Nº 51 Marzo 2007 - 3,00 €
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SOSTENIBILIDAD
en el Estado español Observatorio de la Sostenibilidad en España
Agua, suelo, residuos, atmósfera, salud, desertificación, biodiversidad...
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nº 51 marzo 2007 - Especial Sostenibilidad
PRESENTACIÓN, 5 INTRODUCCIÓN
6 Estructura del informe 7 ¿Qué es la sostenibilidad? 10 Sostenibilidad económica y social SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL ATMÓSFERA
12 Cambio climático 15 Calidad del aire 19 Ruido
7
MATERIALES 20 Requerimiento de materiales 22 Producción de residuos 28 Salud y calidad ambiental AGUA
31 Extracción de agua 33 Usos del agua y pérdidas en las redes de distribución 35 Calidad de las aguas continentales y marinas SUELO 38 Usos del suelo 41 Desertificación 28
BIODIVERSIDAD
44 Especies amenazadas 46 Áreas protegidas ESTUDIO POR SECTORES
48 51 53 55 58 60 62 64 66
Energético Industrial Turístico Transporte Agricultura industrial Agricultura ecológica Pesca Residencial Edificación
48
ACCIONES PARA EL CAMBIO
68 70 72 73 74 76 77
Implantación de Agendas 21 Locales Normativa ambiental Tributación ambiental Gasto en medio ambiente Iniciativas empresariales Educación para la sostenibilidad Consumo responsable
78 El cambio climático en España 2 paneles de la exposición de Ecologistas en Acción 80 Tenderete ÍNDICE TEMÁTICO
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nº 51, marzo 2007 Especial Sostenibilidad en el Estado español Edita:
Ecologistas en Acción Equipo de redacción: Luis González, Marta Pascual, Pedro Ramiro Producción, diseño y maquetación: Ecologistas en Acción Colaboran en este número: Isabel Bermejo, Jaime Doreste, Paco Fernández, José Luis García, Erika González, María González, Santiago Martín, Carlos Martínez, Ladislao Martínez, Julia Montero, Vicente Moreno, Mari Ángeles Nieto, Paco Ramos, Joaquín Reina, Cristina Rois, Paco Segura, Samuel SosaRodríguez y el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) Administración: Noelia Carreras, Alejandra Herrero, Esperanza López de Uralde.
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Sostenibilidad en el Estado español Este número especial de la revista El Ecologista pretende evaluar si el modelo de producción y consumo del Estado español es sostenible. Entendemos que la sostenibilidad tiene tres dimensiones íntimamente ligadas: económica, social y ambiental, si bien en esta publicación nos hemos centrado sólo en la última. Además, se ha realizado un estudio por sectores y se han analizado distintos factores importantes para avanzar hacia la sostenibilidad. El texto, fruto del trabajo del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), está basado en el informe Sostenibilidad en España 2006 y, por tanto, todos los datos que se presentan a continuación tienen ese origen. El Observatorio analiza anualmente el avance (o retroceso) hacia la sostenibilidad del Estado español, una labor muy necesaria que tenemos la suerte, en Ecologistas en Acción, de poder recoger en el presente número monográfico de El Ecologista. De este modo, esta publicación es una colaboración entre el OSE y Ecologistas en Acción, en la que el OSE sólo se responsabiliza de los datos, pero no de las opiniones e interpretaciones que aquí se recogen.
Presentación
La conclusión principal de este trabajo no es sorprendente: pone de manifiesto la insostenibilidad social, económica y ambiental del modelo de producción y consumo de nuestro Estado. Sin embargo, consideramos que el análisis de los factores principales que contribuyen a esta conclusión permite identificar los puntos críticos en los que es necesario actuar. Además, tan importante como analizar si se producen los cambios necesarios en el camino hacia la sostenibilidad, es detectar si van mejorando las condiciones para que dichos cambios puedan tener lugar. Éste es otro de los objetivos de esta publicación.
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Introducción
Estructura del informe
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Hablar de la sostenibilidad significa hablar de las condiciones que permiten la vida. Por eso este informe se detiene, en primer lugar, en el análisis de los elementos centrales cuyo equilibrio ha permitido a los seres humanos (y no sólo a ellos) sobrevivir en la tierra: el aire, el agua, el suelo, los materiales, la diversidad animal y vegetal... Estos son apartados centrales del estudio. La actividad humana, de indiscutibles consecuencias en la sostenibilidad, forma un segundo bloque de análisis y las acciones para intentar remediar el grave deterioro, constituyen el tercer apartado. De este modo, el orden en que se presentan los indicadores es el siguiente: • La primera parte se dedica a los indicadores de Sostenibilidad Ambiental. Esta parte debería ser completada con los indicadores de Sostenibilidad Social y Económica, que se resumen sucintamente más adelante en la página 10. • En segundo lugar, se plantea un estudio por sectores productivos. • Por último, se analizan algunas acciones para el cambio hacia la sostenibilidad. Para evaluar de forma sistemática y rigurosa el estado de todas estas piezas clave, se ha recurrido a los indicadores más aceptados y de mayor uso universal. Un indicador es un instrumento de evaluación del cumplimiento de un objetivo. Por ejemplo, para evaluar el objetivo de reducir el consumo de energía en el hogar, se puede utilizar como indicador el número de kilovatios consumidos al año. De este modo, mediante los indicadores que se presentan en este trabajo se pretende realizar una aproximación lo más completa posible sobre si nuestro Estado se acerca o no a la sostenibilidad. Para escoger los indicadores, el Obser-
vatorio de la Sostenibilidad en España ha seguido la estela marcada por la Comisión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y la Comisión para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Al principio de la exposición de cada uno de los indicadores, se presentan las conclusiones fundamentales que arrojan. Además, cada uno de ellos presenta la misma estructura: ¿en qué consiste el problema en relación con el desarrollo sostenible?, ¿cuál es la situación? y ¿qué se puede hacer? El apartado “¿qué se puede hacer?” de cada indicador no pretende ser una descripción exhaustiva ni completa de todas las actuaciones que se pueden y deben llevar a cabo. Simplemente se buscan ejemplificar con prácticas concretas los criterios descritos en esta introducción. Por último, señalar que la fuente de cada uno de los gráficos hace referencia al gráfico original de los informes del Observatorio de la Sostenibilidad en España: OSE 2005 (Sostenibilidad en España 2005. Informe de Primavera) y OSE 2006 (Sostenibilidad en España 2006).
¿Qué es la sostenibilidad? Es claro que estamos superando los límites del planeta. Consumimos los recursos de la biosfera a una velocidad mayor de la que necesitan para regenerarse. Los territorios empobrecidos a causa de estos consumos están habitados por poblaciones humanas que viven en condiciones miserables. Los países enriquecidos consumen muy por encima de los recursos de sus territorios. Si no reducimos drásticamente nuestro impacto sobre el planeta, las próximas generaciones vivirán la escasez con aún mayor intensidad. La conclusión básica de este informe es que nuestro Estado forma parte de esas regiones que viven a costa de otros territorios. Que es productor de insostenibilidad. Antes de hacer una descripción del estado de la sostenibilidad o, más bien, insostenibilidad del Estado español, se hace imprescindible definir en qué consiste la tantas veces nombrada sostenibilidad.
En qué consiste la sostenibilidad Para la consecución de la sostenibilidad resulta clave entender que el aumento de la calidad de vida no está directamente ligado al continuo incremento del consumo de recursos naturales. Se trata fundamentalmente de conseguir una mayor calidad de vida con menor degradación ambiental y uso de recursos naturales: hacer más con menos. Si malo es un mayor desarrollo económico, incluso con una mejora de la calidad de vida, a costa de una mayor degradación ambiental y/o uso de recursos (hacer más con más), peor todavía es no mejorar en calidad de vida y al mismo tiempo degradar el medio ambiente y los recursos naturales (hacer menos con más). Pero no sólo es una cuestión de
(1)
“ecoeficiencia”, sino fundamentalmente de “suficiencia”, de cuánto es suficiente. La disociación entre el aumento de calidad de vida y degradación ambiental pasa por un cambio radical en los modelos de producción y consumo. En esta transformación los factores económicos y sociales juegan un papel central, ya que permiten las condiciones para el cambio pero, a la vez, lo condicionan. Lo que sí está íntimamente ligado a la calidad de vida es la satisfacción de las necesidades humanas. Manfred Max-Neef (2) afirma que en todas las sociedades y épocas las necesidades humanas son muy parecidas y que pueden agruparse en 9 grupos fundamentales: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, identidad, libertad, ocio, participación y creación. Todas ellas están interrelacionadas. Cuando alguna de estas necesidades no se ve cubierta hablaríamos de pobreza (material, cultural, social, espiritual...), e incluso podríamos llegar al desarrollo de patologías. Los satisfactores son las formas de resolver las necesidades y varían entre las distintas sociedades y épocas. Ante la necesidad de mantener la temperatura corporal, la calefacción es uno de los satisfactores posibles. Una manta y ropa de abrigo serían otro. De este modo, una línea básica de trabajo en el camino hacia la sostenibilidad parte de preguntarnos ¿cuáles son nuestras necesidades reales, tanto materiales como inmateriales?, ¿necesitamos agua caliente para fregar los platos en verano?, ¿necesitamos cinco pantalones de pana en invierno?, ¿necesitamos un coche? Nuestras necesidades materiales pueden verse satisfechas con mucho menos consumo de
Consumo local
Energía solar
Participación
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recursos. Las inmateriales, simplemente, no se cubren desde lo material. ¿Cuántas horas semanales dedicamos a ver la televisión?, ¿y a salir al campo?, ¿y a jugar con nuestros/as hijos/as o sobrinos/as?, ¿y a conocer a nuestros/as vecinos/as? Así, una sociedad sostenible será aquella que cubra las necesidades (reales, no ficticias) de toda la población presente y futura mediante una relación armónica con el entorno. En este sentido, el concepto de sostenibilidad tiene tres patas que han de estar en equilibrio: la económica para satisfacer las necesidades, la social para que esa satisfacción sea universal, y la ambiental para que nuestros actos no se realicen a costa de un planeta del que dependemos. O, dicho de otra forma, la pobreza de recursos necesarios para la supervivencia y la degradación ambiental son dos caras de una misma insostenibilidad. La sostenibilidad supone una mejora en la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras. Desde esta perspectiva, los problemas ambientales son, en realidad, socioecológicos: la sociedad no conseguirá solucionar grandes cuestiones como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación del territorio, la contaminación química o los impactos de los modelos de producción y consumo limitándose a buscar soluciones que mejoren el entorno, sino que sólo podrá hacerlo a través de políticas que tengan en cuenta a la vez las implicaciones sociales, económicas y ecológicas de nuestros actos. Así, cobran especial importancia conceptos que sirven de puente entre las tres facetas de la sostenibilidad y que integran los planos global, local y personal.
Biomímesis A la hora de elegir los satisfactores más adecuados para cubrir las necesidades de manera sostenible un concepto fundamental es la biomímesis (3) (imitar a la Naturaleza), ya que la Naturaleza ha sabido encontrar, a lo largo de la evolución, las mejores soluciones a las necesidades de los seres vivos y de los ecosistemas. Pero no sólo eso, sino que también ha sido capaz de evolucionar hacia estadios cada vez más complejos y ricos. Además, la biomímesis implica que el entorno no es parte de la economía, sino al revés: la economía es un subsistema del ambiente. Según defiende Jorge Riechmann, la biomímesis supone cerrar los ciclos de materia, consumir en función de los ciclos naturales, minimizar el transporte, obtener la energía del sol, potenciar una alta interconexión biológica y humana,
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no producir compuestos tóxicos para el entorno (xenobióticos) y acoplar nuestra velocidad a la de los sistemas naturales. Además también implica tomar el poder de nuestras vidas. Antes de entrar en una descripción más detallada, es importante añadir un criterio más que no entraría dentro de la biomímesis: el principio de precaución, es decir, no llevar a cabo acciones de las que no se tienen claras cuáles van a ser sus consecuencias. Explicaremos brevemente en qué consisten estas estrategias que sugiere la biomímesis: Cerrar los ciclos de materia. En la naturaleza la basura no existe, todo es alimento, de manera que los residuos de unos seres son el sustento de otros y los ciclos están cerrados. Los modos de producción humanos, en contraposición a lo anterior, son lineales, y partiendo del petróleo llegamos a un montón de plásticos tirados en un vertedero. Por lo tanto, se hace necesario un encaje armónico de los sistemas humanos en los naturales, cerrando los ciclos mediante el reciclaje. Esto se traduce en adecuar las sociedades y sus actividades a la capacidad del planeta para asimilar los contaminantes y residuos de forma sostenida en el tiempo. Es decir, evitar los tóxicos y materiales que la naturaleza no puede degradar/asimilar y frenar la producción de residuos a un ritmo menor al ritmo natural de asimilación/degradación. En ese aspecto la naturaleza no se preocupa excesivamente por su eficiencia (4): no le importa desperdigar miles de semillas para que nazca un árbol, ni poner cientos de huevos para que sólo sobrevivan unas decenas de peces. Sin embargo, sí tiene mucho cuidado en que toda su producción se integre en ciclos en los que la basura se convierta en comida. Eliminar la liberación de xenobióticos. Es necesario que los compuestos tóxicos no se viertan al entorno. Para ello, la actuación podría discurrir por una doble vía: la reducción o eliminación de la gran mayoría, y la integración del resto en ciclos cerrados estancos que no se mezclasen con el resto de la naturaleza. Disminuir drásticamente el consumo en los países del Norte. Este criterio está íntimamente relacionado con el concepto de límite, con entender que vivimos en un planeta de recursos limitados cuyos márgenes hemos rebasado hace décadas y, por lo tanto, nuestra actividad tiene que
acogerse a ese marco. Es decir, debemos autolimitarnos con un modelo de vida más austero. Sólo una disminución drástica del consumo en los países del Norte permitirá el necesario, pero moderado, aumento en los del Sur. La disminución del consumo implica en primer lugar obtener las materias primas y la energía del reciclaje de los bienes en desuso y, en segundo término, de fuentes renovables. Centrar la producción y el consumo en lo local. Es necesaria una minimización del transporte, ya que en la naturaleza la mayor parte del mismo es vertical (5) (intercambio de materia entre el reino vegetal y la atmósfera y el suelo). El transporte horizontal sólo lo realizan los animales, que suponen muy poca biomasa respecto a los vegetales (el 99% de la biomasa) y que, además, sólo se desplazan a cortas distancias. El transporte horizontal a largas distancias, como es el caso de las migraciones animales, es una rareza en la naturaleza. Dice Margalef (6) que lo que llamamos contaminación consiste, generalmente, en una enfermedad del transporte de los ecosistemas. En unos casos transportamos minerales desde las entrañas de la tierra, los procesamos, y acabamos dispersando los productos y los residuos por el medio, envenenándolo. En otros, extraemos productos o sustancias que están dispersas en la naturaleza, las transportamos hasta algún sitio, y provocamos acumulaciones que la naturaleza no puede soportar. Además, invariablemente, para hacer todo eso acumulamos cemento, acero y asfalto en grandes infraestructuras lineales, atravesando la naturaleza, ocupándola y fraccionándola, con lo que los ecosistemas progresivamente envenenados quedan también progresivamente aislados unos de otros, y nunca más pueden funcionar del modo en que estaban organizados para hacerlo (7). Esta idea supone una tendencia progresiva hacia la autosuficiencia. Este principio minimiza el transporte de recursos y bienes, facilita la gestión del sistema económico, los recursos y los residuos, y favorece las actividades económicas adaptadas a las características del entorno. Basar la obtención de energía en el sol. El sistema energético debe estar centrado en el uso de la energía solar en sus distintas manifestaciones (sol, viento, olas, minihidráulica, biomasa...). En general, se trata de obtener la energía de fuentes renovables, es decir, de aquellas que explotemos a un ritmo que permita su regeneración.
Potenciar una alta diversidad e interconexión biológica y humana. La vida ha evolucionado, desde el principio, hacia grados de mayor diversidad y complejidad, lo que no sólo ha permitido alcanzar mayores niveles de conciencia sino también adaptarse a los retos y desafíos que se ha venido encontrando. La mayor estrategia para aumentar la seguridad y la supervivencia de la vida ha sido hacerla más diversa, cambiante y moldeable. Todo ello tiene un correlato en el plano social, que es la vida conjunta de muchas personas diversas y con muchas redes de intercambio y comunicación entre ellas como salvaguarda de la supervivencia cultural. Acoplar nuestra “velocidad” a la de los ecosistemas. Muchos de los problemas ambientales que se están produciendo tienen más que ver con la velocidad a la que se están efectuando los cambios que a los cambios en sí mismos. Por ejemplo, a lo largo de la historia de la Tierra se han producido cambios de temperatura más drásticos de los que se pronostican como consecuencia del cambio climático inducido por la emisión por el ser humano de gases de efecto invernadero; sin embargo, el problema principal es que los cambios se están llevando a cabo a una velocidad que los ecosistemas no van a poder soportar sin traumas. En este sentido, es imprescindible ralentizar nuestra vida, nuestra forma de producir y consumir, de movernos. Hay que volver a acompasar nuestros ritmos
con los del planeta. Tomar el poder de nuestras vidas. Esto se traduce en una gestión democrática de las comunidades y sociedades, de manera que nos responsabilicemos de nuestros actos a través de la participación social. Y cuando hablamos de democracia nos referimos a una democracia participativa, en la que los valores básicos sean la cooperación, la horizontalidad, el geocentrismo (huyendo del antropocentrismo y el androcentrismo) y la libertad.
Un municipio sostenible De este modo, un municipio sostenible sería aquel que, con un tamaño mediopequeño: • Tuviese un carácter altamente autosuficiente: todos los materiales procederían de lugares cercanos (de las huertas dentro de la ciudad, de las granjas en las afueras, del río, de la cantera de la comarca, etc.). El trasiego de materiales sería mínimo. • Basase la satisfacción de sus necesidades energéticas en el sol: se obtendría energía de paneles solares, molinos eólicos y saltos minihidráulicos, fundamentalmente. Además, el consumo energético sería mínimo. • Cerrase los ciclos de materia: los excrementos del ganado y el compost irían a las huertas, el agua usada se depuraría y regaría jardines y calles, el ganado pastaría en los prados y los abonaría, los residuos sólidos urbanos se reciclarían, etc. • Tuviese una producción y consumo locales: para ello habría gran variedad de profesiones, oficios y habilidades, de modo
que se pudiera encontrar cualquier bien o servicio básico (atención médica, vestido, calzado, arreglo de bicicletas, educación, semillas, libros, carpintería...). • La planificación urbanística y el tamaño limitado del municipio harían muy práctico el uso de la bicicleta y el transporte público, y la mayoría de los lugares serían accesibles a pie. • La toma de decisiones se llevaría a cabo mediante la democracia participativa, con una redistribución equitativa, justa y solidaria de la riqueza y del poder entre sus habitantes. Como se entrevé en los datos recogidos por el Observatorio de la Sostenibilidad en España, esta situación queda muy lejos en el horizonte.
Notas y referencias 1 Este apartado no refleja necesariamente la opinión del Observatorio de la Sostenibilidad en España. 2 Desarrollo a escala humana. Max-Neef, M. Icaria Barcelona. 1994. 3 Biomímesis. Riechmann, J. Revista Ecologista nº 36. 2003. Un mundo vulnerable: ensayos sobre ecología, ética y tecnociencia. Riechmann J. Los Libros de la Catarata. Madrid. 2000. 4 Aunque los ecosistemas tienden, conforme evolucionan, a estados de productividad bajos, es decir, pasan de ser muy ineficientes a ser altamente eficientes. 5 La Biosfera entre la termodinámica y el juego. Margalef, R. Omega, Barcelona. 1980. 6 Planeta azul, planeta verde. Margalef R. Prensa Científica, Barcelona. 1992. 7 La enfermedad del transporte. Antonio Estevan. www.ciudad-derechos.org/espanol/pdf/eed.pdf.
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Sostenibilidad económica y social Sostenibilidad económica El Producto Interior Bruto (PIB) ha aumentado cerca de un 3% anual en los últimos 35 años (un 16,8% entre 2000 y 2005). Sin embargo, hay que aclarar que el crecimiento del PIB no indica un acercamiento a la sostenibilidad, ya que suele aumentar a costa de la destrucción ambiental. Así, el PIB se incrementa si se tala un bosque y después se vende la madera y se urbaniza el terreno, o si se consume agua embotellada en lugar del agua de los ríos. Del mismo modo, parte del incremento de la productividad se explica por recortes de los costes ambientales de producción. La economía española está terciarizada: los sectores que más aportan al PIB y en los que está empleado un mayor porcentaje de la población son los servicios, construcción y energía, mientras la industria y el sector primario declinan. Este proceso se está llevando a cabo gracias a que las importaciones de los sectores primario y secundario están aumentando de forma importante. Desde el punto de vista ambiental este hecho tiene una importancia capital, ya que no sólo no se han eliminado a escala global los impactos asociados a la producción, sino que se han incrementado, debido a la necesidad de transportar
Fuente: fig. 3.14.1 (OSE 2006)
Figura 1: Tasa de temporalidad global (%)
10
34 33
33,1% 32,5%
32 31
1998
2000
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2002
2004
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las mercancías a mayores distancias (las exportaciones españolas crecen un 12% al año). Además, en general, los países donde se está resituando esta producción tienen unas legislaciones ambientales y laborales más laxas. Por todo ello, la deuda ecológica española con los países del Sur sigue incrementándose.
Sostenibilidad social La población del Estado español ha aumentado un 3% desde 1998 hasta 2005, gracias al incremento de la población inmigrante en un 500% en ese periodo de tiempo. La llegada de población inmigrante ha sido por motivos en parte económicos (desde los países del Sur) y en parte climáticos (desde diversos Estados europeos del Norte). Cerca del 50% de l@s inmigrantes están en situación de ilegalidad si se atiende a la diferencia entre empadronados/as y residentes legales. La tasa de empleo muestra una tendencia ascendente desde 1987, si bien sigue siendo una de las más bajas de Europa (52% de la población total en 2005). La tasa de empleo de personas de más edad se sitúa en el 41,3% y, al igual que ocurre con la tasa de empleo total, es mucho mayor en los hombres que en las mujeres. El 40% de las personas paradas no reciben ningún tipo de prestación de desempleo, a pesar del superávit en la Seguridad Social en estos últimos años. La tasa de temporalidad española (33,3% en 2005) continúa siendo la más elevada de la Unión Europea, con una diferencia en torno a los 9 puntos (ver figura 1). Esta tasa es prácticamente constante desde 1996, debido a que la economía española se basa cada vez más en sectores como la construcción, el comercio y la hos-
telería, donde la precariedad laboral está más asentada. Cada año se registran cerca de 2 millones de accidentes de trabajo: en 2002, la siniestralidad laboral española duplicó la media europea, aunque sigue una tendencia descendente. En 2004 el 20% de la población española se encontraba en riesgo de pobreza, lo que supone unos niveles similares a los de 1980 y nos sitúa cuatro puntos por encima del porcentaje de la UE. Este porcentaje aumenta para las mujeres y las personas mayores de 65 años y/o desempleadas. Un millón y medio de españoles/as sufren pobreza severa. Además, la diferencia entre las personas con ingresos altos y las personas con menores niveles de renta es superior a la media europea. El 30,8% de los/as jóvenes españoles/as de entre 18 y 24 años incurren en abandono escolar prematuro, según los datos de 2005. Por otra parte, en 2004 se dedicó el 5,4% del PIB a la educación, con lo que desde 1993 el porcentaje del PIB que se emplea en el gasto total en educación ha decrecido un 0,7% (ver figura 2). Además existen importantes diferencias a la hora de invertir en educación. Mientras unas comunidades desvían un porcentaje creciente a estudios universitarios (Comunidad de Madrid, Cataluña, País Vasco), otros lo destinan a primaria y secundaria (Extremadura). Esto se indica en la figura 3. El 7,6% de la población española considera que su estado de salud ha sido malo o muy malo en el último año. La esperanza de vida sin discapacidad ha experimentado una ligera tendencia al alza en los últimos años (70,2 años para las mujeres y 66,8 años para los hombres). En la última década, se ha ido reduciendo el porcen-
taje del PIB destinado a sanidad (5,9% en 2002, ver figura 2), situándose notablemente por debajo del gasto medio de la UE. Hay una diferencia muy grande en el gasto entre comunidades autónomas, como se aprecia en la figura 4. Un dato que cruza los impactos ambientales, sociales y económicos con los de la salud de las personas es el sobrepeso, que afectó al 41,6% de las mujeres y al 57,2% de los hombres en 2003. El Índice de Desarrollo de Género (que mide la igualdad entre hombres y mujeres) mejoró en el periodo 1990-2002, gracias a la mayor longevidad de las mujeres y a su más alta tasa de alfabetización. Sin embargo, el salario medio de las mujeres se ha mantenido en torno al 72% del salario de los hombres, por desempeñar la misma labor. Además, los grados de precariedad laboral femenina son mayores, y las mujeres suelen realizar doble
jornada (en casa y en su empleo). También es fundamental señalar que las mujeres sufren altas tasas de violencia. En 2004 se produjo la muerte de una mujer cada 5 días, asesinatos realizados por sus parejas o exparejas en la mayoría de los casos, cifras que no han parado de aumentar desde 2001. Las mujeres invierten más tiempo que los hombres en las tareas domésticas, el cuidado de menores y mayores y el voluntariado (ver figura 5). Todos estos trabajos son fundamentales en la consecución del bienestar y, por lo tanto, en el proceso hacia la sostenibilidad. El panorama del deterioro ambiental ahonda en estas brechas sociales y económicas. Sin embargo la cultura dominante todavía no ha establecido la relación entre deterioro ecológico e insostenibilidad social.
Figura 2: Evolución del pib y gastos
Figura 4: Gasto público per capita en sanidad (2002), en € Ceuta y Melilla Baleares País Vasco Navarra Aragón Madrid Cataluña C.Valenciana ESPAÑA Canarias Andalucía Castilla y León La Rioja Extremadura Murcia Cantabria Cast.-La Mancha Asturias Galicia
160 PIB precios corrientes Gasto Educación Gasto Sanitario Gasto Protección Social
120
100
1998
2000
2002
50
2004
6 5
24 horas
2
Extremadura
Andalucia
C-La Mancha
Galicia
Murcia
Canarias
País Vasco
Asturias
Castilla y León
Navarra
C. Valenciana
Aragón
Cantabria
La Rioja
Baleares
0
Cataluña
1 Madrid
Fuente: fig. 3.7.2 (OSE 2006)
Media Nacional
3
Euros
170
130
210
Figura 5: Distribución de actividades en un día promedio según sexo. España, 2002-2003
Figura 3: Porcentaje del pib destinado a educación no universitaria
4
90
15%
3:37
Trabajo remunerado
1:44
7%
6% 1%
1:30 0:11
Trabajo doméstico Trabajo voluntar io
4:24
18%
53%
12:39
Otras (cuidado personal, trayectos…)
12:26
52%
25%
6:02
Tiempo libre (estudio, ocio…)
5:09
21%
0:16
1%
mujeres
hombres
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Fuente: fig. 3.29.1 (OSE 2006)
Fuente: fig. 19 (OSE 2006)
140
221,5 169,0 168,2 166,6 166,3 164,6 154,3 148,3 145,6 141,8 138,2 137,1 136,8 129,9 122,8 120,8 120,1 119,9 119,4
Fuente: fig. 3.26.1 (OSE 2006)
en educación, sanidad y protección social (base 1998=100)
11
Atmósfera
Cambio climático España ha aumentado sus emisiones de gases de efecto invernadero un 52,8% en el periodo 1990-2005, lo que le sitúa muy lejos de cumplir el objetivo al que se comprometió en el Protocolo de Kioto (aumento del 15% de emisiones en 2008-20012 respecto a 1990). Los principales sectores responsables de este aumento son la generación de electricidad y el transporte por carretera.
La Tierra funciona como un gran invernadero, tal y como se representa en la figura 6. Un invernadero se mantiene más caliente que su entorno porque la energía incidente del sol puede entrar sin dificultad en él, pero la energía emitida por el suelo y las plantas es diferente, de tipo infrarrojo, y no puede atravesar fácilmente los cristales. Por tanto, parte de la energía del sol permanece atrapada dentro del invernadero, que así se mantiene a una temperatura superior a la del exterior. En el planeta, la luz solar no tiene dificultades para atravesar la atmósfera (cuando está despejada), por lo que calienta la superficie y ésta emite radiación infrarroja. Algunos gases de la atmósfera son capaces de absorber esa radiación. Así se tiende a calentar la superficie de la Tierra y las capas bajas de la atmósfera, como si fuera un
invernadero. La atmósfera está formada principalmente por nitrógeno (78%) y oxígeno (21%). Los componentes capaces de absorber infrarrojo son muy minoritarios (alrededor del 1%), el más importante es el vapor de agua (responsable de aproximadamente dos tercios del efecto invernadero), seguido del dióxido de carbono (CO2) y otros gases como el metano, el ozono y el óxido nitroso. El efecto invernadero natural ha operado durante miles de millones de años, y el equilibrio resultante es el adecuado para mantener la superficie del planeta a unos 30ºC, una temperatura superior a la que se produciría si no existiera el efecto invernadero. Pero en los últimos 150 años ha aumentado mucho la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y, como consecuencia de ello, la intensidad del efec-
Figura 6: Efecto invernadero
Figura 7: Efecto invernadero antrópico
Sostenibilidad ambiental
¿Qué es el cambio climático?
12
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
1,5
Figura 8: Desviación de la temperatura media anual (1931-2005) en España, con respecto al periodo de referencia 1961-1990 (ajustes lineal y de medias móviles de grado 9) ºC
1,0 0,5 0,0 -0,5 -1,0 -1,5 1930
290
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
Fuente: fig. 2.1.2 (OSE 2006)
En España se ha producido un ligero calentamiento hasta finales de los años cuarenta, y un enfriamiento posterior hasta el inicio de la década de los setenta. A partir de 1971 se inicia un calentamiento que persiste hasta el presente. El calentamiento de los últimos 75 años es de unos 0,6ºC, y los años más cálidos registrados se acumulan en los últimos 15, como se indica en la figura 8. Todos estos datos concuerdan con el patrón observado en el Hemisferio Norte. En cuanto a las lluvias, en España han disminuido un 8% entre 1931 y 2005, con una tendencia uniforme en todo el Estado. Los años más secos se encuentran al principio del siglo XXI. En la Península Ibérica se prevé un aumento de la temperatura que podría alcanzar hasta 7ºC a final de siglo, con un calentamiento en verano mayor en las zonas del interior que en las costeras o en las islas. Además, es probable que se produzca una reducción significativa de las lluvias, especialmente en las zonas semiáridas. Se espera asimismo un aumento de la evaporación del agua, como consecuencia del incremento de las temperaturas. Todo ello va a producir una menor disponibilidad de agua dulce. En resumen el proceso global se puede describir como una mediterraneización del norte y una aridización del sur. Esto conllevará un mayor aumento de los procesos de desertificación a los que está sometida la península. Un aumento que no sólo se deberá a un descenso en las precipitaciones, sino también a una disminución de la materia orgánica básica para la fertilidad del suelo como consecuencia del incremento de temperatura. Todo ello se verá agravado por el previsible incremento de los incendios forestales. Los impactos también serán para la fauna y flora. En general, la alta montaña, los bosques de hoja caduca y la vegetación litoral se encuentran entre los ecosistemas que más sufrirán los efectos del cambio climático. En la fauna se están observando ya alteraciones en los periodos migratorios, en la distribución geográfica de las poblaciones, en el aumento de parásitos y especies invasoras, y en el desacoplamiento de los ecosistemas por irregularidades en las poblaciones de predadores y presas. En los ecosistemas marinos se reducirá la productividad principalmente en las praderas de algas fanerógamas. Otra consecuencia importante del aumento de las temperaturas será el incremento del nivel del mar, debido sobre todo a la dilatación del agua (ver figura 9). Se considera razonable
Figura 9: Variación del nivel del mar (a partir del mareógrafo del puerto de Santander)
285
280
275
270 1970
1975
1980 el ecologista, nº 51:
1985
1990
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 2.4.3 (OSE 2006)
¿Cuáles son las repercusiones del cambio climático en el Estado español?
esperar un aumento de 50 cm en el nivel del mar (1 m en el supuesto más pesimista), lo que causaría la desaparición de un número importante de playas, sobre todo en el Cantábrico, con las repercusiones que conllevaría para el sector turístico. Pero esto no será lo más grave, ya que no debemos olvidar que la mayoría de la población habita en la costa y se espera la inundación de zonas bajas, como los deltas del Ebro y del Llobregat, la Manga del Mar Menor y la costa de Doñana. La subida del nivel del mar implicará, además, una salinización de los acuíferos costeros con la consiguiente pérdida de recursos hídricos. El cambio climático también supondrá una disminución de la productividad del sector forestal y agrario. En algunas zonas los bosques serán sustituidos por matorrales u otra vegetación de menor porte. Existe una alta probabilidad de que los bosques españoles pasen de ser un sumidero de CO2 (captadores del dióxido de carbono de la atmósfera), a emisores hacia mitad de este siglo. Es decir, que liberen más CO2 del que fijan como consecuencia de su respiración. En el sector agrario, la mayor concentración de CO2 en la atmósfera actuará como promotor del crecimiento, así como los inviernos más benignos, pero la falta de agua producirá estrés hídrico. Los efectos serán contrapuestos y no uniformes en las distintas regiones españolas. En el sur y sureste de la península la demanda de agua se incrementará, con lo que el estrés hídrico se hará más frecuente. La distribución y el alcance de plagas y enfermedades puede variar, ya que el control natural que ejercen las heladas y bajas temperaturas del invierno podría disminuir en zonas como las mesetas. Para conseguir una desaceleración del cambio climático es imprescindible limitar las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Aunque insuficiente, una primera aproximación hacia dicha meta ha sido el Protocolo de Kioto, que intenta reducir las emisiones mundiales un 5,2% respecto a las de 1990 para los años 2008-2012.
Altura media (cm)
to invernadero. Este proceso se puede apreciar en la figura 7. La actividad humana está interviniendo en este ciclo de dos maneras: sobre todo con la emisión directa de dióxido de carbono (CO2) por la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural), pero también con la reducción de la masa vegetal que absorbe CO2 (por incendios o tala de bosques, por ejemplo). Este incremento del efecto invernadero provoca un aumento de la temperatura del planeta. A lo largo del siglo XX la temperatura media de la Tierra aumentó 0,6ºC. Esta cifra puede parecer muy pequeña, pero se refiere a un promedio en todo el planeta, no a las variaciones de temperatura locales ni estacionales, que son mucho mayores. Para darnos cuenta de la magnitud de esta cifra, hay que recordar que al final de la última glaciación, cuando todo el hemisferio norte estaba cubierto por el hielo, la temperatura media era sólo unos 5ºC inferior a la actual. Los impactos ya son evidentes: durante el siglo XX la elevación media del nivel del mar en el planeta fue de entre 10 y 20 cm; en el Ártico y en buena parte de la Antártida se detecta ya la fusión de hielo; los glaciares europeos han perdido el 60% de su superficie desde 1850, y el 25% de esta pérdida ha sucedido en los últimos 30 años.
13
Sostenibilidad ambiental / Atmósfera ¿Cuál es la situación? Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en España en el periodo 1990-2005 un 52,8%, cifra muy superior al objetivo del 15% establecido por el Protocolo de Kioto para nuestro país. Las emisiones de prácticamente todos los gases de efecto invernadero incluidos en el Protocolo han aumentado. En concreto destacan las de CO2, que crecieron, según estimaciones, un 62% entre 1990 y 2005, representando el 83% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Todo esto se aprecia en las figuras 10 y 11. Las principales actividades responsables de esta situación en 2005 fueron la producción de electricidad (30,5%) y el transporte por carretera (28%), que aumentaron un 61,5% respecto a 1990, según estimaciones. Estas actividades están contempladas en el apartado de sector energético, que supone el 78,4% del total de emisiones, en la figura 12. Esta tendencia alcista se ha producido en todas las comunidades autónomas, destacando entre ellas Canarias, Comunidad Valenciana, Región de Murcia e Islas Baleares. En el conjunto de la Unión Europea la evolución ha sido más positiva, ya que en 2004 se había conseguido una reducción
Fuente: fig. 2.3.1 (OSE 2006)
Figura 10: Evolución de las emisiones de GEI en España y la UE-15 (Año base=100) 140 120
152, 88
Índice España
Objetivo Kioto España (para 2012) Índice UE-15
100
99,1
Objetivo Kioto UE (para 2012)
80 Año base
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
Figura 11: Evolución de los diferentes GEI en España 250
(Año base 1990 para CO2, CH4, y N2O,
SF6
200 y 1995 para las de PFC, HFC y SF6)
CO2 Fuente: fig. 2.3.2 (OSE 2006)
150
CH4 N2O
100
HFC
50 PFC 0
1990
Fuente: fig. 2.3.3 (OSE 2006)
14
1994
1996
1998
2000
2002
2004 2005
Figura 12: Evolución de las emisiones por sectores (millones de toneladas de CO2)
170
150
1992
nto y Tratamie ión de residuos eliminac ergía la en do de a s e c Pro
Índice 1990=100
TOTAL SECTORES
130
Agricultura
110
Uso de disolventes y otros productos
Procesos industriales
90
1990
1995
el ecologista, nº 51,
2000
2001
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
2002
2003
2004
de la emisión de gases del 1%. Aunque algunos países lograrán sus objetivos, si no se toman más medidas la UE no alcanzará el compromiso que adquirió en el Protocolo de Kioto (reducción de las emisiones en un 8%).
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? Consume sólo la energía que necesites. Es perfectamente posible reducir el consumo eléctrico del país un 35% en los próximos diez años sin renunciar a una buena calidad de vida. Usa la energía de la forma más eficiente que puedas. Por ejemplo, es mucho más eficiente una cocina de gas o una calefacción de gas que una eléctrica, ya que la electricidad se ha generado quemando ese mismo gas en una central térmica (con una eficiencia de menos del 50%) y es absurdo transformarla posteriormente de nuevo en calor. El uso del coche es una de las causas principales del crecimiento de las emisiones de CO2, por lo que resulta fundamental que cambien nuestras costumbres y que el transporte público se convierta en el medio de locomoción predominante. Las energías renovables son también una posibilidad al alcance de la ciudadanía. La instalación de paneles solares en las viviendas, bien sea para la producción de electricidad o para el calentamiento del agua, es una medida muy eficaz. ¿Qué pueden hacer las empresas? El papel de muchas de las grandes empresas españolas, desde las petroleras hasta las automovilísticas, pasando por las constructoras, eléctricas, de telecomunicaciones, papeleras o bancos, está siendo clave en el agravamiento del cambio climático. Todas ellas continúan incentivando el consumo a través de la publicidad y presionan para que la legislación y las ayudas estatales favorezcan un incremento de la producción y el consumo. Sin un cambio fundamental de esta manera de actuar es difícil pensar que estos actores puedan ser agentes hacia la sostenibilidad. Además de reducir sus emisiones, las empresas deben mejorar la eficiencia de sus procesos industriales, utilizar la cogeneración (aprovechamiento del calor sobrante para generación de electricidad), invertir en instalaciones de energías renovables, y fomentar el uso del transporte colectivo para el desplazamiento de sus empleados. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Como objetivo inicial es imprescindible que se pongan en marcha las medidas necesarias para que España cumpla el Protocolo de Kioto sin utilizar los mecanismos de flexibilidad. Esto supone que el Plan de Asignaciones obligue a los distintos sectores a un esfuerzo importante de reducción de emisiones. Estas medidas deben contar con un sistema tarifario que penalice los consumos excesivos. Los objetivos de reducción de emisiones para después de 2012 deben ser ambiciosos: una disminución del 30% en 2020 y del 80% en 2050. La Estrategia Española de Lucha contra el Cambio Climático debe incorporar una planificación energética que incida sobre el ahorro y aumente el papel de las energías renovables, así como una política de transporte que fomente los medios colectivos y un modelo de ciudad con una menor huella ecológica. Del mismo modo, el modelo económico debe ser menos dependiente de las importaciones y exportaciones, para lo que deberá centrarse en la producción y el consumo locales. Además, el Gobierno debe poner en marcha una línea de financiación a países del Sur encaminada a paliar las consecuencias del cambio climático. Esta ayuda no debe contabilizar como Ayuda Oficial al Desarrollo ni ser reembolsable.
