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MÚSICA PARA EL RECUERDO: SELLOS DE REEDICIONES

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ADRIAN MARTH

ADRIAN MARTH

El fascinante mundo de los sellos de reediciones

Con un apetito en auge por la música antigua y “no descubierta”, los sellos de reedición han experimentado un “boom” en los últimos años. Llevar un sello de reedición es un proceso delicado y laborioso, con historias extraordinarias sobre encontrar artistas perdidos y documentar el contexto de un lanzamiento. Pero también es un proceso perfecto para la apropiación indebida, y con los mercados musicales cambiantes, los artistas corren el riesgo de ser tratados injustamente. DJ Mag habla con los propietarios de sellos sobre el hambre por las reediciones, cómo funcionan los sellos y las extrañas y maravillosas experiencias que han tenido.

Autor: KATIE THOMAS Traducción: PATRICIA PAREJA CASALÍ

En 2014, Matt Sullivan, fundador de Light In The Attic Records, viajó a Canadá en una búsqueda inútil. Estaba buscando a Lewis, cuyo verdadero nombre era Randall Wulff, con la esperanza de que le diera permiso a Light In The Attic para lanzar el inédito (lo prensó en privado) segundo álbum del artista. Algunos antiguos conocidos describen a Wulff como alguien misteriosamente encantador, que había cambiado su nombre y su ciudad natal para escapar de su dudoso pasado. Repartiendo carteles de “¿Has visto a este hombre?” alrededor del último lugar donde se vio a Wulff, Sullivan usó la portada del álbum “L’Amour” como identificador. En la foto, sin camisa y con el pelo rubio peinado, Lewis parece tan agradable como se describe.

En el penúltimo día del viaje, Sullivan hizo una doble foto mientras conducía por la carretera, y atisbó un cabello bien peinado a las puertas de Starbucks. Era él. Tras presentarse y explicar por qué estaba allí, Sullivan se ofreció a pagarle a Wulff por los derechos de su segundo álbum. Wulff no estaba interesado en ello. “Os deseo lo mejor, pero no estoy con la vista puesta en mi pasado”, dijo. El mundo de la música reeditada está lleno de historias extrañas y maravillosas como la de Lewis. Esta nos la contó Hilary Staff, una ex miembro del equipo de Light In The Attic. Aunque ahora trabaja como supervisora de música independiente, Staff se describe a sí misma como una “paleontóloga de la música”.

“La música es como huesos de dinosaurio”, nos explica a través de Zoom. “Quitas el polvo de los huesos y los guardas en un museo. Eso es lo que hacen los sellos de reedición, ayudan a mostrar estas maravillas al mundo”. Sin embargo, estas maravillas tienen un precio. A menudo son saqueadas en tiempos de conflictos y apropiadas en beneficio de las instituciones. También existe el riesgo de apropiación indebida, cuando se trata de música reeditada. Especialmente con la actual demanda de sonidos “no descubiertos”. “Con el aumento de la demanda viene el aumento de la oferta”, dice

Con la ayuda de Scott, Staff y representantes de sellos como Music From Memory, Soundway, Hello Sailor, Analog Africa y Time Capsule, exploramos el auge de la reedición: por qué ha crecido el hambre por las reediciones, cómo trabajan los sellos de reedición para preservar el contexto de las obras originales y las historias extraordinarias de artistas a cuya música se le ha dado una segunda vida.

NOSTALGIA Y CUIDADO

“Los humanos gravitan naturalmente hacia la nostalgia”, dice Alice Whittington, manager del sello Soundway Records. Lanzado en 2002 por Miles Cleret, después de pasar un tiempo en Kenia, Ghana y Nigeria, el sello de Londres muestra “la forma en que la migración ha polinizado diferentes tipos de música”. Whittington cree que el hambre de música reeditada se puede atribuir al deseo de sonidos orgánicos como un medio para reconectarnos con nosotros mismos.

Para Staff, la cultura del streaming ha hecho que nuestras ganas sean insaciables: queremos escuchar más y queremos saber más. “La gente se enorgullece del conocimiento oscuro o de traer algo nuevo a la atención de alguien”, dice. “Todo el mundo quiere ser un creador de tendencias”.

