Milán-San Remo

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El 20 de marzo se llevó a cabo una de las carreras más

legendarias del circuito profesional, el monumento italiano Milán—San Remo, en su edición número 112.

25 equipos, 175 ciclistas, y 299 kilómetros en esta larga y longeva “Classicissima”.

Dado el terreno sin tantas dificultades, era de esperarse que hubiera un grupo de aventureros que se animaran a irse en punta, soñando con concretar el objetivo de triunfo desde muy temprano. Así ocho fugados lograron una ventaja de aproximadamente 7 minutos, que no llegó a más y fue bajando conforme el pelotón se ponía serio en intenciones y daba paso a los favoritos reales.

Deceuninck fue el primero en tensar, con Tim Declercq muy comprometido en cazar a los fugados; prácticamente él puso el ritmo, que tiró de Alpecin y Jumbo, bajando la ventaja de la escapada, drástica y exponencialmente a menos de 140 kilómetros de la llegada.

La cacería se consumó a menos de 25 kilómetros, en Cipressa, donde los escapados le dijeron “adiós” a sus nulas esperanzas de ganar.

Comenzaba la lucha real, se habían terminado los juegos. Jumbo relevó a Deceuninck en el descenso, e Ineos le compitió fuerte hasta el ascenso a Poggio. Kwiatkowski, Alaphilippe y Van Aert eran los nombres claros ya en el kilómetro final, con ellos venía un grupo de ciclistas que querían estar también en los primeros lugares, y ahí estaba Jasper Stuyven, que sin tener las miradas encima, lanzó un inesperado ataque con una potencia increíble, y resultó vencedor en un competidísimo sprint que lo dejó totalmente exhausto, pero con un muy buen sabor de boca, y su primer sitio en el podio, habiendo marcado un tiempo de 6:38:06. Caleb Ewan quedó en segundo lugar, y Van Aert en tercero.

CLASIFICACIÓN GENERAL:

1. Jasper Stuyven (Bel) Trek-Segafredo – 6:38:06 2. Caleb Ewan (Aus) Lotto-Soudal – m.t. 3. Wout Van Aert (Bel) Jumbo-Visma – m.t.