Dimensión Misionera Nº 331

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la IGLESIA EN SALIDA MISIONERA ISSN 0122-2333

Nº 331 TPR148. Calle 24C No. 81-27. Año lvii. Julio - Agosto, 2016

SUBSIDIO: escuelas de perdón y Reconciliación

Como seguir a Jesús, hoy Jornada mundial de las misiones


n e s รก Estca de tu Bus n รณ i c a Voc era n o i s Mi


EDITORIAL Director P. Julio Caldeira Corrección de estilo P. Orlando Hoyos. Colaboraron en este número Mons. Joaquín Pinzon; P. Orlando Hoyos; P. José Cirer Grisales; P. Giovanni Torres; P. Alonso Álvarez; P. Lawrence Ssimbwa; P. Leonel Narváez, Luis Ventura; P. Luis Duravía; Hna. Ines Arciniegas; Hna. Luz Helena Jiménez Elmer Peláez; Jonathan Acuña, Diana Benítez; Yeimy Avellaneda. Fotos P. Julio Caldeira, P. Alonso Alvares, P. Jaime Patias; P. Orlando Hoyos; Hna. Ines Arciniegas; Rosa Gauditano; Oscar Hernández, Cristian Nonato; Cristhian Alarcón; Francisco Martínez; Archivos: Aguapanelazo Colombia; Comunicaciones Pastoral Afrocaleña; IMC; MC; Fundación para la Reconciliación; REPAM; CEC; Colegio José Allamano Diagramación y artes: diseño Francisco Martínez edfranmarlop@gmail.com Imagen y fotomontajes Francisco Martínez edfranmarlop@gmail.com Impresión Panamericana Formas e Impresos S.A. Revista Educativa Cultural de Los Misioneros de La Consolata Calle 24 C No. 81 – 27 Barrio Modelia Teléfonos: 295 62 51 - 295 63 73 PBX 429 65 11 – Fax 263 14 72 Bogotá - Colombia Año: 2016 No. 331 Julio - Agosto 2016 ISSN 0122-2333 Reg. Propiedad Intelectual No. 002797 Tarifa postal reducida No. 148 Servicios Postales Nacionales S.A. Correos de Colombia Vence: Diciembre 2016

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LA IGLESIA EN SALIDA MISIONERA En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio), el papa Francisco recuerda que “Juan Pablo II nos invitó a reconocer que «es necesario mantener viva la solicitud por el anuncio» a los que están alejados de Cristo, «porque ésta es la tarea primordial de la Iglesia». La actividad misionera «representa aún hoy día el mayor desafío para la Iglesia» y «la causa misionera debe ser la primera». ¿Qué sucedería si nos tomáramos realmente en serio esas palabras? Simplemente reconoceríamos que la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia. En esta línea, los Obispos latinoamericanos afirmaron que ya «no podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos» y que hace falta pasar «de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera». (EG 15) En este mismo sentido, las Diócesis y Vicariatos de Colombia se reunieron en mayo para el XII Congreso Nacional Misionero en Bucaramanga recordando que “Somos Iglesia Colombiana en salida misionera”. Fruto de este Congreso fue lanzado recientemente el libro de Mons. Luis Augusto Castro Quiroga, imc, titulado “La misión en salida y sus rostros maravillosos: la visión misionera integral del papa Francisco”, donde dice que “el término salida aplicado a la misión es nuevo y obra del papa Francisco, pero la realidad de la misión en salida es vieja, súper vieja, y coincide con la vida misma de la Iglesia” (p.7). Por tal motivo, estamos invitados a reconocer el camino de la misión de la Iglesia, que busca responder al envío que hizo Jesús: “Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16, 15). De ahí renace la insistente invitación a que nos pongamos en salida misionera, reconociendo los varios desafíos que esperan una respuesta: la dimensión del perdón, la reconciliación y la paz (como pide Jesús, el papa Francisco, la Iglesia Colombiana y la sociedad colombiana); las realidades misioneras de las ciudades, de la familia, de la juventud y de la educación integral; la atención a los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos; el cuidado de la Creación; etc. “¡No tengan miedo!”, dijo Jesús. El mundo espera que nuestro testimonio sea auténtico. Por tal motivo, los miembros de nuestra familia Consolata (sacerdotes, hermanos, hermanas, laicos y jóvenes), unidos a la Iglesia en esta tarea misionera, invitamos a que nos pongamos en salida misionera, “alegres en la esperanza, pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración” (Rm 12,12).

P. Julio Caldeira,imc dimisionera@gmail.com


Sumario

MISIONERA

Sumario 5

Voy a conducir hacia Colombia como un río la paz

6

Misericordiosos según la medida del Padre

8

XII Congreso Nacional Misionero de Colombia

10 12 14 16 19

Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2016 Como seguir a Jesús, hoy Dios nos llama a la familia Consolata Testimonio misionero SUBSIDIO: Escuelas de Perdón y Reconciliación

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Artesanos de la paz (Mensaje de la CEC)

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Colegio Bilingüe José Allamano

Para mantener esta publicación su donación la puede realizar en el

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La pedagogía misionera que brota de la tierra

Banco de Bogotá cuenta de ahorros:

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La mujer afrocolombiana

32 34 36 38

Familia Consolata

Nº 023019078 A nombre de : INSTITUTO DE LA CONSOLATA Mas Información

centromisionyculturas@yahoo.es 2956251

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dimensión misionera | 4 | Julio - Agosto 2016

La misión del LMC en la Iglesia Visita del Cardenal Fernando Filoni a Puerto Leguízamo

Pueblos indígenas amazónicos Jóvenes en salida misionera (ELJM) La misión está en el corazón


Altibajos

VOY A CONDUCIR HACIA COLOMBIA COMO UN RIO LA PAZ

(Cfr. Is 66,10-14c)

F

eliciten a Colombia y gocen con ella todos los que la aman. Únanse a su alegría todos los que la acompañaron en sus 60 años de violencia. Ahora se pueden alimentar de sus pechos y saciar de sus consuelos y disfrutar bebiendo de los raudales de su gloria. Porque el Señor así lo promete: voy a conducir hacia Colombia como un río la paz, como un torrente desbordado las riquezas de las naciones. A los niños ya no los reclutarán más para la guerra ni los violaran, ni tendrán que trabajar. Como consuela una madre a su hijo serán consoladas y reparadas todas las víctimas. En Colombia encontrarán ese consuelo, así lo verán y se alegrará su corazón; y rebosarán de salud porque ya no habrá más corrupción y habrá trabajo para todos. Verán cómo tiende la mano a sus siervos el Señor. Cuando a un desierto se logra llevar agua, como sucede actualmente en ciertos parajes de Israel, por ejemplo, todo se transforma, todo revive, todo reverdece. Cuando después de 60 años de violencia se vislumbra un rio de paz inundando a Colombia, como lo augura la paráfrasis, que hicimos, del texto de Isaías, nadie puede quedarse indiferente. Todos estamos llamados a aclimatar definitivamente esa paz. Y con mayor razón los que nos llamamos discípulos de Jesús. Los discípulos de Jesús inicialmente eran 12, todos hombres pero después Lucas nos habla de 72 entre los que había seguramente mujeres. Lo primero que hace Jesús con sus discípulos es darles el regalo de la paz: “les traigo la paz” lo repite con insistencia. Cuando los envía a “contar la buena noticia” les dice que su saludo debe ser un saludo

Por: P. Orlando Hoyos

de paz pero les advierte que no será fácil, que habrá unos que no quieren la paz, esos son los lobos: “los envío como ovejas en medio de lobos”. Las ovejas entre lobos tienen varias alternativas: o conservan su identidad de ovejas, pacíficas, arriesgándose a todo, “poner la otra mejilla”, por ejemplo; o se mimetizan de lobos para no tener problemas; o se convierten en lobos más feroces para combatir y aniquilar a los mismos lobos o a quienes consideran como lobos (paramilitares, falsos positivos…) Algunas ovejitas de Mahoma optan por esta última actitud y por eso están de moda los “lobos solitarios”. Las ovejitas de Jesús debemos conservar nuestra identidad de pacificados-pacificadores para transformar, como sugiere Erasmo de Rotterdam la frase de Plinio “Homo homini lupus” en “Homo homini deus”. Que es en síntesis lo que nos exhortan a practicar los Obispos Colombianos en su último comunicado del 8 de julio de 2016: “Invitamos a nuestros sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los agentes de pastoral, a los demás fieles, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a sumarse a todos los propósitos para erradicar la violencia y caminar hacia una Colombia nueva, reconciliada y en paz”. DM Julio - agosto 2016 | 5 | dimensión misionera


Espiritualidad Misionera

Misericordiosos según la medida del Padre Por: Mons. Joaquín Pinzón

“La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona” (Misericordiae Vultus, 12).

J

esús, el rostro misericordioso del Padre, misionero y peregrino en medio de la humanidad desde su perspectiva de Maestro, tuvo un cuidado especial por transmitir a sus discípulos lo esencial de su mensajepropuesta. Esta propuesta se encuentra condensada de modo especial en el sermón de la montaña (según Mateo capítulos 5 a 7) o en el discurso de la llanura (según el evandimensión misionera | 6 | julio - agosto 2016

gelio de Lucas 6,20-49). Quiere ser como el documento de identidad del discípulo seguidor de Jesús. Con un imperativo pide a sus seguidores asumir el atributo más genuino del Padre: “Sean Misericordiosos como su Padre es misericordioso” (Lc 6,36). De este modo la misericordia divina, que es generosa al máximo y que se manifiesta en la acción misionera de Jesús, se vuelve paradigmática para el discípulo.

Lucas en las parábolas interpreta de manera excelente la misericordia del Padre, y en ellas ofrece elementos para que sus seguidores no solo los contemplen sino que los asuman y los hagan vida. En el relato del buen Samaritano, indica la manera concreta de ejercer la misericordia, capacitando para reconocer como prójimo a todo necesitado que encontramos en el camino de la vida y en él mostrar nuestra compasión.


Espiritualidad Misionera

La Iglesia… memoria de la misericordia Manteniendo la fidelidad a este legado entregado por el Maestro, la Iglesia conserva viva dicha propuesta. Se trata, más bien, de poner el amor a actuar en positivo, dándole una nueva visión como lo hizo Jesús, es decir, hacer el bien, hacerse prójimo, sobre todo de quien más lo necesita: “cuando lo hicisteis a uno de estos pequeños. ... Entonces lo hicisteis conmigo” (cf. Mt 25). Es, por tanto, el amor en activo y en concreto. En estas palabras ha encontrado la tradición de la Iglesia su propia formulación de las conocidas «obras de misericordia», por un lado, las «corporales» (visitar a los enfermos, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, acoger al forastero, vestir al desnudo, redimir al cautivo, enterrar a los muertos), y por otro lado, las «espirituales» (enseñar al que no sabe, dar consejo a quien lo necesite, corregir al que yerra, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos de los demás y rogar a Dios por vivos y difuntos). Aunque tal vez la manera como vienen formuladas algunas de ellas, requiera de ser actualizadas o adaptadas a las circunstancias del momento, el contenido que proponen y la manera concreta de ejercer la capacidad de amar es muy clara. En ellas se muestra de manera concreta y tangible nuestro amor al prójimo. De ahí que el papa Francisco haya dicho con claridad en la Bula de convocatoria del Jubileo que: «La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos» (MV 15).