Dióxido de azufre Se ha producido una disminución de las emisiones del 37,6% desde 1990, aunque esta tendencia se ha invertido en el último año. A pesar de ello, España es el estado de la Unión Europea con una mayor tasa de emisión desde 1997.
¿Qué problemas causa el dióxido de azufre? El dióxido de azufre (SO2), junto con los óxidos de nitrógeno (NOx) y el amoniaco (NH3) son compuestos acidificantes que están contaminando el 60% de la superficie europea. Cuando estas sustancias se emiten a la atmósfera, por su combinación con el vapor de agua allí existente se transforman en ácidos (aunque el amoniaco es una base, puede convertirse en ácido tras una serie de procesos químicos). Esto produce que la lluvia sea más ácida de lo normal (lluvia ácida), lo que provoca daños en aguas, bosques, suelos y en el patrimonio artístico. En el agua y el suelo, la lluvia ácida destruye el hábitat de muchos de los microorganismos encargados de mantener el equilibrio químico de ambos medios, por lo que se generan importantes impactos sobre la flora y fauna, que se ven seriamente afectadas y pueden llegar a desaparecer. Además, la lluvia ácida también quema las hojas de los vegetales y los debilita. Por último, el dióxido de azufre produce contaminación en los núcleos urbanos, lo que causa, entre otras cosas, importantes afecciones respiratorias.
¿Cuál es la situación?
han sido la sustitución y mejora de la calidad de los combustibles empleados en la industria, el transporte y en la producción de energía. De hecho, todos los sectores han contribuido a esta reducción, destacando en valor absoluto el descenso que se ha experimentado en el sector energético, especialmente las centrales térmicas, por el abandono progresivo del carbón y por la introducción de sistemas de reducción de las emisiones en algunas
Las emisiones de este óxido aumentaron un 5,6% en 2004, invirtiéndose la tendencia global a disminuir que predominaba desde 1990, como se aprecia en la figura 13. Entre 1990 y 2004, las emisiones de SO2 en el Estado español descendieron un 37,6%. El porcentaje de reducción fue considerable, pero muy inferior al 65% logrado en el período 1990-2002 por la UE-15 (los países integrantes de la Unión Figura 13: Evolución de las emisiones de SO2 en España Europea antes de la (kt/año, 1990-2004) última ampliación). 2.175 2.014 Su incidencia sobre 2.182 2.137 1.811 1.758 la salud en los entor1.967 1.620 1.458 nos urbanos ha dismi1.289 1.580 1.604 1.564 1.482 nuido notablemente 1.361 en los últimos años. Objetivo España 2010 746 Las ciudades donde la incidencia de este 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 contaminante es mayor son Santa Cruz de Figura 14: Contribución al total de emisiones de SO2 Tenerife y Oviedo. de las distintas fuentes (%, 2004) Las emisiones de Otros modos de dióxido de azufre (SO2) transporte y maquinaria proceden fundamenTratamiento y móvil 3,2% eliminación de residuos talmente de la quema Transporte por 1,2% Otras fuentes y carretera 1,0% de combustibles fósiles sumideros (naturaleza) (especialmente de los Procesos industriales 0,1% sin combustión 3,0% ricos en azufre, como el carbón). La producPlantas de combustión ción de energía eléctriindustrial 13,9% ca fue la responsable Plantas de combustión del 75,3% del total de no industrial 2,3% las emisiones de SO2 Producción y durante 2004 (ver fitransformación de gura 14). energía 75,3% Las principales medidas que han contriFuente: fig. 2.18.3 (OSE 2006) buido a este descenso el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 2.18.1 (OSE 2006)
ATMÓSFERA
Calidad del aire
15
Sostenibilidad ambiental / Atmósfera grandes instalaciones de combustión. En términos relativos, sobresale la disminución de emisiones del transporte por carretera (con una disminución del 75%), lo que es debido a la reducción sostenida en los niveles de azufre de los combustibles a lo largo de los últimos años. Junto con Reino Unido, Francia y Alemania, España es uno de los países de la Unión Europea que emite más sustancias acidificantes. A pesar de la reducción presentada en los últimos años en las emisiones de SO2, nuestro país continúa siendo el Estado de la UE con mayor tasa de emisión desde 1997. España tiene aún que reducir un 44,5% las emisiones de SO2 (frente al 36% de la UE) respecto a las que realizó en 2003 para lograr cumplir en 2010 el techo impuesto por la Unión.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué pueden hacer las administraciones? Es importante continuar con la reducción del contenido de azufre de los combustibles líquidos (gasolina, fuel, gasoil, etc.), eliminar los combustibles con un mayor contenido en azufre (como es el caso del carbón), fomentar el uso de energías renovables y, por supuesto, insistir en la reducción del consumo energético. En el sector del transporte son asimismo importantes medidas como el fomento de la utilización del ferrocarril convencional o el diseño de planes que reduzcan la necesidad de movilidad en las ciudades, todo ello encaminado a disminuir la intensidad del transporte.
Óxidos de nitrógeno Frente a la tendencia existente en la Unión Europea, donde la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno es del 31%, en el Estado español dichas emisiones han aumentado en un 24,9% durante el periodo 1990-2004.
¿Qué problemas tienen los óxidos de nitrógeno? Los óxidos de nitrógeno (NO y NO2, genéricamente representados como NOx) proceden en su mayoría de la combustión de combustibles fósiles y son unos de los principales responsables de la lluvia ácida. Tras sufrir algunas transformaciones químicas, también son responsables de la eutrofización de ecosistemas acuáticos (pérdida del oxígeno disuelto en los mismos y muerte de la fauna). Además, son precursores del ozono troposférico, al cual se dedica un apartado más adelante. Por último, los propios óxidos de nitrógeno (especialmente el NO2) producen afecciones sobre el aparato respiratorio.
¿Cuál es la situación? Entre 1990 y 2004 las emisiones de NOx no han parado de aumentar en España (ver figura 15), mientras que en la UE-15 se redujeron un 31% en el período 1990-2003. Desde el año 2000, las emisiones globales de NOx en España superan ya a las emisiones de SO2. La principal fuente que contribuye a las emisiones de óxidos de nitrógeno es el transporte por carretera (34%), sobre todo los coches (51% del total del transporte por carretera), así como la transformación de energía mediante combustibles fósiles (22%). Para más información ver la figura 16. En la mayoría de sectores se han incrementado las emisiones de óxidos de nitrógeno. Las mayores tasas de aumento se han registrado en la combustión industrial (121,7%), seguida a gran distancia por la producción de energía (36,8%). Las emisiones en el transporte por carretera se han incrementado “sólo” un 5%,
16
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
debido a la renovación del parque automovilístico. De no haber crecido el número total de vehículos, este incremento podría haber sido una reducción. Del mismo modo, todas las comunidades autónomas han incrementado sus emisiones de óxidos de nitrógeno, siendo estos aumentos especialmente relevantes en Ceuta, Canarias, Aragón, Comunidad Valenciana, Cantabria, La Rioja, Andalucía y Comunidad de Madrid, cuyas emisiones de óxidos de nitrógeno se han incrementado por encima de la media del Estado. En 2004, 14 ciudades presentaron concentraciones medias anuales de NO2 superiores al valor límite permitido a partir de 2010 (40 µg/m3). Destacan Granada, Badalona, Barcelona, Valencia, Leganés, Getafe, Madrid y Alcorcón, y la única ciudad de más de 500.000 habitantes que no superó el límite fue Sevilla. Además, 5 ciudades, todas ellas en la Comunidad de Madrid, superaron durante más de 18 horas al año la concentración de 200 µg/m3, que será la cantidad máxima permitida a partir de 2010. España tiene que reducir, con respecto al año 2004, un 46% (frente al 30% de la UE respecto al año 2003) sus emisiones de NOx para poder cumplir el máximo establecido por la Unión para el año 2010. Esta obligación deriva de la Directiva de techos nacionales de emisión de ciertos contaminantes para prevenir la acidificación, la eutrofización y la formación de ozono.
¿Qué podemos hacer? ¿Qué puedes hacer tú? Se hace necesaria una reducción del consumo de combustibles fósiles, para lo cual conviene potenciar la utilización del ferrocarril convencional y del transporte público, así como disminuir el consumo energético. ¿Qué pueden hacer las empresas? Una actuación importante es el aumento de la eficiencia asociada a mejoras tecnológicas, tales como las que se están planteando en el sector industrial (quemadores, recirculación de gases, optimización de la combustión, etc.). Pero este aumento de la eficiencia debe venir acoplado a una disminución del consumo de combustibles fósiles, ya que, en caso contrario, será muy difícil conseguir una reducción real de las emisiones.
Amoniaco Las emisiones han subido un 25,6% en el periodo 19902004. Por el contrario, en la Unión Europea-15 se ha logrado una reducción de las emisiones de amoniaco del 9,8% entre 1990 y 2003.
¿Qué problemas tiene el amoniaco? El amoniaco (NH3) se libera al medio ambiente fundamentalmente como consecuencia de la utilización y fabricación de fertilizantes, la gestión de purines (las defecciones acumuladas por los animales estabulados, como los cerdos) y el tratamiento y eliminación de residuos. El amoniaco es uno de los principales responsables de la acidificación y eutrofización de los ecosistemas.
¿Cuál es la situación? En 2004 la agricultura fue responsable del 87,7% de las emisiones, seguida a gran distancia por el tratamiento y eliminación de los residuos (6,4%). A lo largo del período 1990-2004, las emisiones de amoniaco crecieron el 25,6% (frente a la reducción del 9,8% de la UE-15),
1.575 1.400
1.000 Objetivo 2010: 847 kt 800
Partículas en suspensión
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
Agricultura 1,1% Otras fuentes y Tratamiento y sumideros (naturaleza) 2,6% eliminación de residuos 0,6% Combustión en la producción y transformación de energía 22,3%
Otros modos de transporte y maquinaria móvil 17,1%
Plantas de combustión no industrial 3,2%
Son unos contaminantes perjudiciales para la salud. Están compuestas por distintas sustancias, bien de origen natural (polvo sahariano) o humano (emisiones de la industria y del transporte por carretera). Se clasifican en función de sus tamaños, de manera que las PM10 son mayores (y, en general, menos perjudiciales al penetrar menos en los pulmones) que las PM2,5. Una alta concentración de partículas en el aire está directamente relacionada con un incremento de problemas respiratorios (asma, bronquitis) y cardiacos. Se ha podido comprobar que las hospitalizaciones por desórdenes respiratorios aumentan cuando se incrementa la concentración de partículas.
Transporte por carretera 34,2%
Plantas de combustión industrial 18,3% Procesos industriales sin combustión 0,8%
Figura 17: Evolución de las emisiones totales de NH3 en España (kt) 1990-2004 440
¿Cuál es la situación? En 2005 diez municipios de más e 100.000 habitantes superaron el valor límite de concentración medio anual en vigor desde ese mismo año. Durante el periodo 1995-2004, Andalucía, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña y Comunidad de Madrid superaron el valor límite establecido. Hay que destacar que Aragón, Baleares, Extremadura, Región de Murcia, Navarra y La Rioja se mantuvieron durante el periodo 1995-2004 siempre por debajo del límite establecido. No hay una tendencia clara en la disminución de este contaminante. Una de las principales causas del aumento de la cantidad de partículas en suspensión es el incremento del parque automovilístico y, en particular, de vehículos diesel, que emiten más que los de gasolina.
2004
Figura 16: Contribución al total de emisiones de NOx de las distintas fuentes (%, 2004)
Desde 1995, se han superado un alto número de veces los límites permitidos de partículas en suspensión.
¿Qué problemas tienen las partículas en suspensión?
1.261
1.200
Fuente: fig. 2.19.1 (OSE 2006)
¿Qué pueden hacer las industrias agropecuarias? Algunas medidas pueden ser: • Aplicar códigos de buenas prácticas agrarias para la racionalización y disminución del empleo de fertilizantes. • Minimizar las emisiones procedentes de la utilización de estiércoles líquidos y sólidos, para lo cual una buena opción consiste en enterrarlos. • Compostar los subproductos ganaderos.
1.600
Fuente: fig. 2.19.3 (OSE 2006)
¿Qué se puede hacer?
Figura 15: Evolución de las emisiones totales de NOx en España (kt/año, 1990-2004)
351 Objetivo España 2010: 353 323
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
Fuente: fig. 2.20.1 (OSE 2006)
en sintonía con la tasa de crecimiento que ha experimentado la agricultura. Esto se aprecia en la figura 17. Aunque en la mayoría de las autonomías se ha producido un incremento de las emisiones de NH3, el País Vasco, La Rioja y el Principado de Asturias han disminuido sus emisiones; mientras que en Cantabria y Melilla las han estabilizado. España tiene que reducir sus emisiones de NH3 un 19,7% con respecto al año 2004, para poder así cumplir el máximo establecido por la UE para el año 2010.
Estación de medición de contaminación del aire
¿Qué se puede hacer? ¿Qué pueden hacer las administraciones? La disminución del transporte motorizado se hace fundamental. Una medida sería el fomento activo del uso de la bicicleta en las ciudades, para lo cual se hacen necesarias políticas como la creación de una amplia red de carriles-bici, la pacificación del tráfico disminuyendo la velocidad de circulación o posibilitar la compatibilidad entre el uso del transporte público con la bicicleta. el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
17
Sostenibilidad ambiental / Atmósfera
Monóxido de carbono No se han superado los valores límite marcados por ley en ninguna ciudad desde 2002.
¿Qué problemas tiene el monóxido de carbono? Este compuesto es altamente tóxico, puede llegar a ser mortal. El monóxido de carbono se produce cuando la combustión no es completa y el producto final de la misma no llegar a ser el dióxido de carbono (CO2). Un ejemplo típico de la peligrosidad de este gas es que la inhalación de monóxido de carbono proveniente de braseros de picón o de calderas mal reguladas ha sido la causa de muchas muertes. Aunque en núcleos urbanos el tráfico es el principal emisor.
¿Cuál es la situación? Las concentraciones de monóxido de carbono han ido disminuyendo progresivamente en los últimos años. Este éxito se debe fundamentalmente al uso de catalizadores en los vehículos de motor, que han conseguido que la combustión sea completa. De este modo, desde 2002 no hay ninguna superación del valor Figura 18: O3: Nº de superaciones
de 120 µg/m3 en municipios de Madrid de más de 100.000 habitantes
100
Alcalá de Henares Fuenlabrada Leganés Madrid
80
Fuente: fig. 2.23.5.1 (OSE 2006)
40
20
0 1997
1999
2001
Figura 19: Medios de transporte utilizados por los españoles para ir al trabajo (%) Otros medios de transporte 2%
No contesta 2%
Transporte público 13%
A pie 27%
Vehículo propio 56% Fuente: fig. 2.23.1 (OSE 2006)
18
el ecologista, nº 51,
¿Qué puedes hacer tú? Es importante mantener la caldera puesta a punto con revisiones periódicas, para evitar la posible emisión de monóxido de carbono en lo que sería un mal funcionamiento de la misma. Del mismo modo es importante comprobar periódicamente que el motor de tu vehículo (si es que lo tienes) realiza la combustión correctamente.
Ozono troposférico La incidencia del ozono troposférico sobre la salud de la ciudadanía va en aumento, ya que se está incrementando su producción.
¿Qué problemas tiene el ozono troposférico? El ozono troposférico es el ozono que se encuentra en las capas bajas de la atmósfera. A diferencia de cuando se encuentra en la estratosfera, no es beneficioso para la vida, sino todo lo contrario, ya que es causante de problemas respiratorios (como el asma) y de la disminución de la fertilidad de las cosechas. En la troposfera, se produce a partir de óxido de nitrógeno y compuestos orgánicos en presencia de luz solar y temperaturas elevadas, por lo que es un contaminante típico del verano. Paradójicamente, los niveles de ozono son mayores en las áreas rurales, ya que en el entorno urbano otros contaminantes lo descomponen (un caso típico es el NO, monóxido de nitrógeno, que reacciona con él dando NO2). En el periodo 1995-2004 se ha producido un aumento progresivo del número de días anuales que se supera el umbral permitido. En el año 2004, diez municipios mayores a 100.000 habitantes superaron dicho umbral, entre los que destacan los de la Comunidad de Madrid (ver figura 18). Grandes zonas del territorio superan ampliamente los valores límites de protección a la vegetación aplicables a partir de 2010 y, en muchas ocasiones, la superación es de varios órdenes de magnitud sobre lo permitido.
Valor objetivo para 2010: 25 días/año
1995
¿Qué se puede hacer?
¿Cuál es la situación?
Alcorcón Getafe Móstoles
60
límite permitido en ninguna ciudad.
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
2003 2004
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? La mayoría de la ciudadanía utiliza el coche para ir al trabajo (ver figura 19), por lo que se hace imprescindible un cambio de hábitos para acometer los problemas relacionados con la calidad del aire en las ciudades. En los periodos críticos deben limitarse ciertas actividades que emitan precursores del ozono, como las pinturas con disolventes orgánicos. ¿Qué pueden hacer las administraciones? El Gobierno central debería establecer medidas efectivas de reducción de los contaminantes precursores. Las comunidades autónomas deberán redactar planes detallados de actuación para minimizar las emisiones de los mismos, actuando sobre el transporte (tanto sobre los vehículos como sobre las pérdidas de las gasolineras), sobre la industria de pinturas y barnices (reduciendo las pinturas con disolventes orgánicos) y sobre los restantes emisores industriales. Deberían dictar planes de contingencia para actuar en las condiciones climáticas desfavorables, limitando en esos casos el desarrollo de ciertas actividades.
ATMÓSFERA
¿Qué problemas causa el ruido? Éste es un problema de índole local, producido fundamentalmente por los medios de transporte, las industrias y ciertas actividades comerciales como los bares. Su mayor efecto es el deterioro de la calidad de vida de las personas, porque puede llegar a causar problemas de insomnio y jaquecas.
¿Cuál es la situación? En 2001, un 30,48% de los hogares españoles sufrió molestias por ruidos generados en el exterior de sus viviendas. La mayoría de los problemas estuvieron relacionados con los bares y pubs, así como con los aeropuertos, según se indica en la figura 20. En la actualidad, el Estado español se encuentra por debajo de la media de la UE-15 en quejas por ruido. Pero éste es un indicador subjetivo, ya que no existe una evaluación real sobre los niveles de ruido que soporta la ciudadanía. A nivel autonómico se observan importantes diferencias territoriales, siendo
Ruido las comunidades autónomas de Valencia, Madrid, Cataluña y Región de Murcia, junto con Ceuta y Melilla, las que presentan los porcentajes más elevados de población afectada por esta problemática.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué pueden hacer las administraciones? Un primer paso fundamental es la realización de mapas de ruido, que den
En 2001 casi un tercio de los hogares españoles sufría molestias por ruido. información clara de cuál es la situación de afecciones sobre la población. Una segunda fase consistirá en poner en marcha los mecanismos adecuados para minimizar las fuentes de emisión más ruidosas, tales como la implantación de pantallas acústicas, la utilización de mecanismos silenciadores, el desplazamiento de las fuentes de ruido a otros lugares más alejados o la sustitución de las mismas.
Figura 20: Clasificación de las quejas por focos de ruido Otras actividades ruidosas 6% Industrias no urbanas 8%
Aeropuertos 10% Carreteras 6% Ferrocarriles 2%
Ruido calles 8%
Servicios municipales 4% Fiestas locales 2% Oficinas públicas 1%
Talleres urbanos 5% Música al aire libre 3% Supermercados 5%
Bares y pubs; discotecas y salas con música 35%
Aire acondicionado 5%
Fuente: fig. 2.24.1 (OSE 2006)
el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
19
MATERIALES
Sostenibilidad ambiental / Materiales
Requerimiento de materiales
¿Qué problemas produce el consumo de materiales? Todas las sociedades, para su funcionamiento, requieren del uso de materiales. A través de estos materiales se fabrican objetos y se obtiene energía y, en otros casos, se consumen directamente. En este apartado nos vamos a referir al consumo de materiales sólidos (la cuna), mientras en el siguiente se analizará la generación de residuos, es decir, el final del ciclo (la tumba). Aunque el agua también debería ser incluida en este apartado, será desarrollada en un capítulo específico. El consumo de materiales es un aspecto básico a medir en el camino hacia la sostenibilidad, ya que una alta tasa de consumo tiene importantes implicaciones ambientales, como las siguientes: • Una importante extracción de los mismos, con los impactos asociados que conlleva, tanto en el agotamiento de los recursos como en la contaminación generada en su extracción. Por ejemplo, un alto consumo de madera proveniente de la Amazonia supone la destrucción de este enclave fundamental para el equilibrio del planeta, tanto por la tala de los árboles como por la erosión que la extracción acarrea. • Una mayor “mochila ecológica” de los materiales. La “mochila ecológica” sirve para valorar lo que implica la movilización de un determinado material en otros materiales. Por poner un ejemplo, la extracción de unos pocos gramos de oro puro requieren la movilización de toneladas de tierra, que serían así la “mochila ecológica” de esos gramos de oro. • Un mayor transporte, lo que implica un aumento del riesgo de accidentes y
20
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
un mayor consumo energético. Además, requiere de la creación de más infraestructuras. • Y, por último, un incremento de los residuos.
¿Cuál es la situación? Hay que destacar que, aunque la sociedad española está avanzando hacia una terciarización de su economía, es decir, una economía basada en los servicios y no en la industria o en la agricultura, el requerimiento de materiales es creciente y, por lo tanto, la producción de residuos también. El requerimiento total de materiales es la cantidad de ellos que son empleados en actividades de producción y consumo (tanto de importaciones como de producción local), más los que se extraen a escala local e internacional pero no se usan con valor económico (por ejemplo, lo que no se utiliza de las extracciones mineras). Es decir, se consideran todos los pasos intermedios en los procesos productivos (la “mochila ecológica”) y no únicamente los iniciales y finales. Así, por ejemplo, no sólo se miden las toneladas de cobre que se utilizan, sino también las toneladas de rocas que se han tenido que mover para la extracción de dicho metal, el agua, el petróleo y otros materiales utilizados en el proceso de purificación, los materiales usados en el transporte del cobre hasta su lugar de consumo, etc. El requerimiento total de materiales aumentó un 5,8% entre 2000 y 2003 (un incremento del 1,9% anual), hasta alcanzar en el último año las 2.062.272.797 toneladas. En el periodo 1996-2000 el aumento acumulado fue del 18% (un incremento anual medio del 4,5%).
España consumió 48,28 toneladas de recursos por habitante en 2003. Respecto al origen de los materiales consumidos, es de destacar que por cada tonelada que se exporta se importan más de dos. Además, los productos son de origen no renovable en el 75% de los casos, porcentaje que está aumentando. Por último, señalar que el Estado español necesita cada vez más materiales para producir la misma riqueza, por lo que el consumo de materiales no para de crecer. En los 7 años que van desde 1996 a 2003, el requerimiento total de materiales per cápita se ha incrementado un 18%, aunque en los tres últimos se ha estabilizado alrededor de las 48,2 toneladas por persona. En la década de los cincuenta, el requerimiento total de materiales per cápita era de 9 toneladas. Sin embargo, si descontamos los materiales que no tienen usos económicos (los ocultos), el incremento en el requerimiento de materiales ha aumentado de manera continua de 14,37 toneladas en 1996 a 21,40 en 2003. Esto indica que el consumo de materiales no para de aumentar, aunque la eficiencia en la extracción y producción de los mismos cada vez es mayor. En España, la extracción se reparte entre los combustibles fósiles, minerales y biomasa, siendo la tendencia extractiva de todos ellos creciente y la mayoritaria la de minerales (77,9% del total), según se indica en la figura 21. En 2000 los combustibles fósiles y los materiales no renovables (fundamentalmente petróleo) supusieron el 75% de la entrada de materiales para la economía, mientras la biomasa agrícola y forestal supusieron menos del 25% (en 1955, el 60%). Además, la mayoría de los recursos utilizados son productos de cantera (casi 13 toneladas por habitante en 2003). Se hace visible, por un lado, la estrecha dependencia entre el sector de la construcción, el crecimiento económico y el deterioro ecológico y, por otro, la preocupante tendencia a que cada vez consumamos un porcentaje mayor de productos no renovables. Nuestro país cada vez importa y exporta más materiales, haciendo que su
de recursos. Algunas acciones básicas encaminadas a disminuir el consumo de materiales serían: • Campañas que fomenten un consumo adecuado para las necesidades humanas, no exacerbado. • Eliminar la obsesión por un aumento continuo del PIB como indicador de bienestar. • Concienciar sobre el valor de los recursos naturales para fomentar su conservación. • Además, se hace necesaria la elaboración de un plan para priorizar el uso de los recursos. Hay que determinar cuáles son estrictamente necesarios, cuáles son sustituibles por otros y cuáles son prescindibles. • Cambiar el modelo energético, fuertemente consumidor de recursos no renovables y responsable de una parte importante del comercio mundial de materiales. Este cambio se deberá encaminar hacia una mayor austeridad y una apuesta decidida por las energías renovables (solar, eólica, minihidráulica...). Figura 21: Extracción nacional, 2000-2003 (millones de toneladas)
700 600 500
300
¿Qué puedes hacer tú? Nuestra compra puede ser un importante elemento de cambio hacia modelos más sostenibles. La aplicación del principio de las “3 R” significa comprar bienes lo más duraderos posibles, reducir nuestro consumo a lo que realmente necesitamos, disminuir el número de embalajes que compramos y potenciar el consumo de productos naturales. ¿Qué pueden hacer las empresas? En su producción, las empresas tendrán que considerar todo el ciclo de vida de un producto, “desde la cuna hasta la tumba”, de manera que se intente cerrar al máximo los ciclos de producción haciendo que la basura sea un recurso necesario para los nuevos ciclos productivos. Esto se puede alcanzar mediante la interconexión de las actividades de distintas empresas. Para no verter tóxicos al entorno, una idea importante es tener dos grandes ciclos. Por un lado, aquel en el que todo es biodegradable, del que estarían excluidos todos los compuestos tóxicos. Por otra parte, el segundo gran ciclo sería el de las sustancias contaminantes, que sería estanco y no se mezclaría con el entorno para evitar que lo dañe.
200 100 0
2000
2001
2002
2003
Fuente: fig. 1.4.3 (OSE 2006)
400
¿Qué se puede hacer? Una de las reglas de oro del ecologismo es la de las “3 R”, que tiene una especial aplicación en todo lo relacionado con el ciclo de vida de los materiales: • Reducir al máximo el consumo de materiales, especialmente de los que son tóxicos y peligrosos. • Reutilizar aquellos cuyo consumo no se pueda reducir. • Reciclar los residuos que se obtengan de los materiales que sean de consumo imprescindible y no se puedan reutilizar.
Biomasa Minerales Combustibles fósiles
Figura 22: Productividad de los recursos 2000-2003 (ITM: Input Total de Materiales, Índice 2000=100)
120
110 PIB/ ITM (€/ton) 100
90
2000
2001
2002
2003
Fuente: fig. 1.4.5 (OSE 2006)
transporte se incremente de manera continua y, por lo tanto, los impactos ambientales. Así, por cada tonelada que sale de España entran más de dos, lo que ha hecho que la economía española pase de ser abastecedora de recursos naturales al resto del mundo a receptora neta de los mismos. Las importaciones con valor económico han aumentado, en concreto un 9,4% en el periodo 2000-2003, aunque las extracciones sin valor económico asociadas a las importaciones han subido algo menos (el 3,5%). Otro indicador importante para evaluar el avance hacia la sostenibilidad es la productividad de los recursos, es decir, la riqueza generada por cada unidad de recurso natural utilizado. Cuanto mayor sea la productividad, menos recursos naturales se habrán usado para generar la misma cantidad de riqueza. Este indicador mide una condición necesaria, pero no suficiente, para la sostenibilidad ya que, en muchas ocasiones, y debido al incremento del consumo global, no basta con una mayor productividad de los recursos para reducir el deterioro ecológico. España presentaba en 2000 una de las productividades materiales menores de la Unión Europea. Sin embargo, en los últimos tres años este dato ha mejorado, como se aprecia en la figura 22. Lo más preocupante es que las tasas de crecimiento de consumo de los recursos no renovables han doblado el crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) desde 1955. Así, si sólo tenemos en cuenta los recursos energéticos y minerales, observamos que su productividad ha bajado más de un 50% en el último medio siglo. Ni la industrialización de los años sesenta, ni su posterior sustitución por el sector servicios y la expansión inmobiliaria se han apoyado en un menor uso de los recursos, aunque sí se observa una mayor productividad de los mismos.
¿Qué pueden hacer las administraciones? La economía española muestra un insostenible requerimiento el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
21
Producción de residuos Generación de residuos
La mayoría de los residuos producidos en el Estado español son de origen ganadero (46%) y no se reintegran en el ciclo productivo.
¿Qué tipos de residuos hay? Se distinguen varios tipos de residuos: urbanos, agrícolas y ganaderos, peligrosos y los que tienen una normativa específica (mineros, radioactivos...). Dentro de los residuos agrícolas y ganaderos, la mayoría de ellos son de origen orgánico y, por lo tanto, biodegradables. Pero no todos los residuos orgánicos son necesariamente beneficiosos para el entorno, todo depende del uso que se les dé. Por ejemplo, los residuos de grandes extensiones ganaderas (purines) suponen una importante fuente de contaminación ambiental, ya que su volumen es tal que ningún ecosistema es capaz de degradarlos por sí mismo. Esto se debe, entre otras cosas, a que la concentración de nitrógeno que aportan al suelo es excesiva, lo que produce que se desestabilicen los ecosistemas que mantienen vivos los suelos.
¿Cuál es la situación? Según estimaciones del año 2000, el 46% de los residuos generados fueron de origen ganadero (fundamentalmente los excrementos de los animales), siguiéndolos en importancia los industriales (26%). Los residuos industriales peligrosos representaron el 1% del total. Todo ello se puede apreciar en la figura 23.
22
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
¿Qué se puede hacer? ¿Qué pueden hacer las administraciones? El amplio porcentaje de residuos de tipo orgánico (ganadero, agrícola y forestal), permite vislumbrar un panorama en el que éstos puedan ser utilizados masivamente en la fabricación de compost (abono), si son tratados adecuadamente. Otra posible utilización es el aprovechamiento energético de los mismos. La línea más importante a trabajar en este aspecto en el futuro es la reducción del vertido concentrado de dichos residuos, potenciando que cada vez un porcentaje mayor de la cabaña ganadera sea extensiva, frente a la tendencia actual hacia la estabulación. Las administraciones deben primar en todos los concursos públicos, obtención de ayudas, subvenciones, etc. a las empresas que acrediten que producen menos residuos y que los gestionan adecuadamente.
Generación de residuos urbanos
no tengan la calificación de peligrosos y puedan asociarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades, incluidos los que resultan de actividades humanas (limpieza de playas, calles, muebles abandonados, etc.). La generación de residuos urbanos representa una pérdida de materiales y energía. Igualmente, su posterior recogida, tratamiento y eliminación produce cada vez mayores costes económicos y ambientales a la sociedad.
¿Cuál es la situación? En el periodo 1990-2004, la generación de residuos urbanos en España aumentó el 81,2% en términos absolutos. En 2004 se produjeron 524,5 kilogramos por habitante y año, mientras en la Unión Europea se generaron 580 kilogramos por persona y año, como se observa en la figura 24. Es decir, la generación de residuos urbanos en España aumenta de manera constante, sin que las medidas tomadas hasta la fecha hayan conseguido invertir esta tendencia. Figura 23: Estimación de la producción de residuos en España forestales 2%
Se ha producido un importante aumento de la generación de residuos (81,2% en el periodo 1990-2004). Este incremento es superior al del PIB.
¿Qué son y qué suponen los residuos urbanos? Los residuos urbanos son aquellos generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios. También se califican como urbanos los residuos que
ganaderos 46%
urbanos 13%
industriales no peligrosos 25%
Fuente: fig. 2.3.3 (OSE 2005)
MATERIALES
Sostenibilidad ambiental / Materiales
radiactivos 1% agrícolas 12%
industriales peligrosos 1%
Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid son las principales productoras de residuos urbanos. Entre las tres generaron alrededor del 50% de los residuos producidos en España en 2004. La elevada cantidad de residuos es el resultado de una escasa eficiencia del sistema productivo, es decir, que para producir los bienes usamos más materiales de los que serían necesarios. Otro factor importante es la baja tasa de durabilidad de los bienes, ejemplificada por la cultura de “usar y tirar”. Pero el factor fundamental es, sin lugar a dudas, el exacerbado consumo de productos no necesarios. Todo ello dibuja un modelo de consumo despilfarrador y, por lo tanto, insostenible. La composición de los residuos urbanos domiciliarios es muy heterogénea y destaca la materia orgánica como fracción mayoritaria. Sin embargo, a pesar de que con una adecuada separación en origen se podría fabricar un compost (abono) de buena calidad, ésta no es una de las fracciones que se ha elegido para su reciclaje en la mayoría del país. Además, hay que señalar que la fracción correspondiente a los embalajes crece progresivamente.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? Un aspecto tiene que ver con los envases: es importante tender a utilizar el menor número de envases posible (llevar bolsas de tela a la compra, elegir aquellos envases de mayor capacidad, huir del minienvase y el sobreempaquetado), optar por el embalaje que sea más fácil de reutilizar (cartón, vidrio...), priorizar los envases reciclables frente a los no reciclables o poco reciclables (por ejemplo, el vidrio se recicla mucho mejor que cualquier tipo de plástico), comprar y vender a granel para reducir los envases. En ese mismo sentido es importante comprar la cantidad estrictamente necesaria para prevenir deterioros, ocupación de espacio y caducidades que sólo generan más residuos. Un consumo de productos locales reducirá la necesidad de empaquetado de los mismos y, por lo tanto, los residuos. Por último, una buena idea es regalar o trocar los productos que ya no necesitemos en lugar de tirarlos. En esta línea se están poniendo en marcha muchas iniciativas de trueque: mercadillos callejeros, libros viajeros, cooperativas...
papel para comunicaciones y envío de documentos. • Imprimir con un tamaño de letra e interlineado que no despilfarre papel. • Reutilizar los sobres. • Usar papel reciclado. • Utilizar carpetas de cartón en lugar de plástico y reutilizarlas al máximo. • Evitar el papel de usar y tirar: sustituir los rollos de papel por trapos y servilletas de tela, instalar toallas en los baños (en lugar de papel para secarse), etc. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Resultan necesarias dos medidas básicas. Una primera encaminada a realizar una adecuada recogida en origen de la materia orgánica, con vistas a producir compost. La segunda es poner en marcha políticas encaminadas a la reducción de residuos a través de un cuerpo legislativo que se dirija en ese sentido. Hay municipios españoles con programas de gestión de residuos participados por la sociedad en los cuales es la propia ciudadanía la protagonista de las medidas que se llevan a cabo. Sin embargo, estas medidas son todavía puntuales y deben aumentar. Además, los residuos de los centros comerciales y los polígonos industriales alejados de los núcleos urbanos no son considerados como urbanos y están en un vacío legal en cuanto a quien tiene que gestionarlos, aunque normalmente se encarguen de ello los ayuntamientos. Este vacío legal es una situación que hay que resolver.
Tratamiento de residuos urbanos Se ha producido una importante reducción de los vertederos incontrolados. El aspecto negativo es que no se tratan adecuadamente los residuos y el porcentaje de reciclado es todavía bajo.
el ecologista, nº 51:
kg/hab/año Fuente: fig. 2.12.1 (OSE 2006)
22,7
21,4
20,4
19,1
18,9
18,4
17,4
17,2
15,3
14,9
14,3
14,3
13,8
12,8
12,5
Millones t/año
¿Cómo se gestionan los residuos urbanos? ¿Qué pueden hacer las empresas? Algunas medidas podrían ser: Los distintos sistemas de eliminación, tratamiento y gestión que • Promover acciones mancomunadas con las empresas o esta- se contemplan son: vertido controlado, vertido incontrolado, blecimientos cercanos para la gestión de aquellos residuos que incineración (con o sin aprovechamiento para obtener energía), no son recogidos por el ayuntamiento. compostaje (producción de abono), metanización (producción • Consultar a tus proveedores si admiten la devolución de sus envases y embalajes. • Informar y formar a los emFigura 24: Evolución de la generación de residuos urbanos en España y la UE-15 (1990-2004) pleados/as respecto a estas bue25 650 nas prácticas. También se puede 580 hacer lo mismo con los clientes 5) (UE-1 b/año 550 y proveedores/as. kg/ha 487 20 Por otro lado, ejemplificando 524 450 en un caso concreto, podemos a) añ fijarnos en el papel, que es un sp (E kg/hab/año 15 material básico en casi cualquier 323 350 empresa. Para reducir su consumo y optimizarlo, se pueden 250 10 llevar a cabo distintas medidas: • Usar siempre el papel por las 150 dos caras. 5 • Leer los documentos en la 50 pantalla del ordenador para minimizar las impresiones. Usar 0 -50 el ordenador como sustituto del 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 marzo 2007: Especial Sostenibilidad
23
Millones de t
de metano para su combustión y compost a partir de residuos centaje aún es bajo: en 1990 únicamente representaba el 0,5%, orgánicos) y recogida selectiva. La recogida selectiva consiste mientras que en 2004 suponía el 9% de los residuos urbanos. en instalar contenedores especializados para un determinado Las comunidades autónomas donde el porcentaje es mayor son producto (por ejemplo papel, vidrio, pilas o plásticos y metales), el País Vasco (23%), Navarra (15%), Cataluña (14%) y Cantabria para posteriormente dar a estos residuos un tratamiento específico (14%). Destacan negativamente Canarias (3%) y Extremadura (reciclaje, almacenamiento). (3%). En general, los sistemas de eliminación, tratamiento y gestión Por último, el 6,6% de los residuos urbanos fueron incinerados de los residuos se pueden agrupar en tres bloques fundamentales: en el año 2004 con aprovechamiento energético, frente al 2,9% vertedero, incineración y reciclaje. Todas estas formas tienen una de 1990. Baleares es la comunidad líder en este aspecto al incineserie de impactos. rar el 46,6% de su basura. La incineración sin aprovechamiento Los vertederos ocupan espacio, producen lixiviados (aguas prácticamente ha desaparecido. fuertemente contaminadas después de pasar por la basura) y emiten gases de efecto invernadero (metano) como consecuen- ¿Qué se puede hacer? cia de la descomposición de la materia orgánica. De este modo, ¿Qué puedes hacer tú? aunque el vertedero esté adecuadamente aislado del suelo, sigue Poner un compostador en tu casa para fabricar abono a partir siendo necesario tratar los lixiviados. Además, a pesar de que el de la fracción mayoritaria de tu cubo de basura. Con este abono metano (un gas de efecto invernadero más potente que el CO2) puedes abonar tus macetas, los jardines del barrio o... lo que se te se queme para obtener energía, su combustión produce CO2 y, ocurra. No es oloroso, aunque sí requiere de una terraza o similar. por lo tanto, cambio climático. La clave para un buen compost es una adecuada separación en La incineración reduce el volumen de residuos y puede usarse origen de la materia orgánica, de manera que ésta no se mezcle para la obtención de energía pero, a cambio, produce cenizas y con otro tipo de residuos. gases tóxicos, con presencia de dioxinas y furanos Figura 25: Tratamiento de los residuos urbanos en España (agentes cancerígenos). No es una práctica adecuada (1990-2004, millones de toneladas) para tratar los residuos y debería eliminarse. 25 Por último, el reciclaje, aunque sin lugar a dudas Biometanización Recogida selectiva es la mejor de estas tres opciones, también tiene Compostaje impactos ambientales, ya que consume energía, suele 20 Incineración sin recuperación de energía llevar asociadas prácticas industriales contaminantes Incineración con recuperación de energía Vertido controlado y, dependiendo del producto, se obtiene un resultaVertido incontrolado 15 do de menor calidad que el inicial y/o requiere del consumo de material de partida nuevo (como en el caso del papel). Hay que tener en cuenta que los 10 procesos industriales nunca tienen una eficiencia del 100%, sino una notablemente menor. 5 Un tipo especial de reciclaje sería el compostaje, es decir, la conversión de restos orgánicos (desde 0 plantas a restos de comida) en compost que en1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 riquece el suelo. Éste es el proceso estrella en la naturaleza en lo que al reciclaje se Figura 26: Tratamiento de los residuos urbanos en las CCAA refiere. Si se realiza el compostaje con (% sobre el total de residuos) 2004 materia orgánica no contaminada, con 100% un consumo mínimo o nulo de energía y de una forma adecuada se puede obtener un resultado óptimo. Sería el único tipo de reciclaje que tendría un 80% impacto ambiental despreciable en su proceso.
