Libro de Torneos

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libro de torneos © Manuel Casanueva C. e[ad] Ediciones .:Tig:. Taller de Investigaciones Gráficas Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV Valparaíso 2009 www.ead.pucv.cl/mundo/taller-de-ediciones Nº de inscripción: 185.607 ISBN: 978-956-17-0451-0 © Ediciones Universitarias de Valparaíso, 2009 Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Calle 12 de Febrero 187, Valparaíso Fono: (56 32) 2273087 - Fax (56 32) 2273429 www.euv.cl


orneo T S libro de

M a n u e l C a s a n u eva C a r r a sc o



Índice pag.

pag.

11 prólogo

69 capítulo iv

La re-invención del juego: proyectos lúdicos de Manuel Casanueva

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Rodrigo Pérez de Arce Antonic

78 82

23 introducción

Libro de Torneos Manuel Casanueva Carrasco

Ámbito del proyecto El Libro de Torneos 29 Textos complementarios y notas

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31 capítulo i 33 34 34 36 38

Los componentes en la modalidad de Torneo Cuerpo-Estado (Estado físico) Cuerpo-aparato El juego La fiesta Textos complementarios y notas

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Catálogo de Torneos Carrera a ciegas Catarsis masiva Giro y realce de triple cortejo sobre volutas Cristalizaciones Encuentro de zancudos en el fútbol Laberinto en ralentie Q-bol Serpientes (danza) Masa futhandbol Despelote El bolón suficiente Rugby vertical Gran guante y noctilucas Símbolo-metáfora Edros y oides Luodo Laberinto y rebote Membrana aerofuselada para acrobacias

41 capítulo ii

El Torneo como tradición El Torneo como tradición 48 Los Torneos de la Escuela UCV ante las tendencias y tradición 52 Textos complementarios y notas 43

201 capítulo v

Otras extensiones Mundial Juvenil 210 Volantines 216 Windroller (Eolo) 220 Carta enviada por Morton Grosser 202

55 capítulo iii

Modalidad evolutiva desde el siglo XX Los fuselajes y atuendos 60 El atuendo fuselado 61 «La fiesta y el juego» 65 Notas

223 capítulo vi

Facsímiles (afiches y cuadernos)

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bibliografía

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colofón



A Piero di Cosimo Al Instituto de Arquitectura A la generaci贸n del 15 de junio A la generaci贸n de la primera Traves铆a de 1979 y en adelante Y muy especialmente a Carlos Navarrete A. A Lucas Molina A. Y a Mario Cabrera C. Y al curso de autores de la escenograf铆a del Mundial Juvenil.



prólogo

la re-invención del juego: proyectos lúdicos de manuel casanueva Rodrigo Pérez de Arce Antonic

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Serie X. Tinta china de Chicago sobre papel.



El revés del campo y la re-invención del juego

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Definido como una «acción libre, desinteresada, improductiva y tendiente a lo bello», sea en sus prácticas o en su condición de modelo de acción, el juego ha impregnado fuertemente a ciertas vertientes de la producción arquitectónica y artística modernas. El que las haya impregnado no significa que haya introducido como una cuña, un paréntesis en la producción «seria», y consecuentemente una trivialización del empeño del proyecto; muy por el contrario, en sus momentos más logrados, el juego ha sugerido sus propios niveles de rigor. No es banal considerar en este contexto la definición corbusiana de «juego sabio, correcto y magnífico de las formas bajo la luz» como una invocación profundamente moderna. Moderna precisamente en tanto pone el acento en aquella conjunción de lo fugaz y la plenitud de la obra. Conjunción de la forma inmóvil, y la luz atmosférica, siempre cambiante. Juego de las formas en sus relaciones, y juego de la luz que las baña, animándolas. Vista de este modo, la obra debe ser percibida «cada vez» inscribiendo con ello a la arquitectura en una dimensión irrecusable de la experiencia. La definición viene de quien tuvo una actitud decidida frente al juego: es sabido que Le Corbusier era un paladín del deporte del cual amaba su justeza, su sentido de disciplina, el imperativo de la regla1. Ya veremos el giro que Casanueva quiere proponer en esta invocación. El juego distingue dos vertientes contrastadas entre las cuales corren numerosos hilos de relación: Caillois2 las llama Ludus por el juego normado y Paidea por el juego libre (lo describe como torbellino). La lengua inglesa las distinguió hace tiempo como Game y Play. Game o Ludus declara expresamente sus constricciones –las cuales por cierto son absolutamente arbitrarias– construyendo cuerpos legales, «reglas del juego» que cubren sus condiciones de realización. Incluidas entre estas últimas suele estar también el espacio de acción: es por ello que nos tropezamos en cualquier ciudad moderna con escuetas configuraciones geométricas destinadas a acciones improductivas que se desenvuelven en tiempos distintos que los de la vida corriente, en espacios que toman distancia respecto al mundo cotidiano. Las llamamos «canchas» (del quechua «explanada» ) o «campos» de juego (aludiendo a la campiña). El origen de estos artificios es arbitrario

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y radica en alguna región de nuestras sensibilidades que relaciona la vitalidad al placer. Su ascendiente histórico es antiguo, pero su modo dominante el «sport» no se remonta más allá de la segunda mitad del siglo XIX. Por cierto no era «sport» lo que se practicaba en las Olimpiadas de la Grecia antigua, sino un ritual de otro orden en donde comparecía el elemento agonal.

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«Paidea» o «Play» contrasta con «Ludus» por sustraerse a la regla. Paidea es libre, improvisada, también táctica en su toma de posesión del lugar. No funda obras como Ludus, al menos no en el mismo grado de inevitabilidad. Tampoco le es propio acumular una historia o incubar una tradición. La expresión se origina etimológicamente en el griego παιδεια, «educación» o «formación», a su vez de παις, país, «niño» y era, para los antiguos griegos, la base de educación que dotaba a los hombres de un carácter verdaderamente humano3. Los niños, grandes demiurgos, transforman cualesquier situación en campo de juego. Capacidad que es su habilidad táctica respecto a la contingencia del «aquí y ahora», a la vez que una reafirmación de la potencia de la imaginación. «Hay dos mundos», nos dice Álvaro Malo: «un mundo real y un mundo imaginario… habitamos el mundo imaginario»4. Efectivamente es así, y lo hacemos porque sólo mediante nuestra imaginación podemos acercarnos verdaderamente a la realidad. Paidea juega con la imaginación y también con la sorpresa y es entonces más imprevisible que Ludus, en donde un guión –su regla del juego– encarna esa suerte de protocolo de una gesta, siempre conocida en sus procedimientos e igualmente desconocida en su desenlace. Paidea reside también en nuestras memorias confundiéndose con la infancia: pero ella no es privativa de edad ninguna, sólo que expresa una forma particular que asume el impulso del juego. En tanto única modalidad del juego en las edades tempranas de la vida, Paidea precede a Ludus: es más; a veces se la ve como una incubadora del juego de normas. De todos modos, hubo un periodo en nuestras vidas cuando fue imposible distinguir juego de no-juego, periodo que luego abandonamos sin darnos cuenta para encontrarnos en una situación en donde la distinción


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usualmente adquiere una expresión formal. Desde entonces consideramos el juego un «mundo aparte».

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Coincidiremos en que el ajedrez es un supremo ejemplo de Ludus: todo en él es arbitrario y todo en él está normado. Pero además, éste se proyecta en nuestras vidas de otras maneras indirectas por cuanto la «ciudad del damero» extiende las cualidades del tablero al horizonte de la construcción urbana sugiriendo no sólo una identidad de las formas sino también una condición de la forma en tanto regla. Así, desde el origen de nuestras ciudades de ascendiente hispano, poseemos y compartimos una parcela de Ludus en nuestro imaginario, parcela que nos remite desde el espacio urbano hacia un tablero. Innumerables hebras vinculan estos dos modos de juego. Cuando Marcel Duchamp organiza un juego colectivo de ajedrez en ocasión de la inauguración de la muestra en torno al diseño del tablero de ajedrez y sus piezas en Nueva York5, establece novedosas coordenadas. Están por un lado los jugadores, solo cada cual frente al tablero. No hay oponentes del otro lado de cada mesa, sino que un solo jugador que las recorre. Lo distingue no sólo su movilidad sino, por sobre todo, el andar a ciegas. A ciegas dirime sus jugadas guiado por los códigos de ubicación de las piezas, recordando las movidas una a una, en un notable esfuerzo de la memoria. Así Duchamp desplaza en esta puesta en escena la matriz originaria del juego; mediante su manipulación de las condiciones de juego sobrepone al juego normado, «Game» un juego libre, «Play». Dos son las libertades que asume para ello: sustituir al jugador individual por un poli-jugador, y restarle el sentido de la vista. Como veremos, la manipulación de los sentidos es una de las claves que Casanueva utiliza en su proyecto de re-originación del juego. Juego y acto creativo se entrelazan en la modernidad: Dada colude con Paidea, igual cosa con el Situacionismo, movimiento que siempre actuó en plena conciencia de los alcances del juego. En Le Grand Jeu a Venir, Constant Niewenhuis elabora su utopía urbana el año 1959. Le Corbusier parece representar en cambio un supremo exponente de «Ludus» o «Play», el juego normado: si no es asi, ¿cómo se explica la idea de crear un Modulor?

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El arquitecto Manuel Casanueva pertenece a la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Valparaíso. Es más, su obra como también su proyecto del juego han sido realizados en y desde ese ámbito universitario particular desde el cual se han nutrido. Muchas son las características que distinguen a esta Escuela, y que le han merecido un reconocimiento internacional desde hace varios años6, entre ellas la creación de la Ciudad Abierta en Ritoque, la elaboración de obras en su seno, y cierta ritualizacion del calendario académico, más imaginativa y más exigente que en el común de las universidades. En los ritos que jalonan el año académico participa la comunidad de profesores y alumnos quienes también han compartido innumerables experiencias de vida y trabajo conjunto en los programas anuales de Travesías. Fiestas y «banquetes» son algunos de sus expresiones, mientras que el juego encuentra en ese ámbito un lugar privilegiado. Cuatro pueden ser las razones para esa condición especial del juego en el marco de la misión universitaria que se ha trazado esta escuela7: Primero, el énfasis que asume para el «Grupo Valparaíso»8 el presente de cada acción. En ese sentido el juego –como también la creación artística– pueden entenderse como intensificaciones o iluminaciones particulares e insustituibles del «aquí y ahora». Segundo, la presencia recurrente del azar y la sorpresa en el juego poético, una práctica oral y colectiva de la poesía que forma parte de las tradiciones del grupo, desde donde se ha definido el juego como «supremo rigor de la libertad»9. Tercero, la idea de asumir todo acto creativo sea cual sea su nivel material o las condiciones circunstanciales en igual calidad de «proyecto» y plenitud, lo cual obliga a considerarlo por entero bajo el prisma de la invención. La cuarta es la refutación al desmembramiento de la experiencia cotidiana en parcelas excluyentes: refutación que desconoce el contraste entre un «ocio» vacío y un «trabajo» pleno interesándose en cambio en relaciones como la de la creación en relación al re-creo y el skholé u ocio creativo10. Pero hay más: situada entre Valparaíso y Viña del Mar, la Escuela participa cotidianamente del contraste entre la «ciudad puerto» y la «ciudad


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balneario». Expuesta a los respectivos hábitos enfrenta el impacto del balneario, cuyas experiencias bien pueden estimular su aparente interés por el juego. La playa, una condición particular del lugar público construida en torno al disfrute del «tiempo libre» es una suerte de plaza de la informalidad y quizá también el único suelo público moderno con ese poder de convocatoria. Libertad que se expresa asimismo en gestos y comportamientos como en la desnudez de los cuerpos que sólo en ese lugar público retornan a un estado casual y primitivo. Y por supuesto, la playa es un lugar del juego. Pero la ciudad de Valparaíso también lo es –intensamente a su modo– como lo evidenció tan fuertemente el film A Valparaíso de Joris Ivens11. Juegan los niños por sus cerros, juegan elevando cometas hacia el cielo siempre en plena visibilidad. El escaso tráfico posibilita que se distingan sus voces por sobre el rumor mecánico. Aquí y allá la algarabía del juego12 copa el espacio del anfiteatro urbano. «En nuestra Escuela», dice la convocatoria de esta institución, «concebimos el Diseño y la Arquitectura como un arte que interpreta lúdicamente el mundo y el habitar del hombre. Tal virtud es posible porque sostenemos una visión original, única y poética de la extensión americana, nuestra realidad continental». Un arte que interpreta lúdicamente el mundo es una práctica que reconoce las posibilidades creativas en todas las facetas del juego.

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En este contexto se incuban las obras del arquitecto Manuel Casanueva13, quien se propone iluminar ciertos aspectos del juego a través de diversos medios. Estos cubren desde la producción de ensayos escritos a la elaboración de principios lúdicos, para la realización de proyectos cuya invención y puesta en escena se instituye en celebraciones, las «fiestas del juego»14, realizadas entre 1972 y 1992, y en una segunda fase, la experimentación con artefactos lúdicos. Tal ciclo supone una relación recíproca entre reflexión y obra, y es en el campo del proyecto (en este caso por su naturaleza instituido en espectáculo) que se miden los alcances posibles de la propuesta. Ahora bien: no sólo se juega en este marco, sino se celebra el que haya juego, mediante una invención lúdica singular a cada instancia que hace presente ciertas aristas fundamentales del impulso del juego. La

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figura, el color, el movimiento, el ritmo, realzan la acción, la hacen sobresaliente, a la vez que implícitamente realzan la capacidad de asombro que todo juego verdadero debe poseer. La originalidad de su propuesta es entonces celebrar el juego re-inventándolo: para reinventarlo lo problematiza, y en el centro de su preocupación remonta a su «idea rectora», su lógica interna, anterior por fuerza a sus propias reglas que lo complementan. Cada juego representa en su juicio una invención determinada encaminada a poner en juego (valga la redundancia) una serie de situaciones que se configuran como sucesivos desafíos para los jugadores. Remontarse a su «idea rectora» implica indagar en su origen, en aquello que impulsa la invención, en su momento creativo. A Casanueva le interesa inicialmente el juego agonal –deportivo, en donde el cuerpo del jugador adquiere particular realce desplegado en el espacio, desplazándose: esta es la matriz del análisis que elabora mediante la trilogía: cuerpo-espacio-juego, y sus configuraciones. Si bien todo se origina en el juego agonal deportivo según su predicamento, el sentimiento del sport sufre actualmente un agotamiento como si su impulso inicial se hubiese desvanecido progresivamente a la par con su increíble arraigo público. Desdibujado, éste pierde su candor original como también la capacidad de asombro. Se intuye claramente de su discurso que en su intento por reacoplar el juego con la fiesta busca dotarlo de una expresión plástica nueva. Quizás si en su origen puritano los lenguajes del sport hayan llevado la forma y el color hacia un plano de ascetismo radical similar al laconismo formal de la «cancha». Es aquí en donde cobra sentido su reflexión acerca de la voluptuosidad del barroco y la vivacidad de la heráldica medieval; es aquí en donde tradición e invención se aparean y es aquí en donde la idea se cruza con el programa de «Cultura del Cuerpo» (nótese su afinidad con el principio de «cultivo del cuerpo y del espíritu» enunciado en los Congresos de Arquitectura Moderna).

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Decíamos que Casanueva problematiza el juego: lo interesante es el modo en que transforma este proceso crítico en instancia creativa. Y es en los parámetros que asume para cada operación creativa que surge el núcleo crítico de la operación.


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Así, al repertorio del juego de pelota le trastoca las relaciones dimensionales haciendo crecer la esfera a tal punto que la inmoviliza, o bien, de modo que su desplazamiento requiera del esfuerzo mancomunado de los equipos; o lanzando a los jugadores hacia la descomunal pelota transformada por una vez en «cancha»; o bien modificando las condiciones de campo mediante la sustitución del suelo por el barro; o quizás manipulando las acciones del jugador constriñendo su visión. Cada juego creado de ese modo es a la vez un nuevo teorema lúdico que dice de la naturaleza del juego e interpela sus condiciones convencionales de realización. Tal problematizacion va a la par con una conciencia del juego físico como un ámbito para el despliegue y enfrentamiento de cuerpos pesados o livianos, de objetos o cuerpos humanos. Según la reflexión del autor el sport introduce una «holgura» en el enfrentamiento de las personas: en Grecia hubo quien murió en la lucha libre pero los protocolos del sport garantizan la integridad del jugador. Pero la investigación acomete al mismo tiempo intensamente las condiciones técnicas de realización del juego buscando también en ellas fuentes de innovación. Como se sabe, los juegos de pelota constituyen un género extremadamente diseminado de sport. La pelota –un proyectil– encarna el principio del rebote además de la cualidad de la resiliencia mediante la cual recupera su forma luego de la embestida. La reflexión transcurre por los territorios del material, del diseño y de la física, revelando una progresiva tendencia del juego hacia la levedad. Pero en los años transcurridos entre los originales Torneos y la situación actual, aparecen y se desarrollan vigorosamente los X Games, juegos de alto riesgo que prescinden del «campo» de juego en tanto entidad artificial y demarcada para hacer de la naturaleza su propio e ilimitado campo. Se diluye un tanto en estos juegos la base agonal por cuanto es común que el competidor no se rija por aquella rigurosa simetría de la competencia: el juego es ahora por sobre todo en soledad y con las fuerzas naturales desplazándose su foco desde el «campo» hacia el dispositivo. No obstante ese desplazamiento, sobresale en estas prácticas la precisión de la maniobra y la justeza del dispositivo. Son juegos de acrobacia, pruebas en relación a «campos» de comportamiento volátil, juegos de cara al vértigo y al azar, juegos en donde se apuesta la propia integridad.

