantes hombres, enemigos del restablecimiento del orden y de la tranquilidad en España, tienen un plan formado y bien conocido, cual es el de alimentar una hoguera perenne de insurrección, por medio de la cual despueblan las campiñas, organizan por todas partes el latrocinio, y logran la facultad de enriquecerse a expensas de sus mismos conciudadanos. Tales son los resultados que han producido hasta hoy las bandas de Fidel Mallen, Villacampa, Cubillas, mosén López, Perena, Sarasa y otros. ¿Y hay españoles tan crédulos que se dejen persuadir que los jefes de cuadrillas son personajes bastante poderosos, para hacer cambiar de semblante los acaecimientos?». GZ de marzo de 1810. Gómez de Arteche: vw. Moner: 383. 6" losé Defaysse, nacido en Dróme en 1775, soldado en 1791, miembro de la Legión de Honor en 1804, jefe de batallón en abril de 1809, fue herido gravemente en Wagram el 6 de julio: era comandante de Benasque el 11 de febrero de 1810, mayor del 11" de línea el 8 de marzo de 1813 y se licenció en julio de 1815. 697 GZ de marzo de 1810.
PRIMERA EXPEDICIÓN DE SUCHET A VALENCIA (MARZO DE 1810)
Preparativos de Suchet para su expedición UCHET, finalizando febrero, ha vuelto de Huesca a Zaragoza, donde encuentra ya reunidos
S
los abastecimientos y el material que ha mandado disponer para emplearlos en las opera-
ciones que le sean encomendadas, siendo la primera de ellas la de tomar Valencia por orden
del duque de Dalmacia, mayor general del rey, orden remitida con un despacho fechado en Córdoba el 27 de enero y recibida el 15 de febrero en Zaragoza. Suchet se ve obligado a cumplir esa
orden a pesar de que anteriormente ha recibido otra desde París para preparar los sitios de Lérida y Tortosa, pero como el decreto del 8 de febrero de 1810, que pone Aragón bajo el poder directo de Napoleón, aún no ha sido recibido por Suchet, este considera que las órdenes de José son indiscutibles, por lo que prepara su salida para Valencia a pesar de que el éxito de la campaña es dudoso por no estar organizada de antemano y carecer de tren de sitio. Poco después, Suchet es desposeído de su mando en Navarra ya que Napoleón, ante la necesidad de liberar el III Cuerpo para que se pueda emplear en la conquista de Cataluña y Valencia, le ordena permanecer en Aragón con sus tropas al tiempo que Reynier despliega una brigada al mando del general Montmarie para ocupar Navarra. Por ello, Suchet empieza a retirar sus tropas de esa zona mientras Pliegue continúa sus esfuerzos para destruir las bandas españolas en Cinco Villas y Roncal, y a lo largo del Cinca la división de Habert repele las incursiones catalanas desde Mequinenza y Lérida y pone en fuga a las partidas que actúan en la región de Monzón, Albalate y Tamarite, manteniendo apartados a los españoles."' Decidida la salida a Valencia, y como iba a hacer en todas sus campañas convencionales, Suchet intensifica sus operaciones contrainsurgentes en Aragón: sus columnas barren Cinco Villas y el lado derecho para coger grano y desbaratar las bandas guerrilleras, y, considerando que las guerrillas no pueden amenazar seriamente Aragón tras su marcha, ordena a Habert que con su débil división (seis batallones y el k° de húsares) deje el Cinca y se dirija a través de Morella hacia Sagunto, donde se reunirá con él, que acudirá desde Teruel con una división para avanzar juntos a Valencia. Suchet releva los 4600 hombres que Habert tenía en el Cinca con 1900 del 121° de línea, que al mando del general Verges tiene su base en Fraga y que, apoyado por la guarnición de Benasque, debe prevenir los ataques venidos de Cataluña. En Zaragoza queda como reserva de apoyo con dos regimientos de infantería y 400 jinetes el general Musnier, nombrado comandante interino de Aragón mientras Suchet permanece fuera, siendo Verges responsable de la orilla izquierda y Buget de la
698
AHG: C8/40, D'Agoult a Berthier, 28, y Suchet a Berthier, 30 de enero de 1810. Gómez de Arteche: vii, 298. Priego: v. 84. Suchet: 1, 88-92.
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AÑO DF unto El Al TO ARAGÓN, DOMINADO NOR 105 VRANCf515
derecha. Así, Suchet dispone de ocho batallones de infantería y un escuadrón de húsares (5400 infantes y 400 jinetes) más las guarniciones de Jaca y Benasque para vigilar Aragón. Además, durante la operación valenciana, una brigada bajo el mando del general Montmarie llega de Navarra con diez batallones de reemplazo de 4200 reclutas. Con este refuerzo, Musnier dispone más de 11 000 hombres para controlar Aragón en un momento dado, cuando la resistencia se reduce a las partidas de Pedro Villacampa, Felipe Perena y poco más. 699 El 1 de marzo en Teruel, adonde ha llegado el 25 de febrero, Suchet recibe las nuevas órdenes de Berthier, para cancelar la operación valenciana y sitiar Lérida, pero la columna de Habert ya está camino de Valencia, por lo que Suchet se ve obligado a dirigirse hacia allí para no abandonar a aquel en desventaja frente al ejército valenciano de Caro, desobedeciendo así las órdenes dadas por Napoleón. El 10 de marzo, ante la imposibilidad de realizar un asedio en regla de Valencia por carecer de medios y tropas suficientes, Suchet vuelve a Aragón para preparar el de Lérida. Llega el día 17 a Zaragoza, donde empieza a notar cambios en la actitud de los aragoneses, que parecen ir acep-
tando la autoridad francesa y son cada vez menos los se unen a las guerrillas; los más son los que, permaneciendo impasibles ante la propaganda insurgente, prefieren quedarse en sus casas. Por estas razones, y con las partidas prácticamente eliminadas o expulsadas del reino, la tranquilidad se adueña de Aragón, al que Suchet llegará a denominar la pequeña Francia.'"
Mina y Sarro en Cinco Villas (marzo de 1810)
En tanto, Mina, tras pasar cerca de un mes en Lérida entrevistándose con frecuencia con su gobernador, García Conde, a quien expone cuál es a su juicio el plan que debe seguirse para que los voluntarios aragoneses y navarros logren, combinando su acción con tropas catalanas y navíos ingleses del golfo de Vizcaya, ventajas definitivas, regresa a Navarra a primeros de marzo con órdenes de alarmar Cinco Villas y la ribera del Ebro, para que Suchet, inquieto por Pamplona y Zaragoza, abandone su proyectada expedición a Valencia. Una vez en Navarra, Mina reasume el mando de su partida y, unido al ansota no Francisco Sarto, que desde primeros de año y favorecido por el conocimiento del terreno se manifiesta muy activo acosando a los franceses en la zona de jaca, destrozan ambos un batallón de reemplazo del 121° cerca de Ejea y el día 6 atacan a 100 franceses en Lumbier, a quienes obligan a encerrarse en una casa fuerte que han provisto de víveres para seis días, hasta que puedan socorrerlos las guarniciones inmediatas, aunque no dan Sarto y Mina lugar a ello, pues prenden fuego a la casa y los bonapartistas se entregan. Al amanecer del día 16, aprovechando que dos compañías de polacos del 2° del Vístula han salido de Ejea a efectuar un reconocimiento, Mina reúne a su gente nuevamente con la de Sarto y ataca aquella guarnición, que en vez de hacerse fuerte en la villa prefiere batirse en campo abierto y es derrotada por los navarros y altoaragoneses. Estos le cortan la retirada a Ejea y la empujan hacia el Gállego hasta cercarla en la barca de Marracos. Los polacos huyen abandonando sus equipajes y la tartana del comisario de Guerra, Gondouin, con todos sus papeles. A mediodía se une a Mina su tío Francisco Espoz con algunos jinetes de refuerzo y aquel ordena que estos persigan a los polacos, lo que hacen hasta la Virgen del Salz, situada en las inmediaciones de Zuera. Tras esta persecución, Mina regresa con la caballería a Ejea y, al tener noticias de que Harispe viene a buscarle, Mina rehuye el encuentro, se retira hacia Sádaba y marcha el 21 a Carcastillo.70 '
699 AHG: C8/41, Berthier a Suchet. 12, y Suchet a Berthier, 13 de febrero, y C8/358, Partes de situación del III Cuerpo,
1 y
21 de marzo de 1810. El parte del 1 no dice que Suchet aún disponía del batallón del 64° regimiento. Suchet: 1, 90, 7°<3 AHG: CR/46, Suchet a Berthier, 17 de marzo y 30 de abril de 1810. Suchet: 1, 90 y 98-100. 7°1 AHG: C8/44, Suchet a Berthier, 25 de marzo de 1810. Brandt: 177-178. GR del 27 de abril de 1810: Partes de Mina. Irlba-
rren, Espor y Mina; el guerrillero: 81 y 99, Luis Guzmán: 121, 123 y 125-127. De estas acciones de Mina envía un parte Perena el 25 de marzo desde Lérida a la ¡unta de Aragón; se publicó en la Gaceta y decía: «Ayer llegaron aquí un oficial y ochenta
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Regresa Suchet de Valencia, Mina, hecho preso en Navarra (marzo de 1810) La ausencia temporal de Suchet y de una importante parte de sus tropas durante su infructuosa expedición a Valencia había permitido al joven Mina efectuar esas audaces incursiones en el territorio aragonés, poniendo en peligro las comunicaciones directas entre Zaragoza y Pamplona. Por eso, desde su regreso a Zaragoza el 17 de marzo y antes de emprender sus nuevas operaciones contra Lérida y otras plazas limítrofes de Cataluña, Suchet decide asegurar su retaguardia enviando una fuerte columna contra Mina. Así, cuando este se retira a Navarra se encuentra con las tropas del general Dufour, nuevo gobernador de Navarra, apoyadas por las de Suchet, que finalmente consiguen capturarlo en Labiano el 29 de ese mes. Suchet, que como hemos visto desea decapitar a Mina, anima a Berthier para que lo ejecute de inmediato en Navarra como ejemplo para los demás jóvenes de la provincia, pero este rechaza ese consejo y ordena que lo encarcelen en Francia, de modo que es conducido al castillo de Vincennes, de donde no será liberado hasta primeros de 1814.702
Acción de Perena sobre el puente de Fraga (10 de marzo de 1810) A finales de febrero el general Verges, marcha desde Fraga por Alcolea con parte del 121° y 150 húsares comandados por el capitán Olry, y a mitad de camino tiene noticia del ataque de Perena a Monzón, por lo que apresura su marcha y, llegado a esta villa, distribuye su tropa en tres columnas. Envía dos de ellas contra Perena, que se encuentra en Albelda, mientras que él mismo con la tercera marcha a lo largo del río Sosa para cortarle la retirada. Perena, avisado de los movimientos de Verges, con una hábil maniobra se sitúa a sus espaldas y marcha hacia Fraga; conocedor de la importancia del puente, el 10 de marzo ataca al destacamento que lo vigila, destruye las fortificaciones realizadas por Habert y lo quema, de modo que queda inutilizado el camino más directo de los dos que por la orilla izquierda del Ebro llevan a Lérida desde Zaragoza y Suchet se ve forzado a utilizar para sus tropas el otro camino, que por Alcubierre llega a Monzón. Junto a Perena participa en esta acción el militar fragatino Francisco Aymerich,'" quien antes de proceder a la quema del puente comunica las intenciones del de Huesca a los miembros del Ayuntamiento fragatino que aún permanecen en la ciudad. Estos reflexionan sobre las consecuencias que semejante acción puede tener para la actividad cotidiana de los vecinos, aunque entienden que no pueden desobedecer la exigencia de los militares españoles y que deberán sustituir el puente con el emplazamiento de barcas. Mediado marzo, Perena es ratificado por el nuevo jefe de la División de Lérida, el mariscal de campo Jaime García Conde, en su título de comandante de la vanguardia de la División del Cinca, y le dará puntuales avisos de los movimientos franceses, comunicándole las salidas y movimientos de las tropas de Suchet. Este, siguiendo órdenes de Napoleón y tras regresar de Valencia, se encuentra planeando la toma de Lérida, plaza defendida por el I Ejército de Cataluña, en el que se incluye la aragonesa división de Lazán.794
y cuatro prisioneros hechos por Francisco Javier Mina en la villa de Lumbier y esta tarde o mañana entrará otra porción más que quedaron en su poder de resultas de una acción reñida y ventajosa a nuestras armas que empeñó en la villa de Ejea de los Caballeros». GR del 8 de mayo de 1810. 702 AHG: C8/44, D'Agoult a Napoleón, 23 de marzo, y C8/45, Suche! a Berthier, 17 de abril de 1810. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 79 y 83. Priego: y, 89. Liberado de su prisión, Mina se trasladará a Rayana y luego a Inglaterra y a Estados uni-
dos. En 1817 pasa a México para luchar en su guerra de independencia contra España, donde acredita otra vez su valor y sus dotes de guerrillero. Prisionero de las tropas españolas, es Fusilado por la espalda, al ser considerado traidor, el 11 de noviembre de dicho año. México, al independizarse en 1823 lo declaró benemérito en grado heroico y hoy en día sus cenizas reposan en la capital mexicana bajo la columna de la Independencia. Luis Guzmán: 287. 70' En 1808 ejercía como capitán del regimiento de Murcia con plaza en Lérida y era hermano del infanzón Miguel Ayme-
rich, uno de los principales hacendados de Fraga. Aymerich ordenarla, una vez quemado el puente, trasladar las famosas mazas y la madera útil por el rio hasta Mequinenza para dificultar su reconstrucción. 704 AMF: caja 137-1, acta del 10 de marzo de 1810. Alexander: 71-72. GZ del 1 de marzo de 1810. Gómez de Arteche: vitt. Priego: v, 325-327. Suchet: 1, 101.
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Ataque de los franceses a Domper. Situación en Fraga tras la quema del puente (marzo de 1810) Verges ha vuelto a Fraga y desde allí envía un destacamento para eliminar a la partida de Domper, que se encuentra en Alquézar; la ataca al caer la noche y hace huir al jefe guerrillero con sus hombres, y se apodera además de tres mulos cargados de cartuchos.70" En esa ciudad, el regidor Reales, que ejerce la jurisdicción en ausencia del corregidor y del arrestado decano Arquer, impone multas a algunos vecinos por su desobediencia a las autoridades locales, multas cuyo montante se dedica a proveer las mesas de los generales franceses aposentados en Fraga y a surtirlos de tabaco. En la sesión municipal del Ayuntamiento del 30 de marzo, presidida por Reales, los regidores se culpan mutuamente de la falta de dinero para hacer la segunda barcaza que cruce el río. Portolés propone que cada regidor ponga dinero de su bolsillo para acudir a los gastos de construcción de la barca y los embarcaderos y de desbroce de los caminos que han de conducir a ellos, ya que es indispensable poder cruzar el río para atender la huerta, pero otros regidores no están de acuerdo y proponen cargar los abastos que se proveen en las tiendas con un sobreprecio.'"
Festejos en Jaca por el próximo enlace de Napoleón y por el santo de José (17-19 de marzo de 1810) El 17 de marzo, con motivo del anuncio de matrimonio entre Napoleón, emperador de los franceses y la princesa María Luisa, archiduquesa de Austria, se hacen salvas de artillería en Jaca. Además, «el honrado pueblo dio muestras del mayor regocijo, conociendo que está muy cerca del momento de ver desterrada la anarquía y precavidos sus efectos, tan horrorosos como precisos». Al día siguiente, el gobernador Renouvier manda disparar nuevas salvas por todas las baterías y con toda la oficialidad concurre por la mañana a la función solemne que se celebra en la catedral en acción de gracias. A mediodía ofrece un espléndido banquete al que invita a todos los jefes y otros mandos militares de la guarnición, al corregidor y a una representación del Cabildo eclesiástico y del secular. Los participantes brindan por la reciente sumisión de Andalucía a José y por el ilustre enlace de Napoleón. Un día más tarde, con motivo del santo del monarca,707 se efectúan otra vez salvas y «el pueblo se complace en oírlas». Luego la guarnición concurre a una misa durante la que se ejecutan piezas de música y tras la cual el gobernador invita a comer al corregidor, al Ayuntamiento y a varios individuos de todas clases, y se repiten los brindis de la tarde anterior.'"
Muerte de Tiroliro de Yeste y Barat de Biescas. Expedición contra Sano (marzo de 1810) Por esta época de mediados de marzo, y según la Gaceta de Madrid, los habitantes de la lacetania tienen grandes deseos de ver asegurados el orden y la tranquilidad, y hace tiempo que las partidas están alejadas, ya que es frecuente que los mismos vecinos den aviso cuando se acerca alguna, como acaba de suceder recientemente con la de Manuel Jiménez, alias Tiroliro de Yeste, y la de Antonio Barat, de Biescas, quienes con sus compañeros armados han sido hechos presos por paisanos de los valles de Tena y el Serra blo y poco después fusilados.'"
GZ de 1810: 123. 706 Berenguer: 77-78. 7°7 Con las fiestas en honor de Napoleón o de José, además de servir de propaganda al régimen, se pretendía la identificación de las clases altas de las ciudades con los mismos. En estas celebraciones, con toque de campanas, misa solemne, iluminación nocturna, novillada y refresco, «las personas distinguidas» compartían los honores con la oficialidad.
GM del 7 de mayo de 1810. 7" GM del 7 de mayo de 1810.
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En tanto, Sarto, el pastor de Ansó al que hemos visto al mando de su partida acosando continuamente a los franceses en la zona de Jaca, aliándose ocasionalmente con Mina, como ha hecho a primeros de marzo en Ejea y en Lumbier, se sigue manifestando muy activo en los valles próximos a Jaca, por lo que a finales de marzo el nuevo comandante de esa plaza, Renouvier, queriendo aprovechar las cualidades de andarines de los cazadores de la guarnición, y apenas tomada posesión del cargo, se pone en campaña dirigiéndose a Berdún tras la pista de Sarto, que se ha refugiado en los altos valles de Ansó y Roncal. Cuando lo encuentra, lo ataca y derrota, además de liberar a los prisioneros franceses que han sido cogidos en Ejea de los Caballeros y apropiarse de víveres y municiones."'
Nueva expedición de Roquemaurel desde Benasque contra Sarasa (marzo de 1810) El 14 de marzo, día en que Defaysse es confirmado por el ministro de la Guerra, el duque de Feltre, en su cargo de comandante de Benasque, Roquemaurel, al mando de otro destacamento, realiza una nueva salida contra Sarasa, que ha vuelto a acosar el castillo y ha sido derrotado y empujado a Cataluña una vez más, habiendo quedado 20 de sus hombres muertos en la acción y otros 40 fuera de combate. Días después, Wouillemont se queja de que esa guarnición es todavía demasiado débil, por lo que quiere ponerla en condiciones de proseguir activamente sus salidas para deshacer las partidas que devastan los alrededores, impiden la recogida de suministros y víveres en los pueblos e interceptan las comunicaciones, empresas favorecidas en esa época por el alejamiento del III Cuerpo, que se está preparando para asediar Lérida. Sobre el plan de aprovisionamientos, Feltre había previsto que la plaza recibiera víveres y municiones de la loa División Militar de Francia por Luchon y el puerto de Benasque, pero, no estando de todas maneras convencido de la fiabilidad del sistema, toma precauciones y recomienda a Suchet que intente proveerse igualmente en España de todo lo que necesite.'"
710 GZ de 1810: 122-124. 7 " Roquemaurel, una vez más, queda relegado de los puestos de mando al no ser nombrado, a pesar de todos sus méritos,
comandante de Benasque, plaza que además ha conquistado y puesto en estado de defensa con su habitual distinción y actividad. AHG: C8/43 a 45. Feltre a Berthier, 14; Travot a Feltre, 21 de marzo; Feltre a Suchet, 1, y Suchet a Berthier, 7 de abril de 1810. Sarramon, Napoléon: 132.
ACCIONES DURANTE LOS SITIOS DE LÉRIDA Y MEQUINENZA (1 DE ABRIL - 8 DE JUNIO DE 1810)
ABRIL DE 1810
Ataque a un convoy escoltado por los gendarmes de Barbastro: muerte de Arnillas NICIADO abril, un afrancesado, Antonio Mascaray, escoltado por los gendarmes españoles de 1 -_ Barbastro al mando de Arnillas, se dirige con una piara de cerdos de su propiedad a abastecer a los franceses de Bielsa cuando es sorprendido por la partida de Domper y Joaquín Villacampa."' Estos capturan a Arnillas, que, abandonado por sus compañeros, es pasado por las armas; se apoderan de los cerdos y los venden en los pueblos vecinos para recoger dinero.'" Muerto Arnillas, el resto de la Compañía de Gendarmes de Barbastro, fuerte en esta época de 91 hombres, queda al mando del teniente francés Robustiano Lost y se traslada a Zaragoza, donde el día 6 de abril se procede a sellar o marcar la mano de todos los gendarmes, tanto de la compañía de Zaragoza como de la de Barbastro. Esta operación es realizada por el cirujano colegial Joaquín Cano, y al parecer no se trata de un castigo, sino de un medio de evitar posibles deserciones.'"
Preparativos del sitio de Lérida Napoleón se disgusta con Suchet por haber partido a Valencia sin que se lo hubiera ordenado, lo que le ha llevado a sufrir medio millar de bajas y a perder un mes en la operación. No obstante, como ya se ha dicho, le ordena que tome Lérida, plaza defendida por el I Ejército de Cataluña, en el que se incluye la división de Lazan."S Suchet estima que necesita unos 40 000 hombres, 30 000 para el sitio y 10 000 para mantener mientras controlado Aragón,716 pero en ese momento solo dispone de 33 batallones y 9 escuadrones de caballería, unos 23000 hombres en total,'''
"7 Otro de los hermanos Villacampa de Laguarta. 7" Lalueza. Santos, «De cuando la guerra de la Independencia», El Cruzado Aragonés, 1990. Lamentablemente no cita la fuente. Tiempo después, el 30 de mayo, Renouvier, comandante de laca, pasa en una expedición de castigo por la zona y obliga a los pueblos a pagar a Mascaray los cerdos que le fueron robados por los guerrilleros. Cuando finaliza la guerra, los
pueblos implicados lAinsa, Boltaña, Venta de Plan, Lacort, Coscojuela, Banastón y Mediano) solicitan a la Junta de Reintegros la devolución de los dineros pagados a Mascaray. Gómez de Valenzuela: 123, nota 36. Sorando Muzás, Luis, Aragoneses al servicio del Imperio, inédito. 716 Alexander: 71-72. 716 AHG: C8/46, Suchet a Berthier, 19 de abril de 1810. 717 En abril de 1810, y según Suchet en sus memorias, la composición del III Cuerpo francés es la siguiente: 1' división de
infantería, general Laval, brigada Montmarie: cuatro batallones del 14" de linea y dos del 2" del Vístula, y brigada Chlopicky: dos batallones del 44" de linea y otros dos del 2" del Vístula; 2' división de infantería, general Musnier, brigada Páris: cuatro batallones del 115° de línea y dos del 1° del Vístula, y brigada Verges: cuatro batallones del 114° de línea y otros cuatro del 121° de línea; 3' división de infantería, general de brigada Habert: dos batallones del 5" ligero, tres del 116° de línea y
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El transporte del tren de sitio y pertrechos desde Pamplona y Zaragoza es complicado y hay que dedicar mucho tiempo a ello;718 además, los convoyes son continuamente atacados por las guerrillas y Suchet tiene que desplegar 10000 hombres en Aragón al mando de Laval para protegerlos. Este dispone en la orilla izquierda cuatro batallones de marcha 719 para salvaguardar la línea de comunicaciones hasta Lérida, la cual va desde Balaguer a través de Monzón y Alcubierre hasta Zaragoza, y otro batallón de reemplazo en Huesca. Pero Suchet comete el error de relevar a comandantes como Musnier y Verges, conocedores del Alto Aragón, por otros, como Laval y Montmarie, que lo desconocen. De los das caminos que por la orilla izquierda del Ebro llevan a Lérida desde Zaragoza, el de Fraga, que es el más directo, está inutilizado, pues Perena ha quemado el puente que por allí cruza el Cinca."° Cuando este puente existía, tenía la ventaja para los franceses de estar situado en la gran ruta de Zaragoza a Lérida y de ofrecer en todo tiempo un paso sobre el Cinca, siendo el camino de operaciones más directo. Sin embargo, para el sitio de Lérida tendría el grave inconveniente de estar demasiado próximo a Mequinenza, donde los españoles tienen una guarnición de 1500 hombres, que pueden ser reforzados por tropas de Valencia. Desde entonces, la ruta de Alcubierre parece preferible, dispone de más recursos en forraje y conduce directamente a Monzón, en cuya villa y castillo se instala un hospital, hornos y forjas, almacenes de víveres y el tren de artillería de sitio, que se debe componer de 40 bocas de fuego provistas de 700 cargas de munición cada una. Para cubrir el camino de Zaragoza a Monzón se destaca a Candasnos un batallón de la Legión del Vístala y entre Barbastro, Huesca, Ayerbe, Zuera, Pina, Bujaraloz y otros lugares de la orilla izquierda se reparte la fuerza de algunos destacamentos de tropas de línea y de seis escuadrones de gendarmería que han llegado de Francia escoltando el tren de sitio y los convoyes de víveres y suministros."'
Llegada a Aragón y distribución de la Gendarmería Imperial Los seis escuadrones de gendarmería que se acaban de mencionar han sido reclamados por Suchet para ser distribuidos en el Alto Aragón con la misión de mantener el orden, vigilar y controlar el territorio comprendido entre el Ebro y los Pirineos, limpiar los valles entre Francia y España y asegurar las comunicaciones con Navarra y Cataluña. El 9°, mandado sucesivamente por el jefe de escuadrón Noirot y el capitán De Wasronval, se instala en la capital aragonesa con un destacamento en Villamayor; el 10°, que mandarán el jefe de escuadrón Luce y el capitán Mouchet, marcha a ocupar Pina y Bujaraloz; el 110, mandado por el jefe de escuadrón Vincent y después por el capitán Dubois, pasa a Sádaba, Sos y Jaca; el 12° a las órdenes primero del jefe de escuadrón D'Halmont y Sales y luego del capitán Roussel, a Tauste, Ejea y jaca; el 13° ocupa Zuera, Ayerbe y Gurrea de Gállego, mandado por el jefe de escuadrón André y más adelante por el capitán Caselli, y el 140 es destinado a Huesca y está a cargo del jefe de escuadrón Garnier y de los capitanes lobea y Foison. La eficacia de la gendarmería se ve entorpecida por la negativa de Napoleón a permitir a Suchet desplegar los seis escuadrones como a él le parezca mejor; además, los gendarmes son incapaces de ejecutar la misión asignada por Napoleón porque no están preparados para operaciones contrain-
cuatro del 117° de línea; caballería, general de brigada Boussard: cuatro escuadrones del 4° de húsares, otros cuatro del 13° de coraceros y uno de lanceros polacos: artillería e ingenieros. 718
AHG: C8/40, Suchet a Berthier, 24 de enero de 1810.
719 Batallones provisionales de reclutas destinados como reemplazos para los regimientos de linea. 720 Ya Pedro Marta Ric, dada la importancia estratégica de este puente y el de Monzón, había sugerido a Lazán la idea de
arrojar árboles al Cinca cuando vinieran las crecidas de mayo para destruir esos pasos y poner a Suchet y su ejército, que estaban sitiando a Lérida, «en el mismo conflicto en que estuvo Julio César por las avenidas del mismo río». DPFZ: Informe del marqués de Lazán, 721 Suchet I, 106-107. Para el suministro de sus tropas los franceses demandan continuamente reses y trigo, como se evidencia en este recibo firmado el 30 de marzo de 1810 por el secretario de Lalueza Antonio Biota: «La justicia del lugar de
Lalueza ha recibido de doña Rosa Solanot cuatro reses para raciones a la tropa francesa que se hallaba en Sariñena y siete reses más en dos veces, para raciones a las tropas francesas de Poleñino». AHPH/AFTS: F-7/19,
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surgentes. A pesar del favorable historial de la gendarmería, Suchet y otros comandantes se quejan de que muchos de los gendarmes son demasiado mayores para el servicio activo en España. El único servicio que realizan es guarnecer unos pocos puestos y rara vez participan en operaciones de pacificación. Para empeorar las cosas, cuestan casi cinco veces más que su unidad de línea equivalente. Suchet y otros comandantes franceses se lamentan de la ineficacia de la cara pero inactiva gendarmería de elite. Juntos, estos gendarmes, los batallones de marcha y las guarniciones de Jaca y Benasque totalizan aproximadamente 4000 hombres en el Alto Aragón.'"
Defensa del puente de Balaguer por Perena (2-4 de abril de 1810) El 2 de abril, Perena recibe órdenes del gobernador de Lérida para desplazarse con cuatro batallones, entre ellos el 20 de Huesca, a Balaguer, plaza sobre el Segre de alto valor estratégico por poseer un magnífico puente de piedra que podría facilitar el paso a los franceses. Una vez allí, Perena observa que no hay ningún tipo de fortificación adecuada para la defensa del pueblo y el puente, y en vano hace diligencias ante las autoridades locales para recoger víveres, municiones y ayuda para parapetar el puente, ya que el alcalde de Balaguer le dice que la mayor parte de los vecinos han huido. A pesar de estos y otros inconvenientes, Perena se queda con el fin de defender sus posiciones mientras le sea posible. Al día siguiente, avisado de que una columna imperial se encuentra en las cercanías, decide salir a atacarla y tras un breve combate consigue derrotarla. Con el fin de castigar a los altoaragoneses por la derrota infringida, el día 4 sale Habert con su División de Monzón hacia Balaguer y ataca a Perena. Este mantiene a raya a los napoleónicos y resiste sus sucesivos ataques hasta que, dada su inferioridad numérica, la escasez de víveres y municiones, y advertido de que el coronel Robert ha cruzado el Segre por Camarasa a la cabeza del 1 1 7° para atacarle por retaguardia, reúne en consejo a sus jefes y oficiales. Entre todos deciden, debido a la comprometida situación, pasar al otro lado del Segre, emplazar la artillería e intentar una última resistencia, aunque finalmente, amenazados por las dos orillas, se retiran sobre Alcoletge y, pasando el río por el puente de Lérida, se sitúan en Corbins, en el borde del Noguera. El gobernador de Lérida, noticioso de los movimientos de Perena, ordena a este que vuelva a ocupar Balaguer, pero el militar oscense le expone la imposibilidad de realizarlo, así como la de defender dicho punto, por la falta absoluta de subsistencias, con lo que se arriesgaría a perecer allí con sus hombres inútilmente. En vista de estas razones, el general Beguer sale en ayuda de Perena con el batallón de voluntarios de Lérida, pero ya es tarde, pues los franceses han ocupado el puente.n'
Acción de los gendarmes de Pina contra Cantarero (6 de abril de 1810) Los guerrilleros del Alto Aragón no se han recuperado de las derrotas sufridas en 1 809 y, con Perena y Pedrosa en Lérida, la izquierda aragonesa del Ebro permanece tranquila. Incluso la frontera con Navarra está en calma debido a la reciente captura de Mina, lo que permite a Suchet enviar a primeros de abril a los polacos del 2° del Vístala hacia Villanueva camino del sitio de Lérida. Durante este sitio, algunas partidas altoaragonesas y catalanas hostigan la retaguardia francesa, atacan los puestos fortificados y acosan los convoyes de víveres y municiones que van a Lérida desde Francia por el puerto de Benasque o desde Zaragoza por los Monegros. Así, el 15 de abril el teniente Berthod, del 10‘` Escuadrón de Gendarmería, sale de Pina con 25 gendarmes a pie y 13 a
722 AHG: C8/48. Suchet a Berthier. 30 de mayo de 1810, y C8/63, Suchet a Berthier, 14 de enero de 1811. Alexander: 74. Los escuadrones de gendarmería en España, un total de veinte, habían sido creados por decisión imperial del 24 de noviembre de 1809 y formados por decreto de 23 de enero de 1810. Los seis destinados a Zaragoza y Alto Aragón tenían en total 37 oficiales, 1121 suboficiales, brigadieres y gendarmes con 450 caballos. El efectivo reglamentario se iría completando con elementos enviados sucesivamente desde Francia. Martin, Emmanuel: 19 y 337-338. 72 '
ADPZ/A15,4: acta del 3 de mayo de 1810. Mayor. El general oscense don Felipe Perena Casayús: 22. Suchet: 1, 107.
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caballo en busca de una partida que actúa en la izquierda del Ebro. Tras investigar en varias localidades sin encontrar a los guerrilleros, al día siguiente, en la villa de Alborge, ordena detenerse a sus hombres a descansar fuera del pueblo y al rato avista a la guerrilla de Cantarero, a la cual se han unido algunos desertores polacos y suizos, que se distribuye por la montaña que él acaba de pasar para intentar rodearle e impedir su retirada. Berthod, oficial enérgico y decidido, manda a sus hombres que marchen directos contra los guerrilleros y, tras un tenaz combate, consiguen rechazar a los españoles y regresar a Pina, adonde llegan la noche de ese mismo día. En esta acción Berthod resulta herido al recibir un balazo en la pierna derecha."°
Inicio del sitio de Lérida (12 de abril de 1810) El 10 de abril, Suchet, viéndose dueño de un paso sobre el Segre, toma pronto sus disposiciones y, dejando a Laval en Zaragoza como gobernador interino, se traslada con su cuartel general a Monzón llevando la brigada Verges y el 13° de coraceros, seis compañías de artillería y una de pontoneros, una compañía de minadores y dos de zapadores." De los veintidós batallones del III Cuerpo reunidos por Suchet en la frontera catalano-aragonesa para este sitio, dos son dejados en Monzón y otro destacado a Balaguer; los restantes se reparten delante de la capital catalana, de modo que el general Buget queda con dos batallones del 114° y uno del 3° del Vístula entre Monzón y Léri-
Siége de Lérida. óleo de lean-Charles-Joseph Rérnond, (Foto: Popovitch — Réunion des Musées Nationaux, Francia))
724 Martin, Emmanuel: 339. 725 Acompañando a Suchet hacia Lérida va el barón de Andina, antiguo jefe del Tercio de Jaca, con su 1' compañía de gendar-
mes españoles. Tras la batalla de Margalef el 23 de abril, estos gendarmes, con el barón al frente, guiarán la columna de presos procedentes de dicha acción, hasta Zaragoza; lo mismo harán con los prisioneros de la toma de Lérida el 14 de mayo, entre los que Irán muchos conocidos suyos, como Perena. AHNM: sección Estado, leg. 3074, Correspondencia interceptada. Suchet:r, 107. A partir de estos momentos, y a pesar de las riadas del Cinca, los franceses ya no abandonarán hasta el final de la guerra el castillo de Monzón, que pasará a ser el punto de apoyo francés en el corregimiento de Barbastro. Sarramon, La suerte: 207.
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da. Desde Monzón, y pasando por Tamarite, Suchet el 12 de abril se pone en movimiento e inicia el sitio de Lérida. Ese mismo día su vanguardia tiene un enfrentamiento por el lado de Corbins con las tropas que manda Pedrosa. 726
Suchet exige suministros a Huesca, Barbastro y Benabarre (15 de abril de 1810) Una vez ante Lérida, el día 15 Suchet ordena a Larregui, secretario general del Gobierno francés en Aragón, que escriba a varios corregimientos aragoneses informándoles de que van a comenzar las operaciones contra esa capital catalana, por lo que, «interesando muy particularmente el restablecimiento del orden y tranquilidad en Aragón», y queriendo reunir todos los medios para «facilitar su ejecución y asegurar su acierto», manda que, entre otros, los corregimientos de Barbastro, Huesca y Benabarre suministren sin excusa ni dilación para la subsistencia de las tropas empleadas en ese sitio, y en tres remesas, miles de quintales de harina y ordio para ser entregados en Monzón en partes iguales y en épocas o plazos determinados."' El corregidor y 20 de los principales vecinos de cada corregimiento quedan responsables en sus bienes y personas del cumplimiento de lo mandado, siendo especialmente encargados de la ejecución de la orden en el corregimiento de Barbastro el teniente coronel de gendarmería Vuicart; en el de Benabarre, el capitán Roquemaurel, y en el de Huesca, el comandante Borel y el comisario de guerra Doron. Ante la protesta del Ayuntamiento oscense por este decreto, que comenta la dificultad en que para cumplirlo se encuentra la junta, el comandante francés le contesta que debe sacarse «este y cualquier otro trigo que se supiera existía en la ciudad para el mencionado objeto», aunque Suchet, queriendo aliviar a los vecinos honrados del corregimiento oscense que no han tomado parte «en las turbulencias que lo han afligido», manda que se cargue la mitad del referido suministro a «los que todavía tienen hijos o sobrinos incorporados en los ejércitos insurgentes o en las partidas de bandidos» y se reparta el resto entre los demás, y encarga al comandante militar del corregimiento la ejecución de la orden, proporcionando en caso necesario el auxilio de la tropa.'"
Situación en Benasque. Llegada del nuevo gobernador, Defaysse (15-25 de abril de 1810) El 15 de abril, el jefe del batallón Defaysse, nuevo comandante de armas de Benasque, llega a esta villa desde Luchon acompañado de una compañía suplementaria del 2° de cazadores de montaña del Alto Garona destinada a reforzar todavía más su guarnición, que a finales de abril está compuesta del 2° batallón completo del Alto Garona más los carabineros de Roquemaurel. Aun con ese refuerzo, Wouillemont, que tiene su cuartel general en Arreau, piensa que la guarnición benasquesa todavía es insuficiente para combatir a las guerrillas y proteger los convoyes mientras Suchet está en Lérida, aunque los españoles no saben desbaratar la retaguardia del III Cuerpo, a pesar de
728 Huguet: 108-109. Moner: 384. Suchet: 1, 116. 7" Debian repartirse en la proporción siguiente: Huesca, 3000 de harina y 1000 de ordio, Barbastro, 1500 quintales de hari-
na y 800 de ordio, y Benabarre, 1200 de harina. Tenían que entregar la primera remesa el 21 de abril, la segunda el 28 y la tercera el 4 de mayo. AMH/AD de 1810: acta del 19 de abril. 728 En Huesca quedaron como responsables todos los miembros del Ayuntamiento y los siguientes vecinos: de la ciudad,
Diego Santolaria, Alejandro Naya (barón de Alcalá), Mariano Ciria. Joaquín San luan, lacobo Claver y José Escuer; de los pueblos del corregimiento, Juan Lino Lasierra del castillo de Anzano, Mariano Cebrián del castillo de Torresecas, Carlos Lloro del castillo de Campiés, José Otal y Francisco Val de la villa de Almudévar, José Lacambra de Almuniente, losé Bara de Bandalies, José Guiral de Sasa del Abadiado, Pedro Calvo del lugar de Morrano, losé Almudévar del lugar de Siétamo, José Sanz del lugar de Angüés y José Antonio Estaún del lugar de Chimillas. AMH/AD de 1810: acta del 19 de abril y documentos. ?" En abril de 1810 el 1° de cazadores del Alto Garona, compuesto en su totalidad por guardias nacionales, al licenciarse estos y no tener otra fuente de reclutamiento, desaparece (viéndose además disueltas las cuatro primeras compañías de los Altos Pirineos, también reclutadas a partir de guardias nacionales), persistiendo solo el 2" batallón, totalmente formado por prófugos. Este licenciamiento no tiene ninguna incidencia en la guarnición de Jaca porque el 1" de los Bajos Pirineos, compuesto por dichos guardias, había sido reintegrado a territorio francés a fin de 1809 y tanto el r de los Bajos Pirineos como el del Ariége, con base en Jaca, no comprenden más que reclutas prófugos, a los que no concierne esta disposición. Sarramon, Napoléon: 128 y 132.
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que algunos guerrilleros aragoneses y catalanes dirigen unos pocos ataques contra Benasque y el valle de Arán."°
MAYO DE 1810 Renouvier sale de Jaca contra la partida de Domper y Villacampa (primeros de mayo de 1810) A fines de abril ha llegado a Jaca la infantería del 12° Escuadrón de Gendarmería, al mando de D'Halmont, con lo que Renouvier ve incrementada su fuerza y puede emprender, comenzando mayo, una nueva expedición para terminar con la partida de Villacampa y Domper, que opera en el Noguera Ribagorzana dedicándose a molestar a la retaguardia del ejército francés que asedia Lérida. Decidida la expedición, Renouvier se traslada a Aínsa, desde donde, utilizando de nuevo su táctica de marchas y ataques nocturnos, logra, al mando de un destacamento, sorprender a las fuerzas de Joaquín Villacampa, mandadas en esos momentos por Domper y Pérez, que ocupan la sierra de Naval. Estas son desalojadas y perseguidos sus hombres por los pueblos de Olsón, Sarsa de Surta y especialmente Eripol, por ser la villa natal de Domper, quien logra escapar con su ayudante antes de la llegada de los franceses, pero estos en represalia incendian el barrio alto del pueblo; el bajo se salva por haberles hecho creer un vecino que se trata de un pueblo distinto, dado que ambos barrios se hallan separados por algunos campos!
Benasque y la frontera (mayo de 1810) Wouillemont está preocupado por la situación en Benasque y en el valle de Arán y su frontera con Francia, pero se muestra mucho más tranquilo respecto a los Altos Pirineos, donde, aunque tiene la frontera poco menos que descubierta, las relaciones comerciales y de buena inteligencia mantenidas con la vertiente española garantizan de momento que la situación no se altere, de lo que da fe un oficio del prefecto Chazal del 5 de mayo de 1810, tomado de acuerdo con Wouillemont y autorizando la exportación de granos por los puertos del departamento a fin de proveer de víveres los valles de Bielsa, Broto y Plan, abrumados de contribuciones por las tropas de ocupación ya de Jaca, ya de Benasque. De todas maneras, las comunidades fronterizas de los Altos Pirineos están armadas, provistas de munición y prestas a defenderse llegado el caso, por lo que su situación es distinta de las del Alto Garona, y el día 7 Wouillemont recibe un refuerzo de 300 cazadores de montaña del 1° del Ariége enviado desde Foix por Miguel!"
Perena se retira a Lérida, donde es detenido por el gobernador. Toma de Lérida (1-14 de mayo de 1810) Perena, que tras abandonar Balaguer se ha refugiado en Lérida con sus hombres, es arrestado y conducido al castillo, donde se le encierra por orden del gobernador de la plaza. La animosidad de dicho gobernador es injustificada, ya que, lejos Perena de infringir la disciplina militar, solamente ha expuesto con sinceridad la crítica situación en que hubiera comprometido a sus hombres de haber permanecido en Balaguer!" El estado de ánimo de las tropas que defienden Lérida es excelente, si bien hay algunos prejuicios contra el comandante general de la plaza, Jaime García Conde, y contra el capitán de artillería Pedro Farriol «por señalar a este la voz pública como uno de los
Al-IG: C8/45, Wouillemont a Berthier, 5 de abril y X K12, Informes al ministro de la Oficina de Inspección, 9 y 21 de marzode 1810. 731 AHG: C8/39, Suchet a Berthier, 7 de abril de 1810. Martin, Emmanuel: 329 y 335. Narración oral de Mariano Muzás. En el desván de casa Muzás, en Eripol, aún puede verse el ennegrecimiento del incendio. 732 Sarramon,
Napoléon: 133 y 137.
733 Mayor, El general oscense don Felipe Perena Casaytis: 22.
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traidores que en Jaca se habían vendido al enemigo», contribuyendo en gran manera a la entrega de aquella plaza a los franceses el 21 de marzo del año anterior.'" El 13 de mayo, los franceses, tras un mes de asedio, dan el gran asalto a la ciudad. El batallón de Huesca, que por la prisión de Perena está mandado por el coronel Juan Pedrosa y por el comandante Rafael Arcas"' como segundo, defiende encarnizadamente el paso del puente. Rodeados por los franceses, los oscenses no se amilanan e intentan abrirse paso a la bayoneta, de modo que muchos de ellos perecen arrollados por la superioridad numérica imperial. Los supervivientes se reagrupan en la plaza Mayor y oponen una heroica resistencia a las tropas invasoras, para consumar su sacrificio en la calle Mayor, donde, protegiendo una retirada general hacia el castillo, caen muertos ante las bayonetas y fusiles napoleónicos más de 400 altoaragoneses junto a 10 de sus oficiales y el comandante Arcas, aunque algunos consiguen llegar a refugiarse en el castillo!"° Al día siguiente Lérida se rinde y su guarnición queda prisionera, incluidos Perena, el coronel Pedrosa,'" algunos oficiales y 220 soldados (de los 900 que se contabilizaban al inicio del sitio) del 2" batallón de voluntarios de Huesca, que queda disuelto."' En la toma de Lérida se apoderan los franceses, entre otras cosas, de las alhajas de gran valor de la iglesia colegial de Tamarite que estaban allí depositadas, de modo que esta localidad no puede recobrar el culto de su colegial a pesar de que uno de sus hijos, el obispo de Vich, Francisco de Veyán y Mola,79 le hace algunos donativos importantes!4°
Perena y otros altoaragoneses presos en Lérida llegan a Zaragoza camino de Francia (15-30 de mayo de 1810) Mientras estuvo preso en el castillo de Lérida, a Perena no se le imputó ningún cargo ni se le formó ningún juicio, «por más que con ansia lo solicitaba para justificar su inocencia, produciéndole verdaderas torturas el verse sometido a la inacción sin poder combatir hasta el último momento a los enemigos de su patria; su tristeza y desesperación fueron mitigadas con saber que sus tropas hacían durante los días del sitio los más grandes esfuerzos y sufrían las más grandes
7i4 Huguet: 113. "5 Rafael Arcas, natural de Albarracín, provincia de Teruel, estuvo en los dos sitios de Zaragoza. En septiembre de 1808, siendo teniente del 2" Batallón de Voluntarios de Aragón, pasa como capitán a la 5' compañía del 1°' Tercio de Huesca, y con él se halla en la acción del día 31 de diciembre de 1808 en el ataque del castillo de la Aljafería. Muere con el grado de teniente coronel en la defensa de Lérida. AMZ/AP: caja 8157, legs. 9-3/82 y 9-3/143. Gascón: 22. 736 Huguet: 142. 737 En un memorando titulado «Lérida y la guerra de la Independencia», citado por Huguet en su obra citada (página 164),
se encuentra una relación, sacada de un manuscrito, en la que se indican los oficiales que fueron hechos prisioneros tras la caída de Lérida y que posteriormente se pasaron al bando josefino. Entre ellos estaban el capitán de artillería Pedro Farriol, el cual, como hemos dicho, era sospechoso de traición en la rendición de Jaca, el capitán Mariano Cabrero y el teniente coronel luan Pedrosa, ambos del Batallón Ligero de Huesca. 73B Estados de organización y fuerza de los «rotos españoles beligerantes en la Península durante la guerra de España contra Bonaparte, arreglados por la Sección de Historia Militar en 1821, Barcelona, 1822: cuadro n° 44.
7 " Francisco Veyán y Mola, de 75 años de edad, era en la época obispo de Vich: en abril de 1809, a pesar de ver que la ciudad catalana, cercada por los franceses, es imposible de defender y está siendo evacuada por los vecinos y muchos de sus defensores, decide quedarse exponiéndose a las iras de los franceses, contra quienes había escrito en una pastoral: «No se ha visto la Nación española tan inicuamente insultada, ni tan torpemente ofendida, ni su honor tan indignamente ultrajado con la más monstruosa ingratitud e irritante alevosía». Llegado a Vich el general francés Saint-Cyr, este presenta un ejemplar de dicha pastoral al obispo y le pregunta: «¿Habéis compuesto vos este escrito?». A la contestación afirmativa del obispo añade Saint-Cyr: «Sabed que ya me han presentado de él doce ejemplares». Y Veyán contesta: «Y yo tengo en mi poder hasta unos 200 que han sobrado». Habiéndole hecho observar en alta voz un cirujano que iba con la comitiva del general francés la inconveniencia de su réplica, responde el obispo: «Vos podéis enseñarme de farmacia, pero no de moral ni de política». Cautivó a Saint-Cyr la serenidad y entereza del prelado y a instancia suya prohibió severamente a sus soldados que cometiesen ofensa alguna a la religión, al honor y a la propiedad. Huguet: 117. 740 Moner: 385.
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fatigas, siendo las primeras que se presentaban en las salidas y acciones de riesgo que se ofrecieron, cumpliendo el segundo batallón de Huesca en Lérida, como lo hizo el primero en Zaragoza».'" Rendida Lérida, muchos prisioneros hechos allí son trasladados a Zaragoza; los primeros llegan el día 19 de mayo, entre ellos los restos del batallón de Huesca y muchos paisanos de la misma ciudad, los cuales son llevados directamente a Torrero, desde donde al día siguiente parten por Navarra hacia Francia. El día 22 entran en Zaragoza más de 400 oficiales prisioneros, a los cuales se les permite alojarse en casas particulares, conservar su espada y pasear sin vigilancia por la ciudad bajo palabra de honor; entre estos se encuentran García Conde, Juan Domec, Pedro Perena y Felipe Perena, quien en la capital aragonesa empieza a sostener otra guerra, acaso más penosa para un hombre de honor, que fue la de las promesas y seducciones. El general Suchet le convida algunos días a su mesa con el objeto de persuadirle a la sumisión y obediencia al emperador; le ofrece el gobierno de algún corregimiento y hasta el mando de una de sus brigadas si accede a sus proposiciones, amenazándole, de lo contrario, con las mayores privaciones y rigor en su estado de prisionero, pero nada es capaz de hacer vacilar a Perena, quien llega a contestar al general en estos términos: «He jurado una vez a mi rey, por él y por mi patria he tornado las armas y estoy resuelto a morir antes que manchar mi honor; os cansáis en vano». Queda pensativo Suchet con tal respuesta y, poniendo al fin la mano en el hombro de Perena, dice: «Monsieur Perena, usted es un verdadero militar».142 Junto a los anteriores, otros altoaragoneses son hechos presos en Lérida: — Joaquín Arrieta Laborda, el cual, aunque herido de bala en la defensa, consigue escapar en el camino a Zaragoza y refugiarse en la casa de sus padres en Huesca, donde se quedará el resto de la guerra portándose «como buen ciudadano y sin mezclarse ni tener cargo alguno del gobierno intruso».743 — Joaquín Ayerbe Castillón, que, incorporado el 1 de octubre de 1809 al r de voluntarios de Huesca, pelea en Troncedo, Estadilla, Salinas de la Hoz, Lascuarre, Tamarite, Monzón, Albelda y sitio de Lérida. Conducido a Francia, permanecerá allí hasta el fin de la guerra.'" — Francisco Castillón Esteban, al que habíamos dejado en diciembre de 1808 mandando el puesto de Robres incorporado al batallón de pardos y que tras la derrota de Leciñena se retira a Sariñena y en septiembre de 1809 pasa al batallón de Huesca, con el que combate en marzo de 1810 en Monzón y Tamarite. Herido de bala en el brazo izquierdo durante el sitio de Lérida, es hecho prisionero y conducido a Francia, aunque consigue evadirse en Navarra y presentarse a la Junta de Guadalajara, que le destina al regimiento del mismo nombre, con el que lucha en Sigüenza y Cogolludo en 1810 y en 1811 en el cerco a Calatayud, Guadalajara y Ricla. Entre 1812 y 1814 pelea en Cuenca y Guadalajara y participa en el bloqueo de Tortosa. Queda de guarnición en Valencia con su batallón en abril de 1815.745
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Mayor, El general oscense don Felipe Perena Casayús: 23.
7" Casamayor: 19, 20 y 22 de mayo de 1810. Mayor, El general oscense don Felipe Perena Casayús: 23. 743 De este buen comportamiento dará la siguiente certificación loaquín Barón, secretario y escribano del Ayuntamiento de Huesca, en septiembre de 1813: «Certifico y doy fe que en el Ayuntamiento celebrado en el día de esta fecha se ha dado cuenta de un Memorial presentado por don Joaquín Arrieta, vecino de esta ciudad, suplicando que para ciertos fines le convendría hacer constar por certificación de dicho ilustre Ayuntamiento: que su hijo don Joaquín Arrieta y Laborda, por todo el tiempo que permaneció en esta ciudad en la casa y compañía de dicho su padre, tanto antes de la dominación de los franceses, en ella, como después durante la misma, no tuvo adhesión alguna con aquellos ni obtenido empleos por su intruso gobierno; que durante dicha dominación y en el tiempo que residió en esta ciudad dio pruebas positivas de su lealtad y patriotismo a la Nación española y gozado de buen concepto y opinión en el pueblo». AMH/AD de 1813: acta del 6 de septiembre, Oficio de Joaquín Arrieta al Ayuntamiento de Huesca fechado el 2 de septiembre, y acta del 11 de septiembre.
' AGMS/H5D de Joaquín Ayerbe.
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745 AGMS/HSD de Francisco Castillón. Broto Aparicio, Santiago, «Torres del Obispo: El mariscal de campo Francisco Casti-
llón Esteban», Diario del Alrooragón, 6 de febrero de 2005.
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- Hermenegildo Cebrián Omiste, que, hecho prisionero tras la rendición de Zaragoza, consigue escapar. Graduado de capitán, en marzo de 1809 se incorpora al batallón de Perena, con el que participa en diversas acciones, como las del 8 y 9 de febrero en Tamarite, Albelda y la retirada a Lérida, donde se halla durante todo su sitio y realiza actos heroicos como una salida voluntaria fuera de la plaza al mando de 100 hombres de la que regresa con prisioneros y abundante armamento tomado a los franceses. Capitulada Lérida, es nuevamente hecho prisionero y llevado a Francia.'" —Braulio Foz, el escritor turolense a quien antes hemos visto con el batallón de voluntarios de Huesca de Perena defendiendo Zaragoza durante su segundo sitio, batallón con el que se distingue asimismo en la acción de Tamarite y con el que participa en la defensa de Lérida, donde es hecho prisionero y llevado a Francia hasta su liberación en 1814.747 El 27 de mayo por la tarde, Perena sale de Zaragoza con otros prisioneros con destino a Francia, a excepción de algunos pocos que quisieron quedarse en sus casas en clase de paisanos, bajo juramento de no tomar las armas contra Napoleón. Algunos oficiales, como se ha dicho, consiguen escapar durante el camino, aunque la mayoría llegan a Francia, donde son clasificados en grupos según su conducta o comportamiento. Hay un grupo de 10 oficiales españoles prisioneros de alto rango considerados de muy mala reputación; tras ellos, en segundo lugar existe otro grupo, también de alta graduación, que sin ser considerado especialmente escandaloso, irrita a las autoridades napoleónicas por su tendencia a protestar o reclamar sin tregua. En este grupo se encuentra Perena, el cual, tras un año de traslados de prisión en prisión, es encarcelado por orden del emperador de noviembre de 1811 en la fortaleza de Landau, donde aún permanecerá prisionero dieciocho meses más."' En esa situación le son hechas nuevas y repetidas instancias para que se presente al servicio del rey José, las cuales son igualmente despreciadas por Perena, que prefiere su suerte, la indigencia de su familia y el secuestro de sus bienes, estado en el que permanece hasta que, hecha la paz, regrese a España destinado de cuartel a Fluesca. 749
Reorganización de la gendarmería francesa en la izquierda del Ebro (mayo de 1810) Tomada Lérida, y antes de iniciar las operaciones contra Mequinenza, Suchet, con el fin de asegurar lo mejor posible las comunicaciones, organiza de la manera siguiente los destacamentos de gendarmería en la izquierda del Ebro: el 9°, con la infantería en Pina, Gurrea de Gállego y Ayerbe y la caballería en Pina; el 10°, con la infantería en Pina y La Puebla de Alfindén y la caballería asimismo en Pina; el 11°, con la infantería en Anzánigo y la caballería en Ayerbe; el 12°, con la infantería en Jaca y la caballería en Leciñena y Alcubierre; el 13°, con la infantería en Graus y Benasque y la caballería en Huesca, y el 14°, con la infantería en Barbastro y la caballería en Tamarite. En cada uno de estos puestos los gendarmes ocupan el castillo o casa fuerte, si existe en la localidad, o una caserna sólidamente fortificada, la cual tienen orden de defender a toda costa. A esta gendarmería Suchet agrega algunos paisanos afrancesados españoles cuya fidelidad le ha sido asegurada y que, al conocer a fondo tos pueblos y sus habitantes, deben de prestar buenos servicios."° 7" AGMS/H5D de H. Cebrián. 747 A su regreso Foz gana la cátedra de Latinidad de la Universidad Sertoriana de Huesca, que regentará hasta 1816. Posteriormente enseñará en Cantavieja (Teruel), hasta que en 1822 obtiene la cátedra de Griego de la Universidad de Zaragoza. Liberal, en 1823 emigra a Francia, de donde regresa en 1834. Entonces recupera su cátedra y liga su actividad docente a la Universidad zaragozana hasta su jubilación en 1862. Murere tres años después en Borja (Zaragoza). 748
Aymes, Jean-René, los españoles en Francia (1808-1814): la deportación bajo el Primer Imperio, Madrid. Siglo XXI, 1987:
159 y 273.
7" AGMS/HSD de Felipe Perena. Durante su cautiverio Perena no permaneció olvidado, y se Intentó su liberación en varias ocasiones, como el 3 de diciembre de 1811, cuando los diputados de la Junta de Aragón solicitan al duque del Infantado que procure a toda costa su canje. Pano: u, 104. 7" Martin, Emmanuel: 338.
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Preparativos del sitio de Mequinenza (15-20 de mayo de 1810) La mayoría de las fuerzas de Suchet después de la captura de Lérida se concentran en tomar Mequinenza, última fortaleza en Aragón todavía en manos españolas y cuya posesión aseguraría la ruta hacia Cataluña y la reunión de las fuerzas que operan en este principado con las que actúan en el valle del Ebro. Sus únicos medios de defensa consisten en un castillo, antigua casa fuerte de los marqueses de Aytona, y un antiguo muro en muy mal estado que por el lado de levante asciende la pendiente del castillo y parapeta la villa con algunos atrincheramientos levantados hace poco en sus inmediaciones. El castillo está situado en la cima de un contrafuerte que domina la villa. Dos caminos llegan a la plaza por la izquierda del Ebro: uno practicable para los carros que vienen de Fraga y Torrente de Cinca y otro adecuado únicamente para caballos, que llega desde Zaragoza pasando por Candasnos. Mequinenza y su castillo, del que es gobernador el coronel Manuel Carbón,"' están guarnecidos por 1500 hombres con la moral perturbada por la rendición de Lérida y pertenecientes a diferentes cuerpos: el de Tiradores de Doyle, con su nuevo comandante, Juan Rincón, al frente, ayudado por el teniente coronel Tomás Ilzarbe; el Yr Batallón del Regimiento de América, mandado por José Bellido, y una sección de la Legión Catalana."' La artillería, dirigida por Pascual Antillón, dispone de unas 40 piezas y el servicio de sanidad tiene una gran falta de medios, como pone de manifiesto un memorial de Mariano Roche, cirujano de Bujaraloz destinado al hospital de Mequinenza, el cual «lo único de Hospital que tenía eran los enfermos, teniendo que mendigar todo lo demás» en los alrededores, y al que el botiquín le llegará tiempo después de iniciado el sitio."' Además de los anteriores, entre los defensores se encuentran los montisonenses Antonio lbarz, que, caída Zaragoza, llega con el regimiento de Doyle,"4 y Anselmo Alegre, Cantarero. Este guerrillero, al que habíamos dejado en febrero acosando a los franceses de la zona de Monzón desde Lérida y que, sometida esta, continúa sus andanzas a un lado y otro del Ebro reuniendo dinero, hombres y armas, acude después a Mequinenza, donde es destinado con sus hombres a cubrir el cañón del Cabezo."' Con Villacarnpa y los valencianos controlados por tropas imperiales, y caída Lérida, Suchet puede iniciar la conquista de Mequinenza sin gran preocupación por el acoso de las guerrillas. Para preparar las operaciones envía hacia esa plaza el 15 de mayo, el día después de su entrada a Lérida, al 121° regimiento; para ocupar Fraga, punto vital para el trasiego de hombres y materiales a través
de su, en esos momentos, derruido puente de tablas sobre el Cinca, en el camino real de Barcelona a Madrid, Suchet manda al 114° de línea y al 1° del Vístula, que ocupan la villa el 21, como ahora se verá. La principal dificultad para las operaciones consiste en el transporte de la artillería y tren, por lo que se arregla un camino desde Torrente de Cinca para traer de Fraga los carros, materiales y tren, una vez reconstruido el puente. Como ya se ha dicho, el Cinca tiene grandes y súbitas crecidas de caudal, que durante once días convierten en inútiles todos los esfuerzos y trabajos de los pontoneros en Fraga, ya que las aguas suben y bajan repentinamente y los estribos y sujeciones de la armazón del puente, por fuerte que estén amarrados, son arrastrados por la corriente, de modo que no será hasta el 31 de mayo cuando el equipo de sitio comience a pasar hacia la orilla derecha del Cinca, marchando por el camino realizado desde Torrente. El 19 de mayo por la tarde llegan ante Mequinenza Suchet y el general Musnier, que ha de dirigir el ataque y que dispone sus campamentos en las dos orillas del Segre situando una parte del 121° en la ori7" Nacido en Calatayud en 1773, es voluntario en el 1° ligero de Aragón en 1789. Llega a Zaragoza antes de comenzar el
primer sitio y Palafox le comisiona para organizar el batallón de Daroca. En octubre marcha a Cataluña con Lazán y participa en Alcañiz, María y Belchite. En 1810 es propuesto para brigadier y poco después nombrado gobernador politico y militar de Mequlnenza y su castillo, AGMS/I-15D de Manuel Carbón. "7 ADPVAISA: ms. 643
Gómez de Valenzuela: 168. Massons, josep Maria, Historia de la sanidad militar española, Barcelona, Pomares-Corredor, 1994. El ecónomo del hospital era el altoaragonés mosén Agustín Castillón. ARF: caja 74, leg. 2.
753
I" AGMS/1-15D de Antonio Iban. ADPZ/Al5A: ms. 644.
AÑO DE 1810 El ALTO ARAGÓN, DOMINADO POR LOS FRANCESES
227
Ila izquierda y pasando el resto a la derecha, mientras el 114° y el 1" del Vístula, así como los artilleros y los gastadores, ocupan la cabeza de una meseta desde donde debe dirigirse el ataque. Suchet, tras reconocer las posiciones, deja a Musnier al mando de las tropas y regresa al día siguiente a Zaragoza. 756
Ataque guerrillero a los gendarmes de Zuera (21 de mayo de 1810)
El 21 de mayo la partida del ansotano Sano llega a Zuera con el objeto de sorprender y apresar a los 34 gendarmes de los escuadrones 9" y 13" que allí están de guarnición bajo el mando del sargento Guillaume. Los guerrilleros entran en la villa, se distribuyen por sus calles y consiguen apresar a un brigadier y a un gendarme que encuentran a su paso; posteriormente intentan apoderarse de la casa fuerte en que se han refugiado el resto de los gendarmes y donde pueden defenderse con garantías. Los guerrilleros se acercan con audacia a la caserna, prenden fuego a la puerta y entran valientemente en su interior, donde son recibidos por un nutrido fuego de fusilería y por bayonetazos que les obligan a retirarse en desorden y a salir de Zuera con sus muertos y heridos."'
Celebración de la toma de Lérida en Barbastro. Guerrier, nombrado su corregidor (21-31 de mayo de 1810)
El día 21 de mayo la toma de Lérida es celebrada en Barbastro, pues con ella se pone «a cubierto a sus habitantes y a todos los del corregimiento de las insurrecciones de los bandidos que incesantemente turbaban su tranquilidad». Entre los actos organizados para los festejos se celebra una solemne misa con sermón y tedéum en la que predica el canónigo vicario, José Espluga, 758 fuegos artificiales por la noche, un abundante refresco, «al que siguió un suntuoso baile dado por el caballero corregidor de Barbastro y al que concurrieron toda la oficialidad, las señoras y caballeros del pueblo», y una iluminación general durante tres noches consecutivas, con repique de campanas.'" Por estos días es nombrado Pedro Guerrier corregidor de Barbastro, que sucede a aquel José Franco a quien vimos retirarse a Zaragoza a primeros de este año de 1810, temeroso de la amenaza de Cantarero. Este Guerrier, francés de nacimiento, «perseveró en el gobierno hasta la salida de los franceses de España. Era hombre sin religión como muchos de sus nacionales, soberbio e insolente como pocos, ambicioso e insaciable de dinero, que agravó mucho más con su conducta el yugo de los enemigos y que a sangre fría hubiera llenado la ciudad y Partido de lutos y de tristeza, sacrificando víctimas inocentes como comenzó a ejecutarlo, si el mismo gobierno francés no se lo hubiera impedido».'6°
Ocupación de Fraga por los franceses. Preparativos para reconstruir el puente (21-31 de mayo de 1810)
El mismo día en que se inicia el sitio de Mequinenza, el 21 de mayo, como se ha dicho, el 114° de línea y el 1° del Vístula ocupan la villa de Fraga y ya ese mismo día sustituyen a todos los miembros del Ayuntamiento: Musnier nombra corregidor a Vicente Bamala,76' adicto al nuevo régimen, y regidores a José Rubio Sisón, Joaquín Cabrera Mañes, Antonio Pomar Roca, Manuel Bollich, Miguel Jorro y Lorenzo Foradada. Pagarán caro el incendio del puente. Aquella acción de Perena es interpretada como una
756
Belmas: in, 179-183. Gómez de Arteche: VIII. 338-340. GM del 19 de julio de 1810. GR del 29 de junio de 1810. Huguet: 151 y 172. Priego: v, 333-334. Suchet: 1, 147-158. 757 Martin, Emmanuel: 341-342. 758 Antiguo capellán de los tercios de Barbastro en 1808. 759 GZ de 1810: noticia fechada en Barbastro el 26 de mayo. 760
AMB/LG, n° 10.
761 Natural de Alcolea de Cinca, ejercía la abogacía en Barbastro.
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11di) ICE :hr-i I I Al II) A
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traición de los fragatinos y por eso Suchet confisca de inmediato los bienes de los más significativos de ellos, que han huido, aunque luego sustituirá la confiscación por una multa conjunta de 100 000 reales, cantidad estimada suficiente para cubrir el coste de la reconstrucción. Solo se mantiene la confiscación de los bienes del militar Francisco Aymerich, como cabecilla del atentado. Asegurada la financiación de la obra, Suchet deja las tareas de reconstrucción a cargo de los condenados, una vez regresados a sus casas, y para ello se nombra una junta.'" Los franceses, que piensan que los eclesiásticos tenían un papel importante en la resistencia, han decretado la nacionalización de los bienes de los religiosos regulares, sancionando de esta manera su rebeldía, para después poner en el mercado aquellos bienes de modo que sean gestionados por otras manos más afines. Ante la proximidad de los imperiales, la mayoría de los religiosos abandonan Fraga, y el convento de agustinos, ubicado en el casco urbano, es utilizado como cuartel estable por los napoleónicos, en tanto que el de capuchinos, situado en la huerta y próximo al puente, sirve de fuerte ocasional; el de trinitarios, algo alejado de la población, es asolado para evitar que sirva de refugio a la guerrilla."'
Ataque a los gendarmes de Ayerbe. Fusilamientos en Bolea (segunda quincena de mayo de 1810) Mediado mayo, los 40 gendarmes a pie del 9° batallón de la guarnición de Ayerbe, que como todos los puestos de comunicación sobre las dos riberas del Ebro disponían de un cuartel fortificado con orden de defenderlo a ultranza, son atacados de improviso por una partida guerrillera procedente de Navarra. Después de sostener con sangre fría el primer ataque, se encierran en el fuerte, al que los asaltantes prenden fuego, y los gendarmes se retiran a un pequeño reducto aislado desde donde se defienden con fuego graneado hasta que los españoles se repliegan."' Poco después, el día 30, son fusilados en Bolea por orden del Gobierno francés Romualdo Garzo, casado, Ramón Banzo, casado, Cosme Susín, casado, y Julio Urriens, casado, todos de esa villa, y Mariano Uriel, soltero y natural de Villanúa.76'
Acciones de Sarasa en la zona de Benasque. Respuesta de Wouillemont (16-22 de mayo de 1810) Cada vez más audaces por la debilidad de los efectivos que se les oponen en Benasque, el 16 de mayo unos 800 hombres de la partida de Sarasa,766 que tiene noticias de que la guarnición se encuentra disminuida por el alejamiento de 250 de sus cazadores, ocupados en batir el país en busca de ganado para el aprovisionamiento del III Cuerpo de Suchet, efectúan una tentativa contra Benasque pero son rechazados por el comandante Defaysse. La noche de ese mismo día, otro grupo guerrillero asalta el Hospice de Bagnéres, que asegura la comunicación con Benasque, y sus defensores se ven obligados a retirarse hacia Luchon, desde donde Wouillemont envía a su ayudante de campo y sobrino, el capitán Dascours, con dos centenares de cazadores de montaña de los Altos Pirineos. Estos se dirigen al Portillón para interceptar la retirada de los guerrilleros, de los que matan a 4, hieren a 2 y capturan a 6, los cuales, cogidos con las armas en la mano, son colgados en el mismo campo. Asimismo, Wouillemont, disponiendo de algunas posibilidades con la presencia de un contingente del Ariége, se prepara para marchar sobre Bielsa y Gistaín y tomar los puertos del fondo del valle del Aure. Para colaborar en esta operación, las dos compañías de la Guardia Nacional de elite de la Gironda y de las Landas, que venían de Mont-Louis con destino a
7" AMF: caja 412-6. Berenguer: 83-86.
' El gobierno de losé I había constituido en 1809, dentro del Ministerio de Hacienda, la Dirección General de Bienes Nacionales, y desde agosto del mismo año percibiría numerosas rentas eclesiásticas, por haberse suprimido por decreto de 18 de ese mes la mayoría de los conventos y casas monásticas. AMF: cajas 412-6 y 137-1. Berenguer: 81-86 y 89.
16
764
Suches: 1, 153.
765
Arnal, Vicente: Historio de Boleo, 236.
766 En recompensa a sus actividades, Sarasa había recibido el 2 de mayo el título de coronel graduado, siendo asimismo recomendado al rey por el capitán general conde de La Bisbal. AGMS/HSD de Miguel Sarasa.
AÑO DF 1510 41 A110 ARAGÓN. DOMINADO POR LOS FRANCESES
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sus departamentos con el fin de ser licenciadas en ellos, se ven provisionalmente obligadas a dar la vuelta a su paso por Toulouse para ir a constituir un núcleo sólido en Luchon. Y para intentar expulsar definitivamente a Sarasa y su partida, que sigue incomodando la retaguardia del ejército francés que asedia Lérida y ahora se prepara para hacerlo sobre Mequinenza, los franceses de Benasque, apoyados por los de Jaca, emprenden una nueva expedición hacia la comarca del Sobrarbe. Sarasa, sabedor de esta expedición contra él, decide desaparecer de la zona durante un tiempo y, con el fin de realizar algunas diligencias del Real Servicio, recibe pasaporte del mariscal de campo Luis González Torres para pasar al cuartel general de Cataluña acompañado de 2 capitanes, 1 teniente y 7 soldados de su batallón, pasaporte que también recibe Pedro Ipse, capitán del batallón de la Canal de Berdún, para pasar asimismo al cuartel general con 19 oficiales del misma cuerpo.767
Expedición francesa desde Benasque al valle de Arán (22-25 de mayo de 1810 Al igual que en la zona de Benasque, en los altos valles catalanes fronterizos con el Alto Aragón también hay actividad militar, producida por las numerosas partidas dispersas que allí se encuentran, apoyadas por las vecinas tropas del general Campoverde. Para aguantar los envites de esas partidas, Suchet despliega el 4° Regimiento de Húsares y la división de Habert, que se dirige sobre Talarn y Tremp. Allí se encuentra el grueso de tropas de Campoverde, contra el que envía al coronel Robert, que con el 117° de línea rechaza a los españoles hacia el interior de Cataluña. Esto, unido a la calda de Lérida y al inicio del sitio de Mequinenza, permite a las tropas departamentales de Wouillemont y a las guarniciones de Jaca y Benasque, apoyadas por los escuadrones de gendarmes, moverse libremente a lo largo y ancho del territorio altoaragonés y limpiarlo de partidas. Así, se ofrece a los franceses una ocasión muy favorable para poner en marcha una maniobra combinada y tomar del revés el valle de Arán, operación de importancia capital en la frontera, sobre todo tras la toma de Benasque. Como el 20 de mayo la guarnición de dicha plaza altoaragonesa acaba de recuperar el destacamento que ha intervenido apoyando el sitio de Lérida, se constituye una columna al mando de Defaysse que comprende dos compañías del Batallón de Cazadores de Montaña del Alto Garona, tres del de los Altos Pirineos y la de Carabineros del 2° del Ariége, mandadas respectivamente por el jefe de batallón Pointis y los capitanes Dascours y Roquemaurel. Esta tropa se pone en movimiento desde Benasque y llega el 23 de mayo a Vilaller, donde los españoles, que no les esperan, se refugian en la montaña. Advertido el 24 de este primer éxito, el general Wouillemont llega a Luchon a marchas forzadas con la idea de coger al enemigo por la espalda. Al día siguiente, la columna venida de Benasque, de acuerdo con la de Wouillemont, salida desde Luchon, y otras fuerzas, realiza varios ataques y ocupa la totalidad del valle de Arán y la villa de Viella. Mientras todo esto sucede, Habert, por orden de Suchet, que estaba al corriente de las intenciones y movimientos de Wouillemont, procede a operaciones de diversión en esa zona de los Pirineos. Por su parte, Deshorties, desde Jaca, hace una expedición sobre Benabarre durante la que ataca y dispersa una partida en Aren, como ahora se dirá.'"
Renouvier intenta atraer guerrilleros al servicio de losé. Muerte de Domper en Radiquero (fines de mayo de 7810) Aprovechando la presencia de la división de Habert en la frontera norte catalano-aragonesa, Renouvier, al que al mando de una columna de la guarnición de Jaca habíamos dejado a primeros 767 AD del Alto Garona: 4R1, Informe de Travot, 11 de mayo. AHG: hoja de servicios de Defaysse, 23 de octubre de 1814; C8/47 y 48, Partes de Travot, 9, y 14, Wouillemont a Travot, 19 y 25 de mayo. Sarramon. Napoléon: 133-134. Suchet: 1, 148.
Sarasa pasaría a Cataluña por Oliana el 27 de mayo. Vallgornera, marqués de, «Algunos jefes militares de la guerra de la Independencia vistos a través de un libro de pasaportes», en Estudios de la Guerra de la Independencia: n, 311-312. 768 AHG: C8/48, Suchet a Berthier, 19 y 22; Wouillemont a Feltre, a Berthier y a Travot, 27 de mayo; Suchet a Defaysse, 6 de
junio; C8149, Suchet a Berthier, 3 y 5: Roquemaurel a Harispe, 6 de junio, y C8/52, Buquet a Berthier, 26 de julio de 1810. Sarramon, Napoléon: 134-135, Suchet: 1, 148 y 152-53,
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I
I'I I Al 1(1 ApP.:,177.J
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de mayo en la sierra de Naval persiguiendo a Domper, baja hasta Graus al tiempo que Deshorties, que desde Jaca acude a Benabarre con otra columna, desciende el 26 de mayo hasta Arén y Puente de Montañana, donde sorprende a una partida y le toma 150 prisioneros. Renouvier intenta atraer al servicio francés a algunos guerrilleros como Domper, Paúl, Villacampa y otros, valiéndose para ello en ocasiones de cartas escritas por Domingo Brun, Chandón, comandante de los gendarmes de Jaca, quien seguramente ha conocido personalmente a muchos de ellos en la época anterior a su pase a las filas francesas. Tal fue el caso de José Paúl, cuñado de Domper, a quien «Chandón le ha hecho propuestas serias de pasarse a renegado», o el de Joaquín Villacampa, al que Brun intenta también atraer al bando francés, como afirmaron Miguel Morer, de Lacort, Antonio Correas, de Jánovas, y José Castillón, alias Ciscio, de Laspuña. Estos, detenidos en Rodellar al ser sorprendidos armados, acusados de haber participado unos días antes, el 12 de mayo, en el robo que ha sufrido la abadía de Huerto y de amenazar al cura, Ramón Espluga, diciendo que «era de Barbastro y que todos los de Barbastro eran gabachos», son juzgados en la ciudad del Vero; durante el proceso refieren que han pertenecido a la partida de Joaquín Villacampa pero que ahora traen una propuesta de Chandón para que Villacampa se pase a los franceses!" En los casos de Paúl, Domper y Villacampa, fracasa Brun en su empeño, pero en otros sí logra atraer a varios individuos, que se le presentan en Aínsa y Graus. Desde Arén, Deshorties se dirige con los prisioneros a Benasque, mientras Renouvier, al no haber logrado convencer a Domper de que se pase a sus filas, lo persigue hasta la ermita de la Virgen de la Viña, en la sierra de Sevil, cerca de Radiquero, adonde se ha desplazado con su ayudante creyendo que allí nunca será descubierto; sin embargo, apresados durante la noche, son ambos fusilados en el acto. Satisfecho de los resultados obtenidos, regresa Renouvier a Jaca en los últimos días de mayo."°
JUNIO DE 1810 Sitio y toma de Mequinenza (21 de mayo — 8 de junio de 1810) El 21 se inicia en regla el sitio de Mequinenza y durante los primeros combates abandonan la plaza Cantarero con su partida y 9 tiradores de Doyle que se hallaban de avanzada con ellos, fuga motivada posiblemente por la intención de Francisco Palafox de hacerle combatir a manera de tropa de línea, a lo que se negaba el guerrillero montisonense.771 Los sitiados se defienden con constante fuego de artillería, a la que apenas responde la francesa, ya que su parque solo dispone de It) piezas de cañón y 8 morteros y obuses, pues el tren de sitio está inmovilizado en Fraga, cuyo puente está todavía en obras. El día 28 el gobernador de la plaza dispone hacer una salida para reconocer las obras de los sitiadores y, por la tarde, el general Montmarie, al mando de una brigada, llega de Alcañiz con el 14° regimiento, se sitúa en la orilla derecha del Ebro y expulsa de sus posiciones en esa zona a los españoles, de manera que el cerco completado. En tanto, el 1° del Vístula, que estaba destinado al ataque de la villa, se coloca al borde del Ebro, y el 30 llega el general Rogniat para ponerse al frente de los ingenieros del III Cuerpo. El 1 de junio sale un destacamento con el objeto de destruir la trinchera que los franceses han empezado a construir la noche anterior, salida en la que se distinguen los tiradores de Doyle, y los trabajos para concluir el camino desde Fraga por Torrente se logran terminar este día. A la caída de
ADPZ/A)SA: actas de mayo de 1810. AMB: caja 50, Procesos Criminales. "° Recuerdos familiares proporcionados por Viviana Domper. GZ de 5810: 238-246, donde erróneamente se dice que Pérez fue también apresado. Suchet: 1, 148. "' Algunos de los hombres de Cantarero son hechos prisioneros y ajusticiados en Lérida días después, el 23 de mayo. Gras de Esteva, Rafael, «Notas sobre la dominación francesa en Lérida», en Publicaciones del Congreso Histórico Internacional de la Guerra de la Independencia y su Época (1807-1815): iv, 58.
AÑO rif 1810: FI ALTO ARAGÓN. DOMINADO POR LOS FRANCESES
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la noche del siguiente, los voltigeurs del 114° atacan y ocupan el puesto exterior que los españoles tienen delante del castillo, mientras que fuerzas del Vístula lo hacen sobre la villa, defendida por los soldados del Batallón de América, que tras horas de pelea rechazan a los polacos. La noche del 3 al 4 vuelven a iniciar los napoleónicos los trabajos de aproche contra el castillo y la villa y a establecer baterías con las piezas del tren de sitio llegadas por fin de Fraga tras haberse concluido las obras del puente, baterías que enseguida empiezan a disparar sus cañones. Del 4 al 5, un destacamento de gastadores y una compañía de granaderos del Vístula, sostenidos a distancia por el resto del batallón, se apoderan de las primeras casas de la villa, por lo que los españoles se retiran al castillo. El 7 por la mañana acude nuevamente Suchet desde Zaragoza, recorre la villa y las trincheras y, asegurado de que el cerco de la fortaleza está tan bien puesto que no se puede entrar ni salir en ella, ordena que la artillería abra fuego en cuanto pueda, lo que hace la mañana del 8. A las nueve la artillería del castillo queda casi en silencio y las bombas francesas causan tal destrozo que pronto reina el desorden y la confusión en la guarnición; a las diez se iza la bandera blanca y, firmada la capitulación, entran en el castillo dos compañías de granaderos. Por respeto al gobernador de la plaza y al valor de su artillería, se consiente que la guarnición desfile delante de las tropas de Musnier para rendir las armas y ser conducida prisionera de guerra a Francia. Nuestro ya conocido lbarz Faure consigue escapar y reunirse con su cuerpo, al igual que mosén Castillón, que pasará como capellán al Batallón de Tiradores de la Canal de Berdún. 72
Situación general en Aragón tras la toma de Lérida y Mequinenza
Después de caída Zaragoza, como se ha visto en los capítulos precedentes, los insurrectos del lado izquierdo del Ebro, aislados del resto de España, pronto se organizan en partidas mandadas por Perena, Sarasa, Renovales, Pedrosa, Domper, Sarto, etcétera, los cuales por una parte aprovechan los refugios seguros que proporcionan los escabrosos Pirineos y sus ventajas para la lucha de guerrillas (pues las montañas anulan la efectividad de la caballería francesa, la cual resultó ser a lo largo de la guerra el arma más devastadora que se podía emplear en las columnas contrainsurgentes), y por otra utilizan las plazas de Lérida y Mequinenza como bases seguras para proveerse de armas, municiones y recursos y para poderse apoyar en las unidades regulares que las guarnecen. Pero las caídas primero de Lérida y luego de Mequinenza completan el dominio francés de todos los puntos fortificados de Aragón y hacen prosperar en él la causa imperial, ya que las repetidas derrotas dejan a los aragoneses cansados de atender a las demandas insurrectas y dan a Suchet la posibilidad de terminar la sumisión de los valles altos entre el Ebro y los Pirineos. Lo que no conseguirá, pues un corto número de guerrilleros se seguirán haciendo fuertes en las montañas y, aunque con lentitud y muchas dificultades, conseguirán levantar y organizar nuevas unidades. Después de que la división de Lazán y las tropas de Perena y Pedrosa se han rendido en Lérida, ninguna unidad aragonesa grande permanece bajo las banderas españolas y, muerto Domper, en el Alto Aragón solo unos centenares de hombres pelean a las órdenes de Cantarero, Sarto, Solano, don Pedro, Joaquín Villacampa, Antonio La Oliva, Pérez y algún otro, los cuales representan una pequeña parte de la población altoaragonesa. Por otra parte, la caída de Mina en Navarra el 29 de marzo y la expulsión por Habert de los guerrilleros del Cinca al otro lado del Noguera Ribagorzana garantizan la paz en las fronteras con Navarra y Cataluña; sin embargo, en el horizonte comienza a destacar la figura de Francisco Espoz y Mina, tío de Javier, que ha recogido el testigo de su sobrino y ha comenzado a organizar nuevamente la resistencia guerrillera en Navarra. En marzo de 1810, como antes se ha dicho, Suchet había notado signos de fatiga en los aragoneses que demostraban que estaban dispuestos a aceptar las leyes imperiales. Las repetidas derrotas no
AGMS/HSD de Antonio Iban. ARF: caja 74, leg. 2. Belmas: iii, 183-193. GM del 19 de julio de 1810. GR del 29 de junio de 1810. GZ de junio de 1810. Gómez de Arteche: vis, 340-342. Huguet: 172 y 178. Priego: v, 333-335. Suchet: 1, 156-165.
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AÑO DF I816 EL ALTO ARAGÓN, DOMINADO POR LOS FRANCESES
ofrecen incentivos para unirse a los insurrectos y, tras los reveses en Lérida y Mequinenza, muchos aragoneses regresan a sus hogares habiendo abandonado las partidas y entregado sus armas. WouiIlemont confirma las impresiones de Suchet manifestando que numerosas autoridades del valle de Arán y de las villas próximas a Benasque se han acercado a esta fortaleza para prometer lealtad y sumisión al rey José, al igual que las de otros puntos lo han hecho a Jaca. Desde el punto de vista militar, el éxito difícilmente podría haber sido más completo. Sin embargo, esa lasitud aragonesa no significa un apoyo al régimen imperial, sino al contrario, pues sin las bayonetas del III Cuerpo el Segundo Gobierno Militar de Suchet apenas funciona, ya que, desde la formación de ese Gobierno el 1 de marzo de 1810, la mayoría de los soldados han sido empleados en operaciones convencionales, por lo que no pueden ayudar en las misiones de recaudación de impuestos y la Administración fracasa. Desde el punto de vista logístico, el 111 Cuerpo ha superado sus problemas de alimentación, pero no ha conseguido ingresar suficiente dinero para afrontar los gastos de las tropas. Con la caída de Mequinenza, Suchet puede dedicar algunas de sus unidades a misiones de apoyo en la recogida de impuestos, lo que mejora la situación económica; las sumas recogidas en junio indican que los problemas financieros de Suchet están originados por la negativa de los aragoneses a cumplir con sus obligaciones fiscales, salvo bajo coacción armada. La solución de Suchet a esta decepcionante recaudación de impuestos es doble: impone una multa a Lérida por haber resistido y exige por decreto de 1 de junio un enorme impuesto extraordinario mensual en Aragón para suprimir el bandolerismo, indicando que si el pueblo contribuye a destruir las partidas se reducirá el número de fuerzas de ocupación y se rebajarán los impuestos. Este decreto es realmente una cruda extorsión de Suchet, quien ha afirmado en numerosas ocasiones durante la campaña de Lérida que los aragoneses se han comportado bien y han rechazado las peticiones para la revuelta de los guerrilleros. Con este impuesto extraordinario se penaliza a los aragoneses no por el apoyo dado a los insurrectos sino por la continua resistencia en Cataluña y Valencia, obligando a Aragón a hacerse cargo de los gastos de la guerra, a diferencia de sus provincias vecinas. Esta política es conforme con el principal objetivo de Suchet, la explotación y recaudación de recursos, no la pacificación, siguiendo las órdenes del emperador, que quiere que Aragón proporcione los recursos para conquistar Cataluña y Valencia. Aunque Suchet ha fracasado en recoger suficientes ingresos, ha cumplido en todo lo demás las órdenes recibidas, ya que ha controlado la revuelta aragonesa, se ha apoderado de dos grandes plazas, ha aniquilado a un ejército regular español y está preparado para otra conquista."'
m AHG: C8/44, Suche: a Berthier, 17 de marzo; C8/48, Wouillemont a Berthier, 27 de mayo, y C8/50, Suchet a Berthier, 29 de junio. ANF: AFN.1625b.7, Suchet, Decreto de Tasas Extraordinarias, 1 de junio de 1810. Alexander: 77-78. Una muestra de la disposición de los aragoneses para ir aceptando la sumisión a José la tenemos en una carta enviada el mismo día de la caída de Mequinenza a la Gaceta de Zaragoza para su publicación por el alcalde de Ainsa, fosé Bielsa, «a instancias de todos los pueblos». Iba dirigida a Renouvier, gobernador de Jaca, quien había regresado a esta plaza en los últimos días de mayo, después de haber eliminado las partidas de Domper y otras, y le agradecía públicamente el haberles liberado de esas partidas. Dice así: «Muy señor mío: Nada más justo que anunciar al público las acciones ilustres de los sujetos que las conciben y las ejecutan. La visita militar que el M. I. señor gobernador de Jaca y Cinco Villas acaba de hacer por el oriente de los Pirineos de Aragón. ha dado fin a la anarquía que reinaba en estos parajes. Los medios, ya en rigor, ya de suavidad de que se ha valido y las medidas que al intento ha tomado, han sido tan discretas, tan enérgicas y bien combinadas como lo acreditan los felices resultados. El carácter de confianza que el señor Renouvier ha manifestado en las empresas y marchas nocturnas para sorprender a los facinerosos por una parte, y por otra el sistema filantrópico que su prudencia le ha hecho adoptar, indultando sin distinción a los humillados y reconocidos, han aniquilado enteramente el brigantismo y han desarmado a todos sus prosélitos. Después de haber hecho varios prisioneros en Arén, Puente de Montañana, Olsón, Eripol. Sarsa de Surta; después de haber cogido seis cargas de municiones y más de 200 fusiles y después de haber disipado como el polvo las bandas de los infames Sarasa y Villacampa; de todas partes se han visto correr a porfía los dispersos a implorar la clemencia del señor gobernador, a entregarle las armas, a sometérsele. a prestar el juramento de fidelidad al nuevo monarca para obtener el indulto que se les prodigaba. El agradable, inesperado y paternal recibimiento que experimentaron los primeros que se presentaron a este ángel de paz en Ainsa y en Graus ha sido una especie de encanto para ganar y reducir a la debida obediencia a todos los rebeldes, con el atractivo más poderoso para rendir y atraer al inflexible Domper con algunos otros oficiales más y para determinarlo a imitar el mismo ejemplo y a aprovecharse de la generosidad indefinida de dicho señor Renouvier. Los facinerosos y salteadores que
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Traslado de los restos de san Orencio y santa Paciencia desde Loreto a la catedral de Huesca (17-18 de junio de 1810) Decretada por los franceses la extinción de los agustinos calzados de Loreto a primeros de 1810, el día 2 de junio el obispo de Huesca, Miguel de Santander, envía desde Zaragoza un oficio a Lorenzo López, deán de la catedral de Huesca y gobernador de su Obispado, mandándole trasladar las sagradas reliquias de los santos Orencio y Paciencia, padres de san Lorenzo, custodiadas en el convento de Nuestra Señora de Loreto, extramuros de la ciudad, a la iglesia catedral, ya que la extinción de la comunidad de agustinos que había en ese convento impone la necesidad de conservar dichas reliquias. Para ello, y de acuerdo con el Cabildo, debe prepararse la traslación pública de esos santos cuerpos con la mayor solemnidad para que sean depositados en el lugar que se acuerde de la catedral, procurando que el acto sea lo más religioso y devoto posible. Comunicadas las órdenes al Cabildo, se resuelve que, para efectuar la traslación con la debida solemnidad, el 4 de junio se pasen los oficios correspondientes para su asistencia al Ayuntamiento, a los capítulos eclesiásticos de San Pedro, San Lorenzo y San Martín, a la Universidad Literaria, a Vicente Gorría como administrador de Bienes Nacionales"` del corregimiento y a todos los gremios. Se señala para realizar los actos la tarde del 17 de junio y el Ayuntamiento nombra a Vicente Diago, caballero regidor decano, para presenciar los actos."' Llegado el día 17, acuden todos los invitados a Loreto, entran en la iglesia y se dirigen a la capilla de los citados santos, que era la cabecera de la nave del lado de la epístola. Estando en ella, presentan sus respectivas llaves el deán, Lorenzo López (como gobernador del Obispado, las que corresponden al obispo, y como presidente del Cabildo, las correspondientes a este), el doctor Vicente Diago (como regidor decano del Ayuntamiento, las que corresponden a este) y Vicente Corría (como administrador de Bienes Nacionales, las pertenecientes al convento de Loreto). Abren con dichas llaves las puertas oportunas y acceden al lugar tras el retablo donde se hallan en una arqueta de cristales los restos de san Orencio y santa Paciencia, que son sacados al altar mayor. Las reliquias consisten «en una porción de canillas de los brazos, piernas y muslos; diferentes pedazos de canillas grandes y pequeñas; piezas enteras de las ternillas y de los dedos y otros quebrados; pedazos grandes de las espaldas y muchos y diversos huesos de costillas, del espinazo y de otras partes». Después de permanecer largo rato las reliquias en el altar mayor para satisfacer la devoción de la multitud de gente que asiste al acto, se ponen en una peana y se trasladan procesionalmente a la catedral, donde se colocan en el altar mayor. Al día siguiente se canta una misa solemne y se exponen las sagradas reliquias para que el pueblo las venere, tras lo cual son llevadas a la capilla de san Jerónimo de la misma catedral y colocadas en el nicho junto a la mesa altar que ocupa la imagen de la Purísima Concepción.76
Joaquín Villacampa intenta organizar un batallón en e! Sobrarbe (20 de junio de 1810) Desde hace tiempo, Joaquín Villacampa tiene en mente organizar un batallón para combatir a los napoleónicos de una manera más regular, y con esa idea se dirige el 20 de junio a la Junta de infestaban las Sierras de Naval han sido sorprendidos en el silencio de la noche, con lo cual ya todo ha mudado de semblante. Se ha restablecido el buen orden en todo el país, ha renacido con mucha complacencia de las gentes el sosiego en los pueblos, el cultivo en los campos, la seguridad en los caminos y la alegría y júbilo en los corazones. Obra grande, que estaba reservada para el señor Renouvier. De todo le somos deudores, y los pueblos de estas montañas que no saben cómo significarles su reconocimiento suplican a V. md. encarecidamente tenga a bien publicar en la Gaceta tamaño beneficio». GZ del 7 de julio de 1810.
771' Los Bienes Nacionales los constituían las haciendas y haberes embargados a los guerrilleros y a los que apoyaban la insurrección, los productos de los conventos y cofradías suprimidos por el Gobierno, las rentas del Estado denominadas secuestros, noveno, excusado, subsidio, bulas, encomiendas, etcétera, y los derechos reales, eclesiásticos y señoriales.
"' AMH/AD de 1810: acta del 6 de junio. En esta misma sesión los oscenses Antonio Olivar y Domingo Gairose suplican se les declare libres de la contribución impuesta a los padres y tíos de los que sirven con los insurgentes; Ignacio Miravé reclama el pago de 107 libras, 6 sueldos y 7 dineros a que han ascendido los gastos del hospital militar desde el 27 de mayo hasta el 2 de este mes de junio; el Ayuntamiento ordena que se le pague, y el comisario de Guerra de Huesca pide 2 quintales de hierro para construir herraduras para los caballos de los gendarmes. 771 AHPH/PN: notario Simón Buisán Puyuelo de Huesca. año 1810. prot. n0 6667, ff. 15-16v.
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Aragón para informarle de que en Sobrarbe tiene reunidos 800 hombres y promete reunir hasta 1200, a los que armará con prontitud, por lo que solicita que le hagan comandante de ese futuro batallón. La Junta le responde autorizándole a levantar partidas en la izquierda del Ebro y reunir mozos conforme al reglamento de 17 de abril, y advirtiéndole que si consigue su objetivo le harán comandante del batallón. Pese a su entusiasmo, cuando Villacampa regresa al norte para unirse a su gente, de la que lleva separado un par de meses y a la que había dejado al mando de Domper, se encuentra con que la mayor parte de sus hombres, tras la persecución y acoso de Renouvier el mes de mayo anterior, o ha caído prisionera o se ha dispersado, de modo que solo quedan a su disposición unos pocos oficiales y soldados. Así, ante la imposibilidad de cumplir su misión en el Sobra rbe, dispondrá la Junta que Joaquín pase a la orilla derecha del Ebro y se una a la división de su hermano Pedro."'
Caída de la partida de don Pedro y muerte de este en Aragüés del Puerto (28 de junio de 1810) Otra partida, la de don Pedro, se mantiene activa en los valles occidentales altoaragoneses, pero pronto es anulada, pues el 27 de junio el jefe de escuadrón D'Halmont, habiendo tenido noticias de que este jefe guerrillero se ha reunido en la ermita del Viñedo, cercana a Aragüés, en el valle de Echo, con varios de sus oficiales para darles las instrucciones remitidas por la Junta Superior de Cádiz, decide aprovechar la ocasión que se presenta para sorprender a esta partida y apresar a su jefe y oficiales. Con ese fin sale de Jaca con una columna compuesta de gendarmes a pie de los escuadrones 12° y 14°, un destacamento del 115° de línea, otro de cazadores de montaña y la Compañía de Gendarmes Españoles de Chandón. Tras una rápida marcha nocturna, llega con su columna a las tres y media de la mañana del 28 a las proximidades de la ermita y toma las disposiciones necesarias para cercar e impedir cualquier posibilidad de fuga a los altoaragoneses que se encuentran en ese lugar. Situadas las fuerzas, ordena abatir la puerta de la ermita, y los franceses, tras una lucha corta pero intensa, se apoderan de don Pedro, 6 de sus oficiales y 8 guerrilleros, de los cuales 3 han sido heridos en el combate. Don Pedro y 2 oficiales son pasados por las armas tras un juicio sumarísimo y luego la columna regresa a Jaca con el resto de los prisioneros."g
Cantarero, encargado por la Junta de recoger dispersos en el Alto Aragón (fines de junio de 1810) Una de las partidas que también permanece activa es la de Cantarero, a la que a primeros de junio ha intentado nuevamente desarmar Francisco Palafox para incorporarla al regimiento que está organizando, pero el montisonense no accede; antes al contrario, el día 24 de ese mismo mes ve cómo la Junta de Aragón reconoce sus méritos y le encarga la reunión de dispersos y desertores en los corregimientos de Huesca, Barbastro y Monzón.'" Poco después dicha Junta cesará a Francisco Palafox, al que reemplazará como jefe de todas las partidas su segundo, Antonio Herruz."° Mientras, como ahora veremos, Cantarero tendrá una actuación muy importante acosando a la retaguardia francesa durante el asedio de Suchet a Tortosa.
"7 ADPZ/AJSA: actas del 20 y el 22 de junio y del 22 de julio de 1810. 778 GZ de 1810: 238 y 306. Sarramon, Napoídon: 160 y Martin, Emmanuel: 343. 778 ADPZ: Actas de la Junta, ms. 643, 156. 7" Por sus continuas insubordinaciones y las muchas enemistades que cosechó, el 16 de julio de 1810 la Junta ordena a
Pedro Villacampa que detenga a Francisco Palafox, lo que se lleva a cabo el 6 de agosto. Prisionero y trasladado al castillo de Beliver (Mallorca), morirá allí la noche del 4 de febrero de 1812. Las circunstancias de la detención de Francisco Palafox pueden verse con detalle en Guirao, Don Pedro Villocampo.
SITUACIÓN DURANTE EL SITIO DE TORTOSA (JULIO-DICIEMBRE DE 1810) JULIO DE 1810
Sarasa, comandante del batallón de Tiradores de Ribagorza (1 de julio de 1810)
e
OMO se ha dicho, Sarasa, a finales de mayo y con el fin de realizar algunas diligencias del Real Servicio, ha pasado al cuartel general de Cataluña acompañado de varios oficiales y
soldados de su batallón de voluntarios de la Canal de Berdún. En Cataluña recibe órdenes
de refundir los efectivos de este batallón en el de Tiradores de Ribagorza, creado en diciembre de
1808 por Ramón Garcés, comandante de armas del corregimiento de Benabarre, con las compañías levantadas en ese corregimiento. Siguiendo las órdenes recibidas, se juntan ambas fuerzas y con fecha 1 de julio de 1810 se constituye el nuevo batallón así reorganizado, que queda con el nombre de Tiradores de Ribagorza y del que Sarasa es nombrado comandante.
Preparativos para el sitio de Tortosa. El navarro Espoz en el Alto Aragón (primeros de julio de 1810) Tras la toma de Lérida y Hostalrich en Cataluña y Mequinenza en Aragón, Napoleón juzga que la Baja Cataluña está lista para la conquista, por lo que ordena a Suchet que avance desde Mequinenza a lo largo del Ebro con el fin de asediar Tortosa, plaza sumamente importante para los franceses, pues al encontrarse en la principal ruta de Barcelona a Valencia es punto de enlace de los ejércitos españoles de estas dos ciudades, y cuya posesión permitirá a Napoleón separar ambos ejércitos y facilitar el dominio de esas regiones. Mientras, el mariscal Macdonald, gobernador francés de Cataluña y nuevo jefe del VII Cuerpo, marchará simultáneamente contra Tarragona. Recibidas las órdenes, Suchet hace acopio de víveres y pertrechos; convierte Aragón en un gran almacén, reúne en Mequinenza el tren de sitio y el parque de ingenieros y solicita y recibe el apoyo de Macdonald. Cuando todo está preparado, a primeros de julio parte hacia Tortosa dejando al general Musnier el mando de Aragón y al general Buget en Huesca para vigilar la orilla izquierda del Ebro con seis escuadrones de la Gendarmería Imperial y dos batallones de infantería, las guarniciones de Mequinenza, Jaca, Monzón y Benasque, y los pequeños puestos fortificados establecidos en las diversas rutas de comunicación, aunque la de Benasque ya no está bajo el mando directo de Suchet, pues Napoleón con fecha 17 de junio ha decidido relevarle del mando de dicha plaza y su castillo para colocarlos al mando directo de Wouillemont desde Francia. Además de lo anterior, se cuenta con la guarnición de Lérida, al mando de Henriod, que tras recibir refuerzos dispone de más de 1500 hombres."'
"1 AHG: C8/50, Clarke a Suchet, 17 de junio de 1810. Bonaparte. Napoleón, Correspondance r w, n° 4247, Napoleón a Ciarke. 27 de mayo de 1810. Priego: y, 337-340. Suchet: i, 177. Suchet ya había tenido problemas para comunicarse con Benasque y suministrar provisiones a la guarnición, y la decisión de Napoleón no aportó soluciones a esos problemas; antes bien los aumentó, ya que Suchet, una vez que dejó de ser responsable de su seguridad, ignoró la fortaleza y permitió que aragoneses y catalanes la fueran aislando poco a poco. Alexander: 76.
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Durante la primera semana de julio Suchet comienza el desplazamiento de tropas hacia Tortosa, pero el 111 Cuerpo no puede iniciar sus operaciones de sitio hasta que el de Macdonald comience las suyas contra Tarragona. Sin embargo, este carece de abastecimientos para ese sitio, por lo que propone usar su VII Cuerpo como fuerza de cobertura para Suchet mientras el III Cuerpo captura Tortosa. Un avance concéntrico desde Cataluña y Valencia del I y el 11 Ejército españoles apoyado por incursiones de la guerrilla en Aragón hubiera sido la mejor manera de forzar a Suchet a abandonar el sitio o de rodearle, pero las fuerzas españolas carecen de aptitudes estratégicas y tácticas para ejecutar tal plan. Los catalanes del 1 Ejército de O'Donnell no son rivales, el 11 Ejército o de Valencia es grande pero inseguro y las guerrillas por sí solas no pueden en esos momentos atacar la retaguardia de Suchet y desbaratar el control francés en Aragón. La mejor manera para las guerrillas españolas de ayudar a Tortosa es distraer tropas del sitio y evitar que Suchet traiga su tren de asedio y abastecimiento a la fortaleza; para ello, la Junta de Aragón ordena un incremento en la actividad de las guerrillas, sobre todo la del navarro Espoz y Mina, que acosa con éxito la ruta de Zaragoza a Pamplona. Reconociendo esta amenaza, Suchet despliega más de 3500 hombres en columnas móviles y puntos fuertes a lo largo de su línea de comunicaciones del Ebro y, aunque las guerrillas se apuntan algunos éxitos casuales, fracasan al interceptar la línea de abastecimiento de Suchet. Así, cuando Macdonald está listo por fin para cubrir el asedio en diciembre, Suchet tiene suficientes reservas de comida y material para realizar la operación."'
Prebendas francesas a José Rubio, de Fraga (4 de julio de 1810) No habiendo transcurrido dos meses desde la nueva entrada de los franceses, el 4 de julio el gobernador Musnier informa favorablemente sobre la solicitud de losé Rubio, en ese momento administrador de Bienes Nacionales en el distrito de Fraga, para que se le confiera el convento y la huerta de capuchinos de Fraga interinamente, en compensación, según él, por los perjuicios y atropellos sufridos, pudiéndolos segregar del cúmulo de los bienes nacionalizados. Ese mismo día, el comisionado principal del Crédito Público oficia al intendente Menche advirtiéndole de esa segregación y, para garantizar su solvencia en el cargo de administrador comarcal, Rubio se obliga en escritura de afianzamiento de bienes raíces (con su casa de la calle Barranco, varias heredades en la huerta y un huerto, con un total de más de 200 fanegas de tierra), presentando como fiadora a su segunda esposa, Tomasa Caviedes y Valle, una heredera más rica que él descendiente de los antiguos Carvi de Fraga, y se compromete a administrar las rentas de Bienes Nacionales, Excusado y Noveno. Además, Rubio gestiona el arriendo de los hornos de pan y la administración del puente, de cuyo mantenimiento se encargaba ya desde su cesión al Estado, por lo que se convierte también en asentista de madera y recoge el fruto del pontazgo. El flamante administrador presenta el estado de sus cuentas por meses en Zaragoza, siendo los curas párrocos de cada lugar y pueblo de la comarca quienes se encargan de certificar la cuantía de los productos de diezmos nacionalizados. Así lo hacen Francisco Día, cura de Zaidín, o el rector de Torrente de Cinca, Esteban Vidal, por la casa de Francisco Gort, el mayor diezmero del pueblo. También lo hace, por la casa de Bernardo Zapater, la mayor diezmera de Velilla, el cura del pueblo, Antonio Pitarque. Zaidín, Torrente y VeliIla se habían separado del corregimiento de Barbastro a efectos de Bienes Nacionales el 19 de mayo de 1810 para depender desde entonces de Fraga."'
182 Alexander: 81-82. Bofarull y Broca, Antonio de, Historia critica de la guerra de Independencia en Cataluña; continuación de la Historia critica (civil y eclesiástica) de Cataluña, Barcelona, F. Nacente, 1886-1887, 2 vols.: a, 109 y 204. Brandt:
155-156. Gámez de Arteche: ix, 268. Suchet: 1, 222-223. Rubio también tenía licencia para cortar y sacar madera de los montes de Torla y todo el valle de Broto, y facultad para poder obligar a los almadieros de aquel lugar a que la bajasen por el río hasta Fraga. AHPZ: Crédito Público, caja 1021; Bie-
7"
nes Nacionales, caja 725, escritura del día 20 de agosto; caja 726, 4 de julio de 1810, y caja 730. Berenguer: 90-92.
AÑO DE IR ID: EL ALEO ARAGÓN. DOMINADO POR LOS FRANCESES
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Actividad de Cantarero y su partida: Samper, Calanda y Benabarre (19-31 de julio de 1810) Durante la primavera de 1810, Suchet, gobernador de Aragón, ha entregado armas a algunos pueblos bajoaragoneses con el fin de que formen guardias cívicas para protegerse de las guerrillas, pero Cantarero con su cuadrilla hace fracasar ese proyecto,'" pues el montisonense, hacia el 19 de julio y con el fin de distraer en lo posible a las tropas francesas que asedian Tortosa, cruza a la orilla derecha del Ebro para multiplicar su actividad en el Bajo Aragón y reclutar jóvenes. El 26 se halla en Albalate del Arzobispo, tras haber tomado a los franceses de Samper varios fusiles. Apresa a unos pocos franceses y a un grupo de guardias cívicos y, según el parte que de esta acción da a la Junta de Aragón, retiene a los franceses como presos pero libera a los cívicos «por creerlos forzados». Poco después se presenta en Calanda, donde los guardias cívicos no quieren pelear contra él; antes al contrario, la mayoría de ellos se incorpora con las armas y municiones recibidas de Suchet a su cuadrilla, mientras los vecinos le suministran víveres en lugar de prenderle con arreglo a las órdenes que tienen de Suchet, por lo que este emite un decreto para castigar severamente a ambas villas. Desde Calanda, la partida de Cantarero, tras regresar nuevamente al Alto Aragón, se acerca a Benabarre y el 30 de julio ataca esa villa, que ocupa un destacamento del 12° escuadrón, mandado por el subteniente Livermans. Los gendarmes se defienden con tal tenacidad que los altoaragoneses no pueden desalojarlos de su casa fuerte. Durante la lucha, el teniente Livermans y algunos de los suyos caen muertos, pero finalmente los gendarmes logran rechazar a los guerrilleros. Desde Benabarre, y para continuar sus correrías, Cantarero se traslada a Caspe, adonde llegará el 9 de agosto.'"
Redistribución de la gendarmería en el Alto Aragón (finales de julio de 1810) Respecto a los seis escuadrones de Gendarmería, dos de ellos, el 9° y el 10", se trasladan a Cinco Villas; otros dos, el 110 y el 13°, protegen la ruta de Jaca a Zaragoza, y los dos últimos, el 12° y el 14°, patrullan el Alto Cinca, de modo que sus emplazamientos quedan a finales de julio de la siguiente manera: el 9° con la infantería en Sos y la caballería en Saciaba, teniendo a su cargo parte del corregimiento de Jaca, con la especial recomendación de vigilar atentamente la frontera con Navarra; el 10° se instala en Ejea y envía un destacamento a Zuera, estando encargado de asegurar las comunicaciones de la ruta de Zaragoza a Ayerbe; el 11°, establecido en Ayerbe, y la infantería del 13°, acantonada en Jaca, Canfranc y Anzánigo, están encargados, bajo las órdenes del comandante Vincent, de mantener libres las comunicaciones con Francia por el valle de Canfranc y el Somport, y la caballería del 13°, con guarnición en Huesca y sus alrededores, tiene por misión controlar ese corregimiento; el jefe de escuadrón D'Halmont debe, con el 12°, que está a sus órdenes, y la infantería del 14°, asegurar las comunicaciones con Francia por el puerto de Benasque ocupando Barbastro, Graus y Benasque, contando además por orden de Suchet con el apoyo de la Compañía de Gendarmes Españoles, establecida en Barbastro;7R6 finalmente, la caballería del 14° ocupa alternativamente Tamarite y Benabarre para vigilar la frontera catalana, la parte meridional del corregimiento de Barbastro situada en la ribera izquierda del Cinca y los pueblos aledaños a Benabarre. Todos estos escuadrones están continuamente comunicados entre ellos a fin de asegurar la tranquilidad y la seguridad del país. La Gendarmería Imperial es bienvenida en las plazas de Jaca y Benasque, que en el verano de 1810 ven disminuir el efectivo de los cazadores de montaña, sin duda como consecuencia de los trabajos agrícolas, que les atraen hacia sus explotaciones y granjas."'
78 '5
Las guardias cívicas eran la versión afrancesada de las milicias, a imitación y ejemplo de las muchas creadas en Andalucía
durante la triunfal expedición del rey José en enero de 1810. En julio de 1810 acababan de organizarse las guardias de Barbastro, entre otras, gracias a la buena situación por la que atravesaba el Gobierno francés en esas fechas, así como por los éxitos obtenidos por la comisión de indultos, que había logrado una relativa pacificación del territorio. Sorando: Aragoneses. 785
ADPZ/AJSA: ms. 643, f. 280v. GZ del 11. 12 y 19 de agosto de 1810. Martin, Emmanuel: 343-344.
786 Con fecha 1 de agosto contaba la compañía de Barbastro con 69 hombres mandados por Robustiana Lost. '" Martin, Emmanuel: 344-345.
AÑO DI isto FI ALTO ARAGÓN. DOMINADO POR LOS FRANCESES
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AGOSTO DE 1810 Ataque de Sarto a Epa (8-9 de agosto de 1810) El pastor ansotano Sarto ha llegado a inspirar a sus hombres tal confianza que le permite efectuar audaces acciones, y así, al frente de su partida, constituida por 300 infantes y 60 jinetes altoaragoneses, ataca una vez más la noche del 8 al 9 de agosto la villa de Ejea; fuerza todas las entradas de la villa y asalta la casa fortificada ocupada por el 10° escuadrón, al mando del teniente Coomans por ausencia de su jefe, el comandante Lucé, que se encuentra en Zaragoza. Los gendarmes se despiertan sobresaltados por los gritos de los centinelas, toman las armas y, apenas vestidos, se deslizan en la oscuridad justo en el momento en que los guerrilleros, que habían abatido las puertas de la caserna, entraban en ella. Una vez dentro, los partisanos destrozan a hachazos la caja del escuadrón, que contiene los fondos de este y el dinero particular de los oficiales y gendarmes, se apoderan de todo ello y hacen prisioneros al comisario de guerra Luis Gondouin, 1 sargento y 5 gendarmes que estaban arrestados y desarmados en la prisión, así como a la esposa del gendarme Robida. Un terrible combate cuerpo a cuerpo y con armas blancas se produce en los corredores y las habitaciones. Al fin los guerrilleros son rechazados fuera de la casa fuerte y desaparecen con el botín y los prisioneros, sin que los gendarmes que salien en su persecución puedan alcanzarlos. Durante la lucha en el interior del fuerte, algunos guerrilleros entran en las casas del pueblo para recoger provisiones y raciones. En este ataque nocturno, el 10° escuadrón tiene 4 muertos y algunos heridos, y los altoaragoneses pierden también varios hombres y se llevan a sus heridos!"
Ataque a los gendarmes de Tamarite (10 de agosto de 1810) Al día siguiente, 10 de agosto, una numerosa partida entra de improviso a las siete de la mañana en Tamarite. La caballería del 14° escuadrón y un destacamento del 121° de línea, que ocupan la villa, apenas tienen tiempo de refugiarse en uno de los dos reductos que han construido en la casa de Florencia Viu y en la llamada de Velet, edificios susceptibles de defensa para fusilería, tanto por dominar el paseo del Hortaz como por la solidez de su construcción. Un oficial del 121° y un gendarme que se han retrasado son sorprendidos y abatidos por los guerrilleros en la calle Santa Lucía. Los franceses, con un fuego bien dirigido, mantienen a raya a los aragoneses; sin embargo, algunos de estos, llevando haces de leña, se deslizan hasta el muro del fuerte con la intención de incendiar sus puertas, pero no consiguen su objetivo, pues el sargento Charnier, que ha salido por la mañana temprano con 12 gendarmes a caballo para recoger suministros por los alrededores, avisado de la llegada de la partida, da media vuelta, toma posiciones en una altura cercana al fuerte y comienza a disparar sobre los asaltantes. Estos, sorprendidos y creyendo que llega una gran fuerza de socorro, se retiran dejando 5 muertos y teniendo numerosos heridos. Los aragoneses se llevan en su retirada dos carros pertenecientes a los franceses y cuatro caballos que se encontraban en una cuadra cercana.'"
Sarto ataca Berdún y, perseguido por los franceses, muere en Ansó (17-20 de agosto de 1810) Unos días después, el 17 a las once de la noche, la partida de Sarto intenta sorprender el puesto de Berdún, ocupado por 96 gendarmes de los escuadrones 11° y 13° y dos compañías de cazadores de montaña del Ariége. Los franceses, que están atentos, no se dejan sorprender y se defienden con éxito resistiendo el primer ataque; posteriormente, a pesar de la oscuridad, pasan a la ofensiva cargando a la bayoneta y haciendo 8 muertos y 30 heridos a los guerrilleros, que huyen llevándose a los heridos con ellos. Al día siguiente, un destacamento sale de Berdún de reconocimiento y en Biniés
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Martin, Emmanuel: 345-346.
789 AHG: C8155, Buque( a Berthier, 5 de septiembre de 1810. Martin, Emmanuel: 346-347. Moner: 384-386.
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se apodera de 12 de los heridos que los guerrilleros altoaragoneses de Sarto han dejado allí. El resto de la partida se oculta en el valle de Ansó, donde poco después, el 20, Renouvier, gobernador de jaca, mediante una marcha de catorce horas, con un destacamento de cazadores de montaña sorprende a Sarto a las cinco de la mañana. En el combate caen muertos el jefe ansotano y 14 de sus hombres, y quedan prisioneros otros 15, los cuales posteriormente son cosidos a bayonetazos. En Ansó se apoderan los franceses de almacenes de efectos y armas, junto con el caballo, el sable y el sombrero de Sarto. Furiosos por su fracaso y por la muerte de su jefe, los guerrilleros degüellan al comisario Gondouin, a la mujer del gendarme Robida y a los 5 gendarmes de 100 escuadrón que habían hecho prisioneros en Ejea. Suchet proclama que con la muerte de Sarto ha desaparecido la última de las bandas en el lado izquierdo y recomienda a Renouvier para un ascenso, aunque la presencia de las fuerzas de Cantarero, Sarasa y ocasionalmente Espoz desmiente tal afirmación.'"
Espoz, acosado, se refugia en la frontera de Castilla y Aragón (fines de agosto de 1810) Efectivamente, en Navarra Espoz mantiene en jaque a los franceses, así que el emperador ordena al general Reille, gobernador de ese Reino,'" que lo persiga hasta la destrucción, lo que inicia este con 4000 hombres, que a mitad de agosto son reforzados por el conde D'Erlon con un cuerpo de tropas destinadas por el Ejército de Portugal del mariscal Massena. Siete columnas, cada una de entre 1500 y 2000 hombres, amenazan con exterminar a Espoz y sus tropas, que se retiran hacia la frontera navarro-aragonesa, donde Suchet solo tiene 400 gendarmes situados en Cinco Villas. En este corregimiento, Espoz con sus hombres amenaza los puestos fortificados franceses, los cuales sufren continuos ataques que comprometen a las pequeñas guarniciones que los ocupan. Así, los gendarmes de Ejea, al mando de Lucé, resisten con éxito, al igual que lo hicieron ante Sarto, varios ataques de los navarros, quienes además acosan a los recaudadores de impuestos, que, escoltados por destacamentos de gendarmes, viajan de pueblo en pueblo en sus tareas fiscales, atreviéndose incluso a penetrar en las poblaciones. Para evitar que Espoz penetre más profundamente en el débilmente defendido Aragón, Reille suspende sus operaciones y pide apoyo para proteger el vital cruce de Sangüesa, de modo que Musnier le envía un batallón de marcha y algunos gendarmes. Sin embargo, Espoz marcha hacia el oeste y, cruzando el Ebro, se retira a través de Alhama hasta Molina de Aragón y reagrupa su partida a lo largo de las fronteras de Castilla y Aragón.792
Amenaza guerrillera sobre Benasque (finales de agosto de 1810) Algunas partidas, aunque escasas en fuerzas, contrariadas por los fracasos a lo largo del Ebro contra la retaguardia de Suchet, que sitia Tortosa, permanecen activas en los valles orientales altoaragoneses y continuamente amenazan Benasque, donde Pointis, comandante del batallón del Alto Garona que allí está de guarnición, no dispone más que de 250 hombres, pues además de
79° AHG: C8/54. Suchet a Berthier. 31 de agosto, y C8/55, Buquet a Feltre, 14 de septiembre. GM del 27 de septiembre de
1810. Martin, Emmanuel: 337 y 346. Sarramon, Napoléon: 159-160. 791 En junio Napoleón había reemplazado en Navarra a Dufour por Reille, y Dufour se quejaba de que la falta de apoyo de
Suches fue una de las razones para la renovada actividad insurrecta en Navarra. Aunque en realidad poco pudo hacer Suchet, ya que tenía suficientes problemas en Aragón, a los que se añadía su obligación de observar al ejército español de Valencia, mantener a raya al de Cataluña y asediar Lérida y Mequinenza. de modo que no disponía de un solo batallón con el que auxiliar a Dufour, asumiendo con razón que la reciente captura de Javier Mina había desatado la rebelión en Navarra. Después de la rendición de Mequinenza, Suchet empleó seis batallones para escoltar a los prisioneros a Pamplona, y permitió a estas unidades permanecer en Navarra dos semanas tras terminar su misión de escolta. En opinión de Suchet, Dufour era el responsable del problema en Navarra, así que esperaba que Reille eliminase la amenaza de la guerrilla sin requerir tropas del III Cuerpo, ya que, según Suchet, la solución para los problemas fuera de su área de mandato era la de tener más iniciativa, no más tropas de su cuerpo. AHG: C8/50, Dufour a Berthier, 22, y C8/51, Suchet a Berthier, 29 de junio de 1810. Alexander: 77. 792 AHG: C8/54, Reine a Berthier, 17 y 21; Suchet a Berthier, 31 de agosto; C8/57, Reille a Berthier. 6 de octubre, y C8/358, Parte de situación del 111 Cuerpo, octubre de 1810. Espoz: Memorias. Suchet: 1, 197 y 204.
