Una Nueva Oportunidad
Sobre las autoras…
Doménica Alcívar (9 de enero de 1998) estudiante y novelista guayaquileña procedente de una familia de clase media, cursa actualmente el primer año de bachillerato en la Unidad Educativa Santa María Mazzarello, donde mostró su capacidad para la escritura al escribir la novela “Crimen casi perfecto” y su más reciente obra “Una nueva oportunidad”. El piano es un instrumento en el cual se destaca asistiendo al conservatorio nacional de la música “Antonio Neumane” en el mismo que lleva 6 años, adicionalmente estudia inglés y le llama la atención leer libros como fuente de entretenimiento.
Adriana Tapia (27 de diciembre de 1997) estudiante y novelista guayaquileña procedente de una familia de clase media, cursa el primer año de bachillerato en la Unidad Educativa Santa María Mazzarello, en el mismo que mostró sus habilidades para la escritura haciendo una novela llamada “Homicidio cercano” y su más reciente obra “Una nueva oportunidad”.Se considera una persona responsable y centrada en sus objetivos e ideales.
Capítulo 1 Veinte minutos… ¡Veinte minutos! es lo que he estado esperando a Marco, se supone que hoy cumplimos un año de noviazgo y no ha llegado, esta situación se ha repetido los últimos tres meses y ya no sé qué pensar, ni que hacer, me siento confundida y él no es el mismo. Nuestra relación no es lo mismo y los últimos meses han sido desastrosos, no parecemos una pareja sino más bien desconocidos, su familia es tan linda, que desde el comienzo tuve una buena relación con ella, el único defecto es su hermano Sebastián, es tan ahh!! Un chico egocéntrico, mujeriego e idiota, que usa su belleza para embrujar a las chicas y lo peor es que odia a Marco, ellos tienen una rivalidad desde hace años pero nunca supe la razón y esto se intensificó desde que soy novia de Marco-según me dijo su mamá-la verdad que cada vez que Sebastián me observa me siento nerviosa pero lo disimulo, además soy la novia de su hermano y mi lealtad es hacia él. De pronto mi celular empezó a sonar y es un mensaje de Marco lo abro y: “Cariño no voy a poder, tengo que hacer un trabajo…otro día salimos ¿OK? TKM.” Dios! Esto parece ser una rutina, ya casi ni nos vemos, mejor me voy al parque a despejarme un poco. Mientras camino al parque, observo a algunas parejas cariñosas y mostrándose afecto de múltiples maneras y pienso ¿Qué pasó con Marco y yo? ¿Será que nos dejamos llevar por la rutina y ahora estamos en un punto muerto? De pronto me sorprende una voz me volteo y es Sebastián. -Miren quien está aquí, pero si es la noviecita de mi querido hermanito. -Cuando lo escucho, el dolor de cabeza que ya se me estaba quitando, volvió con más fuerza al escuchar a este idiota. Pero miren a quien me encontré, a una persona muy desagradable-respondí. -Nena yo sé que me amas, no lo tienes que negar. -Lo que no puedo negar es que eres en realidad un chico muy inmaduro, teniendo 19 años –le dije enfadada. -Sabes…ya sé por qué estas enfadada. Mi hermanito no te da el tiempo suficiente ¿verdad? -Traté de pensar cómo responderle, pero en el fondo sabía que era la verdad y no podía negarlo, lo ideal será tomar medidas y alejarme de Marco.
-Qué! No me digas que le he acertad-dijo con una sonrisa satisfecha en su rostro. -Lo único que he acertado es en que eres un chico idiota e inmaduro-dije con una sonrisa hipócrita en mi rostro y me encaminé a mi casa hacia mi casa, a seguir reflexionando sobre lo que pasará entre Marco y yo.
