EL NIÑO GNOMO

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E l niño gnomo

tricahue azul

Selma Lagerlöf: fue una prolífica autora sueca, nacida el 20 de noviembre de 1858, es conocida universalmente por sus clásicos infantiles, relatos cortos, sagas y novelas. Además, fue la primera mujer en obtener el Premio Nobel de Literatura en 1909. Ilma de la Cruz Cross (Valparaíso, 1984). Escritora de cuentos, poesía y adaptadora de clásicos universales. Sus obras han aparecido en diversas antologías, la más reciente: Fragmento de obra (cuentos). Además obtuvo el primer premio, categoría Poesía, en el concurso de celebración del cumpleaños 102 del antipoeta Nicanor Parra, con la obra El tiempo de todos los tiempos. Entre las novedades con Edebé Chile destacamos: El niño gnomo. Carlos Palma Cruchaga, es un prolífico ilustrador de cartas de rol chileno; videojuegos (Irlanda); e ilustrador editorial. Para Edebé Chile ha ilustrado los dos tomos de la saga épica Más allá de la Urgulia: El rescate del Castillo Blanco y El peligro de las islas; además de Los saltimbanquis del tiempo, El jardín encantado y el poemario Lugar de pájaros, entre otras. Recientemente, ha realizado la portada de La hora extraña; y ha ilustrado maravillosamente el libro Cuentos inquietantes. Entre las novedades Edebé Chile, ilustra El niño gnomo, obra de la destacada autora sueca Selma Lagerlöf.

S e l m a L a g e r lö f

Adaptación

de

Ilma

de la

Cruz

EL NIÑO GNOMO

Una gnoma del bosque aprovecha un accidente fortuito para intercambiar a su pequeño bebé gnomo, por el de un bebé humano. La pareja de campesinos, desconcertados al darse cuenta, viven un conflicto ético al momento de decidir el destino de ese pequeño pero horrible y extraño bebé gnomo. En esta parábola, Selma Lagerlof, despliega toda su creatividad para mantener el suspenso de una historia que nos habla de la empatía y los prejuicios.

Selma Lagerlöf

A partir de 5 años

Ilustraciones de Carlos Palma


El niño gnomo Selma Lagerlöf Adaptación: Ilma de la Cruz Edición y diseño: equipo Edebé Chile Ilustraciones: Carlos Palma © Ilma de la Cruz © 2018 by Editorial Don Bosco S.A. ISBN: 978-956-18-1134-8 Editorial Don Bosco S.A. General Bulnes 35, Santiago de Chile www.edebe.cl docentes@edebe.cl Primera edición, octubre 2018

Ninguna parte de este libro, incluido el diseño de la portada, puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos químicos, electrónicos o mecánicos, incluida la fotocopia, sin permiso previo y por escrito del editor.


E l niĂąo gnomo Selma LagerlĂśf

Ilustraciones de Carlos Palma



L

a esposa de un viejo gnomo, particularmente feo como pocos, caminaba por el bosque. Llevaba a sus espaldas a su hijito gnomo, metido en una suerte de canasto de mimbre que le colgaba de los hombros. Este gnomito era como una pequeĂąa rĂŠplica de su padre, regordete 5


y bastante feúcho. Su cabello era grueso y rígido, tenía dientes puntiagudos, y en su dedo pequeño, en lugar de uña, tenía una gruesa garra. Pero a su mamá, la gnomesa, le parecía que no había en este mundo un niño más hermoso. Allí donde la espesura se aclaraba, pasaba un estrecho camino entrecruzado por las raíces de los árboles. Por él avanzaban en un viejo carromato un campesino y su esposa. Al verlos, la gnomesa se ocultó entre los árboles, pues quiso ver, a hurtadillas, si el niño que la mujer llevaba era tan hermoso como el suyo. Asomó la cabeza para ver mejor, pero los caballos, al ver a la fea gnomesa, se asustaron y echaron a 6


correr. La aterrada campesina se echó adelante para tomar las riendas, y a los pocos instantes, el padre y la madre desaparecieron arrastrados por la loca carrera de los caballos. La gnomesa, creyendo haber perdido la oportunidad de ver al hijo de los hombres, se disgustó mucho, pero de pronto y para su sorpresa, descubrió que ese niño había caído de la carreta y estaba allí, tirado sobre un montón de hojas secas y lloraba. La gnomesa se acercó a mirarlo, y el niño dejó de llorar. A cambio de eso, acercó su manito al rostro de la madre gnomo, y sonriendo, le tiró los pelos de su cara. 7 7




La gnomesa, muy sorprendida, contempló al pequeño, sus deditos delgados con uñas del color de las rosas, sus ojos azules como el cielo, su boca chiquita, sus cabellos rubios y suaves como la seda. No salía de su asombro al verlo tan delicado, tan precioso. Sacó entonces a su propio hijo del canasto de mimbre, lo puso al lado del otro y los comparó. Espantada, comenzó a aullar. Los campesinos, por su parte, habían logrado detener los caballos, y volvían desesperados a buscar a su hijito. La gnomesa, al ver que se acercaban, dejó allí a su propio niño y huyó a toda prisa con el hijito de los hombres. 10