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haber tenido que enviar una compañía al valle de Arán la deserción ha aumentado en sus filas debido a que es época de mucho trabajo agrícola y ganadero en las explotaciones familiares, como antes se ha comentado. Ante esto, Wouillemont se ve obligado a enviar una columna de apoyo desde Francia, la cual llega a Benasque a fines de este mes de agosto.'"
División territorial de Aragón en dos comisariados (28 de agosto de 1810) Antes de la invasión francesa el reino de Aragón estaba constituido administrativamente, como ya se ha dicho, en trece corregimientos. José, por decreto de abril de 1810, ha dividido España en prefecturas, distribución en la que corresponden al territorio de Aragón las de Huesca, Teruel y Zaragoza, aunque en este territorio no se lleva a cabo, ya que, estimando Suchet que no es administrativamente aceptable, efectúa una nueva división más efectiva y racional, consistente en formar dos comisariados, uno a la derecha y otro a la izquierda del Ebro, incluyendo en éste Zaragoza para compensar su menor población, con lo que queda constituido por los antiguos corregimientos de Zaragoza, Barbastro, Huesca, Benabarre, Jaca y Cinco Villas. Para el comisariado de la derecha se nombra a Agustín de Quinto y para el de la izquierda al cincovillés Mariano Domínguez.T9°
Cantarero en la sierra de Alcubierre. La partida del coronel Solano (fin de agosto de 1810) En agosto las tropas de Buget encuentran poca resistencia cuando barren el área alrededor de Huesca; sin embargo, Cantarero, desde la zona de Caspe, adonde ha llegado desde Benabarre el día 9, como acabamos de ver, cruza poco después el Ebro por Chiprana y se instala en la sierra de Alcu-
bierre, donde va realizando incursiones desde Leciñena hasta Sena, recogiendo grano, ganado y reuniendo hombres y, según los franceses, «saqueando al mismo tiempo los pueblos, asesinando y robando los viajeros que encuentra por los caminos», entregando a finales de agosto 300 de los dispersos y desertores que ha logrado reunir al teniente coronel Manuel Solano, que tras la caída de Mequinenza se ha echado al monte con un grupo de soldados y voluntarios con el fin de combatir a los imperiales y reconstruir el disperso regimiento de Tiradores de Doyle, que ha quedado disuelto en la capitulación de aquella plaza fuerte. Solano ha sido oficial del primer cuerpo denominado de Doyle, que capituló en Jaca en marzo de 1809, y varios de los hombres reunidos por Cantarero pertenecían igualmente al batallón de Doyle y han logrado fugarse a la llegada de los franceses a Mequinenza junto a él, como antes se ha visto. La misión de este batallón, que los franceses citan siempre como partida de Solano, será la de incrementar las operaciones, en forma de guerra de guerrillas, en la frontera catalano-aragonesa, distrayendo la atención del ejército francés que asedia Tortosa."' Por otra parte, el 14 de este mismo mes es fusilado en Lérida por orden de Henriod el reverendo padre fray Diego Lafarga, religioso trinitario de Monzón."'
SEPTIEMBRE DE 1810 Los gendarmes derrotan a unos húsares españoles en Tamarite (5 de septiembre de 1810) El 5 de septiembre la caballería del 14° escuadrón, mandada por el teniente Cavailhon, participa en una expedición nocturna cerca de Tamarite en la que derrota a una partida española de húsa-
1°3 ANG: C8/55, Wouillemont a Clarke, 5 de septiembre de 1810. Sarrarnon, Napoléon: 139. 744 Bayod: 72-83. Gómez de Valenzuela: 113. Estos comisariados tenían a su cargo las funciones administrativas, de justicia,
de mantenimiento del orden, cobro de contribuciones, etcétera. Por debajo del intendente y de los dos comisarios estaban los alcaldes, corregidores y funcionarios, y por encima de todos, Suchet. "3 ADPZ/AjSA: ms. 644, f. 61v. AHG: C8/358, Parte de situación del itt Cuerpo, 16 de agosto de 1810. GZ del 14 de octubre
de 1810. 796 Huguet: 253.
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res contra la que efectúa sucesivas cargas, de modo que logra hacer prisioneros a su coronel y a 27 de sus jinetes. En esta acción se distinguen por parte francesa el teniente Cavailhon, el sargento Juliard, los brigadieres Roumet y Quertot y el gendarme Reynier."'
Protestas del comandante francés de Huesca e inicio de los trabajos para reconstruir el puente de Fraga (14 y 17 de septiembre de 1810) Mediado septiembre, el comandante francés de Huesca insinúa al corregidor que no está contento con los géneros que se le entregan para su mesa y que le parece mejor «que se le contribuya en metálico lo que se le daba en especie».'98 Entre tanto, los trabajos de reconstrucción del puente de Fraga se inician el día 17 para prolongarse durante casi tres meses. Hasta la entrada del invierno y con el fin de reunir material para dichos trabajos, el fragatino Medardo Cabrera se traslada a varios pueblos montañeses del corregimiento de Barbastro, desde donde hace descender por el Cinca más de 400 troncos proporcionados por varios asentistas de madera.79
Herida del jefe de partida Mariano Larrode, alias Pesoduro (28 de septiembre de 1810) En Cinco Villas, cuatro pequeñas partidas, mandadas por Mariano Aznar, jarreta, Francisco Gracia, alias el Manco, y Mariano Larrode,800 al que llaman Pesoduro y que empieza a destacar sobre los demás, y que juntas no suman más de 300 hombres, actúan constantemente por la zona. Pesoduro, al frente de las cuatro partidas dichas, se presenta el 28 de septiembre delante de Ejea, defendida por el 10° Escuadrón de Gendarmería, bajo el mando del comandante Lucé, ya regresado de Zaragoza. Los guerrilleros entran en la villa, aunque después de horas de combate son rechazados; en esta acción, Pesoduro resulta herido gravemente de un balazo en la cabeza y, según la Gaceta
de Zaragoza, muere en Tauste a consecuencia de sus heridas, aunque como veremos enseguida eso es falso y no tarda en volver a organizar su partida. No debe de ocurrir lo mismo con sus cuatro compañeros, de los que no he vuelto a encontrar noticias.K"
OCTUBRE DE 1810
Ataque francés a Cantarero en Villanueva de Sigena (6 de octubre de 1810) Habíamos dejado en agosto a Cantarero acosando a los napoleónicos desde la sierra de Alcubierre. Enterado D'Halmont, jefe del 120 Escuadrón de Gendarmería, de esas correrías, sale el 6 de octubre de Graus con un destacamento de gendarmes a pie y a caballo y, avisado Cantarero, intenta despistarlos para evitar un encuentro con ellos, pero los gendarmes localizan su pista y lo esperan en Villanueva de Sigena. A la vista de los franceses, los guerrilleros se repliegan rápidamente para eludir el combate, pero los gendarmes consiguen alcanzarlos, cargan sobre ellos y los derrotan. Durante la lucha, un gendarme se lanza contra Cantarero y lo hiere de dos sablazos; el jefe guerrillero se defiende, hasta que la pelea termina cuando los dos caballos resbalan en el suelo
797 Martin, Emmanuel: 347, Informe del general Buquet fechado el 17 de septiembre. 798 AMII/AD de 1810: acta del 14 de septiembre. 79 Berenguer: 86. 8°8 Larrode, como sargento del Tercio de Tauste, participó en la defensa de Zaragoza durante los Sitios y se distinguió el 7
de julio en un choque contra los franceses en el vado frente a la puerta de Sancho, acción en la que resultó herido, así como en la heroica defensa de la puerta del Carmen, durante la cual cruzó las líneas con un mensaje de Palafox para el marqués de Lazán, y el 23, en el puente del Gallego y convento de San Lázaro, donde, aunque herido, mató dos jinetes franceses, por lo que fue premiado por Palafox. AMZ/AP: caja 8151, leg. 6.2/13. Alcaide: Historia, i, 103. 111, 127-128, 167, 183-184, y Suplemento, 122. Casamayor: 7 de julio. GZ del 7 de octubre de 1810. Martin, Emmanuel: 347-349, Informes de Buquet y Suchet del 10 de agosto de 1810.
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y caen por un pequeño talud. A pesar de sus heridas, Cantarero logra escapar y reunirse con sus hombres. En la acción mueren 6 guerrilleros y 8 son hechos presos, de los cuales 6 son fusilados en el acto. Después de este combate, el destacamento de gendarmes, con 4 caballos, 14 fusiles y 2 cargas de cartuchos tomados a la partida del montisonense, regresa a Graus.8°'
Acciones de la partida de Fraga en Alcolea de Cinca Por estos días de octubre destaca por su actividad la conocida como partida de Fraga, formada por unos 500 hombres de a pie y de a caballo, la cual entra una noche en Alcolea de Cinca y, a la fuerza, según un documento afrancesado, se lleva el grano ya recolectado que se encuentra en los almacenes llenando los carros y caballerías que ha llevado consigo para el transporte. Pocos días más tarde, cuando se ha recogido la uva y guardado el vino, y se está midiendo y entregando el pago del impuesto de la décima eclesiástica, aparece de nuevo la partida de Fraga entre la una y las dos de la mañana y se lleva en gran número de carruajes, hacia Mequinenza, el vino, el dinero de los impuestos, los bienes de la Administración francesa en el pueblo e incluso al propio administrador de Bienes Nacionales, destacado afrancesado, el cual permanece preso en su poder durante muchos meses, hasta que puede fugarse."' Carta de Sarasa a su cuñado Juan Azcón, regidor afrancesado de laca (primeros de octubre de 1810) En Jaca, con fecha 4 de octubre cada una de las ocho compañías del 2° Batallón de Cazadores del Ariége no tiene más que entre 30 y 50 hombres presentes."' Por esos días en Yebra de Basa es fusilado un paisano de Jaca que había salido de esta ciudad «por diligencias particulares para otro vecino». El gobernador militar de Jaca acusa a Sarasa, que con su batallón de Tiradores de Ribagarza se halla por la zona de Biescas, de ese fusilamiento, por lo que apresa a cuatro de sus amigos y parientes para que sean fusilados «uno después del otro por cada vecino que muera o sufra mutilaciones u otro daño semejante por su causa», y le amenaza con detener a una de sus hijas «para sufrir igual suerte al menor atentado que se permita desde ese día» y reclamar a su hijo, prisionero en Francia, «para hacerlo ahorcar si continúan las maldades de su inicuo padre». De todo esto informa a Sarasa Antonio Azcón," su suegro y padre del alcalde mayor de Jaca, Juan Azcón, y el de Embún le responde con una misiva que envía con el alcalde de Biescas, que efectivamente «mandó fusilar a un espía francés, vecino de Jaca, que tuvo la osadía de recorrer todas sus tropas creyéndose seguro con una supuesta carta, pero plenamente justificado el hecho y confeso el reo, conformándose con el dictamen». Continúa Sarasa su carta diciendo orgullosa y retóricamente que en esos momentos él no tiene parientes, ni amigos, ni hija, aunque sí un hijo prisionero como comandante general, y amenazando a su vez a los franceses con «vengar todo atropello» en la cabeza de más de un centenar de prisioneros que por entonces tenía en los depósitos de Cataluña, «fusilando a dos por cada uno» que los franceses asesinen. Viendo que no puede amedrentar a Sarasa, el gobernador de Jaca solicita a Antonio Azcón que escriba personalmente a su yerno para intentar convencerle de que se entregue. El suegro accede y escribe a Sarasa diciéndole «ayer llevaron a tu hija presa a las monjas y a mí me dejaron arrestado en casa con pena de la vida [...1 y hará venir a tu hijo de Francia y lo hará ahorcar en la plaza». Sarasa, que se ha trasladado a Gavín, responde que funda «su honor en los daños que ha recibido de los franceses y solo tiene el lunar de ser pariente de la vil e infame familia de los Azcones, de cuya casta solo su espo-
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del 14 de octubre de 1810: parte fechado en Sena el día 7 de octubre.
"' [layad: 51. 8" Sarramon, Napoléon: 160.
g°5 Sarasa casó con Rosa Azcón, natural de Fanlo, de la que tendría un hijo y tres hijas. AGMS/IISD de Miguel Sarasa.
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sa piensa con honor». De la suerte de su hija dice que «le es muy sensible la suavidad con que ese bárbaro francés procede con mi hija, porque puesta en un convento la precaven de los apetitos de los libertinos de los franceses», y de la de su hijo, que «con heroico denuedo subirá al patíbulo abatiendo el orgullo corso con la constancia»."
Actividad del corregidor Guerrier en Barbastro En Barbastro, este mes de octubre, el corregidor Guerrier ordena derribar parte de la torre del extinto convento de la Merced, que servía de casa fuerte a la guarnición de Barbastro y pertenecía a Bienes Nacionales, cuyo administrador general en Zaragoza, Mariano Burillo, le pedirá explicaciones por ese derribo. Guerrier dirá tiempo después que lo mandó demoler «por amenazar algún riesgo», explicando que los materiales del derribo los utilizó «en la obra de las Casas de la Municipalidad que está reedificando para perpetuar en esta ciudad el nombre francés» y añadiendo que con el mismo objeto ha tomado «algunas maderas viejas del que fue de la Trinidad». A finales del mes siguiente, pide y consigue de Bienes Nacionales unas casas expropiadas a Juan Joulieu" para dedicarlas a escuelas de niños, y a primeros de 1811 manda organizar academias de Bellas Artes en el colegio de los Escolapios."
Benasque (9-22 de octubre de 1810) Los araneses y altoaragoneses consiguen cambiar totalmente sus fracasos veraniegos por éxitos en otoño, y el 9 de octubre, el alcalde de Luchon, Sengés, informa de la aparición de guerrillas catalanas y aragonesas por el lado de Ax, en el Ariége, y de algaradas y motines en las habitualmente apacibles ferias de Vilaller y de Graus, por lo que, para aumentar la protección de la frontera, por orden de 13 de octubre se manda formar en cada uno de los departamentos del 10" Distrito Militar un batallón de la Guardia Nacional de elite, debiendo permanecer estacionado en su departamento el batallón así formado en los Altos Pirineos dadas las amenazas sobre su frontera, mientras que el del Alto Garona queda como disponible a las órdenes de Wouillemont. Días después, el 20, el castillo de Benasque es atacado por una partida que dispone de una pieza de artillería. La guarnición francesa, mandada por Defaysse y reducida en esos momentos a 180 cazadores del Alto Garona y dos docenas de gendarmes enviados por el III Cuerpo, rechaza durante cuatro horas la tentativa de los españoles, antes de efectuar una salida que obliga a estos a retroceder, unos hacia Laspaúles y otros hacia la conca de Tremp. Para auxiliar a la guarnición benasquesa, Wouillemont despacha al día siguiente a los capitanes Dascours y Roquemaurel con 200 cazadores, que marchando de noche franquean el puerto de la Picade y llegan sin incidencias a Benasque, desde donde, tras considerar que su presencia no es ya necesaria, regresan a Viella el 23. 8°9
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Gaceta Militar y Política del Principado de Cataluña, citada por Gómez de Valenzuela: 70-71.
"7 ¿El herrero de origen francés vecino de San luan de Plan que se quejó a Sangenís de la actitud del comandante del cantón de Plan, Fernández? 808
AHPZ: Bienes Nacionales, caja 723.
809 AHG: C8/58 y C8/59,
Travot y Wouillemont a Feltre, 21 de octubre; Travot a Feltre, 5, y Suchet a Feltre, 8 de noviembre de 1810. Sarramon, Napoleón: 139-140. Será la última vez que veamos pelear en el Alto Aragón a Roquemaurel, quien, como se ha
dicho, ha sido condecorado en enero de 1810 con la Legión de Honor por su brillante conducta en las operaciones que llevaron a la toma de la plaza de Benasque y, a finales de ese año, posiblemente desencantado y frustrado por la designación de Deshorties como jefe del 2° Batallón del Ariége en laca, y después de Defaysse como gobernador de Benasque, cargos que sucesivamente se le habían prometido implícitamente a él por sus méritos, se retira sin autorización pero por razones de salud, ya que estaba deprimido, a su casa en el castillo de Seix. Por ello, el ayudante comandante Pliegue, del Estado Mayor del III Cuerpo, dirá en marzo de 1811 a propósito del cuadro de oficiales del nuevo 2° Batallón de Cazadores de Montaña que Roquemaurel es «inmoral, pues está ausente sin permiso desde hace 8 meses». Posteriormente, en agosto de ese año de 1811, Roquemaurel, que se encuentra tomando las aguas medicinales en Les, abandona su retiro para, incorporado a su cuerpo, participar en una ofensiva en el valle de Arán, aunque no tenemos noticias de que vuelva a entrar en Aragón. Sarramon, Napoléon: 287, nota 4,
Castillo de Benabarre. (Foto; Fernando Alvira Lizano)
La Oliva intenta organizar un batallón en Benabarre. Acción de Arén (26 de octubre de 1810) A primeros de octubre el 1441 Escuadrón de Gendarmería recibe orden de retornar a Benabarre, villa que había abandonado momentáneamente mientras sus compañeros del 120 escuadrón estaban en Villanueva de Sigena. Al llegar encuentran su fuerte en un estado lamentable, ya que, aprovechando su ausencia, los guerrilleros aragoneses han destruido las obras defensivas y las han dejado inservibles, por lo que los gendarmes se han visto obligados a ponerse rápidamente manos a la obra para reconstruirlo."' Finalizando octubre, el coronel Antonio La Oliva,'" que intenta completar la organización de un batallón en la zona de Benabarre que llevaría el nombre de ese corregimiento, es acosado continuamente por los gendarmes de Graus y Benabarre. El día 26, encontrándose con su tropa en Arén, tiene aviso hacia las doce de la mañana de que una columna francesa compuesta de 160 infantes y 25 jinetes se aproxima por la altura de Santas Creus, por lo que dispone que sus hombres se coloquen en otro promontorio, en el que había un edificio muy antiguo construido con ángulos entrantes y salientes a manera de una pequeña plaza de armas. Colocados sus hombres en esa posición, resisten los ataques por espacio de tres horas, tras las cuales se presenta frente al pueblo leridano de Orrit otra columna francesa, fuerte de 150 infantes y 17 jinetes, que inmediatamente entra también en combate con los aragoneses, los cuales se man-
tienen firmes durante otras dos horas. No pudiendo los imperiales conseguir vencer la resistencia de los hombres de La Oliva y tomar Arén, sobre las seis de la tarde se retiran a la altura de Clarasvals, distante 12 kilómetros, donde toman posiciones y permanecen hasta el amanecer del día siguiente, en que regresan a sus puntos de origen.812
81° Martin, Enmanuel; 349-330. Al que hemos visto como defensor de Zaragoza e incorporado luego al batallón de los Tiradores de la Canal de Berdún de Sarasa.
8"
812 GR del 10 de enero de 1811: Parte de La Oliva, comandante del batallón de Benabarre, Aren, 30 de octubre de 1810.
N
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NOVIEMBRE DE 1810 Apuros económicos del Ayuntamiento de Huesca y de Suchet (primeros de noviembre de 1810) El 9 de noviembre, en la ciudad de Huesca, José Bueno, corregidor y presidente, Francisco Domenech, José Asesio, Mariano Torrenventa, José Pérez, Mariano García y Lorenzo Blanque, regidores, Mariano López, diputado del Común, y Juan Gómez, síndico prior general, todos ellos componentes del Ayuntamiento oscense y en su nombre, considerando que se han agotado todos los fondos comunes por los excesivos gastos que tiene la ciudad para la manutención, medicinas, hospitales y demás de las tropas francesas que hay o transitan por ella, deciden enajenar un monte baldío llamado La Paúl, con la plaza de toros y el terreno que ocupaban los toriles en el camino que va de la plaza de Santo Domingo a la Misericordia, todo ello propiedad de la ciudad y que es vendido en su totalidad al vecino de Huesca Lorenzo Gracia.'" Tampoco andaba sobrado de recursos Suchet, pues para el pago de las tropas y empleados públicos ordena cobrar ya la contribución anual de 36 000 000 de reales."4
Acciones de Solano, Cantarero y La Oliva en Graus y Benabarre (26-27 de noviembre de 1810) Mediado noviembre, a Solano, que se encontraba con su Batallón de Tiradores de Doyle en el corregimiento de Benabarre, se había unido Cantarero, ya recuperado de su herida, La Oliva con sus hombres y algunos somatenes catalanes al mando de Francisco Montardit, y llevan a cabo una acción conjunta contra Benasque. A partir de ese momento Solano, Cantarero y La Oliva operan juntos; así, el 26 deciden atacar simultáneamente a los destacamentos de gendarmes de Graus y Benabarre, de modo que marchan hacia aquella villa Cantarero y La Oliva y hacia ésta Solano. En la madrugada del 27 aquellos llegan a Graus y, para intentar sorprender a los gendarmes del 12" escuadrón, atacan de inmediato buscando la sorpresa, con lo que se inicia un intenso tiroteo. El comandante D'Halmont, dejando en el fuerte el número suficiente de hombres para garantizar su defensa, ordena al resto una salida contra los guerrilleros, divididos en dos destacamentos, uno de los cuales marcha de frente contra los españoles para evitar que crucen el puente y entren en la villa mientras el otro los intenta envolver por detrás. Entablado un combate cuerpo a cuerpo, los gendarmes rechazan a los asaltantes tras una breve resistencia. Al mismo tiempo, Solano entra en Benabarre y obliga a su guarnición, compuesta por gendarmes del 14° escuadrón, a refugiarse en el convento de San Agustín, que tienen por cuartel y que han reconstruido recientemente, mientras los guerrilleros ocupan las calles inmediatas. Dejando un destacamento de reserva en la iglesia mayor, inician las obras de aproche para formar el cerco. En este estado intima Solano a la rendición, a la que se niega el comandante francés, y se renuevan las hostilidades, adelantando los trabajos y preparando combustibles para prender fuego a las puertas. Desde su casa fuerte, los gendarmes mantienen un continuo intercambio de disparos con los españoles y, comprendiendo
83 AHPH/PN: notario Simón Buisán Puyuelo de Huesca, año 1810, caja ri° 6667, ff. 29-30. Según un estadillo conservado en el AMH (AD de 1828, acta del 31 de enero), Juan Azlor suministró por orden del Ayuntamiento de Huesca numerosas raciones de legumbres entre 1809 y 1810 a numerosos cuerpos del Ejército francés, entre ellos a los regimientos 5°, 6°, 44", 64", 114°, 116", 117° y 121° de infantería de linea, al 4^ de húsares, a los I", 2", 3" y 13" de coraceros, a la 9° brigada y al 1" batallón del tren y a los cazadores de montaña. "4 Aunque con las siguientes matizaciones: «Los monasterios de Sigena, San Victorián, Montearagón y San Juan de la Peña quedan cedidos a la ciudad cabeza de Corregimiento en la que estén situados bajo las reglas establecidas». En esa misma orden, «y siendo de igual necesidad el asegurar la subsistencia de las tropas como el pago de los sueldos y el atender al socorro de muchos pueblos por falta de cosechas», se mandan formar almacenes de reserva en Huesca con los pueblos de su corregimiento y los del de Jaca, que guardarán 8000 cahíces de trigo y 6000 de cebada. y Barbastro con los de este corregimiento y los del de Benabarre, que acumularán 7000 cahíces de trigo y 5000 de cebada. GZ, noviembre de 1810. Solo se citan los monasterios, almacenes y pueblos que, incluidos en esta orden, pertenecen al Alto Aragón.
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Solano que no puede ocupar el fuerte más que por la fuerza, ordena a su artillería que comience a disparar y manda a algunos de los suyos que se acerquen al fuerte e incendien sus puertas, lo que consiguen con éxito, de modo que las llamas se extienden rápidamente hacia el interior del reducto. Los gendarmes por una parte intentan rechazar los ataques de los españoles y por otra se ocupan de apagar el fuego, pero la situación enseguida es insostenible, por lo que, abriendo un agujero en una de las paredes, abandonan el fuerte llevando consigo municiones y algunos víveres y se refugian en una iglesia que está muy próxima y cuyos gruesos muros les permiten continuar la resistencia. Sin agua, casi sin víveres, apenas sin dormir y debilitados por una lucha incesante, permanecen en ella rechazando los ataques españoles con la esperanza de ser socorridos por sus camaradas de Graus, hasta que el día 28 por la mañana los españoles logran destruir el tambor que cubre la puerta de la iglesia y una parte del tejado por medio de gruesas piedras que arrojan a él desde las casas inmediatas, Arrimando de nuevo una gran cantidad de leña a la puerta, vuelve Solano a intimar a la rendición al comandante del puesto, quien accede a ella con la condición de ser conducido a Francia con toda su tropa para ser canjeado. En esos momentos, un destacamento de gendarmes que al retirarse los españoles de Graus ha sido enviado por D'Halmont, se deja ver frente a Benabarre; su presencia anima a los sitiados y desorienta por un momento a los guerrilleros que dejan al descubierto la parte baja del convento, a la que logran llegar para escapar por ella los franceses, aunque sufriendo muchas bajas y dejando en las calles muchos cadáveres. Dándose cuenta enseguida de la situación de sus compatriotas, los gendarmes de Graus cargan contra los hombres de Solano que cercan la iglesia, los cuales, sorprendidos por la espalda y viéndose entre dos fuegos, abandonan el lugar. Sin perder un instante, los oficiales franceses ordenan colocar a los heridos en los caballos y, antes de que puedan reaccionar los españoles, se retiran hacia Graus con ellos abandonando Benabarre. Ante la amenaza guerrillera, D'Halmont construye nuevas defensas en Graus en prevención de un nuevo ataque de Solano, pero este se retira a las proximidades de la frontera con Cataluña, mientras La Oliva lo hace hacia Arén y Cantarero permanece en la zona de Benabarre.8"
DICIEMBRE DE 1810 Situación de los escuadrones de gendarmería francesa en el Alto Aragón El final de año trae cambios también para los escuadrones de gendarmería existentes en el Alto Aragón y la infantería del 13° abandona la guarnición de Jaca, mientras que el teniente Mittre del 14° pasa al 11°. Para su traslado de Tamarite a Ayerbe se hace escoltar por una sección de 18 gendarmes a caballo y por el camino se encuentra con dos convoyes de granos, el uno formado por una reata de 14 mulos y el otro de 17, que iban destinados a las partidas de Solano y Cantarero y de los que se apodera sin lucha pues sus conductores los abandonan. Los gendarmes del 11° escuadrón son dispersados en distintas guarniciones, y mientras medio centenar de ellos es enviado a reforzar la guarnición del fuerte de Monzón y 25 a Pina, donde se apoderan de tres guerrilleros, de los cuales uno es un ayudante de confianza del jefe Manuel, 32 gendarmes quedan en Ayerbe, otra parte se traslada a Zaragoza y el resto a Huesca para marchar, junto a la infantería del 13° venida de Jaca, con destino a Barbastro a incorporarse a la columna que en esa ciudad está reuniendo el general Buget, llegado de Lérida para salir contra las partidas de Solano, La Oliva y Cantarero, que vuelven a estar activas en la zona de Benabarre."
"5
AHG: C8/62, auquet a Berthier, 29 de diciembre de 1810, y C8/63, Buquet a Berthier, 17 de enero de 1811. Martin, Emma-
nuel: 350-352. Suchet: 1, 205. '16 Martin, Emmanuel: 353-354.
AÑO DE 1810: El ALTO ARAGÓN, DOMINADO POR LOS FRANCESES
247
Ataque francés a Solano, Cantarero y La Oliva (2-3 de diciembre de 1810) En efecto, iniciado diciembre se reúne en Barbastro una columna formada por el 4° batallón del 117° de línea, dos compañías del 121°, los gendarmes dichos de los escuadrones 11° y 13° y 200 cazadores del 2° del Ariége que han acudido desde Jaca, la cual se pone al mando de Buget y marcha hacia Benabarre para intentar expulsar a Cantarero de allí, donde se ha hecho fuerte. Llegados los franceses el día 2, atacan a los aragoneses y los obligan a retirarse a Puente de Montañana, donde llegan al día siguiente los napoleónicos y atacan en tres columnas a las fuerzas reunidas de Solano y Cantarero, que durante largo tiempo les disputan el terreno hasta que finalmente estas se ven obligadas a retirarse, habiendo incendiado antes el puente, aunque los franceses logran cruzarlo entre las llamas y hacer 7 prisioneros y matar a 15 guerrilleros. Mientras Buget ataca Puente de Montañana, D'Halmont con su 12° escuadrón sale de Graus a la cabeza de una columna formada por 250 gendarmes y 50 soldados del 115° de línea y se dirige hacia Arén, donde está la partida de La Oliva, que se ha unido con Pérez. Sorprende a estos en los contrafuertes de la montaña que domina Arén y ataca con pequeños destacamentos simultáneamente por diferentes puntos. A la vista de los napoleónicos, los aragoneses inician un nutrido fuego contra ellos, pero finalmente se retiran llevándose a los heridos y dejando en el campo varios muertos.su
'17 GR del 7 de febrero de 1811: Carvajal a la junta. GZ de 1810. Martin, Emmanuel: 354. Sarramon, Napoléon: 142-143. Suchet: 1. 204.
AÑO DE 1811: COMIENZA EL CAMBIO DE PODER EN EL ALTO ARAGÓN
EL CAMBIO DE PODER (ENERO-DICIEMBRE DE 1811)
Aragón bajo la Administración civil francesa: nuevas municipalidades
A
UNQUE el Gobierno militar de Suchet ha registrado logros impresionantes en su primer año de existencia, Napoleón está descontento y decide cambiar otra vez la gestión y el 6 de marzo de 1811 da una instrucción general para la Administración en Aragón que alte-
ra la estructura administrativa creada por Suchet y, aunque continúa dando a este toda la autori-
dad civil y militar, nombra un intendente general, el barón de Lacuée, para dirigir la Administración en Aragón. Con esto, el emperador establece un rival civil para Suchet, ya que Lacuée tiene bajo su mando a todos los empleados civiles españoles y franceses. Los auténticos perdedores son los administradores nativos, a quienes Suchet ha utilizado previamente para dirigir el Gobierno de Aragón y quienes de ahora en adelante deben estar a las órdenes del intendente general y de los agentes del Tesoro. Lacuée tiene enormes problemas para dirigir la Administración civil en Aragón, ya que cuando llega, en mayo de 1811, Suchet está sitiando Tarragona, así que es un mal momento para el cambio de autoridad, por lo que se acuerda que Menche continúe de intendente durante este período. De hecho, Suchet quiere que Menche y los otros oficiales sigan en sus antiguas funciones, pero Lacuée no renuncia al poder que le otorga la instrucción general y, tras la conclusión del sitio de Tarragona en junio de 1811, intenta asegurar su liderazgo administrativo en Aragón, aunque se le plantean numerosas dificultades por parte de los burócratas españoles y franceses.'" Sin embargo, su mayor obstáculo es la resistencia de Suchet, quien declararía más tarde que Lacuée ha puesto en peligro el aprovisionamiento de armas por su total desconocimiento de la administración militar. De esta manera, Lacuée le sirve como cabeza de turco y Suchet atribuye a la ineptitud de este los problemas realmente derivados de la pobre cosecha de 1 8 1 1 y del endurecimiento de la resistencia guerrillera al final del año. A pesar de todo, en general Suchet cumple las directrices de Napoleón y convierte Aragón en la base ofensiva más popular de la Península, y además, en opinión del emperador, en una de las provincias más seguras, lo que le permite seguir haciendo esfuerzos para contribuir a la conquista de Valencia." La Administración local durante el gobierno intruso sufre numerosas reformas, y Suchet a finales de 1810 modifica el sistema de gobierno de los pueblos aragoneses estableciendo en ellos juntas
AHG: C8/67, Instrucción General para la Administración en Aragón de Berthier, 6 de marzo; C8/71, Lacuée a Berthier, 5 de mayo, y C8/85, Lacuée a Berthier, 30 de noviembre de 1811. ANF: AFiv.1628.7, Mollien o Napoleón, adjunto a Berthier a Napoleón, septiembre de 1811. 8'9 AHG; C8/95 y C8197, Suchet a Reille, 16 de mayo y 11 de junio de 1812. ANF: AFiv.1629.2111, Berthier a Napoleón, 9 y 17 de diciembre de 1811, y AFIv.1634.3, Clarke a Napoleón, 15 de marzo de 1812. Alexander: 103-106.
AÑO DF tul I COMUNIZA FI CAMBIO in PODER EN El Al l0 ARAGÓN
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municipales o municipalidades (nombre que sustituye al de ayuntamientos) e instaurando para la administración de justicia la figura del alcalde mayor. En enero de 1811 se eligen nuevas municipalidades en Huesca, Fraga, Barbastro y otras villas importantes; en otras simplemente se sustituyen los corregidores y en otras no se acepta participar en la Administración francesa y se manifiestan algunas formas de resistencia pacífica a la ocupación imperial. En este sentido, Bayod afirma que en la mayoría de los pueblos de Aragón esta elección no tuvo lugar y el decreto de reforma alcanzó escasa vigencia."' Veamos algunas de estas nuevas municipalidades. En Huesca, y por decreto de 15 de febrero, Suchet ha nombrado alcalde mayor a Manuel Villava,", el cual ejercerá hasta que la primera Municipalidad comience a realizar sus funciones a primeros de octubre de 1811, lo que hará hasta mayo del año siguiente, siendo corregidor principal en el tiempo que existe la Junta José Bueno. Durante sus ausencias lo son el barón de Alcalá, Alejandro Naya, Manuel Esmir, Mariano Lacueva, Vicente Mezquida, Vicente Diago y Juan Gómez, quienes dirigen las cobranzas de contribuciones y dan destino a los caudales cobrados por sus propias disposiciones."' En Fraga, para proponer los miembros de la nueva Municipalidad se reúne el 12 de enero una Junta Extraordinaria formada por «sujetos de los pudientes y propietarios de Fraga»."3 Antonio Barrafón acepta interinamente el puesto de corregidor local y deja la Junta Municipal, cuya presidencia ocupa Vicente Monfort, tras lo cual es elegido corregidor de distrito José Rubio. Por decreto de 23 de febrero Suchet confirma como alcalde mayor interino de Fraga a Antonio Barrafón, mientras el hasta entonces alcalde mayor, Vicente Bamala, es destinado para el mismo cargo en Alcañiz."4 Un mes después es confirmado en su puesto Rubio y Miguel Jorro queda como depositario de propios. Fraga ha sido designada cabeza de distrito por decreto de Suchet de diciembre del año anterior, y por una instrucción de febrero de este 1811 se le agregan Candasnos, Mequinenza, Peñalba, La Almolda y Valfarta. El 15 de septiembre es confirmado Monfort como presidente de la Municipalidad, a la que se incorporan ahora Medardo Cabrera, Lorenzo Foradada y dos vocales más, vecinos de otros pueblos del distrito, continuando como secretario Simón Galicia Catalán.82' En el partido de Barbastro, del que es corregidor Pedro Guerrier, por el ya citado decreto de 23 de febrero es nombrado alcalde mayor de la ciudad del Vero Francisco Romeo,826 y de Monzón Fran-
82C ANAH/AD de 1814: acta del 9 de marzo, Funcionamiento del Ayuntamiento de Huesca de octubre de 1811 a mayo de 1812,
Bayod: 135, "1 Manuel de Villava Heredia era colegial de San Vicente de Huesca e hijo del regente jubilado de la Audiencia de Aragón Miguel Villava Aybar. Jurisconsulto y catedrático de Derecho en la Universidad de Huesca. Por ese mismo decreto, Suchet designa alcalde mayor de Calatayud al hasta entonces alcalde de Huesca Tomás Satué. GZ de marzo de 1811. 822
La primera Municipalidad quedó constituida por Domingo Benedet, Ignacio Satué, José Pando, Ramón Camarasa, Vicente Mezquida, Diego Santolaria, Mariano Lacueva y José lubierre. AMH/AD de 1814: Funcionamiento del Ayuntamiento de Huesca.
8" Formada por Ignacio Rozas, Antonio Lafuente, Isidro Marti, Antonio Sudor, Joaquín Isach y Villanova, Antonio Lax. Joa-
quín Camí, Mariano Tomás, José Aznar, Bonifacio Joseu, Francisco Portolés, Agustín Galicia, José Reales, Guillermo Foradada, Andrés Isach, losé Masip, Domingo María garrafón, Antonio Junqueras y Medardo Cabrera. Esta Junta Extraordinaria propone para presidente a Antonio garrafón Foix, Infanzón, abogado y comerciante, y para vocales a Vicente Monfort, también infanzón, mercader de granos, industrial y ganadero; Guillermo Foradada, bachiller en Leyes y de clara adhesión a los franceses; Joaquín Cabrera Mañes, labrador; Miguel Jorro, comerciante de granos; Antonio Pomar, labrador; Manuel gollich, maestro alpargatero, y Antonio Lafuente, otro pequeño comerciante, la mayor parte de los cuales habían formado parte del anterior Ayuntamiento designado por los franceses. 824 GZ de marzo de 1811. Al ser ocupado Alcañiz por los españoles, Bamala se retira con los franceses a Lérida y luego a su
lugar de origen, Alcolea, donde sigue ejerciendo su profesión de abogado. En un momento indeterminado será hecho preso por Espoz y llevado durante un tiempo a Navarra. AMZ/AP: caja 8150. leg, 5.13/55. Informe reservado de Andrés Santolaria a Palafox sobre la actitud de algunos barbastrenses durante la ocupación, 24 de mayo de 1815. 825 AMF: caja 138-1, actas de 12 de enero, 26 de febrero, 6 y 23 de marzo y 9 de abril de 1811. Berenguer: 95-104.
825 En Barbastro a finales del año anterior el corregidor Guerrier había convocado a todos los vecinos para proceder a la elección de dos diputados del Común para el bienio 1811-1812, ya que, de los dos anteriores, Tomás Badía había concluido
AÑO DE 1811: COMIENZA EL CAMBIO DE PODER EN El ALTO ARAGÓN
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cisco Camarasa."' El 27 de marzo, el comisario Domínguez envía una orden a Guerrier por la que manda cesar en todas sus funciones a los componentes de la Junta Municipal; únicamente Loscertales permanece en su función de secretario. En aplicación de las órdenes dadas por Suchet se divide el corregimiento en ocho distritos: Barbastro, Fonz, Tamarite, Monzón, Alcolea, Pertusa, Alquézar y Boltaña. Entre el 18 y el 25 de abril se elige en los pueblos a los representantes que acudirán a Barbastro con los nombres de dos candidatos por cargo y, realizadas las elecciones, queda la Junta de Municipalidad de Barbastro como sigue: presidente, el corregidor Guerrier; regidor primero, Ramón Bielsa, y regidor segundo, Cosme Santias. Para ayudar a esta Junta se encarga de la gestión de los molinos de aceite y de harina a Melchor Espluga; del aceite, a Mariano Lafita; de los suministros a las tropas, a Juan Antonio Artal; de la paja y la cebada, a Bernardo Berges; de la leña, a Anacleto Gómez; de la mesa de oficiales, a Ramón Campodarbe; del cuartel, las guardias y el hospital militar, a Joaquín Mur. Como jefe de administración es nombrado Félix Valón y como perceptor de rentas Bernardo Soubiron.s"
su mandato de dos años y jerónimo Valón había pasado a prestar sus servicios en la Audiencia de Zaragoza, y su sustituto, Ramón liménez, había muerto. Realizada la votación, salieron elegidos losé y Ramón Español y quedó como sustituto Agustín Blanc. AMB: actas de 1810. GZ de marzo de 1811. Camarasa era abogado de los Reales Consejos del Colegio de Madrid yen septiembre de 1808 donó 500 reales de vellón a Palafox para colaborar en la defensa de Zaragoza. Terminada la guerra, seria nombrado fiscal de la Academia de Sagrados Cánones en 1817 y del Tribunal Supremo de justicia en 1821. S 18 El distrito de Barbastro quedó compuesto por Castillazuelo, Salas Altas, Salas Bajas, Burceat, Montesa, Guardia, Enate,
Costean, Cregenzán y El Grado, además de Barbastro ciudad, y los elegidos para ir con los candidatos propuestos fueron Miguel Vilellas por Cregenzán: por Salas Bajas, Antonio Gili; por Salas Altas, Pedro Guillén; por Enate, Valera Giral; por El Grado, J. Antonio Ferrando Olivera; por Castillazuelo, Mariano Abad; por Costean, Antonio Labad Laborda; por Guardia, Cristóbal Santaliestra. Faltaban los de Burceat y Montesa, que habían quedado eximidos, a pesar de lo cual acabaron mandando un representante. AMB: actas de 1811.
ACCIONES ENTRE LOS SITIOS DE TORTOSA Y TARRAGONA (ENERO-ABRIL DE 1811)
ENERO DE 1811
Situación en Aragón tras la toma de Tortosa
U
NA vez tomada Tortosa el 2 de enero, Suchet da a sus tropas descanso antes de comenzar el sitio de Tarragona y entra de nuevo en Aragón. Encuentra a los aragoneses más apaciguados y observa en ellos cierta tendencia a la sumisión, aunque, si bien es cierto que en
general han disminuido su actividad insurreccional, esta se mantiene viva, en particular en el Alto Aragón, donde numerosas partidas guerrilleras, autóctonas o procedentes de Navarra y Cataluña, recorren la zona entre el Ebro y los Pirineos. Por ello, antes de iniciar los preparativos del sitio de Tarragona, y al disponer de numerosas tropas del III Cuerpo libres, Suchet activa la caza de esas partidas, reforzando para ello el Alto Aragón con tropas de refresco.829
Acciones de Arén y Sopeira contra Solano (3-9 de enero de 1811) Una de esas partidas es la constituida por el Batallón de Tiradores de Doyle, reorganizado como se ha dicho a finales del año anterior con los hombres reunidos por Cantarero y al mando de Manuel Solano, el cual se encuentra por orden de Doyle en la zona alta de la frontera catalanoaragonesa con intención de sublevar allí algunos corregimientos. El 3 de enero la Compañía de Gendarmes de Jaca y otros destacamentos franceses de esa guarnición y de las de Graus, Monzón y Lérida se reúnen en Tolva y Benabarre y bajo el mando del coronel Plicque marchan por Puente de Montañana hacia Arén, donde Solano, con unos 500 hombres de su batallón, se ha hecho fuerte en la cima de una montaña escarpada en las orillas del Noguera y ha cortado el puente. Pese a esto y a las impresionantes defensas naturales del lugar, Plicque logra desbaratar totalmente a esta partida y causarle más de 50 bajas. En este combate se distinguen particularmente por parte francesa los voltigeurs del 2° del Ariége de la guarnición de Jaca, al mando del capitán Valat, y el sargento de la compañía de los gendarmes españoles, también de Jaca, Joaquín Ornat, por lo que es expresamente elogiado en la «Orden del Ejército» del día 6 de ese mismo mes. Respecto a Solano, ya en retirada, los días 6 y 9 es de nuevo atacado en el desfiladero de Sopeira, por lo que se ve obligado a refugiarse en Cataluña, de modo que la frontera queda asegurada y el Alto Aragón tranquilo de nuevo,"°
829 Tres batallones del 115°, del 44° y del U' del Vístala junto con los dragones italianos Napoleoni. Martin, Emmanuel: 67 y 356. Suchet: 1, 263. 830 Curiosamente, este mismo Ornat seria, como después veremos, condenado por intento de rebelión unos meses después,
en junio. AHG: C8/64, Feltre a Napoleón, 19 de enero, y C8/65, Suchet a Berthier, 8 de febrero de 1811. AMZ/AP: caja 12, Ieg. 10-2. GM del 11 de julio de 1811. GZ de 1811, 72-73, Orden de! Ejército. Martin, Emmanuel: 345. Sarramon, Napoléon: 143.
AÑO DE 1811 COMIENZA EL CAMBIO DI 1101/1P. IN II Al 1 i1 ARNION
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Exigencias francesas al alcalde de Tamarite (mediados de enero de 1811) A mediados de enero, las autoridades francesas de Zaragoza ordenan al alcalde de Tamarite, Ramón Porquet, que haga entender a los pueblos de su distrito (Fonz, Estada, Estadilla, Azanuy, Alins, Calasanz, Peralta, Gabasa, Quatrocorz, Aguinaliu y Juseu) la obligación que tienen de contribuir a la subsistencia de las tropas que se hallan allí estacionadas y que «en falta de cumplimiento de este importante servicio proceda con todo rigor contra los alcaldes de los pueblos desobedientes valiéndose al efecto de los auxilios de las mismas tropas»."
Acciones de la partida de Iguócel en Santa Cilla de laca (21 y 24 de enero de 1811) Otro de los grupos guerrilleros que actuaba en el Alto Aragón, aunque este de vida efímera, es la pequeña partida de Iguácel, en la Garcipollera, de la que el único dato que tenemos es el de su actuación en la comarca de la Jacetania cuando los días 21 y 24 de enero hace acto de presencia en Santa Cilia de Jaca y se lleva de allí 2 mulos, 6 cahíces de avena, 4 de trigo y 8 cántaros de vino."
Festejos en Barbastro por la caída de Tortosa. Llegada de nuevas tropas (enero de 1811) Para festejar la caída de Tortosa en poder de los franceses, las autoridades de Barbastro organizan tres días de fiesta: 8, 9 y 10. Entre otros actos, se celebra una comida y un refresco y se pasea por las principales calles de la ciudad un carro triunfal. Por último, hay cabezudos, fuegos artificiales y pirámides, y se coloca una vidriera conmemorativa en las Casas Consistoriales. Para amenizar todos estos actos se traen músicos de Alquézar. El último día de los festejos, el 10, queda algo ensombrecido ante la llegada de noticias referentes a que ha habido robos en algunas de las parroquias de la diócesis. Estas noticias son recibidas por el vicario de Barbastro, José Espluga, en dos cartas, una enviada por su amigo Mariano Guarda, quien le informa de que «todo está robado y saqueado», y la otra por el rector de la iglesia de Foradada, José Rami, que le explica cómo le robaron y logró escapar sin daño «escondiéndose en un rincón oculto que tenía para salvar su vida». Finalizando el mes, el 24, entra en Barbastro un destacamento francés de caballería formado por 150 jinetes, que quedan acuartelados en los conventos de la Trinidad y de la Merced, aunque 20 de
ellos han de alojarse en el castillo de Monzón por falta de sitio, ya que el resto de los alojamientos militares de Barbastro están ocupados, incluido el mesón. Unos días después llega el coronel Pliegue, quien exige que le se lleven «enseres decentes y servicio de mesa» a casa del comandante de la plaza."
Situación en Benasque (enero de 1811) A finales de 1810, al Batallón de Cazadores del Alto Garona, de guarnición en Benasque y al mando del jefe de batallón Saint-Jean de Pointis, se añaden los 25 gendarmes del 12° escuadrón. Defaysse, comandante de armas de Benasque, se queja de la deserción persistente y pretende no tener más que 175 bocas alimentadas gracias a las requisiciones sobre el terreno, que es preciso recorrer con las armas en la mano para recogerlas, y reclama la restitución de su compañía retenida en Viella, en el valle de Arán, en tanto que ese sector está tranquilo y recibe sus subsistencias de Francia. Una intervención del ministro de la Guerra francés se hace necesaria para que a fines de enero de 1811 este destacamento se incorpore en su batallón.
"I ARF: caja 74. leg. 2, Veredas recibidas en Fonz de mayo a diciembre de 1811. 832
Bayod: 54.
833
Archivo Diocesano de Barbastro: caja de subsidios y ayudas al ejército, carp. Guerrilleros, 1811, carta fechada el 10 de
enero de 1811. AMB: actas de 1811.
AÑO DI 181t: COMIENZA EL CAMBIO DE PODER EN EL ALTO ARAGÓN
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La calma relativa de la que se beneficia la guarnición de Benasque en este invierno se explica por la situación del 111 Cuerpo de Suchet, que, ocupado en el sitio de Tortosa hasta su capitulación el 2 de enero, mantiene alejados a los guerrilleros de sus comunicaciones y de los territorios donde se recogen los víveres para las tropas de sitio, sobre todo de los corregimientos de Barbastro y Benabarre, con fama de buenos proveedores de cereales, que están controlados por escuadrones de la gendarmería, mientras que columnas de tropas recorren los altos valles del Cinca, del Ésera y los dos Noguera, lo que hace que los jefes españoles de partida tengan otras preocupaciones que Benasque y Viella»4
FEBRERO DE 1811 Ataque guerrillero a Ejea. Muerte de Manuel. Deshorties, gobernador de Jaca Suchet había encargado al general Harispe la misión de batir el corregimiento de Cinco Villas y despejarlo de guerrilleros, disponiendo para ello de una fuerza constituida por el 42° de línea, una brigada italiana y fuertes destacamentos del 9° y el 10° de Gendarmería. La asignación de una parte importante del 10° escuadrón de guarnición en Ejea a la columna de Harispe disminuyó las posibilidades defensivas de esa villa, lo que fue aprovechado por los jefes guerrilleros Pesoduro, Manuel y Aznárez para atacarla el 14 de febrero.'" Enterado de este ataque, Harispe ordena que un pequeño destacamento al mando de Deshorties y compuesto por un contingente del nuevo 2° de cazadores de montaña"' y algunos gendarmes aragoneses junto a otros del 9°, salga de Jaca y descendiendo hacia el sur siga la pista de la partida reunida de Pesoduro y Manuel, a la que localiza el 17 no lejos de Castejón de Valdejasa en una montaña, en dirección a Tauste. Los aragoneses se encierran en una borda para el ganado y son atacados por todas partes, de modo que pierden una treintena de hombres, que resultan muertos, otros tantos heridos, 100 fusiles, 24 caballos y numerosos equipos. Manuel, 2 oficiales y otros 10 hombres son apresados y fusilados al día siguiente en Zuera, mientras que Pesoduro escapa a duras penas. Poco después, el 13° de Gendarmería es trasladado de Jaca y el hasta entonces comandante de la plaza, Renouvier, es sustituido por el jefe de batallón Deshorties, secundado por el capitán ayudante mayor Mégy.8"
Obras en el puente de Fraga. Nuevas contribuciones a los fragatinos El 8 de diciembre anterior ha quedado expedito el paso sobre el puente de Fraga, pero las obras de perfeccionamiento y su fortificación se prolongan durante varios meses más, ya que los franceses, queriendo prevenir posteriores asaltos de la guerrilla, con la forzada colaboración de los vecinos y con los materiales requisados de varias casas arruinadas como represalia por la animosidad de sus dueños, inician la construcción en la cabeza del puente de un fuerte que albergue al
834 AD del Alto Garona: 4R1, Pointis, parte de situación del 15 de noviembre. AHG: C8/62 a C8/64, Defaysse a Feltre, 21 de
diciembre de 1810; Peltre a rravot, 6, y Travot a Feltre, 29 de enero de 1811, Sarramon, Napoléon: 142. 835 El 26 de noviembre anterior el teniente Berthod, del 10° escuadrón, con base en Fiea, ha salido de esta villa en busca de
la partida de Manuel. que desde hace un tiempo se muestra activa por los alrededores, pero no encuentra rastro de él, aunque sí sorprende a la partida de Pesoduro, que también ronda por allí y contra la que ordena una carga de caballería que la obliga a retirarse. Martin, Emmanuel: 67, 352-353 y 356-357. 831 Por el decreto ya dicho de 17 de enero de 1811 se reorganizan los cazadores de montaña: disminuyen su número a tres,
pierden el apellido de origen y pasan a denominarse 1", 2° y 3" Batallón de Cazadores de Montaña. El primero de ellos tiene las compañías 2' y 3', formadas a partir del batallón del Alto Garona, en Benasque y Luchon. El 2', constituido en ocho compañías a partir de los dos batallones del Ariége (de los cuales el 2° iba a formar las tres primeras compañías en Jaca y Benasque, mandadas por los capitanes Valat, Martín y Labrot, y el 1° las cinco restantes en los Pirineos Orientales); estos dos contingentes se reunirían finalmente en laca a primeros de 1813. Finalmente, el 3° reagrupaba en ocho compañías al antiguo batallón de los Bajos Pirineos, que sirvió de base a las compañias 1' y 2° a partir de destacamentos de la guarnición de Jaca y a dos batallones suplementarios de servicio en las provincias vascas. Sarramon, Napoléon: 129-130 y 156-157. S" AHG: C8/66. Suchet a Berthier, 20 de febrero de 1811. Martin, Emmanuel: 67, 349 y 357. Sarramon, Napoléon: 160-161.
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ANO
COMIIN/A II i. iIui1311,111)1RINI1 Al lo ARAGoN
destacamento de guardia. Más adelante, la salida desde la población hacia la huerta y por el camino real hacia Zaragoza se bifurcaría desde el propio puente en una estrecha plataforma para el acceso de los vecinos y otra salida, más amplia, exclusivo para el tránsito controlado por los franceses con unas puertas levadizas practicables desde el interior del fuerte. De la reconstrucción del puente de Fraga daba la siguiente noticia la Gaceta: «Se ha reedificado el puente de tablas de esta ciudad, incendiado por la guarnición española de Lérida en la noche del 24 de febrero de 1810, Esta hermosa obra, cuya reconstrucción se ha debido al celo del señor corregidor José Rubio y a las tareas del señor Laporte, jefe de batallón de artillería y comandante de Fraga, y de Ramón Pardo, arquitecto de Zaragoza, consta de veintidós arcos que se extienden en una longitud de 1100 palmos, con 20 de ancho en su latitud regular y 34 en cada una de las tres plazuelas que en él se encuentran. Su coste no ha excedido de 75 000 reales de vellón, harto moderado si se atiende a las ventajas que de su restablecimiento resultan a la población». Concluido el puente, el fuerte y los fosos de protección, Suchet cede el 8 de febrero la gestión del pontazgo a la Administración de Bienes Nacionales creada por el Gobierno de José y, para alimentar al destacamento que debe proteger el puente y cobrar los derechos, se impone una sisa sobre las carnes, los pescados y los productos coloniales (cacao, azúcar, clavo) que llegan a la ciudad además de una contribución directa sobre los cosecheros de vino; se reclaman algunas contribuciones correspondientes al período 1805-1809 que no se habían pagado y se impone al vecindario una contribución mensual extraordinaria. Días después, el 26, Suchet ordena pagar en el término de tres días, con amenaza de ejecución militar, respondiendo con sus cabezas y bienes los pudientes del pueblo si no cumplen, la contribución ordinaria de 1808, 1809 y 1810, así como los siete meses debidos de la extraordinaria de 1810. Igualmente, antes de seis días deben hacer efectivas las contribuciones de subsistencias ordenadas en ese último año pagándolas en dinero de los pudientes de momento y repartiéndolas luego entre todos los vecinos."'
MARZO DE 1811 Solano, sorprendido en Blancafort por tropas de Benasque (12-18 de marzo de 1811) Iniciado el mes de marzo, Defaysse, comandante de Benasque, siguiendo órdenes de Pliegue y a la cabeza de un destacamento de cazadores de montaña de esa guarnición y gendarmes a pie de los escuadrones 12° y 14° de la de Graus, sale de esta villa con la misión de recorrer la parte de Aragón limítrofe con Cataluña en busca de Solano y Cantarero."' El 12 llega Defaysse a Lascuarre, donde se apodera de 18 mulas de la partida de Solano, que tras reponerse en Cataluña de su derrota de primeros de enero había comenzado nuevamente su actividad en la frontera catalana-aragonesa, y el 13 pernocta en Luzás. Al día siguiente desaloja en Tolva una partida, y la noche del 14, avisado de que encima de Blancafort, sobre la orilla izquierda del Noguera Ribagorzana, se encuentra Solano con su batallón y parte de los hombres de Cantarero, a los que se han unido las partidas catalanas de Morancho, alias Baena, y los hermanos Rocamora, alias Curruncull, envía un destacamento que aprovechando la oscuridad de la noche reduce a los centinelas, a los que degüellan, aunque uno de ellos tiene tiempo de dar la alarma disparando un tiro de fusil. El resto de
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Antes de la destrucción del puente, los forasteros pagaban en razón de pontazgo 5 dineros por persona, 11 con caballería, 3 reales de plata por carro de par de mulas y 4 cuando excedía de dos caballerías; por silla volante o calesa, 3 reales de plata, y 4 por coche o galera; cuando transitaba ganado menudo o mayor se concertaba antes del paso sin detallar el número de cabezas. AHPZ: Bienes Nacionales. AME: caja 138-1, acta del 26 de febrero de 1811; caja 1098-13, Cuentas de Propios, y cajas 412-6 y 137-1, Arriendos. Berenguer: 87 y 103. GM del 20 de agosto de 1811.
'39 El 23 de febrero anterior, Cantarero desde Puente de Montañana escribe a la Junta pidiendo continuar el servicio y sacar algo de los pueblos para poder vestir a sus soldados, que por Ir en traje de paisano no tienen cuartel del enemigo. Tres días después, la Junta le confirma en su misión de reunir fuerzas y le concede, ¡por fin!, el título de comandante de guerrilla. ADPZ/AJSA.
AÑO DE IV I: COMIENZA EL CAMBIO DE PODER EN EL ALTO ARAGÓN
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los guerrilleros, sorprendidos, se disponen a luchar, pero los franceses les tirotean y cargan a la bayoneta impidiendo que abandonen el lugar. Solano entonces solicita parlamentar con Defaysse y este le exige la rendición inmediata; aquel acepta y es hecho preso junto a su ayudante, Francisco Javier Alegría, 10 oficiales y 56 hombres, 84° mientras que los restantes se disgregan abandonando las armas y dejando en el campo 25 muertos. Solano y los demás prisioneros llegan el 18 a Graus y de allí son llevados a Huesca. Finalmente, Solano será fusilado en Jaca meses después. En cuanto a los Rocamora y Morancho, logran escapar de Blancafort con parte de sus hombres, pero el 17 son sorprendidos nuevamente y diezmados en Saganta y Estopiñán, a medio camino entre Graus y Almenar (Lérida). Los Rocamora y algunos de sus hombres son apresados y fusilados, mientras que Morancho, con apuros, logra escapar. Entre los papeles incautados a Solano se encontraron cinco cartas de curas aragoneses en las que le advertían de los movimientos franceses, incluyendo una de ellas un plano de la casa fuerte de los gendarmes en Graus. Estos arrestaron a uno de esos curas, ya que los otros huyeron. Cantarero, poco después, escribirá desde Tarragona a la Junta de Aragón relatando la derrota del 15 y prometiendo venganza, «pues tiene jurado morir por la patria», y manifestando su indignación porque los de Solano se han ido a sus casas y han entregado las armas."'
Decreto de Suchet para la formación de guardias cívicas (31 de marzo de 1811)
Suchet quiso implicar a los propios pueblos en la represión de los guerrilleros, y para ello el 31 de marzo emite un decreto para la formación de guardias cívicas en las ciudades y pueblos aragoneses de mayor entidad geográfica, con los vecinos hacendados «más honrados y esforzados», que bajo la dirección del corregidor se dediquen a la persecución de los guerrilleros que pretendan obstaculizar la tranquila vida cotidiana, alterar las comunicaciones, el correo, el tráfico mercantil o los convoyes de la intendencia militar. El decreto establece la organización de estas guardias cívicas en buen número de localidades aragonesas, entre ellas Jaca, Ayerbe, Huesca, Boltaña, Monzón, Barbastro, Graus y Fraga, aunque en el lado izquierdo solo consta la existencia de la de Barbastro. Este decreto se complementa con una serie de medidas para garantizar el orden público; así, se extienden pasaportes de «honradez, buena conducta y obediencia al actual régimen» y se prohíbe a los hombres circular por las calles a partir de las diez de la noche, pudiendo hacerlo solo las mujeres, y además las tabernas cerrarán al toque de retreta."'
ABRIL DE 1811 Napoleón ordena a Suchet tomar Tarragona. Situación en Aragón
Napoleón el 9 de marzo había puesto la Baja Cataluña al mando del Segundo Gobierno Militar, transfiriendo nueve regimientos de infantería del Cuerpo de Macdonald al de Suchet, al que ordena sitiar Tarragona diciéndole que «entre las murallas de esa ciudad encontraría su bastón de mando de mariscal». Suchet intensifica sus esfuerzos para recoger grano y dinero en Aragón y, superando todas las dificultades y aprovechando el bajo nivel de resistencia a lo largo y ancho de Aragón, acumula las raciones de tres meses para aprovisionar su ofensiva contra Tarragona.
840 Uno de ellos era Antonio lbarz Faure, quien, como hemos visto antes, hecho prisionero de guerra en el castillo de Mequi-
nenza cuando toda su guarnición capituló, consiguió escapar e incorporarse en su batallón de Doyle, en el que en ese momento tenía el grado de sargento primero. AGMS/HSD de Antonio Ibarz. AHG: C8/72, Suche!, orden del día, 29, y C8/357, Parte de situación del 111 Cuerpo, 31 de mayo de 1811. AMZ/AP: caja 12, leg. 10.2, Relación individual. Español: 135, Manifiesto francés de la derrota de la partida de Solano enviado desde Lérida a Binaced e! 27 de marzo de 7811. Martin, Emmanuel: 67, 357-358. Sarramon, Napoléon: 144. 842 Archivo Histórico de Ejea: Libro de Veredas de 1810
Guardias Cívicas, Zaragoza, 31 de marzo de 1811.
y de Acuerdos de 1811. AMZ/LA de 1811, Decreto de creación de
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luan Martín Díaz, el Empecinado. (Imagen cedida por Biblioteca Nacional de España)
A finales de marzo el dominio militar francés en el lado izquierdo es prácticamente absoluto, pues tras la aniquilación o expulsión de las partidas de Solano, Cantarero, Baella, Manuel y otros, solo Espoz es capaz de enfrentarse a los imperiales, y en el lado derecho casi indiscutible ya que ninguna partida grande actúa en la zona, aunque el Ejército de Valencia y las tropas de Villacampa, el Empecinado"' y Durán844 forman el núcleo de un potencial resurgimiento. Suchet, antes de salir hacia Tarragona, debe detener en el Alto Aragón las incursiones de las tropas de Espoz, y para ello encarga a tres batallones de infantería y a los dragones italianos Napoleoni el garantizar, con los seis escuadrones de gendarmería, la tranquilidad en la izquierda del Ebro. Asimismo, y con el fin de mantener las comunicaciones con Francia por Somport, en lugar de utilizar la ruta navarra, más larga y continuamente ocupada por los españoles, organiza puestos fortificados desde Zaragoza hasta Canfranc."'
"1 Juan Martín Díaz, el Empecinado, nacido en Castrillo de Duero, Burgos, en 1775, estuvo en la guerra del Rosellón y, siendo brigadier, en 1811 recibió orden de Blake para pasar a Aragón y actuar con Durán. En el Trienio fue gobernador militar de Zamora y en 1823 se exilió a Portugal, pero a su regreso fue ejecutado por el corregidor de Roa. 844 José Joaquín Durán Barazábal, navarro de Cascante, donde nace en 1760, brigadier en 1808, cae prisionero en Bubierca,
pero escapa y marcha a Soria. donde es designado comandante general de su Junta. En 1811 organiza la división soriana y, tras combatir durante toda la guerra en la derecha del Ebro, colaborará en el verano de 1813 con Espoz en las acciones contra Zaragoza y el castillo de la Aljafería. 845 AHG: C8/71, tacuée a Berthier,
19 de mayo de 1811. Bonaparte, Napoleón, Correspondance c xxi, n°' 17443 y 17444,
Napoleón a Berthier, 9 de marzo de 1811. Martin, Emmanuel: 358.
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Espoz, en Aragón, encarga a Larrode y Tris continuar la lucha En tanto, Espoz, cuyas tropas han permanecido disgregadas durante la primera mitad de marzo como resultado de la persecución combinada de los generales Reille y Harispe, reagrupa a sus hombres en Sangüesa, donde descansa con sus dos primeros batallones y la caballería, y desde donde sale el 7 de abril; cruza el río Aragón al día siguiente y ataca cerca de Sádaba a un destacamento de gendarmes, a los que hace prisioneros, excepto a uno, que consigue escapar. Asustados por esta acción, los gendarmes del 10° escuadrón que quedan en Ejea se trasladan a Jaca; es encargado del mando de esta plaza y su ciudadela el jefe de escuadrón Lucé, y para cubrir las bajas de este escuadrón el general Buquet envía desde Vitoria 20 gendarmes a caballo y 100 a pie. Después de esta victoria, Espoz con una pequeña escolta regresa a Navarra con los gendarmes prisioneros dejando a su lugarteniente, el ronca lés Gregorio Cruchaga, en Cinco Villas con los batallones 1° y 2° y la caballería para bloquear Sos. Antes de marchar contacta con los jefes de las dos partidas aragonesas que operan en esta zona, Mariano Larrode, Pesoduro, y José Tris, natural de Gurrea de Gállego y apodado el Malcarado (o el Malcarau, según otras fuentes), quien se muestra activo con sus hombres desde finales de 1810 y al que veremos pronto extender y multiplicar sus acciones por otros lugares del Alto Aragón. Espoz da a Larrode el grado de capitán y supedita a las órdenes de este a la partida de Tris, además de encargarle iniciar el alistamiento de mozos en el Alto Aragón con miras a formar nuevos batalIones.84°
17; Reine a Berthier, 18; Buquet a Berthier, 22 de abril, y C8171, Buquet a Berthier, 6 de mayo de 1811. Alexander: 94. Espoz: Memorias. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 234-235. Martin, Emmanuel: 67 y 359-361, Suchet: 1, 263-264. A este combate de Sádaba alude en un manifiesto Miguel María Iriba-
841 AHG: C8/69, Reille a Berthier, 11; C8/70, Suchet a Berthier,
rren, sargento mayor de caballería de la división de Espoz, que cuenta que, al ver al enemigo, este dijo a sus soldados: «Voluntarios, salimos de Navarra, pisamos Aragón, es el primer combate, él decide nuestra opinión; el realiento aragonés y nuestra alianza o separación eternas, Hoy se muere cubierto de gloria para convencimiento de que estos dos Reinos limítrofes son uno mismo en tratando de salvar la patria y exterminar esas bandas de franceses, tan ladrones como cobardes». Miguel María Iribarren era un navarro nacido en Mutilva que desde el principio se apuntó a la partida de Espoz, quien le nombró sargento mayor y le encargó el mando del escuadrón de caballería de su división, denominado Húsares de Navarra. Al mando de este escuadrón y junto a Espoz, participaría luchando contra los franceses durante toda la guerra de la Independencia. Iribarren era hombre de letras y un subordinado fiel a Espoz, a quien admiraba y defendía a ultranza; en 1812 escribió un opúsculo que publicó en la imprenta de la misma división titulado Manifiesto de las acciones del mariscal de campo don Francisco Espoz y Mina, por don Miguel María de Iribarren, sargento mayor y comandante interino del regimiento de caballería húsares de Navarra, de la división del mismo general, en el que aprobaba y justificaba todas las acciones de su jefe, como la de Robres contra el altoaragonés Tris. Precisamente, no muy lejos de Robres, en Almudévar, y años después, moriría Iribarren ya con el grado de general durante la I Guerra Carlista, en mayo de 1837, de resultas de las heridas recibidas en la batalla de Huesca contra las tropas carlistas, dirigidas por el mismo pretendiente Carlos V. Un ejemplar del Manifiesto de Iribarren, editado en la imprenta de la misma división navarra en el año de 1812, se encuentra en el APN: sección Guerra, leg. 17, carp. 15.
ACCIONES DURANTE EL SITIO DE TARRAGONA (MAYO-JUNIO DE 1811)
MAYO DE 1811 Suchet en Tarragona (5 de mayo de 7871)
U
NA vez que las tropas han descansado y con los preparativos ya ultimados, Suchet ordena la marcha sobre Tarragona de dos columnas, una que sale de Lérida bajo el mando de Harispe, ascendido a general de división tras la muerte de Laval, víctima de una penosa
enfermedad, y otra de Tortosa a las órdenes del general Habert. Tras una lenta marcha de ambas
columnas, pues Suchet no avanza hasta tener bien aseguradas sus comunicaciones, la noche del 4 al 5 de mayo se emprende el ataque a Tarragona. Simultáneamente a la salida de Suchet, Reille en Navarra recibe el refuerzo del general Caffarelli, que llega con 2400 hombres, y con esta ayuda consigue dispersar a la partida de Espoz. Dado que los correos franceses que vienen de Bayona son frecuentemente interceptados por las guerrillas en Navarra, se organizan puestos fortificados desde Canfranc y Jaca hasta Zaragoza, y Suchet solicita que los correos para Aragón sean expedidos por Pau y Oloron.'" Durante el sitio de Tarragona, el Alto Aragón se mantiene controlado y casi pacificado, y con Espoz retirado momentáneamente de la frontera navarro-aragonesa, los convoyes de suministros y material no son prácticamente molestados. Esta relativa tranquilidad permite a Suchet tomar los recursos altoaragoneses para cubrir las necesidades del sitio, como por ejemplo hace en Binaced exigiendo que, «en el preciso término de seis días», se pongan a su disposición en Zaragoza la mitad de las caballerías mayores de la villa con sacos y todos los aparejos correspondientes para realizar un transporte «urgentísimo de víveres para la subsistencia del ejército que está sobre Tarragona». Los binacenses no tardan en cumplir con lo solicitado, pues hacía poco, a mediados de febrero, su alcalde, Francisco Miralves Lax, había sido detenido y llevado preso a la cárcel de Barbastro por no haber pagado las contribuciones e impuestos correspondientes al pueblo.8"
Cantarero en el Bajo Aragón (mayo de 1811) A primeros de mayo, Cantarero, quien tras la captura de Solano en Blancafort se ha retirado a Tarragona, abandona esta capital, que comenzaba a ser sitiada por Suchet, y pasa a la orilla derecha del Ebro para nuevamente reunir dispersos y toda clase de recursos. A pesar de haber guarnición francesa en Samper, La Puebla de Híjar y Urrea, entra en esos lugares y se lleva consigo a numerosos mozos voluntarios; continuando con su labor de recluta pasa a Belchite, donde reclama a los
847 Suches: u. 9. 8" Español; 135-136.
AÑO DF 181 t COMIENZA FI CAMBIO DF PODER FN FI ALIO ARAGÓN
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mozos de dicha localidad, y con todos los que consigue reunir marcha el 14 de mayo a Azuara. Pasando el 15 por Aguilón, llega a Lécera el 16, donde entrega una carga de cartuchos y los reclutas al capitán del regimiento de Cariñena, Tomás Campillos, quien desde el día anterior estaba siendo perseguido por varios destacamentos franceses. Tras acampar esa noche cerca de Lécera, al día siguiente se dirigen a Ejulve, donde tienen aviso que una división francesa anda en su busca, por lo que se retiran a los montes de Aliaga hasta que los napoleónicos se van. El 18 pasan a Montalbán, donde Cantarero descansa y escribe a la junta de Aragón informando de estas acciones; poco después, el de Monzón se lleva todo el aceite existente en las despensas del monasterio de Rueda, cerca de Sástago.849
JUNIO DE 1811
Barbastro: órdenes de Guerrier; festejos en honor de los Napoleón (mediados de junio de 1811) El 8 de junio, con el fin de transportar granos a Lérida y Mequinenza, Guerrier manda a las justicias preparar, para llevar a Zaragoza, 100 caballerías con aparejos a disposición del comisario Agustín de Quinto, indicando que en el término de seis horas deben salir «la mitad de las caballerías mayores que existan en Fonz; en el de cuatro días las de los pueblos de la derecha del Cinca, en el de cinco las de la izquierda y en el de seis los de la montaña»; sin embargo, las justicias deben de hacer poco caso a Guerrier, que ese mismo día se queja de estas diciendo que, habiéndoles encargado «se hiciesen con pasaportes impresos y los entregasen para la seguridad de los honrados transeúntes y conocimiento de los malhechores», ha visto con sentimiento que la mayor parte de estas justicias «han mirado este encargo con indolencia y son muy pocas las que han remitido la relación mandada de los puentes, caminos y calzadas»."° En el asunto de las caballerías solicitadas, las justicias tampoco parecen hacer mayor caso a Guerrier, quien unos días después, y dado que no se han reunido las caballerías pedidas, vuelve oficiar a las justicias amenazándolas con que a «la que no haga su deber en este servicio en el tiempo señalado, responderá con los diez más pudientes de cada pueblo de las resultas con sus personas y bienes, siendo conducidas para juzgarse al castillo de Zaragoza». Ante la actitud de las justicias, que hacen caso omiso de sus desplantes, o quizás por eso mismo, Guerrier les envía un oficio en el que con sarcasmo les dice que «las repetidas pruebas del amor y fidelidad que tienen dadas los naturales de Aragón y con especialidad los de este Partido» a los hermanos Napoleón se han de acrecentar por «el nacimiento del rey de Roma, el apoderamiento por sus tropas del fuerte del Olivo delante de Tarragona y la próxima toma de esta plaza», por lo que ha decidido realizar «unas funciones lucidas, mayores a las que en otros tiempos se ha hecho», a las que convida a los miembros de las Municipalidades, y les solicita aviesamente que contribuyan voluntariamente, «por sus pueblos y particularmente, para los gastos que son indispensables», con la cantidad en metálico que sea digna de anotarse por el depositario, Bernardo Soubiron, «avisándome separadamente de las que fuesen por el lleno de la Municipalidad y las de los particulares que la componen». Termina su oficio diciendo: «No me queda duda de que con tan plausibles motivos se esmerará V. a llenar mis intenciones y a que este Partido lleve la antelación a los demás de esta provincia, en el lucimiento de dichas funciones, haciéndolas notorias a las personas decentes de ambos sexos para su concurrencia»."'
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ADPZ/j5A. Bayod: 53-54. GR del 25 de junio de 1811: Informe de Tomás Campillo, Villarroya, 20 de mayo de 1811.
"° Con fecha 20 de mayo, el comisario Domínguez había solicitado a Guerrier que, para «ciertos fines interesantes al bien del servicio y de la Provincia», le hiciera dos detallados estados, uno de los puentes y otro de las calzadas, caminos, rutas y otras vías de comunicación que hubiera en el partido de Barbastro. "1 ARF: Veredas recibidas en Fonz.
AÑO DE 1811: COMIENZA EL CAMBIO DE PODER EN EL ALTO ARAGÓN
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Sublevación de los gendarmes de Jaca (13 de junio de 1811) En la noche del 10 al 11 de junio, hallándose la Compañía de Gendarmes de Jaca en una expedición al valle de Tena, varios de sus miembros, dirigidos por el sargento Joaquín Ornat,852 planean prender a sus oficiales y pasarse a las tropas españolas. De vuelta a Jaca, la noche del 13 se reúnen de nuevo los conspiradores para preparar un plan con el objetivo de apresar a todos los jefes españoles empleados en el servicio francés, incluido el corregidor de la villa, «o asesinarlos en caso de resistencia», para después apoderarse de la caja y dineros públicos, de los caballos y de la ciudadela, y entregarla a las autoridades españolas o a los guerrilleros. Pero, descubiertos, son todos detenidos por el jefe de escuadrón Lucém y juzgados por una comisión militar formada a tal efecto por Deshorties, comandante de la plaza. Los cuadros de la guarnición, tras esta intentona, son también objeto de murmuraciones, particularmente Renouvier y Deshorties, lo que no impedirá a aquel recibir el mando de Zaragoza y a este cumplir todavía sus funciones a primeros de 1814.854
Detención del alcalde y dos vecinos pudientes de Alcubierre (22 de junio de 1811) El 22 de junio, el alcalde de Lanaja, José Clairel, con autorización del comandante del destacamento de gendarmería de la villa, envía al alcalde de Poleñino un oficio del coronel francés del puesto de Pina en el que le ordena de manera imperiosa que se presente ante él con dos de los vecinos más pudientes de la villa, amenazando con enviarles en caso contrario, y para obligarles a venir, «una escolta de chendarmes que se hallan aquí», a los que además pagará la villa de Alcubierre como multa un duro a cada uno de dichos gendarmes. De inmediato el alcalde de Poleñino, Romerales, acompañado de Martín Benito Laguna y Mariano Torres, sale hacia Lanaja, donde los recibe el comandante del escuadrón de gendarmes que estaba esperándoles para conducirlos presos a Pina, lo que hace al día siguiente llevándolos en medio del escuadrón y entregándolos como reos al comandante de Pina, «quien después de haberlos tratado no muy bien» los deja arrestados. Permanecen unos días en esa condición sin que se les manifieste la causa de su prisión, «por cuyo motivo estuvieron todo ese tiempo muy sobresaltados». Algún tiempo más tarde, Mariano Torres Solanot, de Poleñino, recibe un aviso para que comunique al Ayuntamiento que el comandante de Pina quiere mandar tropas «por no haberse traído las raciones que deben», aunque se le va «deteniendo con excusas porque si va la tropa hará mucho daño».8"
El mismo que había sido citado por su heroísmo en la acción del 3 de enero de ese mismo año.
953 Luce era comandante del 10" escuadrón, que tras ser diezmado en Sádaba habla abandonado Ejea y venido a Jaca para reorganizarse, y residía entonces en la misma ciudadela, donde moriría de una fiebre de hospital menos de un año más tarde. AHG: C8/71 y C8/73, Buquet a Berthier, 6 de mayo y 11 de junio de 1811. Sarramon, Napoléon: 161. 854
Oidos el relator y los defensores de los reos, la Comisión dicta su sentencia el 29 de junio y declara al sargento Joaquín
Ornat y a los gendarmes Miguel Casanova, Manuel Alategui, Domingo Huesca y Basilio Latorre reos del delito de que han sido acusados y en consecuencia sujetos a la pena de muerte, como consta en el artículo 3, título 8, de la ley del 13 brumario, año 5 (17961, y libres y absueltos los restantes gendarmes: Gabriel Lorés, Antonio Berbiela, Miguel Berdor, Manuel Barro, Antonio Pérez, Urbano Monguilán, josé González, Juan José Hinojosa, Antonio Pueyo y josé Val; sin embargo, estos fueron entregados a la disposición de Deshorties, «en atención a resultar de la causa que su permanencia en el Cuerpo y aun en el pais seria sobremanera perjudicial». AHG: C8/76, Buquet a Berthier, 18 de julio; C8/80, Suchet a Reille, 21 de septiembre, y C8/83, Berthier a Musnier, 18 de octubre de 1811. GZ de 1811: 418-419. Martin, Emmanuel: 361. ess AHPH/AFTS: F-6/7.
SITUACIÓN ENTRE LA TOMA DE TARRAGONA Y LA CAMPAÑA DE VALENCIA (JULIO-AGOSTO DE 1811)
JULIO DE 1811
Problemas para la Junta de Sitiada del hospital de Huesca: quejas francesas (2 de julio de 1811)
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L 2 de julio se celebra en Huesca Junta de Sitiada del hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, a la que asisten los señores Ciria, Pons y Asesio, con Martínez como secretario, en el «puesto acostumbrado en el Santo Hospital donde otras veces para tales y semejantes
actos lo ejecutan para tratar y resolver al buen régimen y gobierno del mismo». Según parece, algunos religiosos jubilados, por padecer algún tipo de enfermedad, se encontraban residiendo en el hospital de manera gratuita, entre ellos el franciscano Villarroya y el cartujo Fatás, por lo que la Junta ha escrito al comisario general Menche diciendo no tener medios para atenderlos y pidiendo que se agilicen los trámites con el fin de que a estos se les habiliten las pensiones a las que tienen derecho, y así el hospital podrá a su vez cobrar también. Menche responde en el sentido de comi-
sionar al secretario para cobrar la pensión que ya tiene concedida Fatás; respecto a Villarroya, «que se remitan las diligencias que se han practicado con los documentos necesarios para la habilitación que se solicita».856 En la misma Junta se da a conocer una queja formal del corregidor donde manifiesta que el comandante de la guarnición se ha quejado de que a los soldados franceses enfermos en el hospital no se les suministra el alimento correspondiente, que el que se les da no es bueno y que los empleados del centro no tienen con ellos el cuidado y asistencia que debieran, lo que pone en consideración de la Sitiada para que tome las medidas oportunas, «atendiendo a que la naturaleza del caso requiere, siendo cierta la queja, se trate con el mayor rigor, respecto a que el Santo Hospital no existiría abierto a no mantenerlo los enfermos militares que en él se hallan». La Junta de Sitiada trata, discute y medita largamente sobre el asunto, y finalmente acuerda «que la presidenta de las hermanas se presente y se le hagan los más estrechos cargos sobre la queja referida». Llegada la superiora, comparece ante la junta, donde se le refieren los cargos hechos por el comandante militar francés. La religiosa responde que ignora el motivo de tal queja, porque con los militares enfermos «se tiran a excederse para que estén contentos; les hacen el caldo en vasija separada de los demás paisanos y para los cuatro o cinco soldados franceses que hay enfermos, tan solamente hay destinada una hermana para ellos solos a más de las vueltas del enfermero». Añade que el problema podría estar en la cocina, debido a que la leña que se utiliza es de pino y verde, «que echa
AHPH/LRS: 2 de julio de 1811.
AMI DI 1,1! (•(11.111 N/A II l'AA/111111M 1'01111{ LN L1 Al in ARAGÓN
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mucho humo y hace poca brasa», de modo que no se «pueden hacer las piezas con aquella lentitud que se requiere, y se ejecutaría habiendo carbón», de lo que podría informar más a fondo la hermana de la cocina. Se hace comparecer a esta, que confirma lo dicho por la superiora y añade que «procuraba esmerarse con los militares franceses enfermos». Enterados los señores de la junta de Sitiada de los descargos de las hermanas, acuerdan que Asesio vaya a casa del corregidor para comunicarle que creían que la queja era infundada pero que no obstante se ha encargado al hospital el mayor «cuidado del caldo y que elijan la carne mejor para ese objeto». Asesio aprovecha la ocasión y pide al corregidor uno o dos sacos de carbón para cocer las piezas en los hornillos a los enfermos franceses. También en esa junta, y teniendo noticia de que «mucha gente, con motivo de visitar a los enfermos lo ejecuta a horas incómodas en perjuicio de la salud de los mismos», a fin de evitar en lo sucesivo semejante abuso, se limitan las horas de visita a los enfermos, «sin que se permita entrar a otra hora a ninguna especie de gente si no es que sea a los individuos de la Ilustre Sitiada, facultativos y dependientes del Santo Hospital».g"
Muerte de Cantarero en Villanueva de Sigena (10 de julio de 1811) El 5 de julio, el montisonense Cantarero, que andaba por el Bajo Aragón reuniendo dispersos, vuelve a cruzar otra vez el Ebro con su partida dirigiéndose hacia Monzón para, en unión de algunas fuerzas catalanas, intentar sorprender a los franceses de la guarnición de esa villa, pero en el camino es informado por sus confidentes de que los enemigos están sobre aviso, por lo que decide variar su rumbo y encaminarse hacia Villanueva de Sigena. El día 10 avista en sus proximidades un destacamento de 10 gendarmes del 11° escuadrón del acantonamiento de Candasnos que a las órdenes del brigadier Berlancourt iban de comisión hacia esa villa. Estos, ante la presencia de los aragoneses y animados por su brigadier, que grita «írnás vale morir que huir, es Cantarero y hay que eliminarlo!», echan pie a tierra y en formación esperan a los guerrilleros con la bayoneta calada. Se entabla un feroz combate y mueren todos los gendarmes y su jefe, Berlancourt, salvo uno de ellos, que resulta solo ligeramente herido y puede escapar. Pero en la acción es herido gravemente Cantarero de un balazo y muere en brazos de su hermano Manuel, sargento primero de la partida que habría de sucederle en el mando. De la muerte de Cantarero dan parte las ediciones de esos días de la Gaceta afrancesada de Zaragoza y de la Gaceta del Gobierno, y años después, según María Teresa Oliveros de Castro, en su memoria se colocó en la iglesia de Villanueva de Sigena una lápida con el siguiente epitafio: Defendiendo con valor su Fe y su patria muere Manuel Alegre Cantarero, Goce de Dios su noble alma trocando felizmente la espada por la palma. Murió en el ataque de Sigena. Día 8 del mes de junio del año 11. Fue sepultado en esta y aquí yace.
Como podemos ver, esta lápida, hoy desaparecida, incluye varios errores, pues debería decir Anselmo y no Manuel, y la fecha correcta es el 10 de julio y no el 8 de junio. Tras la muerte de Cantarero se hace cargo de la partida su hermano Manuel, a quien en los papeles de la junta Superior de Aragón se conoce como el pequeño Cantarero y que hasta entonces ha combatido en ella como sargento primero. Este, al día siguiente, cruza el Ebro, libera en Samper de Calanda a 3 presos y captura a 6 franceses. Algunos días después de la muerte y enterramiento de Anselmo, los franceses exhuman su cadáver y lo cuelgan para cumplir así la pena de horca que con anterioridad le habían
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AHPH/LRS: 2 de julio de 1811,
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impuesto. En la ermita de la Virgen de la Alegría de Monzón se conservó hasta 1936 una bandera conocida como el pendón de Cantarero, que era realidad el guión tomado a los franceses en la acción del Cinca por fray Teobaldo."8
Situación en Barbastro A finales de mayo Menche ha comunicado a Guerrier que ni Barbastro ni muchos pueblos del corregimiento han cumplido con la entrega de sábanas, camisas y demás efectos de la requisición exigida para el hospital militar de Zaragoza, por lo que le ordena que haga realizar la puntual entrega de estos efectos. Guerrier traslada a las justicias esta orden comunicándoles el tanto que a cada pueblo toca de sábanas, camisas, mantas, libras de lienzo usado y libras de hilas, que deben aprontar inmediatamente en el almacén del hospital militar de Zaragoza o satisfacer su importe en metálico en Barbastro a Bernardo Soubiron. Poco después, el 11 de julio, al continuar muchos pueblos sin entregar lo pedido, Menche vuelve a escribir a Guerrier reclamándole lo que se debe, que se necesita con la mayor urgencia, y «habiendo mediado tanto tiempo sin completar como era justo el pedido que era por objeto el alivio y asistencia de los militares enfermos y heridos, dignos de toda preferencia», les manda realicen inmediatamente su entrega al guardalmacén de dicho hospital militar, «apremiando a las justicias morosas con el mayor rigor». Unos días después, el 15, el comandante de armas de Barbastro, Puisalis,858 escribe a las justicias del corregimiento advirtiéndoles que ha tenido noticia de que son varias «las cuadrillas de brigantes que andan por los pueblos de este Partido y que por causa de la indolencia y falta de cumplimiento a las órdenes comunicadas fue sorprendido en esta ciudad el comandante que se hallaba el día 6 de los corrientes, quedando el pueblo expuesto a funestas contingencias». Para prevenir esto en el futuro, les manda que vigilen a la gente que pase por sus pueblos y le den aviso inmediato «de cualquiera partida de tropa y brigantes que transiten, con dos horas de anticipación a que puedan llegar a esta ciudad», amenazando con pasar al pueblo que faltase a esta obligación y hacer «afusilar a las justicias y a quienes fueren causa de la ocultación de dicha gente y de no dar la noticia con la anticipación expresada para acordar inmediatamente las providencias correspondientes». Días después, Guerrier insiste a las justicias para que le informen puntualmente a él y a los comandantes militares, «tanto de día como de noche y con propio en diligencia sin perder momento, de las cuadrillas de brigantes que andan por los pueblos y términos y tropa española que pasa desde Cataluña, con expresión de su número, clase y ruta de su llegada para tomar las disposiciones oportunas».84°
Reorganización de los gendarmes de laca Siguiendo el decreto de reorganización de Suchet de 1 de marzo de 1811, a primeros de julio la Compañía de Gendarmes de Barbastro, que cuenta con 2 oficiales y 68 hombres, se reúne con la de
8" GM del 6 de octubre de 1811. GR del 31 de agosto de 1811. Martin, Emmanuel: 363. Oliveros de Castro: 103. El parte de la muerte de Cantarero, firmado por Manuel Alegre, hermano de Anselmo, el 31 de julio y publicado en la GR del 31 de agosto, decía: «El día 5 de julio pasó el Ebro la partida y se dirigió a la villa de Monzón sobre las fronteras de Cataluña, en donde no pudo verificar su proyecto de acometer a los enemigos por lo prevenidos que los tenía la aproximación de un destacamento de tropas nuestras que se habían presentado y que a consecuencia se encaminó hacia Villanueva de Sigena, en cuyas llanuras se batió con una partida enemiga de Gendarmes de caballería, matando a once de ellos y haciendo a otro prisionero, pero con la desgracia de haber muerto en la acción mi hermano don Anselmo, que llevado de su excesiva intrepidez, acometió solo a cinco de los enemigos». También hace mención a la lápida, aunque con otros errores, Francisco Castillón Cortada en la página 416 de su trabajo El castillo de Monzón, editado por la Libreria General de Zaragoza en 1989. Castillón da el año de 1818 como fecha de la muerte de Cantarero. Anselmo murió en 1811, como se ha dicho; Manuel ocupó su lugar en la partida y en 1822 lo veremos peleando en el bando liberal contra los realistas.
8" Al que habíamos visto en la expedición al Roncal en 1809. donde fue hecho prisionero. Luego, liberado, se le dio el mando de una cohorte de la Guardia Nacional; licenciado en marzo de 1810. se reincorporó al ejército y fue destinado a Barbastro.
860 ARF: Veredas recibidas en Fonz.
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Jaca y fija su residencia en esta última plaza. La nueva compañía resultante toma el número 2 y el sobrenombre de Compañía de Gendarmes de Jaca y Cinco Villas, aunque popularmente se la conocerá como Chandones, por el apodo de su capitán, Domingo Brun, Chandón, que tiene como tenientes a su hermano Francisco Brun y al comandante francés de los gendarmes de Barbastro, Robustiano Lost. Esta compañía es retirada de la lucha activa antiguerrilla por desconfianza, dado su intento de sublevación el mes de junio anterior y, aunque esporádicamente participará en algún combate, es destinada a la escolta de convoyes, entre ellos los de los prisioneros de Tarragona a Francia, cuya seguridad encarga Suchet a la guarnición de Jaca, que es suficientemente poderosa en la época."'
Defaysse, gobernador de Benasque, ataca a la partida de La Oliva en Arén (27 de julio de 1811) Aunque las partidas son prácticamente inexistentes, algunos pequeños grupos que se refugian en la frontera catalano-aragonesa intentan alguna acción aislada, pero son rápidamente eliminados por columnas francesas, muchas veces en operaciones combinadas, como la realizada a finales de mayo anterior por iniciativa del general Henriod, gobernador de Lérida, quien ordena al de Benasque, Defaysse, que a la cabeza de 250 de sus cazadores marche por Tamarite hasta Almenar. Allí cae sobre el jefe Montardit, que con sus miqueletes se retira hacia Balaguer, donde los sorprende otro contingente francés llegado de Lérida con el apoyo de una treintena de cazadores reales italianos puestos a su disposición en esta ocasión. Poco después, Defaysse, siguiendo con estas operaciones de limpieza y con el fin de recoger ganado y cereales para abastecer los almacenes de su guarnición, hace una salida el 27 de julio a la cabeza de una pequeña columna de 150 cazadores de montaña y 50 gendarmes del 12° escuadrón, con base en Graus. Bajando por la orilla derecha del Noguera Riba-
gorzana y bordeando el desfiladero de Sopeira, llega a Arén, donde cruza el río y cae en Esplugaferra sobre la partida de La Oliva y le hace 15 prisioneros, a 6 de los cuales fusila en el acto.'"
Restos del ejército de Campoverde entran en el Alto Aragón tras la toma de Tarragona Dice la Gaceta de Madrid que inmediatamente después de la toma de Tarragona Suchet toma las medidas necesarias para destruir a las tropas de Campoverde, el cual, acosado por todas partes, no encuentra otro medio de salvarse «que abandonar su ejército, que se dispersaba en cuadrillas y procuraba volverse a Valencia atravesando el Alto Aragón y la Navarra». Efectivamente, tras la caída de Tarragona el 28 de junio y ante la situación creada, se propone retirar de Cataluña las tropas valencianas y todas las fuerzas regulares, aunque muchos de los jefes del ejército catalán opinan que esa medida implica el fin de toda resistencia formal en el principado. El capitán general de Cataluña, Campoverde, deseando declinar la responsabilidad en sus subordinados, convoca un consejo de guerra el día 1° de julio en el que se decide por mayoría la salida del ejército hacia Valencia, hacia donde embarcan la mayor parte de las fuerzas regulares, salvo algunos destacamentos de infantería y la caballería, que optan por pasar a continuar la lucha en la región de la frontera catalanaaragonesa. Avisados de esta circunstancia los escuadrones de gendarmería del Cinca, toman medidas para atrapar a los fugitivos, que, desmoralizados, solo están buscando un refugio seguro. Ya desde
GZ del 14 de marzo de 1811. 5orando: Aragoneses. La guarnición jaquesa estaba formada por 185 hombres de las dos primeras compañías del 3" Batallón de Cazadores de Montaña (ex Bajos Pirineos), con 66 hombres en Jaca, 99 en Berdún y 20
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en Canfranc; 222 de las tres primeras compañías del 2° Batallón de Cazadores de Montaña (ex Ariége), de los que 85 estaban en jaca, 64 en Huesca, 60 en Berdún y 13 en Canfranc; 146 gendarmes del 10° escuadrón encerrados en la ciudadela; 13 artilleros y un centenar de gendarmes josefinos de la compañía de Jaca. AHG: C8/67, Deshorties a Berthier. 16 de Julio de 1811. 862 AD del Alto Garona: 4M23, Wouillemont a Trovar, 7 de agosto de 1811. ADPZ/AjSA: La Oliva a la Junta, ms. 643. AHG: XK14 y C8/72 y 73, Tropas que había en la frontera el 31 de mayo y el 26 de junio. Martin, Emmanuel: 364. Sarramon, Napoléon: 146.
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primeros de julio se detecta la presencia de estas tropas en el Alto Aragón, y mediado ese mes Suchet estima que más de 2800 hombres han entrado en ese territorio. Otro millar más o menos penetra a finales de julio y primeros de agosto, tras la rendición de Figueras, lo que desalienta más a los catalanes, muchos de los cuales venden sus armas para comprar comida a los aragoneses.") El día 6 de julio, una de esas partidas de dispersos, compuesta por 300 soldados a pie y 80 a caballo, cruza el Cinca en una barca y entra en Barbastro, cuya guarnición, reducida a 60 gendarmes del 12° escuadrón al mando del teniente Couvez, se refugia en su casa fuerte, que es rodeada por una parte del destacamento español, mientras el resto recoge en la ciudad todos los víveres que puede encontrar y el dinero que contiene la caja del director de Aduanas y el de Bienes Nacionales. Guerrier, que se encuentra en el Palacio Episcopal, que utiliza como residencia, convaleciente en cama imposibilitado de moverse pues se ha abrasado «casi todo el cuerpo con una porción de pólvora que se le incendió construyendo los fuegos artificiales para celebrar la toma de Tarragona», al ser informado de que «los dispersos se presentaron en San Ramón», ordena que lo trasladen al cuartel de los gendarmes. Pero la rapidez con que los españoles se meten en la ciudad no da lugar a ello, y «los que lo conducían, a falta de otro sitio donde colocarlo», lo llevan a la torre de la catedral, «en la que consiguió salvarse a pesar de las pesquisas de los españoles». Tras saquear el Palacio Episcopal, los dispersos se retiran abandonando Barbastro ante la llegada de un destacamento de caballería francesa que, reunido con los gendarmes a caballo del teniente Couvez, sale en persecución de los españoles, carga contra su retaguardia, mata a varios y hace algunos prisioneros. Al día siguiente, esa misma partida se presenta delante de Graus, defendido por gendarmes del 12° escuadrón a las órdenes de D'Halmont, que se retiran a su caserna para defenderse. Mientras una parte de los españoles mantienen a raya a los gendarmes, otra requisa a los grausinos víveres y forrajes y abandona después la población.864 El 10, un destacamento de gendarmes del 12° escuadrón, mandado por el sargento Pelletier, patrulla cerca de su puesto, Graus, cuando se encuentra con algunos tiradores españoles que disparan contra ellos y después se repliegan. Los gendarmes van tras ellos y vadean el Isábena, pero no pudiendo alcanzarlos regresan a la otra orilla. De improviso, una partida al mando de La Oliva, que ha ofrecido a sus hombres el botín de Graus y el grado de oficial al que incendie la casa fuerte francesa, sale del pueblo de Laguarres y marcha directo hacia el destacamento francés, al mismo tiempo que lo hace una sección de caballería formada por húsares de Granada, coraceros y cazadores de Valencia, todos ellos del ejército de Campoverde y a las órdenes del capitán de cazadores Benigno Arévalo. Viendo aproximarse a los españoles, y con el fin de no ser atacado a la vez por ambas fuerzas, Pelletier da las órdenes oportunas y sus hombres se atrincheran en un pequeño llano. El comandante de la caballería española coloca un pañuelo en la punta de su sable y pide parlamento, creyendo que los gendarmes aceptarán la rendición, pero Pelletier, en lugar de responder, ordena una carga con la bayoneta calada. Los jinetes españoles descargan sus pistolas sobre los franceses, que se detienen durante un momento, para acto seguido continuar su carga. Un gendarme salta a la brida del caballo del capitán Arévalo y le obliga a rendirse. Los jinetes españoles, reunidos con los hombres de La Oliva, vuelven contra los gendarmes para intentar liberar a Arévalo, aunque finalmente se retiran, este queda en manos francesas y La Oliva toma la dirección de Graus para pasar por el puente el río Ésera.865 Para impedir que las partidas escapadas de Cataluña traspasen la frontera navarro-aragonesa, y detener y apresar a las que pudieran hacerlo, Suchet ordena a una brigada polaca trasladarse
863 AHGF: C8/76, Buquet a Berthier, 17 y 29 de julio de 1811. Alexander: 98. GM del 20 de agosto de 1811. Priego: vi/2°, 93-
94 y 103. 864 AMB/LG, n° 12. GM del 20 de agosto de 1811. GR del 31 de agosto de 1811. López Novoa: 1, 387. Martin, Emmanuel: 362. 865 Martín, Emmanuel: 364. Duplan: 64-66. Martin cita como fecha de la acción el 20 de abril, lo que es incorrecto, pues los
hombres del ejército de Campoverde se dispersaron en julio, a partir de la caída de Tarragona.
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desde Navarra hasta el Gállego y al comandante de gendarmería en Ejea destacar secciones para vigilar los vados de este río. El día 23, un destacamento del 2° del Vístula encuentra en Sádaba a la cuadrilla de Pesoduro, a la que cerca por todas partes y obliga a encerrarse en los restos de un antiguo castillo, desde el que opone una gran resistencia por espacio de muchas horas, hasta que la llegada de refuerzos pone en fuga a los imperiales. Pero, dos días después, Pesoduro, al que se ha unido Malcarado, es sorprendido por otro destacamento polaco en Castejón de Valdejasa. De la acción, según los franceses, resultan medio centenar de guerrilleros muertos y muchos heridos, entre ellos Pesoduro y Malcarado; quedan 20 prisioneros y el resto se salvan refugiándose en las montañas. Tras esta derrota, ambos jefes van en busca de Espoz.866
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El viaje del brigadier Gasca por el Alto Aragón (1-14 de agosto) Además de estos grupos, una división de caballería que había rehusado dejar abandonados sus caballos, compuesta por destacamentos"' de los regimientos de Alcántara, Dragones de Numancia, Húsares Españoles, Cazadores de Valencia y Húsares de Granada, en total 12 jefes, 112 oficiales, 992 plazas con 449 caballos, se reúne el 24 de julio en Cataluña bajo el mando del brigadier Gervasio Gasea."' Al día siguiente emprende la marcha hacia Valencia, «hallándose los caballos en el mayor estado de debilidad, debilidad que alcanzaba por igual a hombres y a caballos y que fue aumentando de día en día por la falta de raciones, por la carencia de dinero y porque la expedición era de huida, y por lo tanto, muy fatigosa». El viaje se inicia en dirección al Alto Aragón y la expedición se abre paso mediante una marcha verdaderamente extraordinaria hacia Valencia, dando un gran rodeo por Soria, Guadalajara y Cuenca, «ya que era el único camino que podían seguir sin temor a encontrarse con grandes fuerzas francesas». Siguiendo una tortuosa y dilatada ruta, el día 1 de agosto Gasca se acerca a Graus, defendido por los gendarmes de D'Halmont, y a la cabeza de un destacamento ataca la posición francesa, pero es rechazado dos veces y se retira en dirección a Puy de Cinca atravesando el río. Poco después pasa el Cinca y el Gállego sin obstáculo; llegado a Cinco Villas y sabedor de que los franceses tratarían de impedirles el paso, se mantiene vigilante cambiando frecuentemente de dirección, pero a pesar de todas las precauciones es atacado el 5 de agosto en Luesia por una columna imperial, por lo que Gasca se retira hacia Aibar, en la región navarra dominada por Espoz, desde donde oficia a este para que le auxilie en el paso del Ebro. Pero el oficio es leído antes por sus subalternos Manuel Gurrea,869 jefe de los húsares de Navarra, Pesoduro y Malcarado, los cua-
866 Un par de meses antes, el 30 de mayo, Tris y su partida habían sido sorprendidos en Rocaforte, cerca de Sangüesa, por una columna de gendarmes de la guarnición de Sos, la cual causó a los altoaragoneses 9 muertos y les hizo 2 presos, uno de ellos un hermano de Tris. En el campo de batalla hallaron los franceses a una mujer de la partida gravemente herida por un balazo cuando disparaba con una carabina, yen sus bolsillos encontraron dos paquetes de cartuchos y un sacabalas. MG: C8/71, Berthier a Suchet, 10 de mayo; C8/73, Suchet a Berthier, 3 de junio; C8/76, Buquet a Berthier, 18 de julio; C8/79, Suchet a Berthier, 21 de agosto, y C8/80, Buquet a Berthier, 5 de septiembre de 1811. GM y GZ de septiembre y octubre de 1811. Martin, Emmanuel: 361-362. 8" Algunos grupúsculos desgajados del grueso de esta división ya habían entrado antes en el Alto Aragón y los hemos visto enfrentarse a los gendarmes.
8" Gervasio Gasca Ormigón, nacido en Embid de la Rivera (Zaragoza) en 1760, fue guardia de corps y después pasó al regimiento de caballería de Farnesio, en el que mandó como coronel en 1806. En 1807 era gobernador militar de Daroca y luego corregidor, y al producirse el alzamiento organizó a los voluntarios de la zona, con los que marchó a la capital aragonesa; durante el segundo sitio fue nombrado teniente coronel de plana mayor, defendió el Arrabal y ascendió a brigadier. Tras la capitulación se fugó y se presentó al Ejército de Cataluña, donde fue designado comandante general de caballería. Falleció en 1834. 8" Natural de Olite, había levantado con sus hermanos una de las primeras partidas de guerrilla de Navarra, que luego se unió al Corso Terrestre de Mina para, posteriormente, al caer éste prisionero, unirse a la de Espoz, que inicialmente le confió el mando de la compañía de guías, una especie de guardia personal. Guirao. Guerrilleros: 127-129.
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les, juzgando que todo retardo podría ser de fatales consecuencias, se apresuran a correr en su auxilio. Así, llegan enseguida junto a Gasca y sus hombres, a los que con sus grandes conocimientos del terreno les sirven de gran ayuda, y los acompañan hasta el Ebro, que vadean el 12 de agosto por Alfaro. Fuera ya de peligro, Gasca continúa por Guadalajara y Cuenca hasta incorporarse a finales de agosto al Ejército de Murcia, después de haber recorrido en seis semanas no menos de 992 kilómetros a través de regiones ocupadas militarmente por el enemigo. Sus pérdidas ascienden tan solo a 57 hombres entre oficiales y soldados, pero 213 caballos han perecido en las montañas de hambre y fatiga."
Suchet, su esposa y su hija, en Ayerbe (19 de agosto de 1811) La condesa de Suchet,s" estando embarazada, ha salido el 8 de abril de Zaragoza, sentada en la silla de manos usada por los arzobispos en Semana Santa, con destino a Francia, donde deseaba dar a luz a su hija.872 A primeros de agosto, nacida esta, decide regresar con ella a España para reunirse con su marido, quien sale de Zaragoza hacia Jaca para recoger allí a su familia. Una vez reencontrados, y tras asistir en la capital jacetana a unas fiestas celebradas en su honor, regresan a Zaragoza por la ruta de Ayerbe, que ha sido minuciosamente reconocida días antes por soldados polacos del 2° del Vístula. Estos sufren el calor del riguroso verano aragonés, al que no están acostumbrados y del que dirá Brandt, uno de sus oficiales: «El calor era extremo allí y los caminos los peores de toda la península y para colmo de males se había adueñado de la zona una de esas brumas veraniegas que se conoce como calima en España, un vapor espeso y ardiente que corta la respiración». En esas condiciones, los polacos baten toda la comarca entre el Gállego y el 'suela, pasando por Ayerbe, Bolea y Huesca, y regresan de nuevo a Ayerbe después de informar a los comandantes militares de las plazas, informe que no era muy extenso, pues «no vieron ni oyeron decir absolutamente nada del enemigo». A pesar de esto y con el fin de asegurar de manera más eficaz las comunicaciones de Zaragoza con Jaca y servir además como protección a Suchet y su esposa, el día 16 el 10‘' Escuadrón de Gendarmería deja Jaca para ir a reforzar la guarnición de Ayerbe. Mientras tanto, los polacos, una vez cumplida su misión regresan a Ejea, aunque poco después son nuevamente enviados a hacer una segunda batida en los alrededores de Ayerbe antes de que llegue el mariscal con su familia, lo que tiene lugar el 19. Siguiendo al citado Brandt, a la llegada de Suchet y su familia a Ayerbe «grupos de jóvenes con bastones blancos representaban una especie de danza guerrera; varias parejas de bailadores y bailadoras ejecutaban boleros y fandangos y, finalmente, un guitarrista improvisó una jota en alabanza del mariscal Suchet. Esta escena nocturna, iluminada por numerosos farolillos, resultaba muy pintoresca. Suchet cabalgaba con su mujer en la grupa y parecía estar de muy buen humor y confiado». Mientras se celebra la fiesta, los polacos permanecen en sus puestos de guardia con la recomendación de estar muy pendientes, precaución no inútil pues Suchet sabe que varios jefes de partida están dispuestos a amargarle la fiesta. El día 20 a las 12 de la noche entra la familia Suchet en Zaragoza. Dos días después recibe la
Gómez de Arteche: x, 460, nota y apéndice n° 14. Martín, Emmanuel: 365. Priego: vi/2°, 95-94. Rodríguez Solis: ir/1", 4446, Informe de Gasca fechado en Liria el 7 de septiembre de 1811. Toreno: u, 550-551. 81 La esposa de Suchet se llamaba Honorine Antoine de Saint-Joseph, era hija del alcalde de Marsella y sobrina de las rei-
nas de España y Suecia. Había casado con Suchet en 1808 y era mujer de gran talento y coraje. Durante la campaña de 1810 a 1811 en España acompañó a su marido y conquistó la estima del Ejército y de los vecinos de los pueblos y ciudades por los que pasaba. Honorine no temía reunirse con su marido, para lo que no la detenían los peligros del camino y las terribles amenazas de los guerrilleros, como la de Miguel Sarasa, quien en una carta que se le interceptó decía: «espero ansioso el paso de la esposa del general Suchet que regresa a Francia por Jaca, regocijándome además de que esté encinta, porque de esa manera el niño morirá con la madre». Suchet: 1, 278-279, nota 1. No creo que Sarasa, aunque implacable con los soldados franceses, fuera el autor de esas líneas ni tuviera esas ideas. "z Casamayor: 8 de abril de 1811.
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felicitación de las autoridades, tanto por su paternidad como por su reciente ascenso al grado de mariscal en premio a la toma de Tarragona."'
Continúan los problemas para la Junta de Sitiada del hospital de Huesca (12 de agosto de 1811) Con fecha 12 de agosto se convoca nueva Sitiada, a la que acuden el presidente, Ciria, y los señores Pons, Domenech y Asesio además del secretario, Martínez. En esta ocasión la junta se celebra en «las casas de la propia habitación del señor presidente» y en ella se lee el memorial presentado por el boticario del hospital, fosé Gaudién, en el que solicita «le pague la Sitiada la contribución que le han impuesto por el salario que se le da, y que de no hacerlo se le admita la despedida». Las deudas y las reclamaciones ahogan a la Sitiada y esta se ve obligada una vez más a solicitar ayuda al obispo, al que se pone de manifiesto «el estado de indigencia del Santo Hospital a fin de que interponga su influjo». Por si esto no fuera bastante, algunos sirvientes del hospital no cumplen con sus deberes, lo que obliga a la Sitiada a llamarles la atención, como por ejemplo al mozo de la mula, al que, «si no verifica en lo sucesivo un puntual cumplimiento en su obligación, se le despedirá inmediatamente»; o al cura párroco, «que sale indistintamente sin dejar encargada la feligresía» y al que se acuerda se le notifique que «jamás haga ausencia sin dejar cuenta antes al señor presidente y manifestarle quién queda por sustituto suyo en el referido Hospital»; o al cirujano Ramón Ferrer, que «se niega a sangrar y poner los cáusticos a los enfermos», por lo que la Junta le hace saber que «si no ejecuta las sangrías y pone los cáusticos por sí o por otro de su satisfacción, presenciándolo él mismo como lo han hecho sus antecesores, la Sitiada tomará providencia»; por fin, y sabiendo «el abandono con que llevan los artículos de pan, leña, carbón, aceite y sal los que corren con este encargo, pues con lo que se les suministra por el gobierno podía haber suficiente para la casa sin tener que añadir la Sitiada poco o nada», se determina encargar a los señores Pons y Asesio que controlen los suministros y tomen las medidas oportunas."74
8" Suchet había sido nombrado mariscal por decreto del emperador del 8 de julio de 1811, publicado en la GM del 30 de
ese mismo mes y año. Brandt: 192-193. Martin, Emmanuel: 365. Por estos días de finales de agosto los gendarmes de Ayerbe exigen una enorme suma de dinero en metálico al Ayuntamiento de Bolea, amenazando con fusilar a los vecinos más influyentes y con un saqueo general de la villa si no se les entrega lo pedido. El Ayuntamiento, viendo que no es posible reunir la cantidad solicitada, decide enajenar dos de sus molinos harineros como único medio para salir de tan críticas circunstancias. Los molinos son ofrecidos a Juan Lino Lasierra, del castillo de Anzano, y a Francisco Escuer, vecino de la ciudad de Huesca, quienes, «compadecidos de tan lamentable estado económico y social, deseando evitar el exterminio con que se les amenazaba», acceden y entregan la cantidad pedida. El Ayuntamiento de Loarre firma el 1 de septiembre de 1811 una escritura que es ratificada por los principales vecinos y testimoniada por el notario Joaquín Rosel, residente en Bolea. Broto Aparicio, Santiago, «Bolea: la ruinosa situación de su Ayuntamiento motivada por la guerra de la Independencia», Diario de! Altoaragón, 27 de agosto de 2006. 8" AHPH/LRS: 12 de agosto de 1811. El resto del año no será mejor y en noviembre los problemas económicos son tan acu-
ciantes que, informada la Junta de Sitiada de «que don Jorge Franco, rector que Fue de Coscullano, habla dejado en su testamento un reloj a dicho Santo Hospital», resuelve que de inmediato se escriba a loaquln Sena, rector de la parroquial de Sipán, «como el párroco más inmediato a aquel, a fin de que lo remita si existe en su poder» y poco después, por no haber dinero para pagar al panadero y para reducir gastos, se acuerda «que desde luego salga una de las dos criadas, y se trate si será conducente despedir a alguno de los demás sirvientes». A finales de año se sigue intentando recortar gastos y se acuerda que en todas las parroquias oscenses, «en la misa conventual del primer día festivo», se lea una carta a fin de que «hagan ver a sus feligreses el estado tan miserable de este establecimiento» y soliciten sus limosnas. AHPH/LRS: noviembre y diciembre de 1811. A propósito de las dietas que se debían suministrar en los hospitales militares, por orden de la Regencia del Reino de 6 de agosto se confecciona un plan según el cual se consideran alimentos y condimentos de uso ordinario pan, carne de carnero, vaca o ternera, arroz, chocolate, vino común, sidra o cerveza, sal y aceite, siendo los alimentos y condimentos de uso extraordinario manteca, manos, lenguas, criadillas, gallinas y sus menudillos, leche, verdura, fruta, vino generoso, vinagre, mostaza y pimienta. A continuación, en el mencionado plan se explican las raciones de alimentos ordinarios y extraordinarios para las comidas, almuerzos, reparos y cenas, y al final se añade una serle de «Notas» explicativas o complementarias. AMZ/AP: caja 8186, leg. 25-1/1, Plan de los alimentos y condimentos tanto ordinarios como extraordinarios de que deberán estar provistos los hospitales militares de campaña con proporción a los presupuestos que se hubieren hecho para cada uno y de su distribución por el orden de raciones, dietas, almuerzos y reparos, con expresión de los tiempos en que deba practicarse.
AÑO Dt 1811 COMIENZA El CAMBIO DE PODER EN EL ALTO ARAGÓN
275
Preparativos franceses para la campaña de Valencia La caída de Tarragona y las operaciones de limpieza posteriores completaron la conquista de la Baja Cataluña, que Suchet había comenzado el 17 de abril de 1810, con el sitio de Lérida, y a finales de agosto queda sofocada prácticamente la resistencia en el Alto Aragón, mientras las partidas del lado derecho se retiran más allá de las fronteras provinciales, lo que hace que en todo Aragón se vaya aceptando la Administración imperial, aunque de mala gana, pues las agobiantes obligaciones de impuestos de Suchet están dejando exhausta a la provincia y en muchos lugares los aragoneses incluso resisten los esfuerzos de algunos jefes guerrilleros para reclutar a sus hijos. Las únicas partidas que permanecen en el Alto Aragón son las pequeñas bandas de Pesoduro y Malcarado en Cinco Villas, ninguna de ellas superior a 100 hombres."' Indudablemente, en principio Suchet ha conseguido convertir Aragón en una base de conquista y frustrar los esfuerzos de las partidas para romper su sistema logístico, habiendo logrado proveer a sus tropas de las cantidades necesarias de grano, aunque ha tenido menos éxito en recaudar el dinero preciso para pagar a sus soldados y otros gastos militares, lo que hace que Napoleón esté descontento, pues piensa que Aragón debe hacerse cargo de todos los gastos del III Cuerpo y además tener sobrante para enviar a Francia.876 No obstante, con Aragón pacificado, el emperador francés ordena a Suchet preparar el sitio de Valencia y completar la destrucción de las fuerzas convencionales españolas en el este de la Península, que están al mando de su antiguo enemigo, el general Blake, miembro de la Regencia del Reino, nombrado general en jefe del II y el III Ejército español, y que el 14 de agosto entra en Valencia para tomar posesión de su capitanía general, en espera de la llegada de tropas expedicionarias como refuerzo. Antes de iniciar sus operaciones y mientras prepara sus fuerzas para la ofensiva, Suchet consolida su posición en retaguardia terminando de asegurar la ocupación de Aragón y la Baja Cataluña y limitando sus actividades a escoltar prisioneros, reunir municiones y material de sitio y preparar los almacenes de grano. La cosecha de 1811 ha sido catastrófica en la España noreste y, consecuentemente, dada la escasez de trigo Suchet acomete la campaña contra Valencia con pocos recursos alimenticios, por lo que necesita una rápida victoria antes de agotar sus reservas de grano en Aragón, siendo la situación especialmente crítica al no poderse mantener las tropas sobre el terreno en Valencia, ya que en esa región no se produce grano. Pero, aunque la escasez de este es desalentadora, la situación militar es propicia y Suchet no tiene problemas, pues el ejército de Blake, que defiende Valencia, es débil, y las guerrillas no representan problema serio alguno pues, como hemos dicho, las únicas partidas que quedan activas en el Alto Aragón son las de Pesoduro y Malcarado, lo que permite a pequeños destacamentos franceses moverse impunemente a lo largo y ancho del Alto Aragón extendiendo su control administrativo sobre la región con un número mínimo de tropas. Incluso las partidas que operan a lo largo de las fronteras no suponen una amenaza, y en la navarro-aragonesa Napoleón ha tomado medidas para destruir a Espoz colocando cuatro regimientos de línea en Navarra bajo las órdenes de Reille y dando a este dos divisiones de infantería adicionales para actuar contra la partida. Así pues, Suchet, no previendo problemas con los guerrilleros, para fortalecer su ejército en Valencia no duda en disminuir su fuerza en Aragón, disminución que queda agravada por su forma de despliegue, ya que la mayoría de las tropas están repartidas en pequeñas guarniciones, una excelente medida para la pacificación política pero peligrosa en caso de amenaza militar insurgente. Los puestos confiados a la custodia de las tropas
815 Al-IG: C8/68, Suchet a Berthier, 31 de marzo; C8/69, Suchet a Berthier y Buquet a Berthier, 15 de abril, y C8/71, tacuée a Berthier, 5 y 10 de mayo de 1811. Alexander: 100-101. Suchet: 1, 302 876 Como dice Alexander, estas eran «duras e injustas críticas del emperador pues la zona de gobierno de Suchet era la úni-
ca en España que había aumentado sus ingresos en 1811, como resultado de su consistente administración y la supresión de la resistencia insurgente». Alexander: 101-102.
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consisten por lo general en fortalezas improvisadas, susceptibles de resistir a las bandas locales de insurgentes pero demasiado frágiles para defenderse largo tiempo contra unidades provistas de artillería o capaces de utilizar la mina. Con excepción de Zaragoza, Jaca, Benasque y Monzón, verdaderas plazas fuertes, las guarniciones solo disponen de viejos caserones sumariamente puestos en estado de defensa o simplemente de conventos u otros edificios sólidos, reforzados y aspillerados."' Suchet deja durante su ausencia al general Musnier como gobernador interino, quien no está contento con el número, calidad y emplazamiento de las tropas que le han quedado, ya que tiene su infantería repartida en unos cuarenta puestos por todo Aragón; un batallón italiano de reserva en Zaragoza, un destacamento polaco en Cinco Villas a las órdenes de Pliegue, los escuadrones de gendarmería en Sos, Ejea, Zuera, Ayerbe, Anzánigo, Huesca y Barbastro, los cazadores de montaña de Jaca y Benasque y algunos jinetes desperdigados a lo largo de la provincia. Así, Musnier dispone de muchas plazas y puestos con guarnición suficiente para defenderse, pero de pocas fuerzas para acudir a socorrer un puesto lejano amenazado.878 Un factor importante que influye en Suchet (que no ha ocultado la inquietud que le producen las tropas a las que se ha visto obligado a confiar las fértiles comarcas aragonesas) para reducir la fuerza de guarnición en Aragón es la promesa de Berthier, en carta del 25 de agosto, del apoyo en caso necesario de una división italiana de 6000 hombres bajo las órdenes del general Severoli,879 que Reille enviará de Navarra; sin embargo, el retraso en las comunicaciones obstaculizará el empleo más efectivo de esta fuerza. Además, Napoleón, que no ha contemplado los problemas inherentes a utilizar esa división italiana en Aragón, rehusa cederla hasta que Suchet haya invadido Valencia, por lo que hay un vacío en Aragón desde la toma de Valencia por Suchet hasta la llegada de Severoli a Zaragoza, vacío en el que Musnier dispone solo de una débil guarnición para sostener la provincia. La venida de Severoli a Aragón se verá retrasada por los eventos en el norte de España, que compelen a Reille a detener esa división en Navarra y esperar hasta primeros de octubre para ordenar a Severoli marchar a Zaragoza, lo que deja Aragón, como ahora se dirá, vulnerable a una ofensiva guerrillera que podía haberse evitado fácilmente.88° Este mes de agosto son fusilados en Lérida por orden de Henriod los altoaragoneses Antonio Badía, Joaquín Joseu, Pedro Censalis y Miguel Frens, todos de Ballobar y posiblemente pertenecientes a la partida de Cantarero."'