Al día siguiente me dirigí a la casa de Marco y mientras llegaba me dije a mí misma “Vamos Elizabeth tú puedes”. Cuando estaba por tocar el timbre me encuentro con un Marco sin camisa y a Kimberly “mi mejor amiga “no muy bien vestida besando a mi novio. No sé cuánto tiempo me quedé allí pero creo que fue como cinco minutos en lo que nadie dijo nada. De pronto sentí unas ganas de gritar por la traición de las personas que eran para mí como mi familia. -¿Este era el trabajo de ayer Marco?-dije con voz llena de dolor. Él no respondió, pero pude ver en sus ojos la culpa, no pude más y las lágrimas aparecieron en mis ojos. Escucho unos pasos y veo a Sebastián correr hacia Marco y mi ex mejor amiga y le dijo: -Ándate de aquí y la próxima vez no seas tan estúpido, llévate a esta no la quiero ver-dijo refiriéndose a Kimberly. -Pero…-dijo Marco buscándome con los ojos, pero yo rechacé su mirada, no quería que viera cuanto me dolió lo que me había hecho, deseaba mostrarme fuerte. No aguanté más y salí corriendo de ahí queriendo desaparecer y no hablar más ni ver a nadie. De pronto escucho que me llaman, pero no me viro y me cogen el brazo, en ese momento me doy cuenta de que era Sebastián. -No te preocupes princesa solo llora yo estaré aquí. Sin darme cuenta lo abrazo y me aferro a él y no me separé hasta que derramé la última lágrima, nunca había llorado en mi vida…
Capítulo 2 En el transcurso hacia casa, iba metida en mis pensamientos. Sebastián iba a mi lado, pero no decía nada; solo me miraba fijamente y cuando sabía que lo descubría volteaba la cabeza. En la puerta de mi casa, me doy la vuelta. -Bueno… gracias por todo –le dije en un susurro, pero no lo miraba a los ojos. -No te preocupes… ¿Te sientes mejor? –No sabía cómo responder que solo asenté la cabeza. -Qué te parece si mañana salimos a dar una vuelta… -Lo mejor será que determinación.
no nos veamos, traería problemas y es lo último que quiero-dije con
-¿Para quién sería problema?, si tú ya no eres novia de mi hermano, o después de todo tu… -Claro que no soy novia de tu hermano, pero tenemos que hablar y creo que lo mejor es dejarlo así por ahora, pero gracias por todo Sebastián-dije con una pequeña sonrisa en el rostro. -Está bien pero si me necesitas, sabes dónde encontrarme –dijo dándome una sonrisa. Tal vez después de toda esta situación algo salió bien, al parecer Sebastián no era el chico tonto que creía. Entre a la casa y lloré por todo.
Al día siguiente, me vestí miré el celular y vi varios mensajes y llamadas perdidas de Marco , un mensaje de Sebastián y un mensaje de Ariana, una estudiante de mi curso en donde era mi compañera en el laboratorio de química. “Elizabeth soy Ariana, podrías venir a mi casa para terminar el trabajo que química, plis llámame “ No tenía ganas de hacer nada en este fin de semana, pero me iba a dejar caer por Marco así que la llamé y quedamos a las dos en su casa. Vi el mensaje de Sebastián y me sorprendió mucho al leer: “ Hey, Eli que tal si vamos al cine y así te despejas un poco, sé que he sido un idiota cada vez que te veía, pero que dices si empezamos de nuevo y somos amigos! Por favor llámame…” No sé en qué momento pasó, pero me encontré llamándolo
-Elizabeth…-dijo algo sorprendido y feliz. -Hoola vi tu mensaje y pensé si te gustaría ver una película en mi casa en vez de i8r al cine, más luego tengo un trabajo que hacer y pensé… -Claro que sí- dijo interrumpiéndome. -Ok te espero -Ahí estaré, adiós- dijo despidiéndose. -Adiós. Respire un poco y con las ganas de salir adelante, bajé a saludar a mi mamá.
