QUINTERO
FLORA Y FAUNA DE NUESTRA ZONA HUMEDALES Y SU IMPORTANCIA BORDE COSTERO DE LA PENÍNSULA PROTECCIÓN DE NUESTRO ECOSISTEMA , BIODIVERSIDAD EN RITOQUE Y HUMEDAL DE MANTAGUA
octubre 2021
octubre 2021
FOTOGRAFÍA: PEDRO ZAMORA
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Presentamos la segunda edición de la revista “Bahía”, esta vez poniendo la mirada en nuestra naturaleza, ese marco en que hemos nacido o que nos ha acogido y nos ha enamorado y que muchos llevamos en nuestro corazón. Pero que junto con ello, debemos defender y cuidar porque en los 148 kilómetros cuadrados de la superficie de Quintero, los paisajes nos asombran por su belleza y su diversidad: la península, sus dos bahías, las 16 playas extensas y pequeñas, cada una con sus propias características, su arena, el color del mar, el oleaje, por tener salidas o puestas de sol. Por otra parte, sus humedales, los valles de la zona rural, sus esteros y el Cerro Mauco, el cordón montañoso de la Cordillera de la Costa más cercano al océano, maravillan y acogen a quienes allí viven e invitan como opción de vida a otros que llegan a esos lugares por primera vez. Tarea primordial será entonces seguir fomentando la acción ambiental, concientizando acerca de su cuidado y sabiendo de que las empresas e industrias tienen una gran responsabilidad en la conservación del medio ambiente, también cada uno de nosotros tiene un deber en este cuidado. Si bien es cierto, el cambio climático es ajeno a nosotros y es parte de los periodos que vive la madre Tierra, el ser humano contribuye al deterioro del medio ambiente y al calentamiento global. DESARROLLADO Y GESTIONADO POR EL EQUIPO DE COMUNICACIONES ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE QUINTERO. CATALINA GUEVARA : ENCARGADA COMUNICACIONES CRUZ CARVAJAL: EDITORA CONTENIDO CARLOS MUÑOZ: REDACTOR DAVID CASTILLO: DISEÑO EDITORIAL, PRODUCCIÓN Y REDACTOR MATIAS GALDAMES: FOTOGRAFÍA, EDICIÓN PORTADA SERGIO GONZÁLEZ: CÁMARA VIDEO Y REDACTOR NICOLE HUENULAF: ILUSTRACIÓN Y DISEÑO DANIELA RIVERA: MAQUILLADORA Y LOGÍSTICA CLAUDIA SILVA: BAILARINA MODELO
AGRADECEMOS: Hernán Ávalos (arqueólogo) Mónica Castro (posada el parque mantagua) Maria Angelica Saavedra ( medio ambiente) Carlos Medina (biólogo) Departamento de Cultura.
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FLORA Y FAUNA En la zona de Quintero se encuentran distintos grupos vegetacionales correspondientes al bosque esclerófilo (adaptado a largos periodos de sequía). Como se sabe, en los sectores soleados, secos y de exposición norte predominan especies como quebrachos, espinos y puyas, las cuales se encuentran mejor adaptadas a la sequía y proporcionan hábitat para otras especies de flora y fauna. A su vez en los sectores de menor exposición al sol y por ende más húmedos se pueden encontrar especies como peumos, boldos y maitenes. En las quebradas sombrías y que guardan aún mayor humedad se diversifican en mayor grado las especies que conforman el bosque esclerófilo, presenciando molles, belloto del norte (especie declarada monumento), peumos, naranjillos y, en algunas condiciones, petras de gran altura, permitiendo albergar gran cantidad de otras especies herbáceas y facilitando la propagación de nuevas plantas de bosque esclerófilo. Este desarrollo es de alto valor ecológico para la biodiversidad, y propio de la zona central del país. En la zona costera también se encuentran diversas especies nativas y endémicas como la vistosa pata de guanaco acompañada de quiscos rosados, especies adaptadas a desarrollarse en roqueros y acantilados captando agua de la brisa marina. Especies introducidas como el eucaliptus, modifican las condiciones del bosque esclerófilo, generando suelos más compactados y secos, lo que disminuye el fácil desarrollo de nuevas especies nativas; esto debido a su alta capacidad de captar agua, la que es utilizada para su crecimiento alcanzando gran altura, pero bajo diámetro de copa, por lo que el suelo pierde gran humedad al encontrarse más expuesto a la luz directa. El bosque esclerófilo por el contrario, retiene humedad en el suelo al tener un dosel más ancho (diámetro de copa), sumado al aporte de materia orgánica permanente por parte de las hojas caídas que forman capas de suelo, propicia la germinación de semillas. Está condicion también protege el suelo de otros factores como la erosión la cual facilita el desprendimiento de suelo al caer precipitaciones, las que al ser intensas en un corto período de tiempo, podrían generar catástrofes como aluviones. La preservación del bosque nativo es un factor de gran relevancia en la adaptabilidad al cambio climático.
