colecciĂłn tricahue rojo
serie juana
Juana c i e e n r c do a v Bernardita MuĂąoz Chereau
Ilustraciones de Soyalegato
Juana c i e e ndo r c a v
Con amor a mis hermanos María Pía, Sofía y Álvaro.
Juana va creciendo
Bernardita Muñoz Chereau
Edición y diseño: equipo Edebé Chile Ilustraciones: Soyalegato © Bernardita Muñoz Chereau © 2015 by Editorial Don Bosco S.A. Registro de Propiedad Intelectual Nº 259.900 I.S.B.N.: 978-956-18-0967-3
Editorial Don Bosco S.A. General Bulnes 35, Santiago de Chile www.edebe.cl docentes@edebe.cl Primera edición, febrero de 2016
Impreso en Chile Salesianos Impresores S.A. General Gana 1486, Santiago de Chile
Ninguna parte de este libro, incluido el diseño de la portada, puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos químicos, electrónicos o mecánicos, incluida la fotocopia, sin permiso previo y por escrito del editor.
colecciĂłn tricahue rojo
serie juana
Juana c i e e n r c do a v Bernardita MuĂąoz Chereau
Ilustraciones de Soyalegato
ร ndice
1 Juana y la culebra
7
2 Juana va a la escuela
13
3 Cuando Juana aprendiรณ a leer
19
4 Juana sin dientes
27
5 Juana y su uniforme
33
6 Juana frente al mar
39
7 Juana y el terremoto
47
8 Juana y los zapatos rojos
55
9 Cuando Juana bailรณ hasta el amanecer
61
1
Juana y la culebra 7
J
uana era pequeña, pero muy astuta. Tenía pocos miedos y muchos anhelos y quería, quería, quería tener una mascota. Alguien a quien cuidar. Alguien a quien alimentar y sacar a pasear. A veces, pasaba tardes enteras eligiendo mentalmente una. ¿Un pez?, no, muy resbaloso. ¿Un hámster?, no, muy dormilón. ¿Un canario?, no, muy debilucho. ¿Una tortuga?, no, muy lenta. ¿Un perro?, ¿un gato?, ¿un conejo?, ¿un cuye? Tantos animales desfilaban por su cabeza que los ojos se le dormían sin que se diera cuenta y soñaba que tenía un pequeño zoológico para ella sola. 8
Hasta que el día menos pensado, Juana encontró una mascota. Estaba jugando en el patio de su casa, cuando escuchó un sssssssssssssssssssssss. Se agachó y notó una culebra larga y delgada como un cordón de zapatos que se deslizaba zigzagueando por el pasto. Demasiado sorprendida como para asustarse, Juana corrió a la cocina a buscar un frasco de vidrio. Lo puso delante de la culebra y ¡ZAS! la atrapó. Fue corriendo de vuelta a su casa y escondió el frasco en su único lugar privado (debajo de su cama). Juana tenía una hermana mayor y otro en camino, por lo que sabía lo difícil que era guardar secretos en una familia. Por eso sin pedir ayuda se encaramó hasta alcanzar el clavo suelto en la muralla del patio y luego buscó una piedra y la ocupó como martillo para hacer agujeros en la tapa del frasco de su ahora única, privada, secreta, maravillosa, original, perfecta e inesperada mascota. De tan contenta, Juana se puso a hablarle a la culebra. “¿Qué nombre te voy a poner? ¿ S S S S S S S S ... te gusta Sissi? ¿O prefieres un nombre que te describa? ¿Qué tal Flaca?¿O Hebra? ¿Cordona? … ¿Y qué quieres comer? ¿Te gusta el chocolate? ¿Qué necesitas para dormir? ¿Tienes ganas de hacer pipí? ¿O caca?”. 9
Pero aunque Juana irradiaba entusiasmo, la culebra ni se movía. De hecho, no estaba claro si estaba jugando a la muerta… ¡o tal vez estaba muerta! Yacía mustia, como las flores silvestres que Juana a veces cortaba y atesoraba en sus pequeñas manos hasta ponerlas en improvisados floreros. De repente, Juana se dio cuenta de que había metido la pata…tal vez la culebra iba camino a su nido y ahora sus hijos estarían llorando (¿lloran las culebras?)