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LA FLOR EN QUE AMANECES número
cuatro
serie asteroide
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La f L or en que amaneces / anto L ogÍa poesÍa cuarta edición
©serie asteroide
venezue L a / 2021
depósito L ega L : zu 2021000133
©Edicion E s azal E a
cómplic E s:
© e ditoria L L etrancha
©cobijo Laboratorio creador
culpabl E s:
aL ejandra oL son
e dgar s ánchez
j hensy Lucena c asti LL o / verso. L idio
m ario p anyagua
antonio vargas
Livia v argas g onzá L ez
Luis i gnacio c árdenas
c olaborador E s:
m ar russo
Leo L obos
f adir d e L gado a costa
francisco trejo
d is E ño Editorial
Luis ignacio cárdenas
para sugerencias o quejas escr Í banos a editoria L aza L ea@gmai L .com
Alba Duran - Malbas - / Venezuela
Naila Paulina Cruz López / México
Ninfa María / Chile
Alejo Morales / Colombia
Simone de Andrade Neves / Brasil
Daniel Oliveros / Venezuela
Carolina Alvarado / México
Alejandro Concha M. / Chile
Diana Carolina Daza Astudillo / Colombia
Soledad Farina Vicuña / Chile
Erik González Martínez / México
Wendy Alvarado Salas / Costa Rica
José Manuel Vacah / México
Laura Mora / Colombia
Liwin Acosta / Venezuela
Adriano Menezes / Brasil
Tahis Goretti Urdaneta de Gouveia / Venezuela
Sean Salas / Costa Rica
Melinna Guerrero / México
Jenifer Moreno Zapata / Colombia
Agustina Flores Rodríguez / Bolivia
Aketzaly Moreno / México
Rafael A. Marín Rada / Venezuela
Odeth Osorio Orduña / México
Eva Elisa Urribarri Polanco / Venezuela
Lucía Carvalho / Bolivia
Dariela Torres / Honduras
Andreina Pérez / Venezuela
P/100 P/104 P/108 P/112 P/116 P/120 P/124 P/128 P/132 P/136 P/144 P/148
La vida me está matando
Ya no me persigue el terror político con su rayo láser, ni los prójimos me aman con su palo y su picana eléctrica. Ya no me ofende la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ni la bomba me quita el sueño, ni siquiera los disparos de una guerrita en Africa o Europa, ¡qué más da! Caen los muros, crecen los lamentos. Y el odio vuelve con sus ángeles violentos. El Sur sigue donde estaba.
No nos portamos mal (es evidente) y todos tan contentos, constitucionalmente.
Esta vida me sobra con su nicotina, con su infarto y su cáncer, con su miedo al sida y las jeringas. Sólo el amor y la poesía pueden ser míos cuando a nadie parece ya importarle el amor y la poesía.
Pedro ShimoseRiberalta – Bolivia / 1940.
Alba Duran -Malbas-
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Venezuela / Aragua. Habitante de una caja distante, crea un bestiario de seres andróginos y animalescos, que cuentan o no una historia. Con ayuda del tiempo, usa el ojo pueril para desarmar los rostros de personas dormidas o sentadas, los cuales considera como “antirretratos.” Incursiona frecuentemente con el collage, donde lo lúdico y el asombro se carcajean en secreto. Integrante de la FLIA (Feria del Libro Independiente y Auto gestionado) de Mérida, colaboró con afiches para los eventos. Guarda una mesa que lleva a las ferias fugaces de la otra tierra. Pinta las tardes con una Ada-gato que le recomendó que no se preocupara por el arte, pero, aun así, quiere aprender a dibujar manos.
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I
Cuando la casa se volvió de magia y Tan armoniosa
“E” se despertó Una noche
Entra las dos manos A la edad de 63 años
Asombroso
Descubrir que
Para establecer la unión De atacar un tren
Viviría tres días
Por ayuda de la oscuridad
Usando una sola capa En cada casa
Por lo que antes de Se puso a llorar
Y dijo “Entonces, Yo también voy a morir”.
II
El día del manga sin Domingos, y sombreros
Julia se integró Desconocida Y Muy nerviosa
Para ir a presenciar El encuentro con Los feroces
- IremosMal cortados, y ¡Oh, el Canto de un gallo Blanco!
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Naila Paulina Cruz López
Juchitán de Zaragoza - Oaxaca / 1999. Actualmente radica en la ciudad de Puebla. Cursa la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Desde el 2017 ha participado en el Festival de Mujeres Poetas en el Istmo de Tehuantepec. Sus textos han sido publicados en espacios digitales como Vaho, Poesía de morras y 4 Vientos. Le gusta grabar paisajes y hacer collage.
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Busco mi futuro en Google pero no encuentro respuestas
Leí en Wikipedia
Que las estrellas de mar se fragmentan Para dar vida a un nuevo ser Anoche te vi fragmentada Porque has llorado mucho
Y aun no nace tu nuevo ser Supongo
Que llegará pronto O quizás un lunes Dale lugar.
VENTANA ROTA
Somos moscas con zumbidos que parecen buenas canciones se escucha a lo lejos es invencible la verdad creo que los Walters me han sacado
antenas de la cabeza
nuestro aleteo nos llevara al sol y ocasionaremos un incendio nos hemos comido la basura del mundo
457 asesinatos
652 desapariciones con 20 días de vida moscal y nuestros grandes ojos han visto la verdad
nos hemos posado sobre ventanas rotas
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boca abajo para después
escupir malas decisiones pero ellos no entienden
me roban el miedo hay un hábitat que no es el nuestro he deseado muchas veces volver a ver un rostro que no cumple años un rostro paralizado por las veces que alguien dijo: son las 2:00 a.m. y mi sombra me dice que estoy viva tal vez a Raúl le hubiera gustado tomar jugo de naranja y comprar galletas Maria’s una vez más.
Un mes y medio después a la madre de Julia
le pidieron dejar de llorar cada 3 pastillas
recuerdo esa noche después de eso
las moscas aprendieron a volar sobre la ira todo está vinculado
no quieren que sepas aprendí a defenderme.
Ninfa María
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Santiago de chile / 1985. Poeta y performer, se forma como psicóloga en la Universidad Católica de Chile. Ha participado del Laboratorio de Escritura de las Américas (LEA), auspiciado por la Fundación Pablo Neruda, del cual es coordinadora durante el 2019. Es co-fundadora de los colectivos Piño Choroy, que interviene la calle con declamaciones participativas, y Slam Chile, que promueve esta modalidad de poesía en eventos de bar. Dentro de sus publicaciones se encuentra el poemario Líquida (Mago Editores, 2017), además de formar parte de diversas antologías Poesía en toma y SECH Sin Fronteras, entre otras. El 2019 lanzó en formato virtual su proyecto visual El viaje, un diálogo entre poesía y fotografía. El 2020 publica Uwu en formato digital, un libro híbrido de cuentos y poesía visual, realizado colaborativamente con Diego Amapola.
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Es fácil pedir que todo acabe cuando no estás ni cerca del final cuando no conoces la fractura que te desvía de una vez y para siempre hacia el más allá
Tampoco tiene mucho sentido prepararse para una caída que imaginamos tan rapaz: la noche más negra conclusión rotunda el vacío final
No sé qué decir de la noche sólo que no le temo pero traiciono con el acto lo dicho sin pensar: la evito dentro de mi casa con todas las luces encendidas como si pudiera encontrar un lugar donde esconderme ante su inocencia asesina
Si entra, tampoco sabré qué decir
dependiendo de mi ánimo arrojaría frases así:
“La vida me quiso más que yo a ella”
“¿Por qué yo? soy una más, qué más da…”
“Fui simple pasajera, nunca dejé huella”
“¿Eres de las que cree en el perdón o el castigo?
Si eliges la primera ¿crees que puede ser olvido?”
Tal vez de ella sería mi boca apenas se asome a la puerta entonces enmudecería en un estruendo arrojada a pensamientos que se hacen túnel a un tránsito en el aire disuelto al borde de esta figura geométrica que nunca vi entera y no entiendo
¿Y si fuera como algunos dicen que la noche no es llegada sino simple bache del día?
Entonces a ella la encararía
“¿A dónde me llevas? ¡déjame ir!
te cambio ese futuro de estrellas por verme otra vez parida aquí Soy feliz en la luz
deja la sombra para otra ocasión para un árbol en el parque para un párpado en el sueño para el barro en el sur”
Si aparece la negra, tal vez no quiera hablarle a ella celular en mano diría:
“Amigos, siento el brillo de la noche en mi cara como fuegos salidos de sus propios corazones.
Al fin llegué a ser ella, a ser nada
No me prendan velas, solo bailen sin razones
No me extrañen tanto, no quiero ser alma en pena ¡Disfruten!
pronto notarán que el día es corto y la noche podría ser eterna”
Tal vez no le importen mis palabras aunque las adoquine en versos y a través del hoyo del toroide me obligue a pasar por su velo destinada a la siguiente estación de la perpetua que se abre en flor pero debe hacerse tierra antes de crecer del suelo.
Andar en tren
La mente ¿Qué será? aunque esté cansada sigue y sigue sin parar las ideas se repiten como postes por la ventana me levanto hacia el pasillo
¿Acaso ella tiene un motor de viento o de mar? Las butacas, las puertas, las paredes todo parece similar incluso el paisaje las lomas se extienden hasta donde el pensamiento pueda llegar el viento sigue resistiendo el avance violento de la ruta
¿Qué hace que este viaje sea singular?
Aparecen vacas a lo lejos cuando salgo del vagón a respirar viven sólo de pasto no necesitan rieles, ni horarios, ni boletos
¡Ay, esta mente, siempre preocupada de cosas tontas, para variar! lo importante es que no pueden dejar hitos decir “Aquí el pasto es más verde” no pueden preguntarse, ni preguntar los misterios abismales sus secretos no pueden legar para que otros se atrevan a seguirlos o negarlos, a curiosear a contestar las preguntas a su manera y saber qué es, para ellos, real
Tantas ambiciones como viajes repetidos
tal vez no sea lo importante lo que nos debe preocupar sino lo cotidiano, la taza de té, el saludo a la vecina las pantuflas y la propia libertad
¿A quién estas frases le vamos a dar?