Francisco… profecía de la misericordia El papa Francisco en el marco del jubileo de la misericordia recuerda y exhorta a no perder de vista que: “la Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona” (MV 12). Hoy más que nunca el contenido del anuncio, de la buena noticia de la cual es portadora la Iglesia, debe estar permeado de misericordia. En su acción misionera y pastoral, así como también el testimonio que está llamada a dar en el hoy de nuestra historia no puede dejar de lado la misericordia. Sería perder de vista el drama y las dificultades en que se encuentran muchas personas que están sumidas en diferentes pobrezas o marginadas por la injusticia y la indiferencia. La Iglesia tiene la tarea de crear conciencia y recordar que los más pobres son los privilegiados de la misericordia divina. Se evangeliza con mayor eficacia cuando el contenido del anuncio y la vida del portador del mismo son el reflejo de la bondad misericordiosa de Jesús presencia entrañable del corazón del Padre.

Todo bautizado, llamado a encarnar y dispensar misericordia Para mantener viva esa certeza de la misericordia, sentimiento y compromiso del Padre para con la humanidad, la Iglesia se hace no solo depositaria de ese legado sino que al mismo tiempo debe estimular y animar para que todo bautizado tome conciencia que está llamado a encarnar en su corazón los sentimientos del Padre, es decir, la compasión-misericordia. Así como Jesús ha acercado el amor incondicional de Dios y nos lo ha hecho concreto, la tarea de sus discípulos seguidores no puede ser otra que la de ser dispensadores de esa misericordia que viene del Padre, y de la cual Jesús nos ha invitado a apropiarnos y a hacernos testigos. Por lo tanto, la tarea del misionero no es otra que la de ser portador de la misericordia del Padre y la de ayudar a las personas, a los pueblos y a las culturas a que descubran esa semilla de Dios que está presente en cada persona pero que necesita ser evidenciada y estimulada para que pueda fructificar. DM

“Cuando lo hicisteis a uno de estos pequeños. ... Entonces lo hicisteis conmigo” (cf. Mt 25). julio - agosto 2016 | 7 | dimensión misionera


Dimensión Misionera de la Iglesia

XII Congreso Nacional Misionero de Colombia

Conciencia y responsabilidad de la misión ad gentes

E

Por: P. Alonso Alvarez

l XII Congreso Nacional Misionero de Colombia se realizó del 26 al 29 de mayo de este año, en “la ciudad bonita”, Bucaramanga. Auspiciado por la Comisión Episcopal de Animación Misionera, las Obras Misioneras Pontificias de Colombia y la Arquidiócesis de Bucaramanga, el congreso reflexionó sobre la conciencia de la misión ad gentes que ha de adquirir la Iglesia particular y de su responsabilidad para acudir al llamado del Papa Francisco a la Iglesia “en salida”: “Salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (EG 20).

Historia de los Congresos Los congresos misioneros colombianos comenzaron en 1924 con la petición de santa Laura Montoya, al Nuncio de entonces, Roberto Vicentini, que realizara un congreso misionero y desde entonces ha habido doce. Del primero nace la publicación del Boletín de Misiones que, posteriormente se transformó, en la actual Revista Misiones. El II es en 1977 bajo el lema “Ser cristiano es ser misionero” y el III congreso (1982) tuvo como lema “Salvación universal: compromiso de Colombia católica”. Sin duda que desde entonces hay todo un esfuerzo por la toma de conciencia de la responsabilidad misionera de los discípulos misioneros de Jesús y de la responsabilidad de la Iglesia particular para ponerse en “salida misionera”. Después vino el IV Congreso nacional misionero (1987) con el lema “Colombia, llegó tu hora de ser evangelizadora” y continuamos a ver el llamado a la conciencia y a la toma de responsabilidad misionera que necesita la Iglesia colombiana. El V Congreso Nacional dimensión misionera | 8 | julio - agosto 2016

Misionero (1988) se realizó en homenaje al centenario del nacimiento del Obispo misionero, Monseñor Miguel Ángel Builes y el VI congreso (1991) pretendió proyectar a nivel nacional la Redemptoris Missio y las conclusiones del COMLA IV. El VII congreso (1994) invitó a hacer del congreso una experiencia que fuera imposible dejar de comunicarla: “Venimos, experimentamos y anunciamos”. El VIII Congreso (1988) de nuevo explicita el compromiso misionero: “Colombia, fortalece tu fe: Envía mensajeros”. El IX Congreso (1999) fue ocasión para celebrar las Bodas de Diamante de las OMP en Colombia. El X Congreso (2002) anunció ese dinamismo de salir de la propia comodidad, invitando con su lema a llegar a muchos: “Iglesia Diocesana, sal de tu tierra”. Finalmente el XI Congreso (2010) buscó aterrizar las conclusiones de Aparecida en la Iglesia colombiana mostrando la centralidad de Jesucristo en la constitución de una Iglesia “en permanente estado de misión”: “Con Jesús, por el camino y en la mesa”.


Dimensión Misionera de laIglesia

“¡Somos Iglesia colombiana en salida misionera!” El XII Congreso Nacional Misionero de Colombia, en Bucaramanga, fue una oportunidad para “despertar, profundizar y madurar la conciencia y la acción misionera de nuestras iglesias particulares para que sus planes y procesos de evangelización respondan con mayor generosidad y eficacia a los desafíos de la misión ad gentes, que el mandato de Jesucristo y las urgencias del mundo, nos plantean para la construcción del Reino de Dios”, como señala claramente el objetivo del mismo. Las ponencias, los testimonios misioneros y paneles con los que se quiso provocar la reflexión y el dialogo de los participantes, suscitaron conclusiones bien reveladoras y que ponen en evidencia la necesidad de grandes esfuerzos para que la Iglesia colombiana responda más plenamente al llamado de ponerse en salida misionera, en efecto la primera conclusión del congreso reza así: “La gran mayoría de los participantes en este Congreso es consciente de que la Iglesia es misionera, Cristo la fundó para evangelizar. Sin embargo todos los participantes están de acuerdo en que nos falta a todos, es decir a los

laicos, a los consagrados, a los seminaristas, a los sacerdotes, a los obispos, a las comunidades religiosas, a las diversas comunidades eclesiales y a las Iglesias particulares, una mayor conciencia misionera universal y una respuesta más generosa en la misión ad gentes ad intra y ad extra”. El congreso concluye que es “necesario el promover constantemente la espiritualidad misionera, la animación misionera y la formación misionera en los seminarios, casas de formación, agentes de pastoral y en todos los laicos”. Lo afirma porque constata “que en los planes pastorales de las Iglesias particulares, a nivel general, no aparece con claridad la orientación para la misión ad gentes” y señala que “es necesario y urgente integrar, aún más, todas las fuerzas misioneras para evitar la dispersión de actividades y mejorar la acción misionera con una pastoral de conjunto que tenga como centro la misión”. Para darle respuesta a todos estos desafíos que evidencian las conclusiones del Congreso, tendremos que ponernos todos en “salida misionera”, con actitudes y con iniciativas que sean capaz de ir a los

nuevos areópagos de la misión, tales como el mundo juvenil, los medios de comunicación, las migraciones humanas, las periferias urbanas, el mundo de los pobres y las realidades medioambientales. Entre los compromisos importantes que presenta el Congreso se destaca el de la Conferencia Episcopal Colombiana y las Obras Misionales Pontificias: Creación del Consejo Nacional de Misiones (CONAMI), que podría ser el propulsor de una verdadera animación misionera para nuestra Iglesia colombiana. Los otros compromisos que le apuntan a la formación y a la implantación de pastorales parroquiales misioneras, prometen mucho trabajo y esfuerzos para seguir incentivando el corazón de los agentes pastorales y las comunidades eclesiales a ponerse en “salida misionera”, tomando conciencia de la responsabilidad que la Iglesia colombiana tiene con la misión ad gentes, es decir, de dar una respuesta efectiva a la misión universal de la Iglesia enviando misioneros y cooperando en los costos de la evangelización de los no cristianos que viven dentro y fuera de sus fronteras. DM

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Octubre: Mes Misionero

Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2016 Iglesia misionera, testigo de misericordia Queridos hermanos y hermanas: El Jubileo extraordinario de la Misericordia, que la Iglesia está celebrando, ilumina también de modo especial la Jornada Mundial de las Misiones 2016: nos invita a ver la misión ad gentes como una grande e inmensa obra de misericordia tanto espiritual como material. En efecto, en esta Jornada Mundial de las Misiones, todos estamos invitados a «salir», como discípulos misioneros, ofreciendo cada uno sus propios talentos, su creatividad, su sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana. En virtud del mandato misionero, la Iglesia se interesa por los que no conocen el Evangelio, porque quiere que todos se salven y experimenten el amor del Señor. Ella «tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio» (Bula Misericordiae vultus, 12), y de proclamarla por todo el mundo, hasta que llegue a toda mujer, hombre, anciano, joven y niño. La misericordia hace que el corazón del Padre sienta una profunda alegría cada vez que encuentra a una criatura humana; desde el principio, él se dirige también con amor a las más frágiles, porque su grandeza y su poder se ponen de manifiesto precisamente en su capacidad de identificarse con los pequeños, los descartados, los oprimidos (cf. Dt 4,31; Sal 86,15; 103,8; 111,4). Él es el Dios bondadoso, atento, fiel; se acerca a quien pasa necesidad para estar cerca de todos, especialmente de los pobres; se implica con ternura en la realidad humana del mismo modo que dimensión misionera | 10 | julio - agosto 2016

lo harían un padre y una madre con sus hijos (cf. Jr 31,20). El término usado por la Biblia para referirse a la misericordia remite al seno materno: es decir, al amor de una madre a sus hijos, esos hijos que siempre amará, en cualquier circunstancia y pase lo que pase, porque son el fruto de su vientre. Este es también un aspecto esencial del amor que Dios tiene a todos sus hijos, especialmente a los miembros del pueblo que ha engendrado y que quiere criar y educar: en sus entrañas, se conmueve y se estremece de compasión ante su fragilidad e infidelidad (cf. Os 11,8). Y, sin embargo, él es misericordioso con todos, ama a todos los pueblos y es cariñoso con todas las criaturas (cf. Sal 144.8-9). La manifestación más alta y consumada de la misericordia se encuentra en el Verbo encarnado. Él revela el rostro del Padre rico en misericordia, «no sólo habla de

ella y la explica usando semejanzas y parábolas, sino que además, y ante todo, él mismo la encarna y personifica» (Juan Pablo II, Enc. Dives in misericordia, 2). Con la acción del Espíritu Santo, aceptando y siguiendo a Jesús por medio del Evangelio y de los sacramentos, podemos llegar a ser misericordiosos como nuestro Padre celestial, aprendiendo a amar como él nos ama y haciendo que nuestra vida sea una ofrenda gratuita, un signo de su bondad (cf. Bula Misericordiae vultus, 3). La Iglesia es, en medio de la humanidad, la primera comunidad que vive de la misericordia de Cristo: siempre se siente mirada y elegida por él con amor misericordioso, y se inspira en este amor para el estilo de su mandato, vive de él y lo da a conocer a la gente en un diálogo respetuoso con todas las culturas y convicciones religiosas.