En 2006, cuando la piratería de la música digital se generalizó, los amigos del tunecino Samy Ben Redjeb, sintieron que su decisión de lanzar un sello discográfico, Analog Africa, no fue nada acertada. “Pero como dicen, si no puedes vencer al enemigo, únete a él”, nos escribe Redjeb. Inauguró el sello en marzo de 2007, con un lanzamiento debut de The Green Arrows of Zimbabwe. Aunque tiene sus propias historias sobre la búsqueda de artistas, Redjeb insiste en que el trabajo de búsqueda no debe ser un argumento de venta, sino simplemente lo que hay que hacer. “Al encontrar al músico no estamos haciendo algo extraordinario”, dice, “estamos haciendo algo obvio”.

En 2009, Analog Africa lanzó la recopilación ‘Legends Of Benin’, un proyecto dedicado a cuatro artistas de la República de Benin: El Rego et Ses Commandos (“Padrino del Benin Funk”), Gnonnas Pedro et Ses Dadjes (“Rey de la Agbadja moderna ”), Honoré Avolonto (“creador de obras maestras de Afrobeat”) y Antoine Dougbé (“El primer ministro del diablo”). Grabado entre 1969 y 1981, “Legends Of Benin” consta de 14 tracks – y un folleto de 44 páginas, lleno de biografías y fotografías raras – de sonidos bailables de Benin. Al preparar la compilación para prensar en vinilo, Redjeb dio un golpe a la pared: un disco estaba tan rayado que era imposible restaurarlo. Faltaba la canción de Dougbé, ‘Ya Mi Ton Gbo’.

“Sabía que nunca me perdonaría si lanzaba la compilación sin esa canción”, dice. Redjeb viajó a Cotonou, en la costa sur de Benin. Cuando llegó, colocó un anuncio en un periódico local con una foto de la portada del disco. Dos días después, recibió una llamada de alguien que tenía dos copias y “Legends Of Benin” finalmente se pudo completar.

DESCUBRIMIENTO PERSONAL

A menudo, Facebook juega un gran papel en la localización de músicos perdidos hace mucho tiempo. Así es como Jamie Tiller, del sello Music from Memory, de Ámsterdam, se puso en contacto con el compositor italiano Gigi Masin (para ‘Talk To The Sea’ de 2014 y ‘Wind’ de 2016). Y como Renata Do Valle, del sello neoyorquino Hello Sailor, encontró a una artista que figurará en su popular serie de siete pulgadas. Do Valle finalmente consiguió localizarla, para descubrir que ahora actúa como cantante de bodas. Normalmente, explica Do Valle, “estos artistas se sorprenden de saber de ti, pensando en su antiguo trabajo como algo ya pasado”.

En el caso del fallecido Johnnie Frierson, cuyo disco de gospel ‘Have You Been Good To Yourself’ fue lanzado en Light In The Attic en

The Green Arrows tour bus 1969

“La gente se enorgullece del conocimiento oscuro o de traer algo nuevo a la atención de alguien. Todo el mundo quiere ser un creador de tendencias”. - HILARY

2016, un amigo del sello dio con su casete autograbado en una tienda de segunda mano de Memphis. Para hacer un contrato, cada uno de los herederos de Frierson tenía que estar de acuerdo con los términos y a Frierson le sobrevivieron 15 personas. “Implicó algo de trabajo de detective”, recuerda Staff. “En algunos casos, estas personas ni siquiera sabían que existía esta música”.

También hay historias enormes entre continentes. Cuando Kay Suzuki, del sello Time Capsule, escuchó una pieza musical durante su primera experiencia con la ayahuasca, fue a su chamán en busca de una identificación del track y luego buscó al artista por toda la India. Suzuki lanzó ‘Shravanam’ de Bombay S Jayashri en Time Capsule en 2019; Suzuki hizo presión para que el disco se reprodujera de adentro hacia afuera, permitiendo más espacio para las partes más dinámicas de la composición.

Cuando Miles Cleret de Soundway Records conoció a Sir Victor Uwaifo durante un viaje a Nigeria, le invitaron a visitarlo en su casa, en la que Sir Victor construyó un museo dedicado a él. Whittington cuenta a DJ Mag que también hay una “cámara de los horrores” y un avión de hormigón a tamaño real unido a la casa. Con un piano en la cabina y sillones en el resto del avión, Cleret recibió instrucciones de sentarse allí y escuchar el disco en su totalidad antes de poder firmarlo. Sin embargo, todo salió bien a partir de ahí: “Guitar Boy Superstar” fue lanzado por Soundway en 2008.