¿a la familia, a los amigos a la propia conciencia que cambia de piel?
si hasta las ideas se arrugan y…
El tren en un movimiento brusco cambia de riel se me distrae la cabeza esto parece perder velocidad
¡qué hermoso es el sol que atraviesa a plantas y vaquitas, a la humanidad! tantas son las cosas que existen sin ninguna voluntad como la lluvia en los ríos y los árboles en los frutos ¿Para qué toda esta carrera si las olas sólo quiero contemplar?
Parece que viene un túnel eso me emociona sobre todo su oscuridad inicial
Mejor entro al vagón no quiero que la sorpresa me pille en este no-lugar encenderán las luces adentro y por la ventana solo mi reflejo quedará hace tiempo que no veo mis arrugas
quiero saber cuántas tengo si más de tristeza o de felicidad
Me acurruco en la banqueta y pido un tecito lo que resta del viaje quiero disfrutar ahora todo se fue a negro
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Alejo Morales
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Bogotá - Colombia / 1993. Estudiante de Historia en la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín. Recientemente ganó el Concurso Universitario Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia con el poemario Abandonados en la puerta de la historia. Participó en el taller de poesía de la Casa Silva en 2017, y en el primer semestre de 2018 participó del primer taller Distrital de Poesía de Idartes. Sus poemas han aparecido en Paisaje Inacabado: Antología de poesía reciente; en la Antología de Escrituras Creativas Bogotá Cuenta 2019 y 2020, así como en publicaciones impresas y digítales como la página del Festival Internacional de Poesía de Medellín y La Raíz Invertida.
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LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN ARMENIA
Ahora, en este lugar, hay un hermoso parque, donde la gente como yo pasea a sus perros, personas que no son reconocidas por la historia como por una madre sustituta.
TATEV CHAKHIAN.Me han golpeado tan fuerte que he olvidado un país. Tan fuerte, que mi mirada desenfocada, vuelve al lugar de lo que pudo haber sido.
¿Una alubia que graniza sobre una palma vacía?
¿Un pueblo tomado de los tobillos y sumergido hasta volverse azul en el Éufrates?
Mis palmas despiden por separado la dinastía de caballos ahorcados con carteles, que reducen la palabra armenio a la sílaba sorda de un disparo.
Me han golpeado tan fuerte que he olvidado el nombre de mi hijo. Mi hijo, una toalla que el fuego usa para secar su piel.
Su cuerpo, un alfabeto de hematomas
El Genocidio Armenio, (1914-18) promovido y efectuado por el gobierno de Jóvenes Turcos del Imperio Otomano, fue un proceso en el que se buscó, mediante una campaña sistemática, exterminar y desplazar al pueblo armenio en una suerte de limpieza étnica y religiosa, que dejó entre 1millón y millón y medio de víctimas. Se dice que alrededor de Der Zor se crearon campos de concentración donde miles refugiados armenios reubicados allí, después de dos primeras matanzas dentro del territorio turco, fueron forzados a marchar a través del desierto hasta morir, sin darles agua ni comida. A los que sobrevivían al viaje los apilaban en antiguos pozos petrolíferos y les prendían fuego. Muchas mujeres fueron forzadas a casarse con mercenarios persas para sobrevivir, teniendo incluso que convertirse al islam, siendo el pueblo armenio netamente cristiano desde el siglo IV D.C. Aún hoy el gobierno turco, junto a otros países europeos, niegan el Genocidio Armenio alegando que se cometieron crímenes de ambas partes.
que solo la muerte logra leer sin cerrar el párpado. Con ira veo en su ojo, como una ciudad de nieve se derrumba. Con ira, disperso sus brazos sobre cada línea del Corán.
Me han golpeado tan fuerte que he olvidado el color de mi madre. Una fotocopia cristiana de la mujer hebrea, a la que se le vio tragarse su propio cabello por amor a Allah.
Dios mismo agarró los huesos de su columna para rezar un rosario dentro de ella.
Veo su cara recostada contra el marco de una puerta.
Veo su mentón dibujado por un artista que no sabe dónde termina el rostro y dónde comienza el cuerpo.
Me han golpeado tan fuerte que he olvidado la voz de mis amigos.
Cada uno duerme con las manos sobre su garganta,
para sellar una posible entrada en la puerta oculta de su lengua. Por temor a perder el habla, cada uno duerme con las manos sobre su garganta. El habla, ese cuerpo extraño dentro del silencio. Y cada herida de bala, el ojo abierto de un profeta, por donde un ángel en llamas sopla.
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GRACIA SONORA
El timbre de Dios debe parecerse al de Jeff Buckley una hora antes de ahogarse. Aunque su biografía diga lo contrario o la autopsia no revelara nada de su condición divina, estoy seguro de que Buckley fue quien en una vida pasada realizó la multiplicación de los peces tocando Hallelujah en un concierto en Galilea, un concierto en el que sin quererlo curó de la sordera a todo el territorio de Israel.
Mi hermana dice que Buckley debía tener el registro vocal del tamaño de una ballena jorobada. Cosa que comprobaré ahora mismo porque me pondré los audífonos y escucharé una playlist con sus largos lamentos bajo el agua. Está claro, Valéry no imaginó que el Cementerio Marino pudiera escucharse dentro de su cabeza.
No imaginó el testamento que fue Grace, o Mojo Pin, un poema soldado a mano sobre la pintura fresca de una motocicleta. Han pasado más de veinte años y aún no existe un micrófono que reproduzca los pensamientos sin tener que mover los labios y empujar
a la perra gorda de la gramática. Si Jeff estuviera aquí, invocaría a Whitman solo para pedirle que desforeste su barba con una máquina de afeitar imaginaria. No sé qué me gusta más entre escuchar Eternal Life o La Tierra Baldía. Si tan solo la voz de Eliot recitando tuviera subtítulos. Notas al pie al menos deslizándose por sus hombros. Sé lo que dirías, seguro el volumen de los comentarios no dejaría oír el poema. Para refutar el mito de que nadie puede morir sin pronunciar su nombre en voz alta, retaste a Janis y le dijiste que harías de tu ataúd rojo brillante un estudio de grabación, solo para registrar el sonido de las mareas antes y después que el cuerpo de un solitario se lanzara al agua.
Antes y después que tu último pensamiento se hundiera:
Quisiera ese rango auditivo que tienen las polillas para recrear el timbre de Dios en mi guitarra.
Simone de Andrade Neves
Belo Horizonte - Brasil / 1974. Es poeta y autora de O coração como engrenagem (1994), Dor andorinha (2015), Terrário (2020) y Corpos em marcha, publicado en Brasil por la editorial Scriptum/BH (2015) y en Italia por Edizioni Kolibris (2020) a través del Programa de Incentivo a la Traducción de la Fundación Biblioteca Nacional de Brasil. Sus poemas han sido publicados en diversos medios impresos, como el Suplemento Literario de Minas Gerais, la revista Poesia Sempre, el Jornal Rascunho y la Revista Olympio.
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Viudez
Con las piedras de la antigua casa nueva casa construida en el rincón del patio de jambero a limonero.
Algunos días del año ve en las jabuticabas ojos del no ser más.
Viuvez
Com as pedras da antiga casa nova casa construída no retido do quintal de jambeiro a limoeiro.
Nalguns dias do ano enxerga nas jabuticabas olhos do não mais ser.
Traducción / Livia Vargas González - Venezuela.
Después de soñar con Paul Klee
Basta el duraznero de frutos blancos.
Y apenas termina la fuente de piedra una bananera con tres racimos contados verdes.
En los fondos vista para la selva
Y al frente un valle, la pequeña cascada en la forma del agua en fila.
Depois de sonhar com Paul Klee
Basta o pessegueiro de frutos brancos.
E assim que termina a fonte de pedra um bananal com três cachos contados verdes.
Nos fundos vista para a floresta
E na frente um vale, a pequena cachoeira na forma da água em fila.
Traducción / Livia Vargas González - Venezuela
Colibrí
Formó en el aire los linderos de la casa.
Del no saber salida preso por una noche entera el silencioso colibrí no liberó el pico.
Amaneció desparramado rendido.
Solo entonces visto, sin vuelo.
Cuitelinho
Formou no ar a divisa da casa.
Do não saber saída preso por uma noite inteira o silente beija-flor não livrou o bico.
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Amanheceu espraiado rendido.
Só então visto, sem voo.
Traducción / Livia Vargas González
Daniel Oliveros
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Valencia - Venezuela / 1991. Poeta, traductor, editor y licenciado en Educación Mención Inglés por la Universidad de Carabobo. Forma parte del Comité de redacción de la revista POESIA y del comité editorial de Escritores Cordillera. En el año 2014 fue merecedor de la mención honorífica en poesía del V Premio Nacional Universitario de Literatura «Alfredo Armas Alfonzo».
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La plancha
Hasta cuándo esa risa rusa de misiles teledirigidos apuntando hacia el sol que nace […] el sexto periodo de Putin ha sido ciertamente el peor de todos […] la avanzada surcoreana promovida por las naciones unidas recibió fuertes críticas por parte de los gobiernos peronistas bolivarianos castristas istaistaistaista (¿etc?) hoy la gente está mejor[:] se viste con telas arrancadas de los vestidos de mujeres violadas /en las periferias del mundo se bañan con el agua que viene de los picos nevados y patagónicos las repúblicas prosperan y se votan y se regresan en sí mismas para perpetuar el ciclo agónico doblado desde el infinito que nos antecede
[[… …]] Noticia de último momento: las tropas ancladas en la superficie hicieron sonar las botas sobre las rampas de los acorazados / las fragatas disparan con el sonido oclusivo de un silenciador de videojuego / la inminencia de la irrupción es más
que obvia / el sudor de los guerrilleros en las costas cae con intervalos regulares: así se mide el tiempo cuando hacen falta repuestos para los relojes se ondean banderas rectas de cincuentaytanto estrellas desde las casas -otro estado asociadouna meta-colonia disfrazada de simulación disfrazada de conciencia política
los otros que viven del aire y la tierra esperan a que cese el sonido metálico de la marcha / cargan los rifles / apuntan las armas un silbido se escucha atenuándose desde las nubes[:] aquellos en los llanos aguardaban sólo escucharon un estruendo / sólo vieron la luz blanca / apenas y olieron las cenizas mestizas / ahora solo / estática en la radio
Indúzcome al estado de la bestia para envolver el corazón como el tributo destinado a presentarse ante el altar. Salta la mueca saltan los peces del riachuelo.
