Animal Dañero
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ASÍ HABLABA ERNESTO VELAZCO “No hay arma más poderosa que pueda usar el capital en nuestra contra que la ignorancia, madre legítima de todos los esclavos del mundo." Ernesto Velazco. En 1939, Ernesto Velazco escribe un artículo en el que narra lo sucedido en la génesis de nuestro SME. Lo dirige a toda la organización, y se trata de lo que pasó por su cabeza en aquellos años de enormes convulsiones sociales. Fue acusado de traidor al SME; prisionero del régimen de Carranza, por una delación y condenado al paredón de fusilamiento por “traición a la patria”. Emigró hacia los Estados Unidos en busca de empleo, sin lograrlo, pues estaba fichado; separado de su trabajo por impulsar la huelga en 1916, jamás logró regresar a laborar. "Perdí mi empleo, pero el Sindicato está vivo" dijo, y se fue de nuestras filas, para “sobrevivir a salto de mata.” Así terminaron sus días, pero no su historia. Su ejemplo de lucha vive en nuestra memoria y su enorme legado a los trabajadores, se ha convertido en un compromiso de los que hoy resistimos al decreto liquidador, para mantenerlo vivo y heredarlo a las próximas generaciones: el Sindicato Mexicano de Electricistas. Que su voz sea nuevamente escuchada. Ernesto Velazco.
NARRACIÓN EN 3 ACTOS... y algunos comentarios. PRIMER ACTO: EL DEBÚT DEL SME. Ernesto Velazco: "… principios de diciembre de 1914, época de intensa revolución armada y social...en esos días estábamos, a invitación de Salvador Domenzáin, reuniéndonos en su domicilio, para la formación de una sociedad mutualista. Naturalmente, ese género de asociación no estaba de acuerdo con la situación… y hubimos de cambiar el rumbo para intervenir en la lucha sindical que se estaba generalizando..." Comentario: Muy bien, cambiaron de rumbo, rechazaron la sociedad mutualista, pero... ¿Cómo pudieron organizar un sindicato en medio de un ambiente dictatorial? Ernesto Velazco: "El compañero Domenzáin, Operador de la Subestación La Nana, nos invitó a celebrar la entrevista en dicho lugar, eligiéndose la azotea del propio edificio y la fecha, el 6 de diciembre; reunidos ahí los compañeros Luis R. Ochoa, Domenzáin, Carlos de la Peña, paréceme que Agustín López, el que esto escribe y algún otro que no recuerdo... se aprobó hacer la propaganda (para otra asamblea) lo más sigilosamente posible, pues ya se nos había dicho por los jefes, que o Sindicato o trabajo..." Comentario: Lo más sigilosamente posible, pues la amenaza era "sindicato o trabajo."
Aún así, se convocó a la histórica ASAMBLEA, que hoy sabemos se verificó el 14 de diciembre de 1914... Ernesto Velazco: "Después de las explicaciones y exhortaciones de rigor, se procedió al nombramiento del Comité que quedó integrado por varios compañeros entre ellos, el compañero Ochoa como Secretario General y el que esto escribe, Secretario del Interior..." Comentario: Ellos fueron nuestros primeros dirigentes. Tiempo después, a la organización obrera se le bautizó con el nombre de SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, y en poco tiempo enfrentaría su prueba de fuego...
Luis R. Ochoa. Primer Secretario General del SME.
