Martes, un lugar en la historia

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COSAS NUESTRAS

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Martes, un lugar en la historia Miguel Jarne Maisonave


Martes, un lugar en la historia


Martes, un lugar en la historia

Miguel Jarne Maisonave


Jarne Maisonave, Miguel (1949-) Martes, un lugar en la historia / Miguel Jarne Maisonave. — Huesca: Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2016. — 172 p. : il. bl. y n. ; 21 cm (Cosas Nuestras; 40) Bibliografía: pp. 163-169 DL HU-29/2016. – ISBN 978-84-8127-273-4 Martes – Historia 908 (460.222 Martes)

© Miguel Jarne Maisonave © De la presente edición, Instituto de Estudios Altoaragoneses 1.ª edición, 2016 Colección: Cosas Nuestras, n.º 40 Director de la colección: Carlos Garcés Manau Diseño: José Luis Jiménez Cerezo Comité editorial: Julio Alvira Banzo, M.ª Pilar Benítez Marco, Ramón Lasaosa Susín, Antonio Turmo Arnal y Eduardo Viñuales Cobos Coordinación editorial: Teresa Sas Bernad Corrección: Isidoro Gracia Fotografías: Archivo del autor, Patrick Irenée y Javier Blasco Imagen de cubierta: Vista de la iglesia desde el camino de la fuente (Foto: Javier Blasco) Instituto de Estudios Altoaragoneses (Diputación Provincial de Huesca) Parque, 10. E-22002 Huesca Tel.: 974 294 120. Fax: 974 294 122 www.iea.es / publicaciones@iea.es Impreso en España Imprime: Gráficas Alós. Huesca ISBN: 978-84-8127-273-4 IBIC: RGL DL: HU-29/2016


A todos los martesinos de antes y de ahora, de nacimiento o de adopciรณn, que han hecho posible la vida a lo largo de los siglos y han logrado con su esfuerzo que esta localidad siga viva A mi familia, Charo, Roberto y Carla



Prรณlogo

ร NDICE



Averiguar la historia de una pequeña localidad como Martes ha sido un trabajo gratificante y a la vez laborioso, pues la mayoría de los estudiosos y eruditos se han fijado en las ciudades más grandes a la hora de escribir los acontecimientos históricos. No obstante, indagando en multitud de libros, documentos y algunos archivos, he podido componer esta nuestra historia y ponerla a la luz para su conocimiento. La historia no es un proceso lineal, no hay una ruta única, no hay reglas que expliquen el proceso histórico, ni tampoco determinismos que permitan pronosticar los hechos ni dotar a la historia de un unívoco sentido teológico como si el hombre no pudiera modificarla. Debe señalar los acontecimientos históricos y los seres humanos que la protagonizaron; se debe armonizar lo académico con lo narrativo ofreciendo unos niveles de lectura agradables al público. En esta historia, como en muchas otras, hay saltos en la narración de los hechos a lo largo de los años, pues en la mayoría falta documentación que responda a los acontecimientos que se pudieron vivir, y que desgraciadamente se perdieron por las distintas guerras, saqueos y otras circunstancias. Asimismo, hay una época, la más antigua, para la que, por carecer también de documentos escritos, nos tenemos que basar en los pequeños restos arqueológicos y en los estudios sobre la toponimia, que indican la raíz y el origen de nuestra localidad. Nuestro pueblo, Martes, tiene desde mi punto de vista tres características importantes, que lo hacen distinguirse y marcar unas notas de identidad, como son su historia, de unos dos mil años de antigüedad; su pertenencia al Camino de Santiago; y el estar a la orilla del río Aragón con su famoso Puente. Sobre estas tres señas de identidad he basado este libro.

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Desearía, por último, mostrar mi agradecimiento a todas las personas que me han ayudado para que este libro vea la luz, y principalmente: Al personal del Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación Provincial de Huesca. Al personal del Archivo Histórico Provincial de Huesca. Al personal de la Biblioteca Pública de Huesca. A los vecinos de Martes. A la Asociación Cultural La Fragua de Martes. Al Ayuntamiento de la Canal de Berdún. Al Museo Etnográfico de Martes. A mi mujer, Charo. Y a Patrick Irenée y Javier Blasco, por sus fotografías.

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Apuntes geogrรกficos

ร NDICE



Martes se encuentra en la provincia de Huesca, perteneciente a la comunidad autónoma de Aragón, en la comarca de la Jacetania, mancomunidad de la Canal de Berdún, y forma el Ayuntamiento de Canal de Berdún junto con Berdún (su sede), Biniés, Huértalo, Majones y Villarreal de la Canal. Posee una extensión de 139,6 km2, una población de 367 habitantes (según el censo de 2015) y una densidad de 2,60 hab./km2.

Martes desde el Pullicar. (Foto: Javier Blasco)

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Martes, un lugar en la historia

La evolución demográfica del Ayuntamiento de la Canal de Berdún desde la mitad del siglo xix hasta nuestros días ha sido la siguiente: Año

Habitantes

Año

Habitantes

Año

Habitantes

Año

Habitantes

1842

600

1910

952

1960

588

2010

396

1877

813

1920

848

1970

745

2012

365

1887

811

1930

1014

1981

550

2013

385

1897

912

1940

897

1991

459

2014

376

1900

919

1950

773

2001

422

2015

367

El Ayuntamiento de la Canal de Berdún forma, junto con otros cuatro, la mancomunidad de la Canal de Berdún. Estos otros cuatro Ayuntamientos son: • Bailo, con las localidades de Bailo, Arrés, Alastuey, Arbués y Larués. • Puente la Reina de Jaca, con Javierregay, Puente la Reina y Santa Engracia. • Santa Cilia, con Somanés y Santa Cilia. • Santa Cruz de la Serós, con Binacua y Santa Cruz de la Serós. Nuestra localidad está situada a 616 metros de altitud, en una zona llana, junto al barranco del Tobo, afluente, por la izquierda, del río Aragón, asentada sobre una formación sedimentaria no marina formada por una alternancia de estratos de arcilla y areniscas, llamada serie Melasa, y que se formó en el período Oligoceno, hace unos 37 millones de años, en la era terciaria. Su término tiene una extensión de 1837 hectáreas y limita con los términos de Bagüés, Mianos, Arrés y Berdún. Sus coordenadas geográficas son: 42º 34’ 21’’ latitud norte y 0º 53’ 26’’ longitud oeste. El clima es de media montaña influenciado por los frentes que barren el norte de la Península y llegan a través de Navarra. Está situada a 5 kilómetros de Berdún por donde pasa la nacional-240 que une Pamplona y Jaca; a 30 kilómetros de esta última localidad; a 85 kilómetros de Huesca y a otros 85 de Pamplona.

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Apuntes geográficos

Celebra sus fiestas mayores el 31 de agosto, la Degollación de San Juan Bautista, aunque antiguamente la fiesta mayor era la Candelaria, el 2 de febrero, que hoy es la fiesta pequeña. El 15 de agosto se celebra una romería a la ermita de San Pelay, rememorando la que se celebraba en el mes de mayo. El gentilicio de los habitantes de Martes es el de martesinos.

Vista general del núcleo urbano. (Foto: Javier Blasco)

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Arquitectura religiosa y civil de Martes

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La arquitectura religiosa de la localidad consta actualmente de la iglesia parroquial y de dos ermitas. La iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de las Candelas, está situada fuera del casco urbano, localización poco común en los pueblos de la zona. Su orientación, como muchas de las construcciones medievales, sigue la dirección este-oeste. Es un edificio de cantería del siglo xv, resultado de ampliar un templo gótico en la primera mitad del siglo xvi, que fue reformado en el siglo xvii. Consta de una nave principal y de una segunda más estrecha y corta en el lado del Evangelio, prolongada por la sacristía, que cierra recto el muro en la cabecera. En dicho lateral quedan restos medievales —un arco apuntado y una delicada decoración floral y vegetal gótica en la portalada de la sacristía—, mientras que del siglo xvi perviven dos bóvedas de crucería estrellada. Las demás fueron sustituidas por otras de cañón con lunetos y arcos fajones que apean en llamativas ménsulas de abultado relieve. Posee un amplio coro. La portada gótica es abocinada, formada por arquivoltas entre dos pináculos con el símbolo del monasterio de San Juan de la Peña, el Agnus Dei coronado, que representa un cordero como símbolo de san Juan Bautista pasante a la derecha y con su cabeza girada en sentido contrario portando una cruz como estandarte, con la leyenda debajo que dice «San Juan de la Peña», lo que demuestra la pertenencia a dicho monasterio durante varios siglos como lugar de su jurisdicción. En el interior se conserva un valioso retablo de estilo gótico hispano-flamenco realizado entre 1480 y 1505; además, se pueden apreciar otros retablos de interés, varias tallas de calidad y cuadros de variada antigüedad.

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Martes, un lugar en la historia

Atrio y portada de la iglesia.

Agnus Dei coronado en el atrio. (Fotos: Javier Blasco)

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Arquitectura religiosa y civil de Martes

Iglesia de Nuestra Señora de las Candelas de Martes. (Foto: Javier Blasco)

Las dos ermitas a las que me he referido son las de San Pelay y la de Nuestra Señora de Javierremartes. La ermita de San Pelay, junto al kilómetro 27 de la carretera de Bailo a Bagüés, es un templo de factura popular, reconstruido varias veces, con partes de los siglos xvii y xviii. La de Nuestra Señora de Javierremartes, que pertenece a la pardina Solano, es de origen románico, del siglo xii, y era la iglesia del antiguo poblado que existió allí llamado también Javierremartes. Aparece citada en los cartularios de Siresa (siglo x) y de San Juan de la Peña (siglo xi). Se compone de una nave de tres tramos, el último hundido y cerrado por el último arco fajón, por lo que este tramo queda al exterior si bien delimitado por los muros originales a ambos lados y el hastial, y se cierra con un ábside semicircular cubierto con bóveda de horno. Exteriormente refuerza sus muros con una serie de robustos contrafuertes, abriéndose en el centro del ábside un gran arco

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de medio punto donde se inscribe un vano más estrecho. Similares vanos se abren en los muros del norte y del sur, tocando con el presbiterio, mientras que la puerta de ingreso de arco de medio punto se abre en el poniente hacia la zona de los pies del edificio. Su interior, completamente encalado y apuntalado por el gran deterioro que sufre y las numerosas grietas que la recorren, ofrece tres arcos fajones que apean en sus correspondientes pilares, la imposta que recorre todo el edificio justo antes del arranque de las bóvedas y las citadas ventanas de arco de medio punto y abocinamiento interior. En las inmediaciones había una tercera ermita, la de San Sebastián, de la que hoy no quedan vestigios. El conjunto urbanístico de Martes está declarado Conjunto Histórico-Artístico, según el Decreto 2224/1962 de 5 de septiembre (BOE de 7 de septiembre), dentro del Camino de Santiago, y ratificado por la Resolución de 25 de junio de 2001 del Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Aragón (BOA de 20 de julio).

Vista general de la ermita de Javierremartes. Fachada sur. (Foto: Patrick Irenée)

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Arquitectura religiosa y civil de Martes

Entorno de la ermita.

Puerta de la ermita.

Ă bside de la ermita. (Fotos: Patrick IrenĂŠe)

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Muestra un trazado regular, casi circular, con una estructura densa de manzanas irregulares distribuidas a lo largo de pequeñas calles estrechas y contornadas. Esta estructura surge como el resto de un pueblo antiguo encerrado por un cerco de carácter defensivo y es parecida a la de Villanúa. Fuera del núcleo principal, además de la iglesia, aparecen unas casas o construcciones aisladas. Destacan su gran plaza y encantadores rincones como el que forman Casa Sanz, Casa Gil y Casa Moreno en torno a un pozo, o la pequeña plaza en la antigua Casa Consistorial con su ventanilla conopial geminada, hoy Museo Etnográfico de la localidad gracias al empuje de la Asociación Cultural La Fragua, la cual intenta poner en valor las características de la localidad en todos sus aspectos y vertientes. Predominan en sus casas la piedra y la teja de estilo árabe; la piedra es de muy buena calidad, proveniente en su mayoría de una cantera próxima al pueblo. Abundan las portadas en arco de medio punto doveladas (Casa Callao, Casa Labarta, Casa Marco), y las adinteladas con muesca apuntada o con peculiar dintel triangular a modo de frontón (antigua Casa Consistorial, Casa Gil, Casa Nicolás, Casa Musico). Se conservan también chimeneas troncocónicas.

Cartel informativo de la riqueza monumental de Martes. (Foto: Javier Blasco)

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Arquitectura religiosa y civil de Martes

Escudo de Casa Marco.

Escudo de Casa AndrĂŠs.

Escudo de Casa Musico.

Escudo de Casa Callao.

Escudo de Casa Cacho.

Escudo de Casa Cacho.

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Estructura primitiva y plano actual de Martes. (Según Jean Passini, Aragón. Los núcleos urbanos del Camino de Santiago, 1988, pp. 63-64)

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Arquitectura religiosa y civil de Martes

Casa-palacio de los MartĂ­nez de Aspurz.

Granero, junto a la iglesia.

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Imponente es la casona solariega de los Martínez de Aspurz (1758), Casa Martínez, familia infanzona aragonesa radicada en la localidad de Pintano aunque oriunda de Martes con individuos documentados desde el siglo xviii, que ocupa un solar exento de 425 m2, donde antiguamente estaba la Portaza de Jaca, dominando la Canal de Berdún hacia el este, y destacando su portada adintelada con balcón coronado por el escudo de la familia y las fachadas de sillería; interesante es el alero de madera labrada, y que está, como todo el edificio, deshabitado y en deficiente estado de conservación, deteriorándose año tras año. Hay graneros de esmerada construcción como los situados frente a la iglesia y en la parte alta del pueblo, seguramente este el que figura en documentos de la Edad Media. También es de interés la fuente a las afueras del pueblo en el camino a Mianos, con cuidada sillería y con restos de inscripción que podría ser del siglo xvi, reformada hace unos pocos años con un jardín y una zona de juegos infantiles a su alrededor.

Fuente de sillería del siglo xvi.

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Nuestra historia

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La historia nos enseĂąa, otra cosa es que sepamos aprender.


La historia de un pueblo es siempre la suma de muchas historias a lo largo de los siglos, historias grandes y pequeñas, importantes o superficiales; para conocer esa historia hay que bucear en muchas bibliotecas y archivos. Y cuando se trata de un pueblo pequeño como el nuestro, las dificultades aumentan porque los historiadores se han fijado más en los pueblos y ciudades grandes. Aun así, el conocimiento de los hechos históricos de nuestra localidad, que aparecen en los documentos, hace que tomemos más cariño por el ayer y cuidemos con más esmero el hoy y el porvenir del pueblo. Conocer la historia propia es una forma de garantizar la pervivencia del futuro. Tres características sobresalen en la idiosincrasia de Martes: una larga historia de más de dos mil años; encontrarse en uno de los tramos más concurridos en la antigüedad del Camino Francés a Santiago en su parte aragonesa; y estar a orillas del río Aragón, que dio nombre al reino y a una corona que se formó en la Alta Edad Media y configuró la España que hoy conocemos.

Edad Antigua: origen El prehistoriador aragonés Martín Almagro señalaba esta zona como límite occidental de la expansión de los iacetanos, con capital en Iacca (Jaca); por el otro lado, en la actual Navarra y las Cinco Villas, estaban los suesetanos, pueblo indoeuropeo, llamados también los belgas por su origen, instalados sobre el 600 a. de C. y portadores de una lengua celtibérica que ha dado lugar a nombres terminados en -un-, como Navardún, Berdún, Gordún. Tanto los iacetanos como

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los suesetanos fueron sustituidos en nuestra zona por los vascones en el siglo ii a. de C., lo que significó la aparición de varios topónimos terminados en -arre-, -erre-, como Arrés, Javierremartes, Javierregay, Javierrelatre, que se mantienen hasta la Edad Media en mezcla con el latín. La reseña histórica no puede comenzar antes por carecer de datos de estos pobladores primitivos que hubo en la zona. Sí conocemos algo por los restos megalíticos encontrados en los valles próximos de Hecho y Ansó, como en Acherito, en Aguas Tuertas, en Guarrinza o en el dolmen de Lizara. El profesor Fatás califica de «dolorosa ausencia de excavaciones en la provincia de Huesca, que producen un vacío escandaloso» y que afecta también al pasado romano; todo esto hace que los datos de esta época sean muy escasos e imprecisos. Empezamos a tener datos más fidedignos cuando en el año 195 a. de C. el cónsul romano Marco Porcio Catón conquista toda la parte norte de la provincia de Huesca incluida la villa de Jaca, sometiendo a los iacetanos, suesetanos y vascones al Imperio romano y empezando así la romanización de la Canal de Berdún. De la época romana se han encontrado yacimientos en Artieda (Forau de la Tuta y Campo del Royo, las villas romanas de Corrales de Villarués, Rienda y Viñas de Sastre); las necrópolis de Arroyo Vizcarra en Ruesta; y otros restos arqueológicos en Mianos, Escó y Sigüés como poblaciones cercanas, así como miliarios (piedras cilíndricas que señalaban las millas romanas en las calzadas), en los alrededores del castillo de Javier, cerca de Sangüesa, todos en la calzada romana Iacca-Pompaelo (Jaca-Pamplona) y en la que iba de Iacca a Cara, hoy Santacara en Navarra entre Carcastillo y Caparroso a orillas del río Aragón en la vía que unía Caesaraugusta con Pompaelo, según el Itinerario de Antonino. La calzada de Iacca a Pompaelo tuvo mucha importancia, pues recibió el nombre de strata que solo recibían las vías romanas que unían poblaciones importantes y que desde Arrés y Martes, continuaba por Mianos y Artieda hacia Pamplona, y canalizaba las comunicaciones que venían desde Jaca por todo el valle del río Aragón y el Summus Portus, y también las que venían desde las Galias a través del puerto de Palo y el valle de Hecho, comunicando esta zona con el norte de la Península. El Camino de Santiago seguía y sigue hoy día muchos tramos de esta antigua calzada romana por nuestra zona, lo que que-

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Nuestra historia

da atestiguado por los restos de un pequeño puente romano que salvaba el barranco de la Guarda entre la pardina de Solano y la aldea de Javierremartes, dentro del término de Martes, y que demuestra la importancia de esta zona en las comunicaciones del Imperio romano sobre todo en la época bajo imperial. Desde época ibérica y romana las variedades agrícolas más importantes que se cultivaron en la localidad fueron: el trigo, la cebada, el hordio, el centeno, las legumbres y la vid. También tuvo su importancia el olivo, pues en el siglo xii se cita en un documento la «heredad aceitera arrendada en Martes». El lino y el cáñamo fueron plantas imprescindibles, y los huertos y árboles frutales como manzanos y perales completaban las especies productivas en Martes. En cuanto a la ganadería, hay que destacar desde muy antiguo el boalar, pasto forestal comunal para ganado mayor. Y como explotaciones extractivas hay que señalar la cantera, en

La romanización del Viejo Aragón. (Según Alberto Gómez García, La sede real de Bailo: historia de unas gentes de montaña, 2007, p. 112)

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el camino a San Pelay, para obtener piedra de muy buena calidad para las construcciones, así como la grava en las gleras del río Aragón. También se extrajo en la antigüedad cal de la piedra caliza en el término de Calcones, próximo al barranco del mismo nombre y en el límite con Mianos.

Martes o Martés El nombre de Martes o Martés, según muchos historiadores, es de origen latino, por tanto, se puede deducir con cierta seguridad que es durante la dominación romana cuando se formaría el primitivo núcleo que daría lugar a esta localidad. El Dr. Gerhard Rohlfs, investigador y filólogo alemán, propuso en su obra Aspectos de toponimia española (1956) que el nombre de Martes es de origen religioso, pues vendría de la mitología romana relacionado con el culto al dios de la guerra (Marte); supone que existiría allí un pequeño templo dedicado a esa divinidad, como los había en otros lugares del Imperio romano dedicados a otros dioses. Este nombre persistió a lo largo de la historia a pesar de los esfuerzos del cristianismo por eliminar los vestigios del culto pagano. Es de señalar que el cristianismo utilizó a otro santo guerrero para su veneración como fue el arcángel san Miguel (junto al pueblo está la partida de San Miguel). Otro insigne profesor e historiador, Agustín Ubieto Arteta, en su libro Toponimia aragonesa medieval (1972), indica que el nombre de Martes podía venir del nombre latino Martius, que pudo ser un romano latifundista o un patricio a quien por sus servicios al Imperio, le donaron estas tierras y dio nombre a unas casas que se convertirían después en villae, pues se sabe que en época imperial romana (siglos i-iii d. de C.) florecieron estos asentamientos en los terrenos fértiles del río Aragón. Por tanto, cabe deducir con cierta veracidad, a falta de restos arqueológicos y documentos escritos, que Martes se originó en la época romana y dentro de los dos primeros siglos de nuestra era. Otros historiadores como Ramón Menéndez Pidal en su obra Toponimia prerrománica hispana (1952) señala también el origen latino de Martes; y Manuel García Blanco igualmente propone el origen del nombre de Martes como romano derivado de Martius. 34 ÍNDICE


Nuestra historia

También hay que señalar la discusión planteada acerca de si la palabra que designa a nuestra localidad es Martes o Martés, pues a lo largo de la historia aparecen las dos formas. En primer lugar, debemos señalar que en los escritos primeros de origen latino no había tildes en las palabras y, por tanto, aparece la palabra Martes (amartz) en pronunciación llana; en otros escritos de los siglos xvi a xviii aparece con tilde en la última sílaba, Martés, siguiendo los nombres de otras localidades próximas como Arrés, Biniés, Atarés, Bagüés, Larués, Sigüés o Arbués. Los partidarios de esta última forma achacan a los partidarios de la forma llana la deformación debida al día de la semana y abogan porque la forma original sea Martés. En la actualidad, parece que en aragonés el nombre es Martés y en castellano Martes. Además, es interesante señalar que la palabra martes alude al género de una especie animal llamada marta (Martes martes es su nombre científico), carnívoro mustélido de unos 60 centímetros de largo de

Entrada a la población.

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Martes, un lugar en la historia

color castaño y de piel muy apreciada. En Aragón se localiza en las sierras pirenaicas y prepirenaicas habitando en los bosques de coníferas (pinos y abetos), aunque es difícil de localizar. ¿Es posible que esta zona tuviera una gran población de este animal y por eso a este lugar se le llamara con el nombre de Martes? Se sabe que antiguamente la población de este animal era muy abundante en nuestra zona, y que debido a la abusiva caza por su apreciada piel y a la gran deforestación de muchos bosques realizada a lo largo de los siglos, su número disminuyó drásticamente, siendo hoy una especie protegida desde el año 1975.

Edad Media La historia vuelve a hacerse oscura en el período que va hasta la invasión musulmana (año 714 con la toma de Zaragoza) en la que ya aparecen escritos relacionados con el paso de los ejércitos árabes hacia Francia y Pamplona por esta zona. Se sabe que Martes y su comarca estaban en el límite norte de la zona dominada por los árabes llamada «Frontera Superior», que tan pronto estaba bajo el dominio musulmán como del dominio de los pequeños grupos de montañeses que resistían al poder árabe desde los valles pirenaicos; a muchas de estas zonas se les permitió conservar su fe y sus bienes a cambio de pagar unos impuestos, pero que no quedaron exentas de esporádicas campañas que arrasaban pueblos y cosechas. Eran territorios ocupados por pequeñas guarniciones musulmanas, pero no sometidos, y que poco a poco fueron liberándose y rechazando el poder árabe. En los primeros años del siglo ix esta zona estuvo bajo la influencia de Carlomagno que trataba de asegurarse el frente meridional de sus estados con una barrera protectora en la vertiente sur del Pirineo. Ya en el año 778 el emperador Carlomagno mandó una expedición contra los árabes que llegó hasta Zaragoza y que terminó en fracaso, volviendo a Francia por estas tierras y atravesando los Pirineos por Roncesvalles. En el año 781 Abd-al-Rahman I realizó una campaña contra Pamplona y, siguiendo el curso del río Aragón, se dirigió hasta Jaca, devastando toda la comarca. 36 ÍNDICE


Nuestra historia

Entre los años 806 y 809, el conde galo Aureolus, enviado por Carlomagno, ocupó la comarca; después el walí (gobernador) de Huesca, Amrus, invadió este territorio hasta el 812 y nuevamente el conde carolingio Heribert se hace con esta zona. Después aparece el conde Aznar Galindo como señor de estas tierras y su hijo Galindo Aznárez I es también señor del valle de Hecho y funda el monasterio de San Pedro de Siresa en el año 833. Poco a poco, según los historiadores, este territorio va adoptando el nombre de Aragón, debido a los dos ríos que lo atravesaban y que lo limitaban. Hacia la mitad del siglo ix (860) la Canal de Berdún, Pamplona y otras zonas pirenaicas están claramente separadas de la sumisión al islam, marcando la frontera en una línea imaginaria que discurría por las sierras de Luesia, La Peña, Salinas, Loarre y Guara. En el 907, otro walí, Muhammad-al-Tawil, volvió a invadir el territorio para atacar al rey de Pamplona Sancho Garcés I (905-925). La reacción de este no se hizo esperar y supuso la derrota del walí, por lo que toda esta zona pasó a la corona del rey de Pamplona. Durante estos años las razzias de los árabes fueron esporádicas, pero seguían arruinando las cosechas y los pueblos. En el año 920 el conde Galindo Aznar II se extiende por toda la Canal de Berdún y llega por el este hasta la ribera del río Gállego; y en el 925 esta comarca de la Canal pasa otra vez al dominio del rey de Pamplona, Sancho Garcés I. Nuevamente, en el 924 Abd-al-Rahman III ataca Pamplona y devasta todo a su paso, huyendo muchos de sus habitantes hacia San Juan de la Peña y otros lugares de las montañas. Finalmente, en el 999, Almanzor realizó la última y más devastadora destrucción de estas tierras, entre ellas Martes y Berdún, llegando hasta Siresa y el Campo de Jaca, destruyéndose muchos documentos guardados en los conventos y monasterios. En estos siglos de influencia y ataques de los árabes desde el valle medio del Ebro, la devastación de los pueblos y cosechas fue una constante, llegando los historiadores a hablar de una desertización de la orilla izquierda del río Aragón. En este momento aparece por primera vez el nombre de Aragonum tomado de los dos ríos de denominación gemela y diferenciados por el calificativo de Subordán aplicado al afluente. Este territorio iría, como límite por el sur, desde Senegüé en el Gállego hasta Sangüesa. 37


Martes, un lugar en la historia

Estatua de Ramiro I en Jaca.

Sancho Garcés III el Mayor, rey de Pamplona (1004-1035), fue reconstruyendo el territorio, ampliando las fronteras y poniendo bajo su jurisdicción nuestra comarca. A la muerte de este rey, el 18 de octubre de 1035, el territorio quedó dividido, según él había dejado en su testamento, en cuatro zonas: Pamplona, Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, y Castilla. Estas zonas fueron repartidas entre sus hijos: al primogénito García le correspondió el Reino de Pamplona. A Ramiro (Ramiro I), que aunque era el mayor, era hijo natural aunque reconocido, le correspondió el antiguo condado de Aragón junto con otras tierras y villas que no habían formado parte del dominio aragonés como la Onsella, Bailés, Tena, la cuenca izquierda del Gállego y algunas fortificaciones como Uncastillo, Luesia, Sierracastilla, Agüero, Carcavilla, Nocito y Secorún; en total unos 4000 km2. Al tercer hijo, Gonzalo, le correspondieron las tierras de Sobrarbe y Ribagorza; y al último, Fernando, el condado de Castilla.

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Nuestra historia

El Bailés Martes perteneció durante algún tiempo de la Edad Media a lo que se conoció como Territorio del Bailés, cuya sede principal era Bailo y que comprendía también Larués, Arrés, Arbués, Alastuey, Paternoy, Villalangua, Salinas y Ena, entre otras poblaciones hoy desaparecidas. En la zona más próxima al río Aragón, además de Arrés y Martes, se encontraban Samitier Viejo, San Vicente de Arrés, Santa Coloma de Arrés, Samitier Nuevo (hoy venta Samitier), Iborrín (Ibort), Giso (despoblado entre Arrés y Santa Cilia), pardina Cascallo, Calcones, Borigüela y Javierremartes. Esta mancomunidad del Bailés actuó entre los siglos viii y x como una hermandad con fines defensivos, pero también servía para compartir los recursos naturales de la zona entre ellos los pastos; y constituyó, además, una hermandad política. Al principio, Bailo fue sede real del rey de Pamplona, pero posteriormente el dominio del monasterio de San Juan de la Peña sobre estos pueblos hizo desaparecer esta mancomunidad que perdió toda su fuerza con el paso del tiempo.

Panel de los pueblos desaparecidos en el Camino de Santiago.

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Borigüela (Boligüela) era una antigua aldea cerca de Martes, situada al norte de la población y al este de Calcones, en la ribera del río Aragón. En 1042 se cita en un falso documento, y en el siglo xiii pertenecía al obispo de Jaca, pudiendo haberse integrado en la honor del castillo de Larués, del mismo señorío. Calcones (Calcons), por su parte, fue una antigua aldea de Martes, situada al noroeste de la villa y al oeste de Borigüela, a orillas del barranco que lleva su nombre y en los actuales límites entre las provincias de Huesca y Zaragoza. En 1272 el monasterio de San Juan de la Peña atreudaba (arrendaba) a Blasco Artal, prior de Santiago de Luna, la aldea o pardina de Calcones; en 1280 se cita en un documento su iglesia y en 1378 sus rentas estaban asignadas al abad de San Juan de la Peña. Es de señalar que el nombre proviene de la obtención de cal de la piedra caliza que se sacaba en su término. De los 60 asentamientos documentados en esta zona del Bailés entre los siglos x-xii, cuatro siglos más tarde ya solo aparecen 33, y hoy día apenas hay 10 localidades que estén pobladas: Alastuey, Arbués, Arrés, Bailo, Ena, Larués, Martes, Paternoy, Salinas de Jaca y Villalangua.

La pardina del Solano y la Canal de Berdún desde la ermita de Javierremartes.

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Nuestra historia

Territorio del Bailés y límites de la sede real de Bailo (911-1134). (Según Alberto Gómez García, La sede real de Bailo: historia de unas gentes de montaña, 2007, pp. 15 y 309)

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Martes, un lugar en la historia

Monte Pullicar, donse se ubicaría el castillo de Martes, hoy desaparecido.