Capítulo 3 Después de media hora; suena el timbre y corro pensando que es Sebastián, pero me encontré con Mario. -Elizabeth cariño.-dijo tratando de hablar conmigo. -No lárgate de aquí no tenemos nada que decirnos.-dijo tratándose de sonar seguro. -Pero… -Ya lo ¡oíste! Ella no quiere hablar contigo le dijo Sebastián apareciendo de la nada y sorprendiéndonos. -¿Sebastián? Se puede saber qué haces aquí-le preguntó Marco intrigado. -Eso a ti no te importa Elizabeth y yo tenemos una cita así que con permiso-dijo apartando a su hermano. -¡Cita!-exclamamos Marco y yo -Sí así que te agradeceríamos que te vayas, tenemos muchas cosas que hacer…-dijo con una sonrisa malvada. En ese momento me sonrojé y no supe que responder. Marco con una mirada de enojo que nos dirigió a Sebastián y a mí, se fue. -Se puede saber porque dijiste que esto era una cita-dije seria. -Porque él no es nadie, aparte no lo quiero cerca de ti –dijo con el mismo tono que yo. -Y tú quién eres para decirme a mí lo que tengo que hacer-dije sintiendo enojo de repente. -¿Yo? Dijo acercándose- Soy el chico que te vio antes que mi hermano, soy la persona que confió a la chica que le gustó, soy quien cuando quise acercarme a ti, me enteré que te convertiste en la novia de mi hermano. Estaba tan entusiasmado por conocerte y de repente tú te convertiste en mi amor imposible, tuve que alejarme tratando olvidarte pero no me fue posible. Por eso sigo siendo el mismo que te ha querido desde siempre -dijo en un gruñido. -Yo…yo no sé qué decir –dije alumbrada por su confesión. -No te preocupes…lo mejor será que me aleje de ti-dijo sin mirarme, se encaminó a la puerta y salió.
-Sabía que tenía que detenerlo, pero las palabras no salían de mi boca, me quedé parada y con un sentimiento de culpabilidad.
Definitivamente no es mi día, después de que Sebastián se fuera, Melanie llegó y empezamos a resolver el trabajo. Después mi mama llego y nos hizo comida y Melanie se fue a su casa a las 8. Luego, fui a desearle buenas noches a mi mama y me fui a dormir. Al día siguiente, no tenía cabeza para el instituto pero tenía que ir, sino quería reprobar. Cuando llegué, de inmediato supe que todo el mundo se había enterado de lo que paso entre Marco y yo. Tras la mirada de triunfo que observe en el rostro de Kimberly, me di cuenta que en realidad nunca fue mi “mejor amiga”. Luego de que entre a clases, en el receso pude presenciar una escena algo desagradable, una chica estaba coqueteándole a Sebastián y parecía que a él no le molestaba; en ese momento de mirarlo fijamente el volteó y nos quedamos viendo. Luego él se marchó con esa chica sin dirigirme una sola mirada. En ese momento siento algo rompiéndose en mi interior y supe que tenía que hacer algo, sino quería seguir con esta situación.
Capítulo 4 Semanas después Después de lo ocurrido con Sebastián y Marco decidí alejarme completamente de ellos, no quería más problemas en mi vida y ellos me hacían sentir una inseguridad en mí. Necesita un momento a sola conmigo misma, despejarme y me fui al parque a reflexionar los acontecimientos de las últimas semanas. Primero la conversación que tuve con Marco hace unos días: -“ Elizabeth! Elizabeth!! – oí que gritaban detrás de mí y me di cuenta que era Marco. - Necesitamos hablar – dijo con la respiración entrecortada. - Marco yo...- le dije un poco insegura. - Por favor Elizabeth... Sé que he sido un completo idiota, pero necesitamos hablar- dijo rogándome con los ojos. - Está bien- dije resignada. Fuimos a un bar y nos sentamos inmediatamente, una chica tomo la orden y se fue dejándonos solos. -Elizabeth, sé que te metí y actué mal en nuestra relación, pero he reflexionado y sé que podemos retomar nuestra relación, por eso te pido que lo pienses y aceptes estar conmigo de nuevo- dijo con una sonrisa satisfecha. Después de escuchar lo que dijo, me quede muda por un momento y tratando de controlar mi ira le dije: -Marco, lo que paso hace unas semanas me dolió mucho, porque a pesar de todo cuando te conocí eras una persona totalmente distinta; el tipo de chico perfecto, que en todo momento me hacia sonreír; pero el chico que tengo al frente no se acerca ni un poco a la persona que conocí. No te odio, porque a pesar de todo, recuerdo aquellos momentos gratos que pasamos juntos; pero no me siento totalmente dolida porque sé que nuestra relación no estaba en los mejores parámetros, nos volvimos independientes y nos olvidamos uno del otro; así que lo mejor es dejarlo así y darnos un tiempo para encontrar que es lo que verdaderamente deseamos-dije con seguridad y tratando de levantarme -Eli….-dijo con el fin de detenerme.
