tricahue azul
El Arca de Noé
Todos conocemos, al menos a grandes rasgos, la gran historia del diluvio universal, pero pocos tienen conocimiento de lo que pasó dentro del inmenso barco que construyó Noé y donde transportó a una pareja de cada animal para perpetuar las especies. En este entretenido relato alternativo, conoceremos los encuentros y desencuentros de esta particular convivencia animal, donde el prejuicio, será catapultado por el bien común y la esperanza de sobrevivencia.
Rafaela Bósquez
A partir de 6 años
Carlo Cortés (Santiago, 1984). Administrador Público, Licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile, es un Ilustrador independiente, versátil, creativo y poseedor de un estilo único. Desde el año 2004 ha participado en proyectos creativos y artísticos con diversas organizaciones en Chile. A partir del 2011 comienza a desempeñarse como ilustrador freelance desde el Reino Unido en donde se perfeccionó en diversas técnicas de dibujo e ilustración digital con los ilustradores Steve Cox y Sholto Walter. Por Edebé ha ilustrado destacados títulos a considerar: El diario de Noelia, De un mordisco, Mila y la flor. Este año re-ilustró los libros de Religión de enseñanza básica, Edebé Chile y entre sus novedades se encuentra: El arca de Noé y Milton López a su servicio de Rafaela Bósquez.
El Arca de Noé
Rafaela Bósquez (Santiago, 1980). Estudió Pedagogía General Básica con mención en Castellano en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente trabaja como Profesora de Lenguaje, donde promueve día a día el gusto por la lectura. Sus primeras creaciones literarias surgieron en los talleres impartidos por Cecilia Beuchat. Edebé Chile, entre sus novedades, presenta dos de sus obras: El Arca de Noé y Milton López a su servicio. Una autora que nos sorprende por su fluidez narrativa, humor y delicado uso del lenguaje. Literatura que viene a refrescar el panorama actual de la literatura infantil y juvenil.
Rafaela Bósquez
Ilustraciones de Carlo Cortés
El Arca de Noé
colección
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El arca de Noé Rafaela Bósquez Edición y diseño: equipo Edebé Chile Ilustraciones: Carlo Cortés © Rafaela Bósquez © 2018 by Editorial Don Bosco S.A. Registro de Propiedad Intelectual: ISBN: 978-956-18-1129-4 Editorial Don Bosco S.A. General Bulnes 35, Santiago de Chile www.edebe.cl docentes@edebe.cl Primera edición, octubre 2018 Primera reimpresión, diciembre 2018 Impreso en Graficandes Santo Domingo 4593 Santiago de Chile
Ninguna parte de este libro, incluido el diseño de la portada, puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos químicos, electrónicos o mecánicos, incluida la fotocopia, sin permiso previo y por escrito del editor.
El Arca de Noé Rafaela Bósquez Ilustraciones de Carlo Cortés
Cuando todo estuvo preparado, el Señor le dijo a Noé: “Entra en la barca con toda tu familia, porque puedo ver que, entre todas las personas de la tierra, solo tú eres justo.” Génesis 7.1 (NTV)
Índice
¡Todos a bordo!...................................................................... 7 Los juegos deportivos del reino animal................................. 17 ¡Está a punto de cometerse un crimen!................................. 25 ¡Aaaaaaayy!........................................................................... 33 Todo era bueno en gran manera........................................... 39 Hay cosas que se han vuelto difíciles de tolerar..................... 45 La lluvia ha cesado................................................................ 53 Es el delicioso olor del amanecer.......................................... 61
ยกTodos a bordo!
