e n e l ca mi n o
L ECCIONES del
PATIO DE RECREO
COMO NIÑO, me emocionaba la hora del recreo en mi Escuela Católica. Allí, en el patio de recreo, aprendí nuevos juegos de los profesores y de otros niños. Cuando se introducía un nuevo juego el primer paso para todos aquellos que querían jugar era aprender las reglas del juego. En otras palabras, los "datos que asumimos". Sin un reconocimiento común de las leyes básicas y reglas que definían el juego, era imposible jugar. Todos tenían que aceptar las reglas o no había juego. Lo mismo es cierto para toda la vida. Deben existir algunos datos que asumimos — verdades aceptadas — o habrá caos, desintegración y aun guerra , entre los países y entre las familias.
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Catholic Key • June/July 2022 • catholickey.org
La Iglesia y la sociedad de hoy en día han expresado mucha preocupación acerca de que tan divididas, polarizadas e inhóspitas se han vuelto las cosas A menudo, la solución propuesta para esta angustiosa situación es que tratemos de ser más civilizados los unos con los otros, especialmente con aquellos que tienen diferentes puntos de vista. Esta civilidad debe incluir escuchar con paciencia. Este es ciertamente un buen consejo en cualquier comunidad y es uno de los frutos del reciente ejercicio de "sinodalidad" que muchos de nosotros experimentamos en la diócesis. Sin embargo, se requiere algo más para una verdadera paz y comunión: aceptar los datos, verdades que expresan la realidad, el “juego de la vida”, por así decirlo. La raíz de mucha de la polarización de hoy es la falta de consenso en muchas de las reglas que se habían asumido hasta hace poco. Esto es especialmente cierto en referencia a