La respuesta de la piel ante estímulos nerviosos es conocida desde la antigüedad, pero no con el nivel de detalles que se maneja a día de hoy.
La piel manifiesta las alteraciones del sistema nervioso central de forma mucho más llamativa e intensa que otros órganos. La psoriasis es una de las enfermedades cutáneas con mayor repercusión psicológica que se asocia a numerosas comorbilidades psiquiátricas.