-No Marco, es mejor dejarlo así-dije con firmeza y encaminándome hacia la puerta y con el propósito de desaparecer de la vida de Marco.
Saliendo de mis pensamientos, me concentro en el paisaje que tengo al frente y de repente me siento observado y cuando me viro, encuentro a Sebastián acercándose a mí. -Hola Eli...-dijo mientras se sentaba a lado mío. -Hee hola...- dije algo aturdida por su acción, pues en las últimas semanas cuando me veía hacía como que no existía y pasaba tiempo con la chica del otro día “Isabela” . -¿Por qué no vamos a tomar un helado y conversamos un poco?-dijo con una pequeña sonrisa y se parecía más al Sebastián que me abrazó el día que encontré a Marco con Kimberly. -Claro-dije tratando de sonar segura. Nos encaminamos hacia los helados y todo el día fue un momento agradable con él. En realidad me simpatizaba mejor este chico, el cual se ríe abiertamente y no serio cuando esta con sus amigos. Nos conocimos mejor y por primera vez en todo este tiempo me sentí feliz y con su presencia pude olvidar todo y dedicarme solo a pasar un buen rato y dejando salir a la chica divertida que siempre fui, pero que ante las adversidades ésta se apagaba.
Capítulo 5 Luego de esto, pasábamos tiempo juntos y nos íbamos conociendo mejor; haciendo crecer nuestra amistad día a día, aunque en el fondo sentía que el significaba mucho más para mí. Pero sabía que el tiempo que pasaría con él y en esta ciudad estaba limitado ya que tenía un importante anuncio que revelarle, puesto que me aceptaron en la Universidad de Cambridge y no sabía cómo decírselo. En ese momento lo veo entrar al aula con una sonrisa tan hermosa que desaparece al momento que me ve. -¿Pasó algo malo Eli?-dijo sentándose a mi lado y preocupado. -No, solo que tengo que decirte algo muy importante- dije tratando de sonar feliz. -¿Segura? Puedes decirme lo que sea Eli y lo sabes; además yo también tengo algo importante que decirte - dijo con una sonrisa - Pero luego hablamos, ya llego el profesor . Luego de acabar la clase, nos dirigimos hacia la cancha de futbol americano. -Espérame aquí un momento - dijo más feliz de lo normal. Yo sólo me reí por su actitud alocada y me quedé donde me indicó algo entusiasmada. Después de un momento oí un sonido y me di la vuelta y la pantalla de marcadores decía lo siguiente: “Cuando te conocí, vi a una chica con sueños en su rostro y supe que tenía que conocerla, que cambiaría mi mundo y de repente ya no había una oportunidad para mí, eras la novia de mi hermano; así que decidí alejarme. Sé que no soy perfecto, que no seré tu primer beso, ni tu primer novio, pero intentaré ser el último”.
Cuando vi esas palabras tan hermosas me quedé sin habla y lo vi acercándose a mí y de repente supe que también lo amaba y que quería estas con Sebastián el resto de mis días. -Elizabeth, ¿Quieres ser novia de este chico que está dispuesto a dedicarte su vida entera y hacer que me ames con la misma intensidad con la que lo hago yo?- dijo inclinándose a mí y cerca de mi rostro. -Siiiii-dije feliz y sin pensarlo lo abracé, y dejándome llevar por mis emociones lo besé. Después de ese beso, me miró fijamente y me colocó un collar algo peculiar; era un corazón y una llave donde ésta se insertaba en el corazón y lo cerraba perfectamente.
-Este collar simboliza el amor que siento por ti y el que te haré sentir por mí-dijo con una sonrisa en su rostro. Cogiéndolo de las manos, muy fijamente le dije -Sebastián, no hay anda más que hagas para que yo enamorarme más de ti- dije con una grande sonrisa. Y sin más nos fundimos en un beso.
