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EL MÁS BELLO
El más bello de México
Hasta 1867 fue abierto a toda la población, porque El Paseo de la Reforma era usado exclusivamente por la corte imperial, contaba con una agrupación policí�aca encargada de su selectivo ingreso...
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POR: B. GABRIELA CÁRDENAS MENDOZA.*
Sin duda alguna, las diferentes urbes que conforman el mundo, son caracterizadas y reconocidas por sus construcciones, monumentos y avenidas, constituyen no sólo un aspecto físico, sino guardan en sí mismas partes fundamentales de su historia, sin olvidar, que son por lo general los sitios turísticos más importantes donde se llevan a cabo diversas actividades culturales, comerciales, deportivas, lúdicas, políticas e incluso de manifestaciones ideológicas.
En la Ciudad de México, quizá la avenida más emblemática es El Paseo de la Reforma, fue mandada a constuir durante en el año de 1864 por el emperador Maximiliano de Habsburgo, durante el perí�odo de la Intervención Francesa en México. El trazo original fue encargado al Ingeniero en Minas Alois Bolland, quien lo diseñó con cierta semejanza a los Champs Elysees, parisinos. El nombre de este bulevard fue “Paseo de la Emperatriz”, en honor a Carlota, la esposa del emperador.
El diseño buscaba conectar la Ciudad de México desde el Palacio Imperial con el Bosque de Chapultepec cercano a la Ciudad de Tacubaya y donde se ubicaba el Palacio de Imperial de Chapultepec.
Hubo un segundo proyecto que complementaba la construcción de la avenida, este incluí�a la edificación de seis bulevares, los cuales originalmente saldrí�an de lo que actualmente es la Plaza de la Constitución, sin embargo, ésto implicaba la destrucción de una buena parte del centro de la ciudad. Finalmente, se decidió comenzar el paseo en los lí�mites de la urbe, a una distancia de un kilómetro y medio del centro aproximadamente (dichos lí�mites, hoy en dí�a corresponderí�an a las calles Avenida Juárez, Avenida Bucareli y Rosales).
Los encargados de este proyecto fueron los arquitectos Ramón Rodrí�guez Arangoiti y Carl Gangolf, además, de los artistas Santiago Rebull, Felipe Sojo y Miguel Noreña. “El Paseo de la Emperatriz” serí�a de doble sentido, medirí�a nueve metros de ancho, el camellón abarcarí�a un metro y medio; a los lados habrí�a dos paseos peatonales de nueve metros cada uno, todo ornamentado con plantas.
En 1867, con el desplome del Imperio de Maximiliano y la Restauración de la República la construcción de la avenida quedó relegada. Tiempo después de la entrada de Benito Juárez a la Ciudad de México, el Ayuntamiento decretó que el Paseo de la Emperatriz se llamarí�a Paseo Juárez; hecho que el presidente no aceptó, pidió al Cabildo renombrarlo en honor al liberal Santos Degollado, así� el nombre de la avenida quedó como “Paseo de Degollado”. Cabe mencionar que el bulevar durante el imperio era
usado exclusivamente por la corte imperial, contaba con una agrupación policí�aca encargada de su selectivo ingreso. De manera oficial, el 17 de febrero de 1867 fue abierto a toda la población.
Los trabajos del Ministerio de Fomento a cargo de Francisco P. Herrera logró que en 1870, el “Paseo de Degollado” en su tramo de El Caballito a la Glorieta de la Palma tuviera arboledas, banquetas y camellones. Durante la presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada (1872-76), se cambió nuevamente el nombre de la avenida quedando definitivamente como “Paseo de la Reforma” a partir de 1872. La obra avanzó hasta Chapultepec, la arquitectura francesa podí�a percibirse a lo largo, además, de la avenida principal se construyeron cuatro glorietas entre Avenida Juárez y La Palma. Durante el Porfiriato, el Paseo de la Reforma fue una prioridad, además de terminarlo, se ornamentó con monumentos, esculturas, figuras y relieves que recordarí�an a los héroes de la patria, por ejemplo, la estatua del emperador azteca Cuauhtémoc fue colocada en la glorieta donde confluyen el Paseo de la Reforma y la avenida de los Insurgentes en 1877. Asimismo, en 1892 la entrada del Bosque de Chapultepec fue ataviada con las rejas conocidas con el nombre de “Puerta de los Leones”, las cuales fueron fabricadas en hierro colado en España.