877 AHG: C8/77, Berthier a Reine, 7, Reine a Berthier, 22; C8/78, 8erthier a Suchet, 16, y C8/79, Reille a Berthier, 28 de agos-
to de 1811. 878 AHG: C8/75 y C8/79, Suchet a Berthier, 7 de julio y 30 de agosto; C8/386 y C8/357, Situación de las guarniciones en Ara-
gón y Parte de situación del Ill Cuerpo, 1 de octubre. y C8/82, Musnier a Reine, 29 de septiembre y 20 de noviembre de 1811. Alexander, en su obra ya citada (118-119), explica que esta fuerza no solo era la más pequeña que había ocupado Aragón, sino que era también la peor, ya que Suchet durante la invasión de Valencia solo dejó atrás restos de regimientos y ninguna unidad mayor que un batallón. Muchos de los hombres estaban convalecientes, inútiles para prestar servicio en el campo. De los 5300 hombres de infantería, más de 4000 eran polacos e italianos y más de la mitad eran reclutas. incluyendo tres de los batallones italianos, los cuales no solo estaban mal entrenados y peor dirigidos, sino que no estaban familiarizados con el terreno ni con la naturaleza de la guerra de guerrillas. 879 Philippo Severoli 11767-18221, nacido en Faenza (Italia), era general de brigada en 1800 y había sido enviado desde Ita-
lia a España al mando de una división de dos brigadas, la de Mazzucchelii y la de Bertoletti, constituidas por tres batallones del 1" de linea y una compañía de artillería de campaña, mandados por el coronel Arese; tres batallones del 7° de línea y una compañía de artillería, con el coronel Bellotti al frente; un batallón del 1° ligero, otro del 2° ligero, otro del 4° de línea y otro del 6°; una compañía de zapadores, dos de artillería, una sección de tren de transportes, un escuadrón de cazadores a caballo y otro de dragones Napoleoni. Esa división sale de la Alta Lombardía a primeros de julio de 1811 y atravesando los Alpes pasa a Grenoble, desde donde por Nimes, Montpellier, Tolosa y Tarbes llega a Pau el 19 de agosto y allí se detiene a descansar antes de dirigirse a Navarra. Vacani, Camilla, Storia delle compagne e degli asedi degPitaliani in Spagna, dal macccwo al MACCOM, vol. v, Florencia, Tip. de Antonio Carboni, 1827, 5 vols.: y, 345-347.
888 AHG: C8/79, 8erthier a Suchet, 25 de agosto; C8/81. Berthier a Reille y Suchet, 18. y Reille a Berthier, 27 de septiembre, y C8/82, Reille a Berthier, 2 de octubre de 1811. Alexander: 117-120. Priego: vi/2", 153-154. "1 Fueron fusilados el día 9 de agosto. Huguet: 246.
ACCIONES DURANTE LA SEGUNDA CAMPAÑA DE SUCHET EN VALENCIA (SEPTIEMBRE-DICIEMBRE DE 1811)
SEPTIEMBRE DE 1811
E
L 15 de septiembre el ejército de Suchet se pone en marcha para invadir el reino de Valen-
cia. El 21 ocupa Villarreal y se acerca a Sagunto, de modo que el general Blake, tras dejar bien guarnecido ese punto, se repliega con el grueso de sus tropas sobre Valencia,
Actividad de la guarnición de laca Espoz, que ha sido hábil para eludir la persecución de Reille, que además ha tenido que retirar cinco de sus seis brigadas para enviarlas fuera de Navarra, durante la primera quincena de septiembre se dedica a reorganizar su división. Mientras, las guarniciones de Jaca, Benasque y Viella se encuentran relativamente tranquilas, aunque de vez en cuando son hostigadas por pequeñas partidas guerrilleras que son fácilmente desbaratadas, como por ejemplo sucede con la partida del Malcarado, que a primeros de septiembre es batida por la guarnición de Jaca y tiene que refugiarse en Roncal. Poco después, el 18, otra partida aragonesa, esta de unos 150 hombres, que actúa en la ruta de Zaragoza a Jaca en la zona de Bernués, a los pies del monte Oroel, interceptando correos y atacando a los convoyes que por allí transitan, es expulsada por Deshorties, comandante de Jaca, que realiza una salida con parte de los cazadores de montaña de su guarnición."'
Pesoduro, ahorcado en pea (21 de septiembre de 1811) En tanto, Mariano Larrode, alias Pesoduro, al que hemos dejado en Cinco Villas como jefe de las partidas aragonesas con el grado de capitán, es continuamente acosado por una columna móvil del mando del coronel Plicque, ya que su derrota parece indispensable para la tranquilidad de la región, aunque el lugarteniente de Espoz despista siempre a su perseguidor. Informado el subteniente de gendarmería Foison de que el guerrillero se ha detenido en Biota, sale de Ejea el 20 de septiembre a la cabeza de un destacamento y sorprende entre aquella villa y Orés a Pesoduro, con el que mantiene combate hasta que el jefe aragonés, herido por varios sablazos, se rinde y ordena a todos sus hombres hacer lo mismo. Larrode es conducido preso a Ejea de los Caballeros, donde tras ser juzgado sumariamente es ahorcado el día 21 en medio de la plaza por orden de Plicque. Miguel María Iribarren en su manifiesto describe esta ejecución: «Murió Larrode en una horca por orden de los franceses. Se cubrió de gloria en los instantes de su muerte. El coronel Plicque, tan sanguinario como vicioso, le mandó cortar las manos estando vivo. Tres veces se quebró el cordel y no se
882
AHG: C8/82, Suchet a Berthier, 5 de octubre de 1811. Alexander: 125. Sarramon, Napoléon: 161.
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le oyeron otras expresiones que ¡Viva España y su religión, mueran los franceses! ¡No importa que yo pierda mi vida, quedan vivos Mina y Cruchaga, que vengarán mi sangre!».8"
Requisiciones y contribuciones en Barbastro. Decreto sobre Policía (septiembre de 1811) El 1 de septiembre Menche comunica a Guerrier, corregidor de Barbastro, que conociendo Suchet el robo de unos granos en Tarazona por una cuadrilla de brigantes ha mandado que en todos los lugares donde exista guarnición francesa sean depositados en las casasfuertes, bajo la custodia de los comandantes militares, todos los granos de débitos del Común, siendo los municipios los responsables de la falta de ejecución de esa orden, por lo que «satisfarán irremisiblemente el duplo de lo que se hubiesen dejado robar por los insurgentes». Unos días después le vuelve a oficiar diciéndole que sabe que algunos miembros del clero de Aragón han vendido parte de su grano antes de pagar lo que les corresponde para la subsistencia del ejército, lo que deberán evitar en el futuro las justicias de los pueblos, y para vigilar que los eclesiásticos cumplan con las contribuciones impuestas vienen de Zaragoza unos comisionados del Cabildo Metropolitano «para hacer la cua nación de granos». Una semana más tarde se impone a los eclesiásticos perceptores de décimas en Aragón una nueva contribución de trigo y cebada para el ejército, que se debe llevar a los almacenes de Mequinenza, en los que se han de reunir de manera urgente todos los granos posibles, por lo que se encarga a Guerrier que envíe allí «los artículos de subsistencias y señaladamente del trigo y cebada que deben todos los pueblos de este Partido». Para transportar los granos que se van recogiendo, ordena Guerrier que se lleven a Monzón todas las caballerías mayores y menores disponibles; de no hacerlo, «pasará la tropa más inmediata a poner en ejecución lo referido». Según parece, y como viene siendo habitual, solo se reúne una parte de las caballerías solicitadas, por lo que Guerrier se queja a los pueblos diciendo que el comisario general, Domínguez, le ha comunicado haber recibido 189 caballerías, de las que solo 133 son útiles, y de estas «quedaron 60 tras el primer o segundo viaje que hicieron, que cuando traté de volverlas a emplear ya se habían fugado a excepción de 17 que destiné para Mequinenza». Por ello ordena reunir 200 caballerías «mayores y útiles para cualquier transporte, y no como las que anteriormente vinieron». Sin embargo, los granos siguen sin llegar a Mequinenza, como informa el corregidor municipal de esa villa a Menche, quien lo comunica a Guerrier añadiendo que espera que active «sus remesas de dichos artículos al referido punto atendiendo a la urgentísima necesidad que hay de completar los almacenes para que no se retarden las operaciones militares». Recibidas órdenes para activar las remesas de granos a Zaragoza, sobre todo de cebada, pues el suministro de este artículo va a escasear y Suchet no desea que se consuman las existencias que se guardan en los almacenes de reserva, el 9 de septiembre Guerrier indica a todas las justicias de su corregimiento que si no satisfacen en el plazo de dos días la mitad de las contribuciones en dinero, de las raciones y del trigo pedidos por orden de Pliegue, ahora comandante militar del Alto Aragón, el gobernador de Benasque, Defaysse, que se encuentra de paso en Barbastro, tomará como rehenes y hará conducir a Francia a algunos de los «más pudientes en tierras de cada pueblo moroso que no cumpla con la entrega». Cumplido el plazo y no habiendo obedecido ninguna de las Municipalidades del corregimiento, Defaysse escribe a estas diciendo que, para cumplir las órdenes, sus soldados apresarán a los cinco más pudientes de cada pueblo de la Municipalidad deudora, los cuales serán llevados a Monzón, y si en cinco días no se ha satisfecho lo exigido, todos ellos «serán conducidos al castillo de jaca, donde esperarán su suerte». Días más tarde y ante el incumplimiento de las repetidas órdenes para entregar granos y caballerías, Defaysse oficia a las justicias de los pueblos deudores diciéndoles que, dado que a pesar de sus amenazas todavía nada se ha pagado de la contribución y el ejército de Aragón «está en punto de falta de víveres por la morosidad de los
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APN: Manifiesto de iribarren. Martin, Emmanuel: 365-366. Priego: vi/2°, 155. Suchet: u, 191.
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varios pueblos que no han contribuido», les envía un ultimátum previniéndoles de que si no pagan «serán tratados como rebeldes y castigados de una manera terrible, y no muy tarde experimentarán los tristes resultados de sus inobediencias». Los pueblos aragoneses no solamente se resisten reiteradamente a la entrega de granos y caballerías, sino que en general se niegan a recibir y pagar la afrancesada Gaceta Nacional de Zaragoza, a la que tienen obligación de estar suscritos,"4 por lo que Pliegue oficia a Guerrier comunicándole que las localidades de Barbastro, Alquézar, Torres de Alcanadre, Binéfar, Colungo y Sena son las únicas suscritas a dicha Gaceta y que pagan puntualmente, por lo que el resto de los pueblos «pagarán lo correspondiente a esos años y al mismo tiempo se suscribirán al corriente año, o en Zaragoza misma o al director de Correos en Barbastro», y añade que «de una manera u otra se enviará dicha Gaceta a cada pueblo y se exigirá el pago, bajo la misma pena de castigo que por toda otra contribución». Tiempo después, finalizando octubre, los pueblos, a pesar de las terminantes órdenes, continuarán sin suscribirse a la Gaceta, por lo que Guerrier, siguiendo órdenes del comisario Domínguez, escribirá a las justicias diciéndoles que al no obedecer lo mandado «causan a los pueblos mucho perjuicio». Finalizando septiembre, el 25, Guerrier emite un decreto sobre Policía que envía a todas las justicias de los pueblos de su corregimiento."'
OCTUBRE DE 1811 Ofensiva guerrillera en Aragón durante la estancia de Suchet en Valencia. Espoz ataca Ayerbe, derrota a los franceses en Plasencia del Monte y entra en Huesca Mientras Suchet se encuentra atacando la plaza de Sagunto, la Regencia, de acuerdo con Blake, que defiende Valencia, intenta atraer la atención del francés hacia su retaguardia para impedir su ataque a la ciudad del Turia o por lo menos retrasar la llegada de los refuerzos que espera. Para ello Blake ordena a los jefes guerrilleros Durán y el Empecinado que inicien una ofensiva en el lado derecho de Aragón, adonde envía además al conde de Montijo, y al general Mendizába1,8" jefe del VII Ejército español, encargado además de coordinar la acción de las diferentes guerrillas que hostigan a los imperiales en el norte de España, que mande a Espoz efectuar una diversión en el Alto Aragón. El conjunto de las operaciones derivadas de estas órdenes va a crear en todo Aragón una situación muy delicada para los franceses, ya que, siguiendo dichas órdenes, Durán y el Empecinado a fines de septiembre ponen sitio a Calatayud, por lo que Musnier desde Zaragoza forma una columna de auxilio que pone al mando del coronel Kliski y solicita ayuda a Reille. Este envía otra columna a las órdenes de Bourke, que sale de Tudela hacia Calatayud por la ribera izquierda del Jalón, y ambas coinciden en Calatayud la tarde del día 5 de octubre. Durán y el Empecinado se retiran de la ciudad, que han ocupado el día anterior y a la que vuelven al día siguiente, al retornar los imperiales a sus lugares de origen. La ocupación de Calatayud significa un gran peligro para Zaragoza y Aragón entero, por lo que Musnier reagrupa todas las fuerzas disponibles y pide nueva ayuda a Reille, el cual ha recibido el
8B4 Por decreto de 6 de agosto de 1809 todos los pueblos de Aragón debían estar suscritos a la Gaceta Nacional de Zaragoza, debiendo pagar el importe de la suscripción en Barbastro. Pedro Juan Soule, desde el 9 de septiembre de 1811 y por nombramiento de Suchet, era el encargado del cobro a los pueblos del corregimiento de Barbastro. 885 En este decreto, expedido para «la tranquilidad y buen orden y cortar todo abuso y perjuicio que puedan causar las sali-
das y viajes de personas sospechosas y las entradas en los pueblos de las mismas», los corregidores del partido estaban obligados, entre otras cosas, a pedir el pasaporte a cualquier persona que apareciera por el pueblo y, «caso de no hallarlo conforme, se arrestará al conductor y se dará parte», así como a dar pasaporte a los vecinos para poder ser distinguidos de las personas sospechosas, siendo los corregidores responsables con sus personas y bienes del cumplimiento de todo lo referido. ARF: Veredas recibidas en Fonz. 886 Gabriel de Mendizábal, guipuzcoano de Vergara. Incorporado a la lucha contra los invasores franceses en 1808, con el grado de teniente general es nombrado general en jefe del ala izquierda del IV Ejército. Asiste a la batalla de San Marcial, en Irún, el 31 de agosto de 1813, y a la de Toulouse en 1814. Morirá en Madrid en 1838.
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día 2, poco después de la marcha de Bourke a Calatayud, orden de Napoleón de enviar a Suchet a Valencia desde Navarra la división de Severoli y prepararse él mismo para seguirla con su división. Por eso Reille ordena la inmediata reunión de las unidades de Severoli (compuesta de la brigada Mazzucchelli con tres batallones del 1° de línea y los cazadores reales, y la brigada Bertoletti, con tres batallones del 1° ligero y tres del 7° de línea) en Tudela, lo que se realiza el 7 de octubre. Al día siguiente, Severoli, con la brigada Mazzucchelli, el 1° ligero de Bertoletti y la artillería marcha en dirección a Zaragoza y cerca de Mallén se encuentra con Bourke, que regresa de Calatayud y a quien esperaba Reille para despachar al 7° de línea italiano hacia Zaragoza. Así, Musnier, disponiendo de tropas frescas, sale con la brigada Mazzucchelli desde Zaragoza hacia Calatayud, y en el camino de La Muela se le une la tropa de Kliski que estaba en La Almunia. El 12, estas fuerzas unidas recuperan Calatayud, y la división de Severoli, que debía incorporarse por Teruel a Suchet, es autorizada a mantenerse provisionalmente en esa zona, permaneciendo en Zaragoza el 7° de línea italiano al mando del coronel Bellotti, mientras el Empecinado se dirige a Molina y Durán regresa a la frontera de Soria. Desde Calatayud, Mazzucchelli con su brigada marcha a Daroca y Musnier a Ateca, desde donde, al no encontrar enemigos, retrocede y dos días después regresa a Zaragoza con el destacamento de Kliski, dejando en Calatayud a Severoli con el 1° ligero italiano. Con Musnier en Calatayud, Espoz, siguiendo el plan trazado por Mendizábal, aprovecha la lejanía de Suchet y la salida de Severoli de Navarra para entrar en el Alto Aragón desde Sangüesa el 10 de octubre al mando de dos batallones de infantería y la caballería, con el objetivo de vengar la muerte de Pesoduro, reorganizar la resistencia aragonesa y realizar un ataque contra Zaragoza. Al día siguiente se presenta ante Ejea, a la que pone sitio y ocupa el 14 tras huir su guarnición, que es perseguida por algunos jinetes de Espoz y con la que mantienen un combate en el que queda herido el comandante Foison. Este es trasladado al hospital de Zaragoza y los demás continúan a Zuera. Enterado de la incursión de Espoz, Reille, que todavía no ha salido para Valencia, envía al 9° de húsares a Cinco Villas, mientras Renouvier, comandante de Zaragoza en ausencia de Musnier, ordena salir en su ayuda a una columna compuesta del 1e' batallón del 7° de línea italiano, una compañía de voltigeurs del 2° batallón de ese mismo regimiento y 50 cazadores a caballo, todos bajo el mando del conde Ceccopieri, jefe del batallón del 7°, quien al aproximarse a Zuera el 15 se encuentra con los gendarmes escapados de Ejea y, en vista de los informes que recibe de ellos, se detiene en espera de nuevas instrucciones de Renouvier. Este le ordena socorrer a Gurrea de Gállego, Ayerbe, Huesca y Jaca si Espoz llega a inquietar sus guarniciones, debiendo aumentar su caballería con los gendarmes de los escuadrones 9° y 14° huidos de Ejea, mandados ahora por el teniente Dommanget en lugar del herido Foison. Desafortunadamente para las tropas imperiales, aunque la primitiva intención de Espoz tras la toma de Ejea había sido inquietar la capital de Aragón aprovechando el alejamiento de Musnier hacia el sur, enterado de que a dicha capital ha llegado procedente de Tudela el 7° italiano, cambia de planes y en lugar de retornar a Navarra decide dirigirse a Ayerbe con sus dos batallones para interceptar la ruta de Francia por Somport. Saliendo de Ejea el 15 de octubre, tras pernoctar en Luna, llega al día siguiente hacia las cuatro de la tarde ante Ayerbe, cuya guarnición, compuesta por 180 gendarmes del 10° escuadrón al mando de Lucé, se halla repartida entre el castillo del cerro y un convento en la villa, al que pone cerco Espoz, y mientras una parte de sus hombres mantiene un intenso tiroteo contra los gendarmes apostados en las ventanas y puertas del convento, otra hostiga a la pequeña fuerza que está en el castillo, y otra, finalmente, comienza a abrir una mina, partiendo de una casa próxima, para volar uno de los ángulos del edificio. Conocedor Ceccopieri de la presencia de Espoz en Ayerbe, marcha sobre ese punto, adonde llega la noche del 16 y toma posición a cierta distancia de la villa, mientras Espoz, que por sus descubiertas está al corriente de la aproximación del jefe italiano, distribuye parte de su infantería en las alturas próximas que dominan la villa por el nordeste, y manda unas guardias avanzadas para vigilar mientras sus tiradores siguen acosando el convento. Ceccopieri, que no puede encerrarse
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Retrato de Francisco Espoz y Mina. por fosé Vallejo y Galeazo. (Imagen cedida por Biblioteca Nacional de España)
con sus 800 hombres en Ayerbe por falta de espacio, víveres y agua suficiente, decide enviar a Lucé la madrugada del 17 un mensaje proponiéndole abandonar el fuerte de Ayerbe y evacuar la villa y unirse a él con toda su tropa para marchar a Zaragoza, mensaje cuya entrega se encarga a dos gendarmes a caballo que son escoltados por una compañía de granaderos mandada por el capitán Provana hasta las cercanías de la villa. A esa misma hora, un destacamento de gendarmes a pie de la guarnición, mandado por el teniente Cottez y con la idea de saber dónde estaban trabajando los zapadores de Espoz, efectúa una salida y hace huir a los trabajadores españoles, que abandonan sus herramientas. Los gendarmes se apoderan de ellas y las utilizan para desbaratar lo hecho hasta el momento, y regresan al fuerte sin novedad. Informado por Cottez de la dirección de la galería española, Lucé comienza la construcción de una contramina y en esos momentos los dos gendarmes enviados por Ceccopieri desembocan al galope en la plaza de Ayerbe, delante del cuartel; uno de ellos cae abatido por los disparos de los hombres de Espoz, pero el otro consigue entrar en el reducto, anunciar la llegada del refuerzo y entregar el mensaje de Ceccopieri a Lucé. Mientras tanto, y para favorecer la marcha de los dos gendarmes y de la compañía de granaderos de apoyo, el resto de la columna imperial avanza contra la altura ocupada por las fuerzas de Espoz. Los italianos, «llenos de un orgullo muy particular», insultan a los navarros diciendo: «a la bayoneta, que los brigantes no las tienen. Brigantes, papá y mamá, a Valencia por bayonetas». Trepan por las alturas, despreciando el fuego de los españoles «con arma al brazo», y con serenidad cargan contra los hombres de Espoz y ocupan la parte inferior de sus posiciones, pero tras duro combate son desalojados de ellas con el resultado de 19 muertos y 49 heridos, que quedan en poder de los navarros. Lucé, sabedor de que su casa fuerte está bien equipada, sólidamente fortificada y preparada para resistir un
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largo asedio, y no queriendo abandonar sus heridos, sus municiones y las provisiones y efectos que se encuentran en ella, decide permanecer en Ayerbe, aunque envía a Ceccopieri los 25 gendarmes a caballo que formaban parte de su guarnición, los cuales abandonan el fuerte al galope abriéndose paso entre los sitiadores y llegan hasta el punto donde se encuentra Ceccopieri, al que informan de la decisión de Lucé. Cuando este destacamento se incorpora a la columna italiana son ya las nueve y media de la mañana del 17, y la situación de dicha tropa es ya crítica, pues acaba de fracasar en un ataque temerario, y con los hombres que le quedan, Ceccopieri está totalmente aislado frente a Espoz, al que se han unido algunos guerrilleros locales. Por si fuera poco, para regresar a Zuera hay nueve horas de marcha con solo una aguada posible en Gurrea de Gallego, por lo que el jefe italiano decide tomar el camino de Huesca, de la que solo le separan 28 kilómetros de terreno poco accidentado. Pone así su columna en marcha por la llanura transportando los 50 heridos que ya tenían, con los granaderos formando la retaguardia y un pelotón de gendarmes en cada uno de sus flancos. Tan pronto como los italianos con los gendarmes inician el camino hacia Huesca, Espoz, tras dejar dos compañías de infantería con algunos jinetes manteniendo el bloqueo de Ayerbe y continuando los trabajos de minas y enviar otro destacamento a perseguir al renegado Chandón (que encontrándose en Anzánigo, cerca de Ayerbe, con un convoy destinado a Zaragoza, y enterado de la presencia de los navarros, ha dado la vuelta con su cargamento buscando el abrigo de la ciudadela jacetana), sale tras los napoleónicos con 160 jinetes y una parte del ter Batallón de Infantería, al mando de Cruchaga, al paso ligero, para intentar entretener a los imperiales en la llanura mientras llega el resto de la infantería a las órdenes del ayudante Pedro Antonio Barrena. Ceccopieri, viendo que Espoz sale en su persecución, procura acelerar el paso de los suyos, pero el navarro ordena cargar a su caballería dividida en tres partes y a Cruchaga atacar por la derecha con el 1 er batallón formado por cuartas, intentando sobrepasar su retaguardia, movimientos que sostiene la compañía de flanqueadores. El comandante Ceccopieri, esperando el ataque, ordena a sus hombres formar un cuadro defensivo con el fin de frenar a la caballería española, mientras manda a los gendarmes a caballo cargar para romper el cerco, lo que no consiguen, de modo que los italianos se ven obligados a replegarse formando sobre la marcha un nuevo cuadro, «reponiendo al instante las muchas quiebras de sus filas», que nuevamente es desbaratado por los hombres de Espoz. Los napoleónicos se retiran hacia Plasencia del Monte, en cuyos aledaños, y camino de Huesca, tienen que formar un tercer cuadro defensivo, que también es deshecho; cargados sin cesar, se ven obligados a maniobrar en cuadro por cuarta vez, apoyándose en dos filas de su caballería. Los supervivientes, agotados y desmoralizados, se aprietan los unos contra los otros y se niegan a combatir a pesar de las exhortaciones de su jefe y de los oficiales, que cruzan sus espadas para mantener el orden. En esos momentos, Cruchaga, haciendo una descarga, se tira a la bayoneta con su batallón, seguido por el resto de la infantería navarra y a continuación la caballería, que carga a degüello. Herido Ceccopieri de un balazo en la cabeza, su tropa se rinde a discreción hacia las tres de la tarde. Los gendarmes a caballo parece que oponen una mayor resistencia, pero su suerte llega a ser la misma de los demás componentes de la columna, con muerte de su jefe, el teniente Dommanget, aunque algunos de ellos consiguen escapar perseguidos por la caballería de Espoz hacia Huesca, cuya guarnición, que no está en condiciones de resistir, recibe orden de evacuar inmediatamente la ciudad y replegarse hacia Zuera, lo que hace a mediodía el 18. A las cinco de la tarde entran los navarros en Huesca, donde el deán de la catedral envía una comisión para ofrecerles «los respetos del Cabildo». En Huesca, Espoz libera a cinco oficiales españoles que están presos allí, entre ellos Mariano Fortún y Roque Claver, capitán y subteniente del batallón de voluntarios de Huesca, los cuales, tras ser hechos prisioneros después de la caída de Lérida, han conseguido permiso de Suchet para permanecer en Huesca a disposición del comandante francés; recoge como impuesto 114 000 reales de vellón y exige «diferentes artículos y entre ellos una cantidad considerable de paños, otra de cuerda y alpargatas y otra de dinero de bastante consideración con otras varias cosas». Además, se Ile-
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va a algunos pudientes como rehenes hasta «que se diese puntual cumplimiento de la entrega de cuanto se había pedido a este pueblo, como se verificó conduciéndolos hasta el lugar de Arguis en donde consiguieron su libertad con la noticia de haber entregado todo lo referido». La columna de Ceccopieri tiene unos 200 muertos, siendo el número de prisioneros de aproximadamente 650, entre los que se cuenta al comandante Ceccopieri y 17 oficiales. Muchos de estos prisioneros italianos pasarán más adelante a formar una compañía de extranjeros en el 7° batallón de Navarra (o 2° de altoaragoneses) e intervendrán valientemente en la toma de jaca en 1814. Durante el combate de Plasencia los gendarmes sitiados han seguido con sus trabajos de contramina, haciendo inútil el esfuerzo de los zapadores de Espoz, los cuales, finalmente, viendo la imposibilidad de construir minas, abandonan el sitio y se retiran la mañana del 18 a la otra orilla del río Gállego, donde permanecen durante unas horas vigilando y controlando la guarnición francesa, hasta que al caer la tarde marchan a Bolea. Tras la marcha de los españoles, Lucé ordena construir un foso alrededor de su casa fuerte con el fin de impedir toda futura tentativa de hacer minas. Durante los trabajos de construcción del foso brotan en el terreno espontáneamente dos fuentes de agua que llenan el foso hasta una altura de casi 3 metros, con lo que se añade una nueva e inesperada defensa. Por otra parte, Lucé solicita e instala, para aumentar su potencia defensiva, dos cañones de a 4, dos obuses de montaña, diez fusiles de muralla y granadas. La batalla de Plasencia del Monte fue una acción que prestigió mucho a la División de Navarra, que con fuerzas similares derrotó y rindió una columna enemiga entera dejando maltrecha la posición francesa en el Alto Aragón.887
Movimientos franceses contra Espoz, que marcha a Navarra (15-30 de octubre de 1811) En tanto, Musnier, que ha regresado ya de Calatayud y ha llegado a Zaragoza el 16, es informado del error cometido aventurando una fuerza tan débil como la de Ceccopieri en un terreno que desconocía, por lo que de inmediato envía órdenes a este para que regrese y manda al coronel Kliski con una columna de 2000 hombres, de la que forma parte el 2° batallón del 7° italiano, a Zuera para ayudar a Ceccopieri. Llegado a Zuera, Kliski se entera del desastre de Plasencia por boca de los gendarmes que han conseguido escapar y, tras recibir nuevas órdenes, continúa hasta Ayerbe, adonde llega el 19, cuando ya los hombres de Espoz se han alejado con los prisioneros. Pero, al conocer la presencia de Espoz en Huesca, se dirige allí por Bolea, aunque ya tarde, pues
887 ADPZ/A,SA: acta del 17 de noviembre de 1811. AHG: C8/82,
Rente a Berthier, 12; Suchet a Berthier, 13, y Reine a Ber-
thier, 15; C8/83, ~ler, extractos, 16 y 17, adjunto a Suchet a Berthier, 24; Ceccopieri a Belloti, 18; Buquet a Berthier, 26. y Suchet a Berthier, 28; C8/269, Reille a Musnier, 19, y Reile a Berthier, 28 de octubre, y C8/84, Buquet a Berthier, 1 y 12 de noviembre de 1811. AMH/AD de 1811: acta del 30 de octubre. Alexander: 121-126. Espoz: Memorias. GR del 5 de diciembre de 1811: Parte de Espoz, Sangüesa, 23 de octubre de 1811; según esta Gaceta, en estas acciones se distingue Mariano Baquedano, teniente de caballería del 3" de húsares de Navarra. Gámez de Arteche: xi, 149-150 y 416-421. Iribarren, Espoz y Mirla: el guerrillero: 304, 345-348. Martin, Emmanuel: 367-369. Priego: vi/2°, 155 y 159-164, y vII/3°, 11. Suchet: II, 194-196. Vacani: v, 416-422 (según este autor, entre los oficiales italianos muertos estaban los capitanes Provana y Spineda y el teniente Brugnoli, y entre los heridos los capitanes Ruggeri y Contri y los tenientes Gallina y Picciotini)• Durante su estancia en Huesca, Espoz toma de los fondos del Cabildo 1500 duros a título de donativo, por lo que el chantre de la catedral de Huesca, el grausino Dionisio Bardaji y Azara, huye a Zaragoza alegando que no se puede vivir en Huesca con tanta inseguridad y que esta solo cesará cuando las tropas imperiales acaben con las partidas. Tras la guerra, Bardaji marcha a Roma, donde será auditor de la Rota, será nombrado cardenal por Pío VII en abril de 1816 y morirá en diciembre de 1826. Hermano de Dionisio era Eusebio Bardaji, quien estuda Leyes en Zaragoza y en Bolonia, donde permanece cinco años aprendiendo idiomas. En 1795 es secretario de la legación española en Florencia y durante la guerra de la Independencia es diputado en las Cortes de Cádiz; en enero de 1809 es nombrado por la Junta Central embajador en Viena yen 1810 primer secretario de Estado. Desde entonces hasta 1821, año en que es designado ministro de Estado, es embajador extraordinario en Portugal, San Petersburgo, Turín y Londres. En la década absolutista permanece alejado, pero vuelve a la política activa en 1837, durante la regencia de María Cristina, con Espartero, que le nombra de nuevo ministro de Estado. Después se retira a Huete (Cuenca), donde muere en 1844.
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el jefe navarro escapa gracias a su conocimiento del terreno y se dirige a marchas forzadas por Loarre, La Peña, Longás y Tiermas a Sangüesa, donde se encuentra ya el convoy de sus prisioneros y desde donde, reforzando la escolta de los prisioneros con su 3"r batallón, engañando a las columnas que le persiguen sin descanso, atraviesa Navarra y Guipúzcoa para embarcar a sus cautivos en Motrico. Mientras, los húsares del 9° que Reille ha mandado a Cinco Villas, al no poder seguir el rastro de Espoz por falta de infantería, retroceden a Mallén, donde se unen el día 20 al general Bourke, salido de Tudela con un batallón de infantería y cuatro cañones, quien tiene órdenes del gobernador de Navarra de desplazarse a la llanura de Ayerbe y observar los movimientos de Espoz para actuar en caso necesario. Pero Bourke se limitará a esperar sin intentar ninguna acción. Esta victoria de Espoz obliga a los franceses a modificar su estructura militar, y Musnier, con permiso de Suchet, traslada la división de Severoli de Calatayud a Zaragoza, donde entra el 22 con el 1° ligero italiano y desde donde, reforzado con el 3er batallón del 70 de línea, sale para rastrear Cinco Villas, y llega el 23 a Zuera y el 25 a Luna, donde se reúne con las tropas de Kliski que venían de Huesca siguiendo las huellas de Espoz. Severoli distribuye entonces sus fuerzas en destacamentos para batir la región: Kliski marcha a Ejea y Tauste, Bertoletti a Sos y Sangüesa y él mismo se sitúa en Sádaba. Al mismo tiempo, una columna formada por 500 polacos y algunos coraceros restablece la comunicación con Jaca por Ayerbe y la columna de Bourke llega de Mallén a Zaragoza, desde donde Musnier la reenvía a Tudela. La incursión ha sido devastadora, ya que Espoz ha derrotado completamente a 950 hombres en combate abierto, con una fuerza que totalizaba 1400 hombres de infantería; ha demostrado la incapacidad de los franceses para mantener incluso ciudades grandes como Huesca, revelando además su incursión lo fácilmente que puede cortar la ruta de Jaca y aislar a Aragón del imperio y, finalmente, ha extendido a lo largo de la frontera francesa el miedo a que Espoz cruce los Pirineos y saquee Francia. Como consecuencia, las unidades de la Guardia Nacional tienen que ser movilizadas, con todas las desventajosas repercusiones que conlleva este procedimiento. El desastre de Plasencia del Monte y el de Calatayud animan a Musnier a reclamar un rápido refuerzo para prevenir una insurrección general en Aragón."
Espoz nombra a Malcarado jefe de partida (20 de octubre de 1811) Muerto Pesoduro en Ejea de los Caballeros el 20 de septiembre, Espoz, antes de regresar a Navarra, nombra en su lugar jefe de partida a Tris, el Malcarado, a quien deja en el Alto Aragón al frente de una fuerza «que corra desde Sangüesa hasta el Cinca».889 En esta fuerza del mando de Tris se alistará en estos días de primeros de otoño el leciñense Matías Calvo, quien después de permanecer cerca de tres años en Leciñena y sus alrededores, al presentarse un jefe de la división de Espoz que le ofrece caballos y armas, marcha con él a reunirse en la sierra de Lanaja con su partida, «que se componía de veinte caballos y cincuenta infantes, que no se empleaban en otra cosa que reclutar gente y mandarlos a Navarra».89°
Consecuencias de la ofensiva guerrillera de octubre de 1811 Con las acciones de Durán y el Empecinado en Calatayud y las de Espoz en el Alto Aragón, la calma que ha reinado en Aragón desde la caída de Tortosa hasta la invasión de Valencia se rompe violentamente; caen en manos españolas posiciones fortificadas y son derrotadas varias columnas móviles, lo que amenaza seriamente el poder militar francés en Aragón. Esta ofensiva representa la operación guerrillera mejor coordinada hasta entonces y los problemas franceses hubieran sido aún
"6 Irlbarren, Espoz y Mino: el guerrillero: 348. Priego: vi/2°, 164-166. Suchet: II, 196-197. S" APN: Manifiesto de Iribarren, 89° Marcén, El manuscrito: 95 y 105.
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mayores si Blake hubiera permitido a la división del altoaragonés Villacampa actuar alrededor de Teruel. Suchet suplica más tropas para guarnecer Aragón, de forma que pueda unir columnas fuertes para relevar sus puestos, ya que, además, la división de Severoli es poco eficaz por no conocer el terreno. Es la primera vez desde que Suchet asumió el mando que los guerrilleros representan un grave peligro para su III Cuerpo y su soporte logístico, y ante esta amenaza la única esperanza de Suchet para lograr la victoria es un poderoso refuerzo que le permita conquistar Valencia y mantener el poder en Aragón. Por ello, Napoleón, que considera imprescindible la toma de Valencia y el mantenimiento de Aragón, responde rápidamente a la solicitud de ayuda de Suchet y cada ejército en la Península, excepto el de Cataluña, queda involucrado en los planes imperiales de refuerzo a Suchet. De inmediato, tras el desastre de Plasencia del Monte, el general Buquet se apresura a enviar 50 gendarmes para enjuagar en parte el vacío de la caballería de los escuadrones de gendarmería en Aragón y el ministro de la Guerra francés ordena desde París a los gobernadores de las provincias del lado izquierdo del Ebro que recluten hombres para formar parte de los gendarmes a pie. Para compensar la marcha de las tropas que de Navarra y Aragón deben partir hacia Valencia, se ordena al general Caffarelli traer su división desde Valladolid para apoyar a las fuerzas de ocupación en Aragón. El propio rey fosé, Marmont y Soult también reciben órdenes para auxiliar a Suchet en su captura de Valencia, pero este extraordinario esfuerzo para fortalecer el III Cuerpo tiene repercusiones negativas en las operaciones convencionales en la Península,"' y en la pacificación de Aragón y Navarra, que quedan virtualmente abandonados a la división de Espoz. Napoleón ignora la sensata advertencia de Reille de que no podrán pacificarse Aragón y Navarra hasta la total destrucción de Espoz. La derrota de Ceccopieri en Plasencia del Monte y el fallo de Kliski para interceptar a Espoz no son los últimos problemas de Musnier, ya que Durán, el Empecinado y las partidas pequeñas aumentan sus actividades en el lado derecho mientras a lo largo de la frontera catalana el nuevo capitán general de esta región, Luis Lacy,892 revitaliza la resistencia y en diez días, del 4 al 10 de octubre, deshace todo lo que Suchet ha logrado en un año en la Baja Cataluña, ya que sus hombres ponen fuera de combate a más de un millar de soldados de las divisiones que Suchet tiene en la región y toman o fuerzan la evacuación de muchos puestos. Así, a mediados de octubre de 1811 el control francés en la Baja Cataluña está reducido a Lérida, Tortosa, San Felipe y Tarragona, lo que expone la frontera catalano-aragonesa a los ataques de las partidas, a las que las únicas unidades estacionadas allí, la guarnición de Benasque y un escuadrón de gendarmería repartido entre Barbastro, Monzón y Graus, no pueden oponerse, permaneciendo los gendarmes confinados tras los muros de sus casas fuerte y la guarnición benasquesa aislada completamente, por lo que en Viella, a su gobernador, Montesquiou, solo le queda el recurso de pedir refuerzos de la Guardia Nacional para preservar ese puesto de los recurrentes ataques catalanes.")
891 Marmont envió tantos hombres de su Ejército de Portugal que facilitó a Wellington la toma de Ciudad Rodrigo. 892 De origen irlandés, fue designado por la Regencia para sustituir a Campoverde como capitán general de Cataluña y optó
por refugiarse en las montañas con los restos del antiguo Ejército de Cataluña para reorganizar sus desmoralizadas tropas, concentrándolas en Busa, al oeste de Berga, donde instaló un campo de reclutamiento e instrucción; en septiembre tenía organizadas ya tres divisiones, aunque todavía débiles, que pone al mando de troles, Sarsfield y Milans, constituida cada una de ellas por cuatro o cinco batallones. Priego: vi/2", 93-94 y 103. El barón de troles, de nombre Joaquín Ibáñez-Cuevas y Valonga, era natural de Talarn (Lérida) e hijo de José Ibáñez Borre' y Maria Ana Valonga, ésta natural de Azanuy, en Huesca. Se preparaba para comenzar la carrera de Leyes cuando estalló la guerra. Fue nombrado miembro de la junta Superior de Cataluña, cargo que abandonó para tomar las armas, sabedor de que «se necesitaban antes brazos que consejos». Hecho preso en Gerona, fue trasladado a Francia, de donde consiguió fugarse y llegar a Vich en 1810. A primeros de marzo de 1811 peleó contra los franceses por la zona de Graus, Campo y Castejón de 5os, se apoderó de grano y otros suministros y estuvo en permanente comunicación con Sarsfield, que se encontraba entre Puigcerdá y Tremp. Pedro Sarsfield era también de origen irlandés. Tanto a él como a troles los volveremos a ver enseguida continuando su lucha en la zona fronteriza de Lérida y Huesca. 893 AHG: C8/82, Buquet a Berthier, 13; C8/83, Musnier, extractos, 16 y 17, y Wouillemont al comandante del 10° Distrito Militar, 26; C81269, Reille a Berthier, 28 de octubre; C8/84, Wouillemont al comandante del 10" Distrito, 1, y Suchet a Berthier,
6 de noviembre; C8/86, Montesquiou a Clarke, 3, y Buquet a Berthier, 12, y C8/87, Abbé a Berthier, 21 de diciembre de 1811. Alexander: 127-130. Martin, Emmanuel: 369-372.
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Retrato del barón de frotes, por Ramón Planella (Imagen cedida por Biblioteca Nacional de España) Acción de Graus (25-29 de octubre de 1811) Finalizando este mes de octubre, además de la carretera de Zaragoza a Somport y las guarniciones de Benasque y Jaca,894 los únicos puntos en manos francesas en el Alto Aragón son Monzón, Barbastro y Graus, y para sostener estos dos últimos puestos el jefe de escuadrón D'Halmont solo dispone de 115 gendarmes del 12° escuadrón. Algunas partidas merodean por los alrededores de Barbastro con la intención de atacar a los gendarmes, que se refugian en el convento de la Merced, el cual está siendo acondicionado como casa fuerte, habiendo ordenado el teniente Couvez limpiar la cisterna y rectificar el pozo poniéndole soga y dos pozales. Los heridos y enfermos de Barbastro y la mayor parte de sus bagajes y efectos se trasladan por orden de D'Halmont al castillo de Monzón.a" El 23 de octubre el comandante del batallón de Tarragona, José Muro, sale de Tremp con órdenes de Lacy para hostilizar a los franceses en la frontera aragonesa; llegado a Aren, donde ha de permanecer durante un tiempo debido a las intensas lluvias, da instrucciones al capitán Baubier para que con un destacamento se dirija el 25 por la mañana a Graus por el camino de Roda con el fin de cortar a los imperiales la retirada de Benasque y Barbastro y se sitúe en las inmediaciones del puente de arriba, mientras él mismo con otro grupo lo hace en el puente de abajo. El plan es entrar ambos a un tiempo por los dos puentes para atacar a los gendarmes de Graus, lo que no puede realizarse porque, llegado Muro a Bena barre, al salir por el camino de abajo con el resto del batallón para cortar el camino de Tamarite y Monzón tiene aviso de que por el camino de arriba 40 gendar-
a" A primeros de mes el 10° Escuadrón de Gendarmeria Imperial fue reemplazado por un destacamento del 14° en la ciu-
dadela. La aparición de Espoz con sus hombres en la zona de Ayerbe y Huesca Impidió la comunicación de laca con Zaragoza, lo que obligó a los franceses a suspender el envio de correos y convoyes e incluso su guarnición tuvo que refugiarse entre los muros. AHG: C8/82, Suchet y Buquet a Berthier, 5 y 10 de octubre de 1811. ass AMB: actas de 1811.
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mes a pie y 9 a caballo van a Benabarre para recoger impuestos. Inmediatamente Muro da la vuelta y va en busca de los franceses, a los que ataca. Estos se retiran hacia el puente de Capella y de allí a Graus, adonde solo han llegado dos descubiertas de Baubier y dos guerrillas de Muro, que obligan a parapetarse a los franceses en el convento, y aguardan para atacar al grueso del batallón, pero la intensa lluvia, que continúa, el retraso de la llegada de Baubier al puente de arriba y el encuentro de Muro con los gendarmes que iban a Benabarre retrasan su llegada e impiden realizar el plan propuesto, pues los gendarmes consiguen fugarse hacia Barbastro, no pudiendo seguirlos Muro por no quedar más que una hora de luz. Aquellos llegan a la ciudad del Vero el 28 tras sufrir varias pérdidas; la comunicación con Benasque queda interceptada y Graus sin tropas que la defiendan, por lo que Muro y sus hombres se apoderan de la villa, que abandonan el 29 en dirección a Campo; desde allí amenazan a la guarnición de Benasque, a la que Wouillemont auxilia enviando desde Francia 400 hombres, que con su presencia alejan el peligro, ya que Muro se repliega hacia Cataluña y un destacamento de gendarmes regresa a Graus.896
NOVIEMBRE DE 1811 Nueva solicitud de suministros a Barbastro (primeros de noviembre de 1811) En tanto, en Barbastro, el corregidor Guerrier recibe un oficio de Menche fechado en Zaragoza el 2 de noviembre en el que manifiesta que las urgentes necesidades del ejército exigen por parte de las autoridades la mayor actividad en la formación de almacenes, por lo que le ordena que acelere «por todos los medios que su celo le sugiera, las remesas de harinas y cebadas a la plaza de Mequinenza, y que con la misma prontitud se hagan los envíos de ganado lanar y vacuno al parque de la ciudad de Caspe». Leído el oficio, Guerrier ordena a todos sus justicias y corregidores locales que inmediatamente «hagan conducir a esta ciudad lo que en cada pueblo se hallen debiendo de los repartos de subsistencias» y unos días después les vuelve a escribir diciéndoles que se han quejado las autoridades francesas de que en muchos de los pueblos del corregimiento no se cumple lo mandado sobre el transporte de granos, por lo que les exige el más estrecho acatamiento de las órdenes, «pues de lo contrario serán castigados los corregidores». Pero, como en ocasiones anteriores, a pesar de las amenazas, los granos y artículos solicitados no se recogen apenas en los pueblos, lo que hace que finalizando este mes de noviembre Bondurand, jefe de la Administración Militar del III Cuerpo, encargue a Domínguez «redoblar la actividad del servicio tan esencial para el ejército, pues me han escrito últimamente a Mequinenza que habían sido obligados a retardar la marcha de las barcas sobre Tortosa, por no haber en los almacenes con qué completar la carga, y que esto proviene de la lentitud de los convoyes que se hacen sobre aquella plaza». Le dice además que vuelva a enviar a Barbastro y a todos sus pueblos «las órdenes más severas para acelerar la marcha de los convoyes». Domínguez traslada todo esto a Guerrier para que «tome las providencias más eficaces a fin de que se aceleren los convoyes y no lleguen a faltar las subsistencias a las tropas empleadas en la conquista de Valencia, tan interesante al Aragón», y Guerrier lo envía a las justicias «para que sin pérdida de momento lo pongan en ejecución».89'
Paso de los prisioneros de Sagunto a Francia a través del Somport (14-30 de noviembre de 1811) En el otoño de 1811 la preocupación esencial para el gobernador de Aragón, Musnier, es el tránsito por la región de los prisioneros hechos en Sagunto que han salido de esa plaza en tres columnas escoltadas por los regimientos 121° de línea y 2° del Vístula y un destacamento de coraceros.
896 GR del 10 de diciembre de
1811: Muro a Lacy, Graus, 28 de octubre de 1811. Martin, Emmanuel: 372- 373.
697 ARF: Veredas recibidas en Fonz.
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Esta escolta, proporcionada por el Ejército de Operaciones, conduce a los prisioneros hasta Caspe, desde donde la ruta prosigue por Bujaraloz, Leciñena, Zuera, Ayerbe y Jaca, de donde las columnas pasan a Francia por el puerto de Somport. Para asegurar esta travesía del Alto Aragón, Musnier solo dispone de la brigada Bertoletti, que cubre la marcha de los prisioneros desde el 8 hasta el 19 de noviembre, y la empresa termina sin el menor incidente, ya que es apoyada por tropas enviadas por Reille, fiel cumplidor de las órdenes recibidas del emperador. En efecto, cuando las tropas de Pannetier venidas de Burgos relevan en Tudela a la brigada Bourke de la división de Reille, este envía el 12 de noviembre dos batallones de aquella brigada hacia el Alto Aragón por Cinco Villas al enterarse de las andanzas de Espoz, y tres batallones y un escuadrón a Zaragoza para constituir la cabeza de su división, que va a salir rumbo a Valencia. Llegados los primeros destacamentos de la brigada Bourke a Zaragoza el 14, Musnier los escalona a lo largo de la línea de Zaragoza a Jaca para vigilar el transporte de los prisioneros de Sagunto y aprovecha también su refuerzo para enviar a Cariñena a Severoli, permitiendo así a la brigada Mazzucchelli avanzar sobre Teruel. Algunos días más tarde, el 20, con la llegada del resto de la brigada Bourke a Zaragoza (con lo que la totalidad de la brigada se encuentra en Aragón), Bertoletti con el 7° de línea italiano se reúne con Severoli y el 30 toda la división italiana se concentra en torno a Teruel, mientras que Reille se dispone personalmente a dejar Navarra en cuanto la llegada de las tropas de Caffarelli, que tiene orden de reemplazar a su división en Navarra y Aragón, le permita retirar la brigada Pannetier de Tudela. Con la marcha de las tropas a Valencia, el sucesor de Reille, el general Abbé,888 no podrá hacer más que intentar mantener abierta la línea de comunicación entre Tudela y Pamplona con una fuerza provisional de reclutas y gendarmes y, como dice Alexander, «todos estos movimientos, con todas sus desastrosas ramificaciones, se hubieran podido evitar probablemente en su mayoría, si la División Severoli no hubiera marchado con Suchet a Valencia, permitiendo a este tener guarnecida la zona con una División entera experta en la lucha antiguerrillera».899 Por estos días de finales de noviembre llega a Jaca el comandante Lucé, que el día 20 ha salido de Ayerbe para asumir el mando de los gendarmes de aquella plaza, adonde ha sido enviado un destacamento del 14° escuadrón. Tras la marcha de Lucé queda como comandante de los gendarmes de Ayerbe el teniente Mouchet.
DICIEMBRE DE 1811
Espoz en Aragón. Movimientos franceses El 18 de noviembre la Regencia ha nombrado a Espoz brigadier, y Blake800 le ruega que continúe sus correrías en Aragón en cuanto le sea posible para distraer a las tropas francesas del frente de Valencia. Con ese objeto, desde Santa Cruz de Campezo se pone en marcha hacia Cinco Villas con sus cuatro primeros batallones y la caballería y llega a Sangüesa, donde avitualla y reorganiza su división, sin preocuparse de que Abbé, nuevo gobernador de Navarra, con sus tropas inexpertas, pueda incomodarle, pues la mayoría de ellas son reclutas recién llegados y no cuenta más que con 1400 veteranos de la brigada Pannetier y de la gendarmería. Caffarelli, comandante de la 2d división del Cuerpo de Observación de Reserva, con orden de reemplazar a la la de ese mismo cuerpo y del mando de Reille en Navarra y Aragón, llega el 5 de diciembre
El barón Jean-Nicolas-Louis Abbé (1764-1834), venido a España en 1810, general de división en 1811, fue además oficial de la Legión de Honor y caballero de San Luis. " AHG: C8/84, C8/269, Reine a Berthier, 11, 14 y 15 de noviembre de 1811. Alexander: 130. Priego:v1/2", 171-172. 898
Al igual que en septiembre y octubre, en diciembre Durán y el Empecinado realizan un nuevo esfuerzo en el Aragón de la derecha del Ebro para retrasar la llegada de refuerzos a Suchet, quien ha dejado la totalidad de la división de Severoli en
900
Teruel para asegurar su comunicación con Zaragoza.
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a Tudela, donde permanece hasta el 10, releva durante su estancia a los últimos batallones de Pannetier y, tras dejar cuatro batallones en esa villa navarra y en Logroño, que estarán disponibles tan pronto como el general Abbé los pueda relevar, y otros dos y un regimiento de caballería en Alagón, entra el 13 con otros tres batallones en Zaragoza, donde se encuentra ya desde el día 7 Reille venido de Navarra y donde permanece esperando la vuelta de las tropas del mando de Musnier que han ido escoltando los prisioneros españoles de Sagunto. Una vez regresadas estas tropas, desde Zaragoza Reille sale hacia Teruel dejando en Aragón con cinco batallones a Pannetier, quien debía concertar sus operaciones con el general de brigada Páris,"' encargado del mando de Zaragoza en lugar de Musnier, que debe marchar a Valencia, hasta que, con la llegada de toda la división de Caffarelli a Navarra y Aragón, Pannetier recibe orden de marchar a Teruel. Con estos últimos movimientos, Suchet dispone de unos 12 000 hombres en Aragón bajo el mando de Caffarelli, que tiene órdenes de mantener su división concentrada y usar su poderosa fuerza móvil para evitar que las guerrillas se apoderen de puestos fortificados, aunque Caffarelli no está muy contento con sus perspectivas a causa del despliegue de casi la mitad de su fuerza, dividida «en pequeñas guarniciones o puestos fortificados, incapaces de prestar algún servicio útil», guarniciones que, aunque ideales para controlar a la población durante períodos pasivos, son atractivos objetivos para las partidas y requieren que Caffarelli utilice su división como una columna de auxilio inmediato, tal como Napoleón le había ordenado. Pero Caffarelli hace caso omiso de esas órdenes y marcha el 22 de diciembre a Calatayud, donde permanece una semana sin lograr nada positivo, mientras el siempre listo Espoz aprovecha su ausencia para desde Sangüesa colarse en Cinco Villas. Caffarelli se había equivocado tomando la decisión de marchar a Calatayud, y ya Reille le había recalcado la importancia de no exponer Aragón a una invasión por parte de Espoz. De esta manera, Espoz, aprovechando la marcha de Caffarelli a Calatayud y la salida de ReiIle hacia Teruel, adonde llegará el 14 y de donde saldrá el 21 en dirección a Valencia, abandona Sangüesa el 24, dejando allí su 4° batallón, y a la cabeza de sus tres primeros batallones y de su caballería se dirige a Sos, desde donde marcha hacia Zuera, de la que expulsa a los gendarmes de su guarnición y, dueño de Zuera y de la ruta de Zaragoza a Jaca, acerca sus tropas a la capital aragonesa, mientras él mismo, acompañado de Cruchaga y de unos 20 jinetes, se adelanta hasta el Arrabal. Después de esto, Espoz toma la dirección de Huesca, donde lo encontraremos a primeros de enero de 1812. Caffarelli, que se halla en La Almunia, informado de la nueva aparición de Espoz sobre la orilla izquierda del Gallego, de la llegada del brigadier Soulier a Tudela con los dos últimos batallones de la 2a división y de que el general español Mendizábal, comandante en jefe del VII Ejército español ha alcanzado Calahorra al frente de las guerrillas vascas y castellanas, envía al coronel Plicque, recomendado por Suchet por conocer bien la zona del Alto Aragón donde tiene que operar, quien con dos batallones del 3° de línea, el segundo del 105°, 200 cazadores a caballo del 15°, una cincuentena de gendarmes montados del 14° escuadrón y una pieza de montaña, emprende la marcha el 31 de diciembre desde La Almunia en dirección a Ejea. La idea de Caffarelli es mantener a Soulier en Tudela con el fin de vigilar a Mendizábal, mientras Plicque se dirige rápidamente hacia Cinco Villas por Alagón, con el fin de interceptar la vía de retirada de Espoz. Pero Soulier, al que no han llegado a tiempo las órdenes de Caffarelli, parte de Tudela a la cabeza del primer batallón del 105° y un centenar de gendarmes, y siguiendo la izquierda del río se encuentra con Plicque; desde entonces Soulier toma el mando del conjunto de la expedición y juntos se dirigen a Ejea, adonde llegarán a primeros de enero. Además de esta fuerza, una columna formada por Abbé en Pamplona marcha hacia Sangüesa, donde está el 4° batallón de Espoz, que evita el enfrentamiento, de modo que Abbé ocupa esa villa, lo que le podría facilitar el liberar la guarnición de Huesca y entrampar a Espoz en Aragón. Sin embargo, esta oportunidad se
901 Marie-Auguste Páris, nacido en Miramont (Gers) en 1771, era sargento del 7' batallón de Borchau en 1792, general de
brigada en 1802 y general de división en diciembre de 1813. Murió en 1814.
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evapora rápidamente al tener Abbé que abandonar precipitadamente Sangüesa para marchar a Tudela, desguarnecida al salir Soulier de ella y amenazada según noticias por fuerzas de Mendizábal, lo que es falso, pues, aunque este se encuentra en Navarra, solo dispone de una corta escolta de caballería."'
Esfuerzos franceses para adquirir suministros en Barbastro Dado que la exigencia de entregar suministros para el ejército francés sigue sin cumplirse a pesar de las reiteradas amenazas de prisión o incluso de muerte, y dada la necesidad imperiosa de granos, los franceses se ven obligados a comprar dichos suministros en pública subasta a particulares, y por ello el 2 de diciembre Guerrier emite un aviso en el que dice que, para comprar el trigo necesario para el ejército, las personas interesadas en venderlo deben presentar sus ofertas para una subasta que se realizará el día 11. Ese mismo día Menche insiste ante Guerrier sobre la «obligación imprescindible de procurar su manutención al ejército que nos protege», lo que exige «realizar las requisiciones destinadas a este objeto», por lo que le encarga que se ocupe de hacer aprontar en especie o en dinero a los pueblos de su partido los cupos que tienen asignados. Sigue Menche diciendo que es muy importante que el ejército no carezca de los víveres de primera necesidad, y «el procurar que no le falten debe ser un objeto de toda nuestra atención», insistiendo a Guerrier para que exija la entrega de la contribución impuesta al clero de Aragón, ya que el dinero en metálico es fundamental para satisfacer las contratas de carne que celebran en Barbastro. Al día siguiente, Menche oficia a Guerrier comunicándole que se ha enterado de que la mayor parte del corregimiento no ha cumplido con las instrucciones relativas a la presentación de cuentas de lo atrasado, por lo que le manda que ordene nuevamente a las justicias de cada uno de los pueblos de su partido que si no cumplen con lo prevenido «se tomará la más seria providencia contra los presidentes, Cuerpos y personas principalmente encargadas de las Administraciones, que quedan responsables de cualquiera omisión». Recibidas estas órdenes, Guerrier las trasmite a todas las justicias. Finalizando el año, Guerrier escribe a las juntas de los pueblos de la Municipalidad de Fonz ordenándoles proveer de paja a las tropas de caballería francesa que hay en Barbastro, y D'Halmont, coronel de la Gendarmería Imperial y comandante de las tropas francesas del partido de Barbastro, manda hacer efectiva una contribución extraordinaria, amenazando con llevar presos a los remisos a los castillos de jaca y Zaragoza."'
Consecuencias en Aragón de la campaña valenciana de Suchet Las exigencias de suministros y los problemas para reunirlos que se acaban de ver en el corregimiento de Barbastro sirven como botón de muestra de lo que sucede en todo Aragón, ya que las operaciones de Suchet en Valencia han agotado los recursos económicos de la Administración francesa en Aragón, donde hay más soldados imperiales que alimentar que nunca y debe de proporcionar grano al 111 Cuerpo, además de a Severoli, Reille y Caffarelli: más de 50 000 hombres. Suchet reconoce que Aragón no puede suministrar suficiente grano para este personal, así que acelera la
402 AHG: C8/269, Reille a Caffarelli, 8; C8/86, Caffarelli a Berthier, 13,
y Despliegue del 111 Cuerpo en Aragón, 15; C8/87,
Buquet a Berthier. 20 y 29; Abbé a Berthier, 20 y 26 de diciembre de 1811, y C8/88, Coffarelli a Berthier, 3 de enero de 1812. ANF: AFiv.1627.2i, Berthier a Napoleón, 28 de octubre, y Afiv.1629.2111, 21 de noviembre. Alexander: 131-135. APN: Manifiesto de iribarren. Iribarren (Espoz y Mino: el guerrillero: 365-3661 cifra la fuerza de Espoz en 4800 hombres. Priego: vi/2°, 177-179, y vii/3^,11-17. Para contener a las tropas de Montijo, el Empecinado y Durán, Caffarelli dejará en La Almunia a la brigada Cassan. perteneciente también a la 2' División del Cuerpo de Observación de Reserva. mientras él vuelve a Zaragoza, donde entrará el 1^ de enero de 1812. "} Los quintales de paja que correspondían a cada pueblo de la Municipalidad de Fonz eran 80 al propio Fonz; a Estadilla,
85; a Estada, 16; a Calasanz, 50; a San Esteban. 75; a La Almunia, 20, y a Estopiñán, 36. ARF: Veredas recibidas en Fonz.
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conquista de Valencia antes de que se agoten todas sus reservas de grano; sin embargo, esto no es suficiente. Los imperiales no pueden cubrir sus expectativas de aumento en la recolección de granos por una mala cosecha y consumen lo poco sobrante en Aragón durante las operaciones de otoño ante Valencia, de modo que tienen que aguantar hasta la próxima cosecha. Tras la captura de Tortosa, Suchet se queja del aumento del precio del trigo, y después de la caída de Valencia los precios del grano en Aragón se disparan. Por primera vez la comida es realmente escasa, pero, además de esto, la Administración imperial también tiene dificultades para recoger dinero, debidas a la disminución de recursos y al aumento de la actividad guerrillera. Las tropas francesas no logran recoger eficazmente los impuestos ya que están continuamente implicadas en operaciones militares, y no pueden asistir a la burocracia provincial reforzando y amparando su política administrativa. Suchet culpa de estos problemas a la Administración civil de Lacuée, quejándose de su fracaso en la cooperación con los administradores españoles, que ha impedido los esfuerzos en la recaudación de impuestos y ha destrozado el apoyo que los aragoneses habían dado previamente al jefe de la Administración militar, Bondurand. Justo cuando el dominio francés en la España ocupada se está relajando por las exigencias de la campaña valenciana, las guerrillas aumentan su dominio. Mendizábal recompensará en enero de 1812, como luego diremos, a Espoz por su victoria en Sangüesa dándole el mando del Alto Aragón, y este y su lugarteniente en Aragón, Malcarado, empiezan a reactivar la oposición, que casi ha desaparecido en el lado izquierdo. Además, el traslado de tropas francesas a Valencia permite a Mendizábal organizar su ejército guerrillero sin apenas interferencias y los comandantes franceses en Navarra y el Alto Aragón notan con alarma cómo en el invierno de 1811 mejoran la organización militar, la administración y la capacidad luchadora de las partidas, gracias sobre todo al liderazgo que Mendizábal les proporciona para subordinar sus operaciones a objetivos estratégicos específicos. Durante la campaña valenciana, las partidas toman por asalto puestos fortificados, derrotan columnas de auxilio y combaten constantemente a las fuerzas imperiales. El declive en la capacidad francesa para derrotar a las guerrillas conduce a una caída en la eficacia de la Administración imperial, cuyo control sobre la población y su habilidad para exigir impuestos disminuye proporcionalmente según van siendo derrotadas en el campo de batalla las columnas móviles imperiales. La caída de Valencia el 9 de enero de 1812 permitirá a los franceses, como ahora se dirá, reinstaurar su sistema de ocupación al menos por algún tiempo. Caffarelli ruega al emperador que no considere la caída de Valencia y la captura del Ejército de Blake como conclusión de la guerra en el este de España, y le da prisas para que despliegue las fuerzas liberadas por la captura de Valencia a lo largo del Ebro para asegurar el control francés en este territorio. Señala Caffarelli que el exterminio de la resistencia guerrillera debería ser el primer objetivo del ejército imperial, y predice que las operaciones militares futuras y el apoyo logístico dependerán de la pacificación de la España ocupada. Tres años después de la caída de Zaragoza, los comandantes franceses están todavía pidiendo a Napoleón que la supresión de las guerrillas sea la mayor prioridad de las operaciones francesas en la Península, pues hasta que aquellas sean neutralizadas la guerra continuará reteniendo a miles de veteranos imperiales en España. La respuesta de Napoleón a este dilema será decisiva para el resultado de la guerra en España y el futuro de su Imperio.904
904 AHG: C8/84, Suchet a Berthier, 6; C8/85, Buquet a Berthier, 20 de noviembre de 1811; C8/88 y C8/89, Caffarelli a Berthier, 13 y 18 de enero, y C8/92, Reille a Berthier, 14 de marzo de 1812. ANF: AF[v.1629.2iii, Berthier a Napoleón, 9 de diciembre de 1811. Alexander: 138-140.
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REACTIVACIÓN DE LAS GUERRILLAS (ENERO-JUNIO DE 1812)
ENERO DE 1812 Espoz en Huesca. Acción de Sangüesa (2-12 de enero de 1812) ASÍAMOS dejado a Espoz retirándose hacia Huesca tras acosar a la guarnición de Zaragoza. Efectivamente, tras encomendar a un destacamento de caballería la vigilancia de la capital aragonesa, se presenta el 2 de enero ante Huesca, ocupada por el 13° Escuadrón de Gendarmería, al mando del jefe de escuadrón André, ayudado por los tenientes Dubuisson y Leroux y el subteniente Coudrieux y compuesto por 120 gendarmes a pie y 10 a caballo. Ataca los puestos avanzados de la guarnición, que son abandonados al encerrarse los gendarmes en su cuartel fortificado."' Este edificio, aunque puesto al abrigo de un golpe de mano, no estaba en condiciones para una defensa dilatada, pues sus cimientos no eran nada profundos y en sus almacenes, si bien estaban provistos de abundantes municiones, escaseaban los víveres, que los gendarmes recogían diariamente con dificultad. La guarnición de Huesca, dirigida por su comandante, se defiende enérgicamente durante varios días y rechaza los continuos asaltos de las tropas españolas, por lo que Espoz ordena la construcción de varias minas. Aunque una de ellas es destruida por los franceses, las otras tres son cargadas y dispuestas para explotar, y la mañana del día 7 dirige al comandante de la plaza una intimación advirtiéndole que, si no se rinde, dará fuego a las minas y hará volar el fuerte. Después de comprobar André el peligro que corrían él y sus hombres de perecer entre las ruinas, falto de subsistencias, con cuatro de sus oficiales fuera de combate y ninguna esperanza de ayuda inmediata, acepta la capitulación que se le ofrece y se rinde esa misma mañana a las nueve. Tras la rendición, el pueblo de Huesca desborda de júbilo ante la presencia de los navarros. Estos momentos los describe Miguel María Iribarren en su manifiesto: «Faltaría a la gratitud si no recordase la conducta de esta ciudad a la llegada del general y sus tropas; una conmoción repentina y general puso en movimiento a los habitantes, que en pelotones corrían presurosos a ver al héroe de Navarra y los soldados valientes que ha criado para su Nación. Los vivas y alegría manifestaban el entusiasmo de los habitantes y se conoció que no cedían en deseo de libertar a su patria a sus ascendientes, los antiguos Hoscetanos, fieles compañeros de Sertorio». La tarde de ese mismo día 7, Espoz parte con los prisioneros hacia Bolea, donde pernocta, ya que ha tenido noticias de la aproximación de un fuerte destacamento imperial. En efecto, Soulier
405 Según explica Madoz en su Diccionario, este puesto era el convento de Nuestra Señora del Carmen Calzado, situado extramuros, cerca de donde hoy se encuentra la iglesia de Capuchinas, que, convertido en fuerte y almacén por los fran-
ceses, fue destruido tras su salida de Huesca al final de la guerra de la Independencia española, pero por los documentos consultados sabemos que por lo menos desde 1812 el cuartel francés estuvo en el convento de Santa Clara. Es posible que en algún momento de la guerra otro convento oscense, como el de Santo Domingo, fuera utilizado como cuartel, alojamiento de tropas u oficiales, almacén o baluarte defensivo.
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y Plicque, desde Ejea, adonde han llegado el 3 de enero, han marchado a Sádaba; en la mañana del 5 han recibido orden de Caffarelli, que ha regresado el 1 a Zaragoza, de dirigirse urgentemente en socorro de Huesca pasando por Ayerbe. Pero, desoyendo los consejos del experimentado Plicque, Soulier pierde un tiempo precioso al volver sobre sus pasos hasta Ejea y dirigirse a Huesca por Las Pedrosas y Almudévar en lugar de subir hacia Ayerbe por Luna, y, cuando por fin llega a Huesca el 8 por la mañana, pocas horas después de haberse rendido la guarnición, Soulier intenta salvar su responsabilidad cargándola sobre el comandante André, que ha defendido la plaza. Espoz solo lleva un día de ventaja a Soulier y además no tiene segura su ruta de escape por Sangüesa, pues aunque su 4° batallón ha reocupado esa villa tras la marcha de Abbé, este está volviendo para impedirle la entrada. Pero Soulier, en lugar de salir de inmediato tras Espoz, como es lógico, se establece en Ayerbe el 9 y utiliza sus tropas para limpiar de pequeñas partidas los alrededores de Huesca, restablecer las comunicaciones a lo largo de la ruta de Zaragoza a Jaca y guarnecer de nuevo los puestos de Zuera, Ayerbe, Anzánigo y Bernués, enviando a Huesca el 2° batallón del 105°, que se dedica sobre todo a restaurar las obras de defensa dañadas por los navarros. Esa decisión es desastrosa, pues Abbé ha vuelto a Sangüesa esperando recibir la ayuda de Soulier en esta operación, pero cuando llega, el 11 de enero, las tropas de este permanecen en Ayerbe. Por otra parte, Abbé, que solo espera hallar en Sangüesa el 4° batallón de Espoz y algunos hombres de caballería, se encuentra con la división navarra entera, mientras él está solo y no hay ni rastro de Soulier. Abbé no tiene más remedio que entablar combate con Espoz, y el día 12 despliega sus fuerzas ante Sangüesa, en Rocaforte, en orden de batalla. Espoz lanza un fuerte ataque y los reclutas huyen; luego carga contra la artillería francesa, se apodera de sus cañones y derrota totalmente a Abbé, que huye hacia Pamplona con los gendarmes y un destacamento de la brigada Pannetier, que permanecía en el Alto Aragón, cubriéndoles la retirada. La batalla termina en una de las victorias más decisivas de la guerrilla en la guerra hasta esa fecha.906 Durante su breve estancia en Huesca, Espoz hace presos a los canónigos de la catedral Pons, Lapetra y Broto, a los que lleva consigo por ser sospechosos de colaboracionistas, y solicita dinero al Ayuntamiento y al Cabildo. Este último le entrega 55709 reales de vellón, mientras que aquel reparte la cantidad requerida por Espoz entre los vecinos pudientes y designa a Mariano Altaoja depositario para la recepción de ese caudal y «demás que pidiese durante su estancia en esta ciudad». El día de Reyes, en sesión municipal, el regidor primero y barón de Alcalá, Alejandro Naya, informa de que «para ocurrir a los muchos gastos que se ofrecen» con motivo de la presencia de las tropas navarras en Huesca, se necesita echar mano del caudal sobrante de la contribución mensual y de lo que pudiese quedar en poder de Mariano Altaoja. El día 12, Soulier desde Ayerbe pide al Ayuntamiento de Huesca que le remita 3000 raciones de pan, vino y carne y 800 de cebada para el día siguiente, y tres días después abandona la villa y marcha a Sos con sus tropas con el fin de cubrir contra una nueva intervención de Espoz el paso de una columna con cautivos españoles procedentes de Valencia que iba a desfilar entre Zaragoza y Jaca, alcanzando Sos, después de pasar por Biel, el día 20.90' Con estas victorias Espoz da un vuelco a la situación de insurrección, que hasta entonces estaba algo apagada en el Alto Aragón; consolida su liderazgo en la zona y da nuevos ánimos a las partidas altoaragonesas, con lo que el poder francés queda muy mermado. Después de esta victoria, Mendizábal se entrevista con Espoz en Sangüesa y le encomienda el mando del Alto Aragón, tras lo cual este comienza a reorganizar allí la resistencia guerrillera, que hasta entonces estaba práctica-
406 AHG: C8/88 y 89,
Abbé a Berthier, 4, 9 y 15; Caffarelli a Berthier, 6, 8, 9, 13 y 16; Suche! a Berthier, 8, y Buquet a Berthier,
12, 22 y 26, y Dorsenne a Berthier, 28 de enero de 1812. APN: Manifiesto de Iribarren. Irlbarren, Espoz y Mina: el guerrille-
ro: 75. Martin, Emmanuel; 374-375. Priego: yu/3", 16-17, y 24. 907 AMH/AD de 1812: actas de 6 y 12 de enero y documentos anexos. Priego: yo/3", 24.
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mente anulada. Además consigue el permiso de Mendizábal para percibir los recursos de la provincia de Álava y de todo el país de la izquierda del Ebro hasta el Segre, proponiéndose con esta autorización aumentar su división con voluntarios alaveses y altoaragoneses. Espoz dice en sus Memorias que los pueblos del Alto Aragón se quejan de las tropelías y desmanes de Tris, el Malcarado, que comete todo tipo de abusos y desmanes, atropella a los paisanos y les roba, y a pesar de sus promesas, siempre incumplidas, se niega incluso a entregar a los recaudadores de la división navarra el dinero de Bienes Nacionales que consigue. Por ello, Espoz quiere capturarlo para ajusticiarlo en Huesca, pero la llegada de Mendizábal a Sangüesa le fuerza a dejar para una mejor ocasión la ejecución de Tris, al que envía emisarios para advertirle que se sujete en adelante a sus órdenes y no incomode a los comisionados que piensa enviar al Alto Aragón para recaudar tributos, ya que ha sido nombrado por Mendizábal para el mando de esta zona. Tris, a pesar de las acusaciones de Espoz, aunque indisciplinado y rebelde (la lejanía de sus superiores le obliga en numerosas ocasiones a tener que decidir por sí mismo en el momento, sin esperar órdenes, y a procurarse los medios necesarios para subsistir él y su partida), no es un traidor y sí un enemigo acérrimo de los franceses, que en el transcurso de la guerra ya le han matado a tres hermanos que luchaban junto a él en la partida. Los prisioneros hechos en Huesca por Espoz son llevados hasta Motrico, en la costa guipuzcoana, para ser embarcados por la escuadra inglesa. Durante el viaje, en Mondragón (Guipúzcoa) se deja en libertad a cinco mujeres de los gendarmes, hechas presas también en Huesca y que les acompañaban en su viaje. Dos de ellas no aceptan la liberación y deciden continuar viaje con sus maridos; las otras tres se dirigen a Bayona.908
Sorber, ayudante de Sarasa en Huesca (14-24 de enero de 1812) El coronel de Embún Miguel Sarasa, jefe del batallón de Tiradores de Ribagorza, ha participado en la defensa de Tarragona y ha conseguido huir de la plaza tras su caída el 28 de junio trasladándose por mar a Peñíscola, donde desembarca y permanece por espacio de dos meses defendiendo la plaza durante el asedio al que la sometieron los napoleónicos y en el que dirigió tres salidas que hizo la guarnición. Desde allí pasa a Valencia, y con fecha 15 de octubre de 1811 es nombrado coronel efectivo. Al mes siguiente es comisionado por la Junta de Aragón para determinados asuntos."' Destinado por Blake y Lacy, comandante interino de Aragón, a la Comandancia General de todo el Aragón de la izquierda del Ebro, Sarasa, procedente de Valencia, pasa el Ebro el 10 de enero aguas arriba de Zaragoza y, reunido con la caballería del malogrado Pesoduro, ejecutado por los franceses en septiembre del año anterior, que ahora está al mando de Tris, el Malcarado, y una vez alejado Soulier de Ayerbe, marcha hacia la zona de Sangüesa con parte de sus tropas."' Posiblemente su intención es contactar allí con Espoz y Mendizábal y dirimir la cuestión del mando en el Alto Aragón, que Mendizábal ha encomendado al navarro tras la victoria de Rocaforte, sin tener en
gas
APN: Manifiesto de iribarren. Espoz: Memorias. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 382, 436 y 448. Martin, Emmanuel: 374-375.
909 Miguel Sarasa habla llegado a Tarragona y participado en la defensa de esta plaza durante su asedio como gobernador
del fuerte de la Cruz, donde fue herido por segunda vez; se libró de caer prisionero arrojándose al mar después del asalto general dado por los franceses y nadando hasta alcanzar un barco de la escuadra que se hallaba anclada frente a Tarragona. Distinta suerte corrió su hermano Antonio, nacido hacia 1796, el cual en junio de 1808 se incorporó como teniente en el Batallón Ligero de la Canal de Berdún organizado por su hermano y participó con él en 1809 en las acciones de Belchite. Sangüesa, puente de San Miguel de Jaca, Fuentes de Sarsa, defensa de San Juan de la Peña y del valle del Roncal, Campodarte y Boltaña, y en 1810 en las del Cinca. Tras la retirada de Margalef al mando del conde de La Bisbal, se dirigió a la plaza de Tarragona, que defendió durante todo su sitio, durante el cual mandó tres salidas de guerrilla, pero fue hecho prisionero tras la caída de la plaza y conducido a Francia. ADPZ/AISA. AGMS/FISD de Miguel Sarasa. DPFZ: hoja de servicios de Antonio Sarasa. g") GR de abril de 1812: Sarasa a Lacy, Graus, 27 de enero de 1812. Priego: vii/3", 25. Rodríguez Solís: ii/5", 32-33.
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cuenta (¿Io desconocía?) que ese mando corresponde a Sarasa, quien, como ya se ha dicho, a finales de 1809 ha sido nombrado comandante de la izquierda de Aragón con el título de «comandante general de los Montes Pirineos de Aragón» por el teniente general conde de La Bisbal, cargo que ahora, tras su permanencia en Cataluña y Valencia, ha sido ratificado por Lacy y Blake. Con Sarasa, y como ayudante suyo, va el clérigo montisonense Lorenzo Barber, al que habíamos dejado a finales de octubre de 1809 recuperándose en Lérida de las heridas recibidas en una acción en las cercanías de Monzón, y que tras su curación y convalecencia ha acudido en el verano de 1811 a la casa priorato de San Vicente de la Roqueta para atender algunos asuntos personales. Allí permanece cerca de un mes y después se traslada a Valencia para volver a la Roqueta a primeros de agosto y residir allí hasta el 20 de septiembre. Mientras permanece en dicho lugar, Barber mantiene sus principios «tanto en su religiosidad, frecuentando el Santo Sacrificio de la Misa y demás actos sacerdotales, como en orden a su espíritu patriótico, decidido siempre a favor de la justa causa de la España».9" Con toda probabilidad, durante su estancia en Valencia Barber habrá conocido a Sarasa, quien lo llamará para combatir juntos a los franceses en el Alto Aragón. Desde Sangüesa, y enviado por Sarasa para intentar reunir voluntarios para su batallón de Tiradores de Ribagorza, Barber marcha a Loporzano, en las inmediaciones de Huesca, ciudad a la que se dirige de inmediato tras escapar la guarnición francesa hacia Zaragoza. Una vez allí, se aloja en casa del regidor Esmir, adonde manda acudir al resto de los miembros del Concejo y, estando en ella todos reunidos, informa de que va a publicar un bando por orden de su jefe para que el día 19 se presenten en la plaza de la Catedral para alistarse todos los mozos que el 24 de mayo de 1808 tenían 16 años y no pasaban de 40, aunque estén casados (es decir, los que tengan ahora entre 19 y 43 años), según decreto de Sarasa del 14 de ese mes, en el que además se señala que «aquellos que no lo hagan aduciendo que el enemigo castigará al pueblo, serán reputados de semidesertores y conducidos, atados, a la isla de Mallorca, donde el general Witting está formando un ejército». Respecto a los desertores, se indica que de cada cinco uno será pasado por las armas, otro sufrirá seis carreras de baquetas por doscientos hombres, el tercero recibirá cien palos sobre un tambor y los dos restantes (todo por suertes) serán conducidos a la isla de Mallorca. Además, el padre o pariente que admita a su hijo sin denunciarlo inmediatamente a la justicia sufrirá cien palos y dos meses de calabozo, su casa será saqueada y será tratado con todo el rigor de la ley como traidor a la patria, teniendo la misma pena «aquel pariente o particular del Reino que abrigue al desertor y le dé un solo vaso de agua». No obstante, para los que denuncien a un desertor o a su encubridor Sarasa ofrece una recompensa de 50 duros. Además, Barber entrega al Cabildo una nota de Sarasa en la cual este, tal como hizo Espoz días antes, y posiblemente para no ser menos, le solicita 40000 reales de vellón de los fondos de la Iglesia, con orden imperiosa de que sean entregados ese mismo día a las cinco de la tarde en Loporzano. En su nota añade el de Embún que, si los fondos de la Iglesia no son suficientes, se saquen de las rentas de la Mitra, amenazando con exigirlos doblados si no están a la hora prevista. El Cabildo contesta que no tiene recursos por las continuas exacciones del Gobierno francés y que en lo relativo a las rentas de la Mitra no puede disponer de ellas. Sarasa toma entonces como rehenes a los seis canónigos más antiguos (el deán, el capellán mayor y los doctores Buil, Casamayor, Blecua y Báguena), los cuales son llevados al Ayuntamiento oscense, donde queda Blecua por ser de avanzada edad. En su lugar coge al regidor segundo, Manuel Esmir, quien sustituye al ausente corregidor principal y al enfermo regidor primero, con lo que queda la ciudad «sin sujeto que cuide de su gobierno». Para sustituir a Esmir hasta su regreso buscan a un sujeto «de instrucción y conocimientos», circunstancias en las que se halla el doctor Vicente Diago, «pues además de su ido-
"I AMB: Acción guerrillera, Informe del presidente de la Real Casa Priorato de la Roqueta.
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neidad por su carrera literaria» ha ejercido el cargo de corregidor anteriormente. Así pues, Diago es nombrado corregidor interino de Huesca hasta que regrese Esmir, que con los canónigos detenidos es llevado a pie a Loporzano, donde, tras varias solicitudes del Cabildo y el Concejo para conseguir una rebaja en lo demandado y nuevas amenazas de Barber de llevarse a todos los detenidos al valle de Arán, el día 24 se entregan finalmente 20 000 reales de vellón y los rehenes son liberados. Después de esto, Barber abandona Loporzano y se dirige hacia Graus y Bielsa para reunirse con Sarasa, que ha marchado hacia esa zona sin haberse podido reunir con Mendizábal y Espoz.912
Acciones de Sarasa y Tris en Salas Altas, Barbastro y Graus (22-27 de enero de 1812) Así es: Sarasa, desde Sangüesa, satisfecho por haber hecho cuatro prisioneros franceses el día 20 de enero al atravesar la carretera real de Jaca y de tener en Huesca ya «una porción de jóvenes reunidos y que luego se verán armados y en número respetable», sabedor de que por Bielsa conducían los imperiales mucho ganado vacuno y de cerda escoltado por destacamentos de gendarmes, «fuerza desde las inmediaciones de Sangüesa las jornadas» y se traslada a esa zona del Cinca, adonde llega el 22. En el camino se reúne con la partida de Manuel Alegre, el pequeño Cantarero, quien desde la muerte de su hermano opera a ambos lados del Ebro.91 Ese día 22 el jefe de escuadrón D'Halmont, comandante del 12° Escuadrón de Gendarmería y de la ciudad de Barbastro, es avisado de que un rebaño de 120 bueyes y vacas que un asentista francés hace venir desde Bielsa para avituallar a las tropas francesas está en camino por la ruta de Naval y decide enviar un destacamento formado por 39 gendarmes a pie, un tambor y 13 gendarmes lanceros de caballería ligera, estos últimos bajo las órdenes del brigadier Seubert y todos a las del subteniente Pelletier, para protegerlo de un eventual ataque. Sarasa, con los hombres de Malcarado y los de Alegre, decide atacar al convoy y su escolta entre Salas Altas y Hoz de Barbastro. Después de caminar sin incidentes desde Naval, el destacamento francés llega al Mesón de Hoz, cerca de Salas, donde los hombres de Alegre, dispuestos en línea, le cortan el camino. Mientras los gendarmes a pie efectúan una descarga cerrada atacando posteriormente a la bayoneta, los lanceros cargan pensando en arrollar fácilmente a los guerrilleros, pero son sorprendidos a retaguardia por la caballería de Tris, que esperaba el momento oportuno para atacar. Tras un encarnizado combate de varios minutos, una nueva fuerza de guerrilleros a pie, dirigida por Sarasa, desciende a la carrera de las alturas de la sierra de Salinas y carga contra el flanco derecho y la retaguardia francesa, de modo que aniquila totalmente a los gendarmes, de los que logran escapar solamente el brigadier Seubert y el gendarme a caballo Menderfeld, que al principio de la acción ha podido desmontar y esconderse entre unas malezas, hasta que, favorecido por la oscuridad de la noche, regresa a Barbastro. Quedan muertos 42 gendarmes, y otros 10, que han resultado gravemente heridos, entre ellos Pelletier con un balazo en el codo y un sablazo en la cabeza, son hechos prisioneros.974 Al siguiente día 23, Sarasa, Tris y Alegre atacan Barbastro, cuya guarnición, formada por tan solo 127 gendarmes al mando de D'Halmont, ante la presencia de los guerrilleros se refugia y hace fuerte en su reducto. Los aragoneses, que sufren la pérdida «de uno de sus más valientes soldados de a caballo a quien hirieron desde la torre de la Catedral», liberan a dos prisioneros que tenían los gendarmes, uno de ellos capitán, y, «no teniendo los pertrechos necesarios para forzar a los franceses y mucho menos las fuerzas suficientes para sostenerse en este punto», tras tirotearse con los
912 ACH: Documentos de 1812. AMH/AD de 1812: actas del 18 y el 20 de enero.
GR del 12 de octubre de 1811 y del 18 de abril de 1812: Sarasa a Lacy, Graus, 27 de enero de 1812. 914 AHG: hoja de servicios del coronel de gendarmeria Francois Gabriel Chrétien d'Halmont y C8/92, Correspondencia del 1
al 15 de marzo de 1812. Relato del combate de Salas. AMB/LG, n" 15. Alexander: 149. Duplan: 64-66. GR del 18 de abril de 1812: Sarasa a Lacy, Graus, 27 de enero de 1812. López Novoa: 1, 388. Martin, Ernmanuel: 376-377. A Pelletier lo habíamos visto como sargento peleando el 10 de julio de 1811 en el combate de Laguarres, cerca de Graus, contra el jefe La Oliva.
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franceses durante un rato se dispersan por la ciudad, donde se dedican a recoger pertrechos, víveres y una porción de paños para el vestuario de la tropa, apoderándose además de una caja de guerra, cinco caballos pertenecientes al coronel y jefes franceses y 60 cabezas de ganado de cerda, hasta que una salida por sorpresa de [a guarnición les hace desistir de su empeño y abandonar la ciudad: Tris y Sarasa marchan en dirección a Graus y el pequeño Cantarero se queda en la zona de Barbastro y Monzón.915 Llegados a Graus el 27, Sarasa y Tris amenazan a los gendarmes de su guarnición, a los que cercan situándose en lugares estratégicos, aunque, informados de que Caffarelli, ante la situación tan comprometida del comandante D'Halmont, ha enviado en su ayuda al batallón del 105° de línea, que se encontraba en Huesca, dejando solo dos compañías en este punto, Sarasa y Tris abandonan su intento sobre Graus:916 Tris marcha a incomodar la ruta de Zaragoza a Jaca con sus hombres, mientras Sarasa por su parte se dirige a Benasque917 y desde allí a la frontera catalano-aragonesa para reunirse con el barón de Eroles y fortalecer la presencia guerrillera en la zona del Cinca. Desde Graus escribe Sarasa a Lacy dándole cuenta de estas acciones y alabando a Tris, que según él «es digno de todo elogio».9 " Durante el tiempo que permanecieron juntos, posiblemente Sarasa y Tris mantuvieron muchas conversaciones al calor de la lumbre durante las largas noches del invierno altoaragonés, y el sagaz Sarasa llegaría a conocer muy bien al Malcarado."'
FEBRERO DE 1812
Formación del Ejército del Ebro. Reille, comandante francés en Aragón (febrero de 1812) En enero de 1 8 1 2 Napoleón proyecta invadir Rusia y a primeros de ese mes escribe al mayor general Berthier reclamando a todos los polacos, así como las tropas de artillería y de ingenieros y los equipos militares que ya no eran necesarios después de la toma de Valencia e informándole de 5115 planes para la constitución en España del Cuerpo de Ejército del Ebro con la misión de asegurar
la ocupación de la Baja Cataluña y particularmente de las plazas de Tortosa, Mequinenza, Lérida, Tarragona, Montserrat y Barcelona. Esta decisión del emperador responde a varias necesidades: reemplazar en las provincias septentrionales las unidades llamadas a Francia, combatir eficazmente a los guerrilleros de Aragón y de la Baja Cataluña que tienen en jaque a los ocupantes, y final-
915 AMB/LG, n" 15. 916 GR de 1812: 406. Priego: vil/3°, 25-26.
91 A primeros de diciembre del año anterior Benasque fue amenazado por la partida de La Oliva, lo que impedía a la guar-
nición efectuar salidas para recoger provisiones, por lo que Defaysse solicita ayuda a Wouillemont, quien envía desde Luchon dos compañías de la Guardia Nacional de elite de los Altos Pirineos. Sarramon, Napoléon: 150,
91' AHG: C8/91, Dufaysse a Clarke, 17 de febrero: C8/92, Buquet a Berthier, 4, y Henriad a Suchet, 9, y C8/93, Dufaysse a Clarke, 6 de marzo de 1812. AMB/LG, n° 15. GR del 18 de abril de 1812: Sarasa a Lacy, Graus, 27 de enero de 1812. Martin, Emmanuel: 376-377. 919 Como lo demuestra en una carta que tiempo después escribirá desde la zona de Monzón a la Junta Superior de Aragón
y en la que entre otras cosas dice refiriéndose al de Gurrea de Gallego: «Hoy me hallo al frente de más de 1000 hombres fusil en mano, pero con el dolor de ver este país sacrificado por la guerrilla de caballería de don losé Tris el Malcarado, quien soberbio por mandar más de 240 caballos a que asciende su guerrilla con el apoyo de mi autoridad, pues que cuando pasé el Ebro no pasaba de 120 los que tenía, no solamente no ha querido rendir las cuentas de más de 40 000 duros que han entrado en estos tres meses en su poder, si es que intenta no obedecerme en nada. Los soldados de dicha guerrilla, además de las raciones que a ojo de cubero se hacen dar, se apoderan de las llaves de las casas donde paran y no solamente destruyen jamones, longanizas, gallinas y ganados, si es que hacen dar comilonas y en suma, jamás una banda de bandidos puede difundir tanto terror por manera que el infeliz corregidor de Alquézar y otros, gimen con algunos miembros de su cuerpo de menos. Como por Otra parte ven la rigurosa disciplina de las tropas que yo mando, los pueblos esperan pronto remedio a tantos males. Yo bien sé que si V. E. manda un intendente y que Tris rinda sus cuentas y me obedezca, Tris, no viéndose apoyado, estoy seguro me obedecerá y por esta esperanza no lo he ejecutado como podría hacerlo y por un término suave conseguir el deseado fin de solo dedicarme a perseguir a los franceses. Unido Tris conmigo, se cortan los males del país, que a la verdad, se halla entusiasmado». ARF: caja 71, leg. 1.
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mente disponer en el Ebro de un cuerpo de maniobra capaz de poder apoyar al Ejército de Portugal en el caso de que Wellington avance en dirección a Valladolid. Poco después, por decreto del 24 de enero, el emperador demuestra su satisfacción por la conquista de Valencia nombrando al mariscal Suchet duque de la Albufera y concediéndole en propiedad la laguna de aquel nombre, con la caza, la pesca y dependencias. Además, inquieto por su retaguardia, ordena a finales de enero a Suchet que acabe con la resistencia guerrillera a lo largo del Ebro, para lo que este manda salir de Valencia hacia el norte al general Reille, quien ordena a su primera brigada, mandada por Pannetier y que se encuentra en los alrededores de Teruel asegurando las comunicaciones con Valencia y Zaragoza, que suba hacia la zona comprendida entre Daroca, Calatayud y La Almunia para ponerse a las órdenes del general Páris, comandante de Zaragoza, mientras él mismo con el resto de la división se dirige a Tortosa, Lérida y la orilla derecha del Ebro, aguas arriba de Caspe, con la idea de unirse posteriormente ambas partes en Zaragoza. El 5 de febrero Suchet recibe unas instrucciones según las cuales Reille es nombrado gobernador de Aragón y de la Baja Cataluña con sede en Lérida al mando del Ejército del Ebro, debiendo mantener en orden esas zonas, asegurar las comunicaciones de Francia con Valencia, Madrid, Pamplona, Valladolid, Zaragoza y Cataluña, y «perseguir a las guerrillas hasta la extinción» coordinando las operaciones con los Ejércitos de Navarra y Cataluña. Para cumplir esos objetivos, Napoleón pone a disposición de Reille tres divisiones además de la suya propia: la que Suchet ha dejado en la Baja Cataluña tras la caída de Tarragona, la división de Severoli y la de Caffarelli; sin embargo, con fecha 21 de enero el emperador modifica el destino de esta última ordenándole marchar a Navarra para incorporarse al Ejército del Norte en cuanto las tropas retiradas de Valencia estén en disposición de reemplazarle en Aragón. Esta impresionante fuerza, inicialmente y sobre el papel incluye quince regimientos de línea, cuatro de caballería, artillería, ingenieros y tren de equipajes, además de los seis escuadrones de gendarmería, las guarniciones de jaca y Benasque y dos unidades de gendarmes españoles «con los cuales se podía contar». En Aragón, Reille va a disfrutar de completa autoridad administrativa como cabeza del Segundo Gobierno Militar, aunque Napoleón mantiene a Suchet como autoridad suprema en Aragón, esperando que ambos coordinen sus operaciones. Con una columna compuesta por tres batallones del 60° de línea, dos del 7" de línea italiano y 150 húsares del 90 regimiento, Reille llega el 7 de febrero a Lérida, donde está establecido el cuartel general, para hacer relevar a los destacamentos del Vístula llamados a Francia, así como a los pertenecientes al ejército de Aragón de la división de Musnier. Encuentra su guarnición bien abastecida y envía inmediatamente algunas compañías del 7" italiano a Fraga y Mequinenza para relevar a los polacos que guarnecen esas plazas. Dos días después recibe un despacho de Suchet en el que le comunica que ha encargado al general Páris, aunque supeditado a él, asegurar los territorios dependientes de Zaragoza, una vez abandonados por Caffarelli, y le adjunta las instrucciones del emperador, precisando la importancia de su misión militar: eliminar las partidas. Para ello, además del Ejército del Ebro, Napoleón pone a su disposición los Ejércitos del Norte, Cataluña y Valencia, y organiza una división para proteger la frontera de las incursiones de las guerrillas, esperando el emperador la colaboración de Reille con Decaen en la limpieza de la Alta Cataluña de las tropas de Lacy, Sarsfield y Eroles, que han tenido la audacia de saquear territorio francés, con Abbé y Caffarelli para destruir a Espoz en Navarra y con Suchet para eliminar a Villacampa en el Bajo Aragón. Pero la esperada colaboración de los generales franceses dejará mucho que desear y, más que cooperar con Reille, Suchet y Decaen intentan restarle fuerzas; así, Suchet, que no desea responsabilidad de mando en zonas donde otro pueda tener autoridad sobre sus tropas, ejerciendo su superioridad ordena a Reille que le envíe a Valencia desde la Baja Cataluña sus regimientos para reemplazar a los polacos que están en ruta hacia Rusia vía Zaragoza, y Decaen completa la disolución de la división de Reille en la Baja Cataluña llevándose los otros dos regimientos, lo que permite a las
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guerrillas convertir la región evacuada en una base segura. De esta manera, Reille es despojado de la cuarta parte de la fuerza de su mando sin haber tenido siquiera oportunidad de desplegarla. Para colmo de males, y como antes se ha dicho, Caffarelli ha recibido orden de llevar su división a Navarra y para sustituirla en Aragón se envía otra, también italiana pero más débil, la de Palombini, con lo que, apenas constituido el Ejército del Ebro, pasa de tener tres divisiones francesas y una italiana a una francesa y dos italianas, es decir, de 36 000 a 22000 hombres. Suchet nunca duda en ejercer su autoridad para salvaguardar su propia posición en Valencia, aunque algunas de sus decisiones pongan en peligro la misión de Reille, ya que la distancia y el tiempo necesarios para enviar órdenes desde Valencia hasta el cuartel general de Reille en Lérida (y más tarde en Zaragoza) evitarán en muchas ocasiones que Suchet controle eficazmente el Ejército de Reille. Por otra parte, la evidente disposición excéntrica del cuartel general de Reille en Lérida en relación con Aragón y la ausencia de este de Zaragoza será perjudicial tanto para las operaciones de Palombini al sur del Ebro como para llenar el vacío creado en la orilla izquierda por la partida de Caffarelli. Tampoco llegará a ser beneficiosa la presencia de Reille en la Baja Cataluña, porque le faltan tropas suficientes para ocupar realmente este territorio. Agravando este problema están los continuos cambios de planes y las conflictivas órdenes, que solo originan confusión y paralizan al Ejército del Ebro, pues las continuas transferencias de tropas de un lugar a otro no hacen más que agotar a los soldados y retrasar el comienzo de las operaciones de Reille contra las guerrillas."°
Espoz derrota en Campo Real a Soulier (5 de febrero de 1812) Espoz, tras vencer en Sangüesa y dejar a los prisioneros en Motrico, se acantona con su división en Puente la Reina y Estella. Mientras, Caffarelli, recibidas las órdenes de trasladarse con su división a Navarra, comienza a reunir sus tropas en Zaragoza y ordena a Soulier que desde Sos acuda también a Pamplona pero por Sangüesa, de donde expulsa a un destacamento navarro dejado allí por Espoz cuando marchó a la costa. Enterado de los movimientos de Soulier, Espoz desde Puente la Reina con sus tres primeros batallones y la caballería se dirige hacia Sangüesa, ataca y derrota a Soulier en los llanos de Campo Real el 5 de febrero y le obliga a retornar a Sos, donde se refugia; Espoz se queda descansando unos días en Sangüesa y posteriormente se dirige a Tafalla. Al conocer la derrota de su subordinado, Caffarelli le envía al 52° de línea, algunos centenares más de hombres extraídos de los depósitos de Zaragoza y un convoy de municiones. Caffarelli sale de Zaragoza el 11 de febrero y, pasando por Tudela, donde incorpora un destacamento al mando del coronel Luneau, llega a Pamplona el 17. La otra parte de su división, el contingente mandado por Soulier, no entrará en la capital navarra hasta días después, puesto que queda en Sos esperando al 52° de línea que le ha enviado Caffarelli y al batallón del 105° que ha sido enviado por este a finales de enero a Barbastro, amenazado por Sarasa y Tris, batallón que está siendo retenido por D'Halmont más tiempo del previsto y que no llegará a Sos hasta el 18.92 '
92° AHG: C8/88, Berthier, reorganización del Ejercito, 14; C8/89, Suche: a Reille, 23; Berfhier a Suchet, 23; Berthier a Caffarelli. 24, y Berthier a Reille, 26 de enero: C8/90, Suchet a Reille, 5: C8/91, Suchet a Reille, 20, y Berthier a Reille y Parte de situación de! 111 Cuerpo, 25 de febrero, y C8/92, Berthier a Reille, 1, y Suchet a Reine, 7 de marzo de 1812. ANF: Afiv.1632.1,
Berthier a Napoleón, 14 de enero, y Afiv.1632.2, Berthier a Napoleón, 26 de enero. Alexander: 145-146. Bonaparte, José: 280 y 288. Bonaparte, Napoleón, Correspondance 1: y, n° 6690, Napoleón a Berthier, 25 de enero de 1812. Gómez de Arteche: xi, 228-230. Ornan: v, 64-65. Priego: 356 y vii/3", 10 y 26. ANF: AFiv.1632.1, Berthier a Napoleón, 14 de enero de 1812. Alexander: 146-148. Bonaparte, Napoleón, Correspondance xxiii, n° 18531, Napoleón a Clarke, 29 de febrero de 1812. Priego: vii/3°, 27, la División de Reserva incluía catorce batallones, 1260 jinetes y algunas cohortes de la Guardia Nacional. 971 AHG: C13/90 y 91, Caffareli a Berthier, 1 y 18 de febrero de 1812. Priego: vii/3', 25-26.
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Situación francesa en Aragón tras la marcha de Caffarelli (febrero de 1812) La salida de Severoli y los regimientos polacos y la marcha de Caffarelli a Pamplona reducen las fuerzas del brigadier Páris en la capital aragonesa al 2" batallón del 20° de línea francés, el 3° del 4° de línea italiano, un escuadrón del 4° de húsares y algunos depósitos de lisiados o convalecientes, con lo que en la izquierda aragonesa del Ebro queda (además de las guarniciones estables de Jaca y Benasque y los destacamentos de gendarmería en algunas villas) única y temporalmente Soulier con sus hombres asentados en Sos, ya que Reille todavía se encuentra en Lérida y Severoli y Palombini en Valencia, aunque este último llegará el 18 de febrero a Calatayud.922 Desde allí, ante la insuficiencia de fuerzas en el Alto Aragón y para evitar un mayor desastre, sale Pannetier por orden de Suchet y Reille hacia Cinco Villas la última semana de febrero con todos sus húsares y cuatro de sus batallones de infantería, dejando dos en el valle del Jalón"' para relevar en Sos a Soulier, al que ya se le han reunido los destacamentos del 52° y 105° que esperaba, y depende solo de la llegada de Pannetier para marchar con su brigada a reunirse con Caffarelli y el resto de su división en Pamplona. Como consecuencia de esta reducción de fuerza imperial, a mediados de febrero de 1812 la posición dominante de los franceses en Aragón empieza a desgastarse y el aumento de las partidas guerrilleras, su mejoría táctica, equivalente ya a la de las tropas francesas, su audacia, como acabamos de ver en las acciones de enero, y la reducción de la fuerza imperial, debido a la aventura rusa de Napoleón, se combinan para inclinar poco a poco el balance a favor de las guerrillas. Los últimos éxitos de Espoz en Huesca, Sangüesa y Campo Real alarman a los franceses y Abbé es incapaz de controlar Navarra, por lo que Caffarelli, que ha reclamado parte de las tropas que estaban sitiando Valencia y que ya no hacían falta allí tras la caída de esa capital el 9 de enero anterior, una vez en Navarra organiza dos columnas para intentar cazar a Espoz. La primera, al mando del mismo Caffarelli, se dirige a Sangüesa, y la segunda, bajo las órdenes de Abbé, hacia Estella. Tras varios días de infructuosa búsqueda se ven ambos obligados a retornar a Pamplona sin éxito.92 . El alcalde de Bielsa pide ayuda al de la localidad francesa de Aragnouet contra las partidas (12 de febrero de 1812) Por esta época el alcalde de Bielsa y algunos vecinos que desde el principio se han mostrado tibios con la insurrección siguen manteniendo relaciones cordiales con los habitantes del francés valle del Aure. A primeros de febrero la villa acaba de ser obligada a pagar una suma de 6000 francos, y el alcalde, pesadamente agobiado por este y otros impuestos de un lugarteniente de Sarasa, el jefe de partida Gallán, es amenazado por este con ser ejecutado si no paga. Asustado ante la proximidad de los guerrilleros, escribe repetidas veces a Esquerré, amigo suyo y alcalde de Aragnouet, villa sita en el valle del Aure y distante unas cinco horas, relatándole lo que sucede y contándole sus temores, cartas que el alcalde de Aragnouet reenvía a Wouillemont. El 12 de febrero, el alcalde de Bielsa comunica a Esquerré que su villa va a ser atacada esa misma tarde y los habitantes, asustados, están abandonando sus casas, y que están perdidos si no acuden en su ayuda. Es mediodía cuando recibe la misiva y el alcalde francés la lee a los vecinos, todos los cuales piden salir de inmediato. El alcalde aprovecha su buena voluntad y, superando los obstáculos, llega a Bielsa al
922 Palombini debía establecer su cuartel general en Calatayud para controlar ese corregimiento además de los de Teruel y
Daroca y mantener el enlace con los generales Páris y Pannetier en Zaragoza y Cinco Villas, pasando desde entonces a depender de Reille, quien, centrado en Lérida, no estaba en condiciones de apoyar las operaciones del italiano, que quedaba así únicamente con las tuerzas de su división, compuesta por dos brigadas que había traído de Valencia y los terceros batallones del 2° ligero y 4° de línea italianos, establecidos en Alcañiz y Zaragoza, que tenían que incorporársele en Aragón, y de los cuales solo el primero de ellos iba por el momento a reunirse con él. Priego: vil/3", 32-33. Reine a Suchet, 25: a Páris, 27 y C8/91. Suchet a Reille, 26 de febrero de 1812. La brigada Pannetier estaba compuesta por 3500 hombres de tres batallones del 10° de linea, tres del 81° y un escuadrón del 9° de húsares.
923 AHG: C8/269,
92A Alexander: 65-66. Gómez de Arteche: mi, 372. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 396-397. Priego: vii/3", 41.
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anochecer con una cincuentena hombres, la mayor parte de los cuales habían servido en el ejército francés. Allí son recibidos como liberadores por los consternados habitantes de la localidad. Sin perder un instante, el alcalde de Aragnouet coloca centinelas en el puente, establece cuerpos de guardia en la vecindad y acampa con el resto de sus hombres a una pequeña distancia de la villa para sostenerse los unos a los otros en un momento de peligro. A su llegada, Esquerré ha visto a un hombre montado en una mula huyendo por el camino de Barbastro, por lo que envía gente tras él y lo detiene. Era un espía que iba a advertir a los guerrilleros de su llegada, según declaró después. La noche es oscura cuando los guerrilleros de Gallán se acercan al puente; son vistos por el centinela francés, quien dispara un tiro con su fusil advirtiendo de su presencia. De inmediato llegan al puente Esquerré y el resto de su tropa y son recibidos por una nutrida descarga de fusilería de los altoaragoneses. Al grito de «¡Viva el emperador, a la bayoneta!», los franceses comienzan a batir al unísono a toque de carga cuatro tambores; los españoles se quedan atónitos creyendo ser atacados por una gran fuerza, ya que la oscuridad les impide distinguir el pequeño número de enemigos, y Gallán, gritando «¡Estamos perdidos, tenemos aquí a los franceses!», ordena a la caballería que retroceda por donde ha venido y a la infantería que trate de ganar las alturas cercanas y refugiarse en los bosques. Esquerré y un ayudante se lanzan en persecución del comandante español, al que disparan dos tiros y consiguen herir en la cabeza y derribar del caballo, pero cuando van a hacerlo preso escapa abandonando su caballo, su manta y sus pistolas. Dada la oscuridad de la noche y para evitar caer en una emboscada, los franceses se retiran a sus posiciones iniciales en Bielsa, donde podrían defenderse con ventaja en caso de nuevo ataque. A la mañana siguiente sale un grupo de paisanos de reconocimiento que trae dos guerrilleros heridos a Bielsa, desde donde Esquerré envía a uno de sus hombres al gobernador de Benasque para informarle de lo sucedido. Este contesta que el servicio que han prestado en esa frontera no quedará sin recompensa, ya que va a informar al ministro de la Guerra, y les envía 200 hombres con un oficial al desfiladero de Salinas para reunirse con ellos y protegerles hasta su regreso a Francia. Tras permanecer unos días en Bielsa, y viendo que no hay novedad, el oficial francés debe retirarse a Benasque y pregunta Esquerré si necesita algo; este pide fusiles y municiones para que los belsetanos puedan defenderse. Desde Benasque se envían 50 fusiles, aunque muy pocas municiones. Debido a este suceso, las autoridades de Bielsa son mal vistas en el resto de Aragón y de España, y el alcalde pide a Esquerré que interceda ante el general Wouillemont para que envíe algunos hombres, a los cuales pagará la misma comunidad de Bielsa, de modo que recibe una pequeña fuerza de 25 cazadores de montaña y guardias nacionales de los cantones vecinos de los Altos Pirineos como protección. Cuando este pequeño destacamento abandona Bielsa en el otoño de 1812, los guerrilleros detienen al alcalde y al administrador de Aduanas, a los que conducen presos a Barbastro, donde son juzgados y condenados; posteriormente los llevan de nuevo a Bielsa, y allí son ahorcados. Además, varios belsetanos son apaleados y a otros les cortan las orejas por colaboracionistas.''
Fraga, la izquierda de Zaragoza y los Monegros (febrero de 1812) En la reunión de la junta de Municipalidad del 1 de enero de 1812, convencido del apoyo francés, el corregidor fragatino Rubio había hecho constar en acta la falta de aprobación por la supe-
9" AHG: C8/270, Reille a Suches, 29 de octubre de 1812, y C8/104, Henriad, relato, 19 de enero de 1813: C8/91. Esquerré, alcalde de Aragnouet al prefecto de los Altos Pirineos, 21 de febrero de 1812. El texto íntegro de esta carta figura en la Revue
des Comminges de 1956: 85-88. Termina Esquerré su carta al prefecto M. Chazal diciendo que, «mientras los españoles penetran en el Departamento del Ariége y exigen contribuciones a algunas villas importantes, los vecinos de una pequeña villa de este valle del Aure, animados de su buen espíritu han llevado la alarma e inquietud a los guerrilleros de la frontera que han sido puestos en fuga», refiriéndose a lo sucedido en octubre de 1811, cuando una fuerza española a las órdenes de Sarsfield penetró en el Ariége hasta Ax exigiendo contribuciones sin que nadie se opusiera, y al suceso más reciente de febrero de este año de 1812, en que Sarsfield repasó la frontera y ocupó de nuevo Ax y Tarascon.
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rioridad de los nuevos cargos municipales, por lo que desde ese momento, y considerándose único representante de la autoridad legal, hace y deshace lo que estima conveniente sin necesidad de asesoramiento alguno, y como muestra de su poder y para humillar a sus opositores nombra a su pariente Guillermo Foradada depositario del Fondo de Propios con el fin de que controle el dinero público, y a Miguel Rozas, otro hombre de su confianza, recaudador de impuestos extraordinarios y demás arbitrios. Sin embargo, su poder dura poco, pues en febrero se elige una nueva Municipalidad, que tiene como presidente al abogado Antonio Sudor, como corregidor a Pablo Teixidó, un pobre labrador que se reconoce a sí mismo como «de talento corto y limitado, sin tener disposición natural para el foro, cuya sencillez apenas le habilita para el manejo de su casa», y como vocales a los señores Portolés, Satorres, Lafuente y De Dios, también labradores. Aprovechando el creciente tráfico mercantil, el fragatino Barber instala una nueva venta en la carretera real y su cuñado Vicente Monfort, anterior presidente de la municipalidad, deja esta para dedicar sus esfuerzos a sacar partido del privilegio exclusivo que Suchet le ha concedido para comerciar en todo Aragón con ordio y trigo. La escasez de este, como consecuencia de cosechas cortas y demandas cuantiosas, incrementa la carestía y con ella la posibilidad de lucrarse con su comercio, carestía que se comenta habitualmente en las sesiones del Ayuntamiento de Fraga.9'6 Al atardecer del 29 de febrero una cincuentena de soldados franceses de la guarnición de Mequinenza se encuentra al noroeste de Sariñena recolectando granos y, caída la noche, su jefe decide ir a pernoctar con su tropa a Lalueza. Para protegerse del frío, en lugar de vivaquear en el exterior de la población reparte a sus hombres por las casas del pueblo, donde son sorprendidos uno a uno por una guerrilla que, avisada por los lugareños, acude desde los alrededores de Huesca por la noche y se apodera de 37 soldados franceses.927
Malcarado ataca a un convoy de prisioneros entre Gurrea y Ayerbe (25 de febrero de 1812) Mientras Espoz elude las persecuciones imperiales en la frontera navarro-aragonesa y Tris, el Malcarado, actúa en el camino real de Zaragoza a laca, llegan a la capital aragonesa miles de prisioneros valencianos que desde la allí van a ser trasladados a Francia en convoyes escoltados por fuerzas de la división de Caffarelli. El 25 de febrero, Malcarado está acampado en Marracos con su partida, compuesta en esos momentos por varios centenares de guerrilleros, cuando sus vigías le informan de que han avistado uno de esos convoyes, que ha llegado a Zaragoza tres días antes y, constituido por más de 400 curas y monjes deportados desde Valencia, marcha por la llanura entre Gurrea de Gallego y Ayerbe camino de Francia escoltado por 300 soldados de infantería del 117° regimiento, 90 húsares del 9" y 50 gendarmes montados de los escuadrones 9° y 14°, todos ellos bajo el mando del general Bronikowski. Su vanguardia, por falta de atención y vigilancia, se ve sorprendida por los aragoneses de Tris, que en un momento les producen 70 bajas, por lo que Bronikowski ordena dar la vuelta y regresar a Zaragoza con los prisioneros que no han podido ser rescatados, y durante su marcha es hostigado por los hombres de Malcarado. Por otra parte, ese mismo día el comandante del puesto de Ayerbe ha enviado un correo procedente de Francia hacia Zaragoza acompañado de unos 20 músicos del 1° ligero francés y 3 gendarmes a caballo del 10° escuadrón, los cuales son sorprendidos en el camino por algunos de los
92b AMF: caja 1221-32 y 1221-38: caja 138-1, Actas. Berenguer: 102-106 y 110-111. Inicialmente fue propuesto como corre-
gidor Domingo Maria Barrafón, pero los franceses no lo aceptaron, pues había sido un activo patriota al inicio de la guerra preparando planes de defensa para la ribera del Cinca; además, luego se le había nombrado ayudante del marqués de Lazán y había actuado bajo el dominio francés de Fraga como agente de las autoridades españolas rebeldes a losé. Después del conflicto su carrera política alcanzó altas cotas, como intendente de Aragón primero y después en Cataluña, para ser finalmente alcalde de Madrid y senador. Berenguer: 117. 927 Priego: vida", 28.
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hombres de Tris, que vienen de Marracos; salvo un gendarme, que resulta muerto en el combate, todos los demás son hechos presos y reunidos a los tomados en la acción contra el convoy.9z8
Sarasa en el Alto Cinco; Reille envía tropas contra él desde Lérida (mediados de febrero de 1812) El general Reille, jefe del Ejército del Ebro, ha llegado como se ha dicho al cuartel general de Lérida acompañado de una columna de infantería y un destacamento de caballería, y a mediados de febrero planea enviar la infantería a socorrer las guarniciones amenazadas por las partidas catalanas y altoaragonesas y con la idea de atacar a Eroles, que ha sido nombrado segundo comandante general del Ejército y Principado de Cataluña y extendido su campo de acción al Alto Aragón, siendo apoyado en esta zona por el altoaragonés Sarasa, quien tras la acción de Salas Altas se encuentra en el Alto Cinca bloqueando la guarnición de Benasque y haciendo incursiones en Francia saqueando algunas villas y aldeas. Previamente, Reille ordena que salga el 10 de febrero de los alrededores de Lérida una columna compuesta por dos batallones del 60°, cuatro compañías del 2° batallón del 7° italiano y un centenar de húsares a las órdenes del mayor Paulini, que alcanza Monzón con la misión de relevar allí al destacamento que guarnece el puesto, proseguir su marcha hasta Barbastro y perseguir por la zona de Benabarre a los hombres de Sarasa, que desde las montañas espera el momento propicio para volver a atacar Barbastro. Pero estos planes de Reille se frustran cuando recibe órdenes de Suchet para que dos regimientos que tiene en la Baja Cataluña acudan a Valencia, lo que le obliga a suplir la ausencia de esos regimientos con los dos que llevó a Lérida, el 60° francés y el 7° italiano, de modo que solo le quedan disponibles las tropas al mando de Paulini y así difícilmente puede hacer frente a Eroles y Sarasa y Reille. Ante tan escasa fuerza, deja en Monzón con sus tropas a Paulini, al que autoriza solamente a enviar destacamentos para el cobro de impuestos; ordena a D'Halmont, jefe del escuadrón de gendarmes de guarnición en Barbastro, que evacue dicha ciudad y se dirija a Monzón, si lo cree necesario en caso de ataque, y finalmente solicita nuevos refuerzos a Suchet.929
Eroles y Sarasa combaten contra las tropas de Paulini en la frontera catalano-aragonesa (20 de febrero de 1812) [roles, que mantiene relaciones epistolares fluidas y cordiales con Pedro María Ric, con quien comparte ideas y planes sobre las operaciones a realizar en la izquierda del Ebro, intenta llevar a cabo los planes del altoaragonés y, aprovechando que Suchet está en Valencia, logra convencer a Lacy para juntos desarrollar uno de los planes que ha diseñado Ric. Pero la caída de Valencia hace fracasar lo proyectado, pues numerosas tropas francesas liberadas de aquel sitio se reparten por Cataluña reforzando la guarnición de Lérida y amenazando los corregimientos de Cervera y Talarn. Lacy entonces se ve obligado a cambiar de estrategia y, pensando que el único medio de liberar esos corregimientos es llevar la guerra a Aragón, ordena a Sarsfield hacer una incursión en la Cerdeña francesa y el Ariége, y posteriormente, a través del valle de Arán, ir a reunirse con [roles, al que ha mandado situarse en los valles del Noguera Ribagorzana y el Noguera Pallaresa con el fin de
"8 AHG: C8/92, Suchet a Berthier, 9 de marzo; C8/94, Buquet a Berthier, 13 de abril de 1812, Suchet en sus memorias también menciona la destrucción de un destacamento hombres ese mismo dia. Iribarren, fspoz y Mina: el guerrillero: 436-437. Martin, Emmanuel: 378. Priego: VII/3', 42. 919 AHG: C8/91, Dufaysse a Clarke, 17; C8/269, Reine a Berthier, 9; Reille a Páris, 14 y 20; Reille a Halmant, 16, y Reine a
Paulini, 21, 23 y 25 de febrero; C8/92, flenriod a Suchet, 9, y C8/93, Dufaysse a Clarke, 6 de marzo de 1812. ANF: AFiv.1633.6, Berthier a Napoleón, 9 de marzo de 1812. Priego: vii/3°, 27. Al castillo de Monzón se había trasladado ya desde Barbastro, «por padecer una enfermedad en las piernas», el corregidor Guerrier, quedando en la ciudad del Vero como alcalde mayor y corregidor interino Francisco Romeo. AMB: actas de 1812.