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NUESTRAS ETNIAS ANCESTRALES Y LA NATURALEZA ¿Cómo se relacionaron las etnias que vivieron en nuestra zona, Bato, Llolleo y luego Aconcagua, con el medio natural que las rodeaba? ¿De qué se alimentaban? ¿Cómo era su vestimenta?. Para contestar estas interrogantes preguntamos al arqueólogo Hernán Ávalos acerca de sus investigaciones en torno a este tema, y nos señaló que especialmente los Bato, que vivieron a las orilla de la costa y los ríos, fueron mariscadores de locos, picorocos, choritos, machas, caracoles, erizos, almejas, navajuelas, ostiones, chitón y pescados, también consumieron guanacos y mamíferos marinos, aunque en menor medida, aves y roedores. Esta proteína fue mezclada con plantas silvestres como el quilo, molle, miñe miñe, cebolletas y cultivadas como la quínoa, el maíz, madi, poroto y amaranto. Hacían chicha de litre y boldo. También consumieron miel. Por el uso de morteros se supone que hacían harinas para algún tipo de tortilla, sopas y algo parecido a los curantos en olla. Ávalos explica que las comunidades prehispánicas deben haber confeccionado sus prendas de vestir con plantas y vegetales que recolectaban o producían porque en los registros de varios sitios arqueológicos se encuentran frutos y semillas, por ejemplo, totora, quilo, además de pieles de animales para elaborar vestimentas.
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BORDE COSTERO Quintero es y ha sido desde siempre un balneario de posibilidades infinitas desde lo cultural, patrimonial y por supuesto desde lo turístico. Nuestro borde costero es precisamente un activo de invaluable riqueza natural, el que ha fascinado por generaciones a presidentes, escritores, poetas, naturalistas y bandas de rock. Dieciséis son las playas que destacan por su inconmensurable belleza y al mismo tiempo, por las bondades que facilitan en ellas, el desarrollo de distintas disciplinas deportivas. La pesca siempre ha sido un atributo de Loncura y al mismo tiempo de la playa los pescadores, en donde por años lugareños y turistas han podido disfrutar de las bondades de sus aguas. La Playa “El Durazno” por otro lado, sigue siendo un paradero obligado para los fanáticos de la fotografía, como “Los Enamorados”, para quienes deseen simplemente contemplar la naturaleza en su más exquisita dimensión, así como en su momento lo hicieron los Cousiño, los Rosasco y hasta Soda Stereo en los 80. Las playas “Papagayo”, “El Libro”, “Burrito”, “Cañitas”, “Caleuche” y “Los Rieles” , destacan en este recorrido, hasta llegar por el lado sur hasta “Puntilla Sanfuentes”, ubicada en el sector “Punta Tetera”, célebre por sus puestas de sol y por el norte hasta la legendaria “Cueva del Pirata”, lugar que no solo alberga paisajes inolvidables sino también secretos y tesoros a la espera de ser descubiertos.
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Las dunas de Ritoque se ubican al norte de la desembocadura del Río Aconcagua. Corresponden a campos activos cuyos depósitos se producen por la acción del viento, que moviliza las arenas de playa y posteriormente las deposita. Por su permeabilidad, constituyen una fuente de abastecimiento de agua para la localidad de Quintero. Además, la flora asociada a las Dunas de Ritoque es considerada el límite sur del desierto florido. El humedal de Mantagua se destaca por ser un corredor biológico del estero de Quintero, siendo este un verdadero patrimonio de la naturaleza, sin embargo, aún no tiene un estatus de protección y es usado con fines turísticos sin regulaciones formales. Pertenece a las subcuencas costeras entre Estero Catapilco y Río Aconcagua. La zona se encuentra en la región del matorral esclerófilo y bosque esclerófilo, característicos del clima mediterráneo de la zona central de Chile. Este ecosistema se ha visto fuertemente perturbado a través de los años por las distintas actividades que allí se practican, lo que ha provocado un gran daño a su flora y fauna; sumado a esto se ha visto también alterada su calidad paisajística. El sistema duna-humedal posee numerosos tipos de hábitats otorgados por la diversidad de comunidades vegetales que junto al espejo de agua posibilitan sitios de refugio, alimento y lugar de nidificación para la fauna asociada, albergando al menos seis especies de aves en categoría de conservación de un registro total de 134 especies posibles de ser avistadas en esta zona, entre ellas el sietecolores, huairavillo, taguas, patos, garzas, queltehues, lechuzas y triles. Entre las especies que nidifican en las dunas se identifican el chorlo nevado y el pilpilén. Los mamíferos observados, son el zorro, quique, coipo, gato guiña, yaca, cururo, estando este último en peligro de extinción.