Octubre : Mes Misionero Muchos hombres y mujeres de toda edad y condición son testigos de este amor de misericordia, como al comienzo de la experiencia eclesial. La considerable y creciente presencia de la mujer en el mundo misionero, junto a la masculina, es un signo elocuente del amor materno de Dios. Las mujeres, laicas o religiosas, y en la actualidad también muchas familias, viven su vocación misionera de diversas maneras: desde el anuncio directo del Evangelio al servicio de caridad. Junto a la labor evangelizadora y sacramental de los misioneros, las mujeres y las familias comprenden mejor a menudo los problemas de la gente y saben afrontarlos de una manera adecuada y a veces inédita: en el cuidado de la vida, poniendo más interés en las personas que en las estructuras y empleando todos los recursos humanos y espirituales para favorecer la armonía, las relaciones, la paz, la solidaridad, el diálogo, la colaboración y la fraternidad, ya sea en el ámbito de las relaciones personales o en el más grande de la vida social y cultural; y de modo especial en la atención a los pobres. En muchos lugares, la evangelización comienza con la actividad educativa, a la que el trabajo misionero le dedica esfuerzo y tiempo, como el viñador misericordioso del Evangelio (cf. Lc 13.7-9; Jn 15,1), con la paciencia de esperar el fruto después de años de lenta formación; se forman así personas capaces de evangelizar y de llevar el Evangelio a los lugares más insospechados. La Iglesia puede ser definida «madre», también por los que llegarán un día a la fe en Cristo. Espero, pues, que el pueblo santo de Dios realice el servicio materno de la misericordia, que tanto ayuda a que los pueblos que todavía no conocen al Señor lo encuentren y lo amen. En efecto, la fe es un don de Dios y no fruto del proselitismo; crece gracias a la fe y a la caridad de los evangelizadores que son testigos de Cristo. A los discípulos de Jesús, cuando van por los caminos del mundo, se les pide ese amor que no mide, sino que tiende más bien a tratar a todos con la misma medida del Señor; anunciamos el don más hermoso y más grande que él nos ha dado: su vida y su amor.

Todos los pueblos y culturas tienen el derecho a recibir el mensaje de salvación, que es don de Dios para todos. Esto es más necesario todavía si tenemos en cuenta la cantidad de injusticias, guerras, crisis humanitarias que esperan una solución. Los misioneros saben por experiencia que el Evangelio del perdón y de la misericordia puede traer alegría y reconciliación, justicia y paz. El mandato del Evangelio: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado» (Mt 28,19-20) no está agotado, es más, nos compromete a todos, en los escenarios y desafíos actuales, a sentirnos llamados a una nueva «salida» misionera, como he señalado también en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium: «Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (20). En este Año jubilar se cumple precisamente el 90 aniversario de la Jornada Mundial de las Misiones,

promovida por la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe y aprobada por el Papa Pío XI en 1926. Por lo tanto, considero oportuno volver a recordar la sabias indicaciones de mis predecesores, los cuales establecieron que fueran destinadas a esta Obra todas las ofertas que las diócesis, parroquias, comunidades religiosas, asociaciones y movimientos eclesiales de todo el mundo pudieran recibir para auxiliar a las comunidades cristianas necesitadas y para fortalecer el anuncio del Evangelio hasta los confines de la tierra. No dejemos de realizar también hoy este gesto de comunión eclesial misionera. No permitamos que nuestras preocupaciones particulares encojan nuestro corazón, sino que lo ensanchemos para que abarque a toda la humanidad. Que Santa María, icono sublime de la humanidad redimida, modelo misionero para la Iglesia, enseñe a todos, hombres, mujeres y familias, a generar y custodiar la presencia viva y misteriosa del Señor Resucitado, que renueva y colma de gozosa misericordia las relaciones entre las personas, las culturas y los pueblos. Vaticano, 15 de mayo de 2016, Solemnidad de Pentecostés DM julio - agosto 2016 | 11 | dimensión misionera


Año de la Misericordia

Como seguir a Jesús, hoy Por: P. José Cirer Grisales

“La principal opción de Jesús de Nazaret, la que ilumina y sostiene el camino de toda su vida, es elegir amar incondicionalmente a Dios y a su Reino”.

L

os Evangelios nos ofrecen la posibilidad de conocer el camino abierto por Jesús. Es lo que sugiere el mensaje que recibieron las mujeres junto al sepulcro la mañana de Pascua: “¿Buscáis a Jesús nazareno, el crucificado? Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron” (Mc 16,6). ¿Dónde puede ser encontrado por sus seguidores? Hay que volver a Galilea: “El va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, tal como os dijo” (Mc 16,7). Hemos de ir a Galilea, volver al inicio, es decir, “volver por los caminos de la vida o rechazar el encuentro y huir, ya sea por el miedo, por la dimensión misionera | 12 | julio - agosto 2016

indiferencia o por cualquier otro motivo”. Hacer el recorrido que hicieron los primeros discípulos siguiendo la llamada de Jesús: escuchar de nuevo su mensaje, aprender su estilo de vida al servicio del reino de Dios, compartir su destino de muerte y resurrección. Los Evangelios son escritos en los que encontramos el testimonio del impacto causado por Jesús en los primeros que se sintieron atraídos por Él y respondieron a su llamada. El Evangelio es la verdadera “escuela de discipulado”, y es el paradigma de todas las escuelas de discipulado, como camino de formación para llegar a ser pro-

seguidores de la misión de Jesús. Constituyen el camino más natural para ponernos en contacto con Jesús resucitado y con su fuerza para engendrar también hoy nuevos discípulos y seguidores. Jesús, después de haber recibido el bautismo y de haber superado las tentaciones en el desierto, movido por el Espíritu, inicia su misión pública, anunciando el Reino, como “proyecto de vida”, como enviado por el Padre y caminando por los pueblos y caminos de su tierra, llamando a todos para que fueran sus discípulos; quienes lo aceptan lo siguen, los otros se convierten en “adversarios”.


Año de la Misericordia

Encontrarnos con Jesús

Los encuentros de Jesús

“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (DCE 12). Todo comienza con una pregunta: ¿Qué buscan? Vengan y verán” (Jn 1,38-39) (DA 244). El encuentro es el punto de partida. El discipulado empieza con el encuentro. El Evangelio, en el fondo, es la historia de los encuentros de Jesús con los hombres y mujeres de su pueblo; encuentros que son decisivos, que se convierten en “buena noticia” para unos y en “mala noticia” para otros, en inicio o en conclusión de un camino de vida. “En América Latina y El Caribe, innumerables cristianos buscan configurarse con el Señor al encontrarlo en la escucha orante de la Palabra, recibir su perdón en el Sacramento de la Reconciliación, y su vida en la celebración de la Eucaristía y de los demás sacramentos, en la entrega solidaria a los hermanos más necesitados y en la vida de muchas comunidades que reconocen con gozo al Señor en medio de ellos” (A 142). El encuentro lleva, a los que aceptan la llamada, a “dejarlo todo” para hacerse discípulos. Este “dejarlo todo” no es solamente estar disponibles para hacer un nuevo proyecto de vida (“Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, echando las redes al mar, porque eran pescadores. Y les dijo: Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres” –Mt 4,18), sino para hacerse “hermano-amigo-compañero”, para entrar en la comunidad de los discípulos (Koinonia) (“Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron” –Mt 4-19-20).

El encuentro con los apóstoles (Mt 4,18-21; Mc 1,16-20; Lc 5,1-11). La experiencia de Pedro nos dice que el encuentro con Jesús, y la decisión de seguirle, son progresivos e implica la superación de ambigüedades y contradicciones. Existe la posibilidad de equivocarnos y de no encontrarnos con el “verdadero Jesús”, sino de encontrarnos con un “falso” Jesús; que no lo aceptemos como Salvador “crucificado y resucitado”. “Pero las sombras no pueden impedirnos que busquemos y contemplemos al Dios de la vida también en los ambientes urbanos” (DA 514). Significativo es también el encuentro de Saulo con Jesús, encuentro que le cambia radicalmente la vida y que lo convierte en discípulo y apóstol (Hch 9, 1-22; 22, 6-16; 26, 12-18). El encuentro de Jesús con Tomás, llamado el Gemelo (“Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”. -Jn 20, 27). Encuentro de Jesús con el joven rico(Mc 10, 17-22; Mt 19, 16-24; Lc 18, 18-26). El encuentro con los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35). El encuentro con Zaqueo (Lc 19, 1-10). El encuentro con la Samaritana (Jn 4, 1 ss.). El encuentro con los fariseos, los escribas…. (Jn 7, 45-49). Hoy es el encuentro de Jesús con los “injusticiados”, los “leprosos” de este mundo: los pobres, excluidos, marginados, desechables…

El encuentro y la respuesta son personales, pero la vivencia se da solo en la comunidad.

REFLEXIÓN PERSONAL: ¿Cuál ha sido (o cuál es) mi experiencia personal del encuentro o los encuentros con Jesús? Los otros lugares por excelencia para encontrarnos con Jesús son: la Sagrada Escritura, la Liturgia, la Eucaristía, el sacramento de la reconciliación, la oración personal y comunitaria, la comunidad viva en la fe y en el amor fraterno, en los que dan testimonio de lucha por la justicia, por la paz y por el bien común (DA 246-257).

DM julio - agosto 2016 | 13 | dimensión misionera


Dimensión Misionera de la Vocación

Dios nos llama a ser discípulos misioneros en la familia Consolata Por: P. Giovanni Torres

Un misionero es aquel que conoce y ama a Jesucristo y hace que otros también lo conozcan y lo amen. El primer requisito para ser misionero es antes haber sido discípulo de Jesús. El padre José Allamano decía a sus misioneros: “primero santos y después misioneros”.

¿QUIÉNES SOMOS?

Somos una familia misionera que nos comprometemos a llevar el Evangelio a todo el mundo, en las dificultades que encontramos los que nos comprometemos por el Evangelio a ayudar a los hermanos en las situaciones más difíciles. dimensión misionera | 14 | julio - agosto 2016

Sujetos carismáticos:

Sacerdotes y hermanos Hermanas Laicos y laicas Jóvenes


Dimensión Misionera de la Vocación

Beato José Allamano

“El que deja la familia natural para dedicarse a la misión, debe encontrar otra familia”. En este criterio se inspira nuestra convivencia, las relaciones interpersonales, la oración, la formación, la misión, todo! La Misión “ad gentes”

Somos consagrados que nos dedicamos a la misión “ad gentes” en forma total, desde el espíritu de las bienaventuranzas evangélicas y por toda la vida (“ad vitam”). Nuestra presencia en el mundo:

Estamos llamados, convocados y consagrados para ir más allá de las propias fronteras personales, territoriales, de país, nación, grupo, parroquia o diócesis. Tenemos en el corazón a todos los pueblos de la tierra. Somos testigos de la universalidad del cristiano y de la Iglesia. Este “ir más allá” se expresa siempre, en cualquier lugar donde nos encontremos, porque es necesario superar no solamente las barreras territoriales, sino también las raciales, culturales, sociológicas y hasta las religiosas, en el sentido que hay que acompañar hasta a quienes en torno de nosotros están lejos de Cristo y de la Iglesia. Nuestra Señora de la Consolata, Consolada y Consoladora

Y Tenemos a María, madre de Jesús, como inspiradora y Madre nuestra. Como María, que veneramos con el título de La Consolata, queremos llevar al mundo la verdadera Consolación, que es Jesús, la Buena Noticia de sanación, de liberación, de promoción; mediante la cercanía a los marginados, a los últimos, el consuelo de los afligidos, el cuidado de los enfermos, la defensa de los derechos humanos, la educación, la promoción integral de la dignidad humana, del perdón y la reconciliación, de la justicia y de la paz. Realizando el lema del padre fundador “Y ANUNCIARAN MI GLORIA A LAS NACIONES” (Isaías 66, 19). DM

ORACIÓN PARA OBTENER LA CONSOLACIÓN MARIA CONSOLADA Mujer de Nazaret, tu nombre es María: ¡Bendita tú eres entre todas las mujeres! El espíritu de Dios habita y obra en ti, mujer amada, joven amable: María Consolada. Aprendemos de ti el don de la armonía y la integridad personal. Hija de Sión, integrante activa del resto fiel Virgen preparada para la nueva creación: ¡Hágase en mí tu divina acción! El Dios de la vida asumió tu carne: María Consolada. Aprendemos de ti la obediencia libre para la obra de Dios MARIA CONSOLADORA Esposa del Dios bueno y del justo José: vuestro Hijo es el Emmanuel. Madre del discípulo amado al pie de la cruz, animadora del diaconado en la boda de Caná. Aprendemos de ti la presencia en la vida de la cruz y En la fiesta de la humanidad. Discípula orante en el cenáculo de Jerusalén: animada por el fuego y llevada por el viento. Fuiste al mundo y viniste a América ¡Gracias por el SOL de Consolación-Liberación! Aprendemos de ti, oh Consolata, la santidad y la misión. Amén. julio - agosto 2016 | 15 | dimensión misionera


Testimonio Misionero

Kami Yamaki Urihipë, nuestra Selva-Tierra Hna. Inés Arciniegas Tasco, misionera de la Consolata santandereana fue misionera en Brasil por trece años. De regreso a Colombia nos comparte algunos aspectos de los indígenas Yanomami en la misión de Catrimani, localizada al nororiente de la Amazonía brasilera, en la frontera con Venezuela. Como familia Consolata (sacerdotes, hermanos, hermanas y laicos), mucho nos alegra vivir y acompañar al pueblo Yanomami, que está ubicado en el Norte de Brasil y Sur de Venezuela. Compartiendo, dialogando programando y evaluando nuestra presencia ahí, nosotras las hermanas estamos desde hace 25 años y los misioneros cumplen 50 años junto a ellos.