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esperar la vuelta de Sarsfield por el valle de Arán de regreso de su expedición. Cumpliendo las órdenes, Sarsfield sale de Puigcerdá el 14 de febrero, pero tres días después, viendo que no puede internarse mucho más en territorio francés e informado de que se están preparando tropas para salir en su busca, retrocede hacia España, sin poder entrar en Arán para ir al encuentro de Eroles. Mientras Sarsfield efectúa su expedición por Francia, Eroles se sitúa entre el Noguera Ribagorzana y el Noguera Pallaresa a fin de observar al adversario, lo que preocupa a Reille, que no dispone de tropas de reserva, por lo que aconseja a Paulini estar vigilante y evacuar Barbastro si se ve amenazado, Pero Paulini, haciendo caso omiso, ocupa el 18 Benabarre y envía un batallón hasta Tolva que rechaza en su camino a algunos hombres de Sarasa. Enterado de que Paulini con su columna ha llegado a Benabarre, Eroles se desplaza hasta Puente de Montañana y decide atacar a los franceses que hay en Tolva; para ello envía la noche del 19 al 20 una columna formada por el batallón de Busa, una compañía de granaderos del regimiento de Ausona y unos 60 aragoneses de Sarasa y de La Oliva (que en estos momentos era coronel del regimiento de Fernando VII), mientras el barón avanza con el resto de sus fuerzas hasta Viacamp. Sin embargo, la columna confunde el camino y no llega a Tolva hasta las seis de la mañana, cuando debía haber iniciado el fuego a las cuatro, y los imperiales, que ya están alerta y dispuestos para el combate, después de un vivo tiroteo se hacen fuertes en Tolva. Aunque acude Eroles en ayuda de sus tropas, los napoleónicos consiguen resistir protegidos por los parapetos que han levantado hasta que llega Paulini desde Benabarre con el resto de la columna. Temiendo entonces Eroles verse rodeado, decide retirarse hacia Talarn, donde se acantona. Paulini, tras retirarse Eroles, permanece en Benabarre para impedir que este repase otra vez el Noguera y desde allí dispersa a los jóvenes aragoneses que Sarasa está intentando reclutar en esa zona para su batallón, pero, dada la imposibilidad de encontrar víveres para mantener a sus tropas, el italiano se retira a Barbastro, lo que aprovecha Eroles para entrar el 26 de febrero en Benabarre. Sin embargo, se encuentra con el mismo problema que Paulini, la falta absoluta de víveres, por lo que se ve obligado a dividir sus tropas y, mientras él se dirige con 1000 hombres a Graus, envía al coronel Bacigalupi con los 2000 restantes al Alto Ésera, donde sí podrá conseguir alimentos, con la misión de vigilar la guarnición de Benasque, que ha recibido el refuerzo de dos compañías de la Guardia Nacional de los Altos Pirineos que el general Travot ha conseguido hacer pasar allí por el puerto de Benasque con la ayuda de paisanos luchoneses que han abierto el camino sobre el hielo. Cerrada por las nieves la comunicación con Francia y aislada del Ejército de Aragón, la guarnición benasquesa se ve obligada a vivir de las reservas, ya que Bacigalupi le impide salir a recoger víveres."'
MARZO DE 1812
Situación de las tropas francesas en Huesca Mientras se preparan las acciones contra Eroles, por Huesca es constante el paso de tropas francesas que van y vienen; muchos soldados están enfermos o heridos, por lo que precisan cuidados médicos y han de ser atendidos en el hospital de Nuestra Señora de la Esperanza de Huesca, que no tiene medios para atenderlos ni para mantenerlos, como manifiesta repetidamente la Junta de Sitiada."' Esta
91° AHG: C8/91, Parte de situación del Ejército del Ebro, 25; C8/269, Reille a Paris, 26 de febrero, y C8/92, Defaysse a Berthier,
6 de marzo de 1812. ARE: caja 72, leg. 1, Eroles a Ric, Vich, 6 de junio de 1812. Gómez de Arteche: xs, 342. Huguet: 49-52. Priego: v,I/3", 28-29. Sarramon, Napoléon: 194-195. 9" Formada por los señores Pons, Naya y Esmir y con Martínez como secretario, la cual días antes pone en evidencia «la
miseria y calamidad que se experimenta en este Santo Hospital por los tiempos tan malos» y, para evitar que «llegue el caso de tener que cerrar las puertas a este asilo de la humanidad», se acuerda que no se admitan enfermos «que sean de mal de sarna y gálico». AHPH/LRS: 29 de febrero de 1812.
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resuelve el 2 de marzo aumentar todavía más las restricciones en el pan y otros artículos, por lo que se confecciona una lista en la que se hace constar la cantidad de pan diaria que se debe racionar para cada dependiente o empleado.432 Pero no solamente deben ser alimentados los heridos o enfermos, sino también los soldados sanos, por lo que incesantemente solicitan los mandos franceses provisiones que dejan los almacenes oscenses exhaustos de todos los artículos, tanto de trigo como de cebada, de tal forma que el 3 de marzo, como informa el corregidor interino, Vicente Mezquida, «habiendo llegado una División francesa y pedido las raciones necesarias, apenas se le pudo dar lo pedido».9"
Eroles derrota a los franceses en Roda de Isábena (5 de marzo de 1812)
Mientras las tropas de [roles pululan por el Alto Ésera, Reille espera con impaciencia los refuerzos que le envía Suchet, consistentes en el 1° italiano y los cazadores reales de caballería, yendo a la cabeza de todos ellos Severoli. Los cazadores llegan a Fraga el 1 de marzo, seguidos por la infantería a tres días de distancia. Ante la próxima llegada de este contingente, Reine, sabedor por sus confidentes de la estancia de Eroles en Graus, decide enviar el 2 de marzo al brigadier Bourke con parte del 60° de línea, de guarnición en Lérida, con la misión de unirse a Paulini para atacar a Eroles y rechazarle hacia Cataluña. Bourke, al pasar por Monzón, incorpora 90 cazadores reales italianos a caballo que habían venido de Fraga y el día 4 se une a Paulini sobre las alturas de La Puebla de Castro, cerca de Graus; entre ambos reúnen cerca de 3000 soldados, de los cuales 200 son de caballería. El plan de Bourke es empujar a Eroles hasta obligarle a repasar el Noguera Ribagorzana, mientras Severoli espera con tres batallones italianos al otro lado del río para acometer a los españoles en su retirada y obligarles a huir al interior de Cataluña o capturarlos. [roles, que solo cuenta con un tercio de sus fuerzas, ve imposible la resistencia en la posición que ocupa en Graus, por lo que se retira a Roda de Isábena y llama en su auxilio a Bacigalupi para que acuda desde Benasque, con la esperanza además de que llegue también una parte de la división de Sarsfield, ya que tiene noticias de que por otro camino viene hacia él. El 5 de marzo la vanguardia de la columna imperial que sigue el rastro de Eroles lo descubre en la villa de hada y, confiando este en el refuerzo de Sarsfield, al que cree cerca, y en la inmediata llegada de Bacigalupi, se prepara, a pesar de su inferioridad numérica, para el combate en la fuerte posición natural que ocupa y que ha fortificado levantando barricadas en las entradas y guarneciendo casas y muros con sus mejores tiradores y con las pequeñas piezas de artillería ligera de montaña que lleva consigo. Para sostener las alturas situadas al este, [roles destaca al batallón de Busa y la caballería, y para flanquear al enemigo por la derecha prepara las compañías de cazadores de Ausona. Bourke, sabiéndose superior en fuerzas, decide atacar sin dilación, lo que hacen sus hombres de frente, trepando con dificultad por las fuertes pendientes; al llegar, cansados, a la cima, son recibidos al son de la música del Regimiento de Leales Manresanos por los disparos de los españoles. En varias ocasiones el mismo Bourke se pone al frente de sus soldados para vencer la resistencia de Eroles, pero sin lograrlo; en una de esas ocasiones el general francés cae herido y es reemplazado en el mando por Paulini, quien después de varias horas de intenso combate decide emprender la retirada. Los franceses e italianos han tenido, según su propia confesión, 60 muertos y 200 heridos, y en manos de Eroles quedaron muchos prisioneros, la mayor parte de ellos heridos. El Regimiento de Leales Manresanos ha soportado el peso de la acción y, de los jefes españoles, los coroneles Fleires y Vilamil son distinguidos por [roles, quien dice del combate: «jamás en acción
*3/ Asimismo, y para intentar recoger algún dinero, se acuerda que «los domingos de Cuaresma se ponga una hermana en la puerta de la catedral y otra en la de San Lorenzo con un plato» pidiendo limosna para el Santo Hospital a los que salgan de misa. AHPH/IRS: 2 de marzo de 1812. 953
AMI-I/AD de 1812: acta del 3 de marzo.
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alguna he visto igual empeño en una y otra parte; fijados los unos en la superioridad de su número y los otros en las ventajas de su posición». 934 La columna Bourke, desmoralizada, alcanza Graus al anochecer para proseguir al día siguiente su marcha en dirección de Barbastro, aunque se detiene en Estadilla para cubrir el traslado a Monzón de los heridos, muchos de los cuales serán trasladados a Huesca, donde ante el aviso de que va a llegar al hospital «una porción bastante considerable de enfermos militares», la Junta de Sitiada encarece a las hermanas y dependientes del centro, posiblemente para evitar quejas como las habidas anteriormente, que se esmeren «tanto en el cuidado de los caldos como en el de las personas».935 Eroles no puede perseguir a los franceses por hallarse la tropa «rendida de fatiga y sin comer dos días ha», aunque le sigue de lejos, ya que ha enviado orden a Sarsfield, que se encuentra próximo, de cortar la retirada a los napoleónicos, y tiene la esperanza el bravo jefe catalán de «destruirlo enteramente antes que tenga lugar de repasar el Cinca». Reille conoce la derrota de Roda en la noche el 6 al 7 de marzo y se pone furioso porque Bourke, al iniciar el combate sin esperar a Severoli, que había anunciado su próxima llegada con otro regimiento, anula sus planes de expulsar a Eroles, que momentáneamente queda como señor del Alto Cinca. Suchet, que está de acuerdo con Reille en que Bourke debería haber esperado a Severoli, atribuye la derrota a la negativa de aquel a maniobrar en lugar de intentar abrirse camino con una serie de asaltos frontales, lamentando que Bourke haya desplegado valor, no inteligencia. Pero Reille, a pesar de su enfado, toma enseguida nuevas decisiones y ordena a Severoli dirigirse desde Fraga a Monzón y Barbastro para unirse a las fuerzas de Bourke, envía dos batallones del 20° como refuerzo a Severoli y el día 11 manda a la brigada Pannetier, recién llegada desde Calatayud a Cinco Villas para reemplazar a las tropas de Caffarelli que marchan a Navarra a colaborar en las operaciones contra Espoz, que, dejando en Tauste a los húsares, baje a Huesca con los cuatro batallones de infantería para permanecer allí como fuerza de reserva de Severoli.9'6
Malcarado ataca a la guarnición francesa de Anzánígo. Situación en Jaca (13 de marzo de 1812) En el camino real de Zaragoza a Francia, las acciones ya dichas de Malcarado obligan a los franceses a dejar de utilizar esta ruta, que además está interrumpida entre Urdos y Jaca por la abundante nieve caída, lo que aprovecha el de Gurrea para, a pesar de la inexperiencia de sus hombres, atacar el 13 de marzo Anzánigo, que solo tiene como guarnición 35 hombres, una parte cazadores de montaña y otra gendarmes del 10" escuadrón al mando del sargento Gaussard, ya que el día anterior el jefe de este escuadrón, el comandante Lucé, ha muerto en Jaca contagiado por una enfermedad epidémica que brota en la plaza transmitida por algunos de los prisioneros que, hechos en Valencia, han sido transferidos a Francia por orden del general Suchet y que en su camino han pernoctado en esa villa pirenaica. Los franceses se refugian en su cuartel, sólido y bien fortificado, donde resisten los embates de los hombres del Malcarado, que al día siguiente se retiran, habiendo
"4 AHG: C8/91, Suchet a Reine. 20 de febrero; C8/92, Suchet a Mathieu, 2, y Reille a Berthier, 14 de marzo., C8/269, Reine a Suchet, 29 de febrero y 8, 9 y 12; Reine a Bourke, 1, y Reille a Severoli, 5, y C8/357, Parte de situación del III Cuerpo, 16 de marzo de 1812. ARF: caja 72, leg. 1. frotes a Ric, Vich, 6 de junio de 1812. Alexander: 150-151 y 153-154. GR del 18 de abril de 1812: Parte de frotes, Roda, 6 de marzo. Huguet: 66. Priego: v8/3°, 29-31 y nota 13. 9)5 AHPH/LRS: 24 de marzo de 1812. 916 AHG: C8/269, Reille a Suchet, 8, y C8/93, Suchet o Reine, 17,
y Suchet a Berthier, 23 de marzo de 1812. Alexander: 153-
154. Pannetier tardó mucho en llegar a Sos, pues había acudido primero a socorrer Tarazona, antes de repasar el Ebro por Alagón a primeros de marzo y penetrar en Cinco Villas por Tauste. Sus fuerzas estaban compuestas por dos batallones del 81" de linea, otros dos del 10° y 200 húsares del 9" regimiento. Priego: yi1/3", 43.
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tenido 7 muertos y 15 heridos, ante el aviso de que se aproxima la columna mandada por Pannetier, que baja de Tauste hacia Huesca.9" Por esta época el número de cazadores de montaña presentes en Jaca y en las guarniciones dependientes de ella no llega a 400 hombres9" y el asalto de Malcarado a Anzánigo presenta a Suchet la ocasión de reclamar las cinco compañías del 2° Batallón de Cazadores de Montaña todavía afectas a la defensa de los Pirineos Orientales,9" cuya llegada permite reagrupar el conjunto de este batallón a las órdenes de Deshorties, que en total está compuesto por cerca de 700 cazadores bien experimentados para la guerra de montaña, suficientes para controlar la región.940
El general francés Pannetier en Huesca (14-20 de marzo de 1812) La salida de Pannetier deja desprotegida la zona de Cinco Villas, pero Reille espera que la persecución de Caffarelli mantenga tan ocupado a Espoz que este no piense en entrar en Aragón. Irónicamente, una vez que Pannetier llega a Huesca el 14 de marzo, Reille comprende que no necesita esa brigada para sostener a Severoli porque el rumoreado reagrupamiento catalán no se ha materializado, y el 19 de marzo Reille ordena a Pannetier retornar a Cinco Villas, pero las guerrillas se apoderan de este despacho y Reille no renueva la orden hasta el 23. En Huesca, Pannetier recibe instrucciones de restablecer las comunicaciones con Francia, interceptadas desde hace tres semanas por Malcarado, contra el que envía al mayor Dolosié, jefe del 81° de línea, lo que obliga al de Gurrea a huir hacia el Cinca.94 ' El 20, se recibe en el Ayuntamiento oscense una carta de Pannetier que contiene una orden escrita en francés al corregidor interino de Huesca, Mezquida, quien para entenderla avisa al traductor Manuel Guillén. En dicha orden el general francés exige que el almacén esté siempre provisto de 6000 raciones de pan, vino, carne, arroz o judías y 1000 de ordio y paja para sus tropas, y se queja entre otras cosas de que la carne de carnero es de muy mala calidad, por lo que en lo sucesivo no será admitida sin ser antes reconocidos como buenos todos los carneros antes de matarlos, y de que las legumbres han faltado esa mañana y se ha visto obligado a reemplazarlas con pan. Además Pannetier manda que ese día se mate un buey y se le presente antes de llevarlo a la carnicería, y que los alguaciles sean acompañados por soldados franceses para que sus órdenes sean ejecutadas inmediatamente.942 Desde Huesca Pannetier se traslada durante un corto espacio de tiempo al sur del Ebro, al Jiloca, pero enseguida regresará al Alto Aragón.
El general Severoli sale contra Eroles (17-28 de marzo de 1812) En tanto, y siguiendo las órdenes de Reille, Severoli, a la cabeza del 1° italiano, 30 cazadores reales y 20 zapadores, se pone en marcha y pasando por Tamarite recoge en Fonz a Paulini y sus fuerzas; ante las noticias de que Sarsfield por fin se ha reunido con Eroles (lo que no es cierto), Severoli se detiene y permanece expectante en Estadilla. Pero Reille, sabedor de que tal reunión no se ha
9" Martin, Emmanuel: 378-379. Sarramon, Napoléon: 207. 938 372 hombres pertenecientes a las tres primeras compañías del 2° Batallón de Cazadores de Montaña y las dos primeras del 3°. AHG: C8/91, Parte de situación de! Cuerpo de Ejército del Ebro, 25 de febrero de 1812. Sarramon, Napoléon: 169. 9" 11 oficiales y 403 cazadores en Mont-Louis y 8 oficiales y 131 soldados en Bellegarde y Perpiñán. Sao
AHG: C8/92, 94 y 96, Suchet a Berthier, 23 de marzo, 2 de abril y 26 de mayo de 1812. Martin, Emmanuel: 370. Sarra-
mon, Napoléon: 207. 941 AHG: C8/ 2 69, Reille a Suchet, 18; Reine a Póris, 27 de febrero; Reine a Paris. 6 y 11; Reille a Severali, 15; Reine a Suchet, 19, y Reille a Pannetier, 23 de marzo, y C8/94, Buquet a Berthier, 13 de abril de 1812. Alexander: 154-156. Gómez de Arteche: xii, 372. Friego:vil/3°, 42. 947 AMH/AD de 1812: acta del 20 de marzo.
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producido, ordena enérgicamente a Severoli continuar su camino, de modo que el general italiano sale por fin el 17 de marzo hacia Benabarre para llegar el 20 a Puente de Montañana, donde Eroles, que ha llegado allí desde Roda, se encuentra reclutando, por medio de pequeñas partidas, «la juventud de las montañas de Benasque y de la Litera». Ante la presencia imperial, Eroles ordena a sus hombres retirar las tablas del puente que cruza el Noguera y tomar posiciones detrás del río, de donde son rechazados tras una breve escaramuza y se retiran hacia Arén. Severoli, otra vez ante el mismo problema de falta de alimentos para sus hombres, en vez de seguir más lejos permanece en Ribagorza y, dadas las dificultades de suministro, Reille no desea tampoco proseguir las operaciones, pero tiene órdenes superiores y directas de Berthier de penetrar en la alta Cataluña y depurar la zona de las partidas que acosan la frontera imperial de Cerdaña penetrando en territorio francés. Reille advierte a Berthier que las fuerzas de Severoli son demasiado débiles y carecen del apoyo logístico necesario para mantener esa ofensiva y que es mejor avanzar hasta Talarn para impedir a los catalanes reunirse y mantener una ofensiva entre el Cinca y el Noguera. Esta ofensiva retrasaría el despliegue del Ejército del Ebro en Aragón y Severoli no podría ocupar Cinco Villas, que ha abandonado momentáneamente Pannetier para retornar al Jiloca, mientras tuviera que desplegar sus tropas contra Eroles a lo largo del Noguera, operación para la que desde Puente de Montañana se traslada a Barbastro, adonde llega entre el 26 y 28 de marzo, mientras que Reille con las suyas lo hace poco después, el 3 de abril.91
Pannetier sale de Huesca hacia Ayerbe en busca de Espoz (28- 30 de marzo de 1812) El general Dorsenne, jefe del Ejército del Norte, que había llegado a Pamplona procedente de Valladolid en diciembre del año anterior, combinando operaciones con el general Páris y el gobernador de Jaca está preparando la ocupación del Gállego, intentando primero atrapar a Espoz en Roncal, «abrigo de los enfermos y heridos» y depósito de municiones, donde se encontraba con sus batallones 2° y 3° y la caballería. Avisado de la llegada de tropas imperiales a Ochagavía, Lumbier y Sangüesa, y de que desde Jaca por la parte de San Juan de la Peña viene otra columna, Espoz no ve otra salida que la del desfiladero de Salvatierra que conduce a Cinco Villas y, a pesar de que los franceses han colocado importantes fuerzas en Navascués y Aoiz, Espoz manda salir todos los heridos y enfermos y la noche del 24 de marzo se dirige por Burgui a Lobera. Dos días después entran los napoleónicos en Roncal e incendian la casa del coronel Cruchaga, y sin detenerse persiguen la retaguardia de Espoz, que con sus dos batallones se sitúa el 28 en Fuencalderas. Al día siguiente se enfrenta, con la columna de Pannetier, que acaba de regresar al Alto Aragón de un rápido viaje al Jiloca, y que desde Huesca se ha adelantado a Ayerbe y, apoyado por las tropas francesas de Murillo y Agüero, viene contra él. Tras varias horas de lucha, Espoz y sus hombres se retiran por Tiermas y van a situarse aproximadamente en las mismas posiciones que tenían antes de iniciarse la persecución, logrando así desbaratar los bien concertados planes de Dorsenne. Por su parte, Pannetier no sabe explotar su superioridad numérica y el día 30 decide dirigirse a Jaca para ocupar la línea del Gállego con el fin de cerrar a la infantería de Espoz las puertas del Alto Aragón, pensando que Dorsenne va a presionar desde Roncal a los navarros; pero Dorsenne no se mueve y, antes de que Pannetier bloquee los pasos, Espoz envía su infantería de regreso a Navarra y a parte del escuadrón de húsares mandado por el sargento mayor Miguel María Id barren a Gurrea de Gállego para reunirse con Malcarado, 9"
943 AHG: C8/91, Berhier a Reille, 25 de Febrero; C8/92, Berthier a Reille,
1, y Reille a Berthier, 14; C8/269, Reine a Severoll, 11,
12 y 23; Reine a Pannetier, 23; Reine a Berthier, 26; Reine a Suchet, 11, 24, 27, 28 y 29; C8/93, Reille a Berthier, 28, y Suchet a Reille, 31, y C8/270, Reine a Severoli, 23, 28 y 30 de marzo; Reille a Berthier, 1, y Reine a Suchet, 18 de abril de 1812. Alexander: 156-157. AMB: actas de 1812. ARF: caja 72, leg. 1, frotes a Ric, Vich, 6 de junio de 1812. Alexander: 154. Priego: vil/3°, 31-32. 966 AHG: C8/270, Reille a Suchet, 3, y C8/94, Dorsenne a Berthier, 11; Buque: a Berthier, 20, y Suchet a Berthier, Z2 de abril de 1812. Alexander: 157-158. Gómez de Arteche: mi, 372. GR del 14 de mayo de 1812: Parte de Espoz, Los Arcos, 31 de marzo de 1812. Priego: vii/3°, 43.
AÑO Df 1812: REAC1 IVACIÓN DF LAS ACCIONES CONTRA LOS FRANCESES EN EL ALTO ARAGÓN
312
ABRIL DE 1812 Pannetier regresa a Huesca tras su frustrada incursión contra Espoz (4 de abril de 1812) Pannetier, frustrada nuevamente la ocasión de apresar a Espoz, regresa a Huesca, adonde [lega la tarde del 4 de abril y advierte al Ayuntamiento que al día siguiente le reclamará cierta cantidad de raciones y otras cosas precisas. Ante esto, a las siete de la mañana del día 5 se reúne la junta Municipal en casa del corregidor interino, Vicente Mezquida, que se halla enfermo postrado en cama. Este expone que en ese estado no puede seguir en el cargo de corregidor ni desempeñar ningún asunto del corregimiento y que por eso «había convocado tan de mañana» con el fin de intentar disponer lo que fuese necesario para la columna francesa de Pannetier llegada la víspera. Dada la enfermedad de Mezquida, Alejandro Naya es designado nuevamente corregidor interino, pero este se niega alegando estar también enfermo, para lo que presenta un certificado médico.9" A mediodía se recibe un oficio del comandante militar de la plaza especificando que, según órdenes precisas de Pannetier, para las cinco de esa tarde deben estar preparadas 6000 raciones de pan y legumbres, 2400 de vino, 3600 de carne y 1000 de cebada, además de 80 mulas para transporte; en caso contrario la Junta será detenida y conducida a prisión y la tropa registrará los domicilios oscenses en busca de alimentos. No será la única petición del comandante francés, pues al deán del Cabildo, Lorenzo López, le exige que entregue 4000 reales de vellón que tiene en su poder y otros 12 804 de Vacantes Reales. Además, al tener conocimiento de que en la ciudad podría haber escon-
didos 8 ó 10 guerrilleros heridos, dice que las personas que los ocultan deben entregarlos de inmediato, y asegura que serán llevados al hospital y tratados como militares enfermos; si no lo hacen así, los dueños de las casas donde se esconden serán arrestados y los guerrilleros fusilados.946 Todas estas acciones y las peticiones de raciones, tanto por parte francesa como española, aumentan las penurias de los pueblos."'
Severoli persigue a frotes por la zona de la frontera catalana-aragonesa (primeros de abril de 1812)
Severoli, al que habíamos dejado en Barbastro tras la derrota de Roda, no inicia su movimiento desde aquella ciudad en dirección a la catalana Conca del Tremp hasta principios de abril. Durante este tiempo se dedica a recolectar víveres para desencadenar su ofensiva en una zona montañosa y sin recursos, zona que abandona a primeros de abril para trasladarse a Benabarre, desde donde el día 3 avanza sobre el Noguera Ribagorzana, mientras Eroles se sitúa sobre el Noguera Pallaresa. En su persecución pasa Severoli por Eroles, pequeña aldea de la cual tomaba el título el barón catalán, y el 5 de abril alcanza Tremp y Talarn. Tras unas escaramuzas sin importancia con la retaguardia enemiga, y enterado de que troles se ha adentrado ya mucho en Cataluña, Severoli da la vuelta y retorna al Alto Aragón para entrar el 8 en Arén y el 10 en Graus. Al regreso de esta
El certificado firmado por el doctor Causada dice que Nava «ha estado por espacio de dos meses enfermo de gastrodinia o dolor de estómago habitual, mortificado de flatulencia, inapetencia, dolor y debilidad de estómago y cabeza, sinto-
9"
mas de la debilidad nerviosa; todo lo que llevo ya certificado en el mes próximo pasado. Y aunque a beneficio de los remedios y de haberse esforzado el paciente por consejo mío en la ventilación y uso del ejercicio corporal, sin embargo se halla actualmente en el estado de un enfermo habitual sin fuerzas de cuerpo ni de espíritu para ejercer el empleo de corregidor o gobernador. Y por ser todo verdad y entenderlo asi según el fiel proceder de mi profesión y a requerimiento de dicho don Alejandro Naya, doy la presente certificación en Huesca a 3 de abril de 1812». AMH/AD de 1812: Anexo al acta del 5 de abril. 946
AMH/AD de 1812: acta del 5 de abril.
047 Los pueblos sometidos al Gobierno intruso eran frecuentemente visitados por las partidas españolas. por lo que sufrían
tanto en el aspecto militar como en el económico por ambas partes; es demostrativa de esta situación la promulgación en abril, con solo dos días de diferencia, de sendas órdenes del general Páris y de Espoz a los pueblos de la orilla izquierda prohibiendo respectivamente la colaboración con las partidas españolas y con el Gobierno francés. Gonzalvo Vallespi, lose Carlos, «La guerra de la Independencia en las Cinco Villas», en Actas de las IV Jornadas de Estudios sobre las Cinco Villas, Sos del Rey Católico / Ejea de los Caballeros, 1990: 205-206.
AÑO DF 1812: REACTIVACIÓN DF LAS ACCIONES CONTRA 105 FRANCESES EN El ALTO ARAGÓN
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columna, Reille envía a Zaragoza a Severoli y el 1° italiano con el fin de relevar a la división de Palombini, que desde el Bajo Aragón debe marchar a Navarra por orden de Napoleón. Después Severoli es reemplazado en Barbastro por el coronel Esnard, jefe del 20° de línea, al mando de los tres batallones de este regimiento, a los que distribuye a lo largo del Cinca. La maniobra de Severoli confirma el aserto de Reille de que los franceses no pueden mantener una ofensiva desde el Cinca hacia la alta Cataluña. Según Huguet, al saber los de la Conca la proximidad de los franceses, se retiran con todos sus efectos a la montaña, «sin dejar a los franceses, en todo el país, más que los cuatro elementos», y Severoli regresa al Alto Aragón llevándose, según el parte de Eroles, «en vez de riquezas y prisioneros, al cura y cinco decrépitos de Talarn».948
Situación en Barbastro (abril de 1812) Como consecuencia de la batalla de Roda, numerosos napoleónicos han de ser ingresados en el hospital de San Julián y Santa Lucía de Barbastro, lo que produce un gran déficit en la ya depauperada situación económica del centro; los gastos extraordinarios que se produjeron entre el 13 de marzo y el 15 de abril constan en un documento escrito por Mariano Allué, uno de los administradores del hospital, en el que se recoge diariamente lo gastado en alimentos (chocolate, azúcar, huevos, aguardiente, etcétera), utensilios (vajillas, alfileres, vendas, escobas, leña, etcétera) y jornales (lavanderas, obreros, etcétera). Para atender las necesidades básicas de los heridos y convalecientes, que cada día aumentan, el coronel francés D'Halmont el día 22 de abril dirige una carta al Concejo barbastrense exigiéndole que palíe de alguna manera la situación de los ingresados en el hospital, que carecen de todo. Por otra parte, y dado que en esta época, con motivo de las operaciones contra Eroles, es continuo el paso de tropas napoleónicas por Barbastro, los mandos franceses solicitan y exigen continuamente recursos, víveres y suministros; así, se ordena al Ayuntamiento barbastrense que se dispongan 200 jergones en el convento de San Francisco para los húsares del 9°, que tienen prevista su llegada el día 25 y que coincidirán en la ciudad con otro regimiento de infantería. El día 29 salen ya de Barbastro las unidades acantonadas en el convento llevándose 600 raciones.949
Marcha de Eroles: queda Sarasa en el Alto Cinco (15 de abril de 1812) Mientras Eroles, llamado por el general en jefe, es destinado en comisión a Mallorca, abandonando de momento sus operaciones en Aragón, adonde envía «un jefe y algunos oficiales que por lo menos servirán para impedir las arbitrariedades de los partidarios que atropellan aquel país y darán un sistema de orden a la gente que haya reunida, siéndoles tanto más fácil en cuanto no llamarán la atención del enemigo, que ha internado ya casi todas las fuerzas que allí tenía en esta provincia. Yo no pierdo los deseos ni la esperanza de volver en mejor ocasión y crea V. que timbre alguno anhelo tanto como el de ser el libertador de Aragón».95° El jefe que deja Eroles es Sarasa, quien con su batallón de Tiradores de Ribagorza, que en ese momento cuenta con 1000 hombres, permanece en el Alto Cinca, aunque la marcha de aquel no gusta al de Embún, que
9" AHG: C8/94,
Reille a Berthier, 12, y C8/270, Reille a Suchet, 11 y 18 de abril de 1812. Huguet: 100, 102-103. Priego:
yfi/3", 44-45, 949
AMB: actas de 1812. D'Halmont al Ayuntamiento de Barbastro, 22 de abril de 1812. Dicha carta dice: «Es indispensable para la salud y el restablecimiento de los enfermos que están en el Hospital que se les provea de sábanas y mantas. No siendo considerable el número de enfermos, esos materiales pueden ser fácilmente adquiridos; en consecuencia, Señor, os encar-
go, bajo vuestra responsabilidad personal, la ejecución de la presente orden para la jornada de mañana. Es necesario también que una parte de la paja de los jergones existentes en el Hospital sea cambiada por paja fresca y que las telas sean lavadas para destruir la porquería». ARF: caja 72, leg. 1, Eroles a Ric, Vich, 6 de junio de 1812.
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el 15 de abril, desde la zona de Monzón, escribe a la junta Superior de Aragón una misiva en la que se queja del jefe catalán."' La posición imperial a lo largo de la frontera catalano-aragonesa no es mejor a finales de abril de lo que ha sido a finales de febrero. El precio del punto muerto en el Cinca ha sido alto, porque se han perdido tiempo y tropas que podrían haberse usado mejor contra Villacampa en el lado derecho y Espoz en Navarra.952
Malcarado e Iribarren atacan a un convoy cerca de Sariñena (19 de abril de 1812) Habíamos dejado en Gurrea de Gállego a Miguel María Iribarren 9" y su escuadrón de húsares de Navarra de la caballería de Espoz con el encargo de unirse a Tris, el Malcarado, que desde Anzánigo ha bajado a la zona de Sariñena, y juntos hostigar a los imperiales que transitan por el camino real de la izquierda del Ebro que une Lérida a Zaragoza, sobre todo a los frecuentes convoyes de artillería destinados al Ejército de Portugal que, escoltados por los batallones del 1° italiano del coronel Arese, pasan por esa zona."' El 18 de abril, Tris e Iribarren se encuentran en Alcubierre vigilando los caminos de Lérida, Huesca y jaca, y allí tienen noticia de que de Zaragoza va a salir al día siguiente para Cataluña un convoy formado por el furgón de contabilidad y diez carros llenos de efectos de vestuario pertenecientes al 60° de línea, escoltados por 100 soldados de este cuerpo. Los jefes guerrilleros deciden dar un golpe de mano contra el convoy y a las once y media de esa noche envía Iribarren dos compañías a la Venta de Santa Lucía, donde toman posiciones al amanecer del 19. A las once de la mañana de ese día avistan el convoy, que ya ha rebasado Pina; dejando que se
aproxime a escasa distancia, los jinetes de Iribarren, unidos a los de Tris, cargan contra la escolta y dispersan enseguida a los infantes franceses, a los que causan 15 muertos y toman 30 prisioneros, entre los que se encuentran el comandante, 2 oficiales, 3 cirujanos y 1 oficial pagador, mientras el resto logra escapar y alcanzar al amanecer Bujaraloz. La carga del convoy, consistente en 3000 pares de zapatos, 2000 camisas y 80 000 francos, queda en poder de los españoles, que lo transportan
951 «El mariscal de campo barón de troles me ha faltado a la palabra de mantenerse en Aragón con una parte de su Divi-
sión y creyendo obraba de buena fe, convine que llenara los cuadros de la División Erales con más de 1000 hombres que le franqueé del primer batallón de Ribagorza y mucha parte de ellos armados. Entre otras de sus ofertas en recompensa de esto, era darme 2000 ó 3000 fusiles y proporcionarme cuadros de buenos oficiales para que unido yo a la rigurosa disciplina que apetezco, pudiera ser útil a la patria, prescindiendo de que no podía yo operar sin municiones, que también me ofrecía. Con estas lisonjeras esperanzas, me he mantenido dos meses a su lado en una inacción hasta que descubrí la poca ingenuidad con que obraba y pedí explicaciones categóricas. Entonces se me contestó que sujetándome en un todo a las órdenes del general de Cataluña y conduciendo a aquel principado todos los fondos y jóvenes de Aragón, se me proporcionarían ventajas en mi carrera. Yo, excelentísimo señor, me hallo muy distante del egoísmo y por ello me despedí del barón de Eroles sin reñir, corno V. E. puede verlo por la copia de su contestación y aunque solo pasé el Cinca con cien hombres armados, hoy me hallo al frente de más de 1000 hombres fusil en mano. Tengo dicho a V. E. varias veces, que yo he jugado muy limpio en esta guerra y que en ella he perdido mis bienes y comodidades y lejos de mi el negro interés, jamás ha entrado en mi poder un maravedí, y con efecto apenas pasé el Ebro, nombré un oficial cajero, hombre de honor y creo que dará puntual cuenta de su cargo y data. Pero dije a V. E. que si yo veía disposición en este país para levantar División elegiría un ministro de Hacienda, un intendente y un comisario, pero que estos habían de ser elegidos por V. E. y de la mayor integridad. Se está en el caso, excelentísimo señor, que aqui hay disposición para levantar División cuanta se quiera, pero tiemblo al ver los ejemplares de algunos que después de haber atesorado han finado su carrera tan vil y bajamente. No quiero, excelentísimo señor, que de mí se forme la más mínima sospecha, decidido a morir con honor. Lejos de mí rendir cuentas, pues que no quiero cargos de esta naturaleza. Tengo, es verdad, un oficial cajero de mucha integridad, pero no viniendo por mano de V. E., mi delicadeza teme aquello de que se pueda decir lobos de una carnada. V. E. disimule el ardor con que me explico. porque me hallo muy distante del apego al interés, pues me sobra todo con mi sueldo y las rentas de mi casa... aún podré mandarle a don Pedro Villacampa más de 2000 plazas, porque a mí me ha de sobrar mucha gente. Creo que V. E. se dignará acceder ami solicitud, pues en ella, aseguro, consiste en gran parte la libertad de este pais». ARF: caja 71. leg. 1.
9" Alexander 157 Este Miguel Iribarren, que estuvo en Robres y autor del citado manifiesto de las acciones de Espoz y Mina, morirá veinticinco años después, y con el grado de general, muy cerca de allí, en Almudévar, a consecuencia de las heridas recibidas en la batalla sostenida en Huesca contra la expedición real carlista del pretendiente Carlos V en mayo de 1837. 9" AHG: C8/94, Buquet a Berthier, 27 y 29 de abril de 1812,
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a Sariñena, centro de sus operaciones desde principios de mes, aunque la aparición en este punto de una columna imperial procedente de Barbastro los obliga a marchar sobre Castejón de Monegros. Reille es especialmente sensible a la pérdida de los zapatos y las camisas, por la necesidad acuciaste que de esos artículos tenían sus hombres, que llevaban dos años en continuo movimiento y apenas habían recibido ropa nueva."' Aún más deplorable para los franceses que la pérdida del convoy es la cobarde acción del comandante en jefe del 1" regimiento italiano, que al frente de 1000 soldados marchaba desde Zaragoza hacia el Cinca y, sabedor de la presencia de Tris e Iribarren en la zona, pasó de largo sin intentar atacarles. El comandante italiano se excusa ante la reprimenda del general Páris, que se lamenta de que tal acción podría hacer creer a los guerrilleros que las fuerzas imperiales no se atreven a enfrentarse a ellos, diciendo que no ha recibido órdenes para luchar contra Espoz.956
Espoz se reúne en Robres con Tris, al que manda ejecutar acusándolo de traidor (22-24 de abril de 1812) Desde Gurrea de Gallego, y con el fin de reunirse con Tris e Iribarren, Espoz se dirige hacia Robres, adonde llega el 22 de abril con su Estado Mayor y una compañía de escolta mandada por Manuel Gurrea, jefe de su caballería. En esa villa altoaragonesa se encuentran ya Iribarren con los húsares y el Malcarado con 40 de sus jinetes. Tris sospecha y teme alguna acción de Espoz contra él, por lo que le propone para mayor seguridad enviar a Huesca a uno de sus confidentes con el fin de observar si la guarnición enemiga de dicha capital hace algún movimiento. Al amanecer del día siguiente, 800 hombres del 10° de línea y 150 húsares del 9° de la brigada Pannetier, mandados respectivamente por los comandantes Dubalen y Lenoir,9" se presentan en Robres sin que los puestos avanzados de la guerrilla de Malcarado se aperciban. En un instante, el teniente Sourdis, a la cabeza de un pelotón de húsares, cruza al galope el pueblo alertando a los que allí se encuentran y rodea el alojamiento de Espoz; este, despertado por el ruido que siente en la calle, se asoma a la ventana y ve a los franceses forcejear en la puerta de la casa donde se aloja, por lo que llama a sus asistentes y toma las armas. Su maletero, Luis Gastón, ante los gritos de Espoz, corre a la puerta y la abre para observar lo que pasa. Espoz llega «al tiempo que uno de los húsares franceses hacía empeño de entrar con su caballo», al que detiene dando al caballo con la tranca de la puerta, en la que recibe varios golpes de sable.958 Otros 5 húsares que están próximos pugnan por entrar, pero Espoz logra cerrar la puerta y preparar su caballo; monta en él y ordena al dueño de la casa abrir del todo el portón, por donde sale seguido de sus ayudantes, que pernoctaban en la misma casa. Hiere de un tajo de sable en un brazo al primer húsar que encuentra y avanza calle adelante dando grandes voces para alertar a sus soldados, que, aturdidos, salen de sus alojamientos, unos a pie y otros montados a pelo en sus caballos, con o sin armas, «muy a la ligera de ropa y todos confusos y atolondrados». Espoz y un puñado de sus hombres procuran entretener a los imperiales corriendo de un lado a otro y sosteniendo sus ataques. Poco después se incorporan a la defensa Gurrea e Iribarren y otros más, en total cerca de 40 hombres, que hacen frente
955 AHG: C8/270, Reille a Suchet, 22 de abril, y C8/95, Suchet a Berthier, 1 de mayo. GR del 11 de junio de 1812: Iribarren a
Espoz, Alcubierre, 20 de abril. Alexander: 159. Priego: vii/3", 46. 956 AHG: C8/94, Páris a Berthier, 22 de abril de 1812. 957 APN: Manifiesto de Iribarren. Algunas fuentes francesas, entre ellas las memorias de Suchet, hacen constar la presencia
de Pannetier a la cabeza de esta columna, lo que desmiente una carta de Reille que afirma que este general no podía montar a caballo a causa de sus hemorroides y que no había salido de Huesca desde el 7 de abril. AHG: C8/270, Reille o Suchet, 10 de mayo de 1812.
9511 Dice Espoz en sus Memorias que el dueño de la casa enseñaba después la tranca con las marcas de los sablazos «como una curiosidad».
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a la caballería enemiga rechazando algunos de sus ataques. A la llegada de la infantería imperial, Espoz, después de conseguir rescatar a su ayudante secretario, el capitán Félix Boira, «que se vio muy apretado por un trozo de enemigos», tiene que abandonar el pueblo, y cada uno tira por donde puede. La sorpresa ha sido completa. Unos 60 españoles han caído acuchillados en las calles y 57 húsares, varios lanceros de Tris, 2 cadetes, un sobrino de Espoz, su maletero, Gastón, y su capellán, que era al mismo tiempo su jefe de Estado Mayor y su consejero, quedan prisioneros con los caballos, municiones y equipajes, incluido el de Espoz, con su correspondencia. Fuera ya del pueblo, y alejado de él, Espoz, lleno de cólera, aguarda a que los franceses lo desocupen, ya que no intentan seguirle, con lo que los imperiales pierden una buena ocasión para atrapar al cabecilla navarro. Al mediodía los napoleónicos abandonan Robres en dirección a Huesca, llevándose los prisioneros con sus caballos y cuatro carros cargados de sables, carabinas y pistolas, más de trescientas sillas de montar, igual número de maletas y otras tantas capas y muchas botas, zapatos y telas, de las ocupadas al convoy que habían cogido entre Pina y Ruja raloz. Antes de partir liberan a los infantes del 60° de línea y a los cirujanos hechos presos con ese convoy y queman en la plaza del pueblo las lanzas que han tomado a los españoles. Al poco de salir regresa Espoz a Robres, donde se encuentra con un espía francés venido de Zaragoza, al que manda fusilar; asimismo, furioso por sus compañeros presos, ordena prender y luego ahorcar a tres alcaldes de los pueblos situados entre Huesca y Robres, entre ellos el de Grañén, que por descuido o intencionadamente no ha advertido los movimientos franceses. Enviado por Espoz, su ayudante de caballería Claudio 'chas() se dirige a Leciñena con la misión de recoger a los dispersos de la partida que han huido hacia allí. Al llegar a este pueblo es recibido por el cura párroco, quien por su uniforme y aspecto lo confunde con un oficial francés e inicia con él una larga conversación, durante la cual le pregunta el cura si han apresado a Espoz, al que acusa de traidor y ladrón, y asimismo comenta que el alcalde de Leciñena ha enviado un parte al comandante francés de Zuera advirtiéndole de que algunos voluntarios de Espoz se dirigen hacia esa zona y diciéndole que se apreste a detenerlos. Ichaso, cansado de fingir, detiene al alcalde y al cura y los lleva ante Espoz, el cual los declara reos de alta traición y manda que sean ahorcados; posteriormente acusa a Tris y a su asistente de traidores por haberle preparado la sorpresa con intención de entregarle a los franceses y son fusilados en Alcubierre el 24. Por su parte, Reine lamentará que esta tropa victoriosa haya regresado a su base tan precipitadamente en vez de batir el país, habiendo perdido una oportunidad perfecta para matar o capturar a Espoz e impedir la posterior concentración de los guerrilleros supervivientes.959 Ya se ha dicho cómo Espoz en sus Memorias comenta que cuando Mendizábal le autorizó a primeros de 1812 para extender su autoridad al Alto Aragón existía en esa región «una partida a las órdenes de un tal Tris nombrado Malcarado» y añade que «era un hombre de muy malas inclinaciones y con objeto de que las moderase le presté alguna protección para que siguiese molestando a los franceses, pero fue en vano y no tomé una providencia seria contra él porque se encontraba fuera de mi jurisdicción. Ahora que me hallaba autorizado para mandarle y exigirle cuenta de las largas exacciones que hacía a los pueblos (de que estos se me quejaron y me pedían les hiciese justicia) y de lo mucho que había recaudado de Bienes Nacionales, prevínele que se contase como sujeto a mis órdenes y que no incomodase a los comisionados que yo enviase a aquel país con encargos del servicio». Termina diciendo que tuvo un fin desdichado por haberle vendido en Robres a los franceses. Esta acusación de Espoz no tiene fundamento pues, según los informes franceses que se hallan en el Archivo del Ministerio de la Guerra, Tris mantuvo numerosos combates contra los impe-
959 AHG: C8/z70, Reine a Pannetier y Reille a Paris, 30 de abril de 1812. APN: Manifiesto de Iribarren. GM del 12 de junio de
1812, Carta del general Pannetier, Huesca, 24 de abril. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 436-439. Gómez de Arteche: xii, 375. Priego: vIi/3°, 46-48. Suchet: ii, 269-270. Espoz en sus Memorias afirma que los franceses venían «conducidos por el confidente enviado por Tris».
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riales, como hemos visto; además, podría ser indisciplinado y desobediente como apuntaba Sarasa en una carta a Lacy antes citada, pero se podía confiar en él para luchar contra los invasores. Los legajos franceses dicen que Tris murió miserablemente tras la sorpresa de Robres al ser acusado por Espoz de haberle vendido, pero en ningún momento aparece entre esos documentos dato alguno que le involucre en traición a este; es más, Pannetier en su informe sobre la acción dice que «Mina y el Malcarado se han escapado y se han puesto en salvo como por milagro. Ambos estaban en una misma casa»,'4 dato que Espoz no aporta. Abundando en este sentido, el historiador norteamericano Don W. Alexander en su trabajo Rod of lron dice que Pannetier sorprendió a las fuerzas de Espoz y Tris en Robres «tras haber sido avisado por unos afrancesados de que Espoz se encontraba en esa villa». Y añade más adelante: «indudablemente, Pannetier había sido informado de la presencia de Espoz en Robres, siendo el Malcarado una desafortunada cabeza de turco ya que nada en sus acciones ni en la correspondencia francesa sugiere que estuviera pagado por los imperiales».961 Puigblanch, en sus Opúsculos gramático-satíricos,962 dice que Espoz, «habiendo sido sorprendido en Robres por los franceses, fusiló al partidario don José Tris (a) Malcarado suponiéndole en inteligencia con los franceses, cosa increíble, porque le habían muerto tres hermanos y porque allí mismo se defendió de ellos con su partida». Es posible que en Espoz influyera a la hora de querer deshacerse de Tris el que este mandaba a mucha gente y había recogido mucho dinero de Bienes Nacionales, como ya hemos dicho, que se negó a entregar a los recaudadores de la División de Navarra en el Alto Aragón, ya que no los reconocía con autoridad sobre é1963 (y es posible además que Tris se sintiera más próximo a Sarasa, que como se ha dicho también se consideraba comandante del Alto Aragón y con el que había participado en más de un combate contra los franceses). José María Iribarren en su obra ya citada sobre Espoz y Mina refiere: «Yo no creo en la acción alevosa de Tris aunque Espoz e Iribarren964 sostengan lo contrario. No creo que el confidente que envió a Huesca fuese cómplice de SLI traición ni que ordenase a varios alcaldes no dar aviso de la marcha del enemigo. Creo que tanto Espoz como Iribarren tratan de justificar la ejecución de El Malcarado convirtiéndole en un Judas execrable. Espoz, como él confiesa y confirma Iribarren, marchó a Robres a castigar a Tris, sea por sus abusos o latrocinios o sea por quitárselo de en medio porque constituía un obstáculo a sus planes en el Alto Aragón y a sus propósitos de recaudar los productos de los Bienes Nacionales y crear unidades de voluntarios y Espoz aprovechó la sorpresa de los jinetes de Pannetier para aplicar en Tris la justicia que traía resuelto aplicarle y que no quiso ejecutar en Huesca». Estoy de acuerdo con Iribarren.965
Planes franceses, nuevo despliegue de tropas (abril de 1812) El 3 de abril, Berthier ordena a Suchet devolver a Decaen un contingente cercano a los 6000 hombres966 y le informa de que se ha decidido que Tarragona y Lérida queden incorporadas al Ejército de
96° GM del 12 de junio de 1812, Carta del general Pannelier, Huesca, 24 de abril. 961 Alexander: 159. 962 Puigblanch, Antonio, Opúsculos gramático-satíricos contra el Dr. don Joaquín Villanueva, Londres, Imp. de Guillermo
Guthrie, 1828-1834, 2 vols. 963 Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 439. 9" De este Iribarren, sargento mayor de la división de Espoz, y su manifiesto, que repetidamente hemos citado, no hay que
hacer mucho caso ya que, como dice losé María Iribarren (Espoz y Mina: el guerrillero: 447), lo hizo de acuerdo con su jefe y en la imprenta de la propia división a fin de justificar el fusilamiento de Malcarado y otras represalias tomadas por Espoz. 96 ' A la sorpresa de Robres y la supuesta traición de Tris dedicó unos versos Francisca Navarro (seudónimo de la viuda de
Espoz o de una Intima suya), en los que, entre otras cosas, se dice: «Malcarado en el dia venidero, / tres alcaldes, un Cura y su asistente, / que a Panatier vendieron el guerrero, / no pudieron contarlo impunemente, / dieron en el suplicio el Ay postrero». Navarro, Francisca, Glorias del inmortal Mino: poema en dos cantos, Barcelona, Imp. de F. Garriga, 1837: 10-11. 966 La brigada francesa Bourke, el 7" de línea italiano y parte de los cazadores reales.
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Cataluña. Así, Reille es liberado de sus responsabilidades en la Baja Cataluña y se le ordena trasladarse a Zaragoza, orden que recibe el 23 de abril en Lérida con un añadido en el que se le informa de que, mientras sea gobernador de Aragón, permanecerá bajo la total dirección de Suchet. Como se ha dicho, Napoleón ha ordenado a Palombini, que se encuentra en el Bajo Aragón, que acuda con su división a Navarra. Suchet, al que esta orden le perjudica por restarle fuerzas en Aragón, decide enviar al italiano a su destino a través de Cinco Villas, pudiendo de esta manera retener su división por más tiempo y utilizarla para despejar de partidas la región según avanza. Reille, ante la amenaza de Espoz, cuya fuerza en Aragón estima en 1500 hombres, aunque en realidad el navarro en esos momentos solo cuenta en el Alto Aragón con la partida del Malcarado y los húsares de Iribarren, ya que como hemos visto ha hecho regresar a Navarra los dos batallones de infantería que le acompañaban, decide reforzar a Pannetier mandando a Severoli que ordene desplazarse dos de los tres batallones que tiene en el Cinca a Zaragoza. Solicita además a Dorsenne que releve ya a los destacamentos del III Cuerpo, especialmente a los reclutas estacionados en Navarra a fines de marzo y que debía haberle enviado tal como le había ordenado en enero Berthier, pero cuya salida ha retrasado deliberadamente. Dorsenne acepta por fin y Páris, comandante de Zaragoza, manda a uno de esos contingentes de reclutas, que constituye el ler regimiento de marcha del Ejército de Aragón, a las órdenes del mayor Aubry y al que acompaña el 1" batallón del 10° de línea, que desde Tudela, adonde han llegado el 14 de abril, se trasladen a Ejea. Allí les esperarán dos compañías del 9° de húsares que Pannetier pone a su disposición, temiendo Páris por la seguridad de los reclutas, pobremente entrenados y en su mayoría enfermos. Esta dilación en enviar los reclutas tiene efectos negativos para el III Cuerpo de Suchet, que se queja con razón de que Navarra se haya tragado los reemplazos a él designados, pues, durante su estancia en esa región, de un total de 2800 reclutas, 1700 quedan fuera de combate. De esta manera, Reille puede desplegar seis batallones regulares (los cuatro de Pannetier y los dos de Severoli), el regimiento provisional de reclutas, destinado para el 111 Cuerpo, y los gendarmes y cazadores de montaña que estaban en el Alto Aragón, contra Espoz. Sus planes son aprobados por Suchet, que apoya su opinión con algunas estadísticas, ya que valora más la posesión de Aragón que la ocupación de Cataluña, y ambos acuerdan que ha llegado el momento de determinar el despliegue final de tropas en Aragón, mezclando unidades francesas e italianas con la idea de que la rivalidad nacional les estimulará en la lucha, aunque el gran problema de Reille sigue siendo la falta de tropas, pues dispone solo de 9500 hombres, además de los cinco escuadrones de gendarmes y los cazadores de montaña de Jaca y Benasque, lo que hace un total de 11 000 soldados. Reille reconoce que ese extenso despliegue le pone por todas partes a la defensiva y cree que el único modo de poder controlar el lado izquierdo es que sus columnas se proporcionen ayuda mutuamente para repeler las partidas navarras o catalanas. Pero Napoleón, preocupado por las incursiones de estas últimas en Francia, rechaza el esquema de Reille y le ordena desplegar los catorce batallones franceses en la frontera catalano-aragonesa, dejando solo los ocho italianos de Severoli para controlar Aragón. Suchet y Reille se rebelan e intentan convencer al emperador de que con ocho batallones es imposible controlar Aragón, estimando que se requieren al menos doce. Reille intenta demostrar a Berthier que «Aragón no era tan pacífico como solía ser, por razón de la escasa cosecha y por la débil fuerza débil que había sido necesario dejar en esta provincia el último septiembre», lo que apoya Suchet sin reservas asegurando a Berthier que 4000 infantes italianos no pueden mantener Aragón y que si Napoleón insiste en mantener ese despliegue tendrá graves repercusiones. Finalmente este accede a destinar diez batallones franceses a la Baja Cataluña y dejar en Aragón la brigada Pannetier con cuatro batallones, la cual será enviada por Reille desde Huesca a finales de abril hacia Calatayud a ocupar el vacío que deje Palombini, debiendo marchar nuevamente Severoli a patrullar el Cinta y los alrededores de Huesca hasta el Ebro. Mientras, Bourke, recuperado ya de las heridas sufridas en Roda, se ubicará con cinco batallones en Zaragoza y Cinco Villas.
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Reille, siguiendo las instrucciones recibidas el 23 de abril anterior, llega el 8 de mayo a la capital aragonesa, desde donde hace constar a sus superiores que considera esencial asegurar la recolección de la cosecha, necesitando para ello la presencia de tropas suficientes, por lo que, dado que además las unidades de que dispone están en pobres condiciones, hay escasez de oficiales en los regimientos, los hombres están agotados tras incesantes operaciones contrainsurgentes y las unidades de caballería desesperadamente faltas de monturas, reclama auxilios de inmediato.967
MAYO DE 1812
Situación general de los franceses (primeros de mayo de 1812) Iniciado mayo, las fuerzas imperiales en Aragón corren de un sitio a otro para atender los diferentes puntos sometidos a los ataques insurgentes y la planeada ofensiva de Napoleón contra las partidas con el Ejército del Ebro se frustra con continuos contratiempos, lo que obliga a los comandantes franceses a combinar sus fuerzas en una o dos columnas de persecución. Esto va a tener repercusiones negativas, pues una columna raramente podría alcanzar o atrapar una partida guerrillera, y concentrar las fuerzas móviles permite a las partidas más pequeñas operar con relativa impunidad. Reille no ha podido restaurar el orden a lo largo del Ebro; antes bien, los guerrilleros han podido con sus tropas y cuando marche la división de Palombini hacia Navarra Reille no sabrá cómo proteger ambas orillas del Ebro, operar en Cataluña y mantener abierta la línea de comunicaciones entre Lérida y Barcelona, por lo que confiesa a Suchet que esa reducción va a hacerles mucho daño. A primeros de este mes, Reille no tiene suficientes tropas para llevar a cabo las diferentes misiones que se le han encargado y Suchet predice que tras la transferencia de Palombini las guerrillas intensificarán su actividad en Aragón amenazando el control francés de la provincia y, si no se sujeta a las guerrillas en la época de la cosecha de los campos, las operaciones imperiales previstas en Valencia, Cataluña y Aragón se verán abocadas a detenerse. A pesar de esto, los ruegos de Suchet y Reille no son atendidos, ya que las fuerzas de ocupación en Navarra precisan refuerzos desesperadamente y la división de Palombini es la única unidad disponible, porque las tropas que realmente necesita Napoleón para completar la ocupación de España están camino del Niemen y el Vístula.9"
Espoz organiza nuevas unidades con la partida de Tris. Ataque a Barbastro. Acción de Peralta de Alcofea (1-6 de mayo de 1812) Después del suceso de Robres y de la muerte de Tris, los hombres de este que han salido ilesos quedan a disposición de Espoz, el cual, con los de infantería, que son unos 700, forma el
Regimiento de
Altoaragoneses, que haría el 6° de su división,969 y con los de caballería, unos 200, el 4° Escuadrón del Regimiento de Húsares de Navarra, al que se conocería como Húsares de Aragón. Espoz pronto pone en acción a sus aragoneses y, tras recoger las raciones que han preparado en Poleñino su alcalde
967 AHG: C8/319, Napoleón a Berthier, 8: C8/92. Reille a Berthier, 14: C8/93, Suchet a Reille, 17, 22 y 31; Suchet a Berthier, 23, y Reille a Berthier, 26 y 28; C8/269, Reille a Suchet, 14, 21, 24 y 30, y Reille a Paris, 15 de marzo; C8/270, Reille a Berthier, 1; Reine o Severoli, 11, y Reine a Suche!, 10, 14 y 19 de abril y 2 de mayo; C8/94, Berthier a Suchet, 3; Berthier a Reille, 19: Reille a Berthier, 12; Suchet a Berthier, 6 y 26: Suchet a Reine, 6, 20 y 27, y Paris a Berthier, 22 de abril, y C8/95, Suchet a Clarke, 8 de mayo de 1812. Alexander: 158-159 y 162-168. Bonaparte, José: VIII, 319. Priego: VI1/3°, 45-46. 9" AHG: 08/269, Reine a Suchet, 14 y 19, y C8/93, Suchet a Berthier, 23 de marzo de 1812. Alexander: 162. 9" En un momento indeterminado, los batallones de la División de Navarra de Espoz comienzan a denominarse habitualmente regimientos (aunque en algunos casos sus comandantes siguen llamándolos batallones), los cuales estaban formados cada uno por 1000 ó 1200 hombres, teniendo una compañía de granaderos, otra de cazadores y el resto de fusileros. El 1" de altoaragoneses o 6° de Navarra se uniformaría poco después con parte de los 100 000 uniformes que había enviado Gran Bretaña para vestir a los soldados españoles. La indumentaria consistía en chaqueta de paño azul con solapa roja, calzón de paño azul, polainas y morrión.
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Antonio Sopena y el regidor Francisco Pertusam y 60 lanzas que ha mandado forjar en Sariñena para restituir las perdidas en Robres, se dirige al frente de 150 jinetes y los infantes de Tris hacia Barbastro, donde no queda ya rastro de aquella poderosa concentración de fuerzas que Severoli había reunido a primeros de abril para marchar contra Eroles y que ahora se encuentran en Zaragoza o Lérida. Espoz llega el 30 de abril con la caballería a Barbastro, aunque la infantería viene algo más retrasada. La guarnición barbastrense en esos momentos es escasa, constando solo de 100 gendarmes a pie y 15 a caballo del 12° Escuadrón de Gendarmería, todos ellos al mando de D'Halmont. Al apercibirse de la llegada de la caballería de Espoz, los gendarmes salen a atacarlos, de modo que los aragoneses tienen que echar pie a tierra y utilizar sus carabinas para rechazarlos; al cabo de ocho horas de intenso combate en el que se llega a luchar cuerpo a cuerpo y casa por casa, los franceses, ante la inminente llegada de la infantería aragonesa, se refugian en su casa fuerte, situada en el convento de la Merced, mientras Espoz con la caballería acampa en la ermita de Santa Bárbara. Al amanecer del 1 de mayo, la infantería de Espoz entra por varios puntos en la ciudad sin ningún arreglo ni dirección y es tiroteada al principio por los franceses, que hacen fuego desde la torre de la catedral y el fuerte de la Merced, desde donde al tiempo sale un destacamento que se bate frente a frente con los aragoneses. En vista de esto, destaca Espoz una partida de caballería para impedir la retirada al convento, lo que no consigue evitar por haberse replegado antes los franceses, avisados por los de la torre. Como apunta el Libro de gestis de Barbastro, «durante el fuego, los vecinos de la ciudad sacaron al campamento de Espoz los bastimentos necesarios, no reparando en meterse por medio de las balas con riesgo manifiesto de sus vidas, y se tenía por muy dichoso el que conseguía saludarlo y aunque fuera solo verle, pues la fama de este excitaba la curiosidad de todos y su presencia los había llenado de júbilo y esperanzas, que se desvanecieron muy pronto». Espoz entra en Barbastro sorprendido de que algunos de sus habitantes hayan tomado parte del lado francés disparando desde las casas contra sus soldados y, hacia el mediodía, tras recoger víveres y contribuciones de los ciudadanos, y avisado de que una columna francesa de socorro enviada por Pannetier desde Huesca se acerca a Barbastro y de que Reille está organizando otra en Lérida, decide retirarse. Para asegurar la recaudación de un impuesto gravado sobre esta ciudad, se lleva con él como rehenes a cuatro ciudadanos a los que considera afrancesados, los señores Asso, Arta!, Comas y Mur, a quienes, según el Libro de gestis, «después de bastantes malos tratamientos y largos días de arresto obligó a que le entregasen una suma considerable de dinero y de plata, no por delitos que ellos o el pueblo hubieran cometido contra la patria, sino para indemnizarse, sin duda, por la pérdida de Robres». Siguiendo este Libro, «sensibles fueron a todo el pueblo estas vejaciones hechas a unos vecinos honrados y distinguidos, pero fue mucho más sensible la nota que impuso a toda la ciudad en el parte que dio a la superioridad de su expedición a Barbastro. Allí decía que había dejado para otra ocasión el castigar a la ciudad rebelde tratando así indigna e injustamente a una ciudad que había hecho los mayores sacrificios en beneficio de la causa común y que aun oprimida y ocupada por los enemigos no cesaba de suministrar ocultamente a los españoles cuantos auxilios podía. Lo único que pudo consolarlo fue el testimonio de su conciencia y las demostraciones públicas que mientras pudo había dado de su patriotismo, en vista de las cuales no dudaba que esta nota no sería creída por ningún hombre sensato, así como no la creía el mismo que se la había acriminado. Por la mañana estaba inundada de júbilo y regocijo por la venida de
97° AHPH/AFTS: F-6/6, Estado que manifiesta los suministros hechos por el pueblo de Poleñino a las tropas nacionales en los
meses de enero marzo y abril de 1812; según este documento, el día 28 de abril se suministraron a los húsares de Navarra 6 cahíces de trigo, 200 raciones de pan, z56 de vino y 20 reses. Unos días antes, el 6, a estos mismos húsares se entregaron 12 raciones de pan, 20 de vino, 8 de abadejo, 10 de cebada, 2 de aguardiente, 2 de aceite y 5 pares de alpargatas, y a los húsares de Aragón (posiblemente llamaban así a los de Tris para diferenciarlos de los de Iribarren, que en esa fecha eran navarros la mayoría), 30 raciones de cebada. En dicho estado constan también otras entregas de suministros a la división de Espoz, a partidas de guerrilla y a los Voluntarios de Aragón (quizás la infantería de Tris).
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aquel, y a la tarde quedó sepultada en tristeza y amargura por ver fallidas sus esperanzas por haber visto inútilmente derramada en sus calles la sangre de los españoles y por el rapto de sus hijos». Espoz, desde Barbastro y tras haber dejado la infantería acampada en Capdesaso, cerca de Sariñena, continúa camino hacia Peralta de Alcofea, donde le salen al paso los jinetes de la columna de socorro francesa que ha sido enviada por Pannetier. El jefe navarro evita el combate, da la vuelta y regresa por la llanura existente entre Peralta y Capdesaso. Al aproximarse a este lugar, perseguido por los franceses, hace ver que sus caballos, cansados, disminuyen la marcha y van al paso, mientras que su infantería, avisada previamente, se organiza en orden de batalla. Los franceses, creyendo en la debilidad del enemigo, cargan al galope; de pronto, a una orden de Espoz los aragoneses vuelven grupas y cargan de inmediato sobre los franceses, que, sorprendidos por la maniobra, no reaccionan y tras breve lucha son puestos en fuga, dejando muertos a 3 oficiales y 28 soldados, y quedando otros 40 heridos. Espoz queda muy satisfecho de la conducta de los aragoneses y les agradece su coraje y disciplina. Marchado Espoz, los franceses someten al convento de la Merced a obras de fortificación, reparaciones y mejoras en las que participan jornaleros, albañiles, alfareros, cerrajeros, carpinteros como Subías y Lacruz, aguadores como Castro y lavanderas como Rosa Vidaller, siendo el encargado de las obras Pedro Pierraz y el ingeniero, que llega el 5 de mayo, el capitán Lacarreuye, quien solo encuentra inconvenientes para la ejecución de dicha obra, tales como el plante de los albañiles que piden un aumento de sueldo en su jornal de peseta y media o que los caudales precisos para la obra no llegan por la morosidad de los pueblos. Para el cuartel se compra ropa de cama, 1 olla, 3 cazuelas, 36 platos, 36 servilletas, 3 toallas, 2 soperas y 12 pucheros, y para mejorar las condiciones de defensa del fuerte se derriban unas casas próximas, de las cuales sabemos que una es de José Perallón y las otras dos de Félix Valón y Teresa Pera, quienes son indemnizados. Igualmente se efectúan pequeñas reparaciones en el convento de San Francisco para alojar a tropas de paso. Tras la victoria de Peralta de Alcofea, e informado de que se espera una importante entrega de armas y municiones por parte de los navíos ingleses en la costa cantábrica, Espoz sale de Sariñena con destino a Sangüesa, adonde llega el día 6 de mayo tras una ausencia de Navarra de más de un mes. En ese tiempo ha roto la posición francesa en el Alto Aragón con éxito en la mayoría de sus correrías y en la recogida de impuestos empleando solo los hombres de la partida de Malcarado, a los que ha organizado, como se ha dicho, en el 1er Regimiento de Altoaragoneses, que pone bajo el mando de su lugarteniente Joaquín Depablo, alias Chapalangarra," a quien deja en Cinco Villas con la misión de hostigar la ruta de Zaragoza a Jaca, con lo que comienza a resurgir la resistencia altoaragonesa. Chapalangarra escoge como base para sus operaciones las montañas de Orés y deja en la zona de los alrededores de Huesca a un pequeño grupo de infantería y caballería que pone bajo las órdenes de su subordinado Pablo Cabaños Guerra, el cual tiene la misión de recoger dispersos para la caballería de Espoz y hostigar a los destacamentos franceses que atraviesan la Hoya de Huesca.9"
Acción de Manuel Alegre, el pequeño Cantarero, en Monzón (19 de mayo de 1812) La noche del 19 de mayo, habiendo sabido que los franceses tenían en Monzón una porción de caballos, Manuel Alegre, el pequeño Cantarero, determina sorprenderlos: esa noche entra en la
971 Joaquín Depablo y Antón era natural de Lodosa, en la Ribera de Navarra, donde nació hacia 1785. Al comenzar la gue-
rra de la Independencia se incorporó a la guerrilla de Javier Mina, y al caer éste prisionero se unió a la de Francisco Espoz. Según Rodríguez Solís (11/30, 24), «su valor rayano en la temeridad y los talentos militares de que dio clara muestra le hicieron ascender en poco tiempo a los primeros puestos, no habiendo escaramuza, choque o batalla en que don Joaquín Depablo no se hiciera notar». 972 AHG: C81270, Reine a Suchet, 2; C8/95, 8uquet a Clarke, 10 de mayo, y 08/97,
Buquet a Clarke, 24 de iunio de 1812.
AMB: actas de 1812 y AMB/LG, n° 14. Alexander: 159-160. Iribarren: Espoz y Mina: el guerrillero: 450-451. APN: Manifiesto de Iribarren. Martin, Emmanuel: 380. Priego: v11/3°, 52-53.
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villa y con las primeras descargas ahuyenta a la guardia del cuartel, de donde saca, derribando la pared, los únicos 14 caballos que hay, a pesar del vivo fuego de artillería y fusilería que por espacio de dos horas le hacen desde el castillo sin que tenga lugar la menor desgracia por parte aragonesa. Al día siguiente el comandante del castillo, informado de quién ha sido el autor del ataque, se lleva presas a dos hermanas suyas y a otros parientes de los soldados monzoneses que sirven en su compañía, lo que no vale más que para aumentar, «si fuese posible, en mi corazón y en el de mis soldados el odio eterno que todos hemos jurado a los viles satélites del tirano Napoleón».9"
Huesca y su corregimiento (9-25 de mayo de 1812) El 11 de mayo, y debido a haberse recibido una orden para aprontar en el término de veinticuatro horas los 8000 duros que se deben de la contribución mensual, «bajo pena de exigirla militarmente», la Junta de Huesca escribe a Lacuée y le expone que la ciudad «en todo tiempo ha manifestado un espíritu pacífico y un cumplimiento exacto en pagar todas las contribuciones y cargas, no solo las generales de la provincia sino muchas particulares que le ocasionaron los asedios de Lérida y Mequinenza, pudiéndose asegurar que de ningún corregimiento han sacado tantos recursos las tropas francesas». Después se queja de que dicha orden llegue cuando desde enero se han hecho grandes esfuerzos y extraordinarios sacrificios para proveer los almacenes de Ayerbe con víveres y suministros para las numerosas columnas que por allí pasan de prisioneros hechos en Sagunto y Valencia y además mantener las columnas móviles que paran en Huesca, especialmente la de Pannetier, para cuya manutención se han gastado más de 700 duros diarios solo para comprar trigo y se han segado todos los campos de cebada para suministrar forrajes. Por ello, «en vista de lo mucho que la ciudad de Huesca ha sufrido y de los grandes sacrificios que ha hecho», la Junta pide a Lacuée que le conceda cincuenta días para pagar dicha contribución, porque de lo contrario, si al labrador, casi arruinado por tan extraordinarios suministros de víveres, le quitan los pocos recursos que le han quedado y los medios indispensables para cosechar, «nada lucrará el gobierno con un adelanto de tan pocos días y sí perderá mucho por las contribuciones de subsistencias al siguiente año».974 El 15 es nombrado corregidor de Huesca Vicente Diago, quien presta este día juramento de sumisión y obediencia al rey José Napoleón y de guardar y hacer guardar los estatutos y ordenanzas de la ciudad en la forma y manera debida y acostumbrada. Tras tomar posesión de su cargo, Diago expone que acaba de llegar de la capital la tarde anterior, por lo que ignora el estado de las provisiones de los almacenes para el suministro de las tropas, a las que es preciso atender según le ha insinuado el comandante francés de la plaza, quien unos días después, el 21, escribe desde el fuerte de Santa Clara a Diago diciéndole que le han llegado noticias de que se ha malentendido o interpretado mal una orden del general para formar un cuerpo de policía, ya que no se trata de formar guardias cívicas ni patrullas de paisanos, sino de nombrar un comisario, dos tenientes y cuatro cabos, cada uno de estos con cuatro hombres, todos ellos encargados de mantener el orden, cuidar de los pasaportes observando que estén firmados por las autoridades civiles y militares y vigilar a todos los desconocidos que entren y salgan en la ciudad. En caso de duda, se debería informar al comisario, que es el directo responsable ante el comandante francés. Además de esta aclaración, el comandante ordena que se le pase una nota con los nombres de los cincuenta vecinos más pudientes y poderosos de la ciudad para que cuatro de ellos le cedan diariamente un hombre de confianza para disponer de él en lo que convenga. Recibido este oficio, Diago convoca Junta Municipal ese mismo día, en la que expresa que, aunque siempre ha deseado obedecer las órdenes del general y complacer al comandante, le parece
9" GR del 8 de agosto de 1812: Parte de Manuel Alegre al general en jefe del I Ejército Luis Lacy, Talarn, 24 de mayo de 1812. 91' AMH/AD de 1812: carta del 11 de mayo inserta en el acta del 25 de mayo. El barón de Lacuée responde con fecha 22 concediendo la prórroga pedida, pero solo para la mitad de la deuda, pues el resto se debe abonar en el plazo dicho.
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muy difícil poder cumplir lo pedido «a causa del compromiso que resultará a la ciudad», la cual, que se ha distinguido por su amor a la paz y tranquilidad, podría perder ambas si se nombra a los pudientes, «pues de ello ha de resultar una mezcla en las cosas de la guerra, que siendo muy análoga de los militares es enteramente ajena al paisano». Cree Diago que no han de faltar al comandante hombres de confianza «que le den noticia exacta de las operaciones del enemigo, y ni los pudientes ni yo hallaremos sujeto que quiera servirnos en esto a no ser un hombre soez y ruin de quien nada debe confiarse». Esa misma razón de falta de confianza en las personas justifica que no pueda ni deba tampoco designar personas para los cargos indicados de policía. Esta decisión no gusta al comandante francés, que el día 24 se presenta ante la Junta, reunida en casa del corregidor, y exige que se le propongan de inmediato los nombres para el destacamento de policía con el fin «de celar de la tranquilidad y buen orden de la ciudad, sin que su destino sea otro, ni otro el objeto, ni obligación de salir de la ciudad para ello ni otra cosa». Diago pide algo más de tiempo pero el francés se niega, y finalmente se nombran los cargos para la sección de policía. Poco después aparece en la Junta el director de las obras del fuerte de Santa Clara exigiendo el aporte del caudal necesario para el pago de los jornales de los oficiales empleados en los trabajos de dicho fuerte.9” El día 19 de mayo, el comandante de Ayerbe, Mouchet, prevenido de la presencia de algunos guerrilleros en las cercanías de esa villa, envía en su busca 15 gendarmes, que encuentran y atacan a los guerrilleros, matan a dos de ellos y hacen presos a otros dos, uno de los cuales tiene el grado de sargento. Ambos prisioneros son fusilados al día siguiente en la plaza de Ayerbe. El 25, esos mismos gendarmes detienen en Biscarrués a tres guerrilleros de la antigua partida del Malcarado. Al día siguiente, cerca de Anzánigo, un personaje apodado Pencos, que había levantado una pequeña guerrilla en la zona de Riglos, intenta sorprender, aunque sin éxito, a un destacamento de gendarmes que escoltaba a un ayuda de campo del mariscal Suchet.97b
Reille llega a Zaragoza. Despliegue francés en el Alto Aragón (8-31 de mayo de 1812) Consciente de la debilidad de su dispositivo en la izquierda del Ebro, que consiste únicamente, además de en los gendarmes y las guarniciones de Jaca y Benasque, en los cuatro batallones de Pannetier, que enfermo e incapaz de cualquier servicio activo permanece a la defensiva en Huesca mientras prepara su marcha al Bajo Aragón para sustituir a Palombini, Reille, que procedente de Lérida y acompañado por el general Severoli, escoltado por un destacamento del 42° y de una compañía del 9° de húsares, ha llegado a Zaragoza el 8 de mayo, decide reemplazar interinamente a Pannetier por el coronel Colbert, a quien encarga proteger los convoyes que se dirigen a Francia por la ruta de Jaca, vigilar Cinco Villas para impedir la entrada de las partidas de Navarra, cobrar las contribuciones y tomar medidas para recoger de forma rápida la próxima cosecha, debiendo formar para ello una columna móvil fuerte de tres batallones del 81° de línea, uno del 10° y cuatro compañías de húsares. En esa columna móvil se encuentra incluida parte de la guarnición de Huesca, con lo que esta queda reducida a un centenar de hombres del 81", que de momento están acompañados de un batallón del 1° ligero italiano que permanece en la plaza esperando la finalización de las obras de defensa del convento de Santa Clara y la llegada de Desbceufs, nombrado por Páris nuevo comandante militar de Huesca. A finales de mayo las fuerzas de Reille en Aragón son las siguientes: siete batallones franceses y seis italianos, tres escuadrones del 9° de húsares, 500 hombres del antiguo III Cuerpo y la brigada Bourke; además cuenta con los cazadores de montaña de Jaca y Benasque y cinco escuadrones de gendarmería (el 6°, destruido en Huesca, no ha sido repuesto todavía), lo que hace un total de
AMH/AD de 1812: actas del 15 y el 21 de mayo.
976 Martin, Emmanuel; 379. Priego: v11/3", 54.
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11 000 hombres. El día 26 Suchet escribe a Clarke describiéndole el plan que ha propuesto a Reille para desplegar esas tropas: una reserva móvil de dos batallones, uno del 1° italiano y otro del 10° francés (unos 1800 hombres), en Zaragoza; cerca de 1000 hombres para proteger cinco puestos a lo largo de la ruta a Jaca; tres centenares para guarnecer dos puntos fuertes en Cinco Villas; cerca de 800 para ocupar siete posiciones a lo largo del Ebro; y, en el lado derecho, las guarniciones y des-
tacamentos en once puestos. La reserva móvil que Reille tiene en Zaragoza la podría utilizar para reforzar unidades en cualquier lado del Ebro, barrer la línea de comunicaciones a lo largo de ese río y recoger tasas e impuestos, aunque se da cuenta de que debería exponer a peligros a las tropas de un lado para salvaguardar el otro. En el Alto Aragón, y puestos de acuerdo finalmente Suchet y Reille, distribuyen las tropas de la siguiente manera: en Cinco Villas, con cuartel general en Ejea, en sustitución de Colbert y con la misión primordial de mantener a Espoz alejado, y si penetra, evitar que rompa la ruta de comunicación de Zaragoza con Jaca, se situará el general de brigada Ruggieri con dos batallones del 81° francés, dos del 1° ligero italiano (uno de ellos el que estaba todavía en Huesca) y dos compañías de húsares, lo que hace un total de cerca de 6800 soldados. Para barrer las pequeñas partidas que infestan la zona Barbastro y Huesca se desplegará el regimiento ligero italiano que Decaen debe liberar y varios escuadrones de gendarmes, todos ellos a las órdenes de Severoli y apoyados por los cazadores de montaña de Jaca y Benasque. Suchet confía también en que, llegado el caso, tendrá la ayuda necesaria de las tropas francesas de su subordinado Abbé, gobernador de Navarra, y de las de Lérida, ya que ha ordenado a su gobernador, Henriod, que proteja la línea del Cinca con la guarnición de aquella capital catalana, formada por el 4r Regimiento de Infantería. Suchet cree que estos arreglos serán suficientes para salvaguardar el Alto Aragón, pues piensa además que la destreza táctica de las tropas compensará su inferioridad numérica; por el contrario, Reille es más pesimista y tiene claro que la única misión de Páris y Ruggieri será simplemente la de mantener las partidas fuera de Aragón, sin órdenes de buscarlas y destruirlas, sino más bien limitándose a proteger las guarniciones y asegurar la recolección de tanto grano y especies como sea posible?"
Espoz, herido, se refugia en Leache. Movimientos de Ruggieri (25 de mayo de 1812) El 25 de mayo, Espoz, cuando regresa de una expedición a la costa guipuzcoana para recoger suministros traídos por la escuadra inglesa, es herido por una bala en una escaramuza con los franceses y tiene que esconderse en Leache, cerca de Aibar, para ser curado y reponerse de su herida, lo que supone un serio revés para su partida y da un respiro a Ruggieri en Cinco Villas, ya que con su jefe fuera de combate su división suspende temporalmente las actividades y los franceses pueden estar un tiempo tranquilos en Navarra. Pero al este del Gállego, Chapalangarra por una parte y Gallán, lugarteniente de Sarasa, por otra, excitan por su proximidad la rebelión en los altos valles del Aragón, donde una paz relativa ha reinado desde hace dos años. De hecho, el jefe Gallán, que ha sustituido provisionalmente a Sarasa, ha intentado ya dar un golpe de mano sobre Barbastro la noche del 24 de mayo, aunque ha sido rechazado enérgicamente por la guarnición francesa. Sin embargo, uno de sus destacamentos logra introducirse el mismo día por la tarde en Monzón y se apodera de seis caballos y algunos equipajes. Suchet ha aconsejado a Reille poner en campaña pequeñas columnas a las órdenes de jefes activos y buenos conocedores del país, como Deshorties y Renouvier, para atrapar a esos guerrilleros. Por ello, en cuanto la noticia de la herida de Espoz
Ruggieri había llegado el 12 de mayo a Zaragoza al mando de dos batallones del 1° ligero italiano para relevar a los reclutas del regimiento de marcha del Ejército de Aragón que había salido de los alrededores de la capital aragonesa a finales de
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abril. AHG: C8/357, Parte de situación del 111 Cuerpo, 1 de abril; C8/95, Suchet a Reille, 9 y 16, y Suchet a Clarke, 26 de mayo; C81270, Reille a Suchet, 10, 21 y 27 de mayo, y C8/97, Suches a Reille, 2 y 7 de junio de 1812. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 467. Priego:
53-55. Rodríguez Solís: n/5°, 41 y 45.
AÑO DF 1917 FU- ACTIVACIÓN DF I As ACcinNrs CENTRA LOS FRANCESES EN EL ALTO ARAGÓN
325
llega a Zaragoza, Reille aprovecha esa circunstancial tranquilidad en Cinco Villas para reducir la fuerza de Ruggieri y ordena a este moverse desde Ejea hacia Luna con veinte compañías mientras que otras cuatro al mando de Renouvier salen hacia el Alto Cinca para intentar eliminar la partida de Gallán, que tiene su base en Alquézar. Reille autoriza a Ruggieri a hacer volver a Renouvier si los navarros amenazan Cinco Villas y le concede permiso incluso para retirarse al lado izquierdo del Gállego con las restantes tropas hasta que este último pueda reunirse con él. La instalación del cuartel general de Ruggieri en Luna, como antes en Ejea, se debe a que son las zonas más fértiles de la comarca, y al disponer de fuerzas suficientes podrá recoger en ellas víveres con que subsistir durante todo el año, ahora que, a principios del mes de junio, llega la época de la cosecha."'
Desbeeufs, gobernador militar francés de Huesca (28 de mayo de 1812) Marc Desbceufs, suboficial del 81° de línea francés, ha sido designado por Páris gobernador militar de Huesca, que poco antes ha sido ocupada en dos ocasiones por los españoles tras derrotar a los gendarmes que la defendían. Su guarnición consiste en esos momentos en un batallón del 1° ligero italiano, 40 gendarmes a caballo y un destacamento de 100 hombres de su 81° regimiento con 2 oficiales al frente. Desbceufs sale de Zaragoza con los 50 soldados que han venido con él de Fuentes de Ebro, villa de la que ha sido comandante de puesto, y 50 convalecientes del 81°, y al llegar a Huesca devuelve a Ruggieri el batallón italiano que todavía está en la plaza. Acompaña a Desbceufs, que debe hacerse cargo de los asuntos militares de Huesca, un viejo capitán de Estado Mayor, Couly, para ponerse al mando de la plaza como comandante desde el punto de vista administrativo. El 28 de mayo Desbceufs llega a Huesca y se establece en una casa fuerte muy cerca de la ciudad. Se trata de un convento de forma cuadrada, almenado y guarnecido en cada ángulo por un tambor que flanquea sus muros, sin artillería. Tiene dos puertas, una en la fachada principal y la otra en la cara opuesta. El conjunto está rodeado de un foso seco y el interior dispone de un vasto patio cuadrado.979 Desbceufs dispone a sus hombres en los cuatro lados del convento y, tomando todas las medidas de seguridad que la prudencia aconseja, da órdenes para el servicio y disciplina del destacamento, colocando, para asegurar sus comunicaciones con la ciudad, un puesto de 20 hombres en el interioride ella y otro de 4 en el campanario más alto, provistos de víveres y municiones y con el encargo de avisar de la aproximación del enemigo y de inquietarle a tiros si este entraba en la ciudad. Los dos puestos se retiran por la noche. Sobre Huesca dice Desboeufs que cuenta con 8000 almas y que antes de la guerra encerraba 2000 estudiantes destinados a las órdenes eclesiásticas, añadiendo que está situada en una bella planicie, que tiene una gran importancia estratégica a causa de los recursos alimenticios que produce y que el altar mayor de su catedral es una obra maestra trabajada con arte en mármol blanco. El regimiento no ha recibido efectos de vestuario desde su entrada en España y los soldados están casi desnudos; al encontrar en el convento de Huesca una cincuentena de heridos o enfermos, Desbceufs va distribuyendo entre sus hombres los efectos de los que mueren y arreglando sus viejos uniformes, de modo que pronto el destacamento de 300 hombres (incluyendo los gendarmes y los convalecientes) que está a las órdenes de Desbceufs tiene un buen aspecto y una uniformidad correcta. Desbceufs acostumbra a comer con el comandante de la plaza, sus oficiales, el cirujano y el recaudador de contribuciones, y suele jugar todas las tardes al veintiuno.'"
971 AHG: C8/95, Suchet a Reine, 9 de mayo, y C8/270, Reille a Suchet, 8, 9 y 11, y Reille a Ruggieri, 16 de junio de 1812. Alexan-
der: 178. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 465. Priego: vil/3", 53-55. Rodríguez Solís:11/5", 41 y 45. Sarramon, Napoléon: 207. 99 El convento era el de Santa Clara. 98° Desbceufs, Marc, Les étapes d'un soldat de /'Empire (1800-1815). Souvenirs du capitaine Desbceufs publiés pour la Socié-
té d'Histoire Contemporaine par M. Charles Desbceufs, son petit-fils, París, Alphonse Picard et Fils, 1901: 171-173.
AÑO DI TS
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REACTIVACION Df I AS AccioNrs CONTRA LOS IRANCISES EN FI Al 10 ARAGÓN
Chapalangarra sorprende un destacamento entre Artieda y Mianos y ocupa Berdún (28-30 de mayo de 1812)
En tanto, Chapalangarra, al que hemos dejado en las montañas de Ores, abandona estas posiciones y se retira a Tiermas, en la derecha del río Aragón, con el objeto de continuar la organización y aumentar la fuerza de su regimiento. Deseoso de desbaratar esos planes, e intentando sorprender a los altoaragoneses, el coronel Colbert, todavía comandante de Cinco Villas hasta que llegue Ruggieri, ordena salir el día 28 de mayo tres columnas contra ellos: una procedente de Sos y compuesta de dos compañías de elite y algunos húsares; otra desde Berdún al mando del capitán Vandernooth, jefe de la l a compañía del 3" Batallón de Cazadores de Montaña, y otra desde Sádaba; en total, 470 infantes y 50 jinetes. Informado Chapalangarra por sus confidentes de los movimientos enemigos, sale con sus hombres de Tiermas y se esconde en los bosques que rodean el monasterio de Leyre, desde donde decide poner a prueba lo aprendido por su regimiento haciendo un ensayo contra los napoleónicos, los cuales, tras reunir las tres columnas, entran en Tiermas el 29; al no encontrar a nadie, abandonan poco después esa villa y marchan a sus diferentes puntos de origen. Aprovechando la división de las fuerzas francesas, Chapalangarra planea caer sobre el destacamento de Vandernooth y, a paso redoblado, llega el 30 de mayo con su regimiento a Ruesta. Se sitúa entre Artieda y Mianos, coloca su P compañía en las alturas de la izquierda del camino y la 4" y la 5' en las de la derecha, y él personalmente ataca al frente de la 2il y la 3a por el centro. Los cazadores, sorprendidos, dejando un pequeño destacamento de 20 hombres con un sargento cubriendo su retaguardia, comienzan a retirarse hacia Artieda, pero rápidamente y sin haber podido disparar ni un solo fusil son hechos presos por Chapalangarra, mientras el resto del destacamento es interceptado por la r compañía de granaderos, que le obliga a rendir las armas. Como resultado de esta acción quedan en el campo 15 franceses muertos y 54 presos, es decir, prácticamente la totalidad del destacamento, ya que solo 4 consiguen salvarse y llegar a Berdún, donde dan la alerta y los cerca de 20 hombres que habían quedado allí como guarnición huyen llenos de pánico a Jaca. En Berdún entra Chapalangarra y destruye todas las fortificaciones y defensas levantadas por los franceses. Del comportamiento de los altoaragoneses en esta acción diría Chapalangarra que fue increíble su vigor y entusiasmo."'
JUN10 DE 1812 Situación de las tropas francesas en Aragón
A primeros de junio las tropas de Reille ya han ocupado sus lugares asignados, con la excepción del batallón ligero de infantería italiana, retenido todavía por Decaen. En cinco meses, la fuerza de Reille se ha evaporado, y de un imponente Ejército del Ebro con 36 000 hombres ha pasado a la modesta División de Reserva del I11 Cuerpo con 9500 hombres, mientras los insurgentes han extendido su poder. Ahora, los soldados imperiales que quedan se tienen que dedicar en el verano de 1812 a resistir una ofensiva guerrillera y ya no intentarán suprimir las partidas sino evitar la derrota. Reille piensa que las guarniciones pequeñas ni pueden ayudar a las columnas móviles ni pueden
"' AHG: C8/270, Reille a Suchet, 3: C8/97, Suchet a Feltre, 10 y 11, y Buquet a Feltre, 13 de junio de 1812. GR del 13 de agosto de 1812: Parte de Joaquín de Pablo, Domeño, 31 de mayo de 1812. Alexander: 176. Iribarren. Fspoz y Mina: el guerrillero: 467. Priego: v11/3', 54-55. Rodríguez Solis: 11/5°, 41 y 45. Sarramon, Napoléon: 207-208. Las fuentes francesas solo hablan de dos columnas, la de Sos y la de Berdtín; es Chapalangarra el que cita la de Sádaba en su parte. Deshorties, que deplora la pérdida de sus cazadores, originarios sobre todo de los Bajos Pirineos, se declara incapaz de hacer reocupar el puesto abandonado en vista de la debilidad de su contingente. En cuanto a Suchet, recrimina por una parte al coronel Colbert el haber aventurado en esa campaña efectivos tan débiles y ordena hacer juzgar al capitán Vandernooth, quien, eximido de responsabilidad en este asunto, retomará pronto el mando a su regreso de cautividad el 29 de junio tras un cambio de prisioneros.
AÑO DF 1R1?: REACTIVACIÓN DF I AS ACCIONES CONTRA LOS FRANCESES EN EL ALTO ARAGÓN
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hacer frente a partidas numerosas, aunque reconoce que es importante mantenerlas como puntos de apoyo para recaudar tributos y colaborar con otras tropas; por ello, dada la nula influencia que según él tienen esas guarniciones más allá de sus puestos, envía a ellas sus heridos, convalecientes y personal de apoyo. Este intercambio de unidades será lento y difícil porque solo se puede hacer de uno en uno, o como mucho de dos en dos batallones, ya que la mayoría de las unidades deben permanecer en su posición hasta ser relevadas, pues de otra manera las guerrillas tienen las manos libres en la provincia. Por ello, al final, antes de que Reille termine el movimiento de unidades previsto, Napoleón cancela todo y disuelve el Ejército del Ebro, lo que obliga a Reille y Suchet a reorganizar todas sus tropas. Respecto al Alto Aragón, en el verano de 1812 los problemas de Reille son muy severos. La división de Espoz sigue siendo su principal amenaza y requiere que coloque la mayoría de sus tropas del lado izquierdo en Cinco Villas (donde a primeros de junio llega Ruggieri en sustitución de Colbert, que debe marchar al lado derecho del Ebro) para intentar controlar al 1`'' Regimiento de Altoaragoneses, a las órdenes de Chapalangarra y que actúa en esa zona y en la ruta de Zaragoza a Jaca, aunque esta unidad no es la única fuerza que opera en el Alto Aragón, pues el batallón de Tiradores de Ribagorza, fuerte de unos 1000 hombres, reorganizado por Sarasa a primeros de año, se muestra activo a lo largo del Alto Cinca al mando de Gallán y Molina, al igual que una tercera fuerza, de aproximadamente 200 hombres, que bajo las órdenes de Pablo Cabaños Guerra acosa a los imperiales en la zona próxima a Huesca, como ha quedado dicho. La fuerza guerrillera dentro del Alto Aragón probablemente no sobrepasa los 2000 hombres, pero Espoz atrae tanto la atención de Reille a la frontera navarra que los franceses no tienen fuerza poderosa alguna disponible para desorganizar a Gallán, Chapalangarra o Cabaños. La mera presencia de la poderosa división de Espoz en Navarra da a las unidades más pequeñas del lado izquierdo la oportunidad de operar con seguridad y, aunque Reille ha planeado usar contra Espoz el batallón de infantería ligera italiana de Decaen, hasta mitad de julio esta unidad permanece en Tortosa.9"
D'Halmont, jefe de los gendarmes de 8arbastro, es herido en Candasnos (3 de junio de 1812) El jefe de escuadrón D'Halmont, ascendido a coronel el 11 de abril anterior, ha recibido el mando de los seis escuadrones de gendarmería que aseguran el servicio en Aragón, reagrupados en una 2 a Legión,9" y para tomar posesión de su nuevo cargo el 3 de junio abandona Barbastro camino de Zaragoza con 29 jinetes. Lo reducido de la escolta aconseja marchar por Monzón y Lérida siguiendo la relativamente segura ruta por Fraga, paralela al Ebro, pero D'Halmont, desatendiendo el sentido común, marcha campo a través, de modo que es emboscado cerca de Candasnos por una partida guerrillera, acción en la que pierde un tercio de su gente y muere el recaudador del corregimiento de Barbastro que viajaba con ellos; el mismo D'Halmont queda gravemente herido por un balazo que, atravesándole la espalda por debajo del omóplato, se introduce en su brazo izquierdo, aunque tendrá la fortuna de sobrevivir. Herido el comandante, asume el mando del destacamento el brigadier Cendret, quien sostiene el ataque hasta que pueden recoger a D'Halmont y trasladarlo a Candasnos, desde donde, tras recibir las primeras curas, es llevado por sus hombres a Zaragoza. Allí, debido a la gravedad de las lesiones, recibe permiso para viajar a Francia a convalecer de sus heridas y regresar a España una vez restablecido. Así, llega a Zaragoza el 3 de mayo del año siguiente. A pesar de que Buquet describe ese encuentro como un glorioso combate y asciende al brigadier Cendret por su actuación en el combate de
"2 AHG: C8/270, Reille a Suchet, 27 de mayo y 3 y 19 de junio de 1812. Alexander: 163-168 y 175-176.
"3 En la primavera de 1812 y por decreto del 12 de diciembre anterior la Gendarmería de España fue reorganizada en seis legiones, cada una mandada por un coronel; D'Halmont fue designado comandante en jefe de la 2° Legión, que constaba de los escuadrones 9", 10°, 11°, 12", 13" y 14° y tenía su Estado Mayor en Zaragoza. Martin, Emmanuel: 25 y 380.
AÑO DE 1832: REACEIVACIÓN DE LAS ACCIONES CONTRA LOS f RANCESES EN EL ALIO ARAGÓN
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Candasnos, Reille hace notar que D'Halmont ha conseguido exactamente lo que su precipitada acción merecía.9"
Suchet divide Aragón en cuatro intendencias o provincias (11 de junio de 1812) Por un decreto de 11 de junio de 1812, Suchet cambia la antigua división administrativa aragonesa de trece corregimientos existente hasta ese momento por cuatro intendencias o provincias: Zaragoza, Huesca, Teruel y Alcañiz, estando al mando de cada una de ellas un subordinado del intendente general de Aragón, el barón de Lacuée, que es responsable de la aplicación de las leyes, la recogida de impuestos y el soporte logístico de las tropas. En ese mismo decreto se determi que la ciudad de Fraga y los pueblos de Mequinenza, Bujaraloz, Valfarta, Candasnos, Peñalba y Torrente formen parte de la provincia de Alcañiz.9"
Renouvier en el Alto Cinca y Barbastro (10-26 de junio de 1812) Hemos visto cómo Reille había ordenado a Renouvier marchar al Alto Cinca, para expulsar de la zona a Gallán, Molina y su partida, que hostigan las guarniciones y destacamentos imperiales que permanecen o transitan por la llanura de Barbastro y que, sorprendidos el 8 de junio entre Adahuesca y Alquézar por un destacamento de 85 cazadores reales y 200 infantes, reforzados por algunos gendarmes a caballo del escuadrón de Barbastro enviados por Henriod,986 gobernador de Lérida, se han visto obligados a desalojar la base que tenían en Alquézar y retirarse hacia Ainsa, en las montañas del norte. Renouvier sale el 10 de junio de Zaragoza al mando de cuatro compañías de las tropas de Ruggieri y algunos húsares, y, tras recoger a un centenar de gendarmes de caballería en Zuera, llega poco después a Huesca, donde se refuerza con otros 30 gendarmes y sigue con ellos hacia Barbastro. Renouvier con sus hombres completa la acción de Henriod y expulsa a Gallán y Molina el 18 al otro lado del Noguera Ribagorzana tras derrotarlos en Fiscal, en el valle del Ara, aunque no
puede continuar sus actividades, pues Henriod no atiende la solicitud de Reille y no manda en esta ocasión ayuda alguna desde Lérida. Renouvier desde Fiscal baja a Barbastro, donde es cumplimentado por el consistorio de la ciudad y su nuevo corregidor, José Ruiz, que lo es también de Benabarre y que desde Lérida ha llegado a la ciudad del Vero el 19 para sustituir a Francisco Romeo, quien, siendo corregidor interino a su vez por enfermedad del titular Guerrier, que se encuentra en Monzón, como se ha dicho, ha dimitido de su cargo. Durante esta entrevista, Renouvier recuerda a Ruiz y a las autoridades barbastrenses que deben tomar las medidas oportunas para pagar las deudas acumuladas.9"
El coronel Esteve, gobernador interino de Barbastro y Benabarre (26 de junio de 1812) Para apoyar a Renouvier, que también tiene la misión de recaudar impuestos y recoger la cosecha en los corregimientos de Huesca, Barbastro y Benabarre, Reille solicita a Henriod el envío de una columna de apoyo a Barbastro y Benabarre, y Suchet manda desde Valencia al coronel Esteve,
984 AHG: C8/97, Buquet a Clarke, 10 de mayo, y C8/270, Reille a Suchet, 8 de junio de 1812. Martin, Emmanuel: 380 y 381.
Priego: vii/3°, 55. 985 AHPZ: Bienes Nacionales, caja 738, Oficio del director de Bienes Nacionales de Aragón al administrador general de Bie-
nes Nacionales del Corregimiento de Zaragoza, Mariano Burillo. Alexander: 193. Bayod: 135. Berenguer: 95. "6 Henriod, desde su cargo de gobernador de Lérida, dictaba sentencias sumarísimas contra los enemigos que caían en sus manos, siendo frecuentes los fusilamientos de soldados prisioneros, entre ellos el del voluntario de Ontiñena Miguel Palau el 23 de abril de 1812. Huguet: 121. 967 AMB: actas de 1812. Priego: vii/3", 55.
AÑO Df I812: REACTIVACIÓN DE I AS ACCIONIS CONIRA lOs ITANCI SPS [- N II Al I() AkA(I',.
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al frente del 14° regimiento de línea y 100 coraceros hasta Barbastro,9" adonde llega el 26 de junio. Este es nombrado gobernador interino de los corregimientos de Barbastro y Benabarre y dos días después de asumir el mando emite un reglamento de catorce puntos por el que se han de regir los diez alcaldes de barrio de Barbastro, a los que encarga la dirección de las guardias realizadas por los cívicos casi como única misión y les asigna como distintivo de su cargo una faja encarnada «para ser conocidos, siendo específica de ellos». Resulta curioso el hecho de que se señale que los individuos que estén de guardia en las puertas deberán ser sastres, zapateros, boteros o alpargateros, con el fin de que puedan seguir trabajando al tiempo que vigilan."'
Cabaños y Frauca en los alrededores de Huesca (15-30 de junio de 1812) En los alrededores de Huesca, Pablo Cabaños, el oficial dejado por Chapalangarra para inquietar la carretera de Zaragoza a Jaca, se mantiene activo al igual que Pablo Frauca, quien el 15 de junio es llamado por Pedro Villarroya, alférez de la sección de caballería del 1" Regimiento de Altoaragoneses y comisionado de Espoz en el Alto Aragón, para juntos atacar a una pequeña columna imperial compuesta por infantes del 81° y soldados del tren montados que escolta un rebaño de 400 vacas y algunos mulos cargados que, procedente de Jaca, se dirige por Ayerbe a Gurrea de Gallego. Reunidos ambos en Torralba, se apostan en las proximidades de la ruta y al rato ven acercarse a tres paisanos que, detenidos, les informan de las características del convoy. Avistada la vanguardia francesa, Frauca les ataca de frente con la caballería mientras Villarroya les espera a retaguardia con la infantería y les impide incorporarse a su columna, quedando toda la avanzada imperial muerta. El resto de la columna, advertida del peligro, retrocede apresuradamente hacia Ayerbe dejando en poder de los españoles parte del rebaño y 12 mulos con sus cargas. Ese mismo día 15, el sargento Carpentier, del 14° Escuadrón de Gendarmería, ha salido de Zuera con 2 brigadieres y 20 gendarmes a caballo para ir a recoger víveres y tomar rehenes en Almuniente y Grañén. Informado Frauca de esto al retirarse de la acción de Torralba contra el convoy, decide esperar con 80 de sus hombres a los gendarmes, los cuales al día siguiente, concluida la operación, regresan a su base con varios rehenes. En el camino son sorprendidos por la partida de Frauca, que, saliendo de Senés de Alcubierre, se ha emboscado para liberar a los presos. Carpentier, decidido a pasar, carga a la cabeza de los suyos, mientras la caballería española se retira para permitir a la infantería, bien parapetada, efectuar varias descargas, que producen varias bajas entre los gendarmes, una de ellas la de Carpentier. En poder de Frauca quedan 6 caballos con sus armamentos y montura y 2 mulas útiles, y el resto del destacamento francés se repliega hacia Huesca. Unos días después, el 21 de junio, un destacamento de gendarmería tiene un nuevo encuentro con las tropas de Frauca en Almuniente. En estas acciones participa, incorporado al destacamento de Frauca, el leciñense Matías Calvo, al que habíamos dejado en la sierra de Alcubierre formando parte de la partida de Tris. Muerto
9" Esteve fue acompañado en esta expedición por 25 jinetes valencianos josefinos y el jefe de escuadrón Juan Pedrosa. quien habla sido al principio uno de los líderes de la insurrección en el Alto Aragón, el cual, como antes se ha dicho, hecho prisionero en Lérida, se puso al servicio del ocupante, aprovechando bien Suchet su influencia sobre los aragoneses. AHG: C8/97, Suchet a Reille, 27 de junio de 1812,
9" AMB: actas de 1812. Además, en este reglamento se dice que los alcaldes deben ser personas de conocida probidad. honradez y talentos; que podrán imponer multas y nombrar ayudantes para las rondas nocturnas; que informarán de las conversaciones que oigan y de la gente que entre y salga de la ciudad: quiénes son, de dónde proceden, adónde se dirigen y la carga que transportan..., y se señala también que se establecerán cuerpos de guardia en el «Arco del Coso, bajada de la Merced, comprendiendo ambas callejuelas; portal de Monzón; puente de la misericordia; camino de Graus; los Cubos; Sepulcro; Capuchinos y Carreteras». Estas guardias se mantendrán en Barbastro hasta noviembre de 1812, cuando la ciudad sea definitivamente abandonada por los franceses.
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este en Robres, se traslada Calvo con varios compañeros a la zona de Lanaja, donde actúa Frauca reuniendo gente que envía a Navarra para ser incorporada a los batallones de Espoz y acosando las comunicaciones francesas; se encuentran a primeros de junio y Frauca les ofrece caballos y armas para incorporarse como reclutas al Escuadrón de Húsares de Aragón. Para combatir a las partidas de Cabaños y Frauca, Renouvier por orden de Reille sale de Barbastro en dirección a Huesca, quedando con su salida solo Esteve en Barbastro, con lo que queda el Cinca desprotegido.9"
José Mallén, fabricante de balas y pólvora para las tropas de Espoz (junio de 1812) En estos días, el labrador José Mallén, nacido en Almudévar hacia 1779 y, según Gregorio Gota, «terror del enemigo por la naturaleza de sus bruscos ataques, interceptando correos, ocupando convoyes, cogiendo vestuarios, armamentos, prisioneros, riquezas y entregándolo todo religiosamente a sus superiores», sabedor de la escasez de municiones de guerra de las tropas de Espoz que combaten en el Alto Aragón y temiendo que por esa carencia estas tropas se vean obligadas a dejar la lucha armada en la zona y regresar a Navarra, tiene el feliz pensamiento y la original idea de inventar una fábrica portátil de pólvora y balas, que sitúa en las alturas de las sierras de Alcubierre y Tardienta, cerca de la ermita de Santa Quiteria, desde donde puede divisar y controlar los movimientos de las guarniciones francesas aledañas. Los franceses intentan en numerosas ocasiones desalojarle de la sierra, pero lo único que consiguen es quemar las barracas de madera del campamento guerrillero, pues los morteros y útiles para la fabricación de pólvora y balas se esconden y camuflan rápidamente. Retirados los franceses, Mallén y sus hombres reconstruyen las barracas de inmediato, desentierran sus utensilios de trabajo y, con el fusil a la espalda, se entregan de nuevo al trabajo. Diariamente fabrican 3 arrobas de pólvora y varios
Fabricación de balas, de Francisco de Goya. (Patrimonio Nacional)
AHG: C8/357, Parte de situación del Cuerpo, 1; C8/270, Reille a Henriod, 7; Reille a Renouvier, 10, y Reille a Suchet, 24 y 29, y C8/97, Suchet a Reale, 29 de junio de 1812. GR del 15 de agosto de 1812: Vlllarroya a Espoz, Torralba, 17 de junio
9"
de 1812. Mareen, E! manuscrito: 108. Martin, Emmanuel: 70 y 382. Priego: v1113°, 56.
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miles de balas que ponen en cartuchos para luego colocar estos en cajones y transportarlos por las veredas y caminos montañosos a las bases guerrilleras.99'
JULIO DE 1812 Renouvier expulsa a Cabaños y Frauca de los alrededores de Huesca (5 de julio de 1812) Renouvier, como hemos dicho, tras su expedición al Alto Cinca, por orden de Reille retorna desde Barbastro a Huesca, donde entra con sus tropas el 4 de julio. Ese mismo día oficia a José Bueno, corregidor interino desde el 30 de mayo anterior, para que prepare el pago de la cantidad que falta para cubrir las mensualidades de 1811 bajo apremio militar. Al día siguiente, al mando de sus cuatro compañías del 81° de línea, del batallón italiano y de varios gendarmes de caballería, expulsa de los alrededores de la ciudad a Pablo Cabañas y envía destacamentos contra Frauca, quien finalmente se retira a su base en Lanaja, en las estribaciones de la sierra de Alcubierre, tras lo cual Renouvier regresa con sus tropas a Zaragoza."'
Acción de Arén (8 de julio de 1812) Mientras tanto, y desde Benasque, el capitán Dupuy, de los cazadores de montaña, sale la noche del 7 al 8 de julio del castillo para dirigirse contra una partida que se encuentra en Arén. Atravesando Campo y Serrad uy, el destacamento francés llega a Bonansa, donde se reúne la tarde del día 8 con otra columna francesa al mando del comandante Defaysse, venido hasta allí para recogerlos y apoyar su ataque. Juntas, ambas fuerzas atacan a los españoles, a los que derrotan y expulsan de Arén. Tras la victoria los franceses se dirigen a Bonansa con 55 prisioneros del regimiento de Busa, de los cuales 2 son oficiales, y un capitán del regimiento de Fernando VII, y desde allí marchan a Benasque, adonde llegan el día 9, y se preparan a evacuar a Francia a los prisioneros. A su llegada, Defaysse comunica a Clarke que en su salida ha observado que partidas formadas por desertores y dispersos rondan por el valle del Ésera y que la actividad guerrillera en la zona es más fuerte que nunca."'
Chapalangarra en Santa Eulalia la Mayor. Acciones de Estrecho Quinto y Quicena (7 y 15 de julio de 1812) En tanto, Chapalangarra tiene su base en Tiermas y parte de su regimiento de altoaragoneses en Berdún, localidad que, una vez destruidas las fortificaciones francesas, es utilizada como punto avanzado para atacar otros puestos cercanos ocupados por los imperiales, y desde la que el 5 de julio salen 300 de sus hombres para presentarse ante las puertas de Jaca y apoderarse de los rebaños de la guarnición, aunque una salida de los gendarmes españoles, los cazadores de montaña y algunos cañonazos permiten recuperar la mayor parte del ganado."' Tras esta acción y la expulsión de las cercanías de Huesca de Cabaños y Frauca, Chapalangarra toma el relevo y desde Tiermas se traslada con parte de su infantería a Santa Eulalia la Mayor, donde, con la sección de caballería del
991 Veintitrés meses consecutivos, hasta el final de la guerra, estaría Mallen prestando este servicio valiéndose del plomo
de las campanas y de los chapiteles de las torres de las iglesias. de los órganos y de cuanto le sugería su viva imaginación, contando con la ayuda y beneplácito de los párrocos y alcaldes. Tenía esposa y siete hijos, y en 1819, como recompensa a su participación en la guerra de la Independencia, se le concedió una pensión de jubilación de 7200 reales de vellón. El gran pintor aragonés Francisco de Goya inmortalizó en dos cuadros a la partida de Mallen confeccionando balas y pólvora en la sierra de Tardienta. Gota Hernández, Gregorio, «Don José Mallen, guerrillero famoso del año 1808», la Campana de Huesca, 46 117 de febrero de 1895): 3-4. Los voluntarios de losé Mallen se suministraban de raciones en los pueblos de la redolada, así, en septiembre de 1812 las autoridades de Poleñino entregaron a esta partida 33 raciones de pan, 6 de carne y 36 de vino. AHPH/AFTS: F-6/6, Estado. 991 AHG: C8/270, Reille a Suchet, 19 de julio de 1812. AMH/AD de 1812: acta del 4 de julio. 993 AHG: C8/98,
Defaysse a Clarke, 11 de julio de 1812, Sarramon, Napoléow 197.
994
59-60. Sarramon, Napoléon: 208.
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1er Regimiento de Altoaragoneses, está desde días antes observando los movimientos franceses en la carretera de Jaca el alférez Villarroya. Este, la noche del 6 al 7 de julio, sabedor de que 40 infantes italianos del 11° de línea y 14 húsares del 12° han salido de Huesca para recoger rehenes con el fin de garantizar el pago de las contribuciones en los ayuntamientos cercanos, se traslada a San Julián de Banzo, donde le informan de que el destacamento francés acaba de pasar por allí llevando corno rehenes un grupo de vecinos pudientes de aquellos pueblos. Villarroya decide salirles al paso, para lo cual se aposta sobre el Estrecho Quinto, cercano a Huesca, acompañado de 20 jinetes y 23 infantes. Al rato aparecen los franceses, que habiendo consumido vino en exceso y no guardando las debidas precauciones son presa fácil para la infantería altoaragonesa, la cual carga contra ellos mientras la caballería les cierra el paso. Los infantes franceses son hechos prisioneros; de los húsares, 8 quedan muertos, y 1 sargento, 1 trompeta y 5 soldados prisioneros. Así, los vecinos quedan en libertad.9" El día 14 del mismo mes, un rico convoy francés bien custodiado pasa por Ayerbe camino de Zaragoza; Chapalangarra con parte del ter Regimiento de Altoaragoneses lo va vigilando a distancia pero, encontrándose en inferioridad numérica, decide no atacarlo y regresar a su campamento en Santa Eulalia la Mayor para desde allí dedicarse a incomodar a la guarnición de Huesca. Con este fin, la madrugada del 15 sale con las compañías 12 y 22 de infantería y 40 jinetes con Pedro Villarroya a su frente y desde Castilsabás envía una avanzada formada por el cabo Matías Calvo y 4 soldados para pasar a Huesca a observar los movimientos enemigos y «ver si podía hacer salir a los franceses al campo», mientras él con la infantería queda emboscado en las huertas de Quicena, descansando y reponiendo fuerzas, y ordena a Villarroya que se adelante hasta las inmediaciones de la ciudad con el resto de la caballería. Calvo entra en Huesca con sus 4 hombres y llegan al mercado, donde matan a un francés que salía de una carnicería; dada la alarma, el resto de los franceses, no sabiendo lo que sucede, se encierran en su casa fuerte. Tras beber algo en una aguardentería situada en el mercado, y viendo que la guarnición se prepara para hacer una salida, los aragoneses se van de la ciudad al trote y desde lejos divisan cómo por la puerta de Santa Clara sale un escuadrón en su persecución. Llegado a Quicena, donde se encuentra Chapalangarra con sus hombres, Calvo da parte de lo que sucede y aquel ordena formar la infantería entre las tapias de las huertas para hacer frente a los franceses y manda a Villarroya que con la caballería se sitúe a retaguardia del enemigo, mientras él con la infantería los ataca de frente. Los gendarmes, al ver a los altoaragoneses delante de ellos, no quieren ofrecer batalla y giran en redondo para regresar a Huesca, pero en las proximidades del molino de Tierz se encuentran con la caballería aragonesa, que les corta el paso. Villarroya ordena al trompeta que toque a degüello y manda cargar al trote. Iniciado el movimiento, los franceses hacen una descarga con sus carabinas y Villarroya cae a tierra con la pierna rota por el muslo, lo que no impide a los aragoneses continuar su ataque y llegar cerca de los franceses, quienes hacen otra descarga, ahora con sus pistolas, como resultado de la cual muere otro valiente. Entonces se ven obligados a entablar combate cuerpo a cuerpo mientras que la infantería, que llega a la carrera, les ataca por detrás. Al cabo de un rato los gendarmes consiguen abrir una brecha en la caballería española y huir a Huesca, apoyados en una salida de la ciudad por la puerta de San Martín de los gendarmes a pie, dejando en el campo 30 hombres, entre ellos su comandante, el teniente Métras. Los altoaragoneses, además de la del alférez Villarroya, tienen 9 bajas; tras ser curados en Quicena, los heridos más graves son transportados al valle de Roncal para recuperarse de sus lesiones, yendo con ellos Matías Calvo, quien presumirá de las más de 100 melladuras que han quedado ese día en su sable, el cual «todos los jefes que vimos en aquel día vinieron a ver».996
999
APN: Operaciones militares de la División de Navarra desde el mes de julio de 7812 hasta el de marro de 7814 (en adelante APN/ODNI, sección Guerra, leg. 17, carp. 53, Parte de Villarroya, Rasai, 9 de julio de 1812. GR del 5 de septiembre de 1812. Prlego: vii/3", 60.
9" APN/ODN: Parte de Depablo, Santa Eulalia la Mayor 17 de julio de 1812. GR del 5 de septiembre de 18 t 2. Martin, Emma-
nuel: 382-383. Marcén, El manuscrito: 110-116.
111,I
H", I
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Renouvier sale desde Huesca contra Chapalangarra. Combate de Nocito (22-28 de julio de 1812) La estancia de Chapalangarra con sus tropas en Santa Eulalia la Mayor causa grandes problemas a los franceses de Huesca, pues les impide sus salidas habituales para recoger grano y víveres y sus desplazamientos por las zonas cercanas, por lo que Suchet el 17 de julio exige al Cabildo oscense 90 000 kilos de trigo y 30 000 de cebada para el ejército «antes del 15 de agosto».
Por su parte, Reille, alarmado por los dos ataques anteriores y con el objetivo de expulsar definitivamente a Chapalangarra, envía nuevamente a Renouvier a Huesca con 600 infantes y 60 jinetes, apoyado por el capitán Foison con la caballería del 9° y el 12° Escuadrón de Gendarmería. Renouvier llega el 23 de julio a Huesca, donde se le une la caballería del 13° escuadrón, que acaba de reemplazar al 14° en esta plaza, y nada más llegar escribe al corregidor José Bueno quejándose de «la falta de atención que había advertido en esta Junta de no habérsele presentado aún ninguno de ella», recordándole además que debe hacer efectivas las contribuciones pendientes que le ha ordenado pagar durante su anterior estancia en Huesca a primeros de mes. La Junta acuerda pasar inmediatamente a dar la bienvenida a Renouvier, excusando la falta de atención y comunicándole que para esa tarde estarán preparadas para su columna las 600 raciones «de todos los artículos de carne, pan, vino y legumbres y lo mismo para mañana y días siguientes»."' Además, los franceses ordenan reforzar las defensas y casasfuertes de la ciudad y nombran responsable de esas obras de fortificación a Lorenzo Gracia.998 Desde Huesca, el día 28 de julio un destacamento al mando de Renouvier sale en orden de batalla contra Chapalangarra y sus hombres, que abandonan sus posiciones en Santa Eulalia la Mayor y se sitúan en las inmediaciones de Nocito, zona más adecuada por las características del terreno para hacer frente al enemigo. Al rato se presentan los franceses en formación de batalla y cuando están a unos 100 pasos rompen el fuego las compañías aragonesas. Chapalangarra dispone que la 1a, dando un rodeo, se coloque a espaldas de los franceses, mientras que la 58 y la 6d se despliegan por la izquierda y él mismo con la 3" y la 4" ataca por la derecha. Acorralados, los imperiales toman posiciones en una pequeña altura, desde donde sostienen durante varias horas los ataques aragoneses, hasta que al final, faltos de municiones y no pudiendo resistir por más tiempo se retiran hacia Huesca.999
Ataque guerrillero a Monzón (22 de julio de 1812) Siguiendo instrucciones del general Lacy, el capitán del Regimiento Ultonia, José Trillo, se reúne el 22 de julio con el comandante de guerrillas Manuel Alegre y, teniendo noticia de que ha llegado a la villa de Monzón el director general de víveres de los franceses, disponen aprehenderlo y cogerlo junto a algunos de sus secuaces. Con ese fin, a las doce de la noche la compañía de cazadores del Regimiento Ultonia y la partida de Alegre comienzan a batir las tres puertas fuertes de la villa con útiles que al efecto llevan y, derruidas estas y a pesar del vivo fuego del castillo, toman la casa del comandante del fuerte, que vive en la ciudad, y la del director general, pero ambos se han refugiado ya en el castillo dejándose parte de su equipaje, el cual, con mucho dinero, es cogido por los soldados. Aunque no se consigue lo esperado, se logra al menos inutilizar las puertas de la villa y obligar a los franceses a permanecer encerrados en el castillo.1 x'
997 AMH/AD de 1812: acta del 24 de julio. Gómez de Valenzuela: 119. Martin, Emmanuel: 383. 99' A primeros de septiembre, Gracia, como encargado de las obras de fortificación de la ciudad, certifica «haber recibido
sesenta palos de carrasca de los llamados rayos, para las púas de la defensa del puente levadizo de la frente del mediodía». AMH/AD de 1812. 999 APN/ODN: Parte de Depablo, Arguis, 30 de julio de 1812. GR del 3 de octubre de 1812. Iribarren, Espoz y Mina: el gue-
rrillero: 482. Priego: vii/3°, 60. ic" GR del 12 de septiembre de 1812: Parte de Trillo o Lacy, Monzón, 23 de julio de 1812.