Una década más tarde, Soundway lanzó ‘Onda De Amor: Synthesized Brazilian Hits That Never Were (1984-94)’, después de años de trabajo para localizar a los que tenían la licencia. Hay un track en el disco de Grupo Controle Digitale, un dúo que se convirtió en un solo artista poco después del lanzamiento de su primer álbum, cuando Gel Valiery falleció. Billy Jaguar, la otra mitad del dúo, terminó viviendo como sacerdote en las montañas brasileñas. Al localizar a Billy y lanzar el disco de Grupo Controle Digitale, ‘A Festa É Nossa’, unos meses después de ‘Onda De Amor’, Soundway ha podido ayudar a fomentar un merecido (aunque tardío) éxito para él. Para Whittington, ese tipo de remuneración es lo que hace que el trabajo de Soundway merezca la pena.

Para Quinton Scott de Strut Records, una de sus experiencias más extraordinarias llegó desde el principio, cuando se preparaba para lanzar ‘Live At The Paradise Garage’, de Larry Levan. Les llevó un tiempo llegar al “círculo íntimo”, explica Scott, pero cuando lo hicieron, “todos los DJs grandes como David DePino, Joey Llanos y Danny Krivit tenían un sinfín de historias increíbles. Fueron dos inolvidables semanas de insomnio para nosotros, inmersos en la noche de Nueva York, pasada y presente”.

Entre los personajes se encontraban Mel Cheren de West End Records, una fuente de los mejores cotilleos de club, que le enseñó a Scott el sótano donde guarda las cenizas de Larry Levan en un pequeño santuario; el icono del baile Willie Ninja, quien hizo una elegante actuación mientras sujetaba una vela encendida con la cabeza; y Loose, uno de los bailarines originales del Garage, que se lanzó a una rutina improvisada en una acera de Manhattan para una sesión de fotos.

EXPLOTACIÓN

Aunque la afluencia de sellos de reedición tiene beneficios, al igual que más oportunidades para el descubrimiento de música y nuevas fuentes de ingresos para los artistas, a Jamie Tiller le preocupa que la carrera por encontrar “lo último de YouTube” pueda significar que los sellos cojan atajos para salir adelante, lo que podría conducir a no hacer lo correcto. “Algunas personas pueden ponerse protectores con algo que creen que encontraron primero”, dice Whittington, confirmándolo. “Podría haber una competencia bastante agresiva”. Además, tomando en cuenta que muchos de estos artistas (en su mayoría viejos) pueden tener una comprensión limitada de cómo funcionan las licencias de música hoy en día, esto puede dar lugar a la explotación.

“La industria de la música cambia todo el tiempo”, dice Suzuki. “Tienes que estar al tanto y tienes que estar conectado con las personas adecuadas”. Pero ser conocedor de la industria

Alice Whittington

La responsabilidad recae en el sello, pero como explica Tiller, “a veces la música es propiedad de gente bastante desagradable que, básicamente, puteaba a los músicos con un trato horrible”, dice. “Quieres lanzar música, pero hacerlo solo sería llenar los bolsillos de alguien que todavía tiene un dominio absoluto sobre el trabajo de ese músico”. En algunos casos, un sello importante o un titular de derechos perverso podría haber ido tan lejos como para poseer el nombre artístico del artista (normalmente su nombre de nacimiento), lo que hace que publicar algo nuevo también sea un problema.

Una vez se han encontrado a los propietarios y se ha acordado la licencia para una reedición, las cuestiones de contextualización y compensación pasan a primer plano. Para Suzuki, la contextualización es lo importante en Time Capsule: “Investigamos exhaustivamente y siempre añadimos notas resaltadas”. Utiliza su reciente lanzamiento del álbum de 1996 de Gabrielle Roth, “Endless Wave: Vol 1”, como ejemplo. Roth fue el fundador de una especie de baile de meditación llamado 5Rhythms. Para unir las notas, Suzuki se sumergió en el mundo de Roth, leyendo sus libros, viendo sus clases y hablando con su familia.

