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DESPLOME DEL METRO
DESPLOME DEL METRO, ¿DESPLOME DE MORENA?
TEXTO ALEJANDRO ROMERO BARRIOS
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Si tuviéramos que utilizar una metáfora para describir el estado que guarda la nación, creo que la más inmediata y “oportuna” sería la de utilizar al Metro de la Ciudad de México como su reflejo. Un transporte que en su origen estaba proyectado como un modelo de eficiencia y modernidad, que buscaba interconectar a una gran metrópolis, pero, con el paso del tiempo, fue víctima del abandono gubernamental y la corrupción política posiblemente, vinculada a la empresarial.
El Metro de la CDMX (el sistema de transporte más importante de América Latina), que después de colapsarse nuevamente el 3 de mayo, busca a los culpables del desplome de las trabes de la Línea 12. Algunos dirigen la mirada hacia el actual canciller Marcelo Ebrard, por haber construido la llamada “línea dorada” cuando era jefe de gobierno de la CDMX, misma que inauguró el 30 de octubre de 2012 (uno días antes de que terminará su mandato, el 5 de diciembre del mismo año).
Por ello, Ebrard Casaubon respondió ágil y veloz a los señalamientos sobre su posible responsabilidad, “esta obra fue entregada al Gobierno entrante (a Miguel Ángel Mancera) en julio del 2013 después de una revisión de siete meses. El que actúa con integridad no debe temer a nada, el que nada debe, nada teme, pero yo estoy sujeto a lo que determinen las autoridades sobre los peritajes”.
Otros, miran a Claudia Sheinbaum, actual mandataria capitalina, por “presuntamente” no haberle dado el mantenimiento requerido al sistema de transporte colectivo Metro. Un sistema que traslada alrededor de 4.5 millones de pasajeros al día y que estratégicamente, provee el servicio no sólo a los habitantes de la Ciudad de México, sino a los de la zona metropolitana del Valle de México, principalmente del Estado de México.
Algunas de las recriminaciones que han hecho públicamente sus detractores, son el subejercicio en el presupuesto asignado al Metro de la CDMX, puesto que la Cuenta Pública entregada al Congreso capitalino al respecto de los 14,878 millones de pesos aprobados para el Sistema de Transporte Colectivo sólo se ejercieron 14,290 millones 510,604 pesos. Resultando un subejercicio de 587 millones 855,933 pesos.
En la Cuenta Pública del año pasado, se habían destinado para el Metro un total de 15,652 millones 684,591 pesos, sin embargo, este presupuesto se disminuyó 14,878 millones 366,537 pesos, resultando una disminución de 774 millones 318,054.
Al respecto del tema, Claudia Sheinbaum en conferencia virtual el 5 de mayo expresó que “el presupuesto del Capítulo 2000, que tiene que ver con justamente este tema, ha ido incrementándose en el Metro de la CDMX, aún inclusive con la reducción de ingresos propios que tuvo el Metro en el 2020”.
Para este 2021, reiteró que su gobierno cuenta con “los recursos necesarios’’ que
permiten garantizar “la revisión” en todas las líneas del Metro.
A pesar del esfuerzo de comunicación social del gobierno capitalino, pero esta vez no fue suficiente, porque el desplome del tramo de la “línea dorada”, también desplomó la aprobación de la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, de 71% en el mes de abril a 49%, una caída de 22 puntos en su aprobación, según la encuesta de El Financiero.
La misma encuesta, proporciona otros datos, no sólo la caída libre en la aprobación de Sheinbaum muy a pesar de que el 45% de los encuestados percibe que Marcelo Ebrard, exjefe de gobierno capitalino y actual secretario de Relaciones Exteriores, como el principal responsable por el colapso, porque la construcción de la Línea 12 del metro se hizo en su gestión como jefe de gobierno en la CDMX.
Sólo el 14% señala como responsable a Claudia Sheinbaum
Pero el 21% de los entrevistados por El Financiero cree que el responsable de este accidente es Miguel Ángel Mancera, exjefe de gobierno de la ciudad que gobernó entre los periodos de Ebrard y Sheinbaum.
Hablando de Miguel Ángel Mancera, hoy senador perredista, al tomar posesión como jefe de Gobierno de la CDMX en 2012, después de recibir la batuta para jefe de gobierno por parte de su correligionario Marcelo Ebrard, posteriormente, se dedicó a perseguir al hoy canciller, obligándolo a “refugiarse” en París, Francia y, según expresa la escritora Guadalupe Loaeza “se hospedó en el hotel Península, el más caro de París”.