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AÑO DE 1812: REACIIVACION DE LAS ACCIONES CONTRA LOS FRANCESES IN El Al lo ARAGON
Renouvier retorna a Barbastro (29 de julio de 1812) Mediado julio, el coronel Esteve, gobernador interino de Barbastro y Benabarre, recibe órdenes de Suchet de abandonar Barbastro y retornar a Valencia con su 14° regimiento de línea ante la amenaza del desembarco anglosiciliano de Maitland en Alicante, por lo que, con la infantería de Ruggieri en Cinco Villas y a lo largo del Gállego, y su caballería en Huesca para cubrir la amenaza de Chapalangarra, Reille ordena perentoriamente a Renouvier regresar a Barbastro y Benabarre, donde, ante la inminente marcha de Esteve, es urgente asegurar la recolección de la cosecha. Renouvier sale de Huesca a la cabeza del 4° batallón del 81° y los gendarmes a caballo de los escuadrones 9°, 12° y 14°, mandados por Foison, hacia Barbastro, adonde llega el 29 y donde se le incorporan inicialmente algunos infantes del 1° ligero italiano y poco después el resto de esta unidad, que a las órdenes del ¡efe de batallón Felici ha venido desde Zaragoza. De esta manera, Renouvier dispone de 700 infantes y 100 jinetes para intentar contener a los guerrilleros aragoneses.100 '
Situación en Jaca (finales de julio de 1812) Mientras Chapalangarra actúa cerca de Huesca con parte de su regimiento, el resto de esta unidad, que tiene su base en Berdún, se une al batallón de Tiradores de Ribagorza, que sigue al mando de Gallán y Molina,'°02 lugartenientes de Sarasa, ya recuperados de la derrota de Fiscal, e intentan de nuevo aislar a los defensores de Jaca prohibiendo a los campesinos llevar víveres al mercado y privándoles de sus fuentes de aprovisionamiento, para lo que continuamente acosan la ruta de Zaragoza a Jaca, por la que circulan numerosos convoyes de ganado y suministros en ambos sentidos escoltados por tropas que Reille se ve obligado a destinar desde Zaragoza. Gallán y Molina con su partida, se habían apoderado de un rebaño perteneciente a la guarnición de Canfranc, por lo que para evitar que hagan lo mismo con un gran convoy con uniformes, calzado y equipajes que ha llegado a Jaca con destino a Zaragoza, y dado que Renouvier ha marchado de Huesca hacia Barbastro por lo que no puede hacerse cargo de vigilar la ruta que debe seguir tan importante convoy, Reille pone en estado de alerta a las tropas de Ruggieri, que partiendo de sus bases en Cinco Villas se escalonan desde Jaca hasta Huesca.'°°3 Así pues, al finalizar este mes de julio, Reille ha conseguido hacerse dueño de la situación en Aragón a pesar de la marcha de la división de Palombini y, manteniendo al general Páris entre La Almunia y Daroca, a Colbert del lado de Borja, a la columna Colson en Alcañiz, a Ruggieri en Cinco Villas y a Renouvier en los alrededores de Barbastro, el conjunto de Aragón está controlado y la recolección de la próxima cosecha parece asegurada. Pero las consecuencias de las derrotas sufridas en el centro de la Península no van a tardar en cambiar la situación.10°4
AGOSTO DE 1812 Traslado de prisioneros a Jaca (primeros de agosto de 1812) Mientras Suchet se ocupa de sus asuntos en Valencia, las pequeñas y aisladas guarniciones de gendarmería de la izquierda del Ebro dependen únicamente de sus medios, por lo que poco a
'°°` AMB: actas de 1812. Iribarren, Espoz y Mino: el guerrillero: 482. Priego: vu/3", 60-63. Sarasa se habla trasladado a Cataluña, donde seria nombrado en la primavera de 1813 gobernador de la plaza de la Seo de Urgell, amenazada por los franceses, en cuya defensa realizarla tan distinguidos servicios que, según certificación posterior del capitán general Francisco Copons de Navia, Jefe del Estado Mayor del Ejército, «a su celo y actividad se debió la conservación de aquel punto tan interesante al principado de Cataluña». Posteriormente ejercerla funciones de subinspector de las divisiones de preferencia y reserva del principado de Cataluña. AGMS/HSD de Miguel Sarasa. GR del 4 de noviembre de 1813. Guirao, Guerrilleros: 66. 1001
'°°' AHG: C8/98, Buquet a Feltre, 15, y C8/270, Reille a Suchet. 8; Reifle a Severoli, 29 de julio, y Reille a Suchet, 13 de agosto de 1812. 1001
Priego: vii/r, 61.
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poco van siendo diezmadas por los ataques de diferentes partidas guerrilleras y han de ser reconstituidas por los importantes refuerzos de hombres y caballos que al comienzo de la primavera ha ordenado venir el general Buques para reponer las pérdidas. A comienzos de agosto 50 gendarmes a pie del 14° Escuadrón de Gendarmería reciben orden de conducir desde Ejea a la ciudadela de Jaca a 8 canónigos partidarios de Espoz que se habían hecho notar por sus opiniones antifrancesas. Una partida de guerrilla sale tras los franceses y no logra alcanzarlos hasta Anzánigo, aunque los españoles deciden no atacar a los franceses, pues en ese punto son reforzados por otro destacamento.ux"
Ruggieri en Ayerbe. Acción de Arguis (9 de agosto de 1812) Al partir Renouvier a Barbastro queda desprotegida la comunicación entre Zaragoza y Jaca, ya que Ruggieri, que ha quedado al cargo de su vigilancia, tiene su base algo alejada, en Cinco Villas. Como por esos días iba a pasar un gran convoy con los prisioneros hechos en Castalla el 21 de julio, con el fin de proteger con más garantías esa importante ruta de comunicaciones, Ruggieri se traslada a principios de agosto con dos batallones de Cinco Villas a Ayerbe, a la espera de la llegada de su compatriota el general Severoli, a quien ha confiado Suchet, a instancias de Reille, el mando de todo el Alto Aragón.'006 Mientras espera, Ruggieri decide dar una batida contra Chapalangarra, que ha abandonado sus posiciones en Santa Eulalia la Mayor para situarse en las alturas de Arguis, pueblo que, rodeado de montañas, constituye un buen refugio, con el fin de acercarse más a la ruta de los convoyes, sabedor del próximo paso de los prisioneros de Castalla. Para ello, el oficial italiano envía el 8 de agosto hacia Nueno desde Anzánigo al 3" batallón del 1° italiano, bajo el mando del jefe de batallón Sercognani, para atacar a los aragoneses del revés mientras él personalmente con el i" batallón de este regimiento, el primero del 81° francés y la caballería, sale de Ayerbe para internarse en la sierra por el camino más corto. Para controlar el paso, vigilar los movimientos franceses y organizar los servicios de veredas y correos, Espoz ha montado puestos de observación que llama aduanas' 3°7 y de los que se encargan un suboficial y algunos hombres ágiles y conocedores del terreno. En la aduana, establecida a primeros de año en el puente del río Gállego en Murillo, estaba comisionado como jefe el sargento Antonio Pueyo, el cual mantenía una continua relación con Espoz, sus comandantes y otros sujetos, intercambiando oficios, recibiendo y remitiendo recados, etcétera. Desde Santaolarieta, el 3 de agosto Chapalangarra advierte a Pueyo que tenga cuidado con los franceses de Ayerbe y los que se han dirigido hacia Jaca, «avisándome de los movimientos que tengan».100,
1005 Martin, Emmanuel: 376, 382 y 384.
' 6 La próxima llegada de Severoli es organizada por Ruggieri, quien prepara para su alojamiento la casa solariega del marqués de Ayerbe y ordena fortificar algunas otras de esa villa e inmediatas y con el fin de «poner corriente la casa de alojamiento que ha de habitar aquel general». solicita con fecha 3 de agosto al Ayuntamiento de Huesca cuatro camas «muy decentes», seis cortinas, seis manteles, seis docenas de servilletas, una docena de toallas, tres docenas de vasos, cuatro soperas, una mesa grande ligera, tres docenas de sillas, dos saleros, cuatro jarros, seis botellas, una araña y doce cornucopias, y el Concejo oscense, al no poder recoger lo pedido entre los vecinos ni comprarlo por falta de caudales, acuerda requisar en el vecindario las sábanas, almohadas, cortinas, cubiertos, servilletas y toallas, «haciéndose una lista de los sujetos que podrán contribuir con dichos artículos sin que se les perjudique tanto, y por lo que toca a colchones, bultos y manteles. se podrán hacer nuevos todos y traerse las mesas y sillas de la casa de Pebredo». AMH/AD de 1812: acta del 3 de agosto, 1 °°7 Espoz aprovechó el trasiego Incesante a través del Pirineo de traficantes, contrabandistas y muleteros de toda España
para mantener en todos los caminos, sendas y pasos de la frontera o próximos a ella pequeños grupos de voluntarios que con la denominación de aduaneros detenían las recuas o las cargas y cobraban unos derechos a sus conductores, además de extraer de ellos informaciones importantes sobre movimientos de tropas, etcétera. Los aduaneros servían además como enlaces entre Espoz y sus diferentes jefes o de estos entre si. Este servicio de aduanas le proporcionó durante casi toda la campaña unos ingresos fijos que aplicó a las necesidades de su división. Iribarren, Espor y Mina: el guerrillero: 223-224. 1508 AMZ/AP: caja 8214, Correspondencia del sargento Pueyo, comisionado de la aduana de Murillo de Gállego len adelante
AMZ/AP/CDP), leg. 40.5/2, Oficio de Depablo, Santaolarieta, 3 de agosto de 1812. GM del 5 de septiembre de 1812, Espoz a Castaños, agosto de 1812. GR del 29 de septiembre de 1812. Priego: vII/3°, 56 y 63.
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Al amanecer del 9 Chapalangarra recibe un parte de Pueyo informándole de los movimientos de Ruggieri y poco después le llega un segundo parte comunicando que Sercognani ha llegado a Rasal, a retaguardia de sus posiciones. Maniobrando hábilmente, Chapalangarra finge retirarse en dirección a Nueno y prepara una emboscada a Sercognani entre Rasal y Arguis; ordena a una sección de 30 hombres que distribuidos en guerrilla inicien un ataque sorpresa contra los italianos, a los que obligan a cambiar su dirección y dirigirse hacia un estrecho desfiladero llamado del Pantano, donde son tiroteados y posteriormente atacados a la bayoneta. El combate se mantiene durante dos horas hasta que los aragoneses, para evitar ser cogidos entre dos fuegos por la llegada de Ruggieri con sus tropas, después de defenderse bravamente y ante la superioridad enemiga no tienen más remedio que retirarse dejando Arguis y dirigiéndose hacia Cinco Villas y Navarra perseguidos por los franceses del 81° hasta el atardecer. En este encuentro las tropas imperiales tienen que lamentar 20 muertos, otros tantos prisioneros y unos 40 heridos, entre los cuales se encuentran dos oficiales italianos. Los aragoneses tienen una cantidad similar de bajas y Chapalangarra adopta una actitud defensiva que permite al convoy de prisioneros salido de Zaragoza el 12 de agosto alcanzar sin dificultades Somport:°°9
El batallón de Tiradores de Ribagorza en el Noguera (14 de agosto de 7812) A las once de la mañana del 3 de agosto, los franceses atacan en gran número el campamento de Orrit, sobre el Noguera, cuya defensa está encomendada a los Tiradores de Ribagorza, mandados desde junio por el coronel Antonio La Oliva en ausencia de su titular, Domingo Díaz, que se encuentra en Tremp recuperándose de una enfermedad, y donde se halla también el coronel Ramón Foxá, comandante de armas del distrito de Aragón, dependiente del general Lacy. La posición es fuerte por su situación y por disponer de un puente sobre el Noguera Ribagorzana que no pueden forzar los napoleónicos, aunque una columna pasa el río por un vado amenazando con envolver la izquierda, pero es rechazada y los imperiales se retiran."'° Tras esta acción, estos persiguen incansablemente a Foxá y La Oliva, y el día 14 de agosto ocupan Arén y obligan a los españoles a refugiarse en las alturas de la izquierda del Noguera. A pesar de la poca gente armada con que cuenta en esos momentos el regimiento de Ribagorza, La Oliva decide atacar al pueblo llegando hasta sus mismas casas; así, pone en fuga a los napoleónicos, quienes, reforzados por un destacamento llegado de Lascuarre, hacen alejarse a los de Ribagorza hacia Orrit después de un vivo fuego sostenido durante tres horas. En esta acción es herido levemente de un balazo en el muslo derecho el comandante La Oliva, el cual al día siguiente de madrugada sale con sus tiradores desde Orrit hacia Puente de Montañana, de modo que se interna de nuevo en el Alto Aragón, pero en las inmediaciones de Montfalcó encuentra un destacamento francés que toma posiciones en una altura e impide el paso a los españoles, que, sin ofrecer combate, se retiran de nuevo hacia Cataluña:"
La marcha de la brigada Páris de Aragón a Valencia y sus consecuencias (agosto de 1812) Suchet, que se encuentra en Valencia, teme una ofensiva inglesa desde Alicante, donde ha desembarcado una fuerza anglosiciliana de 15 000 hombres, combinada con un movimiento de Wellington hacia Valencia tras su victoria del 16 de junio en Salamanca. Ante este temor, ha ordenado a Esteve regresar de Barbastro, como se ha dicho, y el 11 de agosto manda a Reille enviar-
009 AHG: C8/270, Reille a Suche!, 13 de agosto de 1812. APN/ODN: Parte de Depablo, Arguis, 10 de agosto de 1812. GR del 3 de octubre de 1812. Irlbarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 482. Priego: vnf3 63. 1 °11' GR del 15 de octubre de 1812: Foxá a Lacy, Orrit, 3 de agosto de 1812. 101 GR del 7 de noviembre de 1812: Foxá a Lacy, Montfalcó, 19 de agosto de 1812.
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le los seis batallones de la brigada Páris, que se encuentra en el Bajo Aragón, y prepararse para una eventual reorganización de sus fuerzas en Aragón con el objetivo de reducir las guarniciones al mínimo y liberar 4500 hombres para Valencia. Suchet reconoce que con este plan pone en peligro Zaragoza y Aragón entero, pero es más acuciante la amenaza inglesa contra Valencia, y ante el temor de perder Zaragoza solicita el día 16 a Clarke que envíe algunos batallones de refuerzo a Aragón. Reille no está de acuerdo ni con la propuesta de refuerzo de Suchet ni con la marcha de Páris, pues en esos momentos, incluso contando con las tropas sedentarias en el Alto Aragón, solo dispone en el conjunto de Aragón de 7500 hombres, por lo que estima que puede enviar medio millar, pero no 4500, ya que de otra manera terminaría perdiendo Aragón a manos de los insurgentes. A pesar de todo, Páris marcha, y con esa marcha Reille tiene que modificar el despliegue de sus fuerzas en el Alto Aragón para poder oponerse a las maniobras en el lado derecho de Durán, Gayán y Villacampa, y el 15 de agosto llama a Zaragoza a Renouvier, que apenas ha empezado sus operaciones alrededor de Barbastro y deja solo de momento, hasta la llegada de Severoli, a Ruggieri en la margen izquierda del Ebro con tres batallones y 150 jinetes, además de las guarniciones de Jaca y Benasque y un batallón de reserva en Zaragoza. Esta situación hace cada vez más fuertes a las guerrillas, que se organizan, crecen, aseguran sus bases y se preparan para explotar la debilidad francesa en Aragón. En su segunda expedición a Barbastro, Renouvier informa de haber causado 80 bajas, pero se queja de no haber tenido prácticamente tiempo para la recaudación de impuestos.1°12
Situación en Barbastro (finales de agosto de 1812) El día 28 regresa a Barbastro, ya recuperado de sus problemas de salud, el corregidor titular, Guerrier, por lo que su sustituto en ese tiempo, José Ruiz, deja la interinidad y vuelve a su puesto en Benabarre; ese mismo día envía desde Graus una carta al Ayuntamiento barbastrense agradeciendo las atenciones recibidas durante su estancia en esa ciudad. Este mes de agosto se extienden entre los soldados franceses unas calenturas malignas, por lo que en pocos días más de 300 enfermos son llevados a Barbastro, donde mueren bastantes de ellos en el hospital de San Julián. Por otra parte, son fusilados en Lérida por orden de Henriod el soldado natural de Barbastro Francisco Bernadó y el soldado fragatino Gregorio Oliver.'°"
1012 AHG: C8/99, Suchet a Reille, 11 y 24, y Suche: a Clarke, 16, y C8/ 270, Reille a Suchet, 15 y 27 de agosto de 1812. Alexander: 184-186. Severoli con 3000 hombres llega a Ayerbe el 18 de agosto, conforme a las instrucciones de Suchet, instala en esa villa su cuartel general y la Comisaría General de Aragón y asume el mando del Alto Aragón, teniendo a su disposición cinco batallones de línea, un escuadrón de húsares, la r Legión de Gendarmería y los cazadores de montaña. Su objetivo es proteger los convoyes que transitan de Zaragoza a Francia por Ayerbe y Jaca. adonde se ha llevado la botica y van a establecerse los hospitales. Ruggieri continúa destinado a cubrir esa importante ruta de comunicaciones. GM del 5 de septiembre de 1812, Espoz a Castaños, agosto de 1812. Priego: vii/3n, 64. De todos estos movimientos informa la Gaceta de la Regencia del 29 de septiembre de 1812 diciendo que se advierten en Aragón, «tanto en los franceses como en los naturales, movimientos que indican va a acercarse una época más feliz para esa desgraciada y heroica Provincia. Por parte de los naturales, el patriotismo y espíritu de libertad e independencia nacional que no había podido manifestarse abiertamente, se ha desplegado ahora con toda su energía luego que una fuerza armada ha podido impedir que estos generosos esfuerzos fuesen sofocados».
1013 AMB: actas de 1812. GM del 15 de septiembre de 1812. Huguet: 248 y 258. En este hospital persisten los problemas logísticos, como había informado al comandante francés en carta de 27 de julio Francisco Guallart, ecónomo del hospital: «Señor comandante: En el dia sostiene este Hospital Militar y Civil 36 enfermos en esta forma; 13 militares y 23 pobres paisanos, para cuyas camas no hay más de unas 72 sábanas, inclusas algunas telas de colchón (deshechos para limpiar la lana), y empleadas, a causa de la necesidad, para mudar las camas. La mayor parte de dichas sábanas están derrotadas y muy apedazadas, por lo que es preciso tomar providencia para repararlas y aumentar su número por no ser suficiente para la limpieza necesaria a dicho número de enfermos. El Hospital Civil no tiene caudales para acudir a esta necesidad y por ello a sus enfermos no les da más de una sábana. V. S. dispondrá lo que más tenga por conveniente».
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AÑO 01 11417 RIACtIVACIÓN DF I AS ACCIONES CONTRA lOs IRANCFSFS FN FI Al IO ARAGÓN
SEPTIEMBRE DE 1812
Deserción de algunas unidades josefinas aragonesas que se unen con Frauca en Lanaja (1-lo de septiembre de 1812) La derrota sufrida por el Ejército de Portugal el 22 de julio y la evacuación de la mitad de España por las tropas imperiales provocan que los guerrilleros, cada vez mejor organizados, emprendan operaciones de más envergadura y mejor coordinadas; además, suscitan el entusiasmo de las poblaciones que ven más cercana su liberación de la dominación extranjera e introducen la agitación en el seno de las unidades españolas que, ya sea por razones económicas, por huir de la justicia de su patria o por convicción política, estaban al servicio del intruso.10 '4 Ante esta situación, Reille se apresura a llamar a esas unidades josefinas que se encuentran de guarnición en puestos aislados de Zaragoza para así poder controlarlas. Una de ellas, la Compañía de Fusileros Aragoneses del capitán Joaquín Fernández,'" compuesta en ese momento por 3 oficiales y cerca de 70 soldados, el 1 de septiembre recibe orden de trasladarse a Zaragoza. Al día siguiente Fernández, acompañado por su esposa Teresa Abad, embarazada de siete meses, y todos sus hombres, sale de Caspe, pero en un momento dado sus fusileros se rebelan y, tras asesinarles a él y a uno de sus dos tenientes, y «después de haberse repartido cuanto dinero llevaban», los revoltosos, salvo el otro teniente, que logra fugarse con 13 de los fusileros, toman la dirección de Castejón de Monegros llevándose consigo al correo, sus caballos, todos los pertrechos y a la esposa del capitán para ir a unirse al destacamento de Pablo Frauca, que se halla en Lanaja. Teresa Abad es liberada días después y llega a Zaragoza la tarde del día 7 «amparada de la compasión de algunas gentes que la socorrieron con limosnas».'" A Frauca también se unirá igualmente en Lanaja por estos días la l a Compañía de Cazadores a Caballo josefinos, mandada por el capitán Benito Falcón, que ha jurado fidelidad al rey José a finales de 1811 tras diversas vicisitudes.'" Falcón consigue que Musnier autorice que sus uniformes sean «de húsar a la española», conforme a las instrucciones secretas recibidas de Espoz, pues Falcón sigue fiel a la causa española y mantiene de antiguo estrechas relaciones con el jefe navarro.'" Una vez terminados y recibidos dichos vestuarios, son cargados en carros para ser transportados hacia Belchite por el camino real de Fuentes de Ebro. Este momento va a ser aprovechado por Falcón para cumplir sus deseos de abandonar a los franceses y unirse a Espoz y, disimulando sus intenciones, sale Falcón con su compañía al amanecer del día 3 de septiembre al encuentro de los carros con los vestuarios. Una vez reunido con ellos, en el camino descubre sus intenciones, a las que tan solo se oponen dos sujetos, los cuales son eliminados por los demás, Inmediatamente se dirigen monte a través hacia Quinto, para cruzar el Ebro por el vado de La Zaida y llegar la mañana del 4 a Velilla, donde piden a su corregidor, Tadeo Cella, que, con el fin de despistar a los franceses, diga al comandante de Pina que se dirigen a Caspe. Al atardecer salen todos hacia Castejón de Monegros, adonde llegan la mañana del siguiente día, y allí, en presencia de los carreteros de Velilla y de todo el pueblo, los soldados «se mudaron y
1014
Priego: vn/3°, 65-66.
1015 Posiblemente el mismo loaquin Fernández que en junio de 1808 fue encargado por Palafox del levantamiento en el cantón de Bielsa. Lamentablemente no se puede asegurar que se trate del mismo individuo, aunque todo parece indicar que si. " AHG: C8/384, Teresa Abad a Suchet, 9 de septiembre de 1812. AMZ/AP: caja 112. Martin, Emmanuel: 384-385.
1317 Benito Falcón era conocido como tío Benito o el alcalde de Gelsa, donde había nacido en 1769. Hacendado labrador, en 1808 levanta a sus expensas una partida para luchar contra los invasores. Tras combatir unido a otros guerrilleros, como Benedicto, Campillo o Cantarero, es apresado por los franceses en noviembre de 1811 y jura fidelidad a fosé (aunque por conveniencia). Es nombrado capitán de la 1' Compañía de Cazadores a Caballo, conocida popularmente como Gendarmes de Belchite. Unido a Espoz, con el que mantiene desde antes de su detención contactos frecuentes, es designado capitán de húsares de Navarra. En 1815 es agregado al regimiento de caballería de Calatrava; en 1816, al de Farnesio; en 1818, al de Montesa, y en 1823 es ayudante de campo de Espoz y comandante del Regimiento de Infantería de Linea del Infante. Se retira de la vida militar en 1838. AGMS/HSD de Benito Falcón. wle De su actuación a favor de los pueblos y gentes de Aragón en esa época son múltiples los testimonios que indican cómo, en ese periodo, Falcón intercedió por ellos en numerosas ocasiones.
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pusieron los vestidos nuevos que llevaban, para presentarse con ellos a la división de Espoz, porque decían que si se presentaban con el vestuario que llevaban, que aún era bueno, se exponían a que con el nuevo vistiesen a otra compañía». Por la tarde siguen hasta Pallaruelo de Monegros y, tras pasar allí la noche, en la mañana del 6 siguen hasta Lanaja, donde contactan por fin con el destacamento de Frauca, con el que suben hasta Zuera; después cruzan el Gallego y se presentan el día 10 ante Espoz en Cinco Villas con sus flamantes uniformes. Este, satisfecho, da cuatro duros a cada uno de ellos «para refrescar» y les admite a su servicio incorporados al Regimiento de Húsares de Navarra, del mando de Iribarren, cuyo uniforme, gracias a la astucia de Falcón, será el mismo que traen sus hombres, pagado por las arcas francesas.1 °'9 Este último es nombrado comandante de la P compañía de este regimiento, que queda compuesta por casi todos sus antiguos cazadores. Como consecuencia de todas estas deserciones, el gobernador francés de Aragón manda desarmar a todos los soldados españoles al servicio de José, permitiendo únicamente conservar sus armas a los gendarmes españoles de la compañía de Jaca.1020
Espoz, jefe militar del Alto Aragón en lugar de Sarsfield (7 de septiembre de 1812) Ya se ha dicho cómo en enero de 1812 el general Mendizábal, comandante en jefe del VII Ejército español, ha concedido a Espoz la jefatura del Alto Aragón sin contar con el Gobierno de la Regencia de Cádiz y sin tener en cuenta que Lacy y Blake habían designado para ese mismo cargo a Sarasa. Aunque, por disposición de la Regencia, Durán, jefe de la división de Soria, con fecha 14 de marzo es nombrado comandante general interino de Aragón, no hay ninguna competencia de mandos porque este se limita a operar al sur del Ebro, desentendiéndose de lo que ocurre en la otra orilla, que queda en manos de Espoz. El 2 de septiembre anterior, el Consejo de Regencia ha concedido el mando del Alto Aragón al brigadier Pedro Sarsfield por consejo y recomendación de su íntimo amigo el capitán general de Cataluña y jefe del l Ejército español Luis Lacy, de origen irlandés como él,'°21 pero, incomprensiblemente, cinco días más tarde la Regencia revoca esa orden y nombra a Espoz para aquel cargo, lo que no puede menos que disgustar a Sarsfield y Lacy, además de suscitar el enfrentamiento de estos jefes con el navarro, no aceptando aquellos tal nombramiento, por lo que Lacy faculta a su amigo y subordinado Sarsfield para hacer incursiones en el Alto Aragón exigiendo raciones y dinero y reclutando hombres a la fuerza, como ahora se verá.1022
1019 Según datos recopilados por mi buen amigo Juan José Sañudo, de Madrid, en el Servicio Histórico Militar, el uniforme de los húsares de Navarra constaba de «dolmán de paño azul, cuello encarnado, trencillaje blanco, faja de bellotas encarnada. Pelliza gris con pieles de liebre, trencillaje blanco. Pantalón azul y otro gris con banda encarnada, zapato abotinado con espuela. Sombrero con escarapela, presilla y bellota con carrilleras de cadenilla. Sable, tercerola y pistolas, silla española con mantilla azul y blanca. Capa blanca». '02° Priego: vu/3", 66. Sorando: Aragoneses. De esto daría la siguiente información la Gaceta: «Las cartas y papeles públicos de Aragón nos dan las más lisonjeras esperanzas de la suerte de aquella Provincia. Los franceses están reducidos a los puntos fortificados que ocupan y temen verse en la precisión de abandonarlos por no poderlos conservar. Trabajan en la fortificación de la plaza de Jaca, llevan el tren a Zaragoza y reúnen todos los destacamentos, aun los de españoles que están a su servicio. En consecuencia de esta orden general, salieron de Belchite para Zaragoza 50 Gendarmes españoles de caballería mandados por el sargento Ramón y, determinados en el camino a abandonar las banderas francesas, mataron al sargento y a un hermano porque se opusieron a su proyecto y pasando el Ebro por Velilla se dirigieron a Navarra para reunirse al caudillo Espoz». GR del 2 de febrero de 1813: Noticias fechadas en Alicante, 16 de enero de 1813.
1021 A este nombramiento también contribuyó el barón de Eroles, que mantenía cierta rivalidad con Sarsfield y que de esta manera lo alejaba de Cataluña.
1 °22 Gómez de Arteche: xii, 385-386. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 557-558. Priego: vii/3", 72. La orden de la Regencia decía: «Atendiendo la Regencia del Reino al mérito y distinguidos servicios de V. S., y a la necesidad urgente de que en el Alto Aragón, izquierda del Ebro, haya un jefe militar de conocimientos y acreditado celo que, reuniendo y reorganizando las partidas de fuerza armada que hay en aquel territorio, proteja sus pueblos y los defienda de las frecuentes incursiones de los enemigos, sea servido S. A. confiar a V. S. el mando del expresado territorio, con independencia del general en jefe del primer Ejército, don Luis Lacy. a quien estaba confiado anteriormente, y sin perjuicio de los demás cargos que tiene V. S. y que desempeña dignamente».
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El clérigo guerrillero Lorenzo Barber en el Bajo Cinca (13 - 14 de septiembre de 1812) A primeros de septiembre de 1812, el clérigo guerrillero de Monzón Lorenzo Barber, al que habíamos dejado en enero como ayudante de Sarasa en la zona de Graus, tiene noticias de que un destacamento francés de alrededor de 70 hombres se está preparando para salir de Fraga en dirección a la ribera del Cinca «a exigir contribuciones y llevarse pudientes». Barber decide atacarlo y, bajando desde Graus, lo sorprende el día 13 en Osso de Cinca, mata a 2 franceses, hace 3 prisioneros y dispersa a los demás. Al día siguiente entran en Fraga los napoleónicos derrotados en Osso con el rabo entre las piernas y sufriendo las burlas y el escarnio de los fragatinos tras el ridículo hecho ante Barber, y, enfurecidos, trasladan al padre de Barber, que como se ha dicho está preso en Zaragoza, a Lérida, adonde llevan también detenidas a su madre y sus hermanas. Además ordenan talar los olivares de su propiedad, secuestran sus bienes, arrasan sus campos y no paran de intentar con todo tipo de artimañas hacerse con el clérigo, hombre listo que nunca cae en ninguna de las trampas que le tienden. Poco después, son fusilados en Lérida 26 hombres de su partida que habían sido hechos presos días antes.m"
Incursión de Sarsfield en Barbastro (27 de septiembre de 1812) Llamado por Reille a Zaragoza el 15 de agosto anterior, Renouvier a principios de septiembre abandona los corregimientos de Barbastro y Benabarre dejando solo al 12° Escuadrón de Gendarmería a las órdenes de los tenientes Couvez y Provins en la primera de estas ciudades, y, aprovechando esta debilidad de fuerzas en el Cinca, el 27 de septiembre Sarsfield penetra en el Alto Aragón por Benabarre y desde Graus realiza una incursión sobre Barbastro a la cabeza de un batallón, un centenar de lanceros y el cuadro del regimiento de Fernando VII, que contaba completar con reclutas de lo que considera territorio de su mando. Cerca de Barbastro se le incorpora el batallón de Tiradores de Ribagorza al mando de La Oliva, con el que dispone de cerca de 1500 hombres. Llegado frente a Barbastro, deja parte de su fuerza en la ermita de San Ramón, próxima a la ciudad, con objeto de que le sirva de apoyo en caso necesario, entra con el resto en Barbastro por la calle de Graus y tras cruzar el río se sitúa en el Barrio Nuevo, punto en el que «ni podía ser visto ni ofendido por los franceses». No había en dicho barrio más que una sola familia pudiente, la cual saca a la puerta de su casa barriles de aguardiente, pan y comestibles para repartir entre los soldados de Sarsfield, aunque algunos oficiales les aconsejan retirarse y encerrarse en su casa, y dicen lo mismo a todos los vecinos del barrio. Desde el Barrio Nuevo, Sarsfield, cuya intención, según parece, es saquear la ciudad y recoger el dinero de los vecinos, llama al «corredor», a quien manda entrar en Barbastro y leer en los lugares habituales de la ciudad el siguiente bando amenazante: «A todos los vecinos de esta ciudad se hace saber que inmediatamente desalojen sus casas con todos sus efectos más preciosos. La casa en que a las diez de la noche haya un habitante será reducida a ceniza, y esto se ejecutará mientras tanto Barbastro sea ocupado por los enemigos». Acompañando al pregonero, Sarsfield envía un piquete de soldados para que, repartido por la ciudad de Barbastro, exija y recoja de los vecinos todo el dinero y las joyas que tengan. Pensando que los gendarmes de la guarnición no se atreverán a salir, no se preocupa de mantenerlos vigilados y encerrados en su casa fuerte; ante la despreocupación de los españoles, que solo desean la rapiña, los gendarmes salen de su cuartel y se enfrentan a ellos en las calles y les causan varias bajas. El pregonero, que ya ha empezado «a correr las esquinas», al encontrarse con los franceses tiene que abandonar la ciudad, no pudiendo publicar el bando más que en unos pocos puntos. En tanto, Sarsfield, con la mayor parte de sus tropas formada frente a las casas de Barrio
I°" AMB: Acción guerrillera.
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REACTIVACIÓN DF I AS ACCIONES CONTRA LOS FRANCESES EN II ALTO ARAGÓN
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Nuevo, manda a sus granaderos que las saqueen con la excusa de que sus moradores cierran sus puertas a los españoles, lo que constituye un grave delito (a pesar de que sus oficiales, quizás mandados por él mismo, han aconsejado a los vecinos encerrarse en sus casas► . Los soldados, tan bárbaros como su comandante, ejecutan el saqueo con los modales más indecentes y sin ninguna compasión, sin conmoverse de las lágrimas de sus paisanos, algunos de ellos parientes suyos, y mientras se efectúa la rapiña algunos vecinos de Estadilla y Estada que se encuentran en Barbastro intentan cruzar el río y retirarse a sus pueblos, aunque son detenidos por los hombres de Sarsfield y despojados de sus alhajas, joyas y pertenencias. Aunque Sarsfield ordena poco después a sus soldados que a estos, que no eran de Barbastro, les devuelvan lo robado, no recuperan los expoliados sino un poco de ropa y alhajas sin valor alguno. Tras varias escaramuzas y ante la superioridad numérica de sus oponentes, los gendarmes finalmente se retiran al interior de su convento fortificado, donde Couvez ordena mantener una defensa férrea con la que consigue detener a los españoles. Entre las bajas españolas se cuentan 3 oficiales heridos y 3 muertos, que posteriormente son enterrados en Barbastro. Irritado por la pérdida de estos hombres, Sarsfield hace prender fuego a una casa de la calle Mayor «solo porque uno de sus vecinos o inquilinos servía de emisario a los franceses», poniendo en peligro la vida de muchos inocentes, y a continuación pasa con su gente al Mercado y hace amontonar en los zaguanes de algunas casas cantidades considerables de leña amenazando con darles fuego también. La mayor parte de los barbastrenses, ancianos y jóvenes, mujeres y niños, que han oído el bando, ante la actitud de Sarsfield abandonan la ciudad decididos a pasar la noche en el campo, mientras Sarsfield lo hace en una casa de la calle Graus, adonde ordena acudir al deán, individuos del Ayuntamiento y algunos pudientes, a los que exige una suma de 20 000 duros «por vía de multa porque no le habían salido a recibir ni a su entrada habían echado a bando las campanas». Hasta que se le abone la cantidad exigida, toma como rehenes al alcalde mayor y a tres ediles. En la misma noche se le entrega la cantidad solicitada, que hace contar escrupulosamente a sus oficiales, y a la mañana siguiente, la del 28, tras exigir 4000 raciones, Sarsfield abandona Barbastro y se dirige a Benabarre, donde tiene su cuartel general, sin incomodar a los franceses. De entre las muchísimas casas que fueron saqueadas, la que más padeció fue la del guardalmacén, Bernardo Soubiron, y el abastecedor de carnes perdió 600 cabezas de ganado; ciertamente, «lo que no sufrió Barbastro de los enemigos, lo experimentó de los soldados españoles mandados por un jefe cruel y bárbaro como Sarsfield, que hizo representar la catástrofe más lastimosa que pudo presentar otro pueblo». De todos estos sucesos informó Guerrier, corregidor de Barbastro al comisario Domínguez.1 °24
Chapalangarra en Cinco Villas (24 de septiembre de 1812) Tras el combate del 9 de agosto contra Ruggieri y sus hombres en Arguis, Chapalangarra, aprovechando que el italiano ha abandonado Cinco Villas y Renouvier sigue en Barbastro, se traslada a las proximidades de Sos a la cabeza del 1e` Regimiento de Altoaragoneses y un destacamento de húsares de Navarra al mando de Gurrea y amenaza la comunicación de Zaragoza con Francia. Después de apoderarse de los recursos locales que han dejado sin recoger los imperiales, envía algunas partidas al este del Gallego para hostigar allí a los franceses y él con el grueso de su regimiento se acantona en Biota, donde se le unen parte de aquellos de sus hombres que, heridos en Quicena el 15 de junio anterior, han sido trasladados al Roncal para recuperarse y, «unos curados y otros a medio curar», vuelven para reincorporarse al regimiento. Entre ellos se encuentra el alférez Villarroya, a quien, «aunque se curó, siempre se le conocería
1024 AMB/LG, nn 16. GZ de octubre de 1812, Copia de la carta escrita por Guerrier, corregidor de Barbastro, al director general de Policia de Aragón. Manir], Emmanuel: 385-386. Priego: vu/3", 64.
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al andar porque la pierna se le quedó más corta». Con ellos viene además Matías Calvo, quien les ha acompañado desde Quicena al Roncal formando parte de la escolta y a quien, habiéndose granjeado la simpatía de sus jefes, ponen al mando de una compañía del Escuadrón de Húsares de Aragón. Desde Biota, Chapalangarra oficia al sargento Pueyo el 24 de septiembre comunicándole la salida dos días antes de los franceses de Huesca para Zaragoza y que tiene preso a un paisano de Berdún que dispone de información importante, rogándole que lo envíe con escolta para tomarle declaración.'°"
1°25 AMZ/AP/CDP: caja 8214, Ieg. 40.5/3,
Priego: vu/3°, 63 y 71.
Oficio de Depablo, Biota, 24 de septiembre de 1812. Mareen, El manuscrito: 118-121.
FRACASO DEL SEGUNDO GOBIERNO MILITAR FRANCÉS Y NUEVAS ACCIONES DE ESPOZ (OCTUBRE-DICIEMBRE DE 1812) OCTUBRE DE 1812
Nueva incursión de Sarsfield en Barbastro (1 de octubre de 1812) EGÚN el autor del Libro de gestis de Barbastro, era Sarsfield «demasiado ambicioso para que se contentase con lo exigido días antes en Barbastro. Por otra parte, le había salido muy a su gusto la primera tentativa. La prontitud con que se le habían entregado los 20 000 duros, que procedían únicamente de la generosidad de los vecinos, creyó sin duda que procedía de la abundancia de sus tesoros y determinó volver a exigirles nuevas sumas, con ánimo, a lo que se puede presumir, de no desistir de los pedidos mientras aquellos hubiesen algún dinero». Con esa idea, el 1 de octubre Sarsfield deja Benabarre para volver a entrar en Barbastro con unos 1500 hombres, y la guarnición de gendarmes se refugia de nuevo en su reducto. El Ayuntamiento
envía una comisión al catalán para cumplimentarle y este ordena que se le entreguen otros 20 000 duros bajo amenaza de muerte, a pesar de las protestas y objeciones de los comisionados, que dicen que es imposible reunir tal cantidad y que, abatidos, regresan a la ciudad. En breve rato lo hace también el propio Sarsfield y, no «hallando aprontada la cantidad pedida», hace presos a cuantos sujetos pudientes «se le presentaron a la vista», entre ellos los señores Ramón Español y Manuel Palacín, a los que lleva consigo aquella misma tarde «haciéndoles caminar a pie seis horas o más de camino inundados del agua que caía» y pasando por la barca de Peña Lacambra hasta Estadilla, «por tierras muy ásperas y con la oscuridad de la noche». Finalmente llegan a Benabarre, donde permanecen prisioneros esperando el dinero del rescate. Los gendarmes franceses «se llenaron de horror al ver el modo indigno con que los soldados españoles trataban a un pueblo español y aunque estaban noticiosos de los pedidos y de las diligencias que se practicaban para recoger el dinero y rescatar a los prisioneros, no se opusieron, como podían, a su extracción; y ya que no dieron licencia para ello, la toleraron y disimularon. Tal era la compasión que, aunque enemigos, excitaba en su ánimo el estado lastimoso de esta ciudad». Con este salvoconducto se activó !a recogida del dinero exigido, pero por más que se hizo no pudo recogerse todo y fue preciso que los mismos prisioneros, con permiso de Sarsfield, recurrieran a las amistades que tenían en la ribera del Cinca, pidiéndoles lo que faltaba «por vía de empréstito», con lo que se entregó la suma total en Benabarre y fueron liberados los rehenes. Un robo tan manifiesto no podía granjear a Sarsfield más que la enemistad de sus compatriotas, por lo que tuvo buen cuidado de disimularlo descaradamente diciendo en el parte que dio a la superioridad que había tenido un combate muy sangriento con los franceses, que había entrado en su fuerte y que allí había tomado los 40000 duros, aunque, como se afirma en el Libro de gestis refiriéndose a estas entradas de Sarsfield en Barbastro, «la verdad es la que queda aquí escrita».1°26
1026 AMB: actas de 1812 y AMB/LG, a' 16. López Novoa: 1, 393.
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La posición francesa a lo largo de la frontera entre Aragón y Cataluña se deteriora todavía más a partir del día siguiente, 2, cuando Eroles destruye un destacamento de 300 hombres de la guarnición de Lérida, lo que obliga a su gobernador, Henriod, a confinarse tras los muros de la fortaleza de esa plaza permitiendo a los catalanes entrar impunemente en el Alto Aragón. Ante estas incursiones, Reille se siente impotente, teniendo verdaderos problemas para desplazar sus escasas tropas, ya que la mayor parte de ellas están en el lado derecho del Ebro y en el Alto Aragón para intentar ayudar a las guarniciones francesas del Gállego solo queda Ruggieri con dos batallones, ya que el resto de sus tropas han sido llamadas por Reille para ser incorporadas a una columna que al mando de Severoli va a acudir a Calatayud, tomada por los insurgentes el 16 de septiembre anterior,""
Ataques de Frauca entre Nuez y Villafranca de Ebro y en Villanueva de Gállego (13 de octubre de 1812) Mientras esto sucede en las orillas del alto Gállego, en las del Ebro el alférez de húsares de Aragón Pablo Frauca, quien, tras acompañar hasta Zuera mediado septiembre a Benito Falcón, capitán de la I" Compañía de Cazadores a Caballo pasado de los josefinos y que iba a Cinco Villas a reunirse con Espoz, ha regresado a su base en la sierra de Alcubierre, informado de que el 13 de octubre debe salir de Zaragoza a Valencia un convoy escoltado por 130 infantes y 30 jinetes, no duda en salirles al encuentro, y a las nueve de la mañana de ese día se embosca con 25 húsares en las cercanías del camino que une Nuez y Villafranca de Ebro. A las once llega el convoy y, consciente de su inferioridad de fuerzas, Frauca decide atacar solo su retaguardia, compuesta de 20 jinetes, lo que efectúa matando a 6 de ellos y tomando prisioneros a 1 oficial y 3 soldados, aunque los demás se salvan. Dos días más tarde, Frauca sorprende y aniquila en Villanueva de Gállego a los 8 jinetes de vanguardia de una columna procedente de Francia.'°"
El t er Regimiento de Altoaragoneses ataca un convoy francés entre Ayerbe y Sarsamarcuello (19 de octubre de 1812) Aprovechando que Severoli acaba de volver de una expedición en Calatayud, Reille puede disponer de algunas tropas y, para fortalecer en el lado izquierdo a Ruggieri, le cede uno de los batallones de Severoli, que quedará liberado tras escoltar a la primera gran columna de afrancesados, a quienes Suchet ha comenzado a evacuar de Valencia en dirección a Pau por la ruta de Zaragoza a Jaca. Con este apoyo Ruggieri, establecido en Ayerbe, cuenta con un batallón del 81°, dos del 1° ligero italiano y un escuadrón de húsares, y puede impedir a Chapalangarra hostigar la marcha de esa columna, que consigue llegar a Jaca sin dificultades.'m Efectivamente, Chapalangarra, que está situado en Cinco Villas, vigilando la ruta de Zaragoza a Jaca, debido a no contar con fuerzas suficientes dada la escolta numerosa de la columna, ha decidido no actuar pero, informado de que en Jaca se está preparando un convoy con destino a Zaragoza, el 9 de octubre oficia al sargento Pueyo comunicándole que ordene llevar un rebaño cogido a los franceses hacia Salinas de Jaca, adonde enviará tropa para conducirlo a lugar seguro, rogándole además que le dé noticia de todo lo que pase en esa zona y de los movimientos de los franceses, recomendándole además que sitúe uno de sus hombres en Jaca para avisar de lo que ocurra con el convoy que se está preparando.'o1°
lo" AHG: C8/101, Suchet a Clarke. 16 de octubre de 1812. Priego: vii/3°, 67.
"I" APN/ODN: Parte de Frauca a Depablo y de este a Espoz. Luesia, 23 de octubre de 1812. Priego: va/3°, 71-72. 1°29 Priego: vii/3°, 71. 1°3° AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/4, Oficio de Depablo. Ores, 9 de octubre de 1812. Como apunta josé María Iribarren lEspoz y Mina: el guerrillero: 301-302), en muchas ocasiones la salida de los convoyes era avisada a los hombres de Espoz por
los mismos bagajeras y carreteros encargados de conducir las recuas o los carros del convoy. Aparte de la hora de salida, informaban a los guerrilleros acerca de la carga que llevaban y de la escolta militar que les protegía. El enemigo llegó a com-
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Unos días después, el 14, Ruggieri para convalecer y reponerse de las secuelas de unas antiguas heridas que le han vuelto a molestar, regresa a Zaragoza con su columna, aunque la marcha se debió de hacer «precipitadamente y dejándose su tropa los ranchos a medio cocer» según informes de Chapalangarra, lo que aprovecha este para, por una parte y con el objeto de llamar la atención de los franceses, enviar a Manuel Gurrea desde su base en Ejea hacia Leciñena, en las proximidades de Zaragoza, con 100 jinetes. Este llega la mañana del 17 a la carretera entre Villanueva y Zaragoza, donde se embosca hasta las ocho, en que ve camino de Zaragoza y explorando los caminos a una avanzada francesa de 24 hombres a caballo a la que acomete; en un momento degüella a todos ellos, salvo a uno, que «por la velocidad del caballo pudo librarse». Tras esta acción Gurrea con sus hombres marcha a Bolea. En tanto, Chapalangarra con 400 de sus hombres sale hacia Ores para esperar informaciones sobre el convoy que se está organizando en Jaca y al que tiene posibilidades de atacar esta vez debido a la marcha de Ruggieri. Con el fin de recabar esos informes, Chapalangarra vuelve a oficiar a Pueyo, insistiendo en que coloque un hombre en jaca para que avise con un día o dos de anticipación si bajan los franceses y en qué número, y pidiéndole que al día siguiente vaya a Murillo llevando algunos paisanos de confianza para que sean empleados como correos, y se envíen otros hacia Jaca y Ayerbe. Estos paisanos ofician poco después a Chapalangarra confirmándole la próxima salida de Jaca hacia Zaragoza por el camino de Ayerbe de un convoy compuesto de numeroso ganado y muchos mulos cargados de efectos militares escoltado por 60 dragones Napoleoni y 400 infantes (la mayor parte de ellos reclutas italianos destinados como reemplazo para la división de Palombini). Con el fin de interceptarlo, el día 16 Chapalangarra se dirige a Sarsamarcuello, adonde llega a las nueve de la noche con sus hombres cansados, sin comer y totalmente empapados, pues desde hace ocho días no cesa de llover. En Sarsamarcuello descansan mientras esperan al convoy de Jaca. La tarde del 17 los aragoneses se emboscan en la carretera y permanecen escondidos bajo una lluvia torrencial esperando a los franceses, pero estos no aparecen y, a las once de la noche, enterados de que el enemigo ha retrasado su salida debido al temporal y se encuentra todavía en Jaca, se retiran a Aniés, donde descansan y reponen fuerzas y desde donde Chapalangarra el 18 manda a Pueyo que envíe a dos de sus hombres a Anzánigo para que estén de observación y avisen en el instante que llegue el convoy de Jaca con tiempo para que pueda prepararse. Poco después da aviso al mismo Pueyo de esa salida, por lo que le ruega que le comunique «cuanto sepa para poder yo disponer lo que tenga por conveniente». Al día siguiente llega a Anzánigo el convoy, que tras descansar continúa hacia Ayerbe, de lo que Pueyo avisa a las tres y media de la tarde a Chapalangarra, quien alerta a sus hombres para que se dispongan a atacar la columna enemiga ordenando a tres compañías que se dirijan, dando un rodeo para no ser observadas por las avanzadas francesas, a emboscarse en las orillas del camino por el que deben pasar los imperiales, al tiempo que envía aviso a Gurrea, que se encuentra acampado en Bolea, para que deje esta villa y salga a la carretera. Al oscurecer atacan los aragoneses entre Sarsamarcuello y Ayerbe y se inicia un tiroteo que resulta frustrado, pues debido a la lluvia los cartuchos de ambos contendientes se hallan húmedos y falla la pólvora. Esto obliga a entablar un encarnizado cuerpo a cuerpo a la bayoneta. Al cabo de media hora de lucha, los franceses y los italianos se retiran hacia Ayerbe, pero son sorprendidos en su retirada por los húsares de Gurrea, que cargan contra ellos, aunque muchos imperiales consiguen refugiarse, amparados por la oscuridad de la noche, en los bosques cercanos.
probar esto. El militar suizo Rocca, que peleó en España junto a los imperiales, dice en sus memorias: «Los paisanos que, a la fuerza, ayudaban a portear el convoy, unas veces huían, otras retrasaban o anticipaban la marcha, para dar en el lugar (escogido para la emboscada por los guerrilleros) a la hora precisa». Rocca, Miguel. Mémoires sur les guerres des Franqais en fspagne, París, 1814 (otra ed., Ginebra, Imprimerie J. G. Fick, 1887).
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El ruido de los disparos es escuchado en Ayerbe, donde se encuentra refugiado de la tormenta un destacamento del 31° regimiento francés y 16 gendarmes a caballo que escoltaban dos correos hacia Jaca. El sargento Secrétan se adelanta con sus gendarmes y se encuentra con los infantes italianos, cuya retirada está siendo sostenida por los dragones. Tras dejar pasar a la infantería, los gendarmes cargan contra los altoaragoneses apoyando a la caballería italiana, lo que permite llegar a los infantes hasta Ayerbe, donde se refugian. Esta salida salva a los reclutas de su total aniquilación, aunque, según el parte de Chapalangarra, además del rebaño y los mulos, el destacamento imperial tiene como bajas 80 muertos, más de 100 heridos, 20 prisioneros, entre ellos un capitán de artilleros, varios efectos de guerra y todas sus mochilas.'°" Unos días después, el 24, un nuevo convoy se espera en Ayerbe y, para sustituir a los animales que lleguen cansados, el comandante francés de Huesca ha pedido la víspera al corregidor interino, Vicente Diago, que tenga preparadas en la plaza de Santa Clara, frente al fuerte, 90 caballerías «de carga y silla». Este convoy, una vez cargadas las caballerías de refresco, parte al día siguiente, el 25, hacia su destino sin ser molestado esta vez por Chapalangarra.'"" Suchet envía a Renouvier a 8arbastro y traslada a los gendarmes franceses a Monzón (22-28 de octubre de 1812) Tras la salida de Sarsfield de Barbastro, Manuel Alegre, el pequeño Cantarero, que se halla por las inmediaciones, aprovecha una salida de los gendarmes hacia el Cinca para entrar en la ciudad, tomar el convento de la Merced y apoderarse de parte de los equipajes de los franceses. Por todo esto, Reille, ante el peligro que corre la plaza y autorizado por Suchet, envía a esa zona una columna al mando de Renouvier compuesta por unos 1000 infantes de dos batallones del 11° regimiento de línea que estaban temporalmente disponibles en Mequinenza, adonde habían llegado escoltando un convoy que trasladaba a los civiles madrileños hacia Tortosa, algunos jinetes del 9° bis de húsares y varios centenares de gendarmes a pie y a caballo de los escuadrones 9°, 12° y 14°. Sarsfield, avisado de la proximidad de la columna de socorro de Renouvier, decide permanecer en Benabarre tras hacer recoger todas las barcas que se encuentran sobre el Cinca con el fin de impedir a los franceses que lo crucen, pero Renouvier tiene otras órdenes y a su llegada a Barbastro el día 22 procede a cobrar las contribuciones que se adeudan, recoge el grano que con destino a las tropas de Suchet se guarda en los almacenes barbastrenses y lo envía a los de Monzón y Mequinenza. Dos días después, el 24, tras aprovisionarse de raciones, abandona la ciudad del Vero llevándose consigo toda la guarnición existente en ese momento, que, dejando su puesto, de difícil defensa, es trasladada al castillo de Monzón, recinto amurallado y de mejores condiciones defensivas, quedando los gendarmes en la fortaleza y Renouvier con sus tropas en la villa. Tras esta evacuación el control francés en el Cinca se limita solamente a Monzón y su castillo y Fraga. Suchet se disgusta por la evacuación de Barbastro, pues ha aprobado la utilización de los batallones del 11° regimiento asumiendo que Reille, que tiene órdenes suyas de mantener Barbastro a toda costa, los utilizaría para empujar a Sarsfield al interior de Cataluña. Reille se excusa por esta acción afirmando que el puesto de Barbastro no sirve a ningún propósito porque ya no protege al pueblo de las incursiones de las guerrillas y él no podría rescatar al destacamento si volviera a estar de nuevo sitiado.1°"
I "' AHG: C8/101, Suchet a Clarke, 26 de octubre de 1812. AMZ/AP/CDP: cala 8214, legs. 40.5/6, 40.5/8 y 40.5/9, Oficio de Depablo, Orés, 14, y Aniés, 18 de octubre de 1812. APN/ODN: Parte de Gurrea a Depablo y de este a Espoz. Euesia, 23 de octu-
bre de 1812. GR del 8 de diciembre de 1812. Martin, Emmanuel: 379 y 387. Iribarren, Espoz y Mino: el guerrillero: 357. Prlego: VII/3°, 71-72. 10" AMH/AD de 1812: acta del 23 de octubre. 1
°31 AHG: C8/101, Suchet a Reine, 9, y C8/270, Reine a Renouvier, 4, y Reille a Suchet, 16 de octubre de 1812. AMB/LG, n° 16.
Martin, Emmanuel: 386. Priego: vii/3°, 65, 71 y 73.
AÑO DE 1812: REACTIVACIÓN DE LAS ACCIONES CONTRA LOS FRANCESES EN II AITO ARAGÓN
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El pequeño Cantarero en Barbastro. Destrucción del convento de la Merced (28 de octubre de 1812) Unos días después, el 28, aprovechando la salida de los gendarmes, tropas españolas al mando de los comandantes Manuel Alegre y Manuel Alfranca, este de los húsares de Navarra, entran de nuevo en Barbastro, yendo con ellos Lorenzo Barber,'°34 que en un informe posterior relata cómo Alfranca asola y quema hasta sus cimientos el convento de la Merced, que ha servido de casa fuerte a los gendarmes franceses, para que no se vuelva a utilizar por los imperiales, «acabando así con uno de los edificios más sólidos y suntuosos que tenía la ciudad».m"
Desbceufs ataca a un destacamento de Espoz en los alrededores de Huesca Las tropas francesas en Aragón se van debilitando poco a poco por los combates diarios con las partidas, y el personal de las guarniciones va disminuyendo, como en la de Huesca, de la que habían marchado los gendarmes dejando solo a Desbceufs con 100 hombres útiles. Por estos días, un destacamento encargado de tomar rehenes en un pueblo vecino en el que se negaban a pagar la contribución vuelve sobre sus pasos al ser atacado en el camino por un grupo de hombres de Espoz, la mayor parte de ellos a caballo. Desbceufs se entera de que ese grupo se encuentra en los alrededores de Huesca para escoltar a un comerciante que trae géneros coloniales de contrabando y paga su protección a los guerrilleros que se encuentran en una villa próxima a Huesca. Allí se encamina Desbceufs al frente de una pequeña columna de 60 hombres en cuatro filas, con órdenes la primera y última fila de enfrentarse con la bayoneta calada a un posible ataque de la caballería enemiga, no debiendo moverse la primera línea y haciendo una media vuelta la última con el fin de formar un cuadrado desde cuyo interior las filas segunda y tercera harían un fuego a discreción. En esta formación llegan los franceses al pueblo una media hora antes de amanecer y Desbceufs se aposta con la mitad de la fuerza detrás de los muros del cementerio, mientras la otra mitad registra las casas, en las que encuentra diversos productos ultramarinos como bacalao, café, cacao y azúcar, género que se carga en cinco carros. Los guerrilleros españoles que ocupan el pueblo, sorprendidos en sus alojamientos, no oponen resistencia alguna y, como no van uniformados, escapan confundidos entre el vecindario. Esta operación proporciona a los franceses 3980 francos, que se reparten proporcionalmente entre ellos y con los cuales compran pantalones de buena tela blanca y los efectos que les faltan. Al poco tiempo Desbceufs se entera de que, por temor a una nueva sorpresa, toda la partida guerrillera se ha reunido de nuevo en el pueblo para establecer puestos de vigilancia, habiendo jurado sus jefes exterminar a los franceses si osan volver a aparecer. Desboeufs, queriendo doblegar el orgullo de los aragoneses, sale con 70 hombres de Huesca una hora antes del amanecer y, llegado a una pardina situada a mitad de camino, embosca allí a 30 soldados al mando de un oficial con orden de caer vigorosamente sobre la retaguardia del enemigo, al que él con el resto de la columna piensa atraer hacia allí. Al aproximarse los franceses, el centinela aragonés situado a la entrada del pueblo grita «¿quién vive?» y hace fuego; aquellos continúan su avance pero, ante la presencia del resto de la guerrilla, que aparece de inmediato, retroceden, protegiendo la retirada 20 tiradores franceses,
I"' Tras su estancia en Barbastro, Barber, por nombramiento especial de Espoz, actúa durante todo el año de 1813 como
administrador de Bienes Nacionales. Acabada la guerra, permanece dedicado a sus obligaciones religiosas en la colegial de Monzón. En 1823, al iniciarse la conocida como Guerra Realista entre los defensores del absolutismo de Fernando VII y los partidarios de la revolución liberal, se echa nuevamente al monte para defender la Constitución contra los sublevados realistas y es nombrado comandante de una columna patriótica constitucional con la que combate en la zona del Cinca. En agosto de 1835, durante la I Guerra Carlista, volvemos a encontrar a Barber, quien el día 13 de ese mes y año, apoyado por la guarnición de Monzón, proclama la Constitución de 1812 y después se dedica a combatir a los carlistas. AMB: Acción guerrillera. Diario de Zaragoza del 12 de septiembre de 1823.
1" AHG: C8/270, Reille a Renouvier, 4 de octubre de 1812. AMB/LG, n° 16. Martin, Emmanuel: 386. Priego: v11/3", 65, 71 y 73.
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mientras que el resto, formado en cuatro filas, apoya a los tiradores. Los aragoneses, enardecidos por su superioridad numérica, los persiguen y acosan en su retirada y, cerca de la pardina, por azar o por temor a una emboscada, se detienen y vuelven sobre sus pasos, de modo que no caen en la trampa que les ha preparado Desbceufs. Tras esta acción, Desbceufs, que acaba de recibir su grado de teniente, asume durante unos meses y por enfermedad de Couly, comandante de la plaza, las funciones de este, así como las de recaudador de impuestos.'°36
Situación en Jaca A primeros de octubre la situación permanece tranquila en Jaca, donde la 2' Compañía de Gendarmes Españoles tiene, con fecha 3, tras su reorganización, 6 oficiales y 141 hombres. El 25 de octubre, un breve encuentro entre los guerrilleros y una patrulla salida de Jaca va a romper esta tranquilidad momentánea, y a fines de mes las tropas francesas establecidas en puestos fijos sobre la ruta de Zaragoza a Jaca se encuentran reducidas al 14° Escuadrón de Gendarmería y la Compañía de Gendarmes Españoles en Jaca, el 10° Escuadrón de Gendarmería en Ayerbe y Anzánigo, y 400 cazadores de montaña repartidos entre Jaca, Canfranc, Bernués, Ayerbe y Anzánigo.'°"
Fracaso del Segundo Gobierno Militar francés El fracaso de la Administración imperial en la recogida de especies y grano en Aragón para pagar y alimentar a las tropas es el resultado de la incapacidad del ejército para proveer la suficiente fuerza para la recaudación de impuestos, y, con las columnas móviles destinadas a escoltar esa tarea, Reille no dispone de tropas para perseguir a las guerrillas, y así sus líderes pueden reforzar sus partidas con total seguridad mientras las tropas francesas gastan sus energías recogiendo raciones. Por ello, viéndose impotente para sofocar la resistencia guerrillera, comienza a utilizar indiscriminadamente la fuerza del terror para someter a la población e intimidarla para que retire su apoyo a las partidas, para lo cual emite un decreto en el que responsabiliza a los padres de las acciones de sus hijos y proclama que a todos los padres cuyos hijos no hayan vuelto a sus casas a finales de noviembre les serán expropiadas sus pertenencias y serán encarcelados. Además exhorta a sus subordinados a tomar rehenes y colgarlos si se niegan a pagar los impuestos, represión que resulta contraproducente cuando los guerrilleros controlan la mayor parte de los pueblos. A pesar de todo, Reille fracasa en su intento de pacificar Aragón y prepararlo para la anexión a Francia al no poder detener y revertir el deterioro de la posición francesa en Aragón, que ha empezado en el otoño de 1811. El dominio imperial del reino de Aragón ha descansado exclusivamente en el poderío armado, y en cuanto esta fuerza es insuficiente y tras los retrocesos convencionales en Salamanca y en Rusia, las guerrillas toman la iniciativa y los aragoneses obedecen a los jefes guerrilleros de buen grado, mientras que las órdenes francesas solo son cumplidas a punta de bayoneta. Espoz domina el Alto Aragón militar y administrativamente y recluta libremente soldados entre los campesinos, y está en proceso de formar dos nuevos regimientos en el Alto Aragón, estimando Buquet su fuerza en Aragón en unos 3500 hombres. En contraste con los métodos franceses, Espoz basa su administración en un compromiso con los aragoneses para detener la excesiva imposición de contribuciones, la expropiación y el pillaje. El general Buquet, según los informes de sus escuadrones de gendarmes en el Alto Aragón, confirma que la insurrección en esa zona está ahora tan extendida como en el resto de España y empeora de día en día. Reille también ha observado personalmente cómo los aragoneses están empezando a huir al acercarse las columnas imperiales, llevándose el grano y otros objetos de valor con ellos, lo que origina verdaderos problemas porque los
°1' Desbceufs: 174-176.
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AHG: C81270, Reine a Suchet, 29, y C8/373, Situación en Jaca, 30 de octubre de 1812. Priego: vii/3", 72.
AÑO DI
REACTIVACIÓN DE LAS ACCIONES CONTRA LOS FRANCESES EN El ALTO ARAGÓN
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franceses no pueden exigir impuestos en un pueblo vacío. A lo largo de Aragón, el pueblo reconoce a los insurgentes, no al Gobierno intruso, como autoridad soberana. El deterioro del espíritu público se manifiesta más claramente en la actuación de los soldados aragoneses que sirven bajo mando francés y Reille nota que los paisanos someten a abusos a los padres cuyos hijos sirven en las banderas josefinas. En septiembre, y como hemos visto, algunas tropas de josefinos, como la 1a Compañía de Cazadores a Caballo, mandada por Falcón, y la Compañía de Fusileros Aragoneses de Fernández, desertan, por lo que Suchet ordena a Reille enviar las tres compañías restantes a Francia como prisioneras, lo que este cumple el 6 de octubre; un premio irónico para su lealtad extraviada.m"
NOVIEMBRE DE 1812 El coronel francés Colbert en Huesca (primeros de noviembre de 1812) El 1 de noviembre por la mañana llegan a Zaragoza los primeros elementos de la segunda evacuación de Valencia, constituida por cerca de 400 vehículos, 3000 caballerías y 5000 refugiados civiles o militares reformados, escoltados todos ellos por 1700 soldados bajo el mando del mayor Gallard; el resto de los evacuados llegan a la capital al día siguiente por la tarde. De Zaragoza salen todos ellos hacia Francia por Jaca el 4 de noviembre y el convoy no sufre ningún percance, de modo que puede llegar sin interferencias a su destino, siendo protegido durante el viaje por una columna imperial recién organizada en Huesca con dos batallones de infantería y húsares del 9° bis para recorrer ese sector y a las órdenes del coronel Colbert, que vuelve a asumir el mando en la zona de Huesca y Cinco Villas en lugar de Ruggieri, el cual ha marchado a Zaragoza.1039 El 8, Colbert ordena al corregidor José Bueno que apronte sin demora los 18 025 duros que debe el Ayuntamiento por contribuciones atrasadas, dándole de plazo hasta las dos de la tarde del día siguiente. Tres días después, y con la finalidad de recolectar cereales, Colbert se dirige a Grañén; al día siguiente la Junta de Huesca, presidida por Mariano Ena en ausencia del corregidor, que ha ido a Zaragoza, se reúne para hacer presente a la superioridad «los procedimientos y atropellos que usaba con ellos el comandante de la Plaza con imposición de multas pecuniarias y otras cosas», y se decide escribir una carta al intendente de Zaragoza en la que expresan su malestar por haber recibido el día anterior a tres soldados que traían una orden de apremio de dicho comandante por la que se ordenaba que cada individuo de la Junta pagaría 12 pesetas diarias de dieta hasta tanto que la ciudad cubriese el cupo de sus contribuciones, creyendo la Junta que, respecto a contribuciones, «sus deberes están reducidos a repartirlas entre los vecinos, quitándosela todo poder ejecutivo que reside solo en el corregidor», por lo que no es responsable. El comandante francés de la plaza ordena a la junta oscense que en ausencia del corregidor ejerza «todas sus funciones repartiendo sus cargos, obligaciones y funciones entre sus individuos», intentando así que sean responsables de la deuda. La Junta se resiste, pero el comandante francés amenaza con utilizar la fuerza y llevarlos presos, de modo que por fin la Junta cede y reparte los cargos del corregidor.'"°
"9" AHG: C8/270, Reille a Suchet, 6, 7 y 28; C8/100, Buquet a Clarke, 10 y 30, y Suchet a Reille, 11 de septiembre; C8/101, Suchet a Reine, 9; C8/102, Reine a Suchet, 6 y 13 de octubre, y Buquet a Clarke, 1 y 19 de noviembre, y C8/103, Suchet y Reille a losé, 6, y Mina, proclama, unido a Suchet a Clarke, 7 de diciembre de 1812. Alexander: 190-197. Casamayor: 6 de octubre de 1812. Gascón: 181-186. " Priego: vii/3", 73-76. 1040 El reparto de cargos quedó como sigue: Vicente Diago para el despacho de correos, pasaportes y gulas; Mariano Ena para
el de veredas, contestación de cartas y representaciones de los pueblos, provisión de leña, carbón y demás utensilios de cuarteles; Bernardo Calvo para la provisión de las mesas de los generales y comandantes; Martin Placer y Mariano Altaoja para la provisión de trigo, cebada y paja para las tropas; joaquin Arrieta para la de vino y legumbres; Francisco Escuer para la de raciones de carne y correspondencia con el señor comandante, y José Lloro para el apronto de las bagajerías que se pidieran. AMH/AD de 1812: actas de 8, 12 y 13 de noviembre. El ansia recaudatoria de los franceses era insaciable pues, como dice Gómez de Valenzuela (119), Suchet, apenas dos meses antes, en septiembre, había exigido 1250 duros al Cabildo de Huesca.
AÑO DE 1812: REACTIVACIÓN EJE 1AS ACCIONES CON ERA LOS FRANCESES [N El Al 10 ARAGÓN
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Acciones de Manuel Gurrea en el camino de Huesca a Zaragoza (7- 11 de noviembre de 1812) Mientras, Chapalangarra, apoyado por el capitán Manuel Gurrea desde Ejea, establece sus propios puntos fuertes a lo largo del camino de Jaca, bloquea Ayerbe y permanece activo en la zona de Cinco Villas, acosando continuamente a los destacamentos franceses que transitan por ella. Así, el 7 de noviembre Manuel Gurrea sale desde Ejea con parte de sus jinetes dirigiéndose al camino de Zaragoza «con el ánimo de sorprender alguna partida de enemigos con quien pudiese equilibrar mis fuerzas». No lejos de Zuera recibe aviso de que un destacamento de dragones ha salido a explorar el camino y se ha alejado como a unas dos horas de distancia de aquella guarnición. Gurrea los espera en el camino y, presentándoles combate, consigue degollar a 18 y hacer prisioneros a los demás. Verificada esta operación, regresa a Ejea. Poco después, el 11, un brigadier y 11 gendarmes del escuadrón con base en Gurrea de Gállego, son enviados por el comandante de la plaza, el subteniente Dupont, como escolta para un correo de mucha importancia que conduce la valija de Suchet desde Zaragoza a Francia. Informado Gurrea a las dos de la tarde de que el correo y su escolta deben pasar por la carretera de Jaca, ordena al teniente Marcos Toberio que con 40 jinetes se agoste en el paraje que le parezca más oportuno para interceptar a los franceses, lo que realiza cerca de Marracos, donde sorprende a los gendarmes, que se defienden hasta ser prácticamente aniquilados, pues cinco son degollados y los restantes hechos prisioneros, y solo uno de ellos logra huir y regresar a Gurrea de Gállego. Por parte española, el cabo Ramón resulta herido.'°"
Reine abandona Aragón destinado al Ejército de Portugal (13 de noviembre de 1812) La evacuación de Barbastro y la escolta de las columnas procedentes de la de Valencia a Francia son las últimas acciones en el Alto Aragón bajo el mando de Reille, quien por orden del Ministerio de la Guerra de 16 de octubre anterior debe abandonar Aragón para asumir el mando del Ejército de Portugal. El día 13 de noviembre, después de ceder el mando al general de división Severoli como general de mayor graduación, Reille sale de Zaragoza hacia su nuevo destino. La salida de Reille constituye sin duda un infortunio para los franceses en Aragón, ya que se pierde un experto veterano de la guerra de guerrillas que reconoce las capacidades insurgentes mejor que cualquier otro oficial general en el noreste de España y, aunque inclinado a dirigir la violencia directa contra el pueblo, como se acaba de decir, compensa esa inclinación con una valoración realista de la capacidad táctica y militar de las guerrillas. Cuando Reine sale de Aragón deja una provincia en la que los franceses están perdiendo claramente la guerra de guerrillas.'042
Llega a Zaragoza Páris, designado comandante de Aragón (27 de noviembre de 1812) Enterado Suchet del nuevo destino de Reille, y preocupado por que se envíe a Aragón un gobernador que no sepa nada sobre el terreno o sobre la manera de actuar de la guerrilla en esa zona, presiona al ministro de la Guerra, Clarke, para que nombre a Páris, jefe experimentado que ha dirigido y supervisado frecuentemente operaciones en ese territorio, fundamentalmente en la derecha del Ebro, como comandante de Zaragoza. Clarke acepta los consejos de Suchet y designa a Páris comandante en jefe del Segundo Gobierno Militar en Aragón, nombramiento que confirmará por orden del 18 de diciembre de ese mismo año de 1812. La tercera y última evacuación de Valencia, salida de esa capital levantina el 27 de octubre, llega a Zaragoza escoltada por el 8° regimiento napolitano al mando de Lafosse y con él viene el gene-
'°"
C8/270, Reille a Suchet, 12 de noviembre de 1812. GR del 7 de enero de 1813: Gurrea a tspoz, Ejea, 7 de noviem-
bre de 1812, y del 11 de febrero de 1813, Gurrea a Espoz, Ejea, 11 de noviembre de 1812. Martín, Emmanuel: 387. Rodríguez Solis: 11/7", 37. ' 141 Alexander: 196-197.
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ral Páris con un batallón francés; a su llegada se queda también con el 8° napolitano, a la vez que solicita a Clarke nuevos refuerzos, pues las guarniciones de Aragón son débiles. La posición francesa en Aragón se ha deteriorado drásticamente durante los tres meses que Páris ha estado en Valencia, y cuando vuelve a Zaragoza se encuentra con que los imperiales han abandonado en el lado izquierdo el Alto Cinca y la mayor parte de las unidades han permanecido paralizadas a lo largo de la carretera de Jaca, teniendo como única misión mantener abierta la ruta a Francia, mientras en el lado derecho la situación es casi aún peor. Páris recibe 550 inexpertos reclutas, pero a cambio debe entregar a Napoleón, que tiene que reconstruir sus destrozadas legiones y extenuada guardia, 400 oficiales y soldados veteranos elegidos, por lo que la permuta no es buena y no mejora la situación de Páris. Pero esto sí se produce poco después, cuando, al reducirse el peligro británico contra Valencia después de una exitosa ofensiva francesa contra Wellington, Suchet estaciona el 10° regimiento francés y el 1° ligero italiano a lo largo de la frontera valenciano-aragonesa y coloca el 20° regimiento en Teruel bajo el mando del general Pannetier. Estos movimientos mejoran la posición de Páris, que dispone entonces de cuatro batallones franceses, tres italianos y dos napolitanos, además de las guarniciones sedentarias de los puestos y plazas fuertes, lo que totaliza 9000 hombres bajo su mando directo, además de la brigada Pannetier en la zona de Teruel. Así, mientras Severoli protege el lado derecho con la mayoría de la fuerza disponible, los napolitanos guarnecen Zaragoza y Colbert emplea las tropas que quedan a lo largo de la carretera de Zaragoza a jaca.'043
Espoz ataca un convoy francés en Rasa! (23 de noviembre de 1812) Mientras Páris despliega sus tropas en Aragón y espera la llegada de los refuerzos, Espoz no permanece inactivo y, tras derrotar a Abbé en Pamplona e informado por Chapalangarra de las acciones de Sarsfield en Barbastro, decide dirigirse al Alto Aragón para, por una parte, castigar a este por sus desmanes y evitar que los catalanes merodeen en el territorio bajo su mando, buscando voluntarios, cobrando impuestos y en definitiva socavando su poder, y por otra, organizar la administración de los pueblos de la izquierda del Ebro y formar dos nuevos regimientos de altoaragoneses. Con esos objetivos Espoz entra en Cinco Villas hacia el 13 de noviembre con sus dos primeros regimientos y 100 jinetes, mientras las tropas francesas están ocupadas en escoltar convoyes de evacuados o de suministros hacia Francia, y se acantona en Ejea, donde se encuentra Manuel Gurrea con la caballería, mientras Chapalangarra está en Puente la Reina, desde donde el día 16 solicita a Pueyo que le comunique cuanto ocurra «por ese país, que hace días nada sé». De los movimientos de los convoyes franceses están continuamente al tanto los espías y aduaneros de Espoz, como Pueyo, quien el 21 de noviembre recibe un oficio de Villarroya desde Salinas de jaca solicitándole que le dé parte de si un gran convoy con los componentes de la tercera y última evacuación de Valencia, prisioneros de guerra y heridos, que han salido Zaragoza con destino a Francia, han llegado a Ayerbe, y ordenándole que envíe personas de su confianza a esa villa para vigilar el convoy e informarle de la hora de su salida. Poco después, Villarroya, que de Salinas se ha trasladado a Biel, vuelve a oficiar a Pueyo mandándole que inmediatamente se sitúe en el puente de Murillo para que nadie pase en dirección a Ayerbe, que cada dos horas remita un parte al oficial que está en La Peña y que cuando se conozca la salida del convoy pase un oficio al sargento que se halla en Riglos, para que este a su vez dé el aviso a Espoz. Al día siguiente este recibe noticia de que el gran convoy se ha puesto en marcha escoltado por una poderosa columna en la que está el 2° batallón del 1° ligero italiano al mando de
AHG: C8/270, Reille a Suchet, 16; C8/101, Suchet a Reine, 19 de octubre; C8/102, Suchet a Reille, 4; Suchet a Clarke, 9 y 11, y Buque! a Clarke, 26 de noviembre; C8/357, Partes de situación del l!! Cuerpo, 16 de noviembre y 1 de diciembre; C8/103,
Clarke a Suchet, 18 de diciembre de 1812; C8/373, Parte de situación del III Cuerpo, 16 de enero; C8/378, Parte de situación del 111 Cuerpo, 16 de febrero, y C8/105, Suchet a Clarke, 27 de febrero de 1813. Priego: vii/3°, 73-74.
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su comandante, Felici. Decidido a incomodarlo, ordena a su caballería que se desplace a las cercanías de Ayerbe, donde debe reunirse con el 4° escuadrón de Manuel Gurrea, que también va a participar en la operación, y envía sus dos regimientos de infantería a Salinas de Jaca, desde donde se trasladan a Rasal y el 23 se sitúan en una llanura junto a la venta de la Garoneta, en la carretera de Jaca, esperando en orden de batalla para combatir al enemigo. El primer regimiento de Navarra se coloca en la espalda de la montaña, encima de la Garoneta; la caballería, al mando directo de Espoz, espera al convoy en la bajada del puerto, y el segundo regimiento se sitúa a retaguardia del convoy, emboscado a la derecha del mismo puerto. Los napoleónicos, puntualmente informados por sus avanzadas de los movimientos y maniobras de Espoz, envían a su vanguardia, formada por una compañía del 1° ligero italiano, contra un destacamento del 1° navarro, al que ataca con denuedo, aunque este, reforzado por más tropas, finalmente derrota a los italianos haciéndoles un centenar de muertos, entre ellos el jefe de la compañía, el teniente Biggi, y cogiendo 72 prisioneros. Pero este ataque frustra la sorpresa de Espoz, pues el convoy, advertido por el tiroteo, al llegar a la cima del puerto se detiene para girar en redondo y retroceder, mientras la escolta se hace fuerte y rechaza los ataques de la infantería y la caballería españolas, que ascienden por la otra parte del puerto, y al fin deben retirarse a Aniés. El convoy se dirige hacia Ayerbe y Espoz, olvidándose de los franceses de la cima del puerto, se lanza en su persecución; al atardecer, el convoy llega Sarsamarcuello seguido de Espoz, que intenta penetrar en el pueblo, pero se encuentra allí con un destacamento compuesto por parte de los gendarmes del puesto de Ayerbe al mando de su comandante, el capitán Mouchet, y soldados de la columna móvil del coronel Colbert, que unidos a los italianos de Felici plantan cara a Espoz y sus hombres, los cuales, recibidos por una descarga cerrada a bocajarro, se ven obligados a retirarse. A la mañana siguiente, Espoz se da cuenta de lo justo que le ha ido en la escaramuza, pues el cuello de su chaleco aparece atravesado por dos postas. Desde Ayerbe Colbert decide replegarse sobre Zuera y de allí escoltar al convoy de regreso a Zaragoza para esperar una mejor ocasión para reemprender su marcha hacia Francia. El general Páris le cederá enseguida otro batallón y dos piezas de artillería como refuerzo, para enfrentarse con posibilidades de éxito al jefe de la división navarra, que tras esta acción permanece controlando la ruta de Jaca durante unos días y ordena a Chapalangarra que desde Puente la Reina se le una con su 1° de altoaragoneses; mientras este llega, decide poner sitio a Huesca dejando en Ayerbe a su caballería para que se tirotee con sus defensores intimándoles inútilmente a rendirse.m"
Sitio de Huesca por Espoz (27-29 de noviembre de 1812) Espoz llega a Huesca al alba del 27 de noviembre, día de feria en la ciudad. Los vigías franceses, apostados en las torres de las iglesias, tocan las campanas y realizan algunos disparos avisando de su llegada, y la guarnición, compuesta de un centenar de hombres del 81° de línea y algunos heridos convalecientes, entre ellos el capitán de Estado Mayor, Couly, comandante de la plaza, se refugia en su reducto fortificado del convento de Santa Clara. El comandante en funciones, el teniente Desbceufs, envía a varios hombres destacados al campanario de la iglesia próxima y a un propio a Zaragoza para dar cuenta al general Páris de lo que está sucediendo, aunque este emisario regresa enseguida con una oreja amputada; es el castigo que los guerrilleros infligen a los que cogen llevando correspondencia francesa o cometen cualquier acción a favor de los enemigos por primera vez: la siguiente los ajustician. Pronto el convento de Santa Clara es rodeado por centinelas a caballo españoles que vigilan sus movimientos. Desbceufs decide realizar una salida con el fin de cono-
10`^ AHG: C8/103, fluquet a Clarke, 16 de diciembre de 1812, AMZ/AP/CDP: caja 8214, legs. 40.5/11, Oficio de Depablo. Puen-
te la Reina, 16, y 40.5/51 y 40.5/53, Oficios de VIllarroya, Salinas y Bid, 21 de noviembre de 1812. APN/ODN: Espoz a Mendizdbal, Benabarre, 30 de noviembre de 1812. GR del 13 de febrero de 1813. Alexander: 206-207. Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 556. Martin, Emmanuel: 387-388. Priego: vit/3°, 76-78. Rodríguez Salís: 11/7", 34. Suchet: II, 270.
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cer las intenciones de los guerrilleros y facilitar la salida de Huesca de algunos de los comerciantes que han venido a la feria para que puedan llegar a Zaragoza y dar parte a Páris. En enero de este mismo año Espoz se apoderó del fuerte mediante minas, pero ahora dispone de tres piezas de artillería, las cuales comienza a situar enfilando los muros del reducto francés, mientras a lo largo de la mañana algunos soldados se dispersan por la ciudad para saquear las casas de los afrancesados y apropiarse de las existencias de los almacenes, y poco después del mediodía asaltan y hacen prisioneros a los defensores del campanario; se abre un nutrido tiroteo sobre el reducto mientras se sigue construyendo el asentamiento para los cañones. Desbceufs, con el fin de retrasar o impedir esas obras, espera hasta las dos de la mañana del 28, cuando dispone dos piquetes para entrar en la ciudad desde el convento, uno de 30 hombres al mando de él mismo y otro de 20 al de Lejeune, uno de sus oficiales, y divide el resto de la guarnición en dos partes, una de ellas dirigida por el comandante Couly, aunque convaleciente todavía de su enfermedad, que ocupará las almenas de la casa fuerte que dan a la ciudad, mientras que la otra, al mando de Kéroulas, su segundo oficial, se alineará delante del cuartel, entre este y la ciudad, para asegurar la espalda de Desbceufs y Lejeune, quedando protegido Kéroulas por los hombres de las almenas.
Plano de la zona de Santa Clara. (Naval Mas, Antonio y Joaquín, Huesca, siglo xviii: reconstrucción dibujada, Zaragoza, CAZAR, 1978)
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Desbceufs dice a Lejeune que, al llegar al inicio de la calle, que enfilan y protegen los tiradores del cuartel, tome la derecha y se dirija al Coso Bajo, mientras que él va hacia la izquierda para desembocar en el Coso Alto y, una vez alcanzada esa gran calle que atraviesa Huesca de lado a lado, marchen el uno hacia el otro, matando o haciendo prisioneros a todos los españoles que hallen en el camino, hacia el lugar conocido como la Cruz del Coso, lugar de confluencia de ambos Cosos y que es elegido como lugar de encuentro de ambos piquetes franceses, ya que Desbceufs supone que allí están los jefes guerrilleros junto con la artillería que llevan. Así organizado todo, algunos soldados salen del convento con orden de alejar a los centinelas enemigos sin disparar. Hecho esto, Desbceufs y Lejeune avanzan con sus destacamentos a paso ligero ante el estupor de los oscenses que los ven pasar y que desde los balcones de sus casas o en los cruces de las calles apenas pueden creer que 50 hombres sean lo bastante osados para atacar a un grupo mucho más numeroso, expresando con gestos y exclamaciones su profundo asombro. Nada más entrar en el Coso Bajo, Lejeune ve a los españoles con las armas preparadas, por lo que ordena a sus hombres disparar pero, ignorando el poder de la sorpresa, en lugar de ejecutar las órdenes recibidas, tras disparar se retira hacia el fuerte de Santa Clara buscando su protección. En tanto, Desboeufs, llegado al Coso Alto, no ve tropa alguna por donde debía venir Lejeune, sino que, al contrario, se apercibe de que a su izquierda hay muchos guerrilleros, algunos de los cuales tienen las armas descansando en sus brazos o a sus pies, y otros, apoyadas contra la muralla. Desbceufs entonces ordena disparar y cargar a la bayoneta; los guerrilleros huyen sorprendidos y abandonan un caballo y un mulo que llevaba una pequeña pieza de artillería, el cual escapa al galope arrastrando el cañón. Desbceufs, espada en mano, persigue con sus hombres a los que escapan y se detiene en el portal de la casa que había ocupado Espoz en sus anteriores expediciones a Huesca pero, ante el temor de ser hecho prisionero si en ella hay hombres emboscados o perder un tiempo precioso buscándolos por los diferentes aposentos, decide no pasar del portal y regresar a la calle, donde sus soldados, parapetados detrás de los peldaños de la escalera de una iglesia y de las esquinas de las casas, se tirotean con un grupo guerrillero que se reagrupaba un poco más allá y que enseguida comienza a avanzar contra los franceses, por lo que Desbceufs ordena retirada. En esos momentos un centinela que ha dejado vigilando su retaguardia le avisa de que los españoles que han rechazado a Lejeune vienen contra él por su espalda con la intención de cogerles entre dos fuegos; Desbceufs, tras una descarga cerrada a bocajarro, ordena enfilar de nuevo la calle por la que han venido y él mismo con una docena de soldados se para en un recodo para proteger la retirada del resto; después de tirotearse con los primeros españoles que aparecen, corren a un segundo recodo. Desde este hasta el fuerte, la calle es larga y recta, y allí los españoles podrían herir o matar a muchos soldados si no protegiera la retirada desde la última esquina, ante la que llegan los guerrilleros haciendo una descarga. Desbceufs, que tiene el brazo derecho, el hombro y la cabeza fuera de la esquina a fin de ver bien los movimientos enemigos y poder dirigir el fuego, es herido en una mano por una bala y varias esquirlas y su espada cae al suelo. Otra bala le atraviesa el brazo cerca del hombro y una tercera le rasga el uniforme y le produce una contusión en el codo; a pesar del dolor, recoge su espada y, con sus soldados, de los que tres también han sido heridos, se retira al fuerte. Desbceufs ha visto durante su retirada a un centenar de metros del fuerte y tumbado en el suelo al mulo de los españoles que había escapado poco antes, y que todavía lleva el pequeño cañón, por lo que envía a algunos hombres a por la pieza de artillería, los cuales, viendo que el mulo está herido en una pata y el cañón no puede transportarse a pulso, desisten del intento, En el fuerte de Santa Clara Desbceufs es curado de sus heridas por el cirujano, quien le dice que ha tenido suerte pues no son importantes ni peligrosas; la bala del hombro ha tocado el hueso pero sin romperlo. Los guerrilleros ocupan las casas que están frente al fuerte y desde el atardecer dirigen un vivo fuego sobre los franceses.
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Llegada la noche, Desbceufs redobla la guardia y no tarda en advertir que los españoles trabajan en el interior de las casas ocupadas. Efectivamente, al amanecer los franceses ven que los hombres de Espoz han colocado tres cañones y un obús pedrero, los cuales comienzan enseguida a disparar, por lo que Desbceufs hace almenar enseguida el muro interior que se halla enfrente del lugar batido por los cañones españoles y en el que se está abriendo ya una brecha, y mientras se efectúa ese trabajo el español afrancesado Rominguera, jefe de Aduanas y que sabe perfectamente que será ahorcado si el fuerte es tomado, no cesa de quejarse y manifestar su terror. Espoz continúa el bombardeo contra el fuerte, y a las cuatro de la tarde se abre una brecha practicable que ofrece una abertura más grande que la puerta de entrada. De repente el fuego cesa y un oficial español avanza para parlamentar con los franceses; entrega a Couly y Desbeeufs una intimación en la que Espoz explica que además de la brecha, que le permite ya iniciar el asalto, ha practicado dos minas, las cuales puede hacer explotar durante la noche, y que considerando valientes a los defensores del fuerte quiere darles una oportunidad de salvar la vida ofreciéndoles una capitulación honorable y permitiéndoles, bajo palabra de honor, regresar a Zaragoza con armas y bagajes. Los franceses responden que prefieren la muerte al deshonor y que esperarán a que los españoles cumplan sus amenazas. Una hora después, los franceses se dan cuenta de que los españoles, en lugar de recomenzar el fuego, están reuniendo carretas. El desgraciado Rominguera afirma que Espoz ha ordenado cargarlas con colchones para, aprovechando la oscuridad de la noche, arrastrarlas bajo los muros del fuerte y, tras prenderles fuego, lanzarlas sobre la brecha. Ante la posibilidad de que Rominguera tenga razón, Desbceufs ordena doblar la guardia para pasar la noche vigilando los movimientos españoles que se observan en la ciudad. Entrada la mañana, los soldados franceses de guardia en el campanario se presentan en el borde del foso del cuartel anunciando que Espoz y sus hombres se han retirado abandonando Huesca ante el aviso de que una columna de socorro viene de Zaragoza. Efectivamente, el jefe navarro por la noche ha ordenado la retirada a sus tropas porque considera que no son suficientes para enfrentarse a los franceses que se acercan y se aleja hacia Casbas y Santa Eulalia, cerca de Huesca, para seguir viaje a Barbastro, esperando que se le una en el camino Chapalangarra, al que ha enviado aviso, y juntos arreglar las diferencias con Sarsfield. Hacia las nueve de la mañana del 29 de noviembre 300 Húsares, un batallón del 81° de línea y otro del 10°, mandados todos por Colbert, llegan a Huesca y quedan agradablemente sorprendidos al encontrar todavía allí a Couly, Desbeeufs y los suyos, pues, habiendo sido abatida la bandera del fuerte por un cañonazo, pensaban que habían muerto o caído prisioneros y que habían llegado demasiado tarde. La herida de Desbceufs en el hombro le obliga a guardar cama ese día, y es visitado por el coronel Colbert y sus oficiales, quienes le cumplimentan y felicitan por la salida que ha hecho al Coso de Huesca. Colbert le comenta que, como había previsto, el general Páris ha sido advertido de la llegada de Espoz a Huesca por los mercaderes que han podido llegar a Zaragoza gracias a la salida que ha hecho Desbeeufs en el interior de Huesca. Colbert no quiere perseguir a Espoz y se contenta con alejarlo de la ruta de Zaragoza a Jaca,1 °"
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AHG: C8/103, Suchet a Clarke, 7, y Buquet a Clarke, 17 de diciembre de 1812, y C8/373, Parte de situación del IIl Cuer-
po, 1 de enero de 1813. Desbceufs: 178-182 y nota. Grandmaison, Geoffroy de. «Le Governeur franlais de Fuentes et de Huesca», en Publicaciones del Congreso Histórico Internacional de la Guerra de la Independencia y su Época (1807-1815): tu, 1516, Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 556. Priego: vii/3°, 76-78. Rodríguez Solis: 11/7°, 34. Suchet: II, 270-271. A propósito de esta defensa de Huesca, el coronel Terrier, comandante del 81° regimiento, escribe a Desbceufs diciendo: «He ido recibiendo en este tiempo todas vuestras cartas y los detalles que me ha dado tanto sobre los asuntos del servicio y de administración del destacamento cuyo mando se os ha confiado, como últimamente al honorable asunto que usted ha sostenido el 27 de noviembre último. Vuestra brillante conducta en esa ocasión no hace sino aumentar el grado de estima y consideración en que os tengo ya desde hace mucho tiempo con los testimonios favorables que el mayor y numerosos oficiales me han dado de vuestros principios y de vuestra manera de servir. La diligencia y exactitud con que me habéis dado cuenta de todo, junto a las sabias reflexiones que he leído en vuestras cartas me han convencido plenamente de que merecéis la excelente opinión de que gozáis en el espíritu de vuestros jefes y camaradas». No solo es Terrier quien tiene esa opinión de Desbceufs, pues el jefe de batallón Savary también abunda en ella y escribe desde Huesca a Terrier comentándole
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Renouvier, de nuevo en Barbastro, marcha contra Sarsfield (1-20 de noviembre de 1812) Ya se ha dicho cómo Sarsfield, inquieto ante la permanencia de Renouvier en Monzón, desde donde continuamente envía destacamentos de observación hacia Barbastro y sus alrededores, ha abandonado las orillas del Cinca para tomar posición en el corregimiento de Benabarre. A primeros de noviembre Renouvier vuelve a entrar con los dos batallones del 11° regimiento de línea en Barbastro, donde se encuentra con la desagradable sorpresa de ver destruido el fuerte del convento de la Merced. Tras mantener algunas escaramuzas contra Sarsfield, el día 8 envía contra el catalán una expedición desde Barbastro, la cual, durante su marcha, sorprende en Graus un depósito de armas y víveres y hace prisioneros a 40 hombres de Sarsfield. Cumplida su misión y después de permanecer unos días en Barbastro, Renouvier, dejando al 120 Escuadrón de Gendarmería como guarnición en Monzón, regresa a Zaragoza el 20 con los húsares y los gendarmes de los escuadrones 9° y 14°, pues los dos batallones del 11° retornan a Mequinenza al haber sido agregados por Suchet a las fuerzas del general de brigada Bourgeois,' 046 gobernador de esa plaza, desde el mes de septiembre, con el fin de cubrir el transporte fluvial de trigo de Mequinenza a Tortosa.'047 A finales de noviembre Páris dispone en Aragón de cuatro batallones franceses, tres italianos, dos napolitanos y las guarniciones de las plazas fuertes, lo que totaliza 9000 hombres, además de la brigada Pannetier, que se encuentra en Teruel, y Colbert en Huesca, encargado de vigilar la ruta de Zaragoza a jaca.'"'
DICIEMBRE DE 1812 Situación en Huesca tras la retirada de Espoz (primeros de diciembre de 1812) Tras la retirada de Espoz, Desbceufs permanece tranquilo en Huesca, aparentando serenidad, hasta el punto de acudir con frecuencia a misa en una iglesia cercana al fuerte, posiblemente la basílica de San Lorenzo, lo que no deja de hacer hasta que la continua presencia de los españoles le obliga a retirar los puestos de guardia que tiene en la ciudad y en el campanario, pues, como él mismo dice, «Acudir a esta misa tenía sus peligros y exigía grandes precauciones. La mitad del destacamento estaba en la iglesia con los fusiles cargados, mientras veinte hombres guardaban la puerta y el resto estaba preparado en el castillo. Era de temer que hubiera rebeldes escondidos entre el gentío y que secundados por otros situados fuera nos cercasen, intentaran desarmarnos y apoderarse luego del castillo. Así, mientras yo mostraba un rostro tranquilo, sentado en un banco, cerca del alcalde, tenía siempre despiertos la vista y el oído». Continúa Desbceufs diciendo que en esta época de finales de 1812 el número de partidas que acosa Huesca aumenta sin cesar, entrando a cada momento en la ciudad grupos de guerrilleros que se llevan hasta los libros de las bibliotecas y el plomo de las iglesias para hacer cartuchos y con los que continuamente sostienen combates en las calles de Huesca y se dan frecuentemente alertas nocturnas, por lo que para caminar en silencio ha provisto a sus hombres de alpargatas.
que va a solicitar una cruz de distinción para Desbceufs, a lo que el coronel le responde que no es necesario, puesto que él mismo ha puesto en conocimiento de Suchet las acciones de Desbceufs y el mariscal ha dicho que hará la proposición si lo juzga oportuno. Ante ese comentario, Savary anima a Desbceufs a escribir a Suchet. Flecho esto, este le responderá en abril de 1813 diciéndole que merece esa condecoración y que ha decidido interceder ante el ministro a su favor. Desbceufs: 183. ":" Charles Bourgeois (1759-1821) era soldado del regimiento de Auvergne en 1777, capitán en 1792, coronel del 1" ligero en
1803 y general de brigada en 1811. Veterano de las guerras de América y Marengo, fue relegado a empleos secundarios a causa de sus enfermedades. AMB: actas de 1813. Martín, Emmanuel: 386. Priego: vii/30, 78. 1065 AHG: C8/102,
Suche! a Clarke, 9 de noviembre de 1812.
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Una tarde, Desbceufs se aposta fuera de los muros del fuerte cerca de un agujero que sirve de paso con un pelotón de hombres, mientras que otro destacamento simula un combate en la ciudad. Los españoles, sorprendidos, caen en la trampa e intentan pasar por el agujero, donde mueren dos y varios resultan heridos; algunos consiguen escapar aprovechando la oscuridad. Por su parte, los guerrilleros frecuentemente intentan degollar a los soldados imperiales que están de guardia en los diferentes puntos de la ciudad, por lo que Desbeeufs dispone hacer rondas por las calles donde están dichos puestos cada cuarto de hora y visita personalmente a sus soldados cuatro o cinco veces por noche; durante el día permanece en la puerta de entrada al fuerte para «verlo todo con sus propios ojos». La última columna de su regimiento llegada a Huesca deja en el fuerte de Santa Clara a sus heridos y enfermos y parte llevándose a sus dos oficiales, ya que, habiendo librado el 81° varios combates recientemente, se ha quedado casi sin mandos. Desbceufs aprovecha el paso de esta columna para enviar a Francia todos sus ahorros con orden de entregárselos para su custodia a su tío Vialar, a quien ha designado su heredero.1049 Debiéndose proceder a la elección de corregidor y regidores de la ciudad de Huesca y su distrito para el siguiente año, 1813, el día 5 de diciembre en sesión del Ayuntamiento de Huesca se leen los nombres de los individuos que se proponen para acceder a esos empleos.'°5° En la sesión del 22 se lee una petición de los franceses de sábanas, colchones, jergones, almohadas, vajillas y otros utensilios para la enfermería del fuerte de Santa Clara, a lo que accede el corregidor interino, Vicente Diago, que ordena de inmediato un reparto de lo pedido entre los vecinos pudientes.'°51
Espor en Barbastro. Desde allí regresa a Navarra, dejando a Gurrea, Cruchaga y Chapalangarra en el Alto Aragón (mediados de diciembre de 1812) En tanto, Espoz, desde Casbas, la madrugada del 30 de noviembre, antes de partir con su escolta hacia Barbastro y Benabarre, adonde llegará ese mismo día, oficia al sargento Pueyo, de la aduana de Murillo, informándole de que ha recibido una carta del alcalde de Osia enterándole de los movimientos franceses. Anima además Espoz a Pueyo a seguir vigilante y darle aviso de todo movimiento, sobre todo si vienen refuerzos a Ayerbe desde Zaragoza o Jaca. Mientras, el día 6 de diciembre,
1049 Desbceufs: 183-185. 1050 AMH/AD de 1812: acta del 5 de diciembre, «Propuestas de sujetos que han de servir los empleos de corregidor y regido-
res en el año primero viniente de 1813 así en esta ciudad de Huesca como en los demás pueblos de la municipalidad y distrito». Los individuos propuestos eran, en Huesca, para regidor primero Mariano García en primer lugar o Alejandro Naya en segundo y para regidor segundo José Asesio en primer lugar o Vicente Mezquida en segundo; en Argavieso, para corregidor Baltasar Mavilla o Joaquín Corz y para regidor José Miranda o Vicente Somada; en Ayera, para corregidor Gregorio Ciria o Domingo Ciria y para regidor Esteban Labarta; en Albero Alto, para corregidor jacobo Mendoza o José Bescós y para regidor Joaquín 5anjulián o Lorenzo Mendoza; en Alcalá del Obispo, para corregidor Miguel Arnal o Manuel Mancho, para regidor primero Gabriel Arnal o Tomás Ortas y para regidor segundo Clemente Calvo o Ignacio Lacarte; en Bellestar, para corregidor Antonio Muro o Ramón Cebrián y para regidor José Elbol o José Nadal; en Buñales, para corregidor Pascual López o Antonio Anzano y para regidor Bernardo Anzano o Miguel Sánchez; en Bandaliés, para corregidor Lorenzo Secorum o Agustín Blasco y para regidor Diego Nadal o Antonio Puértolas; en Fañanás, para corregidor losé Escartín o losé Viñuales y para regidor Victoriano López o Francisco El Toro; en Lascasas, para corregidor Francisco Usieto o Domingo Bescós y para regidor Miguel Ena o Ramón Fayed; en Molinos, para corregidor Mariano Nogarol o Carlos Gil y para regidor Manuel Beltrán o Victorián Arroyos; en Monflorite, para corregidor Mariano Aisa o Ramón Buera y para regidor Francisco juste o Martín Lacha; en Novales, para corregidor José Novales o ]osé Guiral y para regidor Tomás Abadías o Manuel Abadías; en Pompenillo, para corregidor Mariano Casanova o Antonio Sarvisé y para regidor Martín Arnal o Romualdo Becha; en Quicena, para corregidor Nicolás Clavero o Venancio Puivecino y para regidor Baltasar Pardo o Matías Galán; en Tierz, para corregidor Vicente Lamarca o José Bellostas y para regidor José Ferrer o José Abió; en Tabernas, para corregidor José Boira o Rafael Mur y para regidor Manuel Lacarda o José Burda]: en Vicién, para corregidor Vicente Secorum o losé Luis y para regidor Manuel Secorum o Antonio Oliván; para corregidor del castillo de Campiés, Carlos Lloro; del de Corvinos, Antonio Arnal; del de Torresecas, Mariano Cebrián; del de Montearagón, Juan Galán; del de Algas, José Mainer; del de Pompién, Pascual Gella; del de Figaruelas, Mariano Castán; del de Otrera, José Oliván; de Castejón de Becha, Ramón Fon" y del castillo de Nisano, José Oliván. 1001 AMH/AD de 1812: acta del 20 de diciembre.
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y siguiendo las órdenes de Espoz para reunirse con él en Barbastro, Chapalangarra sale de Luesia hacia Murillo, donde esa misma tarde se entrevista con Pueyo.105.2 El comandante de húsares de Navarra Manuel Alfranca ha puesto previamente en conocimiento del Ayuntamiento y el Cabildo de Barbastro la inminente llegada de Espoz, advirtiendo que se deben tomar las medidas oportunas para su recibimiento. Las autoridades barbastrenses, ya con total libertad por la ausencia de los franceses, para manifestar sus sentimientos salen con el pueblo a recibir a Espoz al camino, «a pesar de la humedad, del frío y de la proximidad de la noche», y lo acompañan a su alojamiento entre grandes aclamaciones. En esta segunda entrada de Espoz, «o bien porque fuese este su carácter natural o porque quería reparar la injusticia que en la primera vez había hecho, recibió con mucho agrado a toda clase de gentes y se mostró tan satisfecho, que complacido de los obsequios que se le hicieron en los tres o cuatro días que se detuvo en la ciudad, desde entonces la distinguió siempre con demostraciones de particular afecto». Entre los agasajos que le ofrece el Ayuntamiento está un refresco en el que se incluyen, entre otros productos, turrones, almendras y avellanas tostadas, almíbar, confituras variadas, bizcochos y chocolate, todo ello suministrado por el obrador del repostero Lamberto Lucas. Poco después llega Chapalangarra, a quien Espoz entrega una carta que aquel remite a Pueyo para que le dé el curso correspondiente, aprovechando la ocasión para decirle que en breve le enviará las municiones que le había pedido.'°" Espoz, como legítimo comandante del Alto Aragón por decisión de la Regencia, desde Barbastro envía un oficio a Sarsfield en el que le pide que se abstenga en lo sucesivo de reclamar raciones y contribuciones a los pueblos bajo su jurisdicción y obligar a los mozos a incorporarse a su columna, y que devuelva a los que ha reclutado en ellos, instándole además a ordenar a sus comisionados que desalojen inmediatamente las localidades que han ocupado. A este oficio tan formal Sarsfield contesta con un lacónico recibí escrito en el sobre que le ha entregado el emisario de Espoz; este, para hacer sentir su autoridad, hace detener a tres oficiales que siguen exigiendo en los pueblos aragoneses contribuciones en nombre de Sarsfield y lo pone en conocimiento del teniente general Lacy. Tras esto, Espoz encarga al teniente coronel Antonio Oro, navarro de Ilzarbe, que forme en la zona de Benabarre el 2° Regimiento de Altoaragoneses, que sería el 70 de su división, y regresa a Navarra. Llega a su cuartel general de Puente la Reina el 22 de diciembre, con su 2° regimiento y los jinetes que le acompañan desde que ha entrado en Aragón, dejando el 1° de Navarra al mando de Juan José Cruchaga'°54 en Barbastro y el 6°, o 1° de altoaragoneses, bajo las órdenes de Chapalangarra en Estadilla; la caballería de Gurrea queda en el Somontano altoaragonés con órdenes de acosar a los franceses y seguir controlando las andanzas de Sarsfield, quien, a pesar de estas medidas y de que posteriormente el jefe de la división navarra abra una información judicial sobre la materia, sigue en la zona y, marchado Espoz, se dirige de nuevo a Barbastro, de donde sale Cruchaga, que permanecía en observación en las inmediaciones para «entrar o no según viesen cómo se comportaba Sarsfield». El catalán, tras permanecer en la ciudad el tiempo justo para aprovisionar a sus hombres de raciones, tras pasar la noche con la tropa sobre las armas, habiendo obligado a los vecinos a tener las puertas de sus casas abiertas y luz en los portales, marcha la mañana siguiente hacia el Ebro. Durante esa marcha, muchos de sus soldados originarios de la Ribagorza y algunos otros del mismo Barbastro le van abandonando y regresan a sus hogares.'°"
1°32 AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/52, Oficio de Espoz, Casbas, 30 de noviembre, y leg. 40.5/12, Oficio de Depablo, Luesia, 6 de diciembre de 1812. 1°31 AMB: actas de 1812 y AMB/LG, n° 15. AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/13, Oficio de Depablo, Barbastro, 17 de diciem-
bre de 1812. 1°" Roncalés de Urzainqui y hermano de Gregorio, lugarteniente de Espoz y Mina, muerto en mayo de 1812. 1033 AMB/LG, n° 16. Iribarren, Espoz y Mino: el guerrillero: 559. Priego: vil/3°, 79. Sarsfield murió durante la I Guerra Car-
lista a manos de sus propios soldados, que se amotinaron por el abandono a que estaban sometidos y por la falta de pago de su prest.
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Igualmente, muchos de los numerosos voluntarios barbastrenses que se habían incorporado a la división de Espoz y que salieron con él hacia Navarra no quieren dejar el Alto Aragón, pues posiblemente desean quedarse a pelear allí defendiendo su tierra y sus hogares; desertan durante el camino y ante estos abandonos escribe Barrena a Pueyo advirtiéndole que si se presentan los desertores por su zona los detenga y se los remita maniatados para conducirlos a su cuerpo.'D"
Colbert contra Gurrea, Cruchaga y Chapalangarra en Barbastro (24 de diciembre de 1812) Marchado Espoz, el general Páris ordena a Colbert, quien ha terminado de cubrir el paso hacia Francia de la tercera evacuación de Valencia, que con un batallón del 10° de línea, otro del 1° ligero italiano, dos del 8° napolitano y un escuadrón del 9° bis de húsares se dirija hacia Barbastro para destruir los dos regimientos que Espoz ha dejado en la zona, el de Cruchaga y el de Chapalangarra. La tarde del 23 de diciembre los imperiales llegan a Pertusa, donde pernoctan, y al día siguiente continúan su camino mientras Cruchaga y Chapalangarra, pensando que vienen por el camino del Pueyo, se dirigen hacia allí para interceptarlos pero, debido a la intensa niebla existente ese día, aquellos cambian de ruta y se acercan a Barbastro por el camino de Zaragoza, por lo que entran en la ciudad sin resistencia. Enterados los españoles de esa circunstancia, se retiran a Peraltilla y Azara para esperar a que salgan los napoleónicos de la ciudad, aunque al rato, cansados de esperar, deciden atacar directamente al enemigo. Pero Colbert ha tenido la misma idea y sale de Barbastro para atacar a los de Espoz, de modo que enseguida se encuentra con las avanzadillas de ambas fuerzas en las alturas de Nuestra Señora del Pueyo, a 6 kilómetros al oeste de Barbastro, y, mientras los húsares franceses atacan a los de Gurrea en el llano, la infantería inicia un duro combate descrito así por Cruchaga: «mandé ocupar las alturas de mi derecha y destiné a los Cazadores de ambos regimientos con orden de que se posesionasen de una altura a mi izquierda bastante ventajosa. Se vio en este lance cuánto podía el orgullo de los enemigos y la bravura de nuestros soldados, pues se persuadieron aquellos que llegar el grueso de su columna y huir estos sería todo una misma cosa; pero se desengañaron cuando vieron que a pesar de haber avanzado 400 de ellos a ocupar una altura, fueron sostenidos por más de hora y media y rechazados con pérdida de bastantes muertos y heridos, y cuando muchos de ellos gritaban ibrigantes, rendíos, seréis prisioneros!, eran recibidos dulcemente entre las bayonetas de mis soldados, en las que expiraron veintiséis». En mitad de la lucha, la niebla vuelve a aparecer y los españoles se retiran hacia Pozán de Vero, esperando que aquella se disipe. Al tiempo, habiendo mejorado la visibilidad, forman sobre las escarpadas orillas del río Vero, que los imperiales cruzan en tres columnas con el agua hasta la cintura, y se entabla de nuevo el combate, hasta que, por la tarde y agotadas las municiones, los españoles no tienen más remedio que abandonar el campo y retirarse hacia Alquézar. La batalla no es decisiva, ni para que los franceses logren restablecer su control en el Alto Cinca ni para que Espoz pueda dar un golpe de gracia importante a las tropas francesas del lado izquierdo:047
'° Entre los días 10 y 16 de diciembre abandonan el regimiento de Barrena los soldados Manuel Gonzalo, Manuel Espura, Ramón Barrena, Jacinto Baldellou y fosé Bria, de la 3' compañía: Isidro Coscolla, Miguel Turón, Manuel Carmen, Matías Turón, José Buetas, Francisco Puyo, Pascual Solsona y Agustín Solsona de la 6', y los reclutas Antonio Ferrán, Joaquín Gabás, Francisco Vidal, Francisco Costa, Mariano Mellón, Antonio Igüés y Mateo Gómez, El 23 desertan más soldados, estos de a caballo de la 9° compañía, y unos días después lo hacen los reclutas Joaquín Salamero, Mariano SantalIestra y José Nasarre. AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/100, Oficios de Barrena, Sangüesa, 20 y 23, y Anorve, 28 de diciembre de 1812. la" Al-IG: C8/373, Parte de situación del ltl Cuerpo, 16 de enero de 1813. APN/ODN: Parte de Cruchaga a Espoz, Aniés, 1 de enero de 1813. GR del 15 de abril de 1813. Iribarren, Espoz y Mina; el guerrillero: 572. Priego: vii/3°. 79-80. Suchet: ir, 271. Los
dos bandos se apuntaron la victoria y dijeron que habían causado enormes bajas a sus adversarios. Según el parte de Cruchaga, sus pérdidas consistieron en 9 muertos y 30 heridos, entre estos el teniente de granaderos del 1° de Navarra Isidoro Iracheta, mientras que las de los franceses fueron de 150 muertos, entre ellos un jefe de batallón y dos oficiales del 10° de línea, y 380 heridos. Las fuentes francesas Informan de 40 muertos y más de 100 heridos entre los españoles y 15 muertos y 53 heridos entre los napoleónicos. Partes que, como se ve y era costumbre de la época, son sumamente desproporcionados y poco fiables.
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Gurrea, Cruchaga y Chapalangarra retornan al Gállego (28-31 de diciembre de 1812) Tras esta acción, mientras Gurrea, con su escuadrón, unos 300 hombres, se sitúa en lugar oportuno para vigilar el camino de Jaca a Monzón, Cruchaga y Chapalangarra con sus respectivos regimientos deciden retornar al Gállego, lo que efectúan el 28 de diciembre. Antes de partir desde Barbastro, Chapalangarra escribe al sargento Pueyo avisándole de su inmediata salida hacia la zona y mandándole que retenga a los reclutas hasta nueva orden, y al día siguiente encuentran durante su marcha un destacamento francés del que hacen 24 prisioneros, matan a más de 40 y hieren a muchos otros. El 30, ya en javierrelatre, Chapalangarra vuelve a oficiar a Pueyo notificándole «que ha mandado poner en la prevención a un paisano que le ha traído un oficio pero que ha intentado engañarle, por lo que ha pensado castigarle con una porción de palos», y que no ha recibido un parte remitido por el sargento Blas con datos sobre el enemigo; finaliza su misiva advirtiendo a Pueyo de que debe entregarle todo el dinero que se guarda en Paternué, donde ha de permanecer hasta nueva orden. Debido a la crudeza de aquel invierno, la actividad militar decae, pues el temporal de nieve y frío impide cualquier movimiento, por lo que los regimientos de Espoz aprovechan para descansar un tiempo en el Alto Aragón. Cruchaga se sitúa en Agüero, desde donde el 31 ordena a Pueyo que tenga bien cubiertos los puntos de Ayerbe y Jaca, poniendo para el efecto las avanzadas correspondientes y dándole parte de cualquier movimiento que haga el enemigo. En este año de 1812, el trigo, según afirma en su diario nuestro viejo conocido el leciñense Matías Calvo, que aún continúa con la caballería de Espoz, «fue tan caro que llegó a valer la fanega a 42 pesetas, que son 67 duros, una peseta el cahíz de trigo, cosa que no se había visto, ni creo que se verá jamás. A nosotros, los más de los días nos racionaban con pan de cebada. Yo tuve suerte, porque desde el punto en que llegué a la partida se me destinó para recibir y repartir las raciones, así que para mí siempre hubo pan de trigo».T058
AMVAP/CDP; caja 8214, legs. 40.5/14 y 15, Oficios de Depablo, Barbastro, 28, y Jayierrelatre, 30, y leg. 40,5/75, Oficio
de Cruchaga, Agüero, 31 de diciembre de 1812. Al cambio actual, un kilo de pan de trigo costaría aproximadamente unos 15 euros. Marcén, El manuscrito: 106.
AÑO DE 1813: EL DECLIVE DEL ÁGUILA IMPERIAL
LOS FRANCESES, ACOSADOS (ENERO-JUNIO DE 1813) ENERO DE 1813
Situación en Huesca (primeros de enero de 1812)
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L 1 de enero de 1813, por orden del intendente provincial, en las Salas Consistoriales de Huesca el regidor primero, Vicente Diago, en funciones de corregidor principal por ausencia del titular José Bueno, procede a la toma de posesión de los nuevos regidores y munici-
pales, que son los siguientes: José Asesio, regidor primero; Mariano López y Puicercús, regidor segun-
do; el barón de Alcalá, Alejandro Naya, municipal presidente; Mariano López y Castán, Joaquín Sanjuán, Anselmo Malo, José Banzo, Jacinto Boix, Martín Villanovo y José Cabrero, municipales. Una vez dada la posesión de sus empleos, se toma el debido juramento «de haberse bien y fielmente en sus respectivos empleos observando los estatutos y ordinaciones de la ciudad y guardando la fidelidad y sumisión a S. M. el señor don José Napoleón con lo demás que se les previno e hizo presente, jurando por Dios y cuatro Santos Evangelios de observar y ejecutarlo así como queda expresado».'°59 En lo tocante al hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, en la Sitiada del 8 de enero, a la que acuden el secretario y los señores López y Pons, este manifiesta que, dada «la calamidad y miseria tan continuada en esta Santa Casa y que se ve más de un año a esta parte, ignora cómo subsiste abierta por no haber medios»; añade además que el médico y el cirujano reclaman sus respectivos salarios y que, no habiendo de donde sacar el dinero, propone «pasar un oficio a la Ilustre Junta de Municipalidad para que mande al Colegio de Médicos y Cirujanos de esta ciudad, acudan a visitar los enfermos de este piadoso establecimiento por turno, un mes cada uno».106°
Cruchaga vigila la ruta de Zaragoza a Jaca (1-24 de enero de 1813) Las acciones de los regimientos de Espoz del año anterior en el Alto Aragón han puesto de manifiesto el poder y la audacia cada vez mayores de las guerrillas aragonesas y navarras, y el general Páris no tiene fuerzas suficientes para enfrentarse a Espoz, comandante de Navarra y del Aragón de la izquierda del Ebro, y no consigue refuerzos que le permitan colocar una fuerza numerosa en Cinco Villas para contenerlo, por lo que este entra y sale sin problemas en el Alto Aragón ante la impotencia del francés. El 1 de enero, el sargento Pueyo, jefe de la aduana instalada por Espoz en Murillo, recibe un oficio desde Agüero firmado por Cruchaga, jefe del primero de los regimientos navarros, en el que, tras acusar recibo de unos informes y unas cartas francesas que le ha enviado, le autoriza a abonar 2 duros a todo aquel que se presente con algún pliego francés. Poco después,
1°59 AMH/AD de 1813: acta del 1 de enero.
AHPH/L115: 8 de enero de 1813.
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el 6, y al haber salido una columna francesa de Huesca con la misión de recorrer el corregimiento y batir la zona del camino real de Zaragoza a Jaca, Cruchaga, que se ha trasladado a Uncastillo, decide vigilarla; para ello se mantiene continuamente en contacto con Pueyo, a quien ordena hacer el seguimiento de la columna dándole parte de cuanto ocurra, lo que este hace de inmediato enviando una nota a Cruchaga, quien la recibe a las nueve de la mañana del 7, informándole de que los imperiales se aproximan a Ayerbe. Cruchaga a vuelta de correo le ordena que mande dos soldados de su mayor confianza a observar los movimientos franceses y que le avise si llega la columna a Ayerbe y si va a partir hacia Jaca o dónde queda esa noche. El 8, Cruchaga desde Luesia aconseja a Pueyo que envíe algún paisano detrás de la columna para observar sus movimientos, y al día siguiente desde Agüero le ordena que no permita pasar por el puente de Murillo a la otra parte a ninguna persona sin pasaporte y que envíe dos paisanos a Ayerbe a fin de saber el número de tropas que hay. El 12, nuevamente desde Luesia, Cruchaga dice a Pueyo que es preciso que redoble sus esfuerzos valiéndose de todos los medios posibles para conocer el día que debe llegar el convoy a Ayerbe, cuándo va a salir para Jaca y qué número de tropa le acompaña, y que le avise de todo sin pérdida tiempo. Cuatro días después, el 16, retorna a Uncastillo. Ese mismo día Espoz, que se ha acercado a Puente la Reina, oficia a Pueyo dándole cuenta de haber recibido un pliego francés que le ha enviado. El día 18 se tienen noticias en Huesca de que la columna francesa ha vuelto a subir por Zuera y Gurrea de Gallego y no saben si ha llegado o no a Ayerbe, o si ha pasado más adelante, «pero que en cualquier caso lo normal era que a su regreso se dirigiera por Huesca, en cuyo caso sería menester que los almacenes estuvieran provistos a fin de evitar cualquier daño». Cruchaga desde Uncastillo reitera a Pueyo las órdenes de recabar más datos sobre los franceses que van a Ayerbe, advirtiéndole que no se fíe de paisanos para llevar los partes, sino que envíe un soldado a caballo. Al día siguiente, Pueyo le comunica la llegada del convoy a Ayerbe y el 21 Cruchaga manda a Pueyo que envíe uno o dos paisanos a Anzánigo y Jaca a fin de saber si baja alguna fuerza francesa hacia Ayerbe, donde el 24 permanece todavía la columna francesa, y le pide que mantenga confidentes en Ayerbe y sus inmediaciones con el objeto de observar sus movimientos, y que le informe del número de enemigos que hay en Ayerbe y Anzánigo y si bajan algunos de esas localidades o de laca.m"
Ataques de Manuel Gurrea a Fraga y Monzón (9 y 16 de enero de 1813) En tanto, en la zona oriental altoaragonesa, el 8 de enero el 4° Escuadrón del Regimiento de Húsares de Navarra de Manuel Gurrea se encuentra en Binéfar y la mañana de ese día marcha a Zaidín para descansar y pasar la noche. Al día siguiente a las cuatro de la mañana abandona ese lugar y hacia las seis se presenta frente a la guarnición de Fraga. La ermita de San Miguel, cercana a la villa, se encuentra muy fortificada y en ella se hallan de guarnición 20 soldados franceses; Gurrea ordena que 12 de sus carabineros llamen la atención de los franceses por su frente, mientras otros 8 les flanquean y atacan por la izquierda. Sorprendidos, los franceses se ven obligados a huir y refugiarse en Fraga. Los aragoneses prenden fuego a la ermita por sus cuatro esquinas para que no pueda volver a ser utilizada por el enemigo y se dirigen a la villa fragatina, donde penetran; una vez dentro, mientras los mismos 12 carabineros mantienen a raya a los franceses que están encerrados en su fuerte, el resto se apropia de varios fusiles y cananas, una porción de vestuarios y varias sillas de montar. A las doce del mediodía Gurrea intima al comandante francés a la rendición, pero este no accede, por lo que empieza nuevamente un fuerte tiroteo.
lóm AMH/AD de 1813: acta del 18 de enero. AMZ/AP/CDP: caja 8214, legs. 40.5/58, Oficio de Espoz, Puente la Reina, 16, y 40.5/76-86, 40.5/89 y 40.5/92, Oficios de Cruchogo, Luesia, 8 y 12; Agüero, 1 y 9, y Uncastillo, 6, 7, 16, 18, 19, 21 y 24 de enero de 1813.
