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INDIRA PAGANOTTO

INDIRA

PAGANOTTO

Autor: EDUARDO P. WAASDORP Fotógrafo: ALBERTO VAN STOKKUM Estilismo: CHERRY MASSIA, SARA LOEH, IVAN KRYSTAL Y JESÚS MING Maquillaje y Peluquería: Alba Còrdoba Agradecimientos: VISION RIP (TELEVISORES), DAVID MORAGO

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EDUARDO P. WAASDORP

Autor:

JAL LUX

Foto:

LA REINA DEL PSY-TECHNO LA REINA DEL PSY-TECHNO LA REINA DEL PSY-TECHNO LA REINA DEL PSY-TECHNO

Indira Paganotto ya es conocida por todos en esta casa. En 2019 tuvimos la oportunidad de adentrarnos en su maravilloso mundo de techno y psy-trance, en el que pudimos confirmar que su propuesta y plan para dominar el techno nacional e internacional con su sonido iba en serio. En ese momento todavía estaba encontrando su sonido y su camino, acercándose a las vertientes más psicodélicas dentro del sonido 4x4, resultado de su bagaje dentro del género psy-trance y derivados.

Luego llegó 2020 y tuvo que parar como todos. Durante ese tiempo, no perdió un minuto y además de amenizar nuestras tardes con los streamings más creativos de la escena, también le dedicó horas de trabajo a encontrarse a sí misma y a ese sonido que iba buscando. Finalmente lo encontró, centrándose en el género que mejor ha encajado con su personalidad explosiva tras más de 10 años de experimentos. Como quien doma un caballo salvaje, Indira tomo las riendas de esos ritmos salvajes, consiguiendo su propia firma. Algo que muy pocos consiguen.

2021 ha sido su año de confirmación definitiva. Después de haber concentrado toda su energía en conseguir ese lenguaje musical propio, finalmente ha dado con la tecla para consolidar su personaje y su sonido dentro del techno. Su progresión ha sido alucinante en todos los sentidos. Ya no solo es el público el que la adora, sino que ha obtenido respuestas positivas de algunos de las plataformas más importantes del panorama techno mundial. Esto es el fruto del trabajo y el esfuerzo que ha puesto en su objetivo y, como ella misma reconoce, de la labor de su equipo actual, con el que trabaja desde 2020.

Por ello y por méritos propios ha entrado en la órbita de sellos como Second State, de Pan-Pot, además de otras plataformas que tenemos prohibido desvelar todavía, pero que la confirman como la nueva reina del sonido psy-techno en nuestro país.

Un sonido lisérgico, orgánico, a la vez que crudo e industrial, con ricos y elegantes matices. Por ello y por sus méritos como artista total, DJ Mag España ha decidido pagar la deuda que tiene con el techno y con las artistas en nuestro país, dándole a Indira Paganotto la batuta, para que protagonice la primera portada de una artista española en nuestra historia. Ella es sin duda una de las artistas más interesantes, prometedoras y sólidas de la escena nacional, que ahora se embarca en la conquista del mundo. ¡Música, maestra!

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LA REINA DEL PSY-TECHNO LA REINA DEL PSY-TECHNO LA REINA DEL PSY-TECHNO LA REINA DEL PSY-TECHNO

Indira, es un auténtico placer que seas la primera portada femenina española de la historia de DJ Mag España. ¡Es un gustazo que seas tú! De hecho, terminaste 2020 siendo portada de Mixmag Brasil y empezaste 2021 con releases muy top en Phase Insane y en Off Recordings…

¡Sí! Phase Insane, de hecho, era el sello que compartía con Manu Cano (Unkle Fon). Ese release fue el primer vinilo que hicimos él y yo, con remix de Flug y Ricardo Garduno. Luego vino el de Off y después el recopilatorio en Octopus Records, donde pude sacar a Fatima Hajji y a Simina Grigoriu, entre muchas otras grandes artistas…

De ahí salió Yellow Lambo también, ¿no?

¡Sí! Lo tengo hasta tatuado, porque fue un verdadero punto de inflexión.