Ernesto Velazco: "La lucha que se inició fue ruda... lo que todo mundo quería era un aumento de salarios... se buscaron todos los datos, las posibilidades de la Compañía, las listas de raya, etc., con esos datos en nuestro poder, se hizo la petición a la Compañía, que se negó siquiera a discutir, llegando a declararle la huelga el día 5 de marzo de 1915, estallando a las 2:05 a.m. ...el único obstáculo encontrado era la oposición de Lasson, operador de Nonoalco, pero algunos compañeros lo secuestraron y quedó suspendido TOTALMENTE EL SERVICIO DE ENERGÍA ELÉCTRICA en el D.F." Comentario: El incremento de salario, la demanda más sentida; y la huelga, el instrumento para obtenerlo. ¿Algún electricista, en lugar de parar seguía en su puesto? pues "algunos compañeros lo secuestraron" y todo el D.F. se quedó sin
energía eléctrica. ¡Así se trataba a los esquiroles, en aquellos años! Ernesto Velazco: "Después de muchas entrevistas enojosas, nos fue concedido totalmente todo lo pedido, reanudándose el servicio a las 8:30 p.m. del mismo día..." Comentario: En menos de 24 horas el SME pasó su prueba de fuego. Habían obtenido todo lo pedido. "Sindicato o trabajo" decía la empresa. ¿Sindicato o trabajo? ¡JA! El SME, con una huelga, respondió: ¡Sindicato y trabajo! SEGUNDO ACTO: EL MIEDO NO ANDA EN BURRO. Ernesto Velazco: "La segunda huelga tuvo lugar el día 13 de agosto… estalló a la 1:05 a.m. Muy de mañana estaba el Salón lleno de compañeros. A eso de las 10 a.m. (me solicitaron) que me presentara ante el General Pablo González, Comandante Militar de Plaza, a esa solicitud contesté que estaba a sus órdenes (pero) en el salón del que no me era posible separarme, pues yo era el Secretario General..."
Periódico de la época. Con fecha 14 de agosto de 1915. Comentario: ¿Encuentro? Sí, pero en el Salón de Actos, y no a puerta cerrada, dijo Velazco; pero hoy, esto sería impensable. ¿Por qué ahora no se pide al gobierno que presente sus propuestas en el Salón de Actos y no sólo a 2 o 3 miembros del Comité? ¡Qué diferente era en el pasado! Ernesto Velazco: "… luego vinieron (otros enviados del Comandante Militar de Plaza) y concedida a ellos la palabra, nos rogaron en diversas formas reanudar el servicio y que era necesaria mi presencia ante el General mencionado..." Comentario: ¿Café y galletitas?
Ernesto Velazco: "... a esto se opuso el Sindicato y nombró a una Comisión compuesta por Antonio Arceo, Carlos de la Peña, José M. Trejo, yo y alguien más que no recuerdo." Comentario: Una Comisión de trabajadores, nombrada en la Asamblea, acompaña a Ernesto Velazco a la entrevista con el Comandante Militar. Hoy, ¡ni soñarlo! ¿Por qué la base no puede entrar con su dirección a cualquier negociación? ¿Por qué antes sí y ahora no? Ernesto Velazco: "Una vez en presencia del Comandante Militar, este nos dirigió una arenga punzante e impropia y en desacuerdo con su investidura y con las consideraciones que creíamos merecer...al fin nos dijo imperativamente: General Pablo González: "Me van a reanudar el servicio inmediatamente, y a cambio de eso, les voy a dar el monto a que ascienda el aumento que piden durante tres meses, tiempo que emplearan en revisar los libros de la Compañía… y si en ese periodo no me comprueban lo que aseguran, respecto a las posibilidades de la compañía, ¡me la pagan!" Comentario: ¡Imagínense! ¡En manos de los obreros los libros contables de la empresa! ¡Ante sus ojos, las entradas, salidas, costos y ganancias! ¡Y por tres meses! ¿Qué encontrarían? ¿Qué secretos contables saldrían a la luz? Ernesto Velazco: "(volvimos a la asamblea) Subimos a la plataforma, referí las condiciones impuestas por el General. Esta medida la puse en conocimiento de la Gerencia de la Compañía y ésta me llamó horas después, para comunicarme, que acababa de recibir un cable de Toronto, autorizándola para cubrir nuestras peticiones." Comentario: Ante la huelga y la posibilidad de que los obreros revisaran los ingresos de la Compañía, y descubrieran sus enormes ganancias y por tanto las posibilidades reales
de otorgar incrementos salariales y prestaciones laborales mayores a lo solicitado, pues ni tardos ni perezosos, desde Canadá, los empresarios giran la orden a sus subalternos de México para cubrir las peticiones del SME. Ernesto Velazco: "El servicio terminó en reanudarse a las 8:55 p.m. del mismo día." Comentario: Hubiera sido un enorme error no aprovechar el temor mostrado por la patronal, ante la posibilidad real de otra huelga, ahora fuera del D.F.; y ante la supervisión de sus registros por ojos obreros. El compartimento de la caja fuerte podía abrirse y el capital quedaría desnudo en cuanto a sus ingresos, y por tanto débil para sostener su negativa a los incrementos salariales y mejoras laborales. De ahí que… Ernesto Velazco: "A los pocos días y en compensación de la gran solidaridad (con la huelga en el D.F.) de Necaxa y demás plantas subsidiarias, redacté y sometí a la consideración de la Asamblea, los pliegos de peticiones para cada una de dichas dependencias y me puse a localizar al Gerente, hasta que lo encontré… le presenté los documentos muy semejantes al acabado de conceder, y con el reciente antecedente de la huelga en el D.F., todavía vivo en su mente, y con poco que discutir, me los firmó sin quitarle un sólo punto. Hubo gran regocijo por tales arreglos." Comentario: El miedo no anda en burro. ¡Flojitos y cooperando! ¡ASÍ CONQUISTA EL SME SUS PRIMERAS VICTORIAS!