Pueblo yanomami Yanomami significa “seres humanos”. Ellos son un pueblo milenar, que vive enraizado en la “urihi” (tierra–selva). La selva no es solo la tierra que le da de comer; ella es la casa, la madre que los cubre, los acoge, los ve, los siente y escucha sus alegrías, victorias, fiestas, tristezas, lloros, ceremonias. Ellos son los guardianes de la naturaleza. Son un pueblo de estructuras muy sencillas que viven en casas comunitarias en formato circular llamadas malocas, donde viven de 30 a 120 personas. Cada familia está separada por gruesas varas de madera donde amarran sus hamacas y en el centro tiene su fogón prendido para cocinar y calentarse en las noches. Son recolectores de frutos que la selva les proporciona, cazadores, pescadores y cultivan su tierra para el consumo. El alimento básico es el beyú, sería su pan cotidiano, es una arepa grande que la hacen de la yuca. La rallan, meten la masa en el tipiti, o tubo tejido de paja para escurrir y sacarle el veneno y luego la asan al fuego, dejándola secar al sol para conservarla. dimensión misionera | 16 | julio - agosto 2016


Testimonio Misionero

Trabajo misionero Con nuestra presencia, de estar ahí, acompañándolos, promoviendo y defendiendo la vida en su globalidad. Con nuestra vivencia del Evangelio vamos mostrándoles el rostro amoroso de Dios que es comunión, ayuda mutua, organización, hermandad, dialogo, perdón y respeto… Desde un inicio los misioneros y misioneras de la Consolata, hemos sido fieles a una evangelización implícita, compartiendo el cotidiano, acompañándolos en sus luchas y conquistas en defensa de sus derechos. Concretamente formamos líderes, promovemos el diálogo interreligioso, formamos la mujer en el campo de la salud, la higiene y temas que le ayudan a conservar y defender la vida y el territorio. Acompañamos la formación de los profesores, valorando e favoreciendo la etnoeducación, preparamos los agentes y microscopistas de la salud indígena, entre otros.

Espiritualidad Yanomami El pueblo Yanomami fundamenta su sabiduría en las maravillas de la creación, conservando el equilibrio en la relación que tienen con todo lo creado y con los espíritus de la selva. Omama fue quien los creo y enseñó todo lo que ellos son y saben; Omama sería como Jesucristo para nosotros. El ideal de un yanomami es ser “Moiami” - responsable ante la vida – como lo fue Omama. Esto deja una inquietud para nosotros cristianos: ¿Cuál es nuestro ideal? ¿A quién seguimos? ¿A Jesucristo o a otros ideales? ¿Y tú…, que esperas? ¿Porqué no arriesgas tu vida para la misión? ¿No podría ser esta, una de las posibilidades y opciones para tu vida?

Desafíos y esperanzas Entre los desafíos observamos que comienzan cambios en su cultura. Entre los factores está la nueva etapa para profesores y agentes de salud indígena que son asalariados por el gobierno; al poseer el dinero caen en la tentación del consumismo, buscan el bienestar propio y no el bien de su comunidad. También vemos que algunos jóvenes y familias frecuentan la ciudad de Boa Vista, otros municipios y regiones ribereñas; no teniendo dinero buscan trabajos temporales para comprar sus pertenencias, siendo muchas veces explotados, obligándolos a pedir limosnas y vivir en la exclusión. Por otro lado, sus tierras continúan siendo invadidas por los extractores ilegales de oro que dejan rastros de contaminación en las aguas, generando la muerte y escases de peces, etc… Como los demás pueblos indígenas de Brasil, están siendo amenazados por inumerables propuestas políticas y económicas que no respetan sus territorios y su cultura. Ante esto, sentimos que el pueblo yanomami continúa luchando por lo suyo, concientizándose de sus derechos a nivel constitucional como brasileiros que son, buscando el auto mantenimiento en sus cultivos. Actualmente cuentan con el apoyo de su Asociación Hutukara (que los representa legalmente) y asociaciones indígenas de la Iglesia Católica en Roraima (CIMI), de ONGs y otras organizaciones nacionales e internacionales.

Aprendizajes junto a los Yanomami Primeramente “aprendí a desaprender”, o sea, cuando entramos en una cultura en su mayoría oral y originaria como la del pueblo yanomami uno tiene que entrar a pie limpio, volver a nacer. Desaprender aquello que te fue enseñado en la formación inicial, en los libros en la doctrina en la teología y misionología para aprender de la escuela de la vida cotidiana de estos hermanos nuestros y así dialogar con ellos. Después digo que “aprendí a ampliar mi corazón”. El objetivo de nuestro método misionero apunta hacia el reconocimiento de sus derechos, el aprendizaje de su lengua, la escucha, conocer sus costumbres, sus mitos, sus ritos, respetando su cultura y religión, su modo de organización… Estas experiencias significativas me ayudaron a tener horizontes amplios. Por fin, aprendí a amar, cuidar, respetar y servir en lo diferente. Siento que el otro me complementa desde su diversidad, desde su riqueza individual y espiritual, en esta conectividad con lo creado. DM

“La lucha de los pueblos indígenas nunca fracasará” (Mons. Pedro Casadáliga) Julio - agosto 2016 | 17 | dimensión misionera


dimensiรณn misionera | 18 | julio - agosto 2016


Subsidio Misionero

Escuelas de Perdón y Reconciliación (espere) La Fundación para la Reconciliación, institución colombiana fundada en el año 2003 por el P. Leonel Narváez, promueve en el mundo Escuelas de Perdón y Reconciliación, conocidas como ESPERE, utilizando una metodología dividida en once sesiones contenidas en dos módulos, que ayuda a re-significar el pasado y superar el dolor y los sentimientos de venganza generados por distintas violencias en quienes las padecen.

E

studios de las universidades de Duke y Tennesee indican que la práctica de estos elementos tiene relación directa con la salud y el bienestar físico. ¿Recuerda alguna ofensa que haya marcado su vida, la recuerda con rabia o ha asumido una posición de emancipación frente a ella? El mantener la rabia, resentimiento y deseos de venganza, podría estar afectando su presión sanguínea, corazón e incrementando el estrés, además de perturbar el autoestima, la sociabilidad y la confianza en el otro, factores que deterioran habilidades sociales y perpetúan el dolor de una ofensa. La Fundación para la Reconciliación hoy se desarrolla en 18 países del mundo como una estrategia que permite a sus participantes asumir un rol activo y pasar de víctimas de una ofensa a cocreadores de su victoria. Las Escuelas de Perdón y Reconciliación proporcionan habilidades para aprender a perdonar y reconciliarse. Se desarrollan en dos módulos: uno de Perdón y otro de Reconciliación. A continuación les mostramos cómo funciona:

“Desde que participé en las ESPERE, estoy mucho más tranquilo, logré reconciliarme con mi familia” (Participante en México) Contactos: www.fundacionparalareconciliacion.org

(1) 3689327 - 7021333 julio - agosto 2016 | 19 | dimensión misionera


Subsidio Misionero

l hablar de perdón surgen distintos imaginarios, seguramente usted habrá escuchado que el perdón es olvido, amnistía o una característica de debilidad, pero se trata de un proceso de limpieza personal, es un regalo para usted mismo, para su vida, no para su ofensor.

A

Iniciando

el camino perdón

del

¿

Qué sintió cuando lo ofendieron, qué emoción le suscitó la situación? Aquí las ESPERE nos invitan a nombrar y reconocer las emociones puntuales derivadas de la ofensa, se recomienda hacerlo con alguien que lo motive, lo ayude a entender y a encontrar los beneficios del perdón para su presente y futuro. En esta oportunidad usted cuenta la situación y explica cómo se sintió cuando lo ofendieron. Dicen los neurólogos que estos son los escenarios ideales para experimentar el poder de las neuronas espejo, es decir, aquella energía multiplicada que encuentra una persona cuando comparte su dolor con otras que la escuchan en ambientes seguros de confidencialidad y de cuidado. De la oscuridad a la luz

U

E

na vez enumeradas y reconocidas las emociones, usted puede decidir perdonar y deshacerse de esos sentimientos negativos, recuerde que la decisión es suya, jamás alguien podrá obligarlo a perdonar. Si decidió perdonar y liberarse de esa sensación incómoda y dolorosa que lo transporta a la ofensa cada vez que la menciona o recuerda, tenga en cuenta que es necesario desarrollar la capacidad de elaborar nuevos relatos acerca de ella y del ofensor. Decidir perdonar aporta calidad de vida.

s momento de ver la vida con nuevos ojos, vuelva a contar una y muchas veces la historia de la ofensa, cada vez con lenguaje nuevo y asertivo, esforzándose por emplear nuevas narrativas. Entender qué, cómo y por qué sucedió.

Decido perdonar

Miro con nuevos ojos

dimensión misionera | 20 | julio - agosto 2016

El ejercicio del perdón flexibiliza nuestra mirada, corazón y mente para ver con otra perspectiva los acontecimientos del pasado y establecer compromisos para recobrar el autocontrol.


Subsidio Misionero

E

l proceso de perdonar implica asumir conscientemente la empatía y una lectura comprensiva de su ofensor, sin que esto signifique justificar sus acciones. Entender las causas de lo sucedido, permitirá que usted tenga más claridad y control de sus emociones. Comparta sus pensamientos y cuente su historia en grupo. Comprendo a mi ofensor

A

Establezco un puente

E

n este punto el deseo de venganza se habrá difuminado, seguramente usted ha decidido perdonar y liberarse de emociones negativas para su vida. El puente entre el Perdón y la Reconciliación, implica un trabajo complejo que requiere identificar la importancia de crear pactos y acuerdos.

Construimos significados

quí inicia el proceso de reconciliación, las ESPERE le bridan elementos para empezar el recorrido de reconstrucción de confianza. La promoción de principios, cuidado, restauración, diálogo, acuerdos y memoria, será clave en este camino. ¿Qué principios y valores fueron quebrantados con la ofensa? ¿Cómo restaurarlos en el camino de la reconciliación?