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El autor incursiona en el ámbito del dispositivo-juego enfrentando directamente los teoremas asociados al comportamiento de los cuerpos en movimiento respecto a su medio, teoremas en los cuales se valora incrementalmente la elegancia de los cuerpos en movimiento conjuntamente con la reducción de la materia que requieren para su construcción: es aquí en donde sugiere implícitamente sustituir el «juego sabio correcto y magnifico de las formas bajo la luz» por el nuevo paradigma de un «juego sabio, correcto y magnífico de las formas bajo el efecto del aire». Surgen ideas y objetos en esta fase que podrán a su vez alimentar otros juegos, juegos nuevos e inesperados que podrán originar nuevas hazañas, confirmando el que un buen proyecto siempre estimula la invención de otros: de esto conviene estar agradecidos.


El revés del campo y la reóriginación del juego

Notas 1. Desde su propio balcón contempla los partidos de fútbol y quizás escucha el rumor de la multitud en las arenas de Roland Garros a un par de cuadras de distancia: ver su descripción en Cuando las Catedrales eran Blancas. 2. Roger Caillois. 3. www.wikipedia.org 4. Álvaro Malo: arquitecto y ex director de la Universidad de Arizona, Tucson. 5. Chess. 6. Una bibliografía actualizada aparece en La Escuela de Valparaíso y la Ciudad Abierta, Fernando Pérez Oyarzún; Rodrigo Pérez de Arce. 7. En rigor Arquitectura y Diseño, dos escuelas que mantienen sin embargo muchos lineamientos comunes. 8. Llamado así para abreviar su denominación de profesores de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Valparaíso. 9. Godofredo Iommi: quien acuña esta definición, es al mismo tiempo quien incita al juego poético actuando como artífice y maestro del mismo. 10. Argumento acerca del skholé que es desarrollado por Casanueva en su texto.11. Joris Ivens: cineasta holandés, filmó A Valparaíso en 1963, una suerte de testimonio-homenaje a la ciudad. 12. http://www.arquitecturaucv.cl/ 13. También participan en los Torneos los profesores: Fabio Cruz, Ricardo Lang, Justo Uribe, Arturo Baeza, José Vial y Alberto Cruz 14. Manuel Casanueva.

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introducción

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Ámbito del proyecto La actividad deportiva existía en la Escuela como gimnasia y esgrima, pero Godo1 la formalizó dándole figura y fondo. La figura es el Curso de Cultura del Cuerpo (CCC); y el fondo, una suerte de metalenguaje que permitió revisar los juegos y replantearlos en términos modernos, es decir, posibilitó tantear lo desconocido. El proceso entendido como poiesis –tarea ineludible del hombre de hacer mundo– también incluyó dos grandes propuestas hechas a la Universidad entera: el Día del Deporte y la Bottega2 (como modalidad de estudio). Ambas fueron asumidas por la Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCV, y son hoy día, entre otras obras, la Ciudad Abierta y los Torneos. Los Torneos son lo que nos hace presentar este libro como testimonio de todo ello. Asistimos hace varios años, con un taller de cursos superiores, a una Clase Magistral impartida por los biólogos, profesores Haroldo Toro y Eduardo de la Hoz, acerca del privilegio evolutivo de los animales aéreos, o insectos voladores. La sesión fue una muestra de lo que se puede hacer cuando hay apego a la obra y con ello «lo que Salamanca non presta». Se produjo, a nuestro entender, una «situación bottega» desde una consulta y un tema adecuado, en este caso «la morfología entomológica», donde ambos maestros en ese terreno hicieron una sesión memorable. De este modo impartieron un interés por la aerodinámica y la forma. Ello demuestra la existencia de una constante: el aire como modelador de la forma. Se puede decir que «el aire está en el aire»3. La clave no está del todo en los apuntes de esa clase, pero sí en las monumentales imágenes del microscopio: en las turbinas respiratorias de una cucaracha o en la ingeniería gótica que es el ala de una libélula. En otro momento llega Morton Grosser4 a Viña del Mar y da su testimonio acerca del Gossamer Condor (avión tripulado con impulso a pedales). El Dr. Grosser ha sido creador de empresas de alto riesgo, siendo una de ellas este avión tripulado con impulso humano, proyecto que estudia el vuelo a bajas velocidades. Que «el aire esté en el aire» no es sólo un juego de palabras, la trascendencia que el juego tiene será comprobada en una fructífera producción.

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Tiempo después, pudimos presentar la Rueda-hélice (Eolo), invento originario al que el Dr. Grosser sugirió llamar Windroller. Finalmente, el modelado aerodinámico para cuerpos fijos, se logró en la Hospedería del Errante5. La arquitectura es un arte de expresión, no sólo en sí misma, sino también acerca de sí misma. Lo que se intenta además en este libro, es poner de relieve la impronta original de estos juegos y fiestas, que divergen de lo que habíamos considerado «moderno»: el sport antes de la aparición de los X Games (extreme games). La coexistencia de estos juegos, dice de una densidad demográfica deportiva en incremento y del encuentro con los lugares naturales (deporte aventura). Dar cuenta de la invención y el perfeccionamiento de juegos surgidos de la tecnología como el blade roller; de los cambios en el implemento como la bicicleta BMX; o de la adaptación de juegos provenientes de ritos primitivos –que son más de prueba que de competencia– como el bungee (la elástica en relación al vacío). Los X Games son pruebas de excelencia y, en general, no de competencia. Un ejemplo, son los atletas que de una u otra forma se catapultan en velocidad mediante pruebas en base a implementos hi-tech, como son el skateboard, skiboard, snowboard o blade roller. El windsurf de oleaje y viento de extrema dificultad es acrobático, se usa el oleaje como impulso al modo del «medio tubo» (pista semi-cilíndrica de pruebas), así se adquiere velocidad: pendulando. Estos saltos acrobáticos hechos en tierra o en agua se denominan comúnmente «saltos mortales». Podríamos entenderlos mejor como «saltos gravitacionales» ajustando el significado y el calce exacto del aterrizaje. Con toda propiedad son «saltos en el aire».

El Libro de Torneos Estos tópicos presentan un discurso que va más allá de los juegos sports considerados hasta la publicación de 1987 como vigentes y modernos, conducidos por el factor lúdico más importante: el factor resiliente del rebote. De esto también dan cuenta las notas tomadas de escritos ya publicados por el autor en las revistas Ca nº48 (1987), Trances del Ocio nº39


Libro de Torneos

(1995) y Arq nº45 (2000). Textos que se consideran un pivote en el desarrollo del libro. De esta doble lectura aparecen los Torneos (CCC), su origen y su originalidad bajo el lema «el aire está en el aire». Comparece una zona de vanguardias para los Juegos-Torneos paralela al convenido sport y a los X Games, que ya no son tendencia sino vigencia. Este dar cuenta de los cambios (en particular del observador acerca del acontecer en los juegos) es el motor eficaz de una parte de esta edición. En ella se incorporan los X Games o juegos extremos como extensión de la potencialidad lúdica, tendencia que hoy prolifera en el tema, como lo hizo la pelota en el género sport. El esfuerzo editorial de este libro es el de registrar material que se remonta a 1974 –incluso anterior–, como cine súper ocho llevado a video y luego a fotografía. Propósitos preliminares a destacar Cabe señalar que en el ámbito de estudio pre-acción de los Torneos, creemos haber aportado dos conceptos trascendentales para esta iniciativa. Ellos son: la idea rectora, que supedita a las propias reglas del juego, desde nuestro punto de vista es anterior a la lógica del antagonismo (rivalidad) de los juegos sport y equivale a una invención trouvaille (descubrimiento sorpresivo con una cuota de azar); y como segundo aporte, están el rebote (factor esencial en los juegos-sport) y la resiliencia (como fundamento del juego), en cuanto a la recuperación del impacto. A esto se le ha llamado symbolon o cuerpo que intermedia entre los contrarios. Este tercer objeto es, por supuesto, la pelota. El lawn tennis, Wimbledon, con formato único en las competencias internacionales, fue posible como propuesta de cancha de tenis de pasto, por la aparición de la pelota de caucho vulcanizado, pues de esta forma el rebote no aplastaba ni cortaba el pasto. Este escrito permite replantear la continuidad de una compilación de suyo dificultosa, tanto por el tiempo transcurrido como por el tema del espectáculo alejado del espacio arquitectónico. Es necesario señalar que este trabajo no es acerca de la «teoría del juego» al modo de Huizinga o de Caillois. El nivel teórico o proyectual está en una zona teórico-fáctica.

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En materia de especialidades, un primer distingo es el de los cuerpos móviles, cuyo espacio de acción no es congruente con el espacio arquitectónico, pero tampoco antagónico. Se podría decir que el espacio del espectáculo es sui generis desde un estricto punto de vista del quehacer arquitectónico (sin la carga negativa que supone el término). En segundo lugar, se proponen dos diseños a ser considerados juegos extremos (X Games): el Manto aerodinámico6 y el Windroller. Uno de los factores contemporáneos es el de rodar todo terreno que posibilite registrar el evento en vivo. Lo «vivo» es el registro de la imagen por algún medio in situ. Hay situaciones, como por ejemplo, el «hacer cumbre» por algún equipo de montañistas, en que la imagen recorre el mundo por la prensa internacional o en los noticiarios. La pregunta que surge es: ¿cómo llegó el camarógrafo? Las hazañas de hoy se anotan en la multiplicidad de medios, esa es su verificación. Entonces la hazaña tiene dos protagonistas, el que sale en la foto y el que está detrás de las cámaras. Esto ocurre tanto en el montañismo, como en otras disciplinas deportivas, siendo el helicóptero el punto focal. No así en el túnel de la ola gigante por donde viaja el surfista experto. Hay una exigencia de «existir» que se traduce en proclamar (esto toca también a las «barras bravas»). «Existir» es aparecer en la pantalla de televisión, y tiene una connotación sociológica. La imagen es algo tan asumido y digerido que el hombre tras las cámaras es obviado. Todos lucen aplomados ante las cámaras (la generación de personajes, futbolistas jóvenes, sortean alambicadas entrevistas). El requerimiento de ser visto, ya no es sólo el rol del estadio, hoy lo disputan los medios. La proclamación «el aire está en el aire», es una decisión que el arquitecto o diseñador toma o no. La cuestión es si expresa el fenómeno en el diseño. Si el arquitecto opta por la medida (las proporciones) y se vuelve extremadamente apolíneo, es probable que la dimensión que se acentúa quede fuera del sujeto.


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Textos complementarios La Corporeidad Natural Revista Ca nº48, «5 Torneos». Uno de los grandes movimientos en el tiempo y el espacio es la evolución de las masas hacia la levedad; tarea universal de la naturaleza y el hombre. Hoy asistimos a otra física que la del Cromagnon o de la corteza medieval; los cuerpos animados antediluvianos tenían la proposición formal de las masas. La admirable corporeidad de la libélula es hoy unas cuatro veces menor que su versión primitiva; también las manos y la mandíbula del hombre han adquirido fluidez. La tendencia aérea de los cuerpos animados es parte de esa tarea; el erguirse del cuerpo humano resulta de una suma muscular que permite el arte fluido de las manos; en lo que O. Splenger llamó

«Acto-mano». También el paso del hombre adquiere gracia y dignidad en la vertical, en el aire. Inversamente al reptil el cuerpo humano emerge y se perfila adquiriendo esbeltez corpórea.

La Corporeidad Artificial (...) Lo cierto es que lo contemporáneo revela cada vez más un Eros de apaciguamiento molecular. Estos fuselajes brillantes tratan el aire como lo ha hecho en la naturaleza la pluma, conformadora de matrimonio del cuerpo con el aire. Por ello, no puede asombrarnos la lentitud de un pensamiento que tardó siglos en desligarse de cierta «intuición aeromántica», la cual hacía de cada proposición de vuelo una nave emplumada, desde Dédalo en adelante. Lentitud que vivió la revolución conceptual

entre otros la de los Wright, que inauguran la época de los perfiles alares. Hoy día, no parece igual, sino más moderno –con más poiesis– el vuelo del Gossamer Condor que el de un cohete espacial, aunque ninguno de ellos «sea más bello» que la escultura Victoria de Samotracia. Pues la belleza de los productos de la técnica precisamente por la producción es efímera y está siempre a un tris de ser relegada a colecciones de curiosidades por un producto de mejor rendimiento «y así sucesivamente». Sin embargo el signo de hoy es el aire, donde la arquitectura podrá encontrar la trascendencia que encontró la luz.

Notas 1. Iommi, Godofredo, poeta fundador de la Ciudad Abierta de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCV (1956) junto a Alberto Cruz. Autor de Amereida y de la Travesía originaria por América. 2. Por Bottega se entiende «la bodega» donde se formaban los artistas del Renacimiento en su juventud. Era el lugar existencial de transmisión del oficio de maestro a discípulo. Esta idea gravitó considerablemente en la generación de alumnos a quienes tocó el periodo de la Reforma Universitaria. La Bottega fue consecuencia de esa re-originación de los fundamentos universitarios. 3. Iommi, Godofredo, El juego, supremo rigor de la libertad. 4. Gossamer Condor odysays, the triunph of human power flyght, Morton Grosser, Editorial Hougheon, 1981. 5. De los campos de abstracción y los elementos para una arquitectura experimental, Manuel Casanueva C., Universidad Finis Terrae, Santiago, 2004. 6. Manto, domo, envolvente, o fuselaje, son algunos de los términos que se han usado para nombrar este Torneo.

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capítulo 1

los componentes en la modalidad del torneo

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Serie X. Tinta china de Bombay sobre papel.



Los componentes en la modalidad del Torneo

Cuerpo - Estado (Estado físico) Los Torneos que cuestionan los sentidos, como el Giro y realce de triple cortejo sobre volutas; o la orientación –que es el compromiso de dos sentidos: el de la visión y el de la audición– como la Carrera a ciegas, aclaran el tema del «Estado físico» que habitualmente tiene su referencia en la gimnasia sueca y ésta a su vez en la espartana. «El cuerpo es la facultad otorgada», es decir, que el hombre se relaciona con la naturaleza por medio de los sentidos y la trabaja con la facultad otorgada, por ejemplo: lo agreste y lo agrícola. El cuerpo presente es el Estado, de manera que el Estado físico fue el sustituto del muro en la ciudad antigua. La presencia física crea el sinónimo del muro, siendo el Estado físico la defensa del territorio de Esparta. El espartano no delega en el muro la función del Estado (el cierre), sino que mediante su presencia física, él mismo hace de frontera. En su libro Historia del arte, dice Hipólito Taine: (...) En el libro de cuentas de Hellín se encuentra la siguiente nota escrita de su mano: «anoto de que hoy 26 de octubre de 1550, yo Benvenuto Cellini salí de la cárcel y he pactado con mi enemigo una tregua de un año, habiendo cada uno de nosotros depositado la fianza de trescientos escudos», pero una garantía de dinero poco vale contra la violencia del temperamento y la ferocidad de las costumbres. Por esto no puede contenerse Salvador sin atacar a Beneacceduto. Dióle doce estocadas y le hirió mortalmente; de tal suerte que a poco murió. (...) Junto a la orquéstica existía en Grecia una institución aún más nacional que formaba la segunda parte de la educación: la gimnástica. La vemos ya en Homero: los héroes luchan, lanzan el disco, corren a pie o en los carros. El que no es diestro en los ejercicios corporales pasa por «un mercader», un hombre de baja condición, que en una nave de carga no cuida más que la ganancia y las provisiones, pero esa institución no está todavía organizada, no es pura ni completa. Los juegos no tienen sitio ni época, se celebran ocasionalmente, por la muerte de un héroe o para honrar a un extranjero. Novedosos ejercicios propios para aumentar la agilidad y el vigor, son aún desconocidos. Como compensación se practican ejercicios de armas, el duelo hasta la sangre, el manejo del arco, el lanzamiento de la pica.

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Cuerpo - aparato El hombre primitivo, al investirse de una piel de tigre con la cabeza y las fauces del animal abiertas no se agrega esos atributos, sino que los asume (pasa a ser un «hombre-tigre»). Lo mismo ocurre en el texto Gallardía7 con el atuendo del sioux. «Hacer aparecer» es la tarea máxima que se proponen los Torneos desde el primero hasta el último juego, desde la primera puesta en escena, pues ésta es su misión –que puede resultar tal como fue planeada, o puede no hacerlo. La Carrera a ciegas, como carrera de oídas, hace aparecer un sentido (el oído) por la desaparición de otro (la vista). Lo normal es que no haya carrera de ciegos, como tampoco carrera de sordos. En este caso el sonido de una campana tocada cada diez segundos fue el hilo de Ariadna. El resultado de esta alquimia de «hacer aparecer» con «hacer desaparecer» fue más lejos que los conejos y tongos del mago, el conocido now it is, now it isn’t. Es decir que la navegación aparece con el naufragio; la puesta en escena será siempre la de un drama. Si reflexionamos, caemos en la cuenta de que tanto en la escritura como en la palabra que se nombra hacemos aparecer el fenómeno: Lo que no es dicho o escrito, no aparece.