24
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
60%
40%
Biometanización Incineración Recogida selectiva Compostaje
20%
Ceuta
Canarias
P. de Asturias
La Rioja
Aragón
C.F. Navarra
País Vasco
Extremadura
Cataluña
C. Madrid
Andalucía
Castilla y León
Castilla-La Mancha
I. Baleares
Galicia
R. Murcia
0%
Cantabria
Vertido controlado
Fuente: fig. 2.13.14 (OSE 2006)
Vertido incontrolado
C. Valenciana
En 2004 el destino prioritario de los residuos urbanos es el vertedero controlado. El vertido incontrolado descendió drásticamente desde el 26% en 1990 al 3,2% en 2004. Sin embargo, en las dos Castillas y en la Comunidad Valenciana el vertido incontrolado sigue suponiendo más del 10% del destino final de los residuos producidos (ver figuras 25 y 26). El segundo método de gestión más empleado es el compostaje, que ha aumentado del 20,3% en 1990 al 31,3% en 2004. La recogida selectiva ha crecido de forma significativa aunque el por-
Melilla
¿Cuál es la situación?
Fuente: fig. 2.13.1 (OSE 2006)
Sostenibilidad ambiental / Materiales
El reciclaje de los envases metálicos, el vidrio y la materia orgánica muestra una tendencia ascendente. Las tasas de reciclaje del papel y cartón y de los envases de plástico se mantienen constantes. Sin embargo, en todos los casos los porcentajes son todavía bajos.
¿Qué es el reciclaje? El reciclado consiste en la transformación de los residuos de manera que puedan valer para otros fines. Este proceso no incluye la incineración, pero sí el compostaje y la metanización (transformación de la materia orgánica en metano y compuestos que enriquecen el suelo). En función del residuo, así será más o menos factible el reciclado del mismo: • El papel es un producto reciclable. El proceso de reciclaje necesita la utilización de una menor cantidad de productos químicos y recursos que la elaboración inicial a partir de madera, pero, en contrapartida, la pasta debe sufrir un proceso de destintado con productos tóxicos en muchas ocasiones (como compuestos clorados), así como el añadido de una parte de pasta de papel virgen. Los vertidos contaminantes, aunque siguen existiendo, se reducen en un 25% en las aguas, un 39% en el suelo y un 73% en la atmósfera. En todo caso hay que señalar que no es posible el adecuado reciclaje del papel manchado con restos orgánicos. Tampoco se recicla el papel de fax, encerado, encolado, de copia, de los cigarrillos ni de los vasos o platos de papel. • El vidrio es un material 100% reciclable que se puede reutilizar un número casi ilimitado de veces. Además se recicla de forma muy eficiente, de manera que de una botella se puede fabricar otra sin necesidad de añadir vidrio nuevo. Lo que no hay que olvidar es que en el proceso de reciclaje el vidrio consume bastante energía en su fundición. En todo caso, es uno de los envases preferentes que hay que utilizar. • De los plásticos sólo se recicla una parte. La reutilización sólo es factible en algunos plásticos y, en muchos casos, sólo unas pocas veces. Lo que mejor se recicla es: − PE (polietileno): Puede ser de baja densidad (PEBD), usado en aplicaciones que no requieren gran rigidez como bolsas o
Figura 27: Tasa de reciclaje de papel-cartón, vidrio,
envases plásticos y envases metálicos (%) 1996-2005
70%
50%
62,5%
Papel-cartón
60% 41,0%
45%
s
Metale
37%
40%
Vidrio
30% 23%
Plásticos
20%
20,1%
7,0%
10% 0%
45%
1996
1998
2000
2002
2004 2005
Figura 28: Tasa de reciclaje de materia orgánica en rsu (% de materia orgánica reciclada sobre el total de rsu) 1988-2004
35
31,27
30 25 20 15 10
16,46
5 0
Fuente: fig. 2.14.1 (OSE 2006)
Reciclado de algunos materiales
bidones de gran capacidad, o de alta densidad (PEAD), el que viene en las botellas de leche y los envases de productos de limpieza. Éste es el que más se recicla. − PP (polipropileno): Empleado en tapones de botellas. − PET (tereftalato de polietileno). Muy usado para envasar bebidas carbónicas. Entre los más contaminantes destaca el PVC. Se usa, por ejemplo, en tuberías, ventanas y botellas de agua (aunque en este último caso cada vez menos). En el reciclaje de los plásticos, además de los problemas intrínsecos del proceso, es necesaria una adecuada separación de los distintos plásticos, lo que es bastante difícil. • En su proceso de fabricación, el aluminio es fuertemente contaminante y devorador de energía, aunque es 100% reciclable (pero no es reutilizable). Además es uno de los responsables de la destrucción de la selva amazónica, ya que muchos de los yacimientos de bauxita (de la que se obtiene el aluminio) están allí. • Las latas de hojalata tienen un proceso de reciclaje complejo que consiste en el desestañado y la refundición. Reciclar las latas supone un ahorro del 74% de la energía utilizada en su producción original. La hojalata es 100% reciclable, pero sólo se reciclan el 30% de las latas producidas. • Los briks sólo se reciclan en una parte mínima (un 2% en un proceso costoso e ineficiente), otra va a vertederos y una última se quema obteniéndose energía y produciendo contaminación atmosférica por dioxinas y furanos. No es posible la reutilización. Aunque es verdad que son un envase ligero, esta ventaja no compensa los inconvenientes. • Respecto a las pilas, debido a que son altamente contaminantes (por la presencia de metales pesados como el mercurio, el cadmio, el plomo o el manganeso), se deben depositar en puntos específicos de recogida. Las únicas pilas de las que se recicla algo son las de tipo botón, de las cuales se extrae el mercurio (sólo entre el 8 y el 10% del mismo) y algunos otros metales, si bien las pilas botón precisamente son las más contaminantes. Del resto de pilas no se produce ningún reciclaje, pero se almacenan en
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Fuente: fig. 2.14.2 (OSE 2006)
¿Qué pueden hacer las administraciones? Las principales políticas que tienen que poner en marcha las administraciones son las encaminadas a la reducción de la generación de residuos. En segundo lugar se debe primar la reutilización y, finalmente el reciclaje. El reciclaje (ligado a la recogida selectiva) es todavía claramente insuficiente. El principal desafío está en poner en marcha una recogida selectiva de materia orgánica para su compostaje. La incineración no es en ningún caso una manera adecuada de tratar los residuos, ya que se impide su reciclaje y se producen una serie de impactos importantes, como la emisión de dioxinas (compuestos tóxicos potencialmente cancerígenos). Otra faceta a mejorar es la adecuada gestión de los vertederos controlados, ya que en muchos casos no están debidamente aislados para que los lixiviados (aguas contaminadas) no se filtren o los gases inflamables que producen no supongan un riesgo de producir explosiones. Es fundamental introducir el concepto de ciclo de vida en las políticas de residuos, de manera que se realice una visión global de todo el periodo de uso de los materiales.
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Sostenibilidad ambiental / Materiales vertederos especializados. Por distintos procesos, de las baterías de los coches se recupera el plomo y el ácido sulfúrico, pero el resto de los componentes se desecha en vertederos.
¿Cuál es la situación? Este indicador mide la cantidad que se dedica a tareas de reciclado y recuperación de un determinado residuo (papel y cartón, vidrio, materia orgánica, plásticos, etc.), frente a la cantidad total generada de ese residuo (figura 27), o frente a la cantidad total de residuos (figura 28). • Papel y cartón: La tasa de reciclado creció en el período 19962005 el 52,4%, aunque el valor máximo se situó en el año 2001 con un 65,6% de reciclaje. La media es de 19,23 kg/habitante. Baleares, Navarra, el País Vasco y Cataluña se sitúan a la cabeza de la recogida de papel por habitante. Región de Murcia, Castilla-La Mancha, Canarias y, sobre todo, Extremadura, son las que menos recogen. En la Unión Europea han aumentado también las tasas de reciclado de papel. Sin embargo, se trata de un éxito parcial, ya que también han aumentado mucho las cantidades totales de residuos de papel debido a un incremento del consumo. La tasa española de recuperación de papel se sitúa en una posición intermedia en la UE. • Vidrio: Desde los años noventa hasta la actualidad se observa un continuo incremento en la tasa de recuperación, hasta situarse en el 41% en 2005. Las comunidades autónomas que más vidrio recogen por habitante son País Vasco, La Rioja, Baleares y Navarra (todas ellas con más de 15 kg por habitante, mientras la media estatal es de 11,6 kg/habitante). En la cola se sitúan Andalucía, Castilla-La Mancha y, especialmente, Extremadura. El reciclado de vidrio aumenta de forma continua prácticamente en todos los países de la Unión. Aunque España es el quinto país europeo que más vidrio recupera, presenta (junto con Portugal, Reino Unido y Grecia) una de las tasas de reciclado más bajas. • Plásticos: La tasa de reciclado de plástico ha aumentado un 13%, situándose en 2005 en el 20%. Eso sí, desde 2001 el crecimiento está estancado. • Metales (acero y aluminio): La recuperación de envases de acero ha crecido sensiblemente en todas las comunidades autónomas, especialmente en la Región de Murcia, Andalucía y Cataluña. La de envases de aluminio también aumenta, presentando una gran diferencia entre unas comunidades y otras, oscilando entre los 627 kg por cada 1.000 habitantes de La Rioja y los 1,1 kg de Castilla-La Mancha. • Residuos de envases: En los últimos dos años (2001-2003) se puede apreciar una disminución del reciclaje (ver figura 29). En el año 2003, la tasa de la mal llamada valorización (obtención de energía por combustión) se situó en el 48% y la de reciclaje en el 43%. • Maderas: El envase de madera prácticamente no llega a los hogares, siendo el sector hortofrutícola y los comercios los principales consumidores. En 1997 la tasa de reciclaje fue del 9,6%. • Materia orgánica: Se observa una tendencia creciente en la tasa de reciclado desde 1988 (16,46%) hasta el 2004 (31,27%). Estos porcentajes están expresados sobre el total de residuos, con lo que el reciclado de materia orgánica sobre el total de la misma se acera al 50%. Sin embargo, la diferencia entre la materia orgánica reciclada y el compost producido es muy grande. En el año 2004 se trataron más de 7 millones de toneladas de materia orgánica, pero apenas se produjeron 800.000 toneladas de compost. Como resumen, se puede decir que, a pesar del aumento del
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reciclaje, España todavía presenta unos valores bajos para los objetivos que se había marcado.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? Hacer una buena separación de los distintos tipos de residuos en casa. Utilizar cristal y papel en lugar de plástico siempre que sea posible. Es decir, priorizar el consumo de objetos que vayan a generar residuos más fácilmente reciclables. Es interesante priorizar el uso de materiales menos agresivos con el entorno. Por ejemplo, ventanas de madera en lugar de las de aluminio. Además de ser un material más ecológico, es mejor aislante térmico que el aluminio. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Queda mucho por andar en el reciclaje de plásticos (el objetivo era el 40% para el 2006) y el de metales parece inalcanzable (90% en 2006). Algo similar se puede decir del compostaje, el vidrio y el papel y cartón. El aprovechamiento del compost tiene una gran importancia en el Estado español, dada la deficiencia casi generalizada de materia orgánica en los suelos. El problema es que no existe una buena política de separación en origen de este residuo y las tasas de reciclado y la calidad del compost son todavía bajas. Hay que añadir que los esfuerzos se están centrando mayoritariamente en el reciclaje, cuando, desde el punto de vista ambiental, es mucho más importante la reducción de residuos y, en segundo lugar, la reutilización para, sólo en último caso, pasar al reciclaje.
Generación de residuos peligrosos La producción de residuos peligrosos parece no seguir una tendencia hacia la disminución. Además, en España no existen todas las infraestructuras necesarias para el tratamiento adecuado de estos residuos.
¿Qué son los residuos peligrosos? Como peligrosos se clasifican no sólo los residuos, sino también los envases que los han contenido. Estos residuos tienen un origen muy diverso: provienen mayoritariamente de minas y canteras, aunque también provienen del refino del petróleo, plantas químicas, industria metalúrgica, aceites y combustibles líquidos, industria fotográfica, etc. Por ejemplo, entre otros, son residuos peligrosos los aparatos electrónicos (móviles, frigoríficos, ordenadores...), fluorescentes, ambientadores, sprays, medicinas, radiografías, vehículos fuera de uso, aceites usados, pilas, baterías, lejía, amoniaco y pegamento, así como los envases que los han contenido. Obviamente, los residuos peligrosos suponen un riesgo importante para el medio ambiente y la salud de la población, de forma que es prioritario reducir su generación. Probablemente uno de los ejemplos más paradigmáticos de residuos peligrosos sea el mercurio, que se encuentra en las pilas y en los termómetros.
¿Cuál es la situación? El principal escollo para medir los problemas de los residuos peligrosos es la ausencia de datos significativos sobre los mismos. En 2003 se generaron 3.181.738 toneladas de residuos peligrosos en España. Si se incluyen los residuos procedentes de la
¿Qué puedes hacer tú? En la vida cotidiana se utiliza un gran número de productos tóxicos, tales como los ambientadores sintéticos, pinturas y barnices, lejía, amoniaco, disolventes, la tinta de impresoras y fotocopiadoras... Además de reducir su consumo, es fundamental depositarlos en un punto limpio una vez que se han utilizado. Otro producto muy usado y dañino para el medio ambiente es el aceite, que nunca debe ser vertido por el fregadero, sino que se debe llevar a un punto limpio. Otra posibilidad es hacer jabón con el aceite usado que sobre. Las pilas también son peligrosas, por los metales que contienen. Así pues, es importante minimizar el uso de las mismas y al usarlas se deben elegir aquellas sin mercurio ni otros metales pesados como el cadmio: las mejores son las recargables. Por ejemplo, en la limpieza del hogar debemos evitar el uso de sustancias químicas innecesarias y muchas veces tóxicas como los ambientadores sintéticos, los desinfectantes del agua del inodoro, los sprays de limpieza en seco, los insecticidas y otros productos de limpieza con compuestos sintéticos artificiales. Hay que mirar las etiquetas para identificarlos: los tóxicos y peligrosos suelen venir indicados con símbolos que señalan sus impactos. Existen alternativas a estos productos como: • Frente a los detergentes con fosfatos, puedes elegir los de pH neutro. • El vinagre es un buen desengrasante y antimicrobiano. Además, diluido en agua, es un excelente limpiador de la madera. • El jabón natural no es tóxico y sí es biodegradable. Se fabrica, de forma sencilla, con aceite usado, sal y sosa. • El limón se puede utilizar como antioxidante y limpiador. • El alcohol desinfecta y limpia la grasa y el pegamento. • La glicerina (o glicerol) no es tóxica, limpia y es un buen conservante de objetos como goma y piel.
¿Qué pueden hacer las empresas? Adoptar compromisos de elaborar declaraciones anuales de los residuos peligrosos producidos y entregarlos a las administraciones. Reducir los productos tóxicos en extintores (es deseable que sean sin halones) pinturas (mejor al agua), o barnices (sin disolventes tóxicos). ¿Qué pueden hacer las administraciones? Deben hacer cumplir la legislación la legislación sobre residuos y endurecer el régimen sancionador. Pero además han de avanzar hacia un marco legislativo que vaya eliminando progresivamente los compuestos tóxicos de la cadena de producción y consumo. Muchos de los productos peligrosos no reciben un tratamiento adecuado, sino que se depositan sin más o se exportan a países del Sur. Éste es el caso de muchos aparatos electrónicos usados que se envían a lugares como China e India, donde se manejan sin ninguna medida higiénica. Por tanto, es necesario que los países productores se responsabilicen de sus residuos, tanto las empresas que los producen o importan como las administraciones que legislan, prohibiéndose el comercio internacional de residuos. Figura 29: Tasa global de reciclaje e incineración de los residuos de envases (%) 1997-2003
60
48%
50 40
37%
30
34%
Tasa de incineración 43%
Tasa de reciclado
20 10 0
1997
1999
2001
2003
Fuente: fig. 2.14.4 (OSE 2006)
¿Qué se puede hacer?
• La mezcla de agua, jabón y alcohol es un limpiador universal. También se puede usar vinagre, agua, y limón. Úsalo cuanto puedas. • Se puede fabricar champú con infusión de romero, betaína de coco, pectina de manzana, glicerina y esencia de lavanda, salvia o limón. • La cera de abeja se puede usar para los suelos de madera. • El aceite de linaza es adecuado para suelos de terrazo o ladrillo. • La mezcla de cera de abeja, lanolina, aceite de almendras, bicarbonato, aceite de germen de trigo y agua es un excelente hidratante para la piel. • Apuesta por los pañuelos de tela, las bayetas lavables, las batas o monos de tela, etc.
Residuos peligrosos en vertedero ilegal
minería y de los tratamientos de los minerales, la cifra asciende a 5.241.530 toneladas. Esta cantidad puede llegar a incrementarse (hasta el triple) si se incluyen algunos residuos sobre los que existen discrepancias en cuanto a su clasificación en la categoría de residuos peligrosos. Como conclusión, se puede decir que parece que la cantidad de residuos peligrosos producidos no tiende a disminuir. Es necesario un mayor control y rigor en la declaración anual de industrias productoras de residuos peligrosos, ya que se estima que su número debe ser significativamente mayor del que aparece en dicha declaración. En todo caso, el número de declaraciones anuales de productores de residuos peligrosos ha aumentado desde el año 1995 y se sitúan preferentemente en Cataluña (45% del total). En la UE, la cantidad total de residuos peligrosos se estima en unos 40 millones de toneladas anuales. Su producción se ha conseguido reducir en algunos países como Alemania y Reino Unido, mientras que en otros ha aumentado. Estos residuos suponen del orden del 1% de los residuos generados. En lo que se refiere al tratamiento, en 2003 se recicló el 53%, se llevó a un depósito de seguridad el 37% y se incineró el 10% restante de los residuos peligrosos que se habían recogido. Varias comunidades autónomas no disponen de instalaciones necesarias para el tratamiento de estos residuos y, en general, España no tiene la infraestructura para tratar determinados tipos de residuos, entre ellos los nucleares. Por lo tanto, existe una falta de coordinación entre la generación y el tratamiento de residuos peligrosos. Por último, en la actualidad hay importantes cantidades de residuos peligrosos que todavía se eliminan con métodos que pueden resultar nocivos para el medio ambiente y la salud.
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MATERIALES
Sostenibilidad ambiental / Materiales
Salud y calidad ambiental
¿Qué es la exposición a sustancias peligrosas? La salud de los seres humanos está relacionada con el entorno en el que habitamos, y la degradación de nuestro medio tiene una correlación con el aumento de ciertas enfermedades. Según Naciones Unidas, un 23% de las enfermedades y un 24% de los fallecimientos a nivel mundial se relacionan con factores ambientales. Por su parte, la UE da una cifra del 20% para los países más enriquecidos. Estas cifras tienen su origen en sustancias a las que diariamente estamos expuestos, que presentan propiedades tales como: • Provocan cáncer, cambios en nuestro material genético y malformaciones en el feto. Se conocen como CMR (Cancerígenas, Mutágenas, tóxicas para la Reproducción) • Son tóxicas y se acumulan en tejidos vivos, ya que tardan mucho tiempo en ser degradadas. Todos tenemos en nuestro tejido graso y en nuestra sangre pequeñas cantidades de estas sustancias, que se conocen como PBT (Persistentes, Bioacumulables y Tóxicas) • Alteran nuestro sistema hormonal, que es el encargado junto con el sistema nervioso de coordinar las respuestas a los estímulos internos y externos. Así, la alteración de nuestro sistema hormonal, también llamado endocrino, puede resultar en malformaciones en el feto, en un desarrollo sexual secundario adelantado en adolescentes o en esterilidad masculina en adultos. Los entornos urbanos son especialmente favorables para la aparición de enfermedades respiratorias y alergias, debido a la contaminación atmosférica (dioxinas,
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furanos, benceno, ozono troposférico, monóxido de carbono, etc.). La exposición inadvertida a sustancias orgánicas que se encuentran en el entorno y que se acumulan en nuestro tejido graso (COP, Contaminantes Orgánicos Persistentes) es la causa de la aparición de cánceres (especialmente infantiles) y trastornos neurológicos de desarrollo. Asimismo, sustancias químicas sin control se encuentran en miles de artículos de consumo cotidiano (pirorretardantes, algunos aditivos alimenticios, disolventes orgánicos, ftalatos, bisfenol A, etc.). Dentro de nuestros cuerpos, estas sustancias interactúan entre sí y tienen unos efectos sobre nuestra salud que aún están por determinar. Además, hay que añadir el impacto sobre la salud de problemas ambientales provocados por el ser humano, como el cambio climático y el agujero en la capa de ozono (que deja pasar radiación ultravioleta, la cual reprime la respuesta inmunológica y constituye una de las principales causas del cáncer de piel). Por tanto, la exposición a sustancias peligrosas, ya sea durante su fabricación, uso, gestión como residuos o su presencia como contaminantes en el agua, aire, alimentos y bienes de consumo, genera daños a nuestra salud, algunos de los cuales ya han sido expuestos. Uno de los principales causantes de la situación actual de contaminación ambiental es la producción sin control de sustancias químicas industriales. Hay aproximadamente 100.000 sustancias químicas distintas registradas en el mercado comunitario, pero existe un desconocimiento general de sus propiedades y usos. El proceso de evaluación del riesgo de estas sustancias por parte de las
Existe una preocupante falta de datos sobre la relación entre la calidad ambiental y la salud. No obstante, cada vez es mayor el número de investigaciones que apuntan hacia una fuerte asociación entre el deterioro de la salud y la degradación ambiental. La cantidad y el grado de exposición a sustancias peligrosas sintéticas han aumentado notablemente. Asociado a ello, se han incrementado también las enfermedades de las personas más expuestas a dichas sustancias, como el aumento de casos de cáncer, del número de parejas infértiles, de malformaciones en los bebés y de alergias. administraciones competentes es lento, complejo, costoso y requiere de numerosos recursos. Hasta ahora, la asignación de responsabilidades ha sido inadecuada, pues la evaluación de riesgo era competencia de la administración y no de las empresas que producen o importan estas sustancias. A partir de la entrada en vigor en 2007 del nuevo reglamento REACH, está situación cambiará y las empresas productoras o importadoras de sustancias químicas en la Unión tendrán que proporcionar datos de manera sistemática sobre los efectos que tiene para la salud el 10% de las sustancias que produce la industria, aquellas cuya producción anual supera las 10 toneladas. Para disminuir las afecciones a la salud derivadas de estas sustancias y los factores ambientales nocivos, se necesitaría la aplicación del principio de precaución. De este modo, ante indicios razonables de que determinadas sustancias pudieran estar teniendo efectos perjudiciales para la salud, se deberían tomar medidas para evitar los riesgos asociados por la exposición a las mismas y no esperar a que se produzcan los efectos para tomar medidas, como se opera de hecho en la actualidad.
¿Cuál es la situación? La producción mundial de sustancias y preparados ha pasado de 1 millón de toneladas en 1930 a 400 millones de toneladas en la actualidad, y el 31% de ella se realiza en la UE. La producción anual de sustancias químicas peligrosas en los países de la UE-15 aumentó del orden de un 12% entre los años 1995 y 2003. Haciendo un análisis más detallado de algunas de las sustancias peligrosas se aprecia que: • La producción de sustancias cancerí-
genas aumentó un 50% entre 1994 y 2004. El incremento en 2004 fue del 3% (ver tabla 1). Esto se ha producido a pesar de la obligación legal de evitar el uso de estas sustancias. • La producción de brea y coque de brea (ambos cancerígenos) también ha aumentado más de un 100% entre los años 1994 y 2002. • La producción de formaldehído (un agente potencialmente cancerígeno) subió un 50% entre los años 1994 y 2004. • De las sustancias cancerígenas consideradas, sólo el diclorometano muestra una tendencia a la disminución de su producción, decreciendo un 37,5% entre los años 1996 y 2003. • La producción de plaguicidas ha aumentado un 63% entre los años 1994 y 2004. Su consumo se ha incrementado un 24% entre 1998 y 2004, aunque en el último año se apreció una disminución de la producción y el consumo, como se indica en la tabla 2. Canarias es, con mucho, la comunidad autónoma con un mayor consumo de plaguicidas. Cada año, la exposición a contaminantes químicos en los puestos de trabajo en España provoca la muerte de 4.000 trabajadores/as, hace enfermar a más de 33.000 y produce más de 18.000 accidentes laborales. Los fallecimientos son mayoritariamente por cáncer. Las enfermedades más comunes son las dermatitis, seguidas por las afecciones respiratorias. Además, se observa una tendencia a que siga aumentando la incidencia de estas enfermedades. La exposición a sustancias químicas peligrosas en el entorno laboral se ha visto incrementada en las dos últimas décadas. Esto es debido no sólo al aumento de la producción industrial y al mantenimiento de sistemas de producción sucios, sino también a la aceleración de la utilización de materiales sintéticos en los procesos de fabricación (como polímeros, resinas, adhesivos y pinturas), que conllevan la utilización y exposición a sustancias muy peligrosas. El incremento de los ritmos de trabajo también ha llevado a la introducción de sustancias muy peligrosas (en las tareas de limpieza, por ejemplo), con la consiguiente exposición laboral y ambiental. El análisis de la evolución del índice de incidencia de algunas enfermedades profesionales ocasionadas por agentes químicos refleja: • Una disminución (de un 83,6%) de las enfermedades causadas por el plomo. • Un incremento de la incidencia de silicosis (94%), asma (63%) y dermatosis (28%). Tabla 1: Producción de algunas sustancias cancerígenas (toneladas)
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Cancerígenos
Brea y coque de brea (1, 2)
1.432.747 1.629.939 2.081.388 2.225.114 2.245.023 2.361.676 2.638.327 2.694.351 2.578.794 2.152.269 2.368.311 2.447.806
(*) 136.079 197.793 248.857 238.049 241.608 255.788 278.451 259.485 278.009 195.595 205.267
Metanal (formaldehído) (2) 250.550 242.557 330.391 353.763 369.581 417.290 493.688 563.072 634.938 483.805 442.630 508.816
Diclorometano (cloruro de metileno) (2) (*) (*) (*) 18.575 21.469 (*) (*) 14.231 13.769 14.118 11.609 s.d.
Notas: (1): Brea y coque de brea de alquitrán de hulla o de otros alquitranes minerales. (2): La cantidad incluye ventas y reempleo. (*): Dato no publicable por secreto estadístico. (s.d): No hay datos. Fuente: tabla 2.21.1 (OSE 2006)
Tabla 2: Producción, comercio y consumo aparente de plaguicidas (toneladas) Año 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Producción 82.128 100.568 97.356 94.227 88.155 103.461 115.124 123.137 135.391 165.415 174.405 163.602
Exportación Importación Consumo aparente s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 31.596 40.662 53.395 56.167 63.514 75.173 80.648
s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 67.974 64.432 67.974 70.536 76.434 82.937 90.195
s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 139.839 138.894 137.716 149.760 178.335 182.169 173.149
Fuente: tabla 2.21.3 (OSE 2006)
• Un relativo mantenimiento, con algunas fluctuaciones, de la incidencia de la asbestosis. La exposición ambiental también aumenta. Así, diversos estudios indican que entre el 80 y el 100% de la población española tiene en sus tejidos concentraciones detectables de contaminantes tóxicos persistentes como DDE, PCB, hexaclorobenceno, DDT o lindano, algunos de ellos ya prohibidos (como el DDT) y otros en vías de prohibición (como el hexaclorobenceno). Por todo ello, junto con la degradación general del entorno, se están produciendo numerosas afecciones sobre la salud, tales como: • El número de defunciones por enfermedades que pudieran tener causas medioambientales se ha triplicado entre 1980 y 2004. En torno al 65% de las enfermedades infantiles tienen su origen en la degradación ambiental. • Las alergias, el asma y las enfermedades respiratorias relacionadas con la calidad del aire han aumentado en Europa. En la UE se atribuyen unos 310.000 fallecimientos anuales a la contaminación atmosférica, de los que 16.000 corresponderían a España. En nuestro país el 21% de la población ha padecido algún problema alérgico. • Los tumores malignos del aparato respiratorio que pudieran deberse a causas medioambientales casi se han duplicado en el período 1980-2000. El número de defunciones por tumores de ovario aumentó en España un 138% entre 1990 y 1998. Se estima que los factores ambientales están asociados al 98-99% de todos los cánceres. El cáncer entre niños/as y adolescentes aumenta a un ritmo del 1% anual. • Cantidades ínfimas de las más de 1.500 sustancias químicas hoy identificadas como alteradores (o disruptoras) endocrinos (entre ellas diversos plaguicidas, disolventes, alquilfenoles, bisfenol-A, dioxinas, ftalatos, PCB, TBT o estireno) pueden causar daños a la salud de las personas expuestas y a la de sus hijos/as, como diferentes tipos de cáncer, daños reproductivos, endometriosis, malformaciones y problemas neurológicos en la descendencia, etc. En la tabla 3 se listan las principales sustancias neurotóxicas. • En los países industrializados, la calidad del semen parece estar descendiendo a un promedio del 1% anual. En España, en el decenio posterior a 1986, la calidad parece haber caído un 25%. • Las olas de calor, más frecuentes e intensas con el cambio climático, producen un aumento de la mortalidad (por problemas cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios). Previsiblemente, con el calentamiento también se expandirán enfermedades el ecologista, nº 51:
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Sostenibilidad ambiental / Materiales infecciosas que hoy prevalecen en regiones tropicales y subtropicales. En España, el mayor riesgo es la instalación del mosquito transmisor de varias enfermedades virales, como la del Nilo occidental y el dengue. Ya en el año 2000, la Organización Mundial de la Salud atribuyó al cambio climático 150.000 muertes. • La disminución de la capa de ozono y la sobreexposición a las radiaciones ultravioletas están asociadas a un aumento de los casos de cáncer de piel, cataratas y alteraciones del sistema inmunitario. Hasta un 90% de los tumores de piel se relacionan con la exposición a la radiación ultravioleta.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? El/la consumidor/a es clave para hacer que los demás actores económicos lleven a cabo prácticas respetuosas con el entorno que tengan un efecto positivo en la salud. Debemos estar informados/as, para lo cual tenemos a nuestra disposición diferentes organizaciones de consumidores y las Oficinas Municipales de Información al Consumidor/a. En el consumo de alimentos, siempre que se pueda, lo mejor es consumir productos ecológicos. En caso de no ser así, se recomienda el consumo de productos frescos y naturales, ya que contribuirán a reducir la cantidad de aditivos alimentarios y la adición de sustancias modificadas como producto del proceso de elaboración. En el consumo de productos de limpieza y cosméticos, hay que fijarse en el etiquetado y consumir productos de certificación ecológica o, en su defecto, asegurarse que sean biodegradables, en el caso de los productos de limpieza, y que contengan el menor número de sustancias sintéticas en su composición, en el caso de los cosméticos. Otra alternativa es utilizar productos naturales para la fabricación casera de productos de limpieza y cosméticos. En cuanto al consumo de otros artículos, desde el año 2007 los/as consumidores/as tienen derecho a exigir información al vendedor/a sobre las sustancias químicas peligrosas que puedan contener los productos. ¿Qué pueden hacer los/as agricultores/as? Una de las principales fuentes de productos peligrosos son los plaguicidas. Además de verse afectado el consumidor final, el/la
agricultor/a es quien más sufre en su salud la aplicación directa de estos productos. En este sentido, se hace imprescindible una reducción de su uso y un mejor conocimiento y puesta en práctica de las medidas de reducción de riesgo en el caso de continuar con su utilización. De manera ideal, deberían hacer una apuesta decidida por la agricultura ecológica porque, en contra lo que pueda parecer, la agricultura ecológica permite unas tasas de productividad altas, como da prueba de ello su continuo ascenso. ¿Qué pueden hacer las empresas? Lo primero que deberían hacer las empresas es cumplir con la legislación. Desde hace años asistimos a un permanente incumplimiento de la legislación relativa a emisiones de agentes contaminantes a la atmósfera y al medio hídrico, lo que provoca una contaminación ambiental que acaba teniendo los efectos ya citados sobre nuestra salud. Existen dos reglamentos especialmente importantes que las empresas deberían cumplir para reducir la contaminación ambiental: el reglamento REACH y el relativo a la eliminación de los COP (compuestos tóxicos que permanecen durante muchos años sin degradarse y, por lo tanto, se van acumulando en los seres vivos). Más allá del cumplimiento legislativo, la industria química debería adoptar los principios de la química verde en su funcionamiento: evitar la producción de residuos, incorporar los materiales usados en el proceso al producto final, generar sustancias inocuas para el ser humano y el entorno, reducir los requerimientos energéticos en la síntesis para que tengan lugar a temperatura y presión ambientes y trabajar con materiales renovables. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Lo primero que deberían hacer las administraciones sería hacer cumplir la legislación. Se necesitan hacer muchas más inspecciones y endurecer el régimen sancionador para asegurar un efectivo cumplimiento de la ley. Además, el Gobierno español debería tomar la iniciativa en la UE para presionar por la consecución de reformas de largo alcance, como una modificación de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que se encamine hacia la potenciación de la agricultura ecológica y desincentive la agricultura consumidora de altos insumos de fitosanitarios y abonos sintéticos.
Tabla 3: Principales sustancias neurotóxicas • Acetona • Acetonitrilo • Acrilamida • Adriamicina • Hidrocarburos alifáticos • Alkanos • Polímeros de alquilestireno • Aluminio • Amonio • Acetato N-amilo • Anilina • Sulfuro de antimonio • Hidrocarburos aromáticos • Benceno • Butanol • Butilacetato • Cadmio • Monóxida de carbono • Tetracloruro de carbono
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• Clordane • Hidrocarburos clorados • Clorobenceno • B-cloropreno • Óxidos de cromo • Cresol • Ciclohexanona • Alcohol diacetona • O-diclorobenceno • Diclorodifluorometano • 1,2- Dicloroetano • Diclorometano • Diclorotetrafluoroetano • Diciclopentadieno • Diclotodifeniltricloroetano (DDT) • Dimetilaminonitrilo • Dinitrobenceno • Difenilamina • Tintes
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
• Ergotarnina • Etanol • Acetato etílico • Etilenglicol • Aminoácidos excitadores • Formaldehído • Glicerol • Sales de oro • Hexano • 2,5-Hexanediona • Plomo y productos con plomo • Isoforano • Grasas al litio • Manganeso • Mercurio y compuestos con mercurio • Metanol • Nitrito de metilo • 1-metil-4-fenil-1,2,3,6-
tetrahidropiridina (MPTP) • Laca • 1-nitrofenil-3-3(-3-piridimetil) • Estireno urea • Tabaco • Óxidos nitrosos • Tetracloroetileno • 6-OH-dopamina • Tolueno • Organofosforados • Triclorobenceno • Oubain • Triclorofluorometano • Ozocerita • Tricloroetileno • Policlorobifenilos (PCB) • Tricresilfosfato • Destilados del petróleo • Triethylin: trimethytin • Aceite de pino • Óxidos de tungsteno • Polibromados (PBDE) • Trementina • Resinas de plimetacrilato • Vicristina • Subproductos de la combustión • Cloruro de vinilo • 1-Propanol • Xileno • Propilenglicol • Piretroides • Ricino • Selenio Fuente: tabla 2.22.4 (OSE 2006)
AGUA
El consumo de agua se ha incrementado un 8,7% en el periodo 1997-2001. Esto produce que la zona de Levante y las grandes aglomeraciones urbanas, principalmente, estén en una situación de consumo por encima de la disponibilidad de recursos hídricos renovables.
Extracción de agua
¿Qué problemas causa la extracción del agua? En el Estado español el agua ejemplifica perfectamente cómo un recurso natural que se considera ilimitado en el ideario de las personas es en realidad limitado y puede llegar a ser escaso, debido a un consumo superior a su tasa de renovación natural y una contaminación del mismo. En las zonas del sur, sureste, este e insulares el consumo de agua está por encima de la cantidad de este elemento que vuelve a esos territorios en forma de lluvia, o fluyendo por la superficie y el subsuelo. Por ello, las reservas naturales de agua, los acuíferos subterráneos, se están agotando. Además, los acuíferos litorales también se están salinizando, como consecuencia del descenso del nivel del acuífero por debajo del nivel del mar (esto hace que el agua salada fluya hacia los espacios que antes eran ocupados por agua dulce). En el caso de los ríos, hay que señalar que un creciente número de ellos tiene tramos por los que fluye un volumen de agua inferior a su caudal natural. Tal sobreuso del recurso se debe, fundamentalmente, a la implantación en esas zonas de un modelo agrario que demanda más agua de la que hay disponible, así como a un modelo urbanístico ligado al turismo, fuertemente consumidor de este recurso. A esta presión se le suma el cambio climático, ya que, según las previsiones del panel de científicos de las Naciones Unidas (IPCC), en la Península Ibérica va a aumentar la evaporación del agua (como consecuencia de un aumento de temperaturas) y, en paralelo, las precipitaciones van a ser más irregulares en tiempo y en cantidad, y en la mayor parte de la penín-
sula van a disminuir. Todo ello va a tener como consecuencia una menor cantidad de recursos hídricos disponibles. Además, hay que señalar que las actividades urbana, industrial y agraria contaminan el agua, lo que supone que también disminuya el recurso disponible con un grado de pureza adecuado.
Existen alrededor de 510.000 pozos ilegales de captación de agua. Junto a otros procedimientos ilegales, como sustraer agua de los ríos sin autorización, usar más agua de la asignada o realizar conexiones fraudulentas a la red de distribución, suponen aproximadamente el 10% de la extracción legal de aguas subterráneas (3.600 hm3/año). La mayoría del agua se obtiene de aguas superficiales (cerca del 70%), si bien existen grandes diferencias por comunidades autónomas, como se aprecia en la figura 30.
¿Cuál es la situación? Entre los años 1997 y 2001, la extracción total de agua ha experimentado un incremento del 8,7%. En 2001 se consumieron 38.344 hm3.
