La actividad física realizada en sus niveles de frecuencia e intensidad recomendados no sólo mejora la salud física, también el rendimiento intelectual y el académico.
La
condición física constituye una medida integrada de todas las funciones y estructuras que intervienen en la realización de actividad física y/o ejercicio. Estas funciones son la músculo-esquelética, cardio-respiratoria, hemato-circulatoria, endocrino-metabólica y psiconeurológica. Estudios recientes han puesto de manifiesto que la condición física es un importante predictor de morbi-mortalidad en adultos y un potente indicador del estado de salud en niños y adolescentes, además de la fuerte asociación que posee con la obesidad, considerada la epidemia del siglo XXI. La actividad física ofrece a los escolares diferentes beneficios para su salud. Las recomendaciones actuales sobre actividad física indican que los niños y jóvenes de entre 5-17 años deberían acumular al menos 60 minutos o más de actividad física diaria de moderada intensidad (como correr, nadar o montar en bici). Además, al menos 3 días a la semana de estas actividades deberían incluir ejercicios para mejorar la salud ósea y la fuerza muscular (juegos de arrastrar, trepar, saltar o carreras de velocidad). A pesar de la enorme cantidad de evidencias científicas sobre los beneficios de la actividad física, numerosos estudios revelan que nuestros escolares no alcanzan las recomendaciones de actividad física mínimas para conseguir beneficios en su salud. Datos de un Estudio llevado a cabo en Cuenca revelan que un 40% de los niños y un 70% de las niñas de entre 8-12 años no realizan estos