El pasto comido con las ancas arriba Los residuos zamureados del que tenía la pata rota
Pan, vino y huerto; rojo y puro y normado.
El ojo del tigre desde de las matas, la corredera entre los arbustos
¿qué me guarda la luna esta noche; qué aguarda en la noche de luna?
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Carolina Alvarado
Poeta, documentalista y docente, mexicana-guatemalteca. Ha publicado los poemarios Poemas para la revolución (2019) Exilio de Sirenas (2012) y Amando un cielo libre (2006). Sus textos se encuentran en varias antologías de poesía, en México, Guatemala, Argentina, Estados Unidos y España; así como en algunas revistas, entre ellas TheBeisman, de Chicago, Rúbrica, de Radio UNAM y La Cuerda, de Guatemala. Ha dirigido los documentales La vida rota (2008), El clavel rojo (2009) y Las mujeres dicen sí a la ciencia (2015) y actualmente, dirige y produce el programa de radio Sesiones con Edgar Allan Poe, un proyecto de Radio FARO y Radio UNAM.
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De princesas y príncipes
Te encantaba jugar a ser príncipe azul. Andabas por ahí, petulante, con un mostacho despeinado que a mí me recordaba a Stalin.
Le negabas tu sonrisa al mundo, a las chicas guapas les dedicabas una mirada profunda que en ocasiones las llevaba al orgasmo.
Ella, con la que vivías, jugaba a ser la princesita de tus cuentos de hadas:
¡Te quiero, te necesito!, tengo agorafobia, bacilofobia, basofobia, cacofobia, claustrofobia, demofobia, hamartofobia.
Amor, tengo más de quinientas fobias.
Te dio por compararte con aquellos caballeros de los que tanto se burló Cervantes. Lo hacías a solas, como un murmullo,
lo repetías una y otra vez:
¡La salvaré, la salvaré!
Acéptalo, te veías sobre un hermoso rocín cabalgando por esta ciudad, con una armadura reluciente y un set de espadas estilo samurái.
Fuiste dándole forma a tus dragones: erotofobia era azul, alado, impenetrable, frigofobia de escamas rojas y amarillas, japanofobia era un animal gordo, peludo, con mal aliento. Tú eras feliz.
Cada mañana tenías que combatir fieras salvajes, extraterrestres; subir quinientos escalones de la torre, la nave; besar a la bella durmiente que sabía a ajo, cerveza; y aceptar la recompensa de sentirte un héroe.
Una mañana tras otra: castillo, montaña, avión, capitalistas, comunistas, moscos en huelga, ratas asesinas, papel que secuestra.
Llegó el hartazgo, el aburrimiento.
Ella había usado cada posible fobia: No me dejes, temo a los televisores, los discos, la leche, los libros, las niñas, los peces, la luna, las calles, los perros, y me tiemblan las manos cuando veo un anciano.
Estaba en su papel.
¡Princesa necesita ser rescatada!
Comenzaste a odiar hacer de príncipe.
Ella se puso histérica porque ya no querías vestir de azul, tiró una taza y tú la dejaste.
Probaste con otras mujeres, otros chicos, comenzaste a dudar, ¿otros hombres?
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Altos, fuertes, bien parecidos, que cuando te veían, te hacían llegar al orgasmo.
Pronto, comenzaste a decir:
Amor, tengo hamartofobia
claustrofobia, aracnofobia.
El azar I
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Sus bellos ojos encorsetó para alcanzar la muerte.
Un inútil, se dijo, ¿de qué servía la primavera, el atardecer?, ¿de qué la noche y sus luces?,
¿para qué el sol, la luna?,
¿para qué tanto guiño de estrellas, palpitar de tierra?,
¿para qué tanto nebuloso corazón
golpeando el pecho?
Olvidó la sonrisa de su madre, las manos que lo cobijaban de noche.
Perturbado por el fracaso, decidió coger el revólver.
II
¿No lo habían electrocutado para curarle depresión de musa, fiebre de poeta o maldición sin vacuna? Eran sombras, renovadas apariciones que arribaban a su mente para gritarle improperios.
Con el arma apretando su sien jaló dos veces del gatillo. La munición atravesó recámara, cilindro, tambor. En la oscuridad vio nacer una chispa de luz, abrió los ojos y sintió que sus párpados eran alas de mariposa.
Educación para el hogar
En el instituto me enseñaban a bordar manteles, a hacer patos con punta de cruz, el largo correcto de una falda, a bordar flores, y el alto adecuado de un tacón.
La maestra enseñaba a estar ausente, silenciosa, a soñar ser el mármol que reverbera en el jardín.
En el instituto me explicaron como maquillar el golpe: con bases y azul ─hacia arriba las cremas, los polvos, evitar arrugas y manchas de sol─. Contonear la cadera, pararse recta, ronronear a las flores que se disculpan.
Me enseñaron a bordar gansos para sellar mi boca.
Entra y sale la aguja, entra y cruza, en verde, en blanco. Oro, azul, suda el sueño, donde entra, sale la aguja, cruza el blanco, el verde, el azul. En otra casa, en otra. Yo reprobé.
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Alejandro Concha M.
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Lota - Chile / 1995. Poeta, escritor y editor chileno. Autor del poemario Estirpe (2017). Fundador y codirector del Movimiento artístico La Balandra
Poética. Colaborador en el proyecto Crisálida Artes escénicas, en el equipo de edición de la revista Sudras y Parias, en el encuentro internacional poético Pájaro errantes y en el programa Por una educación poética para Chile donde se desempeña como coordinador, monitor en escuelas y otras actividades en la organización de los Festivales de poesía del Biobío. Junto a escritores de su zona publicó la antología de escritores del carbón Huellas y la antología de escritores juveniles Hilos Rojos, y ha sido incluido en las antologías Un mismo vuelo (ed. Universitarias de Valparaíso, 2014), Me lo contaron mis viejos (Fundación Cepas, 2016), Discursos estéticos (Perú, 2019), Antología del FIPBB (ed. Conxiencia, 2020), Fragua de preces (Abra, España, 2020).
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Autobiografía a los 23
En este suelo que no germina, hermano, he dispuesto de tu sangre para que aquí carezca también la rabia y el enojo. No hay ternura que acreciente las aguas humedezca mis heridas sin cicatrizar; erosión de tierra fértil — joven promesa—
Abel. Jamás advertí ademán siquiera que te pudiera en su momento prevenir del paso de los lobos. Por eso te arrojo estas migas, donde ya no hay pan.
Así, si algo fluye de tu resto apolillado, de tu cariño residual, de tus ojos sin su llama; sea la calma conveniente para vagar por el desierto cuando tu pena sea mi única procesión.
Me arrepiento también de tantas cosas: mira mis manos, mi frente castigada mírame asentir con negación.
¿Soy acaso el protector de tus espaldas?
A la hora del delito nadie asume la culpa y mi guerra exige cesar. La tierra se hace amplia y donde camine cargaré en mi lengua tu lastre, tu rostro, una carcasa rota donde alguna vez pude pertenecer.
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Cargando la huella
Huellas sin pasos sin destinos ni senderos, heridas sin látigo.
Puente olvidado entre la sombra de lo rural y el aroma tostado de los hornos. Bajo la luz azotadora de los cielos abrir los ojos de quien camina más allá.
Volvemos al polvo, caminamos los umbrales, cargamos surcos, acompasamos nuestro andar a lontananza.
Árboles sin raíces arrancados para caer, pueblo sin memoria cicatriza la huella de un desconocido.
Diana Carolina Daza Astudillo
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Bogotá - Colombia / 1980. Poeta y promotora cultural. Dirige el proyecto editorial independiente Piedra de Toque y el periódico cultural Tinto y Tinta. Ha publicado: El abrazo de los días grises, Domingo, vendedor de globos, El Nacimiento de la Gargolena y El azul de las cosas. Hace parte de la agrupación Pelo e´ Gato como interprete vocal.
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Escritura de las moscas
Atiendo al consejo de Eliot: asumo este intento de aprender a usar las palabras como un nuevo comienzo otro tipo de fracaso y entregó a la corriente este campo minado de lugares comunes que no alcanzaron a estallar en las palabras: Abuso infantil
Feminicidio. No hay trampa poética ni duende que puedan nombrar el horror. Estos lugares comunes escriben la historia de mi país. Las letras que intentan disfrazarlos salen del papel y toman la forma de las moscas que aturdidas por los gritos y los golpes van a buscar los muertos que nos faltan y que también olvidaremos.
Política de la verdad
No puedo vivir sin ventanas. Me gustan los leones azules
El sexo. Cantar.
Escuchar conversaciones ajenas las muñecas de trapo y la lluvia
Temo defraudar a quienes amo. Odio el fútbol el agua caliente en la ducha y llegar tarde a una función de cine.
Desconfió de las mujeres que hablan mal de otras mujeres y de aquellos que se burlan de los obreros y las empleadas domésticas.
Mi sueño nunca ha sido viajar a los Estados Unidos tener un automóvil ni entrar vestida de blanco a una iglesia.
Pierdo el control con el alcohol. Lloro con facilidad.
Le huyo a los funerales las discusiones y las multitudes.
Roca no es mi poeta favorito no he leído la obra completa de Borqes y me aburre la música de Joaquín Sabina.
Creo que vivir en pareja es hermoso pero más hermoso aún saber que la mejor compañía es la de uno mismo. He decidido no asumir la maternidad porque soy egoísta me gusta dormir hasta tarde y tener días para no hacer nada. Encuentro el equilibrio en una botella de vino y en el canto de los pájaros que invento. Aún creo que hay fantasmas debajo de la cama y que los colibríes son mensajeros sagrados.
Escribo como vivo sin vanidad ni prejuicios
Creo que el mejor premio que puedo ganar es el abrazo sincero de mis amigos. Vivo como escribo
Busco belleza bajo los escombros Transformo cavernas en acuarios
Intento construir un lenguaje que me comunique con la divinidad y las golondrinas atrapadas en el corazón de los hombres.