Tanto en México como en los Estados Unidos, la Huelga del SME ocupaba las primeras planas.
Ernesto Velazco: "Después de terminado mi periodo, solicité y obtuve, un permiso de tres meses para ir a los Estados Unidos, pues quería trabajar allá...Durante la búsqueda de empleo en Nueva York, me persuadí de que hasta allá llegaron los informes de nuestros dos movimientos de huelga...” Comentario: En la prensa de los Estados Unidos, se informaba sobre las huelgas del Sindicato Mexicano de Electricistas, por lo que el nombre de Ernesto Velazco no era desconocido en el país de las barras y las estrellas. Ernesto Velazco: "... y, naturalmente, no obtuve éxito en la búsqueda de empleo...”
“Durante mi estancia allá recibí una carta de Salustio Hernández contándome que la Compañía estaba volviendo por sus fueros. El Secretario General que me substituyó fue el compañero Juan R. Leño, (pero)… a las pocas semanas de regresar de N.Y. renunció el camarada Reyes Leño y fui electo nuevamente Secretario General. Comenzó, como yo esperaba, un gran movimiento de reivindicación... la intransigencia de la empresa nos llevaron a declararle nuevamente la tercera huelga intempestiva el día 28 de julio de 1916." TERCER ACTO: TERCERA HUELGA Ernesto Velazco: “… me trasladé a Necaxa con algunos compañeros secretamente, y llamé al Comité de ellos, para comunicarles la inminencia de otra huelga. Secretamente también, nos reunimos… en la casa de uno de ellos… Así las cosas, llegó el momento esperado, suspendiéndose el fluido eléctrico TOTALMENTE EN TODAS LAS FUENTES DE LA CIA., a las 02:20 a.m. del día mencionado (28 de julio de 1916)..." "Esta huelga duró tres días… se pedía, una de dos, o se pagaba con papel moneda de acuerdo con su cotización en la Bolsa de Nueva York, o se nos pagaba con moneda metálica… la disyuntiva era gravísima para el Estado, pero mayor era nuestra osadía en aquel entonces, y como medida de precaución se me indicó esconderme. Mi escondite, lo di a conocer a dos camaradas del Sindicato, para que se me comunicara
con oportunidad el resultado de las gestiones que hacía la Comisión o Comité de huelga…" Comentario: Secretamente se prepara la huelga. El país está militarizado, es grande el riesgo pero es mayor el coraje obrero. Se exige el pago con dinero real (oro) y no con "pancholares." Era una demanda sentida por toda la clase obrera de México. Ernesto Velazco: "El 31 de julio, la policía fue conducida a mi escondite por aquellos compañeros que lo sabían y fui conducido a presencia del General López de Lara, Gobernador del DF… la policía hacia una verdadera redada de camaradas que vestían overoles, dándolos por electricistas; el Salón Star y otros muchos, fueron invadidos y saqueados por los soldados, pareciendo la ciudad en Estado de sitio… una vez en presencia del Gobernador , este me mostró un ejemplar… de un decreto, estableciendo la ley marcial y que conforme a ella sería juzgado, de no reanudar el servicio eléctrico…" Comentario: Los soldados tomando los centros sindicales, la policía realizando redadas contra todo aquel que vistiera overol. Ernesto Velazco, delatado, los sabuesos dan con