Luego vino el tour por india en marzo… ¿Cómo fue la experiencia de volver a pinchar con gente después de tanto tiempo?

Fue una experiencia espectacular, en la que me sentí reconectando con mi padre y sus relatos de cuando viajaba por Asia con Médicos Sin Fronteras en los 80 y 90. Esa pureza de la gente de allí, que él me contaba, la pude experimentar. Yo soy muy sensible – después de 10 años en esto todavía siento las mariposas en el estómago antes de pinchar, como si fuera el primero. Cada día es único, cada experiencia es nueva – y esta vez fue muy intensa, después de un año sin pinchar delante de la gente. Dicho eso, esto es como montar en bici. Fue poner el primer disco y ya fluyó todo.

O sea, que el público era solo local… ¿Te permitió eso poner otra selección musical más psy-trance?

Sí, eso fue algo único y probablemente no se vuelva a repetir. Lo más curioso es que cuando ponía más psy, el promotor me pedía que pusiera más techno (risas). Ahora es el mundo al revés: en India pongo techno y en Europa pongo psy-trance (risas).

En la previa de esta entrevista hablabas de la transición en tu sonido, de la que ya hablamos la primera vez que te entrevistamos en 2019. Ahora estás en un momento sonoro dulce…

Hubo un punto de inflexión en mi carrera musical el año pasado, con la cuarentena. Yo soy una persona muy sensible e influenciable, en el sentido de que soy como una esponja. Intento siempre aprender, soy una aprendiz compulsiva (risas). Esa es otra de las razones por las que no salgo mucho de casa y tampoco me suelo juntar con nadie para hacer música y siempre estoy enclaustrada, porque me influencio mucho. Necesito estar sola porque sino absorbo esas influencias de las otras personas en mi música.

Todo lo que produces se convierte en éxitos, incluyendo los próximos tracks que vas a sacar en Second State, de Pan-Pot. ¿Qué te inspira ahora mismo para producir?

Durante la cuarentena fue ideal, porque estaba yo sola. Ha sido el año en el que más música he hecho y también cuando más me he conocido a mí misma. Eso se ha notado en mis producciones. Ahora escuchas un track y sabes si es mío o no, porque es la mezcla perfecta del psy-trance, el techno, toques asiáticos, vocales japonesas o flamencas – que en principio puede parecer contradictorio, pero funcionan muy bien (risas) – y más elementos. Los primeros temas que terminé lo envié justamente a Second State y los cogieron todos. Hasta el punto de decirme de hacer un Zoom, porque querían conocerme y ver de dónde había salido esta música, que aunque en un principio no cuadre 100% con su sonido, querían firmarla igual.

Justamente, como decías, tu sonido es una mezcla de techno y de trance psicodélico, acid, voces y efectos extraterrestre. ¿Dirías que has encontrado tu sonido? ¿O te quedan por explorar otras avenidas?

Puedo decir que he encontrado mi sonido ahora, en este momento en el que estamos. Ahora hay un movimiento fuerte de acid, de trance, de techno que va más rápido, pero tampoco es que se asemeje a mi sonido. Yo vengo de la cultura del psy-trance, que no del techno trance, que es lo que se está llevando ahora. Tiene una energía de cemento, de rave, de gabber y mi esencia es más natural, más orgánica… más de estar desnudos por la tarde viendo el atardecer (risas). Es otro mundo. Yo creo que, más adelante, podría incorporar sonidos minimal – que es un sonido que creo que va a volver –, también el dubstep menos agresivo, porque encaja muy bien con esa esencia psicodélica que me caracteriza. Al final un artista está en constante progresión. De igual forma que tu te renuevas cada día, tu música también tiene que hacerlo.

Hablemos de esos tracks que tienes en el sello de Pan-Pot, Second State, de los que acaba de salir, ‘Katsumi’ en el recopilatorio SUM10… ¿Cómo se gestó este release?