A unos 500 metros hacia el río Aragón desde Arrés, se encontraba un pequeño monasterio llamado de Santa Columba (siglo ix); hoy permanece el término Santa Coloma. Es citado en el 971 como propietario de un molino harinero cerca de la villa de Javierremartes; en el siglo xi fue absorbido por el monasterio de San Salvador de Leyre. En este territorio se levantaron castillos para la defensa y se pusieron tenentes para fiscalizar y someter a los habitantes al nuevo sistema y al orden feudal. Desde cada castillo el tenente administraba el territorio, mediante promesa de fidelidad y la prestación de determinados servicios al rey, estructurando así el reino. En el Bailés las tenencias fueron Samitier, Bailo, Cercastillo, Martes, Arrés, Larués, Jaz y Cerzún. Por esta época, siglo xi, es de suponer que se levantase el castillo de Martes del que apenas quedan restos en el monte Pullicar, al suroeste de la localidad, considerado Bien de Interés Cultural como zona arqueológica por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. 42


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Javierremartes (Exabierri Amartz) Nombre del lugar de origen preindoeuropeo, con la partícula vasco-ibérica exe, etxea (‘casa’) y con la terminación barri, berre (‘nuevo’), que significa ‘casa nueva de Martes’. Era villa de propiedad real, muy próxima a su residencia habitual en aquellos tiempos, que consta que fue Bailo. El 29 de junio del 971, fue donada al monasterio de San Pedro de Siresa por la reina Endregoto Galíndez (viuda del rey de Pamplona García Sánchez I) junto con su hijo, el rey Sancho Garcés II Abarca y su mujer la reina Urraca, con todos sus hombres, casas, huertas, viñas, molinos, prados y heredades. He aquí la transcripción del documento original y su traducción al castellano: In nomine domini nostri Ihu. Xpi. et pax omniumque sanctorum ubi sunt virtutes recondite in hunc locum qui appellatur siresa, glorioso ac beatissimo domino petri apostoli et frater eiusbeati andree et domino stephani levite, et domino michaeli arcangeli, atque sanctisalvatoris, uel aliorum plurimorum sanctorum, qui sunt ibi reliquie recondite cui prebere dignetur auxilium domini nostri ihu. Xpi. Illis intercedentibus placeat xpo. Amen. Ego endregoto galindonis et prolem eius sanciogarsianis Rex. Et usor eius hurraca ferdinandi sub gratia dei. grato animo et propia voluntate convenit nobis pro redempcione anime nostre in loco sanctorum. Offerimus villa que dicitur exabierri amartz. Post obitum nostrum cum omnibus ominibus. domos. ortos. vineis. Uel omni herencia. molinos. paratos. uel omnia que nobis pertinent in loco illo. Cum suiss terminis. De aragon assusso et deballarians adentro usque ad illo rigo de bisun. Quomodo aqua vertit ad illa serra de sancti adriani. et ex alia parte de illo poyo bosacuso usque ad illas vineas de sancta maria. Et de illo molino de sancta columba enioso infrontacionis de illa ballela super botia. liberam ac sinceran habeant potestatem. Placuit nobis atque convenit nullo ingenio coingentis neque articulorum suadentis set propria nobis accessit voluntas. Ut fiat securitatem de hanc causam sicut et domini et parentes nostri. Uel aliorum bonorum hominum tradiderunt et conffirmaverunt. Vt securus permaneat in pace. Et si aliquis ex propinquis nostris uel aliorum hominum factum nostrum voluerit disrumpere. Non habeat cum xpo. Participum. sed cum Iuda traditore. Sceleritatis et pecatores habeant participacionem. Facta carta conffirmacionis. Sub dia iij Kalendas Iulias. E. M. IX. Regnante Sanciogarseanis et urraca regina. In aragone et panpilonia. Et degio…

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episcopo in aragone. Blasco episcopo in pampilonia. Et bernardus episcopus in nagera. Ego Sanciogarseanis qui hanc cartam fieri iussi manu mea roboravi. Sig † num. Ego endregoto galindonis manu mea roboravi † Ego urraca ferdinaldi manu mea roboravi † En el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con la paz de todos los santos, cuyas reliquias están guardadas en este lugar llamado Siresa; por la intercesión del glorioso y santísimo Pedro, Apóstol del Señor; de su hermano san Andrés, Apóstol; de san Esteban, levita; de san Miguel Arcángel; del Santo Salvador y de otros muchos santos de los cuales hay aquí reliquias, se digne concedernos su gracia nuestro Señor Jesucristo para que le agrademos. Amén. –Yo Endregoto Galíndez y mi hijo el rey Sancho Garcés, con su esposa Urraca Fernández, por la gracia de Dios, con ánimo agradecido y espontánea voluntad ofrecemos para después de nuestros días a este lugar de santos, por la salvación de nuestras almas, la villa que se llama Jabierre de Martes, con todos sus hombres, casas, huertos, viñas y heredades, molinos, prados y todos los derechos que tenemos en el lugar y sus términos, a saber: del río Aragón arriba y de Ballarians adentro hasta el arroyo de Bisún, agua abajo hasta la sierra de San Adrián; y por la otra parte desde el pueyo Bosacuso hasta las viñas de Santa María, y desde el molino de Santa Coloma abajo hasta frente a la val que hay sobre Botía; todo libre y en perfecta propiedad. Así nos plugo hacerlo, sin coacción ni consejo de nadie, sino por nuestra propia voluntad, y para más firmeza lo escribimos en esta carta siguiendo la práctica de los antiguos señores, de nuestros padres y de otros bienhechores, para mayor seguridad de la donación. Y si alguno de nuestros parientes o cualquier otra persona intentare contravenir a esto, no tenga con Cristo sociedad ni parte, sino con el traidor Judas y los malvados y pecadores.– Fue hecha esta carta de donación el día 29 de junio del año del Señor 971. Reinando Sancho Garcés y la reina Urraca en Aragón y Pamplona y Deyo; Oriolo obispo en Aragón, Blasco obispo en Pamplona y Bernardo obispo en Nájera.– Yo Sancho Garcés, que mandé escribir esta carta, la autoricé de mi mano y sig†no.– Yo, Endregoto Galíndez, la confirmé con mi mano y sig†no.– Yo, Urraca Fernández, la confirmé con mi mano y sig†no.

Este documento está incluido en el Libro de la Cadena del Concejo de Jaca, y gracias a eso se ha podido conservar librándose de la destrucción, como desgraciadamente ha ocurrido con otros numerosos documentos a lo largo de la historia. En 1067 los monjes de San Juan de la Peña donan al presbítero Ato, hijo de Sancho de Sagua, una casa en la villa de Javierremar44


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tes para que la edifique y la posea y sirva al monasterio. En 1083, la condesa Sancha (tenente en Siresa) con consentimiento del prior del monasterio de San Pedro de Siresa, García Fortuñones, da a Aznar Garcés un casal en Javierremartes a condición de que pague un censo anual de un cahíz de trigo y un nietro de mosto. El rey Alfonso I el Batallador la devolvió a Siresa, pues quiso realzar esta localidad y su monasterio con grandes privilegios y donaciones por ser el lugar donde él se había criado en su infancia. En el siglo xiii el obispo Vidal de Huesca y Jaca restaura la iglesia y rentas de San Pedro de Siresa, incluyendo la villa e iglesia de Jabierre de Martes entre otras, comprometiéndose a pagarles cada año, a los trece clérigos del monasterio de Siresa, 40 sueldos jaqueses en ornamentos y otros gajes, provenientes de la renta de Javierremartes. En documentos del siglo xiii, en que se registra el voto a San Indalecio que realizaban más de doscientas cincuenta localidades de la zona en el monasterio de San Juan de la Peña, aparece citada la villa de Javierremartes. Después, perteneció al señorío de Larués, que era posesión del obispo de Huesca y Jaca; uno de ellos, el maestro Domingo Sola (1252-1269), según narra Antonio Durán Gudiol en su

Ermita de Javierremartes desde el sur. (Foto: Patrick Irenée)

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obra Historia de los obispos de Jaca y Huesca de 1252 a 1328, tiene en la mensa episcopal la villa de Javierremartes del arciprestazgo del Bailés. Y el 5 de enero de 1262, en otro documento de este obispo, cede a tributo de por vida la villa de Javierremartes a Atón de Eresún, junto con la cuarta decimal de su iglesia; Atón aceptó la condición de vasallo del obispo y la obligación de tributarle 20 cahíces anuales de trigo. Estas condiciones fueron cambiadas por otro documento otorgado en la sala capitular de la catedral de Huesca el 1 de marzo de 1268, extendiendo la cesión al primogénito de Atón, también llamado Atón, y reduciendo el tributo a 16 cahíces de trigo al año. En el año 1279 pertenecía al arcedianato de Ansó. Y en 1320 aparece en un documento como abad de Javierremartes Pedro Botia que testificó en un juicio contra el señor de Larués, Pedro Lográn, por lo mal que trataba a sus habitantes, pues a pesar de que casi todos eran infanzones y tenían más derechos y menos servidumbres que los villanos, los trataba como siervos, según dijo un infanzón de Larués, Pedro Pueyo: «piores somos que moros». Les embargaba el ganado, les exigía cenas y les obligaba a prestarle servicios personales; se daba la característica de que de 48 vecinos de la localidad de Larués, 42 de ellos eran infanzones con sus privilegios y derechos. A principios del año 1323, el obispo de Huesca y Jaca, Martín López de Azlor (1300-1324), prometió un préstamo de 20 000 sueldos jaqueses al infante Alfonso, procurador general y conde de Urgell, primogénito del rey Jaime II, para la campaña de la conquista de la isla de Cerdeña. Este préstamo motivó la venta de algunos bienes de la mensa episcopal de Jaca, entre ellos las villas de Javierremartes, Larués y Orcaso por 30 000 sueldos, a Juan de lo Grau. A comienzos del siglo xv se cita como pardina en poder de Simón de Biota, infanzón de Zaragoza y señor de Larués que la debió de vender a San Juan de la Peña antes de 1434, porque en el testamento del abad de este monasterio, Juan Marqués, dice que «deja la pardina de Javierremartes para misas en la capilla de San Victorián que él había mandado construir para panteón de los abades». En 1443, el obispo de Huesca y Jaca, Hugo de Urriés y San Climent, entrega en permuta al limosnero de San Juan de la Peña la iglesia de Javierremartes a cambio de las iglesias de Nové y Ardenés, hoy despoblados cerca de Embún. Siguiendo con la historia de Javierremartes, se sabe que perteneció al corregimiento de las Cinco Villas desde 1711 hasta 1833, apa-

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reciendo como despoblado perteneciente al señorío eclesiástico en 1785. En 1834 se anexiona al Ayuntamiento de Martes como coto redondo. La desamortización de Mendizábal hizo que en los Boletines Oficiales de la Provincia de 16 de enero de 1838 y de 3 de febrero de 1839 se anunciara en pública subasta la venta de la pardina de Javierremartes, siendo adjudicada el 21 de febrero de ese mismo año. El precio tasado, en un principio y por el que salió a subasta, fue de 127 480 reales de vellón, adjudicándose definitivamente por 300 000 reales de vellón a favor de Nicolás Normante vecino de Ayerbe, y que actuaba en nombre de Manuel Solano, vecino de Berdún, el cual admitió la cesión, pasando a ser el propietario desde aquel instante; a su vez, esta pardina pasó a formar parte del término de Martes. Los edificios y tierras de que constaba eran dos corrales y una ermita derruida, 80 cahizadas de suelo de pastos y 50 de tierra de labor. En 1845 pertenecía a Mariano Solano y conservaba la ermita de Santa María. En 1917 su propietario de entonces procedió a la restauración y rehabilitación al culto de la primitiva iglesia, construyendo nuevos edificios. Tras pertenecer a otros propietarios a lo largo de los años, en 1975 la familia Cidraque Blasco adquirió la propiedad, realizando varias mejoras y una excelente modernización, acometiendo proyectos agropecuarios, así como la transformación de parte de la pardina en alojamiento como casa rural con cuatro apartamentos y ofreciendo toda clase de servicios y actividades en la naturaleza.

Martes (Martés) Los documentos escritos en los que aparece el nombre de nuestra localidad empiezan en el año 921, cuando el rey de Pamplona, Sancho Garcés I (905-925), dona «Martes, Mianos, Miramont, Bagüés, Huértalo, Salinas y otros pueblos y pardinas con sus habitantes, agua, montes, derechos y primicias» al monasterio de San Juan de la Peña. Desde finales del siglo ix, los condes de Aragón se hallaban bajo la influencia de los soberanos pamploneses, situación que llegó a ser de total sumisión y dependencia en el primer cuarto del siglo x, completando este control el rey de Pamplona Sancho Garcés I. 47 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

Monasterio de San Juan Bautista de Maltray (Ruesta). (Dibujo de A. Rafael Margalé Herrero, El Camino de Santiago en la Jacetania y su influencia en el patrimonio arquitectónico de la comarca, 1999, p. 120)

Del año 948 se conserva un documento en el que varias personas actúan como representantes de los vecinos mancomunados de la zona del Bailés, referida anteriormente, en el que el rey de Pamplona García Sánchez I y la reina Toda confirman la sentencia dada por los jueces Galindo Aznar y Jimeno Galíndez en el pleito con el monasterio de San Juan Bautista de Maltray en Ruesta, por la posesión de una pardina situada encima de Javierre (podría ser Javierremartes), y entre esos testigos figura un tal Fortugno Enneconis (Fortuño Íñiguez) de Martes. Este cenobio de San Juan Bautista de Maltray fue fundado, según el historiador Antonio Durán Gudiol, por el rey de Pamplona Sancho Garcés I tras la toma de Ruesta a los musulmanes en el año 911, y del que hoy apenas queda en pie parte de la iglesia, de nave única, rematada en la cabecera por un ábside semicilíndrico con vano de iluminación en el centro; la portada, en el muro sur como corresponde a la tipología románica, es del siglo xviii cuando se reedifica la nave. Las hermosas pinturas de la cabecera fueron trasladadas al Museo Diocesano de Jaca en 1963. 48


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En el año 989, el rey de Pamplona y conde de Aragón, Sancho Garcés II Abarca (970-994), y su mujer la reina Urraca donan y confirman al monasterio de San Juan de la Peña, diversas villas, iglesias y posesiones, entre ellas Martes. Este rey era hijo de García Sánchez I y de Endregoto Galíndez, de la cual obtuvo el condado de Aragón, y pese a perder dos importantes batallas contra los musulmanes, como la de San Esteban de Gormaz (973) en Soria, y la de Rueda (981), mantuvo buenas relaciones con los califas de Córdoba, pues llegó a casar a una hija suya con el caudillo Almanzor. En Huesca tiene una calle dedicada en el casco antiguo, la calle Sancho Abarca. El documento original de la confirmación al monasterio dice así: Sicut ex sacris scripturarum eruditionibus didicimus, humane salutis originem et fundamentum generaliter in sancte matris ecclesie sacramento consistere novimus, nec alico modo posse aliquem salvari nisi fulcimento et subsidio eiusdem, unde et matris onomate designatur, quod ceu mater filios, ita ipsa omnes ortodoxos lacte suorum sacramentorum et cultu ministeriorum ac observatione ceremoniarum nutritos ad perpetue salvationis gaudia perducit. In ipsa precipue salus omnium nititur, nam in ipsa totius christianitatis ordo geritur atque fundatur. Hec est ergo celestis illa Iherusalem de qua dicitur «Vidi civitatem sanctam Iherusalem novam descendentem de celo a Deo paratam sicut sponsam ornatam viro suo». Hec est de qua vidit Iacob angelos descedentes et ascendentes per scalam erectam, et dixit «Terribilis est locus, hec domus Dei est, et porta celi, et vocabitur aula Dei». Nemo enim potest Deo placere qui sponsus eius est, nisi sponsam Dei ecclesiam digna reverentia honorificet. Ergo dum salus omnium per sanctam Dei ecclesiam operetur, dignum est ut eam omnes sumopere honorificemus, numeribus ditemus, terrarum donatione amplificemus, omnibusque dignitatibus ornemus, ut per huius servitii exhibitionem in illa celesti possideamus cum sanctis hereditatem. Proinde ego Santius rex gratia Dei et Urraka regina notum fieri cupimus omnibus nostres fidelibus cunctisque ortodoxis atque catholicis viris, presentibus scilicet et futuris, qualiter nos, pro salute et remedio animarum nostrarum et pro salute omnium christianorum, ad monasterio sanctissimi martiris Christi Ihoannis dedimus villas cum omnibus illorum pertinentiis firma et inconvulsa donatione ad victu monacorum ibidem degentium id est Sancta Cecilia et Sancti Torquati et Lecuita et Gisso et Alastue et Martes et Ena et Segarale et Bentaiuelo et Ligriso et Sancti Sebastiani et Sancti Petri de Ostias et Sancti Petri de Fuebas et Sancti Petri de Meianeta et Izanarbi et

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Pozo y Casa Soledad. (Dibujo de A. Rafael Margalé Herrero, El Camino de Santiago en la Jacetania y su influencia en el patrimonio arquitectónico de la comarca, 1999, p. 117)

Botartare et Badaguasse, quam comparavit ille domnus Santius qui fuit maior de Atares et posuit eam ibi pro anima sua. Nos confirmamus ego Sancius rex et Urraka regina similiter et in Deo illa villa qui dicitur Zarapazu conparavit Ozaba Gartia per nostrum mandatum et posuit ibi et nos confirmamus, et ista donatione vel confirmatione de omnes istas villas, quas diximus, tali tenore constabilimus, ut si quis ex filiis vel successoribus nostris in supradicto monasterio augmentare potuerit, valeat, amen. Si vero, quod fieri non credimus, tante presumptionis fuerit, ut aliquam violentia seu contradictione voluerit inferre, iram Dei omnipotentis et Sancti Ihonnis et omnium sanctorum Dei incurrat et maledictionem perpetuam abeat, et fiat de illo sicut dicit Psalmista: «Qui possident hereditatem sanctuarii Dei, Deus meus, pone illos ut rotam et sicut stipulam ante faciem venti». Facta est autem hec donatio in era t. xx. vii.ª.

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La traducción es la siguiente: Tal como hemos aprendido de las sagradas erudiciones de las escrituras, sabemos que el origen y fundamento de la salvación del hombre se encuentra, generalmente, en el sacramento de la Santa Madre Iglesia, y que de ninguna manera puede nadie salvarse si no es con el apoyo y la ayuda de aquella; de ahí que se la llame «madre», porque igual que la madre a los hijos, ella misma conduce hacia el disfrute de la salvación eterna a todos los fieles alimentados con la leche de sus sacramentos y con el culto a los ministerios y la observación de las ceremonias. En ella, principalmente, se halla la salvación de todos, pues en ella se engendra y desarrolla el orden de toda la cristiandad. He ahí, pues, aquella celestial Jerusalén, de la que se dice: «He visto la ciudad santa de Jerusalén, nueva, descendiendo del cielo, como una esposa acicalada para su marido». De esta vio David unos ángeles subiendo y bajando por una escalera levantada, y dijo: «Es un lugar terrible, esta es la casa de Dios y la puerta del cielo, y será denominada palacio de Dios». Nadie puede agradar a Dios, que es mi esposo, si no honra con digna reverencia a la Iglesia, esposa de Dios. Por ello, mientras la salvación de todos actúe a través de la Santa Iglesia de Dios, es justo que todos honremos con el mayor cuidado, la enriquezcamos con dinero, la ensanchemos con la donación de tierras, la adornemos con todas las dignidades, de manera que mediante la práctica de este servicio obtengamos un lugar en aquel cielo, al lado de los santos. En consecuencia, yo Sancho, rey por la gracia de Dios, y Urraca, reina, queremos que sea conocido por todos nuestros vasallos, así como por todos los fieles y todos los católicos, tanto del momento actual como del futuro, de qué manera nosotros, por la salvación y remedio de todos los cristianos, hemos cedido al monasterio del santísimo martirio de Cristo, Juan, las villas con todas sus pertenencias, en firme e irrevocable donación para la subsistencia de los monjes, es decir, Santa Cecilia (Santa Cilia), San Torquati y Lecuita (entre Arrés y Binacua), Gisso (entre Arrés y Martes), Alastue (Alastuey), Martes, Ena, Segarale (entre Bernués y Botaya), Bentaiuelo (por Yebra de Basa), Ligriso (entre Osia y Botaya), San Sebastiani, San Petri de Ostias (cerca de Ansó), San Petri de Fuebas (cerca de Murillo de Gállego), San Petri de Meianeta (cerca de Javierrelatre), Izanarbi (Izarbe cerca de Anzánigo), Botartare (cerca de Botaya), Badaguase (Badaguás), que compró aquel don Sancho, que fue mayor de Atarés, y la dispuso por su alma. Nosotros, yo el rey Sancho y la reina Urraca, confirmamos lo mismo, y en Deio (Navarra), en la villa que se denomina Zarapazu (Navarra), que la compró Ozaba Gartia por mandato nuestro y construyó allí y nosotros lo confirmamos, y esta donación y la confirmación de todas las villas que hemos mencionado la establecemos sólidamente, de tal manera que si alguno de los hijos o sucesores nuestros pudiera acrecer el mencionado monasterio, es correcto. Amén.

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Pero si, cosa que no creemoss que pueda pasar, fuera con tanta precipitación que quisiera aplicar violencia o contradicción, que la ira de Dios omnipotente y de San Juan y de todos los santos de Dios le caigan encima y que tenga maldición eterna, y que sea como dice el Salmista: «Quienes ocupan sitio en el santuario de Dios, Dios mío, ponlos como rueda y como la paja de cara al viento». Se hace esta donación en la era t. xx. vii.ª.

Hay que señalar que este documento está catalogado como falso por los historiadores. No es un caso aislado, porque en la documentación de la Edad Media abundan las falsificaciones, sobre todo hechas por los monjes de los monasterios en sus litigios por las posesiones de las villas para conseguir los diezmos y primicias. Esto no afectaba a la existencia de los lugares citados, que era real, sino que se debía al interés de los monjes por poseer más propiedades. Seguramente, se hicieron estos documentos cuando se cuestionó la propiedad de algunos pueblos, lugares y términos en los numerosos pleitos que sostuvo este monasterio de San Juan de la Peña, en época medieval, con otras localidades como Berdún o los mantenidos con el comendador de Montalbán, Rodrigo Jiménez de Luna a finales del siglo xiii, el cual era administrador del feudo de Larués en nombre del obispo de Huesca y Jaca, repartiéndose entre ambos las rentas y primicias. En 1033, Sancha de Artieda entrega a San Juan de la Peña unos mezquinos en Villanúa, Boliela y Ansó, siendo testigo el sennior o tenente de Martes Blasco Enneconis (Blasco Íñiguez), entre otros. El sennior o tenente es un vasallo noble que recibe del rey un castillo mediante promesa de fidelidad y prestación de determinados servicios, administra su territorio juridisccional y forma parte con sus hombres del ejército real; era nombrado y cesado a voluntad del rey. Los mezquinos eran la clase más baja, sin ningún derecho y podían comprarse y venderse con las tierras. Según cuenta la leyenda, al poco de empezar su reinado el rey Ramiro I (1035-1063), en febrero de 1036, el obispo Mancio de Aragón, amigo y consejero del rey, se encontraba agonizando en el monasterio de San Juan de Maltray en Ruesta, bajo los cuidados del abad Blasco de San Juan de la Peña. El rey, que había recibido la noticia, se puso en marcha y, tras descansar en Bailo, prosiguió por el collado de Arrés, dejando a la derecha la campa de Samitier, y por Borigüela, Martes, Calcones, y Santa M.ª de Artieda, llegó a San Juan de Maltray para ver a su amigo y consejero Mancio. Al conocer por sus galenos 52


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que no mejoraba, y sabiendo la fe que tenía el obispo en el Santo Cáliz de la Última Cena, mandó junto al abad de San Juan de la Peña que trajeran el Santo Cáliz que se encontraba en el monasterio de San Adrián de Sasabe, cerca de Borau, bajo la custodia y escolta del tenente de Martes Blasco Jiménez. Así se hizo, y a la vuelta, el cortejo pernoctó en esta localidad de Martes, organizándose una vigilia y adoración de la Santa Reliquia en la iglesia de San Pelay, acompañando a partir de aquí los vecinos de esta localidad y de las otras por donde pasaba el Santo Cáliz como Mianos y Artieda hasta Ruesta con numerosos cánticos y rezos. Al llegar a San Juan de Maltray colocaron la Santa Reliquia en la estancia del agonizante obispo Mancio, el cual poco a poco recuperó la salud, logrando una mejoría que le permitió volver a ser el consejero del rey durante algún tiempo más. En el año 1054, el rey de Aragón Ramiro I da a su notario real Jimeno el monasterio de San Martín de Sarasa (entre Larués y Orzaso), para que se retirara en su ancianidad como agradecimiento por su dedicación y lealtad, así como por la amistad y el entrañable cariño que se profesaban. Se supo que el notario le había regalado al rey un estupendo caballo, algo muy costoso y personal en aquella época; y como testigos de esta donación, entre otros, aparecen los señores Scemen Velasquiz (Jimeno Blázquez), que era el tenente, y su hermano García Velasquiz (García Blázquez), ambos de la villa de Martes. Estos mismos caballeros de Martes en noviembre de ese año se reunieron en Uncastillo bajo la autoridad del rey Ramiro junto a los seniores Jimeno Garcés de Sos, Fortuño Sánchez de Uncastillo, García López de Petilla, Fortuño Aznárez de Cacabiello, Íñigo Sánchez de Secorún, Oriol Blázquez de Biel y García Íñiguez de Castillón, para firmar el Tratado de Vadoluengo, cerca de Sangüesa, con el nuevo rey de Navarra, Sancho IV, sobrino del rey Ramiro I, para sellar una amistad y terminar con las escaramuzas y guerras entre ambos territorios. En 1063, el tenente de Martes, Jimeno Blázquez, interviene en las conquistas de Benabarre y Barbastro con sus tropas y poco después participa con mucho dolor en las exequias de su rey Ramiro, muerto hacía unos días en el asedio de Graus. En 1095, el monasterio de Leyre recibió una heredad en la villa de Martes de manos de Oria Aznar y sus hijos, junto con otras posesiones encabezadas por los monasterios de Santa Cruz de Abaiz y San Cristóbal de Lagarda, ambos en Navarra. En esta donación se acordó 53


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que los donantes se reservaban el usufructo de estos y otros bienes a cambio de un diezmo de sus frutos, entre ellos de la heredad de Martes. Sin embargo, la entrega de cuatro cubas (bodegas) se condicionó a la muerte de los donantes. Durante la segunda mitad del siglo xi, en el reinado de Sancho Ramírez, se produjo un gran dinamismo demográfico y agrario, apareciendo muchos poblados, de los cuales hay más de seiscientos censados en el territorio aragonés, que entonces se circunscribía a la parte norte de la provincia de Huesca. Se concedieron por parte de los reyes muchos permisos para roturar bosques y plantar viñas. Las clases sociales que había en aquellos siglos estaban formadas por los siervos o mezquinos, los villanos y los nobles. Los siervos o mezquinos eran la parte más baja de la sociedad y pertenecían al rey o a los monasterios y podían ser traspasados y vendidos junto con las tierras, y además eran los que soportaban la mayoría de los impuestos, entre ellos el censum. Después estaban los villanos, habitantes de las villas, que pertenecían al rey, y tenían que satisfacer los diezmos y los servicios militares, pero gozaban de una mayor libertad para aco-

Ventana de la antigua Casa Consistorial de Martes (hoy Museo Etnográfico).

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meter oficios, negocios y nuevas empresas. Y, por último, estaban los nobles: barones, infanzones y seniores. Estos estaban exentos del censum y únicamente pagaban los diezmos y primicias; tampoco pagaban otros impuestos como los herbajes, los carnajes ni las lezdas y sí tenían la obligación militar de seguir al rey durante tres días. El censum o censo era un tributo en especie por unidad familiar en forma de cereal y de vino, midiéndose el cereal por arrobas o cahíces y el vino por nietros, que equivalía aproximadamente a 160 litros. Los carnajes y los herbajes eran impuestos sobre la trashumancia de los ganados, y las lezdas peajes sobre las transacciones mercantiles. Los rebaños de las villas pertenecientes al monasterio de San Juan de la Peña, como Martes, estaban exentos del herbaje y del carnaje. Gracias a los documentos estudiados por la historiadora Ana Isabel Lapeña en su libro El monasterio de San Juan de la Peña hasta 1410 podemos conocer muchos actos, donaciones y compras, relacionados con el estudio que estamos haciendo sobre la historia de Martes. Durante el reinado de Pedro I (1094-1104), el rey que conquistó la ciudad de Huesca el 27 de noviembre de 1096 a los árabes, hijo y sucesor de Sancho Ramírez, aparece un documento en el que este rey dona al monasterio de San Juan de la Peña las siguientes propiedades: • El monasterio de Santa María de Eslava. • Las villas de Banaguás, Barbués, Lecueita, Giso, Martes, Mianos, Miramón, la cuarta parte de Sangarrén, Vicién, Tabernas, Torres de Violada, Almudévar y algunas más. • Las iglesias de Santa Cruz de Asín, Santa María de Fuenfría, San Saturnino de Artieda, la de Escó, Pintano, Biel, El Frago, Mianos, San Ciprián de Huesca, etcétera. Los documentos que se han podido conservar de estas épocas son muy escasos, pues como señala el historiador Michael T. Clauchy, solamente el 1,5% de los documentos de la época del rey Pedro I han llegado hasta nuestros días. Por eso, hay saltos en la historia de las ciudades y en concreto en la de nuestra localidad de Martes. En 1116 los monjes del monasterio de San Salvador de Leyre que habían recibido la heredad de Martes antes mencionada, de Oria Aznar y sus hijos, la arrendaron al sacerdote Mancio y a su hermano Galindo, ambos de Martes, con la obligación de entregar anualmente 4 potos de aceite; estos recipientes debían de ser de buen aceite 55


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teniéndolos que llevar y entregar a la iglesia de San Salvador situada en la ciudad de Huesca, la cual había sido levantada sobre una mezquita tras la conquista a los musulmanes, y que el monasterio de Leyre había recibido del rey Pedro I como recompensa por la ayuda que los monjes habían prestado a las tropas cristianas. Esta iglesia románica tenía un hospital anexo y estaba dedicada a las santas Nunilo y Alodia, las cuales habían sido martirizadas el 21 de octubre de 851, y cuyos cuerpos una vez recuperados fueron trasladados al monasterio de Leyre el 18 de abril de 880 mediante un pacto y tregua con el emir cordobés alcanzados por el rey de León Alfonso III. Esta iglesia de San Salvador en Huesca, hoy desaparecida, estaría construida en la actual calle de su mismo nombre, en el casco antiguo, que comunica la plaza de San Pedro con la de las Cortes que llega hasta la plaza de la Catedral. Como recuerdo de las santas Nunilo y Alodia, en esta calle aún se conserva el pozo donde fueron arrojadas, en cuya parte superior aparece una inscripción conmemorando su martirio. En el mes de marzo de 1170, el rey Alfonso II de Aragón, primer rey de la Corona de Aragón, hijo de Petronila y de Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, concede el fuero de Ruesta a los pobladores del Pueyo de Mianos, y en ese documento señala los términos del lugar y establece el libre aprovechamiento de la madera y pastos. Entre los límites del término cita «[…] dono vobis terminos de Renna usque ad Martes, et de collo de Sancto Gorrin in intro usque collo de Castello…». En otro documento del papa Alejandro III otorgado mediante la bula Iustis petentium, promulgada en 1179 en la basílica de San Juan de Letrán de Roma, que era la sede papal, se relacionan las pertenencias del monasterio de San Juan de la Peña, y entre ellas aparece Martes con la iglesia, villa, diezmo, primicias y oblaciones bajo el reinado de Alfonso II de Aragón. Las donaciones y probablemente las compras, así como las permutaciones, completaron un amplio conjunto de posesiones del monasterio de San Juan de la Peña en Martes y sus alrededores, que requirieron ser administradas por un prior monástico, alguno de cuyos nombres son conocidos y que señalamos posteriormente. El radio de acción del priorato de Martes se extendía por el propio término y también sobre los términos próximos de Javierremartes, Lienovas, Calcones y Loperuela. También tenía asignados los derechos

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Nuestra historia

sobre San Jaime del Monte. Los bienes que allí tenían eran campos, viñas, palacios, pastos, iglesias y molinos en el río Aragón. Lienovas, uno de estos lugares, figura con cierta frecuencia en la documentación desde los últimos años del siglo xii. Esta villa y la heredad de Baón llegaron a San Juan de la Peña a través de un cambio realizado en 1195 con Roncesvalles, confirmado por el obispo García de Pamplona. Su iglesia y abadía fueron agregadas al monasterio unos años más tarde, en 1216, cuando el obispo de Huesca, García de Gúdal (1201-1236), con el consentimiento del arcedianato de Ansó, las entregaba al monasterio de San Juan de la Peña con la obligación del abad de unirla a la de Martes, y celebrar en ella dos veces por semana, cuidarla y atenderla en las reparaciones y en los objetos litúrgicos que necesitara. Las ofrendas y las rentas que recibiera esta iglesia de Lienovas en esa época serían escasas, debido a las pocas personas a las cuales servía. Por eso, quizás, lo de la donación episcopal, puesto que el interés del monasterio por poseerla se debía a que ya

Ayuntamiento de Mianos.