A Staff le preocupa que la música reeditada se publique con poco contexto. “Hay algunos sellos en los que la música en sí es increíble”, dice, “pero están muy envueltos en el misterio, desprovistos de detalles e historia”. Whittington está de acuerdo en que esto puede ser problemático: los sellos de reedición se benefician del arte de alguien, por lo que deben comprometerse con una contextualización justa y una compensación.

“Queremos preservar la mayor parte posible de la historia sobre el lanzamiento”, dice sobre los procesos de Soundway. “Es importante garantizar la longevidad de la música, y parte de eso garantizar que la gente entienda que esta música no es solo importante por cómo suena”.

Para los lanzamientos de Analog Africa, las notas cuentan no solo la historia del artista, sino también el clima en el que se hizo la música. “Es la esencia de la escena musical de ese país durante ese tiempo”, explica Redjeb. “A veces incluimos biografías de los productores o diseñadores que trabajaron en la portada [original]”. Es una gran responsabilidad, explica Tiller; él ve Music From Memory como darle un contexto renovado a la música perdida, muy parecido a una retrospectiva. “Como regla general, creo que la mayoría de los sellos de reedición presentan sus álbumes con notas de portada buenas y detalladas”, dice Scott, “y los compradores generalmente responden mejor a un lanzamiento auténtico y bien investigado y a la reputación de la calidad de un sello”.

Do Valle está de acuerdo. Los consumidores están cada vez más informados y profundizan en la cultura de la música que consumen. Hello Sailor de Do Valle funciona de manera diferente a la mayoría de los sellos de reedición. Se especializan en ediciones y realizan impresiones limitadas con poco margen de beneficio; a veces, dice Do Valle, como con ‘Vem Viver Pra Mim’ de 2020, de Silvanna y A Máquina Do Tempo, “se convierte en una verdadera colaboración entre artistas y nuestra pasión compartida. No puedo hablar en nombre de otros sellos, pequeños o grandes, pero trato de hacer mi parte como sello independiente”.

Con la responsabilidad del sello de hacer lo correcto, inevitablemente hay casos en los que los derechos del artista se escapan. Ya sea consciente o inconscientemente, dice Whittington, las discográficas pueden ser negligentes. Los sellos a veces no envían los metadatos completos para su publicación y recaudación automática a las sociedades de recolección de derechos; si la información no es completa y precisa, el artista no podrá reclamar el dinero que le corresponde.

NUEVAS PLATAFORMAS, NUEVOS PROBLEMAS

En los últimos años, Whittington ha observado un aumento en los tracks reeditados de África y América Latina que se samplean en tracks de club. “Es música que puede transformar un Desafortunadamente, Soundway se ha encontrado con artistas que han sampleado sus trabajos sin tener permiso o pagar derechos de autor. No sólo se saca de contexto la música, sino que tampoco se compensa al artista. “Es una vergüenza que la música de alguien a quien nunca se le pagó por su trabajo y que podría haber muerto en la pobreza, sea usada de manera irrespetuosa”, dice Whittington.

Las infracciones de los derechos de autor que surgen en las pistas de baile y en los mixes no oficiales son difíciles de controlar, pero plataformas como YouTube y SoundCloud están mejorando constantemente sus procesos para marcar samples con licencias incorrectas. Staff está de acuerdo en que estos sistemas se están volviendo cada vez más efectivos: Light In The Attic recibió una notificación reciente de que se había sampleado un track de Supreme Jubilees en un track de hip-hop subida a YouTube. Más allá de eso, dice Whittington, se trata de un caso de cultura de la música dance que fomenta una comprensión más amplia de los derechos de publicación y licencia, y de pedir

Kay Suzuki (left) Time Capsule shop

“A veces la música es propiedad de gente bastante desagradable que, básicamente, puteaba a los músicos con un trato horrible. Quieres lanzar música, pero hacerlo solo sería llenar los bolsillos de alguien que todavía tiene un dominio absoluto sobre el trabajo de ese músico”. - JAMIE

TILLER

a los DJ y productores de música electrónica que atribuyan más valor a esta música; para entender que no es solo una lucha contra todos.

