EVENTO PUBLICO DE LANZAMIENTO CUMBRE INTERNACIONAL DE LIDERESAS AFRODESCENDIENTES Y DE LAS AMERICAS, 22 DE ABRIL, HOTEL INTERCONTINENTAL DE METRO CENTRO, MANAGUA NICARAGUA
Expectativas y compromisos de las Mujeres afro descendientes en el marco del Decenio internacional de los Pueblos Afro descendiente.
Por Bernadine Dixon Directora del Centro de Estudios e Información de la Mujer Multiétnica (CEIMM), de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN). Representante de la Secretaria de la Mujer de ONECA.
Buenos días Hermanas, Hermanos, Amigas y Amigos que nos acompañan, Autoridades que presiden la Mesa. Representantes de medios de comunicación.
Quiero iniciar esta presentación agradeciendo a nuestros ancestras y ancestros por permitirnos estar acá en este evento de gran trascendencia para el Pueblo afro descendiente, en especial para las mujeres afro latinoamericanas. Pedirles nos guíen en este camino que hoy continuamos trazando en defensa de los derechos de las mujeres afro descendientes. Un camino en el que las expectativas y compromisos en el marco del Decenio Internacional de los Pueblos Afro descendientes son muchos. La declaración del Decenio de los Afro descendientes (2015-2024) por la Organización de las Naciones Unidas es consecuencia de un largo proceso de lucha de los movimientos sociales y organizaciones populares, entre éstas las organizaciones de mujeres. La Conferencia de Durban fue el escenario que inició una etapa histórica importante de integración de los pueblos afro descendientes por sus derechos. 1
Un Decenio dedicado a los afro descendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo. Al proclamar este decenio, la comunidad internacional reconoce que las y los afro descendientes representan un pueblo específico cuyos derechos humanos deben promoverse y protegerse. Alrededor de 200 millones de personas que se identifican a sí mismos como descendientes de africanos viven en las Américas. Muchos millones más viven en otras partes del mundo, fuera del continente africano. Las y los Afro descendientes, tenemos un pasado similar. Nuestros ancestros vinieron en contra de su voluntad hacia las Américas. La mitad de nuestros hermanos y hermanas esclavizados murieron antes de llegar a su destino. Pero esta historia en común, esta gesta de todos nosotras y nosotros, esta desventura de ya más de cuatro siglos, nos unió. Nos hizo construir nuestra nueva cultura, nuestra nueva identidad. Nos une mucho más que el color de nuestra piel. Sabemos que, aunque seamos de Nicaragua, Costa Rica, Guatemala, Belice, Honduras, Estados Unidos, Panamá, o de cualquier otro lugar al que trajeron a nuestros antepasados, nuestra historia es africana.
Nos une nuestro pasado y hoy nos corresponde continuar construyendo juntas y juntos, nuestro propio futuro, desde nuestra espiritualidad, desde la consolidación de alianzas y con la ayuda de los nuevos instrumentos con los que contamos para seguir luchando por la justicia y la equidad, contra la discriminación y la invisibilidad a la que históricamente nos han condenado. (Hooker Alta, Junio 2009)
El trabajo de las organizaciones de mujeres afrodescendientes ha sido y sigue siendo intenso, sin descanso. Hemos ido construyendo juntas la agenda de las mujeres afro descendientes como una guía para avanzar en el camino que nos hemos trazado y que la tenemos que tener presente para ir haciéndola realidad en los momentos de negociación en las políticas publica, programas y proyectos que tienen que ver con nuestras vidas en nuestros territorios y más allá de nuestras fronteras.
Las agendas plantean el fortalecimiento de nuestras organizaciones e impulsar procesos que favorezcan el empoderamiento de las mujeres negras en sus diferentes dimensiones, 2
visibilizando y abordando las causas y efectos de la desigualdad étnica y de género que vivimos las mujeres en cada una de nuestros países.