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Martes, un lugar en la historia

tenía el lugar de Lienovas y además la proximidad a la localidad de Martes, que también pertenecía al monasterio, lo que haría que no fuera gravosa su atención y dedicación. Años después, esta posesión de Lienovas fue cuestionada por el sacerdote Domingo Pérez, pero la sentencia del canónigo jaqués Sancho Salvador resolvió el problema ratificando la propiedad del monasterio de San Juan de la Peña. Esta villa de Lienovas estaría situada en la partida que hoy recibe ese nombre a unos dos kilómetros al norte de Martes cerca del río Aragón. En el siglo xiii las propiedades que pertenecían al patrimonio del monasterio de San Juan de la Peña eran muy cuantiosas debido a las continuas donaciones de los reyes de Aragón y de la nobleza, lo que hizo que alcanzara su máximo esplendor. Estaba constituido por 65 villas, además de iglesias y otros bienes, como campos, viñas o molinos. Entre esas villas estaba Martes. Durante muchos años el monasterio se desentendió de la gestión directa de sus propiedades, para pasar a contratar los bienes que lo integraban a cambio de unos pagos o la prestación de unos determinados servicios, de esta manera cedía el uso del bien por un plazo determinado debiendo de pagar un censo al monasterio. Durante la Edad Media la jurisdicción penal de los súbditos del reino correspondía al rey, pero delegaba en el monasterio pinatense el derecho a ejercer justicia en las villas que eran propiedad de San Juan de la Peña. El abad y sus decanos ejercían la justicia sobre los habitantes de esas villas y también sobre sus clérigos. Los monasterios eran los centros de cultura, donde se mantenía y alimentaba el conocimiento. Poseían grandes bibliotecas y los monjes eran los encargados de copiar y transmitir el saber, principalmente a la nobleza. El valor de los libros era inmenso, pues basta conocer el siguiente dato para darnos cuenta de esta aseveración: el préstamo de un libro en el año 1135 estaba valorado en 200 sueldos que comparado con lo que valía una faja de tierra en Jaca que era de 60 sueldos resultaba lo suficientemente llamativo. El hombre medieval era muy creyente, toda su vida giraba alrededor de lo religioso, aderezado con la superstición. Una costumbre curiosa que existía entonces era la forma de administrar el bautismo, que se realizaba por inmersión; esto sucedió hasta el siglo xii, puesto que a partir del siglo xiii se realizó por efusión, como ha llegado hasta nuestros días.

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Nuestra historia

Detalle de las propiedades abaciales.

Mapa con las propiedades administradas por la clavería. (Según Fernando Galtier Martí y otros, Monasterio de San Juan de la Peña, 2007, pp. 98 y 100)

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Martes, un lugar en la historia

Monasterio de San Juan de la Peña. Entrada a la capilla de san Victorián.

La vida en nuestra localidad era muy dura, dedicándose a los cultivos del cereal como el trigo, la cebada, el centeno, la avena y el mijo; la vid y el olivo complementaban los cultivos, y la gran demanda de fibras textiles como el lino, la lana y el cáñamo hizo que estas actividades tuvieran mucha importancia. La ganadería se basaba en la cría de vacas, bueyes, ovejas, cerdos, yeguas y caballos. Las condiciones higiénicas brillaban por su ausencia, por eso continuamente se producían epidemias de peste y enfermedades que diezmaban la población, pues vivían en casas de poca consistencia sin agua corriente, y en las calles el fango era lo más natural, así como los hedores y las aguas contaminadas que discurrían por la superficie. En 1210 los estatutos del abad de San Juan de la Peña, Ferrando de Rada (1195-1219), establecieron que la villa de Martes y su iglesia eran propiedad de la mensa de los monjes o conventual (la mensa conventual era el conjunto de bienes que pertenecían en exclusiva a los monjes) y que así sería para siempre, aunque el abad retuvo las pechas de la villa. Las pechas eran unos impuestos que debían de pa60


Nuestra historia

gar los habitantes del pueblo por los bienes sitios y muebles, estando exentos los eclesiásticos, los nobles y los infanzones. El abad de San Juan de la Peña, Íñigo, en el año 1246, acordó con su comunidad de monjes que estuviera siempre al frente del priorato de Martes un monje y la pecha pasara a pertenecer al abad. Tenía que pagarse como impuesto al comunal de San Juan una cantidad de 50 sueldos, que era una suma de las más altas entre los prioratos del monasterio. También en este año hay otro documento en el que el priorato de Martes tenía que entregar anualmente al clavero de San Juan de la Peña 32 cahíces de trigo de la medida de Jaca, 7 cahíces de avena y 23 metretas de vino, unos 828 litros (la metreta era una medida de líquidos ya usada por los griegos y romanos y que equivalía a 12 congios y cada congio, aproximadamente, a 3 litros). Hay que señalar también que el clavero era la persona que se encargaba de suministrar los alimentos a los monjes, a los huéspedes y a los pobres que llegaban al monasterio. Los priores documentados en Martes, y lo que denota la importancia que tuvo esta villa para el monasterio debido a las numerosas posesiones en la zona, fueron Juan de Anzano (figuraba el 29 de agosto de 1195); Jaime (desde el 26 de junio de 1275 al 1 de mayo de 1276) y Fortún Aznárez (que figuraba el 9 de octubre de 1291); de los otros posibles priores no se han encontrado documentos que certifiquen su cargo, aunque se supone por las fechas que hubo otros. El 6 de junio de 1272, la clavería de San Juan de la Peña tenía la propiedad del palacio de Martes y la pardina de Calcones con su término. Poco después, el monasterio entregaba a Blasco de Artal, prior de Santiago de Luna, un palacio con su heredad en Martes más la pardina de Calcones. Estas posesiones habían pertenecido a Lope Ferrenc de Luna, que él mismo había edificado y comprado junto con la pardina. Este noble había sido gobernador del rey en Aragón, participó en el levantamiento de la Unión contra el rey Jaime II y fue «desterrado por cinco años junto con otros nobles, de todo el Reino de Aragón y de todas nuestras tierras». En su testamento los legó a su esposa, Oria de San Esteban, mientras esta viviera, estipulando que a su muerte fueran entregados a San Juan de la Peña. En el contrato establecido con Blasco de Artal se concertó que quien tuviera esas posesiones quedaba obligado a abonar cierta cantidad de cereal y vino, 3 carne61


Martes, un lugar en la historia

Agnus Dei coronado en el pórtico de la iglesia parroquial de Martes.

La plaza, nevada.

ros y 3 sueldos en concepto de tributo y por el alma y aniversario de Lope Ferrenc. También en otro documento del año 1243 y referido a la localidad de Guasillo, cerca de Jaca, aparecen unos habitantes de esa localidad que llaman «los de Martes»; esto ocurre en un documento referido a la venta de 71 campos por Juan de Monbaldrán y Juan Bonet, vecinos de Jaca, al abad de San Juan de la Peña de los cuales 44 son de cereal, 23 son viñas y 4 son huertos, distribuidos en 12 partidas. Estos vendedores, Juan de Monbaldrán y Juan Bonet, eran hombres de negocios de la ciudad de Jaca que los habían adquirido a unos nobles llamados Pedro Jiménez de Guasillo y Jimeno de Aragüés; la compra por parte del abad fue por 300 morabetinos alfonsinos, un precio relativamente elevado, equivalente a unos 2100 sueldos jaqueses. La delimitación de las parcelas indica los nombres de los cultivadores, entre los cuales figuran «los de Martes» y además dentro del pueblo de Guasillo y alrededor del palacio «tiene su casa Sancho de Martes;

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Nuestra historia

y el casal de Jimeno de Aragüés confronta con el casal de Íñigo Sánchez de Martes, hijo del anterior Sancho».

Conflictos Durante algunas épocas los roces y conflictos entre los habitantes de las villas que pertenecían al monasterio y de los que no estaban bajo su jurisdicción, fueron constantes. La historiadora Ana Isabel Lapeña señala en alguno de sus libros que «la historia del monasterio de San Juan de la Peña es la historia de los pleitos». Y a veces también entre los vecinos de los pueblos pertenecientes al monasterio hubo roces, como el que sucedió entre Martes y Bagüés por la cuestión de los límites de pastos y de términos en la pardina de Loperuela que se solventó con un arbitraje abacial. Otro de esos conflictos, con continuos incidentes entre ambas comunidades y que se alargó durante muchos años, se produjo entre los vecinos de Berdún, por una parte, y los de Martes, Bagüés, Mianos y el monasterio, por la otra. Aquellos argumentaban que estos otros, «metían en sus propiedades sus ganados mayores y menores a pacer, y cortaban leña verde y seca, y roturaban contra la voluntad de los hombres de Berdún». Estos problemas se producían debido a la diferente interpretación de la propiedad sobre algunos terrenos. En mayo de 1325, y después de varios años con este conflicto, un documento certifica el proceso. Primero hubo un juicio para el que se nombraron dos jueces por el entonces infante Alfonso, que poco después fue nombrado rey con el nombre de Alfonso IV (1327-1336). Los jueces fueron Jaime Bernad y Miguel de Vinales. Las villas pinatenses litigantes junto con el monasterio eran las de Martes, Bagüés y Mianos; y los términos disputados los de Loperuela, La Certera, Lienovas, Calcones, Castelillo, La Rota, La Roseylla y Botia, todos ellos colindantes con las poblaciones implicadas en el pleito. En la primera parte, se exponían las argumentaciones del procurador de Berdún, con la pormenorización de sus derechos y de las quejas que tenían sobre el comportamiento de los vecinos de las villas monásticas, debido a las frecuentes entradas de estos y de sus ganados en los pastos, al aprovechamiento ilegal de leña, etcétera, con los 63 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

agravantes de haber realizado asaltos por la noche y haber tomado prendas sobre diversas cabezas de ganado que se llevaron. Solicitaba una multa por cada uno de estos asaltos y pedía la cantidad de 1000 sueldos por los daños e intereses. Acusaciones parecidas fueron vertidas por el procurador del monasterio y de los pueblos pinatenses contra los de Berdún, más otras sobre el hecho de que varios vecinos de esta localidad tuvieran tierras contra la voluntad del abad de San Juan de la Peña y que varias personas hubieran sufrido ataques. Exponía también sus derechos y pedía una elevada cantidad como compensación de los daños recibidos. La sentencia que dictaminaron los jueces contemplaba los diferentes lugares disputados, asignando la posesión de cada uno a la parte que consideraron ser sus auténticos propietarios, según las pruebas, pero el fallo judicial no satisfizo a ninguna de las dos partes. Ambos recurrieron hasta llegar a la Corte del Justicia de Aragón. Los recurrentes fueron Jimeno Pérez de Salanova, dos monjes de San Juan de la Peña y el procurador de Martes, Bagüés y Mianos, por una parte; y, por la otra, los de la población de Berdún. Como no llegaron a estar satisfechos con la nueva sentencia y para evitar más problemas, ambas partes se comprometieron a observar el arbitraje de tres personas, o por lo menos de dos de ellas: Pedro de Fuentes, que era monje y prior de Naval; Jimeno López de Embún, señor de Lastiesas; y Fortún Sánchez, clérigo de la iglesia de Berdún. Estos decidieron que la pardina y términos de Botia eran del abad de San Juan de la Peña. Este largo conflicto se mantuvo durante algún tiempo más sin convencer a ninguna parte.

Fin del priorato El priorato de Martes se mantuvo desde finales del siglo xii y durante los siglos xiii y xiv, pues en el año 1378 el arbitraje del abad de Montearagón, Raimundo de Sallent, asigna a la dignidad abacial, o sea, al abad del monasterio de San Juan de la Peña el priorato de Martes con sus derechos, y también un casal; y el 16 de enero de 1398 le asigna un casal y una viña. El priorato, pues, tenía la misión de gestionar y controlar los bienes del monasterio en esa localidad y alrededores, situándose al frente uno o varios monjes que 64 ÍNDICE


Nuestra historia

vigilaban la captación de las rentas y bienes, para luego traspasarlas al monasterio, ya fueran al abad, al comunal del convento o a los distintos oficios como al clavero o al limosnero, que subvencionaba a los pobres y los atendía en determinadas festividades religiosas como en Jueves Santo cuando participaban en el Lavatorio de los pies. Poco antes de esta fecha, se había producido un intercambio entre el abad y el clavero. Los lugares de Ena, Esporret, Alastuey y el palacio de Centenero pasaron a pertenecer a la clavería del monasterio, mientras que el priorato de Martes quedó para el abad. A pesar de esto, otros oficios de dicho monasterio seguían teniendo en nuestra localidad bastantes intereses que rentabilizaban con el sistema de los treudos. Estos cambios vinieron, según algunos historiadores, a consecuencia de la larga y tremenda recesión económica que tuvo lugar en esta época bajomedieval, lo que provocó una serie de quebrantos en la percepción de las rentas y llevó a la desaparición de abundantes núcleos de población como consecuencia, además, de la Peste Negra de 1348 y sus secuelas. San Juan de la Peña quedó muy resentido y se vio obligado a suprimir algunos prioratos que habían formado parte de su organización desde hacía siglos. Durante el reinado de Pedro IV (1336-1387) se produjo una guerra con el rey de Castilla, Pedro I (la llamada guerra de los dos Pedros), lo que acarreó que los aliados de este último, Navarra con su rey Carlos II, y Eduardo III de Inglaterra, bajo el mando del navarro Rodrigo de Oriz, invadieran en 1366 toda la Canal de Berdún hasta Jaca arrasando muchas localidades, quemando y talando los bosques, produciéndose una auténtica guerra civil y haciendo desaparecer algunas villas. Afortunadamente, Martes quedó a salvo por la mediación del abad del monasterio de San Juan de la Peña que residía en nuestro pueblo.

El abad Francisco de Raseto Un hecho muy relevante para la historia de Martes fue que, a partir de 1375, el abad de San Juan de la Peña, Francisco de Raseto, instaló su residencia en nuestra villa. Antes de ser abad del monasterio pinatense, había ocupado la misma dignidad en el monasterio de Santa María de Rosas, en la diócesis de Gerona, siendo oriundo del 65 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

lugar de Cerviano (hoy Cerviá de Ter en el Ampurdán gerundense, donde existe una pedanía a dos kilómetros con el nombre de Raset, antiguamente Raseto). Las razones que le impulsaron a tomar la decisión de vivir en nuestra localidad de forma permanente, según los historiadores, fueron principalmente dos: las malas relaciones con la comunidad de monjes y el grave incendio que se produjo en el monasterio el 3 de septiembre de 1375, y que dañó, entre otras dependencias, sus habitaciones particulares. Aunque pudo haber otras razones, al parecer, menos importantes como un clima más suave, las amplias vistas y mejores comunicaciones. El enfrentamiento con la comunidad que presidía fue fundamentalmente de tipo económico, aunque quizás las desavenencias se iniciaron desde el momento en que fue nombrado abad directamente por el papado sin haber pertenecido antes al monasterio de San Juan de la Peña. Los problemas de rentas, de derechos, de deudas y bienes entre los diferentes oficios y cargos (como veremos más adelante) que había en el monasterio fueron los que avivaron el conflicto entre el abad y la comunidad de monjes. Hay que precisar que cada cargo era autónomo para cobrar sus primicias y administrar sus propiedades, y con esos ingresos cubrían las necesidades de sus cargos y oficios, por tanto, muchas veces los abades y los cargos chocaban por tener las posesiones mejores para que les produjeran mayores réditos e ingresos. Esta situación tuvo que solucionarse recurriendo en 1378 al arbitraje de otra comunidad, como fue la del abad de Montearagón Raimundo de Sallent, que asignó a la dignidad abacial el priorato de Martes con sus derechos, así como un casal; y en 1398 asignó, también, un casal y una viña, como hemos visto anteriormente. El abad Raseto solo se trasladaba a San Juan de la Peña cuando tenía que presidir el capítulo general, y no siempre fue así, sino que a veces nombraba un procurador que actuaba en su nombre y lo representaba. Uno de estos procuradores fue Rodrigo de Ruesta, prior mayor y limosnero, nombrado en una carta hecha en Martes y fechada un día antes de la celebración del capítulo general de Resurrección de 1391; estas acciones alimentaron la desconfianza y la conspiración de los monjes para hacerse con más poder y menoscabar la del abad. El abad Francisco de Raseto mandó edificar en Martes un palacio torreado en el año 1384, comenzando las obras el 13 de junio y ter-

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Nuestra historia

Castillo-abadía de Montearagón.

Iglesia del castillo-abadía.

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Martes, un lugar en la historia

minándose en pocos años, en el cual vivió hasta su fallecimiento en 1394. Fue abad del monasterio de San Juan de la Peña desde el 1 de noviembre de 1372 hasta el 31 de julio de 1394 y fue enterrado en el monasterio según se lee en una lápida en letra minúscula gótica de la capilla de san Victorián, situada en un rincón del claustro, cuya traducción dice así: Aquí descansa don Francisco de Raseto, abad de este cenobio que construyó el edificio y palacio de Martes y murió el último día de julio de 1394. Como vemos en su epitafio, a este abad se le nombra y recuerda precisamente por la construcción de ese palacio en Martes y no por otros motivos, como si esa construcción hubiera marcado un hito en la historia del monasterio de San Juan de la Peña. Su antecesor como abad del monasterio había sido Martín de Noguera (1359-1372); a Raseto le sucedió Pedro de Foix desde el 23 de marzo de 1395 hasta 1403, que también tuvo problemas con la comunidad de monjes, pues estos hubieran querido que se nombrara abad a uno de su comunidad, como ya sucedió anteriormente y no a alguien impuesto de fuera del convento. Lo que no consta en documentos conocidos es si este último abad vivió en Martes.

Cargos de los monjes Hay que indicar que en los monasterios, y entre ellos el de San Juan de la Peña, había varios cargos y oficios que se responsabilizaban de organizar y mantener la vida diaria en el convento, con sus ingresos y gastos, y que cada uno de esos cargos tenía asignadas unas propiedades en los distintos lugares pertenecientes al monasterio, las cuales les proporcionaban las rentas y beneficios con los que cumplir sus funciones. El abad era el cargo que regía y gobernaba la comunidad, se elegía entre los monjes priorales (que regían un priorato). Su cargo era vitalicio y la mayoría de las veces era nombrado e impuesto por la casa real y la Congregación Claustral Tarraconense entre personas de fuera de la comunidad conventual, lo que provocaba roces y conflictos dentro del convento. El abad de San Juan de la Peña recibía los diezmos de varios pueblos y villas como Biel, Martes, Mianos, El Frago y otras pardinas. 68 ÍNDICE


Nuestra historia

Granero abacial.

Después, en orden jerárquico, estaba el prior mayor, nombrado por el abad y elegido por tres años entre los monjes priorales, que sustituía al abad cuando este no estaba o cuando su cargo quedaba vacante. Otros oficios del monasterio eran el clavero, nombrado anteriormente, que era el encargado del suministro de víveres; el camerario, encargado del suministro del vestido y del calzado; el sacristán, que se encargaba de todo lo concerniente a la iglesia y de lo que tuviera relación con el oficio divino y el culto, como proveer aceite para las lamparillas, velas para la iluminación y el culto, el incienso, el cuidado de los libros sagrados, de los ornamentos, de los cálices, de los manteles del altar, de las casullas, de los candelabros, del suministro del vino para celebrar y hasta de la confección de las hostias; en un documento del 17 de mayo de 1391 figura una viña y un campo de Martes, propiedad de la sacristía del monasterio pinatense. Otro cargo era el limosnero, cuya misión era repartir alimentos a los pobres que llegaban al monasterio como una de las principales obligaciones de la regla benedictina. El enfermero se ocupaba del cuidado de los monjes 69


Martes, un lugar en la historia

enfermos y de los más ancianos, además de la acogida de los peregrinos que realizaban la ruta del Camino de Santiago por los términos de los pueblos dependientes del monasterio de San Juan de la Peña, habiendo construido algunos hospitales en sitios estratégicos a lo largo del Camino para atender a los numerosos viajeros que lo recorrían.

Documentos del Archivo Histórico Nacional De estos años de gobierno del abad Francisco de Raseto y de los posteriores, se conservan varios documentos relacionados con la villa de Martes, que están recopilados en el Códice 431 b del Archivo Histórico Nacional de Madrid, suscritos por el notario del Real Monasterio de San Juan de la Peña, y que ha recopilado la historiadora Ana Isabel Lapeña Paúl, la cual ha dedicado muchos de sus estudios a este monasterio: • El 2 de noviembre de 1390, Pedro Gil y su mujer, María Sánchez, vecinos de Berdún, reciben por veinte años la iglesia de Santa María de Botia (cerca de Javierregay), con todas sus heredades y derechos; estos bienes estaban adjudicados al abad de San Juan de la Peña al que pagarían 14 cahíces de trigo, medida de Berdún, cada año, y que además debían de ser llevados al palacio de Martes. • El 26 de marzo de 1391, Gil de Martes y su mujer, Oria, vecinos de Oruén (término de Rasal), reciben allí unas heredades pertenecientes al priorato de San Indalecio, al cual debían pagar 6 almudes de trigo anuales, medida de Jaca, más los diezmos. • El 17 de mayo de 1391, Pedro Buscant y sus descendientes reciben una viña y un campo en Martes, que pertenecían a la sacristía del monasterio, debiendo abonar cada año 8 sueldos de dineros jaqueses. • El 24 de junio de 1391, se conceden las pardinas de Gabás (despoblado cerca de Larués ) y de Araniella (limita con Bailo, Pequera y Nueveciercos) con todos sus derechos a Jimeno Pérez y su mujer, y a Alfonso de Orcasso y la suya, todos ellos vecinos de Bailo. Deben pagar 6 cahíces de trigo, medida de Berdún, más diezmos y primicias, llevándolos al palacio de Martes. 70 ÍNDICE


Nuestra historia

• El 16 de enero de 1398, entrega del disfrute de un casal y una viña en el lugar de Martes, debiéndose pagar como censo al abad, dos gallinas en Navidad por el casal, y por la viña se compromete el treudero a enviar un peón cuando le sea requerido. • También ese mismo día de 1398, Sancho Martínez recibe un campo cerca del puente de Berdún, en los términos de Martes y el llamado de Lienovas; dará al clavero de San Juan de la Peña un cabrito el día de la festividad de la Santa Cruz del mes de mayo o cuando le sea requerido. • El 3 de noviembre de 1407, hay un documento en el que se alquila mediante un treudo el palacio de Martes a Martín García, vecino de Santa Cruz, quien debe pagar al comunalero de San Juan de la Peña cada año 2 cahíces de trigo, medida de Jaca, pasados los tres primeros años en los que lo tendrá franco. Este documento señala que el palacio ya no pertenecía a la dignidad abacial y había pasado al comunal del monasterio. • El 26 de febrero de 1408, Pedro Marraco y su mujer, vecinos de Berdún, reciben un campo en Lienovas en el término de Martes, cerca del puente de Berdún; por esto deben pagar al clavero del monasterio 4 sueldos de dineros jaqueses, y los diezmos y las primicias a la iglesia de Martes. • En el año 1414 se vuelve a citar en un documento el palacio de Martes (palatio seu turrim) y se nombra también que la villa pertenece al rey, o sea, es de realengo. Pero en el año 1428, el rey Alfonso V el Magnánimo (1416-1458) confirmaba al monasterio de San Juan de la Peña la posesión de Martes y otras poblaciones de la zona. Durante los siglos xi al xv el monasterio de San Juan de la Peña recurrió al contrato de cesión, para rentabilizar todas las posesiones que tenía, sin perder la propiedad, como hemos visto en los anteriores documentos. De esta manera, obtenía unas rentas para mantener sus actividades. En ese período, se realizaron más de 540 contratos de cesión de las tierras y posesiones del monasterio. Las características más importantes de este tipo de contratos eran que el monasterio cedía el dominio útil de su posesión; que se fijaba un período de tiempo, la mayoría de las veces variable, en algunos casos mientras viviera el 71


Martes, un lugar en la historia

beneficiario, otras se ampliaba a varias generaciones y en otras se ponía un número determinado de años. Otra característica era la obligación de abonar un censo o treudo que podía ser en especie (trigo, aceite, vino, gallinas, carneros) o en metálico, generalmente en moneda jaquesa; y también se fijaba la realización de otros trabajos, como la molienda, el cuidado de la iglesia, o simplemente prestar servicios al monasterio.

Capitulaciones matrimoniales Cotejando documentos históricos de la villa de Martes, encontramos este que viene a continuación y que está recogido en el libro de Manuel Gómez de Valenzuela Capitulaciones matrimoniales de la Jacetania (1441-1811), de la Colección del Justicia de Aragón. Es un documento curioso porque trata de los capítulos matrimoniales entre Miguel de Barba y María Sánchez, ambos de Martes, con fecha 11 de abril de 1485, redactado por el notario Juan de Villanueva, y en el que él aporta 1000 sueldos y el padre de ella consigna a favor del nuevo matrimonio 1/3 de su hacienda, y que deberán vivir diez años juntos: Capitoles matrimoniales fechos e mediant la gracia de Dios concordados e finidos en el matrimonio entre los honorables Miguel de Barba de la una part et Maria Sanchez filla legitima e carnal del señor Miguel Sanchez e de Gracia Perez habitantes en el lugar de Martes de la part otra en el qual matrimonio entervenieron por parte del dito Miguel Barba los venerables Sancho Barba gordiano del monesterio de San Francisco de la ciudat de Jacca, Anthon de Barba e Pedro Guallart habitantes en el lugar d’Enbun, Johan de Barba habitant en el lugar de Santa Cilia et otros muchos parientes e amigos. Et por parte de la dita Maria Sanchez entervinieron el dicho Miguel Sanchez padre de la dicha Maria, Miguel Sanchez de Baylo monge clavero mayor del monasterio de Sant Johan de la Penya, don Aznar Palacio vicario de Martes et otros muchos parientes e amigos. Los cuales capitoles son del tenor siguient: Et primeramente es acordado entre las ditas partes que dicho Miguel Barba sia tenido de bivir et habitar en uno con la dicha su muxer e con el dicho Miguel Sanchez suegro suyo por tiempo de diez anyos continuamente siguientes.

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Nuestra historia

Item el dicho Miguel Barba traye en ayuda del dito su matrimonio mil sueldos dineros jaqueses. Item es concordado entre las ditas partes que attendido el dito Miguel Barba traye segunt dito es en ayuda del dito su matrimonio los ditos mil sueldos et es tenido de bivir uno con el dito suegro suyo durant tiempo de los ditos diez anyos e ganar para utilidat de la dita casa del dito Miguel Sanchez suegro suyo por los dichos respectos y otros su animo ad aquesto fazer movientes. Por tanto el dicho Miguel Sanchez por lo present segura a los dichos sus yernos e fixa la tercera part de todos sus bienes assi mobles como sedientes que de present tiene e possee e adquirira en cualquier manera a los ditos sus yernos e fixa conyuges la tercera parte de todos los dichos sus bienes assi mobles como sedientes segunt dicho es. Item es concordado entre las ditas partes que si durant el dito tiempo discordia alguna venia entre las ditas partes que aquesto conocimiento de quatro personas dos por cada una de las partes e que lo que ambas faran que sea fecho entre las ditas partes. Item es concordado entre las ditas partes que attendido que el dito Miguel Sanchez tiene un palacio y heredades en el lugar de Agßero que si durante el tiempo de los ditos diez anyos se vendera que venga en probecho de los todos et si caso sera que el dito Miguel Sanchez y queria quasar una fixa Orosia Sanchez que lo pueda fazer en caso que no sea casada de los bienes comunes. Item es concordado entre las ditas partes que si el dicho Miguel Barba moria o su muxer sinse fixos legitimos que en tal caso el dito Miguel Barba o herederos suyos puedan alcançar sobre todos los bienes assi mobles como sedientes del dito Miguel Sanchez los ditos mil sueldos dineros jaqueses. Item es concordado entre las ditas partes que los presentes capitoles las ditas partes y cada una de ellas sian tenidos de jurar sobre la cruz e sanctos quatro evangelios de tener, servar e complir en todo e por todas cosas dius pena de perjurios. Item es concordado que ninguna de las ditas partes no pueda fazer cabal en escondido de cinquo o diez sueldos a suso dentro tiempo de los ditos diez anyos ni en tanto que las ditas partes a uno biviran. Item es concordado entre las ditas partes que si las ditas partes adquiriran bienes algunos en el dito lugar de Martes velentes por mas o menos la tercera part de los bienes del dito Miguel Sanchez que el dito Miguel Barba sea tenido de tomarlos en recompensacion de la tercera part de los bienes sitos e sea a conocimiento de las quatro personas.

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Martes, un lugar en la historia

(Acta de firma, ratificación y garantía de los capítulos, consignación de los testigos: Dominus Anthonius vicarius loci de Sancta Cilia et Johanes de Stallo habitantes Jacce).

Del 12 de abril de 1494 hay un protocolo notarial de Martín Aznárez hecho en Santa María del castillo de Martes, sobre una capitulación matrimonial entre los viudos García de Aguas de Larués y Sandra de Araguás del Solano que se comprometen a casar el hijo de él con la hija de ella y viceversa, y a poner todos sus bienes en común sin hacer cabal individual.