En 1878 se colocaron bancas y podios de piedra, originalmente, en éstos se pondrí�an estatuas de divinidades griegas, sin embargo, en 1887 el escritor Francisco Sosa propuso que se colocaran esculturas de los paladines de la Reforma. Se asignarí�an dos pedestales para cada estado del paí�s, cada entidad elegirí�a a sus personajes (no todos pertenecieron a la época de la Reforma). Asimismo, se colocaron jarrones diseñados por el artista Gabriel Guerra. Para integrarse más a la modernidad, en el Paseo de la Reforma se instaló en 1894 el alumbrado público, la empresa encargada de este trabajo fue la Compañí�a Mexicana de Electricidad; en la intersección con la calle Antonio Caso se colocó el primer farol incandescente. Diversas colonias se fueron edificando a lo largo del tiempo y del Paseo de la Reforma (Juárez, Cuauhtémoc, Roma, Hipódromo-Condesa, Tabacalera, San Rafael, entre otras); estos desarrollos habitacionales también fueron los primeros en tener servicios de drenaje y purificación. El comienzo del siglo XX ameritaba grandes celebraciones, El Paseo de la Reforma tuvo notables transformaciones, pero la más importante fue el Monumento a la Independencia, éste requirió diversos
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ensanchamientos, creación de andadores, calles laterales, instalaciones eléctricas, drenaje, etc., dichas modificaciones abarcarí�an una década de trabajos (1900-1910). Con el movimiento revolucionario, la avenida y sus alrededores tuvieron un crecimiento considerable en dos ámbitos, el primero se referí�a a las numerosas construcciones de casas elegantes e incluso ostentosas, sin embargo, el desarrollo fue sumamente desorganizado, no tuvo una planeación organizada. Por otra parte, la extensión del Paseo llegó hasta el antiguo camino del pueblo de Tecamachalco, la nueva extensión recibió el nombre de Prolongación Paseo de la Reforma (actualmente Paseo de las Palmas). En 1933 el arquitecto mexicano Carlos Contreras Elizondo a cargo de la Asociación Nacional de Planificadores de la República Mexicana (anprm) proyectó un Plan General de Desarrollo para la Ciudad de México, en el cual se crearí�an diversas avenidas como Anillo Periférico, Insurgentes y el Circuito Interior; el plan también consideraba un crecimiento con dirección al poniente del Paseo de la Reforma, para así� conectar la zona residencial de las Lomas de Chapultepec.
Con el inicio de la década de los años 40, siguieron las modificaciones, el Bosque de Chapultepec fue enrejado y se prohibió la circulación de vehí�culos, el Paseo fue pavimentado en su totalidad, las aceras fueron construidas con concreto mientras que los carriles viales se asfaltaron, asimismo, se terminó el camellón central. La Puerta de los Leones se convirtió en la entrada principal y ahí�, en octubre de 1942 se colocó y estrenó la Fuente de la Diana Cazadora que permanecerí�a ahí� durante 30 años. En este mismo decenio, se proyectaron cambios en el cruce con Insurgentes, los cuales serí�an realizados por el arquitecto Mario Pani, se construirí�an hoteles, edificios públicos y consorcios empresariales, una glorieta, bancos,
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etc. Posteriormente, en los años 50 las principales modificaciones fueron hechas de acuerdo a las nuevas y modernas edificaciones, se redujeron camellones, banquetas y adornos, se reubicaron monumentos, etc., se reorganizó gran parte de la avenida. En 1952 se inauguró el Monumento a los Niños Héroes, cuyo verdadero nombre es Altar a la Patria.
En 1952, Ernesto P. Uruchurtu fue designado como regente del Distrito Federal (cargo que ocuparí�a hasta 1966 con los presidentes Ruiz Cortines, López Mateos y Dí�az Ordaz), durante su gestión, el Paseo de la Reforma se extendió 2.6 kilómetros hacia la zona norte llegando a la Glorieta de Peralvillo, sin embargo, el diseño y construcción no tuvieron la calidad de lo edificado hasta entonces. En 1968 México fue sede de los XX Juegos Olí�mpicos y gracias a este evento, el Paseo fue remodelado, se colocaron losetas vidriadas de color rojo en los pisos a lo largo de la avenida, se realizaron nuevas modificaciones, como la entrada al metro Chapultepec.
En los años 70 se reacomodaron diversos monumentos como el de Cuitláhuac, José Martí�, Simón Bolí�var, se modificaron avenidas y glorietas, se creó la Plaza de la Reforma. Se cerró definitivamente el perí�metro del Bosque de Chapultepec, se quitó la glorieta frente a la Puerta de los Leones. Se extendió la construcción del paseo hasta llegar al entronque con la carretera federal México-Toluca (Kilómetro Trece). Asimismo, se construyeron parte de las lí�neas 2 y 3 del metro de la Ciudad de México.
En la década de los años 80 las transformaciones del Paseo de la Reforma se debieron básicamente a la funcionalidad y la comodidad, se demolieron bastantes construcciones antiguas (de los siglos XVIII y XIX), sobretodo las cercanas a la zona de la Alameda Central, la ciudad prehispánica y colonial de Santiago Tlatelolco, el motivo de estas acciones fue debido al “Gran Proyecto” del gobierno que pretendí�a convertir a la Ciudad de México en una megalópolis con rascacielos e innovadores desarrollo arquitectónicos como el paso a desnivel entre el Eje Central y el Paseo de la Reforma, las Lí�neas 7 y 8 del metro. Se crearon siete glorietas pequeñas en la zona de las Lomas de Chapultepec.
