JORGE MONGE

Corría el final de 2021. Estábamos en nuestra sesión de tarde, Madness Light, que ese día se realizaba en la sala Nazca (Madrid). Hacía pocas semanas habíamos lanzado nuestra dinámica “Madness Next Generation DJs” y teníamos jovencísimas promesas ese día pinchando en las cabinas secundarias de Nazca. Alguien vino a buscarme a la main room: “corre, sube a la sala de arriba, y solo mírale”, me dijeron. Llegué, vi… y venció. Al final de semana siguiente, Jorge Monje era nuestro nuevo DJ residente. ¿Qué fue lo que vi? Dos cosas: energía, y, sobre todo, pasión.

MARZO 2023

Nacimiento de la idea misma, DJ Jorge Monje. ¿Cuándo, cómo y por qué surge tu deseo de ser DJ?

Siempre me había gustado la música, desde muy pequeño, y fue gracias al Youtuber ElRubius y a sus vlogs viajando a festivales cuando me enamoré de la música electrónica y creció en mí la idea de poder estar detrás de esas cabinas algún día.

¿Qué primer paso diste con la intención de materializar esa idea? Esta es la preocupación principal de todo el que desea ser DJ.

Lo primero fue descargarme el Virtual DJ, empezar a curiosear un poco el programa, descargarme música y mirar muchos tutoriales en Youtube. De ahí conseguí convencer a mi madre para realizar un curso con el famoso DJ y Youtuber Sergei Rez, quien me dio una muy buena base para comenzar.

Para quien empieza, esta es una pregunta tan importante como la anterior: tras ese primer paso, ¿qué sucesión de acontecimientos hizo que tu móvil sonase por primera vez para pinchar delante del público?

Realmente el móvil no sonó. Fui yo el que empecé a moverme y a conocer otros DJs de la zona. Gracias a uno de ellos, Madent, pude empezar a poner música en un local de mi ciudad.

Para cada DJ, ese primer día siempre será inolvidable. Cuéntanos el tuyo: qué viviste y qué sentiste.

Fue en una fiesta de amigos, en un local que alquilamos con unas 60 personas. Fue ahí donde me estrené como DJ. Nunca se me olvidará aquella sensación.

Vamos al día de tu prueba en Madness Light. Todos vimos tu energía y tu pasión: describe ese primer encuentro con el público de cuya sesión hoy eres residente.

Para mí fue una locura, suponía un paso adelante muy grande ya que implicaba pisar salas tan importantes como Teatro Barceló, Shoko, Nazca, Jowke, etc. Fui a dar lo mejor de mí, y creo que lo transmití.

Como preguntaba el mes pasado a nuestro compañero Rafix: para quien no ha estado en Madness Light, es complicado entender lo que se vive ahí dentro con el público. Intenta explicarlo con tus palabras. No se puede describir, hay que vivirlo. La pista es pura energía y, sumado al buen rollo que hay, en cada fiesta pareces estar dentro de un festival.

¿Cómo es la vida profesional de Jorge Monje hoy en día?

El verano pasado tuve la oportunidad de presentarme al concurso de DJs del Reggaeton Beach Festival, llegando a quedar entre los 6 finalistas, fue una experiencia increíble lo que viví en Marina D’or. Actualmente, aparte de mi trabajo en Madness, soy residente en la sala Memphis Club en mi localidad e intento abrirme camino más allá… Como en estos días pasados, que estuve pinchando en Andorra.

¿Puedes definirte —que no valorarte— a ti mismo como DJ?

Aparte de la elección musical y la técnica de mezcla, coger el micro y dar espectáculo es con lo que más disfruto. Me considero multiestilo, aunque actualmente lo que más trabajo son géneros urbanos mi esencia está en la música electrónica.

Que yo sepa, has producido ya un tema (¡temazo!) de electrónica, concretamente Hardstyle. Háblanos de esta faceta: cómo aprendiste a producir y qué idea tienes respecto a esta faceta.

Como bien dices, aparte de mezclar me apasiona la producción, y es ahí donde me encuentro con la música electrónica que tanto me gusta. Es lo que he intentado reflejar en mi remix de ‘Los Peces en el Río’. Mis comienzos en este terreno han sido autodidactas, y no dejo de aprender.

Futuro: planes a corto y medio plazo, objetivos y nivel de implicación vital que deseas dedicar a esto.

Mi sueño por encima de todo es dedicarme profesionalmente a la música. A partir de aquí, tengo claro que no me voy rendir.