Censos En el año 1495, reinando Fernando II el Católico (1479-1516), se realizó un censo en todo el Reino de Aragón, casa por casa y pueblo por pueblo. La finalidad principal era la recaudación de impuestos para sufragar los muchos gastos que tenía la Corona en las guerras contra otros territorios. Este impuesto se llamaba fogaje, y desde el año 1429 consistía en un pago de 12 sueldos por casa. También había otro impuesto llamado maravedí o monedage, que lo introdujo Pedro II en 1205 y que luego modificó Jaime II. Los lugares que pertenecían a las órdenes militares solo pagaban la mitad, y en los lugares de señorío lo cobraba el señor. Este impuesto era de 7 sueldos para los que poseían bienes raíces o muebles de valor de 70 sueldos o más. Este impuesto se siguió pagando hasta después de 1738, cuando se expresa que los lugares de la vereda de Jaca pagaban 7,4 sueldos por persona en los lugares pertenecientes al rey, es decir, de realengo, y 3,6 sueldos en los que pertenecían al monasterio de San Juan de la Peña como era el caso de Martes y otros 277 lugares. En el censo de 1495, Martes tenía 23 fuegos, que según la definición de nuestras Cortes se refiere «al conjunto de todas aquellas personas que habitan una casa y toman la despensa de un superior o páter familias». La relación nominal de los titulares de cada uno de los fuegos era la siguiente: — Bayle (administrador del pueblo, nombrado por el monasterio): honorable Miguel Sánchez. 74 ÍNDICE


Nuestra historia

— María Verdún, viuda. Gil Enyéguez. Sancha Moncín, viuda. Gil Ezquerra. Pedro Laguna. Miguel Aznares. Ximeno Gil. Mossén Aznar Palacio, vicario perpetuo del lugar. Pedro Deygal. Johan de Artieda. Pedro Pérez. Pascual Pérez. Antón Sánchez. Johana Martínez, viuda. Gil Sánchez. Martín Pérez. Enyego Pérez. Johan Ximénez. Johan Serrano. Johan Aznárez. Sancho Gil. Martín Texedor. Otras localidades de la comarca tenían en este censo los siguientes fuegos: Bagüés, 11; Artieda, 21; Mianos, 23; Bailo, 40; Huértalo, 4; Alastuey, 4; Santa Cilia de Jaca, 32; Larués, 17; Assoveral, 4; Arrés, 5; Biniés, 26; Santa Engracia, 40; Undués de Lerda, 24. Hay que indicar que en estos censos solo figuraba el cabeza de familia; no figuraban las mujeres, a no ser que fueran viudas y cabezas de familia, ni tampoco los hijos mayores de edad que no estaban emancipados. Esto hace que con una media de 4-5 personas por fuego, como calculan los historiadores, la población de Martes en aquel año estaría entre los 92 y los 115 habitantes. En otros censos conocidos hechos anteriormente como el de 1414 se indicaba que el impuesto a pagar por la localidad era de 18 maravedíes lo que significaba que había 18 fuegos o casas; el censo de 1488 señalaba 17 fuegos. En el siglo xvi, se realizó otro censo, concretamente el 1 de febrero de 1543, en el que Martes seguía teniendo 23 fuegos y por ellos tenía que abonar 368 sueldos, 16 sueldos por fuego. El 11 de febrero de 1551, en otro nuevo censo, seguía teniendo 23 fuegos correspondiéndole otros 368 sueldos, debiéndolos llevar a Zaragoza, según los protocolos del notario Jaime Malo de esa ciudad. La pardina de Javierremartes tenía en ambos censos 2 fuegos por lo que le correspondían 32 sueldos. En Aragón había 1450 poblaciones que se distribuían de la siguiente manera: en Zaragoza, 351; en Huesca, 823, y en Teruel, 276. Cada provincia tenía que obtener los siguientes caudales para la Hacienda Real: Zaragoza, 542 459 reales; Huesca, 257 264, y Teruel, 236 163 reales de vellón.

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Martes, un lugar en la historia

Protocolos notariales Continuando con los documentos históricos referidos a nuestra localidad encontramos los siguientes. Un protocolo notarial del 15 de junio de 1505 fechado en Santa Cilia en que figuran como testigos de ese protocolo Juan de Ipas y Martín Calvo, ambos habitantes de Martes. Del 6 de septiembre de 1507, hay un documento que describe Manuel Gómez de Valenzuela en su libro Estatutos y actos municipales de Jaca y sus montañas (1417-1698), en el que los jurados de Berdún arriendan a Martin Johan ganadero de Zuera la pardina de Sotiello por plazo de tres años para apacentar 2550 cabezas de ganado menudo; los jurados de Berdún eran Lorenzo Fernandez, Johan Sanchez, Miguel Perez y Sancho d’Olit. Esta pardina de Sotiello limita con los términos de Longares, Bagüés y Martes. El arrendamiento se acuerda en 400 sueldos jaqueses cada año, desde el día y fiesta de Santa Cruz de mayo, por lo que el total era, pues, de 1200 sueldos, conviniendo en pagar 1000 sueldos por adelantado el día y la fiesta de San Miguel de septiembre y los 200 restantes al final. En dicho documento se señala que si hubiera guerra y no pudieran venir a pastar, se le devolvería lo adelantado. Figuran como testigos Johan Solano y Blasco Sangorrin, habitantes de la villa de Berdún. Este documento, aunque no es propio de Martes, sí se refiere a una pardina que está muy relacionada con nuestra población e indica las relaciones comerciales que había en aquella época. A lo largo de estos siglos hubo muchas epidemias, causadas la mayoría de las veces por las nulas condiciones higiénicas y la mala alimentación, como la reseñada anteriormente de la Peste Negra de 1348. Otra ocurrió en agosto de 1564, que fue muy virulenta en muchas zonas de Aragón, ya que se estima que solo en la ciudad de Zaragoza hubo unos 10 000 fallecimientos, sobre una población de 25 000 habitantes. El siguiente documento nos indica las medidas que mandó tomar el monasterio de San Juan de la Peña para evitar el contagio en nuestra localidad de Martes. El 13 de agosto de 1564, Pedro Íñiguez como «secuestrador» de los bienes del monasterio de San Juan de la Peña y señor del lugar de Martes, en vista de la epidemia que reina en las montañas de Jaca, ordena al 76 ÍNDICE


Nuestra historia

Concejo del lugar que dicte unos estatutos para impedir la entrada en el lugar de forasteros, excepto de los lugares no afectados por la peste: El dicho SeĂąor Pedro Enyeguez, sequestrador sobredicho dixo e propusso tales e semejantes palabras, en effecto contenientes o casi: Attentas las dolencias que de presente ay en el presente Reyno de Aragon y para prevenir ad aquellas y con celo de poner gobierno y protection para que la gente del presente lugar de Martes sea guardada y conserbada mediante la divina gracia indempne y libre de dicha dolencia a fin y effecto que el patrimonio real sea aumentado y no disminuydo juxta tenor sus provissiones, que mandaba, como de hecho mando hiziese hun estatuto para los fines y effectos arriba dichos, tenoris sequentis: Primeramente mando estatuyesen que siempre que llegase algun estrangero al susodicho lugar de Martes y no fuese de los lugares circumbezinos en los quales se sabe ciertamente estan sanos de la dolencia contagiosa que de presente anda como son Larues, Vaylo, Arres, Santa Engracia, Verdun, Vinies, Guertolo, Villarial, Maxones, Asso, Sigues, Ruesta, Artieda, Mianos, Pintano, Undues Pintano y Bagues no fuesse acogido en el dicho lugar de Martes aunque tuviesse albaran sino con expressa licencia del alcayde, vayle y jurados de aquel y, en absencia de los dichos alcayde, vayle y jurados con licencia del vicario y guarda del susodicho lugar de Martes y no de otra manera. Item mando estatuyesen que siempre que algun vezino del dicho lugar de Martes de noche o en otro qualquiere tiempo clandestinamente y sin dicha licencia alojasse alguno en su cassa que no fuesse de los lugares arriba expressados o algunos dellos sino de otros qualesquiere y sin licencia de los arriba nombrados o de alguno dellos segĂşn dicho es, tubiesse de pena cient sueldos jaqueses etc. Applicaderos a la illuminacion del Sanctisimo Sacramento de la iglesia del susodicho lugar de Martes. Item el dicho SeĂąor don Pedro Enyeguez sequestrador sobredicho mando en dicho nombre le fuesse reserbada la execucion de los susodichos cient sueldos jaqueses y esto privilegiadamente y no obstante firma etc. A lo qual hazer, tener y cunplir juxta tenor suae provisionis dixo que les compellia so pena de mil florines y otras penas en la dicha su provision contenidas large etc. Y los dichos Vayle y Jurados, Concejo y Universidad del susodicho lugar respondieron y dixeron que tradita sibi de predictis et habito suo consilio intra tempus fori facerunt quod deberent de juris, justitiae et rationis essent. Ex quibus etc. Testes qui supra proxime nominate sunt.

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Martes, un lugar en la historia

Hay unos documentos capitulares entre los monjes de San Juan de la Peña y algunos maestres para la construcción de un casal y graneros en la localidad de Martes. Llevan fecha de septiembre de 1587 y en ellos figuran fray Juan limosnero, Juan Lapez criado del Sr. abad y el notario del monasterio fray Panticosa; por la otra parte aparece el maestre Esteban, piquero de Martes: El Abad de San Juan acuerda con los maestres Juan de Pinot y Martín de Vatalla la construcción de un casal con 2 cuartos acabados y en perfección; el que mira hacia Mianos se realizará antes del 8 de septiembre y el parte del Castillo hasta Todos los Santos, cubiertos y acabados en toda perfección.

El documento sigue: Que han de tener un ancho de 22 palmos (4,40 metros) conforme a la fusta de tal manera que los fustes entren. Que pongan tierra y piedra para la casa y cantones y piedra para los portales y ventanales; que hagan 7 portales y el principal que sea alto vuelta o con branca de piedra que pueda entrar uno en caballo y cargas; que hagan 8 ventanas en los 2 cuartos y la escalera ciega de piedra que la hagan con cal; que hagan un establo entre los dos cuartos, en los graneros mas bajos 4 ventanas y estas no esten a nivel de las altas. Y por esto el Señor Abad les ha de dar 135 libras y como vayan trabajando les vaya dando y después a Todos los Santos fin de obra fin de pago.

En otro de los documentos, el citado maestre Esteban se compromete a hacer un horno de cal ese invierno en la localidad de Martes. El 18 de noviembre de 1587, el Concejo de Huértalo promulga nuevos estatutos para el buen gobierno del lugar; este Concejo está presidido por el baile de San Juan de la Peña, pues este lugar pertenecía a dicho monasterio. En el punto cuatro de los estatutos, en el que se describen las funciones que tienen que tener el panadero y el tabernero, señala que «del vino que trajera de Martes y otros lugares pudiera ganar 8 dineros por cántaro». Este documento indica la buena producción de vino que tenía Martes y que servía para suministrar a otras poblaciones. Siguiendo con los documentos históricos relacionados con nuestra localidad, encontramos un protocolo notarial hecho en Martes en el que se refiere el capítulo matrimonial entre los infanzones Juan Pérez de Mianos y Orosia Salanoba de Larués, fechado el 21 de marzo de 1640 por el notario Valentín Sánchez. 78


Nuestra historia

En otro censo realizado en el año 1646, reinando Felipe IV, la población apenas había variado, pues nos encontramos que en Martes el número de fuegos era de 24, uno más que ciento cincuenta años antes; en Bagüés había 36; en Artieda, 37; en Mianos, 30 y en Bailo, 42. Una nueva epidemia empezó a asolar todo el territorio aragonés en 1648 propagándose desde el sur del territorio proveniente de Valencia. En 1651 llegó a Huesca, teniéndose que tapiar todo un barrio como era el de la Judería (hoy el llamado Barrionuevo), fuera de las murallas, para evitar el contagio y produciendo, aun así, 1400 muertes de un total de 5500 habitantes que tenía la ciudad. En los años siguientes, 1653 y 1654, se extendió por la parte norte de la provincia, contabilizándose en la ciudad de Jaca 1062 fallecidos de un total de 2500 habitantes. En Zaragoza la cifra había sido de 6000 muertos, casi la cuarta parte de la población. Es de señalar que entre los años 1683 y 1711 hay varios protocolos notariales de Domingo Samitier, todos hechos en Martes, y que figuran en el Archivo Histórico Provincial de Huesca. Algunos de ellos son los siguientes: • En Martes el 5 de febrero de 1692 Miguel de Jaca, tejedor de lienzos y María Sangorrín, cónyuges de Martes, venden a Cristóbal López, infanzón de Martes, un campo en la Solana, de una fanega de tierra de sembradura, que confronta con campos de herederos de Pascual Íñiguez, con campo de Pedro Puyot y cantera llamada la Solana por 84 sueldos. El notario es Domingo Samitier, y los testigos Juan Nogueras y Pedro Lastiesas. Aparecen las firmas y se indica que Miguel de Jaca y María Sangorrín no sabían escribir. • El 16 de abril de 1692, Antón Gabás, labrador, y de parte de su difunta mujer, Teresa Jiménez, venden a Pedro Puyot, labrador de Martes un campo, siendo testigos el licenciado Domingo Puyot, vicario de Martes, y el licenciado Domingo Miranda, presbítero de Martes. • Juan de Ara, labrador de Martes, ha recibido de María Aragüés, viuda de Matías Casamayor de Berdún, 52 libras como parte del pago de 66 libras y 16 dineros que le debían a Ana Sanz, su mujer, por las capitulaciones matrimoniales. Lleva fecha este documento notarial de 20 de abril de 1692, siendo testigo Juan Puyot. 79


Martes, un lugar en la historia

Escudo de Casa Sangorrín.

Escudo de Casa Iralde.

• El 17 de mayo de 1692, Pedro Solana, infanzón, e Isabel Bagüés, cónyuges de Martes, permutan con Cristóbal López, infanzón, un campo que limita con un campo de los herederos de Pascual Íñiguez, y senda que baja a la Valliciella, con otro en Visotiello de 5 fanegas que limita con campos de Cristóbal López, herederos de Julián Miranda, Pedro Puyot; como vale 74 sueldos más que el que nos da Cristóbal López, nos abona la diferencia. Fueron testigos Pedro Lastiesas y Juan la Iglesia. Una persona muy conocida en aquella época y relacionada con Berdún, fue Jacinto Sangorrín, natural de Martes, que ejerció como maestro de niños y organista de la iglesia de Berdún, y que falleció el 27 de octubre de 1693. En los pueblos de jurisdicción del monasterio de San Juan de la Peña como nuestra localidad, para ayudar al monje prioral en sus tareas de oficiar los oficios y atender espiritualmente a la población, el propio monasterio nombraba a un párroco o vicario, que en muchas ocasiones era de la misma localidad. Sin embargo, otras veces el cargo pasaba de un familiar a otro, como ocurrió en Martes a finales de este siglo xvii, en donde el vicario nombrado fue Domingo Luesa, natural de Ansó, cuyo cargo, al fallecer, pasó a su sobrino también de la misma localidad ansotana. 80


Nuestra historia

Los monjes del monasterio, además de las propiedades en villas y pueblos, tenían pardinas que eran consideradas como posesiones de mucho aprecio por estar situadas en buenos lugares, y por eso en uno de los capítulos generales celebrados en el monasterio se acordó que una persona debía de ocuparse del rendimiento de esas pardinas. Y así, el 1 de junio de 1700, el prior mayor del monasterio, fray Martín Benito López, que además era prior de la villa de Acumuer, nombró a Pedro Íñiguez de la localidad de Martes alcalde de la pardina de Javierremartes «para exercer el officio de alcalde en la pardina de xavierre martes con facultad de prender en ella» y controlar todos sus beneficios. En la década final del siglo xvii la situación de la monarquía española era de bancarrota permanente por los excesivos gastos, y Aragón y nuestra comarca de la Canal de Berdún eran unas zonas exhaustas y agotadas económicamente tanto por los excesivos impuestos a que los vecinos estaban sometidos como por las malas cosechas habidas durante esos años.

Siglo XVIII Hacia 1703 el arzobispo de Zaragoza decía que las dos características de España eran «ruina y despoblación». Estas dos características se debieron principalmente al excesivo número de impuestos y a la emigración de mucha mano de obra, generalmente joven, para mantener el Imperio. Por ejemplo, en Navarra se gravaba con 2 reales de plata cada cántaro de vino transportado por su territorio prohibiendo además su venta, y también gravaba el transporte de la madera a través del río Aragón. Con un panorama económico y social tan degradado, añadiéndose a eso las varias epidemias que hubo, las guerras y los años de malas cosechas y el aumento de impuestos, el comienzo del siglo xviii se presentaba muy complicado para la comarca. Empezó este siglo con la muerte, el 5 de noviembre de 1700, sin sucesión directa del rey Carlos II y la guerra de Sucesión al trono de España entre los partidarios del duque de Anjou, Felipe de Borbón nombrado heredero por el rey Carlos II y nieto del rey francés Luis XIV, y los partidarios de Carlos de Austria de la dinastía de los 81 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

Habsburgo, el otro aspirante y que también contaba con partidarios en España. La mayor parte de Aragón se posicionó a favor de este último, pero la zona de la Canal de Berdún y Jaca, así como los monjes del monasterio de San Juan de la Peña apoyaron a Felipe de Anjou. Esto trajo consigo que, a primeros de septiembre de 1703, el coronel de las tropas de Huesca, fray Ignacio de Lorés, ocupase la plaza de Berdún para el aspirante y proclamado rey, por poco tiempo, Carlos III de Austria. Poco duró esta toma, pues a mediados del mismo mes fueron atacados por las tropas de Felipe de Anjou, futuro Felipe V, comandadas por el marqués de Saluzo, y desalojados de la comarca hasta Jaca. Fueron años de guerras y escaramuzas permanentes entre los dos bandos y así continuaron las acciones hasta 1710. El 27 de noviembre de 1711, el aspirante Carlos de Habsburgo abandonaba España y en 1713 se firmaba el Tratado de Utrecht que daba fin a la guerra de Sucesión. Antes, en 1707, Felipe V había derogado los Fueros de Aragón con lo que se perdían muchos de los privilegios y prerrogativas, derechos y deberes que nos habían caracterizado desde el principio de nuestra historia. Por este motivo, no había recibido el apoyo de muchos nobles e instituciones aragonesas. Sin embargo, Felipe V concedió el título de «fidelísima» a Berdún por el soporte que la Canal de Berdún le prestó durante la guerra. No obstante, ni este reconocimiento ni el final de la guerra supusieron una mejoría en la economía de la zona, que además sufrió una adversa climatología con varios períodos de frío extremo sobre todo en los años 1650, 1770 y 1850 que hicieron que las cosechas fueran paupérrimas y algunos cultivos perdieran su hegemonía como la vid y los frutales. Las contribuciones que puso Felipe V a los aragoneses fueron de 10 pesos por vecino (un peso equivalía a 15 reales de vellón), por lo que algunos pueblos y villas tuvieron verdaderos problemas para pagarlos siendo, además, el reparto entre sus habitantes de manera desigual. Los pueblos de la comarca habían soportado diez largos años de guerra y miserias con continuas confiscaciones de cereales, de animales, de carros, etc. Así, en 1719, los alcaldes de la zona evaluaron los gastos ocasionados por el paso de los ejércitos y señalaron en sus escritos lo que se habían llevado también de vino, de ganados, de jocalías, de paja, de hortalizas y otros productos de la huerta.

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Nuestra historia

La tierra era el principal modo de vida de los habitantes de la zona de Martes, aunque las posesiones mayores y mejores estaban en manos de la nobleza sobre todo de los infanzones y de la Iglesia, en este caso en las del monasterio de San Juan de la Peña. Los habitantes de Martes tenían que pagar diezmos y primicias a los señores y a los monjes del monasterio, aparte de los impuestos para sostener al ejército del rey, y a duras penas podían sobrevivir debido a las causas anteriormente citadas. Sus cosechas se basaban principalmente en los cereales como el trigo, el hordio, la cebada y la avena; también se cultivaban lino y cáñamo; la vid, el olivo y los frutales empezaban a tener menos importancia de la que en siglos anteriores habían tenido. En cuanto a la ganadería, destacaba el ganado lanar, pues estaba dirigido mayoritariamente a la producción de lana, que aumentó su precio durante la segunda mitad del siglo. La producción forestal de esta zona también fue muy importante, ya que en 1774 se llegaron a bajar por el río Aragón 24 265 maderos procedentes de los bosques de Hecho y de San Juan de la Peña con destino a la Marina Real, aun a pesar de los impuestos que tenían que soportar al entrar en tierras navarras. Las monedas que se usaban eran las libras, los sueldos y los dineros jaqueses, que se utilizaron hasta principios del siglo xix. La libra equivalía a 20 sueldos, y 1 sueldo, a 16 dineros; una moneda de 10 reales de plata equivalía a 1 libra. Poco a poco fueron utilizándose otras monedas como el real de vellón que equivalía a 34 maravedíes; el doblón de oro, a 80 reales de vellón; 1 doblón de plata, a 20 reales de vellón; 1 peseta de plata, a 4 reales de vellón y una libra jaquesa, a 18,8235 reales de vellón. En 1734 los ganaderos de Martes, Bagüés y Berdún, junto a los alcaldes y propietarios de las tierras, se reúnen para firmar la escritura de deslinde de los montes. Los alcaldes eran: Tiburcio de Ara de Martes, Pedro Joseph Pardo de Bagüés y Joseph Aragüés de Berdún. La reunión tuvo lugar en el ayuntamiento de Martes y en ella rubricaron el nuevo convenio que renovaba los pactos de 1657 y 1704. El documento dice así: Desde el mojón de Sobresechos subiendo por el río llamado Bardelesun río arriba a la pasada del río de San Miguel, que es el camino de Larués. Y desde allí arriba derecho a una Colladica que está debajo de Peña la Cuesta donde se halla un mojón, y se renobó a pico y mar-

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Martes, un lugar en la historia

tillo. Y desde allí al trabés sobre el campo de Francisco Martínez, vecino del lugar de Bagüés, se puso en una peña firme una Cruz hecha a pico de martillo por mojón y desde allí Ladero Ladero en derecho al término de Asotiello, término de la Villa de Verdún Y inmediatamente de otras partes pasaron a amojonar y amojonaron la propiedad de otro lugar de Martes y empezaron desde la Buga de Pucifume, que es la división del término de la villa de Verdun y pacería de los de otros dos lugares de Bagüés y Martes, que es en el convenio término común. Y desde allí a una peñuela, que es una peña grande y en medio de ella se hizo una Cruz a pico de martillo la que sirve de mojón. Y desde allí Cerro Cerro a la faitia de Miguel Lanegas Menor donde se puso un mojon con su Cruz hecha a pico de martillo. Y volviendo a la era de casa de Juan Pasqual en donde se halla un mojon el que se renovo a pico de martillo. Y desde allí en derechura a la era de Pedro Solana de Martes donde se halla el mojon, el que se renovo a pico de martillo. Y desde alli a la ralla de Via Sotillo donde se planto un mojon de nuevo con sus dos Yjuelas a los dos lados y una Cruz hecha a pico de martillo.

Este contrato de los tres pueblos especifica que la partida de «Pucifume» (hoy Pofumé en Bagüés) era terreno común para pastos, y ya se incluye la partida del Sotillo en Berdún. El hecho de que perteneciera a Berdún se debe a que cuenta la historia que una señora dueña del Sotillo decidió en su testamento donarla a la villa más cercana a dicha partida; como ni Martes ni Bagüés ni Longás eran villas, el Sotillo pasó a Berdún, que en aquel momento sí que era villa. En este documento se describe cómo debían actuar los ganaderos, cuáles eran los dominios y las sanciones que podía haber. El barranco de la Paruela era el límite de los ganados de Bagüés, Martes y Berdún. Cada cierto tiempo, los alcaldes, regidores síndicos y ganaderos se reunían periódicamente para renovar el deslinde de las tierras. Estos litigios de límites y tierra han sido una constante a lo largo de muchos años. Aún a finales de 1935 los de Martes y Bagüés tuvieron otro litigio sobre el alero de la Paruela por el beneficio de los pastos, ya que el Ayuntamiento de Bagüés decidió que los de Martes no podían pastar allí. La sentencia fue favorable a los de Bagüés y los de Martes creyeron que había sido por la influencia del clero, pues un hermano del obispo de Jaca, Ramón Fernández Lafita, natural de Bailo, vivía en casa Ballarín de Bagüés. Los de Martes decían «habéis ganado por la birreta».

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Nuestra historia

A finales del siglo xviii el filólogo, historiador, botánico, naturalista, economista y editor, Ignacio de Asso (1742-1814) publicaba su Historia de la Economía Política de Aragón (1798), en la que en lo concerniente a nuestra comarca decía: La canal de Verdún es un valle por donde discurre el río Aragón de oriente a poniente, que comprende 22 lugares que disfrutan más o menos del beneficio del riego […] Las cosechas de este valle consisten en trigo, judías, lino, cáñamo, algún vino y poca fruta […] La huerta se destina para judías y lino; el monte se reserva para viñas y trigo. El trigo que generalmente se siembra es la «Toseta» o «chamorro» o trigo sin barbas. Entre todos los lugares de la Canal recolectan: 5900 cahíces de trigo; 430 cahíces de judías; 2400 arrobas de lino; 572 arrobas de cáñamo y 6500 cántaros de vino. La fruta nada tiene de particular ni abundante, aunque destacan las peras y manzanas; […] el territorio es apto para el olivo y para moreras […] La industria no tiene importancia en este zona.

En 1794, otro documento señalaba lo que el monasterio de San Juan de la Peña recibía de sus distintas posesiones entre ellas las de Martes y Javierremartes, que siendo como fue un año de mucha sequía y malas cosechas las rentas eran muy cuantiosas y, por tanto, demasiado gravosas para los habitantes de esas poblaciones: De trigo: 27 cahíces, 2 fanegas y 3 almudes; de hordio: 4 cahíces, 7 fanegas y 6 almudes; de cebada: 16 cahíces, 3 fanegas y 6 almudes; de avena: 1 cahíz y 4 fanegas. También debía recibir 24 corderos, además de 1 arroba y 18 libras de buena lana y 7 fajos de lino. Hay que señalar la equivalencia de esas medidas con las que usamos hoy en día, y nos encontramos que 1 cahíz equivalía a 148 kilogramos. Estos impuestos suponían en algunas años verdaderos quebrantos en las economías familiares, pues las malas cosechas que se producían debido a las guerras, a las epidemias, a las malas condiciones meteorológicas como la sequía, dejaban muy maltrechas las vidas de nuestros antepasados y, sin embargo, tenían la obligación de satisfacerlos porque de lo contrario perdían el arriendo de las tierras, y el quebranto sería peor. Además, a la gente le surgía el miedo moral, pues si no los pagaban no se librarían de los «castigos divinos». El trigo era la moneda de cambio y forma de pago de muchos de los servicios que se solicitaban a los distintos oficios que necesitaba

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la población como a veterinarios, médicos, herreros, etc., y se utilizó hasta casi finales del siglo xx. Los censos publicados durante el siglo xviii fueron tres: el primero de 1714 indica una disminución del número de fuegos en Martes, que pasó de 24 a 20. En las localidades vecinas, también hubo una disminución con respecto al censo de 1646; por ejemplo, en Artieda, de 37 fuegos se pasó a 22; en Bagüés los 36 fuegos quedaron en 20; en Mianos de 30 se pasó a 25; y en Bailo quedaron 40. Durante los siguientes años, el número de vecinos (casas) sufrió una disminución mayor, y así tenemos que en los censos de 1717, 1722 y 1787 el número de casas era solamente de 10 en nuestra localidad; sin embargo, a final del siglo, en 1797, el censo realizado nos daba que el número de vecinos había pasado a 33. El siglo xix empezó con buenas perspectivas tanto económicas como sociales, pero pronto se truncaron por las guerras: primero, con la invasión de las tropas francesas de Napoleón Bonaparte, y, después, por las guerras internas en España: guerras realistas y carlistas. Todo lo cual provocó la devastación de campos y cosechas, y la ruina y muerte de muchas familias durante casi todo este siglo. Martes pertenecía administrativamente desde 1711 al corregimiento de las Cinco Villas. Estos corregimientos eran las particiones territoriales en que se dividieron las distintas regiones españolas, hasta que en 1833 se pasó a la división por provincias como se conocen en la actualidad. Aragón estaba dividido en trece corregimientos: Jaca, Benabarre, Barbastro, Cinco Villas, Huesca, Zaragoza, Borja, Tarazona, Calatayud, Daroca, Alcañiz, Albarracín y Teruel. Al corregimiento de las Cinco Villas pertenecían 79 pueblos y lugares con un total de 1864 vecinos (casas), unos de la actual provincia de Zaragoza y otros de la de Huesca, y en los que además de las Cinco Villas (Ejea de los Caballeros, Sádaba, Sos, Tauste y Uncastillo) se encontraban los pueblos de la Canal de Berdún y próximos, como Martes, Berdún, Biniés, Villarreal de la Canal, Mianos, Artieda, Bagüés, Arrés, Larués, Bailo, Majones y Arbués, entre los más importantes. A principios del siglo xix, en el libro citado anteriormente de Manuel Gómez de Valenzuela sobre Capitulaciones matrimoniales de la Jacetania (1441-1811), se recoge una cédula protocolizada hecha en Martes el 11 de mayo de 1803 por el notario de Berdún Miguel Ibá-

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ñez en la que se refiere al matrimonio entre los viudos Ramón de Orduña de Martes y M.ª Teresa García de Undués-Pintano y residente en Artieda; en dicho protocolo comparece la madre de él, que se llamaba Luisa Ara.