El juego En este punto, lo que interesa es re-originar el juego, despojándolo de especializaciones ya convenidas. Los juegos convencionales han perdido la capacidad de asombrar; se ha hecho así necesario volver a inventar esos ritos candorosos con que el hombre juega. El método expuesto consiste en reflexionar acerca de lo contemporáneo como eje del pasado hacia la modernidad. Por cierto, no todo lo que ocurre, por reciente que sea, es moderno. Por modernidad se entiende renovación o invento relativo a la tradición (o se la renueva o se la ignora). La extensión que le daba Fabio Cruz8 a la palabra juego, abarcaba desde el juego de llaves mecánicas o de picaporte. Uno de los juegos de Fabio, el Rompecabezas, calza muy bien con dicha observación. Dos


Los componentes en la modalidad del Torneo

rompecabezas, de piezas gigantes (dos metros de longitud aproximadamente) estaban ubicados desordenadamente en el fondo del Ágora del Fuego (hendidura en las dunas de la Ciudad Abierta). Los jugadores, divididos en dos equipos, miraban desde el borde superior de la duna y a la señal, bajaban corriendo a calzar (sin ver) las piezas del puzle. El juego como sport pertenece a la elástica binaria: lo duro y lo blando. A diferencia de la guerra, tiene rangos de holgura que permiten la recuperación de los cuerpos en disputa. Esto es crucial y se denomina la resiliencia o propiedad de reaccionar recuperando la forma inicial de ciertos cuerpos. Fenómeno que tiene un corto periodo histórico, porque antes del Barroco, las mêlées eran sin recuperación, la mayoría de las veces justas mortales sin reglamento, cuyo ejemplo fue la muerte de Enrique II, rey de Francia. La resiliencia o elástica, aún no empezaba a esbozarse, esto dependió del descubrimiento del caucho y su posterior proceso de vulcanización. El sport reúne un juego de propiedades para constituir la acción lúdica: La propiedad de resorte muscular con un fundamento químico-orgánico; la propiedad de resiliencia del caucho cuyo origen explica la química física; la propiedad direccional de la esfera de carácter geométrico. La variedad del sport es una puesta en juego de las variables físicas que dosifican el rebote: masa, peso, tamaño, grado de resiliencia, grado de amortiguación, grado de rigidez y neumaticidad. A su vez, todo lo anterior encuentra o evoluciona hacia una ecuación a las dimensiones del campo específico. El billar es el real laboratorio de las proyecciones rígido-elásticas; síntesis de la cual han surgido múltiples variables. Históricamente el sport aparece con el descubrimiento europeo del caucho después de La Condamine, aunque la pelota esférica y probablemente elástica se remonta al kemari japonés (siglo X a.C.) y a los juegos aborígenes americanos: el tlaxtli, pilimatum y chueca. El sport occidental surge a fines del siglo XVIII y evoluciona optando por la velocidad en la acción, especializándose en relación a ella. Nuestra época sport se vuelca a una variedad más flexible y económica; ha eliminado lo superfluo al poner en juego el symbolon.

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La fiesta Hemos visto que el juego a solas no logra constituir –en nuestros Torneos– el esplendor de la fiesta; luego fueron acompañados por indumentaria y por máscaras. Sin máscara no hay carnaval, y además ésta permite relaciones misteriosas que el rostro al descubierto es incapaz de generar, porque es la identidad. La máscara introduce lo extraordinario (el Torneo Laberinto y rebote trata relaciones de máscaras y juegos). Se renueva así un tema de interés antropológico: la máscara y el símbolo. El juego muestra la esfera de una realidad extraordinaria. Para comprender esto, se cita un episodio del Homo Ludens9: llega el padre a su casa y el niño está jugando con una fila de sillas, el padre le pregunta la hora de salida del tren, la respuesta: «son sillas, no es un tren». Este es el caso de ruptura «tridimensional» a las dos dimensiones; mientras se está jugando se está en la esfera, la interrupción es la caída de una de las dimensiones. Los niños viven principalmente en esa esfera que no es evasiva, sino extraordinaria. Otro testimonio de estos tiempos extraordinarios es el encuentro de los «residuos lúdicos» (lo que queda del juego de los niños cuando éstos abandonan el lugar), que testimonian una jornada lúdica esférica. Llamaban la atención unos «nidos» (residuos lúdicos) entre unos arbustos, un círculo en el suelo formado por conchitas y piedras: íconos, símbolos; se sabía que eran de los niños de la Ciudad Abierta, pero eran de tal modo cifrados que su decodificación era tiempo perdido. Tal es la intensidad de la «esfera-edad» de un juego. (...) La tradición del torneo con toda su heredad medieval, es sacado de su sueño a fines del Renacimiento. No es necesario recalcar que éste retoma una antigua costumbre que no corresponde a ninguna realidad social o militar. Los caballeros en el siglo XII se precipitan armados de cascos y de corazas, los unos contra los otros, llevaban una tenida auténtica sino cotidiana. La invención de la pólvora y cañón habían degradado estos combates al rango de una mascarada; o quizá los habían elevado a este rango. (...) Esta curiosa mezcla de idealismo animaba la caballería decadente de imaginación romanesca, el torneo y el fuego de artificio, caracteriza toda la diversidad del estilo propio de fines del Renacimiento. Sin embargo, en


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tiempos de Luis XIV, aún el programa de las fiestas es extraído de los poemas épicos de Ariosto y de Tasso, parecen así, resucitar la época de los caballeros. Pero las exigencias intelectuales del Barroco no se habían contenido en una simple mascarada aún heráldica. Así, la victoria de una parte sobre la otra debía ilustrar la victoria del amor sobre la guerra, o bien, plantear un punto favorito de discusión retórica –como fue el caso en Viena en 1560 donde algunos señores sostuvieron durante varios días que todas las damas eran indiferentes a los ojos de sus admiradores.10 La danza barroca (El aparato del cortejo) La Corte vista como cortejo ritmado por la presencia del rey: comienza temprano a presenciar cómo lo visten; más tarde iniciará un paseo por los senderos dibujados por Le Nôtre entre los parterres que pueden ser vistos como «alfombrado exterior». En el «paseo-cortejo», los encuentros y desencuentros administrados por el rey como un método político absoluto, son de gran eficacia. Quien era eludido por él, debía pensar seriamente en su permanencia en la Corte. Estos movimientos generaban una activación rítmica que puede considerarse como «cortejo-danza». Cuando se habla de Barroco, no se habla de un periodo, sino de una suerte de cultura más trascendente: ¿cómo explicarse la coincidencia de la «s» que conforma la salida vibrátil del aire del interior de la caja de un violín, con un dibujo de Le Nôtre? (...) La danza Barroca: La danza de sociedad en la Edad Barroca no es un divertimento, sino una ceremonia efectuada solemnemente (hablar o reír, por ejemplo, está prohibido).Todos los movimientos estaban preestablecidos: cada paso, cada movimiento es medido; inclinarse, poner prudentemente los pies, avanzar hacia el partner, acercarse pasando cerca de él o cambiando de lugar. La ceremonia se repite con variaciones. El aprendizaje de uno de estos bailes tomaba años de práctica. La danza es una pantomima crítica. La trilogía caza, esgrima y danza, era de uso y costumbre del cortesano. Las tres disciplinas son complejas. La danza nunca ha sido tan difícil, y su estudio tan importante.11

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Textos complementarios Acto - Corpus Revista Ca nº48, «5 Torneos» El espacio ético del hombre se inserta en una tradición poblada de expresiones sensibles, donde el triunfo del bien ocurre en jerarquías ascendentes. En el Renacimiento, la ciudad levantó cielos voluptuosos y densamente poblados por cuerpos celestes. A diferencia de la severidad gótica, la ciudad alzó capítulos mundanos a un borde superior, configurándose en borde de la extensión de cielo o ciudad superior. Ahí se hizo cohabitar a hombres, héroes y deidades (Paolo Veronese). El amor, la gloria, la inspiración, la santidad, el heroísmo son energías eróticas de un astro vertical que se facultan en la capacidad

plástica del cuerpo. El cuerpo físico o facultad, ya impreso de atributos como la gracia y la dignidad tiene una imperativa tensión hacia la completitud. Ello expresado a la potencia deviene símbolo: la gallardía es uno de ellos. El acto-corpus en cierta intersección de irradiaciones de cuerpo que se completan en esferas naturales y sobrenaturales.

máquinas que tienden a la velocidad del rayo. Ello habla de una revolución en la época del aparecer cuando el cuerpo rimaba la acción, en la estatua y en el atleta, es el dios que transita por los distintos estados corpóreos, reapareciendo en ellos. Para ello, la desnudez griega fue el aparato de la más rigurosa economía.

Corpus - Aparato

Lo Sport

La figura secular de jinete y caballo conformaron la unificación de esferas en busca de una completitud trascendente: San Jorge, El Mio Cid, El Quijote participaron de la población alegórica del «eros cabalgante». Hoy día, Bucéfalo en cuanto soporte de un aparato de hazañas, se diversifica en

La irrupción del sport en la vida contemporánea ha traído consigo la elástica postural. La relación rígida (etiqueta) se desplaza a un espacio protocolar específico. La tónica sport ha decontractado el cuerpo hacia el desnudo en un sentido elástico-público: la playa, haciéndose extensiva a la calle. No

Notas 7. La Gallardía, en primera instancia, corresponde a un dibujo (ideograma) encargado por Alberto Cruz a Manuel Casanueva. Posteriormente esta imagen ilustró la portada de una publicación editada por Casanueva en la que reúne escritos sobre los Torneos, incluyendo su traducción del texto L’Univers du Baroque, de Richard Alewyn. 8. Fabio Cruz (1927-2007), profesor, director y fundador de la actual Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV. 9. Johan Huizinga. 10. Gallardía, «Torneo barroco». 11. Gallardía, «La danza barroca».


Los componentes en la modalidad del Torneo

sólo la zapatilla de gimnasia en su contexto elástico-holgado es símbolo de lo sport sino también las intrusiones heráldicas provenientes del campo de juego; en particular la gráfica de velocidad.

Evolución del sentido del juego Asistimos a una época sport con claro distingo entre jugar y matar lo que no es demasiado antiguo; muchos juegos de la juventud renacentista terminaban en la muerte. Hay otra ética vigente en la que vencer al oponente por puntos es suficiente reivindicación, «el honor» no es más un absoluto rígido. Hay una evolución hacia un trato físico en el hombre, más variado y elástico.

El primitivo sentido agonal es la guerra, las primeras mêlées eran mortales espectáculos que al no tener afán de conquista territorial introducen, al menos un margen mínimo

espíritu lúdico se vuelca hacia la metáfora. El rugby dentro de la variedad actual contemporánea, no oculta un origen próximo a la guerra. El «scrum», el «ruck» son estrategias

de ocio (las mêlées son la barbarie en su género). Los torneos medievales posteriores llevan la guerra a la corte mediante la dama, produciendo un giro ambivalente entre el espacio en profundidad-agonal y el espacio frontal en representación teatral. Posteriormente el torneo barroco es parte de la fiesta barroca, que vista como totalidad, es un juego de la corte con abstracción total de la guerra. La puesta en juego es teatral pasando a ser un divertimento basado en la representación. Con excepción de la caza y la esgrima el

de una infantería que juega a fijar conquistas territoriales. Y el fútbol americano es algo así como una división de tanques practicando balística. Sucesivos cambios de la ecuación: masa-velocidad, no han sido suficientes (dada su tesis inicial) de configurar una completitud de sus reglas. Sin embargo, por varias décadas, la actual regla del «touch» desmasificó el juego, requiriendo jugadores más veloces y corpulencia media. Desterrado el paleolitismo de la proposición francesa (años 60-70), el juego se vuelve más aéreo.

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capítulo ii

el torneo como tradición

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Serie X. Acrílico sobre papel.



El Torneo como tradición

El Torneo como tradición Nos remite a las costumbres, juegos y justas medievales que hoy consideraríamos bárbaras. Hipólito Taine en su libro Filosofía de la Historia, nos entrega un punto de vista de gran interés sobre las costumbres de la época, en particular del Renacimiento, que no se resignó a terminar con los eventos mortales. Un breve paréntesis consigue este periodo al introducir la dedicación a una tercera persona (dama) que se incorpora al espacio de la representación, lo que tendrá su apogeo en el Barroco. Nuestra tarea empieza con el arma embolada12 y la lanza. Esto se explica mejor si se piensa en el Torneo donde muere el rey de Francia, es decir, cuando se transaba «lo embolado» y la lanza. En esa época lo oficial era el uso de la lanza embolada, pero fuera de protocolo podía optarse por la «garra»13. Algunos eventos medievales que hoy consideraríamos bárbaros fueron «la guerra degli pugni», donde se enfrentaban dos sectores de Florencia en medio de un puente sobre el Arno (en la contienda «los caídos» eran arrojados al río y rescatados después en botes); y, las antiguas mêlées, en las que peleaban todos contra todos en alguna intersección de calles (plazas). No nos interesan las batallas a muerte, sino aquellas que intentan ser un juego. Puede decirse entonces que la pelota fue el elemento pacificador de los juegos. (...) El resultado fue que el Elector contrajo una fiebre maligna, muriendo al año siguiente, para gran desgracia de su país, porque con él terminaba la línea de los Pfalz-Simmers. Esta mascarada inofensiva tuvo un fin tan trágico como aquella «justa» del año 1559, donde el valeroso Enrique II de Francia fue mortalmente herido. Luego de esto, tales accidentes fueron casi imposibles. Caballeros y tropas combaten en la «liza» sólo armados de lanzas de madera que el choque las hacía volar en pedazos. Para terminar el juego de artificio, permanece un jefe del campo de batalla y separa a los combatientes con gran refuerzo de bengalas, petardos y fumarolas. Pero ya los ejercicios de destreza carentes de todo peligro comienzan a tomar el lugar de los combates serios. Se ejercita sobre blancos, se rueda por el suelo luchando contra una cabeza de turco o de medusa.14

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El «Torneo como tradición», no es lo mismo que la «tradición del Torneo», como se irá perfilando en el desarrollo de estos dos términos. Tornear es girar. El término tiene su origen en las justas, en las que el primer cruce entre ambos contendores era sin contacto, una suerte de estudio recíproco después del cual se giraba y se arremetía con toda la potencia del caballo hasta la intersección. Este giro es lo que fragua el signo circular de estos eventos, lo sabemos porque el giro ha sido la constante vigente para varias épocas: las atraviesa presentando, o lo que es lo mismo, permaneciendo vigente dada una solución hacia «lo que es» el acontecer o trascendencia. La evolución hacia la levedad queda verificada en el Torneo, dada su mutación hacia la representación y también hacia la desmasificación del espacio habitable. En grabados de la época, observamos los antiguos encuentros medievales de todos contra todos. Parece inverosímil que el juego, desde este punto de vista, haya salido de la fuerza y que haya debido romper con la fuerza de su origen, y que dicha mutación haya tardado varios siglos hasta finalmente deshacerse del contenido de guerra (juegos de sangre). La mutación opera en la naturaleza del giro. El periodo medieval, fue el de las cortezas, ciudades fortificadas y armaduras de vestimenta. El guerrero se fortificaba a la inversa del mamífero (blando por fuera), estructurado por el esqueleto (duro por dentro). Esta nueva capa era lo que grafica el término «coleóptero». Esta relación duro con duro está lejos de la mutación hacia el juego-sport fundado en el rebote (duro con blando). Esta observación acerca del atuendo lúdico-marcial propicia presentar la distancia a la relación duro-blando del sport. La tradición debe estar vigente y para ello debe pasar por el trayecto natural del ciclo del quehacer compuesto por las cuatro etapas del ciclo vital: tendencia, vigencia, decadencia y obsolescencia. La macro tendencia hacia el ocio y la paz llegarán de la mano del absolutismo por un cierto periodo de tiempo, para luego sustituir la metáfora por el cadalso (antes y después de la Revolución Francesa). El tercero en disputa (dama), inducido por la Iglesia, será un primer quiebre en el proceso mutante, antecedente que luego confirmará la llegada del balón como «tercero en disputa» en el género sport.


El Torneo como tradición

La tradición de Torneo El giro, como acto lúdico, es la constante de estos juegos de «ida y vuelta». Habría unanimidad en señalar al carrusel como el aparato de juegos mecánicos más entristecedor en su género (y de cualquier otro). Esto parece obedecer a un problema acerca de la tradición. Lo tradicional aparentemente es lo correcto, pero no así en el territorio creativo. La sensación de tristeza empieza por cierta confusa proclamación de la época industrial que quizás abarca el modelo «carrusel en vivo» de la escala monumental de Luis XIV, a una cajita musical escala souvenir, teniendo por resultado el carrusel mecánico a escala intermedia (parque de diversiones). También empieza la no identificación del aparato, no se sabe cuándo, dónde y porqué ese conjunto de caballitos que suben y bajan por unos tubos, generan la extrañeza que impide la caída de un obvio. Lo que el niño a bordo no sabe, es que esto ocurría fastuosamente en Versalles y se llamaba carrousel15. Hay imágenes de la época que lo representan en forma grandiosa, se trata del Gran Carrusel de 1662, una «fiesta de armas imperial», de la cual, su imitación toma el giro como modelo de juego y el resto va de suyo. El Barroco fue la época en que los Torneos se pacificaron, así como este desfile ecuestre circular muy disciplinado, y así como hoy vemos un desfile militar, los franceses se divertían en su época con la representación del aparato ecuestre cortesano y marcial. Las habilidades de la dupla jinete-caballo, tenían su protocolo definido: el caballo no montado, con su palafrenero, o puntos del recorrido señalando la ejecución de cabriolets. En la corte de Luis XIV imperó la danza del minuet con la complejidad barroca, como la precisión del mecanismo de lo que era un reloj suizo a cuerda. El Barroco es la apoteosis de la representación escénica. El «caso carrusel» es una demostración de que a la tradición se requiere hacerle crisis para que comparezca la modernidad. Es lo que se entiende por «tradición renovada». Entonces lo tradicional es aquello que ha sido conducido por la convención, es decir, que no se le ha preguntado por su vigencia. A esta misma conducta obedecen los decorados de la torta de novia y el papelerío social (el R.S.V.P.). Es inútil intentar cambiarlo. Gombrich pone de relieve el que las vanguardias, en el primer cuarto de siglo XX, le dieron la espalda a la tradición; para lo cual se hacían

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inventores (John Cage y el piano intervenido; los drippings de Jackson Pollock; los móviles de Calder, entre otros). Lo que no acepta Gombrich es la rapidez con que se vulgarizan esas obras, que rápidamente pasan a la categoría de «pacotilla». Pero aclara que serán otros historiadores, a mayor distancia en el tiempo, los que tendrán un juicio propiamente histórico. La tradición de Torneos, difiere del anterior encabezamiento en el acento que recae sobre el término «tradición». Al hablar de tradición lo que comparece es «el bagaje». Éste por su parte, es el cúmulo de experiencias que se van complicando con el tiempo y de acuerdo con el ciclo vital. Es necesaria la crisis de las dos últimas etapas: la decadencia y la obsolescencia. En este sentido la tradición, siempre renovada, es la modernidad, de modo que lo que se observa como vigente es el «ave fénix» de las ideas, esto es así para las artes, y habría que estudiar si es extensible a otras posibles afinidades. Apelar al ciclo vital es terminar con lo tradicional, y dejar caer la tradición es darle cabida a lo moderno y no al tradicionalismo. Gombrich y otros conservadores no aceptan como serio el punto de vista de inventar y darle la espalda a la tradición. El carrusel aludido se acepta simplemente como el gesto del avestruz. Otras percepciones de la época barroca Cabe preguntarse si el Torneo Giro y realce de triple cortejo sobre volutas16 tiene alguna relación con la idea trascendental de que la tierra habitada era una esfera que giraba sobre sí misma y luego en su órbita precisa, en un espacio estelar, en el más complejo de los signos de interrogación de la época. Es decir, con el advenimiento de una nueva cosmogonía: la cosmogonía moderna de Galileo. Considerando la época y sus valores, esta idea constituyó un gran escándalo que la Iglesia ha debido administrar. La tierra habitada, era una esfera que giraba sobre sí misma haciendo un recorrido en giro y provocando así una brecha reivindicadora, tanto en lo ortodojo como en lo secular. Por Giordano Bruno sabemos que el cambio de cosmogonía, de la época geocéntrica a la moderna, fue un escándalo, sólo tratable por la Inquisición.