En efecto. Son cinco temas, ‘Katsumi’ y cuatro más. Tenía como 15 temas acabados y a Second State fue el primer sello que mandamos. Me contestaron en seguida diciendo que no habían escuchado algo así, porque los temas son una mezcla entre escucha y pista de baile… lo que sí es seguro es que es un sonido psicodélico, de sentarse, cerrar los ojos y viajar. Lo percibieron como algo nuevo y aunque estuviese alejado del sonido típico de Second State, quisieron firmarlos. Para mi es espectacular que gente de la talla de Pan-Pot se sienta conmovida y respete mi música de esa forma. ¡Estuve como de resaca de felicidad durante una semana! (Risas).

‘Katsumi’ es un track muy percusivo, cargado de efectos, con una voz etérea… Luego viene un EP con los otros tracks, ¿no?

Sí, sale en agosto con los cuatro originales y un remix de Shlomi Aber. Es un mítico del techno, además tener un sonido elegante y de lo que ha hecho con su propio sello Be As One. El remix es increíble, pistero, techno puro, que le da un rollo único al EP.

¿Cómo está siendo tu proceso creativo ahora mismo?

En la producción hay mucha gente a la que le gusta el tema analógico (que a mi también, tengo mis máquinas), pero a mi lo que más me gusta es samplear. Me parece súper divertido coger un sonido de tijeras y que ese sea mi hi-hat, por ejemplo. Trabajar con samples me encanta. Mi base son mis máquinas analógicas – que llevo usando las mismas desde hace

Durante la cuarentena fue ideal, porque estaba yo sola. Ha sido el año en el que más música he hecho y también cuando más me he conocido a mí misma.

cuatro años, porque me encuentro muy cómoda con ellas –. En algunas de ellas puedo meter samples y los modifico ahí. Tengo la Roland V-Synth GT que es una de las máquinas más versátiles y útiles que tengo. Puedes conectarle otras máquinas, el micro y usarla como vocoder… ¡Es una locura! Uso muchos VSTs también, que pedí que me instalaran en el ordenador nuevo, que me hizo un hacker del norte de España.

Antes de esto, uno de tus últimos éxitos y el que supuso un cierto punto de inflexión fue ‘Yellow Lambo’, que sacaste en Octopus, uno de los sellos con los que tienes mejor relación. De hecho, formaba parte de tu propio VA para el sello…

A mi me encanta todo el mundo del motor en general: coches, motos… También todo lo relacionado con la lucha (hago muai thai), las armas, las catanas. Soy bastante agresiva, a la vez que cute (risas). Me encanta el rollo japonés, la elegancia. Soy como una mezcla de las películas de Tarantino (risas). ‘Yellow Lambo’ bebe de esas influencias y fue la transición entre los temas que estaba haciendo en Off Recordings – que eran techno – y mi nuevo sonido. Ya en el lanzamiento de Off se veía que había algo efervescente, pero no el final de lo que soy yo a nivel sonoro. ‘Yellow Lambo’ creo que fue el comienzo de mi nuevo sonido, con ese arpegio infinito, la progresión, el sentimiento épico, con los bajos y guitarras tranceras. Eso es lo que yo he vivido en festivales como Boom (Portugal) toda mi vida. Pude plasmar eso en el tema y lo que voy a sacar en Second State van un poco en esa línea, igual que unos temas que sacaré en noviembre en un sello que todavía no puedo desvelar (risas). ¡Es psy-trance en estado puro! Es como cuando descorchas una botella de champagne, se descontrola todo y dices: “¡¿Qué ha pasado?!”. ¡Hemos perdido a Indira y ya va sin frenos! (Risas).

(Risas) El psy-trance es parte de ti…

¡Totalmente! Está en mi ADN. Además me acaban de confirmar un proyecto súper interesante, remixeando a uno de los referentes de la escena psy-trance: Captain Hook. ¡Saldrá en Iboga Records en vinilo!

Cambiemos de tema. 2020 fue un año raro, en el que fuiste una de las artistas más activas dentro de las circunstancias. ¿Cómo fue tu 2020?