Guerra de la Independencia En 1808 empezó la guerra de la Independencia, que tuvo en toda nuestra comarca una especial relevancia. Ramón Guirao, verdadero especialista en esta época, recoge en sus libros, Las Cinco Villas de Aragón durante la Guerra de la Independencia española, Jaca y la Jacetania durante la Guerra de la Independencia, Guerrilleros y patriotas en el Alto Aragón (Guerra de la Independencia) y El Alto Aragón durante la Guerra Realista, 1821-1823, varios hechos significativos que sucedieron en nuestra comarca y que afectaron a Martes, así como personajes, algunos históricos y la mayoría anónimos, que lucharon contra la invasión francesa. En el mes de junio de 1808, poco después de la invasión napoleónica, el pueblo se empezó a organizar para luchar contra los franceses. En nuestra comarca se formó una compañía bajo el mando del subteniente José Manuel Estévez como comandante interino, ayudado por el sargento 1.º Eugenio Amurzueta con voluntarios de Salvatierra, Urriés, Navardún, Gordún, Martes y Arrés, que de inmediato marcharon a Zaragoza, para la defensa de la ciudad. Las tropas napoleónicas toman en 1809, con más de 2500 soldados franceses al mando del general Musnier la villa de Hecho, incendiándola y arrasándola; y el 21 de marzo de aquel mismo año ocuparon Jaca. Ante esta situación, surgieron en nuestra zona grupos de voluntarios que se unen a la lucha contra las tropas de Napoleón. Uno de estos grupos estaba dirigido por Miguel Sarasa, rico hacendado de Embún, nacido el 10 de noviembre de 1766, que dejó su hacienda y su familia, y se echó al monte para defenderse de los franceses. Organizó un batallón de voluntarios en la Canal de Berdún para defender la zona e interrumpir las comunicaciones francesas entre Jaca y Pamplona. Fue nombrado por Palafox comandante de infantería y comisionado por la Junta de Jaca para formar un batallón ligero con los voluntarios de la Canal de Berdún, logrando reunir a 87 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

más de 1000 hombres en junio de 1809. Tenía su base en San Juan de la Peña, y contó con la colaboración de su hermano Antonio Sarasa. El 25 de agosto, las tropas francesas del general Musnier, bajo el mando del mariscal Suchet, derrotaron a las tropas de Miguel Sarasa y se apoderaron de la montaña de San Juan de la Peña, y después de buscar las joyas y alhajas que suponían se guardaban, incendiaron el monasterio nuevo construido en la pradera de San Indalecio, a donde se habían trasladado los monjes en 1705 después del último incendio que hubo en el monasterio viejo el 24 de febrero de 1675. En cambio, el monasterio viejo fue respetado y no sufrió apenas daños; allí en el Panteón Real es donde los monjes habían escondido parte de los objetos de plata, mientras que otros se habían llevado a la catedral de Jaca. Esta guerra, aparte de arrasar las cosechas, produjo muchos gastos que tenían que ser sufragados por los distintos pueblos. Así, el 23 de junio de 1809, el secretario de la Junta del Corregimiento de Cinco Villas, Mariano Salvo, por orden del corregidor interino Vicente Bardají, envía una carta a todos los pueblos para recaudar caudales con el fin de alimentar a la tropa, tanto en metálico como en granos, víveres y demás efectos «esperando del celo, religiosidad y patriotismo del señor juez, reverendos prelados, seculares y regulares» que tomen las medidas oportunas para la recogida de las primicias, y de las personas pudientes que concedan los préstamos que les sean posibles, anotando el nombre de los generosos para que sean conocidos y premiados por su patriotismo. Añade la Junta que «empleará con dolor toda su autoridad con los que note menos activos y celosos». Esta carta fue recibida y firmada el 24 de junio en Gurdués por Pedro Aznárez; en Navardún por Vicente Oiz; en Urriés y Gordún por Pedro Picó; en Undués por Alejo Lasala; en Pintano y Bagüés por Pedro Barcos; en Mianos por Antonio Latiesas; en Artieda por Ramón Iguacel; en Martes por Pascual Puyó; en Arrés por Andrés Climente; en Arbués por Manuel Aguas; en Alastuey por Manuel de Fañanás; en Bailo por Antonio Palacio; en Paternoy y Larués por Marcos Betrán; en Longás por Manuel Hijós; en Lobera por Miguel Lárrede y en Isuerre por José Puyal. La guerra continuó y se hizo más activa en esta zona desde 1812 hasta su terminación en 1814. Durante estos años destacaron los voluntarios al mando de Gregorio Cruchaga, que había nacido en Ur-

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zainqui, valle del Roncal, y que llegó a ser lugarteniente de Espoz y Mina. Como castigo por sus continuas acciones contra los franceses, estos saquearon y quemaron su villa natal el 24 de marzo de 1812. Poco después, en mayo de ese mismo año, muere Gregorio Cruchaga. Le sucedió en el mando del primer regimiento de Espoz y Mina su hermano Juan José Cruchaga. Otro guerrillero importante en esta comarca fue Joaquín de Pablo, alias Chapalangarra, de Lodosa (Navarra), nacido en 1775, lugarteniente de Espoz y Mina, y que al mando del primer batallón llamado «los Aragoneses», hostigó a los franceses, y en una ocasión, llegando desde Tiermas atacó, entre Artieda y Mianos, a dos compañías de infantería del ejército napoleónico apoyadas por 62 cazadores del destacamento francés de Berdún, derrotándoles y causándoles muchas bajas. Seguidamente atacó Berdún, en donde había quedado una pequeña guarnición francesa, haciéndose con la villa y destruyendo las fortificaciones que los soldados franceses habían levantado allí; todo esto ocurrió el 30 de mayo de 1812. Las acciones por el valle de Ansó, de Roncal y la Canal de Berdún se sucedieron entre los grupos de Espoz y Mina, de Chapalangarra y de Cruchaga, y las tropas de Napoleón al mando del general Clauzel. En mayo de 1813, este general francés intentó acorralar a las tropas de Espoz y Mina en el valle de Roncal enviando a más de 4000 hombres, a unos por el norte y a otros por el sur; la caballería del francés Desmichels controló el puente de Martes para cortar la retirada, y otra columna francesa se situó en Villarreal al mando del coronel Gaudin. A pesar de esto, la Junta Provincial de Navarra establecida habitualmente en Navascués consiguió huir de esta localidad y se refugió en Martes, el 14 de mayo de 1813. Asimismo, Espoz y Mina con 12 jinetes y habiéndose separado por la noche de su infantería en Ansó, escapó por Biniés y Berdún, atravesó el río Aragón por el puente de Martes y llegó a las Cinco Villas por la Val d’Onsella. Los batallones de Chapalangarra también lograron escapar del cerco de las tropas francesas por Puente la Reina, y por Bailo y Bagüés se dirigieron también a las Cinco Villas; y el batallón de Cruchaga pudo franquear el río Aragón por Santa Cilia e internarse en la sierra de San Juan de la Peña. El 16 de mayo, el general francés Clauzel ordenó a la división de Vandermaesen pasar a la orilla izquierda del río Aragón y por Martes

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Martes, un lugar en la historia

dirigirse a Longás para atacar a los voluntarios de Juan José Cruchaga que desde San Juan de la Peña intentaban llegar a Navarra por Sos. El 20 de mayo, el general francés es informado de que Espoz y Mina quiere atravesar el Aragón por el puente de Martes para dirigirse a Tiermas y Roncal, no logrando el propósito de que el bravo guerrillero pudiera volver a sus bases en el valle navarro. La persecución por Roncal, Canal de Berdún y las Cinco Villas proseguirá algún tiempo más, pero no conseguirá detener al bravo guerrillero, que aunque perdió a unos 300 de sus hombres, y pasó por momentos muy críticos, logró escabullirse del ejército francés. Todas estas acciones tuvieron como fin el entretener a casi todo el ejército francés del norte para que no pudiera acudir en ayuda de las tropas de José Bonaparte en su lucha contra el general inglés Wellington, lo que hizo que el francés tuviera que retirarse de Valladolid a Vitoria el 27 de mayo de 1813. El 17 de junio de ese mismo año, Juan José Cruchaga, en una carta enviada a Espoz y Mina, le informa que se encuentra en la localidad de Martes, al frente de sus hombres por haber ocupado los franceses la zona de la montaña de Salazar, y le pide que le informe de los movimientos de los franceses; también que envíe a Jaca y a Ayerbe personas de su mayor confianza para que estén de observación. El 19 de junio, Cruchaga llega a Sos. Las acciones continúan por el Alto Aragón y así Chapalangarra, el 30 de junio de 1813, ocupa la ciudad de Huesca con cerca de 4000 infantes y 500 soldados a caballo. A primeros de julio los franceses tienen que evacuar Zaragoza por la presión de las tropas del general Wellington y de las de Espoz y Mina. Los franceses en retirada se dirigen a Jaca y la frontera, siendo atacados en la falda del monte Oroel por las tropas españolas, lo que obligó a que se refugiaran en la ciudad de Jaca. El general francés Pâris, que mandaba las tropas desde la evacuación de Zaragoza, se queda al mando de 869 hombres y se refugia en la Ciudadela, hasta que el 17 de febrero de 1814 firma la capitulación y entrega la ciudad de Jaca, terminando la guerra en nuestra zona en abril de 1814. Una persona importante en estos años de la invasión napoleónica, no por sus actuaciones militares sino por su dedicación a las víctimas, fue Tomás López, nacido en Martes en 1753, y que debido a

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su gran talento pudo estudiar Medicina en la Universidad de Huesca, siendo admitido como mayordomo del Colegio de San Cosme y San Damián. Dirige la Junta que estudia y aprueba el proyecto de Montepío para viudas y huérfanos de médicos. Este Colegio de San Cosme y San Damián fue el origen del actual Colegio de Médicos de Huesca, cuyos estatutos de 10 de junio de 1480 recogen las normas y obligaciones que debían regir los «Meges, Apotecarios e Cirurgicos» en su dedicación a los enfermos. El 24 de marzo de 1508, el rey Fernando II el Católico le concede el título de agregación a la Universidad de Huesca y ordena que nadie pueda ejercer el arte de la Medicina en Huesca y sus términos sin estar admitido en el Colegio. Tomás López dejó la ciudad de Huesca y se trasladó a Zaragoza y allí se encontraba en 1808, cuando los franceses atacan la ciudad, ejerciendo su profesión en el Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia en el que ocupa el puesto de velante, con la obligación de velar a los cofrades cuando su enfermedad lo requería, distinguiéndose en el socorro a los enfermos durante el bombardeo del 4 de agosto, en el que el Hospital fue destruido por las bombas francesas. En Zaragoza también perteneció a la Cofradía de San Cosme y San Damián, fundada en 1455, que tenía su sede en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, que en este siglo xix dio lugar al Colegio de Médicos de Zaragoza y la Facultad de Medicina de esta Universidad. Para entrar en esta cofradía tenían que pagar 40 sueldos y cada mes, 1 sueldo. Después de la guerra de la Independencia se convirtió en catedrático de la Facultad de Medicina y profesor de Cirugía. Escribió un interesante trabajo titulado De la fisiología de la voz y del habla. Fue nombrado socio nato de número de la Real Academia de Medicina de Aragón; murió en Zaragoza en 1831.

Guerra Realista Apenas terminada la guerra de la Independencia, otra guerra, llamada Realista, empezó en nuestra comarca abarcando Navarra, Aragón y Cataluña. Esta contienda fue considerada por algunos como la primera guerra civil, y enfrentó a los partidarios del absolutismo del 91 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

rey Fernando VII, los llamados Realistas, con los seguidores del general Rafael del Riego, partidarios de un régimen liberal y defensores de la Constitución de 1812. Duró dos años entre 1821 y 1823. A finales de agosto de 1822 los realistas de Navarra al mando del general Quesada tienen intención de atacar la Canal de Berdún y Jaca para llegar a Cataluña. El general Zarco del Valle junto con el general Felipe Perena y Casayús (1764-1834), gobernador militar de Jaca que se había distinguido en su lucha contra los franceses, colocan en Berdún un destacamento de 300 hombres para proteger la ciudad de Jaca. Este destacamento, ante la llegada de los realistas de Navarra con un gran ejército de 2600 infantes y 120 jinetes a caballo, se retiran de Berdún hacia Sos el día 29 de agosto. Desde Ruesta, otro destacamento de los liberales al mando del capitán Sierra, tiene un choque con los realistas y tras esta batalla se retiran a Martes a pernoctar, dejando un destacamento de vigilancia en una altura cercana. El general realista Quesada prosigue su avance hacia Jaca en la mañana del 31 de agosto, pero son vigilados a distancia por la columna del resguardo militar del general liberal Camporredondo que había pernoctado en nuestra localidad. El enfrentamiento que tuvieron ambos bandos se saldó con la victoria de los liberales, lo que hizo que los realistas tuvieran que variar su recorrido y dirigirse hacia Bolea en las cercanías de Huesca, donde nuevamente fueron derrotados el 3 de septiembre de 1822. Algunos de estos soldados malvivirán por estas montañas saqueando y robando en los pueblos que «visitaban» hasta que pudieron llegar al valle de Roncal y reagruparse. En octubre, nuevamente el general absolutista Quesada decidió volver a Navarra con los restos de su ejército después de haber fracasado en su intento de ocupar Cataluña, y a través de Bentué de Rasal y Anzánigo, atraviesa el río Aragón y llega a Tiermas. Enterado el general liberal Zarco de estos movimientos, llevó sus tropas a través de Bailo, Larués y Martes hacia Tiermas, donde derrotó a los realistas que huyeron hacia Leyre y más tarde a Lumbier, refugiándose en Navarra. En febrero de 1823 los absolutistas o realistas tomaron más fuerza y a través de Sangüesa y la Canal de Berdún llegaeon a Ayerbe donde derrotaron a los constitucionalistas y tomaron la ciudad de Huesca. Asimismo, el 7 de abril penetró en España el ejército francés llamado «Los Cien Mil Hijos de San Luis» al mando del duque de Angulema

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con el apoyo del rey francés Luis XVIII en auxilio de Fernando VII, quien consiguió reponer su poder absoluto derogando la Constitución de 1812 y la etapa liberal, terminándose esta guerra el 1 de octubre de 1823. Es de señalar que en las tropas del general realista Quesada figuraba como capitán del segundo batallón de Navarra, Tomás de Zumalacárregui, que había participado en la defensa de Zaragoza contra los franceses como soldado, y ya en 1824, terminada esta guerra realista, fue nombrado comandante del Regimiento de Infantería Cazadores del Rey con guarnición en Huesca durante catorce meses.

Guerras carlistas La muerte de Fernando VII el 29 de septiembre de 1833 y la ascensión al trono de su hija Isabel II en detrimento de don Carlos, hermano del monarca, va a marcar otro período de guerras y sublevaciones, aunque también se pusieron las bases de una nueva economía a través de las desamortizaciones y exclaustraciones de monasterios y conventos. Igualmente, se llevó a cabo una nueva organización administrativa basada en provincias y partidos judiciales. De este modo, por orden de 30 de septiembre de 1833 del ministro de Fomento, Javier de Burgos, se crearon las delimitaciones provinciales, lo que supuso para Martes dejar de pertenecer al corregimiento de las Cinco Villas y pasar a formar parte de la provincia de Huesca y del partido judicial de Jaca, formándose, además, el primer Ayuntamiento constitucional en 1834 con el coto redondo de Javierremartes. Hasta entonces, históricamente, había pertenecido a la sobrecullida de Jaca (1488-1495), a la vereda de Jaca (siglo xvii) y al corregimiento de las Cinco Villas (1711-1833). Desde 1834 hasta 1936 se caracterizó por una organización muy definida, con órganos de representatividad vecinal, comisiones de trabajo, etc. En 1924 se aprobó la unión con Bagüés para compartir secretario el cual cobraba 1500 pesetas al año. Desde 1936 hasta 1953 la figura del alcalde fue la primera y principal autoridad. Y en la década de 1960-1970 se unió a Berdún, Biniés, Majones y Villarreal de la Canal para formar el Ayuntamiento de Canal de Berdún con sede en Berdún tal como se mantiene en la actualidad. 93 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

Una consecuencia de la guerra carlista en nuestra comarca se produjo en el año 1834 con la aparición de la epidemia de cólera morbo asiático, que produjo muchas víctimas hasta 1837, y que junto a la guerra dejó asolada y arruinada la localidad. El paso continuo de tropas que pedían dinero, equipamiento y víveres tanto de un bando como del otro (los carlistas de Navarra, por un lado, que llegaron a tomar la villa de Berdún por poco tiempo, y los partidarios de la reina Isabel II, por el otro), acarreó la ruina, la miseria y la desolación en nuestra población y en las localidades próximas. Las dos guerras siguientes, también carlistas, tuvieron el mismo impacto negativo en la zona, lo que agravó la precariedad. El 29 de septiembre de 1868, fue derrocado el Gobierno de la reina Isabel II y se formaron las Juntas Revolucionarias. El 2 de octubre la Junta Revolucionaria de Huesca ordena la destitución de todos los Ayuntamientos de la provincia y la formación de las Juntas Municipales Revolucionarias. La tercera guerra carlista entre 1872 y 1876 volvió a causar muchos daños en las personas y en las cosechas, pues era un continuo paso de soldados de un bando y de otro solicitando por las buenas o por las malas víveres, ganado y dinero. En febrero de 1873 se proclamó la Primera República, que duró hasta enero de 1874.

Procesos vecinales Estos años de guerras y miserias acarrearon problemas de subsistencia a algunos vecinos de Martes y eso nos lo da a entender un documento notarial del año 1832 en el que un protocolo, que se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Huesca, relata el proceso que tuvo lugar en Martes iniciado por M.ª Teresa Ayala, vecina de Santa Engracia y viuda de José Martínez vecino de Martes, contra los vecinos de esta localidad Mariano Castán, Ángelo Artigas, Joaquín Gil y José Bandrés, a los que había prestado unos cahíces de trigo el 20 de octubre de 1831 y que tenían que devolver «al precio a que lo prestasen los comerciantes Solano de Berdún hasta el día 8 de septiembre de 1832 y deberá hacerse en moneda metálica». 94 ÍNDICE


Nuestra historia

El documento sigue indicando lo que le corresponde devolver a cada uno: Mariano Castán, 8 cahíces; Ángelo Artigas, 7 cahíces más otros 2 cahíces y 4 fanegas del año anterior; Joaquín Gil, 3 cahíces; y José Bandrés, 1 cahíz y 5 fanegas. En total 22 cahíces y una fanega. El valor de la fanega estaba establecido en 22 reales de vellón. Como llegada la fecha del 8 de septiembre estos vecinos no le habían abonado lo pactado, M.ª Teresa Ayala presenta la denuncia en el ayuntamiento de Martes contra esos vecinos en octubre de 1832, figurando como alcalde Mariano Orós. Otro documento del mismo Archivo con fecha de 18 de septiembre de 1832, señala que M.ª Teresa Ayala, viuda de José Martínez, deja a Pablo Lastiesas, Julián Bandrés, Manuel Mancho y Marco Eyto, 19 cahíces y 3 fanegas de trigo al precio de los Botigueros de Berdún y pagables el día de la Virgen de Septiembre de 1833; el alcalde en esa fecha era Francisco Puyó. Estos documentos muestran la precariedad con que se vivía en aquellos años, en los que algunos habitantes de la localidad, como hemos señalado anteriormente por causas de las guerras y de las sequías, tenían problemas para devolver lo que M.ª Teresa Ayala les había prestado para sembrar y salir adelante.

Desamortización El 17 de diciembre de 1838, como consecuencia de la aplicación de la ley de Desamortización del ministro de Hacienda Juan Álvarez de Mendizábal, de 19 de febrero de 1836, y procedente de los bienes del monasterio de San Juan de la Peña, sale a la venta la pardina de Javierre Martes por 127 480 reales de vellón, precio en el que se incluye la ermita valorada en 3000 reales de vellón; en esta venta se exceptúan las tierras que llevan a treudo los herederos de la casa de Orós de Martes. El 21 de febrero de 1839, se subasta la pardina y se adjudica por 300 000 reales de vellón a favor de Nicolás Normante, vecino de Ayerbe para ceder a Manuel Solano, vecino de Berdún, el cual hallándose presente admitió la cesión. El pago de esa cantidad lo iría haciendo en cinco anualidades, de tal manera que el 10 de mayo de 95 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

1839, el adjudicatario Manuel Solano hizo el primer pago por un montante de 60 320,16 reales de vellón correspondiente a la quinta parte de los 300 000 reales, de los cuales 60 000 eran del principal y 320,16 de intereses al 5% por los treinta y nueve días transcurridos. El 4 de agosto de 1841, otro documento que figura en el Archivo Histórico Provincial de Huesca y también procedente de la Desamortización de San Juan de la Peña, señala que el vecino de Martes Andrés Gil quiere comprar un granero; los peritos Antonio Barrio de Jaca y Pedro Jarne vecino de Embún nombrados el primero por el Sr. intendente y el segundo por el procurador síndico del pueblo de Martes, tasaron dicho granero en 2000 reales de vellón, el cual tenía una superficie de 358 varas cuadradas (unos 300 m2), y estaba situado en el Barrio Alto que confronta con carretera pública y casa de Miguel Garcés. Se encontraba bastante deteriorado. Esta tasación la hicieron con fecha de 12 de septiembre de 1841. El 24 de octubre de ese año, el comprador Andrés Gil da la conformidad de comprarlo en 2025 reales de vellón, y el 12 de diciembre se realiza la compra a las doce de la mañana. En el Boletín Oficial de la Provincia de Huesca de 28 de diciembre de 1859 aparece la subasta de tres hornos situados en Embún, Martes y Siresa. El horno de nuestra localidad era de cocer pan y limitaba con calle pública y poniente con casa de M.ª Teresa Ortiz. Tenía una superficie de 622 pies que equivalían a 42 metros 16 centímetros, y había sido tasado en 360 reales de vellón, aunque se hallaba en mal estado. El 28 de enero de1860, se adjudicó a Miguel Berdún por la citada cantidad. En el año 1863, en el Boletín Oficial de la Provincia de Huesca de 16 de noviembre, sale a subasta una tejería en Martes en la partida de Atanuy con su caseta, lindante por el norte con camino público, por el oeste con campo de Vicente Clemente, por el sur con yermo del mismo y por el este con balsa y fuente de abrevar; mide 90 m2 de piedra y adobas, sin cubrir y en mal estado, y es tasado en 435 reales de vellón. También se subasta una herrería situada en el pueblo y lindante con calles públicas por el norte, oeste y este, y al sur con la plaza; mide 30 m2 de piedra de mampostería y también se halla en mal estado; es tasada en 225 reales de vellón. La firma de estas subastas la realiza el alcalde de Martes que era Jorge Buey. Hay que señalar que ambas subastas quedaron desiertas.

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Nuestra historia

Diccionario de Madoz Entre 1845 y 1850 se publicó el Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar, de Pascual Madoz, en 16 volúmenes y muchos colaboradores. En lo relativo a la provincia de Huesca resulta mucho más preciso porque el autor había vivido en nuestra provincia. Nació en Pamplona en 1805, y con 8 años se trasladó a Barbastro con su familia al ser nombrado su padre administrador de rentas; estudió en el Colegio de los Padres Escolapios y después Derecho en la Universidad de Zaragoza. Se opuso al absolutismo de Fernando VII por lo que fue desterrado a Francia en 1831 y allí en Tours estudió Estadística. A la muerte del rey, volvió y se instaló en Barcelona ejerciendo de abogado. Fue alcalde mayor de esa ciudad y gobernador del valle de Arán, vicepresidente del Congreso de los Diputados. Más tarde fue nuevamente encarcelado, volviendo a la política en 1854, ocupando el cargo de gobernador de Barcelona y ministro de Hacienda, elaborando la ley de Desamortización en 1855, lo que le acarreó muchas críticas, dejando el Ministerio. Murió en Génova (Italia) en 1870 cuando formaba parte de la comisión que viajaba para ofrecer la corona de España a Amadeo I de Saboya. En el tomo de su obra referido a la provincia de Huesca aparece la descripción de Martes que paso a transcribir detalladamente: Lugar con ayuntamiento en la provincia de Huesca (14 leguas*), partido judicial y diócesis de Jaca (6 leguas), audiencia territorial y capitanía general de Zaragoza (22 leguas). situado en un llano á la falda de un monte llamado Pollizar, a distancia de ½ hora del río Aragón; el clima es frío, pues le combaten con frecuencia los vientos del Norte y Este, por lo que se padecen reumas y destemplanzas. Consta la población de 30 casas con la del ayuntamiento en la cual se halla la escuela de primeras letras concurrida por unos 20 niños, y dotada de 5 cahices de trigo: hay un horno propio del caudal de propios, una fuente á 100 pasos, construida de piedra sillería, iglesia parroquial (Nuestra Señora de las Candelas), cuyo curato es de primer ascenso, y lo sirve un cura párroco de nombramiento real ó eclesial; cementerio contiguo á ella, pero en parage ventilado, y una ermita dedicada á San Sebastián, inmediato al pueblo. Confina el término por el Norte con Mianos; Este Arres; Sur Larues, y Oeste Verdun, una legua por cada uno de los indicados puntos: abraza dentro su circunferencia

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Martes, un lugar en la historia

la pardina denominada de Javierre Martes, con una ermita bajo la advocación de Nuestra Señora de Javierre Martes, perteneciente á D. Mariano Solano; otra ermita hay á ½ hora del pueblo llamada de San Pelay ó Pelayo, que no cuenta con fondo alguno. Como hemos dicho antes, pasa á distancia de ½ hora el río Aragón, sobre el que cruza el famoso puente casi inutilizado, denominado de Verdun. El terreno es por lo regular quebrado, con algunos montes desnudos al Este, y de mediana calidad. Los caminos son de comunicación con los pueblos limítrofes, además de la carretera que dirige á Navarra y Francia. La correspondencia se recibe por la balija de Verdun los lunes y viernes. productos: trigo, avena y cebada con escasez; vino, legumbres y hortalizas;cria ganado lanar y vacuno cerril, y caza de alguna perdiz. población: 24 vecinos, 148 almas. riqueza imponible: 32 812 reales. contribución: 4255 reales. *(1 legua equivalía aproximadamente a 6 kilómetros).

Como ampliación a estos datos indiquemos que en el partido judical de Jaca había 218 pueblos, con 6871 vecinos y 38 770 habitantes. Y en otras localidades próximas a la nuestra, el Diccionario señalaba los siguientes datos: N.º de vecinos (casas)

N.º de almas

Contribución

122

690

43072,33

9

96

1700,48

Larués

15

93

4782,27

Biniés

13

52

4145,03

Santa Engracia

63

254

6377,02

Villarreal

33

204

5851

Majones

24

148

4255

Bailo

26

472

8449,20

Localidad Berdún Arrés

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Nuestra historia

Vida cotidiana La población en aquellos años era mayoritariamente analfabeta, pues la enseñanza no era todavía un derecho obligatorio y solamente los más pudientes podían acceder a la educación. Además, desde la muy tierna infancia a los niños se les utilizaba como mano de obra en las tareas del campo y de pastoreo, calculándose que en la comarca de la Jacetania en el año 1860, un 70% no sabía leer ni escribir. En las elecciones municipales celebradas en el año 1860 salió elegido para el siguiente bienio, este Concejo: Alcalde: Antonio Labarta; teniente 1.º: Joaquín Puyó; concejales: Francisco Salinas, Plácido Bandrés, Manuel Gil y Miguel Vinacua. En estos años la precariedad del Ayuntamiento era manifiesta, pues así figura en la contabilidad. En este año 1860 había un déficit de 2672 reales de vellón, y un descubierto en el pago del primer trimestre de las contribuciones de 33 reales de vellón. Estos escasos recursos se venían arrastrando desde años atrás, figurando desde el año 1852 un déficit de más de 300 reales de vellón cada año. En los primeros meses de 1860, el alcalde constitucional de Martes recibe unos escritos del Octavo Distrito Forestal de Huesca autorizando a Mariano Solano, dueño de la pardina de Javierremartes, «que perteneció al Monasterio de San Juan de la Peña», para «que pueda hacer el aprovechamiento de leñas para carbones y corte y disfrute de las leñas y árboles jóvenes para la extracción o venta» en su propiedad, para que el Sr. alcalde no le ponga impedimento y lo haga saber al guarda local. El 5 de abril de 1860, el Sr. alcalde recibe un escrito de la Administración denunciando al vecino de Martes, Manuel Cortina «porque ejerce el oficio de sastre sin hallarse matriculado, faltando a lo que previene el art. 73 del Real decreto de 20-X-1852». El Sr. alcalde contesta que Manuel Cortina «ejerce el oficio de sastre como simple jornalero en las casas que lo llaman donde lo mantienen y dan de jornal». Y es que la vestimenta de la gente de nuestra comarca en este siglo era la siguiente: chaqueta de paño pardo con sombrero ancho, chaleco de pana azul viejo, el calzón de mahón verde botella, faja de lana y pedazos y abarcas. Las comunicaciones con Jaca se querían mejorar y así se reclamaba desde el Ayuntamiento de Jaca y diversas asociaciones en febrero

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Martes, un lugar en la historia

Iglesia de Martes. (Foto: Javier Blasco)

de 1882, que se sacaran a próxima subasta nuevos tramos de la carretera de Jaca a Sangüesa, que atravesaba la Canal de Berdún. En el Boletín Eclesiástico de Jaca publicado en 1885 se alertó de un nuevo brote de cólera morbo que afectó a toda la diócesis y que se había extendido por toda la nación y con mucha virulencia por Zaragoza, Teruel y Navarra, recomendándose tomar algunas medidas para atajar la enfermedad como el aislar los focos dentro de las poblaciones, la desinfección de las casas y enseres de las familias afectadas, extremar el cuidado de la higiene personal, así como tratar el agua potable y no celebrar exequias de cuerpo presente de las víctimas del cólera. A principios del año 1881 el alcalde de la localidad era Manuel Cortina y en junio de ese año Lorenzo González, nombrando fiscal municipal suplente a Ángel Vinacua Anaya, el 2 de octubre de 1881. El 6 de septiembre de ese mismo año, el Ayuntamiento recibe un escrito del director general de Correos y Telégrafos por el que se deniega que el correo (peatón) que lleva las cartas a Martes desde 100


Nuestra historia

Berdún y después a Mianos, reparta por las casas; que el Ayuntamiento nombre a alguien que reparta y recoja. En abril de 1890 el alcalde era Julián García Bandrés (48 años) y el secretario Juan Manuel Deito Artigas (46 años). El 8 de agosto de 1890 se dictaron, por la Junta Provincial del Censo Electoral de Huesca, las normas para constituir la Junta Municipal de Martes, que estaría formada por: 1.º) el actual alcalde y concejales; 2.º) los exalcaldes vecinos de Martes; y 3.º) los exconcejales, después de la última renovación bienal y que todavía fueran vecinos. Esta Junta Municipal quedó constituida por las siguientes personas: alcalde, José Buey Artaso; concejales, Martín Estallo Bruno; regidor síndico, Ángel Vinacua Anaya, Juan Berdún Clemente y Esteban Oroz López; exalcaldes, Marcos Salinas Giménez, Mariano Palacio Pérez, Lorenzo González Ansó, Manuel Gil Carté, Miguel Berdún Orduna, Ignacio Puente Vives, Benito Añaños Izuel y Carlos García Navarro; los exconcejales, Ramón Orduna Villanua y Plácido Puyó Deito. Se formó el 15 de agosto, firmando el alcalde y el secretario Juan Manuel Deito. El número de electores en aquellos años era alrededor de 72, contando solo los varones mayores de 25 años. El 10 de abril de 1895, el alcalde era otra vez Julián García Bandrés, el secretario Serafín Puyó Oliván y el juez municipal Ángel Vinacua Anaya. El 6 de noviembre de 1896 se celebraron elecciones para diputados provinciales. Los resultados en nuestra localidad fueron: n.º de electores, 71; n.º de votos, 53. Los candidatos obtuvieron los siguientes resultados: Manuel Solano, 53 votos; Luis Lalaguna, 42; Manuel Gavín, 41; y Mariano Sánchez-Cruzat, 20. Los tres primeros eran del partido liberal y el último del partido conservador. El 10 de julio de 1897, el número de electores era de 72, siendo el alcalde Andrés Gil Aso, secretario Cirilo Aguirre Vallejo y concejales, José García Moreno, Antonio Puente, Lorenzo González, Celestino Salinas y Francisco Cortina. La composición del Ayuntamiento no varió en los siguientes años hasta 1900, en el que figura como alcalde Julián García Bandrés, secretario Cirilo Aguirre, y concejales, Martín García Barba, Esteban Orós López, Pedro Escuer Lastiesas, Joaquín Jordán Deito y Vicente Ena Ara. El número de electores era también de 72, figurando en el padrón de habitantes un total de 249 personas. 101


Martes, un lugar en la historia

El 20 de abril de 1903 en un nuevo censo electoral figuran 66 electores, siendo el alcalde Florencio Lardiés Eito; secretario, Juan Domingo Ballarín Benedicto, y concejales, Esteban Orós López, Martín García Barba, Juan Esteban Palacio y Pedro Escuer Lastiesas. En el año 1906 la corporación municipal había cambiado y el Ayuntamiento estaba regido por Saturnino Pajares González, siendo secretario Juan Domingo Ballarín y concejales, Miguel García Lastiesas, Antonio Puente Ara, Vicente Ena Ara, Mariano Mancho Aguas e Isidro Puyó Orós.