El Torneo como tradición

En lo atingente a la arquitectura y urbanismo hay dos dimensiones de gran relevancia: la obsolescencia del muro (extensión de la ciudad) y a raíz de esa extensión, un modelo urbanístico. Esto es importante por cuanto en el Renacimiento no hubo urbanismo en el sentido clásico, a lo más una obra longitudinal en una magnitud intermedia entre la arquitectura y el urbanismo. Esta fue el Belvedere de Bramante en el Vaticano. Por obra extensa estamos definiendo el urbanismo desde la arquitectura (la observación), no desde la planificación. Según Serge Lifar17, también hay danza en los eventos marciales, proporcional al ballet. La marcha es un invento, un cambio de registro. La apoteosis del Barroco en las representaciones configura esa época. Hay tanta precisión en el giro del carrusel como en el minuet y el rondó. Siendo este último movimiento el que más se acerca al Gran Barroco. Hasta el punto anterior se debatía la evolución y no la inercia de la tradición que debe ser renovada. Hay mucho de la costumbre en lo sucedido con el carrusel. Esta tradición inerte es verificable, como se ha dicho, en la papelería social, en la rúbrica y en la repostería. Estos temas como el del carrousel-carrusel, el rondó (giro), los paseos de ida y vuelta del rey y su cortejo entre los parterres de Le Nôtre, el Tour de France, el giro de Italia y la vuelta de España, se extiende, si se quiere, hasta el turismo. El Grand Tour era un periplo en que los graduados ingleses eran iniciados en Italia y luego trasladados a Francia, para perfeccionar el idioma oficial de toda labor internacional (diplomática y comercial). Los X Games no postulan ni a un sitio ni a un club unificador, puesto que se basan más en la iniciativa personal. Sin embargo, hay campeonatos mundiales de roller. Estos nuevos juegos anuncian «52 horas de adrenalina» en un evento, traen una nueva propuesta radical que no incide en nada con la anterior que señalamos como juegos-sport (pelota-cancha) que se asientan (sitio) y establecen (club). Hoy se puede precisar que efectivamente el béisbol, el fútbol americano y el hockeyhielo fueron en su momento los juegos extremos de su género. La proliferación de los nuevos juegos permite incorporar juegos tradicionales aumentando el riesgo. Escalar un edificio de más de veinte pisos o lanzarse al vacío desde una torre con el parapente desinflado, sólo

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puede ser igualado por otro juego extremo, como llegar a una cumbre intocada dejado por un helicóptero y bajar saltando y eludiendo los roqueríos a través de un largo trayecto por el aire. De modo general, la gran diferencia entre los juegos-sport y los X Games no es sólo lo anterior. Raramente hay competencia y campeonato. La diferencia con el hombre sport es que el acróbata X Games es un solitario. Por lo general, no compite, sino que se prueba a sí mismo (naturalmente hay casos y casos). El jugador X Games es un atleta-acróbata consumado.

Los Torneos de la Escuela ante las tendencias y tradición Lo que se intenta además en este libro, es poner de relieve la impronta original de estos juegos y fiestas que divergen de lo que habíamos concebido como modelo en la primera publicación de estos Torneos19. En esa oportunidad no teníamos la cantidad de Torneos realizados hasta ahora y que hoy nos permite reflexionar a mayor distancia. Por otra parte, los juegos surgidos en el tercer cuarto del siglo XX, conocidos como los X Games, proclaman el riesgo y nada de lo que fue la ruta de los juegos-sport. Nada de lo que fueron las propuestas del sport (donde en el fondo está la idea de sitio y asiento) corresponde a la nueva propuesta de los X Games. Esta línea fue la que siguieron el béisbol y el fútbol americano en su tiempo. Estos dos deportes rompieron con el ritmo de sus progenitores: el cricket y el soccer. Sin embargo el crack, heredero del héroe griego, no ha alcanzado a nuestro juicio lo que el héroe de los X Games podría alcanzar. Por ejemplo, hasta ahora ha sido imbatible el salto en bmx (moto), consistente en dar dos mortales invertidos en el aire, y más aún el surfista que desafía un sunami y lo sobrevive, aunque el surfista sea inclasificable por su «ecosofía», lo que constituye, a nuestro entender, una manifestación tardía del Romanticismo. Los Torneos, a diferencia de los X Games y los juegos-sport, son un evento anual, lo que produce la gran diferencia entre un equipo con barras bravas, Hooligans y fanáticos. De modo que puede pensarse que la fiesta no participa de un trasfondo sociológico, sino de teoría y acción.


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Juegos sport La definición de sport como juego de sitio nos permite visualizar los juegos propuestos por los X Games como de intemperie. Los sport (pelotacancha) forman un sitio estable, logran un círculo de adeptos y luego fundan un club general: fútbol, handbol, básquetbol, voleibol, tenis, golf, billar (y variaciones), fútbol americano, béisbol, cricket, lacrosehockey (y variaciones), ping pong, rugby, polo acuático, etc. Los Torneos Los Torneos, en general, requieren de un lugar preparado para la ocasión (con excepción de la Membrana aerofuselada, que inaugura el espacio «tradición 0»). Los Torneos se hacen una sola vez al año, son eventos: Carrera a ciegas (y Catarsis masiva), Giro y realce de triple cortejo sobre volutas, Cristalizaciones (y Encuentro de zancudos en el fútbol), Gran guante y noctilucas, Laberinto en ralentie (y Q-bol), El bolón suficiente, Símbolometáfora, Despelote, Rugby vertical, Serpientes (danza) (y Masa futhandbol), Edros y oides, Laberinto y rebote, Luodo y Membrana aerofuselada para acrobacias. X Games Los X Games han evolucionado inclusive al interior de los juegos consolidados como el ski, y lo hacen simplemente aumentando el riesgo. El snowboard ha simplificado la técnica de descenso. Hoy día, lo que anteriormente era frontera es parte del circuito. Exagerando podemos decir que esos «peligros» se pueden saltar (sin embargo, quedamos en deuda con el camera-man desconocido que va delante del campeón): barranquismo, bungee, carreras de supervivencia (rides), hydrospeed, ski extremo, escalada (sólo integral), paracaidismo, salto base, snowboard extremo, skateboard en medio tubo, skateboard urbano, patinaje en medio tubo, patinaje urbano, parkour, bmx medio tubo, bmx en terreno plano, submarinismo (apnea), carreras aventuras, espeleología no profesional, kytesurf, skydiving, etc. Distinto ha sido nuestro proyecto de incorporación a los X Games con aerofactos de distinta índole. El Windroller, más conocido como Eolo, podría ser «incorporado» a esta modalidad de alto riesgo planteándolo

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como aerofacto de Travesía por el desierto de Atacama, lugares sugeridos por Morton Grosser. Según él, este aparato tiene una constitución «benigna» y su rodado es atractivo, «su modo de caminar es simpático como el de un elefante»19. El segundo aerofacto es la Membrana aerofuselada para acrobacias. Esta membrana se autopropuso luego de que el juego inicial fuera arruinado por el viento. El juego que no resultó tuvo el nombre (provisorio) de Sopra-bol, siendo su rasgo característico que los jugadores reptaran bajo la tela sintética siguiendo la sombra de la pelota que corría por sobre el telón20. En resumen, tenemos dos postulaciones a X Games: el Windroller (Eolo) y la Membrana aerofuselada para acrobacias, aerofacto que corresponde al espacio aerolúdico de su acrobacia. Y en tercera instancia, tenemos una postulación a ser rehecho como Torneo del más-menos cero. Otra de las características de los Torneos es su «eventualidad». Como el Carnaval de Río, se hace una sola vez al año y no se repite ni el tema, ni los vestuarios, ni la música. Es por esto último que dicho carnaval pertenece a la «tradición renovada». A veces, los X Games nacen de deportes tradicionales; otras, surgen bajo el concepto de Gombrich «la tradición renovada o partir de cero desde el invento» (partir de cero es una manera de decir «darle la espalda a la tradición»). El sport antes de los X Games, con una carga tradicional grande, también proliferó en un mismo implemento. Hoy día convive ultra formalizado con los juegos extremos (léase fútbol, tenis, golf, esquí, etc.), con una proliferación nunca antes vista constituida por una diversidad de factores. Una de las características que hemos visto, es que el jugador extremo, por lo general, es un acróbata. Luego, no hay competencia contra un segundo, sino por el nivel de destreza. Son exhibiciones con puntaje. Esto, entonces ya no es sport como nosotros lo conocíamos, sino una prueba. Si analizamos un poco el bungee, parece estar tomado de un National Geographic de hace unos cincuenta años atrás, donde los nativos de Nueva Guinea lo practicaban como rito. La elástica anterior es una aplicación donde interviene una liana en el tobillo de los melanésicos. Pero un grado mayor de dificultad lo tenían estos nativos, para quienes la torre de lanzamiento era un árbol seco y la cuerda elás-


El Torneo como tradición

tica una liana; es más, debían caer de cabeza, con mucha precisión, en un determinado hoyo con polvo. La proliferación ocurre en múltiples medios y parece ser universal: aire, agua, arena, nieve. En todos ellos tenemos la presencia de un artefacto aerodinámico al alcance de cualquier amateur. Hay pruebas hiper sofisticadas consideradas aquí acrobáticas, en que los tripulantes de la tabla (board) y sus derivaciones (windsurf o skyteboard) son prácticas extremas. Lo extremo en estas dos pruebas es que requieren un gran conocimiento de terreno. El acróbata en el agua debe conocer la ola y su dominio con la tabla (más aún en la prueba del skyteboard en que lo extremo es una total realidad). Todos estos aerofactos (o fuselo-factos) generan una enorme demanda, de modo que tienen un impacto industrial. Pensamos que la curva del ciclo vital tiene un apogeo y luego declina, pero ésta no corresponde al comercio, sino a la curva del espíritu de las cosas. Es notable que para estos juegos (pruebas), haya aparecido un «ski alar» conocido como «celosía alar» o hidrofoil, el cual requiere de la tracción que exige el ski de agua. Esta es una primera aproximación a la idea de círculo o club, institución ya cristalizada en los deportes sport, como el fútbol, tenis, golf, rugby y otros. Se ignora si éstos van a tomar el rumbo en la consolidación, o van a continuar proliferando. En todo caso, los Torneos difieren de ambos en que el juego no se consolida o instituye al modo de terreno, círculo o club (al menos en lo que aquí se da cuenta). Se cumple el vaticinio de 198721: «la Arquitectura encontrará en el aire, lo que había sido con la luz», se agrega «el aire está en el aire».

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libro de torneos Capítulo II

Textos complementarios Corporeidad Artificial Revista Ca nº48, «5 Torneos» El perpetuo trasmigrar del hombre se efectúa hoy sobre artefactos de una performance silenciosa. Al aggiornarse, el ferrocarril ha debido insonorizar el traqueteo de sus ruedas y «vuela» a 240 km/h sobre rieles apoyado en goma. A diario, aterrizan muchas toneladas de un jumbo sobre un diminuto set de neumáticos, conformando un drama elástico habitual. La corporeidad-pullman de las máquinas migratorias semeja aquella elástica del chewingum: cojinetes, bloques, golillas, bujes, topes, sellos, terminales y bandas de

goma anulan la trepidación, la máquina viaja suspendida apoyándose sobre neumáticos que ejercen un enérgico grip sobre el pavimento. Así los intermediantes de goma construyen una física de la fluidez, resultando de ella la tensión leve de un viaje. Los artefactos terrestres que postulan a la velocidad han entrado en simbiosis con los bólidos aéreos. Al permutar su corporeidad maquinística por alas y timones, se han dispuesto a volar a ras de tierra. En el campo de bajas velocidades la rueda fuselada de la bicicleta ha dejado obsoleta la exploración en términos de ligereza, su diseño prosperó relativamente en la

búsqueda de aleaciones ultraligeras. Hay una similitud en el proceso evolutivo de este artefacto con el de la aviación y contiene un abismo conceptual equivalente: la liviandad (zepelines=bicicletas de titanio) y la sustentación que construye ir a través del aire (sustentación alar=penetración de la bicicleta de Moser). La forma de estos artefactos de baja velocidad se comprende hoy en términos de sensualidad molecular. En este campo el diseño de hoy se ocupa de separar con gentileza la materia del aire, permitiéndole su unidad, reconstruyéndola.

Notas 12. Lanza que es tangente (no traba) por tener una bola en la punta. 13. Lanza de combate precedente a la de punta embolada, de punta en trípode capaz de engancharse en un mínimo borde de la coraza del rival. 14. Gallardía, «Torneo barroco». 15. Por carroussel se entiende el Torneo Barroco de Luis XIV. 16. Ver en «Catálogo de Torneos». 17. Serge Lifar (1904-1986), bailarín y coreógrafo ucraniano. 18. Revista Ca nº48 19. Ver carta de Morton Grosser en «Otras extensiones». 20. Ver en «Catálogo de Torneos». 21. Revista Ca nº48, Manuel Casanueva C.


El Torneo como tradición

Juego Gallardía, Introducción. El torneo barroco es parte de la fiesta barroca, y ésta vista como un total es un juego de corte, con abstracción total de la guerra. La puesta en juego es teatral, es un divertimento basado en la representación, con excepción de la caza y la esgrima el espíritu lúdico se vuelca hacia la metáfora. Nuestra época sport se vuelca hacia una variedad más flexible, más tautológicamente económica: ha encontrado el medio para producir el Estado de juego, se ha despojado de símbolos y la metáfora se ha vuelto implemento, es el símbolo mismo que se pone en juego.

Hemos visto que cuando los cuerpos entran en una relación de márgenes entran en juego y que la guerra no da margen u holgura, es directa. La recuperación de los cuerpos en disputa es el fundamento físico del juego, para ello es preciso que la relación entre los cuerpos sea elástica. El rebote es el ámbito físico universal del juego, sin esta propiedad no hay juego entendido como sport. El espíritu mismo del juego y sus manifestaciones inherentes transita de lo rígido hacia lo elástico, obsérvese al público que concurre a un match de fútbol por ejemplo; se podrá advertir un

estado de tensiones elásticas que van de la furia a la euforia, del alarido a la risa, del puño rígido al aplauso. Los mismos gritos constituyen verdaderas columnas de aire percutadas por las consonantes, todo ello constituye el juego o gama de Rebote. La risa y el aplauso en forma especial provienen del rebote como estímulo. Los niños cuya edad fluctúa entre los dos y los cinco años viven el privilegio de una edad del rebote, después de ello la coordenada de la gravedad intersecta la acción del juego, –el comienzo del estudio. Puede decirse que los niños viven la época del rebote y constituyen por sí mismos un objeto en continuo rebote.

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Serie X. Peeling, acrílico y crayón sobre papel.



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Los fuselajes y los atuendos Volviendo al inicio de este libro, la dificultad que encontramos es el tiempo que media entre la partida de esta actividad y hoy, ya que no corresponde a una memoria continua por la naturaleza misma de la temática, sino, a lapsos y evocaciones. Hace treinta años considerábamos «el rebote» como el gran protagonista del juego-sport (identificado como el juego cancha-pelota). En 1972, la Escuela formalizó el Curso de Cultura del Cuerpo, y con ello surgieron dos eventos que tenían lugar, alternadamente, una vez al año: la Copa Recreo, jugada con la Universidad Adolfo Ibáñez y las Olimpíadas con la Escuela de Arquitectura PUCCH. La animación de estos eventos se hizo mediante afiches22 que aparecieron cada cierto tiempo (a veces semanalmente). La secuencia mostraba el proceso de un tipo de dibujo rápido y una experiencia gráfica con la lectura, la que se intentaba llevar a la mínima expresión. Esto tuvo su inicio en la lectura «sincopada» que acompaña la escultura de Claudio Girola en el acceso de la Casa Central PUCV23. Es posible que los X Games hayan potenciado un área importante del homo ludens, una tendencia aún un poco desdibujada en ese momento (1975). Hoy, eso ha cambiado y se los puede considerar vigentes y proliferantes. Entre rollers y boards pueden llegar a superar la cantidad de sports. Caemos en la cuenta que estos nuevos juegos cambian el panorama comparativo y el argumento de los Torneos. El circo se ha salido de su carpa para recitar a Shakespeare en plena acrobacia (Hamlet como saltimbanqui), todo en francés24. La tendencia está clara, no así el tema. Esto posteriormente cambió y se volvió más específico, presentando un evento acrobático-elástico. Aunque en vías de perder vigencia, los tambores y batucadas, el ritmo y los malabarismos, se hicieron cargo del necesario estereotipo de la adolescencia. El foco es la calle en Nueva York, «la tolerancia cero» terminó con el rey del grafiti y su relativo anonimato, pero no con el imprescindible espacio público de estas manifestaciones. En materia de percusión, no vimos ni oímos a ninguna de estas sesiones capaz de soportar una evaluación desde la percusión ortodoxa, pero las sesiones de tipo «casual» mueven masas, hoy se nota su dedicación.