Con el terremoto de 1985, el Paseo de la Reforma sufrió
graves daños en muchas edificaciones, las cuales fueron demolidas y abandonadas durante largo tiempo.
En 1991 se realizaron diversos estudios por parte de la Facultad de Arquitectura de la UNAM con el fin de transformar nuevamente el Paseo de la Reforma, los trabajos iniciaron hasta el año 2003 durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ésto se llevarí�a a cabo en cuatro fases: La primera entre la Glorieta del
Caballito y la Puerta de los Leones, la segunda entre la Puerta de los Leones y la Fuente de Petróleos, la tercera entre la Fuente de Petróleos y la Carretera Federal No. 15D y la cuarta entre la
Glorieta del Caballito y la Glorieta de Peralvillo.
Se calculó que los trabajos finalizarí�an en 2013 aproximadamente. En todas las fases se sustituirí�a el asfalto vehicular con concreto hidráulico, la parte peatonal se cambiarí�a por placas de concreto oxidado amarillas y acabados picados en el piso. Se restauró la escultura del emperador Cuauhtémoc, se limpiaron y moderizaron diversas fachadas, se dio mantenimiento a las partes arboladas, se concluyó la construcción de la Torre
Mayor, la iluminación se transformarí�a utilizando luces ornamentales de colores diversos, el jardí�n de la Fuente de Petróleos fue sustituido por un conjunto de fuentes, otras modificaciones fueron las obras del Distribuidor
Vial Constituyentes.
El 7 de enero del 2012 se inauguró La Estela de Luz —este monumento que debió terminarse en septiembre de 2010 y que comprenderí�a además un paso a desnivel tanto vehicular como peatonal, un museo y otras instalaciones— causó gran controversí�a, pues originalmente serí�a un arco, su costo fue exorbitante, inconcluso y en opinión de muchos de mal gusto; además no tiene relación alguna con el motivo de su creación: La conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México.
METROBUS EN REFORMA
Dentro de las grandes transformaciones proyectadas para el Paseo de la Reforma está la
construcción de la lí�nea 7 del Metrobús, la estación origen será en el Centro de Transferencia Modal Indios Verdes y tendrá como destino la intersección de avenida Paseo de la Reforma con Anillo Periférico; conectando la zona de Santa Fe y las colonias Lomas de Virreyes, Lomas de Chapultepec, Lomas de Reforma, Real de Lomas, Plan de Barrancas y Lomas de Santa Fe. La Gaceta Oficial de la Ciudad de México publicó que la Lí�nea 7 del Metrobí�s contará con carriles reservados para los autobuses que agilicen la vialidad, tendrá 32 estaciones de ascenso y descenso a lo largo del corredor (tres operarán como terminales: Indios Verdes, Hospital Infantil La Villa y la Fuente de Petróleos). Inicialmente se necesitarán alrededor de 90 autobuses de doble piso.
Las autoridades apoyan este proyecto argumentando que es una necesidad pública que beneficiará a millones de usuarios y avalan esta decisión en los resultados del Estudio de Transporte Público de pasajeros del Corredor Reforma.
Diversos sectores de la sociedad han mostrado su inconformidad, los expertos señalan que el proyecto carece de un estudio de impacto ecológico, además que viola normas como la ley de salvaguarda del patrimonio urbaní�stico y arquitectónico; la Asociación Mexicana de Urbanistas afirma que “para la construcción de esta lí�nea se tendrí�an que talar cientos de árboles afectado el medio ambiente en la capital del paí�s”. Otro grupo señala que el Metrobús es una mala solución de corto plazo para resolver un problema de movilidad, asimismo, los habitantes de diversas colonias han mostrado su inconformidad manifestando que el Paseo de la Reforma es patrimonio histórico nacional. A pesar de todos estos argumentos, las autoridades aseguran que no se dañará el entorno cultural y el impacto ecológico será mí�nimo, defienden el proyecto basándose en que “se necesita mayor movilidad para las más de 130 mil personas que a diario utilizan el transporte público en la zona”.
El tiempo sigue su curso, el desarrollo y crecimiento del Paseo de la Reforma es inexorable y tristemente la avenida que ha guardado tantos hechos históricos se verá mermada nuevamente debido a la “necesidad de movilidad” y la gran Lí�nea 7 del Metrobús, obviamente se requerirá desechar algunos tesoros nacionales, pero ni hablar, hay que “ofrendarlos” pues la movilidad es primero.
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* PERIODISTA Y DOCENTE.