Dos maestros de Martes Indagando en el Archivo Histórico Provincial de Huesca he encontrado dos expedientes de alumnos de la Escuela Normal de Maestros, que me ha parecido muy interesante darlos a conocer por ser los primeros que hay relativos a personas nacidas en nuestra localidad y que obtuvieron los títulos de Maestro de Primera Enseñanza, referidos tanto al primer maestro como a la primera maestra. En el año 1875 aparece un expediente de la Escuela Normal de Magisterio con el número N-234 correspondiente a Juan Manuel Deito Artigas vecino de Martes, que ejerció de secretario y después de maestro en nuestra localidad, pues así figura en los censos de 1890 y 1900. Es interesante porque fue un título obtenido con esfuerzo, superación y dedicación, pues lo obtuvo a los 30 años y con las dificultades propias de aquella época. Juan Manuel Deito nació el 14 de diciembre de 1845 en Martes; era hijo de Joaquín Deito y Orosia Artigas, cónyuges y vecinos de Martes, labradores. Fue bautizado el 15 del mismo mes por el cura párroco Manuel Borau. Para ser admitido en los estudios tuvo que presentar un certificado del alcalde, Miguel Berdún Orduna, y otro del cura párroco Manuel Borau, indicando que «ha observado una irreprensible conducta tanto política como moral» con la firma de ambos y sus sellos correspondientes. Para esa fecha, septiembre de 1873, Juan Manuel estaba casado y tenía 27 años. Otro certificado, en este caso del médico Ramón Cortina, señala que «no ha padecido enfermedad crónica y consta su salud en todas las regiones del conjunto de su cuerpo». 102 ÍNDICE


Nuestra historia

El ingreso en la Escuela Normal de Maestros lo realizó en septiembre de 1873. La duración de la carrera era de dos años con un examen al final. En el primer año, curso 1873-1874, estudió las asignaturas de Doctrina cristiana y nociones de Historia Sagrada; Teoría y práctica de lectura; Teoría y práctica de escritura; Lengua castellana, análisis, composición y ortografía; Aritmética; y Elementos de Geografía y nociones de Historia de España. Las seis asignaturas las superó con aprobado, y en cuanto a otros aspectos como la conducta y la aplicación fueron buenas, aunque el aprovechamiento fue evaluado de regular. El segundo curso, 1874-1875, lo superó con mejores notas, pues en Doctrina cristiana y Teoría y práctica de la lectura obtuvo notable, y también en Nociones de Agricultura. En las restantes cuatro asignaturas obtuvo aprobado, y en lo referido a la conducta y aplicación fueron buenas. En la prueba final de junio de 1875, obtuvo la calificación de «Bueno» tanto en el ejercicio escrito como en el oral, superando también el ejercicio sobre la Constitución del Estado. El presidente del tribunal era Mariano Pellicer y el secretario de la Escuela Normal de Maestros de la provincia de Huesca Pío Gil, y ambos certifican que Juan Manuel Deito Artigas obtiene el título de maestro de Primera Enseñanza Elemental. Para la obtención real del título figuran unos resguardos de papel de pago al Estado por valor de 70 pesetas, y un escrito sobre el registro de la Cédula de Vecindad n.º 46 expedida en Martes a 26 de diciembre de 1875 por el alcalde Benito Añaños. Falleció el 15 de julio de 1904 a los 59 años. Otro expediente educativo del siglo xix relativo a la obtención del título de maestra es el correspondiente a Francisca Ortega Las, nacida en Martes el 4 de diciembre de 1862, hija de Alonso Ortega, carabinero, y de Gregoria Las, sus labores. El 16 de junio de 1881, superaba la prueba para la obtención del título de maestra de Primera Enseñanza Elemental con la nota de «Bueno» en los ejercicios escrito, oral y de labores y el definitivo de aprobado, según el Reglamento de 15 de junio de 1864; firman el presidente del tribunal, Mariano Pellicer; Ramón Santafé; Pío Gil; sor Isabel Martínez; sor Aquilina Galdeano y Escolástico Ruiz de Santayana como secretario. Hay que señalar que esta escuela Normal de Maestras estaba situada en lo que fue el Colegio de Santa Rosa, cerca de la plaza de Santo Domingo, y hoy sede del Archivo Histórico Provincial de Huesca;

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algunas de las monjas se encargaban de dar las clases correspondientes. Los certificados que presenta están hechos en Jaca, pues para ese año debería residir en esa localidad, ya que su padre al ser carabinero había sido destinado a la ciudad jacetana. Al año siguiente, en junio de 1882, se vuelve a presentar a las pruebas para la obtención del título de maestra de Primera Enseñanza Superior, que también superó con buenas notas.

Censos electorales He tenido acceso a los censos electorales de nuestra localidad de los años 1890 y 1900 que paso a comentar a continuación, señalando que en ellos solo figuran los varones mayores de 25 años, pues ellos eran los únicos que podían votar en las elecciones. El 29 de octubre de 1890, se realizó el primero de estos censos para la celebración de elecciones que se iban a producir en febrero de 1891, según la Ley Electoral de Diputados a Cortes, sancionada por la Regente M.ª Cristina de Habsburgo, viuda de Alfonso XII y madre del futuro Alfonso XIII, y en las cuales se extendió el derecho electoral para todo varón mayor de 25 años y en posesión de todos sus derechos civiles. En nuestra localidad el número total de vecinos varones mayores de 25 años era de 74, de los que solo tres tenían 70 años o más: Babil Benedicto Pérez, con 71 años; Carlos García Navarro con 71, y Mariano Orós Clemente con 70. La mayoría eran labradores de profesión, 66 en total, y otros 8 tenían otras profesiones como un herrero que era Ramón Capdevila Raso (43 años); un pastor, Cristóbal Castiello Deito (51); un ministrante (practicante), Francisco Cortina Campo (39); dos carpinteros, Víctor Castillo Berdún (28) y Ramón Orduna Villanúa (44); un secretario, Juan Manuel Deito Artigas, (44) nombrado anteriormente; un párroco, Domingo Giménez Lloro (47); y un tejedor, Manuel Moliner Arto (50). Hay que indicar también que de los 74 electores, en 17 de ellos figuraba que no sabían leer ni escribir. El resumen por edades es el siguiente: 104 ÍNDICE


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Total

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Del libro Historias de Bagüés, de Javier Lafuente González, he sacado estas noticias referidas a personas que tuvieron relación de vecindad entre las dos poblaciones vecinas, Bagüés y Martes. El herrero de Martes, que figura en este censo con 43 años, Ramón Capdevila Raso, había llegado con su padre Octavio Capdevila, natural de Undués Pintano, desde Bagüés, donde este último había trabajado en esa localidad vecina construyendo el reloj de la iglesia con un preciso mecanismo para hacer sonar la campana a las horas exactas. Un contrario fue el de Ramón Gil Bandrés (1815-1882) natural de Martes, que se trasladó a Bagüés en 1840, estableciéndose como tejedor, siendo el último que ejerció ese oficio en esta localidad. Se casó con Rosalía Castillo Vicién de Casa Cavero. El 15 de junio de 1900, se vuelve a hacer otro censo electoral con motivo de la convocatoria electoral para el año siguiente, que sería la última de la regencia de M.ª Cristina de Habsburgo y con las mismas características que el anterior, solo para los varones mayores de 25 años. El número de electores en Martes era de 73, y solo en 4 de ellos figuraba que no sabían leer ni escribir; el avance con respecto al anterior censo en este aspecto había sido notable. La profesión mayoritaria seguía siendo la de labrador, pues 67 electores lo declaraban así; otros oficios eran: un secretario, Cirilo Aguirre Vallejo (33 años); un herrero, Ramón Capdevila Raso (49); un carpintero, Víctor Castillo Berdún (39); un maestro, Juan Manuel Deito Artigas (55); un cura párroco, Domingo Giménez Lloro (58); y un ministrante, Bienvenido Omella López (30 años). El resumen por edades es este: Total

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Los mayores de 70 años eran Babil Benedicto Pérez de 82 años; Francisco Bandrés Aznar de 70; Manuel Gil Carté de 73; Francisco Giménez Biescas de 70 años; Ramón Mancho Sanz de 76; Mariano

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Palacio Pérez de 71; Manuel Puyó Carté de 74; y Marcos Salinas Giménez de 76 años. Otro caso de intercambio de vecinos entre Bagüés y Martes fue el de Valeriano Vicién Jiménez (1897-1978), hijo de Cosme Vicién y Manuela Jiménez. Era labrador en Bagüés y fue alcalde durante unos pocos meses, justo hasta la Guerra Civil, en que pudo escaparse a Francia y evitar ser fusilado. Después de la Guerra Civil, pudo volver, pero se tuvo que trasladar a Martes donde vivió hasta su muerte en 1978. Se había casado en 1904 con Inocencia Alcaine Navarro.

Terrenos comunales En el año 1896, aparece un expediente relacionado con Martes en el Archivo Histórico Provincial de Huesca sobre «Excepción de terrenos para aprovechamiento común y Dehesa Boyal». El 20 de diciembre de 1896, el Ayuntamiento de Martes presidido por el alcalde Andrés Gil Aso, con los concejales Lorenzo González Ansó, José García Moreno, Celestino Salinas Benedicto, Francisco Cortina Campo, Antonio Puente Ara, y el secretario Cirilo Aguirre Vallejo, se dirige al señor delegado de Hacienda de Huesca como recurso ante el Excmo. Sr. ministro de Hacienda, solicitando el amparo del Real Decreto de 29 de septiembre de 1896, para la excepción de venta como terrenos de aprovechamiento general y gratuito de las fincas conocidas como Paco y Paúl de Tejar con destino a dehesa boyal, y las nombradas como Boaral, Pollicar y Paúl de los Yermos. Acompañan a este escrito la certificación del Registro de la Propiedad de Jaca, otra certificación del número de vecinos y otra del número y clase de ganados. Se le pide que devuelva con el recibí correspondiente uno de los ejemplares, y designe a un perito que ha de medir, deslindar y clasificar esas fincas. Hay otro documento que acompaña a los anteriores, en el que se indica que desde tiempo inmemorial pertenecen a este municipio en pleno dominio las fincas que a continuación se describen: — El Paco, que tiene 80 fanegas y linda con propiedades de varios vecinos y con la Paúl del Tejar por Oriente; produce robles y algún pino y boj. 106 ÍNDICE


Nuestra historia

— La Paúl del Tejar de 32 fanegas, lindante con propiedades de vecinos y por Poniente con El Paco; produce algún fresno y arto. — Monte Boaral de 100 fanegas, lindante con propiedades de vecinos y al norte con el monte Pullicar; produce pinos y arbustos. — Monte Pullicar de 32 fanegas, lindante por el sur con el Boaral, y por Poniente con propiedades de Ramón Mancho; produce robles y arbustos. — Monte Paúl de los Yermos de 10 fanegas; lindante con propiedades de vecinos, por el Mediodía por camino de Mianos y por norte con propiedades de José Lacadena; produce fresnos. Se indica en los escritos que remite el Ayuntamiento, que estas fincas se han utilizado para aprovechamiento general y gratuito de leñas, que las dos primeras fincas reseñadas han sido usadas como pastos de ganados menores y mayores, y la tercera y cuarta como pasto de ganado de labor. Indican también que el municipio consta de 55 vecinos que se dedican a trabajos agrícolas, y que para las 150 cabezas

Campos, con iglesia al fondo. (Foto: Javier Blasco)

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de ganado vacuno, mular y caballar resulta indudable la necesidad, conveniencia y utilidad de que se exceptúen de la venta estas fincas. Solicitan esta excepción en la desamortización de estos terrenos. Continuando con el documento se acompaña otro escrito con fecha 20 de noviembre de 1896 de Antonio Puente Ara, de 38 años, soltero, labrador y vecino de Martes, en el que solicita al Sr. registrador de la Propiedad del partido de Jaca, certificación justificativa para acreditar la pertenencia y la libertad de cargas a nombre del Ayuntamiento de Martes de esas fincas. El registrador de la Propiedad del partido de Jaca, territorio de la Audiencia de Zaragoza, Lorenzo Pueyo Ipiens, reconoce como inscritos en ese Registro por el Ayuntamiento de Martes esas fincas y montes. El título consiste en una certificación posesoria y catastral expedida por duplicado por Benito Añaños Izuel, alcalde constitucional de Martes, el 9 de febrero de 1861, y están libres de cargas; lleva la fecha de 21 de noviembre de 1896, y los honorarios son de 80 pesetas. Siguiendo con los escritos que componen este documento, hay otro del secretario del Ayuntamiento que copia el Acta de la reunión del Concejo del 19 de diciembre de 1896 en el que el alcalde informa del Real Decreto de 29 de noviembre de 1896 y la Ley de 8 de mayo de 1888, y acuerdan que en beneficio de los vecinos no se vendan los citados montes, pues son necesarios para el aprovechamiento de sus ganados. Otro escrito certifica las clases y el número de ganado que tiene el municipio, y que son: vacuno, 60 cabezas; mular, 62 y caballar, 28. El 27 de enero de 1897, se le envía al Sr. alcalde de Martes un escrito en el que se le pide que remita con la mayor brevedad posible tres pólizas de 11.ª clase como reintegro. Sigue el expediente y el 4 de febrero de 1897 hay otro escrito del Sr. delegado de Hacienda de Huesca al Sr. abogado del Estado para que informe sobre las posesiones citadas; y el 21 de marzo el Sr. abogado del Estado M. Fernández remite su escrito dando su conformidad. El 1 de abril del mismo año, el Sr. delegado de Hacienda nombra a Santos Acín, perito agrónomo, para hacer la medición, deslinde y clasificación de los montes, y comunica al Sr. alcalde de Martes que tiene que nombrar a otro perito que concurra y autorice las operaciones, siendo con cargo al Ayuntamiento los honorarios de uno y otro peritos.

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Nuestra historia

El alcalde de Martes nombra a Julián García Bandrés de 54 años, labrador y vecino de esta comunidad, perito, según el escrito antes mencionado con fecha de 18 de abril de 1897. El 22 de abril el Sr. delegado de Hacienda remite al presidente de la Diputación Provincial otro escrito para que certifique si desde el año 1835 han sido arrendados o arbitrados los montes citados según las cuentas municipales presentadas en esa Diputación. Por último, los dos peritos certifican el 8 de mayo de 1897 los planos de deslinde y documentos de medición y clasificación de los citados montes, con las siguientes superficies: El Pullicar con 27 hectáreas y 15 áreas; El Boaral con 88 hectáreas 68 áreas y 75 centiáreas; La Paúl con 16 hectáreas 76 áreas y 70 centiáreas; El Paco de 50 hectáreas y 5 áreas; y la Paúl de los Yermos con 2 hectáreas, 4 áreas y 20 centiáreas. De esta manera termina el expediente por el que pasaron a ser comunales esas tierras.

La electricidad Otro hecho importante a principios del siglo xx, en 1913, fue la llegada de la luz eléctrica a Martes. Por los documentos existentes, muchos de los pueblos de la comarca ya disfrutaban de la electricidad desde el año 1908, y ese retraso parece que se iba a superar. El 23 de febrero de 1913 el presidente de la S. A., Electra Mianos, el Sr. Damian Gárate Aranguren, domiciliado en Lumbier y propietario del Molino y Salto situado en Mianos de donde sale la fuerza eléctrica para el alumbrado de Berdún, Bailo, Arbués, Larués, Arrés, Biniés, Villarreal y Majones, Mianos, Asoveral y pardina de Miramón cuya concesión fue autorizada por Real Orden de 17 de enero de 1908 y publicada en el Boletín Oficial de la Provincia el 19 de febrero de 1908, solicita la ampliación para el alumbrado de Santa Engracia, Javierregay, Huértalo, Alastuey, Martes y la pardina Solano y Venta Carlos. El 14 de abril de 1913, depositan en papel del Estado 4 pesetas y 30 céntimos por el 1% del impuesto del presupuesto de las obras. El miércoles 14 de mayo de 1913 aparece en el Boletín Oficial de la Provincia de Huesca n.º 58, sección de Fomento de la Jefatura de Obras Públicas, el anuncio de la instalación eléctrica a Martes. La Sociedad 109 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

Electra Mianos según el Real Decreto de 7 de octubre de 1904 ha solicitado al Sr. ministro de Fomento la concesión de la instalación eléctrica que partiendo de la que ya tiene para Berdún, Bailo, Larués, Villarreal y Majones, suministre también alumbrado a otros pueblos, entre ellos Martes, arrancando de la de Berdún a 3350 metros del origen de esta; y otra línea para la pardina de Manuel Solano Marco que parte de la de Berdún a Arrés. Dice que esas líneas monofásicas de alambre de cobre de 5 milímetros de diámetro, se apoyarán sobre buenos postes de madera a la altura suficiente y separados 40 metros, y se solicita la servidumbre forzosa sobre terrenos de propiedad particular, cuyos propietarios en los campos afectados de Martes son Antonio Puente, Felipe Boira, Valero Navarro, Gil Bandrés, Mariano Araiz, Benito Domínguez, terrenos comunales, Juan Domingo Biel, Modesto Araguás, María Labarta, Nicolás Callao, Ramón Lacadena, José García, Toribio Alastuey, Joaquín Jordán, Orosia Araguás y Manuel Solano. Las tarifas serán de 1,50 pesetas al mes por la lámpara de 5 bujías. Se instalará un transformador de 3 kilovatios en Martes. Firma el ingeniero jefe, Alfonso Benavent. La llegada de la luz eléctrica fue nuevamente objeto de varios documentos en los años siguientes. Parece que la línea existente no era la adecuada y sufría muchas averías y cortes de electricidad, por eso el 24 de noviembre de 1918 se vuelve a solicitar una nueva línea para Santa Engracia, Javierregay, Alastuey, Martes, Huértalo, Fago, pardina Solano, Venta Carlos, Venta Puente la Reina y Casilla Camineros en el kilómetro 21 de la carretera de Jaca a Sangüesa. Esta nueva línea partirá desde el molino de Santa Engracia paralela a la carretera Jaca-Sangüesa hacia el oeste hasta el ramal Arrés-Larués de la línea antigua, de la cual partirán otras líneas, una a la Venta Carlos y otra a la pardina Solano y a Martes. La corriente será alterna trifásica de 3000 voltios formada por tres hilos de cobre electrolítico, y con postes de madera a una altura debida y a 40 metros de distancia uno de otro. Ese mismo día Manuel Lafuerza deposita el 1% del impuesto del proyecto en la Caja de Depósitos y que sube a 15 pesetas. Esta solicitud se publica en el Boletín Oficial de la Provincia el 27 de noviembre de 1918 con la firma del ingeniero jefe accidental, Pedro Montaner. Los problemas con la luz eléctrica continúan como atestiguan los escritos siguientes y que se agravaron por los efectos del terremoto de julio de 1923.

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En 1923 se van a acometer nuevas obras en la línea eléctrica y así se le pide el 9 de febrero al Sr. alcalde de Martes Eladio Orduna Puyó que remita la certificación correspondiente; este devuelve otro escrito con fecha de 18 de febrero indicando que no se han presentado reclamaciones y que «dada la pobreza de la localidad y los excesivos gastos que pesan sobre los Municipios, impide al de mi Presidencia el establecer el servicio de alumbrado público, por no contar con medios para el pago del mismo». El 26 de octubre del mismo año, se comunica el expediente y proyecto con indicación de las tarifas a regir, que serán las siguientes: por lámpara de 5 bujías se cobrará 1,50 pesetas al mes; por la de 10 bujías será 2,25 pesetas al mes; por la de 16 bujías, 3,40 pesetas al mes; por la de 25 bujías se cobrará 5,25 pesetas al mes; y por la de 32 bujías, 6,25 pesetas al mes; además, el kilovatio hora se cobrará a 0,60 pesetas. El 29 de noviembre, la Comisión Provincial informa favorablemente el proyecto, y el 31 de enero de 1924 el ingeniero jefe provincial de Obras Públicas, Pedro Montaner, da el visto bueno, para su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia con fecha de 6 de febrero de 1924. El 15 del mismo mes se depositan 45 pesetas en concepto de depósito por el 3% del presupuesto; y por fin el 2 de septiembre de este año se comunica la terminación de las obras. En 1932 hay varios escritos de los ayuntamientos de la zona en los que señalan que reconocidas las líneas de transporte eléctrica, estas no se encuentran en sus debidas condiciones, pues los postes en su mayoría están en mal estado, la altura es insuficiente y tienen escasa resistencia. Asimismo, indican que la Sociedad, por convenir así a sus intereses, no ha construido ninguna otra de las líneas comprendidas en la concesión. El 2 de enero de 1942, los propietarios de las líneas que suministran electricidad a Martes y otras localidades, Rafael Araguás Lloro y su esposa Josefa Tomás Aínsa, venden esas redes eléctricas a Ramón Trullás Axcerías, vecino de Ansó, por 5000 pesetas, ante el notario de Jaca Manuel Solano Navarro. Y el 18 de junio de 1957, Ramón Trullás Axcerías, vecino de Santa Engracia, quiere vender a Electra Jacetana, S. A., las redes eléctricas que posee, firmándose la escritura el 10 de enero de 1958 ante el notario de Jaca David Mainar Pérez. El 29 de abril de 1961, la propietaria de estas líneas eléctricas, Electro Jacetana, S. A., presenta un

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Martes, un lugar en la historia

proyecto de mejora con una potencia de 11 kilovoltios, firmado por el director de la empresa Benito Pradal Constante, publicándose en el Boletín Oficial de la Provincia el 31 de diciembre de 1962, informando el Ayuntamiento de Canal de Berdún de una manera favorable, así como la jefatura de Obras Públicas de Huesca.

Comunicaciones A principio del siglo xx las comunicaciones por carretera mejoraron en cuanto a la línea Jaca-Pamplona, pero siguió en muy mal estado la «pista» que nos comunicaba con la carretera hasta Berdún. Es de señalar que según un informe de Obras Públicas del año 1912, había en Aragón 169 pueblos totalmente incomunicados. Otro hecho que pudo ser relevante y referido a nuestra localidad y a nuestra comarca fue el interés que surgió a principios del siglo xx desde Navarra por impulsar la construcción del ferrocarril que llegara desde esa región hasta Jaca. Así, en 1907, el Ayuntamiento de Pamplona acordó por aclamación a propuesta del Sr. alcalde, gestionar la inclusión en el proyecto de ferrocarriles estratégicos el de Pasajes-Pamplona-Jaca por considerarlo interesantísimo para la defensa nacional. El asunto se seguirá tratando en años posteriores como en 1912 y en 1915 para que se construyera el tramo Jaca-Sangüesa. Más tarde, el ingeniero aragonés Joaquín Pano habló de hacer el ferrocarril Cantábrico-Mediterráneo desde Pasajes hasta San Carlos de la Rápita pasando por la Canal de Berdún y por Jaca. Y el 2 de marzo de 1935 el Pleno Municipal de la ciudad de Jaca vuelve a pronunciarse sobre la construcción de ese ansiado ferrocarril, alegando que solo faltaba el tramo de Sangüesa a Jaca. Como sabemos el tramo desde Sangüesa a Jaca quedó sin ejecutar.

El terremoto Un suceso de mucha importancia para nuestra localidad fue el gran terremoto que se produjo el martes 10 de julio de 1923, a las 5 horas 31 minutos de la madrugada con epicentro en Martes y que afectó a todo el cuadrante nororiental de España y sur de Francia; la 112 ÍNDICE


Nuestra historia

intensidad fue de grado viii en la escala de Mercalli, que era la única que se utilizaba entonces. Esta escala va desde i a xii, y según los expertos actuales, el último terremoto importante sucedido en España que afectó a la localidad murciana de Lorca, el 11 de mayo de 2011, hubiera tenido una intensidad de entre vii y viii en la escala de Mercalli. La escala que actualmente se utiliza, la de Richter, no empezó a utilizarse hasta 1935. Los daños del seísmo en Martes fueron muy importantes, aunque no hubo que lamentar heridos: las casas totalmente hundidas fueron 2; las casas ruinosas que fue necesario derribar totalmente, 16; las casas ruinosas de las que solo fue necesario derribar la fachada, 12; y en las que fue preciso la reparación de ángulos o esquinas unas 70; en total 100 casas, incluida la iglesia, fueron las que sufrieron desperfectos y daños. Este terremoto afectó a varios pueblos vecinos como Burgui (Navarra) donde se desplomó un corral, Castillonuevo en donde derribó una casa o Tiermas donde se desplomó la torre de la iglesia. También en Bagüés, Larués y Mianos se sintieron los terremotos de grado viii, pero con menos daños materiales, y en Berdún, que fue de grado vii, y afectó a un par de casas. Los estudios que llevaron a cabo Vicente Inglada y, sobre todo, Alfonso Rey Pastor, ingeniero, geógrafo y director de la Estación Sismológica Central de Toledo unos años más tarde, en 1931, señalaron que este terremoto estaba asociado a los movimientos de consolidación de las fallas SNW-NSE que limitan la Canal de Berdún por la que transcurre el río Aragón. Solamente en ese año 1923 se produjeron 189 sacudidas en Martes y comarca, la mayor parte de las cuales no superaron el grado iv de la escala de Mercalli, aunque hubo algunas de grado v. Los meses más activos fueron julio, agosto y septiembre, para luego ir disminuyendo en frecuencia e intensidad, como se indica en el cuadro siguiente: Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

93

48

26

14

6

2

La primera sacudida del día 10 de julio duró unos 10 segundos y fue la más fuerte y dañina, aunque ese mismo día hubo otras nueve 113


Martes, un lugar en la historia

sacudidas más, algunas catalogadas también de fuertes, aunque de menor duración, de entre 2 y 5 segundos. Poco a poco los epicentros se fueron desplazando hacia el norte, concretamente hacia Villarreal de la Canal y hacia Santa Engracia. Estos sismos se notaron como hemos visto por toda la Canal de Berdún y llegaron también a la zona de Pamplona, sorprendiendo a los pamploneses en plenas fiestas de San Fermín, cuando despertaban con las charangas para ir al encierro, y teniendo en aquel año a un testigo de excepción de este acontecimiento como fue el escritor norteamericano Ernest Hemingway. En Zaragoza también se notó el terremoto, pues como dijo la prensa en su momento, «el suelo de Zaragoza se estremeció, tembló todo el suelo de Zaragoza y gran parte de la provincia». En Huesca también se dejó notar, como reflejó El Diario de Huesca en sus páginas el día 11 de julio de 1923, que bajo el título «Fenómenos sísmicos», indicaba: «en la madrugada de ayer ocurrieron violentas sacudidas terrestres», y seguía la noticia: A las cinco horas y treinta y cinco minutos de la mañana de ayer, ocurrió en Huesca un fenómeno geológico que sembró de inquietud y alarma a los oscenses. Después de una ligera trepidación sobrevinieron dos sacudidas terrestres, brutales, violentísimas. Como es lógico, tan desagradable sorpresa sembró la zozobra y de pánico todos los hogares, a excepción de algunos, muy pocos, donde el suceso pasó desapercibido. La generalidad de los vecinos abandonaron el lecho y, conociendo lo que ocurría, salieron a los balcones y ventanas y muchos se lanzaron a la calle. ¿Cuánto duró el fenómeno? No es fácil precisarlo, porque aquellos momentos parecieron interminables. Pero por deducciones serenas y razonadas, se cree que duraron las sacudidas, muy perceptibles unas de otras, de doce a catorce segundos. Amigos nuestros, que por haber vivido en Filipinas están más acostumbrados que nosotros en la apreciación de los temblores de tierra, nos aseguran que como el de ayer, no se ha registrado en Huesca un movimiento sísmico de tanta intensidad.

114


Nuestra historia

Hubo detalles, durante los temblores, interesantes y pintorescos. Al ruido del huracán siguió al empezar el fenómeno, otro cavernoso y ronco, verdaderamente imponente. Los perros no cesaban en sus aullidos y las gallinas atemorizadas parecían perseguidas por aves de rapiña. Se desarrolló el movimiento de Este a Oeste y las trepidaciones alcanzaron un radio de gran extensión. En Zaragoza las sintieron como en Huesca, según referencias particulares. Y por el mismo conducto nos enteramos de que en el Balneario de Panticosa alcanzó proporciones muy alarmantes y en Biescas, Barbastro, Siétamo y otros puntos. En Ayerbe, Lierta y otras localidades se derrumbaron tabiques, sin que por fortuna haya desgracias personales que lamentar. Aquí se rompió alguna vajilla, y una joven de las calles altas, al caer de la cama se produjo ligeras erosiones. No hemos podido comprobar lo que aseguran. Esto es que, a las cinco y a las siete y cuarto hubo otros temblores insignificantes. En la carretera de Barbastro, un labriego pretendió asirse a un árbol, cayendo al suelo. El último temblor que se registró en Huesca, anterior al de ayer, fue a las doce de la noche, el día 28 de noviembre de 1919. Como es natural, no se habla en Huesca de otra cosa que del fenómeno de ayer, que por fortuna no alcanzó proporciones trágicas y que de desear es que no se repita nunca.

