LA CASA EMBRUJADA ¿Alguna vez tú estás en tu cuarto durmiendo y se oyen gritos y ves fantasmas? A este niño sí le pasaba. Se llamaba Jack y por la noche, en sus sueños veía monstruos. Vivía en una casa que había pertenecido a una familia en 1.890. Habitaba con sus padres. Había llegado ayer de allí y tenía muy pocos amigos. Jack entró en una habitación y dijo: − Mamá, ésta será mi habitación. − Vale- contestó su madre- Lleva tus cosas a la habitación, Jack. − Sí mamá. − Y vete a dormir, mañana empieza el colegio. A la mañana siguiente... -¡ Jack despierta! - lo llamó su madre. − ¡Ya voy! Se vistió, desayunó y se fue a la escuela. En la clase de tercero, la maestra Sonia le dijo a los niños. − Hoy hay un nuevo niño en clase, os presento a Jack. − Hola Jack, -contestaron los chicos. La maestra dijo: − ¿Quén quiere compartir sitio con Jack? − Yo, maestra – dijo un niño alto y con el pelo rubio. − Bueno, siéntate Jack. Al salir del colegio Jack se fue a su casa a comer. Por la tarde vinieron sus tíos. − Hola Jack. − Hola tíos. − Te traemos un regalo, ábrelo. − ¡Qué chulo, un monstruo de peluche! Su tía le contó un secreto: − Este peluche no es de mentira. Este peluche por la noche se convierte en uno de verdad. A la noche, durmiendo, Jack dijo unas palabras mágicas que él se inventó: − ¡Monstruo, transfórmate!