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Soledad Farina Vicuna
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Antofagasta - Chile / 1943. Estudió Ciencias Políticas y Administrativas en la Universidad de Chile; Filosofía y Humanidades en la Universidad de Estocolmo, Suecia; Ciencias de la Religión y Cultura Árabe en la Universidad de Chile. Es Magíster en Literatura por la Universidad de Chile. Ha publicado, entre otros, los libros de poesía El primer libro (1985), Albricia (1988), En amarillo oscuro (1994), Narciso y los árboles (1999), La vocal de la tierra (1999) Donde comienza el aire (2006) Todo está vivo y es inmundo, (2010) Ahora, mientras danzamos (2012) Yllu (2015) 1985 (2016) El Primer libro y otros poemas (2016) Pide la lengua, antología (2017). Ha participado en encuentros, festivales de poesía , ferias del libro en Santiago y diversas ciudades en Chile y en varios países.
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VIAJO EN MI LENGUA
de arena pantanosa dos vocales O E
Viajo y rozan los bordes mi arenilla dormida
Adentro más adentro de la cavidad sonora tus vocales las mías en el ronco gemido
Me aferro a mis moluscos Penetro las papilas
Adentro más adentro llego hasta el estertor al eco de otra lengua La camino recorro la nostalgia la cerco
Pero a la piel no llegan claros los envíos
Qué sintaxis Qué paisajes que mis ojos no vieron Quieren brotar desde esas aguas y tu lengua mi lengua.
Del libro Albricia / 1988.
CRUJEN LOS HUESOS DE ESTA PRISION
Intento abrir al ritmo de mi abdomen un hueco a la palabra Se encabritan las olas de mi cabeza Aúllo Aúlla el celador pliegue de mi memoria
(mi naranja guardada por cáscara porosa)
Nadie entra en esta esfera Apretada
me sumo Zumo líquidos que irrigan mis conductos Pero las fosas husmean
buscando la fragancia Mi naranja olorosa apretada resiste pero el dedo se hunde
desgarrando Me abro en gajos amarillos y crujo este sonido al desmembrarme.
Del libro Albricia / 1988.
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Erik González Martínez
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Tepotzotlán - México / 1988. Egresó de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y posteriormente realizó una maestría en Literatura Hispanoamericana en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Poemas suyos y artículos de investigación se han publicado en revistas y libros de México y el extranjero. Es miembro del Colectivo Vaquero Rocanrolero, un fanzine de poesía e ilustración que reúne colaboraciones de poetas y artistas de Colombia, Francia y México. En 2020 publicó Memoria de los hombres isla, su primer poemario.
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DISECCIÓN DEL VUELO
Ato wered bird, shot throught hecrested head
With the command, Not die. Ted Hughes.
Una alondra se eleva empujando su leve cuerpo al cielo, canta en lo más alto y se deja caer como peso muerto intentando flotar. A pocos metros del suelo remonta el vuelo. El cuerpo es una forma de habitar el mundo. Lo que se puede hacer con él se transmite incomprensiblemente en una cadena interminable de herencias que llega al límite de la mutación, la esterilidad o la extinción.
Escribir de aves que nunca he visto, que solo he leído en poemas de hace 70 o 50 años.
Pensar en el descenso precipitado de la alondra de Ted Hughes.
Pensar que en toda escritura hay el rastro de un ave que asciende y desciende instintivamente.
Frente a mi ventana veo gallos, escucho gorriones, zanates, palomas; de
vez en cuando veo posarse colibrís.
Por qué hablar de aves cuando el ansía de escribir enmudece.
Pienso en el poema de Juan Luis Martínez: cantando al revés los pájaros desencantan el canto hasta caer en el silencio. Escrito hace 50 años.
Pienso en los chillidos veloces de los vencejos de Olvido García Valdés.
Audibles solo en mi memoria.
Pienso en una sucesión de aves que imitan sus cantos, sus vuelos, sus llamadas de auxilio.
Pienso en la vana búsqueda del canto original.
Pienso en el abismo entre las palabras y el espacio que habito.
Pienso que esta tierra no me pertenece y que las aves se extinguen entre caseríos con árboles secos y kilómetros de autopistas y bodegas comerciales.
Pienso en lo que puedo hacer para evitar la extinción de las aves.
Pienso que un poema no sirve para luchar por la conservación de las aves, porque en todo caso sus cantos tendrían un mayor poder de convocatoria, que las palabras exhibiendo su búsqueda de sentido. Qué sentido tiene el canto de un pájaro?
lejos – cerca
cortejo – competencia
dicha – socorro
Todo esto son especulaciones de lo que creo que comunican las aves entre sí.
Qué sucede cuando alguien trata de hablar de aves para tratar de dar sentido a sus palabras.
Qué sucede cuando alguien trata de hacer una alegoría entre el canto de las aves y las palabras de los hombres.
―Alegoría de por sí gastada y yerma―
Qué clase de comunicación se pretende.
Forzar un vínculo para hacerse creer que las palabras, como los cantos, pertenecen al mismo mundo.
Pero al oír a las aves no hay indicio de que duden de sus cantos.
La duda es el ave que no se deja oír hasta que emprende el vuelo o se despeña; llámase también ego.
EL ESTILO ES EL HAMBRE
Echo fell in love with the hand some Narcissus Narcissus struggles who heard walking Itwas the nearestto perfection CocteauTwins.
Quiere el hambre decir su nombre y balbucea una nada, un nadie de puro aire; su hambre es la de vivir creyendo que un nombre da vida, aunque se trate de una vida hambrienta.
Cuando balbucea, el hambre oye su voz de estómago vacío, de cabeza mareada por no comer y da pasos de borracho pensando en la manera de decir lo que le hace falta.
Pero qué es el hambre sino hambre, y qué otro nombre podría tener. Sinónimos existen pero ella apenas y se reconoce como en los reflejos de vidrios empañados.
El hambre es vanidosa, y cada palabra que se le acerca la traga y la escupe simplemente porque no se le parece.
El hambre duerme en las calles, busca su palabra en la basura de los parques, en las mesas sucias, alrededor de los juegos infantiles. Encuentra cosas, tiene suerte, de otra forma ya no existiría. Encuentra algunas sobras, pero no su nombre, no su alivio.
El hambre está cansada de pequeñas bendiciones. Tiene los bolsillos repletos de cigarros a medio fumar, y un pequeño milagro sería encontrarse dulces sin abrir.
El hambre recicla, ella entiende bien de qué se trata ese asunto, pero tampoco es alguien comprometido con el medio ambiente ¿quién podría estarlo realmente? Paranoia total.
El hambre viste un viejo suéter, en uno de sus bolsos conserva una nota que escribió hace años. Pero el hambre ya no entiende lo que quiso decir aquello.
El hambre cree que la palabra o las palabras que tanto busca le ayudarían a entenderlo.
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Wendy Alvarado Salas
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San José - Costa Rica / 1976. Escritora, psicóloga, cantante, comunicadora, con trayectoria en el mundo de la danza moderna, desde temprana edad participa en talleres literarios y formó parte de una creación colectiva, revista publicada por el PANI, en promoción de la defensa de los derechos de los niños y niñas (1986). Publicación en la Antología Impresiones y Recuerdos, Madrid, 2009. Publicada en la revista Mood Magazine, Ciudad de México 2020. Además de la poesía, también ha explorado el género de la crónica. Emergente poemario (2020), es su primer libro de poesía publicado por editorial Ediciones Libres.
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Paredes Blandas
Pienso en una pared blanda, contenida a fuerza de lluvia volcánica y ásperos disparos de lamentos incesantes
Pienso en enterrarle mis uñas hasta hacernos sangrar y dibujarle con un chorrito de sangre colgado de mi dedo índice, aquel nuestro dictatorial encuentro Con un martillo quiero perforarle mi cabeza y estallarla, para decorarla con flores Pienso en su blandura y la abrazo, nos hacemos una melcocha y también nos gritamos reclamos, le digo:
Maldita pared!
Maldito muro!
Maldita blandura! Al otro lado, un cuerpo sudado, mi dedo índice sangrante atraviesa y tienta; una esperanza mutilada.
Intuición
Pienso en lugares remotos, en paredes llenas de abstractos haciendo llamados revolucionarios que buscan bocas eufóricas, para cantar esperanzas de mar en un puerto vacio de colores ya no quedan rutas, respiros, huellas, ni abrazos, solo una manía loca de llorar a correntadas contra una furia perpleja que se resiste a lo incierto intuyo que mis pies, solo quieren caminar
sin topar con pared, caminar sin buscar o encontrar nada adentro, ni…tan adentro y al cabo de este transitar contestatario, aflojar el paso para abrir la boca y beber; lo que traiga el viento, gotas de saliva milagrosas quizá, que torturen de sed, al fulano obituario.
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José Manuel Vacah
Estado de México / 1990. Escritor, periodista cultural. Fue director del diario digital Revueltas Times. Es jefe de sección cultural del diario Tercera Vía. Actualmente conduce el programa Mapa Vacío. Recomendaciones culturales que te volarán la cabeza, en UTA Radio. Es codirector de Corazón de Diablo Ediciones. Su obra poética incluye los títulos Los perros tras de mí (El trueno en la ciudad, 2018) Demasiada luz en esta noche (Ojo de Golondrina, 2019) y Presagios (Mantra Edixiones, 2019). Además de los libros de narrativa Llamaré al taxidermista ( Texto e Imagen/Corazón de Diablo, 2019) y Máscara Maldita (Fénix Ediciones, 2020). Ha sido antologado en Post Judas. Antología de poesía CubanoMexicana (Literal, 2020). Es compilador del libro de culto Historias de sexo, conspiración y muerte (Texto e Imagen, 2017). Obtuvo el trofeo del Torneo de poesía Adversario en el Cuadrilátero 2018, organizado por la editorial VersodestierrO.
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Visión en una calle rota
Cuando giré para que la bicicleta no se destrozara contra el día blanco, el frío y el taxi mutilado por el odio, miré al caballo que venía hacia mí, sus dulces ojos manchados, y lo encontré hermoso y lo admiré.
Una mujer me ha despreciado, se ha burlado: “qué mierda eres, incapaz de compadecerte de las flores”.
Pero qué es una flor, comparada con un ángel destruido.
Arrastro una carreta de basura, a mí también me fustigan, laceran el costado, también trabajo para imbéciles y salvajes, siento cómo mis cascos, quebrados por el óxido, chocan contra la calle rota.
Pero el caballo me miró con ternura; presentí el recuerdo de mi madre muerta, y en sus ojos bebí leche, comí pan y mordí una fruta negra.