su escondite, lo detienen, lo amenazan con la ley marcial en caso de no reanudar el servicio, pero la huelga sigue su curso... Ernesto Velazco: "...La Compañía y el Gobierno habían concentrado rompehuelgas en las plantas, pero… habíamos saboteado no sólo las plantas sino las líneas de transmisión, los tales rompehuelgas… no se atrevieron a tentar nada y así se lo comunicaron al gobierno… en la entrevista forzada con dicho funcionario, me negué a obedecerlo (reanudar el servicio eléctrico) indicándole que el único capacitado para dar ese paso era el Comité de Huelga." Comentario: En la génesis del SME, las decisiones unipersonales simplemente no tenían cabida. ¡Cuán distinto es ahora! Ernesto Velazco: “Ante esta actitud, me encerraron en un separo con la advertencia de que lo fuera reflexionando; después de dos horas, fui conducido nuevamente a su presencia, y nuevo apremio de su parte y nueva negativa de la mía; me regresaron
nuevamente a mi separo y al poco rato, un oficial me llevó una charola con víveres y un fajo de billetes, que para mi familia estos últimos; indignado rechacé este obsequio..." Comentario: No cabe duda que, desde Judas hasta nuestros días, ahí donde hay una traición, hay 40 monedas. ¡Es la misma corruptela ofrecida al Ingeniero Cayetano Cabrera por el nefasto de Javier Lozano durante la huelga de hambre! Ernesto Velazco: "... A los pocos momentos, fui llevado nuevamente a la oficina del gobernador, quien me trató esta vez, con un comedimiento y cortesía, que me sorprendió, diciéndome: General López Lara: "El Primer Jefe, me acaba de comunicar por teléfono, que ya tiene en sus manos las peticiones y que ofrecía estudiarlas, asegurándome que las encontraba justas." Ernesto Velazco: “…pedí seguridades y casi me interrumpió diciéndome: General López Lara: "Sr. Velazco, le tiendo a usted esta mano de Caballero y Funcionario, como una muestra de sinceridad y respaldo al C. Primer Jefe dándole tanto a Usted como a sus compañeros, toda clase de garantías para reanudar el servicio, como de ponerlos en libertad una vez conseguida la energía eléctrica…" Comentario: Velazco pide seguridad, certeza, compromiso de que efectivamente darían respuestas a las demandas y que serían puestos en libertad, una vez que restablecieran el servicio de energía eléctrica. Dando y dando, era justo, lógico y necesario. Ernesto Velazco: "... todavía le pedí que me diera facilidades para verme con el Comité de Huelga, para ponernos de acuerdo, contestándome que yo era el único indicado para reanudar el servicio y que ya me había dado su palabra para que no tuviera tanta desconfianza." Comentario: ¡Confianza en tu contrario! ¡Creerle a tu explotador! ¡Cuántos errores cometidos por confiar en la palabra del enemigo! Si firmando compromisos, no cumplen, ¿honrarán su palabra?
Ernesto Velazco: "Caí en el garlito y accedí; me ordenó ser acompañado por cuatro soldados y un oficial de apellido extranjero, así recorrí todas las subestaciones comenzando con Nonoalco, después en la Verónica…seguí mi recorrido hasta llegar a la Noria, dejando restablecido el servicio a las 11 a.m. del día 1 de agosto de 1916."
