DE A DOS BelĂŠn Aguirre
Aquello que hay en mí, que no soy yo, y que busco. Aquello que hay en mí, que a veces pienso que también soy yo, y no encuentro. (…) Aquello próximo al amor, que no es exactamente amor; que podría confundirse con la libertad, con la verdad con la absoluta identidad del ser (…) M.L.
Hemos dibujado tantos besos Ni un plumaje colorido, ni un canto melodioso o un tamaño espectacular, ni tampoco un vuelo sostenido: es un pájaro pequeño, manso, de vuelo escaso y no muy rápido. Tiene ojos, patas, y plumas de color pardo terroso como su nido. Los horneros viven en parejas –algunos afirman que las uniones duran de por vida– compartiendo las actividades de construcción del nido; los dos miembros de la pareja lo elaboran juntos, trabajando muy duro, hasta dar con el material más apropiado para su construcción. Usan su pico como única herramienta y con él forman una bolita de barro, con pajitas, raíces y estiércol como pequeños ladrillos de su hogar. Con decenas de viajes para depositar esos pedacitos de adobe construyen su nido, casi siempre sobre un sitio visible.
Belén me escribe: estuve pensando en los horneros: es un poema, ¿sabías que pulen las paredes del nido con sus pechos? Dicen que viven en pareja toda la vida, creo que es buen augurio y quiero hacer esta muestra porque necesito declarar mi amor. Sabemos que perder un amor es como la muerte, es una muerte. Pero sin él la vida parece no tener sentido, algunos dicen que no tiene sentido. Pois quando estou amando é parecido com sofrer/Eu morro de amores/Eu preciso aprender. Belén comparte hoy fragmentos de sus diarios, algunos poemas “garabateados”, escritos que hizo para saber qué (le) pasa, para no olvidar. Nos cuenta una historia de amor. Instantáneas de las aventuras de ella como mujer flechada; que ama sufriendo, que vive atravesada por el amor, que se derrumba de amor, que vuelve a nacer, que encuentra a su esperado amor “que se hace grande como piñata de primer cumpleaños”, que construyen juntos un nido, y aparece el canto, tímido, encantador; ella escribe una oda, dibuja a su amor, a los besos como fantasmas que inundan la ciudad, dice gracias y nos invita a acompañarla en este capítulo, quiere que cantemos todas las canciones de amor que sabemos; sangrando amores, construyendo nidos, o simplemente deseando.
Andrea Fernández
Ella piensa en ĂŠl desde hace una semana Desde hace una semana lo ama
Esperando desde esta mesa, esta silla, este espacio, amor Quiero despertar todas las maĂąanas con tu mano en mi hombro, la que busco desde antes de mi nacimiento Yo espero desde que nacĂ te espero Yo busco la paciencia
Bailo con tu cuerpo de forma lenta Paras y decĂs: me siento estĂşpido
Los ojos arden Y te miran en cada objeto del cuarto Yo te quiero desde hace antes Mi amor se hace grande como pi単ata de primer cumplea単os Quiero todos los caramelos
Mi casita será pequeñita Si veo arriba los pájaros hacen amores Nos es tu culpa Y tampoco mía Solo nos queremos
San Miguel de Tucumán Agosto 2013 Agradecimientos: Andrea Fernández, Eugenia Bulacios Zamora, Sofía Noble, Valentina Díaz, Flavia Romano, Gustavo Nieto, Federico Terzi Ahualli, y a los que compraron la rifa. Salud y amor!