He bebido de él, he comido, he escrito, y no dejo de admirarlo, estoy aquí como si por primera vez, como si su recuerdo volviera para enmudecerme.
¿Qué eres tú, magnífica bestia?
Toma de mí el alcohol y la venganza, toma mis pulmones, respira, y fumemos hasta reír, ¿hace cuánto que no estás contento?
¿Has escuchado una canción de Patti Smith mientras haces el amor? Aquí no, en esta ciudad, en esta orilla de la muerte, en esta calle reventada por una visión: he decidido amarte, esquirlas de una hierofanía —qué palabra distante— me cortan. Escucho tus cascos fracturados contra mis costillas, como si muy adentro caminaras para pedir perdón por no sé qué; contemplo tus huesos astillados.
Canto a tus crines mordidas por la sarna, a tus muelas podridas, a la desnutrición, a la orfandad, a la tristeza.
Cruzas la calle arrastrando la carreta, cargando el triciclo destrozado que una vez una niña rompió contra la calle blanca, contra el frío, contra el desquiciado autobús, mientras tu dueño, drogado con la mona, te fustiga.
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Todo dispuesto
Ahora que nazco en el amor y todo lo bendigo me siento aún más pequeño como esas plantas que crecen sin luz debajo de los puentes.
¿Qué soy junto al agua, junto a la tierra abonada por múltiples milagros?
¿Qué soy junto al viento que nunca es vencido?
¿Y qué seré si me comparas con el fuego que purifica en la devastación?
No tengo tiempo, ni tú tampoco, esta vez las estaciones pasarán sin piedad.
Detengámonos, igual que una palabra en un libro, porque hemos marchado demasiado aprisa cada quién por su lado.
Detengámonos para nombrar el mundo desde la luz y contemplar el jardín que puede crecer.
No te diré que me necesitas, o que estás sola, pero quiero ser tu compañero cuando desciendas por la noche a recoger los rastros de tu espejo.
Recuerda las señales. Este encuentro, aunque tú no creas en los dioses ni en las premoniciones, fue anunciado por el universo: escucha la música como una multitud de testigos; cuando estamos cerca una armonía crece entre tu cuerpo y el mío, cada parte de nuestro cuerpo es una nota precisa.
Me quedo mirando tus ojos para escuchar esa armonía….
Hemos hallado el sitio, la hora precisa, un sentido para el deseo, y todo está dispuesto para ser arrasado.
Ten en cuenta que todos despiadados serán porque a nadie le interesa consagrar lo que no es suyo, —hasta los dioses lo serán, y la ciudad entera se volcará sobre nosotros para extraviarnos.
No temas aunque te corten los cristales de la lluvia.
Detengámonos, por única vez en este jardín, mientras la destrucción danza alrededor.
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LAURA MORA
Bogotá / 2000. Es cofundadora del Colectivo Literario La Pedrada, con el que ha publicado el fanzine De Todito Literario con sabor a Usmekistan (2018), el libro Palabras Toscas (2019) y el libro bilingüe Rough Words (2020); así mismo, hace parte de la antología Talleres Distritales de la ciudad de Bogotá (2020). Actualmente es colaboradora en traducción del francés en la revista latinoamericana Raíz Invertida y en el programa Poetas en Vela del colectivo Casa Desnuda.
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Visión en el jardín
A Virginia Woolf
Un pájaro en medio de las flores y una mujer al borde del desvarío buscan el camino, uno de ellos tiene que irse para que el otro vuelva a la vida.
Ana Karenina en las vías
¡Qué los trenes sigan pasando por encima de mi cuerpo, si el aliento no llega a ser libre en su reencarnación!
Al otro lado del silencio hay un rostro anhelando los abrazos de la infancia cuando la parafernalia de las flores con vestidos negros no eran parte del canto de curación del lecho de su madre.
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Liwin Acosta
Coro / 1990. Aprendiz. Escritor. Fotógrafo. Cineasta y a veces Clown. Licenciado en Educación en Lengua Mención: Lengua, Literatura y Latín egresado de la UNEFM (Coro) en el año 2013. Estudia el séptimo semestre en la Escuela de Medios Audiovisuales (EMA), en la ULA (Mérida). Formó parte de la antología Amanecimos sobre la palabra editada por el TeamPoetero en el año 2017. Fue merecedor del segundo lugar en el I Concurso de Joven Poesía Hugo Fernández Oviol en el año 2017. Recibió una mención en el III Concurso de Joven Poesía Rafael Cadenas en el año
2018. Resultó ganador del III Concurso Ecos de la luz en el año 2019. Ha editado la plaquette El hogar de las cenizas con Ediciones Awen en el año
2018 y el poemario Arde Plegaria con LP5 editores en el año 2020.
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El poeta es un ser peligroso porque es la conciencia de la felicidad perdida.
Juan L.Ortiz 1(…en el nombre del padre
Aprendí a rezar al mismo tiempo que a leer. Fui poseído por el canto al oír la voz de la santa y las de sus hermanas orarle a la Virgen. Un rumor sagrado invadía la casa de la abuela. Uno sabía que adentro no podía pasarle nada. En el alma de las tías se tensaba la música de las palabras dictadas por Dios. A veces podíamos recibirla en el cuarto, otras en la sala. Cuando terminaban el rosario, mis primos, mi hermana y yo nos íbamos al patio a bajar guayabas o nísperos. A mí me quedaba un temblor pequeño, como de pajarito remojado. Ellas encendían velas en todos los rincones que no se apagaban ante ningún viento. A los nueve años dejé de rezar con voluntad y empecé a hacerlo por costumbre. A los nueve también escribí mi primer cuento y me fui, mudé el fervor y comencé a rendirle culto a un Dios nuevo. De esa fecha para acá no he caminado tan lejos y ella lo sabe, por eso sigue orando en el cuarto. Cuando leo un poema en voz alta siento que nuestras voces se cruzan, que nuestras voces son puentes. La santa sabe que escribo para regresar, para acompañarla, para devolverme a su voz, a las voces de las tías, a la voz de la abuela y a la de la casa.
2 del hijo solo tú oyes, sobre este nuevo cielo me pregunto ¿cómo se conmueve a una palabra?
ojos-cují-parcas ¿acechan?
¿se cuelan sombras sobre un sol herido?
¿piedra respira?
¿gime orgasmo en un cuerpo tendido sobre el lecho del río?
caos = adentro= afuera
¿doble condición del ser?
¿madre es sinónimo de espera?
padre ¿ausencia?, cliché = ¿certeza?
lenguaje=¿puerta?, poesía=¿cerradura?, poema=¿llave?
poeta = ¿soledad despierta?
amigo=¿distancia que se acerca, estrella danzante que renuncia? dime, santa
¿una palabra bastó para sanarte?
del espíritu santo la voz de la madre es el polen de las abejas trasmutadas cuando digo madre digo padre digo hermana digo hogar oasis que se repite en la memoria
la voz de la madre es el altar de dios porosa trampa que resulta de unos brazos cayendo con la frente sellada ante las rejas aguarda sacude un candado él sube a encerrarse con su espanto a escribirse la señal de la cruz piélago se apaga tres dagas atraviesan
frío: hombre yerto: pies que se mojan: sol ausente; la llamada no cae,
soledad: arisca hembra devuelve el eco hundido de la infancia, hambre: recita: hombre con hambre sin hembra. suelta el ancla. la voz de la madre es la casa original sin paredes/ sin puertas/ sin ventanas/ isotopía: sal lugar donde se encuentran los vientos.habita en mí la ciudad perdida. barco regresa. Jeta de Santa que ora.
cuando digo voz digo madre dios enredadera cuando digo palabra digo
dis tan cia la voz dela madre es el agua que borra letanía cristal
cuando digo poema digo
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Adriano Menezes
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San Vicente de Minas - Brasil / 1965 – Ouro Preto - Brasil, 2020): Filósofo y poeta. Es autor, entre otros títulos, de los poemarios Os dias (Scriptum Livros-2004), Via expressa (Scriptum Livros / Anome Livros-2007), y colaborador en el portal HH Magazine, donde se encuentran publicados algunos de sus poemas. Alternó el oficio de poeta con el de profesor de filosofía y el de guionista, colaborando en los programas Poéticas (2012) y Peripatéticos (2013) de la TV UFOP - Brasil. Antes de su partida, preparaba la edición de su último libro Canteiro aéreo, el cual será publicado próximamente.
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Noviembre adentro
señoritas de Santiago exhiben a los soldados chilenos los ojos vaciados, indios bolivianos marchan desde El Alto contando los muertos bajo las banderas, el hijo de Adilson viene para la sala de televisión a contar que soñó con el salario y su novia dice que la vida no es solo trabajo. La cpi del fake news es una mentira. el día estaba mojado y turbio desde temprano y no pudo dormir por la noche porque la vecina de arriba puso a los perros a hacer ruido en la platabanda durante toda la madrugada, avisando que quien manda está encima y que se muden. Toniño había empujado el volkswagen. yo no sabía qué hacer.
Ouro Preto era negra y recibí
En el original aparece escrito “Ouro Preto era preta”, haciendo un juego de palabras entre el nombre de la ciudad y el color, que en portugués se escribe preto, no obstante, con la traducción al español se pierde este juego de palabras.
un mensaje de Luiza, que es actriz minera radicada en São Paulo, diciendo que fui yo el único hombre que ella había amado y que nada le había prometido, por eso nunca la había hecho sufrir y que yo estaría en su corazón con la más dulce ternura. que yo necesitaba saber eso, que ella ahora podría morir en paz y aunque vengan futuros amantes va a ser siempre nuestra canción. y anexó un video con el videoclip de Chico Buarque sin camisa.
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Novembro adentro
moças de Santiago exibem aos soldados chilenos os olhos vazados, índios bolivianos marcham de El Alto contando os mortos sob as bandeiras, o filho do Adilson vem pra sala de televisão contar que sonhou com o salário e sua namorada diz que a vida não é só trabalho. a cpi do fake news é uma mentira. o dia estava molhado e turvo desde cedo e não se dormira à noite porque a vizinha de cima pôs os cães para fazer barulho na laje por toda a madrugada, avisando que quem manda está em cima e que se mudem. Toninho tinha ido dar um tranco no fusca. eu não sabia o que fazer. Ouro Preto era preta e recebi uma mensagem de Luiza, que é atriz mineira radicada em São Paulo, dizendo que fui eu o único homem
que ela amara e que nada prometera, por isso nunca a fizera sofrer e que eu estaria em seu coração com a mais doce ternura. que eu precisava saber disso, que ela agora poderia morrer em paz e ainda que futuros amantes vai ser sempre a nossa canção. e anexou um vídeo com o clipe do Chico Buarque sem camisa.