Capítulo 6 Desde ese día, negar la felicidad que sentía al estar junto a él, era imposible pues la sonrisa que tenía cada vez que lo veía era casi imposible de ocultar. Pero había un tema del cual tenía que hablar con él, mi aceptación a la universidad, y cada vez que él me preguntaba sobre el futuro de mis estudios, tenía que darle evasivas porque no sabía cómo decirle que me iba sin romperle el corazón. Mi relación con él era conocida por todas las personas del instituto, hasta por Marco que cuando se enteró se puso molesto con Sebastián y desde ese momento, cada vez que nos ve su mirada es fría y de odio; pero todo esto me resultaba indiferente porque no sentía nada hacia él. En estos últimos días fui reconociendo que el momento para decirle la verdad se acercaba, pero cada vez que pensaba cómo y en qué momento decírselo, me frustraba ya que no encontraba alguna forma de contarle de confesárselo y me sentía cada vez peor por mantener esto dentro de mí y mentirle. La única que lo sabía era Melanie que en un momento de sacar esto dentro de mí se lo conté y por accidente Kimberly, mi ex mejor amiga, escuchó. De pronto siento a alguien detrás de mí y al voltearme siento a Sebastián dándome un beso en la mejilla. Al momento llega Kimberly y le confiesa la verdad. -¿Sabías que tu estén podría ser el último beso que le das a tu noviecita?-dijo con una sonrisa malvada. -Se puede saber de qué estás hablando?-dijo un poco aturdido. Estaba muerta de miedo, ya que sospechaba a donde conducía esto. -Vaya! Pero si no se lo has dicho aún Elizabeth. Bueno querido Sebas... Al parecer tu querida Eli se va ir a la Universidad de Cambridge la próxima semana-dijo con descaro. -¿Qué?-fue lo que dijo Sebastián-Eso es mentira, dudo que ella me haya ocultado algo así dijo seguro y mirándome, al momento de hacerlo supe que vio la verdad en mis ojos por cómo me miró, tan fríamente. Se me hizo un nudo en la garganta y sólo vi cómo se fue Kimberly con una sonrisa satisfecha. Después de un momento me viré a verlo; saqué fuerzas donde no tenía y empecé a contarle la verdad.
-Escúchame por favor, tengo que explicarte todo para que lo entiendas-dije con una voz temerosa. -¿Qué me vas a explicar, que te vas, que todo este tiempo que hemos pasado ha sido mentira para ti, que nunca me quisiste, que no confiabas en mí?-dijo enfadado. -No Sebastián, no es lo que piensas; por favor déjame explicarte-dije tratando que me escuchara. -No, no quiero volver hablar contigo, ni siquiera me llames porque si te preocupas por mí, no lo hagas; todo lo que pasó entre nosotros fue sólo una apuesta que hice con mis amigos para robarle la novia a mi hermano-dijo con una sonrisa fría. En ese momento todo mi mundo se vino abajo, me sentía desdichada más que la primera vez e incluso peor, porque todo lo que pasamos fue una mentira, una maldita apuesta. A este punto mis lágrimas ya no se podían detener. -Sebastián… lo que dices no puede ser verdad, todo no fue mentira; por favor hablemosdije llorando. -No hay nada que hablar Elizabeth, nunca hubo un nosotros y jamás lo habrá; así que mejor aprovecha y alista tus maletas-dijo con un tono arrogante y se fue de ahí y en un abrir y cerrar de ojos también de mi vida.