Las noticias referidas a Martes como el epicentro del terremoto no eran reseñadas en estas informaciones periodísticas debido a diferentes causas como las malas comunicaciones telegráficas, la escasez de medios y corresponsales, y, sobre todo, al escaso rigor científico con que contaba en aquellos años la sociedad para concretar los epicentros de los terremotos y sus intensidades, lo que se vio mejorado años más tarde por el profesor Rey Pastor. Además, los medios periodísticos locales apenas recogían otra información que la que les proporcionaba la gente del lugar y que no les trasladaban de otros centros de información nacional. El escritor altoaragonés Luis Lopéz Allué, bajo el seudónimo de Juan del Triso, escribía los siguientes versos con motivo de este terremoto: 115


Martes, un lugar en la historia

y ayer… ayer era martes y el martes trae mala pata por eso entre cinco y media y las seis de la mañana despertamos los vecinos como si alguien nos cunara mientras que mesas y sillas una jotica bailaban; se asomaron los medrosos a balcones y ventanas; otros pidieron auxilio creyendo que les robaban, hubo algunos que ofrecían una perrica a las ánimas, para ahuyentar a los duendes que tiraban de las sábanas; las chicas que tienen novio saltaron sobresaltadas, suponiendo que su novio estaba bajo la cama, y los que se echaron curdas creyeron que aún les duraba. Al escribir estas coplas gran temporal nos amaga, en el que alternan los truenos, los relámpagos y el agua; interrumpido el telégrafo y sin saber donde paran los trenes de Zaragoza, de Cataluña y de Jaca. Ahora cabe preguntar: ¿qué sucederá mañana? Si vivo, lector amigo, Yo te lo diré, descansa. Juan del Triso (El Diario de Huesca)

Como señaló este gran escritor, al terremoto le sucedieron unos días de intensas lluvias con abundantes descargas eléctricas y truenos que produjeron graves inundaciones por el desbordamiento de los ríos tanto del Aragón como otros en la hoya de Huesca, anegando 116


Nuestra historia

muchas hectáreas en la zona de Lupiñén, Ortilla y la Sotonera, en un momento que estaba cercano a la recogida del cereal. El 24 de julio de 1923 apareció una noticia en el diario ABC de Madrid que decía lo siguiente: La situación del pueblo llamado Martes después del terremoto del día 10 y de los pedriscos e inundaciones del 12, continúa siendo extremadamente angustiosa. Los vecinos del mismo solicitan del Gobierno el envío de técnicos para que reconozcan las viviendas, y de recursos y tiendas de campaña para que el vecindario pueda habitar en las afueras. Siguen registrándose frecuentes sacudidas de tierra. El día 20 fueron seis los temblores observados.

Además del terremoto, como dice la noticia y recuerda algún superviviente de aquellos días como Víctor Castillo, las lluvias y el pedrisco cayeron con mucha fuerza e intensidad durante 48 horas seguidas, lo que hizo que las tareas de desescombro y de reparación de las casas resultara más laboriosa y lenta. Por eso, se tuvieron que instalar unas tiendas de campaña en la zona del barranco de la Baiciella para que pudieran pasar allí algunos días los vecinos de Martes cuyas casas habían resultado más dañadas. Los geógrafos y sismólogos han constatado que a lo largo de la historia ha habido varios episodios sismográficos en la zona. En 1357 un sismo destruyó los pueblos de Bahón y Ena, próximos a Villarreal de la Canal, quedando solamente en pie las iglesias y un convento; debió de haber numerosas víctimas, puesto que los supervivientes fueron autorizados a ocupar provisionalmente el convento abandonado por las monjas y se les proporcionaron todos los medios y franquicias para edificar un nuevo pueblo que es el actual Villarreal de la Canal. En Huértalo hubo otro terremoto en el año 1700, según datos que figuran en el archivo parroquial. En 1870 se produjo otro sismo en la comarca de Berdún de grado v o vi (Mercalli). En abril de 1902, hubo otro de grado v. Se repitieron estos terremotos en 1918, de grado v o vi, y otro en 1920 de grado v. Todos estos sismos históricos nos indican que la Canal de Berdún es una zona con un coeficiente de sismicidad bastante elevado.

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Martes, un lugar en la historia

La Segunda República El 12 de abril de 1931, se celebraron elecciones municipales en toda España con el triunfo de las candidaturas republicano-socialistas, lo que provocó inmediatamente la abdicación del rey Alfonso XIII y la proclamación de la República el 14 del mismo mes. Esto supuso para la comarca una esperanza de desarrollo, pues Jaca y nuestra zona fueron consideradas como privilegiadas por haber apoyado a Galán y García Hernández en el intento de instaurar la República en diciembre del año anterior. No se desarrollaron todas las expectativas y solamente la ciudad de Jaca recibió algunas obras menores. En el año 1932, por Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros de la República se publica un nuevo censo en nuestra localidad, en el que aparecen 142 inscritos. Como se puede observar, este censo es más numeroso que el último de 1900, y la razón es que por primera vez aparecían inscritas las mujeres, que a partir de entonces pudieron votar libremente. Además, se había rebajado en un año la edad para emitir el voto, pasando de los 25 a los 24 años. De los 142 inscritos en este censo electoral, destaca el número de gente más joven, entre 24 y 30 años, siendo el resumen por edades el siguiente: Total

>80

70-80

60-70

50-60

40-50

30-40

24-30

142

2

5

22

32

13

31

37

Los mayores de 70 años eran: Hipólita Lalana Samitier de 87 años; Nicolás Callau Navarro de 82; Antonio Bretos Lorés de 76; Francisco Puente Ara de 73; Andrés Gil Aso de 71; Agustina Laguarta Palacio de 71, y María López Campo de 71 años. El número de hombres, 76, era superior al de las mujeres, 66; y en cuanto a las profesiones, predominaban las de labrador para los varones y sus labores para las mujeres. Solamente figuran un albañil, Adolfo Artaso Oliván de 27 años; un maestro retirado, Antonio Bretos Lorés de 76 años; un eclesiástico, Ramón Cárdena Leris de 27 años, y un carpintero, Eladio Orduna Puyó de 54 años. 118 ÍNDICE


Nuestra historia

Durante la Segunda República la comarca de la Jacetania se benefició de las mejoras sociales impulsadas por el nuevo régimen, potenciando la educación, la asistencia médica y las comunicaciones. Los pueblos adquirieron un mínimo de libertades y de participación en la vida pública. En este contexto hay que situar la manifestación celebrada en Jaca con motivo del Primero de Mayo y tras las elecciones de febrero de 1936 en apoyo del Gobierno republicano y en la que participaron unas 3500 personas, de las que la mitad provenían de los pueblos de la comarca de la Canal como Martes o Berdún. En las elecciones de junio de 1931 el Partido Republicano Radical (PRR) fue el más votado en 122 municipios de la provincia de Huesca como Martes, Biniés, Atarés o Huesca. En Berdún, se impuso el Partido Republicano Radical-Socialista. En las elecciones de noviembre de 1933 ganó la derecha a través de la unión de partidos llamada CEDA. De esta manera, después del denominado Bienio Reformista (1931-1933), se pasó al Bienio Negro (1933-1935). En las siguientes elecciones de febrero de 1936 se impuso la coalición de izquierdas del Frente Popular. Los resultados de estas elecciones en nuestra localidad fueron los siguientes: Bloque de Derechas

Frente Popular

Lorenzo Vidal Tolosana, José Romero Radigales, José Moncasi Sangenís, Cirilo Martín Retortillo,

53 votos. 54 « 53 « 53 «

Joaquín Mallo Castán, Ildefonso Beltrán Pueyo, Casimiro Lana Sarrate, Julián Borderas Pallaruelo,

57 votos. 57 « 57 « 56 «

En la provincia de Huesca, cuatro diputados fueron del Frente Popular y uno de la CEDA. En la comarca de la Jacetania se obtuvieron los mismos resultados, destacando los 10 votos que obtuvo el partido de José Antonio Primo de Rivera, Falange Española. Con la sublevación de parte del Ejército en el norte de África y en otras ciudades españolas, se paralizaron los proyectos innovadores, se interrumpió el normal desarrollo político y social, dando paso a 119


Martes, un lugar en la historia

la Guerra Civil y a un largo período de involución. La consecuencia inmediata fue la amenaza y el acoso de quienes habían participado o eran considerados como adictos al Gobierno republicano. A los pocos días de la sublevación, el 22 de julio de 1936, entraron por la Canal de Berdún hacia Jaca 200 falangistas y requetés voluntarios de la Rioja y Navarra al mando del comandante retirado Rafael Latorre. Con ellos dieron comienzo las extorsiones, que en muchos casos pasaron por la detención, el fusilamiento y la incautación de bienes. Varios vecinos de Martes, Bagüés, Berdún y Biniés tuvieron que huir y pasar a Francia, como Antonio Visauta, Valeriano Vicién, Segundo Jiménez, Daniel Sánchez, Eugenio Anaya, Félix Biniés, y tantos otros… Este último era un excelente músico de Casa Valentín de Biniés que recorría todos los pueblos de la comarca, incluso de Navarra y del sur de Francia, amenizando las fiestas con su acordeón cromático de botones. Había sido alcalde durante la Segunda República y al inicio de la sublevación contra el Gobierno de la República, tuvo que huir a Francia para salvar su vida a través de las intrincadas sendas que atravesaban el Pirineo. Más tarde, él y el resto de sus compañeros volvieron a España y se alistaron en las distintas compañías y batallones del bando republicano que operaban en la parte norte de la provincia de Huesca tratando de recuperar la legalidad truncada. Formó parte de la Agrupación Pirenaica que se situó en el valle de Tena con base en Yésero. Resultó herido en el asalto a Gavín y falleció en Boltaña. Otros, al terminar la contienda, derrotados y humillados, volvieron a Francia donde sufrieron las consecuencias de la invasión alemana pasando muchas penalidades durante varios años en campos de concentración. Algunos pudieron regresar años más tarde a sus pueblos para empezar una nueva vida, teniendo que soportar la opresión y la semiclandestinidad, así como el embargo de sus bienes y casas. Muchos de los que se quedaron en la localidad sufrieron la persecución, la cárcel y la muerte. En el Archivo Histórico Provincial de Huesca figura el expediente de la Comisión de Depuración del Magisterio Provincial del maestro de Martes Antonio Santos Álvarez, de 30 años, que fue fusilado el 28 de agosto «por pertenecer a la agrupación socialista y ser interventor del Frente Popular en las pasadas 120


Nuestra historia

elecciones de febrero», según consta en dicho expediente. A pesar de esto, todavía en diciembre de 1936, le formaron un expediente para depurarlo como a otros muchos maestros nacionales de la época según el Decreto número 66 del Gobierno de Franco que depuraba al personal del magisterio español. El informe del sargento de la Guadia Civil del puesto de Berdún, Francisco Lasaosa González, dice que «el dicho maestro ha sido fusilado por hallarse complicado en los sucesos de julio último». El cura párroco de Martes, Ramón Cárdena Leris, también tiene que intervenir en el expediente y con fecha del 12 de enero de 1937, contesta al cuestionario que le solicitan en el que entre otras cosas dice: «que la competencia profesional era regular, y la moralidad social buena; que las enseñanzas e ideales que ha divulgado en el ambiente social de Martes han sido disolventes; que pertenecía a los partidos que integraban el Frente Popular; que se consideraba de izquierdas aunque respetaba a los demás; que aunque asesoraba a la UGT no le consta que asistiese al centro; que su conducta religiosa era la de ateo porque a las funciones religiosas no asistió nunca; y que no sabía si pertenecía a alguna asociación». Otro vecino de la localidad, cartero de Martes y de Bagüés, Bienvenido Vinacua Ballarín, junto con otros vecinos de Bagüés, como Gerardo Ponz, fueron también fusilados al parecer en las tapias del cementerio de Yesa el 14 de agosto. Durante la contienda, Berdún fue utilizado por las tropas nacionales como base aérea, empleando el campo de la Magdalena cerca de la carretera a Pamplona como aeródromo.

La época franquista Una vez concluida la contienda civil, el 1 de abril de 1939, la vida se hizo muy dura debido a la escasez económica como consecuencia del aislamiento internacional que duró hasta los años 1952-1953, y a la represión social y política que duró hasta bien entrada la década de los setenta. Poco a poco, la apertura internacional hizo crecer la economía y aumentar los puestos de trabajo en las grandes áreas industriales, lo que supuso que la emigración a las ciudades del entorno fuera brutal y dejara a la localidad con un tercio de su población. Pamplona, Zaragoza, Barcelona, Huesca, Jaca fueron los destinos de 121 ÍNDICE


Martes, un lugar en la historia

muchas personas, principalmente jóvenes, que arrastraban, en algunos casos, a sus familias en busca de otro medio de vida. La despoblación afectó a toda la provincia de Huesca, pues hizo desaparecer en esa década, desde 1960 a 1970, un total de 90 pueblos, que comparado con los 110 que lo hicieron en los cuatro siglos anteriores, desde el siglo xvi, da una idea de la fuerte emigración hacia las capitales más cercanas. En nuestra comarca, aunque no hubo desaparición de localidades, sí afectó y mucho al descenso del número de habitantes que marcharon a zonas de más desarrollo industrial. En el padrón de habitantes del año 1940, nuestra localidad contaba con una población de 252 vecinos; en el año 1960 había descendido a 163, y en el año 1970 el censo marcaba 96 habitantes. En los años sesenta, dentro del plan del Ministerio de Educación y Ciencia, se construyeron las nuevas escuelas en un «moderno» edificio que contemplaba también la vivienda de la maestra y servicios anexos. El proyecto fue firmado en septiembre de 1960 por el arquitecto escolar Antonio Uceda con un presupuesto de 166 840 pesetas. Hoy día, como ha ocurrido en muchas otras localidades y después de haber sido cerrada en el año 1978 por falta de niños, se emplea como consultorio médico y local para el uso y disfrute de los vecinos. El servicio médico, durante los años sesenta y principio de los setenta, fue atendido por el médico titular de Berdún, Jesús Gassent, que ejerció durante muchos años en toda la comarca, destacando por su amabilidad, atención y cercanía hacia las personas de toda condición. Era un gran amante de la bicicleta y del deporte, siempre dispuesto a acudir cuando era necesario ante cualquier emergencia. En aquella época, como no existía todavía el Sistema de la Seguridad Social tal como lo conocemos hoy, al médico se le pagaba una iguala y de esa manera atendía con dedicación y en cualquier circunstancia. En esta misma década, y debido a la precariedad económica de nuestro Ayuntamiento para sostener los gastos normales de funcionamiento, tuvo que unirse a los pueblos de la comarca más próximos para formar un nuevo Ayuntamiento con sede en Berdún y así optimizar los recursos y los gastos. Berdún, Martes, Biniés, Majones y Villarreal de la Canal formaron el nuevo Ayuntamiento que pasó a denominarse «Canal de Berdún». Las casas abiertas en los años cincuenta del siglo pasado eran: Andrés, Artillero, Abadía, Artaso, Buey, Callau, Castillo, Cacho, 122


Nuestra historia

Plaza, escuelas y fragua.

Grupo de niĂąos a finales de los aĂąos cincuenta.

123


Martes, un lugar en la historia

Cachano, Ena, Escuelas, Francisco Antonio, Florentín, Jerónimo, González, Miguel González, Octavio Herrero, Ramón Herrero, Iralde, Juan Campo, Labarta, Larraz, Linos, Leandro Madalena, Marco, Mancho, Marco Salinas, Martínez, Miranda, Musico, Moreno, Manolito, Orduna, Pajares, Palacio, Pascualero, Puyó, Plácido, Ramoné, Ramuncho, Royón, Sanz, Sastre, Sangorrín, Soledad, Sillero y Valeriano. Otro hecho significativo y que supuso un gran avance para las amas de casa y la población en general fue la llegada del agua corriente a las casas. Se construyó el alcantarillado, la toma de agua desde el barranco del Tobo, y un depósito en lo alto del pueblo para desde allí distribuirla por toda la población. Las obras empezaron el 4 de abril de 1973, terminándose unos meses después. Durante la época veraniega, debido al escaso caudal del barranco y al mayor incremento de la población esta conducción sufrió muchos problemas y a menudo desabastecía de agua a los habitantes. Por eso, a través de la Diputación Provincial de Huesca, en 1992, se hizo una nueva captación de agua junto al río Aragón, y por medio de un equipo de bombas se elevaba hasta Martes, estando el servicio muy mejorado y sin ninguna incidencia ni en verano ni en invierno.

La democracia A partir del año 1975, con la muerte de Franco, se abrió un período de transición pacífica hacia la democracia en el que la libertad política y sindical se hizo patente tras las primeras elecciones democráticas del 15 de junio de 1977. Con la aprobación de la Constitución el 6 de diciembre de 1978 se consolidaron los deberes y derechos de los ciudadanos del Estado español. El 8 de mayo de 1983, se celebraron las primeras elecciones autonómicas en Aragón, formándose el primer gobierno de nuestra autonomía presidido por el líder de los socialistas aragoneses Santiago Marraco. En lo que afecta a nuestra localidad, a principio de los ochenta, se produjo la petición por parte de muchos vecinos de que se realizara la concentración parcelaria, y así, en el Boletín Oficial de Aragón del 2 de agosto de 1985, aparece la orden para la realización de mejoras 124 ÍNDICE


Nuestra historia

y obras de concentración parcelaria para nuestra localidad, lo que supuso una mejora y un ahorro de costes para los agricultores, se mejoraron los caminos y se puso en valor las zonas de regadío. La economía de las grandes áreas industrializadas llevó poco a poco, en los años siguientes, al descenso de población que ha sido paulatino también en toda la comarca, y conociendo los censos de nuestro Ayuntamiento, hemos pasado de los 437 habitantes que figuran en el padrón del Ayuntamiento de la Canal de Berdún del año 1999, a los actuales 367 en el año 2015. En Martes, la disminución de la población en los últimos once años, también ha sido importante, pasando de 38 habitantes censados en el año 2001 a los 28 del último censo en el año 2012. En el siguiente cuadro se señala la variación del número de habitantes en estos últimos doce años, observando que la mayor disminución ha correspondido al número de mujeres. Año

N.º de vecinos

Mujeres

Hombres

2000

37

16

21

2001

38

17

21

2002

37

16

21

2003

37

15

22

2004

36

16

20

2005

37

15

22

2006

37

15

22

2007

33

13

20

2008

34

14

20

2009

33

13

20

2010

33

13

20

2011

30

11

19

2012

28

10

18

125


Martes, un lugar en la historia

Ni単os en la plaza en los a単os ochenta.

Ni単os con disfraces en los a単os ochenta.

126


Nuestra historia

Esta disminución del número de vecinos ha acarreado, como es natural, el cierre de muchas de las casas, aunque algunas de ellas se siguen abriendo en época de vacaciones y fines de semana. Paso a nombrar por orden alfabético las casas que todavía siguen abiertas toda la temporada y como sencillo homenaje por ello: Cacho, Callao, Castillo, Ena, Francisco Antonio, Jerónimo, Larraz, Mancho, Musico, Pajares, Palacio, Pardina Solano, Plácido, Puyó y Valeriano. En la antigua Casa Consistorial se está formando el Museo Etnográfico de la localidad (MEM) con ayuda de todos los vecinos, de la Asociación Cultural La Fragua, de la Diputación Provincial de Huesca y del Ayuntamiento de la Canal de Berdún, para poner en valor la historia, las costumbres y la vida de nuestros antepasados, con el fin de transmitir a las siguientes generaciones la importancia de nuestro pueblo.

Rincón típico de la localidad: Casa Musico y Casa Ena.

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En el Camino, a 800 kilĂłmetros de Santiago

Ă­ndice


Quien no sabe adĂłnde va, nunca encuentra viento favorable. SĂŠneca


Martes se encuentra en el Camino de Santiago, en el Camino Francés, en una terraza pegado a la falda de un monte boscoso sobre el barranco del río Tobo, afluente del río Aragón. El Camino pasa a unos 1200 metros al norte por el despoblado de Borigüela, aunque un desvío puede acercar a los peregrinos hasta la misma localidad.

A 800 kilómetros de Santiago.

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Martes, un lugar en la historia

El Camino Francés La Guía del Peregrino o Liber Sancti Iacobi (1160) de Aimeric Picaud, que viajó a Compostela en los años 1142 y siguientes, describía las cuatro vías principales que venían de Europa hacia Santiago de Compostela y que atravesaban los Pirineos. Una venía desde Tours, la llamada vía Turonensis, otra desde Limoges, la vía Lemovicensis y la tercera desde Le Puy, conocida como vía Podensis. Estas tres vías procedían del norte de Francia y entraban por Roncesvalles. La cuarta vía venía desde el centro de Europa e Italia y pasaba por Arlés y Toulouse, y fue llamada vía Tolosana que llegaba al Somport (Summus Portus) para iniciar lo que los historiadores y estudiosos llamaban el Camino Francés, y que utilizando parte de las calzadas romanas, atravesaba la Jacetania y la Canal de Berdún señalando las siguientes etapas: Portibus Asperi (puerto de Aspe, Somport), Hospitalis Sancte Cristine (Hospital de Santa Cristina), Canfrancus (Canfranc), Jacca (Jaca), Osturit (Astorito, Puente la Reina de Jaca) y Termas (Tiermas).

Los «Caminos de Santiago» hacia 1092 (itinerario preferente). (En Antonio Ubieto Arteta, Los Caminos de Santiago en Aragón, 1993, p. 20)

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En el camino, a 800 kilómetros de Santiago

El fenómeno del peregrinaje es muy antiguo, tan antiguo como el hombre, que cree en algo sobrenatural y visita un lugar relacionado con su creencia. Las peregrinaciones a Roma, Jerusalén, La Meca, la India, Lourdes, Fátima, etc., indicaban e indican que el ser humano busca en estos lugares una redención para el más allá y una resolución de sus debilidades terrenales. En la Edad Media la mayor seguridad, la eclosión demográfica y la creciente prosperidad del Occidente europeo estimularon a clérigos y penitentes, mercaderes y artesanos, sabios y curiosos, caballeros y villanos, a peregrinar a Santiago a través de los Pirineos para visitar la tumba del Apóstol. La peregrinación era considerada como un acto penitencial, pero también un acto para consecución de milagros, y a veces como redención de penas impuestas por tribunales. La peregrinación a Santiago se desarrolló principalmente entre los siglos ix y xvi, aunque adquirió su máxima importancia entre

Poste direccional del GR 65.3.

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Martes, un lugar en la historia

los siglos xi y xiii. Fue el peregrinaje más importante de los que se celebraban en el Occidente europeo, pues las peregrinaciones a Roma y a Jerusalén habían perdido atractivo. Se cifra entre 250 000 y 500 000 los peregrinos que cada año iban a Santiago en estos siglos de máximo esplendor, a lo que contribuyó el gran interés que pusieron los reyes aragoneses y castellanos en potenciar el Camino, con normas, leyes y construcciones que ayudaban a los peregrinos, y apoyados por el papado de Roma. Después del siglo xiii la intensidad de las peregrinaciones a Santiago fue decayendo poco a poco por varios motivos, entre los que destacan el auge de la doctrina protestante y las guerras de religión en Europa, las indulgencias del jubileo concedidas por el papado a la peregrinación a Roma, y, por último, la estabilización de las poblaciones en las ciudades con un mejor entramado social y protector que supuso un aumento significativo demográfico y de bienestar.

Sancho Ramírez, impulsor del Camino El rey Sancho Ramírez potenció el camino del río Aragón. Él ya sabía personalmente lo que era una peregrinación, pues la había realizado a Roma en el año 1068, y con el apoyo del papa Alejandro II y los monjes de la abadía de Cluny (Francia), acometió la tarea de «acondicionar» el Camino entre los años 1077 y 1090. Una de sus primeras misiones fue la implantación del rito romano, tanto en el monasterio de San Juan de la Peña como en el de San Victorián en el Sobrarbe. No era fácil viajar en aquella época, pues los accidentes y enfermedades, la violencia, el robo o el engaño, los posibles ataques de los musulmanes, además de las inclemencias meteorológicas y las dificultades orográficas, hacían del viaje una verdadera aventura. Sancho Ramírez en Aragón y Alfonso VI en Castilla crearon y potenciaron unas infraestructuras a lo largo del Camino de asistencia al peregrino, como hospederías, hospitales y pequeños monasterios. Se construyeron y repararon puentes, se revitalizaron algunas villas y lugares, se fundaron algunas poblaciones. También fomentaron y ayudaron al comercio, lo que trajo consigo la aparición de muchos artesanos para abastecer al viajero de ropa y alimentos. 134

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En el camino, a 800 kilómetros de Santiago

Las construcciones de estilo románico se multiplicaron y no solo se manifestaron en la edificación de las iglesias, sino también en los albergues, hospitales, puentes, etc. El arte románico entró con todo su esplendor en nuestra zona en edificios como la catedral de Jaca, el monasterio viejo de San Juan de la Peña, el de San Salvador de Leyre, o en Bagüés, en Ruesta, o en la iglesia de Javierremartes. El tramo aragonés del Camino de Santiago fue una pequeña parte pero fundamental de un haz de rutas que desde toda Europa convergían en el Pirineo para dirigirse hacia la tumba del Apóstol en Galicia. El recorrido del Camino por la ribera izquierda del río Aragón en la Canal de Berdún, que pasa por Martes, ha sido el más importante de todos los caminos aragoneses de peregrinos en la Edad Media, y desde Puente la Reina de Jaca por esa ribera izquierda, discurría por Venta Samitier, Arrés, Xavierre de Martes, Martes, Calcones, Mianos y Artieda, hacia Undués de Lerda y Sangüesa para enlazar en Puente la Reina de Navarra con el Camino que venía de Roncesvalles.

Cartel del Camino de Santiago entre Martes y Mianos. (Foto: Javier Blasco)

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Martes, un lugar en la historia

Postes del Camino de Santiago y sierra de Orba.

Cambios sociopolíticos La importancia del Camino de Santiago no solo se circunscribió al recorrido y a conocer su trazado, sino que fue más allá, significando profundos cambios en la sociedad aragonesa de la Edad Media sobre todo a partir del siglo xi. A esto contribuyó la iniciativa de concentrar o reagrupar en otros núcleos ya establecidos, aldeas diseminadas a lo largo del recorrido del Camino para que contaran con mejores defensas y servicios y, de paso, quedar sometidos sus pobladores a los seniores o tenentes; así, incrementaron su población las villas de Berdún, Artieda, Pueyo de Pintano, Ruesta, Tiermas, Pueyo de Mianos y Martes. Nuestra localidad vio incrementada su importancia debido a que la abadía del monasterio de San Juan de la Peña había instalado en Martes un priorato eclesiástico del que dependían las iglesias rurales del entorno como Calcones, Lienovas y Borigüela, lugares que poco a poco fueron despoblándose y reagrupándose en Martes y otras 136

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En el camino, a 800 kilómetros de Santiago

localidades próximas. Hoy son despoblados por donde pasaba el Camino en la Edad Media. Se desarrolló también un derecho del peregrino, un derecho internacional protector, en el que coincidían todas las legislaciones; se mencionaba en los documentos que «los caminos, calzadas públicas, peregrinos, mercaderes y caminantes queden salvaguardados por la paz real», incluyendo posteriormente este precepto y otros en los Fueros de Aragón. Se imponía una multa de 1000 sueldos a los «invasores de las vías públicas» por quebrantar la seguridad en ellas, para que pudieran circular libremente por los caminos sin que nadie les pudiese hacer daño o robar sus pertenencias. También estaban exentos de peajes y portazgos en todo el reino. En el Camino, cerca de Puente la Reina de Jaca, se encontraba la desaparecida sede regia de Astorito (citada en la Guía del Peregrino como Osturit, siglo xii) donde el Camino se dividía en dos: uno discurría por la orilla derecha del río Aragón y el otro siguiendo la ribera izquierda, el actual GR-65.3, que era el más directo y el que utilizaron casi todos los peregrinos en la Edad Media. Pasaba junto a la fortificación de Samitier que se erguía en el collado del mismo nombre, quedando hoy como vestigio la llamada Venta Samitier; seguía hacia Arrés, documentado cuando Sancho Ramírez lo recibe del monasterio de San Juan de la Peña. En sus cercanías se encontraba el monasteriolo de Santa Columba o Coloma, llegando poco después a la pardina Solano; en sus cercanías se encontraba la villa de Javierremartes, quedando hoy apenas unas piedras como recuerdo de ella, aparte de la ermita románica, y en donde hasta 1987 se mantuvo en pie un puente romano de buena factura compuesto por una bóveda de medio punto con un solo arco y que servía de paso del Camino delante de la ermita de Nuestra Señora de Javierremartes; una riada lo derribó, quedando solo restos del estribo en una de las orillas del barranco, lo que constituyó una penosa pérdida en unos momentos en que se pone en valor el patrimonio monumental. Seguía la ruta por Borigüela y Martes, donde un desvío llegaba a la población, aunque otros optaban por atravesar el imponente puente de más de 150 metros de longitud y nueve bóvedas de cañón y sillería, para acercarse a Berdún, continuando por la orilla derecha del río Aragón. Los que continuaban por la ribera izquierda pasaban por el barranco y poblado de Calcones, documentado en el siglo xii, y 137


Martes, un lugar en la historia

Camino de Santiago por Calcones.

frontera durante muchos años entre Navarra y Aragón, hoy desaparecido y absorbido, junto a otras aldeas de la zona, por las villas más próximas de Martes y Berdún. El Camino seguía un entramado de sendas entre la Sierra Nobla y la Peña Musera, por un lado, y el río Aragón, por otro, atravesando las villas de Mianos y Artieda, llegando a la Paúl de Rienda (hoy pardina de Rienda) donde había otra localidad en el año 1048 que pertenecía al monasterio de Santa Cruz de la Serós. Poco después se llegaba a San Juan Bautista de Maltray, construido antes del año 1000 y perteneciente al monasterio de San Juan de la Peña, en las proximidades de Ruesta. Aquí el Camino podía derivar hacia Tiermas cruzando el río Aragón (hoy no es posible porque el puente ha quedado anegado por el pantano de Yesa) o seguir hacia el sur en dirección a Undués de Lerda y Sangüesa, por el valle del río Onsella, atravesando el antiguo priorato de Santiago de Ruesta. Después, por Monreal a Puente la Reina de Navarra, donde confluían los tres caminos más importantes de la época, los dos del camino aragonés 138


En el camino, a 800 kilómetros de Santiago

que hemos nombrado y el navarro que venía por Valcarlos, Roncesvalles y Pamplona. En Puente la Reina de Jaca se unía otro Camino, que en los primeros siglos de peregrinación, ix y x, tuvo una importancia mayor que el de Somport y que atravesando el Pirineo por el puerto de Palo, a 1900 metros de altitud, seguía la antigua vía CaesaraugustaBenearnum, pasando por el monasterio de San Pedro de Siresa (Hecho), y llegaba hasta Astorito (Puente la Reina). A partir del siglo xi perdió importancia y fue sustituido mayoritariamente por el del Somport, que atravesaba el Pirineo con una altitud más baja y que gozaba de privilegios que concedió Sancho Ramírez a las poblaciones del valle del río Aragón, como Canfranc y Jaca.

