2
H
a transcurrido un largo trayecto desde el descubrimiento por el doctor McCollum de la vitamina D como responsable del raquitismo y elemento esencial de la mineralización ósea en 1922, que ha permitido a los investigadores profundizar sobre nuevos conocimientos acerca de la misma entre los que debemos destacar sus acciones extraóseas y de manera muy especial con el cerebro y su adecuado funcionamiento por lo que es el tema seleccionado para el artículo de hoy. El primer gran salto fue pasar de estar catalogada como una vitamina a ser considerada como una hormona esteroidea, que junto con la parathormona y la calcitonina constituyen el grupo de hormonas calciotropas. El relevante papel de la vitamina D en el equilibrio orgánico del calcio y su acción directa sobre el tejido óseo han hecho que sea objeto de constante investigación de donde han surgido nuevos vínculos con otros órganos verdaderamente interesantes. Aunque en principio nos pueda parecer extraño, se han detectado receptores para la vitamina D en casi todos los tejidos humanos, además de descubrir su capacidad de regulación en la expresión de numerosos genes. Hay genes regulados por la vitamina D que han mostrado ser importantes para la regulación de la transcripción genética, la función inmune, la respuesta al estrés y la reparación del DNA. Estos importantes hallazgos guiaron los pasos de los investigadores en la dirección que la vitamina D tiene su efecto hormonal más allá del hueso y poco a poco se le ha ido concediendo un papel relevante en la fisiología humana en general. Múltiples estudios realizados a lo largo de estos años sobre la vitamina D han puesto en evidencia sus acciones extraóseas, siendo las más relevantes las que tienen lugar en el músculo, el sistema inmune, el metabolismo de la glucosa y el sistema nervioso central. Es probable que en un corto periodo de tiempo la vitamina D, que paso de vitamina a ser hormona calciotropa, pase a ser considerada, como las hormonas tiroideas una hormona de acción multisistémica. El metabolito que determina cuál es el estado de la reserva de vitamina D es el 25-hidroxi-colecalciferol. Como dato de interés debemos destacar que aunque parezca contradictorio el déficit de vitamina D a nivel mundial puede afectar a millones de personas y no solo en zonas frías, nubladas y con menos días de sol, sino también a personas que viven en zonas soleadas por naturaleza como la Florida, California y el propio
saludable
DOMINGO 1 MAYO 2016
La opinión del experto. «La vitamina D puede proteger el cerebro a través de sus propiedades antiinflamatorias e inmunológicas».✒ René de Lamar
Salud cerebral y vitamina D
DATOS PRÁCTICOS ■ Está demostrado que la vitamina D tiene una implicación en la salud general, además del hueso. ■ La primera fuente y la más importante es la exposición solar, de la que se obtiene hasta el 90% de la vita-
mina D. ■ Existe una estrecha relación entre la vitamina D y el calcio molecular, que tiene una amplia participación en las funciones celulares. ■ Existe un acuerdo consensuado en recomendar unos
archipiélago canario. Estas cifras tan elevadas de personas con déficit comprobados de vitamina D se pueden extrapolar al contexto de pacientes con afecciones cerebrales como pueden ser la esclerosis múltiple y las demencias en las que se estima que respectivamente tienen un 80% y un 90% de niveles de la vitamina por debajo de los 20 ng/ml. Se investiga activamente en pacientes con alzhéimer y párkinson en los que se sospecha tienen déficit similares a
niveles en sangre de vitamina D superiores a 30 ng/ml. ■ Otros factores que influyen en la disminución de vitamina D por la exposición solar son la aplicación de cremas protectoras, una mayor pigmentación cutánea y
los anteriormente expuestos. La edad avanzada puede reducir el espesor de la piel afectando la capacidad del organismo para sintetizar vitamina D tras la exposición al sol, a lo que se puede sumar una dieta deficitaria y la afectación de la absorción intestinal. Numerosos estudios sustentan una fuerte conexión entre bajos niveles de vitamina D y enfermedades neurológicas, pero se conoce aun poco sobre los efectos de su reposición sobre la reversibilidad o inciden-
tener más de 65 años. ■ La deficiencia de vitamina D puede estar con frecuencia asociada a diversas enfermedades cerebrales comunes como las enfermedades de párkinson y alzhéimer.
«Varios estudios sustentan la conexión entre bajos niveles de vitamina D y enfermedades neurológicas»
«El control periódico de niveles en sangre de vitamina D puede resultar beneficioso para la salud» «Lo ideal es tomar sol con las precauciones necesarias y el horario adecuado»
cia sobre la evolución de dichas afecciones. Se investiga en qué medida el tratamiento precoz de un eventual déficit de vitamina D puede incidir sobre la magnitud o intensidad de las manifestaciones clínicas de las enfermedades neurodegenerativas en la población mayor de 65 años. Se han comparado los resultados de estudios neuropsicológicos entre pacientes que ostentan niveles óptimos de vitamina D y los que tienen deficiencia de la misma, objetivando peores resultados en los test mentales de cribaje aplicados en los que tienen deficiencia, los cuales a mediano y corto plazo tienen un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer y otros tipos de demencia. La edad es el principal factor de riesgo para desarrollar alzhéimer y a la vez incrementa la tendencia a padecer deficiencia de vitamina D por razones diversas ya comentadas, se investiga si esta relación es casual , coincidente en el tiempo o pudiera tener una directa relación causa efecto entre ambas entidades. Por todas las otras implicaciones sobre el organismo además de las enfermedades neurológicas, el control periódico de niveles en sangre de vitamina D y su adecuado tratamiento puede resultar beneficioso para la salud y el mantenimiento de la calidad de vida en el curso del envejecimiento. Lo ideal es tomar sol «seguro» con las precauciones necesarias y el horario adecuado, una dieta balanceada con alimentos ricos en calcio y vitamina D para prevenir deficiencias y el riesgo para la salud que las mismas pueden generar, prevenir siempre es mejor que curar. Diversos factores determinan que cantidad de vitamina D su cuerpo puede sintetizar tras una adecuada exposición al sol, desde la época del año, la hora del día, el tipo de piel de la persona en cuestión y el ángulo solar incidente. La exposición solar en invierno en determinadas latitudes no produce ninguna cantidad de vitamina D. Constituyen fuentes naturales de vitamina D las setas, el pescado, los huevos, el yogur , los cereales y el zumo de naranja natural. La monitorización de los niveles en sangre de vitamina D en grupos de riesgo cada 6 meses puede resultar una medida eficaz, salvo criterio médico de otras pautas. En los pacientes obesos las necesidades de suplementos de vitamina D son más altas. René de Lamar del Risco es doctor especialista en Geriatría y Gerontología, asesor médico de CANARIAS7. Diagnóstico Médico Integral, c/ Diderot , 19 bajo. Tfno. 928 220 474