2020 me obligó a centrarme en mi energía, en lugar de tener que depender de la energía de otros. Crecí más conmigo misma. Me vino muy bien, además de que pude reconectar con mis animales, el huerto, mi casa y la música… Fue difícil a nivel económico. Mi pareja y y nos tuvimos que ajustar, con la unión y el amor, la buena energía, ser positivos y no parando de crear, todo acabó volviendo a su cauce. ¡Mira este año! Al final dijimos: Estamos en esta situación comprometida, así que: ¿qué podemos hacer mejor para nosotros y para la gente en esta situación? Es lo que hicimos: los streamings, los cuadros de mi marido… Cada semana fue un reto. Eso fue lo que nos salvó.

Imagino que lo mucho que te curraste los streamings también fue parte de esa “terapia” que suponía para ti pinchar delante de gente, que nos contaste en nuestra primera entrevista. El streaming que hiciste con nosotros fue todo un espectáculo…

Exactamente. El que hice con vosotros fue el segundo que hice. Al principio me costó mucho ponerme, porque cuando empezó la pandemia vi como todos empezaban a hacerlos y yo odiaba la idea, porque no hay nada que me guste menos que ponerme delante de una cámara yo sola (risas). Me decía: “Que pare ya la gente, que sino voy a tener que ponerme yo” (risas). Luego vinieron las peticiones de festivales, clubes y revistas como la vuestra… y no pude seguirme negando. Eso sí: tenía que hacerlos de la mejor forma posible.

Hablemos de tu nuevo gran proyecto. ¿Qué nos cuentas de Artcore Records?

Artcore es la mezcla que tenemos mi marido y yo. Yo soy muy hardcore, como persona (risas). Soy un poco difícil de tratar en el trabajo, soy muy perfeccionista, pero también muy sensible (eso me salva) (risas). Un día hablando del sello, le surgió el nombre: Hardcore art = Artcore. ¡Fue muy fácil! Ha sido algo que ha encajado perfecto con lo que soy yo, mis aficiones y lo que me gusta. Todo muy extremo, en lo bueno y en lo malo. Le hemos dado una imagen actual, alejada de lo clásico, con el logo de la cadena con el dobermann (que es mi perrita, Bacon) y es acorde, comercialmente, con lo que queremos transmitir. Es un logo potente que se puede adecuar a cada temporada, ya que el centro es el dobermann y la cadena se puede modificar.

Es una mezcla de música, arte y ropa… ¿Diseñas tu la ropa? ¿Qué dirección buscas para el, en cada una de sus vertientes?

Antes hacía cosas con látex en Phase Insane y todo eso lo he pasado a Artcore. El látex siempre ha sido asociado a lo erótico, al fetiche, y yo le que querido dar un toque elegante, con formas cercanas del siglo XVI, con mangas anchas a lo renacentista, con remaches dorados y un estilo de alta costura. Son prendas caras, pero me apetecía hacerlo porque es algo que creo que no se ha hecho y me gusta. Esa va a ser una parte de Artcore y aparte, he hecho un merchandising más asequible para todo el mundo de camisetas de algodón, con el logo, muy en plan hardcore (risas). Las estamos haciendo con los chicos de Kotté Stuff unos chicos de aquí de Madrid que hacen ropa, súper joven, con ganas de trabajar y sin miedo a innovar. Van a hacer dibujos en plan manga de mi con la ropa… ¡Estoy muy contenta con que formen parte de Artcore! El universo te va mandando a esa gente y es una bendición.

Con Artcore ya tienes una residencia con la parisina Maxximum Radio. ¿Cómo surgió?

Llevo un año de residente cada final de mes, después del showcase que tiene Amelie Lens con Exhale. Ahora he empezado a llevar invitados, dándole un poco de variedad y visibilidad a otros artistas – aunque haya algunos que no lo necesiten, como Pan-Pot que fueron los últimos – pero hay muchos artistas emergentes interesantes como Silvie Marziarz, que es de Berlín, con una selección musical espectacular y que tienen una fuerza enorme. Todo lo que tenga esa fuerza brutal lo quiero a mi lado, porque al final yo también aprendo y me suma. Especialmente artistas mujeres.