T

oda relación está orientada por principios, el cuidado del otro y de sí mismo. Entender de forma orgánica las relaciones sociales permite ver la necesidad de la empatía y la compresión del mundo como red de alianzas y afectos. Las personas no como individuos sino como cuerpo. ¿Cómo trato y cómo quiero ser tratado? Emprendemos el cuidado

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Subsidio Misionero

U

Establecemos la restauración

na vez se entienda el cuidado como base para la construcción de relaciones, debemos comprender la restauración como eje central de la reconciliación. Es importante en este momento contestar las siguientes preguntas: ¿Cómo restaurar una relación luego de una ofensa? ¿Qué espero recibir y qué espero dar?. Tenga en cuenta que el restablecimiento de una relación puede darse en 3 vías:

Coexistencia (No implica relacionamiento directo con el ofensor pero sí respeto y no retaliación o venganza) Convivencia (Implica llegar a acuerdos que posibiliten un sano compartir eventualmente) Comunión (Son los acuerdos y términos de fraternidad y solidaridad)

Dialogamos y acordamos la reconciliación

C

uando llegamos a acuerdos, se establece confianza. Piense que estos pactos mínimos de convivencia, respeto, etc, son la base de la nueva relación que usted está construyendo. Enumérelos en una lista y dialóguelos. Los acuerdos se pactan en colectivo, no deberá imponerlos, recuerde… ¡son acuerdos!

Hacemos la memoria y la celebración

S

eguramente la ofensa generó en usted malestar y memoria ingrata, al terminar este proceso, y haber dialogado y escuchado inquietudes y distintas perspectivas, usted está generando memoria grata y comunicación constructiva para su vida. Ha sido un camino de reconocimiento y crecimiento personal. El olvido no es una opción, los acontecimientos de la vida nos marcan y forman como personas, pero está en usted hacer que esa memoria no condicione su presente y futuro.

Con estos once pasos, las Escuelas de Perdón y Reconciliación se han convertido en una opción líder y tangible en el mundo, siendo galardonada numerosas veces por su invaluable aporte en la construcción de paz. El Perdón y la Reconciliación son elementos cotidianos, reconocerlos y apropiarnos de ellos, hará que nuestra relación con el mundo sea mucho más asertiva. dimensión misionera | 22 | julio - agosto 2016


Dimensión Misionera de la Paz

ARTESANOS DE LA PAZ “BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ” (Mt 5, 9) MENSAJE DE LA 101ª ASAMBLEA PLENARIA DE LOS OBISPOS DE COLOMBIA

Los Obispos de Colombia, al concluir la 101a Asamblea Plenaria, dirigimos nuestro saludo y mensaje a los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, seminaristas, agentes de pastoral; a todos nuestros fieles, niños, jóvenes y adultos, de nuestros campos y ciudades; y a las personas de buena voluntad.

L

a Iglesia, que siempre ha trabajado a favor de una salida negociada de la confrontación armada para que se superen todas las formas de violencia existentes en nuestro país, ve con esperanza el diálogo que ha tenido lugar en La Habana. Seguimos las orientaciones del Papa Francisco, cuya visita a Colombia anhelamos: somos conscientes de la importancia crucial del momento presente, en el que con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, los colombianos estamos buscando construir una sociedad en paz. También es nuestro deseo que la larga noche de dolor y de violencia, con la voluntad de todos los colombianos, se pueda transformar en un día sin ocaso de concordia, justicia, fraternidad y amor (Cfr. s.s. Francisco. Angelus, 20 de septiembre de 2015). Al mismo tiempo, somos conscientes de que esta hora de la historia colombiana conlleva serios desafíos, que es necesario asumir con valentía, responsabilidad y compromiso de todos, si queremos que la semilla de la paz encuentre buen terreno y produzca fruto. Por eso, en esta Asamblea hemos puesto nuestra mirada de pastores en la situación actual del país, con el propósito de iluminar y discernir desde la Palabra de Dios, las problemáticas que están a la raíz de la violencia y que nos han dejado profundas y graves heridas. No podemos tener auténtica paz si no trabajamos juntos por erradicarlas.

Seamos artesanos de paz La Iglesia continúa en su tarea al servicio del país. Acogemos la invitación del Papa Francisco, de modo que la Iglesia en Colombia, se convierta en un “hospital de campaña” que, después de una guerra, se dedica con pasión, a curar, a sanar las heridas de tantas víctimas y a devolverles la confianza en el futuro. A todos nos corresponde asumir el reto de la construcción de la paz. Esta oportunidad que se nos presenta nos exige un ideal común para el país, una visión clara de nación en la que todos nos veamos identificados y comprometidos, para no perdemos en la dispersión de esfuerzos. Invitamos a nuestros sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los agentes de pastoral, a los demás fieles, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a sumarse a todos los propósitos para erradicar la violencia y caminar hacia una Colombia nueva, reconciliada y en paz. Convocamos al pueblo colombiano a participar en la consulta sobre los Acuerdos de La Habana, de manera responsable, con un voto informado y a conciencia, que exprese libremente su opinión, como ejercicio efectivo de la democracia y con el debido respeto de lo que la mayoría finalmente determine. Hacemos un vehemente llamado a la guerrilla del ELN para que, interpretando el deseo de paz de todos los colombianos, abra sus puertas al diálogo y a la construcción de un país con justicia social desde la participación política y no desde las armas. A este punto, conviene que se tenga presente que la política tiene como tarea el bien común y que la paz social es la mayor conquista de esa tarea; justamente por ello no puede ser politizada ni instrumental izada, convirtiéndose en causa de polarización. Que Nuestra Señora de Chiquinquirá, Madre de gracia y de misericordia, nos ayude a desarmar el corazón, a vivir la justicia, el perdón, la reconciliación y la paz, para que nazca en Colombia la civilización amor.

+ Luis Augusto Castro Arzobispo de Tunja Presidente de la CEC

julio - agosto 2016 | 23 | dimensión misionera


Dimensión Misionera de la Educación

Colegio Bilingüe José Allamano

Por: P. Luis Duravía, rector.

L

os Misioneros de la Consolata desde los inicios en Kenia se han preocupado de dar solución a los problemas que encontraban y en particular el de la educación, cuya carencia siempre ha sido la raíz de tantos otros problemas. A través de la educación y de la promoción humana iban enseñando un “Evangelio que los hiciese más felices en esta tierra” (Padre José Allamano) En Colombia, desde que los Misioneros llegaron al Caquetá y al Putumayo, como también en Bogotá, fundaron escuelas y colegios con la gran preocupación de ofrecer educación allí donde el Gobierno no alcanzaba. Así surgió el “Colegio Parroquial José Allamano”, en el barrio Galán, sector de Puente Aranda, con el propósito de ofrecer educación formal a una gran población infantil. El Colegio, fue creciendo en todo sentido, volviéndose posteriormente “Colegio José Allamano” y actualmente “Colegio Bilingüe José Allamano”. Consta de una planta física moderna, casi toda recién reestructurada, que alberga 1.600 estudiantes, desde Grado Primero hasta Once. Anualmente se gradúan aproximadamente 130 estudiantes. dimensión misionera | 24 | julio - agosto 2016

Principales características del Colegio

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Bilingüe José Allamano:

El núcleo principal de la misión del Colegio es “formar personas en valores humanos y cristianos, teniendo como punto de referencia al P. José Allamano en sus enseñanzas y en su ejemplo”. Tenemos la visión de que un exalumno formado en valores será un agente de cambio para nuestra sociedad. Entre los principales valores está el aprender a solucionar los conflictos con el diálogo y no con la agresión. Para alcanzar tal fin, se organizan talleres de formación en valores cada quince días para todos los estudiantes desde Primero hasta Once, la escuela de padres de familia y formación para los docentes. En la formación cristiana, se ofrecen oportunidades para que

los estudiantes puedan acercarse a Dios, desde la oración diaria al iniciar las clases, celebraciones litúrgicas y de las fiestas patronales, preparación a los sacramentos, dirección espiritual, educación religiosa y cátedra allamaniana, campañas de solidaridad, etc. “Normalmente se cree que el Colegio sirve sólo para estudiar y sacar títulos para entrar en la Universidad, pero es más que esto, en el colegio se aprende mucho más que una raíz cuadrada, ortografía o ciencias. Mi Colegio es un lugar “mágico” en el cual hay gran variedad de mundos ya que cada uno de nosotros es un mundo diferente porque nadie piensa exactamente igual a otro”. (Jhon Sánchez, curso 1003)


Dimensión Misionera de la Educación

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Siguiendo las enseñanzas del Padre Allamano que no quería entre sus discípulos gente ignorante, el Colegio académicamente es muy exigente, haciendo que los estudiantes que se gradúan no tengan ninguna dificultad para ingresar a la Universidad y que varios puedan acceder a becas. En los últimos años aproximadamente el 50% de los estudiantes ocupa los primeros 100 puestos y el 80% se ubican en los primeros 200. El nivel académico de nuestro Colegio ha crecido tanto que actualmente se ubica entre los mejores colegios de Bogotá y del País.

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Respondiendo a las necesidades de la sociedad actual, el Colegio ha hecho un largo proceso con el fin de preparar a los estudiantes en el idioma inglés; en el año 2012 (cuando cumplió 50 años de fundación) fue reconocido oficialmente como Colegio Bilingüe y pasó a ofrecer a los estudiantes el diploma de “Bachiller Bilingüe”. El colegio tiene un convenio con la Universidad de Cambridge que lo acredita como “Cambridge English School”. Actualmente los estudiantes de Grado Once deben acreditarse en este idioma, en el nivel B2 (First Certificate) con el certificado internacional de la Universidad de

Cambridge. Para lograr esta meta los estudiantes desde Grado Primero reciben el 65% de las clases en inglés y reciben totalmente en inglés las áreas fundamentales de Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Ética; y en Grado Cuarto los estudiantes deben presentar el examen Movers, de la Universidad de Cambridge aplicado por el British Council.

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Pero el Colegio no es solo academia. Busca la formación integral, desarrollando aspectos artísticos que ha llevado a

los estudiantes a competir en diferentes ocasiones con otros colegios e instituciones. “Mi colegio también busca que sus estudiantes desarrollen cualidades artísticas a través de asignaturas como danza, educación física y diseño tecnológico, ofreciendo también a los que quieran el participar a la Orquesta, Coro o Banda marcial, o perfeccionar sus cualidades artísticas a través de la Danza o el Deporte (voleibol, futbol, baloncesto); el Colegio ofrece estas actividades en jornada contraria para los que quieran”. (Sebastián Bonilla, curso 1003) DM

La mejor descripción del Colegio viene de una estudiante de Grado Once:

“Para mí el Colegio son muchas cosas, pero lo que más me gusta son los buenos momentos que paso con mis amigos y mis profesores. Me gusta mi Colegio porque tiene puertas grandes que dan la bienvenida, personas con caras alegres; me gusta mi Colegio porque es una familia, llena de padres, madres, hermanos, primos y sobre todo de FELICIDAD (mayúsculo en el original). Me gusta mi Colegio porque me llena el alma, la mente y el corazón. Me gusta mi Colegio porque me mantiene viva y me está empujando a un futuro promisorio: Me gusta mi Colegio porque puedo hablar en inglés, en español y en el lenguaje del amor”. (Valentina Ospina, curso 1103) Contactos: Calle 4 # 56-03, El Galán, Bogotá D.C. Teléfonos: 2611890 – 2607911 www.colegioallamano.edu.co julio - agosto 2016 | 25 | dimensión misionera


Actualidad Misionera

La misión del laico misionero de la Consolata en la Iglesia Por: Diana Benítez

E

n la Exhortación Apostólica sobre la vocación y la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo titulada Christifideles Laici (Los fieles Laicos), de 1988, el papa Juan Pablo II recuerda que es indispensable reflexionar sobre su papel en la acción evangelizadora. En los últimos años, crece el número de laicos y laicas que se juntan a congregaciones y órdenes religiosas para compartir el carisma y dedicarse a un trabajo específico, exigiendo así un cambio de mentalidad y de la práctica en el ejercicio de la misión. Entre estos están los Laicos Misioneros de la Consolata (LMC).