Traducción / Livia Vargas González - Venezuela
El caballo este caballo no se domestica más allá de la apariencia, guardó para siempre en su dorso cepillado la corriente cruda de la brutalidad. su crin de animal hidalgo existe para los retratos. guardó también para sí una linterna encendida de su apero, esta no le permite voltearse por engaño. parece abatido, es verdad, pero arde en sus arranques la furia de una revolución antigua.
O cavalo
Este cavalo não se domestica além da aparência, guardou para sempre em seu dorso escovado a corrente crua da brutalidade. sua crina de animal fidalgo existe para os retratos. guardou também para si uma lanterna acesa de sua selaria, esta não lhe permite virar-se por engano. parece combalido, é verdade, mas arde em seus acessos a fúria de uma revolução antiga.
Traducción / Livia Vargas González - Venezuela
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Tahis Goretti Urdaneta de Gouveia
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Zulia - Venezuela / 1987. Licenciada en Comunicación Social. Productora del programa audiovisual de difusión literaria: Las Tres Gracias, es miembro de la directiva de la Editorial Tierra Árida. Representó a Venezuela en el mega recital poético del bicentenario de la Biblioteca Nacional de Cúcuta. Participó en la antología poética 100 Mujeres Poetas, año 2019, y participó en la antología Conspira, año 2020, ambas publicadas en la editorial Nueve Editores de Colombia. Fue incluida en la antología poética Aquiles Inmortal año 2020, publicada por Giraluna de Venezuela. Su poemario La Puerta de los Ámbares fue seleccionado en concurso por la revista Awen para ser publicado en la colección Eclipse de poesía. Fue merecedora de mención honorífica en su categoría, con el poema Mujer en el placebo en el concurso de poesía J Bernavil año 2020.
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Telares
Los ancestros tejen nuestras entrañas
Se desgajan los frutos Escurren sus mieles Crecen en las sábanas raíces
Mi aliento barniza de ocre la estación que muda tus hojas pesa el lazo dorado
La habitación llueve mete sus dedos en las persianas germinamos en la casa con carruseles de nubes
Un árbol se enhebra en mis vestidos destroza los hilvanes descubre al viento la pulpa
Hay un olor a fruta que salta desde mi sangre Hay un eco atrapado en nuestras bocas
Somos las voces que el árbol guarda en el telar de esta memoria.
Templo
Guarda el color en sus raíces portal de caballos para ir hacia adentro azafranados en el fruto
Dialogan las pieles secas
tristes sin sal Siluetas a la sombra
Orfebre La vejez
Hecha voz
Hecha uva que se desgaja en el vino
El tiempo pesa
Es un instrumento de tierra
Las manos se tocan en su relieve marchito más allá de la carne y los huesos que quedan
El patio guarda sus ojos en los árboles cenizos Vuelven al viento de barro
Su voz es un cordón de aves que bebe del fruto.
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Sean Salas
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Heredia - Costa Rica / 1997. Su libro Alter Mundus fue ganador del Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2021. Su libro Ciudad Gótica será publicado con la editorial Nueva York Poetry Press en la colección Museo Salvaje. Parte de su obra ha aparecido en importantes revistas y antologías de diversos países.
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RELOJ DE ALFRED KUBIN
En las antiguas guerras, luego de la batalla se enviaban soldados a hundir sus espadas en cadáveres enemigos, asegurando así que realmente eran cadáveres.
El hombre siempre ha estado en guerra contra el olvido, contra un mundo que no deja de girar. El futuro siempre se está afilando en la roca del presente: tarde o temprano hará rodar nuestra cabeza.
Nada tiene más filo que las agujas del reloj. El tiempo es el soldado enviado por la muerte.
ALICIA EN LENCERÍA DE LÁTEX
De momento sigue a salvo mi secreto mejor guardado.
Soy mi propia droga. Disfruto hablar solo como el tímido bailando cuando nadie lo mira, como Hemingway leyendo en secreto a Faulkner o Faulkner leyendo en secreto a Hemingway.
Mi boca es un rifle con silenciador.
No invento amigos imaginarios, invento mi doble de acción.
Hablo conmigo mismo, me cito filósofos clásicos, muy a menudo yo mismo me ofendo.
Yo pregunto. Yo respondo. No sé cómo cerrarme la boca.
Hablar solo es un pequeño placer que me evita grandes crímenes.
De mi sombrero saco cualquier conejita Playboy. Quien aprenda a leer labios sabrá lo mucho que disfruto en el País de las Maravillas dentro de mi cabeza; yo y Alicia frente al espejo, ambos derritiendo hongos con la lengua para modificar nuestros cuerpos.
Las mentes creativas pueden saborear los frutos prohibidos que nunca caen del árbol de la realidad.
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Melinna Guerrero
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Aguascalientes - México / 1993. Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Ha participado en diversas revistas como Sin Embargo, donde ha reseñado libros de arte y literatura, Círculo de Poesía, así como Tierra Adentro. Actualmente es jefa de redacción de la editorial Artes de México.
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Historia de nuestra palabra
Tú hablabas de la ballena de Jonás o de Jonás adentro de una ballena.
Tú hablabas de la historia de un hombre o de un profeta o de la palabra Dios que hizo que una ballena se tragara a Jonás.
Y no había manera de que nosotros no estuviéramos también en esa historia o de que la historia no formara parte de nosotros.
Tú hablabas para que la palabra Dios nos diera un hecho tempestivo o una parte memorable en la historia;
Tú hablaste para que la habitación en la que quedábamos dormidos fuera el sueño que alguien contaba para otros.
Tratado amoroso de los cuerpos
I
Espiráculo, el orificio abierto para la respiración. Un ojo taladrado al cuerpo por donde se abre y cierra esta vida de pez. Desde el espiráculo, vemos en la superficie el nacimiento de la luz.
¿Qué inmensidad existe en este ojo que nos desnuda de agua, que nos muestra dos aletas que nos abren paso? ¿Están abiertas?
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Lo están, te digo,como si su pasado de mano las destinara todavía al tacto, como si sus cinco remos se hubieran unido para siempre, como ahora lo están tus dedos, cerrados para no dejar marchar la arena del tiempo, para darle a la vida un puño con que sostenerse.
¿Son tus manos aletas preparadas para el agua?
II Se cierra un espiráculo debajo, cuando las ballenas se preparan a escuchar al otro pero difícilmente pueden verlo.
Un espiráculo como una ventana en el mundo.
Un orificio en el cuerpo por donde filtrar lo necesario, por donde abrir el canal de la vida.
Son espiráculos estos ojos. Abiertos.
Por donde veo hundir tus dientes en mis clavículas. Una mordida transformada en beso.
Así es lo monstruoso, algún día, de él la belleza brota.
III
Espiráculo: orificio, ventana o tragaluz. Un ovillo por donde la respiración nos convierte en carne. El resquicio que dejar salir lo que ya de tanto se hace vapor, lo que ya de tanto adentro da a luz. Es también una herida, una incisión, cárcava preparada a la marea. La vida abierta, te digo. El amor que punza su fuerza como cisura.
Jenifer Moreno Zapata
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Nació el 17 de febrero de 1997 en Medellín, Antioquia. Recientemente publicó su primer libro Ecos del cuerpo (2020).
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Yo sé que nada he tenido porque nunca nada ha sido mío. Ni la memoria de cualquier recuerdo, Ni el alma vacía en la que habito, Ni la agonía que padezco;
No hay duda alguna de que me regocijo en un tiempo que no existe.
¿Quién soy yo para decir que una flor ha sido mía?
¿Quién soy yo para proclamar esta tierra como mía?
Yo no he tenido más que la inmensidad de la nada en la que creo ser dueña de las cosas.
Periquete
Ahí estaba contigo, afuera todo pasaba y yo quería entregarte mi corazón minúsculo colmado de alegrías; disipar el suave viento que nos separaba entre las sábanas y sin decir nada decirlo todo ¿Pues qué es acaso mi beso lento sobre tu cuello y mi dispersa mirada sobre tu mirada, más que mi tacto libre en tu fértil tierra y mi vasto deseo de explorarlo todo?
Y si yo recobrara mi blanca memoria a través de los días, volvería al mismo instante en el que mis manos tocaban tus cielos y tus cielos tocaban mi alma.
Un día, de nuevo, recordaré tu forma. Firme y noble. Alta y frágil.
Hablaré de la sombra con la cual arropas y de las flores que te adornan.
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Agustina Flores Rodríguez
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Santa Cruz de la sierra - Bolivia. Actualmente está estudiando la carrera de Ingeniería en Biotecnología, en la Universidad Católica Boliviana San Pablo. Ganadora en el taller Creación literaria a partir del yo poético, impartido por la poeta Viviana Gonzales. Apasionada por la lectura y la poesía desde su niñez, escribiendo así muchos poemas y cuentos inéditos. Ha participado en diversos cursos, concursos y capacitaciones de lectura y poesía. Actualmente reside en la ciudad de Santa Cruz de la sierra y prepara la publicación de su primer poemario.
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MIS AMIGOS
La mujer robusta de madera me está observando sus gritos cacofónicos aturden a mis arterias sangrantes trata de comprometerse con los torbellinos del poniente intenta comerse mis entrañas sazonadas por un dios teísta. Escapo.
Atizo las olas de la duda existencial colores psicodélicos gritan en mi iris el hombre de tulipanes aparece en la pupila del sol canta junto al coro gritos de permutaciones espaciales armoniza por mis cuerdas vocales en sus dientes entona por mis pulmones en su intestinos de seda. Corro.
Extraños corroídos por el eco de sus gargantas comen el pasado con pies de cuchillos desafilados olor de azufre en el ambiente color de rosa mares de estirpe se evaporan en un ambiente difuso. Me asfixio
La niña de astillas con plasma me observa con manos de porcelana sonríe y me come con dientes de leche. Despierto.
Me levanto en un mundo si el éxtasis de la manía. Me entristezco.
Corro hacia mis pastillas para reencontrarme con mis amados amigos bestiales.