Como lo ve Whittington, hay dos formas principales en que el trabajo de un artista puede ser malversado: si el artista no recibe ningún crédito, es una apropiación y eliminación de la identidad y la cultura del músico. Pero incluso si se le da crédito al artista correctamente, ¿cómo compensa el hecho de haber recontextualizado la música para una pista de baile contemporánea? “Supongo que se trata de si haces algún intento de generar algún tipo de impacto social en la cultura o el país del artista original”, reflexiona Whittington, “o si quieres educar a la gente de alguna manera e interactuar con el trabajo original para mostrar respeto”.

Esa, residente Worldwide FM, es abanderada de la música dance de Soundway. ‘Esa Presents Amandla: Music To The People’ de 2019, que Whittington describe como “un proyecto profundamente emocional, fue como ayudar a una mamá ave a liberar a sus polluelos”, es una compilación de Soundway, compilada por Esa. Conecta los puntos de su viaje musical desde Sudáfrica a Brasil y más allá, ofreciendo una plataforma para una compensación justa, además de ser una colección de discos que pincharía en sus propios DJ sets. Pero para que las discográficas de reedición funcionen de manera justa con los productores de música electrónica y los DJ, también deben trabajar con los mercados digitales. En un nicho de la industria que está tan enfocado al producto físico, adaptarse a una preferencia por el streaming es lo suficientemente desafiante sin que las grandes discográficas también lo hagan. Eso es lo que sucedió con la reedición de Serge Gainsbourg ‘Histoire De Melody Nelson’ en Light In The Attic, explica Staff. Después de que Light In The Attic trabajara en la impresión, el empaquetado y la publicidad, y el disco terminara en muchas de las listas de “Lo mejor del año”, el sello principal que posee la licencia original retuvo sus derechos digitales; por cada transmisión y cada descarga, el sello principal recibe los ingresos, no Light In The Attic.

Cuando un sello como Light In The Attic, o de hecho cualquiera de los sellos que han hablado con DJ Mag, funciona como un cuidador de las historias de estos artistas, ¿cómo es esto sostenible a medida que la sociedad se aleja cada vez más de las fundas de vinilo con notas y se acerca a las listas de reproducción y algoritmos? Por supuesto, los coleccionistas de discos de vinilo son la excepción a esta regla, pero las tecnologías de streaming que eligen tus hábitos de escucha por ti están cada vez más al día, y realmente, ¿qué probabilidad hay de que busques la historia de fondo de la música cuando le pidas a Alexa “pon música para la cena” ?

“Mucha gente escuchará la música digitalmente, sin saber de dónde viene”, dice Staff, “así que todo lo que puedo hacer es mantener mi integridad y apoyar a las empresas que hacen lo correcto”. Por otro lado, Do Valle cree en el valor de lo coleccionable para mantener estos sellos en funcionamiento, y en un deseo intuitivo de desconectarse de Internet, aunque tan solo sea por un momento.

“Es parte de nuestro ritual”, explica, “al igual que me gusta ir a una librería y comprar un libro físico”. Redjeb está de acuerdo y considera que Analog Africa es una oportunidad para “nadar contra la corriente digital y volver a algo más orgánico”. Y, sin embargo, es una pregunta que mantiene despierta a Staff por las noches: ¿cómo animas a las personas a que se preocupen por la historia detrás de la música si la escuchan por casualidad, cortesía de un DJ o un algoritmo? “Si le preguntaras a un millón de personas si la música es importante para ellos, apuesto a que casi todos dirían que sí”, dice Staff, “pero existe esta disonancia cognitiva, porque todos quieren música en sus vidas pero nadie quiere pagar por ella”.

Estos sellos brindan un regalo cultural a nuestra sociedad, pero es difícil para mí ver un futuro en el que muchos de ellos puedan seguir funcionando financieramente”. A pesar de los problemas que enfrentan estos sellos de reedición, la audiencia cada vez mayor de estos “obsequios culturales” no parece estar disminuyendo y, con suerte, esa audiencia será suficiente para mantener con fuerza a los que se dedican al proceso, hasta que la industria en general proporcione mejores respuestas.

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MAUDES FESTIVAL

UN SOPLO DE AIRE A LA ESCENA

Primer gran evento del verano en Madrid. Maudes Festival se celebró el pasado 2 y 3 de julio, a pesar de que corren tiempos difíciles para la organización de este tipo de eventos. La primera edición de Maudes Festival fue un soplo de aire fresco y nos ofreció un buen espectáculo, teniendo en cuenta las circunstancias.