Figura 30: Origen del agua abastecida procedente de captaciones propias (%) Ceuta y Melilla La Rioja País Vasco C.F. de Navarra R. de Murcia C. de Madrid Galicia Extremadura C. Valenciana Cataluña Castilla-La Mancha Castilla y León Cantabria Canarias I. Baleares Ppdo. Asturias Aragón Andalucía TOTAL ESPAÑA 0
Fuente: fig. 1.5.6.2 (OSE 2006)
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Aguas superficiales
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Aguas subterráneas
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Otros recursos hídricos
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Sostenibilidad ambiental / Agua
¿Qué se puede hacer?
reconducción desde el desagüe de la bañera o el lavabo. También se puede recoger el agua con un cubo. • Usar el agua de lluvia. El agua de lluvia también se puede recoger y utilizar del mismo modo que las aguas grises. El sistema de recolección de agua de lluvia más eficaz es el de los canalones que toman el agua caída al tejado. • Instalar sistemas de autocierre en las mangueras (reducen el consumo hasta en un 10%). ¿Qué pueden hacer los/as agricultores/as? Apostar por el método de riego más eficiente: el riego por goteo. Descartando otros como el riego por inundación o por aspersión. Adecuar los cultivos a las condiciones climáticas de la zona. ¿Qué pueden hacer las administraciones? El agua es un bien básico para todas las personas, a la vez que limitado. Por lo tanto, una línea básica de actuación de las administraciones es garantizar el suministro universal para satisfacer las necesidades básicas de la población y poder llevar una existencia digna. Según Naciones Unidas, esta cantidad está en torno a los 60 litros por persona y día. Una segunda línea es frenar la demanda de agua por encima del consumo necesario, lo cual implica la moratoria en la creación de más regadío como paso previo a la reconversión de parte del mismo, prohibir la construcción de urbanizaciones y campos de golf en zonas con escasez de recursos hídricos, aumentar la eficiencia en el consumo y poner en marcha una política de precios del agua que no subvencione su uso para regadío, como ocurre actualmente. De hecho, el precio actual del agua para el regadío no refleja los costes que conlleva su obtención, incluidos los ambientales. La administración no tiene sólo la obligación de ser garante del acceso y la conservación de los ecosistemas hídricos, sino que también debe dar ejemplo de las políticas que impulsa, es decir, debe de incorporar todas las medidas de racionalidad en el uso del agua en su funcionamiento. Y todo ello con la finalidad de garantizar los caudales ambientales.
¿Qué puedes hacer tú? Es fundamental la reducción del consumo de agua. Para ello hay numerosas medidas como: • Ducharse en lugar de bañarse. • Griferías economizadoras. Se basan en “airear” el agua que sale por el grifo, de manera que con un menor flujo de agua se consigue la misma prestación. También existen cabezales de ducha economizadores. Con estos mecanismos se llega a ahorrar hasta un 50% del consumo. • Asegurarse de que los grifos no gotean. Mapa 1: Relación porcentual entre la demanda total (urbana, industrial y de regadío) • Procurar lavar los alimentos en barreños estimada en los mapas de cuenca y la aportación anual en régimen natural (%) con agua y no bajo el grifo abierto. • Poner en marcha el lavavajillas o la lavadora sólo cuando estén llenos. • Si se friega a mano, llenar el fregadero con agua y jabón e introducir los platos en él. • Utilizar inodoros de doble descarga, que consisten en que se vierta menos agua para arrastrar el orín que las heces. Con ellos se alcanza un ahorro del 50% del agua consumida. El consumo de agua del inodoro también se puede reducir introduciendo botellas en la cisterna que reduzcan la capacidad de la misma. • Poner papeleras en cada baño para evitar usar el inodoro como cubo de basura. • Usar electrodomésticos de bajo consumo. Por ejemplo, hay lavadoras que reducen el consumo de 558 a 105 litros por lavado. • Reutilizar las aguas grises. Existe una amplia gama de formas en las que se pueden reutilizar las aguas grises (las resultantes de lavar): por ejemplo, se puede usar para la cisterna del inodoro mediante un sencillo sistema de
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el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: Mapa 2.4.1 (OSE 2005)
Según se observa en el mapa 1, la mayor presión extractiva sobre los cursos de agua se encuentra en los tramos medios y bajos de los ríos y en las áreas de influencia de las grandes aglomeraciones urbanas y zonas de regadío. La menor presión corresponde a las zonas montañosas. La presión de la demanda urbana es especialmente importante en las grandes aglomeraciones urbanas (Madrid, Barcelona, Valencia...). Allí, en coyunturas más secas, el consumo excede las aportaciones por pluviosidad. La presión por la demanda industrial es especialmente importante en Cataluña y en las cuencas hidrográficas de los ríos Ebro, Júcar, Tajo y Segura. Pero, sin lugar a dudas, el mayor consumo de agua es el que se dedica al regadío. En la cuenca del Segura ese consumo ya es superior a los recursos naturales renovables disponibles, y se sostiene por el trasvase Tajo-Segura y por la sobreexplotación de los acuíferos. En las cuencas del Guadalquivir, Júcar y del sur en Andalucía oriental también se detectan consumos superiores a los recursos renovables disponibles en los años más secos. Es decir, el impacto va más allá de que fluya menos agua por las cuencas que la necesaria para mantener los cauces ecológicos: lo grave es que se extrae el agua acumulada en los acuíferos, caminando hacia la desecación de los mismos. En resumen, se puede apreciar cómo el consumo de agua sigue aumentado y supera en muchas zonas los recursos hídricos disponibles, lo que tiene importantes y graves consecuencias ambientales. Por ejemplo, más del 60% de los acuíferos costeros de agua dulce presentan algún grado de entrada de agua de mar como consecuencia de su sobreexplotación.
Usos del agua y pérdidas en las redes de distribución
¿Qué implican los distintos usos del agua? Para considerar los usos del agua, tres factores importantes son la tasa de devolución de la misma a las cuencas hidrográficas, la calidad en que vuelven y si esta devolución es difusa o se realiza de forma concentrada. Los usos urbanos e industriales, en general, tienen una alta tasa de devolución de agua. En cambio, en los usos agrícolas esta tasa disminuye notablemente. La actividad urbana, industrial y agraria origina impactos por contaminación, ya sea puntual o difusa (la que no se puede localizar en una zona concreta). De entre estos dos tipos de contaminación, la difusa tiene una incidencia notablemente mayor, ya que es imposible controlarla. Por ejemplo, mientras que a la salida de aguas de una industria o a las aguas negras de una ciudad se les puede poner una depuradora, esto es imposible en el caso de los pesticidas y abonos sintéticos utilizados en la agricultura, que terminan contaminando los acuíferos.
¿Cuál es la situación? Si se considera el agua utilizada (no el agua gastada) entre los años 1997 y 2001, la principal utilización del agua se ha registrado en la agricultura, pesca y ganadería (63,3%), seguida del sector industrial y energético (24,5%) y del consumo doméstico (7,8%). De todos los usos el que más aumentó fue el doméstico (23%) y el que menos el agrícola y ganadero (aumentó un 4,5% entre 1997 y 2001 y este incremento ha continuado, aunque tiene tendencia a estabilizarse). Sin embargo, si en lugar de analizar
el agua utilizada se observa el agua consumida (es decir, la que no retorna a los cauces), el consumo en agricultura se sitúa por encima del 80%, mientras que el resto se reparte entre el uso urbano e industrial. Esto se explica debido a que el uso industrial tiene una tasa de devolución alta, por ejemplo en los saltos hidroeléctricos el consumo es casi nulo, mientras el uso es alto. En la agricultura sólo retorna a los cauces fluviales el 20% del agua que se consume. En los hogares este porcentaje es del 80%. Al desglosar los datos en la agricultura por tipos de plantaciones, podemos observar que en 2004 el 45,1% se destinó a cultivo de herbáceas (mayoritariamente cultivos de huerta y maíz), el 18,7% a frutales y el 8,8% a patatas y hortalizas.
Hay que destacar que el Estado español cuenta con la mayor superficie de regadío de la Unión Europea: el 19% de la superficie total de cultivo. Además, en el periodo 1999-2003 la superficie de regadío ha aumentado un 2,4%, mientras que la total ha descendido un 2%. Los regadíos han crecido en la zona donde menos recursos hídricos existen, esto es, en Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Región de Murcia). Como aspecto positivo hay que señalar que el consumo de agua por hectárea de regadío ha disminuido del orden de un 3% entre 1999 y 2003. En la figura 31 se refleja este dato por comunidades autónomas. Respecto a las técnicas de riego, destacar que el riego por gravedad o inundación sigue consumiendo el 51% del total
Figura 31: Consumo de agua en los regadíos de las CCAA (m3/ha·año)
Resto de CCAA R. de Murcia
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C.F. de Navarra
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Castilla-La Mancha Castilla y León Andalucía La Rioja C. Valenciana Aragón C. de Madrid Cataluña Extremadura TOTAL ESPAÑA 0
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Fuente: fig. 1.5.4.4 (OSE 2006)
AGUA
La gran mayoría del agua se utiliza en la agricultura, donde todavía es mayoritario el sistema de riego más ineficiente (el de gravedad o inundación). Además, en la red de distribución se pierde un elevado porcentaje de los recursos hídricos.
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
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Sostenibilidad ambiental / Agua
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tura de secano frente a la de regadío. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Una herramienta interesante es orientar la política hídrica desde un aumento de la oferta hacia una gestión de la demanda. Esto implica paralizar la construcción de desaladoras y la realización de trasvases, para centrar los esfuerzos en la utilización racional de los recursos disponibles. En este punto, debe jugar un papel fundamental el aumento del precio del agua, como elemento disuasorio del consumo. Figura 32: Distribución de agua a las explotaciones agrícolas por técnicas de riego en España (% agua distribuida) 4
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¿Qué se puede hacer?
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¿Qué pueden hacer las empresas? El papel de la agricultura es clave en el consumo de agua. En ese sentido, un criterio básico es planificar el tipo de cultivo en función de los recursos hídricos de la zona, lo que en la mayoría del territorio supone una potenciación de la agricul-
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Aspersión
Goteo
Gravedad
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Otros
Fuente: fig. 1.5.4.5 (OSE 2006)
del agua consumida en la agricultura en 2004 (ver figura 32). El riego por gravedad consiste en la inundación de los cultivos mediante acequias. Es la forma de riego más consumidora de agua y, por lo tanto, es menos eficiente que otras, como el riego por goteo, que vierten el agua sólo en la planta que se desea. En todo caso, hay que destacar el importante incremento del riego por goteo. Por último, respecto a la agricultura, el precio medio pagado por el agua en el sector agrario en España, en 1999, fue de 0,02 €/m3, cifra muy inferior a la de otros países europeos donde existen regadíos como Grecia (0,1 €/m3) o Portugal (0,05 €/m3). Un ejemplo paradigmático en la falta de eficiencia en la gestión del agua son las pérdidas en la red de distribución. En este sentido, se observa cómo se mantiene el porcentaje de pérdida a lo largo de los años en torno al 20% del total de agua distribuida, aunque hay otras fuentes que apuntan a pérdidas mucho mayores, del orden del 50% e incluso superiores. Esta situación de sobreexplotación de los recursos hídricos ha motivado que España se convierta en un país líder en el empleo de otras fuentes de obtención de agua. Entre estas fuentes se encuentran las aguas residuales tratadas y la desalación, aunque ambas producen impactos ambientales, especialmente la desalación (por el consumo energético que implica y los impactos de las aguas con alta concentración en sal que se producen como residuo).
AGUA
Calidad de las aguas continentales y marinas Índice de calidad general
La calidad del agua ha mejorado en todas las cuencas hidrográficas en el periodo 1998-2004. El 57% de los puntos en los cuales se han realizado medidas presentan unos valores de calidad de agua excelentes. El 99% de las aguas costeras tiene una calidad adecuada para el baño y en las aguas continentales el porcentaje es del 94%, con unos niveles de calidad menores en general. Sin embargo, estos datos excluyen los puntos de mayor contaminación.
¿Qué es lo que reduce la calidad del agua y cómo se mide? La calidad del agua está amenazada en muchas zonas. Una fuente de contaminación son los vertidos urbanos e industriales, y otra es la contaminación difusa, causada en gran medida por la filtración de los pesticidas y abonos químicos utilizados en la agricultura. De todos los tipos de contaminación de aguas que se producen en España, el más común es la eutrofización. La eutrofización es un proceso complejo que tiene su origen en el vertido al agua de un contenido anormalmente alto de nitrógeno (proveniente de abonos químicos o de materia orgánica) y fósforo (proveniente de fertilizantes y detergentes). El nitrógeno y el fósforo son fertilizantes que de forma natural están presentes en el agua en una cantidad reducida. Cuando
la concentración de estos compuestos se incrementa excesivamente hasta impedir su asimilación por el ecosistema, éste se desequilibra. Por un lado, la elevada cantidad de estos nutrientes hace crecer excesivamente las plantas y algas. Cuando éstas mueren, se depositan en el fondo en forma de materia orgánica muerta, lo que produce un alto crecimiento de los microorganismos del fondo que digieren la materia orgánica. Esta actividad requiere un elevado consumo de oxígeno por lo que, cuando la situación es grave, las lagunas, lagos y embalses afectados tienen la parte más profunda con unas tasas de oxígeno disuelto muy bajas. La consecuencia directa de la ausencia de oxígeno es la muerte de plantas y animales del fondo y la producción de minerales tóxicos, dadas las reacciones químicas que tienen lugar en el sustrato. Por otro lado, las algas presentes en el agua se desarrollan mucho, llegando a cambiar el color del agua e impedir el paso de la luz más allá de la superficie. Esto impide que pueda desarrollarse normalmente la vida acuática. Por último hay que señalar que las algas que mejor crecen en estas condiciones de contaminación (las cianobacterias) son capaces de formar grandes masas que, según la población, pueden producir compuestos tóxicos que afectan a las personas y animales que utilizan ese agua. Toda esta situación hace que las redes tróficas que mantienen la presencia de insectos, peces, plantas y algas que sólo crecen en ambientes no contaminados, desaparezcan. El índice de calidad general de las aguas (ICG) es el resultado de la interacción de varios factores que influyen en la calidad
de este líquido. Entre ellos destacan: • La concentración por nitratos, responsables de la eutrofización del agua. Además, la contaminación por nitratos puede producir que el agua no sea potable. • La Demanda Biológica de Oxígeno (DBO), que mide el consumo de oxígeno del agua por los microorganismos que en ella habitan. Se trata de una medida indirecta de la cantidad de materia orgánica (microorganismos) que vive en el agua, ya que una mayor demanda de oxígeno indica una mayor cantidad de materia orgánica en el agua. Es un parámetro que no debe ser muy alto, ya que valores elevados indican una concentración excesiva de microorganismos y un proceso de eutrofización del agua.
¿Cuál es la situación? Entre 1998 y 2004, ha aumentado el número de puntos de medida en los que la calidad del agua es excelente (en un 12%) y buena (en un 4%), mientras que han disminuido los que presentan un grado de calidad intermedia y admisible (en un 4%) e inadmisible (en un 7%). A pesar de todo, la tendencia entre 2002 y 2004 ha sido a una disminución de los puntos con calidad excelente. Esto se refleja en la figura 33. En todo caso hay que señalar que en este porcentaje ha influido la descatalogación de las zonas con peor calidad por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Es decir, que este indicador no señala de forma precisa la calidad en las aguas de baño continentales al excluir las más contaminadas y los datos que se dan deben tomarse con precaución. Las cuencas hidrográficas del Duero, Norte, Ebro y Sur, por este orden, son las el ecologista, nº 51:
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Sostenibilidad ambiental / Agua que presentan un mayor número de estaciones que dan datos de calidad excelente del agua en 2004, como se aprecia en la figura 34. Las cuencas con una calidad claramente inferior son las de Cataluña, Guadalquivir, Tajo y Guadiana, lo que se explica por la combinación en estas últimas cuencas de una menor cantidad de agua y una fuerte presión industrial, urbana y agro-ganadera. En lo que respecta a la evolución de la calidad del agua, se puede resumir que, en el periodo 1998-2004, la calidad aumentó en las cuencas del Júcar, Ebro, Guadalquivir y Segura. Por el contrario, empeoró en las del Norte, Tajo y Guadiana. En las aguas superficiales y subterráneas, la contaminación por nitratos empeoró ligeramente entre 2002 y 2004, aunque el número de estaciones con altas concentraciones no llegó al 1%. Los peores registros se detectaron en las cuencas de Cataluña, del Júcar y la cuenca Sur. La contaminación por materia orgánica de las aguas superficiales ha disminuido de forma apreciable entre 1990 y 2004. En 2004, el 85% de las medidas realizadas presentó valores de calidad altos y sólo un 3% fueron inaceptables. Las mayores contaminaciones se producen en las cuencas del Guadalquivir, Segura y Cataluña, por ese orden, mientras que las mejores están en el Norte, Júcar y Ebro. La calidad del agua de abastecimiento a poblaciones presenta una tendencia hacia la mejora, aunque en los últimos años dicha tendencia parece invertirse (ver figura 35). Las cuencas de peor calidad son las del Júcar, Sur y Cataluña, y las de mejor calidad son las del Ebro, Norte y Segura. En lo que respecta a las aguas de baño continentales, se aprecia una disminución de las aguas no aptas para el baño que pasan Figura 33: Clasificación de la calidad de las aguas
del 23% en 1999 al 5% en 2004. España y Portugal eran en 2001 los Estados de la UE cuya calidad del agua continental era peor. En las aguas de baño marítimas aparecen elevados niveles de calidad (el 99% tenían una calidad muy buena o buena en 2004). Además, la tendencia es hacia la mejoría, como se aprecia en la figura 36. Los mejores niveles se detectan en Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y Canarias; mientras los peores están en Asturias, País Vasco y Cantabria.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? La principal fuente de contaminación doméstica proviene de vertidos que se hacen por el fregadero o el inodoro y que deberían desecharse en la basura. Entre ellos se pueden señalar los siguientes: • Aceite. • Pinturas y disolventes. • Papeles, compresas, algodones... en general restos de la higiene personal. ¿Qué pueden hacer las industrias? Realizar un adecuado tratamiento de sus aguas residuales de manera que no se viertan directamente a los cauces fluviales. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Es necesaria una mejora en los sistemas de medición de la contaminación, cuya responsabilidad recae en la administración. Del mismo modo, una adecuada vigilancia de los vertidos potencialmente más dañinos podría evitar que se repitiesen casos como los de Boliden en Doñana y de Flix en el Ebro.
en las distintas estaciones de la red de control
en función del valor medio anual del ICG (%) 1998-2004
Fuente: fig. 2.16.1.1 (OSE 2006)
11 20 23 29 16 1998
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Inadmisible 50-0 Admisible 65-50 Intermedio 75-65
El nivel de depuración de las aguas es cada vez mayor: en 2004 el 73% de la población tenía sus aguas residuales 34 28 28 27 26 19 Excelente 100-85 conectadas a una depuradora. Sin embargo, el esfuerzo 1999 2000 2001 2002 2003 2004 es todavía insuficiente, ya que el porcentaje de población que no depura sus aguas Figura 34: Clasificación de la calidad de las aguas en las distintas estaciones de la red de control residuales es aún demasiado por cuenca hidrográfica en función del valor medio anual del ICG (%) 2004 alto y los mecanismos de 2,7 1,1 depuración mayoritarios no 5,8 5,9 6,1 6,3 son los más rigurosos. 4,6 6,7 10 Bueno 85-75
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Depuración de las aguas residuales urbanas e industriales
ICG
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ICG 35
Inadmisible 50-0
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Admisible 65-50
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Guadiana Cataluña
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Sur
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Bueno 85-75
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Excelente 100-85
Ebro
Fuente: fig. 2.16.1.2 (OSE 2006)
21,7
Júcar
Norte
Duero
¿En qué consiste la depuración de aguas residuales? Según el grado de tratamiento se pueden distinguir tres niveles: primario (básico), secundario y terciario (el más riguroso). El nivel primario incluye básicamente la decantación de la materia más pesada. El secundario consiste en la eliminación de la materia orgánica disuelta mediante tratamiento bacteriano. El terciario implica una depuración química que
• Aumentar las plantas con tratamiento terciario. • Controlar la contaminación difusa, proveniente del uso de pesticidas y abonos sintéticos en la agricultura. Este control es imposible una vez que se ha producido la contaminación, por lo que debe realizarse en origen mediante una progresiva disminución de las prácticas de agricultura industrial. • Depurar todas las aguas residuales de las poblaciones de menos de 2.000 habitantes.
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¿Cuál es la situación? En el periodo 1995-2004, el porcentaje de población con un tratamiento adecuado de aguas residuales aumentó del 41% al 73%, como se representa en la figura 37. Por comunidades autónomas, en 2004 los mayores grados de depuración los ostentan Región de Murcia (91%) y Navarra (90%), y los menores Asturias (41%), Galicia (58%) y Extremadura (60%). En la UE, el 90% de las ciudades del norte están conectadas a plantas depuradoras, mientras que en el sur los porcentajes oscilan entre el 50 y el 80%. Asimismo, en el norte el tratamiento terciario es el más común, mientras que en el sur es el secundario. Desde 1995 se han venido realizando importantes progresos en la ampliación y mejora de los sistemas de depuración. Sin embargo, sólo un 30% de las plantas, que cubren al 18% de la población, posee el tratamiento de depuración más riguroso. ¿Qué pueden hacer las administraciones? De cara al futuro se deberá:
de calidad de aguas de baño litorales (%) 1996-2004
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2004
elimina compuestos como los nitratos y los fosfatos. En todo caso hay que tener en cuenta que el agua que se refleja en este apartado es sólo del orden del 20% de la consumida, mientras el resto sería la que se usa en agricultura, actividad que produce una contaminación difusa que no se puede eliminar.
¿Qué se puede hacer?
Figura 36: Clasificación de las estaciones de control
No aptas para el baño Calidad intermedia Buena calidad
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Fuente: fig. 2.16.4.12 (OSE 2006)
19
Peor calidad
Fuente: fig. 2.16.4.1 (OSE 2006)
para la producción de agua potable (%) 2000-2004
Figura 37: Evolución del grado de conformidad de la carga contaminante (%) 1995-2004
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16
22
17
20 13
13 14
No conforme
18
41
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1995
1998
58
2000
67
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En construcción Conforme
2002
el ecologista, nº 51:
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marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 2.17.1 (OSE 2006)
Figura 35: Clasificación de las estaciones de control de calidad de aguas superficiales en función de su aptitud
37
Sostenibilidad ambiental / Suelo
Suelo artificializado La superficie artificializada ha crecido un 29,5% entre 1987 y 2000. Este crecimiento ha sido mucho mayor que el de la población y se ha producido principalmente en el área metropolitana de Madrid y en la costa mediterránea, donde se estima que ha llegado a un 40% en el año 2005.
¿Qué impactos ambientales tiene la artificialización del suelo? Los suelos artificiales son, fundamentalmente, las zonas urbanas, industriales, comerciales y las ocupadas por las infraestructuras de transporte, las zonas de extracción como las mineras, los vertederos y las zonas verdes artificiales. La artificialización del suelo tiene implicaciones ambientales muy importantes y, en la mayoría de los casos, irreversibles: • Pérdida de terrenos fértiles, como por ejemplo huertas. • Pérdida y fragmentación de hábitats de muchas especies. La fragmentación de los ecosistemas es un proceso de gran importancia, ya que la comunicación entre los distintos ecosistemas (y dentro de ellos mismos) es clave para la supervivencia de muchas especies. • Sellado del suelo. Esto supone una alteración de sus propiedades y, en muchos casos, su destrucción (pérdida de la capa fértil, que es la superior). El sellado del suelo se produce cuando, como consecuencia de los procesos de artificialización,
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el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
se impide la aireación y el drenaje de agua, haciendo que el suelo pierda gran parte de su fertilidad aún después de eliminada la construcción. El sellado también tiene un importante impacto sobre el clima. • Aumento del impacto de las inundaciones. Se produce como consecuencia de la compactación del suelo, ya que un suelo compacto no filtra bien el agua y hace que ésta fluya por su superficie en lugar de drenarse. Por otra parte, el aumento del impacto de las inundaciones se debe a la alteración de los cauces de los ríos que, en las crecidas, tienen a volver a sus recorridos habituales. • Asociada al proceso urbanístico también se está produciendo una importante demanda de agua que está llevando a varias zonas, como las islas y el Levante, a situaciones de escasez.
• El incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminación atmosférica, como consecuencia de la mayor construcción de infraestructuras de transporte y el incremento asociado del número de vehículos motorizados que transitan por ellas.
¿Cuál es la situación? El suelo artificial aumentó en España un 29,5% entre 1997 y 2000, como se desglosa en la tabla 4. Además, hay que considerar que estos datos no incluyen el mayor boom urbanístico, que es el que se ha producido en estos últimos seis años. En más de un 70% estas nuevas superficies se han construido sobre zonas agrícolas. El aumento registrado en España ha sido muy superior al que se ha dado en la Unión Europea (14% de media).
Tabla 4: Evolución del suelo artificial en España (hectáreas) Superficie artificial (hectáreas) % sobre el total suelo España Tejido urbano contínuo Estructura urbana laxa Urbanizaciones exentas y/o ajardinadas Zonas industriales o comerciales Autopistas, autovías y terrenos asociados Complejos ferroviarios Zonas portuarias Aeropuertos Zonas de extracción minera Escombreras y vertederos Zonas en construcción Zonas verdes urbanas Instalaciones deportivas y recreativas
1987
2000
Saldo 1987-2000
814.149
1.054.316
Superficie 240.165
1,6%
2,1%
0,5%
327.604 74.791 178.721 81.755 36.749 1.370 8.949 14.525 51.279 6.538 18.031 4.706 9.126
340.882 97.189 223.229 129.833 91.427 1.648 10.618 15.490 70.053 7.583 38.819 6.212 21.333
13.277 22.396 44.507 48.077 54.677 278 1.668 964 18.773 1.043 20.788 1.505 12.207
% 29,5 4,1 29,9 24,9 58,8 148,8 20,3 18,6 6,6 36,6 16,0 115,3 32,0 133,8
Fuente: tabla 1.6.2 (OSE 2006)
SUELO
Usos del suelo
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? El urbanismo está creciendo, en una parte importante, debido a la demanda de segundas y terceras residencias. Desde nuestra posición, podemos reducir esa demanda renunciando a la posesión de segundas residencias. Mantener una o dos viviendas vacías que sólo se habitan los meses de verano y algunos fines de semana supone un importante desembolso. Antes de comprar, plantéate la opción del alquiler que generalmente es más barata. Además, ambientalmente es menos impactante la reconstrucción que la construcción. ¿Qué pueden hacer las empresas? No especular con el suelo. El suelo es un recurso no renovable de primera necesidad. Además la vivienda es un bien necesario para Figura 38: Cambio de superficie ocupada por zonas urbanas (1987-2000) en cada ccaa (%)
40,2 34,2 30,3
11,9
Galicia
Aragón
3,4 2,5
Cataluña
5,9 5,5
País Vasco
La Rioja
Asturias
10,7 9,9 8,8 8,1 7,7
Canarias
Extremadura
Castilla y León
Murcia
C.-La Mancha
Navarra
Madrid
C.Valenciana
Baleares
12,5 11,4
Fuente: fig. 1.6.2 (OSE 2006)
15,8
Cantabria
18,8
Andalucía
20,7
Figura 39: Porcentaje ocupado en cada ccaa por superficies artificiales (año 2000)
Aragón
Extremadura
Navarra
C.-La Mancha
Castilla y León
Rioja
Galicia
Andalucía
2,0 2,0 1,8 1,4 1,3 1,2 1,0 0,9 0,7
Asturias
Murcia
Cantabria
3,7 3,2 2,8
Pais Vasco
Canarias
Cataluña
C. Valenciana
Baleares
5,0 4,8 4,6
Fuente: fig. 1.6.1 (OSE 2006)
6,2
Madrid
Otro dato importante es que el formato de urbanismo que más crece es el más laxo y el conformado por urbanizaciones extensas. Estos formatos ocupan mucho más territorio que el compacto y, por lo tanto, suponen un mayor impacto ambiental. El urbanismo laxo y el extenso dan cuenta ya de un tercio de las superficies artificializadas. Las actividades logísticas terciarias (vías de comunicación, puertos, aeropuertos), de oficinas y comerciales han crecido casi un 60% en el periodo 1987-2000 (de 817 a 1.298 km2), entre las que destacan especialmente la construcción de autopistas y autovías, que han ocupado un 148,8% más de suelo. Pero, de todos, el sector de actividad que más crece es el deportivo (como los campos de golf) y de ocio (parques de ocio): el 133,8%. Las minas, canteras y vertederos también se consideran superficies artificiales. Asimismo han crecido de manera importante en ese periodo, un 34%, y suponen menos del 8% de la superficie artificial. Dicho de otro modo: más de la mitad de los nuevos suelos artificiales se han dedicado a la expansión de zonas económicas e infraestructuras que, como veremos a continuación, se sitúan en las periferias de las grandes áreas metropolitanas. Este proceso está íntimamente relacionado con la globalización económica vigente, ya que son una de las herramientas que permiten que se lleve a cabo. La artificialización del territorio ha sido especialmente intensa en la costa mediterránea y alrededor de las ciudades de tamaño grande y medio, especialmente Madrid (ver figura 38). De este modo, Madrid, las comunidades insulares, Cataluña, Comunidad Valencia, País Vasco y Región de Murcia presentan los mayores porcentajes de territorio ocupado por superficies artificiales (ver figura 39). El área metropolitana de Madrid ha consumido tanto suelo (25.000 ha) como Barcelona, Alicante/Elche, Murcia, Sevilla y Valencia juntas. El área metropolitana de Barcelona, con un tamaño demográfico y superficial comparable al de Madrid, crece “sólo” 7.500 ha. Sin embargo, las superficies artificiales en las 20 mayores aglomeraciones urbanas del país crecen menos que la media (un 27,4% frente a un 29,5%), ya que el mayor crecimiento se detecta en las ciudades medias (más del 30%). Allí es donde se están colocando las zonas industriales, comerciales y de transporte responsables de los mayores incrementos de suelo artificializado. En el mapa 2 se muestra el uso para el que se han dedicado las nuevas superficies artificiales en las 20 mayores aglomeraciones urbanas. Como se observa, los usos cambian de forma importante entre unos lugares y otros, destacando por su apuesta por un modelo de urbanización difusa Alicante/Elche, Palma de Mallorca y Madrid. Además, mientras que la población ha aumentado el 4,6% en el periodo 1987-2000, el número de viviendas lo ha hecho el 22%. Así, España es el Estado de la UE que tiene un mayor número de viviendas por habitante (alrededor de una para cada dos). En 2001 sólo el 68,5% de las viviendas eran viviendas principales, mientras el resto eran segundas residencias o casas en las que sus habitantes no estaban empadronados. Los motores que están detrás de este proceso son: • El crecimiento continuado de los precios de las viviendas, lo que supone que la rentabilidad de invertir en construcción sea mayor que en casi cualquier otro campo. • La integración creciente del Estado español en una economía cada vez más globalizada. • El cambio de modelo de ciudad compacta (caracterizada por los bloques de pisos) a ciudad extendida (cuyo paradigma son los chalets adosados).
Mapa 2: Crecimiento de superficies artificiales 1987-2000 en las mayores 20 aglomeraciones urbanas españolas
Fuente: Mapa 1.6.7 (OSE 2006)
el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
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Sostenibilidad ambiental / Suelo Figura 40: Mapa de crecimiento de superficies artificiales en la franja costera de 0-2 km (1987-2000)
40
% sobre el total de superficie en la franja de 2 km. < 10 %
Crecimiento 2000-1987 (%)
30
10 - 20 % 20 - 30 %
20
>30 %
10 0
Castellón Huelva Alicante Valencia I. Baleares Granada Murcia Cantabria Málaga Cádiz Almería Vizcaya Barcelona S. C. de Tenerife Asturias Tarragona Lugo Las Palmas A Coruña Pontevedra Girona
una vida digna de las personas, por lo tanto no debería ser un instrumento sujeto a la especulación. No promover nuevos desarrollos urbanísticos aislados creando núcleos urbanos inconexos de la superficie urbana existente. Una reconversión del sector hacia la arquitectura bioclimática disminuiría notablemente los impactos. La arquitectura bioclimática persigue cubrir las necesidades relacionadas con la vivienda con un gasto mínimo de energía y con materiales renovables. Algunos de los aspectos que considera son: • Adaptación de la vivienda al clima. • Orientación para aprovechar al máximo la luz solar. Así, es importante orientar las casas hacia el sur, teniendo ventanas de refrigeración en el norte. • Aislamiento adecuado. • Calefacción y refrigeración naturales y más eficientes. • Energía solar y eólica. • Materiales de construcción renovables y no tóxicos.
Fuente: fig. 1.7.3 (OSE 2006)
¿Qué pueden hacer las administraciones? La actual Ley del Suelo debe ser mejorada para incluir una garantía de conservación del rico patrimonio natural español. La nueva Ley debería atacar las causas de la masiva artificialización del suelo. Para ello, debe recuperar la finalidad social del urbanismo y su subordinación al interés general, reducir la ocupación del suelo a lo realmente necesario e impedir que el urbanismo sea una fuente de financiación ilícita de ayuntamientos y un factor de enriquecimiento de miembros de corporaciones locales y gobiernos regionales. En la misma línea, se debe penalizar la posesión de viviendas vacías e incentivar los modelos urbanísticos compactos frente a los dispersos. Al mismo tiempo, las administraciones competentes deberían aprobar una moratoria en la construcción de nuevas infraestructuras de transporte, campos de golf y grandes parques de ocio. Por último se debe garantizar la posibilidad a todas las personas de tener una vivienda digna. Para ello una medida importante es la promoción fiscal del alquiler.
Suelo artificializado en el litoral La superficie artificializada en el litoral supera el 30% en la línea de costa en varias zonas turísticas (Costa Blanca, Costa del Sol, litoral barcelonés y tarraconense…) y la tendencia es a que siga aumentando.
¿Cuál es la situación? El proceso de artificialización del litoral español ha sido frenético en los últimos cuarenta años, especialmente en la costa mediterránea. Esto se ha debido a la proliferación de infraestructuras turísticas (Málaga, Alicante, Gerona) y al importante crecimiento de las ciudades costeras (Barcelona, Valencia). La artificialización del litoral más intensa se da en la Costa Blanca (Alicante), Costa del Sol (Málaga) y los litorales barcelonés y tarraconense. En todos los casos, el suelo artificializado supera el 30%. De Gerona a Málaga el 26,5% de la franja litoral de 2 km está artificializado (ver figura 40). Barcelona tiene un 50% de ocupación, Málaga un 43% y Alicante un 38%. A la zaga van las provincias de Gerona, Cádiz y Valencia. Los datos por comunidades autónomas se aprecian en la figura 41. El crecimiento ha sido especialmente intenso en Castellón, Huelva, Alicante y Valencia (ver figura 40), con lo que la Comunidad Valenciana se sitúa a la cabeza del consumo de suelo. Además, hay que destacar que provincias con una ocupación de suelo hasta ahora menor están creciendo de forma acelerada (Granada, Murcia). La presión de la artificialización es mayor en los primeros kilómetros, los más densamente artificializados, para ir disminuyendo al avanzar hacia el interior. En las provincias más saturadas (Alicante, Málaga), el mayor crecimiento se produce en la franja entre 2 y 5 km. Figura 41: Porcentaje de superficie artificial en el primer km de costa, e incremento en el periodo 1987-2000 1
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el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Incremento superficie artificial 1987/2000 % Superficies artificiales en 1987
8
42
2
0,3
1
3
1 13
8
9 Ceuta y Melilla
16
País Vasco
Islas Baleares
Andalucía
Murcia
11
15
Cantabria
0,3
21
Asturias
19
Galicia
26
Islas Canarias
34
Fuente: fig. 1.7.2 (OSE 2006)
2 4
Valencia
Mide el porcentaje de suelo ocupado por la construcción en la zona costera, entendiendo la zona costera como la franja de un kilómetro desde la línea de costa hacia el interior. El crecimiento de la superficie artificializada en la costa constituye la principal causa de degradación y destrucción de los hábitats litorales, ya que, además de la destrucción directa de los mismos, está produciendo cambios en los regímenes de corrientes marinas y de vientos, disminución de las precipitaciones en el litoral, aumento de vertidos contaminantes, fragmentación de hábitats y presión en los lugares de reproducción de muchas especies, entre otros procesos.
2
Cataluña
¿Cómo se mide y qué supone la artificialización del suelo litoral?
Las perspectivas de los datos del periodo 2000-2005, aún sin analizar, apuntan a una aceleración de esta tendencia, lo que plantea un panorama futuro de mayor degradación del litoral.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? No compres ni alquiles viviendas en primera línea de playa. Recuerda que estás contribuyendo a la destrucción y contaminación del entorno natural que se supone que vas a disfrutar. ¿Qué pueden hacer las empresas? Renunciar a la promoción de desarrollos urbanísticos en la primera línea de costa y fomentar una arquitectura respetuosa con el entorno y acorde a las características tradicionales de cada zona.
No utilizar publicidad engañosa dirigida a compradores/as de las viviendas. ¿Qué pueden hacer las administraciones? No permitir la construcción masiva en el litoral y respetar la dinámica natural de este ecosistema, que a la larga traerá más turismo y de mayor calidad. En ese sentido es interesante una política de compras públicas de espacios litorales para protegerlos de la artificialización. Poner las medidas necesarias para que los sectores de la construcción y el turismo dejen de ser los motores de la economía española. Para ello es fundamental centrar la inversión en los sectores económicos que permitan un desarrollo basado en la producción y el consumo locales (agricultura ecológica, energías renovables, industria basada en la química verde, arquitectura bioclimática...), penalizando los más insostenibles.
SUELO
Desertificación Erosióndesertificación
Aproximadamente un tercio de la superficie del país sufre un riesgo de desertificación alto o muy alto. El mayor riesgo se localiza en la Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Canarias.
¿Qué produce la desertificación? La erosión y la desertificación son dos procesos asociados en los que el primero es un factor determinante del segundo. La desertificación no es el avance de los desiertos, es la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultantes de diversos factores tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas, según Naciones Unidas.
Entre los factores que desencadenan la desertificación se pueden encontrar: • Un clima con sequías estacionales y una alta variabilidad de lluvias (periodos de sequía seguidos de lluvias torrenciales). • Suelos pobres en materia orgánica de fácil erosión, lo que puede tener un origen natural o ser consecuencia de una sobreexplotación agraria. • Relieves escarpados. • Pérdida de bosques como consecuencia de incendios o procesos urbanísticos. • Abandono de tierras de cultivo. • Sobreexplotación de los recursos hídricos (acuíferos, lagos, ríos...) o contaminación de los mismos (salinización, contaminación por pesticidas, abonos, residuos industriales...). • Compactación del suelo como consecuencia de la artificialización. Cuando el suelo queda desprotegido de vegetación por cualquiera de estas causas, la capa superficial (la que contiene la fertilidad del suelo) se pierde arrastrada por
el agua de lluvia, haciendo que el terreno quede estéril y termine desertificándose. Esta pérdida de suelo se puede producir en unos pocos años, mientras que la formación de un suelo fértil lleva miles de años.
¿Cuál es la situación? En el mapa 3 se señala el riesgo de desertificación por zonas. Se puede apreciar como, en general, el riesgo avanza al aproximarnos hacia el sureste peninsular, así como en las Islas Canarias. De estos datos se deduce que el 31,5% de la superficie española está afectada por un riesgo de desertificación alto o muy alto. Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Canarias son las comunidades con un mayor porcentaje de superficie en riesgo de desertificación, superficie que se acerca al 100%, como se aprecia en la figura 42. En la costa cantábrica, Castilla y León, Extremadura y en la Comunidad Foral de Navarra es mínimo el territorio con riesgo alto o muy alto. el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
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Sostenibilidad ambiental / Suelo Mapa 3: Mapa de riesgo de desertificación por subcuencas
Para analizar el grado de erosión del suelo, podemos fijarnos en el mapa 4, donde vemos que las mayores tasas de erosión se sitúan en Andalucía. El 12,3% del territorio está aquejado de un grado de erosión alto.
¿Qué se puede hacer?
Fuente: Mapa 2.10.1 (OSE 2006)
¿Qué pueden hacer las administraciones? La desertificación es un problema de primer nivel en España. Para atajarlo, una primera medida imprescindible es mejorar los indicadores que lo evalúan. A partir de ahí se deberían atajar las causas del problema anteriormente expuestas, a través de estrategias o planes de lucha contra la desertificación. Una medida importante es fomentar una política agraria que se adapte a las condiciones climáticas de la zona para no sobreexplotar los recursos hídricos de la misma. Además, esta política debe incentivar el no abandono de las tierras de cultivo. Por otra parte, es importante realizar acciones de defensa del suelo. Por ejemplo, mediante la reforestación de las zonas escarpadas o con el establecimiento de medidas de regulación y adaptación de las cargas ganaderas a las condiciones de cada lugar.