… ¡de hambre y soledad! ¡O tal vez iba atrasada a una importante cita! ¡O peor! Iba a una reunión de culebras en donde iban a decidir qué hacer para salvarse…. ¡de niñas como Juana que las atrapaban para encerrarlas en frascos de vidrio con hoyitos en la tapa! Tantas cosas pasaron por su cabeza, que a la hora de comer Juana se hizo invisible en medio de las conversaciones de su familia. Después de lavarse los dientes, ponerse pijama y cuando estuvo segura de que nadie más vendría a contarle historias ni darle besos de buenas noches, se deslizó debajo de su cama para comprobar que su culebra seguía ahí, y ahí estaba…ahora tiesa como un alambre. Pero Juana estaba tan cansada que al poco rato se durmió y soñó que volaba por los cielos montada en un dragón gigante. 10
A la mañana siguiente Juana se despertó más temprano que de costumbre sabiendo lo que tenía que hacer. Se deslizó silenciosamente hasta el jardín con el frasco entre sus manos. Afuera todo estaba mojado. El rocío había caído impregnando los pies de Juana y el borde de su pijama. Entonces fue hasta donde encontró a la culebra el día anterior. Sigilosamente abrió la tapa y ladeó el frasco, pero la culebra no se movió. Cuidadosamente dio vuelta el frasco, hasta dejar a la culebra sobre el pasto. Pero la culebra parecía muerta, o por lo menos, desmayada. “¿Habrá muerto de sed como las plantas de la cocina esa vez que nos fuimos de vacaciones?”, se angustió Juana. De pronto notó que la culebra la miró. Juana se acercó y le tomó la cola, pero rápida como un rayo, la culebra se dobló, abrió la boca y mordió a Juana en el pulgar. Juana la soltó, y mientras veía aparecer dos puntitos rojos en su piel, la culebra se deslizó zigzagueando por el pasto hasta desaparecer entre los matorrales. Juana se puso a llorar. Echó afuera primero lágrimas de susto y sorpresa, y siguió llorando un rato, hasta dejar salir lágrimas de alivio. Aunque Juana nunca más volvió a ver la culebra, le dejó junto a su herida un descubrimiento: Sissi, así 11
alcanzó a nombrar a la culebra, jamás sería feliz dentro de un frasco. Juana tomó aire y entró silbando a su casa, pensando que Sissi ya habría vuelto a su nido. Después Juana hizo un dibujo de su mascota y lo pegó en su pared. Y más adelante –cuando llegue uno de esos raros momentos en que todos le presten atención al mismo tiempo– podrá contar la historia de cuando tuvo una fugaz mascota.
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tricahue rojo
serie juana
Entre 8 y 10 años
SERIE JUANA Esta serie, protagonizada por una nueva heroína de la literatura infantil chilena, se compone de relatos en que Juana resolverá, a su modo, los conflictos propios de la niñez –desde lo cotidiano hasta lo inexplicable–, con astucia e imaginación. Juana le encontrará el lado positivo a la adversidad y, de paso, nos entretendrá con sus travesuras y ocurrencias.
JUANA VA CRECIENDO. Juana irá a la escuela, aprenderá a leer, cambiará los dientes, conocerá el mar, sobrevivirá un terremoto, bailará hasta el amanecer y mucho más… BERNARDITA MUÑOZ CHEREAU (Santiago de Chile, 1975) es Psicóloga Educacional (PUC), Magíster (IoE, U. de Londres), Doctora en Educación (U. de Bristol) y escritora de literatura infantil. Sus obras de ficción muestran cómo sus protagonistas resuelven misterios y conflictos acudiendo a sus propios recursos, sin necesidad de la magia ni la ayuda de seres de otros planetas. En la última década ha publicado con Edebé El pequeño universo, La señora Clo, La desaparición de León y El pulpo. SOYALEGATO (ALEJANDRA BASAURE) complementa las historias protagonizadas por Juana con ilustraciones expresivas, vibrantes y originales. También son de su autoría las imágenes de Los bigotes de la gatita Miauci (Edebé), de Katherine Urrutia.