"Confiado yo en la palabra empeñada, pedí a mis custodios me condujeran al despacho del General (López Lara) para darle cuenta de mi compromiso (cumplido); pero, grande fue mi sorpresa, cuando se les ordenó, sin dejarme entrar, que se me incomunicara nuevamente; no me valieron protestas ni injurias. Mientras tanto, la famosa Ley Marcial, se había publicado en forma de Bando.” “A las 2 p.m. fui remitido a la Penitenciaria, consignado a un Juzgado Militar, bajo el cargo de TRAIDOR A LA PATRIA Y COMPLICE DE REBELIÓN,… fui conducido a la crujía “E” donde recibí otra sorpresa más, pues en ella estaban recluidos todos los componentes del Comité de Huelga, consignados por Don Venustiano bajo el mismo cargo que a mí…" Comentario: Ahora como ayer, cuando se confía en el enemigo, lo único seguro es el incumplimiento y la traición. Ernesto Velazco: "... esos camaradas (los del Comité de Huelga) me supusieron traidor… uno de ellos… llamó aparte a los compañeros que integraban dicho Comité y casi en mis narices, les advirtió que sostuvieran que ellos no habían ordenado el paro ante el Jurado; lo que me daba a entender, que yo iba a ser el único responsable del movimiento…una vez en el Salón de Jurados ratificaron lo convenido en mi contra…" Comentario: Velazco se va quedando sólo, pues el resto de los presos se deslindan de haber decidido la huelga, dejándolo a él como el único responsable de los sucesos. Sin embargo, a continuación, sucedería algo totalmente inesperado: la masa se hace presente. Ernesto Velazco: “Entretanto se nos estaba juzgando, acorralados por un fuerte contingente militar, en las ventanas , por fuera, estaba la multitud aglomerada
contemplando esa infamia… el Salón estaba atestado de camaradas; de regreso al presidio, fuimos acompañados por una enorme multitud hasta que traspusimos la puerta.” "El Agente del Ministerio Público reformó sus conclusiones… y nos absolvió del cargo por el que se nos juzgaba, (traición a la patria y rebelión) y fuimos devueltos a la penitenciaria, acusados de alterar qué se yo que… y consignados a un Tribunal del Orden Común; libres ya de ser juzgados en Consejo Sumarísimo, bajo un régimen Militar como se nos había juzgado…” Comentario: Sin duda, la masa jugó un papel con su presencia. La multitud, afuera del juzgado; y adentro, el salón atestado de camaradas, dice Velazco. ¿Llevarían pancartas? ¿Gritarían consignas? ¿Harían un mitin espontáneo? No hay evidencias de eso, lo que sí es un hecho es que el M.P. los absuelve del cargo de traición a la patria y rebelión y los regresa a un Tribunal del Orden Común, allanándose el camino para salir de prisión. ¿Sería esto posible sin la presencia de “la enorme multitud”? Otro suceso nos habla de que el juez no fue indiferente ante la presión de la multitud: Carranza monta en cólera, y… Ernesto Velazco: “El señor Carranza ordenó el encarcelamiento del Agente del Ministerio Público y más tarde fue expulsado del país. Rápidamente se ordenó la reposición del Jurado Sumarísimo bajo los mismos cargos. En este nuevo Consejo Sumarísimo, yo fui el verdadero blanco de las más pérfidas acusaciones… esa sesión duró de las 3 de la tarde hasta las 6 de la mañana del día siguiente… puestos de pie, se leyó el veredicto, que puso en libertad a todos los demás, y sentenciándome a mí a muerte… tenía la firme convicción de ser fusilado en breve y lo que me parecía peor, que fuera privadamente…” Comentario: 15 horas de sesión en un Consejo Militar que termina con la sentencia de muerte. Ernesto Velazco es el blanco, pero en el fondo, esa era la respuesta a la demanda obrera de salarios en metal y al hecho de haber estallado la huelga como arma de lucha obrera. Por eso Carranza quiere más obreros al paredón.
Ernesto Velazco: “Con este otro resultado, tampoco estuvo de acuerdo el primer jefe, y ordenó al Comandante Militar de la Plaza, la rehaprensión de los libertados…”
El General Hill fue el que ordenó el segundo Consejo de Guerra que condenó a muerte a Velazco.