Figura 42: Superficie relativa afectada por riesgo de desertificación Alto o Muy Alto, por CCAA
Asturias Cantabria Galicia La Rioja País Vasco
58,5 37,5
Desde 1994 se viene reduciendo la superficie quemada, pero siguen produciéndose incendios con gran frecuencia, intensidad y extensión. La mayoría de los incendios son de origen humano e intencionados.
¿Qué problemática llevan asociada los incendios? 2,5
2,1
0,6
Extremadura
25,0
Castilla y León
Aragón
Madrid
Cataluña
Andalucia
Castilla- La Mancha
Canarias
Valencia
Murcia
28,7
}
0,0
Navarra
43,7 41,9
Fuente: fig. 2.10.4 (OSE 2006)
Incendios forestales
93,0 90,5
Baleares
99,1
Un incendio supone la pérdida de biodiversidad, de suelo, la fragmentación del paisaje, la alteración del ciclo del agua (ya que los bosques son reguladores de la lluvia) y el incremento del cambio climático (por la emisión de CO2 y por la pérdida de masa vegetal que toma CO2 de la atmósfera). En definitiva, los incendios forestales están asociados a la desertificación, aunque sus repercusiones van más allá.
¿Cuál es la situación?
Fuente: Mapa 2.10.5 (OSE 2006)
Mapa 4: Mapa de estados erosivos, 2003
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el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
En la figura 43 se aprecia cómo la superficie quemada ha disminuido entre 1995 y 2005 (con un promedio anual de 117.819 ha) con respecto al periodo 1961-2004 (en el que la superficie anual quemada ascendió a 151.592 ha). La superficie arbolada quemada anualmente desde 1995 es un 28,5% menor que en el periodo 1961-2005. En paralelo, el número de incendios se ha estabilizado en los valores mayores desde que hay registro en unos 20.000 al año. Si se analizan los datos por comunidades autónomas, se puede apreciar cómo Galicia, Castilla y León y Andalucía, por este orden, son en las que más territorio se ha quemado (ver figura 44). En la Comunidad Valenciana, Andalucía y Cataluña es donde más superficie arbolada se ha quemado (en la primera se ha calcinado un 1,6% de la
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? • No enciendas fuego en el campo, ni para quemar rastrojos y pastos, ni para barbacoas o fogatas (ni tan siquiera en las áreas recreativas habilitadas a tal efecto). En la época de alto riesgo de incendios, del 1 de junio al 1 de noviembre, cualquier chispa o llama, por pequeña que sea, puede dar lugar a un desastre. Recuerda: sin fuego no hay incendios. • No arrojes al suelo cerillas, colillas, cigarros u objetos en combustión, ni tampoco papeles, plásticos, vidrios o cualquier tipo de residuo o material combustible o susceptible de originar un incendio. Lo mejor es no fumar en el campo. • En los terrenos forestales no utilices desbrozadoras, motosierras, grupo de soldadura, amoladora o radial en el periodo de máximo peligro de incendio forestal. • A las personas cuya vivienda se encuentre ubicada o circundada por terrenos agrícolas o forestales se les recomienda que no pongan setos de plantas que ardan con facilidad y que no construyan barbacoas en los límites de la finca. Además, es im-
Figura 44: Superficie quemada por año, en valor absoluto. Promedio 1968-2004
30
Superficie forestal quemada (miles de ha)
20
Galicia
Andalucía
Castilla y León
Extremadura
C. Valenciana
Asturias
Cataluña
Cantabria
C.-La Mancha
Aragón
País Vasco
Madrid
Canarias
Baleares
Murcia
0
Navarra
10
Fuente: fig. 2.11.4 (OSE 2006)
40
Rioja
superficie arbolada total). Se observa como algunas especies, como los eucaliptos y algunas de pino, arden con mayor probabilidad y frecuencia que otras especies autóctonas. Otro dato importante a destacar es que en Galicia se registra, con mucho, el mayor número de incendios al año (10.189), un 80% más que en Castilla y León, que es la segunda comunidad autónoma con más siniestros. De este modo, se demuestra que la climatología no es el factor determinante en el inicio de los incendios. El 59,2% de los incendios es intencionado y el 13,9% es debido a negligencias. Por lo tanto, el 73,1% de los incendios es de origen humano. A esto hay que añadir que del 19,2% de los siniestros no se conoce la causa, pero es probable que también se deba al ser humano. En las comunidades autónomas del noroeste la mayoría de los incendios son provocados (73,3%, desconociéndose la causa del 17,5%), mientras que en la zona mediterránea el porcentaje de intencionados disminuye al 28,6% (los de causa desconocida son el 20,4%). Además, hay que añadir que el incremento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático reforzará unas condiciones más cálidas y áridas que, junto con otros fenómenos relacionados como el incremento de la biomasa y de su inflamabilidad, podrían aumentar la frecuencia e intensidad de los incendios forestales en España.
portante tener practicables, al menos, dos vías de salida en caso de incendio incontrolado. • Comunica a las autoridades públicas los vertederos o puntos de vertidos ilegales que encuentres en terrenos forestales o próximos a ello. Suelen ser una causa habitual de incendios forestales. • No pretendas llegar en coche o vehículo motorizado a todas partes, el contacto del tubo de escape con matorrales secos podría provocar un incendio. Además, a la hora de estacionar el vehículo evita los espacios cubiertos de pastizal o maleza. • Si ves un incendio, avisa lo antes posible al 112 (teléfono de emergencia). Es fundamental comunicar con la mayor exactitud posible su localización. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Desarrollar estrategias de prevención de incendios forestales durante todo el año, así como el establecimiento de operativos de detección y extinción de incendios proporcionados y funcionales, adaptados a las características del ámbito territorial de actuación. También es fundamental que las administraciones autonómicas regulen adecuadamente las prácticas de riesgos, prohibiendo la circulación de vehículos por medios forestales, la utilización de artificios pirotécnicos, el uso de maquinaria agrícola y forestal, y el uso del fuego en las áreas de descanso, de acampada y recreativas, al menos durante el periodo de máximo riesgo de incendios forestales. No fomentar especies como el eucalipto o el pino radiata que son exóticas y se queman con gran intensidad y frecuencia. No permitir que sustituyan a las especies autóctonas o matorrales de gran valor para la biodiversidad.
Figura 43: Evolución de la superficie quemada, arbolada y desarbolada, y del nº de incendios y superficie por incendio. España 1961-2004 350 300
150
Desarbolado Arbolado Nº incendios
20.000 Nº incendios
200
Superficie (miles de ha)
250
25.000
100
10.000
5.000
50 0
15.000
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000 el ecologista, nº 51:
0
Fuente: fig. 2.11.1 (OSE 2006)
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
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BIODIVERSIDAD
Ilustración: Javier Grijalbo
Sostenibilidad ambiental / Biodiversidad
Especies amenazadas
¿Cuál es la importancia de las especies amenazadas? La biodiversidad es la variabilidad de organismos vivos en ecosistemas terrestres y acuáticos. Pero, además, la biodiversidad también comprende las relaciones que se producen entre estos seres vivos. Es decir, la biodiversidad es la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y los ecosistemas. La biodiversidad desempeña un papel clave en la satisfacción de las necesidades humanas básicas, al mismo tiempo que mantiene los procesos ecológicos de los que depende el funcionamiento de la biosfera y nuestra propia supervivencia. Por ejemplo, se estima que aproximadamente el 40% de la economía global se basa en productos y procesos biológicos. Además, unos niveles altos de biodiversidad son fundamentales en la evolución de los ecosistemas y las especies. Una elevada biodiversidad es sinónimo de un ecosistema con mucha información. Este alto grado de información es lo que permite a los sistemas naturales evolucionar de manera rápida, ya que pueden experimentar muchas soluciones distintas a los cambios del entorno, ya sean graduales o bruscos. Estas características son también importantes para el ser humano. Por ejemplo, a principios del siglo XX se produjo una fuerte hambruna en Irlanda como consecuencia de una enfermedad en la patata. Probablemente, la enfermedad hubiera tenido una incidencia mucho más limitada si, en lugar de haberse cultivado un solo tipo de patata, se hubieran cultivado más variedades, aumentando con ello las posibilidades de que alguna de ellas resistiese la
44
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
enfermedad. Estos episodios se han venido repitiendo hasta la actualidad. Otro caso es la pérdida del 15% de la cosecha de maíz de Estados Unidos durante 1970 como consecuencia de la uniformidad genética de la misma y el ataque de un hongo. Por otra parte, la biodiversidad permite aumentar la complejidad y la riqueza de los ecosistemas. De este modo, la evolución de los sistemas naturales ha sido, a lo largo de la historia del planeta, hacia grados de mayor biodiversidad, a excepción de algunos periodos de crisis (como la extinción de los dinosaurios). La biodiversidad de España es la mayor de Europa. Así, hay aproximadamente 80.000 especies clasificadas en el territorio español. Dos claros exponentes de dicha riqueza lo constituyen las plantas vasculares (las que tienen vasos para transportar sustancias como la savia) y los vertebrados (animales con esqueleto). La cantidad de plantas vasculares es de 8.000 especies (1.500 de ellas son endemismos), lo que supone más del 80% de especies existentes en toda la UE y el 59% de las que hay en el continente. Las especies de fauna española superan el 50% de las existentes en Europa, también con una gran presencia de endemismos. En las Islas Canarias dichos endemismos alcanzan el 44% del total de especies presentes. Esta alta biodiversidad española se debe al menos a dos causas. Por una parte, durante la última glaciación de Europa, la Península Ibérica sirvió de refugio para muchas especies por su clima más cálido; además de hacer las veces de puente entre continentes. Y, como consecuencia de ello, se produjeron numerosos endemismos (especies que sólo se dan en un determinado emplazamiento). La segunda
Existen especies en una situación crítica, como el lince ibérico, el oso pardo y el águila imperial. De 1990 a 2004 ha aumentado el número de especies amenazadas. Además, se constata la falta de planes de gestión para la conservación de muchas especies. razón que explica la alta biodiversidad de España son los usos humanos. Los sistemas agrarios, fruto de distintas formas de aprovechamiento de los recursos asociadas a influencias culturales diversas, constituyen un elemento básico de biodiversidad española. Además son un paradigma de sostenibilidad. Algunos ejemplos de esta biodiversidad son las razas de ganado autóctono, las variedades de plantas cultivadas y los paisajes agrarios o forestales. Cabe destacar la importancia en España del policultivo orientado al autoabastecimiento en la franja norte; los paisajes mediterráneos, con terrazas, huertas y una sabia utilización del regadío; los numerosos ejemplos de sistemas ganaderos extensivos, favorecidos por la potente red pública de las vías pecuarias (caminos para el ganado) y la notable extensión de los bienes comunales. La gestión de este patrimonio de ecosistemas es básica para el apoyo a la biodiversidad. Sin embargo, la biodiversidad se encuentra amenazada y existen datos que permiten asegurar que se está experimentando una pérdida en términos absolutos como consecuencia de las actividades desarrolladas por el ser humano. La calidad del patrimonio natural está amenazada por el abandono de usos tradicionales y por la presión que ejerce el crecimiento urbano, de infraestructuras e industrial. Entre las actividades que están degradando en mayor medida los ecosistemas se encuentran las emisiones de contaminantes, la construcción, el uso intensivo del suelo y el agua, los incendios forestales, y la introducción de especies exóticas que desequilibran los ecosistemas desplazando a las especies autóctonas.
Figura 45: Porcentaje de especies incluidas en los Libros Rojos 2002-2003
Peces 7%
Anfibios 2% Reptiles 4%
¿Cuál es la situación? Uno de los mejores indicadores de la situación actual de la biodiversidad en un país o región es conocer el número de especies que en él habitan y su estado de conservación. Dentro del conjunto de las especies, la recuperación de las amenazadas constituye uno de los mejores resultados concretos que señalan el freno a la pérdida de diversidad biológica. En el Estado español se estima que en los últimos 100 años se han extinguido al menos 17 especies y subespecies animales y 24 especies vegetales, 15 de las cuales eran endemismos. Por ejemplo, en el año 2000 se confirmó la extinción del bucardo o cabra montés pirenaica, una subespecie de cabra hispánica propia del Pirineo. Desde 1990 a 2004 se han incrementado las especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (CNEA, ver tabla 5). La mayoría de las especies amenazadas son vegetales (69%) y aves (15%), según se desprende de los Libros Rojos de Especies Amenazadas (ver figura 45). La diferencia entre el Catálogo Nacional y los Libros Rojos es que el primero es de corte legislativo y los segundos recogen los informes científicos, por lo que los Libros Rojos incluyen más especies amenazadas que el Catálogo Nacional. Entre los mamíferos amenazados destacan especies tan importantes como el lince ibérico y el oso pardo, ambos en peligro crítico de extinción. Entre las aves, el águila imperial ibérica se encuentra también en peligro crítico. Asimismo unas 30.000 especies de invertebrados se encuentran amenazadas. Un ejemplo es la perla de río, un molusco bivalvo de aguas continentales que está en peligro crítico. La pérdida de biodiversidad no sólo afecta a las especies silvestres, sino también a las domésticas: se está produciendo una constante pérdida de razas ganaderas y de variedades agrícolas. Además, un tercio de las especies declaradas amenazadas o en peligro de extinción presentan poblaciones en declive. Únicamente alrededor del 10% de dichas especies ha experimentado una mejoría en los últimos años, mientras el resto permanece sin variaciones. En la UE casi la mitad de las especies está en peligro de extinción. Europa es también la región con la mayor proporción de especies (26% de mamíferos y 24% de aves) que se benefician de una conservación activa. Respecto a los planes de recuperación, sólo se han desarrollado poco más del 12% de los que deberían, aunque su número es creciente. Las Estrategias Nacionales de Conservación de Especies Amenazadas existentes son para: urogallos cantábrico y pirenaico, lobo, malvasía cabeciblanca, visón europeo, pardela balear, foca mon-
Fuente: tabla 2.7.1 (OSE 2006)
Tabla 5: Evolución del nº de especies incluidas en el CNEA
1990 1996 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Sensibles a la En Peligro De interés alteración de su Vunerables de Extinción especial hábitat 75 373 75 373 157 6 18 365 160 17 36 381 161 17 37 380 154 21 46 381 155 21 47 381 156 21 58 367
Total (taxones y poblaciones) 448 448 546 594 595 601 603 602
Aves 15% Flora 69% Mamíferos 2%
Fuente: fig. 2.7.2 (OSE 2006)
Esto produce deterioro, fragmentación y destrucción de hábitats, lo que se manifiesta no sólo en el descenso demográfico de algunas especies muy representativas, sino también en la disminución de sus áreas de distribución y abundancia.
je atlántica, oso pardo pirenaico y cantábrico, focha moruna, águila imperial ibérica, lince ibérico, quebrantahuesos y cerceta pardilla. Respecto al estado de algunas especies emblemáticas se puede destacar: • Lobo. La población se encuentra en clara expansión. Desde 1970, su área de distribución se ha duplicado. Viven en la zona noroccidental de la península y también hay una pequeña población en Sierra Morena. Sólo está protegido al sur del Duero. Probablemente, haya algo más de 2.000 lobos en España. • Lince ibérico. Sólo existen dos núcleos reproductores: en Andújar-Cadeña y en Doñana. Además existen indicios de presencia en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Madrid. La población total ronda los 150 individuos. En 2005 murieron 13, más de la mitad de ellos por causas humanas directas. • Quebrantahuesos. Las poblaciones existentes se encuentran en el Pirineo. En la actualidad se está intentando la introducción en Andalucía, después de más de dos décadas de la desaparición del último ejemplar a causa de los envenenamientos masivos. La mortalidad de esta especie está aumentando. • Urogallo cantábrico. En 2005 se calcula que había 320 ejemplares en la Cordillera Cantábrica. Su tasa reproductiva es muy baja. • Visón europeo. La población española está entre los 450-500 ejemplares y se localiza en el tercio superior de la cuenca del Ebro. • Oso pardo. En la Cordillera Cantábrica la población es de 105-130 individuos. • Malvasía cabeciblanca. Se han censado unos 2.100-2.700 ejemplares. Su área de distribución son los humedales de Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valencia, Baleares y Murcia. • Águila imperial ibérica. Su estado es crítico. Se localiza en las dos Castillas, Madrid, Extremadura y Andalucía. Esta circunstancia parece indicar la persistencia de factores negativos, como: • La degradación y fragmentación del territorio por la construcción de infraestructuras y por la urbanización. Además, una de las primeras causas de defunción son los atropellos y las colisiones con líneas eléctricas. • La intensificación de determinados aprovechamientos tradicionales como la actividad cinegética, que ha supuesto una aceleración en la destrucción del paisaje, de los hábitats y la reducción de especies clave en el ecosistema mediterráneo. • La utilización de sistemas de caza no selectivos e ilegales, particularmente el veneno, para eliminar a los depredadores de la fauna cinegética (la susceptible de ser cazada) o a especies que dañan los sembrados. • La falta de recursos alimenticios, bien sea por la reducción de poblaciones de presas silvestres (en particular el conejo y la perdiz roja) o por la reducción del alimento proporcionado por la cabaña ganadera.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puede hacer la sociedad civil? Hay dos líneas de trabajo que ya están realizando las organizaciones sociales: la de denuncia y la de conservación activa de el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
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Sostenibilidad ambiental / Biodiversidad especies y espacios. En la primera es necesario que los mensajes conservacionistas se conjuguen con las necesidades de la población que convive con los hábitats de las especies amenazadas. En la segunda, es importante que las organizaciones ecologistas participen en la gestión de espacios de especial interés y no sólo las asociaciones y federaciones de caza, como hasta ahora.
BIODIVERSIDAD
¿Qué pueden hacer las administraciones? La gestión de la biodiversidad debe entenderse no sólo como la defensa de especies amenazadas o la declaración de espacios
Áreas protegidas
¿Qué son las áreas protegidas? A escala de la Unión Europea se está creando la Red Natura 2000, formada por Zonas de Especial Conservación (ZEC) y por Zonas de Especial Protección para la Aves (ZEPA). A estas figuras se añaden las áreas de protección estatales y de las comunidades autónomas. En total existen 40 figuras de protección distintas. En España, debido a la diversidad de ambientes, están representadas cuatro de las cinco regiones biogeográficas consideradas en la UE: mediterránea (con un clima seco y temperaturas cálidas, aunque no muy extremas), atlántica (característica de un clima húmedo con temperaturas que no varían mucho entre invierno y verano), alpina (la de alta montaña) y macaronésica (islas Canarias y Azores), faltando únicamente la región continental. Esta amplia representación de las regiones biogeográficas, la más significativa de todos los Estados miembros de la UE, provoca que una gran parte de la superficie del territorio español sea potencialmente elegible como Lugar de Interés Comunitario (LIC), paso previo a su posterior declaración como ZEC. En el Estado español están re-
46
el ecologista, nº 51,
protegidos, sino como la capacidad de incorporar acciones y enfoques conservacionistas en los distintos niveles de planificación y gestión en todos los sectores de actividad (energía, transportes, turismo, construcción, etc.). Por otra parte, es necesario un incremento de medios ya que, aunque el planteamiento de la Ley de Conservación de Espacios Naturales incluye la realización de planes de conservación para la totalidad de las especies amenazadas, la escasez de medios a disposición de los gestores/as ha limitado su actuación casi exclusivamente a planes de recuperación para las especies en mayor peligro.
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
presentados el 60% de los tipos de hábitats naturales y el 40% de las especies animales y vegetales presentes en la Unión. La declaración de un espacio como protegido conlleva la adopción de las medidas necesarias para garantizar su conservación. Los instrumentos previstos en la legislación española en esta materia son los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y, en el caso de los espacios declarados como Parques, los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG). En todo caso hay que aclarar que los PORN no se deben redactar exclusivamente para zonas a proteger, sino que son un instrumento de planificación ambiental aplicable a todo el territorio.
¿Cuál es la situación? A finales de 2005 el número total de espacios naturales protegidos en España ascendía a 1.115, los cuales ocupaban una superficie terrestre de casi 5,17 millones de hectáreas, esto es, el 10,2% del territorio español. La superficie marina protegida se eleva a 68.650 hectáreas. La figura de Parque (Nacional y Natural) es la más representativa al significar el 70% de la superficie protegida. La protección como
Se ha producido un aumento significativo de las áreas protegidas, hasta llegar al 10,2% del territorio español. A pesar de ello, faltan instrumentos de planificación y financiación en muchas de ellas, ya que el 40% de las mismas no gozan de una protección adecuada. monumento natural (con mucha menos protección que un parque) es la más empleada, con 284 espacios. Esto se muestra en el mapa 5. Sólo tres comunidades autónomas (Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha) tienen menos del 5% de su superficie protegida. Canarias tiene protegido el 45,6% de su territorio (ver figura 46). Destaca el espectacular aumento de la superficie protegida de La Rioja entre 2003 y 2005. En junio de 2006, en España la Red Natura 2000 ocupaba una superficie de 13.697.028 hectáreas, de lo que se deduce, al comparar este dato con el total de hectáreas protegidas, que no todos los espacios de dicha Red tienen figuras de protección. De esos trece millones largos de hectáreas, 11,9 millones son espacios LIC y 9,3 ZEPA. En el año 2004, en la UE-15 la Red Natura 2000 ocupaba una superficie de 63,7 millones de hectáreas, de las cuales 7,7 millones eran marinas y 56 millones terrestres (17,5% del territorio). España es el Estado miembro de la Unión que más superficie ZEPA y ZEC aportará a la Red Natura 2000. Sólo el 54% de los Parques y el 40% de
conectarlas a través de corredores biológicos y, sobre todo, dotarlas de una legislación que les permita tener el suficiente grado de protección para que puedan evolucionar de manera natural. Las áreas ya protegidas se deben dotar de equipos técnicos multidisciplinares, presupuestos adecuados y órganos de participación social que garanticen una conservación del espacio desde la implicación voluntaria de las poblaciones residentes.
¿Qué se puede hacer?
30
2001 2005
20
La Rioja
Canarias
Cataluña
Andalucía
Madrid
Asturias
Galicia
Cantabria
País Vasco
Navarra
Baleares
Murcia
Extremadura
Figura 47: Evolución de la superficie terrestre objeto de planificación (prug y otros) en parques 2,3
Millones de ha
2,2 2,1 2,.0 1,9 1,8
Hasta 2000
2001
2002
2003
2004
2005
Fuente: fig. 2.9.3 (OSE 2006)
0
C. Valenciana
10
Fuente: fig. 2.9.2 b (OSE 2006)
Superficie protegida (% de la CCAA)
Mapa 5: Espacios naturales protegidos
Fuente: Mapa 1.2 (OSE 2005)
¿Qué pueden hacer las empresas? Que un área sea protegida no quiere decir que no sea susceptible de explotación económica. Hay prácticas sostenibles que se pueden acoplar a la protección, como la ganadería extensiva y un adecuado aprovechamiento maderero, entre otras. Por ejemplo, esta explotación forestal tendría que seguir los siguientes criterios: • Una adecuada gestión forestal necesita de reservas forestales (que no tienen porqué ser excesivamente extensas) en las zonas de producción maderera. Estas reservas serían lugares en los que no se realizaría tala para permitir una regeneración natural de los bosques. De hecho, estas reservas ya existen y se sitúan en los lugares menos accesibles. • Es importante mantener la madera muerta, salvo en casos muy excepcionales de peligro de incendio o de plagas. La importancia de la madera muerta es capital ya que es un nicho de biodiversidad que permite mantener los bosques en equilibrio y sanos. • Los bosques deben ser mixtos, ya que suponen más biodiversidad vegetal y animal, así como una mayor resistencia a plagas, enfermedades e incendios. • En cualquier caso, el método de tala será la entresaca, no el corte de parcelas enteras. • Por último, es importante mantener árboles viejos que sirvan como reserva genética.
40
Castilla y León
¿Qué puede hacer la sociedad civil? Es importante tu implicación en la gestión y conservación de los espacios naturales, bien como residente o bien como ciudadano/a organizado/a en grupos ecologistas, de desarrollo rural, de montañismo, etc. Además tienes el derecho de demandar más vías de participación en la gestión ordinaria de los espacios naturales protegidos (Patronatos, Juntas Rectoras, Consejos Sociales, seminarios, talleres interactivos, etc.).
Figura 46: Porcentaje de superficie terrestre protegida 50
Aragón
¿Qué puedes hacer tú? Las áreas protegidas son un elemento de ocio y disfrute que debe ser aprovechado con el cuidado y respeto que merece. Así algunos consejos básicos para visitarlas son: • Usar siempre los caminos para desplazarse. • Realizar la visita en silencio. • No hacer fuego. • No acampar. • Acceder al área en transporte público. • No dejar ni llevarse nada, aunque sea biodegradable. • Y, en resumen, dejarlo todo como lo encontramos.
C.- La Mancha
las Reservas tienen planes de gestión aprobados. Entre 2004 y 2005 se han aprobado 23 planes de gestión, incrementándose con ello un 5,85% la superficie acogida a un plan de gestión (ver figura 47). En resumen, los resultados muestran una evolución positiva en la declaración, planificación y gestión de los espacios naturales protegidos. Sin embargo, un porcentaje importante de los espacios protegidos carecen de un plan de gestión y no están realmente protegidos. Esto ha supuesto que algunas zonas incluidas dentro de la Red Natura 2000 se hayan visto degradadas.
¿Qué pueden hacer las administraciones? Es necesario ampliar las zonas protegidas, especialmente las marinas, interel ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
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Central térmica de Endesa en Fuerteventura
Sector energético La producción y el consumo energéticos, fundamentalmente basados en la utilización de combustibles fósiles, son la causa principal de las emisiones que provocan el cambio climático. El aumento mantenido en el uso de energía y la escasa proporción que suponen las energías limpias convierte este consumo en una causa central de la insostenibilidad.
48
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
La energía es imprescindible para satisfacer las necesidades humanas. Tradicionalmente, la energía utilizada se obtenía exclusivamente de los alimentos, de la biomasa (leña, por ejemplo), de la fuerza de algunos animales o directamente del sol. El uso de combustibles fósiles transformó el panorama energético y ha desembocado en el actual modelo de consumo que, tal
y como se viene desarrollando, da origen a multitud de impactos ambientales. Esto se debe a que el tipo de energías utilizadas son fuertemente contaminantes, se consume energía de forma poco eficiente y se malgasta en muchos casos utilizándola para fines superfluos. Entre los impactos ambientales del sector energético hay que señalar que es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y de sustancias que degradan la calidad del aire. No todas las fuentes de energía producen igual
Figura 48: Consumo total de energía primaria en España (ktep) 1975-2005 160.000
ktep
140.000 120.000 100.000
lear
Saldo Eléctrico Nuclear Otras E.Renovables Hidráulica Gas natural Petróleo Carbón
Nuc
Gas natural
80.000 60.000 Petróleo 40.000 20.000 Carbón 0 1975
1979
1983
1987
1991
1995
1999
Fuente: fig. 1.1.1 (OSE 2006)
Estudio por sectores
¿Cómo se relaciona el sector energético con la sostenibilidad?
2003 2005
su uso posterior en industria, transporte y construcción. El hecho de que más del 80% de la energía consumida sea importada añade a los impactos señalados los que supone su transporte (vertidos, construcción de infraestructuras, conflictos geopolíticos...). Además este nivel de dependencia es creciente, según se refleja en la figura 51. Cabe señalar como aspecto positivo que se está reduciendo el porcentaje del uso del carbón en el sector energético, mientras aumenta el porcentaje de las energías renovables (las irregularidades se explican por las variaciones de pluviosidad), como se aprecia en la figura 52. Entre las renovables destaca la hidráulica, aunque las grandes presas no se podrían considerar fuentes limpias. Así, en 2002, España fue el cuarto país productor de energía solar de la UE, sexto en biomasa, tercero en hidráulica y segundo en eólica, si bien aún es necesario un mayor fomento de estas energías. En la figura 53 se observan los diferentes orígenes del
¿Cuál es la situación?
Figura 49: Intensidad energética primaria en España, UE-15 y UE-25 (ktep/€ ctes. 1995) 1980-2005 0,25 0,24 España
0,23 0,22 0,21 0,20 UE-15 0,19 0,18 1980
1983 1986
1989 1992
1995
1998 2001
2004
Fuente: fig. 1.2.1 (OSE 2006)
UE-25
Figura 50: Ecoeficiencia del sector energía 1990-2004 (Índice 1990=100)
160 140 120 100
2004
2005
Emisión CO2 (procesado de energía) Emisión NOx (procesado de energía) VAB Energía (Valor Añadido Bruto) Emisión SO2 (procesado de energía)
80 60
Fuente: fig. 1.9.2 (OSE 2006)
En España la mayor parte de la energía se produce a partir de combustibles fósiles y, en menor medida, de energía nuclear, siendo minoritarias las energías renovables, como se puede apreciar en la figura 48. Asistimos a una reducción del uso del petróleo (reducción en términos porcentuales, ya que en valor absoluto la demanda de petróleo sigue creciendo) a favor de un fuerte aumento del uso del gas natural. La demanda de energía viene aumentando progresivamente en los últimos años. En el periodo que va de 1973 a 2004 el consumo de energía primaria se multiplicó por 2,5, mientras que la población lo hizo sólo por 1,2. En 2005 el incremento fue del 3,0% respecto al año anterior, siendo la media del aumento anual en el periodo 2000-2004 del 3,5%. El aumento del consumo de energía está fuertemente asociado al crecimiento económico. En paralelo a la subida del consumo, también están incrementándose las presiones que ejerce en el medio. Este crecimiento del consumo ya ha superado las primeras previsiones de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España 2004-2012. Esta estrategia pretendía aumentar el consumo de energía final en un 18,1%. El consumo de electricidad per cápita es mayor en Asturias, Aragón, País Vasco y Navarra. Los consumos menores aparecen en las ciudades autónomas, Murcia, La Rioja y Canarias. Hay que destacar la tendencia y el importante hecho de que, mientras en la Unión Europea la intensidad energética desciende (cada vez se necesita menos energía para producir la misma riqueza), en el Estado español el proceso es el inverso (ver figura 49). Los sectores con mayor peso en el consumo energético son el transporte (36,2%) e industria (36%), destacando sectores como el cerámico o la construcción. A nivel doméstico, en los hogares el 40% del consumo energético se debe a la calefacción-refrigeración y el 26,9% al agua caliente. La presión ambiental más importante de la industria energética es el incremento de sus emisiones de CO2: en el periodo 1995-2003 las emisiones del sector energético han subido el 27%. Respecto a otros residuos atmosféricos de la producción energética, el comportamiento no ha sido tan malo, ya que la emisión de SO2 disminuyó en los últimos años y la de NOx se incrementó, aunque por debajo del crecimiento económico del sector. En la UE las emisiones de ambas sustancias han descendido de forma notable, como se aprecia en la figura 50, donde sólo las emisiones de SO2 se han desacoplado del crecimiento económico en el sector energético. Las emisiones contaminantes de este sector son debidas no sólo a los procesos de transformación energética, sino también a
Fuente: fig. 1.10.2 (OSE 2006)
impacto. En general, el carbón ejerce mayores presiones sobre la atmósfera, debido a los fuertes niveles de emisión de gases de efecto invernadero por unidad de energía emitida, así como de sustancias que producen lluvia ácida y de partículas en suspensión (que pueden producir enfermedades respiratorias como se señaló en el apartado de calidad del aire). El petróleo, en general, genera menos presiones que la combustión de carbón, mientras el gas natural es el menos sucio de los tres tipos de combustibles fósiles. La energía nuclear, aunque emite menos gases de efecto invernadero, tiene otros considerables impactos, como son los residuos radiactivos que produce. Existe además el riesgo de accidentes de proporciones catastróficas. Por último, encontramos las energías renovables (eólica, solar, hidráulica...) que, aunque también distorsionan el entorno, especialmente la gran hidráulica, poseen impactos ambientales mucho más reducidos que los de las energías convencionales.
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
Figura 51: Nivel de dependencia energética de España (%) 1985-2005
85% 80% 75% 70% 65% 60%
1985
1990
1995
1997
1999
el ecologista, nº 51:
2001
2003
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
49
Figura 52: Consumo anual de energía primaria, por tipo de fuente. 2000-2004, (%)
¿Qué puede hacer la sociedad civil? Varias organizaciones ya han puesto en marcha líneas de crédito para facilitar la instalación de paneles solares para producir electricidad en bloques de pisos. Ésta puede ser una iniciativa a secundar. En la misma línea puedes promover la implantación de paneles solares en tu comunidad de vecinos/as.
6
7
5
7
6
12
13
14
15
17
13
13
13
12
12
17
15
17
15
15 Gas natural
52
52
51
51
Nuclear
50
Carbón Petróleo
50
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Minihidráulica
Eólica
Solar térmica
Solar fotovoltaica
Navarra
Murcia
Madrid
Galicia
Extremadura
C. Valenciana
Cataluña
C.-La Mancha
Castilla y León
Cantabria
Canarias
Baleares
Asturias
0%
Aragón
¿Qué pueden hacer las administraciones? Se deberían definir políticas ambiciosas de ahorro energético y exigir su cumplimiento. Para ello son necesarias medidas como:
Andalucía
¿Qué pueden hacer las empresas? Atender a la reducción de consumos energéticos tanto antes (en la elección de materiales o tecnologías), como durante la 2000 2001 2002 2003 2004 actividad empresarial y en las actividades derivadas de la misFigura 53: Fuentes de energías renovables por CCAA, 2004 (%) ma. Por ejemplo en la construcción es posible elegir materiales 100% de menor impacto ambiental o 90% construir edificios con criterios bioclimáticos. También es posi80% ble incorporar el uso de energías renovables en sus procesos de 70% producción. 60% Por otro lado es imprescindible la elaboración de planes 50% de movilidad pública para sus empleados/as que minimicen 40% las emisiones. 30% Pero todo ello será insuficiente si no orientan su producción 20% y distribución desde y hacia lo local. 10%
Biomasa
Biogás
Fuente: fig. 1.11.1 (OSE 2006)
Renovables
Fuente: fig. 1.11.5 (OSE 2006)
¿Qué puedes hacer tú? Intenta reducir todo lo que puedas tu consumo energético. Una buena medida de reducción del consumo es el uso de electrodomésticos de bajo consumo (los etiquetados en la letra A) y bombillas de bajo consumo, así como mantener durante el invierno una temperatura en casa no superior a 18-20ºC durante el día y 15-17ºC por la noche. Además puedes incrementar el uso de energías renovables como, por ejemplo, poniendo placas solares para la producción de energía eléctrica o el calentamiento del agua que necesites en tu casa. Divulgar el conjunto de buenas prácticas que es necesario adoptar para un uso correcto y eficiente de la energía. También es básica la reducción drástica del uso del coche privado, especialmente en cortas distancias, donde es menos necesario.
La Rioja
¿Qué se puede hacer?
• La reducción de actividades como el transporte y la construcción. • El incremento de la eficiencia en la transformación y consumo de la energía, empleando menos cantidades de combustibles contaminantes. • La eliminación de las subvenciones a los combustibles más contaminantes y a las empresas más derrochadores de energía (siderurgia, cerámica, industria pesada...) • El fomento de las fuentes de energías renovables. • Políticas de precios que recojan todos los impactos ambientales y sociales asociados a la producción energética. • Favorecer fiscalmente a los sectores energéticos menos intensivos en el uso de energía. Asimismo es necesario el inicio de procesos abiertos y participativos de redacción de leyes autonómicas y ordenanzas municipales encaminadas a la reducción del consumo. Además la administración debe predicar con el ejemplo, implantando en sus edificios energías renovables.
País Vasco
total de energías renovables por comunidades autónomas. Sin embargo, pese al aumento absoluto de estas energías producidas y consumidas en España, su proporción dentro de la energía total consumida está descendiendo, dado el fuerte crecimiento de consumos totales. En 1997 se producía un 19,9% de la electricidad con energías renovables y este porcentaje ha bajado al 16,6% en 2004. En cualquier caso es muy importante la pluviosidad de cada año, variando mucho el porcentaje de producción por energías renovables de un año seco a otro lluvioso.
Planta de Aceralia en Avilés
Sector industrial ¿Cómo se relaciona el sector industrial con la sostenibilidad? El sector industrial requiere del aporte de una gran cantidad de materias primas y fuertes insumos energéticos (actividades de gran impacto ambiental en su proceso de extracción, procesamiento y producción de residuos, como se ha mostrado en los apartados anteriores). Por otra parte, es una fuente de generación de residuos que se depositan en las aguas, la tierra y la atmósfera, y está relacionado con otros muchos sectores (transporte, energía, pesca, agricultura, minería. etc.). De todos estos impactos, el informe se centra en las emisiones directas derivadas fundamentalmente del consumo energético. Los principales consumos energéticos de las empresas industriales son la electricidad (51,3%), el gas (23,8) y los productos petrolíferos (gasóleo, fueloil y otros), que suponen un 19,4%. Entre las actividades industriales más
contaminantes destacan las cementeras, las papeleras y las siderúrgicas. Dentro de las industrias con mayor consumo energético destacan las químicas que, junto con las de minerales no metálicos, la siderurgia y la fundición, representan más del 60% del consumo final de energía del sector.
¿Cuál es la situación? El sector industrial ha crecido notablemente en la última década (un 27,08% entre 1995 y 2002), aunque se ha producido una cierta ralentización en los últimos años y actualmente su peso es menor en el conjunto de la economía española, ya que ha pasado de suponer el 30% del PIB a mediados de los 70 al 16% actual. Sin embargo, este descenso no es tal si atendemos a los precios de las manufacturas. Desde 1999 y hasta 2002, la generación de residuos peligrosos aumentó el 19,86% y la de residuos no peligrosos el 34%. Asociados a este crecimiento, también han aumentado los impactos ambientales que produce. Por ejemplo, las emisiones
Aunque la llamada ecoeficencia de los procesos industriales muestra una tendencia que podría considerarse favorable (porque el crecimiento de las emisiones contaminantes es menor que el crecimiento de este sector económico), no se puede considerar éste un dato positivo para evaluación de la sostenibilidad, pues globalmente la industria no está reduciendo las presiones ambientales. de CO2 equivalente aumentaron un 11% (a un ritmo menor que el crecimiento económico) y las de NOx un 15%, con un consumo de energía un 35% mayor. Esto se puede apreciar en la figura 54, donde los PFC y los HFC son compuestos que destruyen la capa de ozono (el HFC también es un gas de efecto invernadero). En 2004, los procesos industriales distintos a la combustión (principalmente producción de cemento e industrias química y siderúrgica) han aumentado sus emisiones el 18% respecto del año base (1990). Este dato está por debajo del promedio global del país, que está por encima del 50% de aumento de emisiones de gases de efecto invernadero y triplica los valores máximos previstos en el Protocolo de Kioto. En términos generales, el consumo energético por unidad de producción de las actividades industriales es relativamente alto respecto a lo que ocurre en el contexto europeo. La industria manufacturera española necesita un 50% más de energía
Figura 54: Ecoeficiencia del sector de la industria 1990-2004. Índice 1990=100
250 200
VABpb Energía Emisiones producidas por procesos industriales sin combustión: SO2 NOx CO CO2 PFC
Emisiones producidas por plantas de combustión industrial: SO2 NOx CO CO2 HFC
150 100 50 0
1990
1992
1994
1996
1998
2000 el ecologista, nº 51:
2002
2004
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 1.12.6 (OSE 2006)
300
51
que la media europea para generar una misma unidad de producto (ver figura 55). En todo caso, se aprecian algunos cambios positivos en relación con las fuentes de energía utilizadas: se produce una ligera disminución en el consumo de carbón y petróleo, frente a un aumento significativo en el uso de gas y a una creciente utilización de fuentes de energía de carácter renovable. El crecimiento en el consumo de materiales en España ha sufrido un aumento, si bien ha sido menor que el de la economía en el sector industrial. Tampoco se detectan signos claros de disminución de producción de compuestos químicos peligrosos para la salud. En resumen, en España el sector industrial muestra una pequeña tendencia hacia la disociación entre los niveles de producción industrial y las principales presiones ambientales. Así, las emisiones de contaminantes atmosféricos aumentan por debajo del crecimiento económico (las de SO2 se reducen). Por el contrario, el consumo de energía y la producción de residuos no muestran ningún signo de disociación. Consecuentemente, las tradicionales presiones ambientales del sector industrial siguen manifestándose, a pesar de que ha habido ligeras mejoras y de la aplicación de una normativa más exigente. Por último, hay que matizar que estos avances relativos se deben, en gran parte, a que una fracción creciente de la producción industrial más contaminante se está llevando a los países del Sur, de manera que son éstos los que soportan el grueso de los impactos ambientales locales.