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El espectáculo es una coreografía heráldica de carácter abstracto, vale decir, poco comprensible para la asistencia en un estadio de provincia, pero su propuesta coreográfica y el apoyo masivo de tambores abre una compuerta en el género. Es por eso, que la propuesta a incorporarse informalmente corresponde a los X Games (genuinos en el espacio del espectáculo). Completando la experiencia sobre espectáculos tuvimos la oportunidad de montar el escenario para el conjunto de ballet experimental dirigido por Angelin Preljokaj25. El escenario para este ballet fue básicamente lo existente: Ágora de los Pinos, Palacio del Alba y del Ocaso. La idea del acto se acogió a ambas obras de la Ciudad Abierta. La voluntad de hacer lo indispensable fue el factor favorable al evento, el valor agregado fue la disponibilidad de que la danza tuviera cuatro frentes (normalmente se asume con el escenario y un frente). Esta permanencia en el más riguroso amateurismo sitúa a nuestros Torneos en cierta semejanza con los juegos vigentes, porque los Torneos son eventuales y se realizan una sola vez al año. Siendo nuestra tarea «adherir desde una renovación, o partir desde un invento». Este punto se refiere a la masa juvenil, que por alguna razón, no tiene acceso al grupo de élite de los X Games. Sin embargo, se trata del ámbito público cuyo escenario es el requisito imprescindible, cosa que difiere de los Torneos. Éstos, no necesitan la expresión pública. Las acrobacias son excesivas para que la masa juvenil las adopte. Se restringieron a batucadas y malabares presididos por el rap de etnias, actual hiphop. La disciplina del parkour es de un nivel extremo, casi inaceptable: saltar desde una terraza a otra. Intermediando una calle. Hipotéticamente el béisbol y el fútbol americano fueron los juegos extremos dentro de la modalidad juego-sport, aunque los X Games se apartaron de esa ruta por completo. Cada juego proclama su existencia, específicamente con su atuendo. Los X Games o juegos extremos han proliferado en estos treinta años que contabilizamos desde nuestra partida, llegando, según creemos, a estar hoy vigentes y a ser alternativos con los juegos-sport, pero de un modo enteramente propio. Así como nuestros Torneos se iluminaron con la representación del Torneo Barroco, también lo hicieron con los


Modalidad evolutiva desde el siglo XX

juegos-sport. Ejemplos son los Torneos Guante Nocturno y el primer intento del Manto aerodinámico. Como bien lo sabían los hermanos Wright «el primero es el primero, el segundo no es nadie». El Manto aerodinámico junto al Windroller se vuelcan a los X Games, el primero como domo acrobático de virtualidad extrema y el segundo en endurance (resistencia). En su libro Origen y meta de la historia, Karl Jaspers manifiesta: «El espíritu inventivo puede conseguir cosas extraordinarias aun sin la ayuda de la ciencia específicamente moderna. Lo que los pueblos primitivos han inventado, por ejemplo el bumerang». Eso que Jaspers llama «espíritu inventivo» es la intuición pre-científica que precedió por muchos siglos el Teorema de Bernoulli. No ha habido un arma más perfecta que lo que fue el bumerang para la caza, por cuanto si no golpea a las presas (game), vuelve a la mano del cazador. Precedió asimismo al invento del «perfil alar»26 en circunstancias que el mundo civilizado proseguía la inercia de emplumar una estructura como intento del vuelo. Por nuestra parte llamamos «tradición renovada» a la transformación de dicho bumerang en aerolugios o juguetes aerodinámicos en cierta línea de juego de ocio, como el frisbee que practicamos en el CCC. Admirar y cuestionar es la posición de la modernidad en este campo. Cabe señalar que esta extraordinaria contemporaneidad y tendencias, entre juego-sport, X Games y Torneos, permite situar a los últimos como una actividad diferente. Todo juego se autoproclama en una libre coexistencia con un despliegue de lo que la tradición llamó «la heráldica» y que hoy llamamos atuendo27. Así tenemos, por ejemplo, que las pruebas bmx llevan por atuendo la vestimenta de la velocidad (casco, rodilleras, corazas sintéticas, etc.), en tanto que el equipo del rap no es una manifestación deportiva sino acrobática, llevando por atuendo una vestimenta sumamente holgada, descomunalmente suelta, tanto que en el hip-hop prácticamente se cae. Este atuendo también toca a los rollers en una suerte de intercambio de «lo joven». Para existir es necesario traer a presencia una expresión que se ha llamado anteriormente «el imprescindible estereotipo de la adolescencia», que es existir proclamado por el atuendo.

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El atuendo fuselado Se quiere ampliar el concepto de «lo fuselado» para integrar este nombre a un espacio más universal. Es un ámbito de tangencia y, a su vez, es atravesado por «lo atónito» (efecto del atuendo) en el sentido de espectacularidad. Los fuselajes Se trata de la amplitud conceptual de este elemento para su comprensión: son elementos de la techné como la unidad de una burbuja, de una gota de agua, una pluma, o la seda. Siendo la pluma la más próxima a la idea de vuelo. Desde Dédalo, cada vez que se hizo un artefacto para intentar volar, tuvo plumas. Pensando en término de móviles, en la atmósfera, lo descubierto no hace más de un siglo, es la penetración de perfiles ordenadores del flujo aéreo. Toda otra posibilidad es antiaérea. Para los cuerpos móviles, estáticos e inmóviles la aproximación al tema no es compleja, se resume en Delta P, igual a la diferencia de presiones. El aire viaja siempre de áreas de mayor a menor presión. El trato que se busca para el confort aerodinámico es en lo posible la cancelación del área eddy o turbulencia a sotavento, es decir, si el viento sopla de suroeste (alta presión) hay que cuidar el aire tras de éste generado por el cuerpo en la zona noreste. Lilienthal28 no empluma su estructura, sino que le da figura ornitológica a sus diseños de alas. Los atuendos La velocidad genera también atuendos fuselados, siendo uno de los más representativos el del motocross. En el ciclismo deportivo hay una franca evolución hacia la cancelación del área eddy, esto es, cascos fusiformes (en forma de husos) que impiden el retorno del aire en el área de baja presión tras la cabeza. El atuendo es el material elástico que no deja arrugas, para desordenar al mínimo las moléculas de aire. Atuendos de masa y virtualidad que sorprenden con sus evoluciones como la lycra elástica y el mylar, este último tenaz y transparente. Atuendos de proclamación, que nos asombran.


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En el diseño de la bicicleta, se estuvo trabajando en las aleaciones de acero, cromo, molibdeno y cambiando el perfil cilíndrico por perfiles fusiformes (bicicleta gitane). Ambos factores son secundarios frente al descubrimiento de que las ruedas con rayos son importantes motivos de turbulencia. La aparición de la rueda fuselada fue la del atuendo, por cuanto la virtualidad de los rayos no hacía pensar en ellos como factor esencial. Con esta rueda es que Mosser bate el record de velocidad/hora, poniendo 60 km/h en pista interior. Con ello, las jerarquías de los factores de penetración sobrepasaron las de los factores de liviandad, destituyendo así la creencia que dio vida al zepelín: que por liviandad flotaba en un océano aéreo. Otro diseño que refleja la modernidad o abstracción de la sustentación alar (penetración), es la incorporación de un mascarón o perfil alar en el descenso libre en ski, que aumenta la velocidad a un límite de posibilidades. Un caso similar se desarrolla en los lagos congelados de Noruega, el «patín a vela» sobre hielo, un deporte tradicional que implica empuje aerodinámico y el ceñido de vela para cambiar de dirección. Esto ha adquirido también la abstracción en su diseño, que es como se ha dicho, la penetración por sustentación alar. El vector-sustentación está usado aquí como un «perfil alar vertical», donde el corredor se introduce en el tubo metálico con dicho perfil. De este modo, el vector de sustentación es el empuje frontal y los cambios de direcciones se hacen pivoteando la vertical del tubo. Es notablemente más veloz que la vela, con el solo inconveniente que de quebrarse el hielo, no tiene los recursos de esta última (listón-bota-vara) para apoyarse y salvarse.

La fiesta y el juego29 (...) Divagamos en los meandros de la imaginación como lo hiciéramos de niños, en el altillo de la vieja casa, como si ciertas zonas superiores de la casa y la mente se volvieran afines. La simple vacuidad, la apetencia de infinitud, los caleidoscopios e imágenes nos introducen en una modalidad primordial del trance. Constituyen una zona gratuita y reservada de la propia existencia.

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No somos el homo faber, sapiens y ludens, así tan simplemente, porque conviven en nuestra alma la memoria del paraíso y la tarea terrestre. Una forma superior del ocio es la contemplación que es puente entre ambas condiciones del hombre, el que en su grado máximo hace levitar al místico. Nos ocuparemos del tránsito de la abstracción pura a lo sensible. Ocio fiesta Cuando en el Renacimiento divergen los juegos de guerra de los de representación se abre una nueva época más ociosa en este aspecto que la medieval. En las «apoteosis» del arte renacentista se intentó la transposición de lo abstracto a lo sensible por medio de las alegorías. En el caso del arquitecto Brunelleschi que inventó una máquina celestial para la fiesta de la Annunziata30. También Leonardo, como muchos otros artífices, construyó en Milán una máquina planetaria, de la que surgían dioses, para la fiesta del Duque. La fiesta, nos dice Burckhardt, es la intensificación de la existencia, donde los ideales religiosos, morales y poéticos adquieren forma visible «puede decirse que en esta época no se da tregua al acarreo mitológico y alegórico»31. Este afanarse en la representación conducirá posteriormente a la fiesta metafórica del Barroco donde hay una suspensión radical de la guerra. Llama la atención que la fiesta, como forma superior de expresión de lo sensible, exija tanta laboriosidad; el recrear los cielos y sus habitantes demandaba el oficio de maestros, es más, de maestros de maestros, como los mencionados. Más allá de la tesis de Huizinga, la fiesta como Arco Supremo, ¿no hace converger y unifica a los analíticos homo faber, homo sapiens y homo ludens? Los eruditos no nos han entregado un nombre para el hombre fiesta, o acaso éste sea el inclasificable poeta32. Ocio fáctico Para Spengler, el Acto Mano33 acontece en el hombre cuando éste adquiere la vertical y libera sus manos para el quehacer de su mente. Pasarán siglos en que la simple piedra, el sílice y los metales le servirán para agredirse. Este trato es atemperado en el medioevo por intermedio de «la dama».


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La guerra, así como la industria, son ámbitos donde los cuerpos se devastan, sin nexo intermedio, la recuperación de los cuerpos en disputa es el fundamento físico del juego. Las herramientas en sí no tienen margen de holgura y cuando «tienen juego» es porque ha llegado a su fin su vida útil (y bien pueden ser considerados juguetes). Puede pensarse que con la dama de mediatriz, la guerra se vuelca hacia la representación y por lo tanto al juego. La laboriosidad en el montaje de las fiestas demuestra que trabajo y ocio no son antónimos; si bien la fiesta es una distracción de la tarea terrestre específica, ella exige de suyo trabajo. Ese trabajo, sin embargo, no pertenece a la condición de «ganar el pan con el sudor de nuestra frente», sino más bien a lo inverso: la recuperación de la casa original en el edén. La fiesta trata de la real evasión del trabajo per se y pone de manifiesto el ocio como tránsito a esferas trascendentes. Desde ese punto de vista es posible una hermenéutica del mito de Dédalo, en el que el primer arquitecto del occidente escapa del «largo exilio detestado»34. Skholé: Ocio creativo El término griego se refiere a dos conjuntos de nociones que son el tiempo libre-ocio y escuela-estudio. Se ha reducido ambos contextos al ocio creativo como síntesis35. El presente siglo tiene su partida con el fulgor de la Fiesta en la Bauhaus. «El juego será fiesta –la fiesta será trabajo– el trabajo será juego»36. Es la fundación de la idea moderna de la Escuela que influirá en la enseñanza de la Arquitectura y los oficios en el mundo. El arquitecto preside la casa y los artistas la animan, la fluidez del juego es el elan de la casa, los artistas rápidos (escultores y pintores) abren el espacio del ocio creativo. El teatro de Schlemmer es la gran fiesta. Para apreciar este dar casa al ocio de la Bauhaus hay que retroceder a los albores de la Universidad en el siglo XII. Le Goff37 nos señala que el «quod liebet» fue la prueba de consistencia más agonística entre los ejercicios intelectuales del medioevo. Tanto que el maestro en palestra sería hoy día un equivalente al iron man del saber. Es la época de las cruzadas intelectuales en que, esgrimiendo la verdad absoluta, un sabio arremete contra otro, lo acorrala y lo destruye dialéc-

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ticamente. El goliardo destruye al sabio del establishment y luego el santo va a destruir al goliardo. El «teatro total» de la Bauhaus comparado con el pequeño prado extramuros de la Universidad de París medieval donde los alumnos tenían «encuentros de honor» demuestran que la tarea universitaria de ocho siglos ha sido la de construir el Skholé. Skholé, una fiesta lúdica De entre los innumerables modos de formalización de un juego, la configuración cuerpo-juego-espacio nos abrió hace veinte años el ámbito de la fiesta lúdica. Una vez al año celebramos el develamiento de alguna dimensión de esta trilogía que se calcula y prepara con meses de anticipación. Esta fiesta es ya una tradición que nos adorna la vida, la completa y es en este sentido imprescindible para la construcción del ocio. Su fundamento recae en la acción lúdica, siendo el juego el vehículo primigenio «más viejo que la cultura». Su invención reside en descubrir una idea rectora que subordina las reglas del juego; las reglas las secundan e introducen el factor tensión. Las reglas han de ser simples, porque una vez iniciada la acción, dependerá de ellas si se produce efectivamente el juego o no; esto se verifica en la medida que la acción adquiere autonomía, apartándose de la vida corriente. Entonces juego y fiesta son condominio de un tiempo extraordinario.


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Notas 22. Ver «Facsímiles». 23. Se trata de una tipografía tridimensional ubicada en la parte inferior de la obra escultórica, la cual está estructurada por unidades de textos que se van haciendo visibles a medida que se va leyendo. 24. Cirque du Soleil, París, 1984. 25. Angelin Preljokaj (1957), coreógrafo francés. 26. Descubrimiento de los hermanos Wright. El perfil alar es una forma plana que al desplazarse a través del aire es capaz de crear a su alrededor una distribución de presiones que genere sustentación. 27. Atuendo: del latín attonĭtus, asombrado. Dejar atónito. 28. Otto Lilienthal (1848-1896), ingeniero industrial de origen alemán. 29. Revista Trances del ocio, 1995. 30. Jacob Burckhardt. 31. Jacob Burckhardt. 32. Carta del errante, G. Iommi. 33. El hombre y la técnica, Oswald Spengler. 34. Las Metamorfosis, «Dedalus», Libro octavo, Ovidio. 35. Corominas, diccionario etimológico. 36. Bauhaus, Magdalena Droste. 37. Los intelectuales de la Edad Media, Jacques Le Goff.

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Serie X. Tinta china sobre papel.


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Carrera a ciegas Sporting Viña del Mar 1974

Implementos ad hoc: Campana en la sub-meta que toca cada diez segundos orientando a los jugadores que salen a la carrera. El jugador va con atuendo semielíptico y un parche negro frente a los ojos. El atuendo vale por una máscara mayor (mascarón). Los jugadores han sido divididos en tres grupos: amarillo, verde y azul. Pueden proponer una heráldica personal (los atuendos son parte de la fiesta). El juego solo, difícilmente alcanza la categoría de fiesta. Los trajes, la estructura de madera (listones delgados), los papeles de colores y el número del jugador, también están puestos en juego. Reglas del juego: Prohibido sacarse el parche. El grupo (color) que llega primero, gana. Estructura del juego: Hay un jurado en la campana, ellos son quienes sacan el parche que permite volver con visión. En la carrera hacia la campana el trayecto es zigzagueante y a tientas –de oído y sin visión. La sub-meta es la campana y la meta es el retorno al punto donde comenzó la carrera. Acción: Andar en zigzagueo. Comentarios: Jugadores enfrascados en sus atuendos; es el primer Torneo propiamente tal y el mascarón advierte que hay que investir a los equipos. Este torneo fue proyectado con el arquitecto Fabio Cruz P., y el atuendo diseñado por el autor.


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Especula sobre los sentidos y su especificidad. En este caso, lo que ayuda al oído en un trayecto en que se ha suspendido la visión. Es uno de los hilos de Ariadna de los Torneos y su giro básico.

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Catarsis masiva Variación espontánea del Torneo Carrera a ciegas

Implementos ad hoc: Mismos atuendos del Torneo anterior, fuera del cuerpo, mutados hacia la Fiesta. Reglas del juego: Sin reglas. Estructura del juego: Sin estructura. Acción: Una vez terminado el juego, ocurre algo imprevisto. Los jugadores fuera de sus atuendos, los levantan –a modo de banderas– y organizan una carrera masiva, sin sentido.