El Camino, Patrimonio de la Humanidad El creciente interés y las diversas gestiones llevadas a cabo hicieron que el Consejo de Europa designara en 1987 al Camino de Santiago como «Primer Itinerario Cultural Europeo». Anteriormente,

Los «Caminos de Santiago» hacia 800 (itinerario preferente). (En Antonio Ubieto Arteta, Los Caminos de Santiago en Aragón, 1993, p. 17)

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Martes, un lugar en la historia

Los «Caminos de Santiago» hacia 900 (itinerario preferente). (En Antonio Ubieto Arteta, Los Caminos de Santiago en Aragón, 1993, p. 17)

en 1962 (BOE del 7 de septiembre), el Camino de Santiago había sido reconocido en España como Conjunto Histórico-Artístico, comprendiendo en esta declaración tanto los lugares, edificios y parajes conocidos y determinados en ese momento como aquellos que más adelante se fijaran y delimitaran, pasando luego a ser declarado Bien de Interés Cultural. Como aparecieron unos datos nuevos a través de documentación gráfica histórica, en el año 2001 (BOA del 20 de julio), se procedió a una nueva delimitación física de la ruta y del entorno del Camino a su paso por Aragón. Los municipios y núcleos urbanos afectados son: Aísa-Candanchú, Canfranc, Villanúa, Castiello de Jaca, Jaca, Santa Cruz de la Serós, Santa Cilia de Jaca con Binacua, Puente la Reina de Jaca, Bailo con Arrés, y Canal de Berdún con Berdún y Martes, todos ellos en la provincia de Huesca, y Mianos, Artieda, Los Pintanos, Urriés con Ruesta, Undués de Lerda, Sigüés con Asso-Veral, Escó y Tiermas, en la de Zaragoza. La UNESCO lo distinguió como bien integrante del Patrimonio Mundial en 1993, y en al año 2004 fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias.

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El río Aragón

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El agua es vida, la vida es progreso.


El río Aragón es otra seña de identidad de nuestra localidad. Es el río que da origen y nombre a nuestra comunidad autónoma, y fue el germen de un reino y, posteriormente, de una corona que agrupaba también a Cataluña, Valencia, Baleares, Nápoles, Sicilia y otras muchas plazas por el Mediterráneo, configurando después junto con Castilla la nación española. Ocupa una extensión de cuenca de 8524 km2 y tiene una longitud, hasta su desembocadura en el Ebro en la localidad Navarra de Milagro, de 195 kilómetros, aportando a este una media de 1216 hm3/año, con un caudal medio de 41 m3/s. El agua dulce condiciona los paisajes, la flora, la fauna, la multitud de especies que habitan a su alrededor, incluidos nosotros mismos. Dependemos del agua de los ríos para vivir. El río forma un ecosistema lleno de vida, generando un verdadero paraíso de diversidad. Y no solo es agua, es también sentimientos y valores, historias y leyendas, emociones y belleza; es belleza universal, sentida por todas las culturas; el agua, como decía Unamuno, es «la conciencia del paisaje». El río Aragón pertenece al grupo de corrientes fluviales de régimen pluvio-nival, que lleva muy alto su caudal en la primavera y en el invierno. La fusión de la nieve acentúa el caudal en la primavera, sobre todo en el mes de mayo, con lo famosos «mayencos»; agosto y septiembre son los meses en los que el caudal roza los mínimos. Tiene fuertes variaciones interanuales, con muchas crecidas en épocas de lluvias y de deshielo y grandes estiajes al final del verano, que repercuten negativamente en las actividades de los habitantes de la zona. En el cuadro siguiente se observan los datos recogidos en los últimos seis años del caudal medio mensual en m3/s: 143

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Martes, un lugar en la historia

Meses Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre

Caudal medio en m3/s 16,06 21,76 17,65 18,70 17,83 23,76 29,29 29,81 19,45 7,05 3,22 5,91

En el cuadro siguiente se puede observar esa gran diferencia de caudal a lo largo del año, tomados los datos en la estación hidrológica de Martes, dependiente de la Confederación Hidrográfica del Ebro y situada en la parte sur del puente del Aragón, en la cota 554 metros, que recoge y toma datos del agua de la cuenca del río de unos 1083 km2; los datos son de la aportación mensual en hectómetros cúbicos a su paso por dicha estación hidrológica: Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Total

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Años 2008-2009 13,39 47,06 42,87 100,85 94,66 83,82 101,91 163,01 47,56 13,51 9,50 6,95 725,09

Años 2009-2010 29,91 66,24 125,58 100,54 63,13 93,04 92,56 99,88 92,14 54,81 14,83 4,69 837,35


El río Aragón

El río Aragón a finales de agosto.

El río Aragón tras intensas lluvias.

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Martes, un lugar en la historia

El río Aragón el 21 de octubre de 2012.

En cambio en el año hidrológico 2005-2006 se contabilizó una aportación total de 380,17 hm3, y en 2006-2007 de solamente 350,65 hm3. Como se puede apreciar fueron estos dos años de muy pocas precipitaciones en las cabeceras del río y de sus afluentes, pues apenas llegaron al 40 o 50% de los años estudiados en el cuadro. Durante el año 2012, el nivel medio del río fue de 0,34 metros, marcando un mínimo el 5 de septiembre de 0,12 metros y un máximo de 2,29 metros el día 21 de octubre. El caudal tuvo una media de 15,13 m3/s, con un mínimo de 1 m3/s el 5 de septiembre y un máximo de 621,60 m3/s el 15 de diciembre. La precipitación recogida en esta estación hidrológica fue durante el año de 503 l/m2, con una máxima el 20 de octubre de 99,8 l/m2.

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El río Aragón

Su valor ecológico El río Aragón, a su paso por nuestra comarca de la Jacetania, tiene una importancia ecológica y natural de primera magnitud. Solo hay que nombrar el número de zonas alrededor del río que tienen la categoría de Espacios Naturales Protegidos, incluidos en la Red de Hábitats (Natura 2000), un proyecto de la Unión Europea para unificar las políticas medioambientales asegurando la adecuada protección de la biodiversidad y contemplando no solo los espacios naturales, sino también los hábitats seminaturales fruto de la interacción sostenible del hombre y sus actividades tradicionales como la agricultura y la ganadería. Estos espacios naturales en el entorno del río Aragón son: un Parque Natural, el de los Valles Occidentales; dos Espacios Protegidos, el de San Juan de la Peña y Monte Oroel, y el de las Foces de Fago y Biniés; dieciocho Lugares de Importancia Comunitaria (LIC); y otros como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Por lo que a nuestra localidad se refiere, los sotos del río Aragón a su paso por Martes son Zonas de Especial Protección para las Aves. La variedad de ecosistemas que existen en las tierras de la Canal de Berdún hace que exista una gran riqueza ornitológica, de tal manera que la comarca de la Jacetania quiere potenciar el turismo ornitológico, pues es el segundo mejor espacio de observación de aves a nivel nacional. Se calcula que más de doscientas especies de aves viven de forma permanente o de paso en nuestra zona, siendo algunas de ellas de carácter endémico. Los pájaros carpinteros, las abubillas, el martín pescador, la lavandera o engañapastores, los petirrojos, los pinzones, los ruiseñores, el mirlo acuático, el vencejo, el cuco, son algunos de los pájaros que pueblan las orillas del río y sus sotos. Por otra parte, tenemos patos, gaviotas, cormoranes, garcetas y garzas. También surcan el cielo de nuestro río las rapaces, como el águila culebrera, el milano real, el halcón peregrino, el azor, el aguilucho, el cernícalo, el búho real, y el ratonero común, así como los buitres, cuervos, grajillas, urracas (picarazas), y autillos, que viven cerca de nuestros sotos. La trucha es la reina de estas aguas desde tiempos remotos que ha atraído a muchas generaciones de pescadores hasta los alrededores del puente de Martes como zona muy propicia para su captura. Las 147

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Martes, un lugar en la historia

madrillas y los barbos completan el trío de grandes peces del río, en el que también hay que ver ranas, sapos, cangrejos autóctonos (últimamente en repoblación), culebras de agua y otros artrópodos e insectos necesarios para mantener el ciclo vital de nuestras aguas. Alrededor del río podemos observar reptiles como culebras, lagartos ocelados, lagartijas, salamanquesas, y mamíferos como jabalíes, tejones, ardillas, zorros y conejos. En cuanto a la flora, las orillas del río nos ofrecen una gran variedad de árboles como el olmo, el chopo, el sauce blanco, el fresno, el álamo blanco y el álamo negro, el cajico y la carrasca. Los arbustos que pueblan los sotos son las mimbreras, la zarzamora, el rosal silvestre, el espino albar, el aligustre, el majuelo, el cornejo y el tamariz o tamarindo.

Zona de Especial Protección para las Aves en Martes.

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El río Aragón

Las navatas El río Aragón, aparte de ser un importante espacio ecológico y de diversidad, marcó el camino a diversos pueblos que habitaron en sus dominios, y facilitó las comunicaciones entre tierras y valles ya desde tiempos remotos, con documentos escritos a partir de la Edad Media por los que sabemos que adquirió mucha más importancia debido al transporte de la madera desde los altos valles pirenaicos hasta el río Ebro en su desembocadura, para la construcción de naves y barcos con destino a la armada del Reino de España, demandada para los descubrimientos y conquistas de otras tierras en el Mediterráneo y en América. Los primeros documentos sobre las navatas son del siglo xiv, aunque se sabe que mucho antes ya se utilizaba este medio de transporte. Hay un documento del 25 de abril de 1495 en el que «los Chesos se quejan de los excesivos impuestos que les ponen en las aduanas aragonesa y navarra por la bajada de la madera por el río Aragón, y en consecuencia, el Concejo de Echo promulga un estatuto por el que se prohíbe el corte y la saca de madera en sus términos, bajo multa de 200 sueldos jaqueses». En el año 1515 una cédula real libraba a los chesos del pago de los abusivos impuestos al atravesar el río por tierras navarras, que, sin embargo, no les eximió de pagar, lo que trajo consigo muchos pleitos. Los chesos monopolizaron la bajada de la madera por el río Aragón, y se sabe que en el año 1774 fueron 24 265 los maderos transportados por las navatas. Durante los años posteriores se mantuvo el número, pero fue descendiendo poco a poco hasta desaparecer alrededor de 1930, y aunque quiso resurgir después de la Guerra Civil, terminó por desaparecer hacia 1945. Desde el año 2008, la Asociación de Navateros de la Val d’Echo rememora el transporte de la madera por el río Aragón Subordán, por el que antiguamente bajaban hasta el Aragón y luego hasta el Ebro, llegando hasta su desembocadura en Tortosa. Para conmemorar aquellos descensos de madera construyen hoy día dos navatas a semejanza de las que surcaban este río en la Edad Media, y las navegan en un recorrido de unos tres kilómetros, desde la Glera de Lo Molino hasta el Puente Viejo. 149

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Martes, un lugar en la historia

Navatas por el río Gállego.

Las navatas de la Val d’Echo, los navateros del río Cinca y los de la Galliguera que bajan por el río Gállego desde Murillo hasta el Puente de Santolaria han sido declarados Bien de Interés Cultural Inmaterial (BIC) en 2013 por el Gobierno de Aragón, y se está trabajando a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural junto con Navarra, Cataluña y Castilla-La Mancha para que las navatas sean incluidas en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. En Burgui (Navarra), en el tramo del río Escá, también rememoran la utilización de las navatas que bajaban por el valle del Roncal.

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El puente de Aragón

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Antecedentes históricos y arquitectónicos Uno de los puntos notables e importantes en el recorrido del río Aragón es el llamado puente de Berdún, aunque en el siglo xvi se le llamaba puente de Aragón, y algunos estudiosos y muchos vecinos y pescadores lo denominan puente de Martes, que salva las corrientes del río para comunicar ambas orillas entre las localidades de Berdún y Martes, del que hay noticias escritas ya desde el siglo xiv. Se construyó para el Camino de Santiago igual que el de San Miguel de Jaca, para facilitar el camino de los peregrinos que querían transitar por la orilla izquierda de río Aragón. El escritor Adolfo Castán Sarasa hizo un estudio muy profundo sobre este puente, que publicó el Diario del Alto Aragón en 2010. En él indica que el puente tiene un gran desarrollo con 138 metros de longitud, 4,90 metros de altura media, y está articulado por 9 arcos comprendidos entre 11,75 metros y 13,35 metros de longitud. Sobre ellos descansa el tablero plano de 4,30 metros de anchura que queda reducida a 3,68 y 3,93 metros en el arranque de las bóvedas. Son también nueve los pilares de planta pentagonal, reforzados aguas arriba por tajamares de sección triangular y espolones rectangulares en el lado opuesto. Tajamares y espolones suben hasta el tablero configurando el ensanchamiento. Está armado con sillería escuadrada y alisada con puntero, montada con precisión en arcos, bóvedas, tramos bajos en general y cantoneras de tajamares y espolones. El resto se rellenó con mampostería y abundantes bolos calcáreos de arrastre, extraídos del cauce,

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Martes, un lugar en la historia

utilizándose como aglutinante cemento de cal. Aparecen ripios de vez en cuando y alguna cuña de madera para nivelación. La pieza de mayor tamaño mide 1,36 metros de longitud por 0,49 metros de altura, en el pilar del arco 4. Los arcos son diferentes en cuanto a obra y cronología. Los enumeraremos partiendo de la boca norte, en la ribera diestra del río. El análisis arquitectónico señala que los arcos 3, 4, 5 y 6 se ejecutaron en el siglo xvi, los arcos 1 y 2 son de los siglos xviii y xix, y los tres últimos, 7, 8 y 9 de hormigón, son producto contemporáneo, del siglo xx.

Los documentos históricos que nos han llegado señalan que a finales del siglo xiv, en el año 1388, el rey Juan I (1387-1396) dona a la villa de Berdún dicho puente con sus pertenencias, así como el derecho a cobrar a todos los transeúntes, estando defendido por un pequeño fuerte en la orilla derecha en la cuesta del Ventorrillo. En el año 1535 se publicaba un mapa de Arragonia et Catalonia atribuido a Miguel Servet, y recogido en 1886 por el Álbum GeográficoHistórico del Reino de Aragón, en el que se señalan seis poblaciones del Pirineo oscense: Jaca, Canfranc, Biescas, Benasque, Santa Cilia, Aísa y Martés. Indica el autor que la inclusión de Martes en este grupo de lugares importantes se debería a la reciente construcción del puente sobre el Aragón y su plena operatividad, pues llama la atención que las otras localidades estaban más desarrolladas y contaban con más población. Otro documento del Archivo Histórico Provincial de Huesca fechado el 3 de mayo de 1549 del notario Antón Larraz, señala que los jurados de Berdún exigieron al cheso Domingo Marraco, alias Sancho, el pago del derecho de pontaje que le permitiera pasar el ganado «grande y menudo» por el puente del río Aragón, tal y como se había acordado entre la villa y el valle de Hecho. El 8 de marzo de 1554, según un documento recogido por Manuel Gómez de Valenzuela, los jurados y concello de Berdún contratan con el piquero maese Juan de Mergue la construcción de un madral y una estacada, por encima del puente del río Aragón, con la finalidad de encauzar el agua para que las cabañas puedan pasar sin peligro alguno por el dicho puente y por el ramal que quedar y restar pudiere.

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El puente de Aragón

Continúa el documento hablando de «reconducir el caudal —madre del río— por los pilares y arcos más cercanos a la penya y que el agua que se escape por la estacada sea tan escasa que permita pasar el río en piedra». Otro documento del Archivo Histórico Provincial de Huesca de 12 de diciembre de 1582 indica que el Concejo de Berdún concertó unas obras de reconstrucción del puente sobre el río Aragón con el cantero de Burgui Joannes de Urelo, quien cobró a cuenta de su trabajo el 8 de octubre de 1585 la cantidad de 6000 sueldos jaqueses. En 1595, el citado Joannes de Urelo y el ensamblador Juan de Alcal «justificaron haber gastado 600 sueldos más de los 6000 por hacer unos reparos en los puentes del río Aragón y Veral». En el puente del Aragón trabajaron 60 jornaleros y 6 oficiales piqueros durante siete días, cobrando cada día 3 sueldos y 4 reales, respectivamente. Un documento del notario berdunés Juan de Sangorrín de 21 de junio de 1604 alude al hundimiento de dos tramos del puente de madera «derribados voluntariamente para pasar las almadías» en dirección a Sangüesa. Los jurados de Berdún, Blasco Sánchez, Domingo de Alcal, Martín de Ena y Gaspar López, se quejaban de que los transportistas de troncos no habían tomado el hilo acuoso adecuado para cruzar el puente, pues una gruesa parte del caudal, dos partes de las tres, «viene a dar al puente de piedra por donde es el passo antiguo y que con menos trabajo pueden pasar las almadías y los almadieros y venir a dar con ellas adonde el puente de madera an derribado es bicio o malicia o descuydo». En la reconstrucción del puente estuvieron trabajando «quatro jurados con ochenta y seys hombres en becinal». Termina el protocolo notarial nombrando a los testigos «Joan de Les, Joan de Miranda, Pedro Pujot, vezinos del lugar de Martes, Blasco Binies, Joan de Pueyo, Blasco Larraz vezinos del lugar de Binies, Anthon Blasquiz hijo de Domingo Blasquiz y Miguel Sanchez hijo de Sebastian Sanchez, mancebos habitantes de Berdún». En las últimas Cortes del Reino de Aragón que se celebraron en Zaragoza del 27 de mayo al 16 de junio de 1702 se propuso desviar el curso del río Aragón por dos motivos: por una parte, el impuesto que cobraba Navarra por pasar las almadías por su territorio en las que bajaban la madera desde los bosques de Hecho y de San Juan de la Peña; y, por otra, regar la comarca cerealista de las Cinco Villas. 155


Martes, un lugar en la historia

El puente de Martes o puente de Aragón.

Aunque no se llevó a cabo esta acción, el rey logró poner también un impuesto del 5% sobre el transporte de la madera. Los puentes eran construidos y reparados por la realeza, las villas o los señores que poseían la propiedad, y esto les daba la posibilidad de cobrar por atravesarlos, tanto a las personas como a los ganados. A veces, arrendaban la explotación del puente para obtener unos beneficios fijos. Esto sucedió en el año 1762, cuando el Concejo de Berdún arrendó a Carlos Solano el puente sobre el Aragón durante tres años debiendo satisfacer al municipio 43 libras y 10 sueldos jaqueses al año, y, a cambio, estaba autorizado a cobrar un real por cada 100 cabezas de ganado menudo y otro real por cada 10 cabezas de ganado mayor. En el año 1771, el Concejo de Berdún nombró como «impresario del puente del río Aragón al maestro de obras, vecino de Calatayud, Juan Cristóbal Sarrate, encomendándole la reparación del puente por la que debía cobrar 5000 libras jaquesas». Al poco tiempo el 156


El puente de Aragón

Concejo constató «no tener medio ni fondo para acabar de pagar la restante cantidad ni el último tercio» por lo que decidió arrendar la pardina Alta de Asotillo para obtener las rentas necesarias. Pascual Madoz nos describe el puente, en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar, de la siguiente manera: Mide 500 palmos de largo (104,36 metros), 14 de ancho (2,92 metros), y 45 de alevación (9,39 metros), sobre seis arcos de piedra, excepto uno que se halla habilitado con maderos por haber sido volado en la última guerra civil (1838) por el ejército de la reina. En una fuerte avenida ocurrida 54 años hace, conocida en el país con el nombre de la avenida de la Merced, se desbordaron las corrientes, e inclinándose hacia el sur dejaron el puente seco; mas en fuerza de obras y reparos se ha podido conseguir que vuelvan a su curso anterior, quedando aquel deteriorado en sus cimientos que se hallan socavados por las aguas y faltos de muchas piedras; sin embargo, en las violentas crecidas se repite la desbordación por el mismo punto y

El puente de Aragón, en su lado oeste.

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Martes, un lugar en la historia

ocasiona frecuentes gastos contenerla. En él se paga un pontazgo de 2 sueldos jaqueses por cada 100 cabezas de ganado mayor o menudo con aplicación al caudal de propios de Berdún.

Los testimonios escritos corroboran la existencia de un puente de piedra que cubría parcialmente el lecho del río y que se había completado con pasarelas de madera. Las arcadas de piedra eran seis en tiempos de Madoz, aunque se había perdido el tablero en acción de guerra. Adolfo Castán señala en su estudio un elemento significativo como son las marcas de cantería estampadas en arcos, bóvedas, tajamares y espolones de los arcos números 3, 4, 5 y 6, convirtiéndolo en el puente con mayor cantidad de este tipo de grabados de todo el Alto Aragón. La mayor parte lucen con claridad, pero otras son de dudosa traza y asegura que puede haber más de las que él ha podido recoger. Los artesanos que trabajaron su arquitectura dejaron signos, números y letras como señal de identidad; como quien firma un cuadro de pintura. Esto era bastante habitual en aquellos siglos en las construcciones arquitectónicas. Los números arábigos que aparecen son el 0, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, L2, 12, 13, 14, 15, 17, 19, 20L, 23, 25, 26, 27, 29, 32, 47, 50, 91 y 95; los números romanos, I, II, L, C, CI, IC, y D; las letras, u, P, N, e, H, C, D, B, R, O, L, b, Y; los signos representados, la Cruz griega, cruz doble, triángulo y cruz inscrita en un círculo. Aunque algunos signos son idénticos a los que aparecen en templos románicos, estas marcas del puente de Martes son en su conjunto muy diferentes a las que plasmaron los maestros medievales. Además, el siglo xvi es una época en la que se gestan numerosas iglesias en estilo gótico aragonés con frecuentes marcas lapidarias en los sillares que incluyen abundantes números, como encontramos en la parroquial de Azlor del siglo xvi, en Grustán, en Castejón del Puente de los años 1558 a 1570, y en Peraltilla también del siglo xvi. Asimismo, aparece una simetría a estas marcas en la ermita del Pilar de Candasnos. El fuerte del Ventorrillo, declarado Bien de Interés Cultural del Patrimonio Cultural Aragonés, según la Orden de 17 de abril de 2006 (BOA del 22 de mayo), está situado frente a la embocadura norte del puente, en estado bastante ruinoso y construido en hondo con escaso horizonte, sin otra posibilidad estratégica que la de ejer158


El puente de Aragón

Fuerte del Ventorrillo.

cer un control sobre el paso del río. Su planta es rectangular con dos torres cilíndricas esquinadas en diagonal, muy parecido al castillo de Larrés del siglo xvi o a la casa fuerte de Castarnés. Las numerosas aspilleras son también corrientes en esa época. El Ventorrillo, pues, pudo construirse en la década final del siglo xvi, coincidiendo con la fortificación del propio Berdún por el ingeniero italiano Tiburzio Spannocchi, que fue quien diseñó y construyó también el castillo de San Pedro en la ciudad de Jaca llamado comúnmente «la Ciudadela», y los castillos de Canfranc y de Benasque, dentro del plan de fortificación del Pirineo ante los posibles ataques franceses; todo esto a finales del siglo xvi durante los últimos años del reinado de Felipe II. La forma de hacer, el mensaje de las marcas y la defensa del castillo del Ventorrillo invitan a fijar la cronología de estos cuatro arcos, los números 3, 4, 5 y 6, en el siglo xvi. También hay que señalar que se erigieron en aquellos años las parroquiales de Martes y de Berdún. 159


Martes, un lugar en la historia

Los arcos 1 y 2 son sensiblemente distintos a los intermedios con varias diferencias arquitectónicas en el vuelo, el trasdós de las roscas, las dovelas que son más regulares, los espolones que no tienen escalonamientos, y hay ausencia de marcas de cantero. Todo ello hace pensar en otro proyecto que solo sigue las pautas originarias en cuanto a materiales y formas de las pilas. Es muy probable que estos dos arcos fueran del siglo xviii, y como señala Madoz, la voladura del tablero de uno de estos arcos y el mal estado de la construcción, hace que a finales del siglo xix y comienzos del xx se reponga la parte hundida, y se añadan los arcos números 7, 8 y 9 de cemento, se reparen desperfectos y se repasen las juntas con un cuidado encintado que transforma su imagen.

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Fuentes y bibliografía

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Índice Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Apuntes geográficos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Arquitectura religiosa y civil de Martes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 Nuestra historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Edad Antigua: origen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Martes o Martés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Edad Media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Bailés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Javierremartes (Exabierri Amartz) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Martes (Martés) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conflictos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fin del priorato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El abad Francisco de Raseto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cargos de los monjes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Documentos del Archivo Histórico Nacional . . . . . . . . . . . . Capitulaciones matrimoniales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Censos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Protocolos notariales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Siglo xviii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Guerra de la Independencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Guerra Realista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Guerras carlistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Procesos vecinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 Desamortización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 Diccionario de Madoz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 Vida cotidiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 Dos maestros de Martes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102 Censos electorales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104 Terrenos comunales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 La electricidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109 Comunicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112 El terremoto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112 La Segunda República . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 La época franquista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121 La democracia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124 En el Camino, a 800 kilómetros de Santiago . . . . . . . . . . . . . . . . . El Camino Francés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sancho Ramírez, impulsor del Camino . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cambios sociopolíticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Camino, Patrimonio de la Humanidad . . . . . . . . . . . . . . . .

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El río Aragón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141 Su valor ecológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147 Las navatas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 El puente de Aragón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151 Antecedentes históricos y arquitectónicos . . . . . . . . . . . . . . . . 153 Fuentes y bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161

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Este libro se acabó de imprimir en los talleres de Gráficas Alós, de Huesca, el 27 de mayo de 2016, día inaugural de la XXXIII Feria del Libro de Huesca



OTROS TÍTULOS DE LA COLECCIÓN 1. M.a José Gayán Laviña y Lourdes Languiz Salcedo, El cuero en el Altoaragón (1987). 2. M.a Carmen Mairal Claver, Juegos tradicionales infantiles en el Altoaragón (1987). 3. Ángel Vergara Miravete, La música tradicional en el Altoaragón (1987). 4. Manuel Benito Moliner y Francisco Domper Gil, Azara (1988). 5. M.a Pilar Benítez Marco, Contribución al estudio de La Morisma de Aínsa (1988). 6. Vicente Bielza de Ory y Gilbert Dalla-Rosa, Las relaciones socioeconómicas transpirenaicas (1989). 7. Rafel Vidaller Tricas, Dizionario sobre espezies animals y bexetals en o bocabulario altoaragonés (1989). 8. Herminio Lafoz Rabaza, Cuentos altoaragoneses de tradición oral (1990). 9. Carlos Ascaso Arán, Estudio sobre el cultivo y comercio de la almendra en la comarca de la Hoya de Huesca (1990). 10. Agustín Faro Forteza, Tradició oral a Santisteba (La Llitera) (1990). 11. Hèctor Moret i Coso, Pere Pach i Vistuer: articles ribagorçans i altres escrits (1991). 12. José M.a Satué Sanromán, El vocabulario de Sobrepuerto (Léxico comentado de una comarca despoblada del Altoaragón) (1992). 13. José Damián Dieste Arbués, Refranes ganaderos altoaragoneses (1994). 14. Luciano Puyuelo Puente, Castillazuelo: tal como éramos (1994). 15. Inmaculada de la Calle Ysern y Ángel M. Morán Viscasillas, Cara y cruz en Nocito (El ayer y el hoy de una comunidad en la sierra de Guara) (1994). 16. Joaquín Salleras y Ramón Espinosa, La ermita de San Salvador de Torrente de Cinca (1995). 17. VV AA, Del esparto a la PAC. Primeras Jornadas Agrarias (Lalueza, noviembrediciembre 1993) (1995). 18. Pedro Lafuente Pardina, Al calor de la cadiera (Relatos y vivencias del Altoaragón) (1996). 19. José Antonio Llanas Almudébar, La pequeña historia de Huesca. Glosas, I (1996). 20. José M.a Satué Sanromán, Semblanzas de Escartín (1997). 21. José M.a Ferrer Salillas y M.a Ángeles Abió Zamora, Angüés. Historia, vida y costumbres de una villa del Somontano oscense (1998). 22. Francisco Castillón Cortada, Santa María de Valdeflores y San Miguel, las dos parroquias de Benabarre (1998). 23. Ester Sabaté Quinquillá (coord.), Albelda, la vida de la villa (1999).


24. Jeanine Fribourg, Fiestas y literatura oral en Aragón (El dance de Sariñena y sus relaciones con los de Sena, Lanaja y Leciñena) (2000). 25. Chabier Tomás Arias, El aragonés del Biello Sobrarbe (1999). 26. Ramon Vives i Gorgues, Costumari de Castellonroi (Ànima d’un poble) (2001). 27. Mariano Constante, Crónicas de un maestro oscense de antes de la guerra (2001). 28. M.a Celia Fontana Calvo, La iglesia de San Pedro el Viejo y su entorno. Historia de las actuaciones y propuestas del siglo xix en el marco de la restauración monumental (2003). 29. Ignacio Almudévar Zamora, Retablo del Alto Aragón en el último tercio del siglo xx (artículos, charlas y conferencias) (2005). 30. M.a Dolores Barrios Martínez y Pilar Alcalde Arántegui (eds.), Antonio Durán Gudiol y la prensa escrita (artículos) (2005). 31. Ramón Lasaosa Susín (ed.), Enrique Capella. Folclore y tradición (2006). 32. Ángel Huguet Canalís, Plurilingüismo y escuela en Aragón: un estudio sobre las actitudes ante las lenguas aragonesas (aragonés, castellano y catalán) y las lenguas extranjeras (2006). 33. José M.a Ferrer Salillas, Bespén: recuerdos del pasado y una mirada al presente (2007). 34. Pablo Martín de Santa Olalla Saludes, Javier Osés: un obispo en tiempos de cambio (2007). 35. María José Navarro Bometón, Nueve siglos frente al cierzo: la iglesia de Santa María la Blanca de Berbegal (2008). 36. Encarnación Visús Pardo, La villa de Berdún, entre la naturaleza y el arte: un hermoso contrapunto (2009). 37. Francisco Bruballa Angusto, Vocabulario del habla de La Puebla de Castro (Baja Ribagorza) (2009). 38. Cristino Gasós, Líneas cortas y otros poemas (ed. a cargo de Fidel Sebastián Mediavilla) (2011). 39. Ángela Abós Ballarín, La mirada del esparvel: artículos (1982-2012) (2014).


Martes, en la Canal de Berdún, ubicada en la Jacetania, es un pequeño pueblo de recoletas calles, rincones con encanto, casas de piedra con escudos antiquísimos, una plaza con un sabor especial, centro de la vida cotidiana, y unas gentes amables y acogedoras. En este libro se abordan las tres señas de identidad que lo hacen singular. La primera, su larga historia, desde época romana, en la que sobresalen los varios siglos de dependencia del monasterio de San Juan de la Peña, lo que motivó que durante algún tiempo, a finales del siglo xiv, fuera sede de los abades de ese cenobio. La segunda es su pertenencia al Camino de Santiago, en el recorrido llamado Francés, por lo que el conjunto urbano, con su forma defensiva casi circular, tiene la consideración de Conjunto Histórico y está catalogado como Bien de Interés Cultural. Por último, el estar bañado por el río Aragón le hace disponer de unos espacios naturales privilegiados, con una gran biodiversidad; de hecho, destaca como zona truchera en la que han disfrutado generaciones de pescadores.


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