¿Qué pueden hacer las empresas? Reducir en la medida de lo posible los insumos necesarios en sus actividades, tanto materiales como energéticos. Incorporar la recuperación de materiales en sus procesos productivos. Además será interesante que se acoplen con otras empresas para intentar cerrar los ciclos, haciendo que los residuos de unas sirvan como materia prima de otras. Desarrollar planes de ahorro y eficiencia energética. Poner en marcha planes de reducción de emisiones y de tratamiento de residuos. Incorporar los costes ambientales en sus cálculos de rentabilidad. Avanzar hacia procesos productivos ecológicos que minimicen la necesidad de compuestos químicos, es decir funcionar con los parámetros de la química verde.
¿Qué se puede hacer?
105
52
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Figura 55: Intensidad energética de la industria 110 España
100 95
UE-15
90 85
1995
1997
1999
2001
2003
Fuente: fig. 1.12.7 (OSE 2006)
¿Qué puedes hacer tú? En muchas ocasiones, las personas consumidoras tenemos capacidad de elegir productos que supongan procesos productivos más sencillos y menos contaminantes. Es importante conocer el origen y el proceso de producción de los objetos del mercado para tomar decisiones de compra. En ese sentido el consumo de comercio justo o, cuanto menos, local es una buena opción.
¿Qué pueden hacer las administraciones? Supervisar y exigir el cumplimiento de los planes de asignación de emisiones de gases de efecto invernadero. Supervisar la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética. Desarrollar y hacer cumplir normativas para el control de residuos. Aumentar los niveles de exigencia en la reducción de impactos ambientales del sector industrial. Gravar con impuestos a las actividades más contaminantes.
El actual modelo de turismo produce presiones ambientales que van más allá de los territorios que ocupa. En las zonas de mayor actividad, como las áreas del litoral, aparecen situaciones fuertemente insostenibles. de hombres). En 2005, 55,6 millones de turistas no residentes visitaron el Estado español, lo que supone un crecimiento del 6% respecto al año anterior. El 90% de las llegadas se concentraron en las islas, la costa mediterránea y la Comunidad de Madrid. Los turistas no residentes llegaron por vía aérea en el 73,4% de los casos, porcentaje que supone un aumento del 5,7% respecto a 2004. En este crecimiento ha influido el auge de las compañías aéreas de bajo coste, con casi un tercio de las llegadas por avión en 2005. El turismo nacional tuvo como destino el territorio español en un 93,9% de los casos, y casi la cuarta parte de estos turistas se alojó en una vivienda propia. El fenómeno de las segundas residencias, en muchos casos vacías durante gran parte del año, se ha convertido en un factor central de insostenibilidad en el territorio español. Como resultado uno de cada cinco hogares españoles dispone de, al menos, una segunda residencia, siendo más habitual la unifamiliar aislada (46,3%).
el ecologista, nº 51:
Aragón
Navarra
Cantabria
Extremadura
Murcia
Asturias
País Vasco
Galicia
Castilla y León
Canarias
C. Valenciana
Madrid
Baleares
El turismo en España está masificado. Los desarrollos turísticos desmedidos y sin una adecuada planificación están afectando principalmente a las zonas litorales, aunque también se aprecian crecientes impactos en las zonas de montaña. A las edificaciones derivadas del turismo hay que sumar las infraestructuras requeridas por algunas actividades asociadas al sector, que de nuevo suponen un importante impacto en el territorio, como es el caso de los campos de golf (ver figura 56) y de las estaciones de esquí. El sector mantiene un ritmo de crecimiento considerable, beneficiado por las redes de comunicación globales y la mayor capacidad adquisitiva de una parte de la población mundial. La fuerte expanFigura 56: Superficie ocupada (ha) por campos de golf en 2000 sión de este sector está por encima del 5.000 crecimiento de la 4.000 economía estatal: generó el 11 % del 3.000 PIB en el año 2004. El empleo en el sec- 2.000 tor creció el 4,8% 1.000 en 2005, aunque se 0 sigue una tendencia hacia una mayor contratación temporal (un 43,6% de mujeres y un 30,9%
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 1.13.15 (OSE 2006)
¿Cuál es la situación?
Cataluña
El desarrollo del transporte y su precio relativamente bajo permitieron la generalización, en ciertas capas sociales, de los viajes vacacionales. Las distancias recorridas, el requerimiento de servicios en los lugares de destino y la complejidad de las actividades de ocio que conlleva este modelo no han dejado de aumentar desde mediados del siglo XX. Los efectos que el turismo produce directamente en el territorio en el que se ubica (uso desmedido de suelo, construcción, consumo extra de agua, consumo energético o generación de residuos), en el transporte (infraestructuras, desplazamientos) o en la cultura y la vida comunitaria (poblaciones estacionales escasamente integradas) lo convierten en un importante factor de insostenibilidad. Además, estos impactos se acrecientan debido a la estacionalidad del sector. A pesar de sus límites ambientales y de sostenibilidad, el tradicional modelo turístico de sol y playa sigue desarrollándose, apoyado en nuevos servicios como las aerolíneas de bajo coste y las agencias on line. Otro aspecto importante a señalar entre los impactos ambientales del turismo es el de las emisiones de CO2 (que están propiciando el cambio climático) producidas en la fase del traslado a los destinos turísticos. Estas emisiones pueden llegar a multiplicar por entre cinco y diez veces el valor de los impactos generados durante la estancia vacacional. La movilidad, necesariamente asociada al turismo, relaciona este indicador con el referido al transporte. Por último, hay que resaltar que los destinos turísticos más atractivos suelen
asentarse sobre espacios muy sensibles a los incrementos de presión humana (litoral, sistemas naturales, lugares patrimoniales), algunos de ellos protegidos, otros no. El carácter prescindible de esta actividad humana hace aún más llamativos sus efectos sobre el entorno.
Andalucía
¿Cómo se relaciona el sector turístico con la sostenibilidad?
C-La Mancha
Sector turístico
53
En municipios litorales mediterráneos las viviendas principales ya significan menos de la mitad de las plazas de alojamiento totales. La concentración de las segundas residencias en zonas litorales y de montaña (con el consiguiente impacto en áreas más sensibles) se aprecia en los mapas 6 y 7. Ya en el año 2000 el 34,2% del primer kilómetro de costa mediterránea peninsular estaba completamente urbanizado. La relación entre turismo y edificación queda reflejada en el porcentaje que la construcción supone dentro del capital derivado del turismo (más de la mitad), como se aprecia en la figura 57. El turismo rural, que se encuentra en crecimiento, puede ser un factor de apoyo de las economías rurales, pero lleva aparejadas ciertas externalidades negativas, como es el caso de la acumulación de segundas residencias en pueblos de montaña. En los últimos 5 años, las pernoctas en alojamientos rurales y campings han aumentado el 20%: en 2005, casi dos millones de personas han utilizado alojamientos catalogados como turismo rural (ver figura 58). La afluencia turística a los espacios naturales de España ha pasado de 4,2 millones de personas en 1973 a más de 30 millones en 2004, lo que refleja el gran atractivo que estos espacios tienen para la población española, pero que también supone un enorme impacto sobre estos territorios (residuos, transporte, degradación del paisaje...). Con una ocupación del 70% anual, cada plaza hotelera induce la siguiente carga ambiental al año: 45.000 litros de agua, 1.913 kWh de energía, 281 kg de residuos y 803 kg de CO2. Si multiplicamos estas cargas ambientales por las plazas existentes y añadimos las previstas, el escenario de insostenibilidad es realmente escalofriante.
Fuente: Mapa 1.13.1 (OSE 2006)
Mapa 6: Viviendas secundarias por municipios, 2001
Fuente: Mapa 1.13.2 (OSE 2006)
Mapa 7: Viviendas residencia de población extranjera, 2001
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? Reducir la hipermovilidad derivada del turismo a largas distancias. En caso de viajar, utilizar transportes autosuficientes (bicicleta, a pie) o de menor impacto (tren, autobús). Utilizar infraestructuras turísticas de bajo impacto (vivienda prestada, camping, alojamientos rurales en zonas no masificadas, senderismo). Cambiar el modelo de ocio y dirigirlo hacia actividades de menor impacto ambiental, centradas en el disfrute de las relaciones humanas.
54
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
57,2
2000
7,4 9,5 Medios de transporte
15,1 17
20,3
22
Otros Otros bienes productos de equipo
27,7
51,5
31,5
Ptos. Industriales
Obras de edificación
Fuente: fig. 1.13.10 (OSE 2006)
1995
Figura 58: Evolución de las principales magnitudes
asociadas al turismo de naturaleza (Índice 1999=100)
140 130 120
Licencias federativas -deportes en la naturalezaPernoctaciones en hoteles Pernoctaciones en acampamentos Pernoctaciones en turismo rural Turistas extranjeros Visitas a parques naturales
110 100 90 80
1999
2000
2001
2002
2003
Fuente: fig. 1.13.8 (OSE 2006)
¿Qué pueden hacer las empresas y las administraciones? En las zonas donde el turismo es más intenso, la calidad del propio turismo y su correspondiente eficiencia ambiental exigen preservar y/o recuperar sus recursos patrimoniales básicos, contener la nueva presión sobre los mismos y optar por un desarrollo basado en promover un turismo de calidad preservando los valores ambientales, patrimoniales y culturales. En este sentido, es importante la implantación de una moratoria sobre la construcción de nuevas urbanizaciones acompañadas de campos de golf o estaciones de esquí, así como sobre las infraestructuras turísticas en espacios naturales y en sus aledaños; especialmente en un escenario de cambio climático. Este objetivo requiere no sólo hacer más sostenible el turismo, sino reformular el producto turístico, abordando estrategias de diversificación de la oferta (en actividades como las culturales y zonas como las de interior) y desestacionalización (para reducir los problemas que supone concentrar toda la presión en la misma época del año). Además, se debe afrontar la compatibilidad del turismo con otras actividades en el marco de un litoral que hay que empezar a recuperar. De este modo, hay que plantear la necesidad de reducir el actual turismo de masas hasta que no merezca tal nombre e introducir otras actividades que permitan el sostenimiento (económico y ambiental) a medio y largo plazo de las zonas más afectadas.
Figura 57: Porcentaje de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBC) debido al turismo por partidas
Sector del transporte Uno de los mayores problemas del transporte que realizamos los seres humanos es que supone el desplazamiento de ingentes cantidades de materia muy lejos de sus lugares de origen. De este modo el ser humano ya moviliza entre 5 y 6 veces la cantidad de materiales que arrastran todos los ríos del planeta juntos. Los seres humanos, además de los medios que usan energía endosomática (a pie, en bicicleta, con animales) han desarrollado otros modos de transporte que se apoyan en el uso masivo de combustibles fósiles, con el consiguiente efecto en la atmósfera (emisiones de gases efecto invernadero...). La gran velocidad y masificación que ha alcanzado el transporte motorizado también ha “exigido” la construcción de infraestructuras que, entre otros problemas, ocasionan la fragmentación de ecosistemas. La potencia desarrollada por la tecnología del transporte, favorecida por unos precios del petróleo muy bajos al no incluir los efectos ambientales que producen, ha hecho posible el desplazamiento prácticamente ilimitado de materiales (con lo que se han alentado fuertes procesos de extracción) y un sistema de comercio a largas distancias de consecuencias nocivas para muchas economías locales. Por otra parte, la producción masiva de automóviles privados y la apuesta de las administraciones por un modelo de ciudad horizontal, ha permitido el desarrollo de un modelo de urbanización dispersa que, a su vez, necesita del uso del coche y de la quema de combustibles fósiles. Ruido,
consumo masivo de energía, alteraciones del paisaje, accidentalidad y afecciones a la salud son otros de los efectos insostenibles del actual modelo de transporte. Un análisis completo de la relación entre el sector del transporte y la insostenibilidad debería recorrer todo el proceso relacionado con esta actividad, usando el llamado enfoque “de la cuna a la tumba”. Desde los efectos de la fabricación de vehículos y la construcción de infraestructuras, pasando por la circulación y mantenimiento del sistema de transporte (de vehículos y de infraestructuras) hasta el coste de la eliminación de los residuos resultantes. La fabricación de vehículos supone importantes extracciones de minerales y transporte de materiales, con sus consiguientes consumos energéticos, emisiones y deterioro del suelo. La construcción de infraestructuras tiene esas mismas consecuencias y en mayor medida, además de la consiguiente fragmentación del territorio. De la circulación se derivan emisiones de gases acidificantes, nocivos y de efecto invernadero, además de los accidentes de tráfico. La eliminación de los residuos sólidos es un problema no resuelto (basta con ver las imágenes de los cementerios de coches). Con todo ello, se observa que el transporte motorizado es una de las actividades humanas de mayor impacto en la corteza terrestre y en la atmósfera.
¿Cuál es la situación? Éste es un sector con una baja eficiencia energética y un alto grado de dependencia de las importaciones de petróleo. Origina un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero (es el sector que más gases emite), con especial incidencia en las grandes ciudades y en los archipiélagos. A pesar de que algunos impactos relacionados con el transporte se han reducido (emisiones de SO2) o han aumentado por debajo del crecimiento económico del sector (emisiones de NOx), los daños ambientales del transporte son crecientes (consumo de energía, emisiones de CO2). El sector del transporte representó en el año 2004 el 6,53% del PIB y el 11% de las actividades terciarias o de servicios. La tasa de crecimiento del sector es similar a la de la economía. El transporte interior ha experimentado un crecimiento mayor que el de la Unión Europea. En términos absolutos, la demanda de transporte en el periodo 1995-2004 ha crecido (ver tabla 6). La distancia media de los viajes ha aumentado progresivamente. Además, según las previsiones, tanto en la UE como en España el transporte de mercancías seguirá incrementándose hasta 2015: concretamente, se prevé que el crecimiento en España entre los años 2000 y
Tabla 6: Tráfico interior de viajeros según modos de transporte (millones de viajeros-km) Carretera Ferrocarril Aéreo Marítimo TOTAL
1985 151.588 17.066 5.216 888 174.758
1990 207.765 16.736 7.050 1.057 232.608
1995 296.872 16.582 10.033 1.032 324.519 el ecologista, nº 51:
2000 352.889 20.150 17.020 1.336 391.395
2004 410.163 20.786 20.458 1.325 452.732
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: tabla 1.16.1 (OSE 2006)
¿Cómo se relaciona el transporte con la sostenibilidad?
Es uno de los principales indicadores de insostenibilidad. Entre 1995 y 2003 el sector creció un 42%, con las emisiones de contaminantes y la construcción de infraestructuras que esto conlleva. Además la gran mayoría del transporte, tanto de mercancías como de personas, se sigue realizando por carretera, que es el modo más impactante después del avión.
55
Fuente: fig. 1.16.2 (OSE 2006)
Fuente: fig. 1.16.1 (OSE 2006)
2015 ascenderá al 57%, según la Comisión Europea. accidentes. Desde 1991, las víctimas mortales por accidentes de El transporte de viajeros se produce mayoritariamente por tráfico en España se han reducido en un 43,35%, aunque estos carretera, con el 90% de los viajeros/km y un crecimiento del accidentes siguen siendo, con diferencia, la primera causa de 90% en el periodo 1990-2003, aunque el transporte aéreo es muerte en la población joven (ver figura 62). el que ha experimentado mayor crecimiento (166%). El uso El mayor consumidor de suelo con destino artificial ha sido el del transporte ferroviario y marítimo descendió en el periodo crecimiento de las infraestructuras de transporte terrestre. Entre 1990-2003, pasando del 7 al 5% en el ferrocarril y del 0,45 al 1987 y 2000, la superficie dedicada a autopistas y autovías ha 0,35% en el marítimo, aunque en términos absolutos también aumentado el 148%, mientras la dedicada a complejos ferroaumentaron. Este dato se puede apreciar en la figura 59. viarios lo hizo el 20,29%, las zonas portuarias el 18,64% y los Desde 1996 la demanda de transporte de mercancías cre- aeropuertos el 6,6%. Todo ello se refleja en la figura 63. ció cerca de un 11% anual, más rápidamente que el PIB. En La construcción de infraestructuras implica fuertes exter2003 la demanda era de 401 billones de toneladas-km. La nalidades negativas, como son las derivadas de la extracción globalización de la economía, la liberalización de los mercados y procesamiento de materiales constructivos, las derivadas del y el bajo precio del transporte son factores que estimulan el proceso de construcción (emisiones), el impacto en los usos del crecimiento de este sector económico. De nuevo, la mayoría suelo y el paisaje, la alteración de los ecosistemas (efecto barrera, de este movimiento se realizó por carretera (84%). Los mo- fragmentación), el ruido, la accidentalidad... dos de transporte de materiales por carretera y por tubería La mejora de la calidad de los carburantes y la reducción de (oleoductos y gaseoductos) se incrementaron el 124% y 61%, ciertas emisiones en los vehículos no ha compensado los efectos respectivamente (en el periodo 1990-2003), como se señala ambientales del fuerte crecimiento del sector transporte. La meen la figura 60. jora de la eficiencia energética ha sido eclipsada por un aumento El precio del transporte público ha aumentado, especialmente mucho mayor de su intensidad. en las distancias cortas (20% en 5 años en distancias menores El transporte está incrementándose de forma tan acusada en de 100 km), lo que no favorece su utilización. Mientras tanto, el España debido a dos razones fundamentales: por un lado, por coste total del transporte en vehículo privado crece a un ritmo la estructura urbanística española, que presenta regiones metromenor que otros modos de transporte, al tiempo que el usuario politanas con un urbanismo difuso y altamente dependientes del transporte motorizado; por otro, por la globalización de la no percibe los costes reales asociados a cada trayecto. En las infraestructuras para el transporte por carretera, hubo un economía española, ya que cada vez se importan más productos incremento a finales de los ochenta y principio de los noventa. A y se produce más para la exportación. pesar de que este inmantenible crecimiento se redujo, sigue siendo La movilidad afecta fuertemente a la calidad ambiental. El mayor que el de la UE. En España el crecimiento ha sido subven- sector del transporte genera fuertes presiones ambientales, especialmente por su elevado consumo de energía (entre 1970 cionado en gran parte por los Fondos Estructurales europeos. El PEIT (Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte) contempla diversas Figura 59: Distribución modal del transporte interior de viajeros (% según viajeros-km) medidas para el periodo 2005-2020, tales 2004 como aumentar la red de autovías en 6.000 km, multiplicar por 10 los kilóme2002 tros de líneas de trenes de alta velocidad 2000 (pasando de 1.000 a 10.000 km), además de incrementar la capacidad portuaria en 1998 un 75% y duplicar la de los aeropuertos. 1996 En España destaca el uso generalizado 1994 del automóvil privado (83% del total en 2003). El parque automovilístico ha creci1992 do en los últimos diez años, aumentando 1990 la ratio de vehículos por mil habitantes de 1985 361 en 1995 a 445 en 2004, prácticamente un automóvil cada dos habitantes, 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% incluyendo en este cómputo a todas aqueCarretera Ferrocarril Aéreo Marítimo llas personas que no pueden conducir. En la emisión de gases contaminantes Figura 60: Distribución modal del transporte interior de mercancías (% según toneladas-km) (tanto primarios como secundarios), cabe destacar los siguientes: óxidos de azufre 2004 y nitratos que producen lluvia ácida, mo2002 nóxido de carbono, hidrocarburos, compuestos orgánicos volátiles, plomo, ozono 2000 y partículas en suspensión, que dañan la 1998 salud (cáncer, asma, alergias, enfermeda1996 des respiratorias...). Las emisiones de gases 1994 de efecto invernadero han aumentado un 71% durante el periodo 1990-2003, 47 1992 puntos más que la UE (ver figura 61). 1990 Otros efectos negativos producidos 1985 por el transporte son el ruido, la contami0% 20% 40% 60% 80% 100% nación de las aguas y suelos (por vertido Carretera Ferrocarril Tubería Marítimo de sustancias químicas y emisiones) y los
56
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
¿Qué pueden hacer las empresas y las administraciones? Una vez más la clave de cualquier actuación a favor de la sostenibilidad está en la reducción de actividades que suponen daños ambientales. De este modo algunas medidas necesarias son: • Poner en práctica medidas relacionadas con el diseño urbano que haga menos necesaria la movilidad. • El ahorro energético debe ser básico en la planificación del sector, así como la reducción de las emisiones de contaminantes. • Desarrollar mecanismos para que los costes ambientales queden reflejados en la factura de los distintos modos de transporte. • Fomentar campañas de sensibilización pública respecto al efecto del transporte en el medio ambiente y, al mismo tiempo, fomentar desde las instituciones medios de transporte público. • Replantear la actual política de construcción de carreteras, ya que sus consecuencias (ya probadas) son el aumento del parque automovilístico y del transporte, sin que por ello se resuelvan a medio plazo los problemas de saturación viaria. • La respuesta a la congestión en cualquier medio de transporte debe ser analizar sus causas y las diferentes maneras de afrontarla, no recurrir al sistemático aumento de infraestructuras. • Estimular las modalidades de transporte más sostenibles y penalizar las más impactantes (especialmente el transporte por carretera y el avión) repercutiendo en ellas los costes que suponen.
100 93,96 90 80 70 60
60,37
50
1991
1993
1995
1997
1999
2001 2002
Fuente: fig. 1.14.9 (OSE 2006)
¿Qué puedes hacer tú? Reducir en la medida de lo posible las distancias recorridas o hacerlo en medios de transporte menos contaminantes (a pie, en bicicleta o en transporte público). Exigir accesibilidad (que supone proximidad, más que disponibilidad de medios e infraestructuras de transporte) a los servicios de primera necesidad. Utilizar los servicios próximos y consumir productos locales siempre que los haya. Desarrollar modos de ocio poco exigentes en desplazamientos. Recuerda que los desplazamientos en coche y avión son los más costosos energéticamente. Elegir vivienda en ciudades compactas que permitan cubrir las necesidades básicas desplazándose a pie (alimentación, educación, salud, amistad...).
Figura 61: Evolución de las emisiones de GEI por actividades de transporte (millones de t CO2 equivalente)
Figura 62: Evolución de las víctimas mortales en España 6.000
5.700
5.000 4.000 3.000
3.229
2.000 1.000 0
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
Fuente: fig. 1.14.10 (OSE 2006)
¿Qué se puede hacer?
• Desarrollar planes de movilidad sostenible, movilidad al trabajo, sistemas intermodales, limitación de aparcamientos, promoción de sistemas no motorizados... • Para reducir la movilidad de mercancías, se debe estimular el consumo de la producción local. • La producción de biocarburantes puede suponer una mejora en las emisiones, pero no alcanzaría a sustituir el actual consumo de combustibles fósiles dada su alta exigencia en suelo, si no es a costa de fuertes presiones en la producción agrícola en el Sur, con el consiguiente aumento de la pobreza en estos territorios y el aumento de la deuda ecológica. Por esto, la conversión a este tipo de combustibles puede favorecer la sostenibilidad sólo si se realiza a la par de una fuerte reducción en la movilidad de materiales y en el uso del automóvil privado.
Figura 63: Ocupación del suelo por redes de transporte 91.427
(hectáreas)
1987 2000
36.749
8.949 10.618
14.525 15.490
1.370 1.648
Autopistas, autovías y terrenos asociados
Complejos ferroviarios
Zonas portuarias
el ecologista, nº 51:
Aeropuertos
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 1.14.12 (OSE 2006)
y 2000, la demanda energética del transporte se ha triplicado, consume el 36% de la energía del país, porcentaje que aumentaría mucho si tuviéramos en cuenta todo el ciclo “de la cuna a la tumba”). Un ejemplo de impacto ambiental asociado es que, entre 1990 y 2000, las emisiones de gases efecto invernadero procedentes del transporte (excluidas la aviación internacional y la navegación marítima) procedente del transporte aumentaron cerca del 50% (en la UE-15 el incremento fue del 19%). Además, el tráfico también está íntimamente asociado a la degradación de la salud. Por ejemplo, en 2004 el tráfico fue el causante de entre un 40% y 60% de la contaminación por partículas en suspensión en el aire de las ciudades españolas, con la consiguiente afección a la salud humana. Sin embargo, durante estos últimos años también se han podido recoger algunos datos positivos. Por ejemplo, entre 1990 y 2000 las emisiones de gases precursores del ozono (un contaminante tóxico si se produce en las capas bajas de la atmósfera), sustancias acidificantes (que producen lluvia ácida) y partículas procedentes del transporte (que producen afecciones a la salud), a excepción de la aviación internacional y la navegación marítima, disminuyeron en España cerca del 10%. En la UE-15 el porcentaje de reducción fue de un 24% a un 33%.
57
Sector agrícola industrial ¿Cómo se relaciona la agricultura con la sostenibilidad? La agricultura es una actividad básica para cubrir las necesidades alimentarias de los seres humanos. Los modos de producción agrícola y ganadera, originariamente respetuosos con los ritmos y los ciclos de la vida y adaptados a las condiciones del clima y el suelo, fueron transformándose mediante políticas como la PAC de la Unión Europea, primero en los países industrializados y más tarde en el resto, hacia una agricultura industrializada. Existen dos procesos paralelos en el desarrollo agrícola que inciden en la destrucción ambiental: por un lado, el proceso de intensificación productiva de las zonas agrícolas más fértiles; por otro, el progresivo abandono de las zonas de montaña y marginales, y la ruptura de la integración entre agricultura, ganadería y especies silvestres. Erosión, incendios forestales, degradación de ecosistemas y pérdida de biodiversidad son algunas de las consecuencias evidentes de este abandono. La industrialización agrícola se concentra en las comarcas más “favorecidas”, donde el clima, la orografía y su cercanía a los mercados de distribución favorecen la intensificación agraria. Desde el punto de vista ambiental, las políticas desarrollistas que buscan aumentar la producción provocan un incremento del uso de agua (con la consiguiente construcción de embalses para regadío que han destruido zonas de gran valor ecológico), así como de pesticidas, abonos sintéticos y energía. Además, el desarrollo de mercados ha hecho que muchos cultivos, algunos de ellos fuertemente subvencionados, se orienten hacia
58
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
la producción para la exportación. Esto conlleva un mayor consumo de combustibles fósiles. A medida que se ha ido profundizado en este modelo de agricultura industrial, el control de los precios, tanto de la producción agrícola como de los factores necesarios para este tipo de producción (abonos, plaguicidas y maquinaria), depende de oligopolios que controlan la producción y distribución de los factores de producción, así como de la transformación de la producción agrícola, la distribución de la misma y su venta al consumidor/a. A la vez, también se ha producido una concentración de tierras. Este escenario ha sido el responsable de la desaparición de miles de pequeñas explotaciones agrícolas y del masivo éxodo rural hacia las ciudades en las últimas décadas. Además, hay que añadir que el mundo agrario español depende fuertemente de las pésimas condiciones laborales de los temporeros. Así, en el sector hortofrutícola español podemos ver cómo se emplea a población inmigrante, con un bajo nivel salarial, un alto número de horas de trabajo y una elevada exposición a altas temperaturas (en los invernaderos) y a fuertes concentraciones de pesticidas. Por tanto, la insostenibilidad ambiental producida por el modelo de agricultura industrial se manifiesta en: • Destrucción de ecosistemas, derivada tanto de la especialización e intensificación agrícola, como del abandono de los sistemas agrarios extensivos. Esta destrucción de ecosistemas supone una pérdida de biodiversidad silvestre y agroganadera. • Erosión de suelos, que en algunas comarcas experimentan ya graves procesos de desertización.
Sobre una agricultura ya industrializada, que requiere importantes aportes de energía y tecnología, se ha producido un importante incremento en el uso de fertilizantes y pesticidas químicos, con lo que sus impactos asociados (eutrofización de aguas, contaminación de suelos y aguas, etc.) se han incrementado. • Consumo de agua muy por encima de su tasa de renovación natural, especialmente en zonas de clima mediterráneo, que requiere costosas infraestructuras (embalses, trasvases, etc.) con un grave impacto ambiental. • Consumo de energía externa al agroecosistema (como resultado de un modelo de producción y distribución globalizado) y dependencia de insumos, tales como fertilizantes, pesticidas y combustible para la maquinaria. • Contribución al cambio climático, debido a una distribución dependiente del transporte a larga distancia y a las emisiones de metano y óxidos de nitrógeno asociados a la producción agro-ganadera. • Contaminación de las aguas, de los suelos y de los propios alimentos por el uso de abonos y plaguicidas sintéticos. • Un mundo laboral fuertemente precarizado y que expulsa población hacia las ciudades.
¿Cuál es la situación? Como se ha visto, la modernización de la agricultura española supuso la adopción de un modelo de producción menos respetuoso con el entorno y mucho más dependiente de recursos no renovables que la agricultura tradicional. En un breve periodo de tiempo, la agricultura ha pasado de ser el sector con mayor proporción de ocupados a tener una presencia que podría calificarse de marginal en el mercado laboral. Si en 1955 empleaba a más de la mitad de la población, en 2003 únicamente lo hacía al 6%. Es una actividad que ocupa prácticamente la mitad de la superficie del territorio (49,8%) y consume el 75% del agua, pero sólo aporta el 2,74% del PIB,
los invernaderos), una elevada demanda de agua (a pesar de su optimización) y el fuerte uso de abonos (por el empobrecimiento de los suelos). En España, las superficies dedicadas a este tipo de cultivos se incrementaron hasta alcanzar los dos millones de metros cuadrados en 1999, y después se han estabilizado en una cifra un poco menor. El 20% de los mismos está en Almería, aunque los mayores porcentajes de invernaderos respecto al resto de tipos de cultivo por comunidades autónomas están en Canarias y Murcia (ver figura 67) En otro orden de cosas, hay que señalar que España es el único país de la UE en el que se cultivan comercialmente variedades modificadas genéticamente. En el año 2004 se estimó que había unas 50.000 hectáreas cultivadas, cuyo impacto ambiental se desconoce debido a la total ausencia de control y de seguimiento por parte de la administración, a pesar de lo cual se han detectado ya graves problemas de contaminación genética. Además, hay que destacar otros problemas ambientales de primer orden asociados al actual modelo agrícola, como son la Figura 64: Evolución de la superficie agraria en España (Índice 1985=100)
120 115 105 100 95
Superficie agraria total
90
Superficie de secano
85 80
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2002
Fuente: fig. 1.17.5 (OSE 2006)
Superficie de regadío
110
Figura 65: Cambio en la superficie regada por CCAA
durante la década 1990-2000 según Corine Land Cover
21,4% 17,5%
15,8%
14,4% 12,8%
La Rioja
C. Madrid
I. Baleares
0%
País Vasco
0%
Galicia
Cantabria
0% 0%
Asturias
1,1%
Canarias
C. Valenciana
Navarra
Extremadura
Aragón
Castilla y León
Andalucía
R. Murcia
C-La Mancha
2,1%
Cataluña
7,6%
-0,5% -1,0% -3,6% -8,7%
Fuente: fig. 1.17.7 (OSE 2006)
10,8%
Figura 66: Cambio (%) de Emisiones de gases de efecto
invernadero producidas en la agricultura (1990-2001)
35
36
37
Extremadura
Aragón
Canarias
45
el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 1.17.8 (OSE 2006)
Murcia
Galicia
17
Navarra
Cataluña
Cantabria
9
13
11
Castilla León
6
Asturias
5
C-La Mancha
País Vasco
5
Andalucía
-11
-3
5
C. Valenciana
-7
3
La Rioja
Baleares
29
Madrid
lo que indica hasta qué punto este indicador económico es poco sensible a ciertas variables en las que se apoya la sostenibilidad. El envejecimiento y despoblamiento de las poblaciones rurales está siendo levemente contrarrestado por la llegada de población inmigrante a las zonas de agricultura intensiva (la población inmigrante supone el 17% de los empleos agrarios) y por el aumento de población en pequeños municipios próximos a grandes ciudades (aunque esta población no se dedica a la agricultura). Sin embargo, las pésimas condiciones laborales y la falta de integración de la población inmigrante que trabaja en algunas zonas de agricultura intensiva no pueden considerarse en ningún caso como un “modelo sostenible”. Entre 1999 y 2003 han desaparecido el 11,4% de las explotaciones agrícolas, sobre todo las de menor tamaño. Por el contrario, la superficie de regadío ha aumentado, como se refleja en la figura 64. Los impactos ambientales de la agricultura industrial son notorios. El uso del agua por el aumento de la superficie de regadío es uno de los principales (ver figura 65). Este impacto se agrava cuando el regadío se produce en zonas donde escasea el agua, como es el caso de buena parte de los cultivos de regadío de Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha. Por otra parte, las administraciones públicas admiten que se desperdicia entre un 30% y un 40% del agua que se emplea en el riego (sólo el 37% de las hectáreas de regadío se riegan por goteo). También se pueden señalar aspectos positivos, como que el consumo de agua disminuyó un 2,5%, a pesar de que la superficie de cultivo de regadío aumentó un 6,14%. Sin embargo, el regadío se ha incrementado en las zonas donde los recursos hídricos son más escasos, aumentando la presión sobre los mismos. Una consecuencia negativa del aumento del regadío es la perdida de hábitats esteparios, cultivos de secano tradicionales y zonas de crías para aves. Además, la sobreexplotanción de los recursos hídricos afecta a espacios como las Tablas de Daimiel (espacio protegido por la Red Natura 2000 y el Convenio de Ramsar), cuya extensión se ha reducido un 60% debido a la sobreexplotación agraria de los acuíferos. Otro impacto directo de la agricultura es su contribución al efecto invernadero. Alrededor del 10% de la emisión de gases de efecto invernadero de la UE corresponden a la agricultura. Las principales fuentes de emisión son el N2O (procedente de los abonos nitrogenados) y el metano (procedente de la fermentación intestinal del ganado y del estiércol), a las que hay que añadir las producidas por el uso de maquinaria agrícola que, junto con los regadíos, supone el 70% del consumo energético del sector. En la figura 66 se señala la evolución de las emisiones por comunidades autónomas, entre las que destacan Murcia, Canarias y Aragón. La degradación del suelo tiene su origen en el abandono de determinadas prácticas agrarias tradicionales y en su sustitución por la agricultura industrial. En algunos casos, se debe también a la roturación de terrenos con fuertes pendientes para nuevos cultivos, alentada por incentivos de mercado. La reciente expansión del monocultivo del olivo, con un manejo relativamente intensivo, a laderas muy vulnerables a la erosión en grandes extensiones del sur de la península constituye un lamentable ejemplo de pérdida de suelos y deterioro de ecosistemas. En España, ha aumentado un 50% la cantidad de fertilizantes consumidos en la agricultura (nitrógeno, fosfatos y potasio) en el periodo de tiempo comprendido entre 1997 y 2001. Para el conjunto de UE, esta cantidad se redujo un 11%. La biodiversidad se ha visto también reducida por los monocultivos, el uso de pesticidas sintéticos y por el control de semillas auspiciado por las industrias agro-tecnológicas. Además, hay que señalar los importantes impactos del cultivo bajo plástico, puesto que este modo de producción supone el uso intensivo de fungicidas y pesticidas (por la fácil reproducción de plagas en
59
Figura 67: Porcentaje de hectáreas de invernadero respecto al total cultivado, por CCAA
pérdida de suelos, la destrucción de ecosistemas, la pérdida de biodiversidad y la pérdida de población agraria.
1,05
¿Qué se puede hacer? 0,65
agricultura ecológica La agricultura ecológica es aquella que excluye el uso de productos químicos de síntesis (como fertilizantes, plaguicidas y antibióticos) con el objeto de preservar el ambiente y ofrecer alimentos naturales. A través de estrictos mecanismos de control, integra la actividad agrícola con el respeto al medio natural. Dada su relación con criterios de sos-
60
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
tenibilidad, señalaremos algunos de los criterios básicos de la producción agrícola ecológica: • La fuente de energía básica debe ser el sol, no el petróleo. Aunque parezca una paradoja, en la actualidad gran parte de la energía consumida en la agricultura no es solar, sino que procede fundamentalmente del petróleo. • No se utilizan abonos químicos. Para restaurar la fertilidad de la tierra se usa la rotación de cultivos y los cultivos acopla-
Se aprecia un aumento importante del terreno dedicado a la agricultura ecológica, aunque el ritmo de crecimiento está disminuyendo. Sin embargo, la producción tiene elevadas tasas de exportación y una falta de canales de distribución y comercialización internos. dos, que hacen que unas plantas fertilicen a otras. También es fundamental la complementación entre ganadería y agricultura (estiércol como abono). Todo ello, además de no producir contaminación de suelos y aguas, supone un importante freno a la desertificación. • También se elimina el uso de pesticidas artificiales. Para evitar las plagas juega un papel fundamental el mantener una fauna equilibrada y viva en los cultivos, de manera que los predadores naturales sean los
Fuente: fig. 1.17.11 (OSE 2006)
Murcia
Canarias
España
Baleares
0,13 0,07
Andalucía
0,06 0,05
Cataluña
Madrid
0,04
C. Valenciana
0,02
País Vasco
Galicia
Asturias
Navarra
0,02
0,02
¿Qué pueden hacer las administraciones? Es fundamental que las administraciones cambien su modelo de política de desarrollo rural agroindustrial por uno que potencie la producción y comercialización local, que apoye a la agricultura ecológica y los sistemas agrarios extensivos y que facilite una reforma agraria que sirva para fijar a la población rural. Este último aspecto es fundamental en un proceso hacia la sostenibilidad. También debe prohibirse la experimentación, producción y comercialización de plantas o animales manipulados genéticamente, atendiendo así los deseos de la mayoría de la población.
Sector de la
¿Qué es la agricultura ecológica?
0,01
0,01
La Rioja
0,01
Aragón
0 0,01
Extremadura
0
Cast- La Mancha
0
Cantabria
0,51
Castilla León
¿Qué puedes hacer tú? Consumir productos locales y de temporada. Con eso te aseguras que ayudas a mantener un mundo rural vivo, que estás reduciendo tu contribución al cambio climático y que cuidas tu salud al reducir, posiblemente, tu ingesta de conservantes. Consumir productos de agricultura ecológica, con lo que estarás consumiendo alimentos libres de restos de plaguicidas y con una calidad nutricional sensiblemente superior a muchos de los alimentos procedentes de la agricultura industrial. Reducir o eliminar la carne y el pescado de la dieta. La dieta tiene una fuerte correlación con el impacto ambiental del sector agropecuario, ya que, según diversos estudios, un animal alimentado con cereales comestibles (soja, maíz) supone una pérdida del 70-95% de la energía bioquímica. Por poner un ejemplo, una vaca necesita comer aproximadamente 7 kg de cereal por cada kilogramo de carne que produce. Paradójicamente, según la FAO, en la actualidad el 50% de los cereales y el 33% de la pesca en el mundo se destinan al consumo de animales, mientras se sabe que hay seres humanos que mueren de hambre. Del mismo modo es interesante apostar por el consumo en el pequeño comercio frente a las grandes superficies, ya que las pequeñas se prestan más a un consumo local.
Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra La Rioja País Vasco C.Valenciana Total Nacional
Superficie total inscrita (ha) 2005 % respecto SAU Var. sobre 2004 403.361 8,4 76.888 74.219 3,1 -2.228 2.409 0,7 -284 15.993 7,2 3.106 5.760 7,2 -333 3.024 1,5 -1.164 64.691 0,2 25.775 12.153 1,3 -2.317 54.188 4,6 -2.179 67.378 3 -24.557 9.156 1,1 2.431 4.917 1,8 -299 21.891 6,3 455 28.0020 4,2 -1.036 8.582 1,4 103 1.049 0,4 140 30.794 3,8 87 807.569 3,2 74.387
% 23,5 -2,9 -10,5 24,1 -5,5 -27,8 66,2 -16,0 -3,9 -26,7 36,1 -5,7 2,1 -3,6 1,2 15,4 2,8 10,1
que se encarguen del control. El mantenimiento de esta fauna se consigue teniendo zonas de “malas hierbas”, setos y bosquetes donde esta fauna se puede reproducir. También es estratégica la rotación de cultivos en el tiempo y el espacio, así como el uso de compost natural para aumentar la biodiversidad. • El uso del agua debe ser acorde con los recursos existentes en la zona. • Es imprescindible mantener la prohibición de utilizar organismos manipulados genéticamente (transgénicos) en la agricultura ecológica. En primer lugar, porque suponen un avance hacia la uniformidad genética de los campos, esto es, hacia la pérdida de biodiversidad. Pero también porque implican la manipulación de seres vivos, sin saber exactamente las consecuencias que puede suponer su liberación al medio y sobre la salud de las personas. • La distribución de la producción es otro punto fundamental. Debería ser local, ya que no tendría ningún sentido no gastar energía externa a la solar en la producción si luego se va a consumir en la distribución. • Por último, en la elaboración de los alimentos no se añaden aditivos sintéticos. De este modo, la conservación es al vacío, por frío, mediante fermentación, embotado, salazón o métodos equivalentes.
¿Cuál es la situación? Entre 1991 y 2004, la superficie dedicada a la agricultura ecológica en España ha pasado de 4.235 hectáreas a 733.182, manteniendo un crecimiento ascendente y continuo, especialmente a partir de 1996 por la puesta en marcha de medidas de ayuda. En el año 2002, la superficie dedicada a la agricultura ecológica creció el 16%, como consecuencia de las diferentes crisis alimentarias sufridas en la UE (en especial la provocada por la enfermedad denominada de las “vacas locas”). El aumento en el último año fue del 10,14%, representando el 3,22% de la superficie agraria útil. Este crecimiento se ha debido sobre todo al incremento en Andalucía y Castilla-La Mancha (ver tabla 7). Las nuevas superficies se ubicaron en áreas de pastos y forrajes, así como en la categoría de bosques y recolección silvestre. Andalucía también aumentó su superficie de especies aromáticas y medicinales. Los pastos y praderas, así como los
bosques y áreas de recolección silvestre, ocupan el 56,08% de la superficie total de agricultura ecológica, mientras el resto se dedica a cultivos diversos. Como dato negativo, hay que señalar que la producción ecológica española se dedica fundamentalmente a la exportación (haciendo que deje de ser ecológica), ya que los niveles de consumo interno son bajos. España es un Estado considerado como exportador medio de productos ecológicos a la UE, detrás de Italia y Francia. Se exporta casi toda la producción ecológica de cereales y oleaginosas y la mayor parte de frutas y hortalizas, además de vino y aceite, lo que viene a representar aproximadamente el 80% de la producción ecológica total. Además, España importa hortalizas y frutas, cereales, patatas y productos elaborados, estos últimos fundamentalmente de Italia. Estos datos se reflejan en la tabla 8. La aparición de contaminación en maíz ecológico en Aragón y Cataluña y la dificultad de conseguir piensos libres de transgénicos son factores que dificultan el avance de esta forma de producción.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? En algunas poblaciones de España consumidores/as y agricultores/as se han agrupado en cooperativas que eliminan los intermediarios/as. De este modo, el agricultor/a consigue un precio justo para su producción ecológica, se favorece un modelo de producción y de distribución de alimentos sostenible y el consumo es saludable y de calidad. Y todo ello con una compra por un precio similar al de la agricultura industrial. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Favorecer medidas agroambientales como la promoción de variedades autóctonas, el ahorro de agua, la extensificación de la producción, la gestión integrada de las explotaciones y el uso complementario de animales y plantas en una misma explotación, favoreciendo la biodiversidad en el agroecosistema y huyendo de la intensificación y especialización que tanto daño ha hecho ambiental y socialmente al medio rural. Fomentar y extender las prácticas de la agricultura ecológica a través de subvenciones directas y penalizaciones a la agricultura más agresiva con el entorno. Promocionar el uso de abonos y pesticidas naturales. Informar a los consumidores/as sobre las ventajas que reportan los alimentos procedentes de la agricultura ecológica y potenciar canales de comercialización local y de venta relación directa entre agricultores/as y consumidores/as. Unas políticas decididas a nivel europeo, estatal y autonómico son claves para promover la agricultura ecológica. Además, según la FAO (el organismo de Naciones Unidas sobre alimentación), en los países del Sur los métodos ecológicos suelen duplicar o triplicar la productividad de los sistemas agrarios tradicionales. Tabla 8: Importación/exportación de alimentos ecológicos en España
Cereales Aceite oliva Aceites vegetales Hortalizas Patatas Fruta fresca/F. secos Vino
Importaciones Cantidad (t) % Consumo 2.000 13 sd sd sd sd 1.000 17 2.000 56 82-1.000 0,3-12 sd sd el ecologista, nº 51:
Exportaciones Cantidad (t) % Producción 35.000-37.695 72-90 sd sd sd sd 15.000-30.000 74,2-76 2.000 56 29.000-40.000 77,1-80 30.000 hl 36,2 marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: tabla 1.18.5 (OSE 2006)
Fuente: tabla 1.18.1 (OSE 2006)
Tabla 7: Variación de superficie inscrita en ae 2004-2005 y % sau (en verde, disminución de superficie respecto a 2004, sau: superficie agraria útil)
61
Sector pesquero Durante siglos se han tratado los recursos pesqueros como si fueran ilimitados. Esta consideración, junto con el desarrollo de técnicas de pesca que permitían capturas por encima de la capacidad de regeneración de las poblaciones marinas, ha llevado a este sector a una situación crítica. Las capturas son cada vez menores y exigen recorrer mayores distancias, mientras las comunidades cuya economía y cultura se basaban en la pesca han tenido que diversificar sus actividades para sobrevivir. La situación de la pesca es un buen ejemplo de lo que significa superar la capacidad de carga de un medio vivo. La insostenibilidad del medio marino tiene que ver también con el depósito de residuos contaminantes de origen industrial, agrícola, minero y de mareas negras, que se vierten en las plataformas costeras o llegan a través de los ríos. La investigaciones que demuestran la existencia de metales pesados tóxicos en buena parte del pescado para el consumo humano han de considerarse al analizar la insostenibilidad. Los principales rasgos que definen al sector pesquero en los últimos años son: • En primer lugar, un alarmante estado de agotamiento y de sobreexplotación de numerosas poblaciones de peces, cuya captura va más allá de los límites biológicos de la especie. • Por otro lado, la capacidad de las flotas pesqueras supera las posibilidades de pesca disponible, lo que produce fragilidad económica en el sector pesquero. • Por último, las flotas industriales de larga distancia que operaron durante
62
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
años sin apenas control se ven frenadas por progresivas políticas de regulación pesquera en las costas de algunos países periféricos. Además, el control y vigilancia de la normativa internacional y europea ha sido bastante laxo.
¿Cuál es la situación? España ha pasado de ser un país con superávit en recursos pesqueros a comienzos de los años 80 a convertirse en un área deficitaria y necesitada de importaciones. Las importaciones fueron aumentando de manera progresiva, hasta duplicarse en el periodo 1993-2001. A la vez, las exportaciones también crecieron en una proporción similar (ver figura 68). La evolución del sector pesquero en el quinquenio 2000-2004 ha sido decreciente, recuperándose en parte en el último de estos años. Galicia genera el 35% de de la riqueza total por la pesca, seguida de Andalucía con el 16,4%, el País Vasco (14%), Canarias (11%) y la Comunidad Valenciana (8%). Si se hace un breve repaso a la situación de algunas especies, se puede apreciar cómo la mayoría de los bancos europeos
de bacalao ha menguado de un modo considerable desde 1980 y se considera que está en riesgo de desaparición. Otro ejemplo es el de la anchoa, que podría desaparecer en el Cantábrico. La Comisión Europea ha decidido cerrar el caladero sin fecha, aunque permite la pesca “científica”, mientras el mundo científico advierte de que puede que no se recupere. En 2005, las cuotas de pesca de algunas especies como la anchoa para España han sido más permisivas que lo que hubiera cabido esperar. La sobreexplotación mundial del atún rojo redujo a un mínimo histórico en 2006 las capturas en almadraba, un modo de pesca que tiene 3.000 años de antigüedad. Aunque España forma parte de diversos acuerdos internacionales, la flota pesquera española está contribuyendo a que una serie de especies (entre las que se encuentran el rape, la anchoa, la merluza y la caballa) estén entrando en una vía hacia el peligro de extinción. A pesar de esa sobreexplotación, la flota pesquera se ha visto reducida un 25% en los últimos 10 años por las regulaciones
Figura 68: Comercio exterior (millones de toneladas) 1,8 1,4
1,64
Importaciones
1 0,6 0,2
0,85
0,87 Exportaciones
0,32 1993
1995
1997
1999
2001
2003
Fuente: fig. 1.19.9 (OSE 2006)
¿Cómo se relaciona la pesca con la sostenibilidad?
A pesar del descenso en las capturas, el sector pesquero está produciendo impactos fuertes que amenazan con la desaparición a varias especies como el rape, la anchoa, la merluza y la caballa. Al mismo tiempo, se siguen deteriorando los ecosistemas marinos y la biodiversidad que albergan.
Figura 69: Capturas y producción de peces (miles de toneladas de peso vivo) 1600 1200 800 400 0 1994
1995
1996
1997
1998
Capturas
1999
2000
2001
2002
2003
Acuicultura
Fuente: fig. 1.19.6 (OSE 2006)
en los caladeros y las artes de pesca, así como por la reducción de las poblaciones de peces. En esos mismos años, la población dedicada al sector se ha reducido el 40% y las capturas lo han hecho el 20%. Desde hace algunas décadas, en España, se buscan alternativas mediante la potenciación de la acuicultura (cría de peces en cautividad para su posterior sacrificio). Los productos pesqueros provinentes de la acuicultura se han duplicado hasta representar el 26% del total de producción pesquera en 2003, cuando en 1994 suponían el 14% (ver figura 69). Algunas formas de acuicultura pueden ser insostenibles debido a varias razones: la alimentación de los peces y sus excrementos, que producen un incremento de la concentración de nutrientes y éstos pueden causar eutrofización (agotamiento del oxígeno del agua y muerte de la fauna que en ella habita); la captura de otros peces para la alimentación de los que se están criando; la mayor facilidad de propagación de enfermedades; la liberación al medio de especies invasoras y otra serie de impactos ambientales. 500.000 Una segunda consecuencia de la disminución de los bancos pesqueros tradicionales (Mediterráneo, Atlántico Noreste, Atlántico Sur-occidental) es que la flota española cada vez se desplaza más lejos en su actividad pesquera, como se aprecia en la 400.000 figura 70.
Figura 70: Distribución de las capturas por áreas geográficas
¿Qué se puede hacer?
¿Qué pueden hacer las instituciones? Dado el nivel de agotamiento de gran cantidad de especies, urge aumentar la regulación de las capturas y controlar seriamente el cumplimiento de estas regulaciones con el fin de eliminar la sobrepesca, reconstruir las poblaciones agotadas y proteger las especies asociadas a éstas. El control de vertidos en ríos y mares es otra acción necesaria para preservar la vida marina. Es fundamental la regulación y supervisión de la acuicultura, de modo que no afecte a otras poblaciones y produzca pescado saludable. Han de promoverse planes de reconversión laboral que ofrezcan alternativas a la población que ya no puede ser absorbida por el sector pesquero.
300.000
200.000
100.000
0 1993
1995 Atlántico Noroeste Mediterráneo Atlántico Antártico Pacífico Centro Oriental
1997
1999
2001
Atlántico Noreste Atlántico Sud-occidental Océano Índico Oriental Pacífico Sud-oriental
el ecologista, nº 51:
2003
Atlántico Centro Occidental Atlántico Sud-oriental Océano Índico Antártico
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 1.19.7 (OSE 2006)
¿Qué puedes hacer tú? Pedir información sobre la procedencia del pescado que comes y actuar en consecuencia primando la producción cercana y de especies que no estén amenazadas. Exigir a las empresas locales el control de sus vertidos y denunciar los casos de incumplimiento.
63
En paralelo al aumento del nivel adquisitivo de los hogares, se ha incrementado el impacto ambiental de los mismos, como el incremento de generación de basuras y la emisión de gases de efecto invernadero.
Sector residencial
64
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
100 80 60
20
Extremadura
Ceuta y Melilla
Cast.-La mancha
Canarias
Andalucía
Galicia
Murcia
Asturias
Castilla y León
Total
C. Valenciana
Cantabria
Aragón
La Rioja
Cataluña
0
Fuente: fig. 1.20.4 (OSE 2006)
40
Navarra
Los hogares españoles son cada vez más numerosos, más consumidores y con menos miembros. Además, aumenta el gasto y el endeudamiento por el consumo de servicios y por la adquisición de vivienda. De este modo, en 2004 el consumo de las familias fue un 14% superior al de 2000 y un 39% superior al de 1995. Entre 1998 y 2003 el número de hogares creció un 15,7%. El tamaño medio de cada hogar era de 3,23 personas en 1998 y ahora ha pasado a 2,94. Uno de cada cinco hogares era unipersonal en 2003. La
120
Illes Balears
¿Cuál es la situación?
sumo de servicios (agua, luz, ocio, salud, educación...) y sobre todo en el coste de la vivienda. El consumo en servicios ha pasado de ser el 20% del gasto total en los años ochenta al 30% en 2002. Los servicios suelen ser menos intensivos en el uso de recursos renovables y, por lo tanto, menos impactantes. La vivienda en propiedad tiene un fuerte peso en el endeudamiento familiar. España es el Estado de la UE con mayor proporción de viviendas en propiedad (más del 70%) y el menor de viviendas en alquiler (10%). La media de años de salario completo que ha de dedicarse al pago de una vivienda media con un salario promedio es de 7,9 años. Este peso del precio de la vivienda varía por comunidades autónomas, llegando a ser de 11,3 años en la Comunidad de Madrid, 10,7 en Baleares y 10,2 en el País Vasco, mientras que hacen
Figura 71: Consumo familiar medio por CCAA. Índice: media española=100.
C. Madrid
Como hogar se entiende un conjunto de personas (una o varias) que residen habitualmente en la misma vivienda. La importancia del sector residencial para la sostenibilidad no sólo radica en su demanda de recursos (agua, energía), en los residuos que genera y en su capacidad para influir sobre la actividad industrial y comercial con su poder adquisitivo, sino que también está profundamente relacionado con el bienestar y la cohesión social, pues aporta su “producción invisible” (realizada en su mayor parte por las mujeres) en trabajo doméstico, cuidados y atención voluntaria a diferentes colectivos en dificultad social. Los modos de vida en los hogares y la concepción del bienestar en la que apoyen sus consumos pueden contribuir a acercarse o alejarse de la sostenibilidad, ya que la aportación del consumo de los hogares a diversos indicadores ambientales es muy significativa.
tendencia a los hogares unipersonales hace que muchos consumos de posible uso colectivo aumenten (ordenador, lavadora, calefacción...). Además, el fuerte aumento de hogares con una segunda residencia (ver sector turismo) produce una duplicación del equipamiento y de algunos consumos, además del impacto en el territorio de las segundas residencias. En 2002, casi 1.200.000 hogares estaban formados por personas mayores de 65 años solas. La dependencia de estas personas sigue siendo cubierta por el sector informal, fundamentalmente por mujeres. Las comunidades con un consumo familiar mayor son País Vasco, Madrid, Navarra, Baleares y Cataluña. En la franja inferior están Extremadura y Castilla-La Mancha, según se aprecia en la figura 71. El aumento del gasto se basa en el con-
País Vasco
¿Cómo se relaciona el sector residencial con la sostenibilidad?
Fuente: fig. 1.20.7 (OSE 2006)
falta 6 años en Galicia y 4,3 en Extremadura. Es llamativo el enor- La principal conclusión de todos estos datos es que el aumento me esfuerzo que supone contar con un recurso imprescindible de los consumos en los hogares y las presiones sobre el medio como es la vivienda, frente a la accesibilidad de otros consumos ambiente marchan parejas. La tendencia a la vivienda personal superfluos. incrementa no sólo los impactos ambientales, sino también los Parece extendida la insostenible y errónea asociación entre sociales, ya que marca una clara tendencia al individualismo y la bienestar y consumo. Casi el 100% de los hogares poseen telé- soledad, y a una dependencia del mercado para casi todo (para fono, frigorífico, lavadora automática y televisión. Entre la mitad cuidar de nuestros/as mayores, hijos/as...). y tres cuartas partes tiene coche, microondas y cadena de música. Más de la cuarta parte tiene ordenador personal, cocina eléctrica, ¿Qué se puede hacer? congelador y lavavajillas. Los aires acondicionados se están exten- ¿Qué se puede hacer desde los hogares? diendo con rapidez. Todo ello explica el aumento del consumo Reducir el consumo energético y de agua. eléctrico: la demanda eléctrica del sector doméstico supuso en Uso de las tecnologías más eficientes (electrodomésticos y 2003 el 26,4% de la demanda eléctrica total, habiéndose incre- bombillas de bajo consumo, uso de cocinas de gas natural...). mentado el consumo eléctrico en un 33% por persona desde Disminuir la producción de basura y realizar un adecuando 1998 (ver figura 72). tratamiento de la misma potenciando la reutilización antes que En el estudio de la ecoeficiencia de los hogares, si tomamos el reciclado. como base el año 1998 y el consumo por hogar, se observa que el único consumo que parece haber descendido es el de agua, como ¿Qué puede hacer la administración? se aprecia en la figura 73. Sin embargo, si atendemos al consumo Promocionar viviendas colectivas o con ciertos servicios de uso por persona (recordemos que los hogares son más numerosos colectivo. y más pequeños) veremos que entre 1998 y 2003 el consumo Diseñar planes urbanísticos que reduzcan la exigencia de de agua realmente aumentó un 5%, como se ve en la figura 72. transporte privado. El consumo de agua de los hogares españoles representó en Desarrollar políticas de conciliación de la vida laboral y 2003 el 65% del agua distribuida para abastecimiento público. familiar. El consumo energético y las emisiones de CO2 han empeorado Desarrollar campañas de sensibilización sobre la necesidad de de forma significativa, como se aprecia en la figura 73. El coche y reducir el consumo. la calefacción representan más de la mitad del CO2 emitido por el consumo familiar. Los hogares representan aproximadamente Figura 72: Evolución de la intensidad de uso de agua el 14% de las emisiones de CO2 en Europa. y de electricidad por persona (Índice 1988=100) El número de vehículos por hogar ha aumentado. Ésta es otra 140 fuente de presiones ambientales. A finales de la década de los setenta existía una relación de 6 habitantes por cada turismo, 135 cuando en 2002 era ya de 2,17 habitantes por coche. 130 El consumo medio de energía en los hogares ha aumentado 125 desde la década de los ochenta, pasando de 0,54 a 0,74 tonelana das equivalentes de petróleo por hogar, debido al aumento del 120 erso p / ad equipamiento. El petróleo, a través de sus derivados (gasóleo, 115 icid ectr l e gasolina, fuel), es la fuente de energía más utilizada en los hogares, 110 seguido del consumo eléctrico y el gas natural (que aumentan 105 fuertemente). Los consumos medios de energía por hogar en el agua/persona Estado español se sitúan por debajo de los de la UE, incluso con 100 la corrección por el clima más benigno. 95 Entre 1998 y 2002, la generación de residuos urbanos ha 90 aumentado el 4%. En España se genera una media de 1,34 kilos 1998 1999 2000 2001 2002 2003 de residuos domésticos al día por habitante, menos que en los países de nuestro entorno. El 11% de Figura 73: Ecoeficiencia del sector residencial (1998-2003. Índice 1998=100) la basura generada por el sector doméstico son plásticos, que son fabricados a partir del petróleo Consumo energético y tienen un reciclaje complejo. 120
Nº de hogares Gasto consumo final
Emisiones de CO2
110
Turismos por hogares 100 Consumo de agua
90
1998
1999
2000
2001
el ecologista, nº 51:
2002
2003
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 1.20.6 (OSE 2006)
Producción de residuos
65
¿Cómo se relaciona la edificación con la sostenibilidad? Los modos de edificación tradicionales estaban adaptados a las condiciones climatológicas del territorio, utilizaban materiales constructivos autóctonos y aprovechaban los recursos naturales (cercanía del agua, protección de los valles...). Los cambios en los modos de construcción derivados de la producción de nuevos materiales y el desarrollo de maquinaria más potente, unidos al abaratamiento de los transportes que permitían desplazar materiales a grandes distancias, han dado paso a una forma de construcción homogénea que se desliga de las condiciones del territorio y es, por tanto, mucho más destructora de recursos y productora de residuos. Junto a estos modos de edificación, se han desarrollado modelos urbanísticos al servicio del automóvil, también muy exigentes en materiales y consumo de energía. La edificación moderna produce un fuerte impacto en la sostenibilidad. Desde el punto de vista ambiental, es causante de enormes presiones (consumo de energía, emisiones contaminantes, consumo y gestión del agua, gasto de materiales, generación de residuos, y el suelo alterado por el proceso urbanístico). Desde el punto de vista social, es importante analizar la dificultad de acceso a la vivienda (evolución de los precios y esfuerzo que representa la compra de vivienda con respecto a la renta, y el endeudamiento, asunto del que se habla en el sector residencial), así como la proporción que existe de viviendas de protección oficial y en régimen de alquiler sobre el total. Los modos de ocupación del territorio
66
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
están cambiando, de manera que la ciudad clásica, de construcciones compactas, va siendo desplazada por la urbanización difusa que a menudo se ubica en suelos de calidad, desnaturalizándolos. Además, los diferentes modos de urbanización facilitan determinados modos de relación comunitaria y afectan al nivel de cohesión social. La urbanización dispersa, a la que actualmente se tiende, es un elemento más que dificulta la creación de comunidades cohesionadas y capaces de dar respuestas colectivas a sus problemas. Además, significa potenciar un modelo fuertemente dependiente del transporte.
¿Cuál es la situación?
la población (que lo hizo el 11%). Este crecimiento se debe, entre otras razones, al fuerte desarrollo de la segunda residencia en el litoral y a las altas tasas de rentabilidad de la inversión inmobiliaria, que han atraído importantes sumas de capital. Mientras entre 1990 y 2000 la población creció un 5%, la superficie artificial lo hizo un 29,5%, como se aprecia en la figura 75. Esta expansión de áreas urbanas de baja densidad comenzó en los años setenta, pero es ahora cuando el consumo de suelo se dispara, pues a este factor se unen la construcción de infraestructuras comerciales, de ocio, el aumento de zonas de extracción y vertido de residuos, así como de zonas verdes artificiales no adaptadas al suelo ni a las condiciones climáticas. El sector de la construcción ha sido un elemento central en la oferta laboral y en el fuerte desarrollo económico de los últimos años. En 2005 este sector creció un 6% (ver figura 76) y, en el período 1995-2004, la participación en el PIB ha
El sector de la edificación representó el 76% de la construcción que se realizó en España en el año 2005. Este sector tiene una importancia clave, ya que debería dar respuesta a necesidades sociales primarias (como la primera vivienda) o derivadas de la actividad económica. Sin embargo, la tipología residencial que proporcionalmente más ha crecido es la de vivienda vacía (ver Figura 74: Panorama edificatorio nacional figura 74). 160 Desde 1991, y esViviendas vacías: 152% pecialmente desde 1996 hasta la actualidad, la edificación ha 42% s: 1 conocido un impor- 140 ria a d un 40% tantísimo crecimiento, sec s: 1 as ale d p i n c mientras que el sector ie rin Viv 0% as p de la rehabilitación no nd l: 13 e i tota Viv n ció ha crecido. Así, desde 120 fica Edi 1991 hasta 2004, la edificación (fundamentalmente residenPoblación: 111% cial) ha aumentado 100 un 31%, el triple que 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2004
Fuente: fig. 1.21.1 (OSE 2006)
Sector de la edificación
La edificación se ha convertido en un sector con un fuerte impacto ambiental (consumo de recursos y producción de residuos) y social (alto nivel de endeudamiento familiar para comprar una vivienda). El auge de la construcción no responde a necesidades sociales, como lo prueba la alta proporción de viviendas vacías y segundas residencias. El sector de la edificación en España es claramente insostenible.
¿Qué puedes hacer tú? Prioriza el alquiler y, en segundo término, la compra de vivienda de segunda mano sobre la vivienda de nueva construcción. Al comprar una vivienda de nueva construcción, interésate por la eficiencia energética del inmueble (aislamiento, orientación adecuada, materiales adecuados, etc.). Solicita en tu ayuntamiento que en los nuevos desarrollos urbanísticos se construya con técnicas bioclimáticas y se aplique el Código Técnico de la Edificación, cuyo objetivo es lograr viviendas de mayor calidad y eficiencia. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Es necesario que la administración regule hacia una drástica disminución de la edificación en terrenos no artificializados. En este sentido es fundamental fomentar el alquiler penalizando la posesión de viviendas vacías y tomar medidas contra la especulación inmobiliaria. Todo ello garantizando que todas las personas puedan acceder a una vivienda digna. Será necesaria una reestructuración controlada del mercado
Figura 75: Edificación y ocupación del suelo 200
180
160
140 Parque de viviendas 120 Población 100 1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
Fuente: fig. 1.21.7 (OSE 2006)
Suelo ocupado
Figura 76: Aspectos socioeconómicos de la edificación (Índice 1995=100) 276% 260 PIB edificación 220 202% PIB total 180 172% en la Empleo ión cc ru st con 139% leo total
140
Emp
Población 100 1995
1997
1999
2001
111%
2003
2005
Fuente: fig. 1.21.2 (OSE 2006)
¿Qué se puede hacer?
laboral, que absorba al grupo de personas que actualmente trabaja en construcción y puede sufrir gravemente las consecuencias de una reducción en las edificaciones. En el campo ambiental, el ahorro y las medidas encaminadas a mejorar la ecoeficiencia del sector se han de convertir en un objetivo imprescindible para un sector con tanto impacto. Este objetivo puede afrontarse desde varias perspectivas: un fuerte impulso hacia la ciudad compacta (es decir, con las viviendas en forma de bloques de pisos), la rehabilitación de las viviendas vacías, el fomento del alquiler de las no ocupadas y medidas de disminución de la presión ambiental por superficie construida.
Figura 77: Evolución de la edificación y su relación con las emisiones
160
140
Parque de viviendas
120
100 1991
es
sion
Emi
Consumo energético
Población
1994
1997
2000
2003
el ecologista, nº 51:
2006
2009
2012
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 1.21.4 (OSE 2006)
pasado del 14,6% al 17%. La proporción de población ocupada en este sector ha aumentado hasta suponer el 12% del empleo total. De todo ello se deduce el impacto social y económico que necesariamente supondrá una reducción en la construcción, necesaria para la sostenibilidad. España se mantiene como el primer país de la Unión en crecimiento de la construcción y el segundo en su aportación al PIB, detrás de Irlanda. El consumo energético y las emisiones de CO2 asociadas a la edificación en el Estado español han aumentado fuertemente a partir de 2001, no sólo por el crecimiento del número de viviendas construidas, sino por el incremento del consumo energético por vivienda. Estos cálculos incluyen el proceso de construcción y uso, sin incluir los consumos en fases de demolición y vertido. Esto se observa en la figura 77. El aumento de consumo de energía por metro cuadrado construido se debe en parte a la colocación de aire acondicionado en los hogares. El aire acondicionado y la calefacción (fuertemente consumidores de energía) se están eligiendo como opción para controlar las temperaturas, en lugar de incorporar de forma generalizada criterios bioclimáticos en la construcción. El consumo de materiales sufrió un importante aumento entre 2001 y 2004. En la generación de residuos, España se sitúa en la media de la UE, aunque en el reciclaje de los mismos (que sólo alcanza el 5%) está muy por debajo de ella (donde se recicla el 28%). El consumo de cemento, una de las industrias más contaminantes, ha crecido a un ritmo menor que la vivienda. Con todo, ha sufrido desde 1987 hasta 2004 un aumento del 140%, con su consiguiente efecto en las emisiones de gases contaminantes. El sector de la edificación representa más del 40% del consumo de energía primaria total y más del 30% de las emisiones de CO2. Entre los años 1991 y 2004, el precio de la vivienda se ha incrementado en un 160% y el endeudamiento familiar (muy influido por el crédito inmobiliario para la compra de una vivienda) un 348%. Todo ello acompañado de una reducción de la vivienda protegida y de la oferta en alquiler, un 70% entre 1991-2001 y un 53% entre 1991-2004 (ver sector residencial). Este crecimiento no guarda relación con los costes asociados a la edificación ni con ninguna otra variable (exceptuando el precio del suelo) como el crecimiento del IPC o del PIB. Las previsiones son una desaceleración de los incrementos de los precios de la vivienda, un cierto incremento en los precios hipotecarios y en los plazos y, como resultado, el aumento del esfuerzo presupuestario en los hogares para el acceso a la vivienda.
67
Implantación de
Agendas 21 Locales En el año 2006, 2.604 municipios españoles estaban en alguna fase de desarrollo de su Agenda 21 Local.
Acciones para el cambio
¿Qué son las Agendas 21 Locales?
68
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Las Agendas 21 nacieron en la Cumbre de Naciones Unidas sobre la Tierra de Río de Janeiro, en 1992, como uno de los instrumentos básicos hacia la sostenibilidad. La Agenda 21 Local es un proceso para conseguir ciudades y pueblos sostenibles a través de la preparación y puesta en práctica de un plan de acción a largo plazo. Existen dos factores clave en este plan: uno se refiere a la participación ciudadana, que debe desarrollarse en todas las etapas de la Agenda 21 Local; y el otro es el ámbito que abarca la Agenda 21, que debe no sólo limitarse a temas ambientales sino también acometer aspectos económicos y sociales del municipio. Una Agenda 21 Local, normalmente, está compuesta por tres etapas: • Realización de un diagnóstico de la situación económica, social y ambiental del municipio. En el mismo se recogen datos tanto cuantitativos (población, flujos de materia y energía, productividad del municipio, etc.) como cualitativos (percepción ciudadana del estado del municipio en sus aspectos social, ambiental y económico). • Elaboración de un plan de acción. Se parte de la realización de un análisis de la realidad, de un diagnóstico de la situación. A partir de sus conclusiones se definen unos objetivos generales que se van desglosando en objetivos más específicos. Es muy importante que cada objetivo venga acompañado de una serie de indicadores que permitan evaluar la consecución del mismo una vez que se ponga en marcha
el plan de acción. • Elaboración de un plan de seguimiento. Este plan se llevará a cabo por un órgano de seguimiento de la Agenda 21 Local en el que estén integrados los agentes locales. Es importante señalar que el proceso iniciado no termina, ya que antes o después de la ejecución del plan de acción se detectarán nuevas problemáticas que pondrán en marcha de nuevo todo el proceso. El estado y la calidad de cada una de estas fases marcan el compromiso municipal con la sostenibilidad.
¿Cuál es la situación de las Agendas 21 Locales? La Agenda 21 Local es la iniciativa hacia la sostenibilidad más desarrollada entre los municipios: en marzo de 2006 había 2.604 ayuntamientos que estaban en proceso, más o menos avanzado, de llevarla a cabo. En Baleares, País Vasco y Canarias, el porcentaje de municipios que han iniciado este proceso supera el 75% (ver figura 79). Es necesario precisar que la mayoría de las Agendas de ayuntamientos españoles carecen de una visión integrada del municipio, centrándose fundamentalmente en aspectos ambientales. Además, se estima que pocas de las Agendas 21 que se ponen en marcha pasan de la fase inicial de análisis del contexto a la de diseño y puesta en práctica de un plan hacia la sostenibilidad, lo cual desvirtúa su voluntad real hacer el municipio más sostenible. En paralelo, a nivel autonómico y provincial se han ido constituyendo re-
Figura 79: Municipios con Agenda 21 Local o en proceso de implantación (marzo 2006)
Islas Baleares
84%
Pais Vasco
83%
Canarias
76%
Castilla-La Mancha
51%
Andalucía
49%
Valencia
48%
Cataluña
45%
Murcia
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puedes hacer tú? Implicarte en la Agenda 21 Local de tu municipio en los órganos de participación que habilite para ello, o exigiendo su creación, velando porque el plan de acción que se ponga en marcha suponga cambios reales hacia la sostenibilidad.
42%
Navarra
40%
Madrid
38%
Cantabria
38%
Extremadura
34%
Galicia
29% 24%
Asturias
¿Qué pueden hacer las empresas? Su concurso es fundamental para que la Agenda 21 pueda llevarse a cabo. Por lo tanto deberán participar en todo el proceso.
Aragón
Fuente: fig. 4.2.3 (OSE 2006)
des locales cuya finalidad es fomentar la implantación de Agendas 21 Locales en los municipios, sobre todo en los de menos recursos. Para ello, se fomenta la colaboración entre las entidades locales, se facilitan herramientas para la implantación, se destinan recursos (económicos y materiales) y se crean observatorios que permiten realizar un seguimiento de todas las actuaciones acometidas. Ejemplos de estas iniciativas se encuentran prácticamente en todas las comunidades autónomas y en numerosas diputaciones provinciales. El estado de desarrollo de estas redes se señala en la figura 80.
8%
La Rioja 6% Castilla y León 6%
¿Qué pueden hacer las administraciones? Sin duda, las administraciones públicas son las que tienen una mayor responsabilidad en este proceso, ya que deben impulsar los proyectos y tener la voluntad política para poner en práctica los acuerdos que afloren del proceso de la Agenda 21. Los principales retos respecto a la implantación de las Agendas 21 Locales se refieren a la calidad y el estado en el que se encuentran cada una de las fases que componen la puesta en práctica de las mismas. Un requerimiento importante para impulsar este proceso es capacitar a los cuadros técnicos y políticos en lo que significa e implica la sostenibilidad.
Comision Interdepartamental de la Agenda Local 21 de Cartagena
Figura 80: Estado de desarrollo de los procesos de Agenda 21 Local en los Ayuntamientos pertenecientes a las distintas Redes de Sostenibilidad (2005) Red provincial (Málaga) Red M.Valencianos
Firmantes Aalborg
RETE 21
Diagnostico o ecoauditoría comenzada
Red provincial (Huelva)
Diagnostico o ecoauditoría finalizada
CILMA
Plan de Acción aprobado
Xarxa Barcelona
Firmantes Aalborg+10
Alicante Natura
Red NELS Red CYPS CLM Red LS Cantabria Red Balear Ciudad 21
Nº de municipios 0
200
400
600
800
1.000
1.200
el ecologista, nº 51:
Fuente: fig. 4.2.2 (OSE 2006)
Udalsarea 21
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
69
Vertedero ilegal en el Parque de Cazorla
Normativa ambiental
70
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Química y biotecnología
Otros
Total
21 11 9 7 11 8 14 5 9 4 4 2 1 0 1 107 36,4%
9 4 8 8 7 6 0 7 2 3 0 1 0 1 0 57 19,4%
10 9 7 7 5 8 0 3 2 2 1 1 1 0 0 56 19,0%
2 10 6 5 2 3 2 2 2 0 1 0 0 1 0 36 12,2%
10 10 6 0 0 0 3 2 2 0 1 0 0 0 0 34 11,6%
0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0,7%
2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0,7%
54 44 36 27 25 25 21 19 17 9 7 4 2 2 2 294 100%
Fuente: tabla 4.4.1 (OSE 2006)
Impacto ambiental
España Italia Irlanda Gracia Francia Portugal Alemania Reino Unido Bélgica Holanda Austria Finlandia Dinamarca Luxemburgo Suecia Total UE-15 Europa
Aire
El Estado español estaba en 2004 a la cabeza de las infracciones de la legislación ambiental en la UE-15 (el 18,3% del total), como se refleja en la tabla 9. En 2005, el Estado español fue responsable del 16% de todos los procedimientos de infracción abiertos en la UE por una mala aplicación de la legislación ambiental comunitaria, colocándose en segundo lugar tras Italia.
Tabla 9: Incumplimientos de Directivas europeas por países 2005
Residuos
¿Cuál es la situación?
nuncias que ha cursado el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) son por infracciones relacionadas con residuos tóxicos, industriales y urbanos, seguidas de las leyes sanitarias, de caza y de aguas interiores. Estas denuncias engloban a toda la legislación ambiental, no sólo la de origen europeo. Esto se puede apreciar en la tabla 11, donde se detalla si la infracción es de tipo penal (la más grave) o administrativo (de menor importancia). Además, el número de delitos con sentencia firme aumenta de manera constante, gracias al incremento de los delitos relacio-
Agua
La Unión Europea es una importante fuente de legislación, no en vano cerca del 80% de las leyes que se están incluyendo en las leyes españolas tienen origen en la transposición de directivas europeas. Un país puede incumplir las directivas europeas si no las traspone a su legislación, si lo hace mal o si no las aplica o las vulnera aunque las haya transpuesto correctamente. Aunque la gran mayoría de la legislación ambiental europea se aprueba en forma de directiva, también existen algunos reglamentos con implicaciones ambientales que no necesitan ser traspuestos al ser de aplicación directa (por ejemplo, el reglamento REACH sobre el control de las sustancias químicas tóxicas). La transposición de las directivas da lugar a la creación de la ley básica estatal, la cual será desarrollada por las distintas comunidades autónomas, dado que son ellas las que presentan la mayoría de las competencias en medio ambiente. Los ayuntamientos también presentan competencias en materia ambiental y, en función de ellas, desarrollan su propia legislación a través de ordenanzas municipales.
Además, el número de infracciones que atesora nuestro país es creciente y, de ellas, el 38,8% están relacionadas con la protección de la naturaleza y el 18,5% con los residuos. Por otro lado, en 2004 nuestro Estado tenía 8 leyes que la Comisión Europea considera que no están bien transpuestas. Si se relacionan las comunidades autónomas con el número de directivas europeas sobre las que se ha producido infracción o queja, aparecen en la cabeza de la lista Castilla y León, la Comunidad Valenciana y Galicia (ver tabla 10). Por otra parte, la mayoría de las de-
Naturaleza
¿Qué legislación ambiental existe?
Ha aumentado el incumplimiento de las directivas europeas y el número de delitos contra el medio ambiente y la ordenación del territorio.
2003
2004
9 5 5 4 11 1 17 11 4 2 13 6 1 5 5 1 11
8 2 2 3 2 1 11 5 5 1 9 2 0 1 4 2 11
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puede hacer la sociedad civil? El mecanismo más eficaz de lucha contra la degradación ambiental no es la represión de las infracciones, sino la educación para que no haya quien quiera llevarlas a cabo. De este modo, es fundamental la labor de concienciación que están llevando a cabo las organizaciones sociales. Asimismo, avanzar hacia procesos autoorganizativos en los que la ciudadanía se responsabilice de forma creciente de sus actos también ayudará, necesariamente, a reducir la degradación ambiental. En todo caso, la disciplina ambiental, es decir, hacer que la ley se cumpla, es hoy por hoy una herramienta esencial para la lucha contra la degradación del entorno, ya que hay una sensación de impunidad ambiental por parte de determinados sectores. En ese sentido, es muy importante la implicación de los movimientos sociales en la denuncia de las infracciones ambientales. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Dado que uno de los principales problemas es la insuficiencia de medios materiales y humanos para hacer frente a la amplia tipología de delitos ambientales existentes (además de la ausencia de voluntad política en muchos casos) se deberían aumentar las
partidas dedicadas a medio ambiente por parte de los organismos competentes. Una segunda línea de acción de mejora pasa por poner en marcha los mecanismos necesarios para que quienes han degradado el entorno deban reparar el daño causado, dentro de lo posible. Tabla 11: Infracciones cursadas por el Seprona, 2004 Conceptos Ordenación del territorio Leyes sanitarias Minería Turismo, ocio y deportes Flora, bosques y montes Atmósfera Incendios forestales Fauna Patrimonio histórico Aguas continentales Aguas marítimas Residuos Costas CITES Otros convenios Otros TOTAL
120
Penal 239 138 21 3 122 53 1.922 295 37 222 20 98 5 10 2 741 3.871
Infracción Actas Administrativa 5.714 487 28.786 3433 1.969 134 8.580 302 3.603 110 4.546 1.731 3.390 75 39.910 2.037 531 38 7.547 918 415 66 40.204 2.569 5.467 67 589 403 174 58 21.023 1.544 172.448 13.972
TOTAL 6.440 32.357 2.124 8.885 3.778 6.330 5.387 42.242 606 8.687 501 42.871 5.539 1.002 234 23.308 190.291
Fuente: tabla 4.4.3 (OSE 2006)
Fuente: tabla 4.4.2 (OSE 2006)
Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Cataluña Extremadura Galicia País Vasco La Rioja Madrid Murcia Navarra C. Valenciana
nados con la ordenación del territorio (ver figura 81). Por zonas, se aprecia cómo en Madrid, Levante y Andalucía es donde se comente el mayor número de infracciones relacionadas con la ordenación del territorio. Cataluña y el País Vasco tienen la tasa más alta de delitos por vertidos en acuíferos y emisiones contaminantes. Asturias, Castilla-La Mancha, Cantabria y Extremadura son las regiones donde se concentran los ataques sobre la flora y fauna. La comunidad autónoma en la que históricamente aparece un mayor número de delitos es Andalucía, y donde más aumentan es en Murcia, País Vasco y Canarias.