Laicos de la Consolata Los Laicos Misioneros de la Consolata (LMC) son personas que desde su cotidianidad hacen de la misión ad gentes su opción de vida, mostrando la espiritualidad de la consolación dejada por el beato José Allamano a sus hijos e hijas de la familia Consolata (sacerdotes, hermanos, hermanas y laicos). Los LMC se perfilan como personas enamoradas del Reino, que ven y gustan de la acción de Dios en los pueblos y culturas, con un profundo respeto por el otro; optan con decisión privilegiando los grupos humanos y lugares más difíciles donde están más necesitados del amor de Dios, además son seres conscientes de sus derechos y obligaciones como parte activa e integral de la Iglesia y de una sociedad.

XIII Asamblea Nacional Este año, en Cali, se celebró la XIII Asamblea Nacional donde se renovó el compromiso laical, se brindó el espacio para evaluar, fortalecer los procesos, resaltar el perfil del laicado y sus compromisos. Así mismo, el ejercicio de reconodimensión misionera | 26 | julio - agosto 2016

“Vayan también ustedes. La llamada no se dirige sólo a los pastores, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, sino que se extiende a todos: también los fieles laicos son llamados personalmente por el Señor, de quien reciben una misión en favor de la Iglesia y del mundo” (CL, n.2).

cer las falencias y el cómo se van a sobrellevar las dificultades que se presenten al momento de ir a misión. Estos encuentros celebrativos inspiran la vocación misionera en el corazón de cada uno, y suscita al mismo tiempo en la Iglesia institutos que, bajo la acción del Espí-

ritu Santo promueven en los laicos la diversidad de carismas y dones para el servicio; de esta forma están preparados, dispuestos a llevar al mundo la verdadera consolación que es Jesús. Actualmente las comunidades LMC está presentes en Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín.DM

DM


Actualidad Misionera

Visita del Cardenal Fernando Filoni a Puerto Leguízamo

Por: P. Julio Caldeira

“Por primera vez un Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos visita a Puerto Leguízamo”.

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l pasado 24 de mayo de 2016, el Vicariato Apostólico de Puerto LeguízamoSolano, recibió la visita del Cardenal Fernando Filoni (prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, del Vaticano) y de una delegación conformada por Mons. Ettore Balestrero (nuncio apostólico en Colombia), algunos obispos de Colombia (Mons. Francisco Javier Múnera, Mons. Carlos Alberto Correa, Mons. Francisco Ceballos) y de Ecuador (Mons. Celmo Lazzari, de Sucumbíos), así como también religiosos, religiosas, sacerdotes, animadores y laicos de Colombia, Ecuador y Perú. El Cardenal Filoni se encontró con los 75 animadores y catequistas indígenas reunidos en un taller de formación y recordó que “este es un momento histórico, pues por primera vez un prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos visita a Puerto Leguízamo”. En la Catedral Nuestra Señora del Carmen los indígenas de Tucunare presentaron danzas de su cultura y, en seguida, se celebró la Eucaristía, en la que el cardenal resaltó el objetivo de su visita: “visitarles, encontrarme con ustedes, rezar juntos, escucharles y hablar con ustedes”. Afirmó que “aunque se encuentren en un territorio que geográficamente pueda parecer remoto, no por eso dejan de estar en el corazón de la Iglesia”. Hizo una invitación “a adquirir una sólida formación cristiana, consolidar su propia fe y afrontar, a través del diálogo, el proselitismo religioso, la guerra y la corrupción”, venciendo los sufrimientos “con el perdón e instaurando una cultura de paz y reconciliación”.

Por su parte, Mons. Joaquín Pinzón, vicario apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, expresó la “gran alegría de recibir esta visita en este que es el más joven Vicariato amazónico, que abre las puertas del corazón a recibirlos junto a nuestro proyecto misionero en contexto amazónico, fronterizo y desde la diversidad cultural de sus pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos”. El Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, fue creado hace tres años por el papa Benedicto XVI, desmembrado del Vicariato de San Vicente del Caguán y Leticia, tiene 64.000 km2, dentro de un contexto territorial tri-departa-

mental Putumayo, Caquetá y Amazonas) y tri-fronterizo (Colombia, Ecuador y Perú). La visita a Puerto Leguízamo fue organizada dentro de la visita pastoral del Cardenal Filoni a Colombia, del 21 al 28 de mayo, que incluyó también las visitas al Vicariato de Guapi, al seminario intermisional San Luis Beltrán (Bogotá), al CELAM y a las OMP, la ordenación episcopal de los vicarios apostólicos de San Andrés y Providencia (Mons. Jaime Sanabria) y de Puerto Gaitán (Mons. Raúl Carrillo) en la catedral de Bogotá, y para presidir el Congreso Nacional Misionero, realizado en Bucaramanga. DM julio - agosto 2016 | 27 | dimensión misionera


Dimensión Misionera del Cuidado de la Creación

Del dominio al cuidado y el diálogo: la pedagogía misionera que brota de la tierra

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os oídos de Dios, Padre de la Vida, tienen más sensibilidad ante los gritos silenciados de su pueblo que ante la palabra hegemónica y complaciente del poder. Esta es la experiencia del pueblo de Israel, cuyo clamor llegó a los oídos de Dios, que decidió bajar y libertarlo de la esclavitud. El movimiento misionero, siguiendo esta lógica, es un movimiento que liberta y que enfrenta la opresión de quien domina, mostrando la posibilidad de una vida para todos; y vida en abundancia, en plenitud.

Por: Luis Ventura

01 de septiembre:

Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación

Desafío misionero El modelo de desarrollo y de crecimiento económico que se ha instalado en medio de nuestras sociedades como el único camino posible está resquebrajando las condiciones que hacen posible la vida. El modo como extraemos bienes de la tierra; el modo como producimos objetos, los distribuimos y comercializamos; el modo como consumimos, está dejando heridas en nuestra hermana la madre tierra y en millones de personas, familias y pueblos. El desafío de nuestro tiempo es escuchar el grito de la tierra y el grito de los pueblos, como un único grito; y escucharlos con tal honestidad que podamos apreciar que no vivimos una crisis social, de un lado, y una crisis ambiental, de otro, sino una única y compleja crisis socioambiental que es crisis de modelo de convivencia. En esta capacidad de escucha y de compromiso anida hoy gran parte del desafío misionero. La encíclica Laudato Si’ propone una lectura integral de la realidad que vivimos. Ha incorporado a la hermana madre tierra a la discusión sobre la pobreza y la exclusión, alertándonos de que ella está “entre los pobres más abandonados”. dimensión misionera | 28 | julio - agosto 2016

Al mismo tiempo, incorpora la cuestión social a la discusión sobre la ecología y el medio ambiente, pues en la agresión a la tierra comienza la violación de los derechos humanos y de las condiciones de vida para todos. Familias y comunidades indígenas, campesinas, pescadores, aquellos que viven en la tierra y de la tierra, ven cómo el lugar donde construyen su vida es cada vez más codiciado por grandes intereses económicos: compañías mineras o petroleras, empresas de la agroindustria y grandes proyectos de infraestructura como hidroeléctricas, pensadas más para el mercado que para las personas. En esta ocupación de la tierra al servicio de los grandes intereses es donde comienza la negación de los derechos y la sobreexploración de la tierra, aquella “que nos gobierna y nos sustenta”.


Dimensión Misionera del Cuidado de la Creación

Pedagogía misionera Recuperar la relación de fraternidad con los otros y con nuestra hermana madre tierra – ética – y nuestra relación con la sacralidad y el Misterio de la vida – mística – se presentan, delante de nosotros, como camino misionero. En la convicción de que existe un proyecto Creador que nos trasciende

redescubrimos que nosotros también somos barro, que estamos formados por los mismos materiales que la tierra y que compartimos con ella y con todas las formas de vida la inviolable dignidad de hijos de Dios, sueño de Dios. El Cuidado de la Creación pasa hoy por la defensa de los derechos

Del dominio al cuidado: Un anuncio de la vida debe desnudar la pretensión que tenemos de dominio sobre la naturaleza, que se convierte en dominio sobre el otro. La tierra es un don de Dios, no nos pertenece; y sus bienes existen para servicio de todos y de las próximas generaciones. La fe ciega en el mercado y en la técnica como modo de doblegar la naturaleza para crecer ilimitadamente es expresión de dominio y de opresión. Frente a ella, el cuidado exige la defensa de los derechos humanos, la denuncia de la injusticia, la búsqueda de modos de vida alter-nativos (porque nacidos a partir de otras lógicas), la recuperación de lo simbólico y la defensa de la tierra y del agua. Y esto se hace tan necesario en las zonas del interior como en las cada vez más castigadas áreas urbanas.

humanos y viceversa: la defensa de los derechos de los pueblos pasa hoy por la defensa de su tierra y de las condiciones que le permiten continuar tejiendo los hilos de su historia. La pedagogía misionera que emerge del vientre de la tierra y del sueño de los pueblos atraviesa dos veredas fundamentales:

El desafío de nuestro tiempo es escuchar el grito de la tierra y el grito de los pueblos, como un único grito; y escucharlos con honestidad

De la auto-referencia al diálogo: Porque no tenemos la solución para todos los problemas, la misión supone también diálogo con la riqueza cultural y espiritual de otros pueblos. “El mundo necesita de ustedes”, les decía Francisco a los pueblos indígenas reunidos en Chiapas. Indígenas y campesinos no son apenas víctimas de este modelo depredador, sino también parte de la solución. La misión como diálogo es una misión más abierta al Misterio que custodia del Misterio.

En un reciente encuentro en la triple frontera Brasil-Perú-Colombia, los representantes indígenas interpelaron la presencia misionera de la Iglesia para que sea una presencia cercana, que conoce la realidad, que comprende a los pueblos indígenas, que camina junto a las comunidades, que contribuye con la conservación y valorización de la propia cultura, que apoya la formación social y política, que sea espacio de interacción y participación, compañera, aliada y solidaria, que esté cultural y espiritualmente encarnada y no impuesta y a espaldas del pueblo, que sea transgresora del orden opresor, con valentía y compromiso. DM julio - agosto 2016 | 29 | dimensión misionera


Dimensión Misionera del Mundo Afro

La mujer afrocolombiana, tejedora de convivencias interculturales Por: P. Lawrence Ssimbwa

La interculturalidad es una realidad de la que hoy no se puede prescindir en cualquier sociedad. La diversidad cultural es evidente en ciudades, barrios, pueblos e iglesias, pero la convivencia con sujetos de diferentes culturas no es nada fácil, todavía es un desafío

S

e vive en un mundo donde se evidencia de manera frecuente el liderazgo de la mujer en todos los niveles. La mujer, de modo general, pasó del anonimato al protagonismo, dejó de ser mera oyente y espectadora de los cambios, para convertirse en una protagonista de papeles determinantes en la historia. Muchos cuentan con el aporte indispensable de la mujer, dado que se ha descubierto que ella ha ideado varios caminos de esperanza para muchos pueblos y países. El protagonismo de la mujer afrocolombiana está presente en el contexto del pueblo afro, es un dimensión misionera | 30 | julio - agosto 2016

punto de referencia en diversas esferas de la vida. Ella, muchas veces, es cabeza la familia y eso le da la posibilidad de que, a través de sus actividades diarias, pueda tejer relaciones con diferentes personas; ella se encarga de transmitir la cultura de una generación a la otra y se encuentra con otros mundos culturales donde ella les presenta y representa la suya.