Los campesinos eran gente rica, dueños de un hermoso pedazo de tierra, estaban casados desde hacía mucho y la pérdida de su niñito los volvía locos. La mujer se adelantó y fue la primera en ver a aquel otro niño, que gritaba de manera extraña. –¡Aquí está! –gritó al marido– y cogió al niño en sus brazos. Cuando llegó el hombre la halló sentada con cara de profunda extrañeza. No podía creer lo que veía. Murmuraba con los ojos arrasados en lágrimas: –¡Mi hijo no tenía estos dientes afilados!; ¡mi hijo no tenía este cabello grueso como cerdas de jabalí!; ¡mi hijo 11


tenía una uña rosada, y no esta horrible garra en su dedito! Sin entender lo que ocurría, el marido se apresuró a su lado. –¡Mira esto –le gritaba ella–, mira esto y dime qué le han hecho a nuestro hijo! El campesino lo tomó, lo miró, escupió tres veces y, asqueado, lo lanzó lejos. –¡No, hombre! ¿Qué haces? –preguntó la alarmada mujer. –¿Pero que no ves que no es nuestro niño? ¡Los gnomos nos lo han robado y nos han dejado a uno de los suyos! –Pero entonces, ¿adónde se han llevado a nuestro niñito? 12


–Nos lo han robado; se lo han llevado con ellos –respondió el marido sin dudar. La mujer al fin comprendió lo que había sucedido, y palideciendo intensamente, sintió que iba a morir. –Vamos a buscarlo; no puede estar muy lejos –la urgió el marido. El hombre ató los caballos a un árbol. Cuando estaban por entrar en la selva, la mujer vio que el niño gnomo había quedado peligrosamente cerca de los inquietos caballos. Venciendo su repugnancia, lo tomó de nuevo y lo puso en otro lugar. –¡He hallado su cascabel! ¡Es una buena señal! –exclamó el hombre. 13




Buscaron durante horas sin poder dar con ninguna otra pista, de modo que tuvieron que regresar a los caballos. Ya oscurecía. La madre lloraba y se retorcía las manos. El hombre caminaba en silencio. Culpaba a su mujer por haber dejado caer al niño, pero no le dirigía reproches, pues veía cómo sufría. La mujer montó su caballo, y sólo entonces recordó al niño gnomo. –¿Qué haremos con él? –preguntó a su marido–. Todavía está allí, bajo las zarzas. –¡¿Qué crees tú?! –exclamó el padre con amargura–. pues que se quede allí mismo. –¿Cómo lo vamos a dejar allí? Lo matarán las fieras. 16


–Allí se quedará –respondió el hombre con brusquedad. La mujer pensó que algo de razón tenía su marido; los gnomos les habían robado a su niño. Pero fue incapaz de abandonarlo. –¡Pero es sólo un niño! –alegó ella–, si lo dejamos, se lo comerán los lobos. Tráelo acá–, le pidió al campesino. –¡Jamás! Por ningún motivo. ¡Allí se quedará! –Si no me lo traes, no me quedará más que venir a buscarlo en la noche –dijo la desesperada mujer. Me parece que los gnomos no solamente se han robado a nuestro hijo; ¡también te robaron el seso! –remató é1. 17


E l niño gnomo

tricahue azul

Selma Lagerlöf: fue una prolífica autora sueca, nacida el 20 de noviembre de 1858, es conocida universalmente por sus clásicos infantiles, relatos cortos, sagas y novelas. Además, fue la primera mujer en obtener el Premio Nobel de Literatura en 1909. Ilma de la Cruz Cross (Valparaíso, 1984). Escritora de cuentos, poesía y adaptadora de clásicos universales. Sus obras han aparecido en diversas antologías, la más reciente: Fragmento de obra (cuentos). Además obtuvo el primer premio, categoría Poesía, en el concurso de celebración del cumpleaños 102 del antipoeta Nicanor Parra, con la obra El tiempo de todos los tiempos. Entre las novedades con Edebé Chile destacamos: El niño gnomo. Carlos Palma Cruchaga, es un prolífico ilustrador de cartas de rol chileno; videojuegos (Irlanda); e ilustrador editorial. Para Edebé Chile ha ilustrado los dos tomos de la saga épica Más allá de la Urgulia: El rescate del Castillo Blanco y El peligro de las islas; además de Los saltimbanquis del tiempo, El jardín encantado y el poemario Lugar de pájaros, entre otras. Recientemente, ha realizado la portada de La hora extraña; y ha ilustrado maravillosamente el libro Cuentos inquietantes. Entre las novedades Edebé Chile, ilustra El niño gnomo, obra de la destacada autora sueca Selma Lagerlöf.

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Adaptación

de

Ilma

de la

Cruz

EL NIÑO GNOMO

Una gnoma del bosque aprovecha un accidente fortuito para intercambiar a su pequeño bebé gnomo, por el de un bebé humano. La pareja de campesinos, desconcertados al darse cuenta, viven un conflicto ético al momento de decidir el destino de ese pequeño pero horrible y extraño bebé gnomo. En esta parábola, Selma Lagerlof, despliega toda su creatividad para mantener el suspenso de una historia que nos habla de la empatía y los prejuicios.

Selma Lagerlöf

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Ilustraciones de Carlos Palma


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