Te han confirmado para Awakenings, en el stage de Charlotte de Witte...

¡Así es! Me llamó para pinchar en su showcase en octubre y es como un sueño. Tenemos más shows preparados para el año que viene. También estoy preparando podcast de Awakenings que saldrá en septiembre y en octubre estaré allí. Awakenings es un referente del techno mundial, aunque nunca he ido como público a ningun festival grande de techno – confesiones de una trancera (risas) –. También hay algo con Charlotte que todavía no puedo desvelar, así que ¡estad atentos!

Tu perfil ha crecido mucho en los últimos años. ¿Te sientes un referente de la gente más joven? El tema de que me preguntes por ser referente me pone un poco nerviosa, porque nunca me he considerado como un profesor o un referente. Soy una chica de montaña, que me gusta estar sola, en la playa cogiendo olas, o hacer música. Soy muy tímida, un poco friki – me gusta el rollo japonés, el manga, etc. – creo que siempre he sido mejor alumna y aprendiz, que maestra. Hablar de mi como referente me da un poco de vergüenza, pero puede ser. Es algo que también he notado

Hazte con el EP de Indira Paganotto en Second State, ‘Red Ninja’, escaneando el QR.

Al final un artista está en constante progresión. De igual forma que tu te renuevas cada día, tu música también tiene que hacerlo.

en el feedback de la gente con cada tema, con la expectación de cada tema. Cada cosa que saco es algo nuevo para sus oídos, porque están acostumbrados al techno ácido, o al rollo Berghain, o al techno rápido que se lleva ahora. Creo que hay artistas que se obcecan con un solo género, en lugar de experimentar y lo mismo pasa con los oyentes. Creo que lo que estoy haciendo habrá gente que lo escuche y se enriquezca a la hora de producir y desarrollarse. Será algo nuevo que no han escuchado.

¿En qué momento te encuentras?

Estoy en un punto extraño. Si yo hubiera empezado enfocándome en un solo estilo hace 10 años, quizá hubiera crecido más. Yo, sin embargo, lo que quería era experimentar sin prisa y sin un objetivo marcado. Si llego a ser alguien, llegaré. Sino, estoy contenta con el camino recorrido porque he sido yo y lo he hecho a mi manera. No me voy a vender ni voy a ser alguien que no soy, para llegar a ser alguien en la industria. Esa siempre fue mi meta. Aún estando ahora en Bullit, con quienes acabo de firmar, o con un manager súper hardcore, como Andrés Valenzuela, no cambio ni voy a cambiar mi esencia. Mi formula es trabajo duro, con pasión y ser fiel a mi misma, con verdad. Cuando hay verdad, nada puede salir mal. Luego ha habido grandes acciones, como la creación de la tienda de vinilos Ater Cosmo, por parte de Unkle Fon, que se ha convertido en un punto de encuentro de artistas en Madrid. Hay un montón de géneros y vienen productores de todas las vertientes a encontrarse, poner unos vinilos, comprar e irse a comer. Eso hacía tiempo que no se hacía en Madrid. Mi marido, que es mayor que yo, recuerda como antes era algo habitual en la escena, había más colegueo. De ahí también el hecho de ir a cenar con Regal, Unkle, Flug o Nuke, que es algo que no suelo hacer porque aparte de vivir en la montaña apartada (risas), es algo que quizá no se estilaba tanto. Noto que ahora hay mucha fraternidad y buen rollo.

Sigues igual de manitas… ¿Qué es lo último que has construido/reformado?

¡Sí! (Risas). Ahora estoy ayudando a mi marido con un proyecto que son esculturas de libros tallados en madera a tamaño gigante, que luego serán pintados, con títulos como si fueran libros reales, con caracteres japoneses… Es nuestro proyecto actual. Mi ultimo regalo fue una caladora (risas). Y además de eso, queremos hacer un proyecto en Tulum (México), de crear un centro de arte con galería incluida, que sea un lugar de reunión para todo tipo de artistas, tanto de la música como de las artes plásticas y visuales, en el que se puedan quedar a dormir también. ¡A ver qué pasa! Porque en Tulum no hay nada parecido y nos gustaría acabarlo en unos tres años.