Las mujeres afrodescendientes queremos ser ciudadanas. Eso significa tener acceso efectivo y libre a las oportunidades que ofrece la sociedad. Pero ser ciudadana en un mundo multi y
pluricultural, es tener derecho a mantener diferencias culturales en la esfera
pública: derechos como hacer uso de la lengua propia en espacios privados y públicos y poder debatir con las y los otros sin tener que sentir vergüenza; derecho a mantener ciertas formas propias de practicar la justicia; derechos a los conocimientos tradicionales, que nuestra educación realmente haga visible la verdadera historia de nuestros pueblos para que podamos sentirnos orgullosos de nuestros propios héroes y heroínas. Demandamos por tanto el reconocimiento y ejercicio efectivo de nuestras ciudadanías interculturales.
En estas luchas universidades comunitarias interculturales como la Universidad URACCAN y organizaciones propias como la Organización Negra Centroamericana (ONECA) juegan un papel muy importante: no podemos sentarnos y esperar a que las cosas se hagan. El Decenio es y debe ser para nosotras el instrumento que nos guía hacia la construcción de esta sociedad que todas hemos soñado, pero que solo será una realidad en la medida en la que irradiemos nuestras luchas desde nuestras cosmovisiones, sueños y aspiraciones, desde nuestras familias y comunidades, más allá de cualquier frontera.
El Decenio nos permitirá poder tener un dialogo franco con las otras mujeres y poder aportar, desde nuestros propios espacios, al desarrollo con identidad de la población afrodescendiente de América Latina y de la diáspora.
Es tiempo de profundizar e intensificar nuestras acciones en la lucha contra la discriminación y la invisibilización. Vamos a continuar construyendo las estrategias para la
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implementación de la Plataforma Política y de la agenda de mujeres de la nación afro, en cada uno de nuestros países, desde nuestras bases, desde la comunidad.
En nuestro país, el Decenio Internacional logra mayor relevancia ya que el Gobierno ha retomado y hace referencia a los pueblos afrodecendientes y a las mujeres afro descendientes en los debates de la Asamblea Nacional. En este contexto, el Decenio debe de ayudarnos a convertir nuestras agendas en acción, tomados de la mano con nuestras autoridades afrodescendientes, asumiendo compromisos con y para las mujeres de nuestro pueblo.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio Internacional para los Afro descendientes, con los temas: Reconocimiento, Justicia y Desarrollo. Estos diez años deben permitir que nuestros Gobiernos, líderes y lideresas de las Américas, reconozcan esta situación y diseñen e incluyen en sus programas de erradicación de la pobreza, estrategias y acciones para reducir el impacto de ésta en las mujeres afro descendientes, y que promuevan la igualdad y la no discriminación, para garantizar el pleno disfrute de sus derechos económicos, culturales, sociales, civiles y políticos, en el avance hacia el ejercicio de su ciudadanía intercultural. (Posicionamiento, RED Afro. Abril, 2015)
De la misma manera el decenio internacional debería ser el plazo que se dan todas las naciones y los pueblos para restaurar la plena dignidad de quienes han sido humillados, despreciados y que ya no están aquí para reclamar justicia, como también para mostrar a las generaciones más jóvenes que la terrible experiencia de sus antepasados no se reducirá a las pérdidas
y
ganancias
de
los
caprichos
de
la
historia
(http://www.pressenza.com/es/2015/02/el-‐decenio-‐afrodescendiente-‐un-‐desafio-‐al-‐mundo/).
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Demandamos entonces a nuestros Gobiernos asumir con compromiso, voluntad política y recursos, nuestro reconocimiento, justicia y desarrollo en el marco del Decenio Internacional para la población Afro descendiente. Serán diez años para transformar las situaciones estructurales y saldar deudas históricas derivadas de siglos de exclusiones y racismo. Desde la Secretaría de la Mujer de ONECA y desde la Universidad URACCAN, mantenemos nuestro compromiso de seguir trabajando, día a día, en alianza, para hacer posible este sueño desde nuestra identidad, espiritualidad, y cosmovisión de nuestros pueblos. Juntas y juntos lo haremos realidad.
Muchas Gracias¡¡¡¡
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