Los colores de Angel

Narrador/a: Artura Fecha: 25 de noviembre de 2005

LOS COLORES DE ÁNGEL

Autor: Antonio Gómez Yebra Editorial: SM

Una mañana Ángel el ángel llegó tarde al colegio.

Serafina, la maestra, le miró con sus bonitos ojos de color verde.

- Llegas tarde. ¿Por qué?

- No oí el despertador y mi gallo está afónico.

- Tus compañeros han salido a pintar un planeta cada uno, así que coge unos lápices de colores, mueve tus alas deprisa y pinta tú el planeta que esté de color blanco.

Ángel miró en su pupitre, en la mesa de la maestra y hasta en la papelera. No encontró ni un lápiz, ni una tiza, ni un bolígrafo, ni un rotulador de colores.

Tampoco quedaban pinceles ni había acuarelas.

- Sólo tengo este lápiz de dos colores, rojo y azul dijo Serafina. Ángel cogió el lápiz y salió agitando sus alas.

Iba mรกs rรกpido que un tren, que un aviรณn y que un cohete.

Se cruzó con otros ángeles que habían pintado sus planetas y volvían cantando y riendo. El único planeta de color blanco era el más lejano y más grande.

Ángel usó su lápiz y dejó el planeta bastante bonito.

El mar y los ríos los pintó de color azul.

Para pintar las monta帽as, mezcl贸 el rojo con el azul y quedaron de color violeta.

El campo lo pintó también de azul, y los desiertos, de color rojo. Tenía que pintar los árboles.

AsĂ­ que dio un poco de azul y de rojo a cada rama y a cada tronco, y un poco de azul a las hojas.

Cuando acab贸 le ca铆an las gotas de sudor por la cara.

Pero Serafina estaba enfadada.

Cuando lleg贸, echaba chispas por los pelos y le apunt贸 con el dedo.

- ﾂ｡Lo has hecho fatal, ﾃ］gel! Ni el campo ni las hojas son de color azul. Y ningﾃｺn tronco es de color violeta.

Vuelve a tu planeta y termina bien tu trabajo.

Ángel protestó: - ¡No tengo lápiz de color amarillo!

- ¡Pues busca uno! ¡Vete ya! Ángel agitó sus alas a toda velocidad.

Un 谩guila se qued贸 con el pico abierto cuando la adelant贸.

Dos astronautas que estaban en la luna creyeron que era una estrella fugaz.

Iba como una flecha en direcci贸n al sol.

- 隆Detente! -le grit贸 el sol-. Mis rayos son de fuego y te quemar谩n.

- Necesito un lﾃ｡piz de color amarillo y sﾃｳlo tﾃｺ me lo puedes dar -dijo ﾃ］gel

El sol hizo salir un pequeño rayo y le dijo: - Sopla Ángel sopló y el rayo se convirtió en un lápiz precioso de color amarillo.

Muy contento, Ángel dio las gracias al sol y se marchó a su planeta.

Apretó su brillante lápiz y de él salieron muchísimos rayos pequeñitos en dirección al campo y las hojas.

Al mezclarse el azul con el amarillo, el campo y las hojas se pusieron de color verde. Y los troncos de los 谩rboles quedaron de color marr贸n.

Ángel volvió al colegio más contento que unas castañuelas.

Serafina y los otros ángeles le recibieron dándole la mano, con muchos abrazos y chocando sus alas.

Ángel enseñó a todos su pequeño lápiz de color amarillo que le había regalado el sol.

Luego, lo guardó en su cartera como tesoro.