¿Qué oyes en tu tiempo libre?

Últimamente estoy oyendo mucho drum & bass. Nastia, que es una artista que me parece súper interesante, lo está poniendo mucho en sus sets y me ha hecho empezar a explorarlo, porque no lo controlaba. Ahora me he hecho cuenta de Apple Music y gracias a ello he estado encontrando artistas interesantes ahí también, de forma aleatoria.

También estoy escuchando mucho flamenco, porque tenía un proyecto con unos amigos, proyectando videos en un domo de gente bailando flamenco, mientras se pincha electrónica y techno. El proyecto quedó de lado, pero seguí escuchando flamenco, porque le encuentro similitudes con el psy-trance y creo que puede salir algo interesante de esa posible fusión. Creo que tiene una épica que también tienen músicas de Japón o India.

Vimos que recientemente os juntasteis Regal,

Unkle Fon, Flug, Nuke y tu para salir a cenar. Esto podría pasar como una anécdota entre amigos, que lo sois, pero te quería preguntar… En general, ¿crees que la pandemia ha dado algo de unidad a la escena nacional? ¿Percibes la escena española más unida que antes?

Yo llevo en Madrid 10 años y la escena techno siempre fue muy sectaria, igual que el minimal, house, downtempo. Cada sector era muy cerrado en sí mismo. Yo siempre estaba como en medio de todo, porque nunca he sido de ningún grupo. Ahora, en cambio, si que he visto más unidad. Ya no hay rollos sectarios, porque la pandemia ha

Son fusiones muy locas las que propones…

Es que en el psy-trance están acostumbrados a meterte música clásica o samples de películas spaguetti western americanas. En el techno no, es todo muy cuadriculado, perfecto… Si se te ocurre meterle un sample de esos te tachan de comercial. Para mi es interesante jugar con romper la majestuosidad y el respecto del techno (risas). Lo pesado y encorsetado que está a veces. Y mira que el psy-trance que yo hago es muy underground, incluso dentro del propio género, que es el twilight o forest.

Nos contaste en la anterior entrevista que tenías un álbum en el horizonte… ¿Para cuándo va a ser?

Es mi próximo gran proyecto. Cuando salga, lo hará en Artcore. De hecho, lo tenía ya fichado con otro sello, pero lo tuve que echar atrás porque a partir de noviembre he firmado en exclusiva durante un año con un sello del que todavía no puedo desvelar (risas). Solo puedo sacar en ese sello y en el mío, así que sacaré mi álbum en Artcore. Mi objetivo es sacar más de un largo y también videoclips, muy enfocados al cine. Es algo que tengo dentro, porque lo tenía casi acabado, pero lo fui troceando y ahí han salido tracks a otros sellos. Como estoy todo el día en el estudio, cuando salgan los dos próximos EPs, que será un vaciado energético por el gran paso que supone en mi carrera, me pondré con el álbum. Va a ser una nueva etapa, con una nueva visión.

Finalmente, Indira, ¿Qué objetivos te marcas para el futuro? ¿Qué otros proyectos tienes para este año y el que viene?

Este verano tengo bastantes cosas preparadas. Antes de Awakenings, tengo un tour por Colombia ya cerrado y para el año que viene tour por EEUU y por Asia. El año que viene volveré a mi querida India y todo eso formará parte del proceso para terminar el álbum. Es mi meta este año y el que viene. Cada tour que haga intentaré hacer uno o dos temas, con samples que vaya recogiendo en los viajes. Voy a experimentar a lo bestia y lo voy a documentar todo en video, donde aparezca lo bueno y lo malo de Indira (risas). No se trata de enseñar, sino de compartir.

¡Muchísimas gracias por tu tiempo, Indira! ¡Como siempre, un placer!

¡A vosotros!

Oye el mix exclusivo de portada de Indira Paganotto para DJ Mag Es

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