Capítulo 7 Narra Sebastián Al salir de la casa, me detuve para despedirme de mi mama y me fui al instituto loco por ver a Elizabeth. Al llegar la veo que está de espaldas y corro a sorprenderla, dándole un beso en la mejilla. No le pude decir nada, porque en ese momento llegó inesperadamente Kimberly que por cierto me cae muy mal. -Sabías que tu estén podría ser el último beso que le das a tu noviecita?-dijo dirigiéndose a mí con una sonrisa malvada . -Se puede saber de qué estás hablando?-dije un poco aturdido. No sabía que quería, pero no podías ser nada bueno. -¡Vaya! Pero si no se lo has dicho aún Elizabeth. Bueno querido Sebas... Al parecer tu querida Eli se va ir a la Universidad de Cambridge la próxima semana-dijo con descaro y sorprendiéndome con esa revelación. La verdad no sabía si creerle pero me dejó un poco intrigado. -¿Qué?-fue lo que dije-Eso es mentira, dudo que ella me haya ocultado algo así –dije seguro y mirándola, al momento de hacerlo supe que lo que dijo Kimberly era verdad, vi la culpabilidad en sus ojos, todo lo que dijo Kimberly era verdad. No sabía cómo reaccionar ante esta noticia, la mujer que quería, la mujer que amaba se iba a ir y me había mentido. -Escúchame por favor, tengo que explicarte todo para que lo entiendas-dijo con una voz temerosa Elizabeth. -¿Qué me vas a explicar, que te vas, que todo este tiempo que hemos pasado ha sido mentira para ti, que nunca me quisiste, que no confiabas en mí?-dije enfadado por su desconfianza en mí, por engañarme. -No Sebastián, no es lo que piensas; por favor déjame explicarte-dijo tratando que la escuchara.
-No. No quiero volver hablar contigo, ni siquiera me llames porque si te preocupas por mí, no lo hagas; todo lo que pasó entre nosotros fue sólo una apuesta que hice con mis amigos para robarle la novia a mi hermano-dije con una sonrisa fría. Sabía que era una mentira, pero no quería que viera el dolor en mí, quise mostrarme fuerte como si nada me afectara; lo cual definitivamente no era cierto, sentía como si muriera lentamente. -Sebastián… lo que dices no puede ser verdad, todo no fue mentira; por favor hablemosdijo llorando. Quise consolarla sólo por verla sufrir; pero sabía que todo era mentira, ella me había engañado y nunca me quiso. -No hay nada que hablar Elizabeth, nunca hubo un nosotros y jamás lo habrá; así que mejor aprovecha y alista tus maletas-dije con un tono arrogante y me fui de ahí y en un abrir y cerrar de ojos también de su vida. Quería gritar, por sentir esta impotencia dentro de mí. No podía creer que lo único que era bueno en mi vida, me haya destrozado tanto, haciéndome sentir una persona desdichada sin rumbo y sobretodo alguien vacío, ya que había puesto toda mi confianza y amor en un ser que nunca me amó.
Capítulo 8 Narra Elizabeth Desde el momento en que se fue no he dejado de pensar en él, en la persona que creí que era y no lo fue. Quería creer que todo era una mentira, un mal sueño; pero cada día que me despertaba el sentimiento de traición aparecía y me hacía recordar todo lo sucedido. Ya que este viaje fue la razón de mi ruptura con Sebastián. En dos días sale mi viaje a la universidad de Cambridge, en Inglaterra; no sabía qué hacer, el dolor estaba latente aun en mí y no podía conmigo misma. La única con la que he hablado ha sido con Melanie que se ha comportado como una verdadera amiga, escuchándome y siendo mi paño de lágrimas por lo cual le estaré eternamente agradecida. Quería que los asuntos entre Sebastián y yo se solucionaran, pero sabía que él no me quería escuchar y apenas me dejaba acercármele en el instituto; me miraba con odio. Así que la única solución que encontré fue escribiéndole una carta donde le explicaba todo lo sucedido y loa razón por haberle ocultado mi repentino viaje.
Mi último día de clases en el instituto, me acerqué al casillero de Sebastián y le dejé la carta. Me fui de ahí y me dirigí al aeropuerto con mi mamá y Melanie algo más tranquila. Al llegar al lugar una parte dentro de mí deseaba que Sebastián llegara a despedirse, pero aquel momento nunca llegó. En el momento de abordar me despedí de todos y fui al avión. En ese momento supe que mi vida de atrás quedaría en el pasado.