—¡Todos a bordo! —gritó estruendosamente Noé. —¿Todos a bordo? ¿Cómo es eso? —preguntó la elefanta a su marido. —Eso, mi querida, significa que debemos subir al arca y prepararnos para navegar —respondió, ya cansado, el elefante. Los animales embarcaban en parejas. Unos eran lentos, otros rápidos. Algunos, con un solo salto, subían entusiasmados la rampa, otros se arrastraban nerviosos. —¡Yo y mi señora vamos subiendo por aquí, no nos olviden! —gritó con todas sus fuerzas el caracol. —No te preocupes. Nosotros, que vamos con buen ritmo, guardaremos un espacio para ustedes —respondió la tortuga. 8
Paso a paso, animales salvajes y domésticos, avanzaban por el puente hacia el arca construida por Noé, tal como Dios se lo había encomendado. —¡Noé, Noé, las suricatas están desordenando la fila y no respetan las posiciones que nos diste! —gritó la pareja de koalas—. Tomaron nuestros puestos y empujan a los otros. Noé, diles algo, por favor. —Bueno, muchachos, ya conocen a las suricatas, yo hablaré con ellas —respondió el anciano dándole palmaditas en la espalda al koala. —¡No puedo ver el camino por donde subir! ¿Quién tiene ese traje tan grande y horroroso? —preguntó el perro. —A mí me dijeron que habría mucha agua, así que vine preparada con mi elegante abrigo —replicó la chimpancé—. No quiero que nadie diga que soy fea. Noé había dispuesto un orden para el arribo de todas las especies. Una larga fila se 9
podía ver desde lo alto del arca. El capitán y su familia, también subían y bajaban cargando alimento y agua. Los animales pacíficamente, y tratando de respetar el orden, se acercaban a la entrada. De pronto, en el medio de la fila, se escuchó un bullicio. —¿Quién estornudó sobre mi colita? —gritó exaltado el cerdo—. Es cierto que me gusta descansar en los charquitos, rascar mi lomo sobre los terrones más duros, oler el fango cada mañana… —suspiró con nostalgia—. Pero, eso no significa que sea antihigiénico. No me agrada que escupan sobre mi cuerpo —agregó con tono afectado. El cerdo sintió que alguien tocaba suavemente su hombro. —Don cerdo, ¿me permite tranquilizarlo? Yo estoy justo detrás de usted y nadie le ha escupido —señaló el oso hormiguero. —Entonces, necesito saber de dónde salieron esas gotas —agregó más calmado el chancho. 10
Los animales siguieron avanzando. Dentro del arca, cada pareja iba tomando lugar en las habitaciones. En lo alto, había ramas donde se posaban las aves. Los roedores se ubicaban en pequeños rincones. Los animales salvajes, tenían dispuesta toda la planta baja. Mientras se acomodaban, se escuchó un leve “ti pi ti – ti pi ti tap”. Venía de arriba: Ti pi ti, ti pi ti, ti pi ti, tap. —¿Qué es eso? ¿Qué está sucediendo? —cacareó ruidosamente la gallina. —Eres tú, pájaro carpintero —agregó la urraca—. ¡Deja de picotear nuestra embarcación! El falso acusado se defendió. —Yo no fui. Estoy acá junto a los petirrojos. Ellos son mis testigos. De pronto el ti pi ti se transformó en un taj-taj-taj. La pulga, que no se caracterizaba por su amabilidad, agregó con todas sus fuerzas. 11
—¡Oye tú, la del cuello estirado, empínate y averigua qué pasa! La jirafa, que por supuesto, no escuchó aquella impertinencia, por iniciativa propia decidió mirar por una pequeña escotilla que estaba junto a ella. —Es agua —señaló tranquilamente—. Es agua. —¡Imposible! —añadió en forma categórica el pelícano—. Cuando yo me acerco el agua suena: “fuuuuuj”, al recogerse las olas y “plaaaaf ” al reventarse. —Estoy seguro de que no es así —agregó tímidamente el cervatillo. El agua tiene un sonido como “gli glu gli pi gli glu gli pi” cuando me acerco a beber. —Están equivocados, el agua resopla “tsssss tssss” cuando el sauce moja sus ramas en el atardecer —interrumpió el pato. —Tranquilos, queridos amigos, todos tienen razón. Lo que la jirafa vio es agua. Ya comienza a llover —dijo Noé. 12