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Giro y realce de triple cortejo sobre volutas Terrenos de la Crav Viña del Mar 1975

Implementos ad hoc: Zancos con jugadores a 55 cm de altura con un aparato romboidal o paspartú. Tres espirales compuestas, trazadas sobre el campo de juego, cada una consistente en una espiral de ida, una de regreso y una tornamesa hexagonal. Reglas del juego: El jugador que cae de los zancos debe volver al punto inicial atrasando con ello su cortejo. Si un jugador hace perder pie a otro en las zonas angostas, deberá volver al punto inicial; el jugador caído debe integrarse al cortejo desde fuera del espiral. Estructura del juego: Los jugadores inician el cortejo al compás de un bombo que acompaña la banda instrumental, de ese modo una multitud de jugadores involucionan hacia el hexágono central de cada espiral. Se han dividido en tres equipos: rojo, amarillo y azul. Un jurado dictamina cuál ha sido la evolución más lograda y define al equipo ganador. Acción: Juego coreográfico en equilibrio, para jugadores no especializados. Comentarios: Los «zancudos» están investidos con un atuendo al modo de un paspartú; construyen el despliegue en el espacio de representación.


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Poner en juego la sensualidad de las volutas que ejecutamos a diario sobre toda clase de documentos: cuando rubricamos algo haciendo presente cierta heredad barroca. Nuestro espíritu caligráfico procede automáticamente en ceremonias de cierre ornamental como se hace con la crema en la torta. Por otra parte, se precisa cierto grosor horizontal en las acciones solemnes: las comitivas, las escoltas, las guardias personales y los paparazzi, son la densidad inherente al espectáculo principal. Así, la disciplina de cortejos que danzaron el minuet, la pavanne, el passepied, el petit pas, y otros rigores. Un sentido de todo ello puesto en juego sobre zancos y en marchas de evolución.

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Cristalizaciones Sporting Viña del Mar 1976

Implementos ad hoc: Zancos de más de 60 cm de altura. Reglas del juego: Los jugadores esperan la señal del árbitro para avanzar de un triángulo al otro. Prohibido botar al contrincante. Estructura del juego: Tres equipos se ubican en un triángulo mayor. El trayecto a ejecutar es hacia un triángulo menor, inscrito en el anterior. Al sonar la campana del árbitro los zancos se desplazan hacia el centro (al triángulo menor) donde se «cristalizan». Al estar detenidos comienzan a derrumbarse, a menos que se asocien con sus pares o mantengan el equilibrio con pequeños movimientos. Luego, todos vuelven al triángulo grande y se le descuentan puntos al equipo con más caídos. Acción: Mantener el equilibrio al detenerse (cristalizarse). Comentarios: Sorprendente resulta el espectáculo masivo de elementos verticales a la manera de Los lanceros del pintor italiano Piero della Francesca.


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El equilibrio se juega en un rango: no es puntual ni lineal, no es con ejes, sino con franjas de ajuste. Cristalizarse, o quedar detenido, es traer a presencia el equilibrio, pero impedir moverse es contra la naturaleza del mismo, ya que este estado debe conquistarse. Algo similar pasa con la bicicleta: detenerse con los pies arriba resulta imposible, para equilibrarse es necesario dar pequeĂąos movimientos.

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Encuentro de zancudos en el fútbol Variación del torneo Cristalizaciones

Implementos ad hoc: Mismos zancos que en el juego anterior. Dos pelotas neumáticas, una de ellas sin intervenir y la otra con su centro de gravedad alterado por contrapesos interiores (excéntrica). Esta última es lanzada sin aviso entre las salidas de la esfera normal; luego, exige cuidado al shoetear porque sin aviso la pelota cambia de dirección por sí sola. Reglas del juego: Se gana con goles y la menor cantidad de jugadores caídos. Estructura del juego: Hay un trazado en el césped que demarca los límites de la cancha especialmente dimensionada para los dos equipos. El jugador en zancos no puede estar absolutamente detenido, ya que el desequilibrio empieza cuando deja de moverse, luego es necesario asociarse con otros. Competencia. Acción: Ritmo (tempo). Los jugadores que caen son eliminados. Durante el juego es el árbitro quien decide si devuelve a la cancha la pelota normal o la intervenida. A lo largo del partido se meten goles y se descartan jugadores. Se define el equipo ganador.


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Jugar un partido de fútbol en zancos. La crisis del equilibrio comienza cuando el juego pide la detención. Eventualmente la pelota que devuelve el árbitro está excéntrica, entonces hay que cuidar que esté cerca al intentar patearla (para no caerse).

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Laberinto en ralentie Sporting Viña del Mar 1976

Implementos ad hoc: Máscara con un ala móvil lateral y mirillas con grados de dificultad para mirar. El ala opera con el aire desplazado por el rebote. Al moverse muestra brevemente –al modo de un pestañeo– la clave de color y número. Rebotines, palancas de madera con tirantes de goma que se calzan; uno por cada pie, operan con el peso del jugador dando un efecto ingrávido al movimiento. Reglas del juego: Prohibido hablar. Quien lo hace debe abandonar el juego, restando puntaje a su equipo. Gana el equipo que se encadena primero. Estructura del juego: Dos árbitros, uno por cada color (amarillo y rojo) y sesenta jugadores vestidos de blanco. Los árbitros se dividen secretamente en dos equipos pegando un disco con color y número bajo el ala de cada máscara. Nadie sabe «quién es» y desconoce la identidad del resto. El juego trata de una sucesión correlativa de números. Al inicio los árbitros revelan, en secreto y al azar, a sólo dos de los jugadores su identidad (número y color). Al silbato, estos participantes deberán buscar al antecesor y al sucesor del número y color que les pertenecen. Una vez encontrados, el de su derecha buscará su antecesor y el de su izquierda su sucesor. Y así en adelante. Los jugadores rebotan en silencio, sólo se oye el sonido del implemento. Dos de ellos han iniciado la búsqueda: desconcierto, caos y oscuridad que lentamente va encontrando su orden, para acercarse a una conclusión. Comentarios: Este Torneo, al igual que los otros, no tuvo ensayo previo, motivo que lo llevó a perfeccionarse en una segunda instancia: Laberinto y rebote.


Catálogo de Torneos

Torneo en borrador, quiere experimentar con un implemento que disminuye la velocidad del juego: los rebotines. Unir el rebote a la desorientación de un laberinto o caos de posibilidades cuyo hilo conductor es la puesta en juego del rebote, pues no se trata de un laberinto material sino de un caos en el orden de las relaciones. Se juega una concatenación de quién ha identificado su número y color (identidad). Esto, puede ocurrir sólo si se está rebotando. Mascarada.

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Q - bol Variación del Torneo Laberinto en ralentie

Implementos ad hoc: Rebotines usados en la etapa anterior, ejercen fuerza de palanca con el peso del jugador disminuyendo la velocidad del rebote. Pelota de pvc esférico-cúbica de 55 x 55 x 55 cm. Reglas del juego: Mismas del vóleibol. Estructura del juego: Cancha triangular con tres redes y tres equipos por lado. Acción: Intento por jugar un vóleibol triangular. Los rebotines no tuvieron el efecto esperado porque en vez de impulsar, disminuyeron el impulso haciendo de amortiguadores. Riesgo que se corre en la verificación de la idea rectora. Comentarios: Este juego se anuló por no tener el resultado esperado. Su huella es reconocible en el Torneo Edros y oides (transformación geométrica del implemento).


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Vóleibol triangular con un nuevo implemento: pelota esférico cúbica llamada Q-bol. El Q-bol, va en dirección contraria a los usos y costumbres de lo sport: la velocidad (no tiene velocidad, lo que llamamos ralentie). Se pregunta por lo duro y lo blando como complementos del rebote. Los rebotines tienen la misión de disminuir la velocidad de la acción.

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Serpientes (danza) Sporting Viña del Mar 1977

Implementos ad hoc: Traje de tela con amarras perimetrales cada 5 cm reforzadas por pabilos de cuerda. Las amarras son hechas a modo de corsé, alternando una hacia el jugador de adelante y otra hacia el de atrás. Se amarra así todo el perímetro. Franjas lúdicas: azules y rojas. Reglas del juego: Implícitas. Se compite por construir un ritmo. Estructura del juego: Columnas de 80 jugadores cada una, ligadas en forma compacta, intentan moverse en vano. Esto sucede frente a un jurado que determinará quién logra ritmar. Auxiliares que corren a poner de pie lotes de jugadores que caen. Un «líder» mueve las piernas, luego los brazos, lo sigue la columna que serpentea para ver los cambios de movimiento. Las columnas comienzan a entrar en compás; el ritmo sucede en una de ellas, la columna entra en catarsis. Se han dividido en dos equipos: rojo y azul, un jurado dictamina cuál ha sido la evolución más lograda y define al equipo ganador. Ganan los rojos. Comentarios: El modelo de este juego está tomado de una danza nativa que celebra la fertilidad. Ésta ocurre en el corazón de África. Lo mismo sucedió con el bungee de los X Games.


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Hacer aparecer el ritmo atávico del hombre, y que ello surja de un aparato masivo. Indagar en la propia naturaleza, en el ritmo interior, sin la dualidad de compás-melodía. Poner en juego lo primigenio mediante columnas de cuerpos estrechamente ligadas entre sí e imposibilitadas de moverse (si no es por unanimidad masiva).

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Masa futhandbol Variación del Torneo Serpientes (danza)

Implementos ad hoc: Bolón diseñado con núcleo neumático, relleno de esponja plástica y forrado con tela. Equivale al soft ball del béisbol amateur, teniendo el tamaño de una pelota de básquetbol. Misma vestimenta que en el juego Serpientes. Reglas del juego: Variación de las reglas del fútbol americano. Se incluye la mano. Estructura del juego: Replanteo de la masa de los jugadores según su posición, y éstas son tres: delantero, mediocampista y defensa. El «delantero» se compone de dos jugadores unidos por la espalda, uno patea y el otro tira con la mano. El «mediocampista» de tres jugadores hacia un lado y un jugador hacia el otro. El que va amarrado por la espalda es quien puede jugar con la mano. Al «defensa» lo constituyen cuatro jugadores hacia un lado y un jugador de espaldas. Se reinventan los jugadores según la posición y rol en el fútbol. El galope en conjunto parece ser el ritmo único.


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Cambiarle la masa a los jugadores del fĂştbol americano. En un jugador tradicional el atuendo significa un aumento de la masa, llegando incluso en ciertas ocasiones, a lesionarse por llevar este aparataje. En este juego se define la masa al unir jugadores (suma de cuerpos) en las distintas posiciones de la cancha. PodrĂ­a aceptarse dentro de lo sport.

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Gran guante y noctilucas Casa Escuela. Recreo - Sporting Viña del Mar 1978

Implementos ad hoc: El traje es un cono con proyecciones en malla que duplican la capacidad de recepción de la pelota. Su estructura (canasto y guante) se conforma de rodón, media caña de lingue y polietileno (color). Las luces son químicas submarinas (antorcha seca). Reglas del juego: Sólo se puede caminar hacia atrás. La idea es equilibrarse sobre un pie y con el otro ejecutar los movimientos. La pelota no se puede pasar de guante a guante (o de jugador a jugador), el pase debe hacerse por el aire y con la mano izquierda debiendo caer dentro del cono que va a recibirlo. El poste único tiene un «canasto» a la altura del canasto de básquetbol donde se anotan los puntos. Estructura del juego: El trazado del campo de juego es proyectado a los 2,5 m de altura por un alambre que circunda la cancha siendo reconocido al tacto de la parte superior de los conos (la cal habitual que demarca la cancha se reemplaza por ser invisible de noche). El juego es nocturno, de modo que los jugadores tienen iluminación propia generada por dos o tres antorchas secas. A su vez la pelota es neumática, con manillas y con una luz intermitente. Las tres antorchas en el extremo superior del traje deben ser capaces de iluminar un disco de color en la oscuridad (amarillo o rojo). Cada jugador tiene un color asignado, ubicado en la parte superior de su guante que indica a qué grupo pertenece. La estructura del guante es sostenida por el jugador a través de un punto fijo: una plantilla de madera con una huincha que permite meter el pie. La plantilla está armada con una bisagra con el objeto de que el pie tenga flexión sólo caminando hacia atrás. La pelota que cae dentro del cono, se saca con la mano izquierda y se lanza a los compañeros de equipo que se tienen por delante. La dificultad en el manejo del guante, requiere de entrenamiento previo.


Catálogo de Torneos

El implemento es la idea rectora. Basado en el guante todopoderoso del béisbol. Cada jugador lleva su guante-traje. A su vez, la noche puede devenir en la intemperie tomando un carácter siniestro, como en la construcción de sí misma en lo nocturno.

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Despelote Sporting Viña del Mar 1979

Implementos ad hoc: Casco construido con argollas de manguera (ornamental, que conformaban parte del uniforme y evitaba recibir algún piedrazo). El traje era para todos el mismo: blanco y amarillo. Elementos para ser lanzados: bastones, argollas (de los mismos cascos) y objetos contundentes ornamentados con huinchas de color. El colorido era colectivo, no distintivo. Reglas del juego: No ha sido posible documentar las reglas del juego y queda una incógnita con respecto a la regla del «fuera de juego». Estructura del juego: Ciclo de tambor que marca la pauta de acción y detención. Una red de 6 m de altura y «n» jugadores por lado. Hay una cantidad de piedras disimuladas en unos bastones con largas huinchas de tela. Hay que deshacerse de ellos antes de que el redoble del tambor se detenga. Acción: Hay un puntaje preestablecido que determina la duración del juego, pero los implementos se acaban al ir quedando atrapados en la red (imponderable). Finalmente es la red la que determina la duración del juego.


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La idea es producir un tempo o ritmo interno. Se procede a establecer un obstáculo (red) y una cancha dividida en dos equipos. Empieza el redoble de tambores, y cuando se detiene comienza el juego. Y lo mismo ocurre a la inversa para detenerlo. Los jugadores se han investido con «cascos» y deben tirar todos los elementos que están en el suelo por sobre la red al campo contrario, porque al detenerse el redoble, los árbitros evalúan cuántas de estas pelotas quedan en el campo contrario. Las interrupciones del tambor son señaladas por el árbitro y por lo tanto son al azar para los jugadores.

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El bolón suficiente Sporting Viña del Mar 1979

Implementos ad hoc: Esferoide de tela de 2,20 m de diámetro, costura patch con pabilo reforzado de aproximadamente 250 kg. de peso, relleno de pelotas de papel de diario de 1 kg. cada una, compactadas con cordel y envueltas en bolsas de polietileno. Reglas del juego: Toda la acción está dirigida al bolón, no al contrincante. Los jugadores no pueden pasarse al lado contrario de su equipo. El «fuera» detiene el juego; el bolón debe ocupar su posición inicial. Se juega hasta que un equipo gane, se rinda, o hasta que el agotamiento de ambos genere un empate. Gana el equipo que logra empujar o hacer rodar el ecuador del bolón tras la línea equinoccial. Estructura del juego: Los jugadores inician el cortejo al compás de un bombo. 50 jugadores se presentan al Torneo cada uno con cinco pelotas de papel de diario. Con ellas rellenan el casco por una abertura que finalmente se cose. Un árbitro pide colocar el bolón con su ecuador coincidente con la línea de suelo, luego pide a los jugadores retirarse a la línea de inicio a 20 m de distancia del bolón. Los dos equipos esperan la señal en posición de partida. Acción: El bolón recibe el impacto de los jugadores que lo arremeten a toda velocidad. Al persistir un equilibrio de fuerzas, los equipos despliegan tácticas de grupo: El «grupo-palanca» el «grupo-cuña», el «grupo-ariete». La estrategia general no logra conmover al bolón, la acción se hace discontinua. Un equipo desmaya, el bolón se desplaza. Ganan los azules. Comentarios: El resultado una y otra vez es desolador, ya que la acción de empuje es repetitivamente nula porque el bolón se asienta y no rueda.


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Pesa, se asienta y no rueda. Una de las grandes dificultades de los juegos con pelota es la exacta ecuación entre la performance de la pelota (diámetro, peso y grado de resiliencia) y el área de la cancha. Este problema lo tuvo también el billar, para el que se realizaron al menos seis propuestas con diferentes medidas hasta poder definirlo. El bolón es ensimismado (él y su problema de peso), basado en un juego inglés en el que se intenta meter un gol con una pelota muy pesada en una cancha de barro. Un implemento está hecho para ser útil, no un obstáculo, por lo tanto, aquí el problema único es la pelota.

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Rugby vertical Sporting Viña del Mar 1979

Implementos ad hoc: Pelota de pvc de 2 x 1,50 m de diámetro. No tiene igual disposición a rodar que la regularidad de la esfera. Por eso es un «boloide». Reglas del juego: Sin importancia. Esto lo verificaremos en los Edros y oides (etapa analítica de los Torneos). Estructura del juego: Competencia de carácter espontáneo. Comienzan jugando dos equipos, pero termina con todos los jugadores tratando de atrapar la pelota. Al ser inatrapable, por su tamaño, el modo de alcanzarla era construyendo «torres humanas», las que surgen espontáneamente para poder resolver los pases. Acción: Juego coreográfico en equilibrio, para jugadores no especializados. Comentarios: Esta sección de los Torneos analiza el implemento «boloide», en este caso este es el tercero después del Bolón suficiente. Actualmente, la regla del line-out, pensando en el espectáculo ha permitido la disputa de la pelota en la vertical.


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El rugby es una variable de los juegos con pelota en que ésta no es esférica. Tiene la forma de un huso y esto es porque se juega con la mano, permitiendo lanzar con precisión y con spin. En este caso la rotación es en el eje del huso. Ya sabemos que eso permite, al modo de la pelota de golf, la generación de una capa límite durante su trayecto en el aire. La pelota por su volumen es inabordable. Se trata de un juego aéreo.

