En Colombia, la función de interventoría resulta ser indispensable dentro de la contratación estatal debido a la
necesidad de garantizar la calidad, cantidad costos y cronograma de los productos contratados. No obstante, la
escaza formación en este aspecto, ha generado que la Interventoría se haya desarrollado empíricamente, con escaso
sustento jurídico y académico, y en consecuencia, las entidades han buscado subsanar dicho vacio elaborando sus
propios manuales, los cuales pese a ser una herramienta para la labor del interventor, suelen ser muy generales y
dejan aspectos importantes de la interventoría a interpretación de quien la realiza.