El lugar escogido para su celebración no podía ser más idóneo: el Autocine Madrid RACE, un recinto emblemático que lleva demostrando ya desde el verano pasado que puede acoger las mejores propuestas del techno y agradar al público. Un sitio amplio, por supuesto al aire libre, con unas impresionantes vistas a Las Cinco Torres de Madrid, que permite la buena disposición de todos los elementos del festival y que favorece las medidas sanitarias de obligado cumplimiento que se tienen que tomar en estos momentos debido a la COVID.

La organización de Maudes Festival atendió correctamente estos aspectos. No hubo atascos en los accesos, siendo estos bastante fluidos. Apenas hubo colas en barras y baños, gracias a la presencia de personal suficiente y a que la disposición del público por acatar las medidas fue la mejor.

El recinto estaba repartido por zonas, en reservados, con suficiente distancia entre las mesas. En cuanto al escenario, se tuvo el tino de colocarlo justo delante de la noria que hay dentro del perímetro: una decisión muy acertada, ya que los asistente que quisieron hacerse fotos o videos guardarán una estampa muy bonita. Estampa que iba en consonancia con la temática futurista e industrial del festival, cuya decoración y escenografía realmente añadió enteros a la experiencia. Podrá parecer un mero detalle, pero llevamos mucho tiempo sin poder disfrutar de eventos como este y este cuidado se agradece.

Maudes nos propuso un evento con un horario casi diurno (culminando entre la 1 y 2am) y un gran cartel, en el que destacaban los cabezas de cartel Maceo Plex, Joris Voorn y Andrea Oliva. También fue interesante encontrar nombres como Raxon – flamante portada de julio de esta casa –, Marc Maya (que presentaba su proyecto Blue Auras), Raúl Pacheco, y el querido Gonçalo, o artistas emergentes como Javier Velada y Felipe García.

Metiéndonos de lleno en lo que es la música., Llegamos pronto, eran las 18:00 de la tarde, con sol de justicia y mucho calor. Otro handicap para esa hora era que se jugaba el partido de cuartos de final de la Eurocopa de fútbol, de España contra Suiza, por lo que el público no hizo acto de presencia desde el principio. Sin embargo Javier Velada demostró sus tablas y se marcó un set muy positivo de unas 3h, ya que uno de los reclamos del festival, que era la presencia de Marc Maya y su nuevo proyecto, se retrasó. Y aunque nos quedamos con las ganas de disfrutar de ese nuevo alias, Blue Auras, Velada supo leer el ambiente a la perfección, con música sensible, ácida y progresiva, cargada de ritmos bailables.

A las 21.00h empezó uno de nuestros grandes favoritos, Raxon. El artista afincado en Barcelona, que acaba de ser portada de esta casa DJ Mag España, puso a los presentes en un estado alterado de conciencia gracias a sus ritmos techno hipnóticos. Durante su set pudimos disfrutar de algún track de su último disco en Kompakt, ‘Sound Of Mind’, mezclado con una selección fina y elegante.

Durante esos momentos, Raxon tuvo que alargar ligeramente su set hasta que llegó Maceo Plex, uno de los grandes reclamos de la noche. En cuanto al b2b entre ambos, quedó pantente su buena sintonía y que la buena relación que les une también se extiende a la cabina.

Hablando solo del set de unas 3h de Maceo, es cierto que fue algo dubitativo aunque con una buena selección musical, seguramente debido a la presencia policial en el exterior, que le obligó a variar el volumen en más de una ocasión. En resumen, a pesar de las circunstancias, la calidad del artista cubano/americano es indiscutible y ofreció un buen espectáculo. El público se fue contento y con ansias de una segunda jornada, a la que por desgracia no pudimos asistir.

En conclusión, fue un gran día de techno. Había muchas ganas de poder vivir una experienca así en la capital de nuevo y nos fuimos más que satisfechos. La organización estuvo fenomenal y esperemos que su recorrido en Madrid no haya hecho más que dar el primer paso. De hecho, una segunda entrega ya está en proceso y no dudéis que DJ Mag ES estará allí para contároslo.

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