EN EL BOSQUE
En el bosque anduvieron los trastornados anduvieron con piel escamada y voces del pasado. Al principio del sendero se encontraron con la discordia manzanas podridas con olor fúngico se asentaron en sus cabezas. Manos de cerámica recién horneada incendiaron el juicio de la incertidumbre con uñas de silicio oxidadas se rasgaron sus voces con musgo fresco destruyeron sus mentes febriles.
Entre locura y demencia se ahogaron en mugrosas piedras. Entre árboles y arbustos se arrastraron con cuerpos desnudos. Entre mutaciones y temblores permutaron a una eterna noche.
Píldoras volátiles hechas al son de las camisas de fuerza e inyecciones en denarios glorificados por el santo padre se ausentaban en el bosque de los susurros. Las peleas en el musgo crepuscular se hacían presentes batallas efímeras cobraban vida en la córnea de los pensamientos buscaban entre sus músculos la sangre de un vencedor sus huesos se hacían vino y su sangre se hacía cal vino y cal para la cena vespertina del llamado vencedor. El reloj de sol recorría con pereza el bosque de los susurros entre cuerpos putrefactos hechos tierra en un octaedro de refracción entre olores fúngicos a manzana dulce y cianuro rancio disfrutaba su rutina con un bucle que no se cerraba.
En el paso de los siglos de un reloj trastornado el ecosistema de gotas escarlatas se volatizaba los escombros de guerras arcaicas mostraban mentes destruidas mentes sin narices para oler la manzana dulce a su alrededor mentes con fantasmas en vasijas inexistentes mentes con bosques susurrantes al acecho mentes con engaños a sus reflejos mentes con juicios en el lodo de un ecosistema subversivo mentes con enfermedades febriles en su sinapsis y los brazos deshuesados de la muerte a la espera.
En el bosque anduvieron los trastornados o eso es lo que mi mente me ha contado.
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Aketzaly Moreno
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México D.F / 1992. Estudió lengua y literaturas hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha publicado Vuelo de muerte (2018), Nada queda en pie (2019) Relámpago en la sangre (Mantra edixiones 2019 Cae de maduro 2020). Ha participado en encuentros de poesía en Argentina, Bolivia y México. Junto con Magnolia Cabello, organiza el Festival Internacional de Poesía en Milpa Alta. Actualmente dirige la editorial Ojo de Golondrina.
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Podrá aparecer el cuerpo de una mujer, pero la mujer ya no aparecerá nunca. Diremos su nombre delante de una flama sin saber acaso que ahora pronunciamos el fragmento de una letanía ante una hoguera. Qué ganas de verla formarse tan sólo por la repetición del nombre que pronuncian los labios con que la llamo, como si fueran suficientes mi deseo de hacerla de mi pecho y mis ansias de extraerla de la imagen que me sangra la memoria; como si sólo me bastaran la angustia y el llanto para verla volver.
Herimos el aire con la rabia expuesta que el amor precede; y más que llamarla, la invocamos, llenamos las horas de ella, llenamos los días sin ella; la reclamamos a los astros y a las piedras hasta que el dolor nos tira la noca y qué importa, si sólo nos sirve para gritar.
Delante de mí tengo la vida como un toro de lidia dispuesto a la arrancada; en la testa lleva el garbo de su sangre y el vigor en las gónadas intactas. Desafía en reposo, se encampana, hunde su pata como un pesado martillo y escarba con la pezuña, este polvo desprendido de la tierra nos envuelve cuando bufa profiriendo una bravata; poco le importa recibir la primera embestida: lleva la gloria anunciada en su corona de osamenta puntiaguda. Volcán de carne negra, esa calma fingida es el acecho desde el ojo en cuyo cráter se revuelve el vértigo de su danza. Está delante de mí, y yo que no cargo con muleta, capote, banderilla o espada ni visto traje de luces ni hay espectadores que aplaudan u ovacionen nuestro encuentro, porque esto es la vida, ya lo dije, no una corrida de plazas.
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Rafael A. Marín Rada
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Caracas / 1976. Licenciado en Administración de empresas (URU, Maracaibo). Participó en talleres de poesía dictados por el profesor Carlos Ildemar Pérez. Fue invitado al sexto y séptimo Festival de Poesía de Maracaibo en 2017 y 2018 respectivamente. En octubre de 2020, a través de LP5 Editora presenta Sumario (un compendio de aforismos y textos breves). En diciembre 2020, se le otorga mención honorifica en el I Concurso Internacional J. Bernavil por su poema Indeleble, publicado en la antología del concurso. En enero de 2021, la revista digital argentina +Poesía publica uno de sus textos Conjuro. Apoyado por la Editorial Urgente comparte Ídem, su segunda propuesta poética, en mayo de 2021.
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Una mujer busca en el hombrillo una ciudad secreta Pacta historias que no ha sabido terminar Escribe un sonido intermitente Es promesa y una espina en los labios Ella es la posdata y una muchedumbre en la lluvia aplaude su locura
Aparece en la noche con un roce de anís decide un código para perderse en el aire Ella es la sal que el cuerpo estrena un abrazo en cámara lenta el espíritu en lo que se detiene
Tamiza la vida la vuelve enorme y hay una balada que observa el mar y el mar es una estrofa que canta.
El poema que no he escrito es impaciente y dócil tiene caligrafía seglar
No cumple horarios y es experto derrotando corbatas
Siente todos los idiomas de la nostalgia
muere en silencio con el espíritu encendido sobre lo blanco
Narra con los ojos en “off” y dirige orquestas en el oleaje del aire
Tiene propiedades curativas y es coadyuvante en el tratamiento del letargo
el vértigo los lunes y la soledad
Mi poema es reversible omnipresente es un volcán con hipo
habla cuando duermo
anda despacio pero siempre me rebasa
Tiene la manía de colarse junto al vapor del sol
Mi poema es el YO verdadero
El sobreviviente
El que queda
Mi trozo de piel inmortal.
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Odeth Osorio Orduna
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Puebla - México / 1988. Estudió literatura hispanica en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, continuó sus estudios en literatura en la UAM Azcapotzalco. Algunos textos suyos han sido publicados en diferentes revistas electrónicas como Campos de plumas, El Camaleón, Reflexiones Marginales, Ágora, Teresa Magazine, Revista Seis Mil 83. Intimidades. Testamento cantado tranquilamente a la sombra es su primer libro publicado y ganador del III Premio Nacional de Poesía Germán List Arzubide 2019.
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Graves, morían en tus pupilas nuestras fatigas. Horacio Quiroga.
Si vieran mis ojos en la oscuridadcaminaría en espiral amenazante
buscando refugio en las ennegrecidas es quinas de la casa pero me falta valor para entrar sin encender la luz y preguntarte ¿qué carajos haces lavando ollas a estas horas?
porque no lavas ni mojas sólo mueves el cristal en el aire y yo no quiero ver el halo que te rodea ¿qué pasa si quiero tocar? acaso sentir la húmeda caricia te irías volarás lejos y cuando desaparecieran los suspiros tendría que controlar la zozobra sola te recuerdo y me guardo más te imagino atravesando paredes hasta llegar al mar nada más bello que las estrellas en el cielo decías
pero el lunar sobre tus labios ingrávida forma de la inocencia pero mis manos sobre la tierra que palpan su calamitosa energía queriéndote entregar mis dolores sin que te des cuenta.
Escuchando la lluvia caer
Mi casa es un cuarto de veinte metros cuadrados.
Mi casa es un cuarto de veinte metros cuadrados con una sola ventana
Mi casa es un cuarto de veinte metros cuadrados con una sola ventana en una azotea
Mi casa es un cuarto de veinte metros cuadrados con una sola ventana en una azotea de un edificio de cuatro pisos
Mi casa es un cuarto de veinte metros cuadrados con una sola ventana en una azotea de un edificio de cuatro pisos; el baño está afuera
Mi casa es un cuarto de veinte metros cuadrados con una sola ventana en una azotea de un edificio de cuatro pisos; el baño está afuera, pero siempre nos la pasamos adentro.
Mi casa es un cuarto de veinte metros cuadrados con una sola ventana en una azotea de un edificio de cuatro pisos; el baño está afuera, pero siempre nos la pasamos adentro mis perros y yo Y nos la pasamos adentro porque afuera no para de llover, las gotas y el granizo caen repetidamente sobre nuestro cuarto. Repica una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete… ¿cuántas veces?
Nuestra casa es un cuarto de veinte metros cuadrados con una sola ventana en una azotea de un edificio de cuatro pisos; el baño está fuera, pero mis perros y yo nos la pasamos adentro. A este lugar llamamos hogar y fue lo único que pudimos pagar con mi sueldo de diez mil mensuales en una ciudad donde un departamento de cuarenta y cinco metros cuadrados se alquila en quince mil.
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Eva Elisa Urribarri Polanco
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Maracaibo - Venezuela / 1987. Docente en Lengua y Literatura (UNICA 2013) Maestrante en Lingüística (LUZ 2014 presente), Consejera de Lactancia Materna y alimentación infantil, cuidados del recién nacido EDULACTA, España/ LACTALUZ, Venezuela, Universidad de Chile. Pupila de los talleres y diplomados en poesía del Maestro y poeta Carlos Idelmar Pérez, (Venezuela, presente) integrante de la agrupación de escritores y artistas autónomos del Maipo. (2018- presente) , de cuya revista literaria Surcos Literarios lleva tres números con publicación de parte del trabajo poético. En Maracaibo participó en homenajes y recitales poéticos y encuentros de jóvenes escritores publicación en el espacio Tinta Libre del Diario Versión final (Maracaibo 2016). Tomo todas las anécdotas que cupieron en 30 kilos de nostalgia, y se mudó al país cuna de los grandes poetas del Sur del mundo.
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Collage
El espejo comienza a dar latidos Océanos de fuego allá donde no me ves, acá en el hastío de las mil caras de coral. En los espejos, de donde nadie regresa, paramos míticos de la ensoñación perdida.
Parece que asoleo los despojos
Recuerdos cinéticos (Desdibujo)
En la noche donde las caricias duelen fuimos uno (Sin ataduras).
Tu por velar mi sueño
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Quedé noctambula araño la noche desconsuelo del alba.
“ Te enseño a querer” (No se aprende) Pétalos a la cintura Censo de lunares (Ínfula de maestro).