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Apercibidos los húsares aragoneses de la llegada de una columna francesa de socorro que viene de Mequinenza, se retiran hacia Alcolea de Cinca, desde donde el 16 parten hacia Monzón apoyados por dos compañías de infantería que les ha enviado Chapalangarra, quien desde Javierrelatre ha retornado a la zona de Barbastro. A la vista de la villa mediocinqueña, Gurrea ordena a la infantería formar en batalla y marchar por la derecha a situarse frente a la puerta del castillo, desde el que los franceses, entre los que se encuentran los gendarmes del 12° escuadrón, mandado por el teniente Couvez, que en octubre de 1812 ha evacuado su puesto de Barbastro, rompen un fuego vivísimo. La caballería queda formada a poca distancia de la infantería a pesar del terrible fuego de fusilería y artillería, que dispara sin cesar balas rasas, granadas y metralla. Mientras la mayor parte de la fuerza entretiene a los franceses del castillo, el resto consigue rescatar a varios vecinos pudientes de los pueblos cercanos que están encerrados en los calabozos y mazmorras de Monzón, víctimas de su comandante, que por ellos ha exigido un elevado rescate, a pesar de los intentos de la guarnición del castillo de frustrar su liberación realizando tres salidas, pero en vano, pues otras tantas veces es rechazada. Finalmente, Gurrea con sus tropas abandona Monzón llevando a Binéfar a los rescatados.m6'
FEBRERO DE 1813
Acciones del 2° Regimiento de Altoaragoneses en la zona de Benasque (5-7 de febrero de 1813) El teniente coronel Antonio Oro, encargado por Espoz para formar el 2° Regimiento de Altoaragoneses, da comienzo a la organización de este por medio de la requisición de los jóvenes «del Partido de Benabarre y de la parte del de Barbastro que cae a la izquierda del Cinca» que voluntariamente quisieran tomar plaza en el mismo. Mediado enero ya tiene reunidos 700 voluntarios y, viendo que Espoz no puede remitir desde Navarra los fusiles que necesita para armarlos, por la persecución que está padeciendo, comunica la situación al barón de Eroles, que acaba de ser nombrado general en jefe del Ejército de Cataluña, manifestándole al mismo tiempo que se halla autorizado por Espoz para la compra de las armas y que bien podría valerse de las fábricas de Cataluña. Eroles suministra a Oro 500 fusiles y este da principio a la instrucción militar necesaria para preparar a la tropa. A los pocos días, viendo que se esmeran los soldados en tan importante instrucción, comienza las operaciones militares para aliviar algún tanto al país e impedir las correrías que los franceses hacen desde sus guarniciones. Comenzado el deshielo y con la paulatina desaparición de las nieves, protección natural de la frontera pirenaica, Oro decide reiniciar la actividad en la zona de Benasque y, hallándose en Benabarre, recibe un parte de la justicia de Campo comunicándole que en aquel instante acaban de entrar en la villa un número crecido de franceses de la guarnición de Benasque. Inmediatamente se pone en marcha con la gente que tiene armada y al llegar a Campo le informan de que los franceses han regresado a su guarnición. Oro decide perseguirlos por si en alguno de los pueblos del camino se entretienen los franceses, pero estos se retiran al castillo de Benasque sin dilación alguna. Llega a Castejón de Sos el 5 de febrero y al amanecer del siguiente día se pone en marcha hacia Benasque con objeto de sorprender a alguna de las descubiertas del enemigo. Al ver que este no sale del castillo, destaca un sargento con 30 hombres con orden de acercarse a las puertas de la villa y observar los movimientos enemigos. La avanzada altoaragonesa es descubierta y al cabo de cinco horas de tiroteo, que cuesta a la guarnición 1 muerto y 3 heridos, un destacamento francés de unos 100 hombres sale del castillo y obliga a la avanzada aragonesa a retirarse. Oro, viendo a los suyos en apuros, acude a socorrerles con una compañía que consigue rechazar a los enemigos
1062 APN/ODN: Parte de Gurrea, Binéfar, 17 de enero de 1813. Martin, Emmanuel: 397.
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hasta el mismo castillo y después se retira con sus hombres y con varios benasqueses afrancesados que han logrado apresar. Después de esta operación, Oro marcha a Castejón de Sos, donde descansa hasta que la mañana del 7 es informado de que del castillo de Benasque ha salido un destacamento en dirección a esa villa, por lo que dispone que el teniente Mora se dirija con 200 hombres al puente de Eriste a fin de cortar la retirada a los franceses, al tiempo que él sale con la fuerza restante a su encuentro. Entre el puente de Eriste y Sahún se avista Oro con el enemigo e intenta retirarse con la idea de dar tiempo a Mora de tomar posiciones para cortarles la retirada como se había planeado, pero los franceses deciden no plantear batalla y regresar a la plaza. Oro ordena rápidamente a sus soldados que armen las bayonetas y carguen, lo que verifican con éxito, de modo que hacen a los imperiales varios muertos y prisioneros, y el resto escapa a Benasque. Tras estas acciones, Oro escribe a Espoz informándole de la organización del regimiento y de que los soldados, a pesar de ser bisoños, se han portado con todo valor. Los ataques de Oro a Benasque producen gran alarma en la frontera francesa.'°6)
Nuevo ataque de Gurrea a Fraga (8 de febrero de 1813) A primeros de febrero, Manuel Gurrea decide volver a Fraga con el fin de hostigar al enemigo, apoderarse del grano que hay en la localidad y terminar de demoler la ermita de San Miguel, a la que el mes anterior había prendido fuego y que los franceses han vuelto a fortificar. Para cumplir con sus objetivos, el 8 de febrero se desplaza hacia Fraga con su escuadrón de húsares y las dos compañías de infantería del 1° de altoaragoneses que todavía están con él. Tras varias horas de lucha a cuerpo descubierto con el enemigo, consiguen los altoaragoneses destruir totalmente la posición fortificada de San Miguel, apropiarse de gran cantidad de cebada, matar 8 franceses y hacer 7 prisioneros, «entre los que se halla uno de los mejores pífanos que tienen». Durante su estancia en la ciudad, Gurrea entra en el hospital y, tras un rápido vistazo, viendo que no hay franceses combatientes en él, lo abandona sin molestar a los heridos y enfermos que allí convalecen. Por la tarde, al acercarse un destacamento francés con dos cañones procedente de Lérida, y ante noticias de que otro se está preparando en Mequinenza, los aragoneses abandonan Fraga dejando un destacamento en observación y llegan esa misma noche a Alcolea de Cinca, donde pernoctan. En tanto, Chapalangarra, que está acantonado en Barbastro con el resto de su fuerza, escribe al sargento Pueyo diciéndole que ya le ha enviado los paquetes de cartuchos que le ha pedido; tres días después, tras informarle de que no hay novedad en su zona, le dice que le parece bien que también comunique cuanto ocurra a Oro, comandante del recién organizado 2° Regimiento de Altoaragoneses.m"
Situación en Huesca (febrero de 1813) El 3 de febrero la junta de la Universidad Sertoriana de Huesca escribe al intendente francés de la provincia, el doctor Klincourt, exponiéndole su precaria situación, pues desde el principio de la guerra la mayor parte de de sus veintidós cátedras están desiertas y solamente las de Filosofía y Latinidad han tenido enseñanza todos los años. Como consecuencia, las rentas han disminuido de tal manera que no bastan para cubrir los salarios de todos los catedráticos, a los que se paga ejer-
")" AD del Alto Carona: 4M25, Sengés al subprefecto y al prefecto, 25, 27 y 28 de febrero, y 2 y 5 de marzo. AHG: C8/107, Suchet a Clarke, 3 de abril de 1813. AMB/LG, n° 15. APN: Operaciones militares del 7" regimiento de voluntarios de Navarra al mando de la división del general Espoz y Mina durante la guerra de la Independencia (en adelante APN/07N), sección Guerra, leg. 17, carp. 52, año de 1814; Parte de Oro, Castejón, de Sos 8 de febrero de 1813. Alexander: 213. Iribarren, losé María, Espoz y Mina: el liberal, Madrid, Aguilar («Evocaciones y Memorias»), 1967: 22, nota 1. Priego (vis1/2°, 28) sitúa estas acciones el 25 y el 27 de febrero. le" AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/17 y 18, Oficios de Depablo, Barbastro, 25 y 28 de enero de 1813. APN/ODN: Parte de Gurrea, Alcolea de Cinca, 19 de febrero de 1813. GR. del 15 de abril de 1813.
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zan o no. Por ello, cree la Junta que es de justicia que se pague solo a los catedráticos que tengan enseñanza efectiva, lo que se acepta por el intendente;1065 finalizando el mes, el 26, el director de Propios y Arbitrios de Aragón, Pedro Esponera, escribe al Ayuntamiento de Huesca manifestándole que el puente de Zuera corre riesgo de desmoronarse y, siendo urgente su reparación, se ha decidido que para su arreglo se disponga del caudal de propios y no habiendo en Zuera suficiente dinero, se ha hecho un reparto en los pueblos más inmediatos, que dicha villa de Zuera reintegrará cuando tenga caudal, correspondiendo a Huesca 6000 reales de vellón que deben entregarse en Zaragoza «sin excusa y con la prevención que si por morosidad se atrasan las obras, serán responsables a todas las resultas».1066
MARZO DE 1813
Acciones en las cercanías de Fraga (primeros de marzo de 1813) A primeros de marzo, mientras los catalanes de Eroles redoblan sus esfuerzos contra la línea del Ebro, entre Tortosa y Mequinenza los insurgentes aragoneses empiezan a preparar el asalto final en el Aragón de la izquierda del Ebro. El 1 de marzo 60 gendarmes de los escuadrones 11° y 13° salen de Zaragoza al mando del teniente Gaudet para ir a completar las guarniciones de Caspe y Mequinenza; dos días después, son sorprendidos en Fraga 18 jinetes franceses que han salido de Lérida escoltando un correo, los cuales son degollados, y quedan en manos españolas los caballos y el correo.1 p67 Días después, Gurrea, comandante del 4° Escuadrón del Regimiento de Húsares de Navarra y que permanece en Alcolea de Cinca, es advertido de que por la carretera real de Fraga va a pasar hacia Lérida un destacamento de caballería francés acompañado por alguna infantería. Gurrea ordena al capitán Pedro Villarroya que con 30 jinetes salga al encuentro de los franceses, con los que entabla combate de inmediato, se apodera de 17 caballos y 2 jinetes, y deja 8 muertos enemigos en el campo; el resto de la columna francesa escapa valiéndose de la fragosidad del terreno.m"
Chapalangarra y el 1° de altoaragoneses en Huesca, Loarre, Berdún y Ayerbe (3-21 de marzo de 1813) Iniciado marzo, desde Barbastro, Chapalangarra con su 1° de altoaragoneses se dirige a Uncastillo, en Cinco Villas, para vigilar la ruta de Zaragoza a Jaca; aprovechando que Huesca queda de camino, decide hacer una visita a sus autoridades, con las que ha tenido algún rifirrafe en enero anterior en relación con un numeroso pedido de raciones, sobre todo «de carne viva», que les había mandado aprontar y conducir a Barbastro, donde se hallaba. Aquellas no lo habían enviado por la absoluta imposibilidad de hacerlo, «ya que se veían en los mayores apuros», al tener que suministrar diariamente las raciones a la guarnición francesa y a una columna francesa volante
La Junta estaba formada por Hifario Frago, catedrático de Lógica y Metafísica; Vicente Cotens, de Fisica: Manuel Tierra, de Matemáticas; Mariano Paúl, de Latinidad, y Salvador Andión, de Rudimentos. Las cátedras eran cinco para Teología, cinco para Cánones, cinco para Leyes, cuatro para Filosofia, una para Retórica y dos para Latinidad. AHPH/DUS: caja 199, Ieg. 3, Documentos de las Actas de Hacienda, Junta de la Universidad de Huesca al intendente de la Provincia, Huesca, 3 febrero de 1813. AMH/AD de 1813; carta del 26 de febrero. 1067 GR del 30 de marzo de 1813: Berga. 15 de marzo de 1813. Martin, Emmanuel: 397. 106S APN/ODN: Partes de Espoz, Sangüesa, 12 de marzo, y Puentelarreina, 6 de abril de 1813. GR del 15 de abril de 1813. A últimos de marzo de 1813, Clauzel envía al general Barbot a ocupar Lodosa. Espoz, advertido, ordena que sus regi-
mientos 2" y 6" de infantería y el 4° escuadrón de caballería, que estaban en Aragón, acudan a la villa navarra de Lerin para reunirse con él. El día 31 de ese mes, avisado Espoz de que Barbot ha enviado a Lerin una columna de 1100 hombres para recoger raciones, ordena a los cuerpos citados, que se encontraban ya cerca de ese punto, que ataquen a los franceses mientras él acude también en su refuerzo. En el combate, que termina con la victoria de Espoz, muere el capitán Villarroya, del 4" de caballería.
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que iba y venía de Zaragoza a Huesca y Barbastro, por lo que no disponían de víveres almacenados ni dinero, pues los vecinos, además de haber pagado ya sus excesivas contribuciones, habían hecho otros importantes adelantos y estaban bajo el apremio de tener que abonar 16 000 duros que se debían por contribuciones del año anterior. Así pues, Chapalangarra se presenta el día 3 de marzo en Huesca; los franceses se refugian en su reducto y salen a recibirle a la puerta de San Martín los regidores, a los que detiene de inmediato y los envía con una fuerte escolta hasta la villa de Lodosa, «padeciendo los mayores trabajos, mortificaciones y vergonzosas humillaciones en todos los pueblos y ciudades del tránsito, sufriendo los dicterios más infamantes su honor y estimación como es público y notorio». 1069 Después pasa a Loarre, donde oficia a Pueyo preguntándole si ha llegado de Navarra a la aduana de Murillo el correo Celedón, encareciéndole además que le informe de los movimientos enemigos. Dos días después, ya en Biel, pide a Pueyo que le remita toda la carne de la que disponga, le manda que haga una nueva requisición en todos los pueblos de la montaña de 3000 a 4000 raciones de cada especie y se las mande a Uncastillo, y le ordena que le dé noticias de todos los voluntarios de su regimiento que andan dispersos por esa zona, a los que además, según se le vayan presentando, deberá dirigir hacia Uncastillo, teniendo «el mayor cuidado en no permitir pase al otro lado del Gállego voluntario alguno, porque no será extraño quiera desertar alguno».'070 El día 8, desde Cinco Villas decide volver a Huesca y entrar en ella, ordenando con ese fin a una sección de cazadores de su 1° de altoaragoneses que ataque a los franceses del fuerte para entretenerlos en él e impedir su salida, mientras que el alférez de caballería Sebastián Iso, con 20 jinetes, realiza una incursión en el interior de la ciudad; recorre el mercado y calles adyacentes, y consigue apresar a 12 soldados franceses que estaban paseando por allí. Tras esto, Chapalangarra se retira de nuevo a Uncastillo,'°" desde donde el 13 de marzo se desplaza a Berdún y, enterado de que de Zaragoza va a salir un convoy hacia jaca,"" oficia a Pueyo para que envíe un informador a Zuera y avise con tiempo de la salida de dicho convoy, con el que va a viajar la esposa de Suchet, a quien llaman la Mariscala, acompañada de las esposas de dos o tres generales franceses, el intendente Lacuée y una chusma de oficiales juramentados y de empleados públicos al servicio de José, lo que lo convierte en una presa muy apetitosa aunque de difícil aprehensión, ya que irá escoltado por una columna de cerca de 4000 infantes y 300 jinetes.'°" Sin embargo, Chapalangarra decide dar un susto a la Mariscala contando con su regimiento y el 2° de Navarra, que, al mando de Barrena, se encuentra en Cinco Villas para lo que ambos comandantes se ponen de acuerdo a través del sargento Pueyo, el comisionado por Espoz en la aduana de
1069 Los regidores oscenses quedaron en libertad tras más de tres meses de prisión y tuvieron que aprontar la cantidad de 2205 duros, obligándose en otros 2895 para el año siguiente «en lugar de las chaquetas, pantalones y alpargatas que por vía
de multa les Impuso dicho comandante». Más adelante se quejarían amargamente del procedimiento anticonstitucional de Chapalangarra ya que, a pesar de que en la ciudad de Barbastro «se había ya publicado la constitución política de la Monarquía Española mucho antes de la prisión de los exponentes, fueron condenados sin darles defensa legal y lo que es más, sin que al corregidor se le hubiese oído, ni aun por mera política, tratándolo con la mayor aspereza hasta ponerlo separadamente en un lóbrego calabozo». AMI-I/AD de 1813: acta del 11 de octubre; memorial firmado por lose Asesio (ex corregidor interino), Alejandro Nava, Anselmo Malo y jacinto Boix. AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/22-23, Oficios de Depablo, Loarre, 3, y Biel, 5 de marzo de 1813. " APN/ODN: Parte de Espoz, Sangüesa, 12 de marzo de 1813. Priego val/2°, 28 (aunque este autor data la acción el 8 de febrero). 1072 Adonde habían llegado a finales de febrero las tan esperadas cinco compañías del 2° de cazadores de montaña, que cons-
tituían anteriormente el 1° del Ariége y que habían dejado Pulgcerdá el 26 de enero junto al tercer batallón del 116° de línea. Mientras este se queda en Tarbes, los cazadores marchan por Pa u, desde donde salen el 12 de febrero para llegar a jaca, plaza de la que el general de brigada Bourke acaba de ser nombrado gobernador. El 2° batallón de cazadores de montaña del jefe de batallón Deshorties se ve así reunido con un efectivo de casi 500 hombres. Sarramon, Napollort: 169. 'cr" AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/24-28, Oficios de Depablo, Uncastillo, 6, 11, y Berdún, 14-16 de marzo. APN/ODN: Parte de Espoz, Sangüesa, 12 de marzo de 1813.
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Murillo. El 17, Barrena con su regimiento, tras pasar por Sádaba, desde donde solicita a Pueyo que le avise de los movimientos que observe del enemigo y que ordene a los pueblos inmediatos que apronten las raciones, llega a Luna, donde recibe informaciones de Pueyo sobre la guarnición francesa de Ayerbe y pide a este que le envíe todas las raciones que pueda de los pueblos de los alrededores, extendiendo los pedidos «a los del otro lado del río con todo disimulo para no dar nota al enemigo y que lo verifiquen luego, pues aquí no puede subsistir el batallón porque los pueblos son miserables». Dos días después, el 19, Chapalangarra, que sigue en Berdún, recibe aviso de que el convoy está próximo a Gurrea de Gállego, por lo que oficia a Pueyo para que le informe de la llegada a esa villa sea la hora que sea y que notifique lo mismo al comandante Barrena. Al día siguiente, una columna francesa avanzada del convoy pasa hacia Jaca por Ayerbe, donde se espera la próxima llegada de dicho convoy, y Barrena desde Luna ordena a Pueyo que avise del paso de esa columna a Chapalangarra en Berdún e informe de la guarnición que ha quedado en Ayerbe. Cuando el convoy se encuentra cerca de esta villa, Barrena oficia a Chapalangarra advirtiéndole que ha recibido aviso de que otra columna va a pasar el Gállego con el objeto de atacarle, por lo que, dada la distancia a la que se hallan uno de otro y debiendo hacer frente a esa columna, no podría socorrerle si atacara el convoy, para lo que está en mejor disposición. Chapalangarra, aun conociendo lo arriesgado de la empresa, no se arredra y, a pesar de contar solo con las fuerzas de su regimiento, se pone en marcha desde Berdún. A medianoche del 21 coloca dos compañías en la carretera de Jaca, no lejos de Bernués, y se queda él con las restantes a alguna distancia con el fin de reconocer el terreno y asaltarlos en mejor situación al día siguiente. Al amanecer, la vanguardia del convoy, compuesta por cerca de 2000 hombres, con algunos oficiales de graduación, se acerca a las posiciones en las que Chapalangarra tiene emboscadas sus tropas, pero una avanzadilla de gendarmes josefinos de Jaca mandados por Chandón, que va explorando los caminos, descubre a los aragoneses, que se ven obligados a romper el fuego, cuando su intención era haber esperado al grueso del convoy, donde van la esposa de Suchet y los demás, para acometerlo, pero al ser descubiertos se alteran sus planes y, tras sostener un tiroteo durante algún tiempo con la escolta del convoy que permanece detenido, Chapalangarra se retira con sus hombres «con la satisfacción de haber cumplido con mis deberes». En Puente la Reina se encuentra el cheso Melchor Ornat, ayudante de Espoz, quien el 22 de marzo, en ausencia de este, pide a Pueyo que le informe de lo que ha ocurrido con el paso del convoy para transmitírselo él a Espoz. Al día siguiente, desde Farasdués, Barrena, que ha conseguido despistar a la columna francesa que lo buscaba, pide a Pueyo que vigile el regreso de la escolta del convoy de Jaca. El 24 Barrena se detiene en Uncastillo camino de Sangüesa, desde donde informa el 25 a Pueyo de que si ve ocasión intentará atacar a la escolta francesa, ocasión que al parecer no tiene, pues el día 27, desde Sangüesa, comunica a Pueyo haber recibido las 664 raciones de pan y 140 de carne que este le ha enviado, y le ruega que siga vigilando los movimientos de la columna enemiga y le informe de cuándo llega a Zaragoza y de los excesos que ha cometido.1°74
El 2° de altoaragoneses en Benasque y Monzón (marzo de 1813) Oro, comandante del 20 de altoaragoneses, a finales de febrero desde Castejón de Sos se traslada a Estadilla para vigilar a los franceses de Monzón, aunque deja en el Pirineo cuatro compañías para controlar la guarnición del castillo de Benasque. Sabedor de que a estas compañías se están uniendo otras partidas por la zona de Sahún con intenciones manifiestamente ofensivas, Boulbonne, lugarteniente de los cazadores de montaña de Benasque, oficia en demanda de refuerzos al comandante de
" AMZ/AP/CDP: caja 8214, legs. 40.5/29, Oficio de Depablo, Berdún, 19; 40.5/63, Oficio de Ornat, Puente la Reina, 22; 40.5/102-105 y 40,5/109-112, Oficios de Barrena, Sádaba, 17; Luna. 17 y 20; Farasdués, 23; Uncastillo, 24 y 25, y Sangüesa, 27 de marzo de 1813. APN/ODN: Parte de Depablo, Berdún, 22 de marzo de 1813. GR del 15 de mayo de 1813.
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Luchan, quien pone esta circunstancia en conocimiento del subprefecto de Saint-Gaudens, el cual alerta a los batallones de Saint-Béat y de Luchon. El prefecto en persona se traslada a esta plaza con todos los hombres disponibles de su compañía de reserva departamental, en tanto que el general Travot lo hace a Saint-Béat, pero estas fuerzas no tienen que entrar en acción pues, aunque los altoaragoneses de Oro consiguen entrar en la villa de Benasque y obligar a los franceses a refugiarse en el castillo, no actúan sobre este, sino que se limitan a permanecer en observación, mientras que las otras partidas que pululan por los alrededores se alejan en dirección a Graus. Entre tanto, Oro, en Estadilla, informado por algunos montisonenses de que la guarnición francesa tiene almacenes en la villa con grano, aceite y vino en abundancia, decide apoderarse de todo ello y la noche del 3 al 4 de marzo ordena a tres de sus compañías que se preparen. Dejando el resto de la tropa acampada vigilando el castillo, entra en Monzón ayudado por algunos paisanos y, tras un breve combate en el que los altoaragoneses sufren alguna baja, logra hacerse con los víveres almacenados y, tras situar parte de la tropa en los caminos que vienen del castillo para evitar que los enemigos hagan alguna salida, Oro se dirige con lo cogido a La Almunia de San Juan; luego se retira a Estadilla dejando parte de las provisiones en Fonz bajo la custodia del teniente Agustín Mora. Desde Estadilla, Oro envía destacamentos para observar los movimientos de las guarniciones de Lérida, Mequinenza, Fraga, Monzón y Benasque, mientras el capitán y ayudante de campo de Espoz, Domingo Josué, oficia al sargento Pueyo, que continúa desde la zona de Murillo coordinando las comunicaciones entre los distintos destacamentos de Espoz, al que comunica haber recibido su último parte, aunque «por equivocación ha quedado en esta el soldado dador de la partida de V. y he entregado la respuesta a dos paisanos de esa, los que han marchado el día de hoy».rn" Entusiasmados por el éxito de Oro en Monzón, algunos jóvenes del lugar le hacen saber su interés en ingresar como voluntarios en su regimiento y, queriendo «salir a defender su patria y buscar los medios posibles a fin de que sus padres o interesados no sufriesen vejamen alguno de los enemigos», le instan a que haga una nueva incursión en Monzón, lo que acepta Oro, que el día 28 envía al capitán Josué con 20 jinetes del 4° escuadrón de Navarra, que por entonces está a sus órdenes, desde Estadilla a Binéfar con el fin de cubrir la posible llegada de franceses procedentes de Lérida o Fraga, mientras él con tres compañías de su regimiento se dirige a Monzón dejando el resto de la tropa en las afueras de la villa, en un lugar donde no pueda ser vista por los franceses del castillo y al mando de los tenientes José María Gurrea y Agustín Mora. A las tres de la madrugada del 29, Oro y sus tres compañías de altoaragoneses entran en Monzón con el mayor sigilo, distribuyen una parte de la tropa en los puntos estratégicos de la villa y la otra en los accesos del castillo para sorprender a los franceses en el caso de que intenten salir de él. A las primeras luces del día, y viendo que los imperiales permanecen refugiados en el castillo sin hacer amago de salir, Oro manda a algunos de sus soldados que se dejen ver y disparen contra el castillo para mantener quietos a los napoleónicos, mientras él aprovecha para dar un bando ordenando que para engrosar su regimiento se le presenten todos los jóvenes de Monzón que aún no lo hayan hecho. Estando en esta faena, a las once de la mañana recibe un parte del capitán Josué en el que le advierte que una columna procedente de Lérida se dirige a Monzón escoltando un rebaño de carneros y un convoy de suministros para el castillo. Oro ordena prepararse a dos compañías de infantería para salir al encuentro de la columna francesa y quedarse a la de cazadores vigilando la guarnición del castillo, y envía como avanzada 20 caballos al mando de Manuel Alegre, el pequeño Cantarero, el cual, tras haber combatido durante todo el año anterior a los franceses en numerosas acciones, como hemos visto, intentando en cada ocasión vengar la muerte de su hermano Anselmo, a primeros de 1813 se ha incorpora-
1o75 APN/ODN:
Porte de Espoz, Sangüesa, 12 de marzo de 1813. APN/07N: Parte de Oro, Estadllla, 6 de marzo de 1813. AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/62, Oficio de Josué, Estadilla, 19 de marzo de 1813. GR del 15 de abril de 1813. Sarramon, Napoléon: 199.
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do con su partida, fuerte de 300 jinetes1°76 y 60 infantes, al 2° de altoaragoneses de Oro, con el grado de teniente de caballería. Al cabo de media hora, Oro y Alegre encuentran a la columna enemiga, a la que acometen, y se entabla un combate en el que los franceses contienen inicialmente a los altoaragoneses, hasta que llega desde Binéfar Josué con su caballería y obliga a los imperiales a forzar el paso con el convoy entre la infantería de Oro, a pesar del fuego graneado de esta. Finalmente, la columna francesa, compuesta por 80 soldados de caballería, consigue llegar a Monzón perseguida por Oro y sus hombres. Desde el castillo, la artillería francesa comienza a disparar para proteger a su columna, que se encuentra en verdaderos apuros, pues por una parte las dos compañías de altoaragoneses que les persiguen consiguen darle alcance en las calles de la villa acometiendo a los jinetes a la bayoneta y, por otra, la compañía de cazadores que Oro ha dejado vigilando los accesos al castillo les dispara sin cesar. Gran parte de la columna puede salvarse introduciéndose en el castillo por un camino cubierto, el cual protege una mina que permite entrar y salir de la guarnición en determinadas circunstancias, aunque resultan muertos entre 14 y 20 soldados y el coronel que manda la columna; además, quedan en manos de Oro 6 soldados prisioneros, una docena de caballos, dos de cajones de cartuchos, una carga de piedras de chispa y una buena porción de pistolas y sables. En este combate es herido gravemente en el muslo derecho el capitán Josué, quien muere poco después, y se distinguen los tenientes José Gurrea y Manuel Alegre.'°" Tras estas acciones, y para dar descanso a sus hombres, Oro se retira a Estadilla, donde recibe un parte comunicándole que el general francés Páris ha salido de Huesca con sus tropas en dirección a Barbastro, por lo que alerta a sus hombres y les hace tomar posiciones ventajosas para controlar los movimientos enemigos.1078
El 3er Regimiento de Altoaragoneses (finales de marzo de 1813) Formado y en acción en la zona del Alto y Medio Cinca el 2° de altoaragoneses, Espoz comienza a pensar en organizar un tercero, que sería el 8° de su división, para lo cual lanza una proclama
107ó Entre estos jinetes se contaban varios húsares, los cuales, según un documento de las Actas del Ayuntamiento de Barbastro de 1813, fechado el 29 de mayo en Tárrega, habían desertado de sus unidades con caballos y armas para unirse a la partida de «Alegre, alias Cantarero, donde es sabida la anarquía que reina». En el documento se cita el nombre de los desertores, su empleo, unidad de origen, datos físicos y se describe el uniforme: dolmán azul celeste, cuello negro y guarnición blanca; pantalón de paño blanco con media bota sobrepuesta, carabina, sable inglés, correaje blanco y morrión con manga encarnada cubierta con fundilla de piel negra. 1077 Finalizada la guerra, Manuel Alegre solicita al Ayuntamiento de Barbastro una certificación de sus actividades militares
durante aquella y la Corporación le remite la siguiente: «Don Manuel Alegre, desde los primeros momentos del año 1808, él mismo y sus dos hermanos, Anselmo y José, muertos en ella con las armas en la mano, formaron una partida de guerrilla con bastante porción de gente armada a sus órdenes. a pie y a caballo, que desde esa época hasta la presente, constantemente y sin intervalo hacen el servicio por la religión, el Rey y la patria hostigando y mortificando al enemigo, cogiendo presos, armas, caballos, equipajes, efectos, raciones, obrando con el mayor denuedo, valor y desinterés, atacando y arrollando a cuantos franceses encontraban en los pueblos y encerrándolos entre otros en Monzón, tomando pertrechos de guerra, habiendo demostrado su valor y espíritu en el ataque de Hoz, donde se destrozó una columna de infantería y caballería al enemigo, habiendo hecho varios muertos y cogido prisioneros y armas de la guarnición que se hallaba en esta ciudad, habiéndose conducido con el mayor honor y sin hacer exacciones a los pueblos sin que haya habido la más mínima queja de ellos y demás vecinos por no haber tomado más que lo preciso para su manutención por vía de raciones, observando y siguiendo la mejor conducta política». AMB: Actas del Ayuntamiento del año de 1814, sesión del 29 de julio. Posteriormente Manuel ingresa en el Resguardo Militar de Aragón y participa con el grado de subteniente en la guerra realista, distinguiéndose en la acción de Benabarre el 31 de julio, en el sitio de Jaca en agosto, en la acción de Aratores el 31 de septiembre y en la de Isaba (Navarra) el 11 de octubre de 1822. Diario Constitucional de Zaragoza de 1 y 7 de agosto, 6 y 7 de septiembre, 12 y 20 de octubre de 1822. Guirao, El Alto Aragón durante la Guerra Realista: 50. 66, 82 y 85. I" APN/07N: Parte de Oro, Estadilla, 30 de marzo de 1813. GM del 7 de mayo de 1813, Parte de Alegre, Monzón, 17 de marzo. GR del 18 de mayo de 1813. Huguet: 89. Antes de partir hacia Barbastro. Páris había encargado al comandante de Huesca, Couly, recoger la deuda pendiente que tenía la ciudad por contribuciones no pagadas, usando todos los medios que creyera convenientes para su ejecución y exigiendo que la mitad de lo debido (más de 14 000 duros) se abonara al percibidor de contribuciones de inmediato y la otra mitad antes de terminar el mes de abril, lo que comunica Couly a la Junta Municipal. Termina su carta diciendo amenazante: «os invito particularmente a hacer todo lo que dependa de Vms. para obtener sobre este objeto un resultado satisfactorio; por este medio me evitarán el disgusto de hacer obrar la fuerza armada para obligarles». AMH/AD de 1813: carta del 30 de marzo.
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reclamando el alistamiento de más voluntarios, llamamiento al que acuden cerca de 800 jóvenes, sobre todo de la ciudad de Barbastro y «lugares del Partido situados a la derecha del río Cinca», que son organizados a finales de marzo en el 3" Regimiento de Altoaragoneses, bajo el mando del coronel Fermín Eeharri." Entre los alistados en este regimiento se encuentran dos peculiares personajes: los clérigos de Monzón mosén José Cebollero y mosén Antonio Mombiola.'m Con este regimiento organizado y añadiendo los aragoneses reclutados e incorporados en sus cuatro regimientos navarros para compensar sus pérdidas, la División de Navarra de Espoz cuenta con 3400 aragoneses en sus filas, la inmensa mayoría de ellos de la izquierda del Ebro, y él es el jefe indiscutible del Alto Aragón, dominando los corregimientos de Cinco Villas,m , Barbastro y Benabarre, manteniendo encerradas en sus fortalezas a las guarniciones de Jaca, Huesca y Benasque, y siendo dueño de la ruta de Zaragoza a Francia por Jaca, por lo que el general Páris puede mantener abierta la línea de comunicaciones con el Imperio a duras penas, pero en modo alguno restaurar la autoridad imperial en los corregimientos bajo control de Espoz.1082
Acciones en los alrededores de Mequinenza (24 de marzo de 1813) Eroles, informado de que Suchet se encuentra aislado en Valencia con sus flancos al descubierto y de que se vería en serias dificultades si se le privase de los granos existentes en los almacenes de Mequinenza, fuente de sus mayores recursos, planea atacar los convoyes de barcas con suministros y si es posible apoderarse de la villa y de su gran almacén de cereales ubicado en la iglesia, contando para esta operación con algunas partidas catalanas y valencianas y con las tropas que tiene Espoz en la zona de Fraga. El día 24 de marzo, al conocer que un grupo de barcas cargadas de trigo ha salido de Mequinenza hacia Tortosa descendiendo el Ebro escoltado por algunos gendarmes y varios soldados de infantería, una partida enviada por Eroles a las órdenes del jefe Millares ataca cerca de Vinebra, en la orilla izquierda, a los napoleónicos, aunque estos consiguen escapar con las barcas, pero un poco más adelante, en un estrecho desfiladero de orillas escarpadas, otros guerrilleros de Millares tirotean nuevamente a los franceses, y aunque varios de estos caen heridos y tres embarcaciones embarrancan, el resto continúa río abajo hasta Mora, donde es protegido por su guarnición. Tras esta acción Eroles no hará de momento otro intento sobre Mequinenza"
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Actividad de las tropas de Espoz en el Alto Aragón El 2 de abril cunde el pánico en Barbastro, que en esos momentos se encuentra sin guarnición española, al recibirse la noticia de que una columna francesa se dirige desde Sariñena hacia Berbegal
1 °" Tanto el 2' como el 3" regimiento de altoaragoneses recibieron uniformes de tipo inglés de color azul con divisa roja y
vivos blancos. AMB/LG, n° 15. Iribarren, Espoz y Minat el liberal: 22 y 170. 'e" Cebollero era clérigo racionero de la diócesis de Monzón; iniciada la guerra, se había alistado como voluntario en la Compañía Suelta de Aragón. Combatió en Belchite, donde fue herido y hecho prisionero, aunque consiguió escapar el mismo día; pasó a la compañía de granaderos del batallón de infantería Tiradores de Ribagorza, del mando de Sarasa, y tras ascender a sargento 2" en el regimiento de Zaragoza se alistó en el 3" de altoaragoneses. Al igual que Cebollero, mosén Mombiola era clérigo de la Diócesis de Monzón y se encontraba realizando sus estudios eclesiásticos en Barbastro al comenzar la guerra de la Independencia. Tras varias vicisitudes, se alistó también en este Y regimiento de altoaragoneses, y ambos participaron en todas sus acciones, incluidos el sitio del castillo de Monzón y la toma del de Benasque. 1061 El último reducto francés en Cinco Villas, Sos, ha sido sitiado por Espoz el 24 de febrero, aunque poco más tarde, el 1
de marzo, ante la Imposibilidad de tomarlo y el anuncio de que Páris viene con numerosas tropas, el navarro se retira y ordena a su infantería situarse en las alturas inmediatas a la villa, quedando en observación de Páris. Este, tras recoger a la guarnición, al día siguiente abandona Sos, seguido de lejos por los hombres de Espoz, que ha conseguido su objetivo principal, que era desalojar la guarnición de Sos y dejar expedito el camino desde Jaca a Pamplona. Guirao, Las Cinco Villas. 1052 Iribarren, Espoz y Mina: el guerrillero: 564.
AHG: C8/106, Buquet a Clarke, 31 de marzo de 1813. Priego: val/2", 71-72.
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pasando por Lastanosa,1084 aunque los franceses no llegan finalmente a entrar en Barbastro. La tranquilidad regresa definitivamente al llegar el día 7 a la ciudad del Vero un destacamento de caballería enviado por Antonio Oro desde Estadilla, donde se encuentra con el 2° de altoaragoneses tras su incursión en Monzón de finales del mes anterior. Este regimiento ha operado desde su creación sin que se haya destinado ningún oficial a sus compañías, por lo que Oro solicita alguno de los de esa clase a Espoz, quien a finales de este mes de abril le enviará un teniente y dos subtenientes por compañía.1085 Por estos días el renegado Chandón está en Ayerbe y los franceses de la zona de Huesca se han retirado a Zaragoza, según informa Pueyo a Espoz, que se encuentra en Puente la Reina. Chapalangarra, que está en Sádaba, el 8 escribe a Pueyo dándole cuenta de haber recibido los dos soldados pasados y los dos prisioneros, le pide que le envíe los reclutas «que tengan la talla de Granaderos» y que esparza, para que llegue a oídos de los imperiales, la noticia de que va a formar una compañía de extranjeros y que serán bien tratados. Tres días después dice a Pueyo que ponga en Jaca un hombre de observación y poco más tarde, ante la presencia de un destacamento francés en la zona, le dice que una su fuerza con la del sargento Cavez y ataquen juntos a los franceses para expulsarlos de allí y, si lo consiguen, que quemen Casa Marcuello.1086 El 13, Manuel Gurrea con 50 jinetes del 4° de húsares de Navarra,1087 que vigila la carretera de Jaca entre Ayerbe y Gurrea de Gállego, envía al capitán de flanqueadores por la parte de Villanueva de Gállego y, advertido de que un correo con correspondencia francesa se traslada desde Valencia a Francia por Zaragoza debiendo pasar por la zona, decide interceptarlo; para ello cambia de posición apostándose entre Gurrea de Gállego y Zuera y manda aviso al capitán de flanqueadores. Al rato llega el posta, escoltado por 70 gendarmes a pie del 9° escuadrón, los cuales, a pesar de ofrecer resistencia a tiros, son finalmente batidos y puestos en fuga, aunque la mayor parte se salvan gracias a la llegada de un destacamento de gendarmería a caballo que, salido de Gurrea de Gállego, viene en su ayuda. La correspondencia e importantes documentos quedan en manos de Gurrea, y en la acción el alférez Rodrigo y el sargento Isidoro tienen muertos sus caballos «por arrojarse con la intrepidez que acostumbran». Por su parte, el capitán de flanqueadores apresa cuatro caballos de posta que llevaban de vacío tres postillones españoles al servicio de los franceses, los cuales son hechos presos.'°88 El día 14 habían sido batidas por el general Abbé en lsaba, en el valle de Roncal, algunas fuerzas de Espoz. Al día siguiente, el general Bourke, nuevo gobernador de Jaca, teniendo aviso de que esas fuerzas van a pasar por las cercanías de esa villa pirenaica, sale con los cazadores de montaña, los gendarmes españoles y el 14° Escuadrón de Gendarmería en su busca, pero los españoles, avisados de este movimiento, aceleran el paso y evitan a la columna francesa.' 089 El 18 de abril Chapalangarra envía a Pueyo unos manifiestos para que los distribuya en todos los pueblos de la Jacetania con la mayor brevedad, y al día siguiente es Espoz quien oficia a Pueyo
1084 Posiblemente se tratara de la columna salida al mando de Páris desde Huesca y que hemos citado al hablar de Oro y su
incursión en Monzón en marzo anterior. 1085 AMB: actas de 1813. APN/07N: Parte de Oro, Banaguás, 16 de noviembre de 1813. 1036 AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/68 y 30-32, Oficio de Espoz, Puente la Reina, 12, y Oficios de Depablo, Sádaba, 8, 11 y 15 de abril de 1813. Algunos regimientos contaban también entre sus filas con compañías de extranjeros formadas por sol-
dados del ejército napoleónico prisioneros o que habían desertado pasándose a los españoles, la mayoria de los cuales eran italianos, napolitanos o alemanes. 1087 Estos húsares, al igual que otras unidades, eran mantenidos sobre el terreno por los pueblos de la zona; así, el de Pole-
ñino entrega en enero de este año de 1813 a ese escuadrón aproximadamente 250 raciones de pan, carne y vino; en febrero, 130 de lo mismo; en marzo, 50; en abril, 11, y en mayo unas 300. AHPH/AFTS: F-6/6, Estado. 1089 APN/ODN: Parte de Gurrea,
Ejea, 15 de abril de 1813. GR del 6 de julio de 1813. Según Emmanuel Martin 1398), los gen-
darmes, que eran 40, «se agrupan protegiendo al correo y se defienden con la bayoneta calada de las cargas enemigas hasta que los españoles se retiran sin conseguir apresar al correo», 1089 Martin, Emmanuel: 399.
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desde Puente la Reina ordenándole que haga una requisición de unas 6000 raciones de vino y de alguna porción de aguardiente, las cuales remitirá a Chapalangarra, que «estará en los Pinta nos o tierra de Bailo» con los regimientos 1° y 2°. El 24 Chapalangarra está en Sos y Cruchaga en Sangüesa, y ambos ofician a Pueyo para que les informe de los movimientos franceses y sobre todo de los de una columna que debe salir de Jaca hacia Ayerbe y cuyo número se desconoce. Dos días después, Chapalangarra comunica haber recibido a los cuatro desertores que le ha remitido Pueyo, al que señala que en lo sucesivo tenga sumo cuidado en vigilar si algún otro desertor pasa por los puentes de Murillo y La Peña.'090 Este mes de abril el 9° Escuadrón de Gendarmería releva en Zuera al 13°, que ha sido destinado a Zaragoza.'491
MAYO DE 1813 Oro recluta en Barbastro voluntarios y envía una compañía a Benasque (6-14 de mayo de 1813) Aprovechando su estancia en Estadilla y con el fin de aumentar el número de voluntarios de su regimiento, Antonio Oro, comandante del 2° de altoaragoneses, envía el 6 de mayo un oficio al Ayuntamiento de Barbastro, donde tiene destacado un escuadrón de caballería, informándole de que va a proceder en esa ciudad al alistamiento de mozos de ese corregimiento y de la derecha del Cinca, convocando para ello a los de entre 16 y 40 años, «sin distinción de personas», y a los casados desde primero de enero de este año de 1813, amenazando con aplicar el máximo rigor militar a los que no acudan.'°92 Por otra parte, envía hacia la zona de Benasque a la compañía de cazadores de su regimiento, al mando del teniente Agustín Mora, para servir de refuerzo a las cuatro que habían quedado allí a primeros de marzo a fin de impedir las correrías de aquella guarnición francesa. Mora llega a Aínsa el 13 y desde allí se dirige a Plan; en la madrugada del 14 toma el camino de Benasque por el puerto de Sahún y en el trayecto se entera de que un centenar de soldados de la guarnición benasquesa andan, como acostumbran, por Castejón de Sos y Chía obligando con violencia a sus habitantes a entregarles el grano que tienen recogido y otros alimentos. Mora con sus altoaragoneses se dirige primero a Chía, donde apresa a los franceses que han quedado encargados de la conducción del grano, y desde allí retrocede a Villanova para ocupar el camino que lleva de Castejón de Sos a Benasque. El gobernador de Benasque, sabedor de la presencia de los altoaragoneses, ordena al comandante de Castejón de Sos que se retire, lo cual efectúa rápidamente, pero Mora, que para entonces ocupa ya con sus cazadores el campo de Sahún, manda a sus hombres armar la bayoneta y, tras realizar una primera descarga, marcha contra los imperiales, que huyen cruzando atropelladamente el río. En el entretanto, un destacamento de 150 cazadores de montaña procedentes de Benasque y mandados por el teniente Castillón toma posiciones en el collado de Sahún; ante su llegada, Mora se retira al puente de Villanova, adonde ha mandado llevar ya a los heridos. Los franceses, tras recoger sus bajas, abandonan la zona. Según el parte de la acción, los altoaragoneses tienen 1 soldado muerto y 5 heridos, y los franceses 1 oficial muerto, 1 capitán y 9 soldados prisioneros y 69 de estos últimos muertos o ahogados. En manos aragonesas queda también un espía de Las Paúles, un español renegado, una caja de guerra, dos buenas sillas de montar, un par de pistolas excelentes y seis cargas de trigo',"
139/ AMZ/APICDP: caja 8214. legs. 40.5/34-36 y 69, Oficio de Depablo, Saciaba, 18, y Sos, 24 y 26; leg. 40.5/69, Oficio de Espoz,
Puente la Reina, 19, y leg. 40.5/94, Oficio de Cruchaga, Sangüesa, 24 de abril de 1813. 1°91 Martin, Emmanuel: 399. 1392 AMB: actas de 1813.
IO" APN/C17N: Parte de Oro. Bandaliés. 16 de mayo de 1813. GR del 15 de julio de 1813.
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Órdenes del intendente de Huesca al corregidor de Benabarre (19 de mayo de 1813) Con fecha 19 de mayo, Víctor D'Arlincourt, auditor en el Consejo de Estado e intendente de la provincia de Huesca, escribe al corregidor de Benabarre y le adjunta ocho ejemplares impresos de un decreto de Suchet de 4 de mayo relativo a la extracción de lanas y otros tantos de otro decreto del 6 que trata de la libre circulación, fabricación y venta de naipes, con orden de que comunique ambos decretos «por todos los pueblos de su Partido dándoles toda la extensión y publicidad debida». El mismo día, el corregidor de Benabarre envía un ejemplar a Bagnéres, dos al comandante y administrador de Rentas de Benasque y reparte el resto por los Ayuntamientos del valle. Días después, el intendente envía al mismo corregidor una copia del decreto de Suchet de 5 de mayo por el que impone una contribución de 253 125 cántaros de vino «para la subsistencia del Ejército del Reino de Aragón», incluyendo en el oficio la parte que corresponde al corregimiento de Benabarre.'694
Antonio Oro, con el 2° de altoaragoneses, en Loarre (19 de mayo de 1813) Mediado mayo, Oro, con el 2° de altoaragoneses, abandona sus posiciones en Estadilla para dirigirse a Bandaliés, cerca de Huesca, donde el día 18 recibe aviso de Chapalangarra, comandante del 1°, que se encuentra en Murillo de Gallego con el sargento Pueyo, de que un convoy francés va a salir al día siguiente de Ayerbe con dirección a Jaca y desea atacarlo conjuntamente con él, para lo que deben ponerse en contacto, y Oro ha de marchar con su regimiento a Loarre y allí quedar acampado. El convoy francés consiste en 2000 prisioneros españoles hechos en Yecla y Villena escoltados por las fuerzas del coronel Colbert. Al poco de recibir el aviso, y ya de noche, sale Oro con sus hombres hacia Loarre; a la mañana del día siguiente, entre Bolea y Aniés se tropiezan con un destacamento de caballería francés que ha salido de Ayerbe para realizar una descubierta y que al apercibirse de la presencia de la infantería aragonesa carga sobre ella. Los aragoneses forman cuadro y calan bayonetas, y al cabo de un rato rechazan la carga de los imperiales, que regresan a su guarnición. Una vez alejados, Oro con su regimiento sigue camino a Loarre, donde se entera a su llegada de que el convoy ha anulado su salida y el ter regimiento no está donde ha dicho su comandante. A pesar de todo, decide dejar descansando a sus hombres en Loarre y, estando todavía en este lugar, recibe noticias por sus vigías de que los jinetes franceses a los que antes ha rechazado, apoyados por numerosa infantería y al mando de Colbert, vienen hacia él con ánimo de atraparle. Oro forma al regimiento en una altura inmediata y contiene el ataque; sus tropas se retiran poco a poco y escalonadamente, disputando el terreno a los napoleónicos, hasta que al caer la tarde estos se dirigen a su base en Ayerbe, mientras que los aragoneses lo hacen hacia Benasque, ya que tienen noticias de que los franceses de esa villa han recibido tropas de refuerzo con objeto de asolar aquel valle.'"
Ofensiva de Clauzel contra Espoz en Roncal y el Alto Aragón Mientras Chapalangarra y Oro con sus regimientos actúan por el Alto Aragón, su jefe, Espoz, desde primeros de mayo se encuentra en la frontera navarro-aragonesa con órdenes del general inglés Wellington de entretener al general Clauzel1 °96 en Navarra, mientras él al mando de un ejército angloespañol inicia una ofensiva contra el rey José desde Portugal. Cuando Napoleón vuelve de Rusia, planea responder a la deteriorada situación de España con una campaña convencional para aniquilar las partidas guerrilleras que infestan el noreste de la Península,
ARF: caja 72, leg. 1. '1)95 APN/07N: Parte de Oro, Apiés, 20 de mayo de 1813. GR del 17 de julio de 1813. 196 Bertrand Clauzel, barón del Imperio, nace en 1772 en Mirepoix, en el Ariége. Sirve en los Pirineos Orientales, en Italia y en Santo Domingo entre 1792 y 1802 y este mismo año es ascendido a general de división. Enviado a España en 1809, se dis-
tingue en los Arapiles en 1812. Muere el 21 de abril de 1842 en Secourrieu (Alto Garona).
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esperando acabar con ellas en una sola campaña y después volver a desplegar estas tropas contra Wellington, y encarga la campaña en Navarra al jefe del Ejército del Norte, Ciauzel. Napoleón, al ordenar un tipo de campaña convencional sigue demostrando que mantiene la misma opinión sobre [as guerrillas que tenía en 1808 y que no ha aprendido nada del fracaso del Ejército del Ebro un año antes, de modo que el inicio de la campaña se demora porque el emperador repite sus errores anteriores en el sentido de rotación de tropas (lo que hace que a finales de abril de 1813 Clauzel y Reille todavía estén intercambiando unidades, así que las destinadas a esta campaña contrainsurgente emplean un precioso tiempo en relevarse unas a otras) y porque ignora los enormes problemas logísticos y administrativos de las tropas, que tienen que dedicar mucho tiempo y esfuerzo a recoger lo necesario para sobrevivir. Además, el Corso sigue infravalorando la capacidad de combate de los guerrilleros y piensa que estos se van a amilanar ante sus columnas móviles, no teniendo conciencia de que la división de Espoz es poderosa y ágil y puede eludir el combate fácilmente si quiere. La ayuda desde Aragón podría aliviar algunas de las dificultades de Clauzel, pero esa ayuda no llegará, pues Suchet ordena a Severoli salir de Aragón en dirección a Valencia, y Páris, gobernador de Aragón, a quien Clauzel ha escrito antes del comienzo de su ofensiva solicitándole refuerzos, replica diciendo que necesita sus tropas para la vigilancia y escolta de los prisioneros españoles hechos en la campaña de abril de Suchet que marchan por Aragón hacia Francia. Suchet hace tiempo que piensa que en las operaciones contra Espoz es fundamental bloquear sus posibles rutas de escape hacia Aragón, por lo que durante los meses de marzo y abril Clarke pide urgentemente a José y a su jefe de Estado Mayor, Jourdan, que envíen refuerzos a Aragón para ayudar a Clauzel bloqueando esas posibles vías de escape. José contesta, con poco entusiasmo, que la persecución no destruiría la resistencia insurgente y que es necesaria una sencilla acción política, no de fuerza. Un mes después, en carta a Clarke, dirá que él, rey de España, no sabía nada sobre la situación en Aragón ya que nunca había recibido un informe del jefe provincial, ni siquiera sabía el nombre del gobernador y no tenía reservas que enviar a Clauzel. Respuestas que son en cierta medida su venganza contra aquel decreto de 8 de febrero de 1810 que ha dividido el reino en dos gobiernos militares. Por todo lo anterior, la operación contrainsurgente en el noreste de España organizada por Napoleón, puesta en manos de Clauzel, un general inexperto en la guerra de guerrillas y que dispone de escasas fuerzas para desplegar en ella, está condenada al fracaso inevitable, ya que además carece del apoyo tanto de Suchet como de José, que prefieren conservar sus tropas de reserva para otras prioridades."' Clauzel finalmente inicia su ofensiva el día 2 de mayo cuando, acompañado por Abbé, llega a Puente la Reina de Navarra y establece sus divisiones de la siguiente manera: la división de Taupin en Estella, la de Barbot en Cirauqui y la de Vandermaesen en Dicastillo. Al día siguiente llegan la primera brigada de Barbot, el 1° de húsares y el 15° de cazadores a caballo a Puente la Reina para proteger el cuartel general, mientras la división de Abbé sale hacia Pamplona. Ante esta concentración de fuerzas, y para llamar su atención, encarga Espoz situarse al norte al le' regimiento de Guipúzcoa y al 3° y 5° de Navarra, mientras él se establece en Sangüesa, Lumbier y Aoiz con los regimientos 1°, 2' y 4° de su división, dejando la caballería, salvo su pequeña escolta personal, en el llano, en Cáseda, por las dificultades que tendría para operar en una zona montañosa, y llamando a Chapalangarra para que con el 1° de altoaragoneses se acerque desde el Alto Aragón.m" De esta
'1191 AHG: C8/106, Reille a Clarke, 14 de marzo; C8/107, Clauzel a Clarke, 2, 10 y 20, Buquet a Berthier, 20, y Clarke a Suchet, 23 de abril; C8/108, Buquet a Berthier, 4; Suchet a Clarke, 24, y Clarke a Suchet, 25 de mayo de 1813. Alexander: 216~220. Bonaparte, losé: ix, 220-287, fosé a Clarke, 2 de mayo y 5 de junio; Clarke a Jourdan, 16 de marzo y 18 de mayo, y Clarke a José, 18 de marzo de 1813. Bonaparte, Napoleón, Correspandance r >cm, n°' 19411 y 19561, Napoleón a Clarke, 3 de enero y 9 de febrero de 1813. "D" El día 6 Chapalangarra ya está en Sangüesa. desde donde escribe a Pueyo ordenándole destruir de inmediato los castillos de Rosel y Albored, caso que los enemigos quieran fortificarse en dichos puntos; al día siguiente le pide que le informe de «si llegan una porción de franceses con otra de prisioneros españoles. Cuántos y cómo suben». AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5137 y 40.5/38, Oficios de Depablo, Sangüesa, 6 y 7 de mayo de 1813.
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manera, cumpliendo las órdenes de Wellington, Espoz se prepara para entretener a Clauzel en Navarra, mientras aquel, al mando de un ejército angloespañol, se dirige contra José. Clauzel decide comenzar sus movimientos en el valle de Roncal, donde Espoz tiene sus depósitos y hospitales, y para ello a partir del 9 de mayo envía a los 4000 hombres que tenía Abbé en Pamplona: la brigada Gaudin de la 2" división de Barbot hacia Aoiz, Ochagavía e Isaba con la misión de presentarse en la parte septentrional del valle de Roncal el día 12, mientras él mismo con el 59° de línea, las fuerzas de Vandermaesen y la caballería (unos 5000 hombres en total) se pone en marcha por Tafalla a Sangüesa, adonde llega el 12, con el fin de ir a interceptar las salidas meridionales del valle de Roncal, por donde el jefe navarro intentará escapar de la presión de Abbé. Este, salido de Pamplona el día 10, llega ese mismo día a Aoiz, donde encuentra al 4° regimiento navarro al mando de Asura, que toma posición sobre el puente del Irati con expresa orden de impedir el paso a los franceses hasta dar tiempo a Espoz para combinar sus movimientos con los regimientos 1° y 2°. Abbé por la tarde intenta forzar el puente pero encuentra una obstinada resistencia y se ve obligado a regresar al pueblo con el resultado de algunos muertos y bastantes heridos, que envía a Pamplona aquella noche. Al día siguiente, 11, mientras Chapalangarra con su 1° de altoaragoneses se sitúa en Berdún,1099 Abbé ordena un nuevo ataque que obliga a Asura y sus hombres a replegarse hacia Navascués. Al conocer Espoz los movimientos de Abbé, ordena a Barrena, jefe del 2° regimiento, abandonar Lumbier y acoger en Navascués a los hombres de Asura. Esa noche, Clauzel, al frente de la segunda columna, parte de Puente la Reina acompañado por el 59° de línea, el 15° de cazadores y el 5° Escuadrón de Gendarmería, e incorpora la división de Vandermaesen en Artajona, y llega al día siguiente a San Martín de Unx, mientras Abbé lo hace a Ochagavía. El 12, en tanto que Abbé se dirige por Ochagavía a Uztarroz, adonde llega por la tarde, Clauzel entra en Sangüesa y expulsa de allí a un pequeño destacamento de Espoz, que el día anterior ha abandonado esa villa y se dirige a Roncal, donde concentra a sus regimientos 1°, 2° y 4° de Navarra, este situado a alguna distancia de él, y 1° de altoaragoneses. Al día siguiente, Clauzel extiende su línea desde Sangüesa a Sos, Sigüés, Escó, Tiermas y Salvatierra de Escá, y Espoz toma posiciones en Roncal para combatir con las fuerzas de Abbé antes de que la otra columna desemboque a su retaguardia. Abbé sale con sus tropas de Uztarroz y desciende sobre Isaba, villa que encuentra abandonada de sus habitantes y que, enfurecido, ordena incendiar, de lo que se salvan media docena escasa de casas. Espoz se sitúa al frente del 2° regimiento en una parte del monte sobre Isaba; manda al 1° hacerlo en las alturas de Santa Bárbara y al 4° en las proximidades en posición de reforzar al 2°, y deja a Chapalangarra con el 1° de altoaragoneses cerca de Urzainqui amenazando el camino de Isaba e impidiendo que el enemigo penetre en Roncal. Todos los enfermos y heridos de la División de Navarra que se encuentran en Roncal y que pueden ser movidos son trasladados a lugares seguros, y tan solo quedan en los hospitales aquellos cuyas lesiones no les permiten ser transportados. Al amanecer del 13, las guerrillas de ambos bandos rompen el fuego, que pronto se hace general en toda la línea; el encarnizado combate dura hasta las tres de la tarde, cuando, formados los imperiales en bloque, cargan sobre el flanco derecho español y al final logran que el 2° regimiento navarro comienze a flaquear. Entonces Espoz ordena replegarse a una altura situada a retaguardia, donde se mantiene hasta la noche. Los regimientos 1° y 2° son los que principalmente se baten, pues del 4° y el 1° de altoaragoneses solo intervienen algunas compañías. Espoz, sabiendo que Clauzel ha reunido todas sus tropas en Salvatierra, al mando de los Vandermaesen, Barbot y Taupin, y que avanza con ellas hacia Burgui en socorro de Abbé por la desembocadura meridional del valle cortándole la salida, ordena a sus dos primeros regimientos pasar por la villa de Roncal y tomar un
1049 AMZJAP/CDP: caja 8214. leg. 40.5/39, Oficio de Depablo, Berdún, 11 de mayo de 1813.
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camino de montaña que franquea hacia el este la cordillera que separa el valle del Esca del río Veral, para ir a pernoctar a Garde. Mientras, el 1° de altoaragoneses avanza hasta Ansó y Asura con el 4° marcha a Navascués llevando consigo parte de los heridos, en tanto que otros permanecen escondidos en los bosques de los alrededores. Los franceses de Abbé quedan acampados aquella noche y, sabiendo que los navarros están en Garde, no se atreven a bajar a Roncal hasta el día siguiente, en que llega Clauzel con sus tropas después de enviar su caballería con Desmichels al frente a tomar el puente de Berdún y al coronel Gaudin con una columna de infantería a Villarreal. En Roncal Abbé visita a los heridos y enfermos navarros y, aunque manda quemar todas sus ropas y las de los hospitales, tiene alguna consideración con ellos, atención que agradecerá Espoz. El 14 por la mañana, con el fin de interceptar toda posibilidad de repliegue hacia Cinco Villas, Clauzel envía a Jaca la división de Vandermaesen, que marcha a través de Villarreal de la Canal y Majones, ordena a Abbé seguir las huellas de Espoz por el lado de Ansó y Fago, y hace avanzar a su caballería a Berdún. Pero la falta de coordinación en los movimientos de estas columnas permite, en primer lugar, que la Junta Provincial de Navarra, establecida habitualmente en Navascués, consiga huir y se refugie en Martes, y en segundo lugar que Espoz, habiéndose separado de su infantería en Ansó durante la noche, escape con una pequeña escolta de caballería hacia Biniés y Berdún, por donde, cruzando el río Aragón, se interna más en Cinco Villas. El 15 las operaciones de acoso continúan y Clauzel, acompañado por Barbot, el 59° de línea y el 15° de cazadores, alcanza Berdún, mientras la columna de Vandermaesen no rebasa Villarreal de la Canal; los dos regimientos de Desmichels pasan a la orilla meridional del Aragón, y Abbé, procedente de Echo, llega a Embún. Sin embargo, las dos columnas que intentaban de esta manera cerrar la trampa no llegan a tiempo para taponar las salidas meridionales de los valles que descienden de los Pirineos, lo que permite que por la mañana los regimientos de Cruchaga y Barrena franqueen el Aragón por el puente de Santa Cilia de Jaca y se internen en la sierra de San Juan de la Peña, mientras Chapalangarra con sus altoaragoneses pasa por Embún y Javierregay y cruza el Aragón en Puente la Reina de Jaca, en dirección a Bailo, y de allí a Cinco Villas, hasta perderse en la zona montañosa situada entre los ríos Aragón y Onsella. Los jinetes de Desmichels consiguen ese día descubrir en Bailo a la retaguardia de Chapalangarra, sin lograr obligar a combatir a los aragoneses. El brigadier Bourke había enviado desde Jaca al capitán Foison al frente de un contingente de esta guarnición constituido por dos centenares de cazadores de montaña, 30 gendarmes montados del 14° escuadrón y algunos josefinos de Chandón, para participar en la cacería de voluntarios navarros y altoaragoneses de la división de Espoz. Foison llega a Santa Cilia de Jaca pisando los talones de los regimientos 1° y 2° navarros, a los que solo puede capturar 7 hombres y llevarse 5 caballerías de carga, mientras Cruchaga se acantona con su regimiento en Paternoy, donde recibe un oficio de Pueyo para Chapalangarra anunciándole el envío de varias raciones de vino. Cruchaga dice a Pueyo que le envíe el vino a él con idea de mandárselo a Chapalangarra a Bailo, pensando que aún está allí, pero este ha marchado ya al interior de Cinco Villas. Comprendiendo que Espoz ha logrado eludir su trampa, Clauzel, que no se ha movido de Berdún, tiene la intención desde entonces de evitar que la División de Navarra se dirija hacia el Gállego, sector donde puede hostigar la comunicación de Zaragoza a Jaca, que sabe está desguarnecida, y por eso prefiere que se interne en Cinco Villas; para ello, el 16 ordena a Abbé permanecer en Javierregay, con el fin tanto de enviar desde allí hacia Jaca a sus heridos como de traer de esta plaza cartuchos, y a Vandermaesen pasar a la orilla izquierda del Aragón y por Martes dirigirse a Longás, con la misión de interceptar a los voluntarios de Cruchaga y Barrena que, según sus informes, desde San Juan de la Peña intentan alcanzar Navarra por Longás y Sos. El 17 Clauzel sale de Berdún escoltado por el 5° Escuadrón de Gendarmería y el 15° de cazadores a caballo para dirigirse a Ruesta a fin de reunirse allí con Vandermaesen y los jinetes de Desmichels. Informado durante su marcha de que el 1° de altoaragoneses de Chapalangarra ha pernoctado la víspera en Longás, en las inmediaciones de los puestos avanzados de Vandermaesen, ordena a su
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caballería avanzar esa noche misma hasta Undués para alcanzar antes del amanecer Sangüesa, y a la infantería de Vandermaesen seguir la misma dirección de madrugada para apoyar a Desmichels, dejando un batallón en Ruesta para proteger el cuartel general. Obedeciendo estas órdenes, los jinetes de Desmichels logran por la noche tomar contacto con los altoaragoneses en Undués de Lerda, a los que causan 5 heridos y toman 2 prisioneros. En tanto, Abbé, una vez regresada la escolta de los heridos que han sido enviados a Jaca, abandona Javierregay para dirigirse a Berdún, donde le espera Barbot y el 59° de línea. El 18 Clauzel permanece durante la noche en Ruesta, desde donde ordena a Barbot ir al monasterio de Leyre y buscar por la sierra aledaña unos cañones de grueso calibre proporcionados por los británicos a los navarros y, avisado de que la víspera por la tarde Espoz se ha presentado en Sos para reunirse con su 4° escuadrón de caballería, manda a Desmichels y Vandermaesen dirigirse a esa villa, a la que llegan esa misma noche. Viendo que Espoz ya no está allí, se dirigen a Sofuentes. El 19 Abbé toma posiciones en Lumbier después de enviar, según las instrucciones recibidas, a Sangüesa a la brigada Gaudin para relevar allí al batallón que tenía Barbot y que ha sido llamado a Sos, adonde se traslada Clauzel, quien no pudiendo utilizar su caballería en aquella zona accidentada y boscosa la envía al mando de Desmichels a la Baja Navarra para perseguir a los jinetes de Espoz que desde el principio de la maniobra permanecen en esta parte de la provincia. Mientras Chapalangarra oficia desde Fuencalderas a Pueyo pidiéndole que le envíe allí la cebada que tenga de raciones, juntamente con los demás víveres, Vandermaesen marcha con la infantería hacia Uncastillo, donde se ha detectado la presencia de los regimientos 1° y 2° de Espoz, pero al llegar a esta villa le avisan de que los navarros han partido poco antes hacia Luesia, aunque en realidad Barrena con sus hombres lo ha hecho en dirección a Aniés, cerca de Huesca, desde donde escribe a Pueyo recomendándole poner la mayor vigilancia en observar los movimientos de una columna enemiga que habrá llegado ya a Tierz y que, si llega un asistente suyo apodado Rojillo con dos caballos a Murillo, lo proteja de la guarnición de Sarsamarcuello, ya que desconoce que la hay allí. El 20 por la mañana Clauzel se dirige hacia Uncastillo para reunirse con Vandermaesen y, advertido de que Espoz intenta huir por Petilla de Aragón, decide dirigirse a esta localidad, donde no encuentra a nadie. Allí pernocta y es informado de que Espoz, con su 1" regimiento, se encuentra en Lobera (adonde ha llegado después de pasar por Garde el día 13 y cruzar el Aragón por el puente de Berdún), y que va a dirigirse hacia Tiermas a fin de regresar otra vez al Roncal. Confirmada la presencia de los regimientos de Barrena y Chapalangarra en Aniés y Fuencalderas, respectivamente, Clauzel manda a Vandermaesen hacia allí y a Barbot a Sos, desde donde puede vigilar todo lo que pasa en las tierras bajas al norte. Sin embargo, Barbot, dejando en Sos un destacamento para asegurar su retaguardia, marcha con el resto de su regimiento hasta Isuerre. El 21, Clauzel con su escolta sigue por Isuerre hacia Tiermas, dejando en Ruesta al 34° de línea para esperar a Vandermaesen, a quien ha encargado alcanzar este punto. Sin embargo, Vandermaesen, que ha partido de Biel, no puede llegar ese día a su objetivo porque la marcha por senderos de montaña es tan penosa que después de rebasar Lobera no puede pasar de Pintano. Por su parte, Abbé, después de perseguir vanamente al 4° regimiento navarro, va a Pamplona para informarse de lo sucedido allí en su ausencia, habiendo dejado sus tropas en Huarte y Villava, lo que facilita el paso de Espoz, que con su primer regimiento marcha por el camino de Bigüezal y Navascués. Informado Clauzel de la dirección de Espoz, penetra de nuevo en la región montañosa comprendida entre el Salazar y el Esca tras haber ordenado esa misma tarde a Vandermaesen que vadee el río Aragón y avance al día siguiente hasta Salvatierra de Escá; a Abbé, que acuda de Pamplona por Aoiz para situarse en este sector accidentado; a Barbot, que se dirija a Tiermas a través del puente de Javier y luego a Bigüezal, punto adonde irá él mismo en persona con su escolta. Casi todos estos movimientos se ejecutan el día 22, tal como estaban programados, y el coronel Gaudin queda en Sos encargado de vigilar los movimientos del 2° navarro y del 1° de altoaragoneses, ya que
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se ha detectado la presencia de esta última unidad detrás del Gállego, en Bolea. Ese mismo día, el 15° de cazadores, hasta entonces destinado a la escolta del Estado Mayor, lo que llega a ser entonces más bien embarazoso a causa de la configuración del terreno donde va a maniobrar, es puesto a disposición de Vandermaesen, a quien puede por el contrario rendirle algunos servicios en el valle del Aragón. Avanzada la madrugada del 23 se sabe en el cuartel general imperial que el primer regimiento navarro ha pernoctado en Navascués y que se rumoreaba que Espoz, separándose de su regimiento, va a regresar a Sos, noticia que ha sido divulgada precisamente por el jefe navarro para engañar a sus enemigos, cuando en realidad desde Lobera, una vez separado de sus infantes y con una corta escolta de húsares, tras despistar a las tropas francesas que lo buscan, por las Bárdenas regresa al interior de Navarra, escapando del acoso de Clauzel, quien, ignorando en aquellos momentos la huida de Espoz, continúa sus operaciones y al alcanzar Navascués detrás de Barbot es informado de la retirada del primer regimiento de Cruchaga en dirección a Ochagavía. Envía entonces a la brigada de Barbot hacia el alto Salazar en persecución de los navarros y a la búsqueda de los depósitos y almacenes que estos tienen camuflados en los bosques y da orden a Vandermaesen de hacer lo mismo en Roncal, dejando en Berdún un batallón y el 15° de cazadores para que, recorriendo la orilla derecha del Aragón, ahuyente a los guerrilleros que acudan por estos parajes. Mientras tanto, Abbé, desde Urroz, persigue a los pequeños contingentes en que se ha dividido el regimiento de Asura para mejor escapar de la cacería imperial. El 24 Barbot alcanza el pueblo de Esparza, a 7 kilómetros de Ochagavía, y Vandermaesen consigue apoderarse en los alrededores de las localidades de Roncal y Garde de un centenar de voluntarios heridos que no pueden ser llevados por sus compañeros por falta de medio de transporte. Este día el cuartel general del Ejército del Norte, que permanece en Navascués, tiene conocimiento de la presencia en Ansó de una fuerte fracción del 1" regimiento navarro y del paso de numerosos aislados que intentan incorporarse a Chapalangarra por el lado de Murillo de Gállego, y se ordena desmantelar dos fábricas de municiones que han organizado en aquel sector los guerrilleros en sustitución de las destruidas durante el mes de abril en las Améscoas. Finalmente, el día 25, Clauzel, comprobando que no tiene mucho que hacer frente a la dispersión de los navarros, decide dirigirse a Pamplona, que alcanza el 28 por Lumbier, con una pequeña escolta. En Monreal deja la división de Barbot ya con sus tres batallones, en Huarte la de Abbé y en Sangüesa y Sos la de Vandermaesen. Durante este tiempo, el 2° regimiento de Espoz marcha al Alto Aragón a fin de reponerse en Bolea, en cuyos alrededores permanecerá hasta principios de julio. Así acaba la gran persecución que Clauzel ha emprendido para acabar con Espoz y sus hombres en Roncal y el Alto Aragón y, aunque el jefe navarro ha pasado momentos críticos, perdido tres centenares de sus voluntarios, sufrido daños en materiales y depósitos y visto a sus regimientos dispersos, ha conseguido, siguiendo las instrucciones de Wellington, entretener a las fuerzas imperiales del Ejército del Norte y a parte de las del de Portugal, impidiendo que acudan a reunirse con las tropas de José, pues la ofensiva del británico ha comenzado el día 22 de mayo desde Portugal y José va retirándose hacia Vitoria tras abandonar Valladolid el 27."°°
100 AHG: C8/365, Informe de situación del Tercer Gobierno Militar, mayo; C8/108, Clauzel a Barbot, 4, Clauzel a Abbé y Clauzel a Taupin, 9, Clauzel al mayor del 70° de línea, 10, y Clauzel a Vandermaesen, 10 y 15 de mayo; C8/246, Clauzel a Abbé, 14; Desmichels a Clauzel. 14 y 16; Fayerot a Clauzel, 14 y 16; Mendiry a Clauzel, 15; Clauzel a Feltre, 16 y 19; Foison a Buquet, 16 de mayo; C8/245, Clauzel a Páris, 16; Clauzel a Feltre, 19, 24 y 28 de mayo; C81246, Clauzel a Desmichels, 19 y 30; Clauzel a sus lugartenientes, 16 al 22 de mayo y 1 al 3 de junio; Desmichels a Clauzel, 1 de junio, y C8/109, Suchet a Feltre y Desmichels a Clauzel, 1 de junio de 1813. AMZ/AP/CDP: caja 8214, Ieg. 40.5/95, 114, 40 y 41, Oficio de Cruchaga, Paternoy, 15; Oficio de Barrena, Aniés, 20, y Oficio de Depablo, Fuencalderas, 19, y Bolea, 21 y 29 de mayo de 1813. APN/ODN: Parte de Espoz, Luesia, 17, y Parte de Iribarren a Espoz, Olite, 19 de mayo de 1813. GR del 13 de julio de 1813. Iribarren, Espoz y Mina: el liberal: 68-73 y ss. Gómez de Arteche: XIII, 89. Martin, Emmanuel: 266-268. Priego: vm/1°, 202-217.
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Aragón tras la marcha de Severoli a Valencia (mayo de 1813) En abril de 1813 Suchet se enfrentaba contra los ejércitos aliados basados en Alicante pero estaba en inferioridad numérica, siendo las únicas tropas disponibles para reforzarle un batallón francés y tres italianos de la división de Severoli que se encontraban en el lado derecho del Ebro. El 1 de mayo Suchet solicita esos 3000 hombres y Severoli sale de Aragón para llegar a Requena, en la provincia de Valencia, a mitad de mes. La salida de Severoli supone un gran contratiempo para Páris, gobernador de Aragón, pues sin ella solo le quedan tres batallones del 81° de línea francés y uno del 8° napolitano, además de cuatro compañías de caballería del 12° de húsares, personal de apoyo, 400 reclutas italianos, un fuerte destacamento de gendarmería imperial y las tropas de guarnición en Jaca y Benasque, fuerzas que apenas exceden los 5500 hombres, un número solo ligeramente superior a cualquiera de las numerosas partidas que circundan Aragón. Por otra parte, desde finales de mayo los correos procedentes de París se encuentran bloqueados en Ayerbe y los de Suchet en Zaragoza, aunque la aparición el 27 de un convoy de oficiales que vienen a tomar las aguas escoltados por un batallón del 10° de línea francés y dos compañías del 12° de húsares que tienen orden de Suchet de quedarse en Zaragoza una vez cumplida su misión de escolta aumenta la fuerza de Páris a 6000 hombres, número todavía inadecuado para repeler las ofensivas guerrilleras pero que le permite llamar a Colbert y enviarle a abrir las comunicaciones con Francia. Por otra parte, Páris tampoco puede esperar apoyo de Francia, sino todo lo contrario, pues Napoleón, considerando que sus regimientos en España son un pozo de reemplazo ilimitado con el que nutrir la retaguardia de su ejército en Alemania, ordena a Páris enviar a los depósitos de los regimientos franceses los cuadros de tres de sus batallones. Suchet se da clara cuenta del deterioro del poder y la influencia francesa en Aragón: de los trece corregimientos aragoneses los insurgentes controlan completamente los de Albarracín, Calatayud, Borja, Benabarre, Barbastro y Cinco Villas, manteniendo solo en los de Zaragoza y Alcañiz algo parecido a la autoridad imperial. Pero, a pesar de las repercusiones para Aragón de los traslados de tropas realizados, Suchet ve su política irrefutable, ya que considera a Valencia la región más valiosa de todas las que los franceses han ocupado en España y ahora está amenazada por un amplio ejército angloespañol al que debe enfrentarse, amenaza que se extiende también, dado el número limitado de tropas disponibles, al control francés en Aragón. La, ya de hecho, pérdida del control de Aragón por parte francesa tras la salida de Severoli irá progresivamente en aumento a partir de ahora debido a la actividad de las guerrillas, y en la primavera de 1813 el objetivo de las tropas imperiales es simplemente mantener las líneas de comunicaciones entre Jaca y Zaragoza, Valencia y Teruel y las que bajan por el Ebro hasta la carretera costera que conecta Tortosa con el III Cuerpo. La misión original de Napoleón para el Segundo Gobierno Militar se ha convertido en imposible."'"
JUNIO DE 1813
Derrota de los franceses en Vitoria. Situación de Suchet en Aragón (21 de junio de 1813) Una operación anfibia británica contra Tarragona en junio multiplica los problemas de Suchet, puesto que ahora se enfrenta a los ejércitos españoles en el Júcar, a fuerzas inglesas y catalanas en la carretera de la costa y a la insurrección extendida a lo largo del Ebro. El III Cuerpo está pues en una situación precaria, por lo que el 18 de junio Clarke ordena a Clauzel que coloque 5000 hombres en Aragón, liberando de esta manera las tropas de Páris para que puedan acudir hacia Valencia. Con el fracaso de los ejércitos españoles en Valencia y la precipitada retirada de la expedición
1101 AHG: C8/106, Suchet a Clarke, 9 de marzo; 08/107, Severoli a Clarke, 13 de abril, y C8/108. Suche( a Clarke, 1, y C8/373, Situación del 111 Cuerpo, 1 y 16 de mayo de 1813. Alexander: 214-217. Bonaparte, Napoleón, Correspondance 1: xxv, n° 19969, Napoleón a Clarke, 5 de mayo de 1813. Priego: vull2 98-99. Sarramon, La suerte: 193. Suchet: 11, 406. nota 47.
AÑO DI IR13 fl DE el IVI DI I Mill11 A IMPERIAI
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inglesa contra Tarragona, Suchet piensa en estacionar los refuerzos de Clauzel en el Alto Aragón y a los hombres de Páris en el lado derecho, pero el plan se colapsa antes de que Clauzel pueda enviar cualquier unidad, pues el inexorable avance de Wellington obliga a Clauzel a suspender sus operaciones contrainsurgentes y marchar a reforzar al rey José. Clauzel reconoce sus fallidos esfuerzos para destruir a Espoz y el 4 de junio dice a Clarke que precisa tres o cuatro meses más para aplastar al navarro; sin embargo, solo puede continuar las operaciones durante tres o cuatro días; a primeros de junio todas sus tropas han evacuado Cinco Villas y ya con fecha 17 de junio están en ruta hacia Vitoria, adonde se dirige José. Clauzel se ha entretenido mucho en la persecución y búsqueda de Espoz y el tiempo perdido en reunir sus tropas hace que llegue tarde a Vitoria, cuando ya ha terminado la batalla dada el 21 de junio y que ha supuesto una gran victoria para Wellington, que ha derrotado al superior en número ejército francés. Así pues, Clauzel no puede proporcionar ayuda alguna a José y a su marcha deja Aragón a merced de Espoz. De esta manera, las últimas operaciones contrainsurgentes en el noreste de España han sido un fiasco; por una parte han fallado en eliminar a Espoz y sus hombres en el control de la izquierda del Ebro y por otra han impedido que Clauzel pudiera contribuir a evitar la derrota de Vitoria.""
Preparativos y movimientos de los comandantes de Espoz en el Alto Aragón (junio de 1813) Tras la frustrada persecución de Clauzel a Espoz y la derrota de José en Vitoria, parte de los regimientos de la División de Navarra se reparten por el Alto Aragón, escalonándose los de Barrena y Chapalangarra entre Murillo, Bolea, Huesca y Almudévar, y cerca de ellos el de Oro, para cerrar así la comunicación que mantiene Suchet desde Valencia por Zaragoza y laca con Francia. Estos regimientos se mueven continuamente por la zona de Cinco Villas para controlar la guarnición de Huesca, a la que tienen bloqueada, y vigilar los alrededores de la carretera de Zaragoza a Jaca observando los movimientos de las tropas imperiales, teniendo como centro de comunicaciones, una vez más, al sargento Pueyo en su aduana de Murillo de Gállego, quien recibe y emite oficios con gran rapidez y fluidez. Así, el 5 de junio, Chapalangarra, jefe del 1° de altoaragoneses, encargado del bloqueo y control de la guarnición de Huesca, le remite desde Rasal una carta para que la dirija a Espoz, «ganando algún tiempo», y unos días después desde Castilsabás le manda enviar un hombre a Sangüesa para saber si es cierto que han llegado tropas francesas a dicha ciudad o a sus inmediaciones. El 14 es Barrena, comandante del 2° de Navarra, quien le comunica desde Angüés que ha recibido los oficios que le ha enviado y le encarga la mayor vigilancia de los movimientos del destacamento napoleónico que el día anterior ha entrado en Ayerbe y que le comunique todo lo que ocurra «a la mayor brevedad». El 17, Egozcue, ayudante de Espoz, desde Uncastillo pide a Pueyo que vigile el rumbo y giro que tomen los franceses que se han reunido en Ayerbe y ese mismo día, desde Martes, Cruchaga, comandante del 1" de Navarra, le informa de su llegada a esa villa por haber ocupado los franceses la zona de la montaña de Salazar y le pide que ponga toda su atención en adquirir cuantas noticias pueda de los movimientos de imperiales, comunicándole a toda costa cualquiera que hagan y aconsejándole que envíe paisanos de su mayor confianza a Jaca y a Ayerbe para que estén de observación. Dos días después llega Cruchaga a Sos, de lo que informa asimismo al aduanero, y dos días más tarde se encuentra en Sangüesa, donde recibe un oficio de este manifestándole que ha dado curso a los oficios que le remitió para Barrena y Chapalangarra. El 24, desde Apiés, Chapalangarra ruega a Pueyo que envíe un par de confidentes a Zaragoza para que observen a los franceses y den noticias ajustadas de cuanto ocurra y otros dos a laca con el mismo
102 En Vitoria participaron los dos regimientos alaveses de Espoz (5° y 9° de su división), de los que al primero de ellos luego veremos en Monzón y Benasque, AHG: C8/109, Clauzel o Clarke, 4 de junio, y C8/110, Extracto de Páris o Suchet, 11, adjunto a Suchet a Clarke, 16; Clauzel a Clarke, 17, y Clarke a Suchet, 18 de junio de 1813.
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fin. Unos días después y desde Arguis le informa de que el día anterior «por un cuarto de hora no pillé los imperiales que pasaron por la carretera».703
Cambian las tornas tras la batalla de Vitoria. Espoz persigue a Clauzel hasta Tudela (22-30 de junio de 1813) Al día siguiente del desastre de Vitoria, el 22 de junio, Clauzel, tras su tardía llegada al campo de batalla, decide retirarse a Zaragoza por Logroño, escapando del acoso de las fuerzas de Wellington y de Espoz destinadas a interceptar su marcha. Efectivamente, después de la batalla de Vitoria, en Orcoyen, cerca de Pamplona, se ven por primera vez Espoz y Wellington. Este, a pesar de su desdén por los guerrilleros, admira al navarro y como jefe del ejército inglés le está agradecido por haber salvado a muchos prisioneros británicos, entregado cientos de prisioneros franceses e italianos a la escuadra inglesa en los puertos del Cantábrico y entretenido a Clauzel en las montañas de Navarra y el Alto Aragón impidiéndole acudir a Vitoria en apoyo de José, con cuya presencia podría quizás haber sido otro el resultado. En la entrevista, el lord inglés encomienda a Espoz la tarea de vigilar los movimientos de Clauzel, que se dispone a salir de Logroño, para impedir que volviendo a Navarra dificulte las operaciones de los ejércitos aliados y el bloqueo de Pamplona. Espoz ha conseguido que Wellington ponga bajo su mando al Regimiento de Lanceros de Castilla de Julián Sánchez, el Charro, 104 y ahora le pide que agregue a sus fuerzas dos unidades de la División de Soria del mariscal Durán: el regimiento de Rioja, que manda el coronel zaragozano Juan Antonio Tabuen-
ca,1105 y el Regimiento de Dragones de Soria del coronel Bartolomé
Wellington accede a
los deseos de Espoz, quien de acuerdo con sus órdenes marcha en seguimiento de Clauzel, que llega a Zaragoza el 30 de junio. Espoz acampa con sus hombres (infantería del 1° y 30 de Navarra y del regimiento de Rioja de Tabuenca, la caballería navarra, la del Charro y la soriana de Amor) para dar descanso a la tropa en Tudela, donde recibe orden de cesar en la persecución.107
"Q' AMZ/AP/CDP: caja 8214, legs. 40.5/43-46, Oficios de Depablo, Rasal, 5; Castilsabás, 10; Apies, 24, y Arguis, 29; legs. 40.5/71, 40.5/96, 40.5/97 y 40.5/98, de Egozcue, Uncastillo, 17, y de Cruchaga, Martes, 17; Sos, 19, y Sangüesa, 22, y leg. 40.5/115, de Barrena, Angüés, 14 de junio de 1813. 1104 Natural de Santiz (Salamanca), se hizo famoso al frente de una partida que auxilió eficazmente a Wellington, a cuyas órde-
nes combatió en Ciudad Rodrigo, los Arapiles y Vitoria; tras esta batalla fue agregado con su brigada a la división de Espoz. Horta Rodríguez, Nicolás, D. Julián Sánchez «El Charro», guerrillero y brigadier. Ciudad Rodrigo, Ayuntamiento, 1986: 91-93. 1105 En 1822 Tabuenca, coronel del regimiento de Valencia, 16° de infantería, y famoso por recrearse degollando a los pri-
sioneros que caen en sus manos, al mando de una división liberal se enfrentará en Benabarre a los realistas, entre los que se encuentran el barón de Eroles y muchos navarros que en la guerra de la Independencia formaron parte de la división de Espoz. En la acción caerá preso Tabuenca, el cual será ajusticiado días después por los realistas. Guirao, El Alto Aragón durante la Guerra Realista: 69, 76 y 80. '1°6 Riojano nacido en 1785, a primeros de 1810 organiza el batallón de voluntarios de la Rioja, que luego mandará Tabuenca, y el Escuadrón de los Húsares de la Rioja, que luego pasarla a ser el de Dragones de Soria. 1°7 APN/ODN: Espoz a Wellington, Tudela, 30 de junio de 1813. Iribarren, Espoz y Mina: el liberal: 92-97. Priego: viii/1", 484.
EVACUACIÓN Y RETIRADA DE LOS FRANCESES (JULIO-DICIEMBRE DE 1813) JULIO DE 1813
Clauzel abandona Zaragoza con destino a laca y Suchet deja Valencia hacia Tarragona (primeros de julio de 1813)
E
N contraposición con el desastre sufrido por José en Vitoria, la situación de Suchet parece mejorar, ya que una combinación de ineptitud aliada y brillante defensa del Júcar hecha por el general Harispe le permite frustrar las ofensivas aliadas combinadas y recha-
zar todos los esfuerzos aliados para arrebatarle el control de Valencia y la línea de comunicaciones a través de Aragón hasta Francia. Animado por sus recientes éxitos y por la perspectiva de los refuerzos de Clauzel, Suchet confiadamente reanuda la ofensiva, aunque las repercusiones de la
derrota francesa de Vitoria cambiarán la situación, ya que Clauzel, que como se ha dicho ha llegado a Zaragoza el 30 de junio, comunica a Clarke, ministro francés de la Guerra, que permanecerá en esta capital a menos que se le ordene marchar, y Suchet, que el día 2 de julio recibe la noticia de la retirada del Ejército del Norte tras la derrota de Vitoria, toma la determinación de abandonar Valencia, lo que comienza de inmediato el 5 por la mañana retirándose sobre el Ebro para poder concertar sus movimientos con Clauzel, aunque con la duda de si dirigirse a Cataluña o a Aragón. Todavía con esta duda, Suchet inicia la salida de Valencia para ir al encuentro de Clauzel, y sobre la ruta que lleva a Tortosa el movimiento de sus columnas se organiza por escalones en dirección a Caspe, movimiento que le permitirá posponer la decisión de su destino hasta que llegue al Ebro. La presencia del cuerpo de Clauzel en Zaragoza hace la reunión en Aragón muy atractiva porque, uniéndose a este y Páris, Suchet será capaz de concentrar 35 000 hombres en el flanco derecho de Wellington. Sin embargo, Clauzel, obligado por los acontecimientos ya que Zaragoza está amenazada por las tropas de la división de Espoz desde Tudela y las de Gayán y Durán desde Calatayud y Tarazona respectivamente, toma otra decisión y, dejando en la plaza la artillería, pues no puede transportarla por caminos de montaña, y una guarnición de unos 3000 hombres, abandona también la capital aragonesa el día 5 camino de Jaca, lo que ha puesto previamente en conocimiento de Suchet en oficio del 1 que este no ha recibido todavía, de modo que en el momento de dejar Valencia no sabe con exactitud dónde está Clauzel. Teme que Wellington haya avanzado hacia Zaragoza y confía en que Clauzel protegerá los accesos a Jaca y al valle del Aragón para poder acordar con José la manera de establecerse sobre el Ebro aprovechando la posesión de dos plazas fuertes bien abastecidas como son Zaragoza y Jaca. Suchet además envía órdenes a Páris para que en caso necesario ponga a disposición de Clauzel millar y medio de hombres del ejército de Aragón; pero poco después Suchet recibe el oficio que Clauzel le ha enviado cuatro días antes y en el que le manifiesta que se va a establecer sobre el Gállego con la idea de poder apoyar indistintamente a él o a José, llegado ya a Bayona, a quien se unirá si decide realizar una contraofensiva. Ante esto,
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Suchet decide entrar en Aragón subiendo por la ribera derecha del Ebro para reunirse con Clauzel y combatir juntos al lord inglés, pero poco después, el 9, recibe un segundo despacho de Clauzel fechado en Ayerbe el 5 en el que le comunica que: «No conociendo la posición del ejército del rey y habiéndome de otro lado asegurado en Zaragoza que no hay ninguna reunión de tropas sobre la orilla derecha del Ebro que pueda daros inquietud, remontaré el Gállego. Entraré mañana en el valle del Aragón y me dirigiré por las montañas hacia el Roncal, Ochagavía, etc.». Como consecuencia de estos movimientos de Clauzel, Suchet decide al fin retirarse hacia Cataluña y enviar solo hacia el interior de Aragón las divisiones Musnier y Severoli para incorporar las guarniciones de Teruel, Alcañiz y Bajo Ebro. Además ordena a Páris que abandone Zaragoza si se ve forzado dirigiéndose hacia Mequinenza para reunirse con el III Cuerpo, tras dejar una guarnición en la Aljafería. Para asegurar esas operaciones, Suchet destaca sobre la izquierda del Ebro al general Lamarque con la misión de encontrarse con Páris y dirigirse ambos juntos a Lérida, donde se ha estacionado la impedimenta del Ejército de Aragón. Entre el 15 y el 18, Severoli desde Teruel y Lamarque, este sin Páris, con el que no ha podido reunirse, llegan a Lérida, mientras Suchet con el resto de tropas franquea el Ebro la noche del 13 por los puentes de Mora, Tortosa y Mequinenza, haciéndolo por este último punto la división de Musnier. Suchet entiende que después de la evacuación de Zaragoza por Clauzel y las noticias que ha recibido sobre la marcha también de Páris, que ahora comentaremos, no puede mantenerse sobre la izquierda del Ebro, y que debe hacerlo sobre las plazas de Lérida, Tortosa y Tarragona, donde cuenta con mantenerse hasta que José pueda tomar la ofensiva en Navarra.""
Los franceses abandonan definitivamente Huesca (8 de julio de 1813) A primeros de julio, Espoz, que se encuentra en Tudela preparando las operaciones contra Zaragoza, es informado por sus comandantes y por Pueyo de la situación en el Alto Aragón, por lo que ordena a Chapalangarra, que está en los alrededores de Huesca, que apriete el cerco de esa plaza. Este, que tiene su base en Quicena, envía continuamente oficios a Pueyo para que los dirija con «paisanos de buenas piernas» a Espoz. Siguiendo las órdenes, Chapalangarra decide sitiar a los franceses de Huesca, que están atrincherados en su casa fuerte de Santa Clara, y para ello hace ocupar las casas vecinas y manda disparar desde ellas sin tregua a la puerta y ventanas del convento. Persuadido de que no podrán escapar, Chapalangarra se contenta con mantenerlos bloquearlos sin intentar un ataque frontal, que con seguridad le habría supuesto muchas bajas. El capitán Couly y el teniente Desbceufs, comandantes de la guarnición de Huesca, compuesta esos momentos por 127 hombres del 81° de línea y 20 del 10° y del 8° napolitano, están pendientes de que pronto llegue desde Zaragoza la ayuda de una columna de socorro al mando de Colbert, a quien se espera de un momento a otro, por lo que ya Couly, comandante de la plaza, ha ordenado el día 3 a Mezquida, corregidor interino, que «al momento se haga provisión de víveres de toda especie para la columna del señor coronel Colbert», pero de la que no tienen noticia alguna, y varios paisanos que han enviado en busca de nuevas no han regresado o lo han hecho desorejados, por lo que Desboeufs propone a un vecino de Huesca cuyo padre está preso en el fuerte con otros oscenses por deudas con la Administración que lleve una nota personalmente al general Páris con la promesa de que si recibe respuesta pondrá en libertad a su padre, lo que acepta el oscense. Este, al tener dos hermanos entre los insurgentes y ser muy conocido en la ciudad por su patriotismo, atraviesa los puestos españoles de vigilancia sin dificultad y regresa el 8 por la tarde trayendo un
11" Al-1G: C8/249, Clauzel a Suche:, 5 y 9 de julio de 1813. Alexander: 220-221. Martin, Emmanuel: 399-403. Priego: voi/2°,
166-172. Sarramon, La suerte: 193. Suchet: u, 320-325. Vidal de la Blache, loseph, L'évacuation de l'Espagne et l'invasion dans le Midi (juin 1813 — avril 1814), París, Berger-Levrault, 1914: 1, 363-372.
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oficio de Páris escondido arrollado en uno de sus oídos, que entrega a Couly, el cual llama a Desbceufs y ambos se encierran en una habitación para leerlo. En el oficio, Páris ordena la evacuación inmediata de Huesca hacia la frontera francesa, pues no hay posibilidad de auxilio alguno ni podrían desde Huesca trasladarse a Zaragoza, que él va a abandonar de inmediato ya que está cercado por Espoz y Durán. Efectivamente, los acontecimientos de Vitoria y la orden de evacuación de Aragón impiden la llegada de la columna de socorro; por eso, ese mismo día 8, ante el anuncio de la inminente llegada de más tropas de Espoz a Huesca y la nota recibida de Páris ordenando la evacuación del fuerte, Couly y Desbceufs comienzan a preparar la salida de la ciudad, la cual realizarán esa misma noche. Esta evacuación y retirada hacia Francia nos la cuenta el propio Desbceufs en sus memorias, según las cuales la carta del general Páris les ordena evacuar Huesca de la forma y manera que crean más oportuna. Por ello, de acuerdo con Couly, deciden salir de noche, prefiriendo morir con las armas en la mano en campo abierto que rendirse, tras haber estudiado previamente cuál es el mejor camino a seguir, ya que los españoles tienen cortada la carretera de Ayerbe, aunque si se retiran hacia Monzón la caballería enemiga les puede sorprender durante el camino, por lo que no tienen más alternativa que intentar ganar los Pirineos, donde no puede evolucionar la caballería y lograrían defenderse con garantías de un ataque de infantería, ya que el terreno abrupto les favorece, pero para ello hay que atravesar una llanura de unos 28 kilómetros entre los campamentos y vivaques de los enemigos. Habiendo decidido ya la ruta a seguir (que sería en dirección a Ayerbe para después, girando a la derecha, adentrarse en la sierra por Arguis para seguir a Biescas y entrar en Francia por el Portalet), ambos comandantes salen a la puerta del fuerte. Con el fin de no dejar traslucir su preocupación por el resultado de sus planes, fingen alegría ante los ojos de algunos oscenses que han acudido al cuartel a llevar comida a sus familiares presos en él, y aunque hubieran deseado interrogarles para conocer la posición de las tropas españolas que desde tres o cuatro días antes están diseminadas alrededor de la ciudad en los pueblos cercanos, no les preguntan nada para no hacerles sospechar sus intenciones. Al anochecer, ordena Desbceufs acostarse a sus soldados a fin de que los centinelas españoles situados en los alrededores no adviertan ningún cambio, y a las diez reúne a los sargentos y les da sus órdenes. Estos se sorprenden de abandonar el castillo y dirigirse a Francia, ya que desde hace tiempo no saben nada de lo que sucede fuera de los muros del fuerte, pero, siguiendo lo ordenado, uno de los sargentos prepara a los enfermos que pueden caminar mientras los otros despiertan uno por uno a los soldados y les obligan a permanecer en silencio, a calzarse alpargatas y a colocarse en fila en el patio después de haberse provisto de municiones y raciones de pan que los hombres de guardia traen del almacén. Desbceufs recomienda sobre todo a sus hombres que procuren no hacer ruido, precaución posible en soldados que como los suyos están acostumbrados a salidas nocturnas. En cuanto el destacamento está organizado se da orden de guardar el más profundo silencio durante el camino y de defenderse, si es necesario, solamente con la bayoneta. Dejando en el fuerte un soldado ebrio y diez enfermos, con orden de cerrar la puerta después de la salida, y a los que se les ha entregado una carta para el oficial español que tome posesión del convento en la que se le invita a tratar a los enfermos con humanidad, igual que ellos han hecho con los prisioneros españoles cogidos en Barbastro y otros lugares, el destacamento imperial abandona el fuerte. En ese momento se oye un tiroteo en las cercanías y Couly, creyendo que han sido descubiertos, quiere retroceder y dejar el intento para el día siguiente, pero Desbceufs, viendo que los oscenses detenidos en el cuartel siguen todos sus movimientos a través de los barrotes de sus celdas, piensa que advertirían de sus proyectos a Chapalangarra y este les impediría la salida. Así pues, resuelven seguir con su plan y, colocándose Couly a la cabeza y Desbceufs a retaguardia, se baja el puente levadizo de la puerta trasera y salen por ella. A unos veinte pasos del fuerte y a los pies de los muros de la ciudad, donde se encuentran los centinelas españoles, el mulo del comandante Couly se pone
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nervioso y salta sobre un caballo en el que monta un húsar enfermo, quien, agobiado por el peso del animal, comienza a dar unos gritos que podrían oír los centinelas, por lo que algunos soldados tienen que matar al mulo clavando las bayonetas en su vientre, sin que afortunadamente se aperciban los centinelas. Así, el destacamento prosigue su camino, lo que hace durante una hora por la ruta de Ayerbe para después, torciendo hacia la derecha, dirigirse hacia un pueblo por el que es absolutamente necesario cruzar para tomar el camino de las montañas. Desbceufs se pone entonces en vanguardia acompañado de cinco o seis soldados y al llegar a la entrada del pueblo un hombre grita «¿Quién vive?», pero es rodeado, hecho preso e interrogado sobre la presencia de guerrilleros en los alrededores, a lo que inicialmente contesta de manera negativa; sin embargo, intimidado por las amenazas, confiesa finalmente que el pueblo está ocupado por unos cien guerrilleros. Desbceufs entonces coloca al preso entre cuatro soldados y le dice que si les conduce al sendero que lleva hacia Biescas, soslayando los campamentos españoles, le promete dejarle volver sano y salvo a su pueblo, pero que a la menor traición le atravesará con la bayoneta. Para mayor seguridad, se le sujeta por los faldones de la chaqueta, pues están seguros los imperiales de que, si no era un guerrillero, al menos era un colaborador de ellos. Couly, que cree necesario llegar cerca de las montañas antes del amanecer, inicia una marcha rápida que los últimos hombres de la columna, enfermos o convalecientes, no pueden mantener, por lo que algunos quedan rezagados a pesar de que se les ha hecho desprenderse de las mochilas e incluso de los fusiles, y pierden el contacto con el resto de la columna. Desbceufs se queda con ellos y les ordena dirigirse a campo través para intentar contactar con los demás, que van más adelante, pero la noche es oscura y no se oye ningún ruido, por lo que los rezagados caminan al azar, llamando en voz alta a la columna, desperdigándose y separándose unos de otros, con la obsesión de que a cada paso que dan se distancian más y más entre ellos dirigiéndose a una muerte segura. Desbceufs por fin, encuentra a un soldado que ha quedado descolgado de la columna principal, quien le indica el camino que sigue el destacamento y, corriendo a su cabeza, les hace detenerse para restablecer el orden de la marcha. Reunidos todos, continúan el camino a lo largo de un frondoso bosque, oyendo de vez en cuando disparos de los españoles, posiblemente al aire para avisar a otros puestos de la marcha de los franceses. Al amanecer salen de entre los árboles y ven que los Pirineos no están más que a unos 6 kilómetros, y distinguen un sendero que partiendo de una aldea situada en una pequeña altura se dirige hacia aquellas montañas. A la aldea llegan 2 sargentos y 40 soldados de los menos cansados con el fin de desalojar a los guerrilleros que puedan encontrarse allí e impedirles el avance. Desbceufs sigue ese movimiento desde una loma próxima, pues de la ocupación de la aldea depende su suerte, pasando del temor a la esperanza hasta que por fin los soldados franceses se hacen dueños del camino. Una vez llegada toda la columna a la aldea, se hace salir una avanzada y el resto queda en el lugar esperando a algunos rezagados; entonces, un pequeño destacamento español de caballería, aprovechando la llanura del terreno en que se encuentra en esos momentos, llega al galope y carga contra la vanguardia, a la que sablea. Para evitar a la caballería, el resto del destacamento francés enfila un sendero y sube penosamente a la cima de una montaña donde hay una pequeña alberca. Los soldados, totalmente fatigados y pensando ya que no tienen nada que temer, se tumban en el suelo para descansar un rato, pero como Desbceufs no está tan seguro como ellos de que el peligro ha pasado, y «sabiendo que en la guerra el menor descuido tiene a menudo consecuencias funestas», envía algunos hombres a una altura vecina y enseguida hace ponerse en camino al resto. Nada más realizar este movimiento, un grupo de españoles se interpone entre ellos y el lugar que acaban de dejar, y a la primera descarga matan a dos franceses y hieren a siete. Dejando unos pocos soldados para proteger la retirada, el resto del destacamento continúa el viaje y es tiroteado por los españoles que les persiguen, quienes les matan a otro hombre y hieren a dos más. Finalmente, los guerrilleros, viendo que las dificultades del terreno no les permiten cortar la retirada y
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que pierden más hombres que los imperiales, deciden retirarse, pero estos todavía no están fuera de peligro; los guerrilleros aragoneses que han ocupado Ayerbe pueden subir por la montaña y cortarles el paso, por lo que es preciso adelantarse hasta Biescas y dejar el Gállego entre ambas fuerzas. A media noche y después de haber recorrido unos 100 kilómetros en veinticinco horas, llegan los franceses a Biescas, donde arrancan las tablas del puente no dejando más que un pequeño paso para los rezagados. Hacen un recuento del destacamento y resulta que han llegado a esa villa pirenaica 121 hombres del 81° regimiento, 28 del 10°, 6 soldados napolitanos y 4 húsares, habiendo dejado por el camino 12 desaparecidos o heridos y 3 muertos. El destacamento continúa su camino siguiendo por las gargantas del Gállego, que viene crecido, y poco después llega a una pequeña aldea donde se detiene a descansar y donde lo encuentra un vecino de Huesca que reclama dos mulas de su propiedad que los franceses habían quitado a un hijo suyo durante el viaje para transportar a sus heridos. Por el oscense tienen conocimiento de que las tropas españolas han ocupado el fuerte respetando a los heridos e incluso al soldado ebrio, que se despertó rodeado de guerrilleros. Al día siguiente, pasando cerca del pie del pico de Midi, dejan tras ellos España para llegar al pueblo francés de Laruns, donde pernoctan. De su estancia en Huesca y su expedición a Francia diría Desbceufs: «De los diez oficiales que mandaban fuertes en Aragón, fui el único que consiguió llevar su gente a Francia. Y así, después de haberme mantenido durante trece meses en Huesca, sin cañones, ante miles de enemigos provistos de artillería, conseguí abrirme paso a través de sus batallones y franquear los Pirineos por senderos por los que nunca antes había pasado tropa alguna. Un resultado todavía más feliz fue el que la resistencia del fuerte salvó quizás la División, pues el general Páris, presionado por todas partes, no hubiera podido efectuar su retirada si el Cuerpo de Chapalangarra hubiera ocupado Huesca unos días antes». Marchado Desbceufs, Chapalangarra abandona también Huesca la madrugada del 9 dejando una pequeña guarnición, y marcha hacia las proximidades de Zaragoza para reunirse con Espoz, que desde Tudela viene también hacia allí.1°9
Páris abandona Zaragoza para marchar a Alcubierre y es atacado por Espoz en el camino (9-11 de julio de 1813) Las órdenes de Suchet para el general Páris que antes hemos referido llegan a Zaragoza la noche del 6 al 7 de julio, cuando Clauzel hace dos días que ha marchado y cuando Espoz y Durán se van aproximando a esta con el fin de apretar el cerco, por lo que el gobernador de Aragón tiene que moverse rápidamente para escapar del asedio que se está preparando y, tras dejar una guarnición en la Aljafería, concentra el resto de sus tropas disponibles alrededor de Zaragoza. El 9 decide evacuar la plaza con estas y un gran convoy cargado de efectos robados en la ciudad y de equipajes pertenecientes a los afrancesados; comienzan la salida hacia las siete de la tarde por el puente de Piedra que comunica con el Arrabal y que terminan de cruzar pasadas las diez, y tras su paso vuelan la última arcada y toman la dirección de Pina para dirigirse a Mequinenza, aunque enseguida se cambia la ruta hacia Alcubierre, dirección Monzón, para intentar reunirse con Suchet en Lérida."'° Al día siguiente, sábado día 10, hacia las once de la mañana Espoz sale del Arrabal zaragozano al galope con un grupo escogido de jinetes en dirección a Leciñena en pos de Páris y su convoy, habiendo ordenado a Julián Sánchez que haga lo mismo en cuanto tenga preparado el grueso de la
109 AMH/AD de 1813: carta del 3 de julio. AMZ/AP/CDP: caja 8214, legs. 40.5/47-48, Oficios de Depablo, Quicena, 2 y 7 de
julio de 1813. Desbceufs: 186-193. Sarramon, La suerte: 194-195. 110 APN/ODN: Parte de Espoz, Zaragoza, 16 de julio de 1813. GR del 26 de agosto de 1813. Casamayor: 8 y 9 de julio de 1813.
Iribarren, Espoz y Mina: el liberal: 97-104. Priego: viii/2", 174-177. Suchet: u, 325. Vidal de la Blache: i, 93-94.
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caballería. En el camino Espoz encuentra grupos de prisioneros franceses que vienen escoltados por hombres de Barrena y Oro,"" quienes al frente de sus regimientos, 2° de Navarra y 2° de altoaragoneses, han sido reclamados por Espoz y han venido a marchas forzadas atravesando los Monegros por Tardienta, evitando el valle del Gállego para no ser detectados por los franceses o para evitar enfrentarse al ejército de Clauzel, y han pernoctado en Leciñena, de donde, advertidos de que Páris va camino de Leciñena, salen camino de Peñaflor. Durante el trayecto, ignorantes de la verdadera dirección de Páris, ven de improviso entre Leciñena y Alcubierre movimientos de tropas que bajan desde Perdiguera, por lo que se destacan ocho jinetes que van como de ordenanzas con los regimientos para ver quiénes son y observan que se trata de la columna francesa que ha salido de Zaragoza, que marcha en buen orden distribuida de la siguiente manera: en vanguardia, un fuerte contingente de gendarmería a las órdenes del comandante D'Halmont; en el centro, el 10° y el 81° regimientos franceses de línea, y entre ambos, das furgones cargados con cajas que contienen el dinero y los papeles de la gendarmería, además de los carruajes, carros y calesas y de multitud de personal civil, otro grupo de gendarmes, algunos soldados italianos y la artillería; cerrando la retaguardia, un batallón del 8° de línea napolitano, y, flanqueando el conjunto, dos escuadrones del 12° de húsares. Tras regresar los ordenanzas, Oro y Barrena dan las órdenes oportunas y los infantes aragoneses y navarros, una vez pasada la columna francesa, cruzan el valle de Leciñena en su persecución y acometen la retaguardia napolitana. Los imperiales montan rápidamente tres piezas de artillería con las que cañonean a los españoles. El convoy debía atravesar un angosto desfiladero que los gendarmes de vanguardia han cruzado ya sin problemas hasta ocupar la villa de Alcubierre, que se encuentra al otro lado y donde se detienen esperando al resto del convoy; pero, alertados de lo que sucede en retaguardia, un destacamento de gendarmes a caballo asciende por la sierra y ataca a los españoles por detrás. Ante esta tesitura, los comandantes españoles disponen que la compañía de cazadores del 2" de Navarra y media del 2° de altoaragoneses hagan frente a la carga de los gendarmes mientras que el resto del de Navarra forma en columna y el de altoaragoneses, en batalla, se sitúa en una altura cercana a Lecíñena, desde donde rechaza al enemigo. Desde esa altura los altoaragoneses pasan al santuario de la Virgen de Magallón, donde años antes fueron derrotados Perena y Teobaldo, y sufren continuos ataques de los franceses, que no logran desalojarlos. Algunos de los carros rompen los ejes de las ruedas y quedan varados, ocasión que aprovecha la infantería española para cargar otra vez sobre los napolitanos de la retaguardia, a los que se han unido los franceses del 81" de línea. Todo el convoy está en desorden y el pánico se instala entre las filas napoleónicas, que finalmente, dejando la mayor parte del convoy en manos de Espoz, se dispersan retirándose hacia Alcubierre. Reforzada la infantería española por los húsares de Navarra al mando de Gurrea, que por estar muy distantes, ya que se encontraban entre Juslibol y Torres de Berrellén, no han podido acudir antes, intentan atacar nuevamente a los franceses en Alcubierre, pero estos, ya hechos fuertes allí y formados en batalla en sus eras, hacen desistir a los españoles de su empeño. A mediodía concluye la operación, habiendo llegado poco antes de finalizar la acción Espoz, quien se retira a las dos de la tarde a Leciñena para controlar desde allí el movimiento de los franceses. El resultado del combate deja en manos del navarro la mayor parte del convoy: cuarenta carros cargados de efectos robados, un
un Según parece, Oro, y por lo tanto Espoz, estaba perfectamente al tanto de los movimientos franceses gracias a los Informes de Gregorio Sanz, vecino de Zaragoza que le servía de espía en esa capital y con el cual se comunicaba «por medio de un alfabeto ideal y clave que dicho Sanz compuso para el debido sigilo y cautela, con el cual me comunicó desde Zaragoza constantemente los movimientos, operaciones y fuerzas del enemigo y cuantas noticias podían conducir al mejor éxito de las armas de la Nación con exactitud y seguridad hasta la salida de las tropas francesas de dicha ciudad, que también me comunicó con anticipación y con todas sus circunstancias, en términos de haberse debido a esta noticia el haber sido batidas las tropas enemigas por dicha División en su retirada en la Sierra de Alcubierre», AMZ/AP: caja 8176, leg. 20.11/2, Certificado de Oro sobre Gregorio Sanz, Huesca, 25 de julio de 1813.
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cañón de a 8, cuatro de a 4 y dos obuses con todas sus municiones, además de 160 000 francos correspondientes a la caja de la 2d Legión de Gendarmería, sin haber pasado otra cosa que alguna artillería y lo que cada uno llevaba encima. Sin embargo, las tropas de Espoz dejan escapar al comisario Domínguez, además de 7 500000 pesetas que llevaba consigo Páris y que tampoco han podido pillar. Tras soportar una pérdida de aproximadamente 300 hombres y casi todo su equipaje, Páris se mantiene durante toda la jornada entre Alcubierre y Poleñino dejando descansar a sus soldados, aquejados de hambre y sed por no haber comido ni bebido desde su salida de Zaragoza, convencido de que nunca podría abrirse paso a través del Cinca y continuar por Monzón a Cataluña para unirse a Suchet por impedirlo las tropas de Espoz. Una vez reposada la tropa, decide alterar su ruta de retirada y atravesar los Pirineos por Jaca; en consecuencia, en lugar de marchar hacia Monzón la noche del 10 al 11 de julio con sus hombres y lo que queda del convoy, sale sigilosamente de Alcubierre en dirección a Huesca, engañando a los españoles de una manera tan sutil que, según Matías Calvo, que formaba parte del escuadrón de húsares de Manuel Gurrea, «aquella noche se fueron de Alcubierre y nadie tuvo noticia». Y añade: «no fue solo eso, sino que nos hicieron ir derechos a Lanaja y de allí a Castejón y creo nos llevan a La Almolda si no hubiésemos dicho nada, pero visto esto la gente comenzó a alborotarse y retrocedió. Demasiado tarde, porque los franceses ya estaban a salvo... Lo cierto es que aún no hemos sabido con claridad cómo pudieron irse... Son cosas que ocurren». Desde Huesca, adonde llegan al mediodía, tras un descanso y provisto de víveres, el astuto general Páris toma el difícil sendero de Arguis para alcanzar el puerto de Monrepós en una penosa marcha que impide la persecución de la caballería navarra. Al pasar por Arguis camino de Jaca ordena clavar la artillería y quemar las cureñas y cuanto han podido salvar en Alcubierre, pues les entorpece mucho su camino. Espoz, consciente de que no podría alcanzar a Páris, envía a Oro con su 2° de altoaragoneses a los alrededores de Jaca con instrucciones de bloquearle pero evitando un encuentro con los imperiales, mientras él desde Leciñena con su caballería y la del brigadier Julián Sánchez, el Charro, a las que se han unido las partidas también de caballería de los comandantes Santos Padilla y Zenón García, marcha a Bujaraloz. En el camino encuentra una porción de infantería y caballería imperial que va a ese pueblo con algunos carros de granos, de los que se apodera enviando contra ellos algunos de sus jinetes. De Bujaraloz Espoz se traslada a Villamayor y poco después a Zaragoza para poner sitio a la Aljafería, como ahora veremos."I 2
Retirada a Francia de las guarniciones de Zuera, Gurrea de Gállego y Ayerbe (9-13 de julio de 1813) El 9 de julio, el mismo día de la salida de Páris de Zaragoza, Manuel Gurrea, comandante del 4° escuadrón de caballería de Espoz, envía al alférez Manuel Rodrigo con una partida de húsares a la
1112 APN/ODN: Parte de Espoz, Zaragoza, 16 de julio de 1813. GM del 20 de julio. GR del 26 de agosto de 1813. Martin, Emmanuel: 399-403. Vidal de la Blache: i, 96. De esta acción también da noticia Antonio Oro en su informe ya citado sobre las operaciones militares del 7" de Navarra, y Espoz en carta a un amigo suyo de Cádiz le dice que el día 9 el general Páris levantó
el campo «entre diez u once de la noche, volando una arcada del puente. Entré en la ciudad, pero pasando de largo por sus murallas fui en su seguimiento y le alcancé en Alcubierre, cuando ya mis dos regimientos 2" y 7" le hablan salido al encuentro, y quitándole unos sesenta carros, coches y berlinas cargados de equipaje». GR del 7 de agosto de 1813: Extracto de una carta de Espoz, Zaragoza, 18 de julio de 1813. Mareen, El manuscrito: 124-130. Ya desde primeros de julio los hombres de Espoz se mueven por zonas próximas a laca, intercambiando informaciones entre unos comandantes y otros, con la inestimable y fundamental coordinación, una vez más, del sargento Pueyo, de la aduana de Murillo, y todo ello para vigilar los movimientos franceses y preparar una posible ofensiva contra Jaca y su ciudadela. Así, el 7, Bonifacio Junzano, oficial de la División de Navarra, comunica a Pueyo su llegada a Salinas de Jaca con 40 cargas de fusiles, las cuales tiene que pasar al otro lado de la carretera y. «para asegurarme y no tener tropiezo», le ruega que le informe de cuántos franceses hay en Ayerbe y si han subido hacia laca, a lo que Pueyo contesta que «esa misma noche podrá pasar la carretera libremente». Dos días después, Chapalangarra desde Huesca ordena a Pueyo que sitúe cuatro hombres cerca de Berdún y otros cuatro en Jaca para observar los movimientos del enemigo en ambos puntos. AMZ/AP/CDP: caja 8214, legs. 40.5/74, 40.5/75, Oficios de Junzano, Salinas, 7, y 40.5/49, Oficio de Depablo. Huesca, 9 de julio de 1813.