Figura 81: Evolución de los delitos al medio ambiente en España según su tipología1998-2004
100 Medio Ambiente
80 60
Ordenación del territorio
40 20 0
Patrimonio histórico
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
Fuente: fig. 4.4.5 (OSE 2006)
Tabla 10: Nº de procedimientos
abiertos en las CCAA 2003-2004
Hotel incumpliendo la ley de Costas en Águilas, Murcia. el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
71
Tributación ambiental
72
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra P. Vasco
1994 2003 1997 2006* 1994 1991 1991 i 1987* 1986 2002* 2002* 1981 1992
2000
2003
2000
2000 2003
1997 1993 1995 1994 1984 2000 2006* 2006* 1989
(*): aprobado pero no aplicado; (i): inconstitucional Fuente: tabla 4.7.2 (OSE 2006)
Imp. depós. residuos pelig.
canon resid.
Imp. productos energ.
Tabla 12: Impuestos ambientales de las ccaa 1994-2003 Imp. emis. atm.
¿Cuál es la situación? En la tributación ambiental en España se ha generalizado el uso del término canon. Algunos cánones tienen naturaleza jurídica análoga a las tasas, aunque también existen ejemplos donde son definidos como impuesto con finalidad ecológica (canon del agua catalán) o simplemente como ingresos (canon de saneamiento gallego). Exceptuando la fiscalidad sobre el agua, España no tiene tributos ambientales relevantes. De este modo, el eje básico de la política ambiental sigue pivotando sobre la normativa. Entre la tributación ambiental estatal sólo figuran los impuestos energéticos convencionales, especialmente a los hidrocarburos, los cuales no tienen un carácter finalista. La mayor parte de los tributos
ambientales autonómicos están relacionados con las emisiones de residuos sólidos. El resto de figuras se pueden agrupar en tres tipologías: impuestos sobre emisiones contaminantes, impuestos sobre productos y procesos energéticos e impuestos que gravan el depósito de residuos sólidos de distinta naturaleza, como se indica en la figura 82. En cualquier caso, hay que señalar que la recaudación obtenida de los impuestos ambientales es muy poco significativa respecto a los ingresos totales autonómicos, aunque sí es relevante dentro de los tributos autonómicos propios.
canon vert. líquid.
Un tributo ambiental es un instrumento que sirve para la incorporación de los costes ambientales (y su reparación) al precio de los bienes, servicios y actividades que los producen. Se pueden clasificar en tres tipos: • Tasa de cobertura de costes. Son creadas, por ejemplo, para cubrir los costes de los servicios ambientales y de las medidas de control de la contaminación, como el tratamiento de aguas. • Impuestos incentivo. Pretenden cambiar el comportamiento de productores/as y/o consumidores/as. • Impuestos ambientales de finalidad fiscal. En este caso el objetivo es aumentar la recaudación. Los impuestos son finalistas si dedican lo recaudado a solventar los problemas por los que se han creado, y son no finalistas si el dinero se invierte en otros menesteres. En ambos casos, desincentivan las actividades impactantes por encarecerlas, si bien son indudablemente más deseables los finalistas. El objetivo último de la tributación debe ser incluir todos los costes que suponen las distintas actividades, incluyendo los sociales y los ambientales. Es decir, debe ayudar a la transición desde una economía centrada en el aumento de beneficio económico hacia una economía ecológica basada en la satisfacción de las necesidades de todas las personas en equilibrio con el entorno. En todo caso, hay que tener en cuenta que no todos los costes de una acción que posee un impacto sobre el medio ambiente pueden ser valorados moneta-
riamente. Por tanto, se debe proceder en base al principio de precaución, es decir, es preferible no producir los daños, aunque luego se trabaje en su reparación una vez se hayan producido. En ese último sentido, al analizar los tributos ambientales, también hay que mencionar los antiambientales, esto es, las exenciones de tributos o las subvenciones que se dan para la realización de actuaciones que degradan el entorno, como es el caso de las que reciben los combustibles fósiles para distintos usos (carbón, queroseno) o la industria nuclear.
canon saneam. agua
¿Qué son los tributos ambientales?
El sistema tributario español no ha evolucionado hacia una tributación verde, excepto en el caso de la fiscalidad sobre el agua.
2003 2006*
Depósitos de residuos 3%
Producción y transporte de energía 8% Emisiones 6%
Cánones de saneamiento 83%
Fuente: fig. 4.7.3 (OSE 2006)
En la tabla 12 se recogen varios de estos tributos por comunidades autónomas. Las comunidades que tienen un desarrollo más deficiente en este aspecto son el País Vasco y Castilla y León. De todos modos, no hay ninguna comunidad que se pueda presentar
como modelo a seguir. En cambio, sí son comunes los ejemplos de tributaciones antiambientales, por ejemplo, puede ser desgravable la adquisición de productos altamente contaminantes como los pesticidas, fertilizantes y componentes radiactivos, así como las provisiones por responsabilidades futuras, aunque supongan impactos ambientales.
¿Qué se puede hacer? ¿Qué pueden hacer las administraciones? Las administraciones deberían poner en marcha deducciones por la implantación de prácticas anticontaminantes, como los programas de ahorro energético y mejora del entorno, y beneficios por la adquisición de tecnologías menos impactantes. Además, hay que avanzar hacia una fiscalidad verde, en la cual los impuestos finalistas contemplen los costos de las distintas actividades. Esto implica, en primer término, ampliar la fiscalidad a sectores que nos están recogidos o lo están insuficientemente, como los recursos minerales, las sustancias químicas peligrosas o el turismo. Dicho cambio de fiscalidad no tiene por qué implicar una mayor carga para la ciudadanía: en aquellos países donde han resultado exitosas experiencias similares, se han producido aumentos moderados pero continuos de los impuestos sobre la energía y otros recursos naturales, a la vez que se reducían los impuestos sobre la renta/trabajo o las contribuciones a la seguridad social. Para poner en marcha esta fiscalidad verde es necesaria la investigación en ámbitos como la evaluación de externalidades.
Gasto en medio ambiente ¿Qué son los gastos en medio ambiente? Los gastos relacionados con el medio ambiente contemplan desde la gestión de residuos hasta la protección de espacios naturales. Sin embargo, tendríamos que matizar que un alto gasto en medio ambiente no implica necesariamente una buena gestión ambiental; mientras, a la inversa, una buena gestión ambiental sí requiere de un elevado gasto en este tipo de políticas. Como es natural, existen discrepancias sobre las partidas que se pueden considerar “ambientales” y cuáles no.
¿Cuál es la situación? Hay que constatar que los gastos en protección ambiental han subido en los últimos años, aunque en 2003 suponían sólo el 0,92% del PIB estatal. La mayoría
El gasto en políticas que se acerquen hacia la sostenibilidad es muy inferior al de políticas que son marcadamente insostenibles. de este gasto se ha dedicado a la gestión de desechos, la gestión de aguas residuales y la protección de la biodiversidad y el paisaje, por este orden (ver tabla 13). Esta tipología de gasto es típica de una sociedad que tiene unos niveles de consumo cada
Tabla 13: Distribución del gasto público en Protección del Medio Ambiente Gestión de desechos Gestión de aguas residuales Reducción de la contaminación Protección de la diversidad biológica y del paisaje I+D TOTALES
2000 1.600 1.690 116 736 10 4.152
2001 2.867 1.295 244 926 16 5.348
el ecologista, nº 51:
2002 3.439 1.264 290 1.081 -6.074
2003 3.705 1.352 441 1.120 26 6.644
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: tabla 4.8.3 (OSE 2006)
Figura 82: Recaudación por tributos ambientales autonómicos en 2004
73
turas ese mismo año alcanzaron los 15.075 millones. Además de la escasez presupuestaria, un problema añadido es la falta de evaluación de los programas impulsados.
¿Qué tipo de iniciativas empresariales hay? Desde la década de los noventa han surgido numerosas iniciativas de carácter voluntario dirigidas a mejorar el comportamiento medioambiental y social de las empresas. El compromiso inicial más relevante que una empresa puede adoptar en materia de sostenibilidad es la implantación de un Sistema de Gestión Medioambiental, el cual tiene por objeto minimizar los efectos negativos de su actividad sobre el entorno. En el marco europeo, las posibilidades son dos: • Norma UNE-EN ISO 14001:2000. Se trata de un instrumento de ámbito internacional que se aplica a los aspectos
74
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Figura 83: Distribución del gasto
público en medio ambiente por Administraciones
Públicas. 2000-2003
¿Qué pueden hacer las administraciones? Las dos líneas básicas de mejora son aumentar las partidas y mejorar la calidad de lo realizado con ellas. Para esta mejora de la calidad se hace imprescindible una adecuada planificación y evaluación del gasto, así como estudiar cuidadosamente la dirección del mismo, de manera que éste se oriente primordialmente hacia acciones que avancen hacia la sostenibilidad. En definitiva, se trata de que se promuevan cambios en el sistema de producción y consumo, y no simplemente de que se amortigüen sus
(*)
ambientales de una organización o empresa, pero no incide sobre los impactos de la actividad de las mismas. Como ejemplo, esta norma, aplicada en una mina a cielo abierto, fomentaría prácticas como el uso de bombillas de bajo consumo y otras, pero no evitaría el impacto fundamental de la empresa: la mina a cielo abierto. La norma ISO 14001 exige que la empresa que quiera implantar el Sistema de Gestión Medioambiental sea auditada y certificada por un organismo acreditado. Se basa en un sistema cíclico de mejoras continuas. Se trata del Sistema de Gestión Medioambiental más extendido, siendo el que menos acciones obligatorias exige. • Reglamento 761/01 EMAS. Es un instrumento de la Unión Europea que asume como herramienta para la implantación
Corporaciones Locales
80%
CC.AA. Admón. Central
60% 40% 20% 0%
2000
2001
2002
2003
Se ha producido un importante incremento de las empresas firmantes de acuerdos ISO 14001 y EMAS. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos acuerdos no se llevan a la práctica y son una mera declaración publicitaria. del sistema la norma ISO 14001 pero presenta las siguientes diferencias: mayor grado de compromiso, obliga a la empresa a hacer públicos los resultados ambientales y es sólo de aplicación en la UE. Sin embargo, hay que señalar que la implantación de un Sistema de Gestión Medioambiental no garantiza una mejora del rendimiento ecológico de una empresa. Se han realizado investigaciones al respecto y no han hallado relación alguna
* En toda la revista las opiniones y
valoraciones vertidas representan únicamente a Ecologistas en Acción y no al Observatorio de la Sostenibilidad en España (no así los datos). Sin embargo nos parece importante recalcar este hecho en este apartado por el contenido del mismo.
Fuente: fig. 4.8.4 (OSE 2006)
¿Qué se puede hacer?
Iniciativas empresariales
impactos en el entorno.
100%
Central nuclear de Garoña
vez mayores, cuya principal preocupación ambiental es poner medidas de “final de tubería”, que no contribuyen a solventar la causa real de los problemas. Por comunidades autónomas, en 2001 el gasto oscilaba entre el 0,91% de su PIB en Cantabria y el 2,58% de Navarra. Se constata que el gasto ha ido creciendo progresivamente en todas las comunidades, aunque siga significando un porcentaje pequeño. El mayor gasto en medio ambiente se realiza en las corporaciones locales (ver figura 83), situándose en torno al 66% del total. Todas estas inversiones contrastan con las dedicadas a actividades fuertemente insostenibles: si en 2001 se gastaron 5.348 millones de euros en medio ambiente, las partidas que se asignaron al Ministerio de Defensa y a la construcción de infraestruc-
¿Cuál es la situación? En el año 2005, 7.549 empresas españolas habían certificado un Sistema de Gestión Medioambiental según la norma ISO 14001 y 545 con arreglo al EMAS (ver figura 84). En ese año, el Estado español fue el tercer país del mundo en número de empresas con un Sistema de Gestión Medioambiental certificado, después de Japón y China. España es, después de Alemania, el país europeo que dispone de un mayor número de empresas registradas en el sistema comunitario EMAS. Si se utiliza como indicador el número de empresas registradas por millón de habitantes, España pasa a ocupar la cuarta posición (después de Austria, Dinamarca y Alemania). Las políticas de RSC no están suponiendo ningún compromiso real de cambio hacia la sostenibilidad por parte de la empresa, como lo denotan las prácticas fuertemente insostenibles de Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Repsol-YPF, ENCE, FCC, Acciona, SCH o BBVA.
al imperativo por el que se rigen: aumentar el beneficio o desaparecer. De este modo, para que la empresa pueda avanzar hacia la sostenibilidad debe salir de las reglas de juego capitalistas para abrazar las de la economía ecológica. ¿Qué pueden hacer las administraciones? Es necesario sustituir estos acuerdos voluntarios y poco vinculantes por acuerdos de obligado cumplimiento que permitan avanzar realmente hacia la sostenibilidad. Un ejemplo de la limitación de este tipo de iniciativas es que Repsol-YPF, probablemente la empresa más contaminante del Estado, tiene la certificación ISO 14001 en muchas de sus actividades. Entre otras, en sus exploraciones petrolíferas de Bolivia y Argentina, donde acumula varias denuncias por motivos ambientales, con sentencias previas condenatorias. Figura 84: Nº de certificaciones ISO 14001 y EMAS en España, 1998-2005 7.549 5.938
Certific. EMAS 4.860
Certific. ISO 1400 3.228
¿Qué se puede hacer? ¿Qué pueden hacer las empresas? La imposibilidad de que las políticas de RSC, y en general las voluntarias, avancen hacia la sostenibilidad no se deben a la mayor o menor voluntad de los directivos de las empresas, sino
2.064
18
164
1998
573
600
51
103
1999
2000
165
263
314
412
545
2001
2002
2003
2004
2005
el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 4.9.2 (OSE 2006)
entre la certificación del Sistema de Gestión Medioambiental y el rendimiento medioambiental de la empresa. Además, el mundo empresarial se ha lanzado a una carrera de imagen en la que las campañas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) son cada vez más abundantes.
75
Visitando una depuradora
Cada vez son más comunidades autónomas las que están elaborando y desarrollando proyectos de educación ambiental, entre las que destacan Cataluña y Andalucía. Sin embargo, la educación para la sostenibilidad es aún muy residual.
Educación para la sostenibilidad Hay que distinguir entre la educación ambiental y la educación para la sostenibilidad. La primera se centra en estudiar el entorno y, en ocasiones, las relaciones del ser humano con él. En cambio la educación para la sostenibilidad trata de revisar las categorías con las que leemos el mundo (desarrollo, riqueza, crecimiento, bienestar...) y transformar las prácticas insostenibles en nuestra interacción con él. Es decir que, además de los contenidos de la educación ambiental, se introduce el desarrollo de los conocimientos, habilidades y, sobre todo, valores necesarios para que la sociedad avance hacia la sostenibilidad. Históricamente, la educación ambiental surgió primero y, sólo en algunos casos, fue dando paso a progra180 mas de educación para 160 la sostenibilidad. Además, hay que 140 añadir que no todo lo que se denomina edu120 cación para la sosteni100 bilidad lo es realmente, ya que, en muchos ca80 sos, lo que se lleva a cabo realmente es la 60 educación ambiental 40 con un nombre más novedoso.
de redacción de una Estrategia de Educación Ambiental, o incluso la tienen ya redactada. Al hilo de este proceso se han venido desarrollando numerosos equipamientos para la puesta en marcha de proyectos de educación ambiental, tales como centros de interpretación, aulas de la naturaleza, granjas escuela, centros de educación ambiental, etc. Cataluña y Andalucía son los territorios que acogen el mayor número de estos centros (ver figura 85), mientras Extremadura, Navarra y Aragón son las comunidades con más equipamientos por habitante. Las líneas básicas de actuación de estos programas incluyen las campañas de divulgación ambiental (flora, fauna, interpretación del paisaje...) y los programas de educación ambiental (también centrados en temas de conocimiento del medio y,
en menor medida, de problemáticas ambientales). La educación ambiental se ha recogido como un contenido a trabajar de manera transversal en la educación formal (enseñanza reglada). De este modo aparece reflejada en el currículum escolar oficial. Si bien esto fue un avance respecto a estadios anteriores, la situación todavía es muy deficiente y el currículum escolar vigente fomenta todavía una forma de vida marcadamente insostenible, según se desprende de un reciente estudio sobre los libros de texto escolares elaborado por Ecologistas en Acción. Si se cruzan los indicadores de prácticas relacionadas con las sostenibilidad (como reciclar o leer revistas relacionadas con el tema), se observa que sus niveles más altos se asocian a aquellas comunidades
Figura 85: Equipamientos de educación ambiental por CCAA, 2004. Otros Centro de información Centro de interpretación Centro de Educación Ambiental Granja escuela Aula urbana Aulas de Naturaleza
20
¿Cuál es la situación?
76
el ecologista, nº 51,
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
R. de Murcia
Ppdo. Asturias
País Vasco
Madrid
La Rioja
Islas Baleares
Galicia
Extremadura
C. Valenciana
C. Foral Navarra
C.A. de Melilla
C.A. de Ceuta
Cataluña
Castilla y León
Cast.-La Mancha
Cantabria
Canarias
Aragón
La mayoría de las comunidades autónomas se encuentran en fase
Andalucía
0
Fuente: fig. 4.11.1 (OSE 2006)
¿Qué es la educación para la sostenibilidad?
que invierten más en educación ambiental. Estas comunidades son, además, las que poseen un carácter más urbano.
cindible proceso de aprendizaje colectivo se hace a través de la interacción entre la práctica y la teoría.
¿Qué se puede hacer?
¿Qué pueden hacer las administraciones? Continuar potenciando y fortaleciendo los programas de educación ambiental, haciendo que, progresivamente, se conviertan en educación para la sostenibilidad. Esto debe quedar recogido de forma transversal en todo el currículum educativo, entendiendo que transversalizar no es decir que lo voy a hacer en todos lados y luego no lo hago en ninguno, como se ha producido hasta ahora. Además es muy interesante potenciar planes como los de implantación de Agendas 21 Escolares.
Consumo responsable
Aunque el consumo de productos ecológicos en el comercio reglado es todavía incipiente, la experiencia de redes de consumidores/as y productores/as es amplia, rica y creciente. El consumo de productos de comercio justo también está aumentando.
¿Qué es el consumo responsable?
varias ONG de desarrollo.
El consumo responsable es el que se realiza teniendo conciencia de los impactos sociales y ambientales negativos que supone el consumo, intentando minimizarlos. Una forma de consumo responsable es la compra de productos ecológicos. Otra es la adquisición de productos de comercio justo, entendiendo como tal aquel por el que se paga un precio digno a los productores por sus bienes y cuyo trabajo se realiza en ausencia de cualquier tipo de explotación. Las organizaciones sociales han sido las principales promotoras del consumo responsable, creando redes para su distribución desde hace años. Ejemplos de ello son los grupos de autoconsumo, en los cuales productores/as y consumidores/as eliminan a los intermediarios y consiguen una distribución de alimentos ecológicos a precios similares a los del supermercado convencional. Un segundo caso son las tiendas de comercio justo asociadas a
En el mercado convencional hay una amplia oferta de productos ecológicos. Sin embargo, su consumo es bajo todavía, porque, en el 64,6% de los casos, hay ¿Qué pueden hacer las administraciones? un desconocimiento sobre ellos y no se Las administraciones deberían realizar encuentran con facilidad (ver figura 86). todas sus compras de forma responsable Los productos ecológicos son conocidos de manera que la producción ecológica y por el 72,5% de la población. el comercio justo fuesen criterios básicos Respecto al consumo de productos en su actuación. de comercio justo, Figura 86: Motivos para no consumir productos ecológicos aunque no existen datos claros, sí pareFalta de costumbre 1,2% ce evidente que se No se fía de que sean ecológicos 7,6% No le gustan 1% ha producido un auNo le encuentra Otros 2,8% mento de ventas no- ventajas frente Desconocimiento a los productos 33,3% table (del 67% entre convencionales 2001 y 2003). 9,6%
¿Cuál es la situación?
¿Qué se puede hacer? ¿Qué puede hacer la sociedad civil? Es fundamental, por
una parte, continuar potenciando y fortaleciendo las redes ya existentes. En todo caso, conviene no olvidar que el consumo más ecológico es siempre el que no se realiza.
Precio superior 28,1% No se encuentran con facilidad 31,3%
el ecologista, nº 51:
marzo 2007: Especial Sostenibilidad
Fuente: fig. 4.12.3 (OSE 2006)
Huerto biológico en Chinchón. Foto: Gneis
¿Qué puede hacer la sociedad civil? Desde los colectivos implicados en la educación se debe promover la crítica a las bases de la insostenibilidad. Desde esa revisión crítica habrá que recrear otras formas de relacionarnos con el planeta más respetuosas con el equilibrio de la vida. Las organizaciones sociales han sido y son pioneras en el empuje de la educación para la sostenibilidad, entendiendo que se hace necesaria una educación y una cultura de la sostenibilidad que impregne todos los aspectos de la realidad. Y ese impres-
77
sob d 2 de re e e la e pane Eco l Ca xp les log mb osic ist io C ión as lim en á Acc tico ió n
El Cambio Climático en España (I) Los cambios ya están aquí Disminuyen los glaciares y neveros
Durante el siglo XX, y sobre todo desde la década de los 70, las temperaturas en España han aumentado unos 1,5ºC, algo más que la media global del planeta. Las precipitaciones durante este periodo han tendido a reducirse.
Desde 1894 hasta 2000 la superficie glaciar de los Pirineos se ha reducido a una sexta parte (ha pasado de 1.779 hectáreas a 290). El número de días de nieve anuales se reduce sin excepción: casi un 41% entre 1970 y 2000 en Navacerrada (Madrid).
1.5
0.5
-0.5
-1.5
Monte Perdido 1905
© Lucien Briet/Museé Pyrénéen
Aumentan las temperaturas, disminuyen las lluvias
Sube el nivel del mar El nivel del mar ha aumentado 2,2 mm cada año en Vigo entre 1946-1996. En Alicante se ha observado una tasa anual entre 3-4,8 veces mayor en la década 1990-2000 que en la 1980-90.
Monte Perdido 2004
Cambios ya ocurridos
Subida anual del nivel medio del mar en Alicante (mm/año) 3,88
1,35
1980-1990
© Greenpeace/Clemente Álvarez
!NOMALÓAS ABSOLUTAS DE LA TEMPERATURA MEDIA ANUAL CON RESPECTO A LA MEDIA DEL PERÓODO EN EL .% DE %SPA×A #
Cambios en los ecosistemas Se ha alargado el ciclo vital de muchas plantas, aproximadamente 1 mes en últimos 50 años. Especies típicamente africanas han invadido la Península Ibérica y ya se reproducen aquí. Booms de algas. En el bosque del Montseny (Barcelona) la distribución de encinas ha subido 70 m y ha sustituido a las hayas. En la cumbre de Peñalara (Madrid), los pastizales de 2.300 m son sustituidos por especies leñosas como el enebro rastrero o el piorno serrano.
1990-2000
Desastres de la naturaleza en España (1980-2003) Pérdidas económicas
5.000
Sequías 12
4.000 3.000
8
2.000 4 1.000 0
1980
1984
1988
1992
1996
2000
2003
0
Fuente: 2004 Geo Risks Research Dept. Munich Re.
Alteraciones en la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas
FRENEMOS EL FRENEMOS CAMBIO CLIMÁTICO CAMBIOELCLIMÁTICO
Tomado de: Evaluación Preliminar de los Impactos en España por Efecto del Cambio Climático, Madrid 2005. Ministerio de Medio Ambiente y Universidad de Castilla-La Mancha.
Hay una significativa acumulación de siniestros en la última década (1994 - 2003). También aumenta el coste económico de la pérdidas generadas por estos siniestros. La mayoría son inundaciones.
16
Pérdidas aseguradas Nº de desastres
Nº de desastres
Más siniestros de origen climático
Pérdidas (miles de dólares)
6.000
El Cambio Climático en España (II) Los próximos años afrontaremos problemas muy graves Más calor
Pérdida de costas
Cada 10 años la temperatura aumentará 0,4ºC en invierno y hasta 0,7ºC en verano. El calentamiento en verano será superior en zonas del interior que en las costeras o en las islas. Cambios en las temperaturas (ºC)
Hacia finales de siglo aumentará en 50 cm el nivel del mar (1 m en un escenario más pesimista). Esto podrá causar pérdidas de un número importante de playas, sobre todo en el Cantábrico. Buena parte de las zonas bajas costeras se inundarán (deltas del Ebro, Llobregat, Manga del Mar Menor, costa de Doñana), parte de ellas puede estar urbanizada. Los acuíferos costeros se salinizarán.
Cambios en la precipitación (mm/día)
2010-2040
2040-2070
Menos pesca
2070-2100 INVIERNO
VERANO
INVIERNO
VERANO
Reducción de la productividad de las aguas españolas. La distribución de las especies cambiará, es posible un aumento de especies invasoras. Más fitoplancton tóxico y parásitos de especies cultivadas.
Cambios más probables
Menos agua Habrá menos lluvias (sobre todo en primavera) y más variabilidad interanual, junto con un aumento de la evaporación. Para final de siglo habrá 1/5 menos de agua disponible. Las zonas más críticas son las semiáridas, en las que las aportaciones pueden reducirse a la mitad.
(durante este siglo)
Delta del Ebro
Dificultades para el turismo
Cambios en la agricultura y ganadería
Cambios en el clima
Los efectos serán contrapuestos y no uniformes. En el sur y sureste de España la demanda de agua se incrementará, siendo el estrés térmico más frecuente. Aumentarán las plagas y enfermedades tanto para plantas como para ganado.
Mediterráneo Templado
La escasez de agua provocará problemas de viabilidad económica de ciertos destinos. La elevación del nivel del mar amenazará la localización actual de determinados asentamientos turísticos y de sus infraestructuras (cada subida de 1cm en el nivel del mar reduce 1 m la anchura de las playas).
Cambios en bosques y vegetación Cambios en la densidad del arbolado y de las especies. En algunas zonas los bosques serán sustituidos por matorrales u otra vegetación de menor porte. Se enfrentarán a dos efectos opuestos: el calentamiento, que alarga el periodo de actividad y la productividad de las plantas, y la reducción de agua disponible. El primero prevalecerá en el norte peninsular y en las montañas, en tanto que el segundo afectará principalmente a la mitad meridional. Se producirá una “mediterraneización” del norte peninsular y la “aridización” del sur. La vegetación de alta montaña, los bosques y arbustedas caducifolios, y los bosques de ribera se cuentan entre los tipos más vulnerables.
Efectos del cambio climático en la distribución potencial de la Avutarda común, una especie amenazada: NEGRO: zonas potenciales en la actualidad, AZUL: áreas que se perderán en el futuro por el cambio climático
FRENEMOS EL CAMBIO CLIMÁTICO
Salud humana Las olas de calor serán más frecuentes en intensidad y duración en los próximos años. Empeorará la calidad del aire por aumento de partículas finas y ozono. Se extenderán animales transmisores de enfermedades tropicales (mosquitos, pájaros…).
EL Tenderete ¡NUE
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• Mapa de la Senda Real GR 124, 3,60€ • Mapa Senda de las Merinas, 3,60€ •DVD Donde se cuece la Guerra Chinchilla de Montearagón. Los campos de maniobra. 10€ • DVD Al calor de las chimeneas. 10€ • DVD Mi último valle 10€ • CD Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de La Rioja, 6€ • Juego árboles y arbustos: (Cartas + fichas + cuad. botánico), 10€ • Insignias ("pins") 1,20€ • Chapa antitaurina 1€ • Colgante de plata logo Ecologistas en Acción: 20€ • Pegatina antinuclear 1€ • Boli (rojo, negro o azul) 1,5€ • Economizadores de agua: - Micro-válvula para la ducha 10€ - Para el grifo del baño 6€ - Para el grifo de la cocina 6€ - Juego completo 20€ Puercoespín de tela 9.50€
Camiseta “Salvemos las Montañas”: 12€
Camiseta manga larga (algodón biológico y comercio justo 100%) (chica , chico) 21€
Ecologistas en Acción se compromete desde ahora a distribuir sólo productos y materiales producidos de manera justa desde el punto de vista social, ecológica y lo más cercana y local posible –o en su defecto, de Comercio Justo–. También serán elaborados con productos reutilizados o materiales reciclados, siempre que esto sea posible. Por ejemplo, todos nuestros textiles nuevos son de algodón ecológico y Comercio Justo al 100%. Es posible que los precios sean un poco más altos, pero de esta manera tratamos de potenciar la puesta en práctica de alternativas sostenibles y justas. Perro de orejas amarillas 9,5€
Jirafa de tela 8€
Marioneta 14,9€
Perro de tela 12.90€
Muñeca de tela 12.90€
Todo esto y mucho más en: www.ecologistasenaccion.org/tenderete
Bolsa asas algodón, 3,5€
• Camiseta algodón negra manga larga, Antinuclear, 14 €
Adulto (M, L)
• Camiseta algodón negra, Antinuclear, 12 €
Camiseta "Cachorro lince" adulto y niño 12€
Niño (1 a 2 años)
Niño (3 a 14 años)
Abanicos (4 colores) 4€
Camiseta chico o chica (algodón biológico y comercio justo 100%): 13€
Camiseta chico o chica (algodón biológico y comercio justo 100%) : 13€
REVISTA ECOLOGISTA
• Números atrasados, 3€ • Colección completa: - nº 1 al 20: 30€ - nº 21 al 40: 40€ - últimos núm: 3€
Compostadores: ver precios en anuncio de página 62
Chubasquero azul marino: 18€
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• Vallados cinegéticos. Coda, 1994, 3,01€
LIBROS
MONTAÑA y EXCURSIONES
AGUA • Corrupción e irregularidades en la gestión del agua en España. J. Martínez y P. Brufao (coords.) 2006, 17€ • Ideas y propuestas para una nueva política del agua en España. A. Estevan y J. M. Naredo, Bakeaz, 2004, 8€ • El Plan Hidrológico Nacional y sus implicaciones en el País Vasco. Victor Peñas, Bakeaz 2004, 11€ • Canto de sirenas. El derecho de aguas chileno como modelo para reformas internacionales. Carl J. Bauer, 2004, Bakeaz, 14€ • Agua, regadío y sostenibilidad en el Sudeste ibérico. Julia Martínez, Miguel Á. Estevez. Bakeaz, 2002, 14€ • Los mercados del agua en Tenerife. Federico Aguilera Klink. Bakeaz, 2002, 9€ • El Plan Hidrológico a debate. P. Arrojo. Bakeaz 2001, 24,04€ • La eficiencia del agua en las ciudades. A. Estevan y V. Viñuales. Bakeaz, 2000, 15,03€ • De la noria a la bomba. J. Cruces, J.M. Hernández, G. López Sanz y J. Rosell. Ed Bakeaz, 1998, 15,03€ • El embalse de Itoiz, la razón o el poder. MªJ.y J.L. Beaumont, P. Arrojo y E. Bernal. Bakeaz, 1997, 13,82€ • El Genal Apresado; Agua y Planificación. Mª Luisa Gómez. Bakeaz, 12,62€ • La nueva cultura del agua. F.J.Martinez. Bakeaz, 1997, 7,21€ • Gestión del Agua en España y California. P. Arrojo y J.M. Naredo 1997, 10,82€ • Reparto del agua: seguridad alimentaria, salud de los ecosistemas y nueva política de la escasez. S. Postel. Bakeaz, 1997, 5,41€ • El abandono de los océanos: políticas para su recuperación. Peter Weber. Bakeaz, 1996, 5,41€ • Pérdidas netas: pesca, empleo y medio ambiente marino. P. Weber. Bakeaz, 1995, 5,41€
ESPACIOS y ESPECIES
VARIOS • Raíces económicas del deterioro ecológico y social. José Manuel Naredo. Siglo XXI, 2006 18€ • La economia al alcance de los economistas. Antonio Lucena. Cinca, 2006 18.72€ • Colombia: Terrorismo de Estado. V. Carrillo y Tom Kucharz. Icaria, 2006 21€ • Cuento: ZAPATILLA la tortuga marina, Ed.l Ecologistas en Acción, 2006, 3,5€ • Consuma Responsabilidad: Guía de Consumo Responsable de la Comunidad de Madrid. Traficantes de sueños, 2006. 12€ • Andalucía. Peter Manschot. Ed: Asoc. cohábitat, 2006. 30€. • Malababa (revista de contrapublicidad) 7€ • El Tsunami urbanizador español y mundial. Ramon Fernandez Durán, Virus,2006, 6€ • Manual de Ecología día a día - Ekologiari buruzko liburuxka, egunez egun, Ecologistas en Acción. 5€ • La situación en el Mundo, 2006. Worldwatch Inst. Icaria 23€ • La Deuda Ecológica Española. Varios autores. Ed Muñoz Moya, 2005 10€ • La globalización y los derechos humanos. IV Jornadas Internacionales de Derechos Humanos (Sevilla, 2003). Ed. Talasa 20€ • La compleja construcción de la superpotencia Europa. Ramón Fdez Durán, Virus 2005, 11€ • ¿Vuelven las nucleares? El debate sobre la energía nuclear. Francisco Castejón, Talasa, 2004. 10€ • Vamos a hacer un huerto. Manual práctico para el huerto escolar ecológico. Jesús Mª Cantero, José Manuel Gutiérrez. Luna, 2004. 12€ • El poder de la compra. Lisa Mastay. Bakeaz, 2003 6€ • Capitalismo (financiero) global y guerra permanente. Ramón Fdez. Durán, Virus, 2003. 11€ • Manual de Jardinería Ecológica. Luciano Labajos, Ecologistas en Acción, 2003. 10€
CUADERNILLOS • Jardinería con menos agua. 3€ • Energías renovables en la educación. 2001. p. 96, 3€ • Cuadernillos de Energías Renovables. p. 32, 1,80€ (castellano y catalán) • Manual del árbol en la ciudad. p. 40, 3€ • Manual del Plantabosques. p.14, 1,20€ • La calidad del aire en la ciudad. Guía para organizaciones ciudadanas. 3€ • Acceso a la información ambiental. 2003, 3€ • Los delitos ecológicos. Guía Práctica. 2002, 3€ • Cuadernillos: Transporte y medio ambiente. 2001. p.40, 3€ • La contaminación por ozono 3€ • En defensa de las vías pecuarias. Madrid. p.32, 3€
• Economía sostenible. Principios, conceptos e instrumentos. Roberto Bermejo. Bakeaz. 2001, 21,04€ • Instrumentos económicos para la prevención y el reciclaje de los residuos urbanos. Dolores Romano y Pablo Barrenechea. Bakeaz, 2001. 13,22€ • El medio ambiente en Madrid: análisis y alternativas ecologistas. Ecologistas en Acción, 1999, 6,01€ • Guia europea para la planificación de Agendas 21 locales Nicola Hewitt. Bakeaz 1998, 12,62€ • Energías alternativas y tradicionales: sus problemas ambientales. Antonio Lucena. Talasa, 1998, 10,30€ • Presupuestos para el desarme. M. Renner. Bakeaz, 1996, 5,41€ • Red global: los ordenadores en una sociedad sostenible. John E. Young. Bakeaz, 1996, 5,41€ • La hora de la partida. Halkane. Bakeaz, 1995, 5,41€ • Rutas del cielo (guía celeste). M. Díaz, Desnivel, 13,90€ • 10.000 km a través de África. Javier Pérez de Albéniz, Desnivel, 1990, 12,70€ • Revolución en la construcción. Como influyen la salud y la ecología. D.M. Roodman, N. Lerssen. Bakeaz, 5,41€ • Con la Ley en la mano ¿Cómo ejercer tus derechos en la defensa del medio ambiente? Guia práctica (Castellano-Euskera) • El derecho de acceso a la información ambiental Guía práctica (Castellano-Euskera) • Los delitos ecológicos La protección penal del medio ambiente Guía Práctica (CastellanoEuskera) • Plan de ahorro y eficiencia en el consumo eléctrico. Horizonte 2015. 2005, 24 p, 3€ • Propuesta de desarrollo de la energía eólica en España. Horizonte 2010-2012. 2005, 16 p, 3€ • Manual de quejas ante la Comisión Europea. Recomendación para la elaboración de denuncias, 48 p. 3€ • El currículum oculto antiecológico de los libros de texto, 20 p. 3€
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• La regeneración natural del bosque mediterráneo en la Península Ibérica.J Charco, ARBA, 15€ • Deporte y naturaleza. Talasa, 2001, 12,7€ • El libro del Tejo. Un proyecto para su conservación. S. Cortés, F. Vasco y E. Blanco, ARBA 2000, 15€ • Manual para defensa de los caminos tradicionales. H. Villalvilla. Talasa, 2000, 12,7€ • Aves Carroñeras: actas III Congr. Internac (2000). 5€ • Aves Carroñeras: actas II Congr. Internac (1999). 5€ • Propagación de especies autóctonas y restauración de la vegetación natural, 1988, 2,40€
• Excursiones para niños por la Sierra de Madrid. Javier Zarzuela. La Librería, 2003. 17,50€ • El territorio del leopardo. Eduardo Martínez de Pisón. Desnivel, 2000, 12,70€ • Lugares poco recomendables. Javier Pérez de Albeniz, Desnivel, 1998, 9,80€ • La conservación de los ecosistemas y culturas de montaña. D. Denniston. Bakeaz, 1996, 5,41€ • Excursiones para los colegios por la provincia de Madrid. Domingo Pliego, Desnivel, 1991, 9,90€
• Con la comida no se juega. Alternativas autogestionadas a la glob. capitalista desde la agroecología y el consumo. D. López y J. Á. López, Traficantes Sueños, 2003, 12€ • Consumo responsable. Antonio Lucena, Talasa, 2003. 11,8€ • Cuidar la T(t)ierra. Politicas agrarias y alimentarias sostenibles para entra en el Siglo XXI. Jorge Riechmann, Icaria, 2003, 22€ • El sentido de las caracolas. Un viaje de mirada urgente al desastre del Prestige. J.V. Barcia, fotos Juan Yuste. Lobohombre, 2003, 8€ (Oferta especial) • Incidencia ambiental empleo de la biomasa con fines energéticos. Ekologistak Martxan Iruña, 2003. 6€ • La ciudad y los derechos humanos. Rosario del Caz, Pablo Gigosos, Manuel Saravia. Talasa, 2002. 9,6€ • Globalización capitalista: luchas y resistencias. Virus, 2001, 9,02€ • Hacia un desarrollo rural sostenible: desarrollo rural 2001. Asociación Ecos para el desarrollo sostenible. Oviedo: Asociación Cambalache, 2001, 14,40€
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