Comentario: Las causas que han dado origen al descontento no están resueltas. El mundo obrero sigue clamando por el pago en oro, y ahora agrega a sus arengas la libertad de Ernesto Velazco. Cuando Carranza expulsa del país al Juez, condena a muerte a Velazco, ordena recapturar a los liberados, etc., lejos de intimidar, aviva el descontento social. Y aunque preso Velazco, el descontento no puede ser prisionero del gobierno, sale del obrero, crece, se expresa y amenaza con nuevas acciones. Ernesto Velazco: “El 28 de agosto, vimos con grande regocijo que el Señor Carranza había lanzado un Decreto estableciendo el pago forzoso a los trabajadores de todo el país, con moneda metálica "oro nacional", esto nos hizo mandarle un telegrama... y le recordamos que nos debía poner en libertad; pero no, (luego) le mandamos otro pidiéndole nuestra libertad apoyándonos en que tales fueron nuestras peticiones, y que ya que las concedía, lo indicado era ponernos en libertad. Este telegrama no tuvo contestación.”
Comentario: Su orgullo de clase, de dictador, le impide a Carranza ceder ante la huelga del SME, ante Ernesto Velazco, ante el trabajador electricista; pero cede, decretando el pago en oro para todos los trabajadores de México. ¡Decreto imposible e impensable sin las huelgas del SME! ¡Conquista obrera indiscutible!
que solicitaba, y salió inmediatamente a ponerlo en conocimiento, primero, de este sindicato (o sea, el SME) y después a la Federación de Sindicatos Obreros del D.F., e invitando a todos a ir por mí a la penitenciaria el día 18 de febrero de 1918. Yo estaba ignorante de todo eso, de modo que fue para mí una enorme sorpresa...”
Pero no hay lucha indolora, ni victoria sin sacrificio. Carranza se niega a liberarlo, y aunque el cautiverio es su castigo, Ernesto Velazco es ya un verdadero campeón sin corona, un destacado luchador reconocido por los obreros de México.
Comentario: La presión social de nuevo. La simpatía del pueblo por un candidato no oficial, lleva a Carranza a ceder de nuevo. Candidatura por libertad, y la prisión se abre y por ella cruza nuestro héroe.
Ernesto Velazco: “Yo mientras tanto esperaba la muerte de un momento a otro. Así esperando, estuve 10 meses con la sentencia de muerte encima, cuando se me comunicó la conmutación de tal sentencia, por la extraordinaria de 20 años... esta comunicación me negué a firmarla, lo que me valió el cambio de crujía y trato más riguroso; tampoco quise confesarme con un cura de oficio para tales casos a raíz de mi primera sentencia. Transcurrieron otros 8 meses antes de ponerme en libertad; total 18 meses 18 días encerrado.” Comentario: ¿Pero cómo es que salió de la cárcel Don Ernesto? Ernesto Velazco: “¿Qué como pude, al fin salir…? … fue como sigue: las elecciones para la Ciudad de México, estaban organizándose; había dos planillas, una encabezada por capitalistas y hombres de industria y otra de extracción obrera encabezada por un Señor Coronel Filiberto Villareal; como esta última propaganda fuera más popular, temeroso Don Venustiano... llamó al Coronel Villareal y este se presentó ante él acompañado de sus colaboradores obreros; en esa entrevista se hicieron varias ofertas al referido Coronel, para que se retirara de la contienda, que éste no aceptó; él sabía, porque visitaba muchos centros obreros, que había un tal Ernesto Velasco preso, por cuya libertad se empeñaban los trabajadores; ocurriósele entonces, pedir mi libertad a cambio de dejar la campaña en que se había empeñado... Debo advertir, que ni yo sabía que había un tal Filiberto Villareal, ni él me conocía, más que por lo que le contaban los trabajadores...Don Venustiano le concedió lo
Ernesto Velazco: “A mi salida quedé asombrado de la inmensa multitud de trabajadores que me esperaban a las puertas de la prisión; salí...acto seguido levantado en hombros en cuya postura escuché varios discursos vibrantísimos de algunos camaradas dirigentes obreros, que conteste en la misma forma en la puerta del presidio, terminando mi contestación con un ¡Viva la huelga!; acto seguido desfilamos hasta llegar al Hemiciclo a Juárez donde se repitieron los discursos y salutaciones; como tales palabras eran fuertes contra el Gobierno, y enfrente estaba el Cuartel General de la Guarnición de la Plaza, los compañeros, temerosos de un nuevo atropello, me sacaron en vilo, y atravesando los jardines de la Alameda, fuimos a parar al edificio del Gremio de Restaurantes, donde se me tenía preparada una recepción cariñosísima, que dio lugar a nuevos discursos y felicitaciones y terminando con un baile que acabó a las 5 de la mañana siguiente…” Comentario: Sin comentarios. Ernesto Velazco: “Por invitación mía me acompañaron un Sr. Diputado cuyo nombre no recuerdo y el citado Villareal a las oficinas de la Cía. Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, para saber si mi empleo que dejé involuntariamente, estaba vacante, o cualquier otro similar; la contestación fue esta: Ingeniero en Jefe: "Pero... Sr. Velazco, la Cía., no tiene nada contra usted pero ¡hombre!, sale usted de la Penitenciaría gritando ¡VIVA LA HUELGA! ¿Cómo se le ocurre que la Compañía lo reciba?"