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carretera de Jaca, con el fin de cortar la comunicación entre esta plaza y la de Zaragoza, cuando se le presentan de improviso en la venta de la Violada, cerca de Almudévar, una treintena de gendarmes de los puestos de Zuera y Ayerbe; les presenta batalla y consigue vencerlos causándoles varias bajas y tomándoles algunos caballos. Al día siguiente, el mismo alférez Rodrigo se bate en Villanueva de Gállego contra otro destacamento de gendarmes, que escolta al jefe de escuadrón Antoine, ayuda de campo y cuñado de Suchet, a quien hace prisionero. Debido a estos ataques y al abandono de Zaragoza por parte de Páris, algunas de las guarniciones que hay establecidas en la ruta de Zaragoza a Jaca, al no tener instrucciones sobre qué hacer, deciden escapar hacia Francia, como ocurrió con la de Zuera, constituida por 158 gendarmes del 9° escuadrón al mando del capitán Wasronval, que el día 11 de julio sale hacia Jaca pasando por Gurrea de Gállego, donde recoge a los 39 gendarmes del 10° escuadrón afectos a este fuerte y donde Wasronval es informado por el teniente Detroye de que el regimiento navarro de Chapalangarra y la caballería de Pablo Cabaños les espera en el camino, más al norte, para cortarles la retirada hacia los Pirineos. Sabiendo que no podrá forzar el paso con su puñado de gendarmes, Wasronval pregunta sobre la existencia de caminos alternativos para eludir a los españoles, a lo que le contestan que existen dos rutas posibles, pero que para seguir cualquiera de ellas es preciso abandonar los equipajes. Sin dudarlo, ordena desmantelar los carruajes, cargar con lo imprescindible y colocar a los enfermos y los heridos en caballerías, y se dirige por caminos secundarios a Ayerbe, donde recoge a los 122 gendarmes del 10° escuadrón y los 106 cazadores de montaña que constituyen su guarnición, y todos juntos y a marchas forzadas llegan sin ser inquietados a Jaca el 13 de julio, el mismo día en que también lo hace Páris. Los franceses han perdido aproximadamente un millar de hombres en la evacuación de Aragón, aunque Páris ha sido afortunado al conseguir escapar con alguna de sus divisiones, ya que indudablemente su decisión de desviarse hacia Jaca desde Alcubierre ha evitado que sufriera muchas más pérdidas, pues la persecución guerrillera, una vez liberada Zaragoza, ha aflojado, y Espoz deja que sus hombres observen de lejos la retirada francesa a Jaca, ya que en esos momentos, una vez recuperada la mayor parte de Aragón, no es ya importante matar o capturar unos miles más de derrotados soldados imperiales en retirada.""
Huesca celebra su liberación y jura la Constitución de 1812 (25 de julio de 1813) Tras el abandono de Huesca por los franceses, Chapalangarra, ante el inminente paso del convoy en retirada de Páris, no desea enfrentarse con este, y para dar descanso a sus hombres deja Huesca y se retira a una distancia prudencial. El día 20, con Páris ya en Jaca, Espoz envía desde Zaragoza al corregidor interino, Mezquida, un ejemplar de la Constitución Política de la Monarquía Española promulgada en Cádiz para que sea «reconocida por él y jurada en los términos que la misma previene y que igualmente haga sea reconocida y jurada por los pueblos de su Corregimiento». Dos días después, el Ayuntamiento se reúne para ser informado por Mezquida de la recepción de dicho ejemplar, y deciden, de acuerdo con los comandantes y jefes de las tropas establecidas en la ciudad, jurar la Constitución el día 25 de julio, festividad de Santiago. Llegado ese día, a las 9 de la mañana en la catedral se celebra una solemne misa en acción de gracias en la que se lee la Constitución con toda solemnidad antes del ofertorio por el cura párroco Vicente Avellana. Concluida la misa, se presta bajo el altar mayor el juramento por todos los concurrentes, tras lo cual se canta un solemne tedeum, con procesión por toda la iglesia, habiendo acudido a estos actos Cabildo, capítulos eclesiásticos, Universidad, comunidades, corporaciones, nobleza y demás. Terminada la procesión, se sale a la plaza de la Catedral, donde se halla formada la tropa de infantería y caballería con diferentes piezas de artillería, que realizan diversas salvas entre repique de campanas, y
1113 C8/373, Parte de situación del 111 Cuerpo, 3 y 16 de julio de 1813. APN/ODN: Parte de Espor, Zaragoza, 16 de julio de 1813. Alexander: 220-222. Martín, Emmanuel: 394-395 y 403. Sarramon, la suerte: 194.
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los jefes y oficiales con el corregidor y regidores pasan a la Casa de Ayuntamiento, en cuyo gran balcón se halla colocado un magnífico dosel y, debajo de él, el retrato del rey Fernando VII. Se vuelve a leer desde dicho balcón por el secretario, Simón Buisán, la Constitución desde su principio hasta su mitad, con repetición de repique de campanas y salvas de artillería y fusilería, tras lo cual las autoridades se encaminan en procesión desde dicha plaza, con una banda de música, por la calle de Santiago, plaza Nueva, Cruz del Coso y todo el Coso hasta la plaza del Mercado, donde vuelve a formar la tropa en dos filas y donde el secretario lee el resto del texto constitucional encima de un tablado que allí se ha instalado. Concluida la lectura, se sigue en procesión por la calle de la Correría, plaza de San Pedro y calle de San Salvador hasta el Ayuntamiento, donde se da fin al acto. Por la tarde continúa el repique de campanas y hay una gran iluminación de toda la ciudad, «celebrándose todos los actos con la mayor ostentación, solemnidad y decoro que permitían las circunstancias».""
Clauzel, Páris y Desbceufs en Jaca (finales de julio de 1813) En Jaca se encontraba desde el día 11 de julio el general Clauzel con parte de sus cuatro divisiones repartidas por el Somport y el valle de Aspe a la espera de poder reunirse con el resto del ejército imperial cerca de Saint-Jean-Pied-de-Port, aunque la mayor parte de las tropas están acampadas alrededor de las murallas de la ciudad por ser lugar idóneo para descansar del largo y penoso camino que han tenido que recorrer desde Vitoria por Logroño y Zaragoza. Dos días después, el 13, Páris llega a Jaca con sus tropas y numerosos empleados afrancesados tras recorrer varios kiló-
metros desde Alcubierre a través de las montañas por caminos poco practicables y sin ser demasiado molestado por los españoles, pues solamente el Regimiento de Dragones de Soria, al mando de Bartolomé Amor, incorporado como hemos dicho recientemente por orden de Wellington a la división de Espoz, le ha seguido a una prudente distancia. Una vez en Jaca, distribuye a sus hombres vivaqueando también alrededor de los muros de la ciudad y bajo la protección de los cañones de la ciudadela. En tanto, la antigua guarnición francesa de Huesca, a la que hemos dejado pernoctando en Laruns al mando de Desbceufs, recibe en este pueblo órdenes de ir a reunirse en Jaca con las tropas de Páris, lo que efectúa Desboeufs saliendo con sus hombres de madrugada en medio de una intensa niebla y, tras caminar durante un tiempo entre bosques, bordeando la base del Pico del Midi, llegan a Canfranc, donde vivaquean. Al día siguiente parten hacia Jaca, donde a su llegada encuentran a sus compañeros del 81°. Dice Desbceufs en sus memorias que en Jaca «los soldados se entretenían en las calles con juegos de azar, con las manos llenas de dinero, o se les oía cantar en las tabernas», y que con las tropas «habían venido más de 1200 funcionarios llegados a Zaragoza desde distintos puntos de España, la mayoría en carruajes que hubieron de abandonar al pie de las montañas, donde quedaron sus equipajes y joyas», debiendo deshacerse también Páris de las cajas de tesorería de los cuerpos y de la artillería, que no puede llevar con él. La estancia de estos 1 2 000 soldados franceses en Jaca se va haciendo dura por la escasez de víveres y suministros, y el uso de los recursos que hay almacenados en Jaca mermará las provisiones que debían quedar en la ciudadela para mantener a la guarnición que iba a quedar para su defensa y la de la plaza al mando del jefe de batallón Deshorties. Ante esta situación, el día 15 Páris envía al 12° de húsares con todos sus caballos, los de la artillería y los de los gendarmes hacia el valle de Aspe para que puedan allí pastar, ya que en Jaca no pueden proveerse de forraje para alimentar a los animales y Clauzel aproxima sus tropas a la frontera escalonándolas sobre la vertiente del Somport.
114 AMII/AD de 1813: carta del 20 y acta del 22 de julio. Dice el Libro de gestis de Barbastro In° 151 que en una de las entradas que hizo Espoz a esa ciudad «trajo consigo la Constitución de que ya se tenia noticia por algunos ejemplares que habían
corrido, y en cumplimiento de las órdenes que se le habían comunicado la mandó publicar, lo que se ejecutó con el aparato que se prevenía en la instrucción, pero con disgusto de los sensatos y sin ningún aplauso del pueblo».
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Bajo la escolta de los húsares, salen además de Jaca una parte de los funcionarios civiles josefinos que provienen de diversas zonas de España evacuadas, sobre todo de Zaragoza, y algunos venidos de Andalucía y Madrid. Estos desgraciados por el camino han sido despojados de todas sus pertenencias, pues los convoyes que proceden de Zaragoza son saqueados tanto por los españoles como por los propios soldados franceses que los acompañan «sin que se pudiera salvar nada de sus inmensos bagajes», ofreciendo en su retirada los afrancesados, según Desbceufs, «un espectáculo muy triste, pues unos habían perdido a sus familias y otros su fortuna». Estos infortunados llegan a Bedous el 16 de julio.1115 Respecto a los gendarmes españoles, ya hemos dicho cómo Suchet ha enviado cautivos, en octubre del año anterior, a los fusileros afrancesados, ante el temor de que deserten, ya que confía muy poco en ellos, no teniendo el mismo concepto de los gendarmes, a los que aprecia, por lo que tras la evacuación de Zaragoza ordena la reunión de las dos compañías de estos en Jaca. La P llega desde Zaragoza con Páris y, una vez juntas, son enviadas a fin de este mes de julio a Oloron, en Francia, pues, como decía el brigadier Páris, «temen caer en manos españolas», y son disueltas en Dax a finales de año. Recordando a estos hombres diría Suchet años después que «eran todos hombres fuertes, buenos caminantes y excelentes guías, siendo pagados y provistos como el resto del ejército. No podemos más que agradecer sus servicios y el valor que demostraron en varias ocasiones».1116
AGOSTO DE 1813 Situación en Huesca, peticiones de suministros de las tropas de Espoz (agosto de 1813) El 1 de agosto se ordena proceder al nombramiento de nuevas autoridades municipales según se halla recogido en la Constitución, y tres días después son elegidas las personas que han de componer el Ayuntamiento. Aunque alejados los franceses, los problemas no desaparecen para este, que ya a fines del mes anterior ha recibido un oficio de Francisco Balderrain, comandante militar de Huesca nombrado por Espoz, reclamándole los retrasos de raciones que tiene con sus tropas y exigiéndole que llene el almacén con carne y cebada en el plazo de tres días bajo la pena de «ochenta vestuarios que desde el punto quedan exigidos a beneficio de la tropa», y con las tropas de Oro y Chapalangarra rondando en los alrededores de Jaca, que todavía está en manos francesas, son numerosas las peticiones de suministros y material que se hacen al Ayuntamiento de Huesca. Así, el 12 y desde Ayerbe, un sargento solicita por orden del coronel José Gorriz, comandante del 2° regimiento de Navarra, que se halla en aquella villa, 2000 raciones de cebada, vino y de carne. Unos días después, el 25, es el capitán José Clemente quien desde Pardinilla solicita varios géneros necesarios para las sillas de montar y cantidad de herrajes, y el 28 Atanasio Mendivil, oficial de las tropas de Espoz en Huesca, pide herraduras y clavos para el 2° de húsares de Navarra. Aunque no es
"0 AHG: C8/111. Parte de situación de las tropas de Aragón. 15: Páris a losé, 14, y Lhuilller a Feltre, 21 de julio de 1813. Desbceufs: 195 y nota 1. GM del 20 de julio de 1813. Martin, Emmanuel: 393. Picado Franco: II, 233. Sarramon, Napollon: 223-224. Suchet: II, 325. Vidal de la Blache: i, 97. 116 AHG: XI/45 y C8/11, Páris a Clarke, Jaca, 25 de julio de 1813. Suchet: 1, 302. Del jefe Chandón, que se exilió en Francia con sus gendarmes, se sabe que en junio de 1815, durante el Imperio de los Cien Días, seguía en Oloron, intentando formar una compañía española para observar la frontera, habiendo reunido a 12 ó 14 antiguos gendarmes de la compañía de Zaragoza, «a los que mantiene Francia»; pero la derrota de Napoleón en Waterloo puso fin a los sueños del emperador y consecuentemente a los de Chandón. AMZIAP: caja 31, leg. 23/3. informe a Palafox de un prisionero español que viene de Francia, junio de 1815. Respecto al barón de Andilla, no volvemos a tener noticias de él desde abril de 1811, año en que se encontraba al mando de la 1' compañía de gendarmes aragoneses en Zaragoza, hasta abril de 1820, en que a pesar de haber colaborado con los franceses apareció con el grado de mariscal de campo como miembro de la junta Consultiva del Ministerio de la Guerra, ya que posiblemente fuera amnistiado. Comandante general de Cádiz, en noviembre de 1821 fue rechazado por el pueblo y se retiró a Utrera a esperar órdenes del Gobierno; en 1822 fue designado comandante general del distrito de Valencia. Murió en Madrid en 1833.
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el Ayuntamiento el único al que se solicitan recursos, sino también al Cabildo, que el último día de este mes recibe la petición de camisas para los soldados y al que el Concejo solicita ese mismo dia un préstamo de unos 30 cahíces de trigo, a lo que accede.''"
Jaca: combate en las faldas de la peña Oroel. Páris se retira a Francia (lo de agosto de 1813) En las laderas de la peña Oroel, próxima a Jaca, se encuentran desde hace unos días, enviados por Páris, el 81° francés y el batallón del 8° de línea napolitano. El 2° batallón del 81°, del que Desbceufs manda la 'Id compañía, está colocado en vanguardia, el batallón napolitano en el centro y el 1° del 81° a retaguardia. El 10 de agosto, a Oro, que con su 2° de altoaragoneses se encuentra en la Jacetania, se le unen el 2° de Navarra de Barrena y el 1" de altoaragoneses de Chapalangarra, y todos juntos remontan el valle del Aragón hasta llegar a las cercanías de Jaca y se preparan para enfrentarse a las tropas que ocupan la peña Oroel. Hacia las once de la noche de ese día, Barrena envía por Banaguás a su regimiento y al 2° de altoaragoneses para atacar de frente a los imperiales, y al 1° de altoaragoneses por Fuentes de Sarsa para hacerlo por la retaguardia al alba del día 11. Llegada esta, los españoles inician los movimientos con tanto sigilo que los imperiales no advierten nada hasta que prácticamente los tienen encima. La principal columna española carga contra los napolitanos, que retroceden hacia donde está el 2° batallón del 81", el cual se repliega asimismo, avanzando entonces los de Espoz sobre el flanco derecho del otro batallón francés, que está siendo atacado por la otra columna española. Los imperiales intentan reorganizarse esperando la llegada del 10° de línea, que está en reserva, pero una nueva carga por derecha e izquierda de las compañías de cazadores del 2° de Navarra y del 2" de altoaragoneses, apoyadas por la compañía de granaderos de aquel, desconcierta a los napoleónicos y el coronel Terrier, comandante del 81°, ordena retirada general. Pero el portador de la orden, que se dirigía hacia el 2° batallón francés, no puede pasar, por lo que siguen defendiéndose los franceses haciendo fuego por tres flancos a la vez y conteniendo a duras penas a los españoles, que prosiguen su avance. El comandante del 2" batallón del 81% indeciso y sin saber qué decisión tomar, está como anonadado, y en esa crítica situación el cirujano Duchesne se acerca a Desbceufs para preguntarle qué hacer. Este le responde que cree que lo mejor es retirarse, pues en caso contrario el batallón será hecho prisionero. Duchesne trasmite los pensamientos de Desbceufs al comandante, que no necesita saber más y comienza a retirarse con los voltigeurs por el único punto libre de enemigos; sin embargo, la compañía de granaderos, que marcha en último lugar, ha contactado ya con los españoles, con los que se bate a bayoneta calada en combate cuerpo a cuerpo y está a punto de ser destruida, por lo que Desbceufs ordena a sus hombres de la la compañía detenerse y efectuar un nutrido fuego de cobertura a discreción para ayudar a los granaderos a retirarse, lo que consiguen finalmente y todos juntos marchan a reunirse con el 1e' batallón y los napolitanos retrocediendo por escalones hasta la protección de los muros de Jaca y su ciudadela. Por otra parte, Páris, enterado de la rendición de la Aljafería, viendo que no pueden contener a los españoles y que corren el riesgo de ser rodeados por Araguás del Solano y Atarés por el 1° de altoaragoneses, que se halla a la expectativa, decide retirarse hacia Francia ese mismo día con
1117 Las personas elegidas para el Ayuntamiento fueron Mariano Lacueva como alcalde primero, Alejandro Lartiga como
alcalde segundo; regidores, Ramón Pedrós, Manuel Ferlingued, Antonio Aísa, Zenón Claver, Dionisio Laborda, luan losé Masarico, Pascual Nogarol, Marcelino Goded, Mariano López Castán y Manuel Villanova jordán, y síndico procurador Manuel Tierra. ACH: Documentos de 1813. AMH/AD de 1813: actas de 28 de julio y 1, 4, 12, 27 y 28 de agosto. No solo Huesca es la encargada de entregar raciones para estas tropas, pues igualmente lo son otros pueblos, entre ellos Poleñino, que entre junio y julio suministra buen número de raciones de pan, carne y vino, además de a la infantería y caballería de la División de Navarra (por ejemplo, el 17 de julio se entregaron a Miguel Tomás Andricain, factor de víveres de la División de Navarra, 976 raciones de pan y 1900 de carnet, a algunos voluntarios de Castilla, de Manuel Alegre, del regimiento de Burgos y del de voluntarios de Alicante. AHPH/AFTS: F-6/6, Eslado.
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prácticamente todas las tropas acampadas en Jaca y con los españoles afrancesados que todavía permanecen allí espantados ante la idea de caer en manos de sus compatriotas. Así, situando al 10° regimiento en posición para asegurar la retirada y dejando una guarnición suficiente en Jaca y su ciudadela, como le había prevenido Suchet, ordena al resto salir hacia Francia. Llegan esa misma noche a Canfranc, donde pernoctan; al día siguiente, cruzando el Somport se acantonan en el valle de Aspe, dejando avanzadillas en Urdos sostenidas por un batallón del 10° de línea y las dos compañías del 3er Batallón de Cazadores de Montaña. La retirada de Páris hacia Francia es seguida y hostigada por el 1° de altoaragoneses hasta Canfranc, donde detiene su marcha y desde donde Chapalangarra, dejando allí a sus hombres, marcha a Berdún para mantener una reunión con Oro.115 Antes de su retirada, y como acabamos de decir, Páris, deja en Jaca una guarnición experimentada, mandada por el jefe de batallón Deshorties, al que asiste el jefe de batallón Charrué, y compuesta por cerca de un millar de hombres repartidos entre dos compañías del 10°, dos del 81°, tres del 2° de cazadores de montaña, el 14° Escuadrón de Gendarmería, unos pocos artilleros franceses e italianos mandados por el capitán italiano Tantesio, varios dispersos pertenecientes a otros cuerpos y algunos heridos o enfermos hospitalizados. Esta guarnición no dispone de víveres más que para tres meses, y Suchet, que ha ordenado que debe estar aprovisionada para que 1000 hombres resistan durante un año, se muestra muy airado y acusa de falta de previsión a Clauzel, al que hace responsable de la merma de recursos, disculpando a Páris, que no ha tomado víveres de los almacenes de la plaza. El retorno de Aragón de la brigada Páris reúne en el valle de Aspe a cinco compañías del 2° de cazadores de montaña, así como a las dos primeras del 3°, recuperadas todas ellas de la guarnición de Jaca, las cuales serán destinadas a reforzar el ala izquierda de Soult, que ha sucedido en el mando al rey José. Como explica Priego, la evacuación de Aragón, región que une el ejército de Suchet y el de Soult, la pérdida de Zaragoza y el bloqueo de Jaca anulan de golpe todas las combinaciones que supongan la reunión de los dos ejércitos, y tiene consecuencias muy graves para la causa imperial."
SEPTIEMBRE DE 1813
Situación en Huesca El 2 de septiembre, desde Zaragoza, Irisarri, comisario de guerra de la División de Navarra, comisiona al oscense Mariano Ciria como factor de víveres en Huesca, con la misión de hacer cumplir a todos los pueblos del corregimiento con el pedido de raciones que se ha hecho y los que se harán para la manutención de los cuerpos que operan a las órdenes de Espoz, debiendo reconocer todas las autoridades civiles y militares a Ciria en el cargo designado, para cuyo efecto, y si es necesario, se le mandará fuerza armada. Unos días después se discute en el Ayuntamiento sobre la lista de los sujetos que han acudido a solicitar la rehabilitación de sus respectivos empleos, y el 12 el alcalde,
nig AHG: C8/113 y 115, Páris al subprefecto de Oloron, 11 de agosto; Páris a Feltre, 12 de agosto, y Páris a Soult, 21 de septiembre. APN/ODN: Parte de Barrena, Santa Cilia de laca, 11 de agosto de 1813. Desbceufs: 196-198. GR del 9 de octubre de
1813. Iribarren, Espoz y Mina: el liberal: 122. Martin, Emmanuel: 403. Priego viii/2", 182. Sarramon, Napoldon: 224-225. Vidal de la Blache: II, 97. Una vez en Francia, Desbceufs acampa con su batallón en Oloron y es destinado como comandante al puesto de Bidarray, sobre el Nive, hasta la finalización de la guerra. Tras la evacuación de Huesca, Desbceufs ha vuelto a escribir a Suchet para recordarle su promesa de gestionar la concesión de una condecoración, a lo que el mariscal responde desde Barcelona que hará gustoso una segunda demanda si es apoyado por el general Páris. A comienzos de 1815, Desbceufs hace partícipe de las cartas e intenciones de Suchet al general Daricau, quien envía una nueva propuesta que no tiene más suerte que las otras, y Desbceufs nunca recibirá su cruz. Años después, en 1835, tendrá oportunidad de estrechar la mano de Espoz, en esos momentos gobernador militar de Cataluña, en un viaje que este hace a Perphián, donde está instalado desde hace tiempo el que fuera comandante francés de Huesca. "19 AHG: C8/113. Páris a Soult, 6; C8/118 y 373, Situación de la guarnición de Jaca, 11; C8/114, Soult a Feltre, 17; thuillier a Feltre, 18; Páris a Feltre, 20, y Suchet a Feltre, 30 de agosto de 1813. Martin, Emmanuel: 412-413. Priego: vill/2°, 182.
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Mariano Lacueva, ante la imposibilidad de acudir a la Junta Municipal de ese día entrega a su sustituto un oficio"" que ha recibido de Sainz, ministro de Hacienda de la División de Navarra, fechado en Tudela el 27 de agosto pidiendo a Huesca raciones de pan, vino, carne, paja, cebada, aceite y aguardiente, varias cargas de leña y más de 5000 reales de vellón. El Ayuntamiento acuerda, a pesar «de los apuros y falta de medios en que se halla la ciudad», hacer un esfuerzo más para remitir lo que se solicita, a pesar de que Ciria pide ese mismo día una docena de raciones para llevar a Sos, por lo que el regidor Nogarol manda que se pidan al Cabildo catedral 20 cahíces de trigo del correspondiente a la primicia. El 14, Antonio Jaso y Francisco Balderrain, comisionados de víveres de la División de Navarra, solicitan al Ayuntamiento para el día siguiente 20 000 raciones de pan, otras tantas de carne y lo mismo de vino, y 10 000 de paja o cebada, con los carros, caballerías, sacos y demás que sea preciso para que sean transportadas a Sangüesa, previniendo que el pan debe ser en trigo, las carnes en especie o en su defecto en metálico o legumbres de judías o garbanzos. Los comisionados informan además al Ayuntamiento de que desde el día siguiente debe correr también con los gastos del suministro de las partidas sueltas y los soldados que estén hospitalizados en Huesca. No acaban aquí los quebraderos de cabeza del Concejo, pues ese mismo día 14 se recibe otro apremio, este de Ramón Ulzurrun, jefe de Estado Mayor de la División de Navarra, exigiendo la entrega inmediata a Manuel Gale e Hipólito Miguel, naturales de Siresa, de 1786 raciones de vino, sea en especie, sea en dinero, para sus tropas. Abrumado por todo esto, el Ayuntamiento envía un regidor a tratar con Irisarri «sobre los muchos pedidos que de todos artículos se hacían a esta ciudad para el suministro de las tropas», y este indica que en lo sucesivo no se entreguen raciones a ninguna persona sin su visto bueno y, faltando ese requisito, «como falta, en el oficio de Ulzurrun», el Ayuntamiento acuerda no darle cumplimiento alguno. Además, el Concejo escribe a Manuel Robleda,u'l quien contesta el 23 diciendo que, comprendiendo el apuro en que se encuentra por las continuas y exorbitadas peticiones de los comisionados de Espoz, ha oficiado a este y está a la espera de su respuesta, aunque velada y ladinamente envía una amenazadora advertencia al Ayuntamiento exponiéndole que, como «entre tanto yo no puedo aliviar a ustedes porque no tengo una fuerza física con que rechazar a la fuerza», no sería prudente que se negase al suministro de las raciones, «pues sería exponer a la ciudad a una violencia, y acaso a resultados de la mayor consecuencia». El Ayuntamiento ha entregado un informe sobre lo ocurrido con el pedido de raciones a Jaso, quien lo traslada a su inmediato jefe, Irisarri, que a su vez lo remite a Ulzurrun, y este, una vez leído, dice que se pueden exigir raciones en Huesca, advirtiendo a su Ayuntamiento que hay una real orden por la que se permite «la extracción de raciones por la fuerza cuando los demás medios suaves no pueden conseguirlo», por lo que Jaso se presenta en el Ayuntamiento oscense exigiéndole que «sin perder un solo momento realice el totalizar mi primer pedido de raciones, presentándolas en el almacén de mi cargo en el término de diez horas y no verificándolo usaré del medio que refiere aquella en los términos que exige el derecho, la razón y buena prudencia».127
"20 «Habiéndose aumentado considerablemente las fuerzas de la División del mando del mariscal de campo don Francisco Espoz y Mina, comandante general del Reino de Navarra, Alto Aragón izquierda del Ebro, etc., ha sido necesario recargar una nueva distribución de raciones y otros objetos indispensables de subsistencia, comprendiendo el importe de Hospitalidades, con la idea de socorrer y hacer frente a los crecidos gastos que causa la manutención de los valientes defensores de la patria, que después de haber sufrido muchas privaciones y derramado generosamente su sangre en el campo del honor por sostener sus derechos e independencia, se contemplan reducidos a gemir en el triste lecho del dolor y a implorar la generosidad y humanidad de los habitantes de los pueblos sus compatriotas». 121 Robleda, intendente de Aragón e inspector de Hacienda de Zaragoza. tuvo sus más y sus menos con Espoz cuando este
era ya comandante de la izquierda del Ebro, al menos en dos ocasiones, pues el navarro no toleraba que aquel se inmiscuyera en sus asuntos económicos y le advirtió de que «cuidase mucho de entrometerse en el terreno confiado al ministro de Hacienda de su División. Que en el Bajo Aragón hiciera lo que mejor le pareciese, pero que en la izquierda del Ebro se abstuviese de intervenir». Iribarren. Espoz y Mina: el liberal: 28 y nota 1 de la misma página. nn AMH/AD de 1813: actas de 23 de agosto y 6, 12, 14 y 23 de septiembre.
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Ocupación de Fraga por tropas españolas (20 de septiembre de 1813) A primeros de julio, a su paso por Lérida procedente de Valencia, Suchet ha sustituido al hasta entonces gobernador Henriod por el general de brigada Lamarque, al que encarga conservar la plaza coordinado con sus puestos avanzados de Monzón, Fraga y Mequinenza y, tras la marcha de Suchet el 21 del mismo mes con el resto de sus tropas hacia el este, los defensores de Lérida quedan aislados, lo que aprovechan contingentes españoles de la brigada del coronel Decreft, de la división de Eroles, para vigilar a distancia, aunque no la suficiente para impedir a los franceses recorrer la región para recoger víveres. La cabeza de puente de Fraga, en la orilla izquierda del Cinca, está defendida por una pequeña guarnición italiana al mando del capitán Cherubini, cuyo papel principal consiste en conservar el puente permitiendo el enlace con Mequinenza. Mediado septiembre, Decreft, que se halla en los llanos de Urgell, envía a Fraga para hacer un reconocimiento y apoderarse del fuerte de San Saturnino, último reducto francés que en aquella ciudad ocupan los imperiales, una columna al mando del sargento mayor del Regimiento de Infantería de Palma Pedro Calvo, reforzada por el brigadier Julián Sánchez, el Charro, comandante de la brigada volante del IV Ejército,"" y mientras este ocupa la derecha del Cinca con dos escuadrones y la compañía de artillería, tras dejar otra parte de su brigada observando la guarnición de Lérida, Calvo pone sitio al fuerte de Fraga el día 14. Ante la resistencia de la guarnición, la tarde noche del 18 se manda construir una batería próxima al fuerte, que causa grandes destrozos en sus paredes, por lo que la noche del 19 al 20 la guarnición, ante el aviso de la inminente llegada de artillería pesada que se ha pedido a Zaragoza, y en vista de la destrucción que ya ha causado en los muros del reducto la de campaña, abandona el fuerte amparándose en la oscuridad y vadeando el Segre cerca de la desembocadura. Remontando la orilla derecha, se retira hacia Lérida, dejando en el baluarte una veintena de hombres heridos al cargo de un ayudante-cirujano, los cuales se entregan sin resistencia a las tropas del Charro y en el fuerte se encuentran varios efectos de guerra y provisiones, entre ellos un cañón de a 8, otro de a 3, una porción de balas de a 8, otra de fusiles, tres cajas de guerra de latón, de 6000 a 8000 cartuchos, 88 reses entre ganado lanar, cabrío y de cerda, 2 yeguas y 3 caballos, una porción de avena y cebada, 100 sacos de harina, arroz, vino, aguardiente, aceite y otros artículos menores. La pérdida española en esta acción consiste en un jefe, Pedro Calvo, y 4 soldados muertos y 8 heridos. Lamarque, gobernador de Lérida, lamenta la pérdida de ese puesto fortificado, que le priva de un punto de paso en una ribera difícil, mientras los fragatinos, después de demostrar de mil maneras su gratitud a las tropas españolas, celebran su libertad con un tedeum, iluminaciones, repique de campanas y otros festejos, y el Ayuntamiento hace una oferta de 6000 duros para los gastos de guerra."'
Oro inicia el sitio de Jaca (13 de septiembre de 1813) Mientras los hombres del 1° de altoaragoneses quedan en Canfranc protegiendo la entrada del Somport, los del 2° acampan en Berdún, donde Oro instala su cuartel general y donde se reúne con Chapalangarra para organizar el bloqueo y asedio de Jaca, situando de momento sus avanzadas en lugares bastante lejanos de la ciudad. Consciente de que su capacidad de defensa
"23 Julián Sánchez había salido el 26 de julio de Zaragoza, tras participar con Espoz y con Durán en la toma de la Aljaferfa, para dirigirse hacia la ribera del Cinca con el encargo de vigilar las guarniciones francesas de Lérida y Mequinenza. Horta: 93. Consta entre los suministros hechos por el pueblo de Poleñino en estas fechas la entrega de raciones a los cazadores, voluntarios y lanceros de Castilla, al igual que a algún individuo de la partida de Manuel Alegre y otros de la División de Navarra, de la de Villacampa y de la de caballería ligera Cazadores de Daroca; se atendía además a la justicia de Sariñena y a Aniceto Sangorrín. A todos ellos se les daban las pertinentes raciones de carne, vino y pan. AHPH/AFTS: F-6/6, Estado.
"" GM del 9 de octubre de 1813. GR del 4 de noviembre de 1813: Artículo de Oficio, duque de Ciudad Rodrigo al secretario de la Guerra. Priego: viii/2°, 566-567. Sarramon, La suerte: 201-202.
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está en función de las reservas disponibles, Deshorties, siempre atento y activo, aprovecha la relativa libertad de movimientos que le deja el enemigo, al estar sus puestos distantes y diseminados, para hacer salir pequeños destacamentos que recogen grano y particularmente ganado. Así, el 7 de septiembre efectúa una salida y ataca en el camino de Biescas a un grupo de españoles que conduce ganado; se apodera de 400 corderos y 30 bueyes, teniendo los franceses 2 muertos y 12 heridos. El grano, por el contrario, es más difícil de conseguir, pues, como se ha dicho, los campesinos no han efectuado todavía la siega, por lo que Deshorties obliga a las autoridades de Jaca a entregarle 10 sacos de harina diarios; en cuanto a munición, se encuentran bien provistos, con los depósitos y polvorines repletos, y respecto a las obras de defensa, no son las mejores, pues la muralla de la ciudad ha necesitado grandes reparaciones, y la ciudadela, aunque convenientemente preparada, está lejos de ser inexpugnable para un enemigo provisto de artillería, ya que se encuentra falta de defensas exteriores, empalizadas y parapetos. Por otra parte, varias casas de la ciudad dominan parte de las defensas, teniendo a tiro de fusil tres de los bastiones de la fortaleza. El 12, Oro, con el fin de iniciar el sitio en regla de Jaca, decide acercarse más a esa plaza y, saliendo de Berdún, llega por la noche con cuatro compañías a Banaguás, en las proximidades de Jaca, dejando las restantes compañías en Abay. Al día siguiente, mientras desde Berdún Chapalangarra oficia a Pueyo ordenándole que envíe hombres a Zaragoza y Jaca «para que avisen de cuantas novedades adviertan en los dos puntos», Oro ordena avanzar a la compañía de cazadores hasta las huertas que rodean la muralla de Jaca, lo que provoca una salida de los franceses, que entablan enseguida combate. Oro, con las tres compañías restantes, acude en ayuda de los cazadores cargando a la bayoneta, lo que obliga a los imperiales a huir al interior de la ciudad y responder desde dentro de ella con la artillería. Los franceses, como consecuencia de la acción, dejan bastantes muertos y heridos en el campo, mientras que por parte aragonesa hay 3 heridos de bayoneta y 12 de bala, además del subteniente de granaderos Pedro Chorroc y 3 sargentos heridos de distinta consideración, siendo 4 los muertos. Esta acción del 13 de septiembre puede considerarse la iniciadora del sitio formal de Jaca por los españoles. Deshorties, ante la aproximación de las avanzadas aragonesas, multiplica sus salidas para evitar que los españoles instalen sus puestos de mando demasiado cerca, provocando continuamente escaramuzas y combates a menudo importantes. El día 29, Oro, con parte de su regimiento de altoaragoneses, sale de Banaguás para efectuar un reconocimiento sobre el pueblo de Barós; dejando en este lugar tres compañías, él mismo con un pequeño destacamento recorre sus alrededores y hacia las dos de la tarde observa que en las huertas de ese pueblo se encuentran unos cuantos franceses recogiendo víveres. Ordena a un sargento que con 6 soldados se destaque hacia ellos e intente alejarlos con algunos disparos pero, advertidos los franceses de Jaca y viendo a sus compañeros en apuros, preparan una columna para salir en su ayuda, lo que, observado por Oro, le hace ordenar a la 3a compañía que acuda desde Barós, dejando la 4a y 5a apostadas en lo que llaman Fuente de los Baños, próxima a la ciudad. Los franceses cargan contra la 3" compañía, mandada por el teniente Prudencio Dallo, el cual se mantiene firme en la altura de Carpui, a poca distancia de la fuente, pero, rodeado y tras grandes esfuerzos, Dallo, auxiliado por los subtenientes Ciríaco Hernández y Juan Huarte, consigue abrirse paso con sus hombres a la bayoneta y escapar del cerco apoyado por los de las compañías 4a y 5a, que en esos precisos momentos llegan y cargan contra los imperiales obligándoles a retirarse tras la protección de los muros de la ciudad.""
"25 AHG: C8/112 y 113, Páris a Feltre, 21 de julio y 9 de agosto, y 08/115. Deshorties a Páris, 18. y Páris a Soult, 21 de sep-
tiembre. AMZ/AP/CDP: caja 8214, leg. 40.5/50, Oficio de Depablo, Berdún, 13 de agosto. APN/07N: Partes de Oro, Banaguás, 14 y 30 de septiembre de 1813.
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OCTUBRE DE 1813
Chapalangarra llega para apoyar a Oro en el sitio de laca (primeros de octubre de 1813) A primeros de octubre Chapalangarra regresa a Canfranc y con el 1° de altoaragoneses de su mando se traslada hasta Jaca para unirse al resto de sus compañeros. A pesar del aumento de las tropas sitiadoras, los franceses, impelidos por la necesidad, deben realizar salidas constantes para alimentar sus rebaños y buscar víveres; así, el día 10 por la mañana, un centenar de hombres salen de laca por el camino de la Victoria con el fin de explorar el terreno y sacar a pastar un rebaño de vacas y ovejas. Oro, que está vigilante, ordena a la compañía de cazadores de su regimiento que desde Guasillo, donde se halla, se dirija contra el destacamento francés para incomodarlo. Deshorties, que desde Jaca también sigue todos esos movimientos, al ver que los aragoneses pueden rodear y capturar a sus hombres, envía una columna en su ayuda, por lo que los aragoneses, en un primer momento, se ven precisados a retirarse; pero Oro se pone al frente de la compañía de granaderos y de la l a y 2a de fusileros y, vadeando el río y unido con los cazadores, cargan juntos contra los franceses. Se entabla un duro y reñido combate que dura hasta las cinco de la tarde, hora en que los franceses abandonan el campo y comienzan a replegarse hacia Jaca perseguidos por Oro y sus hombres hasta las murallas, desde donde son tiroteados y cañoneados por los defensores. En la acción cae el cadete de granaderos Mateo Salas y Oro recomienda al teniente de la 2° compañía de fusileros Nicolás Soriano y al subteniente de la de granaderos Mariano Gómez. Unos días después, el 27, otra columna sale de Jaca para intentar apoderarse de las raciones que se transportan desde Barós hasta Abay y de 13 vacas que pastan en el Llano de la Victoria. Los franceses consiguen coger el ganado vacuno pero en ese momento son sorprendidos por un destacamento altoaragonés del regimiento de Oro que los pone en fuga y los obliga a retirarse buscando la seguridad de las murallas jaquesas.' 26
Situación en Fraga Ocupada Fraga por las tropas españolas, el 1 de octubre se reúne su Ayuntamiento y el nuevo secretario José Galicia Catalán comenta la orden recibida del ejército español para entregar al ayudante mayor, Pedro Alcántara Jover, los títulos de oficios públicos que concedió el Gobierno intruso para darles el debido curso. La orden es tajante y encarga de su exacto cumplimiento al síndico procurador general. Por estos días de primeros de octubre llega a Fraga el inglés Edward H. Locker, quien, acompañado del también inglés John Russell, había salido de Reus el 5 hacia la costa norte de España y que nos ha dejado en sus memorias su impresión sobre la villa fragatina: «Tras cruzar la linde que divide Cataluña del Reino de Aragón atravesamos una larga y monótona llanura intercalada con barrancos, y apenas ofreciendo aspecto de cultivos, pero al acercarnos a Fraga al atardecer, la vista era muy hermosa. Fuimos abordados por una guardia apostada fuera del pueblo, precaución ocasionada por la proximidad de las guarniciones francesas de Lérida y Mequinenza. Al entrar en la villa fuimos en busca del alcalde y, mientras estábamos buscando su casa para conseguir un alojamiento, fuimos invitados a entrar en una casa privada, donde encontramos alojamientos cómodos para la noche. Mientras se preparaba nuestra cena recibimos una invitación para asistir a un concierto dado por alguno de los oficiales españoles, lo cual nos vimos obligados a declinar con muchas manifestaciones de agradecimiento por esta muestra de cortesía para unos totales extraños. Fraga es una ciudad romana muy antigua, y después se convirtió en residencia de uno de los reyes moros, pero ahora se ha reducido a la insignificancia. No tiene nada llamativo aparte de su situación. Las casas tienen mal aspecto y las calles mal pavimentadas y
1126 APN/07N: Parte de Oro, Banaguás, 11 y 28 de octubre de 1813.
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retorcidas. Las ruinas de su castillo aparecen en un alto. Hay tres puertas, dos iglesias, un convento agustino y un largo puente de madera de veintidós arcos a lo largo del Cinca». Tras una breve estancia en la villa y según sigue recordando Locker, «dejamos Fraga, no pesarosos de escapar de una demasiado atenta anfitriona en la cocina y de las pulgas y mosquitos en nuestra propia habitación. Cruzamos el Cinca por un puente de madera y al parar por vino en Candasnos nos dijeron que un destacamento de soldados franceses se acababa de llevar a algunas de sus mujeres, bajo el pretexto de haber trabajado en las fortificaciones. Pasamos por Peñalba y descansamos en Bujaraloz saliendo al día siguiente hacia Zaragoza». Respecto a Peñalba, opina el también británico Crawford, que pasó por allí en abril de 1814, que en aquel tiempo «era una miserable aldea» donde había una fábrica de botellas y vasos para beber, pero «muy poco que beber».127
Situación en Huesca y su corregimiento (segunda quincena de octubre de 1813)
El 14 de octubre, Espoz, desde su cuartel general en Sangüesa,"" ordena al Ayuntamiento oscense que haga un alistamiento general en Huesca, donde van a concurrir algunos de los jefes de su división, debiendo presentarse el 1 de noviembre los mozos de la ciudad y su corregimiento comprendidos en él, por lo que el Concejo publica un bando en el que se dispone la reunión de los reclutas del barrio de Seo el 18, debiendo hacerlo en los días siguientes los de los restantes barrios; sin embargo, la orden no se cumple con la rapidez debida y solo se presentan los comprendidos en las excepciones, por lo que se publica otro bando ordenando a los de la parroquia de la Seo que se presenten al día siguiente. El 20, el alcalde, Mariano Lacueva, solicita a Espoz que le aclare algunos aspectos sobre los que deben ser excluidos del alistamiento general, a lo que el jefe navarro responde dos días después con las matizaciones oportunas. El 25 se recibe una orden relativa a la requisición de desertores y dispersos del ejército enviada por la Junta Superior de Gobierno de la Provincia; ante algunas dudas surgidas respectivas a la exención de los mismos, el alcalde consulta al jefe de la Junta y, unos días después, el 28, es nombrado por Espoz comandante de Huesca el capitán Ramón Zugarramurdi, el cual va autorizado para la recepción de los jóvenes alistados."29 Ese mismo día se realizan en Zaragoza elecciones para designar los nueve diputados aragoneses en las Cortes de Cádiz, cargos para los que resultan elegidos tres altoaragoneses: Joaquín Palacín, de Barbastro, Vicente Heredia, de Benabarre, y jerónimo Castillón, de Huesca.""
Benasque
La derrota de Vitoria y la evacuación del noroeste de España, de Aragón y de Valencia han supuesto un duro golpe para la causa imperial y los responsables de la defensa de la frontera reciben la misión de redoblar la vigilancia, de modo que se producen algunos cambios en las guarniciones. Así a Benasque, que ahora está al mando del jefe de batallón Fouqué, sucesor de Defaysse," llega a finales de septiembre, procedente de Luchon, una compañía de la la cohorte de la Legión
"27 AMF: caja 138-1, acta del 1 de octubre de 1813. Locker, Edward Hawke, Views in Spain, Londres, John Murray, 1834: 15-
37. Crawford, Abraham, Passages in the Life of a Sailor, United Service Magazine, 1844: parte 3", 384, Citados por Santacara: 711-712 y 751. 11" Tomada la Aljafería a primeros de agosto, Espoz se traslada a Sangüesa dejando en Zaragoza el 5° de Navarra al mando
de Oraa, que queda como gobernador militar, y el regimiento de Cariñena. Iribarren. Espoz y Mina: el liberal: 122. 129 AMH/AD de 1813: actas del 15 y el 28 de octubre, del 11 de diciembre y documentos adjuntos.
GM del 4 de noviembre de 1813, Lista de señores diputados electos por Aragón, Zaragoza, 28 de octubre de 1813. Torres Liarte, Concepción. Los diputados aragoneses en las Cortes de Cádiz (1808-1814). Zaragoza, Cortes de Aragón, 1987: 75 y ss. 1111 Pierre Fouqué, nacido en los Bajos Alpes en 1764, era soldado en 1792, comandante de plaza en 1806, comandante de
armas de Toulouse en 1812 y del fuerte de Benasque en 1813. En Benasque reemplazó a Defaysse, promovido a mayor del 11 de línea en marzo de 1813. Murió en 1833.
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Departamental de la Guardia Nacional para reemplazar a la de los Altos Pirineos. Fouqué se queja de este cambio, señalando además que los hombres están en un estado lamentable, que su presencia es «peor que la de los condenados a galeras» y que han llegado desprovistos de chaquetas, capotes y pantalones, cuando el servicio lo deberán hacer con frío, agua y nieve. Ante la situación de temor en la frontera, el general Bartier de Saint-Hilarie, comandante del departamento del Alto Garona, se ve obligado a visitar los puestos fronterizos para reconfortar a sus defensores, y algunas cartas conservadas en el Archivo de Vincennes nos dan una idea de la actividad que tuvo que desplegar. Salido de Luchon el 16 de octubre con 100 guardias nacionales por caminos que considera demasiado peligrosos y parte de los cuales son impracticables a caballo, por lo que tiene que recorrerlos a pie, Saint-Hilarie llega a Benasque, cuya guarnición está atemorizada ante rumores de que el mismísimo Espoz se encuentra en Barbastro. Llegado allí, se da cuenta de que esa información es falsa y de que se ha lanzado como una intoxicación, pues Espoz está realmente en Navarra. Saint-Hilarie aprovecha su estancia en Benasque para inspeccionar la plaza, en la que se han colocado en batería dos piezas de a 16, cinco de a 4 y dos de a 2, provistas de malas cureñas, y considerando que la defensa y sus fuegos pueden ser fácilmente contorneados por un enemigo que quisiera penetrar en Francia subiendo por los puertos de Benasque o de la Picade, ordena tomar las medidas oportunas y realizar algunos cambios.""
NOVIEMBRE DE 1813
Actividad contra la guarnición de Jaca. El 1° de alaveses releva al 1° de altoaragoneses Oro, que continúa controlando los movimientos de la guarnición de Jaca desde su cuartel general en Banaguás, para proteger este instala una guardia permanente en el puente de San Miguel sobre el río Aragón, en el camino de Jaca a Banaguás. El día 11 de noviembre sale un destacamento de Jaca con el propósito de desalojar a Oro de sus posiciones, sabedor de que este tiene consigo en esos momentos solo tres compañías, pues las restantes se encuentran cubriendo la carretera de Francia, y al otro lado del río Gas. La guardia aragonesa del puente de San Miguel es sorprendida y obligada a retirarse hacia Banaguás por una avanzada francesa, mientras el resto de las tropas francesas, unas por el puente y otras vadeando el río, consiguen pasar a la otra orilla dirigiéndose a Banaguás. Pero los altoaragoneses, que están vigilantes, se preparan para defenderse; Oro ordena que la mitad de la compañía de cazadores refuerce al sorprendido retén de guardia y juntos vayan a hacer frente a los ocupantes del puente para desalojarlos de esa posición estratégica, mientras él con la otra mitad de los cazadores y las otras dos compañías sale a rechazar a los que vadean el río Aragón. Ordena a sus cazadores que ataquen en guerrilla en tanto que las fuerzas restantes lo hacen en columna, y al rato los franceses son rechazados en todos los frentes y se retiran a Jaca perseguidos por los altoaragoneses. Las bajas francesas en esta acción, según el parte de Oro, consisten en 1 capitán muerto y alrededor de 60 soldados heridos o muertos. Días después, el 22, Oro envía un parlamentario a Deshorties para intimarle a la rendición, pero este se niega a recibirlo." A mediados de noviembre, el 1° de altoaragoneses de Chapalangarra abandona sus posiciones en los alrededores de jaca para dirigirse a Monzón con el fin de sustituir en el sitio de esta plaza al 1° de alaveses (5° de Navarra), que a su vez, y al mando de Sebastián Fernández, alias Dos Pelos, debe marchar hacia al Pirineo, lo que hace en dos columnas: una hacia Benasque bajo las órdenes del propio Sebastián Fernández y la otra hacia Jaca al mando de su comandante segundo, el tenien-
"32 AD del Alto Garona: 4R5, Fouqué a Lartigue, 29 de septiembre, y 4R4, Bartier al prefecto, 2 de octubre. AHG: C8/117 y C8/118, Saint-Hilarle a rravot, 16 y 17 de octubre. Sarramon, Napoléon: 202-204. li" AHG: C8/118, Soult a Feltre, 1 de diciembre. APN/07N: Parte de Oro, Banaguás, 16 de noviembre de 1813.
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Retrato de Marcelino Oraa, por losé Vallejo y Galeazo. (Imagen cedida por Biblioteca Nacional de España)
te coronel Marcelino Oraa," 74 quien, después de permanecer en Zaragoza por orden de Espoz como gobernador tras la toma de la Aljafería, se ha trasladado a finales de septiembre a Monzón. Oraa llega el 28 de noviembre a Jaca, donde toma el mando del asedio y prepara activamente el asalto definitivo a la ciudad aprovechando el envío por Espoz de una compañía de elite de su división formada por desertores franceses, alemanes, italianos y napolitanos. Además de Oraa con sus tropas, llegarán a la villa pirenaica también por estos días, y procedentes de Navarra, los dragones de Soria del mando de Bartolomé Amor, que, como antes se ha dicho, han sido incorporados por orden de Wellington a la división de Espoz.""
DICIEMBRE DE 1813 Ataque final y toma de la ciudad de Jaca (5 de diciembre de 1813) Siguiendo los planes de Oraa, el 2 de diciembre se empiezan a recoger todas las escalas que había en los pueblos próximos, y el día 4 se unen unas con otras para darles la altura suficiente para escalar las murallas; este mismo día por la tarde se dan instrucciones para el ataque, que debe 11 " Marcelino Oraa y Lecumberri, quien después sería afamado general liberal y en la campaña de 1837 contra los carlistas lucharía en tierras altoaragonesas, pertenecía a la partida de Espoz y era de la aldea navarra de Beriáin, donde había nacido el año de 1788 en el seno de una familia de labradores. 115 Priego: viiin°, 564.
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A. Compañía de extranjeros y 4' del 1° de alaveses B. Cazadores del 2^ de aragoneses C. 2' compañía del 2^ de aragoneses D. Granaderos del 2° de aragoneses E. Cazadores del 1° de alaveses F. r compañia del 1° de alaveses A ?ir G. Granaderos del 1^ de alaveses II. Reserva del 1° de alaveses 1. Reserva del 2° de aragoneses J. Compañías del 2° de aragoneses 1. Puerta de San Francisco 2. Puerta de Santa Orosia 3. Puerta de San Pedro 4. Capilla de Santa Orosia 5. Torre de San Juan 6. Puerta Nueva 7. Puerta de las Monjas 8. Convento de las Benditas 9. Puerta del Estudio 10. Torre del Castellar 11. Puerta de Baños 12. Catedral 13. Ciudadela
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Toma de Jaca el 5 de diciembre de 1813. (Dibujo del autor)
efectuarse al día siguiente." Explicado el plan, las compañías que van a efectuar el asalto ocupan sus posiciones, mientras, para llamar la atención por diferentes puntos, manda Oraa que media compañía del 2° se coloque en la ermita de San Juan, otra media en las ruinas de San Francisco y una en la cantera que está sobre el río Aragón, para entretener con ataques simulados y tiroteos a la guarnición de la ciudadela, quedando la reserva del 1° de alaveses (5° de Navarra) debajo del convento de las monjas benitas y la del 2° de altoaragoneses (7° de Navarra) en una misma línea junto a la ermita de San Juan. En tanto, la 8" compañía de los húsares de Navarra se coloca y mantiene formada junto al puente de Lana, mientras que los dragones de Soria, desde Pardinilla, pasan a situarse junto al molino de Guasa a las órdenes del coronel Bartolomé Amor. Una vez distribuidas las tropas, a las cuatro de la mañana del 5, dos tiros sucesivos disparados desde el alto de Ruesta dan la señal de ataque. El asalto se verifica conforme al plan establecido de antemano y en menos de un cuarto de hora la ciudad queda en manos de los españoles tras vencer la resistencia opuesta por los imperiales mandados por Labrot, capitán de la Y compañía del 2° de cazadores, no pudiéndose impedir que la mayor parte de los franceses se refugie en la ciudadela, quedando solo en manos de los sitiadores un cirujano, el guardalmacén de víveres y 41 soldados.""
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Este plan era: «Que la compañía de Extranjeros y 4" del 5' regimiento asaltasen por el rincón del portal de San Francis-
co. se apoderasen de la guardia de Santa Orosia, y ocupasen este punto para cortar la retirada a los enemigos, que en número de trescientos hombres mandados por Labrot, comandante de la plaza, se hallaban en la Iglesia de San Pedro y torres de la muralla y que en el caso de que tratasen de retirarse al castillo, cargasen sobre ellos a la bayoneta, y si ser podía, entrasen dentro de él. Que la de Granaderos y Cazadores del mismo asaltasen aquella por la derecha de la Torre del Castellar para ocupar la calle Mayor y la otra por la izquierda del convento de las monjas y por su huerta batiese la tapia por la parte interior, mientras la 1' compañía del mismo lo hacía por el exterior y que la de Cazadores y 1' del 7" atacasen una por la capilla de Santa Orosia para unirse por detrás de la Catedral a la de Extranjeros y 4' de aquel, y otra por el rincón de la Torre de San Juan para reunirse con la de Cazadores del 5° y que al mismo tiempo del asalto, la 2° del 5° y Granaderos del 7° batiesen por la parte exterior, aquella el Portal del Estudio y esta el Nuevo». APN/ODN: Parte de Oraa, laca, 8 de diciembre de 1813. "" APN/ODN: Parte de Oraa, Jaca, 8 de diciembre de 1813.
AÑO DE 1814: EL ALTO ARAGÓN, LIBRE DE FRANCESES
ÚLTIMAS ACCIONES: FIN DE LA OCUPACIÓN FRANCESA (FEBRERO-ABRIL DE I814)
FEBRERO DE 1814
Capitulación de Mequinenza (13 de febrero de 1814)
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A plaza de Mequinenza, ocupada el 8 de junio de 1810 por las tropas de Musnier y a la que Suchet concede una gran importancia, tiene como gobernador desde septiembre de 1812 al general Bourgeois, afecto a ese empleo sedentario por su gordura. En septiembre de
1813, y tras la toma de Fraga por tropas españolas, la comunicación de Mequinenza con Lérida, de la que depende, comienza a hacerse muy difícil, lo que facilita la estrategia del barón de Eroles, que tiene Mequinenza como uno de sus principales objetivos, y quien a primeros de noviembre recibe la visita de un viejo amigo que le comenta que Van Halen,"" antiguo oficial español y en esa época ayudante del mariscal Suchet, quiere «restituirse a las banderas de España» y con el fin de rehabilitarse viene buscando su protección. Eroles opina que, dado su cargo junto a Suchet, no le sería difícil asistirles en el plano militar y comunicarles interesantes noticias, y a primeros de 1814 contacta con Van Halen, quien le transmite informes sobre las operaciones y planes del Estado Mayor imperial y pone a su disposición las claves secretas destinadas a descifrar la correspondencia militar francesa usadas por Suchet y el sello de este, pieza indispensable para sus planes. Con estos medios discurren una estratagema destinada a hacer caer las guarniciones de las plazas todavía en manos imperiales, la cual consiste en enviar al gobernador de cada una de ellas una falsa orden de Suchet advirtiéndole que el emperador ha decidido retirar las guarniciones y adjuntando una carta del jefe de Estado Mayor francés D'Eschalard anunciando la llegada de Van Halen, ayudante de Suchet, con las instrucciones definitivas. El primer engaño se intenta con el gobernador de Tortosa pero, frustrado, se decide actuar sobre Mequinenza, Lérida y Monzón, y siguiendo el plan, una vez falsificados los documentos, Eroles envía a Mequinenza las supuestas cartas de Suchet y D'Eschalard, en las que se da parte de la firma de un tratado por el que se acuerda la evacuación de esa y otras plazas, cuyas guarniciones deben pasar a unirse al ejército imperial, añadiéndose que se ha nombrado a Van Halen y al capitán Castres, ayudantes de Suchet, para pasar a llevar el convenio. Reunidos estos con Bourgeois, gobernador de Mequinenza, la presencia de Van Halen con el uniforme de ayudante de campo de Suchet da grandes visos de realidad a la reunión y no se llega a vislumbrar que todo aquello sea una mera estratagema militar. Van Halen informa a Bourgeois de las supuestas órdenes de Suchet y le entrega las cartas ficticias de este y D'Eschalard,
135 luan van Halen y Sarti, belga de origen pero nacido en 1788 en España y cuya biografia escribió Baraja, siendo alférez de navío pelea contra los franceses en el 2 de mayo madrileño; prisionero luego en la toma de Ferrol, pasa a Madrid, donde
abraza la causa josefina y llega a ser ayudante del rey. En 1813 consigue un puesto en el Estado Mayor francés de Cataluña, al que se incorpora con el grado de jefe de escuadrón. Muere en Cádiz en 1864.
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AÑO Df 1814. [1. ALTO ARAGóN, LIBRE DE FRANCESES
así como el texto del convenio de capitulación y, enterado de todo el gobernador de Mequinenza, se arregla la evacuación de la plaza y la marcha de la guarnición conforme al supuesto convenio, mientras Eroles se traslada al bloqueo de Lérida acompañado de Van Halen para repetir allí la misma estratagema. Conforme a lo convenido, la guarnición de Mequinenza deja el castillo el 13 de febrero, dirigiéndose hacia Igualada.' 9
Capitulación del castillo de Mormón (15 de febrero de 1814) El 27 de septiembre del año anterior, el 1° de alaveses y 3° de altoaragoneses de la división de Espoz habían llegado frente a la villa de Monzón, y los gendarmes que la ocupaban, tras resistir unos días en un viejo fuerte, se encierran en la fortaleza."" Ese mismo día los españoles comienzan a instalar sus baterías, aunque sus disparos no consiguen abrir brecha en los muros, por lo que se decide iniciar la guerra de minas. A mediados de noviembre, como antes se ha dicho al hablar del sitio de Jaca, el 1° de altoaragoneses llega desde esa plaza a Monzón para sustituir al 1° de alaveses, que parte hacia Benasque y Jaca. Durante todo el invierno son numerosas las minas que construyen los españoles desde distintos puntos del exterior dirigidas hacia los bajos de diferentes partes del castillo montisonense y, para contrarrestarlas, los franceses excavan pozos y contraminas, de modo que en muchas ocasiones la guerra se desarrolla bajo tierra. Esta guerra de minas se mantiene hasta el 14 de febrero, cuando los españoles vienen a negociar la capitulación, en la que nuevamente tiene especial participación Van Halen, quien en Lérida, junto con Eroles, ha seguido pasos similares a los de Mequinenza, y desde aquella capital catalana ha venido a Monzón para intentar engañar, al igual que lo ha hecho con los de Mequinenza y Lérida, al gobernador Boutan. Pero aquí el plan no le da resultado, ya que este, orgulloso de su defensa, se resiste a obedecer y, receloso de la oferta de rendición de Van Halen y con el objeto de cerciorarse de la evacuación de Lérida por las tropas francesas, pide que se le permita enviar un oficial al encuentro de Eroles. Admitida la propuesta, un oficial francés se presenta la noche del 14 al 15 de febrero en Lérida, donde es reprendido por Eroles, quien, agriamente y fingiendo resentimiento, lo despacha con enojo recriminándole la tardanza en ejecutar las órdenes de Suchet, diciéndole: «Id y decid al gobernador de Monzón que no solo sabrá el mariscal su proceder, sino que voy a detener a las guarniciones que han partido y marcho a aniquilar con mi artillería a la vuestra y su fuerte». El francés le responde con mil disculpas y, convencido de la caída de Lérida y Mequinenza, Boutan entra en negociaciones y rinde la fortaleza de Monzón, de la que sale el 15, desfilando ante los soldados de Chapalangarra" y Echarri la guarnición, entre ella Saint-jacques.""'
"" AMZ/AP: caja 8146, leg. 2.9/7. Eroles, barón de, «Reconquista de Lérida, Mequinenza y Monzón en 1814» (versión oficial), comentario preliminar y transcripción de Antonio Hernández Palmés, en W AA, Aportación al estudio de la guerra de la Independencia en Lérida, Lérida, Diputación Provincial, 1947: 78-88 y 91. Gómez de Arteche: xiv, 430. Huguet: 43-48. Priego: 215 y 568-574. Sarramon, La suerte: 203-205. l'A° La guarnición del castillo al Inicio del asedio estaba compuesta por 90 gendarmes a pie del 12" escuadrón mandados por los tenientes Couvez y Provins, 1 cabo y 4 artilleros del 6° de artillería a pie, el cirujano Lachapelle y el guarda de Ingenieros Saint-lacques, todos ellos al mando del capitán Boutan, del 81° de línea.
1141 De convicciones liberales y con el grado de coronel, Chapalangarra combate en 1822 a los realistas y con la victoria de estos emigra a Inglaterra. En 1830 participa al igual que Espoz, pero por lugares distintos, en un intento de introducir la revolución contra el absolutismo fernandino en España, pero el 13 de octubre Chapalangarra, tras entrar en Navarra cruzando la Frontera por Valcarlos con algunos hombres, entre ellos el poeta Espronceda, es sorprendido por un destacamento realista al que intenta arengar y recibe por respuesta una descarga cerrada que le hace caer mortalmente herido; es recogido por sus camaradas y trasladado de nuevo a Francia, donde muere. Pasado el tiempo, Espronceda dedica la siguiente elegía a la muerte de su amigo: «Enrojece, ¡oh Pirenel, tus cumbres / pura sangre de libre animoso, / y el tropel de los siervos odioso / en su lago su sed abrevó. 1 Cayó en ellas Depablo valientes y la patria, inclinada la frente, / su gemido al del héroe juntó». Respecto al 1° de altoaragoneses, en la reorganización de 2 de marzo de 1815 se refunde en el Regimiento de Línea España, Iribarren, Espoz y Mina: el liberal: 236, 379 y 387. 1142
De regreso a Francia en 1814, Saint-Jacques es nombrado caballero de la Legión de Honor en 1823. Un desgraciado acci-
dente al caer de un puente le fractura el cráneo y una pierna, y muere el 10 de julio de 1833.
AÑO DE 1814: El Al TO ARAGÓN, LIBRE DE FRANCESES
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De la rendición de las plazas de Mequinenza, Lérida y Monzón da noticia la Gaceta del Gobierno de la Regencia."'" En ellas se encuentran numerosos cañones de varios calibres, gran número de fusiles y de elementos de vestuario, un centenar de caballos para el ejército, una crecida cantidad de dinero y otros artículos de valor, y se hacen más de 2000 prisioneros, entre ellos los generales Lamarque y Bourgeois. Dicha ocupación abre totalmente la comunicación entre Cataluña y Aragón y las demás provincias de España, restablece la navegación del Ebro, el Cinca y el Segre, cierra la salida a las guarniciones de Tortosa, Peñíscola y Murviedro, y restituye a los ejércitos de operaciones más de 6000 hombres que se empleaban en el bloqueo de dichas plazas, las cuales son ocupadas sin ningún derramamiento de sangre gracias a la estratagema de Van Halen y Eroles."44 Capitulación de la ciudadela de Jaca (17 de febrero de 1814) Una vez tomada la ciudad de jaca, los españoles se sitúan en ella con el fin de preparar el asalto a la ciudadela, cuyo mantenimiento en manos imperiales constituye un problema para el mando español, pues ofrece a aquellos una puerta de entrada desde Francia hacia Aragón y España. Dado que los muros y defensas de la fortaleza hacen difícil su conquista y además la moral de los sitiadores va siendo cada vez menor, pues a las dificultades tácticas para el asalto se unen la crudeza del invierno y la escasez de víveres y de ropa de abrigo, Espoz, que en ese tiempo se encuentra en Saint-Jean-Pied-dePort, al tener noticia de que Soult y Suchet planean socorrer la ciudadela de jaca por su gran interés en tener expedito el camino de Aragón, solicita permiso a Wellington a primeros de enero para hacerse cargo, agilizar las operaciones de sitio y elevar la moral de sus hombres; así, dejando en aquella localidad francesa la brigada de Górriz, marcha a Jaca, adonde llega el 8 de enero. Una vez en Jaca, Espoz se da cuenta de que la empresa de rendir la ciudadela no es fácil, pues solo dispone de tres baterías de dos obuses de a 12 cada una, incapaces de abrir brecha en los muros de la fortaleza, y por otra parte le faltan obreros para los trabajos de aproche, debiendo ocuparse sus soldados de tareas de carpintería y albañilería. Mientras Espoz prepara el sitio y asalto de la ciudadela, los napoleónicos desde sus muros, a pesar de la deserción de la mitad de los artilleros italianos, bombardean continuamente la ciudad tratando de impedir que allí encuentren refugio seguro contra las inclemencias del riguroso invierno los soldados españoles, hasta entonces bien expuestos a la intemperie en sus puestos periféricos. El Palacio Episcopal, donde se aloja Espoz, no se ve libre de esos bombardeos, e incluso llega a caer una granada en su despacho. Para evitar muertes innecesarias, se ordena a la población civil que abandone la ciudad y se envía una carta a los franceses de la ciudadela haciéndoles saber que de seguir con los bombardeos sobre la ciudad se les pasará a todos ellos a cuchillo. Por su parte, Deshorties, comandante francés de la ciudadela, empieza también a tener problemas con los víveres y las municiones, por lo que a fines de enero propone a Espoz rendir la fortaleza a condición de que les deje partir hacia Francia con todos sus equipajes y armas, a lo que el jefe español se niega. A primeros de febrero, Soult concentra en Oloron y Navarrenx un importante convoy con víveres, municiones y artillería para enviarlo en socorro de jaca bajo el mando del general Páris, acompañado de 3000 soldados de la Guardia Nacional de los Bajos Pirineos y de dos batallones del 10° y del 81° de línea. Enterado de esos preparativos, Espoz ordena acelerar los trabajos de asedio
145 «El mariscal de campo barón de [roles avisa hallarse en nuestro poder y guarnecidas por tropas nacionales las importantes plazas de Lérida, Mequinenza y Monzón, las cuales están en el mejor estado de defensa con numerosa artillería, provisiones y víveres para dos años», GR del 20 de febrero y del 24 de marzo de 1814. 44 11
APN/ODN: Parte de Echarri, Monzón, 6 de marzo de 1814, Eroles: 88-91. Gulrao Larrañaga, Ramón, Monzón y la comar-
ca del Cinco Medio durante las contiendas españolas decimonónicas, Monzón, CEHIMO (col. «Pedro I de Aragón», 41, 2003. Huguet: 50. Sarramon, La suerte: 203-205. Siige du fort de Monzón, en Aragon, du 27 septembre 1813 au 14 fIvrier 1814, Montpell ler. Imp. X. Ju I lien. 1823. y Notice sur le siége du fort de Monzón en Aragon, Soutenu par les francais en 1813 et 1814, publicado por el Spectateur Militaire n° 91. Ambos textos fueron reeditados en 1996 por el Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio en un volumen titulado Sitio del castillo de Monzón en Aragón, del 27 de septiembre de 1813 al 14 de febrero de 1814, coordinado por losé Antonio Til Olivera (col. «Pedro I, Rey de Monzón». 2). Suchet: u, nota justificativa n° 40.
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AÑO DI" s I 4. El Al TO ARAGÓN, LIBRE DE FRANCESES
construyendo trincheras de circunvalación y, no habiendo podido traer artillería de sitio a través de los caminos de montaña existentes, sitúa las tres baterías de que dispone de la siguiente manera: una cerca de la ermita de San Juan, otra en las eras de Mocorones y una tercera en la Cruz de San Marcos. Desde ellas hostiga a los defensores franceses pero, ante la escasa efectividad del fuego artillero, los sitiadores deciden iniciar la construcción de minas de zapa contra el foso y muralla haciendo una desde el comienzo de la subida de Tron que llega hasta el contrafoso, con dos ramales a derecha e izquierda del mismo, y otras dos desde la plazuela de San Pedro, también con dos ramales a derecha e izquierda del murallón. Además de todas estas minas se realizan caminos cubiertos que se dirigen uno desde la puerta de San Francisco hasta la subida de Tron y otro desde la muralla de la ciudad, por las Eras Mayores, hasta la Cantera del Aragón. El fuego artillero y los ataques se suceden durante varios días y, por fin, tras varias entrevistas con los sitiadores, el jefe de la ciudadela, Deshorties, sabedor de que no puede recibir los refuerzos esperados por encontrarse el puerto de Somport, impracticable por la nieve, y por haber Soult ordenado a Páris olvidarse de Jaca y dirigirse al este para hacer frente a la ofensiva que preparaba Wellington, se reúne con Espoz para fijar las condiciones de la capitulación. Para elaborar los capítulos de la rendición se nombra por parte francesa al capitán de artillería Tantesio y al capitán del 10° de línea Rey de Morande, y por parte española al coronel Joaquín Gómez y al teniente coronel Marcelino Oraa."" Espoz remite a Wellington, duque de Ciudad Rodrigo, un parte de la toma de la ciudadela en el que incluye los términos de capitulación y un estado de la artillería y las municiones de boca y guerra encontradas en el fuerte. Firmada y ratificada la capitulación, y según lo estipulado en ella, al día siguiente, 18 de febrero, a las siete de la mañana salen los franceses de la ciudadela y tras dejar sus armas en los glacis desfilan con honores de guerra ante el 1° de alaveses y el 2° de altoaragoneses, que se hallan formados y marchan hacia Francia por Canfranc acompañados por un destacamento español como escolta. Los napoleónicos llevan víveres para dos días que transportan a lomos de mulo junto con sus equipajes, pero su retorno a Francia no es fácil, ya que, llegados a Canfranc, han de detenerse a pasar allí la noche, pues el puerto de Somport se halla cerrado por la nieve caída días antes, y los mulos que llevan son descargados y conducidos nuevamente a Jaca por los soldados españoles que les han acompañado hasta allí. Sin medio de transporte para sus efectos personales y otras pertenencias, sin protección militar y desarmados en Canfranc, los vecinos del valle comienzan a amenazarles, por lo que Deshorties, temeroso de ser agredidos y desnudados por los paisanos sedientos de vengarse de los ocupantes, decide, a pesar de los obstáculos que presenta el viaje, dirigirse rápidamente a Francia, de modo que consiguen franquear el puerto de Somport el día 19 y llegar a Urdos sin equipajes pero sanos y salvos. Desde Urdos, y sin perder un instante, Deshorties"" envía al ministro y al duque de Dalmacia el texto de la capitulación firmada, demandando que el cambio previsto de prisioneros en su artículo 1° sea realizado sin dilación, para que la guarnición y sobre todo sus propios cazadores de montaña puedan retomar el servicio activo. Soult apoya esta demanda y reclama el envío de prisioneros españoles para el cambio previsto, y mientras se espera se envían los napolitanos y la artillería a Toulouse; a Montauban, los gendarmes y los húsares desmontados del 12°; a sus depósitos respectivos de Agen y Marmande, el 10° y el 81° de línea para que se les incorporen nuevos reclutas, y por fin, a Burdeos, el 2° Batallón de Cazadores de Montaña, para ser absorbido allí por el 6° batallón del 28°
1145 Oraa, con el grado de general, lucha contra los carlistas y alcanza gran Fama. En mayo de 1837 dirige la persecución por tierras altoaragonesas de la conocida como expedición real, a cuya cabeza va el mismísimo pretendiente Carlos V y que marcha desde Navarra hasta Cataluña. Oraa se enfrenta a las tropas carlistas en los alrededores de Barbastro el 2 de junio sin poder detener la marcha de la expedición, que logra llegar a Cataluña. En 1847 es ministro de la Guerra y muere en 1851. Fernández San Román, Eduardo, marqués de San Román, Guerra civil de 1833 a 1840 en Aragón y Valencia: campañas del General Grao (1837-1838), Madrid, Viuda e Hijos de M. Tello, 1884-1896, 2 vols. 51" Tras la rendición de laca se incorpora al 4° ligero y en 1825 es nombrado coronel del 10" ligero, Muere en Nantes en 1830.
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ligero, ya que los cazadores de montaña, por un decreto imperial de 14 de diciembre de 1813, quedaron disueltos, previniéndose que sus efectivos se refundan en los regimientos de línea más próximos. Un problema espinoso surge respecto a este cambio de prisioneros. Algunos historiadores españoles como Iribarren, Maldonado y Toreno, y el inglés Napier sugieren que la convención del 17 de febrero es violada y que la guarnición retoma pronto las armas en detrimento de su honor, y Lhuillier, en carta al duque de Feltre, le recuerda que no puede hacer nada con los gendarmes y el contingente del 81° procedentes de laca porque no han perdido todavía su condición de prisioneros (lo que implica que el duque de Feltre tiene intención de no respetar el acuerdo de capitulación), aunque nada puede asegurarse definitivamente por falta de pruebas. Fuera los franceses, Espoz deja como gobernador de Jaca a Ramón de Ulzurrun, jefe de su Estado Mayor.""
ENERO-MARZO DE 1814 Situación en Huesca (enero y marzo de 1814) A finales del año anterior, al marchar Zugarramurdi, comandante de armas de Huesca, quedó en su lugar Cecilio Aillón, a quien el Concejo oscense cumplimenta a través de los regidores Pedrós y Ena. Poco después, Baltasar Sainz, ministro de Hacienda de la División de Navarra, nombra a Miguel Tomás Andricain «contralor» del hospital de Huesca. Ante los muchos y continuados pedidos que hacen a la ciudad las tropas de Espoz, el Ayuntamiento oscense ha enviado una queja a la Regencia, la cual pide a Espoz explicaciones y este, disgustado, oficia al alcalde de Huesca manifestando que, al no tener conocimiento de nada de lo que le ha dicho la Regencia, espera que le informe de todo lo ocurrido, y el síndico oscense Manuel Tierra, con el objeto de frenar algo las continuas peticiones de raciones o dinero, propone un reglamento para controlar el suministro a las tropas y demás empleados en el Real Servicio. En Junta Municipal del 12 de enero se lee un memorial de Vicente Cotens, médico colegial, en el que pide que se le reponga en su puesto del hospital de Huesca, del que le «arrancó con autoridad» Ramón Zugarramurdi, y se escucha una queja del regidor encargado de la Sitiada de dicho hospital, losé Villanova, contra Tomás Andricain, administrador del mismo centro, al que acusa de haberlo ultrajado con amenazas y expresiones groseras. Ante estas quejas y otros atropellos sufridos por las autoridades oscenses y realizados por los comisionados de Espoz, el Concejo acuerda trasmitirlas a la Diputación Provincial. El 22, el Ayuntamiento escribe a Espoz y le da parte de algunos incidentes sucedidos en la ciudad y su corregimiento, entre ellos el de Villanova, al que añade las amenazas de laso y Balderrain de arrestar y poner en prisión a los regidores oscenses y de emprender a balazos a todos los vecinos de Huesca si no entregan las raciones que piden. Otro atropello significativo es el ocasionado al regidor Francisco Escuer por el sargento Mariano Suescun, del 2° de altoaragoneses, quien le exige un suministro de raciones y dinero, a lo que Escuer se niega, por lo que Suescun lo traslada a la cárcel pública y le amenaza con llevarle a Baraguás, cerca de laca, escoltado por dos soldados, y finalmente Escuer cede a las pretensiones de Suescun. Por este suceso reclama el alcalde al comandante de plaza sin resultado, porque este le dice que Suescun tiene orden de su comandante, Antonio Oro,""
AHG: C8/121, Soult a Feltre, 24 de septiembre de 1813, 5 de enero, 1, 4, 10 y 14 de febrero; Lhuillier a Feltre, 2 de febrero; Subprefecto de Oloron al ministro del Interior, 15 de febrero, y Deshorties a Feltre, 18 de febrero de 1814, y C8/122, Soult a Feltre, 22 de febrero, y Lhuillier a Feltre, 14 de marzo de 1814. APN/ODN: Parte de Espoz, laca, 27 de febrero de 1814. Gómez de Arteche: xiv, 64. Iribarren, Espoz y Mina: el liberal: 156-165. GR del 3 de marzo de 1814. Maldonado: 111, 505. Martin, Emmanuel: 403 y 407. Mina: u, 81 y 114. Napier, W. F. P., Histoire de la guerre dans le Peninsule et dans le Midi de la France, depuis l'année 1807, jusquó l'année 1814, Paris, Treuttel et Wurtz, 1828-1841: x111, 26 y 34. Priego:
565-566.
Sarramon, Napoleón: 174 y 226-229 y La suerte: 198 y Toreno: y, 428. 1" Oro en 1830 trabaja como espía para Fernando VII. Entra en España con Espoz en la intentona de ese año y enseguida se reúne con las tropas fernandinas. Posteriormente es ascendido a brigadier y nombrado gobernador de Fraga. En 1845 es jefe político de Zaragoza. Gil Navales; Diccionario.
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ANO DE 1814: [1_ RITO ARAGÓN, 11451 DE I RANC1 SES
y entonces el alcalde se queja al teniente del mismo regimiento Felipe Virtus, quien le responde que «la fuerza es la que manda». Añade el Ayuntamiento que además de las raciones diarias que se le exigen, tiene que mantener el hospital militar y ha sufrido exorbitantes requisiciones, y todo esto ha recaído en los bienes de los particulares, habiendo sucedido lo mismo en los pueblos del corregimiento, cuyos alcaldes y vecinos pudientes han sido encerrados en el convento de descalzos de Huesca y retenidos en él hasta pagar lo exigido."" Espoz ha ordenado al Ayuntamiento de Huesca que apronte a Antonio laso, comisionado de víveres de su división, las raciones que pidiese, pero el Ayuntamiento no cumple con lo ordenado y Jaso requiere al Ayuntamiento el 11 de febrero que presente en el término de cuatro días en el almacén de su cargo de Santa Teresa 30 000 raciones de pan en trigo, 30 000 de carne, 30 000 de menestra y 10 000 de cebada para que sean transportadas inmediatamente a Sangüesa. Tres días después, Manuel Esmir, alcalde de Huesca, le contesta diciendo que la Regencia ha mandado que el intendente de Aragón recaude los productos de todo él, debiendo abstenerse el ministro de Hacienda de Espoz de toda recaudación, y que laso debe observar puntualmente la orden en la que quedan fijadas las atribuciones de los intendentes militares de los civiles, «separando la mano que recauda de la que distribuye»."" A primeros de marzo llega a Huesca el Regimiento de Caballería Cazadores de Navarra al mando del teniente coronel Juan José Cruchaga y, ante las diferentes quejas que varios particulares de la ciudad presentan sobre los atropellos e insultos que padecen de los soldados de ese regimiento, el alcalde pasa un oficio a Cruchaga para que contenga a sus hombres, acordando «las providencias más prontas y eficaces que juzgue oportunas». Esta situación, sumada a las de enero y febrero anterior, colma la paciencia de los oscenses, y se producen algunos incidentes; en la esquina de una de las casas de la ciudad se encuentra un pasquín que, con un anónimo, es remitido por el juez de primera instancia de Huesca con el correspondiente oficio al jefe político de Aragón, Salvador Campillos. El 10 de marzo el Ayuntamiento de Huesca oficia también a este jefe político manifestándole las medidas que se han tomado al efecto. Este contesta dos días después diciendo estar de acuerdo con las medidas tomadas, que consisten fundamentalmente en establecer guardias cívicas o rondas para mantener la tranquilidad, impedir toda reunión sospechosa e indagar las personas que promuevan el desorden, y para que todas estas disposiciones sean protegidas por fuerza armada, Campillos incluye un oficio para Espoz en el cual le pide que destaque a Huesca por algún tiempo un oficial con 50 hombres para mantener el orden público. Cuatro días después Campillos ordena al Ayuntamiento de Huesca que redoble su celo y que prohíba tener abiertas las aguardenterías, tabernas y otras casas de reunión «desde el hacerse de noche en adelante», y que se cumpla el decreto del 8 de abril de 1813 que previene que salgan del reino todos los extranjeros transeúntes naturales de países ocupados por Napoleón y demás que no se hallen domiciliados con arreglo a las leyes. Al día siguiente, el 17, Antonio Jaso pide al Ayuntamiento que apronte diariamente, para los cazadores de Navarra, 700 raciones de pan, etapa, cebada y paja, además de «cualquier otro utensilio que necesite dicho Cuerpo». El Ayuntamiento, dado que no dispone de fondo alguno ni de artículos con que atender a semejante suministro, y no deseando cargar con esa imposición a los vecinos, a los que no considera con posibles para ello, acuerda que los señores Aísa, Escuer y Tierra informen de tal circunstancia a Cruchaga, aconsejándole que solicite lo pedido al factor de víveres de su división, dado que este recibe géneros de los pueblos del corregimiento y debe de tener reservas, o que se tome lo preciso de los almacenes de Bienes Nacio-
"49 ACH: Documentos de 1813. AMH/AD de 1813 y 1814: actas de 13 y 14 de diciembre y 1, 12 y 22 de enero. "" El Ayuntamiento de Huesca había recibido todas estas órdenes con otra del intendente de Aragón fechada en Zaragoza el 11 de septiembre de 1813, en la que le advertía que no hiciera entregas a persona alguna que no estuviese autorizada por él. AMH/AD de 1814: actas de 11, 14 y 17 de febrero.
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nales. Cruchaga dice a los regidores que la ciudad debe contribuir sin excusa ni pretexto con las raciones que necesita para su regimiento, pues se halla en descubierto grande y no puede permitir que se extraigan de otra parte. Ante esto, y para intentar cumplir con lo pedido, el Ayuntamiento convoca a una reunión extraordinaria para el día siguiente en las Salas Capitulares a dos miembros del Cabildo catedralicio, a los labradores y comerciantes más inteligentes y de probidad y a otros hacendados, para entre todos buscar una solución. No parece que en esa reunión se encuentre solución alguna, pues Cruchaga ese mismo día 18 oficia al alcalde diciendo que el portaestandarte de su regimiento le ha informado de que no se ha completado la ración de cebada pedida, por lo que le conmina a tener preparada para las cuatro de esa misma tarde dicha ración, «así como la que se necesita diariamente para dicho Cuerpo durante nuestra estancia en esta ciudad», amenazando con utilizar la fuerza en caso contrario. Añade Cruchaga que, habiendo tenido noticias de que uno o dos graneros pertenecientes a individuos del Ayuntamiento, ante la posibilidad de ser incautados, han comenzado a vender grano, ordena que no se produzca venta ni extracción alguna de esos forrajes, porque estos deben ser utilizados para atender a la subsistencia de la tropa. Pero las cosas no mejoran y Cruchaga vuelve a oficiar al Ayuntamiento de Huesca y, tras decirle que ha sido informado por su sargento de brigada de que le ha faltado media ración para el suministro del regimiento y de que todos los días las recibe muy tarde e incompletas, le exige que a partir de entonces todos los días para las siete de la mañana, o antes si se puede, ha de estar dispuesto el completo de raciones pues, de no verificarlo así, «desde mañana paso a ocuparlas por la fuerza». El 25 se recibe un nuevo apremio de Cruchaga en el que manifiesta que repite las órdenes que ha dado para el apronto de raciones para su regimiento y que, «desengañado del poco aprecio que hace el alcalde a estas, ya por la morosidad con que las entrega, ya porque siempre son incompletas», espera que esa misma tarde lo sorprenda suministrándolas con la puntualidad necesaria, pues «no hay ley ni razón para que falte al soldado la precisa subsistencia de una ciudad que tanto puede contribuir y que tan poco ha contribuido según los detalles que tiene». Y el Ayuntamiento, «siendo sumamente imposible el poder contribuir con los suministros que diariamente se piden, tanto por la escasez de fondos y artículos como por la pobreza de los habitantes de la ciudad», acuerda que Francisco Escuer y Manuel Tierra vayan a entrevistarse con Espoz a Jaca para suplicarle que alivie a estos vecinos, «haciéndole presente su pobreza e imposibilidad y lo que han sufrido por unas y otras tropas». El día 30, una vez regresados Escuer y Tierra de hablar con Espoz, informan de que este les ha manifestado que se eximía a Huesca por un mes del suministro al Regimiento de Cazadores de Navarra, como así se hace constar en el oficio que traen fechado en Jaca el 27 de marzo y firmado por Espoz para el factor de víveres, Antonio Jaso, y que a la letra dice: «Como tengo a Vm. prevenido en mi anterior, debe V. eximir a esa ciudad de todos los suministros que pueda necesitar el regimiento de Cazadores que se halla acantonado en la misma, haciendo los pedidos a otros pueblos según los detalles que se les están señalados, debiendo entenderse esta orden por el tiempo de un mes». El 31 Jaso comunica al Ayuntamiento que ha recibido la orden de Espoz, por lo que el suministro de artículos de boca para el regimiento de cazadores a caballo corre de su cuenta desde el 1 de abril con respecto a los artículos de menestra y cebada hasta finalizar la existencia que tiene en el almacén."
ABRIL DE 1814 Capitulación del fuerte de Benasque y fin de la guerra (23 de abril de 1814) Una vez tomadas las plazas de Monzón y Jaca, y acabada también la liberación del valle de Arán, no queda más que un puesto militar en los Pirineos Centrales en manos francesas, Benasque, punto de
"51 AMH/AD de 1814: actas de 8, 12, 16, 17, 18, 24, 25, 30 y 31 de marzo.
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Vista de la villa de Benasque (litografía). comunicación tanto con Viella, en el valle de Aran, como con Luchon, en Comminges. Desde abril de 1813 el fuerte está mandado por el jefe de batallón Fouqué, ayudado por el capitán Varinat. Constituyen su guarnición unidades prefectorales de los departamentos vecinos: 200 hombres de las compañías 2' y 3" del 1° de cazadores de montaña, 100 de una compañía de la Guardia Nacional del Alto Garona y media docena de artilleros, y a partir de julio, con Aragón prácticamente evacuado por las tropas de Suchet, un contingente del 1L) de alaveses de la División de Navarra, a las órdenes del coronel Sebastián Fernández, asegura a distancia el bloqueo de la plaza. Mediado noviembre de 1813, hemos visto cómo el grueso del 1° de alaveses es relevado por el 1° de altoaragoneses en Monzón y parte de él se dirige a Benasque, distribuyéndose en los alrededores del pueblo y del fuerte hasta que el 27 de febrero de 1814, caído ya el castillo de Monzón, llegan el resto de los hombres de Espoz y se establecen cuatro puestos de observación: uno en el camino de Eriste, otro en San Pedro y dos más en el camino de Ceder y Francia. La noche siguiente, un destacamento español hace un reconocimiento sobre el reducto pero, descubierto y tiroteado, ha de retirarse. La tranquilidad reina hasta el 4 de marzo, cuando los españoles se concentran en el camino de Eriste, cuyo puente manda destruir el comandante francés Fouqué, y la noche del 9 al 10 los sitiadores se presentan bajo las murallas de Benasque concentrando sus esfuerzos en el llamado reducto grande, pero la respuesta de los franceses desconcierta a los atacantes, que se ven obligados a retirarse aunque continúan con sus intentos los días siguientes. La tarde del 17, tres guardias nacionales desertan y tras saltar las murallas huyen a Francia. Al amanecer del 29, los voluntarios alaveses, ayudados por paisanos, avanzan decididos contra la villa, esta vez con éxito, ya que son apoyados además por algunos benasqueses desde el interior; aprovechando la oscuridad, consiguen penetrar y, pasando por las ventanas de la casa del alcalde, caer sobre el puesto de guardia francés, al que sorprenden. Los soldados que componen este puesto de guardia no han advertido nada, por lo que ante la sorpresa del ataque se repliegan sobre el reducto pequeño llevándose consigo a 2 heridos y dejando 8 prisioneros. El reducto grande es asimismo atacado, pero sus defensores repelen el ataque. Al día siguiente, 30, los españoles no se mueven y el comandante francés hace destruir el reducto pequeño ya que, habiendo sido ocupada la villa, no quiere tener dispersa su guarnición. El 31, los sitiadores establecen un puesto en las alturas frente al fuerte y al reducto grande
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y construyen parapetos con piedras y sacos de tierra. La ocupación de ese punto dominante impide desde entonces toda salida a los defensores. El 2 de abril, un destacamento de cazadores de montaña ataca el puesto español y destruye los parapetos, los cuales son reconstruidos el día 3, y las defensas son aumentadas y mejoradas los días siguientes construyendo un espaldón hacia la izquierda de manera que desde allí se puede batir la gran plaza de armas del castillo, así como la puerta de entrada, siendo impotentes los disparos de la artillería francesa para evitar esas construcciones. A estos trabajos sigue un período de calma, marcado solamente por la deserción de 4 soldados de la guarnición francesa y por el inicio de la construcción el día 12 de una plataforma para colocar artillería, la cual es terminada por los alaveses el 15. Sobre ella se coloca la artillería que Espoz ha enviado y que consiste en dos morteros, sacados de la ciudadela de Jaca tras la rendición de la plaza y transportados hasta Benasque a lomos de mula por caminos casi impracticables, y dos cañones y un obús que han llegado desde Graus. El 16, la batería formada por todas estas piezas empieza a funcionar disparando sobre el fuerte 150 obuses y granadas. Si los daños ocasionados en los muros exteriores son insignificantes, dada la solidez de la construcción y la desventaja que supone la elevación del terreno, por el contrario las defensas interiores sufren considerablemente; el techo de la caserna de los artilleros es destruido y la puerta de entrada al fuerte destrozada, con el resultado de 6 heridos en la guarnición. A mediodía, la guardia del reducto grande lo evacua para refugiarse en el castillo, pues una gran parte del muro de piedra del reducto es destrozada por las granadas. La guarnición comienza a mostrar su descontento por no disponer de cirujano ni medios para atender a los heridos. El jefe de batallón reúne a sus oficiales y les invita a vigilar a sus hombres de cerca e instarlos a permanecer fieles al emperador. El 17 el cañoneo y el fuego de fusil son intensos y continuos sobre el castillo, hasta destruir la batería de la torre pequeña y hacer una brecha ancha en la chimenea del horno. Los franceses tienen 1 muerto y 4 heridos, entre ellos el capitán Duilhé, de la Guardia Nacional del Alto Garona, con lo que en las filas de esta unidad el descorazonamiento se va generalizando y los oficiales vigilan durante las guardias para evitar que los soldados deserten y marchen a Francia. El 18 el bombardeo es igualmente intenso y cae herido un cazador; al día siguiente un ángulo de la torre del homenaje se hunde arrastrando en su caída una batería. El canal del techo que aprovisiona la cisterna es también destrozado por una granada. El 20 el ritmo de las destrucciones sigue; se agranda la brecha de la torre del homenaje y quedan al descubierto en parte los almacenes de pólvora. Ese día, un guardia nacional y un cazador son heridos, otro muere y un tercero deserta. Al día siguiente los alaveses cambian de sitio la batería que tienen en la plataforma y la transportan al camino de Eriste y, como los artilleros franceses les inquietan mucho, durante la noche siguiente la trasladan detrás de los restos del reducto pequeño, frente a la puerta del cuerpo de guardia, donde se encuentra protegida de los disparos de la artillería del fuerte. Las 20 granadas caídas sobre el castillo el día 22 terminan por destruir el techo y el 23 caen tantos proyectiles que antes del mediodía todas las casernas están destrozadas e inservibles, por lo que cunde la desmoralización entre los franceses, hasta el punto de rehusar mantenerse en las almenas, pues las balas atraviesan los parapetos. El comandante francés reúne de nuevo al consejo de defensa para que los oficiales expongan su opinión por escrito. El juicio es unánime: todos piensan que la resistencia no puede durar más de dos días y que es mejor ofrecer la capitulación en condiciones honrosas. Mientras se celebra la deliberación una bomba cae en la torre del homenaje y deja totalmente al descubierto el polvorín. El comandante Fouqué envía a un oficial para parlamentar con el coronel español Sebastián Fernández y regresa al fuerte con las duras condiciones de rendición impuestas por los españoles, lo que decide a Fouqué a seguir resistiendo hasta el final. Entre tanto, sigue el bombardeo y las bombas abaten la muralla del lado del reducto pequeño dejando al descubierto el horno y el cuerpo de guardia; solo la enfermería aguanta, hasta que una bomba que atraviesa el muro la destruye.
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El descontento de los soldados franceses llega al máximo y los heridos están en un deplorable estado, privados de cuidados y expuestos a la intemperie. Una nueva proposición francesa es rechazada por los españoles, que se oponen desde el principio a todo condicionamiento, pues se encuentran perfectamente informados por los desertores del espíritu de la guarnición y exigen una rendición sin condiciones. No teniendo intención de realizar un asalto, que podría ser sangriento y duro, continúan bombardeando continuamente el fuerte, exasperando a los defensores, que aunque habían planeado evadirse no quieren arriesgarse y prefieren la tranquilidad y seguridad relativa de una rendición sin condiciones. Ante esto, Fouqué no tiene más remedio que solicitar por tercera vez la capitulación, la cual es concedida la tarde del día 23 de abril, aunque las condiciones son verbales, de modo que el francés no consigue ningún documento escrito de capitulación. La guarnición sale finalmente con honores de guerra al día siguiente por la mañana. Resulta extraño que las cosas hayan llegado a ese extremo, pues diez días antes se ha firmado un armisticio entre Wellington y Soult, aunque es cierto que el cuartel maestre general británico, Murray, espera hasta el 22 de abril para notificar oficialmente la orden de evacuación de las plazas que resisten todavía en la retaguardia del ejército británico más allá de la frontera, y ese mismo día se expiden los documentos a los comandantes de las guarniciones francesas; el destinado a Benasque es llevado desde Toulouse por el capitán inglés Staveley, acompañado por el capitán francés Desessart, ayudante de campo del duque de Dalmacia. La rendición y capitulación del fuerte de Benasque el 23 de abril de 1814, dia de San Jorge, patrón de Aragón, es el último capítulo de nuestra guerra de la Independencia.""
1152 Espoz: Memorias. Fouqué, ajournal du siége du fort de Benasque du 25 de abril de 1814», Revue de Cominges, 1921, pp. 10-15. Gómez de Arteche: xiv, 182. Iribarren, Espoz y Mina: el liberal: 184-185. Sarramon, Napoléon: 252-255 y La suerte: 199. Según un parte de Espoz publicado en la GR del 11 de junio de 1814, la guarnición francesa que se rindió en Benasque consistía en 9 jefes y oficiales, 256 sargentos, cabos y soldados, 1 guardalmacén y 1 factor de víveres, lo que hacia un total de 267 hombres.
A MODO DE CONCLUSIÓN
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ON la llegada de las tropas del general Páris a Jaca quedó patente el fallo del Segundo Gobierno Militar en su misión de pacificar y convertir Aragón en una base de conquista y preparar el lado izquierdo para la anexión a Francia. Los métodos franceses de pacifica-
ción y el fracaso de las operaciones militares frustraron esos esfuerzos. La insensibilidad francesa ante las costumbres españolas, especialmente las religiosas, nutrió la resistencia. La mayoría de las familias aragonesas sufrieron la pérdida de un ser querido o de un amigo durante la defensa de Zaragoza en alguno de sus dos sitios y la presencia de un Gobierno intruso significó para esas familias, además, la obligación de pagar enormes impuestos y la intranquilidad cotidiana de pensar en
si sus pueblos y comunidades iban a ser sometidos ese día a saqueos, ataques o pillajes. Suchet, a pesar de que en algunas ocasiones, aunque con menor intensidad que el resto de sus colegas, ejerció su autoridad con mano dura, implantó una de las políticas más inteligentes usadas en la Península. Cultivando la nobleza aragonesa para la causa imperial intentó dejar el liderazgo de Aragón a los nativos bajo la guía de un pequeño grupo de supervisores franceses; impuso pocos decretos, que llevaron al campesino a una posición neutral, y se dio cuenta de que cuando forzaba a elegir a los aragoneses estos se ponían del lado de los insurgentes. En general, y mientras le proporcionasen grano e impuestos para mantener a su III Cuerpo, les permitía la satisfacción de ser moderadamente hostiles. Los éxitos de Suchet en Aragón fueron más atribuibles a su política social que a la militar, la cual a menudo no fue brillante debido a la fuerza de las guerrillas, lo que obligó a que Suchet y especialmente Reille fueran confiando más en la intimidación de la fuerza, sin pensar que acercaba cada vez más a la población a la insurgencia. Para la mayoría de los altoaragoneses la administración de Espoz representaba estabilidad, orden, respeto por la propiedad y las costumbres locales e impuestos más bajos, y en general, salvo excepciones, los guerrilleros disfrutaban del apoyo popular por la sencilla razón de que lo cultivaban, mientras que los franceses no lo hacían. Aunque algunas pequeñas partidas cometían excesos, no eran significativos cuando se comparaban con los de los franceses, cuya administración fracasó en el desarrollo de políticas duraderas, que hubieran facilitado la pacificación. El objetivo de preparar Aragón para la anexión suponía primero transformarlo en una base para la conquista y destrucción de las partidas, pero para ello tenía que eliminarse la amenaza convencional en Cataluña y Valencia. Las victorias de Suchet en esas dos zonas atestiguaban el éxito del Segundo Gobierno Militar, obtenido explotando los recursos de Aragón, y solo la conquista de Valencia permitió a Suchet resolver sus dificultades financieras, pues consiguió transformar Aragón en una base de conquista, pero la reducción de tropas redujo drásticamente el valor logístico de la provincia. El éxito logístico obtenido en Aragón por Suchet significó que la zona fue pacificada hasta cierto punto. La mortandad causada por los Sitios de Zaragoza, la desilusión creada por las derrotas de Blake en Belchite y María, la incapacidad inicial de las partidas
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para evitar que las columnas francesas consolidasen el poder imperial a ambos lados del Ebro y la interminable venida de prisioneros desde Cataluña desanimaron a los aragoneses, aunque poco a poco y gracias, entre otros, a Villacampa, Sarasa y Espoz, que mantuvieron vivo el espíritu de la insurrección, esta, que no había sido eliminada, fue creciendo y, cuando Suchet invadió Valencia dejando una débil fuerza en Aragón, las partidas se anotaron una serie de victorias en esa región que aumentó su poder y prestigio. Napoleón nunca ofreció a sus generales una política contrainsurgente que dirigiese sus actividades, ya que estaba más interesado en los resultados económicos y militares que en los métodos empleados para conseguirlos. Los comandantes intentaron una gran cantidad de esquemas, casi todos basados en la violencia y la represión, en sus esfuerzos para satisfacer las demandas de Napoleón, y como resultado la política francesa contrainsurgente fue extremadamente inconsistente, de modo que la mayoría de las dificultades militares francesas en Aragón derivaron de los errores cometidos en sus operaciones contrainsurgentes, muchas de las cuales podría haber evitado el alto mando. Los generales se negaban a ayudarse unos a otros y este fracaso en coordinar sus actividades permitió a las partidas eludir la persecución en una zona trasladándose a otra. Por otro lado, muchos de los problemas franceses eran inevitables; todos los comandantes en España estaban pidiendo más soldados, pero Napoleón no podía situar grandes fuerzas de ocupación en las provincias por tiempo indefinido, lo que hubiera permitido a sus generales evitar los reveses que sufrieron en los dieciocho meses finales de la guerra. Excepto en 1811, que hubo una pobre cosecha, el resto del tiempo de ocupación los problemas logísticos de los franceses estaban originados por la dificultad que tenían para requisar la suficiente cantidad de grano a los pueblos por la actividad de las guerrillas. Por su parte, las partidas también se enfrentaron a numerosos obstáculos en sus operaciones, sobre todo al principio, pues sus líderes tuvieron que convertir a campesinos en soldados que pudieran enfrentarse al veterano ejército imperial, con los problemas de estrategia, táctica y personal que eso conllevaba, y no fue hasta el otoño de 1811 cuando consiguieron la preparación militar necesaria para enfrentarse a una columna móvil con una probabilidad de éxito razonable. Las partidas desplegaron en ocasiones tácticas inconsistentes y, aunque su infantería poco a poco se hizo experta, el escaso apoyo de caballería y artillería hacía que en el llano estuvieran en inferioridad de condiciones. Los guerrilleros raramente carecían de raciones, pero estaban escasos de munición perpetuamente, y las pobres comunicaciones y la falta de cooperación (que muchas veces existía por la rivalidad entre algunos jefes guerrilleros) también dificultó sus operaciones. Así, en la lucha por el dominio de Aragón, ambos contendientes tuvieron que soportar penalidades, y en las operaciones militares las guerrillas lograron sus objetivos en los últimos meses de la guerra, cuando el desgaste y la desastrosa política europea de Napoleón cercenó la fuerza francesa en la Península hasta un nivel alarmantemente bajo y los éxitos convencionales arrastraban cada vez a más españoles a incorporarse a las guerrillas, que, disfrutando de la iniciativa táctica y estratégica, liberaron casi todo Aragón y mantuvieron a los franceses refugiados en Zaragoza. La guerra de guerrillas en Aragón se diferenció de la de otras regiones en que las partidas no tenían en general su base dentro del territorio. Este bajo nivel de oposición en el interior regional permitió a Suchet escoltar sus convoyes y ocupar puestos importantes con un número mínimo de tropas, aunque la presencia de bandas guerrilleras en las fronteras de Aragón era una amenaza perpetua para la provincia. Suchet no podía destruir estas partidas puesto que se encontraba con muchos obstáculos al tener que buscar apoyo en los comandantes vecinos. Sin ser molestada durante casi dos años por partidas grandes, la Administración francesa tuvo alguna oportunidad de extender su control sobre la población, e incluso, al final de la guerra, Aragón era la provincia más pacificada que ocuparon los franceses por estar la resistencia guerrillera extremadamente limi-
AÑO DE 1814: EL ALTO ARAGÓN, LIBRE DE FRANCESES
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tada, y solo cuando Espoz organizó tres regimientos en el Alto Aragón se pudo reanudar una oposición militar significativa. Fundamentalmente, Napoleón necesitó una solución política al problema español, y para obtener apoyo popular debería haber proporcionado estabilidad económica y orden social; en vez de eso, ofreció agobiantes impuestos y violencia indiscriminada, ya que sus generales y administradores tuvieron que apoyarse en el poder armado para suprimir la insurgencia. Poco a poco, los líderes guerrilleros supieron fraguar un ejército que consiguió aprovecharse de las dificultades militares francesas y liberar Aragón.""
153 Alexander: 229-241.
TRAS LA GUERRA (ABRIL-DICIEMBRE DE 181-0 ABRIL DE 1814
Fernando VII regresa a España y visita Zaragoza (abril de 1814)
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L 30 de marzo de 1814 París cae en manos de los ejércitos de la coalición europea, que entran en ella al día siguiente, y poco después llega Napoleón, que el 6 de abril abdica firmando un armisticio con las potencias europeas, cuya confirmación recibe el 12 en Toulouse Welling-
ton, quien el 18 firma con Soult el final definitivo de la guerra. Pero previamente, en diciembre de
1813, se había firmado en Valencay un tratado de paz entre Fernando VII y Napoleón, ya que este, viendo próximo el fin de su imperio, lo único que deseaba era lograr una paz que le permitiera sostenerse en Francia, precisando para ello una cobertura que le protegiera de las potencias europeas coaligadas, por lo que decidió llegar a un acuerdo con España fundamentado en el abandono de nuestro país por sus tropas y el restablecimiento de la soberanía de Fernando. Para que este se ponga en contacto con la Regencia de España, Napoleón ordena que el duque de San Carlos marche de inmediato a Madrid, haciéndolo después otros emisarios, entre ellos Palafox, que está recluido en Vincennes y a quien el ministro francés Calaincourt llama a su despacho mediado diciembre informándole de que debe trasladarse a Valencay, donde verá al rey Fernando y recibirá de él instrucciones para llevar una comisión igual a la del duque de San Carlos por si este sufre algún percance. Cumpliendo las órdenes, Palafox llega a Madrid el 13 de enero de 1814 y entrega la carta que el rey le ha dado para la Regencia. Fernando VII acepta el tratado de Valencay porque por encima de todo le interesa regresar a España y recuperar en ella la paz; sin embargo, la Regencia y las Cortes españolas no aceptan el tratado y, tras manifestar que «no reconocerán por libre al rey, ni por tanto se le prestará obediencia hasta que en el seno del Congreso Nacional preste el juramento prescrito en el artículo 173 de la Constitución», fijan la ruta que deberá seguir el rey hasta Madrid para evitar que se coloque bajo la influencia de otros ámbitos de poder. Esto ofende a Fernando, que se considera rey con plena legitimidad aunque tiene muchas dudas sobre cómo actuar en España, pues no conoce la actitud reformadora de las Cortes ni la disposición del pueblo, por lo que cree que lo más conveniente es obrar de acuerdo con los deseos públicos, pero mantiene una postura indecisa respecto a jurar o no la Constitución. Finalmente, aun con todas esas dudas, a finales de marzo Fernando sale hacia la frontera y acompañado de Suchet se presenta en la orilla derecha del Fluviá, límite con Francia en aquel momento, cruza el río y es recibido al otro lado por el general Copons, quien en lugar de tomarle juramento de acatar la Constitución y enviarlo de inmediato hacia Madrid según habían previsto las Cortes, le presenta sus respetos. Ese mismo día entran todos en Gerona y desde entonces los movimientos a favor del absolutismo y de oposición a las reformas liberales de las Cortes de Cádiz se van generalizando. El 28 el rey continúa viaje por Mataró hacia Tarragona y Valencia según la
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ruta prescrita y en Reus se le presenta José Palafox con el encargo de la Diputación de Aragón de suplicarle que pase por Zaragoza, a lo que accede el monarca. ya que esto le da un pretexto para desobedecer las órdenes de la Regencia y demostrar que él es el rey. Así, cambiando el itinerario impuesto, decide marchar por Lérida hacia Zaragoza, y para preparar su recibimiento se ponen a trabajar de inmediato en esta plaza el jefe político, Salvador Campillo, y el militar, el montisonense Creagh Lacy, adelantándose desde Reus Palafox para colaborar con estos en la organización de los eventos, mientras el rey con el infante don Carlos (pues el infante don Antonio seguirá a Valencia), por Lérida, Fraga, Candasnos y Bujaraloz, llega a Zaragoza, donde permanecerá hasta el 11 de abril, día en que sale hacia Valencia vía Daroca, Teruel y Segorbe."" Enterados en Huesca de la llegada a Zaragoza del rey, se acuerda anunciarlo «mediante el competente bando, repique de campanas e iluminación de las calles por tres días a las horas acostumbradas», y para acudir a felicitar al monarca y besar su mano se nombran tres diputaciones: una del Ayuntamiento, otra del Cabildo y otra de la Universidad. Para la representación municipal son designados el alcalde, Manuel Esmir, y el síndico Manuel Tierra, a los que acompañan cuatro regidores, el macero, un portero y un alguacil y, para «que no se pretexten excusas entre los señores regidores sobre quiénes deben ir o no a este acto, se acordó se sorteen, y que los cuatro primeros que salgan por suerte tengan la obligación de pasar a dicha felicitación»; los elegidos en el sorteo son Ramón Pedrós, Lorenzo Secorum, Mariano Cester y José Villanova, y se acuerda que para los gastos de este viaje se asignarán 2000 reales de vellón del fondo de propios."" No solo van a homenajear al rey los oscenses, sino que numerosas villas y ciudades altoaragonesas también envían sus representaciones, como la de Estadilla, en cuyo nombre acude su regidor decano, Dionisio de Abad, acompañado de Antonio Allué, obispo electo de Gerona.""' Otras instituciones felicitarán posteriormente al rey en Madrid, como el Cabildo de Jaca, que lo hace por medio de sus comisionados los capellanes Miguel Oliván y Antonio Allué,"" o el Ayuntamiento y el Cabildo de Fraga, que lo efectúan a través de una comisión compuesta de Manuel Abella, oficial de la Secretaría de Estado, Joaquín Castán, capellán, y el doctor Mariano Castillón.""
I ' García Mercada!: 146-162. Priego: via/2", 587. AMH/AD de 1814: actas del 31 de marzo y el 5 de abril. AMZ/AP: caja 8146, leg. 2.9/9, Manifiesto de los verdaderos sentimientos de la ciudad de Huesca expresados en el día 15 de mayo de 18/4 (véase apéndice 10. 1155
'I" El regidor Dionisio Abad, tras felicitar al rey por su enlace, dice que durante la ausencia del monarca «la villa de Estadilla no conoció otros deberes que los del honor, fiel a las distinciones que mereció por su fidelidad a los augustos predecesores de V. M. y particularmente al señor don Jaime el Conquistador, que la declaró ilustre y privilegiada y marcó esta época tan feliz, con la concesión por armas, por sus muchos servicios, de una estrella luminosa que denota que en la oscuridad de la noche, acompañando sus vecinos a su rey y señor, conquistaron el castillo y fuerte de Monzón. En la presente guerra ha resistido la fatal coyunda del tirano y ha marchado intacta y sin mancha por el sendero del heroismo, hasta lograr el rescate de V. M. Cuando se presentaron sus enemigos, fueron destrozados. Los ejércitos españoles hallaron en sus vecinos siempre soldados y recursos en esta guerra y formó cuatro compañías. tres de casados y una de mozos, incluso el estado secular y regular... Fue la primera que quemó la Constitución solemnemente y la que más se ha distinguido en todos tiempos dando hombres grandes al Estado». AMZ/AP: caja 8225, leg. 48.7/1, Representación de lo villa de Estadilla al rey, 6 de abril de 1814. 157
GR del 13 de agosto de 1814: Felicitación al rey del Cabildo de Jaca, 3 de julio de 1814.
" Mariano Castillón era colegial del mayor de San Vicente de la ciudad de Huesca y catedrático de Prima de Cánones en su Universidad. liabia sido nombrado elector por el partido de Huesca el 25 de octubre de 1813 y después de la guerra se trasladó a Sevilla, donde fue canónigo y magistrado honorario de su Audiencia entre 1820 y 1823. La representación de Fraga al rey, hecha el 26 de noviembre de 1813, dice que Fraga fue la primera villa de Aragón «que gozó de la presencia de V. M.; la primera que le prestó los homenajes de fidelidad, de amor y de respeto, como será siempre la primera para sacrificarse por su rey don Fernando el Deseado. No se contentaron los afectuosos deseos de Fraga con aquellas demostraciones; quiere repetirlas de nuevo por nuestro medio porque quiere que frecuentemente oiga V. M. que Fraga, ilustre por sus antiguos hazañosos hechos, favorecida y honrada por el señor don Felipe V en premio de su constante fidelidad, nunca ha sido ni más Ilustre ni más honrada que cuando sufría con ánimo resuelto y con noble firmeza la muerte y todo género de miserias por conservar pura y sin mancilla la lealtad que a V. M. tenía ofrecida y jurada. Pasaron aquellos tiempos de dolor y amargura para Fraga y hoy los recuerda con indecible gozo, porque han sido gloriosamente premiados con la presencia de V. M.». GR del 6 de diciembre de 1814.
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Llegado el rey a Valencia el 16 de abril en medio de grandes vítores, su Cabildo le solicita que restablezca la Inquisición y el general Elío le invita a volver al absolutismo. A estas peticiones se añade la llegada a manos del rey del conocido como Manifiesto de los Persas, firmado el 12 de abril por un grupo de diputados realistas"" y cuyo contenido apoya sin fisuras al régimen absoluto y critica la Constitución de 1812, proclamando una vuelta al Antiguo Régimen aunque evitando los excesos del despotismo absolutista. Animado por todo ello, Fernando, por decreto de 4 de mayo firmado en Valencia, declara abolida la Constitución de 1812, disuelve las Cortes de Cádiz y declara nulos todos sus decretos, suprime la libertad de prensa, restablece el Antiguo Régimen y se autoproclama rey absoluto, aunque prometiendo un sistema relativamente moderado asentado en las Cortes tradicionales y en evitar el peligro de un gobierno despótico. Pero todas estas promesas pronto quedan olvidadas. En Valencia conocerá Fernando la abdicación de Napoleón y el tratado firmado entre las Cortes de Londres, Viena, Berlín y San Petersburgo, al que se adhiere sin reservas. De Valencia sale el rey hacia Madrid, de donde es capitán general el altoaragonés Pedro Villacampa, que organiza en la capital todo lo necesario para que el recibimiento del rey «se haga con toda la solemnidad que exige su alta dignidad», aunque unos días después Villacampa, por envidias y falacias de algunos oficiales, será cesado en sus cargos y sustituido por el general Eguía,"6° quien la noche del 10 al 11 da un golpe de Estado y arresta a los principales miembros del Partido Liberal. El 13 de mayo entra el rey en Madrid en medio de los aplausos de una multitud enfervorizada y, una vez en la capital, manda encarcelar a los dos regentes, a los ministros y a veinticuatro diputados, y publicar el decreto de 4 de mayo en el que se declara que se vuelve a la situación de 1808. Los planes de Fernando VII y los absolutistas han triunfado.1 S6' Con el rey entra en Madrid José de Palafox, que lo ha acompañado desde su salida de Zaragoza y quien se instala en la casa del marqués de Arnebar, en la calle Príncipe, casa que había ocupado hasta entonces el cesado gobernador militar y político de Madrid Pedro Villacampa. 1162
MAYO DE 1814
Siguen los problemas en Huesca con los comisionados de la División de Navarra (mayo de 1814) Mientras tanto, en Huesca se siguen generando problemas entre las autoridades municipales y las militares de la División de Navarra, pues diariamente se presentan en el Ayuntamiento numerosos bonos con solicitud de materiales y medicinas para la curación de caballos del regimiento de cazadores, cuya cantidad no puede cubrir el Concejo, que por otra parte cree que con nada de ello debe contribuir en virtud de la orden de Espoz de 27 del pasado y que quien lo debe
"" Entre los firmantes de este manifiesto se encuentran dos altoaragoneses, diputados por Aragón en las Cortes de 1813 a 1814: el barbastrense Mariano Palacín, nombrado elector por el partido de Barbastro en octubre de 1813. e Ignacio Ramón Roda, natural de Ontiñena, donde nace en 1752, presbítero, doctor en Teología por la Universidad de Ávila y canónigo en Santiago de Compostela, que será obispo de León en diciembre de 1814 y morirá en Ontiñena en 1823. Villacampa ha llegado a Madrid designado su gobernador militar el 9 de diciembre de 1813 y poco después ha comenzado a presidir las sesiones del Consejo de Guerra de Oficiales, recién creado para juzgar a militares que hubieran servido al Gobierno intruso. El 21 de febrero es nombrado además capitán general del Ejército y Provincia de Castilla la Nueva. El cargo vacante dejado por Villacampa de capitán general de Aragón, que hasta entonces ha ejercido, lo ocupa en su lugar el mariscal de campo, también altoaragonés, de Monzón, luan Creagh de Lacy. GR del 21 de diciembre de 1813, del 1 de enero y del 19 de marzo de 1814. GM extraordinaria del 17 de mayo de 1814. Para conocer más sobre estos asuntos puede consultarse mi trabajo ya citado sobre Pedro Villacampa. 1161 Gómez de Arteche: xiv. Lafuente, Modesto, Historia general de España desde /os tiempos primitivos hasta la muerte de
Fernando VI!, Barcelona, Montaner y Simón. 1889: xvii, 409-437. Menéndez Pida!, Ramón, Historia de España, t. xxxii: La España de Fernando VII, Madrid, Espasa-Calpe, 1978: xxxii, 511-541. Priego: viii/2°, 588. Alberich Barrio, Luisa, et álii, «El reinado de Fernando VII». en Gran historia de España, Madrid, Club Internacional del Libro, 1994: XIX. "62 García Mercadal: 171-172.
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ejecutar es el factor de víveres, Jaso, aunque este se desentiende y advierte al Ayuntamiento que su comisión «tan solo se reduce a suministrar a la tropa los artículos de boca, sin que pueda mezclarme en otros suministros». Ante esta respuesta, el Concejo insiste ante Jaso diciendo que está exento de todos los suministros que puedan necesitar los cazadores, por lo que con nada contribuirá «para dicho regimiento por el tiempo de un mes a no ser que se le comunique orden superior en contrario». Debido a estar próxima la fecha en que se deben volver a suministrar las raciones a las tropas de Espoz, el Ayuntamiento oficia al comandante Manuel Gurrea, ahora al mando de ellas, exponiéndole la deplorable situación de los vecinos de Huesca y su imposibilidad absoluta para contribuir con el más mínimo suministro por haber agotado todos los fondos y recursos de que podía echarse mano para el efecto. Por todo ello pide a Gurrea que amplíe el plazo de exención, pero este contesta diciendo que Espoz ha ordenado que desde el 1 de mayo se suministre lo necesario a la tropa de su cargo, por lo que advierte al Ayuntamiento que debe empezar a prepararlo todo «a fin de evitar un mal resultado», y que comunique a Espoz las razones «que dice tener para exonerar a la ciudad del suministro de raciones». En vista de esto, se convocan de nuevo las fuerzas vivas de la ciudad para discutir las posibles soluciones para proporcionar el suministro referido, pues, aunque se ha oficiado a Espoz «haciéndole presente que los motivos que habían movido el ánimo de su excelencia para exonerar a esta ciudad del suministro para dicho regimiento por todo el presente mes, no habían cesado», el tiempo apremia. Congregado el Ayuntamiento y los representantes vecinales al efecto acuerdan que, habiendo en los almacenes de víveres de Jaso y en los de Bienes Nacionales efectos abundantes para el suministro de dicho regimiento, se disponga de ellos desde primeros de mayo hasta que Espoz conteste, y que, en el caso de que este no condescienda a la súplica, reintegrará el Ayuntamiento cuanto se haya tomado de dichos almacenes. Unos días después, Espoz oficia al Ayuntamiento exonerándole nuevamente del suministro de raciones al regimiento de Navarra, de lo que da parte también a Manuel Robleda, intendente de Aragón, quien el 6 de mayo felicita al Concejo oscense por esa noticia y comunica al alcalde las providencias que ha tomado para atender al suministro del citado regimiento. A pesar de esto, Gurrea continúa exigiendo raciones al Ayuntamiento, por lo que este el 9 le escribe manifestándole que no tiene obligación alguna de suministrar al regimiento de su mando, pues ni el general ni el intendente se la imponen, aunque accedería a su solicitud si tuviese fondos, almacenes o cualquier otro recurso, pero carece de todo y se halla en una absoluta imposibilidad; añade «que no le ha extrañado la amenaza con que ha exigido los artículos» y le aconseja que emplee la fuerza para contener los abusos de los comisionados, que «todo el año y aún en el día están malvendiendo los granos y otros efectos y recibiendo los detalles de los pueblos».""
Actos en Huesca para festejar la abolición de la Constitución (15 de mayo de 1814) La publicación de la Constitución Política de la Monarquía Española elaborada en Cádiz alegró en su momento al Ayuntamiento oscense porque claramente proclamaba como religión única de los españoles la católica, apostólica y romana, y a Fernando VII de Borbón como rey de España, aunque el Concejo consideraba que su publicación se mandó ejecutar con prisa, lo que no permitió descubrir «con toda la claridad apetecible con qué derecho se había sustituido el nuevo método de juntar Cortes al antiguo recibido en el Reino». Como se ha dicho, el rey Fernando en Madrid se niega a jurar la Constitución de 1812 y por real decreto de 4 de mayo la declara abolida, de lo que llegan noticias a Huesca once días después, en el correo del 15 de mayo, día de San Isidro. De inmediato, el juez de letras Francisco Valdés ordena a dos alarifes que derriben la lápida que había
' AMH/AD de 1814: actas de 5, 6, 23 y 26 de abril y 6 y 9 de mayo.