Soy el amarillo capullo de una rosa recién nacida (Nunca tuya)
Día fuera del tiempo
Alma de selva nómade (Yo la de entonces no soy la misma)
Los hijos infinitos de la oscuridad “Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y el de la calle entera”...
Andrés Eloy Blanco. Se es padre y duele el hijo que hurga la basura y el bachiller que mato la zurda.
Y pesa en el alma, la niña muerta en los brazos de la señora Dorotea. El recién nacido que mis brazos no arrullaron, el apagón se lo llevó con todo y respirador, y al que dejó en la calzada la madre desarmada. Me duele a fierro colorado, ver morir una y mil veces más a la madre que Dios me dio y a los que el hospital no dializo. Es ver el rostro fresco de mi niña y su mirada de luz bañarse en la cloaca piedra azul.
Corre la moral del zurdo en Starbucks en su camioneta ahumada, mientras saquea la miseria en la “Tierra del Sol Amada”. El niño Pemón que ya no juega en la sabana porque ya no hay zancudos si no balas.
Y te abrazo mi niña como abrazando a los niños del mundo entero sobre todo aquellos sembrados en la revolución del siglo 21.
Lucía Carvalho
Bolivia /1993. El 2017 publicó su primer poemario Fiesta equivocada con la editorial independiente Torre de Papel. Ha colaborado en las revistas digitales: Liberoamérica, Cronistas Latinoamericanos, Muy Wuaso y Poesía
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Sub25. El 2018 participó del Festival Internacional de Poesía de Rosario, Argentina en el marco de la residencia para poetas emergentes. El 2019 ganó el concurso Pablo Neruda para poetas jóvenes bolivianos con el poemario
Universo 127. El 2019 publicó Universo 127 con YerbaMala Cartonera. Algunos de sus poemas están en antologías nacionales e internacionales.
Coordina el proyecto de difusión cultural feminista Cyberelfa.
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ESO NO ESTÁ EN WIKIPEDIA
“Soy un ente vivo, pensante, creado en el mar de la información”. Ghost in the Shell.
Pienso en la inmensidad de la conciencia virtual que habita mi dispositivo móvil pienso en todas esas relaciones que han comenzado y terminado en este aparato de cuatro punto siete pulgadas y 326 ppi
Todos esos toques simbólicos
Los holas
Los ¿cómo estás? ¿Qué estás haciendo? Mira esto
Los Stickers
Emociones traducidas en emoticones
Pienso en toda esa data mía y de ellos que ni siquiera es nuestra porque aceptamos los términos y condiciones sin leerlos sin leernos Quizás por eso tengo tantos contactos bloqueados prefiero esconderme virtualmente quizás ellos se escondieron primero
Pienso que ya no nos une el tacto ni nada relacionado con la presencia física nos unen estas historias de
emojis
esta historias bloqueadas en términos y condiciones estos recuerdos mutilados que yo elijo o no mostrarte pero que no se le puede ocultar a esta inmensidad radioactiva que guardo en mi bolsillo eterna y efímera
Una caída y se parte en pedacitos.
Un intruso y puedo ser expuesta ante millones
Mi imagen en los dedos de tantos desconocidos
Una débil contraseña
Una mala conexión y tendría que volver a la vida silenciosa
hasta reiniciar hasta renunciar e beneficio a mi vida úti.
BAÑO MARÍA
“En mí ella ahogó a una muchacha y en mí, una vieja se alza hacia ella día tras día como un pez terrible”. El Espejo, Sylvia Plath.
Mis huesos no son fuertes
Mis huesos me traicionan
No quieren sostener este organismo se niegan a mantenerme en pie
Les pido un día más pero estos huesos se hacen polvo
Y este estómago se comprime no soporta una mala noticia no digiere una salchicha.
Y estos ojos ya no quieren ver
Me piden que incline la cabeza que de unos pasos hacia adentro que siempre esté cerca
Y esta piel que pide sol no lo tolera esta piel se cae
como la cáscara del ajo por pedazos
estoy hecha de capas como los ogros y estas capas son ligeras las arranco las pierdo las recupero las cocino en baño maría
Este cuerpo se come así mismo como un guiso
Este cuerpo lo cubro de barro y lo entierro.
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DEJASTE MI COMPUTADORA LLENA DE VIRUS
No pude hacer nada la pobre se bloqueó
Increíble que la computadora también se enferma dice la abuela
Para ella este aparato es una tele nomás
Me pasaste el disco que más te gusta por un flash memory
Memoria flash
Memoria veloz
¿Cómo traducirlo?
No importa porque todos entienden
Abrí cada canción.
Copié cada canción
Me dejaste la memoria llena de virus yo creo que es más fuerte que un resfrío. Una fiebre amarilla
Electro – fiebre - amarilla debe ser
dice la abuela
No puedo averiguar qué es
Solo tengo esta memoria enferma
mejor la desconecto no se puede vivir así tan enferma Los restos descansan en el patio trasero debajo de desechos de hierro, carbón y melancolía.
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Dariela Torres
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Comayagüela - Honduras / 1995. Poeta y editora. Cofundadora de Ek Chapat (proyecto literario transfronterizo). Formo parte del taller poético impartido por Pen Internacional en Honduras donde quedo seleccionada para la semana de talleres de creación poética en Roundhouse TalkingDoorsteps que se llevó a cabo en Londres. Publicada en la antología Cien poetas del mundo en la capital con valor Toluca, México (2017). Publicada en la antología Liberoamericanas junto a 80 poetas contemporáneas de distintos países de América Latina, España y Portugal. Participante del panel de Mujeres
Creadoras Marginalidades: Voces Disidentes Publicada en la antología XunanKab, 20 escritoras hondureñas del siglo XXI y en la antología Poetas allende los mares libro en español y catalán. Su plaquette Todo el dolor publicado en El Salvador por el proyecto editorial La Chifurnia. Parte de su obra ha sido traducida al italiano, catalán, inglés y francés.
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Tiempo
En mi lengua hay incrustadas larvas de mosca que danzan entre palabras mientras me crecen raíces en la tierra profunda y hecha de barro, en mi barrio, las bifurcaciones en el espacio tiempo dejan voces que gritan y se extienden desesperadas entre la sangre de sus hijas. Llevo en el vientre desmembrado parásitos que se alimentan de mí.
Me deshago, Vuelo en mi habitación, rasgando paredes en busca de voces, para sobrevivir, me escondo.
La angustia tiene sabor a pasado, el abuso tiene nombre de infancia, y la calle en mi cuerpo mutilado es solo una sombra con tedio y garras.
Ni siquiera tuvimos tiempo para llorar,
Ni siquiera hubo tiempo para abrazar,
Ni siquiera hubo tiempo para crecer.
En mi lengua hay larvas de mosca que danzan entre palabras. Me crecen raíces en la tierra profunda y hecha de barro.
Saltamontes
saltamontes, murciélago y mariposa tienes inhabita el alma y no hay reflejo, solo alucinaciones, digo noche por decir algo mientras lanada es tangible.
Solo alucinaciones.
Disociación de ideas
Niña, cucaracha, esquelético cuerpo de cicatrices.
A vos que no te encuentro. Grita.
Salta, Salta siempre a los montes y revuélcate en las estrellas, Arboles llaman a la oscuridad y juegan a ser espíritu dentro del ejercicio siempre extraño de recordar.
Nada es real
Nada es real.
Salta adentro de tus propias heridas. Nada podrá salvarnos. Ppppppppppppppp´’¿
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Andreina Pérez
Mérida / Venezuela. Arte, magia y poesía caminando hacia una evolución consciente. Historiadora del arte, profesora de yoga y meditación. Creadora de una poética dotada de intimismo, de imágenes sugerentes, potentes en su feminidad. En sus versos, el simbolismo va de la mano con lo reflexivo, permitiendo un abanico de temáticas que van desde lo terrenal hasta lo esencial, haciendo de su producción un vehículo trashumante para acceder a una consciencia que se muestra adormecida en un siglo caracterizado por la violencia y la velocidad. Ganadora en la 1era edición del Premio Gelindo Casasola de Poesía para Autores Inéditos (2011) con el poemario Diario de Bailarina, Editado en 2012 por la Gobernación del Estado Mérida.
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La fluidez de las palabras atropella a las hojas
La ligereza, el tiempo, el agua, el espacio cósmico
La fluidez de un beso tibio, del abrir, del corazón
La oscuridad infinita y la magia
La magia del tiempo muerto
De la lluvia tormentosa
De un recuerdo
De un amor
De hojas secas
La fluidez de las palabras, son lágrimas
Dulces y amargas, ácidas gotas que emanan de un rostro
La fluidez, la estupidez, la ingravidez
El silencio tumultuoso
El filo del cristal
La fluidez de las palabras puede ser muerte
Renacer de mantra cortos
La pesadez, la sensatez, el aroma a casa hueca
Lugar de sombras, angustias secas, crujir, teñir
La fluidez de las palabras, inhóspitas, trasparentes
Insólitas, azucarada mueca de hipocresía
El desorden del corazón
La mirada oculta
La sonrisa, la vida misma
La ingravidez de las palabras, no tienen forma
No tienen peso, ni sangre, ni agua, no existen
Son etéreas, sólo etéreas
La ingravidez
Las palabras
La fluidez.
Llueve
En melancólicas figuras de magos
Corazón entrecortado
Navajas voladoras de luz
Y no es el mar a mis pies
Son los dedos que se hunden en la tierra
Entreabriendo los ojos
Cruzando siglos de melancolía
Llueve
En el valle, la montaña, la playa
Y los besos son poesía agujereada
Trozos de vidrios caen del cielo
Ciego aprendiz de mariposa intergaláctica
Llueven pétalos
Música, besos
Dedos, trozos de humanidad
Llueve el cabello
Mi menstruación ardiente
Tú semen a mi espalda
Llueve leve, leve
Levedad
Día azul
Perfume de lluvia.
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LAS FLORES
Las raíces nos mandan a contar - por medio de las florescómo es la tierra por dentro. Y las flores se marchitan, se mueren porque acá afuera la vida es una mierda.
Humberto Ak’abal
Guatemala / 1952 – 2019
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< esta edición se terminó de diseñar el 12 de mayo del 2021. el mismo día, pero en 1967 se lanza el álbum de the jimi hendrix experience llamado are you experienced >
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