—¿A llover? ¿Qué va a pasar con nosotros? ¿Acaso nuestra vida termina aquí y ahora? —preguntaban a gritos las zarigüeyas corriendo en todas direcciones. —Dios ha decidido renovar toda la creación. Vendrá mucha lluvia sobre nosotros, como nunca ha caído en la tierra —explicó. —Y ustedes han sido elegidos para resguardarse en el arca. Esperaremos acá, mientras todo esto sucede. Nada nos pasará. —Sabía que yo era el favorito de Dios —añadió muy engreído el león—. ¿Cómo no iba a salvar al rey? Noé avanzó hacia el final de la cadena de animales que aún no subía. —Vamos, tripulantes, rápido. Luego comenzará el aguacero y necesitamos cerrar la puerta. De un salto entraron los conejos. Los pavos reales apuraron el paso. Los burros, un tanto molestos, comenzaron a trotar. El anciano, ayudado por sus hijos, giró las poleas. Las cuerdas comenzaron a aflojar. 13
Todos los animales miraban expectantes cómo descendía lentamente la puerta. De pronto se oyó un ruido lejano: —¡Aún estamos acá! Eran los caracoles que apenas llegaban al marco de la puerta. —¡Detengan el movimiento! ¡Estiren las cuerdas! ¡La puerta, afírmenla! —ordenó el capitán a sus hijos. El anciano caminó hacia la entrada. Tomó a la pareja de caracoles en su mano, los puso en una planta junto a las tortugas y les habló: —Ahora, estamos listos. Faltaba una pareja muy importante. Intentaron seguir con la tarea, sin embargo no tuvieron que esforzarse. La puerta fue cerrada desde afuera. La oscuridad se apoderó del interior del arca. Silencio absoluto. Todos los animales ya habían abordado. Entonces, comenzó un suave murmullo que rápidamente se convirtió en una batahola. 14
—¡No me pongan junto a la habitación de los leones, por amor de Dios! —suplicaba, temblando, la cebra. —¿Subieron más de dos ratoncitos? Ya tengo hambre —maulló el gato. —¡Ayuda, ayuda! Mi cabecita se atascó en una tabla del suelo —gritó angustiada, la avestruz. De pronto, desde lo alto de una escalera, se escuchó una voz profunda: —¡Calma, todos! Sé que están un poco confundidos, pero quiero decirles que todo estará bien. Noé intentó calmar a los tripulantes. —Comenzaremos un largo viaje. Aprenderemos a convivir amigablemente. La comida alcanzará para todos. Ánimo, amigos, esta gran aventura, acaba de comenzar.
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El Arca de Noé
Todos conocemos, al menos a grandes rasgos, la gran historia del diluvio universal, pero pocos tienen conocimiento de lo que pasó dentro del inmenso barco que construyó Noé y donde transportó a una pareja de cada animal para perpetuar las especies. En este entretenido relato alternativo, conoceremos los encuentros y desencuentros de esta particular convivencia animal, donde el prejuicio, será catapultado por el bien común y la esperanza de sobrevivencia.
Rafaela Bósquez
A partir de 6 años
Carlo Cortés (Santiago, 1984). Administrador Público, Licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile, es un Ilustrador independiente, versátil, creativo y poseedor de un estilo único. Desde el año 2004 ha participado en proyectos creativos y artísticos con diversas organizaciones en Chile. A partir del 2011 comienza a desempeñarse como ilustrador freelance desde el Reino Unido en donde se perfeccionó en diversas técnicas de dibujo e ilustración digital con los ilustradores Steve Cox y Sholto Walter. Por Edebé ha ilustrado destacados títulos a considerar: El diario de Noelia, De un mordisco, Mila y la flor. Este año re-ilustró los libros de Religión de enseñanza básica, Edebé Chile y entre sus novedades se encuentra: El arca de Noé y Milton López a su servicio de Rafaela Bósquez.
El Arca de Noé
Rafaela Bósquez (Santiago, 1980). Estudió Pedagogía General Básica con mención en Castellano en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente trabaja como Profesora de Lenguaje, donde promueve día a día el gusto por la lectura. Sus primeras creaciones literarias surgieron en los talleres impartidos por Cecilia Beuchat. Edebé Chile, entre sus novedades, presenta dos de sus obras: El Arca de Noé y Milton López a su servicio. Una autora que nos sorprende por su fluidez narrativa, humor y delicado uso del lenguaje. Literatura que viene a refrescar el panorama actual de la literatura infantil y juvenil.
Rafaela Bósquez
Ilustraciones de Carlo Cortés