Narra Sebastián Cuando llegue al instituto fui a mi casillero y al abrirlo se cayó una carta, al reconocer la letra Elizabeth quise romperla pero sin darme cuenta la cogí y empecé a leerla:
Sebastián No sé qué decir que no te haya dicho en lo que llevamos juntos, pero a pesar de todo lo que ha sucedido; todo lo que pasó entre nosotros no fue una mentira para mí, fue lo más lindo que me
haya pasado. Tal vez no estábamos destinados a estar juntos pero el tiempo que pase contigo fue lo más bello que ha ocurrido en mi vida. Perdóname si te sentiste ofendido por mi viaje, pero tenía mucho miedo de perderte y no disfrutar los últimos días que nos quedaban juntos. Quizás no me disculpes nunca pero quiero que sepas que mi intención no fue hacerte daño y que fuiste y serás el amor de mi vida. Cuando leas esta carta ya he de estar viajando así que te deseo lo mejor y espero que algún día encuentres a una chica a quien en realidad ames.
Con cariño Elizabeth
Al terminar la carta, me sentí tan culpable al saber la verdad y por juzgar sin explicarse a Elizabeth. En este momento supe que ya no había nada que hacer, ella se había ido y era por mi culpa; Elizabeth nunca iba a estar nunca más en mi vida.
Capítulo 9 Tres años después
Narra Elizabeth Al salir de mi departamento, me dirigí a mi trabajo como todos los días he hecho desde el día que vine a Inglaterra. Primero, con el tiempo me sobrepuse al dolor de estar sin Sebastián y empezé a preocuparme por mí misma y dejar ese dolor a un lado. Saliendo de mis pensamientos, al llegar al trabajo observo que todo el personal está nervioso y al preguntar ¿Por qué?, me respondieron: -Hoy llega el nuevo accionista de la empresa y dice que va a visitar a cada empleado para entrevistarlos-dijo con nerviosismo. Me puse nerviosa, pero mostrando seguridad me dirgí a mi puesto y esperé mi turno de ser entrevistada. Casi al final del día, me llamaron para ser entrevistada por el nuevo accionista totalmente segura me encaminé para allá. Toqué la puerta y me respondieron:
y
-Pase – dijo una voz misteriosa pero que a la vez se me hacía muy conocida. En ese momento entré y al mirar a mi nuevo jefe, me quedé estática al ver que era Sebastián Montalván, el chico que en mi adolescencia me hizo sufrir más que otra persona. -Elizabeth…- lo escuché decir sorprendido – eres tu – -Hola Sr. Montalván- dije reconociéndolo, pero con un tono frío. -Eli… tenemos que hablar, hay muchas cosas que necesito decirte – dijo un poco aturdido por mi frialdad. -Claro que tenemos que hablar Sr. Estoy aquí para mi entrevista – dije con un tono profesional. -No- dijo Sebastián – Tenemos que hablar de nosotros, aclarar algunas cosas.
-Lo único que necesitamos aclarar es mi entrevista, asi que por favor no me haga perder más tiempo y comienza ya – dije con confianza. -No va haber ninguna entrevista, tú seguirás trabajando aquí; sin importar qué – dijo muy confiado –Usted no puede hacer esto, tiene que ver mi hoja de vida y… - dije, pero al instante me interrumpió. -Deja de tratarme de usted Elizabeth, nos conocemos perfectamente y por favor acepta una cena conmigo– dijo seriamente. -Crees de verdad que después de todo este tiempo, me interesa siquiera mantener una conversación contigo, y si lo estoy haciendo en este momento es sólo porque eres mi nuevo jefe – dije tratando de sonar indifirente. -Elizabeth… sólo escúchame, necesito explicarte todo lo que pasó, necesito que entiendas el porqué acué así, necesito que me perdones – dijo sonando desesperado. Lo medité unos segundo y finalmente acepté, sin el propósito de darle alguna esperanza;pero con el corazón latiéndome a mil sólo por la presencia de él. Me llevó a un restaurante sumamente lujoso y nos llevaron a una mesa. Al sentarnos traté de no mirarlo fijamente como él lo hacía, poniéndome nerviosa. -Elizabeth… quiero que entiendas primero que cuando me enteré de tu viaje me sentí muy dolido por que no confiaste en mí, y sé que hice mal el tratarte de esa forma; pero estaba lleno de frustración y no sabía lo que decía, además lo mas importante es que todo lo que dije ese día fue mentira – dijo con arrepentimiento – Linda, mírame. Necesito que me creas porque nunca fuiste una apuesta como te dije, todo los momentos que vivimos fueron realmente maravillsos y reales; donde impulsados por el amor que sentía y al enterarme de la situación de ese entonces; me descontrolé y dejé salir toda mi furia con palabras hirientes hacia tí- mencionó. En este punto, me sentía tan confundida por esta revelación que no me había dado cuenta que estaba esperando una respuesta de mi. -No se que quieres que te responda, cuando después de tres años tú regresas y das un giro a mi nueva vida; en la cual habías desaparecido- dije un poco exaltada. -Sé que estás enojada conmigo y todo tiene justificación, pero la verdad es que Te Amo y siento como que si no hubiera pasado un día sin estar juntos- dijo Sebastián con determinación.