Multiculturalidad

Constatamos que la multiculturalidad en Colombia no deja de ocasionar frecuentemente problemas de convivencia; causa de forma constante conflictos, confron-

taciones mortales, desplazamientos forzosos, alienaciones, discriminaciones, entre otros. Los grupos minoritarios resultan víctimas de esta realidad desfavorable, pero es la mujer afrocolombiana, dentro de ellos, la más azotada por las consecuencias de no asumir la multiculturalidad. Cuando decimos multiculturalidad nos referimos a la presencia de diferentes culturas en un mismo espacio geográfico. Lo que existe en un contexto multicultural es la cohabitación de culturas diversas; no se influencian para nada la una a la otra, cada una se mantiene aislada, independiente, ajena e indiferente de la otra.


Dimensión Misionera del Mundo Afro

Interculturalidad La interculturalidad, en cambio, es la relación entre las diversas culturas en una sociedad culturalmente heterogénea. Asimismo, es el contacto e intercambio entre culturas en cuanto a igualdad y equidad. La necesidad de abogar por la interculturalidad radica precisamente en obtener la relación armónica entre las culturas basadas en el respeto y la igualdad, no permitiendo que haya asimetrías entre culturas mediadas por el poder; no admite desigualdades que beneficien a un grupo cultural por encima de otro u otros; apunta al hecho de que distintas personas de etnias, lenguas y religiones desemejantes convivan dentro de un mismo ambiente, como pueden ser: escuela, barrio, iglesia, supermercado, cancha, universidad, etc. Cada uno de ellos respeta las diferencias de los otros y aporta lo mejor de su cultura, de ahí surge una nueva sociedad en la que el respeto, la igualdad y la tolerancia son la nota predominante. Hoy más que nunca, muchas personas, naciones, instituciones trabajan para el éxito de la interculturalidad, pero son las mujeres quienes han hecho los mayores esfuerzos.

Tejedoras de convivencias interculturales Ahora bien, ¿cómo la mujer afrocolombiana teje las convivencias interculturales a favor de todos? Contestar esta pregunta implica tener en cuenta que ella juega en Colombia roles protagónicos en la promoción de convivencias interculturales; trata de idear estrategias a través de sus quehaceres diarios, que permitan conseguirlas. Los aspectos a través de los cuales la mujer afrocolombiana emplea para la construcción de convivencias interculturales son: la venta ambulante, la música, la danza y la gastronomía. En la venta ambulatoria la mujer negra emplea el buen trato como mecanismo atrayente para tejer relaciones armónicas con las personas de otras etnias. Ella, de

forma constante, se dirige a sus clientes con palabras cariñosas, amorosas y respetuosas, generando desde el buen trato una herramienta que ayuda a cambiar la lógica de muchos acerca de los afrocolombianos que históricamente se les considera como brutos, inhumanos, personas a las que hay que temer. El acercamiento y la confianza desembocan en la creación de lazos de amistad y colaboración mutua, las relaciones sociales se generan porque ella establece contactos con personas diferentes entre sí, tejiendo así la interculturalidad. Desde la música y la danza, artes que representan la cosmovisión del pueblo afrocolombiano, la mujer afrocolombiana protagoniza la interculturalidad. A medida que canta y danza ante un público provoca admiración, diálogo, acercamiento, interés y reverencia. De esta manera favorece el intercambio y la convivencia intercultural, bases sólidas que permiten el desarrollo de valores como la autoestima, el respeto a la diferencia cultural, la tolerancia y la amistad, y promueve el encuentro con personas diferentes, facilita el entendimiento entre ellas, crea

seguridad y hermandad, intenta resolver conflictos intra-etnicos, cambia mentalidades, desarraiga prejuicios y estereotipos, aumenta la autoestima y promueve la confianza entre unos y otros. También en la gastronomía teje la interculturalidad. El arte de cocinar es parte notable de la identidad del pueblo afrocolombiano, posicionando a la mujer en el centro, desde la sazón que hace que los clientes en restaurantes, después de comer, digan que quedaron satisfechos, contentos y vuelvan a comprar en el mismo sitio. Puede ser que no vean ni conozcan a quien preparó las comidas o mezcló los ingredientes, pero la sazón hace que le agradezcan, la respeten y consideren los compradores y los empleadores. Por lo tanto, dada la necesidad de la interculturalidad en nuestra sociedad, la tarea de tejerla nos compete a todos. Todos, desde nuestras capacidades y contextos, profesiones y estratos, estamos invitados a empeñarnos en la tarea de idear caminos que permitan que en las comunidades donde vivimos, haya paz, tolerancia y convivencia armónica entre todos. DM julio - agosto 2016 | 31 | dimensión misionera


Familia Consolata

Beata Irene Stefani, “Nyaatha”

Por: Hna. Luz Helena Jiménez

“La gente de hoy tiene necesidad ciertamente de palabras, pero sobre todo tiene necesidad de que demos testimonio de la misericordia, la ternura del Señor, que enardece el corazón, despierta la esperanza, atrae hacia el bien” (Papa Francisco).

L

a insistencia del Papa sobre la importancia de la misericordia y de la ternura, encuentra eco en las palabras y gestos de la Beata Irene Stefani, revelando así la actualidad de una vida donada al Señor y entregada por los demás. Corría el año de 1891 cuando en Anfo, un pequeño pueblo de la provincia italiana de Brescia, en el hogar de Giovanni Stefani y Annunziata Massari nacía la pequeña Mercedes. Sus padres, aunque no poseían muchos bienes, ayudaban generosamente a quienes tenían alguna necesidad: viudas con niños, ancianos solos, personas enfermas. Mercedes era la encargada de llevar las ayudas, acompañando este gesto con su sonrisa que los hacía sentir amigos. Tenía 16 años cuando murió su madre y tuvo que asumir el cuidado de sus hermanitas menores y las responsabilidades de la casa. Con la bendición de su padre, viajó a Turín el 19 de junio de 1911, vigilia de la fiesta de la Virgen Consolata, para entrar en la comunidad de las Misioneras de la Consolata. Allí la acogió el fundador de las Misioneras y los Misioneros de la Consolata, el Beato José Allamano. El 28 de enero de 1912 recibe del Fundador el hábito religioso y como se usaba en esa época, el nuevo nombre dimensión misionera | 32 | julio - agosto 2016

de Sor Irene. El 29 de enero de 1914 se consagra totalmente al Señor con la profesión religiosa y resume así su programa de vida: “Sólo Jesús; Todo con Jesús; Nada de mí; Toda de Jesús; Nada mío; Todo para Jesús; Nada para mí!” El 28 de diciembre de 1914, a la edad de 23 años, sale para Kenya (África). Al poco tiempo de haber llegado, la primera guerra mundial (1915 – 1818) hace sentir sus efectos en las colonias inglesas y alemanas. A partir de agosto de 1916 Sor Irene presta su servicio como enfermera de la Cruz Roja en los hospitales militares en Kenya y en Tanzania. En aquellas difíciles situaciones suple a la escasez de remedios y asistencia médica multiplicando sus gestos de caridad y mientras cura las dolencias físicas anuncia el amor de Dios por cada persona, acompañando a muchos con su cercanía y afecto hasta el momento de la muerte. La gente entendía que “era el amor a Dios lo que la impulsaba porque lo tenía en su corazón”. Terminada la guerra es destinada a la misión de Guikondi, en Kenya, entre los Agikuyus, donde además de enfermera es catequista, maestra, consejera y a todos llega con la Palabra de Jesús y gestos concretos de solidaridad. Por su caridad la gente le dio el nombre de “Nyaatha”, una forma abreviada de “Nyna Wa Thaa”, palabra que en la lengua kikuyu significa “Madre de Misericordia”. Contrajo la enfermedad que la llevó a la muerte contagiada por un enfermo de peste que había ido a curar, transformando como Jesús su muerte en un acto de amor. La Hermana Irene falleció a la edad de 39 años en Guikondi (Kenya). Fue beatificada en Nyeri (Kenya) el 23 de mayo de 2015.


Familia Consolata

Hermana Laurentina (María Boccitto) Nació en Ferentino (Italia) el 1 de enero de 1924.A la edad de 22 años ingresó a la Comunidad de las Misioneras de la Consolata y emitió la profesión religiosa el 29 de enero de 1949. En abril de 1955 llegó a Colombia donde dedicó todos los años de su vida a la evangelización, a través de la Catequesis, la Pastoral de la salud y las obras de caridad, primero en el Caquetá: en Florencia, Villa Fátima, Solita, Doncello, Paujil, Santuario y San Vicente del Caguán y luego entre las comunidades de afrocolombianos de la costa Caribe: en Pasacaballos y en las islas de Tierra Bomba y Barú. Falleció en Bogotá el pasado 3 de mayo a la edad de 92 años y 61 de vida misionera en Colombia. “Su vida fue toda para Dios y toda para los demás, en el servicio, en el trabajo, en su entrega total”.

25 años de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús (La Tagua – Putumayo) La comunidad celebró el 5 de junio de 2016 los 25 años de la parroquia Sangrado Corazón de Jesús localizada en el corregimiento de La Tagua, municipio de Puerto Leguízamo (Putumayo). En la homilía Mons. Joaquín Pinzón invitó a hacer memoria “de aquella fiesta patronal en 1991, cuando recogiendo los frutos del trabajo de muchos, se iniciaba un nuevo proyecto, una parroquia que pretendía construir comunidad y dispensar misericordia, en este pueblo de la Tagua, en las comunidades indígenas y campesinas a lo largo del río Caquetá y sus afluentes”.

50 años de la Parroquia Corazón Inmaculado de María (Florencia – Caquetá) El pasado 4 de junio de 2016 por Mons. Omar Mejía, la comunidad parroquial y los misioneros se alegraron al conmemorar los 50 años de la fundación de la parroquia localizada en el barrio El Torasso, en Florencia. Fue erigida por Mons. Angel Cuniberti, imc. Es el segundo templo católico construido en la ciudad.

Nueva Dirección Regional IMC En las elecciones de la Región Colombia-Ecuador los días 7 y 8 de junio, salieron elegidos para conformar la nueva Dirección Regional los padres Armando Olaya (superior), Luis Duravía (vice), Francisco Pinilla, Samuel Kabiru y Giovanni Torres (consejeros).

julio - agosto 2016 | 33 | dimensión misionera


Dimensión Misionera del Mundo Indígena

La riqueza etnocultural de los pueblos indígenas amazónicos Por: Por: Julio Caldeira, imc

Realidad indígena Panamazónica La Amazonía comprende más de 7,5 millones de km2, que se reparten en 9 países de los 12 que conforman Sudamérica: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela. Erróneamente es considerada por muchos como un lugar de grande vacío demográfico para ser ocupado. En realidad, tiene una importancia vital para todo el planeta por su diversidad humana, cultural y natural, y por la expresión de la creación de Dios que representa. Según la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), los indígenas amazónicos son aproximadamente 3 millones, divididos dimensión misionera | 34 | julio - agosto 2016

en 390 pueblos, hablando 240 lenguas vivas y pertenecientes a 49 familias lingüísticas. De estos, alrededor de 137 pueblos viven en aislamiento voluntario o no fueron contactados. Algunos estudios defienden que los indígenas habitan la Amazonía hace más de 20.000 años, desarrollando un verdadero estilo de vida integrados a la dinámica de vida amazónica. Cuando llegaron los colonizadores europeos en el siglo XV se estima que había alrededor de 6,8 millones de indígenas, que sufrieron con la persecución, la esclavitud y las enfermedades que diezmaron a pueblos enteros, como los “omaguas” (que habitaban las riberas del Amazonas de Brasil, Colombia, Perú y Ecuador). Debemos reconocer que todavía sufren las consecuencias de la colonización, de su integración a las

naciones actuales y de los periodos de explotación del caucho y de los minerales, donde muchos indígenas fueron forzados a adoptar un estilo de vida sedentario, perdiendo su estilo de vida tradicional y sus territorios, convirtiéndose en “campesinos”. Actualmente también sufren el impacto de la deforestación (que ya pasa del 25%) y del cambio climático que afecta este bioma. Siendo la mayor provincia mineral del planeta, la Amazonía es asediada y cada vez más presionada por intereses extractivos de empresas transnacionales y gobiernos; además de la expansión de las fronteras agrícola y ganadera, explotación de maderas, monocultivos, contaminación, conflictos internos, desplazamiento forzado, mega proyectos hidroeléctricos y extractivos, violación de derechos humanos y un largo etc.