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Símbolo - metáfora Sporting Viña del Mar 1979

Implementos ad hoc: Pelota de pvc neumática, de 3 m de diámetro. Mantos de pvc de 3 x 3 m, para «mantear» y recibir pelotas (jugadores). Pista circular de carreras de 40 m de diámetro. Reglas del juego: El papel del equipo es el de lograr un tiro exacto, ni corto ni largo, para que el jugador (pelota) quede encima de la pelota (cancha). Los lanzadores se organizan para ser además receptores en caso de un tiro impreciso. El equipo levanta «el terreno» (pelota coronada) y corre a la meta. Estructura del juego: Dado que el giro lógico de la esfera en el aire es de mayor potencia que la reglamentación, ésta se simplifica. Carrera contrareloj en la que cada equipo, por turnos, intenta colocar un jugador en la cima de la esfera y de recibirlo en caso de un tiro mal ejecutado. El tiro se efectúa con unos telones de pvc impulsados por varios jugadores. La operación es tangencial y difícil. Una vez lograda la colocación, el equipo levanta el «terreno» (pelota) y corre a la meta. Corren junto a ellos los escoltas que se ocupan de tener dispuestos los mantos, dada la precaria situación en que viaja la pelota (jugador) sobre la cancha. Acción: En torno al juego las variables se centran en la solemnidad del desplazamiento de la esfera en el aire. Al impulsar hacia arriba esta bola, adquiere la lentitud de una pluma, pero al contacto genera un rechazo de inercia de masa. Sus 10,5 m3 tienen este comportamiento de equívoco lúdico.


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Como en el juego del Bolón suficiente, la tesis no acepta los papeles unívocos de pelota-jugador-campo de los juegos convencionales y los invierte para rehacer el juego. Se trata de proyectar al jugador en la pelota y que ésta lo transporte.

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Edros y oides Playa de Ritoque Quintero 1979

Implementos ad hoc: Estos implementos fueron dilucidados en la Escuela durante cuatro días al mes hasta que se logró su construcción con coligüe. Elementos: huso, nombre que proviene del título del estudio «el comportamiento como rodado». Es decir, se busca una nueva rueda. Reglas del juego: A pesar de no tener reglas ni constituirse en juego, éste termina con el crepúsculo y los cuerpos son lanzados al agua, trayendo a presencia un cierto estado contemplativo que reemplaza el tempo en los juegos sport. Estructura del juego: Se trata de indagar las propiedades del rodado en cuerpos experimentables: subirse y hacerlos rodar. Rara fiesta porque no hay partes antagónicas, y sin embargo, hay tempo. Edros y oides, más el cilindro presentan un conjunto dispar. El que rueda mejor es el cilindro, posiblemente por tener sólo un piloto que lo maniobra. Los husos tienen la particularidad de estar a medio camino entre la esfera multidireccional y el cono, convirtiéndose en cuerpos erráticos. Comentarios: La pregunta que quedó pendiente es si acaso existe una configuración innovadora de la rueda. La respuesta vino más tarde y se cumplió en el Eolo (o Windroller). Los videos y las fotografías dan cuenta de las dificultades del icosaedro (edro) como rodado. Entre el cilindro y el huso, el primero es el más adecuado y en ese aspecto lo va a ser en relación a todo lo presentado. Para Platón el cubo es la tierra y el tetraedro el fuego. Si probamos en maqueta el rodado de ambos caemos en la cuenta de que el cubo es lo estable, sin capacidad dinámica; y el tetraedro es el paradigma en ese aspecto. Esta experiencia nos lleva a encontrar un rodado que es hélice y rueda.


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Este Torneo es significativo por cuanto se va a probar el rodado de cuerpos platónicos y no euclidianos: oides. Se han estudiado cuerpos y sus atributos como antecedente, trabajo de Taller que corresponde al periodo en que se suspendió el Curso de Cultura del Cuerpo. No es propiamente una competencia, sino observación especulativa y comparativa. Esto trae consecuencias en teoría arquitectónica.

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Luodo Ciudad Abierta Quintero 1984

Implementos ad hoc: Zancos con sujeción a la pantorrilla, brazos y manos libres; altura mínima 45 cm, altura máxima libre. Vestimenta de cartón corrugado desde los hombros hasta una altura de 10 cm sobre el suelo. Diseño cromático de los trajes según especificaciones de Francisco Méndez. Máscara dibujada a colores directamente sobre el rostro, diseño libre. Gorra de goma y bastón de equilibrio. Reglas del juego: Fase A, con bastones: Cada tribu exhibirá sus destrezas con atuendo completo entrando en cortejo alternadamente por la pasarela. Lo hará innovando en cada pasada e irá incrementando al límite el grado de riesgo. Esta fase se detiene en el límite. El jurado lo computa. Fase B, sin bastones: la tribu verde combatirá a la amarilla por individuos o por grupos según la estrategia que el desafiante proponga. Es el desafiante quien se ubica en medio de la pasarela. El jurado anota puntos en contra por jugador caído de cada tribu. Estructura del juego: Campo lúdico circular de 40 m de diámetro, con una pasarela sólida de 60 cm de ancho por 30 m de largo, a cada lado de éste, una zona de barro batido de 70 cm de profundidad. Dos rampas, una en cada borde exterior de la zona para extraer por arrastre a los caídos. Dos núcleos con troncos de apoyo, uno en cada extremo de la pasarela. Terraza del jurado, terraza de los espectadores. Signos escultóricos. Acción: En torno al juego las variables se centran en lo solemne del desplazamiento de exhibición, no hay pugna entre contrarios, quien cae, cae por sus propios errores. Durante el combate los caídos son retirados por los auxiliares de su propia tribu. Este juego terminó espontáneamente en una lucha contra todos. Duración, una mañana. Comentarios: El Signo, fue obra de Claudio Girola.


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Poner en juego la dignidad de dos «tribus» en el dominio de la representación. La dignidad está constituida por la altura, el realce vertical de la figura humana. Caerse y hacer caer son el riesgo o tensión interna del juego. El que cae, cae doblemente por cuanto cae desde una altura artificial y cae al barro. El que cae desciende del mundo a lo inmundo. El valor estético del jugador es sostenido por sus valores éticos: destreza, astucia, coraje y fuerza; la falla ética es el derrumbe estético. Se juega así al todo o nada apoyado en lo serio de la representación y potencial catástrofe de caer. Caerse, perseguirse y ensuciarse, en cuanto a espectáculo, hace aparecer al animal ridens aristotélico.

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Laberinto y rebote Playa de Ritoque Quintero 1986

Implementos ad hoc: Las máscaras se hicieron dentro del taller, se eligieron tres y se perfeccionaron hasta la fecha del Torneo. Estos atuendos hacen presente el rebote originario de los juegos sport. Las máscaras tenían la propiedad de ver y ser vistas; al simple rebote le sucede un movimiento pendular en el visor (visor-yelmo), cuyo rol es restringir el campo óptico del jugador. Reglas del juego: Hay una cantidad de jugadores sin identidad a los que los árbitros separan en dos grupos. A sólo un jugador de cada equipo se le entrega el color y el número que origina la búsqueda. Estructura del juego: Un poco antes de comenzar el juego, los árbitros identifican a cada jugador y la formación queda «congelada» hasta que empieza el juego. Nadie conoce su propia identidad, excepto dos jugadores (uno de cada equipo) que eran informados de sus datos por el árbitro. Ellos son encargados de buscar a sus eslabones, quienes se desconocen a sí mismos. Por ejemplo, el «15», debe buscar al «14» y al «16». Todos están rebotando en un lugar definido, pudiendo desplazarse por el área. Una vez que se encuentran todos los eslabones del mismo equipo y arman la cadena, corren a tocar la campana, lo que marca el fin del juego.


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Se trata de replantear el torneo Laberinto en ralentie, que tuvo problemas con el diseño de los rebotines. La idea persistió hasta esta conversión: encontrar el número correlativo, anterior y posterior, al número entregado.

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Membrana aerofuselada para acrobacias Ciudad Abierta Quintero 1992

Implementos ad hoc: Manto de 400 m2 de tafeta nylon de cuatro colores: blanco, amarillo, azul y rojo, con orificios circulares de distintos tamaños y costura a mano de pabilos. Estructura del juego: Se pone en cuestión que la cancha sea monodimensional. El juego se pudo llamar «+ - 0», medida que constituye la altura del manto tensado horizontalmente. La membrana en sí misma da cuenta del juego y su reglamento. En el diámetro de cada orificio se puede jugar sacando un brazo, una pierna o la cabeza. Los jugadores se mueven bajo la membrana o «zona -0» a la «zona +0» o sobre la membrana. Existen dos árbitros, uno «+0», que arbitra lo que sucede sobre la cancha y otro «-0» que supervisa el partido que se desarrolla con jugadores reptando o en cuclillas bajo el manto. Hay una pelota en disputa. Acción: Esta pasa en la variación espontánea del juego. Bajo el manto se escondía un plano circular que circunscribía la cancha nivelada, realizada por el Taller de Construcción.


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El implemento es el juego (la cancha es el implemento).

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Variación espontánea del torneo Membrana aerofuselada para acrobacias

Implementos ad hoc: Mismo manto. Acción: El viento arruina el primer juego, pero propone uno impensado. Esto nos dio una claridad acerca de las tendencias en el quehacer de la Fiesta. Empezó un juego para reconocer este objeto-fuselaje y a medida que se intensificaba la velocidad del viento, se iba generando una membrana neumática que era posible ser sujetada gracias a sus orificios, porque una vela de 400 m2 jamás tendría esa posibilidad. Entonces los jugadores inventaron sentarse en los bordes, ello de inmediato propuso una bocatoma al sur oeste, entonces aparecieron cordeles y materiales para poder regularla. Las ráfagas de viento hicieron que esto subiera y bajara y en un momento alguien se sentó en el borde de uno de los orificios subiendo sorpresivamente 5 m. Esta catedral del aire y del color invita a buscar su desarrollo, porque si bien lo ocurrido fue muy interesante, cabe la posibilidad de inventar las reglas y volverla un juego de vanguardia ya que no tiene relación con la tradición. Comentarios: De este modo, este último juego se enlaza a lo contemporáneo, con los X games y los sport. La acción fue acrobática al pasarse del exterior al interior por recorridos realizados a través de círculos (orificios).


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Otras Extensiones

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Serie X. Técnica mixta sobre papel.


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Mundial Juvenil38 Estadio Playa Ancha Valparaíso 1985

Es la experiencia de concebir un acto masivo con un gran despliegue simultáneo de 250 «actores». Un cortejo de banderas en movimientos rectos y serpenteantes, según el esquema de instrucciones realizado por dos talleres de diseño de objeto a cargo del diseñador Ricardo Lang, y talleres de arquitectura a cargo del autor39. En cuanto al nivel plástico, puede decirse que el tono fue pro abstracción, es decir, sin fetiches folclóricos, sin concesiones, sin contemporizar; hasta llegar a usos y costumbres como el del redoble de tambores (100 tambores), al que no fue posible sacar de la marcha como ritmo único durante el tiempo dispuesto. Se construyeron cuatro esferas, dos de ellas «terrestres», que dibujaban una danza axial y luego la figura del ocho: el infinito. En su interior, dos «hombres-hamster» y un stock de pelotas de regalo que se fueron soltando y «shoeteando» al público. Ambas esferas de tres metros de diámetro fueron hechas por los alumnos de diseño dirigidos por Antonio Zamudio, artesano en mimbre de Chimbarongo, y se realizaron en un plazo de diez días. El rol de las esferas, además de su presencia y limpieza técnica, era el de hacer un contrapunto al cortejo de las banderas mundiales. Más complejas resultaron ser las «esferas-boyantes» con helio, por diversas razones: una de ellas la meteorológica. Ambas esferas estaban ancladas a la cancha y dispuestas a media altura (un poco por sobre la mayor altura del entorno de la cancha). Se le hicieron consultas al profesor Carlos Wörner, profesor de física de la PUCV, para tener una medida de la boyancia o empuje hacia arriba, y así saber cuánta carga podíamos ponerle a las esferas sin perder la sustentación. El cálculo de las esferas con helio admitía bastante carga, más de la contemplada. El segundo problema que sobrevino fue el viento predominante, porque

está lleno de turbulencias que significan rachas cruzadas (lo que desbarató varias veces al Gossamer Condor), y nos hizo retener por largo rato las amarras de las esferas para evitar el peligro que significaba que fueran a enredarse en las torres de luz. No hubo accidentes. La esfera se desplazó hacia la Escuela Naval –que está a unos 500 metros de la cancha–, y luego se detuvo sobre ella para seguir a gran velocidad en dirección contraria del viento predominante. Este núcleo cabezal del «cometa» resultó de gran interés, no solamente por su plástica sino por la lectura de la atmósfera que provocó: la atmósfera funciona por capas en distintas direcciones y es un factor de la técnica difícil de precisar.

Notas 38. El encargo fue hecho por Harken Jensen, director de proyectos y eventos especiales de la Ilustre Municipalidad de Valparaíso. 39. Coreografia, diseño de implementacion y trazados, pautas rítmicas, etc.. Esta coreografía con abstracción pertenece al terreno del espectáculo.


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libro de torneos Capítulo V

Volantines Ciudad Abierta Ritoque

Un volantín es un modelo primario, un divertimento para todo público, pero también un artefacto basado en el sistema Delta P (diferencias de presión), de suerte que el volantín es una sonda para pulsar el aire. De hecho, el avión fue pulsado partiendo por un volantín «analítico»; recordemos que los hermanos Wright descubrieron el perfil alar y el timón de proa (modelo Canard) mediante maquetasvolantín antes de aprender a pilotearlo, no lo hicieron con la fórmula física del Teorema de Bernoulli, sino a fuerza elemental de la facultad intuitiva, tal como nos ocurrió con el Eolo o Windroller; y hace mucho tiempo, a los aborígenes australianos con el genial invento del bumerang. El evento mismo de los volantines se efectuó el día de San Francisco, Patrono de la Escuela. El Acto, como se puede ver en la imagen, fue abierto por el poeta Carlos Covarrubias40 y luego partimos en cortejo hacia la playa. Se puede advertir en las imágenes, que predomina un barrilete o cerf-volant, pero que en realidad dista mucho de semejar un cerf-volant por ser un paralelepípedo hexagonal de temperamento muy pasivo. Había también otros modelos, de los que se pueden hacer y de los que se compran: el «singular» y el «hexagonal» ya mencionado, son de categoría factible. Ha habido un desarrollo sorprendente en lo que llamamos aerolugios o juguetería aérea (declarados miembros honorarios en esta actividad aeroartística del curso). Se desarrollaron dos tipos de artefactos cuyo denominador común era una refinada performance aerolúdica: un bumerang triangular equilátero de unos 25 cm por lado, y dos freesbes anulares, el mayor de unos 35 cm de diámetro. Todos ellos en composites41 de última generacion, nervaduras en fibra-carbono estructural y composite moldeable. La característica moldeable (perfil alar) hacía posible la intervención en la performance específica de cada uno. En

el bumerang, podían establecerse variables para múltiples trayectorias, y en el freesbe anular para fijar un perfil alar con el propósito de extender el promedio de vuelo (alrededor de 250 m). Retomando los cerf-volants, a aquellos que levantamos con Edison –el poeta– en Normandía en 1983 42 , estos hexagonales no tenían ni el tamaño ni el brío de esos otros. Eran más bien unos «cerf-volants franciscanos». Ese era el Acto, del cual no encontramos registros sino las fotografias que aquí se muestran. Pero hay una segunda memoria, la primera es la que olvida, y la segunda, la del Quijote, «es la que no quiere recordar quijotazos».

Notas 40. Poeta, miembro fundador de la Ciudad Abierta. Hasta la fecha vinculado a la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV a través de su participación en el curso Taller de Amereida como también de las Travesías por el continente. 41. Materiales sintéticos, compuestos por moléculas de elementos variados. Tales moléculas suelen formar estructuras muy resistentes y livianas. 42. Con Edison Simons, Alfredo Echazarreta, Ximena Iommi, Luisa Garcés y poetas franceses, hicimos un acto en playas de Normandía: los cerf-volants, en octubre de 1983. Consistía en volantines de 110 x 110 cm con dibujos de Alfredo y la participación de todo el grupo.