Ernesto Velazco: "Nos retiramos sin hacer la menor objeción. Perdí mi empleo, pero el Sindicato está vivo...."
“Al siguiente día, me presenté en el Sindicato y rogué al Srio. General del Sindicato, Salvador Celis Gutiérrez, convocar… a una junta con el único propósito de que se me juzgará en relación con mi actuación durante el movimiento, pues hasta la prisión me llegaron rumores de que se me consideraba traidor por algunos compañeros, pues salí con esa lastimadura. Concurrieron casi en su totalidad los miembros de la Federación del D.F. y numerosísimos camaradas. ...yo exhorté a los asistentes a lanzarme los cargos… Tuve la satisfacción de no escuchar palabra alguna durante cerca de 30 minutos... salí completamente curado de la lastimadura dicha...”
organización, a la que sigo queriendo como al principio…” 21 años y 9 meses después, Velazco sigue queriendo al SME “como al principio.” Y nosotros debemos querer a Ernesto Velazco para siempre, eternamente. Mientras el SME viva, Ernesto Velazco no morirá. Hemos jurado vencer. En cada grito, en cada puño alzado, en cada marcha, en todas las protestas, en la heroica resistencia contra el decreto liquidador, en cada uno de los 16,599 electricistas, el SME palpita, se mueve, respira, renace y negándose a morir, le da vida a nuestro héroe: Ernesto Velazco. Y el que siempre ha estado y estará con nosotros, se despide en su escrito, como nos despedimos todos los que luchamos y resistimos:
“…después he andado a salto de mata para subsistir.” Comentario: 30 minutos de espera y habló el silencio… nadie abrió la boca para atacar a Ernesto Velazco, pero tampoco para defenderlo. Jamás se hizo lo necesario para devolverle su trabajo, lo perdimos para siempre, nuestro campeón sin corona, nuestro héroe, nuestro fundador, jamás regresó a trabajar. Su testimonio aquí presentado, data del 18 de noviembre de 1939, pero salió de prisión el 18 de febrero de 1918. Es decir, que 21 años y 9 meses después, Velazco afirma “He andado a salto de mata para subsistir”
POR EL DERECHO Y LA JUSTICIA DEL TRABAJADOR. Ernesto Velazco 18 de noviembre de 1939. ¡POR UN CENTENARIO VIVO Y COMBATIVO! ¡APRENDER DE LA HISTORIA PARA HACER HISTORIA! ¡VIVA POR SIEMPRE ERNESTO VELAZCO! ¡MUERA EL MAL GOBIERNO!
Marcado, señalado para siempre como un ex presidiario, elemento nocivo para los patrones, subsistió a salto de mata. Pero jamás se arrepintió de lo hecho. Al contrario, su última lección de dignidad y conciencia sindical es enorme:
Atentamente: El Animal Dañero. Septiembre de 2014.
Ernesto Velazco: “… seguramente algo de interés se me ha escapado involuntariamente… pero no quiero acaparar toda la historia de esta valiente y próspera
En el siguiente MANUEL PAULÍN.
Responsable de la publicación: Mario Benítez. 75327 número:
ASÍ
HABLABA
Nota: todas las citas fueron tomadas de la Revista Lux No. 12 Diciembre de 1939.