PROTECCIÓN DE NUESTRO ECOSISTEMA, BIODIVERSIDAD EN RITOQUE Y HUMEDAL DE MANTAGUA
En cuanto a la flora, la especie dominante del humedal es shoenoplectus californicus (junco espadaña o totora) y su importancia ecológica radica en que filtra y depura el agua, además de refugiar fauna. Otras especies importantes en el humedal son Lotus tenuis (lotera), Cotula coronopifolia (botón de oro) y Rubus ulmifolius (zarzamora), arbusto invasor introducido, plantas acuáticas arraigadas como Hydrocotyle sp. (sombrerito de agua) y flotantes libres como Azolla filiculoides (flor del pato) y Lemna minima (lenteja de agua). Actualmente el humedal se encuentra en un estado vulnerable debido a la sequía que afecta fuertemente a la región. El sistema actúa como una verdadera muralla frente a tsunamis, ya que la duna frena la potencia de las olas y el humedal absorbe el agua. Además, son fuentes hídricas importantes en la zona y poseen una riqueza de biodiversidad muy importante, albergando algunas especies en peligro o vulnerables, además de especies endémicas, nativas y aves migratorias.
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HUMEDALES Quintero tiene 148 kilómetros cuadrados de superficie que abriga terrenos muy diversos, en la que los humedales ocupan un lugar relevante. El biólogo Carlos Medina, explica que la península de Quintero se caracteriza por estar separada del continente por terrenos bajos y anegables, el territorio se extiende hacia el sur en el extenso campo dunar de Ritoque que representa un hito geográfico singular, el que posiblemente retiene importantes volúmenes de aguas subterráneas. Dice que la vegetación nativa de la zona estaba originalmente constituida por un matorral esclerófilo, con hojas pequeñas, duras y coriáceas por tener una textura de cuero, adaptadas a climas secos. En los sectores de dunas antiguas estabilizadas existe vegetación característica de las dunas activas y sectores acotados de vegetación palustre o pantanosa e higrófila porque viven en ambientes muy húmedos, son sectores con afloramiento de aguas subterráneas, así surgen los humedales, hoy visiblemente en peligro. El Bosque Las Petras, es uno de ellos y hoy tiene la cobertura vegetal nativa muy disminuida por efecto de antiguas prácticas agrícolas, por la lluvia ácida y el depósito de metales pesados en el suelo durante décadas, por la disminución de las lluvias y por la creciente urbanización. Además existen otros dos ecosistemas, el Humedal de Mantagua que une playa, dunas, laguna, estero y su desembocadura, matorrales y vegetación dunaria, tiene una variada flora y fauna nativa, endémica de Chile, cuenta con un porcentaje de especies catalogada en estado de conservación y el Humedal de Ritoque que está ubicado entre la península y las dunas, presenta un cuerpo de agua visible en los meses de lluvia y que desaparece el resto del año, también se alimenta de las aguas que escurren desde los altos aledaños y es protegido del ingreso del mar por la duna, actualmente es altamente vulnerable debido a la sequía actual.
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EL MAUCO DE ACONCAGUA ES UN MONTE TUTELAR EN SU COMARCA AYER Y HOY Los montes tutelares tienen en las culturas ancestrales un carácter de espíritus que influyen sobre el ciclo vital de la zona en que son los señores, el Mauco de Aconcagua pudo tener ese carácter, hoy ejerce una gran atracción en especial en los jóvenes. Es un cordón montañoso de la Cordillera de la Costa, el más cercano al Océano Pacífico, que en su mayor extensión pertenece a Quillota y un margen del lado norponiente a Quintero, su vegetación adaptada a ambientes secos y su posición geográfica le permiten el desarrollo de especies vegetales que se favorecen por la humedad de la camanchaca habitual en el sector y que florecen en una diversidad de colores en primavera, terminando su ciclo cerca del verano. Su parte más alta alcanza 710 metros, y desde su cima se pueden admirar los distintos valles de la región, hasta Catapilco por el norte, Santiago por el oriente, Olmué por el sur oriente, también se observan montañas de la Cordillera de Los Andes como los volcanes Tupungato y Tupungatito y en ciertas épocas del año, el Monte Aconcagua. El cerro Mauco es un excelente mirador que esconde secretos dignos de explicar por historiadores y arqueólogos, porque en su cima más alta existe un muro que lo rodea, porque pudo haber sido un monte tutelar para las Culturas Bato, Llolleo y Aconcagua que vivieron en las orillas del río Aconcagua o en el borde costero de lo que hoy es la Región de Valparaíso. En nuestra época el interés por el Mauco no se ha perdido, lo que se refleja en los habitantes de Quintero y Concón que lo visitan y admiran, lo que también ocurre con los jóvenes de otras zonas.
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W W W. M U N I Q U I N T E R O. C L