2 minute read
AUTHENTICALLY PLASTIC
from DJ Mag ES #144
DJ, productxr y fundadxr del grupo de fiestas ANTI-MASS de Kampala, Authentically Plastic ha llevado una vida artística basada en yuxtaposiciones y síntesis. Mientras estudiaba arquitectura en la universidad en Sudáfrica, descubrió tanto los clubes kwaito y gqom de Cape Town como la electrónica experimental de grupos como The Knife y Gang Gang Dance. "Nunca había planteado la música como camino", explica. "Pero los sonidos eran increíblemente excitantes. Empecé a indagar e indagar y me aficioné al post punk y a la música industrial. Escuchaba muchos discos de Konono No1 y Congotronics [International], Thomas Mapfumo y otros músicos poscoloniales. Todos estos géneros me sonaban afines. Pensaba en la música como pensaba en la arquitectura: ¿Por qué alguien haría algo así?".
Authentically Plastic, cofundadxr del colectivo ANTI-MASS y miembro de la innovadora filial de Nyege Nyege, Hakuna Kulala, desafía las convenciones y empuja la música de baile hacia el futuro.
Para Authentically Plastic, palabras como "fluido" e "híbrido" están pasadas de moda. "Me interesa lo que viene después de la mutación", explica. "Sabemos lo que ocurre cuando las cosas se han mezclado a la perfección. Quiero mirar más allá cuando hago música". Esta estética del más allá se manifiesta en sus proyectos -especialmente en el nuevo álbum "Raw Space", del sello Hakuna Kulala- como un haz prismático de abrasiones polirrítmicas, que arroja fragmentos vogue, gqom y techno industrial en patrones hipnotizantes, sacudiendo las raíces diaspóricas de la música electrónica.
Críticos admiradores han calificado su sonido de hostil, aplanado e incluso agresivo, pero Authentically Plastic busca algo más que una catarsis punzante. "La idea de la compresión como contrapunto al ideal musical occidental es fascinante", nos cuenta. "Mucha música quiere separar las cosas, separar cada sonido en un punto individual en el espacio. Yo quiero que los sonidos tengan fricción, que la música, los ritmos y las culturas entren en contacto y en conflicto. Poner cosas dispares cerca, rozándose unas con otras, crea una opresión espacial que genera algo nuevo. Es una forma de empoderamiento".
Desde Sudáfrica, Authentically Plastic se trasladó a la bahía californiana de San Francisco, donde podía expresar su homosexualidad con mayor libertad y ver cómo la música se entrelazaba con la identidad. "Fui a las fiestas New World Dysorder en Oakland con los DJ Jasmine Infiniti, Cali Rose, Yha Yha y otros, en las que participaban personas queer y trans de color. En San Francisco, fui a las fiestas Honey Soundsystem, que eran las grandes fiestas underground queer. Fue muy emocionante. Allí conocí por primera vez el techno como algo propio en un ambiente queer".
A pesar de quedar hipnotizados por el uso que Jasmine Infiniti hacía de cuatro CDJ para crear un muro de sonido como un lienzo, Authentically Plastic no tocó los platos hasta que se le acabó el visado y volvió a casa, a Kampala. "Después de tanto viaje, me di cuenta de lo que no teníamos y quise llenar ese vacío", explica. Para escapar de la opresión queerfóbica de las autoridades, Authentically Plastic y otros DJs empezaron a organizar fiestas house clandestinas, de las que surgió ANTI-MASS como una forma de existir más allá de esos espacios. Pronto, el grupo ugandés de techno Nyege Nyege los descubrió en una de esas fiestas y los contrató al momento. (Cuando Authentically Plastic debutó en el festival Nyege Nyege, los medios conservadores los apodaron "Demonio del Nilo"). El jefe de Hakuna Kulala y héroe del techno congoleño, Rey Sapienz, animó a Authentically Plastic a crear su propia música. "Enseguida me sentí increíblemente bien. Cuando empecé a hacer música, empecé a leer mucho más. El álbum está tan lleno de ideas teóricas... Pero, por supuesto, también trata del movimiento".
Authentically Plastic está actualmente de gira por Europa y preparando su debut en directo en Berghain en febrero para el CTM Festival. "Me interesa mucho lo que puedo hacer en este espacio que para muchos es el símbolo mismo del techno", nos cuenta. "No hay razón para que tantos sonidos no suenen allí".
Marke Bieschke