Dimensión Misionera del Mundo Indígena

Resistencia y Desafíos En su proceso histórico, los pueblos indígenas amazónicos son reconocidos por su resistencia silenciosa, que mantiene viva su cultura y tradiciones. La lucha por el reconocimiento de sus tradiciones y culturas por parte de muchas organizaciones indígenas, llevó a que la mayoría de los Estados reconocieran en sus Constituciones los derechos históricos de los pueblos indígenas. Pero esta lucha está apenas comenzando. Aunque muchos indígenas tienen demarcados sus territorios y viven en sus resguardos, comunidades o tierras indígenas, hay muchos todavía que esperan que las políticas de los Estados salgan del papel y que reconozcan sus derechos constitucionales a organizarse según su cultura, espiritualidad y su territorio, a tener educación, salud, etc. Para el indígena amazónico el mundo espiritual es la base de su vivencia, teniendo al chamán (que conoce acerca de las plantas y animales locales) como figura clave, pues es él quien puede mantener la armonía entre este mundo y el otro. Es justamente esta armonía con la naturaleza, con las personas y con el Transcendente que da sentido a su vida y los mantiene firmes desde las diferencias culturales provenientes de su propia lengua, música, manifestaciones etnográficas, tradiciones milenarias, mitología y conocimientos médicos naturales, que mucho tienen por enseñar a los no-indígenas. Debemos aprender a vivir en medio a la diversidad, donde “nada permanece y todo se transforma” desde las dinámicas propias de cada grupo étnico y el ritmo en que caminan. Para esto son importantes algunas actitudes, como el diálogo, el conocimiento mutuo y la complementariedad armónica entre las personas y la naturaleza. En este contexto, las organizaciones, instituciones, ONGs y las iglesias asumen un papel importante: ser partícipes respetuosos de este proceso que llevan los pueblos indígenas. De manera particular, la Iglesia Católica tiene el desafío de continuar su presencia, promoviendo la interculturalidad y trabajando para “fortalecer el rostro amazónico” e indígena de la Iglesia (cf. Papa Francisco a los obispos, 27/07/2013).

VIVO EN LA SELVA "Yo soy hijo de los antiguos Yanomani. Vivo en la selva en que mis antepasados vivían antes de mi nacimiento. ¡Y yo nunca dije a los 'blancos' que yo la descubrí! La tierra estaba todo el tiempo ahí, antes de mí: 'yo no descubrí esta tierra por haber colocado mis ojos sobre ella, y que por eso ella me pertenezca'. Ella existe desde siempre, antes de mí y yo no digo: '¡yo descubrí el cielo!'. De ninguna manera yo afirmo: '¡yo descubrí los peces, yo descubrí la caza!'. Todas las cosas ya existían, también ellos, desde el principio. Afirmo, simplemente, que yo también me alimento de ellos. ¡Y eso es todo!" (David Yanomami)

AMAZONÍA COLOMBIANA En la Amazonia colombiana existe una población indígena de 112.317 habitantes que representan el 0,22% de la población total del país (DANE censo, 2005), localizados en los departamentos del Putumayo, Caquetá, Guaviare, Guainía, Vaupés y Amazonas. Dicha población se agrupa en 62 grupos étnicos, lo cual denota la alta pluriculturalidad en la región. Están distribuidos en 192 resguardos indígenas y ocupan el 51% del territorio de la región amazónica colombiana, de acuerdo con las 48.316.400 hectáreas que hacen parte de esta región. julio - agosto 2016 | 35 | dimensión misionera


Dimensión Misionera de la Juventud

Jóvenes en salida misionera Escuela de Liderazgo Juvenil Misionero (ELJM) Por: Elmer Peláez

Del 24 de junio al 4 de julio, en Bucaramanga, se reunieron 130 jóvenes de diversas regiones del país en la primera etapa de la Escuela de Liderazgo Juvenil Misionero (ELJM), con el intuito de poner ánimo misionero en y desde la juventud, y aprender técnicas de animación y pastoral misionera.

E

l objetivo de la ELJM es lograr que el joven contraste su vida con las propuestas de Jesús, para que realice su liderazgo en la familia, colegio, universidad, trabajo, parroquia y diócesis, respondiendo a los desafíos misioneros de la Iglesia en el mundo actual. Para esto se llevarán adelante dos etapas de formación, cada una de diez días para recibir herramientasinstrumentos de formación, espiritualidad y pastoral misionera. La segunda etapa está pensada para realizarse en junio de 2017. Siguiendo la invitación del papa Francisco, en la JMJ2013 en Río de Janeiro, a que los jóvenes sean “callejeros de la fe”, la ELJM puso ánimo en el corazón de los jóvenes a través de experiencias espirituales, dinámicas, cursos, seminarios y talleres de formación, para que se pongan en salida misionera, siendo capaces de anunciar el Evangelio en las diversas situaciones de sus vidas. dimensión misionera | 36 | Julio - agosto 2016


Dimensión Misionera de la Juventud

Animadores y Formadores de la ELJM ¿Cómo es una iglesia en salida? “Nadie piensa en dónde están los jóvenes, y decide ir a buscarlos” La Iglesia en salida misionera opta por la humanidad de las personas, por sus fragilidades y hace de ellas un punto de quiebre para la animación misionera. Primero lo humano, después las estructuras. Jesús pone lo humano en el centro. Incluye y no excluye. Cada apasionado por el Reino, debe entender esto y practicarlo. Una Iglesia en salida prioriza el trabajo comunitario, responsable, serio y fuerte, que vaya al encuentro del hombre y le motive a hacer “lío”.

¿Dónde está tu hermano? Konrad Lorenz refiere que los jóvenes hoy en día tienen tres características. Son aburridos, están desorientados y son agresivos. Las respuestas a estas condiciones nacen de las vivencias de las propuestas de Jesús y del Discipulado misionero como proceso humano y espiritual. La Iglesia tiene que responder, con urgencia, a revertir esta situación. Debe atender: • Necesidades apremiantes: afectivas, anímicas, prácticas, etc. Necesidades básicas. • Horizontes reducidos: la capacidad de soñar ha desaparecido porque el joven está frustrado. Sin familia que lo acoja, sin esperanza, sin trabajo, sin dignidad, etc. • Corazón estrecho: no nos relacionamos adecuadamente. Como no tiene en cuenta al hermano no sabe ser fraterno. En consecuencia, la pastoral debe llegar a los jóvenes con características lógicas, llenas de sentido. Y la propuesta es el discipulado misionero.

En relación con lo anterior, en un discurso que hizo Benedicto XVI a todos los obispos de América Latina, en Aparecida, Brasil, reafirmó las cuatro condiciones, que debe reunir el joven para darse cuenta que es discípulo misionero. 1. Caminar con Él 2. Vivir en intimidad con Él 3. Imitar su ejemplo 4. Dar testimonio de Él Por lo tanto, los jóvenes en salida tienen la misión en el corazón y reconocen las propuestas de Jesús, como el camino hacia otro mundo posible. ¡Los jóvenes necesitan propuestas y el mundo necesita salvación! DM Julio - Agosto 2016 | 37 | dimensión misionera


Dimensión Misionera de la Juventud

La misión está en el corazón

Por: Jonathan Enrique Acuña

E

l lugar de la misión no es solamente “el sin fronteras”, los pueblos alejados geográficamente y totalmente descristianizados. Hoy la misión también cabe en nuestras propias fronteras, en nuestros territorios urbanos, en nuestros lugares de trabajo, en nuestros colegios y en nuestras mismas casas. Porque La misión es compartir con los demás lo que conocemos y vivimos de Jesús, especialmente con los que viven alejados de él o simplemente no lo conocen pues ni tienen relación personal con él, ni toman parte en las iniciativas de su Iglesia.

Seguir a Jesús

Así se han puesto las cosas en el mundo presente, los no cristianos siguen siendo el objeto de la evangelización. Ellos son cuatro mil millones de personas dispersos por todos los pueblos de nuestro planeta y la continuidad de la misión que el Padre Dios le encomendó a Jesús, se hace cada vez más urgente para la salvación del planeta que agoniza y para el de la humanidad que todavía no logra ser familia. El mensaje de Jesús que nos ha llegado en estos dos milenios, nos presenta propuestas concretas para dar respuesta a los problemas de la Tierra y a las distintas crisis de la humanidad. El evangelio es prioridad y medicina para el mundo actual y para la búsqueda de unidad y por eso la evangelización es la misión que tiene que buscar lugares donde darse, donde convertirse en pastoral, en dinámica, en proceso y en comunidad.

Iglesia en salida

Los jóvenes están entendiendo la voz del papa Francisco que llama y clama a la “salida”, a la acción misionera que ponga a la Iglesia en estado permanente de misión por dentro de su propia vida comunitaria y por fuera de ella, en sus relaciones con otras culturas y con otras religiones. Una Iglesia en salida que ponga a sus miemdimensión misionera | 38 | Julio - agosto 2016

bros a cruzar fronteras, a alcanzar a los otros, a mirar dimensiones universales y dar de lo que tenemos. Por eso el lugar de la misión es dentro y fuera de nuestras comunidades, es por los caminos del mundo, en las relaciones interculturales, en los hechos que buscan solidaridad y Altermundialidad. Los lugares de la misión son tantos y tan abundantes que en un conversatorio juvenil en Bucaramanga, con jóvenes discípulos misioneros de varias partes de Colombia, alguien decía que el verdadero “lugar” de la misión es el corazón. Porque es allí donde se viven los encuentros, donde se da la escuela de Jesús y donde ha de ser plantado el evangelio. La misión trasciende los lugares físicos y llega al corazón. Allí anida, allí germina, allí florece. Cuando se apodera del corazón del discípulo, la misión lo pone en camino por el mundo, por las familias, por los territorios urbanos, por el lugar del pobre, por el mundo virtual, por las relacionalidades culturales y humanas. Ella hace que el corazón estrecho deje de tener horizontes reducidos y trascienda sus necesidades apremiantes. Por eso la misión es universal, dinámica y encantadora, hace vivir y soñar, cantar y celebrar… ¡porque está en el corazón¡ DM


Dimensión Misionera de la Juventud

tema: Invitados

l a r o t s a La P de la n o i c a l o s Co n

JÓVENES DE LAS PARROQUIAS DE LA cONSOLATA jÓVENES UNIVERSITARIOS Y PROFESIONALES eSTUDIANTES DE GRADOS 9°,10° Y 11° DOCENTES DE COLEGIOS IMC Y MC AGENTES DE LA PASTORAL JUVENIL JÓVENES VOCACIONALES GRUPOS jUVENILES

Invitan: Invitan: Misioneros Misioneros de de la la Consolata Consolata

Bogotá Te espera del 14 al 17 de octubre 2016 Aporte $ 60.000 Incluye: Alimentación, hospedaje y materiales. No Incluye transporte interno en la ciudad

Información e Inscripción: mayo - junio 20163204218869 | 39 | dimensión misionera imc Colombia Ecuador 3124386942



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