Un tercio de las personas mayores que viven en su domicilio se caen cada año. Debido a la disminución de la fuerza muscular y de la velocidad de activación de los reflejos, los mayores están especialmente predispuestos a sufrir caídas cuando padecen inestabilidad por cualquier causa.
La identificación de los factores de riesgo de inestabilidad y caídas es la base para establecer cualquier programa de prevención.