-Pero no es así, han pasado tres años y lo que sentía por ti ya no existe- dije tratando de que no vea mis emociones.Porque en ese momento a pesar de todo me dí cuenta que no lo he dejado de amar a pesar del tiempo. -Déjame reconquistarde Eli, sé que puedo hacer que me ames de nuevo; pero por favor dame una oportunidad- dijo Sebastián con voz de súplica. No sabía que hacer, por un lado mis sentimientos que estaban a flor de piel y no sabía cómo actuar ante esta situación. Mi corazón me decía que regrese con él, que lo arriesgara todo y en ese mismo instante supe que no habrá mas personas en mi corazón que él; que a pesar de todo él siempre iba a ser mi verdadero amor y valía la pena arriesgarse, darle otra oportunidad ya que me hacía sentir muy feliz, siendo Sebastián, la única persona a la que amaba de verdad. -Yo.. Sebastián, no sé que decirte; ha pasado mucho tiempo y si comenzamos algo puede que nos arrepintamos más tarde en el futuro – dije tratando de sonar convincente a pesar de mis emociones. -Ni siquiera pienses que algun dia me voy arrepentir de ti Sofia. Fuiste, eres y serás lo más importante en mi vida y se que todavía me amas, puedo sentirlo.. sólo danos una oportunidad. Voy hacer todo para recuperarte- dijo cn voz de súplica. Supe en ese instante que a pesar de todo lo que haga por olvidarlo nunca funcionará, porque a pesarde todo él siempre va ocupar mi corazón.
Capítulo 10 Epílogo
Estaba en el cuarto arreglándome para mi boda, después de esa cena que marcó el destino de mi relación con Sebastián pudimos dejar atrás el pasado y aferrarnos al futuro que estábamos por construir. Han pasado 2 años y desde ese momento mi vida es la mejor junto a él y a nuestra hija que nació hace un año. El nacimiento de ella fue lo más hermoso que pudimos pasar y todo el tiempo estuvimos juntos apoyándonos. El día que me pidió matrimonio fue hermoso, estábamos celebrando un aniversario más en la playa y de pronto él se para: -Elizabeth, eres el amor de mi vida, me haz hecho el hombre más feliz por darme una oportunidad cuando no la merecía y me haz dado una hija hermosa de los dos, para cuidarla y amarla; por favor nena cásate conmigo y déjame hacerte la mujer más feliz-dijo con una mirada de felicidad. Me quedé estática absorviendo las palabras que me dijo y en ese momento lo único que podía pensar era que él era el único al que podría amar en mi vida. -Si.. si quiero casarme contigo-dijo con dicha y supe que iba a ser feliz con él a mi lado nuestra hija Catalina.
Dirigiéndome a la entrada de la iglesia, estaba con los nervios a flor de piel; pero con determinación me dirigí al altar junto a mi flamante futuro esposo, con quien me esperaba mucha felicidad y amor. Con quien aprendí que para encontrar el verdadero amor sólo hay que dejar el pasado atrás y poder mirar el futuro que nos espera dándome una nueva oportunidad…