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Windroller (Eolo)43 Ciudad Abierta Ritoque (Imágenes del prototipo a escala real)

Entre varios poliedros realizados en pequeñas maquetas de alambre encontramos una configuración sorprendente por su economía de componentes y fluidez de movimiento 44. Buscábamos una nueva rueda y esta configuración tenía el exacto «biotipo» y por añadidura tenía la capacidad de «hacer aparecer» el rodar. Por cierto este estudio fue pura gratuidad. El descubrimiento de esta configuración, lo supimos después, no era tal, pues ya estaba descubierto; dos testimonios de escultores son el de Xingu y el de Oteíza, el constructivista tardío. Dice Oteíza acerca de su obra Par Móvil: «tuve que clavarla a la base para que no saliera rodando». Xingu la utilizaba en sus intervenciones cinéticas al aire libre. El invento, que trasciende al descubrimiento (piénsese en el trinomio Colón, Vespucio, O´Gorman), fue el de poner un piloto sostenido por una barra axial. Esto transforma radicalmente lo descubierto en invento: aparato de transporte terrestre. Es una relación que no hicieron los ¿mayas, aztecas?, quienes vieron la rueda como una curiosidad y la ponían en los juguetes infantiles, como un mero divertimento. Luego, lo que aparentemente habíamos descubierto que, como se ha dicho, era falso, adquiría nuestra potestad como invento por el simple hecho de usarla para transporte. Realizamos un prototipo a escala natural de 2.20 m de altura y 4.50 m de ancho, con tubos de aluminio corriente y una barra axial doble; la exterior, que es la que sostiene al piloto, está vinculada a la interior con rodamientos, con lo cual el piloto queda libre, suspendido al tubo exterior. El ingenio de este rodar es el modo de avanzar, el que no es fácil de explicar. Si se observa la caída de una moneda sobre una superficie, tamborileando, hasta que colapsa en el plano, tenemos una primera imagen del movimiento, pero cada uno de estos círculos no colapsa, porque antes

de ello entra en juego un tubo de interfase, es decir, entrega, sin salto, el movimiento al círculo contrario. Una segunda relación es la de vincular el artefacto con el viento mediante dos velas, dos semicírculos de Kevlar, uno en cada círculo; esta segunda invención, de alguien que pensó en voz alta, nos sitúa en una zona más trascendente dado que el aparato pasó de ser «roller» a ser «windroller». Luego lo que teníamos ante nosotros era un objeto «anfibio», una rueda que es a la vez una hélice, una fuerte síntesis: una rueda-hélice. Desde un punto de vista lúdico se puede subir una pendiente o viento en popa y bajar por gravedad achicando la superficie de Kevlar mediante un dispositivo elástico. Las pruebas demostraron que el prototipo era más resistente de lo esperado, como también bastante pesado; entre las virtudes encontradas durante el uso del Eolo o Windroller45 está la involcabilidad, y la condición que nos señala Morton Grosser. Uno de los problemas de estos artefactos es que hay que aprender a usarlos para su verificación y ello resulta ser la paradoja del huevo y la gallina.

Notas 43. Revista ARQ nº45, «La Rueda Hélice, ingenuidades para un ingeniero». Julio, 2000. 44. El primer modelo del Eolo surge de una maqueta de alambre en 1989. 45. Nombre propuesto por el Dr. Morton Grosser, ingeniero del MIT y Doctor en Historia de la Ciencia en la Universidad de Stanford.


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Carta enviada por Morton Grosser 29 de noviembre de 1991

Dear Manuel: Thank you for your letter of 23 September, and the accompanying videotape of the Eolus. As I told you on the telephone last week, I have been traveling and lecturing a great deal this autumn, including most of the month of October. As a result, it has taken a while to catch up on my accumulated consulting work and back correspondence. However, when I was able to view the videotape, I was quite charmed by your invention (the sensitive editing of the videotape, including the musical soundtrack, was a major contributor to my impression). First, after centuries of human locomotion, it is very rare for anyone to invent a genuinely new vehicle, especially one with no moving parts. You have undisputably done this, so score one for creatividad. Second, the Eolus has a certain pleasing and amusing character. I mean this as a compliment; its large size, benign nature, rolling gait, and serpentine trail are appealing at a basic level, provoking something like the affection that children feel for, say, un elefante. The automatic protection of the pilot is also very appealing, as your experience with the 6-metre pit confirms. The immediate reaction of everyone who has seen the tape here is «When can I try it?» However, the commercialization of Eolus depends not only on first impressions, but on the possibility of its development as the basis of sport or recreation. All such devices-bicycles, sailboards, skateboards, roller blades, etc. follow a similar path in which they are bought by a large population for fun, but are simultaneously advanced and publicized by small group of skilled athlete-enthusiasts. Usually this involves racing, rallies, and endurance or speed record attempts. Here the current embodiment of the Eolus is at a great disadvantage, because it isn’t steerable (dirigible).

Querido Manuel: Gracias por la carta y el video del Eolo enviados el 23 de septiembre. Como te dije por teléfono la semana pasada, este otoño he estado viajando y dando conferencias, incluida la mayor parte de octubre. Por ello, me ha llevado tiempo retomar el trabajo y la correspondencia pendiente. Cuando pude ver el video, quedé encantado con tu invento (el buen nivel de edición y la inclusión de música contribuyeron positivamente en mi impresión). Primero, luego de cientos de años de historia de los medios de transporte, es muy raro que alguien sea capaz de inventar un vehículo original, especialmente uno con piezas inmóviles. Tú lo has logrado, has anotado un punto a favor de la creatividad. Segundo, el Eolo tiene cierto carácter agradable y divertido. Lo digo como un elogio; su gran tamaño, su naturaleza benigna, su modo de rodar, y su huella serpenteante, apelan desde un plano básico, provocan una sensación parecida a la simpatía que sienten los niños frente a un elefante. La protección automática del piloto también es muy llamativa, como lo confirma tu experiencia con la caída en el foso de la duna. La reacción espontánea de los que vieron el video fue «¿cuándo puedo probarlo?». La comercialización del Eolo no sólo depende de primeras impresiones, sino de la posibilidad de desarrollarse como base para el deporte o la recreación. Muchos artefactos como bicicletas, tablas de windsurf, roller blades, etc. han seguido un camino similar al ser comprados por mucha gente para entretenerse, pero al mismo tiempo han sido promovidos y publicitados por un selecto grupo de entusiastas atletas. Generalmente esto involucra las carreras, concentraciones, y pruebas de records de resistencia o velocidad. En este aspecto, el estado actual del Eolo está en gran desventaja porque no es maniobrable.


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It’s true that hot air balloons share this dis-advantage, but they have an ocean of air to navigate in. I think it’s essential to be able to direct the path of a land vehicle to some degree. The Eolus is also big. This means that to transport it –another requirement of most recreation devices– the device must be disassembled. I’m sure they you can develop a frame that can be demounted into a compact package for transport, and then quickly and easily erected at the point of use. I think it’s another sine qua non for a recreational device to fit on top of or inside a van. Those are the major difficulties that I see. The device itself looks as though it could be manufactures without straining any technology. It could be made of aluminum tubing like the prototype, or of a number different composite or plastic materials, depending on cost-effectiveness. It will obviously be popular first where there are proper conditions for its use: broad plains or gently rolling hills or dunes with a dependable prevailing wind. Atacama? The Great Salt Lake in Utah? The beaches of Cozumel? I hope these impressions are useful to you. I want to emphasize again that the Eolus seems to me a genuinely original concept, and that it has immediate appeal. But I think you must solve the two basic problems of steerability and disassembly before it can be presented as a marketable product. When you do get to that point, it would be wise to develop a live demonstration and a video presentation built around virtuoso pilots, both male and female (Don’t worry, they will appear), to publicize your new windroller or sailwheel. As you know, my wife and I greatly enjoyed meeting you and the other faculty and staff of the Escuela at Ritoque. We wish you, Ariel and Elías the very best luck with this project, and also send our warm greeting to Miguel, Tomás and the rest of your colleagues.

Es cierto que los globos aerostáticos comparten esta desventaja, pero tienen la inmensidad del cielo para navegarla. Creo que es esencial la capacidad de poder maniobrar un vehículo terrestre en cierto grado. El Eolo es también grande. Lo que significa que para transportarlo –otro requerimiento para la mayoría de estos artefactos– debe poder desarmarse. Estoy seguro de que podrás desarrollar una armazón que pueda ser desmontada y reducida para ser transportada, y que rápidamente pueda volver a tomar su forma original. Creo que otro sine qua non para un artefacto recreativo es poder ser transportado en auto. Esas son las mayores dificultades que veo. El artefacto en sí mismo no parece necesitar tecnologías para ser construido. Podría ser hecho de tubos de aluminio como el prototipo, o de diferentes composites o materiales plásticos, dependiendo de los costos. Sería, en primera instancia, popular en los lugares que cumplan con las condiciones para usarlo: planicies despejadas, cerros ligeramente ondulados, o dunas con viento dominante. ¿Atacama? ¿El Gran Lago Salado de Utah? ¿Las playas de Cozumel? Espero que mis impresiones te sirvan. Quiero enfatizar que el Eolo me parece un concepto genuino, que tiene un atractivo inmediato. Pero creo que debes resolver estos dos problemas básicos de maniobrabilidad y ensamblaje antes de lanzarlo al mercado. Una vez que lo hayas resuelto, sería acertado desarrollar una demostración en vivo y un video de presentación en torno a pilotos profesionales, un hombre y una mujer, para publicitar tu nuevo windroller o sailwheel. Como ya sabes, mi esposa y yo disfrutamos conociéndolos, a ti y a los otros miembros de la Escuela en Ritoque. Te deseamos, a Ariel y a Elías la mejor de las suertes con este proyecto. Manda nuestros cariños a Miguel, Tomás y a todos tus colegas.

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capítulo vi

facsímiles (Afiches y cuadernos)

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Gallardía. Grafía de Alberto Cruz y Manuel Casanueva C. (1981).


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Afiches realizados para distintos Torneos. Las dimensiones originales varĂ­an entre dos y cuatro pliegos de papel.


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Cuadernos.


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Ciclones UCV.


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Estudio del Windroller o Eolo.


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DiseĂąo de modelos e instrucciones. Implementos para ser usados en el Curso de Cultura del Cuerpo.


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Análisis del «bastón saltarín». Estudio para el diseño de El bolón suficiente.


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Estudio para juegos a ras de suelo.


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Estudio del Mundial Juvenil.


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DiseĂąo de rebotines para el Torneo Laberinto en Ralentie.


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Estudio de estructuras simĂŠtricas.


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Estudio de atuendos y trazados para el Torneo Giro y realce de triple cortejo sobre volutas.


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libro de torneos Cap铆tulo VI

Estudio para la variaci贸n del Torneo Serpientes (Danza).


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Estudio para el Torneo Gran Guante y Noctilucas.


FacsĂ­miles

Estudio de manos.

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libro de torneos Capítulo VI

Estudio de «lo macizo».


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libro de torneos CapĂ­tulo VI

Estudio del claroscuro.


Facsímiles

Estudio de aviones: «el aire está en el aire».

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libro de torneos CapĂ­tulo VI

Aventuriers.


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Carrusel de Luis XV.

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Apocalipsis.


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Apocalipsis (con jinete).

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Bibliografía

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Serie X. Técnica mixta sobre papel.


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libro de torneos

Libros

Investigaciones

Investigaciones Fondecyt

Balthus à contre-courant, entretiens avec Constanzo Constantini, Constanzo Constantini. Ed. Noir Sur Blanc, Francia, 2001. Conversing with Cage, Richard Kostalanetz. Limelight Editions, Nueva York, 1988. Filosofía del Arte, Hippolyte Taine. Ed. Porrúa, México 1994. Gérard de Nerval: étude (Poètes d’aujourd’hui), Jean Richer. Ed. Pierre Seghers, 1957. Historia de la cultura griega, Jacob Burckhardt. Ed. Iberia, Barcelona, 1963. Jackson Pollock, Bryan Robertson. Ed. Thames and Hudson, Londres, 1968. L’ Univers Baroque, Richard Alewyn. Ed. Gonthier, París, 1964. La Historia del Arte, Herbert Gombrich. Ed. Debate, Madrid, 1997. Les Oeuvres de Gerard de Nerval, Tome Premier, Henri Lemaitre. Ed. Garnier, París, 1971. Malevich-Escrits, Andrei Nakov. Traducción de Andre Robel-Chicurel, Ed. Champ Libre, París, 1975. Modern Artists on Art: Ten unabridged essays, Robert Herbert. Ed. Spectrum Books, Estados Unidos, 1964. Platón Diálogos, El tiempo de la naturaleza, Francisco Larroyo. Ed. Porrúa, México, 1978. Programs and Manifestdes on 20th Century Architecture, Ulrichs Conrads. The MIT Press, Cambridge, Massachussets, 1975.

... Undo, juego de la aparición, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1991. El Torneo: Curso de la cultura del cuerpo, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1980. El Zócalo: Como elemento protagónico del tamaño arquitectónico, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1998. Estudio de los tamaños y connotación urbana de las iglesias del Barroco minero, Brasil, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1991. Fundamentos para la generación de obras de Travesía y su representación en la extensión, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1991. Hospedería del Errante, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1999. Proporción y tamaño en América en relación al europeo, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1991. Recopilación de principios y comportamiento de Aerodinámica, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1995. Tesis del Arquitecto Orfebre, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura UCV, Chile, 1991.

Cierre de lo Inconcluso de la Hospedería del Errante, Manuel Casanueva (co-investigadores: Manuel Martín R. y Juan Carlos Jeldes). Proyecto Fondecyt 1980307 98, 99. Tomo 1, informe final. Cierre de lo Inconcluso de la Hospedería del Errante, Manuel Casanueva. (co-investigadores: Manuel Martín R. y Juan Carlos Jeldes). Proyecto Fondecyt 1980307 98-99. Tomo 2, informe final. Desarrollo en el espacio constructivo de elementos técnicoarquitectónicos que gradúan las energías de la intemperie, Manuel Casanueva. Proyecto Fondecyt 1941189 95-96. 6 tomos. Hipótesis Acerca de las iglesias de los cerros de Valparaíso desde el punto de vista post-conciliar (dedicadas al Gran Canciller UCV), Manuel Casanueva. 2000. Hospedería del Errante. Obra experimental en la Ciudad Abierta, Manuel Casanueva. y Bruno Barla. Proyecto DGI. Tomo 1, carpeta de registro, 1997. Hospedería del Errante, Manuel Casanueva. Proyecto Fondecyt 1980307 (1995, 96, 98, 99), Tomo 1, carpeta de registro, continuidad 1997. Hospedería del Errante. Obra experimental en la Ciudad Abierta, Manuel Casanueva. y Bruno Barla. Proyecto DGI. Tomo 2, carpeta de registro, 1997. Hospedería del Errante, Manuel Casanueva. Proyecto Fondecyt 1980307 (1995, 96, 98, 99). Tomo 3, carpeta de registro, continuidad 1997. Para una tipología arquitectónica americana, Manuel Casanueva. Proyecto Fondecyt 0551, 91-92. 9 tomos. Presentación de los arquitectos Modernos y Neo Eclécticos Siglo XX, Manuel Casanueva. Tomo 2, 1990.


Bibliografía

Proyectos de Título Análisis especular comparativo de los templos fundacionales americanos en relación a los europeos, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1991. [726.1 Cas] Curso de Presentación de la Arquitectura, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1993. [720.483 Cas] Dos aproximaciones para un nuevo pórtico en la zona céntrica de Viña del Mar, Joaquín Velasco R. UCV, Chile, 1998. [711.409 Vel] El Torneo: Curso de Cultura del Cuerpo, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1980. [796.01 Cas] El zócalo: como elemento protagónico del tamaño arquitectónico, Jaime Farías C. UCV, Chile, 1998. [721.822 Far] Estudio de los tamaños y connotación urbana de las iglesias del barroco minero, Brasil, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1991. [726.1 Cas] Hospedería del errante, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1995. [728.72 Cas] Mundo: juego de aparición, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1991. [912 Cas]

Publicaciones Observación directa y análisis de los templos luso-americanos barroco minero, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1991. [726.1 Cas] Origen de una forma arquitectónica a partir de un campo de abstracción, Oscar Santis G. UCV, Chile, 1998. [720.1 San] Primera aproximación a las dimensiones de la modernidad en la primera mitad del siglo xx, Daniela Muena Z. UCV, Chile, 2000. [724.6 Mue] Proyecto de recapitalización de Santiago y del Cerro Santa Lucía. Tercera transversal para capitalizar Santiago. Estudio para la reactivación del Cerro Santa Lucía mediante un elemento, Nicole Spencer Ch. UCV, Chile, 1998. [711.41 Spe] Recopilación de principios y comportamiento de aerodinámica, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1995. [533.62 Cas] Replantear la feria del aire fidae desde la temperie y el acotamiento alturalejanía, Andrea Arteaga S. UCV, Chile, 1998. [725.91 Art] Universo iconográfico de templos barrocos mexicanos y centroamericanos, Manuel Casanueva. Tig, Escuela de Arquitectura y Diseño UCV, Chile, 1991. [726.1 Cas]

5 Torneos, curso de la Cultura del Cuerpo, Manuel Casanueva. Revista Ca Nº48, Chile, 1987. La fiesta y el juego, Manuel Casanueva C. Revista Trances del Ocio Nº39, Chile, 1995. La rueda-hélice, ingenuidades para un ingeniero, Manuel Casanueva C. Revista Arq Nº45, Chile, 2000.

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colofón

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Serie X. Técnica mixta sobre papel.



La edición del presente libro estuvo a cargo del Taller de Investigaciones Gráficas (.:Tig:.) de la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV. El diseño gráfico fue asumido por Sylvia Arriagada C. y Catalina Porzio D. La cubierta fue proyectada por las alumnas de Diseño Gráfico Carolina Irarrázabal R. y Damari Vergara G., quienes participaron en el desarrollo de este libro en el marco del Taller de Titulación. Las imágenes fueron digitalizadas inicialmente por Verónica Pozo C. Cabe agradecer a los profesores de esta Escuela que participaron creativamente en distintos Torneos: a Juan Mastrantonio F. (Despelote); a Francisco Méndez L. (Luodo); a JoséVial A. (Giro y realce de triple cortejo sobre volutas); a Ricardo Lang V. (Luodo y Mundial Juvenil); al poeta Carlos Covarrubias (Volantines); y muy especialmente a Fabio Cruz P. Las imágenes fotográficas pertenecen a los registros del autor y al Archivo Histórico José Vial de la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV. Los dibujos y afiches son trabajos originales de Manuel Casanueva C. Se utilizaron las tipografías de las familias Myriad Pro en sus variables Regular, Light y Light Italic para el texto y las notas; y Adobe Garamond Pro en Regular y Versalitas para los títulos. En su interior papel couché opaco de 130 grs. y en sus tapas couché de 350 grs. termolaminado opaco.

Ediciones Universitarias de Valparaíso revisó los textos e hizo de casa editora. Se terminó de imprimir en el mes de noviembre de 2009 en losTalleres de la imprenta Salesianos Impresores S.A., Santiago, Chile.



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