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convertido la antigua plaza del Mercado en la de la Constitución y el alcalde primero, Manuel Esmir, manda que se engalane con damascos la fachada de las Casas Consistoriales y se coloque en el medio el retrato de Fernando VII. En la calle las aclamaciones públicas al rey son continuas; a mediodía las tropas forman en la plaza de la Catedral y, acompañando a los regidores que hacen la guardia al retrato del soberano, manifiestan su sumisión y lealtad. A las tres de la tarde comienza el acto público de proclamación como rey absoluto de Fernando VII formándose una procesión numerosa en la plaza de la Catedral, compuesta de personajes importantes de la ciudad, oficiales y jefes militares, canónigos de la iglesia catedral, personas condecoradas del clero, doctores de la Universidad e individuos de Ayuntamiento. Abre la marcha media compañía de cazadores de Navarra a pie y con sus tercerolas dispuestas; en el centro de las dos largas hileras va una orquesta compuesta por todos los músicos de la catedral y de la ciudad, y luego el retrato del rey conducido por el regidor decano, que lleva tras de sí dos compañías de cazadores a caballo. Esta procesión se dirige a la Cruz del Coso, y «en esa ancha y muy larga calle que ciñe los antiguos muros de la ciudad» se extiende, para solemnizar la función, el resto del Regimiento de Caballería de Cazadores de Navarra. La procesión sigue majestuosamente «por dentro de las barreras que prescribía la tropa y el concierto de los instrumentos alegraba los aires y el alma de los espectadores que desde los balcones y ventanas colgadas con infinita y gustosa variedad, mezclaban sus vivas con los acentos musicales», y llega por fin a la plaza del Mercado, donde ha estado fijada la lápida de la Constitución y donde ahora se ha levantado un altar con damascos y terciopelos y, al situar en él el retrato del soberano, una descarga de tercerola le saluda «por único, por legítimo y por verdadero rey de España según se le había jurado en el año de 1808 y en los mismos términos que lo fueron sus augustos padres y abuelos». Y, «para dar un testimonio del desagrado universal con que se miraba una Constitución que contra los votos del pueblo pretendía deprimir la autoridad del monarca», se enciende frente al retrato una gran hoguera donde se convierten en cenizas una buena cantidad de ejemplares del libro de la Constitución. Hecho esto, el Ayuntamiento dispone un magnífico refresco al que son convidadas innumerables gentes, «sazonando la magnificencia del convite con la armoniosa suavidad de una gran orquesta». Para culminar el día y demostrar su alegría, las autoridades oscenses publican un manifiesto relatando todo lo anterior y expresando «los verdaderos sentimientos de la ciudad»."" Unos días después, el 20, Gurrea, comandante de los cazadores de Navarra, solicita al Ayuntamiento un acuartelamiento para su regimiento, del que solo quedan ya en Huesca tres compañías. El Concejo, que ahora está más tranquilo, le cede el cuartel alto con todo lo necesario. Al día siguiente llegan a la ciudad, enviados por Espoz desde Huarte, unos ejemplares del decreto por el que el rey se niega a jurar y acceder a la Constitución.165
El brigadier Julián Sánchez el Charro y sus lanceros de Castilla en Barbastro (mayo de 1814) Tras participar en la toma de Fraga, son destinados a Barbastro los lanceros de Castilla del brigadier Julián Sánchez, el Charro."" A pesar de que el Concejo barbastrense había contestado negativamente
1164 AMZ/AP: caja 8146, leg. 2.9/9, Manifiesto de los verdaderos sentimientos de la ciudad de Huesca expresados en el día 15 de mayo de 1814. 165 AMH/AD de 1814: actas del 20 y el 21 de mayo.
"" Que no serían los únicos en pasar por Barbastro por estas fechas, pues también lo hacen los Cazadores Numantinos, como lo certifica el siguiente oficio de su sargento mayor, Antonio López de Ochoa, dirigido al Ayuntamiento de Barbastro y fechado en Pertusa el 24 de julio de 1814: «Habiendo de trasladarse el regimiento de caballería Cazadores Numantinos a las villas de Graus y Benabarre en virtud de orden del señor gobernador general del Reino, deben hacer tránsito mañana 25 en esa ciudad dos escuadrones de él, por lo que se servirá Vs. dar las disposiciones convenientes para que estén prevenidas 350 raciones de toda especie para el suministro de dichos escuadrones, facilitando el alojamiento correspondiente». AMB: actas de 1814.
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a peticiones previas de alojamiento para aquellos, alegando «el ningún acomodo para los caballos por falta de cuadras y cuarteles, como asimismo la absoluta escasez del país», un aposentador de lanceros, el ayudante Mariano Godin, se presenta en el Ayuntamiento «pidiendo ciertas casas determinadas para el alojamiento de la plana mayor y oficiales, manifestándose muy resentido por no haber parecido conforme al Ayuntamiento su solicitud en razón de ser muy proporcionadas de aquellas en las que se hallaban ya alojados». El alcalde constitucional, Joaquín Andreu Claver, le dice que no es posible facilitar otros alojamientos y le hacer ver que no trae pasaporte ni orden alguna. Ante esta respuesta, Matías Luengo, teniente coronel del regimiento, intenta asumir la comandancia de armas, que también ejercía Andreu por nombramiento de Espoz, a lo que el alcalde se opone, por lo que Luengo le amenaza y, ante la posibilidad de ver expuesta su persona, Andreu decide abandonar por unos días la ciudad, aunque antes de salir escribe una carta a Espoz refiriéndole lo sucedido."" A pesar de no disponer de alojamiento, a primeros de mayo llegan los lanceros con su coronel al mando y, finalizando el mes, el 22, se reúne el Ayuntamiento y solicita que se envíe a la tropa para ser acomodada en tres pueblos próximos que se han ofrecido para ello. Durante su estancia en Barbastro, la tropa de lanceros, diseminada y repartida por la ciudad, alojada en malas condiciones y posiblemente influenciada por algunos de sus oficiales, se indisciplina; algunos soldados asaltan la casa del cirujano Manuel Anglada y cometen otros desmanes, por lo que el Ayuntamiento presenta una queja ante el capitán general de Aragón, el montisonense Creagh de Lacy, quien ordena que los lanceros se repartan entre Barbastro, Estadilla, Monzón y Tamarite. El Concejo barbastrense dispone las correspondientes listas de los pueblos que han de contribuir con las raciones de sus respectivos detalles y con los oficios remisivos.""
SEPTIEMBRE-NOVIEMBRE DE 1814
Perena en Huesca (septiembre-noviembre de 1814) Liberado también de su prisión en Francia, llega a Madrid el general oscense Felipe Perena y, durante su estancia en la capital de España, el día 9 de agosto recibe de manos del monarca los nombramientos oficiales de brigadier y mariscal de campo. Al día siguiente, demostrando su cariño y afecto hacia las instituciones oscenses, escribe al Ayuntamiento de Huesca y a la Universidad Sertoriana comunicando su ascenso y poniendo su cargo a disposición de ambas instituciones. Leídas las cartas en Huesca, tanto el Ayuntamiento como la Universidad acuerdan contestar a Perena para felicitarle. Poco después, este acude a visitar a Palafox, que ha sido confirmado por el rey como capitán general de Aragón, y le solicita los documentos acreditativos de sus ascensos, lo que efectúa este inmediatamente y a primeros de septiembre ambos se trasladan desde Madrid a Zaragoza, adonde llegan el día 15. Una vez allí, son alojados en el palacio de Sástago porque el edificio de Capitanía está inhabitable."69 Después de pasar unos días en Zaragoza con Palafox, Perena continúa viaje a Huesca, donde va a permanecer de cuartel y donde es recibido por los doctores José Diago, Leonardo Beyán y Romualdo Badrán, comisionados por la Universidad para agasajarlo a su regreso. En Huesca, Perena es informado de que Espoz se ha levantado contra el rey, y con el fin de oponerse a ello envía cartas a Monzón, Benasque y Jaca, y con sus amonestaciones logra distraer a muchos oficiales del
116' AMB: actas de 1814. Andreu ya no volverá a Barbastro pues se retira a vivir a Zaragoza, donde fallecerá el 25 de octubre de 1844,
"48 AMB: actas de 1814. 169 AHPH/DUS: caja 224, Correspondencia. AMH/AD de 1814: acta del 13 de agosto, Carta de Perena al Ayuntamiento de
Huesca, Madrid, 10 de agosto de 1814. Casamayor: año de 1814. García Mercadal: 177.
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engaño;117° además, pone en conocimiento de Palafox, por medio de su sobrino el teniente coronel Pedro Perena, los pormenores de una intentona de Espoz sobre Pamplona, avisándole además de que van hacia Zaragoza más de un millar de infantes y 900 jinetes. Palafox comienza a tomar medidas ante estos avisos, envía a la Corte a Pedro Perena para informar al rey y reúne en su casa a los generales Wittingham, Villacampa'''' y otros jefes, pero las noticias que se van recibiendo en los días sucesivos son más favorables y hablan de que entre las tropas sublevadas hay gran número de deserciones. Efectivamente, el 30 de septiembre entra en Zaragoza procedente de Monzón el 3° de altoaragoneses al mando de Echarri, que permanece fiel al rey y del que solamente 200 hombres se han ido con Espoz. Palafox los recibe en el Coso y manda que se alojen en el castillo de la Aljafería. Los días siguientes van llegando más soldados y oficiales de Espoz para ponerse a las órdenes de Palafox, como los cazadores de Navarra, que llegan el 2 de octubre desde Huesca, aunque su comandante, el ya teniente coronel Gurrea, ha abandonado el regimiento para marchar en busca de Espoz, al que se mantiene fiel y con el que emigrará a Francia cruzando la frontera el día 4 de octubre," día en que Palafox ordena la salida del general Wittingham con su división, los cazadores de Olivenza y los tiradores de Baza para juntarse en Huesca con Perena y con
II" En abril de 1814 ha sido liberado en Francia Javier Mina, el cual llega a Navarra y se reúne con su tío Francisco. Ambos se trasladan a Madrid, donde reclaman una serie de recompensas para ellos y sus hombres (según Iribarren, Espoz pretendía para él el nombramiento de virrey de Navarra, el mantenimiento del gobierno del Alto Aragón y la obtención del empleo de teniente general, y para su sobrino el empleo de coronel), y no encuentran sino desengaños, ya que el rey nombra a Ezpeleta virrey de Navarra y a Palafox comandante general de Aragón, por lo que comienzan a conspirar contra el rey y a fines de julio regresan a Pamplona, donde siguen maquinando para conseguir que se convoquen Cortes que restablezcan la Constitución de Cádiz. Enterado el Gobierno de esas conspiraciones, decide terminar con la División de Navarra y para ello el rey firma un reglamento en el que se disuelven todos los cuerpos francos. Enterados de ello muchos de los soldados de Espoz, comienzan a abandonar sus regimientos para marchar a sus casas a pesar de los intentos para retenerlos de aquel, que comienza a fraguar un plan para apoderarse de Pamplona y pronunciarse contra el Gobierno, esperando ser secundado por otros militares en Jaca, Monzón, Benasque, Zaragoza y Cataluña. El 15 de septiembre, el mismo día en que Palafox y Perena entran en Zaragoza, el navarro es separado del mando y enviado de cuartel a Pamplona, mientras sus tropas destinadas en el Alto Aragón (el 8° regimiento, a las órdenes de Fermín Echarri, en Monzón; el 9', a las de Ramón de Zugarramurdi, en Jaca, y el de caballería Cazadores de Navarra, al mando de Gurrea, en Huesca) son puestas a las órdenes de Palafox, aunque el navarro cuenta todavía con la fidelidad de muchos de sus oficiales, como la Manuel Gurrea y la de Ramón Ulzurrun, gobernador militar de Jaca, por lo que sigue con sus planes de pronunciamiento, pensando que si él se subleva en Pamplona y Gurrea lo hace en Huesca, el movimiento se extenderá por el Alto Aragón y Navarra, para continuar por Zaragoza, Cataluña y otros lugares. Finalizando septiembre, el dia 26, Espoz intenta poner en práctica sus planes asaltando la ciudadela de Pamplona, pero muchos de sus hombres no desean secundarle y el asalto es abortado, por lo que debe emigrar a Francia. AGMS/H5D de Felipe Perena. GM del 30 de agosto de 1814. Iribarren, Espoz y Mino: el liberal: 210, 212, 235 y 245-247. "El 12 de mayo, Villacampa, cesado en sus cargos anteriores, tras exponer sus méritos en la guerra y en atención a estos,
solicita su destino al Ejército de Aragón con residencia en la plaza de Zaragoza, todo lo cual le es concedido por el rey días después. De inmediato se traslada a la capital aragonesa, donde llega la tarde del 5 de junio, aunque poco después es llamado a declarar a Madrid, como luego se dirá, acusado de deslealtad al rey. AGMS/FISD de Pedro Villacampa, Guirao, Don
Pedro Villacampa: 199. 1171 Gurrea, tras emigrar con Espoz a Francia, regresa a España durante el Trienio Liberal yen 1822 es coronel del Regimiento
de Caballería de Línea del Infante. Emigra a Londres tras la victoria de los realistas y en 1830 participa también junto a Espoz en una nueva intentona revolucionaria. Muere el 29 de mayo de 1837 en la acción del puente de Andoain contra los carlistas. En la ladera este del monte Urgull de San Sebastián existió un pequeño túmulo de piedra cerrado por una balaustrada de hierro erigido a la memoria de Gurrea; en uno de los lados del pedestal, sencillamente construido, en bajorrelieve estaba el general Gurrea pasando a caballo el indicado puente y debajo en letras doradas sobre mármol negro se leía el siguiente epitafio: «Al mariscal de campo don Manuel de Gurrea, muerto en los campos de Andoain, en 29 de mayo de 1837. Su esposa, sus hijos, su amigo el teniente general Lacy Evans». Gómez de Arteche: xiii, apéndice 9, 418. Respecto a Espoz, también regresa a España tras la sublevación de Riego en 1820, tras lo cual es nombrado comandante general de Navarra. En enero de 1821 es designado capitán general de Galicia y en julio de 1822 destinado a Cataluña para combatir a los realistas. Tomada Barcelona por el ejército absolutista el 1 de noviembre de 1823, se embarca para Inglaterra. En 1830 pasa a Francia y en octubre de ese año intenta iniciar una revolución liberal en España; consigue entrar en Navarra pero fracasa nuevamente y retorna a Francia. Muerto Fernando VII, regresa a España y como general del ejército isabelino lucha contra los carlistas en el norte en 1834 hasta que su precario estado de salud le obliga a solicitar el relevo. Recuperado de su enfermedad, en 1835 se pone al frente del Ejército de Cataluña hasta que el 24 de diciembre de 1836 muere en Barcelona, a los 53 años de edad, afecto de un cáncer de estómago. Iribarren, Espor y Mino: el libe-
ral: 21 y 453.
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orden de ocupar el castillo de Jaca, donde hay tropas pertenecientes a la División de Navarra fieles todavía a Espoz; además, Palafox envía como apoyo a Perena desde Barbastro al Regimiento de Lanceros de Castilla."" Mientras, Sarsfield desde Cataluña marcha a Benasque para controlar esa parte de la frontera. Perena se presenta a la vista de la plaza de Jaca, de cuya ciudadela se posesiona tras diferentes operaciones sin la menor efusión de sangre. En Zaragoza está también por estos días Eroles,"" quien antes de emprender viaje a Madrid ofrece a Palafox su caballería, mas este no cree que le haga falta, al ir acudiendo fuerzas dispersas de Espoz a Zaragoza, y ante la paulatina llegada de estas tropas, Palafox dirige una circular a las justicias y corregidores aragoneses ordenando recoger los efectos y dinero de la División de Navarra que haya en sus corregimientos."" Esta circular de Palafox llega el 14 de octubre a Barbastro, donde el Ayuntamiento se encarga de recoger los caballos y fornituras y las armas y bagajes que allí quedaban de esa división para que sean remitidos a Zaragoza." Unos días después el Concejo barbastrense tiene la satisfacción de recibir una carta fechada el 30 de octubre y firmada por el general Pablo Morillo en la que se le informa de la decisión del Ministerio de la Guerra de cambiar el nombre al regimiento de Doyle por el de Barbastro." Concluidas las acciones contra Espoz, regresan a Barbastro los lanceros de Castilla, a los que por orden de Eugenio Echandi" fechada el 15 de noviembre, se les debe habilitar como cuartel el mesón que con el mismo fin utilizan las pocas tropas de Espoz que quedan en la ciudad, las cuales deben desalojarlo de inmediato y, hecho esto, han de preparase trescientas camas de madera, dotada cada una de ellas de un jergón, un cabezal, dos sábanas y una manta. Los lanceros permanecen
"" García Mercada!: 179-185. Eroles, terminada la guerra, se retira a su casa y en 1822 es encargado de organizar en Cataluña el levantamiento armado absolutista contra el Gobierno liberal, que tras el alzamiento de Riego en 1820 había impuesto a Fernando VII la Constitución de 1812, levantamiento que en 1823 reintegrará el trono a dicho rey. En 1824 es nombrado capitán general de Cataluña y al año siguiente, el 22 de agosto, muere en Daimiel. En cuanto a Sarsfield, junto a O'Donnell hace fracasar un complot liberal en El Palmar en 1819, por lo que es desterrado a Mallorca tras la victorial liberal de Riego en 1820. Durante la I Guerra Carlista sirve en el ejército liberal hasta su muerte en Pamplona en 1837. "" Esta orden circular, firmada por Palafox en Zaragoza el 11 de octubre, decía así: «Teniendo noticia que en varios lugares del Reino se han encontrado efectos y dinero pertenecientes al general Espoz y Mina y sus dependientes principales, que faltando a su deber trató de sorprender la plaza de Pamplona haciéndose con este conato traidor a su Rey a su país, y sabiéndose que en otros varios puntos existen caudales y efectos pertenecientes al mismo general y su División, prevengo a V. 5. para conocimiento de ese partido, que toda persona que retuviese en su poder dinero, o efectos por comisión particular del citado Espoz, lo manifieste inmediatamente a V. 5., a mi, o al intendente del Ejército para que pueda dársele en la Tesorería y almacenes el Ingreso necesarios, advirtiendo a V. 5. para inteligencia de ese Partido, que si después de la publicación de esta orden se encontrase alguna persona con fondos o efectos pertenecientes a dicho general o su División, que no los hubiere manifestado, se le arrestará y será juzgado como sospechoso por la Comisión Militar formada para conocer sobre los asuntos de infidencia y trastorno de la tranquilidad pública». ARF: caja 76, leg. 1. 1176 Finalizando el año, se recibirá en Barbastro otra orden circular de Palafox, fechada en Zaragoza el 6 de diciembre, por
la que se disuelve definitivamente la División de Navarra y se concede licencia para irse a sus casas a los soldados de Espoz que acudan a Zaragoza. AMB: actas de 1813. 11" En su carta Morillo dice que, habiendo en su división un regimiento con el nombre de Doyle, en el que «sobresalen las
mejores distinguidas circunstancias», cree que tales méritos deben recaer en el honor de España, pues los que componen dicho regimiento son todos españoles y piensa que es de justicia que las glorias adquiridas por el regimiento, «y las que adquiera en lo sucesivo, no sean apropiadas por otra Nación extranjera de quien ha tomado su referido nombre»; por ello ha propuesto al secretario de Estado y del Despacho Universal de la Guerra que cambie el nombre del regimiento de Doyle por el de Barbastro, que «a pesar de haber sido un regimiento de notoria opinión y concepto, se halla totalmente sumergido en el olvido, cuando por cualquier aspecto debía renacer su memoria dándole nueva existencia», a lo que el secretario de Estado le ha contestado que, «no habiéndose organizado de nuevo el batallón de infantería ligera de Barbastro, destruido por los acontecimientos de la guerra, quiere 5, M. que se ponga este nombre para perpetuarle, al de Infantería ligera Tiradores de Doyle, tomando desde luego la antigüedad del insinuado Barbastro». Termina su carta Morillo diciendo que ha dado la orden al coronel de Doyle, ahora de Barbastro, «para que desde luego coloque en los ángulos de la bandera las armas de esta ciudad». AMB: actas de 1814, ff. 772-773. u " Al que habíamos visto como comisario de Guerra en Jaca, nombrado por Tinoco el 13 de agosto de 1808, y que ahora tiene el cargo de ministro de Hacienda de los partidos de la izquierda del Ebro. AMB: actas de 1814.
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de guarnición en Barbastro hasta que tras el regreso de Napoleón a Francia, escapado de su destierro en la isla de Elba, se produce una movilización en la frontera pirenaica, como ahora diremos, en la que participan estos lanceros, los cuales, desaparecida la alarma después de la derrota definitiva de Napoleón en Waterloo en 1815, abandonarán la ciudad del Vero.179
Palafox, en el Alto Aragón, es graduado como doctor por la Universidad Sertoriana (8 de noviembre de 1814) Palafox tiene planeado un viaje por el Alto Aragón y pide a gentes conocedoras de la zona que le preparen información al respecto, como hace el montisonense Mor de Fuentes, quien desde Monzón le envía un informe sobre esta ciudad y su comarca. Palafox le contesta diciéndole que ha pensado salir en breve para Jaca y Benasque y regresar por Graus y Monzón, por lo que al pasar por esta villa verá sus observaciones. Mientras Palafox viaja, en Huesca Perena expone al rector y Claustro de la Universidad Sertoriana el deseo de aquel de graduarse como doctor por dicha Universidad aprovechando su viaje por el Alto Aragón y, aunque en principio se plantean algunos problemas, dadas las extraordinarias circunstancias se acuerda por unanimidad entre los decanos del Colegio Imperial de Santiago y los rurales de San Vicente y Santa Orosia que entre los actos que en honor de Palafox van a celebrarse en el teatro de las Escuelas esté la concesión de la borla de doctor, lo que se efectúa el 8 de noviembre, día en que Palafox llega a Huesca procedente de Jaca, siéndole conferido el grado de doctor en Leyes por Perena. Durante su estancia en Huesca, Palafox dispone que se levanten planos topográficos de la frontera y prepara un documento sobre disciplina e instrucción del ejército, emitiendo además una circular a todo el reino para velar por la tranquilidad pública y persecución de malhechores. De Huesca marcha a Barbastro y a los valles del Cinca y el Ésera, y a su paso por los de Bielsa y Benasque visita algunas minas, de las que recoge muestras de minerales. Desde el Pirineo Palafox baja a Mequinenza y Fraga, y llega a Zaragoza el 25 de noviembre, donde se dedica a sus funciones de capitán general, entre ellas la de informar al rey sobre las personas que ocupan cargos públicos, solicitando en ocasiones su cambio por personas que considera más idóneas. Así, entre otros pide que sean cesados el corregidor interino de Fraga, José Cabrera, el de Barbastro, Antonio Santolaria, y el de Monzón, Rafael Pano, y sustituidos por hombres más activos. Del Ayuntamiento de Zaragoza Palafox tiene por persona perjudicial al alcalde, Mariano Gil Sancho; sin embargo, gozan de su confianza Juan Francisco Valdés, que ha sido alcalde de Huesca, y Cosme Borbolla, de Jaca, de modo que propone a Valdés como nuevo alcalde de Zaragoza y a Borbolla para el mismo cargo en Fraga, donde cree que hace falta una mano dura y activa «por ser aquella gente muy díscola».118° En el viaje ha acompañado a Palafox el oscense Valentín Carderera Solano, quien dibuja varios croquis del Pirineo aragonés para el coronel Sanllorente.1s1
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AMB: actas de 1814. Horta: 93.
11 " García Mercadal: 185-187 y 193-194. Mayor, El general oscense don Felipe Perena Casayús: 24 y 38. 181 Carderera había nacido en Huesca en 1796. Obtuvo una beca y cursó Filosofía en la Universidad Sertoriana. Al comen-
zar a estudiar Teología le descubrió José Palafox, quien se lo llevó a Zaragoza para que aprendiese con el pintor de cámara Buenaventura Salesa y en la Academia de San Luis. En 1816 se trasladó a Madrid, donde fue protegido del duque de Villahermosa y discípulo de José de Madrazo. En 1822 pasó a Roma, donde permaneció hasta 1831. Individuo de la Academia de San Fernando en 1833, fue comisionado en 1836 por el Gobierno español para inventariar algunos monasterios desamortizados en Castilla, realizando simultáneamente numerosos estudios y dibujos de monumentos y obras de arte, que serian publicados entre 1855 y 1864. Miembro de la junta directiva del Museo Nacional en 1838, en 1848 era suplente del director del Museo Real de Pintura y Escultura. Ejerció la docencia de Teoría e Historia de las bellas artes en la Academia de San Fernando. Publicó numerosos artículos críticos y biográficos y como pintor fue premiado en varias exposiciones. Al crearse en 1873 el Museo de Huesca donó 72 cuadros. Murió en Madrid en 1880. GEA.
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EPÍLOGO: CURIOSA DESPEDIDA DE LOS ALTOARAGONESES A LOS FRANCESES
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ARA terminar este trabajo, creo oportuno transcribir lo recogido por Enrique Satué en su trabajo ya citado El Pirineo contado.1187 Según cuenta, la Pastoral de Yebra de Basa tiene
párrafos tan jugosos como los siguientes, referidos a la salida de los franceses de España derrotados y con el rabo entre piernas: Así marcharon todos de España y el tío Pepe botellas, que dicen José primero, después que nos chupaban la sangre y derribaban templos, matando los religiosos y atropellaban al clero... Por fin vino Fernando séptimo y gracias a Dios las paces se hicieron con gran contento; demos gracias a Dios que nos libró de estos perros y a la virgen del Pilar del Rosario y del Remedio.
Finalmente, el rapatán de Yebra, para evitar otra invasión, recomienda cerrar a cal y canto los Pirineos, no sin antes dedicar a los franceses la siguiente retahíla de calamidades: y yo le ruego a Dios con muy piadosas entrañas os llene de sarrampión de aladillas, lepra y sarna tabardillos, calenturas de viruelas y tercianas. Dolor de muelas y dientes, mal de jaqueca y de quijada, mal de piedra en la urina, muchos piojos y almorranas, sabayones en los pies, piojos hasta que querís y que ras manos calientas traigáis de flema. Con esto no digo más, que ya tenéis que basta y fin de gabachos y gabachas.
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Satué: 78-79.
ADENDA: MARZO-NOVIEMBRE DE 1815
Alarma en el Alto Aragón ante el regreso a Francia de Napoleón, evadido de la isla de Elba mediados de marzo de 1815, Napoleón, desterrado en la isla de Elba, logra evadirse y llegar a París en medio del entusiasmo de sus partidarios. Para tener información de primera mano de lo que sucede en el país vecino, Palafox, capitán general de Aragón, establece una red de confidentes en él y distribuye en la frontera hombres de confianza para recoger los informes. Entre los del interior de Francia destacan José Palomino,"" que se encuentra en París siguiendo de cerca los acontecimientos, y José David Peyroulet"84 en Oloron, quienes envían informes y gacetas a Palafox y se encargan de distribuir en tierra francesa las proclamas que les remite Pedro Cortés, gobernador de Jaca. Los confidentes distribuidos por la frontera son Francisco Latorre y Juan Clemente Martón en Sallent, Francisco Lasala y Ramón Artúa en Canfranc y, en Lumbier, Fermín Salvador. Además, para conocer la situación de algunos pueblos altoaragoneses y sus posibilidades para alojar tropas, Palafox ordena al general Wimpffen que envíe algunos oficiales a inspeccionarlos; a Monzón y su comarca va Eugenio de Neyra, quien escribe una memoria sobre esa villa y su castillo y realiza una serie de estadísticas sobre diversos aspectos de Monzón, Binaced, Valcarca, La Almunia de San Juan y Binéfar, mientras que Francisco Serrano marcha con el mismo objeto a los pueblos de Calasanz, Peralta de la Sal, Azanuy, Gabasa y Estada." De esta manera, el 22 de marzo Palafox tiene conocimiento de la llegada de Napoleón a Francia y de su entrada posterior en París. Ese mismo día otro de sus hombres, Valerio Julián Ripoll, le anuncia desde Sos que va a salir hacia Sangüesa con intención de cruzar la frontera por Ansó y marchar a Oloron. El 5 de abril, otro confidente, enviado a la zona de Roncesvalles, le envía también noticias sobre la entrada de Napoleón en París y la huida del monarca francés. Ante tan alarmantes noticias, el Gobierno de Madrid organiza un ejército llamado de Observación de los Pirineos, destinado a cubrir la frontera con Francia, repartido en tres sectores: Cataluña, Aragón y NavarraGuipúzcoa. El de Aragón o de Observación del Centro, que cuenta con 10 530 hombres, es puesto bajo el mando de Palafox, quien con cuartel general en Huesca organiza el Alto Aragón en cuatro distritos militares, cada uno de ellos al mando de un general:
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A quien hemos visto al final del segundo sitio de Zaragoza llevando informes de Palafox a Perena en Leciñena. Evadido Napoleón, marcha Palomino a Burdeos, desde donde informa sobre los movimientos del emperador y sobre la presencia en
dicha ciudad de algunos afrancesados aragoneses. En mayo Palafox lo envía a París con la misión de formar una red de confidentes; posteriormente regresa a España, donde marcha al valle de Broto con una carta de la Inspección General de Infantería para el general luan Martín, el Empecinado, en la que se le recomienda que pida como ayudante a Manuel Alegre, e! pequeño Cantarero. En este viaje por los valles de Broto, Vio y Bielsa, Palomino comisiona a dos sargentos para que le hagan un estado con las distancias de pueblo a pueblo y otros detalles geográficos (subidas, bajadas, ríos, puentes...). García Mercadal: 203-207. "84 Palafox se servía de Peyroulet no solo en funciones de informador, sino como agente que realizaba toda clase de encar-
gos; a su vez, Peyroulet se valia del gobernador de laca para cobrar algunas deudas que tenía en la vertiente española del Pirineo, mandándole, entre otras, facturas contra un tal Miguel Solano, de Ainsa, y contra un boticario oscense de nombre Francisco Claver. García Mercadal: 198-199. 1185 AMZ/AP: caja 8183, legs. 23-9/3 y 23-9/13. Pueden verse estas estadísticas en Guirao Larrañaga, Ramón, «Algunos infor-
mes sobre Monzón y su comarca del año 1815», Cuadernos CEHIMO, 26 (1999), pp. 181-195.
ADI NDA: MARZO-NOVIEMBRE DI
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— Primer distrito: valles de Ansó y Echo, con cuartel general en Berdún y cubierto por el batallón del General apoyado por otro batallón en Ejea de los Caballeros. — Segundo distrito: valles de Canfranc y de Tena, con cuartel general en Biescas, cuya custodia está a cargo del regimiento de Burgos, apoyado asimismo por el batallón de Ejea de los Caballeros. — Tercer distrito: valles de Broto, Viu y Bielsa, con cuartel general en Broto y con defensa a cargo del regimiento de Baza, apoyado por las fuerzas de Huesca, donde se encuentra el cuartel principal. — Cuarto distrito: valles de Gistau, Plan y Benasque, con cuartel general en Campo y vigilados por el regimiento Voluntarios de Jaén, apoyado por el 2° de voluntarios de Madrid con base en Barbastro. La caballería se compone del Regimiento del Príncipe, con base en Alcañiz, y el Regimiento de Lanceros de Castilla, en Barbastro, completándose todo este despliegue con la preparación de los hospitales de Huesca, Graus y Zaragoza y la colocación de pequeños destacamentos de tropas en los valles y cantones, con la misión de mantener cerradas las comunicaciones con Francia y vigilar los pasos practicables de la frontera. Los comandantes de estos destacamentos tienen sus puestos de mando en Echo, Ansó, Canfranc, Sallent, Broto, Viu, Bielsa, Gistau, Plan y Benasque. A finales de junio llegan a Huesca un batallón de artillería y los mariscales de campo Juan Martín Díez, el Empecinado, y Antonio Torres, con sus respectivas escoltas, aunque no pasarán de esta ciudad, pues el 30 de ese mes se recibe en el cuartel general de Palafox la noticia de la derrota de Napoleón en Waterloo y, aunque desaparecido el peligro, no se bajará todavía la guardia y el ejército continuará en el Pirineo vigilando la frontera hasta finales de enero de 1816, en que se disuelve. Palafox se despide de sus soldados el 31 de ese mismo mes.""
El hijo oscense de Palafox Terminada así la situación de alarma, Palafox regresa a Zaragoza, habiendo contraído previamente, el 7 de julio, matrimonio en Huesca con Francisca Soler Durán y Piedra-Millera, natural de Talavera de la Reina, a la que debió de conocer en la capital oscense cuando tenía instalado en ella su cuartel general."87 No he encontrado la menor noticia sobre ello, pero sí sobre el hijo del matrimonio, al que se pone por nombre Francisco Pilar Mariano y que es inscrito en el hospital de Nuestra Señora de la Esperanza de Huesca el 6 de noviembre de 1815 como hijo de padres desconocidos; sin embargo, el 3 de julio de 1843 se modifica la partida de bautismo y constan ya como padres legítimos Palafox y su esposa. Se plantea la duda de si fue un hijo adoptado de padres desconocidos realmente o fue inscrito de esa manera por estar la esposa de Palafox en el momento de las nupcias embarazada ya (de Palafox o de otro), pues el niño vino al mundo cuatro meses después de la boda. Como dice José Pasqual de Quinto, «este rocambolesco matrimonio podría explicar muchas de las azarosas circunstancias de la vida de un capitán general que había contraído nupcias apresuradamente y con la oposición de sus más próximos parientes»."" Al respecto existen unos expedientes relativos a las partidas de bautismo (original y reformada) de este niño en diferentes archivos, según los cuales la partida original, inserta en los folios 438-439,
1186 García Mercadal: 195-203 y 220-225. Muñoz Bueno, María Encarnación, «Zaragoza durante el imperio de los cien días»,
Estudios de la Guerra de la Independencia: su, 395-397. Palafox fallecerá el 15 de febrero de 1847 en Madrid. Sus restos descansan actualmente en la basílica del Pilar de Zaragoza, adonde se trasladaron el 9 de junio de 1958. "87 García Mercadal: 127. "88 Pasqual de Quinto y de los Ríos, losé, los Sitios de Zaragoza (1808-18091, Zaragoza, CA1, 1986: 58.
ADENDA: MARZO-NOVIEMBRE DE 1815
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decía que «en el día seis del mes de noviembre del año de 1815 llegó a la expresada iglesia un niño, hijo de padres incógnitos, y me aseguraron lo había bautizado un hombre por conocer había necesidad para ello. Inmediatamente que me fue presentado lo bauticé solemnemente bajo de condición, fue su padrino que le tuvo y sacó de pila bautismal el Dr. D. José Causada, natural de [aluenga, Obispado de Lérida y vecino de dicha ciudad de Huesca, casado con Dña. Joaquina Labastida, a quien le advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones. Se le pusieron los nombres de Francisco Pilar Mariano. Manuel Puivecino, cura». En ella hay una nota al margen que dice: «Esta Partida tachada o barreada se halla restituida con otra de la misma fecha al folio 502. Felipe Villuenda, regente». Efectivamente, esta partida de bautismo original es cambiada el 3 de julio 1843 por orden de Bonifacio Quintín Villaescusa, abogado de los Tribunales Nacionales y provisor vicario general de Huesca y su obispado, quien manda al párroco del hospital de la Esperanza «se tache e invalide la Partida de Bautismo que obra al folio 438 de Francisco Pilar Mariano, hijo de padres incógnitos», poniendo la llamada en el margen arriba dicha con referencia al folio 502, en el que va a anotar la nueva partida, que queda como sigue: «En el día seis de noviembre del año 1815, yo el infrascripto cura del Santo Hospital de Nuestra Señora de Esperanza de esta ciudad de Huesca, en la iglesia del mismo bauticé solemnemente a un niño que se le pusieron los nombres de Francisco Pilar Mariano, hijo legítimo y natural del excelentísimo señor D. José de Palafox Rebolledo Melci de Eril, capitán general de los Reales Ejércitos, y de la Excma. Sra. Dña. Francisca Soler Durán y Piedra-Millera, legítimos cónyuges; sus abuelos paternos los Señores Marqueses de Lazan don Juan Felipe Rebolledo de Palafox y Dña. Paula Melci de Eril, naturales y vecinos de Zaragoza y maternos los señores don Fidel de Soler y Dña. Manuela Durán y Piedra-Millera, vecinos de Talavera. Fue su padrino, que le tuvo y sacó de la pila bautismal, el Dr. Don José Causada, natural de [aluenga, Diócesis de Lérida, vecino de esta ciudad de Huesca y casado con Dña. Joaquina Labastida, a quien advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones. Manuel Puivecino, cura». A lo que se añadía: «esta Partida de Bautismo, en los términos que está concebida, se deberá entender como en sustitución de la que se ha barreado a los folios 438 y 439 de este mismo libro y ya extendí y engrosé yo el infrascripto regente de la Curia de este Santo Hospital en virtud de la providencia del Tribunal Eclesiástico de esta Diócesis que va inserta en el testimonio que subsigue, de que certifico en Huesca a 4 de julio de 1843. Felipe Villuenda, regente». Nicasio Manuel Villanova, escribano público de Huesca y notario mayor de la Curia y Tribunal Eclesiástico de la misma, da fe de que a instancias de Palafox y su esposa se declara por hijo suyo legítimo a Francisco Pilar Mariano, que como hijo de padres incógnitos fue bautizado en el hospital de Huesca el 6 de noviembre de 1815, pidiendo que se tache la cláusula de incógnitos y se pongan los nombres de sus padres y abuelos paternos y maternos.1189
"89 AHPH: Depósito de la Diputación Provincial, sign. D-4624, y Libro de bautizados del hospital de Nuestra Señora de la Esperanza. AMZ/AP: caja 8236, leg. 58/31.
APÉNDICES 1
I. LA PURIFICACIÓN
E
L 8 de mayo de 1815 el Ministerio de Seguridad Pública emite una orden por la que se solicita a las autoridades responsables de la seguridad en cada provincia la denuncia de todos aquellos que «hubieran servido al intruso con empleos, comisiones u opiniones» y, como dice Maestrojuán Catalán, des-
de el Ministerio hasta los particulares, pasando por los cargos intermedios de la Administración, se abre la veda del traidor, que provoca una lluvia de denuncias y anónimos."" Ya desde el final de la guerra, en abril
de 1814, serán frecuentes, por una parte, la solicitud de informes de buena conducta y patriotismo durante el gobierno intruso, y por otra, las denuncias, anónimas o firmadas, contra afrancesados o colaboracionistas. De algunos de estos informes, denuncias y anónimos daremos ejemplos ahora,
Informes sobre la conducta durante la guerra Una vez alejados definitivamente de Huesca los napoleónicos, muchos oscenses que han tenido algún cargo de responsabilidad o han sido funcionarios al servicio francés durante la ocupación acuden al Ayuntamiento para solicitar la rehabilitación de sus respectivos empleos, entre ellos:19' — Escribanos reales: Antonio Ambrosio Eltil, escribano del Juzgado; Pedro Valero Herrero, Manuel Villanova, Vicente Oliván, Joaquín Barón, Manuel Larumbe y Simón Buisán, actuario del cuerpo. —
Procuradores causídicos: Ramón Martínez, Tomás Arizán y Pedro Pueyo.
— Administración de Rentas Reales: Francisco de Quevedo, administrador de las rentas de tabaco; José Bernardo Salvador, oficial interventor de las mismas; Juan José Domper, cabo del resguardo, y Manuel Sena y Santos Sánchez, ministros dependientes de las mismas Rentas. — Administración de Correos: Orosia Pallarás, esposa del administrador Rafael Gregorio, prisionero;"" Santiago Domingo de la Vega, oficial interventor, y Marco Tosat, cartero. — Sirvientes del Ayuntamiento: Mariano Buesa, macero; José Tresaco, portero, e Ignacio Buesa, portero. —
Dependientes del Tribunal de Justicia: Joaquín Pérez, alguacil mayor; Ramón Bielsa, ordinario; Francisco Lahoz, ordinario; Pablo Hecho, ordinario; Eusebio Elaita, ordinario; Manuel Iglesias, ordinario; Vicente Vivas, ordinario; Francisco Fuertes, ordinario, y Tomás Pacareu, ordinario.
—
Estado militar: Francisco Vives, sargento retirado; Joaquín Aísa, sargento retirado; Cristóbal Lanuza, soldado retirado; Manuel Borrés, soldado retirado, y Vicente Pellicer, soldado retirado.
De todos estos, el Ayuntamiento considera acreedores a la rehabilitación de sus empleos a los escribanos Valero, Larumbe, Oliván, Villanova, Barón y Eltil; a los procuradores Martínez, Arizón y Pueyo; a los administradores
119° Maestrojuán Catalán, Francisco Javier, Ciudad de vasallos, nación de héroes (Zaragoza 1809-1814), Zaragoza, IFC, 2003 (XV Premio Los Sitios de Zaragoza): 388-389.
"91 AMH/AD de 1813: actas de 23 de agosto, 2 y 10 de septiembre. 192 Dias antes, el 6 de agosto, Orosia Pallarás, esposa de Rafael de Gregorio, había solicitado la rehabilitación de su marido, administrador de Correos de Huesca, que fue detenido por los franceses el 15 de abril de 1809 y llevado preso al castillo de la Aljafería de Zaragoza. desde donde se desterró a Francia, «donde existe todavía como es público y notorio». AMH/AD de 1813: carta del 6 de agosto.
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de Rentas Quevedo, Salvador, Domper, Sena y Sánchez; a los funcionarios de Correos Gregorio, Domingo de la Vega y Tosat; a los sirvientes municipales Buesa, Tresaco y Buesa, y a los dependientes de justicia Bielsa y Lahoz. El Ayuntamiento estima que no debe rehabilitarse al escribano Buisán, al alguacil mayor Joaquín Pérez por haber sido agraciado con dicho empleo por los franceses ni a los seis alguaciles ordinarios del tribunal Hecho, Laita, Iglesias, Vivas, Fuertes y Pacareu, contratados también en «tiempos de dominación de los franceses». El 7 de octubre de 1814 es Anselmo Malo, «doctor en ambos derechos, abogado y vecino de esta ciudad de Huesca», quien con el más profundo respeto expone que, «deseando hacer presente al rey nuestro señor (que Dios guarde) que durante la dominación francesa ha sido adicto y fiel a su rey, patria y religión de modo que no se le ha observado adhesión alguna al gobierno francés, conviene al derecho del exponente el que por el secretario del Ayuntamiento se le libre la correspondiente certificación sobre estos particulares; para hacer de ella el uso que le convenga». Por ello, suplica «se sirva mandar al secretario le libre la correspondiente certificación sobre los particulares expuestos en este memorial», a lo que el secretario del Ayuntamiento contesta al día siguiente diciendo que «no se puede acceder a la solicitud del suplicante»."" En mayo de 1815 se pide al alcalde de Huesca, Vicente Pueyo de Urriés, que con la posible reserva informe si en su corregimiento existen personas «marcadas con las calidades que en el mismo se mencionan y en su caso remita una nota expresiva del empleo que hubiesen desempeñado en tiempo del gobierno intruso».194 Poco después se recibe en el Ayuntamiento una solicitud similar, esta vez fechada el 18 de junio y firmada por los comisionados Pedro María Ric y Juan Garrido, regidor y oidor respectivamente de la Real Audiencia del Reino. El Ayuntamiento, cumpliendo lo ordenado, y «después de meditado el asunto con la circunspección y seriedad que exige su delicadeza, ha convenido en el que a la letra sigue»: Ayuntamiento del año 1808 Don Mariano Lobera. Se encontraba de alcalde mayor y corregidor interino de esta ciudad en el año de 1808; sufrió la primera invasión de los franceses en 6 de febrero de 1809 y abandonando su destino por no sujetarse a la dominación intrusa, emigró en 18 del mismo mes y año, en cuya virtud se le confiscaron todos sus bienes que ha tenido secuestrados hasta que se verificó la reconquista, por que en todo el tiempo de la guerra no volvió a vivir en país ocupado por el enemigo.' 195 Don Vicente Pueyo. Conservó su destino hasta el 10 de julio de 1809 en cuya época fue despojado de él por los franceses, habiéndose mantenido fiel a la causa de la Nación en el cortisimo tiempo que ocupó la plaza de regidor bajo la dominación enemiga y merecido entonces y después la opinión de buen español. Don Manuel Esmir. Poseía la plaza de regidor en el año de 1808 y luego que los franceses fijaron su domicilio en esta ciudad fue hecho preso por ellos por su acendrado patriotismo que manifestaba públicamente y conducido al castillo de Zaragoza. Consiguió después la libertad y en el momento abandonó su domicilio, destino, casa y patrimonio que es uno de los más pingües, emigrando a pais libre, por cuya razón sufrió el saqueo de sus bienes muebles y la confiscación de los otros. Don Alejandro Naya. Hallándose regidor en el año de 1808, emigró en la primera invasión de los franceses y fue despojado de su destino y se mantuvo en país libre hasta el año de 1811 en que regresó a esta ciudad donde ha residido después conservando la mejor opinión de su conducta politica y adhesión a la justa causa de la Nación:196 Don Mariano Ena. Era también regidor en el año de 1808. Por poco tiempo ejerció su empleo bajo la dominación francesa. Fue despojado de él en el 10 de julio de 1809 y antes, después y siempre ha disfrutado de una reputación sin mancha por sus buenos sentimientos a favor de la patria. Ayuntamiento del año 1809 Don Vicente Diago. Obtenía en el año de 1808 la plaza de regidor y en la renovación de Ayuntamiento que hicieron los franceses en el julio de 1809 se le conservó en ese destino a propuesta según se dijo de don Fran-
"95 AMH/AD de 1814, Anselmo Malo al Ayuntamiento de Huesca, 7 de octubre. Al año siguiente el Ayuntamiento emitirá un escueto informe sobre Malo. 1194 AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.13/54, Pueyo de Urriés a Palafox, Huesca, 21 de mayo de 1815. 1195 Desde 1815 a 1820, Lobera será alcalde mayor en propiedad de Huesca y miembro jubilado del Consejo Supremo de la Guerra. En 1817 intentará justificar su salida de Huesca en 1809 alegando que lo hizo para que los franceses no persiguiesen a sus hermanas. 1196
Alejandro Naya y Ferrer, barón de Alcalá, seria diputado provincial en 1814. Entre 1820 y 1823 fue alcalde constitucional de Huesca, por lo que sufrió persecuciones de los realistas y tuvo que retirarse a Azlor con toda su familia. Regresó a Huesca en 1825 y volvió a ocupar el cargo de decano del Ayuntamiento. Procurador en Cortes en 1834, cuando iba a ocupar su escaño se sintió indispuesto en Zaragoza, por lo que tuvo que renunciar y permanecer retirado en Huesca hasta su muerte en 1841.
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cisco de Paula Buisán. que concluía también de ser nombrado para corregidor de esta ciudad, y aunque Diago admitió el nuevo nombramiento fue por efecto de debilidad y su conducta política en todo tiempo ha sido conforme y arreglada, sin que se le haya observado el menor desvio de su adhesión a la causa general de la patria, en cuya virtud ha merecido la opinión pública de buen español. Don Francisco Doménech. Estaba ocupando su destino de regidor en el año de 1808 y fue mantenido por los franceses en la misma plaza que admitió por debilidad, pero su conducta y opinión se han conservado fieles a los intereses de la Nación en todo el discurso de la guerra sin que se haya experimentado en él ningún género de afección o inclinación al gobierno intruso. Don José Antonio Asesio. Fue agraciado en el julio de 1809, siendo abogado, con el empleo de Regidor que admitió por debilidad, y aunque nada sabe el Ayuntamiento positivamente de su conducta, sin embargo la opinión pública no habla a su favor. Don Mariano García. Obtuvo nombramiento de regidor en el año de 1809 por el gobierno intruso que admitió por debilidad, pero tampoco disfruta en el pueblo de la mejor y más sana opinión. Don José Pérez, Es y era hacendado en el año de 1809 en que el gobierno intruso le agració con el destino de regidor que admitió con afecto y por interés. Ha disfrutado mala opinión su conducta y por ello, después de haber sido aprehendido dos veces por los españoles, el juez de Letras, batidos los franceses, le ha hecho preso la tercera a impulso de los clamores públicos y lo está actualmente y se le sigue causa criminal. Don Manuel Guillén. El gobierno intruso le confirió en el año de 1809 el empleo de regidor, que aunque admitió entonces por debilidad, después sin embargo la opinión pública se señaló contra él por rumores generales y por medio de pasquines, en cuya virtud el juez de Letras procedió a su prisión en la que está detenido y se le sigue causa criminal. Don Mariano López y Puicercús. Obtuvo por nombramiento de los franceses el destino de diputado del Común que admitió por debilidad y algún tanto de interés particular. Ha merecido mala opinión su conducta y habiéndose el pueblo señalado contra su casa y persona por medio de pasquines, se le formó causa criminal como adicto al gobierno francés y se sigue en la actualidad, Don luan Gómez de Alba. Era diputado del Común en el año de 1808. Los franceses en el año de 1809 le promovieron al inmediato de síndico prior general y aunque lo admitió por un efecto de sorpresa, sin embargo ha disfrutado siempre de una opinión pública sin tacha, manifestando sin rebozo su adhesión a la causa de la monarquía y su desafecto a la dominación intrusa en tanto grado, que en el año de 1811 fue hecho preso por el coronel Pliegue y en el de doce, de orden de don Mariano Domínguez, director general de Policia de Aragón, se le formó sumaria criminal por confidente y perturbador de la opinión y tranquilidad pública. Don José Bueno. En el año de 1808 se encontraba síndico prior general. Los franceses en el de 1809 le hicieron regidor y en el año de 10 corregidor principal del Corregimiento. Admitió todos los destinos por debilidad y evacuado el territorio por los enemigos, se le formó causa criminal sobre averiguaciones de su conducta politica que se sigue en la actualidad por el juez de Letras de esta ciudad. Don Tomás Satué. Siendo abogado en el año de 1809. pasó por nombramiento del gobierno intruso sin solicitud alguna al empleo de alcalde mayor de esta ciudad, que obtuvo hasta últimos del año de 1810. En esta época fue promovido a la Vara de la ciudad de Calatayud, pero se negó con firmeza a admitirla y la renunció a pesar de las amenazas que se le hacían de que iba a ser confinado, y después, habiendo sido nombrado catedrático de la Universidad para la vacante que resultó por la promoción de don Manuel Villava a la Alcaldía Mayor de esta ciudad, tampoco quiso, ni presentar el titulo de su nombramiento ni tomar posición de este nuevo destino, exponiendo a otro comprometimiento su seguridad individual. Estos hechos y el haber sido su casa y tertulia continuamente el punto de reunión de los mejores patriotas, dieron sin duda motivo a que se le mandase formar, como se le formó de orden del director general de Policía, sumaria criminal por infidente al gobierno francés y perturbador de la opinión y tranquilidad pública, por todo lo que por su buen porte, moderación y prudencia en la administración de justicia durante el corto tiempo que desempeñó la Alcaldia Mayor, ha merecido el concepto general del pueblo, en donde se halla reputado por adicto a la causa de su rey y amante de su Nación, Don Manuel Villava. En el año de 1808 fue nombrado alcalde del crimen de la Real Audiencia de este Reino por el excelentísimo señor don José Palafox, cuyo destino perdió por la entrada de los franceses en la capital. Se retiró después a esta ciudad y encontrándose en ella le hizo el gobierno intruso Alcalde Mayor de la misma. El Ayuntamiento ignora si lo solicitó o no, pero sabe que mientras desempeñó este empleo se portó bien en la administración de justicia y que gozó de la opinión pública por sus buenos sentimientos a favor de la patria. Don José Antonio Márquez. El corregidor de Huesca don José Bueno le nombró alcalde mayor de la villa de Ayerbe y su distrito a principios del año 1811 por comisión del gobierno intruso. Admitió este destino por debilidad, fijó su residencia en esta ciudad y por ello sabe el Ayuntamiento que se condujo bien en la administración de justicia y que mereció el concepto público de buen español. Escribanos Don Manuel Villanova. Escribano Real que fue compelido a renovar su titulo con violencia y cuya conducta ha sido decidida en favor de la Nación y del rey. Fue perseguido por los franceses habiendo tenido más de
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una vez que abandonar su casa y familia por no caer en su poder, en cuya virtud su opinión ha sido y es la que merecen los mejores españoles. Don Vicente Oliván. También escribano Real a quien violentamente se renovó su título para poder ejercer la profesión. Ha sufrido por su adhesión a la justa causa de la Nación fuertes persecuciones por los franceses, quienes una vez le llevaron preso al castillo de Zaragoza y otra logró quedar refugiado en la ciudad, por lo que su opinión y concepto tiene el predicamento de ser un buen español. Don joaquin Barón. Tuvo igual suerte con el titulo de escribano Real, cuyo oficio ejerce como los dos antecedentes. Su conducta ha sido constantemente adicta a los intereses del rey y de la patria y mereció por ella el concepto de tan acendrado español que fue nombrado Secretario del Ayuntamiento luego que le expelieron los franceses, que es una prueba relevante de su lealtad. Don Manuel Larumbe. A pesar suyo se le renovó asimismo el título de escribano Real. Sus sentimientos patrióticos han sido bien conocidos, lo mismo que su desafecto para con el gobierno intruso, en cuya virtud ha sido y es justamente reputado por legítimo español. Don Antonio Ambrosio Eltil. Como escribano que es, fue comprendido en la renovación violenta del título. Luego que la ciudad fue guarnecida de franceses le condujeron estos por sospechoso al castillo de Zaragoza. Después, el corregidor de esta ciudad, don José Bueno, le nombró secretario de Gobierno, desde cuyo tiempo empezó a contaminarse su opinión y por ello se le incluyó en la causa que se formó a dicho Corregidor sobre averiguación de su conducta política que se sigue en la actualidad por el Juez de Letras de esta ciudad. Don Pedro Valero Herrero. Su título de escribano Real fue renovado como el de los demás y aunque en una ocasión se le hizo preso y condujo por los franceses al castillo de Zaragoza, con todo no ha gozado después de la mejor opinión pública, sin que el Ayuntamiento pueda decir el motivo particular en que ha podido fundarse. Don Simón Buisán. Era secretario de Ayuntamiento nombrado por la majestad del señor don Carlos cuarto y después que el gobierno intruso le renovó el titulo de escribano Real continuó con dicho destino durante todo el tiempo de su dominación. Extinguida esta fue también Buisán expelido de la Secretaria porque en aquella época se granjeó la opinión de una adhesión y afecto decidido al partido del usurpador, manifestándola de todas maneras y en todas las conversaciones, a cuya causa disfruta un concepto demasiadamente malo entre todas las clases del pueblo. Don Saturnino Morales. Como a sus demás compañeros le renovó el título de escribano Real el gobierno intruso. Asociado con el corregidor de esta ciudad don Francisco Buisán en el año de 1809, pasó a la villa de Casbas y lugar de Sieso a ejecutar la prisión de algunos buenos patriotas y a seguidas al de Sipán a prender a su cura párroco, cuya casa fue saqueada por las tropas francesas de escolta que llevaba, regresando a la ciudad por otro pueblo llamado Los Molinos de Sipán con el objeto de hacer preso a don Lorenzo Ferrer de Barluenga que a impulsos de su patriotismo se hallaba allí alistando los jóvenes para el Real Servicio. Pudo fugarse dicho Ferrer en el primer momento, pero sufriendo una descarga del enemigo quedó muerto a su presencia, por todo lo que y otras razones ha disfrutado de malísima opinión. Don Ramón Martinez y don Tomás Arizón. Eran Priores Causídicos antes de la dominación intrusa y aunque ejercieron esta ocupación durante ella, se han mantenido fieles a los intereses de la Nación y han disfrutado y disfrutan la opinión de buenos españoles, habiendo acreditado sus legítimos sentimientos. Don S. Pledrafita. Fue agraciado por el gobierno intruso con el título de prior Causídico de esta ciudad que suplicó a estímulos de su miseria, pero su conducta política no degeneró por esto porque siempre se conservó adicto a la justa causa de la Nación y disfrutó de la opinión pública de buen español. Don Simón García. También por estímulo de su miseria se vio en la necesidad de suplicar la gracia de escribano, cuyo título le confirió el gobierno intruso a cuyo partido sin embargo jamás se le ha visto Inclinación, antes bien por el contrario, decidido a favor de la Nación por cuyos sentimientos logró y logra la reputación de legítimo español. Canónigos Don Lorenzo López. Deán de la Santa Iglesia de esta ciudad. En todo el tiempo de la dominación francesa se ha distinguido por su patriotismo y constancia inalterable en defender los derechos de la Iglesia y llegó al extremo de negar descubiertamente el cumplimiento, al primer titulo de canónigo que expidió el mariscal Suchet, no reconociéndolo por legitima potestad para conferir aquella, por lo que fue al momento que se quejó el interesado agraciado, hecho preso y conducido. Sus patrióticos sentimientos ocasionaron por segunda vez la captura de su persona y dieron causa a que el gobierno intruso le removiese del Vicariato General que obtenía conferido por su Cabildo en sede vacante. El Ayuntamiento, en vista de sus operaciones, no puede menos de manifestar su acendrado patriotismo y el que es el ejemplo del sacerdocio, siendo esta y más la opinión pública que disfruta. Don Jerónimo Castillón. Se encontraba dignidad de Maestrescolia en esta Santa Iglesia en el año de 1808. Emigró en la primera entrada de los franceses en esta ciudad y aunque algún tanto tranquilizado el país le llamaron los franceses por edictos para que se restituyese a su casa y canonjía, mas no quiso condescender y por ello su prebenda se declaró vacante y confirió a otro el gobierno intruso. Sus bienes fueron confiscados y aquél ausente hasta que expelidos los franceses logró la reposición en su dignidad y a poco tiempo fue electo por la
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Provincia para uno de sus diputados en Cortes, por todo lo que se manifiesta su lealtad, patriotismo y defensa de la justa causa de la Nación, cuya opinión pública hasta aquí disfruta. D. D. Mariano Ciria. Nombrado canónigo muchos años hace, ejercía las funciones de tal en el de 1811, emigró en la primera entrada de los franceses y después se restituyó y siguió en la obtención de su prebenda. Fue nombrado vicario general por el P. Santander que era obispo nombrado de esta ciudad por el gobierno intruso y aunque lo admitió y ejerció por algún tiempo, después lo renunció, como también el empleo de comisario de Cruzada, enviando el titulo que se le remitía a la Junta Central, por cuyas causas y su buen modo de pensar a favor de la causa pública, disfruta la opinión de buen español. Don Pedro Espinosa, Canónigo desde antes del año de 1802. ha sido el español más decidido que quizás será el más señalado de la ciudad. Su poco recato en manifestarse ocasionó la captura de su persona. Fue conducido a Zaragoza y desde allí a Pamplona en clase de reo y aunque después le concedieron la libertad y volvió a desempeñar la prebenda, con todo, su carácter no le permitía vivir entre los franceses y abandonándolo todo por no estar entre ellos se fugó a pais libre, donde ha permanecido más de dos años hasta que marchó el enemigo de aquí que se restituyó, por lo que es relevante la opinión sobre su lealtad. D. D. Gaspar Aísa, Arcediano; D. D. Vicente Abellán, Dignidad de cura; D. D. Pedro Blecua; D. D. Acisclo Lacasa: D. D. José Pons; D. D. losé Casamayor; D. D. Severo Andriani; D. D. Antonio Buil; D. D. José Asensio de Ocón; D. Lucas Rapún y D. Salvador Puicercús. Todos eran canónigos en el año de 1808 y todos por sus procedimientos y conducta política durante la dominación enemiga han merecido el concepto público de españoles los más acendrados, haciendo honor a la Iglesia y Cabildo a que pertenecen, en el que es bien digno de notarse que ninguno de sus canónigos antiguos se desvió del Interés del rey y de la patria, habiéndose mantenido fieles e inalterables aun en medio de las más vivas persecuciones. Don Clemente Lapetra y don Benito Brote', Canónigos agraciados por el gobierno intruso. Pretendieron las canonjías y fueron en sus hechos y opinión afectos decididos de los franceses y esta es la que han disfrutado y disfrutan. Catedráticos Don Miguel López. Catedrático de Prima de Teología Escolástica en esta Universidad desde antes del año 1808 se ha mantenido en todo tiempo fiel a la causa de la Nación y ha gozado siempre la opinión de un buen español y por su conocido patriotismo fue hecho preso por los franceses y conducido a Zaragoza. Don José Guiral. Así durante la dominación enemiga como en todo tiempo, ha manifestado su acendrado patriotismo a favor de la causa de la Nación, por cuya razón disfruta la opinión de buen español. R. P. Fr. Manuel Castro. Emigró en la primera entrada de los franceses en esta ciudad, abandonó su destino por su patriotismo a favor de la justa causa. Fue perseguido por ello de los franceses, y goza de la opinión de un verdadero español. Don Pablo Santafé. Nombrado vocal de la junta de Aragón y luego que se fue a ejercer este destino, noticiosos de ello los franceses le secuestraron todos sus bienes. Después volvió y se repuso en ellos. La opinión de su conducta política ha sido y es la que disfrutan los amantes de la justa causa de la Nación. Don Julián Gardeta. Antes de la entrada de los franceses en esta ciudad se ausentó de ella y ha permanecido siempre en país libre. Don Ramón Larumbe. Su exaltado y acreditado patriotismo a favor de la justa causa de la Nación dio causa a que por el gobierno intruso se le hiciese preso como en efecto en este estado le condujeron al castillo de Zaragoza. Su conducta política ha disfrutado en todo la opinión de un verdadero defensor del rey y de la patria. Don Manuel Tierra. Su conducta durante el tiempo que sufrió la dominación francesa le mereció ser nombrado sindico del Pueblo, cuyo destino desempeña en la actualidad. Don Anselmo Malo. El Ayuntamiento tiene noticias de que solicitó del gobierno intruso la Alcaldía Mayor de esta ciudad, lo que manifiesta alguna adhesión al mismo, pero se cree sería nacida del interés que había de resultarle. Sin embargo, su conducta política no ha gozado de mala opinión. Don Vicente Diago, don José Pérez y don Mariano García. El informe sobre la conducta política de estos tres se halla ya evacuado en su respectivo lugar. Don Mateo Ara, don Leonardo Beyán, don José Fortuño, don Ramón Laplana y don Hilario Frago. Por sus procedimientos y conducta política durante la dominación enemiga han merecido el concepto público de españoles los más acendrados. Termina el Ayuntamiento el informe diciendo: «Tal es el resultado de los trabajos del Ayuntamiento en cumplimiento de lo que se le tiene mandado, en cuya operación ha procurado ajustarse a los sentimientos de su conciencia y recta administración de justicia a efectos de no defraudar las sabias y benéficas intenciones de Nuestro Católico Monarca en sus soberanos decretos».""
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AMH/AD de 1815: acta del 24 de Julio.
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El alcalde de Barbastro, Andrés Santolaria, también recibe una petición de Palafox en el mismo sentido de informar sobre las personas que «han obtenido empleos del gobierno intruso o señalándose a su favor, comprendidas en este Corregimiento». Santolaria envía el siguiente: Don Vicente Bamala, abogado en esta ciudad sirvió de corregidor en Fraga y en Alcañiz por nombramiento de los franceses. Don Francisco Romeo también abogado y regidor, alcalde mayor de la misma hallándose de corregidor Guerrier. Don Juan Antonio Artal, encargado que fue de la recolección de efectos en el principio de la revolución para el socorro de Zaragoza, continuó en tiempo de dicho gobierno, señalándose en tanto grado y afecto a él que cuando ganaban alguna plaza los franceses lo celebraba bailando y construía castillejo de pesos duros, los derribaba y decía ¡ya cayó la plaza! y con el mayor rigor exigía tuviesen que ejecutar las providencias de dicho Guerrier para el surtido de sus generales y demás. Don Pedro junquera francés; este fue recaudador de contribución de estos, al cual y otros varios hizo preso el general Mina y los puso a mi cargo y por estar expuestos en esta ciudad pude lograr del mismo se trasladasen al castillo de Monzón y se comisionase por la Real Audiencia a aquel alcalde y en el día se halla en esta ciudad recibiendo información sobre su conducta por orden de dicho alcalde. Don Antonio Pitarque, de Alcolea, comisionado por los franceses para administrar los Bienes Nacionales. Don Benito Barber de Binéfar, encargado de administrar iguales bienes de forma que sacó del convento de religiosos Carmelitas Descalzos de Tamarite unas cubas, un torno de carnes y una reja que colocó en su casa en la que permanece esta y el torno por haberse obligado a pagar su valor y no las cubas que ya las ha vuelto, lo que me consta por haberse información en mi juzgado de ello; por cuyo motivo a este y al Pitarque se los llevó dicho general a Navarra y también al abogado Bamala.
Finaliza su informe Santolaria señalando que «procuraré indagar de si hay más personas de semejante clase en esta ciudad y Corregimiento en cuyo caso le pasaré noticia a V. E.». 1198
Denuncias Como ejemplo de denuncia está la realizada a finales de 1814 por el procurador del clero de Jaca, ante el fiscal del crimen, contra un canónigo doctoral de la catedral de esa villa pirenaica al que acusa de haber sido un colaboracionista del Gobierno intruso y de haber causado numerosos perjuicios a los patriotas, lo que según el denunciante pueden atestiguar el canónigo de Biescas Francisco Sensebe, el médico Barrio y otros. No teniendo respuesta de parte del fiscal, el procurador, considerando que el doctoral continúa con sus acciones, apoyado «por el proceder y escandalosas condescendencias» con los ocupantes del obispo jaqués Lorenzo Alagüero, el cual incluso acompañó el entierro del suicida Lapeyrollerie, gobernador francés de la plaza, y que sigue causando perjuicios en el presente con sus escándalos y desórdenes, envía a primeros de enero de 1815 una nueva denuncia a Palafox. Este, tras leer los cargos, aunque piensa que los acusados son inocentes,
manda que se escriba al obispo de Jaca para que informe sobre este particular, pues su opinión la cree muy conveniente. El obispo responde el 29 de enero diciendo que se ha quedado sorprendido de semejantes delaciones y que son «detestables calumnias suscitadas por algunos malvados para dañar el honor y reputación del doctor», el cual, según el obispo, respira «patriotismo, amor al rey nuestro señor que tan sabiamente nos gobierna» y un odio tal a los franceses que Lomet, que mandó por algún tiempo en Jaca, le sentenció a ser fusilado, sentencia que al final no se cumplió pero que no escarmentó al doctoral, que no dejó de manifestar su indignación contra los franceses, quienes en julio de 1813 lo llevaron a ser juzgado ante el general Páris. Este, recién llegado de Zaragoza, ordenó su traslado a Francia como prisionero, lo que tampoco se verificó por salir precipitadamente Páris de Jaca acosado por las tropas de Espoz, aunque el comandante francés Labrot leyó la tarde del día 19 de agosto la condena del doctoral dispuesta por Páris, en presencia del clero y de los principales vecinos, congregados todos ellos en casa del obispo por orden del gobernador Deshorties. El doctoral, temiendo se ejecutase en su persona «algún atropellamiento y violencia», se fugó a Zaragoza, donde permaneció hasta que supo que habían desocupado Jaca los franceses. Con fecha 28 de mayo de 1814, Pedro Madrazo, administrador de Rentas de Fraga escribe a Palafox denunciando como afrancesado a Joaquín Isach, que ha sido factor de Mequinenza y en cuya casa se ha hospedado
Informe reservado de Andrés Santolaria a Palafox sobre la actitud de algunos barbasfrentes durante la ocupación, Barbastro, 24 de mayo de 1815.
ligi AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.13/55,
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el capitán general de Aragón en una ocasión. lsach y su esposa, según el denunciante, manifestaban «grandes satisfacciones cuando padecíamos alguna derrota o perdíamos alguna plaza, no faltando jamás a celebrar estas victorias del enemigo vistiéndose de gala» y consiguieron que los franceses les concedieran la Administración de Correos. Por todo ello y con el fin de que nadie piense que Palafox se ha hospedado «en tal casa perdonando a su amo los referidos agravios hechos a la patria», Madrazo denuncia los hechos referidos. Domingo Sala, maestro armero del Real Cuerpo de Artillería y vecino de Jaca, compró en 1808 en subasta pública y por orden de Palafox, según él, una casa que había pertenecido a un rebelde español afrancesado, Bernardo Lusiñán, natural de Jaca, que se fue a servir bajo las banderas de losé. Diez años después, en 1818, el alcalde mayor de Jaca le reclama la devolución de la casa, pues, según parece, Lusiñán quiere ser comprendido en las capitulaciones de paz como si fuera francés, a pesar de haber sido un juramentado. Ante lo que considera un atropello del alcalde, que no respeta ni el fuero que como militar disfruta Sala, este escribe a Palafox para que «se anule cuanto ha obrado el alcalde mayor tan injusta y temerariamente». Palafox, leida la petición, ordena que se remita a su hermano, pues él no sabe de qué se trata, ya que no recuerda «ese permiso que dice le di para que comprase una finca de otro»."99
Anónimos Los anónimos generalmente fueron dirigidos a Palafox como capitán general de Aragón y entre ellos destaca el que le envía un «vasallo de V. E.» denunciando a José Bajolín, escribano de Alcolea de Cinca, «por la sagacidad y sofistería que lo caracteriza en tibiar los ánimos de aquellos jóvenes para que miren con indiferencia la defensa de nuestra religión y nuestra patria, que siempre ha mirado con desprecio, anteponiendo en un todo el gobierno francés, y ya ha llegado a tal exceso su pasión que cuando quiere ensalzar alguna cosa, dice es traída de Francia compuesta por un francés».'m Otro anónimo remitido a Palafox en el que se vierten denuncias y acusaciones contra ciertas personas y pueblos del Alto Aragón por su actitud durante la guerra de la Independencia es el siguiente:120 ' De Barbastro salieron los peores, que fueron de los chendarmes fundadores. Los Benasqueses se entregaron a los franceses, y contra nosotros pelearon muchas veces. Salieron de Monzón los guerrilleros que han puesto a los franceses en los agujeros Don Joaquín Pano y D. Calistro Revilla son de esta villa y muy afrancesados, ¡que maravilla! La viuda de Don Esteban Sampérez, por los buenos servicios que hizo a Napoleón, Suchet la hizo libre de contribución; y esto es tan cierto, como que el decreto lo presentó al Ayuntamiento. La Viuda del francés, Francisco el Botigudo y Drusa, no ha tenido mala musa, pues la Indecente nos ha hecho arcabucear muchisma gente. En el castillo se metió, este mucho se resistió, pero al final guando los gabachos se rindieron también a estos dos me los cogieron.
1199 AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.13/86, Denuncia contra el obispo de laca y un doctoral, leg. 5.13/42, Obispo de laca a Pala-
fox, jaca, 29 de enero de 1815; leg. 5.13/19, Madrazo a Palafox, Fraga, 28 de mayo de 1814, y leg. 5.13/7, Domingo Sala a Palafox, Jaca, 7 de diciembre de 1818. 1200 Bajolín había dicho también de Palafox que era «un revolucionario que quiere perdernos e impedirnos que gocemos lue-
go de los sabrosos frutos del Gobierno francés». AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.13/17, Carta anónima a Palafox, Alcolea de Cinca, sin fecha. '2°' AMZ/AP: caja 5, leg. 13-4.
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En Binéfar don Benito Barber, administrador de los gabachos. iVálgame Dios qué gazpacho! Don Antonio Pitarque lo mismo era ambos de un sentir, a qué carrera. Los de Fonz buenos españoles: bien lo acreditaron, pues el pueblo les quemaron. San Esteban y Tamarite de Litera su intención buena era. Y el que esta lista ha escrito dice tanta verdad como lesu-Christo.
Finalmente se transcribe la siguiente denuncia anónima, también enviada a Palafox, contra el alcalde de Alquézar: «No puedo menos de hacer presente a V. E. lo que es el alcalde de esta villa; es muy pícaro, es un contrario a las órdenes de V. E. Cuando llegó la orden de V. E. para que nos presentáramos los soldados nos dijo no fuéramos y que tomáramos los pasaportes y nos fuéramos por allí hasta que aquello se parara, con otras cosas y por eso ninguno se presentó. De todo se burla y parece un santo y es muy pícaro, no hay otro más ahogante ni más gizón, y no firmamos por que no nos atropelle a nuestras casas el alcalde Martín Laplana».12"
1207 AMZ/AP: caja 8150, leg. 5.13/40, Denuncio contra el alcalde de Alquézar, 12 de diciembre de 1814.
II. DEVENIR DE ALGUNOS DE LOS PERSONAJES QUE PELEARON EN EL ALTO ARAGÓN, TRAS EL FIN DE LA GUERRA
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ERMINADA la guerra de la Independencia, que sirvió de crisol en el que se fundieron todos los personajes que hemos citado en una causa común, la llegada de Fernando VII y la abolición de la Constitución hacen que muchos de los que han luchado juntos contra el Imperio francés peleen entre ellos
defendiendo ideas antagónicas: unos a favor del absolutismo y otros en su contra y a favor de la Constitución de 1812, durante la Guerra Realista primero y durante la Carlista después, en esta ocasión unos a favor del tradicionalismo que encarna el pretendiente Carlos, hermano del fallecido rey Fernando, y otros a favor del liberalismo respaldando los derechos de Isabel. JOAQUÍN AYERBE CASI-ILION, de Radiquero. Liberado en 1814, regresa a España y participa en la Guerra Realista al mando de una columna del Regimiento de Infantería de Aragón en Cataluña. Nombrado en 1830 comandante de batallón del regimiento de Zaragoza, en la I Guerra Carlista defiende los derechos de Isabel II. Combate en Aragón en la columna del también altoaragonés Agustín Nogueras y luego en Navarra, hasta que en 1834 se traslada a Barcelona al ser nombrado teniente de rey de esa plaza. Brigadier en 1835, es designado por Espoz comandante de la 3" brigada que opera en Gerona. Gobernador de Tarragona en 1838, en 1839 lucha contra Cabrera en el Bajo Aragón y ese mismo año es nombrado año senador, cargo que desempeña hasta 1842. En 1840 se le concede el mando de la división que opera en el Maestrazgo y el Bajo Aragón, y es nominado capitán general de Aragón. En 1841 es director del Canal Imperial de Aragón, cargo que ejerce hasta noviembre de ese año, cuando se le nombra capitán general de Navarra. Fallece en Zaragoza el 21 de agosto de 1856.1203 LORENZO BARBER, de Monzón. En 1830 se halla en Oloron preparándose para entrar en España y en octubre de 1835 se desplaza a Madrid para informar sobre la situación política en el Alto Aragón y solicitar permiso para formar una partida de infantería y caballería. DOMINGO MARÍA BARRARON VIÑALS, de Fraga. Ocupada Zaragoza, es ayudante de campo de Lazán y en 1812 alcalde mayor de Fraga. En 1823 forma parte de la realista Regencia de Urgel como consejero de Gracia y Justicia. Es intendente militar de Aragón y corregidor de Zaragoza en 1824, intendente del ejército y de Cataluña en 1827, corregidor de Madrid entre 1830 y 1834 y presidente de su Junta de Comercio. Miembro del Consejo Real en 1832, es gentilhombre de cámara en 1845 y senador en 1849. Muere en Fraga en 1852. SEBASTIÁN BLANC, de Barbastro. En 1815 es ascendido a capitán de granaderos del 2" batallón del Regimiento de Infantería de Linea de Vitoria (antes 2° de Tiradores de Cantabria) y poco después es nombrado teniente coronel, '2°4 LORENZO CABRERA PURROY, de Tamarite. A este tamaritano lo habíamos dejado con las tropas de Wellington en Francia a primeros de 1814. En 1819 asciende a teniente coronel y en 1821 se embarca para Veracruz, de donde regresa enfermo poco después. Recuperado, es agregado en 1822 al Regimiento del Príncipe, con el que participa a las órdenes del capitán general losé Palafox en la represión de la sublevación de los regimientos de la Guardia Real. En 1823 manda un batallón llamado Congreso Nacional contra los Franceses y en 1824, restablecido el absolutismo, es perseguido por sus convicciones liberales y emigra a Francia, pero es
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AGMS/1-15D de Joaquín Ayerbe,
12°4 AMZ/AP: caja 8162, leg. 12.1/57.
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detenido y procesado a su regreso. De 1825 a 1834 se halla retirado en Graus pero, reincorporado por la Guerra Carlista, se le encarga la defensa de la Aljafería en 1835 y posteriormente la persecución de carlistas en el Bajo Aragón. Luego se traslada al Alto Aragón, amenazado por el paso de la división carlista de Guergué, para encargarse del mando del castillo de Monzón, con cuya guarnición ataca y dispersa la facción de mosén Mombiola. En 1837 es gobernador militar de Teruel y en 1838 comandante general de esa provincia. Desde 1844 es sargento mayor de la plaza de Pamplona hasta 1846, en que pasa a Madrid. En 1848 es gobernador de la plaza de Ibiza, donde es nombrado brigadier, yen 1853 pasa a ser a gobernador de Huesca, donde permanece hasta 1854, año en que se traslada a Jaca hasta 1855. En 1863 queda en situación de excedencia y fallece en 1865. PABLO CASAMAYOR, de Barbastro. Regresado de su cautiverio en Francia, en 1821 es nombrado teniente coro-
nel mayor del Regimiento de Infantería del Príncipe, de guarnición en Badajoz, y en 1824 coge licencia indefinida para Valencia, donde fija su residencia. En 1826 es purificado de la conducta militar y política observada durante el Gobierno revolucionario y en 1828 nombrado jefe de la costa del distrito del corregimiento de Valencia hasta 1829. En 1833 es presidente de la Comisión Militar de la Capitanía General de Valencia, cargo que desempeña hasta 1834, año en que renuncia por su mal estado de salud. Entre 1836 y 1844 es nuevamente presidente de la Comisión Militar y de la Comisión de Revisión de Agravios de Valencia, capital donde fallece en octubre de 1860.1205 FRANCISCO CASTILLÓN ESTEBAN, de Torres del Obispo. Ascendido a teniente coronel en 1815, le sorprende en
Valencia la Guerra Realista, en la que participa al mando del Regimiento de la Reina, con el que lucha contra los franceses absolutistas en Granada y la Isla de León. Purificado en 1824, se le encomienda el mando de la 64 compañía del 1" batallón del Regimiento del Rey, de guarnición en Madrid. Tras pasar por diversos destinos, lucha en la I Guerra Carlista mandando un batallón del regimiento de voluntarios de Navarra en Teruel, Zaragoza y Navarra. En 1835 es promovido a coronel, en 1836 está presente en el primer sitio de Bilbao y ese año se hace cargo del Regimiento de Infantería del Príncipe, que manda hasta 1838, cuando pasa al de Bailén, con el que pelea en Cataluña. Brigadier en 1840 y mariscal de campo en 1843, entre 1849 y 1851 se halla como segundo jefe en la Capitanía General de Zaragoza. Posterior y sucesivamente desempeña los puestos de gobernador militar de Lérida, Barcelona, Zaragoza, Valladolid y Baleares, donde muere en 1861.1208 Mosén jost CEBOLLERO, de Monzón. En 1815 es capellán y racionero de Huerta y convencido absolutista. Se incorpora en 1822 a la partida realista de Ramón Castán para luchar contra los constitucionales. En agosto de 1835 y durante la I Guerra Carlista se encuentra ejerciendo como canónigo en Huesca, siendo comisionado para acompañar a los jefes carlistas responsables de inventariar y hacerse cargo de las alhajas y joyas existentes en las comunidades religiosas oscenses.' 207 HERMENEGILDO CEBRIÁN °MISTE, de Banariés. Regresado a España de su cautiverio en Francia en 1814, se incor-
pora al Regimiento de Infantería Ligera Tiradores de Busa y luego al batallón del general. En marzo de 1815 pasa a la compañía de granaderos del 38' batallón del Regimiento de Infantería de Línea de Aragón. En 1817 asciende a capitán y se le concede licencia absoluta para retirarse del servicio. Años más tarde se dedica a la política, yen 1836, 1843 y 1854 es elegido diputado a Cortes por la provincia de Huesca. En 1854 reside en Lupiñén y la Junta de Gobierno, Armamento y Defensa de la Provincia de Huesca le concede la máxima paga que pueda corresponderle «por los servicios prestados a la causa de la libertad y como justa recompensa por las persecuciones sufridas por sus ideas liberales, los encausamientos criminales soportados por cuestiones políticas y los perjuicios y menoscabos de mucha cuantía padecidos en sus intereses». En 1855 es designado subinspector de la Milicia Nacional de la Provincia de Huesca.' 208 Luis MARIA CISTUÉ, de Fonz. Luis Cistué, barón de la Menglana, tras participar como comandante de los somatenes en la acción del Cinca contra los franceses en mayo de 1809, continúa la guerra prestando servicios por otros lugares. En 1815 es ascendido a brigadier de infantería y fija su residencia en Zaragoza, donde en 1822 comienza a ejercer la abogacía; ese mismo año ingresa en la magistratura y es nombrado oidor de la Real Audiencia de Valencia. En 1835 la reina le nombra rector de la Universidad de Zaragoza y al año siguiente reanuda su carrera militar con el ascenso a mariscal de campo y el cargo de segundo cabo del distrito de Aragón.
°' AGMS/HSD de Pablo Casamayor. AGMS/HSD de Francisco Castillón. 207 AMH/AD de 1835: actas del 13 al 17 de agosto y Diario Constitucional de Zaragoza del 24 de julio. de 1822. 108 AGMS/HSD de Hermenegildo Cebrián. 11
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Individuo correspondiente de la Real Academia de la Historia de San Fernando y de la de Ciencias Naturales, es socio de mérito de la Económica Aragonesa y académico honorario de las de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza y San Carlos de Valencia. Fallece en Zaragoza en 1842. JOSÉ COSTA PANO, de Barbastro. Escapado de su prisión en 1814, se embarca para Inglaterra, desde donde llega a La Coruña y se presenta allí al comandante general de la plaza, quien lo destina con sus empleos al Regi-
miento de Órdenes Militares, con el que pelea durante la Guerra Realista a las órdenes del coronel Tabuenca contra los absolutistas del Alto Aragón dispersando en agosto de 1822 a la facción de Bessiéres y Mombiola, que forma parte de la del fraile trapense. En septiembre del mismo año se distingue en la sangrienta acción de Benabarre contra la columna realista de Quesada, Santos Ladrón y Eroles, en la que es derrotado y muerto Tabuenca y Costa queda contuso. Una vez recuperado, pasa destinado a la Milicia Activa de Huesca, con la que marcha a pelear a tierras de Valencia y Alicante, y al ser nombrado por el general Torrijos en septiembre de 1823 comandante general del Alto Aragón se embarca en Alicante para Tarragona. El 4 de noviembre llega a Huesca, donde es licenciado tras el triunfo de los realistas. Entre 1824 y 1832 continúa con licencia indefinida, y en 1833 es nombrado comandante de armas de Barbastro, Benabarre y sus partidos; en esta zona pelea contra los carlistas hasta octubre de 1835, en que es destinado al Regimiento de Infantería de Almansa, con el que pasa a Álava. Combate en esta provincia y en la de Guipúzcoa, y luego en Navarra en 1837 a las órdenes de Sarsfield primero, de Iribarren después en la batalla de Huesca y por fin en Barbastro a las órdenes de Marcelino Oraa. En junio se halla en Cataluña en la batalla de Grá a las órdenes directas del ayudante de campo Agustín Caminero. Es herido de bala de fusil en brazo y costado izquierdo en agosto en el combate de Herrera en Aragón. En 1838 participa en la defensa de Zaragoza la madrugada del 5 de marzo, cuando es invadida por la facción de Cabañero. Pelea luego en Navarra a la cabeza del 2° batallón del regimiento de Zaragoza hasta 1840. Mayor de batallón en este regimiento en 1840, en 1841 pasa de guarnición a Ceuta. Regresa hacia 1843 a Barbastro, donde vive hasta 1868, y posteriormente se traslada a Madrid, donde fallece en 1869.1209 JUAN CREAGH LACY, de Monzón. Hallándose en cuartel de invierno en Mendigorría, se le encarga el mando militar del reino de Aragón encontrándose, cargo que ocupa en Zaragoza cuando llega el rey Fernando a principios de abril de 1814, por lo que tiene la honra de recibirle como es debido, besar su real mano y acompañarle hasta Valencia, de donde regresa para continuar mandando dicho reino de Aragón hasta la llegada de Palafox a fines de septiembre del mismo año. Entonces pasa de cuartel a Málaga y en enero de 1816 a la provincia de Granada. En 1829 muere en Almería.1210 BARTOLOMÉ CUCALON VILLAMAYOR, de Ayerbe. Hijo de Martín Cucalón y Teresa Villamayor, nace en agosto de 1754. Ingresa en el Ejército como cadete en abril de 1770. Teniente en 1772 y capitán en 1777, es destinado en
América, donde llega a teniente coronel y gobernador de los castillos de Bocachica en 1789 y a gobernador de Guayaquil en 1801. Aunque no participa directamente en las acciones de la guerra de la Independencia sostenidas en territorio español, ascendido a brigadier en 1810, intenta volver a España para colaborar en la lucha, pero tiene que ir a Lima al ser nombrado gobernador y comandante general de Cuzco. Tras la invasión napoleónica de España dedica su empeño a mantener fieles esas provincias dependientes del virreinato de Perú y sofoca varias insurrecciones, entre ellas la de Quito, donde participa personalmente. En 1815 se embarca para Panamá y de allí a Cádiz, adonde arriba en 1816 para trasladarse luego a Madrid, donde muere en 1818.12 " JUAN DOMEC LERA, de Agüero. Preso en Lérida, es conducido a Francia, de donde se fuga a comienzos de 1814, aunque es apresado de nuevo. Regresa a España en mayo de 1814. Oficial empleado en la Orden de San Fernando entre 1821 y 1823, en 1826 es ayudante mayor en el 1 °' batallón del Regimiento de Infantería de la Reina. Llega a coronel en 1829.'212
12" AGMS/HSD de José Costa. 1210 AGMS/HSD de luan Creagh. 1211 AGMS/HSD de Bartolomé Cucalón. AGMS/I-150 de Juan Domec. Terminada la guerra, Domec, que desea que se le otorgue la cruz de distinción concedida a los defensores de Zaragoza en su primer asedio, escribe a Palafox solicitándole que le envíe una certificación que acredite que ha sido uno de dichos defensores. Este, desde Madrid, donde se halla, le envía el siguiente certificado: «Don Juan Domec, teniente coronel de los Reales Ejércitos y primer ayudante del regimiento de infantería de Aragón, 31° de línea, fue uno de los que con las armas en la mano contribuyó a la defensa de Zaragoza en su primer asedio, siendo ayudante mayor del Tercio de Voluntarios de Huesca que mandaba el actual mariscal de campo don Felipe Perena». AMZ/AP: caja 8230, legs. 1212
53.10/77 y 53.10/78.
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MANUEL ENA GALLEGO, de Ayerbe. En 1822, hallándose de brigadier en Madrid, se le traslada a Valladolid, de donde será vocal del Consejo de Guerra, y en 1823 es repuesto en su empleo de gobernador de Alcañiz, del que había sido destituido por el Gobierno liberal. En 1827 es nombrado jefe de la Brigada de Voluntarios Realistas de Alcañiz." VALENTIN FERRAZ BARRAU, de Anciles. En 1815 solicita ir a Perú, donde asciende a comandante en 1817. Regresa a España en 1825 y tres años después marcha a Filipinas como coronel de los Dragones de Luzón. Nuevamente en España, en 1835 asciende a mariscal de campo. Comandante general de la División de Caballería de la Guardia Real en 1838, llega a teniente general en 1839. Diputado a Cortes por Huesca en 1839 y en 1841, es también senador y ministro de la Guerra en tres ocasiones y por cortos períodos en 1835, 1838 y 1840, vocal de la Junta Consultiva de Guerra en 1854 y de la de Ultramar en 1855, e inspector general de la Milicia Nacional en 1843 y 1856. Alcalde de Madrid, pertenece a varias sociedades culturales y económicas y compone algunas obras sobre temas castrenses, entre ellas un Prontuario de voces de mando. El 31 de agosto de 1860 muere en El Escorial; es enterrado en la Sacramental de San Isidro, en Madrid, donde tiene una calle dedicada."" FRANCISCO JAVIER FERRAZ CORNEL, de Benasque. Nombrado en mayo de 1815 subinspector general de Caballería y Dragones del Ejército de Observación de Aragón, en julio de 1816 es jefe de la plana mayor del Ejército de Andalucía y en octubre asciende a mariscal de campo. En 1817 es subinspector de Caballería de Aragón, teniendo a su cargo los regimientos de Aragón, Valencia, Murcia, Navarra, Cataluña y Mallorca y residiendo en Valencia. En 1819, destinado al Ejército de Ultramar, se le otorga el mando de la división de caballería con el objeto de establecer un cordón de sanidad en Sevilla que consigue evitar el contagio a muchos pueblos. En enero de 1820 es jefe de Estado Mayor; en marzo, gobernador de Cádiz, donde proclama la Constitución, y en noviembre inspector general de Caballería. En junio de 1822 es comandante general de Cataluña, donde se enfrenta a los realistas de [roles, y a finales de 1823 toma su licencia indefinida con residencia en Alicante. Es perseguido por sus ideas hasta que como consecuencia del decreto de amnistía de 1831 se le reintegran todos sus despachos y rango y se le nombra comandante general de la provincia de Murcia. Ascendido en abril de 1835 a teniente general, desempeña la capitanía general y el cargo de gobernador de los reinos de Valencia y Murcia hasta que en agosto de ese mismo año se retira por sus dolencias a Alicante, donde fija su domicilio. En 1840 es nombrado presidente del Tribunal Supremo de Guerra y Marina y, en 1841, de la Junta de Revisión de Ordenanzas Generales, así como senador por Zaragoza. Muere en Valencia el día del Pilar de 1850. 12 " JOSÉ FERRAZ CORNEL, de Benasque. Capitán en mayo de 1815, al año siguiente es nombrado ayudante del 2° escuadrón del Regimiento de Dragones de la Reina. En 1820 pasa al Regimiento de Caballería de Farnesio y después al de Voluntarios de España, yen 1822 es designado oficial de la Secretaría del Despacho de la Guerra después de haber servido en la Inspección de Caballería y a las órdenes como ayudante de su hermano el general Francisco Ferraz, Defendiendo el sistema constitucional, lucha en la Guerra Realista contra los absolutistas, por lo que, terminada esta, se le aparta del Ejército con una licencia indefinida por sus ideas liberales. Trasladado a Valencia en 1827 y terminada su carrera militar, desempeña altos cargos civiles como los de diputado por Valencia entre 1837 y 1838, senador por Zaragoza en 1843, director general del Tesoro y ministro de Hacienda. Muere en Valencia el 30 de junio de 1854, día de San Marcial, patrón de su villa natal.' 2'6 ANTONIO IBARZ FAURE, de Monzón. Entre 1815 y 1817 pasa por los regimientos de caballería de Borbón, Lanceros de Extremadura y Farnesio, y en 1818 se embarca para Chile, donde se incorpora a uno de dragones de nueva creación y es herido gravemente. Vuelto a España en 1822, es agregado al Estado Mayor de la plaza de Barcelona y al año siguiente al de Lérida, en cuya provincia y en la de Huesca hace la guerra contra las facciones de los cabecillas Capapé y Santos Ladrón. Terminada la Guerra Realista, obtiene licencia indefinida para Monzón, su pueblo, y se incorpora nuevamente al Ejército para luchar contra los carlistas en 1834 con el Regimiento de Húsares de la Princesa en 1834 y con el de Almansa en 1837. Comandante de escuadrón y teniente coronel mayor en 1838, asciende a coronel en 1840.12" ANTONIO LA OLIVA CLARACO, de Jaca. Terminada la guerra continúa en el Ejército como coronel agregado a los regimientos de Gerona en febrero de 1814, de la Albuera en abril de 1814 y de Barbastro en abril de 1817; como
AGMS/H5D de Manuel Ena. AGMS/HSD de Valentin Ferraz. AGMS/HSD de Francisco Ferraz. 121° Ferraz Turmo: 86-94. '2' AGMS/HSD de Antonio lbarz. 1213 1214
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comandante efectivo de este último regimiento en 1819 se embarca para Cuba y en 1822 se traslada al castillo de San Juan de Ulúa, en Nueva España. Comendador de Isabel la Católica en marzo de 1824, morirá en La Habana en septiembre de 1830." MARTÍN LUCAS ARCAINE, de Barbastro. En 1814 es fiscal del Consejo de Generales de Valencia y al año siguiente sirve interinamente dos meses en la tenencia de rey de Pamplona. En 1819 se halla en persecución de contrabandistas y malhechores, y luego es incorporado en el r Batallón de Infantería Ligera Voluntarios de Aragón hasta septiembre de 1822, año en que pasa a la Milicia Activa de Huesca. Desde octubre de 1826 hasta junio de 1828 ejerce funciones de mayor de plaza de Zaragoza yen el otoño de 1830 se halla de observación en los Pirineos aragoneses. Entre 1831 y 1842 lucha contra los carlistas en el Bajo Aragón, es gobernador interino militar y político de Teruel, jefe del campo militar de Mallén, comandante de la Milicia Urbana, gobernador interino de Alcañiz y presidente de la Comisión Militar de Aragón y de la Junta de Exámenes de la Compañía de Distinguidos de Zaragoza. En 1843 es gobernador militar de Monzón y por ser el brigadier más antiguo en la provincia de Huesca se le encarga la comandancia general de la misma, y luego de la de Zaragoza y de la de Jaca. Individuo de la Academia de Jurisprudencia Práctica de Zaragoza, en 1847 asciende a mariscal de campo y es comandante general de Lugo y luego de Pontevedra, hasta 1848 en que pasa de cuartel a Madrid, donde fallece en 1852.1219 MIGUEL MIR GONZÁLEZ, de Fraga. En 1815 es teniente coronel con destino en el Regimiento de Infantería de San Fernando, de guarnición en Barcelona. De convicciones liberales, lucha en la Guerra Realista contra los franceses y, acabada esta, pasa al regimiento de Castilla, con el que participa en la I Guerra Carlista peleando en Burgos y Soria contra el cura Merino; luego, tras operar con el Ejército del Norte en Navarra, lo hace con el Ejército del Centro en el Bajo Aragón. Acabada esta contienda, es nombrado en 1840 segundo cabo de la Capitanía General de Granada; en 1844, gobernador militar de Zamora y luego segundo cabo de la Capitanía General de Galicia; en 1847, gobernador militar de Tortosa, y al año siguiente, comandante general de Guipúzcoa.' 22° Mosén ANTONIO MOM8IOLA, de Monzón. Finalizada la guerra, termina sus estudios eclesiásticos y llega a ser presbítero. Declarado absolutista, en junio de 1822, al ser eliminadas las partidas realistas de Ramón Castán, mosén Cebollero y otras por las tropas liberales, Mombiola toma el relevo y con el grado de capitán se dedica a combatir a los constitucionales por el Alto Aragón. Durante la I Guerra Carlista, a primeros de 1834 con el grado de coronel pelea en la frontera catalano-aragonesa hasta que el 5 de junio de 1836 es hecho preso por un destacamento de la Guardia Nacional del valle del Serrablo y fusilado en Jaca el 9 de ese mismo mes.' 221 ALEJANDRO OLIVÁN, de Aso de Sobremonte. Acabada la guerra de la Independencia, es destinado al Museo Militar de Madrid y después sucesivamente tiene cargos en el Estado Mayor General, la Dirección General de Artillería y el Archivo del Ministerio de la Guerra, empleando su tiempo libre en estudiar Física y Química, traducir algunos libros y colaborar con varios periódicos constitucionales; en 1820 es secretario de la Sociedad Patriótica de Amantes del Orden Constitucional. Escribe algunos ensayos y folletos sobre la Constitución y en junio de 1824 emigra a París, donde publica un ensayo sobre el reinado de Fernando Vil. Regresado a Huesca para visitar a sus padres, es detenido en diciembre de 1824 y trasladado preso a Zaragoza en abril de 1825, pero es liberado bajo pago de fianza ese mismo mes. En Zaragoza estudia griego y en 1828 viaja por Francia e Inglaterra y luego a La Habana, donde estudia la fabricación del azúcar. Regresa a España en 1834 y es nombrado secretario de una junta encargada de mejorar las ordenanzas militares. Escritor de teatro también, estrena en Madrid su obra El trapense en los campos de Ayerbe. Redactor de La Abeja entre 1834 y 1835, es elegido procurador por Huesca en 1836. Subsecretario del Ministerio de la Gobernación ese mismo año, tiene que emigrar nuevamente a París y, tras una nueva visita a La Habana, vuelve a España otra vez como diputado. De nuevo subsecretario de Gobernación, es elegido presidente de la comisión que prepara la Ley de Ayuntamientos y al triunfar la revolución de septiembre de 1840 es desterrado de Madrid, aunque regresa enseguida y publica entre 1840 y 1841 el Semanario Industrial, y en 1842 un trabajo sobre la Administración Pública en España. Senador vitalicio y presidente de la Sociedad General de Minas en 1845, académico de la lengua en 1846 y ministro de Marina en 1847, fallece en Madrid en 1878.
1218 AGMS/1-150 de Antonio La Oliva. U" AGMS/1-15D de Martín Lucas. 1x2° AGMS/HSO de Miguel Mir.
' 221 Diario Constitucional de Zaragoza del 26 de noviembre de 1822. GM de 1836.
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IGNACIO PANO SESSÉ, de Coscojuela de Fantova. Con el fin de la contienda se dedica a la política; es magistrado sustituto, síndico del Ayuntamiento de Zaragoza y vicepresidente de su Diputación Provincial. Abre escuelas municipales y dota a la provincia de Zaragoza de una amplia red de carreteras. Amigo de Pascual Madoz, colabora con el Diario Político de Avisos y con El Esparterista. Muere en la capital aragonesa en 1855.'222 FELIPE PERENA CASAYOS, de Huesca. Tras ayudar a sofocar el intento de sublevación de Espoz y Mina, permanece en Huesca desempeñando a satisfacción encargos relativos a la seguridad pública. En 1822, como comandante militar del Alto Aragón, participa en la Guerra Realista contra los absolutistas; acabada esta, con la victoria realista se ve sometido a una comisión purificadora y por real decreto de 8 de marzo de 1826 es declarado purificado de la conducta política y militar que observó durante el gobierno revolucionario. Desde entonces el antiguo guerrillero oscense permanece atendiendo los negocios de su casa hasta que muere en Ortilla el 21 de septiembre de 1834 a los 70 años de edad. Hoy en día descansa en la iglesia de ese pueblo.1223 PEDRO PERENA, de Huesca. Prisionero en Lérida, es trasladado a Francia y acabada la guerra regresa a España. Constitucional ferviente, da el grito de la libertad contra el absolutismo fernandino en Cataluña en 1820 y es nombrado teniente de rey de Tarragona, cargo que ejerce entre 1821 y 1823, año en que es destituido tras el triunfo absolutista. En 1835 es encarcelado por sus responsabilidades en la Comisión Revolucionaria de Barcelona y, liberado poco después, regresa al Alto Aragón, donde es designado en 1836 gobernador militar y político de Huesca, dirigiendo la Milicia Nacional y otras tropas en la lucha contra los carlistas que atraviesan el Alto Aragón. Destaca en la acción de Casbas en junio de 1836, en la persecución de la división real carlista al mando del pretendiente Carlos V a su paso por el Alto Aragón en mayo de 1837 y en las acciones de marzo de 1838 contra la columna carlista del brigadier Tarragual.'2" PEDRO MARIA Ric, de Fonz. Regresa a Zaragoza al finalizar la guerra en 1814 y, ya en la capital aragonesa, muere su esposa, la condesa de Bureta. Vuelve a ocupar su anterior cargo de regente de la Real Audiencia de Aragón y ejerce otros, como el de presidente de la Junta de Reintegros de los bienes confiscados por los franceses en Aragón, vicepresidente de la Junta de Conservación y Defensa del Reino de Aragón, vicepresidente de la Junta de Beneficencia creada para la reedificación del hospital de Gracia, ministro del Supremo Tribunal de Vigilancia y consejero de los de Castilla y de Cámara. Retirado a Fonz en noviembre de 1821, muere el 29 de marzo de 1831 y es enterrado en la iglesia de la localidad. Actualmente en la Audiencia de Zaragoza, antiguo palacio de los Luna, se conserva una placa en su memoria que dice: AL ILMO. SEÑOR D. PEDRO M' RIC Y MONSERRAT, BARÓN DE VALDEOLIVOS, REGENTE DE LA REAL AUDIENCIA DE ARAGÓN, PRESIDENTE DE LA JUNTA SUPREMA EN FEBRERO DE 1809, SOSTÉN DE LA CIUDAD EN ACIAGOS MOMENTOS, DEDICAN ESTA MEMORIA EN EL PRIMER CENTENARIO DE LOS SITIOS LA PATRIA Y LA CIUDAD AGRADECIDAS JOSÉ SANGENIS, de Albelda. Por sus méritos durante la contienda es ascendido a brigadier y nombrado gober-
nador de Lérida y jefe militar de los valles del Cinca y el Segre. Purificado el 4 de marzo de 1815, se retira a Estadilla y es nombrado en 1820 diputado a Cortes. En 1822 ingresa en la Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y un año más tarde en la Real Academia de la Historia.122' ANTONIO SARASA LOBERA, de Embún. Tras permanecer preso en los depósitos franceses de Soissons, Laon y Luneville, se fuga y regresa a España en mayo de 1814. Se presenta al barón de Eroles, quien le expide pasaporte para incorporarse en Cádiz al Batallón Ligero de Gerona, del que ha sido nombrado capitán. Destinado
"22 GEA.
Guirao, Guerrilleros; 44. ' 224 AMH/AD de 1836. AHPH: Boletín Oficial de la Provincia, 40, 15 de abril de 1838. GM de 1838. Guirao, El Alto Aragón
durante la Guerra Realista y El Alto Aragón durante la I Guerra Carlista, inédito. 1251 AMZ/AP: caja 67. leg. sin, hoja de servicios de José de Sangenís.
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al regimiento de la Albuhera en 1817, pasa a los de Valencia y Valencey en 1818. De ideas liberales, durante la Guerra Realista participa en la defensa de San Sebastián, donde es hecho prisionero por las tropas francesas al capitular esa plaza el 27 de septiembre de 1823. Una vez liberado en enero de 1824, recibe la licencia definitiva y se instala en Almudévar. En enero de 1829 es declarado purificado por la Junta de Aragón y recibe la licencia ilimitada en 1833.' MIGUEL SARASA LOBERA, de Embún. Una vez terminada la guerra, y ya en 1817, es destinado como coronel agregado al regimiento de Valencey, y el 29 de mayo se le da confirmación real del grado de comandante del Batallón Ligero de la Canal de Berdún, que le ha sido concedido por Palafox con fecha 13 de junio de 1808, aprobándose la antigüedad de la fecha expresada. 127 PEDRO VILLACAMPA MAZA DE LIZANA, de Laguarta. Llegado en junio de 1814 a Zaragoza. colabora con Palafox en preparar los planes ante el levantamiento de Espoz pero, acusado de deslealtad al rey por un asunto sucedido en Madrid en diciembre del año anterior, es detenido en Huesca por Perena y llevado a Madrid a primeros de diciembre de 1814, donde queda preso e incomunicado. Una vez juzgado, es condenado y enviado al castillo de Montjuic, en Barcelona, de donde sale en 1820 con la llegada del Trienio Liberal y es nombrado a instancias del pueblo de Barcelona capitán general de Cataluña. Posteriormente pasa con el mismo cargo a Granada desde febrero de 1822 hasta abril del año siguiente, y con el de Andalucía hasta el 11 de junio del mismo año, en que es depuesto, por lo que emigra embarcándose en Gibraltar hacia Malta y luego hacia Túnez. Regresa a España en 1833, recupera todos sus títulos y prerrogativas y es nombrado gobernador militar y político de Menorca y luego de Baleares. Desde abril de 1844 reside en Zaragoza. Senador vitalicio por Huesca en 1845, director del Cuartel General de Inválidos en 1847, capitán general en 1852, presidente del Tribunal Supremo de Guerra y Marina en 1854, muere ese mismo año en Madrid el 27 de diciembre.1228
1226 Al quedar prisionero en San Sebastián, los franceses se apoderan de su equipaje completo; para recuperar sus enseres, envia desde Huesca, con fecha 1 de abril de 1828, una relación detallada de todos ellos, la cual, por considerarse interesante como curiosidad para conocer lo que podía llevar un oficial consigo en esa época, se transcribe a continuación:
«Prendas de vestir: tres pares de botas, dos pares de zapatos, doce pares de medias de lino; dos pares de medias de algodón; dieciocho pares de calcetines de lino; cuatro pares de medias de seda; siete pantalones de paño y seis de verano; dos calzones de cachemir; nueve chalecos blancos de piqué y tres de seda y merino; doce camisas de media holanda y dieciocho de retorta fina: treinta pañuelos para el cuello y el bolsillo; dos fraques o casacas de paisano de paño; una levita de paisano de paño y otra militar; un uniforme de Campo Mayor y otro del extinguido Regimiento de la Albuera; uniforme grande y petit del Regimiento de Valencey; una gorra de granadero con sus cordones de plata; un sombrero militar de pluma con cabos finos; una gorra o cachucha militar; un sombrero de copa de paisano; dos espadas; seis sábanas de cama y seis almohadas; dos manteles y seis servilletas; tres toallas de manos; dos pares de tirantes de seda; un manta para una cama; las cruces del sitio de Tarragona y del I y II Ejército; seis cubiertos de plata; un reloj de oro y cuatro sortijas de oro con algunas piedras finas. »Libros y papeles: toda la obra de Colón; los dos tomos de la Ordenanza General del Ejército; los dos tomos de la Táctica General de Infanteria; varios Prontuarios y Tarifas militares; los dos tomos de Matemáticas por Berdejo; el Duchesne, compendio de la historia de España; la Gramática Castellana; todos mis Despachos Reales y Diplomas; varios documentos pertenecientes al Gobierno de una compañía; varios abonarés, a mi favor, de bastante valor y varios documentos pertenecientes a las cosas de mi casa y familia y algunas cosas más que por ser todas ellas de un valor más corto de lo que dejo referido no las menciono». DPFZ: hoja de servicios de Antonio Sarasa. 1227
AGMS/HSD de Miguel Sarasa. GR del 4 de noviembre de 1813. Guirao, Guerrilleros.
1228 Guirao, Don Pedro Villacampa.
III. MANIFIESTO DE LOS VERDADEROS SENTIMIENTOS DE LA CIUDAD DE HUESCA:229 L cabo de cinco años de angustia y de sobresaltos, comenzó a respirar la fidelísima ciudad de Huesca cuando en el mes de julio de 1813 vio a las tropas francesas huyendo apresuradamente hacia los Pirineos. La presencia de nuestros defensores que les daban caza y la victoria decisiva de RoncesvaIles, consolidaron sus buenas esperanzas en los días sucesivos, y el anuncio de que la Constitución Política de la Monarquía Española iba a publicarse dentro de su recinto, no puede negarse sino que dilató en gran manera su corazón ansioso de ver a España reunida y estrechada con lazos indisolubles por la concordia universal de todas las voluntades. Es verdad que la publicación se mandaba ejecutar con harta prisa, y que el que menos, hubiera deseado unos momentos para poder ventilar algunos antecedentes de importancia, porque no se descubría con toda la claridad apetecible con qué derecho se había sustituido el nuevo método de juntar Cortes al antiguo recibido en el Reino; ni si las extraordinarias por muchos títulos se hallaban legalmente revestidas de todas las facultades que ostentaban; ni aun si tenían aquel carácter de representación universal, que es sin disputa indispensable a todo soberano y legislador. Mas convenía a España presentarse desde luego a los ojos de la Europa, reunida y siempre la misma, y como por otra parte se anunciaba la Constitución como una reproducción de nuestras antiguas leyes fundamentales, como proclamaba por religión única de los españoles la Católica, Apostólica y Romana, como repetía que el rey de España era don Fernando VII de Borbón y como protestaba que el gobierno español era una monarquía moderada, creyose recibir en lo general la doctrina de nuestros padres, y así creímonos en sustancia en el mismo estado que antes del año de ocho, en el que vivieron nuestros mayores y en el que siempre se han considerados estos reinos; de manera que nuestras demostraciones, nuestros votos y nuestros vivas, se redujeron únicamente a decir: «ha triunfado la religión católica en España, ha triunfado Fernando VII, se ha conseguido el objeto que todos los españoles se propusieron cuando juraron sostenerle por su rey a costa de su sangre». Tratose de juntar nuevas Cortes a poco tiempo, pero cuando ya empezaba a manifestarse el espíritu de la Constitución y más el de sus autores; cuando el liberalismo encerrado dentro de Cádiz hasta aquella época había trasladado parte de sus fuerzas a la península y derramándose ocultamente por medio de emisarios sin número esparcía por todas partes sus máximas democráticas y sediciosas; cuando sin saber cómo se vieron temblar los fundamentos de la religión, de la nobleza y de la monarquía; cuando la impunidad de los delitos y un desgobierno universal anunciaban a las claras la proximidad de la anarquía y unas guerras civiles no muy lejanas. Eran aquellas circunstancias demasiado apuradas para que las Provincias se detuvieran a reclamar el método antiguo de formar Cortes, mayormente cuando los individuos de las extraordinarias, revistiéndose del carácter de diputados ordinarios celebraban sesiones en Cádiz y llevaban adelante sus planes sin detenerse en nada y sobre todo, el Reino de Aragón tenía menos arbitrio por haber ya nombrado sus representantes las demás Provincias. Lo único pues a que en su juicio daba lugar el estado de los negocios, fue a disponer las cosas de manera que se embarazase el movimiento impetuoso de aquella máquina revolucionaria y desoladora, para lo cual, juntos los diputados de los Corregimientos en la capital, con una conformidad y armonía de que se citarán pocos ejemplares, desechando a cuantos juzgaron adictos a las máximas de los novadores, echaron mano
1229 AMZ/AP: caja 8146, leg. 2.9/9, Manifiesto de los verdaderos sentimientos de la ciudad de Huesca expresados en el día 15 de mayo de 1814.
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de hombres generalmente conocidos por su doctrina, por su prudencia y religiosidad, sin olvidarse de la nobleza ni del clero, ni de la milicia ni de la magistratura, ni de la diplomacia ni del foro, y creando además una diputación provincial que coadyuvase a las operaciones de aquellos. Mas a pesar de estas medidas, el mal habría sido irremediable si Dios, por su infinita clemencia, no hubiera tomado la curación a cargo suyo. Desde el momento en que los diputados llegaron a Madrid, conocieron el estado lastimoso de la salud pública y contemplándose esclavos en medio de un Congreso que se apellidaba centro de la libertad, manifestaron que para salvar la Nación era menester un milagro. Este milagro era la venida del rey. Mas se hizo el milagro, el rey vino, un sentimiento de triunfo y de regocijo inundó el corazón de todos los españoles honrados y vivas innumerables, y sollozos, y lágrimas de placer, de ternura y de respeto, vinieron cercando la augusta persona de su libertador en todo su viaje desde Gerona hasta Zaragoza. Aunque S. M. no se detuvo más que cuatro días en aquella célebre capital, sin embargo tuvo el gozo de ver correr a sus reales pies las ciudades más distantes de la Provincia, y la de Huesca, la honra de ser presentada por medio de tres diputaciones, una del Ayuntamiento, otra del Cabildo y otra de la Universidad. S. M. no tiene duda que advirtió en sus semblantes un conflicto de sentimientos bien opuestos: alegría indecible por una parte, respeto y sumisión justísima por otra, y por otra, ciertos recelos y ciertas sombras y cierta opresión que anublaba todo lo demás. La veneración impedía a los vasallos penetrar en los secretos de su príncipe, y la prudencia y la sabiduría forzaban al príncipe a ocultar un corazón donde estaban ya decididos los medios de salvar a sus vasallos. Harto no obstante vieron los que tenían ojos verdaderamente filosóficos, cuando humillado el rey de la tierra en el acatamiento del rey de los cielos dejó inferir a su pueblo cuál era el principio de su política y el fundamento de sus operaciones. Habiendo partido 5. M. para Valencia, no se esperaba ya sino el momento en que dejando también esta noble ciudad se trasladase a la presencia de sus amadisimos madrileños. Mas a vista de los preparativos con que este pueblo heroico se disponía para recibirle y al oír los vivas y aclamaciones con que resonaban los aires desde los Pirineos hasta el nacimiento del Tajo, parece que debieran haber conocido a lo menos los corifeos del liberalismo, que España conservaba todavía su antiguo amor a la Monarquía y que los nuevos principios republicanos sin raíces, promovían pocos progresos. Pero sea que se hallasen demasiado adelantados en su proyecto para volver atrás, sea que presumieran fascinar al rey y a sus consejeros; sea que de alguna parte esperasen auxilio y patrocinio, lo cierto es que jamás sus periodistas anduvieron tan insolentes y desbocados ni esparcieron especies más sediciosas ni suscitaron cuestiones más atrevidas. Al rey en medio de sus pueblos se le declaraba en cautividad. Al rey en medio de sus reinos y señoríos se le contemplaba fuera del trono. Al rey viajando por sus dominios se le prescribía la ruta y las jornadas como a un prisionero, como a un pupilo, como a un esclavo. El rey, proclamado cuatro veces por todos los españoles, no era rey de España si no juraba la Constitución. y esta Constitución hollada por sus mismos autores y detestada por las Provincias, debía subsistir a toda costa o se amenazaba con prescripciones y guerras civiles. Con tal estrépito y tal aparato de animosidad y de terror, los pueblos se figuraban estar viendo en las entrañas del liberalismo un espantoso volcán próximo a vomitar estragos y desolación y escuchar aquellas desesperadas palabras de Catilina «pereceré, pero envolveré en ruinas a cuantos excitan el incendio contra mí». No es esto decir que el pueblo titubease en sostener la causa de su rey. De contado, los corazones de los oscenses trasladados a Valencia desde el 20 de abril, no esperaban sino las insinuaciones de Fernando para sellar a todo trance su resolución y fidelidad. Pero se hallaban como un ejército decidido por su general, mas acampado a la vista del enemigo puesto ya en movimiento y ordenando sus filas. En una palabra, deseaban que el rey hablase y declarase su voluntad. El rey hizo más de lo que se pensaba, habló y obró al mismo tiempo y la noticia de sus prudentes y enérgicas operaciones y de su memorable declaración llegó a Huesca por el correo de 15 de mayo, día de San Isidro y primero de nuestra efectiva restauración. Este fue el primer día en que las autoridades y el pueblo obraron con plena libertad y a impulsos meramente de sus sentimientos en el transcurso de cinco años. Porque no hubo fuerza armada, ni decretos superiores, ni tumulto popular que les obligase. No sabía aún lo general de la ciudad las nuevas venturosas que venían por el correo, cuando el juez de letras don Francisco Valdés había ya ordenado a dos alarifes que derribasen la lápida que había convertido el antiguo mercado en plaza de la Constitución. El alcalde primero don Manuel Esmir, con acuerdo del Ayuntamiento, por su parte había también hecho que colgándose de damascos la gran fachada de las Casas Consistoriales, se colocase en el medio el retrato de Fernando VII. Estas novedades y las cartas que se iban abriendo, esparcieron en un momento por todas partes el contenido de la declaración de S. M. de 4 del corriente mes de mayo. Los ejemplares de la declaración empezaron luego a correr de mano en mano y de calle en calle; y el pueblo agolpado escuchaba lleno de veneración y rebosante de alegría la voz real que en lenguaje majestuoso derrocaba la temeridad de los facciosos,
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establecía el sosiego de sus vasallos y manifestaba el cuadro de la verdadera felicidad que se preparaba a una Nación tan amante de su rey como amada del mismo. Desde este punto las aclamaciones, los vivas, los parabienes, las felicitaciones, fueron continuas. iViva Fernando!, resonaban las calles y las plazas, los edificios públicos y las casas de los particulares. iViva Fernando, viva el rey, viva la libertad, viva el restaurador, viva el padre de la patria! Las tropas, a estas voces, y sabedoras de lo que pasaba, corrieron velozmente a la plaza de la Seo, donde está la Casa de Ayuntamiento y acompañando desde aquella hora a los regidores que ya por sí mismos hacían la guardia al retrato del soberano, hicieron alarde de su sumisión y lealtad. ¡Qué espectáculo tan augusto ver todas las clases de una ciudad populosa formando otras y otras líneas detrás de la militar y alimentándose con la presencia del retrato, no más, de su dulce monarca! Esta era la situación de las cosas a las doce del día. A las tres de la tarde el regocijo rompió los diques. Fernando VII colocado al frente de las Casas Consistoriales quedaba bastantemente reconocido por soberano moderador del gobierno, pero se consideró necesario que triunfase en público de sus enemigos domésticos y que allí sobre todo, se proclamase su soberanía donde artificiosamente se había erigido el monumento que la coartaba. Formose con este objeto una procesión numerosa en la plaza de la Seo, compuesta de todos los sujetos visibles del pueblo, de varios oficiales y jefes militares, de los canónigos de la Santa Iglesia Catedral, de otras personas condecoradas del clero, de los doctores de la Universidad y de los individuos de Ayuntamiento. Abría la marcha media compañía de Cazadores de Navarra a pie y con sus tercerolas dispuestas. En el centro de las dos dilatadísimas hileras iba una orquesta de todos los músicos de la Catedral y de la ciudad, y luego seguía el retrato de S. M. conducido por el regidor decano, llevando a su espalda dos compañías de Cazadores a caballo. Toda esta comparsa se dirigió derechamente a la Cruz del Coso y como esta calle que ciñe los antiguos muros de la ciudad por poniente y medio día es anchurosa y muy larga, se había tendido en ella para solemnizar la función, toda la caballería del expresado Cuerpo. La procesión seguía majestuosamente por dentro de las barreras que prescribía la tropa y el concierto de los instrumentos alegraba los aires y el alma de los espectadores que desde los balcones y ventanas colgadas con infinita y gustosa variedad, mezclaban sus vivas con los acentos musicales, y arrebatados a vista del retrato de su rey, derramaban lágrimas de ternura, tremolaban pañuelos y daban todas las muestras de un regocijo inexplicable. Llegose por fin a la plaza del Mercado, donde estuvo fijada la lápida de la Constitución al lado de cuyo sitio se había figurado un altar con damascos y terciopelos para colocar en él al soberano triunfador. Un destacamento de caballería había formado con anticipación un espacioso circo dentro del cual se fue acomodando el acompañamiento, y puesto ya el retrato del rey en el paraje señalado, una descarga de tercerola le saludó por único, por legítimo y por verdadero rey de España según se le había jurado en el año de 1808 y en los mismos términos que lo fueron sus augustos padres y abuelos. Un diluvio de aclamaciones y de vivas no interrumpidos expresaron seguidamente los mismos sentimientos. Y para dar un testimonio del desagrado universal con que se miraba una Constitución que contra los votos del pueblo pretendía deprimir la autoridad del monarca, se encendió en frente del retrato una grande hoguera donde se convirtieron en cenizas una buena cantidad de ejemplares de aquel código democrático. Hecho esto, otra descarga anunció el complemento del triunfo del rey sobre sus malvados enemigos, y luego el Ayuntamiento dispuso un magnífico refresco a que fueron admitidas y convidadas innumerables gentes, sazonando la magnificencia del convite con la armoniosa suavidad de una grande orquesta. Este fue el fin del día 15 de mayo de 1814 en la ciudad de Huesca. La entrada de su noche, aunque en fin de luna fue clarísima, por su vistosa Iluminación y su memoria será duradera en tanto que sus habitantes encuentren posteridad a quien trasmitirla. Huesca 26 de mayo de 1814. Manuel Esmir, alcalde. Manuel Tierra, síndico.
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