Pero, los tiempos cambian y Marcelo Ebrard regresó al gabinete presidencial de la mano de López Obrador, y su partido tiene actualmente mayoría en ambas cámaras legislativas, por lo que había regresar la vieja afrenta y, el senador
Miguel Ángel Mancera, sintió el peso de los morenistas en el Senado de la República que buscaban crucificarlo, perdón desaforarlo para que pueda ser investigado por el accidente de la línea 12 del metro.
Los Morenistas no buscaban justicia, sino desviar la atención de la opinión pública que está centrada en dos de sus más distinguidos integrantes: Sheinbaum y Ebrard, no sólo por los cargos relevantes de ocupan actualmente, Jefa de Gobierno de la capital del país y Secretario de Relaciones Exteriores de México, sino porque además cuentan con la bendición presidencial, en la anticipada sucesión hacia el 2024.
La fracción de Morena en el Senado buscaba desaforar al exjefe de gobierno y hoy senador perredista, Miguel Ángel Mancera, para poder dejarle caer todo el “peso de la ley”, pero una mano amiga detuvo la propuesta y fue la del líder de la fracción morenista en la cámara alta, el senador Ricardo Monreal Ávila, que seguramente se puso a hacer cuentas hacia el futuro y pensó que es mejor sumar que restar, sobretodo, cuando el zacatecano también tiene aspiraciones presidenciales, pero no cuenta con el apoyo del dedo del “Señor”. Asimismo, pensó en el axioma político que “los enemigos de mis enemigos son mis aliados”, o para que no se escuche muy inescrupuloso, los adversarios de mis adversarios son mis aliados...
Regresando a la encuesta de El Financiero, pero ahora al respecto de la actuación del otro recinto legislativo, el 18% de los encuestados aprobó que la Cámara de Diputados haya rechazado la formación de una comisión investigadora del desplome de las trabes de la línea 12, pero una mayoría, el 72% desaprueba que se haya tomado la decisión de no investigar.
Al respecto del Presidente López Obrador, acerca de su responsabilidad o culpabilidad en el accidente de la Línea 12, él mismo respondió desde una mañanera, a los que le imputan responsabilidad por haber diseñado una política pública de austeridad republicana e impactó directa o indirectamente al metro capitalino, que él puede ser “responsable pero no culpable”.
En el debate sobre la culpabilidad del desastre del Metro de la CDMX, su actual directora, Florencia Serranía, sigue “apuntalada” en su cargo, no ha sido cesada por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por el contrario, mencionó que “se queda en el cargo”. Serranía ha llevado al sistema al colapso, por “comisión u omisión” dirían los abogados.
Serranía tampoco ha tomado la decisión de renunciar por incompetencia y falta de capacidad, por el contrario, se ha escondido y evadido su responsabilidad y todo contacto con medios de información. Nadie sabe por qué sigue en el cargo, algunas malas lenguas dicen que “porque es amiga de la Jefa”, otros “que porque es una gran empresaria”… pero como funcionaria pública ha sido un rotundo fracaso.
En conclusión, hasta hoy no se ha producido
una sola renuncia en el gabinete capitalino, ni muchos menos, se han señalado a los culpables. La jefa de gobierno, solicitó un peritaje a una corporativo noruego, del que poco se conoce de su imparcialidad y capacidad. Decisión nada halagadora, porque en México se pudo realizar sin problema. Pero, todo sea porque se averigüe y se atribuyan las responsabilidades legales sin pensar en los costos electorales.
Sobre todo, en un México que ha decidido no perdonar los fatales errores de sus gobiernos con costos al ciudadano, tragedias que tuvieron que ser evitables. En un México que votó por un cambio verdadero y aún lo sigue esperando, una transformación de fondo y no de forma. En un México que sabe que el grupo político encabezado por el presidente López Obrador lleva casi un cuarto de siglo gobernando la capital del país, y que esta vez no permitirá que se mire a otros lados buscando culpables, ya no, esta vez no pueden desviar la atención, porque tendrá costos políticos para su proyecto.
Finalmente, el desplome de las trabes de la Línea 12, desplomaron la imagen de dos distinguidos morenistas, Sheinbaum y Ebrard, además, parece que también está desplomando a Morena de las preferencias electorales, sólo nos resta esperar si este accidente no desplomará el proyecto que encabeza el presidente López Obrador, vía su 4a. Transformación.
Tiempo al tiempo…
“El liderazgo es la capacidad de transformar la visión en realidad”: WARREN BENNIS
ROMERO BARRIOS CONSULTORES
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